INC. PRISION DOMICILIARIA . DISIDENCIA. ART. 329 CPP – PELIGROSIDAD PROCESAL – PROCESO ABREVIADO – INTROMISIÓN EN FACULTADES DEL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL – PENA EN EXPECTATIVA. N° 245 T. 24 Venado Tuerto, 21 de Diciembre de 2012. VISTO: El Expte. Nro. 221/2012 “INCIDENTE DE PRISIÓN DOMICILIARIA EN FAVOR DE N., L. M. EN AUTOS “N., L.M. S/ROBO SIMPLE”; CONSIDERANDO: Contra lo resuelto en audiencia oral -protocolizada con el N° 1237- del 7 de Noviembre de 2012 por la que el Dr. Eduardo Alejandro Bianchini resolvió: 1) DENEGAR la prisión domiciliaria con salidas terapéuticas a L.M.N., filiado oportunamente en autos, en la causa N° 259/12 que se le sigue por ante el Juzgado en el Penal de Instrucción de Venado Tuerto (arts. 329 y 329 II del CPP); 2) Oficiar al PREVEA (Programa Municipal de Prevención y Asistencia en Adicciones) a los efectos de solicitar entrevista de admisión respecto del mismo, a fin de que reciba tratamiento por su adicción a las drogas en su actual lugar de detención, el Dr. Santiago Ruiz interpuso recurso de apelación, el que fuera concedido en la misma audiencia. 1.- El Dr. Santiago Ruiz, abogado defensor de L.M.N. al expresar agravios sostuvo que el A quo hace mención a la pena en expectativa y ello por sí no es suficiente para probar ni el peligro procesal ni el entorpecimiento de prueba. Reflexionó que su pupilo ya fue condenado y cumplió con la sentencia y “si no se fue antes, por qué se va a ir ahora”. Argumentó que puede darse peligrosidad procesal o entorpecimiento probatorio, pero no ambas y que en autos no se probó la primera y ya se realizaron todas las pruebas por lo que se descarta la segunda figura. Asimismo, sobre la adicción de su pupilo señaló que si tanto el Ministerio Público Fiscal como el Instructor y el médico forense en su informe hacen referencia de su enfermedad no lo tratan como tal porque se le dicta prisión preventiva donde el enfermo no tiene contención. En el mismo sentido, hizo hincapié en que la madre de N. siempre informó al Juzgado y a la policía del accionar de su hijo y es garantía debido a que incluso llegó a denunciarlo. Cuestionó asimismo las variaciones con relación al programa PREVEA porque cuando la Defensa propuso a la entidad para brindar tratamiento a su pupilo se lo negaron anticipando que sería un “fracaso” y luego se impone que reciba tratamiento de tal entidad. Por lo argumentado, el Dr. Ruiz solicitó que se revoque la resolución dictada en autos y que se otorgue prisión domiciliaria con salidas terapéuticas a Lucas Nievas. 2.- El Dr. Fernando Palmolelli, Fiscal de Cámaras, al contestar traslado remarcó que la expresión de agravios de la defensa no cumple con la exigencia básica dispuesta en la normativa vigente. Agregó que la reiteración delictiva del imputado fue correctamente valorada por el Magistrado de Baja Instancia y por el Fiscal de Grado al oponerse al beneficio solicitado. Citó jurisprudencia. En cuanto al cuestionamiento realizado al informe médico, sostuvo que la defensa no aportó ningún otro que lo descalifique más allá de sus propios dichos, los que no están avalados por prueba documental alguna. Citó jurisprudencia. Por lo argumentado, el Dr. Palmolelli sostuvo que el tratamiento a recibir por N. puede llevarse a cabo en su lugar de detención -PREVEA- evitando así cualquier peligro procesal sobre el proceder del imputado y solicitó que se confirme la resolución devenida en Alzada. II) Corresponde en las presentes actuaciones resolver el recurso de apelación interpuesto por el Dr. Santiago Ruiz, defensor de L. M. N., contra lo decidido por el Dr. Eduardo Bianchini -Juez en lo Penal de Instrucción de Venado Tuerto- en audiencia oralizada llevada a cabo el 7 de Noviembre de 2012, a través de la cual se denegó el régimen de prisión domiciliaria, con salidas terapéuticas, solicitado por el Sr. Defensor. Examinando los agravios vertidos por el recurrente contra el pronunciamiento apelado -cuestiona que se hayan tenido en cuenta para fundar la peligrosidad procesal los antecedentes del imputado para lo cual señala que dicho extremo resulta insuficiente para fundar la peligrosidad procesal, critica lo expresado por el A quo respecto a Prevea y alega que la madre podría informar periódicamente el cumplimiento de la prisión preventiva domiciliaria por parte de su hijo- la réplica de la Fiscalía de Cámaras, los elementos obrantes en el presente incidente, la calificación provisoria de los delitos endilgados a Cornejo y las pautas contenidas en el ordenamiento procesal respecto a la necesidad de cautela, tras lo cual considero que el planteo recursivo no puede ser acogido, por las siguientes razones: Inicialmente corresponde destacar una vez más que la prisión preventiva resulta excepcional, admitiéndose la imposición de la misma sólo en aquellos casos en que tal medida se encuentre justificada por presumirse que el sometido a proceso pueda realmente perturbar las