SERIE MEMORIAS Y DEBATES NEOCONSTITUCIONALISMO Y SOCIEDAD Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Subsecretaría de Desarrollo Normativo Ledy Zúñiga Rocha Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Cristina González Camacho Subsecretaria de Desarrollo Normativo José Andrés Tinajero Mullo Director de Desarrollo Normativo Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Av. Colón entre Diego de Almagro y Reina Victoria Edif. Torres de Almagro, Mezzanine Telf.: (593-2) 3955840 www.justicia.gob.ec Coordinador de publicación Sebastián Ibarra González ISBN: 978-9942-07-812-4 Derechos de autor: 045562 Diseño, diagramación e impresión: Advantlogic Ecuador S.A. Edición: Advantlogic Ecuador S.A. 1ra. Edición: 2015 Quito - Ecuador Tiraje: 1.000 impresiones “Las opiniones contenidas en este libro son de exclusiva responsabilidad de sus autores, por lo tanto no representan necesariamente la posición del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos”. Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Contenido Presentación Ledy Zúñiga Rocha Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 7 11 Prólogo Cristina González Camacho Subsecretaria de Desarrollo Normativo ENSAYOS I. II. La descentralización en los aproximación al modelo español Juan Francisco Pérez Gálvez Estados autonómicos: 17 La descentralización en los Estados federales: aproximación 93 al modelo argentino Gregorio Alberto Flax III. La descentralización administrativa en los Estados unitarios: 135 aproximación al modelo colombiano Libardo Rodríguez Rodríguez 179 IV. Democracia, descentralización y ciudadanía Virgilio Hernández Enríquez y Fernando Buendía G. V. La descentralización y la participación ciudadana: una lectura actual desde la reforma del Estado 227 Ivonne Dávila Morillo VI. Planificación y descentralización Silvia Álvarez Villacrés y Lisseth Barzallo Saltos 5 253 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos VII.Transferencias de recursos a gobiernos descentralizados en Ecuador Soraya Jarrín Feijóo y Andrea Pareja Ruíz autónomos 271 VIII.El procedimiento de trasferencia de competencias de los gobiernos autónomos descentralizados 297 María Gloria Pérez IX.El sistema tributario descentralizados José Suing Nagua en los gobiernos autónomos 323 X. Reformas al Código Orgánico de Ordenamiento Territorial Autonomía y Descentralización 359 Richard Calderón Saltos 6 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Presentación Ledy Zúñiga Rocha Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Esta obra surge como el resultado del Seminario Internacional “La descentralización en el Ecuador y sus retos”, mismo que tuvo lugar en la ciudad de Quito, capital de la República del Ecuador en el año 2013. Las reflexiones académicas que contiene su texto son a todas luces valiosos aportes realizados por ilustres estudiosos de la materia que tratan con rigurosidad técnica y honestidad intelectual el verdadero significado de la -descentralización-. Como ha sido nuestra costumbre y lo hemos expresado en las diferentes publicaciones que esta Cartera de Estado realiza a través de sus dos series: “Memorias y Debates” y “Justicia y Derechos Humanos” dentro de la colección “Neoconstitucionalismo y Sociedad”; agradecemos profundamente una vez más por la acogida de la comunidad ecuatoriana, cuyo apoyo resulta un aliciente y compromiso para continuar trabajando en la construcción de textos académicos. En ese orden de ideas, cumpliendo con el objetivo de mantener a disposición de estudiantes, profesionales del derecho, servidores públicos; y, en general a todos los ciudadanos interesados por los asuntos propios del Estado, en este caso ponemos a su consideración este libro que constituye el resultado del esfuerzo de varios aportes académicos y que trata de manera sistemática temas medulares que integran la descentralización. La Constitución de Montecristi establece en el artículo 1 que el Ecuador es un Estado que se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada; lo cual implica promover el 7 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos desarrollo equitativo y solidario de todo el territorio, mediante el fortalecimiento de procesos de autonomías y descentralización. La descentralización constituye una fórmula de organización político administrativa que busca eliminar las inequitativas formas de distribución del poder. El procedimiento de transferencia de competencias se realiza a través del Sistema Nacional de Competencias, mismo que tiene la responsabilidad de aprobar un Plan Nacional de Descentralización, cuya finalidad es impulsar la equidad territorial. Este nuevo esquema de descentralización plantea la transferencia obligatoria, progresiva y definitiva de competencias, la cual deberá obligatoriamente ir acompañada de los recursos suficientes para su cumplimiento. El nuevo modelo conceptual de la descentralización en la Constitución del Ecuador de 2008 implica un cambio sustancial en la construcción de un Estado democrático a partir de una concepción del régimen de desarrollo planificado, participativo y descentralizado; cuya finalidad es recuperar la soberanía y alcanzar el Buen Vivir de la sociedad ecuatoriana. Lo cual se explica desde la concepción constitucional del Ecuador, como un Estado de derechos y justicia. Concomitantemente con la concepción igualitaria de los postulados constitucionales, el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) en su artículo 106 determina que: “A través de la descentralización se impulsará el desarrollo equitativo, solidario, equilibrado en todo el territorio nacional, a fin de garantizar la realización del buen vivir y la equidad interterritorial, […] acercando la administración a la ciudadanía”. 8 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Por lo expuesto, resulta necesario el profundo estudio de la temática tratada en la presente publicación. Finalmente a nombre del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos agradecemos a todas las personas que de forma desinteresada han participado en la elaboración de este libro, el cual representa un gran aporte a la sociedad en su conjunto y que sin duda se convertirá en una importante fuente de consulta sobre la temática abordada. 9 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Prólogo Cristina González Camacho Subsecretaria de Desarrollo Normativo El principio de separación de poderes, consiste primordialmente en la distribución del poder en razón de las funciones del Estado. Para Montesquie la necesidad de dividir tripartitamente el poder del Estado parte de la concepción de que todo hombre que tiene poder, siente en algún momento la tentación de abusar del mismo; es así que aquella división en alguna medida impide que su ejercicio sea absoluto, arbitrario y totalitario. La realidad del modelo de Estado Latinoamericano del siglo XX ha sido ineficaz a la hora de canalizar satisfactoriamente las necesidades de la población; sumergiéndola aún más en el subdesarrollo e inequidad; es así que el Estado emprende un proceso de reforma, donde la descentralización aparece como un componente fundamental para la redistribución equitativa de la riqueza y el poder en el territorio, mejorar los servicios públicos y las condiciones de vida de sus habitantes. A efectos de aportar con la formación de capacidades que contribuyan al desarrollo del mencionado proceso de reforma, el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Normativo, impulsó la realización del seminario internacional “La descentralización en el Ecuador y sus retos”, en colaboración con varias instituciones como son el Instituto de Estudios de Derecho Administrativo y Social IDEAS, la Asociación Internacional de Derecho Administrativo AIDA, la Asamblea Nacional del Ecuador, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo - SENPLADES; y, la Universidad 11 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Central del Ecuador, el cual contó con la participación de expertos nacionales e internacionales de reconocido nivel académico y profesional, quienes contribuyeron en el desarrollo del debate en torno a la descentralización. En tal sentido, la presente publicación recoge las memorias del citado evento, en las cuales se encuentran importantes reflexiones académicas de estudiosos en la materia y en términos generales presenta un análisis riguroso de la descentralización, partiendo de los enfoques de Estado autonómico, Estado federal y Estado unitario; y, posteriormente explica la implementación del nuevo modelo de descentralización en el Estado ecuatoriano; proceso eminentemente político en el que se destacan dos principios fundamentales la solidaridad y la equidad interterritorial. De manera más puntual, Pérez Gálvez trata la descentralización en los Estados autonómicos, en donde el desarrollo del régimen jurídico de distribución de competencias funciona bajo una dualidad administrativa funcional entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Las competencias exclusivas están compuestas de la potestad legislativa, la reglamentaria y ejecutiva; mientras que las competencias compartidas se desarrollan en el marco de las bases que fije el Estado en normas de rango legal. Flax, nos habla de la descentralización en los Estados federales; entendida como una técnica de organización que consiste en la transferencia de competencias de la administración central a un nuevo ente, dotado de personería jurídica y constituido por órganos que expresan su voluntad, y que tiene encomendado la realización de políticas y objetivos públicos, que se traduce en la transferencia de autonomía por el cual el Estado subnacional tiene la facultad de tomar decisiones propias. 12 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Rodríguez, explica que la división territorial encuentra su fundamento en dos razones: la imposibilidad de resolver los asuntos desde el centro del Estado; y, la presión política que ejercen las comunidades de los territorios hacia el Estado para que se les permita resolver directamente sus necesidades. El autor plantea dos órdenes de autoridades, unas que gobiernan el Estado en su conjunto y otras que administran los diferentes sectores en que se divide el territorio. Hernández y Buendía, destacan la importancia de la participación ciudadana en el modelo de descentralización y autonomía del Ecuador. Enfatizan el diálogo entre el Consejo Nacional de Competencias y los gobiernos autónomos descentralizados como una herramienta que beneficia el proceso de transferencia de competencias; así como la necesidad de fortalecer la construcción de un Estado Plurinacional descentralizado a través de la constitución de regímenes especiales. Dávila, analiza el rol definidor de la participación ciudadana entendida como la deliberación, formulación, gestión y control de los asuntos públicos, para pasar a ser gestores de su propio desarrollo y la descentralización en la reforma del Estado; así como los efectos que produce dicha relación, en donde los gobiernos locales -espacios comunitario de identidad territorial- se conviertan en lugares adecuados para la construcción de alianzas entre el Estado y la sociedad civil. Álvarez y Barzallo, exponen que el modelo de descentralización, concebido a partir de la forma de gobierno republicana del Estado unitario ecuatoriano desde la Constitución de 2008, implica un proyecto de reforma democrática que apunta a fortalecer la gestión administrativa del Estado, lo cual significa el retorno a la regulación, control y planificación; ésta última entendida como la articulación de estrategias nacionales con los procesos de desarrollo local. 13 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Jarrín y Pareja, describen el nuevo modelo de transferencias desarrollado en el (COOTAD); el cual considera tres tipos de transferencias: a) transferencias provenientes de los ingresos permanentes y no permanentes del Presupuesto General del Estado; b) transferencias para financiar el ejercicio de nuevas competencias; y, c) transferencias para compensar a los gobiernos autónomos descentralizados en cuyos territorios se generen, exploten o industrialicen recursos no renovables. Pérez, asegura que el modelo de descentralización desarrollado en la Constitución de 2008, aporta a la construcción de un Estado democrático policéntrico, el cual busca fortalecer su presencia en el territorio. Explica en qué consiste el procedimiento de transferencia de competencias del nivel central a los gobiernos autónomos descentralizados que incluye la participación de todos los niveles de gobierno en conjunto; lo cual aporta en la conquista del Estado de derechos y justicia. Suing, examina el sistema tributario de los gobiernos autónomos descentralizados. Puntualiza que el sistema impositivo ecuatoriano se ejerce prioritariamente desde el nivel central y describe el fenómeno conocido como -flexibilización de la potestad tributaria-, que consiste en la facultad de crear, modificar o extinguir tasas y contribuciones especiales de mejoras mediante actos normativos -ordenanzas- a dos niveles de gobierno subnacional -provincial y municipal-. Finalmente, Calderón expone las mejoras incorporadas al COOTAD a partir de la ley reformatoria, publicada en el Suplemento del Registro Oficial No. 166, de 21 de enero de 2014, a través de cinco ejes: a) fortalecimiento institucional de los gobiernos autónomos descentralizados; b) garantía para un mejor hábitat de las familias; c) 14 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” establecimiento de normas claras de procedimiento administrativo; d) atención a las necesidades concretas de regularización de asentamientos humanos; y, e) mejoramiento de la articulación entre los niveles de gobierno. La presente publicación constituye un esfuerzo más por parte del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, a efectos de contribuir con la formación de una cultura ciudadana en derechos y justicia, la cual queda a disposición de la sociedad en su conjunto. 15 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “La descentralización en los Estados autonómicos: aproximación al modelo español” Por: Juan Francisco Pérez Gálvez Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. El modelo de descentralización en España: el Título Octavo de la Constitución Española de 1978. II. La distribución de competencias en materia de salud. 2.1. La salud pública en la Unión Europea. 2.2. El derecho a la salud en España. 2.3. La determinación de las “condiciones básicas” que proclama el art. 149.1.1ª CE y su incidencia en la reforma estatutaria. III. El Estatuto de Autonomía de Andalucía: Ley Orgánica 6/1981, de 30 de diciembre. IV. Reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía: Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo. 4.1. Referencias al ámbito de la salud en el Estatuto de Autonomía. 4.2. Competencias exclusivas. a. Centros, servicios y establecimientos sanitarios. b. Ordenación farmacéutica. c. Investigación con fines terapéuticos, sin perjuicio de la coordinación general del Estado sobre esta materia. 4.3. Competencias compartidas. a. Sanidad interior. b. Servicios y prestaciones sanitarias, sociosanitarias y de salud mental de carácter público. c. Salud pública. d. Régimen estatutario y la formación del personal. e. Formación sanitaria especializada e investigación científica en materia sanitaria. 4.4. Ejecución de la legislación estatal en materia de productos farmacéuticos. 4.5. Participación en la planificación y coordinación estatal en materia de sanidad y salud pública. V. Potestad reglamentaria y confluencia competencial en el ámbito de la salud. 5.1. Cuestiones formales y materiales de la potestad reglamentaria. 5.2. Naturaleza de la relación existente entre el ordenamiento estatal y los distintos ordenamientos de las Comunidades Autónomas. 5.3. Las competencias sobre los centros, servicios y establecimientos sanitarios: “bases-desarrollo”. VI. La reforma del régimen local en España. VII. Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas. 17 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “La descentralización en los Estados autonómicos: aproximación al modelo español”* Por: Juan Francisco Pérez Gálvez** A. Abstract El sistema autonómico español es un modelo maduro en tránsito hacia una reforma. Es flexible, plural y permite un régimen jurídico de distribución competencial entre el Estado y las Comunidades Autónomas que pivota entre las competencias exclusivas y las compartidas. Las primeras comprenden la potestad legislativa, la reglamentaria y la función ejecutiva íntegramente y sin perjuicio de las competencias atribuidas al Estado en la Constitución. Las segundas se desarrollan en el marco de las bases que fije el Estado en normas con rango de ley. La operatividad de este modelo se ejemplifica en el sector de la salud en España, y en las reformas en ciernes, la del régimen local, o la recientemente materializada en el litoral español. B. Keywords Constitución - Autonomía - Descentralización - Competencias - Bases I. El modelo de descentralización en España: el Título Octavo de la Constitución Española de 1978 El régimen jurídico de la descentralización en España se regula en la Constitución de 1978, Título Octavo, esencialmente en los capítulos I y III. Se caracteriza por una fuerte descentralización * Ponencia presentada el jueves, 14 de noviembre de 2013 en el Seminario Internacional “La descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. ** Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Almería. Dentro de la especialidad de Derecho Administrativo; es autor de más de 130 publicaciones científicas. Ha impartido numerosas conferencias en jornadas, seminarios, congresos y cursos especializados. Miembro fundador de la Asociación Internacional de Derecho Administrativo; y Miembro de la Asociación Española de Profesores de Derecho Administrativo. 19 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos territorial del poder político, y rompe de hecho con el esquema de Estado centralizado y uniformista, vigente desde el siglo XVIII. La novedad fundamental es la creación de las Comunidades Autónomas. Los principios generales que presiden la descentralización territorial en España, son los siguientes: - «El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses» (art. 137 CE). - «1. El Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad consagrado en el artículo 2 de la Constitución, velando por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español, y atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular. 2. Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales» (art. 138 CE). - «1. Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado. 2. Ninguna autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente obstaculicen la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre circulación de bienes en todo el territorio español» (art. 139). El marco constitucional se caracteriza: - Flexibilidad: la CE no estableció el número de Comunidades Autónomas, ni los criterios mínimos para su creación. Sólo exige que se trate de «provincias limítrofes con características históricas, 20 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” culturales y económicas comunes», «territorios insulares» o provincias aisladas «con entidad regional histórica» (art. 143.1 CE); no impuso como obligatoria la constitución de las Comunidades; no predeterminó la estructura organizativa interna de las mismas, limitándose a establecer un esquema mínimo; no estableció las competencias concretas, remitiéndose a los respectivos Estatutos de Autonomía, y señalando sólo las competencias exclusivas del Estado. - Pluralidad de cauces procedimentales para el acceso a la autonomía. En todo caso debo recordar que la norma institucional básica de la Comunidad Autónoma es el Estatuto de Autonomía. Su naturaleza jurídica es la propia de una Ley Orgánica, aprobada por las Cortes Generales. Por tanto, jerárquicamente sometida a la CE, con una relación sui géneris respecto de las restantes leyes ordinarias y se encuentra subordinado al mismo las leyes y normas autonómicas. Respecto de su contenido, puedo establecer un contenido mínimo y un contenido potestativo. El primero lo conforman: la identificación de la Comunidad Autónoma [art. 147.2.a) y b)], la organización [art. 147.2.c)], competencias [art. 147.2.d)]. El potestativo: pueden regular materias distintas de las previstas (art. 147.2, ej. Convenios entre CCAA, policía autonómica), vocación codificadora de todos los aspectos esenciales. En su estructura hay que destacar: base personal, el territorio, las instituciones de autogobierno [Asamblea legislativa, Ejecutivo autonómico (Presidente y Consejo de Gobierno), Administración autonómica, que en buena medida asume y reproduce el modelo estatal]. 21 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos La distribución de competencias se contempla en los arts. 148 y 149 CE, donde el Estado tiene competencias exclusivas que se relacionan en el art. 149.1 CE, y se propicia la concurrencia entre el Estado y las Comunidades Autónomas en aquellas materias donde al Estado le corresponde establecer las bases (ap. 8, 11, 13, 16 y 25), normas básicas (ap. 27 y 30) o la legislación básica (ap. 17, 18 y 23), relativas a una materia determinada. Para entender como funciona en la realidad esta concurrencia competencial, nada mejor que establecer varios ejemplos significativos, que paso a desarrollar a continuación. II. La distribución de competencias en materia de salud 2.1. La salud pública en la Unión Europea1 Las políticas comunitarias pueden ser objeto de agrupación en los siguientes apartados: Mercado interior; Política económica; Políticas sectoriales; Políticas sobre libertad, seguridad y justicia; Política exterior. La salud pública se encuentra en el ámbito de las políticas sectoriales. El Tratado de 13 de diciembre de 2007, Tratado sobre el funcionamiento de la Unión Europea [(Versión consolidada subsiguiente al Tratado de Lisboa de 13 de diciembre de 2007), aborda la salud pública en diversos preceptos. El art. 4.2 establece: «Las competencias compartidas entre la Unión y los Estados miembros se aplicarán a los siguientes ámbitos principales: […]. K) los asuntos comunes de seguridad en materia de salud pública, en los aspectos definidos en el presente Tratado». El art. 6 preceptúa: «La 1Vide PÉREZ GÁLVEZ Juan Francisco y BARRANCO VELA Rafael (Dir), “Derecho y salud en la Unión Europea”, Comares, Granada, 2013. 22 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Unión dispondrá de competencia para llevar a cabo acciones con el fin de apoyar, coordinar o complementar la acción de los Estados miembros. Los ámbitos de estas acciones serán, en su finalidad europea: a) La protección y mejora de la salud humana. […]». Es decir, articula una política de apoyo y complemento decidida. El art. 168 (antiguo artículo 152 TCE), establece las bases y el régimen jurídico de la Salud Pública en la Unión Europea: «1. Al definirse y ejecutarse todas las políticas y acciones de la Unión se garantizará un alto nivel de protección de la salud humana. La acción de la Unión, que complementará las políticas nacionales, se encaminará a mejorar la salud pública, prevenir las enfermedades humanas y evitar las fuentes de peligro para la salud física y psíquica. Dicha acción abarcará la lucha contra las enfermedades más graves y ampliamente difundidas, apoyando la investigación de su etiología, de su transmisión y de su prevención, así como la información y la educación sanitarias, y la vigilancia de las amenazas transfronterizas graves para la salud, la alerta en caso de tales amenazas y la lucha contra ellas. La Unión complementará la acción de los Estados miembros dirigida a reproducir los daños a la salud producidos por las drogas, incluidas la información y la prevención. 2. La Unión fomentará la cooperación entre los Estados miembros en los ámbitos contemplados en el presente artículo y, en caso necesario, prestará apoyo a su acción. Fomentará, en particular, la cooperación entre los Estados miembros destinados a mejorar la complementariedad de sus servicios de salud en las regiones fronterizas. 23 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Los Estados miembros, en colaboración con la Comisión, coordinarán entre sí sus políticas y programas respectivos en los ámbitos a que se refiere el apartado 1. La Comisión, en estrecho contacto con los Estados miembros, podrá adoptar cualquier iniciativa útil para fomentar dicha coordinación, en particular iniciativas tendentes a establecer orientaciones e indicadores, organizar el intercambio de mejores prácticas y preparar los elementos necesarios para el control y la evaluación periódicos. Se informará cumplidamente al Parlamento Europeo. 3. La Unión y los Estados miembros favorecerán la cooperación con terceros países y las organizaciones internacionales competentes en materia de salud pública. 4. No obstante lo dispuesto en el apartado 5 del artículo 22 y en la letra a) del artículo 6, y de conformidad con la letra k) del apartado 2 del artículo 4, el Parlamento Europeo y el Consejo, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario y previa consulta al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, contribuirán a la consecución de los objetivos del presente artículo adoptando, para hacer frente a los problemas comunes de seguridad: a. Medidas que establezcan altos niveles de calidad y seguridad de los órganos y sustancias de origen humano, así como de la sangre y derivados de la sangre; estas medidas no impedirán a ningún Estado miembro mantener o introducir medidas de protección más estrictas; 2 Vide Tratado de 13 de diciembre de 2007, Tratado sobre el funcionamiento de la Unión Europea [(Versión consolidada subsiguiente al Tratado de Lisboa de 13 de diciembre de 2007), art. 2: «5. En determinados ámbitos y en las condiciones establecidas en los Tratados, la Unión dispondrá de competencia para llevar a cabo acciones con el fin de apoyar, coordinar o complementar la acción de los Estados miembros, sin por ello sustituir la competencia de éstos en dichos ámbitos. Los actos jurídicamente vinculantes de la Unión adoptados en virtud de las disposiciones de los Tratados relativas a estos ámbitos no podrán conllevar armonización alguna de las disposiciones legales y reglamentarias de los Estados miembros». 24 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” b. Medidas en los ámbitos veterinario y fitosanitario que tengan como objetivo directo la protección de la salud pública; c. Medidas que establezcan normas elevadas de calidad y seguridad de los medicamentos y productos sanitarios. 5. El Parlamento Europeo y el Consejo, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario y previa consulta al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, podrán adoptar también medidas de fomento destinadas a proteger y mejorar la salud humana y, en particular, a luchar contra las pandemias transfronterizas, medidas relativas a la vigilancia de las amenazas transfronterizas graves para la salud, a la alerta en caso de tales amenazas y a la lucha contra las mismas, así como medidas que tengan directamente como objetivo la protección de la salud pública en lo que se refiere al tabaco y al consumo excesivo de alcohol, con exclusión de toda armonización de las disposiciones legales y reglamentarias de los Estados miembros. 6. El Consejo, a propuesta de la Comisión, podrá también adoptar recomendaciones para los fines establecidos en el presente artículo. 7. La acción de la Unión en el ámbito de la salud pública respetará las responsabilidades de los Estados miembros por lo que respecta a la definición de su política de salud, así como a la organización y prestación de servicios sanitarios y atención médica. Las responsabilidades de los Estados miembros incluyen la gestión de los servicios de salud y de atención médica, así como la asignación de los recursos que 25 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos se destinan a dichos servicios. Las medidas contempladas en la letra a) del apartado 4 se entenderán sin perjuicio de las disposiciones nacionales en materia de donaciones o uso médico de órganos y sangre». El principio de subsidiariedad preside la acción de la Unión Europea en el ámbito de la salud, y más en concreto y con las precisiones enumeradas, en materia de salud pública. Del artículo 168 TFUE se deriva la existencia de una esfera competencial reservada a los Estados miembros, y por tanto, infranqueable para las Instituciones de la Unión. Dicho de otro modo, los Estados miembros de la Unión Europea son competentes para organizar sus servicios sanitarios. Evidentemente, deben respetar el Derecho de la Unión, y en particular, las disposiciones del Tratado relativas a las libertades fundamentales. Entre ellas destaca la prohibición de que los Estados miembros establezcan o mantengan en vigor restricciones injustificadas al ejercicio de dichas libertades en el ámbito de la asistencia sanitaria3, pero corresponde a los mismos decidir que nivel de protección de la salud pública pretenden asegurar y de que manera debe alcanzarse ese nivel. Además, puede variar de un Estado miembro a otro y por eso se reconoce a los mismos un margen de apreciación4. Pero siendo cierto lo expuesto, ya se avizoran nuevos horizontes. Un ejemplo lo constituyen los Programas de acción comunitaria que suponen una contribución a la protección y la seguridad de los ciudadanos con medidas en el ámbito de la salud. 3 4 Vide Sentencias: Hartlauer, de 19 de mayo de 2009, Comisión/Italia, C-531/06, apartado 35 y Apothekerkammer des Saarlandes y otros, C-171/07 y C-172/07, apartado 18. Vide Sentencias: de 11 de septiembre de 2008, Comisión/Alemania, C-141/07, apartado 51, y Apothekerkammer des Saarlandes y otros, C-171/07 y C-172/07, apartado 19. 26 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Al definirse y ejecutarse todas las políticas y acciones de la Comunidad, debe garantizarse un alto nivel de protección, y para ello la Unión debe desempeñar un papel activo en este ámbito, adoptando medidas que no puedan implementar los Estados miembros por sí solos, conforme al meritado principio de subsidiariedad. El sector de la salud se caracteriza, por una parte, por su considerable potencial de crecimiento, innovación y dinamismo y, por otra, por los retos que afronta en términos de sostenibilidad y eficiencia financiera y social de los sistemas de asistencia sanitaria debido, entre otras razones, al envejecimiento de la población y a los avances médicos. En este sentido, el Programa de acción comunitaria en el ámbito de la salud pública (2003-2008), adoptado mediante la Decisión 1786/2002/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, fue el primer programa integrado de la Comunidad en dicho ámbito y ha proporcionado ya una serie de desarrollos y mejoras importantes. El segundo Programa de acción comunitaria en el ámbito de la salud (2008-2013)5, adoptado mediante la Decisión 1350/2007/CE, de 23 de octubre (DOL 20 de noviembre de 2007, núm. 301), supone reconocer que la actividad emprendida resulta imprescindible6 5 6 Vide DÍEZ MORENO Fernando, “La política de salud pública y el Tratado de Lisboa. Visión general”, Noticias de la Unión Europea, 323, (2011), pp. 38-40, donde expone los objetivos del Programa. Vide Decisión 1350/2007/CE, de 23 de octubre, que establece el segundo Programa de acción comunitaria en el ámbito de la salud (2008-2013), apartado 5: «Hay una serie de graves amenazas transfronterizas para la salud con una posible dimensión mundial y están surgiendo otras nuevas que requieren una mayor intervención comunitaria. La Comunidad debe abordar como asunto prioritario los riesgos sanitarios transfronterizos que revisten gravedad. El Programa debe hacer hincapié en fortalecer las capacidades globales de la Comunidad desarrollando aún más la cooperación entre los Estados miembros. El seguimiento, la alerta rápida y las medidas para combatir las amenazas graves para la salud son importantes ámbitos en los que debe fomentarse, a nivel comunitario, una respuesta eficaz y coordinada a las amenazas para la salud. Las medidas para garantizar una cooperación en materia de diagnóstico de alta calidad entre los laboratorios son fundamentales para responder a las amenazas para la salud. El Programa debe fomentar la creación de un sistema de laboratorios comunitarios de referencia. No obstante, dicho sistema debe basarse en una sólida base jurídica. […]». 27 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos y «su propósito es contribuir a que se logre un nivel elevado de salud física y mental y una mayor igualdad en materia de salud en toda la Comunidad a través de medidas dirigidas a mejorar la salud pública, evitar las enfermedades y trastornos que afectan al ser humano y eliminar las fuentes de peligro para la salud con el objetivo de luchar contra la morbilidad y la mortalidad prematura. Además, debe contribuir a proporcionar a los ciudadanos un mejor acceso a la información, aumentando de este modo su capacidad para adoptar las decisiones que mejor respondan a sus intereses»7. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, creado por el Reglamento 851/2004, del Parlamento Europeo y del Consejo, es un buen ejemplo de la nueva estrategia emprendida. Y además se debe apoyar la integración de los objetivos en materia de salud en todas las políticas y actividades comunitarias: «La coordinación con otras políticas y otros programas comunitarios es un elemento clave del objetivo conjunto de integrar la salud en otras políticas. Para promover sinergias y evitar redundancias, pueden emprenderse acciones conjuntas con programas y acciones comunitarias afines y debe hacerse un uso adecuado de otros fondos y programas comunitarios, como los programas marco de investigación actual y futuros y sus productos, los Fondos Estructurales, el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea, la estrategia comunitaria de salud y seguridad en el trabajo, el Programa de acción 7 Ibídem, apartado 10. En el apartado 7 se afirma: «Las ocho causas principales de mortalidad y morbilidad por ENT (enfermedades no transmisibles) en la región europea de la OMS son las enfermedades cardiovasculares, los trastornos neurosiquiátricos, el cáncer, las enfermedades digestivas, las enfermedades respiratorias, los trastornos de los órganos sensoriales, las enfermedades musculoesqueléticas y la diabetes mellitas. El Programa, en sinergia con otras iniciativas y financiaciones comunitarias, debe contribuir a fomentar el conocimiento y la información en materia de prevención, diagnóstico y control de enfermedades de alta prevalencia. En consecuencia, durante la ejecución del Programa, la Comisión podrá presentar propuestas de recomendaciones del Consejo sobre estas materias. El Programa también debe fomentar la coordinación adecuada y sinergias entre iniciativas comunitarias de recopilación de datos comparables sobre enfermedades de alta prevalencia, entre otras, sobre el cáncer». 28 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” comunitaria en el ámbito de la política de los consumidores (2007-2013), el Programa “Prevención e información en materia de drogas”, el Programa “Lucha contra la violencia (Daphne)” y el Programa Estadístico Comunitario, dentro de sus respectivas actividades»8. Para ello, será necesario perseguir la compatibilidad e interoperabilidad de los sistemas y redes de intercambio de información y datos con miras al desarrollo de la salud pública, y afianzar una verdadera política de salud en el seno de la Unión, con entidad propia. La cooperación es un primer paso, pero hay que llegar más lejos y ser más ambiciosos. Esa fase o etapa, aún está por llegar: «Aunque los servicios sanitarios son, en primer lugar, responsabilidad de los Estados miembros, la cooperación a nivel comunitario puede beneficiar a los pacientes y a los sistemas sanitarios. Las actividades financiadas con cargo al Programa, así como las nuevas propuestas desarrolladas a raíz de las mismas, deben tomar debidamente en cuenta las Conclusiones del Consejo sobre los valores y principios comunes de los sistemas sanitarios de la Unión Europea, adoptadas en junio de 2006, que avalan una declaración sobre los valores y principios comunes de los sistemas sanitarios de la UE e invitan a las institución de la Unión Europea a respetarlos en sus trabajos. El Programa debe tener debidamente en cuenta la evolución futura en materia de acción comunitaria en el ámbito de los servicios sanitarios, así como el trabajo realizado por el grupo de reflexión de alto nivel sobre servicios de salud y atención médica, que es un foro importante para la colaboración y el intercambio de buenas prácticas entre los sistemas sanitarios de los Estados miembros»9. 8 9 Ibídem, apartado 12. Ibídem, apartado 20. 29 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos También supone un referente relevante las “Conclusiones del Consejo sobre la inversión en el personal sanitario de mañanaposibilidades de innovación y colaboración” (2011/C 74/02), publicado en el DOCE de 8 de marzo de 2011, que: - Insta a los Estados miembros: «- A reforzar la colaboración y el intercambio de buenas prácticas que comprenden la recopilación de datos de alta calidad y comparables, para apoyar mejor el desarrollo de las medidas relativas al personal sanitario en el futuro, contribuyendo a la igualdad de acceso a la atención sanitaria para todos y prestando atención particular a la previsión de las necesidades futuras del personal sanitario y a la planificación efectiva de dicho personal en toda la Unión Europea. - A elevar la concienciación acerca de la importancia de unos entornos laborales, unas condiciones de trabajo y unas posibilidades de desarrollo profesional que sean atractivos para motivar al personal sanitario y que garanticen la calidad y la seguridad de la atención prestada. - A estimular la formación y la educación del personal sanitario con objeto de continuar la promoción de la calidad y la seguridad de la atención, así como a estudiar los mejores modos de aprovechar los instrumentos de la UE para financiar esta actividad, sin perjuicio del futuro marco financiero. - A adherirse al Código de prácticas mundial de la OMS sobre contratación internacional». 30 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” - Insta a los Estados miembros y a la Comisión: «- a elaborar un plan de acción que ofrezca posibilidades de apoyar el desarrollo de las medidas de los Estados miembros relativas al personal sanitario, reconociendo las competencias de los Estados miembros, en particular en los ámbitos de la evaluación de los perfiles de capacidad, la mejora de los métodos de planificación teniendo en cuenta las necesidades sanitarias observadas, el desarrollo profesional continuo y las estrategias de contratación y retención, así como de hacer frente a los desafíos importantes para el personal sanitario en toda la UE en las perspectivas de medio y largo plazo. - A implicar en la elaboración de dicho plan de acción a los representantes de los pacientes y a los profesionales de la sanidad, así como a otras partes interesadas del sector sanitario. - A tener en cuenta, en la elaboración de dicho plan de acción, las posibilidades de contribución de otros ámbitos de actuación, en particular la educación, el trabajo, los asuntos sociales y el mercado interior». - Insta a la Comisión: «- A fomentar la cooperación entre los Estados miembros y a dar apoyo a la elaboración del plan de acción antes de 2012. - A incluir la formación y la educación del personal sanitario entre los ámbitos prioritarios y a estudiar los mejores modos de aprovechar los instrumentos de la UE para financiar esta actividad, sin perjuicio del futuro marco financiero, en consonancia con las iniciativas emblemáticas «Agenda 31 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de nuevas cualificaciones y empleos» y «Juventud en movimiento» de la estrategia Europa 2020. - A hacer que el plan de trabajo del programa sanitario incluya una acción común que constituya una plataforma para la cooperación entre los Estados miembros en torno a la previsión de las necesidades de personal sanitario y la planificación del mismo en estrecha cooperación con Eurostat, la OCDE y la OMS». Se trata de pequeños avances, que permiten vislumbrar no el futuro, sino el presente que se ha hecho participe en nuestra vida cotidiana. El trabajo jurídico permitirá establecer el camino y las garantías que posibiliten su desarrollo de un modo real y efectivo. 2.2. El derecho a la salud en España La Constitución Española de 1978 dispone en el art. 4310: «1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud. 2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La 10 La Constitución italiana de 1947 será la primera que reconozca la existencia de un derecho a la salud en su art. 32.1: «La República protege la salud, como fundamental derecho del individuo e interés de la colectividad, y garantiza curas gratuitas a los indigentes». Por su parte el Preámbulo de la Constitución francesa de 1946, que posteriormente pasa a la de 1958, señala: «La Nación asegura a todos, principalmente a los niños, a las madres y a los trabajadores ancianos, la protección de la salud [...]». La Constitución portuguesa de 1976 reconoce en su art. 64: «[...] todos tendrán derecho a la protección de la salud y el deber de defenderla y promoverla». También los textos internacionales se han ocupado de esta materia. Concretamente, el Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, de 22 de julio de 1946, señala: «El goce del grado máximo de salud que pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano [...]. La Declaración Universal de los Derecho Humanos, aprobada por la ONU el 10 de diciembre de 1948, en su artículo 25.1 considera: «Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios [...]. La Carta Social Europea promulgada por el Consejo de Europa, en Turín, en 1961 en su Parte I párrafo 11, señala: «Toda persona tiene derecho a beneficiarse de cuantas medidas le permitan gozar del mejor estado de salud que pueda alcanzar». El pacto Internacional de derechos económicos, sociales y culturales de 19 de diciembre de 1966, en su art. 12.1 establece: «Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental». 32 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto. 3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización del ocio». Por tanto, se trata de un mandato claro para hacer efectivo el derecho a la salud. Este derecho aparece, además, claramente interconectado con otros preceptos del texto constitucional (arts: 40.2, 49, 50, 51, etc), lo que hace que podamos afirmar que su significación tiene un sentido amplio11. Pemán Gavín12 mantiene «que el derecho a la salud se proyecta en tres direcciones distintas que constituyen otras tantas dimensiones o aspectos del derecho a la salud: a) Derecho a la salud como derecho de todo ciudadano a las prestaciones sanitarias del Estado o, en otros términos, a la atención médica organizada y dispensada por los poderes públicos. b) Derecho a la salud como posición subjetiva en relación con la actividad desarrollada por los poderes públicos para proteger la salubridad pública (actividad relativa a aspectos como la sanidad ambiental, alimenticia, veterinaria, farmacéutica, etc). c) Derecho a la salud como derecho de cada persona a que su propia salud no se vea amenazada ni dañada por acciones externas realizadas por cualquier sujeto público o privado. El derecho a la salud se comporta aquí como un derecho absoluto o de exclusión, oponible erga omnes: un derecho de la persona sobre un aspecto o cualidad propio defendible frente a todos». 11 Vide CUETO PÉREZ M., “Responsabilidad de la Administración en la asistencia sanitaria”, Tirant lo Blanch, Valencia, 1997, pp. 99-110, donde realiza un exhaustivo e interesante análisis sobre el art. 43 CE y sus implicaciones jurídicas. 12 Vide PEMÁN GAVÍN J., “Derecho a la salud y Administración sanitaria”, Publicaciones del Real Colegio de España, Bolonia, 1989, pp. 79 y 80. 33 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Este mandato se completa con las normas del bloque constitucional que distribuyen las competencias en materia de salud entre el Estado y las Comunidades Autónomas. El Estado, tal y como determina el art. 149 CE, tiene competencia exclusiva sobre: «16ª. Sanidad exterior. Bases y coordinación general de la sanidad. Legislación sobre productos farmacéuticos» y «17ª. Legislación básica y régimen económico de la Seguridad Social, sin perjuicio de la ejecución de sus servicios por las Comunidades Autónomas»13. Las Comunidades Autónomas pueden asumir: las competencias sobre las materias relacionadas en el artículo 148.20 («Asistencia social») y 21 («Sanidad e higiene»); las competencias sobre materias que el art. 149.1 no reserva a la competencia exclusiva estatal; las competencias no contempladas en el art. 149.1 CE; la competencia legislativa sobre materias de competencia estatal que una Ley Marco les atribuya; las facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por Ley Orgánica se les transfiera o delegue. La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad14, 13 Vide Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, Disposición final primera: «Título competencial. 1. Esta ley se dicta al amparo del artículo 149.1.1ª, 16ª y 17ª de la Constitución, que atribuye al Estado competencia exclusiva en materia de bases y coordinación general de la sanidad y régimen económico de la seguridad social». 14 Vide PEMÁN GAVÍN J., “Reflexiones en torno a la Ley General de Sanidad: ¿desarrollo o reforma?”, REDA, nº 97 (1998), pp. 66-68, donde señala los rasgos característicos de la LGS: «1º) La LGS es un texto legal que lleva a cabo una operación de modernización de nuestra Sanidad, una Ley por tanto que con toda justicia podemos calificar de “modernizadora”. 2º) Es una Ley que por lo que se refiere a las opciones centrales que incorpora -lo que podemos considerar su “núcleo duro”- refleja en realidad un amplio consenso social y político, que no es meramente coyuntural, sino duradero y estable. 3º) Hay otros aspectos, seguramente menos esenciales, en los que la Ley se muestra como hija de su tiempo -del momento histórico en el que fue alumbrada-, y de la mayoría parlamentaria que la impulsó, y evidencia por tanto su vinculación a las concepciones y planteamientos propios de esa mayoría parlamentaria. 4º) Otro dato que salta a la vista y sobre el que quiero llamar la atención viene constituido por el hecho de que la Ley tiene un contenido programático de extraordinaria amplitud. De tal amplitud que podríamos calificarla sin incurrir en exceso de Ley-programa. 5º) Otro dato a subrayar viene dado por la circunstancia de que es 34 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” reafirmó los pronunciamientos constitucionales en los artículos 38, 39, 40, 43 y 73. Además, esta configuración competencial origina y da vida al Sistema Nacional de Salud, que no es sino la conjunción de los diferentes servicios de salud de las Comunidades Autónomas debidamente coordinados, tal y como determina la Ley General de Sanidad, art. 50: «En cada Comunidad Autónoma se constituirá un servicio de salud integrado por todos los centros, servicios y establecimientos de la propia Comunidad, Diputaciones, Ayuntamientos y cualesquiera otras Administraciones territoriales intracomunitarias, que estará gestionado, como se establece en los artículos siguientes, bajo la responsabilidad de la respectiva Comunidad Autónoma». 2.3. La determinación de las “condiciones básicas” que proclama el art. 149.1.1ª CE y su incidencia en la reforma estatutaria Cada Comunidad Autónoma tiene las atribuciones señaladas. Sin embargo, debo plantear en este trabajo si esa potestad puede afectar a las “condiciones básicas” que proclama el art. 149.1.1ª CE, cuyo contenido es el siguiente: «El Estado tiene competencia exclusiva sobre [...] la regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de los derecho y en el cumplimiento de los deberes constitucionales». Y completando el alcance de su significación se puede afirmar15: una Ley que se limita a establecer los principios generales y básicos de la materia -podríamos calificarla por ello como Ley-marco-, sin entrar en regulaciones de detalle y sin agotar en modo alguno las posibilidades de normación de las muchas materias que toca. Y como consecuencia de ello, podemos decir que contiene una regulación de carácter abierto y flexible [...]». 15 Vide MARTÍN REBOLLO L., “Leyes Administrativas”, Aranzadi, Pamplona, 2001, pp. 148 y 149. 35 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos «El recto entendimiento de este precepto no es una cuestión pacífica y tampoco acabada. En realidad no sería un título competencial propiamente en la medida en que -como ha dicho el TC- el precepto no se mueve en la lógica de las competencias compartidas: legislación básica estatal y normativa autonómica de desarrollo. Todo lo más podría decirse que es un título de funcionalidad horizontal o transversal, esto es, que cruza y puede incluso imponerse y prevalecer sobre otros títulos materiales específicos en atención a criterios objetivos y valores genéricos. Es decir, desde criterios finalistas. No se oculta a nadie, sin embargo, la necesidad de una prudente utilización y la conveniencia de una interpretación restrictiva para no desvirtuar indirectamente el sistema material de distribución competencial. En todo caso, el TC ha señalado que las condiciones básicas a que apunta el precepto no pueden identificarse con los arts. 138 y 139.2, que no son títulos competenciales sino los límites del principio autonómico. Tampoco conecta desde el punto de vista competencial con el derecho a la igualdad del art. 14. Finalmente, “condiciones básicas” no es “normativa básica” (como en otros apartados del propio art. 149.1) y por tanto, como digo, no se mueve en la lógica de las competencias compartidas. Al contrario, el art. 149.1.1ª habilitaría al Estado al establecimiento por entero de las condiciones básicas que garanticen la igualdad. Condiciones básicas que se predicarían de los derechos y deberes en sí mismos considerados, no de los sectores o materias en que aquéllos se insertan. Estos planteamientos y otros de diversas sentencias del TC están todavía lejos de suponer una interpretación precisa, unívoca y segura de la regla. […]». 36 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Las conclusiones que podemos extraer de la jurisprudencia constitucional son las siguientes: primera, se podrán establecer las condiciones básicas que hacen referencia al contenido primario del derecho y a las posiciones jurídicas fundamentales, y el legislador competente deberá respetarlas de acuerdo con el orden constitucional de competencias; segunda, dentro de esas condiciones básicas se incluyen las facultades elementales, límites esenciales, deberes fundamentales, prestaciones básicas, premisas o presupuestos previos, etc, en relación con el objeto y su ámbito material. Este es el marco en el que se van a mover las potestades de las Comunidades Autónomas. Y considero necesario hacer esta apreciación, porque la reforma estatutaria se justifica en determinadas disfunciones competenciales que nada tienen que ver con la determinación de las condiciones básicas que proclama el art. 149.1.1ª CE16. III. El Estatuto de Autonomía de Andalucía: Ley Orgánica 6/1981, de 30 de diciembre Con carácter previo a la propia publicación del Estatuto de Autonomía de Andalucía, esta Comunidad Autónoma, adquirió las principales competencias en materia de salud merced a la publicación del Real Decreto 1118/1981, de 24 de abril, sobre traspasos en materia de Sanidad y Servicios Sociales, asumiendo 16 Vide CARRASCO DURÁN M., “Las competencias en la proposición de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía: entre la norma y la realidad”, Revista Vasca de Administración Pública, nº 76 (2006), p. 40: «[…] el reparto de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas viene aquejado por varias disfunciones, entre las cuales destacarían la intromisión del Estado en ámbitos competenciales atribuidos por los Estatutos de Autonomía a las Comunidades Autónomas a partir de una interpretación extensa del contenido de las competencias de aquél, la carencia de posibilidades de participación de las Comunidades Autónomas en la adopción de normas y decisiones sobre materias que corresponden a la competencia del Estado, pero que tienen un alto interés para aquéllas por afectar a importantes ámbitos de la vida económica y social autonómica, y la falta de recepción expresa en el Estatuto de Autonomía de algunas políticas sobre fenómenos de la realidad social que han cobrado una importancia que no tenían en el momento en que aquel fue redactado o sobre nuevas actividades que han adquirido importancia debido a adelantos científicos producidos con posterioridad a la redacción de aquel. […]». 37 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos en su ámbito de actuación territorial la organización, programación, dirección, resolución, control y vigilancia, tutela, así como la sanción e intervención en relación con funciones y competencias en orden a la acción pública sanitaria que fueron tasadas. Las competencias asumidas por el Estatuto de Autonomía de Andalucía en materia de salud se determinaban en los artículos 13.21: «La Comunidad Autónoma de Andalucía tiene competencias exclusivas sobre las siguientes materias: 21. Sanidad e higiene, sin perjuicio de lo establecido en el art. 149.1.16 de la Constitución» y 20: «1. Corresponde a la Comunidad Autónoma de Andalucía el desarrollo legislativo y la ejecución de la legislación básica del Estado en materia de sanidad interior. 2. En materia de Seguridad Social corresponderá a la Comunidad Autónoma: a) El desarrollo legislativo y la ejecución de la legislación básica del Estado, salvo las normas que configuran el régimen económico de la misma. b) La gestión del régimen económico de la Seguridad Social. 3. Corresponderá también a la Comunidad Autónoma de Andalucía la ejecución de la legislación del Estado sobre productos farmacéuticos. 4. La Comunidad Autónoma de Andalucía podrá organizar y administrar a tales fines, dentro de su territorio, todos los servicios relacionados con las materias antes expresadas y ejercerá la tutela de las instituciones, entidades y funciones en materia de sanidad y Seguridad Social, reservándose el Estado la alta inspección conducente al cumplimiento de las funciones y competencias contenidas en este artículo. 5. La Comunidad Autónoma de Andalucía ajustará el ejercicio de las competencias que asuma en materia de sanidad y Seguridad Social a criterios de participación democrática de todos los interesados, así como de los sindicatos de trabajadores y asociaciones empresariales en los términos que la ley establezca». 38 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Tal y como se desprende del contenido de los preceptos expuestos, se aprecia como la asistencia sanitaria o la sanidad en general se considera parte integrante de la Seguridad Social, a pesar de que la Constitución Española de 1978 consagró dos artículos específicos para la protección de la salud y la seguridad social. A partir de la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía, se van a ir produciendo las transferencias o delegación del Estado en esta materia, y cobran especial relevancia disposiciones como el Real Decreto 400/1984, de 22 de febrero (BOE de 29 de febrero, núm. 51), por el que se aprueba el acuerdo de la Comisión Mixta prevista en la disposición transitoria segunda del Estatuto de Autonomía para Andalucía, adoptado con fecha 27 de diciembre de 1983, por el que se transfieren las funciones del Instituto Nacional de la Salud a la Comunidad Autónoma de Andalucía y se traspasan los correspondientes servicios e instituciones y medios personales, materiales y presupuestarios precisos para el ejercicio de aquéllas17. Además no sólo se asumen competencias por transferencia o delegación, sino también por ausencia expresa de reserva legal en relación con determinadas decisiones o actuaciones públicas, que se verá avalada con la publicación de la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad que completa desde el punto de vista legislativo la reforma sanitaria en nuestro país. 17 También han tenido trascendencia las disposiciones que paso a señalar: Real Decreto 1713/1985, de 1 de agosto, sobre traspaso de funciones y servicios de la Administración del Estado a la Comunidad Autónoma de Andalucía en materia de sanidad (Administración Institucional de la Sanidad Nacional, AISNA); Real Decreto 1523/1986, de 13 de julio, por el que se establece el régimen de integración de los Hospitales Clínicos en la Red de Asistencia Sanitaria de la Seguridad Social en Andalucía; Decreto Andaluz 127/1990, de 2 de mayo, por el que se aprueba el Acuerdo de la Comisión Mixta de Transferencias por el que se transfieren las funciones que en materia de salud venían desempeñando las diputaciones Provinciales de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén y Sevilla a la Comunidad Autónoma de Andalucía, de acuerdo con la previsión contenida en la Disposición Adicional Primera de la Ley 11/1987, de 26 de diciembre, reguladora de las relaciones entre la Comunidad Autónoma y las Diputaciones Provinciales de su territorio. Por Decreto 475/1994, de 27 de diciembre, se transfirieron las funciones de la Diputación Provincial de Málaga. Con esta transferencia se integraron en los servicios sanitarios de la Junta de Andalucía, los hospitales psiquiátricos así como diversos centros de beneficencia. 39 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos La culminación de este periplo legislativo se produce con la creación del Servicio Andaluz de Salud, por Ley del Parlamento de Andalucía 8/1986, de 6 de mayo, y la publicación de la Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía. Esta última disposición ha permitido diferenciar las funciones de la Consejería de Salud (autoridad sanitaria, planificación, aseguramiento, financiación, asignación de recursos, ordenación de prestaciones, concertación de servicios ajenos e inspección) y las funciones de gestión y provisión de recursos que corresponden al Servicio Andaluz de Salud y a las entidades dedicadas exclusivamente a la asistencia sanitaria. Debo reseñar, que en el ámbito competencial que corresponde a la Comunidad Autónoma de Andalucía, ésta ha desarrollado una importante labor reguladora que va a ser objeto de consideración al detallar la nueva configuración otorgada a la sanidad mediante la reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía. iv. Reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía: Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo 4.1. Referencias al ámbito de la salud en el Estatuto de Autonomía El Preámbulo del Estatuto de Autonomía que fue publicado en el BOE de 20 de marzo, núm. 68, manifiesta: «[…]. Se trata, en definitiva, de conseguir un Estatuto para el siglo XXI, un instrumento jurídico que impulse el bienestar, la igualdad y la justicia social, dentro del marco de cohesión y solidaridad que establece la Constitución». En su texto encontramos dos referencias al ámbito de la salud. En primer lugar, la salud como un derecho social, art. 22: 40 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” «Salud. 1. Se garantiza el derecho constitucional previsto en el artículo 43 de la Constitución española a la protección de la salud mediante un sistema sanitario público de carácter universal. 2. Los pacientes y usuarios del sistema andaluz de salud tendrán derecho a: a) Acceder a todas las prestaciones del sistema; b) La libre elección de médico y de centro sanitario; c) La información sobre los servicios y prestaciones del sistema, así como de los derechos que les asisten; d) Ser adecuadamente informados sobre sus procesos de enfermedad y antes de emitir el consentimiento para ser sometidos a tratamiento médico; e) El respeto a su personalidad, dignidad humana e intimidad; f) El consejo genético y la medicina predictiva; g) La garantía de un tiempo máximo para el acceso a los servicios y tratamientos; h) Disponer de una segunda opinión facultativa sobre sus procesos; i) El acceso a cuidados paliativos; j) La confidencialidad de los datos relativos a su salud y sus características genéticas, así como el acceso a su historial clínico; k) Recibir asistencia geriátrica especializada18. 3. Las personas con enfermedad mental, las que padezcan enfermedades crónicas e invalidantes y las que pertenezcan a grupos específicos reconocidos sanitariamente como de riesgo, tendrán derecho a actuaciones y programas sanitarios especiales y preferentes. 4. Con arreglo a la ley se establecerán los términos, condiciones y requisitos del ejercicio de los derechos previstos en los apartados anteriores». 18 Vide PÉREZ GÁLVEZ J. F., “Creación y regulación de centros y establecimientos sanitarios”, Bosch, Barcelona, 2003. 41 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos En segundo lugar, la competencia de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en sus diversas modalidades, en el ámbito de la salud, sanidad y farmacia que es el objeto del artículo 55. Evidentemente, esta atribución competencial tiene presente las disposiciones legislativas que recién iniciado el siglo XXI han estructurado los elementos fundamentales sobre los que se sustenta el tratamiento de la materia objeto de este estudio: Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud (BOE de 29 de mayo), Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias (BOE de 22 de noviembre) y Ley 55/2003 de 16 de diciembre, del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud (BOE de 17 de diciembre)19. El artículo 55 de la Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo, determina: «Salud, sanidad y farmacia. 1. Corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva sobre organización, funcionamiento interno, evaluación, inspección y control de centros, servicios y establecimientos sanitarios, así como en el marco del artículo 149.1.16ª de la Constitución la ordenación farmacéutica. Igualmente le corresponde la investigación con fines terapéuticos, sin perjuicio de la coordinación general del Estado sobre esta materia. 2. Corresponde a la Comunidad Autónoma de Andalucía la competencia compartida en materia de sanidad interior y, en particular y sin perjuicio de la competencia exclusiva que le atribuye el artículo 61, la ordenación, planificación, 19 Vide PÉREZ GÁLVEZ J. F., “Comentarios al Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud”, 2 Vols., Bosch, Barcelona, 2004. 42 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” determinación, regulación y ejecución de los servicios y prestaciones sanitarias, sociosanitarias y de salud mental de carácter público en todos los niveles y para toda la población, la ordenación y la ejecución de las medidas destinadas a preservar, proteger y promover la salud pública en todos los ámbitos, incluyendo la salud laboral, la sanidad animal con efecto sobre la salud humana, la sanidad alimentaria, la sanidad ambiental y la vigilancia epidemiológica, el régimen estatutario y la formación del personal que presta servicios en el sistema sanitario público, así como la formación sanitaria especializada y la investigación científica en materia sanitaria. 3. Corresponde a Andalucía la ejecución de la legislación estatal en materia de productos farmacéuticos. 4. La Comunidad Autónoma participa en la planificación y la coordinación estatal en materia de sanidad y salud pública con arreglo a lo previsto en el Título IX»20. De su contenido se desprenden las materias que deben ser objeto de consideración para un estudio armónico y sintético del mismo. Pero antes de comenzar el mismo debo hacer una advertencia previa. En este comentario, procedo a su agrupación y sistematización de la forma que he creído más conveniente, sin embargo tengo que 20 Esta redacción difiere de la inicialmente adoptada por el Parlamento de Andalucía en texto aprobado en sesión plenaria celebrada el día 2 de mayo de 2006 y remitido a las Cortes Generales para su aprobación, que con el número (artículo) 54 decía así: «1. Corresponde a Andalucía la competencia exclusiva sobre organización, funcionamiento, evaluación, inspección y control de centros, servicios y establecimientos sanitarios, y la formación del personal sanitario público, así como la ordenación farmacéutica. Igualmente le corresponde la investigación con fines terapéuticos, sin perjuicio de la coordinación general del Estado sobre esta materia. 2. Corresponde a la Comunidad Autónoma de Andalucía la competencia compartida en materia de sanidad interior, y en particular, y sin perjuicio de la competencia exclusiva que le atribuye el artículo 60, la ordenación, planificación, determinación, regulación y ejecución de los servicios y prestaciones sanitarias, sociosanitarias y de salud mental de carácter público en todos los niveles y para toda la población, la ordenación y la ejecución de las medidas destinadas a preservar, proteger y promover la salud pública en todos los ámbitos, así como la formación sanitaria especializada y la investigación científica en materia sanitaria. 3. Corresponde a Andalucía la ejecución de la legislación estatal en materia de productos farmacéuticos». 43 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos afirmar que la reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía cambia radicalmente la técnica del enunciado de las materias sobre las que versan las competencias de la Comunidad Autónoma, en comparación con el Estatuto de Autonomía en su versión anterior. La técnica basada en enunciar materias competenciales de forma genérica, ha sido sustituida por otra en la que al enunciado genérico de las materias competenciales se acompaña en muchas ocasiones una lista minuciosamente detallada de las actuaciones que la Comunidad Autónoma queda legitimada para llevar a cabo y de los objetos de la realidad o las actividades sobre los que puede ejercer tales actuaciones. La finalidad de esta nueva forma de enunciar las materias competenciales es hacer explícito el contenido de las competencias de la Comunidad Autónoma, con el fin de evitar interferencias del Estado en el ejercicio de las mismas21. 4.2. Competencias exclusivas22 El contexto jurídico en el que se van a desarrollar estas competencias exclusivas, es el establecido por el Estatuto de Autonomía de Andalucía, art. 42, cuando clasifica las competencias 21 Vide CARRASCO DURÁN M. “Las competencias en la proposición de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía: entre la norma y la realidad”, Revista Vasca de Administración Pública, nº 76 (2006), pp. 67-68. 22 Ibídem, pp. 47-50: «En realidad, una categoría como la de competencias exclusivas, definida en términos a la par tan simples y tan rígidos, ni da respuesta a los problemas que ha planteado la práctica de este mismo tipo de competencias durante la vigencia del Estatuto de Autonomía actual, ni casa con la realidad del reparto de competencias del Estatuto de las Autonomías. Esto ha obligado a la PREAA a flexibilizar la definición inicial de competencias exclusivas, para lo cual, en la práctica, ha distinguido varios tipos de exclusividad. Puede, por ello, diferenciarse entre una exclusividad fuerte o en sentido estricto, que obedece a la definición que acabamos de examinar y una exclusividad débil o limitada, que admite la intervención del Estado en las materias objeto de las competencias exclusivas y que, en realidad, se aleja del sentido real del concepto de competencias exclusivas en la misma medida en que admite la intervención estatal. La exclusividad en sentido fuerte se da en relación con […] sanidad, […]. En cuanto a las competencias exclusivas en sentido débil o limitado, pueden distinguirse los siguientes tipos: a) Competencias exclusivas que en todo caso incluyen: se trata de competencias cuya calificación como exclusivas presenta problemas diversos. […], investigación, […]. b) Competencias exclusivas sin perjuicio de lo dispuesto en artículos de la Constitución que reservan al Estado otras competencias que pueden incidir sobre las materias objeto de aquellas. […], investigación con fines terapéuticos, […]». 44 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” y establece en el apartado 2.1º que las competencias exclusivas comprenden la potestad legislativa, la potestad reglamentaria y la función ejecutiva, íntegramente y sin perjuicio de las competencias atribuidas al Estado en la Constitución. En el ámbito de sus competencias exclusivas, el derecho andaluz es de aplicación preferente en su territorio sobre cualquier otro, teniendo en estos casos el derecho estatal carácter supletorio. a. Centros, servicios y establecimientos sanitarios i. Concepto El Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, del Ministerio de Sanidad y Consumo, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios (BOE de 23 de octubre, núm. 254), art. 2.1. a), define como centro sanitario «el conjunto organizado de medios técnicos e instalaciones en el que profesionales capacitados, por su titulación oficial o habilitación profesional, realizan básicamente actividades sanitarias con el fin de mejorar la salud de las personas. Los centros sanitarios pueden estar integrados por uno o varios servicios sanitarios, que constituyen su oferta asistencial». Sólo tendrán esta consideración los que se recogen en esta disposición. El Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, en su art. 2.1. b) determina la definición de servicio sanitario en los siguientes términos: «unidad asistencial, con organización diferenciada, dotada de los recursos técnicos y de los profesionales capacitados, por su titulación oficial o habilitación profesional, para realizar actividades sanitarias específicas. Puede estar integrado en una organización cuya actividad principal puede no ser sanitaria». Una buena prueba de la dificultad para establecer conceptos es la definición de establecimiento sanitario que se encuentra en el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, art. 2.1. c): 45 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos «conjunto organizado de medios técnicos e instalaciones en el que profesionales capacitados por su titulación oficial o habilitación profesional, realizan básicamente actividades sanitarias de dispensación de medicamentos o de adaptación individual de productos sanitarios». Concepto o definición casi idéntico al de centro sanitario contemplado por esta disposición. Y además, tal como se recoge en el concepto de centro sanitario, los profesionales que están al frente de un establecimiento sanitario, también buscan el “fin de mejorar la salud de las personas”, que sería la expresión que haría esta definición idéntica a la de centro sanitario. Estas apreciaciones dan idea de lo poco acertada que resulta la definición de establecimiento sanitario que incorpora el Real Decreto estatal, pero que sin embargo resulta imprescindible para determinar el objeto de las competencias exclusivas de la Comunidad Autónoma sobre esta materia. ii. Grupo normativo regulador La legislación estatal ha abordado esta materia con diversas disposiciones. Con anterioridad a la publicación de la LGS, el Real Decreto 2177/1978, de 1 de septiembre, sobre registro, catalogación, inspección de centros y establecimientos sanitarios (BOE de 16 de septiembre, núm. 222), ahora derogado por el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, había establecido criterios básicos. La Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud23, en su artículo 27.3, establece que mediante real decreto se determinarán, con carácter básico, las garantías mínimas de seguridad y calidad, que acordadas en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, deberán 23Vide MUÑOZ MACHADO S. “La cohesión del Sistema Nacional de Salud”, Derecho y Salud, Vol. 12, (2004), pp. 15-23. 46 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” ser exigidas para la regulación y autorización por parte de las Comunidades Autónomas de la apertura y puesta en funcionamiento en su respectivo ámbito territorial de los centros, servicios y establecimientos sanitarios. La finalidad del Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, del Ministerio de Sanidad y Consumo, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios es precisamente la que determina su título. Es decir, establecer una clasificación, denominación y definición común para todos ellos y crear un Registro y un Catálogo general. Con posterioridad se procederá a desarrollarlo para establecer las garantías mínimas y comunes de seguridad y calidad, que deberán exigir las Comunidades Autónomas para autorizar la apertura y puesta en funcionamiento de los centros, servicios y establecimientos sanitarios. El Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, determina en el art. 4.2 que los requisitos mínimos comunes para la autorización de instalación, funcionamiento o modificación de un centro, servicio o establecimiento sanitario serán determinados por real decreto para el conjunto y para cada tipo. Se tratará de requisitos dirigidos a garantizar que el centro, servicio o establecimiento sanitario cuenta con los medios técnicos, instalaciones y profesionales mínimos necesarios para desarrollar las actividades a las que esté destinado. Estos requisitos podrán ser complementados en cada comunidad autónoma por la Administración sanitaria correspondiente para los centros, servicios y establecimientos sanitarios de su ámbito. Este será el cometido de las mismas que configurará el derecho autonómico. El vigente, en el momento que elaboro este trabajo de investigación, está configurado por: 47 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos - Andalucía: Decreto 69/2008, de 26 de febrero, establece los procedimientos de las autorizaciones sanitarias y crea el registro andaluz de centros, servicios y establecimientos sanitarios (BOJA de 14 de marzo de 2008)24. - Aragón: Decreto 237/1994, de 28 de diciembre, regula la autorización para la creación, modificación, traslado y cierre de centros, servicios y establecimientos sanitarios (BOA de 11 de enero de 1995), modificado por el Decreto 107/1996, de 11 de junio (BOA de 21 de junio). - Asturias: Decreto 100/1988, de 13 de octubre, regula la autorización para creación, modificación y supresión o cierre de centros, servicios y establecimientos sanitarios (BO del Principado de Asturias de 5 de noviembre). - Islas Baleares: Decreto 100/2010, de 27 de agosto, regula el procedimiento de autorización sanitaria de los centros, servicios y establecimientos sanitarios y el funcionamiento del Registro de Centros, Servicios y Establecimientos sanitarios (BO Islas Baleares de 7 de septiembre). - Canarias: Decreto 68/2010, de 17 de junio, regula la autorización y registro de los centros, servicios y establecimientos sanitarios de Canarias (BO de Canarias de 29 de junio). - Cantabria: Decreto 65/1992, de 7 de septiembre, regula la autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios (BO Cantabria de 25 de septiembre). 24 Vide Orden de 28 de abril de 2010 (BOJA de 25 de mayo), que adapta los modelos de solicitud de diversos procedimientos de la Consejería de Salud al Decreto 68/2008, de 26 de febrero, que suprime la aportación de la fotocopia de los documentos identificativos oficiales y del certificado de empadronamiento en los procedimientos administrativos de la Administración de la Junta de Andalucía y establece la sede electrónica para la práctica de la notificación electrónica. 48 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” - Castilla-La Mancha: Decreto 13/2002, de 15 de enero, autorizaciones administrativas de centros, servicios y establecimientos sanitarios (DO Castilla-La Mancha de 18 de enero). - Castilla y León: Decreto 49/2005, de 23 de junio, establece el régimen jurídico y el procedimiento para la autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios (BO Castilla y León de 29 de junio). - Cataluña: Decreto 118/1982, de 6 de mayo, autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios asistenciales (DO de Cataluña de 11 de junio)25. - Extremadura: Decreto 37/2004, de 5 de abril, autorización administrativa de centros, establecimientos y servicios sanitarios en la Comunidad Autónoma de Extremadura (DOE de 13 de abril). - Galicia: Decreto 12/2009, de 8 de enero, regula la autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios (DOG de 29 de enero). - Madrid: Decreto 51/2006, de 15 de junio, regula el régimen jurídico y procedimiento de autorización y registro de centros, servicios y establecimientos sanitarios de la Comunidad de Madrid (BOCM de 26 de junio)26. 25 Vide Orden SSS/474/2003, de 26 de noviembre, adaptación al uso de sistemas telemáticos del procedimiento de autorización administrativa en materia sanitaria para la creación, ampliación, modificación, traslado, apertura y funcionamiento y cierre de centros, servicios y establecimientos sanitarios (DO de Cataluña, de 4 de diciembre). 26 Vide Orden 348/2003, de 23 de abril, regula la exhibición del documento acreditativo de la autorización definitiva y de la inscripción en el Registro en los Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios de la Comunidad de Madrid y por la que se facilita el ejercicio del derecho de información de los usuarios (DOCM de 12 de mayo). 49 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos - Murcia: Decreto 73/2004, de 2 de julio, regula el procedimiento de autorización sanitaria de los centros, establecimientos y servicios sanitarios y el registro de recursos sanitarios regionales (BORM de 19 de julio); Decreto 9/2010, de 12 de febrero, regula la acreditación de los centros, establecimientos y servicios sanitarios de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, se crea la Comisión Regional de acreditación de centros, establecimientos y servicios sanitarios y se modifica el Decreto 73/2004, de 2 de julio (BORM de 18 de febrero). - Navarra: Decreto Foral 214/1997, de 1 de septiembre, regula las autorizaciones para creación, modificación, traslado y funcionamiento de centros, servicios y establecimientos sanitarios (BON de 1 de octubre). - País Vasco: Decreto 31/2006, de 21 de febrero, autorización de los centros, servicios y establecimientos sanitarios (BOPV de 15 de marzo), modificado por el Decreto 209/2012, de 16 de octubre (BOPV de 23 de octubre). - La Rioja: Decreto 80/2009, de 18 de diciembre, establece el régimen jurídico y el procedimiento para la autorización y registro de centros, servicios y establecimientos sanitarios de la Comunidad Autónoma de La Rioja (BO La Rioja, de 23 de diciembre). - Generalitat Valenciana: Decreto 176/2004, de 24 de septiembre, autorización sanitaria y el registro autonómico de centros, servicios y establecimientos sanitarios (DOGV de 1 de octubre). También ha sido regulado este ámbito sectorial por el derecho andaluz, a través de: la Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud (BOJA de 4 de julio), que tiene por objeto -entre otras materiasla ordenación general de las actividades sanitarias de las entidades 50 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” públicas y privadas en Andalucía (art. 1), es decir, la Administración sanitaria de la Junta de Andalucía, en el marco de sus competencias, realizará las siguientes actuaciones27: establecimiento de normas y criterios28; establecer y otorgar la autorización29; establecimiento de un registro30; determinación de un sistema de inspección y control31; serán objeto de evaluación, seguimiento e intervención32; actuación 27 Vide Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, arts. 62.7-62.11: «Corresponden a la Consejería de Salud, en el marco de las competencias de la Junta de Andalucía, las siguientes competencias: El otorgamiento de las autorizaciones administrativas de carácter sanitario y el mantenimiento de los registros establecidos por las disposiciones legales vigentes de cualquier tipo de instalaciones, establecimientos, actividades, servicios o artículos directa o indirectamente relacionados con el uso y el consumo humano; El ejercicio de las competencias sancionadoras y de intervención pública para la protección de la salud; El establecimiento de normas y criterios de actuación en cuanto a la acreditación de centros y servicios; La autorización de instalación, modificación, traslado y cierre de los centros, servicios y establecimientos sanitarios y sociosanitarios, si procede, y el cuidado de su registro, catalogación y acreditación, en su caso; La supervisión, control, inspección y evaluación de los servicios, centros y establecimientos sanitarios». 28 Vide Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, art. 19: «La Administración Sanitaria de la Junta de Andalucía, en el marco de sus competencias, realizará las siguientes actuaciones: 4. Establecer las normas y criterios por los que han de regirse los centros, servicios y establecimientos sanitarios de Andalucía, tanto públicos como privados, para la calificación, acreditación, homologación y registro de los mismos». 29 Vide Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, art. 19: «La Administración Sanitaria de la Junta de Andalucía, en el marco de sus competencias, realizará las siguientes actuaciones: 2. Establecer la exigencia de autorizaciones sanitarias y la obligación de someter a registro, por razones sanitarias, a las empresas o productos con especial incidencia en la salud humana. 5. Otorgar la autorización administrativa previa para la instalación y funcionamiento, así como para las modificaciones en la estructura y régimen inicial de los centros, servicios y establecimientos sanitarios de Andalucía, cualquiera que sea su nivel y categoría o titular». 