Secularización y poder político

Anuncio
2009
[“LA SECULARIZACIÓN
Y EL PODER
POLÍTICO”]
INTRODUCCIÓN
La Edad Media es el período histórico que se extendió entre os siglos V y XV de
nuestra era. La caída del Imperio Romano de Occidente fue el hecho que marcó el
comienzo del Medioevo, caracterizado por el nacimiento de una serie de reinos
bárbaros en los territorios que antes pertenecían a Roma. En estos tiempos oscuros,
la vida cambió de manera notoria para los habitantes de Europa, que se encontraron
inmersos en un nuevo sistema: el Feudal.
El feudalismo no se limitó a ser un mero sistema económico, constituyó también la
forma de organización política y social de Europa durante una buena parte de la Edad
Media. El sistema feudal apareció cuando el poder del soberano se desmembró en
varios estratos que eran en cierto modo, independientes.
Los reyes entregaban a los nobles una porción de tierra a la que llamaban feudo, a
cambio de la cual éstos le juraban fidelidad y se convertían en sus vasallos. La
creación del feudo generaba un vínculo entre el vasallo y los campesinos que
habitaban en sus tierras. Este lazo, denominado señorial, era de orden social y
económico y constituía la base del sistema feudal.
Los pequeños propietarios cedían sus tierras a cambio de protección, lo cual
conllevaba generalmente la pérdida de su libertad. Así aparecieron los siervos, que
constituían la gran masa de la población campesina y estaban sujetos a las cargas y
reglas que les imponía el señor.
La iglesia, poseedora de un gran patrimonio, no pudo sustraerse a la feudalización.
Obispos y abades quedaban incluidos en el sistema feudal por ser grandes
propietarios de tierras.
La fortuna de la iglesia crecía cada vez más. Los eclesiásticos eran propietarios de
feudos con campesinos dependientes pero además recibían donaciones de todos los
sectores sociales. Como los sacerdotes no se casaban, sus bienes no se dividían
entre sus herederos.
Los señores laicos y eclesiásticos eran parte de una misma clase social,
representaban el sector privilegiado de la sociedad feudal.
La jerarquía de la iglesia difundió su teoría sobre la organización social; la teoría de los
tres órdenes:
•
Los oradores: Eran eclesiásticos, ubicados en el primer rango cuya tarea era
rezar por la salvación de toda la humanidad.
•
Los guerreros: Tenían por misión defender a toda la cristiandad.
•
Los labradores: Trabajaban para mantener al resto de la sociedad.
De acuerdo con esta teoría ese orden había sido creado por Dios, por lo tanto era
perfecto e inamovible.
Esta teoría justificaba las jerarquías, las desigualdades sociales y la explotación del
campesinado, por este motivo tuvo amplia difusión entre la nobleza medieval.
2
La iglesia dominó la vida espiritual e institucional y fijó los límites infranqueables
para las aspiraciones humanas.
A finales des siglo XV las sociedades de Europa Occidental comenzaron a transitar
una época de profundas transformaciones que afectaron las actividades
económicas, las relaciones sociales, las formas de organización política y las ideas
religiosas y filosóficas.
Los fundamentos del orden feudal fueron cuestionados y las nuevas búsquedas
originaron nuevas ideas sobre la naturaleza, los hombres y la sociedad. La razón y
la experiencia fueron reconocidas como fuentes legítimas de nuevos conocimientos.
El crecimiento demográfico impulsó el descubrimiento de territorios no explorados
más allá de Europa y la actividad mercantil puso en contacto zonas hasta el
momento desconocidas para los europeos. El encuentro con sociedades que
poseían costumbres, modos de vida, religiones y organizaciones tan distintas, no
solo extendió el horizonte geográfico de los europeos sino que permitió la
confrontación de su cultura con otras.
