:L -. f::- -t Eeq '==§= (} § § § m rD 3 §, fD fr o r§ 't Q. ffi @ 7, trt e§ ffiw ñ" Fr ffiá iffiw ffir6 ffi § La reforma agraria en México desde 1853 5us tres ciclos legales crxrno u¡rv' Rsrt,urro ou cr¡l,rcl,rs Ecosóu rc«r Arnrx rsr.R,,r.Llr,,qs ROSARIO VARO BERRA La reforma agraria en México desde 1853 Sus tres ciclos legales Prólogo de James W' Wilkie UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA - ücm PRoGRAM oN MEXlco PROFMEX JUAN PABLOS EDITOR GunonLnlnnn / Los ÁructLrs 2002 / MÉxlco Primera edición, 2002 D.R. O 2002. UulveHSiDAD DE Gunn,cLAJ,{R\ Coordinación Editorial Francisco Rojas González 131 Colonia Ladrón de Guevara 44600 Guadalajara. Jalisco. México D.R. O 2002. Ucm PHomrc-\¡ ou Mexco 10353 Bunche Hali 405 Hilgard Ar¡enue Los Ángeles, Calilornia 90024- l4B7 D.R. O 2002, Pnopuax UCLA Prograur on Mexico 10353 Bunche Hall '105 Hilgard Avenue Los Ángeles, California 90095-1487 D.R. O 2002, Junrv P¡.slos E»non, S.A. Mexicali 39 Colonia Hipódromo Condesa 06100 México, D.F. ISBN: 970-27-0009-4 lmpreso y hecho en México Pntued and made tn Nlenco ALos camPesinos que han utuido los tres ciclos de La rreJ'orma agraría' lndtce Agradecimierttos hóLogo OrucoN Y AIcANCE DEL LrBRo 11 i5 16 Resuuolv DE LA TRAYECToRTA DE LA Docr()RA RosARro VARo BERRA CoN¡rzueuclor,{Es DE ESTE LIBRo t7 l8 ,Á Poso¡ra 2002 JA BreLlocRAF[e oeL pRór-oco 48 heJacío 55 1. lntroduccíón Periodhación de la tegislacíón nexicana de lo Lerrcncia de la tierra desde 1853 e inrportancta de la reuolución legal de la tenencia. clesde I 992 63 2. Antecedentes coloniales y primera reuolución legal de la ienencío de La tierra. 1853-1909. Distinciórr entre propie.dad comunal y ejído 3. Segurrda re,coluciórt legal de la tenencia de la tierra g su "retorno, al ejtdo, 1910-1990 4. Itt rpnuatizocióry de ejidos y de tierras: debate sobre la situación g promulgación de La nueucl LegtsLación agtraria de 1991 MARCO JURÍDICo 75 107 t45 l6r 5. lnstnn'tentación de ta lcg Agrarta "racional, Problemns desde 1992: el caso de Oaroca ANTECEDEN,IES. 1 978- 1 988 LrcrsLacro¡r ME.\rcANA DE I 992 REGLANTENTARTA oel, aRtÍcur-o 27 INstRunre¡¡r¡crór¡ oel PRocooe y pRoBLEMAS DE TrruLACtoN DE TTERRAS ossoa 1992 Esragloctl4r ¿l,ro oo PRocalrpo EsrnucruR¡ DE L{ TENENCIA DE LA TIERT.{ EN MÉx¡co co¡.¡srrucroruar, t7l 17t \74 179 r86 Y RNSULTADOS DEL PROCEDE Y EL PROCAX,fPO 205 DEBATE EN PRoCESo 219 Cor'lclusroNes Los LARcos pERIoDos DE rivrRl 'ue:'itAr-tót DE CADA NUEVO CAMtsIO LECAL E]\ LA LEGISLACION DE LA TENENCIA DE LA TIERR{ 221 EpíIogo: 1997'2000 225 Apéndices 237 Apéndice I Apéndice 2 Apéndice 3 Apéndice 4 Apéndice 5 Apéndice 6 Apéndice 7 Apéndice 8 Apéndice 9 Apéndice l0 Apéndice I I Apéndice I la Apéndice 12 Apéndice 13 Apéndice l4 Apéndice l5 Apéndice 16 Apéndice l7 Apéndice 18 Apéndice l9 Apéndice 20 Btbliat r:.fia 239 254 257 259 26]l 271 354 3s5 36r 364 365 .-roo 368 369 370 37r 372 J/.1 371 378 382 393 Agradectmíentos Este libro es el resultado de los aportes de muchas personas con quienes he mantenido conversaciones y discusiones a través de los años, entre ellas campesinos, expertos en la reforma agraria, profesores, funcionarios y servidores públicos, lÍderes rurales, colegas, familiares y amigos. A todos quiero expresarles mi gratitud por su apoyo, asesoramiento, conocimientos, información, consejos, entendimiento, paciencia y estímulo. Específicamente, quiero reconocer al Dr. James W. Wilkie de la Universidad de California en Los Ángeles (ucl¡) su invaluable contribución a la investigación sobre Mexico. Le agradezco sus series estadÍsticas inéditas que puso a mi disposición, así como las discusiones y los debates que tuvimos sobre la historia de ia reforma agraria en el paÍs. También en la ucLe, quiero agradecer en especial al Dr. James l¡ckhart, a la Dra. Jan Reifi y a la Dra. Sussana Hecht por su apoyo en mis investigaciones. En la ciudad de México, a la antropologa MarÍa Antonieta Gallard, el Dr. Jose RafaelMinor. el Lic. Humberto Naray el antropólogo funulfo Ambriz Osorio del Registro Agrario Nacional (nel); al Lic. Gerardo Va-lera Acevedo de la SecretarÍa de Agricultura, Ganaderia y Desarrollo Rural (Sagar); a la Mtra. Rosa Isabel Estrada Martínez y la Lic. Eva Castillo Gorualez de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, asÍ como al personal de la Bibl-ioteca Melchor Ocampo de la H. Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. ll ll 12 AcReoeclni¿rurcs En Oaxaca, a las personas que me concedieron entrer,istas, datos e información: Lic. Juan Antonio Lopez Sheremberg, Lic. Anabel DíazCruz,lng. Rogelio CruzMeza, Lic. J. Armando Guzmán Alcántara, Lic. Miguel Hernández Cervantes, Adalid Vera Espinoza, Lic. Sixto Henández Velásquez y Lic. Tomasa Ramírez Vásquez del nAN, Delegación Oaxaca; Abelino Galán del rN¡cr; actuario Fernando futeaga Alfaro de Apoyos y Servicios a la Co- mercialización Agropecuaria, Dirección Regional Oaxaca; Dr. Carlos Torres Aülés y M.V.Z. Manuel Delgado Domíguez de la Sagar; Lic. Ignacio MartÍnez Bautista y C.P. Jacobo Berra Dossetti de la Coordinación Agraria de la SecretarÍa de la Reforma Agra- ria; Lic. Manuel Santos de la Procuraduria Agraria. En Jalisco, al Dr. Jesús furoyo Alejandre y su equipo de estudio de temas agrarios en la Universidad de Guadalajara, quienes también me pusieron en contacto con el Lic. José Sá'rchez GonzaJez. En el gobierno de Oaxaca, a las personas que me proporcionaron entreüstas e información: Lic. Roberto Olivares de la Comisión Agraria Mixta del Gobierno del Estado de Oaxaca; Arq. Jorge Vargas, Lic. José Bueno de la H. Cámara de Diputados; Lic. Miguel Garzón de la Junta de Conciliación Agraria del Gobierno del Estado de Oaxaca; Lic. Víctor de la Vega Ponce de León de la Secretaria de Movilización Ciudadana; Dr. Mardiel Hernández Caballero, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oa,xacai Lupita Rojas de la Hemeroteca del Estado de Oa-xaca. En va¡ios estados mexicanos, a ios campesinos que me concedieron entreyistas: Casiano Pacheco Martínez, Carlos Pacheco, Joel Hernández MatÍas, Ernesto Labariega Castillas, Cirila Amarantes y muchos otros. En especial, agradezco al C.P. Agustín Vale, lÍder de los campesinos que me introdujo en muchos ejidos y comunidades. En Los Ángeles, a cuatro personas que me dieron su apoyo en la investigación y me ayudaron a escribir este libro: Edna Monzón Wilkie, Garrick Wilkie, Carlos \¡aro Berra v Jack Patrick. AcH¡oocnrromos 13 Agradezco a las siguientes instituciones: Al ucm Program on Mexico y al Conacyt por su apoyo financiero para la realización de mi investigación de campo. A Ia Universidad de Guadalaiara y su Departamento de Estudios Regionales-lneser por el patrocinio a mi int'estigación bajo los auspicios de la Fundación William and Flora Hervlett, así como el estÍmulo intelectual proporcionado con la publicación de este estudio. Mi especial agradecimiento a Adriana Patricia López \¡elasco, directora de publicaciones de PRoFNlEx, quien ha hecho tanto para que sea posible la publicación de este libro. así como a Daüd RodrÍguez Álvarez por el cuidado de la edición. PróLogo Me da una gran satislacción presentar este libro de Rosario Varo Berra, en ei cual Ia autora ha logrado esclarecer los acontecimientos en el proceso histórico de tres ciclos que mi conceptualización había postulado: I i. La creación de las grandes propiedades bajo la nación (1853-1909). Inicialmente, la idea fue dar al Estado control sobre las tierras ubaldÍas,, cobrar impuestos a las haciendas v colonizar el país, pero ésta se transformó en el concepto de fraccionar las tierras comunales, los latifundios privados y los que eran propiedad de la Iglesia para crear pequeñas propiedades, y de ailÍ sr"rrgió la noción de consolidar grandes propiedades privadas. 2. La conversión a pequeñas propiedades comunales (19101991). La meta de este periodo fue dividir ias grandes pro- piedades privadas y crear el sistema de ejidos indiüduales y colectivos, siempre dejando espacio para la propiedad privada, pero sujeto a las modalidades que dictase el interes público. 3. El intento de crear propiedades de agricultura moderna (desde 1992). La idea ha sido desalentar la forma tradicioI Véase mi articr-rlo uPrimera reforma agraria en México, 1853- 1909, a través de la estadÍstica nacional,. En De la Peña v Wilkie ( I ee4). ti 5l 16 pnórcco nal del ejido y alenta¡ a los campesinos a rrolverse emprendedores individuales o formar sociedades agroindustriales, mercantiles y civiles. Permite pero no requiere, como en el segundo ciclo, la creación de nuevos ejidos. Ozuceil Y ALCANCE DEL LIBRo En el desarrollo de esta tarea, la doctora Varo Berra ha ampliado mi enlbque porque no sólo lo desarrolla y actualiza, sino que hilvana y logra la visión de conjunto de muchas de mis ideas dispersas en publicaciones relacionadas con el tema de la distribución de la tierra en México. Ella ha sacado a la luz por primera vez la serie estadÍstica sobre la distribución de la tierra elaborada por mí. Además, la doctora Varo Berra ha elaborado sus propias dimensiones, especialmente al compilar estadÍsticas a nivel estatal y enfocar su análisis en la transición al tercer ciclo y el desarrollo que inició Carlos Salinas de Gortari, ei cual aborda especialmente los problemas que ha tenido elgobierno con títulos, crédito y extensión agncola. EI origen de este libro se remonta a 1963, cuando inicié mi investigación sobre la relorma agraria en México, como un aspecto de mi esfuerzo por entender la presidencia deLázaro Cárdenas (1934- 1940), que tuvo gran impacto en la nnueva creación, del sistema ejidai. No obstante que habÍa acumulado una bue- na cantidad de datos sobre muchos aspectos del régimen cardenista, taies como la distribución de tierras ejidales, pronto me di cuenta de que la mejor manera de analizar el significado de la época de Cárdenas era ponerla en perspectiva en relación con los eventos históricos anteriores y los que siguieron a su gobierno. Entonces centré mi inr¡esti€iación en la comparación del gasto proyectado por el gobierno central de cada régimen con el gasto real, y a éste Io relacioné también con el gasto social ffilkie, 1978) presentando únicamente resúmenes de datos sobre ia distribución de Ia tierra. Pnorcco 17 Aunque llegué a actualizar el resumen total de estadÍstÍcas sobre la distribución de ia tierra hasta el año 1988.2 es ia doctora Varo Berra quien, en este libro, pone a prueba ntis datos y desarrolla un anáiisis completo de los mismos. Ella no sólo publica aquí las estadísticas del primer ciclo por estado, que yo habÍa desglosado sin publicar,s y de las cuales había yo extraÍdo datos para parte del segundo ciclo.a siuo que completa la serie en formas que yo no había prerristo. RESUMEN DE LA TRAYECTORIA DocroRe Ros,qruo V,qRo BERRA Nacida en la ciudad de Oaxaca, Rosario Varo Berra se graduó como licenciada en admir-ristración de empresas en el Instituto Tecnológico de Oaxaca. habiendo recibido el premio ul¡s Mejores Estudiantes de México,. Obtuvo un diplornado en administración púb1ica estatal en la Faculiad de Ciencias PolÍticas y Sociales de la Uniyersidad Nacional Autónoma de México [uru,*t). Su primer empleo fue en la Secretaría de la Reforma Agraria, como analista delegacional en el estado de Oa-xaca. Posteriormente trabajó por su estado como jela del Departamento de DE LA Organización y Sistemas de la Dirección de Planeación de la 2 Véase mi estudio nThe six ideological phases of Mexico's 'permanent'revolution since 1910,. En Wilkie (1990). ii Por un error de editorial Siglo :m, no se publicó mi desglose por estado. a Cuando utilizo en este caso la palabra «ys» quiero reconocer que me asistieron en mi inr,estigación tanto mi esposa, Edna Monzón \\¡ilkie (investigadora adjunta en el Cenlro de Estudios I¿tinoamericanos cle la ucLA, y desde 1976 mienrbro de Ia Junta de Asesores Internacionales para el Statistical Abstract of Latin America, s¡m), como mi padre, Waldo \\¡. Wilkie (1903-1994). De 1976 a 1994 Waldo actuó como analista editorial para sALA. Tanto Edna como \\hldo fonnaron parle de nÍ equipo de inves- tigaciones estadÍsticas desde la década de los sesenta. 1B PHor-oco Comisión de Plane¿rciótr l,Control de Ia Inversión Pública, ]¡ despt-tés como subdirectora de Planeación de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (uag¡o). La doclora \hro Berra era la directora de Relaciones Públicas de la u¿ruo cuando yo la conocÍ en 1984, durante tni t¡isita como consultor a esa universidad. patrocinada por la División de Intercaml¡ios Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Sección Cultural de la Erlbajada de Estados Uniclos en México. De l9B5 a 1987 la doctora Varo Berra se dedicó a la inr,estigación social 1, económica contparativa en Portugal, España, Francia, Italia, Bélgica, Aleniania, Paises Bajos, Austria, Grecia, Turquia, Israel, Egipto, India, Sri Lanka, Nepal, Tailandia, Birmania, China y Japón. En i997 extendió sus lnvestigaciones a Mongolia, China. Tailvan, Vietnam, Camboya, Laos. Malasia y Singapur. asÍ como a Indonesia y Guatemala. Rosario \hro Berra ingresó a la ucLa como becaria del Conacl,t y recibió su maestría en estudios latinoamericanos en 1994, haciendose acreedora al codiciado premio Academlc Achievement A,"vard por ser la alumna más distinguida de su promoción. La doctora \raro Berra realizó la investigación para este volumen durante el curso de sus estudios para obtener ei doctorado, que fueron patrocinados por la beca del Conac¡,t. Recibió el tÍtulo de doctora en historia por la uct-t en i999, Después de varios rriajes al terreno de sus investigaciones para actualizar sus datos, hizo una revisión de su tesis como base para desarrollar este libro. CoNmleucroNES DE ESTE LIBRo Esta obra presenta numerosas contribuciones tanto ai análisis como a la metodologÍa. especialmente en las disciplinas de esta- disticas históricas e historia oral. En lo qr"re a esta úrltima se refiere, durante su estancia en la UCLA la doctora Varo Berra hizo Ia trascripción de muchas entrevistas mías con lideres mexi- PHoloco 19 canos polÍticos y pronto se dio cuenta del valor potencial de este rnétodo de investigación. Así, en la ta¡ea de prepararse para realizar su investigación en México para obtener el doctorado, desarrolló preguntas pertinentes que le sirvieron para entreüstar tanto a lÍderes de programas de gobierno como a campesinos en varias partes de México. especialmente en Jalisco, Puebla y Oaxaca, En sus importantes ent¡eüstas de historia oral en México, como parte de su investigación sobre los problemas de la tenencia de la tierra en su paÍs. la doctora Varo Berra nos muestra no sólo su habilidad para escoger a sus entrer.istados, sino tambien que sabe desarrollar su cuestionario de manera abierta para obtener respuestas sin limitaciones. La doctora Varo Berra presenta, de manera muy gráfica. selecciones de muchas horas de sus entrer,istas con la técnica cle historia oral que reflejan los problemas tradicionales y actuales que enfrenta el sector rural de México. Su apéndice 6, que ofrece extractos importantes de sus entrevistas transcritas, es en sí mismo una contribución importante para entender la complejidad de los temas discutibles de la historia de la tenencia de la tierra en México. En su investigación sobre estadísticas históricas de la Secretaría de la Reforma Agraria, Rosario Varo Berra pudo establecer relaciones excelentes con los oficiales que manejan los datos sobre distribución v tenencia de la tlerra tanto en la ciudad de Mexico como en los estados de1 paÍs. Su eiaboración de las series y de cuadros de clatos específicos nos demuestra la importancia de esta metodologÍa para poder entender los ciclos y tendencias en la historia de México. Dada la importancia prirnordial de la tenencia de la tierra en México, el trabajo de la doctora Varo Berra proporciona un gran senricio a la historia de la nación al poner en orden la estadÍstica histórica en este tema, Al preparar y analizar las series estadÍsticas sobre la polÍtica de reforma agraria y presentarla como un proceso que consta de tres etapas, ia doctora 20 Pnór.oco \¡aro Berra ha dado una nueva corrfiguración a nuestra percep- ción de uno de los procesos más importantes en la historia mundial del desarrollo del sector rural. Al medir la cuantÍa y mostrar los cambios legaies de los tÍtulos de propiedad de las tierras, que son registrados y transferidos por elgobiemo federal mexicano, debenros recordar que dicho registro legal no necesariamente coincide con la reaiidad de la l'ida rural. En la realidad cotidiana los agricultores venden, rentan, fusionan. dir.iden 1'/o subdi"'iden y abaudonan sLls propiedades de manera .ilegal". Sin embargo. la estaclistica del registro priblico de tierras es muy importante por diversas razones. En el'ecto, la información oficial muestra 1o que el gobierno consideró que podÍa hacer y lo que en verdad hizo. Ciertamente, al otorgar tierra a algunos y tomarla de otros, el Estado cambió la estructura de la «propiedad, en todas las reqiones de México. Desde luego, mucho del poder gubernamenta-l era ficticio y las leyes eran hurladas o i$noradas por las costumbres locales. Pero a pesar de todo, la cuestión de la propiedad legal cobró cada vez más importancia a 1o largo de los siglos xLX y x\, hasta volverse fundamental en la polÍtica que se aplicó en cliversos momentos. Lo fue a ta1 grado, qr-re la posesión o el despojo de los títulos legales, así conro la irtcertidumbre de quién es el dueño. se han conrrertido en uguerras,, nlrales para demarcar propiedades. En suma. aurrque el qobierno ha dir:tado 1as reglas legaIes, el sector rural ha lenido que hacer sus propios arreglos para hacer funcionar la r.ida en el carnpo, dando mucho poder a los abogados y jueces que necesariamente ajustar la teorÍa de la 1e1, a la realidad cotidiana. Mientras tanto. elgobierno lederal ha mantenido su propia interpretación de Ia situación del paÍs, tomando sus decisiones con base en las ieves en las clue confÍa. Entre las múlüples coirtribuciones de la doctora Varo Berra en esta obra, una de ias más importantes es hacer que el lector enfoque su atención en el programa de titulación de tierras de Pnórcco 2l propiedad social,5 el cual desde la reforma ai artículo 27 constitucional en enero de 1992 y ia expedición de su Ley Reglamentaria en el mes siguiente, ha tenido como objetivo permitir a ios campesinos tomar decisiones propias. Nos dice Ia doctora Varo Berra que desde la instrumentación de la nreforma a la reforma agraria», que se inició en 1992, por primera vez ios campesinos pueden tomar decisiones propias en cuanto a seguir dentro del sistema ejidal o comunal o cambiar su situación. Ellos pueden: Separarse de la tenencia de la tierra de propiedad social, al adquirir el dominio pleno ya sea sobre su parcela individual o de las tierras de uso r:omún, prerria autorización de Ia asamblea del ejido o la comunidad. Enajenar sus derechos parcelarios a terceros. Ser a la vez pequeño propietario y ejidatario al mantener sus derechos parcelarios o de üerras de uso común; ntal fragmentación implica la posibilidad de duplica¡ automáticamente las membresÍas, lo cual conlleva el riesgo de que ejidatarios exclusivamente titula¡es de los terrenos de uso común puedan decidir sobre el destino de ias tierras aparceladas y üceversa» (cJr Delgado Moya y Molina Ortega, 1996: 55-56). Utilizar su certificado parcelario y de tierra de uso común como garantia para obtener un préstamo particular, lo que no 1, 2, 3. 4. 5. podÍa hacer bajo el sistema ejidal antiguo, que estaba siempre en espera de crédito del gobierno, cada dia más escaso. Arrendar sus parcelas o tierras de uso común a aparceros 6. o arrendatarios a cambio de dinero, crédito y/o equipo. Asociarse con el Estado o con terceros en actiüdades pro- 7, B. ductivas agropecuarias. Participar en la producción de la agricultura moderna en gran escala creada por agricultores particulares. Trabajar su parcela o tierras de uso común con uno o más 5 La propiedad social está compuesta por los núcleos agrarios, ejidales y comunales. 22 Pnóloco de los siguientes sectores; ejidal o comunal, privado, asociación o sociedad civil, mercantil. Aquellos que hayan optado por permarlecer dentro del sistema ejidal pueden trabajar como jornaleros para las grandes extensiones de tierra cultivadas por el sector privado, el cual tiene ahora la libertad de comprar o alquilar Ia tierra de los ejidatarios o trabajar la tierra en conjunto con ellos para ei cullivo moderno en gran escala. Al mismo üempo, Ios nuevos dueños y/o los que hayan optado por seguir trabajando dentro del sistema ejidal, tienen la opción (si no siempre la posibilidad) de vivir de sus rentas. No obstante, analistas como David Barton Bray y Víctor M. Toledo no reconocen lo positivo de estas ocho opciones inexistentes (o poco üsibles6) hasta ei advenimiento de Ia reforma del artículo 27 constitucional y la Ley de Reforma Agraria de 1992. Bray y Toledo perciben el cambio de 1992 únicamente como el principio de una trayectoria antiecológica.7 Irónicamente, Bray y Toledo basan su opinión negativa más en la fe que en datos contundentes. Aunque Toledo argumenta de manera importante que con la Ley de 1992 nlas sociedades mercantiles quedaron en posibilidad de poseer hasta 25 veces el lÍmite individual,,s su suposición básica de que la agri6 ExistÍa la posibilidad de que el sector socia.l pudiera asociarse con el sector privado bajo el programa Alianza para la Producción y la Ley de la Reglamentación. Desafortunadamente casi nadie la tomó en cuenta porque se creía que esta alternatira no era legal sin la reforma del artículo 27 constitucional, la cual no se hizo sino hasta 1992 [véase Wilkie, 1990: 23). 7 Véanse Bray (1992) y Toledo (1992). Bray concluye (p. 289) que la Ley de 1992 que reforma el artÍculo )J «por sÍ misma no tendrá necesariamente un gran impacto en el medio ambiente de México, sino que estará mediada por una variedad de otros factores politicos,. 8 Esta posibilidad en si es muy dudosa a pesar de los argumentos de Calva (2001). Pnórcco cultura comunai es la más correcta ecológicamente (utiliza 23 se- gún él nmenos pesticidas y otros productos químicos agroindustriales,) pierde fierzaante la nueva eüdencia que presenta en el inicio del siglo KXI la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocoo). Los investigadores de la ocoo, quienes udestacan que el au- mento en el uso de pesticida de bromuro de metilo en México durante los años 90 es preocupante para el medio arnbiente porque actúa como una sustancia que agota el ozono,,e señalan que durante los últimos l5 anos.la agricultura puede ser de gran utilidad para eliminar los gases que tienen efecto de invernadero, conservar el hábitat de la tida [sih,estrely mejorar el paisaje..., En fin, los especialistas de la ocor anuncian Que «en el balance lia habido una reducción en las concentraciones de nitrógeno y pesticidas en los rÍos, lagos y en las aguas subterráneas; también hubo un descenso en el nivel de emisiones de gas invernadero asrÍcola, (Gruma y Banorte, 2001). De acuerdo con la ocDB. entre t5 y 40 por ciento de la tierra agrÍcola de México está severa o totalmente erosionada. Además, 197 de 294 cuencas de agua en México están sobreexplotando sus recursos disponibles; más de B0 por ciento del líquido se usa sin cargo alguno para el riego agrÍcola y se calcula que el 50 por ciento se desperdicia debido a deficiencias en el sistema de riego (Grr.rma y Banorte, 2001). La ocoe apunta que, en el principio del nuevo milenio, mientras que la agricultura representa 6 por ciento del els y 19 por ciento del empleo, el uso que hace de los recursos naturales es 56 por ciento del total de ia tierra y B0 por ciento del agua (Gruma y Banorte, 2001). Otros estudios ofrecen también puntos de vista muy solisticados sobre las zonas rurales, particularmente el libro 1' s Citado por Gruma y Banorte, Dirección de Comunicación, bajo el tÍtulo oSevera erosión de la tierra agricola en México,, síntesis de prensa por correo electrónico, 26 de marzo de 2001. 21 Pnóloco ante todo lo población ruralperslste (furoyo, 1995), en el que Jestis An'oyo Alejandre y Alma Alicia Aguirre Jiménez no só1o tornan en cuenta la Ley de 1992, sino tambien el papel delTratado de Libre Comercio de America del Norte {rlca¡): Percibimos una cierta vulnerabilidad en relación con las medidas de fomento que propiciaron el desarrollo de la agricultura y el incremento del nivel de absorción de mano de obra en el renglón de productos básicos: argumentamos para ello que ios beneficios de esta estralegia coluntural podrán verse sesgados al adoptar la política de liberar los precios de garantía para ubicar la comercia- lización en Lrn esquema de precios internacionales significativamente inferiores a los que venian rigiendo en el mercado interno. Exponemos que esta politica podría contraer los niveles de producción y el subsidio directo que otorga Procampo no compensa los desequilibrios económicos originados por la caÍda de precios de estos granos. Concluimos que esta tendencia podrÍa orientar a los productores rurales hacia una sustitución de cultivos, principalmente en favor de frutas y hortalÍzas, para integrar su producción comercial inserta en el ma¡co del rlc con Estados Unidos y Canadá. Argunrentamos que de darse esta sustitución acompañada de un apalancamiento de inversión interna o capital transnacional en el renglón asroindustrial, esta rama podria absorber la población desplazada de la agricultura tradicional de granos básicos, o en algunos casos esta fuerza de trabajo podrÍa incorporarse a centros urbanos dinámicos ubicados en la región que cuenten con una base económica no agrÍcola. Postulamos que en las regiones donde no se den esas condiciones éstas tenderán al estancamiento o retroceso siendo fuen- tes y expulsoras de mano de obra rural (Arroyo y Aguirre en Arroyo. 1995a y 1995b). Pueden compararse los puntos de vista de Arroyo yAguirre con los de autores, como Rodolfo GarcÍa Zamora (1997), que PHóloco 25 ven los saldos nneoliberales, de la Ley de 1992 y el rr,ceru sólo en términos ndesastrosos,, mientras que otros analizan aspectos especÍlicos: i, 2. 3. 4. Julio Pomar, uDesarrollo rurale indÍgena, sin salidas,.r0 Chris i{raul, *Third-World imports besiege Mexico farmers,.rr Francisco Robles, «Amenazan con paralizar a México: Ios pequeños agricultores se maniliestan contra la política agraria del gobierno lde Fox por falta de subsidios oficiales para estimular los cultÍvos de grano y hortalizas, altos costos de la producción y bajos precios de las cosechas debido a la competencia EUA],.12 SecretarÍadeAgricultura, GanaderÍa, DesarrolloRural, Pesca y Alimentación: nNuevo enfoque de desarrollo [rural incluye a los sectores agroalimentario y silvÍcola, para convertir a los campesinos en 'pequeños y medianos' empresarios de maquila, servicios, ecoturismo y artesanÍa, con el objeto de eler,ar el nir¡el de vida de la población rural mientras se aumenta la productividad y la rentabilidad para los productores...l,. 13 Aun cuando debenamos reconocer que en el interior de México muchos consideran problemática la experiencia del tercer ciclo de reforma de la tenencia de la tierra, desde el exterior la realidad se percibe de manera muy diferente, si no idÍlica, En paÍses en desarrollo desde Rusia hasta Rumania o desde Boliüa has)o 11 Excélsiot S de junio de 2001, p. A-21. Ins Angeles Times, l0 de septiembre de 2001 . t2 InOpínión(Los Ángeles), 9 de agosto de 2001. )3 LaJornada, citado por Gruma y Banofte, sÍntesls de prensa, I de diciembre de 2000. InJornadainforuPropuestas ma sobre las del desarrollo rural y alimentario,, correo electrónico, I donde se enumeran ulas fallas de las polÍticas agropecuarias que llevaron a un 'minifundismo empobrecedor', ya que 600/o de las unidades de producclón son menores a las cinco hectáreas, y que cuatro de cada cinco campesinos yiven en la pobreza,. 26 Pnoi-oco ta Venezuela, muchos observadores especializados en historia comparaüva ven a México como un pais que ha iniciado una era que al fin rompe con el pasado rural «cerrado». Celebran que México permita la apertura a cambios modernos a través de soluciones plurales a los problemas de la tenencia de la tierra. Ven que a los campesinos ya no se les trata como niños a quienes el Estado debe controlar a cada paso. Es asÍ que la apertura de opciones a la tenencia de la tierra que ha llegado con el tercer ciclo de la reforma agraria se percibe como uu cambio positirro en elMéxico rural. Aunque el México actual hace un esfuerzo para superar su propia propaganda y Ia fe de muchos académicos en la r.ida comunal,ra es eüdente que ei país necesita nuevas úas de acción gubernamental plural que todar,Ía no se manifiestan.r5 Soy de la opinión de que ei futuro de México requiere: La creación de extensión agrícoia signilicativa del tipo que 1. 2. proponÍan analistas lamosos como Andrés Molina EnrÍquez, Manuel Gómez Morín y Roberto Gayol, La resolución de conflictos sobre tÍtulos. De hecho los Tribunales Agrarios no han funcionado bien y la mayor parte de la población todaúa no tiene la facilidad de hipotecar su tierra o su üüenda. 16 Ia Es irónico que el sÍndrome de Eyler N. Simpson esté aún en pleno auge. En 1937 Simpson escribió su famoso libro, el cual, pese a su tÍtulo, El ejido: úníca salida para Méxíco, probó exactamente lo contrario. Véase Simpson (1937). traducido al español en Problemas agrícolas e indtstríales de México 4:4 (1952). r5 Sorprende que un libro publicado recientemente con un tÍtulo muy amplio pero de cobertura estrecha por el David Rockefeller Center for Latin American Studies no incluya a México en slls estudios de caso, sino que enfoque su atención únicamente en casos sobre Argentina, con referencia a América del Sur y Europa. Véase Solbrig y Di Castri (2001). 16 En el mundo real muchas personas han ocupado la tierra sin tener tÍtulo, por lo que no pueden.legalizar, su propiedad. ...,c Pnó¡.oco 2T 3. La reforma de Procampo para fomentar la acumulación de capital necesaria en el proceso de modernización de la producción agropecuaria. Procampo fue creado para compensar anuaimente, de 1994 a 2008, a los productores agropecuarios mexicanos por los efectos nocivos que para ellos tuüera la transición en el campo al entrar en vigor el rlcRx en I9g4. Los pagos de Procampo por ciclo agrario y por hectárea no han tenido el impacto deseado de capitalizar las unidades productivas lcf tuaujo, 1994). Una solución para Procampo es que el gobierno entregue a los campesinos, en un solo pago, el monto total de los siete años que quedan del periodo de transición, que termina en 2008, para asÍ resolver de inmediato los efectos negativos de este impacto. Los subsidios anuales, aun actualmente, por lo general llegan tarde y únicamente sirven para pagar a los agiotistas. En espera del pago, que no llega a tiempo para cubrir los gastos del ciclo agrario, los campesinos necesitan pedir al agiotista un préstamo, el cual acumula intereses usurarios. (Bajo este sistema, irónicamente, sólo el agiotista acumula capital.) Afortunadamente, a fines de 2001 la Cámara de Diputados aprobó la propuesta del presidente Fox de pagar a los campesinos por adelantado el total de la compensación por los siete años, comenzando en 2002.17 ...- AsÍ, los Tribunales Agrarios y sistemas de registro de la tierra funcionar únicamente en teorÍa, porque son pocas las perso- nas que quieran exponerse a una lev que pueda despojarlas de sus tierras o su üüenda. Además, tomemos en consideración que la instrumentación del Procede para la certilicación y titulación de tierras en opcionai. Véase la importante tesis de Cruzy Rosilver (2001). Confróntese Jorge Luis Ibarra Mendíül (lgg9). r7 Cáma¡a de Diputados, comisiones unidas de Agricultura, de Desanollo Rural y de Estudios Lrgislativos, nDictamen de la ...,c 2B Pnórcco Por desgracia, la crisis económica que enfrenta México en 2002 y ia falta de presupuesto federal son un mal au- gurio para la capitalización del campo: hay poco dinero para sumar los pagos anuales v pagar con un solo cheque el monto total de los siete años. Además, el senador Miguel Ángel Navarro (lnr Nayarit) cuestiona la creación de un nuevo Sistema de Garantias y Acceso Anticipado a Pagos Futuros de Procampo como medida para capitalizar el campo. Segun Navarro: oojalá que los 28 mil o los 30 mil pesosrs que recibirÍa un productor de cinco hectareas en una sola exposición, contra un provecto productivo, sean suficientes para sacarlo de la pobreza en que se encuentre,. 4. 1s La construcción de cadenas de producción y yg¡¿¿ de productos dei campo a los mercados.20 Para el siglo xxr la Conasupo (Compañía Nacionai de Subsistencias Populares) ya no existe. Aserca (Apoyos y Servicios a Ia Comercialización Agropecuaria) desde su fundación en 1991. con Ia intención de modernizar el sistema de comercialización y facilitar la transición al rlcnx, nunca ha tenido los instrumentos apropiados (taies como base institucional y dinero) para fomentar el establecimien- ...e Ley de Capitalización Procampo,, l5 de diciembre de 2001. Véase también Román Ortiz [200]). i8 Equivaiente a 3 100 o 3 333 dóla¡es de 2001, montos muy bajos para fomenta¡ la capitalización del campo. Sólo beneficia a 2.8 millones de productores de los 25 millones de mexicanos que forman la sociedad rural. ¡e Intenención del senador Navarro en la tribuna del Senado el de 2001. La Red de Organizaciones Campesinas pide que el número de hectáreas financiadas por hocampo l5 de diciembre se aumenten a 50, con lo que se doblarÍa el pago, según Cevallos (2001). 20 Para una historia de estos asuntos, l,'ease Thiesenhusen (1999). Pnóloco 29 to de una Bolsa Agropecuaria. Después de diez años del ejercicio de Aserca, según Mario Rechy Moutiel, no hay una bolsa que ofrezca a los productores y consumidores opciones de mercado que otros paÍses ya tienen. El establecimiento de una protección eficaz de los bos- 5. ques. Para que esta meta sea factible, es rnenester que se enmiende la fallida Ley de Silvicultura de 1992,2r la cual, como todas las leyes forestales fallidas anteriores, ha dejado al México rural colmado de problemas que se han ido acumulando con el correr de muchos años, principaimente la erosión y degradación de la tierra causadas por el sistema ejidal y la tala de árboles para pro\¡eer combustible para el campo y madera para los mercados de México y el mundo. 6. El lbrtalecimiento continuo de la instrumentación de la I-ey de ASuas de I933, la cual ha permitido que los campesinos den en arrendamiento su derecho a las aguas, ofreciendo asÍ incentivos para neconomizar» agua y evitar el desperdicio.22 I' E"irt. un clebate sobre el ritmo de cleforestación. Véase el punto de vista del Partido Verde Ecologista de México en Lozano Tinoco (2001). Sobre el punto de vi5l¿ «positi\o, véase Césarman (200I), donde cita a Víctor Lichtinger, quien argumenta que la tasa anual de deforest¿rción no es de 600 000 hectáreas como se supone. sino de 127 845. Esta rectificación de Lichtinger, secre- tario de Medio funbiente, Recursos Naturales. Pesca y Alimentación. parece dar datos muv bajos -v además con exactitud es- puria. 22 \'éase, por ejemplo. Scott \\hiteford,r, Bernal {1999). Para estudios sobre tierras -v aguas. véase también Boletín delhogecto Arc/riuos Aglrurios, publicado por el Re§istro Agrario Nacional v el Centro de Estudios Superiores en Antropología Social: wrvw. unam.mx/ciesas 30 7. pnór.oc;o Evitar grandes cambios legales en Ia tenencia de la tierra que periódicamente han transformado en forr¡a radical el sistema lega1 de dicha tenencia, ocasionando así cambios clrásticos en la vida de entre la nlitad v tres cuartas partes de la población de México. Uno de los problemas que surgen en el desarrollo de una polÍtica de tenencia de la tierra es que el término nreforma a€lraria, se ha usado de manera errónea. Como expuse en mi libro Measuríng Land reJorm h Boliuia. Venezuela, and Intin America,23 es común que erl América Latina se use el concepto de reforma agraria sin definir que generalmente sólo incluye la nrevolución en la titulación de la tierra,, cuando debe hacerse explícito que por falta de dinero e ingenieros agrónomos no incluye el resto de ia definición del concepto, que abarca: Extensión agncola, para entrenar y ayudar a los campesinos a usar nuevas metodologÍas y semilias. Crédito y equipo según las necesidades concretas de cada tipo de producción. 1. 2. 3. 4. 5. 6. Senicios bancarios al campo -hay poms sucursales en el sector rural para fomentar el ahorro y facilitar el crédito agrÍcola. Seguro agncola para resolver la incertidumbre conira los riesgos que sufren las cosechas a la intentperie. Derecho al agua y la irrigación, para evitar el desperdicio. Protección de bosques (un pais sin bosques tiene que hacer frente no sólo a los problemas que causa la erosión sino. en consecuencia, ai ucalentamiento 16g¿l», q¡e finalmente lleva al ncalentamiento global,).2a 2n Véase Wilkie (1974). Este tomo es el número 5 de 1a Serie de Suplementos del Statistical Abstroct oJ lnttn America. ?+ Véase, por ejemplo, la publicación clásica de Simpson (1946), y tres publicaciones nue\¡as: Stephen Hui, «Deforestation: humankind and the $obat ecological crisis,, 12 de noriembre de 1997. <http : / /n wrv.aquapulse. net / knowledge deforestation. html>; los estudios del Center for [nternational Earth Science ...,c Pnór,oco 7. B. JI La creación de un estándar nacional para el registro legal de los derechos de los duenos de propiedades. Sólo Guanajuato, Baja California y parte de Puebla han constituido bancos de datos útiles (el folio electrónico-sistema de cómputo) sobre los derechos de propiedad. Reforma del sistema notarial, que es actualmente anticuado, ineficiente y demasiado costoso. 9. El establecimiento de un sistema de seguros que garantice la validez de los tÍtuios, tal como el que existe en Estados Unidos, bajo el cual las compañÍas aseguradoras de títulos investisan a fondo y asumen el riesgo si surge cualquier gravamen o reto a la legalidad de los títulos. 10. Cambio en el cobro del impuesto predial para dar el poder al municipio, liberándolo asÍ dei control que ejerce el Estado e inhibe la actuación municipal. 11. Reforma de la ley de amparo, que estorba a muchos de los procesos de tramitación de derechos y administración agraria. 12. El establecimiento de lÍmites en el número de trámites y en la duración y el costo del proceso de registro y la transferencia legai de derechos de propiedad. Veamos ahora lo que nos dice la doctora Rosario Varo Berra en su analisis de la tenencia de la tierra. Ella analiza tres grandes épocas de cambios abruptos en la historia de México: l) primera revolución en tituiación (1853-1909); 2) segunda revolución (1910-1991), y 3) tercera revolución (desde 1992). Como lo demuestra la doctora Varo Berra, estos periodos muestran transiciones legales de propiedades pequeñas y medianas a grandes propiedades. tal como ocurrió en el periodo ...,c Information Netlvork (crostw) de Columbia Unir.ersity <http:/ /wwrv.ciesin.org> v su analisis de la uDesforestación,, <ciesin.org/ TG/LUldeforest.html>; v Hillary Mayell, uCosta Rica's cloud forests: mistv no more?,, National GeographicNe¿¿rs, 19 de octubre de 2001. 32 Pnóloc;o lB53- 1909 subsecuentemente, de grandes propiedades a minifundios, como ocurrió en el siglo rr hasta 1991; y por último, el intento de poner lin a los minilundios desde lgg2, al iniciar noficialmente, el presidente Carlos Salinas de Gortari la nreforma a la relorma asraria,. Como veremos en este libro, nextraoficialmente,, el fin del segundo periodo comenzó en l9B3 bajo el régimen delpresidente Miguel de la Madrjd liurtado. No obstante que eltercer periodo tiene el potencial de volr,er a crear grandes propiedades y así azotar de nuevo a las masas rurales, de hecho, como señala la doctora Varo Berra, tambien tiene el potencial de seguir propiciando más aún el minifundio, va que las asambleas ejidales o comunales (las cuales tienen que aprobar la prirratización) tienden a ser mecanismos institucionales consen'adores que tratan de er4tar el cambio. En palabras de Guillermo Zepeda (2000: I l2): .Aun cuando la asamblea hubiese aceptado que una parcela adopte el dominio pleno, en caso de venta tienen preferencia o nderecho al tanto, los familiares del vendedo¡ las personas que hayan trabajado dicha parcela por más de un año, los ejidatarios, los avecinados y el núcleo de po- blación ejidal, en ese orden,. Además, muchas tierras se han deteriorado a tal grado, que al sector privado ya no le interesa comprarlas. Muchos ejidatarios y comuneros temen que al vender sus üerras se conviertan en pequeños propietarios y tengan que pagar impuestos reales sobre la tenencia o renta de la üerra en vez de pagar el impuesto "indefinido, sobre ejidos y comunidades. Como resultado de estos problemas, desde 1992 se ha privatizado menos del I por ciento de la tierra ejidal y comunal. Otro factor importante que debe tomarse en cuenta es que ocurren muchas transferencias de tieras entre los mismos ejidatarios, asÍ como el equivalente de venta de tierras al sector privado, en situaciones en que éste utiliza la tiena sin adquirir tÍtulo, es decir, siir la aprobación o con la connivencia de ios líderes del ejido. Además, como señala la doctora Varo Berra, cualquier ejidatario o comunero que detente un certilicado de derechos sobre una parcela o tierras de uso común expedido por el Regis- Pnóloco .).) tro Agrario Nacional podrá transmitir sus derechos a terceros con tan sólo ia firma de dos testisos, sin requerir ia aprobación de la asamblea, que se debe obtener en caso de que se desee adquirir el dominio pleno (privatización) sobre su propiedad. Aquellos que adquieran tlerras sin tÍtulo se arriessan a enfren- tar dificultades debido a que los ejidos o las comunidades siguen siendo los dueños de las tierras de propiedad social; las personas que adquieran tierra sin obtener tÍtulo sólo tienen derecho al uso y disfrute, pero no al goce, a menos que adquieran el dominio pleno y esa tierra salga del régimen ejidal o comunal y se regule bajo la legislación civil como propiedad privada. Entonces, el término -seguridad jurÍdica, de derechos agrarios tiene un significado relativo. Esperamos que tanto los observadores como quienes dictan la política nacional lean este libro cuidadosamenle para erritar la repetición de fracasos en la formulación de las leyes sobre la tenencia de la tierra. Durante varias décadas, estas leyes le impusieron al paÍs, de manera monolítica, el llamado cambio nintegral,. Si se considera la obra de la doctora Varo Beira en un contexto comparativo, es evidente que México ha ilegado a una resolución de sus controversias históricas al permitir que existan muchas posibles soluciones en lugar de tratar de mantener al paÍs atado a un sistema de *talla única,. De hecho, los intentos anteriores de nresolver, los problemas de la tenencia de la tierra fracasaron porque no permitieron que hubiera soluciones pluraies, un problema que todavÍa enfrentan la mayor parte de los paÍses que anteriormente fueron gobernados por sistemas estatistas. Sin embargo, debido a la confusión sobre los aspectos indefinidos de la nueva Ley Agraria, puede haber tantas opciones conflictivas que la situación en el camo se vuelva cada dÍa más complicada, como sugiere la doctora Varo Berra. James W. Mlkie Toluca, Estado de México, noviembre de 2001: estado de Nayarit, diciembre de 2001 34 Pnóloco Posrnre 2002 A fines del mes de enero de 2002 (Kraul, 2002), el presidente Vicente Fox anunció que su gobierno le pondrÍa fin a la concesión de tierras a los ejidos y comunidades. No obstante que el requisito de la repartición de tierras fue incluido en la Constitución de 1917, la reforma constitucional de 1992 efectuada bajo la presidencia de Salinas de Gortari convirtió ese mandato en una polÍtica opcional. Desde entonces, el gobierno siguió repartiendo tÍtulos, pero a un ritmo mucho menor. Fox basó su decisión de terminar el proceso de concesión de tÍtulos en las si§uientes razones. Primeramente, declaró que la concesión de tÍtulos no ha resuelto la pobreza de 25 millones de campesinos cuyas tierras son demasiado pequeñas como para poder competir en el mundo moderno. En segundo lugar, Fox declaró que el programa de distribución de Ia tierra ha sido invadido por comrpción y disputas. En efecto, desde la década de los veinte, han surgido cientos de miles de conflictos relacionados con la tenencia de la tierra y disputas por superficies de ella que han afectado negativamente el desarrollo rural de México, haciendo de la inversión en la tierra un negocio muy arriesgado. Afirmó Fox que aunque el gobierno había resuelto alrededor de 23 000 controversias agrarias en 2001, más de 343 000 casos que se remontan a 1940 permanecen en los Tribunales Agrarios. Según Chris Kraul (2002): nla desorganización general y la incertidumbre de las leyes que regulan los bienes raíces en México complicaron aún más la confusión que reinaba. Los miembros de un ejido pelean no sólo entre sÍ, sino también con sus vecinos con respecto a los derechos a la propiedad,. Mientras tanto, muchos antiguos dueños de la tierra que fue entregada a los ejidatarios en la década de los setenta han logrado recuperar su propiedad en los tribunales. Por ejemplo, en 1973, el entonces presidente, Luis EcheverrÍa, expropió tierras al sur de Ensenada en la penÍnsula de Punta Banda, Baja California, para crear un ejido. Este ejido arrendó a más de 200 Pnóloco 35 estadounidenses parcelas de su tierra por largos periodos renovables bajo fideicomisos administrados a través de los bancos mexicanos. AsÍ, estos 200 extranjeros «aseguraron» su derecho a construir una residencia y ocuparla durante periodos renovables de cincuenta años autorizados por la Secretaría de Relaciones Exteriores.25 Pero en 1995 tuvo éxito una apelación de los dueños originales mexicanos que habían perdido su tierra en favor del ejido en 1973:y en 2000 estejuicio condujo al desalojo de las 200 residencias construidas por los extranjeros (muchos de ellos jubilados), quienes no sabían que habían construido su casa en una tierra que estaba en disputa. Algunos bancos mexicanos también salieron perdiendo en este negocio, ya que se vieron obligados a pagar parte de las pérdidas de algunos de estos 200 inversionistas extranjeros.26 La decisión de Fox de poner fin a la distribución de Ia tierra, según Kraul: llega en un momento en que la agricultura en México está en crisis, afectada por la emigración urbana, y la competencia con y productividad por que leyes limitan el tamaño de baja causada el extranjero que es el resultado de acuerdos de libre comercio la pequeña propiedad de riego a 256 acres, exlensión demasiado pequeña como para competir con las economÍas de escala de que gozan las empresas internaclonales gigantes. 25 Véase un resumen del proceso legal general bajo el cual se constituyen los fideicomisos en <www.baja-estates.com/ relawmex.html>. En el caso de Punta Banda estos fideicomisos tuvieron que establecerse debido a dos aspectos de la ley mexicana: l) los extranjeros pueden adquirir propiedades única- mente a 50 kilómetros de la costa y a 100 kilómetros de las fronteras; 2) la tierra perteneciente a los ejidos no podÍa venderse entonces. 26 Para algunos aspectos de este ejemplo, véase Kraul (2000). 36 Pnorcco En suma, las relormas de 1992 de Salinas tenÍan por objeto darles a las asambleas ejidales o comunales el derecho de vender o arrendar al mercado local de bienes raices el total de la propiedad o partes de la misma, para el desarrollo privado, una vez que los ejidatarios y comuneros hubiesen recibido sus títulos de dominio pleno, Pero, en general, esto no se logró. En efecto, los ejidos o las comunidades no han podido ejercer el derecho de disponer de sus tierras como quisieran en gran medida como resultado de las disputas sobre ei derecho a Ia propiedad. En palabras de Kraul (2000): A México le hace lalta el equivalente de la Oficirra clel Registro del Condado lCount-y Recorder's Officel de Estados Unidos que funciona como el centro de distribución de información sobre titulos de bienes raÍces, en el cual se registra la propiedad, haciérrdose públicos todos los gravámenes y demandas exlernas. En California, por ejemplo, existen mapas que indican la sub- división de propiedades, los cuaies son regulados por las leyes del estado. En cambio en México estos mapas son la excepcÍón, no la regla. El resultado de estas disputas legales es, según la secretaria de la Reforma Agraria, Maria Teresa Herrera Tello (2002), que durante la década de los noverrta, menos del 1 por ciento de toda la tierra de propiedad social ha sido privatizada. Al presentar el nuevo Plan de Reforma Agraria. Herrera Tello decla¡ó el28 de enero de 2002 que la redistribución de la tierra no habÍa resuelto la pobreza rural y que el gobierno deberÍa reorientar sus esfuerzos hacia una mayor productividad de la tierra, poniendo la asistencia técnica a disposición de los ejidos y las comunidades. El mismo 28 de enero, el presidente Fox (2002) declaró Y". Pnorcco o1 Uno de los objetivos centrales del programa es avanzar en la ordenación y regularización de los predios rurales, porque de los I03 millones de hectáreas que constituven la propiedad rural, en los últinros años sólo el 55 por ciento de esa exlensión ha logrado contar con un titulo que garantice su posesión. Hemos avanzado de manera importante en este proceso de regularización. El año pasado se rebasó el 29 por ciento de la expedición de certificados y tÍtulos, entregardo más de 452 mil documentos en el marco del Procede, asÍ como Ia titulación de 186 mil hectáreas de terrenos nacionales v la regularización de 270 mil hectáreas de colonias agrÍcolas y ganaderas. Tambien el 28 de enero, María Teresa Herrera Tello (urur) dijo en entrevista {2002) en Radio Fórrnula con JoaquÍn López Dóriga (;t-o): M?rIT. Se ha hablado mucho de la desaparición de la Reforma Agraria... Efectir,.amente, ya no hay tierra que repartir, el reparto agrario concluyó; sin embargo ahora la Secretana lde la Re- forna Agrarial está en una etapa de ordenamiento y regularización de la propiedad rural. Desgraciadamente en administraciones anteriores el problema agrario fue atendido más hacia el reparLo, sin establecer una política de desarrollo, entonces nos ha faltado que el campo se desarrolle... JD. Si, incluso se acabó con una forma de producción que de un modo u otro era la hacienda; se llevó {a cabol el reparto agra- rio, pero aquella forma de producción no se sustituyó por otra forma de producción. MTHT. Si, definitir,amente una vez que el Estado hace titula¡ a los sujetos agrarios de su derecho, le faltó una política a la par de desarrollo; tenemos que recibe esta administración 46 millo- nes de hectáreas en la incertidumbre jurÍdica. JLD. Ahora. yo he escuchado también ciclicamente que se repartÍan tÍtulos, se entregaban. Ilay estados donde ya no hav un 38 PRór.oco solo metro cuadrado sin regularizar. ¿Es asi, vamos, sin titular? ¿Es así? ¡,rnt Mire, no se cuenta con tÍtulo en 46 millones de hectáreas. Se avanzó. Son 103 millones de hectáreas de superficie social, Ia diferencia, 48 millones, es lo que está regularizado; sin embargo, yo le puedo decir que ningún estado de la república cuenta totalmente con su superficie social regularizada. Ese es el reto nuestro, concluir este programa de certificación, que ha demostrado su eficacia. Sesún una evaluación que hizo el Banco Mundial. dismÍnuyeron los conflictos agrarios. Por eso este programa se ha seguido, y dándole prioridad a la certeza jurÍdica en la tenencia de la tierra... En la meclida en que cada quien sepa en dónde inicia v en dónde termina su derecho y el del vecino sobre su tierra, van a disminuir los conflictos agrarios. La pobreza desgraciadamente se concentra en... el medio rural [yl tenemos 25 millones de mexicanos viviendo en el campo. Haremos nuestra parte pero este programa sectorial pretende estar vertebrado. Está vertebrado realmente al trabajo de otras secretarías como Semarnap lSecretarÍa de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pescal, la Sagar [Secretaia de Agricultura, Ganaderia y Desarrollo Rurall, Sedesol [SecretarÍa de Desarro- llo Sociall y la Secretaria de Turismo. Incluso tenemos ejidos, los cuales colindan con litorales y desgraciadamente ni esos campesinos se han beneficiado... JtD. No, y luego han sido explotados, enganados y robados también por grandes capitales. Uno de los puntos es que no se va a avanzar en esto mientras sean más las palabras que los hechos ¿no? Estamos conscientes de eso, JoaquÍn, por eso estamos trabajando arduamente. En tan sólo un año de gobierno se puso MTHT. en marcha el Programa Nacional de Atención aZnnas con Litorales. Se está dando capacitación a los sujetos agrarios. Empezamos con un programa piloto en el estado de Baja California. Hemos avanzado en dar certezajurídica. En este año se otorga- 39 PRÓLOGO ron 400 mil documentos agrarlos... Es un número muy fácil de pronunciar pero en realidad hay mucho trabajo. Doce mil titulos de terrenos nacionales tanlbién se entregaron. Son posesiones irregulares, colonias agrÍcolas sin regularizar. De 368 que había pendientes al inicio de la administración, se regularizaron este año 100 colonias. Entonces, hemos avanzado. Definitivarnente que falta mucho por hacer y se requiere de todo nuestro esfuerzo y dedicación. JLD. Muy bien. fues le aprecio mucho, secretaria, que haya aceptado venir esta tarde a esta mesa a hablar del... Programa Sectorial Agrario 2001-2006. que dio a conocer ayer el presidente de la república, Vicente Fox Quesada... [cuvo ientr] es nSeguridad jurÍdica en el campo mexicano,... que vaya que lo necesita este paÍs, porque de persistir el campo como está hoy, yo no sé cuál laya a ser el destino de esta nación (véase JoaquÍn IÁpez Dóriga, 2002). Además, María Teresa Henera Tello (2001) les habÍa dicho antes a los periodistas Carlos \,'elasco y Julián Sánchez que la SecretarÍa de la Reforma A,graria va a buscar reformas con la intención de imponer «candados, para (proteger ejidos contra funcionarios, polÍticos y cualquier persona que se adueñe de las tierras con el pretexto de ser ejidatariosn. Propone reformas a la Ley Agraria y al Reglamento del Registro Agrario Nacional para que «no cualquier gente que venga y se diga ejidatario se adueñe de la tierra... como es el caso del ex gobernador de Quintana Roo, como algunos alcaldes [y funcionariosl,. Afirmó Herrera Tello que uno obstante que se han certificado 26 milnúcleos agrarios de un tota-l de 31 mil, no se puede hablar de que los campesinos que ya entraron al proceso de certificación, ya están en el desarrollo,. Además, nNo es cierto, el campo sigue igual, la pobreza está concentrada en el campo, vemos cómo hay gente que tiene sus tierras, que son valiosas, y no las cultivan ellos, las tienen rentadas o las tienen en usufructo bajo contratos verdaderamente en condiciones injustas y 40 Pnóuoco desiguales para ellos,. También propone evitar la venta, uso y/o contratación de tierra ejidal por grandes empresas a precios muy bajos a través de prestanombres. Apoyando lo que dice la doctora Rosario Varo Berra en este libro, Herrera Tello señala otro problema grave, el del envejecimiento de los titulares de la tierra. Más de la mitad tienen nmás de 50 años, casi las dos terceras partes tienen más de 75, entonces tiene que darse el relel,o generacional,. Finalmente, Herrera Tello señala que al concluir la titulación y no haber más tierra que repartir, ula Reforma A€raria más que desaparecer debe pasar a ser una SecretarÍa de Ordenamiento Territorial o de Uso de Suelo,. Su meta es que .el gobierno solamente dirija a los productores sobre lo que necesita el mercado y ya no les diga lo que tienen que cultivar,. Si esta última declaración es verdadera, entonces la totalidad delproyecto que se inició en 1917 de limitar el tamaño de la propiedad privada está ahora en tela dejuicio. Esto se hace más patente debido a los problemas que revela el cuadro 1, que muestra un esquema legal que se presta a la práctica tradicional de sobornos debido a su inflexibilidad y complejidad. Los agentes de la SecretarÍa de la Reforma Agraria cobran mordidas para conceder determinaciones favorables más flexibles (basadas en factores subjetirros sobre el clima, la calidad de la tierra, actividades agropecuarias y los múltiples factores anotados en el cuadro 1) para ampliar el tamaño de las propiedades. Además, es muy difÍcil de controlar al sector privado si éste se dedica al cuitivo de una cosecha y luego la sustituye por otra muy diferente para aprovechar los cambios en el mercado. Aunque los lÍmites que fijaba el articulo 27 constitucional antes de 1992 (cuadro l) fueran necesarios para asegurar que la tierra estuüera disponible para su distribución como propiedad social, la declaración de Fox que pone fin a la distribución de la tierra al sector social acaba con esta necesidad. ¿Qué campesino dueño de una pequeña propiedad puede üvir dentro de las categorías rígidas que aparecen en el cuadro 1? por eso 4l PHói-oco Cuadro -t 1 El concepto de dos subsectores en el sector privado agrírola antes y después de la reforma del artículo 27 (onstitucional en 1992 (monto de hectáreas permitidas por actividad) 992 después ]00, 3C0. 240, 500, 4At 1 201¡0 EOc 2 400, Antes de y c,:lturar i Pequeña propiedadr Sociedadmer(antil¿3 Actividad Agr 1 Rrego Te"nporal Semlái'da Á¡rd¿ 1 Sólo después de 1992 2 500 7 500 5 000 I 5 000 1 0 000 30 000 20 000 60 000 Gan¿dera'' Trcptco !úmedo Subh úmedo Ternpiado s00 000 000 r 500 0 000 5 000 9 000 10 000 5 000 800 2 4 1 Semlárida Anda 1 Srlvícola Antes rnexislente Después i2 500 50 000 1 00 000 37 500 250 000 1 50 000 225 000 250 000 375 000 B0 000 1.5e9ún el adi(ulo 121 de ia Ley Reglamentaria (26 de enero)del a(iculo 27 ronstrtuco¡al (6 de enerode1992): «Cu¿ndo debrdo ¿ obras de nego, drenap u otras obras por los dueños o poseedores se hubiese melor¿do la ca|d¿d de t err¿, sequirá srendo consrderada romo oequeña propredad, aunque se reb¿sen los máximos, 2 Equrv¿lentehaslaa25veceselnúmerodeheclareasenelgubse(tcrdelapequeñapropredad E¡elcasode una socred¿d mercantrl pnvada, para llegar a la cLir¿ fr¿xrm¿ de ila(táeas 5€ neierlt¿n 25 soocs. J Las)ffred¿despúedensermercanl sociedades se forrnan para rrear un 4 eso.ivrlesveneltaspa(op¿ne]dos,e C¿t¿rosocomunrdades Estas íondo pa',rrnoni¿1 (o¡ el fin de p¿iliarp¿r rn un¿ esperular)ón mercantrl y con ei ánrmo de obtener u¡ benef ro rndivrdu¿l Se pueden sumar dos o nás c¡lliros. 5 Lasupelcrequenecesrlaunrndrvduoparamantenerhala500rabeza>deganadomayorosuequrvalente en ganadc menor. Puede ser cje h¿sta rnas de un¿ he(táre¿ por rabeza de ganado 6. L¿ se(retari¿ de la Reform¿ Aqrar¿ determf¿ lor límiles tornando en (uent¿ factores agrolóqcos, topográf raos, hrdrológrios, (|m¿tol0gicos, pluvrometncos, e1(ét€ía a Paracultrvosnoespeci¿esvg¿n¿d€rí¿entrer¿idenegoohumed¿dl¿máxim¿extensiónesequivalentea 00 hectá reas o su doble en tempor¿ I o de agofadero sureptrb es de ncorporarse al cu ltrvo; I 50 cuando a (uLtLVo de alqodón si se relibe rrego de avenrCa fluvial o por bombeo P¿r¿ el cutvo de plátano, caña de ¿zúc¿r, cafe, heneqrén, hue, palma, vid, olivo, quin¿, varnrlla, c¿cao, I r se dediquen b J,J¿ve, nop¡1 o ¿r'Joles lrü1¿1És De heitáreas en agostadero de buena cal d¿d, 800 en n]onle o d€ agost¿dero en lerenos árdos. d L¿ 5ear¿l¿ía de la Reform¿ Agrara determrna los llmrtet tonl,lndo en ruenla los f¿rtores ¿grológi(os, ( topográfiaos, hrdro óg (os, (lirnalologicos, pluvicmetrcos, etcéter¿ Fuente: Delg¿do l/loy¿ To)edo I 1 y ¡/olrna Orleg¿ (1996, pp 25i-262 y 267-26ü, Ch¿cón Hernández (1994), e¡ p. i3 7). 999 corr grendo errores 42 pnór¡co no lo hacen. Consecuentemente, los problemas de la propiedad de la tierra se complican aún más, Además, aunque el gobierno de Fox propone que la reso- lución de disputas dará solución a los problemas de la propiedad de la tierra, la realidad indica lo contrario, ya que la mayor parte de las personas no han recibido tÍtulos de sus tierras parceladas o delárea de asentamientos humanos (solares urbanos o viviendas), por lo que no quieren formar parte del sistema de resolución de disputas que proveen los Tribunales Agrarios desde 1992. Hasta que se reforme el sistema legal para poder legalizar las tierras ca¡entes de documentos oficiales, algunos de los cuales son innecesarios, les será imposible a millones de mexicanos adquirir estos títulos, que son indispensables para usar- los como garantÍa para recibir los préstamos que podrÍan revitalizar al campo de México, que está congelado en la pobreza desde la promulgación de Constitución de ig17 {cfr. Zepeda, 2000:216-245). Falta contestar las preguntas de David Chacón Hernández (1994, p. 64): ¿Qué sucederá cuando en las relaciones del campo existan controversias entre las sociedades mercantiles y sus socios y los ejidos? ¿Qué sucederá cuando los grandes inversionistas se enfrenten a quienes aportan la tierra? Estos cuestionamientos los dejamos para la refledón, solamente manifestando que a través juicios ante estos Tribunales Agrarios pueden legalizarse los cambios en la tenencia de la tierra. de El hecho de que en 2002 casi 350 000 casos quedan sin resolver crea una incógnita en cuanto al futuro del México rural. Para contribuir a la resolución de tales problemas, en lggg inúté al reconocido economista peruano Hernando de Soto a la Conferencia de pRoruBx-Estado de Guanajuato, efectuada en Ia ciudad de Guanajuato y titulada nldeas innovadoras para México,. EI anfitrión de esta conferencia fue Vicente Fox, y fue su Pnóloco 43 último foro oficial antes de renunciar a su cargo de gobernador del estado e iniciar la campaña que lo ller,ó a la presidencia al derrotar al gobierno de 71 años del Partido Revolucionario Institucional. En Guanajuato, De Soto presentó su plan de crecimiento económico para opaÍses no modernos, a través de la ncapitalización de Ia propiedad de los pobres,, basado en la concesión de tÍtulo limpio a bienes raÍces, tal como lo indica en su conocido libro The mgstery oJ copita| (2000). La idea tuvo una gran acogida en la conferencia y Fox de inmediato contrató a De Soto para que hiciera un diagnóstico de estos problemas complejos que impiden que la economía de México se transforme en una economÍa moderna urbana y ru- ral. A fines de 2001 Fox recibió el diagnóstico de De Soto en 2002 y los planes de acción. Desde hace mucho tiempo hemos sabido que la mitad o más de la tierra ¡, los edificios de la ciudad de Mexico carecen de tÍtulos limpios, y se sospecha que el resto del paÍs padece el mismo problema. Asimismo, el tiempo necesario para completar el registro legal de la propiedad puede ser de larguÍsima duraclón, dificil v costoso. La contribución de De Soto consiste no sólo en revelar el enredo de las leyes y la ineficiencia burocrática que azolaaMéxico como ha azotado a otros países que ha estudiado, entre ellos Peru y Egipto, sino también en determinar las medidas necesarias para lograr un cambio eficaz de las leyes estatales que regulen tanto al sector social como al privado. En palabras de De Soto y su equipo (2001b): A pesar de los sucesivos esfuerzos llevados a cabo para regularizar la tenencia de la tierra y legaJizar a la pequeña y mediana empresa, los mexicanos siguen inmersos en la exlralegalidad. fuÍ, aun cuando se han repartido millones de certificados de posesión, títulos de propiedad y autorizaciones para operar negocios, la mayor parte de estos papeies no sirven para constituir una hipoteca, obtener crédito, afianzar una inversión o cumplir 44 pnórcco otras funciones que generen valor adicional. En el mejor de los casos, el papel legal que ampara los activos de los mexicanos puede servir eventuaimente para probar quién es dueño de un activo. Pero, a diferencia de los papeles que documentan la propiedad en los países desarrollados, éstos no generan capital, ni permiten poner en marcha más producción: son capital muerto. Ello se debe, entre otras cosas. a que estos papeles que dan título a posesión y propiedad no pueden ser usados tácilmente para identificar dueños, condiciones de intercambio, responsables o transferirvalor, porque no dan suficiente seguridad legal. Son extralegales va sea porque no permiten ingresar totalmente al sistema legal o porque no son conformes con el uso lesal que se le ha dado al activo, o porque los derechos que los papeles otorgan han sido modificados deJactoy no registrados de acuerdo a la le-y. Aunque De Soto ha basado su investigación en una metodología que es fls s¡ «propiedad intelectual, [y en este caso secreta), y no obstante que utiliza el muestreo, sus investigaciones son respetadas y creíbles. Además de uso de muestreos, su aná- lisis se enfoca en archivos de los gobiernos federal, estatal y municipal (tales como Procede, el Instituto Nacionai de EstadÍstica, Geografía e Informática, la SecretarÍa de Hacienda y Crédito Público, oficinas catastrales y de impuestos prediales). En efecto, queda claro que sus cálculos son ios más inclusivos que se hayan efectuado en la historia de México. La investigación de De Soto en México es de gran importancia porque sugiere -con la ayuda de universidades y de consultores regionales- 1o que antes sóio podÍamos especular: que los tÍtulos de propiedad están empañados por falta de documentos; por ejemplo, en la ciudad de México se ca_rece de hasta el 40 por ciento del totai de los titulos. En el campo faltan papeles legales para el 60 por ciento de las hectáreas de tierra de labor y para el 78 por ciento de las tierras de agostadero, pastos naturales y tierra enmontada. En los bosques y la selva faltan Pnómco 45 los documentos dei 76 por ciento de las hectáreas (De Soto, 2001b: cuadro l-7). De Soto calcula que el valor total de las propiedades urbanas y rurales ilegales (capital muerto) es de 245 600 millones de dólares; de estos, el porcentaje que pertenece a la propiedad rural es de BB 900 miilones y a Ia propiedad urbana de 156 700 millones. Si pudiera entregarse tÍtulo limpio a dichas propiedades, éstas podrÍan hipotecarse y así recibir el crédito capital vivo del que ca-recen actualmente. Cuadro 2 Estimación de De Soto del número de hectáreas que funcionan con cap¡tal vivo y con capital muerto en el México rural, por tipo de propiedad, 2000 Trpo de Mrllores de propledad hectáreas Tota rural Porcentale de hectáre¿s \ /o 't .iJ 195 2 30 1A dal y comunal 110 2 13 87 Pequeña propiedad 734 44 56 Púb ic¿ 1 1.6 100 0 Ej Fuente: Reorg¿n¿ado y calculado aqui con b¿se en los datos cie De Soto (2001b: l-6) Pa¡a ilustrar el problema que enfrenta México, ofrezco aquí mi propio análisis de algunos aspectos importantes de los datos de De Soto, que reorganizo en el cuadro 2. En él podemos ver que el BT por ciento de Ia tierra ejidal funciona con capital muerto, en comparación con el 56 por ciento de la pequeña propiedad. Tomando en cuenta el análisis de la doctora Varo Berra, podemos ver que la situación legal se ha resuelto únicamente en el 13 por ciento de la tierra ejidal o comunal y el44 por ciento de la pequeña propiedad. Sl el 70 por ciento de la tierra rural de México opera con capital muerto, se entiende por qué el presidente Fox ha declarado el ofin, de la distribución de tierras a ejidos y comunidades. Como sugiere De Soto, no sólo la propiedad funciona con capital muerto, sino también los negocios. De acuerdo con calcu- 46 Pnórcco los de De Soto, los siguientes negocios operan ilesalmente: el47 por ciento de las empresas de México y el 63 por ciento de los micronegocios, estos últimos son responsables del 29 por ciento de la población económicamente activa y generan 70 mil millones de dólares afuera de la economía formal (De Soto, 2001b: secciones 2.1.1 y a.5.). Las personas que poseen los documentos nadecuads5» pa-rá pasar de una economÍa informal a una legal enfrentan otro tipo de problemas, ya que el proceso de registro que ogarantiza, el tÍtulo de sus bienes raíces es interminable; por ejemplo, se necesitan: 41 meses para registrar tiemas ejidales por la «y[¿ ¡flpid¿» por medio de la CORETT -Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra [29 meses en el Distrito Federal, el cua] tiene su propio sistema); 12 meses para el fraccionamiento de terrenos, en casos de subdiüsión y lotificación de terrenos (costo promedio, USg 8,310); 24 meses para constituir una hipoteca (costo promedio, US$7,100) y 43 meses para ejecutar judicialmente una garantía hipotecaria fcosto promedio, US$ I 1,920); 24 meses para transacciones de compra-venta sobre inmuebles (costo promedio, US$2,580); 9 meses para obtener el permiso para hacer una construcción (costo promedio, US$ 3,280); I 7 meses para hacer las transacciones necesarlas para establecer una empresa legalmente (costo promedio USgl2,700). La eliminación de la cantidad absurda de pasos y de üempo que se requiere para completar el proceso de registro legal de propiedades o negocios tiene sentido para todos excepto para los intereses creados de los burócratas y notarios, quienes ven sus insresos amenazados, especialmente la posibilidad de solicitar omordidas,. De Soto ha identificado problemas que tal vez no puedan resolverse sólo con una reforma burocrática. En realidad los problemas que se han identificado incumben al siste- Pnoloco 47 ma legal mexicano, el cual no se presta a cambios, sino que más bien hace el cambio imposible, Quedan dos preguntas importantes, Será interesante ver cómo De Soto responde a las que sugiere la doctora Varo Berra: ¿es posible ncapitalizar, propiedades tan pequeñas?, ¿cuánto *capital, pueden generar los minifundios? Estas preguntas son fundamentales a la luz de la observación de Guillermo Zepeda (2000: 272-273): tanto para el pequeño productor como para el ejidatario y la comunidad, la tierra es el origen de toda riqueza. Pero antes de la reforma constitucional de1992 no se presentó la acumulación generalizada de predios por parte de la iniciativa privada. Según Zepeda: Por el contrario, Jesús I\forett I t 99 I : I 47] ha hecho notar que el minifundio es más acentuado en las superficies privadas, donde los propietarios tienen un promedio de 2.5 hectáreas, que en tierras ejidales, donde cada ejidatarlo dispone en promedio de 6. I hectáreas de labor. Este autor se pregunta, «¿Si el capital estuviera ávido de tierra, cómo explicarnos esa inmensa cantidad de minifundios de propiedad privada que pueden comprarse y venderse libremente? Debemos reconocer que tales preguntas y los numerosos problemas analizados aqui están arraigados en las leyes agrarias de México por lo menos desde 1870, cuando Benito Juárez apoyó la adaptación del nantiguo, Sistema Registral Inmobiliario Español del siglo xtx como base del primer Código Ciül del Distrito Federal (el cual fue adoptado después por todos los estados del país). Con este reconocimiento, es evidente que sin nmodernizar, completamente el sistema legal mexicano (incluyendo el sistema notarial, el cual en sÍ es antimoderno), la problemática de la *reforma agraria» en el paÍs perdurará hasta un futuro aún distante. En resumen, tal como lo sugiere la doctora Varo Berra, no existe una solución final y definiüva para solucionar los proble- 48 pnóloco mas de la tenencia de la tierra en México; seguirán surgiendo nuevas circunstancias que requerirán otros anáiisis que con_ duzcan a nuevas soluciones. Mientras tanto, para la mayorÍa de los campesinos, la tierra continuará siendo considerada como *la moneda eterna, del campo mexicano. .i\\,Iv UCI,A Enero de 2002 BreLtocRAFIA oor, pRór-oco Araujo, Hugo Andrés (i994) nProcampo: orÍgenes y perspectivas,. EI Cotidiano, núm. 6l (marzo-abrilJ. Arroyo Alejandre, Jesús (comp,) (l9gS) y ante todolapoblación rural per stste, Gu ad alaj ara: Universidad de Guadalajara I Sociedad Mexicanan de Demografía. - y Alma Aguirre (i995a) nintroducción,. En Jesús Arroyo Alej andre (comp. ) Y ante todo la población rur al p ersiste. Gu a- - - dalajara: Universidad de Guadalajara/Sociedad Mexicana de DemografÍa. (1995) nlmpactos de las polÍticas agrícolas recientes en la emigración rural en Jalisco,. En Jesús Arroyo Alejandre (comp.) Y ante todo In población rural persiste. Guadalaja- ra: Universidad de Guadalaiara/Sociedad Mexicana de Demogralia. 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Asimismo, el crecimiento demográfico urbano y rural y la insuficiente producción agrÍcola han magnificado los problemas del agro mexicano que afectan a todos los habitantes del paÍs. Ante esta situación, y con el propósito de liberalizar los sistemas económico y político de México frente a las demandas delTratado de Libre Comercio de América del Norte {rlcnu) para poder participar y competir efecüvamente en la economía mundial, se modificaron importantes aspectos estructurales de la tenencia de la tierra y del sector agropecuario y forestal en su conjunto. El presente trabajo de investi§ación es motivado por las reformas alartÍculo 27 delaConstitución mexicana. que entrat55l 56 PHrrncro * Gráfica 1 eta agrícola de Méxrco, tipos de tenencia de la tlerra y tierra cultivable en relación con otros países Participacion del w agricola en relación con el total 12 10 B 6 4 2 0 1993 1994 1995 '1996 1997 Tipo de tenencia de la tierra Tierra cultivable (porcentaje en relación con la superficie total) :.: ==e o l e Nótese que el PrB no ircluye 1a producción de auroconsumo de elidos y comunrdades que no producen para el mercado, que aún conforman la mitad de la superficie del territorio mexicano. PHnrRcro 57 ron en vigor en enero de 1992 para cambiar de un régimen de tenencia de la tierra en que ésta es propiedad del Estado al régimen abierto que otor§a a los ejidatarios y comuneros opciones tales como rentar o vender sus tierras y organizarse para formar asociaciones o sociedades con el propósito de reactivar el sector agropecuario y atraer capitales. El propósito de este estudio es explorar y ana)izar el proceso de puesta en vigor de dichas reformas y los efectos que éstas han tenido, principalmente aquellas relacionadas con la estructura de la tenencia de la tierra en México. Así, también se presentan y examinan la información y las cifras de los canbios del uso v estructura de la tenencia de la tierra que se han gestado a nivel nacional a partir de dichas reformas en el sector agropecuano en su conjunto. En elpresente trabajo se sintetizan los resuitados de una investigación que buscó explorar: l) la privatización de la tierra después de 1853; 2) anallzar el «resurgilltiento, de la tenencia ejidal y comunal en el periodo l9 l0- 199 I , y 3) evaluar el alcance, ia percepción y la instrumentación de las reformas de 1992 al artÍculo 27 delaConstitución mexicana, asÍ como sus efectos en la estructura de la tenencia y uso de la tierra en el campo mexicano. Este estudio presenta cuatro perspectivas: La primera perspectiva estudia los argumentos o debates que condujeron a las modificaciones estructurales al artÍculo 27 constitucional, entendidas como condición de posibilidad para la acción. La segunda perspectiva explora y analiza el funcionamiento la legislación agraria en la práctica y la manera como se han de adoptado los cambios para poner fin al reparto agrario y dar seguridad a los beneficiarios al contribuir a la regularización de la tenencia de la tierra, lo que define con claridad los derechos de usufructo y propiedad en el agro mexicano. La tercera perspectiva muestra el nivel de conocimiento de funcionarios y empleados públicos, lÍderes, intelectuales, productores, campesinos y otros actores sociales, respecto de las reformas al artÍculo 27 constitucional y a la Ley Agraria y 5B Pno¡'¿cro sus reglamentaciones, asÍ como de la polÍtica de reforma agropecuaria; cómo han sido di[undidas estas reformas y cuál es su opinión, interés, disposición y actitud sobre las polÍticas y programas instrumentados en el proceso de regularización de la tenencia de la tierra y la reactivación del sector agropecuario en su conjunto. La cuarta perspectiva analiza los resultados de las reformas puestas en marcha en 1992, qué ha pasado, en manos de quién estaba la tierra y en las de quién está ahora, cómo se efectúa la renta de parcelas, etcétera. Dado el fenómeno tan complejo, vasto y de relevancia tan grande como el de la tenencia de la tierra en México, es sumamente importante erraluar la problemática de relormar al campo mexicano, que ha experimentado cambios en los cuales los campesinos han tenido que vivlr bajo leyes que en forma alterna han fomentado la osolución, del régimen comunal y del régimen privado. La periodización desarrollada aquÍ está basada en dos trabajos de James Wilkie, quien presenta los periodos en dos trabajos: nPrimera reforma agraria en México, lB53- 1909, a través de la estadística nacional», en De la Peña y Wilkie (1994), y .The six ideological phases of Mexico's 'permanent revolution' since 1910,. en Wilkie (1990). Mi análisis examina información que comprende de lB53 a 1996. AquÍ defino la distinción hecha por Wilkie entre nreforma de tenencia de la tierra» y orelbrma asrÍcola» (que incluye las amplias actividades definidas como extensión sobre técnicas a§ricolas, el crédito y Ia iniraestructura de irrigación para los campesinos). Según \['ilkie, ambos términos caben bajo el concepto de oreforma agraria,, pero este último incluye necesidades tecnológicas y avances frecuentemente basados en el muy difi cil y problemático acto polÍtico de llevar a cabo con éxito la redistribución de tÍtulos de tenencia de la tierra. Además de abordar estos temas a nivel nacional, presento un estudio de caso sobre Oaxaca. Mi argumento es que a través de este último podemos ver cuán difÍcil es Ia instrumentación Pnepeclo 59 de las reformas al artÍculo 27 constitucional. Asimismo, puede ilustrar cómo una región geográfica tan diversa como Oaxaca difiere y coincide a nivel regional y nacional en relación con la instrumentación de las reformas a la legislación y las nuevas políticas agrarias, así como la manera en que se percibe y se está reestructurando Ia tenencia de la tierra. En este estudio es importante recordar o considerar tres problemas: 1) los funcionarios y empleados públicos, intelectuales, campesinos, lÍderes y otros actores sociales casi nunca pueden entender los cambios en las disposiciones jurÍdico-administrativas, las reglamentaciones, etc.. que ocasiona tanta sucesión, a veces sin corregir explÍcitamente la legislación vigente; 2) los ejidatarios y comuneros siempre han rentado, vendido, subdividido o abandonado la tierra sin notifica¡ dichas actividades para su legalización; 3) los créditos, incentivos, subsidios, etc., han sido escasos y casi siempre han favorecido a los agricultores y campesinos de zonas altamente productivas, pero muy poco a los campesinos que producen para elautoconsumo. Las reformas al artÍculo 27 entraron en vigor en enero de 1992. Buscan eventualmente solucionar las contradicciones existentes en la legislación agraria, establecer normas en cuanto a la venta de la tierra. eliminar los subsidios. También establecer una base para cobrar impuestos a los ejidatarios, hasta ahora casi exentos; regularizar las muy extensas prácticas de renta, cesión de derechos y ventas simuladas de tierras del sector so- cial; dar reconocimiento jurÍdico a la tenencia de la tierra y reactivar el campo mexicano. La información que se presenta en este trabajo se basa en estadÍsticas e historia oral, así como en las estadÍsticas del siglo xx elaboradas por James Wilkie. Las estadÍsticas, que abarcan desde 1853 hasta i9BB, se toman de los dos trabajo de Wilkie mencionados con anterioridad, y se enlazan aquÍ por primera vez. Además, se publican por primera vez tres cuadros y una gráfica de las estadÍsticas de Wilkie que por un error de editorial Siglo xx no fueron incluidas en el estudio de dicho autor inütu- 60 Pno¡rcio lado nPrimera refonna agraria en México, lBS3-lg0g, a través de la estadÍstica nacional, (sólo se publicó el cuadro 2.3 con el título de apéndice 4). La historia oraly la observación de campo fue realizada en México durante los anos 1995 y lgg8. La información se obtuvo principalmente por medio de entrevistas a funcionarios y empleados públicos del sector agrario, estudiosos de la problemá- tica agraria. lÍderes, productores, campesinos y público en general. Algunas de las entrerristas fueron realizadas en el Distrito Federal, Jalisco, Puebla, Guerero y Chiapas por diveisas circunstancias, lo que me permitió contar con un contexto de estudio más amplio; sin embargo, la gran mayorÍa de las entrevistas fueron realizadas en el estado de Oaxaca, Estas entrerristas con historia oral muestran que por primera vez en siglos hay esperanza en el campo, pues ahora hay diferentes opciones en vez de sóIo una solución al problema de tenencia de la tierra. l¡s factores que influyeron para que yo escogiera a Oaxaca para llevar a cabo el estudio de caso son los siguientes: soy originaria de ese estado y hasta antes de iniciar mis estudios de maestÍa en la Unir¡ersidad de California en Los Ángeles {ucr.e) vivÍ y trabajé allí. La entidad cuenta con el mayor número de ejidatarios y comuneros de todos los estado del paÍs y presenta uno de los más altos indices de iligración permanente, temporal, regional, nacional y transnacional de México, Además, existen numerosos estudios sobre México, y en particular sobre Oaxaca, en relación con comunidades y aspectos de la reforma agraria. En l¡s Ángeles fueron entrevistados algunos mexicanos que trabajan en forma temporal en Estados Unidos o son emigrados. Quizá el hecho de que yo sea mexicana y originaria de Oaxaca me haya permitido crear un clima de confianza con muchos de los entrer¡istados, sobre todo los de origen oaxaqueño, y especialmente cuando les planteaba que la información que les pedÍa era para realizar un trabajo de tesis. En muchos casos he podido constatar cómo la relación que guarda mucha de la gente del campo mexicano con la tierra trasciende las fronteras Pnlr¡clo 61 y. ante la aparente carencia de capacitación, esa fuerza de trabajo desplazada sobresale v se beneficia en una economía desa- rrollada como la de Estados Unidos. Seleccioné a los entreüstados de acuerdo con el puesto jerárquico que ocupaban en las dependencias agrarias y/o su condición de campesino. IÍder, intelectual, productor o ciudadano; su nivel educativo, y ia oportunidad y disposición de ellos para concederme una entrevista formal o inlormal. Las estadísticas con infbrmación de 19Bg a 1996 fueron obtenidas de dependencias como el Registro Agrario Nacional (nq¡i), la SecretarÍa de la Reforma Agraria {sna), la SecretarÍa de Agricultura. Ganadería v Desarrollo Rural (Sagar). y de los Censos Ejídal, Agrícola t1 Canadero: del Censo Agropectnrio y de la Encuesta Nacional Agropeataria Ejidal, publicados por el InstitLrto Nacronal de GeografÍa, EstarlÍstica e Informática (n¡ecl) y por la Sagar. Pido al lector que siga los argumentos de cada capÍtulo cuidadosamente para que pueda entender la complejidad del panorama completo analizaclo acluí, y también que considere que no he incluido aspectos tan importantes como credito y agua. Este estudio es sobre la tenencia de la tierra, el aspecto más importante de la situación agraria en México. l.lntroduccíón de la Legislación nrcncana de La tenencia de la tíerra desde 1853 e importancia de La reuohtctónlegal de La tenencía desde 1992 P eriodbacíón El artÍculo 27 dela Constitución mexicana de 1917 ha sido la base legal de la reforma agraria y uno de los elementos más importantes de la polÍtica institucional de los gobiernos revolucionarios para mantener la estabilidad política de México' Los periodos gubernamentales en los cuales se ha dado mayor distribución o redistribución de tierra han correspondido a los de recesión económica, alto indice de desempleo y/o inestabilidad polÍtica. Después de casi ochenta anos de iniciada la revolución mexicana se dio fin de manera oficial al reparto agrario. Sin embargo, la política de reparlir üerras para acallar demandas socia,les o mantener el control social y político de los habitantes del campo todavÍa continúa; y, por otro lado, los núcleos ejidales y comunales si§uen regulando el acceso a Ia tierra de propiedad social. Entre la serie de medidas instrumentadas por el gobierno mexicano para incrementar la producción agrÍcola y forestal, elevar los niveles de r.ida de ia población rural y liberalizar los sistemas económico y polÍtico de México destacan las reformas de 1992 al a¡tÍculo 27 constitucional y a la legislación agraria. Estas reformas tienen como propósito revertir la crisis agraria y capitalizar al sector a$ropecuario en el marco de un amplio proyecto de modernización del país. También modifican importantes aspectos estructurales de la tenencia de la tierra y redefinen la manera en que los sectores agropecuario y forestal encajan en la economía nacional e internacional. tos¡ 64 Irurnoouccrórv: poHroirrz.rcróru DE LA t.EClsLACróll uexca¡¡ Mi estudio analizay evalúa la meta del gobierno niexicano de regularizar la tenencia de la tierra en todo México y muestra que no fue realista en absoluto tratar de resolver un problema tan complejo en un periodo de tiempo tan breve. En efecto, la venta de tierras no ha sido tan abrumadora como un sector de los críticos de las reformas habÍan previsto. ulas reformas al artÍculo 27 no han producido ni la pérdida acelerada de tierras en el sector social, como habÍan prerristo de manera apocalÍptica los críticos a las reformas, ni la inversión masiva de capitales privados anunciada por los sectores gubernamentales. Su impacto es diferente en las distintas regiones dei paÍs, (véase Hernández 1994: 57), Para muchos campesinos la posesión de la tierra sigue siendo su esperanza y rnedio de subsistencia, por 1o que la presión por obtenerla es muv fuerte y genera gra\res conflictos en el medio rural. En diferentes épocas han surgido en México ideas grandiosas para lograr cambios radicales en la tenencia de la tierra. Desde 1853 hasta 1909 la polÍtica fue fragrnentar las tlerras comunales; cobrar impuestos a las haciendas y colonizar el país; fraccionar latifundios v crear pequeñas propiedades, y consolidar grandes propiedades privadas. De 1910 a 1991 la meta fue dividir esas propiedades para crear un sistema de granjas comunales. Desde 1992 la polÍtica ha siclo desalentar la forma traclicional del ejido y aientar a los campesinos a volverse emprendedores. Esto legalizó la política que se aplicó de hecho a partir de 1983 para dar fin a Ia distribución de tierras y permitir el restablecimiento de las grandes propiedades privadas. Desde mediados de la década de los sesenta la reforma agraria prácticamente habÍa agotado las posibilidades de repartir tierras, mientras que los poseedores, fueran beneficiarios de la propiedad social o propietarios, vivian en la incertidumbre ante la arnenaza de perder la suya. Aun cuando la tierra fuera expropiada y distribuida entre los solicitantes, el gobierno retenÍa los derechos sobre elias ¡r establecÍa restricciones a los derechos de los usufructuarios, quienes no podÍan vender, rentar ni Ixrnoouccróru: pEI¡oDIZACToN DE tA LEGISLACIóN urexcRrua 65 traspasar esas propiedades, que eran de carácter social. Existía una serie de ücios que era necesario erradicar, pues se r.iúa en la ficción legal ya que las tierras ejidales, fuera de todo marco legal, se estaban vendiendo, rentando, traspasando, acaparando, etcétera [véase Warman, 1996: 9-25). Por otro lado, la prolongada permanencia de las mismas autoridades ejidales y comunales, la falta de títulos y certificados de posesión y derechos, asÍ como un lento desahogo de expropiaciones y pagos desembocaban en despojo§ y arbitrariedades que avivaban conflictos entre los campesinos, conforma-n- do un marco de inseguridad en la tenencia de la tierra. Esta situación se debÍa a las demoras burocráticas, la insuficiente simplilicación administrativa y una limitada descentralización de funciones y atribuciones de la SecretarÍa de la Reforma Agraria y otras dependencias del sector, falta de coordinación, asÍ como ia corrupción y lÍderes que se beneficiaban de esta situación (RodrÍguez, 1993: 3). Asimismo, lo complicado de los procedimientos agrarios antes de las relormas al artÍculo 27 constitucional se expllca por una gran cantidad de leyes, reglamentos y otras disposiciones jurídico-administrativas que se fueron generando a través de los años, para desembocar en un exceso de regulación tanto en el reparto como en la regularización de la tenencia de la tierra el manejo de los recursos y la organización campesina, Hasta antes de publicarse la nueva Ley A§raria estuüeron ügentes trece leyes y ocho reglamentos al respecto, además del Código Civil (RodrÍguez, 1993: 3). La producción agropecuaria se ha visto afectada por el comportamiento de los precios de ios productos agrÍcolas, los costos de producción y el nivel de las inversiones en el sector agropecuario. La apertura comercial, la desaparición de los precios de garantÍa, la reestructuración del sistema crediticio y el desmantelamiento de las instituciones de aseguramiento ha propiciado una tendencia al decremento de la producción agropecuaria y a la descapitalización en el campo mexicano. Los 66 Ixrno»uccróru: poRro¡-rizRcróru DE LA t.EGtsLAC¡óru uexlc¡¡;,q Índices inflacionarios han sido superiores alincremento de los precios de ia ma],orÍa de los productos, y el alto costo financiero de los creditos de ar,ío y relaccionarios como resultado de las elevadas tasas de inflación han liilitado las utilidades que se obtienen de las actir.idades agropecuarias y dificultado la recuperación de los financiamientos (RodrÍguez, 1993: 7-B). En enero de 1922, a tan sólo dos meses de recibida la iniciativa del presidente Carlos Saiinas de Gortari para reformar el artÍculo 27 constitucional, el Congreso de la Unión y las legislaturas locales de las 3l entidades de la federación debatieron y aprobaron dicha iniciatir¡a (hasta mediados de la decada de los noventa era posible en México reformar la Constitución por fax porque el partido olicial controlaba más dei 90 por ciento de los gobiernos de los estados). De igual manera, como resultado de esas modificaciones jurÍdicas al campo mexicano, ul)a nue\¡a Ley Agraria fue promr-rlgada después de un breve debate del Congreso de la Unión. Entre las uuevas disposiciones destacan las siguientes: L Se pone lin a la obiigación dei Estado de repartir tierras. 