30 Vide Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, art. 19: « La Administración Sanitaria de la Junta de Andalucía, en el marco de sus competencias, realizará las siguientes actuaciones: 1. Establecer los registros y métodos de análisis de información necesarios para el conocimiento de las distintas situaciones, relacionadas con la salud individual y colectiva [...]». 31 Vide Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, art. 19: « La Administración Sanitaria de la Junta de Andalucía, en el marco de sus competencias, realizará las siguientes actuaciones: 6. Inspeccionar y controlar los centros, servicios y establecimientos sanitarios de Andalucía, así como sus actividades de promoción y publicidad. Los centros, servicios y establecimientos sanitarios a que hace referencia el artículo 45 de la presente Ley quedarán sometidos, además, a la evaluación de sus actividades y funcionamiento en los términos que reglamentariamente se establezcan». 32 Vide Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, art. 20: «Asimismo, serán objeto de evaluación, seguimiento e intervención por parte de las autoridades sanitarias en materia de asistencia sanitaria individual: 1. La satisfacción de las prestaciones sanitarias, por parte de los centros, establecimientos y servicios, del personal y de las entidades aseguradoras y colaboradoras. 6. En general, toda actividad sanitaria del personal, centros, servicios y establecimientos sanitarios, públicos y privados, de Andalucía, respecto al cumplimiento de las normas sanitarias asistenciales». 51 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos mediante un sistema de limitaciones preventivas y prohibiciones33; y el Decreto 69/2008, de 26 de febrero, establece los procedimientos de las autorizaciones sanitarias y crea el registro andaluz de centros, servicios y establecimientos sanitarios, anteriormente mencionado. Sin embargo, como en otras materias, ha resultado decisiva la normatividad no jerarquizada. En este caso, a través de la STC 80/1984, de 20 de julio, sobre el conflicto positivo de competencia núm. 194/1983, publicada en el BOE de 24 de agosto de 1984, que estableció la doctrina constitucional sobre el particular. De la misma se desprende que en ningún caso existen razones que justifiquen el incluir como una competencia básica la acreditación, homologación y autorización de los centros y establecimientos sanitarios34, Fundamento Jurídico 2º. Por todo ello el TC reconoce la titularidad de la Comunidad Autónoma del País Vasco y por extensión de todas las Comunidades Autónomas, para establecer y exigir requisitos técnicos y condiciones mínimas de centros sanitarios, como complemento de los requisitos y condiciones consideradas como mínimas por la Administración sanitaria del Estado para todo el territorio nacional y dentro del marco de las bases fijadas por la legislación estatal. La conclusión es evidente, en virtud de lo expuesto queda claro que corresponde a la Comunidad Autónoma de Andalucía 33 Vide Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, art. 21: «1. Las Administraciones Públicas de Andalucía, en el marco de sus respectivas competencias, establecerán y acordarán limitaciones preventivas de carácter administrativo respecto de aquellas actividades públicas y privadas que, directa o indirectamente, puedan tener consecuencias negativas para la salud. 2. Asimismo, adoptarán cuantas limitaciones, prohibiciones, requisitos y medidas preventivas sean exigibles en las actividades públicas y privadas que directa o indirectamente puedan suponer riesgo inminente y extraordinario para la salud. En este sentido, podrán decretar la suspensión del ejercicio de actividades, cierre de empresas o sus instalaciones, intervención de medios materiales y personales que tengan una repercusión extraordinaria y negativa para la salud de los ciudadanos, siempre que exista o se sospeche razonablemente la existencia de este riesgo». 34 Vide: Real Decreto 2177/1978, de 1 de septiembre (Sanidad y Seguridad Social), sobre registro, catalogación, inspección de centros, servicios y establecimientos sanitarios (BOE de 16 de septiembre, núm. 222); Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad (BOE de 29 de abril, núm. 102), en especial los artículos: 29, 30, 37 y 89: «Se reconoce la libertad de empresa en el sector sanitario conforme al artículo 38 de la Constitución». 52 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” la competencia exclusiva en los términos desarrollados sobre organización, funcionamiento interno, evaluación, inspección y control de centros, servicios y establecimientos sanitarios. b. Ordenación farmacéutica Cuando hablamos de ordenación farmacéutica, en primer lugar debemos definir cual es nuestro objeto. Hace ya algún tiempo que leí un magnífico trabajo de José Antonio Razquin Lizarraga, donde explica esta cuestión: «[…]. Atendiendo a una óptica material, ya la STC 32/1987, de 28 de abril (FJ 3) ofrece una primera aproximación al señalar que la competencia autonómica de ordenación farmacéutica “debe entenderse referida a la ordenación de los establecimientos de venta al público de productos farmacéuticos” […]. Desde una perspectiva funcional, la clave está en el término “ordenación” que, como ha indicado GARRIDO FALLA, puede describirse como el conjunto de reglas que rigen la organización o funcionamiento de determinada actividad, por lo que la ordenación viene a equipararse a la reglamentación. Equivalencia, a la postre, entre ordenación y regulación, como resulta de la jurisprudencia constitucional (SS 57/1992, de 9 de abril, y 68/1992, de 30 de abril) y de la propia legislación (Ley de ordenación del transporte terrestre, Ley de ordenación del comercio minorista, etc). Por ello la ordenación farmacéutica se configura como una competencia normativa, según señala la STC 1/82 (distinguiéndola de la competencia ejecutiva sobre productos farmacéuticos) y la doctrina. Se comparte pues el criterio de PENACHO MARTÍNEZ de que la competencia 53 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de ordenación farmacéutica es esencialmente normativa, comprendiendo también normas de organización y posibles actos de ejecución. […]. En fin, es opinión común que la llamada “ordenación farmacéutica” debe relacionarse con la dispensación del medicamento a los destinatarios finales y con las actuaciones anteriores o posteriores pero directamente conectadas con esta fase de ciclo farmacéutico; siendo de naturaleza normativa y comprendiendo fundamentalmente la planificación y autorización de las oficinas de farmacia privada, las farmacias hospitalarias, botiquines rurales, etc, esto es, los llamados establecimientos farmacéuticos, diferenciándose claramente de los productos farmacéuticos; […], destacando su íntima conexión con la sanidad y, por consiguiente, su consideración como un subsistema del sistema sanitario»35. La Ley 16/1997, de 25 de abril, de Regulación de Servicios de las oficinas de Farmacia, en su artículo 2, establece que las Comunidades Autónomas determinarán los criterios específicos de planificación para la autorización de nuevas oficinas de farmacia que debe realizarse teniendo como referente la planificación sanitaria y en concreto las unidades básicas de atención primaria, que en el caso de la Comunidad Autónoma de Andalucía han sido establecidas por la Orden de la Consejería de Salud de 7 de junio de 2002, por la que se actualiza el Mapa de Atención Primaria de Salud de Andalucía. Tal y como determina el Estatuto de Autonomía de Andalucía corresponde a nuestra Comunidad Autónoma la competencia exclusiva sobre ordenación de los servicios y establecimientos farmacéuticos, así como las obligaciones que se derivan de la 35 Vide RAZQUIN LIZARRAGA J. A., “La competencia de las Comunidades Autónomas y de la Comunidad Foral de Navarra sobre ordenación farmacéutica”, Revista Jurídica de Navarra, nº 20 (1995), pp. 80-82. 54 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” atención farmacéutica que se presta en los mismos a los ciudadanos, garantizando, en todo momento, un acceso adecuado y de calidad a los medicamentos, fomentando su uso racional y propiciando la mejora de sus niveles de salud. La planificación territorial se efectuará tomando como referencia las zonas básicas de salud, fijadas en el mapa de atención primaria de salud. Estas zonas servirán de referencia para establecer reglamentariamente las “Unidades Territoriales Farmacéuticas”, que se configuran como la base de la planificación. Estas unidades se delimitan atendiendo a los factores geográficos, socioeconómicos y demográficos. Las diferentes Unidades Territoriales Farmacéuticas y sus correspondientes dotaciones, se especifican en el “Mapa Farmacéutico de Andalucía”, que la Administración actualiza periódicamente. En base a estos precedentes normativos se ha elaborado la Ley de ordenación Farmacéutica de Andalucía, cuyo horizonte, contenidos y pautas de tramitación se han visto despejados de incertidumbres en temas de especial trascendencia para el colectivo farmacéutico con la STC 109/2003, de 5 de junio36. c. Investigación con fines terapéuticos, sin perjuicio de la coordinación general del Estado sobre esta materia El artículo 149.1 de la Constitución, en su apartado 15, dispone que el Estado tiene competencia exclusiva sobre el fomento y coordinación general de la investigación científica y técnica. El art. 148.1.17 CE establece que las Comunidades Autónomas pueden asumir competencias en el “fomento de la investigación”, aunque sin perjuicio de la competencia exclusiva que se reserva el Estado. 36 Vide PÉREZ GÁLVEZ J. F., “Transmisibilidad, caducidad y cotitularidad de las farmacias (Comentario a la STC 109/2003, de 5 de junio)”, Revista Jurídica de Navarra, nº 36 (2003), pp. 185-214. 55 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos La Ley Orgánica 6/1981, de 30 de diciembre, artículo 13, apartado 29, disponía que la Comunidad Autónoma de Andalucía tenía competencia exclusiva en investigación y sus instituciones, sin perjuicio de lo establecido en el número 15 del apartado 1 del artículo 149 de la Constitución, lo cual suponía admitir la existencia de una competencia no exclusiva, sino inserta en el marco de la superior coordinación estatal. Se trata de una cuestión que no ha estado exenta de polémica por cuanto el 16 de diciembre de 2003, el abogado del Estado, en representación del presidente del Gobierno, interpuso recurso de inconstitucionalidad contra la Ley del Parlamento de Andalucía 7/2003, de 20 de octubre, por la que se regulaba la investigación en Andalucía con preembriones humanos no viables para la fecundación in Vitro, publicada en el BOJA de 31 de octubre de 2003, núm. 210. Dicho recurso no pudo ser sustanciado en cuanto al fondo de la cuestión, por cuanto el Auto del TC de 7 de junio de 2004, núm. 232/2004 acordó tener por desistido al abogado del Estado en la representación que ostentaba. La doctrina constitucional acerca de la distribución competencial en investigación fue establecida por la STC 90/1992, de 11 de junio, por la que el Alto Tribunal desestima los recursos de inconstitucionalidad promovidos por el Consejo Ejecutivo de la generalidad de Cataluña y por el Presidente del Parlamento de Cataluña en relación con determinados artículos de la ley 13/1986, de 14 de abril, de fomento y coordinación general de la investigación científica y técnica. Este pronunciamiento es especialmente interesante, por cuanto que el título competencial esgrimido por Cataluña (art. 9.7 del Estatuto Catalán) «competencia exclusiva 56 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” sobre investigación, sin perjuicio de lo que dispone el núm. 15 del ap. 1 del art. 149 CE», era idéntico al establecido en la LO 6/1981, de 30 de diciembre37. 37 Vide STC 90/1992, de 11 de junio: «[…] la competencia estatal en la materia de investigación científica y técnica no queda ceñida o limitada a la coordinación general de la actividad resultante del ejercicio de las competencias autonómicas en la referida materia, sino que alcanza, asimismo, al fomento de la investigación científica y técnica. No obstante, la determinación del contenido y extensión de dicha competencia constituye la clave que permitirá dar respuesta adecuada a buena parte de las impugnaciones efectuadas, razón por la cual es preciso puntualizar sobre dicha competencia lo siguiente: a) Existe un pleno paralelismo entre el art. 149.1.15 CE y el art. 148.1.17 CE, que reconoce a las Comunidades Autónomas la posibilidad de asumir estatutariamente competencias -como así ha sucedido en líneas generales, aunque con cierta heterogeneidad en las fórmulas utilizadas- en la materia “fomento […] de la investigación”, lo que evidencia que, constitucionalmente, la misma materia queda o puede quedar, en principio, a la plena disponibilidad de una pluralidad de Centros decisores, es decir, a la disponibilidad del Estado y a la de todas las Comunidades Autónomas. b) No resulta en absoluto convincente la tesis de que el fomento de la investigación científica y técnica, dado su contenido, circunscriba la competencia estatal y en su caso, la autonómicaal mero apoyo, estímulo o incentivo de las actividades investigadoras privadas a través de la previsión y otorgamiento de ayudas económicas o de recompensas honoríficas y similares, excluyendo, como contrapuesta, aquellas otras acciones directas de intervención consistentes en la creación y dotación de Centros y organismos públicos en los que se realicen actividades investigadoras, sino que la señalada expresión engloba a todas aquellas medidas encauzadas a la promoción y avance de la investigación, entre las que, sin duda, deben también incluirse las de carácter organizativo y servicial que permitan al titular de la competencia crear y mantener unidades y Centros dedicados al desarrollo y divulgación de las tareas investigadoras. c) Al atribuirse constitucionalmente al Estado la competencia para el fomento de la actividad investigadora y científica, tampoco cabe duda de que el titular de la competencia asume potestades, tanto de orden normativo como ejecutivo, para el pleno desarrollo de la actividad de fomento y promoción, sin que ésta quede circunscrita, como ya se precisó en la STC 64/89, f.j.3, al ejercicio de potestades ejecutivas. d) Finalmente, la competencia relativa al fomento de la investigación científica y técnica es proyectable sobre cualquier sector material sin que, por tanto, considerando la investigación como contenido inherente a la competencia exclusiva sobre determinada materia, pueda pretenderse la exclusión del ejercicio de la competencia para el fomento de la investigación en los ámbitos materiales cuya titularidad no corresponda a quien ejercita dicha competencia. Sin perjuicio de que el fomento de la investigación científica y técnica ha sido adoptado por la Constitución Española como título competencial que, en todo caso, por su propia especificidad debería ser considerado preferente, ya ha señalado el TC en otra ocasión (STC 53/88), que el título “fomento de la investigación científica y técnica” es, como determinado en razón de un fin, susceptible de ser utilizado respecto de cualquier género de materias con independencia de cual sea el titular de la competencia para la ordenación de éstas, pues, de otro modo, por la simple sustracción de las materias sobre las que las Comunidades Autónomas han adquirido competencia, el título competencial que la Constitución Española reserva al Estado como competencia exclusiva quedaría vaciado de todo contenido propio». A continuación realiza un estudio de la contraposición de títulos competenciales (estatal y catalán): «Pues bien, el hecho de que el art. 9.7 EAC no utilice la expresión “fomento”, sino exclusivamente el término “investigación”, en nada puede modificar la conclusión de que la competencia autonómica queda situada en pleno paralelismo sustancial con la atribuida al Estado, de manera que la actividad que éste despliega no puede impedir ni interferir -dejando ahora al margen, claro es, los efectos anudados a la competencia estatal de coordinación general- la que 57 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos De este modo queda aclarada la posibilidad que el ordenamiento jurídico vigente otorga para que Andalucía pueda asumir esta competencia sin perjuicio de la coordinación general del Estado sobre esta materia, y así lo hace el Estatuto de Autonomía de Andalucía en su art. 54: «Investigación, desarrollo e innovación tecnológica. 1. Corresponde a la Comunidad Autónoma de Andalucía, en materia de investigación científica y técnica, la competencia exclusiva en relación a los centros y estructuras de investigación de la Junta de Andalucía y a los proyectos financiados por ésta que incluye: a) El establecimiento de líneas propias de investigación y el seguimiento, control y evaluación de los proyectos; b) La organización, régimen de funcionamiento, control, seguimiento y acreditación de los centros y estructuras radicadas en Andalucía; c) La regulación y gestión de las becas y de las ayudas convocadas y financiadas por la Junta de Andalucía; d) La regulación y la formación profesional del personal investigador y de apoyo a la investigación; decida desarrollar la Comunidad Autónoma, al haber optado la Constitución Española en este ámbito [como la simple comparación entre los arts. 149.1.15 y 148.1.17 pone de manifiesto y como también sucede en otros ámbitos, significativamente, en el de la cultura (STC 49/84)], por posibilitar un régimen competencial en términos de concurrencia que en el caso de la CA de Cataluña se ha hecho plenamente efectivo. Es justamente esta concurrencia de competencias en torno a la investigación científica y técnica, que tanto el Estado como la Comunidad Autónoma pueden ejercitar, lo que justifica y explica la competencia de coordinación que, con carácter genérico, atribuye al Estado el art. 149.1.15 CE, como luego veremos. En suma, el art. 9.7 EAC, no por utilizar la expresión “investigación” amplía y dota de mayor alcance a la competencia, una vez que, como ya se ha visto, el “fomento” en este contexto no puede identificarse ni con una potestad determinada, ni con una específica modalidad de acción administrativa excluyente de cualesquiera otras posibles e idóneas para la consecución del mismo fin de promoción y desarrollo de la actividad investigadora científica y técnica». Respecto a la competencia estatal de coordinación, y haciendo referencia a la STC 32/83, afirma: «Doctrina que, entre las más recientes, la STC 45/91, ha resumido de manera sistemática en sus rasgos más característicos, debiéndose destacar, en este momento que, según la misma, la competencia estatal de coordinación no puede llegar a tal grado de concreción y desarrollo que deje vacías de contenido a las correspondientes competencias de las Comunidades Autónomas, y que para hacer efectiva esa coordinación deben adoptarse las medidas necesarias y suficientes para lograr la integración de la diversidad de las partes o subsistemas en el conjunto o sistema, entre las cuales no es posible, por lo demás, descartar la existencia de medidas de coordinación preventiva. A partir de aquí, sin embargo, es claro que la determinación de los medios, cauces y fórmulas para alcanzar este objetivo integrador de la pluralidad de acciones resultantes del ejercicio de un conjunto de competencias en régimen de concurrencia, presenta un muy amplio margen de apreciación y decisión que, en principio, sólo al titular de la competencia de coordinación corresponde concretar». 58 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” e) La difusión de la ciencia y la transferencia de resultados. 2. Corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia compartida sobre la coordinación de los centros y estructuras de investigación de Andalucía. […]». 4.3. Competencias compartidas Como señala el propio Estatuto de Autonomía de Andalucía en su art. 42.2.2º, las competencias compartidas comprenden la potestad legislativa, la potestad reglamentaria y la función ejecutiva, en el marco de las bases que fije el Estado en normas con rango de ley, excepto en los supuestos que se determinen de acuerdo con la Constitución. En el ejercicio de estas competencias, la Comunidad Autónoma puede establecer políticas propias. a. Sanidad interior El ámbito de competencias en materia de sanidad interior, viene delimitado por las competencias que ostentan el Estado y los municipios. Por tanto, todo lo que no corresponde a la sanidad exterior (la que es producto o deriva de relaciones internacionales, de tal manera que su ordenación produce consecuencias jurídicas internas y externas a las fronteras del Estado español. Me refiero a la ordenación sanitaria de puertos, fronteras y aeropuertos, importación, exportación y tránsito de mercancías susceptibles de producir efectos sanitarios, a la relación con organismos sanitarios internacionales, etc), ni al ámbito municipal (establecido en la Ley 7/1985, de 2 de abril, de Bases del Régimen Local, art. 25), comprendería el ámbito de sanidad interior cuya competencia comparte el Estado y la Comunidad Autónoma de Andalucía. 59 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos En definitiva la sanidad interior comprende todas las prestaciones de asistencia sanitaria en sus diversas modalidades con independencia de su sistema de financiación. Se trata de una competencia compartida por cuanto la distribución constitucional de competencias así lo ha establecido, correspondiendo a las Comunidades Autónomas el desarrollo legislativo y la ejecución de la legislación básica del Estado, así como el establecimiento y ejecución de su propia normativa respecto a un ámbito que desde un punto de vista material presta en su integridad. b. Servicios y prestaciones sanitarias, sociosanitarias y de salud mental de carácter público El catálogo de prestaciones del Sistema Nacional de Salud tiene por objeto garantizar las condiciones básicas y comunes para una atención integral, continuada y en el nivel adecuado de atención. Se consideran prestaciones de atención sanitaria del Sistema Nacional de Salud los servicios o conjunto de servicios preventivos, diagnósticos, terapéuticos, rehabilitadores y de promoción y mantenimiento de la salud dirigidos a los ciudadanos. Dicho catálogo comprende las prestaciones correspondientes a salud pública, atención primaria, atención especializada, atención sociosanitaria, atención de urgencias, la prestación farmacéutica, la ortoprotésica de productos dietéticos y de transporte sanitario38. Su concreción para Andalucía se efectúa a través de la cartera de servicios aprobada por la Comunidad Autónoma39. Dentro de la asistencia especializada se incluye la salud mental. Debo recordar que esto es un notable avance que se consolida en la democracia española, por cuanto el INSALUD carecía de establecimientos para el internamiento de enfermos 38 Vide Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, art. 7.1. 39 Vide Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, arts. 20-22. 60 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” mentales de media y larga estancia pues entendía que no era una prestación incluida en la asistencia sanitaria de la Seguridad Social. La LGS en su art. 20 procede a la plena integración de las actuaciones relativas a la salud mental en el sistema sanitario general y de la total equiparación del enfermo mental a las demás personas que requieren servicios sanitarios y sociales, y también lo hace el Real Decreto 63/1995, de 20 de enero, del Ministerio de Sanidad y Consumo, que regula la ordenación de prestaciones sanitarias en el Sistema Nacional de Salud (BOE de 10 de febrero, núm. 35). c. Salud pública La prestación de salud pública es el conjunto de iniciativas organizadas por las Administraciones para preservar, proteger y promover la salud de la población. Es una combinación de ciencias, habilidades y actitudes dirigidas al mantenimiento y mejora de la salud de todas las personas a través de acciones colectivas o sociales. La salud pública concentra su actividad en la vigilancia, planificación, prevención y protección de la salud. Para todo ello, debe orientar su acción en dos grandes áreas. De una parte, dotarse de un sistema de información, vinculado a la identificación de las necesidades, la planificación y la evaluación de los servicios desde una perspectiva de salud y la detección de segmentos de población mal cubiertos o sin acceso real a los servicios, permitiendo que la información sea la base de la correcta toma de decisiones. De otra parte, desarrollar las intervenciones en el ámbito comunitario, vinculadas a la prestación de servicios o al desarrollo de programas que pueden realizarse directamente desde los servicios de salud pública, desde otras estructuras o mediante una combinación de ambas opciones. 61 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Las prestaciones en este ámbito comprenden las siguientes actuaciones: a) La información y vigilancia epidemiológica; b) la protección de la salud; c) La promoción de la salud; d) La prevención de las enfermedades y de las deficiencias; e) La vigilancia y control de los posibles riesgos para la salud derivados de la importación, exportación o tránsito de mercancías y del tráfico internacional de viajeros, por parte de la Administración sanitaria competente; f) La promoción y protección de la sanidad ambiental; g) La promoción y protección de la salud laboral; h) La promoción de la seguridad alimentaria. Estas prestaciones de salud pública se ejercen con un carácter de integralidad, a partir de las estructuras de salud pública de las Administraciones y de la infraestructura de atención primaria del Sistema Nacional de Salud40. Respecto a las actuaciones coordinadas en materia de salud pública cobra especial relevancia la declaración de actuación coordinada que obligará a todos los integrantes del Sistema Nacional de Salud a: 1º. Responder a situaciones de especial riesgo o alarma para la salud pública. 2º. Dar cumplimiento a acuerdos internacionales, así como a programas derivados de las exigencias de la normativa emanada de la Unión Europea, cuando su cumplimiento y desarrollo deba ser homogéneo en todo el Estado para la realización de actuaciones coordinadas podrá acudirse, entre otros a los siguientes mecanismos: a) Utilización común de instrumentos técnicos; b) Configuración de una Red de Laboratorios de Salud Pública; c) Definición de estándares mínimos en el análisis e intervención sobre problemas de salud; d) Coordinación de sistemas de información epidemiológica y de programas de promoción, protección de la salud, prevención y control de las enfermedades más prevalentes, cuando sus efectos trasciendan el ámbito autonómico41. 40 Vide Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, art. 11. 41 Vide Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, art. 65.2. 62 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” d. Régimen estatutario y la formación del personal i. Régimen estatutario42 Tiene la condición de personal estatutario43 todo aquel que desempeña su función en los centros e instituciones sanitarias de los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas o en los centros y servicios sanitarios de la Administración General del Estado44 con esta naturaleza. Y efectúo esta apreciación, porque el Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud, será de aplicación al personal sanitario funcionario y al personal sanitario laboral que preste servicios en los centros e instituciones del Sistema Nacional de Salud gestionados directamente por entidades creadas por las distintas Comunidades Autónomas para acoger los medios y recursos humanos y materiales procedentes de los procesos de transferencias del Insalud, en todo aquello que no se oponga a su normativa específica de aplicación y si así lo prevén las disposiciones aplicables al personal funcionario o los Convenios Colectivos aplicables al personal laboral de cada Comunidad Autónoma. El régimen estatutario es el conjunto de disposiciones (marco legal) que regula al personal estatutario. Dicho marco 42 Vide PÉREZ GÁLVEZ, Juan Francisco, Incidencia del Estatuto Básico del Empleado Público en el acceso al empleo del personal de los servicios de salud, Instituto Nacional de Administración Pública, Madrid, 2011. 43 Vide Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público (BOE de 13 de abril, núm. 89), art. 2: «3. El personal docente y el personal estatutario de los Servicios de Salud se regirán por la legislación específica dictada por el Estado y por las Comunidades Autónomas en el ámbito de sus respectivas competencias y por lo previsto en el presente Estatuto, excepto el Capítulo II del Título III, salvo el artículo 20 y los artículos 22.3, 24 y 84. 4. Cada vez que este Estatuto haga mención al personal funcionario de carrera se entenderá comprendido el personal estatutario de los Servicios de Salud». 44 Así lo determina la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, del Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud, art. 2.1. Además precisa: «2. En lo no previsto en esta Ley, en las normas a que se refiere el artículo siguiente, o en los Pactos o Acuerdos regulados en el Capítulo XIV, serán aplicables al personal estatutario las disposiciones y principios generales sobre función pública de la Administración correspondiente». 63 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos comprende, al menos45: disposiciones generales, ordenación profesional, órganos de dirección y atribuciones, selección de personal y provisión de puestos, plantillas, formación, retribuciones e indemnizaciones, situaciones administrativas, representación y participación, prevención de riesgos laborales, condiciones de trabajo, acción social, guardias médicas (atención continuada), régimen de incompatibilidades, reconocimiento de servicios, régimen disciplinario, personal emérito y funcionarios sanitarios. ii. Formación del personal La Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, art. 79 precisa: «1. Corresponde a la Consejería de Salud, sin perjuicio de las competencias atribuidas a otros órganos de la Administración de la Junta de Andalucía, el desarrollo de las funciones siguientes: e) Formar, reciclar y perfeccionar de manera continuada a los profesionales sanitarios y no sanitarios del campo de la salud y de la gestión y la Administración sanitarias desde una perspectiva interdisciplinaria». Para llevar a cabo este cometido resultan fundamentales las siguientes disposiciones: Acuerdo de 2 de mayo de 1985, del Consejo de Gobierno, por el que se autoriza la creación de la Escuela Andaluza de Salud Pública; Decreto 203/2003, de 8 de julio, por el que se regula el procedimiento de acreditación de las actividades de formación continuada de las profesiones sanitarias (BOJA de 25 de julio, núm. 142); Resolución 21/1993, de 10 de agosto, de la Dirección General de Gestión de Recursos del SAS, de Organización de Actividades Internas de Formación en el ámbito del SAS. 45 Vide GÁMEZ GÁMEZ J. A., BENITEZ TORRES F. y GÁMEZ GÁMEZ A., “Régimen jurídico del personal estatutario del Servicio Andaluz de Salud”, Instituto Andaluz de Administración Pública-Servicio Andaluz de Salud, Sevilla, 2006. 64 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” e. Formación sanitaria especializada e investigación científica en materia sanitaria La Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias regula los aspectos básicos de las profesiones sanitarias tituladas en lo que se refiere a su ejercicio por cuenta propia o ajena, a la estructura general de la formación de los profesionales, al desarrollo profesional de los mismos y a su participación en la planificación y ordenación de las profesiones sanitarias. Y sus disposiciones son aplicables tanto si la profesión se ejerce en los servicios sanitarios públicos como en el ámbito de la sanidad privada (art. 1). Su configuración básica se establece en el Título II (De la formación de los profesionales sanitarios), Capítulo III (Formación especializada en Ciencias de la Salud)46. 46 Vide Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, arts 15: «Carácter y objeto de la formación especializada. 1. La formación especializada en Ciencias de la Salud es una formación reglada y de carácter oficial. 2. La formación especializada en Ciencias de la Salud tiene como objeto dotar a los profesionales de los conocimientos, técnicas, habilidades y actitudes propios de la correspondiente especialidad, de forma simultánea a la progresiva asunción por el interesado de la responsabilidad inherente al ejercicio autónomo de la misma», 16: «Títulos de Especialistas en Ciencias de la Salud. 1. Corresponde al Gobierno, a propuesta de los Ministerios de Educación, Cultura y Deporte y de Sanidad y Consumo, previo informe de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y de la organización u organizaciones colegiadas que correspondan, el establecimiento de los títulos de Especialistas en Ciencias de la Salud, así como su supresión o cambio de denominación. 2. El título de Especialista tiene carácter oficial y validez en todo el territorio del Estado. 3. Sin perjuicio de las facultades que asisten a los profesionales sanitarios citados en los artículos 6.2 y 7.2 de esta Ley, ni de los derechos reconocidos, por norma legal o reglamentaria, a quienes se encuentran habilitados para desempeñar plaza de especialista sin el correspondiente título, la posesión del título de especialista será necesaria para utilizar de modo expreso la denominación de especialista, para ejercer la profesión con tal carácter y para ocupar puestos de trabajo con tal denominación en centros y establecimientos públicos y privados» y 17: «Expedición del título de Especialista. 1. Los títulos de especialista en Ciencias de la Salud serán expedidos por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. 2. La obtención del título de especialista requiere: a) Estar en posesión del título de Licenciado o Diplomado Universitario que, en cada caso, se exija. b) Acceder al sistema de formación que corresponda, así como completar éste en su integridad de acuerdo con los programas de formación que se establezcan, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 23 de esta Ley para el supuesto de nueva especialización. c) Superar las evaluaciones que se determinen y depositar los derechos de expedición del correspondiente título». 65 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Respecto a la investigación científica en materia sanitaria, la Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, regula en el Título VIII la docencia e investigación sanitaria, señalando que las Administraciones públicas deberán fomentar, dentro del sistema sanitario público de Andalucía, las actividades de investigación sanitaria como elemento fundamental para su progreso. Más en concreto determina que corresponde a la Consejería de Salud, sin perjuicio de las competencias atribuidas a otros órganos de la Administración de la Junta de Andalucía, el desarrollo de las funciones siguientes: a) Participar en la definición de las políticas de investigación y en el establecimiento de las prioridades con respecto a la investigación en materia de salud; b) Intervenir en la elaboración de los programas de investigación y de asignación de recursos públicos en materia de investigación de salud; c) Fomentar la investigación en relación a los problemas y necesidades de salud de la población de Andalucía. A tal fin, la Consejería de Salud deberá promover programas de formación para cubrir las necesidades de investigación; d) Llevar a cabo o coordinar, si procede, programas de investigación y estudios en ciencias de la salud (art. 79.1). La Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, dedica el capítulo IV a la investigación. Este es el contexto jurídico en el que se desarrollará este título competencial. 4.4. Ejecución de la legislación estatal en materia de productos farmacéuticos El art. 149.1.16 CE establece la competencia exclusiva del Estado en materia de legislación sobre productos farmacéuticos, correspondiendo a la Comunidad Autónoma de Andalucía, en virtud de lo establecido en el art. 55 de su Estatuto la ejecución de la legislación estatal en materia de productos farmacéuticos. 66 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Estas competencias ejecutivas, tal y como precisa el propio Estatuto en su art. 42.2.3º, comprenden la función ejecutiva que incluye la potestad de organización de su propia administración y, en general, aquellas funciones y actividades que el ordenamiento atribuye a la Administración Pública y, cuando proceda, la aprobación de disposiciones reglamentarias para la ejecución de la normativa del Estado. Todo ello responde no sólo a la distribución competencial aludida, sino también a la necesidad de incorporar las disposiciones comunitarias (Unión Europea) teniendo presente que el propio Estatuto de Autonomía en el art. 42.2.4º precisa el concepto de competencias en relación con la aplicación del derecho comunitario, y establece que comprenden el desarrollo y la ejecución de la normativa de la Unión Europea cuando afecte al ámbito de las competencias de la Comunidad Autónoma -es una forma de incorporar al Estatuto de Autonomía de Andalucía la doctrina que viene aplicando el Tribunal Constitucional en relación con las competencias de las Comunidades Autónomas para desarrollar y ejecutar el derecho comunitario, según la cual estas facultades corresponde al ente, ya Estado, ya Comunidad Autónoma, que tenga competencia para llevar a cabo la actuación de desarrollo normativo y ejecución de la que se trate sobre cada materia conforme al reparto interno de competencias-, así como el control de la financiación selectiva y no indiscriminada de medicamentos en función de la utilidad terapéutica de los mismos y de su necesidad para mejorar la salud de los ciudadanos (que corresponderá al Estado). De este modo se garantiza un sistema de precios de referencia, un sistema de farmacovigilancia y un abanico de posibilidades terapéuticas igual para todos los ciudadanos con independencia de la Comunidad Autónoma donde residan. 67 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Esta ejecución de la legislación estatal implicará la identificación, cuantificación, evaluación y prevención de los riesgos del uso de los productos farmacéuticos una vez comercializados, permitiendo así el seguimiento de sus posibles efectos adversos, configurándose un sistema en el que las distintas Administraciones sanitarias han de realizar lo necesario para recoger, elaborar y, en su caso, procesar toda la información útil para la supervisión de medicamentos y, en particular, la información sobre reacciones adversas a los mismos, así como para la realización de cuantos estudios se consideren necesarios para evaluar su seguridad. 4.5. Participación en la planificación y coordinación estatal en materia de sanidad y salud pública Siguiendo la estela de la organización tradicional de la sanidad española, la Ley General de Sanidad estableció los mecanismos de cooperación y coordinación de carácter general, a saber: a) el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud47; b) los convenios interadministrativos, multilaterales y bilaterales, como instrumento para formalizar acuerdos en asistencia sanitaria y salud pública; c) los Planes de Salud, como instrumento para ordenar y programar las actividades sanitarias; d) los criterios generales de coordinación. También debo señalar como otros medios de cooperación y coordinación: la organización nacional de trasplantes, la red de vigilancia epidemiológica, la agencia de seguridad alimentaria y el sistema de farmacovigilancia. 47 Vide SALA ARQUER J. M. y VILLAR ROJAS F., “Análisis de la cooperación en un sector determinado: la sanidad pública”, Derecho y Salud, Vol. 10, nº 1 (2002), pp. 83-84, donde dan cuenta del contenido de un documento interno del Ministerio de Sanidad en el que se describe lo ocurrido: «La Ley (se está refiriendo a la LGS) preveía una coordinación planificada y lo que ha existido ha sido una coordinación consensuada en el seno del Consejo Interterritorial. El Ministerio ha hecho dejación de su capacidad de regular para buscar la vía del consenso». Vide Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, capítulo X. 68 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” La Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, en buena medida tiene por objeto propiciar la coordinación y cooperación de las Administraciones públicas sanitarias, en el ejercicio de sus respectivas competencias, de modo que se garantice la equidad, la calidad y la participación social en el Sistema Nacional de Salud, así como la colaboración activa de este en la reducción de las desigualdades en salud (art. 1). Asimismo, entre los principios generales que informan esta ley se incluye en el art. 2: «c) La coordinación y la cooperación de las Administraciones públicas sanitarias para la superación de las desigualdades en salud». Dicha participación se hace efectiva al elaborar el catálogo de prestaciones del Sistema Nacional de Salud y más en concreto mediante la cartera de servicios acordada en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Sin duda, este va a ser el elemento clave. Evidentemente esta participación se hará efectiva, en términos generales, a través de los mecanismos que establece el Título IX del Estatuto de Autonomía de Andalucía (tal y como prevé el art. 88 de este texto, al concretar la coordinación con el Estado), y de los sectoriales enumerados en los párrafos anteriores48.Y todo ello, porque la planificación y coordinación son imprescindibles si se quiere asegurar la igualdad efectiva de todos en el derecho a la protección de la salud49. 48Vide STC 32/1983, F.J. 2º, apartado d): «[…] la coordinación general sanitaria se ejercerá por el Estado, fijando medios y sistemas de relación para facilitar la información recíproca, la homogeneidad técnica en determinados aspectos y la acción conjunta de las Administraciones Públicas sanitarias en el ejercicio de sus respectivas competencias, de tal modo que se logre la integración de actos parciales en la globalidad del Sistema Nacional de Salud». 49 Vide MUÑOZ MACHADO S., “La formación y crisis de los servicios sanitarios públicos”, Alianza Editorial, Madrid, 1995, pp. 110-113: «[…] creo que se comprendería mal lo que la coordinación significa si la legislación sanitaria básica se empeñara en configurarla sobre el principio único de permitir al Estado imponer a las Comunidades Autónomas criterios de política sanitaria unilateralmente elaborados. Lo que la coordinación impone, por el contrario, 69 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos V. Potestad reglamentaria y confluencia competencial en el ámbito de la salud 5.1. Cuestiones formales y materiales de la potestad reglamentaria La titularidad y competencia de la potestad reglamentaria50 constituyen exigencias y límites formales del reglamento. Además deberá respetarse el principio de jerarquía normativa respecto a la Constitución y a la Ley (arts. 9.351, 97 y 103 CE), así como respecto a los demás reglamentos dependiendo de su rango jerárquico. Así lo ha establecido, entre otras, la STSJ de Madrid, de 10 de julio de 2007 (Ar. 801), FD TERCERO: «La alegación esencial que vertebra la demanda, bajo la invocación del principio de jerarquía normativa es la de que no puede establecerse en el Decreto impugnado la obligación de llevar hojas de reclamaciones en el ámbito de la sanidad privada hasta que la Comunidad de Madrid -por imponerlo así el art. 26.5 de la Ley 12/2001, de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid- no dicte una norma que regule, específicamente, el sistema de reclamaciones en el ámbito es una conjunción de esfuerzos y una coparticipación en la formulación de objetivos que las diferentes partes que integran un sistema sanitario único deben alcanzar […]. En definitiva, este tipo de instrumentos (los instrumentos de coordinación) deben usarse de manera que sus contenidos sean aceptados antes de ser aprobados. Esto es, sencillamente, capital; sobre todo porque es una de las claves de funcionamiento de los sistemas autonómicos peor entendida, y menos practicada, hasta hoy, entre nosotros». 50 Vide SAN de 26 de septiembre de 2007 (Ar. 664), FD TERCERO. 51 Vide STC 83/1984, donde en relación al principio de legalidad afirma: «Este principio de reserva de Ley entraña […] una garantía esencial de nuestro Estado de Derecho […]. Su significado último es el de asegurar que la regulación de los ámbitos de libertad que corresponden a los ciudadanos dependa exclusivamente de la voluntad de sus representantes, por lo que tales ámbitos han de quedar exentos de la acción del ejecutivo y, en consecuencia, de sus productos normativos propios, que son los reglamentos. El principio no excluye, ciertamente, la posibilidad de que las leyes contengan remisiones a normas reglamentarias, pero si que tales remisiones hagan posible una regulación independiente y no claramente subordinada a la ley, lo que supondría una degradación de la reserva formulada por la Constitución a favor del legislador». 70 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” sanitario privado, al igual que lo ha hecho en el ámbito sanitario público mediante la correspondiente Orden de la Consejería de Sanidad (Orden 605/2003), ya que, mientras esa regulación específica del sistema de reclamaciones en el ámbito sanitario privado no se dicte, la imposición de llevar hojas de reclamaciones que establece el precepto impugnado supone la aplicación, en este ámbito, de la legislación general de consumidores, legislación que no se considera de aplicación por el Colegio demandante, en la medida en que las consultas de odontoestomatología se rigen por su normativa propia en la que no se establece dicha obligación. Y este planteamiento esencial sobre el que se articula la demanda no puede ser aceptado porque la validez de una norma reglamentaria, desde la perspectiva de su respeto a la Ley (principio de jerarquía normativa), no puede depender de que se haya dictado o no una norma que, a su vez, desarrolla la norma reglamentaria que se analiza, que es lo que realmente pretende la parte actora al entender que debió dictarse por la Comunidad de Madrid, en el ámbito de la sanidad privada, una norma similar a la Orden 605/2003, que regula el sistema de reclamaciones en el ámbito de la sanidad pública, antes de dictarse el precepto impugnado que impone la obligación de llevar hojas de reclamaciones también en el ámbito de la sanidad privada. En efecto, en el presente caso, ninguna vulneración del principio de jerarquía normativa se ha producido por la regulación contenida en el precepto impugnado (art. 21.e del Decreto 51/2006), cuyo contenido no es sino concreción o desarrollo del precepto legal en que con toda naturalidad se inserta el art. 26.5 de la Ley 12/2001, de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid». 71 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos La inderogabilidad singular de los reglamentos y el cumplimiento del procedimiento de elaboración de los mismos también forman parte de esa reserva o límite formal al que me he referido. Exigencias materiales que afectan al contenido de la norma reglamentaria son la reserva de ley, material y formal, y el respeto a los principios generales del Derecho. Un Derecho que no se reduce al expresado en la Ley, sino que comprende dichos principios en su doble función legitimadora y de integración del ordenamiento jurídico como principios técnicos y objetivos que expresan las ideas básicas de la comunidad y que inspiran dicho ordenamiento. Para cumplir esta finalidad, es necesario un proceso en su elaboración que garantice la participación de todos aquellos que ostentan la condición de interesados. De este modo, el trámite de audiencia, constituye un elemento esencial del mismo, en los términos que han sido determinados por la STS de 5 de julio de 2005 (Ar. 5206), FD PRIMERO: «En segundo lugar y por lo que se refiere a la exigencia legal del trámite de audiencia en la elaboración de disposiciones generales, el 105, apartado a) de la Constitución, establece que: “la Ley regulará la audiencia de los ciudadanos, directamente o a través de las organizaciones y asociaciones reconocidas por la Ley, en el procedimiento de elaboración de las disposiciones administrativas que les afecten”, precepto desarrollado en el artículo 24.1.c) de la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, de Organización, Competencia y Funcionamiento del Gobierno, según el cual: “elaborado el texto de una disposición que afecte a los derechos e intereses legamitos de los ciudadanos, se les dará audiencia durante un plazo razonable y no inferior a quince días hábiles, 72 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” directamente o a través de las organizaciones y asociaciones reconocidas por la Ley que los agrupen o los representen y cuyos fines guarden relación directa con el objeto de la disposición”. En cuanto al alcance de tal previsión legal, esta Sala ha declarado en las sentencias de […], que el trámite de audiencia ha de calificarse como participación funcional en la elaboración de disposiciones de carácter general “preceptivamente impuesta” y que “requiere en el órgano que instruye una actividad configurada técnicamente como carga, concretada en la llamada de las organizaciones y asociaciones que necesariamente deben ser convocadas pues, en otro caso, el procedimiento podría quedar viciado o incluso la disposición resultante podría estar incursa en nulidad”, debiendo distinguir que la audiencia es preceptiva para Asociaciones que no sean de carácter voluntario, pero no cuando se trata, de asociaciones voluntarias de naturaleza privada, que, aunque estén reconocidas por la Ley, no ostentan “por Ley” la representación a que aquel precepto se refiere, pues es este criterio el que traduce con mayor fidelidad el ámbito subjetivo de aquel precepto. […]. Pues bien, desde estas consideraciones generales, lo primero que se advierte en este caso, es que en la elaboración del Real Decreto 1277/2003 impugnado, no sólo se ha dado trámite de audiencia a las organizaciones y asociaciones que necesariamente debían ser emplazadas al efecto sino que se ha incluido la audiencia de un considerable número de asociaciones de carácter voluntario, […], habiéndose oído igualmente a las Comunidades Autónomas, a pesar de no contemplarse específicamente tal exigencia, como 73 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos expresamente se indicaba en el informe de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Justicia […], por lo que objetivamente no se advierte la infracción de los indicados preceptos, al haberse cumplido ampliamente con dicho trámite»52. Teniendo presente en todo caso, que la preceptividad de la audiencia excluye las asociaciones de carácter voluntario, aunque nada impide que dicha audiencia pueda ser llevada a cabo si este procedimiento aparece como adecuado en función de las circunstancias, pudiendo incluso recabar el informe de entidades de afiliación voluntaria que agrupen a colectivos afectados53. 5.2. Naturaleza de la relación existente entre el ordenamiento estatal y los distintos ordenamientos de las Comunidades Autónomas La nueva ordenación territorial del Estado que introdujo la Constitución Española de 1978 en su Título VIII ha supuesto un cambio radical en las relaciones entre los diferentes ordenamientos jurídicos. Esta ordenación territorial, con independencia de la integración del Derecho Comunitario Europeo, se establece en tres niveles -Administración del Estado, Administración de las Comunidades Autónomas y Administración Local- sobre la base del principio de autonomía (art. 137 CE), que implica una potestad normativa propia, base de otros tantos ordenamientos singulares en relación con el ordenamiento general del Estado. 52 En idénticos términos Vide STS de 1 de diciembre de 2008 (Ar. 200). 53 Vide STS de 14 de mayo de 2007 (Ar. 5849), FD OCTAVO. 74 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Esta pluralidad normativa, derivada de centros organizativos separados, se configura constitucionalmente sobre la base de tres principios generales (sigo aquí la argumentación de la STS de 13 de octubre de 2003, Ar. 7917, ponente: Fernández Montalvo): a. Las Comunidades Autónomas han supuesto un cambio sustantivo respecto de la naturaleza de los entes locales. Estos son entes con poderes esencialmente administrativos, cuya competencia normativa, aunque opere en un ámbito autonómico garantizado por la Ley (Leyes de Régimen Local o leyes sectoriales) y esté cubierta por una “garantía institucional” en la propia Constitución, es meramente reglamentaria. Por el contrario, las Comunidades Autónomas no son simples entes administrativos, sino que poseen una verdadera esencia política por su misma posición constitucional y cuentan con un conjunto de poderes y funciones en un Estado que el Tribunal Constitucional ha calificado de “Estado compuesto”, aludiendo al sistema de autonomías político-territoriales de nacionalidades y regiones que consagra, como uno los principios básicos, el artículo 2 CE. Las Comunidades Autónomas tienen genuinos poderes legislativos. Y, por su parte, el Tribunal Constitucional ha considerado que las leyes autonómicas pueden cubrir por sí mismas la reserva constitucional de Ley, con lo que se establece la identidad de naturaleza con la ley ordinaria del Estado. La Ley del Estado y la Ley autonómica tienen, pues, el mismo rango y valor en sus respectivos ámbitos de competencia. b. Las complejas relaciones internormativas que se producen no pueden explicarse sobre el principio de jerarquía. Aparece, por el contrario, un principio esencial de relación internormativa, cual es el principio de competencia. 75 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Las normas autonómicas surgen en ámbitos competenciales reservados a favor de la respectiva Comunidad Autónoma por la Constitución y los Estatutos (arts. 143 y 147) por las leyes orgánicas de transferencia o delegación de facultades (art. 150.2) y por las leyes marco (art. 150.1 y 3). Dentro de esos ámbitos de autonomía las leyes y reglamentos del Estado no están supraordenados a las normas autonómicas antes bien están excluidos, por virtud de la reserva constitucional o legal. La pluralidad de ordenamientos implica que cada uno tenga un ámbito propio; de manera que una norma de Comunidad Autónoma que penetrase en el ámbito estatal o viceversa, sería nula por vulneración de las normas constitucional y estatutaria que han construido tal ámbito competencial. El principio de separación de los ordenamientos se instrumenta de forma recíproca ante el Tribunal Constitucional, bien mediante el recurso o cuestión de inconstitucionalidad, bien mediante el conflicto de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas, sin perjuicio de la garantía judicial ordinaria que presta la jurisdicción contencioso-administrativa. c. La indicada relación de los ordenamientos estatal y autonómico se producen sin perjuicio de la articulación de todos ellos en el supraordenamiento constitucional. La separación entre ordenamientos a que me he referido no es en manera alguna absoluta, sino que encuentra una articulación superior en la Constitución como norma fundamental o norma normarun. Así pues, la unidad del ordenamiento general del Estado se encuentra en el nivel constitucional que comprende y abarca la totalidad de los dos subsistemas: el estatal stricto sensu y los autonómicos. 76 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” De esta posición de cada ordenamiento con la Constitución, en cuanto tronco común de todos ellos, deriva: 1º. Si bien existe separación entre las dos clases de ordenamiento, estatal y autonómico, las relaciones respectivas de cada uno de ellos con la Constitución es de subordinación jerárquica. 2º. La validez de todas las normas, tanto del Estado como de los ordenamientos autonómicos, está condicionada a su constitucionalidad. 3º. No sólo el Derecho estatal, sino la totalidad de los Derechos autonómicos, comenzando por los Estatutos, deben ser interpretados “conforme a la Constitución”. d. A pesar de que la relación entre el ordenamiento estatal y los ordenamientos regionales se rija fundamentalmente por el principio de competencia, no constituyen, sin embargo, compartimentos estancos, en cuanto coinciden en un ámbito personal y territorial de aplicación, y existe una indudable interconexión en la vida social que determina que cualquier actuación administrativa pueda incidir en títulos competenciales diversos atribuidos al Estado y a las Comunidades Autónomas. Muy gráficamente lo ha expuesto la STSJ de Andalucía, Granada, de 21 de junio de 2010 (Ar. 356131), FD QUINTO: «Con todo ello puede determinarse que la relación existente entre las normas básicas estatales y las normas de desarrollo de las correspondientes Comunidades Autónomas se manifiesta en la imagen gráfica de tres círculos concéntricos: 77 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos - El primero y central: determinaciones de interés general, común denominador para todos, con efecto preclusivo o de cierre por ser imposible su modificación por el derecho de las Comunidades Autónomas y de desplazamiento respecto de derecho autonómico que pudiera estar hasta entonces regulando la materia. - El segundo: círculo de encuadramiento, en el que se incluyen todos los aspectos que quedan abiertos a la regulación de las Comunidades Autónomas a efectos de desarrollo de sus propias políticas. - El tercero: círculo de suplencia, en que la normativa básica se aplicará en las Comunidades Autónomas que no regulen la materia en tanto no dicten normas propias. Con esta base doctrinal, ha de determinarse que el legislador estatal establece una serie de pautas (la clasificación general de centros, servicios y establecimientos sanitarios) encomendando a las Comunidades Autónomas el desarrollo de esta materia, y también la ejecución de la misma. O sea, que existe una habilitación o mandato legal, ya que no agota el contenido y alcance de la materia regulada el propio texto legal, sino que se remite a lo que cada Comunidad Autónoma (dentro de su autonomía política) puedan determinar con amplitud de criterio, dejando abierta la posibilidad a que éstas puedan, según sus peculiaridades propias, ampliar la clasificación básica estatal. Además, esta regulación garantiza el derecho de los ciudadanos, porque somete a autorización administrativa el funcionamiento de otros establecimientos que procedan 78 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” a la adaptación individualizada de productos sanitarios, descripción que deberá concretar la propia normativa reguladora de los mismos». 5.3. Las competencias sobre los centros, servicios y establecimientos sanitarios: “bases-desarrollo” La Constitución Española de 1978, en su art. 149.1.16 otorga el Estado la competencia exclusiva en materia de “Bases y coordinación general de la sanidad”, y el art. 148.1.21 reconoce la posibilidad de que las Comunidades Autónomas, a través de sus Estatutos de Autonomía, asuman competencias en materia de “Sanidad e higiene”. Esta distribución competencial posibilita que Estado y Comunidad Autónoma regulen de modo global este ámbito jurídico. Al primero le corresponde establecer el régimen jurídico básico, y a la segunda, establecer la normativa de desarrollo. Las consecuencias son las siguientes54: a. La atribución al Estado del establecimiento del mínimo común normativo o la regulación principal uniforme que debe existir y aplicarse con carácter general en todo el territorio nacional. De este modo se asegura un común denominador normativo, a partir del cual cada Comunidad puede establecer las propias peculiaridades. b. Las bases, que tienen según el Tribunal Constitucional un carácter material o sustantivo, en materia de sanidad comprende, como manifestación esencial y característica, la elección del propio modelo sanitario atribuido, sin duda, al Estado. Y a partir de tal opción la legislación estatal, en defensa del interés general, diseña el fundamento propio de las bases con un contenido circunstancial y variable y los consiguientes efectos de preclusión o de desplazamiento para la normativa autonómica, sin perjuicio, claro está, del ulterior y eventual control del Tribunal Constitucional. 54 Vide STS de 13 de octubre de 2003 (Ar. 7917), FD QUINTO. 79 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos La STSJ de Madrid, de 10 de julio de 2007 (Ar. 801), FD CUARTO, advierte claramente sobre esta cuestión al afirmar: «[…] en este caso ya no podemos acudir al principio de jerarquía, sino al principio de competencia que es el que articula las relaciones entre las normas estatales y autonómicas. […]. Como claramente puede colegirse de esta explicación, las normas que se contienen en el citado Real Decreto que afectan al “contenido funcional de las profesiones (de odontólogo, protésico dental e higienista dental) vinculadas a los correspondientes títulos académicos habilitantes” y que regulan, por tanto, “dichas profesiones, así como sus cometidos principales, capacidades y responsabilidades”, se han dictado por el Estado al amparo del título competencial previsto en el art. 149.1.30 CE, que atribuye al Estado la competencia sobre la “regulación de las condiciones de obtención, expedición y homologación de títulos académicos y profesionales y normas básicas para el desarrollo del art. 27 de la Constitución, a fin de garantizar el cumplimiento de las obligaciones de los poderes públicos en esta materia”. Y en cambio, las normas contenidas en dicho Real Decreto que afectan a “los requisitos básicos y mínimos correspondiente a los centros, servicios y establecimientos de salud dental”, se han dictado por el Estado al amparo del título competencial previsto en el art. 149.1.16 CE, que atribuye al Estado la competencia, entre otras materias, sobre las “bases y coordinación general de la sanidad”. En este caso, la cuestión discutida -obligación de tener hojas de reclamaciones en los servicios, centros y establecimientos sanitarios públicos y privados, incluidos los de salud dental80 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” afecta a los requisitos de funcionamiento de dichos servicios y establecimientos sanitarios por lo que el título competencial que debemos aplicar es el de “bases y coordinación general de la sanidad”, estableciendo en el art. 149.1.16 CE, en cuya virtud, corresponde al Estado en esta materia la legislación básica y a las Comunidades Autónomas el desarrollo de esas bases, […]. Por tanto, nada tiene de extraño que el citado Real Decreto no establezca la obligación de llevar hojas de reclamaciones en los centros y establecimientos relativos a la salud dental y que esta obligación se imponga, “ex novo”, en la legislación autonómica que venimos analizando ya que el concepto material de “bases” impide que la legislación del Estado agote la materia a la que las bases se refieren, pues el desarrollo autonómico de las bases debe permitir a las Comunidades Autónomas llevar a cabo sus propias políticas en la materia, siempre dentro de aquellas bases. Así pues, las bases estatales deben respetar un ámbito de actuación propia de las Comunidades Autónomas, pues la autonomía significa la posibilidad de seguir políticas propias, de forma que siempre ha de quedar un margen de decisión a las Comunidades Autónomas para el desarrollo, como consideren oportuno, de las bases estatales. Y así, como tempranamente señaló el Tribunal Constitucional, “el establecimiento por parte del Estado de las bases de la ordenación no puede llegar a tal grado de desarrollo que deje vacías de contenido las correlativas competencias de la Comunidad. En consecuencia, ninguna discordancia con el ordenamiento jurídico puede extraerse del hecho, puesto de relieve en la demanda, de que el RD 1594/1994, no establezca 81 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos esta obligación y si se imponga dicha obligación en la norma reglamentaria autonómica analizada, pues se trata, simplemente, del juego normal de la técnica competencial “bases-desarrollo”». c. El propio mecanismo de bases más desarrollo y aludidos efectos de preclusión y desplazamiento en la determinación de lo básico de una materia, además del efecto de suplencia, determina que las Comunidades Autónomas no tengan supeditado el ejercicio de su competencia normativa de desarrollo a que el Estado dicte la norma básica. Si el legislador no ha definido las bases de una materia, ello no significa que no existen ni tampoco que el legislador comunitario autonómico no pueda legislar hasta que el estatal las defina55. La STS de 6 de julio de 2005 (Ar. 9541), en un caso donde se cuestiona el carácter básico del RD 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, afirma (FD PRIMERO): «[…]. Tampoco puede llegar a comprender esta Sala a que tipo de doctrina constitucional se refiera la actora cuando alega que ésta no reconoce que se pretenda dotar de carácter 55Vide STS de 6 de julio de 2005 (Ar. 9541), FD PRIMERO: «[…]. Este Tribunal ignora por qué razón la actora pretende limitar el carácter complementario y de desarrollo normativo del RD 1277/03 a la Ley de 25 de abril de 1986, y en concreto a su artículo 29. La simple lectura del preámbulo del mismo incluso de sus primeros párrafos, ya pone de manifiesto que el reglamento impugnado se propone desarrollar y complementar dos disposiciones con carácter de ley formal: la ya mencionada General de Sanidad y la Ley 16/03, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, que precisamente regula con carácter básico las garantías mínimas de seguridad exigibles para la regularización y autorización, por parte de las Comunidades Autónomas, de la apertura y puesta en servicio de centros, servicios y establecimientos sanitarios en su respectiva demarcación territorial. Añadiéndose en el párrafo tercero del mismo preámbulo, que constituye la finalidad del RD 1277/03 la regulación de las bases de autorización de dichos centros, servicios y establecimientos sanitarios de conformidad con lo preceptuado en las Leyes de 25 de abril de 1986 y 28 de mayo de 2003». 82 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” de normativa básica en la materia que regula el Real Decreto cuestionado. Ciertamente que el argumento se formula en términos absolutamente genéricos, sin descender con el debido detalle al caso que nos ocupa; pero, de todas formas, lo cierto es que la doctrina constitucional y la jurisprudencia de esta Sala han reconocido en muchas ocasiones el carácter básico -a los efectos del artículo 149.1 de la Constitución- de disposiciones que adoptan la forma de Real Decreto, siempre que se ajusten a los requisitos que en este caso, precisamente concurren. En efecto: refiriéndonos únicamente a la doctrina constitucional que sirve de término de contraste a la demandante, la noción de legislación básica a que se refiere el artículo 149 ha de ser entendida en sentido material, no siendo absolutamente necesario que revista el carácter de ley formal cuando: a) bien careciendo de legislación postconstitucional sobre el tema, el Gobierno regule una materia básica, siempre que de la legislación preconstitucional pueda inferirse claramente cuales sean las bases establecidas sobre la misma; b) bien cuando existiendo normas postconstitucionales que definan lo que resulta básico sobre una materia determinada, la posterior regulación complementaria por vía de reglamento viniese autorizada en virtud de una habilitación legal y esa posterior regulación se refiera a un aspecto de dicha materia cuya naturaleza haga inadecuada e innecesaria su regulación en virtud de Ley formal. Tanto la Ley General de Sanidad (artículo 29.2) como la de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud (Disposición Final 5ª), básicas en la materia, autorizan al 83 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Gobierno a dictar las disposiciones complementarias que sean precisas sobre calificación, registro y autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, tema que constituye el objeto explícito del RD 1277/03, y que desde luego no constituye materia idónea para ser reglada mediante Ley formal». VI. La reforma del régimen local en España La reforma del régimen local en España está en marcha. El pasado 6 de septiembre de 2013 fue publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, el proyecto de Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local. Entre los objetivos básicos se persiguen los siguientes: «clarificar las competencias municipales para evitar duplicidades con las competencias de otras Administraciones de forma que se haga efectivo el principio “una Administración una competencia”, racionalizar la estructura organizativa de la Administración local de acuerdo con los principios de eficiencia, estabilidad y sostenibilidad financiera, garantizar un control financiero y presupuestario más riguroso y favorecer la iniciativa económica privada evitando intervenciones administrativas desproporcionadas». Estos objetivos básicos de la propuesta legislativa tienen un antecedente inmediato relevante. Me estoy refiriendo a la reforma del art. 135 de la Constitución española, que en su nueva redacción dada en 2011, consagra la estabilidad presupuestaria como principio rector que debe presidir las actuaciones de todas las Administraciones públicas. En desarrollo de este precepto constitucional se aprobó la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que exige nuevas adaptaciones de la normativa básica en materia de Administración local para la adecuada aplicación de los principios de estabilidad presupuestaria, sostenibilidad financiera o eficiencia en el uso de los recursos públicos locales. 84 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Por ello, es cierto que se busca mejorar un modelo competencial que ha dado lugar a disfuncionalidades y duplicidades, un modelo excesivamente complejo, pero sobre todo, un modelo que tiene una estrecha vinculación con el déficit de las haciendas locales. Se hace prevalecer el titulo competencial sobre Hacienda general y deuda del Estado (art. 149.1.14ª) con el aval que se desprende de la STC 233/99. Además de la revisión de lo que denomina competencias propias (y por exclusión las impropias), reforzar el papel de las Diputaciones provinciales, enjuiciar el modelo, tipología y viabilidad económica de los entes instrumentales, racionalización de los servicios y determinación del coste efectivo de los mismos, un control económico-financiero más riguroso, o plantear fórmulas de liberalización económica en el ámbito del uso de autorizaciones administrativas para iniciar una actividad económica (lo limita a los supuestos en los que su necesidad y proporcionalidad queden claramente justificadas), no plantea medida alguna respecto de la sostenibilidad urbana. Dicho de otro modo, la reforma en ciernes (una de las más relevantes de los últimos años, desde el punto de vista cualitativo por afectar a más de 8.000 municipios, y desde el punto de vista cuantitativo, por el volumen de capital, ciudadanos, empleados públicos y servicios afectados) se olvida del origen y dimensión de la calidad de vida de los ciudadanos, en un pragmatismo economicista que se aleja de las tendencias candentes y de los deseos de los administrados. Así lo atestigua el penúltimo párrafo de la presentación del Proyecto de Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local: «La presente ley tiene como objeto principal modificar la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, así como el texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, aprobado por el Real Decreto 85 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Legislativo 2/2004, de 5 de marzo. Asimismo, se derogan, entre otras, la disposición adicional segunda y la disposición transitoria séptima de la Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público, y se modifica la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, para incluir una nueva disposición adicional». VII. Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas56 Los requisitos que establece la disposición transitoria primera de la Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, son que el régimen previsto en la disposición transitoria tercera, apartado 3, de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, se aplique igualmente a los núcleos o áreas que, a su entrada en vigor, no estuvieran clasificados como suelo urbano pero que, en ese momento, reunieran alguno de los siguientes requisitos: a) En municipios con planeamiento, los terrenos que, o bien cuenten con acceso rodado, abastecimiento de agua, evacuación de aguas residuales y suministro de energía eléctrica y estuvieran consolidados por la edificación en al menos un tercio de su superficie, o bien, careciendo de alguno de los requisitos citados estuvieran comprendidos en áreas consolidadas por la edificación como mínimo en dos terceras partes de su superficie, de conformidad con la ordenación de aplicación; b) En municipios sin planeamiento, los terrenos que, o bien cuenten con acceso rodado, abastecimiento 56 Vide PÉREZ GÁLVEZ Juan Francisco, “Servidumbre de protección en la Ley 2/2013, de 29 de mayo, de Protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas”, en PÉREZ GÁLVEZ Juan Francisco (Dir.), Costas y urbanismo. El litoral tras la Ley 2/2013, de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley de Costas, La Ley-El Consultor de los Ayuntamientos, Madrid, 2013, pp. 389-526. 86 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” de agua, evacuación de aguas residuales y suministro de energía eléctrica y estuvieran consolidados por la edificación en al menos un tercio de su superficie, o bien, careciendo de alguno de los requisitos citados, estuvieran comprendidos en áreas consolidadas por la edificación como mínimo en la mitad de su superficie. En virtud de los antecedentes expuestos al analizar el grupo normativo regulador, se trataría de verificar que se dan las condiciones de disponibilidad de los servicios referidos, y que el grado de consolidación fuese el que determina. En el supuesto de los municipios sin planeamiento, con una rebaja respecto de lo exigido en la normativa que tradicionalmente ha posibilitado el cumplimiento de estas condiciones excepcionales respecto al grado de consolidación. Para verificar lo establecido, los informes emitidos por las Administraciones locales deben ser claros y precisos. Dicho de otro modo, deben acreditar el grado de consolidación, los servicios enumerados y que tales servicios tuviesen el nivel de implantación exigible, es decir, las características adecuadas para servir a la edificación que sobre ellos exista o se hubiese de construir. Y si la dotación de servicios no estaba presente con esa intensidad, o los informes no lo advierten con claridad, no cabe afirmar que los terrenos reúnan la consideración de suelo urbano conforme a los criterios establecidos en el grupo normativo regulador vigente en el momento de la entrada en vigor de la Ley de Costas. Las manifestaciones emitidas por la Administración municipal y por la Administración autonómica (procedimiento bifásico), deben ser convincentes. No siempre es así (SAN de 9 de marzo de 2005, Recurso Contencioso-Administrativo núm. 1592/2001, F.D. 3º): 87 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos «Por otra parte, y esto es quizá lo más relevante, las manifestaciones contenidas en esos informes no resultan demasiado convincentes porque esas Administraciones municipal y autonómica que suscriben ese parecer en 1999 son las mismas que, siguiendo el procedimiento bifásico característico del planeamiento urbanístico, habían aprobado en 1987 una revisión del PGOU de Cartagena en la que los terrenos aparecían caracterizados como suelo urbanizable programado. Y puesto que aquí debemos atender a las características urbanísticas que tenían los terrenos cuando entró en vigor la Ley de Costas -julio de 1988- debemos otorgar prevalencia a la clasificación de suelo urbanizable programado que les atribuyó la revisión del planeamiento de 1987 pues constituye una constatación de la realidad hecha en un momento relativamente próximo en el tiempo, a diferencia de aquellos otros informes emitidos bastante años más tarde, en marzo y julio de 1999. Además, esta Sala considera escasamente consistente la explicación que ofrece el informe que emitió el Ayuntamiento en 1999 para intentar justificar que en la revisión del planeamiento de 1987 se clasificasen como suelo urbanizable programado unos terrenos que -según se dice- ya entonces merecían la consideración de suelo urbano. Señala el informe del Ayuntamiento que la inclusión de estos terrenos como suelo urbanizable programado «[…] fue a efectos de gestión global, con intención de delimitar en el planeamiento un polígono que recogiera esa zona como consolidada, limitándose la gestión a la cesión y urbanización de viales por parte del promotor». De entrada, esa explicación alberga alguna contradicción pues si se afirma que los terrenos contaban ya con los servicios del artículo 78 del texto refundido, donde incluyen las obras de 88 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” urbanización y los accesos rodados, no se entiende bien que se clasificase como suelo urbanizable programado al solo efecto -según se dice- de gestionar la cesión y urbanización de viales por parte del promotor. En definitiva, ese intento de explicación nos parece poco clarificador y nada convincente que los terrenos no puedan ser una cosa y la contraria según a qué efectos. Dicho de otro modo, no cabe aceptar que las Administraciones con competencias urbanísticas atribuyan a los terrenos una consideración en un momento dado y a unos determinados efectos -por ejemplo, a efectos de urbanización, cesión de viales o cesiones de aprovechamiento urbanísticopara luego desdecirse años más tarde y pretender que las cosas eran ya entonces de otra manera, cuando lo que se dilucida es únicamente la anchura que debe atribuirse a la servidumbre de protección prevista en la Ley de Costas. […]». Tampoco es admisible hacer valer otra sentencia respecto de la misma zona o urbanización, siempre que no quede acreditada la ubicación exacta y sobre todo, que las parcelas afectadas no tuviesen en la fecha de entrada en vigor de la Ley de Costas el mismo grado de consolidación edificatoria y de dotación de servicios que las que figuran en la sentencia utilizada como prueba. La Ley exige un juicio jurídico, no de la Administración de Costas, sino de la Administración urbanística que aprecie la existencia de una situación urbana consolidada. Reconocimiento expreso que deberá concederse conforme a la Ley, al estar sometida la Administración a la Ley y al Derecho (art. 103 CE). Por tanto, a efectos de la norma, debe considerarse reconocimiento expreso, tanto la resolución expresa de la Administración urbanística admitiendo la existencia del área urbana, como la resolución judicial reconociendo 89 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos dicho carácter pese al criterio contrario de la Administración. Reconocimiento que será declarativo, no constitutivo, es decir, que la Administración deberá limitarse a declarar, en su caso, lo que “ex lege”, ya es suelo urbano. La norma en estos casos, no exige que el acto o resolución de la Administración sea anterior a la vigencia de la Ley de Costas, lo que exige, lógicamente, es que la situación urbana consolidada sea anterior a la Ley, siendo este dato el concluyente. La reforma para la aplicación de la Disp. Transitoria 3.3 LC establece la necesidad de que los núcleos o áreas sean delimitados o clasificados por la Administración urbanística competente. Para ello deberán contar con un informe «previo» y «favorable» del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que deberá pronunciarse sobre la delimitación y compatibilidad de tales núcleos o áreas con la integridad y defensa del dominio público marítimo-terrestre. En el plazo de dos años desde la entrada en vigor de la modificación de la LC se podrá instar el régimen previsto para aplicar la Disp. Transitoria Tercera.3.1. Este plazo se reduce a tres meses cuando las Administraciones ya hayan delimitado o clasificado como suelo urbano a los núcleos o áreas a que se refiere el apartado primero de la Disposición Transitoria primera de la Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas. El informe favorable del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente que deba pronunciarse sobre la delimitación y compatibilidad de los núcleos o áreas con la integridad y defensa del dominio público marítimo terrestre deberá emitirse en el plazo de dieciocho meses desde que haya sido solicitado por la Administración urbanística. 90 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Idéntico plazo de resolución se aplicará cuando se trate de suelos delimitados o clasificados como urbanos en el supuesto de núcleos o áreas en los que se cumplan los requisitos establecidos en el apartado primero de esta disposición transitoria. En caso de que el informe no se emita en el plazo establecido (ambos supuestos), se entenderá que es favorable. La resolución que adopte el Ministerio declarará la compatibilidad de los núcleos o áreas delimitados o clasificados como suelo urbano con la integridad y defensa del dominio público marítimo-terrestre. Se trata de prevenir situaciones como la abordada en la STS de 5 de julio de 2006: «La circunstancia de que un suelo haya sido incorporado a un proceso urbanizador no desnaturaliza su condición geomorfológica, estando contemplada en las Disposiciones Transitorias de la propia Ley de Costas la compatibilidad del dominio público marítimo-terrestre con la clasificación como urbano del suelo por haber sido urbanizado en ejecución del planeamiento, de manera que la urbanización de un terreno no constituye un hecho excluyente de la definición legal contenida en los artículo 3.1 b de la Ley de Costas y 3.1 b de su Reglamento, por lo que si, como en este caso, se ha demostrado que constituye un importante depósito de arenas litorales, debe incluirse en el dominio público marítimoterrestre». Esta concurrencia de requisitos posibilita que la servidumbre de protección de veinte metros se aplique a los núcleos o áreas delimitados o clasificados como suelo urbano. En virtud del régimen competencial para delimitar suelo, parece poco probable que las consideraciones ministeriales sobre este aspecto pudieran prosperar, sin fundamento en la compatibilidad objeto de verificación. 