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La reforma agraria
en México desde 1853
5us tres ciclos legales
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Rsrt,urro ou cr¡l,rcl,rs Ecosóu rc«r Arnrx
rsr.R,,r.Llr,,qs
ROSARIO VARO BERRA
La reforma agraria
en México desde 1853
Sus
tres ciclos legales
Prólogo de James W' Wilkie
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
-
ücm
PRoGRAM
oN MEXlco
PROFMEX
JUAN PABLOS EDITOR
GunonLnlnnn
/
Los ÁructLrs
2002
/
MÉxlco
Primera edición, 2002
D.R. O 2002. UulveHSiDAD DE Gunn,cLAJ,{R\
Coordinación Editorial
Francisco Rojas González 131
Colonia Ladrón de Guevara
44600 Guadalajara. Jalisco. México
D.R. O 2002. Ucm PHomrc-\¡ ou Mexco
10353 Bunche Hali
405 Hilgard Ar¡enue
Los Ángeles, Calilornia 90024- l4B7
D.R. O 2002, Pnopuax
UCLA Prograur on Mexico
10353 Bunche Hall
'105 Hilgard Avenue
Los Ángeles, California 90095-1487
D.R. O 2002, Junrv P¡.slos E»non, S.A.
Mexicali 39
Colonia Hipódromo Condesa
06100 México, D.F.
ISBN: 970-27-0009-4
lmpreso y hecho en México
Pntued and made tn Nlenco
ALos camPesinos que han utuido
los tres ciclos de
La rreJ'orma
agraría'
lndtce
Agradecimierttos
hóLogo
OrucoN Y AIcANCE DEL LrBRo
11
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16
Resuuolv DE LA TRAYECToRTA
DE LA Docr()RA RosARro VARo BERRA
CoN¡rzueuclor,{Es DE ESTE LIBRo
t7
l8
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Poso¡ra 2002
JA
BreLlocRAF[e oeL pRór-oco
48
heJacío
55
1. lntroduccíón
Periodhación de la tegislacíón nexicana
de lo Lerrcncia de la tierra desde 1853
e inrportancta de la reuolución legal
de la tenencia. clesde I 992
63
2. Antecedentes coloniales y primera reuolución
legal de la ienencío de La tierra. 1853-1909.
Distinciórr entre propie.dad comunal y ejído
3. Segurrda re,coluciórt legal de la tenencia de la
tierra g su "retorno, al ejtdo, 1910-1990
4.
Itt rpnuatizocióry de ejidos y de tierras:
debate sobre la situación g promulgación
de La nueucl LegtsLación agtraria de 1991
MARCO JURÍDICo
75
107
t45
l6r
5. lnstnn'tentación de ta lcg Agrarta "racional,
Problemns desde 1992: el caso de Oaroca
ANTECEDEN,IES.
1
978- 1 988
LrcrsLacro¡r ME.\rcANA DE I 992 REGLANTENTARTA
oel, aRtÍcur-o 27
INstRunre¡¡r¡crór¡ oel PRocooe y pRoBLEMAS DE TrruLACtoN
DE TTERRAS ossoa 1992
Esragloctl4r ¿l,ro oo PRocalrpo
EsrnucruR¡ DE L{ TENENCIA DE LA TIERT.{ EN MÉx¡co
co¡.¡srrucroruar,
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17t
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179
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Y RNSULTADOS DEL PROCEDE Y EL PROCAX,fPO
205
DEBATE EN PRoCESo
219
Cor'lclusroNes
Los LARcos pERIoDos DE rivrRl 'ue:'itAr-tót
DE CADA NUEVO CAMtsIO LECAL E]\ LA LEGISLACION
DE LA TENENCIA DE LA TIERR{
221
EpíIogo: 1997'2000
225
Apéndices
237
Apéndice I
Apéndice 2
Apéndice 3
Apéndice 4
Apéndice 5
Apéndice 6
Apéndice 7
Apéndice 8
Apéndice 9
Apéndice l0
Apéndice I I
Apéndice I la
Apéndice 12
Apéndice 13
Apéndice l4
Apéndice l5
Apéndice 16
Apéndice l7
Apéndice 18
Apéndice l9
Apéndice 20
Btbliat r:.fia
239
254
257
259
26]l
271
354
3s5
36r
364
365
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368
369
370
37r
372
J/.1
371
378
382
393
Agradectmíentos
Este libro es el resultado de los aportes de muchas personas
con quienes he mantenido conversaciones y discusiones a través de los años, entre ellas campesinos, expertos en la reforma
agraria, profesores, funcionarios y servidores públicos, lÍderes
rurales, colegas, familiares y amigos. A todos quiero expresarles
mi gratitud por su apoyo, asesoramiento, conocimientos, información, consejos, entendimiento, paciencia y estímulo.
Específicamente, quiero reconocer al Dr. James W. Wilkie
de la Universidad de California en Los Ángeles (ucl¡) su
invaluable contribución a la investigación sobre Mexico. Le agradezco sus series estadÍsticas inéditas que puso a mi disposición, así como las discusiones y los debates que tuvimos sobre
la historia de ia reforma agraria en el paÍs.
También en la ucLe, quiero agradecer en especial al Dr.
James l¡ckhart, a la Dra. Jan Reifi y a la Dra. Sussana Hecht
por su apoyo en mis investigaciones.
En la ciudad de México, a la antropologa MarÍa Antonieta Gallard, el Dr. Jose RafaelMinor. el Lic. Humberto Naray el antropólogo
funulfo Ambriz Osorio del Registro Agrario Nacional (nel); al Lic.
Gerardo Va-lera Acevedo de la SecretarÍa de Agricultura, Ganaderia y Desarrollo Rural (Sagar); a la Mtra. Rosa Isabel Estrada Martínez y la Lic. Eva Castillo Gorualez de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos, asÍ como al personal de la Bibl-ioteca Melchor
Ocampo de la H. Cámara de Senadores del Congreso de la Unión.
ll ll
12
AcReoeclni¿rurcs
En Oaxaca, a las personas que me concedieron entrer,istas, datos e información: Lic. Juan Antonio Lopez Sheremberg,
Lic. Anabel DíazCruz,lng. Rogelio CruzMeza, Lic. J. Armando
Guzmán Alcántara, Lic. Miguel Hernández Cervantes, Adalid Vera
Espinoza, Lic. Sixto Henández Velásquez y Lic. Tomasa Ramírez
Vásquez del nAN, Delegación Oaxaca; Abelino Galán del rN¡cr;
actuario Fernando futeaga Alfaro de Apoyos y Servicios a la Co-
mercialización Agropecuaria, Dirección Regional Oaxaca; Dr.
Carlos Torres Aülés y M.V.Z. Manuel Delgado Domíguez de la
Sagar; Lic. Ignacio MartÍnez Bautista y C.P. Jacobo Berra Dossetti
de la Coordinación Agraria de la SecretarÍa de la Reforma Agra-
ria; Lic. Manuel Santos de la Procuraduria Agraria.
En Jalisco, al Dr. Jesús furoyo Alejandre y su equipo de
estudio de temas agrarios en la Universidad de Guadalajara,
quienes también me pusieron en contacto con el Lic. José Sá'rchez GonzaJez.
En el gobierno de Oaxaca, a las personas que me proporcionaron entreüstas e información: Lic. Roberto Olivares de la
Comisión Agraria Mixta del Gobierno del Estado de Oaxaca; Arq.
Jorge Vargas, Lic. José Bueno de la H. Cámara de Diputados;
Lic. Miguel Garzón de la Junta de Conciliación Agraria del Gobierno del Estado de Oaxaca; Lic. Víctor de la Vega Ponce de
León de la Secretaria de Movilización Ciudadana; Dr. Mardiel
Hernández Caballero, director de la Facultad de Derecho de la
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oa,xacai Lupita Rojas
de la Hemeroteca del Estado de Oa-xaca.
En va¡ios estados mexicanos, a ios campesinos que me
concedieron entreyistas: Casiano Pacheco Martínez, Carlos
Pacheco, Joel Hernández MatÍas, Ernesto Labariega Castillas,
Cirila Amarantes y muchos otros. En especial, agradezco al C.P.
Agustín Vale, lÍder de los campesinos que me introdujo en muchos ejidos y comunidades.
En Los Ángeles, a cuatro personas que me dieron su apoyo
en la investigación y me ayudaron a escribir este libro: Edna
Monzón Wilkie, Garrick Wilkie, Carlos \¡aro Berra v Jack Patrick.
AcH¡oocnrromos
13
Agradezco a las siguientes instituciones:
Al ucm Program on Mexico y al Conacyt por su apoyo financiero para la realización de mi investigación de campo.
A Ia Universidad de Guadalaiara y su Departamento de
Estudios Regionales-lneser por el patrocinio a mi int'estigación
bajo los auspicios de la Fundación William and Flora Hervlett,
así como el estÍmulo intelectual proporcionado con la publicación de este estudio.
Mi especial agradecimiento a Adriana Patricia López
\¡elasco, directora de publicaciones de PRoFNlEx, quien ha hecho
tanto para que sea posible la publicación de este libro. así como
a Daüd RodrÍguez Álvarez por el cuidado de la edición.
PróLogo
Me da una gran satislacción presentar este libro de Rosario Varo
Berra, en ei cual Ia autora ha logrado esclarecer los acontecimientos en el proceso histórico de tres ciclos que mi conceptualización había postulado: I
i. La creación de las grandes propiedades bajo la nación
(1853-1909). Inicialmente, la idea fue dar al Estado control sobre las tierras ubaldÍas,, cobrar impuestos a las haciendas v colonizar el país, pero ésta se transformó en el
concepto de fraccionar las tierras comunales, los latifundios privados y los que eran propiedad de la Iglesia para
crear pequeñas propiedades, y de ailÍ sr"rrgió la noción de
consolidar grandes propiedades privadas.
2. La conversión a pequeñas propiedades comunales (19101991). La meta de este periodo fue dividir ias grandes pro-
piedades privadas y crear el sistema de ejidos indiüduales
y colectivos, siempre dejando espacio para la propiedad
privada, pero sujeto a las modalidades que dictase el interes público.
3.
El intento de crear propiedades de agricultura moderna
(desde 1992). La idea ha sido desalentar la forma tradicioI Véase
mi articr-rlo uPrimera reforma agraria en México, 1853-
1909, a través de la estadÍstica nacional,. En De la Peña v Wilkie
(
I
ee4).
ti 5l
16
pnórcco
nal del ejido y alenta¡ a los campesinos a rrolverse emprendedores individuales o formar sociedades agroindustriales, mercantiles y civiles. Permite pero no requiere, como
en el segundo ciclo, la creación de nuevos ejidos.
Ozuceil Y ALCANCE DEL LIBRo
En el desarrollo de esta tarea, la doctora Varo Berra ha ampliado mi enlbque porque no sólo lo desarrolla y actualiza, sino que
hilvana y logra la visión de conjunto de muchas de mis ideas
dispersas en publicaciones relacionadas con el tema de la distribución de la tierra en México. Ella ha sacado a la luz por
primera vez la serie estadÍstica sobre la distribución de la tierra
elaborada por mí.
Además, la doctora Varo Berra ha elaborado sus propias
dimensiones, especialmente al compilar estadÍsticas a nivel estatal y enfocar su análisis en la transición al tercer ciclo y el
desarrollo que inició Carlos Salinas de Gortari, ei cual aborda
especialmente los problemas que ha tenido elgobierno con títulos, crédito y extensión agncola.
EI origen de este libro se remonta a 1963, cuando inicié mi
investigación sobre la relorma agraria en México, como un aspecto de mi esfuerzo por entender la presidencia deLázaro Cárdenas (1934- 1940), que tuvo gran impacto en la nnueva creación,
del sistema ejidai. No obstante que habÍa acumulado una bue-
na cantidad de datos sobre muchos aspectos del régimen
cardenista, taies como la distribución de tierras ejidales, pronto
me di cuenta de que la mejor manera de analizar el significado
de la época de Cárdenas era ponerla en perspectiva en relación
con los eventos históricos anteriores y los que siguieron a su
gobierno.
Entonces centré mi inr¡esti€iación en la comparación del
gasto proyectado por el gobierno central de cada régimen con el
gasto real, y a éste Io relacioné también con el gasto social ffilkie,
1978) presentando únicamente resúmenes de datos sobre ia
distribución de Ia tierra.
Pnorcco
17
Aunque llegué a actualizar el resumen total de estadÍstÍcas sobre la distribución de ia tierra hasta el año 1988.2 es ia
doctora Varo Berra quien, en este libro, pone a prueba ntis datos y desarrolla un anáiisis completo de los mismos. Ella no sólo
publica aquí las estadísticas del primer ciclo por estado, que yo
habÍa desglosado sin publicar,s y de las cuales había yo extraÍdo
datos para parte del segundo ciclo.a siuo que completa la serie
en formas que yo no había prerristo.
RESUMEN DE LA TRAYECTORIA
DocroRe Ros,qruo V,qRo BERRA
Nacida en la ciudad de Oaxaca, Rosario Varo Berra se graduó
como licenciada en admir-ristración de empresas en el Instituto
Tecnológico de Oaxaca. habiendo recibido el premio ul¡s Mejores Estudiantes de México,. Obtuvo un diplornado en administración púb1ica estatal en la Faculiad de Ciencias PolÍticas y
Sociales de la Uniyersidad Nacional Autónoma de México [uru,*t).
Su primer empleo fue en la Secretaría de la Reforma Agraria,
como analista delegacional en el estado de Oa-xaca. Posteriormente trabajó por su estado como jela del Departamento de
DE LA
Organización y Sistemas de la Dirección de Planeación de la
2 Véase
mi estudio nThe six ideological phases of Mexico's
'permanent'revolution since 1910,. En Wilkie (1990).
ii Por un error de editorial Siglo :m, no se publicó mi desglose
por estado.
a
Cuando utilizo en este caso la palabra «ys» quiero reconocer
que me asistieron en mi inr,estigación tanto mi esposa, Edna
Monzón \\¡ilkie (investigadora adjunta en el Cenlro de Estudios
I¿tinoamericanos cle la ucLA, y desde 1976 mienrbro de Ia Junta
de Asesores Internacionales para el Statistical Abstract of Latin
America, s¡m), como mi padre, Waldo \\¡. Wilkie (1903-1994).
De 1976 a 1994 Waldo actuó como analista editorial para sALA.
Tanto Edna como \\hldo fonnaron parle de nÍ equipo de inves-
tigaciones estadÍsticas desde la década de los sesenta.
1B
PHor-oco
Comisión de Plane¿rciótr l,Control de Ia Inversión Pública, ]¡ despt-tés como subdirectora de Planeación de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (uag¡o).
La doclora \hro Berra era la directora de Relaciones Públicas de la u¿ruo cuando yo la conocÍ en 1984, durante tni
t¡isita como consultor a esa universidad. patrocinada por la
División de Intercaml¡ios Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Sección Cultural de la Erlbajada de Estados Uniclos en México.
De l9B5 a 1987 la doctora Varo Berra se dedicó a la inr,estigación social 1, económica contparativa en Portugal, España,
Francia, Italia, Bélgica, Aleniania, Paises Bajos, Austria, Grecia,
Turquia, Israel, Egipto, India, Sri Lanka, Nepal, Tailandia,
Birmania, China y Japón. En i997 extendió sus lnvestigaciones a Mongolia, China. Tailvan, Vietnam, Camboya, Laos. Malasia
y Singapur. asÍ como a Indonesia y Guatemala.
Rosario \hro Berra ingresó a la ucLa como becaria del
Conacl,t y recibió su maestría en estudios latinoamericanos en
1994, haciendose acreedora al codiciado premio Academlc
Achievement A,"vard por ser la alumna más distinguida de su
promoción.
La doctora \raro Berra realizó la investigación para este
volumen durante el curso de sus estudios para obtener ei doctorado, que fueron patrocinados por la beca del Conac¡,t. Recibió el tÍtulo de doctora en historia por la uct-t en i999, Después
de varios rriajes al terreno de sus investigaciones para actualizar
sus datos, hizo una revisión de su tesis como base para desarrollar este libro.
CoNmleucroNES DE ESTE LIBRo
Esta obra presenta numerosas contribuciones tanto ai análisis
como a la metodologÍa. especialmente en las disciplinas de esta-
disticas históricas e historia oral. En lo qr"re a esta úrltima se
refiere, durante su estancia en la UCLA la doctora Varo Berra
hizo Ia trascripción de muchas entrevistas mías con lideres mexi-
PHoloco
19
canos polÍticos y pronto se dio cuenta del valor potencial de este
rnétodo de investigación. Así, en la ta¡ea de prepararse para
realizar su investigación en México para obtener el doctorado,
desarrolló preguntas pertinentes que le sirvieron para entreüstar tanto a lÍderes de programas de gobierno como a campesinos en varias partes de México. especialmente en Jalisco, Puebla
y Oaxaca,
En sus importantes ent¡eüstas de historia oral en México, como parte de su investigación sobre los problemas de la
tenencia de la tierra en su paÍs. la doctora Varo Berra nos muestra
no sólo su habilidad para escoger a sus entrer.istados, sino tambien que sabe desarrollar su cuestionario de manera abierta
para obtener respuestas sin limitaciones.
La doctora Varo Berra presenta, de manera muy gráfica.
selecciones de muchas horas de sus entrer,istas con la técnica
cle historia oral que reflejan los problemas tradicionales y actuales que enfrenta el sector rural de México. Su apéndice 6,
que ofrece extractos importantes de sus entrevistas transcritas,
es en sí mismo una contribución importante para entender la
complejidad de los temas discutibles de la historia de la tenencia de la tierra en México.
En su investigación sobre estadísticas históricas de la Secretaría de la Reforma Agraria, Rosario Varo Berra pudo establecer relaciones excelentes con los oficiales que manejan los
datos sobre distribución v tenencia de la tlerra tanto en la ciudad de Mexico como en los estados de1 paÍs. Su eiaboración de
las series y de cuadros de clatos específicos nos demuestra la
importancia de esta metodologÍa para poder entender los ciclos
y tendencias en la historia de México.
Dada la importancia prirnordial de la tenencia de la tierra
en México, el trabajo de la doctora Varo Berra proporciona un
gran senricio a la historia de la nación al poner en orden la
estadÍstica histórica en este tema, Al preparar y analizar las
series estadÍsticas sobre la polÍtica de reforma agraria y presentarla como un proceso que consta de tres etapas, ia doctora
20
Pnór.oco
\¡aro Berra ha dado una nueva corrfiguración a nuestra percep-
ción de uno de los procesos más importantes en la historia
mundial del desarrollo del sector rural.