2. Se posibilita que ios ejidatarios o comuneros transfieran la propiedad de sus predios en forma tentporal o permanente. 3. Se fortalece la capacidad de decisión de ejidos y comuni- 4. Se permite la introducción de mejoras en las tierras gana- dades. deras aun cuando éstas signifiquen una modificación de su uso, sin que ello afecte su condición de pequeña propiedad. 5. 6. 7. Se prohibe clara y explÍcitamente el latifundio. Se posibilita a los ejidatarios, comuneros y propietarios la formación de sociedades civiles y mercantiles para la producción asropecuaria. Se permite la participación de empresas extranjeras en la explotación directa de la tierra. Entre el conjunto de reformas juidicas y disposiciones Irr-rnooucctol: pERIoDIzACIoN DE I-A I-EctsLAClót't ttexcaru,q 67 legales destacan la nueva Ley Agraria, la Ley Orgánica de los Tribunales {rarios y la creación de la Procuraduría Agraria y el Tribunal Sirperior Agrario y Tribunales Agrarios Unitarios. Se derogaron la Ley General de Credito Rural, la Ley de Fomento Agropecuario y la Ley del Seguro Agropecuario y de Vida Campesino, Hasta octubre cle 1990la superficie total repartida en ejidos y comunidades ascendÍa a 104 rnillones de hectáreas, de las cuales 95,5 millones estaban realmente en posesión de los campesinos del sector social -t¡ faltaba repartir 4.5 millones de hectáreas. La diferencia se debe a ejecuciones parciales y a la imposibilidad jurÍdica y material. Así, con base en esta consideración, la propiedad social ocupa más de1 50 por ciento del territorio del paÍs y beneficia a 3.5 millones de ejidatarios v comuneros (ttttocl, 1991: 91, 95; Rodríguez, 1993: 4). En la actualidad existen más de cuatro millones de campesinos sin tierra. De acuerdo con los censos agropecuarios, a partir de 1940 la concentración de la tierra apror,echada, lo mismo del sector social que de los particulares, no muestra variaciones significativas aun cuando el reparto de tierra más grande se dio entre 1964 y 1970. El número de solicitudes de tierra que no pudieron atenderse por falta de superficies afectables sobrepasaba al de las demandas atendidas (Warman, 1996: 13). No obstante haberse repartido casi la mitad del territorio de México, de estas tierras sólo el 2\ por ciento son aptas para la agricultura. La mayor parte de las entregadas fueron casi siempre marginales y a medida que avanzaba ia reforma agraria y se iba:r agotando las tierras disponibles, se dotó a los solicitantes de terrenos de muy baja potencialidad agropecuaria. En algunos casos incluso se cometieron excesos al repartir tierras sin potencial económico o fÍsicamente inexistentes. Otro hecho que contribuyó a hacer rnás compiejo el problema de la tenencia de Ia tierra fue el reparto a casi medio millón de nuevos campesinos que hicieron los propios campesinos, al margen de la ley, al distribuir tierras a sus hijos en la 68 IHrHoouccló¡¡: pDRroDrzACióN DD LA r.EGrsLACróN MExTcANA superficie ya dotada durante los últimos 20 años fWarman, 19g6: I4). Más aún, en México aproximadamente el Zb por ciento de la superficie agropecuaria presenta altos Índices de erosión, l6 por ciento se encuentra en proceso de desertificación y anualmente se pierden cerca de 500 000 hectáreas de bosque (Morett. 1992 2), Bl rezago agrario conformado por los expedientes inconclusos del prolongado proceso del reparto de tierras ha sido uno de Ios principales obstáculos pa-ra regularizar la tenencia de la tierra y un pretexto muy utilizado pa.ra la agitación social al propiciar coyunturas poliücas que han sido aprovechadas por lÍderes de organizaciones y partidos polÍticos. EI rezago existe principalmente en el reparto agrario y la regularización de la tenencia de la tierra. Esta situación ha propiciado acciones campesinas que han terminado muchas de las veces en la invasión de tierras, lo cual complica aún más el proceso de desahogo del rezago. Las resoluciones presidencrales posteriores a 1992 pueden repartir tierras de superficies alectadas de acuerdo con las causales de afectación determinadas por la legislación en la materia, entre ellas los fraccionamientos simuiados, los expedientes de la pequeña propiedad, las concesiones ganaderas vencidas, los presuntos terrenos nacionales susceptibles de reparto, las colonias abandonadas, las tierras ociosas y las cultivadas con enervantes (RodrÍguez, 1993: 4-6). La nueva legislacÍón agraria establece y formaliza Ia reac- tivación del campo como elemento primordial para facilitar la inversión y su capitalización como parte de un paquete de reformas orientadas a la liberalización de los sistemas económico y sociopolÍtico de México. Entre los progranas que se han instrumentado para otorgar reconocimiento jurÍdico a la tenencia de la tierra destaca el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede). Junto con Ia Ley Agraria, el Procede fue instrumentado con el propósito de definir, regularizar, registrar y otorgar tÍtulos de propiedad de aproximadamente 4.6 millones de parcelas IxrRoouccróu: pERroDlzACroN DE r.A LEGTsLACIóN r4ExrcANA 69 y 4.3 millones de solares urbanos en posesión de ejidatarios y comunidades del paÍs según estimaciones del lx¡ct en I992. El Procede tiene como objetivo la entrega de los certificados parcelarios y/o los certificados de derechos sobre las tierras de uso común, según sea el caso, asÍ como los tÍtuios de propiedad de los solares, en favor de todos y cada uno de los indiúduos que integran los ejidos y las comunidades agrarias de México. En el capÍtulo 5 de este trabajo se describe y Ntaliza el Procede y se presentan las respuestas y resultados obtenidos desde el inició del programa hasta 1996. Aparejado con el programa Procede, en octubre de 1993 se puso en marcha el Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo). Su principal objetivo es fomentar la adopción de nuevas tecnologÍas y formas de asociación y promover entre los productores la explotación y el uso de la tierra en la actividad productiva que más les convenga, bajo una perspectiva que les permita incorporar la producción agropecuaria al contexto de la economÍa internacional. El Procampo otorgará durante quince años un estÍmulo directo a más de 3.3 millones de productores rurales. De ellos, 2.2 millones estaban al margen de cualquier beneficio bajo el sistema de precios de garantÍa, ya que su producción es de autoconsumo (fuaujo, 1994: 41). Como justilicación delProcampo se consideró la creciente descapitalización que ha sufrido el sector agropecuario en las últimas décadas, a la que se suma la marginación y pobreza en que rriven los campesinos mexicanos, la producción de granos básicos, ingresos y niveles de la población rural. Así, durante los primeros anos del sexenio de Salinas de Gortari se efectuaron cambios en la intervención delgobierno, reformas al artículo 27 constitucional, a la Ley Agraria y a las políticas del sector a§ropecuario. ¿Cómo pudo Salinas creer que en cinco años podría reverla historia de casi un siglo? De 1917 a 1990, la expropiación, tir distribución ¡r redistribución de poco más de 100 millones de hectáreas de tierra, aproximadamente la mitad del territorio 70 IrurnooLictcló¡r: prruo»rzecróx DE r-A r.Ecisr-Acróru lrexcr¡t¡ nacional, dotadas a cerca de 30 000 ejidos y comunidades, con que se benefició o reconoció a 3.5 millones de ejidatarios y comuneros. Sin embargo, el verdadero reparto agrario, el que significa expropiar tierra privada para entregarla al campesino en forma de ejido, no fue tan grande. Un recuento histórico de lo que ha sido el ejido permitirá comprender mejor por qué se dieron las reformas d aftículo 27 constitucional y otras medidas de polÍtica agraria. Como resultado de la revolución mexicana de 1910, se inicia la reforma agraria en México. Aun cuando el ejido tiene sus orÍgenes en la propiedad indígena o comunal y en el derecho señorial español, el ejido moderno es un produ cto sui generis de la reforma agraria mexicana que en la actualidad está constituido por las tierras entregadas a un núcleo de poblaclón. El ejido moderno, en sus inicios, fue ideado como Llna lorma transitoria de posesión de la tierra. Los gobiernos de Venustiano Carranza, Alvaro Obregón y Plutarco ElÍas Calles concibieron y consideraron al ejido como una modalidad temporal de usufructo, mientras que los campesinos, en su mayorÍa indÍgenas acostumbrados al régimen comunal, se acostumbraban a la propiedad privada (Morett, 1o 1992: 35-40). [¿s movimientos campesinos de la revolución no solicitaban ejidos. Emiliano Zapata, en el Plan de Ayala, demandaba la restitución a los pueblos de los terrenos comunales de que habían sido despojados y la dotación de nuevas tierras en plena propiedad a quienes carecieran de ellas. En el norte del paÍs, Francisco Villa exigía tierras en extensiones no menores de 25 hectáreas por campesino en plena propiedad para conformar un sector de rancheros. Podria afirmarse que la reforma agraria -distribución y redistribución de tierras- ha sido utilizada por los gobiernos revolucionarios como uno de sus principales mecanismos de control social en el campo mexicano. Más aún, la reforma agraria contraviene su ob¡etivo de justicia social pues considera exclusivamente la distribución de la tierra y no impulsa el aspecto productivo (Morett. 1992). IN"InooucclóN: pERiODrzAClóN DE LA LEGTsLACTóN MEXTcANA 7l Aunque parezca increíble, en ninguna parte de la abundante legislación sobre la reforma agraria se definió lo que es el ejido. Apenas en 1972, en Ia Ley Federal de Reforma Agraria, se pueden encontrar los elementos que lo constituven. Las condiciones que dieron origen al ejido, que no lue definido con precisión histórica por la Constitución de 19 I 7, han cambiado con el paso de los años, 1o mismo que su filnción económica de producción y de retener la fuerza de trabajo. En los años treinta la oligarquÍa terrateniente de México obstaculizaba el desarrollo de una economÍa inclustrial y el surgimiento de un Estado rnoderno. Con el propósito de frenar el creciente movimiento cam- pesino, que amenazaba con iniclar una nueva revolución, se impulsó fuertemente la reforma agrarÍa. EI gobierno de Lázaro Cárdenas adoptó como polÍtica terminar con el latifundio, que continuaba siendo la principal lbrma de tenencia de Ia tierra en México. AsÍ, influenciado por las tendencias socialistas de ia época y partiendo del mito de que la tierra en ia época prehispánica era comunal, se expropiaron las hacienclas y se repartió la tierra a los campesinos principalmente con la creación de ejidos colectivos. A partir de los años cuarenta, en aras de la articuláción agricuitura-industria, las funciones clásicas de apoyo de ia agricultura al proceso de industrialización. tales como la pror.isión de bienes a bajo costo, el abasto de materias primas y la generación de divisas, se cumplieron con base en el crecimiento soste- nido del producto y la productividad agropecuaria hasta mediados de la década de los sesenta (véase Pmd'homme, 1995: 9-20). El proceso de industrialización de Mexico se basó en la reforma agraria y en otras innor¡aciones institucionales del cardenismo, así como en el esfuerzo sostenido de inversión en irrigación e infraestructura agraria en las décadas siguientes. Sin embargo, no se cumplieron las funciones de apoyo de la agricultura a la industria que requerÍa la articulación armónica entre ambos sectores. La provisión eficiente de los insumos in- 72 I¡lr¡rooucclónr: pERloDrzACróN DE rA LEGISLActó¡l trExrcruve dustriales en los que se apoya el progreso técnico en el campo y la absorción de mano de obra que permite el incremento del ingreso medio rural al elevar la relación tierra-hombre v que permite adquirir insumos agropecuarios, no se cumpiieron en la magnitud suficiente para mantener el ritmo de expansión del sector agricola una vez que el impulso a la inversión pública en el carnpo perdió fuerza (véase Prud'homme, 1995: 9-20). Como resultado de las polÍticas de reforma agraria, en México se dio una enorme pulverización de la tenencia de la tierra. Asimismo, el aumento de la población, la falta de oportunidades de empleo en los medios rural y urbano, y el insuficiente desarrollo indristrial, han contribuido a la prerralencia de un minifundio corl una baja productividad agropecuaria marcada. AsÍ, durante décadas Ia agricultura campesina sirvió de soporte al crecimiento industrial contribuyendo a la disminución del precio de los alimentos y rnaterias primas asrÍcolas y proporcionando abundante fuerza de trabajo a la agricultura comercial, la industria y los servicios. De i§ual manera, los precios de los productos agrÍcolas se mantuüeron constantes, sin un incremento proporcional al de los precios de los insumos y demás productos industriales que consume el campo. La industria y los servicios modernos no tui.ieron la suficiente capacidad para retener o absorber al excedente laboral en el medio rural, lo que propició el surgimiento de un amplio sector informal urbano en un periodo de alto crecimiento demográfico. Desde 1970 la autosuficiencia de productos agropecuarios se perdió, lo que dio conlo resultado el inicio de la descapi- talización del campo. El proceso de industrialización por sustitución de importaciones cor-r el tiempo se convirtió, irónicamente, en uno de los principales obstáculos del desarrollo sostenido de la economÍa. Este proceso, que fue el motor principal del crecimiento económico. casi se extinguió a principios de los setenta, con lo que desaparecieron las bases de la estabilidad económica. El déficit público sustituyó al apoyo del campo INrRoouccrór'r: pEzuoDrzAcróN DE IA LEGIsLACIóN MExtcANA 73 como el motor principal de crecimiento. 1o cual ocasionó casi de inmediato el deterioro de la balanza de pagos. Asimismo, la crisis del petróleo y los cambios en los mercados financieros internacionales condujeron a la crisis internacional de principios de la década de los ochenta (Prud'homme, 1995). Mi estudio identifica el problema que la mayoría de los ideólogos mexicanos no han podido distinguir entre la reforma agraria y la reforma de la tenencia de la tierra. Todo ordenamiento jurÍdico de alguna manera responde a una concepción de la sociedad. y por lo tanto al del orden social. La reforma agraria se funda en parte en el hecho de que se intenta redistribuir de manera equitativa la propiedad de la tierra. Es decir, parte del hecho de que hay una injusta distribución de los recursos agrarios y de que es necesario distribuirlos con un criterio de justicia social. En cambio, con las reformas de 1992 a la ley lo que interesa es simplemente darle al poseedor la seguridad de que tendrá la tierra, independientemente de si eso beneficia o no a quien carece de recursos para hacerla producir (entrevista con el licenciado Manuel Sánchez González). Para su desa¡rollo, he organizado este estudio en los siguientes cinco capítulos: 1. Introducción. En la que se presenta una periodización de la legislación mexicana relacionada con la tenencia de la tierra, así como la importancia de la revolución legal de la tenencia de la t.ierra desde 1992. 2. Antecedentes históricos. Se analizan los antecedentes coloniales y la primera revolución legal de la tenencia de la tierra. que ocurrió entre 1853 y 1909. Además se establece la distinción entre propiedad comunal y ejido. 3. Considerandos, argumentos y debates que condujeron a las modificaciones estructurales del artículo 27 constituciona-l como condición para la posibilidad de acción. 4, Segunda revolución legal de la tenencia de la tierra y su nretorno, al ejido, i9l0-1991. 5. La privatización de ejidos y de tierras. Debate sobre la si- 74 IvrRoouccrol: pERloDrzACróN DE LA LEGTsLACTóN ME.{cANA tuación y promulgación de la nueva legislación agraria de 199 1. 6. Instrumentación de la Ley Agraria oracional,. problemas surgidos desde 1992 y un estudio de caso de Oaxaca. La consideración fundamental que aquÍ se toma en cuenta es la relativa a un criterio económico. El criterio de la nueva ley es que la tierra quede en manos de quien pueda hacerla producir mejor. Con Ia reforma a la ley lo que interesa es la productividad y no la manera en que se redistribuya la propiedad. PolÍticamente hubiera sido un error decir o aceptar que es cierto que la reforma agraria no sirve para nada y que se crea un nuevo régimen de distribución de la propiedad de la tierra. Las reformas agrarias se efectúan siempre con un concepto de redistribución de la riqueza agraria, no parten de criterios económicos de una gran producción. Desde luego, en toda reforma agraria se suponía que el hecho de que una persona fuera propietaria de su terreno le permitÍa trabajarlo y conservarlo mejor que cuando formaba parte de los grandes latifundios y donde lo único que interesaba era sacarle el mayor provecho posible al recurso natural sin consideraciones de ninguna otra Índole. La diferencia es eso, un concepto distinto de sociedad campesina, a la que no se le considerara simplemente como mano de obra que debe ser más eficiente y que permita un aprovechamiento mejor del recurso, independientemente de la manera como se reparta el producto (entreüsta con el licenciado Manuel Sánchez GonzaJez). 2. Antecedentes colonlales y primera reuolucíón legal de latenencia de lotterra, 1853-1909. Dístinción entre propiedad comunalg ejido La relorma tradicional de concebir al México precolombino como un lugar en donde predominaba la forma comunal de propiedad de la tierra ha persistido por más de quinientos años, desde la llegada de los espanoles. Como Harvey y Hanns (1984: 83-102) han remarcado: ndesde los primeros observadores espanoles hasta el presente, el punto se ha enfocado en la propiedad comunal uersus la propiedad privada, y confundido desde un principio por la entremezcla de los conceptos nativos de autoridad comunal y por ideas espanolas de los derechos rurales comunales,. Estudios recientes sobre los nahuas,r que era el más populoso de los grupos mesoamericanos en el tiempo de la conquista española y que permaneció en el centro del desarrollo sislos después, han aportado nueva información sobre la propiedad de la tierra en México. Con base en manuscritos, testa- mentos y una amplia variedad de documentos nmundanos, triüales en náhuatl que datan desde los años 1540 hasta los 1770 (cuya existencia fue conocida apenas en 1875), Lockhart construyó sobre y fue más allá de los estudios realizados por el prominente historiador Charles Gibson,2 desafiando interpre- 'A los que erróneamente se les ha llamado oaztecas, debido a la efimera confederación imperial que exstió entre ellos en la époI¡ckhart, 1992: l). ca prehispánica tardía (véase 2 Véase Charles Gibson, Tlaxcala in the t75l l6th century, ...e 76 Arurecooarures coLoNrAr.ES y pRrN{ER , RE\/oLUCróN r.EcAr, taciones aceptadas de cómo era la tenencia de la tierra antes y después de la conquista. De igual manera, otros estudios recientes sobre diversas regiones de México han demostrado que la propiedad de la tierra en la época prehispánica no era tan comunal como sostienen muchos eruditos. l¡ckhart no utiliza el concepto de ejido pero redefine conceptos que contemplal complejas unidades sociopolÍticas como las llamadas altépetlsy calpullia en las que .ciudades-estado, asi§naban la mayor parte de la tierra a ciudadanos que la trabajaban sobre la base del grupo familiar, pero reservando algunas tierras para uso comunal. Sin ei acercamiento a este tipo de eüdencia, obtenida a través de dichos documentos indÍgenas ...,e 1952. En este estudio Gibson muestra córno las institucio, nes españolas fueron adaptadas a las instituciones indígenas, sin remplazar por completo a estas últimas. Una de sus contribuciones más importantes es sobre el gobierno indígena, en la que deja al descubierto la estructura del altépetl. Así, Gibson fue también el primer hÍstoriador en utilizar fuentes indÍgenas, en este caso archivos indÍgenas locales -las minutas del cabildo de Tlaxcala que van de los 1540 a los 1560 y otros registros internos del gobierno indÍgena de la época. 3 Altépetl es un término náhuatl definido por Lockhart como ncualquier estado soberano; en México central, generalmente los estados étnicos locales que los españoles daban por llama_r-pueblos v que se conyirtieron en mur-ricipios después de la conquista,. El entendimiento de cómo funcionaba esta entidad sociopo- lÍtica precolombina (la cual mantuvo su integridad hasta los últimos tiempos del periodo colonial y continúa teniendo una profunda influencia en las concepciones de los prueblos mexicanos hasta hoy en día) que este erudito ha traÍdo alaluz del conocimiento es esencial para el estudio y la reconsideración de los desarrollos de la historia mexicana (Lockhart, 1992: 20). ' a Lockhart (1992::21). Calpullu parte cor.rstituvente, subdistrito de un crltépeti. Axreceorrures cot.oNIALES y pRIMERA RevoLuctóN LEcRL 77 en náhuatl, los estudiosos del México antiguo vieron tan sólo simples sistemas comunales que encajaban en su predisposición de asumir que la gran sociedad de Mexico central estuvo basada en el comunismo primitivo. Con ello, ahora sabemos que cuando ocurrió la conquista existÍa una agricultura sedentaria, rica e intensiva que dio al México central la preeminencia en cuanto al tamaño de la población y en muchos otros aspectos sobre áreas del sur de Mesoamérica que producía artÍculos de prestigio tales como pieles de jaguar o plumas de aves tropicales exóticas, y productos importantes, casi esenciales, como el algodón y el cacao. Además del clima, las variedades de plantas y técnicas de crecimiento fueron por 1o menos tan importantes como la misma tierra para el florecimiento de la agricultura del México central. Éstas fueron constantes y estaban al alcance de todos; la tierra era determinante, el atributo de la riqueza y la base principal de los impuestos. Elaborados vocabularios y procedimientos permitieron a los mesoamericanos desde hacÍa mucho tiempo clasifi- car, nledir, asisnar y registrar la tenencia, Las prácticas relacionadas con la üerra anteriores a la conquista fueron tan reler¡antes para los sistemas de tenencia de la tierra en México como lo fue el altépetl despues de Ia conquista par la vida polÍtica {Lockhart, 1992: 47].. Pero ¿hasta qué punto el uso de la palabra comunal se justifica? I¡ckha¡t hace notar que en los tiempos prehispánicos el control de los registros de tierra estaba en manos de las autoridades del altépett y los calpulft, y la asignación también 1o estaba eu gran medida. Este fi-lerte papel corporativo, conjuntamente con la predisposición de los primeros estudiosos a identificar a los indígenas mesoamericanos con los indígenas del noreste de Norteamérica, Ilevaron a la noción persistente de que la tenencia de la tierra en el México central era comunal. Hoy en dÍa, argumenta Lockhart. los gobiernos que aceptan la noción de propiedad ¡:rivada lievan también minuciosos registros catastrales y fijan impuestos a la tenencia de la tie- 78 A¡rec¿oe¡rps coLoNI¡\LES y IRTMERA REVoLUCIoN r.EGAr_ rra. Incluso en áreas como la frontera de Norteamérica (Alaska) pueden distribuir entre la población extensiones iguales en forma y tamaño, y en ocasiones hasta redistribuyen algunas tierras, Sin embargo, éstos no consideran la asignación de tierras como el principal medio de la redistribución, y al punto en que el altepetl indígena 1o hacÍa, su sistema de tenencia de la tierra podrÍa razonablemente ser llamado comunal, aun cuando el grueso de la tierra cultivable la tuvieran y trabaiaran individuos y ocuparan viviendas familiares. Incluso siendo así, ello no quiere decir que las unidades de los gobiernos indÍgenas pudieran redistribuir o reasignar a voluntad la tierra, ni que la redistribución corporativa fuera el principal medio por el cual cambiara de manos. Contra el mito de que la polÍtica de tierras que ha confundido a intelectuales mexicanos y a quienes hacen la polÍtica de 1910 a 1992, ahora sabemos que en el Mexico precolombino la tierra cultivable no era posesión comunal sino de ür,iendas familiares privadast aunque en la práctica las trabajaban de manera indiúdual o familiar en forma independiente, las conservaban por mucho tiempo y las heredaban.5 [.o que se ha venido descu- briendo en estudios de caso actuales es que el sistema de tenencia de la tierra variaba de acuerdo con ia localidad o la región y que ésta era más flexible que como lo hacen ver las interpretaciones literales de descripciones generales. Se argumenta que un elemento que sobreüve a la conquista es la tradición de poseer de manera comunal la propiedad de la tierra. Entre los nahuas habÍa diversas categorÍas de tenencia de la tierra -propiedad indiüdual, familiar, institucional, comunal- que hasta cierto punto podrÍan considerarse entidades colectivas por el tipo de elementos que conformaban su funcionamiento. Entre ellas la viüenda familiar y el calpulir tenía una parte más activa e integral en la tenencia de la tierra en 5 A esta conclusión han llegado Gibson (1964), Offner (1983), Han,ey (198a)y Cline (1984). Anrecgoexrps coLoNtALES y pRIMERA nevoluctóx Loc¡t. 79 el centro del México indÍgena que su contraparte en Europa. Sin embargo, su papel no era incompatible con los derechos individuales sobre la tierra, la iniciatir¡a personal, la heredad o la transferencia voluntaria de ella entre indirriduos, como lo señala Lockhart. Por otro lado, el hecho de que desde la llegada de los españoles sólo las modalidades individual y comunal fueran recono- cidas por la Corona española ha presen'ado esta importante distinción hasta hoy en día. La relación dominante entre lo público y 1o privado en la tradición europea en lo que a tenencia se refiere es que la tierra o es pública o es privada, mientras que en la tradición nahua la tierra es pública v privada al mismo tiem- po. Lockhart argumenta que el sistema seguía los principios generales de or§anización ceiular, con grandes unidades constituyentes compartamentalizadas: la tierra del altépetlestaba asÍ dil,idida en tierra del calpuliü esta última en tierra de vivienda familiar, y la de vivienda familiar en parcelas que miembros individuales de la familia trabajaban y esperaban hereda¡ sin da¡ lugar a ninguna división entre lo público y lo privado. Las múltiples categorías de tierra que se traslapan y coinciden en parte entre sí, lo mismo que la escala corrediza de derechos con gran distancia fÍsica de su asi§nación, sin crear una estricta confusión intelectual, permitió una infinitamente variada interpretación de casos, lo que hizo creer que las luchas sobre la categorÍa de la tierra, vistas desde el periodo inmediato posterior a la conquista, vienen del periodo anterior a ésta como una caracterÍstica endémica del sistema. Durante varias décadas después de Ia llegada de los españoles la Corona instrumentó y trató de hacer cumplir disposiciones que protegían la propiedad de los naturales de la Nueva España. Sin embargo Cortés, en sus propósitos de conquista y colonización, fue el primero en incumplir las disposiciones reales, 1o cual se volvió de ahí en adeiante la norma. En 1525 Rodrigo de Albornoz prevenÍa al emperador de ola malacostumbre que se estaba instituciona-lizando entre las autoridades de Tenochti- 80 A¡rpceosuros coLoNTALES y pRTMERA REV0LUCION LEGAL tlan de ignorar sistemáticamente las proüsiones reales, (MartÍnez, 1995:205). Con el propósito de contrarrestar el crecimiento de la influencia y el poder de los conquistadores y de otros españoles que llegaron a México en busca de riqueza, en 1523 elemperador Carlos V decretó que los españoles deberÍan asentarse en tierras vacantes, sin afectar a la población indÍgena. Bajo el gobierno del segundo virrey de la Nueva España, don Luis de Velasco (que ocupó el cargo de 1550 a 1564), se les otorgaron a los indios los mismos derechos que a los españoles de poseer tierra en propiedad privada. En 1567 se les dio el derecho de solicitar a la Corona tierras para construcción. En i571 y 1572 se emitieron ordenanzas que otorgaron a los espanoles libertad de comprar tierras a los indios,6,7 constituyendo el marco legal conforme al cual los europeos debÍan comprar las tierras a los indios durante el resto de la Coionia. Además de los espanoles, los indios nobles y los caciques trataron de sacar ventaja de la caótica situación para obtener nuevos privilegios, tierras, fuerza de trabajo y tributo, y/o tratar de recuperar el prestisio y la autoridad que habÍan perdido durante la conquista.s Como señala Florescano (1971), muchos de los 6 La cédula real de l57l mandaba que ucada y cuando que los indios de la Nueva España hubieren de vender sus heredades y haciendas y bienes raÍces que se vendieren, andren y traigan en almoneda pública en presencia de las nuestras justicias, por término de treinta dias antes de har:erse el remate de ellos; y los bienes muebles se traigan en dicha almoneda nueve dÍas antes de hacerse el remate, y lo que de otra manera se vendiese sea de ningún valor ni efecto,. 7 [a cédula real de 1572 modificaba la de 1571, que restringÍa la obligación de los treinta pregones preüos al remate para aquellas tierras que se vendieran en más de 30 pesos de oro. I nDesde su llegada los españoles frecuentemente foriaban a los indios a'vender' sus tierras, lo cual obligó a la Corona a ...(- Aluocpoevras coLoNIAI-ES y pRIMERA REvoLUCIóN LEcAL Bl nobles y caciques indÍgenas eran apoyados por la administración colonial, que buscaba establecer alianzas locales para con- trolar a las comunidades indígenas y, consecuentemente, favorecer a los primeros con dotaciones indiüduales de tierra o el reconocimiento de las que ya tenían ocupadas. En i781 don MartÍn de Mayorga, virrey de ia Nueva Espanotando las abusivas operaciones de compraventa entre inña, dios y españoles, y previendo la ruina de numerosas familias indígenas que se veÍan obligadas a vender hasta ias tierras que sembraban para su sustento. ordenó: Que por ninqún caso. ni con prete.to alguno, se ejecuten ventas, préstamos, ernpeños, arrendamientos ni otro género de ena- jenación de tierras de itrdios, no sólo aquellas que de por comunidad se les reparten para el laudable v piadoso destino de su habitación, beneficio ,v culti'"'o, sino tarlbiér.r para aquellas que han adquirido. y adquieren, como propias por tÍtulo de herencia. donacrión ),'otras adquÍsiciones de sus antepasados. Entendiéndose dicha prohibición aun entre los mismos indios de los unos a los otros, y con especialidad a los españoles, mestizos, mulatos 1' cualesquiera otras castas v familias residentes en pueblos de indlos, hacenderos, ra¡cheros v cualesquiera otros que tengan lincas rusticas o urbanas en sus poblaciones, sin que para las ventas, arrendamientos y cualesqttiera otra clase de enajenación Ínten'enga licencia de mi superior gobierno, juzgado general de naturales o Real Audiencia: calificada la necesidad y utilidad [...] v porque interpretando [mall o malentendida llal ley [...] los justicias [...] proceden a otros instrumentos de venta v arrendamiento sin las predichas tbrmalidades, y lo mis- ...ú intervenir en reiteradas ocasiones disponiendo que las ventas se hicieran en presencia de autoridades reales. Las medidas más estrictas se tomaron en 1571 y 1572 más que nada para 'corregir' los errores y defectos de las anteriores disposiciones que propiciaban el despojo y el fraude, (Martínez, 1995: 194). 82 A¡¡rsc¡onnrns coLoNrArES y pRIMERA REVOLUCIoN LEGAL mo ejecutan los escribanos 1...| se prohÍbe unos a otros que en lo adelante procedan a otorgar tales instrumentos de venta y arrendamiento sin las predichas licencias, lsol pena de 500 pesos y privación de oficios, v la nulidad de lo que asÍ otorgaren, perdiendo desde luego los compradores o arrendatarios la importancia [el importe] de las ventas y la pensión de los arriendos... (MartÍnez, 1995: ig5). Sin embargo, obüamente, esta medida extrema no obtuvo ia aprobación de la Corona ni el beneplácito de los colonizadores. De esta manera, la precariedad con que los indios poseyeron la tierra desde la conquista benefliciaron, por un lado, a la Corona por el hecho de que los naturales gozaran de .libertad, para enajenar sus propiedades dándole entre otras cosas seguridad en la cobranza de tributos. y por otro. para los españoles era una manera tácil y ventajosa de adquirir grandes extensiones de tierra y fuerza de trabajo baratos. Por lo anterior, cuando el monarca se disponía a derogar el mandamiento del virrey, hubo que argumentar que contravenía disposiciones anteriores, en particular las de 1571 y 1572, asÍ como la facultad de que disfrutaban los naturales para enajenar sus bienes (Martinez, 1995: 195), De manera similar a las polÍticas de reparto del suelo, fuerza de trabajo, tributación y población. el regimen jurÍdico fue utilizado para beneficiar a la clase dominante de la sociedad y no para proteger y beneficiar a la clase dominada, constituida en su mayoría por indígenas. En la práctica sólo de manera excepcional se hacÍa cumplir las leyes que protegÍan las propiedades indÍgenas. AsÍ, aun con sus buenas intenciones, el funcionamiento del sistema jurÍdico y el cumplimiento de las leyes dependÍa en gran medida de la honestidad y obuena voluntad, de las autoridades reales, Con el propósito de adaptar los sistemas españoles de tenencia de la tierra a las formas de propiedad indÍgena, y para que éstas fueran adecuadas para el cobro de tributos, la Coro- ANrocooomos coLoNrAr-ES y pzuMERA REVoLUCióN LEGAT. 83 na españoia dispuso que cada pueblo fuera dotado de un fundo legal, que era la tierra destinada a que los indÍgenas establecieran sus asentamientos urbanos: de un ejido, que era un área de aprovechamiento colectivrc donde pastaran los ganados de los indÍgenas para que no se revolvieran con los de los españoles, para la recolección de leña, etc., esta superficie era inalienable y debía ser controlada por un consejo del pueblo; de los propios, propiedad de tipo municipal que era trabajada en forma común arrendada y cuyo producto se destinaba ai sostenimiento del gobierno local y al pago de impuestos; y de las tierras de común repartimiento, que eran las áreas de cultivo trabajadas individualmente bajo la estrecha supervisión de la comunidad. En castellano Ia palabra ejido se refiere a las tierras de uso colectivo que existÍan en las comunidades campesinas de la peninsula ibérica y que se localizaban en la salida de los pueblos. En estas tierras los miembros de la comunidad podÍan llevar a pastar su ganado, recolectar plantas, cortar madera, recoger leña, cazar, pescar, etc. De ahÍ su nombre en español antiguo nexido,, y éste a su \¡ez del latÍn extus nsalidar. Cabe hacer notar que un rasgo común a todas las sociedades agrarias es la existencia de terrenos comunales para realizar dichas actiüdades (Morett, 1992: 36-42). La polÍtica agraria de la Colonia, en sus fases más sobresalientes: la encomienda, las congregaciones y la hacienda, per- mltieron un rápido proceso de acaparamiento de la tierra, principalmente de las propiedades de los pueblos de indios. Es importante considerar que la legislación que sancionaba la repartición de tierras comenzó con las tÍpicas imprecisiones y generalidades que favorecÍan a los colonizadores. Las propiedades de espanoles, de carácter pleno, y la propiedad eclesiástica, que se caracterizaba por ser intransferible, pronto sofocaron a las propiedades indÍgenas, tanto las de carácter prehispánico como las entregadas durante la Colonia. En su estudio, Beatriz Bernal Gómez (1980) afirrna que el latifundio, aunque en forma excep- 84 Arrpcooerums cor.oNrAr-Es y pRTMERA REvor.ucroN r-ECAL cional aparece en México en siglo.XVI, se consolida y diversifica en el siglo x\,11.e Las superficies propiedad del clero se acrecentaron de tal manera que para lB10 la mitad de toda la propiedad y el capital pertenecÍa a Ia lglesia. Aunque la Corona prohibió que ésta acumula¡a tierras, en la Nueva España los decretos, leyes, ordenanzas y otras disposiciones jundicas fueron letra muerta en Ia práctica. La Iglesia llegó a ser el más grande y solvente prestamista de la época, y su liquidez rebasó a la de cualquier otra institución o persona. Asi, tanto en la Colonia como durante los primeros años de la república, el principal terrateniente del paÍs fue la Iglesia. A principios del siglo .rx la distribución de la propiedad territorial se habia polarizado. Por un lado se daban los inmensos latifundios de los esparioles y de la Iglesia v por el otro, una decadente y reducida propiedad de los pueblos de indios, lo cual había generado una creciente masa de individuos sin tierras ni derechos. Este conflicto r,,ino a ser una de la causas más importantes del movimiento de independencia (Madrazo. s.f.: 239). Las diversas ley,es dictadas durante el siglo xlx no sólo no resolvieron el conflicto agrario, sino que lo compiicaron considerabiemente. Las primeras leyes de colonización dictadas due Bernal resume los fundanlentos jurÍdicos del desarrollo de la hacienda y el incremento del latifundio en los siguientes puntos: Ias mercedes de estancia de ganado, que con el tiempo se convirtieron en propiedad absoluta de la tierra; las ventas ilegales que los conquistadores o sus descendientes hicieran a acaparadores de tierras; las adjudicaciones hechas a los altos funcionarios; las ilegales mercedes de las tierras de indios; la introducción y el establecimiento de mayorazgos; las donaciones piadosas hechas a la lglesia. y el sistema de composición de demasÍa, que legalizó las inversiones en las propiedades comunales de los indios y el latifundio. Nota citada en Jorge Madrazo, In propíedad en la Co¡tstitución, p. 238. furecooeruros coLoNTALES y pzuMERA, risvoluclów t.oc,ql- 85 rante la lida independiente intentaron resolver el conflicto agrario mediante una mejor distribución de los pobladores sobre el territorio: fa'",orecer la inmigración, sobre todo europea, para incrementar la población del paÍs y ayudar a colonizar y controlar los territorios escasamente poblados de Ia nación mexicana, y hacer posible la explotación de una rnayor cantidad de recursos naturales sin entender el problema real que representaba la inequitativa repartición de la tierra (citado en Madrazo, s.f.: 239). En el marco de su investigación sobre la primera gran reforma agraria en México, que cubre cle lB53 a 1909, James Wilkie hace un breve repaso de la historia de México desde la independencia hasta 1853 y presenta una perspectiva cronológica de la legislación agraria a partir de esta fecha (Mlkie, 1994: 158). En su estudio, Wilkie hace una periodización de las reformas agrarias que ha sufrido México desde 1853. De las tres grandes reformas agrarias que él plantea. la primera es la que cubre de 1853 a 1909. Wilkie tomó lB53 como punto de partida para su análisis porque este ario marca el comienzo del primer intento de México en materia de reforma agraria. Asimismo, eligió como final de este periodo el año de 1909 porque *coincide con la conclusión de un programa agrario efectivo, justamente antes de la revolución de i910,. De acuerdo con Wilkie, la etapa inicial de la primera reforma agraria es el primer paso del gobierno para reconquistar sus poderes y hacer valer los derechos que la Corona tuvo sobre las tierras de la nación mexicana, aun cuando éstos hubieran cai do en desuso o nunca se hubieran hecho cumplir, pues nadie se preocupaba de ello porque habia una cantidad enorme de tierra.t0 Wilkie remarca que cuando Santa Anna asumió el poder r0 Wilkie señaia que después de la independencia el gobierno mexicano inició un programa orientado a alentar la colonización con el propósito de poblar vastas áreas alejadas del centro del paÍs. AsÍ, el Congreso Constituyente General estipuló los pa- rámetros del programa en el decreto del l8 de aglosto de...,r 86 A¡npcpoovrps coLoNIALES y pRIMERA REVoLUCToN LEGAL por última vez, en abril de 1853, rápidamente inició su programa agrario. Así, el 26 de mayo, mediante un decreto, el presidente declaró que las tierras públicas no escrituradas de todo México quedaban bajo el dominio de la nación, El 25 de noviembre emitió otro decreto, por medio del cual anulaba la transferencia de esas tierras de manera definitiva, bajo la égida de las autoridades estatales y territoriales. ArtÍculo l. Se declaraba que las tierras públicas, como propie- dad exclusiva de la Nación, nunca deberían haber sido enajena- das bajo ningún tÍtulo ni en virtud de decretos, órdenes, leyes de las legislaturas, gobiernos o autoridades locales de los estados V territorios de la República. ArtÍculo 2. Por consiguiente se declara también que las ventas, cesiones o cualesquiera otros tipos de enajenaciones de dichas tierras públicas que se hayan efectuado sin la orden y la apro- bación expresas de los poderes generales, en la forma prescrita, son nulas y no tienen ningún valor o efecto. futÍculo 3. Los funcionarios, autoridades y empleados a quienes ata¡en la ejecución de este decreto procederán, tan pronto como ..le 1824. los aspectos esenciales de esta ley son, según Wilkie: que permitÍa la distribución centralizada de la tierra; que los estados no estaban obligados a registrar los títulos de propiedad ante el gobierno central, y que las tierras pertenecientes a corporaciones -cs decir, aquellas que estaban en manos de la Iglesia y las comunales pertenecientes a los indios- quedaban fuera de la colonización. El 2l de noviembre de 1828, esta ley fue enmendada y se dispuso que a los jefes polÍticos de los terri- torios (los territorios que aún no se habÍan constituido como estados) también les era permitido colonizarlos. Estas dos leyes, señala Wilkie, sentaron las bases legales para la transferencia de las tierras públicas y constituyen los antecedentes de los cambios subsiguientes en la legislación agraria que comenzaron con SantaAnna en 1853 fWllkle, 1994: 137-138). A¡ne,cpopNres coLoNIALES y pRIMERA RBvoLuctóN t.sG,AL 87 lo reciban, a recuperar y tomar posesión a nombre de la NaciÓn, de las tierras que quedan comprendidas bajo lo estipulado en el artÍculo I y que puedan estar en manos de corporaciones o de indivlduos particulares, cualesquiera que sean sus prerrogativas o su posición. ArtÍculo 4. l¿s autoridades iudiciales, civiles o administrativas no admitirán quejas de ninguna clase ni peticiones cuyo propósito sea el de obtener indemnización de la Hacienda pública por los danos que puedan alegar los ocupantes o propietarios ilegales, conforme a lo estipulado en el ar1Ículo anterior, y únicamente presen'arán sus derechos contra las personas gracias a las cuales usufructúan las tierras que ahora se ven obligados a restituir' Wilkie subraya que dos aspectos esenciales contenidos en estos decretos cambiaron abruptamente el rumbo del derecho agrado mexicano desde la independencia: el primero es que Santa Anna estableció la premisa del control del gobierno central en la enajenación de tierras públicas; el segundo es que una vez establecida esa premi§a, anuló todas las transferencias de tierras públicas, con lo cual garantizó que los demandantes dependieran del gobierno central para obtener un tÍtulo claro y legal sobre la tierra. En julio de 1854, estos aspectos se definieron y ampliaron más aún cuando, a través de un decreto, SantaAnna reiteró el control del gobierno central especificando que todos los títulos agrarios que se hubieran expedido a partir de 1821 estaban su.ietos a revisión bajo su propia ley de colonización.tl Wlikie dice que Santa Anna tomó estas medidas para centralizar la distribución de la tierra debido a que hasta 1853 las tierras útiles del tenitorio mexicano no se habÍan deslindado con exactitud; los estados y los dirigentes territoriales habian manejado con imprudencia la distribución de la tierra, y parti- " cularmente en los casos de Texas y California la inmigración de estadounidenses desembocó en ia pérdida de muchÍsimo territorioi los hacendados subvaluaban la tierra con el fin de ...o BB Ar'¡-rocsooNros coLoNrAr.ES y pRTMERA Hevoluclót r.ec¡r. La segunda etapa de la primera gran reforma agraria en México se inició en 1856, Wilkie destaca que entre el grupo de liberales que derrocó a Santa Anna en lB55 oliguraban Benito Juárez y Miguel Lerdo de Tejada, dos hombres cuya legislación agraria dejó una marca imperecedera en la historia de México,.12 Durante la primera mitad del siglo )ox la Iglesia consolidó su situación privilegiada, se convirtió en el más grande latifundista y detentó un poder político predominante por su alianza con el partido conservador, El 25 de junio de iB56 se dictó la Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad de Corporaciones Civiles y Religiosas13 con el propósito de volver a poner en la circulación mercantil las enormes extensiones de tierra propiedad de la Iglesia. Esta ley contemplaba además a las corporaciones civiles, entre las que estaban incluidas las comunidades indÍgenas y los ayuntamientos. AsÍ también, el proyecto liberal concebía la presencia de una clase media rural fuerte para alcanzar el progreso, la industrialización,la ciencia y el comercio. De ahi la importancia que tenÍa la destrucción preúa de las estructuras agrarias que se oponían a este proceso.ra ...'- evadir impr-restos al gobierno central y éste no tenia mane- ra de comprobar la validez de sus afirmaciones. AsÍ, añade Wilkie, el requisito de que todas las transacciones se legalizaran ante el gobierno central remediaría supuestamente estos problemas fWilkie, 1994: 137-140). 12 Wilkie hace nota¡ que aunque inmediatamente se introdujeron leyes orientadas a cambiar radicalmente el sistema de tenencia de la tierra en México, algunos de los preceptos que habÍa introducido el gobierno conservador de Santa Anna fueron trasladados al nuevo régimen liberal (Wilkie, 1994: 140). 13 Esta ley es llamada nley [erdo,, por el nombre de su autor, Miguel trrdo de Tejada, quien fue ministro de Hacienda durante el gobierno del presidente Comonfort. ra En su estudio, Estrada considera que dada la concepción que los liberales tenÍan de la civilización y el progreso, la exis- ...o Atrocroemrrs coLoNrAr,ES y pzuMERA Rei¡oLuclów t,ecaL 89 La tierra entró en circulación mercantil pero los efectos de la Ley de Desamortización no fueron los esperados. En tan sólo seis meses se desamortizaron inmuebles por un valor total de 23 millones de pesos (Estrada, 1981: 604), dándose una gran concentración de ellos porque a través del mecanismo de la denuncia las personas ricas adquirieron grandes extensiones de tierra. Las denuncias afectaron también a las propiedades de los pueblos de indios y de los ayuntamientos, lo cual redundó en un considerable incremento de los campesinos sin tierra; por este motivo algunos pueblos indios se sublevaron en varias re- giones de México. El artículo 27 dela Constitución de 1857 se interpretó en el sentido de que debÍan considerarse extinguidas las comunidades indígenas. En junio de 1859 fue dictada e inscrita en el capÍtulo de las Leyes de Reforma la ky de Nacionalización de Bienes del Clero. Los fines políticos que la motivaron se cumplieron, pues el poder civil recuperó su hegemonÍa. Otra legislación importante promulgada por Juárez fue la Ley de Ocupación y Enajenamiento de Tierras Públicas del 20 de junio de 1863. ArtÍculo l. Las tierras baldÍas, para los efectos de esta ley, son todas las tierras de la República que no se hayan apartado para uso público por parte de la autoridad facultada para ello por ley, y que no hayan sido cedidas por la misma, ya mediante un título en el que se haya considerado su valor, o ya gratuitamente, a algún indiüduo o corporación autorizados para adquirirlas. ...,- tencia de las comunidades indigenas pudo haber sido vista como un obstáculo para construir la nación próspera que ambicionaban. Esta observación contradice el argumento de que no fue intención directa de la ley desamortizar los bienes de la comunidades indígenas y de los ayuntamientos pero que ello tuvo que hacerse porque las disposiciones eran generales y no podrían constreñirse solo a los bienes de la Iglesia (Madrazo, s.f.: 239). 90 A¡{rEcpoeN"Ios coLoNIALES Y PRIMERA Revoluctó¡l lecru, ArtÍculo 2. Cada habitante de la República tiene derecho a denunciar solamente 2 500 hectáreas [...] y no más, de tierras baldías, salvo los oriundos y ciudadanos naturalizados de las naciones adyacentes a la República, quienes no pueden adquirir bajo ningún tÍtulo tierras baldÍas en los estados fronterizos. t...1 Artículo 9. Nadie puede oponerse a la medición, deslinde o cualesquiera otras actividades que sean necesarias para determinar la verdad o la legalidad de la denuncia de tierras que no estén baldÍas, cuando ello lo ordene ia autoridad competente. Pero en caso de que en la adjudicación se declare que la tierra denunciada no es baldía, en su totalidad o en parte, habrá derecho a indemnización por los daños que resulten de ia denuncia y se reservará el derecho a una demanda penal en caso de que hubiere fundamentos para la misma. t...1 18. El decreto judicial sobre el terreno baldÍo, ya sea en propiedad o en usufructo, no tendrá completa validez sin haber sido antes aprobado por el Departamento de Fomento. futículo Esta ley, observa Wilkie, odefine que son 'tierras públicas', estipula quiénes pueden y quiénes no pueden denunciar estas tierras, reitera el control de la titulación de las mismas por parte del Departamento de Fomento y señala cuánta tierra puede denunciar cada personar. Es de notar, añade Wilkie, que el artÍculo 9 de esta ley upasó a ser la premisa para los actos cometidos por Díaz y su gobierno, cuyas 'autoridades competentes' aprovecharon esto para arrebatarles tierras a los indios, (véase Wilkie, 1994:252). Wilkie distingue como tercera etapa de la primera reforma agraria de México la que se inició con la puesta en vigor de dos importantes leyes de colonización: la ley provisional de co- lonización del 31 de mayo de 1875, promulgada por Miguel Lerdo de Tejada durante su mandato como presidente interi- A¡lr¡csoorur¿s coLoNTALES y pRTMERA Rrvolucróru locnr- 9i no,'5 y la del 15 de diciembre de 1883, promulgada por Porfirio DÍaz, ambas dieron ori§en y permitieron el desarrollo de las compañÍas deslindadoras. La ley de 1883, señala Wilkie, reafirmaba en esencia la de 1875 pero le agregaba nuevas dimensiones. AsÍ, el Ejecutivo controlaba el proceso de denuncia y podía ocontrataro directamente con organizaciones privadas que recibirÍan, como compensación por sus costos de agrimensura y demarcación, una tercera parte de las tierras deslindaclas.l6 En marzo de 1894, Díaz promul§ó la Ley sobre la Ocupación y Traslado de Terrenos BaldÍos, la cual derogaba la Ley de Ocupacióny Enajenamiento deTierras Públicas dejunio de 1863, asÍ como la Ley de Colonización de 1883. Wlkie hace notar que esta ley, además de ser más radical que cualquier legislación prerria, anulaba las sanciones y restricciones sobre extensiones antes estipuladas.rT AsÍ también, DÍaz estableció contratos con numerosas empresas extranjeras que aprovecharon las leyes para hacerse de grandes propiedades. Lo anterior dio como resultado, por un lado, los despojos a los pueblos de indios, cuyas tierras se les habían transmitido en tiempos inmemoriales muChávez (1970: 252l' señala que en el articulo I de la ley del 3 I de mayo de 1875 se encuentra el comienzo de las llamadas comr5 pañías deslindadoras, cuya creación influyó de ma¡era decisiva en el agravamiento del problema agrario hacia finales del siglo xx. Wilkie hace notar que durante el régimen de Díaz más del 50 por ciento de las transferencias agrarias legales y documenta'6 das se realizaron por medio de decretos fundamentados exclusivamente en esta ley. 17 Se arulaba el requisito de que las tierras que se daban a las compañÍas deslindadoras se vendieran en extensiones inferiores a 2 500 hectáreas y cualesquiera sanciones a las que dichas compañías se hubieran podido hacer acreedoras por la violación de tal restricción fWilkie, 1994: 150). 92 A¡trceoerutgs cor-oNIALES y pRIMERA R¡vor.ucró¡l L¡,cel chas veces sin ninguna tltulación, y por el otro, el acelerado desarrollo del latifundismo. AsÍ, Wilkie establece por primera vez la relación que existió entre la intención implícita de las leyes agrarias de esa primera reforma y el resultado de ellas, mostrando cómo nfue el dictador Santa Anna quien estableció las premisas que dieron pie a la legislación agraria promulgada bajo los gobiernos liberales de sus sucesores,. Wilkie asegura además que fue también Santa 6¡¡¿ «quien introdujo el concepto de centralización de la distribución de la tierra y quien antenazó con la desamortización de los bienes de la lglesia. Cada una de las administraciones subsiguientes mantuvo la prenrisa de la distribución centralizada y la Iglesia fue despojada de sus propiedades con fundamento en la Ley krdo de 1856, en el artjculo 27 de la Constitución de 1857 y, finalmente, con base en la ley de la nacionalización de los bienes eclesiásticos. promulgada en 1859, (Wilkie. 1994:156-l58). El esquema liberal de la dictadura de Porfirio Díaz esperaba que con el auge de las exportaciones y la formación de una amplia infraestructura económica se estimularÍan los mercados internos. Con ello tendrÍa lugar la formación de capitales mexicanos que, junto con los externos, se aplicarÍan a promover ac- tividades agropecuarias, mineras e industriales orientadas a satisfacer la demanda interna, La actil'idad agropecuaria dedicada al consumo interno carecÍa de consistencia, por lo que su oferta fue sustituida durante un üempo por la importación de alimentos. Sin embargo, al debilitarse la exportación por la crisis, la importación de alimentos básicos se frenó y la escasez y el hambre golpearon aI grueso de la población del país. En el sector agropecuario la intervención del Estado consistía en crear condiciones adecuadas para que los poderosos impulsos externos ejercieran su efecto transformador, Así, aunque en el sector se requerían transformaciones agrarias profundas, el Estado no podía ir más allá de favorecer la destrucción de los reductos de propiedades comunales y aplicar polÍticas ¡IrñTECEDENTES coLoNL{I-ES y pRIMERA REvoLUCIóN LEcAL 93 para poner a circular en el mercado las tierras propiedad de la nación mediante su deslinde y apropiación privada, La enorme afectación y concentración de tierras que produjo la polÍtica de deslinde de tierras baldÍas a partir de la ley de 1883, a fin de acelerar el proceso de su incorporación a los mercados de factores y a Ia explotación de las tierras incultas y comunales, concedieron en propiedad a las empresas deslindadoras un tercio del total de esas tierras que pudiesen localizar y delimitar topográficamente. Con este mecanismo, el Estado dio lugar al reforzamiento del latifundio y no al incremento de pequeñas explotaciones. De esta manera, la hacienda se convierte en la unidad socioeconómica más fuerte y dinámica de la economía agrÍcola de ese tiempo. Su producción se dirige al mercado interno y de exportación, adernás de poseer caracterÍsticas propias de uso de la superficie agrícola que tenÍa. El trabajo requerido para el funcionamiento de la hacienda lo realizaban trabajadores que vivÍan en ella y empleados eventuales; los primeros eran peones acasillados que recibían sueldo en especie y la otra parte en efectivo, con derecho a explotar un minifundio sin gravámenes y en habitación; los segundos. trabajadores asalariados que recibÍan pagos Ínfimos. A finales del siglo xx el debate sobre la distribución de la tierra fue una de las banderas básicas para lograr el consenso con el campesinado. Aunque éste ignoraba la importancia política de tal moümiento, se adherÍa por hambre de justicia y de tierra, que era su interés inmediato. En esta época la demanda de una reforma agraria creció entre la población urbana y rural; la expropiación se presentaba como una opción para acallar las reiteradas opiniones de intelectuales, polÍticos, periodistas y publicistas que frecuentemente lo hacÍan punto de discusión y debate público a medida que la situación en el campo se hacia cadavez más explosiva por la gran diferencia que se daba entre los poseedores de grandes extensiones de tierra y los campesinos que no la poseÍan. Un hecho sisnificativo que reforzaba la opinión generalizada de que habían de realizarse cambios en 94 Arrocnoouros coLoNTALES y pRTMERA Rgvol.ucroN LEGAL la tenencia de la tierra y las formas de producción en el campo para supera-r los problemas tanto de ésta como de la propiedad era que, a pesa,r de que el 80 por ciento de lafuerza laboral se encontraba empleada en la agricuitura, este sector no mostraba capacidad de autosuficiencia alimentaria de básicos para la población (Silva Herzog, 1959:I58), Al iniciar el presente siglo la propiedad se encontraba otra vez en manos de los latifundistas y los pequeños propietarios. El debate se inclinaba por la eliminación del latifundio como unidad económica principal en el campo, prefiriéndose pequeñas propiedades privadas y las unidades productivas familiares con el doble propósito de eüta¡ los levantamientos campesinos al ofrecerles tierra, que tendrÍan que pagar de alguna manera, y elevar la producción de alimentos básicos. Sin embargo, estas acciones no se realizaron y la inconformidad campesina continuó en aumento hasta desembocar en la revolución mexicana. Como sintetiza Schenk, muchos de los autores contemporáneos que han investigado las causas de la revolución mexicana han descrito las circunstancias en el campo mexicano en r,Ísperas del movimiento como un ámbito en donde: los grandes terratenientes y especuladores habÍan tomado posesión del campo mexicano de manera desmesurada durante el siglo )ilx. Los miembros propietarios de las comunidades propietarias de tierras antes independientes -principalmente pequeños campesinos- se vieron forzados a ganar su subsistencia bajo condiciones malas en las fincas de los terratenientes o en la industria naciente. Dicho proceso de proletarización supuestamente se aceleró de manera considerable en la segunda mitad del siglo xx debido a la administración de los gobiernos liberales consecutivos que se habían propuesto la privatización de las tierras de las comunidades. Esta privatización también llamada desamortización fue impulsada por los gobiernos de la Reforma (1856-1876) e implicaba para los miembros de las comunidades que la propiedad colectiva de sus tierras dejaría de ser inaliena- Aurpcroonrros cot oNIALES y pzuMERA REVoLUCToN LEGAT. 95 ble, y que debÍa adjudicarse en propiedad prirada a los usufruc- tuarios y arrendatarios de la misma. Se suponía que estos nuetieras por circunstancias vos propietarios pronto perderÍan sus económicas o debido a abusos por parte de los gobernantes locales. De modo que se agudizaron las contradicciones dentro de una sociedad básicamente agrícola -en donde estas comunidades siempre ocupaban un lugar importante- hecho que trajo como consecuencia la corrupción de la estructura comunal exis- tente y como resultado final, una concentración de tierras en manos de los grandes terratenientes (Schenk, 1991 231-232). Por el momento, remarca Schenk, «no queda claro en qué medida se llevó a cabo este proceso -que en sÍ nunca fue objeto de discusión alsuna, (Schenk, 1991 232). Y agrega: ulas esümaciones respecto a la magnitud de la privatización, el primer paso en el proceso, difieren mucho». Para avalar algunos de sus argumentos, Schenk utiliza el estudio realizado por Frangois-Xavier Guerra (véase Guerra, 1985, vol. 2), quien ha demostrado la total imprecisión de las estadÍsticas respecto a la proporción de la propiedad de üerras durante el porfiriato, las cuales son utilDadas y consideradas por muchos historiadores como la base de apoyo de la llamada oleyenda negra», Guerra señala que los Censos Nacionales de 1895, 1900 y 1910 son la base principal de dichas estadisticas y asegura que estos censos incurren en en:ores graves y clasificaciones ambiguas; de ahÍ la interpretación equívoca acerca de la subestimación de la extensión y el total de pequeños propietarios. Estos censos, además, se utilizaron como base de las estadÍsticas de estudios ahora considerados clásicos tales como: I¡s sistemas de la propiedad rural en México,l8 de George rsSchenk hace notar que sin duda alguna la obra más influyente acerca de las relaciones de propiedad en el campo mexicano durante el slglo xx es la de George McCutchen McBride y cómo los estudios para el siglo xx se basan en gran medida en esta obra. También explica cómo McBride, en su libro publicado . ..,e j LEGAL AmECEDEIITES coLoNtALES Y PRIMERA REvoLUCtÓN McCutchen McBride, y The Mexicon ogrorionreuotution, de Ffank Tannenbaum, asÍ como de las Estodisticas económicas del porft riato, Juerza de trabajo g actiuídad económica por sectores, dirigidas por Moisés González Navarro (Schenk, 1991: 235). De acuerdo con Guerra, los censos clasifican a Ia pobla(quince ción millones en l9l0) según su actividad principal y la categoría polÍtica de las localidades. En la división territorial que se hizo en los años 1900 y nes, rancherÍas, haciendas y ranchos. La población 1910 las categorías más importantes son: ciudades, villas. pueblos, minerales, congregacio- agraria económicamente activa se divide en los censos de 1Bg5 y 1900 en tan sólo dos categorÍas: nag,rir:ultor, y «peón o jornalero,. En el censo de 1910 se agregó uria tercera categona, la de ohacendado,. I¡s *hacendados, antes forniaban parte de la categorÍa "asricultor,. Según elcenso de 1910 (en elque todavía más de dos terceras partes de la población económicamente activa trabajaba en actividades agrícolas) el número de hacendados ascendía a 836. Guerra advierte lo erróneo de esta cifra ya que el total de hacendados tan sólo en los estados de Chiapas o Yucatán era superior. Una gran cantidad de hacendados seguramente fue considerada en 1910 como agricultores {Schenk, 1991: 235). El problema, indica Schenk, radica en 1o que se debe en- tender por «ag¡¿u116¡» y «peóIl o jornalero,: ...(r en inglés en 1923 y traducido al español en lg5l, odio un resumen de la historia de la tenencia de tierras en México a partir del tiempo precolombino hasta principios de la Reforma a§riarÍa,. uRespecto a la desamortización de los terrenos contunales McBride señala que la mayor parte de los comuneros perdieron sus tierra v que se llel,ó a cabo una fuerte concentración en la tenencia de tierra, según é1, en algunos estados un porcentaje importante logró consenar las suyas, (Schenk, 233, 235). l99l: A¡,"rocgoe¡vros coLoNfALEs y p«IMERA R¿r¡oLUCróru r.ec¿r- 97 Bajo la categorÍa oagricultor, parecen estar incluidos campesinos y propietarios prósperos, trabajando por su propia cuenta, a veces con trabajadores y propietarios de animales de tiro y tierras. La categorÍa (peón o jornalero, es aún más amplia. Es probablemente una categorÍa residual donde todos los campesinos ¡r trabaiadores que según las autoridades no podían ser pro- piamente llamados nagricultor, o nhacendado, se hallaban registrados. El término npeón, se utilizaba pitra aquellos que trabajaban en los latifundios. Los historiadores hicieron una división entre peones acasillados, es decir peones libres que sólo en época de siernbra o cosecha eran contratados. Los peones, afirnra Guerra, podian ser dueños de terrenos como lo eran en la práctica. El término njornalero, tiene un significado muy amplio. Aunque njornalelo, Iiteralnrente signilica asalariado, de los archivos se desprende que hacia finales del siglo xlx este térrnino fue utilizado como sinónimo de campesino. Comuneros, pequeños propietarios, arrendatarios y medieros eran llamados en la vida cotidiana ojornaleros,. Cientos de compradores y vendedores de tierras del estado de Méxlco fueron registrados en los protocolos notariales de ese periodo ¡srns ,,jornalero,. El hecho de que los «peones ojornaleros, realmente pudieran poseer terrenos, lo pasaban por alto los encargados de realizar los cen- sos. En sus estadísticas dejaban sin considerar el agregado original o njornalero, y presentaban asÍ un arnplio grupo de campesinos (comuneros entre ellos) como peones sin tierra. Asi que, según ellos, entre 96 v 970/o de las cabezas de familia en el campo mexicano en l9l0 no poseian ninguna propiedad individual (Schenk, i994 : 236-237). AsÍ. señala Schenk, la carencia de una clasificación clara constituye, como para las estadÍsticas nacionales mencionadas, un serio defecto estructural, lo que genera información enganosa. Una consecuencia es la subestimación de la pequeña propiedad. AsÍ, la compra colectiva de un rancho, una hacienda o finca por un grupo de campesinos o por los habitantes de un 98 Arnecenexrps cor.oNrAi.Es y pRIi\,{Etu\ kE\oLLlctoN I.ECAL pueblo cambiaba el carácter de la propiedad y con mucha frecuencia la dii¡isión de estos bienes no era considerada elt 1as estadÍstlcas hechas durante el porfiriato. Por eso taulo las estadÍsticas nacionales como las estatales presentan una imagen bastante deformada de las relaciones de propiedad. Por otra parte, las regiones donde liegó a dominar la pequeña propiedad se caracterizat-) por encontrarse en territorios más o menos montañosos a cierta distancia de los valles centrales. Así, regiones como Michoacán, Hidalgo. Guerrero, el Bstado de México y otros territorios localizados en las faldas del altipla- no o en lugares ieianos de centros de desarrollo se beneficiaron muv poco o nada con la llegada del ferrocarril a México (véanse Meyer, 1986: Schrver. 19791 Jacobs, 1982, y Brading,'e lgB0). Eir muchos casos su aislamiento aumentó más aún, dificultando el desarollo agrÍcola de estos territorios. Sin embargo, al rnismo tiempo, constituyó una lbrma de protección para los campesinos determinó tanto su posición en el mercado regional como la seguridad en ia propiedad de las tierras. James Wilkie señala que durante este periodo fue muchÍsima la tierra que cambió de manos y que la carencia de estadÍsticas detalladas en materia de enajenación de tierras públicas ha sido una de las razones por las cuales ha resultado dificil para quienes estudian el tema evaluar el efecto de este cambio (Wilkie. 1994: 158J. Además, remarca que fue durante el gobierno de Díaz cuando una enorme cantidad de títulos de tenencia sufrieron el traspaso forzoso de propiedades que no erall haciendas (como granjas comunales, propiedades medianas o pequeñasJ a posesiones tipo hacienda y que la política de este gobernante modificó ei concepto de nenajenación, de tierras, re Este autor señda que conglomeraclos de pequeñas propiedades y ranchos aparecían a lo largo de la repriblÍca mexicana, dominando a \¡eces distritos enteros. D.A. Brading (ed.) Coudillo and peasant in the ltÍexícan reuolulion, Cambridge, I g80, citado en Schenk (1991). Angce»cutrs coLoNIAI.ES y pRIl\{ER\ RE\rot.uctoN LEGAL 99 que de ilegal pasó a ser legal. Tai enajenación. adüerte Wiikie, se definÍa entonces como una redistribución legalmente permitida v a menudo obligatoria de las tierras públicas, que pa- saban a convertirse en grandes fincas privadas (Wilkie, 1194: i29- 130). Wilkie aclara los r¡ados significados de la palabra enaienación: "Segtin el contefo, puede significar uredistribución,. utransferencia, o utransferencia obligatoria,, de tierras, en todos los casos de nranera legal (o ilesal), coniorme a lo que sigue: balclÍos (concesiones de tierras públicas sin titulos de propledad, a personas ql¡e las solicitan): ventas (r,enta de tierras públicas): composición (conc'esiones de tierras qrre \/a se poceÍan sin titulo legal); deslindes (tienas otorgaclas a las conrpañÍas deslindadoras qLle localizabar y delimitaban tierras públicas por nadie reclamadas): .no haber baldios, (tierras [declaradas no públicas] que en primera instarcia se determinaba que eran privadas); ejidos (con- cesiones de tierras comunales a miembros individuales de la comuna). Wilkie argurnenta que las decisiones se toman sobre la inlbrmación oficial y que en las estadísticas oficiales están contenidas las cantidades de tierra que fueron dadas y registradas por ios gobiernos. Mucha gente reclamaba ser o haber sido propietaria de la tierra que cambió de manos, lo que se convirtió en un problema imposible de resolver. l.o que sÍ sabemos, dice \4lilkie, es que la tierra cambió legalmente de manos, hecho que levantó a la gente del campo: sin embargo, 1o que sucedió legalmente no significa que fuera así. A principios del siglo esta situación asustó a todo mundo; nadie sabe con certeza qué pasó, pero 1o qlle sÍ sabemos es 1o que todos pensaban que pasaba. De ahÍ que en esta época la demanda de una reforma agraria creciera entre la población urbana y rural y se presentará la expropiación como una opción para acallar las insistentes opi- A¡receoprures coLoNIAt,ES y pRIr\tER{ i<evoLtrclóru i00 t,EG,qL niones de intelectuales, políticos, periodistas y publicistas, que frecuentemente lo convertÍan en un punto de dlscusión y debate público. Una de las aportaciones más importantes del estudio de Wilkie sobre la primera gran reforma agraria de México son las series estadísticas de 1853 a 1909, que sobre ia enajenación de tierras públicas por estado, por tipo 1, por periodo elaboró utilizando estadÍsticas que reunió en la década de los sesenta y cuyas fuentes principales son las lúemonosy el Anuono estadístíco de la SecretarÍa de Fomento de México. Bstas series permiten poner a prueba la validez de diversas estadísticas globales de enajenación, además de constituir una base en la cual apoyar estudios sobre el cambio de la tenencia de la tierra en México durante el si§lo xtx.20 \[rilkie desarrolla la información estadística en foruia de datos globales y datos desglosados. Estos últimos proporcionan el fundamento para el análisis del efecto que tuvo la polÍtica gubernamental en los estados y territorios. mostrando además la base geográfica mediante la cual se llega al total. El estudio de Wilkie se centra en el traslado de tierras públicas, asi como las pertenecientes a corporaciones civiles y eclesiásticas, y no incluye las transacciones entre particulares (dicha información no existe). La información está ordenada conforme a los tres perio2'r Hasta antes de que Wilkie hiciera su estudio, los interesados en la materia únicamente podian recurrir de manera inmediata a estadisticas globales sobre la enajenación de tierras púbiicas, tales como las contenidas en los trabajos de Helen Phipps (quien trató de cuantificar la enajenación de tierras públicas únicamente durante el régimen de DÍaz) y de José L. CosÍo (quien establece la cantidad total de terrenos baldios nadjudicados, entre 1824 31 1906), entre otros autores. Sin embargo, Wilkie señala que las cifras de las estimaciones presentadas en dichós estudios no presentan ni una metodología ni un desglose completo y, por consi§uiente, han hecho surgir dudas v confusiones. A¡necgo¡n'res cot.oNrALES y pRll\{ERA R¡l,olucróu lpc¡¡- 101 dos en que Juárez, Lerdo y Díaz fueron los dirigentes principales.2l Del análisis de Wilkie sobre los efectos que tuvo la legislación agraria por periodo de I 853 a 1909 -a consecuencia de las leyes promulgadas por cada administración- de las tierras legalmer-rte enajenadas y documentadas, podemos distinguir entre los subtotales por estado y los lotales globales, incluyendo enajenaciones donde no sabemos los estados involucrados. Los cuadros 2.1y 2.2,v la gáfica 2.1 muestran que los datos por estado ascienden a un total de 51 061 654 hectáreas, es decir, el 26 por ciento de la superlicie agraria total de México. Wilkie remarca qLre las tierras enajenadas bajo el régimen de Díaz representaron el 93 por ciento del total, o sea 47 483 900 hectáreas. Juárez redistribu-l¡ó el 6 por ciento del total. esto es, 3 023 365 hectáreas, y I-erdo. el 1 por ciento, equivalente a 554 389 hectáreas. También es interesante señalar, escnbe Wilkie, «que ningun presidente mexicano, ni antes ni después, ha logrado distribuir tantas tierras como DÍa2,. 2'Wilkie expone las razones por las cr-rales hace esta periodiiación. Explica que aun cuando desde 1853 hasta l863 Santa tuina. Comonfort y Ma-xímiliano estur.ieron en el poder en distintas épocas, alternándose con Juárez; asocia a este último la tierra enajenada debido a varias razones, entre las que destacan: Santa Anna estuvo en el poder durante un tiempo relati,"amente corto v, dada la caótica situación polÍtica de1 paÍs, difícilmente podría haberse llevado a cabo un programa agrario coherente; se dio la Guerra de los Tres Años v no se publicaron registros: la polÍtica de M¿rximiliano fue similar a la de Juárez y se basó en las leyes promulgadas por los liberales. y Juárez reconoció ios tÍtulos agrarios otorgados por Maxirniliano adicio nándolos a los otorgados por su propio gobierno. Asinrismo, adjudica aDíazla tierra enajenada entre 1877 y 1909 porqLre, aun cuando entre 1880 y 1884 Manuel González Iue presidente de México, el verdadero líder de esa época era Díaz {Wilkie. 1994: 152-153). 102 Ar,-r¡cpo ot{rss co I-oNIALES Y PRII'IER \ Revot.Lr ctÓN Lgc,qt Cuadro 2 1 Subtotal legal de enajenaciÓn de tierras por tipo y por periodo 872 Baidios 3 023 365 V.ntas Compcs:iones Deslrhdes Nc haber ba c cs E dos lóta 3 c23 365 I 353-1 1 876 1311'1909 Tota Porceniale de total 9885 112 13 ¿62926 264 554 389 10 4 5 306 02-c 5 306 029 26 1 3C2 956 I 302 956 51 9 29 5Ü A't1 29 5Ü All 24 1 2A1 114 1 2A1 114 0.03 201 5;E 201 558 41 483900 51 061 654 100 0 554 339 E7-?-l Cfr el tota llrutc (rncuye ter¿s paia las cuaes no se conccen os est¿dos lnrolucrados) dado e¡ el (uadro 2.3 Cuadro proporc onado por Wrlkie. deb do ¿ una om srón de 5 q o xx Se publt(¿ aqli por primera vez porque no ap¿rec Ó en W lk e (1994) Editores. Si comparamos los datos globales del cuadro 2.3 podemos que ver el total de tierras enajenadas ascendió a 62 16+ 104 hectáreas, es decir, el 31.6 por ciento. Aquí se publican por primeravez los cuadros 2.1y 2.2 y la grálica 2.1 de las estadísticas de Wilkie, estos cuadros y gráfica están referidos al estudio de Wilkie uPrimera reforma agraria en México, 1853- 1909, a través de la estadÍstica nacional», Que forma parte de obra intitulada In estctdística económica en l)[éxíco. Los oríqenes. Sin embargo, debido a un error de la casa editorial Siglo .r-xt, estos cuadros no fueron incluidos en el estudio de Mlkie. Sí se publicó el cuadro 2.3, titulado ahÍ apéndice D. De entre los efectos que tu\¡o la legisiación agraria en el tipo de tierras enajenadas. Wilkie obsen a que con anterioridad a I876la única categorÍa de tierras que se podÍa trasladar por ley era la de terrenos baldÍos, es decir, las tierras públicas. Entre lB53 y 1876 se enajenaron3 577 754 hectáreas de este tipo, que equivalen al 7 por ciento del total de tierras enajenadas por estado y al 19.4 por ciento de los terrenos baldíos enajenados. La Ley de Colonización provisional que promulgó Lerdo deTejada en lB75 -la cual abrió el paÍs a las compañÍas deslindadoras-, reforzada por la Ley de Colonización de 1BB3 y por la Ley de Ocupación y Enajenación de Terrenos BaldÍos de 1894, sentó 1as bases legales para el pago mediante tierras a estas compa- AvroceooNr¡s cor.oNlALES y pRTMERA r03 R¡\ror.ucroN LEGAL Cuadro 2.2 Subtotal de tierras enajenadas por periodo presidencial (igual a los totales por estado en el apéndice A de Wilkie) Altu: i..-.. :!¡: Peirodc !t.i ! JC trr.iiti ,^r illúr:: ^. Pror¡ed c r.r:-rt..- .Juarista in l¿l ntermedro r r 85i-1 E6l-1 E57 E67 t¿67-1E7) lrnal Ictal 141e, Lerdista Porfi rista 131 -1 ln cia 1811-1893 ntermedrc 189-1-1-o0C 5! 215 2t5 51 I Ear li2 6C : lr: 4i t¡r 205 8,1 19!i-19i9 102 Fr¡al To r¿1 185i-r909 Total I 36t -r6t 1Á¡ :ÁE 5 505 354 + f J- 18 4-?5 11 196 35 53-1 120 .1 514 22b 173 58r 5i 973 i65 5)d 1) 21t 12\ 44) 391 J7.131 gii 602 51 06i 654 PcÍcenta.le de Ja superenalen:do f,c e toi¿1 del ó+ tot¿l { 2b b5 1b 70 l1 _139 7 Porcentale men;ual t0 i3 I 1,1 93 l0c ót- r 2._l ,) 1 2,11 264 afr e tot¿i brutc nal!rr ¡erra5 para ¿s aJ¿ e5 l,r sÉ a0foce0 fos est,¡dcs rn!