91 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos El informe deberá ser motivado con carácter general, y especialmente si a lo largo del procedimiento se han puesto de manifiesto contradicciones, o se modifica el criterio mantenido hasta ese momento. La razón última que sustenta el deber de motivar reside en la exigencia de interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos. Y la misma cumple una doble finalidad inmediata: garantizar el eventual control jurisdiccional, y permitir conocer al interesado el fundamento de la decisión. En caso de que no se emitiera el informe en plazo, se entenderá que es favorable. Este silencio positivo puede suponer un auténtico agujero negro para propiciar una clasificación, que de otro modo, sería difícil obtener. Es verdad, que la última palabra la sigue teniendo la Comunidad Autónoma, pero recordemos que se trata de un procedimiento bifásico, donde en caso de discrepancia habría que determinar muy bien el porqué de la misma, en virtud del reconocimiento de la tutela judicial efectiva que asiste a todos los ciudadanos. 92 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “La descentralización en los Estados federales: aproximación al modelo argentino” Por: Gregorio Alberto Flax Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. Introducción. II. Algunos criterios básicos para entender la descentralización. 2.1. Características de un ente descentralizado. 2.2. Clases de descentralización. III. Estructura constitucional de un Estado federal. El caso de la República Argentina. 3.1. Instituciones y características de la organización provincial. i. Órganos provinciales. a. Gobernadores. b. Intervención federal. 3.2. Municipios. i. Condición jurídica. ii. Autonomía de los municipios en la Constitución Nacional. iii. Reforma de 1994. iv. Principales órganos y competencias municipales. v. Situación de la Ciudad de Buenos Aires. IV. Alguna experiencia negativa de la descentralización. 4.1. Principales rasgos característicos de la Agencia de Protección Ambiental (APrA). 4.2. Razones que me conducen a negar la independencia de la Agencia de Protección Ambiental (APrA) y su pertenencia al sistema concurrencial. V. Colofón. VI. Anexo: Ley N° 2628 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 93 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “La descentralización en los Estados federales: aproximación al modelo argentino”* Por: Gregorio Alberto Flax** A. Abstract En Estados federales, los territorios subnacionales han otorgado parte de sus competencias al nivel central de gobierno. Se observan procesos de descentralización de nivel institucional, cuando la Administración central de gobierno, descentraliza una competencia a una agencia o entidad gubernamental especializada. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno de la ciudad ha creado una Agencia de Protección Ambiental (APrA), cuya conformación es analizada por el autor, quien además concluye que se trata de un caso de descentralización no independiente, por sus características de autoridad nombrada directamente por el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de libre remoción, cargo no sujeto a proceso de selección, la capacidad del gobierno local para revisar los actos de la Agencia en sede administrativa, carencia de nivel institucional de participación ciudadana. B. Keywords Estado federal - Estados subnacionales - Descentralización institucional * Ponencia presentada el martes, 12 de noviembre de 2013 en el Seminario Internacional “La descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. ** Abogado por la Universidad de Buenos Aires. 1986. Profesor titular y adjunto de varias cátedras en su alma máter, así como en la Universidad de Belgrano, Universidad de Palermo, Universidad Nacional de Tucumán y otras instituciones. Profesor de posgrado. Especialización en Administración de Justicia. Instituto Superior de Estudios para la Justicia (ISEJUS). Profesor de Derechos Humanos. Instituto Provincial de Administración Pública (IPAP). Profesor invitado de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado - Procuración del Tesoro de la Nación. Responsable Jurídico en el Organismo Regulador de Seguridad de Presas. Asesor de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Jurado designado por el Consejo de la Magistratura de la Nación para la selección de jueces federales. Obras publicadas: Coautoría: “Decreto Ley 19549 de Procedimientos Administrativos”. Comentada y concordada. “El Control de Convencionalidad”. “Derechos Humanos”. Doctrina. Casos y Materiales. “Fichas Didácticas de Derecho Administrativo”. “Tratado de Derecho Administrativo”. Autor Agustín Gordillo. Coautor. “Derechos Humanos”. 95 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos I. Introducción La descentralización administrativa es un tema que día a día despierta mayor interés y se hace imprescindible su estudio ante la convertibilidad de los Estados, producto de los cambios que se han producido en el mundo. Esta transferencia de autonomía por la cual el Estado subnacional puede tomar decisiones propias tanto desde lo administrativo como desde lo político y lo fiscal, es la aspiración que se encuentra latente en las provincias, distritos, gobernaciones, o cualquiera sea el nombre que reciben los Estados subnacionales. Pero más allá de la aspiración que puedan tener esos Estados subnacionales, la pregunta es: ¿por qué tienen esa aspiración? y la respuesta que le observo a esa incógnita es: para utilizar de manera efectiva y eficiente los recursos públicos, aplicando políticas públicas adecuadas. Las políticas públicas adecuadas, son aquellas que son el resultado de visiones y marcos conceptuales sobre cómo superar las crisis sociales, económicas, políticas, institucionales y éticas que requieren equipos interdisciplinarios de esfuerzos permanentes dedicados al tema, investigando y desarrollando nuevas ideas que puedan ser aplicadas conforme la idiosincrasia propia de cada Estado en particular. Porque de esta manera se podría mejorar la acción del Estado en los niveles regionales, provinciales, municipales; reconociendo de una mejor manera las necesidades de los habitantes y así anticiparse a los problemas y conflictos antes de que estallen, por medio de soluciones anticipadas, utilizando en forma más eficiente los recursos y buscando mayor equidad. 96 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Pero no olvidemos que para esto es necesario que el debate sea permanente, objetivo, buscando la transparencia de gestión, reduciendo lo ideológico partidario, priorizando los hechos y las razones para buscar consensos y aclarar disensos sobre prejuicios o creencias. Creo que la investigación en políticas públicas por parte de las universidades, con la rigurosidad científica y académica que le es propia y una discusión profunda y concreta sobre estos temas, es una acción que contribuye a formar el capital humano que va a tener dos grandes beneficiarios: las personas y el Estado. II. Algunos criterios básicos para entender la descentralización Lo primero que nos preguntamos es: ¿qué es la descentralización? Y la respuesta es muy simple, es una técnica de organización. Podemos conceptualizarla como la transferencia de competencia de la Administración Central a un nuevo ente, que está separado de la Administración Central, dotado de personería jurídica propia y constituido por órganos que expresan la voluntad del ente y que tienen encomendada la realización de políticas públicas u objetivos públicos. Dentro de esta dación o transferencia de competencias considero algunos puntos: En primer lugar, en la descentralización es conveniente la disminución de la tutela o vigilancia de la Administración Central sobre la descentralizada ya que, al crear una nueva persona jurídicopublica dentro del Estado, que administra bajo su responsabilidad materias o servicios específicos, se hace necesario circunscribir 97 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos dicha tutela a la legalidad, constitucionalidad o convencionalidad de las decisiones del órgano descentralizado y no a la discrecionalidad, oportunidad, mérito o conveniencia ya que en caso contrario nos encontraríamos con un órgano desconcentrado y no descentralizado. No puede haber descentralización cuando no se traspasan competencias o existe disminución de las facultades derivadas de la jerarquía de los órganos superiores respecto de los inferiores, así como tampoco puede darse, cuando se transfieren las competencias pero el ente descentralizado no actúa como tal; sino que lo hace como órgano de la Administración Central. 2.1. Características de un ente descentralizado Entonces, ¿cuáles son las características que debe tener un ente descentralizado? a. Contar con una personalidad jurídica propia; es decir, actuar por sí mismos, teniendo capacidad legal para estar en un proceso judicial como actor o demandado; b. Contar con una asignación legal de recursos; es decir, que más allá de contar en el presupuesto general con una partida presupuestaria, tener la facultad legal de percepción de tasas y/o impuestos, y contar con recursos propios; c. Su patrimonio es estatal, entendiendo por ello que, si bien tiene la libre disposición legal de los bienes, el Estado puede suprimir dicho ente descentralizado y disponer el destino de los fondos; y, 98 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” d. Tiene la facultad de administrarse a sí mismo; es decir, que tiene la competencia para resolver sus problemas sin tener que recurrir a la Administración Central o excepcionalmente en aquellos casos previstos en la Ley. 2.2. Clases de descentralización a. Territorial: donde la competencia se encuentra delimitada geográficamente vgr. Municipio, Distritos, Provincias, Regiones, etc. b. Institucional: i. Entidades Autárquicas: llevan a cabo cometidos típicamente administrativos con un régimen de derecho público vgr. Las Universidades; ii. Empresas del Estado que desarrollan una actividad comercial y/o industrial con un régimen jurídico publico/ privado según su norma de creación; y, iii. Entidades descentralizadas atípicas, vgr. Entes reguladores de servicios públicos. III. Estructura constitucional de un Estado federal. El caso de la República Argentina La República Argentina, conforme su Constitución (art. 1) es un Estado Representativo, Republicano y Federal. Entendiendo por Federalismo, que las Provincias se subordinan a un Estado Central o Federal, al que han delegado parte de sus competencias y facultades propias y originarias, así como manteniendo otras. 99 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos A modo de ejemplo, se delegó la legislación sustantiva o de fondo, pero no los procedimientos, es decir, son entidades autonómicas que actúan en un orden gubernativo distinto al del Estado Nacional. Respecto a la autonomía provincial su alcance se encuentra fijado por la propia Constitución en sus arts. 5º, 121º, 122º y 123º1, donde establece que las Provincias se dictan su propia Constitución pero esta no podrá contener cláusulas contrarias a la Constitución Nacional, se dan sus propias instituciones, eligen sus autoridades y se rigen por las normas que ellas mismas se dan, la administración de justicia y la autonomía municipal. Esta característica es la autonomía; es decir, la posibilidad de autonormarse y autoadministrarse. Ahora bien, ¿Cómo es el juego de relaciones en estos tres estamentos: Nación – Provincia – Municipio? 1 “Articulo 5°.- Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal y la educación primaria. Bajo de estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones. Articulo 121°.- Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por actos especiales al tiempo de su incorporación. Articulo 122°.- Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas. Eligen sus gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia, sin intervención del Gobierno federal. Articulo 123°.- Cada provincia dicta su propia Constitución, conforme a lo dispuesto por el Articulo 5° asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero. Articulo 124°.- Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto.” Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio. 100 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Encontramos que la relación es de distintos aspectos: De coordinación: que se establecen sobre la base de un reparto territorial de competencias, suponen un reparto de atribuciones a las distintas esferas de poder. Pueden configurarse al acordarles facultades exclusivas a las provincias (Vgr. elección de sus autoridades y atribución de regirse por sus propias instituciones) o bien al atribuirle facultades en concurrencia con el Estado Nacional (Vgr. promover la industria, la inmigración, construcción de ferrocarriles). De supra y subordinación: se manifiestan en virtud de la necesidad de que los Estados subnacionales se subordinen a los principios básicos de la organización nacional, dado que el Estado federal es titular de la soberanía y prevalece sobre las provincias.2 De integración: expresan que, tanto la Nación como las provincias, integran un sólo país. Se trata de atribuciones que tienen los Estados subnacionales para participar en la formación de la voluntad de la Nación. En nuestra organización constitucional, se manifiesta a través de la participación en el Congreso Nacional de los senadores de cada una de las provincias. 3.1. Instituciones y características de la organización provincial Las provincias se organizarán sobre la base de una división tripartita de poderes: 2 Así, normas tales como los arts. 6 y 31 de la Constitución Nacional referidos a la intervención federal a las provincias y supremacía de la Constitución, respectivamente. 101 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos • Un Poder Ejecutivo, que tiene a su cargo la administración y cuyo titular es el Gobernador; • Un Poder Legislativo integrado por una o dos cámaras (Vgr. La Provincia de Tucumán es unicameral); • Un Poder Judicial, que tiene a su cargo la decisión de las causas que versen sobre cuestiones de derecho privado y de derecho público local. i. Órganos provinciales Si bien todas las provincias han constituido un Poder Ejecutivo a cargo de un órgano denominado “gobernador”; un Poder Judicial a cargo de una Corte Suprema de Justicia o Superior Tribunal de Justicia y Tribunales inferiores (de una o dos instancias, según las provincias); y, un Poder Legislativo compuesto por una o dos cámaras, cada una de las provincias presentan caracteres propios en cuanto a la forma de organizarse. Así, en el ámbito de los organismos ejecutivos, existe una marcada tendencia a la creación de entes u órganos con competencias específicas que, por su naturaleza, podrían ser creados por ley o decreto. Es así que muchas Constituciones Provinciales prevén la existencia de Fiscales de Estado, Asesores de Gobierno, Tribunales de Cuentas, Consejos de Educación u otros órganos específicos. a. Gobernadores Es el representante del Poder Ejecutivo de la provincia y tiene a su cargo el gobierno y administración de la misma. Sus atribuciones, administrativamente hablando, son similares a las del Presidente de la Nación. 102 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” El carácter de agente del gobierno nacional que tienen los gobernadores no significa que sean funcionarios nacionales; y, menos aún, que dependan jerárquicamente del Presidente, ya que la autonomía provincial impide la configuración de una relación de subordinación jerárquica. b. Intervención federal Institución por la cual el gobierno nacional toma a su cargo, transitoria y excepcionalmente, el gobierno y la administración de una provincia. Las formas que la intervención federal puede adoptar son dos: de oficio (para asegurar la forma republicana de gobierno o repeler invasiones, etc.); o bien a pedido de autoridades provinciales (para sostener al gobierno local o restaurarlo en caso de que hubiera sido depuesto por invasión o sedición). El art. 5 de la Constitución Nacional establece: “Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones”. 3.2. Municipios El art. 5 de la Constitución Nacional, como vimos, exige a las provincias que aseguren el régimen municipal como condición para garantizar el ejercicio y goce de sus instituciones. Sus fines se circunscriben a la atención de las necesidades colectivas de carácter local, utilizando en forma indistinta técnicas de policía, de fomento, como de servicio público, siendo su misión resolver libremente los asuntos de la sociedad local. 103 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos El origen de los municipios se remonta al Derecho Romano y, en nuestro país, su génesis hay que ubicarla en los cabildos coloniales. i. Condición jurídica Hasta antes de la reforma a la Constitución Nacional de 1994, las opiniones sobre la condición jurídica del municipio en el ámbito del Derecho Constitucional estaban divididas. Para unos los municipios tenían autonomía, mientras que para otros eran entes autárquicos. En 1989, con el fallo “Rivademar c/ Municipalidad de Rosario”, la Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoce la llamada autonomía municipal. Luego de esto, la doctrina se dividió, por un lado, en si se trataba de una autonomía absoluta o si era relativa o de segundo grado. El art. 123 de la Constitución Nacional reformada en 1994 establece: “Cada Provincia dicta su propia Constitución, conforme a lo dispuesto por el art. 5º asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero”. Vemos, con el artículo nuevo, que la Constitución Nacional de 1994 estatuye y consagra el principio de la autonomía municipal, y establece que las provincias pueden reglar el alcance y contenido de la autonomía en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero. ii. Autonomía de los municipios en la Constitución Nacional Por lo prescripto por los arts. 123 y 124 de la Constitución 104 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Nacional3 se dispone que el alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero de la autonomía municipal corresponde que sea reglado por la Constitución de cada provincia, con arreglo al sistema y a los principios de la Constitución Nacional. En base a esto, existen dos diferentes tipos de regímenes municipales: a. Municipios de Carta o Convención: se atribuye competencia a las municipalidades para dictar sus propias Cartas Orgánicas. b. Municipios de Delegación: la atribución compete a la Legislatura provincial. En la actualidad, aún a partir del principio de la autonomía municipal del art. 123 de la Constitución Nacional, conviven sistemas diferentes en cuanto a la atribución de competencia, dándose dos situaciones distintas: o bien la competencia se encuentra limitada por leyes orgánicas provinciales, o el reconocimiento de poderes a los municipios para dictar sus cartas orgánicas es mayor. Sin embargo, en los dos supuestos, como los poderes de los municipios se encuentran sometidos al Poder Constituyente Provincial, se trata de una autonomía relativa o de segundo grado. 3 “Artículo 123.- Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el art. 5° asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero. Artículo 124.- Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico - social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno Federal o el crédito público de la Nación; con conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto. Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio.” 105 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos iii. Reforma de 1994 El art. 5 de la Constitución Nacional establece: “Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones”. Esta norma representa la consagración constitucional de la autonomía comunal y aún más: determina las materias en las que dicha autonomía deberá hacerse presente. En Argentina, todos los municipios gozarán, en alguna medida, de autonomía (institucional, política, administrativa, económica y financiera). Una Constitución provincial que omitiere brindarla sería contraria a aquella pauta federal. iv. Principales órganos y competencias municipales Los siguientes son los principales órganos municipales: Poder Legislativo Órgano Ejecutivo Atribuido al Consejo Deliberante. Sus miembros son elegidos popularmente con la función de dictar ordenanzas de tipo legislativo destinadas tanto al Poder Ejecutivo Municipal como a los administrados. Atribuido al Intendente. Se organiza de modo similar a la administración nacional y provincial. El Intendente cuenta con la asistencia de Secretarios (equivalentes a ministros), quienes refrendaran los actos que la cabeza del ejecutivo emita, denominados decretos. Por debajo de los Secretarios se organizan direcciones, departamentos, divisiones, encolumnados jerárquicamente. 106 Órgano con competencia jurisdiccional Atribuido al Tribunal de Faltas, a quien le compete el juzgamiento de cuestiones menores que involucren a los administrados con el municipio. Sus decisiones son revisables por la justicia nacional o provincial, según corresponda a cada caso concreto. Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” En lo que atañe a las competencias de los municipios, corresponde individualizar a las siguientes, dentro de las facultades de índole normativa de las comunas: 1. Régimen edilicio y urbano: corresponde al municipio el control y regulación respecto al desarrollo urbano. Los mismos son los que dictan los Códigos de Edificación, la Legislación sobre caños, etc. 2. Regulación y habilitación de locales con acceso al público: en lo que se refiere al control e inspección de los mismos (seguridad, higiene, estética, moralidad, etc.). 3. Regulación del tránsito vehicular: las normas sobre estacionamiento, velocidades máximas y mínima, sentido de las calles, etc., las cuales están destinadas a regir en el ejido comunal, corresponden al municipio. El Registro del Automotor corresponde a la Nación, pero la tributación corresponde al municipio. 4. Espectáculos públicos: excepto en materia de cinematografía, ámbito en el que existe un ente nacional que califica a las películas (Instituto Nacional de Cinematografía), en el resto de los espectáculos públicos es el municipio el que efectúa su evaluación y, de ser pertinente, prohíbe su exhibición. 5. Atribuciones de auto - organización y dictado de normas de procedimiento. 6. Alumbrado, barrido y limpieza. Obras de pavimentación. 7. Salud: es competencia tanto de la Nación como de las provincias y municipios. 107 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 8. Transporte: para aquellos que circulen exclusivamente por el territorio de la comuna. Si el transportista lo trasciende, la potestad regulatoria será provincial o nacional, si traspase o no los límites de la provincia. 9. Educación: • La instrucción primaria corresponde a las provincias y municipios. • La instrucción secundaria y universitaria son organizadas por la Nación y las provincias. • Cultural: es competencia concurrente de la Nación, las provincias y los municipios. 10. Seguridad: la organización y funcionamiento de la policía es potestad provincial o nacional, según el territorio y la materia. v. Situación de la Ciudad de Buenos Aires La peculiar situación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es intermedia entre lo que es una provincia y un municipio. El art. 129 de la Constitución Nacional de 1994 prescribe: “La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad. Una ley garantizará los derechos del Estado Nacional mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la nación [...]”. Conforme a este artículo, la idea directriz del constituyente fue darle a la ciudad de Buenos Aires, Capital de la República, carácter de autónoma. Con el art. 129 de la Constitución Nacional4 4 “Artículo 129.- La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad. Una ley garantizará los intereses del Estado nacional, mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la Nación.” 108 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” se creó una entidad sui generis (además de la Nación, las Provincias y los Municipios), con un régimen autonómico que se ubica entre el tradicional de las provincias; y, a su vez, goza de autonomía municipal con relación a la jurisdicción provincial. No es una provincia, ni es un municipio. Tampoco es una ciudad - Estado. Es un “tertium genes”, intermedio entre las provincias y los municipios, aunque más cerca de los primeros que de los segundos. Y en todos los estamentos comentados es factible, por mandato constitucional, proceder a la descentralización. IV. Alguna experiencia negativa de la descentralización A mitad de camino: la Agencia “dependiente” de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires La vida en sociedad supone necesariamente regulación de la conducta de los individuos y grupos de personas. Ha sido eterno el dilema de cuánta libertad y cuánta autoridad. Es claro, no obstante, que necesitamos de la libertad para impedir que el Estado abuse de su poder y que necesitamos al Estado para impedir el abuso de la libertad5. Es por ello que, con relación a la labor reguladora, no puede realizarse una postulación general. Es en cada caso y en cada regulación que podrá determinarse si será mejor la libertad o mejor tal o cual intervención reguladora. Lo que sí puede afirmarse, es que la decisión regulatoria no será en ningún caso intrascendente; podrá ser adecuada o no, pero jamás intrascendente ni económica ni socialmente. 5 Gordillo Agustín. “Tratado de Derecho Administrativo”. Fundación de Derecho Administrativo. Tomo 1. Pág. VII-1. Bs. As. 2009. 109 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos No obstante, la intervención pública a través de instrumentos regulativos siempre deberá estar orientada a la noción de interés público con el objetivo de establecer reglas de juego orientadas a tutelar al más débil. Por ejemplo, en materia de servicios públicos, el fundamento y a la vez la finalidad de todo marco regulatorio debe ser, sin lugar a dudas, la protección adecuada de los derechos de los usuarios. Basta con mirar lo que ocurre hoy con el funcionamiento del servicio de transporte de ferrocarril de pasajeros para comprender que la regulación, contrariamente al objetivo apuntado, ha facilitado acuerdos concertados entre el Estado Nacional y la empresa prestataria del servicio a espaldas de quiénes sufren día a día una manifiesta violación de sus derechos humanos básicos como usuarios del ferrocarril6. Una cuestión fundamental a dilucidar en este tema es quién regula. Ya no hay dudas de que la separación de ciertas competencias reguladoras del gobierno es útil cuando se espera liberar al regulador de la influencia de los movimientos políticos de turno. La experiencia ha demostrado que el poder político es no pocas veces incapaz de sustraerse a la tendencia de sacrificar los objetivos a largo plazo, en aras de las metas diarias de la política7. Desde esa perspectiva, es hoy una verdad difícil de refutar que el sistema organizativo del regulador independiente, cuando efectivamente lo es, cumple más acabadamente el rol supremo de asegurar estabilidad en ciertas políticas que van más allá de un 6 Y sin embargo, todavía a algunos jueces desde los despachos de sus Tribunales parece no constarles tales circunstancias para tomar posición y examinar la situación (C. Nac. Cont. Adm. Fed., Sala 3ª, 29/12/2009 “Defensor del Pueblo de la Nación v. Trenes de Buenos Aires ‑TBA‑ y otro” Lexis Nº 70058099); como señalamos en “La protección contra las arbitrariedades del poder quedó huérfana: “otro tren que pasó”. 7 Por eso, enseña Gordillo que es necesario empezar a olvidar a los entes administrativos descentralizados, sometidos al control de tutela de la administración central y comenzar a enfatizar que el Estado contemporáneo requiere de autoridades administrativas independientes del poder central (Tratado de Derecho Administrativo. Fundación de Derecho Administrativo. Tomo 1. Pág. XV-1. Bs. As. 2003). 110 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” partido, una elección o el corto plazo. La idea es que, cuando se crean estas instituciones autárquicas, se hace para que no exista subordinación y menos aún, influencia temporal política que pueda distraer al organismo o agencia de sus finalidades primordiales; precisamente, porque existen conflictos de interés y se requiere control por oposición y contrapesos8. Según ese esquema de gestión administrativa, una vez que el órgano legislativo interviene en el ejercicio de sus potestades amplias para regular actividades económicas y sociales, estableciendo los principios, criterios, reglas y estándares de conducta con arreglo a los límites impuestos por la razonabilidad9, es la agencia regulatoria independiente quien debe continuar en el ejercicio de la potestad regulativa en su condición de autoridad de aplicación del marco normativo de que se trate. De allí, que las agencias, entes reguladores o administraciones independientes, de modo más o menos explícito, hacen de la independencia frente a directrices político-gubernamentales, la nota esencial de su régimen jurídico10. Esta última circunstancia determina, en nuestra opinión, que la mera denominación utilizada por la ley para designar a la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 8 Elespe Douglas. “¿Cuál es el límite a la potestad para la utilización de las reservas del banco central?” Publicado en La LEY 2010-A, 103. 9 No necesariamente, la intervención parlamentaria garantiza un adecuado estudio del objeto de la regulación, pero indudablemente la participación del Poder Legislativo propende al debate público y hace descansar a la normativa sobre una voluntad colegiada que, en cualquier caso, será superadora de “la manera más conveniente de administrar el país” (expresión utilizada por lnés A. D´Argenio en dos recientes artículos, el primero en prensa para la RAP; y el segundo, publicado en La LEY, en el Suplemento Derecho Administrativo, Mayo, 2010) instrumentada por medio de actos de autoridad monopólicos del interés público. 10 Reiriz María G. “La autonomía de los entes de regulación y control.” Publicado en la Revista del Colegio de Abogados de la Capital Federal, Septiembre, Pág. 32, Bs As., 2001. 111 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos que constituye la terminología del sistema de origen (sistema concurrencial), no resulta suficiente, en absoluto, para otorgarle esa identidad11. La Constitución de los porteños le dedica un amplísimo espacio a la cuestión ambiental en el marco del modelo de desarrollo sustentable. Esta modalidad se compadece con la actitud asumida tanto por los constituyentes provinciales desde 1996, oportunidad en que comienza el gran ciclo de reforma de leyes fundamentales de provincia, como por el constituyente nacional que incorpora la temática a su texto (arts. 41 y 43) en 1994. De allí, que el constituyente porteño ha entendido que en una sociedad respetuosa de los derechos humanos de las actuales y futuras generaciones, el medio ambiente debía gozar del máximo reconocimiento político, jurídico e institucional12. Necesariamente, la consecución de una política ambiental consensuada y viable requiere de un conjunto de herramientas para la gestión ambiental que asegure la planificación, ejecución y control de las acciones necesarias mediante una amplia intervención de la sociedad y de sus organizaciones en los procesos de conformación de sus futuras decisiones. Ya no basta ni satisface la decisión unilateral ejecutoria. Los esquemas clásicos de la democracia representativa no se rechazan pero se postulan como insuficientes: hay que crear nuevas y 11 Inés A. D´ Argenio, en su artículo “La manera más conveniente de administrar al país”, advierte sobre la necesidad de analizar con prudencia, ante la aparición de Consejos o Agencias o Entes independientes, la pertenencia de ellos al sistema concurrencial; y, cita a Diogo de Figueiredo Moreira Neto, quien afirma que la falsa independencia de tales entes así insertados en un sistema autoritario que les es por completo ajeno, consiste en subordinarlos políticamente, resultando de tal modo de creación de “simulacros abastardados del instituto que apenas sirven a la Administración que pierde eficiencia y a la ciudadanía que pierde en garantías.” 12 Sabsay Daniel A. “La cuestión ambiental en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, La LEY 2006-F, 1081. 112 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” adicionales formas de participación del pueblo en el poder, de modo tal que su influencia en él no se limite a la elección de candidatos electorales13. Es en ese conjunto de herramientas donde ubicamos a la Agencia de Protección Ambiental (APrA), cuyo objeto es proteger la calidad ambiental a través de la planificación, programación y ejecución de las acciones necesarias para cumplir la Política Ambiental14, considerada Política de Estado a los fines de un desarrollo sustentable. No obstante, veremos que su organización no garantiza la impermeabilidad que requieren los tiempos que corren frente a la manipulación constante del poder político que no puede escapar a la tentación de sacrificar los objetivos de largo plazo en aras de las exigencias inmediatas de la política diaria15. La Agencia de Protección Ambiental (APrA) fue creada, a propuesta del Jefe de Gobierno16, por la ley 262817 el 13 de diciembre de 2007 como entidad autárquica en el ámbito del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad18. A decir de las autoridades gubernamentales19, la (APrA) se organizó a partir de la necesidad de contar con una autoridad eficiente que permitiera una gestión efectiva en la aplicación de la política de 13 Gordillo Agustín, Ob. cit. Cap. II, Pág. II-13. 14 Se entiende por Política Ambiental al conjunto de instrumentos de gestión para preservar la salud y el ambiente de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires (art. 2°, ley citada). 15 Gordillo Agustín, Ob. cit. Tomo 1. Cap. XV, Pág. XV-5. 16 El artículo 104 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires establece entre las atribuciones y facultades del Jefe de Gobierno la de proponer la creación de entes autárquicos o descentralizados. 17 Publicada el 17/01/08 en el Boletín Oficial (BOCBA) N° 2852. 18 Artículo 1°, ley 2.628. 19 Así lo ha expresado el Jefe de Gobierno de la C.A.B.A. Ing. Mauricio Macri en el Informe Ambiental Anual del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para el año 2008, elaborado por la Agencia de Protección Ambiental, emitido en cumplimiento del art. 16 de la ley 303 de Acceso a la Información Ambiental (BOCBA N° 858 del 13/01/200). 113 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos calidad ambiental de la Ciudad, para preservar la salud y el ambiente de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires. En su definición jurídica, se buscó que la Agencia fuera un órgano independiente, ágil y desburocratizado, integrado por un equipo técnico altamente capacitado, y con atribuciones específicas y ejecutivas. Ahora bien, más allá de la presentación formal que como “agencia independiente” realizó el titular del Poder Ejecutivo; lo cierto es, como anticipamos, que a poco de andar el camino se advierte la falsa independencia de la (APrA) como recientemente lo ilustran las noticias periodísticas20 que han dado cuenta de las internas políticas que habrían derivado en la renuncia de su titular. 4.1. Principales rasgos característicos de la Agencia de Protección Ambiental (APrA) La ley de creación de la (APrA) le asigna numerosas funciones y facultades21 vinculadas a su objeto, es decir, a la protección de la calidad ambiental. De allí, que la materia de que trata dicha ley es la atribuida al órgano legislativo por el artículo 80, inc. b, de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires que establece la competencia de la Legislatura en materia de ambiente y calidad de vida. Según establece dicha norma22, la Agencia de Protección Ambiental (APrA) es una entidad autárquica23 ubicada en la órbita del Ministerio de Ambiente y Espacio Público el cual ejerce sobre ella funciones de superintendencia general y de control de legalidad. 20 Ver, entre otras publicaciones, adcnCiudad.com.ar (28/5/10); lapolíticaonline.com.ar (28/5/10); www.tn.com.ar (28/5/10); La Nación (29/5/10); Página 12 (29/5/10); Noticias Urbanas (31/5/10). 21 Art. 3°, ley 2628. 22 Art. 1°, ley 2628. 23 Expone Agustín Gordillo (Ob. cit. Tomo 1. Pág. XIV-2) acerca de las características básicas comunes a los entes autárquicos, señalando entre ellas que: tienen personalidad jurídica propia; cuentan con una asignación legal de recursos; su patrimonio es estatal; tienen capacidad de administrase así mismo; son creados por el Estado; están sometidos al control estatal. 114 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” La (APrA) actúa como autoridad de aplicación de las leyes relacionadas con la materia de su competencia y de las que en el futuro se sancionen en el ámbito de la Ciudad, de acuerdo a lo resuelto por el Poder Ejecutivo24. El órgano de gobierno de la Agencia es unipersonal, desempeñado por un Presidente25 que es designado y removido26 por el Jefe de Gobierno. En el ejercicio de sus funciones y facultades, el Presidente es asistido por hasta un máximo27 de cuatro funcionarios que reciben el nombre de directores generales28 y cuyas responsabilidades primarias han sido establecidas por aquel. En cuanto a la naturaleza de la actividad administrativa legislada, se observa que la misma responde al ejercicio de una actividad propia de la Administración. Desde esa perspectiva, la autoridad tiene a su cargo29: 24 Surge el siguiente interrogante: ¿el Jefe de Gobierno de la Ciudad, a través de la expresión “las (leyes) que en el futuro se sancionen” utilizada en el art. 1°, Decreto N° 138/GCABA/08 de fecha 22/02/08, habrá pretendido atribuirse la potestad legislativa de establecer en cada caso la autoridad de aplicación sustituyendo al órgano legislativo en su labor? Preferimos pensar que no. Seguramente, obedeció a un error de técnica legislativa y no a la intromisión del Poder Ejecutivo en la zona de reserva de la ley. 25 Art. 4°, ley 2628. 26 A través del mecanismo establecido para el caso de mal desempeño de sus tareas, de incumplimiento del compromiso de gestión y conforme lo que establezca la reglamentación de la presente ley (art. 5°, ley 2628). 27 Esta limitación, a mi modo de ver, atenta contra la capacidad de administrarse que caracteriza a las entidades autárquicas la que supone que, sobre la base de los recursos económicos asignados, es competente para organizar el funcionamiento interno mediante la determinación de la estructura orgánico-funcional para todos los niveles que considere adecuada a los fines de su cometido. Por Resolución N° 5/GCABA/APRA/2008 se aprobó la estructura orgánico-funcional de la Agencia. 28 Designados por el Presidente de la Agencia previo concurso público. Recientemente han sido sustanciado los concursos respectivos en cumplimiento del mandato legal impuesto por la Disposición Transitoria Primera, ley 2628, por la cual se estableció que transcurridos dos años dichos cargos deberán ser ocupados por quienes surjan de concurso público. Así, por Resolución N° 436 de fecha 9 de noviembre de 2009 se aprobó el Régimen de Selección de Directores Generales para la Agencia de Protección Ambiental mediante el procedimiento de concurso público y abierto de antecedentes, estableciendo asimismo las condiciones de admisibilidad y las distintas etapas del proceso de selección y por Resolución N° 488 de fecha 21 de diciembre de 2009 se convocó a Concurso Público de Antecedentes para seleccionar a los responsables. Recientemente, se efectuaron las designaciones correspondientes (Resoluciones N° 107/ GCABA/APRA/2010; 108/GCABA/APRA/2010; 109/GCABA/APRA/2010 de 29 de abril y N° 148/GCABA/APRA/2010 de 21 de mayo). 29 Artículo 3°, ley 2628. 115 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos a. Proponer políticas y diseñar planes, programas y proyectos tendientes a mejorar y preservar la calidad ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; b. Propiciar mecanismos de cooperación y/o asistencia técnica con la Nación, provincias, municipios, instituciones académicas nacionales, provinciales e internacionales, agencias, organismos y/u organizaciones en general, vinculadas a la problemática ambiental; c. Coordinar juntamente con el Ministerio de Educación las actividades educativas; d. Implementar una política de investigación y desarrollo en materia ambiental en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; e. Prestar capacitación técnico-ambiental a funcionarios del Poder Ejecutivo, Legislativo y/o Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que en ejercicio de sus funciones deban intervenir en cuestiones relativas a la temática ambiental; etc. En síntesis, la Agencia es la encargada de ejecutar y aplicar las políticas de su competencia, en su carácter de autoridad de aplicación con competencia ambiental; ejerciendo el contralor, fiscalización y regulación en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en las condiciones que lo reglamente el Jefe de Gobierno en el ejercicio del poder de policía30 consagrado por el art. 104, inc. 11, de la Constitución.31 Respecto a las técnicas de gestión utilizadas por la APrA, se contemplan procedimientos superadores de aquellos que eran característicos de la “antigüa policía”32. 30 No resulta correcta la formulación (“Ejerce el poder de policía…”) que utiliza la norma para establecer el alcance del ejercicio del poder de policía por parte del Gobernador. En rigor, enseña Humberto Quiroga Lavié, es bien sabido que la doctrina de Derecho Público tiene asumido que el ejercicio de este poder le corresponde, en forma exclusiva, al Poder Legislativo. En consecuencia, la lectura que hay que hacer es que al Ejecutivo le corresponde sólo la ejecución (no el ejercicio) de las normas reglamentarias de los derechos dictadas por la Legislatura (Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Comentada. Rubinzal Culzoni Editores. Santa Fe. 1996. Pág. 300). 31 “Artículo 104º.- Atribuciones y facultades del Jefe de Gobierno:(...) 11. Ejerce el poder de policía, incluso sobre los establecimientos de utilidad nacional que se encuentren en la Ciudad”. 32 Expresión utilizada por Agustín Gordillo al referirse a las características del antiguo poder de policía (Ob. cit., Tomo 2, Cap. V, Pág. V-14). 116 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” En ese sentido, se le han encomendado diversas atribuciones que apuntan a la promoción del bien común en materia ambiental que resultan ajenas a la concepción prohibitiva de la actividad policial. Entre otras, posee la facultad de desarrollar y revisar en forma continua las líneas de base para establecer los sistemas de mediciones e indicadores de desarrollo sostenible y la aplicación de estándares ambientales en línea con las recomendaciones locales e internacionales. Así, como autoridad de aplicación, ha establecido patrones concretos para el procedimiento de medición del ruido generado por la totalidad de los vehículos del parque automotor de transporte de pasajeros en el marco de la Ley de Control de Contaminación Acústica N° 1.540 y su Decreto Reglamentario N° 740/0733. También, a los fines de realizar campañas de información y difusión masiva tanto de la Política Ambiental de la Ciudad, como de las buenas prácticas ambientales ha creado la Biblioteca Ambiental34 y el Museo Ambiental35. 33 Mediante el dictado de la Resolución N° 25/GCABA/APRA/2010 estableció para las mediciones de emisión sonora realizadas a los vehículos afectados al transporte automotor de pasajeros las tolerancias permitidas para vehículos que se encuentren dentro del periodo de garantía o que posean una antigüedad igual o menor a los dos (2) años y para vehículos de antigüedad mayor a los dos (2) años. 34 La Resolución N° 118/GCABA/APRA/2008 crea la Biblioteca Ambiental Virtual de la Ciudad de Buenos Aires como centro de información en línea compuesto por contenidos digitales actualizados en forma permanente. Desde una perspectiva ambiental, abarca contenidos de distintas áreas del conocimiento con el fin de estimular una mirada interdisciplinaria y global. Se incluyen entre otras fuentes de información: libros, tesis, videos, publicaciones gubernamentales, enlaces de Internet, información sobre eventos, etc. De este modo, funciona como una biblioteca multimedia que colaborará en los procesos de aprendizaje, así como también en la satisfacción de intereses recreativos y de desarrollo personal. 35 Creado por Resolución N° 162/GCABA/APRA/2008, es un espacio de encuentro y acción cultural integrado por producciones artísticas (dibujos, pinturas, esculturas y fotografías) que buscan fomentar la concientización ciudadana acerca de los problemas ambientales de la Ciudad. 117 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos No obstante, se advierte que la APrA verifica, en el ejercicio de sus funciones, actividades de policía de tipo preventivo-represivo. Por ejemplo, ante denuncias efectuadas por vecinos del Club River Plate, relacionadas con la repercusión en sus viviendas de los ruidos y vibraciones producidos por la realización de recitales, aplicó medidas preventivas consistentes en la suspensión de todo proyecto vinculado con la realización de espectáculos musicales hasta tanto no se efectúe la adecuación de las instalaciones y demás actividades en el marco del Régimen de Adecuación de la Ley de Impacto Ambiental36. Asimismo, ha resuelto para el caso de vehículos afectados al Servicio Público de Transporte Automotor de Pasajeros, que circulen en el territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuyas emisiones gaseosas superen los límites establecidos en el Anexo IV del Decreto N° 198/06 reglamentario de la Ley N° 1.356; ponerlos fuera de circulación de la vía pública e intimar a la empresa titular a subsanar la infracción; como también, proceder al secuestro de las unidades cuando continúen circulando sin subsanar la infracción37. Por lo tanto, los ejemplos citados denotan que la legislación comentada contempla el desarrollo de actividades de promoción de la calidad ambiental, superadoras de los procedimientos administrativos tradicionales; como también, otras que limitan su obrar a la tutela del objeto. No obstante, la totalidad de las actividades contribuyen a promover el bien común, pues ambas son inseparables38. A través de documentos históricos y expresiones culturales, el Museo se propone reunir diversas miradas sobre el pasado, el presente y el futuro del entorno ambiental de Buenos Aires. De este modo, se intenta promover un nuevo saber ambiental que refleje todas las voces y pueda superar las visiones fragmentadas de la realidad. 36 Conf. Resolución N° 100/GCABA/APRA/2008. 37 De acuerdo a lo dispuesto por Resolución N° 114/GCABA/APRA/2008. 38 Gordillo Agustín, Ob. cit. Cap. XV, Pág. XV-15. 118 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” 4.2. Razones que me conducen a negar la independencia de la Agencia de Protección Ambiental (APrA) y su pertenencia al sistema concurrencial Pese a la amplitud de la autorización que la Constitución porteña39 otorga al legislador para imponer el modelo de descentralización que considere más adecuado para la creación del ente40, se observa que para el caso de la APrA fue escogido el sistema de regulación estatal descentralizada. Dicho sistema se halla sometido al control de tutela de la administración central en abierta contradicción con la tendencia actual de crear autoridades administrativas independientes que permitan escapar de la tentación manipuladora de las decisiones según las conveniencias del momento41. En cuanto al órgano competente para crear entes reguladores, respecto de lo cual no hay opinión doctrinaria uniforme42, la creación por ley en nada revierte la dependencia a la que ha sido sometida la 39 Conforme el art. 80, inc. 17, la Legislatura de la Ciudad crea, a propuesta del Poder Ejecutivo, entes descentralizados y reparticiones autárquicas y establece la autoridad y procedimiento para su intervención. 40 La autorización de crear entes descentralizados, según lo expresa Humberto Quiroga Lavié al comentar la atribución contenida en el inc. 17 del artículo 80 de la Constitución de la Ciudad, es absolutamente general, no estando limitada salvo en el sentido de que a través de este mecanismo no se pueden otorgar potestades autónomas de carácter político u organizacional propias. Fuera de la limitación que acabamos de expresar, debe quedar claro que el modelo de descentralización que se quiere imponer al ente es discrecional de la Legislatura. Es más, hace mención expresa a la posibilidad de crear agencias independientes a la manera de la modalidad practicada en los Estados Unidos. (Ob. cit., Pág. 229). 41 La ley de creación, en su art. 3°, inc. 1°, faculta a la Agencia a proponer políticas y diseñar planes, programas y proyectos tendientes a mejorar y preservar la calidad ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, conforme las directivas que imparta el Poder Ejecutivo por intermedio del Ministerio de Ambiente y Espacio Público. 42 Algunos sostienen que es un rasgo necesario de esta forma de descentralización funcional, un alto rango de la norma de creación, la propia Constitución o la ley (Reiriz, María G., “La autonomía de los entes de regulación y control”, Revista del Colegio de Abogados de la Capital Federal, Septiembre de 2001, Pág. 32); otros, consideran que no existe ninguna disposición constitucional determinante de que sea el Congreso el titular exclusivo de esa facultad, salvo en lo relativo al BCRA (Art. 76 . 5, CN) como órgano regulador de la actividad bancaria (Bianchi, Alberto B., “La regulación económica”, Tomo 1, Editorial Ábaco de Rodolfo Depalma, Bs As., 2001, Pág. 237). 119 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Agencia con relación al Poder Ejecutivo. Prueba de ello, entre otros factores, es el sistema de designación de la autoridad máxima del ente. No puede soslayarse, el hecho de que el propio Jefe de Gobierno es quien puede nombrar y remover al Presidente cuyo mandato no tiene plazo de duración. Este esquema no exige a la autoridad máxima del ente regulatorio estar dotada de preparación técnica, independencia política y legitimación democrática, sencillamente porque no se produce su ingreso por concurso43. Para asegurar la independencia de los órganos directivos, así como su específica idoneidad técnica y su imparcialidad, es menester que su designación surja de actos complejos y sea precedida por concursos públicos. A su vez, los directivos deben contar con un régimen de estabilidad, que los ponga a cubierto de remociones discrecionales durante el término de su mandato44. Como se ve, es difícil creer que el Presidente tenga independencia del poder político y autonomía decisoria. Al contrario, está sujeto a autorizaciones y/o aprobaciones45; debiendo actuar con arreglo a las directivas que le imparta el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Ambiente y Espacio Público46. 43 En sentido opuesto, se afirma que la selección de reguladores debe basarse en criterios objetivos de mérito y capacidad, que en este caso resulta especialmente necesario por la madurez, alta cualificación y preparación técnica que deben reunir los reguladores. En modo alguno puede basarse la selección en la proximidad política, amistad, cercanía personal o confianza ideológica que pueden suscitar los candidatos en el partido gobernante (Ariño Ortiz Gaspar, “Sobre la naturaleza y razón de ser de los entes reguladores y el alcance de su poder reglamentario”, Revista Eletrónica de Direito Administrativo Económico, Número 10, Maio/junho/julio – 2007, Salvador, Bahía, Brasil, Pág. 11). 44 Reiriz María G. Ob. cit., Pág. 35. 45 Carlos A. R. Stefanelli, en Servicios Públicos, La Ley Tomo. 2009-A, Sec. Doctrina, Pág. 1261, citando el trabajo de Reiriz (“Autoridades Administrativas Independientes para la regulación y control de servicios públicos”) expone acerca de los celosos requisitos que deben reunirse, entre ellos: los órganos directivos deben ser independientes del poder político y deben tener autonomía decisoria y competencia para ello, sin necesidad de autorizaciones ni aprobaciones. 46 Art. 3°, inc. 1°, Ley 2328. 120 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Otro factor de dependencia que se advierte, está dado por las funciones de superintendencia y control de legalidad que se le han asignado al citado Ministerio47 a través de la vía del recurso de alzada48. Justamente, para garantizar la independencia requerida, es necesario eliminar, o al menos reducir al máximo, el control de las decisiones del ente por parte del poder político49. En el mismo orden de ideas, la Procuración del Tesoro se ha pronunciado repetidas veces a favor de la limitación de las facultades de contralor por parte del Poder Ejecutivo sobre el accionar de los entes reguladores50. Si bien la vía judicial, naturalmente, se encuentra habilitada, al no ser ésta la única vía posible, podría dar lugar a abusos debido a que no posee costo alguno. Sus decisiones regulatorias y sancionatorias pueden ser permanentemente cuestionadas por órganos administrativos de superior jerarquía pero de menor conocimiento especializado, quienes con frecuencia priorizan el corto plazo y los intereses extrasectoriales51. Es también objetable, la omisión en que incurre la normativa al no establecer en el ámbito de la Agencia una instancia de participación administrativa real de los vecinos; la que no puede sustituirse por la convocatoria que ésta realiza a audiencias públicas 47 Señala Bianchi que tampoco sirve de nada que el Congreso intervenga en el acto de creación si la ley permite expresa o implícitamente que las decisiones del ente puedan ser revisadas en la Administración Central vía recurso de alzada (Ob. cit., Pág. 236). 48 Conf. Art. 113, Ley de Procedimientos Administrativos. 49 Los mecanismos que fundamentalmente se señalan para lograr este objetivo son entre otros (i) la eliminación o reducción máxima de las posibilidades de control mediante el recurso de alzada, (ii) la remoción de los directores únicamente con causas expresamente previstas en la ley de creación del ente y mediante acto fundado previa la sustanciación de un procedimiento respetuoso de los principios de defensa e inocencia; y, iii) la implementación de un sistema de cesación escalonada en los cargos, de modo de evitar que el mandato de los directores coincida con los ciclos políticos (Borgoña Vanesa, Fairstein Carolina, “La independencia de los entes reguladores y el recurso de alzada”, La LEY 2001-F, Pág. 103). 50 Dictámenes, 228:114; 229:94. 51 Nahón Carolina, Bonofiglio Nicolás, “¿Entes de regulación o control? Imprecisiones del ‘moderno’ esquema de regulación: reflexiones y enseñanzas del caso argentino”, RAP, Río de Janeiro, Pág. 1095-120, Nov./Dez. 2007. 121 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos ante determinados proyectos con impacto ambiental relevante52; dado que dicha técnica consultiva no resulta suficiente como mecanismo de integración social. A nuestro modo de ver, hubiera sido coherente con el panorama constitucional y legal porteño prever un ámbito de participación social que garantice que el proceso de toma de decisiones no se sustancie en la absoluta soledad de un órgano unipersonal sometido a los vaivenes de la política de turno. En tal orden de ideas, creemos que el legislador debió contemplar una instancia adecuada de participación real, para asegurar una mayor democratización y una más efectiva satisfacción de las aspiraciones sociales53. A modo de ejemplo, se señala que el Ente Único de Servicios de la Ciudad, por mandato constitucional54, prevé en su directorio la participación de un miembro en representación de las organizaciones de usuarios y consumidores. Por tal motivo, aún cuando el modelo de conducción adoptado no permita la participación directa en la gestión pública de la Agencia; lo cierto es, que debió institucionalizar55 mecanismos que 52 Por ejemplo, a través de Resolución N°15/GCABA/APRA/2010 (Análisis del proyecto Polo Farmacéutico), Resolución N° 102/GCABA/APRA/2010 (Análisis del proyecto Relleno Costero); etc. 53 La creación de espacios sociales de participación y debate debe ir acompañada de su correlativa institucionalización para fortalecer las acciones que allí sean decididas, dotándolas de eficacia; a cuyo fin, el ordenamiento jurídico debe reconocerlos como una dimensión del poder estatal, que coadyuve a los fines que desarrollan los tres poderes del Estado en sus funciones específicas e irrenunciables […](Arias Luis F., “De la corrupción, el derecho y otras miserias”, en obra colectiva “Ejercicio de la función pública. Etica y transparencia”, Homenaje al Profesor Bartolomé Fiorini, Directora Inés A. D´ Argenio, Editora Platense, 2007, Pág. 398). 54 Art. 139, párrafo tercero. 55 Constituye uno de los principios en que se basa la participación ciudadana en la gestión pública, de conformidad a lo establecido por los Estados en la Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública, aprobada por la XI Conferencia de Ministros de Administración 122 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” hicieran posible el ejercicio del derecho de participación ciudadana. Por ejemplo, pudo prever la conformación de comisiones asesorasconsultivas permanentes para el control social permanente56. Ello es una exigencia lógica si se considera que, es la propia Constitución de la Ciudad, la que declara al ambiente como patrimonio de todos y la que impone el deber de preservarlo y defenderlo. En consecuencia, se impone la necesidad de una auténtica participación política y administrativa de los ciudadanos en las esferas gubernamentales. V. Colofón La Agencia de Protección Ambiental (APrA) fue creada como entidad autárquica en el ámbito del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad. Desde esa perpectiva, se buscó que la Agencia fuera un órgano independiente, ágil y desburocratizado, integrado por un equipo técnico altamente capacitado, y con atribuciones específicas y ejecutivas. Sin embargo, a poco de andar el camino se advierte la falsa independencia de la (APrA) debido a que sus rasgos, como expusimos, denotan su pertenencia al sistema de regulación estatal descentralizada sometido al control de tutela de la Administración Central. Pública y Reforma del Estado, Lisboa, 2009 y adoptada por la XIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, Estoril, 2009. 56 El control social permanente, su organización y difusión a nuevos ámbitos podrán asegurar una mayor democratización y una más efectiva satisfacción de las aspiraciones sociales. Si la administración es un instrumento para tales objetivos, debe constituir una de las primeras áreas de acción donde la participación se institucionalice (Martínez Nogueira Roberto, citado por Agustín Gordillo en la nota 4.20, Pág. II-15 del Cap. II correspondiente al Tomo 1 de la obra citada). 123 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos VI. Anexo: Ley N° 2628 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Sanciona con fuerza de Ley CAPÍTULO I: DE LA CREACIÓN Artículo 1°.- Créase la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entidad autárquica en el ámbito del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o del organismo que en el futuro lo reemplace, con la organización y competencias determinadas en la presente ley, en las materias de Política Ambiental, sin perjuicio de las funciones de superintendencia general y el control de legalidad que ejercerá el Ministerio precitado. Artículo 2°.- La Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires tiene como objeto proteger la calidad ambiental a través de la planificación, programación y ejecución de las acciones necesarias para cumplir con la Política Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires. Se define como el Ambiente a un sistema de relaciones de alta complejidad entre sus dos subcomponentes constitutivos, el natural (agua, aire, suelo, biota, patrimonio natural) y el antrópico (socio, económico, cultural) en el que la variación de uno solo de sus factores provoca reacciones en cadena que modifican su estado equilibrio. Se entiende por Política Ambiental al conjunto de instrumentos de gestión para preservar la salud y el ambiente de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires. La misma debe 124 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” considerarse como Política de Estado a los fines de un desarrollo sustentable y perdurable en el tiempo. Las herramientas para la gestión ambiental son, entre otras: 1. La evaluación de impacto ambiental. 2. El sistema de control sobre el desarrollo de las actividades antrópicas. 3. La educación ambiental. 4. La elaboración e implementación de planes de producción limpia para la comunidad regulada. 5. El sistema de diagnóstico e información ambiental. 6. El régimen económico de promoción del desarrollo sustentable. Artículo 3°.- De acuerdo a los objetivos enunciados, la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires tendrá las siguientes funciones y facultades: 1. Proponer políticas y diseñar planes, programas y proyectos tendientes a mejorar y preservar la calidad ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, conforme a las directivas que imparta el Poder Ejecutivo por intermedio del Ministerio de Ambiente y Espacio Público. 2. Proponer e implementar acciones vinculadas a la problemática ambiental del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) en conjunto con las jurisdicciones que la componen. 125 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 3. Velar por el cumplimiento de las normas en materia de regulación y control del ambiente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 4. Representar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ante agencias, organismos y/u organismos internacionales en general, vinculados a la problemática ambiental, como así también ante las autoridades gubernamentales de la Nación, provincias, municipios y Estados extranjeros. 5. Representar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA). 6. Desarrollar y revisar en forma continua las líneas de base para establecer los sistemas de mediciones e indicadores de desarrollo sostenible y la aplicación de estándares ambientales en línea con las recomendaciones locales e internacionales. 7. Ser parte integrante del Consejo del Plan Urbano Ambiental (COPUA). 8. Propiciar mecanismos de cooperación y/o asistencia técnica con la Nación, provincias, municipios, instituciones académicas nacionales, provinciales e internacionales, agencias, organismos y/u organizaciones en general, vinculadas a la problemática ambiental. 9. Dictar normas de regulación y conservación, con el fin de favorecer una adecuada calidad ambiental para los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 10. Poner en funcionamiento el Sistema de Información Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 126 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” asegurando el derecho de la comunidad a acceder a la misma y la interacción con las comunas cuando corresponda. 11. Coordinar juntamente con el Ministerio de Educación las actividades educativas formales indispensables para el desarrollo de la conciencia ambiental de una comunidad participativa y responsable. 12. Realizar campañas de información y difusión masiva tanto de la Política Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como de buenas prácticas ambientales. 13. Implementar una política de investigación y desarrollo en materia ambiental en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, estimulando la innovación tecnológica, la explotación de los resultados de la investigación, la transferencia de conocimientos y tecnologías y la creación de empresas tecnológicas. 14. Promover la utilización de tecnologías limpias y la implementación de sistemas de gestión ambiental entre la comunidad regulada. 15. Prestar capacitación técnico-ambiental a funcionarios del Poder Ejecutivo, Legislativo y/o Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que en ejercicio de sus funciones deban intervenir en cuestiones relativas a la temática ambiental así como asesorar a los funcionarios del Poder Ejecutivo que así lo requieran. 16. Evaluar los estudios de impacto ambiental, llevando a cabo la categorización correspondiente y otorgar los certificados de aptitud ambiental de conformidad con la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. 127 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 17. La Agencia será la encargada de ejecutar y aplicar las políticas de su competencia, ejerciendo el contralor, fiscalización y regulación en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en las condiciones que lo reglamente el Jefe de Gobierno, en el marco a lo establecido en el artículo 104, inc. 11 de la Constitución de la C.A.B.A., con facultades de recurrir al auxilio de la fuerza pública. 18. Otorgar préstamos a instituciones o personas jurídicas con el fin específico de financiar la incorporación de tecnología de punta en materia de prevención, control y mejoramiento del ambiente. CAPÍTULO II: AUTORIDADES Artículo 4°.- La Agencia será administrada por un (1) Presidente, el cual será designado por el señor Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Artículo 5°.- El Presidente podrá ser removido de su cargo por el señor Jefe de Gobierno a través del mecanismo establecido para el caso de mal desempeño de sus tareas, de incumplimiento del compromiso de gestión y conforme lo que establezca la reglamentación de la presente ley. Artículo 6°.- El Presidente representa a la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires ante los poderes públicos, el Estado Nacional, organismos internacionales y los estados provinciales, municipales, y los terceros. Artículo 7°.- El Presidente designará a los Directores Generales a través del procedimiento de concurso público. 128 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Artículo 8°.- Son funciones de la Presidencia de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires: a. Aplicar y fiscalizar el cumplimiento de las normas legales y reglamentarias que rigen la actividad de la Agencia. b. Organizar y reglamentar el funcionamiento interno de la Agencia, respecto a su estructura orgánico funcional para los niveles inferiores a los aprobados por la presente ley, organizativos, operativos y de administración de los recursos humanos sobre la base de la idoneidad y mérito demostrado a través del concurso de antecedentes, todo ello conforme las disposiciones del régimen de empleo público. c. Determinar la cantidad de Directores Generales así como sus responsabilidades primarias, hasta un máximo de cuatro (4). d. Administrar los recursos económicos asignados a la Agencia, resolviendo y aprobando los gastos e inversiones de conformidad con las normas legales vigentes. e. Establecer criterios de profesionalización y capacitación de los recursos humanos disponibles, comprendiendo la instrumentación de programas de incentivos, premios y sanciones. f. Contratar personal, por plazos preestablecidos y por tiempo limitado, para la realización de tareas estacionales, extraordinarias y/o especiales que no puedan realizarse de manera eficiente con los recursos humanos disponibles, estableciendo las condiciones y requisitos de prestación de servicios y remuneración. 129 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos g. Promover, sancionar y disponer las cesantías de personal de acuerdo al régimen de empleo público aplicable. h. Formular el anteproyecto de presupuesto anual de gastos y cálculo de recursos de la Agencia y elevarlo al Poder Ejecutivo para su posterior aprobación por la Legislatura. i. Confeccionar anualmente su memoria y balance. j. Asesorar al Poder Ejecutivo en todas las materias de competencia de la Agencia. k. Delegar facultades de su competencia en el personal superior de la Agencia. l. Dictar las reglamentaciones que fueren necesarias para el mejor ejercicio de sus funciones. m. Administrar el Fondo de Compensación Ambiental establecido en el artículo 34 de la Ley General del Ambiente de la Nación (Ley N° 25.675) como de cualquier otro Fondo creado por las leyes de presupuestos mínimos de protección ambiental. n. En general realizar todos los demás actos que sean necesarios para el cumplimiento de sus funciones y los objetivos de la presente ley. CAPÍTULO III - GESTIÓN Y RECURSOS Artículo 9°.- Los recursos de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires se formarán con los fondos que le asigne el Presupuesto General de Ingresos y Gastos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los ingresos correspondientes 130 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” a la recaudación en su ámbito de competencia, de manera de garantizar los gastos de funcionamiento que le permitan cumplir con sus objetivos. La Agencia podrá disponer de fondos para ser distribuidos entre todo el personal, con y sin funciones directivas, conforme a un sistema que premie la consecución de objetivos, calificando el rendimiento y la eficiencia de los agentes, a base de parámetros objetivos que surgirán de la reglamentación de la presente ley. Artículo 10.- La agencia se rige en su gestión financiera, patrimonial y contable por las disposiciones de esta ley y los reglamentos que a tal fin se dicten. Queda sujeto al control interno y externo que establece el régimen de contralor público de la Ciudad, siendo de aplicación respecto de sus competencias las Leyes Nros. 70 de “Sistemas de Gestión, Administración Financiera y Control del Sector Público de la Ciudad de Buenos Aires”, 471 y 2.095 o las que eventualmente las reemplacen parcial o totalmente. Artículo 11.- La Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires confecciona anualmente su anteproyecto de presupuesto, estimando los gastos y recursos correspondientes al próximo ejercicio y lo eleva al Poder Ejecutivo para su incorporación al Proyecto de Ley de Presupuesto y posterior elevación para su aprobación por la Legislatura. Artículo 12.- Otros Recursos. Los recursos de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires se formarán, además de los previstos en el artículo 9°, con los siguientes: a. Fondos que asigne el Presupuesto General de Ingresos y Gastos de la Ciudad; que deberán garantizar el cumplimiento de las funciones establecidas por la presente ley. 131 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos b. Subsidios, disposiciones testamentarias, donaciones y transferencias que bajo cualquier título reciba. c. Demás fondos, bienes o recursos que puedan serle asignados en virtud de las leyes y reglamentos aplicables, incluyendo los provenientes por las leyes de presupuestos mínimos. CAPÍTULO IV - DISPOSICIONES FINALES Artículo 13.- Transfiéranse a la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires todos los bienes muebles e inmuebles que a la fecha se encuentren afectados al cumplimiento de las misiones y funciones asignadas a la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires creada por la presente ley. El Poder Ejecutivo mediante acto formal procederá a la identificación de los que resulten afectados y tomará las medidas necesarias para dotar a la misma de los bienes muebles e inmuebles necesarios para el cumplimiento de su cometido. Las Dependencias involucradas para el cumplimiento de este artículo son: Del ex - Ministerio de Medio Ambiente: Subsecretaría de Política y Gestión Ambiental. Dirección General de Política y Evaluación Ambiental. Dirección General de Gestión Ambiental. Del ex Ministerio de Gobierno: Dirección General de Control de la Calidad Ambiental. 132 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Artículo 14.- Los recursos humanos de la Agencia de Protección Ambiental serán administrados y regidos por la Ley N° 471, encontrándose facultado el Presidente para dictar un régimen propio de promoción, capacitación y carrera administrativa, respetándose: a. El reconocimiento de la antigüedad de cada agente en el sector público. b. El mantenimiento de la remuneración, al momento de la creación de la agencia. c. La estabilidad de todo el personal de planta permanente. El personal que proviene de los organismos transferidos y/o suprimidos, seguirá bajo el régimen de empleo que los regía. Artículo 15.- La Agencia podrá abrir un período para la incorporación voluntaria de agentes provenientes de otras Áreas del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Disposición transitoria Primera.- El Presidente designará, a los Directores Generales. Transcurridos dos (2) años dichos cargos deberán ser ocupados por quienes surjan de concurso público convocado con la antelación suficiente, conforme se establezca en la reglamentación de esta ley. Segunda.- Facúltese al Poder Ejecutivo, durante el ejercicio fiscal en que se cree la presente Agencia, a realizar la reasignación de partidas presupuestarias a fin de dotar al ente de los recursos establecidos en el inciso a) del artículo 8° de la presente ley. 133 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos La reasignación de partidas autorizadas en el párrafo anterior no se computan dentro del límite otorgado en la Ley de Presupuesto de la Administración del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del presente ejercicio fiscal. A fin de dotar de los recursos necesarios para el funcionamiento de la Agencia, el Poder Ejecutivo procederá a realizar las readecuaciones de partidas presupuestarias, sin que éstas se computen en el límite establecido en el artículo 22 de la Ley N° 2.571. Artículo 16.- Comuníquese, etc. DIEGO SANTILLI CARLOS PÉREZ LEY N° 2.628 Sanción: 13/12/2007 Promulgación: Decreto Nº 49/008 del 15/01/2008 Publicación: BOCBA N° 2852 del 17/01/2008 134 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “La descentralización administrativa en los Estados unitarios: aproximación al modelo colombiano” Por: Libardo Rodríguez Rodríguez Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. Introducción. II. El principio de la separación de poderes. 2.1. Primera evolución. 2.2. Segunda evolución. 2.3. Tercera evolución. 2.4. Cuarta evolución. III. La centralización. IV. La desconcentración. V. La delegación. VI. La descentralización. 6.1. Descentralización territorial. a. Necesidades locales. b. Personería jurídica. c. Autonomía presupuestal y financiera. d. Autonomía administrativa. e. Autoridades locales. f. Control por el poder central. 6.2. Descentralización especializada o por servicios. a. Existencia de una autoridad especial digna de autonomía. b. Personería jurídica. c. Autonomía presupuestal y financiera. d. Autonomía administrativa. e. Autoridades propias. f. Control por el poder central. 6.3. Descentralización por colaboración. VII. Los controles en los sistemas de centralización y descentralización. 7.1. Control jerárquico. a. Control sobre las personas de los funcionarios. b. Control sobre los actos de los funcionarios. 7.2. Control de tutela. a. Control sobre las personas de los funcionarios. b. Control sobre los actos o la actividad de las entidades descentralizadas. i. En relación con las entidades descentralizadas territorialmente. ii. En relación con las entidades descentralizados por servicios. VIII. El principio de la centralización política y descentralización administrativa en Colombia. 135 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “La descentralización administrativa en los Estados unitarios: aproximación al modelo colombiano”* Por: Libardo Rodríguez Rodríguez** A. Abstract El estudio aborda los principios básicos de organización y las técnicas de gestión administrativa en los Estados Unitarios, desde una perspectiva de la teoría general, con algunos ejemplos del derecho colombiano. Para el efecto, se precisa el concepto del principio de la separación de poderes y se presenta su evolución. Así mismo, se hace una explicación de los conceptos y principales manifestaciones de la centralización, la desconcentración, la delegación, la descentralización y los principales controles que se aplican en esas relaciones. Finalmente, se concluye con una presentación del principio de la centralización política y descentralización administrativa en el derecho colombiano. B. Keywords Separación de poderes - Centralización - Desconcentración - Delegación - Descentralización administrativa * Ponencia presentada el lunes, 11 de noviembre de 2013, en el Seminario Internacional “La Descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. ** Docente universitario. Ex miembro del Consejo de Estado de Colombia por casi diez años. Secretario General del Ministerio de Justicia. Docente universitario. Abogado de la Universidad Nacional de Colombia y Doctor en derecho administrativo de la Universidad de París II. Profesor de derecho administrativo y constitucional en diversas universidades colombianas y de otros países. Presidente de la Asociación Internacional de Derecho Administrativo. Miembro de la Asociación Iberoamericana de Derecho Administrativo, del Foro Iberoamericano de Derecho Administrativo y de la Academia Internacional de Derecho Comparado. Ex consejero de Estado de Colombia. Autor de “Derecho Administrativo - General y Colombiano” (Ed. Temis, 17 ed.), “Estructura del poder público en Colombia” (Ed. Temis, 14ed), “El equilibrio económico en los contratos administrativos” (Ed. Temis, 2 ed.) y “Derecho Administrativo Colombiano” (Ed. Porrúa y UNAM) y de múltiples artículos en publicaciones especializadas de Colombia y de otros países. 137 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos I. Introducción Frente a la distribución del poder en razón de las funciones del Estado, que estructuró Montesquieu y que concretó mediante el principio de la separación de poderes, la organización de un Estado implica plantearse si el ejercicio del poder y de las funciones públicas se distribuye o no desde el punto de vista territorial. Es decir, si el poder se concentra exclusivamente en manos del Estado o si, por el contrario, se distribuye entre él y las diversas comunidades que habitan parte del territorio estatal. Al respecto, tal vez exceptuando las antiguas ciudades-Estado y los Estados que podemos llamar minúsculos, en la generalidad de los demás Estados encontramos que el territorio nacional se divide en sectores territoriales que permiten identificar, de una parte, la comunidad nacional y, de otra, comunidades que habitan los citados sectores territoriales. Esta división territorial encuentra su fundamento en dos razones principales: en primer lugar, una razón práctica consistente en la imposibilidad física de resolver todos los asuntos desde el centro del Estado, o sea, desde la capital y, en segundo lugar, una razón política relacionada con la existencia de necesidades locales, respecto de las cuales las comunidades que habitan los diferentes sectores territoriales ejercen presión sobre el Estado para que este les permita resolver directamente esas necesidades que ellas mismas viven y soportan. Concordantemente con esa división territorial, encontramos en la generalidad de los Estados dos órdenes de autoridades claramente diferenciadas: unas que manejan, administran o gobiernan el Estado en su conjunto y otras que manejan, administran o gobiernan las diferentes partes, secciones o sectores en que se divide el territorio de dicho Estado. 138 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” La existencia o inexistencia de las mencionadas divisiones del territorio estatal y de las correspondientes autoridades con poder nacional o local dan lugar a diferentes modelos de organización estatal, según que las relaciones entre las divisiones territoriales y el Estado, y entre las autoridades nacionales y locales, sean de menor o mayor dependencia o, dicho de otra manera, de mayor o menor autonomía. Las clases de Estado que de allí resultan son, básicamente, el Estado federal y el Estado unitario, a los cuales se ha agregado en las últimas épocas el llamado Estado regional o autonómico. El Estado unitario, según Burdeau, “es el que solo posee un centro de impulsión política y gubernamental. El poder público, en la totalidad de sus atributos y funciones cuenta en él con un único titular, que es la persona jurídica Estado. Todos los individuos colocados bajo su soberanía obedecen a una misma y única autoridad, viven bajo el mismo régimen constitucional y están regidos por las mismas leyes”1. Sin embargo, en la práctica el Estado unitario difícilmente se presenta tal como lo define Burdeau, pues hay una serie de matices que regulan las relaciones entre las autoridades centrales y las locales. Tal vez sería mejor definir el Estado unitario como aquella forma de organización estatal en la cual existen unas autoridades centrales muy fuertes, frente a unas autoridades locales con poca autonomía, de manera que la mayoría de funciones públicas las desempeña directamente la persona jurídica Estado, mientras que a las colectividades locales solo se les permite el ejercicio autónomo de unas cuantas tareas. 