Al medir la cuantÍa y mostrar los cambios legaies de los
tÍtulos de propiedad de las tierras, que son registrados y transferidos por elgobiemo federal mexicano, debenros recordar que
dicho registro legal no necesariamente coincide con la reaiidad
de la l'ida rural. En la realidad cotidiana los agricultores venden, rentan, fusionan. dir.iden 1'/o subdi"'iden y abaudonan sLls
propiedades de manera .ilegal".
Sin embargo. la estaclistica del registro priblico de tierras
es muy importante por diversas razones.
En el'ecto, la información oficial muestra 1o que el gobierno
consideró que podÍa hacer y lo que en verdad hizo. Ciertamente,
al otorgar tierra a algunos y tomarla de otros, el Estado cambió la
estructura de la «propiedad, en todas las reqiones de México.
Desde luego, mucho del poder gubernamenta-l era ficticio y las
leyes eran hurladas o i$noradas por las costumbres locales.
Pero a pesar de todo, la cuestión de la propiedad legal cobró cada vez más importancia a 1o largo de los siglos xLX y x\,
hasta volverse fundamental en la polÍtica que se aplicó en cliversos momentos. Lo fue a ta1 grado, qr-re la posesión o el despojo
de los títulos legales, así conro la irtcertidumbre de quién es el
dueño. se han conrrertido en uguerras,, nlrales para demarcar
propiedades.
En suma. aurrque el qobierno ha dir:tado 1as reglas legaIes, el sector rural ha lenido que hacer sus propios arreglos
para hacer funcionar la r.ida en el carnpo, dando mucho poder a
los abogados y jueces que necesariamente ajustar la teorÍa de
la 1e1, a la realidad cotidiana. Mientras tanto. elgobierno lederal
ha mantenido su propia interpretación de Ia situación del paÍs,
tomando sus decisiones con base en las ieves en las clue confÍa.
Entre las múlüples coirtribuciones de la doctora Varo Berra
en esta obra, una de ias más importantes es hacer que el lector
enfoque su atención en el programa de titulación de tierras de
Pnórcco
2l
propiedad social,5 el cual desde la reforma ai artículo 27 constitucional en enero de 1992 y ia expedición de su Ley Reglamentaria en el mes siguiente, ha tenido como objetivo permitir a ios
campesinos tomar decisiones propias.
Nos dice Ia doctora Varo Berra que desde la instrumentación de la nreforma a la reforma agraria», que se inició en 1992,
por primera vez ios campesinos pueden tomar decisiones propias en cuanto a seguir dentro del sistema ejidal o comunal o
cambiar su situación. Ellos pueden:
Separarse de la tenencia de la tierra de propiedad social,
al adquirir el dominio pleno ya sea sobre su parcela individual o de las tierras de uso r:omún, prerria autorización de
Ia asamblea del ejido o la comunidad.
Enajenar sus derechos parcelarios a terceros.
Ser a la vez pequeño propietario y ejidatario al mantener sus
derechos parcelarios o de üerras de uso común; ntal fragmentación implica la posibilidad de duplica¡ automáticamente
las membresÍas, lo cual conlleva el riesgo de que ejidatarios
exclusivamente titula¡es de los terrenos de uso común puedan decidir sobre el destino de ias tierras aparceladas y üceversa» (cJr Delgado Moya y Molina Ortega, 1996: 55-56).
Utilizar su certificado parcelario y de tierra de uso común
como garantia para obtener un préstamo particular, lo que no
1,
2,
3.
4.
5.
podÍa hacer bajo el sistema ejidal antiguo, que estaba siempre en espera de crédito del gobierno, cada dia más escaso.
Arrendar sus parcelas o tierras de uso común a aparceros
6.
o arrendatarios a cambio de dinero, crédito y/o equipo.
Asociarse con el Estado o con terceros en actiüdades pro-
7,
B.
ductivas agropecuarias.
Participar en la producción de la agricultura moderna en
gran escala creada por agricultores particulares.
Trabajar su parcela o tierras de uso común con uno o más
5
La propiedad social está compuesta por los núcleos agrarios,
ejidales y comunales.
22
Pnóloco
de los siguientes sectores; ejidal o comunal, privado, asociación o sociedad civil, mercantil.
Aquellos que hayan optado por permarlecer dentro del sistema ejidal pueden trabajar como jornaleros para las grandes extensiones de tierra cultivadas por el sector privado, el cual tiene
ahora la libertad de comprar o alquilar Ia tierra de los ejidatarios o
trabajar la tierra en conjunto con ellos para ei cullivo moderno en
gran escala. Al mismo üempo, Ios nuevos dueños y/o los que hayan optado por seguir trabajando dentro del sistema ejidal, tienen
la opción (si no siempre la posibilidad) de vivir de sus rentas.
No obstante, analistas como David Barton Bray y Víctor
M. Toledo no reconocen lo positivo de estas ocho opciones
inexistentes (o poco üsibles6) hasta ei advenimiento de Ia reforma del artículo 27 constitucional y la Ley de Reforma Agraria
de 1992. Bray y Toledo perciben el cambio de 1992 únicamente
como el principio de una trayectoria antiecológica.7
Irónicamente, Bray y Toledo basan su opinión negativa
más en la fe que en datos contundentes. Aunque Toledo argumenta de manera importante que con la Ley de 1992 nlas sociedades mercantiles quedaron en posibilidad de poseer hasta 25
veces el lÍmite individual,,s su suposición básica de que la agri6
ExistÍa la posibilidad de que el sector socia.l pudiera asociarse
con el sector privado bajo el programa Alianza para la Producción y la Ley de la Reglamentación. Desafortunadamente casi
nadie la tomó en cuenta porque se creía que esta alternatira no
era legal sin la reforma del artículo 27 constitucional, la cual no
se hizo sino
hasta 1992 [véase Wilkie, 1990: 23).
7
Véanse Bray (1992) y Toledo (1992). Bray concluye (p. 289)
que la Ley de 1992 que reforma el artÍculo )J «por sÍ misma no
tendrá necesariamente un gran impacto en el medio ambiente
de México, sino que estará mediada por una variedad de otros
factores politicos,.
8
Esta posibilidad en si es muy dudosa a pesar de los argumentos de Calva (2001).
Pnórcco
cultura comunai es la más correcta ecológicamente (utiliza
23
se-
gún él nmenos pesticidas y otros productos químicos agroindustriales,) pierde fierzaante la nueva eüdencia que presenta en el
inicio del siglo KXI la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocoo).
Los investigadores de la ocoo, quienes udestacan que el au-
mento en el uso de pesticida de bromuro de metilo en México
durante los años 90 es preocupante para el medio arnbiente porque actúa como una sustancia que agota el ozono,,e señalan que
durante los últimos l5 anos.la agricultura puede ser de gran
utilidad para eliminar los gases que tienen efecto de invernadero,
conservar el hábitat de la tida [sih,estrely mejorar el paisaje...,
En fin, los especialistas de la ocor anuncian Que «en el
balance lia habido una reducción en las concentraciones de nitrógeno y pesticidas en los rÍos, lagos y en las aguas subterráneas; también hubo un descenso en el nivel de emisiones de gas
invernadero asrÍcola, (Gruma y Banorte, 2001).
De acuerdo con la ocDB. entre t5 y 40 por ciento de la
tierra agrÍcola de México está severa o totalmente erosionada.
Además, 197 de 294 cuencas de agua en México están sobreexplotando sus recursos disponibles; más de B0 por ciento del
líquido se usa sin cargo alguno para el riego agrÍcola y se calcula que el 50 por ciento se desperdicia debido a deficiencias en el
sistema de riego (Grr.rma y Banorte, 2001).
La ocoe apunta que, en el principio del nuevo milenio,
mientras que la agricultura representa 6 por ciento del els y 19
por ciento del empleo, el uso que hace de los recursos naturales
es 56 por ciento del total de ia tierra y B0 por ciento del agua
(Gruma y Banorte, 2001).
Otros estudios ofrecen también puntos de vista muy
solisticados sobre las zonas rurales, particularmente el libro 1'
s
Citado por Gruma y Banorte, Dirección de Comunicación, bajo
el tÍtulo oSevera erosión de la tierra agricola en México,, síntesis
de prensa por correo electrónico, 26 de marzo de 2001.
21
Pnóloco
ante todo lo población ruralperslste (furoyo, 1995), en el que
Jestis An'oyo Alejandre y Alma Alicia Aguirre Jiménez no só1o
tornan en cuenta la Ley de 1992, sino tambien el papel delTratado de Libre Comercio de America del Norte {rlca¡):
Percibimos una cierta vulnerabilidad en relación con las medidas
de fomento que propiciaron el desarrollo de la agricultura y el
incremento del nivel de absorción de mano de obra en el renglón
de productos básicos: argumentamos para ello que ios beneficios
de esta estralegia
coluntural podrán verse sesgados al adoptar la
política de liberar los precios de garantía para ubicar la comercia-
lización en Lrn esquema de precios internacionales significativamente inferiores a los que venian rigiendo en el mercado interno.
Exponemos que esta politica podría contraer los niveles de
producción y el subsidio directo que otorga Procampo no compensa los desequilibrios económicos originados por la caÍda de
precios de estos granos.
Concluimos que esta tendencia podrÍa orientar a los productores rurales hacia una sustitución de cultivos, principalmente
en favor de frutas y hortalÍzas, para integrar su producción comercial inserta en el ma¡co del rlc con Estados Unidos y Canadá. Argunrentamos que de darse esta sustitución acompañada
de un apalancamiento de inversión interna o capital
transnacional en el renglón asroindustrial, esta rama podria
absorber la población desplazada de la agricultura tradicional
de granos básicos, o en algunos casos esta fuerza de trabajo
podrÍa incorporarse a centros urbanos dinámicos ubicados en
la región que cuenten con una base económica no agrÍcola.
Postulamos que en las regiones donde no se den esas condiciones éstas tenderán al estancamiento o retroceso siendo fuen-
tes y expulsoras de mano de obra rural (Arroyo y Aguirre en
Arroyo. 1995a y 1995b).
Pueden compararse los puntos de vista de Arroyo yAguirre
con los de autores, como Rodolfo GarcÍa Zamora (1997), que
PHóloco
25
ven los saldos nneoliberales, de la Ley de 1992 y el rr,ceru sólo en
términos ndesastrosos,, mientras que otros analizan aspectos
especÍlicos:
i,
2.
3.
4.
Julio Pomar, uDesarrollo rurale indÍgena, sin salidas,.r0
Chris i{raul, *Third-World imports besiege Mexico farmers,.rr
Francisco Robles, «Amenazan con paralizar a México: Ios
pequeños agricultores se maniliestan contra la política
agraria del gobierno lde Fox por falta de subsidios oficiales para estimular los cultÍvos de grano y hortalizas, altos
costos de la producción y bajos precios de las cosechas
debido a la competencia EUA],.12
SecretarÍadeAgricultura, GanaderÍa, DesarrolloRural, Pesca y Alimentación: nNuevo enfoque de desarrollo [rural incluye a los sectores agroalimentario y silvÍcola, para
convertir a los campesinos en 'pequeños y medianos' empresarios de maquila, servicios, ecoturismo y artesanÍa,
con el objeto de eler,ar el nir¡el de vida de la población rural
mientras se aumenta la productividad y la rentabilidad
para los productores...l,. 13
Aun cuando debenamos reconocer que en el interior de
México muchos consideran problemática la experiencia del tercer
ciclo de reforma de la tenencia de la tierra, desde el exterior la
realidad se percibe de manera muy diferente, si no idÍlica, En paÍses en desarrollo desde Rusia hasta Rumania o desde Boliüa has)o
11
Excélsiot S de junio de 2001, p. A-21.
Ins Angeles Times, l0 de septiembre de 2001
.
t2
InOpínión(Los Ángeles), 9 de agosto de 2001.
)3
LaJornada, citado por Gruma y Banofte, sÍntesls de prensa,
I de diciembre de 2000. InJornadainforuPropuestas
ma sobre las
del desarrollo rural y alimentario,,
correo electrónico, I
donde se enumeran ulas fallas de las polÍticas agropecuarias que
llevaron a un 'minifundismo empobrecedor', ya que 600/o de las
unidades de producclón son menores a las cinco hectáreas, y
que cuatro de cada cinco campesinos yiven en la pobreza,.
26
Pnoi-oco
ta Venezuela, muchos observadores especializados en historia
comparaüva ven a México como un pais que ha iniciado una era
que al fin rompe con el pasado rural «cerrado». Celebran que México permita la apertura a cambios modernos a través de soluciones plurales a los problemas de la tenencia de la tierra. Ven que a
los campesinos ya no se les trata como niños a quienes el Estado
debe controlar a cada paso. Es asÍ que la apertura de opciones a la
tenencia de la tierra que ha llegado con el tercer ciclo de la reforma agraria se percibe como uu cambio positirro en elMéxico rural.
Aunque el México actual hace un esfuerzo para superar
su propia propaganda y Ia fe de muchos académicos en la r.ida
comunal,ra es eüdente que ei país necesita nuevas úas de acción gubernamental plural que todar,Ía no se manifiestan.r5
Soy de la opinión de que ei futuro de México requiere:
La creación de extensión agrícoia signilicativa del tipo que
1.
2.
proponÍan analistas lamosos como Andrés Molina EnrÍquez, Manuel Gómez Morín y Roberto Gayol,
La resolución de conflictos sobre tÍtulos. De hecho los Tribunales Agrarios no han funcionado bien y la mayor parte
de la población todaúa no tiene la facilidad de hipotecar
su tierra o su üüenda. 16
Ia
Es irónico que el sÍndrome de Eyler N. Simpson esté aún en
pleno auge. En 1937 Simpson escribió su famoso libro, el cual,
pese a su tÍtulo, El ejido: úníca salida para Méxíco, probó exactamente lo contrario. Véase Simpson (1937). traducido al español en Problemas agrícolas e indtstríales de México 4:4 (1952).
r5
Sorprende que un libro publicado recientemente con un tÍtulo
muy amplio pero de cobertura estrecha por el David Rockefeller
Center for Latin American Studies no incluya a México en slls
estudios de caso, sino que enfoque su atención únicamente en
casos sobre Argentina, con referencia a América del Sur y Europa. Véase Solbrig y Di Castri (2001).
16
En el mundo real muchas personas han ocupado la tierra sin
tener tÍtulo, por lo que no pueden.legalizar, su propiedad. ...,c
Pnó¡.oco
2T
3. La reforma de Procampo para fomentar la acumulación de
capital necesaria en el proceso de modernización de la producción agropecuaria.
Procampo fue creado para compensar anuaimente, de
1994 a 2008, a los productores agropecuarios mexicanos
por los efectos nocivos que para ellos tuüera la transición
en el campo al entrar en vigor el rlcRx en I9g4. Los pagos
de Procampo por ciclo agrario y por hectárea no han tenido el impacto deseado de capitalizar las unidades productivas lcf tuaujo, 1994).
Una solución para Procampo es que el gobierno entregue a los campesinos, en un solo pago, el monto total de
los siete años que quedan del periodo de transición, que
termina en 2008, para asÍ resolver de inmediato los efectos negativos de este impacto. Los subsidios anuales, aun
actualmente, por lo general llegan tarde y únicamente sirven para pagar a los agiotistas. En espera del pago, que no
llega a tiempo para cubrir los gastos del ciclo agrario, los
campesinos necesitan pedir al agiotista un préstamo, el
cual acumula intereses usurarios. (Bajo este sistema, irónicamente, sólo el agiotista acumula capital.)
Afortunadamente, a fines de 2001 la Cámara de Diputados aprobó la propuesta del presidente Fox de pagar a
los campesinos por adelantado el total de la compensación por los siete años, comenzando en 2002.17
...-
AsÍ, los Tribunales Agrarios y sistemas de registro de la tierra funcionar únicamente en teorÍa, porque son pocas las perso-
nas que quieran exponerse a una lev que pueda despojarlas de
sus tierras o su üüenda. Además, tomemos en consideración que
la instrumentación del Procede para la certilicación y titulación
de tierras en opcionai. Véase la importante tesis de Cruzy Rosilver
(2001). Confróntese Jorge Luis Ibarra Mendíül (lgg9).
r7
Cáma¡a de Diputados, comisiones unidas de Agricultura, de
Desanollo Rural y de Estudios Lrgislativos, nDictamen de la ...,c
2B
Pnórcco
Por desgracia, la crisis económica que enfrenta México
en 2002 y ia falta de presupuesto federal son un mal au-
gurio para la capitalización del campo: hay poco dinero
para sumar los pagos anuales v pagar con un solo cheque
el monto total de los siete años. Además, el senador Miguel Ángel Navarro (lnr Nayarit) cuestiona la creación de
un nuevo Sistema de Garantias y Acceso Anticipado a Pagos Futuros de Procampo como medida para capitalizar el
campo. Segun Navarro: oojalá que los 28 mil o los 30 mil
pesosrs que recibirÍa un productor de cinco hectareas en
una sola exposición, contra un provecto productivo, sean
suficientes para sacarlo de la pobreza en que se encuentre,.
4.
1s
La construcción de cadenas de producción y yg¡¿¿ de productos dei campo a los mercados.20
Para el siglo xxr la Conasupo (Compañía Nacionai de
Subsistencias Populares) ya no existe. Aserca (Apoyos y
Servicios a Ia Comercialización Agropecuaria) desde su
fundación en 1991. con Ia intención de modernizar el sistema de comercialización y facilitar la transición al rlcnx,
nunca ha tenido los instrumentos apropiados (taies como
base institucional y dinero) para fomentar el establecimien-
...e
Ley de Capitalización Procampo,,
l5
de diciembre de 2001.
Véase también Román Ortiz [200]).
i8 Equivaiente
a 3 100 o 3 333 dóla¡es de 2001, montos muy
bajos para fomenta¡ la capitalización del campo. Sólo beneficia
a 2.8 millones de productores de los 25 millones de mexicanos
que forman la sociedad rural.
¡e
Intenención del senador Navarro en la tribuna del Senado el
de 2001. La Red de Organizaciones Campesinas pide que el número de hectáreas financiadas por hocampo
l5 de diciembre
se
aumenten a 50, con lo que se doblarÍa el pago, según Cevallos
(2001).
20
Para una historia de estos asuntos, l,'ease Thiesenhusen (1999).
Pnóloco
29
to de una Bolsa Agropecuaria. Después de diez años del
ejercicio de Aserca, según Mario Rechy Moutiel, no hay
una bolsa que ofrezca a los productores y consumidores
opciones de mercado que otros paÍses ya tienen.