En el orden político, las monarquías se fortalecieron frente al poder de los señores y
los reyes comenzaron a ejercer su autoridad e manera absoluta, también en la vida
religiosa se produjeron importantes novedades a partir del siglo XVI. El poder que la
iglesia de Roma había mantenido durante los siglos medievales fue abiertamente
cuestionado y la unidad cristiana se fracturó.
La sociedad feudal europea se fue desintegrando y, lentamente, se fue gestando un
nuevo modo de organización del trabajo y de la sociedad. Los hombres de entonces
sintieron que estaban comenzando una nueva época y se consideraron
constructores de lo que llamaron “Mundo Moderno”, un mundo en que muchos
elementos del antiguo orden feudal coexistieron con otros que promovían su
transformación.
La puerta de entrada a la edad moderna estaba constituida por el Renacimiento y el
Humanismo.
El renacimiento significó un cambio en todos los aspectos de la vida de la sociedad
europea sin embargo, el término renacimiento se refiere al aspecto cultural
caracterizado principalmente por el “renacer” de la cultura greco-romana.
El movimiento intelectual de este período se conoce como humanismo, ya que su
centro de interés era el hombre.
El hombre del renacimiento aspiraba a gozar ampliamente de la vida presente y
reclamaba la absoluta libertad de la razón para buscar la verdad y el mejor
conocimiento del hombre y la naturaleza. El hombre renacentista sintió curiosidad
por todo; y a todo le aplicó la razón.
3
Características del Espacio de la Modernidad
Descomposición del Poder con la Esfera de lo Sagrado. Laicización del Poder
Político. Debilidad del Papado.
La iglesia es remplazada por el estado como principio organizador y centralizador. A
diferencia de la edad media, en la modernidad el poder adquiere una estructura de
forma horizontal, ya no necesita de “Dios” para ser ejercido. La secularización es
autosuficiente.
A principios del siglo XVI, la situación interna de la iglesia era de profunda crisis, la
relajación de las costumbres entre el clero afectaba hasta las más altas jerarquías,
incluido el papa, el alto clero vivía rodeado de lujos, en contraste con el nivel de
vida, muy inferior, de el bajo clero. La corrupción en la elección de obispos y abades
llevaba incluso a la compra de estos cargos.
Por el contrario la fe del pueblo estaba más viva que nunca. Muchos fieles vieron
necesaria una reforma que devolviera a la iglesia el prestigio perdido.
Un fraile agustino alemán, Martín Lutero (1483-1546) será el primero en revelarse
contra Roma. Lutero fue excomulgado por el papa León X (1521) por criticar la
predicación de las indulgencias (Las indulgencias eran para la iglesia una forma de
obtener dinero y el papa lo necesitaba para adelantar las obras de la basílica de San
Pedro del Vaticano).
Lutero irá elaborando una nueva doctrina cuya base será la fe en Cristo,
independientemente a sus actos, Lutero estructuró esta doctrina en cuatro untos
principales:
a) Libre interpretación de la Biblia (Lo cual originó una multiplicidad de sectas
religiosas).
b) Sólo son válidos dos sacramentos: El bautismo y la eucaristía.
c) Se suprime el culto a la virgen y a los santos, así como la creencia en el
purgatorio.
d) La liturgia se implica al máximo: se suprime el celibato eclesiástico y toda
ostentación en los templos. Se utiliza la lengua popular para la celebración
del culto.
Decadencia de Feudalismo. Co-solidación del Poder Real. La Burguesía.
Desde finales del siglo XV, en las sociedades de Europa Occidental se registraron
profundas transformaciones en la organización del ejercicio de la autoridad política.
Hasta el momento cada señor feudal ejercía el gobierno y aplicaba la justicia en
forma directa sobre las personas que vivían en las tierras que cada uno controlaba.
En las sociedades de Europa feudal los reyes fueron considerados como uno más
entre los señores.
Pero, luego de la crisis del siglo XIV. Los cambios en las relaciones entre los
señores y los campesinos provocaron la necesidad de reorganizar la forma de
4
ejercer la autoridad política. Los señores consideraron que la revuelta de
campesinos y artesanos eran amenazas muy graves al orden social y al poder que
como grupo ejercían sobre la sociedad.