1 Georges Burdeau, “Derecho constitucional e instituciones políticas”, traducción de la 18ª ed. francesa, Madrid, Editora Nacional de Cultura y Sociedad Torregalindo, 1981, Pág. 40. 139 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Los matices que hemos mencionado para concretar las relaciones que pueden existir entre las autoridades centrales y las autoridades locales dentro de un Estado unitario, se reflejan en los conceptos o técnicas de gestión administrativa denominados centralización, desconcentración, delegación, descentralización, en los tipos de controles que se aplican en esas relaciones y en el principio de la centralización política y descentralización administrativa. En consecuencia, para comprender la concepción y la realidad práctica de un Estado unitario es necesario estudiar esos conceptos, pero para ello es fundamental analizar previamente el principio de la separación de poderes y su evolución, como principio básico de la organización del Estado. II. El principio de la separación de poderes Al interior de cualquier sociedad organizada se manifiestan diversos poderes o factores de poder. En ese sentido encontramos el poder religioso, que se manifiesta mediante diversas organizaciones de esa clase, como la Iglesia Católica y otras; el poder político, representado por las diversas organizaciones que tienen como objetivo el manejo del Estado, como es el caso de los partidos y movimientos políticos; el poder de los gremios, ejercido por intermedio de organizaciones de ese carácter, como los sindicatos, las organizaciones de empresarios, de profesionales, etc.; el poder de la información, reflejado y ejercido por los medios de comunicación; el poder de otras organizaciones sociales, como las llamadas modernamente “organizaciones no gubernamentales”, y, fundamentalmente, el poder del Estado, que es el poder institucional por excelencia, que regula toda la vida social, incluida la actividad de los demás poderes mencionados. 140 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Cada uno de esos diversos poderes tiene sus propias formas y mecanismos de organización, tendientes al mejor logro de sus objetivos, y ellos son objeto de estudio en diversas disciplinas como la sociología, la ciencia política, la administración de empresas, las ciencias de la comunicación, etc. En relación con el poder del Estado, esas formas y mecanismos de organización son especialmente importantes en la medida en que el Estado concentra, como hemos dicho, el poder por excelencia en cuanto a él están sometidos los demás poderes y todos los miembros de la sociedad. Uno de los aspectos fundamentales en el estudio de un Estado es, entonces, el conocimiento de la forma como él se organiza para ejercer su poder. Esa forma se presenta de múltiples maneras y puede variar de Estado a Estado, pero podemos decir que las diversas posibilidades giran alrededor del problema de la monopolización o del reparto o distribución del poder. En una primera etapa predominó la monopolización del poder en cabeza del gobernante: el rey, el monarca, el príncipe, el emperador, etc. Fue la época en que los gobernantes monopolizaban el poder de tal manera que se consideraba y aceptaba que ellos tenían todos los derechos frente a los demás miembros de su comunidad, mientras que estos no poseían ninguno frente a las autoridades. Los ejemplos históricos más típicos y concretos de esta situación los encontramos en el Estado anterior a la Revolución francesa, sin que ello quiera decir que ese fenómeno no se haya presentado en diversas épocas, aún recientes, y en diversas 141 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos sociedades diferentes de la francesa. En todo caso, como expresión histórica y simbólica de esta concepción del ejercicio del poder público, podemos citar la famosa frase del rey Luis xiv: “el Estado soy yo”2. Fue solo en el siglo xviii cuando comenzó a tener vigencia la idea de que el poder no pertenece exclusivamente al gobernante, sino a toda la comunidad, porque la soberanía reside en el pueblo y de él emana el poder público. Esta idea, que es la esencia de la democracia, había sido enunciada desde la época de los grandes pensadores griegos, como Aristóteles en el libro sexto de La política, y defendida aun por filósofos anteriores a la Revolución francesa, entre los que se puede citar a John Locke en el capítulo vii del Ensayo sobre el gobierno civil, pero apenas como una reflexión teórica, sin resultados prácticos. De tal manera que aunque se le reconoce generalmente a Rousseau la paternidad de esta idea, la realidad es que su gran mérito no consistió en una especial originalidad, sino en la sistematización de las reflexiones anteriores mediante una presentación seductora en un momento histórico propicio, que permitió su implantación revolucionaria en Estados Unidos de América y en Francia3. En este orden de ideas, si el poder ya no es monopolizado por un gobernante, sino que pertenece a toda la comunidad, su difusión es inevitable. Por tanto, se hace indispensable establecer mecanismos prácticos que canalicen el ejercicio de ese poder, para garantizar el necesario orden social. 2 3 Sobre la concentración del poder público en la figura del monarca, véase a Blanco Valdés Roberto L., “El valor de la Constitución”, Madrid, Alianza Editorial, 1994, Pág. 30, quien expresa que en “la monarquía absoluta, [el] principal elemento definidor desde el punto de vista institucional será la extremada concentración del poder en manos del monarca”. En relación con estos antecedentes, véase a Pérez Royo, Javier, “Curso de derecho constitucional”, 12ª ed., Madrid, Marcial Pons, 2008, Págs. 716 y ss. 142 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Respecto de estos antecedentes, quizás el aporte más importante es de Locke, quien distinguió cuatro funciones del Estado, al manifestar: “quien sea que tenga el legislativo o supremo poder en cualquier comunidad está obligado a gobernar mediante leyes establecidas, promulgadas y conocidas por el pueblo y no mediante decretos extemporáneos; mediante jueces imparciales y rectos, llamados a decidir controversias mediante esas leyes; y para emplear la fuerza de la comunidad en el interior; solo en ejecución de dichas leyes, o en el extranjero para prevenir o repeler ataques foráneos, y asegurar la comunidad contra asaltos e invasiones”4. De acuerdo con lo anterior, al interior del Estado se distinguen las funciones de legislar, juzgar, emplear la fuerza para ejecutar las leyes internamente y emplear la fuerza para la defensa de la comunidad en el extranjero. A su vez, según las ideas de Locke, la primera función le corresponde ejercerla al poder legislativo, la segunda al poder judicial, la tercera al poder ejecutivo y la cuarta al poder federativo. Es en este contexto donde aparece el aporte de Montesquieu, quien desarrolló la idea de que el poder público no era realmente un solo poder sino que era necesario distinguir claramente tres poderes separados: el legislativo, el ejecutivo y el judicial, que correspondían, respectivamente, a las funciones de dictar las normas generales, aplicarlas y resolver los conflictos que resultaran de esa aplicación5. 4 5 Locke John, “Two Treatises of Government”, parágrafo 131, citado por Brewer-Carías Allan, “Reflexiones sobre la revolución norteamericana (1776), la revolución francesa (1789) y sus aportes al constitucionalismo moderno”, Caracas, Editorial Jurídica Venezolana, 1992, Pág. 61. Al respecto, la doctrina ha señalado que “siendo inglés tanto el origen teórico como práctico de la separación de poderes, sería a través de la exposición de la misma que efectuaría Montesquieu, en: “Del espíritu de las leyes”, como la teoría se transformaría en la “doctrina” de la separación de poderes y conseguiría aceptación universal” (Pérez Royo Javier, Ob. cit., Pág. 716). En igual sentido se ha afirmado que la obra de Montesquieu corresponde a “la exposición depurada y final de la organización equilibrada del gobierno mediante poderes contrapesados y coordinados” (Muñoz Machado Santiago, “Tratado de derecho administrativo y derecho público general”, T. I, 2ª ed., Madrid, Iustel, 2006, Pág. 114). 143 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos La concepción original de Montesquieu implicaba, en términos generales, una coincidencia total entre cada uno de los poderes y la función que le correspondía ejercer. Es decir, que al poder legislativo correspondía ejercer total y exclusivamente la función legislativa, al poder ejecutivo la función ejecutiva y al poder judicial la función judicial. Para llegar a esta concepción, Montesquieu partió de la idea de que todo hombre que tiene poder en algún momento se siente tentado a abusar de él, de tal manera que es necesario dividirlo para impedir que su ejercicio se torne arbitrario6. Además, en la construcción del principio de separación de poderes deben igualmente tenerse en cuenta los aportes del pensamiento que sustentó la revolución norteamericana, los cuales se encuentran expresados en las diversas colaboraciones al periódico revolucionario El Federalista, especialmente por parte de Madison. En efecto, la doctrina ha señalado que uno de los grandes aportes de dicha revolución al constitucionalismo moderno es precisamente la idea de la separación de poderes7. Fue así como la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789, en su artículo 16 consagró el principio según el cual toda sociedad en la que la separación de poderes no esté consagrada, debe considerarse desprovista de Constitución8. 6 Véase el libro xi “De las leyes que dan origen a la libertad política en su relación con la Constitución” de Montesquieu, “Del espíritu de las leyes”, Madrid, Tecnos, 1998, Págs. 105 y ss., y a Burdeau, Georges, Ob. cit, Págs. 139 y ss. 7 Véase a Brewer-Carías Allan, Ob. cit., Págs. 110 y ss, quien cita como expresión concreta de estos antecedentes el artículo iii de la Constitución de Virginia de 1776, según el cual, “Los departamentos legislativo, ejecutivo y judicial deberán estar separados y distintos de manera que ninguno ejerza los poderes correspondientes a otro; ni persona alguna debe ejercer más de uno de esos poderes al mismo tiempo”. Sobre estos antecedentes, también puede verse a Blanco Valdés, Roberto L., Ob. cit., Págs. 103 y ss. 8 El texto de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano puede consultarse en Jellinek Georg, “La declaración de los derechos del hombre y del ciudadano”, 2ª ed., México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2003, Págs. 193 y ss. 144 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” A partir de entonces, un gran número de Estados han tomado como base de su organización política este principio de la separación de los poderes. Lógicamente, como la generalidad de las instituciones sociales y políticas, esta de la separación de poderes ha experimentado diversas evoluciones, de las cuales podemos destacar como las más importantes las siguientes: 2.1. Primera evolución.- Regreso a la idea de que el poder público es uno solo, aunque integrado por varios órganos o ramas. Con posterioridad a la adopción del principio de separación de poderes con base en las experiencias inglesa, norteamericana y francesa, se planteó la controversia de que siendo el Estado internamente uno solo, no era comprensible ni lógico que se considerara la existencia de tres poderes al interior del mismo, totalmente separados y autónomos9. Como resultado de esa controversia, se aceptó que la concepción de la división tripartita del poder, según la concepción de Montesquieu, no era incompatible con la idea de un solo poder público, el del Estado, dividido en tres partes a las cuales se les dio la denominación de órganos o ramas del poder. Así por ejemplo, en Colombia, la reforma constitucional de 1936 definió que “son órganos del poder público: el legislativo, el ejecutivo y el judicial”; más tarde, la reforma constitucional de 1945 introdujo la terminología de “ramas del poder público”, para referirse a la legislativa, la ejecutiva y la jurisdiccional. Esta terminología de “ramas del poder público” se ha conservado hasta la actualidad como se observa en el artículo 113 de la Constitución de 1991. 9 Sobre esta controversia, véase a Solozábal Echevarría Juan José, “Sobre el principio de separación de poderes”, en “Revista de Estudios Políticos” (nueva época), Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, núm. 24, noviembre-diciembre 1981, Pág. 227. 145 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 2.2. Segunda evolución.- El principio de colaboración entre los diferentes órganos o ramas del poder público. Esta evolución consistió en que, concomitantemente con el reconocimiento de la idea de un solo poder, dividido en tres órganos o ramas, el principio de la separación fue atenuado con la consideración de que ella no podía ser absoluta, como algunos habían interpretado originalmente a Montesquieu, a pesar de que él mismo expresaba algunas ideas de colaboración entre los poderes, sino que, tratándose de un solo poder, sus partes debían estar relacionadas y colaborarse entre sí en la búsqueda de los intereses comunes del Estado10. En este sentido, tomando también como ejemplo el caso de Colombia, desde la reforma de 1936, así como en la reforma de 1945 y ha sido ratificado en la Constitución Política de 1991, los órganos o ramas del poder público o del Estado “tienen funciones separadas” (principio de la separación de poderes), “pero colaboran armónicamente en la realización de los fines del Estado” (principio de la colaboración armónica). Como consecuencia de lo anterior, en la actualidad, si bien se conserva como principio que cada una de las ramas (legislativa, ejecutiva y judicial) ejerce de manera principal la función que originalmente le corresponde (legislativa, ejecutiva y judicial, respectivamente), ese ejercicio no es exclusivo ni excluyente, pues no impide que las otras ramas colaboren en el ejercicio de la función, participen de ella o la ejerzan efectivamente11. 10 Al respecto, Montesquieu afirmó: “los tres poderes permanecerían así en reposo o inacción, pero como por el movimiento necesario de las cosas, están obligados a moverse, se verán forzados a hacerlo de común acuerdo”, Ob. cit., Pág. 113. En relación con esta controversia, véase a Solozábal Echevarría Juan José, Ob. cit., Págs. 227 y 228; a Coscullela Montaner Luis, “Manual de derecho administrativo”, T. I, 17ª ed., Madrid, Thomson Civitas, 2006, Pág. 26, y a García Roca Javier, “Del principio de la división de poderes”, en Revista de Estudios Políticos (nueva época), Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, núm. 108, abril-junio 2000, Págs. 41 y ss. 11 La doctrina ha calificado esta evolución como la consagración de “los principios de separación funcional y de colaboración armónica”: véase a Ibáñez Najar Jorge Enrique, “Estudios de derecho 146 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” La evolución de este principio de colaboración permite comprobar que ella se presenta en diversos grados. Para una mejor comprensión podemos identificar dos grados principales en la colaboración, que llamaremos colaboración simple, para aquellos casos en los cuales una rama u órgano del poder realiza una actividad que contribuye al ejercicio de una función que corresponde a otra rama u órgano, y colaboración plena, para aquellos casos en los cuales una rama u órgano del poder público cumple o ejerce efectivamente una función que corresponde a otra rama u órgano. Así, algunas veces la rama legislativa contribuye al ejercicio de las funciones ejecutiva y judicial (colaboración simple), mientras que otras veces ejerce efectivamente la función ejecutiva o la función judicial (colaboración plena). A su vez, la rama ejecutiva en algunos casos contribuye al ejercicio de las funciones legislativa y judicial (colaboración simple), mientras que en otros ejerce efectivamente esas funciones que en principio no le corresponden (colaboración plena). Por su parte, a veces la rama judicial contribuye al ejercicio de las funciones legislativa y ejecutiva (colaboración simple), mientras que otras ejerce efectivamente la función ejecutiva (colaboración plena). En relación con la colaboración plena de la rama judicial con la rama legislativa, mediante el ejercicio de la función legislativa, esta posibilidad es objeto de especiales polémicas12. constitucional y administrativo”, Bogotá, Legis Editores y Universidad Sergio Arboleda, 2007, Págs. 63 y ss., quien, además, hace referencia a la jurisprudencia colombiana sobre el deber de colaboración armónica entre los órganos o ramas del poder público, tanto en vigencia de las reformas constitucionales de 1936 y 1945, como en vigencia de la Constitución Política de 1991. 12 Sobre estas polémicas y ejemplos de colaboración en el derecho colombiano, véase a Rodríguez Rodríguez, Libardo, “Estructura del poder público en Colombia”, 14ª ed., Bogotá, Temis, 2012, Págs. 7 y 8. 147 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 2.3. Tercera evolución.- Ampliación del objeto de la función ejecutiva y del concepto de rama ejecutiva. Como ya lo hemos indicado, en la concepción original de Montesquieu las funciones públicas tenían cada una un objeto bien definido, así: la legislativa consistía en dictar las normas generales necesarias para la convivencia social; la ejecutiva, en aplicar esas normas generales, y la judicial, en resolver los conflictos originados en dicha aplicación. A su vez, también ya hemos anotado que en virtud del principio de la colaboración armónica de los órganos o ramas del poder entre sí, cada una de las ramas u órganos dejó de ejercer su función original de manera exclusiva y excluyente, pues, en casos excepcionales, un órgano o rama puede ejercer funciones que corresponden a otro u otra. Pero la evolución no consiste solo en lo anterior, especialmente en relación con la rama ejecutiva y su correspondiente función, pues a esta rama se le ha ido reconociendo el poder de ejercer funciones que de acuerdo con la concepción original harían parte de otra función, ya no a título de colaboración sino por el reconocimiento del cambio de la naturaleza de la función. Así, esta etapa de la evolución del principio de separación de poderes parte de la aceptación de que ciertas funciones que desarrolla comúnmente la rama ejecutiva, a pesar de que materialmente y de acuerdo con el concepto tradicional podrían ser entendidas como funciones propiamente legislativas o jurisdiccionales, en la actualidad son entendidas como parte de la función ejecutiva, con lo cual se amplía el concepto tradicional de esta función, así como el campo de acción natural de la rama ejecutiva. Este ha sido el caso, en primer lugar y como la aplicación más importante, del reconocimiento de la facultad de reglamentar la ley por parte de autoridades pertenecientes a la rama ejecutiva. En efecto, este poder o facultad consiste en la expedición de las normas 148 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” generales necesarias para hacer posible y efectiva la aplicación de las leyes que, como se ha visto, son las normas generales por excelencia. De tal manera que si recordamos que la función legislativa en su concepción original consistía en la expedición de normas generales, la llamada potestad reglamentaria sería una expresión de dicha función legislativa. Sin embargo, la evolución que estamos analizando llegó hasta considerar, y hoy es así plenamente aceptado, que dicha función o potestad reglamentaria hace parte de la función ejecutiva, con lo cual el objeto de esta función se amplió considerablemente respecto de su concepción original. En otras palabras, en la actualidad el ejercicio de la potestad reglamentaria se considera un aspecto más del ejercicio de la función ejecutiva, hasta el punto de que, en Colombia y otros países, se considera que los actos expedidos en ejercicio de la potestad reglamentaria son actos administrativos y son, por lo mismo, una expresión del ejercicio de la función ejecutiva13. En segundo lugar, la ampliación del concepto de función ejecutiva también se comprueba en el hecho de que ha llegado a considerarse como parte de la misma el ejercicio de algunas funciones cuyo objeto en el fondo es la solución de conflictos derivados de la aplicación de la ley, por lo cual, igualmente de acuerdo con los conceptos originales, constituirían ejercicio de la función judicial. Tal es el caso de la llamada genéricamente función sancionadora, la cual, excluyendo la aplicación de las sanciones penales que continúa considerándose una típica función judicial, no solo se ha venido radicando en cabeza del ejecutivo sino que ha llegado a considerarse como una típica función ejecutiva, tanto en relación con las sanciones policivas como también con las disciplinarias, urbanísticas, ambientales, cambiarias, etcétera. 13 Sobre la naturaleza jurídica de los actos expedidos por el presidente de la república y otras autoridades en ejercicio de la potestad reglamentaria, véase a Rodríguez Rodríguez Libardo, “Derecho administrativo. General y colombiano”, 18ª ed., Bogotá, Temis, 2013, Núm. 563. 149 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Así, en la actualidad se reconoce la existencia de un derecho administrativo sancionador, el cual parte de la idea de que la función ejecutiva comprende la de imponer sanciones14. Sobre este tema, debe hacerse notar, además, que los actos sancionatorios proferidos en materia disciplinaria se consideran administrativos, sometidos al mismo régimen jurídico de esa función y de esa clase de actos y, por lo mismo, son expresión de la función ejecutiva. Lo mismo sucede con el ejercicio de la potestad sancionadora en otros campos diferentes del penal, como es el caso de las sanciones de control fiscal, tributarias, aduaneras, urbanísticas, de control de cambios, ambientales y financieras, entre otras, las cuales también son consideradas como ejercicio de la función administrativa. Así mismo, dicha reflexión es aplicable respecto de algunas potestades derivadas de la actividad de regulación, mediante las cuales se resuelven conflictos entre particulares, situación que se considera parte de la función ejecutiva y no de la jurisdiccional como tradicionalmente se había entendido, al punto que en la actualidad es común hablar de funciones “cuasi-judiciales” de la administración, cuyo concepto es de origen anglosajón y son definidas como “la función administrativa que la ley exige que sea ejercida, en ciertos aspectos, como si fuera una función judicial”15. Además, en general, se ha llegado a reconocer que el ejercicio de la llamada jurisdicción coactiva, mediante la cual la administración tramita directamente un proceso ejecutivo para el cobro de las obligaciones pecuniarias a su favor, también constituye ejercicio de la función ejecutiva. 14 Véase a Ossa Arbeláez Jaime, “Derecho administrativo sancionador”, 2ª ed., Bogotá, Legis, 2009, Págs. 18 y ss. 15 William Wade y Forsyth Chistopher, “Administrative law”, 9ª ed., Oxford, Oxford University Press, 2004, Pág. 41. 150 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Inclusive, la existencia de otras funciones públicas, que tienden a considerarse nuevas y especiales, como la de banca central, la disciplinaria, la fiscal y la electoral, a pesar de ser ejercidas por órganos que han llegado a ser reconocidos como autónomos de las ramas del poder, no han llegado realmente al reconocimiento de esa novedad y especialidad como funciones públicas, pues se continúan considerando como expresiones del concepto genérico de “función administrativa”, hasta el punto de que los actos que en ejercicio de ellas se expiden continúan considerándose “actos administrativos” y están sometidos al control de la jurisdicción administrativa, lo cual constituye otra manifestación de la ampliación del objeto de esa función pública, que refleja una evolución de la concepción original de función ejecutiva. Las ampliaciones anteriores del objeto de la función ejecutiva, respecto de su concepción original, que implican que esta función ya no solo consiste en la ejecución individualizada de la ley, pues implica la facultad de desarrollarla o reglamentarla y aun de resolver algunos conflictos resultantes de su aplicación, han llevado a reconocer una mayor amplitud del concepto, que se ha traducido, a su vez, en una terminología más amplia por medio de los conceptos de “función administrativa” y de “rama administrativa” o “administración pública”. 2.4. Cuarta evolución.- Abandono de la concepción tripartita de la separación de poderes. El principio de la separación de poderes fue concebido por Montesquieu sobre la base de una separación tripartita, es decir, la existencia de los tres poderes ya mencionados: legislativo, ejecutivo y judicial. Esa concepción ha mantenido su vigencia durante largo tiempo, como una característica básica del principio de la separación, a pesar de ensayos esporádicos sobre el reconocimiento de otros poderes, como la propuesta de Bolívar sobre el reconocimiento de un “poder moral” como cuarto poder. 151 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Es así como dicha concepción tripartita se manifiesta todavía hoy en la Constitución Política colombiana de 1991, cuando el artículo 113 expresa de manera contundente que “son ramas del poder público, la legislativa, la ejecutiva y la judicial”. Sin embargo, esta característica del principio de la separación de poderes tampoco ha resistido a la presión de la evolución del Estado contemporáneo, en el cual ha venido apareciendo la tendencia a reconocer la existencia de órganos autónomos de las ramas tradicionales. Es así como, tomando como ejemplo el caso colombiano, el artículo 113 de la Constitución Política, que precisamente hace parte del capítulo 1 del título V de la Carta, que tratan “de la estructura del Estado” y “de la organización del Estado”, respectivamente, a pesar de reconocer como principio la separación del poder en las tres ramas tradicionales, a renglón seguido manifiesta que “además de los órganos que las integran existen otros, autónomos e independientes, para el cumplimiento de las demás funciones del Estado”. A su vez, en desarrollo de esta manifestación, el artículo 117 expresa que “el ministerio público y la Contraloría General de la República son órganos de control”, y el artículo 120 se refiere a “la organización electoral”, la cual tiene a su cargo la organización de las elecciones, su dirección y vigilancia, así como lo relativo a la identidad de las personas. Finalmente, la nueva Constitución Política dedica su título xi a la “organización territorial”, la cual constituye la expresión de la estructura del poder público en los órdenes seccional y local, pero que propiamente hace parte de la concepción amplia de la “administración pública” en esos órdenes. Debe tenerse en cuenta, no obstante lo anterior, que algunos consideran, entre ellos la Corte Constitucional colombiana, que la figura de los órganos autónomos a que se refiere el artículo 113 de 152 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” la Constitución se extiende a algunos órganos a los cuales, aun por fuera del capítulo i del título v, la Carta les otorga reconocimiento constitucional y les reconoce autonomía, como es el caso del Banco de la República y la Comisión Nacional del Servicio Civil y era el caso de la Comisión Nacional de Televisión, antes de la reforma de los artículos 76 y 77 por el acto legislativo 2 de 2011. Sin embargo, en nuestro concepto, y con fundamento en una visión sistemática, armónica y lógica de la estructura del Estado y de la manera como la Constitución de 1991 reguló la materia, esos órganos, aun con autonomía de origen constitucional, forman o formaban parte, como entidades de carácter especial, de la concepción amplia de rama ejecutiva, entendida como rama administrativa16. III. La centralización Es el fenómeno jurídico-político que consiste en que todas las tareas y funciones públicas se radican en manos de la persona jurídica Estado. Es decir, que el Estado monopoliza todas esas tareas y funciones públicas. Sobre este fenómeno podemos analizar varios aspectos: Respecto de las relaciones entre el Estado y las colectividades locales, no se les reconoce vida jurídica a estas últimas, de manera que el Estado es la única persona jurídica pública. Las divisiones territoriales no existirán o, si aparecen, serán simples circunscripciones, tendientes a permitir una gestión más práctica de los servicios públicos estatales. Como sistema de manejo del Estado, implica una administración rigurosamente jerarquizada, es decir, que realmente no hay autoridades locales o, si existen algunas que parecen serlo, no son propiamente tales, pues están completamente subordinadas 16 Al respecto, véase a Rodríguez Rodríguez Libardo, “Derecho administrativo. General y colombiano”, Ob. cit., núms. 207 y ss. 153 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos a las autoridades centrales y, por tanto, solo transmiten y ejecutan órdenes, pero no toman decisiones. Como lo expresa gráficamente el profesor Rivero, “mediante la centralización, una voluntad única, que parte del centro del Estado, se transmite hasta las últimas extremidades”17. Lo anterior quiere decir que conceptualmente la centralización puede presentarse en dos grados: una centralización absoluta, cuando no se reconoce forma alguna de división territorial y, por ende, tampoco autoridades diferentes de las que gobiernan el territorio del Estado en su conjunto, y una centralización atenuada o limitada, cuando se reconoce la existencia de divisiones territoriales y de autoridades que ejercen funciones estatales en esas divisiones, aunque en ambos casos sin autonomía. Sin embargo, la centralización en el sentido extremo que hemos mencionado, difícilmente se presenta en la práctica. En efecto, a través de la historia la existencia del municipio, que es una colectividad casi natural y que ha buscado siempre alguna autonomía, se ha constituido en un obstáculo para la centralización absoluta. Además, las dimensiones geográficas de la gran mayoría de los Estados modernos hacen imposible en la práctica que el Estado sea manejado totalmente desde el centro, es decir, desde la capital. Estas circunstancias han traído como consecuencia que, salvo la posibilidad de aquellos Estados que hemos denominado minúsculos, la centralización no es aplicada en términos absolutos, con la excepción, en algunos casos, de funciones específicas como la legislativa. 17 Véase a Jean Rivero, “Derecho administrativo”, traducción de la 9ª ed., Caracas, Instituto de Derecho Público, Universidad Central de Venezuela, 1984, Pág. 339. 154 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” IV. La desconcentración Es la primera limitación que encontramos a la centralización absoluta. Puede decirse que consiste en la radicación de competencias y funciones en dependencias ubicadas fuera de la sede principal del organismo o entidad administrativa, sin perjuicio de las potestades y deberes de orientación e instrucción que corresponde ejercer a los jefes superiores de la administración. Es decir, que a pesar de que las funciones continúan monopolizadas por las entidades nacionales, algunas de esas funciones son desempeñadas por agentes de aquellas, que se desplazan físicamente a las diversas partes del territorio, dada la imposibilidad o inconveniencia de ejercerlas desde la capital. Si bien pueden tomar algunas decisiones, lo hacen en nombre de la entidad nacional y no de la colectividad seccional donde ejercen la función. Por ejemplo, cuando el Estado actúa por medio de sus fuerzas militares y radica un batallón en una región del país, se está produciendo el fenómeno de la desconcentración, pues simplemente se está desplazando a unas personas que van a ejercer en ese territorio una actividad nacional, sin que se le otorgue ninguna autonomía a la colectividad allí establecida para manejar esa función. Igualmente, cuando un establecimiento público nacional crea oficinas o agencias seccionales o regionales, está utilizando la figura de la desconcentración, pues simplemente está desplazando algunas funciones para que se desarrollen más ágilmente en la respectiva región pero la actividad sigue siendo nacional. En estos casos las divisiones del territorio en las cuales se ejercen las funciones del Estado se denominan circunscripciones territoriales, por constituir simples divisiones físicas del territorio estatal, sin reconocimiento de autonomía. 155 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Es decir que, en definitiva, la desconcentración es un fenómeno de limitación a la excesiva centralización, pero que se ubica todavía dentro de esta última, pues el Estado continúa monopolizando el ejercicio de las funciones. Podría decirse que es una centralización atenuada18. - Desconcentración territorial y simplemente jerárquica o funcional. Si consideramos la desconcentración como un fenómeno más amplio en el sentido de que es el instrumento utilizado por el Estado para descongestionar los despachos públicos y de esta manera evitar la excesiva concentración de poder en unas pocas manos, encontramos varias clases. Así, además del fenómeno ya analizado de desconcentración que implica desplazamiento de funciones de la capital hacia las provincias y que podemos denominar desconcentración territorial, encontramos otra modalidad que podemos llamar desconcentración simplemente jerárquica o funcional, que consiste en el otorgamiento de funciones de las autoridades superiores a las inferiores sin que exista desplazamiento físico, es decir, que continúan siendo ejercidas desde la capital. Por ejemplo, al jefe del ejecutivo, como suprema autoridad administrativa, le correspondería teóricamente ejercer todas las funciones administrativas. Sin embargo, por aspectos prácticos, muchas de esas funciones son otorgadas a los ministros. A su vez, dentro de cada ministerio, a pesar de que el ministro es la autoridad superior, también se otorgan funciones a los demás funcionarios inferiores, con el fin de descongestionar el despacho ministerial. Si esas funciones continúan ejerciéndose desde la capital no podrá hablarse de desconcentración territorial sino simplemente jerárquica o funcional. 18Otros puntos de vista pueden verse en Sayagués Laso Enrique, “Tratado de derecho administrativo”, T. I, 8ª ed., Montevideo, Fundación de Cultura Universitaria, 2002, Págs. 223 y ss.; igualmente en Gordillo Agustín A., “Tratado de derecho administrativo”, Parte general, T. I, 10ª ed., Buenos Aires, Fundación de Derecho Administrativo, 2009, Págs. XIV-1 y ss. 156 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” En la teoría general se conoce como adscripción de funciones o desconcentración por adscripción a aquella figura mediante la cual la ley u otra norma de carácter general otorgan directamente a una autoridad determinada función que corresponde, en principio, a otra autoridad. V. La delegación Consiste en que las autoridades pueden transferir el ejercicio de funciones a sus colaboradores o a otras autoridades, con funciones afines o complementarias. Es decir, que mediante la delegación el funcionario que es titular de una función (delegante) la traslada a otra autoridad (delegatario), para que esta la ejerza en nombre de aquel. A pesar de que en cada ordenamiento jurídico suelen ser diferentes los aspectos más específicos, las principales reglas que regulan la delegación pueden ser resumidas así: - Las autoridades administrativas podrán delegar la atención y decisión de los asuntos a ellas confiados por la ley y los actos orgánicos respectivos, en los empleados públicos de niveles inferiores. - El acto de delegación siempre será escrito y en él se determinará la autoridad delegataria y las funciones o asuntos específicos objeto de ella. - La autoridad delegante deberá informarse, en todo momento, sobre el desarrollo de las delegaciones que haya otorgado e impartir orientaciones generales sobre el ejercicio de las funciones delegadas. 157 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos - Los actos expedidos en virtud de la delegación estarán sometidos a los mismos requisitos establecidos para su expedición por la autoridad o entidad delegante y serán susceptibles de los recursos procedentes contra los actos de dicha autoridad o entidad. - Es común que los ordenamientos jurídicos señalen que la delegación exime de responsabilidad al delegante, la cual, en consecuencia, estará radicada exclusivamente en cabeza del delegatario, sin perjuicio de que la autoridad delegante pueda, en cualquier tiempo, reasumir la competencia y revisar los actos expedidos por el delegatario, y sea responsable por su deber de vigilancia y control del ejercicio de las funciones delegadas. - En algunos ordenamientos se prevé que los organismos y entidades administrativos del orden nacional podrán delegar sus funciones en favor de entidades descentralizadas o entidades territoriales, caso en el cual deberán celebrarse convenios en los que se fijen los derechos y obligaciones de las entidades delegante y delegataria, así como el funcionario que tendrá a su cargo el ejercicio de las funciones delegadas, lo cual se conoce con el nombre de delegación impropia. VI. La descentralización Desde un punto de vista jurídico muy general, la descentralización es el otorgamiento de facultades a las entidades públicas diferentes del Estado para gobernarse por sí mismas, mediante la radicación de funciones en sus manos para que las ejerzan autónomamente. 158 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Como las facultades para gobernar una colectividad comprenden, en términos generales, las funciones constitucional o constituyente, legislativa, ejecutiva y jurisdiccional, podemos afirmar que el máximo grado de descentralización se confunde con el federalismo, ya que, dentro de un Estado federal las colectividades que lo componen (Estados federados) poseen esas cuatro funciones o, por lo menos, las tres últimas. Por esta razón, cuando se habla de descentralización no se hace mención realmente a ese caso extremo, sino que el fenómeno se ubica especialmente en el Estado unitario, pues a pesar de que este es, en principio, centralista, ya hemos afirmado que esa centralización, por regla general, tampoco se presenta en la práctica en términos absolutos. Por la misma razón, no obstante que podría hablarse de descentralización legislativa, ejecutiva o administrativa y judicial, desde el punto de vista jurídico en los Estados unitarios solo se habla de descentralización administrativa, pues las otras son expresiones del fenómeno federal. A su vez, dentro del fenómeno de la descentralización administrativa se identifican los conceptos de descentralización política, funcional y fiscal, según se trate de un mayor grado de participación de la comunidad en la toma de decisiones, del traslado de competencias o funciones a las entidades territoriales o de la transferencia de recursos para financiar las funciones trasladadas, respectivamente. - La descentralización administrativa. Consiste, entonces, en el otorgamiento de competencias o funciones administrativas a personas públicas diferentes del Estado, para que las ejerzan en su propio nombre y bajo su propia responsabilidad. Si se analiza en detalle este concepto se pueden ver más claramente las diferencias entre la desconcentración y la descentralización: en ambas se trata de otorgamiento de funciones, 159 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos pero mientras en esta se trata de funciones propias, en aquella se trata de funciones del Estado; en esta es la persona jurídica diferente del Estado quien toma la decisión, mientras que en aquella es el Estado o la entidad nacional quien decide por intermedio de un agente. A su vez, la descentralización administrativa presenta modernamente tres modalidades principales: la descentralización territorial, la descentralización especializada o por servicios y la descentralización por colaboración. 6.1. Descentralización territorial Es el otorgamiento de competencias o funciones administrativas a las colectividades regionales o locales, para que las ejerzan en su propio nombre y bajo su propia responsabilidad. Es decir, que se les otorga a las colectividades locales cierta autonomía para que se manejen por sí mismas. Esta descentralización tiene, por una parte, un fundamento de conveniencia, en el sentido de que se considera que es favorable para la comunidad tener capacidad para resolver sus propios asuntos y no que ellos le sean resueltos directamente por el Estado. Por otra parte, tiene también un fundamento político en cuanto se dice que es manifestación de democracia en la medida que permite un cierto grado de autogobierno. Para que se presente realmente esta descentralización, se requiere que existan varios elementos, a saber: a. Necesidades locales.- Es decir, diferentes de aquellas que son comunes a toda la nación. Es, precisamente, en relación con esas necesidades propias que se presenta la autonomía. La determinación 160 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” de las necesidades nacionales y locales le corresponde hacerla a la Constitución y a la ley. Así, por ejemplo, en Colombia, la Constitución establece las funciones de los departamentos y los municipios. A su vez, corresponde a la ley distribuir las competencias y servicios entre la nación y las entidades territoriales. Además, la ley establece que el gobierno será especialmente cuidadoso en el cumplimiento de los principios constitucionales y legales sobre la descentralización administrativa y la autonomía de las entidades territoriales y que, en consecuencia, procurará desarrollar disposiciones y normas que profundicen la distribución de competencias entre los diversos niveles de la administración siguiendo, en lo posible, el criterio de que la prestación de los servicios corresponda a los municipios, el control sobre dicha prestación a los departamentos y la definición de planes, políticas y estrategias a la nación. Igualmente, la ley señala como principios rectores del ejercicio de competencias la coordinación, la concurrencia, la subsidiariedad, la complementariedad, la eficacia, el equilibrio entre competencias y recursos, la gradualidad y la responsabilidad. b. Personería jurídica.- Pues es evidente que para que una colectividad pueda realmente manejarse a sí misma, requiere tener la capacidad de ser sujeto de derechos y obligaciones. Así, por ejemplo, se reconoce expresamente la calidad de personas jurídicas a las entidades o colectividades territoriales. c. Autonomía presupuestal y financiera.- Es decir, que la entidad territorial tenga su propio patrimonio y presupuesto, diferentes de los de la nación. Así, en Colombia, según el artículo 362 de la Constitución, “los bienes y rentas tributarias o no tributarias o provenientes de la explotación de monopolios de las entidades territoriales, son de su propiedad exclusiva y gozan de las mismas garantías que la propiedad y renta de los particulares”. 161 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos d. Autonomía administrativa.- Es decir, que se puedan organizar internamente de manera autónoma. Por ejemplo, las entidades o colectividades territoriales establecen sus propias dependencias, el número de sus empleados, las normas de funcionamiento interno, etc. e. Autoridades locales.- En el sentido de autoridades propias, elegidas por la misma comunidad o nombradas por sus representantes. En este sentido, teniendo como ejemplo a Colombia, encontramos que los miembros de las asambleas departamentales, concejos municipales, gobernadores y alcaldes son elegidos popularmente por los habitantes del respectivo territorio. A su vez, esos órganos y autoridades son los encargados de designar los demás funcionarios del respectivo departamento o municipio. f. Control por el poder central.- Pues si bien se parte de la base del reconocimiento de autonomía, tratándose de un sistema unitario no puede pensarse que las entidades territoriales gocen de autonomía absoluta. 6.2. Descentralización especializada o por servicios Consiste en el otorgamiento de competencias o funciones de la administración a entidades que se crean para ejercer una actividad especializada. En el derecho colombiano esta descentralización se traduce en la existencia de establecimientos públicos, empresas industriales y comerciales del Estado, sociedades públicas y sociedades de economía mixta, superintendencias y unidades administrativas especiales con personería jurídica, empresas sociales del Estado, empresas oficiales de servicios públicos y las demás entidades creadas por la ley o con su autorización, cuyo objeto principal sea el ejercicio de funciones administrativas, la prestación de servicios públicos o la realización de actividades industriales o 162 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” comerciales, con personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio propio, a todos los cuales, precisamente, se califica con la denominación genérica de entidades descentralizadas. Este tipo de descentralización encuentra su fundamento en la necesidad de especialización y tecnificación que se vive en el mundo moderno, pues el Estado es una entidad muy heterogénea, con funciones muy amplias, lo cual le dificulta actuar de acuerdo con esos postulados. Para lograrlo, se despoja entonces de algunas funciones y las entrega a entidades creadas exclusivamente para que las ejerzan de manera más técnica y especializada. Como la territorial, la descentralización por servicios también requiere la presencia de ciertos elementos, a saber: a. Existencia de una autoridad especial digna de autonomía.- Es decir, que en un momento dado el Estado considera que determinada actividad ha adquirido tal importancia, que será mejor desarrollada si se desprende de su competencia global, y se le entrega a otra entidad con el fin de que la ejerza autónomamente. Por ejemplo, en cierto momento el Estado colombiano consideró que la función de capacitar a los funcionarios públicos era de tal magnitud e importancia, que debía ser confiada a una entidad que de manera especializada y técnica se dedicara a esa actividad, para lo cual se creó la Escuela Superior de Administración Pública -ESAP-. Es decir, que aquí no se trata de necesidades propias de un territorio, como en la descentralización territorial, sino que la figura se refiere a una actividad determinada. b. Personería jurídica.- Pues en el mismo sentido que lo hemos afirmado respecto de la descentralización territorial, las entidades descentralizadas por servicios requieren la capacidad de ser sujetos de derechos y obligaciones, con el fin de poder desarrollar autónomamente la actividad que les ha sido confiada. 163 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos c. Autonomía presupuestal y financiera.- Pues también deben tener patrimonio y presupuesto propios, diferentes del patrimonio y presupuesto del Estado. d. Autonomía administrativa.- Para que estas entidades puedan auto organizarse, creando dependencias, empleos, estableciendo reglamentos propios para la actividad que desarrollan. e. Autoridades propias.- Nombradas por la misma entidad y, en lo posible, relacionadas con su actividad. Sin embargo, en la práctica este elemento está limitado, ya que la mayoría de las autoridades directivas provienen del poder central, como es el caso del gerente, director o presidente y de algunos miembros de la junta directiva. Pero, fuera de esas autoridades, las de los niveles inferiores son nombradas por la misma entidad. Además, en la junta directiva, por regla general, también se encuentran algunos representantes de las colectividades o gremios relacionados con la actividad desarrollada por la entidad. f. Control por el poder central.- Tampoco en este caso se trata de entidades independientes sino que hacen parte de la organización estatal, por lo cual las autoridades centrales tienen alguna injerencia en ellas. 6.3. Descentralización por colaboración Consiste en el otorgamiento de competencias o funciones de la administración a particulares para que las ejerzan en nombre de ella19. En Colombia son ejemplos tradicionales de esta modalidad de descentralización los casos de la actividad notarial, el registro público de comercio, en manos de las cámaras de comercio, y 19 Véanse Tafur Galvis Álvaro, “Las entidades descentralizadas”, 3ª ed., Bogotá, Montoya y Araújo Ltda., 1984, Págs. 31 y ss.; y a Rodríguez Gustavo Humberto, “Derecho administrativo general”, 2ª ed., Santa Fe de Bogotá, Ed. Ciencia y Derecho, 1995, Pág. 107. 164 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” algunas funciones de la Federación Nacional de Cafeteros, que obedecieron en su momento a consideraciones muy particulares. No obstante, en los últimos tiempos puede comprobarse una tendencia a formalizar y reglamentar este fenómeno. Es así como, en Colombia, la Constitución Política de 1991 constitucionalizó y le dio un mayor sustento a esta modalidad al referirse a ella expresamente en varias normas. Así, el artículo 123 de la Constitución manifiesta que “la ley determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente desempeñan funciones públicas y regulará su ejercicio” y el artículo 210 de la misma Carta afirma que “los particulares pueden cumplir funciones administrativas en las condiciones que señale la ley”. Además, otras normas constitucionales también tienen que ver con esta posibilidad, como son los artículos 267, según el cual la Contraloría vigilará la gestión fiscal de la administración “y de los particulares o entidades que manejen fondos o bienes de la Nación”, y 365, de acuerdo con el cual los servicios públicos “podrán ser prestados por el Estado, directa o indirectamente, por comunidades organizadas, o por particulares”, aunque debe advertirse, en relación con esta última norma, que lo allí previsto no quiere decir que siempre que los particulares presten servicios públicos estén ejerciendo funciones administrativas, pues dentro de la evolución actual del Estado la prestación de algunos servicios se considera una actividad propia de los particulares, de tal manera que solamente cuando la prestación misma del servicio se considere una actividad propia y de competencia del Estado, su traslado a particulares implicará el ejercicio de funciones administrativas por estos. 165 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos VII. Los controles en los sistemas de centralización y descentralización Tanto la centralización como la descentralización implican cierto control por las autoridades centrales. En efecto, si en la centralización el Estado monopoliza todas las actividades públicas, es obvio que tendrá bajo su mando directo a los órganos y empleados que las realizan en su nombre. Además, si bien la descentralización implica autonomía de las entidades y de sus respectivos funcionarios, es claro que aquellas y estos continúan formando parte de la organización estatal, es decir, que son autónomos, pero no independientes; en consecuencia, también están sujetos a cierto control. De acuerdo con la teoría general del derecho administrativo, el control existente en caso de centralización se denomina control jerárquico, mientras que el que se aplica en caso de descentralización se conoce con el nombre de control de tutela. 7.1. Control jerárquico Es aquel que ejerce la autoridad superior sobre las autoridades o funcionarios inferiores, con fundamento en su rango y autoridad. Es decir, como ya se ha afirmado, este control se presenta respecto de los organismos centralizados, que son los que se encuentran sometidos a una estructura jerárquica. Además, debe tenerse en cuenta que dentro de las entidades descentralizadas, territorialmente y por servicios, también se presenta el control jerárquico, pues esas entidades son descentralizadas respecto del poder central, pero internamente son centralizadas y organizadas jerárquicamente. Este tipo de control se ejerce mediante varios procedimientos, según dos campos de acción diferentes: 166 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” a. Control sobre las personas de los funcionarios.- Comprende las facultades de designación, poder disciplinario y retiro del servicio. La ley determina, entonces, cuál es el funcionario superior competente para nombrar los empleados del respectivo organismo, para sancionarlos y para tomar decisiones sobre el retiro del servicio de esos empleados inferiores. Obviamente, estas facultades están reglamentadas, en especial por las normas de carrera administrativa u otras carreras especializadas. b. Control sobre los actos de los funcionarios.- Comprende las facultades de revocarlos y reformarlos, una vez interpuestos los recursos que la ley establece. Además, debe diferenciarse si el acto del inferior fue dictado con base en una delegación o en el fenómeno de la desconcentración. En el primer caso, el superior delegante puede retomar en cualquier momento su competencia, de manera que puede dictar directamente un acto de aquellos que había delegado en el inferior; en el segundo caso, el superior no puede dictar el acto inicial en reemplazo del inferior, sino que deberá esperar que este ejerza su competencia para poderlo revocar o reformar, si es el caso. Además de las facultades de revocación y reforma de los actos, existe dentro del control jerárquico el llamado poder de instrucción, que consiste en la facultad que tiene el superior de dar órdenes a sus inferiores y hacer que ellas sean cumplidas, tratándose, obviamente, de órdenes legales. 7.2. Control de tutela Es aquel que ejerce el poder central sobre las entidades y autoridades descentralizadas, tanto territorialmente como por servicios. 167 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos En relación con las entidades descentralizadas territorialmente, el control de tutela que el Estado ejerce sobre ellas está generalmente en manos del legislador y del gobierno. El primero, por medio de la regulación legal de las actividades que son objeto de descentralización hacia las entidades territoriales. El segundo, mediante el ejercicio del poder reglamentario como desarrollo de esa misma regulación legal. Respecto de las entidades descentralizadas por servicios, la ley confía el ejercicio del control de tutela al jefe del gobierno y a los ministros a los cuales se halle adscrita o vinculada la respectiva entidad. También en este caso podemos analizar los diversos procedimientos de tutela respecto de las personas de los funcionarios y respecto de sus actos. Sin embargo, en relación con este tipo de control, debe tenerse en cuenta que la regla general es la autonomía, es decir, que solo existe control en los casos determinados por la ley. a. Control sobre las personas de los funcionarios.- En estricta teoría y según el espíritu de la descentralización, no debería existir control de tutela sobre las personas de los funcionarios descentralizados, pues ese control personal implica algún grado de subordinación jerárquica, lo cual es extraño a esta institución. Sin embargo, en algunos casos se consagran mecanismos de control personal sobre autoridades que hacen parte de organismos descentralizados. Así, en Colombia, los gobernadores, en virtud del artículo 304 de la Constitución Política pueden ser suspendidos o destituidos por el presidente de la república, pero solo en unos casos taxativamente señalados por la ley. A su vez, los alcaldes municipales, a pesar de ser funcionarios de elección popular, también pueden ser suspendidos o destituidos por el presidente de la república o los gobernadores, según sus respectivas competencias, en los casos taxativamente señalados por la ley. 168 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Respecto de las entidades descentralizadas por servicios, en muchos casos los directores y gerentes de los establecimientos públicos nacionales son de libre nombramiento y remoción del jefe del gobierno. Igualmente se extiende esa calidad de agentes del gobierno a los directores, gerentes o presidentes de las empresas industriales y comerciales del Estado. Si, como hemos afirmado, en teoría no debería existir este control personal, al establecerlo las normas se está produciendo una disminución de la descentralización a favor de la centralización. b. Control sobre los actos a la actividad de las entidades descentralizadas.- El control de tutela se ejerce fundamentalmente sobre los actos que expiden las entidades y autoridades descentralizadas, lo mismo que sobre su actividad general. Sin embargo, este control se lleva a cabo en un grado bastante menos estricto que el que se realiza en caso de control jerárquico. En efecto, el control de tutela no permite, por regla general, la revocación o reforma de los actos, sino que se efectúa mediante otros mecanismos, entre los cuales los principales son los siguientes: i. En relación con las entidades descentralizadas territorialmente - La iniciativa para la adopción de ciertas decisiones de los órganos deliberantes puede corresponder de manera exclusiva a la autoridad encargada del control. Así, las normas sobre las atribuciones de los órganos colegiados regionales o locales condicionan el ejercicio de algunas de ellas a la iniciativa del jefe de la administración territorial. - Los jefes de la administración territorial pueden objetar los proyectos de actos de los órganos colegiados del respectivo territorio cuando los consideren ilegales o inconvenientes. 169 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos - El jefe de la administración territorial puede pasar al juez o tribunal de lo contencioso administrativo correspondiente, los actos de los órganos colegiados aprobados y sancionados, cuando considere que son ilegales. - Las autoridades administrativas centrales pueden demandar los actos de las entidades territoriales que consideren ilegales. ii. En relación con las entidades descentralizadas por servicios - El poder central participa, por medio de representantes suyos, en los órganos directivos de estas entidades. Por ejemplo, el ministro de tutela puede ser el presidente de la junta directiva. Además, podrán hacer parte de ella otros ministros o autoridades del poder central y representantes personales del gobierno. - El control se orienta a comprobar y asegurar que las actividades y funciones de los organismos y entidades que integran el respectivo sector administrativo se cumplan en armonía con las políticas gubernamentales, dentro de los principios de la ley y de conformidad con los planes y programas adoptados. - El control sobre las entidades descentralizadas no comprende la autorización o aprobación de los actos específicos que conforme a la ley competa expedir a sus órganos internos, salvo excepciones expresas. - El control administrativo de las empresas industriales y comerciales del Estado y las sociedades de economía mixta se cumple en los términos de los correspondientes convenios, planes o programas que se celebren periódicamente con la nación, por intermedio del respectivo ministerio. 170 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” - El control sobre las actividades y programas de las entidades descentralizadas indirectas, las filiales de las empresas industriales y comerciales del Estado y las sociedades de economía mixta se ejerce mediante la intervención de los representantes legales de los organismos y entidades participantes, o sus delegados, en los órganos internos de deliberación y dirección de la entidad. - Las autoridades centrales pueden demandar los actos de las entidades descentralizadas por servicios, cuando los consideren ilegales. En relación con estos controles del poder central sobre las actividades de las entidades descentralizadas por servicios, vale la pena advertir que la Corte Suprema de Justicia de Colombia ha considerado que en el derecho de ese país pueden clasificarse en cuatro clases, a saber20: - El control administrativo, que es el ejercido directamente por los ministros e indirectamente, en algunos casos, por las superintendencias, bajo la vigilancia y responsabilidad del presidente de la república. - El control presupuestal, que es el ejercido principalmente por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público sobre la elaboración y ejecución de los presupuestos de rentas y gastos de las entidades mencionadas, de acuerdo con lo previsto en el Estatuto Orgánico del Presupuesto. - El control fiscal, que es el ejercido por la Contraloría General de la República, el cual, comprende el ejercicio de un control financiero, de gestión y de resultados, fundado en la eficiencia, la economía, la equidad y la valoración de los costos ambientales. 20 Corte Suprema de Justicia, Sala Plena, sentencia de 25 de abril de 1974, en Gaceta Judicial, t. cxlix-cl, núms. 2390 y 2391, Págs. 332 y ss. 171 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos - El control político, que lleva a cabo el Congreso de la República mediante la regulación de las actividades confiadas a estas entidades y por medio de las citaciones que las comisiones pueden hacer a sus representantes legales. A estos controles mencionados por la Corte, debemos agregar el control jurisdiccional, ejercido por la rama judicial del poder público, y que recae sobre la legalidad de las actuaciones de estas entidades21. VIII. El principio de la centralización política y descentralización administrativa en Colombia Como es sabido, las funciones básicas del Estado son la constituyente, la legislativa, la ejecutiva o administrativa y la judicial. En términos generales se reconoce que en los Estados federales los Estados miembros ejercen todas esas funciones, o por lo menos las tres últimas. A su vez, en los Estados unitarios completamente centralistas, el Estado ejerce todas las funciones, mientras las secciones que lo componen no desempeñan ninguna de ellas, pues tan solo existirán, dado el caso, autoridades desconcentradas. En Colombia, en el siglo xix los movimientos políticos giraron en gran parte alrededor del sistema de organización que debía dársele al país. Durante varios períodos, el Estado se organizó como sistema federal. No obstante, las luchas políticas continuaron hasta que, en 1886, para la expedición de la Constitución de ese año, se buscó un tipo de organización intermedia entre el sistema federal y el centralismo absoluto22, mediante la fórmula conocida como 21 Sobre este tema de los controles pueden verse otras clasificaciones y comentarios más extensos en Tafur Galvis Álvaro, Ob. cit., Págs. 259 y ss. 22 En relación con los aspectos históricos de este problema puede verse a Henao Hidrón Javier, “Panorama del derecho constitucional colombiano”, 13ª ed., Bogotá, Edit. Temis, 2004, Págs. 3 y ss. 172 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “centralización política y descentralización administrativa”, la cual, desde entonces, ha sido aplicada en Colombia y ratificada por la Constitución de 1991, al expresar en su artículo 1º que “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de república unitaria, descentralizada”. Esta fórmula jurídico-política quiere decir que las funciones políticas son objeto de centralización, mientras que la función administrativa es objeto de descentralización. Dicho en otras palabras, el Estado se reserva el ejercicio de las funciones constitucional, legislativa y judicial, mientras que la función administrativa la comparte con las secciones o provincias. En realidad, la fórmula se traduce en que solo existe en Colombia una Constitución para todo el país, que las leyes y los principales códigos, también son necesariamente nacionales y que la administración de justicia se imparte siempre en nombre de la república. Por ello, la rama legislativa del poder está integrada solamente por el Congreso Nacional, con sus dos cámaras, sin que existan organismos regionales de carácter legislativo. De manera que la rama legislativa está completamente centralizada y ni siquiera utiliza el fenómeno de la desconcentración territorial, pues ejerce todas sus funciones desde la capital. Las asambleas departamentales y los concejos municipales son “corporaciones político-administrativas”, como los denomina la Constitución Política en sus artículos 299 y 312, respectivamente. A su vez, la rama judicial también está centralizada, es decir, en manos del Estado, pero en relación con ella se utiliza el mecanismo de la desconcentración territorial, pues existen tribunales y juzgados en todos los departamentos y municipios del país, los cuales administran justicia en nombre de la República. 173 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Por su parte, la rama administrativa, según la fórmula que venimos estudiando, está descentralizada. Sin embargo, esto no quiere decir que esta función esté otorgada totalmente a los departamentos y municipios. Simplemente quiere decir que parte de esa función se otorga a las entidades territoriales, pero el Estado se reserva otra parte, que es la más importante, al conservar las funciones del presidente de la república, los ministros y demás autoridades administrativas nacionales. Se presenta también descentralización administrativa en relación con las entidades descentralizadas por servicios. En conclusión, la fórmula de la “centralización política y descentralización administrativa”, que pretendía ser intermedia, realmente implica un predominio de la centralización sobre la descentralización, aun en lo correspondiente a la función administrativa, aunque debe reconocerse que en los últimos años se ha presentado una tendencia hacia el fortalecimiento de la descentralización, como pasamos a verlo. Una vez consagrado este principio en la Constitución de 1886, puede decirse que desde el punto de vista político logró el objetivo que con su implantación se buscaba, en cuanto permitió disminuir las tensiones alrededor del tema de la mayor o menor autonomía de las entidades locales, hasta el punto que la disyuntiva entre centralismo o federalismo dejó de ser un elemento promotor de los conflictos políticos en nuestro medio. Lo anterior no quiere decir, sin embargo, que el tema haya desaparecido del escenario político y jurídico, pues permanentemente ha sido preocupación en materia de organización del Estado la de regular las relaciones entre las autoridades centrales y locales. En este orden de ideas podemos identificar dos grandes etapas y tendencias. 174 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Así, en primer lugar, como consecuencia del predominio del fenómeno de la centralización dentro del principio de la centralización política y descentralización administrativa, a partir de 1886 se presentó una tendencia hacia el fortalecimiento progresivo del centralismo, especialmente por el progresivo aumento del intervencionismo del Estado y el consecuente aumento de funciones y recursos en manos de la nación. Esta tendencia produjo, como contrapartida lógica, el debilitamiento progresivo de las entidades territoriales, tanto desde el punto de vista de su participación en los recursos del tesoro público, como en lo referente a sus funciones propias, hasta el punto que se produjo una mentalidad de “Estado paternalista” en el sentido de que las mismas entidades territoriales propiciaban el traslado total o compartido de responsabilidades propias del orden territorial hacia la nación. Esta tendencia no se detuvo sino que, paradójicamente, se afianzó con el auge de la descentralización especializada o por servicios, pues la creación de entidades descentralizadas de este tipo, especialmente de establecimientos públicos, se utilizó o aprovechó en varios casos para crear entidades del orden nacional cuyo objeto era más propio de las entidades territoriales que de la nación. Tal fue el caso, por ejemplo, del Instituto de Fomento Municipal y de las corporaciones autónomas regionales, cuyo objeto era prestar servicios y promover el desarrollo económico y social del territorio comprendido en su jurisdicción, que si bien unas veces correspondía a verdaderas regiones homogéneas desde el punto de vista geográfico y económico, otras veces se trataba simplemente del territorio de un departamento. El fortalecimiento de esta tendencia fue de tal grado que llegó a calificarse la situación como de un “centralismo asfixiante” y a propiciar un cambio de mentalidad que poco a poco se fue convirtiendo en una tendencia inversa: la de la necesidad de favorecer una mayor autonomía de las colectividades y entidades territoriales. 175 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Esta segunda etapa o tendencia comenzó a mostrar sus primeros resultados con la expedición de la ley 14 de 1983, que tuvo por objeto hacer un replanteamiento en materia tributaria con el fin de fortalecer los fiscos departamentales y municipales. Pocos años más tarde, en 1986 y 1987, se expidieron varias normas que contribuyeron a consolidar esta tendencia, como fueron: el acto legislativo 1 de 1986, mediante el cual se estableció la elección popular de los alcaldes y que fue desarrollado por las Leyes 78 de 1986 y 49 de 1987; la Ley 3ª de 1986, por la cual se expidieron nuevas normas para los departamentos y se concedieron facultades extraordinarias al gobierno para expedir el Código de Régimen Departamental; la Ley 11 de 1986, por medio de la cual se expidieron normas reformatorias del régimen municipal y se concedieron igualmente facultades al gobierno para expedir el Código de Régimen Municipal; la Ley 12 de 1986, por la cual se incrementó la proporción de cesión del impuesto al valor agregado a los departamentos y municipios, y los decretos-leyes 77 a 81 de 1987, mediante los cuales se trasladaron a los municipios funciones que venían siendo ejercidas por entidades nacionales. Finalmente, la Constitución Política de 1991 consolidó aún más este proceso descentralizador, a partir del reconocimiento en su artículo 1º de que Colombia “es un Estado organizado en forma de república unitaria”, pero “descentralizada” y “con autonomía de sus entidades territoriales”, y con la inclusión de nuevas instituciones y disposiciones tendentes al fortalecimiento de las colectividades territoriales, como la elección popular de los gobernadores, la consagración de nuevos instrumentos de participación ciudadana en el manejo de los asuntos públicos, el aumento progresivo del porcentaje de los ingresos corrientes de la nación que son transferidos a los departamentos, distritos y municipios y la previsión de nuevas entidades como las regiones, las provincias y los territorios indígenas. 176 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” De acuerdo con lo anterior, podemos concluir que el principio de la centralización política y descentralización administrativa actualmente se encuentra en una etapa favorable a una mayor y progresiva descentralización, que se traduce en tres aspectos principales: - Descentralización político-administrativa, en la medida en que se ha buscado una mayor participación de los miembros de las comunidades en el manejo de sus propios asuntos públicos. - Descentralización fiscal, consistente en el fortalecimiento de los recursos económicos y financieros de las entidades territoriales, en aras de lograr una mejor prestación de las actividades y servicios a su cargo. - Descentralización funcional, en el sentido del aumento y precisión de las funciones propias a cargo de las entidades territoriales, a fin de que puedan ser ejercidas con autonomía por ellas y sin interferencias mayores por parte de las entidades de otros órdenes administrativos. 177 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “Democracia, descentralización y ciudadanía” Por: Virgilio Hernández Enríquez Fernando Buendía G. Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. El proceso histórico de la descentralización en el Ecuador. II. Los gobiernos autónomos descentralizados en el Ecuador. III. El sistema competencial en el Ecuador. IV. Situación del proceso de delimitación de competencias y distribución de funciones. V. Coordinación de las competencias entre los niveles de gobierno. VI. Descentralización financiera: ingresos y gastos de los gobiernos autónomos descentralizados. VII. La participación ciudadana en los GAD. VIII. Oportunidades, amenazas y desafíos actuales de la descentralización y la participación. IX. Conclusiones y recomendaciones. X. Anexo. Materias de competencias más importantes por ámbito de gobierno 179 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “Democracia, descentralización y ciudadanía”* Por: Virgilio Hernández Enríquez** Fernando Buendía G.*** A. Abstract El presente documento es un apretado estudio de los aspectos más relevantes del proceso de descentralización y autonomía del Ecuador, con énfasis en el análisis de las competencias y de la participación en los gobiernos autónomos descentralizados (GAD), que constituyen la parte medular de toda descentralización. La nueva Constitución ecuatoriana, vigente desde octubre de 2008, así como también el Código Orgánico de Organización Territorial Autonomía y Descentralización (COOTAD),1 promulgado en octubre del 2010, marcan un rumbo moderno y dinámico a la descentralización. Así, establecen los niveles de la organización político administrativa del país incorporando un nuevo nivel “regional”, que intenta corregir la ausencia de una escala intermedia en la organización territorial y crea los regímenes especiales de gobierno por razones de población, identidad étniconacional y ambientales; definen la autonomía política, administrativa y financiera de los Gobiernos Autónomos Descentralizados; caracterizan los elementos constitutivos del gobierno y determinan las competencias exclusivas para cada nivel, además del proceso de transferencia de nuevas competencias descentralizables; instituyen el Consejo Nacional de Competencias (CNC) como el organismo * Ponencia presentada el jueves, 14 de noviembre de 2013 en el Seminario Internacional “La descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. ** Doctor en Jurisprudencia, Asambleísta Nacional en representación de la provincia de Pichincha por el Movimiento Alianza PAIS. ***Sociólogo, Master en Desarrollo Local, Profesor Universitario y Asesor de la Asamblea Nacional del Ecuador. 1 Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización, COOTAD, publicado en el Suplemento del Registro Oficial 303 de 19 de Octubre del 2010. 181 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos encargado de impulsar el proceso de descentralización; establecen las fuentes y mecanismos de financiación de los GAD; compilan la normativa existente sobre el modelo de gestión, organización y funcionamiento de los gobiernos descentralizados; y, en particular desarrollan los derechos de la participación ciudadana en la definición de las políticas públicas locales. La segunda parte del ensayo realiza una apretada síntesis del proceso de la descentralización del país, identificando los períodos largos desde la conformación del Estado nación y precisando los hitos ocurridos a partir de la década de los años 90 del siglo pasado. Finalmente, realiza una evaluación del estado de situación identificando las oportunidades y limitaciones del proceso actual en el que están inmersos los gobiernos autónomos descentralizados. La tercera parte es un estudio sobre las competencias de los gobiernos descentralizados; describe los conceptos principales del sistema de competencias ecuatoriano; desarrolla los tipos de competencias por niveles de gobierno; formula una tabla de competencias por sectores y por niveles de gobierno; señala las facultades que sobre las competencias exclusivas y concurrentes tienen los GAD y los mecanismos de coordinación intergubernamental principalmente a través del Consejo Nacional de Competencias. La cuarta parte del documento es un análisis sobre la situación financiera de gobiernos descentralizados, describe los tipos de ingresos tributarios y no tributarios; las transferencias obligatorias del gobierno central y los mecanismos de distribución de las mismas; analiza la evolución de los ingresos en el período 19932008; la dinámica del gasto en el mismo período; y particulariza la investigación de la situación financiera de los gobiernos municipales. Así mismo, evidencia los progresos significativos que ha tenido la transferencia de recursos a través del presupuesto general del Estado, a los gobiernos autónomos descentralizados (GAD). 182 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” La quinta y última parte es un observación crítica del funcionamiento y desempeño de los gobiernos autónomos descentralizados que señala los avances y problemas existentes en el ejercicio de sus competencias, estableciendo varios indicadores financieros de desempeño. Además se efectúa un análisis prospectivo del proceso de la descentralización en el Ecuador, ubicando los principales desafíos de los gobiernos autónomos y de la descentralización. B. Keywords Descentralización - Organización territorial - Autonomía política - Autonomía financiera - Autonomía administrativa I. El proceso histórico de la descentralización en el Ecuador El concepto de descentralización, al igual que muchos otros en las ciencias sociales, puede tener una mirada polisémica. De hecho, en la perspectiva neoliberal la descentralización consistió en la transferencia de competencias del Estado hacia el sector privado y a los gobiernos subnacionales como formas de debilitamiento de los Estados nacionales; en otro sentido, la descentralización fue mirada como una forma de traslado del poder y con potencialidad para generar procesos participativos en las decisiones. En 1830, luego de la ruptura de la Gran Colombia, se constituye el Ecuador y la propia denominación que asume la república naciente demuestra la imposibilidad de ponerse de acuerdo entre los grupos de poder de Quito, Guayaquil y el Austro. Se tiene que recurrir a un accidente, a una ficción, expresada en una línea imaginaria para constituir el Estado. 183 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos En efecto, en la Constitución Quiteña de 1812, el Estado de Quito se integraba con ocho provincias libres; en la Gran Colombia, mediante la Ley de División Territorial se utilizó el nombre de Ecuador en lugar del Departamento de Quito. A partir de entonces, se organiza el territorio administrativamente en departamentos, provincias y cantones. El Departamento de Ecuador estaba constituido por tres provincias: Pichincha, Imbabura y Chimborazo. A su vez, Pichincha tenía cinco cantones; la de Imbabura, cuatro; y, la de Chimborazo, seis. El Departamento del Azuay también tenía tres provincias: Cuenca, Loja y Jaén de Bracamoros y Mainas. La provincia de Cuenca tenía cuatro cantones al igual que Loja y Jaén tres. El Departamento de Guayaquil tenía las provincias de Guayaquil y Manabí. La primera provincia contaba con seis cantones y Manabí con tres. Al crearse la República del Ecuador, Colombia y Ecuador aceptaron que el límite entre los dos Estados sea el río Carchi, de acuerdo con lo que establecía la Ley de División Territorial de Colombia del 25 de junio de 18242. Las pugnas políticas de los primeros años evidencian los diferentes intereses de las élites locales, en 1834 ya existían dos jefaturas supremas, una en la Costa y otra en la Sierra y apenas tres décadas luego de fundada la República del Ecuador, se presentaron cuatro gobiernos regionales, uno de ellos se constituye como el Gobierno Federal de Loja, en el que Manuel Carrión Pinzano se declaró Jefe Supremo Civil y Militar. 2 www.enciclopediadelecuador.com/temasOpt.php?Ind=730&Let= consultado el 28 de Octubre de 2014. 184 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” De acuerdo con Federica Morelli3, Ecuador adoptó a partir de la dominación colonial un modelo de estructura del Estado Hispano de Antiguo Régimen, que estableció una organización territorial de “forma mixta”, basada en el pactismo entre monarca, nobleza y entidades territoriales, de manera que los funcionarios representantes del soberano y los cabildos territoriales compartían poderes de administrador, legislador, juez y monopolio de la fuerza. Con la independencia del Ecuador se implanta el modelo de Estado Moderno de Soberanía Popular, ejercido por medio de órganos y funciones a través de la democracia representativa (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), pero mantiene el modelo hispánico de organización político-administrativa denominado de Estado mixto4 (Se crea anomalía aparente entre gobiernos locales y gobierno nacional), pero bajo la fórmula de un régimen unitario o presidencialista. Jorge Bercholc5 señala que es fundamental preguntarse ¿por qué y para qué descentralizar? Las respuestas posibles, dice, pueden ser diversas: Para proveer de mayor legitimación al sistema político y de consenso a la autoridad política; mejorar la calidad de la gestión; lograr eficiencia y mayor participación en la toma de decisiones, en los procesos económicos y en la provisión de servicios públicos; controlar al poder político; sin que con ello, se agoten las razones que pueden ser enarboladas. 3 Morelli Federica, “¿Regiones o ciudades-regionales? una revisión del concepto de región: el caso de la Real Audiencia de Quito (1765-1809)”, PROCESOS, Revista Ecuatoriana de Historia, N° 12, Corporación Editora Nacional, Quito, 1998. 4 Frente al modelo francés de régimen semipresidencialista o Estado simple que elimina la “anomalía de gobiernos autónomos”. 5 Bercholc Jorge, “Temas de Teoría del Estado”, La Ley, Thomson Reuters, 2ª edición, Buenos Aires, 2014, Pág. 324. 