El establecimiento de una protección eficaz de los bos-
5.
ques.
Para que esta meta sea factible, es rnenester que se
enmiende la fallida Ley de Silvicultura de 1992,2r la cual,
como todas las leyes forestales fallidas anteriores, ha dejado al México rural colmado de problemas que se han ido
acumulando con el correr de muchos años, principaimente la erosión y degradación de la tierra causadas por el
sistema ejidal y la tala de árboles para pro\¡eer combustible para el campo y madera para los mercados de México y
el mundo.
6.
El lbrtalecimiento continuo de la instrumentación de la
I-ey de ASuas de I933, la cual ha permitido que los campesinos den en arrendamiento su derecho a las aguas,
ofreciendo asÍ incentivos para neconomizar» agua y evitar
el desperdicio.22
I'
E"irt. un clebate sobre el ritmo de cleforestación. Véase el
punto de vista del Partido Verde Ecologista de México en Lozano
Tinoco (2001). Sobre el punto de vi5l¿ «positi\o, véase Césarman
(200I), donde cita a Víctor Lichtinger, quien argumenta que la
tasa anual de deforest¿rción no es de 600 000 hectáreas como se
supone. sino de 127 845. Esta rectificación de Lichtinger, secre-
tario de Medio funbiente, Recursos Naturales. Pesca y Alimentación. parece dar datos muv bajos
-v
además con exactitud es-
puria.
22
\'éase, por ejemplo. Scott \\hiteford,r, Bernal {1999). Para estudios sobre tierras -v aguas. véase también Boletín delhogecto
Arc/riuos Aglrurios, publicado por el Re§istro Agrario Nacional v
el Centro de Estudios Superiores en Antropología Social: wrvw.
unam.mx/ciesas
30
7.
pnór.oc;o
Evitar grandes cambios legales en Ia tenencia de la tierra
que periódicamente han transformado en forr¡a radical el
sistema lega1 de dicha tenencia, ocasionando así cambios
clrásticos en la vida de entre la nlitad v tres cuartas partes
de la población de México.
Uno de los problemas que surgen en el desarrollo de una
polÍtica de tenencia de la tierra es que el término nreforma a€lraria, se ha usado de manera errónea. Como expuse en mi libro
Measuríng Land reJorm h Boliuia. Venezuela, and Intin America,23
es común que erl América Latina se use el concepto de reforma
agraria sin definir que generalmente sólo incluye la nrevolución
en la titulación de la tierra,, cuando debe hacerse explícito que
por falta de dinero e ingenieros agrónomos no incluye el resto
de ia definición del concepto, que abarca:
Extensión agncola, para entrenar y ayudar a los campesinos a usar nuevas metodologÍas y semilias.
Crédito y equipo según las necesidades concretas de cada
tipo de producción.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Senicios bancarios al campo -hay poms sucursales en el sector
rural para fomentar el ahorro y facilitar el crédito agrÍcola.
Seguro agncola para resolver la incertidumbre conira los
riesgos que sufren las cosechas a la intentperie.
Derecho al agua y la irrigación, para evitar el desperdicio.
Protección de bosques (un pais sin bosques tiene que hacer frente no sólo a los problemas que causa la erosión
sino. en consecuencia, ai ucalentamiento 16g¿l», q¡e finalmente lleva al ncalentamiento global,).2a
2n
Véase Wilkie (1974). Este tomo es el número 5 de 1a Serie de
Suplementos del Statistical Abstroct oJ lnttn America.
?+
Véase, por ejemplo, la publicación clásica de Simpson (1946), y
tres publicaciones nue\¡as: Stephen Hui, «Deforestation: humankind and the $obat ecological crisis,, 12 de noriembre de 1997.
<http : / /n wrv.aquapulse. net / knowledge deforestation. html>;
los estudios del Center for [nternational Earth Science ...,c
Pnór,oco
7.
B.
JI
La creación de un estándar nacional para el registro legal
de los derechos de los duenos de propiedades. Sólo Guanajuato, Baja California y parte de Puebla han constituido
bancos de datos útiles (el folio electrónico-sistema de cómputo) sobre los derechos de propiedad.
Reforma del sistema notarial, que es actualmente anticuado, ineficiente y demasiado costoso.
9. El establecimiento de un sistema de seguros que garantice la validez de los tÍtuios, tal como el que existe en Estados Unidos, bajo el cual las compañÍas aseguradoras de
títulos investisan a fondo y asumen el riesgo si surge cualquier gravamen o reto a la legalidad de los títulos.
10. Cambio en el cobro del impuesto predial para dar el poder
al municipio, liberándolo asÍ dei control que ejerce el Estado e inhibe la actuación municipal.
11. Reforma de la ley de amparo, que estorba a muchos de
los procesos de tramitación de derechos y administración agraria.
12. El establecimiento de lÍmites en el número de trámites y
en la duración y el costo del proceso de registro y la transferencia legai de derechos de propiedad.
Veamos ahora lo que nos dice la doctora Rosario Varo Berra
en su analisis de la tenencia de la tierra. Ella analiza tres grandes épocas de cambios abruptos en la historia de México: l)
primera revolución en tituiación (1853-1909); 2) segunda revolución (1910-1991), y 3) tercera revolución (desde 1992).
Como lo demuestra la doctora Varo Berra, estos periodos
muestran transiciones legales de propiedades pequeñas y medianas a grandes propiedades. tal como ocurrió en el periodo
...,c Information
Netlvork (crostw) de Columbia Unir.ersity <http:/
/wwrv.ciesin.org> v su analisis de la uDesforestación,, <ciesin.org/
TG/LUldeforest.html>; v Hillary Mayell, uCosta Rica's cloud
forests: mistv no more?,, National GeographicNe¿¿rs, 19 de octubre de 2001.
32
Pnóloc;o
lB53- 1909 subsecuentemente, de grandes propiedades a minifundios, como ocurrió en el siglo rr hasta 1991; y por último, el
intento de poner lin a los minilundios desde lgg2, al iniciar
noficialmente, el presidente Carlos Salinas de Gortari la nreforma a la relorma asraria,. Como veremos en este libro, nextraoficialmente,, el fin del segundo periodo comenzó en l9B3 bajo el
régimen delpresidente Miguel de la Madrjd liurtado.
No obstante que eltercer periodo tiene el potencial de volr,er
a crear grandes propiedades y así azotar de nuevo a las masas
rurales, de hecho, como señala la doctora Varo Berra, tambien
tiene el potencial de seguir propiciando más aún el minifundio, va
que las asambleas ejidales o comunales (las cuales tienen que
aprobar la prirratización) tienden a ser mecanismos institucionales consen'adores que tratan de er4tar el cambio. En palabras de
Guillermo Zepeda (2000: I l2): .Aun cuando la asamblea hubiese
aceptado que una parcela adopte el dominio pleno, en caso de
venta tienen preferencia o nderecho al tanto, los familiares del
vendedo¡ las personas que hayan trabajado dicha parcela por
más de un año, los ejidatarios, los avecinados y el núcleo de po-
blación ejidal, en ese orden,. Además, muchas tierras se han deteriorado a tal grado, que al sector privado ya no le interesa
comprarlas. Muchos ejidatarios y comuneros temen que al vender
sus üerras se conviertan en pequeños propietarios y tengan que
pagar impuestos reales sobre la tenencia o renta de la üerra en
vez de pagar el impuesto "indefinido, sobre ejidos y comunidades.
Como resultado de estos problemas, desde 1992 se ha privatizado menos del I por ciento de la tierra ejidal y comunal. Otro
factor importante que debe tomarse en cuenta es que ocurren
muchas transferencias de tieras entre los mismos ejidatarios, asÍ
como el equivalente de venta de tierras al sector privado, en situaciones en que éste utiliza la tiena sin adquirir tÍtulo, es decir, siir
la aprobación o con la connivencia de ios líderes del ejido.
Además, como señala la doctora Varo Berra, cualquier
ejidatario o comunero que detente un certilicado de derechos
sobre una parcela o tierras de uso común expedido por el Regis-
Pnóloco
.).)
tro Agrario Nacional podrá transmitir sus derechos a terceros
con tan sólo ia firma de dos testisos, sin requerir ia aprobación
de la asamblea, que se debe obtener en caso de que se desee
adquirir el dominio pleno (privatización) sobre su propiedad.
Aquellos que adquieran tlerras sin tÍtulo se arriessan a enfren-
tar dificultades debido a que los ejidos o las comunidades siguen siendo los dueños de las tierras de propiedad social; las
personas que adquieran tierra sin obtener tÍtulo sólo tienen derecho al uso y disfrute, pero no al goce, a menos que adquieran
el dominio pleno y esa tierra salga del régimen ejidal o comunal
y se regule bajo la legislación civil como propiedad privada. Entonces, el término -seguridad jurÍdica, de derechos agrarios tiene un significado relativo.
Esperamos que tanto los observadores como quienes dictan
la política nacional lean este libro cuidadosamenle para erritar la
repetición de fracasos en la formulación de las leyes sobre la tenencia de la tierra. Durante varias décadas, estas leyes le impusieron al paÍs, de manera monolítica, el llamado cambio nintegral,.
Si se considera la obra de la doctora Varo Beira en un contexto comparativo, es evidente que México ha ilegado a una resolución de sus controversias históricas al permitir que existan
muchas posibles soluciones en lugar de tratar de mantener al
paÍs atado a un sistema de *talla única,. De hecho, los intentos
anteriores de nresolver, los problemas de la tenencia de la tierra
fracasaron porque no permitieron que hubiera soluciones pluraies, un problema que todavÍa enfrentan la mayor parte de los paÍses que anteriormente fueron gobernados por sistemas estatistas.
Sin embargo, debido a la confusión sobre los aspectos indefinidos de la nueva Ley Agraria, puede haber tantas opciones
conflictivas que la situación en el camo se vuelva cada dÍa más
complicada, como sugiere la doctora Varo Berra.
James W. Mlkie
Toluca, Estado de México, noviembre de 2001:
estado de Nayarit, diciembre de 2001
34
Pnóloco
Posrnre 2002
A fines del mes de enero de 2002 (Kraul, 2002), el presidente
Vicente Fox anunció que su gobierno le pondrÍa fin a la concesión de tierras a los ejidos y comunidades. No obstante que el
requisito de la repartición de tierras fue incluido en la Constitución de 1917, la reforma constitucional de 1992 efectuada bajo
la presidencia de Salinas de Gortari convirtió ese mandato en
una polÍtica opcional. Desde entonces, el gobierno siguió repartiendo tÍtulos, pero a un ritmo mucho menor.
Fox basó su decisión de terminar el proceso de concesión
de tÍtulos en las si§uientes razones. Primeramente, declaró que
la concesión de tÍtulos no ha resuelto la pobreza de 25 millones
de campesinos cuyas tierras son demasiado pequeñas como
para poder competir en el mundo moderno. En segundo lugar,
Fox declaró que el programa de distribución de Ia tierra ha sido
invadido por comrpción y disputas. En efecto, desde la década
de los veinte, han surgido cientos de miles de conflictos relacionados con la tenencia de la tierra y disputas por superficies
de ella que han afectado negativamente el desarrollo rural de
México, haciendo de la inversión en la tierra un negocio muy
arriesgado. Afirmó Fox que aunque el gobierno había resuelto
alrededor de 23 000 controversias agrarias en 2001, más de
343 000 casos que se remontan a 1940 permanecen en los
Tribunales Agrarios.
Según Chris Kraul (2002): nla desorganización general y
la incertidumbre de las leyes que regulan los bienes raíces en
México complicaron aún más la confusión que reinaba. Los
miembros de un ejido pelean no sólo entre sÍ, sino también con
sus vecinos con respecto a los derechos a la propiedad,.
Mientras tanto, muchos antiguos dueños de la tierra que
fue entregada a los ejidatarios en la década de los setenta han
logrado recuperar su propiedad en los tribunales. Por ejemplo,
en 1973, el entonces presidente, Luis EcheverrÍa, expropió tierras al sur de Ensenada en la penÍnsula de Punta Banda, Baja
California, para crear un ejido. Este ejido arrendó a más de 200
Pnóloco
35
estadounidenses parcelas de su tierra por largos periodos renovables bajo fideicomisos administrados a través de los bancos
mexicanos. AsÍ, estos 200 extranjeros «aseguraron» su derecho
a construir una residencia y ocuparla durante periodos renovables de cincuenta años autorizados por la Secretaría de Relaciones Exteriores.25 Pero en 1995 tuvo éxito una apelación de los
dueños originales mexicanos que habían perdido su tierra en
favor del ejido en 1973:y en 2000 estejuicio condujo al desalojo de las 200 residencias construidas por los extranjeros (muchos de ellos jubilados), quienes no sabían que habían construido
su casa en una tierra que estaba en disputa. Algunos bancos
mexicanos también salieron perdiendo en este negocio, ya que
se vieron obligados a pagar parte de las pérdidas de algunos de
estos 200 inversionistas extranjeros.26
La decisión de Fox de poner fin a la distribución de Ia
tierra, según Kraul:
llega en un momento en que la agricultura en México está en
crisis, afectada por la emigración urbana, y la competencia con
y
productividad
por
que
leyes
limitan el tamaño de
baja
causada
el extranjero que es el resultado de acuerdos de libre comercio
la pequeña propiedad de riego a 256 acres, exlensión demasiado pequeña como para competir con las economÍas de escala de
que gozan las empresas internaclonales gigantes.
25
Véase un resumen del proceso legal general bajo el cual se
constituyen los fideicomisos en <www.baja-estates.com/
relawmex.html>. En el caso de Punta Banda estos fideicomisos
tuvieron que establecerse debido a dos aspectos de la ley mexicana: l) los extranjeros pueden adquirir propiedades única-
mente a 50 kilómetros de la costa y a 100 kilómetros de las
fronteras; 2) la tierra perteneciente a los ejidos no podÍa venderse entonces.
26
Para algunos aspectos de este ejemplo, véase Kraul (2000).
36
Pnorcco
En suma, las relormas de 1992 de Salinas tenÍan por
objeto darles a las asambleas ejidales o comunales el derecho
de vender o arrendar al mercado local de bienes raices el total
de la propiedad o partes de la misma, para el desarrollo privado, una vez que los ejidatarios y comuneros hubiesen recibido
sus títulos de dominio pleno, Pero, en general, esto no se logró.
En efecto, los ejidos o las comunidades no han podido ejercer
el derecho de disponer de sus tierras como quisieran en gran
medida como resultado de las disputas sobre ei derecho a Ia
propiedad.
En palabras de Kraul (2000):
A México le hace lalta el equivalente de la Oficirra clel Registro
del Condado lCount-y Recorder's Officel de Estados Unidos que
funciona como el centro de distribución de información sobre
titulos de bienes raÍces, en el cual se registra la propiedad, haciérrdose públicos todos los gravámenes y demandas exlernas.
En California, por ejemplo, existen mapas que indican la sub-
división de propiedades, los cuaies son regulados por las leyes
del estado. En cambio en México estos mapas son la excepcÍón,
no la regla.
El resultado de estas disputas legales es, según la secretaria de la Reforma Agraria, Maria Teresa Herrera Tello (2002),
que durante la década de los noverrta, menos del 1 por ciento de
toda la tierra de propiedad social ha sido privatizada.
Al presentar el nuevo Plan de Reforma Agraria. Herrera
Tello decla¡ó el28 de enero de 2002 que la redistribución de la
tierra no habÍa resuelto la pobreza rural y que el gobierno deberÍa reorientar sus esfuerzos hacia una mayor productividad de
la tierra, poniendo la asistencia técnica a disposición de los ejidos
y las comunidades.
El mismo 28 de enero, el presidente Fox (2002) declaró
Y".
Pnorcco
o1
Uno de los objetivos centrales del programa es avanzar en la
ordenación y regularización de los predios rurales, porque de
los I03 millones de hectáreas que constituven la propiedad rural, en los últinros años sólo el 55 por ciento de esa exlensión ha
logrado contar con un titulo que garantice su posesión.
Hemos avanzado de manera importante en este proceso de
regularización. El año pasado se rebasó el 29 por ciento de la
expedición de certificados y tÍtulos, entregardo más de 452 mil
documentos en el marco del Procede, asÍ como Ia titulación de
186 mil hectáreas de terrenos nacionales v la regularización
de 270 mil hectáreas de colonias agrÍcolas y ganaderas.
Tambien el 28 de enero, María Teresa Herrera Tello (urur)
dijo en entrevista {2002) en Radio Fórrnula con JoaquÍn López
Dóriga (;t-o):
M?rIT. Se ha hablado mucho de la desaparición de la Reforma
Agraria... Efectir,.amente, ya no hay tierra que repartir, el reparto agrario concluyó; sin embargo ahora la Secretana lde la Re-
forna Agrarial está en una etapa de ordenamiento
y
regularización de la propiedad rural.
Desgraciadamente en administraciones anteriores el problema agrario fue atendido más hacia el reparLo, sin establecer
una política de desarrollo, entonces nos ha faltado que el campo
se desarrolle...
JD. Si, incluso se acabó con una forma de producción que de
un modo u otro era la hacienda; se llevó {a cabol el reparto agra-
rio, pero aquella forma de producción no se sustituyó por otra
forma de producción.
MTHT. Si, definitir,amente una vez que el Estado hace titula¡ a
los sujetos agrarios de su derecho, le faltó una política a la par
de desarrollo; tenemos que recibe esta administración 46 millo-
nes de hectáreas en la incertidumbre jurÍdica.
JLD. Ahora. yo he escuchado también ciclicamente que se repartÍan tÍtulos, se entregaban. Ilay estados donde ya no hav un
38
PRór.oco
solo metro cuadrado sin regularizar. ¿Es asi, vamos, sin titular?
¿Es así?
¡,rnt Mire, no se cuenta con tÍtulo en 46 millones de hectáreas. Se avanzó. Son 103 millones de hectáreas de superficie
social, Ia diferencia, 48 millones, es lo que está regularizado; sin
embargo, yo le puedo decir que ningún estado de la república
cuenta totalmente con su superficie social regularizada. Ese es
el reto nuestro, concluir este programa de certificación, que ha
demostrado su eficacia. Sesún una evaluación que hizo el Banco Mundial. dismÍnuyeron los conflictos agrarios. Por eso este
programa se ha seguido, y dándole prioridad a la certeza jurÍdica en la tenencia de la tierra...
En la meclida en que cada quien sepa en dónde inicia v en
dónde termina su derecho y el del vecino sobre su tierra, van a
disminuir los conflictos agrarios.