úitrr¿do!) d¿do €n el cr¿dro 2 3. ' Redc¡de¿d.l e¡ Él pcraerlala enterc m¿s ae¡r¿n r. I llenos iel I 00f rrenlo Cradrcpro¡rorconadoporlvrlkie Sepublir¿aquLporprm€ravezporqueno¿p¿recóen\! ke(1994) deb do ¿ una om s ón de 5 qlo r+ EdLlores ( Total bruto de tierras enajenadas, 1853-1909 f Años sc¿les Tctai c1e me5e5 ¡ectáre¿s Prorned o toi¿1es mensu¿l enalerradas Porrentale del total Porcenrale de ia super. fiare total en,:lenado' Juarista 1853-18,51 50 cra 215 255 5 505 I 863-1 867 54 1 3E2 42 34 65,1 nai 366-1 672 60 365 963 14:32 1353'1872 t64 i C23 365 18 115 Total -. Lerdista 1873-1876 47 554 389 11 795 Porfrrista l¡ cial 1311 -18,93' 1 3 328 4el 54 565 ñ1edio lnrcra 1882'1831' 120 40 902 9-16 340 858 ñ'ledio fln¿i iA92-1900 108 7 222921 66319 1901-19091 102 ] 132 il6 T A21 [inal 1811-19A9 391 58 586 950 149 839 Total Tora 1853-1909 6A2 62164104 180070 ln lntermedro F 1.0 1 1 15 1.1 6 66 12 11 o/ 100 20.E 3.1 36 lop i] 6 l972,Los 'Redo0deadoalporrental€enterornas(ercafo.bFu€nte:5¡áüi¿/ralabstñdaíLat¡nAnerlc¿ 1974,p 41 L¡scrfr¿sÉstárenklómetrosruadrados.ParaconveL Angelús,!:rALalinAmericanCente¡ lulosenherláre¿smultrpliqueseporl00'nrluyeoiaembrede1876.dAl30delun0del909 deL 1 por clefto F!ef1e: Wilkie 1994), apéndrce D. ( "[,1eros Aulecoostros 104 * Meses 50 54 60 41 205 84 102 Total de tierras enajenadas por periodo Años 853-r 857 1863-1 867 1867-1E72 1813-i816 1 877-1 893 1 894-1 900 1 901-1909 6A 8s7 1 863-l 867 I 853-1 84 i861-1812 1813-1816 1877 1893 1 894-1900 102 190',1-1909 205 ones cle hectáre¿s, por elernplo 5 = 5'000,000 de hectáreas. Promedio mensual de tierras enajenadas por periodo l\4eses Años 41 Gráfica 2.1 r in n¡ 50 54 cot.oNIALES Y PIIIMER{ REVoLUCIoN LEGAL En Presidente m es de heciáreas, por elernp o: 25 = 25,000 de hectáreas Total de tierras enajenadas en el periodo Años .lu¿rez 1853-1872 1 872 1 876 1877-t -c09 Diaz Ef nr I ones ae hectáreas, por elemplo: 5 = 5 000,000 de hectáreas Presidente Total de tierras enajenadas en el periodo Añcs .luárez 1 853'1 872 1812,187 6 Daz 1817 -1949 o Ef mi ones de hectáreas, por elemp o: 25 = 25,000 de hedáre¿s Promedio de enaienación mensual, 1853-1909 602mos 1353-:909 l§§ffi§W 25 0 * n 50 75 100 125 150 En cnes de hectáreas, por elemp o 25 = 25,000 hectáreas Gráiica proporcionacia por \\llikie. Se pubiica aqui por primera vez oorqr,e no aparec ó en Wilk e (1 994i debido a una omLsión de S glo xxl Edrtores 115 fu,racpooNrns coLoNrAl.ES y pRTMERA REVot.uctóN LECAL 105 ñias, que recibieron las mayores cantidades de tierras transferidas. En efecto, señala Wilkie, pasaron a manos de estas empresas privadas 29 587 0 i I hectáreas, que significan 57,9 por ciento de todas las tierras enajenadas, Las ventas de tierras públicas, nlas composiciones» v las transacciones bajo el concepto de ono ltaber baldÍos», enajenaciones todas ellas hechas al amparo de la ley de 1894, representaron en conjunto 7 8i0 159 hectáreas, esto es, 15.4 por ciento deltotal. A los ejidatarios a quienes se habÍan cedido tierras en posesiórt indir¡idual de 1894 en adelante se les dieron 201 558 hectáreas, que equivalen a 0.03 por ciento. No cabe duda, expresa Wilkie. de que los principales beneficiarios de la legislación agraria fueron las compañías deslindadoras y los seguidores poiíticos de Díaz. A este respecto, añade, los indígenas ejidatarios fueron quienes menor cantidad de tierras recibieron y. en consecuencia, quÍenes menos se beneficiaron del reparto. De entre los patrones interesantes que surgen a partir de los datos referentes a la distribución geográfica de las tierras trasladadas, \\¡ilkie concluye lo siguiente: Los tres presidentes centraron sus programas en las regiones del norte y el noroeste (véanse los apéndices 1, 2 y 3). Estas regiones geográficas comprenden el 61.9 por ciento del total de las tierras de Mexico, y entre ellas se distribuyeron B3.B por ciento de todas las tierras enajenadas por estado. Balo el régirnen deDíaz, agrega Wilkie, el Golfo de Mexico y la región sur del PacÍfico recibieron mayor atención que durante las admhristraciones anterio- res. Estas dos áreas abarcan el 21.3 por ciento del total de la superficie agraña mexicana. La región central del país prácticamente no fue tocada por ninguno de ios gobiernos a los que nos estamos refiriendo. remarca Wilkie, va que durante todo ei periodo, es decir de 1853 a 1909. sólo se trasladaron en ella 342731 hectáreas, que equivalen a 0.8 por ciento del total.22 22 Esta información es rnuy relel'ante porque nluestra cónro se dio la enajenación de tlerras en esta reglón, coadyul'ando ...c 106 Antpceoe¡irss coLONL{r-ES y pRrMErd\ REvot.ucroN r-EGAr. Wilkie destaca también que hubo tres estados en Ios que las enajenaciones de tlerras rebasaron el 50 por ciento de su superficie. Encabeza la lista Baja California (si se incluye el Te- rritorio de Baja California Nortel con 83.7 por ciento de trasiados: sigue Tabasco, con 58.4 por ciento, y después Chihuahr-ra, con 55.9 por ciento. En otros cinco estados se enajenó cuando menos la quinta parte de la tierra: 47 ,4 por ciento en Chiapas, 38 por ciento en Sonora, 37.4 por clento en Sinaloa, 24.I por ciento en Nuevo Leóny 20.1por ciento enYucatán. En los demás estados las enajenaciones no llegaron a 20 por ciento, aun cuando Campeche estuvo cerca con 19.8 por ciento. Así concluye Mlkie su descripción cuantitatir¡a del efecto que tuvo la legislación agraria en cuanto a tierras transleridas en los periodos presidenciales de Juárez, krdo y Díaz. En su estudio Wilke compara las leyes agrarias de los diversos gobiernos, asÍ como los cambios subsiguientes en la tenencia de la tierra que muestran los datos estadísticos, y obsen,a que los resultados de los programas agrarios que echaron a andar Santa Anna, Juarez. Lerdo y DÍaz lueron dispares. Santa Anna, dice, cent¡alizó la distribución de la tierra, pero no logró solidificar el apoyo que necesitaba para llevar a cabo un programa. Lerdo y Jua¡ez mantuvieron el control centralizacio y le quiiaron sus tierras a la lglesia, pero no consiguieron estructurar una clase media rural, tal como habían tenido la esperanza de hacerlo. Díaz, escribe Wilkie, que basó sus leyes en las de sus predecesores, a la vez que les agregó sus propias medidas. fue quien tuvo más éxlto. Irónicamente, remarca Wilkie, este éxito contribuyó a la generalización del descontento en cuanto a tenencia de la tierra. lo cual ayudó a que los disidentes se unieran, situación que desembocó en Ia revolución de 1910 [Wilkie, 1994: 152-157). ... o así a corregir errores históricos que sobre la misma se han cometido, basá¡dose solamente en estadísticas globales que han confundido e incluso llevado a conch¡siones que distan mucho de la,realidad. 3, Segunda, reuolución legal. de la tenencia de la tierrag surretorno, al ejido, 1910-1990 Siguiendo la periodización de \Vilkie, la segunda gran reforma agraria de México se dio de 1910 a 1991. Durante este periodo la políüca del gobierno mexicano se dirigió básicamente a dividir las grandes propiedades privadas para crear el régirnen de la propiedad social de ejidos y comunidades indígenas. La primera etapa de esta segunda reforma agraria se caracteriza por el debate ocurrido de 1910 a l9l7 sobre 1o que habÍa que hacer con la tierra durante la guerra cir.il entre los distintos movimientos insurreccionales. Desde los inicios de esta segunda reforma agraria los grupos políticos opositores al sistema liberal de DÍaz se preocuparon por resolrrer el problema de la concentración de la propiedad asrícola y coincidieron en la necesidad de suprimir los latiftrndios y realizar una verdadera reforma agraria, con diversos matices, como lo demuestran el Manifiesto del Partido Liberal de 1909, el Plan de San Luis de 1910, el PIan de Ayala de l91l y las reformas al Plan de Guadalupe efectuadas en Veracmz en 1914, entre otros (véase Silva Herzog, 1959: 159-213). En sus orÍgenes, la revolución mexicana fue un movimiento que se propuso, más que nada, hacer un cambio político en el país. AsÍ, en 1910, Madero declaró en el Plan de San Luis la nulidad de las elecciones generales e invitó al pueblo a que toma¡a las armas y coadyuvara al derrocamiento de la dictadura. Hasta esos momentos la agitación'política y los programas de los parüdos habÍan tenido como finalidad esencial y única t1071 108 Socurvo¡ n¡voLuclón' LEcAr. oE LA TENENCTA DE LA TIERRA poner término al gobierno del presidente DÍaz y restablecer los principios democráticos de la Constitución de 1857 a través del respeto al sufragio popular y al principio de no reelección. pero a medida que se extendió la rebelión contra el gobierno de Díaz, y después contra el de Huerta, las demandas dieron mayor importancia a los reclamos y programas de contenido social. En estos programas destaca en importancia la cuestión agraria. AsÍ, en el Plan de San Luis Madero habló del despojo de que fueron vÍctimas las comunidades rurales y señaló como uno de los objetivos de la revolución la restitución de 1as tierras sin indemnización por parte de los despojantes. Por su parte, Zapata, en su Plan de Ayala, demandaba la restitución de los terrenos de que se habÍa despojado a los pueblos v la dotación, en plena propiedad, de nuevas tierras para los pueblos que carecieran de ellas. Los artÍculos 6 1. 7 de este plan resumen las demandas agrarias de los zapatistas: Artículo 6. Los terrenos. lrontes v agllas que ha1,'an usurpado los hacendados, cientlficos o caciques a la sombra de la justicia venal, estarán en posesión de esos bienes inmuebles desde luego, los pueblos o ciudadanos que tengan sus títulos, correspondientes a esas propiedades, de los cuales han sido despojados por la mala fe de nuestros opresores, manteniendo a todo trance con las armas en la mano la mencionada posesión. ArtÍculo 7. En vlrtud de que la inmensa mayoría de los pueblos v ciudada¡os mexicanos no son más dueños que del terreno qLre pisan, sufriendo los horrores de rniseria sin poder mejorar en nada su condición social ni poder dedicarse a la Industria o a la Agricultura, por estar monopolizardas por unas cuantas ma- nos las tierras, montes y aguas: por esta causa se expropiarát prer,ia indemnización, de la tercera parte de esos monopolios a los poderosos propietarios de ellos, a fin de que los pueblos v los ciudadanos de México, obtengan ejidos,r colonias o fundos leI La referencia a los ejidos corresponde a su acepción colonial. Socul,¡o,q RE\¡ol.ucloN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRA 109 y gales para 1os pueblos o campos de sembraduría o labor se bienestar de me¡ore en todo y para todo la falta de prosperidad Y 37)' 1992: Morett' en (citado comentarios con losmexicanos Carranza,en el decreto relormatorio del Plan de Guadalupe, se atribuyó a sí mismo la facultad de dictar todas 1as saleves, disposiciones y medidas encaminadas a dar de1 a 1as necesidades económicas, sociales y políticas tisfacción pequepais [. .. I Leyes agrarias que lavorezcan la formación de 1a a los y restituyendo na propledad, disolviendo los latifundios legisprivados; pueblos 1as tierras de que fueron injustamente obrero' lación para mejorar las condiciones del peón rural' del del minero, y en general de las clases proletarias' 1915' En la Ley General Agraria, promulgada en mayo de el pensamiento agrario del villismo señala: Artículol.Seconsideraincompatibleconlapazylaprosperipropiedades dad de la República la existencia cle 1as grandes territoriales.. ' de ArtÍculo 3. Se declara de utilidad pública el fraccionamiento las grandes propiedades territoriales en la porción excedente del limite que se frje..' de Artículo 4. Se expropiarán también los terrenos circundantes reparpara los pueblos de indígenas en la extensión necesaria puetirlos en pequeños lotes entre los habita¡tes de los mismos que estén en aptitud de adquirir aquéllos' según las blos disposiciones de las leyes locales"' t..1 proArticulo 7. La expropiación parcial de tierra comprenderá exporcionaimente, los derechos reales anexos a los inmuebles aperos' muebles' de proporcional propiados, también la parte el cultivo máquinas y demás accesorios que se necesiten para de la Porción exProPiada"' 110 Socuun¡ nptoLuctó:'l Miculo t.Ecr\t. DE LA TENENCIA DE LA TIERR\ 8. Los gobiernos de los estados expedirán las leyes regla- mentarias de la expropiación que autoriza la presente y quedtrrá a su cargo el pago de 1as indemnizaciones correspondientes... I.l Artícuio 12. Las tierras expropladas en virtud de esta lrv se fraccion¿rrán inmediatamente en lotes que serán enajenados a ios precios de costo adelnás de gastos de apeo. deslinde v frac cionamiento, más un aunento de diez por ciento que se reservará a la Federación par¿r fornr¿rr uu fondo destinado a creaciór-r del crédito agrícola del país... t..l ArtÍculo 17. Los gobien-ros de los estados expedirán leyes para constituir 1,' proteger e[ patrimonio familÍar sobre l¿rs bases de que éste sea inalienable, que no podrá gravarse ni estar sujeto a embargos. La transmisión de dicho patrimonio por herencia, se comprobará con la simple inscripción en el Reqistro Público de la Propiedad, del certificado de defunción del jefe de la familia y de su testanrento o en caso de intestado, de los certificados que acrediten el parentesco. Se considera parte integrante del patrimonio lamiliar todo lote de veinticinco hectáreas o menos adquirido en virtud de los fraccionamientos que ordena esta ley (citado en Morett. 1992: 37-38). Los primeros repartos de esta segunda reforma agraria se dieron al calor cle la lucha re\¡olucionaria, cuando Emiliano Za- pata distribuyó 12 417 hectáreas en Ixcamilpa de Guerrero. estado de Puebla, y en agosto de 1913 Lucio Blanco repartió la hacienda de I¡s Borregos, en Matamoros, Tamaulipas. No obstante que se dio un cierto reparto agrario durante esta etapa y, más que eso, restitución en las zonas donde la lucha fue rnás intensa, la hacienda continuó siendo la lorma más importante de propiedad de la tierra en México. AsÍ, las demandas de la tierra se generalizaban y los proyectos agrarios se rnultiplicaban; se planteaba la redistribución ya fuera atendiendo a motivos de Índole política, a imperativos Securun¡ nel'or.rrcrów LEGAL DE r.A TENEN('IA DE lA de TIERRA 11 i juslicia social o a razones económicas, pero en todos los ca- sos podemos ver la convicción de que era necesario modificar la estructura agraria clel paÍs. Los programas v sus alcances en la redistribución de tierras diferían entre sí y estaban fuertemente condicionados por las características sociales )' la ubicación geográfica de los gmpos a quienes iban dirigidos o de los campesinos que los integrabar. AsÍ, los grupos del norte eran más heterogéneos y estaban conlormados por jornaleros. medieros, rancheros, artesanos, ferrocarrileros, mineros. etc.: se encontraban dispersos en vastas regiones con mu\/ baja densidad poblacional y, por ende, en zonas de poca presión sobre la tierra, adernás de caracterizarse por ser ur.]a población mestiza. migrarte y casi nómada. En las regiones dei centro y el sur de México la población campesina era Lrn poco más homogénea, se concentraba en pueblos ¡r comunidades, en zonas más densamente pobladas )' con una mavor presión demográlica sobre Ia tierra. fuimismo. ia población de estas regiones tenía un mayor componente indígena y, en algunos casos, un luerte arraigo ancestral a sus comunidades y recios r,'ínculos con la tierra. Además, en algunos casos habÍan padecido el despojo de sus tierras durante un largo proceso que tuvo su inicio en la Coionia y continuó durante la Reforma y el porfiriato (Estrada, inédito: l-3). l¡s r¡illistas v los zapatistas. las facciones más importantes del mor.imiento campesino, asi como los constitucionalistas, diferían en cuanto al significado del problema de la tierra y no se proponÍan tralslormar la estructura de la tenencia de ésta. Los grupos üllistas del norte demandaban extensiones no menores de veinticinco hectáreas en plena propiedad para conformar un sector de rancheros, previa indenmización de los latifundios expropiados. [.os grupos zapatistas demandaban la restitución a los pueblos de ios terrenos comunales de que habían sido despojados y la dotación de nuevas tierras en plena propiedad a quienes no las poseyeran. Los constitucionalistas, grupo triunfante en la guerra de facciones que sucedió a la derrota del ejército II2 Spcur,¡o¿ REVoLUCTóN LEoAL DE LA TENENCTA DE L4 TTERRA huertista, estaban convencidos de que habÍa que respetar el derecho a la propiedad privada consagrado en la Constitución de 1857. Planteaban, además, que había que fomentar el desarrolio de ese tipo de propiedad, y más que nada impulsar la productivi- dad. No obstante, tuüeron que reconocer Ia necesidad de adop- tar un programa agrario que respondiera a las demandas campesinas con el propósito de atraerlos a sus filas y asegurar asÍ el triunlo politico y militar del constitucionalismo (Estrada, inédito: 3). El programa agrario constitucionalista quedó plasmado en la ley del 6 de enero de 1915, la cual preveÍa los dos procedimientos esenciales para la redistribución de ia tierra: la restitución y l¿ dotación. Sin embargo, contra lo que generalmente se afirma, esta ley pugnaba por la propiedad de la tierra de manera individual y en dominio pleno. AsÍ, en el considerando noveno especifica: Que proporcionando el modo de que los numerosos pueblos recobren los terrenos que fueron despojados, o adquieran los que necesiten para su bienestar y desarrollo, no se trata de revivir las antiguas comunidades, ni de crear otras semejantes sino solamente, de dar esa tierra a la población rural miserable que hoy carece de ellas, para que pueda desarrollar plenamente su derecho a la üda y librarse de la sen idumbre económica a que está reducida: es de advertir que la propiedad de las tierras no pertenecerá al común del pueblo, sino que ha de quedar dividi- da en pleno dominio, aunque con las limitaciones necesarias para evitar que ávidos especuladores, particularmente extranjeros, puedan fácilmente acaparar esa propiedad, como sucedió casi invariablemente en el repartimiento legalmente hecho de los ejidos y fundos legales de los pueblos , a raíz de la revolución Ayutla (Escárcega y Botey, 1990: 20). de Bn l9l7 esta ley fue elevada a rango constitucional en el artÍculo 27, en el que se establecen los lineamientos de reforma Secuxo¿ REVoLUCTóN LEGAT, DE LA TENENCTA DE LA TTERRA I 13 agraria. Con ello se mostraba que el proceso de solución a los problemas agrarios era irreversible y se estaban instrumentando acciones específicas de voluntad polÍtica y justicia social emanadas de la naciente Constitución. Sin embargo, aún faltaba transformar la norma constitucional en leyes reglamentarias y acciones de gobierno. En este proceso sur§ieron nuevamente las contradicciones entre un gobierno obstinado en mantener los principios liberales de respeto a la propiedad privada y los grupos campesinos, cadavez mejor organizados y dispuestos a exigir elcumplimiento de la promesa constitucional. AsÍ, el problema agrario entraba en una etapa de conciliación y concertación de intereses de los particulares y los campesinos, dándose una nueva contradicción: por un lado, el interés del gobierno en fomentar el desarrollo agrÍcola de México basado en la propiedad privada, y por otro la necesidad del propio gobierno de asegurar la estabilidad politica y social del país y consolidarse como grupo gobernante con el apoyo de los campesinos (Estrada, inédito: 3-4). La segunda etapa de la segunda gran reforma agraria de México abarca de 1917 a 1928, Se inició cuando en el artículo 27 de la Constitución de i917 se enuncia claramente un proyecto de reforma agraria sobre la base de la destrucción del sistema latifundista, imponiendo límites a la propiedad particular y repartiendo tierra entre individuos y pueblos. Sin embargo, es de notar que en su texto se alude a diversos modos de propiedad asociada, tales como condueñazgos, nuevos centros tribus, congregaciones y pueblos, pero no que se menciona el ejido hoy conocemos como forma de tenencia. AsÍ, hasta 1925 se entregó tierra a solicitantes y se les resde población agrÍcola, tituyeron las suyas a comunidades sin contar con una sólida base legalque expresara claramente las caracterÍsticas que tendrÍa la tenencia de la tierra dotada o restituida. Bl concepto de ejido es altamente equÍvoco. De acuerdo con Jorge Madrazo (s.L) tan sólo en el derecho positivo mexicano esta expresión tiene cuatro significaciones distintas: el ejido en 114 Sncu¡lu¡ REVoLUCIoN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TTERRA su acepción coionial;2 el ejido como núcleo de población y como empresa social;3 el ejido como conjunto de tierras, bosques, aguas, etcétera, dotados a un núcleo de población,r y el ejido como unidad productiva.5 Una definición que incluye todos estos aspectos dice que el ejido «es una persona moral que habiendo recibido un patrimonio rustico a través de la redistribución agraria, está sujeta a un régimen protector especial (Hinojosa. l9B3: 16). En la exposición de motivos de la Ley Federal de Refbrma Agraria de 197i, ei ejido es concebido como un conjunto de tierras, bosques, aguas y, en general, todos los recursos naturales que constituven el patrimonio de un núcleo de poblaciór-r campesina, otorgándole personalidad jurÍdica propia para que resulte capaz de explotarlo lÍcita e íntegramente, bajo un régimen de democracia politica y económica. El ejido, con sus caracteristjcas actuales, se fiie conformando con una serie de decretos y bajo la influencia de diversos moümientos campesinos y rrariadas correlaciones de fuerza clentro del aparato estatal. El primer antecedente notable respecto a la entrega de tierra bajo Ia forma ejidal lo encontramos en Luis Cabrera,6 2 Aquella superficie de tierra que se encontraba a la salida de los pueblos, con una lonsitud general de una leSua a la redonda, de aprovechamiento colectir,'o pa-ra que pastaran ios ganados de los pueblos de indios y no se confundieran con los de los espanoles. Véanse fracciones vut y x, incisos e) y b) del artÍculo 27. r] Esta expresión es utilizada asÍ en los a¡tículos 22 v 23 de la Ley Federal de Reforma Agraria, por ejemplo. r Como en los artÍculos 79, 101, l19, 120, etcétera, de la Lev Federal de Reforma Agraria. 5 Por ejemplo en el libro tercero de la lry Federal de Reforma Agraria. 6 Luis Cabrera fue uno de los autores de la LeyAgraria del 6 de enero de 19l5 y del artículo 27 dela Constitución de 1917. Secu¡loe REvoLUCIoN LEGAL DE LA TENE¡ictA DE l.A TIERRA ll5 quien en 1912, siendo diputado maderista al Congreso de la Unión, propuso que como una forma temporal de solucionar el problema agrafio se restituyeran los ejidos a ios pueblos. AsÍ, Cabrera sugirió el *ejido pe§uja1», que era una fonla de usufructo practicada en las haciendas durante el porfiriato. En palabras de este reformador: el pegujal es un pequeño trozo de terreno; nunca llega a un cuartillo de sembradura; apenas significa, digamos, un cuarto de hectárea que tiene derecho a sembrar el peón viejo que ha hecho merecimlentos en la finca, para cornpletarse con la cose- cha de maíz que, por cierto, no recoge é1, sino que vende, las más veces en pie todar.ra, al dueño de la finr:a, pero con la cual pr.rede medio amortizar su deuda o conrpletar las necesidades de su lamilia. El pegujal no se concede al peón jornalero propiamente dicho, sino a los peones que han ascendido a capitanes o que tienen carácter de sinientes eu la finca, como mozos o caballerangos: pero el pegujal es una de las formas de complemento del salario, que consiste en permitir que el peón pueda hacer una pequeña siembra por su propia cuenta. El pegu¡al es, sin embargo, el orlgen de la independencia de algunos peones que han podido llegar a medieros o arrendatarios; es por lo tanto, el complemento más interesante de nuestro propósito (citado en Morett, 1992: 39; véase Cabrera, 1985: 133-135). De acuerdo con Morett, Cabrera argumentaba también que ia población rural necesitaba completar su salario. AsÍ escribÍa: usi tuviese ejidos, la mitad del año trabajarÍa como jornalero, y la otra mitad del año aplicaría sus energías a esquiimarlos por su cuenta. No teniéndolos, se ve obligada a \ri\,ir seis meses del jornal, los otros seis meses toma el rifle y es zapatista,. Este legislador concebÍa ai ejido como una forma transitoria de tenencia, planteando que la solución al problema agrario radicaba en la fonnación de pequerlas unidades de propiedad privada que sustituyeran al problemático e ineficiente sistema hacen- 116 Sncunoa RBvor-ucró¡r LEGAL DE LA TENENCTA DE LA TTERRA dario. Además argumentaba que mientras no fuera posible crear un sisterna de expiotación agrÍcola en pequeño que sustituyera a las grandes explotaciones de los latifundios, el problema agrario debería resolverse con la explotación de ejidos como medio para complementar el salario deljornalero. Otra manera en que Cabrera concebÍa al ejido era como un medio de control polÍtico y militar de los campesinos, para 1o cual aseguraba que oel solo anuncio de que el gobierno va a proceder al estudio de la reconstitución de los ejidos, tendrá como consecuencia polÍtica la concentración de la población en los pueblos y facilitará por consisuiente, el dominio militar de la re§ión» (Morett, I992: 39-40). De acuerdo con Morett, en resumen, podemos ver que Cabrera proponÍa el reparto de tierra bajo la modalidad ejidal como una forma transitoria de tenencia, como un complemento ai jornal y como una estrategia de control polÍtico de los campesinos. Así, escribe Morett, la ley agraria del6 de enero de 1915 pretende ser el inicio de formas de propiedad privada según las cuales, si bien se podrÍan entregar ejidos, serÍa como una medida temporal mientras se les otorgaba el pleno dominio y se les protegÍa de los acaparadores. En el artÍculo 1 I de dicha ley quedó estipulado que oUna ley reglamentaria determinará la condi- ción en que han de quedar los terrenos que se deyuelvan o adjudiquen a los pueblos y la manera y ocasión de dividirlos entre los vecinos, quienes entre tanto los disfrutarán en común,. Cabe mencionar que en los considerandos de la mencionada ley agraria se establece que se protegerá a los campesinos de los especuladores, pero en ningún artÍculo se menciona la prohibición de rentar o vender sus parcelas. En 1920 Alvaro Obregón promulgó la llamada ley de Ejidos. Morett agrega que aun cuando esta ley planteaba un carácter transitorio para los ejidos y comunidades, es en ella donde legalmente por primera vez se designa al ejido como categorÍa jurídica para distinguir esa modalidad de tenencia de la tierra. Asi, el articulo i3 de esta ley expresaba que nla tierra dotada a Spcu¡¡»e RE\¡oLUCroN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRA ll7 los pueblos se denominará ejido,. En el primer capÍtulo de la Ley de Ejidos se estableció el carácter temporal y corporativo de los ejidos, especificándose que los pueblos, las rancheías, las congregaciones, las comunidades y demás núcleos de poblaclón uTienen derecho a obtener tierras por dotación o restitución, en toda la República, para disfrutarlas en comunidad, mientras no se legisle sobre el fraccionamiento,. En 1921 una circular de la Comisión NacionalAgraria estableció que las tierras dotadas o restituidas a los pueblos se entregaban a los beneficiarios en usufructo, pero seguÍan siendo propiedad de la nación. Con ello se introdujeron de dos elementos importantes para la constitución del ejido que hoy conocemos: se entregan tierras a los pueblos en una forma corporativa de tenencia y, además, se concede el usufructo de las ntismas, pero continúan siendo propiedad de la nación. La ley del 22 de noviembre de 1921 abrogó la Ley de Ejidos antes citada, sentó las bases de la subsecuente legislación agraria y otorgó al Poder Ejecutivo la facultad expresa de reglamentar las disposiciones agrarias para facilitar la resolución de los problemas del campo. Asimismo, con ella se creó la Procuraduría de Pueblos, institución indispensable para la realización de la reforma agraria (Morett, 1992: 4l). En la Ley Reglamentaria sobre Repartición de Tierras Ejidales y Constitución del Patrimonio Parcelario Ejidai, publicada en 1925, se reglamentó la propiedad y el usufructo de las tierras dotadas o restituidas a los pueblos. Asimismo, se reglamentó por primera vez la dotación individual de parcelas de cultivo y se estableció que los terrenos de agostadero y monte serÍan de uso comun. En esta ley se prohÍbe por primeravez el arrendamiento de las tierras ejidales y éstas se declaran inalienables e inembargables; asimismo, con ella quedan definitivamente sentadas las bases del ejido como forma corporativa de tenencia de la tier¡a (Morett, 1992: 41). Durante el mandato presidencial de Venustiano Carran(1916-1920) za el reparto de tierras fue muy reducido y se li- l1B Soculon RpvoLucróu LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRA mitó en la mayorÍa de los casos a legalizar entregas de ellas hechas durante la lucha armada. Esta polÍtica se utilizó como mecanismo para evitar mayores conflictos en algunas regiones. Por otra parte, la magnitud e importancia del problema agrario aún no se habia dimensionado en el contexto de la vida nacional en su conjunto. Además, la reglamentación legal y administrativa que se debÍa cubrir no estaba contempiada en la Constitución de 1917. Esta situación se fue resolyiendo conforme avanzaba el programa de reforma agraria. Sin embargo, esta etapa provocó la confusión dentro de los organismos gubernamentales involucrados que persiste hasta nuestros dias (véase Rodríguez, 1993). Según las series estadísticas de MlkieT (véase cuadro 2.2), en el periodo de Venusüano Carranza se entresaron 134 239 hectáreas de tierra de conformidad con las resoluciones presidenciales definitivas, Bn 1920, año en que ocupó la presidencia Adolfo de la Huerta, se entregaron 33 696 hectáreas de tierra.8 Durante el mandato de Carranza se procuró dividir en parcelas indiüduales las tierras que habÍan sido entregadas en dotación o restitución; sin embargo, como no estaba definida la forma en que se realizarÍa la subdiüsión, la opción inmediata fue establece el trabajo en común mientras se definía la forma definitiva de reparto; tampoco estaba claro si la tierra se entregaía gratuitamente o tendrÍa un costo para los beneficiarios. Por este motivo los campesinos que recibieron tierra se comprometÍan a pagar a TWilkie señala que se debe hacer la diferencia entre las hectáreas de tierra establecidas en las nresoluciones presidenciales publicadas, y las de las uacciones definitivas, (también conocidas como oresoluciones ejecutadas, o nresoluciones definitivamente entregadas,). 8 Esta informaclón no es muy conocida, por lo que se omite en las estadÍsticas y por lo §enerai se atrlbuye a Ca¡ranza. En las estadÍsticas de Wilkie la información correspondiente a De la Huerta está separada de la información de Carranza. 04, 1930 Nov 30,1958 67) 2 2C6 124 Luis Echeverria Alvarez José López Portiiio l\4iguel de la lvladrrd Hurtado Nov. 30, 1982 Nov. 30, 19BB Total 2 912 124 Grrstavo Die¿ Ordaz Nov 30, 1970 Nov. 30, 1976 870 1 72.4 124 38 5iB i415 I \J1 ) tl( 1 l) 7,:l 5 1 124 121 )43 317 61 9 4 448154 103 1 44 209 6 341 425 12 23 0s5 9 l0B 149 5111 n3 970 398 5 429 5 20 145 910 Al4 224-\ ).' 1tjj,l 124 124 2'460 ?28 581 r 12.4 Nov 30, 196,1 186294 24185r1 | 11) /)1 I )70 1 350 1 710 686 57 533 t0l 1 1 r 540 1 3)6 t4ó )t Hercáreasr 108 't4 480 480 Adolfo Ruiz Co¡tines Adolfo López lüateos Nov 30, 1952 Láz¿ro Cárdenas Manuel Avila Camacho lViguel Alemán Valdez Rodriguez Ñ0v 30,1945 I Nov 29, 1940 Abelardo Pascual 0rtíz Rubio Emillo Portes Gil Plutarco Elras Calles N0v 29,1934 Sept 03,1932 Feb. Adolfo de l¿ Huerta6 N0v.30,1920 Nov 30, 1924 Nov 29, '1928 Alvaro 0bregón 484 Venustiano Carranza Mayo 21, 1920 61 em lunción fv4eses del periodor Presidente aproximados Fecha de term nación Resolucrones publrcadasr 88 r59 51 788 r19 191 211 n¡Á -120 29 280 1f n 1 80 163 75 410 a2 922 219 804 16 344 39 191 112 944 66 381 36 058 25 82s 4 638 por mes Hectáreas Tenencia de la tierra en México, 1916-'1988, (hectáreas) Cuadro 3.1r 573 435 854 975 34 6Q2 1 298 1 2 202 2 169 2 887 1 2 38s _r 10144 596 852 1 156 1 628 lóó Número cail¡aúa 77 por me5 Héctáre:s 239 2 1 li 696 5 524 1 133 813 b621 2912915 61 935 1 141 151 121 I 13 944 5lB l0 669 194694 )9285 r7 906 430 248 700 5 94¿ 450 8256) 4844 123 67 219 4 936 665 6E 565 11 361 210 151 t95 14 r39 560 196 383 13 328 852 185 123 6128191 93 45e, 2 961 519 41 410 89 BB9 279 rci 274 134 Hectáreasr Acciones definrtivas r z I (.o to I¡ - al at -l o a C) - z ó, a) - ñ rt o -z o a cl (1 91 A-1 97 6). Gasto ferleral y cambro socr'a/ (México: Fondo de C u tu r¿ [co¡óm ra, 1 978), p. 32] ' 6 2.47 ¿cres. se ex(luyen las ¿criones defin tiv¿s pendientes. Tomado de W lkie (1990: 7). uResoluc ones y elecucrones en e1 periodo de MLguel de 1a 1,4¿drd Hunado», impre50 cornputar z¿do en agosto de I 988, l¿c itado por Casillas Romanh ron cautel¿, deb do a los datos equrvocados en ei Quinto /nforme en cuanto al numero de hertárp¿! d stribu¡d¿s a eslas person¡s d. Según Cas las, excluye a 1 246 759 henef r: arios afect¿dos durante l¿ resolución de un pres dente, y pubi cada d!r¿nte e perodo de 0110. srguiertes(iirdsequivocadasparae periodopresdencialdelp:3321 accronesdefnitivaspara ad!1rbuc¡ónde 13904924hect¿re¿s Una hectárea equ vale a delinrtivas pueden basarse en reso ucrones firm¿d¿s por pres dentes anteriores. Aqui Los datos correspondreftes a De la Huerta se separ¿n aquí de los de Caranza. uno 0 más presrdenles sucesrvos hay: tom¿do en c!ent¿ (onsidera(lones politlras, det¿lles té(n cos y demor¿s burocr¿lr(¿s. para los últ mos lres meses del ppí0do en func ón de cualquier presrdente se atlbuyan a su sucesor. nexrcana ñ F Ia4 !- (, a z € z, *.1 F -C -ó 2 -iot -(, - o r¡l zt (, 2. C o a t tl Fecha de i\,4eses 348 0994 870.04 Miguel de la Madrid Hurtado Total 184 213 José López Nov 3C, 19BB Po(illo 720 120 720 Luis Echevenia Alvarez 52A 245 488 2D2sA y4 72.4 Gustavo Diaz Ordaz 269 35E Nov.30,1970 Nov 30, 1976 Nov 30, 1982 12.0 Adollo López Mateos Nov. 30, 1964 t2.0 06 625 1 226 292 12.0 Ir/iguel Alemán ValCez Adolfo Ruiz Cortlnes Nov 30, 1958 122 941 120 Nov 30, 1952 164 666 12.0 58 396 Lázaro Cárdenas 1 l\4anuel Av la Camacho 2t.0 57 994 181 269 N0v 30, 1945 Abelardo L Rodriguez Nov 29, 1934 308 Nov 29,1940 Pascual 1 14 Imilio Portes Gil Sep. 03, 1932 0rtiz Rubio Plutarco ElÍ¿s Calles Nov 29,1928 04, 1930 Alvaro 0bregón Nov. 10, 1924 Feb. 164 128 480 480 Adolfo de la Huertaa 302 539 17 355 48.4 b. LU Venuslrano Carranz¿ 59 843 Personas ?31 419 886 509 4 006 2 559 3 410 3 r01 5 202 4 019 3 143 I 1 746 10 623 5 1 883 13 261 6 303 I 2 845 1 pcr me5 Personas - Resolucion,eryu.b]l.q1]as Nov 30, 1920 en función aproxtmados _ May021,1920 terminación del periodoi Presidente - Beneficiarios Tenencia de la tierr¿ en lVléxico Cuadro 3.2 91 331 05 820 3 203 662 1 2 645 324 206 452 )40 695 304 496 coht¡nú¿ 3 661 1 471 3674 286l 3 343 229 221 353 191 11 266 57 836 )/ 2 096 12 169 2 539 231 886 1 óUó 6 196 I 1038 ü6 por mes Personas 68 556 ó 64 556 111 511 428 J4 /Yb 29t I 6 330 40 038 Person¿s Acciones definitivas . c a §J F G1 :J S 15 a) z. a5 z, -l - L) r o' z, a o c- rt F (f z- ñ C t22 SOCU¡¡on R-EVoLUCIÓN LEGAL DE IA TENENCIA DE LA TIERRA 6dú*É != ó6; !: - r - 9 - oU 3;9>é N F= 5 o d ú e -: ñ-p.y@s-o3§ =s<u É¡ =éB -+x:-bo*=-jE E q ñ: o X :?5 o É ó 9 E P# á¡ X cE o = o;FooÉó.9> cF=NkX ú o 3É á *§Er= E=sáE ! oG :f á: 3qY<E áE,éE:. u¡ - t _ ^ g E Y F,Y:. o O E 9 E3 ó ó b o E€ \ ó E^, q< *^ E§ --Y E; §== 3 < g c= << :^ --b O E9.E = g-. *U E! YPo PF: O ó Y Ó ñ 3< J C= o -óu=l-=u :*<qa 5^i9 3 3-tr H E r;r:.É sEr.Hs 6¿6 á6:g* EEEci bY5 F=< *E€ -:! óil 6 q É! E F-^lo' : rB 4a=lE eis :=€ ::a=6 EEb;: E-áFE= Pñó,* q Pó E r óE =E 2 _J=-:i qqó @3:ó<o á ¿ =1x ¿ =ooeE E+s5E eEE S;3 Eci§9P os-xY fr§=i--i E--J = E i=at:d t os > :95E4 q UE." 6 ur=\l í s ááf É § g§ <póg+ ;7§3oi 3 S < o! e: s' o' frhr;s ;ñ3&. i !ió-! ;o;Y*cvxo ;Éo ¿=E d ó: 9xg r: :"=E q eI P¿ro o = sáE o=E eÁ5 ai; =ée oqo 4 o u :9; si Éü=ig €:E to'= ? x u !o u != -= ú- ó Á -a= PEp:: =§ á--:= s dI9-45 +;i üE; e i¿V=* o ^oñX-n = >=o E EgE s ;E;Ep; 3EE 3eÉije J --siE=P dS= 6 o ó =I *= € E F Sncut»r RE\:oi.irctóN LEGAL DE r23 I-A TENENCTA DE r.A TTERRA Cuadro 3.3 Tenencia de la tierra en México Certificados de inafertabilidadr concedidos para proteger tierras agrícolas y ganaderas, 1934'¿-1988 l9:4-l9iu1 Presrdenre Lá:aro Cárdenas 1.0,1"r-T948 l',1anuel Prri6¡1¡ Agritultura 865 13350 194E-1952 tVigurl Alemán 13 694 1,946-1962 AdoiÍo Rurz Ccrtrnes 82 356 1958-1964 Adolío López l\'lateos 8627 1964'1974 Gust¿vo Diaz Ordez 2 055 197A-J918 Luis Echevena Alvarez 1 496 7 115 1916-1932 lo5é lópe: Portrllo 190 235 Sub total 222 816 982-1 9BB Mlguel de la Madnd H ÁvLaCamachc 1 Total Ganaderia Errtret¿das Pendrentes Entregadas ,113 051 0 0 0 0 0 A 0 C A 1 251 69 126 575 445 54 749 361 481 2862 31 521 257 34434 1 _ Pendrentes 0 0 0 0 0 0 0 0 0 451 451 ' Los cerlrir(:ados correspondrentes a las lrer¿s ágricolas son perrnanentes: algunos de los certifrcados de trerra!gaf¿derassonperm¿nentesyotrostienenvrgencade25años Losdatosincluyencertficddos em I d05 p¿ra renov¿r l¿ prot€ccion (oncedrda anterormente. I Entre I 90 I y 9:':' se emit e ron 5Z ie nificados de tierras agricolas y dos para tienas ganaCeras. Fuente ir),DlrercronGener¿ldeDoaumentarionelnform¿crónAgraria.Presdenci¿1.«lnife(tabird¿d: Conceftradodecertrficadosporperiodopresdenci¿» impresocomputarzadodeagoslodel98S,proveido 1 por el drrector general: Alionso C¿slllas Romahn. Tofir¿do o€ Wrikre í1990. 8). la nación el valor de las tierras. Este compromiso fue anulado por Obregón (RodrÍguez, 1993: 2l). Alvaro Obregón {1920-1924), igual que sus antecesores, utilizó el reparto agrario como estratesia polÍtica para mantenerlapaz social y evitar el descontento del pueblo. Durante su mandato se entregaron, mediante 628 resoluciones presidenciales deftnitivas, 1 133 813 hectáreas. Como ya señalamos, Obregón promulgó la primera Ley de Ejidos.s Esta ley, señala RodrÍguez, pretendÍa sintetizar y clarificar las reglamentaciones y circulares, definiendo asÍ la extensión que se debÍa dotar e Véase Antecedentes Mé¡aco, 1990. y1 realizaciones de la reJorma aqrana en 124 Spcuxoa REVoLUCIóN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRc' a los campesinos y la creación de los comités de explotación del ejido; quiénes serÍan los representantes de los ejidatarios ante las autoridades y responsabilizarse de la subdivisión de las tierras, de su distribución eventual entre los habitantes del poblado y del uso equitativo de los recursos naturales dotados. Sin embargo, en los decretos de 1921 se establece la inalienabilidad de Ia pequeña propiedad y, en consecuencia, también se apoya a los latifundios. Asimismo, el reglamento agrario de 1922 determinó la extensión máxima de la propiedad privada en 150 hectáreas de tierras de riego o su equivalente en tierras de temporal u otras. Una disposición importante de este reglamento era que se declaraban inexpropiables las superficies consideradas como unidades agrÍcolas industriales de producción: a cambio, éstas debÍan entregar al gobierno terrenos aledaños fértiles para compensar a las poblaciones que hubieran solicitado tierra, Sin embargo, la explotación de estas superficies no resultó como se esperaba porque los terrenos eran de menor calidad. Plutarco ElÍas Calles (1924-1928), como Alvaro Obregón, era partidario de la pequeña propiedad agraria. Durante el régimen de Calles se emitieron una serie de disposiciones jurÍdicas con el propósito de reforzar a la pequeña propiedad privada e incrementar el control sobre los ejidos y comunidades. AsÍ, se prohibieron los repartos espontáneos de tierra y se quitó a las comunidades la facultad de hacerlos. Fue durante su mandato cuando se inició la intervención directa del Bstado en los ejidos; se impuso su parcelamiento, con lo que se les quitó a las comunidades todo poder de decisión sobre la tierra y sus modalidades de explotación. Bajo su régimen se redujo el poder de las autoridades ejidales para contrarrestar problemas derivados de los propios ejidos. I¡s comités que tuvieron la facultad de distribuir las parcelas propiciaron una serie de abusos y la corrupción entre los líderes locales y terminaron por ser un arma de presión en contra de los campesinos, que fueron privados de sus derechos por presiones de dichos lÍderes. Puesto que no SecuNo,{ REVoLUCIóN LEGAL DE LA TENENCTA DE LA TIERM 125 habÍa reglas para la entrega de tierras, los dirigentes ejidales vendÍan, arrendaban o daban la tierra a quienes se les antojaba, e imponían a los ejidatarios obligaciones, servidumbres e impuestos arbitrarios, además de manipular la asignación de parcelas. Con la Ley Reglamentaria sobre Repartición de Tierras Ejidales y Constitución del Patrimonio Parcelario Bjidal de 1925, mencionada con anterioridad, la distribución de la tiena ejidal se realizó bajo la supenrisión de agentes gubernamentales; cada miembro recibía su parcela sin que se le privara de sus derechos a menos que dejara de cultlvarla durante dos años consecutivos. Con esto se evitó cualquier forma de presión contra los campesinos. pues el título de propiedad ya no era entregado sólo al poblado, sino también al campesino, que en lo sucesivo disfrutana de un derecho de usuflructo inaiienable e inembargable sobre la tierra, pero que no se podÍa vender, hipotecar o rentar a ninguna persona. El resultado fue un sistema de propiedad corporativo (comunal) con usufructo y aprovechamiento individual (véase Ferná ndez y RodrÍguez, s. f. ). Durante el régimen de Calles se hicieron cambios sustanciales en el orden jurÍdico agrario. En 1926 se promulgó la Ley de Riegos, asÍ como la Ley de Crédito Agrícola. Esta última hizo posible la creación del Banco Nacional de Crédito Agrícola. En 1927 se promulgó la Ley de Restitución y Dotación de Tier¡as y Aguas, lo que dio el marco jurÍdico agrario para reglamentar el artículo 27 constitucional. Con esta ley se definió quiénes eran sujetos de derechos agrarios, que nuevamente fue el poblado y no el campesino indirridual. Con Calles se entregaron, mediante 573 resoluciones presidenciales definitivas, 2 972 876 hectáreas de tierra. Durante las dos primeras etapas de esta segunda reforma agraria se dio amplio respaldo a la gran propiedad agraria y se consideró al ejido y a la comunidad como formas transitorias de tenencia, mientras que los campesinos se acostumbraban a la propiedad privada. Las demandas campesinas habian sido in- t26 SocuNoe RsvoluctóN LEGAL DE LA TENENCIA DE I.\ TIERTd{ corporadas en la nueva Constitución y al discurso polÍtico, pero el reparto habÍa sido muy limitado. La distribución de tierras se daba con el propósito de impedir levantamientos y mantener la paz social en el medio rural. Concebida como una política reivindicativa en favor de las comunidades indÍgenas despojadas de sus tierras, el planteamiento en estas dos primeras etapas de la segunda gran reforma agraria era: en el derecho, en la práctica y en la conciencla de los dirigen- tes del paÍs, una lórmula transitoria de alcances limitados. Entregar a los campesinos reducidas superficies para arraigarlos a la tierra, y conservar la gran propiedad como forma predo- minante de producciór'r v explotación en el campo. Fueron en el fondo los objetivos de la polÍtica gubernamental en los prÍmeros años de la etapa de reconstrucción revolucionaria. De ahÍ que sistemáticamente se negase a los peones el derecho a solicltar las tierras de las haciendas y que la gran propiedad latilundista lejos de ser proscrita, se le rodease de garantías, pues los terratenientes tenían el derecho de interponer el recurso de amparo y de intervenir en los juicios administrativos de dotación y restitución de tierras (Calderas et al., lgBZ: 167 , citado en Morett, 1992). Otro de los factores que contribuyeron a que el reparto de tierras fuera tan pequeño es el hecho de que los gobernantes, ya de por sÍ contrarios a la política de distribución de tierras, se encontraban bajo presiones opuestas al reparto agrario internas y extentas. Por un lado, la oligarquÍa terateniente continuaba teniendo una influencia significati\¡a en el aparato estatal y se resistÍa política y militarmente al reparto. Por su parte, también el clero secundaba este propósito, e influÍa en muchas regiones para que la gente rechazara las tierras ejidales o no luchara por ellas. Por otro lado, Estados Unidos se oponÍa al articuio 27 y presionaba para que éste no se aplicara, y además exigÍa reparación de los daños causados a los ciudadanos nor- Socunon Rrvoluclów LEcAL DE LA TENENCIA DE LA TTERRA t27 teamericanos y sus propiedades en México durante la revolu(Morett, 1992: 19-20). La tercera etapa de la segunda gran reforma agraria se dio de 1929 a 1991. La polÍtica estatal se abocó a diüdir las grandes propiedades privadas y a crear el sistema ejidal. La crisis del capitalismo que estalló en 1929 y sus consecuencias en México contribuyeron a acelerar la desaparición de los latifundistas y a dar una nueva orientación a la reforma agraria. El reparto de tierras tuvo un cambio no sólo en cuanto a los procedimientos usados, sino también en los ritmos con los que se dio en las distintas regiones del país. Todo ello como resultado, por una parte, de factores polÍticos tales como los diferentes grados de compromiso con el reparto agrario de los gobiernos nacionales y locales y por otra, de factores de orden jurÍdico tales como la lentÍtud en la reglamentación de la promesa constitucionai de reparto, la falta de claridad, precisión y homogeneidad en la legislación reglamentaria y la dispersión de ésta en disposiciones jurÍdico-administrativas de distinta naturaleza tales como leyes, decretos, reglamentos, circulares, acuerdos, etcétera. Además de estos factores, Ia distribución de la tierra dependÍa, en algunos casos de manera decisiva, del grado de organización y de la capacidad polÍtica y militar de los grupos campesinos. Irónicamente, en muchos casos ei procedimiento se inr.irtió cuando los campesinos tomaban o invadÍan las tierras y posteriormente el gobierno tenÍa que legalizar la posesión. Sin embargo, fue el gobierno el que realmente utilizó la distribución y redistribución de tierras como forma de control polÍtico ¡r social. De 1928 a 1934 hubo tres presidentes de México: Bmilio Portes Gil (1928-1930), quien fue presidente pror.tsional después del asesinato del reelecto Áli,aro Obregón; Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), ], Abelardo L. RodrÍguez (1932-1934). Dución10 r0 Cabe recordar que la industria minera, particularmente la petrolera, fue desarrollada por el capital extranjero, sobre todo de Estados Unidos. l2B Secuuo¡ Rr,volucróN LDGAL DE LA TENENCTA DE LA TTERRA rante este periodo la figura del ex presidente Calles dominó la escena polÍtica y ejerció el llamado nmaxintato, detrás de los presidentes provisionales. Calles, después de realizar una gira por Europa durante la última parte del periodo de Portes Gil, se conr¡enció de que la distribución de tierras tenÍa que llegar a su fin y declaró su interés de que en México se desarrollara un sistema de pequeñas propiedades privadas de tierra como el de Francia. Sin embargo, Portes Gil ignoró esta sugerencia y continuó patrocinando un programa agrario en consonancia con las proüsiones radicales de la Constitución de 1917. De i§ual manera, Ortiz Rubio, quien según Wilkie orepresentó la conversión de Calles a las ideas del presidente Dwight Morrowo, fue animado por Calles a poner fin a la distribución de tierras en 1930 fWilkie, 197 8: 99, 222). Los primeros seis años de esta tercera etapa de la segunda gran reforma agraria se caracterizaron por los numerosos decretos que reformaron leyes que ya existÍan en materia agraria. Así. en un decreto fechado el27 demarzo de 1930 se estableció que la tierra en la que recayeron los proyectos de riego era de utilidad pública, por lo que los propietarios debÍan vender sus tierras a Ia Comisión Nacional de Irrigación, con el propósito de establecer pequeñas propiedades privadas en dichas superficies. Mediante el decreto del 23 de diciembre de 193 i , se suspendió el derecho de amparo a los latifundistas que habÍan perdido sus tierras con la aplicación de las nuevas leyes agrarias. Esto como consecuencia del uso desmedido y dei abuso de este recurso legal por parte de los grandes propietarios, Io cual postergaba las sentencias sobre losjuicios de afectación de sus propiedades, en perjuicio del reparto de tierras a los campesinos. Esta medida fue considerada como una üctoria agrarista por que significaba la soltrción al problema de impedimentos legales a las expropiaciones y el reparto de tierras (Rodríguez, 1993:27-28), Las reformas del 9.de enero de 1934 a] artículo 27 consti- tucional garantizaron la pequeña propiedad en explotación y SOCUTOI REVOLUCIÓN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERM t29 estructuraron el sistema de la autoridad agraria que perduró hasta la entrada en vigor de la Le¡, Federal de Reforma Agraria. Bl artículo 27 orisinal, si bien demandó respeto a la pequeña propiedad, no definió a ésta, lo que ocasionó una serie de problemas,rL Estas reformas complicaron aún más la cuestión, pues lejos de definir a la pequeña propiedad, dispuso que para que ésta no fuese afectable en razón de la dotación de ejidos, debía ser agrÍcola y estar bajo expiotación. La üsión del constituyente al preceptuar la protección de la pequena propiedad fue bastante más alta de lo que anteriormente podÍa suponerse. Debemos considerar que la decisión del constituyente fue crear v fortalecer una clase media campesina que. como escribió Molina EnrÍquez: sin iera de base v asiento a la nacionalidad ¡ne-ricana, porque sólo las naciones donde existe como dominante por su número y por slls recursos totales dicha clase media, pueden tener paz orgánica, en virtud de que Ia expresada fuerza les sirve para euitar que los destinos de la nación caigan en las manos opresoras de los muy ricos y muy poderosos o en las manos de los muy pobres y de los muy incapaces fMendieta, 1954: 87-88). El Código Agrario promulgado en marzo de 1934 resumía todas ias leyes, decretos y reglamentos de la reforma agraria ya ordenados. sistematizados. En él se estableció que los poblados con derecho a tierras debían existir seis meses antes de presen- tar la solicitud; la dotación mÍnrma de tierra de riego era de cuatro hectáreas; los peones, cierto tipo de aparceros y arendatarios se consideraban t:on derecho a la distribución de tierr El original párralo tercero del artÍculo 27 erpresaba en la par- te conducente: n...Con este cibjeto se dictarán las medidas nece- sarias para el fraccionamiento de los latifundios; para el desarrollo de la pequeña propiedad; para la creación de nuevos cen- tros de población agrÍcoia..., 130 Socuuoe RovoLUCróN LEcAL DE r.A TENENCTA DE rA TrERR{ rra; la pequeña propiedad se [¡ó en 50 hectáreas de riego, y la organización del ejido fue encomendada al Banco Nacional cle Crédito AgrÍcola (citado en Rodnguez, 1993:27lr. Según la ley de 1934, el ejido dejó de ser una forma provisional y transitoria de tenencia de la tierra para convertirse en una forma de tenencia definitiva al establecerse en ella su carácter de imprescriptible, es decir, que no prescribe, no desaparece, no caduca. AsÍ, el ejido se constituye en una modalidad permanente y corporativa de tenencia de la tierra. En 1945 se estableció que la entrega de parcelas a los campesinos sería gratuita, Durante su breve mandato, Portes Gil fomentó las cooperativas agrÍcolas y forestales: entregó a través de I 156 resoluciones presidenciales definitivas, 1707 757 hectáreas de tierra, lo que manifiesta claramente su intención de acelerar el reparto agrario. Pascual Ortiz Rubio entregó, mediante 852 resoluciones presidenciales definitivas, 944 538 hectáreas. Sin embargo, auque la proporción del reparto de tierras hecha por él fue de casi la miiad de las repartidas por su antecesor, fomentó los créditos agrÍcolas y reformó las leyes para evitar que los procedimientos judiciales agrarios entorpecieran la distribución de las tierras (Wilkie, 1978: 100). Abelardo L. RodrÍguez disminuvó también el rltmo del reparto y entregó 790 694 hectáreas mediante 596 resoluciones presidenciales definitivas, Durante la presidencia deLazaro Cárdenas (1934-1940) se dieron cambios profundos en la tenencia de la tierra. En cuanto a la distribución de tierras. escribe Mlkie. Cárdenas acabó con el poderÍo de los latifundios al firmar resoluciones mediante las cuales se afectaron 20 136 936 hectáreas para ser distribui- das entre las masas campesinas. Esto quiere decir, continúa Wilkie, que durante seis años el 10.2 por ciento del área continental del país fue repartido, lo que equivale a un promedio de 279 680 hectáreas por mes. Esto era acelerado en comparación con la creación de los latifundios a cargo de Porflrio DÍaz, que sólo alcanzó 132 139 hectáreas mensuales en promedio. La actividad agraria de Cárdenas, dice Wilkie, fue en verdad asom- Soculo¡ Rpvor-ucrów LEGAL DE r-A TENENCTA DE LA TTERRA 131 brosa y no sorprende que los elementos conservadores se opusieran rotundamente a tal polÍüca. Los presidentes que precedieron a Cárdenas sólo habÍan prometido en sus proclamas Ia distribución del 6 por ciento del territorio nacional, y cuando Cárdenas dejó la presidencia se habÍa reportado cerca del 16 por ciento del país en pequeñas propiedades.t2 Cárdenas creó una nueva estructura en la tenencia de la tierra, la propiedad ejidal, la propiedad comunaly la pequeña propiedad. Como señalan algunos autores, destaca Ia obra de Cárdenas como impulsor de los ejidos, pero poco se menciona que al mismo tiempo creó también la moderna pequeña propiedad. AsÍ, durante su mandato se reducen los latifundios y aparece en la estructura a§raria la importancia de la pequeña propiedad, que al fin de su periodo se habÍa duplicado en cuanto a su número. Para ello se imponen lÍmiies más estrictos a la propiedad territorial, por lo que la extensión máxima a Ia pequeña propiedad es de 100 hectáreas de riego o 200 de temporal, estableciéndose además medidas de control para evitar la existencia de latifundios simulados. También se les concede derecho a los peones acasillados de solicitar tierras de las haciendas, lo cual coadyuvó a la erradicación de la relevancia del latifundio. Aunque el 6 de octubre de 1936 se promulgó un decreto expropiatorio de las tierras de La Lagunar3 (esta zona estaba i2 Wilkie (1978: 109) al respecto, Wilkie acla¡a que con las resoluciones no se ha dicho todo pues se tienen que llevar a cabo. 13 Al rechazar las propuestas de los terratenientes algodoneros de La Laguna para constituir los distritos ejidales (los cuales ya habían sido decretados porel presidenteAbelardo L. Rodríguez) v al no aceptar ias propuestas de permutas de tierras que hicieron los hacendados de la industria henequenera, Cárdenas inició su proyecto de acabar con el latifundismo a través de la expropiación no sólo para frenar el creciente descontento de los habitantes del medio rural, sino también porque la gran ...,o t32 SocLirvor REvoLUCTóN r.EGAr. DE LA TENENCTA DE tA TTERRA formada por una cuenca, era administrada en forma eficiente y altamente rentable) y su transformación en ejidos, no se fraccionaron las haciendas, que eran eficientes unidades de pro- ducción donde se cultivaban importantes productos de exportación o materia prima agroindustrial. Por el contrario, se ies mantuvo como unidades de producción para que siguieran funcionando con eficiencia. Todo ello obedeciendo a un criterio de racionalitlad económica. La idea que prevalecía entre los agraristas acerca del ejido no rebasaba el marco de que este era un medio para obtener recursos monetarios para ayudar a los campesinos a complementar su ingreso y no pa-ra,viür dignamente con el producto de su parcela. AsÍ los agraristas más radicales no imaginaron jamás que la zona de La Laguna se fuera a expropiar algún día (Salomon Eckstein citado por RodrÍguez, 1993:29). La calidad de la tierra expropiada durante la gestión de Cárdenas se caracterizó por ser de mediano a bajo potencial. Aun cuando en algunos casos se entregaban tierras de riego, las haciendas expropiadas generalmente era¡ inelicientes o no utilizaban lodo el potencial de la tierra. Durante este periodo tambiérr se impulsó la formación de ejidos colectivos, que eran más bien cooperativas de producción agrÍcola. La polémica sobre la operación del ejido colectivo estuvo marcada por aspectos ideológicos, polÍticos, técnicos y cientÍlicos. Sin embargo, si la idea hubiera sido organizar granjas familiares o cooperativas eficientes, el reparto de tierras hubiese sido mucho mayor y junto con él se hubieran entregado los medios de producción de las haciendas. Éstas generalmente conservaron sus medios de producción y en el momento de las expropiaciones los propietarios podían decidir con qué parte de la misma se quedarÍan; obviamente, optaban por retener las mejores tterras, las obras de riego, las instalaciones agroindustriales, el casco de la hacienda ...c propiedad terrateniente ya no resultaba conrpatible con el modelo de desa¡rollo de la economía que él queria. SscuNIo,{ Rovoi-uclóru T.EGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRA 133 y otras construcciones. La extensión promedio dotada durante el periodo de Cárdenas fue de 5,7 hecLáreas (4.5 de temporal y 1.2 de riego), insuficientes para que una familia campesina pudiera viür únicamente de su producción (t éanse Rodnguez, 1993 y Wilkie, l97Bl, Bajo el gobierno de Cárdenas se organizó a los ejidatarios para conlbrmar la Confederación Nacional Campesina (cnc),que desde sus inicios constituyó una organización de control politico de ios campesinos por parte del gobierno; éste los organiza corporativamente y los integra a la propia estructura de poder del Estado. Así, durante el cardenismo se dotó, con 10 744resoluciones presidenclales definitivas, 17 906 430 hectáreas de tierra;1r además, se inició la etapa de gran irrigación en México. Con ello se lienó el movimiento campesino y, al disminuir la presión sobre la tierra, los gobiernos posteriores pudieron concentrarse en el impulso a la pequeña propiedad, Wilkie señala cómo la reforma agraria de Cárdenas afectó psicológicamente la rrida de los mexicanos. Al respecto expresa: Después de Cárdenas, Médco quedó delinitivaniente comprometido a la distribución de tierras, con Io cual las inversiones de capitales en propiedades agrícolas según la costumbre tradjcional ya no eran posibles, pues en cualquier momento esas propiedades podían ser incautadas, y pagadas con pagarés de un valor dudoso. Aun cuando las propiedades agrícolas estuviesen dentro de los limites legales de la pequeña propiedad, y protegidas por la iey, con la prisa que habÍa por distribuir tierras, las formalidades legales corrÍan la posibilidad de ser pasadas por alto. También existÍa la posibilidad de que fuese reducido el tamaño máximo de la pequeña propiedad legal. Wilkie argumenta que, por un lado, los inversionistas andaban en busca de nuevas fuentes de inversión, con el resultaraWilkie (1990: 7). 134 SocuNoe REVoLUCToN LEGAT, DE tA TENENCIA DE LA TTERRa do de que la industria y el comercio acusaron un aJza, mientras que la asricultura acusó una baja; por otro lado, continúa Wilkie, aquellos que recibieron parcelas de tierra podían enorgullecerse de ser dueños de ellas porque ya no estaban supeditados a trabajar para otros. Y si esto significaba la subsistencia de la agricultura a base del minifundio en la mayorÍa de los casos, también implicaba un cambio en elcomportamiento del campesino, puesto que ya no era un ser desigual, inferior (Wilkie, 1g7B: l0e). Durante la gestión de Manuel Ávila Camacho (i940-1g46) se promulgó el Código Agrario de 1942, que en sus postulados recogió prácticamente los mismos principios del Código Agrario de 1940, cuyos ordenamientos: enmarcaron la protección de la propiedad agrÍcola inafectable; dispusieron la ampliación de ejidos y en los de cualquier clase; sancionaron la simulación agraria; concibieron la inclusión de superficies para fundos legales en las dotaciones de tierras; incluyeron en su texto la reforma del I de marzo de 1937 en materia de inafectabilidad ganadera, y estimularon la creación de nuevos ejidos colectivos. Además, en el código de 1942 se definió la estructura legal tanto de los ejidos colectivos como de los parcelados, se amplió el tamaño mÍnimo de la parcela de cuatro a seis hectá¡eas de tierra de riego y la entrega de tÍtulos a los ejidatarios adquirió relevancia para asegurar los derechos indiüduales de los beneficiarios sobre las tierras del ejido (Rodríguez, 1993: 30-31). En relación con la forma de producción en el ejido, la polémica sobre si era o no conveniente el trabajo colectivo continuó durante este periodo; se insistió que en el trabajo de los pequeños propietarios era la base de la economÍa agrícola del paÍs. Asimismo, se argumentaba que ia única forma de que los ejidatarios lograran progresar era trabajando en forma individual la parcela. Al mismo tiempo, los instrumentos jurÍdicos que se empleaban para dar seguridad a los pequeños propietarios se afinaban continuamente. Por tal motivo se trató de inducir a campesinos que vivÍan en zonas sobrepobladas a que Secunon REVoLUCIóN LEGAL DE LA TENENCTA DE r.A TIERRA 135 crearan ¡nuevos centros de población en las regiones costeras y el norte del paÍs principalmente. Todo ello con el propósito de inducir el traslado de población a zonas en donde los asentamientos humanos eran escasos. Para lograrlo se reconocía que existÍan latifundios en zonas alejadas de poblados que hicieran alguna solicitud de tierras; en cambio, en las regiones donde habían comunicaciones y asentamientos de relativa importancia se negaba la existencia de latifundios o tierras disponibles para su reparto (RodrÍguez, 1993: 30). Durante este gobierno se emitieron 3 485 resoluciones presidenciales para repartir una extensión de 5 944 450 hectáreas entre 157 836, según Mlkie. AsÍ, la expropiación de latifundios disminuyó notablemente y se dio una nueva tendencia a la concentración de la propiedad territorial mediante los privilegios que se establecen para la ganaderia. Aunque se consideraba la importancia del ejido como ente económico y social, también se insistÍa en convertirlo en una unidad dinámica que se desarrollara y preparara para los cambios de las situaciones económicas y sociales que experimentaba el pais en esa etapa coincidente con la segunda guerra mundial, según RodrÍguez. Durante el sexenio de Miguel Aiemán (1946-1952) se hicieron modificaciones al artículo 27 constitucional. AsÍ. se amplió el tamano de la parcela ejidal de 5 a 10 hectáreas de riego. La pequeña propiedad pasó de 50 a 100 hectáreas de riego. También se amplió el área que puede dedicarse a los cultivos en las propiedades particulares. En caso de que la superficie se utilizara en la producción de algodón, podÍa aumentarse a 150 hectáreas de riego, y a 300 para henequén, hule, plátano, caña de azúcar, café, vid, olivo, vainilla y quina, según Morett. Además, se permitía poseer tierra suficiente para alimenta¡ 500 cabezas de ganado o su equivalente en tierras de temporal, 1o que significaba que en algunas regiones de México los ganaderos pudieran poseer extensiones de hasta 30 mil hectáreas. Asimismo, se reforzaba la protección jurÍdica a la pequeña propiedad, concediéndose nuevamente el derecho de promover amparos 136 SeGuNo¡ ncr¡oLucróru r.EGAr. DE LA TENENCIA DE LA TIERRA contra exproplaciones siempre y cuando los propietarios contaran con certificados de inal'ectabilidad. El amparo en materia agraria, como vimos anteriormente, había sido derogado durante la presidencia de Cárdenas. Durante el régimen de MiguelAlemán se cuestionaron los logros de la reforma agraria; se destacaba que los ingresos de los campesinos se habÍan deteriorado en la mayoria de los casos hasta niveles de subsistencia. Asimismo, el reparto no se consideraba una meta en si mismo, sino un medio para que los campesinos elevaran su nivel de ingresos. En los círculos de oposición y gubernamentales se aceptaba que el nivel de vida de los campesinos no correspondÍa al ar¡ance logrado por otras actividades económicas del país (RodrÍguez, 1993: 33). Esto era reflejo de que el reparto indiscriminado de tierra no cabÍa en los planes de {obierno. En este periodo se distribuyeron 4 844 123 hectáreas entre 97 391 beneficiarios mediante 2 385 resoluciones presidenciales definilivas (véase cuadro 3.1 de Wilkie en la página 119). El sexenio de Adollo Ruiz Cortines (1952-1958) se caracterizó, en el aspecto agrario, por impulsar la infraestructura de riego para la agricultura y el crédilo agrÍcola. La superficie beneficiada con riego durante el periodo fue de l2B 000 hectáreas. Bsta cantidad es bastante elevada si se considera que de 1926 a 1952 la habilitación de la superficie de riego ascendÍa a 428 I I 000 hectáreas, superficie ligeramente superior a la habilitada durante este sexenio. I-os resultados en la producción agrÍcola fueron sorprendentes y la demanda interna de algunos productos del campo fue satisfecha en gran medida. Durante la gestión de Ruiz Cortines fueron creados el Fondo de GarantÍa y Fomento para la Agricultura, Ganadería y Avicultura, así como la Mutualidad del Seguro AgrÍcola. El Fondo de GarantÍa abrÍa la posibilidad de incluir a la banca prirrada en el campo mediante créditos agrÍcolas, garantizando la recuperación de los préstamos. Esta polÍtica estuvo orientada a eliminar gradualmente el paternalismo estatal hacia los ejidatarios, lo que sentó las bases para que se desarrollara dentro de esquemas económicos realistas. Socu¡¡oe Revoluclów LEGT\I. DE tA TENENCIA DE LA TTERRA 137 Bajo Ruiz Cortines las crÍticas a la reforma agraria se enfocaron al problema de la corrupción en el campo entre polÍticos y grandes propietarios. [¡s abusos eran muchos en cada región; en algunas existÍan grandes concentraciones de tierra ilegal en los distritos de riego, en otras se daba la especulación con terrenos susceptibies de ser beneficiados con obras de riego, urbanización o infraestructura (véase Flores, 1961: capÍtulo xvl: Rodríguez, 1993; Morett, 1992). Bajo la gestión de Ruiz Cortines se entregaron, con I 864 resoluciones presidenciales delinitivas, 4 936 665 hectáreas a 23i 8BB beneficarios. También inició la entrega masiva de tie- rra en el papel: fr-reron distribuidos más de un millón de certificados de derechos agrarios a salvo a otros tantos campesinos sin tierra y ejidatarios con parcelas insuficientes. Por 1o que respecta a la distribución de tierras de propiedad nacional y particular en forma de pequeña propiedad privada, después de Cárdenas se dio un gran impulso a la enajenación de terrenos nacionales tanto a título gratuito como oneroso. Se desarrollaron importantes programas de colonización y, al irse incorporando al cultivo las áreas irrigadas por grandes obras hidráulicas, se compensó con esas tierras a los pequeños propietarios afectados legalmente. AsÍ, una vez que los grandes propietarios se convencieron del carácter irreversible que tomó el proceso de reforma agraria, prefirieron colaborar en su desarrollo y empezaron a fraccionar y vender sus latifundios; inclusive eventualmente se asociaron con el Estado para realizar algunos proyectos de colonización r,oluntaria fEscárcega y Bote¡r, i990: I0-1 1; Morett, 1992: 30). Durante la gestión de Adolfo López Mateos (1959- 1964) se dejaron de otorgar inafectabilidades agrarias. A diferencia de los dos periodos presidenciales anteriores, que priülegiaron a la pequeña propiedad, la polÍtica de colonización se realizó exclusivamente con ejidos. Aunque para fines de los años cincuenta las tierras por distribuir ya casi se habÍan agotado y en los cÍrculos gobernantes se hablaba de la culminación del reparto agra- 138 SucuNo.q REVor.ucróN LEGAr- DE LA TENENCTA DE rA TTERRA rio, éste no se pudo hacer. Como señala Wilkie, Ia población dedicada a la agricultura aumentó en forma repentina en la década de los cuarenta, y siguió aumentando con más rapidez aún en la década de los cincuenta. AsÍ, la presión causada por elincremento demográfico en México se estaba acumulando en el campo. Bl reparto de tierras no concluyó sino, al contrario, se incrementó por elempuje de un vigoroso movimiento campesino que presionó fuertemente en demanda de tierra ante la falta de opciones de empleo. Lopez Mateos emitió 2 887 resoluciones presidenciales definitivas, con las que distribuyó I I 361 270 hectareas en beneficio de 304 498 campesinos. Wilkie hace notar que aunque en parte la presión causada por el incremento demográfico apresuró al presidente a alcutzar la marca establecida por Cárdenas en el reparto de tierras, éste concentró sus esfuerzos en la distribución de aquellas que otros presidentes ya habían resuelto distribuir. Con esto López Mateos podía aparentar ser revolucionario en una época en que había mucho descontento con la revolución econó- mica, sin causar trastornos en el pais dictando resoluciones de que se entregaran más tierras. lópez Mateos tenÍa planeadas otras soluciones al poner en ejecución la entrega de tierras, porque hizo hincapié en la revalidación de los títulos de propiedad como parte considerable de su programa fWilkie. 1978:224). El gobierno de Gustavo DíazOrdaz (1964-1970), para impulsar el reparto agrario, instrumentó el Programa Nacional Agrario, mediante el cual se dividió la superficie de todas y cada una de las entidades federativas de México en zonas. El objetivo de esa zonificación era detecta¡ predios susceptibles de afectación para otorgarlos a los ejidatarios solicitantes. El programa atendió diferentes aspectos, tanto localización de predios que pudieran ser afectados, regularización de la tenencia y ejidal privada como depuraciones censales. Cabe destacar que por li- Secu¡loe Re,vor,ucrór'r LEGAL DE LA TENENCTA DE r-A TrERR¡ 139 mitaciones debidas a Ia carencia de personal técnico, el rezago de las resoluciones de tierras pendientes de ejecutar se incrementó en 180 por ciento. Por ello las ejecuciones pendientes acumuladas llegaron a cerca de l4 millones de hectareas. Esta situación seria revertida por las siguientes administraciones, las cuales, a través de una agresiva polÍtica de ejecución del reparto agrario. lograron que esta cifra disminuyera hasta 9.45 millones de hectáreas (Rodríguez, 1993: 36). Durante elsexenio deDíazordaz se entregaron, mediante 2 769 resoiuciones presidenciales definitivas, l4 139 560 hectáreas a240 695 beneficiarios. Esto en parte fue resultado de la presión ejercida por los movimientos campesinos y el estallido de la crisis agra-ria (Wilkie, 1990). Durante la gestión de Luis Echeverría Alvarez (1970- 1976) se reconoció la crisis agraria y se pretendió dar al sistema ejidal un nuevo impulso con la intención de elevar la producción agropecuana. Sin considerar ei reparto como una meta, se dio prioridad a solucionar problemas relacionados con la regularización de la tenencia de la tierra. Para ello se modificó el artÍculo 27 constitucional y se promulgaron la Ley Federal de Reforma Agraria,t5 la Ley Federal de Aguas y la Ley General de Crédito Rural. La finalidad era hacer expedita Ia regularización de la tierra y promover la organización campesina para que las actividades agropecuarias fueran programadas de manera coordinada por la administración pública (Rodnguez, 1993: 39). Bajo EcheverrÍa el Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización se transformó en la Secretaria de la Reforma Agraria (sna). El crédito ejidal se elevó en forma considerable y se is Esta le.y, decretada en marzo de lg7l. fue la denominación moderna de un nuevo ordenamiento legal agrario. Su contenido se pretendía definir en siete libros: Autoridades agrarías, El ejí' do, Organización económica del ejido, RedistnbucÍón de La proy planeación agrarios y Responsabrlidad en mstería agrarin. piedad agraria. hocedimientos agranos, Registro 140 Secu¡r»¡ REvoLUCIoN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRA planteó la colectiüzación de los ejidos concediendo una serie de prerrogativas a los que hicieran esto. También se instrumentó el Plan Nacional de Organización y Capacitación Campesina. Todo ello hizo posible que la organización campesina propiciara la instrumentación de unidades para ei trabajo. Asimismo, a través de las uniones de ejidos se apoyó la adrtrinistración y comercialización de sus productos en común. Sin embargo, esta medida fracasó no sólo porque era algo no demandado ni sentido por los campesinos, sino además porque no se tocó para nada la estructura caciquil del ejido descrito por Simpson en 1937, por lo cual las mejoras beneficiaron principalmente a los caciques ejidales. Con el propósito de elevar la producción agrÍcola y el ingreso de los campesinos, se dieron alzas constantes en los pre- cios de garantÍa de los productos agrÍcolas. El movimiento campesino iba en aumento, lo cual influyó para que EcheverrÍa repartiera, a trar,és de 2 202 resoluciones presidenciales definitivas, l3 328 852 hectáreas de tierras a206 452 beneficiarios. Echeverría alentó la toma de tierras de grandes propiedades agrÍcolas en el noreste de México para dividirlas entre los campesinos y crear ejidos, medida que ocasionó la destrucción total de la agricultura de esa zona, por 1o que fue muy criticado durante muchos años (véase cuadro 3.1, p. 119). ConJosé Lopez Portillo (1977-1982) se planteó la posibilidad de que los beneficiarios de la propiedad social empezaran a trabajar en asociación con el sector pr-ivado. Para ello se modilicó la legislación agraria de manera que los pequeños propietarios pudieran asociarse con los ejidatarios y trabajar las tierras de manera conjunta. Con la promulgación de la Ley de Fomento Agropecuario el énlasis ya no recayó en las formas de tenencia, sino en ias formas asociativas que facilitaran la producción e inversión asrÍcola como acciones prioritarias, entre las politicas tendientes a lograr la autosuficiencia alimentaria se consideró un programa de reagrupamiento de minifundios entre sÍ o con fincas de extensión menor que la máxima de la pequeña propie- SecuNo¡ REVoLUCToN LEGAL DE LA TENENCTA DE LA TTERRA 141 dad y sin que se rebasara ésta.16 Sin embargo, no se creó una base legal sólida para ello y el gobierno tuvo que continuar re- partiendo tierras para la constitución de ejidos (véase Wilkie, 1990: 23; Morett, 1992: 30, y Rodríguez, 1993: 29). Como otro instrumento de promoción de la producción agrÍcola que tenÍa el propósito de alcanzar la autosuficiencia alimentaria, se instrumentó el Sisterna Alimentano Mexicano (snv). Con él se reconoció la profunda crisis por la que atravesaba ei campo. Ia polarización que se daba en el sector y el hecho de que ios apoyos exclusivamente al sector privado en la agricultura no sacarÍan a México de la crisis agropecuaria. Durante el primer año del saHl, la producción agrícola tuvo un incremento, motivado en parte por un excelente régimen de lluvias. Sin embargo, en los años subsecuentes este programa dependió del subsidio estatal y no se alcanzó la autosuficiencia alinientaria (ibíd.). Bajo Lopez Portillo el crecimiento del sector agropecuario fue bajo, por lo que se siguieron importando enormes cantidades cle alimentos, lo que propició la pérdida de dil'isas y el aumento de la inflación. Durante este sexenio se entregaron, con I 975 resolr-rciones presidenciales definitivas, 6 728 797 hectáreas a 264 532 campesinos, También se intentó combatir a los invasores de tierra que han existido siempre y a los asentamientos humanos irregulares en ejidos y comunidades. la solución no siempre benefició a los campesinos, pero sÍ a un grupo importarte de la población, que dio un uso urbano a los terrenos ocupados. 16 El artÍculo 63 de ia Ley de Fomento Agropecuario consideraba al minifundio como «la superficie de terreno que destinándose a explotación agrícola tenga una extensión hasta de cinco hectáreas de rie$o o humedad o sus equivalentes en otras clases de tierra, así como la que no baste para obtener por lo menos una 1a producción que arroje conlo beneficio el doble del salario mínimo en el campo que corresponde a la región,. 142 Secunp¡ REVolucróN LEGAL DE LA TENENCTA DE rA TIERRA Durante la gestión de Miguelde la Madrid (1982-1988) se prioridad dio a los aspectos relacionados con la seguridad en la tenencia de la tierra y su regularización. Asi, con las adiciones a la fracción xx del artÍculo 27, se elevó a rango constitucional la seguridad jurÍdica de las diferentes formas de la tenencia de la tierra. Como polÍtica de reforma agraria, se puso más énfasis al aspecto organizativo en lo referente a la regularización agraria que al distributivo de reparto de tierras. En este sexenio se entregaron más de un millón de certificados de derechos agrarios a comuneros y ejidatarios y 254 388 certificados de inafectabilidad a pequeños propietarios, Asimismo, se regularizaron asentamientos humanos en más de 20 000 hectáreas, lo cual benefició a 360 000 familias. Como consecuencia de la crisis económica que sulria México en 1982, la cual se agudizó durante este periodo, la inversión pública y los créditos al campo se redujeron marcadamente, lo cual provocó que la crisis agraria se prolundizara más aún. Durante este sexenio se ejecutaron I 298 resoluciones presidenciales, con las cuales se entregaron 2 981 519 hectáreas a 105 920 beneficiarios (véase cuadro 3.1) AsÍ, aunque aparentemente desde el periodo de Lopez Por- tillo se adoptó la polÍtica de no repartir más tierras porque prácticamente se habÍan acabado las posibilidades reales de hacerio, se continuaron adjudicando a los solicitantes minifundios de tierras marginales en su mayorÍa no aptas para la agricultura, con el propósito de frenar el descontento campesino y de mantener el control polÍtico y social. Según Escárcega y Botey, estos dos periodos presidenciales se distinguen: por el énfasis puesto en la regularización documental de la propiedad ahora apovada en el Catastro Rural levantado por la Se- cretarÍa de la Reforma Agraria. EI proceso de regularización comprende, fundamentalmente, la expedición masiva de certificados de inafectabilidad para predios de propiedad privada. titulación de terrenos ba-ldíos poseídos por particulares desde antes Secuuo¡ REVoLUCTóN LEGAL DE LA TENENCTA DE r.A TTERRA 143 de modificarse la ley, expediclón de títulos de nuevos colonos, resolLlción de asuntos conflictivos ejidales -v comunales para la vía de la negociación entre las partes en pugna, ejecución de resoluciones presidenciales pendientes,v actualización de derechos agrarios individuales con base en depuraciones censales (Escárcega y Botey, 1990: 12, citado en Morett, 1992: 3l). Según José Sánchez GonzaJez,la distinción entre ejido y comunidad es más que nada de carácter histórico. La propiedad comunal podemos decir que es aquella que r.iene exisüendo desde la época prehispánica hasta nuestros días. Durante la Colonia también los uirreyes dotaron de ejidos, pero en el sentido antiguo del término: terrenos comunales que entregaban a los pueblos indigenas que carecÍan de ellos. Cabe mencionar que éstos fueron relativamente pocos porque 1a propiedad de los grupos precolombinos fue anterior a la conquista. I¡s grupos indÍgenas más bien a veces sufrieron despojos. Se ha exagerado mucho esto porque no se toma en cuenta el hecho de que México estaba muy poco poblado y se practicaba una a§ricultura muy primitiva, de coa, de bastón plantador, que no requería grandes superficies; mejor dicho, estos medios no se podían cultivar grandes superficies de terreno de manera individual. A la propiedad comunal 1o único que hicieron los monarcas espanoles fue respetarla, reconocerla como tal; y no sólo eso, cuando se daban mercedes eran siempre con la condición de que no afectaran terrenos de indÍgenas. Esto a veces no se cumplÍa, en ocasiones sÍ se invadÍan sus propiedades. Agrega Sánchez González que ia distinción entre propiedad comunal y ejido es meramente histórica porque, en cuanto a su régimen jurÍdico, a partir de Ia ley del 6 de enero de 1915 (la que propicia una reforma agraria que tiene como consecuencia las acciones dotatorias para redistribuir la propiedad de la tierra en México, que se habÍa concentrado en grandes latifundios) se crea el ejido; por lo tanto, los terrenos ejidales son dis- tintos de los terrenos comunales. Estos últimos ya venian de 144 Spcu¡¡oa nsvoLucróN LoGAL DE L{ TENENCTA DE LA TIERRA antisuo. Una diferencia entre el ejido y la comunidad consiste en que la personalidad del ejido surge con la entrega de tierras, ya sea en forma proüsional o definitiva; en cambio, las comunidades ya poseen de hecho o por derecho bienes rusticos, y por ello la ley les reconoce capacidad para disfrutarlas en común. Los terrenos ejidales son aquellos que los gobiernos revolucionarios dieron a núcleos carentes de tierras y a otros que las solicitaron, para lo cual fueron afectadasy flraccionadas lasgrandes haciendas para constituir lo que conocemos como propiedad ejidal. La distinción es nreramente histórica. ¿Por qué es histórica y no jurídica? Porque el régimen de propiedad es el mismo; bienes inalienables, imprescriptibles e inembargables. Lo era tanto para la propiedad comunal como para la propiedad ejidal, de tal manera que no encontraíamos ninguna diferencia jurídica como no sea la diferencia de origen. Los procedimientos de dotación y ampliación de ejidos son muy distintos de los correspondientes a la restitución de tierras a las comunidades, su confirmación y titulación. La propiedad comunal viene desde la epoca prehispánica o la Colonia en algunos casos, mientras que la propiedad ejidal surge del proceso de reforma agraria. Es importante mencionar que la problemática del ejido descrita en los años treinta por Simpson (1937) es exactamente la misma que la descrita por mis entreüstados durante la investigación de campo que realice en los años noventa. Irónicamente, el campo mexicano y los ejidos enfrentan la misma situación después de 64 arios aun cuando se han dado durante tantas décadas intentos de solución a través de modificaciones a la legislacionylo la instrumentación de programas de gobierno. 