Los ejércitos feudales no podían asegurar el trabajo de los campesinos y restablecer
el orden. Frente a esta situación los señores decidieron unir sus fuerzas con la del
rey y, lentamente, los monarcas comenzaron a ejercer su autoridad sobre todos los
habitantes del reino.
Los reyes intentaron, al mismo tiempo, poner fin a las numerosas guerras que
libraban entre si los grupos de nobles de un mismo reino o de distintos reinos (como
la guerra de los cien años) y que debilitaban al poder de la nobleza.
La concentración del poder en una sola persona, del rey, dio origen al Estado
Absolutista. Este nuevo estado garantizó el control de los campesinos y aseguró a
los nobles la percepción de las rentas producidas por los trabajadores rurales.
Sin embargo, la organización de los estados absolutistas también generó conflictos
entre el rey y los nobles. Algunos señores no estuvieron dispuestos a devolver a los
monarcas la autoridad que les habían delegado y que ellos ejercían desde hacía
siglos. Estos señores tuvieron que ser sometidos por la fuerza. A partir de entonces,
los señores se transformaron en terratenientes porque, para compensar la pérdida
de autoridad que sufrió la nobleza feudal, los reyes garantizaron a los señores la
propiedad de gran parte de las tierras que habían recibido como feudos.
Por otra parte, los monarcas buscaron el apoyo de los burgueses más poderosos;
algunos de ellos se integraron como funcionarios del gobierno y constituyeron un
importante respaldo económico para la monarquía.
Los cargos de mayor jerarquía y más cercanos al soberano generalmente estuvieron
ocupados por los miembros más poderosos de la nobleza. Pero, rápidamente, se
generalizó la “venta de cargos”. Los burgueses más ricos compraban un cargo de la
administración real y consideraban como retribución del trabajo los beneficios que
se podían obtener a través del ejercicio de ese cargo.
5
Idea de Soberanía
Como jefes de los nuevos estados absolutistas, los reyes ejercieron su autoridad
sobre todas las personas que vivían en los límites del reino, quienes comenzaron a
ser llamados súbditos. El rey, además, fue considerado soberano: No existía
ninguna autoridad por encima de él y era el único que podía sancionar las leyes y
derogarlas.
Luego de reflexionar acerca de lo que fue considerado como soberano se puede
concluir: “No existía ninguna autoridad por encima de él…” Se desplaza a Dios
como centro del cual emana la legitimidad del poder, esto desaloja la teoría
teocéntrica y “…era el único que podía sancionar las leyes y derogarlas” aquí se
describe una voluntad franca, una voluntad libre. Entonces la idea de soberanía
sería la constitución del poder como forma cristalizada de lo propio del hombre.
6
Poder Medieval
Orden jerárquicamente vertical.
La crisis de los siglos V a VI terminó por derribar las antiguas estructuras sociales y
económicas que los reyes germanos intentaban preservar. Hacia el siglo VII los reinos
germanos mantuvieron la estructura fiscal romana durante todo el tiempo que
pudieron. Los códigos de leyes de los reinos germánicos se escribieron según el
modelo del Derecho Romano. Los Carolingios, una dinastía de reyes francos,
constituyeron un imperio inspirado en el ideal del Poder Público del Imperio Romano.
Ese ideal consistía en un Poder Político Público emanado de un estado central único,
que garantizaba el cumplimiento de las leyes sobre la totalidad del territorio que
dominaba. El Poder Público se basaba en una jerarquía de oficios públicos que iba
desde el rey hasta los funcionarios menores. Los poderes privados, en cambio,
estaban en manos de los señores particulares y sobre áreas más pequeñas.
La iglesia católica se había convertido en un refugio de la nobleza senatorial romana.