La pobreza desgraciadamente se concentra en... el medio
rural
[yl tenemos 25 millones de mexicanos viviendo en el campo.
Haremos nuestra parte pero este programa sectorial pretende estar vertebrado. Está vertebrado realmente al trabajo de otras
secretarías como Semarnap lSecretarÍa de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pescal, la Sagar [Secretaia de Agricultura,
Ganaderia y Desarrollo Rurall, Sedesol [SecretarÍa de Desarro-
llo Sociall y la Secretaria de Turismo. Incluso tenemos ejidos,
los cuales colindan con litorales y desgraciadamente ni esos
campesinos se han beneficiado...
JtD. No, y luego han sido explotados, enganados y robados
también por grandes capitales. Uno de los puntos es que no se
va a avanzar en esto mientras sean más las palabras que los
hechos ¿no?
Estamos conscientes de eso, JoaquÍn, por eso estamos
trabajando arduamente. En tan sólo un año de gobierno se puso
MTHT.
en marcha el Programa Nacional de Atención aZnnas con Litorales. Se está dando capacitación a los sujetos agrarios. Empezamos con un programa piloto en el estado de Baja California.
Hemos avanzado en dar certezajurídica. En este año se otorga-
39
PRÓLOGO
ron 400 mil documentos agrarlos... Es un número muy fácil de
pronunciar pero en realidad hay mucho trabajo.
Doce mil titulos de terrenos nacionales tanlbién se entregaron. Son posesiones irregulares, colonias agrÍcolas sin regularizar. De 368 que había pendientes al inicio de la administración,
se regularizaron este año 100 colonias. Entonces, hemos avanzado. Definitivarnente que falta mucho por hacer y se requiere
de todo nuestro esfuerzo y dedicación.
JLD. Muy
bien. fues le aprecio mucho, secretaria, que haya
aceptado venir esta tarde a esta mesa a hablar del... Programa
Sectorial Agrario 2001-2006. que dio a conocer ayer el presidente de la república, Vicente Fox Quesada... [cuvo ientr] es
nSeguridad jurÍdica en el campo mexicano,... que vaya que lo
necesita este paÍs, porque de persistir el campo como está hoy,
yo no sé cuál laya a ser el destino de esta nación (véase JoaquÍn
IÁpez Dóriga, 2002).
Además, María Teresa Henera Tello (2001) les habÍa dicho antes a los periodistas Carlos \,'elasco y Julián Sánchez que
la SecretarÍa de la Reforma A,graria va a buscar reformas con la
intención de imponer «candados, para (proteger ejidos contra
funcionarios, polÍticos y cualquier persona que se adueñe de las
tierras con el pretexto de ser ejidatariosn. Propone reformas a la
Ley Agraria y al Reglamento del Registro Agrario Nacional para
que «no cualquier gente que venga y se diga ejidatario se adueñe
de la tierra... como es el caso del ex gobernador de Quintana
Roo, como algunos alcaldes [y funcionariosl,.
Afirmó Herrera Tello que uno obstante que se han certificado 26 milnúcleos agrarios de un tota-l de 31 mil, no se puede
hablar de que los campesinos que ya entraron al proceso de
certificación, ya están en el desarrollo,. Además, nNo es cierto, el
campo sigue igual, la pobreza está concentrada en el campo,
vemos cómo hay gente que tiene sus tierras, que son valiosas, y
no las cultivan ellos, las tienen rentadas o las tienen en usufructo bajo contratos verdaderamente en condiciones injustas y
40
Pnóuoco
desiguales para ellos,. También propone evitar la venta, uso y/o
contratación de tierra ejidal por grandes empresas a precios muy
bajos a través de prestanombres.
Apoyando lo que dice la doctora Rosario Varo Berra en
este libro, Herrera Tello señala otro problema grave, el del envejecimiento de los titulares de la tierra. Más de la mitad tienen
nmás de 50 años, casi las dos terceras partes tienen más de 75,
entonces tiene que darse el relel,o generacional,.
Finalmente, Herrera Tello señala que al concluir la titulación y no haber más tierra que repartir, ula Reforma A€raria más
que desaparecer debe pasar a ser una SecretarÍa de Ordenamiento Territorial o de Uso de Suelo,. Su meta es que .el gobierno solamente dirija a los productores sobre lo que necesita el
mercado y ya no les diga lo que tienen que cultivar,.
Si esta última declaración es verdadera, entonces la totalidad delproyecto que se inició en 1917 de limitar el tamaño de
la propiedad privada está ahora en tela dejuicio. Esto se hace
más patente debido a los problemas que revela el cuadro 1, que
muestra un esquema legal que se presta a la práctica tradicional de sobornos debido a su inflexibilidad y complejidad. Los
agentes de la SecretarÍa de la Reforma Agraria cobran mordidas
para conceder determinaciones favorables más flexibles (basadas en factores subjetirros sobre el clima, la calidad de la tierra,
actividades agropecuarias y los múltiples factores anotados en
el cuadro 1) para ampliar el tamaño de las propiedades. Además, es muy difÍcil de controlar al sector privado si éste se dedica al cuitivo de una cosecha y luego la sustituye por otra muy
diferente para aprovechar los cambios en el mercado.
Aunque los lÍmites que fijaba el articulo 27 constitucional antes de 1992 (cuadro l) fueran necesarios para asegurar
que la tierra estuüera disponible para su distribución como propiedad social, la declaración de Fox que pone fin a la distribución de la tierra al sector social acaba con esta necesidad. ¿Qué
campesino dueño de una pequeña propiedad puede üvir dentro
de las categorías rígidas que aparecen en el cuadro 1? por eso
4l
PHói-oco
Cuadro
-t
1
El concepto de dos subsectores en el sector privado agrírola antes
y después de la reforma del artículo 27 (onstitucional en 1992
(monto de hectáreas permitidas por actividad)
992
después
]00,
3C0.
240,
500,
4At
1 201¡0
EOc
2 400,
Antes de
y
c,:lturar
i
Pequeña propiedadr Sociedadmer(antil¿3
Actividad
Agr
1
Rrego
Te"nporal
Semlái'da
Á¡rd¿
1
Sólo después
de 1992
2 500
7 500
5 000
I 5 000
1 0 000
30 000
20 000
60 000
Gan¿dera''
Trcptco
!úmedo
Subh
úmedo
Ternpiado
s00
000
000
r 500
0 000
5 000
9 000
10 000
5 000
800
2
4
1
Semlárida
Anda
1
Srlvícola
Antes rnexislente
Después
i2
500
50 000
1 00 000
37 500
250 000
1 50 000
225 000
250 000
375 000
B0 000
1.5e9ún el adi(ulo 121 de ia Ley Reglamentaria (26 de enero)del a(iculo 27 ronstrtuco¡al (6 de enerode1992):
«Cu¿ndo debrdo ¿ obras de nego, drenap u otras obras por los dueños o poseedores se hubiese melor¿do la
ca|d¿d de t err¿, sequirá srendo consrderada romo oequeña propredad, aunque se reb¿sen los máximos,
2 Equrv¿lentehaslaa25veceselnúmerodeheclareasenelgubse(tcrdelapequeñapropredad
E¡elcasode
una socred¿d mercantrl pnvada, para llegar a la cLir¿ fr¿xrm¿ de ila(táeas 5€ neierlt¿n 25 soocs.
J
Las)ffred¿despúedensermercanl
sociedades se forrnan para rrear un
4
eso.ivrlesveneltaspa(op¿ne]dos,e C¿t¿rosocomunrdades Estas
íondo pa',rrnoni¿1 (o¡ el fin de p¿iliarp¿r rn un¿ esperular)ón mercantrl
y con ei ánrmo de obtener u¡ benef ro rndivrdu¿l
Se pueden sumar dos o nás c¡lliros.
5 Lasupelcrequenecesrlaunrndrvduoparamantenerhala500rabeza>deganadomayorosuequrvalente
en ganadc menor. Puede ser cje h¿sta rnas de un¿ he(táre¿ por rabeza de ganado
6. L¿ se(retari¿ de la Reform¿ Aqrar¿ determf¿ lor límiles tornando en (uent¿ factores agrolóqcos,
topográf raos, hrdrológrios, (|m¿tol0gicos, pluvrometncos, e1(ét€ía
a Paracultrvosnoespeci¿esvg¿n¿d€rí¿entrer¿idenegoohumed¿dl¿máxim¿extensiónesequivalentea
00 hectá reas o su doble en tempor¿ I o de agofadero sureptrb es de ncorporarse al cu ltrvo; I 50 cuando
a (uLtLVo de alqodón si se relibe rrego de avenrCa fluvial o por bombeo
P¿r¿ el cutvo de plátano, caña de ¿zúc¿r, cafe, heneqrén, hue, palma, vid, olivo, quin¿, varnrlla, c¿cao,
I
r
se dediquen
b
J,J¿ve, nop¡1 o ¿r'Joles lrü1¿1És
De heitáreas en agostadero de buena cal d¿d, 800 en n]onle o d€ agost¿dero en lerenos árdos.
d L¿ 5ear¿l¿ía de la Reform¿ Agrara determrna los llmrtet tonl,lndo en ruenla los f¿rtores ¿grológi(os,
(
topográfiaos, hrdro óg (os, (lirnalologicos, pluvicmetrcos, etcéter¿
Fuente: Delg¿do l/loy¿
To)edo
I 1
y ¡/olrna Orleg¿ (1996, pp 25i-262 y 267-26ü, Ch¿cón Hernández (1994),
e¡ p. i3 7).
999 corr grendo errores
42
pnór¡co
no lo hacen. Consecuentemente, los problemas de la propiedad
de la tierra se complican aún más,
Además, aunque el gobierno de Fox propone que la reso-
lución de disputas dará solución a los problemas de la propiedad de la tierra, la realidad indica lo contrario, ya que la mayor
parte de las personas no han recibido tÍtulos de sus tierras parceladas o delárea de asentamientos humanos (solares urbanos
o viviendas), por lo que no quieren formar parte del sistema de
resolución de disputas que proveen los Tribunales Agrarios desde
1992. Hasta que se reforme el sistema legal para poder legalizar las tierras ca¡entes de documentos oficiales, algunos de los
cuales son innecesarios, les será imposible a millones de mexicanos adquirir estos títulos, que son indispensables para usar-
los como garantÍa para recibir los préstamos que podrÍan
revitalizar al campo de México, que está congelado en la pobreza desde la promulgación de Constitución de ig17 {cfr. Zepeda,
2000:216-245).
Falta contestar las preguntas de David Chacón Hernández (1994, p. 64):
¿Qué sucederá cuando en las relaciones del campo existan controversias entre las sociedades mercantiles y sus socios y los
ejidos? ¿Qué sucederá cuando los grandes inversionistas se enfrenten a quienes aportan la tierra? Estos cuestionamientos los
dejamos para la refledón, solamente manifestando que a través
juicios ante estos Tribunales Agrarios pueden legalizarse los
cambios en la tenencia de la tierra.
de
El hecho de que en 2002 casi 350 000 casos quedan sin
resolver crea una incógnita en cuanto al futuro del México rural.
Para contribuir a la resolución de tales problemas, en lggg
inúté al reconocido economista peruano Hernando de Soto a la
Conferencia de pRoruBx-Estado de Guanajuato, efectuada en Ia
ciudad de Guanajuato y titulada nldeas innovadoras para México,. EI anfitrión de esta conferencia fue Vicente Fox, y fue su
Pnóloco
43
último foro oficial antes de renunciar a su cargo de gobernador
del estado e iniciar la campaña que lo ller,ó a la presidencia al
derrotar al gobierno de 71 años del Partido Revolucionario Institucional.
En Guanajuato, De Soto presentó su plan de crecimiento
económico para opaÍses no modernos, a través de la ncapitalización de Ia propiedad de los pobres,, basado en la concesión de
tÍtulo limpio a bienes raÍces, tal como lo indica en su conocido
libro The mgstery oJ copita| (2000).
La idea tuvo una gran acogida en la conferencia y Fox de
inmediato contrató a De Soto para que hiciera un diagnóstico
de estos problemas complejos que impiden que la economía de
México se transforme en una economÍa moderna urbana y ru-
ral. A fines de 2001 Fox recibió el diagnóstico de De Soto en
2002 y los planes de acción.
Desde hace mucho tiempo hemos sabido que la mitad o
más de la tierra ¡, los edificios de la ciudad de Mexico carecen de
tÍtulos limpios, y se sospecha que el resto del paÍs padece el mismo problema. Asimismo, el tiempo necesario para completar el
registro legal de la propiedad puede ser de larguÍsima duraclón,
dificil v costoso. La contribución de De Soto consiste no sólo en
revelar el enredo de las leyes y la ineficiencia burocrática que
azolaaMéxico como ha azotado a otros países que ha estudiado,
entre ellos Peru y Egipto, sino también en determinar las medidas necesarias para lograr un cambio eficaz de las leyes estatales que regulen tanto al sector social como al privado.
En palabras de De Soto y su equipo (2001b):
A pesar de los sucesivos esfuerzos llevados a cabo para regularizar la tenencia de la tierra y legaJizar a la pequeña y mediana
empresa, los mexicanos siguen inmersos en la exlralegalidad.
fuÍ, aun cuando se han repartido millones de certificados de
posesión, títulos de propiedad y autorizaciones para operar negocios, la mayor parte de estos papeies no sirven para constituir
una hipoteca, obtener crédito, afianzar una inversión
o
cumplir
44
pnórcco
otras funciones que generen valor adicional. En el mejor de los
casos, el papel legal que ampara los activos de los mexicanos
puede servir eventuaimente para probar quién es dueño de un
activo. Pero, a diferencia de los papeles que documentan la propiedad en los países desarrollados, éstos no generan capital, ni
permiten poner en marcha más producción: son capital muerto.
Ello se debe, entre otras cosas. a que estos papeles que dan
título a posesión y propiedad no pueden ser usados tácilmente
para identificar dueños, condiciones de intercambio, responsables o transferirvalor, porque no dan suficiente seguridad legal.
Son extralegales va sea porque no permiten ingresar totalmente
al sistema legal o porque no son conformes con el uso lesal que
se le ha dado al activo, o porque los derechos que los papeles
otorgan han sido modificados deJactoy no registrados de acuerdo
a la le-y.
Aunque De Soto ha basado su investigación en una metodología que es fls s¡ «propiedad intelectual, [y en este caso secreta), y no obstante que utiliza el muestreo, sus investigaciones
son respetadas y creíbles. Además de uso de muestreos, su aná-
lisis se enfoca en archivos de los gobiernos federal, estatal y
municipal (tales como Procede, el Instituto Nacionai de EstadÍstica, Geografía e Informática, la SecretarÍa de Hacienda y
Crédito Público, oficinas catastrales y de impuestos prediales).
En efecto, queda claro que sus cálculos son ios más inclusivos
que se hayan efectuado en la historia de México.
La investigación de De Soto en México es de gran importancia porque sugiere -con la ayuda de universidades y de consultores regionales- 1o que antes sóio podÍamos especular: que
los tÍtulos de propiedad están empañados por falta de documentos; por ejemplo, en la ciudad de México se ca_rece de hasta
el 40 por ciento del totai de los titulos. En el campo faltan papeles legales para el 60 por ciento de las hectáreas de tierra de
labor y para el 78 por ciento de las tierras de agostadero, pastos
naturales y tierra enmontada. En los bosques y la selva faltan
Pnómco
45
los documentos dei 76 por ciento de las hectáreas (De Soto,
2001b: cuadro l-7).
De Soto calcula que el valor total de las propiedades urbanas y rurales ilegales (capital muerto) es de 245 600 millones de
dólares; de estos, el porcentaje que pertenece a la propiedad
rural es de BB 900 miilones y a Ia propiedad urbana de 156 700
millones. Si pudiera entregarse tÍtulo limpio a dichas propiedades, éstas podrÍan hipotecarse y así recibir el crédito capital
vivo del que ca-recen actualmente.
Cuadro
2
Estimación de De Soto del número de hectáreas que funcionan
con cap¡tal vivo y con capital muerto en el México rural,
por tipo de propiedad, 2000
Trpo de
Mrllores de
propledad
hectáreas
Tota rural
Porcentale de hectáre¿s
\
/o
't
.iJ
195 2
30
1A
dal y comunal
110 2
13
87
Pequeña propiedad
734
44
56
Púb ic¿
1
1.6
100
0
Ej
Fuente: Reorg¿n¿ado y calculado aqui con b¿se en los datos cie De Soto (2001b: l-6)
Pa¡a ilustrar el problema que enfrenta México, ofrezco aquí
mi propio análisis de algunos aspectos importantes de los datos
de De Soto, que reorganizo en el cuadro 2. En él podemos ver que
el BT por ciento de Ia tierra ejidal funciona con capital muerto, en
comparación con el 56 por ciento de la pequeña propiedad. Tomando en cuenta el análisis de la doctora Varo Berra, podemos
ver que la situación legal se ha resuelto únicamente en el 13 por
ciento de la tierra ejidal o comunal y el44 por ciento de la pequeña propiedad. Sl el 70 por ciento de la tierra rural de México opera
con capital muerto, se entiende por qué el presidente Fox ha declarado el ofin, de la distribución de tierras a ejidos y comunidades.
Como sugiere De Soto, no sólo la propiedad funciona con
capital muerto, sino también los negocios. De acuerdo con calcu-
46
Pnórcco
los de De Soto, los siguientes negocios operan ilesalmente: el47
por ciento de las empresas de México y el 63 por ciento de los
micronegocios, estos últimos son responsables del 29 por ciento de la población económicamente activa y generan 70 mil millones de dólares afuera de la economía formal (De Soto, 2001b:
secciones 2.1.1 y a.5.).
Las personas que poseen los documentos nadecuads5» pa-rá
pasar de una economÍa informal a una legal enfrentan otro tipo de
problemas, ya que el proceso de registro que ogarantiza, el tÍtulo
de sus bienes raíces es interminable; por ejemplo, se necesitan:
41 meses para registrar tiemas ejidales por la «y[¿ ¡flpid¿» por
medio de la CORETT -Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra [29 meses en el Distrito Federal, el cua] tiene
su propio sistema);
12 meses para el fraccionamiento de terrenos, en casos de
subdiüsión y lotificación de terrenos (costo promedio, USg 8,310);
24 meses para constituir una hipoteca (costo promedio,
US$7,100) y 43 meses para ejecutar judicialmente una garantía
hipotecaria fcosto promedio, US$ I 1,920);
24 meses para transacciones de compra-venta sobre
inmuebles (costo promedio, US$2,580);
9 meses para obtener el permiso para hacer una construcción (costo promedio, US$ 3,280);
I 7 meses para hacer las transacciones necesarlas para establecer una empresa legalmente (costo promedio USgl2,700).