4.Inrpriuatizacíón, de ejtdos g de tterras: debate sobre la situación A promulgación de la nueua Legíslación agraria de 1gg1 EI ejido slempre ha sido motivo cle intensos debates. A filiales cle la década de los ochenta, pero principalmente en lg90 y lgg1, estas discusiones aumentaron considerablemente. El gobierno realizó una serie de foros de consulta eu distintas partes de México con el propósito de formula¡ su plan de nodernización tlel paÍs. BI anuncio de la intención de llevar a cabo cambios tendientes a la modernización dei campo despertó la polémica y provocó la manil'estación de distintas corrientes de opinión que expresaron diferentes enloques sobre la probiemática delcampo. La irlea del gobierno de titular las tierras iire implícitamenie para clei-ener el conflicto en los ejidos sobre quién trabajaba cada parcela. Ante la crisis del campo itexicano iniciada, en I970, y el cambio de polÍtica económica a raÍz de ia apertura total cle la economía de Mexicto al mercado extento y a la renuncia del Estado a inten'enir directamente en los procesos económicos, se manifestaron los dir,ersos actores Y sectores sociales en torno ai ejido y al reparto de tierras. AsÍ, en lg90 y 19gi se identifican cuatro posturas en relación r:on el ejido. por supuesto que existen otros planteanrientos y un sinfín de posiciones entre estudiosos de los problemas agrarios, intelectuales, líderes de opinión, empleados públicos del sector agrario, etc., que van desde los que proponen la privatización del ejido. pasando por Ias de fie- xibilización del sistema ejidal, hasta los defensores a uitranza del ejido. [ 1451 146 LE OPRIV,CTIzL\CION» DE DJIDOS \' DE TIERRqS A finales de ia década de los ochenta, entre los debates sobre el ejido y el reparto de tierras destaca la sesión de la lrn Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión efectuada el 28 de diciembre de 1987 y publicada en el Díario de DebateslJo.50. En los debates de dicha sesión se discutió sobre el reparto de tierras y la polÍtica que se debÍa adoptar para concluir la última etapa del reparto masir¡o de la tierra y el Proyecto Especial de Catastro Rural y Regularización de Tenencia de la Tierra. Entre las opiniones al respecto, el diputado Salvador Robles Quintero expuso: La clase carlpesina denlanda tierras, demanda que ten'nine el reparto de tenencia de la tierra. Demanda también la clase campesina mejor asistencia técnica, asesoría lesal en las gestiones tenencia de la tierra, demanda mejor capacitación. En materia de redistribución territorial en México, se han repartido 106 t1e millones de hectáreas. Siete nillones y medio de hectáreas corresponden a este gobierno {el de Miguel de la Madridl. Si el general Lázaro Cárdenas, recordado eternamente por los campesinos nlexicanos por su gran acción agraria, repartió lB millones de hectá¡eas en ejet:uciones presidenciales, era porque en esa época entre otras cosas solamente se habían repartido 6 millones de hectáreas. Repartirles l8 millones de hectareas cuan- do apenas se iniciaba el reparto agrario expresaba, entre otras cosas. r,alor político. Y eso se lo recordaremos siempre al presi- dente Cá¡denas, pero también expresaba una facilidad innegapolitico que ahora no se da. -y ble de tipo técnico, social, humano Porque ahora al haberse repartido la mitad del territorio nacio- nal a los campesinos -y comuneros y de habérseles reconocido a los pequerios propietarios 65 millones de hectáreas. es dilicil en urr país de 195 millones de hectáreas encontrar tierras para repartir en este r:olumen del cual estoy hablando: 7 r, medio millones de hectáreas cle los cuales corresponden tres y medio millones de hectáreas a ejecutar. de resoluciones presidenciales pendientes r, 4 millones de hectáreas corresponden a ejecucio- L¡ upRnalz¡clóN, Dg DJIDos y DE TTERRAS 147 nes presidenciales actuales. No estoy hablando de resoluciones presidenciales -de publicación de resoluciones presídencialesentiéndase bien; estov hablando de ejecución de resoluciones presidenciales porque también quiero caracterizar claramente la polÍtica agraria del Presidente De la Madrid; quiero subrayar un esfuerzo enorme de dar seguridad a la tenencia de la tierra, a la tenencia de la tierra social y a la tenencia de la tierra de pequeña propiedacl. Con respecto a la oferta de tierras de aquel entonces que pueden dedicarse al reparto agrario, se identifican las si$uientes cuatro fuentes (Reyes Osono, 1974 citado en Rodríguez, 1993: 634): Incautación. Ésta se refiere a las tierras y propiedades incautadas a narcotraficantes, principalmente de los esta- l. dos de Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Nayarit, San Luis PotosÍ, Zacatecas, Baja California y Veracruz. Aun cuando 2, algunas tierras lncautadas han sido repartidas a campesinos, esta fuente de reparto es restringida. Investisación. Se cuenta con dos tipos de investigación: la general, de uso parcelario, y la de presuntos fraccionamientos simulados. La primera se refiere a las investigaciones generales de usufructo parcelario, las cuales desembocan en algunas ocaslones en la privación de derechos y la adjudicación de los mismos a otro miembro del ejido; esto significa una forma de reparto vÍa reasignación, por lo que es muy limitada y no representa una alternativa importante 3. para muchos solicitantes. La segunda se refiere a la investigación de presuntos fraccionamientos simulados, que en realidad son latifundios. Este tipo de investigación procede si 1o denuncian los grupos solicitantes que detectan superficies mayores de las permitidas por la ley y que se encuentran supuestamente fraccionadas. Compras de tierras. Esta fuente de tierras está muy únculada al problema de las invasiones v disputas de terre- i4B 4. Le upHir,,qrrzecrón, oo EJrDos y DE TrERIus nos. por io que no representa una oferta real de tierra susceptible de ser repartida. Esta vÍa se adopta cuando la rnvasión se ha consumado y no hay forma de desalojar a los campesinos invasores, sobre todo de propiedades privadas, por lo que la SecretarÍa de la Reforma Agraria se ve en ia necesidad de comprar las tierras a los afectados y repartirlas o legalizarlas a los inr¡asores. Esta forma de proceder ha desembocado en un cÍrculo vicioso ya que en muchas ocasiones se ha promoi,.ido Ia invasión como una forma de acceder a la tierra, contraviniendo toda legalidad, Sin ernbargo. se han comprado tierras con el propósito de er,'itar la violencia v de responder a presiones de algunos grupos de campesinos v sus lÍderes. También, en ocasiones, la compra de tierras obedece a disputas que surgen por problemas de linderos, sobreposiciones en la dotación y/o conflictos legales sobre la tierra; es una solución cuando estos problemas no se pueden resolver de otra manera. Tierras sobrantes. De esta fuente se desprenden dos opciones: una que proiriene de las concesiones ganaderas vencidas y que, al someterlas a revisión, pueden identiii- carse sobrantes sujetos a reparto; faltan por regularizar 573 concesiones ganaderas, de las cuales se estima que existe una superficie alectable de 434 000 hectáreas. Asimismo, debido a la reducción de las áreas utilizadas como campos experimentales de la SecretarÍa de Agricultura v Recursos Hidráulicos, se han liberado tierras que serán puestas a disposición de la SecretarÍa de la Reforma Agraria. En ambos casos las hectáreas disponibles son pocas y representan una fuente que tiende a desaparecer en el mediano plazo. y no es posible su renovación. Otra opción fue ia disponibilidad de terrenos nacionales baldÍos que no han sido afectados, los cuales previo deslinde y declaratoria significan una fuente real de reparto de tierras. Sin embargo, sólo se tenÍa conocimiento de algunas superficies lo- LA npzutRTtz¡,clóN, DE LlDos I' DE TIERR{S 149 calizadas en el estado de Quintana Roo no aptas para la agricultura. En el resto del país no había terrenos nacionales con fines de reparto; los que estában por declararse y titularse ya [ueron asignados, por 1o que esta vÍa está casi cancelada. A principios de la década de los noventa la oferta de tierra se estimó en 725 700 hectáreas que podÍan destinarse al reparto. Esta cifra tenderá a disminuir más en unas luentes que en otras; sin embargo, la superficie disponible se reducirá. Según el estuclio de RodrÍguez la demanda insatisfecha de tierra se expresa a partir de: a) los expedientes de tierras en trámlte, y b) las resoluciones presidenciales publicadas y no ejecutadas por problemas legales. La demanda potencial está representada principalmente por los campesinos sin tierra. En 1993, RodrÍguez escribió: lVeamos primero] lo referente a los expedientes de tierras en tránrite. Sin incluir las restituciones de tierras cÍe bienes contunales (nrec) ni los nuevos centros de población ejidal (nclo), existen 569 expedientes en ias oficinas centrales de la Secretaría de la Relorma Agraria fsn¡), que suman una superficie de 569 000 hectáreas. En la mavorÍa de los casos ya se tiene la posesión de la tierra, pero el 40 por cient.o no cuenta aún con ella y se les debe dar una respuesta. Asimismo, en las oficinas foráneas el número de solicitudes de tierra es el siguiente: I 065 expedientes en las delegaciones agrarias de la sna en los estados, 818 expedientes en las Comisiones Agrarias Mixtas y 258 expedientes en las Salas del Cuerpo Consultivo Agrario. En total 2 l4l expedientes de solicitud de tierras sin incluir las Rrec y los tceo. Todas estas solicitudes corresponden a grupos de campesinos que demandan tierras para formar o ampliar ejidos. Independientemente de la calidad y el uso de la tierra, existe una demanda de I 706 377 hectáreas [Rodríguez, 1993: 50). Otro conjunto de solicitudes lo consütuyen los expedientes negativos que se van por la r,Ía de NCPE, de los cuales exis- 150 LA «pRr\¡ATIZACIóN» Ds &irnos y DE TTERRAS tían 1 672 expedientes, 600 que üenen conformidad de traslado y | 072 sin ella. Por esta úa existÍa una demanda de I 333 584 hectáreas. En cuanto a la vertiente de la demanda insatisfecha, está representada por una parte de las resoluciones presidenciales publicadas pendientes de ejecutar; esto es, las que tienen amparo contra la resolución, cuyo número asciende a 208 expedientes para una superficie aproximada de 780 000 hectáreas. En el caso de los expedientes que tienen como causal de no ejecución la imposibilidad material, ésta se debe a que los terrenos sujetos a afectación son pequeñas propiedades. Existen 76 expedientes, que suman una superficie aproximad a de 60 572 hectáreas. fuimismo, ei 30 por ciento de las sobreposiciones, otra causa cre no ejecución, están en conflicto y la tierra no se ha entregado a los campesinos; de los 82 expedientes se deriva una demanda mínima de 19 606 hectáreas por sobreposición. El resto de las resoluciones pendientes de ejecutar no representan una demanda, pues los demandantes ya están en posesión de la tierra. sólo que no está agotado el procedimiento para su cabal reconocimiento. Esta vertiente de Ia demanda es más tangible pues se les debe entregar la tierra por mandato presiden- cial [RodrÍguez, 1993). Así, dice RodrÍguez, la demanda insatisfecha de tierra es de al menos 4.1 millones de hectáreas, sin considerar las nuevas solicitudes que pueden generarse de los más de cuatro millones de jornaleros que aspiran a tener una parcela, Pero la oferta actual es de sólo 725 700 hectáreas. con una franca tendencia a disminuir, mientras que la demanda tiende a incrementarse, por lo que definitivamente no es posible atender a los campesinos demandantes (Rodríguez, 1993: 49-51). En 1990 y 1991 destacaban las sisuientes cuatro postu' ras respecto al ejido: La postura de la oposición de izquierda parlamentaria planteaba la continuación del reparto agra,rio. Para esta corriente la distribución de la tierra no habÍa terminado y aún existÍan im- LR uprur,Arrz¡ctoN» DE EJlDos y DE TTERn¡S l5l portantes latifundios simulados por distribuir. Entre sus propuestas destacaban las de reducir los limites de la pequeria propiedad, revertir los términos de intercambio entre campo y ciudad y que el gobierno canalice más recursos al agro. Esta propuesta se limitó a defender la continuidad del ejido tal como estaba constituido en 1991. La postura de oposición de derecha parlamentaria proporría la privatización irrestricta del ejido y, por consiguiente, la entrega en plena propiedad de las parcelas a los ejidatarios. Su propuesta se basaba en principios de igrraldad, justicia y desa- rrollo de las potencialidades individuaies. Esta propuesta era sostenida principalmente por el Partido Acción Nacional (rrrru). La postura del episcopado mexicano coincidía con la del PAN, pero añadÍa la necesidad de que las autoridades buscaran los mecanismos necesarios para que la propieclad, más que a un particular, pertenezca a la familia, para evitar asÍ la reaparición de los grandes latifundios. La postura del empresariado mexicano, representado entre otros organismos por el Consejo Nacional Agropecuario, planteaba la flexibilización del ejido, no su desaparición. Afirmaba, además, que esto podna realizarse con una r:lara y sostenida tendencia a la privatización, mediante el otorgamiento de tÍtulos de propiedad parcelaria, el derecho del poseedor de arrendar su tierra durante lapsos de dos o tres anos, asi como la prohibición de su venta en un periodo transitorio de, por ejemplo, cliez años.r ProponÍa además efectuar cambios para que se facilitara la asociación de ejidatarios con particulares y reüsar la estructura del ejido y su funcionalidad. Dentro del gobierno se manifestaron las siguientes posiciones, que coincidÍan en cuanto a la ügencia del ejido: I¿ sne y la Confederación Nacional Campesina (cNc) planteaban queya estaba dándose por terminada la primera fase de la r nPropuestas del sector empresarial para la reactiraciór.l prodtrctiva del campo mexicano, (citado en Morett, l9g2). 152 LA «PRI\¡ATIZACIÓN» DE eJIDoS Y DE TIERRAS reforma agraria. la cua-l ponÍa énfasis en el reparto agrario. y que se debÍa entra¡ en una nueva etapa de dicha reforma. la norsanizativa». Además, planteaban como solución a los problemas delejido la organizactón productiva de los ejidatarios y el imptrlso a diversas formas de asociación de éste con el Estado y los particulares. La Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos (senu), a través de su titular, Carlos Hank González, propuso la colectit¡ización de ejidos como úa para la compactación de los nriniiundios ejidales irnproductivos, Otra alternativa era el impulso a las formas de asociación entre ejidatarios v particulares. Los casos más representativos de estas «asociaciones en participa- ción, son el de VaquerÍas, en el estado de Nuevo León, y el de Agrotec, en el de Coahuila.2 En el primero se aprovecha la infraestructura de riego de los municipios de China y General Terán, abarca una superficie de cinco mil hectáreas y tiene una población de 400 campesinos en tres ejidos, dos colonias y una pequeña propiedad. El contrato de asociación durará l2 años y al parecer las utilidades serán de 50 por ciento para los empresarios y 50 por ciento para los campesinos. El provecto de asociación se firmó entre los ejidatarios y el grupo industrial Gamesa -productor de galletas-, y sus recursos se manejarán en un fideicomiso llamado VaquerÍas, en el que parlicipan además la sARI-t, ia sRa y el gobierno del estado de Nuevo León. El otro proyecto. denominado Agrotec, se localiza en el municipio de Jiménez, Coahuila, v aprovechará la infraestructura del distrito de riego Acuria. Se sembrarán 14 mil hectáreas de alfalfa. maíz trigo para la producción agroindustrial y de "v ganado lechero, con una inversión de 40 millones de dólares. Otra posición adoptada la s,qrul, a través del subsecretario de Política y Concertación, Gustavo Gordillo,3 era la autonomÍa 2 nFacilidades a parliculares por asociarse con campesinos ,, Excél- sior México, D.F., 8 de julio de 1990 (citado en Rodríguez. 1993). 3 Gustavo Gordillo era además dirigente del Consejo Técnico Consultivo de la c¡¡c. Siendo dirigente campesino en la ...c L¿ ut,malizqcroN» DE DJrDos y DE TIERR{s 153 campesina: la autogestión de los ejidatarios y la entrega de la plena propiedad jundica de Ia tierra no al ejidatario, sino a la organización campesina, esto es, al ejido; una modalidad de privatización del ejido, pero no de las parcelas ejidales. Es decir, que el ejido fuera propiedad de los ejidatarios, pero sin perder su unidad. Quienes proponian la uflexibilizar:ión, del ejido planteaban fundamentalmente tres acciones de flexibilización del mismo: la legalización de Ia renta de parcelas ejidales, el impulso de formas de asociación entre los ejidatarios v personas físicas y/o morales y con el Estado, y la venta de las tierras de los ejidatarios que l,a no quieran seguir siendo ejidatarios al propio ejido. En esta posición destacan funcionarios del Consejo Nacional Agropecuario, el Banco Mundial, la Secretana de Programación y Presupuesto, la SecretarÍa de Hacienda y Crédito Público y el Colegio Nacional de Economistas, entre otros. Para esta postu- ra el rentismo en los ejidos ya era una práctica común. Sólo habría que legalizarlo, por lo que se debía flexibilizar el sistema ejidal, con un clara tendencia a la privatización mediante el otorgamiento de tÍtulos de propiedad parcelaria.a La privatización, insistÍan, se entiende en lorma parcial, pues la compraventa de ...- Huasteca hidalgrrense, Iue expulsado a principios de la dé- cada de los ochenta del hov desaparecido Partido Mexicano de los Tra- bajadores (nltr). De ahí pasó al tanbién exlinto Partido Mexi- caro Socialista (pus); fue asesor de la Coalición de Ejidos del Valle del Yaqui y el Mayo, en Sonora, v fundador de organizaciones campesinas independientes; es doctor en economía, amigo desde joven del presidente C¿ulos Salinas de Gortari quien le ha dado todo el poder para tratar la política del campo y el ocerebroo de los camblos con que se quiere nmodernizar el agro,. Guillermo Correa, ElNacional, México, D.F. del I de enero de 1990. auApresurada la opinión que debe desaparecer el ejido,, LaJor' nada, México, D.F., 8 de agosto de 1990, p. 22 (citado en Rodríguez, 1993). 154 LA npruv'errzActóN» DE EJrDos y DE TTERRAS ia tierra debÍa darse entre ejidatarios, sin que se perdiera la figura jurídica del ejido, porque si los ejidatarios venden la tierra a cualquiera, los grandes capitalistas nacionales y extranjeros los despojarÍan y especularÍan con eila. Asimismo, el ejido debÍa dejar de ser una forma de control polÍtico que proporcionara votos al partido oficial. Otra posición similar a la anterior era la privatización del ejido, la eliminación del reparto agrario y la desaparición de la sna.5 Sus adeptos consideraban a los ejidatarios incapaces de darle un uso adecuado a la tierra que ies fue dotada y que el ejido constituÍa un obstáculo a la modernidad del campo: por eso el reparto agra-rio debÍa desaparecet y con él la sRA. El ejido es irnproductivo; satisface sólo el 20 por ciento en promedio de las necesidades alimentarias del paÍs. En este senlido, una condición para resolver Ia crisis económica agrícola era la privatización de la propiedad social. Es decir, que se les otorgara el tÍtulo de propiedad de la tierra que los ejiclatarios han tenido tantos arios prestada, pues ellos ya eran mayores de edad y debÍan decidir qué hacer con ella. Lns precursores de esta posición eran grupos einpresariales, la fundación Heritage, una corriente de investjgadores de la Universidad Autónoma de Chapingo y algunos intelectuales. El ejido, sobre todo por la manipulación política, llevó al campesino a un nivel de producción de subsistencia y al rentismo depredador, propició la descapitaltzación del agro y desplazó fuerza de trabajo barata. Por la manipulación polÍtica y demagógica del ejido y la estructura legal, argumentaban algunos, se necesitaba una reforma estructura]. El ejido, como forma de tenencia, no podia sacar del atraso y la miseria al campesino, propiciaba la inseguridad en el campo y eütaba que se inürtiera el capital masivamente. El apoyo político que el ejido ha brindado al gobierno muestra una tendencia diferente, puesto que el empobres Edmundo Flores, nTres alternativas de polÍtica agncola,. El Econo¡nisla, México, D.F., l7 de marzo de 1990 (citado en RodrÍ- guez, 1993). LA «PRI\¡ATIZACIÓN» DE EJIDOS Y DE TIERRAS 155 cimiento de los ejidatarios ha desembocado en un rechazo cada vez más marcado al partido en el poder. Otro argumento era dar por terminado el reparto agrario, desaparecer a la sRa y que el gobierno se limitara a apoyar la creación de infraestructura, la investigación y difusión tecnológicay la pronroción del desarrollo social. En el diario de debates aparecen las demandas de un diputado, que a este respecto expresó: Coincidimos con el Ejecutivo de la nación en que es necesidad imperante la terminación del reparto de la tierra porque con ello se corregirán vicios.y se generará producciónt para ello, demandamos la desaparición de la Secretaría de la Reforma Agraria, arquetipo de la corrupción, que va desde el más encumbrado funciona¡io hasta el más humilde irjier y limpiabotas de tal secretaría, que engañan, exlorsionan y medran al campesino que acude a esa oficina a resolver sus cuitas; también deberfur desaparecer las centrales campesinas que se han caracterizado por utilizar al hombre del campo para los más aviesos fines, manipulandolo en concentraciones, lo mismo para desagraviar a los presidentes de la República, como para conseguir candidaturas a los puestos de elección popular. Estos lÍderes medran de las miserias, ambiciones e ignorancia de los campesinos. Y aqui también se cometió un error por parte de mi estimado amigo Ironel Godo-y, cuando dice que el presidente Salinas dijo que se terminó el reparto de la tierra. Basta con leer el informe para darse cuenta que el presidente dijo que se ternrinó el reparto masivo de la tierra, no el reparto de [a tierra. Hay una dilerencia importante en ello. Hay que leerlo detalladamente.6 Otro diputado comentó al respecto: 6 Diario de los debates,lrv kgislatura, año 3, núm 15, Comisión Permanente. l6 de octubre de 1991. 156 LR npzur,ulrz¡ctóN, DE EJlDos y DE TrERrd{s Dos dimensiones hav que ver en este tema tabú en México [...] No hay duda ninguna que la pulverización de la tierra, que es el mini- fundio. es, entre otros factores, una de las grandes causas del problema de producción agropecuaria y ha sido causante del aband<.¡no cle parcelas v reparto de hanrbre v miseria en el 400/o de los ejidos ¡r en muchas pequeñas propiedacles. nEl reparto masivo cle la tiera ha concluido, quien afirme que todaria existen millones de hectáreas por rep¿rrtir, está nintiendo a los casi 2 millones de solicit.antes y los más de 4 millones de jornaleros agrÍcolas,. Sin embargo, trataremos fundamentalnente de comentar tres cuestiones esenclales. Una de ellas será Ia que se refiere al tema de la tierra mencionado por el Presidente en un párrafo especÍfico. en que se expresó que el proceso del reparto agrario ha llegado a su fin esencialmente el reparto masir¡o, haciendo a1 mismo tiempo una referencia al hecho de que existen va¡ias voces que han mencionado que todavía es posible entregar millones de hectareas a los campesinos del paÍs. Vamos también a recordar cómo efectivamente, el largo proceso del reparto de la tierra en nuestro país no se ha llevado a cabo en forma inintemrmpida y sistemática en relación a la voluntad de los jefes de Estado encargados de cumplir con esta alta misión histórica. no sólo por razones de.",oluntad política, sino fundamentalnrente por las fuerzas que se han opuesto al mismo proceso en curso de la propia historia V cómo se enlaza [...] Esto es muy importante, que lo podamos recordar v sobre todo debemos recordarlo, porque escuché por ahÍ a algunos compañeros oradores que señalaban que el Presidente de la República por sÍ mismo habÍa determinado que el reparto de la tierra habia concluido en México. Yo les recomendarÍa que leyeran el texto de la parte que corresponde al tema de la tierra, en donde expresamente el hesidente de la República señala que ha termi, nado el reparto masivo de la tierra y, por otra parte también el propio Presldente de la República, en una evidente expresión de inconformidad para quienes en un momento dado señalan de la existencia de muchas tierras que en este momento podrian expropiarse por la vía agraria, se refiere exactamente a que no se puede L,\ (pnt\ATrzACtóN» DE EJIDOS y oE TTERRAS r57 adrnitir que en este nronrento se haltle de millolres de hectáreas repartibles, porque sÍ es imporlante precisar que no es lo misnro el reparto de millones cle hect¿¡eas por la lía de dotación o por la vÍa de ampliación, a que los tribunales o la Suprema Corte puedan entregar o reconocer los derechos a los campesinos a través de la ejecución de resolur:iones presidenciales. Por otra parte se orieu- tarán acciones a fin de dotar tierra legalmente susceptible de reparto que provenga fundarlentalmente de terrenos nacionales, concesiones ganaderas venciclas, tierras ociosas v las que se dediquen a cultivos prohibiclos por la let,. En este sentido se llerarán a cabo inl,estigaciones enraminadas a deslindes y declaratorlas de terrenos nacionales, así cuno en Ia detección de presuntos fraccionamientos simulados, con la linalidad de afirniar la segr-rridad jurÍdica de la tenenci¿r de Ia tiera.T El l4 de noviembre de 1991. según Correa, con un retrato de Enriliano Zapata a la espalda y flanqueado por los secretarios de Agricultura y de la Reforrna Aqraria, el entonces presidente Carios Salinas de Gortari anunció un plan de diez puntos para reactii'ar el canrpo ¡riexic¿r.uo 1, manilestó que las reformas propr:estas al articr¡1o 27 conslitucional «constituyen una l'r.sión progresista del paÍs,. Dijo: Hoy Ia posición reaccionarja está en pretender repetir y congelar las lornras y las maleras del pasado en el campo. Quienes sí lo proponen equivocan Ia realidad r,protegen intereses que bus- car beneficiarse del control J, manipulaciór'r campesina, se apro- vechan de sus limitaciones actr-rales y protegen cotos caciquiles. [Y agregó: ] Lo r-rnico reat'cionario es proponer que nada cambie en el campo, que toclo es intocable. Los mitos llevan hoy pobreza al medio rural. Fll inmovilismo es sinónimo de conservadurismo y ante la miseria del campesino es inaceptable. Atar al campo a fórmulas aqotadas, impide alcanzar los grandes objetil,os de 7 lbid. l5B L¡ upzul',mrz,qctóN, DE EJIDos y DE'nERRAS nuestras luchas agrarias. Convoco a toclos a sumarse al propó- sito de justicia y libertad como Io han hecho antes las grandes visiones agraristas de México.¡ El plan para reactivar el campo en forma integral requerÍa, según Salinas, recursos presupuestales para el sector y cartera vencida del Banrural; ampliar la cobertura del seguro a-qrÍcola, mayores subsidios y la creación de un Fondo Nacional de Empresas de Solidaridad. Al acto realizado en Los Pinos fueron invitados los lÍderes de las 12 orsanizaciones que integran el Consejo Agrario Permanente (cnp), quienes después de conocer el programa lamentaron que no se haya iniciado a principios del sexenio. Hubo incluso quienes sostuvieron que con verdaderos apoyos al campo eran innecesarios los cambios a la ley, ya que ucuando hay respaldo, los campesinos han demostrado siempre que pueden sacar adelante al país,.e El anuncio presidencial lormaba parte de Ia estrategia del gobierno para promover los cambios al artículo 27. Comenzó con las declaraciones hechas ei B de octubre de 1991, también en Los Pinos, en ei sentido de que nhabrá modificaciones, por consenso a la ley agraria, para permitir la libertad de asociación en el agro y mejorar su operación, pero respetando al ejido,. Luego vino el tercer informe de gobierno, en el que se habló de la conclusión del reparto agrario, se insistió en las reformas a la legislación agraria y se vislumbró el programa integral. Lo que siguió, sin embargo, fue la presentación, el 7 de noviembre, de la iniciativa para reformar al27 constitucional. Hubo reacciones a favor y en contra de intelectuales, académicos, lÍderes y campesinos: comentarios de la prensa extranjera y preocupación, incluso en las filas priistas, sobre el futuro del ejido. Los dirigentes del cap no se mostraron muy convencidos de las bonGuillermo Correa, nArtÍculo 27: estrategia rrerbal para ilegar a los cambios,, periódico Reportoje. l8 de noviembre de 1991. 8 e lbid. Ll npHtt,tflzqcióN', DE EJtDos y ItE 't TIERRAS (o dades de las reformas y por eso fueron convocados eljueves I4 de nor¡iembre en Los Pinos, donde el presidente Salinas de Gortari, al tiempo que dio a conocer el plan de diez puntos, respondió a las crÍticas sobre las reformas propuestas.l" El diputado Diego Fernández de Cevallos Ramos. A1 iniciarse el debate en Io general del provecto que ha remitido el Ejecr"rtir,'o para relornrar el artÍculo 27 dela Constitución, Acción Nacional f¡ará con toda claridad su posición [...] para mejorar la iniciativa [...] para fi¡ndamentar su r,oto f ...1 y para dejar una vez niás su testinlonio político I...1 Nosotros podrÍamos decir al leer la iniciativa presidencial, simple ¡' llanarnente que más vale tarde que nuca. Entendemos por lo demás. señores de la mayona, que les puede restrltar a muchos de ustedes, dificil. escuchar de pronto el contexto y el contenido del documento. Ciertamente después de escuchar y de vivir nrás de setenta años de demagogia y de populismo, de agrarismo interesado y de participar en una forma o en otra mu-y de cerca en indescriptible corrupción en materia agraria, no es tácil seguramente para muchos de ustedes, leer en la irriciativa que el señor presidente dr.¡o que siem¡rre sí. Pero esa periltencia no paga el destrozo nacional. ni paga el daño a tantos seres hunlanos, ni se recobran tantas r,'idas perdidas por mala politica en nrateria agraria. Esa cuenta no se salda con sólo una iniciatir,¿r. Bajo nuestra perspectir,a, no negamos el valor del texto de la iniciativa. Reconocemos expresanrente lo que significa para el Ejecutivo Federal enviar una iniciativa que pretende romper de cuajo. niitos ya tabúes, que enfrenta directamente a una comrpta burocracia po1Ítica que ha hecho del campo desolación. miseria es r,aliente la iniciativa. El Partido Acción y muefte. Es laliosa, Nacional no se suma a ella. L¿t ilticiativa toma planteanrientos de Acción Nacional. r') Guillernlo Corea escribió esto como reportero el viembre de 199i. l8 de no- 160 L,q upzur',tlztclóN, DE EJIDos y uE TIERIüS Pero hallamos en ella insuficiencias que hov apuntamos aquÍ en lo general 1, que mariana reclamaremos en lo particular. Un breve enur-rciado: aceptarlos Io que ya recoge el dictamerr, de que las sociedades que se dediquen a actividades agro- pecuarias, tengan limitada por la Constitución, la superficie v coincidimos en los términos del dictamen. Exigímos además [o que no prer,é la iniciativa. que un socio no pueda serlo de varias sociedades, si sus aportaciones en con- junto rebasan el límite e la pequeña propiedad. Edgimos contundencia en la titulación de la parcela, en la medida que lo decida libremente el campesino, porque estamos en contra de la burocracia, de la burocracia agraria que ha sido negativa para el país; estamos en contra, por supuesto de los caciques v además de una nueva posible forma que nos preocu- pa, que sería el control campesino vra Programa Nacional de Solida¡idad. tlxigimos también que la iniciativa recoja una de nuestras propuestas, que se refiere a que haya derechos preferenciales para el caso de venta de parcelas, de manera que se beneficien los familiares del enajenante o los miembros del ejido o los habitantes de su conrunidad. Queremos v exigimos que se igualen er-r sus derechos, al ejidatario con el pequeño propietario, porque no hay razón ntoral, polÍtica o ecr¡nónrica, que permita al pequeño propietario tener superlicies que le son vedadas al ejidatario. Esta propuesta para nosotros es cle primer nivel conto exigencia de justicia. Reclanramos también que los tribunales agrarios que,Va toca Ia iniciatir,a. no sólo searl de plena jurisdicción, sino que tengan una independencia v separación clara del Ejecutivo Federal. Señores Diputados: Hablemos con la verdad. I¿ iniciativa presidencial no es la respuesta, no es la solución a un modelo político agotado. No es ahÍ donde nosotros vemos el valor -y la trascendencia de esta iniciativa. Un programa polÍtico agotado, sería aquél que cumpliendo a cabalidad para 1o que fue hecho, las circunstancias lo rebasan. Y el programa político que hemos .",ivido. padecido, sufrido, repartió tierras como exigencia L¡ npRlvelzectóN» DE EJtDos y DE TrcR&{s 161 justicia, pero también creó dominación. sr¡eción y aprobio polÍtico. No fi¡e suficiente nunca ese nrodelo, porque si bien repartió las tierras como exigencia de justicia, ni en tiempo ni forma satisfizo las exigencias básicas de una sociedad que quería rápido el cambio; rápida -y justa la distribución para que se pudiera en la paz, en la seguridad, en la certeza y en el orden, empezara el pueblo a producir para los campesinos y para toda la nación... (Derechos del pueblo n:,exicatrc. México e traués de sus consll¡uclones [19941 uArtículo 27. Debates,. Tomo tv, pp. de l0l6-il17). MARCo JURiDICo Antes de los cambios de Salinas la propiedad de la tierra, bajo el artículo 27 constitucional, proponÍa el rescate de la propiedad de tieras y aguas para «recrear, el ejido. Salinas mantenía el principio de que la Constitución mexicana, en su artÍculo 27, define en fbrma precisa que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro del territorio nacional corresponde originariamente a la nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, con lo que se constitriye la propiedad privada. El 7 de nor.iembre de 1991, la propuesta de modificaciones al artÍculo 27 constitucional fue en',,iada por el presidente Carlos Salinas de Gortari al Congreso de la Unión. De dicha iniciativa surgió el decreto publicado en el Diorio OJicioL de ta Federación el 6 de enero de 1992, cuya redacción conserva la soberanÍa sobre las tierras. aguas y recursos naturales de la nación pero contiene cambios fundamentales en lo relativo a las relaciones sociales en el campo, la seguridad jundica y el desarrollo agrario, Se elevó a propiedad ejidal y comunal a rango constitucional, otorgando a1 ejido y a Ia comunidad el dominio sobre sus recursos y la libertad para administrarlos: asimismo, se ratificaron principios esenciales como el ncombate al latilundis» y e[ de procurar justicia para los campesinos, creando para ello los Tribunales Agrarios y la ProcuradurÍa Agraria, 162 LA «pRr\¡ATIZT\cróN, DE LJrDos y DE TiERR{s También se reconoció que i/a no era posible continuar con el reparto n)asi\ro de tierras. por lo que se derogó la fracción que obligaba al gobierno a dar tierra a todo aquel que 1o solicitara. Asimismo, desde 1992 se permite la participación de las sociedades ciüles y mercantiles en el campo, lo que sienta las bases para promover nue\/as formas de asociación que permitan la capitalización v modernización clel sector rural para hacer frente a las expectativas que ofrece el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. De las reformas a\27 constitucional, destacan los siguientes preceptos: Se elevan a rango constitucional las formas de propiedad 1. ejidal y comunai. 2. Se fortalece la capacidad de decisión de ejidos y comuni- 7. dades. y se garantiza su libertad de asociación. Se protege la integridad territorial de los pueblos indÍgenas. Se regula el aprovechamiento de las tierras de uso común de ejidos y comunidades, y se promueve su desarrollo para elevar ei nivel de vida de sus pobladores. Se lortalecen los derechos del ejidatario sobre su parcela, garantizando su libertad y estableciendo los procedimientos para clarle uso o transmitirla a otros ejidatarios. Se fijan las condiciones para que el núcleo ejidal pueda otorgar al ejidatario el dominio sobre su parcela cuando éste así lo decida. Se establecen los Tribunales Agrarios y un órgano especÍ- B. 9. lico para la procuración de justicia agraria. Culmina el reparto de tierras. Se permite la participación de sociedades civiles y mer- 3. 4. 5. 6. cantiles en el campo (Ridríguez, 1993: 63J. En su discurso 14 de noüembre de 1991, en Los Pinos. Salinas, en su búsqueda de consenso para la iniciativa de relorma al artículo 27 constitucional entre los diversos sectores del país, expuso l0 puntos. AsÍ. eldecreto por elque se relormó el artÍculo 27 LE OPNN:TTIZqCIÓ\' DE LJIDOS Y DE TIERRTS 163 de la Constitución PolÍtica mexicana. de fecha 3 de enero de 1992, publicado en el Diano OJicial de la Federación el 6 de enero, enmarca los principios esenciales de las refornlas, según notas proporcionadas por Rogelio Cruz del roul Delegación Oaxaca: Justicia g líbertad para el campo Se le otorga al campesino la facultad otorgada al campesino de disponer de sus derechos agrarios, acceso a empleos, impulso a la producción, estímulo a la capacitación y reparto equitativo de los benelicios. acudir en defensa de estas prerrogativas y libertades ante las instancias surgidas en el nuevo marco legal, asi como los mecanismos ¡r formas de asociación que promuevan una mayor inversión y capitalización de las parcelas que redundan en una mayor producción para elevar el nivel de rrida del campesino. sea e.iidatario o comunero. Principios que sintetizan los siguientes artÍculos de la Ley Agraria: Artículo 9. Los núcleos de población ejidales o ejidos tienen personalidad jundica v patrimonio propio y son propietarios de las tierras que les han sido clotados o de los que hubiere adquirido por cualquier otro titulo. Articulo 10. Los ejidos operan de acuerdo con su reglamento interno. sin más limitar:iones en sus actividades que las que dispone la Lev. Su reglamento se inscribirá en el Registro Agrario Nacional, y deberá contener las bases generales para la organización económica y social del e)ido que se adopten libremente, los requisitos para adrnitir nuevos ejidatarios, las reglas para el apror,echamiento de las tierras de uso común, así como las demás disposiciones que conforme a esta ley deban de ser inclui- dos en el Reglamento y las dernás que cada ejido considere pertinentes. Se eleuo o rat'Lgo cortstitucional la propiedad ejídal g comunal Con tal principio, el ejido y la comunidad dejan de ser conside- 164 LA npRI\,ATrzACrów» Dg EJrDos y DE TIERRAS rados sólo como formas de tenencia de la tierra. con derechos limitados al usufructo, para pasar a ser propiedad de los ejidatarios y comuneros, a quienes se les conceden el dominio sobre los recursos y la libertad para administrarlos y decidir su destino. Actualmente no es indispensable, pues ya no constituye un requisito de validez para la legitimación de los acuerdos, como se establecÍa en la anterior legislación, que en las asambleas de ejidatarios esté presente un representante de la SecretarÍa de la Reforma Agraria u otro que represente alguna otra dependencia del sector agropecuario, para que los acuerdos y decisiones que se tomen en la misma tengan plena y completa validez, salvo las excepciones que señala la propia Ley Reglamentaria (Ley Agraria), Con la reforma se reintegra a los campesinos el poder de manejar y decidir el uso de sus tierras y sus recursos con autonomía brindándoles, en ios casos específicos que la propia ley indica, apoyo institucional para que esas decisiones l1o sean producto de la urgencia ni de la necesidad. Sin embargo, cabe hacer notar la distinción a que se refiere la reforma cuando alude al área común del ejido y al área parcelada, determinando en forma contundente que el área común como asiento y base territorial del pueblo, como área de convivencia familiar de la comunidad de los ejidatarios, el espacio para su escuela y compartimiento colectivo, constituye Ia unidad social histórica. y por lo mismo se le considera permanente, inalienable e inembargable. Los preceptos citados antes enmarcan las normas a ia que se refiere este principio, asÍ como también los siguientes arlÍculos: Articulo 21. Son órganos de los ejidos: L La Asamblea. Il. El Comisariado Ejidal, y IIl. El Consejo de Vigilancia. A¡ticulo 22. El órgaoo supremo del ejido es la asamblea. en la que participan todos los ejidatarios... L,r upHlrlqttz,tclóN, DE EJIDos y DE TTERRAS 165 Articulo 26. Parala instalación válida de la asamblea cuando ésta se reúne por virtud de la primera convocatoria, deberán estar presentes cuando menos la mitad más uno de los ejidata- rios, salvo que en ella se traten los asuntos señalados en las fracciones \¡u a xtv del artÍculo 23, en cuyo caso deberán estar presentes cuando menos tres cuartas partes de los ejidatarios. Cuando se reúna por virtud de segunda o ulterior convocatoria, la asamblea se celebrará válidamente cualquiera que sea el número de ejidatarios que concurran, salvo en los casos de la asam- blea que conozca de los asuntos señalados en las fracciones a ul xv del artÍculo 23, la que quedará instalada únicamente cuando se reúna la mitad más uno de los ejidatarios. A¡tÍculo 27. Las resoluciones de Ia asamblea se tomarán validamente por niavorÍa de votos de los ejidatarios presentes y serán obligatorios para los ausentes y disidentes. En caso de ernpate el presidente del comisa¡iado ejidal tendrá voto de calidad. Cuando se trate de los asuntos señalados en las fracciones t¡ll a xtt'del artículo 23 de esta Ley, se requiere el t oto aprobato- rio de dos terceras partes de los asistentes a la asamblea. Jórtalece kt capacídad de decisión de ejidos g comunidades La reforma permite que los campesinos sean sujetos y no objetos del cambio. La intención de tal principio reformista es que ei campeslno con capacidad. conocimiento y madurez tome sus Se propias decisiones, sin proposiciones o influencias ajenas al núcleo agrario y aprovechando los programas de reactivación del carnpo que se crean con estas reformas. Los lineamientos básicos de este principio se encuentran en los mencionados artículos 26 y 27 de la i¿y Agraria. Reuierte el nirriJindío g euíta ellat{undÍo La reforma revierte al minifundio v e\rita el regreso del latifilndio. Con tal disposición se garantiza, legitima y protege la constitución de asociaciones productivas que hagan viable y atractiva la inversión en el campo; la reforma reconoce y promueve las Le npruv,qttz,cclóN» DE LJIDos y 166 DE TIERRAS asociaciones entre catnpesinos v con terceros, sanciona la participación de sociedades mercantiles en la producción agropecuaria, evita la pretensión de latifundios, mantiene los límites actuales de la pequeña propiedad, fija limites de extensión a las sociedades e impide la o las concentraciones individuales de vastas extensiones. Desde este punto de vista se entendió el espÍritu de la re- forma. Los siguientes artÍculos de la Ley Agraria concretizan estas ideas: TÍtulo Cuarto De las Sociedades Rurales A¡ticulo 108. Los ejidos podrán constituir uniones. cuyo objeto comprenderá la coordinación de actividades productivas. asis' tencia mutua, comercialización y otras no prohibidas por la ley. Un mismo ejido, si así lo desea, podrá forntar, al mismo tiempo, parte de dos o más uniones de ejidos. Para constituir una unión de ejidos se requerirá la resolución de la asamblea de cada uno de los núcleos participantes, la elección de sus delegados y la determinación de las facultades de éstos. El acta constitutiva que corrterrga los estatutos de la unión. deberá otorgarse ante fedatarlo público e inscribirse en el Regis- tro Agrario Nacional, a partir de Io cual la unión tendrá personalidad jurÍdica. Las uniones de ejidos podrán establecer empresas especializadas que apoyen el cumplimiento de su objeto y les permita acceder de manera óptima a la integración de su cadena pro- ductiva. Los ejidos y las comunidades de igual manera podrán establecer empresas para el aprovechamiento de sus recursos natu- rales o de cualquier índole, así como la prestación de senicios. En ellas podrán participar ejidatarios, grupos de mujeres campesinas organizadas, hrjos de ejidatarios, comuneros, avecinados y pequeños productores. L¡ upruralz¡cróN, DE EJIDoS y DE TIERR{s ArtÍculo I I I. Los produclores rurales podrán constituir r67 so- ciedades de producción rural. Dichas sociedades tendrán personalidad jurídica. debiendo constituirse con lrn mínimo de dos socios... homueue la copttalizctción del cclmpo Uno de los fuertes problemas que ha enfrentado el campesino es la falta de capitales que, en r,ía de crédito, se destinen al campo para apoyar el proceso de producciónl esto en gran parte se ha debido a las pocas o nulas garaltías para intrertir en un área donde la indefinición de la tenencia de la tierra ha flagelado por mucho tiempo a los campesinos. Es precisamente con ias reformas al artÍculo 27 dela Constitución que sulge el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación cle Solares Urbanos (Procede), por medio del cual se particularizan y concretan los derechos de los ejidatarios; permite que. sin temor de que ocurran afectaciones, se garantice la constitución de sociedades mercantiles en el canrpo qLre le otorguen financiamiento, aunque con las restricciones señaladas en los preceptos legales de la ley reglarnentada;y tarnbién propician lormas de asociación entre ejidatarios y palticulares. Para alcanzar estos propósitos es l'actor determinante la certificación de las tierras ejidales a través del Procede. Agílizala resolucíón de rezagos agranos Con el fin de dar legitimidad definitiva y, por ende, asegurar y garantízar con documentos la tenencia de las tierras ejidales y comunales, es menester concluir el rezago agrario. Esto será posible con las disposiciones y procedimientos contenidos en la Ley Federal de Reforma Agraria, conforme a lo que establecen el artÍculo tercero transitorio del decreto que reibrmó el artículo 27 dela Constitución y el artículo segr-rndo transitorio del decreto que reforma y adiciona dii¡ersas disposiciones de la Ley Agraria. de lecha 7 de julio de 1993 y publicado en el Díano OJtcíal de la FederacÍón el 9 de enero de 1992. l68 L¡ upl¡rAlz¡ctóN» DE EJIDos y DE TIERRAS Se comprometen recursos presupuestales crecientes al campo Con las reformas, el gobierno federal proyectó un incremento del20 por ciento real al presupuesto destinado al campo, con la finalidad de generar empleos en el medio rural, apoyar la producción, proteger las cosechas y estimular los procesos productivos, orientando este apoyo a fortalecer la infraest¡uctura, la tecnología, el crédito, los apovos en insumos y los mecanismos de comercialización. No obstante esta óptima intención, aún no se vislumbran en el campo los resultados esperados, Se íncrementa el seguro aL ejidcrtano La medida adoptada por el gobierno federal fue que la dependencia responsable del manejo del seguro campesino elevara el r,alor asesurado en 30 por ciento con cargo a la federación, lo que significó la ampliación de la cobertura. Se creaelFondo Nacional paraEmpresas de Solidondod Este londo tiene como propósito fundamental crear empresas de campesinos, manejadas y administradas por ellos y cuyos beneficios se destinen por completo a este sector. Para lograrlo se requiere de la participación e iniciativa de los propios campesinos, fundamentalmente de los rlue se encuentran más margiirados. La labor de concientización, que es prioritaria, se logrará con la intervención de las instituciones que intervienen en el campo, ya sea brindando asesorÍa en controversias internas, por medio de la definición y determinación del programa de certilicación de los derechos ejidales o a trar¡és de la entrega a los grupos campesinos de documentos que los avalan y acreditan como titulares de sus derechos parcelarios, de derechos sobre tierras de uso común o de sus solares urbanos, Se resuelue la cartera uencida de Banrural g aumentan lossfinanciamtentos ol campo Independientemente de los presupuestos que incluye esta reforma, que pretende básicamente que los campesinos con carteras LR npruvRttzlclóN» DE LJIDos y DE 169 TIERRAS vencidas pasen éstas al programa de Solidaridad para que determine Ia forma de finiquito y financie a esos ejidatarios, o en ra- zón de los plazos de pago se transfieran las carteras a un fideicomiso fuera de Banrural. Otra forma de que los campesinos salden sus deudas o, en su caso, cubran un pago justo y equitativo, es a través del otorgarniento en usufructo de sus parcelas, pero siempre y cuando los derechos sobre éstas estén iden- tificados y respaldados por un documento que les acredite su derecho. Esto es. que estén plena y debidamente certificados (notas proporcionadas por Cruz). Acerca de la iniciativa de Salinas Fernández de Cevallos dijo: Señores diputados: hemos de dejar constancia y reclamar qr-re Acción Nacional no se une, no se adhiere, no se prende ni se cuelga a la iniciatil,a presidencial. Tenemos muchos años de reclamar para México los postulados filndamentales a los que ahora se les da lectura en la propuesta del presidente. Nosotros jamás hemos protestado por el reparto de tierras, sino por la forma en que se hizo con agravio para todos y porque adicionalmente los tiempos y los métodos de ejecución fueron de atropello, de inseguridad y de crinren. Esta es la propuesta de reclamr-r que presenta nuevaniente Acción Nacional. Creemos para concluir señores diputados, que Acción Nacional históricamente ha querido v pelea por la unión libre, permanente y fecunda del hombre por la tierra lDerechos del pueblo me xica¡rc. M é xico a traué s de sus con"stit uciones 27. Debates,. Tomo Iv, pp. l0i5-1017). I I 9941 .ArtÍcu I o 5. Instrumentación de la ky Agraría oracíonalu. Problemas desde 1992: el caso de Oaxaca En este capÍtulo se estudian los aspectos siguientes: a) situación de la tenencia de la tierra de t97B a l99B; b) la legislación mexicana de 1992 reglamentaria del artÍculo 27 constitucional; c) instrumentación del Procede y problemas de titulación desde 1992; d) establecimiento de Procampo; e) estructura de la ienencia de la tierra en México y resultados de procede y de Procampo en Oaxaca, y fl debate en proceso. Ei capÍtulo está basado en gran medida en entrevistas hechas a funcionarios y empleados de instituciones del sector agropecuario, asÍ como a líderes, campesinos, intelectuales y académicos que se ocupan de su estudio. Puesto que no todas ellas coinciden en contenido, sus diferentes percepciones nos ayudan a entender los retos de la instrumentación de la reforma de tenencia de la tierra en Médco. Sólo cuando todos los ejidatarios tengan sus tÍtulos de propiedad podrán tener acceso al crédito privado moderno y a los sistemas agrÍcolas de extensión que podrían hacer efectiva Ia reforma de la tenencia de la tierra. 978- 1 988 Respecto al tema de la tenencia de la tierra durante este perio- ANIEcEDENTES, 1 do, el titular de la SecretarÍa de la Reforma Agraria, futuro Warman, precisó: «en el campo mexicano ya no hay problemas agrarios de gran magnitud y los que existen no están relaciona- lr7ll I¡¡stRutrto¡*rucróN oo I-¡ Ler Acr¿lrut «ti\cloN-\l.» 172 dos con la propiedad agraria sino con la pobreza,. Aun cuando adnritió que los logros no han sido suflcientes para rnodilicar la realidad estructural del agro, Senaló además que uEl qr-re la pobreza se concentre en el campo no es un descubrimiento nuevo ni una invención de hoy. es un hecho permanente en la vida mexicana,.l Pablo González Casanova. notable intelectual mexicano, hace un análisis que sintetiza y concuerda con el argumerlto anterior cuando, refiriéndose a la pobreza, expresó: Los pobres del mundo están atrapaclos por fuerzas que operan a nivel local. nacional v slobal, que se combinan en una trampa de tres hileras. I¡calmente. las fuerzas inclu\,en modelos muv desiguales de acceso a la tierra y a otros recursos; debilidad física y alta susceptibilidad a las errl'ermedades; al crecirniento de Ia población y al desamparo frente a las instituciones corruptas. En lo nacional, estas firerzas son estirnuladas por inntrmerables polÍticas, desde la legislación fiscal hasta la estructura de las inversiones para el desarollo que desatienderr a los pobres, incluso los descriminan. En el tereno de la globalidad, a los pobres se les deja donde están por una combinación devastadora de la carga de la deuda, de las altas tasas de interés, de los preclos de exportación a la baja y de una creciente descapitalización (González Casanova, s.f.: 7). De acuerdo con el connotado académico James Wilke, *to- dos los presidentes dicen que, por una u otra razón,la reforma de tenencia de la tierra (que en México se llama reforma agraria y básicamente ha consistido en el reparto de tierras y/o su titulación) será concluÍda al final de su mandato. El nuevo presidente llega y encuentra que esto no es tan simple,. Añade, que si consi- deramos que una tercera pañe de la liamada propiedad social aún no ha sido .legalizada,, todaria queda mucho por hacer. No - l Excélsior,29 de octubre de 1998. IustRuNoltqcroN DE LA Lay AcRq,Rrn «RACToNAL» 173 sólo es cuestión de legalizar la tenencia de la üerra, sino además de impulsar el campo a través de una reforma agraria. Wilkie señala que el intento del presidente José IÁpezPor' tillo (1976-1982) de permitir a los ejidatarios en 1981 (con la ky de Fomento Asropecuario) participar en asociación con la iniciativa privada en las actividades agrÍcolas no tuvo éxito. Según Wilkie, quien habló sobre su reciente entreústa con un lunciona¡io delsector agropecuario, las reformas deLopez Portillo no tuvieron éxito porque nadie querÍa invertir su capital en el campo mexicano sin que antes se diera la reforma constitucional que no ocurrió hasta 1991. En realidad, añade Wilkie, todos reconocÍan el problema del obstáculo que representaba no poder vender la tierra de manera legal. Aun cuando la Ley de Fomento Agropecuario establecÍa que no se podÍan aportar tierras en superficies menores a la unidad de dotación, que era de diez hectáreas en terrenos de riego, t¡einte de temporal o sus equirralentes en otras clases de terreno, la misma fragmentación de la tierra impedía cubrir ese requisito, dado que en pocos lugares de México ios campesinos contaban con ese múrimo de tierra. Según Wilkie: Una de las razones por las cuales se están dando en los ejidos a cada uno su títuio de solares urbanos -y/o sus certificados de derechos parcelarios y de tierras de uso común. es para que el cacique del ejido o el líder va no pueda quitar a nadie las parcelas que han estado trabajando. El problema es que un ejidatario podÍa haber trabajado su parcela desde hacÍa varios años y si tenÍa problemas con el cacique, lÍder o comisariado ejidal del núcleo agrario, se la podían quitar. Para evitar eso y que el campesino pueda decir esto es mio y pueda invertir su dinero y/u obtener un crédito. El ejidatario no tiene que vender y,va nadie dentro del ejido pueda sacarlo de su tierra porque ya cuenta con una seguridad jundica. Ese fue el gran problema: los abusos de los lideres de los ejidos contra sus miembros. Por eso es que 174 I¡¡srHuuelrncróN DE LA Loy Acn¡ru¡ «R{cioNAr_» . ahora se está forzando a todos los ejidatarios a que obtengan sus certificados 1,tÍtulos, para evitar conflictos dentro del ejiclo. En México todos sabían que el ejido no funcionaba; los ejidatarios arrendaban, traspasaban o vendian sus tierras. La ley y la práctica eran dos cosas distintas. Elgobierno de México siempre habÍa tenido miedo de hablar de cambios en la legislación porque los intelectuales en la ciudad de México, los sindicatos. las organizaciones campesinas. etc., tenían su propio poder po- lítico y podían protestar enérgicamente. Entonces los gobiernos, para no romper la paz polÍtica del pru en el campo, dejaron vigente una legislación que nada tenía que ver con la realidad. Comenta un funcionario que mucha gente vendía su tierra, principalmente tierras ejidales y para ilustrarlo relató lo siguiente: una vez Lopez Portillo, hablando con un hacendado, dijo: uEntonces compraste unos ejidos en tu región,. El hacendado le contestó orgulloso: nNo. Todos los ejidos,. Esto lo hizo lácilmente porque nadie ejercÍa el control de las tierras.2 LoCIsLacIou MExICANA DE 1992 REGLAMENTARIA DEL ARTÍCULO 27 CONSTITUCIONAL Como consecuencia de las reformas hechas al artÍculo 2T constitucional se elaboró la Ley Agraria (racional»,3 publicada en el Diario Ofrcial de Ia Federacíón el 26 de febrero de l9g2 y que sustituyo alaley Federal de la Reforma Agraria y otras leyes que regulaban el desarrollo del campo. Elprincipal objetivo de la Ley Agraria es reglamentar la propiedad de las üerras dedicadas a las actiüdades agrÍcolas, pecuarias y forestales; el desarrollo de 2 Entrer,ista con James Wilkie, Los Ángeles, l2 de diciembre de 1998. 3 Digo oracional» porQue el intento implícito es resolver el conflic- to entre tierra privada y tierra ejidal, así como elitar conflictos dentro del ejido en cuanto a quién ocupa parcelas y/o solares urbanos. Lo pongo entre comillas porque estoy haciendo explÍcito lo que esta implicito en la Ley Agraria de lgg2. Il¡srHuuourncró¡l oo l¡ Lor Acn¡run «RACroNAr.» 175 los ejidos y las comunidades; las formas de relación y de asocia- ción entre los productores; las instituciones gubernamentales que tengan relación con el agro y la forma de impartir justicia agraria. Esta ley consta de 208 artículos, de los cuales ocho son transitorios; en conjunto, conforman 10 capÍtulos, entre los que destacan los relativos al desarrollo,v fomento agropecuario. ejidos y comunidades, procuracluría y justicia agraria. Cabe hacer notar que aproximadamente la mitad de los artÍculos (del 9 al 107) se refieren a las nuevas características y modalidades de las tierras ejidales y comunales: Ftn del reparto g certtdumbre jurídica en el campo. Suprimir el reparto agrano; eliminar la posibilidad de afecta- i. 2. 3. ción a los terrenos privados subutilizados o con usos disüntos a los que originaron su extensión; buscar revertir el creciente minifundio y fraccionamiento en la tenencia de la tierra: derogar la obligación del gobierno de dotar de tierra a los solicitantes v las vinculadas al reparto agrario (este y los si§uientes cuatro puntos son de Grupo Financiero Banamex-Accival [1993: I 5 l). El ejid"o g la comtutidad. Elevar a rango constitucional la propiedad social; terminar con la confusión sobre quién era el auténtico propietario de los bienes ejidales. I¡s titulares de Ia propiedad social son los ejidos y las comunidades: las personas morales con personalidad jurídica propia tienen derecho al aprovechamiento o usufructo de las tíerras que las conforman y propietarios de sus respectivas parcelas. RatiJícacíón de Los límites de la pequena propíedad. L00 hectareas de riego o humedad de primera; 200 hectáreas de temporal; 400 hectáreas de buen agostadero; 800 hectá¡eas de bosque o de agostadero en zonas áridas; 150 hectáreas para cultirro de algodón; 300 hectáreas para cultivos especiales; 500 hectáreas para tierra ganadera. Se flexibilizó la disposición que prohibirá el uso de la tierra ganadera. con lo que se ampiió ia frontera agrÍcola. 176 lrusrRuuoruracróru oe m Lov Acnrzue 4. Sociedades mercantíles. Se permitió que las sociedades «RACToNAL» mercantiles puedan ser propietarias de terrenos rurales fijando un lÍmite a su extensión de 25 veces el de la pequeña propiedad y Ia obligación de reglamentar la participación del capital extranjero, asÍ como la de distinguir las aportaciones en tierra a dichas sociedades. 5. Justicioagranra. Se dispuso la creación de tribunales agrarios y un órgano de procuración de justicia agraria, cuyo propósito es hacer efectiva la seguridad en la tenencia en la tierra derivada del fin del reparto agrario y evitar conflictos en la operación del mercado de tierras (México social,1992-1993J, Entre los aspectos lundamentales que la Ley Agraria de 1992 regula están los siguientes cuatro aspectos: Aspectos de la ley de Rejorma Agrarícf 1. 2. 3. 4. 5. Caracteristicas de las tierras ejidales y comunales. La asamblea como órgano máximo de decisión. Constitución de formas asociativas y la participación de sociedades por acciones en la propiedad y producción rural. Los procedimientos que permiten dar certeza y seguridad jurÍdica en la tenencia de Ia tierra ejidal y comunal, que culminan con el otorgamiento de los certificados y tÍtulos correspondientes. La creación de la ProcuradurÍa Agraria, como entidad descentralizada, y del Registro Agrario Nacional (nau), como órgano desconcentrado de la SecretarÍa de la Reforma Agra- ria. 6. Las funciones y facultades de las dependencias y entidades que por su competencia inciden en el ámbito rural, asÍ como los procedimientos en materia de justicia agraria. r Véanse Rodríguez (1993), Registro Agrario Nacional y Delgado (1ee4). INSTNUMON"T,{CION DE I,A LOT'ACTi¡zu¿ «MCIONAL» I77 7. La regulación de terrenos baldÍos y nacionaies. Compren- 8. de terrenos que sean deslindados y medidos en términos de la Ley Agraria o de los que recobre la nación. Terrenos que serán inembargables e imprescriptibles. Protección a la integración de la propiedad indÍgena, excepto los solares urbanos adjudicados individualmente. Caracterkticas del ej ído l. Posee personaiidad jurídica 1, patrimonio propio, 2, Es propietario de las tierras que le han sido dotadas o las adquiridas en forma lÍcita. 3. Opera de acuerdo con su reglamento interno. 4. Podrá asociarse para formar uniones de ejidos, asociaciones rurales de interés colectivo y participar en cualquier otro tipo de sociedad civil o mercantil. 5. Posee facultad para constitllir fondos de garantÍa para cubrir la obligaciones crediticias. 6. Determina ei régimen ejidal mediante acuerdo de la asamblea y preüo dictamen de la ProcuradurÍa Agraria. 7. Se constituirán nuevos ejidos, para lo cual se requerirá formar un grupo de 20 o más campesinos. elaborar un reglamento interno y escrilura pública, que cada uno de ellos aporte una superficie de tierras y solicitar su inscripción en el Registro Agrario Nacional. Aspecfos b¿isicos del ust$ructo de las tíerras ejtdales f i,as tierras ejidales son las dotadas al núcleo de población ejidal y las incorporadas a éste por cualquier medio lícito. Las tierras ejiclales se dividen en: a) para el asentamiento humano; b) uso común; c) parceladas. . 2. 3. 4. La asamblea general del ejido determinará el destino de las tierras no parceladas. Ias tierras destinadas al asentamiento humano se conforman por la zona de urbanización del ejrdo y por ei ftrndo legal, y son inalienables, imprescriptibles e inembargabies. I7B 5. 6. 7. IN.STRUMENTACIÓN DE I,A Loy Acn¡run «RACIoNAI,» La asambiea ejidal fijará las normas para el aprovechamiento de los recursos y de las tierras de uso común. Las tierras de uso común y las parceladas podrán ser objeto de cualquier contrato de asociación por parte del núcleo de población o del titular de la parcela. En caso de utilidad para el núcleo de población, podrá aportar las üerras de uso común para la constitución de una sociedad mercantil tendiente a la explotación de los recursos productivos (el proyecto de desarrollo y la escri- tura social deberán contar con el visto bueno de ia B. 9. ProcuradurÍa Agraria). El usufructo de las tierras parceladas y de uso común podrá ser dado en garantía en la obtención de crédito. Las tierras ejidales podrán ser expropiadas por causa de utilidad pública (RodrÍguez, 1993). s del ej ídatario Uso y disfrute de sus parcelas y de los derechos que le otorgue el reglamento interno del ejido. De re cho l. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Acreditar su calidad de ejidatario con el certificado de derechos agrarios o con la sentencia de la resolución del Tribunal Agrario. Designar sucesores de sus derechos ejidales mediante un listado depositado en el Ret o protocolizado ante notario público. Participar en las asambleas dei ejido con voz y voto. Otorgar poder a otra persona que lo represente en la asamblea ejidal. Disponer de su parcela para aprovecharla como mejor convenga a sus intereses {explotación directa, en asociación con ejidatarios, particulares, con el Estado mediante contrato de asociación, renta, aparcerÍa y mediería). Ceder los derechos ejidales en favor de un tercero, ante dos testigos y notificando al nqN. Adquirir mediante compra derechos parcelarios. IrusrRuruorurecroN DE r-A Loy 9. 10. 1L 12. 13, Acn¡rue «RACroNAr.» 179 Disponer de agua dotada al ejido. Acudir ante la ProcuradurÍa Agraria o los Tribunales Agrarios para defender sus derechos. Poseer solar urbano. Recibir indemnización en caso de expropiación. Adoptar el dominio pleno sobre su parcela preüa autorización de la asamblea. INstRulr,rouracróN DEL PRocnoo Y PROBLEMAS DE TITULACIoN DE TIERRAS oesor 1992 Entre los prograrnas que se han instrumentado para dar reconocimiento jurÍdico a la tenencia de la tierra destaca el Programa de Ce¡tificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede), que tiene su fundamento jurÍdico en las reformas al artÍculo 27 constitucionaly su ley reglamentaria, la Ley Agraria. El objetivo de Procede es asegurar la expedición de los certificados parcelarios, los certificados de derechos sobre las tierras de uso común o ambos. según sea el caso, asÍ como de los tÍtulos de propiedad de los solares, en favor de todos y cada uno de los individuos que integran los ejidos de México. La realización del Procede requiere de varias dependencias e instituciones públicas, tales como el Instituto Nacional de EstadÍstica, Geografía e Informática (truoo| la ProcuradurÍa Agraria (na), el nell y los Tribunales Agrarios. El Procede y la Ley Agraria fueron puestos en vigor con el propósito de definir, regularizar, registrar y titular aproximadamente 4.6 millones de parceias y 4.3 millones de solares urbanos que están en posesión de los beneficiarios de los ejidos y comunidades del paÍs, según cifras que el rxocr estimó en 1992. En México existen más de 29 000 ejidos y comunidades agrarias, que a su vez agrupan a 3.5 millones de ejidatarios y comuneros. La superficie de los ejidos representa aproximadamente el 50 por ciento del territorio nacional, y Ia pobiación que los habita constituye poco más del 25 por ciento del total de los habitantes del paÍs. La estructura de la tenencia de la 180 Irusrnuueu,ecróu oe m LBy Ac¡¿a.Rie «RACJoNAr-» tierra en México se presenta de manera global y por estado en el cuadro 5.1, entre las páginas lBa y 185), De acuerdo con la directora del nq¡'¡, María Antonieta Gallard, como antecedente de Procede en lo referente al catastro rural de México, se cuenta con la estadística que resultó de la instrumentación de un programa de catastro rural de la sna que se inició en l98I y finalizó en 1988. Según Gallard: El programa fue muy bueno, muy intensivo; de hecho yo creo que la mitad de los recursos de la sna se fueron en ese programa en ese tiempo. Pero es decla¡ativo, no había comprobación de propiedades. Los ingenieros iban a los sitios y pregun¿¿f¿¡ «¿este de quién es?, uPues de fulanito de tal,. Y lo marcaban en un plano. No tenían controles jurÍdicos de catastro, es totaimente indicativo. De ese producto nosotros conservamos la estadÍstica de la propiedad privada, pero tiene todas las pinzas del mundo. O sea lo seguimos consen'ando para poder construir [...] lo que sería la estructura de la tenencia de la tierra, pero tiene todos esos bemoles. La actualización que le damos a esa estructura agra-ria es a trai,'es de Procede, pero eu lo que no es [tocede sigue manteniendo un trabajo desactualizado de catastro de i98l a 1988. Ya son muchos años de desactualización en [o que se relaciona con eso. Es lo único que hay construido pero tiene sus fallas, pero te da una idea de la distribución por estados. En lo referente a cómo se construyen las estadÍsticas, Gallard señaló lo siguiente: Tenemos el censo agropecuario y el ejidal, que es el que nos mar- ca la indiferenciación de comuneros y ejidatarios. El censo de INEGI es también declarativo. Por ejemplo, yo llego a una comunidad y digo: «¿Tú eres comunero?, Y puedes ser ejidatario, pero yo te registro como comunero porque tú drjiste: oSí,. Tú llegas y di¿gs «¿Esto es un ejido?, nSí,. Llegas a la ampliación de ese ejido y preguntas: n¿Este es un ejido?, nSí,. AquÍ ya duplicaste el ejido IlstRurrtourncróN DE LA Lov Acn¡Hn estadisticamente. Entonces «RACToNAL» INEGI 181 reporta en el censo de 1991, 29 400 ejidos. Estos son ejidos declarados, o sea de campo. Noso- tros tenenlos registrados 27 210. ¿Qué pasa aquÍ? Nuestros registros tienen valor jundico; entonces, sólo registran nuestros registros de derecho, o sea los que tienen una resolución presidencial, los de un documento de creación oficial. Y lo que tienes aqui en este otro saldo son ejidos de hecho, o sea expedientes que no han concluidoi tienes ampliaciones v dotaciones marcadas como dos, porque los mismos ejidatarios se conciben como miembros de otro núcleo. Entonces, lo que nosotros hemos estado haciendo es validar, junto con INEGI, este catá1ogo y ya tenemos una diferencia nada más de unos doscientos v pico. fuede haber cambio de nombre. Es una complicación. Claro [que también puede haber un pequeño margen de error], pero eso no cambia Ia estadÍstica de lloct, porque su método es otro. Entonces, el número de ejidatarios y comuneros que te va a marcar INEGI son de censo. El número de ejidararios que registra una resolución presidencial puede ser equis. Y después hubo actualizaciones censales en las que clasificaron este número por la sne. Se suponía que cada dos anos se tenia que hacer, por la vieja lev, nna actualizaclón. Esto no se cumplió a cabalidad. Con los ejidos de hocede ya tenemos otro panorama. Ya tenemos el número verdadero de ejidatarios. Ahora que eso se va a mover. Por supuesto que esto es hoy como una foto, que se tiene que mover. Para el caso de las comunidades no había un proce- dimiento para la actualización censal muy claro. Buena parte de las comunidades se generaron por reconocimiento de tierras virreinales, entonces no habÍa en las resoluciones una descripción de los beneficiarios. Simplemente decían: uEsta comunidad es comunidad. Ha estado aquí siempre. Estos son sus tÍtulos; que los reconozcan». No había siquiera, como en el caso de la dotación ejidal, un listado de comuneros (que en muchas lo hay pero no siempre). Entonces, como la comunidad siempre tuvo más libertad, esas actualizaciones que no estaban previstas las hacÍa la Secretaia de la Reforma Agraria a demanda, o por in- 182 lxsrRupro¡lrecrór¡ op LR Loy Acn¡rue «RACToNAL» quietud del que llegaba. Pero no hay un seguimiento preciso. Ojalá tuviéramos eso: el número de comuneros que se van a incorporar o que se van desincorporando de una comunidad. O sea, como la comunidad siempre fue más independiente, no hay una estadística que se pueda construir. No te digo que todas las comunidades estén en esa irregularidad. La dificultad, por ejemplo, de la certificación es esa: que no tenemos padrones de co- munidad. Son muy pocos. No había procesos tan fijos como en el caso del ejido. El Procede está reportando diferencias de superficie entre la resolución o la ejecución y lo que ahora está resultando, porque había ejecuciones virtuales. O sea, desde el escritorio con un plano, no se iba a campo. Muchas resoluciones son asÍ. Tú decÍas: nAquí les dotó la resolución mil hectáreas. Vamos a ejecutar,. Entonces, ¿qué predios afecta? Pues que una porción de esto, una porción de esto otro. Entonces esto se medía. Y te podÍa resultar en mil, pero también te podía resultar en mil cincuenta. AhÍ lo tenias que restar. Pero te podria resultar en novecientos cincuenta. Entonces, el comisionado que ejecutaba decÍa: nEn el sitio de los predios afectables que dice esta resolución presidencial, yo encontré esto, y ejecuto sobre novecientos cincuenta», Estas cincuenta muchas veces se convinieron con los ejidatarios. En el caso de ampliaciones es la misma cosa. Gallard señala también que Procede es un programa voluntario. Anade que hay núcleos que no quieren entrar y al respecto comenta: De lo que nosotros hemos observado, el rechazo al Procede tiene múltiples causas, pero una principal es el control interno. l¡ que hace hocede, es retratar al ejido y decir qué derecho le corresponde a cada uno por decisión del colectivo. La manipulación de los derechos se frena dentro del ejido. En parte, algunos ejidos han rechazado Procede, porque no quieren que a futuro el asentamiento pague impuestos, o sea pague ya predial. Otra IrusrnuuorrrncroN DE rA Lev AcH,rru.q «R,\croNAL» 183 parte es por estos controles internos. No hablamos de los grandes lÍderes polÍticos regionales. hablanros dei cacique del ejido, o sea del que controla ese pedazo v que ha hecho y deshecho a su gusto. Esos ejidos rechazan el programa porque no se han podido deshacer de ese control, pero muchos de esos sorpresivamente en asamblea irnpulsan; y bueno, habrÍa que verlo en campo. Creo que eso sÍ merece una investigación de campo mucho más profunda, porque son relaciones de poder qlle no percibes en la asamblea del Procede. Percibes en una asamblea del Procede que el propio ejiclatario, que icleológicamente se per- cibe como isualitario, no lo es, eso sí se percibe. Como parte de Procede se nombra una comisión que se llama cornísión auriliar, que está formada por los ejidatarios que elija la asamblea, y esos ejidatarios recorren el ejido con los técnicos de la pa y de tueci. Entonces van marcande; u¿Esta parcela de quién es?, nPues es de ful¿mo,. n¿Pues cuánto iiclre?, Entonces tú r,as viendo que las parcelas no son iguales. incluso en ejidos, en la dotación sí fue igual, o sea se dijo: se le dotar cuatro hec- táreas a cada uno. En su docunrento original a lo largo de los años se configuro una cierta desigtraldad interna. Esa desigual- dad la puede reconocer o desconocer el ejido. -y generalmente la reconoce. uEs que fulano trabajó más,. Esa igualdad interna se reconoce o se desconoce ya en la propia asamblea. Y a leces el que controla el ejido o los que controlan el ejido cuando hav este fenórreno, que no es general, lo que l'as a ver reflejado es que tienen porciones más grandes de tierra, ya sea en posesión o sea en renta. Eso es lo que vas a ver; siempre y cuando no rebase los límites que marca la ley en su proporción, con relación al ejido. O sea la excedencia en los ejidos se mide por proporciones, porque es muy difÍcil que tú te encuentres en un ejido una parcela de cien hectáreas, excepto en algunos ejidos del norte, en casos muy e specÍficos. El lÍmite de la pequeña propiedad son cien hectáreas de riego. No vas a encontrar parcelas de ese tamaio en los ejidos. Entonces, lo que regula la ley es que nadie raya a ser dueño de más del 5 por ciento de las tierras del ejido. Entonces 184 Irusrnuue¡¡recroN DE rA Lsy Acnqru,q «RACToNAL» ya mediste, tienes el cuadro completo de las parcelas del ejido; y si un indir¡iduo tiene más del 5 por ciento de esa porción, lo certificas y tienes que dar parte a la sne para que dé aviso, que tiene que enajenar su excedente. De todos modos kr certificas, porque si no, no hay pruebas. Pero tienes que dar aviso inmedlatamente a la sR¡ para que lleve a cabo el procedimiento de la creación de un expediente que marca también la ley. El resultado preliminar se exhibe; se cuelga, y cada ejidatario tiene que ir a ver si sus datos están bien. Luego llega a una asamblea para rectlficar eso, o sea tiene que ser público, totalmente público, v el voto es directo. fuede haber un voto forzado debido a la propia red de relaciones que puede haber en un núcleo. Pero a la hora de expresarse en una asamblea tú no ves eso. Hay mecanismos de coerción indirecta y grupos que probablemente no los percibes en un punto directo, no sabes si ese señor estaba de acuerdo o no en votar así. Estuvo de acuerdo y asÍ está en el acta. Estuvo fÍsicamente de acuerdo, pero no sabemos qué otro arreglo pudo haber allá atrás. Pero el que el voto sea directo, el que sea público, abierto, se despliega en lo-q resultados de estos trabajos: minimiza, aminora esa posibilidad. No hay asambleas para ratificar ejldos. Só1o hay asambleas cuando se quiere cambiar de régimen. Bueno, vender la tierra, puede ser o no al sector privado. Por lo menos hasta donde no- sotros conocemos como proceso, los ejidos que deciden cambiar de régimen de propiedad lo hacen para vender normalmente. Pero hay reglas también para la venta. La primera enajenación tiene que ser al interior del núcleo. Hay reglas para eso: la asamblea, que se llama asamblea para la adopción de dominlo pleno. La primera venta debe hacerse al interior del núcleo y posterior- mente puede hacerse a una persona externa. Ahora cuando se hace una asamblea para adoptar el dominio pleno, no significa que se venda. Significa que el ejido, es decir la asamblea, les da permiso a los ejidatarios para vender. No es que se venda todo el ejido en ese momento, a menos de que el núcleo tenga un pro- IUSTNUUE¡TTRCIÓN DE LA LAY ACN¡ruN «MCIONAL» 185 yecto de inversión a través de esa tierra. Pero esa asamblea es una asamblea de permiso. Yo permito [y hay asambleas parciales por ejemplo) que dieciocho de mis cuatrocientos ejidatarios t endan, o yo permito que todo el núcleo l'enda. Es mayoría cali- ficada ia que tiene que votar. O sea, yo puedo querer vender mi parcela, pero si el 75 por ciento de la asamblea dice que no, yo no la puedo vender. Existe control social. Gallard señala que, de acuerdo con la ley, cuando se adopta el dominio pleno en una comunidad, o cuando se lleva a cabo una conversión de régimen, tienen que estar presentes un re- presentante de la Procuraduría Agraria y un fedatario público; y al respecto comenta lo siguiente sobre la política seguida por el Rm¡: Cuando se afecta la estructura del ejido, por ejemplo conversiones de ejido a comunidad, aportaclón de tierras a sociedades, en las fracciones de la ul a la xv del artÍculo 23 de la ky Agraria, sí tiene que haber una representación de la Procuraduría Agrada. Y las instituciones tenemos que vigilar. Cuando los periodos de representación están vencidos, avisarle al núcleo que ya se vencieron, y que convoquen a asamblea. Pero ahora ya no puede convocar la sR¡ ni dominar la asamblea, ni meter sus planillas. Ese es un cambio que se va a ver poco a poco. No es automático. Es una cultura de setenta años que se tiene que ir cambiando. Ai neu, por ejemplo, los campesinos nos exigen que les expidamos credenciales a los representantes ejidales, porque toda la vida se expidieron credenciales para los comisariados. Entonces nosotros estamos haciendo un mecanismo de transición. Expiró tu credencial. pero 1o válido de tu credencial es la copia del acta de asamblea donde te eligieron. Con eso acreditas que eres representante; y mientras las instituciones se acostumbran, se asume que eso es lo que vale y no lo que le dé una institución. Estamos pidiendo el acta de asamblea atrás y su foto con sus datos adelante, para ir transitando. Porque esa lBO IusrRuuernecróu oo m Ley Acnezue «RACroNAr,» cultura no está implantada todal.ra. Hay que hacer todo un trabajo muy largo para poder llegar ahí. Pero esa es la idea: que la asamblea tome muchas atribuciones. La asamblea, en el marco de la ley, puede [hacer] muchas cosas, como son definir su vida interna, establecer su reglamento. Antes sus reslamentos se los daba en un machote la sna y le decÍa: nFírmalos,. Y muchos de los reglamentos que tenemos nosotros aquí inscritos, el núcleo no los conoce. No sabe que tiene un reglamento. ni 1o sigue, ni se rige por é1, por supuesto. Entonces, el reglamento interno de los ejidos es una atribución de su asamblea. Hay que capacitar, hay que asesorar, pero no hay que suplantar. Esr¿elpcrl{rpNTo DE PRocAMPo El Programa de Apo¡ros Directos al Campo (Procampo) fue establecido en octubre de 1993 como otro de los programas de apo- yo a las reformas al artÍculo 27 constitucional. El principal objetivo de Procampo es fomentar la adopción de nuevas tecnologías y formas de asociación y promover entre los productores la explotación y uso de la tierra en la actiüdad productiva que más les convenga, bajo una perspectiva que les permita incorporar la producción agropecuaria en el contexto de la economÍa internacional. Otro de los objetivos de Procampo es proporcionar un estÍmulo directo a más de 3.3 millones de productores rurales. De ellos, 2,2 millones estaban al margen de cualquier beneficio, bajo el sistema de precios de garantÍa, ya que su producción es de autoconsumo. Procampo tendrá una visencia de l5 años (vease cuadro 5.2). De acuerdo a Manuel Delgado, director de Procampo en Oaxaca, Procampo funciona como un registro, como un padrón de productores que se inició con un directorio de ellos en 1993 que se elaboró tocando a su puer[a. Respecto a la puesta en marcha de Procampo, Delgado comenta: En la mayorÍa de los casos muchos no quisieron entrar por la desconfianza a cualquier situación del gobierno, en este caso al Coahuilal '] 196118 2427 51 1 1 r 1 179 216891 21 864 222 5 658 138 18 585 99 5 092 855 6311 368 3211021 43701 564 5 210 178 30 309 149 293 442 13 35? 638 2139935 16745 1165 3263391 184 125 9A2 9 055 780 116321 84 21 803 12361 615 4 428 B-?0 92 280 1 229347 122351 1 314 1 054 3268894 r75 073 1 007 973 061 126281 1 356 2646610 162401 I 059 860 905 90 009 1 703 2 342 235 66 851 203 305 234 41 055 351 r 187 398 55 100 592 1 908 703 40 853 732 468 130 105 378 1 A44 r 235 685 30 548 351 521 611 39 3s8 212 2 865 411 23 680 1 107 391931) 156191 1 141 3214766 123653 859 5 033 319 16621 135 r 094 901 65 500 1 341 2543546 16613 236 201 185 39611 3 333 2 13A 414 241 158 713 2110758 116990 144 3649213 110096 26 898 84 683 035 3 014 424 No contempla l¿ superficie conespondiente al territono insular. 1 1 1 1 Eeneficiarios Propiedad ejidal 5up.(ha) Estructur¿ de la tenenci¿ de la tierra soportada con d¿tos emitidos por las delEaciones del ra¡r en l¿s 1 159 ]]3 40 62 39 16 665 110 15 0 159 81 52 2 3 29 55 17.94 .04 41.11 53 89 63 64 57 03 .26 44 5) 31.31 l 11 49 62 48 63 1 959 0 fechas señ¿l¿das. 0.0c 4.19 879 230 3151 161 091 83 211 418 30 10 1 599 )9 839 6 59 645 0 15 1 539 )46 160 0.02 130048 16415 1 60 rE8 00s r963 90461 3 155 121 11 491 781 523 E5l 1 751 0 139021 13,126 )2) 60 292665 18602 10.87 529 116 r.66 619 161 3.14 0 0 000 0 0 000 17 099 3t7 0.13 6 093 291 1 10 100 405 1242 2.46 825 166 35233 11 12 56a987 5 215 228 22725 6025 14 31 2639232 31 543 21.31 2 157 365 0 07 1 751 499 53 713 21 61 126354 16998 6.15 115465 9615 990 284111 38 785 13 44 600 332 11 129 10 13 63 375 6 338 1329 868211 1231) 32 85 154 623 2 928 2.39 5542063 1B'r 819 67 14 n1 9 Propiedad comunal o predios en muchos rasos dilieren de los estatales. 2 113 l 10 .69 31 41 .39 21 31 35 44 93 64.00 l) 46 51 134 41.35 33.78 51 3 118 45 94 190 5 13 73 .65 13 44.45 74 36.49 @ 43.96 66 89 E1?' 38.1 59 77 12.08 80.20 48.1 5 % La superfi(ie est¿disti(¿ de la5 entidades es drferente ¿ i¿ catastral en virtud de que los limites de lo5 nú(leos Iotal zacatecas Yucatán Veracruz Tl¿xcalar Tamaulipas fabasco Sonorar 5inaloa 5¿n Luis Potosí Quintana Roor Querétaror Puebla 0axaca Nuevo Leónr Nayaritl Morelos Michoacán L4éxico ialisco Hidalgo Guerrero Guanajuato Durango Disfito tederal Chihuah ua Chiapai Comarca Lagunera Colim¿l 1 Baja Californial Ba¡a California 5url 558 7011 Aguascalientesr Campechel lúunicipios 900 300 4 7 361 700 5 5 183 300 9 3 539 669 33 10 545 500 40830r3 15 7388700 111 24108700 67 149 900 16 9 499218 29 46 3 058 900 76 6 379 400 2 098 700 84 124 B 013 700 2 1,16 100 122 13 5 986 400 494 r0o 33 2162 100 20 6 455 500 9 536 400 570 3 39 r 90C 211 1 '176 900 18 5 035 000 8 6 284 800 58 5 809 200 18 10 8 493 400 17 2 466 100 7 982900 43 391 400 60 7 2E1 500 207 I 934 000 106 7 504 000 56 (ha) Datosqeoqráficosr 5up. Entidadfederativa 1 1 )11 1 1 738 037 1 1 611 r 74 423 643 318 196 1 221 1 3 527 820 986 0Bl 47 00 28 86 152 512265 73 048 758 149 13 47 68 43 50 A43 043 185 3 451 95 1n 4A6 367 54.56 B4B 34 49 49 261 49 06 23 39 ¿421 3.23 50 68 32544 4422868 288 0 rB 14 6380 646 2 0 133 0 t5 39 82 6 1Z 0 1 ) 16 6 6 6 6 4 9 10 19.14 4696 19.08 56 03 44.01 1822 059 820 58 42.66 24167 1 517 776 7 360 1 343 342 24 980 9 057 957 752 22866 290 13517 4040r 4121508 1264, 21831A8 9 987 94 100 5791 q9 4A3 87 8r I 4 388 466 18 314 404 410 9C5 153208 903 1 696E29 55 83 42946 57 ,1 1 15810 2276959 2362 45 29 2 1 598 81 460 117 0 0 289 913 61 0 943 0 0 868 3 813 365 34 478 639 0 054 52t21 0 3.35 A.41 000 6 61 000 245 6.44 0.46 1 000 0.85 3)16 2119U 326 0 25 006 1 1.73 000 0.51 009 14 1 32 550 0 971 61 845 0 15 1 182 2 633 0 0 1,332 B1 52219 0 0 0 32 I 0 1 0 0 A24 0 0 114 1 851 2.006 0 0 63 I 063 674 776 0 134 769 0 0 007 0 49 3.64 000 000 000 0 08 0 0 7 597 080 0.00 6 48 5.14 000 4s8 914 At4 0 33 826 275 531 415 21 239 12 58 000 0.00 678613 1216 296 6261 121 0 0 0 400 4321 1 444 5.41 000 000 0.61 1812 6 65 3 99 0.00 7 000 159914 66 0 0.00 0 000 0 000 62 0.00 0 000 401 101 0 0 848 004 2323536 i 83 1 006 170 ,169 684 0 Otros Supltr¿) % 1 ó6 1+ I 11.ót 24 481 9 616 955 1 1 51 C7 690 11 449 0.12 2842 10 340 1 63 269 131 133 2.01 48 1 39 951 .94 1069 6151 oDB 966 s66 s54 26.t3 32-i 191 951 3.74 104 11 126 2.33 52E 107 783 4.D8 1784 163 910 254 319 397 715 4 36 911 261 191 7 83 344 26321 207 199 r 598 688 30 943 512 321 B l9 831 678 851 11.82 1 097 380 891 2 06 169 114 425 4 65 2 919 614 ,181 8 32 370 38 230 9.00 1 166 31 3A4 0 472 638 006 5 00 346 202 300 270 ró4 3t1 21.358 3.80 264 468 494 6.64 102 561 913 8.04 1B9 22665 042 114 363125 266 258 39 180 1.05 9)3 121 51) 298 179 359 701 4 85 829 662 380 2.61 n¿cionales Cá-j"- lil'os )81 Terrenos --E¡AA--lrp 049 0 39 518 E81 2 622 158 437 26 451 104 305 052 0 570 10799 51)2 3 0 820 1 102 111 162 330 I 019 2 24 680 289 9913 585 18 902 200 2959 191 5314 254 2110 968 4.51 1.10 000 062 1 75 0.89 U U UUU 561 124841 1 29 46 469 0 02 62521132949 1 25 239 039 0 14 B9l 14 0 4t 189 143 4s6 2.03 218 230 Q0 0 65 3.719 196 335 567 1 620 5 5 75 112 0 085 Propiedad colonias Colonias Lotes 5up. (h¿) l5 9b4 tb Jl tu J6J 1 114211 1 (h¿) 7o 200 263 084 45.15 799 22E 464 3.24 850 791 855 11 21 Sup 089 2020 8 958 7 758 306 5675 3 472 217 356 39 09 3 807 1 093 585 26 80 32 008 2 491 260 33 56 5 653 'r2 296 205 49.s5 4 l 9 Predios Propiedad prrvada Cuadro 5.1 Estru(tur¿ de la tenencia de la tierra en México Septiembre de 1999 IrusrnuuoxrectoN DE IA Lov Acnerun «R{ctoNAL» t87 Cuadro 5.2 Procampo: principales características 1 Tendra una vgencra de i5 años, con p¿gos constantes en términos reales dur¿nte los años y qradLralmente ciecrecientes a partrr de décimo prirner añ0. 2. A qu enes produzcan maiz, frrlo , iltga, atrcz, soya, a godón y sorgo, en la etapa transitor a pr me'os 1 C otorqará un apoyo generai de 330 nuevos pesos por hectárea en el c clc ctoño-rnvierno 1993 1994, y de 350 nuevos pesos por hectárea en el ciclo primavera-verano de 1994 se les osproductosenlaetapatransitora, 3.LosprecosÍladosennuevospesosportoneedade para e c c o otoRo'rnvrerno 1 993'l 994 y pr m¿vera-vera¡c de 1994, serán respectv¿mente los s guientes maiz blanco,650 y 600, maíz no bianco, 540 y 500; frlol preferente, 1 800 y 1600; frtoi no preferente, 1 595 y 1 41 5; trrgc, 600 para 1os dos ciclos, y soya, 856 nuevos pesos para e c clo prmavera-verano de I 994. 4.Conbaseen osapoyosdtrectosylospreciosportoneladaqueserndcanenlosdospárrafos anteriores, conviene elemplrfrcar que si un productor obtuvo una tonelada por hectárea y vende su maíz a un prec o de 650 nuevos pesos, ¿dicron¿lmente obtendrá 330 nuevos pesos de apoyos drrectos por hectárea, es dec r, rec birá 980 nuevos pesos por su producciÓn al evantar la cosecha se darán apoyos comp ementarios para a comerc al zaón del arroz por 74 nuevos pesos por tone ad¿; para e sorgo de Tamaul pas de 50 nuevos pesos; y e a godón tendrá un apoyo de san daC Ce acuerdc con la región y fiuctúa entre 700 5. As m snno, c oe;os oor reil¿,e¿ 6. Serán apoyadas aquelias superficres que en los tres años anteriores a drciembre de 1 993 hayan s do sembraCas con ios stete cu tivos anter ormente seña ados, pero si poster ormente , " 1)0 n-evos e campesnolasdedrcaaotr¿sactrvrdadesagricolas,pecuaras,fcrestalesecológcas,acuiferas, o a cua quier otra que genere emp eo, segurrán recrbrendo el apoyo. 