185 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos A través de su vida republicana, el proceso de descentralización en el Ecuador ha transcurrido entre períodos en los que por ausencia o contracción del nivel central se han expandido los gobiernos descentralizados, principalmente las provincias y municipios; y períodos de construcción y consolidación del Estado nación en los que los gobiernos descentralizados han retrocedido respecto de sus ámbitos de actuación. Podríamos identificar los siguientes períodos: 1830/1859: El Estado región; 1880/1930: El Estado nación; 1960/1980: el Desarrollismo; 1980/2007: Neoliberalismo; 2008 en adelante: Aprobación de la nueva Constitución, cambio de modelo de Estado y de organización territorial descentralizado (autonómico). 1830/1859 1880/1930 Estado Región Estado Nación 1859 Riesgo de disolución Política Inestabilidad 1960/1980 Desarrollismo Municipios Pierden fuerza 2008 Nueva Constitución 2010 Aprobación del COOTAD 1980/2007 Neoliberalismo Modelo a la carta Aprobación de ley de Régimen Municipal y leyes que entregan recursos a los GADs En octubre del 2008 se aprobó una nueva Constitución para el Ecuador, la misma que incorpora elementos trascendentes e innovativos en el sistema político nacional, ubicados dentro de la corriente latinoamericana que se ha denominado como el “Neoconstitucionalismo”. Entre otros elementos novedosos de la Constitución ecuatoriana: • Caracteriza al régimen político general como un “Estado constitucional de derechos”, anteponiendo la jerarquía de la Constitución y los derechos individuales y colectivos consagrados en la misma, por encima de las leyes y las instituciones públicas. Por ello, propone como un objetivo 186 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” fundamental del Estado alcanzar la equidad territorial e interterritorial en el desarrollo. • La Constitución mantiene un modelo “unitario” de Estado, pero a su vez reconoce la autonomía política, administrativa y financiera de los gobiernos autónomos descentralizados. La autonomía política implica las facultades legislativa y ejecutiva que tienen los gobiernos regionales, provinciales y cantonales en el ámbito de sus competencias y en sus circunscripciones territoriales, y la autonomía administrativa -capacidad de gestionar sus propios recursos-: Región/ Distrito Metropolitano Provincia Cantón Parroquia SI SI SI SI Ejercicio de la potestad Legislativa Capacidad para dictar normas de carácter general en su circunscripción y competencias Capacidad para dictar normas de carácter general en su circunscripción y competencias Capacidad para dictar normas de carácter general en su circunscripción y competencias Capacidad para dictar normas reglamentarias Institucionalidad propia SI SI SI SI Competencias exclusivas SI SI SI SI Financiamiento propio SI SI SI SI Ausencia de obediencia jerárquica Tiene facultad de rectoría para el ejercicio de sus competencias exclusivas en su circunscripción Tiene facultad de rectoría para el ejercicio de sus competencias exclusivas en su circunscripción Tiene facultad de rectoría para el ejercicio de sus competencias exclusivas en su circunscripción Tiene facultad de planificación, ejecución y control Cualidades Autonómicas Elección propia de autoridades 187 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos • A través del sistema de descentralización obligatoria, progresiva y definitiva de las competencias del gobierno central a los gobiernos descentralizados se pretende alcanzar la mayor autonomía posible para que las regiones y territorios puedan impulsar sus proyectos propios de desarrollo para el Buen Vivir y puedan llegar a convertirse en un régimen autonómico. Se rompe con el modelo de la Constitución de 1998, conocido como “a la carta” en el que cada uno de los llamados gobiernos seccionales podía elegir las competencias que querían asumir. No estaban determinadas las competencias para cada nivel de gobierno, ni tampoco implicaba un modelo general. En términos de descentralización se avanzó muy poco, pero se profundizó las diferencias entre las circunscripciones territoriales, fortaleciéndose las que tenían mayor poder político y económico. • La Constitución asume el carácter plurinacional e intercultural del Estado ecuatoriano originado en la existencia de entidades étnico-nacionales ancestrales en el país. Además de reconocer los “derechos colectivos” de los pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianos y montubios, define el mecanismo que permite la conformación de Circunscripciones Territoriales, Indígenas, Afroecuatorianas y Montubias, como un régimen especial de gobierno autónomo descentralizado en el marco de la organización territorial vigente. • La Constitución reconoce el rol protagónico que debe jugar la ciudadanía en forma individual y colectiva a través del ejercicio del derecho a la participación en todo el ciclo de la política pública (planificación, presupuestación, ejecución y evaluación) y en todos los niveles y sectores de 188 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” gobierno (gobierno nacional, regiones, provincias, cantones y parroquias) estableciendo que el régimen político del país sintetice una nueva perspectiva en la que se enriquecen la democracia representativa y participativa. • Si bien la Constitución mantiene el régimen político presidencialista y este parecería reproducirse en los diferentes niveles de gobierno puesto que el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización, COOTAD,6 fortalece las capacidades administrativas de los ejecutivos locales: gobernadores regionales, prefectos provinciales, alcaldes municipales y presidentes de las juntas parroquiales, al mismo tiempo, preserva la tradición jurídica de que éstos forman parte de una misma asamblea colegiada con potestades legislativas y de fiscalización que la presiden, con voz y voto e inclusive con capacidad de voto dirimente; lo que permite que en los niveles subnacionales se privilegien procesos de consenso o de amplias mayorías para tomar decisiones, antes que las determinaciones políticas. De esta forma, el sistema jurídico establece roles diferenciados a cada rama de los niveles de gobierno subnacionales, pero no en confrontación entre sí, sino en colaboración y mutuo control. • Se crea en el nivel local una nueva función, la de participación ciudadana, con capacidad para determinar prioridades de la gestión y el presupuesto, dotada de múltiples mecanismos para incidir en las políticas públicas locales. Es verdad, que luego de varios años de aplicación se ha visto la insuficiencia de estas instancias y sobre todo la vulnerabilidad de dichos mecanismos que limitan ciertamente lo establecido en el ordenamiento jurídico. 6 Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización, COOTAD, publicado en el Registro Oficial Suplemento 303 de 19 de Octubre de 2010. 189 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos II. Los gobiernos autónomos descentralizados en el Ecuador La Constitución reconoce cuatro niveles de gobierno descentralizado además del nivel nacional: regiones, provincias, cantones y parroquias. Enfatiza en el gobierno regional como nivel intermedio y en los municipios como nivel local, otorgándoles un mayor número de competencias, aunque reconoce a las provincias y parroquias por su peso histórico y su cercanía a la población. Nivel de Gobierno Número Nivel Gobierno Central Gobierno Regional Gobierno Provincial Municipios Juntas Parroquiales 1 0 24 221 814 Nacional Intermedio Local Local Local La región se podrá constituir en base a la unión voluntaria de dos o más provincias contiguas, que sumen al menos el 5% de la población total del país y tengan más de 20.000 kilómetros de superficie. Además, según el COOTAD, debe corresponder a regiones geográficas diferentes. Tiene un carácter de nivel intermedio, es decir que cuenta con mayores competencias exclusivas y con la capacidad para receptar otras competencias adicionales y facultades tributarias. La Constitución estableció el plazo de ocho años para la creación de regiones y la ley de seis, sin embargo, no se ha creado ninguna, a pesar de la efervescencia inicial existente. Entre las causas que han incidido para que no se efectivice la creación de regiones, se puede señalar que para que el proceso opere se requiere la voluntariedad de las provincias a través de las autoridades provinciales, lo que es un contrasentido puesto que perderían poder. Esta disposición constitucional de creación de 190 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” regiones puede prácticamente evaporarse si la Asamblea Nacional, en el segundo debate del proceso de enmiendas que actualmente se encuentra debatiendo, acepta la propuesta del Consorcio de Gobiernos Provinciales, de eliminar el plazo que existe en la Carta Magna en lugar de ampliarlo. En el marco de la Constitución y la ley, las provincias -cuya creación se remontan al surgimiento de la República-, de hecho hasta finales del siglo XIX se habían constituido ya 17 de las 24 provincias actualmente existentes, en el siglo XX se crearon 5 y en lo que va del presente se constituyeron dos nuevas provincias. Se conforma con el 3% de la población y más de 10.000 kilómetros de extensión. Tiene competencias exclusivas orientadas al sector rural (vialidad rural, riego, fomento agropecuario, gestión ambiental y protección de cuencas hídricas en coordinación con las regiones) y además limitadas facultades tributarias. En razón de su escala menor y de su orientación principal hacia el desarrollo rural se considera a la provincia como un nivel local de gobierno subnacional. Una discusión permanente ha sido si las provincias pueden constituir un nivel intermedio entre el gobierno central y los municipios. Por un lado, concentran distintos municipios, lo que incluso (luego de la expedición de la Constitución de 2008 y el COOTAD) se refleja en la conformación del Consejo Provincial, con el objetivo de articular territorialmente las acciones municipales; por otro lado, los Consejos Provinciales competencial y financieramente son más débiles que los cantones y al perder la capacidad que tenían para resolver como cámara de apelación de las decisiones de los municipios perdieron fuerza institucional; quizá ello explica, la resistencia de parte de los consorcios provinciales para que se creen las regiones, esto a pesar de que la disposición transitoria sexta del COOTAD prohíbe la creación de nuevas provincias para facilitar la conformación de regiones. 191 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Los municipios, cuya historia es anterior a la creación de la república, de acuerdo con la Constitución y la ley, se conforman con más de 50.000 habitantes y poseen un número significativo de competencias exclusivas vinculadas principalmente al hábitat, los servicios básicos, la vivienda y la residencia, pudiendo recibir nuevas competencias adicionales. Poseen una facultad tributaria amplia que contempla impuestos propios, tasas, contribuciones de mejoras y rifas. La disposición que para la conformación de un cantón se requieren por lo menos de cincuenta mil habitantes está vigente desde la expedición de la Ley de Régimen Municipal de 19717, sin embargo, según el Censo de Población y Vivienda realizado en el año 2010, apenas 56 de los 221 cantones alcanzan este número de habitantes, esto es el 74,66 % no cumple con el requisito establecido. De igual forma, lo relacionado con el tema de definición de límites internos, constaba ya como requisito en la ley de 1971 y en la reforma de 1982 se señalaba que “el cantón a crearse se halle claramente delimitado”; a pesar de estas disposiciones, según la Comisión de Límites Internos hasta abril del 2013 existían más de 120 conflictos en los cantones del país. La naturaleza de estos conflictos es compleja, se debe a distintos factores como el cambio de las condiciones geográficas que definían los límites; ausencia de límites, contradicción entre documentos jurídicos que establecen los mismos. En 2013 la Asamblea Nacional aprobó una ley que crea diferentes mecanismos para la resolución de límites internos. Entre estos constan los amistosos, como la negociación directa y la mediación; y, los institucionales como el arbitraje, la consulta popular o la resolución por parte de autoridad superior. Al mismo tiempo, la ley estableció un plazo de dos años para que las 7 El artículo 4 de la Ley de Régimen Municipal decía: “Corresponde al Congreso Nacional crear, suprimir o fusionar municipios y fijar sus límites. Para crear municipios, y por tanto para darles existencia legal, se requiere: 1. Población residente no menor de cincuenta mil habitantes en la extensión territorial, de los cuales cuando menos diez mil deberán estar domiciliados en la ciudad que ha de ser cabecera del cantón. De estos requisitos se podrá prescindir para la creación de cantones en las provincias del oriente y en el Archipiélago de Colón…” 192 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” autoridades de los gobiernos autónomos descentralizados, en los que existan conflictos, los resuelvan, de no hacerlo esta circunstancia se convertiría en causal para la revocatoria del mandato por parte de la ciudadanía Esta situación permite varios elementos de reflexión: el primero, la incapacidad del legislativo para establecer normas coherentes con la realidad y sobre todo esa visión centralista que impulsaba normas en función de las provincias y cantones por los cuales circula el capital, sin considerar el resto del país. El segundo aspecto tiene que ver con lo que Kelsen denominaba la falta de eficacia por desuso de la ley, puesto que, se evidencia que por “acuerdos políticos” se crearon la mayoría de cantones omitiendo este requisito preestablecido en la norma legal; incluso es posible observar que en la ley de creación de algunos de los cantones ni siquiera se menciona el número de habitantes que tienen al momento de su constitución8; muchos de estos son el resultado de consideraciones electorales o de negociaciones políticas que se pagaban con la creación de municipios. El tercer tema es el relacionado con la Amazonía y Galápagos, en la ley de 1971 se le exime del cumplimiento de los requisitos poblacionales y en la reforma de agosto de 1982 se fija el número de diez mil habitantes para la creación de un cantón, sin embargo, hasta el censo del 2010, 23 de los 41 cantones no cumplían con esa condición. A día de hoy es la región con la más baja provisión 8 Sólo a manera de ejemplo se pueden revisar la ley de Creación del cantón Ponce Enríquez, publicado en Registro Oficial Suplemento 544 de 28 de marzo de 2002, de igual manera la ley de creación del cantón Atacames publicada en Registro Oficial 817 de 21 de noviembre de 1991; ley de creación del cantón El Triunfo, publicada en Registro Oficial 584 de 22 de septiembre de 1983; ley de creación del cantón Sozoranga publicada en Registro Oficial 941 de 28 de Noviembre de 1975, creado mediante decreto supremo, al igual que la ley de creación del cantón Quero, publicada en Registro Oficial 114 de 2 de agosto de 1972 y ley de creación del cantón Olmedo en la provincia de Loja publicado en Registro Oficial 9 de 24 de febrero de 1997. En todas estas se omite el número de habitantes y en algunas se hace relación al “marcado desarrollo en todos los aspectos, especialmente, en el poblacional, agrícola y económico” 193 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de bienes y servicios; lo que demuestra que a pesar de ser la que permitió recursos para el conjunto del país, era olvidada y relegada de las políticas nacionales. Cabe también mencionar que no hay ni la más mínima referencia a las condiciones turísticas tanto del “Oriente” como de Galápagos, peor aún a su condición de territorios en los que se asentaban diferentes pueblos indígenas con ecosistemas frágiles que debían ser preservados. Un cuarto tema de reflexión es el relacionado con la cuestión de límites internos. Es muy difícil que se construya una parroquia, cantón o provincia sin desarrollar identidades; no se puede hablar de región sin regionalismo, es decir, sin la expresión de una cultura que se convierte en común y en el que social y simbólicamente la gran mayoría se ve expresada o representada. Estos rasgos identitarios permiten la diferenciación pero de ninguna manera conllevan a la separación, al faccionalismo o autarquismo, explican la diversidad cultural pero no fundamentan ni justifican el enfrentamiento o conflicto regional; este siempre es el resultado de otras circunstancias políticas, económicas, geopolíticas, religiosas que exacerban esas condiciones y las convierten en factores disruptivos. Los conflictos de límites son ajenos a los pobladores que de forma simultánea son “vecinos y contradictores”, más bien responden a lógicas exógenas que irrumpen en la cotidianidad de los territorios. Las parroquias de acuerdo con la Constitución se afincan como gobiernos autónomos descentralizados, tienen limitadas competencias exclusivas y principalmente un rol de colaboración con las provincias y municipios, de control de la obra pública que se ejecuta en la parroquia y de gestión de la infraestructura pública parroquial. No tienen facultad tributaria. Aunque este nivel de gobierno proviene de las antiguas parroquias eclesiásticas que han existido históricamente, recién el 27 de octubre de 2000, se crearon mediante ley y por diez años mantuvieron un presupuesto congelado de 35000 dólares anuales, sin consideración de su población, 194 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” extensión o posibilidades de comunicación. Con la expedición del COOTAD, por primera vez, se les reconoce su condición de gobiernos autónomos descentralizados y se les hace parte de los recursos que provienen del Presupuesto General del Estado, reciben el 6% de lo que corresponde a todos los GAD y su reparto sigue los mismos parámetros que para los otros niveles. En el marco de la organización territorial señalada, por razones de conservación ambiental, étnico culturales o de población, se podrán constituir los regímenes especiales de gobierno siguientes: distritos metropolitanos, circunscripciones territoriales indígenas, afroecuatorianas y montubias y el Consejo de Gobierno de la provincia de Galápagos. Los distritos metropolitanos son cantones que por tener una población superior al 5% del total nacional, podrán ejercer además de las competencias atribuidas a municipios, las que puedan ser asumidas de los gobiernos provinciales y regionales. La disposición general séptima reconoce la condición de Quito como Distrito Metropolitano, de acuerdo con la ley publicada en diciembre de 1993, sin embargo, dispone: “el gobierno autónomo del Distrito Metropolitano de Quito concluirá el proceso de constitución con la elaboración, control de constitucionalidad y sometimiento a consulta de su Estatuto de Autonomía, en los términos previstos en la Constitución”. Las circunscripciones indígenas, afroecuatorianas y montubias se establecen por libre determinación de los pueblos y nacionalidades ancestrales9 en el marco de la organización 9 De acuerdo con el censo del año 2001 la población que se autoidentificaba como indígena alcanzó el 6% y como afroecuatoriana el 5%. En cambio, según el censo realizado en el año 2010, la población que se autodefine como indígena es el 7%, afrodescendiente 7.2% ; montubio 7.4% y como mestizos se reconocen el 71.9% de la población. Es increíble mirar como en un país forjado en torno al mestizaje aún el 6.1% se identifica como blanco. 195 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos territorial y adquieren las competencias del nivel de gobierno en el que se constituyen. Siendo una histórica reivindicación recién pudo haberse efectivizado a partir de la promulgación del COOTAD. Ilustración 1: Niveles de Gobierno10 GOBIERNO NACIONAL GOBIERNO PARROQUIAL RURAL Rectoría Nacional GOBIERNO REGIONAL Gobiernos Intermedios Gobiernos Locales GOBIERNO CANTONAL GOBIERNO PROVINCIAL REGÍMENES ESPECIALES 1. Gobiernos Metropolitanos; 2. CTI-A-M; 3. Consejo de Gobierno de Galápagos. III. El sistema competencial en el Ecuador La Constitución desarrolla de manera extensa el nuevo marco de organización, competencias y recursos de los gobiernos autónomos descentralizados GAD. El Código Orgánico de Organización Territorial Autonomía y Descentralización, norma el marco constitucional, compila y sistematiza en un solo cuerpo legal todas las leyes existentes del Régimen Municipal, Régimen Provincial y Juntas Parroquiales y las leyes de financiamiento de los 10 Elaboración: Pablo Iturralde. Fuente: Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomías y Descentralización. 196 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” GAD. En las disposiciones derogatorias del COOTAD se eliminan una por una todas las normas existentes relativas al régimen seccional. De acuerdo con el COOTAD las competencias son capacidades de acción de un nivel de gobierno en un sector. Son determinadas por la Constitución, la ley o el Consejo Nacional de Competencias, y pueden ser exclusivas o concurrentes. De acuerdo con el cuadro siguiente las competencias pueden ser: Cuadro 3: Descripción de los tipos de competencias por ámbitos de gobierno central y autónomos descentralizados11 Tipo de competencias Descripción Competencias del gobierno central Competencias de sectores privativos Únicas y exclusivas del gobierno central, no son descentralizables Competencias de sectores estratégicos Sectores estratégicos definidos por la Constitución, pueden descentralizarse al interior del Estado Competencias de sectores comunes Todos los demás sectores estatales, susceptibles de mayor o menor descentralización. Competencias de los gobernos autónomos descentralizados Competencias exclusivas La titularidad corresponde a un solo nivel de gobierno y están definidas por la Constitución entre los artículos 261 al 268. La gestión puede realizarse de manera concurrente entre diferentes niveles de gobierno de acuerdo con la Constitución y la ley. Competencias concurrentes La titularidad11 corresponde a varios niveles de gobierno y su gestión se sustentará en el principio de subsidiariedad. Competencias adicionales Competencia residuales Las que señale la ley a favor de los GAD, la transferencia será regulada por el Consejo Nacional de Competencias, especialmente de los sectores de salud, educación, turismo, ambiente, inclusión económica y social, entre otros. No están asignadas y deberán ser otorgadas por el Consejo Nacional de Competencias. 11 Titularidad: Es la atribución constitucional y/o legal que tiene un gobierno autónomo descentralizado para el ejercicio de una competencia. 197 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Para el ejercicio de sus competencias, los GAD poseen la facultad de Rectoría, Planificación, Regulación, Control y Gestión, en el ámbito de sus competencias exclusivas y en sus respectivos territorios, bajo el principio de la unidad nacional; la planificación corresponde concurrentemente a todos los niveles de gobierno; la regulación y el control la ejercen los GAD en el marco de sus competencias y en sus circunscripciones; y la gestión puede ejercerse de forma directa, en concurrencia entre varios niveles de gobierno e incluso puede ser delegada, de forma excepcional, a la iniciativa privada y a las organizaciones de la economía popular y solidaria. Ilustración 2: Facultades de los GAD12 RECTORÍA • Capacidad para emitir políticas públicas que orientan las acciones para el logro de los objetivos y metas del desarrollo, en el marco de sus competencias exclusivas. PLANIFICACIÓN • Capacidad para establecer y articular políticas, objetivos, estrategias, y acciones como parte del diseño, ejecución y evaluación de planes, programas y proyectos. REGULACIÓN • Capacidad de emitir normativas para el cumplimiento de la política pública y la prestación de los servicios, con el fin de dirigir, orientar o modificar la conducta de los administrados. CONTROL • Capacidad para velar por el cumplimiento de objetivos y metas de los planes de desarrollo, de las normas y procedimientos establecidos, así como los estándares de calidad y eficiencia. GESTIÓN • Capacidad para ejecutar, proveer, prestar, adminitrar y financiar servicios públicos. 12 Elaboración: Pablo Iturralde. Fuente: COOTAD 198 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” IV. Situación del proceso de delimitación de competencias y distribución de funciones La Constitución establece las competencias exclusivas asignadas a los GAD según sus niveles de gobierno. El COOTAD desarrolla las competencias exclusivas constitucionales delimitando específicamente las facultades que se atribuyen a cada nivel gobierno autónomo descentralizado sobre los siguientes sectores: Cuadro 4: Número de competencias exclusivas según sectores y niveles de gobierno Sectores G. Regional G. Provincial G. Cantonal G. Parroquial Planificación* Planificar el desarrollo regional y formular los planes de ordenamiento territorial Planificar el desarrollo provincial y formular los planes de ordenamiento territorial Planificar el desarrollo cantonal y formular los planes de ordenamiento territorial Planificar el desarrollo parroquial y su correspondiente ordenamiento territorial Vialidad Planificar, construir y mantener el sistema vial de ámbito regional Planificar, construir y mantener el sistema vial de ámbito provincial que no incluya zonas urbanas Planificar construir y mantener el sistema vial urbano Planificar y mantener en coordinación con los gobiernos provinciales el sistema vial rural Cooperación Internacional Gestión de la Cooperación Internacional Gestión de la Cooperación Internacional Gestión de la Cooperación Internacional Gestión de la Cooperación Internacional Tránsito y Transporte Planificar, regular y controlar el tránsito y transporte y la seguridad vial dentro de su territorio regional. Planificar, regular y controlar el tránsito y transporte y la seguridad vial dentro de su territorio cantonal 199 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Sectores G. Regional Fomento Productivo y agropecuario Fomentar las actividades productivas regionales Gestión de los Recursos Hídricos Gestión de Cuencas Hidrográficas Seguridad Alimentaria Fomentar la seguridad alimentaria regional G. Provincial Fomentar las actividades productivas provinciales, especialmente las agropecuarias G. Cantonal G. Parroquial Incentivar el desarrollo de actividades productivas comunitarias. Ejecutar en coordinación con las regiones obras en cuencas y microcuencas Riego Planificar, construir, operar y mantener sistemas de riego provinciales Ambiente La gestión ambiental provincial Incentivar la biodiversidad y la protección del ambiente Infraestructura comunitaria Planificar**, construir y mantener la infraestructura física y los equipamientos de educación y salud, así como los espacios destinados al desarrollo social, cultural y deportivo Servicios públicos residenciales Prestar los servicios públicos de agua potable, depuración de aguas, manejo de desechos sólidos, saneamiento, alcantarillado y otros 200 Planificar, construir y mantener la infraestructura, equipamientos y los espacios públicos de la parroquia. Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Sectores G. Regional G. Provincial Administración de catastros G. Cantonal Formar, mantener y administrar los catastros cantonales Gestión de riegos Socorro y extinción de incendios Registro de la propiedad Registro de la Propiedad Gestión del Patrimonio Conservar, difundir y mantener el patrimonio, arquitectónico, cultural y natural. Gestión de materiales de construcción Gestionar la explotación de áridos y pétreos Participación ciudadana Otorgar la personería a las organizaciones del ámbito regional Investigación e innovación del conocimiento*** Determinar las políticas de investigación e innovación del conocimiento para el desarrollo regional Uso Suelo G. Parroquial Promoción de la organización territorial y vigilar la ejecución de obras y calidad de los servicios públicos. Ejercer el control sobre el uso y ocupación del suelo en el cantón del 201 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Sectores G. Regional G. Provincial G. Cantonal Tributarias Crear, modificar o suprimir tasas y contribuciones especiales de mejoras sobre las obras realizadas; fijar sobretasas y crear loterías. Crear, modificar o suprimir tasas y contribuciones especiales de mejoras sobre las obras realizadas Crear, modificar, exonerar o suprimir tasas, tarifas y contribuciones especiales de mejoras Delimitar, autorizar, regular y controlar el uso de playas, riberas, lechos y lagunas y garantizar el acceso de la ciudadanía a los mismos Control de playas, riveras de los ríos y lacustres Total competencias exclusivas**** G. Parroquial Diez Ocho * Catorce Siete Distribución competencial determinada en el Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas. ** A la publicación de este libro, se encuentra en discusión por parte de la Asamblea Nacional, luego de haberse realizado el primer debate los días 1 y 2 de diciembre de 2014, una propuesta de enmiendas constitucionales que pretende clarificar las competencias relacionadas con el mantenimiento de las instalaciones de salud y educación. El articulo 261 de la Constitución de la República, numeral 6 señala que es competencia exclusiva del gobierno central establecer las políticas de educación, salud, seguridad social y vivienda; sin embargo, el numeral 7 del artículo 264 establece que es competencia de los gobiernos autónomos municipales el planificar, construir y mantener la infraestructura física y los equipamientos de salud y educación, así como los espacios públicos destinados al desarrollo social, cultural y deportivo, de acuerdo con la ley. Estas disposiciones han generado dificultades en su aplicación y por ende se pretende aclarar en el artículo 261, que una consecuencia de tener la responsabilidad de las políticas de educación y salud, es planificar, construir y mantener la infraestructura física y los equipamientos correspondientes y en el artículo 264, establecer que, previa autorización del ente rector de la política pública, los municipios también podrán construir y mantener la infraestructura fisca y los equipamientos de salud y educación. *** Distribución competencial a determinarse en la norma que rija el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología ****Aunque algunas competencias se gestionen en forma concurrente, sin embargo la titularidad o exclusividad para el ejercicio de las facultades en el territorio son ejercidas por el nivel de gobierno respectivo. 202 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” De acuerdo con la Constitución y la ley, el Consejo Nacional de Competencias, CNC, integrado por representantes por cada nivel de gobierno más un representante del gobierno central, determinará el Plan Nacional de Descentralización para la entrega progresiva de las competencias exclusivas y la transferencia de nuevas competencias adicionales de los sectores descentralizables del gobierno central. El plazo para la transferencia de competencias adicionales es de ocho años. Una vez aprobado el COOTAD, en el plazo previsto en la ley, las autoridades de cada nivel de gobierno eligieron a sus representantes al Consejo Nacional de Competencias, que se instaló en los primeros meses del 2011. En las primeras resoluciones se aprobó su plan de trabajo emergente y demás condiciones para su funcionamiento; así como decisiones relacionadas con la competencia de riesgos, cooperación internacional y relativas a la descentralización del tránsito y transporte terrestre a los municipios del país. En el año 2012, el Consejo Nacional de Competencias aprobó el Plan Nacional de Descentralización 2012-2015 y avanzó el perfeccionamiento de algunas competencias a transferirse como tránsito, riego, forestación y reforestación y otras resoluciones como la intervención en los servicios de agua potable de la provincia de El Oro, que es la primera que se realiza con la aplicación del nuevo marco legal. En el 2013, se aprobó el Plan de Fortalecimiento Institucional, así como las tablas progresivas de ponderadores para asignación de recursos de los GAD, correspondientes a los cuatro años siguientes; se reajustó el cronograma de plazos para tránsito, transporte terrestre y seguridad vial; y, se estableció una resolución sobre el monto de compensación para egresos no permanentes a favor de los GAD metropolitanos y municipales que estaban descritos como A, es decir, de transferencia inmediata respecto de la misma competencia 203 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial. Mediante la resolución 009-2013 se suspendió la intervención temporal por parte del gobierno central en el Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Tratamiento de Aguas Servidas en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo (El Oro). En el 2014, el Consejo Nacional de Competencias resolvió sobre competencias relacionadas con materiales áridos y pétreos, gestión ambiental; petición de informes habilitantes sobre la competencia de patrimonio cultural; fomento de actividades productivas y agropecuarias; prevención de incendios; planificación, construcción y mantenimiento de la vialidad, entre otras. Además se avanzó en el traslado de competencias a varios municipios sobre tránsito y transporte terrestre. En el desarrollo de esta competencia nuevamente se presentaron problemas con el alcalde de Guayaquil que, por un lado, exigía más recursos y, por otro, se negaba a asumir la responsabilidad del análisis de incremento de las tarifas de transporte público, aduciendo que la competencia aún no se había perfeccionado. Una revisión comparativa entre las competencias actuales del gobierno central y las competencias de los gobiernos autónomos descentralizados (ver anexo), pone en evidencia que estamos frente a un momento reconcentrador del Estado en su conjunto, coherente con el mandato constitucional de garantizar efectivamente la derechos contemplados en la Constitución y con la necesidad de reinstitucionalizar el país. Por ello, la Constitución y el COOTAD fijan un conjunto de competencias exclusivas que constituyen el punto de partida de la descentralización, asegurando el cumplimiento de los derechos ciudadanos; pero a su vez establecen un camino cierto para avanzar a medio plazo (ocho años) en una redistribución competencial bajo la premisa de lograr la mayor autonomía posible a través de la descentralización competencial. 204 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” V. Coordinación de las competencias entre los niveles de gobierno El espacio definido por la Constitución para la coordinación intergubernamental de las competencias y la resolución de los conflictos que puedan presentarse es el Consejo Nacional de Competencias que tiene entre sus funciones la de regular y resolver de manera inapelable los conflictos competenciales. Así mismo, el Sistema Nacional de Planificación constituye otra instancia natural de coordinación competencial, tanto porque los representantes de los GAD tienen un tercio de la participación dentro del Consejo Nacional de Planificación, como también porque el proceso de formulación del Plan Nacional de Desarrollo asciende desde los GAD hacia el Consejo y, una vez aprobado, es vinculante para la planificación de los diversos niveles de gobierno. Además del Consejo Nacional de Planificación, para algunas materias que les conciernen se ha previsto la participación de representantes de los GAD en los respectivos consejos sectoriales. Por ejemplo, es el caso del Directorio de la Agencia Nacional Reguladora de Tránsito. El mancomunamiento entre los GAD para realizar actividades conjuntas, como la creación de empresas de prestación de servicios para los gobiernos locales involucrados o la realización de acciones en territorios de mayor tamaño al de sus respectivas circunscripciones territoriales constituye otra herramienta de coordinación intergubernamental que puede ser valiosa para atender problemas como los ambientales. A pesar de los mecanismos previstos, existen aún dificultades entre el gobierno central y los representantes de los GAD que impiden una dinámica sinérgica respecto al desenvolvimiento de sus competencias concurrentes. Tal es el caso de la vivienda social, 205 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos que le compete al Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda y, en forma concurrente, a los demás niveles de gobierno. Sin embargo, el subsidio a la construcción de viviendas de interés social que se entrega a los solicitantes -con el único requisito de tener un lote de terreno- como no siempre se ha contado con los GAD, muchas viviendas se han construido en lugares muy distantes de las vías, por lo cual a los municipios se les dificulta la dotación de servicios básicos residenciales a las viviendas por la dispersión. VI. Descentralización financiera: ingresos y gastos de los gobiernos autónomos descentralizados De acuerdo con el estudio sobre las finanzas subnacionales elaborado por el BEDE13 en promedio para el período 1994-2008 de los ingresos propios por niveles de gobierno (sin las transferencias), el gobierno central concentró el 94,9% de los ingresos estatales (17,9% del PIB), los Consejos Provinciales el 0,4% de los ingresos (0,1% del PIB) y los municipios el 4,7% (0,9% del PIB). Cuadro 5: Ingresos por niveles del gobierno 1994-2008 (En porcentajes del ingreso y del PIB) Composición en % del total estatal Ingresos del Nivel central sin transferencias Ingresos Consejo Provincial Ingresos Municipios Ingresos Juntas Parroquiales Total Ingresos Estatales 1994 1997 2008 95,13% 94,73% 96,30% 0,39% 4,47% 0,34% 4,93% 0,37% 3,33% 100,00% 100,00% 100,00% 14% 14,3% 25,2% 0,06% 0,66% 0,05% 0,75% 0,10% 0,87% 14,77%% 15,12% 26,20 Composición en % del PIB Ingresos del Nivel Central sin transferencias Ingresos Consejo Provincial Ingresos Municipios Ingresos Juntas Parroquiales Total 13 BEDE, “Las Finanzas subnacionales en el Ecuador 1993-2008”, Banco del Estado, Quito, 2009. 206 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “Las cifras muestran que Ecuador (1994-2008) es uno de los países con mayor centralización respecto a la captación de ingresos estatales, lo cual contrasta con los países de descentralización media y avanzada de América Latina, donde en el año 2004 el ingreso promedio del gobierno central se acerca al 81,6% del total de ingresos. En los países industrializados el ingreso del gobierno central en promedio es de 65,7%”14 Respecto del gasto, en el que se incluyen los ingresos por transferencias y el endeudamiento de los gobiernos autónomos descentralizados, en el período 1994-2008 el gobierno central concentró el 81,8% de los gastos estatales (15,6% del PIB); los Consejos Provinciales el 3,9% (0,7% del PIB) y los municipios el 14,3% (2,7% del PIB)”15 Cuadro 6: Gastos por niveles de gobierno 1994-2008 (En porcentajes de gasto y del PIB)16 Composición en % del total estatal Gastos del Nivel central sin transferencias Gastos Consejo Provincial Gastos Municipios Gastos Juntas Parroquiales Total Gastos Estatales 1994 1997 2008 84,8% 84,5% 81,9% 3,4% 11,8% 3,1% 12,4% 4,3% 13,8% 100,00% 100,00% 100,00% 11,9% 11,4% 21,8% 0,5% 1,7% 0,4% 1,0% 1,1% 3,7% 14,0% 13,5% 26,6% Composición en % del PIB Gastos del Nivel Central sin transferencias Gastos Consejo Provincial Gastos Municipios Gastos Juntas Parroquiales Total 14Idem, Pág. 35. 15Idem, Pág. 35. 16 Elaboración: Banco Ecuatoriano de Desarrollo, BEDE. 207 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos El principal logro respecto de este último período, es el de haber superado el modelo discrecional, sustentado en 19 normas legales para la transferencia de recursos del Gobierno Central a los GAD, que favorecía la situación de los gobiernos con más poder de presión frente a los pequeños, sin posibilidades de obtener apoyo para lograr que prosperen sus iniciativas legislativas, para el incremento de recursos. Era conocido que para la transferencia de los recursos, las autoridades de los GAD debían hacer antesala durante días con las autoridades del Ministerio de Finanzas y muchas veces se utilizaron medios poco transparentes para este propósito. La Constitución y el COOTAD establecieron que los recursos de los GAD serán predecibles, oportunos y automáticos y que no podrán ser menores a los recibidos el año 2010. Con esto, se superan los problemas existentes y se genera una perspectiva para la planificación y ejecución presupuestaria, propendiendo a la equidad entre los gobiernos autónomos descentralizados. Cuadro 7: Evolución de transferencias por Ley a los gobiernos autónomos descentralizados -GAD- (millones de dólares)17 GAD Provinciales GAD Parroquiales Rurales GAD Municipales Total 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 334 358 468 467 552 605 652 745 804 19 29 28 28 102 134 143 165 179 997 1.107 1.156 1.152 1.354 1.510 1.646 1.852 1.995 1.350 1.494 1.652 1.647 2.007 2.249 2.440 2.762 2.977 Pese al sustancial incremento de los ingresos trasferidos a los GAD, estos serán siempre insuficientes para cubrir el déficit estructural en relación a sus competencias exclusivas. Por ello, se 17 Informe de la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea Nacional del Ecuador para la aprobación del Presupuesto General del Estado 2014. Fuente: Ministerio de Finanzas 208 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” impone la necesidad de aumentar ingresos propios y profundizar el sistema de transferencias sobre la base del costeo de las competencias, para que se favorezca a quienes requieren de mayores transferencias para aproximarse en sus indicadores de cobertura de necesidades básicas respecto a los demás. Cuadro 8: Proforma presupuestaria 201518 Transferencias de recursos a los gobiernos autónomos descentralizados -GAD- (millones de dólares) Preasignaciones en gasto Año 2014 Total ingresos Año 2015 Particip GADs Total ingresos Variación 20142015 Particip Monto GADs % Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y 15.732,83 2.977,23 17.084,82 Descentralización COOTAD 3.253,05 275,82 Ingresos permanentes (21% participación 12.763,12 2.680,26 14.041,48 GAD) 2.948,71 268,45 10,02% Ingresos no permanentes (10% participación GAD) 2.969,71 296,97 3.043,34 304,33 Ley 47 (5% facturación venta de energía) 6,32 6,32 Ley 10 (91% del impuesto USD 1 por barril de petroleo Región Amazónica) 174,89 185,77 7,36 9,26% 2,48% * No incluye preasignaciones para: Descentralización Tránsito y Transporte Terrestre para GAD municipales que asuman competencia, ni Descentralización, Riego y Drenaje para GAD Provinciales que asuman competencia. 18 Informe de la Comisión de Régimen Económico presentado para aprobación de la Asamblea Nacional, Noviembre 2014. Fuente: Presupuesto 2014 y Proforma 2015. 209 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos El COOTAD ha establecido nuevas oportunidades de generación de ingresos propios, mediante la flexibilización de las normas referidas a sus ingresos, principalmente de los municipios. Así, por ejemplo, se ha determinado que los municipios pueden regular el impuesto predial, a la plusvalía, a los vehículos, tasas y tributos vinculados a la gestión del tránsito y transporte terrestre (matrículas y licencias principalmente), entre otros. VII. La participación ciudadana en los GAD Participación es un sustantivo que remite al verbo participar y se define como “tomar parte de algo”, en concordancia con su etimología en latín participare. Felipe Hevia de la Jara señala que se puede entender la participación, por un lado, como tomar parte o posición sobre algo y, por otro, como ser parte de, es decir, en un sentido más gregario. Ziccardi19 define a la participación ciudadana como una forma de inclusión de la ciudadanía en procesos decisorios, incorporando sus intereses particulares (no individuales) respecto a determinadas temáticas. La idea central es que incluyendo a la ciudadanía en los procesos de diseño y adopción de políticas sociales y con reglas de actuación de los diferentes actores previamente definidas se puedan obtener mejores resultados que permitan avanzar en el camino de construir ciudadanía. Hevia de la Jara resume en tres grandes vertientes la participación ciudadana: 19 Ziccardi Alicia, “Participación Ciudadana y políticas sociales en el ámbito local”, INDESOL, ISS UNAM, COMECSO, México, 2004, Pág. 10. 210 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” 1. La primera orienta a participación ciudadana específicas, por ejemplo, medio ambiente, equidad interculturalidad, etc. caracterizar el impacto de la en las políticas sectoriales de salud, educación, vivienda, de género, generacional o de 2. La segunda analiza la participación desde la influencia y la perspectiva de los organismos multilaterales. 3. La tercera tiene que ver con la institucionalización. Esta tercera perspectiva, según Nuria Cunnil, ha sido desarrollada tanto en los marcos constitucionales como en leyes especiales y puede agruparse en tres categorías: (a) acción legislativa directa, (b) formulación del interés particular en políticas públicas; y, (c) cogestión en la prestación de servicios públicos. A estas podríamos añadir: (d) La posibilidad de accionar mecanismos de democracia directa como consultas populares, referéndums, revocatorias del mandato, procesos de control social, transparencia y rendición de cuentas.20 Un contrapunto importante es diferenciar la institucionalización con la constitucionalización, es decir, la garantía de la norma constitucional para amparar y propiciar la participación ciudadana, incluso desarrollando mecanismos legales que la impulsen, sin que por ello, la participación sea dirigida o cooptada desde el Estado, de hecho, es un contrasentido la institucionalización con la participación, pues mientras más formalizada sea la participación menos ciudadana será. 20 Hevia de la Jara Felipe, “Participación Ciudadana Institucionalizada: Análisis de los marcos legales de la participación en América Latina”, mimeo, s/f. 211 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Precisamente, la Constitución de Montecristi tiene en la participación social y ciudadana uno de sus pilares fundamentales. Los más de sesenta artículos en los que la Constitución hace mención expresa o implícita al derecho que otorga a los ciudadanos a la participación, en forma individual o colectiva, marca un cambio sustancial en el régimen político ecuatoriano. De acuerdo con la Carta Magna la democracia ecuatoriana ha dejado de ser únicamente representativa y se ha convertido además en participativa y comunitaria. La fuente del poder ha dejado de ser exclusivamente el sufragio popular a través de los procesos electorales, entre los candidatos inscritos de los partidos políticos, y de ahora en adelante surge otra forma de poder para intervenir con protagonismo en todos los niveles de gobierno y en todo el ciclo de la política pública, es el poder ciudadano ejercido a través del derecho a la participación en forma individual o colectiva. Las formas de participación no desconocen la representación, ni pretenden deslegitimarla sino establecer otras posibilidades de expresión de las diversidades que no se uniformizan a través del voto. Un proceso participativo implica reconocer que la democracia no es consenso sino más bien desarrollar mecanismos que permitan procesar los conflictos existentes en la sociedad marcada por las diferencias y desigualdades construidas históricamente. Mientras más dimensiones y clivajes se encuentren presentes más complejos serán los procesos decisionales y menos posibles los acuerdos sino se involucra a colectivos sociales, que desde distintos intereses tienen puntos de vista diferentes y muchas veces distantes entre si y con el poder. 212 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” En definitiva, representación y participación contribuyen a entregar mecanismos de poder a la ciudadanía, al mismo tiempo, que mejoran la eficiencia y eficacia de las políticas públicas, optimizan los recursos públicos y contribuyen a una mayor democratización de los canales de decisión gubernamental. El ejercicio de la participación demanda a los actores sociales la generación de propuestas para la política pública y el fortalecimiento de su capacidad de intervenir directamente a lo largo del ciclo de producción e implementación de las leyes, programas, proyectos y acciones que desarrollan las diversas entidades y sectores públicos, desde la parroquia hasta el gobierno central, en todos los sectores del poder ejecutivo (salud, educación, seguridad ciudadana, etc.) y en todas las funciones del Estado (legislativa, ejecutiva, judicial, electoral, de control). Por ello, la Constitución 2008 apuesta con fuerza a la autonomía y descentralización participativas como uno de los caminos fundamentales para impulsar una organización territorial conducente a la superación de las desigualdades e inequidades territoriales entre el campo y la ciudad, entre los centros económicos y políticos con las periferias del interior, entre los diversos sectores sociales y étnico-culturales, entre la sociedad y la naturaleza. El COOTAD en el título VII le dedica el capítulo III a la participación ciudadana en los gobiernos autónomos descentralizados y reitera que la ciudadanía en forma individual y colectiva podrá participar de manera protagónica en la toma de decisiones la planificación y gestión de los asuntos públicos y en el control social de las instituciones de los gobiernos autónomos descentralizados y de sus representantes21. 21 COOTAD, Art. 302. 213 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos En el capítulo mencionado se registra a la participación como un derecho en todos los niveles de gobierno a través de los mecanismos de la democracia representativa directa y comunitaria. Reconoce la obligatoriedad de realización de consultas pre legislativas cuando se puedan vulnerar derechos colectivos, así como la posibilidad de presentar proyectos normativos y ejercer el control social. Un aspecto trascendente es que el COOTAD dispone que se conforme un sistema de participación ciudadana que permita deliberar sobre las prioridades del desarrollo, los objetivos del desarrollo territorial; la participación en la formulación, ejecución y desarrollo de los planes; la definición de propuestas de inversión pública; la elaboración de presupuestos; la generación de condiciones y mecanismo de coordinación; la rendición de cuentas y el impulso de mecanismos de formación ciudadana para que la ciudadanía pueda participar activamente. Tanto la Constitución como la ley establecen las posibilidades de que las autoridades de los gobiernos autónomos descentralizados como los ciudadanos puedan convocar a consulta popular. Ahora precisamente, se debate una enmienda constitucional que no pretende coartar la participación sino clarificar que tiene que ser en el marco de las competencias de los GAD. Es importante recordar que apenas en el año 2000 se presentaron en el Ecuador seis procesos de consulta provincial, los que lograron amplias victorias, sin embargo, no se pudieron aplicar porque habría significado romper con el carácter unitario del Estado ecuatoriano. Recordemos que algunas de esas consultas pretendían disponer de los tributos que se recaudaban o los que se generaban; o los que provenían de las actividades de exportación e incluso de los recursos petroleros; de tal forma que aplicar este derecho sin determinación de las competencias, antes que potenciar la capacidad de decisión del 214 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” pueblo, puede potenciar los intereses de determinadas élites con una vocación faccional, además podrían profundizar las condiciones de iniquidad y desigualdad territorial. De la misma forma, la enmienda sobre las consultas populares de iniciativa ciudadana, pretende coherencia con la propia disposición de la Constitución que limita estas a temas como el tributario, la división política administrativa y aquellos aspectos contrarios a la Constitución de la República. Este sistema deberá permitir la coordinación entre autoridades electas, representantes del régimen dependiente y de la sociedad civil. La máxima instancia de decisión del sistema de participación debería ser convocada a asamblea por lo menos dos veces al año. En el COOTAD se reconoce a los barrios y parroquias urbanas como unidades de participación ciudadana de igual forma a las comunas, comunidades y recintos; se establecen mecanismos como las comisiones generales, la silla vacía e incluso la revocatoria del mandato, cuando las autoridades no cumplen con los planes de trabajo ofrecidos a la ciudadanía. Es fundamental reiterar que en el art. 312 del COOTAD se señala que el incumplimientos de las disposiciones relativas a la participación ciudadana por parte de las autoridades de los GAD generará responsabilidades y sanciones de carácter político y administrativo, incluyendo la remoción del cargo para los funcionarios responsables de la omisión y podrá ser causal de revocatoria del mandato para la autoridad respectiva. En estos años de aplicación del COOTAD, ha avanzado poco en la participación ciudadana. Se han convertido a las disposiciones sobre presupuesto y planificación en simples procedimientos administrativos y restringidos antes que en herramientas estratégicas. A pesar de que la participación social es una más de las ramas del gobierno autónomo descentralizado, no se ha logrado en la mayoría 215 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de GAD avances significativos en la forma como se adoptan los procesos decisionales; lo que confirma que de nada sirve la institucionalización de la participación, si al mismo tiempo, no se desarrolla una conciencia ciudadana que se apropie de la norma. Los ritmos y condiciones de la incorporación de la participación, además de asimétricos pueden llegar a ser fuertemente conflictivos y contradictorios, pues, el marco político local todavía oligárquico que “arrastra” el país, configurado sobre la base de un conjunto de factores y fuerzas sociales, favorece la conformación de una suerte de pequeños feudos, con estructuras de poder, tejidos económicos, sociales y culturales que pugnarán por mantener el statu quo frente al ímpetu transformador de la Constitución. Al calor de una atrasada y dependiente dinámica económica del capitalismo ecuatoriano, se han constituido élites oligárquicas que utilizan el poder local como una herramienta de acumulación económica, dando forma a sistemas políticos patrimoniales. La política como una práctica necesaria para sustentar la apropiación de la riqueza social, inclusive por medios extraeconómicos como la corrupción, constituye aún una característica de determinadas regiones y élites del país. VIII. Oportunidades, amenazas y desafíos actuales de la descentralización y la participación La Constitución 2008 ha dejado trazada la cancha respecto del proceso de autonomía y descentralización mediante el reparto de las competencias a los gobiernos autónomos descentralizados y al gobierno central. Ha definido un mecanismo expedito para la transferencia obligatoria, progresiva y definitiva de las competencias descentralizables del gobierno central a los gobiernos locales. 216 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Sin embargo, en el ejercicio de las competencias empiezan a aflorar algunos problemas que muestran los límites del COOTAD respecto a la definición de las competencias exclusivas y concurrentes que demandan una mayor profundización. Particularmente, se han presentado problemas relacionados con el Ordenamiento Territorial, tanto respecto a las facultades de rectoría, planificación, regulación, gestión y control, atribuidas a cada nivel de gobierno, como de la articulación y coordinación de cada nivel gubernamental respecto a la Gestión Integral del Hábitat. Estos problemas se derivan entre otros factores de los límites existentes en la definición de las competencias exclusivas y por ende de la existencia o no de las competencias concurrentes. Esto, además, estaría agravado porque, dada su corta edad, el Consejo Nacional de Competencias aun no cuenta con un diagnóstico preciso de las superposiciones de competencias que pueden presentarse. Es necesaria la adecuada coordinación para el ejercicio concurrente de las competencias de salud y educación, a fin de que el gobierno nacional pueda cumplir con su competencia de establecer las políticas nacionales y los gobiernos locales puedan coadyuvar para que esas implantaciones se realicen de forma ordenada en el territorio. Así mismo, en ámbitos como el riego, tránsito y ambiente, hay significativas dificultades para que se produzca inmediatamente la transferencia, sobre todo, son notorias las diferencias institucionales entre los distintos gobiernos autónomos descentralizados y por ello el proceso tiene que desarrollarse en fases. Siendo la apuesta central de la Constitución por la creación y fortalecimiento del nivel intermedio a través de la creación del gobierno regional, como entidad con capacidad de planificación y desarrollo regional, integrada por dos o más provincias y con el mayor nivel de captación competencial y de generación de recursos, el mayor desafío general radica precisamente en la creación de las regiones, sobre las cuales existe poco interés por parte de las 217 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos provincias, aunque según la Constitución si no llegarán a crearse en el plazo de ocho años, deberá aprobarse una ley que determine su conformación. Entre tanto las competencias descentralizables del gobierno central se mantendrán bajo su responsabilidad. Por esta razón es fundamental que en la enmienda que actualmente debate la Asamblea Nacional se establezca un nuevo plazo para la creación de regiones, en lugar de suprimir el existente. Igualmente, siendo que la Constitución favorece al nivel municipal, que tendría las competencias, recursos por transferencias y de recuperación de ingresos propios, necesarias para responsabilizarse del hábitat y residencia, principalmente, en su circunscripción territorial; su desafío principal es el de su consolidación institucional para que pueda asumir en el plazo que señale el Consejo Nacional de Competencias la totalidad de sus competencias exclusivas, lo cual será bastante factible para los municipios de mayor tamaño, a diferencia de la mayor parte de municipios menores a 50.000 habitantes y que constituyen más el 75% del total22, que tendrán fuertes dificultades y requerirán de enérgicos procesos de fortalecimiento para lograr este propósito. Igualmente, pesará de manera gravitante el desafío de incrementar sustancialmente los ingresos propios para financiar las nuevas competencias exclusivas no cubiertas, sobre todo en los cantones con menor PIB territorial. Los gobiernos provinciales jugarían un rol de coordinación intermunicipal e interparroquial sobre competencias del desarrollo rural y con recursos basados en las transferencias estatales principalmente. Sin embargo, la relevancia de sus competencias ambientales, productivas, viales y de riego, en un país donde la base 22 Estratos de municipios por población. Estratos Población (hab) Número de Municipios: Primero 1 a 9.999, 56. Segundo 10.000 a 19.999, 49. Tercero 20.000 a 49.999, 71. Cuarto 50.000 a 99.999, 25. Quinto 100.000 a 1000.000, 17. Sexto Más de 1000.000, 2. Elaboración: BEDE (2008). 218 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” de su economía es el agro, ha proyectado a los Consejo Provinciales como actores estratégicos del desarrollo territorial y de allí que han experimentado tensiones con las competencias sectoriales de otros niveles de gobierno. Frente a la imposibilidad de que se puedan conformar las regiones previstas en la Constitución, los gobiernos provinciales podrían convertirse en el Plan B y ser los gobiernos intermedios quienes puedan recibir la mayor cantidad de competencias descentralizables del gobierno central. Las Juntas Parroquiales jugarían un rol subsidiario de las prefecturas provinciales y los gobiernos municipales, aunque podrían convertirse en el motor y eje de la organización y movilización local para presionar a los demás niveles de gobierno. La estructuración e implementación de los sistemas participativos en los GAD constituye hasta hoy una quimera, un desafío y una importante oportunidad para mejorar su transparencia, eficiencia y legitimidad, respecto a las necesidades de la población, así como también incrementar la cohesión ciudadana en torno a las acciones de sus gobiernos seccionales. La participación ciudadana corre el riesgo de convertirse en un mero formulismo ejercido a través de determinados rituales, como ha ocurrido anteriormente con los planes participativos estratégicos de desarrollo local, que se convirtieron en “recetas metodológicas”, carentes precisamente de estrategia. Lo que está en juego en el enfoque que asuma la participación es la posibilidad de trastocar la dominación oligárquica en las relaciones de poder locales, pues, en la medida en que dentro de las regiones, provincias, municipios y parroquias, los procesos de diagnóstico, planificación (incluida la presupuestación), ejecución, seguimiento, evaluación, auditoría e información, cuenten con la 219 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos activa integración de las organizaciones sociales y la ciudadanía, se alcanzará a controlar y eliminar las vías de apropiación indebida de los recursos y bienes públicos, además de lograr una mayor eficacia en el uso de los mismos. Los gobiernos autónomos descentralizados pueden convertirse en espacios gravitantes de las demandas ciudadanas de cumplimiento de los derechos y garantías constitucionales; de demandas ciudadanas normativas y políticas, incluida la fiscalización popular; además de que serían escenarios importantes de deliberación democrática y de interlocución con los otros niveles de gobierno. Para ello, será necesario fortalecer la capacidad de las organizaciones sociales y de la ciudadanía de generación de propuestas, pues sin duda existe un enorme déficit para proponer normas alternativas (leyes, ordenanzas, reglamentos), programas, proyectos y acciones, que estén orientadas a la reivindicación de sus intereses, tanto a nivel de los sectores sociales, como en las localidades. El apropiamiento de los instrumentos del derecho de participación requerirá de un aprendizaje por parte de la ciudadanía y de las organizaciones sociales, dentro del cual, la formación y el papel de los medios de comunicación, sobre todo los públicos y comunitarios, constituyen un factor importante. Propiciar la integración de los GAD en sus estamentos gremiales y en articulaciones para enfrentar conjuntamente sus problemas y necesidades instaura un desafío significativo. Al momento existen alrededor de 14 procesos de mancomunidades y consorcios entre los GAD sobre todo en torno a las cuencas hídricas. Hará falta muchísimas iniciativas más, inclusive de fusión, para recomponer el escenario de la heterogeneidad estructural. 220 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” A nivel del financiamiento, también se presenta el desafío de resolver la disparidad entre los GAD. Mientras algunos municipios de mayor tamaño como el Distrito Metropolitano de Quito tiene alredor de un quinto del PIB nacional y un sexto de la población del país; otros municipios tienen un estancamiento o decrecimiento en su desenvolvimiento económico. De allí que mientras algunos GAD pueden recaudar una considerable porción de su presupuesto, como en el caso de la capital igual al 60% de su gasto, en el caso de los municipios amazónicos fronterizos, más bien hay que subsidiar para que las personas puedan habitar en estas zonas. El nuevo marco constitucional y legal que enmarca los horizontes de los gobiernos locales y las demás instituciones públicas hacia el logro del Buen Vivir, contribuye decisivamente a complementar las herramientas y medios requeridos por los GAD para cumplir en mejor forma su rol institucional. El Código de Planificación y Finanzas Públicas, la Ley Orgánica de Servicio Público, la Ley de Contratación Pública son herramientas jurídicas que complementan el COOTAD para fortalecer a los GAD. Así por ejemplo, en el ámbito de la gestión del talento humano institucional los GAD tienen en la ley del servicio público una norma que evitará los problemas de excesos de los funcionarios o de las autoridades cometidos anteriormente. IX. Conclusiones y recomendaciones Los GAD deben apuntalar a través de sus gremios la consolidación del Consejo Nacional de Competencias porque constituye la pieza central y la garantía del proceso descentralizador. El rol determinante del CNC demanda un desarrollo institucional substancial con equipos de expertos para la definición de las matrices de competencias descentralizables, la formulación del Plan Nacional de Descentralización, la asistencia jurídica para 221 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos resolver los conflictos de competencias, el sistema de capacitación para la consolidación de los GAD a fin de que puedan asumir nuevas competencias y el análisis financiero para establecer el costeo de competencias. Contribuir a la consolidación de este organismo es, sin duda, una tarea prioritaria para el conjunto de los GAD. El proceso de definición de los aspectos principales del proceso descentralizador no debería ser delegado a los miembros del CNC obviando la participación activa de los GAD. Por el contrario, se esperaría que el trabajo técnico que debe impulsar el CNC sea realizado en diálogo permanente con los GAD a través de sus organizaciones gremiales y en forma directa. El proceso de transferencia de las competencias exclusivas y adicionales que en concurrencia deberán asumir los GAD reviste una significativa complejidad por las condiciones heterogéneas y particulares de cada GAD y los entornos de resistencia existentes para su transferencia. Por ello, es necesario determinar una estrategia definida y de largo plazo para su desenvolvimiento que, por ejemplo, comience con las acciones que implican menor complejidad y tienen menor resistencia para ir avanzando hacia las de mayor complejidad y conflicto, pues se trata de ir dando pasos que aseguren el proceso y no de saltos que ponga en riesgo el conjunto de la descentralización. Para fortalecer la construcción de un Estado plurinacional descentralizado, desde las organizaciones étnico nacionales y también desde los GAD, se debería poner especial atención a la constitución de los regímenes especiales de circunscripciones territoriales indígenas, afroecuatorianas y montubias, de tal modo que se pueda concretar esta necesidad y aspiración nacional en el plazo prudente. Alcanzar el desarrollo local con identidad debe ser una de las consignas centrales del proceso de descentralización. 222 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” La participación de la ciudadanía reviste de enorme importancia porque no se trata de una acción técnica de ingenieria institucional sino de un proceso político que podría reconfigurar el carácter del régimen de gobierno ecuatoriano y que por ello no esta exento de riesgos y conflictos. Además la participación ciudadana constituye una base para que los GAD se consoliden y alcancen el desarrollo institucional y social necesario para asumir nuevas competencia. Para ello, los GAD deben trabajar en lo inmediato, en la elaboración de los sistemas locales de participación ciudadana que encaminen la energía ciudadana en una lógica colaborativa y no confrontativa con los GAD. Para ello debe existir la predisposición de las autoridades de compartir con la ciudadanía el proceso de gobierno de la localidad en los niveles en los que se defina a través del propio sistema de participación local. 223 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos X. Anexo Materias de competencias más importantes por ámbito de gobierno (ilustrado en una tabla o gráfico los ámbitos de gobierno y sus materias de competencia más importantes) Cuadro 9: Sectores o materias de competencia por niveles de gobierno Nivel de gobierno Materias competencias Privativas: • Defensa Nacional • Protección interna y orden público • Relaciones Internacionales • Políticas económicas, tributarias, aduaneras, arancelaria, fiscal y monetaria • Comercio exterior • Endeudamiento externo Gobierno Central Competencias exclusivas • Generación de energía • Telecomunicaciones • Recursos naturales no renovables • Transporte y refinación de hidrocarburos • Biodiversidad y patrimonio genético • Espectro radioeléctrica • Agua Sectores comunes* • Salud • Educación • Vivienda • Obras Públicas • Ambiente • Turismo • Agricultura • Producción • Patrimonio Nacional • Etc. 224 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Nivel de gobierno Gobiernos Autónomos Descentralizados** Materias competencias • • • • • • • • • • • • • • • • • Vialidad Tránsito y transporte Gestión de la cooperación internacional Gestión de las cuencas hidrográficas Riego Fomento de la seguridad alimentaria Fomento de actividades productivas agropecuarias Gestión ambiental Prestación de servicios públicos Infraestructura física y equipamientos de salud, educación y otros Formar y administrar catastros inmobiliarios Socorro y extinción de incendios Explotación materiales de construcción Registro de la propiedad Personalidad jurídica a organizaciones sociales Patrimonio arquitectónico, cultural y natural Promoción de la organización ciudadana y vigilancia ejecución de obras * Los sectores comunes integran a todos los demás sectores, no privativos ni estratégicos, (como salud, educación, turismo, etc.) los mismo que son susceptibles de mayor o menor descentralización y que serán transferidos en paquetes competenciales por el Consejo Nacional de Competencias en el plazo de ocho años. ** Para identificar la distribución de competencias por sectores y niveles de gobierno revisar el cuadro anterior. *** El COOTAD no establece una prelación respecto a la importancia de las competencias atribuidas a cada nivel de gobierno, sino que se guía por el rol que la Constitución otorga de manera implícita a cada nivel de gobierno desarrollando sus características competenciales: Así como hemos señalado el rol y las competencias regionales son la del desarrollo social, económico y productivo regional; la de la provincia el desarrollo rural, las de los municipios el desarrollo del hábitat y la residencia y la juntas parroquiales tienen un rol de coordinación y colaboración con los municipios y Consejos Provinciales. 225 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “La descentralización y la participación ciudadana: una lectura actual desde la reforma del Estado” Por: Ivonne Dávila Morillo Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. Introducción. II. Una reflexión conceptual sobre la reforma del Estado, la descentralización y la participación ciudadana. III. Las generaciones de reformas del Estado en América Latina y en el Ecuador: características de la descentralización y la participación ciudadana. 3.1. Primera generación de reformas. 3.2. Segunda generación de reformas. 3.3. Tercera generación de reformas. IV. Un cambio constitucional a favor de la descentralización y la participación. 4.1. Los hitos jurídicos de la reforma democrática del Estado. a. Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización. b. Ley Orgánica de Participación Ciudadana. c. Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas. V. Conclusiones. 227 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “La descentralización y la participación ciudadana: una lectura actual desde la reforma del Estado”* Por: Ivonne Dávila Morillo** A. Abstract A partir de la Asamblea Constituyente reunida en Montecristi en el año 2008, el Ecuador inicia una reforma del Estado cuya herramienta básica es la descentralización, que se renueva y recrea cada día con los espacios de deliberación de los ciudadanos en la formulación, gestión y el control de los asuntos públicos que aquí entendemos como participación ciudadana, para lo cual los gobiernos locales se convierten en el escenario propicio para construir alianzas entre el Estado y la sociedad civil y donde los ciudadanos se vuelven en gestores de su propio desarrollo. Por tanto este artículo analiza a la descentralización y la participación ciudadana desde los distintos enfoques de reforma del Estado como la construcción de una nueva relación entre el aparato estatal y la sociedad civil bajo dos puntos de vista el de las ciencias sociales y el jurídico. B. Keywords Reforma del Estado - Descentralización - Participación ciudadana * Ponencia presentada el jueves, 14 de noviembre de 2013 en el Seminario Internacional “La Descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. El presente ensayo corresponde a un extracto de la investigación de tesis de maestría realizada por la autora, titulada “La descentralización en juego: Estudio de la descentralización en la reforma del Estado ecuatoriano en el contexto de la Asamblea Constituyente de Montecristi”, FLACSO 2013. ** (Ecuador). Abogada de los Tribunales y Juzgados de la República del Ecuador por la Universidad Central del Ecuador. Magister en Ciencias Sociales con Mención en Desarrollo Local y Territorial por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Directora de Gestión Jurídica de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. 229 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos I. Introducción La descentralización y la participación ciudadana son dos conceptos discutidos tanto desde las ciencias sociales como desde la ciencia jurídica, la primera discusión se basa en el papel de la democracia y la lucha de los movimientos sociales por alcanzar espacios de poder e incidir en la toma de decisiones, por otro lado, la ciencia jurídica establece los cambios institucionales y regula los parámetros de las demandas sociales además de garantizar los derechos de la sociedad civil. En el caso ecuatoriano, el régimen jurídico se ve influenciado constante e imperceptiblemente por una lógica que traspasa las fronteras nacionales y tiene que ver con los fenómenos económicos, políticos y sociales acaecidos en la región latinoamericana. Es así que los cambios y las características de la descentralización y participación ciudadana en nuestro país, no serán comprendidos sin analizar el contexto histórico que ha influenciado a los países latinoamericanos, y que se conoce como generaciones de reforma del Estado. Todas estas condicionantes de la descentralización y la participación ciudadana hacen necesaria una revisión de las generaciones de reforma estatal y sus características, centrándonos en el caso ecuatoriano y en el período actual denominado por el gobierno central como “reforma democrática”, donde la descentralización y la participación ciudadana juegan un papel fundamental. Para este cometido, es indispensable revisar las disposiciones constitucionales y legales que hacen posibles estos cambios, para determinar cuáles son las formas, los mecanismos y objetivos de estos dos elementos que generan un profundo cambio en la vida estatal ecuatoriana, deduciendo por último algunas conclusiones. 230 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” II. Una reflexión conceptual sobre la reforma del Estado, la descentralización y la participación ciudadana El debate de la reforma del Estado es un tema tan antiguo como el Estado mismo, en referencia, los célebres juristas como John Locke (1690) en su “Tratado de gobierno civil” y Montesquieu en su famosa obra “El espíritu de las leyes” (1748) son quienes inauguraron la vida democrática de los Estados con ideas que respondían a la separación de los poderes estatales en ejecutivo, legislativo y federativo. Posteriormente Alexis de Tocqueville (1835), inspirándose en Montesquieu, acuñaría la idea de descentralización, considerada como la mejor forma de organización política para ejercer la libertad democrática “este autor desarrolló originalmente la teoría que sustenta esta afirmación a partir de la observación y el análisis de la formación histórico-social de Nueva Inglaterra” (Finot; 2001:27 citando a Tocqueville; 1835) por lo que nos viene a la mente la estrecha relación entre reforma del Estado, descentralización y democracia. Pero para que el lector comprenda qué significa en sí este concepto, es necesario tener clara la idea de Estado. Para fines de este ensayo utilizaremos la sociología jurídica de uno de los autores clásicos de las ciencias sociales, Max Weber quien plantea que el Estado es una forma de dominación de tipo institucional que implicaría que una reforma del Estado no se desenvuelve mágicamente; sino en base a permanentes relaciones de fuerza e intereses, ya sea de clase o de estamento. “El Estado moderno es una asociación de dominio de tipo institucional que en el interior de un territorio ha tratado con éxito de monopolizar la coacción física legitima como instrumento de dominio, y reúne a dicho objeto los medios 231 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos materiales de explotación en manos de sus directores pero habiendo expropiado para ello a todos los funcionarios de clase autónomos, que anteriormente disponían de aquello por derecho propio, y colocándose a sí mismo, en lugar de ellos en la cima suprema.” (Weber; 2002: 1060). De esta manera, el Estado para Weber contiene instituciones dedicadas a la administración pública, justicia, seguridad y defensa que cumplen una estructura de dominación, ya que mantiene una relación de poder entre gobernantes y gobernados. Weber analiza el concepto de dominación y lo interpreta como la “posibilidad de encontrar obediencia a un mandato o una orden de contenido determinado en unas personas determinadas” (Ídem), pueden encontrarse formas por las que el hombre acepta el sometimiento como lo es la dominación y que esta suele apoyarse interiormente en motivos jurídicos o motivos de su legitimidad. En ese sentido, una reforma del Estado, en última instancia depende del tipo de dominación que esta engranada en la institucionalidad. Para Weber los motivos de legitimidad de la dominación son de tres tipos (tradicional, carismática y legal), cada uno de los cuales se encuentra enlazado. Para los fines de este artículo trabajaremos con la noción de dominación legal, que según el mismo Weber es un tipo de dominación que en su estado más puro se podría denominar como dominación burocrática, “su idea básica es que cualquier derecho puede crearse y modificarse por medio de un estatuto sancionado correctamente a la forma” (Ídem). En tal sentido, Weber expone que en el Estado moderno, el verdadero dominio está en el manejo diario de la administración, y que se encuentra necesariamente en manos de la burocracia. 232 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” En otras palabras podríamos decir que según el concepto de Estado de Weber, la reforma del Estado son los cambios que se producen en la institución estatal, para ejercer una mayor dominación legal-racional sobre la sociedad y lo hace posible mediante la norma jurídica. De esta manera, la reforma del Estado está subordinada a la dominación legal del Estado, que según Weber “se basa en la creencia en la legalidad del ordenamiento establecido y del derecho a dar órdenes por parte de quienes tengan la competencia para ejercer la dominación según ese ordenamiento” (Ibídem; 65), que posibilita una pugna de intereses de clase o motivaciones políticas que deriva en un aparato burocrático. Por tanto el concepto de reforma del Estado es una noción de tipo-ideal que tiene la única finalidad de contribuir en la compresión de los cambios y transformaciones administrativas, políticas, económicas e institucionales que históricamente sufre la constitución de un Estado. En ese marco, la reforma del Estado, simplemente es un concepto que ayuda a visualizar los tipos de transformaciones institucionales que se han ido suscitando en el Estado en especial desde los inicios de la revolución industrial y por ende de lo que se conoce como las sociedades modernas. Para tener un concepto claro sobre la reforma del Estado y cuáles son sus implicancias, citaremos a Roberto Dromi (1991) para quien la reforma encierra un profundo proceso de transformación, abarcando in integrum lo político, económico, social y administrativo (Pp 29), para este autor esta reforma estructural debe encontrar su fundamento en lo jurídico, que está relacionado directamente al marco ideológico constitucional. Según Dromi la reforma posee contenidos sustanciales que la hacen viable e importante como: “relocalizar el Estado, redistribuir la economía, reorganizar el gobierno, reconvertir la descentralización, recrear el control, reinstalar el legislativo, redefinir el federalismo, redimensionar el municipio, reformular el derecho y renovar el Estado” (Ídem), 233 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos subraya que estos objetos deberán ser traducidos a medidas operativas y concretas de acción pública. Es así que la reforma debe incidir en la construcción de una nueva relación entre Estado y sociedad, dentro de este contexto la descentralización se convierte en una herramienta de la reforma y la participación ciudadana en el objeto fundamental del Estado. Por tanto haciendo una aproximación conceptual sobre la descentralización y según el concepto de Egon Montecinos (2005) diríamos que “es aquel proceso de transferencia de poder político, fiscal y administrativo desde el nivel central a los niveles subnacionales del gobierno” (Pp 74). Para este autor en América Latina la descentralización se ha entendido como un medio para alcanzar diversos objetivos: “profundizar y perfeccionar la democracia, fortalecer el desarrollo ‘desde abajo’, contribuir a la equidad ciudadana, disminuir el aparato del Estado y hacer más eficiente la gestión pública” (Ídem). Según Montecinos, independientemente del objetivo inicial que se adjudique a la descentralización, existe un consenso respecto de que “se trata de un proceso político que ha apelado a una nueva forma de gobernar que de la mano de la reconfiguración del Estado e inspirado en la idea de incluir a la ciudadanía en las decisiones públicas se propuso fortalecer y consolidar un camino político más democrático y eficiente para la región” (Ídem), concluye este autor diciendo que la descentralización permite redistribuir poder y atribuciones hacía los distintos órdenes de gobierno, particularmente hacía los gobiernos locales. Para obtener buenos resultados y alcanzar sus objetivos la descentralización debe convertirse en el espacio de coincidencia entre el gobierno y la sociedad, para Gramsci (1977), por ejemplo, el lugar verdadero de confrontación política es la sociedad civil considerada como el espacio para construir hegemonía por lo que 234 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” la sociedad civil se convierte en un espacio intermedio entre la economía y el Estado. Es aquí donde la participación ciudadana toma importancia y es entendida según el concepto de Liset Borrell (1985) como “el conjunto de herramientas que facilitan la intervención de los ciudadanos en la organización de la Administración Pública, sin ser parte de las estructuras burocráticas. Es decir que el que participa no se vuelve funcionario, ni tampoco colaborador o interesado en obtener algún beneficio” (Pp 309). Por ende podemos decir que la participación ciudadana es un tema relativamente nuevo y nace de la democracia participativa como un derecho ciudadano que se diferencia del ejercicio político de los derechos y obligaciones dotados por la democracia representativa como por ejemplo el derecho al voto, a elegir y hacer elegidos; o de la diferencia de aquellas prácticas de agrupamiento con fines políticos. Por tanto la participación ciudadana se convierte en un tema de gran amplitud que implica desde las conductas más simples y comunes como participar en una minga, hasta aquellas de incidencia en la política como la revocatoria del mandato, la consulta previa sobre las decisiones de los territorios de los pueblos y nacionalidades indígenas, así como la participación en la planificación desde los gobiernos locales, presupuestos participativos, cabildos, veedurías, etc., el objetivo será la satisfacción de demandas y aspiraciones comunes, así como el control social y la transparencia de las actuaciones de la administración pública. El objetivo más importante que se debe perseguir, a nuestro modo de ver, es la cogestión o el cogobierno entre la administración pública y la sociedad civil, para impulsar formas de desarrollo local a través de la descentralización, modificando las estructuras de poder local y dando solución a problemas de tipo económico, productivo, ambiental, institucional, social y cultural. 