La eliminación de la cantidad absurda de pasos y de üempo que se requiere para completar el proceso de registro legal de
propiedades o negocios tiene sentido para todos excepto para
los intereses creados de los burócratas y notarios, quienes ven
sus insresos amenazados, especialmente la posibilidad de solicitar omordidas,. De Soto ha identificado problemas que tal vez
no puedan resolverse sólo con una reforma burocrática. En realidad los problemas que se han identificado incumben al siste-
Pnoloco
47
ma legal mexicano, el cual no se presta a cambios, sino que más
bien hace el cambio imposible,
Quedan dos preguntas importantes, Será interesante ver
cómo De Soto responde a las que sugiere la doctora Varo Berra:
¿es posible ncapitalizar, propiedades tan pequeñas?, ¿cuánto
*capital, pueden generar los minifundios? Estas preguntas son
fundamentales a la luz de la observación de Guillermo Zepeda
(2000: 272-273): tanto para el pequeño productor como para el
ejidatario y la comunidad, la tierra es el origen de toda riqueza.
Pero antes de la reforma constitucional de1992 no se presentó
la acumulación generalizada de predios por parte de la iniciativa privada. Según Zepeda:
Por el contrario, Jesús I\forett I t 99 I : I 47] ha hecho notar que el
minifundio es más acentuado en las superficies privadas, donde los propietarios tienen un promedio de 2.5 hectáreas, que en
tierras ejidales, donde cada ejidatarlo dispone en promedio de
6. I hectáreas de labor. Este autor se pregunta, «¿Si el capital
estuviera ávido de tierra, cómo explicarnos esa inmensa cantidad de minifundios de propiedad privada que pueden comprarse y venderse libremente?
Debemos reconocer que tales preguntas y los numerosos
problemas analizados aqui están arraigados en las leyes agrarias de México por lo menos desde 1870, cuando Benito Juárez
apoyó la adaptación del nantiguo, Sistema Registral Inmobiliario Español del siglo xtx como base del primer Código Ciül del
Distrito Federal (el cual fue adoptado después por todos los estados del país). Con este reconocimiento, es evidente que sin
nmodernizar, completamente el sistema legal mexicano (incluyendo el sistema notarial, el cual en sÍ es antimoderno), la problemática de la *reforma agraria» en el paÍs perdurará hasta un
futuro aún distante.
En resumen, tal como lo sugiere la doctora Varo Berra, no
existe una solución final y definiüva para solucionar los proble-
48
pnóloco
mas de la tenencia de la tierra en México; seguirán surgiendo
nuevas circunstancias que requerirán otros anáiisis que con_
duzcan a nuevas soluciones. Mientras tanto, para la mayorÍa de
los campesinos, la tierra continuará siendo considerada como
*la moneda eterna, del campo mexicano.
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Pnóloco
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InOpínión. Los furgeles, 9 de agosto de 2001.
Prefacío
En los muchos Méxicos del campo mexicano que conforman un
gran mosaido étnico y cultural con sus diferentes y particulares
idiosincrasias, en 1998 todar,.ra vive la tercera parte de la población nacional y convive y trabaja la cuarta parte de la fuerza de
trabajo del país. En diferentes regiones, campesinos y productores cultivan la tierra utilizando en la mayoría de los casos
sisternas de trabajo e instrumentos de labranza rudimentarios
y ancestrales, aunque tambien se emplean sistemas modernos
altamente tecnificados. Sin embargo, con este sistema de agricultura bimodal entre todos producen poco menos del 6 por
ciento del producto interno bruto (ete) nacional, la mitad del
porcentaje que obtenÍan en 1970. Asimismo, el crecimiento demográfico urbano y rural y la insuficiente producción agrÍcola
han magnificado los problemas del agro mexicano que afectan a
todos los habitantes del paÍs.
Ante esta situación, y con el propósito de liberalizar los
sistemas económico y político de México frente a las demandas
delTratado de Libre Comercio de América del Norte {rlcnu) para
poder participar y competir efecüvamente en la economía mundial, se modificaron importantes aspectos estructurales de la
tenencia de la tierra y del sector agropecuario y forestal en su
conjunto.
El presente trabajo de investi§ación es motivado por las
reformas alartÍculo 27 delaConstitución mexicana. que entrat55l
56
PHrrncro
*
Gráfica
1
eta agrícola de Méxrco, tipos de tenencia de la tlerra y tierra
cultivable en relación con otros países
Participacion del
w
agricola en relación con el total
12
10
B
6
4
2
0
1993 1994 1995 '1996
1997
Tipo de tenencia de la tierra
Tierra cultivable
(porcentaje en relación con la superficie total)
:.:
==e
o
l
e
Nótese que el PrB no ircluye 1a producción de auroconsumo de elidos y comunrdades
que no producen para el mercado, que aún conforman la mitad de la superficie del territorio mexicano.
PHnrRcro
57
ron en vigor en enero de 1992 para cambiar de un régimen de
tenencia de la tierra en que ésta es propiedad del Estado al régimen abierto que otor§a a los ejidatarios y comuneros opciones
tales como rentar o vender sus tierras y organizarse para formar asociaciones o sociedades con el propósito de reactivar el
sector agropecuario y atraer capitales. El propósito de este estudio es explorar y ana)izar el proceso de puesta en vigor de
dichas reformas y los efectos que éstas han tenido, principalmente aquellas relacionadas con la estructura de la tenencia de
la tierra en México. Así, también se presentan y examinan la
información y las cifras de los canbios del uso v estructura de
la tenencia de la tierra que se han gestado a nivel nacional a
partir de dichas reformas en el sector agropecuano en su conjunto.
En elpresente trabajo se sintetizan los resuitados de una
investigación que buscó explorar: l) la privatización de la tierra
después de 1853; 2) anallzar el «resurgilltiento, de la tenencia
ejidal y comunal en el periodo l9 l0- 199 I , y 3) evaluar el alcance, ia percepción y la instrumentación de las reformas de 1992
al artÍculo 27 delaConstitución mexicana, asÍ como sus efectos
en la estructura de la tenencia y uso de la tierra en el campo
mexicano. Este estudio presenta cuatro perspectivas:
La primera perspectiva estudia los argumentos o debates
que condujeron a las modificaciones estructurales al artÍculo
27 constitucional, entendidas como condición de posibilidad para
la acción.
La segunda perspectiva explora y analiza el funcionamiento
la
legislación
agraria en la práctica y la manera como se han
de
adoptado los cambios para poner fin al reparto agrario y dar
seguridad a los beneficiarios al contribuir a la regularización de
la tenencia de la tierra, lo que define con claridad los derechos
de usufructo y propiedad en el agro mexicano.
La tercera perspectiva muestra el nivel de conocimiento
de funcionarios y empleados públicos, lÍderes, intelectuales,
productores, campesinos y otros actores sociales, respecto de
las reformas al artÍculo 27 constitucional y a la Ley Agraria y
5B
Pno¡'¿cro
sus reglamentaciones, asÍ como de la polÍtica de reforma agropecuaria; cómo han sido di[undidas estas reformas y cuál es su
opinión, interés, disposición y actitud sobre las polÍticas y programas instrumentados en el proceso de regularización de la
tenencia de la tierra y la reactivación del sector agropecuario en
su conjunto.
La cuarta perspectiva analiza los resultados de las reformas puestas en marcha en 1992, qué ha pasado, en manos de
quién estaba la tierra y en las de quién está ahora, cómo se
efectúa la renta de parcelas, etcétera.
Dado el fenómeno tan complejo, vasto y de relevancia tan
grande como el de la tenencia de la tierra en México, es sumamente importante erraluar la problemática de relormar al campo mexicano, que ha experimentado cambios en los cuales los
campesinos han tenido que vivlr bajo leyes que en forma alterna han fomentado la osolución, del régimen comunal y del régimen privado. La periodización desarrollada aquÍ está basada en
dos trabajos de James Wilkie, quien presenta los periodos en
dos trabajos: nPrimera reforma agraria en México, lB53- 1909, a
través de la estadística nacional», en De la Peña y Wilkie (1994),
y .The six ideological phases of Mexico's 'permanent revolution'
since 1910,. en Wilkie (1990).
Mi análisis examina información que comprende de lB53
a 1996. AquÍ defino la distinción hecha por Wilkie entre nreforma de tenencia de la tierra» y orelbrma asrÍcola» (que incluye las
amplias actividades definidas como extensión sobre técnicas
a§ricolas, el crédito y Ia iniraestructura de irrigación para los
campesinos). Según \['ilkie, ambos términos caben bajo el concepto de oreforma agraria,, pero este último incluye necesidades
tecnológicas y avances frecuentemente basados en el muy difi
cil y problemático acto polÍtico de llevar a cabo con éxito la redistribución de tÍtulos de tenencia de la tierra.
Además de abordar estos temas a nivel nacional, presento
un estudio de caso sobre Oaxaca. Mi argumento es que a través
de este último podemos ver cuán difÍcil es Ia instrumentación
Pnepeclo
59
de las reformas al artÍculo 27 constitucional. Asimismo, puede
ilustrar cómo una región geográfica tan diversa como Oaxaca
difiere y coincide a nivel regional y nacional en relación con la
instrumentación de las reformas a la legislación y las nuevas
políticas agrarias, así como la manera en que se percibe y se
está reestructurando Ia tenencia de la tierra.
En este estudio es importante recordar o considerar tres
problemas: 1) los funcionarios y empleados públicos, intelectuales, campesinos, lÍderes y otros actores sociales casi nunca
pueden entender los cambios en las disposiciones jurÍdico-administrativas, las reglamentaciones, etc.. que ocasiona tanta sucesión, a veces sin corregir explÍcitamente la legislación vigente;
2) los ejidatarios y comuneros siempre han rentado, vendido,
subdividido o abandonado la tierra sin notifica¡ dichas actividades para su legalización; 3) los créditos, incentivos, subsidios,
etc., han sido escasos y casi siempre han favorecido a los agricultores y campesinos de zonas altamente productivas, pero muy
poco a los campesinos que producen para elautoconsumo.
Las reformas al artÍculo 27 entraron en vigor en enero de
1992. Buscan eventualmente solucionar las contradicciones existentes en la legislación agraria, establecer normas en cuanto a
la venta de la tierra. eliminar los subsidios. También establecer
una base para cobrar impuestos a los ejidatarios, hasta ahora
casi exentos; regularizar las muy extensas prácticas de renta,
cesión de derechos y ventas simuladas de tierras del sector so-
cial; dar reconocimiento jurÍdico a la tenencia de la tierra y
reactivar el campo mexicano.
La información que se presenta en este trabajo se basa en
estadÍsticas e historia oral, así como en las estadÍsticas del siglo
xx elaboradas por James Wilkie. Las estadÍsticas, que abarcan
desde 1853 hasta i9BB, se toman de los dos trabajo de Wilkie
mencionados con anterioridad, y se enlazan aquÍ por primera
vez. Además, se publican por primera vez tres cuadros y una
gráfica de las estadÍsticas de Wilkie que por un error de editorial
Siglo xx no fueron incluidas en el estudio de dicho autor inütu-
60
Pno¡rcio
lado nPrimera refonna agraria en México, lBS3-lg0g, a través
de la estadÍstica nacional, (sólo se publicó el cuadro 2.3 con el
título de apéndice 4).
La historia oraly la observación de campo fue realizada en
México durante los anos 1995 y lgg8. La información se obtuvo
principalmente por medio de entrevistas a funcionarios y empleados públicos del sector agrario, estudiosos de la problemá-
tica agraria. lÍderes, productores, campesinos y público en
general. Algunas de las entrerristas fueron realizadas en el Distrito Federal, Jalisco, Puebla, Guerero y Chiapas por diveisas
circunstancias, lo que me permitió contar con un contexto de
estudio más amplio; sin embargo, la gran mayorÍa de las entrevistas fueron realizadas en el estado de Oaxaca, Estas entrerristas con historia oral muestran que por primera vez en siglos hay
esperanza en el campo, pues ahora hay diferentes opciones en
vez de sóIo una solución al problema de tenencia de la tierra.
l¡s factores que influyeron para que yo escogiera a Oaxaca para llevar a cabo el estudio de caso son los siguientes: soy
originaria de ese estado y hasta antes de iniciar mis estudios de
maestÍa en la Unir¡ersidad de California en Los Ángeles {ucr.e)
vivÍ y trabajé allí. La entidad cuenta con el mayor número de
ejidatarios y comuneros de todos los estado del paÍs y presenta
uno de los más altos indices de iligración permanente, temporal, regional, nacional y transnacional de México, Además, existen numerosos estudios sobre México, y en particular sobre
Oaxaca, en relación con comunidades y aspectos de la reforma
agraria.
En l¡s Ángeles fueron entrevistados algunos mexicanos
que trabajan en forma temporal en Estados Unidos o son emigrados. Quizá el hecho de que yo sea mexicana y originaria de
Oaxaca me haya permitido crear un clima de confianza con
muchos de los entrer¡istados, sobre todo los de origen oaxaqueño,
y especialmente cuando les planteaba que la información que
les pedÍa era para realizar un trabajo de tesis. En muchos casos
he podido constatar cómo la relación que guarda mucha de la
gente del campo mexicano con la tierra trasciende las fronteras
Pnlr¡clo
61
y. ante la aparente carencia de capacitación, esa fuerza de trabajo desplazada sobresale v se beneficia en una economía desa-
rrollada como la de Estados Unidos. Seleccioné a los
entreüstados de acuerdo con el puesto jerárquico que ocupaban en las dependencias agrarias y/o su condición de campesino. IÍder, intelectual, productor o ciudadano; su nivel educativo,
y ia oportunidad y disposición de ellos para concederme una
entrevista formal o inlormal.
Las estadísticas con infbrmación de 19Bg a 1996 fueron
obtenidas de dependencias como el Registro Agrario Nacional
(nq¡i), la SecretarÍa de la Reforma Agraria {sna), la SecretarÍa de
Agricultura. Ganadería v Desarrollo Rural (Sagar). y de los Censos Ejídal, Agrícola t1 Canadero: del Censo Agropectnrio y de la
Encuesta Nacional Agropeataria Ejidal, publicados por el InstitLrto Nacronal de GeografÍa, EstarlÍstica e Informática (n¡ecl) y
por la Sagar.
Pido al lector que siga los argumentos de cada capÍtulo
cuidadosamente para que pueda entender la complejidad del
panorama completo analizaclo acluí, y también que considere
que no he incluido aspectos tan importantes como credito y agua.
Este estudio es sobre la tenencia de la tierra, el aspecto más
importante de la situación agraria en México.
l.lntroduccíón
de la Legislación nrcncana
de La tenencia de la tíerra desde 1853
e importancia de La reuohtctónlegal
de La tenencía desde 1992
P eriodbacíón
El artÍculo 27 dela Constitución mexicana de 1917 ha sido la
base legal de la reforma agraria y uno de los elementos más importantes de la polÍtica institucional de los gobiernos revolucionarios para mantener la estabilidad política de México' Los periodos
gubernamentales en los cuales se ha dado mayor distribución o
redistribución de tierra han correspondido a los de recesión económica, alto indice de desempleo y/o inestabilidad polÍtica. Después de casi ochenta anos de iniciada la revolución mexicana se
dio fin de manera oficial al reparto agrario. Sin embargo, la política de reparlir üerras para acallar demandas socia,les o mantener
el control social y político de los habitantes del campo todavÍa
continúa; y, por otro lado, los núcleos ejidales y comunales si§uen
regulando el acceso a Ia tierra de propiedad social.
Entre la serie de medidas instrumentadas por el gobierno
mexicano para incrementar la producción agrÍcola y forestal,
elevar los niveles de r.ida de ia población rural y liberalizar los
sistemas económico y polÍtico de México destacan las reformas
de 1992 al a¡tÍculo 27 constitucional y a la legislación agraria.
Estas reformas tienen como propósito revertir la crisis agraria y
capitalizar al sector a$ropecuario en el marco de un amplio proyecto de modernización del país. También modifican importantes aspectos estructurales de la tenencia de la tierra y redefinen
la manera en que los sectores agropecuario y forestal encajan
en la economía nacional e internacional.
tos¡
64
Irurnoouccrórv: poHroirrz.rcróru DE LA t.EClsLACróll
uexca¡¡
Mi estudio analizay evalúa la meta del gobierno niexicano
de regularizar la tenencia de la tierra en todo México y muestra
que no fue realista en absoluto tratar de resolver un problema
tan complejo en un periodo de tiempo tan breve. En efecto, la
venta de tierras no ha sido tan abrumadora como un sector de
los críticos de las reformas habÍan previsto. ulas reformas al
artÍculo 27 no han producido ni la pérdida acelerada de tierras
en el sector social, como habÍan prerristo de manera apocalÍptica
los críticos a las reformas, ni la inversión masiva de capitales
privados anunciada por los sectores gubernamentales. Su impacto es diferente en las distintas regiones dei paÍs, (véase Hernández 1994: 57), Para muchos campesinos la posesión de la
tierra sigue siendo su esperanza y rnedio de subsistencia, por 1o
que la presión por obtenerla es muv fuerte y genera gra\res conflictos en el medio rural.
En diferentes épocas han surgido en México ideas grandiosas para lograr cambios radicales en la tenencia de la tierra.
Desde 1853 hasta 1909 la polÍtica fue fragrnentar las tlerras
comunales; cobrar impuestos a las haciendas y colonizar el país;
fraccionar latifundios v crear pequeñas propiedades, y consolidar grandes propiedades privadas. De 1910 a 1991 la meta fue
dividir esas propiedades para crear un sistema de granjas comunales. Desde 1992 la polÍtica ha siclo desalentar la forma
traclicional del ejido y aientar a los campesinos a volverse emprendedores. Esto legalizó la política que se aplicó de hecho a
partir de 1983 para dar fin a Ia distribución de tierras y permitir
el restablecimiento de las grandes propiedades privadas.