7. E prmer pago de apoyos se hará en marzo de i 994, a través de cheques de ¿ Tesorería de la Federación y será cj rectamente a productor. E. A partrr de abril de 1995 ya no habrá precos de garantía; éstos se flarán en funcÓn de mercado y tomarán en cuenta los costos de transporte, almacenamiento, manelo y flnanc am ento. e c c o otoño-rnvierno 1994-1995, la Compañía Nacional de 5ubsilencias Popu ares (Conasupo) fungrrá como un comercralrzador más en ios mercados de maíz y friiol, y promoverá una rnayor part crpacrÓn de los sectores social y privado en las transacciones de esos productos. 10. A los productores pecuarios se les permit rá el acceso a sus insumos forraleros a precio 9. Par¿ rnternacional a partir de 1 994. 11.5ecre¿rá aContraloriaSocial del Campo, acu¿l verificará, luntoconJasautordades munrc pa es, esiatales y ias organizaciones de productores, exped ciÓn y entrega de cheques pcr ccn(epto del pagc de los apoyos drrectos. I 2. Durante octubre y nov embre de 1 993, las organ zacrones y productores partrciparán en la valid¿oón dei directorio de productores ntegrado por la sARH, los cuales poCrán inscribirse oara obtener 1os apoyos. 1 3. El lírnlte a la propredad suscept b1e de recrbrr los apoyos es el que se señala en la Const tua ón, es dec r, 100 hectáreas para personas físicas y 2 500 para personas morales. I 4. Una vez conclu da la etapa de trans crón, a part r de crc o otoño-invierno 1 994-1 995, los pagos por hectárea serán d ferenciados en funcrón de las particularidades agronÓmicas y comerciales de cada regrón. i'1abrá un mÍnimo para asegurar el nivel de rngreso de subsistencra, y un máxrmo p¿ra permrtrr que las tierras de alto rendimiento sean rent¿b es. Fuente: Grupo Financiero Banamex-Acctval (1 993: 361 ). 188 Ils¡ruue¡,¡tactoN DE l.A Lpv Acnqru¡ (RACIONAL» programa. No creveron que se les iba a dar dinero directo en su mano y cerraron las puertas; no dieron información. Otros dieron inf,ormación, pero falsa. Si tenían cuatro, dijeron que tenían dos. Eso nos pasó en el otoño-inr.'ierno. Pero después los mismos productores se enteran de que pagamos ese otoño-iltvierno (que es de enero, febrero, marzo. abril y mayo), v en el ciclo de temporal se cambian las cosas y en lugar de irse a la baja, los amigos se van a la alta. Descubren que sí era cierto que el apoyo se paga. Entonces se registran hasta con más. De todas maneras aquÍ Io que entorpeció mucho fueron los líderes de oposición, lÍderes cuvos intereses de su cacicazgo libe- ral impidieron que sus agremiados entraran al programa. conrenciéndolos de que era una mentira, que no era cierto, que era pura demagogia, que era por las elecciones que estaban en puerta de cambio de presidente de la república y que no se dejaran engañar. Y en ese sentido, muchos no entraron en 1993 en el directorio. En 1994 en la inscripción también sucedió eso. Dimos todavÍa una fecha más, dimos todo un año de límite para recibir solicitudes de aquellos que habÍan decidido entra¡ en el programa. Sin embargo, lo que obtenemos en la realidad es que [en el padrón aparecen algunas hectáreas de másl. AquÍ en Valles estamos hablando de un promedio de unas 25 000 hectá¡eas arriba de los ciclos históricos que año con ano se sembraba de maíz y frijol en el temporal. Constatamos que en muchos lugares de la Sierra fueron talados en el ciclo primavera-r,erano para sem- brar maíz y frijol porque se enteraron de que [el apovo de Procampol era cierto. Otros no pudieron entrar aquí en Vailes porque siempre habian sembrado alfalfa y eran alfaiferos. Pues esos no están o no estaban dentro del programa, y no entraron. Otros eran hortaiiceros. Tampoco entraron. Y después dicen que siempre fueron maiceros y quieren entrar. Otros que por múltipies razones no entraron a la fecha, quisieran estar adentro. Hacen sus proposiciones a su manera; pero, como comentamos en aquella reunión, no es fácil que se abra, porque entonces entrarÍa todo mundo. Todo aquel que tenga un pedazo de tierra va I¡lsrRuiuex-iactóN DE LA Ley Acn¡nm «MCIoNAI-» l89 a decir que siembra maÍz v siempre ha sembrado; y en [el momento de la inspecciónl no se presentó y no lo pudo justificar. I¿s alfalferos no podian justificar porque tenían alfalfa. Y cuando fueron los técnicos al campo, tenían en su casa alfaifa. Y bajo esas circunslancias no se podÍan registrar en Procampo. Delgado describe cómo a través de una sencilla encuesta de llegar con el productor, tocar su puerta y preguntarle qué está sembrando se determinó quiénes tenían derecho al Procampo. Al respecto refiere que: Ese fue el primer ejercicio que se hÍzo a todos los pueblos. Se contrata¡on como I 500 técnicos eventuales en 1993 para tocar puerta por puerta. Puerta por puerta se tocó y allí es donde constatamos que mucha información se nos dio equivocada por la desconfianza a los censos. por la desconfianza de que Hacien- da les puede cobrar impuestos o les iba a quitar el gobierno las tierras. o miles de cosas de nuestra idiosincrasia mexicana. Ese fue el primer ejercicio. No tanto decirles: oTú aquí vas a sembrar trigo, o vas a sembrar maí2,, sino más 6is¡; .¿Qué estás sembrando y qué has venido sembrando?, Y con base en eso se le dijo: «Tú sí [recibirás apoyo de Procampol,. Vino la segunda fase, que íue la inscripción, y se le drjo: *Tú sí puedes sembrar en el programa porque tú sí has sembrado maíz todos estos años,. n Y tú no porque has sembrado alfalfa,. Primero fue una encuesta y después fue un registro; registro con base en que en tres ciclos anteriores habían sembrado ese cultivo. Procampo los dos primeros años obligaba al productor a que sembrara granos básicos. A raÍz de este año (1996) se autorizó la conversión productiva. Un productor, si quiere sembrar chile o tomate, puede hacerlo y puede seguir recibiendo su [apoyo dell Procarnpo. Eso no está peleado en razón de que buen tÍempo fue prodr-rctor de granos básicos y no se le puede condicionar ni cautiv¿rr si él no qr-riere seguirlos sembrando porque el precio del maíz esté muy bajo y tenga la opción de producir algo que Ie i90 IrusrRuupl¡t¡ctóN DE LA Lpv Acneru¡ (RACIoNAL» va a dejar mejores ganancias y a su vez pueda comprar el maÍ2, que es más barato que el que él va a producir. Entre los rechazos que tenían los campesinos hacia el Procampo, Delgado señala: La desconfian zahaciala información que se estaba proporcio- nando por parte de la sacen [Secretaría de Agricultura, Ganaderia y Desarrollo Rurall, a[ uso que se diera a la información y luego ya en la inscripción, a que el apoyo realmente fuera cierto. También decían: uBueno, nos van a dar dinero, pero es como si nos estuvieran comprando la tierra paso a paso, poco a poco. y después nos la van a quitar,. Entonces, tampoco quisieron inscribirse muchos. Todo ello nos trajo como consecuencia que tuviéramos situaciones donde después los mismos productores comentaban: nSi es que yo tengo cuatro, pero nada más reporté dos,. A pesar de todo eso tenemos el lado opuesto. Tenemos aquí el lado de aquellos productores que aprendieron de nues- tro propio gobierno con Anagsa [Aseguradora Nacional Agraria, S.A.l, con el Banco Rural viejo, a aprovechar al mismo gobierno, la corrupción que a veces se genera con funcionarios deshonestos y llega al punto donde hay una posibilidad de mentir y decir: oYo tengo dos, pero si digo que tengo seis, ¿quién va a decir que no?, Entonces, muchos metieron sels y tienen dos. Y tenÍan que tener el refrendo de las autoridades ejidales y comunales: AsÍ es. Con refrendo de autorldades comunales o ejidales v e1 vocal de contadurÍa, que fue elegido por ellos, tenemos un incremento de superficie. Y hablaba yo de 2l 000 hectáreas que se dieron de esa forma. De productores que reportaron predios que no existÍan. Eso se dio desde el primer ano de implementado el programa. Hubo productores que sí sabían, porque también habían participado ahí en Anagsa, en el Banco de Crédito Rural INsrnuMs¡rtlcrów oo l"q Loy Acn¡rue (RACToNAL» 19 t con sus créditos, v sabÍan que el gobierno es noble a veces v es tolerante. En el Banco Rural hubo muchas condonaciones de deudas, casi que empezaban de cero, vohían a pedir y pues *No me debes nada, y uAhÍ te va más dinero,. En la misma Anagsa vieja, con los técnicos que a \¡eces decÍan a1 productor: nSinies- tra la parcela; pidele a tu compadre que se inmiscuya y vamos a medias,. Y ahí l,an. Son maniobras que se dieron en un pasado pero que están nluv vivas v que ya forman parte de un comportamiento y afectan a Procampo. Procampo no puede escapar a ese tipo de maniobras porque también es un programa de go- bierno,y ellos conocen ya los procedimientos. Entonces, de alguna manera. hay la oportur-ridad nde que me den un poco más,. Desde su inicio, se han intentado estrategias de depuración del padrón, por eso el gobernador por ahí nos instruyó para crear las condiciones de evaluación y seguimiento de Procampo donde estén metidos los presidentes ntunicipales [sean los responsablesl y las autoridades agrarias, las organizaciones del pueblo y el vocal de contraloría; de tal srrerte que no sean una o dos gentes las que den fe de que el productor esté diciendo la verdad. De esa suerte. nos ha ayudado un poquito, vamos bajando superficie, vamos depurando poco a poco, consclentes de que está inflado el padrón y de que sabemos de algunos pueblos que inflaron sus cifras históricas. Entonces, sobre esos se aboca más. Inclt¡so viene la segunda estrategia, que es supervisión directa de los técnicos, selectiva, muestreada, que nos está permitiendo ajustar el padrón poco a poco. ¿Cuál ha sido, en términos generales, la respuesta de la gente del campo para con el Procampo? ¿Qué beneficios siente que tiene? ¿Cómo destina esos recursos? ¿Qué es lo que las autoridades han notado a través de la instrumentación del programa? Según Delgado: Cuando pagamos hemos detectado primeramente una expresión de agradecinriento, de gusto por estar recibiendo un recur- 192 lN.srHu¡r¿¿N'racróN DE rA LBv Acn¡run «RACToNAL» so. De alguna mauera siguen siendo los campesinos agradecidos y lo muestran en su actitud. ¿Qué se hace con el recurso'i Hay encuestas. fuliahuatlán reportó que las cervecerías habÍan aumentado en un 300 por ciento sus ventas. Pero también ha,y asuntos muy positivos. Se colocaron alrededor de l0 000 toneladas de fertilizantes con ese recurso. Ahorita con Alianza hemos hecho ya varias demostraciones de maquinaria, equipo agropecuario, como desgranadoras, aspersoras, motobombas, arados, motocultores, todo lo que es tecnificación intermedia que está amarrando a Procampo y está teniendo muy buen resultado. Cadavez se está orientando [másl el recurso para acciones productivas positivas. Éste se inició con la disposÍción de dejarle también la lil¡ertad al productor de que hiciera el mejor uso del recurso. Otros festeiaban la fiesta del pueblo porque coincidia con el pago. entorlces se ponían contentos; un sinnúmero de usos. Ho\,, a dos años de este programa, ya está más canalizado, más orientado. _v se está aprovechando más para el campo. Hemos tenido muchas demostraciones en Valles, demos- traciones de maquinaria intermedia. Allí mismo pagamos el che- que pero allí mismo están las casas comerciales que están mostrando sus equipos -v la misma casa comercial recibe el cheque [...] Ahora se está orientando más al uso agropecuario, sin dejar de reconocer que los primeros años fueron un poco sorpresivos; y el recurso se canaliza a asuntos de apoyo a la economía familiar o a la alegrÍa familiar, o a la alegria del padre. Pero ahora ya se está canalizando mejor el recurso. Respecto a Ia instrumentación de las reformas al artículo 27 constitucional en lo relacionado con la capitalización del campo mexicano. el director de Apoyos y Servicios a la Comerciali- zación Agropecuaria [Aserca) en Oaxaca, Fernando futeaga expresa lo siguiente: Con la reforma institucÍonal se adecuan instituciones o se forman otras: en ese sentido tenemos casos muy claros. Por ejem- IrusrHuuerurrcloN DE tA Loy Aon¡nl,c «RACIoNAT.» 193 plo focir lFondo de Comercialización de la Industria Rural], que es un fondo para la capitalización del campo. El focir, como dependencia federal, entra en capital de riesgo con los productores; la aportación fundamental que se prevé cuando se crea focir son las acciones T de tierra, que se dan como resultado de las reformas al artículo 27 constitucional. El ejidatario ya puede disponer de su parcela y darla como su parlicipación dentro de una asociación entre el capital (sea quien sea, provenga de donde provenga) y ellos, que aportan tierra y trabajo. Por otro lado, el capital aporta tecnología, capacitación, conocimiento empre- sarial y ubicación de mercados, ¿Qué tipo de créditos, incentir¡os, etc., existen para el campo findependientemente de que e[ campesino posea o no un tÍtuio de propiedad de la tierra, de que posea o no un título de propiedad social o de que ya se haya incorporado un ejido al Procede o esté sin incorporarse por los probiemas de límites o conflictos agrarios)? ¿Que tipo de créditos y qué financiamientos, incentivos y subsidios existen aparte de Procampo? Según Arteaga. En este caso Aserca también da incentivos a la comercialización de aigunos productos y tiene diferentes modalidades. Esto que sale de la plática dio lugar al establecirniento de algunas instituciones como Procede, el R¡u, las nuevas atribuciones del lruoct, la cartografía, etc., de manera tal que los ejidatarios pudieran tener un titulo de propiedad o disponer de manera individual de una parte de1 ejido para tener opción a ese tipo de asociaciones con el capital. Es decir, fue un cambio de estrategia en virtud de que, si recordamos que el ejido se lbrma a raÍz de la concepción de que la producciórr estaba asociada indisoluble y básicamente formalizada por la tenencia de la tierra. La tenencia de la tierra no era sólo una variable. sir-ro la más importante, o sea era el 90 por ciento de la determinación del proceso productivo. En verdad era tierra y trabajo. Pasa ei tiempo y nos metemos en un nuevo esquema, donde ahora es una 194 It'lsrnultet¡r,qctó¡ oe m Lov Acnqrun (R\cloNAl.» variabie. La otra r,ariable se Ilama tecnología, y otra se llama mercado. a donde va a t'ender. Entonces, en función de ese cambio de concepción, donde ya no es suficiente tener tierra como antes, el problema no lo resuelvo teniendo tierra, sino teniendo los tres componentes: los mercados, el capital y la tierra' Entonces, ¿cómo puedo hacer yo para que un ejidatario en particular o alguien del sector social pueda integrarse en un esquema de asociación de estos tres componentes? Para que los otros dos tiene que entrarle con algo, Y como lo único que posee es un predio, que además no está suficientemente nlegalizado, como para poderlo prestar a un tipo de asocomponentes le entren con é1, ciación, sucesión. convenio, sociedad (Ilámalo como quieras), el chiste es conjuntar los tres componentes. Por otro lado, {tantol el gobierno federal como [el deU estado se retiran de la regulación de 1os mercadosi hablo de los granos básicos. A partir de ahora Conasupo empieza a retirarse del mercado y [a dejar de] ser comprador. Esto signiflca que no \a a tener un precio de garantÍa v no está obligado a comprarle la cosecha al productor, al campesino, slno que se formará a la cola de los compradores, tendrá un precio piso, o sea lo mÍnimo (en caso de exceso de cosecha); y será un órgano regulador de la disponibilidad, o sea de1 consumo, no de las compras. En ese momento dejas todo un espacio de acción de lo que es el evento de la comercialización, del ciclo otoño-invierno, que se inicia en este estado en noviembre y termina en febrero o marzo, y el ciclo primarrera-r,erano, que dura de mayo a agosto, con aigunas colitas en septiembre, cuando las lluvias se atrasan. El grueso son dos ciclos. Procampo apoya a quien produce. En el caso de Oaxaca, la verdad es que ios cambios al artículo 27 [y ese es otro tema que abría que discutir mucho)... para Oaxaca, los cambios del marco legal no son suficientes para nada. ¿Por qué? Porque la forma de propiedad dominante es la propiedad comunal, y ahÍ seguimos como estábamos: más de la mitad del territorio oaxaqueño dedicado a los aspectos agrÍcolas es común, y lo forestal es mucho. Entonces, las reformas al artículo 27 no están IxsrRuue¡¡r¡cioN DE ra Lgy AcH¡2e (RACIoNAL» 195 enlocadas en eso. Nosotros tene[los casi el 60 por ciento de la superficie apoyada por Procampo, que es comunal, de orlgen comunal. Se le paga a quien produce v definimos quién es el productor o usufructuario del predio. [¿ asamblea decide quién es. Se realiza cada ciclo una asamblea donde se define quién es el productor o usufructuario y con qué superficie participa. Por supuesto. la suma de todos debe de dar el total de superficie asrícola en producción. Antes. en las asambleas todo mundo se acreditaba de veinte a treinta hectáreas, pero la suma rebasaba .v vo le decia: uUn momento. Tú tienes cien hectáreas disponibles: cómo las va-yan a repartir. que lo decida la asam- el total blea. Pero son cien,. Entonces. es lo único que cuidan. Dice el «§i y6 s6_y tu arrenclatario, tú eres mi arrendador, yo cobro [10 del] Procampo, Si tú rne prestas el predio y me das una carta comodato a préstarno de arrendamiento v eso incluye una ca¡ta del propietario, ,vo recibo [el apovo de] Procampo. Enton- productor: ces, en las asambleas no necesariamente los ejidatarios o los comuneros reciben [el apo-vo de Procarnpo], sino los productores. Generalmente hay muchos ejidatarios que ya no estiln; y el que produce a veces es el avecindado, el h¡o que ya no es ejidatario computado, o comunero computado. Sin embargo. si la asamblea me dice *Juan Pérez es el beneficiario, aquí está el dato,, yo digo: "Perfecto, y el cheque sale a nontbre de é1. ¿Podemos decir que no es requisito contar con un certificado parcelario para obtener Procampo? Como dice futeaga: No, no es requisito, lo que sí es requisito es que por donde ya pasó Procede pedimos el certificado de uso parcelario. ¿Por qué lo pedimos? Porque también, asociado a esto, estamos haciendo un trabajo de catastro de predios que no existen, de predios en general, puede ser una parcela comunal, ejidal o de pequeños propietarios. Ya estamos emprendlendo todo un esquema para digitalizar una cartografÍa; entonces podemos asociar una base de datos numérica con atributos. Por ejemplo: si se le pagó 196 Il'rstHurvroNr,ccrórv oo Lc Lsv Acn¡iue «RACIoNAL» Procampo, qué tipo de modalidad, cultivo, si hay riego, si se le ha dado apoyo de infraestructura. Y por otro lado, crear una base de datos. De manera tal, que con esto \ramos a tener como producto adicional y complementa¡io la radiografÍa del estado de Oaxaca para poder concretamente, con los demás sectores que se dedican a Ia agricultura, toma¡ decisiones de manera conjunta y asociarle atributos; por ejemplo lo del tnan, considerando características del suelo, especialidades, etc., para poder lnducir un cambio en el subsuelo. Esto es Procampo. Paga a los productores de los básicos pero sin un análisis técnico en donde digan que uYa no las a sembrar en la ladera. Lo único que estás haciendo es esta¡ desforestando v erosionando el cerro,. A 1o mejor ahora lo que conviene es poner otra vez arena. Si el dictamen técnico de los agrónomos dice que es inadecuado y llegan a fls6l¡; «¿§abes qué? Voy a sembrar árboles. Ya no voy a sembrar maÍ2,. Se le sigue pagando [el apoyo del] Procampo durante los quince años, aunque ya tenga sal o frutales o pasto, Si lo que se te da es pasto, pues pasto; lo que sea más adecuado. Por otro lado, también el único acotamiento que tenemos es que ya no hay más superficie, o sea ya no hay más incorporaciones. Mucha gente se queja de que se quedó afuera y quiere incorporarse. Y nuestro problema es que efectivamente a lo mejor alguien se quedó afuera siendo nderechoso,, pero por el otro lado corremos el riesgo de que les paguemos; porque si Procampo se mantiene abierto, pues imagínate lo que van a hacer con todos los bosques en las sierras. Se los van a acabar y van a decir: nYo tengo tierras ahí y ahora págame esta, v esta, y esta, y más superficie, y la verdad es que no podemos permitir eso. Esto forma parte de toda una política de desarrollo sustentable den- tro de la cual está incluida la Sagar. La estrategia de Procampo es esa, no es un apoyo para la siembra. AsÍ se conceptuó: no es un apoyo, no sustituye las necesidades de crédito de alío, digamos, o te da dinero para que siembres, no. Procampo originalmente se concibió como un elemento compensatorio del Índice de precios en términos de las ventajas comparatil'as que tenÍa hvsrnuurrurecroN DE rÁ Ley Acnqrua (MCIoNAI-» 197 nuestro socio más importante, Estados Unidos. Así se concibió. Por eso no se da antes de que siembres, requiere, repito, algo más importante: que havas sembrado o que va havas dado un uso agrÍcola al terreno, si es que existe todo eso (de granos básicos). ¿Por quérazón'? Porque tenemos un diferencial de producto con Estados Unidos que por hectarea dan [...] catorce toneladas de malz y que en fuebla dan unas seis toneladas por hectárea, Sinaloa, que es la zona ntás prodrrctiva del país, contra catorce, quince o dieciséis lde Estados Unidosl. La diferencia es enorme. ¿Y cuá1 es la diferencia? Hay otro complemento: la tecnología. Nuestro problema, entonces, es ia incorporación de la tecnologÍa al campo. Ese es el problema. Realmente no tenemos tecnologÍa para el campo y la poca que enJaiisco ocho, o nueve en tenemos a veces ni siquiera es suficiente. Entonces no tenemos investigaciones sobre semillas de zonas específicas. Le ponemos el fertilizante que le ponen en Kansas y aramos nuestros terrenos con un tractor que se hizo en Michigan y en algunos terrenos sÍ cae pero en otros no. Tenemos que usar tecnología que nos pueda llevar a producir tres o cuatro veces más. En unas zonas, aunque la tecnologÍa sea de punta o de lo más sofisticado, no va a ser útil por las extensiones, por el tipo de actitud, por la composición del sueio. Según futeaga: AhÍ lo que tienes que hacer es un cambio de uso del suelo. Es tecnologia y capital. Se oye muv feo porque nos despoja de nues- tro idealismo v de nuestra forma más tradicional de pensar. Pero hace falta más que eso para un mercado, ni modo. Enton- ces, esa era la concepción de manera integral que se originó con un cambio del marco legal. Pero realmente la concepción era abierta. Entonces, necesitamos que los productores, o cuando menos los ejidatarios, que trabajan la mitad de las tierras de todo el paÍs, se incorporen a este proceso donde ellos tengan acceso y disponibilidad al capital y a la tecnologÍa. Esa es la forma que tienen para que no sean desplazados y para que 198 h'¡srRunomncró¡¡ oo i.¡ Loi' AcR¿2e (RACIoNAL) puedan bajar sus costos y sean competltivos. Ese capital no lo tienen ni ellos ni el gobierno; lo tiene otro sector. Entonces, ese sector del capital le tiene que entrar al proceso. Para que le entre los campesinos tienen que poner a cambio lo que tienen. ¿Y qué tienen? La tierra. Y las instituciones se van adecuando. Ahora, por el lado de la demanda, cuando menos en el caso de los granos básicos. es eso. se refiere al consumo. Entonces, generanros un proceso de incorporación del capital de la inicia- tiva pril'ada al proceso de comercialización. Hablo de granos básicos en particular. Nadie le ha entrado. ¿Por qué? Porque Conasupo compraba caro 1, r,endia barato. Nadie participaba. Pero ahora sÍ pueden. Y además se abre la frontera v ahí habrÍa qlle \¡er qué pasa. Pcro, cuando menos en el rucnv, ya fue defi- nitorio, Se abre la fiontera además con aranceles cero para los productos básicos sobre ciertas cuotas. Hablo de maí2, trigo, sorgo [...] con cuotas, ciertas cuotas tienden a ser cero. Esto quiere decir que al comprador, sea el industrial que produce alimentos balanceados, pan o tortillas, le va a dar lo mismo traer el maÍz de Kansas o ldaho, o trigo de Arkansas, que comprarlo aquÍ. Entonces, si yo soy un productor de aqui de Oaxaca necesito rrendefte a ti, panadero, molinero, tortillero, lo que seas, a precio equil,alente al que tú lo comprarÍas trayéndolo de Estados Unidos. Entonces, mi expectativa de preclo, ¿cuál es? 0l precio de Estados Unidos, más los costos de traer ese maiz. ese trigo, desde Arkansas. Idaho, Kansas, etc., hasta acá, a Oaxaca, V es en dólares, ¿no? Entonces, tú i,endes tu producción en pesos )r eso es lo que me puedes ofrecer. Eso es lo que nosotros llamamos nlos precios diferencia,. Y es laquil donde entra Aserca para favorecer y apoyar los productos en este proceso, desde Ia perspectiva de que vo no necesito preocuparme. Todos los a[ros cuando se ponga ese precio de garantía ya tengo mi maÍ2. Hasta ahora, ¿a dónde puedo concurrir? Al mercado. Y si tengo ciertos elementos de apoyo, puedo hasta tenderlo y sacar mejores utilidades, mejores ganancias; en fin, tener ventajas o poder tenerlas. Entonces entra Aserca como un sustituto de la anti- IrusrRuuour¡cróN DE IA Lpv Acna,HLq «R{croNAL» 199 gua Conasupo, con otras funciones. Entre otras funciones son: yo te difundo la información y te la dov de gratis si tú me preguntas: uOiga, ¿a cuánto puedo yo vender mi maÍz?, Yo te lo digo, y no te cobro. Para que no te vaya a aventajar un coyote, por lo nrenos yo te digo a cuánto se podría veuder. Y si lo que necesitas es clientes, también te consigo cartera de clientes. \' si lo que necesitas es apoyo logÍstico para un contrato porque no sabes, o por alguna otra situacjón, pues también te lo hacemos. Y apo_vamos en la comercialización de ciertos productos que están en desventaja. Por ejenrplo, con el arroz apoyamos con un 74 por ciento por cada tonelada que tú vendas. La única constancia que vo pido es el recibo del molino. No importa Ia tenencia, si eres o no dueñ0. Tú eres productor ¡r vendes arroz: v como vendes arroz. por cada tonelada que vendas yo te dov un apovo adicional. Hav otros apoyos que se le dan al produc- tor, por ejemplo en el caso del sorgo. En el caso del sorgo hay un apoyo para el transporte. Entonces, también por tonelada se da un dinero. En el caso del trigo, el apoyo no se lo damos al productor, sino al comprador, porque es más fácil. Pero, entonces, el comprador, o sea el harinero, tiene la obligación de pa- sarte a ti, productor, el subsidio que yo le estoy dando comprador. Y es una forma al nuy sencilla, porque los harineros son muy pocos. Entonces, esto facilita el procedimiento por cuestiones operativas. Pero fürahnente ese subsidio que le entregamos al harinero se refleja en el productor. Y si no lo refleja el productor de todas maneras lo entrega a Hacienda. ¿Por qué? Porqr-re si lo refleja el productor, no 1o refleja en sus utllidades, eso significa: nSi yo le entrego un dinero y éste te porque para é1 Io entrega a ti, no le impacta en sus estados financleros. Si yo Ie entrego un subsidio y te lo da a ti, de todas maneras le tier-re que er.rtregar casi el 60 por ciento de ese dinero a Hacienda. En el caso del maÍ2, sigue Conasupo teniendo un precio de referencia. Ya no hav precio de garantia en el caso del trigo. Entonces, ellos todavÍa están trabajando porque quedan como 1os últimos dos productos que se van a meter al libre mercado. 200 lusrnuutelractoN DE tA Lnv Acn¡rua «RACIoNAL» Y sobre el artÍculo 27 hubo otras modificaciones adminis- trativas y de polÍtica económica, futeaga me dijo: Que e1 cambio sobre la política de desarrollo agropecuario y forestal del sector rural implicaba esto: una necesidad real socia.l, tres componentes para que se aumentara la productividad y la rentabllidad de las tierras rurales. En relación con la tenencia de 1a tierra necesitaba la asociación de tres componentes donde ya la tiena, si bien es cierto que era importarte, no era suficiente. Necesitamos tierra, capital v mercados. Entonces, para que el capital pudiera incorporarse al campo, y por ende el capital. en su modalidad de tecnología o de capacitación, o lo que fuera, necesitaba la gente que le iba a poner; los inversionistas necesi- taban tanrbién una contraparte para poderse asociar, y lo único con lo que contaba el productor en el caso del sector social era su tierra. Sin embarso, dadas las caracterÍsticas asocladas a esas tierras que detentaban. no podÍa ser garantÍa para nin§ún tipo se asociación. Era necesario que en el sector social se tul'iera individualizado no sólo el usufructo de Ia tierra, sino también la tenencia misma, y que esa forma de tenencia pudiera ser un elemento de garantÍa para poder entrarle a este tipo de asociaciones. Por esa razón se hacen las modificaciones al artículo 27 y se incorpora la figura de certificados de usos parcelarios, que puede ser susceptible de volverse inclusive una estructura privada de pequeña propiedad. Y con esto se garantizaba la posibilidad de que el productor que no tiene dinero tuviera algo que aportar, que inclusive en el caso, por ejemplo, de tierras. se le llaman acciones T. dramáticamente acciones T. Entonces, esto implicaba modificaciones al articulo 27 . l,as modificaciones se dan en el terreno exclusivamente ejidal. La idea original era darlo a todo el sector social. El problemajuídico es que en el caso de la propiedad comunal es un derecho inalienable, lo que no tiene la jurisdicción del ejldo. Entonces, por esa razón, después de muchos sesudos proyectos o anteproyectos de leyes, ninguno prosperó jurídicamente en el terreno comunal y se llegó a la I¡¡srRunoruracroN DE LA LBy AcneRlq «RACIoNAT-» 201 conclusión de que hay que dejarlo fuera. Pero, al menos en el ejidal, sí se podía hacer este cambio 'y por eso los cambios al artÍculo 27 impactan exclusivamente al sector ejidal. Asociado a los cambios del 27 en lo que corresponde a la tenencia de la tierra, hubo cambios también en la Ley de Aguas, en la ley de recursos y en la ky Forestal respectiva, y los reglamentos c0rrespondientes de esas tres leyes. Y finalnrente, insisto, no se impacta en el sector ejidal en el caso de Oaxaca no nos resolvieron nuestro problema porque la mayor parte de la tenencia de la tierra es comunal, y siguió como estaba. Pero con todo y eso uno de los artículos de la Ley Agraria establece que para adquirir dominio pleno el campesiono tiene la libertad de modificar el régimen de propiedad, puede moverse de ejido a comunidad, de comunidad a ejido, de pequeña propiedad a ejidatario o comunero. Eso que usted mencionaba es verdad; empezó el Procede y posteriormente se tuvo la intención del Procom, üéndose cómo se r¡a a instrumentar, Pero con todo y eso, tal vez la gente que quiera adquirir dominio pleno, viviendo bajo el régimen de bienes comunales, lo único que tiene que hacer es transferirse al ejidal y de esa manera obtener el dominio pleno, aunque es muy complejo. Al respecto, futeaga comentó: A propósito de un probiema de unos terrenos comunales que hay en Huayapan y la imposibilidad de volverlos pequeña propiedad, hav algunas gentes que ya han comprado ahÍ y hasta tienen su título de propiedad. Y la verdad es que decÍan que esos documentos no eran válidos y que aun cuando la asamblea tiene la posibilidad de decidir qué va ha hacer con los terrenos, no tiene la posibilidad de venderlos (aun cuando quiera) y de enajenarlos. De hecho las comunidades, cuando donan terrenos, los donan en usufructo, sólo en usufructo. Ese es el problema que tienen. Por ejemplo, la Cangrejera y otros complejos, como Cosoleacaque. no se pueden vender porque son exproplaciones por interés público y donaciones de los produc- 202 IxsrRutrem¡cróN DE r-{ Lav Acmnn «RACIoNAL» tores. Pero eso no se puede vender a un tercero, de inicio hav un problema legal. No sé si hay otra disposición al respecto. Pero total. dejaron fuera a los comuneros precisarnente por esos problemas, según alguna vez me explicaron. Porque si no, salta a la vista que el artículo 27 no incorpora a los comuneros y Procede hasta ahora no está entrando a las comunidades. nada más a los ejidos. Respecto a la normatil,idad de Procampo en relación con Procede, María Antonieta Gallard manifiesta lo siguiente: En la normatividad de Procampo se abren todas las posibilida- cultira esa porción de tierra. Cuando ha¡r certificado es mr¡cho más sencillo ¿no?, porque ya tienes la superficie exacta v la ubicación de esa parcela dentro de un des para acreditar que alguien núcleo. Para estos I I 000 ejidos ya se está requiriendo que el ejidatario o comunero presente su certificado para acreditar su parcela; pero sería injusto que éstos no se incorporaran al programa sl el núcleo agrario no ha entrado a la certificación, porque esto no es culpa de ellos. El programa avaoza rápido, pero son treinta mil ejidos. Entonces, seia muy injusto que no recibieran el apoyo por no tener un certificado de la nueva lev. Todos éstos tienen cómo acreditar qué producen. No es tan exacto cómo esto podrÍa hacerse por la vÍa del acta de asamblea, en donde ésta reconoce quiénes son los ejidatarios y cuántas hectáreas tiene cada uno. En el caso de la propiedad privada los productores justifican la superficie que cultivan con un contrato público o escritura. O sea, hay muchas fórmulas para acredi- tar la propiedad privada. Ha sido un incentivo ese tipo de programa para que la gente quiera regulariza¡ sus derechos agra- rios. De hecho, varios gobiernos de los estados han eniprendido programas para regularizar la propiedad privada. Hav variaciones ¿no? Pero dicen. por ejemplo: nPara los que tengan menos de diez hectareas, la titulación es gratuita,, con una constancia de posesión de la presidencia municipal tal vez, o de los vecinos. IIvsrRuupr,,rAcróN os l-,c Lpy AcH¡ru,q «RACToNAL» 203 Hay leyes estatales que se expidieron; por ejemplo, decretos para regularizar la propiedad privada. En relación con la renta, venta o aportación de tierras permitidas por la Ley Agraria, Gallard comenta lo siguiente: La renta in srtu digamos, entre los propios ejidatarios o con el compadre, o con el avecindadoi los tratos de aparcerÍa, de medieria, generalmente no llegan al reglstro. Son realmente tratos internos. O sea, un contrato de renta o un contrato de usufructo de otras dimensiones tendria que protegerse con el registro. Ahora tienes la protección de la ley, porque antes era ilegal rentar la tierra ejidal, ahora lo que tienes es una protección. Ahora tienes que hacer valer esa protección de alguna manera. Pero la renta de la tierra, de lo que nosotros hemos sabido, en proporciones importantes no lo es. Esto es el norte, en donde la agricultura es otra cosa. Ahora, este asunto de trabajar las tierras con el sector privado, o sea los contratos de usufructo o de producción, tienen un sentido. También se pueden registrat por supuesto, pero nosotros lleramos nada más el control más estricto de las tierras que se aportan .v en dónde se compromete la tierra en sociedades. AhÍ sÍ tienes que ver en dónde se dan los limites de la propiedad: si son accionistas, si se da un control, etc. La formación de sociedades merca¡tiles no es un fenómeno amplio. Es un fenómeno restringido que lo puedes contar con las rnanos. O sea, no es un fenómeno pronunciado. Todar,ía no estamos hasta allÍ. En el caso de las parcelas que ya están en el área de crecimiento de una ciudad. los ejidatarios vendÍan ilegalmente esas parcelas a inmobiliarias: se las compraban a precio de hectárea muy barata y ellos las vendÍan al precio del metro. Ese diferen- cial es terrible. Entonces, ahora lo que se permite es que esos ejidatarios puedan ser socios, con su tierra, de una inmobiliaria ejidal. ta pueden formar solos, como ejido, o con un tercero. Esta es la fórmula de la jnmobiliaria ejidal, que es una sociedad. No hay muchas, pero va hay esquemas de ese tipo en donde los 204 I¡vsrRu¡nlprqrecroN DE L{ Ley Acnrrue «RACToNAL» ejidatarios forman inmobiliarias ejidales. El campesino, el ejidatario, aporta su parcela como capital a la inmobiliaria, que es un tipo de sociedad. La otra sociedad, la que tiene acciones T, es la sociedad mercartil. Esa no puede ser urbana. tiene que ser agropecuaria; y allí no se trata de aportar parcelas, sino de áreas de uso común. Entonces, este es el único caso en que la comunidad podria asociarse de esa manera: hacer una sociedad y aportar sus tierras de uso común. O sea, lo que pone el ejidatario 0 comunero es la tierra; por eso tiene acciones T. No pone capital. pone tierra. Entonces, depende de quién sea la contraparte. fuede ser uno o varios que ponen capital. La sociedad se forma. Al formarse la sociedad. Ia tierra sale del dominio ejidal o comunal y es dueña de la tierra, aunque la formen accionistas ejidatarios. Pero ellos en ese momento se conüeñen en accionistas de esa sociedad, con su aporte en tierra, en la proporción de tierra que el mismo núcleo les haya dado. Generalmente la asamblea ejidal distribuye los derechos del área de uso común de manera igualitarla. Pero hay excepciones, si la asamblea lo define. A veces tenemos casos en que la asamblea dice: nlos ejidatarios originales de la dotación van a tener una proporción mayor que los de la ampliación,. Y así se registra. Pero cuando son iguales los derechos, que es la mayoría de las veces, la asamblea dice: nTodos tienen el mismo derecho sobre el á¡ea de uso común,. Se hace el porcentaje y se les asigna. Como no está determinada la porción que les toca, porque es un área común, esa área es la que se puede aportar a una sociedad mercantil. En lo referente a la forma de instrumentación de las reformas al artÍculo 27 constitucional, ia directora del ne¡r, Mana Antonieta Gallard, opina: Cómo se interioriza la reforma, en que forma se percibe en el último núcleo cómo eslá funcionando; esta es una tarea muy grande que se tiene en las instituciones nuevas: el poder llevar realmente IrusrRuus¡,necló¡¡ oe m Loy Acn¡nla «RACToNAL» 2Os asesorÍa y capacitación sobre las r,entajas de la ley y sus caracterÍsticas, que todarra no permea como uno quisiera. En estos núcleos que ya vivieron su proceso de certificación hay un grado mayor de conocimiento; no de todo el conjunto de posibilidades b menos de la posibilidad de la certificación. Entonces, aquí eliminas, disminuyes una posibilidad de esque da la ley, pero por tas invasiones. Ahora, la reforma no elimina todos los conflictos agrados. Siempre habrá quien quiera apoderarse de los bienes de otro. Curiosamente, el propietario privado cae en más irregularidad en la propiedad pril,ada que en la propiedad social. Ahora Procampo pide cómo acreditar la propiedad para poder otorgar el apoyo, y es increÍble la falta de documentación que hair no sólo en la propiedad social, sino más en la propiedad privada. Esto-v hablando de los pequeños propietarios, del millón ¡r medio de pequeños propietarios que hay en el país, a quie- nes les heredaron la tierra y no tienen nada más que el título del papá a lo mejor; que si la compraron, tienen un contrato privado qr-re nunca registraron en el registro público de la propiedad. Hav de \.eras un problenra documental muy fuerle en la propie- dad privada rural en México. Si el propietario no tenía cómo acreditar su propiedad aquí, si era legÍtimo, producÍa piña, todo, etc., pero no tenia un papel que acreditaba que era su propiedad; no podÍa denunciar el despojo porque eso es del fuero co- mún. Una inl,asión a la propiedad privada es del fuero común y ninguna autoridad agraria puede intervenir, excepto para conciliar con el grupo. Es el fuero común el que debe ver si es una invasión. Entonces, hay todos los lÍmites de ese asunto, pero sÍ se aminora muchÍsimo la posibilidad de invasiones, porque ya no hay expectativa de reparto. EstRucruR¡ DE LA TENENCTA DE LA TTERRA EN MÉxrco Y RESULTADOS DEL PROCEDE Y EL PROCEN¿PO En 1996 la estructura de tenencia de la tierra en México estaba compuesta por una superficie de tierras de 196 7lB 300 hectáreas (\¡éase cuadros 5.3, 5.4 y la tarjeta informativa correspon- 206 INsrHuMeN-rncloN DE rA Lov Acr¿tr¡n «I¿ACtoNAi.,i diente), distribuidas de acuerdo con el tipo de tenencia como sigue: i. Ejidal en 26 BgB núcleos agrarios, con 3 014 024 beneficiados que ocupan una superficie de 84 683 035 hectáreas, las cuales representan el 43.24 por ciento de ia superficie total del territorio mexicano. 2. Comunal en 2 173 núcleos agrarios con 523 853 beneiiciados que ocupan una superlicie de i7 097 7Bl hectáreas, las cuales representan el 8.73 por ciento de la superficie total de tierras del territorio mexicano. Colonias en 6,18 núcleos agranos con 52 727 predios, c¡re ocupan una superficie de 3 813 365 hectáreas. las cuales representan el I.95 por ciento de la superficie total de las tierras a nivel nacional. Privada, constituida por | 572 285 predios, ocupando una superficie de 73 048 758 hectáreas, que representan el 37.30 por ciento de la superficie total de las tierras a nivel nacional. 3. 4. Cuadro 5.3 Estructura agraria nacronaf, 1993 Detos fclevanles Superfrce 196 71E 300 de hectáreas Número de munrc Estructui'a agrar Trpo de tenercra Nú:leos Benel c ¿dos E¡dal or,run¿l 21 115 2 113 Colonias Superfrcie 86 789 514 241 17 007 56 654 1 51A 1A5 naclon¿les Tctal 2-o 23E 297 44.24 528 E.66 491B853 2 50 71 538 39r 36 43 2 E33 150 Terreno: 0tros' Por(ent¿je ihectáre¿sl ": í lVdJd 2 407 ¿ PreCros agra¡os C prosr r' 352 407 llt 1ü9 8113 17 2ó2 7 ?07 1 8C8 018 1 95 365 491 4 44 0n) 46E t tl 1 ' Zon¿s ürb¿n¿:, cu¡rp¡s LJe agua zorr¿s fuder¿lÉ), ela¿i.rj Fuenle.Pe r/s¡rrol|n;orj¡.:íroro.erttda.lit\*Í''r\'J'lAnulrcesLrC/'¡/aoCe/asItt,.CasUtt,dasf,.lex, Can0i ii:a 00 00 ]ustnultpNt¡clóu oe n Loy Acn ru¡ «rd\croNAl» 207 Cuadro 5.4 Estructura agr ari a, 1 996 D¿tos relev¿ntes Superficie l 96 7I 8 300 de hertá¡e¿s Númerc de muntctpos: 2 427 E5tru(tura ¿grari¿ Tipo de tenencra Núclecs Eenefr¡rados E;id;l Cornun¡l ta óió 3 014 024 2 113 523 353 u: Co onias Pr vada PreCios Superficie Porcentale (hectáreas) agr¿r os 035 t81 521)7 3 81 3 365 7i 046 758 1 512 265 84 683 43 21 17 091 8 73 1.95 17 i0 ,rerrenos ¡atlon¿ T^t>l ' 32 550 I 591 08A 3 88 244E't -0516955 49i -;531 811 1 81 1 094 195 E56 974 r00 00 r es 0tro5" - 29 011 Estructura ¿qrar¿ refor¿¿da con rnf0rr¿( 0n pro0orrro¡ad¿ por i¿5 delegacione) del Regrstro Aqrario N¿cio¡al *' iuerpos de ;gua, .ronas ieder¡ es, e1:eler¿ sotiodenog:áfico por enttrlad iederat¡va y An)ano estdd¡¡ico de los Er¡aCos Zon¿5 urb¿n¿s, luenle Pcrf)l U r¡dos l,.lexi- aan05. l\É6i. 5. 6. Terrenos nacionales, constituidos por 132 550 predios, que ocupan una superficie de 7 597 080 hectáreas, las cuales representan el 3.88 por ciento del territorio nacional. Otros (zonas Llrbanas, cuerpos de aguas, zonas federales, etc., constituiclos por 24 4Bl predios, que ocupan una superficie de 9 616 955 hectáreas, Ias cuales representan el 4.91 por ciento del territorio mexicano. La estructura de las tenencia de la tierra en el estado de Oaxaca ocupa una superficie de 9 536 400 hectáreas (véase cuadro 5.5) distribuidas de acuerdo con el tipo de tenencia como sigue: 1. Ejidal en 734 núcleos agrarios con 109 261 beneficiados; ocupan una superficie de I 589 133 hectáreas, que representan el 18.26 por ciento de la superficie total del estado 2. Comunal en 684 núcleos agrarios con 1Bg 130 beneficiados. ocupan una superflcie de 5 399 BB3 hectáreas. que de O.rxaca. IlvslHuusitr¿clóru oe m Lev AcH,cal.,\ (RActoNAL» 208 Luaoro 5.) Reqistro Agrario Nacional. Dirección Generaf de Catastro Rurai Dirección de lnformación Rural _ 1996 (Oaxac¿) Datos relevantes Superficie: 9 536 400 de hectáreas Número de municipios: 570 Estructura agrar¡a Jipr leErcnqlq jlgllqe UclCofCagps _Lelefiqqlqryqdlqs rclie$lle (hectáreas) Elidal Elec,rtado Por elecutar Comun¿l t13 5um¿ 731 Eleiut;do 6u10 Por elecutar 5u m¿ Colonias 109 261 - 1 1 467 778 30 - 21 84 1 89 1 68,1 15 Terrenos nacion¿1es 0tros* 29E Total 391 29 056 394822 i73822 - 13317 18 26 5016211222i94 323 61 1 E5i344 0¿15i6 019 102 2E9.377900 1) 511 666 81 6 258506 0 000000 341 399 622 446031 3 Privad¿ 438 722.384000 5 199 193 B 016 389 944803 6 26 1 21 3 30 000 491 100.00 * lon¿s urbanas, cuerpos de agua, zcnas'feder¿Les, et(éter¿ Notar La luperfrúe lotal sÉ coírpfenteft¿ con l¿ ,Je ios expec'entes que 5e en(uentian p€ndienlet en trámite de resolucrón (25 de sepllembre de 1996) representan el 67.19 por ciento de la superficie total del estado de Oaxaca. D J, 4. 6. Colonias en l6 núcleos agrarios con 3 019 beneficiados, ocupando l022Bg hectáreas que representan el 1.27 por ciento de la superiicie total del estado de Oaxaca. El total de las superlicies ejidal, contunal y en colonias de la propiedad social representa en conjunto el 86.72 por ciento de la superficie total de la entidad. Privada, constituida por l3 577 predios, que ocupan una superficie de 666 816 hectá¡eas, las cuales representan el 8.30 por ciento de la superlicie total del estado de Oaxaca. Terrenos nacionales. No los hay en Oa,xaca. Otros (zonas urbanas. zonas federales, cuerpos de agua, parques nacionales, etc.), constituidos por 347 predios, IlsrRur,tpHracróN rrE L,r LEt Aon¡t¡l «RACnNAL» 209 ocupan una superficie de 399 622hectáreas, las cuales representan el 4.97 por ciento de la superficie total de ia entidad. La superficie por reconocerse y titularse, y aquella donde falta resolver conflictos de lÍmites, es de 1 500 01 t hectáreas, que representan poco más del 16 por ciento dei territorio del estado de Oaxaca. En los cuadros del 5.6 al 5.13 se presentan los resultados de Procede, que se han obtenido desde que se inició el progranra en 1993 hasta 1996 a nivel nacional por estado, y para el estado de Oaxaca. En 1996 de los 1l 000 ejidos que se habían certificado a nivel nacional a través de Procede, sólo 140 habÍan adoptado el qLre dominio pleno parcial o totalmente. Esta cifra representa el 0.001 por ciento de todos los núcleos del paÍs. De acuerdo con la directora del nrn¡, MarÍa Antonieta Gallard, no se dio ni hay un proceso de pril,atización masiva. El ejido que decide adoptar el dorninio pleno es porque tiene una condicióu especial: o está cerca de una ciudad o quiere aprovechar su tierra para el desarrollo turÍslico. Hay ciertas condiciones en los ejidos que los hace tomar esa decisión. Gallard añade que no hay un proceso o programa propio ni inducido de privatización. Si hay un prograrna de certificación ejidal, no hay polÍticas encaminadas a eso por parte de las instituciones. O sea que hay una aceptación de la decisión de Ia asamblea, que decide porque es su atribución. Son menos de 140 ejidos los que el nax tiene registrados a trar,és del Procede, y la superficie total es de 24 000 hectáreas (véase cuadro 5.6 y apéndice 5). Los estados que presentan el mavor Índice de casos son Sinaloa y Coahuila, seguidos por Durango y Guanajuato. En el proceso de inscripción de figuras asociativas que tienen relación con la Ley Agraria. del 1 I de agosto de 1992 al 3l de marzo de 1996 (véanse c'uadro 5.7 y diagrama 1) se inscribieron en el R¡¡ 6 944 sociedades de solidaridad social, I federaciones de sociedades de solidaridad social, 1 873 sociedades de producción rural, 55 uniones de sociedades de producción 210 lNs-rHLrrtcll',u;tó¡¡ or t.¡. LEt'Acnw¡ «|ACIONAL» rural, i0 asociaciones rurales de interés colectivo y l4 sociedades civiles y mercantiles. A trar,és de Procede. en Oaxaca hasta agosto de 1996 h¡éase gráfica 5.4) se habían certilicado y titulado 323 ejidos. que representan el 44.13 por ciento del total de los 732 ejidos de la entidad. Asimisnio, se emitieron 64 694 certificados parcelarios, 15 132 certificados de derechos sobre tierras de uso común y 37 322 títulos de solares urbanos, que totalizan t l7 148 documentos y beneiician a 46 353 fanrilias campesinas oaraqueñas con la regularización de 361 094 hectáreas:254 039 de zona parcelada, 97 495 (27 por ciento) de áreas de uso comrin y B 660 (2.42 por ciento) de asentamientos humanos. que en totai representan el 26 por ciento de la superficie ejidal del estado de Oaxaca. Es importante señalar r¡ue el Procede no ha signilicado la privatización del ejido, ya que hasla agosto de i996 se habÍan recibido en Oa-xaca 41 solicitudes parciales de domürio pleno, que corresponden a 60 parcelas: es clecir, sólo el0.01 por ciento de las parcelas hasta esa fecha. Dn cuanto a los excedentes a los límites de la propiedad rurai. con la rer,isión técnico-jurÍdica realizada sobre los expedientes que ingresaron al R¡N delegación Oaxaca, con motir¡o de la aplicación del Procecie, se detectó que en 14 ejidos existían 39 sujetos que rebasaron el 5 por ciento de ia propiedad rural, que corresponrle a 75 parcelas. En el proceso de inscripción de figuras asociativas (véase cuadro 5.5) que tienen relación con la LeyAgraria, el 30 de agosto de 1996 se inscribieron 926 sociedades de solidaridad social v 284 sociedades de producción rural, dos uniones de ejidos y una asociación rural de interés colectivo. En lo referente a la inscripción de actas y acuerdos de asamblea hasta agosto de 1996 (r'éase cuadro 5.6) se habían inscrito 416 acuerdos de asamblea de cambios de órganos de representación ejidal1,332 de representación de bienes comunales. de los cuales se derivó la emisión de 4 919 credenciales de representantes ejidaies comunales en el Estado de Oa,xaca. 2tr IrvsrRunoutqcróN DE LA Lsv AcRAzun «MCIoNAL» Cuadro 5.6 Control de solicitudes de adopcrón de dominio pleno con trámite agotado Estado 1 1994 993 1 995 1996 Total 1 0 3 3 Calrfornia 0 0 8 Baja C;lifornia 5ur 0 2* 1" 4 8 0 0 0 ) 0 0 i 2 1 2 4 15 Aguscalientes B¿Ja C am peche Coahu l¿ (5a tillo) Coahuria (Torreón) C olir¡¿ 0 1 1 4 C hlapas 0 0 0 0 C hihuah ua 0 0 0 4 Distrito Federa 0 0 0 0 Durango 0 1 3 0 1 3 0 0 0 0 1- uato G uan¿l G uerrero Nidalgo laltsco 0 l 6 0 1 l,léxico 0 2r 0 Micho¿cán 0 0 1 1 N4ore os 0 0 1 1 ,l 0 Nayarit 0 0 Nuevo León 0 0 5 0axaca 0 0 0 1 Puebla 0 0 1 0 Querétaro 0 0 2 0 0 0 1 2 4 2 ,l Qutntana Roo San Luis Postosí 0 0 5in¿loa 5" 1 8 16 5onora 0 0 5 6 Tabasco 0 0 0 0 Tamaul pas 0 0 0 3 axca a 0 0 4 q Ver¿cruz 0 0 3 4 Yucatán 0 1, 0 1 Zaaatecas 0 0 l 1 1B B1 T Tota es * Se liberaron e¡ l¿ de eqa( ón elatal iuente: Reqlsifc Agrano Nacional 33 140 2t2 IustRuu¡wtRctóN oo t..c Lrv Acnezu,l «R{cloNAL» , Diagrama 1 Formas de organización para la producciÓn rural Frguras Constitución y admrn stración asociativas reglas generales* + J 5e rorma^ oo' eicepcior de l¿s -e,cart a Ley Agrar a cor sociedades les. I I ] - acue'oo de ¿sarole¿ pa'a a co']st ILcron oe a f gura asociat va Unrones de soc edades de produccrón rural - Tendrán persona idad jur)dica a partir de su insclpción en el Rlru. - Deberán contar con estatutos. - El órgano supremo será 1a asamblea general. Unrones de elidos La dirección estará a cargo de un consejo de adm nistrac ón. - La v g lancra estará a cargo de un consejo de vigiLanc a. Asoc aciones rurales de nterés colectivo (ARlc) Los consejos de admin strac ón y de vrg iancia durarán en sus funciones tres años. - Las socredades de producción rura se formarán con un mínimo de dos productores (ejidatarios, comuneros o pequeños propietarios). *Vál da para las cuatro prlmeras flguras asociatlvas Fuente: Rodríguez (1 993: 1 03) o10 ¿ 1¿ Iustnu¡,loHr¡cróN DE r.A Ley Acn,ru¡ «R\croNAr.» Cuadro 5.7 l Estado de 0axaca. Figuras asocrativas a nivel n¿cional. Registro de sociedades en folio en el Registro Agrario Nacional Del 1 I de agosto de 1992 al 31 de marzo de 1996 L- lo. e lor.s Je o'od ..-.. tnt !o d:r i.) d¿d .t: l-tnror¡ de SociedaCes de Prcdu:iion , l -.-.| 6 944 So.edades oe so Car Cad soi,ai ii55l Federaa ón de Socredaoes de I ioi ¿ :ii:l 9 01 673 iuf.:l rLliPDl 9 elidos y/o ccminl0sLiei ir,r:l/al 55 a--(.o(o-e::"rrlesCl(,-re'f. c L. 1¡ 5cc eoe:le: :rvrie5 y mercant es lsal\'ll 1,1 Urron c1e * Gráfica 5.1 Estado de Oaxaca, Superficre certifrcada acumulada hasta el 30 de agosto de 1 996 (hectáreas) Asentamrentos humanos, I 660 (2.40%) \ Uso común, 97 495 (21 %) t\70.6A%) Área parcelada, 254 939 Número de beneficr¿rros: 46 353 famiIas campesinas Fuente: Registro Agrario Nacional, Delegación 0axaca 2t4 InsrnunpruracróN DE LA Lpv Acn¡run «MCIoNAL» * Gráfica 5 2 Estado de Oaxaca. Ejidos certificados y documentos generados por el Procede Certifrcados de uso común, 15 132 (12.92%j ,/ Certrfrcados parcelarios, 64 694 (55.22%) r¡utos oe ¡ola.es, 37 322 (31.86q0) Elidos certificados hasta el 30 de agosto de 1 996, 323 \44.13o/l Elidos sin certificar, 409 (55 87%) tuentei Registro Agrario Naclonal, Delegaclón Oaxaca. IIvsrRulr¿prur.qctótt oo l¡ 2r5 Lgv Acn¡2,q «R{cloNAL» * Gráfica 5.3 Estado de Oaxaca. Número de documentos emitidos por región hasta el 30 de agosto de 1996 Papaloapam, 38 762 (33.099.) /- Sierra Norte, 6 400 (5.46%) Fuente Registro Agrario N¿ciona, Delegación 0axaca. ':'Gráfica 5.4 Estado de Oaxaca. Número de ejidos certificados por región 30 de agosto de 1 996 Cañada, 13 (3 74%) Sierra Sur, 14(4.36"/ü -----------------------\ f_ Pap¿loap¿m, 134 \41.43"t0\ -,+- Srena Norte, 1 8 (5 61 7o) A!il-q§-q4 lVlxteca, 31 (9.667,0) - lstmo, 35 ¡ (19.90%) ; Fuente: Registro Agrario Naciona , DelegaciÓn 0axaca 216 llsrHuur¿ivt,qctóN DE LA Let' AGRARi.{ «RACIONAL» Entre los acuerdos de asamblea iuscritos cabe destacar io referente a reglamentos internos y estatutos comunales inscritos hasta agosto de 1996, que fueron 244 y 17l respectirramente. .r Gráfica 5 5 Figuras asociativas Uniones de ejioos, 2 (0.16%) Asociaciones rurales de interés colectivo Sociedades de solidarldad social, 926 116340/o) Sociedades de producción rura,284 Q3 4104\ Fuente: Reg stro Agrar o N¿c ona , Delegac ón Oaxaca En lo que se refiere al registro de sucesores, hasta 1995 se habÍan resguardado en el Rtlrr delegación O.rxaca rinicamente 231 registros de derechos sucesorios. De acuerdo con funcionarios del Rau, ello se debÍa fundamentalmente a que esta posibilidad que tienen los campesinos gracias a la nuet a t ev Agraria ha siclo poco difundida; además, implica gastos para el proponerlte que van desde ordenar el expediente hasta acudir a las instalaciones del nq¡ a realizar el registro. Por esta razón se puso en vigor un esquema de coordinación con la Procuraduría Agraria y el rvocl para promover y apoyar ese proceso con la presencia del Rcx en el campo. lográndose para 1996 un total de 1 359 registros de sucesión resguardados en el R¡x de Oa-xaca. Este tipo de acciones er.itarán en el futuro controversias que de otra manera tendrían que atender los Tribunales Agrarios. En 1997 se inició el Procede en las cotnunidades agrarias. Según un técnico del luecl, muchas comunidades de Oaxaca no I¡¡srnururomactó¡¡ op L¿ Lov Acneru¿ (MCToNAL» 217 * Gráfica 5.6 Acuerdos y actas de asamblea inscritos Cantidad I Cambio de órganos de § Cambio cle órganos de ,:::r,,"'r Reglamentos representación representación W Estatutos Otros ejidal 416 comunal 332 internos 244 comunales 111 acuerdos Número de núcleos 732 624 732 620 Yo 56.83 53.55 33.33 27.58 17 Fuente: Reglstro Agrar o Nac onal, Delegarlón Oaxaca. aceptan que se ntidan las parcelas de uso contún y prefieren que se nrida sólo el perÍmetro y se delimiten sus áreas. A veces no se miden las parcelas que ya han sido reconocidas por la asanlblea para cada comlrnero. v cuando 1o solicitan se mide el perÍmetro de las áreas cle uso común, asentamiento humano y tierras parceladas, El área parcelada queda delimitada después de medir y delimitar las áreas de asent¿rmientos irumaros y de ruso común. Muchas comunidades iran aceptado que se instrumente el Procede en slls comunidades por conveniencia propia. En las comunidades es dilÍcil medir las parcelas por lo problemático que resulta medir la zona boscosa y por el costo económico que ello implica. Por otra parte, de acuerdo con el técnico del rxsct, ola gente de las comunidades no apoya y uno tiene que andar con machete y hacer todo,. Cuando se va a 2lB I¡lsrHtinellt,qctó¡¡ oe m Ler" Acn¡Hm (RACIoNAL» introducir el Procede se explica que el municipio de la comunidad o ejido se quedará con el impuesto predial que genere la regularización de sus tierras. Entre las causas que han impedido el avance del Procede er"r la regularizaciót't de la tenencia de la tierra en ejidos y comunidades están los conflictos de linderos, los conflictos internos, el rechazo al programa (no quieren ser sujetos de grarrámenes más altos) y la emigración. En muchos casos no se han podido constituir asambleas para tomar decisiones acerca del Procede porque la mayorÍa de sus miembros no se pueden reunir pues han emigrado a diversas partes de México o a Estados Unidos. Hasta octubre de 1998, en Oaxaca, el estado con el mayor número de comunidades de todo el paÍs, se certificaron a trar,és de Procede 20 comunidades agrarias. que representan ei 2.89 por ciento de un totai de 692 en la entidad. Se benefician con ello 3 912 comuneros, a quienes se les han expedido 5 316 documentos:2 082 certificados parcelarios, 2 168 de uso común y I 066 tÍtulos de solares urbanos. A dilerencia de los ejidos, en las comunidades los certificados se expiden con carácter de inalienables e inembzrrgabies en el plano que identifica la parcela con medidas y colindancias, con fundamento en el artÍcuio 4o. constitucional. Los resultados del Procampo en Oaxaca son los siguien' tes: en el ciclo otoño-invierno 1995-1996 se recibieron56257 solicitudes y se pagó un monto total en apoyos que ascendió a la cantidad de 28 903 Bll pesos a 52 990 productores que cultivaron 65 690.48 hectáreas. El principal cultivo que se produjo fue maÍ2, que representó el 91.67 por ciento de la produc- ción total de ese ciclo. Ei 45.98 por ciento de las hectáreas sembradas tuyieron una superficie igual o menor que una hectárea. En el ciclo primavera-verano de 1996 se recibieron 309 350 solicitudes y se pagó un monto total en apovos por la cantidad de 216292 BB7 pesos a222734 productores que cultivaron 446 886.13 hectáreas. Esto es un esfuerzo enorme y también refleja la pulverización de la tierra. De hecho en Oaxaca hubo INsrRuillorvr,ccróN DE LA Lay AcH¡run «RqcroNAI-» 219 un total de 342 607 solicitudes, pero alrededor de 460 000 hectáreas del Procampo. En Ia región de los Valles Centrales es más notorio el problema de pulverización de la tierra, mientras que en las regiones de la Costa v Tuxtepec es un poco más extensa la superficie por productor: por ejemplo, 80, 60, 30 o 20 hectáreas. EI titular de la SecretarÍa de la Reforma Agraria, Arturo Warman, en una reunión del sector agropecuario que tuvo lugar en octubre de 1998, aseguró que para diciembre de dicho año el 66 por ciento de ios ejidos que hay en el paÍs tendnan concluida su certificación a trar¡és del Prcoede. Hasta octubre de 1998 se han entregado alrededor de cuatro nrillones de tÍtulos de propiedad. Warman agregó que en México hay 2 500 comunidades agrarias son sujetos de derecho y en 1998 la sR¡ inició la certificación de las mismas, en diciembre deberían estar certificad as 250. Warman señaló también que de las 78l colonias agrarias existentes en México, que representan unos 10 millones de hectáreas, en 1999 estará conciuida la tituiación de todas y cada una de ellas. Y agregó que de los B0 000 expedientes relacionados con terrenos nacionales sólo restan por desahogarse 5 000 para la solución total, conforme a la legislación agraria \¡igente. Dps¿re EN PRocESo Finalizo con dos perspectivas de solución alproblema de la tierra, Por un ladr¡, Maria Antonieta Gallard, directora del Registro Agrario Nacional, asegura que la solución de los problemas del campo está en proceso, aunque esto sea lento y limitado: y asegura que Procampo beneficia de manera importante a los productores porque el recurso liega directamente a quien produce. Tambien señala que las relormas al artÍculo 27 constitucional han dado por primera r¡ez seguridad a la tenencia de Ia tierra y lin a la demagógica expectativa de reparto. Al respecto Gallard me comentó lo siguiente en 1998: 220 IusrRuuenr¡cloN DE LA Lav AcH¡run «R{cioNAL» Una vertiente importante de las reformas al artÍculo 27 es que marcó el fin de la expectativa del reparto. eso es lo que ha gene rado más problemas ideológicos. Es lo que ha sobresalido en el debate sobre la reforma en esos términos ideológicos: que el Es- iado se deshace de su obligación de dotar tierras. Eso es lo que ha sido más cuestionable. Pero ¿qué implica esto? La Ley Agraria reglamentaria del artÍculo 27 eleva a rango constitucional los tres tipos de propiedad. Antes la tierra ejidal y contunal era de la nación. administrada por el gobierno v doiaba, pero no era dueño el ejidatario de su tierra -v siempre estaba a la expectativa sobre la propiedad privada que podía ser aféctable. La tierra prir.ada .va no es afectable. Se acalrri ese proceso. Por ejenrplo, un grupo campesino que invadÍa Lln terreno privado lo hacia para solicitar tierra. Decia: uEste es un latifundio. instaur¿.rmos un expediente y. mientras, estamos err posesión de la tierra,. Ahora va no se instauran expedientes nlle\¡os para dotar tierras. Esa es una forma tarnbién de proteger a la propiedad privada legÍtima. No hay más afectación. Ya no hav procesos de aiectación de propiedad. Los que quedaron pendientes. los que constituven el rezago agrario, se desahogan conforme al tercero tra¡sitorio del 27 de la Ley Agraria. Ya estaban instaurados y se pr-reder.r resolver positiva o ne§ativamente. Pero ya no hay más. Aho¡a los excedentes de propiedad se combaten de otra maneral pero no hay la amenaza sobre el pequeño propietario legítimo de que un grupo lo vava a invadir para lograr una dotación. Eso no elÍnrina el problenra pero si lo antinora, porque se elevar a esa categorÍa cor.rstitucional los res tipos de propiedad. Se protegen los tres. La tierra va no es de la nación, es de los núcleos. Ahora es su propiedad, y como propiedad ejidal eslá reconocida. Eso, más la clausura del proceso de afectación, da una base de protección. Por otro lado, a cinco anos de puesto en vigor el Procampo, el lÍder panista, Felipe Preciado dijo que éste no sóio debe con- tar con crédito 1, tecnología, sino que ]a tierra puede ser más productiva si se modifican las polÍticas agropecuarias, En 1988 I¡tsrHunpxT¡.croNl DE rA Let Acnqrua «MCtotlAL» 22r Preciado propuso crear Lrn fideicontlso para rehabilitar el sector agrario (Excélstor,30 de nor'tembre de 1998: 40A). En esta propuesta, Preciado sugirió sustituir al Procampo y sr-rs 692 pesos de subsidio por hectarea por un paquete de avuda tecnológica que incluva sernillas mejoradas, fertilizantes y apovo técnico. Hasta la fecha. los prograrnas de subvenclones al campo han sido usados por el gobierno con fines politicos y electorales, y de 1o que se trata ahora es de cambiarlos por un paque- te tecnológico que en l'erdad apove a los productores rurales. Preciado afirma también que el Procampo üene un carácter electorero. Dice, nes que los cheques de subsidio que llegan a los productores se enlreqan no cuando comienza la temporada de cosecha, sino cuando están en puerta los comicios,. Como podernos ver, son puntos de vista muy diferentes y el clebate sobre la tierra y el campo ntexicano continuará. CorucLustours LoS LARcoS PERIODoS DE INTRUNIENTACION DE CADA NUEVO CAMBIO LEGAL EN LA LEGISI,ACION DE Lq TENENCIA DE LA TIERRA Como afirma Wilkie, en México ha habido tres periodos de re- forma legal de la tenencia de la tierra. Como hemos visto, el primer periodo de relorma legal (1853- 1909) se inició en lB53 con el propósito de saber que tierras eran propiedad de la nación, abriendo todo Lln proceso de privatización de ellas. El intento de Juárez y Lerdo de Tejada de acabar con el poder de la Iglesia y crear la pequeña propiedad, asi como la politica de deslinde de Porfirio Díaz, propiciaron la consolidación de grandes propiedades privadas. El segundo periodo de reforma legal de la tenencia de la tierra (1910-I991) se caracterizó por la política gubernamental que dividió las grandes propiedades privadas. La polÍtica de reparto agrario como obligación del Estado propició el minifundismo y la fragmentación de tierras, además de permitir el 222 Irsrnuurm¡clól¡ os t.e Lov Acn¡rua «RACIoNAL» control político de los campesinos de México. Los periodos gubernamentales desde i910 en los cuales se dio mayor redistribución o distribución de tierra coincidieron con periodos de recesión económica, alto Índice de desempleo y/o inestabilidad politica. Las reformas al artÍculo 27 constitucional aprobadas en 1992, a que dieron inicio al tercer periodo de reforma legal de tenencia de la tierra en México no han producido ni la pérdida acelerada de tierras en el sector social como habÍan pronosticado de manera apocalÍptica los cnticos de las reformas, ni la inversión masiva de capilales privados en el campo anunciada por el sector gubernamental. El hecho de obtener el tÍtulo de propiedad del solar urbano, el certificado de derechos sobre iierras de uso común y el certificado parcelario delinitivamente beneficia a ejidatarios y comuneros y les permite convertirse en sujetos de crédito aunque ello no modifique de manera significativa su condición de pobreza. Al convertirse el ejido y la comunidad en formas de propiedad los ejidatarios y comuneros pueden transferir la propiedad de sus predios en forma temporal o permanente. Al parcelar los ejidos no parcelados se da seguridad en la tenencia dentro de ellos porque se er,'itan conflictos sobre quién ocupa parcelas y/ o solares urbanos. Ahora el ejidatario o comunero no tiene la nmortificación, de trabajar o mandar a trabajar la parcela para conservarla. Se argumenta que al ser regularizadala tenencia de la tierra los propietarios de la misma tendrán que pagar impuestos que antes no pagaban por estar exentos de hacerlo; y esa es una de las principales razones por las que los ejidatarios no quieren incorporarse al Procede. Sin embargo, el impuesto predial que se paga formará parte de los ingresos del municipio donde se encuentra el ejido, o son ingresos en beneficio de éste. Cabe señalar que antes de la reforma todos los ejidos y comunidades pagaban anualmente, de manera colectiva o indiüdual, según el caso, una cantidad mínima por concepto de impuesto predial al municipio al que perteneciera. Principalmente, los IrusrRunsrrncróN DE LA Loy Acnezu¡ «RACToNAL» 223 comuneros consideran propiedad privada los predios que ellos mismos han delimitado y escriturado ante un notario público y por los que han pagado impuestos municipales como si fuera una propiedad particular, aunque ello contravenga toda legalidad. En este sentido, el pago de impuestos ha sido considerado como un elemento legitimador de la propiedad. En resnmen. hemos üsto cómo la confusión intelectuai sobre el derecho agrario prehispánico y del *ejido, han producido altibajos en los derechos de propiedad entre las tierras privadas y Ias ejidales. Esta última reforma parece que finalmente resolverá el asunto v perrnitirá la existencia de ambos tipos de propiedad; la tierra comunal tiene probiemas especiales que todar,Ía esperan ser resueltos. Problemas por líinites de tierras, que en aigunos casos vienen desde liempos prehispánicos, dificultades por derechos legales y sobre ios gobiernos de usos y costumbres establecidos en el artículo 4 y no en ei 27 de la Constitución. Aun cuando este problema no es serio a nivel nacional. sÍ lo es en el caso de Oaxaca, el estado que tiene el mayor número de comunidades agrarias indígenas. Al examinar el significado y proceso de reforma agraria, hemos encontrado que en México ureforma agraria» significa tenencia de la tierra, no crédito y extensión, que deberÍan ser incluidos en ese concepto. En el proceso es claro que la instrumentación hace que surjan muchas preguntas que quedan por resolver. Conr,'iene preguntarse cómo ha ido cambiando el uso de la tierra desde el Censo Ejidal de 1991. Según el VIi Censo Agropecuario en 1991, de los casi 103 millones de hectáreas que conformaban 1a superficie total de propiedad social. el 60 por ciento tenian pastos naturales, eran de agostadero o tenÍan monte, el22 por ciento eran superficies de labor, el 15 por ciento tenÍa bosque o selva y e\2.2 por ciento tenía otro uso (tr.*ect, 1996: 97). Otra pregunta es cómo va evolucionando el funcionamiento de los tribunales agrarios, que tardaron tanto tiempo en sursir, 224 Il,lsrHul,,rpx'recróN o¡ r-A, Lsy Acncnl\ (rL{uJoNAr.» y por qué nadie tuvo el suficiente buen juicio o sentido común para su establecimiento. Cabe hacer mención de que uno de mis entreüstados, José Sánchez González, fue uno de los primeros estudiosos del campo mexicano que pugnaron por la creación de tribunales agrarios y por el establecimiento de empresas agrarias en México. Comenta Sánchez González que el connotado jurista Raúl Cervantes Ahumada pubiicó en 1964 nlos tribunales Agrarios, en la Reuista de Estudíos Agraríos (número B, año 3) del Centro de Investigaciones Agrarias. Sánchez González propuso la creación de tribunales agrarios en 1965 en su tesis profesional y nuevamente en 1972 en el anuario Jundica (número 4, julio), publicado por el Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana. Posteriormente, en la revista de la Confederación Nacional Campesina (ct'tc) Méxco Agrarto, publicó la propuesta de Sánchez González, la cual tuvo mejor acogida por parte de otros estudiosos de temas agrarios porque luego surgieron otros proyectos de creación de tribunales por parte de Ia misma cNC, la SecretarÍa de ia Reforma Agraria (sna) y la Universidad NacionalAutónoma de México [u¡¡,qM) durante el gobierno deIÁpez Portillo. En su libro La empresa agraría en México, publicado en 1990, Sánchez González propone lormas de organización para las empresas agrarias muv parecidas a 1as que establece la Ley Agraria de 1992. l,o mismo se puede decir de la creación de los Tribunales Agrarios con dicha ley. De acuerdo con Sánchez González (i996), todavÍa no se tiene una perspectir¡a suficientemente amplia para júzgar los resultados de esta nueva polÍtica. Epílogo: 1997-2000 La investigación para este estudio, que se enfoca en los tres periodos de las revohlciones legales de reforma de la tenencia de la tierra en México, se terntinó en enero de 1997; pero es oportuno actualizar en forma breve este estudio para su publicación en este printer año del nueto milenio. [¡s resultados de la regularización de la propiedad social a trar,,és de la elaboración de la estructura agraria nacional, el padrón de ejidatarios y comuneros y el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede) son significativos, dada la magnitud de los programas. Sin embargo, aunque son innegables dichos logros, la política económica de fomento agropecuado y forestal instrumentada no ha hecho posible que aumente la productividad ni la rentabilidad de las tierras en el sector agropecuario. Aun cuando aparentemente va se ha dado certeza v seguridad jurídicas a través de la certilicación y titulación de tierras, a ocho años de la entrada en r.igor de la nueva Ley Agraria. no se han podido conjuntar los factores tierra, capital y mercado para reactivar y modernizar el sector agropecuario. De igual manera, sólo una mÍnima cantidad de tierras de propiedad social han sido vendidas al sector privado, como veremos más adelante. Segun cifras de la Secretaría de la Reforma A§raria (sne) y del Registro Agrario Nacional (n¡"'l), en todo México, a través del .225]| 226 EpÍroco: i997-2000 Procede,r el cual comenzó a operar en el año de 1993, desde entonces hasta diciembre de 1999 se han medido más de 6I millones de las casi 100 millones de hectáreas que componen la propiedad social (Ercélsíor,2). de diciembre de i999). De esas 61 miilones de hectáreas medidas hasta julio del año 2000 (véase apéndice B) se habÍan certificado más de 53 millones, que representan poco más de la mitad de las tierras de propiedad social de México, repartidas en casi 21 000 ejidos y comunidades, que representan el 70 por ciento de los casi 30 000 núcleos agrarios que existen en México. Con ello se ha beneficiado a más de 2.7 millones de ejidatarios y comuneros, que representan el77 por ciento de los 3.5 millones de ellos que existen en el país con certificados y/o tÍtulos de tierras que les dan seguridad y certezajurÍdica. Si se desglosan las cifras anteriores, tenemos que en los núcleos ejidales se han certificado aproximadamente 51 millones de hectáreas (15.5 millones de hectáreas de tierras parceladas y 35 millones de hectareas de tierras de uso común)y titulado aproximadamente 222 000 hectáreas de solares urbanos, con lo que se han beneficiado 2.6 millones de ejidatarios, que representan el 87 por ciento de los casi tres millones de ejidatarios del país; de casi 20 300 ejidos, que representan más del 74 por ciento de los aproximadamente 27 300 que existen en México (véase apéndice B). En cuanto a los estados, la situación varÍa mucho; por ejemplo, en Baja California Sur, Colima y Tlaxcala se ha concluido totalmente el proceso de certificación, y Campeche, Yucatán, Aguascalientes, Durango, Quintana Roo, Zacatecas, Sonora, Nuevo León, Querétaro, Tamaulipas, Coahuila y Tabasco presentan avances de entre el 82 y el 89 por ciento, pero en el resto de los estados el avance es menor (anexo del Sexto lnJ'orme de Gobíerno,2000, p. l2). El Procede para la certificación de comunidades se puso I Sobre qué es y cómo se ha 167. instrumentado el Procede, véase p. ErÍroco: 1997-2000 227 en marcha en 1997 y hasta julio de 2000 se habian certificado 2.2 miliones de hectáreas (174 245 hectáreas de tierras parceiadas y 2.06 millones de hectáreas de tierras de uso común) y titulado otras 2 5BB de solares urbanos, con lo que se benefició a más de 100 000 comuneros, que representan el 20 por ciento; ellos habitan 692 comunidades, esto es, el 3l por ciento de las casi 2 200 comunidades agrarias del país (véase apendice B). En resumen, el número de hectáreas de tierra de propiedad social que se han certificadoy/o titulado representa aproxi- madamente el 60 por ciento de las cerca de 84 millones de hectáreas de tierras ejidales del paÍs y el 13 por ciento de las aproximadamente 16.5 millones de hectáreas de tierras comunales existentes a nivel nacional en los casi 30 000 núcleos agrarios -entre ejidos y comunldades- de México (r,éase cuadro 5.I y apéndice 7) y un poco más del 53 por ciento del total de las tierras (véanse el apéndice B, en donde se presenta el resumen nacional de promociones certificadas y/o tituladas, el apéndi"rr ce 9, en el que se presentan los indicadores estadisticos elaborados por la sne y publicados en el Sexto lnJorme de Gobierno). Ahora bien, de las cifras anteriores surge la sisuiente pregunta: ¿por qué parece que sólo faltan de certificarse cerca de 34 millones de hectáreas de tierra (aproximadamente 40 por ciento del total nacional de tierras ejidales). 400 000 ejidatarios y 7 000 ejidos? Si nos basamos en estas cifras, a cada ejidatario le corresponderÍan en promedio, incluyendo el área de tierras parceIadas y las de uso común, 85 hectáreas. ¿Cómo se explica esto? Una de las causas por las cuales no todas las tierras de los ejidos o comunidades se han podido certificar es el problema de los lÍmites de las dotaciones, los derechos legales y los conflictos consecuentes. Hay muchas resoluciones sobrepuestas, sentencias no ejecutadas o imposibles de ejecutar, etc. Por ejemplo, cuando la ProcuradurÍa Agraria acude a los ejidos o comunidades para mediar en conflictos, los ejidatarios o comuneros piensan que la medición que haga el Ixecl será a favor de una o más de las partes y con ello se va a perder o disminuirá Ia superficie 228 Epiroco: 1997-2000 de sus tierras; surgen así inconformidades o desacuerdos. Otro problema es el cle la migración y/o transmigración, pues frecuentemente las asambleas no cuentan con el porcentaje de miembros que establece la le1, para la toma de decisiones e incorporarse al Procede. Otro problema es que las comunidades agrarias están amparadas por el artÍculo cuarto constitucional, referente a ios gobiernos según usos y costumbres, y se ri§en con sus estatutos internos. Además, no hay interés de los núcleos agrarios para certilicarse porque creen que con el1o puede desaparecer el ejido y/o van a estar sujetos a situaciones como pagar más impuestos o tener que acudir a las oficinas del nex en las capitales de los estados para hacer aigún trámite, y a las sucursales bancarias o directamente a las oficinas de ia Secretaria de Hacienda y Crédito Público (sncp) a hacer e1 pago de derechos y de expedicion de documentos {para su inscripción ante el n¡N) de los actos derir¡ados de la aplicación de la Ley Agraria. De este porcentaje de tierras certillcadas tan sólo un 0.28 por ciento de los ejidatarios han adquirido e1 dominio pleno (que una parcela salga del régimen ejidal y adquiera las características de Ia propiedad privada). Hasta mavo de 1999, sólo 0.25 por ciento del total de la superficie de propiedad social se tornó propiedad privada, tierras alcanzadas por el crecimiento de la mancha urbana (Excétsíor,l4 mayo de 1999). Lo anterior choca con Ia opinión de quienes alirmaban que con el ordenamiento de Ia tierra a parlir de la modilicación al artículo 27 constitucional se privatizarÍa el ejido y se daría una venta masiva de tierras, lo cual no ocurrió. Por ejemplo, en 1996, de los 11 000 ejidos que se habían certificado a nivel nacional a través de Procede sólo 140 habÍan adoptado el dominio pieno total o parcialmente en una superficie de únicamente 24 000 hectáreas. Para 1997 de los l3 021 ejidos que se habían certificado a nivel nacional só10 193 lo habÍan hecho en una superficie de 55 000 hectáreas. Para agosto de i998, de los I6 378 que se habían certificado, 552 ejidos habÍan adoptado el Epii.oco: 1997-2000 229 dominio, lo que representaba el 3.4 por ciento cle ios ejidos cerlificados (veanse cuadro 5.1 y apéndice I0). Aun cuando las cilias para 1997 presentan r-rn ligero incremento, según una conversación sostenida con un funcionario del Ral¡ hasta diciembre del ano 2000 ios ejidos que habian adoptado el dominio pleno total o parcialmente apenas rebasaban mil de los casi 2l 000 certificados y las solicitudes seguÍan aumentando a medida que avanzaba el proceso de certificación. Especulando con esta cifra y dado que sólo los ejidos pero no las comunidades pueden obtener el dominio pleno, hasta la fecha aproximadamente el 5 por ciento de los ejidos certificados habrán adquirido el dominio pleno total o parcialmente. La gran mayoria de los ejidos que han llevado a cabo el trámite de dominio pieno están dentro o cerca de zonas urbanas y/o en municipios que forman parte de ciudades, asÍ como en desarrollos turÍsticos, principalmente, Es decir, se trata de tierras que dejan de ser utilizadas para la explotación agropecuaria y han cambiado su uso. Otra caracteristica general es que el domlnio pleno se utiliza para regularizar la urbanización informal hecha con anterioridad a la reforma de 1992 en terrenos ejidales. Resalta el hecho de que los estaclos con mayor proporción de eiidos con dominio pleno presentan un número significativo de controversias agrarias. Bs importante mencionar que la adopción de domir"rio pleno total o parcial sobre predios o parcelas ejidales debidamente certificadas sólo puede darse dentro del réginren ejidal, En el régimen comunal no es posible adoptar el dominio pleno de las tierras parceladas a menos que una comunidad decida abandonar el régirnen comunal y adquiera el régirnen ejidal, proceso que tiene múltiples implicaciones; además, la ley protege ampliamente al régimen comunal. AsÍ pues. para adquirir el dominio pleno parcial sobre parcelas ejidales, los ejidatarios interesados deben contar con sus certificados de derechos parcelarios y solicitar a la asamblea de su ejido -a las dos terceras partes como mínimo- se les autorice 230 EPÍroco: 1997-2000 adoptar el dominio pleno y luego hacer los trámites coffespondientes ante el RAN para que la parcela adquiera las caracterÍsticas de propiedad privada. El ejidatario si$ue manteniendo esta condición pues sólo adopta el dominio pleno sobre elárea parcelada y conserva las tierras del área de uso común que les hayan sido certificadas cuando el ejido cuenta con ellas. Asimismo, la asamblea del ejido puede acordar y autoriparatodos sus miembros el dominio pleno sobre las tierras zar y así adquirir el dominio pleno total, con lo que dejan de pertenecer al régimen ejidal y se incorporan al régimen de propiedad privada. De ser asÍ, automáticamente cualquier ejidatario del núcleo lo puede asumir sin necesidad de la autorización de la asamblea como en la adopción de domino pleno parcial. Sin embargo, en la práctica la venta de parcelas en los ejidos y comunidades continúa dándose en todo el paÍs sin que se registren ante el RAN, entre otras razones, por desconocimiento de la ley. Guillermo Zepedaexplica que la transferencia de derechos indirectos o de usufructo se da con mayor frecuencia que la de traslado de dominio o venta de propiedades. La transferencia de dominio se da en la mayona de los casos en áreas urbanas y no en zonas de producción agrÍcola principalmente porque la actiüdad agropecuaria no permite amplios márgenes de ganancia y en los núcleos agrarios los individuos suelen dar una valoración subjetiva a Ia tierra. Podemos agregar que esto ocurre principalmente por las ventajas de estar bajo el régimen ejidal o comunal por el control social que existe en muchos núcleos agrarios, D urante el gobierno de Ernesto kdillo, los Tribunales Agrarios orientaron su estrategia a da-r solución definitiva a los expedientes del rezago agrario en su fasejurÍdica y a atender nuevas demandas por controversias relacionadas con Ia propiedad rural, como parte de su actuación para impartir justicia pronta y expedita a los campesinos. De agosto de 1992 a julio de i999, los Tribunales Unitarios Agrarios atendieron el 93.9 por ciento de los asuntos relacionados con elrezago agrario en su fasejurÍ- EpÍroco: 1997 -2000 23r dica al emitir 13 325 sentencias cle 14 196 expedientes recibidos. Entre 1995 y agosto de 2000 recibieron i47 018 asuntos y resolvieron l3g 427 , lo que representa el 94.8 por ciento del total l 1). Frente a este aparente logro, ¿por qué hay tantos crÍticos de los Tribunales AQranos? Tal vez los crÍticos (véase apéndice deberÍan enfocarse en la Ley de Amparo, que sigue «estorbando» el proceso de resolución cle controversias legales. Por otra parte, es importanle senalar que el gobierno fede- ral está instrumentando estrategias que coadyuven a Ia modernización de la agricultura, a prorno\rer la organización y capacitación de los campesinos para capitalizar el agro mexicano, asÍ como a enfrentars importantes retos ecológicos que a[ectan a diversos ecosistemas. Entre las estrategias de desarrolio agrano, el cual es considerado sinónimo de reforma agraria, se contempla en la legislación agraria vigente la asociación productiva de las diferentes figuras organizativas. Asi, a través cursos cle capacitación agraria y de uniones de ejidos y/o comunidades; de sociedades de producción rural que agrupan a productores rur¿rles sin distinción de su régimen de tenencia, y de cooperativas de producción y servicios, se están creando alternativas para hacer producir la tierra, dal ocupación a sus habitantes y, consecuentemente, acceso a mejores condiciones económicas v sociales (r'eanse cuadro 5.6 y apendice l2). I¡s datos del apéndice 12 rnuestran que el6l por ciento (16 591) de los 27 252 ejidos recibieron capacitación entre 1990 y 2000. Este porcentaje parece inflado, a menos que incluya capacitación de baja calidad. Aun asi e1 rezago produr:tivo que existe en el campo mexicano es considerable pues los campesinos no tienen la costumbre ni la experiencia para trabajar de manera organizada y/o en la mayorÍa de los casos prefieren hacerlo de manera indirridual o familiar. Aunado a ello, el constante movimiento migratorio naciona-l e internacional de la población rural, y los limitados recursos financieros, afectan cualquier intento de organización y/o capacitación agraria. 