Desde la adopción del catolicismo como religión oficial del imperio, la iglesia pasó a
ser una institución importante de la administración imperial. Los obispos se
convirtieron en magistrados del Estado, jefes de la administración local, con poderes
fiscales y de justicia. Por este motivo la nobleza senatorial se incorporó en las filas de
la iglesia para atenuar los efectos de la crisis del Estado Romano.
La iglesia se había convertido también en la heredera de la cultura romana. En esa
época muy pocas personas sabían leer y escribir, salvo los eclesiásticos. Por este
motivo, los miembros del clero pudieron preservar y trasmitir muchos aportes de la
civilización romana. La iglesia jugó un papel fundamental en la conservación y difusión
de la cultura antigua. Al mismo tiempo, ese transformó en un centro de poder
espiritual, político y económico.
La alianza entre el “poder temporal” y el “poder espiritual” ocasionó luego graves
conflictos entre los reyes y los papas. Los monarcas pretendían que la iglesia se
sometiera a su autoridad. Los papas por su parte, pretendían que la iglesia fuera
independiente de los poderes laicos. Al mismo tiempo reclamaban su derecho de
otorgar el poder a los monarcas, como mediadores entre Dios y los reyes.
7
Legitimidad del Poder de las Monarquías del Medioevo
Carácter teocéntrico. Legitimación.
El poder que poseían los monarcas del Medioevo era de carácter “divino”. La
legitimación de su poder era proporcionado por el papa.
En el siglo IX se desarrolló la teoría agustiana de la supremacía del poder espiritual
sobre el temporal, o teocracia (gobierno ejercito por los representantes de Dios) , lo que se
tradujo en un extremado puritanismo.
8
Mentalidad Renacentista
Poder Horizontal. Características del Estado Moderno.
Mientras en la Edad Media se consideraba que Dios era el centro del universo y se concebía la
existencia terrena como el camino para conquistar la vida eterna, en el Renacimiento se sitúa al
hombre en el centro del mundo, al que se considera, con una actitud vitalista, un lugar de goce,
digno de ser vivido.
Surge también un nuevo modelo de persona: el ideal del «cortesano», tan experto en las armas
como en las letras.
La confianza en el poder de la razón hace de esta época de grandes descubrimientos
geográficos el punto de partida de la ciencia moderna. La nueva valoración del hombre implica
también una reforma de la espiritualidad.
Los reyes fueron quienes iniciaron este proceso a lo largo de los siglos XIV y XV. Interesados
en concentrar el poder en su persona, debieron negociar con los señores feudales, quienes
cedieron sus derechos individuales sobre sus feudos, a cambio de una serie de privilegios. Los
que no estuvieron dispuestos a transar, fueron sometidos a través de violentas guerras. Para
éstas, los reyes contaron con el apoyo de los burgueses, a quienes les interesaba dejar de
depender del señor feudal. De este modo, el concepto feudal de lealtad fue reemplazado por
los de autoridad y obediencia, propios de un Estado con poder centralizado.
En el siglo XVII, el poder político de los monarcas se fortaleció hasta eliminar cualquier
representatividad, dando lugar a las monarquías absolutas.
La monarquía constituyó un estado moderno sobre la base de una dirección fuerte, contando
con los medios para sostenerla. Con esto, el rey consiguió la resignación de la sociedad, a
cambio de un cierto orden y progreso.
Los vientos de modernidad no sólo trajeron cambios a nivel político y económico. La crisis que
sufrió la Iglesia Católica en el siglo XVI fue uno de los acontecimientos relevantes del período,
que posteriormente se llamó Reforma.
Este proceso dividió a la Iglesia entre católicos y protestantes. Las razones que explican la
división del catolicismo son numerosas.
En el aspecto político, el desarrollo del sentimiento nacional y soberano hizo que los Estados
se rebelaran contra la autoridad del Papa. El motivo era la profunda crisis moral que afectaba a
la Iglesia: venta de indulgencias, la simonía (compraventa de situaciones de orden espiritual o
religioso), el incumplimiento de los votos sacerdotales, los abusos de poder, etcétera.