investigaciones o eludir el accionar de la justicia, circunstancias que deben surgir de autos o poder inferirse a partir de elementos concretos obrantes en la causa. Sentado ello y testeando los planteos introducidos por el Sr. Defensor conforme a los parámetros emanados del sub bloque normativo conformado por los artículos 298 I y 329 del CPP surge lo siguiente: En relación al primer requisito -el inciso primero de la última norma mencionada refiere a la probabilidad de responsabilidad penal del imputado en orden a los hechos que se le atribuyen- considero que ello se encuentra abastecido a partir de los elementos probatorios recogidos hasta el momento durante la instrucción, a partir de los cuales el magistrado dictara el procesamiento por los delitos de Robo y tentativa de hurto calificado (arts. 164 y 163.4, en relación al 42, todos del Código Penal), subsistiendo éste último luego de que fuera sustanciado y resuelto en segunda instancia el recurso de apelación incoado por la Defensa. Respecto al segundo requisito normativo -estimación de que en caso de recaer condena la misma sea de cumplimiento efectivo- entiendo que el mismo también puede verificarse. En tal sentido, como correctamente fuera considerado en el presente incidente, las causas en trámite que registra el causante y la existencia de condenas firmes precedentes permiten proyectar una eventual condena de cumplimiento efectivo. En orden al tercer requisito contenido en el art. 329 CPP -existencia de motivos que autoricen presumir que el imputado puede fugarse o entorpecer la investigación- que introduce el concepto de peligrosidad procesal, cabe destacar que dicha cuestión -medular en el nuevo régimen procesal penalsuele ofrecer dificultades para precisarla y considero que en este caso sí fue abordada correctamente en el decisorio recurrido. A la conclusión precedente arribo tras considerar que además de la referencia a la pena en expectativa, se hizo mención al conato de fuga emprendido por el justiciable al momento en que es aprehendido policialmente, a lo que puede agregarse el no discutido cuadro adictivo severo que padece el sometido a proceso, extremo reconocido por el propio defensor en la audiencia del 21 de Septiembre de 2012, glosada a fojas 5. El último dato referido en el párrafo precedente, si bien patológico, de algún modo influye -y por ello no puede ser soslayado- en el status coercitivo pretendido por la Defensa para el joven L.M.N., cuyo comportamiento -es decir el cumplimiento de un régimen de prisión preventiva domiciliariadifícilmente sea controlable por parte de su progenitora, cuya actividad, horarios y demás condiciones no obran en el presente incidente ni fueron mencionadas por el recurrente en la audiencia oral celebrada ante el magistrado instructor. En función de todo lo dicho y sin perjuicio de que la Defensa pueda plantear a futuro un nuevo status coercitivo -y adecuar su pedido a los fines de que pueda ser debidamente examinado- considero que el decisorio apelado se ajusta a las pautas contenidas en nuestro ordenamiento procesal en materia de prisión preventiva. Por lo tanto se rechazan los agravios expresados a favor de L.M.N.. Sin perjuicio de lo antedicho, atento a que el hecho delictivo por el cual se dispone la coerción no posee una penalidad alta, considero que las partes pueden explorar alternativas según lo establecido en el art. 548 II y ss. CPP, máxime que la eventual pena puede reducirse aún más conforme a lo establecido en el art. 54 de la ley 24.660. Por ello podrá solicitar la salida alternativa al juicio antes indicada. El Dr. Juan Ignacio Prola, en disidencia parcial, dijo: Si bien coincido en lo sustancial con mis colegas preopinantes, no comparto el último párrafo de los considerandos y el punto II) de la parte conclusiva. He aquí mis motivos: Por dicho párrafo se le indica a las partes que pueden explorar las posibilidades de un proceso abreviado, en razón del tipo de delito que se le imputa y a la pena en expectativa. Sin embargo, a mi criterio, tal directiva importa una intromisión inadmisible en las facultades del Ministerio Fiscal y en la jurisdicción del Magistrado, sin perjuicio de conformarse un prejuzgamiento sobre la cuestión de fondo, que no ha sido materia de debate en esta instancia. En este orden de ideas, juzgo que el mentado párrafo y el punto II) de la parte resolutiva, se oponen a lo dispuesto por el art. 7 de la ley 13.018; por lo que no deben formar parte de la resolución que dicta la Sala. Así voto.- Dr. Juan Ignacio Prola En definitiva, leídas que han sido las partes, la Cámara de Apelación en lo Penal, por mayoría, RESUELVE: I) Confirmar íntegramente el decisorio objeto de apelación. II) Hacer saber a las partes que podrán solicitar la utilización de salidas alternativas al juicio. Insértese copia autorizada, hágase saber y bajen. FDO. DR. TOMÁS GABRIEL ORSO – DR. FERNANDO VIDAL – DR. JUAN IGNACIO PROLA (EN DISIDENCIA PARCIAL).-