232 Eptrcco: 1997-2000 En lo que se refiere a la agricultura moderna, la revolución de la agricult-ura y las obligaciones internacionales, se requiere para el año 2002 que toclas las prácticas fitosanitarias de inocuidad alimentaria especifir:adas para 1a producción agrÍcola sean instrumentadas para poder continuar el intercambio económic:o con los paÍses miembros del Tratado de Libre Conercio de America dei Norte. Ello podrÍa morlificar drásticamente la agricultura nrexicana si todo rancho que se precie de olrecer un buen cultivo incorpora las llamadas buenas prácticas agrícolas, esto es, mecanisr¡os de inocuidad alimentaria para garantizar a sus clientes que no se excedió en el uso de plaguicidas o herbicidas. se utillzó agua lirnpia, los jornaleros se condujeron con higiene y, por Io tanto, el cultivo es cien por ciento seguro para la salud del consumidor final. Guanajuato, por ejemplo. pretende convertirse en el estado lÍder en el cumplimiento de los estándares de la producción agrÍcola. En 1999 destacan en labalanza comercial agropecuaria los incrementos en las r,entas al exterior de legumbres y hortalizas frescas, jitomate, melón y sandÍa, otras frutas frescas y tabaco en rama. Sin embargo, la balanza comercial agropecuaria coutinila presentando déficit pues el saldo de las exportaciones respecto al de las importaciones es menor (véase apendice 13, en donde se puede ver que sólo en 1995 ia balanza comercial agropecuaria de México presentó un superát it significativo). El gobierno del presidente Zedillo trató de iniciar el enfoque no en el problenra de titulación de tierras sino en su capitalización. l,os ejidatarios y comuneros no pueden hacer nada sin capital aunque sean propietarios de la tierra. ¿Sin capital qué podrÍan hacer? Las instituciones bancarias no cuentan con capital para otorgar préstamos hipotecarios sobre títulos de tierras y, como siempre, éstas dependen del gobierno federal. fuÍ. a trar,és delBanco Nacional de Crédito Rural {Banrural), en 1995 se otorgaron créditos por 5 056 millones de pesos, en 1996 por 8 806 millones, en 1997 por I0 175 millones, en l99B EpÍroco: 1997-2000 233 por 9 564 miliones, en 1999 por 12 699 millones, y en 2000, según cifras estimadas al mes de junio. por 6 323 millones (anexo del Se.úo InJ'orme de Gobterno.2000, p. 150). Con el propósito de resolver el problema de capitalización y de reactit ar la producción agrÍcola, en 1999 el gobierno mexicano destinó 3 042 millones de pesos al programa Alianza para el Campo. Este programa establece que por cada peso de gasto federal se inviertan casi otros dos con la aportación del productor y del gobierno estatal. Así, en 1999 se alcanzó una lnversión total de 7 924 millones de pesos, considerando los recursos fiscales otorgados a este programa B A42 miiiones) y las aportaciones de los gobiernos estatales (l 470 millones)y de los productores (3 411), en beneficio de casi cuatro millones de productores (anexo del Sexto InJorme de Gobie.rno, 2000, p. 148). Por lo que se refiere al Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo), en 1999 se destinaron 9 372 millones de pesos, con 1o que se apoyó una superficie de 13.5 millones de hectáreas en beneficio de2,7 millones de productores (véase apéndice l4 y compárese con ias cifras arriba mencionadas, en donde los montos totales de los recursos presupuestales ejercidos en el programa Alianza para el Campo son menores). El apéndice 15 revela el problema real del sector rural mexicano. Desde l9B9 hasta 1998 el sector rural recibió del gobierno federal aproximadamente el 1 por ciento del pls respecto al gasto púbico programable ejercido con fines económicos, sociales y administrativos. Durante ios años 1999 y 2000 este porcentaje disminuyó aI0.6 por ciento. Con un gasto público tan irrelevante y ridiculo como este, ¿podrá el sector rural mexicano mejorar en su desarrollo económico y social? Visto de otra manera, el apéndice 16 muestra que el Rta del sector agropecuario, silr.icultura y pesca aportó entre 1990 y 1996 aproximadamente el6 por ciento del pre de México. De 1997 a 1999 esta participación disminuyó a aproximadamente 5.5 por ciento. ¿Pasó esto porque el gobierno dio menos apoyo 234 EpÍt-oco: 1997'2000 financiero o porque la tasa de retorno es tan baja que ya no tiene sentido canalizar recursos a un sector con tan poca importancia en el PIg? Permítanme ahora referirme alestudio de caso de Oaxaca. En 1999 elgobierno federal canalizó 650 millones de pesos al estado, de los cuales 206 millones correspondieron a la Alianza para el Campo; 40 millones al Programa de Empleo Temporal y 404 millones a programas de apoyo al ingreso de los productores a través de Procampo (véase apéndice 17). Cabe mencionar que esos recursos l'ederales alcanzaron esta cifra debido a los desastres climatológicos ocurridos en Oa-xaca durante dicho año. Respecto a la tenencia de la tierra, en Oaxaca los resultados de los programas de regularización de tenencia de la tierra son relativamente alentadores si consideramos que el Procede para la certificación de comunidades fue puesto en marcha en 1997 y en el estado se encuentran 710 de los casi 2 200 núcleos comunales que existen en México, es decir, el 31.6 por ciento, casi la tercera parte del total nacional de comunidades agrarias. En la estructura de la tenencia de la tierra de Oaxaca la pequeña propiedad privada representa tan sólo el 7.0 por ciento (6 I 6 200 hectá¡eas) de la superficie total del estado [8. B millones de hectáreas) h,éanse cuadro 5.4 y apéndice l8). Hasta julio del 2000 se habían certificado y titulado 675 150 hectáreas en 515 de los 817 ejidos que existen en la entidad, beneficiando a B0 278 ejidatarios. Asimismo, se han certificado y tituiado 35I 635 hectáreas en 120 de las 710 comunldades que existen en Oaxaca, en beneficio de 1B 769 comuneros (véase apéndice 18). Otro aspecto de gran importancia que debe considerarse sobre todo en los estados del sur de Mexico, y particularmente en Oaxaca, es la idiosincrasia del campesino; principalnrente del comunero, que predomina en la entidad. Enumero aquí algunos de los factores que limitan la regularización de la tenencia de la tierra y el desarrollo asrícola: EpÍr.oco: 1997-2000 235 1, Conflictos ancestrales irresolubles por lÍmites de tierras; orogralÍa y caliclad de la tierra y recursos naturales tan diversos y cotrtrastantes en una misma pequeña región geográfica, que crean grandes conflictos y antagonismos. 2. 3. 4. La carencia de coniunicaciones carreteras. Los gobiernos tracliciollales de usos y costumbres. La ialta de continuiclaci de autoridades municipales y agrarias, que son cÍclicas ¡r sólo duran en su cargo de uno a tres años, lo que impide el cumplimiento de contratos de explotación de la tierra y recursos y, consecuentemente, ahuyenta toda posibiiidad de inversión de capital. El hecho de que el 90 por ciento de la producción agrope- 5. 6. cuaria es de autoconsumo. La economÍa de presti§io, que sólo anima al cumplimiento del cargo temporal y a veces forzado dentro de la comunidad. Otros dos problemas estructurales que enfrenta el campo mexicano señalados por Eduardo Robledo Rincón son: la marcada fragmentaciót-t de tierras (el 60 por ciento de las unidades de producción rural -soclal 1, prirrada- tienen menos de cinco hectáreas de tierra), y el hecho de que los beneficiarios titulares tengan más de cincuenta años de edad y el 20 por ciento de ellos más de 65 arios (el 60 por ciento de las mujeres beneficiarias tiene más de 50 años .v e127 por ciento más de 65) (Excél s¿or, 14 de mayo de 1999). Asimismo, debemos considerar la actual falta de interés de rnuchísimos campesinos jóvenes por trabajar la tierra. Todo lo anterior impide y coarta en gran medida los intentos de modernización de la agricultura, y sobre iodo crean inseguridad en la tenencia de la tierra independientemente de que se cuente o no con títulos de tierras que tan sólo jurídicamente o en el papel otorguen seguridad. Concluyo con la interrogante de tantos campesinos que entrevisté: nYa me renovaron mi título, ya me dieron certificados, ya sé con quién colindo, por dónde mido y bueno: ¿ahora qué?' 236 EPÍr'oco: 1997-2000 para AsÍ, pocos han sido los resultados de las estrategias capireactivar el sector a§ropecuario v propiciar la inversión de concluida de después años tales en el campo rn."i.uno cuatro desmi inr¡esti€iaclon de campo para este estudio y ocho años pués dei comienzo de la tercera reforma agraria' Apéndices Apéndice 1 lnformación estadística sobre enajenación documentada de tierras por estado, tipo y periodo 1 853-1 657: M 1 857, pp. 5 y 4B; documenio 8 de « Documentos lustificativos correspondientes a la segunda parte de esta memoria, que trat¿ de colonrzacrón y terrenos baldios».1 1863-1867; l\4 1868, p.347. 1367-1893; A 1893, pp 553, 561; I 18E5, p. 78, l\4 1883-1885, pp.236-238; José L Cossis ¿Cóno y por quiénes se ha nonopollzado la propiedad rúst¡ca en México? , Méxrco, Editorial lus, 1966, segunda edicrón, ¿nexo 7, pp. 58-60. 1E94'l896 A IE96, pp.401-a09 1897-1901: A 1901, pp. 333-345 901 -l 906: A 1906, pp. 285-297. 1 1907:M 1905-1907, pp 159-170 1907.rN4 1907-1908, pp. 5-14 1 908 ' lvl 1 907-1 908, pp 1 9-28 1908:' M 1908-1909, pp. 5-10. 1909:r M 1908-1909,pp 12-2At 'La Memol¿ de 1857 no contiene un indire. Frguran en ella varias secciones y cad¿ una llev¿ una numer¿ción aparte. Las páginas 5 y 48 se localizan en la primera se(cron, trtul¿da «Cre¿ción del Ministeilo de tomento», que conl¿ de 129 Daqrn¿s. Para encontrar el documentc hay que ver el final de la se(ción 2, que trene un toial de 1 70 págin¿s A contrnu¿.ión, entre l¿s páginas 8 y 9, inmediat¿mente I despues de l¿ rección 2 se hall¿ ele 1 de enero al 30 de junio. r Del 30 de al 31 de drciembre. I oel r do(lmento 8. lunio Hey v¿rios (¿5os en que no ligura el numero de benefrctarros, y por lo ta¡to se carece de la inlorm¿oón correspondiente. En consecuenci¿, es posible que el ¡úrnero de beneiOarios no haya quedado adecua- damente rellejado en las cifras totales de estos tuentes: se(retar¡¿ de tomento de L4exlco; fll\ Menlana. \lt lnfome, lA) An!,ar¡o ejtadlsaico. t23el 853-r 857 894-1 900 901-1 909 1 1 853-1 85/ 901-1909 Nola: Tod¿s las cifras elán totale! de Bala Californi¿. Gran total T^r"l ) 1 i 894-r 900 1P,1 ia93 1813-1816 Tctal l 1861-1812 1863-1 E67 1 Baja California Gran total 3 877-1 893 1 Total 873-r 876 1 1 867-1 872 Total 1 1863-1 367 1 Aguascalientes Periodo en hectáreas, iqual que las 1 1 53 802 53 802 59 170 94 631 Vent¿s de los dem¿s efados. 35 86 I 2919364 4A1 r B6 511 419 3e6 396 Núm ,1 1)5 43) I 65 122 908 ,1) 252 85 94 L8 333 2 Q6 ?13 )3 51 513 l5B 2 438 106 514 3 lü 121 f 2 Núm Baldios Núm Compo 10 10 1 v Núm ó ó ttu óól lou aó) 1 391 8 BS3 863, DesIndes 3 "1 I I'lúm Nc haber baldios, 1i) 9 1)2 elt 9 238 407 rr N 1 1 309 635 I 22 908 252 85 r 82 419 23 17 396 3% 3 511 126 -r"ir 110 1511 131288 vó óót ill] 3511 1r 5393I 110 1511 12011069 úr¡ Ll¡vw, '--r.¡^. cl a ¡- (, z, t F t9 o 1 )1 205 36 a 313 B 873-r 876 1877-r893 894-1 900 901-1 909 1 r 29 104 62791 )3 079 106 381 387 Gran total Coahuila, Sonora y Dur¿ngo. Véase Iossio, anexo 7, pp. 59-60. le h¿ sumado la mitad de es¿ (¿ntidad. 8 2i4rB 62 791 23 B 954 23 418 44 483 18 5 I 1 1 20 270 rI fiuq 29 104 1 716 503 r8 308 6 6 96 817 96817 t¡: 1B 371 lo 5 5 17 596 678 637 33 4 2 12 015 s4 802 Total 3 1 76 36)5ü I 361527 1 867-r 872 Total 1 853-1 857 1863-1867 1 if 896 677 Gran total Coahu 648 82 413 593 Total 3 33 13 41 631 40 877-1893 1 894-1 900 1901 1909 1 ,0 80 374 579979 68 391 1873-1 876 1 161 482 52 1 161 247 6 235 Total 3 49 863-1 867 tótJt-tólt 853-1 857 1 1 Campeche 1; 107 501 084 1 191 638 1 191 638 1 047 9 047 I 90; 1 1 19 361 1(0 8ü 67 432 17 571 61 432 49 3sB 720 t1 358 11110 52 359 J/q 65 580 t6 94 218 244 730 162114 -§ Lon¡nu¿. - 2 424385 2 061 782 1 362 521 362 521 9944 I 113309 1 1 9944 t9 894 9944 865 453 579 979 óU 161 247 161 482 6 235 t\) a - z. rr. t 853-1 857 -- 1 894-1 900 901-1 909 1 1 863-1 867 1 1 1 873-1 876 fot¿l 1867-1872 853-1 857 r Chihuahua Gr¿n tot¿l Total 3 877-1 893 1 1873-r876 Total l 1867-1 872 Chiapas 1 853-1 857 1 863-1 867 Gr¿n tot¿l Total 3 1813-1876 1 877,1 893 1 894-1 900 1 901-1 909 fotal 1e"61-1812 1863-1 867 1 Colima pei,ooo 1 1 15 16 3l 8¿ l00 122 17 52 851 035 1 ---B¿ 170q r 1 1 360 826 615 799 2509 1142 I 651 I 651 2fi 4A - lóJO 4423 r ll(o 1 7259 I -.N. h.br' lU 3 51 1 - - qdot - 14 880 16 675 16 615 1195 tot.t 171 028 111 111 199 710 5 710 5 2 53 874 037 160 flJ §J F (\.) ql or/ a ¿ 731 =. 10r7t6o E 119 3 378 487 .1 502 178 2 128303 41 1? 11 l 978 916625 976625 24141 461 141 145 944 4'281 1 1 3 11 t7 560 9783r9 999 202 298 328 761 189 328 81 36 639 51 5 70 239 768 490 481 694 ; BBO BBO 14880 14 14 óesli"oes ]a ü9 - s3 652 El ((l 126 -veli¿i - (orpo 53 652 53 652 170( 17oq r eaucs 25 901-1 909 1 1 873-r876 909 853-1 857 1 l Gran total Total 1873-1875 1877 r893 1 894-t 900 1901-1 909 Total 1867-1312 18$-1867 1 Durango Gran total l 901 -1 894-1 900 Total 1 1 rB77-1 893 1 Total 1867-1 872 1863-1867 1853-1 857 Distrito Federal Gran total Total 3 1) 1 7 4 r1 1 :* 100 914 ; 463 661 r29 681 17 700 10759116 r0 759 1 r6 50 229 2r0186 r0498 501' o, l2 ]) ,i 25 )5 115 115 - -- U/) 130 s829 58 13 73 59 942 199 819 455261 557 650 195500 451 811 451 811 1 11 r45 029 1 11 44 115 145 029 10 6 042 6r6 042 61 109 102 16 873 109 102 rú. o) 1 61 - 885 700 (ontrnu¿. 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P 18898 3 0) ¿/ I 28\1 8 11 531 2 19 062 10 30 600 t0 30 600 -- ; 6414s 1 t0 992 53 75 131 53 75 131 1 4 Gran tot¿l 894-1 900 90r-1909 1 867-1 872 1 1 863-1867 1 Total 853-1 857 1 Nuevo León Gran tot¿l Total 3 877-1893 1 873-1 876 1 1 1 867-1 872 1 Total 853-1 857 óbJ- I ób/ r Morelos 1 79 19 70 Núm 305 645 -3 $2tn 152 907 420 4 11S Total 3 894-1 900 190?-r909 877-1 893 1 1 302 873-1 876 tul BaldÍos Il 1 Total 1863-1867 1867 -1812 Periodo ,)¡l 233 233 666 666 0l 584 1E ' 1r/ 1E/ 329 329 329 Compo<iri^n Deslindes 24 016 1 5740 20 29156 20 29 756 -_ 19 *oL ba,hios¿ «No haber : NÚm. - Ejidos O) ,§ l{l\ 64\ o a (] ls27; E 0n7 r. 1ql 487 Aa'l L)1 ,l) 31 171 31 171 6 124 250; rutdt -N) 873-1 876 90 909 863-1 867 1 l l 853-1 857 1 1894-1900 lót t.tóv1 1B73-1876 Total tóLt-totL 1863,1 867 1 Puebla 6r¿n total Iotal 1 894-1 900 1 90r -r 909 1877-1 893 873-1 876 Total 1B6t-1872 853-1 857 1 0axaca 1 1 5 21 24 ; B 6 21 603 23 603 75 241 1 r3 805 1 6 6 130 xtÁ 76 330 1 76 330 1 'r76 31 175 31 1l\ 22 803 22 801 9 798 20 924 r7199 611 622 : 14 619 74ü9 lo zsr 5 604 2 1 - 5 j pp. 59-60. 8 492843 5 l 31 316 187 198 20120 13srA Tamaufrpas y Coahuila. Véase Cossio, anero 7, 6r¿n totai l 1"1 894-1900 Total 1 1 1877-1893 1 1 1 1 ? 1 1 I 645 94y /o ¿]u ((l )0J 40 561 987 590 987 590 986 - , _ 4001 1?1 112 108 9r0 22203 209 20 )I L¿U U - Continúa... - óro 312 231 446 850 1)2 1 15 208 951 74 619 /.+b v 1 NJ A \) 6 900 90 339 209 20900 1249666 Ü 209 20 900 I 555 l1 1122w 8. 2. 1 230 I l¡ 1 853-1 857 1 873-1 876 900 853-r 857 873-1 876 894-1900 l Gran total Total tyul-iyuy 1 1877-1893 r 1 867-1 872 Total 1 1863-1 867 1 Quíntana Roo Gran tot¿ r 901-i 909 Tota 3 I 894-1 1E71-1893 1 Total 1 863-r 867 1861-1812 1 Querétaro 1 1 1 1 l 909 Gran total -1 Núm 1 90r Núm Total 3 1 l.,.aá -4U tóf 40 181 40 181 -* -; :- 1 1 1 1 Núm 1589 1589 1 589 Vent¿s 6U Án) Áñ) 816 816 sición CompoNúm Desl ndes ^ 4 -- Núm 46316 46316 6 316 4 001 4 001 4 001 bcl!¡p:ri «No h¿ber Núm. - 5 s90 B (q. -rat t' LIJI Z rk )p,1 4U 40181 47 2CB 47 208 230 46 978 6 406 6 406 @ . :- -- ---tJ lotal § tlrdos 863-1 867 877-1 893 863-1 867 1 877-1 893 3 863-1 867 1 f 873-1 876 t0t¿t 1861-1812 1 Sonora iB5l-1857 Gran tot¿l Total 1 894,1 900 i901.1909 873-1 876 1 1 1 Tot¡l 1867-1872 853-r 857 1 5ina loa Gran total Total 3 i894-1900 1901-r909 1 1 873-1 876 1 lotal 1861-1812 1 San Luis Potosí 1853,1857 1 2 7 9 16 33s; 111 117 188 531 188 531 12 12 1i9490 143114 141214 13ru 9 : 18 491 92 755 17 503 15 252 95 376 856 967 960 573 209 616 893 990 1 1 1 2 171 819 1 3145 63 306 28 925 195 31 6 1 N] § ú (o 36 382 16 382 Continúa... 59 871 314 719 59 871 314719 20 391 313433 373433 339 91 6 ^ 21,.ri 11 977 96 145)29 78 948 og s56 ..": b bE u5b 6 68 056 o 234 457 181 1B1 loels I 420 79 335 80 335 80 170 B ?a 0/a 20 391 51 3850 B OSS ; 11659 11 t850 11659 tu/ 3143 234 457 15 )52 72 17 503 17 191755 11 t849r 342 B7B 665 32 133481 l 24 61 912 l9B i 074 060 58 481 r 285 106 58 6 6 2 28E11 31963 31963 2 4 4 4 31t - 1 a t tt' z, t-tó1) 894-1 900 total 873-1876 901-1 909 863-1 867 1 Iot¿l 1 1861-1812 B5l-1 857 1 Tamaulipas Gran total Total 3 1 1894-1 900 1877-1 893 1 1 867-1 872 Total 1 1863-1 867 853-1 857 Tabasco 1 639 BaldÍos 1 -7 7 51 324 324 307 11 119 3511 13 668 I I 813 23 496 126 30 981 121 56 290 93 32 668 843 518 031 570 81 499 111 5 84 093 311 2928 689 62s 434 3 148 778 583 434 37 11 Núm 24774 1 738 364 095 654 1 796 183 619 2 141 284 1 B Núm. Véase Cossio, anexo 7, pp. 59-60. Gr¿n Total 3 1901-1 909 1 tót Periodo Núm sición Compo- 1 1 1 9 10 10 23 869 93 554 93 554 1 18 69 685 5B4B1B 9 619 9 619 9l1B 361 108790 B2B 4 48 882 14 59 903 520 990 584 818 18 108 790 63 Ventas 11 11 1 8 2 29 29 9 429 145 429 145 2 421 260 058 161 266 4069119 4069119 26 933 416 288 3 625 B9B' 19 1 Núm. Deslindes 1 531 53r 531 - - 121 392 594 355 15 - 13668 11 119 35ñ 022 r 350 085 15 022 1 E9 A43 232391 778 091 339 603 23 496 30 981 s6 290 32 668 'Br3 6 680 009 7 031 1 10 030 1992 7 568 69 568 2493\ 69 otal 5 364 262 44633 E1ldos 613 1 1r5 1 788 1 788 5 890 5 890 2 605 3 285 NÚm 162 4698 12 460 12 460 51 51 51 NÚm, baidíos» «No haber a a) z(, E t!. a Nf crl 901-1 909 1 3004 75 14 166 6 143 659 8 319 072 14 339 255 100 247 6 Gran tot¿l 877-1 893 894-1 900 1 1 1873-1876 1 867-1 872 1 Total 863-1 867 1 1853-1857 Tlaxcala Á 4 901-1 909 1 fotal 3 2 894-1900 1 1877-1893 873-1 876 Total 1867-1872 1853-i867 1853-1857 Tepic (Nayarit) 1 2 1)4 4t 96 261 216 : 21 857 18043 1 1 I 945 986 945 986 gsseoy 1 1 -1 1 1 044 044 534 - 510 - - 1 367 144 r346961 28 941 28 941 16 391 12 544 45 984 45 984 45 984 11 11 ; 50 425 50 425 so4; - 62 969 25 150 125 150 1 62 381 Contlnú¿... _* N) C¡ 3 (i 192 E. z. qu4 0 tol lbf fó 1087 947 780 he.táreas traslad¿das a E de la Garz¿ y aso(i¿dos en los etados (ontiguos de Chihuahua, Nuevo león, 4199 21 857 - 058 11313 1i 18 043 5 670 pa(e de las 3 " Se agregan 986 945 he(táre¿s, equlv¿lenter a la cuart¿ Iamaulipas y Coahuila. Véase Cossio, anexo 7, pp 59-60. Gran total Total 3 1 1871-1893 1 894-',t 900 1873-1876 909 867-1 872 1 863-1 867 1 241 306 Total 3 Gran total 41 901-1 909 r 1 582 115n 373 593 373 593 150616 r 085 203311 1085 2?5 315 17 148 218 066 /0óq 6 B 8 i 5 s I Núm. ese8 I 19 812 564 85 894-1 900 1 38 33 15045 78 240 15 115 877-1 893 1 1 534 29 315 7 141 873-1876 39 1l 10 5 5 498 3541 1145 6 184 r0 6 184 r Iotal 1861-1812 853-1 857 1 Yucatán 15 1901-1909 15 894-1 900 1 Gran total 6 877-1 893 1 Total 3 6 E73-1 876 I Num. r 1 863-1 867 1 Tot¿i 853-1857 1 Veracruz Gran total Total 3 r 901 -1 3 621 3621 2965 s66 51 054 51 054 4))1 46s01 Compo- 458; 220 080 220 080 515 )12 616 )12 626 B0 158 146 412 ; 1076eo 28 25 855 B 86 42 42 1 Núm. Deslrndes 1 l 1 , 1 12 12 Núm. 3 573 3 573 3 033 540 s1 841 9911 91 152 91 152 1 582 7 582 7 582 b!1díos» «No haber 10 10 704 704 6629 6629 66 66 15045 817 332 969 582 85 930 298 681 1 29 375 534 1 141 288 1 9l 115355 449902 449902 7 582 1 582 7 582 Tohl t9 (Jl P rn. t\) <, 6 rt 199 8tO)77 é 199 684 1 1B tJ5 10704 4945 s8406 1 I 185 l6) Núm. Elidos 894-1 900 901"1 909 1 1 Gran total 3 877-1 893 1 Iotal 873-1 876 'l 1 Total 1867-1 872 1863-1 867 853-1 857 Za(atecas 1 1 006 134 114 29491 10 4200 3 12 6153 4 16 6289 4 1 1 1 047 1 047 718 tÁ 2 2 2 226 226 35 820 12 50 226 11 50 12 50 3s 820 35 820 1 i 34 134 1 628 628 - - - - 228 0i0 228 010 1 006 i]x §J qr c» -r ro 254 ArÉn¡orcos Apéndtce 2 Total de tierras enajenadas por estado y periodo (hectáreas) 1 853-r 857 1 863-1 .B§J_ I óó1 )qt 275 255 Tot¿i Baja California 1861-1872 1813-1876 865 968 554 389 tt vtó 238 441 4 579 979 396 Aguascalientes Cam peche --. 126 432 3 511 urrj 151 241 ) I 037 362 521 Coahurla 76 Colima C 5; 53 652 70 239 91E 319 41 281 53 874 10 536 47 401 38 623 5 829 hiapas C hr huahua 17 Distrito Federal Durango G uanajuato G uerrero l-lidalgo ialisco v vló 43 818 lVéxico \¡lrchoacán lvlorelos Nuevo León 0axaca 152 138 152 901 752; ""-". lt/)uJ 746Á Puebl¿ Querétaro Quintana Roo san Luis Potosí Sinalo¿ 1B 4; Sonora 203; 234 451 59 87i 36 382 Tabasco 1813 23 496 30 981 32 668 3 511 13 668 Iamaulipas 3 004 Tepic (Nayarit) Tlaxcala Veracruz Yucatán ,ro: 534 29 375 1)^ Zacatecas _ 1§ll18e3 120 35 584 Total 1q,1 1e,0q, ___ 4534226 15 0; _ _E!i1e!e 1 365554 Aguascalrentes Baja California Campeche C cahurla i 1 309 636 t3t tóó 9E 887 519 979 1 65 580 119894 94 278 1762il4 C hiapas 204 730 1 Colrm¿ 768 490 481 195 694 14 880 2 128 303 255 Ar,Éruotces C hihuahua Dltrito - - =-:ll-taD-1A 965 144 1s%'r9!q----l!!Lreq 4t10t\ 664 161 5166 Durango Guanaluato 1 276 180 23 60 66) 621 528 11 017 6 984 Federal 4_q1 035 B Guerrero 65211 18 893 35 982 1A1A) Mexico r0 016 Michoacán 25 047 7 989 6 124 233 Hidalgo s 530 lalisco 254 Morelos Nuevo León 1Q21; 40 563 0axaca D0 90 339 208 9s3 122 715 816 5 590 17 Puebla 46978 Querétaro 230 40 Quintana Roo 31; San LuLs Potosi 1 181 63 306 28925 856 967 Srnaloa 893 990 209 616 Sonora 5 364 262 594 355 7)1 ?q' 778 091 339 603 98 404 232 391 b2 381 62969 463; 283 1 93 1r5355 85 930 )98 633 332 969 006 81 324 f-t-..^ Tamaulipas fepic (Nayarit) 1 087 192 161 365 7 582 Tiaxcal¿ Veracruz Yucatán Zacatecas 1 1 1 39 546 Primera reforma agraria en México, 1853-1909 -ota 1853-1872 3 o7¡:os California 554 389 1 877-1 909 47 483 900 238 4ü 11 539811 23 396 Aguascalrentes Baja 1873-1876 252 851 - Campeche to/ 80 374 865 453 Coahuila 362 521 16 ...: b5l 2 061 t82 16 615 10 239 3 3tB 481 8t4 12 7 15 999 Iolim¿ Chiapas C hihuahua 461 5J r 037 160 53 6l Drsuito Federal Durango 96 564 5 E29 1 783 311 6uanair.:ato 13 201, Guerrero 1E 0C1 Hidalgo r1Á QI iC) Jal sco 30 ñ1éxico i8c05 Michoacán -11 1 71 131 N4orelos Nuevo León 2 5.1 105 6; 1 249 566 _ 0axac¿ 1s¡tzu_ :_fa¿:lf 74619 fuÉ¡lorces _ _t lz-¡9!9_ 372231 Puebla 6 406 41 208 Querétaro 40 Quintana Roo San Luis Potosí 181 195 376 Sinaloa 192 7; lo4Yi 1 Sonora 311719 36 382 6 5E0 009 Tabasco s6 290 32 668 1 famaulipas i7 119 3 004 fepic (Nayarit) 7 582 449 902 Veracruz Yu(atán 350 085 1 346 961 125 350 Ilaxcala Zac¿tecas 960 573 376; 134 15045 817 582 227 876 Entidad Total Por(entaje 'i4 4tE 84 934 l/¡ 7031 hihuahua l¿iisco Hida go E3 Dr5trto FedÉral 1CA ll1.,lu aA J4 r3201 ,119 Aguascal entes Centro :/)1:1 367 114 228 010 1 TamaulLpas Zac¿tecas 195 316 1 365 700 r 555111 )1 452 9)9 2 424 Je5 1t 807 03_i San Lu s Potosl Durango C Coahurla Norte Sonora 14 €É,ct 549 30 117 20 937 _10 Lrúa 5 589 214 75 040 1 11 1i t6 .11 u ¡? 1J I 842 13) 4 1.1i6 1J O/ _i8 I ,1 38 070 IB E57 15 553 il9 -tA)n1 70ili 2i4 1 1E¡ r 954 _r3 64 555 62 848 1 21 1"A 32 61 126 19 643 2q a\l 1 7,1 ,?i 151 571 óuu 1 sB 092 110 27 621 125 150 naloa 2 171 819 S Tepic (Nayarrt) 120 31 1 )13 593 13 143 190 km'¿ enajenados Total de 111 414 431. 12 031 069 de México de la superficie 21 359 348, total' Superficie Pacífico norte enalenadas (km2) de hectáreas Bala Calrfornia federativa Total de tierras enalenadas y documentadas por estado de 1853 a 1909 Apéndíce 3 Total estado 1 B 2A 40 0.4 17i 30 tt 24 15 55 9 i30 3tÁ ,1 q All del (ontña. ¡e 424 li l.c enalenado de total Porcentaje enajenados - \¡ (rt t\) = o o a -?_ Enti dad 13 881 63 194 95 364 ',r 1 967 83 3 502 378 18 001 446 850 Ch apas uerrero tenlono de Ba¡a Ca1 lornia. I por (rento 0blenrd0 ¿ p¿rtrr de (u¿dros est¿l¿les Vease el ¿{léndr(e ' Porlenlaje d€ tOt¿l de i¿ \uperf (ie cnajer]ada de 0. lncluye el 'r N4enos . ( ' fuente: 0 180 4 469 510 617 10! 35 024 43 161 3B 32 39 840 1 03 12 1. 5taf6¡/ral,4b sttaat af Lat¡n Aner¡ca, I 972, Los Angeles, Ja rA Latin Arnenr¿n Cerler I 9 7¡, p 4 L blncluye la pa(e (ontinenl¿l de N4éxico y quedai ex(lurdos 5 362 krlómetro! (uadradoi de temtor 0 r!5,, ir 0axaca Iot¿l G 51 061 654 238 500 5 455 3 933 904 16 615 Colima 2) 21 8 703 31 t2 815 4l üaü1 319 t4 390 4 499 r3 131 29 42 030 24 661 19 l5 1 4l 26 0' ^l 31 41 4 20 62 (Q I 10 19 8 4.0 112 02 I 05 06 02 5 O,E e5tado 64 312 l0 03 del T¡tal de total P-rceÑre r00 7E ,: enalenado enajenados 1.7 130 11 439 043 449 9A2 Pacífiro sur Yuiatán Ver¿cruz 1 40 Iabasco Qurntana Roo de lvléxico km2 enajenados Total de 39 121 11 133 442 56114 1 1 '13 309 Porcentaje de la superficie 122 238 999 39121t) am peche 3 914 I -1 41 2AA r (f 33 919 11 169 94',1 Golfo de Méxiro r dxLdr¿ Querétaro b 4ub Puebla 1 59 864 31 111 48't choacá¡ 21 461 total' Superficie r6005 enajenadas (km']) Total de hectáreas l'y'orelos lr,4 It¡lexico federativa a zi, 6 a tt (Jl @ 259 AlÉnolces Apéndice 4 Total bruto de tierras públicas enajenadas de 1 853 a 1 909 total bruto de tierras públicas enalenadas y el total documentado por estado (apéndice'1) no coinciden desde 1853 hasta Empero, el porcentaje de tierras repartidas como consecuencia de las acciones de cada uno de los presidentes resulta más importante que las cifras totales En el cuadro del apéndice 4 se observa que aun cuando los totales son distintos, mediante ambas mediciones adludican a los líderes aproximadamente el mrsmo porcentaje de tierras enaienadas. Tal como se menciona en la introducción, el '1909 También se debe señalar que las cifras son idénticas hasta comienzan a ocurrir de ahí en adelante. '1876 y las discrepancias Fuentes SeíretarÍa de Fomento de lt4éxico, \l,A) ly4emorta, tl) lnforme, Ux) Anuario estadrs¡rco. 'l 85¡-1E57 tr,4 1857,po 5y4B; ciocumentoBde«Documentoslustificativoscorres- ponriientes a ia s."gurrda parte de esta memorta, que trata de colonizaciÓn y terrenos baiCiosr 1 E6¡- 1 ' 857 l''l 86E, p 347. 1 1868-i872 A 1893, pp 553 y 561 1812'1876 A 1893, pp 553 y 56i 1877-188I lti 1876-1877, pp 444y 445; I 1885, p.36; A 1894, pp 504y 507 1882-189l lose L Cossto, ¿Como y por quiénes se ha monopoltzado la propiedad rúslrca en lVéxica?, lr4éxico, Edrtor al lus, 1 966, segunda ediciÓn, anexo 7, pp 58-60, 1.1 lBB3-1885, pp 236-238, N4 1892-1896, p 3; A 1894, pp. 504-507 '' lB92-190C: ¡l 1897-1900, p 10 1901-1909. fvl 1901-1904, p vri; M 1905-1907, p 7; M 1907-1908, p xi;1"1 19081909, pp 10 y 20 E^ l¿ /./ercr,a o: 1857 ^o frqura nrnqurt rnd,ce Cortie^e varris seacrones y (aJ¿ ,rr¡ de elras est¿ n¡-er¿dide n¿n[¡¿ inflEps1¡iento. L¿s paqrnas 5 v 46 5e a^( .entr¿n e^ l¿ primera secc on trtJl¿da, "Cre¿cion del fi,¡'nrsterlo de Fomenlo», ruÉ ccñrrá de un tota, de 1 29 oao n¿s. P¿,¿ en(ontrar el documento B. bu:quese n¿cra el t rar d¿ la settion 2, queiont,ene 170 paq,nas El documerto B se ha'la Énl e,as od.ltnas 8 v 9. nmediatamente despres de'a seccion 2. P,.e,toor,¿o¿raloianos 1BB3-lBB5el AnLrarioestad,strcodlscren¿r¿J.¡¿lmen- te 0e ¿ l'/emor¡a, hemos emp'eado esta ultima, que para (iertos esta0)s d) cifras más allas.El Anuario de 1894 reqistra 6 007 314 hectáreas de terrenos baldios, de 1 882 a 1891 Esta cantrdad es rnferror a la que se da en la Memorra de 1 883 a 1 885, donde en sólo cuatro estados figu13 un total de 7 53 1 567 heaáreas. A esta última cifra nosotros agregamos 507 I 3. rbid. 314 235 Concesiones de ejidos, A 1894, p. 27 226 510 Deslindes, Cossí0, anexo 4222991 Composiciones, lt/ 1892-1896, p 1 647 493 Concesiones a colonos, Así llegamos a un total, para este periodo, de 40 902 936 hectáreas 260 Arexuccs Total bruto de tierras públicas enajenadas, 1853-1909 Periodo Años fiscales Total de meses Jua rista ln cral ró)J-tó)/ Intermedro 1 863-1 867 Frn¿l 1 868-1 872 .,353-1812 Total Lerdista r 873-1 876 Porfi rista lnic ai o Med E77-1 88 1, r n cia lVed o f n¡l F n¿l Tcta Tot¿ 1 882-1 89',r 1 892,1 900 r877 1909, 181 7-i949 I 853-r 909 50 54 60 154 4t 61 20 08 142 391 Hectáreas Promedio Porcentaje totales mensual del total de la super. enajenado' ficie total enajenadas 1 215 255 5 505 882 142 J+ ó14 3 86s 968 14 432 1 3 021 365 rQ r1: 554 389 11 196 4A 9A2 935 1 1 222 921 7 132626 58 586 950 Q 164 10 15 1 3328461 1 602 5 Porcentaje 11 llc 353 6c,) 56 319 tl -li 021 11 1.19 339 i1 144 :l) 264 lii )n , -11 l6 lc a 31 6 'Redonde¿d0 e¡ e, pcrcent¿le entero más cer(¿no "tu€nte 5t¿¡6¡ir¿/¿bstta.(ofLaiinAmerr.a, l9T2,LosAnqeles,UCLAL¿inAmerc¿nCen1Ét 1974,p 4l L¿scir¿rest¿fefKlómelroscuadr¿dos.Paraco¡verlrroserheit¿rÉesmulpliqueseporl00. ' lnc uy€ di. embre oe 1876. iAl30delunode 'lvenos dei 1909 1 por crento 1 1 6 7 8 9 10 1 12 3 5 4 2 3 Núm. trámite trár¡ite trámite fornia Bala California 20. trámite Ba;a [alrfornra Bala Californra Bala Cal Bala California ,Aguaral entes Eaja California 20. trárnrtes Aguascalientes 20. Aguaralientes Aguascal entes 20. Aguascalientes Aguascalientes 3er. trámite 20. Aguascalrentes Efado tr¿nc sco l¡ul,iu de Marí¿ fepezaf¿ Ensenada Ensenada Mexicali fi,4exicali l,4exicali T¡uana Aguascalientes los Romo de los Romo San Francisco de San Francisco los Romo San l.su, lesús Municipio Total de 18 Chilpancrngo Xochimilco RÍo Colorado 21 53 149 óó Francisco Villa No. 1 26 Venustiano C¿rranz¿ lslas Agrarias 2B 36 112 'B 19 * 79 ejidatarios Arroyo Hondo Los Poc tos El Puertecito La Concepcrón La Escond da *ttu¿ol,O l\4argaritas Ejido l 21 ,3 12 3 ) 61 mblea Parcial asa )1 53 149 E8 r8 26 28 36 112 Total Autorización de la Relación de solicitudes de adopción de dominio pleno con trámite agotado, 25 de abril de 1996 Apéndice 5 32 61 JJ.I4-bU óU 2-05-93 80 36,1 3-89.:7 46,39.55 04 76-57-07 t7-69-42 25 43.15-20 29 68,06-37 52 i1.)3-32 56-35 01 59-22 83 Continu¿ 514-18-36 68 334,03-98. l2 426-87-48 00 236,2E-E9 60 52-55-73 49 241.45-52.82 111-14-42.55 Z 1 1 1 1,q 1 hectáreas s273176r Superficie afectada en t\¡ r-!. z(, -cl Baja Ca 5 La Paz Baja Calrfornia Sur Baja Ca fornia Sur 19 20 La Ribera Los Cabos Baja Californra Sur trámite 4o. Trámite 3er. trámrte 2o. Coahurla Comarca Lagunera Coahuila [omarca Lagunera Torreón Torreón Zaragoza gnacio Allende 55 44 1 51 51 Los Rodríguez Torreón Comarca Lagunera o¿huila lf 3) C 46 46 65 Sabinas 42 16 Villa Morelos* 29 Sabinas fo Frerros 42 45 )) Villa Morelos Rodo 65 59 42 9- 116 rlB 45 31 32 33 3B Coahuiia (Saltillo) Coahu la (Santillo) trámite Escárcega Campeche 20. C Campeche Kuculkán lvligr no hampotón Flor de Ca ifornia Baja Los Cabos Venta La Paz L¿ General lVelitón Albáñez E1 Sargento y su anexo Aguacalrente ,E,1 l1 Planes 33 Plut¿rco Eli¿s Calles 216 asamblea 216 Autorización de la Total de ejidata rios 5an Vrcente de los Sánchez Taboada Nac on¿lista de Ejido California Sur California Sur Baja La Paz California 5ur Baja 1B 21 22 23 24 25 26 21 28 29 30 La Paz Eaja Californra 5ur Los Cabos La Paz Bala California 5ur Ensenad¿ 17 ifornia Municipio 16 1 Estado Núm. 00-28-91 1 8 9-57-t 6 I 3 No han reportado 212-81 59.07 224.59.25 23 87 52.38 I6 han exped do han exped do han exped do han exped do 430.42-22 A0 No han reportado 169.17.41 A0 419.25-16 00 No No No No 34-05,65 76 611.13 9629 i73.22-35 21 1 448.34 45 08 638-33-53.24 40.16.41 78 Superficie afectada en a ¿5 2. rú a¡) t9 O) t§ 36 31 3 38 39 40 41 42 43 35 34 33 31 32 trámite trárnite Palacio Gómez Mapimi Gómez Palarlo Cof rma Comarca Lagunera Col ma Comarca Lagunera Comarca Lagunera P¿lar o Refuqro 1 i Drezmo Adame [a Esperanza Arturo l"/artÍnez El Comarca Lagunera 20. trámrte El Rayo California Lerdo Gómez Palac o Comarca Lagunera 3er. trámite trár¡ite La Unión Torreón 20. 21 de Marzo Gomez Palacl0 Imilrano Zapata Nuevo Iastillo San Fs¡¡Ps Ihrhuahuita Jerusalem Comarca Lagunera . Gómez Palacro ámez Gomez Palacio Gómez Palacio Gómez Palacio Comarca Lagunera 3er. fámite 20. trámrte I oahuil¿ Comarca Lagunera 2o. Coahuil¿ Comarca Lagunera 3er. trámite 20. Coahuil¿ Comarca Lagunera 4o. trámite 3er. trámrte aO 1.1-:¡^ ¿ . lldlllrte Coahuila Comarca Lagunera Coahuila Comarca Lagunera t3 101 27 43 101 2l 43 81 2) B] 2) r01 29 ,, i lv l 204 35 28 i 101 : ¡ 204 l5 2B 81 11 1 A9 (oiltrfúa i0-47.05 00 95-41-9i 67 9-30-32 9E 144.74.3) 41-5i.96 i3 a2-17-1,6 A1 4-38,76 31 11-28-01.05 No han report¿rJo 30,s2-37 79 94-10-33 10 5-29-16.32 2-50,1 4 60 D5-51-92 5,42-47.41 99-34-29 95 5-22.91 36 14.93.99 64 1B1-28-11 30 0-63-5_1 70 1-66-42 1 1 1 4-55-39 55 47-28.22 20 98.10-09 o) -co Nf a ó G'. -2. 6l 45 46 41 48 49 50 5'1 52 53 54 55 56 51 58 59 60 44 Núm ma lrám te 2' 2o Trámlte Guanajuato 3er. trámite 20. trémrte auan¿lu¿to Sulu*un,u am¿nc¿ Durango Sa Durango Durango Durango Durango 4 Barr o de San Pedro It/onte de las Esp nas Qurnce de l\i1ayo Cárden¿s 27 de Nov embre 33 33 29 29 16 19 11 58 128 22 1 l 2 Papasquraro lose lVaría lVorelos 5antiago Durango Durango Durango de l¿ Estancia Durango Durango Durango 49 E Saltrtc y Anexos Dotore: n dafgo 5¿n lu¿n Bautrsta 88 36 16 t9 11 5B 123 63 49 tÁ 41 4l 44 103 j Lázaro Cárdenas Durango 24 30 4 3 4 4' Total l¿ Arroyo Seco Durango Durango Durango Durango Dur¿¡ge 55 Senecu 44 Nombre de Dros ,)2 4 l0-i 135 49 Parcial asamblea Autorización de 30 Juárez Chlhuahua Total de ejid ata rios E C¿rmen Avalos : VlacleÁu¿,e, Abe;rdo L Rodríquez 5;hhu¿ Ejido 30 Nombre de Dios Irménez hihuahua Chihuahua C Man¡an llo VladeAlvarez M¿nzanillo Muniripio Chrhu¿hua 2". trárnite Chihuahua rma Co fám,1e [o ier 2o iránr te Col m¡ 20. trámite Estado Superficie t-34 8i ?8 55-93.83.B 1 u^0 04 34-9a.00 66-'10-50 2-r-13.22 00 5-02-61 00 5,22-l5 00 5-00-1 1 00 5-02,73 00 131,26.43 00 No han expedrdo No han expedido No han expedrdo 24-46.60 00 1:12-17-79 00 1 113-21.53 11 r 3l-94.08 00 4 -i36,02-64 70 No han erpedido tituios 962 91-18 41 ,1 00,92-26 00 120,05-r 1 09 1 jI-33-55 53 11-il.0615 293 19 51 7A nornrat v dad hectáreas Pend ente en afectada en r a) C ?. = E. F N) León l\loroleón Guanaluato Guerrero 6B 69 73 12 71 El Salto Silao uanaluato Guanajuato 66 61 Resplandor Zanja Capulín lü guel V ndho 1C6 125 22 ; J : ,l 6 3 26 )¡ 258 5B 3,86,57 00 10-61-r2 00 1 5E 1 63-87 72.00 9-i0-68.57 9-28"29 01 223.21-12 51 440,55-87 76 23,81,92 1 62-89,50 00 No han expedrdo 41-21-37 A0 0-1 1-96 66 1 1-98-45 86 1 0"75-70 00 1-44-21 17 13-15-81 43 1 22-18-44.04 trámite Jalisco 60. 4o. trámite Contrnú¿ 5-39-29 93 2337-1 0-09 00 5-89-E8.57 ,6 414 1; 211 ,, ,: 13 5B 45 24 3B 5o. trámrte San Carlos Pachuqurlla San Villa Aquiles Serdán 3'oo nzoyatla de La El de Durán 1 5-26-2 1 00 378-18 70 00 B-11-44 34 23-15-45 25 11-72-03 61 Tomatl¿n Reforma lr/ineral de ia Tula de Allende Pachuca Reforma Mrneral de la El Cervera y San Franc sco 2 53 3er. trárnite 20. trám te Hidalgo 20. fámrte Hidalgo 20. trámrte Hidalgo 2o. Trámrte 5o. trámite Hidalgo 40. trámite 3er. trámite 2o. trámite Acapulco La )oya GuanaJuato Guanajuato 65 G León Nleto GuanaJuato 56 lVoral del Puerto de 64 7\ San José Ulapa Allende u¿naluato G 63 Sal¿manc¿ Guanajuato 62 - 2, t9 O) (rl lr' (, C, (-) = 91 90 16 17 18 ?O 80 81 82 83 84 85 86 87 BB 89 Núm, trámite trám te trámite 2o. trámite Nuevo león 2o. fámite 3er trámite Nuevo León 20. Nayarit lVorelos 2o. trámrte Morelos Mrchoacán Michoacán México México México l¿lrsco l¿lrsco l:li<rn jalrsco 2o. ialisco 20. Jalrsco 2o trámite Estado de Garza *n,,r'r.r, los San Nicolás Tlaquepaque Vallarta luan de Ocotán Chiro San Eernabé Topo los Garza San Nicolás de 5¿n Seb¿stran,to Coaprnole San Ejido Zapopan Los Belenes Iolimán fo imán Chapala Haoenda l¿ L¿bor (u¿rl llán lz.¿ll Sd" Lorenzo q oten(o Cu¿utrt án lzcallr Sar li"4artrr Obrspo Texcoco lvlontec llos fVorelia 5 mpanio Sahuayo requesqurtengo La Puntit¿ .lolutla Xo(hilepec Alpuyeca Politrca Agraria 5¿n Bl¿s Puerto Zrpor.n Municipio - 1la i¿t 2n. ,:_ 94 1\2 12 161 - 1 21 30 178 28 .;ó/ 32 2n 94 tl 161 110 i0 110 r04 51 122 133 101 Jl 1i- 133 265 asamblea 2i- Autorización de la Total de ejid atarios 31 3B-73-75.48 Pe¡dlente en normat vidad )3-45-42 0A ó-..11-óu.uu 27-1 1-05 00 120-71,71 00 / 647-16-28 00 1 14-98-50 00 1 1 5-38-35.00 )-84-34 49 340-61,59 00 3-36,87.0 1 2 114-r-31 3A-11-42 20 264-07-86 00 3-4 1 -83 00 242-57-48 89 19-71-19 28 1 68-08,62 00 r7 02-04 00 a7.53.41 99 6 i4,42 00 3i-2 5-66 00 315,45-01 50 5uperficie afectada en P a - tJ aq. 2 O) N) Nuevo León 96 91 1 1 1 05 I 06 107 108 09 10 111 1 1 00 01 1A2 103 1A4 99 98 trámite , 80 40 49 BO 2 I 1 8-21-4A 21 37-94-75.30 251,91.93 00 2-91.35 4 I 41 9-?-99 00 2482-A6.21 A0 89-11-65 04 205-61-12 00 Los Angeles San Luis Potosi San Lu s Potosi San Luis Potosí S¿n Luis PotosÍ Sinaloa C uliacán Salvador Alvarado Sinaloa uli¿cán C Sinaloa Salife Bachihu¿lato El El Palmito Humaya Rafael Buelna Josefa Ortiz Ahome Grai Sin¿loa Angofura Sinaloa -El Tramplllo Guadalupe Victoria Ef Terrero Srnaloa Villa de Arriaga San Luis Potosí 3er. trámite 2o. trámrte Garita de lalrsco Los 0lvera San Luis Potosí orregrdora C B¿nthi San Luis Potosi San .luan del Río Querétaro Querétaro 3er. trámite 9E lcó 37 45 215 30 56 4B 41 B5 B] BO 9B lcó 31 215 /l 30 56 48 41 81 80 0i Iontinú¿ 52,79 5i 00 232-89 20 00 tíiulos 290-35-33 00 1 72-88.67 CC 217-31-84 A0 s9B-10-61 00 265-78-09 48 rB4 12 25 91 No han r".portado No han exped do 209.87.93 25-05,15 00 No han reportado 1 1-92.54 19 6-42,95 33 0-85-90 65 ó-ttcut S¿n PabLo Tonantzintla Santa lvlaria 1 30 23 't3 18 25 4-65-1 3.00 Querétaro holula 30 30 23 1l 18 25 Querétaro 2o. trám te C Morelos Villa de luárez anexo El Naran1o Dulces nombres y su L¿s Colonias E l,/ezquital El Potrero 2" trámite Puebla 20. 0ax¿c¿ Pesqueira Nuevo León 95 iudad .luárez 5¿n P¿blo Etla L nares Nuevo León 94 C Apodaca 5¿nta Catarina Nuevo León Nuevo León 93 92 -\¡ o) t§ a -z -r at. 125 126 121 121 1)2 123 124 1 1 1 1 1 5 16 111 1B 19 124 1 1 3 114 112 Núm. C Srnalo¿ IVa. Morelos y lgnac o Pesqueira C.PE Melchor Ocampo 24 de Febrero Huatabarnpo Huatabampo Sonora Sonor¿ N lgnac o Pesqueira Guaymas Tepeyac Sonora 2o. trámite 3er. trámite C C¿jeme Sonora Sonora aleme 84 115 31 104 3q 11E Aqua Preta Aqua Prieta Sonora 20. trárnrte 103 Ven¿dillo El 66 lVazatlán Culiacán 113 261 86 141 ,, 44 152 n 267 Total de ejidatarios Sin¿loa 3er. trámite 20. trárn te Sinaloa L¿ P,esrt¿ Tierra Blanca ul acán I Sinaloa trámite Guamúchil Salvador Alvarado 2o. Fr¿ncrsco Villa Ahome El Dorado uliacán Sinaloa Los Mezcales ulraran Pavón .José Col Gabriel Lepa lVexico Ejido Sin¿loa 2o trámrte L .' Sinaloa trámite Ahome 20. L UII¿CáN Sinaloa :. *or, Municipio Sinaloa I Udlll (t 3er. trámite Srn¿loa 2o trámite Estado l 6 8 11 l 84 115 31 tu.l r1B 103 6 113 B6 44 t 15) 261 Total 52 6-01-04 75 9-93-i9 109-51 59.81 6,30 89.28 33-E3-76 00 1 090-62-67 62 0-28-s1 68 9-12-11 89 1 453-76-52 00 328-46-D 00 04-44.56 00 6-88-85 00 843-1 3-00 00 1 5-26-94 00 102-43-91 65 35-81,24 3s No han reportado 66-43,1 3.86 1 7-04-80 81 AA 5-70-58 00 2\-5t-2t 1 227-28-08 00 10-42 31 34 2A-62 44 17 1 55-BB-29 00 92,82.30 00 No han reportado asamblea Parcial Superfici e afectada en hectáreas Autorización de la a ó rJl at, -z P N) O) @ 1 1 l8 39 140 136 131 1 1 1 1 123 129 130 i1 132 3l 34 35 ii lzompantepec Ca pulalpan Huamantla Xaloztoc Imrliano Zapata Tlaxr¿la Tlaxcala Ilaxcala Tlaxcala Veracruz Jalapa Ver¿cruz 2o. trámite c.ti^"r de G¿rcía iV1érida .Jerez Yucatán Zacatecas Boca del Rio Ver¿cruz 5o tránrite 40. trámi'.e 20. trámite 30. trárnite *rrnu, Vet¡cruz 50 fámite 40. trámite Jer. trámite 2o. Irám rte 5an Pedro Tlacotepe( llid¡ldn PA 0cho de Tamaulipas t hico San El iosé Novrliero Antonro 0ol Molino ln Em liano Tapata Valente Diaz C lgnacic Zaragoza 5an Felrpe 5ultepec Itlayo los 5abinos San André: Ahuashuafeper N Solo la l\4arina iamaulrpas Sabrnas y Saucilio Gómez Faría5 Tamaulrpas 31 19 55 i 39 ,l 253 275 115 111 39 32 34 s / 14 l_) No han reportado 88-54-1 8.1 9 3l 1,4 21-24-23 95 No han expedrdo 199-A4-61 39 B-28 00 10,35-88 00 5.56-19 43 7B-06-99 03 58,40,4 1 .8 1 1 5-6 1-65 50 66-1 258-40-30 00 40,66-85 00 181.45,76 00 34-52-3 1 00 No se expidieron tÍtulo: l4-uy.-Jy uu 26-15 82.53 No han expedrdo titulos 330-53,67 r 7 1 I 9.79-94 00 346.09 49 00 55 2A 70 39 I 77 251 115 111 l9 32 N) O) (O a o € C' rr' 2 Apéndice 6 La Ley Agraria y el México rural vifo por campesinos y analrstas Durante la investigación entrel'isté a campesinos y otras personas sobre temas relacionados con la nueva legislación agraria !, con el campo nrexicano. A continuación presento algunas de las preguntas (en itálÍcas) que les hice y ia sÍntesis de algunas de las resprrestas recibidas, que sigllen siendo rrigentes. Este apéndice está dividido en tres partes: a) entreüstas individuales; b) pláticas con tres empleados del na¡i, y c) entrevistas acerca de la inscripción de sociedades en el R¿¡. ENTREVISTAS INDIVIDUALES Al preguntar a los campesinos qué piensan acerca de los cambios al artículo 27 constitucional, muchos respondieron que no sabian que habÍa habido cambios en la Constitución, otros co- mentaron que 1o habÍa hecho el gobierno para ya no repartir tierras, otros más que era para que lss «grin§os y los ricos, se pudieran quedar con sus tierras pero que eso no se iba a poder. La mayorÍa de los campesinos entrevistados habÍan escuchado sobre los programas Procede y Procampo aun cuando no se hubieran rnedido 1as tierras de sus ejidos o comunidades o recibido sus certillcados de derechos parcelarios o tÍtulos de solares urbanos. ¿Qué me puede dectr de hocede? Un campesirrc de Barrauca de Santa Clara, municÍpio de Tncatlco de Torres. Jalisco. 1997. Procede llegó primero a ejidos [27t| 272 Arslorces vecinos y que duraron meses para cornpletar y dar los certiiicados. Pero valió la pena porque se acabaron los pleitos. Había gen- te que querÍa posesionarse después de dos años cuando le trabajaban a uno la tierra. Ahora con el certificado es más en serio y antes nomás se retiraba uno v ya querÍan quitarle su derecho. Hay menos pieitos )¡ turtes habÍa muchas discusiones famiiiares. Ahora ya no porque el otro no está Ie van a quitar su tierra. Ia parcela puede ser sujeto de credito y se puede embargar. Aho- ra ya se puede demardar y exi§ir la posesión de la propiedad. nQuiero pagarte, pero la cosecha üno mal,, decían, pero ahora 1,a se puede hipotecar y enrbargar. O me pagas o me dejas la tierra al segundo a¡o de posesión. Toda'u,ía no está bien radicado eso. FÍjese, hace años un cuñado le compró tierras a una seriora viuda cuando no se podía y ella siempre querÍa más y más dinero. Ahora es venta total, ya no hay retrocedimiento en el trato. Ahora firma toda la familia, firma de conformidad (renuncia del derecho de tanto). Se firnta un documento con testigos y en la asamblea se le da el acta que favorece al comprador. Exigen, por medio de un notario, que vaya la firma aparejada de que se sabe que se hizo la venta para que después no haya problema. AsÍ se hace ahora para hacer el traslado y se va al Re¡¡. Ya agarró más valor la tierra. También estaba la mortificación de mandar a trabajar las tierras para conservarlas. Uno a veces se endeudaba porque los agiotistas prestaban dinero al siete, ocho y diez por ciento de rédito. VenÍa el viento o mucha lluvia, el chahuistle, la granizada, la sequia, una cosecha de baja calidad porque faltó quÍmico o faltó trabaio o faltó el transporte y para qué le cuento. ¿Recibió usted alguna uez crédito de BannLral? ElmismocampesÍno. Laverdad sÍ. pero Banrural casi siempre entregaba el dinero fuera de tiempo. El banco prestaba el dinero en tres tantos. Entregaba el dinero pero primero se asegrrraba de que se iba a pagar o se hacÍa laLranza con ellos para declarar pérdida. Los lángaros reportaban pérdidas, indemnizaban o condonaban Ia deuda y hacÍan pachangas con birria, car- ApÉrvorce,s 273 nes, trago, ca¡tones de cerveza. Desde igBT o igBB el banco dejó de ayudar y asÍ se fue muriendo el crédito y ahora sólo los allegados a las autoridades tienen la polÍtica de su parte. ¿Por qué uende la gente su tiena? El mísmo campesíno. La vende por pobreza, por enfermedades, aprietos. Por lalta de dinero. porque son mujeres viudas, porque están mayores o no pueden trabajar directamente la tiese jubilaron, para la fiesta, el entierro, para emigrar rra, porque o porqlle ya emigraron v los hijos son criados allá, para una mayordomÍa, para no arriesgar. para no mortificarse. para pagar una deuda, porque ya agarró rnás valor la tierra v se puede lotificar. etcétera. ¿Cómo se ha dado La uenta de tierras? Un productor de Jalisco. 1996.Yo creo qlie ahorita todarÍa no se puede decir que ha habido un cambio de propiedad de manos de ejidatarios hacia gentes externas. Sí lo ha habido, pero no de manera masiva que usted diga ¡caray! ahora sÍ se nota a los campesinos deshaciéndose de sus parcelas, vendién- dolas, etc. Sí se está dando, como se daba ya de antiguo, salvo que ahora se da ya la venta de terrenos legalmente. He obsen'ado y he visto que no ha sido un cambio asÍ fundamental. Actualmente hay una quiebra total de las actiüdades agropecuarias. Yo so¡r propietario de cierta zona considerable de terreno y ya no la siembro toda. Sienlbro solamente para las engordas de mi ganado pero para el mercado ni un solo grano porque ya no es nesocio producir. De toda la gente que yo conozco en las zonas de Vallarta, Mascota, Tomatián, toda esa zona, gente que era rica y conozco desde hace más de veinte años, están totalmente quebrados con ganas de que alguien les compre su terreno. Pero nadie va a invertir en ulla actiüdad tan poco redituable como es la agricultura en estos momentos en México. Y no hay que olvidar una cosa: México no puede tener una gran vocación agricola, aper)as si de 197 miliones de hectáreas que constituyen el territorio nacional utros 30 inillones sort stlSceptibles de cultivo, y de esas apenas de l0 a 12 miliones se 274 fuÉru»rcas pueden irrigar. Tenemos una agricultura de un B0 por ciento de temporal en terrenos de fertilidad media o baja, con una producción a veces de una y media a dos toneladas promedio cle maÍz por hectárea. Entonces, como usted comprenderá, no hay una gran fe de comprar terrenos ni hay incluso capitales para adquirirlos. Yo le podría decir que la situación permanece estática de alguna manera. Hay una enorme crisis a la que elgobierno no le halla salida, con todo v que el presidente ha dicho que se van dar muchos millones de pesos para modernizar el campo. Pero, ¿a quiénes y en qué condiciones se le van a dar? Eso es lo que nunca nos dicen y Io que siempre termina por ser un fracaso, porque de alguna manera en México también hay otra falla: no hay organizaciones auténticamente representativas de los campesinos ni de los propietarios que son manipulados por cúpu, a las: ganaderos, propietarios rurales, cNc, partidos polÍticos, confederaciones independientes, en fin, que persiguen más bien fines de tipo polÍtico, pero a pocos en realidad les interesa defender los intereses de quienes ellos dicen representar, Otra, los que reciben esos beneficios son, una de dos, los que casi no necesitan de eso porque son los mejor situados en el sector agropecuario, o a veces los muy, muy miserables, a los que se les da más que todo con üsta hacia un aspecto propagandístico polÍtico cuya inversión no tiene ningún sentido porque no los va a sacar de la miseria ancestral en la que están. ¿Cuál es su opinión de hocampo? RaJael, un campesíno de Rejorma, Oaxacq 1 996. Procampo es una aluda para consolar y lo dan en los tiempoq de cosecha. Es un engaño porque no alcanza. En 1985 y 1986 los precios del frijol estaban buenos pero ahora no se puede hacer nada para hacer un buen precio, Para que den el Procampo le exigen a uno su certificado, üene uno que tener siembra primero de maízy a veces de que sea. La mayorÍa de los campesinos entrevistados están contentos de recibir aluda de Procampo y comentaron que aun cuando 1o Ar,ÉNorcss 275 el dinero se acaba rápido, por lo menos el gobierno ahora sÍ se lo proporciona a muchos campesinos que antes no rer:ibÍan ningún dinero. Algunos campesinos entreüstados dijeron que no sabÍan qué era Procampo y que no recibÍan ning[rn dinero. Un productor de Reforma, Oaxaca, opinó que uProcampo es un programa electorero, Es el voto verde. Es dinero que no se de."uelve,. Cipriano, otro campesíno de ReJorma, Oaxaca. 1996, Mira, un cabrón de Procampo fue a Refonn¿; n¿De dónde pa' dónde es tu terreno?, Digo: nDe acá pa' acá,. Al rato voy con el compadre y le digo: *Lo llevé por ese cami¡-ro,, y cuando va a verlo el del Procampo le pregunta: «¿Hasta dónde es tu terreno?, Contesta .Hasta allá,, y aquél queda desorientado. O llega el técnico a supenrisar y uno, como es listo, dice: oMira, mañana vamos a ver la parcela. I-o lleva a otra parcela del conrpadre que sÍ sembró y clice: *AquÍ es mío, cabrón,), y el otro compadre lo lleva a la misma parcela del otro, pero del oiro lado. En Reforma así pasó. Póngale que sean 500 pesos por hectárea, pero ya te los están regalando. Pero en Procampo hubo muchos fraudes. Se llevaron el billete y se fueron. JoeL campesno de ReJorma. Oaxacq I996. En Reforma todos los borrachitos eran productores en el padrón de productores. Nunca habÍan sembrado; puro chupando andaban, pero se inscribieron. ks decÍa el comisariado: *Te voy a anota¡ con diez hectáreas ahí. Nada más que te voy a dar cinco y me van a tocar a mÍ cinco,. Pero úlümamente ya hay un control más estricto. Mira, Procampo es un prograrna electorero y la gente está necesitada. Mira, asÍ yo esté separado de la asamblea, así yo me pelee con el comisariado, pero si está llegando un recurso que a mí me va a ayudar, aunque me lo comisionen que yo voy a votar por tal persona, yo tengo que ir, porque el campesino necesita ese recurso. No tanto para sembrar, porque para sembrar no necesita. I¡ necesita uno para esta¡ comiendo, para irse a echar una ceryeza a la cantina, porque va a visitar al compadre, porque el hijo necesita unos tenis, unos cuadernos, para otras necesidades. 276 fuÉruorcns El recurso no se aplica al campo. Cuando el gobierno invierta para que el campo produzca, el campo va a produciq pero cuando elgobierno siga inürtiendo en ese tipo de programas, que además son programas electoreros, la gente va a seguir igual. Yo creo que la conciencia del cambio ya a estar en el estómago, y está en el estómago. El pueblo no sé hasta dónde esté pensando. Hay más diálogo y discusión, hay más polémica. Ahora se sabe más. IJn campesino de Sonora que estaba en Los Ángetes, CahJornia,1999, Cuando la gente recibe Procampo empieza a pagar deudas, se compra botas, ropa, se emborracha. La verdad es muy poco pa' lo que alcanza. Hay gente que amortigua la inestabilidad porque tiene gente que trabaja en el norte y le manda dinero, pero no por lo que da el Procampo. En Los Ángeles, California, en 1999, Eugenio, un campesino de Jalisco, me comentó que tiene cuatro hectáreas de tierra que renta en 5 000 pesos a dos campesinos con los que hizo un ncontrato verbal hablado,. Ya tiene su certificado parcelario v comenta que aunque apenas se vino a Estados Unidos é1, igual que la gente del campo, por tradición no quiere vender sus tierras porque nle agarra uno arnor»: Los hijos que heredan la tierra la siguen cultivando. El campo es duro, sacrifica la gente su cuerpo, se acaba uno su humanidad. Hay que trabajar catorce o quince horas desde que el sol sale hasta que se mete. Hay que tenerle mucho amor a la planta. La planta es muy celosa, es como la mujer bonita y fértil. Hay que estar sobre elia a diario, sin falla. Si uno no la atiende, no produce lo que uno desea. Le ocupa el beneficio en un tiempo. Si se cae la planta, no se desarrolla el producto. A veces falla la siembra y por eso corremos pa' acá. Se mata mucho la gente y gana poco. Cosecha uno srano, maÍ2, sorgo, frijol, cacahuate, calabazay no vale. Allá en el rancho es uno más libre, no es arriesgado salir y no hay peligro. Cuando llegué aquÍ a Los Ángeles me sentía raro por el cambio de ambiente y por lo de arreglar los pensamientos. Pasé la frontera con lluüa pa' que no me agarrara la migra, pero está A¡É¡vorcEs 277 carajo porque roban y hay que tener el temperamento firme. cambiar de ropa y ajustarse a la voluntad del tiempo. La meta que traigo es juntar dinero y regresarme pa' casarme con una muchacha de allá v seguir trabajando mi tierra porque el marido mantiene a la mujer... Uno le habla a una muchacha con ilusión más pacílica y le entra la ilusión de venir a hacer dinero, comprar caniioneta, comprar lote, un terreno, hacer una casa, ir al baile a oÍr un buen conjunto, una buena banda y pa' tener con quien casarse. Con dinero se anima cualquiera . . . ItúíErc\, otro campesino de Jalbco, 1999. Allá en mi pueblo, Los Altos, hay casas de ocho hijos y todos üven aquÍ. Los mayores, los muy nue\¡os v los escolantes. Es de dieciocho a veinticinco, todo el que agarra pa'acá. Los que no pueden trabajar aquí es gente de sesenta anos que se siente acabada y se quedan allá. Es muy legÍtimo venir del campo y trabajar aquí en el campo, más original pa' uno. En el setenta y tres nos pagaban a dos dóla¡es la hora pa' cosechar manzala o pera. Si uno sale bueno pa- podar amaneciendo hasta pardeando, se gana más.., En el campo agarra urlo el contrato y ahí sÍ es cosa de su aguante. El campo ha sido el favorito pa' el campesino que viene acá, La necesidad hace al hombre rudo. Para tener señorita hay que tener relaciones, hay que cambia¡se diario, hay que pagar renta de cualquier rinconcito. Uno quiere que se vengan los hijos hombres sabiendo lo que es trabajar y lo que es bueno y lo que es malo. La drogadicción en el campo no existe. Todos saben las cosas que otros hacen. Al que se le sabe algo se les prohÍbe que se junten con é1. AquÍ en Estados Unidos los hijos se echan a perder; quieren nomás andar con los carros, no se les puede pegar ni ponerlos a trabajar. Por eso es bueno que cuando llegan a los dieciocho aquí vienen con el temor del castigo y con un buen entendimiento de lo que es bueno ¡r de 1o que es malo y en dos o tres años maduran más. Vienen a aprender inglés, a trabajar y ya no tan fácil se salen del aro. Los de mi pueblo casi siempre se casan con hljos de vecinos o conocidos. Se vuelven a unir, se cuidan entre 278 ApÉruorces ellos. Traen la costumbre del matrimonio duradero. No se casan con gentes de otras costumbres que a los seis meses, ocho meses. cinco años y a separarse... por eso me llevé chiquitos a mis cuatro hijos que nacieron aqr.rí pa' México, pa' educarse ahÍ y por puro compromiso trabajábamos la tierra. El chahuistle nos ilegó a danar mucho y siempre está uno teniendo que lidiar con é1. Sale elmaíz mal nacido, mal sazonado... Un campesino de Tuxtepec, Oaxaca, en 1996 me dijo: en rni pueblo (una agencia municipal de Acatlán, Tuxtepec) hay aproximadamente un B0 por ciento de perredistas. Tenemos el comisariado ejidal del nnn y al agente municipal del pru. Quiero arreglar mis documentos desde el 6 de enero de 1964. Yo no he tenido ningún ofrecimiento por parte del partido y los vengo necesitando porque J¡o esto),trabajando una solicitud de tierras desde el 6 de febrero de 1963. Ahora el nuevo centro de población me la puso difÍcil. "¿Que hacernos?,, les dije yo y les enseñé Ia documentación mía. Entonces va me dijeron en 1994 ellos: nDe acuerdo a estos papeles y lo que nos estabas diciendo, vamos a tratar de meter buenos arsumentos y vamos a ir a hablar,, no me dijo con quiénes. nAhorita no vamos a asesorar», porque en casi todas las divisiones (oficinas) de la Coordinación Agraria luego te preguntan de qué partido eres y la credencial de si te tomaste la foto. Para que te apoyen ahí dicen: *Hay este y este prol,ecto y así, asi, así y éntrale porque te conr,iene,. Sólo te quedas con los brazos cruzados. O sea que canalizan a qué partido pertenece el grr-rpo agrario o la rnayoría. El pnt nos asesora por parte de la cuc y el pRD por la uco (Unión Campesina Independiente). El partido del pnt ha sido puro abuso, pistoierismo, y nosotros no queremos eso, nosotros 1o que queremos es unidad y progreso del puebio. Porque lo que se quiere de un pueblo es estar pacíficamente, viür bien. andar bien con la familia, trabajar en el campo bien y por dondequiera andar libre. Cuando el presidente municipal es de un partido y el comisariado de otro, ya no se jala igual y empieza a haber problemas. Ar,É¡lorcps 2Zg Le voy a platicar una nueva, Nlosotros apoyamos a Jorge Sánchez por parte de los perredistas y luego se r¡inieron los del eru y le lavaron la cabeza y empezó a usar la r.iolencia, darle fuerza a la üolencia. ¿0ué hicimos? Nos organizamos ot¡a rmelta y como se nos voltió é1, nos traicionó, lo sacamos.rr pusimos a Ernesto Gamboa como de nosotros. Vino elpresidente de Acatlán y como es su municipio, nos dijo: *¿Por qué no hacemos otro atento y que se vaya a las elecciones de vuelta?», y volüeron a poner a otro del pRI. Nosotros pusimos de vuelta a un perredista y voluirnos a ganar porque en el pueblo somos 70 u B0 por ciento delpRo, pero el pRl le tira a que no queclen. Sobre un diputado del distrito de Tuxtepec 1, la política de México, el mismo campesino comentó: lo que hemos visto y sabemos es que Miguel Herrera la hace pa' acá y pa' allá. Era del Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y dicen que ya se voltearon al paN. Usted bien sabe que ellos (los diputadosJ ia mayona siempre andan buscando su beneficio. Dondequiera el que busca el poder no lo busca pa' otros. y la genle los apoya porque eso es lo que la gente nunca entiende. ¿Cóino estamos ahorita? ¿Cómo resultó ahorita mismo el pRr en México? Yb no le r¡oy a contar. Usted misma está,,'iendo en los programas qué está pasando en la tele, AhÍ tenemos alhermano de Carlos Salinas, Raúl Salinas con Ruiz Massieu. ¿A poco no todos son priistas? AhÍ está lo que desató ahorita entre ellos. ¿Qué pasó ahorita que se están privatizando varios patrimonios de la nación? ¿Qué tenemos ahorita con la devaluación del peso de nosotros? ¿Qué los lleuó a optar por otro partido? Ahorita ha habido una política muy dura, según los comentarios en los noticieros. Cuando se avietrtan en la polÍüca para elegirse para presidente ya el gobierno no nomás le da a uno, Ies da a todos. Anteriormente para publicitarlos, nada menos en el Canal 2, y al nno nunca le daban bastante impulso; al pRI sÍ le daban bastante impulso. Lo que llevó a la gente de mi pueblo a tomar otro partido fueron nomás las necesidades. Como 280 fuÉruorcns dicen muchos: «Ya nos ha fregado este, ahora que coma otro,. Esa es la palabra de la gente marginada, que no se sabe expresar. Dicen: nEste ya comió mucho de nosotros, ahora que coma otro,. ¿A cómo se puso aquella vez ahÍ en el pueblo el kilo de frijol? A nueve pesos; y el kilo de pollo estaba a siete cincuenta, y yo en mi casa hubo una semana que tuve que comer pollo casi todos los días. FÍjese que ahorita el picante vale caro. Cinco pesos y seis pesos el kilo de picante, ¿Cuándo hemos comido picante de a seis pesos? ¿Por qué? Porque ya no se siembra, nomás pura caña. De esos productores de caña nunca hemos tenido una ayuda. Que ya üene el fin de año y que te den tu aguinaldo pa' tu familia, no. En \¡eces \¡amos a pedir Lln pase pa' el seguro (tl,lss) y no dan nada. Ya no se diga un pase estacionario cuando no hay trabajo. Ahorita el seguro no atiende ni las ur§encias de cualquiera. Todo es pura explotación de los productores. ¿Cómo podría deJinír at líder que conocemos clue trabo¡a con los campesinos (he uisto alíderes que llegaru con su equípo de son¿do, documentos engargolados conpetbbnes, etc.)? ¿Qué estereotipo debe llenar un tíder que trabqia dírectamente con los campesinos para tener la aceptación, conuencer o corronlper, ne' gociar..,? Manuel Delgado Domíngtlez, representante de hocampo en Oaxaca, 1996.Lacuestión es cómo el productor puede aceptar al lider. Ante todo debe asumir una actitud crítica y cuestionable al sistema polÍtico, a los funcionarios, y debe de llevar una buena propuesta, un buen ofrecimiento de promesa que les va a hacer llegar. AquÍ en Valles otra organización convocó más gente ofreciéndoles vacas a bajo precio. Parte de esas gentes son grupos organizados. Grupos vinieron posteriormente y me consultaron pidiéndome la opinión de que si se iban con nmelón, o con «sandÍa». Melón les olrecÍa cincuenta pero sandÍa les daba el cien. Y las dos eran organizaciones polÍticas. DecÍan: oA nosotros nos conrrienen los que dan el cien,. Entonces yo les dije que si me per- A¡pruorces 28l mitÍan hablar con Ia verdad, como amigos, y les comentaba que a mÍ me daba mucha tristeza el hecho de que se vendiera una conciencia si existía, porque las dos son organizaciones polÍticas. Les decÍa, me da tristeza porque ahora en otro estado de la república hay gente que ahorita está dando su üda por lo que cree, arriesgando su vida por lo que cree. Y ustedes no arriesgan nada, ustedes ai contrario, están pensando en irse con el que les dé más y les sugiero que se pongan a pensar seriamente en lo que les conr¡iene como seres humanos, como ciudadanos para votar, sepan por quién van a votar y para qué r,an a votar y los apovos, pues olúdense, pueden conseguirlos ustedes mismos. No necesitan de organizaciones. La decisión es de ustedes. Lo que sí da tristeza es este interés desca¡ado. Para ser un líder, alguien pudiese ¿g¡i¡; .¿Tú premeditadamente usas sombrero, no? Y usas botas y te vistes así porque sabes que te van a aceptar los campesinos con este atuendo,. Tal vez desde afuera tenga razón, tal vez no pero vo vengo de mi tierra vestido asÍ desde que tenÍa siete u ocho años. Entonces en mÍ cabe esa observación. Sin embargo, constatado en la práctica se tiene más aceptación en los pueblos cuando uno viste como elios, cuando uno habla como ellos, cuando uno siente como ellos en las canciones, en el dolor que tienen ahÍ, hay una interpretación más fuerte y un cariño, y ese lÍder tiene mayor aceptación. Ei otro lÍder es naceptado» entre comillas. Estas gentes que te comentaba, estamos hablando de un lÍder como tal. estamos habiando de una persona oportunista, manipuladora que se aprovecha de circunstancias coyunturales para llamar la aten- ción y conseguir cierto respaldo temporal que más temprano que tarde es sacado de ahÍ porque si maneja situaciones imposibles, pues más temprano va a salir. Como el caso de estas vacas; que las vacas no eran cuatrocientas. Resultaron cien. No eran de cien sino eran de dos millones. Entonces los amisos dijeron: oYa nos vamos, no queremos saber nada,. Vuelvo al origen. Los líderes duran poco. Quien tiene mayor arrai§o es quien comentaba. Quien tiene esa identificación, 282 fueuorcos el campesino de alguna manera lo va sintiendo, con el tiempo y con el trato y va poniendo sus barreras. Lo que sucede es que ya eliminó a uno pero al rato Iiega otro y vuelve a tener la disposición de querer creer y a los seis siete meses dice: oNo tenemos líderes permanentes por mucho tiempor. Estamos hablando, por ejemplo en Valles, de mujeres. AhÍ Lidia Mendoza sÍ tiene años y tiene buen control, pero es una gran oradora, habla muy bien, habla de 1o que le duele a la mujer del campo. Consigue muchos recursos, le dan muchos recursos, y por eso sigue riira. No por ella, insisto, sino por lo que consÍgue. O sea, no es alguien que r,.iva de sus palabras, de su dirección, de su asesoría y orientación, sino vive porque le dan vida económica a través de los apoyos. ¿Cómo podna tsted deJintr La sítuctción de la mujer en el compo, qué tanta participacíón ttene ahora con este progecto de Alíanza para eL Campo? ¿Cuat ua a ser su parttcrpación o de qwé manera se ua aberrcftciar económícamente laJamilia a traués de s u p articíp acíón tang ibLe ? Manuel Delgado Domínguez. Como mujer organizada, cle alguna manera ha conseguido sus vacas, sus pollos, sus cerdos, sus borregos, sus cabras desde antes. Antes lo tenia con apoyo federal y estatal, ahora se llama Alianza. Antes se les hacia llegar a través de sus líderes. Los chivos, las gallinas y los cerdos, no es nuevo de Alianza, es desde antes. Estamos hablando desde hace unos diez o quince años. Pero eso no es tan directamente impactante en la producción como los animales, como dos o tres vacas que dan leche. Si no tienes el insecticida, si no tienes el otro químico, pues ahÍ se va arrumbar. Y si tienes ei insecticida y tienes el quÍmico pero n0 tienes el paquete tecnológico adecuado, ahí son otros componentes más. En cambio la vaca es vaca y nada más le das de comer y produce leche. AhÍ es una economía. O los marranitos dan sus marranitos y ahí se van, los pollitos... EI equipo intermedio es un insumo para producir más indirectamente que los animales. Los animales producen directamente. La mujer va a seguir su fuÉNnrcss 283 rol que ha tenido de apoyo a la economÍa familiar, de apoyo a su compañero con las limitantes en las relaciones de pareia que se dan por usos y costumbres. Sin embargo, sÍ representa un papel muy importante en la economía lamiliar la mujer que está organizada, porque le permite asistir a cursos desde corte y confección hasta cursos de manejo de animales, etc., es decir, le permite tener mayor amplitud y un mayor conocimiento. ¿Qué porcentaje de mr4leres en las comunídades partictpan o están organizadas a niuel estcldo? Delgado Domínguez. Con respecto al numero en Valles el porcentaie es mÍnimo. Aquí estamos hablando máximo de veinte mil mujeres organizadas. Miahautlán, Sola de Vega, Valles, veinte mil mujeres organizadas que de veras coadyuvan y participan en la cuestión productiva en forma directa. En relación del poder hombre-mujer lo que sucede es que el niisuro rol de necesidades en un sistema como este \¡a originando y presionando a que el mismo hombre acepte. O sea, necesita una entrada económica y la mujer puede conseguir marraritos y pollitos y anda en reuniones. Pues que se vaya a reuniones. Y asÍ lo ven ellos siempre y cuando no le falte a él su comidita, su desayuno, su cena. sus hijos se van bien peinados y cuidados a la escuela. Bueno, pues entonces la ntujer cae en la famosajornada doble. que con gusto la hace porque para ella pues también es una parte de su reaiización como ser humano pertenecer a un grupo de mujeres, de vez en cuando salirse, enterarse de qué pasa por ahÍ coir ios aliniales. las enfermedades de los animales, cómo vacunarlos, cómo curarles y otro tipo de cursos, entonces la mujer con agrado lo hace. Con las que he platicado dicen: nClaro, si yo a mi ma¡iclo tengo que atenderlo como debe de ser para que me deje, si no pues no me deja,. Por aliÍ van los comentarios. Y es diferente su participación en la toma de decisiones de los hombres, ¿no? Cuando los hombres de cuatro o cinco municipios tienen conflictos entre ellos, ahí no entran las mujeres. AhÍ la mujer no juega ningún papel porque no quiere o no se 1o permite su hombre, pero algunas si se atrer¡en y lo hacen. Son 284 fuÉ¡rprcos excepciones. Pero he tenido experiencias, y las hay buenas para hablary son respetadas por los hombres. No está tan vedado el que la mujer participe. Es más, hay mujeres más bravas y más enteras y más directas que los hombres, y se respetan sus opiniones, No es una mayorÍa. pero iampoco está vedado el espacio. Si una mujer tiene el carácter, el valor y las palabras y es propietaria de tierras, es ejidataria. está en una reunión como un ejidatario más. Nomás que se atreva a hablar, es tan respetada como cuaiquier otro ejidatario. ¿Qué problemcrs enJrertta et campo mextcano? Roberto Oliuares, delegado agrarío de Ia sna en Oaracct tl miembro de la Comisión Agraría Mwta del Estado de Oaraca, 1996. Como nosotros, teniendo todo, porque tenemos tierras de riego, trerras de temporal, tierras de bosque, tierras de ganaderÍa, tierra, tierras, tenemos de todo, tierras propias para la explotación de recursos no renovables; tenemos todo, pero no tenemos, o muy poco tenemos; si acaso ya vamos para nada. ¿Por qué? Porque la mayor parte del maÍz lo estamos ya importando, pero estamos importando a precio cle oro. ¿Y cLrál fue uno de los problemas de la unss? Pues el problema de Ia producción. Conclusión: ¿cuál es ei problema futu- ro, el más duro, el más drástico, el más dramático de la humanidad? Alimentos. Por consecuencia. si no se hace una buena administración de la tierra y buen uso de ella, pagaremos alto las consecuencias. Mala administración de la tierra, mala producción de la tierra, mala producción, hambre, mucha hambre. Muy buena administración de la tierra en general da resultados; buena producción, menos hambre, o nada de hambre. No se requiere ser inventor sino tener esas perfecciones. Por eso a los campesinos, a algunos campesinos yo les digo, en cuantas oportunidades hay: «no r¡endan la moneda eterna». La moneda del ser humano, yo le liamo, aunque se rÍan algunos -que no me interesa que se rían- pero cumpliré con lo que mi conciencia me dicta: tener un pedazo de tierra. fuÉworcss 285 Esa es Ia moneda eterna. ¿Por que? Porque inclusive los propios gringos, Estados Unidos, el prernio Nobel de economía habla de que si no está resuelto el problema de tenencia de la tierra en Estados Unidos, pues no habrá producción. ¿Por qué? Si ponemos un emporio de equis o zeta sin haber resuelto el problema de tenencia de la tierra, se caerá la producción. Entonces, veamos cómo ellos sÍ están entendiendo el mañana, y tan es asÍ que ya lo están entendiendo que ahora nosotros les compramos elmaíz a ellos cuando históricamente hablando es uno de los alimentos aportadores de este paÍs al mundo. ¿Cómo se esta dando eL uso de la tierra? Juan Antonb Inpez Slrcrenrberg, dí¡ector de Asuntos Jtrídicos del aaN, Delegación Oaxaca, 1996. Las tieras de buena calidad las destinan a la zona parcelada, las de menor calidad al uso común y las del asentanliento humano pues, bueno, ya está constituido el asentamiento humano desde hace mucho y es la que destinan. En cuanto a las comunidades, sobre todo la gran ma-vorÍa de Oa,xaca, tiene zona forestal. Sobre todo en la sierra y parte de Miahuatlán. Entonces, esas las dejan al uso común para la explotación forestal que hacen y hay beneficios para la comunidad. Se considera pequena propiedad forestal (artÍculo 119) la superficie de cualquier clase de tierra forestal que no exceda ochocientas hectáreas. En la práctica, hasta donde tengo entendido, ningún pequerlo propietario tiene tal cantidad de tierras forestales. Las propiedades ganaderas ya se engloban en 1o que menciona el artÍculo 120, que establece que se considera pequeña propiedad ganadera de acuerdo con el coeficiente de agostado ponderado de la región de que se trate. AquÍ en vez de nranejar superlicie, maneja cabezas de ganado mayor. Quinientas cabezas de ganado, pero habla de coeficieirte de agostadero de ganado mayor o su equivalente en ganado menor, ¿Quién puede establecer eso? La SARH que antes se llamaba, ahora es la Sagar. ¿Y esto cómo se determina?, mediante 286 Apoilorces estudios técnicos y de campo que haga la Sagar. Si esas tierras hubieran sido mejoradas con obras de riego, de drenaje, de nlvelación o con algo que les de una mayor calidad, se pueden destinar al cultivo. Esto es en base al estudio técnico que haya hecho Sagar, para ver si tuvo una mejora la tierra. Posteriormente puede ser que digan: uEsas tierras exceden y pueden mantener quinientas cabezas de ganado, es más hasta se pueden cultivar posteriormente esas tierras,. Pero porque hubo un mejoramiento en ellas, Entonces, la ley aquÍ en un momento dado ampara al pequeño propietario o ganadero a efecto de que con dinero o con su esfuerzo o su infraestructura mejore la calidad de las tierras y produzca y no se considere como latifundista. ¿Pero en base a qué? Al estudio técnico que hizo Sagar. Bs exclusivamente en cuanto a pequeñas propiedades ganaderas y ya 1o de cultlvo lo establece la Ley Agraria. En relación con los contlatos de enajenación podemos decir, bueno, el contrato de enaienación lo maneja el artículo B0 de la ley. Se habla de que todos pueden enajenar sus derechos parcelarios, ¿Qué entendemos por derechos parcelarios? Ena- jenar primero, Yo creo que aquí el legislador hablaba de compraventa exclusivamente, por como se maneja. Enajenar es en un latu census. En un sentido amplio, significa desprenderse del dominio de la cosa. ¿Cuántos contratos? ¿Qué se entiende por contrato de enajenación? Puede ser un contrato de compraventa, puede ser un contrato de arrendamiento, de donación, o puede ser un contrato de cesión de dere- chos, ¿Por qué? Porque estás trasladando el dominio, Enajenación es un término muy amplio. Entonces, para ese tipo de enajenaciones se habla de que los ejidatarios pueden enajenar sus derechos parcelarios, Es decir, sus parcelas, pero una vez que están debidamente certificadas. ¿Por qué? Porque ya podemos hablar de una superficie, ya podemos hablar de algo real. I¡s contratos, para que existan, para que puedan ser llamados contratos con su validez jurÍdica. necesitan saber determinar v hacer determinable la cosa Ar¡t'¡uc¡s 287 objeto del c:ontrato. Si no es determinable, entonces no es posi- ble. En este caso, como ya está certificado algo ya hay una determinabilidad de la cosa, entonces procede. Antes no se puede hacer porque los certificados de derechos agrarios hablan de una unidad de dotación en general; pero n0 sabemos ni de qué superficie ni de qué cantidad se trata. Estos contratos de enajenacióu se pueden celebrar entre ejidatarios entre sí o con avecindados, o sea nadie puede llegar al poblado y decir: nSabes qué, quiero comprar tu tierra,. Todo mundo se fue con la finta, a partir de la nueva ley, de que el ejido ya se prirratizaba, y se hicieron una serie de compras que están totalmente irregulares y que con el tiempo van a ocasionar problemas tanto en ejidos como en comunidades. Les van a ocasionar muchos probiemas porque el ejidatario puede enajenar a otro ejidatario o avecindado. ¿Y otro ejidatario con qué puede acreditar que es ejidatario? Con un certificado parcelario o con una sentencia de un tribunal, nada más con eso. Porque el que tenga certificado de derechos agrarios está todaúa en un ejido no certificado, La ley marca estos tres: certilicado de derechos agrarios, como en el que el ejidatario acredita su calidad v los marca el artÍculo l6; certificado parcelario, o sentencia del tribunal que ie determine tal carácter. Pero si hablamos de derechos agrarios, es decir, que todavÍa no está certilicado ese ejido J/ no puede hacer contrato de enajenación, por eso me referÍ nada más al certificado parcelario y a la sentencia del tribunal. Y con un avecindado. El artículo 13 define al avecindado como el mexicano mayor de edad que tiene un alo o más de residir en el poblado y que además es reconocido por la asamblea o por el tribunal agrario. Si no tiene esas caracterÍsticas no puede comprar. Habla tanrbién el artÍculo B0 del derecho del tanto, es decir, cuando una persona tiene esposa o hijos tiene que notificarles que desea vender: si en 30 días su esposa o sus hijos no ejercen ese derecho. él tiene plena libertad de venderle a otros ejidatarios o avecindaclos del mismo nticleo de población. 288 ¿Por ¿¿n fuÉnotc¡s qtÉ clasiftcaron ustedes conhatos de enqjenaciónbajo solo rubro? Lopez Slrcremberg. Porque es una de las acciones que más se están úendo ahorita en el Registro A§rario Nacional. Etrtonces, un ejidatario puede estar e¡rfermo o tener una deuda y vender de siete u ocho parcelas que tiene, una. Es un contrato de enajenación y se engloba en ese mbro que marca el articulo 80. Ahorita lo que más se han dado son cesiones y compra\entas, no ha habido donaciones. Se han dado dos o tres permutas. La perrnuta es tambien un t¡aslado de dominio de la cosa a caml¡io de otra. Unos campesinos me contaron que o su ejulo y1a habíalle' gaclo hocede a priuatízar, o al menos eso es lo que dicen que creen. ¿Qué dice de esto? LopezSheremberg.En un momento dado se prír'atiza, por llamarlo asÍ, el asentamiento humano porque se expiden tÍtulos de propiedad. Ya casi todo mundo tiene escrituras: no sé de dónde pero las tiene para su predial y demás. Pero las tierras parceladas y ias de uso conrún siguen siendo del ejido y respetándose como ejidales. Tienen un certificado, pero eso no indica que sea propiedad privada absolutamente. Tienen derechos de uso y usufructo, mas no de dominio. ¿Se puede comprar un terreno ejidal sin cuntplir conlos requisÍtos que lakg Aoraria establece? Roberto Oliucrres. SÍ, el que lo hace lo hace sabiendo, en primer lugar, que está comprando más barato y con más facilidades y que \/a a tener la poseslón de la tierra. A él no le importa. A muchos no les importa cumplir, por la misma necesidad que hay de adquirir de gentes de escasos recursos. ¿Qué es lo que está sucediendo? Que hay gentes que compran a ejidatarios l0 mil metros, una hectárea. y esos l0 mil metros los compra sin cumplir con la Ley Agraria, y este señor va a comprar cada metro en 30 o 20 mil pesos y en cada lote lo va a darya a 40 o 50 mil pesos. Fracciona esos 10 mil metros en equis número de lotes. Ahi ya está haciendo un negocio inmediato aun cuando no está regularlzado, ya después se regularizará. Son las venta- ArÉruorces 2Bg jas que él advierte. Ya por 1o pronto hizo el negocio, Ese es un tipo de negociante. El otro puecle ser el que compra un lote que pertenece a Lrna parcela de un ejidatario y ese entiende a ese comprador que no es ejidalario, que es particular; entiende que está comprando sirt cumplir con la le-V, pero lo que le interesa es tener otros tres, cuatro, cinco, diez pedacitos para que cuando haya posibilidad lo venda a mejor preclo. ese es otro tipo de comprador. ¿Se están vendiendo o no terrenos ejidales? SÍ se están vendiendo, La mayor parte cle los terrenos ejiclales vendidos está¡ en situación irregular, De más de tres mil operaciones que se adlierte se han realizado en el estado de Oa-raca solanlente 25 casos están regularizados a través del dominio pleno de las superlicies ejidales, esa es Ia realidad. Es un hecho. y es de hecho como lo podÍamos considerar en relación con el resto de la superficie ejidal que representa un múrirno, Este inÍnimo se da en la periferia de las ciudades capitales, y todo 1o que está en la capital de Oaxaca y en las capitaies de otros estados representa una cantidad menor que la totalidad de los ejidos constituidos, ¿Qué quiere decir esto? Que en los terrenos ejidales donde no tienen el problema de la cercanÍa de una gran ciudad los terrenos siguen dedicándose a la agricultura y están sin peligro y muchos de los campesinos 1, ejidatarios están convencidos de no vender. ¿Por qué es más fácil en algunos e.jidos cercanos a la ciudad? Pues, obvio. que por su cercanÍa a la ciudad los terrenos tienen un mayor precio y son rnás codiciados. ¿\'qué tanJactible es que une-jidcttcrío o un comLlrlero citora adquiera una ertensan de tterra dentro de lo que marca la leg conn límite? Roberto Oliuares. El comunero no puede vender. No, son casos excepcionales. La regla es que no. No se beneficia. La pregunta es buena porque ojalá que éstos que tuüeron 10 hectáreas, por el medio que sea lleguen a tener 50, 60, 80 o 100. Pues qué bueno serÍa, pero no lo es. Esto es una ilusión irrealizable. La excepción es que no conozco hasta este momento un ejidatario 290 fuoxorcss que esté en esas condiciones. ¿Por qué? Porque el 99 por ciento de éstos son gente de escasos recursos, sin la posibilidad de comprar. Sobre todo, ya en esas condiciones va tener enfrente a un competidor. Va a tener enfrente a uno de la iniciativa privada. No va a ser fácil. En ningún lado se da ese caso. No les reporta beneficios a los ejidatarios, absolutamente. ¿Tienenlos campesinos uerdedero anaigo para con su tie' na o muchas de las transjormocíones rectentes que han seguído a los procesos mrgratonos han aJectado su relación con ella? Roberto Oliuares. Mire, aquí hay un problema muy serio en relación con la tierra. Los ejidatarios que lucharon por obtener un pedazo de tierra conforman ya un grupo desgraciadamente reducido. Esos son los celosos. los cuidadosos. los de la gran dignidad, los del gran cuidado de conservar 1o que tanto sacrificio les costó. Ahorita lo que estamos viendo es que el expediente se fue, se vino y que ...Si a uno con un puesto le están echando mentiras: ofíiese que ya mandaron el expediente a tal lado, hoy ya lo mandaron ¿...» ] en esto llevamos ya tres años de que anda el expediente de un lado a otro. Sin saber qué sucede concretamente. Esto se transformaba o se traducía para otros en años; no en meses, en muchos años que tuvieron que luchar, de ir de la ceca a la Meca, del infierno a la gloria, de la gloria al infierno para poder ilegar a tener un resultado satisfactorio. Esos son los que han cuidado y dicen: nNosotros no vamos a vender muchas de nuestras tierras,. Pero hay otra generación, aquella que recibió el gran beneficio y que está ajena a las raÍces históricas de ese pedazo de tierra. Le parece que 1o que no cuesta no vale. Eso se da con mucha frecuencia en las zonas conurbadas de ciudades y capitales. ¿Por qué? Porque ahÍ nacen los hijos de los ejidatarios, crecen con otras ideas. Ya no le tienen cariño a la tierra. Excepciones las hay, pero la generalidad es esa. Inclusive §eneracionalmente se pierden conocimientos; obviamente, porque al no saber trabajar la tierra por lo difÍcil de los vericuetos a que los han sujetado las burocracias es lógico A¡Éworcrs 291 que diga: uNo, meterme a este vericueto está caramba,. Solamente el que le tiene mucho cariño, al que le ha costado como le costó a tantos indios y campesinos. Aunque nie cueste, pero yo tengo que seguir protegiendola, hacerla producir. ¿Por qué? Porque tuve 50, 30, 20,15,10 anos de esfuerzos cotidianos y sacrilicios excepcionales. ¿,Contemplabalaky Federcil de Re.forma Agraria (rrna) al- gurw cuestíón relacíonada con el" abatimieruto del" rezago agrario? Responde Roberto Olivares: no, de ninguna manera se contempla, y únicamente es el resultado de una serie de situaciones como son trámites burocráticos, falta de recursos, por detener determinadas acciones, por razones de tipo polÍtico, por los procesos políticos del paÍs, etcétera. Mire, en la Ley Agraria que surge de la modificación al27 constitucional en su tercero transitorio señala que todos los expedientes de dotación de tierras de nuevos centros de población... dice: la sn¡, el Cuerpo Consultivo Agrario, las Comisiones Agrarias Mixtas y las demás autoridades competentes continuarán desahogando los asuntos que se encuentren actualmente en trámite en materia de ampliación, dotación de tierras, bosques y aguas, creación de nuevos centros de población y restitución, reconocimiento y titulación de bienes comunales de conformidad con las disposiciones legales que reglamenten dichas cuestiones y que estén vigentes al momento de entrar en vigor el presente decreto. Los expedientes de los asuntos arriba mencionados sobre los cuales no se haya dictado resolución definitiva al momento de entrar en función los Tribunales A§rarios se pondrán en es- tado de resolución y se turnarán a éstos para que conforme a su Ley Orgánica resuelvan en definitiva, de conformidad con las situaciones legales a que se refiere el párrafo anterior. Aquí está parte de la respuesta que usted requiere' ¿Qué advertimos aquí de este tercero transitorio? Que efectivamente es un logro de algunas organizaciones campesinas, ya que establece la obligación de desahogar todos los expedientes que se 292 ArÉruotcss encuentren instaurados (instaurados quiere decir que ya se ha metido un acuerdo de iniciación y se concluya aplicándose transitoriamente las disposiciones qLle conliene la lnne). ¿Cómo debíamos responder? Usted dice: *¿hay alguna disposición de que se atiendan todos los expedientes?, Y todos los expedientes quieren decir el rezago. Pero si bien es cierto que dice que deben atenderse, lo que no dice es en qué tiempo habrán de atenderse. En una palabra, no se establece un compromiso categórico en cuanto a que todos los expedientes agranos que estén pendientes de resolverse se resuel\ran. «Deberá, en la ley se dice polÍticamente. Pero la ley no dice que en cinco años máxin-ro a partir de aplicar esta ier, deberá quedar totalmente... Iuo lo establece en el tercero tran- sitorio del 27. Preguntémonos ahora si no 1o establecerá el tercero transitorio de la iey. Tampoco lo establece. La lpm que se deroga se seguirá aplicando respecto a los asuntos que actualmente se encuentran en trámite en materia de ampliación, dotación de tierras, bosques y aguas, creación de nuevos centros de población, titulación y reconocimiento de los bienes comunaies. Hasta ahí dice: nlos demás asuntos que corresponda conocer a los Triburraies Agrarios se turnarán ex proJéso a la Comisión Agraria Mlxta,. Esto está en el tercero transitorio de la Le}, Agraria y no está en la mn¡ porque ésta se deroga y se \¡a a aplicar sólo la ley de reforma agraria en estas acciones. ¿Cómo? Afectando terrenos, ¿Por qué? Porque la nueva Ley Agraria ya no admite afectación de terrenos, por eso es que transitoriamente habrá de aplicarse el contenido de la Lnnq en estas acciones de dotación, ampliación, nuevos centros de población. Pero ya no admite que haya solicitudes de dotación o ampliación. O sea que desde 1942 eso se puso y no se modificó nunca. ¿Se consíderó en otros sexenios combatír el rezago agrano o de eso nunca se habló? Roberto Oliuares. Claro que siempre hubo intenciones. ArÉ¡iorcss 293 Desde que nació el reparto a€rario se tuvo la intención de abatir el rezago. Como usted vio ahí en lo repartido con la aplicación de la ley del 6 de enero. fueron setenta v tantos asuntos. ¿Y qué pasó? Que desde ahÍ ya existió un rezago. y ¿por qué? Porque muchas de esas resoluciones qlre se dictaron no pudieron culminarse por oposición de grupos armados, guardias blancas y, en fin, no permitieron que se ejecutara. Otros interpusieron amparo y de ahí surge el rezago y se va acunrulando v asÍ nos \/amos a entender. En realídad ¿qtLé es el rezacto agrctrio? Contesta Roberto OLiuores. El reza€o agrario son todas aquellas acciones tlue no pudieron culminar con una resolución o que ésta no pudo ejecutarse por impedimentos de carácter jurÍ- dico, de carácter social o de rezago, Esas piedritas que no da y que fueron quedándose, tas desde cuándo empezaron ¿Pero carácter politico, lo que forma el pudieron ser colocadas en la barcreando montones. ¿Y las piedri- ajuntarse? Desde 1915. eso no tenta ningtLna relación direcLa conla cuestión de reparto de tíerra? Roberto Olt¿rares. Claro que sí. Claro que sÍ. Se dictaron resoluciones en l9l5 con \¡enustiano Carranza, 200. Y de éstas 200 nomás se pudieron ejecutar 70. Entonces, ya ahÍ quedó un rezago y ahí se van acumulardo todas las resoluciones no ejecutadas, ¿O sea qtrc la problemática era de clue unndo no había un expediente deftnitíuo se iba generando rezago g podían otras per' sonos inuodir esas tierras o se distrúuia nueuamente la tierra? Roberto Oliuares. No. el problema que se daba es el que señalo. [,os problemas que señalé, Se afectaba a un señor Fulano de tal, pero ese señor Fulano cle tal era prestanombres de un eminente polÍtico. El otro caso es en el que, por ejemplo: nO no dejo que entreguen las tierras, me amparo». Y se amparaba. Entonces quedaba pendiente la ejecución. En el otro caso: oNo meto amparo, ni soy político, ni soy... nomás que aquÍ estoy con mis peones o con mis gentes, y aquÍ el que entra se muere». 