Mentalidad renacentista
El XVI es un siglo en el que ocurren profundos cambios en la mentalidad, y en la visión del
mundo de la gente. Estos cambios no se producen por el cambio de sistema económico;
aunque esta es la época en la que se afianza la burguesía como clase. El siglo XVI es de
crecimiento económico en gran parte de Europa.
El cambio de mentalidad se produce gracias al descubrimiento de los clásicos, que se toman
como modelo de cultura. La burguesía se afianza definitivamente en el poder urbano, y su
poder económico comienza a superar al de la nobleza; llegando incluso a prestar dinero a los
reyes europeos. Pero quien realmente se asienta en el poder es el rey, ya que se difunde el
modelo de monarquía absoluta. La nobleza se somete a la autoridad del rey y se hace
cortesana, abandonando sus costumbres guerreras, y sus señoríos feudales, de los que
solamente obtendrán recursos económicos.
En el siglo XVI se crean tres grandes países con monarquías absolutas: España, Francia e
Inglaterra (con la llegada de los Tudor). La monarquía absoluta implica: que toda la corona se
unifica bajo un Estado, para lo que se crea una Administración funcionarial; y que la nobleza se
somete a la autoridad del rey, gracias a la alianza de la corona con la burguesía, que le permite
conseguir dinero sin recurrir a las Cortes, y organizar un ejército sin recurrir a la nobleza.
En el siglo XVI también tienen lugar cambios en la concepción del mundo, impulsados por los
pensadores humanistas. Los cambios más espectaculares se producen en el pensamiento
religioso, y en la forma de concebir la Fe. Aparecen la reforma protestante y la contrarreforma
católica.
El Humanismo será la ideología que triunfe definitivamente como manifestación cultural. El
Humanismo se caracterizará por un antropocentrismo filosófico y religioso, un individualismo
9
típicamente burgués, y el clasicismo como modelo de sabiduría. Los pensadores suelen ser
polifacéticos, con un conocimiento universal de la ciencia de su tiempo.
El siglo XVI se caracteriza, también, por los descubrimientos geográficos, que cambian
definitivamente la concepción popular del mundo. Cae la cosmovisión tolemaica a manos de
Copérnico, Képler y Galileo. El cosmopolitismo se impone como ideal, al tiempo que surgen los
Estados nacionales, y se afianza, también, el sentimiento nacional.
10
Legitimación Moderna
Marsilio de Padua
Para Marsilio, el Papa no gozaba de especial potestad y tenía sólo carácter sacerdotal; la
Iglesia carecía de poder de jurisdicción y los clérigos lo recibían de los príncipes; la Iglesia
estaba, en suma, sometida al Estado. El sacerdote debía obediencia al poder temporal y tenía
prohibido el uso de la fuerza.
Argumentaba que "Cristo no vino la mundo a dominar a los hombres ni a juzgarlos ni a
gobernar temporalmente sino más bien a someterse al César mientras sus leyes no estuvieran
en contradicción con el mandato divino. Por lo tanto los sacerdotes no deben entrometerse en
los juicios seculares y no deben dominar temporalmente sino servir, a ejemplo y mandato de
Cristo" Pero los papas se atribuían el poder de dar y quitar reinos sentenciando excomuniones
y entredichos sobre las personas y pueblos que los desobedecieran. Si Cristo se había
sometido al poder de Poncio Pilatos, también los eclesiásticos debían someterse al juicio de los
gobernantes pues "no es el siervo mayor que su Señor". Por lo tanto, seguía argumentando
Marsilio y quienes lo apoyaban, los sacerdotes no debían entrometerse en los juicios seculares
y su misión no era dominar temporalmente sino servir, a ejemplo y mandato de Cristo. "Nadie
que milita para Dios se enreda con negocios mundanales", decía, citando a San Pablo. "Toda
persona está sometida a las potestades superiores porque no hay autoridad sino venida de
Dios (...) quien resiste al poder resiste al orden de Dios". Pero Marsilio se había adelantado a
su época y sus pensamientos fueron declarados heréticos.