235 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos III. Las generaciones de reformas del Estado en América Latina y en el Ecuador: características de la descentralización y la participación ciudadana Como lo anotamos, anteriormente para comprender los procesos de cambio estructural e institucional además de los cambios jurídicos en el Ecuador, es necesario voltear la mirada al contexto histórico sobre los procesos de reforma del Estado que han generado un escenario político cambiante. Se puede argüir que el debate sobre la reforma del Estado en Latinoamérica tiene sus primeros orígenes en los años setenta, con la crisis de legitimidad del modelo intervencionista y en un contexto de recrudecimiento de la guerra fría, con la instauración casi generalizada de dictaduras militares y máximo centralismo, que coincidió con la crisis del petróleo y la consiguiente abundancia de los llamados “petrodólares”, lo que permitió recurrir en mayor escala al endeudamiento (Finot; 2001: 8). Pero es en la década de los ochenta en donde este tema toma fuerza en las agendas públicas estatales, la discusión central sería el Estado y sus relaciones con el mercado y la ciudadanía, tema que treinta años más tarde y tras varias experiencias de transformación aún sigue inconcluso. Desde 1980 hasta nuestros días, se pueden identificar tres tipos de reforma estatal a las que se ha denominado de primera, segunda y tercera generación (Dávila; 2013: 15). En cuanto al caso ecuatoriano Fernando Carrión (2007) considera que la descentralización ha sido influenciada por las corrientes latinoamericanas respecto a la reforma estatal, bajo dos enfoques, por un lado, aquel que plantea reducir las atribuciones estatales y extender las relaciones de mercado al que se denominó paradigma “Neoliberal”, y por el otro, aquel que plantea la necesidad de extender los espacios democráticos y fortalecimiento del Estado Central denominado “Democrático”. 236 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Se visibiliza en la actualidad el aparecimiento de una tercera ola de reformas, con lo que coinciden autores como Assies (2003), Larenas (2010), Jeff Dayton-Johnson; Juliana Londoño y Sebastián Nieto Parra, (2011) entre otros. Este tercer enfoque reposiciona al Estado, lo fortalece pero a la vez adquiere características de los dos anteriores. En cada uno de los tres enfoques mencionados la descentralización y la participación ciudadana adquieren características de acuerdo a los paradigmas que influyen cada periodo de la manera que se explica a continuación. 3.1. Primera generación de reformas En la década de los años ochenta y noventa, en América Latina aparecen procesos de reformas conocidas como “de primera generación o neoliberal”, cuyo objeto fue seguir las pautas marcadas por el Consenso de Washington para enfrentar las diversas crisis que dejaban el paso de los gobiernos dictatoriales, se pretendía reducir el tamaño del Estado mediante la disminución de su rol, la privatización de los servicios públicos y eliminación de los subsidios, con el objeto de reducir el gasto público y superar la crisis financiera de los Estados (Dávila; 2013). En ese sentido Oscar Oszlak (1999) plantea que este período estaba caracterizado por la crisis económica producida por el fracaso de un modelo de organización social fundada en una matriz estado céntrica de intervencionismo excesivo del Estado, este tipo de reformas tuvieron como objetivo central el encoger al Estado y no para mejorarlo necesariamente, por lo que los instrumentos para reestructurar el Estado fueron la privatización, la descentralización, la desregulación, la modernización y la tercerización de servicios. El Ecuador no fue la excepción y adopta en su vida política y económica características de este período bajo el propósito de modernizar el Estado se implementaron políticas económicas de acuerdo al contexto neoliberal de la época. Para Santiago Ortiz 237 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos (1998) el contexto de la modernización del Estado orientó la reforma neoliberal del Ecuador, cuyo objeto fue “reducir al Estado para ganar en gobernabilidad, generando instancias autónomas de decisión, con participación de las élites vinculadas directamente con los organismos multilaterales y por fuera del control democrático de la población” (Pp: 2). Según este mismo autor esto generó una crisis del régimen político, producida desde 1995 provocada por la inestabilidad y la falta de representatividad de los partidos políticos que trajo a la palestra política a los actores del movimiento indígena. La descentralización en este período como lo expresa Canel (2001) se presenta como una propuesta igualmente de tendencia neoliberal que propuso una reestructuración radical en la relación Estado sociedad, entonces la descentralización constituye en este periodo la parte central de un proyecto de capitalismo de libre mercado, debilitando al Estado en su rol tradicional como asegurador de los principios de garantía social. Por otro lado la participación ciudadana en esta época tuvo sus avances, es así que el reformismo constitucional en el caso latinoamericano se caracterizó por el fortalecimiento en sí de la participación ciudadana en la administración pública, mediante el establecimiento de nuevos mecanismos de intervención de la sociedad civil, asociados a los procesos de descentralización (Wallestein; 1991: 161). En el caso ecuatoriano en la década de los noventa, precisamente en el año de 1997 se expide la llamada Ley Especial de Descentralización y Participación Social y posteriormente la Constitución de 1998 que incorpora algunos mecanismos de democracia participativa que pretendían superar la simple representación directa de la soberanía partidista que serán ahondados más adelante. 238 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” 3.2. Segunda generación de reformas Como fracaso de esta primera generación de reformas surge una nueva y “segunda generación” conocida también como “democrática o de retorno del Estado”, “enfocadas a la administración pública, la justicia y el aparato judicial, la legislación laboral así como una nueva legislación antimonopolios sobre los mercados de capitales. Además se da una nueva atención a la educación, la salud, el llamado capital humano, incluso al papel de los gobiernos locales en estas áreas” (Assies: 2003; 5). El discurso de la descentralización en este contexto cambia de enfoque, el mismo que va desde la transferencia de recursos y funciones a la creación de condiciones para el desarrollo local y la creación de instituciones y mecanismos, que aseguran la gobernabilidad. El paradigma teórico que influye en este periodo es el “democratizante” el mismo que según Sonia Fleury (2000) procura “la transformación de la gestión pública a partir de la necesidad de democratizar el propio Estado” (2000:13). En el caso ecuatoriano el inicio de estas reformas empieza con la Constituyente de Montecristi en el año 2008 con cambios en la descentralización y la participación ciudadana, apoyados con la creación del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización, COOTAD, además de una nueva y renovada Ley Orgánica de Participación Ciudadana. El objetivo de estas reformas sería poner fin al periodo neoliberal para ser suplantado por un modelo democrático de fortalecimiento del Estado con una tendencia centralizadora del poder, estos cambios serán analizados más adelante en un apartado propio de análisis exegético de la ley. 239 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 3.3. Tercera generación de reformas En este nuevo contexto, algunos autores como Jeff DaytonJohnson; Juliana Londoño y Sebastián Nieto Parra, (2011) hablan de una “tercera generación de reformas”, esta idea es reforzada, en un estudio sobre políticas públicas, emitido por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO (2012), denominado (Des) encuentros entre reformas sociales, salud, pobreza y desigualdad en Latinoamérica, sostiene que a partir del año 2000 en adelante surge en América Latina una corriente influenciada por el llamado “Consenso de Beijing” que como lo ha denominado Eduardo Lora (2007) se presenta como una “revolución silenciosa”, “El papel del Estado se ha redefinido, en busca no sólo de generar y proporcionar eficientes servicios a sus ciudadanos, sino también para equilibrar los intereses sociales. El Consenso de Beijing se ha convertido en un enfoque alternativo para el desarrollo económico de las naciones en desarrollo, el uso de la economía y el gobierno para mejorar la sociedad (Ramo, 2004), por lo tanto, los Estados latinoamericanos ahora tratan de lograr la modernización productiva para mejorar la competitividad internacional y la inclusión social para abordar el problema de la concentración del ingreso (Kirby, 2009). Para lograr estos objetivos económicos y sociales, los nuevos líderes deben comprometerse con el pragmatismo económico y deben reconocer que las políticas son altamente dependientes del contexto (Santiso y Hausmann; 2006) Este cambio representa un giro, en palabras de Hirschman, de la política economía de lo posible” (Dayton-Johnson, Londoño y Nieto Parra, 2011: 11)1. 1 Traducción propia, originalmente del texto en inglés. 240 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Según este estudio de CLACSO (Pp 8), la nueva generación de reformas nace de una triple matriz que la caracteriza y la condiciona, la misma que consiste en: la multiplicación de alternativas de políticas sociales de segunda generación; la profundización de los cuestionamientos globales a las políticas económicas impulsadas en el Consenso de Washington; y la creciente presencia en el escenario de la representación política de gobiernos de matriz de izquierda, el paradigma teórico de esta tercera ola de reformas, conocido también como el nuevo gerencialismo o New Public Management (NPM). De este modo William Assies coincide con lo anotado y considera que la perspectiva de la “Nueva Gestión Pública” se orienta a un nuevo modelo de la administración pública, que propone una “revolución silenciosa” que reemplaza el modelo burocrático-jerárquico y centralizado descrito por Max Weber (Assies; 2003: 7). Aquí vale hacer una aclaración, si bien es cierto que esta doctrina posee una conexión de sus fundamentos con los planteamientos neoliberales, el análisis que se plantea se centra en términos del manejo de la administración pública como parte de la reforma estatal y no puramente a la política económica. Para el ecuatoriano René Larenas (2010), este nuevo período de reformas marca un “reposicionamiento de la planificación estatal, el Estado como rector de las políticas y del mercado, el Estado como inversor, generador de mercados, el Estado como garante de derechos para toda la población, lo que implica retomar campos de actuación que se tenían en el modelo de Estado de Bienestar, y aún ampliarlos” (Pp 1). La planificación es un instrumento básico en este enfoque al recuperar el Estado sus capacidades básicas, que involucra no sólo a los actores estatales sino también a los sociales. Para Ismael Blanco (2003) estas prácticas de planificación participativa local se ubican en un nuevo paradigma de regulación del conflicto social, caracterizado por dos elementos: “a) la participación de actores diversos en el marco de redes más o menos 241 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos estables y más o menos formalizadas de interacción, intercambio y conflicto; y b) la proximidad como espacio desde el cual desarrollar nuevas políticas adaptadas a la diversidad y nuevos estilos de gobierno basados en la gestión de redes participativas.” (Pp 6). Esta teoría permite de alguna manera un fuerte involucramiento de la sociedad civil despertando el interés de participar ya sea en el control del cumplimiento de planes y proyectos, la planificación para el desarrollo, el manejo de los recursos y al mismo tiempo evaluar la gestión las autoridades, abriendo la posibilidad que la administración pública sea más efectiva. El Ecuador en los debates de Montecristi adquiere características de esta “revolución silenciosa”, es decir que las fronteras entre la segunda y tercera generación de reformas no son nítidas ya que para estas dos generaciones de reformas es necesario la presencia o retorno del Estado y tampoco existe en el contexto latinoamericano una cronología oficial. Los autores que hablan del tema distinguen en la segunda generación de reformas la necesidad de democratizar el propio Estado mientras que en la tercera generación, se propone el paso hacia un nuevo paradigma gerencial de la administración pública (Dávila; 2013: 122). La reforma que actualmente asume el Ecuador tiene que ver con los impactos de las anteriores reformas es decir de primera y segunda generación que en palabras de Evelina Dagnino (2005) propicia la existencia de una “confluencia perversa” entre dos proyectos políticos distintos como el neoliberal y el democratizante participativo, que define hoy en día el escenario actual de la lucha por la profundización de la democracia a través de la descentralización y la participación ciudadana. Nos dice Dagnino que esta “confluencia perversa” en el marco de la participación ciudadana es percibido por las organizaciones de la sociedad civil como un riesgo en las instancias decisorias que están atrapadas en una disyuntiva en la que 242 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “las fuerzas que sustentan el proyecto participativo democratizante como un mecanismo de profundización democrática y de reducción de la exclusión, termine sirviendo a los objetivos del proyecto que les es antagónico"2 (Pp 198). Por tanto hay una disputa conceptual por lo que “la autora sugiere darle más peso en el análisis a dos niveles; un nivel teórico representado en los proyectos políticos y un nivel empírico para abordar la investigación y el análisis de los distintos proyectos políticos en disputa” (Colpari: 2011; 4 citando a Dagnino 2005). IV. Un cambio constitucional a favor de la descentralización y la participación Como observamos anteriormente, la Constitución de 1998 en el primer período de reformas o período neoliberal tuvo un ligero pero notable avance sobre democracia participativa en la descentralización, que era manifestada en “la obligación del Estado a fomentar la participación ciudadana en los Gobiernos Seccionales a través de la descentralización” específicamente en el contenido de los artículos 225 al 230. Una década después, la Constitución de Montecristi emergería con nuevas variantes acorde al reconocimiento de un Estado plurinacional bajo el paradigma del Sumak Kawsay, esta Carta Política adquiere características que la difieren de su antecesora especialmente porque amplia e innova los dispositivos de participación, como por ejemplo el surgimiento del llamado “Quinto Poder” siendo el de la participación ciudadana y control social, a través de un Consejo que se encarga de promover la actuación de los ciudadanos en la toma de decisiones, además de designar a algunas autoridades del Estado, lo que puede considerarse como uno de los cambios más significativos. Las características más importantes 2 Traducción propia, originalmente del texto en portugués. 243 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos sobre participación ciudadana y descentralización en el Código Político del 2008 se encuentra en varios artículos constitucionales. Veremos a continuación en un breve análisis en qué consisten estas disposiciones. Es así que la Constitución de Montecristi declara a la participación como un derecho de los ciudadanos a través de mecanismos de la democracia representativa, directa y comunitaria, esta participación tiene cabida en la toma de decisiones, en la planificación y gestión de los asuntos públicos, para lo que se reconoce las distintas formas de organización de la ciudadanía para la toma de decisiones y procesos deliberativos. Hay que notar que se incluye en el texto constitucional un nuevo derecho “el de la resistencia”, que procede ante las acciones u omisiones del poder público o personas de derecho privado ante la vulneración de los derechos constitucionales, así como la posibilidad de demandar el reconocimiento de nuevos derechos (artículos 95, 96, 97, 98 y 99, Constitución). El texto constitucional hace referencia de igual forma a la participación en los diferentes niveles de gobierno, que tiene relación estrecha al tema de la descentralización, este contenido lo encontramos en los artículos 100, 101, 102. De esta forma se reconocen las instancias de participación en los diferentes niveles de gobierno con el fin de “1. Elaborar planes y políticas nacionales, locales y sectoriales entre los gobiernos y la ciudadanía. 2. Mejorar la calidad de la inversión pública y definir agendas de desarrollo. 3. Elaborar presupuestos participativos de los gobiernos. 4. Fortalecer la democracia con mecanismos permanentes de transparencia, rendición de cuentas y control social. 5. Promover la formación ciudadana e impulsar procesos de comunicación” (Art. 100 Constitución). Para el ejercicio de esta participación se prevé la organización de audiencias públicas, veedurías, asambleas, cabildos populares, consejos consultivos, observatorios. 244 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Es importante notar que la actual Constitución prevé un mecanismo que anteriormente no existía y es el de la “silla vacía” ampliado en el COOTAD y la Ley Orgánica de Participación Ciudadana, y consiste en un lugar que será ocupado por un representante ciudadano en las sesiones de los gobiernos autónomos descentralizados cuyo carácter debe ser público y en función de los temas a tratarse, con el propósito de participar en su debate y en la toma de decisiones (Art. 101). Así igualmente estos derechos de participación reconocen la capacidad de los ciudadanos de presentar sus propuestas y proyectos de forma individual o colectiva en todos los niveles de gobierno (Art. 102). Otro cambio importante que debemos notar dentro del tema territorial, es que la Constitución reconoce a las comunidades, comunas, recintos, barrios y parroquias urbanas como unidades básicas de participación ciudadana en los gobiernos autónomos descentralizados y en el sistema nacional de planificación de acuerdo al artículo 248 de este texto legal. Otro de los temas innovadores de la participación ciudadana y la descentralización tiene mucho que ver con las características de la segunda ola de reformas o reforma democrática y es la recuperación del rol rector y regulador del Estado a través de la planificación, en este sentido el texto constitucional se refiere al Sistema Nacional Descentralizado de Planificación Participativa cuyo propósito principal será organizar la planificación para el desarrollo según lo dispone el artículo 279 del código político, es así que este artículo textualmente reza “El sistema nacional descentralizado de planificación participativa organizará la planificación para el desarrollo. El sistema se conformará por un Consejo Nacional de Planificación, que integrará a los distintos niveles de gobierno, con participación ciudadana”, En concordancia el artículo 280 habla sobre el Plan Nacional de Desarrollo que tiene como uno de sus principales objetivos el fortalecimiento de la democracia a través de la promoción de la participación ciudadana. 245 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 4.1. Los hitos jurídicos de la reforma democrática del Estado Las disposiciones constitucionales anteriormente mencionadas no serían posibles sin el apoyo de leyes conexas como el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) y la Ley Orgánica de Participación Ciudadana (LOPC), Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas (COPFP), en concordancia al Plan Nacional de Descentralización y al Plan Nacional para el Buen Vivir, estos cuerpos legales plasman los cambios de la reforma democrática del Estado haciendo posible una nueva relación entre el aparato estatal y la sociedad civil. a. Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) Así por ejemplo para el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización, COOTAD, tiene como uno de sus objetivos primordiales “la democratización de la gestión del gobierno central y de los gobiernos autónomos descentralizados, mediante el impulso de la participación ciudadana” (Art. 2 lit. f COOTAD). Este código destaca a la participación como uno de sus principios, la misma que es considerada como un derecho cuya titularidad y ejercicio corresponde a la ciudadanía, con el fin de garantizar la elaboración compartida de decisiones entre los diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil, así como la gestión y el control social de planes, políticas, programas y proyectos públicos, el diseño y ejecución de presupuestos participativos de los GADs (Art. 3 literal g COOTAD), por lo que la participación ciudadana y el control social se convierte en una de las funciones de los GADs según lo dispone el artículo 29 de este Código. 246 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Así mismo esta ley permite la participación directa de la ciudadanía en actividades propias de los GADs como por ejemplo la construcción de los anteproyectos de presupuesto mediante una asamblea local o el organismo que en cada gobierno autónomo descentralizado se establezca como máxima instancia de participación (Artículo 241). De igual manera en los temas relacionados a la planificación del desarrollo de los gobiernos locales, la ciudadanía, será quien planifique su desarrollo (Artículo 295). En cuanto a la descentralización este código trata específicamente en su Capítulo III en los artículos 302 al 305, a la participación ciudadana en los Gobiernos Autónomos Descentralizados, expresando que “el derecho a la participación ciudadana se ejercerá en todos los niveles de los GADs a través de los mecanismos de la democracia representativa, directa y comunitaria, en forma individual o colectiva, en figuras creadas para el efecto como audiencias públicas, asambleas, cabildos populares, consejos consultivos” (Art. 303 COOTAD). El COOTAD contempla un sistema de participación ciudadana en los gobiernos autónomos descentralizados para “deliberar prioridades de desarrollo, participar en la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación de los planes de desarrollo y de ordenamiento territorial, elaborar presupuestos participativos, definir políticas públicas, fortalecer la democracia local, promover la participación e involucramiento de la ciudadanía” (artículo 304). De igual forma este cuerpo normativo prevé sanciones e incumplimientos a los derechos de participación ciudadana en la gestión de los GADs por parte de sus autoridades; que consiste en responsabilidades y sanciones de carácter político y administrativo, incluyendo la remoción del cargo para los funcionarios responsables pudiendo ser también una causal de revocatoria del mandato para la autoridad (Artículo 312 y 333 literal g COOTAD). 247 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos b. Ley Orgánica de Participación Ciudadana Por otro lado la Ley Orgánica de Participación Ciudadana, anuncia a la participación ciudadana en relación a la descentralización en su objeto, ámbito, objetivo y principios (artículos 1, 2, 3, 4 LOPC). Es así que tiene como uno de sus propósitos propiciar, fomentar y garantizar el ejercicio de los derechos de participación además de crear instancias, mecanismos, instrumentos y procedimientos de deliberación pública entre el Estado y sus diferentes niveles de gobierno (Art. 1 LOPC). Para este cuerpo legal la participación y la construcción del poder ciudadano “es el resultado del proceso de la participación individual y colectiva de las ciudadanas y ciudadanos de una comunidad, quienes, de manera protagónica participan en la toma de decisiones, planificación y gestión de asuntos públicos; así como, en el control social” (Art. 29 LOPC). Esta ley dedica la totalidad de su Título VI a la participación ciudadana en los diferentes niveles de Gobierno, para lo que, en concordancia a las disposiciones constitucionales se crean instancias de participación en distintos planos como: el nacional mediante los consejos nacionales para la igualdad, el Consejo Nacional de Planificación, la Asamblea Ciudadana Plurinacional e Intercultural para el Buen Vivir, como espacios de consulta y diálogo directo entre el Estado y la ciudadanía con el que se llevará adelante el proceso de formulación, aprobación y seguimiento del Plan Nacional de Desarrollo (Art. 48 y siguientes, LOPC). A nivel de la Función Ejecutiva se crean los consejos ciudadanos sectoriales como instancias de diálogo, deliberación y seguimiento de las políticas públicas de carácter nacional y sectorial, además de la planificación participativa intersectorial (Art. 52 y siguientes LOPC). Y a nivel local mediante las asambleas locales 248 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” y las asambleas en las circunscripciones territoriales indígenas, afroecuatorianas y montubias, así como los consejos locales de planificación (Art. 56 y siguientes LOPC). Además de otros espacios de deliberación pública a nivel local considerados como mecanismos para el ejercicio de estos derechos (observatorios, veedurías, silla vacía, presupuesto participativo, etc.). Esta ley garantiza instancia de participación ciudadana a nivel local, en todos los niveles de gobierno con la finalidad de: “elaborar planes y políticas locales y sectoriales entre los gobiernos y la ciudadanía; mejorar la calidad de la inversión pública y definir agendas de desarrollo; elaborar presupuestos participativos de los gobiernos autónomos descentralizados; fortalecer la democracia con mecanismos permanentes de transparencia, rendición de cuentas y control social; promover la formación ciudadana e impulsar procesos de comunicación” (Art. 64 LOPC). Como uno de los mecanismos de participación en la descentralización esta ley reconoce a los consejos locales de planificación como los espacios encargados de la formulación de los planes de desarrollo, así como de las políticas locales y sectoriales que se elaboraran a partir de las prioridades, objetivos estratégicos del territorio, ejes y líneas de acción, definidos en las instancias de participación los mismos que deberán estar articulados al Sistema Nacional de Planificación (Art. 66 LOPC). c. Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas Por otro lado el Código de Planificación y Finanzas Públicas (COPFP), por su parte, trata en su articulado temas concretos como la coordinación del Sistema Nacional Descentralizado de Planificación Participativa dispuesto en su artículo 26, la conformación de los 249 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Consejos de Planificación de los GADs según su artículo 28, las funciones de los Consejos de Planificación de los GADs correspondiente al artículo 29, y la formulación participativa del plan de ordenamiento territorial según el artículo 46 de esta misma ley. Por último, es necesario mencionar que estos cuerpos jurídicos se encuentran apoyados y transversalizados por el Plan Nacional para el Buen Vivir cuyo objetivo 10 es “Garantizar el acceso a la participación pública y política” (PNBV, 2009: 315) y por el Plan Nacional de Descentralización el mismo que incluye un enfoque de participación ciudadana en la planificación ejecución y evaluación de políticas públicas reconociendo la intervención de una diversidad de actores involucrados en lo que se denomina “Planificación Participativa” que sin duda constituye un eje transversal entre los cuerpos normativos sobre esta materia (Plan Nacional de Descentralización: 41). A manera de resumen estas leyes obligan a los GADs a presupuestar y a planificar con la ciudadanía. V. Conclusiones A manera de síntesis se podría decir que, la reforma del Estado nació como una respuesta a las diferentes crisis provocadas por modelos económicos, cuyo objeto entre otras cosas, es redefinir las relaciones entre el Estado y la sociedad, reestructurando el aparato público y respondiendo a las exigencias sociales y económicas, donde la descentralización aparece como un elemento importante para entender el impacto de los procesos de la reforma. Los cambios que están relacionados a la participación ciudadana y a la descentralización están marcados por este contexto histórico de la reforma del Estado, cuyos paradigmas se han vuelto inmersos en una pugna entre reducir las atribuciones estatales y extender las relaciones de mercado conocido como enfoque neoliberal y por otro lado aquel que plantea la necesidad 250 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” de extender los espacios democráticos conocido como enfoque democrático o aquella postura reciente de recuperar el papel del Estado, fortaleciendo varios de sus espacios. Estos tres paradigmas se evidencian históricamente en las constituciones de los años de 1998 y 2008. El territorio es considerado como un factor clave para dar vida a la descentralización y a la participación ciudadana, puesto que el sentimiento de pertenencia territorial crea espacios comunitarios de identidad territorial, lo que puede generar acciones comunitarias inspiradas por la pertenencia a un territorio. Desde esta perspectiva, el territorio se convierte en una construcción social, promotor de iniciativas, proyectos de innovación y acciones colectivas. La descentralización y la participación ciudadana constituyen un nivel intermedio de configuración territorial y gobierno cuya acción coordinada y progresiva permite enfrentar las disparidades territoriales ya sean sociales, económicas o políticas, a través de iniciativas de desarrollo regional que desconcentren los servicios públicos en el territorio, descentralicen las competencias en los gobiernos seccionales, y modifiquen democráticamente los desequilibrios estructurales existentes. 251 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “Planificación y descentralización” Por: Silvia Álvarez Lisseth Barzallo Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. El retorno a la planificación. II. Características de la planificación en América Latina. III. Planificación para el Buen Vivir. IV. Descentralización. 4.1. Descentralización en América Latina. 4.2. Descentralización en el Ecuador. V. Conclusiones. 253 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “Planificación y descentralización”* Por: Silvia Álvarez Villacrés** Lisseth Barzallo Saltos*** A. Abstract El nuevo modelo de descentralización fue concebido dentro de un proyecto de reforma democrática el cual requiere de un Estado fuerte que regule, controle y planifique. El retorno a la planificación busca una articulación global de estrategias nacionales con los procesos de desarrollo en los territorios. En este sentido, los avances en descentralización en Ecuador hacen relación a la “descentralización territorial” apuntan a fortalecer la gestión administrativa del Estado; estrategia que consolida paulatinamente la descentralización política. B. Keywords Estado - Planificación - Descentralización I. El retorno a la planificación El nuevo modelo de descentralización fue concebido dentro de un proyecto más amplio de reforma democrática, éste requiere de un Estado más fuerte que regule, controle y planifique. * Ponencia presentada el miércoles, 13 de noviembre de 2013 en el Seminario Internacional “La Descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. ** (Ecuador) Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador. Diploma Superior en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Andina Simón Bolívar. Analista de Seguimiento a la Descentralización en la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo. Asesora de la Subsecretaría General de Democratización Del Estado en la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo. ***(Ecuador) Ingeniera en Ciencias Económicas y Financieras por la Escuela Politécnica Nacional. Licence Droit, Economie, Gestión, Mention Economiegestion por la Universidad Jean Monnet de Saint Etienne. 255 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Este retorno a la planificación tiene una nueva mirada que busca articular las estrategias nacionales con los procesos de desarrollo en los territorios. Sobre este contexto, la aplicación de la política pública de descentralización requiere de enfoques sistémicos que permitan orientar la planificación al cumplimiento de los derechos establecidos en la Constitución, los objetivos del Plan Nacional del Buen Vivir y el Plan Nacional de Descentralización. II. Características de la planificación en América Latina La actual discusión sobre la planificación territorial, vinculada con la descentralización, se enmarca en el contexto más amplio de redefinición de la planificación estatal. Luego del desmantelamiento de las capacidades de planificación nacional, correspondientes al Estado central, ocurrido durante la implementación del modelo neoliberal, la necesidad de recuperar esas capacidades ha sido una característica fundamental del nuevo proceso político. El actual retorno a la planificación del Estado alude a la superación del supuesto abandono de la planificación de la época neoliberal; sin embargo, es necesario precisar que los planteamientos neoliberales redefinieron las funciones y alcances de la planificación y con ello debilitaron al Estado central, mientras que el correlato a este debilitamiento fue la propagación de la planificación en torno al desarrollo local. En América Latina las dinámicas de la planificación estatal tienen sus orígenes entre los 50 y 70 durante los gobiernos desarrollistas; el esquema de esta planificación se caracterizaba por 256 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” distinguir el sujeto de la planificación y el objeto de la intervención; esta versión tradicional de la planificación era catalogada como normativa, restringida a los actores gubernamentales y formalista (Lira, 2006). Esta planificación estaba vinculada a organismos especializados del Estado central y buscaba dirigir procesos de carácter nacional sobre los conocimientos técnicos, además se caracterizaba por un alto grado de intervencionismo económico vinculado al desarrollo. En el orden neoliberal, las críticas a este tipo de planificación se desarrollaron alrededor de dos enfoques o escuelas de planificación. La Planificación Estratégica Situacional (Matus, 1972) que se deriva tanto de la multiplicidad de actores del proceso, como del entorno en el que se toman las decisiones; es decir pone énfasis en la “planificación política” e incluye un enfoque participativo. Mientras que la planificación estratégica o prospectiva tiene su origen en la administración del desarrollo y en las escuelas de negocios; esta última proviene principalmente del mundo privado (Lira, 2006), y esta tendencia es la que logra imponerse en la época neoliberal deteriorando y privatizando los componentes políticos y sociales de la formulación original de la planificación estratégica; de ahí que el ideario neoliberal termine privilegiando el enfoque empresarial en los procesos de planificación local y desmantelando las capacidades de planificación en el Estado central, el mismo que termina siendo garante de este orden jurídico e institucional. Durante la última década, la configuración política en América Latina por el ascenso de gobiernos neodesarrollistas, ha replanteado las tendencias de planificación anteriores, hace 257 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos referencia a la necesidad de reinsertar la planificación en la estrategia de desarrollo. Este replanteamiento apela entonces a la vinculación de la planificación estatal con la transformación del modelo económico y el rol del Estado. Para ello propone el rediseño institucional y la necesidad de contar con organismos especializados de planificación, que definan estrategias de carácter nacional dirigidas a ordenar la dinámica económica, social y política en acuerdo con las necesidades de desarrollo. Ilustración 1. Características de la planificación estatal en América Latina1 Modelo Desarrollista 1 Modelo Neolibreal Replanteamiento Neo-desarrollista Planificación con un alto grado de intervencionismo económico y vinculada al desarrollo Desmantelamiento de las capacidades de planificación en el Estado central Redefinición del rol del Estado, redefinición de la planificación estatal Planificación marcada por el formalismo, vinculada afincada a organismos especializados del Estado central Expansión de la planificación de desarrollo local; etno-desarrollo, desarrollo sostenible, inclusivo Reinserción de organismos especializados de planificación Buscaba dirigir procesos de carácter nacional sobre conocimiento técnico organizado Estado central garante de un orden jurídico e institucional Traslado de métodos y técnicas de planificación estratégica o prospectiva Fuente: Lira, Luis (2006). Elaboración: Autoras. 258 Planificación Tradicional Planificación Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” III. Planificación para el Buen Vivir En el caso ecuatoriano, el retorno a la planificación está anclado a las estrategias nacionales de desarrollo; el Plan Nacional para el Buen Vivir se inscribe en un marco de reformas estructurales que buscan: a) la instauración de un Estado constitucional de derechos y justicia; b) una profunda transformación institucional; c) la configuración de un sistema económico social y solidario; d) la estructuración de una organización territorial que procura eliminar las asimetrías locales; y, e) la recuperación de la noción de soberanía popular, económica y territorial (SENPLADES, 2013). Estas transformaciones aluden a un cambio en el modelo de Estado y en el modelo económico, por tanto requieren de un modelo de gestión con mayor presencia del Estado en las áreas que históricamente se encontraban abandonadas por su influencia, todo esto con la finalidad de disminuir inequidades sociales, garantizar derechos y mejorar los servicios públicos. De este modo, la reformulación de la planificación en el Ecuador se encuentra atada a dos transformaciones estructurales: el modelo económico, en el que se destaca una estrategia de desarrollo endógeno destinada a la modificación del “modelo de acumulación y (re)distribución” (SENPLADES, 2009); y el modelo de Estado, concentrado en la redefinición de su rol y vinculado a procesos de descentralización y desconcentración, como mecanismos que permiten proveer bienes y servicios públicos de calidad pero sobre todo suponen recuperar las funciones redistributivas del Estado. En este sentido el Estado recupera sus facultades (planificación, rectoría, regulación y control); crea el sistema de planificación y otorga un carácter vinculante al Plan Nacional de Desarrollo, todo ello para alcanzar el Buen Vivir (SENPLADES, 2013). 259 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Ilustración 2. Planificación para el Buen Vivir2 Planificación Tradicional Ligada a actores gubernamentales, normativa, formalista, centrada en el diseño y ejecución Conocimientoacciones Planificación Estratégica Situacional (PES) Planificación política, multiplicidad de actores, situacional (Participación) Redefinición de la planificación estatal Recuperación de la planificación Organismos especializados en planificación Reformulación de la planificación atada a la: 1) Transformación del modelo económico 2) Transformación del Modelo de Estado (redefinición de su rol) Planificación Estratégica/Prospectiva Visión empresarial -eficientista Privatización de lo social y lo político Estrategia Nacional (PNBV) vinculada a los procesos de descentralización y desconcentración Provisión de bienes y servicios + Funciones distributivas del Estado IV. Descentralización 4.1. Descentralización en América Latina La descentralización adquiere significancia a partir de los años 90, época en la que se establece como tarea fundamental la reforma y la reconstrucción del Estado desde el enfoque neoliberal; sin embargo, para comprender la complejidad de éste proceso y el nuevo modelo propuesto a partir del 2008, es imprescindible revisar los modelos que le precedieron. 2 Fuente: Luis Lira (2006) – PNBV 2009-2013/ 2013-2017. Elaboración: Autoras. 260 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Se habla del tránsito entre un modelo desarrollista, aplicado en las décadas de los sesenta y setenta, a un modelo neoliberal implementado desde mediados de los ochenta y el logro de sus avances más profundos en la década de los 90. Frente a este modelo se propone un modelo que implica la construcción de un Estado Democrático bajo una nueva concepción de desarrollo. Siguiendo a Finot (2003) los procesos de descentralización aplicados en América Latina se pueden identificar en tres etapas articuladas a los modelos de desarrollo que definimos a continuación. Tras la gran depresión de los años 30 por el mal funcionamiento del mercado, las economías capitalistas entraron en crisis y con ellas también entró en crisis el Estado liberal, esto dio paso a la emergencia del Estado social burocrático, que en los países desarrollados se traduce en el Estado de Bienestar mientras que en los países de América Latina, en el Estado desarrollista y proteccionista. Así entre las décadas del 60 y 70 el Estado se convierte en el factor de desarrollo económico y social bajo la idea de potenciar el proceso de industrialización indispensable para la expansión y diversificación deliberada del mercado interno, cuyo fundamento teórico fue elaborado por la Comisión Económica para América Lantina y el Caribe – CEPAL a partir de los años 50. Dentro de la dinámica evolutiva a largo plazo del sistema económico mundial, la periferia crecerá a menor ritmo que la productividad del trabajo, generando no solo la desigualdad en los ritmos de esta productividad, sino que además los frutos de este progreso técnico se concentrarán en el centro, esto implica no solo la pérdida de sus frutos sino la transferencia de su propio progreso hacia los centros. Estos diferentes ritmos de productividad dan cuenta de la desigualdad entre las estructuras que impiden a la periferia alcanzar niveles de ahorro y tasas de acumulación elevados, 261 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos limitando la posibilidad de eliminar el rezago estructural en relación con los centros. Esto llevó a criticar los errores de la teoría neoclásica y proponer una alternativa de transformación económica vinculada a una propuesta ética. El liderazgo asumido por el Estado enmarcado en la política desarrollista implicaba la aplicación y diversificación de la estructura administrativa del gobierno y se tradujo en la creación y fortalecimiento de una variedad de dependencias públicas y privadas, además de una acción más directa para la integración social y planificación del desarrollo nacional. En este marco se traza la tendencia centralista que ampliaba el papel del Estado en los procesos de desarrollo económico, así como reafirmaba la existencia de sectores estratégicos en la economía. En este contexto, la descentralización estaba articulada a las necesidades de control territorial de los Estados y vinculados con las políticas de planificación. Posteriormente, la crítica neoclásica responsabilizó al planteamiento cepalino de una industria ineficiente y sin capacidad de exportación debido a que no dispone de ventajas comparativas y por tanto bloquea la competencia. En consecuencia, la capacidad de intervención del Estado disminuye drásticamente y se transforma de agente de desarrollo en el obstáculo de éste. Esta explicación fue utilizada por la ola neoconservadora para restaurar el optimismo por el papel del mercado, determinando en América Latina la obediencia a los fundamentos macroeconómicos y la adopción de lo que se diera en llamar el “Consenso de Washington” que representa un conjunto de políticas orientadas al mercado auspiciado por la ortodoxia económica. El Informe sobre Desarrollo Mundial de 1991, The Challenge of Development, expresa en buena medida este nuevo enfoque en el que se plantea la desregulación de los mercados; apertura comercial y financiera; 262 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” privatización de empresas estatales; reducción del déficit fiscal y la inflación; concentración del gasto público en educación primaria, cuidados básicos de la salud, nutrición, planificación familiar e infraestructura. Así, el ideario neoliberal generó un cambio en las políticas regionales, promovió la reforma del Estado para su reducción, para volcarlo hacia actividades más específicas; y el interés por mantener un mercado interno fortalecido de los años setenta fue sustituido por un énfasis en las exportaciones. Además, las políticas de estabilización monetaria empezaron a desmontar la planificación centralizada y el espacio nacional perdió importancia frente a micro territorios conectados globalmente. En este contexto, los planteamientos de la CEPAL también abandonaron el modelo original y aceptaron la necesidad de la apertura para reactivar el desarrollo en la región. “El enfoque que predominó en este momento sitúa a la descentralización como componente de un programa de reforma del Estado basado en la privatización de empresas públicas, en el debilitamiento de la capacidad de regulación del Estado, en la desburocratización, en el aperturismo económico y comercial y en la liberalización del mercado de capitales” (Barrera, 2004). El debilitamiento de la capacidad del Estado fue el escenario en el que se desarrolló el auge político y discursivo de la descentralización, que se redefine desde un enfoque de ampliación democrática y gestión de servicios sociales desde la perspectiva de los gobiernos sub nacionales (Finot, 2003). A finales de la década de los 90, comenzaron a plantearse las reformas de segunda generación post consenso de Washington, en las que se impulsaba la misma lógica de mercado por sobre la lógica de Estado, pero estaba acompañada por instituciones políticas estables con rostro social y humano. 263 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Luego de la fase de absoluto predominio ideológico de la ortodoxia económica se evidencia una transición que no implicó la ruptura de la lógica reformista; pero sí una redefinición del rol del Estado en la promoción del desarrollo. En el informe del Banco Mundial de 1997, “El Estado en un mundo de transformación”, se pone énfasis en la necesidad de un marco normativo institucional satisfactorio, que permita el perfeccionamiento de los mercados y se construye la idea de un Estado capaz de cumplir sus funciones de manera eficaz, se le otorga entonces el rol de catalizador e impulsor del proceso de desarrollo. Así, la nueva agenda impulsó la reforma del Estado y con ella, los procesos de desconcentración y descentralización, el Estado regresa al primer plano pero bajo la evocación muy específica de lo que se conoce como el neoinstitucionalismo. Éste marcaría una nueva etapa del enfoque neoliberal en el que se realza la importancia decisiva de las instituciones para el desarrollo económico, es decir, ya no alcanza con liberalizar la economía sino que además es necesario un Estado e instituciones fuertes. Estas nuevas admisiones en el enfoque se sostienen bajo el discurso de “buena gobernanza” en el que se defiende la importancia del diseño institucional para el crecimiento y la reducción de la pobreza, así el proceso de desarrollo requiere de la combinación de políticas acercadas y de instituciones eficaces. En este momento también se redefine la descentralización como una necesidad para la promoción de desarrollo económico local (Finot, 2003). Esta descripción cronológica de la transición de los modelos de desarrollo y de variación de enfoques de la descentralización puede ser complementada con el análisis propuesto por Carrión, 264 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Dammert y Villonga (2008), en el que se distingue las reformas de descentralización de primera y segunda generación. En las primeras reformas, la descentralización está caracterizada por el predominio de transferencias, el debate gira en torno a la autonomía política, económica y administrativa y el privilegio del nivel municipal, este proceso no está anclado a un proceso de transformación más amplio de la estructura estatal como ocurre en las reformas de segunda generación. En éstas se incorpora la dimensión internacional de la descentralización, que apela a la reconfiguración de las relaciones local-nacional, también se añade la necesidad de inscribir al proceso descentralizador en un proceso de estructura estatal y rediseño que supera la transferencia de competencias. (Carrión, 2008) 4.2. Descentralización en el Ecuador En el marco del ideario neoliberal, la eficiencia y la gobernabilidad atravesaban el pensamiento y la acción de los gobiernos. En este contexto surgen algunas corrientes de la descentralización en el Ecuador, Fernando Carrión analiza al menos tres de éstas: a) La Corriente Municipalista que “parte del concepto de que la entidad estatal más próxima a la ciudad es el municipio, y, que por tanto, es la más democrática y eficiente para resolver los problemas sociales. Con este criterio el municipio se convierte en el eje, sujeto central único y fin del proceso descentralizador, al extremo de que se asocia descentralización con municipalización”,b) El enfoque Autonomista, supone la transición hacia un nuevo Estado unitario y autónomo, además parte del criterio de que las regiones o provincias se configuran como la periferia de una centralidad que no solo impide su desarrollo, sino también se apodera de sus recursos. Esta corriente carece de un proyecto político, en su propuesta, la descentralización es un proceso que corrige las anomalías siempre 265 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos y cuando las regiones y provincias se queden con los recursos que producen localmente; en esta misma línea existen tres versiones, la que apunta a la autonomía regional a través de una descentralización asimétrica, la federalista que sigue el esquema norteamericano y la que proviene de la combinación del modelo económico de convertibilidad y de autonomía apelando a la formación de un Estado libre asociado; y, c) La corriente estructuralista, que entiende al proceso de descentralización en el marco de la estructura del Estado lo que implica la redefinición de éste en relación con la sociedad civil; por lo tanto, el nuevo rol que éste asume está asociado a un proceso de descentralización flexible y plurinstitucional. Carrión, además de estos enfoques, también habla de etapas de la descentralización en el Ecuador: Una primera “fase de antecedentes” que corresponde al contexto abierto con la Constitución de 1978 que deja sentadas las bases para una autonomía funcional de ciertas instituciones (Banco Central, Casa de la Cultura, etc.) y otra territorial que establece las condiciones para que los gobiernos locales mantengan autonomía política, financiera y administrativa. Luego tendría lugar una “fase municipalista” en la que predomina la necesidad de concentrar el proceso en torno a los municipios como la instancia más cercana al ciudadano. Finalmente, habría una tercera etapa que recupera la importancia de agregaciones territoriales más amplias para una adecuada gestión de la descentralización, es decir, una reconsideración sobre la importancia de los niveles intermedios de gobierno. Por ello Carrión la denomina como “fase del gobierno intermedio” (SENPLADES, 2013). De las fases descritas por Finot y las reformas planteadas por Carrión, Villonga y Dammert podemos realizar una comparación que nos permite evidenciar cómo las transformaciones en el orden político y económico inciden en las nociones de la descentralización: 266 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Tabla 1: Transformaciones en el orden político y económico inciden en las nociones de la descentralización3 LATINOAMÉRICA ECUADOR FASE I a) Ligada al control dictatorial b)Necesidad de control territorial de los Estados c) Vinculación a la política de planificación FASE II a) Transición democrática y ajuste estructural b) Procesos de participación democrática c) Gobiernos subnacionales responsables de la de gestión de servicios sociales FASE III 1. Procesos de concentración económica en los países de América Latina 2. Promoción del desarrollo. Ivan Finot (2003) Reforma de primera generación a) Debate alrededor de la autonomía política, económica y administrativa b) Predominio de transferencias c) Privilegio del nivel municipal d) Espacio opuesto al central, circunscrito a la función ejecutiva del Estado Reforma de generación segunda Fase de antecedentes a) Autonomía funcional de ciertas instituciones b) Autonomía territorial Fase Municipalista a) Concentración del proceso de descentralización entorno a los municipios Fase del gobierno intermedio a) Dimensión internacional, reconfiguración de lo local y lo nacional b) Rediseño de la estructura estatal c) Plurinacionalidad a)Agregaciones territoriales más amplias b)Reconsideración de otros niveles de gobierno Carrión, Darmmet, Villonga (2008) Carrión (2007) En este sentido, es importante entender que el proceso de descentralización actual es obligatorio, progresivo, subsidiario, solidario y equitativo, va más allá de la transferencia de competencias y recursos a gobiernos locales; pues es un proceso 3 Fuente: Finot (2003), Carrión, Darmmet, Villonga (2008), Carrión (2007). Elaboración: SENPLADES, 2003. 267 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos que parte de la necesidad de transformar la estructura estatal, con la finalidad de garantizar derechos a través de la prestación de productos y servicios públicos en cualquier parte del territorio y fundamentalmente recuperar las funciones de redistribución del Estado. La descentralización es vista entonces como mecanismo para hacer efectiva la vigencia de los derechos constitucionales y consolidar la equidad territorial. Desde esta perspectiva el principal desafío de la descentralización es contribuir a la eliminación de las disparidades regionales; y el desarrollo local es visto como una estrategia para enfrentar un problema de múltiples dimensiones: combatir las desigualdades, distribución y redistribución territorial, desarrollo de fuerzas productivas en distintos territorios, ritmos interregionales de acumulación, condiciones para satisfacer las necesidades básicas de la población en distintas partes del territorio (Larrea: 2012). En definitiva, si las políticas de descentralización no son acompañadas de políticas dirigidas a la modificación de la estructura territorial de acumulación de capital que, entre otras cosas, democratice el acceso a medios de producción y redistribuya significativamente el ingreso, el predominio del carácter “operativo” de la descentralización resulta inevitable. Sin este soporte es muy difícil esperar notables resultados en el cambio de las estructuras de poder, que tienen como fundamento justamente esa estructura de acumulación. Por lo tanto, el perfil que en este momento presenta el proceso de descentralización, centrado en la transferencia de competencias y en los niveles provincial y municipal de gobierno, es considerado como un momento de transición hacia una descentralización de mayor alcance, cuyo indicador más significativo tiene que ver con la constitución efectiva de niveles regionales de gobierno. 268 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Esto significa, de otro lado, tener en consideración que el fuerte enfoque “administrativo actual”, tiene lugar en un proceso de reforma institucional del Estado, que abre la posibilidad para que desde lo administrativo se logre incidir políticamente, de modo directo, en la modificación de ciertos ámbitos de las condiciones estructurales. Todo lo cual puede ser descrito como un proceso, que partiendo de ciertas y necesarias reformas de “primera generación” conducirá a una etapa posterior, que implemente reformas de “segunda generación”. (SENPLADES, 2013) Recuperación de las capacidades de planificación, control y gestión del Estado Fortalecimiento del nivel intermedio de gobierno Superar fases inciales de la descentralización: Contribuir a la elimianción de disparidades regionales Control central Garantizar la distribución y redistribución territorial del Estado FIN Es una de las estrategias para la transformación de la estructura institucional del Estado DESAFÍO EJES Ilustración 3. Descentralización en el marco de reforma del Estado4 Alto grado de municipalismo Énfasis en la transferencia de competencias Impulsar el desarrollo de fuerzas productivas en distintos territorios Satisfacer necesidades básicas de la población desde cualquier parte del territorio V. Conclusiones • El nuevo modelo de descentralización fue concebido dentro de un proyecto más amplio de reforma democrática, éste requiere de un Estado más fuerte que regule, controle y planifique. El retorno a la planificación tiene una nueva mirada que busca articular las estrategias nacionales con los procesos de desarrollo en los territorios. 4 Fuente: SENPLADES (2013). Elaboración: Autoras. 269 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos • El retorno a la planificación del Estado busca articular las estrategias nacionales con los procesos de desarrollo en los territorios; este esfuerzo de articulación global (descentralización-reforma del Estado) supone articular la dimensión técnica y estrictamente operativa a los objetivos relacionados con la diminución de la inequidad territorial y el mejoramiento de bienes y servicios a la población. • La descentralización es fundamentalmente una modalidad de la forma de gobierno republicana del Estado unitario ecuatoriano. • Los avances en descentralización apuntan a fortalecer la gestión administrativa del Estado, estrategia para consolidar paulatinamente la descentralización política. • En el Ecuador la descentralización hace referencia a la “descentralización territorial”, que consiste en las atribuciones de potestades a personas jurídicas locales y regionales y se sustenta en una base geográfica cuyas competencias se determinan en razón de un determinado territorio, es decir, nuestros gobiernos autónomos descentralizados. 270 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “Transferencias de recursos a gobiernos autónomos descentralizados en Ecuador” Por: Soraya Jarrín Feijóo Andrea Pareja Ruíz Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. Introducción II. Transferencia de recursos a los gobiernos autónomos descentralizados. 2.1. Sistema de transferencias de recursos anterior a la vigencia del (COOTAD). 2.2. Modelo de transferencias actual. 2.2.1. Transferencias provenientes de ingresos permanentes y no permanentes a GAD. 2.2.2. Transferencias para financiar el ejercicio de nuevas competencias. a. Competencia de riego y drenaje. b. Competencia de Transito, Transporte Terrestre y Seguridad Vial. i. Fórmula de reparto de los recursos que provienen de la tasa de matriculación y sus multas asociadas. ii. Formula para la distribución de recursos por compensación. 2.2.3. Transferencias por la generación, explotación o industrialización de recursos no renovables. a. Ley del Fondo de Ecodesarrollo Amazónico - Ley 010. b. Ley por venta de energía de INECEL - Ley 047. III. Conclusiones. 271 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “Transferencias de recursos a gobiernos autónomos descentralizados en Ecuador”* Por: Soraya Jarrín Feijóo** Andrea Pareja Ruíz*** A. Abstract El documento aborda un análisis de las transferencias de recursos desde el gobierno central hacia los gobiernos autónomos descentralizados previo a la vigencia del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD). Además, describe el nuevo modelo de transferencias desarrollado por este cuerpo normativo, que considera tres tipos de transferencias: a) transferencias provenientes de los ingresos permanentes y no permanentes del presupuesto general del Estado; b) transferencias para financiar el ejercicio de nuevas competencias; y, c) transferencias para compensar a los GAD en cuyos territorios se generen, exploten o industrialicen recursos no renovables. B. Keywords Gobiernos autónomos descentralizados - Transferencias intergubernamentales - Modelo de equidad territorial * Ponencia presentada el miércoles, 13 de noviembre de 2013 en el Seminario Internacional “La Descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. ** Ingeniera en Ciencias Económicas y Financieras, Escuela Politécnica Nacional; Licenciada en Economía y Gestión, Universidad Jean Monnete, Saint Etienne, Francia. Dentro de su experiencia laboral ha trabajado como Directora de Descentralización Fiscal, Analista de Descentralización Fiscal, Seguimiento a la Descentralización en SENPLADES, entre otros. Coautora de varias publicacioneas, entre ellas, “Manual de Conformación de Mancomunidades para el Ejercicio de la Competencia de Tránsito, Transporte Terrestre y Seguridad Vial”, “Territorio y Descentralización: Transferencia de la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial”, “Guía Metodológica para el cálculo de la Distribución de los Recursos Fiscales para los Gobiernos Autónomos Descentralizados”, “Modelo Gravitacional del Comercio para América del Sur: Una aplicación de Econometría al Comercio Internacional”. *** Economista, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, dentro de su experiencia laboral ha trabajado como coordinadora en la Dirección de Descentralización Fiscal de SENPLADES, participación en las Comisiones Técnicas Sectoriales de Costeo de las competencias a transferir, analista de descentralización fiscal de SENPLADES, entre otros. Participación en las siguientes en las publicaciones: Plan Nacional de Descentralización 2012 -2015, “Territorio y Descentralización: Transferencia de la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial”. 273 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos I. Introducción En el Ecuador, la Constitución de 20081 en su artículo 239 establece un sistema nacional de competencias, de carácter obligatorio, progresivo y que definirá las políticas y mecanismos para compensar los desequilibrios territoriales en el proceso de desarrollo, el mismo que se plasma con la expedición del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD)2 en el año 2010. La Constitución establece en su artículo 270 que los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) generarán sus propios recursos financieros y participarán de las rentas del Estado, en el marco de los principios de subsidiariedad, solidaridad y equidad. En este sentido, la Constitución y el COOTAD reconocen la autonomía política, financiera y administrativa de los GAD, de conformidad con la generación de ingresos propios en sus respectivas jurisdicciones territoriales y, de igual manera, establecen un sistema de transferencias desde el gobierno central. (Jarrín y Salazar, 2013). Para ello, se derogaron todas las leyes de pre-asignación a los GAD, con excepción de la Ley 0103 y Ley 0474 que compensan a los GAD en cuyos territorios se generan, explotan o industrializan recursos no renovables. II. Transferencia de recursos a los gobiernos autónomos descentralizados A continuación, se analiza el modelo de transferencias de recursos desde el presupuesto general del Estado a los GAD considerando un punto de quiebre, la expedición del COOTAD. 1 2 3 4 Registro Oficial N° 449, del 20 de octubre de 2008 Registro Oficial N° 303, del 19 de octubre de 2010 Registro Oficial N° 30, del 21 de septiembre de 1992 Registro Oficial N° 281, de 22 de septiembre de 1989 274 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Desde esta perspectiva, se examina el modelo de transferencias basado en pre-asignaciones establecidas en distintas leyes y el nuevo modelo de transferencias establecido a partir del 2010. 2.1. Sistema de transferencias de recursos anterior a la vigencia del (COOTAD) Este modelo de transferencia de recursos a los GAD se caracterizó por establecer asignaciones que respondían a criterios clientelares y discrecionales en función del poder político de los gobiernos locales. Fueron alrededor de 17 leyes las que establecían la entrega de recursos del presupuesto general del Estado a los GAD, entre las principales se puede mencionar las tres leyes que entregaban mayor cantidad de recursos a gobiernos seccionales: a) Ley del 15% del Fondo de Descentralización5 que otorgaba a los gobiernos locales el 15% de los ingresos corrientes del presupuesto del gobierno central, b) Fondo de Desarrollo Seccional6 (FODESEC), que se financiaba del 10% del Impuesto a la Renta y del 2% de los ingresos corrientes netos del presupuesto el Estado, y c) el Fondo de Desarrollo Provincial7 (FONDEPRO) que entregó recursos a los gobiernos provinciales (Jarrín y Salazar, 2013). El siguiente cuadro presenta un resumen de las principales leyes que determinaban la transferencia de recursos a los GAD, clasificadas según su financiamiento, metodología de distribución y su destino. 5 6 7 Registro Oficial N° 27 de 20 de marzo de 1997 Registro Oficial N° 441 de 21 de mayo de 1990 Registro Oficial N° 395 de 14 de marzo de 1990 275 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Tabla 1: Leyes de pre-asignación a favor de los gobiernos autónomos descentralizados8 LEY FINANCIAMIENTO DISTRIBUCIÓN 70% consejos municipales Ley 15% Fondo de Descentralización Equivalente al 15% del Presupuesto del Gobierno Central 30% consejos provinciales Se distribuye a través de criterios •Superficie Territorial •Población •NBI DESTINO Gastos de inversión, obras de infraestructura urbana, rural, agua potable, alcantarillado sanitario y pluvial o combinado, saneamiento ambiental, recolección y utilización final de desechos sólidos, letrinización y planes y proyectos de inversión para el desarrollo económico, social y cultural. 2% Municipios Capitales de Provincia: 25% para Quito 25% para Guayaquil Fondo de Desarrollo Seccional FODESEC 10% Impuesto a la Renta 2% de los Ingresos Corrientes Netos del Presupuesto del Estado 50% demás capitales de provincia 98% Consejos Provinciales 20% para los consejos provinciales y el INGALA 75% des municipalida- 5% para una cuenta de reserva para emergencia 8 Fuente: Diversas Leyes. Elaboración: Autoras 276 Gastos corrientes e inversión en municipios y consejos provinciales – infraestructura urbana, rural, saneamiento, vialidad, etc. Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” LEY FINANCIAMIENTO DISTRIBUCIÓN DESTINO 50% Aporte al Capital del Banco del Estado – Acciones 75% en partes iguales Fondo de Desarrollo Provincial FONDEPRO 2% del monto total de los ingresos corrientes del Presupuesto General del Estado 25% en proporción del número de habitantes 50% a los Consejos Provinciales 75% en partes iguales 25% en proporción del número de habitantes Gastos de inversión, a los Consejos Provinciales y al Ingala para obras de desarrollo Lo transferido al BEDE para capitalización, podrá ser utilizado por el Ingala y los consejos provinciales con crédito de desarrollo financiador por el BEDE 0.05% CONCOPE Fondo de Salvamento del Patrimonio FONSAL Compensación Impuestos Especiales Te l e c o m u nicaciones ICE Las municipalidades participarán del 6% del Impuesto a la Renta para el Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural de los municipios del país distintos de los ubicados en las provincias de Guayas y Manabí Para todos los Municipios a nivel nacional, excepto de las Provincias de Guayas y Manabí Gastos de inversión, obras de infraestructura urbana Impuesto sobre los servicios de telecomunicaciones y radioelectrónicos Compensación para las municipalidades y empresas de agua potable o saneamiento equivalente a su participación en el ICE correspondiente al año 2007 Destinado a la ejecución de proyectos de agua potable 277 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos LEY FONVIAL FINANCIAMIENTO Impuesto del 1% a la transferencia de dominio en la compra – venta de vehículos usados DISTRIBUCIÓN 70% Municipios de la provincia de Loja 30% Consejo Provincial de Loja DESTINO Gastos de inversión, obras de vialidad y compra de equipos camioneros, así como fideicomisos en créditos con el Banco del Estado 65% Municipalidades y Consejos Provinciales elegidos por el donante Donaciones del Impuesto a la Renta Ley 122 Fondo de Desarrollo de las Provincias de la Región Amazónica El 25% del Impuesto a la Renta causado por personas naturales o jurídicas 2.5% sobre el total de la facturación que cobraren a Petroecuador o a sus filiales, las empresas nacionales, por la prestación de servicios dentro de la jurisdicción de cada provincia amazónica. 4.5% sobre el valor total de la facturación que cobraren a Petroecuador o a sus filiales las empresas extranjeras, o sus filiales, por la prestación de servicios en la jurisdicción de cada provincia amazónica. 35% al Fondo de Participación Municipal y Provincial para distribuir entre las demás municipalidades y consejos provinciales del país excepto los municipios de Quito y Guayaquil y los consejos provinciales de Pichincha y Guayas 50% para los Consejos Provinciales 20% para el Concejo Municipal de la Capital Provincial 30% restante para los demás Concejos Municipales de la Provincia, por partes iguales. 278 Gasto de inversión, para obras de infraestructura urbana y rural de las provincias de Napo, Pastaza, Sucumbíos, Orellana, Morona Santiago y Zamora Chinchipe Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” En el nuevo modelo de transferencias de recursos a favor de los GAD, se ratificó la vigencia de la Ley 010 que entrega recursos por la explotación de petróleo y la Ley 047 que otorga recursos por la venta de energía hidroeléctrica a ciertos gobiernos subnacionales. 2.2. Modelo de transferencias actual Los GAD contarán con transferencias del presupuesto general del Estado de al menos el 15% de los ingresos permanentes y no menos del 5% de los ingresos no permanentes, según lo establecido en el artículo 271 de la Constitución. Por su parte, el COOTAD en su artículo 189 determina los tipos de transferencias que se destinarán a los GAD desde el presupuesto general del Estado, éstas son: a. Transferencias provenientes del 21% de ingresos permanentes y 10% de no permanentes para la equidad territorial en la provisión de bienes y servicios públicos. De igual manera, establece un modelo de equidad territorial para la asignación de estos recursos, que reparte el monto total de la transferencia en dos tramos y en base a siete criterios de distribución establecidos en la Constitución9. b. Transferencias destinadas a financiar el ejercicio de nuevas competencias de los GAD. 9 Constitución Art. 272.- La distribución de los recursos entre los gobiernos autónomos descentralizados será regulada por la ley, conforme a los siguientes criterios: 1. Tamaño y densidad de la población. 2. Necesidades básicas insatisfechas, jerarquizadas y consideradas en relación con la población residente en el territorio de cada uno de los gobiernos autónomos descentralizados. 3. Logros en el mejoramiento de los niveles de vida, esfuerzo fiscal y administrativo, y cumplimiento de metas del Plan Nacional de Desarrollo y del plan de desarrollo del gobierno autónomo descentralizado. 279 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos c. Transferencias para compensar a los gobiernos autónomos descentralizados en cuyos territorios se generen, exploten o industrialicen recursos no renovables. Su objetivo es indemnizar a los GAD por los efectos negativos de su explotación y la disminución del patrimonio nacional. Este nuevo modelo de transferencias sintetiza todas las pre asignaciones a favor de los GAD y busca garantizar la provisión equitativa de bienes y servicios públicos en función de las competencias exclusivas de los GAD, así como compensar a ciertos gobiernos subnacionales donde se exploten o industrialicen recursos no renovables. 2.2.1. Transferencias provenientes de permanentes y no permanentes a GAD ingresos El modelo de equidad territorial determina el procedimiento de distribución de los recursos provenientes del 21% de los ingresos permanentes10 y del 10% de los ingresos no permanentes11. Tiene como objetivo garantizar la provisión de bienes y servicios públicos, relacionados con las competencias exclusivas de cada nivel de gobierno autónomo descentralizado, a todos los ciudadanos y ciudadanas del país, independientemente del lugar de su residencia, para lograr la equidad territorial (artículo 191, COOTAD). En este contexto, el monto total de la transferencia se distribuye a los GAD por niveles de gobierno de la siguiente manera: 27% para los consejos provinciales, 67% para los municipios y distritos metropolitanos, y 6% para las juntas parroquiales (artículo 192, COOTAD). 10 El Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas define a los ingresos permanentes como los ingresos de recursos públicos que el Estado, a través de sus entidades, instituciones y organismos públicos, recibe de manera continua, periódica y previsible. 11 El Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas define a los ingresos no permanentes como los ingresos de recursos públicos que el Estado, a través de sus entidades, instituciones y organismos,recibe de manera temporal, por una situación específica, excepcional o extraordinaria 280 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” El modelo de equidad territorial divide el valor total de la transferencia en dos partes, monto A y B: • Monto A: corresponde al monto que por leyes correspondió a los GAD en el año 201012 (transferencias entregadas durante el año 2010). • Monto B: es el excedente del total del 21% de ingresos permanentes y 10% de ingresos no permanentes, restado el monto A, y se asigna estos recursos a través de la aplicación de fórmula de distribución que considera los siete criterios de distribución. De acuerdo a Jarrín y Salazar (2013), los criterios del modelo de equidad territorial asignan recursos de la siguiente manera: a. Tamaño de la población: a más de ser un criterio de distribución, incide en los otros seis criterios puesto que la distribución es per cápita. La asignación per cápita por este criterio es igualitaria. b. Densidad de la población: este criterio asigna en términos per cápita mayores recursos a aquellos GAD con menor densidad poblacional (mayor dispersión). c. Necesidades básicas insatisfechas jerarquizadas: este criterio realiza una asignación per cápita proporcional a la tasa de necesidades básicas insatisfechas (NBI), considerando también el número de pobladores pobres en el GAD. 12 Asimismo, se define que las transferencias de los GAD no podrán ser inferiores a lo asignado en el presupuesto del ejercicio fiscal del año 2008, según la transitoria decimoquinta de la Constitución. 281 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos d. Logros en el mejoramiento de los niveles de vida: asigna mayores recursos en términos per cápita a los GAD que reducen en mayor medida la pobreza por NBI, y se mide al criterio como la disminución porcentual de la tasa de NBI. e. Esfuerzo fiscal: asigna mayores recursos en términos per cápita a aquellos GAD que realizan un mayor esfuerzo fiscal. Este criterio mide el esfuerzo fiscal que realiza un GAD para generar recursos propios en relación a su propio potencial de recaudación. Entre los años 2011 al 2013, se estimó el esfuerzo fiscal de acuerdo a la Disposición Transitoria Décimo Primera del COOTAD, estima el esfuerzo fiscal en función del NBI. A partir del año 2014 se aplicará la metodología en la Resolución No 001-CNC-2013 publicada en Registro Oficial No 914 del 18 de marzo del 2013, que permite capturar la capacidad fiscal de GAD y compararla con su recaudación efectiva. f. Esfuerzo administrativo: este criterio es distribuido en dos partes: un 50% en partes iguales, y el restante 50% realiza asignaciones per cápita en función de la capacidad de cobertura del GAD de su gasto corriente mediante sus ingresos totales (ingresos propios y transferencias). g. Cumplimiento de metas del Plan Nacional de Desarrollo y del Plan de Desarrollo del GAD: la distribución de recursos por este criterio es proporcional al Índice de Cumplimiento de Metas. Entre los años 2011 al 2013, el criterio se calculó con la Transitoria Décimo Segunda del COOTAD, que considera el grado de ejecución del presupuesto de inversión. A partir del año 2014 se aplica una nueva metodología, aprobada por 282 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” el Consejo Nacional de Competencias N° 00013-CNC-2011 publicada en el Registro Oficial N° 606 de 28 de diciembre de 2011, que considera la ejecución presupuestaria y avance físico o de cobertura anual de 5 programas y/o proyectos priorizados por el GAD. El gráfico N° 1 muestra las transferencias por modelo de equidad territorial a los distintos niveles de gobierno. Es preciso mencionar que el monto B sobre el cual se aplican los criterios de distribución ha incrementado su participación en el total de transferencias, así, durante el año 2011 representó el 6%, para el 2012 alcanzó el 14% y finalmente para el año 2013 el monto B representó el 23% del total de las transferencias por modelo de equidad territorial. Gráfico 1: Transferencias por Modelo de equidad territorial por nivel de gobierno (millones de dólares)13 13 Fuente: Acuerdo Ministerial N° 050 de 28 de febrero de 2011, Acuerdo Ministerial N° 007 de 9 de enero de 2012. Acuerdo Ministerial N° 244 de 2 de agosto de 2013. Elaboración: Autoras 283 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 2.2.2. Transferencias para financiar el ejercicio de nuevas competencias En el Ecuador se lleva a cabo un proceso de descentralización ordenado, progresivo, definitivo y obligatorio de las competencias del gobierno central hacia los gobiernos autónomos descentralizados, el mismo que debe contar con los respectivos recursos financieros, de talento humano, material y tecnológico (artículo 105, COOTAD). Es así, que se inició un proceso de transferencia de nuevas competencias proclamado en el artículo 154 del COOTAD, con la descripción de los actores para la elaboración de los informes habilitantes, el informe de la comisión de costeo de la competencia, y una identificación de los GAD que entrarán en proceso de fortalecimiento institucional; finalmente, el proceso queda plasmado en la resolución que transfiere la competencia a los distintos niveles de gobierno. En el Ecuador la primera competencia que se descentralizó según el proceso estipulado en el COOTAD fue la competencia de riego y drenaje, este proceso fue dirigido por el Consejo Nacional de Competencias, ente encargado de implementar el proceso de descentralización, de acuerdo al artículo 117 del COOTAD. a. Competencia de riego y drenaje La Constitución14 y el COOTAD15 determinan como una competencia exclusiva de los gobiernos autónomos descentralizados provinciales la de riego y drenaje, y es la primera competencia que inició el proceso de transferencias descrito en el acápite anterior. 14 Constitución, artículo 263 numeral 5. 15 COOTAD, artículo 42 literal e) y artículo 133. 