294 ApsNorces Y lo de los ejidos superpuestos g lo de que en unas comuní- dades existen ejídos, ¿son enores admínistratiuos? Roberto OlIuares. No, esto obedece a una situación muy clara, muy, muy ciara, cuando se inicia el reparto, y se intensifica precisamente en la época de don Lazro Cárdenas. l) No habÍa el equipo suficienle de topógrafos y técnicos que respondiera a las necesidades en este renglón. L.os pocos que habÍa eran gentes con capacidades eminentemente de carácter práctico. 2) Para poderse responsabilizar de una tarea de este tamaño, por lo que le estaba mencionando que habÍa oposición por la fuerza de las armas; entonces, no cualquier gente se iba a jugar la üda. Sueldo malo y exponer el pellejo, pues no tan fácilmente la gente aceptaba esa responsabilidad. ¿Entonces qué se hacÍa? De ahÍ surge uno de los problemas. I¡s deslindes de origen los hicieron gentes con conocimientos muy precarios y no se hacÍa con la perlección que requena, con acercamiento al conocimiento o a la verdad técnica requerida. Obvio que no. Y del todo conscientes los gobiernos. Y lo mismo estuvo conscienle Lázaro Cárdenas; por eso creó en ias famosas brigadas la obligación de que fueran apoyadas por los guardias rurales, para que asÍ los ingenieros tur¡ieran incluso autorización de cargar armas (los ingenieros del entonces Departamento Agrario) para poderse defender de los rechazos que lísicamente se iban a dar. Esto nos da una idea de que el ir a medir una superficie, no a entregar, sólo medirla, requerÍa de jugarse la ',,ida. Entonces, si la queremos peladita y en ia boca, pues no se puede hacer. ¿A qué conclusión podemos llegar? A que el reparto era una necesidad y una obligación histórica que realizar. Que más valía tener un problema de sobreposición en un momento dado de planos, o de un plano con otro plano, que dejar de realizar el reparto. ¿Se entiende? Yo prefiero tener un problema de límites y no como poblado dejar de tener el beneficio de que me hubieran dado un pedazo de tierra. Pues si voy a tener un problema ahÍ con 200 o 300 hectáreas con mi vecino a lo mejor era preferible a no entregarles nada. Eso es lo que hay fuÉworcos 295 que considerar, porqlle condenalt la actitud a veces de las instituciones de forma cabalmente absurda por desconocimiento. Concluiria yo diciendo que a tal grado es esto que en Tuxtepec hace apenas unos siete años, realizar un trabajo técnico, medir a un propietarlo no era nada, nada, pero nada lácil, ¿Por qué? Porque utilizaba preclsamente los medios que usted señalaba. El de la presión polÍtica. ¿Cuál era el de la presión polÍtica? ooiga, pues soy anigo de Frilano y Mengano,, y decÍan: nOiga, mire, aquÍ tiene usted las escrituras de un predio y aquÍ tiene los planos. Pero usted no me va a medir, usted no va a entrar a mis terrenos. ¿Lo quiere asÍ o se regresa o se muere, he?, Entonces, asÍ era hace siete años. Eso nos demuestra el grado de dificultad que han puesto todos, ia mayor parte de los propietarios en determinadas zonas, como es ahÍ en Tuxtepec. ¿Por qué? Por dos razones: ut1a. a veces querÍan beneficiar a los campesinos sin tener bases para ello, sin tener los elementos, sino por actitudes de compromiso político o humano, por elicacia de conducta. Eso tampoco se vale porque sÍ se liegaron también a afectar propiedades que debían ser respetadas; sin embargo, hubo gerrte mala que las propuso. Fueron excepciones, no estamos diciendo que haya sido la regla. Hubo excepciones en ese sentido y muchos propietarios se valÍan de eso. decÍan: oNo, no nos vamos a de.iar porque si tras de eilos viene un grupo de campesinos y \/an a medirme aquí mi tierra al rato no los entrar a nadie. AhÍ están ios planos y ahí está esto,, y no dejaban realizar trabajos. AhÍ nos damos una idea del porqué de las mediciones buenas, malas o regulares. Imagitese usted si al ir a entregar las tierras, como pasó en Jalisco, allá en Los Altos, un general equis, que era dueño de ia mayor parte de las tierras, o r_ura resolución saco». No, no, no dejo presidencial que dictó el general Lazaro Cárdenas, la van a ejecutar y le dice al comisionado de la Reforma Agraria: nEspérame tantito, vamos a nrandar llamar a todos los muchaciros que solicitaron tierra». .¿ustedes son los beneliciados con la resolución ss[¿!» «§i». n¿Ustedes son los que pidieron tierra?, uSÍ,. Y los fusi- 296 fuÉruorcos ló. Con una expeñencia de ese tipo que se va corriendo y que además la rnven cotidlanamente los trabajadores de la Reforma Agraria y antes del Departanlento Agrario, pues ellos tenían que ser hasta cierto punto creatir¡os, es decir: uBueno, aquí t,oy a sacar de estos medios técnicos asÍ. así y aproximarme. Pero yo también tengo que sacar rni trabajo porque si no rindo mis informes no me pagar los r4áticos,. Y se tenÍa que valer de los medios que estuüeran a su a,lcance. Algunos, muy escasos en principio, porque todavía en el ano de 1976 no habÍa más que dos agrostólogos y agrónomos en este país. Eso nos da una magnitud de ia poca atención que le damos realmente a la tierra. Hasta 1976, cuando viene la idea de reformar el código cle 1942. Lo primero que se dice: uSeñores no es tanto el problema de la ley, el problema número uno es que en la Reforma Agraria ni están todos los que son ni son todos los que están,. Si nosotros tenemos buenos trabajos técnicos, ingenieros bien pagados, que es ahÍ donde está el problema, el problema lo minimizamos, lo resolvemos satisfactoriamente. Pero si metemos de media cuchara con un sueldo raquítico jamás vamos a poder obtener un buen resultado. Si hubiésemos hecho el de nombrar a buenos ingenieros con muy buenos sueldos, los trabajos hubieran sido muy buenos, aunque con dificultades. ¿Por qué? Porque ios nuevos ya sabÍan manejar los nuevos instrumentos con que cuenta la técnica. pero esos no se ven acá en Relorma Agraria; se llevan a otras instituciones a donde les paga mejor. ¿Por qué decÍa yo que un muy buen pago a 1os técnicos? Porque el problema de determinar una superficie es de un técnico; la calidad de la tien'a es de un técnico, la explotación de la tierra es de un técnico, 1,el régimen de propiedad es de un abogado. ¿En cuántos elementos se requiere entonces de un técnico? Tres contra uno. ¿Cual es la mayoria? Tres. E1 técnico contrata técnicos. Tan sencillo, ¿verdad? Cuando me tocó ser allÍ asesor en 1965 del oficial mayor: é1 era agrónomo -un oaxaqueño, el ingeniero Abelardo G. Varela-, lo entendió muy bien y entonces hizo contratación a nivel nacional con muy buenos sueldos en lo que se llamó el Programa Nacional Agrario, precisamente para Ar,É¡¡orces 297 1o que podÍamos decir rezago y actualizar cuanto expedjente estaba detenido y atender las solicltudes de todos los cantpesinos de ese programa. Entonces, ¿cuál fire la punla de lanza? Los técnicos, no los abogaclos. Soy criticado en mucltos lados y dicen: .Usted es abogado,... y no, no simple y senclllamente razono. Si a mi como abogado clictaniinador me dan superficie, calidad del predio, explotación de predio y obtengo el régimen de propiedad. determino. opino si es afectable o no el predio. Mientras no tenga eso estoyjodido. Estoy imposibilitado de hacerlo, claro. Me falta sólo el régimen de propiedad y ya r1o puedo hacerlo; me falta el de la explotación y ya no puedo hacerlo: me faita el de la superficie y ya no puedo hacerlo. Con cualquiera de ios cuatro que falten, estoy imposibiiitado para determinar si es afectable o no. Pero esto no solamente se señaió asi cuando estuvimos en Chihuahua. ¿Qué tuve que hacer? Ponerlo en práctica. Entonces, ¿a quién les pagaba yo muy bien. A los agrónomos y los ingenieros. Pero a mí me dejaron actuar con libertad. ¿Y cómo sa,limos? Pues salimos muy bien. ¿Y luego qué hicimos ahÍ? Pues envez de que yo hiciera seminarios o cursos de capacitación jurídica. . . me enlbqué en el problema técnico. Porque en el campo no es. conro se quiere señalar, que el abatir problema es jurídico. Esa es una mentira. Es de carácter técnico. Entonces, ¿qué hicimos? Hicimos también un curso de capacitación para topógrafos, porque no había topógrafos. [¡s seis nleses que llevabat la mayor parte de los ingenieros civiles y agrónomos no era suficiente para responder a un programa tan especial. En Chihuahua hay una escuela de topógrafos maravillosa. AhÍ hicimos un curso de capacitación para que atendieran a nivel nacional los requerimrentos de topogralia en este paÍs. Debió haberse continuado pero no se continuó. Nada más tuvimos un curso. Pero otra vez llegamos a la necesidad de que la intervención de 1o de la técnica en el campo, atrás de los campesinos no delante de ellos. Atrás de ellos, ¿cómo? Tú siembra como acostumbras y yo te apoyo. Eso es. No al revés. 298 ArÉuolcas ¿Considera usted que etttre la gente del campo extste uerdadera incertidumbre porque muclrcs no poseen sus títulos y/o ce rtdic ado s p ar celano s? Mardíel Hernandez Caballero (director de la Facultad de Derecho de la Universidad Benito Juátez de Oaxaca) comentó en 1996 que con tÍtulos y sin ellos ia gente del campo está sujeta simplemente a vivir de la tierra, vivir para ella y poder convivir. Es difícil quitarle un esquema tradicional delcultivo del maÍ2. Es difÍcil imponerle otros cultivos quizá más redituables. En esto debe haber una cultura agraria y agrÍcola porque en la medida en que los campesinos nada más saquen para comer seguirán sembrando maÍ2, frijol y chile como una costumbre ancestral. ¿Y a qué nos obliga la situación actual? A tener eso. No hay otra opción. Si siembran otro producto diferente, en los mercados los absorben las grandes empresas o tienen que vender a precios ínfimos sus cosechas, y esto no les conviene. Prefieren seguir esto que sÍ es redituable. El maíz por lo menos se vende, y es el sistema tradicional de autoconsumo. Esto es parte de la misma ideoiogía y de la forma tradicional de la concepción de la tenencia de Ia tierra. DifÍcilmente puede cambiar. Está igual. Hay alicientes a través de Procampo y a través de programas de apoyo de dinero. que es muy poco pero que llega. ¿Qué se hace ahora? Se regulariza la tenencia de Ia tierra a través de los programas oficiales. En los ejidos sobre todo renuevan su titulo. Nada más lo actualizan. Y bueno, ¿ahora qué? Ya tengo certidumbre de la tenencia, efectivamente ya sé por dónde mido' con quién colindo, pero 1o que quiero es comer. Ya tengo mi parcela y estoy sujeto a otra situación. Es decir, al fondo no se entra, sino simplemente se van cubriendo formas. Dent¡o de la problemática más especial vemos que: a) su tenencia de Ia tierra no está regularizada, es decir, no tienen una resolución presidencial todavÍa, están en rezago', b) tienen conflictos por lÍmites, aunque tenga resolución tienen por allá conflictos ancestrales o actuales o de mediciÓn, y se para hasta ahÍ, con la inseguridarl y lazozobrade que pueden ser invadidas sus ArÉ¡rorcos Zgg tieras, de que hasta pueden ser despojados. Por otro lado. los empresarios que quisieran inl,ertir y usulructuar la tierra, si es que los hubiera, quieren seguridad estricta. No se arriesgan a perder nada más por perder su capital. Ellos van a querer ganar, ¿no? Siempre en una sociedad de ese tipo se pide el lucro, \¡ el lucro Io obtienen a base de una exclusiva seguridad. Pero los bienes comunales están supuestamente amparados g protegídos por la Leg Agraria, O sea que si las comunídades participctn en una asocíación o socíedad e ínuierten elJactor tíerra g hat¡ quíebra económica. como comunídnd ua a conseruar esas ti"erras porque son inalienables, ínembargables e tmprescripttbles. Mardtel Hernández Caballero. Bueno, esta reforma está bastante cuestionada, porque esta¡tos hablando de la forma de tenencia de tierra comunal: la comunidad es una de las más protegidas que hay, y en ocasiones choca con los principios constitucionales, ¿no? La kv Agraria reglamentaria establece que sÍ pueden alectarse los terrenos comunales; en eso es muv expresiva. Pero la Constitución 1,a habla de otra situación. Los conve- nios internacionales hablan de la protección integral de las comunidades resenando sus usos y costumbres y sus bienes que sí deben ser inalienables; la 1e1, ya habla de que sÍ pueden formar asociaciones o sociedades, y con el tiempo las tierras pueden ser enajenadas e hipotecadas. Es decir, aquí jurídicanrente hay una buena discusión que nos permite entrar y opinar a profundidad hasta dónde deben ser las comunidades protegidas. Hay corrientes que dicen que la comunidad debe preservarse normalmente y que sus tierras no se pueden enajenar, no se puede prescribir, De ahí que en foros a los que se ha asistido para la protección de la comunidad hay un reclamo permanente de una protección integral de ellas; en cambio, la ley reglarnentaria sÍ habla de otra situación, ¿Por cyé enlatrnq. g alrcraenlaleg Agrarb, se establece qtrc se utilbaran los m¿smos criterios c1ue regulan el ejído para las comtLntdades? 300 fuÉ;r,rorcos Mardiel Hernandez Caballero. Mire, hubo una tendencia en el gobierno de Cárdenas a formar ejidos con ia üsión de ejidos colectivos. Obviamente que en ia última parte de su mandato ya no estableció completamente este criterio. Pero a fin de cuentas prevaleció en toda la legislación, en los códigos, que nosotros le demos preferencia a los ejidos. \'efectivamente, la le¡, seriaia que en todo lo que no contra\ienga se aplicará esta ley en las comunidades. Obr,'iamente que no contravenÍa en la administración, cómo serÍan las asambleas. etc.. pero en la cuestión de tenencia de la tierra. ahÍ sÍ contravenÍa porque era prácticamente comunidad. Entonces bajo esta esca-la se le dio prioridad al ejido por mucho tiempo, y todar'ía se le da y se menosprecia un poquito la comunidad. ¿Por que? Porque la naturaleza de sus tierras hace que la comunidad sea muy compleja en su manejo. Si usted ve, en los ejidos no se manejan mucho los usos y costumbres. En carnbio, en las comunidades se manejan usos. coslumbres, algunas formas colectivas de trabajo, etc. Es decir, es más integral colectivamente el trabaio comunitario. Este es uno de los motivos principales. Y la nueva lev agraria repite: nSe aplicará esta ley en 1o que no contravenga a las comunidades en la etapa comunal si contrar.iene de igual manera». En el ejido se aplica, repito, en la forma de administraciólt; cómo convocan a asamblea, cuá¡tos dias, etc. Pero en la forma de tenencia, ahi sÍ no se aplica. Se ha dejado esta laguna en la aplicación de la ley en las comunidades. Dentro delrégímen de bíenes comunoles, ¿cómo trabqjanla tterro bs coml{/¿eros, tíenen tuw porcela asEruña o cónw lo hcrcen? Mardiel Hernández Cctballero, Hay varios aspectos en las comunidades. Un comunero puede trabajar la tierra particularmente o en común. Puede un año estar aquÍ, un año estar allá, y todaúa hay comunidades muy alejadas donde descansa Ia tierra, y quien llega a trabajarla otravez, o quien haga el famoso roza, tumba y quema, siembra y la deja descansar. Desgraciadamente para la asricultura la primera cosecha es la buena, lo demás se echa a perder, asÍ van desforestando las comunidades A¡o¡rolcss 301 indÍgenas. Pero ahÍ está de por medio la subsistencia. ¿Qué hacer ante la carencia de tierras que puedan darles alguna cosecha? Hay comunidades que -\¡a por costumbre, nada más, tienen señaiadas indir.idualmente sus posesiones. Esto es un fenómeno también muv.variable. Nosotros hemos r.isto comunidades que dicen: uBuenci, 1ro pago como si fuera pequeño propietario. Cancélame mi escritura si dices que somos bienes comunales,. Mejor dicho, «qltiero que me canceles mi escritura», con la seguridad interna, con ese individualismo que tiene la gente. Bueno. es que es más se{uro si tengo mi documento, pago v nadie me lo quita, aunqLle me \,.Ava _vo a México o Estados Unidos, y piden su cancelación. Otros ntás no quieren estar en el régimen comunal y prefieren tener recaudación de rentas y escritura. pero como es un acto potestatir,o, recaudación de rentas está cobrando y no pasa absolutamente nada, Esto hemos encontrado nosotros en comunidades. Una problemática en la aspiración de unos de cancelar su impuesto, y otra en reconocer su posesión como comuneros. Los casos más comunes son aquellos en que los comune- ros no quieren pagar impuestos en sus tierras comunales. Es más, ahÍ se refleja la cuestión económica, no quieren pagarlos. Quiérase o no, para ellos representa cada año estar pagando. La lev dice que se debe pagar colectivamente, y el pago es un costo social. La antigua LnRR así 1o establecÍa. Pagaban impues, tos coiectivamente por sus tierras, y era un costo muy bajo. Siguen pagando eso en forma colectiva y otros pagan individualmente en recaudación de rentas en los municipios. ¿Y parala adclttísición del domütío pleno qué tcnta demandalrcry en los ejidos y en los bíenes comtnciles? MardielHernández Caballero. Más en los ejidos. La ley va con tendencia a los ejidos. Creo que a largo plazo permitirá que los ejidos se vendan. Ya después de haber pasado e1 programa de regularización, La lev establece que ya pueden enajenar, con la tendencia a que se conr¡iertan los ejidos en pequeña propiedad. En las comunidades es más difícil porque la ley les pone la 302 ArÉxotces traba de que no comoquiera se pueden enajenar. Siempre se declara nula una escritura que la asamblea no haya autorizado. Esto es más difÍcil en las comunidades. IJay resoluciones presidenciales que perduran, Para poder vender una comunidad pri- mero debe cambiar de regimen. Llegar a ser ejido, entrar al Procede, regularizarse, obtener su certificado y, ahora sÍ. enajenarlo. Son mecanismos quizá un poco más lentos pero lle§an al fin que se quiere, la regularización. O la otra vía. que es más directa: la expropiación. Se expropia una comunidad por tener tierras en común, y con eso ya el Estado puede disponer de ellas como quiera. Repito, en las comunidades aledañas a las ciudades sus intereses son la compraventa y la enajenación de sus tierras. Entonces, sÍ tienen ellos dos factores: la üa rápida, que es la expropiación, o la de Procede. Esto carlbia porque de hecho el crecimiento de la mancha urbana es tan fuerte que llegan posesionarioS ), con el tiempo reclaman servicios. Se va perdiendo esta situación, o venden tierras a fraccionamientos y el día de mañana ya reclaman serricios. Bs decir, la mancha urbana tiene muchas maneras de penetrar y las comunidades son absorbidas completamente. Nosotros lo vemos aquÍ, todos los ejidos aledaños a la ciudad ya prácticamente son colonias v las comunidades en ese rumbo van. Mucha gente se integra a ellas, o sea vende su parcela, o se fracciona por lote. Ya no se dedican a Ia asricultura, sino al comercio o a cualquier otra actividad económica, y por supuesto cambia el uso de la tiena. ¿Por qué hag dentro del rezago agrarío co4flictos que no pueden s er solucionado s? Mardtel Hernández Caballero. Hay conflictos que por su naturaleza no pueden ser solucionados. Bl ser humano es tan especial en espÍritu y carne, que es difÍcil. Yo ven§o contemplando un problema entre unas comunidades de la Mixteca que se dio en 1672.Fue la tesis de Benito Juárez sobre tres pueblos de Nochixtlán. Juárez falló a nombre de uno de los pueblos. Posteriormente se agotan con la Suprema Corte de Justicia y ApÉwolces 303 hasta los IB00 nuevamente se ve este problema. Ninguno entra en posesión y se llega a 1991-1992. La Suprema Corte ratifica que el problema legal ya quedó solucionado, pero el verdadero problema es de orgullo delaraza mixteca, Quizá del instinto de territorios que había antes. Un pueblo dice: uEsto es mío y no es tuyo aunque tus resoluciones y la Corte y el derecho del hombre diga que esto es tuyo, para míva a ser mío,. Y ahí ha quedado y todavía es la fecha en que no se concilia y sigue todo igual. Es decir, cuando encontremos la clave para entrar y saber cómo conocer el temperamento de estos tres pueblos y haya la circunstancia, se resuelve. O sea que la úa de la conciliación utiiizando recursos económicos no funciona. Dice el gobierno: n¿Cuánto valen tus tierras? AquÍ está, te doy el doble de lo que vale. La comunidad responde: oNada de dinero, queremos que- darnos con la tierra. Mejor dale el dinero al otro pueblo,. El gobierno insiste: *Te doy el doble o el triple,. nTe pongo una tábrica, te..., Los pueblos responden: oDáselo a é1. No queremos, estas son nuestras tierras, de nuestros antepasadosr. Así, el conflicto es parte de la idiosincrasia de un pueblo. Repito, la conciliación tiene chispas, que nos dio a nosotros la oportur-ridad de conocer el temperamento. Es tan difÍcil conciliar intereses de los dos, o de los que sean, porque es de temperamento de ser humano, que a veces uno mismo no se concilia. A veces tratar de conciliarse hasta con un familiar representa muchas situaciones de temperamento. Más en pueblos con arraigo y pasiones de años y con muertes y coll sangre y con costumbres y todo esto... Este problema, repito, viene desde la época de la Colonia , Juárez lo üo y la Suprema Corte lo volvió a ver, y ahí siguen las tierras sin cultivar en una zona de pobreza. Sin embargo, a veces tiene uno suerte y cae en el momento y la hora apropiada y se solucionan controversias por tierras. ¿Cuáles son las-formas en que se maniJestó la inquietud por resoluer el problema de la tenencíct de la tíerra en Ménco? MardielHernartdez Cctballero. Son mriltiples las formas en que se manifiesta el problema de resolver la tenencia de la tierra, 304 Ape :,,-utcts son muchÍsimas; vo sigo pensando que \¡a por tienrpos, por cuestiones de voluntad poiÍtica. El problema de la tenencia de la tierra en México en sí tiene muchos aspectos. Yo conozco el medio local, donde se juntan el cacicazgo, la incomunicación. la inseguridad, ei monolingüismo. Se juntan los grupos de poder, los grupos de presión, muchísimos aspectos, pero depende de la t,oluntad polÍtica de poder, de quererlo resolver. A veces conr.iene, por cuestiones polítir:as, el partido en pocler, la oposición o el intermedio, Bs decir. todo depende de que haya esa voiuntacl para resolver el problema. Entonces, las formas se han manifestado de distintas maneras, y los problemas seguirán existiendo en la medida en que exista esa posibilidad. La tenencia de la tierra es, como vo he dicho siempre cuando platico con ellos: la lucha por la tierra en México es parte de su historia, el hombre vive por la subsistencia desde el punto de vista emocional, sentimental, histórico, le agarra amor a su tierra. A veces le dices ai campesino: nPor qué peieas esto si no produce nada,... uSÍ, pero aquÍ he üvido, aquÍ han vir¡iclo mis antepasados, aquÍ hemos caminado, aquÍ hemos hecho fiestas, hemos... por eso lo peleo, porque es de nosotros. nadie nos lo va a quitar asi nos maten, aquÍ hemos üvido,. Es decir, está Ia pasión de por medio. ¿Toclauía ua a continuar esa p«sión a traués de las gertera ciones jóuenes, independientemente del grupo tant grande de gen tes que emigran o Daft a traba¡ar a otros Lados g ctLando reqresan ga se modiJicó suJorma de pensar? McLrdielHernandez Cabaliero. Va a canrbiar. Los tiempos, las circunstancias les cambian sus hábitos, pero esto es un proceso muy lento, totalmente lento. Porque regularmente o de preferencia los que se van ya no regresan, se quedan los más valientes en una comunidad. Y si regresan lo hacen un rato y ya no se acostumbran. el rol social es otro, su idiosincrasia es otra. Llegan, como que modifican un poquito la costumbre pero no se adaptan y se van. Regresan a otro lado, o se quedan pero ya con una rrisión distinta. Al contrario, se desesperan por no tener los alicientes económicos para poder subsistir. La gente fuÉNorces 305 emigra pensanclo al otro año voir,er y salirse y se van a asentar a los cinturones de miseria de las ciudades donde hay industria. Es decir, deja los pueblos a veces con el recuerdo, r:on el recuerdo nada más. ¿Podnan estas modificaciones a La leg treer como consecuencia la compactación de grandes e.rtension es A crear latiJun dios simulados? Mardiel Hernandez Cabaltero. Bueno, a ese grado no. Hay pero necesitamos ver resultados. Ahorita está posibilidad, una estático todo. Ei acaparamiento no se ha dado como se pensaba, de la noche a la mañatta, porque realmente el grueso de la población no tiene los recursos para empezar a... Pero sÍ, ahora que se puede r,ender compra un poquito, otro poquito y ahÍ r,a porque va subiendo el valor catastral y yo creo que hasta el comercial de una tierra. EI resultado no 1o podemos \¡er en este todar.ía. Creo que debemos dejar un buen paso, un tiempo. yo creo que en diez años sabremos si esto crea l¿rlilundios o si el proceso es más lento, o si hacen electivas las reformas en e1 sentido de tener grandes extensiones para cultivar y esto permite la producción v la autosuficiencia. Todo el minifundio es un problema. Está pulverizado, 1' mientras 1o esté no hay no hay salidas. Este serÍa ya uno de los aspectos agrÍcolas, económicos. Plática con un campesino que desde hace muchos años está procurando le sea reconocido un certificado de derechos que fue de su padre, con la esperanza que ahora que se ha instrumentado el programa de regularizaclón de tierras Procede é1 finalmente lo puede lograr y adquirir derechos sobre esas tierras. Urr campesino de Tetela, Ttatepec, Oaraca (1986)' En mi pueblo hubo unas personas que hicieron gestiones para solicitar el reparto de tierras de una hacienda que se llamaba Estan- cia de Vaca. las cuales tuvieron una resolución el 17 de septiembre de 1935. Se dieron muchos problemas porque quienes llevaban las rienclas estaban formulando un caciquismo y repartieron las tierras a su conr¡eniencia. El primer comisariado 306 Ar,ÉNolcss ejidai no quiso firmar documentos como ellos queian y hasta hubo muertos, Ellos siguieron insinuando la toma de tierras porque habÍa muchas libres en ese núcleo de población. Porque todos anteriormente le decÍan a aquel libre: *Queremos que seas asransta», porque no se conocía de aparcelarios, ni de ejidatarios, ni nada. nQueremos que seas agrarista, si no io eres desocupa aquí,. Y ahÍ era donde venÍan las palabras ntayores, ,y ellos discutÍan para llegar a un acue¡do. Ser agrarista querÍa decir entrarle a las organizaciones de los nuevos grupos que se crearon en ese entonces. Le decÍa que hubo una resolución presidencial el l7 de septiembre de 1935, con una cantidad de 3 330 hectáreas 1, de ahÍ pa' acá se ha venido monopolizando el caciquisnto y aparecen ell el ejido ahora definitir¡o de Tetela I 643 hectáreas. Entonces, nosotros. siendo hijos del pueblo de Tetela, nacidos y criados ahÍ e hiios de ejidatarios, estamos asÍ, con los brazos cruzados, y optamos por hacer una solicitud de una nueva ampliación, según la ampliaciór-r de 1o cual antes desconocÍamos cómo estaba Íntimamente el ejido. o sea integrado. Pero a través de lo que hemos andado caminando y las entrer,'istas que hemos tenido con dichas 1rersonas (de la sm), nos estamos dando cuenta de que estanros solicitando untr ampliación que ya solicitamos. En la segunda ampliación que solicitamos estamos montados sobre una dotación que lue en ese entonces. Y optamos por investigar en el R¡N de México y descubrimos que efectivamente están 3 330 hectáreas registradas. En la carpeta básica nos consta que están ellos, pero dice tácitamente: nestár derogadas,. La palabra de tácitamente también la tenemos nosotros inr¡esti§ada sobre el diccionario y dice discretamente. Pero en aquel entonces no hubo nacla de que cuando se nos dio un terreno, en los trabajos técnico-informativos se hacía el plano: se ie van a librar aquí y... se deja acá... HabÍa una ejecución estricta, porque eraLázaro Cárdertas que estaba con la mano dura, con el látigo. Que la tierra que serlalaban los campesinos que querÍan trabajar era la que se les iba a dotar, fuÉNolcss 307 E,ntonces. como de ahí pa' acá se ha monopolizado el caciquismo, ahorita mucha gente necesitamos tierra para trabajar y somos... nrire, aquí están las manos calludas del hacha, elazadón, el machete, ei gancho, somos trabajadores del campo. Entonces, hemos buscado la manera de venir haciendo la lucha ya que hay esa segunda ampliación para ver si nos toca algo. Yo busco un certificado de un derecho que lue de mi padre, que me dice un mi tÍo ahora, su hermano: nBúscate un certificado porque tu padre tuvo uno en aquel entonces de Manuel Ár.ila Camacho,. Sí pues, porqlle ese fue el otro presidente que entró no me acuerdo en qué año. Eso fue 1o que vo, estando en la ciudad de México hice, una solicitud en el nryv. Entonces me dijeron allá: no está aquÍ, pase usted a la ciudad de Oaxaca, la capital, que allÍ le pueden informar sobre ello. Entonces yo aquÍ busqué, y lo buscan en la computadora «porQue no está, dicen. Yo les digo: nMire usted, no es que uno les dé una mala contestación, pero nosotros estuvimos en el fuchivo General, que está donde era Lecumberri, ahí están cosas poquitas señaladas del estado,. Cómo es posible que si es fuchivo General de la Nación ponen... salen poquitas cosas en las computadoras. Y sabemos antiguatorictmente que en los archivos que obran en el poder de 1o que era la Reforma Agraria están dichas personas inscritas como mi padre. ¿No serÍa a lo mejor, de veras, que no tendría certificado? Pero sÍ, porque fue uno de los fundadores de ese ejido, io mismo como aparece mi abuelo Julián Ventura, padre de é1, que también ahÍ hablan a través de la última hoja de la carpeta básica que fue fundador del ejido. Yo de plano no quiero hablar porque al expresarme... Ayer reconocí ahÍ cuando mentaron al licenciado Matus, lo conocÍ trabajando en la procuradurÍa de la nueva legislación agraria. Hubo una audiencia y é1 hizo caso omiso de atender. Hasta le dijimos: uCaramba, nosotros somos fuentes de su trabajo que ustedes tienen y ¿ese es el aúendamiento que a nosotros se nos da? Si no hubiera esa gente necesitada de tierra, si no provocaran, ¿dónde iban ustedes a buscar ese empleo?,, Ahorita ya sabe 308 Apoxorcos usted por qué estoy aquÍ, siguienclo a gastar dinero que no tenne reconozca mi tierra que he trabajado por tantos años... go v luchando para que se PLcricrr EN 1996 coN D e loc,rc I TRES EMpLEADoS DEr. Rarl. óx O,t-,t¡,c.\. coN vASTA EXpE Rt EN c IA EN REFORNIA AGRqRIA lle tlecía que hagmuchos ejír,los qrre yo no e.rnstert nws c¡ue en el papel g el nombre. Empleado I del na,l. SÍ, regularmente los ejidos de z<.rnas conurbadas son los que )¡a absorbieron las ciudades. Sin embargo, la nueva ley prer,é que estos ejidos, asÍ como se crearon, deben jurÍdii:amente riesaparecer. ¿Que es lo que sucede? Que a veces porque tienen un bien comun siguen existiendo. I-a misma ley establece eso, que existrendo algún recurso conlún -por esa razón- el ejido debe existir. Es el caso, por ejemplo, de Jalatlaco, que es parle del centro de la ciudad de Oeuxaca. AhÍ, porque üenen un aparato de sonido que da funciones... ya es nada más el uinclto, gracras a eso todar.Ía existe el ejido de Jalatlaco. Otro ejido. el de Cinco Señores, todar,ia tiene tierras. pero ya \¡a a desaparecer, que tiene setenta parcelas porque ya le procuraron e incorporaron el asentamiento huma.no. En la últirna reunión que tuvimos del Ciplode inclusive hubo una discusión que tuvieron unos compañeros clue dijeron: nOye pero por qué no me lo habÍas dicho para que yo hiciera ei dictamen de terminación del régimen ejidal, porque la ProcuradurÍa Agraria hace un dictamen de terminación de ejido. Disculpe que la... ahorita 1o varnos a hacer,. Por eso supe que toclo estaba parcelado, todo estaba ya en asentamiento humalo. HabÍa setenta parcelas, pero se incorporó todo al asentamiento humalo y de ahÍ surgió la inconformidad con los del municipio. que pelean por una calle... AhÍ van a incidir muchas gentes. Hasta donde sé, Cinco Señores üene un lugar de uso común. A lo nrejor 1o van a meter al dominio pleno porque se privatice v automáticamente entre al régimerr de propiedad privada. Hay un saido a far,or del ejido de diez hectáreas y los ejidatarios lo Aparuorces 309 diüdieron a su lranera. La r,erdad es que nosotros no hemos sabido, 1, no obstante qLre ia ley nos da los elementos. y que va de hecho 1, de derecho no existen territorios cle esos ejidos, no se ha dado una declaratoria de inexistencia o cancelación del ejido. AquÍ en Oa-iraca tienden a desaparecer todos los ejidos aledaños a la ciudad, y deben irse porque ia mancha urbana 1''a los absorbió. Hay ¡l6t forntas de regularizar las tterras que están en estos ejidos v qlle se utilizan para el asentamiento humano. Por ejemplo, quien tiene su posesión como avecindado y la necesidad del solar urbano, r,a vÍa coRETT o Procede. pero necesita la seguridad de su terrenito donde r,ir¡e. Y tiene que ser, tiene que llegar ¡r qué es lo que va a suceder: desaparecer todo 1o que llamaban ejido v órganos de representación y todo 1o demás. Pero eso es una situación que los mismos ejidatarios y las necesidades proplciaron. Por eso cuando decÍamos los que nos venimos de las comunidades o de los ejidos a las ciudades, buscamos el trabajo y la seguridad de un techo donde r,'ir¡ir, y tal parece que se ha satanizado esto. Porque de hecho asÍ ha sido, y es cierto que a los ejidatarios se les ha satanizado porque se prestan a la venta 1' reventa de sus lotes o de sus tierras. Pero también es una necesidad del que va llegando. Yo, por ejemplo, trabajé en algunas zonas urbanas de ejidos y llegábamos y decÍamos: oCómo es posible, señor, aquÍ está usted violando la i.rR¡, que prevé que no se deben vender lotes ejidales, no se deben vender estos derechos, etc., ¿Qué es 1o que sucede? El ejidatario dice: oSeñor, tengo que vender 1o que me queda porque mi r¡ecino ya vendió para ir yo ahí cultivo y 1o que sucede es que en mi lugar cultivo la gente, porque la gente viene y se lleva los elotes, las cebollas, las papas, 1o que yo siembre, yo no cosecho nada. Só1o ios veo crecer, o se conrrierten los terrenos en basureros; entonces, me orillan a venderr. Era una transa que hacían ios ejidatarios, los revendedores, porque a veces los ejidatarios sólo se quedaban con una mínima parte. Llegaba el revendedor, el señor que tiene disfrazada una inmobiliaria que com- 3i0 Aperuorcss praba una gran superlicie de tierra. Como Trinidad de las Huertas, que fue ejido y desapareció. Ya es un fraccionamiento. Eso era ya una lacra inclusive porque era una gran violación a la ley. ¿tnley permitía que uno pudíera uender su solar urbctno g no las tierras de atltiuo? Empleado I. La 1e1, anteúor sí, la lrn¡. Ahora la I-ey Agraria no permite sino considera como patrimonio de la familia al solar urbano, y si liberan que en un momento dado al regularizarse, o sea que se esté aplicando Procede, la posibilidad de vender fracciones de tierra. Antes se prohibÍa vender tierras, ahora se permite y lo otro se prohÍbe. Es decir, se entiende el solar urbano colno un patrimonio familiar. Considera la lev que es inembargable, imprescriptible... y Ia ley anterior si les perniitía a los ejidatarios vender su solar. Le digo que hay la contradicción de la ley, que considera que debe ser inembargable y de interés social y patrimonio familiar el solar urbano. Pero sucede lo contrario. al entrar Procede ese solar urbano saie del régimen ejidal y se conr¡ierte en pequena propiedad, se Ie abre una cuenta y se le registra en ei Registro Público de la Propiedad. Se le abre una cuenta catastra.l, y la conrpra venta, los molimientos que iragan de transferencia de este solar urbano, ya al legislarse por la legislación común, sale fuera de lo agrario. O sea que en cualquier ejido que yo esté, al adquirir mi título de solar urbano entro directamente al régilnen privado. Y si lo quiero vender varnos con el notario y ahí hacemos la transacción y no necesito acudir al nqru. Empleado 3, Sí, porque inclusive en el certilicado se especifica con ciaridad que es un terreno de dominio privado. Entpleodo .1. Por eso la ley, muy sentimentalmente, llega al extremo de decir que: "Es un patrimonio familiar que no debe venderse,. Pero en la práctica, por el otro lado dice: *Ya te titulo la propiedad de un lote. tú puedes vender y hacer lo que quieras». Eso es una coñtradicción. fuÉr¡olcas 3l l Entonces ustedes. el ru,r, ga no lleuan el sequímiento ní saben cydén se qteda con ese solar urbano. Dmpleado.1, \h no. io lleva elRegistro Público de la Propiedad, automáticamente se sale de la esfera social y se conlierte en patrimonio particular, y el Código Civil de cada estado reglamentará la siluación esa, la compra o venta. ¿Pero no de'hecln lagente cpe utue en ejidos o comunidades ha estado pagando en las recaudadoras de rentas de donde uiue por el solar tLrbano cyrc tengan, lwya entrado o no elhocede? Empleado 3. No, van a empezar a pagar en cuanlo el ejido o comunidad haya sido delimitado y a trar,és de Procede les sean entregados sus títulos de propiedad por el solar urbano y sus certificados de derechos parcelarlos. Empleado .1. En las zonas urbanas 1o hacÍan con el alán de tener la seguridad de su predio. Pero en la práctica, l,legal- mente, no estaban obligados a pagar. Oficiaimente no. ¿Qué sucedÍa? El estado receta lo que da; yo liego, rivo ahÍ porque ya estoy cerca de la zona urbana y con eso pretendo asegurar mi propiedad. Según eso es una posesión de hecho del ejido, voy a pagar, a abrir mi cuenta catastral y ahí está. Pero era ilegal a todas iuces porque el ejido en sÍ. de acuerdo con Ia anterior ley, el régimen nada más de pagar era un tanto por ciento sobre la superlicie y Ia producción que se daba. Sin embargo, en la práctica se hacía que el ejido Fulano de tal iba a Finanzas y le calculaban ahí su situación... nY vas a pagar por todo tu ejido anualmente veinte peSoS». HabÍa hasta de un peso, cuan, do valÍa el peso. Entonces. ellos en conjunto cooperaban, todos los ejidatarios. Era nComisariado ve y paga»: ahÍ eslá. a pagar. Y por su parte, por e.¡emplo, quienes estaban r,iviendo en las zo- nas conurbadas decÍan: nPues yo compré y me traspasó un ejldatario un pedacito y el comisariado me dio la firma y yo necesito que haya seguridad en mi terrenito, ¿qué es 1o que voy a hacer? Voy a pagar recaudación,. oSeñor, quiero que me habra mi cuenta,, nCómo no, acá está. Tráigame nada más la firma del comisanado y el acta de colindancia y véngase, queda listo a pa- 312 fue ruorces gar,. AsÍ era, y asÍ se hace todaria. Pero esto es porque los particulares que iienen o deteui¿iu esa posesión quieren asegurarse nlás con la boleta catastral (que le llaman ahora asamblea de la teneucia) pero en la práctica no existe, no es correcto. Sl hubiera una campaña y le dijéranros: «Devuelr:e ese dinero,, o uNo vayas y le pagues lrada al niunicipio porque no te afecta..., Pero si en un momento dado le llegara un oficio al fulano que haga eso o al responsable, clirÍan: .Detenlo. que lto ande haciendo proselitismo de que no haya recaudación ptiblica,. Empleado 3. Pues sí, porciue es un ingreso que al gobiemo le conüene, pero no es registrado. Errtonces. de lrccho ahonta las gentes que cleben estar pe- gando un predícrl por su solar urbano son sólo los que tíenen el títttlo de propíedad emitido por elRex. Empleado 3. Ahorita sÍ, ya es oficial. Ya tienen una cuenta predial que les expidió el Registro Pribiico de la Propiedad. Dmpleado.1. Si 1o analizamos a fondo, es una de las partes que el particular debe ingresar como bonos del estado. Empleado 2. Inclusir.e el estado está üendo al programa como un súper negocio. Pero cuesta mr¿chíslmo dürcro regulcrizar la tenencia de la tíerra ct traués del hocede u cott lo poquito qLLe paguen de ímpuesfos los berLeJiciaríos... el cosúo no es recuperable nt a largo plazo. Empleado l. A largo plazo, cómo no. Empleado 3. A largo plazo, sí. Empleado 2, Mira, ahorita estamos hablando, por ejemplo, de 60 mil tÍtulos de propiedad. ¿A cómo quieres que te paguen tu tÍtulo? Empteado.1, Esto está en función de tasas. Pero pongamos un valor promedio de cincuenta pesos. Depende de la zona... Empleado 2. Mira, estamos hablando de tres millones de nuevos pesos anuales. Por los 50 mil títulos que se han genera- do en el estado de Oaxaca, o sea tres mil millones de üejos pes0s. Apsxorcss 3 13 ünpleaclo.1, Ese dinero nunca pasaba por las narices clel estad0. Ahora ¿;que pasa? Quizás, como rlice usted, es una inversión v no se paga eso con 1o qlle se está dando. Definitivamente no en el montento. Pero ¿qué r,a a pasar? Con el tiempo este va a ser un sujelo de obligación tributaria. El día que me dejes de pagar te dejo en paz y me voy inclusir,e al embargo fiscal, porque eres propietario. Y quieras o no tienes que pagar. Si vas a conslrulr cualquier cosita en tu terreno, primero traeme tu libertad de gravamen. Eso no entraba a ias arcas del estado, ahorita ¿qué va a suceder?... Pero sejustifica porque este dinero no se queda en ei ejido, se queda en el municipio, se queda en Finanzas. Nunca hubo ni ha habido un ingreso asÍ, la verdad qlle no. Empleado 2. Te \¡oy a poner como ejemplo Cinco Señores. Son dos mi1 solares, ponle de cincuenta pesos por solar, estamos hablando de cien millones de pesos de los r.iejos, o sea cien mil de los nuevos, y eso es una cantidad fuerte de dinero. ¿Pero puede seruír para m¿¿chas cosas, como ínJraestructura, seruicios publicos , etc,, ¿no? Empleado 2. Pues cuando menos para hacerle publicidad al candidato dei... Empleado.l. PodrÍamos decir que a veces somos muy crudos en hacer comentarios de ese tipo porque hay necesidad cle escuelas, senicios, etc. Pero en la práctica sÍ es cierto, se están llevando su buen billete, la billetiza. Ese ha sido uno de los problemas de México. Qué bueno fuera que ese dinero se utilizara bien y se mejoraran las condiciones de nuestra existencia social. Pero bueno, ¿qué es ic que pasa? A mayor dinero, mayor corrupcrón. ¿Qué tmpuestos o grauamenes tíenen las tierras (lue ran Ios certtJicados pnrcelarios A que sotLparaproducir? ampt Empleado.i. Hasta ahorita no existe una tasa o no hay una reglamentación sobre el pago tributario que debe hacer el ejido. Lo que sÍ están aplicando, hasta donde yo sé, es al cinco por ciento de la producción, 1, esto no se puede calcular definiti- 314 ArÉuorcss vamente en el estado de Oaxaca. Esto es al menos en \,hlles Centrales. ¿Quién esta calculando eL cinco por cíento de la prodttcctón y a quíén se le paga? Empleado 2. Por ejemplo, en el caso de Reforma se pagan mil pesos por hectárea, y lo pagas en la oficina de recaudación del municipio. Reforma es un ejido que tiene seis mil hectáreas. Empleado l. Antes estaba concentrada toda la contribución en Finanzas del Gobierno del Estado. Después vino una reglamentación de que se manejara en los municipios. Entonces, nosotros los ejidatarios vamos y le pagamos al lesorero del comisariado ejidal. El tesorero, con su conjunto de autoridades y órganos de representación, acuerdan y se van al municipio a pagar. Y el municipio les da su boleta y les extiende un recibo y ya no llega hasta aquÍ (gobierno del estado) pero antes todo lle- gaba aquÍ. Ahora, ¿quién calcula cómo debe pagar? Hasta ahorita es arbitrario y es a voluntad de usted núcleo de población y yo Finanzas, y no hay una reglamentación que me diga,.. La ley anterior, le digo que determinaba el cinco por ciento de la producción anual. ¿O sea que síhabía un impuesto sobre la parcela que uno tuutera? Empleado l. Ajá, pero nunca se respetó eso. dado que no habÍa la producción, no producÍan y era simbólico. Era una situación convencional, no habÍa y no ha existido una reglamentación en tal sentido de precisión en la obligación tributaria. O sea, ia ley 1o contemplaba. SÍ, pero nunca se aplicaba. ¿Y alrcra establece la leg para La cuestión de parcelas algún imptrcsto? Empleado i. Se sugerirán las costumbres. Hasta ahÍ nada más. Pero para los solares sí, ya desde el momento en que entra la legislación civil tienes que pagar. Desde el momento en que el Raiit me manda tus documentos y aquÍ yo, recaudación del municipio, te pongo el sello, te doy fe y te abro tu cuentia catastral, y adelante. fue¡¡orcrs 315 ¿Y qué respuesta ha habído por parte de la gente? Empleado 1. Buena, porque dicen ellos que en esa forma aseguran su patnmonio y se sienten obllgados a pagar. y que mi solar, mi lote, si antes lo i,endÍa yo por cualquier cosa, ahora lo voy a vender al justo precio. Empleado 2. Actualmente hay una autondad competente. En este caso el Registro Público de la propiedad está reconociendo que realmente existe un solar de tal tamaño y el clueño es tal persona. Entonces, al momento que dices ya estoy inscrito en un organismo de esa magnitud. quiere decir que ya tengo seguro mi patrimonio, porque lo está reconociendo un registro. Más que nada con el registro que tienes del narr¡. Empleado .1. Claro pero también existe aquella inquietud de los ejidatarios. Me están metiendo acá para que yo algún día venda y tenga que distribuir las ganancias y es justo. Me imagi- no que sí esjusto en ese aspecto, porque a:rtes hacÍal sus tralsas con terceros, con instituciones oficiales, y el dinero se quedaba ahÍ entre ellos y el Estado feliz. ¿En qué medida se sigue dando la uenta ilegal de tterras? Empleado l. Mire, pasó esto y se siente. se ve. Esto es como la cosa prohibida, que es lo más deseado. Cuando la ley 16 prohibÍa, todo mundo lo hacía, había por debajo del agua subterlugios y compraventa. Se libera el ejido, de que se puede vender, y los fraccionadores se fueron para atrás, porque 1,a está permitido. Cuando surge la ley y existe la libertad puedes hacer lo que quieras: hazlo de acuerdo con la ley. Aquelya dijo no, ya los fraccionadores no llegaban, decÍan: nYa no podemos invertir porque ya tenemos encima al Estado,. ¿Qué tambiénhag una clausula enlaleg que dtce que una ¿nstltución en particular es la r¡ue puede determinctr el ualor de Ia tierra? Empleado -1. Pero eso es cuando es por expropiaciones. Empleado 2. Bueno no, pero aquÍ de Oaxaca, por ejemplo, inclusive hubo un debate fuerte acerca de que antes de que el naN enr¡iara los títulos de propiedad al Registro público de la 3 i6 Ar,É¡rorcas Propiedad tienen que pasar por el Catastro de1 Estado (debía ser. ¿no?) para darle un valor catastral a 1os documentos. Entpleado 3. Ya todos los traslados de dorriinio prir,ado así lo hai:en. \¡an a Catastro de aquÍ de Finanzas v hacen el trámite. Empleado i. SÍ pero eso es porque te interesa v nte interesa. Pero que haya una reglamentación en la cual diga: .Tal dependencia...y tu tierra cuesta esto,. No lo hacen. Es convencional. EmpÍeado 2. Tambien ha habido un detalle muy importante... Cuando se inició el Procede al campesino nunca se le había pedido pagar impuesto por su solar. Sólo se dijo: "A usted se le va a entregar un tÍtulo de propiedad,. Inclusive en parte el rechazo del Procede ha sido por eso. En algunos ejidos se ha dicho y se dice: uEs que si nos ntiden y nos certifican y nos titulan \¡a \¡amos a pagar», y algunos ejidos lo han rechazado por ese tipo de cosas. En otros con una mejor condición económica v que están más inlormados pregunt¿¡; u¿Pues cuánto es 1o que vamos a pagar?, Cincuenta pesos. «Que se mida, qué tanto son cincuenta pesos si a veces en una chupadera nos gastamos cien, doscientos pesos, Y pagar cincuenta por algo que es de nosotros... pues vamos a entrar compañeros. Aceptemos que entre el Procede,. Empleado.l . Tienes razón, hubo mucha resistencia en eso. Empezaron a compulsar, ¿Cómo? Primero, que el gobierno no garantiza 1o que dice. Numero uno: que *¿Adónde nos va a llevar?, HabÍa desconfianza. Número dos: que nlo que va a pasar es que nos van a quitar nuestras tierras,. Número tres, que uVamos a pagar muchos impuestos,. Número cuatro, que nlas transas va no sin¡en para poder retenerlos,, etc. Pero aquÍ es cuando se dan cuenta de que si e1 programa Procede, a comparación de como era el programa de certificacíón, es mui, benéfico, es gratuito. La coRETT, a trar,és de notarios y de sus instrumentos, le cobran todar.Ía al que está en posesión y le dan una raquitica cantidad al que vende. Are ruolc¡s Bl7 Empleado 2. Aquí es mu-y importante regresar un pocluito, licenciaclo. Hablando sobre que en algunos casos la gente rechaza ei progranra por cuestiones de ese tipo. Si uno se va más atrás hubo €ente que en los casos de los núcleos agrarios, por ejemplo, luchaban para que les dieran un pedazo de tierra, para que ios compañeros de trabajo tambien tuvieran su terreno v, en muchas casos, inclusir,'e hasta invadÍan. Muchos ejidos se lormaron preclsanrente por la lucha por i¿r tierra, inr,adieron hacieudas. invadieron ranchos, hubo muertos, c0m0 dice el licenciado. Y Lrna vez que doilinaron la situación. bueno, aiguien los asesoró, buscaron la gestión legal para que el gobierno los reconociera como núcleo ejidal de acuerclo a la ley agraria existente en su momento. ¿Y qué pasa ahorrta? Entra el Procede y la gente dice: .Bueno, pues si esto nos costó y ahorita con el Procede 1o que vamos a hacer es que vamos a dividirnos... coinpañeros, no podemos seguir haciénclolo asi si es que vanlos a entrar al Procede,. Esa fire otra de la preocupar:iones. Yo te comentaba que en muchos de los ejidos no aceptan el P¡ocede porque qr-rizás por la lorma en que están trabajando han tenido muchos logros, la escuela del ejiclo, Ia Conasupo del ejido, la trotonería municipal, que están arreglando la calle... Lo están haciendo precisamente porque como están todavÍa conformados como ejidos, les interesa que su comunidad tenga luz, que su r-'omunidad tenga algo... Empleado i. Y en otros sí, de veras se ha roto ese orden. Antes nos reuníamos, decÍan ellos, al vapor de nuestra asanblea y todos ahí convir'Íamos. Llega Procede v cada quien dice: «Ya tenplo mi documenlo. yo ya soy dueño,. ¿Asambleas? Olr,idate de elias, llegan cuando quieren. Hay una desorganización. Empleado 2. Con el Procede prácticamente van a desaparecer algún tipo de tradiciones y de costumbres que tenÍan los ejidos. A r¡eces decían: oCompañeros, vamos a cooperar para hacer tal cosa en la escuela,. Se har:Ía. Es más, vo iba a unos ejidos. Por ejemplo, uno es San Felipe Áneel. Hav una escuela que tiene San Felipe Ángel que está muy bonita, y no es porque 3iB AlÉruorc¡s el gobierno haya querido que asÍ sucediera. La presión del pueblo y la organización hicieron que saliera adelante. Le dije a uno de los señores: uOi€a, señor, regáieme un vasito de aguar. Fueron cinco señoras v exprimieron naranjas para darme jugo. Eso implica que tienen una organización en el ejido. Oiga, tenemos hambre.., Mira, acá les hicimos una barbacoa. creímos que eran tamales, ahÍ hay tamales, decÍan. Que tamales ni que tamales, tamales pero de carne. Empleado 2. Yo ful a varios actos agrarios y ahÍ sritaban: oYa llegaron los del RAN». AI subdelegado lo recibieron unas edecanes con su banderita acá, todo estaba muy bien organizado. Cuando llegamos: nSaben que la entrega queremos que se haga aquÍ en la escuela,. Ya todos tenían un letrero adentro de Ia escuela para que cada ejido recibiera sus documentos. Y parte de esa organización se puede perder con este tipo de leyes. Empleado i. Se ha perdido. Lo que sucede es que ojalá y haya la sensibilidad real y que los reglamentos internos vengan a suplir todas esas deficiencias, todas esas cosas. Porque el reglamento interno del ejido tiene como una de sus funciones principales ese tipo de acciones. ¿Tiene el naN que registrar los reglamentos internos de los ejidos? Empleado.1. No. Só1o se registra el acuerdo de asamblea en que se aprueban ios estatutos del reglamento interno. Regr"rlarmente el procedimiento para estos reglamentos internos es que debe haber el consenso de la base. Es decir, que haya ejidatarios üejos, que ya pasaron por cargos de representación como autoridades y que den sus experiencias, sus opiniones. Que haya una comisión, y ésta una vez que tenga el proyecto de reglamento io presente a la asamblea, se hagan las modificaciones correspondientes y se apruebe. Para nosotros, por ejemplo, como RAN somos celosamente respetuosos de los usos y costumbres, siempre y cuando no contrar¡engan a la ley. AhÍ es donde tenemos uu problema constante: «porque es mi costumb¡s», pero la ley también dice esto. Entonces, la ley establece los Apei'lorcos 319 mecanismos, cómo realizarlo, cómo comportarnos, pues vamos a respetarla. repito, se registra el acuerdo de asanlblea. Tenemos la idea errónea de que «se va a registrar el acta, _v de que ahÍ vamos a tener el archivote. Lo que se registra es ei acuerdo de la asamblea en que se aprueban sus estatutos. Éste va tiene integrados los puntos de los estatutos. Y nada más se registra el acuerdo que fue aprobado, tal estatuto, tal reglamento y tiene k ügencia hasta que la misma asamblea determine modificarlo, abro§arlo, derogarlo, lo que quieran. ¿Cual es laJinalidad de lwcer este reqistro? Dmpleado.1. En primer lugar, la finalidad es de ptrblicidad ante terceros. Que la norma que voy a aplicar en mi ejido sea respetada por todos v que sea observada, Que tenga efectos ante terceros. Qtre sea prueba plena antes, después y durante el juicio. Pero antes me pa-rece que los promotores les ayudaban a hacer sus reglarnenlos internos a los ejidos y a las comunidades y parece ser que no hay aprendizaje prerrio por parte de las gentes de los comisariados. Empleado .1. No, antes lo que pasaba era que llegaba a una conrunidad un reglantento que hacia por ahÍ un serior que se las fumaba y recibía muchas opiniones de la gente que iba al campo sin saber del dolor que había en la comunidad. El promotor decÍa: nEste es tu actual reglamento y esta es la lorma en que lo vas a apiicar en tu ejido,. Entonces les hacÍan todo y llegaban: uSaben que el reglamento interno es éste, v dice esto. .SÍ,. Aprobado. 1, debe contener esto, ¿cómo la ven, si es cierto?, y y porque Era llegar aplicar era inaplicable lo hacían desde arriba y lo apiicaban en el núcleo sólo en parte. Ahora 1o que se prevé, io que se quiere, es que el regiamento surja del seno de la comunidad ir desde sus puntos de t'ista y sus opiniones, que todos participen. Que digan los dei núcleo por qué sÍ es bueno, por qué no es bueno, qué normas conr.ienen. Esto está contenido en el artÍculo 10 de la Ley Agraria. Tanrbién se establece los estatutos y lo de los reglamentos internos. 1o cle 320 Apsrurrrrr¡:s Hoy leÍ en uu póster que ante el R¡N se tienen que registrar las asociaciones, las sociedades, Ios acuerdos de asallblea. ios órganos de representación. la aprobación de los estatutos, clel reglamento interno, la explotación de algún recurso, alguna unidad especializada, sus créditos y todo ese tipo rle acuerdos de asamblea. [¡s acuerdos que en un moniento daclo tengan... ¿Por qué se tienen que registrar los creditos? ¿A quién ie interesa eso? Empleado l. Porque en un momento dado se necesita conocer cómo se están manejando esos créditos, cómo se van a distribuir, en qué proporción se van a pagar, etc. Esto le interesa al ejido. Definitir.o. Si nosotros como ejido llegamos a adquirir un crédito en un momento dado y éste es para tal electo v no c'umplimos el fin. es decir. uu credito grueso que nos llegara, el comisariado como órgano de representación administratir,a del ejido puede demandar a su lnisnto t'ourpañero ejidatario que no cumpla con esa obligación. \' ante el juii:io que lo contemplase, en un acuerdo de asamblea. Qué bueno que está inscrito en el RAN porque tiene efectos ante terceros. ¿Cuales son lospmcípales actLerdos de asamblea, qtrc son los que se tienen Erc registrar? Empleado .1. Lo del artÍculo 23 (lo de las asambleas duras, lo de la delimitación de los ejidos). El23, por ejemplo, tiene 15 fracciones. Es la facultad de la asamblea de deternrinar. Pero en la nueva ley se define en esta forma: de la primera a ia séptima son las correspondientes a lo que se llama asanttrleas blandas, en doncle no requerimos la intenrención del notario ptiblico ni de la Procuraduúa Agraria porque se \¡an a tratar casos que n0 son fundamentales en cuanto al origen cle la tierra. De las [racciones octava a \a 14 vamos a tratar casos de trascendencia para nuestro ejido, de cambio. AhÍ podernos, por ejemplo, delimitar qué es elprograma que tenemos, cambiar de régimen; de ejido a comunidad o de comunidad a ejido. En esas fracciones están las que debemos tomar en cuenta: la participación de las tres cuartas partes de la asamblea. No de una cosa simple, de una opinión -como en ia Cámara de Diputados, el 50 por ciento A¡,0¡¡otcgs 321 más uno. AhÍ, la tomamos en asambleas blanclas. pero en asambleas duras es cuando se va a sufrir un cambio, cuando se van a tomar determinaciones muy sustanciales para el ejido, para la organización de nuestro ejido. O, por ejemplo, para que rlesaparezca el ejido. Entonces, ¿qué es lo que debemos hacer? Tenemos necesariamente la presencia del notario y de la procuradurÍa Agraria, que es la representante legal del ejido. La pro- curadurÍa Agraria es el asesor, el abogado podríamos decir. Esas son las fracciones que comprende el artÍculo 23 de la Ley Agraria. Entonces, las actas y acuerdos de asamblea que están de ia primera a la séptima son inscribibles, y los de la octava ala 14 necesariamente inscribirse en el R.qN. Empleado 3, AsÍ de sustancialmente no. En un momento dado no dice ahí ni órgano de representación agraria, no te afecta en nada, Pero en la otra sÍ, definitivo, porque aparte de eso no obstante que debes inscribir el acta de asamblea, debes tener al ejidatario ahÍ y a la persona que diga en la ley, un representante de la ProcuradurÍa Agraria. ¿Qué pasarÍa si llegara un acta de asamblea de delimitación y nada más diera fe el notario público? IrÍa jurÍdicamente para atrás. ¿O qué pasaría si nada más llegara el representante de la ProcuradurÍa Agraria y no el notario? Va para atrás, porque es un requisito indispensable. Empleado 2. Y mientras eso se inscriba asÍ en el RAN, no tiene un valor, digamos. ¿Y que es lo que contienen basícamente esos onotaciones, esos registros? Empleado -1. Acuerdos de asamblea. Las más duras o la dura que le llaman es la de delimitación, o sea el Procede, programa medular del sistema. Es la de la aceptación del programa, En esto una de las más fuertes es la de cambio de régimen. Son las más fuertes si consideramos que son dos entre todas y ya en las otras no. En las otras está la aprobación de su regla- mento interno, el cambio de órganos de representación, la dis- tribución de las ganancias, etc., son determinaciones más blandas. 322 fueruorcos Empleado 2. Lo que se registra es lo que decide la asamblea, el valor decisivo que tiene la asamblea. Anterionnente para ser ejidatario tenías que hacer una gesüón, que ser reconocido, mandarlo a una autoridad competente que te lo reconociera. Pero ahorita, con el Procede, si tú no eres ejidatario pero la asamblea asÍ lo decide dice: uA partir de este momento la señorita es ejidataria, y se acabó. El naN reconoce el acuerdo porque es de asamblea, Anteriormente no se hacia así, tenía que haber una investigación, un dictainen elaborado por el promotor agrario para ver si tenÍa la posesión. Inclusive habia una sentencia, que se llamaba reconocimiento de nuevos ejidatarios. ¿Y los posesionarios. qué pasa con los posesionarios2 Enryleado l, Las asambleas son las que los van a legitimar. Los posesionarios son hijos adoptivos; en un momento dado la asamblea es la que dice: oSe acepta o no se acepta, o nTú esposayyo esposo vamos a aceptar a este adoptivo. o de hecho aquÍ está con nosotros pero lo vamos a adoptar legalmente, vamos a ponerle nuestro apellido p«ter y mateo. Esos son los posesionarios reconocidos por ia ley. Poseedor es aquel al que no ha reconocido la ley todavía, al que está detentando tierras pero no es parte de la asamblea ni tiene voz ni voto. Empleado 2. Por ejemplo en... el ejido no reconoció a tres posesionarios. Pero no los reconoció porque no convenía así a los intereses no tanto del ejido, sino de quienes dirigen el ejido. A veces los que dirigen son los que dan las directrices. uA mí estos cabrones me hicieron una y aquí me la pagan, ustedes asamblea, el que quiera que a estos cabrones me los reconozca como ejidatarios que alce ia mano,, compañeros... Ni un ejidatario alzóla mano para votar... Aparecieron tres ahí y de estos tres uno fue presiderrte del pru en... el otro no sé. Con decirte que fueron tres que no dejaron que esos posesionarios fueran reconocidos como ejidatarios. Uno de ellos era un candidato fuerte para el pRt cuando fueron las elecciones en el ntunicipio. Ahí es cuestión politica. Otro ejemplo es el de un familiar que hace seis meses ingresó al ejido, pero porque él Apprvorcos Z2J se alineó a la polÍtica del comisariado ejidal. *Está bien,, dUe- ror, ,,y luego tu pariente está ahÍ en la SRq y nos va a echar la mano, tú eres ya ejidatario,. Mi abuelito dejó una posesión y ahÍ está, y todo eso... para que veas cómo es la decisión de la asamblea, ¿QtÉ enlo deluoto secreto, todauíastgue unoleuantandola mano? Enqleado i. No, el principio que maneja Ia ley es muy democrático, tanto la antenor como esta ley siempre han tenido el principio democrático. SÍ, en la práctica se hace eso que usted dice, pero ¿qué es 1o que debemos cuidar nosotros? Es decir, yo que estoy en el campo, ¿qué debo hacer? Aplicar ese criterio democráüco. No se aplica, pero la ley lo prevé. Lo democrático es que el voto se aplique en una urna. Lo prevé para casos muy especiales. Empleado 3. El voto lo hacen por ternas, de dedo, por designación, por... pero el principio democrático de la ley es ese. Es un principio, que no se aplique es otra cosa. I¡ vamos a hacer en voto secreto, a escrutinio público e inmediato. Ah qué bonito es eso, porque ya no voy a tener al cacique ahí como dice é1, que me esté üendo y me diga: n¿Por quién vas a votar?, Nomás se me queda viendo y no pues... oPor usted, señor,. Pero si apli- camos eso, en esencia no debe existir. A mÍ qué chinga me importa, tú eres don... pero mi voto va a estar ahí, investÍgalo. Empleado L En la práctica no sabemos cómo se esté dando, uno desconoce eso, son cosas del ejido. Pero nosotros necesitamos aplicar el criterio legal. Si usted me dice que se hizo a través de esto y no se aplicó e127 de la ley, ah cuidado, para atrás. Si ahí dice que ose llevó a cabo Ia votación aplicando rigurosamente el 27», esa legalidad para nosotros vale. Que lo hicleron porque el señor se me quedó üendo muy mal a mÍ v yo voté por é1, eso es otra cosa. Pero ei RRN más que nada en uno de sus principios es ver legalidad y formaiidad, y también actuar de buena fe. Empleado 2. Yo estoy proponiendo que en cada asamblea de delimitaciones se incluya un video de la toma de decisiones. 324 fuÉ¡lorces Seria muy... problemático... Empleado I. Ya sería como aquel que quemaron. Empleado 2. No. es que, mira, lo que pasa es que en el acta dice olo gráfico se distribuyó en.., durante quince días y cada ejidatario identificó sus parcelas, sus colindantes exclusivamente,, o sea que esta es mi parcela y está bien el colindante. A la hora que llega ahÍ dice: oEstá mal la ubicación de las parce- las. Hay muchas [allas,. Con elüdeo se podrÍa saber cómo se hizoladistribución y cómo se tomaron las clecisiones... Y en la prácttca ¿cómo esta Juncbnando lo de la rerúa de tíenas? Empleado l. Lo siguen haciendo como antes. Ahora muchos las rentan fijando el precio en dólares. Sobre todo en los lugares do¡rde se da mucho la emigración. Pero lo que se rentan entre ellos, no lo inscriben. Deben inscribirlo por cottveniencia de las partes. Empleado 2.Tengo una pregunta. Si yo quiero ir a un ejido y rentar una parcela de veinte hectáreas, ¿por que voy a hacer un contrato con una persona? ¿Puedo ir ante un notario para darle más legalidad o qué pasa? Empleado.1. No, no, los efectos notariales son relativos. La ley no establece eso. Empleado 2. Pero qué folio le vas a dar v todo eso. Empleado 1. Hay una entrada que se llama uactas no re$istrables,r. Yo voy a rentarle a la señorita y por conveniencia personal quiero que surtan los efectos legales de mi contrato de arrendamiento porque ella tiene la posesión, porque ntañana o pasado me puede decir para acá y punto. Empleado 2. Y se lo quita, porque me comentabas que hay mucha gente que se queda con la tierra, ¿verdad? Empleado 3. Si es la gente que tÍene la posesión. Empleado l. Y la 1e1' prevé que las rentas de tierras inclusive no deben pasar de 25 años. Pero a mí me dice la licenciada Tomi que con quien tienes que ir a registrarlo es con el comisanado de tu ejido. fuÉ¡¡orc¡s 325 Emplendo 3. Bueno, puede ser una cosa interna, pero si el comisariado quiere ai rato... o si ei ejidatario le cae mal puede hacer una mala jugada y decirle al que rentó: nsabes qué, qué- date con la posesión,. También el dueño de la tierras puede decir: nSabes qué, nos cortamos acá y yo ya no quiero nada,. Empleado.1. Por eso la razón de inscribirse es para que surta efectos ante terceros. La cuestión jurÍdica es el naN porque yo te puedo demandar y ¿a dónde? No, por mi comisariado ni maiz, tú eres parte de mi comisariado. Tú me friegas, debe haber una autoridad, un organismo que tenga fe pública, y en este caso es el roql'¡. Ese acuerdo yo lo debo registrar porque a partir de ahÍ te puedo demandar si hay incumplimiento de contrato. trmpleodo 2. Oye,licenciado, ¿a la fecha cuántos de esos contratos has inscrito? Empleado .1. Ninguno, pero porque desconocen la ley. Empleado 2. ¿Sabes por qué? Precisamente por eso. Pero si dicen que la ley no es precisa en eso, entonces no necesito una asamblea para que le pueda yo rentar a alguien mis tierras. Empleado i, Depende del interés. Empleado 2. A menos que en el reglamento ya existiera legalmente. ¿Por qué laleg no dice todo eso? Sena muA engorroso ¿no? porque alo mejor go le rento un cíclo a uno, otro cíclo a otro, etc., termtnamos el contrato g perdena un clnrro de tiempo dandolo de baja, etcétera, Empleado .1. Ahí están actuando yo creo entre partes de buena fe. Pero imagÍnese usted, por ejemplo, yo voy a rentar trescientas hectáreas para hacer alguna infraestructura o algo por el estilo o una producción y me quedo con ustedes. Pasó el caso de La Venta. Ahí una empresa canadiense, no sé cual, rentó terrenos para sus aparatos para generar electricidad, energÍa por rriento. ¿Qué hicieron los del ejido y los interesados? Fueron a1 ruN. nPara que surta electo nuestro contrato tú me los vas a prestar por diez ¿¡ss,. Que las contraprestaciones... no intere- 326 fuÉrvo¡ces saron las contraprestaciones, lo que nos interesó es que el ejido estuviera de acuerdo en la renta que iban a cobrar. ¿Q ué son las contraprestaciones 2 Empleado L Dinero por tierra. Eso no nos interesa a nosotros. No nos metemos en esa situación. No preguntamos ¿cuán- to te van a dar? Porque anteriormente la LRR¡ permitía a la autoridad federal intervenir en situaciones económicas. Ahora la ley no lo prohíbe pero no 1o permite. Por lo tanto, lo que hacemos nosotros es el acuerdo de voluntad de que vas a rentar y punto, que es por tanto tiempo y punto. O sea que sÍ están regbtradas algwvts rentes de tíerras: eso es !.Ja con contratos entre ttna persona morol y un ejído o un núcteo agrano pero tn entre particttlares g ejidatarios o entre ejtdatartos. Empleado.1. Usted dice entre yo y usted, la verdad es que no 1o prevé la ley porque sorr contratos temporales. Pero sí preué Lo otro. Empleado 1. Por interés. No, no lo prer,é tan claro la ley, es un acuerdo de asamblea. Y como acuerdo de asamblea. si quiero 1o inscribo y si no quiero no lo inscribo. Pero los electos que va a producir esto es ante terceros. El dÍa que me digan sabes que la infraestructura que dejaste aquÍ se qr.reda para el ejido y rájate donde quieras. Ah caray, no inscribí mi acta, ni hablar, me voy como vine. Pero si inscrÍbí el acta, ¿qué pasa? Es una facultad la tuya de rentarme y hay una autoridad y... Empleado 2.Pero aquÍ en México la autoridad vale madre, licenciado. ¿Y a cuantas empresos los ejidos le Í'tan rentctdo tierras o permitido usuJructuar sus bienes? EmplecLdo i. Muy pocas, son contadas. No ha¡i un panorama así muy... Empleado 2. Puede que sean muchas pero que se desconoce quizás porque no están registradas. Empleado i. Es que hay mucho campo que se desconoce, es decir, hay mucho amasiato y poca legitimación de matrimonios, ApÉworcps 327 porque desconocen que existe un registro ciüI, que existe un Re§istro Asrario Naciona-ly la verdad es esta. Si yo üvo en amasiato con alguien y vivo feliz y aI ratito llega alguien y me dice: nsabes qué, te tienes que casar por esto y lo demás,, y al ratito me empiezo a romper la torre con mi mujer, mejor no lo hubiera hecho. pero los efectos son otros. Los efectos ¿cuáles serÍan? Que los hijos no estarÍan quizá lesitimados. Es decir nosotros somos la causa y el efecto sena otro, Nosotros üvÍamos felices en unión libre, pero ¿qué es lo que va a suceder maltana? Que ellos van a necesitar documentos. Ah caray, varnos a casarnos y legitimarlos. Ahorita, por ejemplo, existe una serie de moümientos económicos, contrataciones. Y yo poder económico le digo: nNos queremos, ¿no? Tú me quieres, entonces aquí la hacemos. para qué nos metemos en otras broncas,. Pero si ahÍ saie alguien de los dos más hábil; mientras se entiendan, a todo da¡ pero ¿qué va a pasar cuando venga una controversia? olamento no haber inscrito aquello en nuestro lugar,. Todos los movimientos, con excepción de la fracción equis, pero todo lo demás es a petición de las partes interesadas. ¿Qué pasa sino tengo certiJícado parcelarío porque todauía no ha sído delímttado mí ejído g le uerudo a alguien mi tierra? Empleado.1. Pues no pasa nada. Simplemente no hay una garantía de transacción para el que compra. Empleado 2. Pero si este cuate va al notario, le da fe y todo eso... Empleado 3. Puede ir con ei notario para una sucesión. Empleado I. Ah bueno, para sucesión sí, pero para compraventa no. Empleado 2. También para enajenación tienen que ir con el notario. Todo mundo lo está haciendo ante el notario. Empleado l. Hasta cuando tengas el dominio pleno, mientras no. Empleado 3. Discúlpeme pero en Tuxtepec están cobrando por eso. Puede ser ilegal, pero en Tuxtepec así lo hacen. Empleado 2. Si no conocemos la ley podemos estar discutiendo por horas sin ningún fundamento. La ley bien claro dice 328 fuorunrcss que un ejidatario una vez que tenga su certificado parcelario lo puede vender, renta¡, etc. Si va a vender sus derechos parcelarios (sucesión de derechos) necesita dos testigos y la fe pública de un notario. Para que esté inscrito en el Ral¡ debe traer el derecho de tanto. El articulo 82 dice que basta la presencia de dos testigos y adelante. Pero no vas a adquirir la calidad de ejidatario en tanto no te reconozca la asamblea v no pase al R¡i,¡. Lo podemos hacer tú y yo pero hasta ahÍ nos quedamos, es entre los dos. Quien adquiere la parceia va a estar como posesionario. Pero si quiero tener la calidad de ejidatario con \¡oz y voto, con prestaciones del ejido, inclemnizaciór.r v todo 1o denlás, tenemos que ir con esa institución que se llama nnN y con nuestro acuerdo de asamblea donde se nos recorlozca como ejidatarios. Pero si usted me dice yo te vendo aqrrÍ, y aquÍ estamos los dos felices, es ilegal como decía usted en un principio; bastan dos testigos y un contrato, dice la ley. Pero el contrato ni ante notario ni ante _.ruu¡-. nadie tiene validez si no se inscribe en el Empleado 3. Para la venta de parcelas primero se tiene que adquirir el dominio pleno y salir la parcela del régimen ejidal. Pero ¿quién quiere tener su tierra en medio de los ejidatarios y ser pequeño propietario'7 Empleado l. Tiene que pasar por acá. ¿Por qué? Porque hav una relación cerrada. Quienes estamos en casa somos de casa v nos reconoció Fulano de tal y es el Rr-¡,1, y aquÍ somos y nadie más. Si muere alguien tiene que sugerirse a otro que ocupe su luga¡ es como una sociedad. Empleado 3. En muchos lugares van ante el notario y según ellos venden su parcela. Ahora que fui a Santa Teresa me estaban comentando eso. Para que el rato les sirva. dicen que tienen que ir ante un notario. Empleado 2. El nruv ha emitido circulares que prácticamente hacen el efecto de un reglamento, de cómo debe de ser la irrscripción, y a veces también ahÍ hemos caÍdo en errores, Dmpleado L PermÍteme, el problerna es cuando vende una fracción de su parcela. Pero aquí la licenciada también se refie- A¡É¡¡orcos 329 re a cuando ya me vo,v a desligar de ese ejido y voy a vender mis tres fracciones; voy a vender mi derecho común, ya no quiero nada con este pinche ejido, ya me voy. ¿Quién es el que lo va a inscribir? Es el R¡N. ¿Qué pasa cuando uno compra dereclns parcelaríos en un ejido? Dmpleado 2.Hay un procedimiento. Tienes que hacer una solicitud al naN y presentar ese contrato de enajenación de derechos parcelarios para que el Rell te pueda generar un certificado a tu nombre. Empleado .1, Pero vas a ser posesionaria y no tendrás la calidad de ejidataria, excepto si ya eres ejidataria en el ejido. Empleado 3. El ejido no te va a reconocer ningtin derecho. Dmpleado L Si llegas a la asamblea v dices: nPero yo tambien tengo mi certificado,, te dicen .Tú te quedas ahÍ porque no puedes pasar, o pasa pero no tienes ni voz ni voto,. "No que fíjate que él es muy bueno y io vamos a elegir como autoridad,. No, porque está impedido por la ley y el órgano de representa- ción es celoso. Empleado l. El ejidatario conserva sus derechos aun vendiendo todo y nada más se queda con el derecho de uso común. Con eso reserva su derecho de participar en la asamblea aunque se haya despegado de todo lo demás. Pero el dÍa que venda todo eso le pone la asamblea un \¡eto y entra quien quiera si es que se registra en elRaw como ejidatario. Taluez laleg adoptó eso de que uno puede segutr tentendo eldereclw de uso contun aunque noposea ni solar ntparcelant nada precisamente para mantener como el statu quo de un ejído, para que la gente siga siendo ejidatano. Enrpleado t, El ejido gr:ardará su estado por el reducto que le quede de las tierras de uso común que son inembargables, imprescriptibles, etc. No sé, hay algo ahÍ en la ley. Esa será la razón cle existir del ejido. Empleado 3. Sí se pierde la cohesión srupal porque .va te sientes dueño de lo tuyo y ya no dependes del comisariado. 