Desde mediados de la década de los sesenta la reforma
agraria prácticamente habÍa agotado las posibilidades de repartir tierras, mientras que los poseedores, fueran beneficiarios de
la propiedad social o propietarios, vivian en la incertidumbre
ante la arnenaza de perder la suya. Aun cuando la tierra fuera
expropiada y distribuida entre los solicitantes, el gobierno retenÍa los derechos sobre elias ¡r establecÍa restricciones a los derechos de los usufructuarios, quienes no podÍan vender, rentar ni
Ixrnoouccróru: pEI¡oDIZACToN DE tA LEGISLACIóN
urexcRrua
65
traspasar esas propiedades, que eran de carácter social. Existía
una serie de ücios que era necesario erradicar, pues se r.iúa en
la ficción legal ya que las tierras ejidales, fuera de todo marco
legal, se estaban vendiendo, rentando, traspasando, acaparando, etcétera [véase Warman, 1996: 9-25).
Por otro lado, la prolongada permanencia de las mismas
autoridades ejidales y comunales, la falta de títulos y certificados de posesión y derechos, asÍ como un lento desahogo de
expropiaciones y pagos desembocaban en despojo§ y arbitrariedades que avivaban conflictos entre los campesinos, conforma-n-
do un marco de inseguridad en la tenencia de la tierra. Esta
situación se debÍa a las demoras burocráticas, la insuficiente
simplilicación administrativa y una limitada descentralización
de funciones y atribuciones de la SecretarÍa de la Reforma Agraria y otras dependencias del sector, falta de coordinación, asÍ
como ia corrupción y lÍderes que se beneficiaban de esta situación (RodrÍguez, 1993: 3).
Asimismo, lo complicado de los procedimientos agrarios
antes de las relormas al artÍculo 27 constitucional se expllca
por una gran cantidad de leyes, reglamentos y otras disposiciones jurídico-administrativas que se fueron generando a través
de los años, para desembocar en un exceso de regulación tanto
en el reparto como en la regularización de la tenencia de la tierra el manejo de los recursos y la organización campesina, Hasta antes de publicarse la nueva Ley A§raria estuüeron ügentes
trece leyes y ocho reglamentos al respecto, además del Código
Civil (RodrÍguez, 1993: 3).
La producción agropecuaria se ha visto afectada por el
comportamiento de los precios de ios productos agrÍcolas, los
costos de producción y el nivel de las inversiones en el sector
agropecuario. La apertura comercial, la desaparición de los precios de garantÍa, la reestructuración del sistema crediticio y el
desmantelamiento de las instituciones de aseguramiento ha
propiciado una tendencia al decremento de la producción agropecuaria y a la descapitalización en el campo mexicano. Los
66
Ixrno»uccróru: poRro¡-rizRcróru DE LA t.EGtsLAC¡óru uexlc¡¡;,q
Índices inflacionarios han sido superiores alincremento de los
precios de ia ma],orÍa de los productos, y el alto costo financiero
de los creditos de ar,ío y relaccionarios como resultado de las
elevadas tasas de inflación han liilitado las utilidades que se
obtienen de las actir.idades agropecuarias y dificultado la recuperación de los financiamientos (RodrÍguez, 1993: 7-B).
En enero de 1922, a tan sólo dos meses de recibida la
iniciativa del presidente Carlos Saiinas de Gortari para reformar el artÍculo 27 constitucional, el Congreso de la Unión y las
legislaturas locales de las 3l entidades de la federación debatieron y aprobaron dicha iniciatir¡a (hasta mediados de la decada
de los noventa era posible en México reformar la Constitución
por fax porque el partido olicial controlaba más dei 90 por ciento de los gobiernos de los estados). De igual manera, como resultado de esas modificaciones jurÍdicas al campo mexicano,
ul)a nue\¡a Ley Agraria fue promr-rlgada después de un breve
debate del Congreso de la Unión.
Entre las uuevas disposiciones destacan las siguientes:
L Se pone lin a la obiigación dei Estado de repartir tierras.
2. Se posibilita que ios ejidatarios o comuneros transfieran
la propiedad de sus predios en forma tentporal o permanente.
3.
Se fortalece la capacidad de decisión de ejidos y comuni-
4.
Se permite la introducción de mejoras en las tierras gana-
dades.
deras aun cuando éstas signifiquen una modificación de
su uso, sin que ello afecte su condición de pequeña propiedad.
5.
6.
7.
Se prohibe clara y explÍcitamente el latifundio.
Se
posibilita a los ejidatarios, comuneros y propietarios la
formación de sociedades civiles y mercantiles para la producción asropecuaria.
Se permite la participación de empresas extranjeras en la
explotación directa de la tierra.
Entre el conjunto de reformas juidicas y disposiciones
Irr-rnooucctol: pERIoDIzACIoN DE I-A I-EctsLAClót't
ttexcaru,q
67
legales destacan la nueva Ley Agraria, la Ley Orgánica de los
Tribunales {rarios y la creación de la Procuraduría Agraria y el
Tribunal Sirperior Agrario y Tribunales Agrarios Unitarios. Se
derogaron la Ley General de Credito Rural, la Ley de Fomento
Agropecuario y la Ley del Seguro Agropecuario y de Vida Campesino,
Hasta octubre cle 1990la superficie total repartida en ejidos
y comunidades ascendÍa a 104 rnillones de hectáreas, de las cuales 95,5 millones estaban realmente en posesión de los campesinos del sector social -t¡ faltaba repartir 4.5 millones de hectáreas.
La diferencia se debe a ejecuciones parciales y a la imposibilidad
jurÍdica y material. Así, con base en esta consideración, la propiedad social ocupa más de1 50 por ciento del territorio del paÍs y
beneficia a 3.5 millones de ejidatarios v comuneros (ttttocl, 1991:
91, 95; Rodríguez, 1993: 4). En la actualidad existen más
de
cuatro millones de campesinos sin tierra.
De acuerdo con los censos agropecuarios, a
partir de 1940
la concentración de la tierra apror,echada, lo mismo del sector
social que de los particulares, no muestra variaciones significativas aun cuando el reparto de tierra más grande se dio entre
1964 y 1970. El número de solicitudes de tierra que no pudieron atenderse por falta de superficies afectables sobrepasaba al
de las demandas atendidas (Warman, 1996: 13). No obstante
haberse repartido casi la mitad del territorio de México, de estas
tierras sólo el 2\ por ciento son aptas para la agricultura. La
mayor parte de las entregadas fueron casi siempre marginales y
a medida que avanzaba ia reforma agraria y se iba:r agotando
las tierras disponibles, se dotó a los solicitantes de terrenos de
muy baja potencialidad agropecuaria. En algunos casos incluso
se cometieron excesos al repartir tierras sin potencial económico o fÍsicamente inexistentes.
Otro hecho que contribuyó a hacer rnás compiejo el problema de la tenencia de Ia tierra fue el reparto a casi medio
millón de nuevos campesinos que hicieron los propios campesinos, al margen de la ley, al distribuir tierras a sus hijos en la
68
IHrHoouccló¡¡: pDRroDrzACióN DD LA r.EGrsLACróN MExTcANA
superficie ya dotada durante los últimos 20 años fWarman, 19g6:
I4). Más aún, en México aproximadamente el Zb por ciento de
la superficie agropecuaria presenta altos Índices de erosión, l6
por ciento se encuentra en proceso de desertificación y anualmente se pierden cerca de 500 000 hectáreas de bosque (Morett.
1992
2),
Bl rezago agrario conformado por los expedientes inconclusos del prolongado proceso del reparto de tierras ha sido uno de
Ios principales obstáculos pa-ra regularizar la tenencia de la tierra y un pretexto muy utilizado pa.ra la agitación social al propiciar coyunturas poliücas que han sido aprovechadas por lÍderes
de organizaciones y partidos polÍticos. EI rezago existe principalmente en el reparto agrario y la regularización de la tenencia de
la tierra. Esta situación ha propiciado acciones campesinas que
han terminado muchas de las veces en la invasión de tierras, lo
cual complica aún más el proceso de desahogo del rezago.
Las resoluciones presidencrales posteriores a 1992 pueden repartir tierras de superficies alectadas de acuerdo con las
causales de afectación determinadas por la legislación en la materia, entre ellas los fraccionamientos simuiados, los expedientes de la pequeña propiedad, las concesiones ganaderas vencidas,
los presuntos terrenos nacionales susceptibles de reparto, las
colonias abandonadas, las tierras ociosas y las cultivadas con
enervantes (RodrÍguez, 1993: 4-6).
La nueva legislacÍón agraria establece y formaliza Ia reac-
tivación del campo como elemento primordial para facilitar la
inversión y su capitalización como parte de un paquete de reformas orientadas a la liberalización de los sistemas económico y
sociopolÍtico de México. Entre los progranas que se han instrumentado para otorgar reconocimiento jurÍdico a la tenencia de
la tierra destaca el Programa de Certificación de Derechos
Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede).
Junto con Ia Ley Agraria, el Procede fue instrumentado
con el propósito de definir, regularizar, registrar y otorgar tÍtulos de propiedad de aproximadamente 4.6 millones de parcelas
IxrRoouccróu: pERroDlzACroN DE r.A LEGTsLACIóN
r4ExrcANA
69
y 4.3 millones de solares urbanos en posesión de ejidatarios y
comunidades del paÍs según estimaciones del lx¡ct en I992. El
Procede tiene como objetivo la entrega de los certificados
parcelarios y/o los certificados de derechos sobre las tierras de
uso común, según sea el caso, asÍ como los tÍtuios de propiedad
de los solares, en favor de todos y cada uno de los indiúduos
que integran los ejidos y las comunidades agrarias de México.
En el capÍtulo 5 de este trabajo se describe y Ntaliza el Procede
y se presentan las respuestas y resultados obtenidos desde el
inició del programa hasta 1996.
Aparejado con el programa Procede, en octubre de 1993
se puso en marcha el Programa de Apoyos Directos al Campo
(Procampo). Su principal objetivo es fomentar la adopción de
nuevas tecnologÍas y formas de asociación y promover entre los
productores la explotación y el uso de la tierra en la actividad
productiva que más les convenga, bajo una perspectiva que les
permita incorporar la producción agropecuaria al contexto de la
economÍa internacional. El Procampo otorgará durante quince
años un estÍmulo directo a más de 3.3 millones de productores
rurales. De ellos, 2.2 millones estaban al margen de cualquier
beneficio bajo el sistema de precios de garantÍa, ya que su producción es de autoconsumo (fuaujo, 1994: 41).
Como justilicación delProcampo se consideró la creciente
descapitalización que ha sufrido el sector agropecuario en las
últimas décadas, a la que se suma la marginación y pobreza en
que rriven los campesinos mexicanos, la producción de granos
básicos, ingresos y niveles de la población rural. Así, durante
los primeros anos del sexenio de Salinas de Gortari se efectuaron cambios en la intervención delgobierno, reformas al artículo 27 constitucional, a la Ley Agraria y a las políticas del sector
a§ropecuario.
¿Cómo pudo Salinas creer que en cinco años podría reverla historia de casi un siglo? De 1917 a 1990, la expropiación,
tir
distribución ¡r redistribución de poco más de 100 millones de
hectáreas de tierra, aproximadamente la mitad del territorio
70
IrurnooLictcló¡r: prruo»rzecróx DE
r-A r.Ecisr-Acróru
lrexcr¡t¡
nacional, dotadas a cerca de 30 000 ejidos y comunidades, con
que se benefició o reconoció a 3.5 millones de ejidatarios y
comuneros. Sin embargo, el verdadero reparto agrario, el que
significa expropiar tierra privada para entregarla al campesino
en forma de ejido, no fue tan grande.
Un recuento histórico de lo que ha sido el ejido permitirá
comprender mejor por qué se dieron las reformas d aftículo 27
constitucional y otras medidas de polÍtica agraria. Como resultado de la revolución mexicana de 1910, se inicia la reforma
agraria en México. Aun cuando el ejido tiene sus orÍgenes en la
propiedad indígena o comunal y en el derecho señorial español,
el ejido moderno es un produ cto sui generis de la reforma agraria mexicana que en la actualidad está constituido por las tierras entregadas a un núcleo de poblaclón. El ejido moderno, en
sus inicios, fue ideado como Llna lorma transitoria de posesión
de la tierra. Los gobiernos de Venustiano Carranza, Alvaro Obregón y Plutarco ElÍas Calles concibieron y consideraron al ejido
como una modalidad temporal de usufructo, mientras que los
campesinos, en su mayorÍa indÍgenas acostumbrados al régimen comunal, se acostumbraban a la propiedad privada (Morett,
1o
1992: 35-40).
[¿s movimientos campesinos de la revolución no solicitaban ejidos. Emiliano Zapata, en el Plan de Ayala, demandaba la
restitución a los pueblos de los terrenos comunales de que habían sido despojados y la dotación de nuevas tierras en plena
propiedad a quienes carecieran de ellas. En el norte del paÍs,
Francisco Villa exigía tierras en extensiones no menores de 25
hectáreas por campesino en plena propiedad para conformar
un sector de rancheros. Podria afirmarse que la reforma agraria
-distribución y redistribución de tierras- ha sido utilizada por
los gobiernos revolucionarios como uno de sus principales mecanismos de control social en el campo mexicano. Más aún, la
reforma agraria contraviene su ob¡etivo de justicia social pues
considera exclusivamente la distribución de la tierra y no impulsa el aspecto productivo (Morett. 1992).
IN"InooucclóN: pERiODrzAClóN DE LA
LEGTsLACTóN
MEXTcANA
7l
Aunque parezca increíble, en ninguna parte de la abundante legislación sobre la reforma agraria se definió lo que es el
ejido. Apenas en 1972, en Ia Ley Federal de Reforma Agraria, se
pueden encontrar los elementos que lo constituven. Las condiciones que dieron origen al ejido, que no lue definido con precisión histórica por la Constitución de 19 I 7, han cambiado con el
paso de los años, 1o mismo que su filnción económica de producción y de retener la fuerza de trabajo. En los años treinta la
oligarquÍa terrateniente de México obstaculizaba el desarrollo
de una economÍa inclustrial y el surgimiento de un Estado rnoderno. Con el propósito de frenar el creciente movimiento cam-
pesino, que amenazaba con iniclar una nueva revolución, se
impulsó fuertemente la reforma agrarÍa. EI gobierno de Lázaro
Cárdenas adoptó como polÍtica terminar con el latifundio, que
continuaba siendo la principal lbrma de tenencia de Ia tierra en
México. AsÍ, influenciado por las tendencias socialistas de ia
época y partiendo del mito de que la tierra en ia época prehispánica era comunal, se expropiaron las hacienclas y se repartió la
tierra a los campesinos principalmente con la creación de ejidos
colectivos.
A partir de los años cuarenta, en aras de la articuláción
agricuitura-industria, las funciones clásicas de apoyo de ia agricultura al proceso de industrialización. tales como la pror.isión
de bienes a bajo costo, el abasto de materias primas y la generación de divisas, se cumplieron con base en el crecimiento soste-
nido del producto y la productividad agropecuaria hasta
mediados de la década de los sesenta (véase Pmd'homme, 1995:
9-20).
El proceso de industrialización de Mexico se basó en la
reforma agraria
y en otras innor¡aciones institucionales
del
cardenismo, así como en el esfuerzo sostenido de inversión en
irrigación e infraestructura agraria en las décadas siguientes.
Sin embargo, no se cumplieron las funciones de apoyo de la
agricultura a la industria que requerÍa la articulación armónica
entre ambos sectores. La provisión eficiente de los insumos in-
72
I¡lr¡rooucclónr: pERloDrzACróN DE rA LEGISLActó¡l trExrcruve
dustriales en los que se apoya el progreso técnico en el campo y
la absorción de mano de obra que permite el incremento del
ingreso medio rural al elevar la relación tierra-hombre v que
permite adquirir insumos agropecuarios, no se cumpiieron en
la magnitud suficiente para mantener el ritmo de expansión del
sector agricola una vez que el impulso a la inversión pública en
el carnpo perdió fuerza (véase Prud'homme, 1995: 9-20).
Como resultado de las polÍticas de reforma agraria, en
México se dio una enorme pulverización de la tenencia de la
tierra. Asimismo, el aumento de la población, la falta de oportunidades de empleo en los medios rural y urbano, y el insuficiente desarrollo indristrial, han contribuido a la prerralencia de un
minifundio corl una baja productividad agropecuaria marcada.
AsÍ, durante décadas Ia agricultura campesina sirvió de soporte
al crecimiento industrial contribuyendo a la disminución del
precio de los alimentos y rnaterias primas asrÍcolas y proporcionando abundante fuerza de trabajo a la agricultura comercial,
la industria y los servicios.
De i§ual manera, los precios de los productos agrÍcolas se
mantuüeron constantes, sin un incremento proporcional al de
los precios de los insumos y demás productos industriales que
consume el campo. La industria y los servicios modernos no
tui.ieron la suficiente capacidad para retener o absorber al excedente laboral en el medio rural, lo que propició el surgimiento
de un amplio sector informal urbano en un periodo de alto crecimiento demográfico.
Desde 1970 la autosuficiencia de productos agropecuarios se perdió, lo que dio conlo resultado el inicio de la descapi-
talización del campo. El proceso de industrialización por
sustitución de importaciones cor-r el tiempo se convirtió, irónicamente, en uno de los principales obstáculos del desarrollo
sostenido de la economÍa. Este proceso, que fue el motor principal del crecimiento económico. casi se extinguió a principios de
los setenta, con lo que desaparecieron las bases de la estabilidad económica. El déficit público sustituyó al apoyo del campo
INrRoouccrór'r: pEzuoDrzAcróN DE IA LEGIsLACIóN
MExtcANA
73
como el motor principal de crecimiento. 1o cual ocasionó casi de
inmediato el deterioro de la balanza de pagos. Asimismo, la crisis del petróleo y los cambios en los mercados financieros internacionales condujeron a la crisis internacional de principios de
la década de los ochenta (Prud'homme, 1995).
Mi estudio identifica el problema que la mayoría de los
ideólogos mexicanos no han podido distinguir entre la reforma
agraria y la reforma de la tenencia de la tierra. Todo ordenamiento jurÍdico de alguna manera responde a una concepción
de la sociedad. y por lo tanto al del orden social. La reforma
agraria se funda en parte en el hecho de que se intenta
redistribuir de manera equitativa la propiedad de la tierra. Es
decir, parte del hecho de que hay una injusta distribución de
los recursos agrarios y de que es necesario distribuirlos con
un criterio de justicia social. En cambio, con las reformas de
1992 a la ley lo que interesa es simplemente darle al poseedor
la seguridad de que tendrá la tierra, independientemente de si
eso beneficia o no a quien carece de recursos para hacerla producir (entrevista con el licenciado Manuel Sánchez González).
Para su desa¡rollo, he organizado este estudio en los siguientes cinco capítulos:
1. Introducción. En la que se presenta una periodización de
la legislación mexicana relacionada con la tenencia de la
tierra, así como la importancia de la revolución legal de
la tenencia de la t.ierra desde 1992.