Guillermo Ockham
Como Marsilio de Padua, Ockham rechaza el poder papal y, por tanto, la plenitud o poder total
en el mundo del pontífice. Cristo no confirió a Pedro y a sus sucesores ningún poder temporal,
porque como hombre tampoco Él poseyó nunca poder alguno; les confirió una autoridad
espiritual en un ministerio pastoral sobre la comunidad cristiana de hombres libres, una
autoridad que no puede ejercerse como poder (coercitivo), porque ello significaría abandonar el
plano mismo de la Iglesia y retroceder a la existencia natural consecuencia del pecado. El papa
no puede, por tanto, reivindicar ninguna subordinación y dependencia del poder imperial: el
emperador lo es inmediatamente después de haber sido elegido por sus electores, no necesita
de ninguna investidura papal para el ejercicio de su potestad, que es completamente
autónoma.
En ello no se muestra ninguna subordinación de la Iglesia, en tanto que Iglesia, al poder
temporal; antes lo contrario: poder y propiedad constituyen realidades mundanas, efectos del
pecado original o manifestaciones de la naturaleza corrompida y caída de su pureza originaria.
En la medida en que la Iglesia es ajena a ellas muestra la restauración del hombre operada por
Cristo y la ley evangélica; en la medida en que cede a ellas y las persigue manifiesta la pérdida
de su auténtica dimensión de esposa de Cristo.
En efecto, a diferencia del análisis puramente natural y filosófico de Marsilio de Padua, ajeno a
la enseñanza revelada de una naturaleza humana histórica corrompida y caída de una
perfección original, Ockham parte de la realidad -desconocida para la filosofía- de la corrupción
de la naturaleza humana por el pecado. Propiedad y poder no son consustanciales a la
naturaleza humana (no se daban en el Paraíso), son un efecto de la corrupción de la misma por
el pecado de Adán, en el sentido de que constituyen el desarrollo de la capacidad o potestad
otorgada por Dios al hombre caído -para evitar la ruina total del género humano- de establecer
un dominium sobre las cosas (propiedad) y una autoridad sobre las personas apoyada en la
espada (poder) como único medio para lograr una convivencia pacífica defendiendo a los
buenos y castigando a los malos.
Maquiavelo
Aunque Maquiavelo nunca lo dijo, se le atribuye la frase "el fin justifica los medios", ya que
resume muchas de sus ideas.
En los Discursos, Maquiavelo se declara partidario de la república, partiendo del supuesto de
que toda comunidad tiene dos espíritus contrapuestos: el del pueblo y el de los grandes (que
quieren gobernar al pueblo), que están en constante conflicto. Para Maquiavelo el mejor
régimen es una República bien organizada (toma como ejemplo la República Romana), aquella
11
que logre dar participación a los dos partidos de la comunidad para de esta manera contener el
conflicto político dentro de la esfera pública.
Maquiavelo señala, y de aquí la calificación de bien organizada, que es primordial que en dicha
república se disponga de las instituciones necesarias para canalizar el conflicto dentro de las
mismas sin las cuales la república se desarmaría. Ninguna de las otras formas de gobierno
como la aristocracia, la tiranía, la democracia o la monarquía logran el equilibrio de los partidos
dentro del régimen por lo que son inestables.
Los intérpretes proclives a las tesis republicanas han pretendido, desde Rousseau, conciliar la
contradicción entre los Discursos y El príncipe considerando que este último supone un
ejercicio de ironía que sencillamente desnudaba a la luz pública lo que eran las verdaderas
prácticas del poder.