330 A¡o¡;orcps Empleado 2, Mira, escuchabas una música en el pueblo: inüta a todos los compañeros para que se reúnan para for_ mar el comité de festejos de la fiesta del patrón San MartÍn,, «Se Apenas si llegan unos cuantos, los nombran; bueno, compañeros, aquí estamos 50 personas, cuando antes iban 300... opues vamos a formar... vamos a poner al compañero... vamos a pasar a pedir la cooperación,. Y como no fue la mayorÍa, aquellos pasan a las casas pidiendo la cooperación y ya nadie les da nada. Las tradiciones de los pueblos se están perdiendo porque ya no se aporta el recurso para organizar bien la fiesta. Empleado .1. Y es que cuando se inició la iucha por la tierra hubo afinidad de gentes, conciencia de gentes. nsabes qué, fíjate que hay una parte que vamos a afectar y si estás de acuerdo, vamos,. A veces ya no era porque iba sino porque ya estaba a medio rÍo y no se podÍa salir. Porque ya habÍa dado billetes, participado, ya el avance de la escuelita ya estaba para lograrse. Entonces existÍa una cohesión de interés, habÍa una comunidad de intereses. Llega Procede y ¿qué es lo que pasa? Nos va- mos volviendo individualistas, se nos llega a un matiz de individualismo, ¿Quién es el que va a tener la función más importalte ahÍ? Va a ser la autoridad municipal, porque es la que tiene que aplicar los usos y costumbres, pero ya será en otro atán. Empleado 2. SÍ, en pueblos chiquitos cada quien jala por su propio lado. Pero antes tampoco trabqaban coryjuntamente. Siempre la gente trabajabaíndíuídualmente su pedactto de herra. Empleado l. Pero se respetaba a la autoridad, lo que se llamaba asamblea, se respetaba la unanimidad. ¿Y ahoríta ga no? Empleado .1. Se está perdiendo. Si antes hacÍamos una asamblea por primera convocatoria, que decÍa la ley, porque estaba la mitad más uno se hacÍa. Ahora necesitamos una segunda convocatoria. A¡ÉNorces 331 EIvTRBvIsra On' 1996 CoN LA LICENCIADA AIvegoL Dí-v, Cnuz, JEFE DEL Dpp¡Rr,qusNro »o IivscRtpctóN DE Soctooaoos DEL R¡N oN O,tr¡cn y coN EL LICENCIADo MIGUEL Hgn¡¡e¡1002 GoNz*az, JEFE DE oFrcrNA DEL MrsMo DEpARTAMENTo ¿Cuales son las princípalesfunciones de este departamento? Nlíguel Hernández, En este departamento se hace la inscripción de sociedades, reglamentos y actas. Se manejan los folios, la inscripción de sociedades y acuerdos de asamblea. Los acuerdos de asamblea son aquellos a los que se refieren las fracciones de la primera a la séptima del artículo 23 de ia Ley Agraria. Hablando de figuras asociativas de carácter rural, se contemplan las contenidas en los artÍculos del I0B al 114. Un rubro novedoso de la nueva ley es lo que se refiere a las sociedades mercantiles y ciüles. Hasta la fecha no tenemos experiencia en cuanto a estas úitimas figuras, que son las mercantiles y civiles, porque no se han dado. Es decir. no sabemos a qué se deba, si al temor del campesino a participar con el capital privado o a otra cosa. No entendemos cual sea larazón, pero en Oa-¡iaca concretamente no se ha dado ningún caso. PodrÍamos decir que son muy numerosas las qtre se han presentado y las que se refieren a las liguras que contempla Ia ley (artÍculos 108-114) en correlación con el cincuenta. Éstas son primero la unión de ejidos, comunidades, unión de comunidades y ejidos, las Asociaciones Rurales de Interés Colectivo {ARIC) y las Sociedades de Producción Rural (srn). También conoce eldepartamento de la figura que prevé la Ley Federal de Reforma Agraria de 1976 que se llama la ntriple S,, Sociedad de Solidaridad Social. A esta figura no ia contempla la nueva legislación. Podríamos decir que tienen una reglamentación especial y que las contempla esa ley, que es una ley bastante benévola y la han acogido muchas agrupaciones y personas para asociarse. Las triple S son de las más comunes y las más difundidas dado el tiempo que tiene la ley. En cuanto a las figuras que estamos conociendo y que prevé la nueva ley, la unión de ejidos y comunidades es una figura que tiene personalidad propia al inscribirse en el nruq. 332 fuenorcos Anteriormente, con la lpna, esta figura -la participación, la integración más que nada- estaba encomendada a la sR¡. Ahora con la libertad que otorga la Ley Agraria los ejidos y las comunidades se pueden asociar libremente y ya no tienen que tener un padrino o dependencia tutelar de esas facultades directamente. Ya lo hacen libremente ellos. y un requisito es que pueden formarse con dos o más núcleos agrarios llámense ejidos o comunidades. Sus funciones son: l) coordinación de actiüdades productivas, el campo; 2) cornercialización:3) industrialización de sus productos, y 4) asistencia mutua. Esos son los objetivos concretos de la Unión de Ejidos. Se integra con una asamblea, es de- cir, con la voluntad de cada uno de estos núcleos, previa convocatoria, actas de asamblea; ei nombramiento de sus delegados que son cuatro, dos de ia asamblea y dos del comisariado o del consejo de vigilancia que son los órganos de representación. La ley anterior nada más preveÍa dos, ahora son cuatro. Esto se supone para que exista mayor control, más vigilancia en cuanto al funcionamiento, seguramente ese es ei espíritu de la nueva legislación. Hay cuatro delegados por cada núcleo agrario. Si son 10 núcleos serán 40 delegados, AsÍ todos tienen participación y están representados y protegidos. Antes era nada más que surgiera de la asamblea y punto, no habÍa problema. Pero, ¿qué sucedÍa en la práctica? Los delegados nunca entregaban cuentas, nunca informaban a su asamblea. Entonces, con esto lógicamente se ven obligados como órganos ya participantes del ejido a comunicar a sus asambieas los acuerdos que tengan. Eso es lo que existe en la unión de ejidos y comunidades, Nosotros para registrarlos, cuando todo estaba encomendado a la sRa, tenÍamos ahÍ la fe de hecho. de autoridad. Ahora para constituirse es necesario pasar ante fedatario púbiico. Es un rasgo fundamental que prevé la ley para dar fe de la constitución de ese tipo de figura. Para registrar esta figura requerimos de las convocatorias de los núcleos agrarios, en las cuales primero hayan dado la anuencia de participar o Ale ruorcss 333 fornrar parte de la unión: en se€undo lugar, se requiere el acta pasada ante fedatario público, v en tercer lugar, el paso de los derechos correspondienles y una solicitud que es la inscripción a petición de parte. Esos son los documentos básicos. ¿CtLanto cuesta la solicítud de inscrtpción? MigtLel Hernandez. Treinta y cinco pesos. Se compra la forma sHcp5, que es la de pagos varios de la SecretarÍa de Ha- cienda y Crédito Público. Se pagan en cualquier sucursal bancaria o ante las ollcinas de Hacienda, de acuerdo con la ky de Derechos, y posteriormente se les da el seriricio registral. En la forma se debe marcar en el cuadro de concepto -que es por pago de inscripciones ante el n¡u del acta constitutiva de la unión de ejidos y comurtidades- una equis simplemente. PodrÍamos decir que los requisitos furldamentales son éstos; sirt el pago nosotros no podemos inscribir, tarnpoco sin el acta protocolizada ante ledatario pLiblico. Si se constituye, a partir cle la nueva Ley Agraria, necesariamente debe estar otorgada ante fedatario público. En el acta deben estar contemplados los acuerdos de asamblea, los nombres de los delegados, los órganos de dirección, que es un consejo de administración y un consejo de vigilancia, que surgen de los mismos delegados; debe de contener y anexar los estatutos que regirán la vida interna de la figura, llámese unión de ejidos o comunidades. Si en ei acta constitutiva otorgada ante feclatario púbiko omitiera cilar las convocatorias, definitivamente no es procedente, porque el acuerdo de forntar parte de estas uniones debe surgir del seno de cada uno de los núcleos agrarios. A estas asambleas necesariamente deben acudir quienes integran los núcleos. Si van a ser ejidatarios. ejiclatarios: si comuneros, comuneros. Los ejidatarios o los comuneros legalmente reconocidos son los que \ran a tomar los acuerdos. Pueden inr,rtar a dependencias que estén interesadas en la organización, hay esa libertad. Pueden ser las que existen, como el Instituto Nacional de Desarrollo Aqropecuario (n¡o.q), la Coordinación Agrana, la Procuraduría Agraria o alguna organización campesina gg4 Appr,rolcps interesada en forma¡ este tipc de uniones; a inr.itación, desde luego, no por su propia iniciativa. La iniciativa debe surgir de los que deseen conformar la unión de ejidos y a invitación de estos núcleos podrán acudir estas dependencias y solicitar el aseso_ ramiento también. La Procuraduria Agraria es la principal encargada. Es el abogado natural y legal de los campesinos y puede participar. Pero tampoco está coartada la participación de otras dependencias comprometidas con el agro. Es ahí donde le decÍa yo de la libertad que consagra la ley. Pero de manera oficial no debe acudir la ProcuradurÍa Agraria, ni nadie de ellos. Oficialmente no, para la constitución no se requiere. El notario público va a intervenir porque va a dar fe de la creación de una figura, en este caso no vamos a requerir ni el permiso de Relaciones Bxteriores ni otra participación o intervención. Por ejemplo, imagínese usted que en la prácLica, en la asam- blea nos constituimos. Yo represento al ejido equis, usted al ejido ye. Hay un comisariado integrado por tres personas y además edste un consejo de ügilancia. Platicamos: usabes qué, la conveniencia de fortalecernos, de ayudarnos mutuamente en la venta de nuestros productos... ¿qué te parece si nos unimos en alguna figura que contemple la ley? ¿Cuál sería? La unión de ejidos. Tú eres ejido y yo soy ejido,. O si usted es comunidad y yo soy ejido, podemos hacerlo y viceversa. ¿Qué es lo que vamos a hacer? nlancemos nuestras convocatorias, tú en tu núcleo y yo en el mÍo. Comunicamos a los comuneros que nuestra inten- ción es formar parte de una unión de ejidos y se les inüta a participar en ella,. Les explicaré los motir¡os, las razones, usted hará lo suyo. Lanzamos nuestras convocatorias en términos de la ley; reunidos nombramos a nuestros delegados que nos representarán ante la unión, usted nombrará a los suyos; inte- graremos nuestra documentación y expediremos otra convocatoria. La podemos hacer los dos que estamos interesados en formar esta unión. No necesitamos la participación oficial. ¿Qué hacemos? De inmediato lanzamos una convocatoria: nSe cita a los delegados para conformar la unión de ejidos fula- fuÉr'rorcos 335 na de tal de los poblados..., Nos r¡amos y la constitución de la unión se da en ese momento. No necesitamos que participe nadie, estamos solos. Estamos bien enterados de cuál es el procedimiento y cuáles son los fines que buscamos, adelante. Resumiendo lo que se debe hacer: en primer lugar, tomar la determinación de formar la unión. En segundo lugar discutir los posibles estatutos y nombrar a nuestros órganos de dirección. Tenemos nuestra documentación y -¿A qué notario les parece que vayamos a ver?, Al notario equis le llevamos nuestra documentación y él tendrá que prestarnos los servicios. En ese momento no es necesario que el notario esté en cada una de las asambleas, sino que la documentación en sí la vamos a llevar al notario y élva a protocolizar ei acta constitutiva de nuestra unión de ejidos. A partir de ahÍ, ¿qué es lo que vamos a hacer? Visitamos al Rairl a ver qué documentos requiere. Los que traen con excepción de... uNo hemos pagado nuestros derechos..., Páguenlos. Compren la forma en la papelerÍa, ¿no pueden? Se les da el apoyo de llenarlas aquÍ en el n¿irl, pagan al banco 35 pesos y ¡estamos registrados! A partir de nuestro registro, que es un paso muy importante, vamos a tener personalidad jurÍdica y a ser sujetos de derechos y obligaciones. AruabelDíaz. Todavía existen ücios que son reiterativos en cuanto a la aplicación de la ley y hay algunas instituciones que se quedaron ahi y que se empeñan en segulr manteniendo la aplicación de la ley anterior (mna). Porque de hecho la nueva Ley Agraria en muy pocos artÍculos nos da la intención o nos proyecta cuál es el sentir de la misma. ¿8ué pasa? Que la anterior era un bonchote grandote, o sea que era un paquete que casi te desglosaba quienes eran los ejidatarios, cómo adquirían esa caiidad, cuál era la capacidad, etc., era más amplia y como que describÍa todos esos conceptos. En cambio, la nueva Ley Agraria no. Entonces, el campesino se aturde pensando en esas leyes tan explicativas que antes teníamos, y como ahora nos apegamos a un sistema a lo mejor muv americano, porque las 336 fuÉuorcps leyes son muy precisas pero no explicativas. y a la gente se Ie hace difÍcil entenderla y ahorita a cuatro años ya de estar funcionando el nau, realmente estamos viendo que las institucio- nes que apoyan al campo o se encargan de capacitar a los campesir-ros ya están metiéndose en el rollo reai de la ley. MtgtLelHernandez. Por ejemplo, al inicio de la ley se dijo lo sisuiente: *Hay libertad yjusticia en elcampo en cuanto a todo,. y/o comuneros entendieron la libertad en hacer un dor:umento. Eso era válido anterionlente porque tenÍan la tutela de los promotores de la snt, que les hacÍan todo. Entonces, en un momento dado llegaba la persona aquella y nFÍrmame aquÍ, hazme esto, ya, no ha,v problema,. Se olvidaban Los ejidatarios totalmente los campesinos porque decían: nA mÍ Reforma Agra- ria me lo hace todo,. Entonces, inutilizaban completamente a esta gente. Ahora cuando llegan aquÍ se les dice cuáles son los requisitos de acuerdo con la nueva ley y no lo quieren aceptar. Muchos de ellos llegaban aquí con nosotros a registrar sus ac- tas, una hojita, *Hay libertad, decían, nla libertad me la está dando la ley,, decían quienes estaban más o menos enterados del cambio. Pero ya üendo de acuerdo con nuestro reglamento interno en cuanto a la f,ormalidad, la legalidad discrepaba mucho. Lo mismo sucedió con los otros órganos de autoridad que empezaron a conocer la ley y hubo muchos tropiezos. AnabelDíaz. Todaúa siguen 1,endo a la Dirección General y a la Subdelegación de Organización Agraria de la Coordinación Agraria de la sRa. Todavía hay esos r.icios. Las uniones de ejidos que se constituyeron con la lnri¡, las tRtc, todas las for- mas de asociación que existÍan antes de la ley. no se daban como ahora se dan. La nueva ley nos da otra forma a través de fedatario público. Ya no va a haber la cuestión paternalista de la Reforma Agraria, o sea que la sne les haga todo el trabajo, ya no. Ellos ya van a buscar sus lormas de asociarse y van a recurrir a un notario para que dé le de esas acciones, La Subdelegación de Organización Agraria, que ahora es Subcoordinación de Organización de la Coordinación de Organización, Ies dice: nMándala APÉr,-oicos 337 su obligación,, esos se constituyeron con la LFRA. que ellos no han entendido todavÍa es que los estatutos y todo lo que ahora va a regir a esa unión de ejidos será con la nueva Ley Agraria, o sea con la aplicación de ia nueva [,ey Agraria, aunque estén constituidas con anterioridad a 1992. Pero al RAN, esa es Si, pero 1o se tienen que ajustar si van a seguir teniendo esa personalidad jurÍdica o la misma personalidad. Lo ideal sena que autorizaran los estatutos no en cuanto a la cuestión interna sino a los fun- damenlos de ia ley, para que digan que ya están regularizados y se apeguen un poco más a Ley Agraria. ¿Y tendrían que regístrarse en el RAN o Ua estctrt cor Ltempla- das como enstentes? AnabelDnz. Sí, ya la constitución sÍ, pero todos sus movimientos a partir de ahorita se tienen que registrar. O sea, los cambios de administración de cada tres aiios, los nombramientos de los delegados por cada comunidad o por cada ejido que participe, etc. Es lógico que los campesinos quizás qtrieran decir: uBueno, pues 1o llevo al notario, total eso es algo que la ley me está exigiendo», Pero las trabas son las institttciones que les dicen' «¿Por qué lo vas a llevar a un notario? El nal¡ te 1o tiene que registrar asÍ como s5[[»! «¿Por qué?, nPorqtte ustedes no tienen dinero para estar §astando,, Entonces esa es también la limitante que existe. uel Her nande z. Fue u n desaj u ste. yo lo entiendo, perohagade cuentaqtLe estaban 15 uníoSi, nes Uo constit¿¿¿das cuando entró en uigor en 1992lanueua Lett Agrctria. ¿Qué contemptaba la letl que debían hacer esas uníol'/tig nes, ir al RAt,i/ registrarse? MiEtelHernández. No. ¿Sólo cuando se tuuieran que modficar sus autorÍdades o hacer algúncambío? Mtguel Hernández. Exactamente. Los cambios, los relevos que se tienen que hacer de los órganos de representación cada tres anos, y hay que acudir al neN para que nos inscriba el acuerdo de que hemos sufrido un cambio, un moi¡imiento. De hecho el 338 Aloruolcos MN es una institución que ya tiene años de existir. Lo que sucede es que con la nueva legislación agraria como producto de la reforma al27 se le da mayor participación o intervención en el agro. Es decir, se desconcent¡a de la sR¡ y se r,uelve un organismo público descentralizado y automáticamente ya tiene patrimonio propio, ya üene recursos propios, ya no está supeditado a 1o que era antes, una dirección de área de la snq. Entonces, lógicamente el naN tiene sus registros. Que ha entrado la nueva tecnologÍa. eso es otra cosa. Pero los actos que se registraron tienen tanta validez como los que se registren después de la refornla. AnabelDíaz. Así es, y digamos que pertenecen a un archivo histórico que nosotros vamos a respaldar siempre y cuando esas figuras juridicas sigan funcionando. Esa es la finalidad. Porque imagÍnese cuántos capitales o cuántos créditos se unieron va a ese tipo de organizaciones y que cambien de iln dÍa para otro. Miguel Hernarudez. Que de un plumazo desaparezcan las obligaciones... AnabelDínz. Entonces, ¿cómo van a quedar las instituciones crediticias ante ellos? Al darse este cambio lo que pretendemos es decir bueno, actualÍzanos esto de acuerdo con la nueva Ley Agraria. Sujétense y ajústense a lo que dice. No va a haber nin§una modificaciórr en cuanto a que cambien de razón social, de régimen, que registren sus capitales, etc. Siguen teniendo esa libertad. Miguel Hernandez. Y tierren su personalidad, que es la base... y lo único que tienen que hacer es que cualquier acuerdo, acta o cambio 1o registren ante el n¿N. Anabel Díaz. Eso sÍ ya es obiigatorio. Es como una situación en que ias mismas instituclones le van a pedir inscribirse en el Rq¡¡, si rro no hay créditos. Entonces, lo que a ellos les interesa es exactamente que aquÍ esté inscrilo; para que puedan ir a Cedar, puedan ir a Firiaco, puedan ir a Fifonafe y a otras instituciones que les puedan dar créditos, pero ya amparados porque elrtaN los tiene inscritos. Arplorcos 339 MiguelHernández. La verdad es que ha habido poca promoción de las figuras existentes. Viven de derecho ante el RRt'¡ porque ya tienen su número, pero de hecho sólo existen porque no se han regularizado. Si han tenido moümientos internos solamente los conocen ellos, no los han registrado ante el ReN. Ese es un hecho real. Que todas estas figuras, dicen: nTengo mi re- gistro ya, mi patente, etc., pero nuestros morrimientos aqui los hacemos internamente,. AnabelDÍaz. Sus moümientos nunca los han registrado. Y no sabemos realmente si esas figuras si$uen operando. Entonces, mientras ellos hagan sus cambios de administración o den de alta o de baja a sus socios por fallecimiento o por Ia razón que sea, nosotros decimos: nSÍ, siguen existiendo. Y tenerlos un número real de todas esas figuras a lo mejor de 400 u 800 de las que haya inscritas, pero no sabemos exactamente cuántas de ellas vivan o si se liquidaron y cómo se hizo la liquidación. Eso es ahí nada más entre ellos. Ahora no porque las normas ya estaban preüstas de antemano; de que tenÍan que entrar en liquidación; tenÍan que nombrar una comisión liquidadora; tenían que intervenir los acreedores, la parte deudora, una institución que ügilara que la liquidación se hiciera apegada a derecho, que es Ia sR¡. Y no sabemos qué ha pasado con ellas. En lo referente a sociedades. nada más en cuestiones de iiquidación en triple S y sen pues ahí con la aplicación de la nueva ley se están haciendo nuevas. O sea, ya las otras tienen muy poco efecto. Mtguel Hernandez. O sea que de todas las modalidades que contemplan los artículos del 108 al 113 son todo tipo de sociedades. Todas las que estén ahÍ se tienen que contemplar, excepto las Sociedades de Solidaridad Social. AnabelD,frz. Así es, porque forman parte de la Ley de SoIidaridad Social, independientemente de que esas sociedades, como dice la ley, deban ser de industrias rurales o para cuestiones de trabajo, de cooperatir¡as. etc., que casi las absorbió en su totalidad la sRa. La SecretarÍa del Trabajo y Previsión Social 340 A¡rruolces debe registrar también otras de su competencia; sin embargo, casi nunca pasan por ahí. Es posible que esta irltima secretarÍa nunca haya conocido de esas sociedades porque todas se las adjudicó la snn, y podrÍamos tener a ciencia cierta un número de todas ellas porque la sR¡ se las adjudicó como si fueran su Iey. O sea, que se apropió de esa ley sin querer. L4EuelHernondez, Yo creo que sería también porque en la situación. rural interviene la sR¡. La relación de trabajo es más obrero-patronal, Entonces, las cooperativas que se dan en los centros urbanos son de otro tipo, ahí sí entra la Secreta¡Ía del Trabajo y Preüsión Social. Y en cuanto a ese tipo de figuras, dado que en la constitución de ellas podían participar gente sirt trabajo, avecindados, ejidatarios, comuneros; gente sin tierra, dice la ley, yo creo que ahÍ es donde la snq dice: uBueno, esto no es operatirro en el campo y las situaciones de carácter urbano se las dejamos a la Ley de Cooperativas,. Yo creo que ahÍ está el meollo. AnabelDinz. Porqre sociedades de la nueva Ley Agraria, como las Sociedades de Producción Rural (spR), Asociaciones Rurales de Interés Coiectivo (erucJ. Uniones de Ejidos y sociedades civiies y mercantiles, de hecho se halr dado muy pocas. Hasta ahorita llevamos 280 spn con la nueva l-ev Agraria. Es decir, de 1992 para acá llevamos 280 spn hasta julio de 1996, porque el Ralt se constituyó el 1l de agosto de 1992. Entonces, se supone que fue a partir de esa fecha que se crearon los folios agrarios, hay 280 spR inscritas, dos uniones de ejidos v una ARC. Este es un dato real, que está en nuestras manos, y hasta eso porque esa ARIC nos fue ganada en un amparo porque no venÍa muv bien integrada y por una cuestión equis nos la ganaron en una revisión y se inscribió. Pero realmente no hubiera pasado de acuerdo con la normatirridad que exise la Ley Agraria. ¿Y por qué nohubíerapasado? Anabel Díaz. Porque no reunÍa ciertos requisitos. Dice el RA¡J qlle todas las comunidades o ejidos que [ormen una Azuc o uniones de ejidos deben tener un registro en el ReN antes de formar ia aruc y dos delegados por parte del comisariado y dos que Ar,É¡lolcos 341 su¡'an de la asamblea, o sea son cuatro por ejido o comunidad. Esos dos delegados deben tenerya el registro, o sea un nombramiento ya reconocido y avalado por ei nax de que efectivamente pasó por aquÍ el cambio de los órganos de representación de ese ejido. Entonces, imagÍnese, si de diez comunidades ocho a lo mejor fueron registrados, se les dieron sus credenciales, ostentan ya el nombramiento como presidente del comisariado o equis cargo que tengan, pero dos de ellos no; por esos dos no van la ARIC a ser registradas, porque no reúnen los requisitos. MiguelHernández. Es que el reglamento interno tiene una estructura muy especial. Están los principios de prelación y de trato sucesivo. Esto quiere decir que primero tiene que inscribirse una cosa para que proceda la otra, y en este caso lo vemos simplemente en las actas de elección. Si no está resuelto el problema de la comunidad, que es cuando hay conflictos, lógicamente que el nau no tiene conocimiento de la inscripción de la resolución del Tribunal Unitario o de Ia resolución presidencial y el acta de ejecución, AnabelDnz. Ese serÍa otro caso por el cual no se inscribirÍa. Si de diez comunidades ocho tienen eso y una no está reconocida, como en el caso que estaba comentando, no procede. MígelHernández. De ahí parte todo. Si vamos a registrar una ARIC y resulta que es un comité ejecutivo particular porque está en segunda instancia para dotarle las tierras, no es posible que el r«ur* inscriba ese sujeto que todavÍa no ha nacido en el mundo del derecho. Todaúa no es una comunidad confirmada ni es un ejido reconocido. Entonces necesariamente se requiere que ya esté asentada en su resolución presidencial, que esté ejecutada, tenga su comisariado, que tenga todos los morrimientos. AnabelDíaz. Esa es la razón. Larazón fundamental no es que la gente desconozca las formas de asociarse, sino que la ley anterior no preveÍa eso, no le interesaban. DecÍan: nAh, tú eres comunidad o ejido, juntamos diez núcleos agrarios y hacemos una ARIC». Ese es el verdadero problema, y es una situación que nos ha traÍdo bastantes limitantes. 342 ArÉworcos L[íguelHernandez. Y posiblemente es ahÍ donde digan los ejidos y comunidades: nPor qué me invitan a la participación, a la organización y me coartan de alguna forma al no poderme registrar porque me falta mi resolución presidencial,. pero si lo vemos desde el punto de üsta legal, es necesario que tenga su acta de nacimiento pa-ra que nosotros podamos decir: nEs Fulana de tal,. ¿Entonces los ejidos g comunidades qLLe no tierrcn su resoLución ni sus cert{icados de derechos parcelarios no pueden organízarse legalmente? Mtguel Hernandez. No, exclusivamente resolución presi- dencial, ya ejecutada sobre todo. Só1o donde esté eiecutada la resolución y constituidos sus comisariados y todo. Los únicos que pueden participar son los que tienen la resolución presidencial ejecutada. Hag cantidad de comtLnidades que tienen constituido s¿¿ comísartado o ctrcntcu't con representantes del comisariado g no tienen la resolución presidencíal ejecutada, AnabelDíaz. Así es. Es el caso de tres comunidades perte- necientes al distrito de Cuicatlán. De ias tres sólo una tiene resolución presidencial y ejecución. Las otras tienen conflicto de lÍmites con otras comunidades y no han sido reconocidas de derecho. Entonces, dicen: nPero ya está en trámite eso, tengo un amparo que no sé qué,. Sí, pero a nosotros no nos interesa eso. A nosotros nos interesa que ya el Tribunal Agrario haya emitido una resolución que ya haya causado ejecutoria y se inscriba la sentencia en el Rqru. Mire por cuántas situaciones se tiene que pasar, que se inscriba esa sentencia donde les hayan reconocido ya la superficie y todas las tierras y bosques y todo. Entonces ya puede ser sujeto de derechos para constituirse o asociarse con otros núcleos agrarios. Ahora, a otra cosa. Ei paso siguiente es inscribir sus órsanos de representación, y posteriormente asociarlos. De esos órganos de representación van a sallr dos que ya deben estar reconocidos por la asamblea y aprobados para que puedan ser delegados de una unión. Esa es larazóny Ar,Éruolcos 343 la problemática que existe. A lo mejor la gente no lo ha hecho por desconocimiento, sino por las trabas a las que el mismo derecho pone muy sutilmente. Y es justificado de alguna forma porque tienes que ligar y amarrar todas las situaciones legales habidas y por haber ya en una sociedad, porque se asumen compromisos de carácter económico, obligaciones y derechos. Ya surge como personalidad jurÍdica, como persona moral. son compromisos que no se pueden dejar asÍ, al libre albedrÍo de la gente. Porque se ha hecho lo sisuiente: se ha descapitalizado tanto el campo porque nuestros gobiernos se endeudan con otros paÍses con tal de financiar el campo. ¿Qué pasa? Que la gente dice: uComo el gobierno me está dando todo yo ni le pienso pasar», Entonces, ¿cómo demandan? El gobierno no tiene Ia forma de hacerles pagar a los campesinos. Ni modo que embargue su tierra, que es inembargable, que es su herramienta de trabajo, el ingreso diario de ellos, ¿cómo? Eso ha hecho que nosotros nunca salgamos de esa situación, porque se va descapitalizando y no hay desarrollo agrope- cuario de ninguna naturaleza. Al contrario, yo creo que como somos tan desobligados, 1o que hacen es decir: nCómo me van a demandar si no me pueden meter a la cárcel,, Entonces, lo que se está haciendo o viendo son mejores formas de arnarrarlos para hacerlos sujetos de derecho y obligarlos a que cumplan sus obligaciones. Esa es larazón por la que talvez no se han constituido grandes asociaciones. Bueno, las spR porque se hacen con dos gentes o con puras personas fÍsicas; pero las que ya se hacen con una figura moral, con personas moraies, son difÍciles. MígtLel Hernandez. Ese aspecto que tocaba usted es una cosa sumamente importante. Dicen ellos: uMiren, ya en la práctica en el diálogo con el nqru... Queremos un asesora-miento, cons- tituirnos en una figura asociativa, ¿cuál nos recomienda?, Nosotros damos las opciones cuando se nos inüta. La ley prevé estas: requisitos, cómo se constituyen, etc., adelante, elijan ustedes la que consideren. Pero a veces llega la amarga experien- 344 fuoruorcrs cia de que ya están bien registradas y todo lo demás. ¿;Qué ha_ cemos, quién nos va a refaccionar, quién nos va a proporcionar el capital? No, pues busquen, toquen puertas. Llegan a desmoralizarse tanto las personas que después de todo tiran el guante y se van mejor. De ahi que nosotros en forma real desconoce- mos el funcionamiento de estas figuras. Hay figuras que son detectadas porque están al dÍa. nlicenciada, departamento, ya hicimos nuestro cambio de órganos de representación, nuestro comité administrativo. nuestro co- mité de ügllancia, s¡¡.» ¿Qué quiere decir? eue hay interes, que están funcionando. Pero sucede que se constituven, se registran, y si vamos a la práctica, pocas son las que están compulsando el tiempo, la legalidad de su üda, de su formación, Eso es en la práctica... Ei capital. y es sumamente sentido eso porque dicen: nYa nos organizamos y se ponen ahÍ a imaginarse... ya tenemos nuestro registro y todo lo demás y ahora ¿a dónde? Se van a la iniciatil,a privada, al banco, y les cierran las puertas. nSon insolrrentes, qué rran a responder..., AnabelDíaz. Creo que ahora nada más dos bancos van a impulsar el sector asrario; Banrural y el Banco de Comercio Interior (Banci). Son los que tienen luz verde para ahora sÍ tomar las riendas (MíguelHernández: medio apoyar). Banci es el que va a impulsar el desarrollo y dice que no se les va a dotar a Ias sociedades con muchisimos recursos, pero sí por lo menos para iniciar su capital. Digamos, su fondo social para que partan de ahí. Van a impulsar el desarrollo a lo mejor con dinero extranjero, del Banco Mundial o qué sé yo. Un amigo que es gerente de ese banco me estaba platicando eso. Que todas las Sociedades de Solidaridad Social que aquÍ llegaran y me preguntaran dónde podrÍan encontrar apoyo económico ios mandara para allá, pero que hace poco le dieron esa indicación de reimpulsar el desarrollo agrario. MiguelHernandez. Que bueno, ahÍ hay que mandar a todos. AnabelDíaz. Por ejemplo, ahorita lo más novedoso delgobierno del estado de Oaxaca es que se están constituyendo Con- fuÉ¡,¡olcos 345 sejos Comunitarios de Producción de Granos Básicos, y el mismo gobierno les está dando créditos en cantidades suficientes para fertilizantes, compra de semilla mejorada y todo eso. Una de las cosas que se veÍa en una propuesta que nosotros realizamos en el sector agrario de las reformas d27, era una de las alternativas que había; decía que no hay tecnologÍa, que no te- nemos técnica, que estamos todavÍa con 300 años de atraso respecto de otros paÍses y seguimos produciendo con los artefactos rústicos de antaño, Entonces dices bueno, si se quiere recapitalizar el campo de alguna forma, no le des dinero a las gentes. Yo decÍa que en Estados Unidos hay una forma de trabajar en la cual todos los productores son apoyados por el gobierno con dinero para cuestiones fortuitas, de pérdida por mal temporal, etc. Tienen seguro agrícola y una serie de cosas. Dicen que todos los productores se unen v compran los insumos en una casa industrial equis, en una tábrica o lo que sea, cosa que nosotros no hacemos. El gobierno mexicano lo que hace es dar dinero, le da mll pesos a cada productor para que compre fertilizante. ¿Sabe qué hace la gente en los pueblos con tanto dinero junto que nunca ha tenido? Emborracharse tres dÍas, y se viene reduciendo el capital como a 300 pesos, le üene metiendo eso a su milpa, él hace todo el trabajo porque ya no tiene para pagar mano de obra. Iógico que vamos a seguir en lo mismo, y la deuda externa sigue creciendo porque los créditos son a plazos, porque no hallamos los medios, etc. Si dijeras aquÍ están los insumos y esta es la casa en la que vas a comprar porque ya negociamos con ella o busca tú como productor organizado donde te vendan a precios aceptables un mejor insecticida, insumos o lo que vas a usar, eso serÍa otra cosa. MíEtelHernandez. Fertimex, por ejernplo, desaparece y se va a la iniciativa privada. Y empezaron a forma¡se las uniones de ejidos y comunidades para comprar fertilizantes. Anabel Díaz. Fue por lo mismo que Fertimex estaba endeudándose tanto, porque no pagaban las organizaciones, las aruc, etcétera. 346 fusNolcos Míguel Hernandez, Y entonces les daban dinero y les decÍan: nAhora ustedes mismos distribúyanlo entre su gente,. Tenemos los ejecutecos; iban tan bien, pero la corrupción, la sirvengüenzada se dio en el mismo seno de la unión que después cuando se dieron cuenta los miembros de ella dijeron: oEstamos perdidos, ya se nos fue el billete,. En el periódico salió que hubo un fraude de como mily tantos millones de pesos en una empresa forestal. I¡t antc que esta regístradn, ¿a qué se dedica? AnabelDíaz. Es ganadera y pertenece a Tuxtepec. ¿Y Las unbnes de ejrdos? Anabel Díaz. Están en Cuicatlán y son de productos agrícolas. Esta zona es muy rica en mangos, chicozapoies, sandÍa, melón, papaya, de todo. FÍjese que hasta ahÍ llegan gentes que van a exportar. Llega el gran coyotaje para adquirir toda la fruta al más bajo precio para luego exportar a los mercados extranjeros. Producen mango, chicozapote y papaya. Esas dos uniones de ejidos son las que están enclavadas en esa zona. Aunque dicen que son de productos agrícolas, no detallan qué tipo de productos en especÍfico producen. La ARIc es ganadera. Yestas otras soctedades que lwy de soltdandcñ socíal ¿a qué se dedican? AnabelDnz. Son muchÍsimas. Ha1, pecuarias, agropecuarias, de insumos, de hortalizas, de miel, de tortillas. Agropecuaria es la genérica, digamos. Unas son de artesanías. Otras son maquiladoras de ropa. Hay varias de maquiladoras de ropa que están incrementando en mucho su capitaly siendo muy apoyadas. Cría y engorda de cerdos. Más de animales pie de crÍa, de animales de traspatio. Son sociedades de menor producción porque se dedican a la crÍa y engorda de cerdos y/o de ganado, son empresas de menos capital. A Ia comercialización del camarón, del pescado, de totopos, los productos del mar, casi por 1o regular son mujeres las que participan en ellas. Miguel Hernandez. Bstas son las figuras que el ReN controla con la precisión requerida porque ya están resistradas en fuÉr,¡orces 347 el folio con la actividad que desempeñan y si sus integrantes pertenecen al sexo femenino o al masculino. O sea de cuántas mujeres, de cuántos hombres, Tenemos un programa de computación muy sofisticado. Entonces, de hecho ahí se registra cuántas son de mujeres, cuántas son agropecuarias, cuántas son de pesca. Al sector pesca le interesó la información y se la proveímos de inmediato, La Subprocuraduría de Pesca pensó que les iba a ser muy difÍcil saber cuántas sociedades de las que teníamos inscritas se dedicaban a pesca. l,e enüamos un concentrado en donde se especificaban solanlente las actirridades relacionadas con el camarón. Porque con esas sociedades la SubprocuradurÍa de Pesca ya va a operar directamente y decir: oSí, efectivamente, tienes tu registro, a mí me consta. Mira, esto me mandó el nal y dice que ya estás registrado. Ya no hay necesidad de que traigas todos tus documentos, de que comparezcan las veintitantas..., Sóio con que prueben que están constituidos y aparecen en esa lista les far¡orece mucho. Anabel Díaz. En sociedades de primer nivel, en donde las personas fÍsicas integran una persona moral, no hay ningún inconr,enierite. El problema es cuando se asocien o quieran asociarse personas morales con otras personas morales para formar otra sociedad de mayor nivel y buscar mejores mercados, para buscar más financiamiento y una serie de cosas. AhÍ es donde están las trabas. En las figuras de primer nir,el de las que hablamos no hay ningún inconveniente. Y de 1992 para aca. ¿cuantas se han írscrito en el estado de Oaoca? Anabel Díaz. Son 956 de las triple S. A partir de 1992 llevamos esa cantidad. AhÍ no ha habldo problema porque los requisitos son mínimos: que seas de nacionalidad mexicana, productor rural. que tengas interés de asociarte y pongas una parte de... Dependiendo de la forma como te constituyas, si aportas capital o no, si buscas o no linanciamiento. La mayorÍa de las sociedades busca financiamiento. O sea que un productor rural sin nin§ún recurso, dice: nYo tengo mi tierra, está impro- 348 ApÉworcEs ductiva, no tengo medios para hacerla producir. Pero el fondo de solidaridad social sí me lo da el gobierno a través de Cedar, sÍ me da Procampo o sÍ me da otro. AsÍ ya voy a producir,. Se constituye sin ningún capital para buscar financiamientos. Por ejemplo, las cajas de ahorro de Solidaridad es otro apoyo que tienen ellos. Antes ibas a una comunidad y como trabajadora de equis institución querÍas justificar tu trabajo Yo decÍa: ooigan, si se interesan en producir esto, esto y esto, la misma institución les pide esto I esto,. Ahora resulta que la misma institución le pide estar constituido. con cuántas gentes cuentan, etc. ¿Por qué? Porque antes no se cumplía con el requisito ese y no pagaban. Ahora 1o que quieren es amarrarlos a través de esas figuras para que asÍ todo mundo pague. Hasta ahora sÍ se ve refiejado en este tipo de organizaciones porque es la mejor forma de hacerles efectivos los cobros. Miguel Fernandez. Ahora hay que tener mucho cuidado porque a veces se presenta esto, que al calor de un programa polÍtico se hace ese tipo de figura rural. Por eso siempre debe uno partir de la üabilidad que en un momento dado pueda tener un proyecto, porque si se hacen al calor de una campaña política en ocasiones no sirven, o de Ia productividad que van a tener. Porque entonces son números rojos los que se manejarían. Porque pasa la efervescencia, se distribuyeron el billete, y lo que dice la licenciada, nos distribuimos tantos pesos para tal fin y ya no 1o hacemos porque los distribuimos para la copa, las necesidades primarias de la familia y nos olvidamos del fin que nos habíamos propuesto. AhÍ están también los fracasos, y son muy frecuentes. ¿Parct el registro de las tnples S qué canttdad se requtere pagar aquí en el nat¡? MíguelHernandez. Todas las figuras organizativas deben pagar 35 pesos. ¿Y t'tan tenido expertencías en caso de bqa de alguna so' ciedad, qué se tíene que l'tacer alrespecto? fuÉuolces 349 NlEuelHernandez,Hastaahorita no se ha presentado ninSuna situación de esas, pero regularmente en los estatutos de Ias mismas se prevé la forma de liquidación y de darse de baja en el Rau. ¿Y cual el procedimíento para darse de bqja? Miguet Hernandez. Pues de que asÍ como se unieron, asÍ determinen desaparecer simplemente. Es decir, nos unimos para un fin; no logramos nuestro objetivo, nos desintegramos. ¿Y el tramíte para darse de baja como sociedad qué requiere? Mtguel Hernandez. Ahí ya vamos a pedir ciertos requisitos, que los compromisos contraídos se hayan cumplido. Que esté, concretamente en la triple S, la institución que va a superr¡isar su liquidación, y en este caso es la sn¡ la que tiene que decir nliquidamos y nos damos por satisfechos, y á hacer la promoción ante el R¡¡r de que como tal desaparece y hacer las comunicaciones correspondientes. No hemos tenido un caso concreto en que una sociedad haya sido liquidada. Para constituirse hay modalidades. Por ejemplo, la triple S, dado de que existe la ley y no ha sido derogada la de i g76, le da facultades expresas a la sR¡, que tiene que autorizar el funcionamiento. Actualmente puede participar en su lormación cualquier entidad, pero siempre en la triples S debe venir un dictamen por conducto de la sne. El dictamen es un requisito indispensable. Por ejemplo, usted ya formó su Sociedad de Solidaridad Social. tiene todos los documentos y viene al nax y dice ninscrÍbemela,. No, te falta aquÍ el dictamen de la sn¡. ¿Qué es lo que hacemos nosotros? [¡s mandamos a Ia Coordinación Agraria. AhÍ hay un cuerpo, dirección, una dependencia u oficina que emite ei dictarnen, nos lo traes y con eso ya pasa. Las dos figuras, ¿qué van a requerir? En la triple S y la Sociedad de Producción Rural deben partir del permiso de Relaciones Exteriores. Es un requisito del cual deben partir. Si nos vamos a formar como tal porque queremos y todo lo demás, necesariamente necesitamos pedir 350 fue¡¡otcos permiso a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que nos autorice la razón social que vamos a ocupar, el nombre. Las dos requieren permiso, Con dos proclrrctores vamos a constituir la sociedad de producción rural. Son dos persollas fÍsicas lo que nos requiere Ia ley. En la tripie S necesariamente requerimos como mÍnimo 15 personas para constituirla. En los dos casos las personas deben ser de nacionalidad mexicana y se requiere el permiso de Relaciones Exteriores -dada la normatividad- en cuanto a sociedades para contemplar la cláusula de extranjería. Los extranjeros no podrán participar en estas sociedades salvo que en el acta constitutir,a contemplen que renunciarán a su gobierno en caso de que edstan conflictos. Ese es el permiso más que nada. La ¡Rtc no requiere permiso de la SecretarÍa de Relaciones Exteriores. La unión de Ejidos tampoco y, dado que hay la libertad de asociarlos en ese sentido. de acuerdo con el articulo 50 de la ley, vamos a requerir que el fedatario público dé fe de que somos personas que varnos a surgir al mundo del derecho. Las sociedades civiles y mercantiles se regulan de acuerdo con el Código Mercantil o la Ley de Sociedades Mercantiles. Éstas si requieren permiso de Relaciones Dxteriores, pero ya no pasarán por acá sino por el Registro Público de la Propiedad. AquÍ se llevarÍan las que contempla la ley sirnplemente. Éstas van a la sRE para adquirir su permiso, al notario y al Registro Público de la Propiedad del municipio o distrito que competa. Por eso es que no entra al RAN, porque es legislación común. Desde su punto de uistct, ¿cuáles son las razones por las que no se constltuqen o se f nn constituido a parttr de 1992 todo el tipo de sociedades que cantempla Ia Leg Agrarirt MrguellTernandez.Por la falta de información. Debe haber mayor difusión y los agentes que están comprometidos con el agro y tienen comunicación directa con los productores rurales deben hacer campañas de información sobre cuáles son las opciones que la ley nos permite, y bajo este rubro vamos a adquirir una personalidad moral y a participar en la producción del cam- fun¡lorces 351 po. En este caso serÍan las instituciones públicas. por una parte, y por ia otra los lideres que tienen intención de participar. Los lÍderes tienen intereses que en ocasiones se contraponen con la finalidad que se persigue a trar,és de las figuras, 0 es la competencia desleal. etc. En fin, una serie de factores que en un momento daclo imposibilitan el desarrollo pleno del tipo de figuras que prer,é la Ley Agraria, Los campesinos y productores también requieren recursos económicos, y los quieren obtener de manera gratuita y sin ningún compromiso. Cuando a \reces se les suministra ya tienen la usanza de antaño de hacer las cosas como elios consideren. Pero yo creo, como dice la licenciada, que la intención de ia nueva legislación es ajustar y ver la forma de que haya corresponsabilidad, de que seamos sujetos de derechos y obligaciones. Que ya no exista el vandalismo de me dan y me voy, y si quiero pago y si no quiero no pago. Yo creo que lo que se pretende es crear conciencia de que vamos a producir para viür mejor pero vamos a comprometernos a cumplir con nuestros acreedores. Pero si en un momento dado no se tiene conciencia de eso y seguimos con que el gobierno y los aparatos del Estado son los que van a apoyarnos en el nacimiento.., Y no estar a expensas de qué me dan hoy v si quiero pago y si no, no. O me junto con otros y hago un escándalo y me vuelr,,en a dar. O está este lÍder de moda y, pues, con ese. Y quizás ei indiüdualismo tan acentuado de Io mÍo es para mi, aunque vivamos en la miseria o en la pobreza que usted dice. SÍ, tengo mis frijolitos y mis fri.¡oles para mí serán, nada más. Ya no hay la mentalidad de asociarnos, de dar, buscar, sino lo mío es lo mÍo y lo tuyo es 1o tuyo. Y, oye, vamos a aventarnos a una organización porque son compromisos que \¡amos a contraer. La i§norancia y la educación es lo que sube todo eso. y eso es 1o que limita. En la aventura que digan ellos o que piensen: nPara qué nos \¡atnos a at,ental al ratito \¡amos a salir quebrados, ya sabes cónto nos hizo don Juanito, don Pedro y volr,er a eso no aguanta, mejor rramos a segllir como estanlos,. Y ahÍ esta la situación. 352 A¡o¡lorr:os lndependientemente de eso. ahoritamas que nada se trata deJomentarlaproduccíón se trato dehacer muchos cosos. ¿lUsted cree que la supuesta ínsegundad en la tiena sea un Jactor im¡tortante para que se den o no ese ttpo de asociacionesZ ItrlíguelHernandez.En cuanlo a particulares al campo. Con el Procede la gente está teniendo conciencia de la seguridad que tienen en lo suyo. El problema es que no se ar¡enturan, no se permite ni dan espacios para organizarse. Volviendo al individualisrlo, podrÍa ser un arma de dos filos si no se tiene la información. Lo mío ya está delimitado, eso es para mí. *Oye, vamos a asociarnos, a buscar áreas compacladas y buscar créditos,, En fin, es una aventura la que me voy a aventar. A lo mejor al ratito quedamos endrogados con los créditos y vienen y mi fracción de terreno la pierdo, esa podrÍa ser otra de las cosas... Pero definitivamente el Procede es un paso más para que podantos llegar a la participación inclusive con particulares, porque ustecl como capitalista extranjera clina: .Estás regularizado y ya vives en un mundo de derecho,. Cierto: uPues vamos a crear obligaciones y derechos y vamos a participar,. Pero, ¿qué sucede? Por ejemplo, las sociedades mercantiles y las sociedades ciriles no han entrado en el campo. Desconocemos el porque. Posiblemente no haya las condiciones o el capitalista extranjero diga no, todar,Ía estamos l'ir¡iendo que existe inseguridad, no tenemos la opción de entrar. Además, si pudiera yo compra,r tierra, ¿para que la compro? Mejor les compro productos, los comercializo, soy acaparador, No me meto en problemas, no tengo que invertir en tierra ni nada que arriesgar. Incluso ese es el producto final, que junten y órale. Aunque también a veces üenen temor de que la gente luego se junta y les quiera quitar la inversión que metieron y empiezan los problemas... Esa es otra de las cosas, que los lÍderes corruptos se presten al chantaje v una serie de cosas. Si,ya te de.ió el capital... que venga papá gobierno a resolver el problema y nos condone la deuda y se las vea con el extranjero, esa es una inseguridad también. La explotación de los bienes o reclrrsos de los ejidos o A¡ÉNorcos 353 comunidades es otro mega problema. Hay mucha resistencia. no cumplen con los compromisos adquiridos, pero deben tener sus buenas razones. Tal vez son conservacionistas de sus recursos y los beneficios a largo plazo no sean tan buenos. ¿Usted cree que mucha gente quiere contínuar síendo ejidatario o comLlnero porque tiene mos t¡entaja que teniendo et domínío pleno de alguna parcela? MíguelHernandez. Pues fíjese que yo creo que en el origen de la tenencia de la tierra misma se expiica eso. Por ejemplo, en los bienes comuna-les es más aceptado ese derecho, ese celo. Dicen: uNos quitan las tierras. nos las restituven o confirman. Bueno, confirmación de terrenos, colindes. Consenamos nuestra etnia, nuestro ori§en. es parte cle nosotros. l{o podemos en un momento dado dar ese paso». Yo creo que esa es la intención del programa, y que pasando el ejido entrará la comunidad a regularizar sus derechos. la tenencia de ia tierra. Pero el problema va a estar más dilícil en las comunidades, hay más celos en sus usos y costumbres, en el ori§en de la misma tierra. En el ejido posiblemente haya más posibilidades de solicitar el dominio pleno. ¿Por qué? Porque los luchadores sociales que lograron el reparto de la tierra son ahora viejos. Esa generación ya se está acabando. Si t¡sted llega a un ejido encuentra señores de edad avanzada... Tiene más ventajas ser ejidatario o comunero, y 1o que las generaciones jóvenes decidan para coll la tierra, 1o veremos con el tiempo, 354 AlE,ruotces Apéndice 7 Estructura de la tenencia de la tierra, septiembre de ,1999 Categoria fotales Datos geoqráficos A) Superície (ha) 196 718 300 B) Munrcrpros Propredad elidal C 1) 2 433 Nucleos C2) Superficie (ha) 21 252 ó4 rco )uu C3) B¿nefici¿dos Pr opiedad comunai D 1) 3 047 354 Núcieos D2t Superfrcie (ha) 2 194 1 6 458 500 D3) Beneftlados Propiedad prveda E1 ) Predio: t2) Coionr¿s SuperJrc e (ha) 504 352 1 F1)Colonras 629 F2) Lotes Telencs n¿cronales 52 E29 F3) Superfrcie (ha) 3 1 ) Predlos G2) 5uperficie (ha) / ltEb5t H 1 ) Predios H2) Superfroe fha) 10 550 150 Total T1) Predios T2)5uperficie (ha) 1t8 25E 141 44E G 0tro: No1¿s \,/é¿se iu¿dro 084 173 73 59r 649 32 400 1 853 102 198 849 459 5 l. Fuenter Reg6tro Agraflo N¿cio¡¿l Direccrón Gener¿l de la rrtula(ión y control Documenral. Drec(rón de lnlormacrón Rur¿l Nayar Morelos t Michoacán Jai Hida Guerrero go sco México Gu:najuato 251 155 1 052 836 849 159 696 1 113 952 0 163 120 1,46 ir'1 i39 89 119 Bala Ca riornra Bala Californ a 5ur Campeche Co¿huri¿ Col m¿ Chiapas Chrhu¿hu¿ Drfr to F:ceral Duranqo 164 Parcelarios Uso común 1ó¿ óy ó) 552 98 968 105 129 26 608 199 807 100 413 38 701 61 148 1 182 B9B 141 847 144 840 27 s8o 348 897 144 628 51 418 67 904 126903 129823 138 1 JU bUó 711 190 1 259 19 013 1 942 1 593 1096091 )1683199 3 507 649 514 ¿394097 5 650039 8908 9986.6225 lilS 13369027 1\ 6 174465 9230 254 548 4 139 056 0644 fi3 592A 1 255102.4542 3 742 )1642864,193 6451 442461614 1 591 5191 522 50E 1439 2A2265 1A95 8917 0201 208 710 i65 232 86i) 8509 5 713 3897 73i 6785 I 063 106 1704 10 165 7155 1115 5636 )'tl )382Aü 932 750 E618 8200085201 1 1 964 2223081158 234159 12E5 6 516 6552 464 084 4995 655 691 803 9071 446958.5537 1 2149512 1 145911 4120 1 892 438 538 3A1 8946 162 434 9354 90 3209 469 863 509 43801 23422A 5093925128 '1 465420j,065 50832162 9798958355 865 68 230 93314.1941 41 244 1025 )649237 141 383 8203 46 607 133 524 319 249 1612 349 875 6928 3 953 507 673 078 6047 Controú¿ 258 650 51 14 887 1 004 116251 000000 929A2 45791 52_? Superficie (ha) 86622 )98156 6,62135164 4852989.6080 91061190 54883142434 99486 32t692 422835.1444 2634866511 125152801 6988370816 31 970 221 115 588 078 21 t7 413 q86 933-¡ 38349922 1 005 900 1372 4{ 6A414 81 149 517 1 I 65 407 23 16056 41 lC2 65 151 )Q)A5 7474J 9 361 31 255 12141 311)6 39 113 47 958 45 308 Bt _\45 )2216 20225 5 021 91 t-94 142336 14 718 32911 741C, 57 000 oJ 27 r, Certificada Titulada Total Títulos Total parceUOa -- Uso coñlñ26 065 82nA q5 6900 38 370 7943 2 751 ,198_1 164 755 9826 Documentos Certificados 323 26984 9121 )a 4t 14214 5 119 11 212 13 441 5 319 19713 14319 3E 536 Núcleos Benefrciarios Agu¿scalientes Estado lgl¡qr (.j'r"r Resumen n¿cional de promociones certificadas y/o tituladas, de 1993 al 21 de julio de 2000 Apéndice B * ctl C'I C,J t¡) (t a =) z. e;, do 20 540 110 4)0 15004 255 390 52 801 31 141 97 686 13 168 1A1 592 102 s04 15 693 53 170 163 431 99 464 _19 3?2 1 53 9i0 1 180 Parcelarios Uso _? 1 Documentos I 350 1 530 563 6 101 348 común Titulos Total 847 2)961 332't2 I 10 020 1D516 43 157 696' 235 30s 259 81i 73902 4)5146 92 03] 60 113 22 511 4A 224 1)3 514 413 20819 28591 49323 203 541 53 145 76 81 1 333 497 1)9 162 55 902 0 803 195 4t2 36 7C3 46 123 39 612 122 698 102 950 9 412 51 592 164 011 13 733 28 680 5ts2q 200 70s 33 lli 25 9.c9 25 564 34 356 2i) 832 31 969 17),56A 481 461 l2 333 54523 19 015 105 941 173 570 66146 9599t 34A711 Beneficiarios j.elt¡f(adps 989 : 703 710 51 8 638 899 315 )43 932 1U6 340 606 1 103 232 2 539 634 659 Núcleos tuente: Reqlslrc Aqrarro Naiional, Dirercion Gener¿l de Trtul¿rron y Conlrol Do(umental Total Yucatán Veracruz Tlaxcala Tamaulrpas Iabasco Sonora Sinaloa San Luis Potosi Quintana Roo Querétaro Puebla Oaxaca Nuevo León Esta 15 7566 251 6691 079.6298 390 101 54619A.6531 9 943 3309 98921725 6416749) 10 929 613',] 7 44).5313 0482 98 549.061 4 11) 12A5 23Bt 042 605 1 6 008 4045 5 164 2805 948 482i I 92 1 961, 69s 960 6052 _1i 301 770.3153 2247U.02\7 71215625A4 I 78498i.2963 15522.3389 970 499 )637 20 753 0901 )71 462 9483 1 222 148 4619 3 641 6134 1 9636316466 575799.5750 12217.6489 35 495 8440 33 83.9667 2 413.2272 578 422 ,194 110 096 481 9629 686.5929 1 8268A6.7A26 641A7996 544196.2132 1 105725 6AN 22 862 119A B 1 .185 1 3Bi 924 463 55s 88s 898 841 964 0951 441 591.8344 811 530 6',r2i 021 275 6883 279 168 A980 Total 682 979 5861 672 917 0559 oóc. t )l / 602 E53 0236 53 222 512.9446 2 5t2 661.8356 1 )!y 171 1 53.0179 1 551 708 87C5 I 2 333 %1 4563 2 il0 tjl5 ,1932 1 1 1 _ _- -Jcpglrrie lhil Cerliflrada Titulada Parcelada Uso común __ _ 0't 05 4171 134 536 2205 138 098 4553 _ - a sa) el. ?- (rr C^) Californ a 5ur Baja oahulla hihuahua C choacán Puebla 0ax¿ca Nuevo León Nayarrt Morelos It¡1 lVéxico lalisco Hidalgo Guerrero GuanaJuato Durango Distrito Federal hiapas C Colima C Campeche California Bala Aguascal entes Estado [-_ 1 119 89 339 129 145 703 132 00 885 112 644 705 841 802 090 55 248 513 515 856 1aA )r) 1 56 332 B0 341 39278 59 690 38 701 98219 192 611 126 306 99 658 88 461 138 511 118489 81 195 81 680 )2199 69 854 3E 536 11 212 2A 451 ll Núcleos Beneficiarios Uso común Total 1 1 1 8E7 17 785 14 68 230 131 642 865 46392 1 53641 22111 33 069 109 487 11i 156 25449 639E0 200585 254 281 86 481 I 1 554 412 316 51 418 67 465 144223 43754 43576 23i 551 1 -11 26984 9121 26A55 6271A 14 214 5 171 12 141 31 126 13441 5_i19 9351 28 133 19113 14)19 255 65401 8a 983 30 565 70 645 90 9l 2A)46 5 021 16 056 41 283 141 )46 19 191 64 543 224985 74 061 56 52 43 -t10 73 559 0000 1)1 395 74 600 E3 783 2A5178 182 BA4 45 308 99 451 321 519 133 415 3E 148 31 001 207 586 141 261 5s 308 53 160 249129 127 461 38 914 92 E40 259 215 342 341 E2 207 1 892 426 440 Parcelarios Titulos QoJuqr!!tos Ce¡tifrcadqs Ejidos 1 13 3897 2BB1 3 058 408 7E2s 422658 276 431 1256 584 8355 215231 0693 321 026.4644 449959077i Q] 105.2518 87-0 6694 41 2441A25 1 t- 658.7670 3i1 314 383 1 1 vó 1 9 603 4601 1018601r2 9 913 5068 3 919 817 264 9231 )uoo I 90 3209 7 2A6 677 6 476 2123 3 736 839s 12 512.4151 0 8762 4A26 4 242 1 42 17 41 263 486.6511 938141941 581 208 807 8823 9 845 2524 B 591 5193 00 ü19 1 r01507720 8078 s 522 393 0251 2909 31 1 285.2908 220 412 8950 )089t28164 691 341 .1598 442 514 97 i 303 938 9082 39 052 0350 508 643 9929 440 836 40 9 608 706 511 593 9141 3218 ,14246 1514 516 161 5323 1434196E99 208 561 263 141 7 1 593 8509 5 932 750 3518 238)ü1 3 507 649 5636 311 1115 2161 4983 2 16E 3199 )32 860 86 370 7943 r 942 r 09 6091 6900 5203 623 820 008 -q5 Uso común Certifiqala , Parcelada _ 5upg¡f¡qe (hal Titulada 84 755 9826 lJU4ttt 1 51 46 Lontrnú¿.. - 764 33s. I 823 615 376 1576 273 157.1093 591 665 6121 141 383.8203 954 546 441 081 2641 r lc!uoj-+l¿+u 435 861 7837 ó10 4 860 Z1 1 t845 698 657.0973 0 663 449.1 045 6 043 832.8690 33r 706 8432 254 399 508s 255 1A2.4542 742 103 5920 764 286 4493 1 Total I l { (Jt C¡) a zU o 2A297 52 041 137 681 t0 018 75 899 2601 1 253 52 801 81 128 97 686 69 923 96216 94 020 35 693 Documentos 1 3i36625 10949A4 1511314 36 124 135 712 034 376 353 172 1 1 221 6334 1 5 3 493 562 1 640 3334 2D1%3Ay 679j135 926.6208 1839667 2 473.2272 85 712 0035 20715 1822 33 2180 6056 4958440 578 422 1205 98 549 0617 6 008 4045 963 554 9556 575 499.9144 12 271 .5480 012 489 745 1 479 782 1 59429A3 15521 1152734 35 233690.5393 435 51 303 10 196 185 934 275 43 403 39 U4 I 18 702 102 950 9 412 51 592 164 014 113 651 28 661 58 275 200 593 83 333 25959 25564 134 856 211 9» 32954 173389 418 335 32216 54 496 9 020 1A5192 118392 65 784 95779 339 955 Parcelarios Uso común 444.3113 871 009 0533 892.9545 8013 3 781 754.5786 5062.2040 Suoerficie (hal Titulos Total Parcelada Uso común 60 313 21 713 39 666 121 692 - 136951 1A12 247 333 0007 6 300.4031 413 20819 28 591 49823 8 686 5929 1 826 806.7026 6 470.1996 191722 49003 14285 315010 5936249845 1 681 419.6733 224934261 Beneficiariosffi 308 243 832 969 814 606 1 107 ), 2514 833 654 Núcteos tuente: Registro Agrario N¿cional, Dirección General de Titulación y Control Do(umental. Total Zacatecas Yucatán Veracruz T{axcala Tamaulipas Tabaxo Sonora 5inaloa San Lurs PotosÍ Quinlana Roo Querétaro Estado 841 964 0951 390 585 1 070 6 562.5839 682 979.5867 27 884346.3191 5097t 599 A684 2 560 207 3090 1 641 920 11)2 1 586 209.791 3 171 1 53.0379 1 551 126 4180 4 1 2 303 538.083S 1 z {t .) (,1 i at @ cn C^) 43 Puebl¿ 5 123 Oaxaca Nuevo León Mrchoacán 9 34 23 México Nayarit B 0 54 Hidalgo Jal sco It/orelos 52 l 6l Guerrero Guanaluato Durango 0 31 hihuahua Distrito Federal C 1 11 hiapas Colima C 2 Coahui a 0 California 5ur Baja 0 0 Cam peche 0 California Baja Núcleos Aguascalientes Estado común 1 1 6 830 9621 596.3400 265 2435 1 935 091 8 13430 533 882 0 0000 148 5199 0 0000 5$1446 63 075 2041 331 559 5888 63139211 73 444.5612 24 23 382 9004 4 443 5166 3 398 9864 25 186 5121 462 1473 1A2141 6425 0 0000 610 241 4339 0.0000 127 646.2589 58 785.41 96 0 0000 4 697 6879 0.0000 0 0000 0 0000 0 0000 2 395 B20B 6 869 9208 177 1 193 11 511 1086 i3 I 2661 12098 44C) 9235 14189 113 12378 2 845.43s0 2692 0 0000 148 8233 6 346 6116 19 2 636 5398 0 0000 0 0000 0 0000 0 0000 0000 1 179 9843 0000 15 4129926 0 25 3493209 26 781 8868 282221158 49119980 09 669 71 60 741 29 8241 6 608.9887 6019 345 899 5307 )89 2624 10 195 4298 Continúa . r 33.3336 0 0 628 1 62 8589 11.A964 1 8650 -\21 40 3829 32141 0 0000 98 2 343.1164 1 0 0 0 0 Tot¿l 0000 0000 0000 0000 0000 0 0000 0000 0 0000 149435 7 3492212 46 8233 0 0000 109 1378 65 241.1690 141 3601 130 613.0540 0000 0 0000 0 0 Titulada Superficie (ha) Uso común Certi ficada Parcelada 11219 344 Total 3472A Titulos 00000 00000 00000 00000 q9 128 202 43 11 19 0 0 161r4 1090 1552T 608 1116 63s I 393 664 00000 8414 2428 7 111 2 839 41 94 19 0 10507 3412 9Br0 96t 5411 3519 5 166 490 19 102 259 62 7130 6556 5542 0 2194 405 2A3t 225 00000 458 439 1 228 215 262 200 190 143 19123 11360 177A8 5652 7099 5532 5550 2348 Uso Certifrcados Parcelarios Eeneficrarios Documentos Comunidades (rl (o a C) C' z, F'. 5 Veracruz 1 '149 i01043 56305 85446 19r94 16094s 1 Iuenter Reqistro Agr¿rio Nacional, Dirección General de frtulación y Control Do(umenl¿l rutdt 1 0 25 Tlaxcala 5 1 Tamaulipas Yucatán 0 Tabasco Zacatecas 51 26 100 San Luis Potosí Sonora 0 Sin¿loa 1 Quintana Roo Documentos _-le_til4Atq--_ - Parcelarios Uso común Titulos Total 1 12) 460 804 558 1 822 00000 B4B4 11819 4142 2526 18487 5316 5321 4599 612 ]C 5J8 3245 il8 292A 648 3 9.06 00000 19 76 19 lt 11) 00000 2253 1840 1015 211 3126 1At 05 27 5 402 118 362 216 156 Núcleos Beneficiar¡os Querétaro Estado r2 304 1828 221 8411 1 249 1597 0 0000 299.6606 0 0000 391 687.9587 2 068 A79 1160 6174 245.3818 121 709 7103 4935 0 0000 /DDYIU 6 137 114 4_163 0 0000 4 584 3¿1 1 ]lut ___ 0 0000 \1 009 1214 Total A765 9328514 12 454 5766 588.7200 22449138118 1 2800 287168 13 41496i4 0.0000 382.4525 0 0000 396 354 4t2A 37.-0082 0 0000 6.1009 0 0000 1A2 368.1529 29845 9724 55.5216 255689 1141 0.0000 116.3462 Titulada 2 supClrqe Uso común _ 1461521 91466291 0 0000 0 0000 11 111 2887 rB 305 9308 111 595.9949 037 65l6 Parcelada Ce4f!!idq t a ñ tl o z. (q. O o) C^) Ii 1a pequeña propredad rrco po'¿dos al p'og'arra Titulaoón de 5ol¿res Urbanos [lrdos'eqrra'izados EJidos (Procede)! Elidaies y Prograna de Cen f cacrón de Derechos agricola, ganadera y agropecuaria lnaiectabrird¿ci a Reconocim ento a comuneros Reconociemiento a elidatarros y de rnafe«ab lrdad a la pequeña propiedad en /¿ tenencia de la tierra t"lreoo oo re'r '(¿o-s oe derechos ag ¿'os Seguridad jurídica 39 2i 225 19 472 23t 528 842 1 159 967 606 i93 13 228 50 255 2132 163 313 50 1 789 I 31 280 750 50 010 170 ',00 667 53 272 196a 50000 r1235J 11) 1 a s3 6 1990 199'1 1992 Superf c e lmiles de hat tad ) 47 ej ecu cad as' I 159 085 I toó 1 1 35 955 340 334 22628 458 1991 4 1 995 725 119 871 358 1 3 941 11 115 3 672 66 111 330 646 16 il8 q12 299 ) t1:, 13 51 1 1994 724 1991 64 )i)53 1 850 I 084 2 813 -r01 116 155 11850 5531 411 )285 51 1214 2t) 244 3614 62 998 2 1 229 8,?6 )43 996 12155 44330 1 Abatimiento del rezago agrario y seguridad jurídica en la tenencia de la tierra Campesrnos benef crados Documento Reso/ucíones pres ide nci al es Superf ic e (mries de h¿) Campesinos benef crados Documento Reso/uciónes posi tiv as pub Concepto l_ t Apéndice 1 21 E44 25 16 1)4 24 26 - 685 4l 9Al 1 705 1 10 665 14 2000" Contrnú¿ . 1 858 2351 1 999P C^) at a 5 z 14. E 16 1 519 18 86 51 258 199 59 451 455 )58 201 087 2A1 087 20t A36 32 950 100 14363 B6 436 423 000 991 3 6E6 3 084 1 14246 199 199 43 62 403 2209 -- 990 2 1 102 43164 40321 419 518 58 58 206 206 378 802 802 I 1 04 845 04 845 383 963 154 11 41 144 905 505 519 602 33 302 410 575 1 14111 10 i14 213 1012 1018 1 1 680 14 51 203 203 578 333 85) 8 531 281 206 366 323343 120743 77 409 11 166 124 265 214 928 1 86 141 474 588 979 096 49246 32 103 ]0211 10468 10 - 1994 083 197 1 184816 1992 1993 1996 924 151 058 18 50 144 Q 4 ac( 30 081 12 286 402 355 508 1 tB 561 995 1 251 299 1 000 00 90 600 23314 344 6814 4464 219362 91 10 973 10 161 91 1A9n 10 161 3 1703 1185 381 355743 1-i0 309 147 963 282 355 1 3 30 205 14 416 216624 207 337 256 063 155 6396 7 559 207 332 830 6 851 5 41A 352594 414812 1 6 118849 119196'111 539 120000 118849 119196 111539 120000 5275 11285 10094 16642 141 141 55 206 383 144847 lM942 414635 2000" 560 708 7880 84i1 7583 B4t 870 738 960 471 804 4A1 276 171 308 16t 310 172283 B4 181 202756 165 4U 899 531 410 1997 1998 1999p 942 la federaoón. 256 858 115870 3 118508 r18561 1 499 296857 0 ,71 231 684551 522708 412 1995 1 212 con la nuev¿ Ley Agrar ¿ son los responsables de realr¿r estas ¿cccrones. rRepresent¿ la entleg¿ fisica de las tiefras a los (ampesinos solicrtantes de acuerdo con Ia resolución pubhcada en el Diaio olicial de De acuerdo (on l¿ nueva Ley Agrara, a partir de 1993 la SecretarÍa de la Relorma Agraria dela de re¿lizar e5tas ¿cciones. de la federación. Acciones 5uperficle (ha) indemnizac ón (miles de pesos) Escrrturas elaboradas Avecrndados benef iciados 5uperficie regularizada (ha) Exproplación de tienas! Terrenos nacion¿lesr Titulos emitrdos Superficie (ha) Asentamientos humanosa Colonias6 Beneliciados (personag Títulos emitrdos 5uperficie (miles de ha) Regularización de la tenencia de ta tierra Campesinos benef iciados Títulos de solares urbanos 5uperficie (miles de ha) Uso común (certif icados) Certificados de derechos individuales Parcelarios (certificados) Concepto z a ¿5 'tr t§ se eftregaron a Los posesronarios a esa dependencia. Elrubrodeindemnrzación(onsider¿(llrátaluDro,yaquenoesposjblesue5tjma(ión. " 1 Cilras e5t madat Fuente: §€cretari¿ de la Reforma Aqrar a y Se(retari¿ de Desarollo Socr¿l (tomado del Anexo del Sexto lnforme de Goorer no, 2000, pp. 2- 1 3). eCifras pre imin¿res tserefrere¿publ(a(ionesdede(retosexpropratonoJ (coqir) benefici¿do!. Para 1996 clras rectf cadas por la dependeniia responsable a la resectoriz¿c ón de la Comisión para l¿ Regularización de la Tenencia de la Tren¿ por lo que n0 r€ctú(¿da por i¿ depend€nc¿ respons¿ble. diciembre. O) 6 F 364 ApÉ¡lorces Apéndíce 10 I Ejidos con trámite de adopción de dominio pleno (op) L__ Estado ot parciales Ejidos con oe Respecto de certificados (%) Bala California 5ur 10 19 61 7 Bala Cal fornra t0 12 35 1 Aguascal enies 10 153 Durangc 2) 659 469 Cciima 6 5in¿lca 20 agotado __l Elida rios certífirados (%) 520 (8 60) 694 (4 34) 47 1 i3 A3\ 5 0 3 1 41511 48) DAi,2 10) uanaluato 13 q 11 441 16 2 349 (1 90t 320 (0 -?2) Nuevo León t3 4 c.l 0 718026i Queretaro 4 )t8 0 244 (0 1 4) .lairscc U l 9i1 (0 80r 0 6i9 11 C 5onor¿ C oah uila 4 212 263 11 2j3 1 Tlaxc¿la 5 236 234 2 l2) 784 (1 23) ,] ,] 380 (0 69) s89 (1 50) A/ 3 I'layarit 2 1.51 0 116(022) Hidaigo 4 3 464 (0 34) Cam peche 2 132 113 N,léxrco 5 0 81 (0 20) 6sB (0 30) San Luis Potosr 4 108 103 1 185(0.16) Ir4rchoacán 3 013 3 Puebla 3 061 1 179(011) Veracruz 5 0.56 0 241 (0 14) Tamaulipas 3 4.47 0 17 (0 11) Yucatán 1 443 442 036 0 19(002) 0 l 25E (0.22) 2 1 (0.02) a2l 0 J I \U,UJ/ 148 52 1r 355 (0 lB%) C G hlh uahua ó uerrero 1 0a>raca 1 Zac¿tecas 1 Totales nacronales fue¡le El¿boriido 191 ro¡ rr 1 1 508 (0 5i) 29 (0 04) io¡r¡¿cion dei Eegrsrro Agrano Nacioral y del Vll Censo ¿gropecuaro de Nr: (efero d,. 1 997) Tom¿do de Gurllermo Zepeda, Transformación agraria, p. 267. e mprocedente nales u nitar ios agr a rios ronven os y otras 70i1 5621 'l 39' tuefte rnes de aqoslo. rlr¿s re(trí (¿d¿s por a p I 4 la dependencra responsable Anexo del ser¡o /0l0rne de 6oblefl0, 2000, ' De 1 992 ¿ I 998, r Cilras prei nares 98 1 050 i12 50 62 os Tr ",2't 'r11 112 e9i brn,rle: Aqrar "t 6,61 .a t ))6) 9391 lr 244 223 ,r t i36 l6a 030 ¡M :ii t ! d¡Ce\ ,1 ) i4, )15 1 _?24 571 i3c 2,11 6_i0 1 C9t li! 413 1)5 á15 I,t 3 720 1 128 243 368 633 469 15 5i4 E C5 23 tr6j i3: 2.).rl 5ll 3il)) 1l !.rl '11 ,1: 8 t3r 2! Jr,., .,) 1j ,i]-c )9a 2t 540 ,t 61i j€:-r 7ll,r É)2r a)lj 9)E 1 ,1i) 5 038 9213 /l:L:,; 6',-l ) 911 5 7-.J 9 1 ,158 698 1 111 156 )Al 2 t50 1 r l l/) lmpartición de justicta determin¿ircnel 1 I 33 r 70 ó5 136 )1 449 4ur5 64 l0 l t0 150 UA 8 1) Ma 04j 61)2 9 295 -?l 181 ,I 385 28393 34196 24118 r07l-i 1_r9B 6101 D3 23 006 28,2)9 /1 )3 498 14 21 16 6) ,ó 41 41 39 55 2000p 100 63 agraria 1992 1993 1994 1995 1996 1991 1998 1999 1 Ela fforma(lor se reqiru¿ a p¿r|r de ¿gono de 992, mes ef que í1r¡l re(itl (¿ria! por i¿ dependencra responsable 'Par¿ 1995 I Laudc,s hor"noJogados, ¿5 Asuntosrecibidos Erpedientes lrlueva demandas Resoluciones pronurciadas Senlen( lur sd cc ón volunt¿ra Tr i bu Sentencias ele(utadas y cump mentad¿sr en acuerdos complement¿rros Expedientes en proyecto de reso uiión y Resolucrón negalrva Expedientes aqraros exanrrnados y defin dor Re:oLuc ón pol trva Expedientes agrarrcs recrbidos y radicados lmpartición de la justícia agrariat Tribunal Superior Agrario Concepto I A?ittrlice I , crr O) oi -z -a = u d o nes posi tivas po r catego r í al Solrcitantes Volumen (miles de m,) Expedientes Ampliación de agua Solicitantes 5uperficie (ha) Expedrentes Ampliación de tierra 5olicitantes Volumen (miles de mr) Expedientes Dotación de agua Solicitantes Superficie (ha) Expedientes Dotadón de tierra Solicitantes Volumen de agua (mries de mr) Superficie (ha) Expedientes lotal Resol Concepto 1 993 I 1994 1 995 1996 25 0i9 54 1 C00 1 t0 6 000 1 1 22 830 111 153 108 t8 017 5 86 ls t5 884 4 865 1 92A21 8 764 708 39 82 508 5 051 09i 4867 71 3sB 224 47) 13t 96 479 414150 18 751 100 076 13 s39 79345 8251 1,53 89 94 288 75 819 _?60 109 457 6021 20938 5534 r01 116992 416892 29 984 20 12163 1 186 352 1 383 32 1 1 tó4 324 355 318 614 531 4 15139 288 436 6 1997 50 458 1 117 330 243 72A 285 33t 615 972362 298914 229 0s0 835 76i 358 000 44 849 958 03 052 86 1 22 912 525 s 097 884 4 53 2132 22628 51646 16318 12155 44330 50 1992 1la lmpartición de la justicra agrarial Apéndíce 1 124 2065 11 297 l 638 869 1646 745 6152 919 455 67t 62 16 856 73941 118073 17 3 203 1998 1999P 224 5A72 315 3 100 665 9 638 14 2000. a) al q C, z. a O) Crfras revisadas 3 i; 99 483 y rect ficadas por la dependencra responsable. 5 'Crfras prelimirrares al mes de ¿gosto. Fuente: Anexo de Sext o lnforme de Goberno.2A00. signif can que no se reqLstraron demandas por solr( 1¿ntes. I Solicit¿ntes SuperfLcie (ha) Expedientes Dotadón complementaria de tierra Solirit¿ntes Superficie (ha) Expedrentes Ampliación por incorporación de tierras Solrcitante§ Supelrcie (ha) Expedientes Nuevos centros de población 1 87 )c 50 1 49 7 449 22 )06 45 ,1 3 569 292 314 102 20 1 6 386 318 22 i99 3il BB4 5 999 23 3l 8 798 23 580 r 020 E6r 48 B1 502 25 948 38 65 320 2 025 95 2 4 436 371 3 3)1 61 54 77) 46 62 678 2 516 É. 5 200 ,] 351 )oa 3 66 1 466 \) C,J a 6 = zo rrj, - rural' 39 i 1 5 433 555 6 556 1991 83 4BE 2 056 122 61 041 303 1 021 1 591 2 209.0 280 958 114 ,126 1.0 208 553 148 5 22 206 2 6111 1990 Fuente: Anexo del Sexto klorne de Gabterno, 2000, p 1 57. 0 710 310 315 890 250 999 se 1 995 391 436 1 1 )11 000 996 900 180 4974 1 59 196 170 212 2 )92 3 963 3295 t8746 93311 101 215 1 412 39s7 2319 95 948 330 00 000 58 120 5968 I1i00 10170 2 6216 5 00C 994 71 r (ons qn¿n result¡dos de la Pro(uraduri¿ Aqr¿ria 118 87 066 2 4A3 55 481 499.5 59 944 r 998 333 6 57E 1993 241O 21 1 534 r09 3 715 183 1 5164 1992 0rganización y capacitación agraria lnstrtuto I'l¿iion¿l de Desarrollo Agrario. Para I 999 y 2000 Clras estrm¿d¿s. Agrarra y del relponsable. Núciecs agrarros beneirciados Campes nos benef rci¿dos Cursos Capacitación3 servrfl05 Cooperativas de prodLrcción y Sociedades de produccrón ha) rncorporados Superficie rncorporaCa h¡ile', de Campesrnos [1idos Total de unrones incorporado: Unrones de elrdos y comunidades [1ido: atendido: 0rganización :.."* I I Apéndice 12 1 1 1 1 82 1 129 1 0 99 345 11 3 648 1 B 101 2000" 78 153 5 149 20 456 6 439 83 43 240 0J 404 384 183 5 032 1 759 21 )66 16 59i 5 91 81s914) 4C5 295 1A B14A t9 r 16 4536 45E 0 3il.3 19.1 221 449 435 2970 2566 10512 1997 1998 1999 r! a z s(-) = rr' @ C» l FuÉnt€ A¡e¡o d€l 5exta l?i]rne de GibreÍÍto. 2000, p i1', 229', agroperuariasr 2A62 )1D agropecuarras' Exporta(iones 2 1 52. 3 385 3 656 I 690 3 801 1345 2621 4654 4145 4715 4,134 053 2449 2616 3907 2845 )611 2 1990 ',J991 1992 1993 1994 1995 1996 1991 1998 1999p Agropecuariasr 48 169 -792 -168 "129 1 215 -1 269 -490 '1 046 -634 S¿ldo Con(epto Balanza comercial agropecuaria (millones de dólares) Apéndice 13 2)14 2659 395 2000p CO O) (, a -z. .(, l.] 1 3 295 11625 995 Fuente Anexo del Se¡to /nlo¡me de Gob¡e¡no, 2000, p. 146 0 3 I )-\4 1),371 440 0 ,100 58640 1 'Para 1-o96 y 1997, cifr¡s actualizadas por la dependencra resoons¿ble. 'Iifras etimad¿s. alqodon Beneficiadosr Miles de productores 5uperficie apoyadar Miles de ha 330 0 350 0 Primavera-verano 4 E41 1994 Otoño-rnvrerno Apovo por hectárÉi par¿ l¿ siembr¿ Pesoslha2 Mll/ones de pesosz Recurscs otorgado:' (ontepto 2 g9l 14 305 5 484 0 440 0 6193 4 1996 ]i C 2 E50 634 9 556 484 0 75330 1991 Programa de Apoyos Dire(tos al Campo Apéndic.e 14 626 0 556 0 491, 7 998 2 780 13 859 2 8 1 1l 9 999 528 0 708 0 626 0 31)) 1 4 118 4 703 0 6_14 2 900 rI9000 t0 2000" 7_ a ñ E - \¡ C) C¡) 1 Fila Desarrollo rural y pesca F F la 1 . 1 09 129 1.5 1 989 Tomados dpl Anexo del sex¡o iniorme de Gobrerno, p. ero del Sexto /nforme de Gobierno, pp. 7 0-7 1. Tom¿dos del Af lila 3. /bid 2 ue¡tes n d. no disponible trl¿ PIB Gasto programable tota (econ. soc. ¿dmvo.) ó y pesca Trutts{lLdlt uer r silv cultura Desarrollo rural y pesca/agropecuar o, por a(trvidad economica Porcentaie de gdsto públ co respecto al ¿ la econo,mia en su conjunto (%) sector agropecuaro, crédrto olorgado Créd tc otorqado por e sistema bancario al Categoría 5 I 1 08 126 14 1991 , excepto el año de 0.9 1)6 8,6 990 1 6,8 993 0.8 14 6 1 11 )1.9 6i 1994 .1 t1 1 9 995 tt 1 5.1 996 10 18.3 1 1E 7 5.4 I 4 1991 9E9, que es del Anexo del Qunto /nlorme de 60b/err0, p. OB 142 11 1992 1 Aspectos financieros del desarrollo rural, 1989-2000 Crédlto agropecuario como porcentaje del crédito total otorgado por el srstema bancario público y privado. 2. Gasto público programable sobre actividades económicas en desarrollo rural como porcentale del cte 3. Gasto público programable total (económico, social y administrativo) como porcentaje del PIB Apéndice 15 1 .,8 n.d 998 1 n.d 3.6 999p nd 3s 2000p { C/) a F'' -z . c % pesca bfuto 6.1 69 603 9 1 140 847.5 1990 991 1 992 60 p 27 52 3 1 993 5E 121429 r256 1960 112219 145331 1189o',i70 1232 162 1 Fuente: C¿i(ulado (on datos del Anexo del Sexla lnforne d." Gobterna, B/A srlvicultura y B. Agropecuarro, A. Produrto rnterno Millones de pesos a precios de 1993 Concepto 1 1 995 56 60 1 6 59 769E3 12941966 128339 141632 661.1 123A111 994 311 1 Producto interno bruto por gran división y se(tor de oriqen Apéndice 16 1 l1 1 1 450 1 999P 80080 2 53 r756 r 501 008.2 1058 194386 56 55 381 839 1991 { ra Ia) E zT'. C/) 373 fuÉNorcps Apéndice 17 Inversión pública federal se(tor Agrope(uario, Estado de 0axaca Pesos A ranza para eL Campo Programa de Empleo Temporal 206 000 000 40 000 000 Procampo 404 000 000 Total 6s0 000 000 Fuente: fxcél5i o/, diciembre de ] 999 374 fuoruorcos Apéndíce 18 Estado de 0axaca A. Estructura agraria D¿tos relevanies Tipo de Super'Í c e. tenencia 9 536 400 ti¿ Núcleos Beneficiados agrarios Elrc,taiics i _q¿ i:l 4)2 t;l ' 19 ¡i. ele:ut.rcos E,:cutad:s 516 1 i72 Núm d: municipios. 570 Predios Superficre o/o (ha) - 2 14i An 57! - 33 C75 - t 15 26 63 $6.22 765 926 i)4 5.q 25 Cor un¿i No Colonras F.. ejecutadas 94 27 862 _ -0 16 r¡d¿ le'renos nac,on¿les 736 C09.51 18 41 1 00 )991 100 976 1 13 553 616 242 7.6a .25 c.00 0tros (zon¿s urbenas cuerpos de agua, zonas f¿o.r¿,es, etc I Ele.utados 508 1 411 312 59 5 20 5',i2.01 100 00 ,118 283 555 18519 E 043 iotai Noeleiutados 113 29 J32 Nol¿ L¿ superficie total se complementa con l¿ de diente de resolucrón (julio de 2000). Jos Frente: Regislro Agrario N¿cion¿1, Deleg¿(rón 0¿x¿(a 169 445 t-3 expedlentes que se eniueniran en trámite pei- 375 fuÉ¡'lorcos B, Concepto Tenencia de la tierra cierre Número, al hasta julio de 2000 817 Ejidos Comunidades 710 Subtotal propiedad social 1 521 Colonias agrícolas y ganaderas Superficie estatal (ha) Porcentaje en relación con el total del estado 24.69 2 175 519.970000 16 Pequeña propiedad (predios) Otros trpos Total 553 555 15 651 13 5 501 935 550000 ot.q7 7 677 455 520000 ót I 100 976 180000 115 616242410044 6.99 418 283 590000 415 8 812 957 760000 r00 00 tuente: Coordinación Agrana, :ne, Delegacró0 Estst¿ , ai r. Programas institucionales C. Programa de Ordenamiento y Regularización, Número, al cierre hasta julio de 2000 Concepto Universo de ej dos Porcentaje en relación con el total Estatal Naciona 817 100 00 211 515 66.2 B 266 380 31 03 146 I Elidos certificados y t tulados 200 4s6 Documentos expedrdos Superfrcre total 615 152 certrficada y titulada Fuente Delega(iones Estata es, PAy lAlr D. Certificación de comunidades Concepto Número, al cierre hafa julio de 2000 Un verso de comunidades 710 Porcentale en relación con el total Estatal 100 00 Nacional 31 60 Comunidades 16 90 274 169 955 272 273 351 635 639 2.15 120 certifrcadas y tituladas Documentos expedidos 34 286 Benef c anos 1E 5uperflcie total cert ficada y titulada El compar¿trvo nacional fue estimado, tod¿ vez Fuente: Deleqaciones efatales, PA y RAN. que no se tienen ios dalos de (orte 376 fuÉrrlorcos E, Procede, con avan(e al 30 de julio de I 2000 I I ,.** -lrryoÉtLoq,..- - ---- !r, "-"rr, -r.ilrrd. Acumulado --#'I-?L069 426 Númerodedxumentosrotal 2 1 198 Avance e,i-O¡#240 495 116 197 085 112 208 765 23913 59176 549 60 325 fítulos 19286 1 108 80 394 Benefrci¿rios 685 Bl7 16 034 674871 Supeftcie certificada toral (ha) 446276 7 692 453 968 Parcelada 202154 8272 214316 Uso común 10 407 12C 14521 A humano t\4473 16378 730851 Superlti cte medlda (ha) 7 680 491 269 483 3E9 Parcelada ts263 217 619 2ú9 416 Uso común 21 668 235 21 903 A. humano 18 -t:¡ ';:lt; l-5 Num?odi:co--rJ¿des 7'A ) J ¡09 :a 236 3l I Nu*ero de d«rnentos ,oi¿t 840 6 046 5 206 Parcelarios 16 104 3021 19 r31 Uso común 8567 542 9 109 Tí1ulos 15112 3 057 1B 769 Beneficrarios 273711 73693 347 454 Supelicie certificada total (ha) 6823 1465 8238 Parcelada 266 660 t2 151 33E Uso común )t 288 365 A. hurnano 289 171 87 324 376491 Supelicie nedida (ha) 16736 16852 33 588 Parcelada 268510 61 807 336 317 Uso común 2 661 6 586 A. humano 3 925 ¡..5¡¡-sn 1993 200J ro. ¿.a-:r a _rll07 2.10. ' ' ' T 6J3 4L7890 6a9Nrmiroie q¡c'eós ar.¿' .s ' ilj Númerodedxumütostotal 221 946 6 835 2)4781 1 952 122 243 1)0 291 P¡rcelarios 39 312 3 792 43 144 Uso común 1 09i 69 431 68 343 Titulos 94 -098 4165 99 163 Beneficiarios 932 608 89121 1 022335 Supelicle certificada total (ha) 453 009 9 151 462 256 463 814 80 373 549 187 Uso común 10695 191 0 892 A. humano 1 001 644 03 698 1 1A1 342 Supelicie medida (ha) TdlLe dud 500 12s 24132 524E51 471 926 16An 553 996 Uso común 2s 593 2 896 28 489 A. humano P¿rcelanos 1 Uso común 1 5 23 2 E1 1 r 1 Este repofte no incluye los documentos complementaros de promociones de anos antefiores €mitidos del 30 de enero al 30 de julio de 2000. Fuente Regisko Agr¿Íro Nacional, DelegaÜón Oar¿ca ótt fuÉNorcos F. Resumen del procede, 1993-2000 Régimen 1 2000 999 Ejidos 51 435 Elidatarios Poses onarios Avecindados 1 095 1 Atg BO 20 416 159 27 198 5 182 Comunidades Com u neros Poseslonalos* Avec ndados Total *En 1 ccmLrn dades no ex Fuente: Req lro le 0 0 613 53 / 08 801 1r5970 tby este trpo d€ suleto Aqr¿r o N¿cro¡¿1, dei€g¿cró¡ 0¿xaaa G. Figuras asociativas, 1996 y 2000 kantidadeg 2000 1996 Socredades de So daridad Soc al Sociedades de Producción Rural Uniones de ejidos Asociaciones rurales de interés Co ect vo 9)6 284 2 408 2 1lt, 1 2 783, 'Este total inrluye, hast¿ rlrc embre de 2000, 6 Uniones de 5ocied¿des de Produ(c ón Rural De este totai, 15 son de 5ored¿des de So|d¿rld¿d Socal y 2 sor Feder¿crones de Soredades de Sol darid¿d Social. b tuenle: Regrsüo Agrar o N¿cronai, De €qa.ión Oaxac¿ 378 A¡Éruorcos Apéndíce 19 Muestra de los formatos utilizados y elaborados por el RAN y que son entregados a los beneficiarios ulla vez que haya sido certificado(a) totai o parcialmente un ejido o comunidad a traves del Programa de Certificación de Derechos y Titulación de Solares Urbanos (Procede). l. 2. 3. TÍtulo de propiedad (que ampara el solar urbano certificado como lote). Certificado parcelario (que ampara la tierra parcelada certificada). Certilicado de derechos de uso común (que ampara el por- centaje de los derechos sobre tierras de uso común del ejido). Nota: Para la certificación de ias comunidades asrarias se utilizan los mismos formatos, excepto que se especifica que es una comunidad agraria. De igual manera cantbia el nombre del presidente de los Estados Unidos Mexicalros en funciones que da las intrucciones para que se expidan los dor:umentos arriba mencionados. 379 ArÉruorcss DE PROPIADAD No. ous pon *.rsrnuccroNss oer- C. CARLOS §AtlNAS OE GORIARI, rRÉsrosNTE oi uos esr¡oos uNrDos MExrcANos, ss exptoa coN FuNsAME¡ro EN -* LOS AñTICULO§ 27 T§ACCÍON UNIOOSMEXICANOS: 68, 69 78 F'IACCION ]I Y 79 lNT O§ LA M¡ISTIfIJCION POUIICA §E LOS ɧTADO§ Y DEMA§RELAf¡VO§OEtALEYA6§An¡A; OEL §ÉGLAMENTO IN'ÉNIOR OEL NE6'§'BO AGfIARIO NACI§I¡AL . OUE AMPARA gL 6OLAR UñSANO IOENNTICAOO COMO LOTE l.Jo.-..'-..''-'''.-..'_. §E LA MAN¿ANA O§L FO§LAOO . CON §UPEEFiCIE OE EON LAS §I§UIEIJTE§ MEOIOAS Y COLIÑDANCIA§ E§TAOO CIVIL*.*--..-----, ocuPAclol.l coN ooMlcL¡o 0§ collroRMloAo coñ CUYA IN§CNIPC¡ON OBRA §N A§RAñIO NACIO'.IAL. 8A]O TL FOL¡O A-DE 0§ 199- OELcGADO OEL &€GICTfiO AGRAñIO ¡¡ACIONAL Et NEGI§TñO 380 fuÉ¡¡orcps C§RTITICADO PARCEIáRIO No. ouE pon rNsrBUücroNEs oer. C. CARIO§ SALINAS D[ CORXAPI, PR§§ID§NTE OE IO§ ɧTAOOS UNIOOS MTXICA¡IC§. LOS ARTICUTOS ?7 FBACCTON gr DE §¡ EXPID§ CON TUNOAIiE¡¡TO EÑ lA Coñ§rrfuc¡o¡¡ pot-tftcA 0§ Lo§ E§f^oG UN,09S MEXI§ANO§; 56, ?8 Y OE,t,t{§ ñELAÍIVOS D€ {A LtY AOñARIA, A§¡ COMO Z TñACC'ON Y 79 ' DEL ÉÉGLAMENÍO IÑT€ñIOñ DEL §E§ISÍRO AGAABIO NACIOñIAL. OUE AMPAñA LA PAFCEI,A No. OEL EJ¡DO **, MUNtCIPTO OÉ €SfADO OE CON SUPERFICIE D€ -**- =*.-HA., §ON LAS SIGUIENTES MEO¡DA§ Y COLINDAITCIA§: EN FAVOq O€ oE-,--A|.los óñtclNAñto ɧTADO Crvlt DE OCUpAC,ON cQN 0oMlcrl,o §N -, Dt coNronr{,DÁ0 §oN - _._ -. HAAIENOOSÉ ¡NSCRIÍO ESI€ TERNɧADO EN EL REGI§TNO AGRAFIO NACIONAL. EAJO EL FOLIO DÉ r99_ OÉLE6A00 DEL H§.GISTñO A§RANIO NACIONAL . 381 Ar,Éuolcas CENTTPICADO DE DEn§CH0§ §0BA§ II§RRA,S D§ U§O COMUN ouÉ pgn,Nsrauüo&.tcs oer- C. CAPLO§ §AIINAS DE GORIARI, PBE§IOENÍE oE Lo§ E§T oo§ UNIDO§ LO§ARICUIO§ a? rRACO§{ UñloO§ MÉXICANOS: §6. f¡ FRACC¡ON :T, Y 7S 7{ vr r,A§A¡§8, §E:xPloE CC[{ §E ¡-ACC»!¡§TTTUCIo|I{ rur\OÁME¡\¡lO ÉN POL,Ttc^ OE LO§ §§ÍAOO§ Y gEl¡A§ REI¡TIVO§ O§ LA LEY AAñAñ,.q; OEL ñE§IAMTMTO ${TERIOA §§L §ÉGISTRO AGRARIO §AC|{X{}¿- OUE AMP^na EL O€ LOS D§i§CtO§ §O8nÉ ñEBRAS OÉ U§O §OMUN 98L EJTDO -'. MUII¡'CIPIODE §$rA00 0E §N FAVOP O§ oE *- AÑOS, ORTGINAFTO DC ocuPActot¡ E§f oo clvlL coN §oMrcrlro t|t o§ co¡lFoRM,oÁo cor.t HABTENOO§€ l§§C8tro E§T§ CE§ftFlcADO Et{ §L S§§!§fño A§BABIO NACIONAI- BA.,O EL FOL'O A _ O€LE§ÁOO DEL OE nE§l§fñO A§ñARIO o€'tg§-. I'¡ACIO¡rAL Are¡lorcss ' Apéndíce 20 Muestra de un acta de resolución (con fecha de lB de nor¡iembre en un conflicto de lÍmites que duró más de 45 años en solucionarse entre San Juan Diquipu y Yocoquimi de Ocampo, Oaxaca. 383 ArÉ¡lorces lcrl VUe SE L€ü¡,orl (a,u *{onfo De ¿A ca¿ft*./,/CáD : ffi#n ):'):;',f,7, -iil#x;' Y #u'*.g:'ü' Y W**!' -''f*. c,1*h n /i*z?i r' ó'on Tli,;"*.'r y'"'oY'h rar"'-(" & t*n*ry *6'& W*trM*w* t**[*0-t.' ),r ti' Á l: ;'¿'; í; :'i 7*" l"/J, T'IL- J (';¿'@ sedz' W# Y.'"Í;;;T:; ::; s,n;/"e';;t;* SiWW¡4e¡¿ t*ffi- lacfD"'3,- aa }tlffi,ñ ' , .tttó ,t "'t"t'Ul';" 1'-"2't'ó6oz¿" I a/4tsrzD't 6,-'v'tz€/,$ ¿66rzaDL '. lr,'iure1 f ,- " fu,ó' 7vt€3 /o»rZ§' f3, -" e aá,utro" /5. - ,, '' ?''" Lo L^ tsp@/¿»)t' ., /-tS flcfuttAs" pu¿da: ila,&/zailÍ?8/' 'a fz¿€9 ?-<sc/tt09" t?,.-? pr:,rlfO uf<$¡¿¿§Le) ilg.- " l1¿Ja,,tcl¿ t/Ltt\" /r. -'ty't s *t¿ cozát4. 384 fuÉrvolces ."g"órro 'tzl o€¿ {@» s¿rr.O D€ JoLLo J»4fo s ", Zl, - " /kc4q¿U^., Lda,Lz¿*Or', z J, l, ¡6ro¿/ác&; 2r JA¿:,J" aS,-" ,$ü/Zác/¿t , 26.- ,r ¡e¿t7tcs)" rxa We f¿g\" ?g -" é Dt Aqoyra, zfffipac&t¿s" Jo.-'44oa ,mt M'sft) "jl--*'*.,. ¿ttaiff¡i¿^6/4t ¿ 33. - SóLÁE¿" 3, -'ft&tryQ¿ ta N pau,*¿Jr';*;'o:o' ¿4' )t, - 4tc t, rl yo// lt g 3 6, -" 544aa.tcá ro0á lAé4a¿'áb'"1 Qt c,4ndca6' Q€ Al/'dtoa qa át á6alo Psét- rzoa t,L go5v4' .- 2¿ rt.'co | Á *"* a;,-'ionantwro" r 38'-'J,o{d ::::¿,;:,' '' lll:1'."' nr ,r, ¡1uos ". ,'Y.r'ffi").' v*t*n,(4:: l*_rt¿:., co^t,to<*t4, o **/:i, A' o or- los ¡r-u b /" s ,-,,,ot* J /r,¿L¿t,e,.A t ¿,(,,,{'nht ';¿/" '/ ffi;" Art, W7, i o,olL, :#" /. - iffi-; u 'n-:u'ú' no, o(c-"t'r Í"¡. tt4D 1¡na-<^J , ir- ^7Á- nr "Lvx ^iiaa :JLLJ,ry, wr"u'Á",c\rr,, .a Ú)l)\ r* /'^/'' sr*'(q' g: l" l"*r¿* {L*^ ./o }Wtriry:í;2J;L; "",1 W!"r ¡.t:-:5 i*:i:Í Aperuolcos .rl^ l'¡f ,\J ' I- 385 a.{.141 . ,t1. lL b,*,{a ;¡¡/.g rí}ur:yf, **- ,1o é, u* ;.!in./ r-- th (u, * /*n 4 ,'t.r a*t /A /) ¡,,, s /";,r-A l / / ,tn f' (o,*-<),'*e{.1'L l'J't 't'/t'g' c'¿Ao ;t§.{?¿íÑ' á pcz {¿ 6¿:árQPO P*¿§'fib, ) ,t/l.y'{.C ¿. t{-- I l 1)á .5. r d .;.,a c .'<y'4L D){.<) €...L ¿.9 ?t,:tc¿x?¿ ¿ N /; ¿,,{¿t.t /&t<¿ / l l fl¿Í¿e;V. . ilsf / t§ff$ tl 4rttx r ruo¡¡;¡.1 "- !f,{ &(', i ' 9t !¿ r§t'I¡& 7Pt$,2e I ,'¡¿ <. Ot-/ " ,{- c. i l ^l . ¿.:@Í&+r*._==-= l ; , .J.'.5 ,r--- /11 J , ,.) L -,;* l ^-t r; I I i - lrrÑ ?::},oos Grdrl?¡r.?';/ tt'et*])v'¡log 'orcttbN Q7A\(S ' 3Jd?Ürl t'?@) 2/Grv?t] ¿./ z¿.hra )¿ SorL./,9},/"tl s.v*Q"l Qsuo ,ffii kffi:;I :ciw<ít u9,t: 17 da¿ \.J .1, z:7cútr'rf fat¡ - a,lt ,VY¿ il¿¡¡rñ niñbsu ¡2/lt/o/ lts a?..! ' ¡v¿tf Y 'ila'' 'l-->yS .:¡-qq *,*,.;;;.á )'B '3./d , (:)/ (74 //03 >e 7v )2? s¿2 )'g ' »¡dV s3)lc\ldv ? ?d rxvof - :{':¿,( r/t' 11 z-t 7ro¿ OO(a 387 AnÉuolcss LO*4lS¡PÑ » » a14 €,$-L á LtPl l1€S Dn S.lrro DlQ()ia') vt eh l>' »ortb(r. .o t Y, l)v ¡'z bt'€ (*¡^ 'r7 U-p, *a &8ffi :'-'í'"", :F.("c'bv''Tt 7""." 'fr¿¿r-:¿t )JF.,*,,.,fr'W ¿:¿;r*f H ñgrÚotu nñ¡ tlll ' tllr c.).'.,(.la pri.\." {1"" c.¡.t ¿ )"- so{' I €r,*t*, \', -e..J úe*L§1 h ffi@F /r*g a.q s rr/, 0á 3BB ¡ r Lrtulu¿-) fuoruolces Te //ot I ctctoa .bc ,i.r Cxutt€tu fr",:,fnru_l""ll, Slu ¡'.u Beet rZ''/''c e fi'a'l'ft, ''l'o §;';;r é ,h,** f-*¿/ lñ ü/ - I- '- f-'a'n,k"." Vautd {,*,,, i"uqeel §¿,tp;**r, -P U,.,i, I 1,i -»t ¡\..., b éf't'** nn*;.*, l'a7a Ítorltner *, u,"!:;,* -1k*, *-r,*,a l"rrJú¿rnd." §{& )**E;* ( a§rm¡ ¡r¡l. rti' í §,o t;.e-C # 6'oaarr..ú)'t ,1+r*ü r) €á?L-S,q/rl'r,4 /o 4Ír., L;/, eor,r., 9t/4* fl*l¡no., -_ L' tl úí' 1/t/ ) I '/y' ,U ./') -U s"-e 6".:. /&,*.4 l /,/e/ lr,,rlas,Z;uz f l/nfo §o'e §*7h¡ ñ/*/-<*b arJ . ApÉ¡lorcos 389 I copr{§tolJ 8€ l¿Mt-l§5 D: t'ucc.rQc,,ril FrÉMA. üqye«l Ct -#y ¡ fo¡u6e€- ó'y'iqo -4-¿>¡', rttla'c/+ *;S ¡ u nlÍ" ifr/"u,q*-o €.*.i , 0.,,á l)nt¡;" "';,i e:ffi6,-'6. : ¿// Íq< --l ./X 7/*", ffi : y: *s w;ffiffi! 'ffi'il".:í ww, -!::'"' ;, ; ;",,r' ^W,, l--"*4 lrl {;* -=, I tl (qilvltUr.l J0at(t i./. )Jvt?,"_d*nAlo,#t, i"§,a;.§ /i1J;l-ri: Cter*;, §"J(r4 §/^/* -':'1" bi"','.** {¡"*á§E 6t/*rl é ¡la,r/"L t". Geodrdo '(o¡ne/'a t ;»:a@ 6,n42 _B< htffiu /7"ñr tfi ru.t) %K f"?" -L-1'¿|,44i 390 fuÉruolces ,_o^bÍ{ - ltl ñCafcttrt evtrt ¡ll L*t ¡ M0ntj€§ F,nr< rq. /t daO tf) -t-.- l4t/o a,a 1/,.2 7d./4--{/ef "á9,"t l/t( -Z;,.7 *wi@ -ll,'lr - 2,,,t,,.-ü /,'c,t,L €r';l'¿ /,.L - l";,¡'" ¿,"¡ ///n/oill tll.-{-i '(Ar-of" óo,-*, ,r/ . t¿o {áq,,-:Wllst Yzod>¿áf$á3b- 391 ApÉxorcps @ @ñ l:q&§ ei Effi-@ t§mfl¡ rt dct¡t tatt . Íll @ Btbliografia (1990) Antecedentes g realizaciones de kt reJorma ctgraria mext cana. México. Araujo, Hugo Andrés (I994) uProcampo: orígenes y perspectivas,. EI Cotidíano, Unir.ersidad Autónoma Metropoiitana- fucapotzalco. marzo-abril. Arteaga Alfaro, Fernando. Entrer.ista con la autora, 1997. Bananrex-Accival ( 1 993) L[éxico socíctl. ] 992- I 993. México: Banco Nacional de México. Bernal Gómez, Beatriz uPanorama sobre la polÍtica agraria de la Corona española en el México colonial,. Boletín Mexíccu'to de Derecho Comparado. 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Frertte a Ia rei,'oliición mexicana: i7 protagonistas de la etapa cormtructiua. México: Universidad Autónoma Metropolitana de Azr:apotzalco, 4 r,olúmenes. Editor coordinador: Raiael Rodríguez Castañeda. i. Inte\ectttales: Lttís Chauez Orozco. Daniel Cosío Villegas, José Munoz Cota, Jesús Silua Herzog (1995): vol. 2. ldeólogos: Ramón Beteta, Mqnuel Gómez ltr[onn, Miguel Pa' lomar y Vízcarra, German List Arzubíde, Juan de Dios Bo- Vol. jórcpez pAAl). Zepeda, Guillermo (2000) Transjórmación agraria: los derechos de propiedad en el campo mexicano bajo el nuevo marco constttucional. México: Centro de Investigaciórr para el De- sarrollo (croac)/Miguel Ángel Por;-úa. In rejorma agraría en Itléxico desde 1853. Sus tres ciclos legales terminó de imprimirse en abril de 2002 en los talleres de Juan Pablos Editor Mexicali 39, Col. Hipódromo Condesa 06100 Mexico, D.F. Se tiraron 1 000 ejemplares más sobrantes para reposición Y Cutdado de la edíclón: David Rodríguez Ñuarcz Díseño de la Portada: Avelino Sordo Vilchis Foto de lo portoda: James \{ Wilkie TipogroJía g grQficas: MYUELA, DISEÑO EDITORIAL Ciclos y Tendencias en el Desarrollo de México Serie dirisida por: James W. Wilkie (1990-), Jesús Arroyo Alejandre (i998-), Sergio de la Peña (1990-1998) La serie Ciclos y Tendencias en el Desarrollo de México es un esfuerzo para estudiar los procesos de cambio de México. La edición de esta serie es posible gracias a los auspicios de la Fundación William and Flora Hewlett. La serie consta de los siguientes tomos: Tomo 1. James W. Mlkie y Jesús Reyes Heroles González Garza (eds.) (1990) Indushia tl trabajo enMéxíco. México: Uni- versidad Autónoma Me tropolitana-Azcapotzalco. Tomo 2. Daüd E. Lorey (1992, reyisado y aumentado en 1994) Tfrc rise oJ the proJessions in twentíetfucentury lt{exbo: uniuersítg graduates and occupational change since 1929. itos Ángeles: ucLA Latin American Center Publications. Tomo 3. Clint E. Smith (1993) Itt-frontera que desaparece: Los relacíones N[éxico'Estados Unidos hosto. los nouenta. México : Universid ad Au tónoma Metropolitana -Azcapotzalco y ucLa Program on Mexico. Tomo 4. Jesús Arroyo Alejandre y David E. Lorev (eds.) (1993) Intpactos regionales de la apertura comerciol: perspectí' uas delTratado de Ltbre Comercb enJalsco. Guadalajara: Universidad de Guadalajara y ucLA Program on Mexico. Tomo 5. Sergio de la Peña y James W. Mlkie (1994) [n estadís- tico económica en NIéxico. Los orígenes. México: Siglo Kxt y Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco. Tomo 6. Enrique C. Ochoa y Daüd E. Lorey (eds.) (199a) Estctdo g agriculhtra en México: antecedentes e ímplicacíones de lcts rejormas sailnis'tos. México: Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco. Tomo 7. Antonio Gutiérrez Pérez y Celso Garrido Noguera (eds.) (1994) Trans icionesJínancíeras t1r¿c. México: Ariel Económica, Universidad Nacional Autónoma de México y Universid ad Au tón o ma Me tropolitan a- A'zcapotzalco. Tomo 8. Celso Garrido Noguera y Tomás Peñaloza Webb (eds.) (1996) Ahorro y sistema rtnancíero en lt\éxíco. México: Editorial Grijaibo y Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzaico. Tomo 9. Clint E. Smith (1995\ México ante los Estados Unidos: historia de una conu e r g enc ia. México : Edi torial Grij albo y Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco. Tomo 10. David E. Lorey y Sylüa Ortega Salazar (eds,) (1997) Crísís g cambb de la educactón superíor en México. México: Limusa-Noriega Editores y Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco. Tomo I I . Jesús Arroyo Alejandre y David E. Lorey (eds.) ( 1995) Ajustes y desqTustes regíonctles: el caso de Jalisco aJine s del sexenío salinis ta. Guadalaj ara: Un iversidad cle Guadalajara y ucLA Program on Mexico. Tomo 12. James W. Mlkie y Clint E. Smith (eds.) (1998) Integra trng ciúres and re gíons : ['l orth America Jace s globalhafion. Guadalajara y Los Ángeles: ucLA Program on Meico, Universidad de Guadalajara y Centro Internacionai nlucas Alamán, para el Crecimiento Económico (cllAcp). Tomo 13. David E. Lnrey y Basilio Verduzco Chávu¿ (eds.) (1997) Realídndes de lautopía demqrafa, tolqjo g runfcrpio en el rcctdente de Méxiro. Guadalajara: Universidad de Guadalajara ucta Rrcgram on MericoyJuan Pablos Editor. Tomo 14. Jesús Arroyo Alejandre y Adrián de kón Arias (eds.) ( I 9 9 7 ) La. inte r nacío nalízocíón de la e co nomíaj alis c ie nse. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, ucLA Program on Mexico y Juan Pablos Editor. Tomo 15. María Luisa GarcÍa Bátiz, Sergio Manuel González RodrÍguez, Antonio Sánchez Bernal y Basilio Verduzco Cháv ez ( I 99 8) De s ce ntr alización e in iciatirras locale s de de sarrollo. Guadalajara: Universidad de Guadalaj ara, ucLA Program on Mexico y Juan Pablos Bditor. Tonro 16. Oscar M. González Cuevas (19981 MéncoJrente aLa modernizacan china. México: Limusa-Noriega y Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzaico, Tomo 1 7. Rosario Varo Berra (20021 kt rejorma agrario en Méxíco desde I853. Sus fres cicios legales. Guadalajara, Los Ángeles, México: Universiclacl de Guadalajara, ucLA, Program on Mexico, pRoFMEx y Juan Pablos Editor. Tomo 18. Rubén A. Chavann RodrÍguez, Víctor M. Castillo Girón y Gerardo RÍos Almodóvar (1999) Mercados regíonales de trabajo a empresa. Guadalajara, Los Ángeles, México: Universidad de Guadalajara, ucLA Program on Mexico y Juan Pablos Editor. Tomo 19. Graciela López Méndez y f'na Rosa Moreno Pérez (coords.) (2000) GlobaLtdady regíón Al}rnas dimensío nes de la reestructuracíón económíca en Jalisco. Guadalajara, Los Ángeles, Mexico: Universidad de Guadalajara, ucLA Program on Mexico y Juan Pablos Editor. Tomo 20. Miguel Ángel Rivera Rios (2000) México enlaEcono' mía Global: Tecnologta, Espacio e lnstituciones, México: EditorialJus, ucLA Program on Mexico. Tomo 21. Jesús Arroyo Alejandre, Karl-Dieter Keim y James W. Scott (comps.) (2001) Elrerwcimiento de las regiores. Descentralitnción g desarolb regbrul en.Alemanío. (Brmden' u¡veu, g L[éxico (Jalisco), México: Universidad de Guadalajara, uctA Program on Mexico y Juan Pablos Editor. T omo 22. Snúth, Clint E. (2001]l Méxíco g Estadas Unidas: I 80 anos burgo) de relacbnes ineludíbles. México: Universidad de Guada- lajam, ucIA Program on Mexico y Juan Pablos Editor.