2. Antecedentes históricos. Se analizan los antecedentes coloniales y la primera revolución legal de la tenencia de la
tierra. que ocurrió entre 1853 y 1909. Además se establece la distinción entre propiedad comunal y ejido.
3. Considerandos, argumentos y debates que condujeron a
las modificaciones estructurales del artículo 27 constituciona-l como condición para la posibilidad de acción.
4, Segunda revolución legal de la tenencia de la tierra y su
nretorno, al ejido, i9l0-1991.
5. La privatización de ejidos y de tierras. Debate sobre la si-
74
IvrRoouccrol:
pERloDrzACróN DE LA LEGTsLACTóN ME.{cANA
tuación y promulgación de la nueva legislación agraria de
199 1.
6.
Instrumentación de la Ley Agraria oracional,. problemas
surgidos desde 1992 y un estudio de caso de Oaxaca.
La consideración fundamental que aquÍ se toma en cuenta es la relativa a un criterio económico. El criterio de la nueva
ley es que la tierra quede en manos de quien pueda hacerla
producir mejor. Con Ia reforma a la ley lo que interesa es la
productividad y no la manera en que se redistribuya la propiedad. PolÍticamente hubiera sido un error decir o aceptar que es
cierto que la reforma agraria no sirve para nada y que se crea
un nuevo régimen de distribución de la propiedad de la tierra.
Las reformas agrarias se efectúan siempre con un concepto de
redistribución de la riqueza agraria, no parten de criterios económicos de una gran producción. Desde luego, en toda reforma
agraria se suponía que el hecho de que una persona fuera propietaria de su terreno le permitÍa trabajarlo y conservarlo mejor
que cuando formaba parte de los grandes latifundios y donde lo
único que interesaba era sacarle el mayor provecho posible al
recurso natural sin consideraciones de ninguna otra Índole. La
diferencia es eso, un concepto distinto de sociedad campesina,
a la que no se le considerara simplemente como mano de obra
que debe ser más eficiente y que permita un aprovechamiento
mejor del recurso, independientemente de la manera como se
reparta el producto (entreüsta con el licenciado Manuel Sánchez GonzaJez).
2. Antecedentes colonlales y primera reuolucíón
legal de latenencia de lotterra, 1853-1909.
Dístinción entre propiedad comunalg ejido
La relorma tradicional de concebir al México precolombino como
un lugar en donde predominaba la forma comunal de propiedad
de la tierra ha persistido por más de quinientos años, desde la
llegada de los espanoles. Como Harvey y Hanns (1984: 83-102)
han remarcado: ndesde los primeros observadores espanoles hasta el presente, el punto se ha enfocado en la propiedad comunal
uersus la propiedad privada, y confundido desde un principio por
la entremezcla de los conceptos nativos de autoridad comunal y
por ideas espanolas de los derechos rurales comunales,.
Estudios recientes sobre los nahuas,r que era el más populoso de los grupos mesoamericanos en el tiempo de la conquista española y que permaneció en el centro del desarrollo
sislos después, han aportado nueva información sobre la propiedad de la tierra en México. Con base en manuscritos, testa-
mentos y una amplia variedad de documentos nmundanos,
triüales en náhuatl que datan desde los años 1540 hasta los
1770 (cuya existencia fue conocida apenas en 1875), Lockhart
construyó sobre y fue más allá de los estudios realizados por el
prominente historiador Charles Gibson,2 desafiando interpre-
'A
los que erróneamente se les ha llamado oaztecas, debido a la
efimera confederación imperial que exstió entre ellos en la époI¡ckhart, 1992: l).
ca prehispánica tardía (véase
2
Véase Charles Gibson, Tlaxcala in the
t75l
l6th century, ...e
76
Arurecooarures coLoNrAr.ES y
pRrN{ER , RE\/oLUCróN r.EcAr,
taciones aceptadas de cómo era la tenencia de la tierra antes y
después de la conquista. De igual manera, otros estudios recientes sobre diversas regiones de México han demostrado que
la propiedad de la tierra en la época prehispánica no era tan
comunal como sostienen muchos eruditos.
l¡ckhart no utiliza el concepto de ejido pero redefine conceptos que contemplal complejas unidades sociopolÍticas como
las llamadas altépetlsy calpullia en las que .ciudades-estado,
asi§naban la mayor parte de la tierra a ciudadanos que la trabajaban sobre la base del grupo familiar, pero reservando algunas tierras para uso comunal. Sin ei acercamiento a este tipo de
eüdencia, obtenida a través de dichos documentos indÍgenas
...,e
1952. En este estudio Gibson muestra córno las institucio,
nes españolas fueron adaptadas a las instituciones indígenas,
sin remplazar por completo a estas últimas. Una de sus contribuciones más importantes es sobre el gobierno indígena, en la
que deja al descubierto la estructura del altépetl. Así, Gibson
fue también el primer hÍstoriador en utilizar fuentes indÍgenas,
en este caso archivos indÍgenas locales -las minutas del cabildo
de Tlaxcala que van de los 1540 a los 1560 y otros registros
internos del gobierno indÍgena de la época.
3
Altépetl es un término náhuatl definido por Lockhart como
ncualquier estado soberano; en México central, generalmente los
estados étnicos locales que los españoles daban por llama_r-pueblos v que se conyirtieron en mur-ricipios después de la conquista,. El entendimiento de cómo funcionaba esta entidad sociopo-
lÍtica precolombina (la cual mantuvo su integridad hasta los últimos tiempos del periodo colonial y continúa teniendo una profunda influencia en las concepciones de los prueblos mexicanos
hasta hoy en día) que este erudito ha traÍdo alaluz del conocimiento es esencial para el estudio y la reconsideración de los
desarrollos de la historia mexicana (Lockhart, 1992: 20). '
a
Lockhart (1992::21). Calpullu parte cor.rstituvente, subdistrito
de un crltépeti.
Axreceorrures cot.oNIALES y
pRIMERA RevoLuctóN
LEcRL
77
en náhuatl, los estudiosos del México antiguo vieron tan sólo
simples sistemas comunales que encajaban en su predisposición de asumir que la gran sociedad de Mexico central estuvo
basada en el comunismo primitivo.
Con ello, ahora sabemos que cuando ocurrió la conquista
existÍa una agricultura sedentaria, rica e intensiva que dio al
México central la preeminencia en cuanto al tamaño de la población y en muchos otros aspectos sobre áreas del sur de
Mesoamérica que producía artÍculos de prestigio tales como pieles
de jaguar o plumas de aves tropicales exóticas, y productos importantes, casi esenciales, como el algodón y el cacao. Además
del clima, las variedades de plantas y técnicas de crecimiento
fueron por 1o menos tan importantes como la misma tierra para
el florecimiento de la agricultura del México central. Éstas fueron constantes y estaban al alcance de todos; la tierra era determinante, el atributo de la riqueza y la base principal de los
impuestos. Elaborados vocabularios y procedimientos permitieron a los mesoamericanos desde hacÍa mucho tiempo clasifi-
car, nledir, asisnar y registrar la tenencia, Las prácticas
relacionadas con la üerra anteriores a la conquista fueron tan
reler¡antes para los sistemas de tenencia de la tierra en México
como lo fue el altépetl despues de Ia conquista par la vida polÍtica {Lockhart, 1992: 47]..
Pero ¿hasta qué punto el uso de la palabra comunal se
justifica? I¡ckha¡t hace notar que en los tiempos prehispánicos
el control de los registros de tierra estaba en manos de las autoridades del altépett y los calpulft, y la asignación también
1o estaba eu gran medida. Este fi-lerte papel corporativo, conjuntamente con la predisposición de los primeros estudiosos a
identificar a los indígenas mesoamericanos con los indígenas
del noreste de Norteamérica, Ilevaron a la noción persistente de
que la tenencia de la tierra en el México central era comunal.
Hoy en dÍa, argumenta Lockhart. los gobiernos que aceptan la noción de propiedad ¡:rivada lievan también minuciosos
registros catastrales y fijan impuestos a la tenencia de la tie-
78
A¡rec¿oe¡rps
coLoNI¡\LES
y
IRTMERA REVoLUCIoN r.EGAr_
rra. Incluso en áreas como la frontera de Norteamérica (Alaska)
pueden distribuir entre la población extensiones iguales en forma
y tamaño, y en ocasiones hasta redistribuyen algunas tierras,
Sin embargo, éstos no consideran la asignación de tierras como
el principal medio de la redistribución, y al punto en que el
altepetl indígena 1o hacÍa, su sistema de tenencia de la tierra
podrÍa razonablemente ser llamado comunal, aun cuando el
grueso de la tierra cultivable la tuvieran y trabaiaran individuos y ocuparan viviendas familiares. Incluso siendo así, ello
no quiere decir que las unidades de los gobiernos indÍgenas
pudieran redistribuir o reasignar a voluntad la tierra, ni que la
redistribución corporativa fuera el principal medio por el cual
cambiara de manos.
Contra el mito de que la polÍtica de tierras que ha confundido a intelectuales mexicanos y a quienes hacen la polÍtica de
1910 a 1992, ahora sabemos que en el Mexico precolombino la
tierra cultivable no era posesión comunal sino de ür,iendas familiares privadast aunque en la práctica las trabajaban de manera indiúdual o familiar en forma independiente, las conservaban
por mucho tiempo y las heredaban.5 [.o que se ha venido descu-
briendo en estudios de caso actuales es que el sistema de tenencia de la tierra variaba de acuerdo con ia localidad o la región
y que ésta era más flexible que como lo hacen ver las interpretaciones literales de descripciones generales.
Se argumenta que un elemento que sobreüve a la conquista es la tradición de poseer de manera comunal la propiedad de la tierra. Entre los nahuas habÍa diversas categorÍas de
tenencia de la tierra -propiedad indiüdual, familiar, institucional, comunal- que hasta cierto punto podrÍan considerarse entidades colectivas por el tipo de elementos que conformaban su
funcionamiento. Entre ellas la viüenda familiar y el calpulir tenía una parte más activa e integral en la tenencia de la tierra en
5
A esta conclusión han llegado Gibson (1964), Offner (1983),
Han,ey (198a)y Cline (1984).
Anrecgoexrps coLoNtALES y
pRIMERA
nevoluctóx
Loc¡t.
79
el centro del México indÍgena que su contraparte en Europa.
Sin embargo, su papel no era incompatible con los derechos
individuales sobre la tierra, la iniciatir¡a personal, la heredad o
la transferencia voluntaria de ella entre indirriduos, como lo señala Lockhart.
Por otro lado, el hecho de que desde la llegada de los españoles sólo las modalidades individual y comunal fueran recono-
cidas por la Corona española ha presen'ado esta importante
distinción hasta hoy en día. La relación dominante entre lo público y 1o privado en la tradición europea en lo que a tenencia se
refiere es que la tierra o es pública o es privada, mientras que en
la tradición nahua la tierra es pública v privada al mismo tiem-
po. Lockhart argumenta que el sistema seguía los principios
generales de or§anización ceiular, con grandes unidades constituyentes compartamentalizadas: la tierra del altépetlestaba asÍ
dil,idida en tierra del calpuliü esta última en tierra de vivienda
familiar, y la de vivienda familiar en parcelas que miembros individuales de la familia trabajaban y esperaban hereda¡ sin da¡
lugar a ninguna división entre lo público y lo privado.
Las múltiples categorías de tierra que se traslapan y coinciden en parte entre sí, lo mismo que la escala corrediza de
derechos con gran distancia fÍsica de su asi§nación, sin crear
una estricta confusión intelectual, permitió una infinitamente
variada interpretación de casos, lo que hizo creer que las luchas
sobre la categorÍa de la tierra, vistas desde el periodo inmediato
posterior a la conquista, vienen del periodo anterior a ésta como
una caracterÍstica endémica del sistema.
Durante varias décadas después de Ia llegada de los españoles la Corona instrumentó y trató de hacer cumplir disposiciones que protegían la propiedad de los naturales de la Nueva
España. Sin embargo Cortés, en sus propósitos de conquista y
colonización, fue el primero en incumplir las disposiciones reales, 1o cual se volvió de ahí en adeiante la norma. En 1525 Rodrigo
de Albornoz prevenÍa al emperador de ola malacostumbre que se
estaba instituciona-lizando entre las autoridades de Tenochti-
80
A¡rpceosuros
coLoNTALES
y
pRTMERA REV0LUCION LEGAL
tlan de ignorar sistemáticamente las proüsiones reales, (MartÍnez, 1995:205).
Con el propósito de contrarrestar el crecimiento de la influencia y el poder de los conquistadores y de otros españoles
que llegaron a México en busca de riqueza, en 1523 elemperador Carlos V decretó que los españoles deberÍan asentarse en
tierras vacantes, sin afectar a la población indÍgena. Bajo el gobierno del segundo virrey de la Nueva España, don Luis de
Velasco (que ocupó el cargo de 1550 a 1564), se les otorgaron a
los indios los mismos derechos que a los españoles de poseer
tierra en propiedad privada. En 1567 se les dio el derecho de
solicitar a la Corona tierras para construcción.
En i571 y 1572 se emitieron ordenanzas que otorgaron a
los espanoles libertad de comprar tierras a los indios,6,7 constituyendo el marco legal conforme al cual los europeos debÍan
comprar las tierras a los indios durante el resto de la Coionia.
Además de los espanoles, los indios nobles y los caciques trataron de sacar ventaja de la caótica situación para obtener nuevos privilegios, tierras, fuerza de trabajo y tributo, y/o tratar de
recuperar el prestisio y la autoridad que habÍan perdido durante la conquista.s Como señala Florescano (1971), muchos de los
6
La cédula real de l57l mandaba que ucada y cuando que los
indios de la Nueva España hubieren de vender sus heredades y
haciendas y bienes raÍces que se vendieren, andren y traigan en
almoneda pública en presencia de las nuestras justicias, por
término de treinta dias antes de har:erse el remate de ellos; y los
bienes muebles se traigan en dicha almoneda nueve dÍas antes
de hacerse el remate, y lo que de otra manera se vendiese sea de
ningún valor ni efecto,.
7
[a cédula real de 1572 modificaba la de 1571, que restringÍa la
obligación de los treinta pregones preüos al remate para aquellas tierras que se vendieran en más de 30 pesos de oro.
I nDesde su llegada los españoles frecuentemente
foriaban a los
indios a'vender' sus tierras, lo cual obligó a la Corona a ...(-
Aluocpoevras coLoNIAI-ES y
pRIMERA REvoLUCIóN
LEcAL
Bl
nobles y caciques indÍgenas eran apoyados por la administración colonial, que buscaba establecer alianzas locales para con-
trolar a las comunidades indígenas y, consecuentemente,
favorecer a los primeros con dotaciones indiüduales de tierra o
el reconocimiento de las que ya tenían ocupadas.
En i781 don MartÍn de Mayorga, virrey de ia Nueva Espanotando
las abusivas operaciones de compraventa entre inña,
dios y españoles, y previendo la ruina de numerosas familias
indígenas que se veÍan obligadas a vender hasta ias tierras que
sembraban para su sustento. ordenó:
Que por ninqún caso. ni con prete.to alguno, se ejecuten ventas, préstamos, ernpeños, arrendamientos ni otro género de ena-
jenación de tierras de itrdios, no sólo aquellas que de por
comunidad se les reparten para el laudable v piadoso destino de
su habitación, beneficio ,v culti'"'o, sino tarlbiér.r para aquellas
que han adquirido. y adquieren, como propias por tÍtulo de herencia. donacrión ),'otras adquÍsiciones de sus antepasados. Entendiéndose dicha prohibición aun entre los mismos indios de
los unos a los otros, y con especialidad a los españoles, mestizos, mulatos 1' cualesquiera otras castas v familias residentes
en pueblos de indlos, hacenderos, ra¡cheros v cualesquiera otros
que tengan lincas rusticas o urbanas en sus poblaciones, sin
que para las ventas, arrendamientos y cualesqttiera otra clase
de enajenación Ínten'enga licencia de mi superior gobierno, juzgado general de naturales o Real Audiencia: calificada la necesidad y utilidad [...] v porque interpretando [mall o malentendida
llal ley [...] los justicias [...] proceden a otros instrumentos de
venta v arrendamiento sin las predichas tbrmalidades, y lo mis-
...ú intervenir en reiteradas ocasiones disponiendo que las ventas se hicieran en presencia de autoridades reales. Las medidas
más estrictas se tomaron en 1571 y 1572 más que nada para
'corregir' los errores y defectos de las anteriores disposiciones
que propiciaban el despojo y el fraude, (Martínez, 1995: 194).
82
A¡¡rsc¡onnrns coLoNrArES y
pRIMERA REVOLUCIoN LEGAL
mo ejecutan los escribanos 1...| se prohÍbe unos a otros que en
lo adelante procedan a otorgar tales instrumentos de venta y
arrendamiento sin las predichas licencias, lsol pena de 500 pesos y privación de oficios, v la nulidad de lo que asÍ otorgaren,
perdiendo desde luego los compradores o arrendatarios la importancia [el importe] de las ventas y la pensión de los arriendos... (MartÍnez, 1995: ig5).
Sin embargo, obüamente, esta medida extrema no obtuvo
ia aprobación de la Corona ni el beneplácito de los colonizadores. De esta manera, la precariedad con que los indios poseyeron la tierra desde la conquista benefliciaron, por un lado, a la
Corona por el hecho de que los naturales gozaran de .libertad,
para enajenar sus propiedades dándole entre otras cosas seguridad en la cobranza de tributos. y por otro. para los españoles
era una manera tácil y ventajosa de adquirir grandes extensiones de tierra y fuerza de trabajo baratos. Por lo anterior, cuando
el monarca se disponía a derogar el mandamiento del virrey,
hubo que argumentar que contravenía disposiciones anteriores, en particular las de 1571 y 1572, asÍ como la facultad de
que disfrutaban los naturales para enajenar sus bienes (Martinez, 1995: 195),
De manera similar a las polÍticas de reparto del suelo, fuerza
de trabajo, tributación y población. el regimen jurÍdico fue utilizado para beneficiar a la clase dominante de la sociedad y no
para proteger y beneficiar a la clase dominada, constituida en
su mayoría por indígenas. En la práctica sólo de manera excepcional se hacÍa cumplir las leyes que protegÍan las propiedades
indÍgenas. AsÍ, aun con sus buenas intenciones, el funcionamiento del sistema jurÍdico y el cumplimiento de las leyes dependÍa en gran medida de la honestidad y obuena voluntad, de
las autoridades reales,
Con el propósito de adaptar los sistemas españoles de
tenencia de la tierra a las formas de propiedad indÍgena, y para
que éstas fueran adecuadas para el cobro de tributos, la Coro-
ANrocooomos coLoNrAr-ES y
pzuMERA REVoLUCióN
LEGAT.