284 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” La transferencia de la competencia de riego y drenaje implicó una articulación entre los representantes de las distintas entidades involucradas en la comisión de costeo, con la finalidad de cumplir con lo establecido en el COOTAD en relación a determinar los recursos necesarios para el ejercicio de la competencia (SENPLADES, 2013). En este sentido, posterior a la entrega de los informes habilitantes de los responsables, se integró la comisión técnica sectorial de costeo de la competencia de riego y drenaje mediante Resolución N° 005-CNC-2011 de 12 de mayo de 2011 del Consejo Nacional de Competencias, publicada en Registro Oficial No 457 de 26 de mayo del 2011. La comisión de costeo de la competencia de riego y drenaje, elaboró un informe de carácter vinculante, en base a lo estipulado en los artículos 154, 204 y 206 del COOTAD, que contiene lo siguiente: a. Estándares mínimos de prestación de bienes y servicios públicos de la competencia y sus costos estándares relacionados. Se determina que los estándares mínimos de prestación de bienes y servicios públicos y los costos estándares relacionados a la competencia, no habían sido definidos. b. Estimación de posibles ingresos vinculados a la competencia que dispondrían los GAD. Se analiza los cuerpos legales que describían los conceptos de ingresos por tasas relacionadas a la actividad de riego. c. Cuantificación del gasto actual que el gobierno central asignó a la competencia considerando el promedio de los últimos cuatros años. Es así, que se realiza una revisión de 285 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos los presupuestos de las entidades que ejercieron y destinaron recursos en la competencia de riego y drenaje en un periodo de cuatro años (desde el año 2008 hasta abril de 2011). Para ello, se revisó la información presupuestaria de gastos que las instituciones destinaron a la competencia, en el caso del gasto de inversión se identificaron los proyectos vinculados en la competencia en drenaje, construcción, estudios, trasvase, mantenimiento y operación, riego parcelario, rehabilitación, acequias, canales y otros. Complementariamente, se estableció un monto adicional a ser transferidos a los GAD por el concepto de no ejecución presupuestaria del presupuestos general del Estado. d. Definición del mecanismo de distribución de recursos para gastos corrientes; administración, operación y mantenimiento. La distribución de la transferencia directa a favor de los GAD provinciales aplica una fórmula con similar estructura matemática a la fórmula del modelo de equidad territorial. Así, se divide la asignación en tres partes y se otorga la siguiente ponderación: a) un monto fijo con una ponderación del 35%, b) recursos para riego la ponderación del 60%, y c) recursos para drenaje con la ponderación del 5%. En los recursos para riego se consideran cinco criterios para la asignación de los recursos: 1) déficit hídrico, 2) hectáreas potenciales incrementales en sistemas públicos, 3) pobreza rural por ingresos, 4) producto interno bruto agrícola provincial, y 5) generación de ingresos propios vinculados a la competencia de riego y drenaje. 286 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” De la misma manera, los recursos que corresponden a drenaje consideran cuatro criterios para la asignación de recursos: 1) índice de vulnerabilidad de inundación (IVI), 2) provincia sin asignación de riego, 3) pobreza rural por ingresos y 4) producto interno bruto agrícola provincial. Con la fórmula de distribución descrita, se han transferido los recursos respectivos a los gobiernos autónomos descentralizados provinciales para el ejercicio de la competencia, según lo expuesto en el siguiente cuadro: Tabla 2: Transferencias a GAD provinciales por riego y drenaje16 CONCEPTO 2011 2012 2013* GASTO CORRIENTE 3.343.961,54 10.031.884,84 9.195.892,97 REHABILITACIÓN, OPERACIÓN Y MANTENIMIENTO 4.536.561,00 13.646.778,11 12.475.544,40 COMPENSACIÓN PROYECTOS DE INVERSIÓN -- 33.968.705,91 -- TRANSFERIDO 7.880.522,54 57.647.368,86 21.671.437,37 La competencia de riego y drenaje marcó un hito histórico en la descentralización al transferir la competencia acompañada con sus respectivos recursos, y asignarlos de manera equitativa tomando en cuenta criterios de distribución que caracterizan a cada una de las provincias de acuerdo a sus necesidades. b. Competencia de Tránsito, Transporte Terrestre y Seguridad Vial En la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial (TTTSV) se realizó el mismo proceso de transferencia al igual que la competencia de riego y drenaje, según lo establecido 16Fuente: Ministerio de Finanzas. Elaboración: Autoras. *Valores transferidos a noviembre de 2013 287 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos en el COOTAD. Así, se identificó las entidades involucradas en la competencia, se analizó los ingresos y gastos presupuestarios vinculados, estándares de prestación de bienes y servicios y definición de un mecanismo de distribución de los recursos asignados a los GAD municipales y metropolitanos. Cabe resaltar que cada una de las competencias tiene sus propias particularidades. Para la competencia de TTTSV, en relación a los recursos a ser distribuidos a los GAD, se determinó el monto de transferencia de recursos, a través de los ingresos vinculados a la competencia y los recursos necesarios para proyectos de inversión. De igual manera, se identificaron diferencias territoriales existentes en los GAD para el ejercicio de la competencia y en función de varios criterios se establecieron tres modelos de gestión diferenciados, donde los GAD del modelo A asumen todas las obligaciones inherentes a la competencia de TTTSV, los GAD del modelo B asumen todas excepto control de tránsito, mientras que los GAD del modelo C asumen todas excepto control de tránsito, revisión y matriculación vehicular (SENPLADES, 2012). Los recursos identificados para ser asignados a los GAD se repartieron a través de dos fórmulas de distribución que consideran criterios que permiten recoger características poblacionales, de parque automotor, geográficas y de esfuerzo fiscal-administrativo. i. Fórmula de reparto de los recursos que provienen de la tasa de matriculación y sus multas asociadas Esta metodología asigna los recursos que provienen de la recaudación de la tasa de matriculación por el gobierno central y los GAD, se determina un monto fijo para cada uno de los GAD de los tres modelos de gestión, y para el monto restante se aplica la fórmula de reparto que considera los seis criterios. 288 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” ii. Fórmula para la distribución de recursos por compensación De igual manera, esta fórmula asigna recursos en el primer año a los GAD del modelo A, y a partir del segundo año, los recursos de compensación también son distribuidos a los GAD del modelo B, estos recursos deben ser destinados a egresos no permanentes. Adicionalmente, los criterios que se utilizan para la distribución de los recursos son: población, densidad y dispersión poblacional, participación de la población urbana en la población total, tasa de motorización, kilómetros de vías y esfuerzo fiscaladministrativo. El presente cuadro contiene la asignación que han recibido los GAD municipales por el concepto de tasa de matriculación y monto de compensación. Tabla 3: Transferencias a GAD municipales por TTTSV17 CONCEPTO 2.012 2.013* Tasa de Matriculación 3.856.308,17 27.245.852,59 Monto de Compensación 10.537.000,00 23.483.975,33 14.393.308 50.729.828,9 TRANSFERIDO Los gobiernos autónomos descentralizados municipales han contado con los respectivos recursos para el ejercicio de la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial. 17 Fuente: Ministerio de Finanzas. Elaboración: Autoras. *Valores transferidos a noviembre de 2013 289 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 2.2.3.Transferencias por la generación, explotación o industrialización de recursos no renovables Dentro de este tipo de transferencias, por mandato constitucional se encuentran vigentes la Ley 010 y la Ley 047, las mismas que entregan recursos a favor de los gobiernos autónomos descentralizados por la explotación, industrialización o generación de recursos no renovables. a. Ley del Fondo de Ecodesarrollo Amazónico - Ley 010 La Ley 010 del Fondo para el Ecodesarrollo Regional Amazónico publicada en el Registro Oficial N° 30 del 21 de septiembre de 1992, codificada en Registro Oficial N° 222 de 1 de diciembre de 2003 y su reforma publicada en el Suplemento del Registro Oficial N° 245 de 4 de enero de 2008, se financia con los ingresos que provienen del impuesto equivalente a un dólar por cada barril de petróleo que se extraiga en la región amazónica, y se comercialice en los mercados internos y externos18. El Banco Central es el encargado de recaudar los valores que las empresas nacionales y extranjeras causen por este impuesto, el mismo que transferirá dentro de los diez días de cada mes a los respectivos beneficiarios de este fondo19. La distribución del Fondo de Ecodesarrollo se realiza de acuerdo al siguiente detalle: 18 Ley 010, artículo 1. 19 Ley 010, artículo 2 y 3. 290 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Tabla 4: Detalle de la Ley 01020 % DEL FONDO 58% BENEFICIARIO Municipios amazónicos, incluidas las parroquias rurales Río Verde y Río Negro del cantón Baños; y las parroquias rurales Matus, El Altar, La Candelaria y Bayusig, del cantón Penipe 28% Consejos provinciales de la Región Amazónica 9% Fondo regional amazónico, a cargo del Instituto para el Ecodesarrollo Regional Amazónico 5% Fondo de Desarrollo Parroquial Amazónico DESTINO DE LOS RECURSOS Proyectos de agua potable, alcantarillado sanitario, regeneración urbana, tratamiento de desechos sólidos y de aguas servidas, educación, salud, desarrollo productivo y micro empresarial en áreas urbanas y rurales en la respectiva jurisdicción cantonal Proyectos de caminos vecinales, dotación de infraestructura educativa, alcantarillado sanitario y agua potable del área rural, para el desarrollo ambiental que comprenderá inversiones en programas de prevención, preservación y conservación del ambiente, biodiversidad, áreas naturales protegidas, de reserva de biosfera, cuencas hidrográficas, y en general en el manejo de los ecosistemas Los proyectos que se financian con estos recursos, deberán ceñirse a las políticas y directrices emanadas por el Directorio, y se ejecutarán en las siguientes áreas: a) Implementación y fortalecimiento de proyectos integrales para el transporte aéreo de acción cívica, ambulancia aérea y transporte fluvial, previo convenio con los organismos públicos competentes, como son la Fuerza Aérea Ecuatoriana y la Armada Nacional a través de los repartos y sus entidades técnicas subordinadas, según sus competencias; b) Constitución y desarrollo de las circunscripciones territoriales indígenas y afroecuatorianas; c) Fortalecimiento y desarrollo de proyectos y programas agroproductivos impulsados por los centros agrícolas cantonales de la Región Amazónica Ecuatoriana (RAE); y, d) Preservación y recuperación de los recursos naturales y biodiversidad. En ningún caso estos recursos financiarán proyectos de los gobiernos seccionales 20 Fuente: Ley del Fondo de Ecodesarrollo Amazónico. Elaboración: Autoras 291 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos El artículo 4 de la Ley, establece que los gobiernos seccionales deberán destinar no menos del 80% de los recursos al financiamiento de proyectos de vialidad y saneamiento ambiental de sus respectivas jurisdicciones. Por lo expuesto, los gobiernos seccionales de la región amazónica son los que se benefician de este fondo, además de ciertas parroquias rurales de los cantones de Baños y Penipe. Gráfico 2: Transferencias Ley 010 por nivel de gobierno (millones de dólares)21 GAD Municipal GAD Parroquial Rural GAD Provincial Durante el año 2012, los gobiernos autónomos descentralizados recibieron recursos por un monto aproximado de USD 169 millones de dólares según lo dispuesto por la Ley 010. b. Ley por venta de energía de INECEL - Ley 047 La Ley 047, publicada en Registro Oficial N° 281 de 22 de septiembre de 1989, establece una asignación equivalente al 5% de la facturación que por venta de energía a las Empresas Eléctricas 21 Fuente: Banco Central del Ecuador. Elaboración: Autoras. 292 MUNICIPAL PROVINCIAL Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” efectúe el Instituto Ecuatoriano de Electrificación (INECEL) y que sea originario de las Centrales Hidroeléctricas de Paute, Pisayambo y Agoyán22. Lo que corresponde a las Centrales Hidroeléctricas Paute, Agoyán y Pisayambo, se distribuye de la siguiente forma: Tabla 5: Detalle de la Ley 04723 FINANCIAMIENTO BENEFICIARIO DESTINO 60% en partes iguales Destinarán los recursos exclusivaentre los Municipios de mente en la realización de obras de Azuay, Cañar y Morona infraestructura Santiago Central Hidroeléctrica Paute 40% para el Centro de Reconversión Económica del Azuay, Cañar y Morona Santiago (CREA) El 80% de estos recursos en la ejecución de obras y el 20% restante en programas de forestación y reforestación en la cuenca del río Paute Obras de saneamiento ambiental y 40% para el Consejo Pro- caminos vecinales de las zonas ruvincial de Tungurahua rales de la provincia y programas de forestación y reforestación Central Hidroeléctrica 40% en partes iguales Agoyán y Pisayambo entre los Municipios de Obras de infraestructura Tungurahua, excepto el de Ambato Obras de agua potable, canaliza20% para el Municipio de ción, caminos y otras de carácter Ambato infraestructural 22 Ley 047, artículo 1. 23 Fuente: Ley 047 por venta de energía de INECEL. Elaboración: Autoras 293 Ministerio Derechos Humanos GAD y Cultos GAD Parroquial Rural GAD Municipal de Justicia, Provincial Gráfico 3: Transferencias Ley 047 por nivel de gobierno (millones de dólares)24 PROVINCIAL MUNICIPAL En el año 2012 se asignaron recursos correspondientes a la Ley 047 a los gobiernos autónomos descentralizados por USD 6,3 millones de dólares. III. Conclusiones El COOTAD establece un nuevo sistema de transferencias de recursos desde el presupuesto general del Estado a los GAD, que considera principios de equidad, subsidiaridad y solidaridad. En este sentido se establecen tres tipos de transferencias: las provenientes de los ingresos permanentes (21%) e ingresos no permanentes (15%), las destinadas a financiar el ejercicio de nuevas competencias y las transferencias para compensar la generación, explotación o industrialización de recursos no renovables. Las transferencias provenientes de ingresos permanentes (21%) e ingresos no permanentes (15%) denominadas modelo de equidad territorial para la provisión de bienes y servicios públicos 24 Fuente: Banco Central del Ecuador. Elaboración: Autores 294 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” asignan recursos en términos per cápita, en función de siete criterios de distribución que recogen características sociodemográficas y de eficiencia de cada GAD. El monto total a distribuir por este criterio se divide en: monto A que corresponde a los recursos que recibieron los GAD hasta 2010 de acuerdo a la ley, y monto B en el que se aplican los criterios de distribución y corresponde al excedente entre el total de recursos a distribuir cada año y el monto A. Las transferencias para financiar el ejercicio de nuevas competencias asignan recursos en función de características sociodemográficas, territoriales y sectoriales de cada competencia. Los recursos a ser transferidos provienen de un costeo de la competencia que busca dotar a los GAD de los recursos financieros, tecnológicos y de talento humano necesarios para el ejercicio de sus competencias. Finalmente, las transferencias que compensan a aquellos territorios donde se generan, explotan o industrializan recursos no renovables, estipuladas en la Ley 010 y 047, las mismas que establecen porcentajes para la asignación de los recursos y su respectivo destino, sin embargo, este tipo de asignaciones no consideran criterios que identifiquen los territorios con mayores necesidades recursos. 295 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “El procedimiento de trasferencia de competencias de los gobiernos autónomos descentralizados” Por: María Gloria Pérez Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. Introducción. II. El proceso de transferencia de competencias del nivel central a los gobiernos autónomos descentralizados. 2.1. Características. 2.2. Procedimiento. 2.2.1. Informes habilitantes. 2.2.2. Comisión Técnica Sectorial de Costeo. 2.2.3. Resolución de transferencia de la competencia y de recursos. III. Transferencia de la competencia para planificar, regular y controlar el tránsito, transporte terrestre y seguridad vial. a. Modelo de gestión “A”. b. Modelo de gestión “B”. c. Modelo de gestión “C”. 3.1. Índice de necesidades en tránsito, transporte terrestre y seguridad vial, que caracteriza a cada cantón en función de su realidad territorial. 3.2. Sostenibilidad económica en el ejercicio de la competencia para la prestación del servicio de revisión técnica y matriculación vehicular. 3.3. Experiencia de cada gobierno autónomo descentralizado metropolitano y municipal para el ejercicio de la competencia, en base al informe de capacidad operativa entregado por la Asociación de Municipalidades del Ecuador. IV. Conclusiones. 297 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “El procedimiento de trasferencia de competencias de los gobiernos autónomos descentralizados”* Por: María Gloria Pérez** A. Abstract El proceso de transferencia de competencias del nivel central a los gobiernos autónomos descentralizados constituye un hito en la historia del Ecuador, pues permite contar con una construcción conjunta de los modelos de gestión descentralizados de las competencias, en donde participan los GAD y el nivel central de gobierno. El proceso cuenta con tres pasos principales a seguir, que inicia con el requerimiento informes habilitantes que permiten contar con información detallada del sector desde distintas perspectivas. Adicionalmente se conforma una comisión de costeo que tiene por objeto definir los recursos que deberán ser transferidos a los GAD para el efectivo ejercicio de la competencia. Finalmente se debe emitir la resolución de transferencia de la competencia, que pone en marcha la implementación efectiva de la competencia. Si bien el proceso se encuentra claramente regulado, el reto consiste en volver efectivo este proceso y contar con un trabajo coordinado entre el nivel central y los GAD que permita asegurar a la población el acceso equitativo, permanente y de calidad a los servicios públicos y materializar el Estado derechos y justicia. * Ponencia presentada el martes, 12 de noviembre de 2013 en el Seminario Internacional “La Descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. ** (Ecuatoriana) Abogada por la Universidad del Azuay. Magíster en Derecho mención Derecho Constitucional por la Universidad Andina. Se ha desempeñado como funcionaria pública desde el 2010, en el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos; Corte Constitucional y Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, como Directora de Análisis de Competencias de la Subsecretaría de Descentralización. Ha participado en la elaboración de los documentos Territorio y Descentralización: Transferencia de la Competencia de Riego y Drenaje de la SENPLADES; y en el Manual de Conformación de Mancomunidades para el ejercicio de la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial de SENPLADES y otras instituciones, por publicar. 299 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos B. Keywords Sistema Nacional de Competencias1 - Descentralización2 Competencia3 I. Introducción La ruptura paradigmática que plantea la Constitución del 2008, al concebir al Ecuador como un Estado de derechos y justicia, trae aparejada la necesidad de dejar de lado la vieja concepción centralista del Estado, para dar paso a un Estado policéntrico que permita el desarrollo de territorios tradicionalmente olvidados, a efectos de garantizar la materialización de los derechos a nivel nacional. La consecución de ese Estado democrático está anclada, pues, a la necesidad de activar procesos que permitan acercar los servicios del Estado a la ciudadanía. Uno de los procesos que se consideran fundamentales para la democratización del Estado es el de la descentralización. Si bien el proceso de descentralización no es nuevo en el Ecuador, de hecho los primeros esbozos de la descentralización datan de la década de los setenta y ochenta4, el proceso imperante 1 2 3 4 Conjunto de instituciones, planes, políticas, programas y actividades relacionados con el ejercicio de las competencias que corresponden a cada nivel de gobierno guardando los principios de autonomía, coordinación, complementariedad y subsidiariedad, a fin de alcanzar los objetivos de construcción de un país democrático, solidario e incluyente. Cfr. COOTAD, art. 108. Consiste en la transferencia obligatoria, progresiva y definitiva de competencias con los respectivos talentos humanos y recursos financieros, materiales y tecnológicos, desde el gobierno central hacia los gobiernos autónomos descentralizados. Cfr. COOTAD, art. 105. Son capacidades de acción de un nivel de gobierno en un sector. Se ejercen a través de facultades. Cfr. COOTAD, art. 113. Carrión Mena Fernando, “Proceso y marco jurídico de la descentralización en el Ecuador”, Descentralización andina: Memorias del Primer Curso Regional Andino sobre Descentralización, 2000, Págs. 57-73. Información disponible en http://works.bepress.com/fernando_carrion/12/. Información obtenida el 10.12.2013. 300 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” durante la década comprendida entre 1998 y 2008 se caracterizaba porque “[…] todas las competencias del gobierno central podían ‘descentralizarse’ a excepción de las regularmente calificadas como intransferibles, requiriéndose tan solo de la simple voluntad de los gobiernos subnacionales para asumirlas y ejercerlas ‘a la carta’, a partir de un modelo de negociación ‘uno a uno’, que fomentaba prácticas excluyentes y clientelares, y que no consideraba la integralidad del país”5. En ese contexto, en el año 2008 surge un nuevo modelo de descentralización cuyo eje central lo configura la necesidad de mejorar la prestación de servicios a la ciudadanía a nivel nacional, a través del fortalecimiento de las facultades y atribuciones de los niveles de gobierno subnacionales, para así lograr una verdadera democratización del Estado. De hecho, el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD)6, al referirse a las finalidades de la descentralización, en el artículo 106 señala: “Art. 106.- Finalidades.- A través de la descentralización se impulsará el desarrollo equitativo, solidario y equilibrado en todo el territorio nacional, a fin de garantizar la realización del buen vivir y la equidad interterritorial, y niveles de calidad de vida similares en todos los sectores de la población, mediante el fortalecimiento de los gobiernos autónomos descentralizados y el ejercicio de los derechos de participación, acercando la administración a la ciudadanía.” Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, "Plan Nacional de Descentralización 20122015", Quito, 2012, Pág. 7. 6 Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD), publicado en el Registro Oficial Suplemento N° 303 de 19 de octubre de 2010. 5 301 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Este nuevo modelo de descentralización tiene como una de sus premisas principales la organización territorial del Estado, en virtud de la cual, se divide al gobierno en cinco niveles: nacional, regional, provincial, municipal y parroquial rural7, cada uno con sus competencias exclusivas que, sin embargo, no excluyen la posibilidad de una gestión concurrente y solidaria entre los distintos niveles de gobierno8. Adicionalmente, la Constitución9 crea el Sistema Nacional de Competencias, entendido como “un conjunto ordenado de actores, planes, políticas, programas y actividades relacionados con las competencias y facultades que corresponde ejercer a cada nivel de gobierno y que propenden a la promoción de un desarrollo equitativo y solidario de todo el territorio”10. Este Sistema Nacional de Competencias, está dirigido por un organismo técnico, el Consejo Nacional de Competencias (CNC), que tiene como una de sus facultades el llevar adelante el proceso de descentralización a través de la regulación tanto de las competencias que han venido gestionando los niveles de gobierno subnacionales, como del proceso de transferencia de competencias que de manera obligatoria, progresiva y definitiva deben asumir los gobiernos autónomos descentralizados (GAD). Conforme se ha manifestado en ocasiones anteriores, el “[…] régimen de competencias que corresponde ejercer a los GAD está caracterizado por dos cuestiones principales: una 7 Artículo 238, Constitución de la República del Ecuador 2008, publicada en el Registro Oficial N° 449 de 20 de octubre de 2008. 8 Artículo 260, ibídem. 9 Artículo 239, ibídem. 10 De conformidad con el artículo 108 del COOTAD, el Sistema Nacional de Competencias consiste en el “[...] conjunto de instituciones, planes, políticas, programas y actividades relacionados con el ejercicio de las competencias que corresponden a cada nivel de gobierno guardando los principios de autonomía, coordinación, complementariedad y subsidiariedad, a fin de alcanzar los objetivos relacionados con la construcción de un país democrático, solidario e incluyente”. 302 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” descripción taxativa de las competencias que corresponde a cada nivel de gobierno; y la obligación constitucional de acompañar su transferencia con los recursos necesarios para su ejercicio, hecho que se consagra como un cambio paradigmático en la historia del Ecuador”11. En ese marco, el proceso de transferencia de competencias se constituye en un pilar fundamental del proceso de descentralización que pretende materializar la titularidad de las competencias que están atribuidas a los GAD por mandato constitucional, y que, por ende, deben ser objeto de traspaso del nivel central a los GAD. Ahora bien, es pertinente puntualizar que el proceso de transferencia de competencias del nivel central a los GAD debe operar únicamente en aquellas competencias consideradas como “nuevas exclusivas constitucionales”12, es decir, aquellas competencias sobre las que no ha operado un proceso de descentralización y cuya titularidad ha permanecido en el nivel central de gobierno. Pues, aquellas competencias cuya titularidad ha sido ejercida por los GAD en virtud de procesos de descentralización anteriores al planteado por la actual Constitución, se consideran ya asumidas por los GAD y por ende, no susceptibles de ser sometidas a un proceso de transferencia, sino de regulación en caso de ser necesario. Así, el proceso de descentralización, y el rol del Consejo Nacional de Competencias como organismo encargado de dirigirlo, se traduce principalmente en la posibilidad de regulación de competencias que han sido ejercidas por los niveles de gobierno subnacionales como consecuencia de la aplicación de un modelo 11 Pérez María Gloria y Bedón Gustavo, “La transferencia de las competencias de tránsito y transporte terrestre y de vialidad”, Congreso Latinoamericano de Administración Pública 2013, Montevideo, 2013 (por publicar). 12 COOTAD, artículo 125, Op. cit. 303 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de descentralización previo; y en la transferencia a los GAD, de competencias cuya titularidad aún conserva el nivel central y que no han sido objeto de transferencia en virtud de procesos de descentralización aplicados con anterioridad a la Constitución del 2008. Es pues, precisamente a esta última posibilidad a la que se hará referencia en este análisis. Para el efecto, se iniciará con una breve explicación del proceso desde la perspectiva normativa, seguida de una descripción del proceso de transferencia de la competencia para planificar, regular y controlar el tránsito, transporte terrestre y seguridad vial a los GAD municipales, para finalizar con la identificación de nudos críticos y conclusiones. II. El proceso de transferencia de competencias del nivel central a los gobiernos autónomos descentralizados 2.1. Características El proceso de transferencia de competencias del nivel central a los gobiernos autónomos descentralizados se encuentra regulado tanto en la Constitución como en el COOTAD. Como punto de partida cabe resaltar que el proceso de transferencia de competencias tiene dos características fundamentales13. Por un lado, se trata de un proceso de carácter obligatorio, es decir que debe ser cumplido y ejecutado de manera ineludible por parte del Estado en su conjunto14. Por ende, una vez transferida una competencia, su ejercicio debe ser asumido por el GAD titular de la misma, sin que tenga la posibilidad de excusarse de asumir tal responsabilidad de manera efectiva. 13 Constitución, artículo 239, Op. cit. 14 COOTAD, artículo 155, Op. cit. 304 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Así mismo, una vez que se transfiere una competencia, el nivel central de gobierno tiene la obligación de entregar todos los recursos que sean necesarios para que los GAD asuman la competencia, así como de permitir la gestión de la competencia por parte de sus titulares en los términos previstos en la ley y la resolución de transferencia emitida por el CNC. Además, el proceso de transferencia de competencias se caracteriza por ser un proceso progresivo, lo cual quiere decir que no se verifica de una sola vez, sino que observa una periodicidad en el tiempo. Las competencias nuevas “exclusivas constitucionales” se transfieren, pues, paulatinamente conforme lo determine el Consejo Nacional de Competencias. 2.2. Procedimiento Ahora bien, una vez que se han determinado las características del proceso de transferencia de competencias, corresponde hacer referencia al procedimiento que se observa para traspasar una competencia del nivel central a los GAD. La norma que regula el procedimiento de transferencia de competencias es el artículo 154 del COOTAD, que señala los pasos que se deben observar a efectos de materializar la titularidad de las competencias de los GAD. El procedimiento es liderado por el Consejo Nacional de Competencias y culmina con la emisión de la resolución de transferencia de la competencia. 2.2.1. Informes habilitantes El procedimiento inicia con la solicitud de elaboración de informes habilitantes, que hace el CNC a diversos actores del nivel central como de los GAD titulares de la competencia. El 305 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos objeto que persigue el requerimiento de los informes habilitantes es el contar con información relevante que permita identificar el estado de la situación actual del ejercicio de la competencia, la capacidad operativa con la que cuentan los gobiernos autónomos descentralizados titulares de la misma, así como toda la información presupuestaria y financiera del sector; a efectos de determinar el modelo de gestión de la competencia, la progresividad con la que se implementará la asunción de la misma y en particular los recursos con los que los gobiernos autónomos descentralizados van a contar para su ejercicio. El primer informe habilitante que se solicita es el informe de estado de situación de la ejecución y cumplimiento de la competencia a ser descentralizada. Este informe es requerido a la entidad del nivel central de gobierno rectora de la competencia, y tiene por objeto brindar información relevante que le permita al Consejo Nacional de Competencias entender claramente cómo se ha venido gestionando la competencia desde el nivel central de gobierno. Se podría afirmar que este informe brinda una suerte de visión global de la forma en la que el Ejecutivo ha ejercido la competencia. En el informe se solicita información relacionada con la creación de la entidad rectora, la determinación de productos y servicios en los que se traduce el ejercicio de la competencia, la identificación de las unidades institucionales responsables de la prestación de esos productos y servicios, el grado de desconcentración o de presencia territorial que tienen esas unidades, la descripción del relacionamiento que ha tenido la entidad con otros actores (entidades privadas y los GAD), así como el detalle de los talentos humanos, los recursos materiales y tecnológicos que se han destinado al ejercicio de la competencia, el déficit existente, una estimación de los recursos necesarios para alcanzar la suficiencia en el ejercicio de la competencia, entre otros aportes15. 15 COOTAD, artículo 154, Op. cit. 306 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Este informe es de vital importancia pues permite conocer con detalle el sector y la competencia que se pretende sea gestionada por los GAD, por ende, permite identificar aquellos productos y servicios susceptibles de descentralización, y aquellos cuya prestación debe responder a una visión nacional y que por ende, no serán considerados dentro del proceso de descentralización. El segundo informe habilitante es el informe de capacidad operativa de los GAD para asumir la competencia de la que son titulares. Dada la cantidad de GAD que existen en el país (23 GAD provinciales16, 221 GAD municipales y 815 GAD parroquiales rurales) la obligación de presentar este informe habilitante se deposita en las asociaciones de los GAD, los que a su vez coordinan su elaboración directamente con los GAD. Este informe tiene por objeto determinar la capacidad institucional con la que actualmente cuentan los GAD titulares de la competencia para asumirla de manera efectiva. Aunque el mecanismo para su elaboración debe ser definido de forma conjunta entre el CNC y los GAD, generalmente se suele basar en el mecanismo de la auto calificación, en función de la cual son los propios GAD los que establecen su nivel de capacidad para asumir la competencia objeto de descentralización. Este informe permite identificar los GAD que requieren de un proceso de fortalecimiento institucional, y los niveles de fortalecimiento requeridos. Finalmente, el Consejo Nacional de Competencias, solicita al ente rector de las finanzas públicas la elaboración de un informe de los recursos financieros con que cuenta el Estado para financiar 16 La provincia de Galápagos no es considerada como GAD provincial por cuanto el artículo 258 de la Constitución de la República, en concordancia con el artículo 104 del COOTAD, la ha catalogado como un régimen especial de gobierno en razón de sus particularidades ambientales. 307 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos la gestión de la competencia. La información requerida debe estar detallada a nivel de partida y estar debidamente territorializada. Así mismo, en el informe se debe incluir una estimación de los recursos necesarios para alcanzar la suficiencia para la gestión de la competencia. 2.2.2. Comisión Técnica Sectorial de Costeo Una vez que se cuenta con los informes habilitantes descritos en el apartado anterior, el Consejo Nacional de Competencias procede a conformar la Comisión Técnica Sectorial de Costeo de la Competencia, que tiene por objeto emitir un informe que identifique los recursos necesarios correspondientes a la competencia. Ello en virtud del principio constitucional que establece que las competencias que se transfieran a los GAD deben estar acompañadas de los recursos necesarios para el ejercicio de la misma17. De conformidad con el artículo 123 del COOTAD, la Comisión está integrada paritariamente por representantes del nivel central de gobierno y de los GAD titulares de la competencia a descentralizar. Los representantes del nivel central son los delegados del ente rector de las finanzas públicas, del órgano rector de la planificación del Estado, y del ente rector del sector de la competencia objeto de transferencia. En cuanto a los representantes de los GAD, éstos deben tener capacidad de decisión y representan a los GAD titulares de la competencia. Por ende, si la competencia corresponde a un solo nivel de gobierno, los tres delegados representarán a ese nivel de gobierno; en cambio si la titularidad de la competencia radica en varios niveles de gobierno, se designará un representante por nivel de gobierno. 17 Constitución, artículo 273, Op. cit. 308 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” El informe que emite la Comisión es de carácter vinculante para el Consejo Nacional de Competencias, y además de identificar los recursos necesarios para el ejercicio de la competencia, debe “[…] considerar las diferencias de escala en los costos según las densidades de población, así como también una cuantificación de los déficits financieros que servirán para definir las políticas y mecanismos para compensar los desequilibrios territoriales en el proceso de desarrollo”18. 2.2.3. Resolución de transferencia de la competencia y de recursos Finalmente, y una vez que se cuenta con los informes habilitantes y con el informe de la Comisión Técnica Sectorial de Costeo, el Consejo Nacional de Competencias procede a emitir la resolución de transferencia de la competencia. Dicha resolución debe estar motivada adecuadamente, es decir, se deben describir las normas jurídicas que justifican la transferencia de la competencia en cuestión, así como la pertinencia de su aplicación en la resolución de traspaso de la competencia respectiva. Por otro lado, en la resolución se deben indicar las facultades y atribuciones que corresponde ejercer a cada nivel de gobierno, de manera que exista una clara diferenciación funcional entre el nivel central y los GAD titulares de la competencia. Adicionalmente, la resolución debe regular el modelo de gestión descentralizado de la competencia, es decir, debe describir la manera en la que los GAD se van a organizar para el ejercicio de la competencia. Por ejemplo se debe establecer si a todos los GAD les corresponden las mismas facultades y atribuciones, como en el caso de la resolución de transferencia de la competencia de gestión 18 COOTAD, artículo 154, Op. cit. 309 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de la cooperación internacional19; o si, por el contrario, existen diferencias entre las facultades y atribuciones asignadas a los GAD, como en el caso de la transferencia de la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial. Finalmente, la resolución debe contener una regulación detallada del talento humano y de los recursos financieros y tecnológicos a ser transferidos a los GAD para el ejercicio adecuado de la competencia. Ello es fundamental pues, el modelo de descentralización que lidera el Ecuador tiene entre sus características el acompañar la transferencia de competencias con la transferencia de recursos suficientes a los GAD, a efectos de dotar a la ciudadanía de servicios públicos de alta calidad, independientemente del nivel de gobierno que los presta. Por ende, es imperativo que los GAD al asumir la competencia, asuman de manera paralela los recursos que el nivel central venía destinando al ejercicio de la competencia. La resolución de transferencia de competencias surte efecto a partir de su publicación en el Registro Oficial20, medio por el cual se cumple con el principio de publicidad de las normas, fundamental para su vigencia. Si bien con la emisión de la resolución de transferencia de competencias se concluye un procedimiento formal establecido en la ley, con ella también se pone en marcha un proceso de implementación efectiva de la competencia por parte de los GAD. Ello en virtud de que los GAD estarían asumiendo responsabilidades que no han sido gestionadas anteriormente y que demandan de un procedimiento de fortalecimiento institucional en el ejercicio de la misma. 19 La competencia de la gestión de cooperación internacional fue transferida a los gobiernos autónomos descentralizados provinciales, municipales y parroquiales rurales mediante Resolución Nº 009-CNC-2011 emitida por el Consejo Nacional de Competencias el 29 de septiembre de 2011. 20 COOTAD, artículo 154, Op. cit. 310 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Se requiere pues, de una generación de capacidades locales para asumir el reto de gestionar una nueva competencia. De ahí que el inciso final del artículo 154 del COOTAD establezca la necesidad de que el Consejo Nacional de Competencias apruebe un cronograma de asunción efectiva de las transferencias de competencias exclusivas y recursos a los gobiernos autónomos descentralizados que requieran un proceso de fortalecimiento institucional. III. Transferencia de la competencia para planificar, regular y controlar el tránsito, transporte terrestre y seguridad vial Una vez que se ha descrito el proceso de transferencia de competencias, y a efectos de contar con una descripción práctica de la aplicación del mismo, a continuación se describirá el proceso de transferencia de la competencia para planificar, regular y controlar el tránsito, transporte terrestre y seguridad vial a favor de los GAD municipales y metropolitanos del país. El proceso de transferencia de la competencia para planificar, regular y controlar el tránsito, transporte terrestre y seguridad vial (TTTSV) a los gobiernos autónomos descentralizados municipales tiene por objeto materializar el derecho a la movilidad21 de las personas, mediante la transferencia de la competencia a los niveles de gobierno más cercanos a la ciudadanía, en aras de mejorar la prestación del servicio, adecuándolo a las necesidades territoriales. Dicha potestad se encuentra regulada en el artículo 264 de la Constitución de la República, y ha sido recogida en los artículos 55 y 130 del COOTAD. En ese contexto, el Consejo Nacional de Competencias, mediante Resolución Nº 006-CNC-2012 emitida el 2 de mayo del 2012, y publicada en el Registro Oficial Suplemento 712 del 21 El derecho a la movilidad, según lo manifestado por Herce Manuel, en: “Sobre la movilidad en la ciudad: Propuestas para recuperar un derecho ciudadano”, Editorial Reverté S.A., Barcelona, 2009, Pág. 7; puede ser entendido como “[…] el derecho de todo el mundo para ir a todas partes”. 311 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 29 de mayo del 2012, procedió a dar cumplimiento al mandato constitucional y transfirió la competencia de TTTSV a favor de los GAD municipales y metropolitanos del país. El procedimiento formal de transferencia de la competencia inició mediante la emisión de la Resolución Nº 00007-CNC2011 de 26 de mayo del 2011 por medio de la cual el Consejo Nacional de Competencias solicitó al Ministerio de Transporte y Obras Públicas que elabore el informe del estado de situación de la ejecución y cumplimiento de la competencia; a la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas que presente el informe de capacidad operativa de los gobiernos autónomos descentralizados metropolitanos y municipales para planificar, regular y controlar el transporte terrestre, el tránsito y la seguridad vial; y al Ministerio de Finanzas que presente el informe de recursos existentes para la gestión de la competencia de planificar, regular y controlar el transporte terrestre, el tránsito y la seguridad vial. Una vez que se contó con los informes descritos anteriormente, se verificó que en el caso de la competencia de TTTSV existía una diversidad territorial considerable, que a manera de ejemplo se puede apreciar en el cuadro a continuación: Cuadro 1: Dispersión de distribución vehicular, casos paradigmáticos22 Cantón Población Nº de Vehículos registrados por cantón % con relación a vehículos a nivel nacional Quito 2.239.191 303.963 22,15% Durán 235.769 3.496 0,25% Aguarico 4.847 14 0,0010% 22 Fuente: Censo de Población 2010, INEC – Informes ANT - Informes MTOP, 2010. Elaboración: SENPLADES 312 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” En ese contexto, y en aras de mejorar la prestación de productos y servicios a la ciudadanía, se verificó la importancia de incluir la diversidad territorial existente en los GAD metropolitanos y municipales, en el análisis de la competencia. Precisamente, la diversidad territorial de los GAD trajo como consecuencia la necesidad de establecer modelos de gestión diferenciados que permitan asegurar la prestación de productos y servicios de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial considerando ciertos criterios mínimos para responder a las diversas necesidades territoriales que presentan los GAD metropolitanos y municipales. De conformidad con la publicación “Territorio y Descentralización: Transferencia de la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial”, elaborada por SENPLADES,23 los modelos de gestión diferenciados para la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial consisten en: a. Modelo de gestión “A” Los gobiernos autónomos descentralizados municipales a los que se les asignó este modelo de gestión, tienen a su cargo la prestación de todos los productos y servicios susceptibles de descentralización de acuerdo con la matriz de productos y servicios. Es decir todas las facultades (planificación, regulación y control), y productos en todos los ámbitos de la competencia (tránsito, transporte terrestre y seguridad vial). 23 Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, “Territorio y Descentralización: Transferencia de la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial”, SENPLADES, Quito, 2012, Pág. 34. 313 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos b. Modelo de gestión “B” Los gobiernos autónomos descentralizados municipales a los cuales se les asigne este modelo de gestión, serán titulares de la prestación de todos los productos y servicios susceptibles de descentralización, de acuerdo con la matriz de productos y servicios, a excepción del control operativo del tránsito en la vía pública. c. Modelo de gestión “C” Los gobiernos autónomos descentralizados metropolitanos y municipales, que integren este modelo de gestión, tendrán la obligación de la prestación de todos los productos y servicios susceptibles de descentralización, según la matriz de productos y servicios, a excepción del control operativo del tránsito en la vía pública y el servicio de matriculación vehicular. Luego de que se determinaron los tres modelos de gestión diferenciados para ejercer la competencia en cuestión, se procedió a ubicar a los gobiernos autónomos descentralizados metropolitanos y municipales en los modelos de gestión A, B o C, tomando como punto de partida diversos criterios que, aunque incluyen el estudio de la población cantonal, ésta no constituye el único factor en función del cual se decidió incluir a un GAD municipal o metropolitano en un específico modelo de gestión. De hecho, para tal fin, se establecieron tres componentes básicos que permitieron determinar, por un lado, las características específicas de cada GAD metropolitano y municipal y por otro, su factibilidad para asumir la competencia: 314 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” 3.1. Índice de necesidades en tránsito, transporte terrestre y seguridad vial, que caracteriza a cada cantón en función de su realidad territorial Componente que incluye las siguientes variables: 1. Población: Definida como el número de personas que viven en un área o espacio geográfico determinado. En este caso concreto, el índice se basó en la población que vive en cada uno de los 221 cantones del país. 2. Número de vehículos: Esta variable sirve para determinar al número total de vehículos matriculados y registrados que existe en un cantón determinado, de acuerdo a la residencia del propietario del bien. Un número elevado de vehículos contribuye a agravar la congestión, por ende acarrea problemas en el tránsito, transporte terrestre y seguridad vial. 3. Tasa de motorización a nivel cantonal: Esta variable permite establecer el número de vehículos matriculados y registrados que existe a nivel cantonal, de acuerdo a la residencia del propietario, por cada 1000 habitantes. Es el número que se obtiene de dividir la variable descrita en el literal b) para 1000. 4. Densidad poblacional: Corresponde a la distribución del número de habitantes en un perímetro de territorio definido. En la caracterización de cantones se utilizó la población (urbana y rural) del cantón y la superficie del cantón en Km2, obteniendo el número de habitantes por Km2 a nivel cantonal. 5. Dispersión poblacional: Determinada como el inverso de la densidad. La densidad nos permite estimar cuán 315 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos concentrada se encuentra la población en un determinado territorio; al tomar su inverso podemos observar cuán dispersa se encuentra la población en el territorio. 6. Participación de la población urbana en la población total: Permite establecer el porcentaje de población urbana que integra la población total del cantón. Es importante conocer la composición de la población por área, dado que la concentración de la población, típicamente urbana, entendida como la población de las ciudades, acarrea problemas en la prestación de bienes y servicios como el transporte terrestre, tránsito y seguridad vial, pues en áreas con concentración alta de población urbana, las necesidades de movilidad son mayores y crecientes. 7. Capital de provincia: Esta variable se la ha tomado en cuenta por cuanto los cantones que constituyen capital de provincia generalmente son centros de comercio, concentran a las instituciones del Estado y ofertan mayores fuentes de trabajo, por lo que tienen grandes demandas en transporte y movilidad. 8. Dinámica poblacional: La dinámica poblacional permite identificar a aquellos cantones que, considerados centros económicos provinciales, superan en ingresos por ventas y prestación de servicios, personal ocupado y número de establecimientos, a los cantones donde se encuentra la capital provincial. 9. Convenio en tránsito, transporte terrestre y seguridad vial: Esta variable permite identificar a aquellos cantones que ejercen actualmente la competencia de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial por haberla solicitado 316 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” en el marco del proceso de descentralización vigente antes de la Constitución del 2008 y a la expedición del Código de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización en el año 2010. 3.2. Sostenibilidad económica en el ejercicio de la competencia para la prestación del servicio de revisión técnica y matriculación vehicular Según datos proporcionados por la Agencia Nacional de Tránsito, para asegurar la sostenibilidad económica de un centro de revisión y control vehicular (CRCV) y para la prestación adecuada del servicio a la ciudadanía, los GAD municipales y metropolitanos deben tener registrados al menos 15.000 vehículos por cantón, según el domicilio que registre el propietario en el momento de la matriculación. 3.3. Experiencia de cada gobierno autónomo descentralizado metropolitano y municipal para el ejercicio de la competencia, en base al informe de capacidad operativa entregado por la Asociación de Municipalidades del Ecuador El tercer criterio que se tomó en cuenta a efectos de determinar la inclusión de los gobiernos autónomos descentralizados metropolitanos y municipales en los modelos de gestión A, B o C, fue el relativo a la experiencia de cada uno de estos en el ejercicio de la competencia en TTTSV, la cual se evaluó desde dos dimensiones: la experiencia específica en tránsito, transporte y seguridad vial; y, si 317 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de acuerdo al Informe de Capacidad Operativa elaborado y entregado por AME, los GAD metropolitanos y municipales obtienen más de 75 puntos en al menos tres de los siguientes criterios: planificación, regulación, control, experiencia específica y conocimiento del alcance de la competencia. Los resultados de la aplicación de estos criterios permitieron concluir que se asigna el modelo de gestión A, a siete GAD del país que son Quito, Guayaquil, Cuenca, Ibarra, Loja, Ambato y Manta. Se asignó el modelo de gestión B a diez gobiernos autónomos descentralizados: Latacunga, Riobamba, Machala, Milagro, Babahoyo, Quevedo, Portoviejo, Santo Domingo, Mejía y Rumiñahui. Y se asignó el modelo de gestión C a los demás municipios del país, que dan un total de 204 cantones. Una vez que se culminó con la asignación de los modelos de gestión diferenciados, el Consejo Nacional de Competencias procedió a integrar la Comisión Técnica Sectorial de Costeo, mediante la Resolución Nº 00010-CNC-2011 de 29 de septiembre de 2011 de conformidad con lo dispuesto en los artículos 123 y 154 del COOTAD. Finalmente, luego de que la Comisión entregara el informe de costeo respectivo, el Consejo Nacional de Competencias procedió a emitir la resolución de transferencia de la competencia Nº 006CNC-2012, que contiene la diferenciación funcional de facultades y atribuciones por nivel de gobierno, la asignación de los modelos de gestión diferenciados a los GAD municipales y metropolitanos del país, y la asignación de recursos que corresponde a los GAD para el adecuado ejercicio de la competencia. 318 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Adicionalmente, en cumplimiento del principio de progresividad contemplado en la Constitución y el COOTAD, se diseñó una estrategia de implementación de la competencia, que tiene por objeto establecer un cronograma en función del cual, los gobiernos autónomos descentralizados asuman de manera efectiva la competencia. En tal virtud, todos los gobiernos autónomos descentralizados titulares de la competencia asumieron inmediatamente todos los productos y servicios en que se traduce la competencia, relativos a las facultades de planificación, regulación y control en los tres ámbitos de la competencia: tránsito, transporte terrestre y seguridad vial. Sin embargo, para la asunción efectiva de los servicios de control operativo del tránsito; matriculación y revisión técnica vehicular; y, emisión y control de títulos habilitantes se establecieron plazos diferenciados. Para los municipios de Quito, Guayaquil y Cuenca se les otorgó el plazo de 12 meses contados a partir de la publicación de la resolución 006-CNC-2012, la cual se efectivizó el 29 de mayo de 2012. Para los municipios de Ibarra, Loja, Ambato y Manta se les concedió el plazo de 24 meses contados a partir de la publicación de la resolución. Y finalmente, para los cantones pertenecientes al modelo de gestión B y C, el plazo de implementación de la competencia se estableció en 36 meses a partir de la publicación de la resolución. Las consideraciones anteriores permiten concluir que la transferencia de la competencia para planificar, regular y controlar el tránsito, transporte terrestre y seguridad vial que recoge la resolución Nº 006-CNC-2012 marca un hito en la materialización del derecho a la movilidad, pues, al considerar a los GAD actores relevantes en el proceso de democratización del Estado, se está 319 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos optando por dejar en manos de los gobiernos más cercanos a la población la satisfacción necesidades fundamentales. Se parte pues, de que los niveles de gobierno más cercanos a la población están en la capacidad de identificar las necesidades territoriales y, en el marco de una rectoría nacional, dar respuesta a esas necesidades, consagrando la prestación de un servicio de calidad a nivel nacional que además materializa el principio “igualdad en la diversidad”24. IV. Conclusiones El modelo de descentralización que ha consagrado la Constitución del Ecuador, ha aportado en la construcción de un Estado democrático, policéntrico, que busca fortalecer la presencia del Estado en el territorio, con el fin de dotar a la población de servicios públicos oportunos, adecuados y de calidad, y así materializar el Estado de derechos y justicia. En ese contexto, la transferencia de competencias y de recursos a los gobiernos autónomos descentralizados marca un hito histórico en el Ecuador, pues se trata de otorgar a los GAD facultades y atribuciones respecto de una competencia específica, a efectos de que, en el marco de la política nacional, se impulse la equidad territorial y se mejore la calidad de vida en todos los sectores de la población. Propósito que tiene como punto de partida la Constitución de 2008 que plantea en el numeral 6 del artículo 3, como uno de los deberes primordiales del Estado, “promover el desarrollo equitativo y solidario de todo el territorio, mediante el fortalecimiento del proceso de autonomías y descentralización”. El proceso de transferencia de competencias y recursos a los GAD busca materializar el Sistema Nacional de Competencias consagrado en la Constitución, mediante un procedimiento que incluye la participación de todos los niveles de gobierno y se 24 Pérez María Gloria y Bedón Gustavo, “La transferencia de las competencias de tránsito y transporte terrestre y de vialidad”, Op. cit. 320 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” fundamenta en información levantada por los propios actores, por lo que se trata de una construcción del Estado en su conjunto, en función del cual se establecen modelos de gestión descentralizados de las competencias que parten de una diferenciación clara de facultades y atribuciones por niveles de gobierno, lo cual aporta significativamente en la consecución del Estado de derechos y justicia consagrado en la Constitución. 321 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “El sistema tributario en los gobiernos autónomos descentralizados” Por: José Suing Nagua Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. Antecedentes. II. La tributación subnacional en la Constitución de 2008. III. El COOTAD. IV. Régimen impositivo de los GAD regionales y los distritos metropolitanos autónomos. 4.1. Impuestos transferidos. 4.2. Tasas y contribuciones especiales de mejoras. V. El sistema tributario en los GAD provinciales. VI. El sistema tributario en los GAD municipales. 6.1. Reserva legal. 6.2. Tributos municipales. 6.2.1. Impuestos. 6.2.1.1. Impuesto a los predios urbanos. 6.2.1.2. Impuesto a los predios rurales. 6.2.1.3. Impuesto a las alcabalas. 6.2.1.4. Impuesto a las utilidades en la compra venta de predios urbanos y plusvalía de los mismos. 6.2.1.5. Impuesto a los vehículos. 6.2.1.6. Impuesto del 1.5 por mil sobre los activos totales. 6.2.1.7. Impuesto de patente anual. 6.2.1.8. Impuesto a los espectáculos públicos. 6.2.1.9. Impuesto al juego. 6.2.2. Tasas municipales. 6.2.2.1. Aprobación de planos e inspección de construcciones. 6.2.2.2. Rastro. 6.2.2.3. Agua potable. 6.2.2.4. Recolección de basura y aseo público. 6.2.2.5. Control de alimentos. 6.2.2.6. Habilitación y control de establecimientos comerciales e industriales. 6.2.2.7. Servicios administrativos. 6.2.2.8. Servicios de alcantarillado y canalización. 6.2.2.9. Otros servicios de naturaleza semejante. 6.2.3 Contribuciones especiales de mejoras. 323 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “El sistema tributario en los gobiernos autónomos descentralizados”* Por: José Suing Nagua** A. Abstract Analiza el sistema tributario de los gobiernos autónomos descentralizados; así como los tributos que se aplicarán en las regiones cuando éstas se conformen. El autor, muy rigurosamente se empeña por desarrollar conceptualmente el tributo provincial y municipal; ensaya una comparación sobre la evolución normativa de los impuestos municipales a traves del tiempo a partir de las últimas reformas legales, el artículo propuesto a todas luces se enriquece con criterios doctrinarios y jurisprudenciales. B. Keywords Estado unitario - Sistema tributario - Gobiernos Autónomos Descentralizados I. Antecedentes Una característica preponderante del sistema impositivo en los Estados unitarios como es el Ecuador, es que la potestad tributaria se ejerce de manera monopólica desde el nivel central, con algunas variables, ejercido prioritariamente por el órgano de legislación nacional (Congreso, Parlamento o Asamblea) o mediante la iniciativa privativa del nivel Ejecutivo (que aplica para el Ecuador * Ponencia presentada el miércoles, 13 de noviembre de 2013 en el Seminario Internacional “La Descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. Es una versión del texto de la obra “Derecho Municipal” del autor que se encuentra en proceso de edición, adaptada para la conferencia. ** Ex Presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo - Corte Nacional de Justicia, Doctor en Jurisprudencia, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito; Maestro en Economía y Política, Universidad de las Américas, Quito. 325 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos en el caso de los impuestos). Así estuvo previsto el ejercicio de esta potestad en el país hasta 1998, pues a partir de esta fecha, con la Constitución de ese año, comienza un proceso de flexibilización del ejercicio concentrado de la potestad tributaria, al reconocer la facultad de crear, modificar o extinguir tasas y contribuciones especiales de mejoras, a dos niveles de gobierno subnacional, el provincial y el municipal, los que en ejercicio de lo que se denominó plena autonomía, podían mediante actos normativos, ordenanzas, hacer uso de esta potestad. Esto, visto desde un punto de vista cualitativo, es trascendente porque se avanza en la concreción de la descentralización, en materia fiscal, a través de compartir el ejercicio de la potestad tributaria entre varios niveles de gobierno; también tiene un efecto cuantitativo, al ser tres niveles de gobierno, -nacional, provincial y municipal- los que comparten la potestad de crear modificar o extinguir los tributos, en los términos que se dejan expuestos. II. La tributación subnacional en la Constitución de 2008 La Constitución de Montecristi, expedida por la Asamblea Constituyente y aprobada por la ciudadanía en consulta popular, vigente desde el 20 de octubre de 2008, respecto al régimen tributario en el nivel subnacional trae algunas novedades: 1. Mantiene la flexibilización alcanzada hasta ese entonces, en el ejercicio de la potestad tributaria, al reconocer que por acto normativo de órgano competente, se pueden crear, modificar, suprimir y exonerar, tasas y contribuciones especiales de mejoras, (art. 301), lo que implica un reconocimiento genérico del ejercicio multinivel de la potestad tributaria. 326 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” 2. Sin embargo, de manera expresa reconoce sólo a un nivel de gobierno, el municipal, como parte de sus competencias exclusivas, la de crear, modificar o extinguir tasas y contribuciones especiales de mejoras. Nótese que las normas, seguramente por falta de control en la técnica de redacción de los textos constitucionales, no tienen la misma redacción pues los artículos 264.4 y 301 de la Constitución, pese a que tratan de los mismos temas, el ejercicio de la potestad tributaria, la del art. 264.4 no incluye como parte de la competencia exclusiva del gobierno municipal, la de exonerar, que si la prevé la del art. 301, con lo que por lo menos, deja duda en su aplicación, si como competencia exclusiva de los gobiernos municipales, tienen o no la de exonerar esta clase de tributos. 3. Al reconocer la Constitución únicamente al nivel municipal la potestad tributaria, frente al contenido constitucional de 1998, reduce el número de niveles de gobierno con ejercicio de la potestad tributaria, que ya habían tenido los gobiernos provinciales, con lo que el multinivel se reduce a dos, nacional y municipal. Con lo dicho hasta aquí, si la potestad de crear, modificar y extinguir tasas y contribuciones especiales de mejoras, la Constitución reconoce solo al nivel municipal, estamos en este caso, frente al ejercicio de potestad tributaria originaria, por constar de modo expreso en la Constitución. Y la extensión de tal potestad, a través del desarrollo normativo secundario, será entonces, potestad tributaria derivada, por provenir del órgano de legislación ordinaria, no del órgano con poder constituyente originario. 327 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos III. El COOTAD El Código Orgánico de Organización Territorial Autonomía y Descentralización, COOTAD, es el cuerpo normativo que contiene el desarrollo del nuevo régimen de organización territorial, la institucionalidad en el territorio, el sistema de competencias y el sistema impositivo, previsto en la Constitución para los Gobiernos Autónomos Descentralizados. En materia tributaria contiene algunas novedades. Establece la figura de la facultad tributaria, al amparo del art. 301 de la Constitución, porque desarrolla el concepto de “acto normativo de órgano competente” contenido en dicha norma, y en ejercicio de la cual, extiende tal facultad tributaria a los gobiernos regional, provincial y municipal (para el cual es una simple reiteración) para que puedan crear, modificar, exonerar y suprimir tasas y contribuciones especiales de mejoras. Al no constar de manera expresa esta facultad, que más propio es hablar de potestad, en la Constitución, el legislador ordinario ideó el mecanismo para extenderlo a los otros niveles, denominándolo facultad tributaria. En este caso, hablaríamos de potestad tributaria derivada, pues, con fundamento en una norma constitucional general, la del 301, el legislador ordinario, reconoce tal potestad a favor de los indicados niveles de gobierno subnacional. En este reconocimiento, se excluye a los gobiernos parroquiales rurales, posiblemente en razón de que no tienen facultad normativa, salvo la reglamentaria. En el contexto indicado, el régimen impositivo de los GAD municipales ha sido el más favorecido, ya por su reconocimiento expreso, ya por el número de tributos que son de beneficio propio y directo, frente a la debilidad de los otros niveles de gobierno subnacionales. 328 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Esta suerte de restitución del ejercicio de la potestad tributaria, a los gobiernos provinciales, que ya la tenían y la extensión a favor de los futuros gobiernos regionales, sutilmente denominada facultad tributaria en el COOTAD, que se convierte en una adicional a las facultades que el Código Orgánico Tributario reconoce a los órganos de la administración tributaria1 carece de una base constitucional sólida, puesto que, si el legislador constituyente, pudiendo hacerlo, no lo reconoció de manera expresa en las normas que tratan de las competencias exclusivas de cada nivel de gobierno, como si lo hizo con los gobiernos municipales, la disposición del artículo 301 resulta un argumento débil al momento de intentar una justificación constitucional para el reconocimiento de esta denominada facultad, cuyo ejercicio bien podría ser materia de cuestionamiento, alegando, con argumentos sólidos, la inconstitucionalidad de estas normas, puesto que, parafraseando el aforismo que reza “donde la ley no distingue, no tiene por qué hacerlo el juez”, bien puede aplicarse al legislador, “donde la Constitución no distingue, no tiene por qué hacerlo el legislador ordinario”, que tiene toda la atribución para legislar, pero dentro del ámbito marcado por las normas constitucionales, no fuera de él. Pero claro, esto es solo un tema de interpretación, yo únicamente dejo expuesta la mía. Amén de las consideraciones anotadas sobre el contenido tanto constitucional como legal de la potestad tributaria de los gobiernos autónomos descentralizados, se puede decir, que tales herramientas tributarias apuntan al fortalecimiento de la descentralización fiscal en tanto, permite que los GADs cuenten con 1 El Código Orgánico Tributario reconoce como facultades de la administración la de determinación, sancionatoria, resolutoria y reglamentaria. Consecuente con esta disposición de la legislación ecuatoriana, la tributaria no es una facultad sino una potestad, por ello que se deduce que lo que el COOTAD reconoce a los GAD regional y provincial es otra potestad, sobre tasas y contribuciones especiales de mejoras. 329 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos los instrumentos mínimos necesarios para generar recursos propios en cumplimiento de la exigencia constitucional de hacerlo (artículo 272), lo cual a su vez, puede contribuir a disminuir la dependencia del Presupuesto General del Estado, siempre y cuando se mejoren las condiciones económicas de la población para que ésta pueda atender las potenciales nuevas cargas tributarias que pueden surgir como consecuencia del ejercicio de esta facultad por parte de los GADs, sobre todo cuando se cierre el proceso de conformación de regiones que darían paso a la institucionalidad de los gobiernos regionales.2 IV. Régimen impositivo de los GAD regionales y los distritos metropolitanos autónomos Todo el esquema del régimen impositivo de los gobiernos autónomos descentralizados regionales se desarrolla en el COOTAD, pues, como queda dicho, la Constitución no hace referencia específica alguna en esta materia a favor del futuro gobierno regional. De su contenido se hace una suerte de agregación en su aplicación a favor de los Distritos Metropolitanos Autónomos.3 Analicemos en forma breve, en función de cada uno de los tributos. 2 La tercera disposición transitoria del COOTAD regula el plazo de ocho años previsto en la Constitución para concluir el proceso de conformación de las regiones autónomas, estableciendo dos escenarios: a) Las solicitudes de consulta popular para la aprobación del estatuto de las regiones que estén en proceso de conformación, podrán ser presentadas, en el plazo máximo de ocho años contados a partir de la aprobación del código; b) Cumplido el plazo anterior, la situación de las provincias que no hubieren concluido el proceso o no integraren ninguna región, se resolverá mediante ley presentada a la Asamblea Nacional, por iniciativa del Presidente de la República. No obstante, como se ha presentado el escenario, a tres años de vigencia del código, no existe ningún proceso en marcha, es probable que a la finalización del plazo constitucional, no se haya iniciado ningún proceso, en cuyo caso, hace falta, un tercer escenario, que también debería ser cubierto por la iniciativa del Presidente de la República para presentar un proyecto de ley de regionalización. 3 Su conformación, como régimen especial, está en proceso pues debe observar requisitos y procedimientos contemplados en la Constitución y la ley; hasta ahora, ninguno ha alcanzado tal condición. 330 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” 4.1. Impuestos transferidos Respecto de los impuestos, incorpora una figura “nueva” a la legislación tributaria del país, la de los “impuestos transferidos”, en virtud de la cual, los gobiernos regionales pueden ser partícipes de los valores que generen en el espacio territorial de la región, los impuestos a la herencia, legados y donaciones, el impuesto a la propiedad de los vehículos motorizados y el impuesto a los consumos especiales sobre determinados bienes señalados en la norma. En la práctica, no se produce la transferencia de ninguna facultad tributaria relacionada con los impuestos, que las conserva de manera íntegra, el Servicio de Rentas Internas como administrador de los mismos, lo que se entrega es el producto, esto es, los valores que se recauden por tales impuestos, con lo que la figura pierde fuerza en la práctica, ya que no opera ninguna transferencia competencial relacionada con los aludidos impuestos. Lo dicho se corrobora con el hecho de que en caso de reclamaciones de devolución de estos impuestos pagados, que implique restitución de fondos recaudados, el gobierno regional deberá devolverlos, previa resolución del Servicio de Rentas Internas o resolución judicial que así lo determine. En este esquema los Distritos Metropolitanos Autónomos (DMA), cuando se constituyan como tales, podrán también ser beneficiarios de los valores que se recauden en concepto de tales impuestos transferidos. Una similitud de esta figura se puede encontrar en el derecho comparado, en los denominados “impuestos cedidos” que la legislación española reconoce a favor de las Comunidades Autónomas4, pero con connotaciones bastante diferentes a la establecida por el legislador ordinario en el país. 4 Ver Juan Martín Queralt, en la obra “Manual de Derecho Tributario”. 331 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Finalmente, como una potestad del gobierno nacional, y como mecanismo para estimular la conformación de regiones, éste podrá destinar un porcentaje del valor agregado generado en su territorio, lo cual deberá responder a políticas nacionales que miren en la creación de regiones una opción válida de descentralización y de gestión desde el territorio, de lo contrario, al tratarse de un mecanismo potestativo, dependerá del gobernante de turno su concreción a favor de los gobiernos regionales, que puede además aplicarse en forma parcial a uno o varios gobiernos, no a todos, con lo cual el mecanismo puede resultar distorsionador del sistema de ingresos por este concepto. Desde luego, queda abierta la posibilidad de que los DMA también puedan ser beneficiarios de estos recursos, porque el mecanismo de extensión no hace limitación ni exclusión específica. 4.2. Tasas y contribuciones especiales de mejoras Tanto los gobiernos autónomos descentralizados regionales (como atribución propia) y los distritos metropolitanos autónomos (no como atribución propia sino extensible, así lo denomina la ley) en ejercicio de la denominada facultad tributaria pueden crear modificar y suprimir tasas y contribuciones especiales de mejoras; no consta en la descripción de la antedicha facultad la de exonerar, por lo que puede entenderse que para ello se requiere de ley, aunque ésta si consta en el artículo 301 de la Constitución, que como se dejó expuesto, parece que fue la base constitucional adoptada por la Asamblea Nacional para el reconocimiento legal de la facultad tributaria. Entre las novedades que se incluyen en la aludida legislación están dos: 1. La de fijar un monto adicional al impuesto a los consumos especiales y al precio de los combustibles; y, 2. la denominada atribución para crear, modificar o suprimir “recargos”. 332 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Sobre lo primero, que a su vez tiene dos partes: a) Respecto del monto adicional al impuesto a los consumos especiales, se trata de una verdadera delegación legislativa de la potestad tributaria, de uno de los elementos esenciales del impuesto, como es su tarifa, pues al reconocerle al gobierno regional la posibilidad de fijar un monto adicional a dicho impuesto, estaría modificándose la tarifa de ese impuesto, mediante norma regional, con lo cual se modifica el principio de reserva legal, que ya se había comentado, cubre en forma particular a todos los impuestos; b) En cuanto al monto adicional sobre el precio de los combustibles hay que anotar que los precios de los combustibles no constituyen ninguna especie de tributo, sino un precio regulado por la entidad pública en cuanto a los márgenes, mínimos y máximos a aplicarse, con lo que el legislador ha optado por incorporar un mecanismo especial de financiamiento a favor de los gobiernos regionales, quienes con este arbitrio pueden modificar los precios finales de los combustibles en la respectiva jurisdicción regional, lo cual podría, hipotéticamente, ocasionar distorsiones en los procesos de comercialización, dependiendo de los niveles de variación de tales precios en los distintos territorios donde se aplique. Respecto a la atribución relacionada con los “recargos”, hay que señalar de entrada que éstos no se ajustan a las tasas o a las contribuciones especiales, generales o específicas en las que desagrega la disposición del COOTAD, por lo que bien puede entenderse que se trata de un verdadero impuesto, lo cual nos conduce a intentar una explicación desde las normas constitucionales que lo regulan. El impuesto, que goza de reserva legal, tiene además un iter determinado, ya que sólo el Presidente de la República, puede presentar proyectos de ley que creen modifiquen o supriman impuestos (artículo 135 de la Constitución), por lo que habría que verificar si el proyecto del COOTAD presentado por el Presidente de la República, contenía esta materia para que se ajuste al requerimiento 333 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos constitucional en el proceso de formación de la ley en cuanto a la materia tributaria; en segundo término, si se otorga la facultad al gobierno regional para crear, modificar o extinguir recargos y convenimos que éstos son verdaderos impuestos, se violentaría el principio de reserva de ley, ya que al crear, modificar o extinguir un recargo el gobierno regional, lo haría mediante norma regional, de inferior jerarquía a la ley, conforme la jerarquía normativa prevista en la propia Constitución en el artículo 425. Estos son los temas que resaltan a la hora de analizar el contenido de este desarrollo normativo y que seguramente requerirán de aplicación por parte de jueces especializados de la justicia ordinaria o de interpretación sobre su alcance por parte de los jueces constitucionales. V. El sistema tributario en los GAD provinciales El gobierno autónomo descentralizado provincial, continúa con una participación residual en el régimen tributario subnacional, toda vez que participa en forma directa de un impuesto, el adicional de alcabalas (el 0,001 por ciento); además, en ejercicio de la denominada facultad tributaria, puede crear, modificar, o extinguir tasas y contribuciones de mejoras, en función de los servicios que presta y de las obras que ejecuta, respectivamente, atribución que ya la tenía en el régimen anterior y que no se ha modificado, salvo lo ya señalado cuando se abordó el tema de la potestad tributaria. VI. El sistema tributario en los GAD municipales El sistema tributario municipal, uno de los mejor desarrollados de los gobiernos autónomos descentralizados, aunque no por ello el más eficiente en cuanto a resultados, especialmente en lo que se refiere a recaudación, tiene como contenido básico las tres especies de tributo generalmente reconocidos: impuestos, tasas y contribuciones especiales de mejoras. 334 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” 6.1. Reserva legal Según la norma constitucional (artículo 301), solo por iniciativa de la función ejecutiva y mediante ley sancionada por la Asamblea Nacional, se podrá establecer, modificar, exonerar o extinguir impuestos. Y, solo por acto normativo de órgano competente se podrá establecer, modificar o extinguir tasas y contribuciones. Son dos situaciones distintas que abarcan el ámbito de los gobiernos municipales. La reserva legal cubre los impuestos, pero las tasas y las contribuciones especiales de mejoras pueden ser expedidas por acto normativo distinto, en este caso, mediante ordenanzas municipales, con lo que se concreta lo que se denomina como flexibilización de la reserva legal. Sobre el tema, resulta esclarecedora la conclusión 6 de las VIII Jornadas Ecuatorianas de Derecho Tributario: “La rigidez de la reserva legal, que aparece como absoluta, en la práctica por el imperio de la propia Constitución y las leyes tributarias generales o especiales, se ha ido relativizando, para posibilitar que las instituciones se adecuen a las nuevas realidades que surgen en la dinamia del proceso económico, político y social y en particular, de la creciente necesidad de incrementar la efectividad en la recaudación de los medios que hagan posible el cumplimiento de sus fines específicos. Tributos como es el caso de tasas y contribuciones especiales de mejoras, peajes, tarifas, surgen de normas secundarias denominadas ordenanzas.”5 5 Conclusiones publicadas en el Boletín del Instituto Ecuatoriano de Derecho Tributario, Número 10, enero de 2009. El relator general del tema “Autonomía y poder tributario” fue el doctor Rodrigo Patiño Ledesma. 335 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos En aplicación del principio de reserva legal, solo los impuestos creados por ley son de beneficio municipal. En este sentido, son todos los previstos en el art. 491 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (que son los mismos previstos en la derogada Ley Orgánica de Régimen Municipal, más el contemplado en la ley 006, de Control Tributario y Financiero de diciembre de 1988, el de activos totales, ahora incorporado al COOTAD). De acuerdo con la segunda parte de la norma del artículo 301 constitucional, el “acto normativo de órgano competente” por el que se puede crear, modificar o extinguir tasas y contribuciones especiales de mejoras, es la ordenanza municipal expedida por el concejo, en concordancia con la competencia exclusiva prevista en el número 5 del artículo 264 de la Constitución a favor de los gobiernos municipales. 6.2. Tributos municipales Ya queda expuesto que los gobiernos autónomos descentralizados municipales son beneficiarios de impuestos, tasas y contribuciones especiales de mejoras, bajo dos regímenes diferentes, los impuestos creados mediante ley, las tasas y contribuciones especiales de mejoras creados mediante ordenanzas expedidas por los propios gobiernos municipales. Procedamos a desagregar cada uno de los tributos de beneficio municipal y la forma específica en la que se administran. 6.2.1. Impuestos Los gobiernos autónomos descentralizados municipales tienen el mayor número de impuestos de beneficio directo de todos los niveles de gobierno subnacional, cuya gestión íntegra, el 336 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” ejercicio de todas las facultades reconocidas a las administraciones tributarias (reglamentaria, determinadora, resolutiva, sancionadora y recaudadora) es de su plena responsabilidad. Los impuestos establecidos por ley a favor de los gobiernos municipales son los que se explican, a continuación. 