Sin embargo, la oposición a la república que podría inferirse en El príncipe, debe tenerse en
cuenta que cuando Maquiavelo lo escribe está escribiendo para mostrar a Lorenzo de Medicis
como debe desempeñarse si es que quiere unificar Italia. Maquiavelo aclara también que
puede existir un hombre cuya virtud política (saber aprovechar los momentos de fortuna y
escapar de los desfavorables) supere a la república en conjunto pero dicha virtud política
morirá con el mortal que la posea, cosa que no ocurriría en una república bien organizada.
Además de esto, debe recordarse que el Príncipe presenta analogías con la figura romana y
republicana del dictador, investido de poderes absolutos durante un breve periodo de tiempo y
teniendo que rendir cuentas posteriormente ante la república. En este sentido, la contradicción
entre los dos textos principales de Maquiavelo no es tal. Si es así, entonces el principado y la
república deberían ser entendidos como formas de gobierno subordinadas a la auténtica
preocupación política de Maquiavelo: la formación de un Estado moderno en la Italia de su
tiempo.
Maquiavelo entiende que todo Príncipe debe tener virtud y fortuna para subir al poder, virtud al
tomar buenas decisiones y fortuna al tratar de conquistar un territorio este y encontrarse con
una situación (que no fue provocada por él mismo) que lo ayuda o beneficie conquistar. Aquel
príncipe que obtenga el poder mediante el crimen y el maltrato, siendo éste vil y déspota; debe
entender que una vez subido al poder tiene que cambiar esa actitud hacia con el pueblo.
Dándole liberio al pueblo, para ganarse el favor del mismo, ya que al fin y al cabo estos serán
los que decidan su futuro.
12
CONCLUCIÓN
Bajo el planteamiento más amplio en torno a la legitimidad las partes de éste analizan
los temas relacionados con la constitución de la Edad Moderna, apoyándose en una
crítica de ese concepto fundamental que es la secularización, mediante el cual la
autocomprensión de la modernidad quería tanto liberarse como también cerciorarse de
sus vinculaciones retrógradas: ¿cuáles son las condiciones necesarias para que se
produzca el desprendimiento de una época respecto a la realidad que la ha precedido?
En este caso, en la relación entre la Edad Media y la Edad Moderna, la pregunta sería
sobre el proceso de autoafirmación del hombre frente al absolutismo teológico. Proceso
en el que se da una visión del cambio de valoración que va experimentando la
curiosidad en el plano teorético y científico. El marco para ello es extraordinariamente
amplio
Aspectos de un umbral de épocas.
El conjunto trataría de captar la Edad Moderna que se estaba formando a partir de los
impulsos procedentes del hundimiento de la Edad Media y que desembocaron en una
concepción totalmente contrapuesta a sus expectativas. Un tema obligado de la obra es
el de la relación entre la razón y la historia. Después de que la Ilustración europea se
haya visto repetidamente sorprendida y perpleja por el fracaso de sus esfuerzos,
presuntamente definitivos, en vez de refugiarse en romanticismos, tendría que
emprender el análisis de sus propios presupuestos, los manifiestos y los ocultos, es
decir, hacer una verdadera ilustración sobre la Ilustración.
13
Bibliografía
•
•
•
•
•
•
Enciclopedia Temática Océano – Vol.8
Ciencias Sociales 7
Ciencias Sociales 8
La Secularización del Poder Político – Forster
Clases Profesora Aranda, María Luisa
Publicación acreditada - Nicolás Maquiavelo
14
INDICE
Introducción…………….………………………………………………………….………… (Pág. 2-3)
Características del Espacio de la Modernidad…………………………………………….(Pág. 3)
Idea de Soberanía……………………………………………………………………………(Pág. 6)
Poder Medieval………………………………………………………………………..………(Pág. 7)
Como legitimaban el Poder las Monarquías del Medioevo………………………………(Pág. 8)
Mentalidad Renacentista …………………………………………………………………….(Pág. 9)
Legitimación Moderna………………………………………………………………..………(Pág. 11)
Conclusión…………………………………………………………………………….……….(Pág. 13)
Bibliografía……………………………………………………………………………….…….(Pág. 14)
15
Descargar