6.2.1.1. Impuesto a los predios urbanos Es un impuesto patrimonial, directo, por el que se grava la titularidad de la propiedad urbana con una tarifa que debe ser determinada por el concejo municipal, mediante ordenanza, de una banda que va desde el 0,25 al 5 por mil del valor de la propiedad urbana que conste en los respectivos catastros. La banda en este caso, está justificada únicamente por el rezago histórico al que llegó el sistema hasta antes de la reforma a la derogada LORM del año 2004 que, con adicionales alcanzó la tarifa del 27 por mil, que impidió su aplicación a valores reales de la propiedad, pues el monto de la tarifa resultaba confiscatorio6. La banda en todo caso, de ninguna manera significaba que las administraciones municipales debían aplicar tablas progresivas entre el mínimo y el máximo, al que lamentablemente se llegó en la práctica, generando una aplicación errónea de la referida banda. Las ordenanzas vigentes contienen diferentes sistemas de tarifas del impuesto, desde tablas progresivas que cubren todas las posibilidades entre el 0,25 y el 5 por mil, hasta valores fijos por ejemplo del 1 o del 2 por mil, lo que desde mi punto de vista es una distorsión más del sistema. El art. 501 del COOTAD señala: “Sujetos del impuesto.- Son sujetos de este impuesto los propietarios de predios urbanos dentro de los límites de las zonas urbanas, quienes pagarán un impuesto anual, cuyo sujeto activo es la municipalidad o distrito metropolitano 6 La Asociación de Municipalidades Ecuatorianas por ejemplo, propuso realizar una reducción drástica de la tarifa del 27 por mil al 2.5 por mil, que equivalía aproximadamente el 10% de la tarifa vigente hasta antes de la reforma. La propuesta resultaba inaplicable, dado el nivel de distorsión a los que se había llegado en los sistemas de avalúos de las propiedades. 337 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos respectivo en la forma establecida en la ley”. La delimitación de las áreas urbanas es también atribución del concejo municipal que deberá hacerlo mediante ordenanza, preparada por una comisión del mismo concejo en la que participará un representante del centro agrícola cantonal. Puede, en un mismo territorio cantonal, existir más de un área urbana, especialmente cuando algunas cabeceras parroquiales rurales tienen áreas urbanas consolidadas y un número de población considerable, con dotación de servicios básicos que justifique tal tratamiento7. La ordenanza, necesaria para realizar puntualizaciones en torno a la administración y recaudación de este impuesto, no debe repetir lo que ya está señalado en la ley. El valor de la propiedad debe ser actualizada en forma obligatoria cada dos años, observado el procedimiento que se dejó expuesto en líneas anteriores, lo cual conlleva también la actualización de la tarifa del impuesto. El impuesto se causa anualmente y se paga entre el primero de enero y el 31 de diciembre de cada año. Los pagos que se realicen dentro de los primeros seis meses tienen un descuento de hasta el 10 por ciento; los que se realicen en el segundo semestre tienen un recargo del 10 por ciento. Si el impuesto no se satisface hasta el 31 de diciembre del año en curso, a partir del primero de enero del año siguiente, causará intereses y se podrá recaudar por la vía coactiva. La emisión de los títulos de crédito debe realizarse el primer día del año, con las modificaciones que se hayan producido hasta el 31 de diciembre del año inmediato anterior8. No se necesita notificar la emisión de los 7 Es lo que ocurre con algunas de las parroquias rurales del Distrito Metropolitano de Quito, las contiguas a la ciudad como Calderón, Tumbaco, Cumbayá, Pomasqui, San Antonio de Pichincha, Llano Grande, Llano Chico, Zámbiza, Conocoto, Amaguaña, las que en la práctica constituyen un todo urbano con la ciudad, fruto del proceso de conurbación que impide diferenciar entre lo urbano y lo rural, pero que sin embargo, mantienen el estatus de rurales, lo cual no se justifica pues su problemática rebasa la de ciudades de varios cantones del país con mucha menor población que las que albergan las indicadas parroquias. 8 En la práctica, la mayoría de las administraciones municipales ya no realizan la emisión física de los títulos de crédito, pues tal información se encuentra almacenada en sistemas informáticos; su emisión se da únicamente cuando el contribuyente paga, a través de los diversos mecanismos habilitados para tal efecto. 338 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” títulos de crédito9. Si no se han emitido los títulos, el contribuyente igual puede cancelar el valor del tributo, en base al catastro del año anterior, en cuyo caso, de haber modificación en el monto de la tarifa, deberá cancelar la diferencia, de haberla. La ley contempla deducciones a favor de los propietarios que hayan adquirido la vivienda con crédito hipotecario o hayan realizado mejoras también bajo el mismo mecanismo crediticio; también contempla exoneraciones, como es el caso de aquellas propiedades que tengan un valor de hasta veinte y cinco remuneraciones básicas unificadas del trabajador en general, que más que exoneración se trata de casos de no sujeción, pues, el hecho de que el bien inmueble no alcance el valor de la propiedad que resulte de multiplicar la remuneración básica unificada por veinte y cinco, no nace el hecho generador del impuesto; otros casos como las propiedades del Estado o sus instituciones, de gobiernos extranjeros en condiciones de reciprocidad, son en cambio exoneraciones, pues independiente del valor de la propiedad, están exentos de pago del impuesto. Así mismo la ley contempla la posibilidad de cobrar recargos al impuesto predial urbano en dos circunstancias: 1. El dos por mil sobre el valor de la propiedad por solares no edificados ubicados en zonas urbanizadas; y 2. El uno y dos por mil sobre solares no edificados y construcciones obsoletas ubicadas en zonas urbanas de promoción inmediata. 9 La no emisión de los títulos de crédito cubre solamente al impuesto predial urbano que es el que está expresamente previsto en la norma; sin embargo en la práctica, las administraciones municipales, incluyen en los títulos de crédito, otras obligaciones, identificadas a través de nomenclaturas numéricas, lo cual es una omisión a lo que prescribe el código tributario que exige la emisión del título y su notificación, a efectos de que el contribuyente pueda, de estimarlo necesario, formular observaciones respecto del título o del derecho para su emisión, derecho que se vería restringido con el mecanismo de emisión descrito. 339 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Estos recargos que también son de beneficio municipal, procuran consolidar el crecimiento urbano, de modo de incentivar, por ejemplo, el crecimiento intensivo (horizontal) frente al extensivo que demanda mayor inversión en infraestructura y servicios. Busca también evitar la ruina de inmuebles que llegan a nivel de deterioro extremo que se constituyen en peligro para sus ocupantes, a más que atentan contra el ornato de las ciudades. 6.2.1.2. Impuesto a los predios rurales Es un impuesto patrimonial, directo, que grava la titularidad de la propiedad rural con una tarifa determinada por el concejo municipal, mediante ordenanza, de una banda que va desde el 0,25 al 3 por mil del valor de la propiedad rural que conste en los respectivos catastros. La banda establecida, con similares consideraciones que las expresadas cuando se aborda el impuesto predial urbano, pues tampoco tenían como propósito aplicar tablas progresivas, como lamentablemente, en la práctica se ha generalizado. El impuesto se causa anualmente y el pago puede efectuarse en dos dividendos, el primero hasta el primero de marzo y el segundo hasta el primero de septiembre. En la práctica, es común que las administraciones municipales realicen el cobro íntegro del valor del impuesto. Los pagos que se realicen hasta quince días antes de esas fechas tendrán un descuento del 10 por ciento anual. Si el impuesto no se satisface hasta el 31 de diciembre del año en curso, a partir del primero de enero del año siguiente causará intereses y se podrá recaudar por la vía coactiva. La emisión de los títulos de crédito debe realizarse el primer día del año, con las modificaciones que se hayan producido hasta el 31 de diciembre del año inmediato anterior. La norma establece que la dirección financiera notificará por la prensa o por boleta a los contribuyentes, sin más explicación, lo que da a entender, que en el caso de este impuesto, si cabe la 340 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” notificación con la emisión de los títulos de crédito, aun cuando sea de carácter general, por ejemplo cuando se realiza por la prensa. Si no se ha emitido los títulos, el contribuyente igual puede cancelar el valor del tributo, en base al catastro del año anterior. La ley contempla casos de deducciones y exoneraciones atendiendo algunas circunstancias. Como la reforma a la LORM de 2004 fue parcial y en materia de impuestos, muy puntual, pues, únicamente revisó tarifas, el sistema de deducciones y exoneraciones que también fue trasladado al COOTAD, se mantiene, con algunas modificaciones sobre todo en cuanto a conceptos que introduce la Constitución de 2008 (art. 520); así, se exonera a las propiedades cuyo valor no exceda de quince remuneraciones básicas unificadas del trabajador en general, en similar circunstancia que la propiedad urbana, y que en este caso, también, más que exoneración es caso de no sujeción, pues, la propiedad que no alcanza dicho valor, no se produce el hecho generador; las propiedades del Estado y demás entidades del sector público; las propiedades de las instituciones de asistencia social o de educación particular cuyas utilidades se destinen y empleen en dichos fines y no se beneficien a personas o empresas privadas10; las propiedades de gobiernos u organismos extranjeros que no constituyan empresa de carácter particular y no persigan fines de lucro; las tierras comunitarias de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas o 10 La Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, sobre el tema, en la causa No. 315-2010, ha sostenido que “para que la exención opere (prevista en el art. 326.d de la Ley Orgánica de Régimen Municipal) requiere que el predio cumpla dos condiciones, a saber: a) que el titular de dominio del predio sea una institución de beneficencia, asistencia social o de educación; en el caso, la actora tiene entre sus fines desarrollar actividades de beneficencia (artículo tercero de los estatutos protocolizados, que obran de fs. 107 a 113 vuelta del proceso); y, b) que los edificios y sus rentas estén destinados exclusivamente a estas funciones; no existe en el proceso elementos que demuestren que los edificios del predio y sus rentas estén destinados con exclusividad a las actividades de beneficencia que son los fines que persigue la organización, ya que tampoco existe constancia procesal de que la entidad esté dedicada a actividades educativas, ni que el predio esté destinado con exclusividad a dicho propósito, como arguye en la fundamentación del recurso; por lo que no cabe reconocer una exoneración a quien no cumple las condiciones expresamente previstas en la ley”. 341 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos afro ecuatorianas; los terrenos que posean y mantengan bosques primarios o que reforesten con plantas nativas en zonas de vocación forestal; las tierras pertenecientes a misiones religiosas establecidas o que se establecieren en la región amazónica cuya finalidad sea prestar servicios de salud y educación a la comunidad, siempre que no estén dedicadas a finalidades comerciales o se encuentren en arriendo; las propiedades que sean explotadas en forma colectiva y pertenezcan al sector de la economía solidaria y las que utilicen tecnologías agroecológicas; aquí es necesario recurrir a la reglamentación específica que nos aclare conceptos como economía solidaria o tecnologías agroecológicas. 6.2.1.3. Impuesto a las alcabalas El impuesto de alcabalas grava con la tarifa del uno por ciento al valor de los actos y contratos de traspaso de dominio a título oneroso de bienes raíces y buques; la constitución o traspaso, usufructo, uso y habitación de bienes raíces; las donaciones que se hicieren a favor de quienes no fueren legitimarios y las transferencias gratuitas y onerosas que haga el fiduciario a favor de los beneficiarios en cumplimiento de las finalidades del contrato de fideicomiso mercantil. Este impuesto que antes de la reforma de 2004 contenía una tabla progresiva que alcanzaba hasta el 10%, fue reducido al 1% en consideración a que a partir de la vigencia de la reforma se utilizarían valores reales o de mercado de las propiedades. Este es un impuesto bilateral que lo deben satisfacer las partes contratantes por igual, o la parte beneficiaria cuando el acto se realiza a título gratuito. Sin embargo, por acuerdo contractual, una de las partes puede asumir el pago de la obligación. Por esta característica de bilateral del impuesto, cuando interviene una parte que es beneficiaria de exoneración, no puede extender su beneficio a quien está obligado a su pago, por manera que si quien está exento, 342 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” asume contractualmente la carga del impuesto, deberá pagar el porcentaje que asumió y que no puede cobijarse con la exoneración que le beneficia solo a él. En este impuesto se contempla rebajas, deducciones y exoneraciones. Así, el traspaso de dominio o de otros derechos reales que se refiera a un mismo inmueble, y a todas o a una de las partes que intervinieron en el contrato y que se repitiese dentro de los tres años contados desde la fecha en que se efectuó el acto o contrato anteriormente sujeto al pago del impuesto, tendrá las siguientes rebajas (art. 533): cuarenta por ciento si la nueva transferencia ocurriera dentro del primer año; treinta por ciento, si se verifica dentro del segundo año; y veinte por ciento, si ocurriese dentro del tercero. En los casos de permuta, se causará únicamente el setenta y cinco por ciento del impuesto total, a cargo de uno de los contratantes. Las deducciones se hacen extensivas a las adjudicaciones que se efectúen entre socios y copropietarios, con motivo de una liquidación o partición y a las refundiciones que deban pagar los herederos o legatarios a quienes se les adjudiquen inmuebles por un valor superior al de la cuota a la que tienen derecho. Al impuesto de alcabalas se agrega un adicional, del 0,001 por ciento a favor de los gobiernos provinciales, único impuesto de beneficio directo que se mantiene a favor de ese nivel de gobierno11. 6.2.1.4. Impuesto a las utilidades en la compra venta de predios urbanos y plusvalía de los mismos Las utilidades son el resultado de la diferencia entre el valor de adquisición, independientemente del título y el valor de venta. La plusvalía es el valor adicional con el que se revaloriza un 11 En algunas administraciones provinciales, hasta antes de la vigencia del COOTAD, se continuaba con el cobro del impuesto adicional al registro, con el argumento de que no había sido derogado, cuando la reforma a la LORM del año 2004, expresamente así lo hizo. Lamentablemente, por lo reducido de los montos, los contribuyentes optaban por pagar antes que formular un reclamo, a todas luces pertinente porque se exigía el pago de un tributo inexistente. 343 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos bien inmueble, fruto de la intervención del gobierno municipal (o nacional, no hay diferencia) mediante la ejecución de obra pública que beneficia el sector en donde se encuentra ubicado, lo que nos conduce a prever que no toda obra pública puede dar como resultado el incremento del valor de las propiedades y puede producir un efecto contrario. Tratándose de dos conceptos, mucho se ha hablado en el pasado, cuando lo regulaba la Ley de Régimen Municipal, que se trataba de dos impuestos, aunque en la práctica, siempre se ha determinado, liquidado y cobrado, como si se tratara de un solo impuesto, el de las utilidades en la venta de bienes inmuebles urbanos. Se grava con la tarifa del 10% a las utilidades y plusvalía que provengan de la venta de bienes inmuebles urbanos, porcentaje que se podrá modificar mediante ordenanza. La norma (art. 556 del COOTAD) no señala más, con lo que queda a la interpretación del órgano normativo del gobierno municipal, la modificatoria al porcentaje que puede ser en más o en menos la tarifa establecida, con lo que, otra vez, el legislador, genera una suerte de delegación legislativa, a favor de los órganos normativos de los gobiernos municipales. Una disposición transitoria en la reforma a la LORM de 2004 contemplaba una tarifa especial del 0,5 por ciento que grava la primera compraventa que se produzca luego de la vigencia de la reforma, esto es a partir del año 2006, en que empezó la aplicación de la reforma en materia de impuestos vinculados con la propiedad inmobiliaria, justificado por el incremento que se produciría en los avalúos de las propiedades, con la aplicación de valores reales, que como se ha dejado expuesto, no alcanzó al cien por ciento de las propiedades, por los mecanismos de actualización utilizados por las administraciones municipales. Esta tarifa especial ya no se incluyó en el COOTAD, por lo que únicamente cabe aplicar la general del 10%, con la posibilidad de modificarla por parte del Concejo, mediante ordenanza. También en la referida reforma se 344 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” planteó la posibilidad de extender el cobro de este impuesto a los predios rurales, lo cual no prosperó y tampoco fue considerada la posibilidad en la formulación del COOTAD. Para el cálculo del impuesto, las municipalidades deducirán de las utilidades los valores pagados por concepto de contribuciones especiales de mejoras (art. 557). Además, se deducirá (art. 559) el cinco por ciento de las utilidades líquidas por cada año transcurrido a partir de la fecha de adquisición, que debe ser la de inscripción en el correspondiente registro de la propiedad, hasta la fecha de venta. Transcurrido veinte años contados a partir de la fecha de adquisición, no procede el cobro del impuesto. Otro elemento para considerar deducciones es la desvalorización de la moneda, concepto que no aplica a la economía ecuatoriana porque la moneda de libre circulación es el dólar, desde el año 2000. Los sujetos pasivos del impuesto (art. 558) son los dueños de los predios urbanos que los vendieren obteniendo la utilidad imponible o real. Cuando se genera plusvalía por obras de infraestructura, el impuesto se satisface por los dueños de los predios beneficiarios, por los usufructuarios, fideicomisarios o sucesores en derecho cuando se trata de herencias, legados o donaciones. Como está formulado en su denominación en el COOTAD, “Impuesto a las Utilidades en la Transferencia de Predios urbanos y Plusvalía de los mismos” parecería indicar que se mantiene la figura dos impuestos, o por lo menos de dos conceptos que gravitan en la determinación del mismo, el de las utilidades, derivado de la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta, lo cual puede generarse como consecuencia de condiciones de mercado, de las mejoras incorporadas al predio (como cuando se incorporan construcciones al predio) o de cuestiones de oportunidad; y el de plusvalía, es decir el incremento del valor de la propiedad, derivado o como consecuencia de obras de infraestructura realizadas en la zona donde se encuentra el predio. 345 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 6.2.1.5. Impuesto a los vehículos La reforma a la LORM de 2004 restituyó el impuesto al rodaje que había sido derogado en el 2001 con la vigencia del impuesto a los vehículos motorizados de alcance nacional, con una nueva denominación, el de impuesto a los vehículos, de beneficio municipal. Grava la propiedad de los vehículos, pues todo propietario de un vehículo, sea persona natural o jurídica debe satisfacer el impuesto, en el cantón donde tenga su domicilio. La base imponible del impuesto es el avalúo de los vehículos que consten registrados en el Servicio de Rentas Internas, en las jefaturas de tránsito o la Comisión de Tránsito del Guayas12. Para la determinación del impuesto se aplica una tabla contenida en la Ley, que establece una tarifa sobre la base de un rango de avalúo, entre cinco y setenta dólares. La tabla no aporta mayor criterio de análisis respecto a la distribución de la carga impositiva, pues, bien podría advertirse que resiente el principio de capacidad contributiva, que determina que el régimen impositivo debe gravar con mayor valor a quien más tiene, pues en el caso de este impuesto da igual que un propietario de un vehículo de cuarenta mil un dólares que aquel que tenga uno valorado en un valor igual o superior a cien mil dólares, pues pagará lo mismo, pese a la notoria diferencia de valor. Algunos problemas operativos tiene este impuesto en cuanto a su administración y recaudación, por lo que muchas municipalidades optaron por suscribir convenios con la Policía Nacional (cuando esta institución tenía a su cargo las jefaturas de tránsito) y con la Agencia 12 Tanto las jefaturas de tránsito como la Comisión de Tránsito del Guayas han sido sustituidas por una nueva institucionalidad, la Agencia Nacional de Tránsito. Pero además, se encuentra en proceso de transferencia a los gobiernos municipales, la competencia de tránsito, lo cual debe tomarse en consideración en los efectos que puede tener sobre la administración de este impuesto. 346 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Nacional de Tránsito, para facilitar el recaudo. Esto será superado cuando concluya el proceso de transferencia de la competencia de tránsito y transporte a los gobiernos municipales que está en marcha. Otras dificultades prácticas se derivan de la alta dinamia del mercado automotriz que dificulta, en la práctica, identificar con facilidad el domicilio del titular de dominio del automotor, que en muchas ocasiones distorsiona los valores que generan a cada municipalidad este impuesto o se concentra en las grandes ciudades, principalmente capitales de provincia, siendo residual lo que recaudan las otras municipalidades. 6.2.1.6. Impuesto del 1.5 por mil sobre los activos totales El impuesto del 1.5 por mil anual grava los activos totales de las personas naturales obligadas a llevar contabilidad, así como de las sociedades mercantiles. Es un tributo que sustituyó al impuesto al capital en giro del 1.5 por mil que había perdido eficacia sobre todo por la vigencia de exoneraciones contenidas especialmente en las leyes de fomento de la década del 70. Es el único impuesto de beneficio municipal que no se encontraba regulado en la LORM, pues fue creado por la Ley 006 de Control Tributario y Financiero, publicada en el Registro Oficial No. 97, de 29 de diciembre de 1988, con algunas modificaciones introducidas en fechas posteriores. La determinación de la base imponible se realiza mediante la identificación del patrimonio del contribuyente y que corresponde a los activos menos pasivos de más de un año y menos pasivos contingentes (aquellos que pueden ser una eventualidad que ocurran o no, como por ejemplo la sentencia de un juicio que ordene el pago de un valor a favor o en contra). 347 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Cuando los sujetos pasivos de la obligación tienen más de un establecimiento en diferentes cantones, pueden hacer la declaración en el cantón donde tenga el domicilio principal con la identificación del patrimonio y el porcentaje de impuesto que corresponde a cada establecimiento, de manera que el tesorero municipal distribuya lo que les corresponde a los gobiernos municipales beneficiarios; en este caso, la forma como se determina lo que corresponde a cada establecimiento está dado por el ingreso generado en cada establecimiento, solo como factor de distribución de la carga tributaria, no como hecho generador, porque éste sigue siendo el patrimonio. El obligado al pago de este impuesto tiene que presentar la declaración y pagar hasta 30 días después de la fecha límite establecida para la declaración y pago del impuesto a la renta. 6.2.1.7. Impuesto de patente anual Antes de la reforma del 2004, coexistían dos impuestos, el impuesto anual de patente que resultaba un valor simbólico, dados los vertiginosos cambios económicos operados en el Ecuador en la última década, incluido el sistema monetario13, y un impuesto mensual de patentes, realmente el más importante por los rendimientos que generaba, dado que cada administración municipal, mediante ordenanza, establecía los mecanismos de cálculo del monto del tributo, ya que la norma (artículo 384 de la Ley, antes de la codificación de 2005) otorgaba dicha atribución a los concejos municipales, lo cual provocó más de un abuso que llegó incluso a ventilarse judicialmente por una serie de impugnaciones a través de recursos de amparo y acciones objetivas o de anulación en contra de las ordenanzas expedidas para regular este impuesto. 13 Jamil Mahuad, Presidente de la República, en una medida desesperada en el año 2000, antes de su caída, sustituyó el dólar por el sucre, con una cotización de veinte y cinco mil sucres por un dólar, medida conocida como la dolarización de la economía ecuatoriana. 348 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Con la reforma de 2004 se sustituyeron los dos tributos por uno anual con una tarifa que iba desde la mínima de diez dólares hasta una máxima de cinco mil dólares. El COOTAD denominó al “impuesto de patentes municipales y metropolitanas”. Amplió significativamente el concepto de actividad económica a incluir en la obligación de obtener patente y al pago del impuesto a quienes “ejerzan permanentemente actividades comerciales, industriales, financieras, inmobiliarias y profesionales” (art. 547). También incrementó la tarifa máxima del impuesto, a veinte y cinco mil dólares, que deberá ser fijada por el concejo mediante ordenanza, “en función del patrimonio de los sujetos pasivos del impuesto dentro del cantón” (art. 548) con lo que se modificó el concepto anterior que era el “capital con el que operen los sujetos pasivos del impuesto”, muy cuestionado por los contribuyentes, en cuanto la legalidad de las ordenanzas que determinaban que el capital de operación, o capital operativo era equivalente al patrimonio, tal como lo recoge ahora la disposición legal.14 En la práctica los concejos municipales fueron incorporando en las ordenanzas, el concepto del patrimonio (activos menos pasivos); y procedieron a establecer las tarifas sobre la base de determinados rangos de patrimonio. La ley contempla posibilidades de reducción del monto del impuesto cuando un negocio demuestre haber sufrido pérdidas (art. 549), de conformidad con la declaración aceptada por el Servicio de Rentas Internas o por fiscalización practicada por el mismo SRI o 14 Resulta importante hacer referencia a la línea jurisprudencial sentada por la Sala Especializada de la Corte Nacional de Justicia, sobre el tema del capital operacional, cuando, por ejemplo, en la causa No. 120-2008, señala: “c) Es indudable que el “capital con el que operen” que señala el Art. 365 de la LORM o el “capital operacional” en los términos empleados por la Autoridad Tributaria Municipal, no es el mismo, igual o equivalente al “capital social” previsto en otros cuerpos legales como la Ley de Compañías o el Código de Comercio, como sostiene la Empresa Actora, por lo que es pertinente que los concejos municipales en uso de su atribución constitucional y legal de expedir ordenanzas, definan el alcance de la frase “capital con el que operen” previsto en la ley”, criterio reiterado en fallos posteriores sobre la materia. 349 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos la municipalidad, en cuyo caso el impuesto se reducirá a la mitad y hasta la tercera parte si se demostrare descenso en la utilidad de más del cincuenta por ciento en relación con el promedio obtenido en los tres años inmediatos anteriores. Aquí vale agregar que la fiscalización desde la municipalidad o distrito metropolitano autónomo cabría para aquellos contribuyentes del impuesto de patente que no están sujetos al pago del impuesto a la renta, porque a pesar de que la condición inicial es la declaración aceptada por el SRI, no veo impedimento para reducir el impuesto a aquellos contribuyentes que, por el monto de sus ingresos, no tributan impuesto a la renta, pero igual estarían en condiciones de sufrir pérdidas; no aceptarlo, afectaría el principio de generalidad del sistema tributario. Se contempla exoneración a favor de los artesanos calificados como tales por la Junta de Defensa del Artesano. Las municipalidades no pierden la atribución de verificar el cumplimiento de las condiciones para la exoneración. En todo caso, también cabe discutir si la exoneración cubre solo la fase de producción artesanal o incluye la de comercialización; en este caso habría de discernir, si se trata del mismo artesano calificado el que produce y comercializa, le cubre la exoneración, pero si el artesano calificado solo produce y la comercialización la realiza otra persona, natural o jurídica, obviamente, la exoneración del artesano no le alcanza a la fase de comercialización realizada en tales condiciones, por otro sujeto que estará obligado al pago del impuesto de patente. 6.2.1.8. Impuesto a los espectáculos públicos Los espectáculos públicos antes de la reforma de la LORM de 2004 pagaban una tarifa del 27 por ciento. Sin embargo, la Ley contemplaba varios casos de exoneraciones que eran utilizados como “escudos fiscales”15 para evitar el pago de la elevada tarifa. 15 Pueden definirse como mecanismos para reducir o evitar el pago de tributos. 350 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” La Ley Reformatoria de 2004 establece el impuesto único del 10 por ciento sobre el valor del precio de las entradas vendidas de los espectáculos públicos legalmente permitidos. Para los eventos deportivos de categoría profesional, la tarifa es del 5% sobre el valor de las entradas. Estas tarifas se mantienen sin modificación en el COOTAD. Las exoneraciones se limitan a los espectáculos artísticos donde se presenten única y exclusivamente artistas ecuatorianos y se derogan las demás exoneraciones que consten en cualquier ley general o especial. Se reconoce la posibilidad de que los concejos municipales, mediante ordenanza puedan fijar el monto de las entradas de ínfimo valor, que lo se tomará en cuenta para establecer el ingreso bruto gravado, con lo que se constituye en un mecanismo de exoneración a aquellas entradas que quepan en este concepto de “ínfimo valor”, el que reitero deberá ser establecido mediante ordenanza. Las dificultades en la determinación del impuesto son varias y difícil control por parte de las autoridades municipales. Un elemento clave en este proceso es la entrada o boleto que debe ser emitido con medidas mínimas de seguridad, para evitar falsificaciones. Un mecanismo empleado es la utilización de imprentas autorizadas por la respectiva dirección financiera. 6.2.1.9. Impuesto al juego Este impuesto, dados los resultados de la consulta popular de 7 de mayo de 201116, que prohibió el establecimiento de negocios dedicados a juegos de azar, tales como casinos y salas de juego, ha perdido razón de ser, en tanto únicamente quedarían algunas 16 El Presidente de la República, luego de la consulta popular, expidió en el mes de septiembre de 2011, el Reglamento de juegos de azar practicados en casinos y salas de juego, regulando el régimen de transitoriedad de este tipo de actividades, hasta su cierre definitivo. 351 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos actividades residuales consideradas como juegos, por ejemplo billares, futbolines y similares, que reducen en forma significativa las posibilidades de recaudación de este impuesto, pese a que el COOTAD, mantiene en los mismos términos la disposición que estaba en la derogada Ley de Régimen Municipal, sin establecer elementos esenciales del impuesto como tarifa, por lo que es el concejo municipal que, mediante ordenanza, regula su aplicación incluso definiendo los elementos esenciales y los establecimientos obligados. Este es un impuesto que, antes de la consulta popular, tenía significación económica en ciudades medianas y grandes en las que se encontraban establecimientos de esta naturaleza, no así en el resto de ciudades, donde a lo mucho, llegan máquinas tragamonedas con ocasión de la fecha festivas de las ciudades o cantones. De seguro, si se propone su derogatoria, no habría oposición, por los magros resultados que arrojan su gestión. 6.2.2. Tasas municipales La tasa es una especie de tributo que está, por lo general, ligado a la prestación de un servicio, por ello se define como la contraprestación en dinero por la provisión de un servicio público o la utilización de un bien público. La tasa, para José Luis Shaw, como especie del género tributo, “… halla su fuente jurídica en la voluntad unilateral y coactiva del Estado, que impone al contribuyente el pago de una determinada suma por la realización de una actividad o la prestación de un servicio con relación a ese contribuyente”17. No es el escenario para profundizar los desencuentros que tiene en la actualidad frente a otro concepto económico, los precios públicos, pero baste dejar señalado que es un tema de mucha trascendencia sobre todo cuando el Estado interviene en muchas actividades más allá de las tradicionales, incluso en el campo económico. 17 Shaw, José Luis, "Tasas, precios e impuestos, su diferenciación en la doctrina contemporánea", Fundación Cultura Universitaria, primera edición, 1993, Pág. 9. 352 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” Los gobiernos municipales, tienen expreso reconocimiento constitucional como competencia exclusiva la de “crear, modificar o extinguir tasas y contribuciones especiales de mejoras”, por lo que, con este escenario, que les coloca en una posición privilegiada frente a los otros niveles de gobierno a los que no les reconoce tal competencia, pueden aplicar tasas retributivas de servicios públicos, con mucha amplitud, incluso más allá de las que determina en forma expresa la ley, que reconoce la posibilidad de cobrar tasas por los siguientes servicios (artículo 568)18: 6.2.2.1. Aprobación de planos e inspección de construcciones: En realidad se tratan de dos actividades distintas, la de aprobación de planos, que es fundamentalmente una labor de gabinete, donde el interesado debe presentar la documentación que requiera la administración, para que cumplidos los requisitos, extienda la aprobación respectiva; y la de inspección de construcciones, que forma parte de la actividad propia de las administraciones municipales y que difícilmente se puede configurar como servicio, que genera, por consiguiente otras consecuencias, como la suspensión de la edificación si es que el personal municipal determina que no cuenta con las autorizaciones correspondientes. En realidad, la tasa debe limitarse a la tarea principal que es la de aprobación de planos; lo demás forma parte del derecho administrativo sancionador, fruto de la presencia de infracciones a las regulaciones sobre edificaciones que expiden los concejos municipales; 6.2.2.2. Rastro: Regula el servicio de utilización de las instalaciones de propiedad municipal para el faenamiento de ganado, mayor y menor, en los denominados camales municipales, incluido el servicio de control veterinario. Un rubro importante que también 18 De la enumeración que constaba en la Ley de Régimen Municipal, se ha excluido la tasa por alteración de pesas y medidas (regulación de balanzas); y, matrículas escolares. 353 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos forma parte de la realidad de las administraciones municipales en la actualidad, es la regulación de los camales privados, en el que se discute la obligación de pago de esta tasa, pues bien podría ser sustituido por otro servicio como el de autorización de establecimientos. 6.2.2.3. Agua potable: Las tarifas por este servicio, cuando es prestado por entidades descentralizadas creadas de manera expresa para tal fin, se discute si su naturaleza sigue siendo tributaria o se trata de un precio público, como cuando existe de por medio una empresa pública municipal prestadora del servicio; en el modelo de gestión del recurso agua contemplado en la Constitución, no cabe la delegación de la gestión al sector privado. 6.2.2.4. Recolección de basura y aseo público: Al igual que el servicio de agua potable, cuando se presta a través de entes descentralizados, se discute la naturaleza tributaria de las tarifas; el principal problema que tiene esta tasa es el mecanismo de recaudación de los valores. La mayoría de las administraciones utilizan la planilla de energía eléctrica, otras las de consumo de agua potable y algunas las del impuesto predial. 6.2.2.5. Control de alimentos: Esta es una materia compleja, no muy bien definida, que se sobrepone con las atribuciones del Ministerio de Salud en materia de control sanitario, que deberá ser esclarecido con la transferencia de competencias en materia de salud. 6.2.2.6. Habilitación y control de establecimientos comerciales e industriales: Derivado de políticas de control urbano en zonas destinadas de manera específica como zonas industriales o comerciales. 354 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” 6.2.2.7. Servicios administrativos: Cubren una amplia gama de actuaciones de la administración, como el otorgamiento de certificados, líneas de fábrica, sectorización, etc. 6.2.2.8. Servicios de alcantarillado y canalización: Se recauda de manera conjunta con la tasa por el servicio de agua potable. 6.2.2.9. Otros servicios de naturaleza semejante: Se incluyen mercados, ferias libres, control de contaminación ambiental, entre otros. La ley no contempla exoneraciones para el pago de esta clase de tributos, razón por la cual, el Estado y las entidades del sector público también las pagan y deben hacer constar en sus presupuestos, partidas presupuestarias específicas con tal fin. En la actualidad muchas administraciones municipales han incorporado el cobro de tasas por otros servicios, en algunos de los cuales se discute sobre si efectivamente es la contraprestación por un servicio o simplemente se trata de un impuesto disfrazado de tasa. Ejemplo de ello fue la tasa por los servicios de seguridad ciudadana expedida por el Concejo Metropolitano de Quito, el doce de diciembre de 2002, en la que se estableció la tasa con una tarifa anual que iba, en zonas residenciales, entre dos dólares en el sector 9 hasta 27 dólares en el sector 1, (la ciudad estaba dividida en 9 sectores); y en sectores económicos y de servicios entre 18 y 30 dólares anuales, valores que en la gran mayoría de casos, cuando se empezó a cobrar en el 2003, era muy superior al monto que se determinaba por concepto de impuesto predial. Un comentario adicional, la tasa empezó a cobrarse en el 2003 y recién en el 2004, con la reforma a la LORM, se incluyó como competencia municipal, el tema de la protección y 355 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos seguridad ciudadana, con lo cual, en su inicio, el sustento de cobro de esta tasa era por lo menos discutible por falta de competencia explícita a favor de los gobiernos municipales sobre el servicio y porque además el servicio no es tangible, cuantificable ni medible como lo son otra clase de servicios. 6.2.3. Contribuciones especiales de mejoras Las contribuciones especiales financian las actividades y actuaciones de la administración. Se crean en aplicación del principio del beneficio, pues gravan a quienes obtienen beneficio como consecuencia de la ejecución de obras o el establecimiento o ampliación de servicios. Para ello es preciso que se pueda identificar los beneficiarios para distribuir entre ellos los costos de la inversión. La Constitución con poca claridad, habla en el artículo 301 de “contribuciones” y de “contribuciones especiales” y en el artículo 264, número 5 de “contribuciones especiales de mejoras”, lo cual haría aparentar diferencias entre unas y otras, pero la verdad, amén de la poco clara redacción empleada en las normas constitucionales que puede ser fuente potencial de conflictos, en la práctica no existen tales diferencias. En definitiva, las “contribuciones especiales de mejoras” son las que corresponden crear, modificar o extinguir a los gobiernos municipales mediante ordenanza cuando se genera un beneficio real o presuntivo en las propiedades inmuebles urbanas, como consecuencia de la construcción de obras públicas. Los mecanismos para establecer cuando una obra pública beneficia a una propiedad son dos: cuando ésta colinda con la obra pública o se encuentra dentro del área o zona de beneficio o influencia, declarada por el concejo, mediante ordenanza. Un tema discutible es el beneficio “presuntivo”, pues una obra pública no siempre puede generar 356 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” beneficios, y por el contrario, puede resultar perjudicial, como cuando la construcción de un paso elevado reduce o elimina la visibilidad de las edificaciones aledañas, eliminando o limitando la servidumbre de vista, allí el beneficio es discutible, por lo que habría que dejar abierta la posibilidad de analizar caso por caso, como lo propone José Vicente Troya19. A más de la posibilidad que da la Constitución para que los gobiernos municipales creen, modifiquen o extingan contribuciones especiales de mejoras, el COOTAD prevé las siguientes: apertura, pavimentación, ensanche y construcción de toda clase de vías, repavimentación urbana, aceras y cercas, obras de alcantarillado, alumbrado público, construcción y ampliación de obras y sistemas de agua potable, desecación de pantanos y relleno de quebradas, plazas parque y jardines. El sistema tributario municipal, siendo la fuente principal de ingresos propios es de trascendental importancia en la vida institucional de los gobiernos municipales, sin embargo, dada su compleja estructura y el sinnúmero de impuestos que existen, muchos de ellos que no justifican su mantenimiento por sus limitados rendimientos, deben entrar en un proceso de revisión y simplificación para mejorar los recaudos, sobre todo ante la necesidad de cumplir a cabalidad con los principios que gobiernan el sistema tributario y porque es una necesidad para los gobiernos municipales, mejorar la recaudación de recursos propios para fortalecer la autonomía. 19 Ponencia preparada para las V Jornadas Ecuatorianas de Derecho Tributario, Cuenca, 2005. 357 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “Reformas al Código Orgánico de Ordenamiento Territorial Autonomía y Descentralización” Por: Richard Calderón Saltos Sumario A. Abstract. B. Keywords. I. Introducción. II. Fortalecimiento institucional de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD). 2.1. Evitar la creación indiscriminada de parroquias y cantones. 2.2. Garantía para mejorar la gobernabilidad al aclarar el procedimiento para remoción de las autoridades locales. 2.3. Mejoramiento de los ingresos por concepto de incremento del valor del suelo. 2.4. Mejor funcionamiento de las juntas parroquiales. 2.5. Control del área urbana y rural. III. Garantía del derecho a un hábitat seguro de las familias ecuatorianas. 3.1. Mayor porcentaje de áreas verdes. (Art. 424 COOTAD) 3.2. Soterramiento o adosamiento de cables. 3.3. Seguridad en los espectáculos públicos. 3.4. Aplicación de estándares mínimos de construcción. IV. Establecer normas claras de procedimiento administrativo. 4.1. Evitar abusos en los valores de los predios expropiados. 4.2. Agilitar ejecución de proyectos. 4.3. Modificación de la base imponible del impuesto predial rural. V. Regularización de la vivienda. 5.1. Regularización de excedentes. 5.2. Facilitar la partición administrativa. 5.3. Agilitar la expropiación para vivienda de interés social. VI. Planificación del ordenamiento territorial como herramienta de desarrollo, integración y articulación entre niveles de gobierno. 359 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” “Reformas al Código Orgánico de Ordenamiento Territorial Autonomía y Descentralización”* Por: Richard Calderón Saltos** A. Abstract Se exponen las mejoras introducidas al COOTAD a partir de la ley reformatoria, publicada en Registro Oficial Suplemento 166 de 21 de enero del 2014, procesada en la Comisión de Gobiernos Autónomos Descentralizados, presidida por el ponente, Ec. Richard Calderón. B. Keywords Descentralización - Gobiernos parroquiales - Uso de suelo Asentamientos humanos irregulares - Hábitat I. Introducción Los años anteriores al 2007 el Ecuador tuvo una gran inestabilidad política debido a la resistencia social frente a la aplicación de las medidas neoliberales, ésta se expresó especialmente a nivel del Gobierno Central, sin embargo mientras se cambiaba de Presidente cada año y medio en promedio, fueron los gobiernos locales, con incluso reelecciones de sus autoridades, los que se constituyeron, de alguna manera, en la única percepción ciudadana del Estado, y mediante los cuales se atendió necesidades básicas * Ponencia presentada el martes, 12 de noviembre de 2013 en el Seminario Internacional “La Descentralización en el Ecuador y sus retos”, realizado en la Universidad Central del Ecuador. ** (Ecuador). Economista por la Universidad Central del Ecuador, 2009. Asambleísta Provincial por Imbabura, 2005 2009: Alcalde de Antonio Ante por Partido Socialista. 2009-2012: Alcalde de Antonio Ante por PAIS. Representante de América Latina de Gobiernos Locales ante la Unión Europea, Exportador. 361 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos hasta por fuera de sus competencias; por ejemplo las competencias del Gobierno Central de salud y educación, al sufrir un gran deterioro debido a la disminución de su presupuesto, característica del modelo neoliberal, fue compensada por la intervención emergente, aunque caótica, de estos niveles de gobierno; sin embargo esto causó, por otro lado, un descuido de obligaciones propias como agua potable, alcantarillado y tratamiento de desechos sólidos-competencias de los municipios-. Paralelamente como resultado de esta crisis institucional se planteó una descentralización “voluntaria” con sesgos, producto de una visión subjetiva de quienes administraban algunos gobiernos locales, puesto que no respondía a la necesidad de un Estado debidamente organizado que se preocupe por los requerimientos ciudadanos en el territorio, sino por el contrario a intereses relacionados con clientelismos electorales de momento. En esos años, en los que se produjo un debilitamiento del Estado Central, también se fueron profundizando los problemas en la asignación de recursos para los territorios, lo que fomentó una mayor inequidad en las oportunidades de desarrollo de las localidades; es así que se ubicaron discrecionalmente y por presiones políticas pre-asignaciones en el Presupuesto General del Estado, donaciones voluntarias del 25% del Impuesto a la Renta, obras que no respondían a una planificación nacional, entre otras acciones que finalmente culminaron ahondando el histórico bi-centralismo (Quito y Guayaquil) que ha vivido el país históricamente. Frente a esta situación fue urgente un nuevo modelo de desarrollo y, por supuesto, de Estado que permita una mayor presencia de éste en el territorio para atender sus necesidades, así como una relación más ordenada con la sociedad civil. Por esto 362 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” era necesario un fortalecimiento institucional y el establecimiento de competencias para cada nivel de gobierno de una manera clara y organizada en aras de una verdadera descentralización, que implique además una mejor distribución de los recursos financieros. La Constitución aprobada en el 2008 y el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) en el 2010 han marcado el camino para la recuperación del rol del Estado como planificador y promotor del desarrollo, desde lo nacional hasta lo local. En este objetivo, entre otros aspectos, se ha observado que las juntas parroquiales se han fortalecido con un marco legal más claro y mayor presupuesto, los municipios tienen un rol más protagónico en el desarrollo de sus territorios, con la posibilidad de apoyar en los ámbitos social y económico, los gobiernos provinciales tienen una conformación distinta buscando una mayor articulación que evite la duplicación de esfuerzos y finalmente el Gobierno Central ha destinado mayores recursos para atender las necesidades sociales tales como salud, educación, vivienda, vialidad con instituciones mejor organizadas. Todo esto a partir de una mayor planificación y determinación de competencias para cada nivel de gobierno sin perjuicio de la concurrencia de las mismas. Es en este marco, luego de la aplicación del COOTAD desde el año 2010, que se ha contribuido sustancialmente a los objetivos descritos, y se ha notado algunas debilidades que pueden ser corregidas a través de la reforma planteada, que puede ser analizada en cinco ejes: el fortalecimiento institucional de los gobiernos autónomos descentralizados (GAD), garantía para un mejor hábitat de las familias, establecimiento de normas claras de 363 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos procedimiento administrativo, atención a las necesidades concretas de regularización de asentamientos humanos y mejoramiento de la articulación entre los niveles de gobierno. Se debe indicar que estas reformas al COOTAD que se explican dentro de estos cinco ejes se encuentran en trámite; en este momento no ha concluido el segundo debate en la Asamblea, pues esta ponencia responde a la etapa que hasta el momento se ha avanzado y a los diálogos que ha tenido la Comisión Especializada Permanente de Gobiernos Autónomos Descentralizados Competencias y Organización del Territorio con varios actores involucrados en la reforma, tales como las asociaciones de juntas parroquiales rurales, municipios y gobiernos provinciales así como representantes de diversos organismos del Gobierno Central y desde luego con organizaciones sociales preocupadas por esta ley. II. Fortalecimiento institucional de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) En lo que se refiere al grado de fortalecimiento institucional de los GAD se observa una gran diferencia, si miramos desde la temporalidad, mientras los municipios tienen una presencia que se origina en la colonia; denominados ayuntamientos, funcionales a la dominación como parte de la organización política administrativa; los gobiernos provinciales y más aún las juntas parroquiales responden a tiempos recientes, sin embargo en todos los casos requieren de recursos económicos y un marco legal que clarifique algunos procedimientos para cumplir de mejor manera sus funciones y por tanto consolidarse como instituciones que respondan a las demandas ciudadanas y contribuyan al mejoramiento de las condiciones de vida de la población. 364 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” 2.1. Evitar la creación indiscriminada de parroquias y cantones Si bien es cierto es necesaria la presencia del Estado en cada localidad y las poblaciones tienen derecho a organizarse administrativamente, ésta no puede partir de elementos carentes de objetividad y racionalidad; el mismo Consorcio Nacional de Gobiernos Parroquiales Rurales del Ecuador (CONAGOPARE) ha manifestado su preocupación por la ligereza con la que se han venido creando parroquias rurales basada en la atribución de los concejos municipales, lo que a más de disminuir la asignación presupuestaria para cada junta parroquial implica mayor gasto corriente en relación a la población representada por las nuevas juntas; de ahí que se requieren requisitos con mayor sustento para la creación, pues la descentralización no significa una presencia exagerada e indiscriminada del Estado, por el contrario la debilita. Sólo en los últimos tres años se han creado 19 juntas parroquiales rurales pasando de 800 a 819. El mismo criterio sirve para el caso de la creación de cantones por parte de la Asamblea Nacional. En este sentido las aspiraciones de las poblaciones no pueden obedecer a sentimientos de “patriotismo local” o compromisos políticos; sino a fundamentos técnicos verificados por los organismos correspondientes. De esta manera se garantizará que la creación de organismos descentralizados satisfaga las necesidades de sus ciudadanos, sin que se desperdicie recursos en gasto corriente como consecuencia de una atomización de los gobiernos locales que implica crear una infraestructura y mantener un personal que no se justifica en el caso que no cuenten con la población necesaria o los límites de su jurisdicción no 365 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos estén claramente definidos. En este sentido el cumplimiento de los requisitos de límites y de población deberá ser avalada por los organismos técnicos competentes como son el de estadística y censo y el responsable de los límites internos. 2.2. Garantía para mejorar la gobernabilidad al aclarar el procedimiento para remoción de las autoridades locales Al contrario, de lo sucedido en años anteriores a este Gobierno; actualmente se ha notado inestabilidad en la gobernabilidad de los GAD debido a procesos de remoción de sus ejecutivos basados en la normativa vigente que si bien permite el ejercicio de fiscalización de los cuerpos legislativos, no garantiza el debido proceso a prefectos, alcaldes y presidentes de juntas parroquiales por lo que es necesario buscar un equilibrio que sin disminuir la atribución del legislativo se establezca el procedimiento adecuado para que se pueda probar las acusaciones, eliminando posibles sesgos de orden político o los peligros de mayorías de carácter coyuntural que sin verdaderos fundamentos fácticos y jurídicos desconozcan la voluntad popular expresada en las urnas. Además, este tipo de procesos de remoción de los ejecutivos de los GAD genera incertidumbre para los ciudadanos y conlleva problemas para el cumplimiento de las funciones y prestación de servicios del gobierno local, al llegar incluso a existir dos autoridades que proclaman ser los titulares de un determinado GAD; situación que puede demorar varias semanas o meses en resolverse. Esta realidad hace necesario establecer un procedimiento que garantice los derechos al debido proceso de una autoridad electa, con la finalidad de que luego que acusador y denunciado expongan 366 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” sus argumentos se adopte la resolución correspondiente. De allí que solo serán removidas aquellas autoridades que hayan cometido graves faltas que deberán ser probadas durante el procedimiento en análisis. Con la finalidad de dotarle de mayor garantía a este procedimiento se otorgó la competencia de analizar la legitimidad del procedimiento sancionador a una autoridad imparcial. Es por esta razón que se incorpora dentro del procedimiento de remoción una instancia jurisdiccional ante la cual la autoridad que ha sido removida puede acudir por medio de una consulta para que se pronuncie. Para este propósito se le otorga al Tribunal Contencioso Electoral la competencia para resolver esta consulta, ya que de conformidad con el artículo 217 de la Constitución los órganos de la Función Electoral garantizan el ejercicio de los derechos políticos que se expresan a través del sufragio. En este caso el ejercicio de un cargo público de elección popular constituye un derecho de participación política, que en el caso de ser vulnerado requiere de conformidad con el artículo 76, numeral 7, literal m de la Constitución la posibilidad de ser impugnado. 2.3. Mejoramiento de los ingresos por concepto de incremento del valor del suelo Sin duda, uno de los aspectos más importantes para el ejercicio de las competencias asignadas a los municipios y a los GAD en general constituye el financiero, de ahí que los ingresos propios por recaudación de tributos, merecen una atención especial, desde luego a partir de criterios de solidaridad, generalidad, progresividad, eficiencia, simplicidad administrativa, irretroactividad, transparencia y suficiencia. 367 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Uno de los elementos que debe ser considerado es el incremento del valor del suelo por circunstancias especiales; tales como los procesos de planificación, administración y por supuesto por la ejecución de obras, ampliación de servicios públicos, uso de bienes o espacios públicos. Con la aplicación de los planes de desarrollo y ordenamiento territorial y los altos niveles de inversión pública, muchos predios han incrementado en altísimos porcentajes su valor sin responder a una inversión privada y sin existir contribución especial a los municipios por dicho incremento, por lo que se debe ampliar la posibilidad para que los GAD puedan aplicar su capacidad determinadora de tributos. Además, gracias a esta reforma se garantiza que el monto de la contribución especial de mejoras tome como referencia para su determinación el efectivo incremento del valor del suelo como consecuencia de la actividad desplegada por el Estado. De esta manera el valor de este tributo tendrá un parámetro de cuantificación real, evitando un posible accionar desproporcionado por parte de la administración local en el ejercicio de su facultad determinadora. 2.4. Mejor funcionamiento de las juntas parroquiales En la propuesta de reforma también se establece un incremento en los límites autorizados de gastos administrativos para las juntas parroquiales, ya que se demostró que no podían cumplir con obligaciones básicas, se pasa de términos absolutosestáticos a términos relativos-dinámicos, segmentando en dos grupos de acuerdo a sus ingresos por transferencias desde el Gobierno Central, permitiéndoles de esta manera cumplir con la normativa a una mayor proporción de juntas en sus límites de gasto administrativo relacionadas con sus obligaciones mínimas respecto 368 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” a remuneraciones y servicios básicos, consecuentemente mayor aplicación de obtener mayores asignaciones en el futuro de acuerdo al modelo de equidad territorial en el criterio de esfuerzo fiscal. 2.5. Control del área urbana y rural En la Constitución se amplía la capacidad de los municipios en lo que se refiere a la regulación del suelo, ya que no solo se limita a lo urbano, sino a todo el territorio cantonal, incluido el rural, lo que implica un mayor margen de maniobra para la aplicación de los planes de ordenamiento territorial a partir de una dimensión total cantonal como es razonable, más aún cuando la línea que divide lo urbano y lo rural es cada vez más débil en función de la realidad de los territorios y por otra parte los intereses presupuestarios de las juntas parroquiales rurales que al transformarse en urbanas perderían ingentes recursos de las transferencias del Presupuesto General del Estado. De ahí que es urgente el control del uso del suelo y en especial de los fraccionamientos en el área rural, que en la mayoría de los casos tienen como objetivo la construcción de vivienda. En otras palabras el municipio tendrá un mayor control de las urbanizaciones que se pretendan construir y así garantizará que sus ocupantes puedan tener acceso a los servicios básicos, pero siempre dentro de una planificación municipal. Además esta reforma constituirá una herramienta efectiva para evitar el tráfico de tierras. III. Garantía del derecho a un hábitat seguro de las familias ecuatorianas El derecho a un hábitat seguro constituye uno de los elementos necesarios para garantizar el derecho a una vida digna, consta en la normativa internacional de la cual es suscriptor el 369 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Estado ecuatoriano; precisamente del artículo 34 de la Carta de la Organización de Estados Americanos y el artículo 25.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Todos estos aspectos fundamentales para alcanzar el buen vivir y concordantes con la finalidad del Plan Nacional de Descentralización de: “Impulsar la equidad interterritorial y mejorar la calidad de vida en todos los sectores de la población” (Plan Nacional de Descentralización 2012-2015, 2012). Por la importancia del derecho a la vivienda para el desarrollo de una vida digna el constituyente ecuatoriano reconoció el derecho a un hábitat seguro en los artículos 30 y 31 de la Constitución el cual comprende un hábitat seguro y saludable, una vivienda adecuada y digna y el disfrute pleno de la ciudad y de sus espacios públicos. 3.1. Mayor porcentaje de áreas verdes (Art. 424 COOTAD) Un elemento importante para una vida digna de las personas es el equilibrio necesario entre desarrollo y la naturaleza, pues una parte importante del buen vivir es el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Este derecho incluye el acceso a las áreas verdes y comunales, ya que estos constituyen el mejor mecanismo para purificar el aire de las ciudades; de ahí que su fomento es indispensable, no solo para garantizar el esparcimiento de sus habitantes, sino para alcanzar un ambiente más saludable, de espacios que le permitan al ser humano desarrollar sus actividades, disfrutar del descanso, sentirse seguro y compartir con sus familias. En el caso de construcción de urbanizaciones o inmuebles bajo el régimen de propiedad horizontal, el municipio debe exigir que exista un equilibrio entre el número de habitantes por metro cuadrado y el acceso a áreas verdes y comunales. 370 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” De conformidad con la Organización Mundial de la Salud la cifra mínima por habitante de área verde es de 9 metros cuadrados y de conformidad con el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censo (INEC) en el Ecuador existe 4,7 metros cuadrados por habitante, es decir un déficit de alrededor del 50% de conformidad con el estándar internacional y solo diez municipios del Ecuador cumplen con ese parámetro. El COOTAD, en esta reforma, promueve el derecho al hábitat dejando un porcentaje de área verde y comunal de un 20 a 30% en toda división de suelo salvo del fraccionamiento para fines agrícolas. Se deja establecida una excepción en los casos de predios pequeños de menos de mil metros cuadrados, en los que se obliga a que la Municipalidad cree un fondo para la adquisición de áreas verdes, comunales o áreas de mejoramiento. 3.2. Soterramiento o adosamiento de cables Una función importante dentro del ordenamiento territorial de los municipios es el control de la calidad del ambiente, lo cual no solo se ve mermada por la emisión de fluidos y gases, también por la contaminación visual, lo cual se define como todo aquello que rompe con la estética del paisaje. Sin embargo la exigencia del soterramiento de cables busca tener un ambiente visual más estético, y tiene una finalidad adicional; que consiste en proteger la seguridad y salud de los habitantes en especial con los cables de electricidad que en ciertos sectores llegan a estar muy cerca de las terrazas y ventanas de los hogares que como consecuencia ha generado un gran número de accidentes fatales. 371 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Frente a esta situación la Corte Suprema de Justicia ha declarado a las empresas eléctricas responsables por los daños sufridos como consecuencia de accidentes relacionados con los cables de electricidad (Sentencia No. 29-2003), lo cual hace evidente la necesidad de que se tomen los correctivos necesarios para evitar desgracias. 3.3. Seguridad en los espectáculos públicos Esta reforma se ha preocupado por la seguridad en razón de varios incidentes que el país ha sufrido en espectáculos públicos; se establece la atribución para los GAD Municipales o metropolitanos de realizar aforos y verificar el cumplimiento de las normas de seguridad. De esta manera el municipio busca que los organizadores de eventos públicos tomen las medidas adecuadas para proteger los derechos y la seguridad de los espectadores. 3.4. Aplicación de estándares mínimos de construcción El Ecuador se encuentra en una zona de alto riesgo geológico, por lo que las construcciones deben cumplir con ciertos estándares de calidad que garanticen que las mismas soporten una eventual catástrofe natural, así como estándares mínimos de salubridad, seguridad, luminosidad y ventilación, entre otros. Lo anterior significa que es necesario establecer condiciones mínimas de seguridad en las construcciones. En ese sentido es imperativo que las normas ecuatorianas de la construcción como regulaciones técnicas que buscan salvaguardar la integridad de las personas sean de cumplimiento obligatorio. 372 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” IV. Establecer normas claras de procedimiento administrativo Para el cumplimiento de las competencias asignadas a los GAD es importante la agilidad y oportunidad de los resultados obtenidos con procedimientos administrativos, en esto radica el acceso expedito a los servicios y beneficios de los habitantes, se plantea entre otras estas reformas: 4.1. Evitar abusos en los valores de los predios expropiados La reforma propuesta hace referencia a la necesidad de hacer constar como norma supletoria a la que regula la contratación pública en el Ecuador, especialmente en lo que tiene relación con dos casos, el primero, es el que se encuentra contemplado en la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública (LOSNCP), relacionado con la limitación que se pone al pago por concepto de expropiación en el cual se indica que no se pagará más del valor contemplado en el avalúo catastral de la municipalidad, en primer momento parecería perjudicial para los propietarios, pero realmente se cumple con dos funciones, la primera el sincerar los valores de las propiedades y el segundo limitar el pago excesivo por conceptos de expropiación; de tal manera que el juez está en la obligación, en cumplimiento de la norma, de no exceder el valor constante en el avalúo municipal. Por otro lado la reforma busca que la determinación de los avalúos prediales que son acordes a criterios técnicos tengan coherencia cuando se suscitan procesos no tributarios como las expropiaciones y debido a la dinámica del mercado de bienes raíces se permite realizar al contribuyente una actualización en cualquier tiempo, lo cual permitirá que los catastros respondan al valor real del predio. 373 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos 4.2. Agilitar ejecución de proyectos La intención de la presente norma reformada, es establecer con claridad que se trata de una compensación que debe realizar el ciudadano en relación con la obra que realizan frente a su propiedad o que de cualquier forma le beneficie de manera indirecta. Es decir, se trata de una forma de pago de la contribución especial de mejoras, de manera parcial o total, con la cesión de hasta el 5% del área del terreno, en caso de existir una diferencia de pago, se procederá en la forma y condiciones que determinen las ordenanzas correspondientes. 4.3. Modificación de la base imponible del impuesto predial rural Se propone un cambio en la determinación de la base imponible del impuesto predial rural que tenía un carácter regresivo, especificándose como base imponible el valor del predio y las edificaciones, eliminando otros elementos; tales como: maquinaria agrícola, ganado y otros semovientes, plantaciones agrícolas y forestales; esto en concordancia al principio de costo beneficio y eficiencia fiscal; así como también derogando una normativa de la década de los setenta que desincentiva a la pequeña agricultura de subsistencia. V. Regularización de la vivienda El caos y el desorden urbanísticos son dos problemas centrales. El crecimiento de la población urbana que caracteriza al Ecuador desde los años 60 del siglo pasado generó un desarrollo urbano desordenado, sin planificación, regulación ni control, con carencias en las prestaciones de servicios básicos y con profundas asimetrías territoriales. 374 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” El proceso acelerado de crecimiento urbano responde principalmente a dinámicas socioeconómicas y de mercado de suelo individualistas, inequitativas y especulativas. Mientras más fuerte sea el mercado inmobiliario y tenga menos regulación, mayores son los niveles de exclusión y especulación. Así también la demanda de vivienda especialmente por los sectores de menor ingreso ha permitido el tráfico de tierras, agravando esta problemática. El número de hogares identificados en asentamientos informales localizados en Ecuador son los siguientes:1 Aproximadamente de familias de AHÍ registradas TOTAL AHÍ AHÍ con familias registradas Aproximado de familias CARCHI EL ORO ESMERALDAS FRANCISCO DE ORELLANA GUAYAS LOJA LOS RÍOS MANABÍ NAPO PASTAZA PICHINCHA SANTA ELENA ZAMORA CHINCHIPE 6 10 8 2 71 5 5 8 1 4 1 16 8 6 10 8 2 71 5 5 8 1 3 1 12 8 131 20288 1155 2591 14576 242 470 1132 35 1329 400 13596 433 TOTAL GENERAL 145 142 56378 Nº. PROVINCIA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 El proceso de crecimiento urbano acelerado no ha generado dinámicas que mejoren la calidad de vida de la población de modo equitativo. Algunos municipios han iniciado procesos de recuperación del espacio público; sin embargo, estos esfuerzos 1 Fuente: Comité Interinstitucional de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares, 2013. 375 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos son aislados y se evidencia la necesidad de esta reforma de generar marcos específicos de regulación y control nacional -como parte de un desarrollo territorial inequitativo- y de reconocimiento de las capacidades de cada territorio en función de un sistema de ciudades. (Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017, CNP). En este sentido la reforma buscaría agilitar los procedimientos administrativos para la regularización de vivienda, dando facilidades tales como: condiciones socioeconómicas de los posesionarios, pagos realizados anteriormente a los pseudo propietarios para deducir del precio a pagar, estableciéndose mediante ordenanza el grado de consolidación. 5.1. Regularización de excedentes La municipalidad como parte del Estado es la entidad pública competente para planificar, controlar y legalizar el ordenamiento territorial del cantón relacionado con los planes nacionales de desarrollo y las necesidades propias de cada circunscripción territorial, para lo cual el uso de suelo es un derecho real que tenemos los ciudadanos limitado por la función social y ambiental del mismo, lo cual está dispuesto expresamente en el COOTAD. La Procuraduría General del Estado, en respuesta a la consulta realizada, dejó sentada una obligatoriedad al Municipio para cobrar el precio de mercado de todo excedente sea público o privado que resulte de una diferencia de medición, causando problemas en la administración pública, porque el pronunciamiento no diferencia entre el suelo de propiedad pública municipal, propiedad pública que no es del municipio y de propiedad privada. La reforma busca normarlos problemas existentes de la regularización de excedentes de suelo, debiendo el Municipio mediante ordenanza establecer la medida del error técnico que si 376 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” está dentro del parámetro aceptable será legalizado sin pago alguno, mientras que si sobrepasa dicho porcentaje, el mismo Municipio establecerá el procedimiento para la regularización con el pago de la justa valoración considerando la situación socioeconómica del solicitante. Se aclara que se clasifica los predios para la regularización de excedentes entre públicos municipales y públicos no municipales o privados; en este último caso con la incorporación de un artículo con procedimiento similar. 5.2. Facilitar la partición administrativa La partición administrativa es la facultad del alcalde que le confiere el COOTAD, para resolver la consolidación de lotes o viviendas en un predio de propiedad común pro-indiviso o copropiedad; en base a una excepción a la regla general de la partición judicial y extrajudicial; la misma que está regulada por el Código Civil y Procedimiento Civil para el caso de la judicial y en la Ley Notarial para la partición extrajudicial. La reforma al procedimiento administrativo está en la simplificación del trámite, ya que se elimina la propiedad fiduciaria a nombre del municipio de beneficiarios que no pueden ser identificados y la caducidad del derecho para exigir la reposición del bien en cinco años. 5.3. Agilitar la expropiación para vivienda de interés social La expropiación por razones de utilidad pública o interés nacional o social, es la herramienta que el Estado tiene para cumplir con sus fines y los objetivos comunes de la sociedad. Hasta antes 377 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos de la aprobación del COOTAD, el Estado no tenía la posibilidad de controlar los asentamientos humanos que generalmente se producen en las periferias de las principales ciudades del País, en complicidad de los Municipios que no tenían la competencia de controlar este problema, y una vez consolidados los asentamientos humanos informales el Estado Central debía proponer leyes con el objeto de regularizar los asentamientos con un gran gasto público por la falta de planificación, control y ordenamiento del espacio público. Con la Constitución y la publicación del COOTAD, la competencia de regular los asentamientos humanos informales se transfirió al Municipio estableciendo un procedimiento especial para expropiar bienes inmuebles de dominio particular para construir programas sociales de vivienda de interés social, en el cual se incluye la regularización a personas que están asentados en espacios de terrenos o predios de manera estable y permanente por cierto tiempo y que exigen la intervención del Estado en todos sus niveles para satisfacer sus necesidades básicas de agua potable, luz eléctrica, alcantarillado, salud, educación, producción y recreación. La reforma planteada a esta institución de expropiación especial para vivienda de interés social y regularización de asentamientos humanos informales sirve para agilitar el procedimiento expropiatorio sin cumplir el requisito de consignación previa para la ocupación inmediata a favor del propietario del predio buscando una solución permanente de legalización para los posesionarios, entregándole al Municipio la potestad administrativa de definir las condiciones sociales, económicas, técnicas y administrativas para cumplir con la regularización. 378 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” VI. Planificación del ordenamiento territorial como herramienta de desarrollo, integración y articulación entre niveles de gobierno Como se señaló al inicio del documento, la historia del Ecuador ha evidenciado un proceso de centralismo grave, superposición de competencias, duplicación de esfuerzos y dispersión de recursos públicos; sin una mirada territorial integral que considere al territorio como una parte de un todo. Proponiendo superar esta situación, la Constitución y el COOTAD tienen claro que un territorio organizado con planificación sobre el uso del suelo nos permite crear las condiciones para desarrollar una sociedad más equitativa y equilibrada, consolidando áreas dotadas de infraestructura, reservando áreas verdes y comunales que garanticen una armonía con la naturaleza para futuras generaciones; dotando al sector comercial, industrial y de servicios ventajas de carácter competitivo desde la construcción de infraestructura básica, manejo adecuado de desechos líquidos y sólidos, entre otros. El COOTAD regula la organización, competencias, facultades y funcionamiento de los GAD, además la obligatoriedad de la elaboración del plan ordenamiento territorial, para cada nivel de gobierno como necesarios dentro de su funcionamiento y asignación de recursos. Sin embargo la falta articulación y coordinación entre los distintos niveles de gobierno no ha permitido tener mayor incidencia en los problemas señalados anteriormente. El COOTAD desarrolla la organización territorial definida en la Constitución, que comprende regiones, provincias, cantones y parroquias rurales. Para cada una de estas unidades territoriales define requisitos de creación, regula la fusión de cantones y de parroquias; y norma el detalle de la conformación de regiones a partir de las provincias. 379 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos En la actualidad todavía no se cuenta con un ordenamiento territorial integral acorde al Buen Vivir2, más bien buena parte del territorio se encuentra caotizado, principalmente el sector urbano marginal, caracterizado por la ausencia de espacios suficientes para desarrollar la obra pública con el propósito de satisfacer necesidades primarias de la población; asentamientos humanos irregulares sin dotación de áreas verdes, comunales y espacios recreativos, tráfico de tierras, falta de consolidación del casco urbano y optimización de infraestructura básica existente, falta de definición de espacios destinados a actividades económicas comerciales, industriales, agropecuarias específicas, déficit en servicios básicos especialmente de agua potable y alcantarillado3, contexto que no garantiza un crecimiento ordenado de la ciudad y centros poblados. El Ecuador requería y todavía requiere de un proceso intenso de reorganización territorial del Estado4, que refuerce la autonomía territorial e impulse decididamente la descentralización, articulación y la democratización de los diferentes niveles de gobierno, así como avanzar en el objetivo de la equidad interterritorial. 2 3 4 El Plan Nacional para el Buen Vivir 2013 - 2017 establece la definición de: Modelo territorial deseado y de los lineamientos de planificación territorial.- Este constituye el reflejo de las actividades que se deben realizar dentro del territorio, con el propósito de mejorar el uso de las tierras, la ocupación del territorio y la conservación de la naturaleza. Los lineamientos de planificación territorial constituyen grandes pautas o directrices para disminuir los desequilibrios económicos, sociales, de infraestructura y ambientales, sobre la base del manejo adecuado de los recursos naturales y del control de las fronteras urbanas. Con estos lineamientos se quiere propender a un reequilibrio territorial mediante el cumplimiento de propuestas de actuación que deberán efectuarse a corto, mediano y largo plazo. Plan Nacional para el Buen Vivir 2013 - 2017, la cobertura de agua potable y alcantarillado da cuenta de las diferencias territoriales que existen entre las zonas urbanas y las rurales. A diciembre de 2011, el porcentaje de viviendas con acceso a la red pública de agua alcanzó el 35,4% en zonas rurales, frente al 93,2% en áreas urbanas. De acuerdo al último censo de población y vivienda CPV 2010, el Ecuador tiene una población de 14 .5 millones. La proyección establece que para el año 2025 la población bordeará los 18,6 millones de habitantes (INEC, 2013), el 62.7% de la población ecuatoriana vive en áreas urbanas y el 37.3% en áreas rurales. La bipolaridad política y económica histórica (Quito - Guayaquil) abarca a más del 30% de la población del país. 380 Memorias del Seminario Internacional: “La descentralización en el Ecuador y sus retos” El Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017 plantea una Estrategia Territorial Nacional que marca como uno de sus objetivos principales el cambio de la matriz productiva y procesos de sustitución selectiva de importaciones requiriendo de áreas específicas para potenciar e incrementar la producción nacional principalmente industrial, siendo necesario un ordenamiento territorial acorde a éstos nuevos retos como país y a considerar las particularidades propias de la industria para crear las condiciones que generen ventaja competitiva, disminuir las externalidades negativas con un enfoque integral de largo plazo, un acceso y dotación eficiente de servicios básicos; así como mejorando la eficiencia en la inversión de obra pública y creando condiciones básicas para generar competitividad en el sector privado. El objeto de la reforma es buscar normativa para especificar la regulación del ordenamiento territorial nacional y sus mecanismos para garantizar la concordancia de los planes de ordenamiento territorial su articulación y contribución al cumplimiento de las directrices y metas nacionales, la estrategia territorial nacional para tener un enfoque sistémico del ordenamiento territorial y los modelos de gestión regulados por el Consejo Nacional de Competencias para el ejercicio de las competencias exclusivas y concurrentes asignadas a los distintos GAD. La normativa propuesta, articula a los diferentes niveles de gobierno en la planificación del ordenamiento territorial, de acuerdo a sus competencias constitucionales. La descentralización sigue constituyendo un reto para el Ecuador y por lo tanto sujeta a ser debatida por todos los actores sociales relacionados, más aún cuando estamos cerca de la creación de las regiones, lo que implica una mayor coordinación de los niveles de gobierno en base a una aplicación eficiente del régimen de competencias, sobre todo si 381 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos consideramos la limitación de recursos financieros propia de un país que tiene todavía muchas necesidades por resolver. Las reformas al COOTAD planteadas buscan contribuir a la consolidación de la descentralización en el país y al principal objetivo de ésta, como es el buen vivir para las y los ecuatorianos, sin embargo sólo una acción comprometida de todas las instituciones y la población en general permitirá avanzar en estos objetivos. 382 Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos Subsecretaría de Desarrollo Normativo Coordinador de publicación Sebastián Ibarra González ISBN: 978-9942-07-812-4 Derechos de autor: 045562 Diseño, diagramación e impresión: Advantlogic Ecuador S.A. Edición: Advantlogic Ecuador S.A. 1ra. Edición: 2015 Quito - Ecuador