83
na españoia dispuso que cada pueblo fuera dotado de un fundo legal, que era la tierra destinada a que los indÍgenas establecieran sus asentamientos urbanos: de un ejido, que era un
área de aprovechamiento colectivrc donde pastaran los ganados
de los indÍgenas para que no se revolvieran con los de los españoles, para la recolección de leña, etc., esta superficie era inalienable y debía ser controlada por un consejo del pueblo; de
los propios, propiedad de tipo municipal que era trabajada en
forma común arrendada y cuyo producto se destinaba ai sostenimiento del gobierno local y al pago de impuestos; y de las
tierras de común repartimiento, que eran las áreas de cultivo
trabajadas individualmente bajo la estrecha supervisión de la
comunidad.
En castellano Ia palabra ejido se refiere a las tierras de
uso colectivo que existÍan en las comunidades campesinas de la
peninsula ibérica y que se localizaban en la salida de los pueblos. En estas tierras los miembros de la comunidad podÍan
llevar a pastar su ganado, recolectar plantas, cortar madera,
recoger leña, cazar, pescar, etc. De ahÍ su nombre en español
antiguo nexido,, y éste a su \¡ez del latÍn extus nsalidar. Cabe
hacer notar que un rasgo común a todas las sociedades agrarias es la existencia de terrenos comunales para realizar dichas
actiüdades (Morett, 1992: 36-42).
La polÍtica agraria de la Colonia, en sus fases más sobresalientes: la encomienda, las congregaciones y la hacienda, per-
mltieron un rápido proceso de acaparamiento de la tierra,
principalmente de las propiedades de los pueblos de indios. Es
importante considerar que la legislación que sancionaba la repartición de tierras comenzó con las tÍpicas imprecisiones y generalidades que favorecÍan a los colonizadores. Las propiedades
de espanoles, de carácter pleno, y la propiedad eclesiástica, que
se caracterizaba por ser intransferible, pronto sofocaron a las
propiedades indÍgenas, tanto las de carácter prehispánico como
las entregadas durante la Colonia. En su estudio, Beatriz Bernal
Gómez (1980) afirrna que el latifundio, aunque en forma excep-
84
Arrpcooerums cor.oNrAr-Es y
pRTMERA
REvor.ucroN
r-ECAL
cional aparece en México en siglo.XVI, se consolida y diversifica
en el siglo x\,11.e
Las superficies propiedad del clero se acrecentaron de tal
manera que para lB10 la mitad de toda la propiedad y el capital
pertenecÍa a Ia lglesia. Aunque la Corona prohibió que ésta acumula¡a tierras, en la Nueva España los decretos, leyes, ordenanzas y otras disposiciones jundicas fueron letra muerta en Ia
práctica. La Iglesia llegó a ser el más grande y solvente prestamista de la época, y su liquidez rebasó a la de cualquier otra
institución o persona. Asi, tanto en la Colonia como durante los
primeros años de la república, el principal terrateniente del paÍs
fue la Iglesia.
A principios del siglo .rx la distribución de la propiedad
territorial se habia polarizado. Por un lado se daban los inmensos latifundios de los esparioles y de la Iglesia v por el otro, una
decadente y reducida propiedad de los pueblos de indios, lo cual
había generado una creciente masa de individuos sin tierras ni
derechos. Este conflicto r,,ino a ser una de la causas más importantes del movimiento de independencia (Madrazo. s.f.: 239).
Las diversas ley,es dictadas durante el siglo xlx no sólo no
resolvieron el conflicto agrario, sino que lo compiicaron considerabiemente. Las primeras leyes de colonización dictadas due
Bernal resume los fundanlentos jurÍdicos del desarrollo de la
hacienda y el incremento del latifundio en los siguientes
puntos: Ias mercedes de estancia de ganado, que con el tiempo
se convirtieron en propiedad absoluta de la tierra; las ventas
ilegales que los conquistadores o sus descendientes hicieran a
acaparadores de tierras; las adjudicaciones hechas a los altos
funcionarios; las ilegales mercedes de las tierras de indios; la
introducción y el establecimiento de mayorazgos; las donaciones
piadosas hechas a la lglesia. y el sistema de composición de
demasÍa, que legalizó las inversiones en las propiedades comunales de los indios y el latifundio. Nota citada en Jorge Madrazo,
In propíedad en la Co¡tstitución, p. 238.
furecooeruros
coLoNTALES
y
pzuMERA,
risvoluclów
t.oc,ql-
85
rante la lida independiente intentaron resolver el conflicto agrario
mediante una mejor distribución de los pobladores sobre el territorio: fa'",orecer la inmigración, sobre todo europea, para incrementar la población del paÍs y ayudar a colonizar y controlar
los territorios escasamente poblados de Ia nación mexicana, y
hacer posible la explotación de una rnayor cantidad de recursos
naturales sin entender el problema real que representaba la
inequitativa repartición de la tierra (citado en Madrazo, s.f.: 239).
En el marco de su investigación sobre la primera gran reforma agraria en México, que cubre cle lB53 a 1909, James
Wilkie hace un breve repaso de la historia de México desde la
independencia hasta 1853 y presenta una perspectiva cronológica de la legislación agraria a partir de esta fecha (Mlkie, 1994:
158). En su estudio, Wilkie hace una periodización de las reformas agrarias que ha sufrido México desde 1853. De las tres
grandes reformas agrarias que él plantea. la primera es la que
cubre de 1853 a 1909. Wilkie tomó lB53 como punto de partida
para su análisis porque este ario marca el comienzo del primer
intento de México en materia de reforma agraria. Asimismo, eligió como final de este periodo el año de 1909 porque *coincide
con la conclusión de un programa agrario efectivo, justamente
antes de la revolución de i910,.
De acuerdo con Wilkie, la etapa inicial de la primera reforma agraria es el primer paso del gobierno para reconquistar sus
poderes y hacer valer los derechos que la Corona tuvo sobre las
tierras de la nación mexicana, aun cuando éstos hubieran cai
do en desuso o nunca se hubieran hecho cumplir, pues nadie se
preocupaba de ello porque habia una cantidad enorme de tierra.t0 Wilkie remarca que cuando Santa Anna asumió el poder
r0
Wilkie señaia que después de la independencia el gobierno
mexicano inició un programa orientado a alentar la colonización con el propósito de poblar vastas áreas alejadas del centro
del paÍs. AsÍ, el Congreso Constituyente General estipuló los pa-
rámetros del programa en el decreto del
l8 de aglosto de...,r
86
A¡npcpoovrps coLoNIALES y
pRIMERA REVoLUCToN LEGAL
por última vez, en abril de 1853, rápidamente inició su programa agrario. Así, el 26 de mayo, mediante un decreto, el presidente declaró que las tierras públicas no escrituradas de todo
México quedaban bajo el dominio de la nación, El 25 de noviembre emitió otro decreto, por medio del cual anulaba la transferencia de esas tierras de manera definitiva, bajo la égida de las
autoridades estatales y territoriales.
ArtÍculo l.
Se declaraba que las
tierras públicas, como propie-
dad exclusiva de la Nación, nunca deberían haber sido enajena-
das bajo ningún tÍtulo ni en virtud de decretos, órdenes, leyes
de las legislaturas, gobiernos o autoridades locales de los estados V territorios de la República.
ArtÍculo 2. Por consiguiente se declara también que las ventas,
cesiones o cualesquiera otros tipos de enajenaciones de dichas
tierras públicas que se hayan efectuado sin la orden y la apro-
bación expresas de los poderes generales, en la forma prescrita,
son nulas y no tienen ningún valor o efecto.
futÍculo 3. Los funcionarios, autoridades y empleados a quienes
ata¡en la ejecución de este decreto procederán, tan pronto como
..le 1824. los aspectos esenciales de esta ley son, según Wilkie:
que permitÍa la distribución centralizada de la tierra; que los
estados no estaban obligados a registrar los títulos de propiedad ante el gobierno central, y que las tierras pertenecientes a
corporaciones -cs decir, aquellas que estaban en manos de la
Iglesia y las comunales pertenecientes a los indios- quedaban
fuera de la colonización. El
2l
de noviembre de 1828, esta ley
fue enmendada y se dispuso que a los jefes polÍticos de los terri-
torios (los territorios que aún no se habÍan constituido como
estados) también les era permitido colonizarlos. Estas dos leyes,
señala Wilkie, sentaron las bases legales para la transferencia
de las tierras públicas y constituyen los antecedentes de los cambios subsiguientes en la legislación agraria que comenzaron con
SantaAnna en 1853 fWllkle, 1994: 137-138).
A¡ne,cpopNres coLoNIALES y pRIMERA RBvoLuctóN
t.sG,AL
87
lo reciban, a recuperar y tomar posesión a nombre de la NaciÓn,
de las tierras que quedan comprendidas bajo lo estipulado en el
artÍculo I y que puedan estar en manos de corporaciones o de
indivlduos particulares, cualesquiera que sean sus prerrogativas o su posición.
ArtÍculo 4. l¿s autoridades iudiciales, civiles o administrativas
no admitirán quejas de ninguna clase ni peticiones cuyo propósito sea el de obtener indemnización de la Hacienda pública por los
danos que puedan alegar los ocupantes o propietarios ilegales,
conforme a lo estipulado en el ar1Ículo anterior, y únicamente
presen'arán sus derechos contra las personas gracias a las cuales
usufructúan las tierras que ahora
se ven obligados a
restituir'
Wilkie subraya que dos aspectos esenciales contenidos en
estos decretos cambiaron abruptamente el rumbo del derecho
agrado mexicano desde la independencia: el primero es que Santa
Anna estableció la premisa del control del gobierno central en la
enajenación de tierras públicas; el segundo es que una vez establecida esa premi§a, anuló todas las transferencias de tierras
públicas, con lo cual garantizó que los demandantes dependieran del gobierno central para obtener un tÍtulo claro y legal sobre la tierra. En julio de 1854, estos aspectos se definieron y
ampliaron más aún cuando, a través de un decreto, SantaAnna
reiteró el control del gobierno central especificando que todos
los títulos agrarios que se hubieran expedido a partir de 1821
estaban su.ietos a revisión bajo su propia ley de colonización.tl
Wlikie dice que Santa Anna tomó estas medidas para centralizar la distribución de la tierra debido a que hasta 1853 las
tierras útiles del tenitorio mexicano no se habÍan deslindado
con exactitud; los estados y los dirigentes territoriales habian
manejado con imprudencia la distribución de la tierra, y parti-
"
cularmente en los casos de Texas y California la inmigración de
estadounidenses desembocó en ia pérdida de muchÍsimo territorioi los hacendados subvaluaban la tierra con el fin de ...o
BB
Ar'¡-rocsooNros coLoNrAr.ES y
pRTMERA
Hevoluclót r.ec¡r.
La segunda etapa de la primera gran reforma agraria en
México se inició en 1856, Wilkie destaca que entre el grupo de
liberales que derrocó a Santa Anna en lB55 oliguraban Benito
Juárez y Miguel Lerdo de Tejada, dos hombres cuya legislación
agraria dejó una marca imperecedera en la historia de México,.12
Durante la primera mitad del siglo )ox la Iglesia consolidó su
situación privilegiada, se convirtió en el más grande latifundista
y detentó un poder político predominante por su alianza con el
partido conservador, El 25 de junio de iB56 se dictó la Ley de
Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad de
Corporaciones Civiles y Religiosas13 con el propósito de volver a
poner en la circulación mercantil las enormes extensiones de
tierra propiedad de la Iglesia. Esta ley contemplaba además a las
corporaciones civiles, entre las que estaban incluidas las comunidades indÍgenas y los ayuntamientos. AsÍ también, el proyecto
liberal concebía la presencia de una clase media rural fuerte para
alcanzar el progreso, la industrialización,la ciencia y el comercio. De ahi la importancia que tenÍa la destrucción preúa de las
estructuras agrarias que se oponían a este proceso.ra
...'-
evadir impr-restos al gobierno central y éste no tenia mane-
ra de comprobar la validez de sus afirmaciones. AsÍ, añade Wilkie,
el requisito de que todas las transacciones se legalizaran ante el
gobierno central remediaría supuestamente estos problemas
fWilkie, 1994: 137-140).
12
Wilkie hace nota¡ que aunque inmediatamente se introdujeron leyes orientadas a cambiar radicalmente el sistema de tenencia de la tierra en México, algunos de los preceptos que habÍa introducido el gobierno conservador de Santa Anna fueron
trasladados al nuevo régimen liberal (Wilkie, 1994: 140).
13
Esta ley es llamada nley [erdo,, por el nombre de su autor,
Miguel trrdo de Tejada, quien fue ministro de Hacienda durante el gobierno del presidente Comonfort.
ra
En su estudio, Estrada considera que dada la concepción que
los liberales tenÍan de la civilización y el progreso, la exis-
...o
Atrocroemrrs
coLoNrAr,ES
y
pzuMERA Rei¡oLuclów
t,ecaL
89
La tierra entró en circulación mercantil pero los efectos de
la Ley de Desamortización no fueron los esperados. En tan sólo
seis meses se desamortizaron inmuebles por un valor total de
23 millones de pesos (Estrada, 1981: 604), dándose una gran
concentración de ellos porque a través del mecanismo de la denuncia las personas ricas adquirieron grandes extensiones de
tierra. Las denuncias afectaron también a las propiedades de
los pueblos de indios y de los ayuntamientos, lo cual redundó
en un considerable incremento de los campesinos sin tierra; por
este motivo algunos pueblos indios se sublevaron en varias re-
giones de México.
El artículo 27 dela Constitución de 1857 se interpretó en
el sentido de que debÍan considerarse extinguidas las comunidades indígenas. En junio de 1859 fue dictada e inscrita en el capÍtulo de las Leyes de Reforma la ky de Nacionalización de Bienes
del Clero. Los fines políticos que la motivaron se cumplieron,
pues el poder civil recuperó su hegemonÍa. Otra legislación importante promulgada por Juárez fue la Ley de Ocupación y Enajenamiento de Tierras Públicas del 20 de junio de 1863.
ArtÍculo l. Las tierras baldÍas, para los efectos de esta ley, son
todas las tierras de la República que no se hayan apartado para
uso público por parte de la autoridad facultada para ello por ley,
y que no hayan sido cedidas por la misma, ya mediante un título en el que se haya considerado su valor, o ya gratuitamente, a
algún indiüduo o corporación autorizados para adquirirlas.
...,-
tencia de las comunidades indigenas pudo haber sido vista
como un obstáculo para construir la nación próspera que ambicionaban. Esta observación contradice el argumento de que no
fue intención directa de la ley desamortizar los bienes de la comunidades indígenas y de los ayuntamientos pero que ello
tuvo que hacerse porque las disposiciones eran generales y no
podrían constreñirse solo a los bienes de la Iglesia (Madrazo,
s.f.: 239).
90
A¡{rEcpoeN"Ios coLoNIALES Y PRIMERA Revoluctó¡l lecru,
ArtÍculo 2. Cada habitante de la República tiene derecho a denunciar solamente 2 500 hectáreas [...] y no más, de tierras
baldías, salvo los oriundos y ciudadanos naturalizados de las
naciones adyacentes a la República, quienes no pueden adquirir bajo ningún tÍtulo tierras baldÍas en los estados fronterizos.
t...1
Artículo 9. Nadie puede oponerse a la medición, deslinde o cualesquiera otras actividades que sean necesarias para determinar la verdad o la legalidad de la denuncia de tierras que no
estén baldÍas, cuando ello lo ordene ia autoridad competente.
Pero en caso de que en la adjudicación se declare que la tierra
denunciada no es baldía, en su totalidad o en parte, habrá derecho a indemnización por los daños que resulten de ia denuncia
y se reservará el derecho a una demanda penal en caso de que
hubiere fundamentos para la misma.
t...1
18. El decreto judicial sobre el terreno baldÍo, ya sea en
propiedad o en usufructo, no tendrá completa validez sin haber
sido antes aprobado por el Departamento de Fomento.
futículo
Esta ley, observa Wilkie, odefine que son 'tierras públicas',
estipula quiénes pueden y quiénes no pueden denunciar estas
tierras, reitera el control de la titulación de las mismas por parte del Departamento de Fomento y señala cuánta tierra puede
denunciar cada personar. Es de notar, añade Wilkie, que el artÍculo 9 de esta ley upasó a ser la premisa para los actos cometidos por Díaz y su gobierno, cuyas 'autoridades competentes'
aprovecharon esto para arrebatarles tierras a los indios, (véase
Wilkie, 1994:252).
Wilkie distingue como tercera etapa de la primera reforma agraria de México la que se inició con la puesta en vigor de
dos importantes leyes de colonización: la ley provisional de co-
lonización del 31 de mayo de 1875, promulgada por Miguel
Lerdo de Tejada durante su mandato como presidente interi-
A¡lr¡csoorur¿s
coLoNTALES
y
pRTMERA
Rrvolucróru
locnr-
9i
no,'5 y la del 15 de diciembre de 1883, promulgada por Porfirio
DÍaz, ambas dieron ori§en y permitieron el desarrollo de las
compañÍas deslindadoras. La ley de 1883, señala Wilkie, reafirmaba en esencia la de 1875 pero le agregaba nuevas dimensiones. AsÍ, el Ejecutivo controlaba el proceso de denuncia
y podía ocontrataro directamente con organizaciones privadas
que recibirÍan, como compensación por sus costos de agrimensura y demarcación, una tercera parte de las tierras deslindaclas.l6
En marzo de 1894, Díaz promul§ó la Ley sobre la Ocupación y Traslado de Terrenos BaldÍos, la cual derogaba la Ley de
Ocupacióny Enajenamiento deTierras Públicas dejunio de 1863,
asÍ como la Ley de Colonización de 1883. Wlkie hace notar que
esta ley, además de ser más radical que cualquier legislación
prerria, anulaba las sanciones y restricciones sobre extensiones
antes estipuladas.rT AsÍ también, DÍaz estableció contratos con
numerosas empresas extranjeras que aprovecharon las leyes
para hacerse de grandes propiedades. Lo anterior dio como resultado, por un lado, los despojos a los pueblos de indios, cuyas
tierras se les habían transmitido en tiempos inmemoriales muChávez (1970: 252l' señala que en el articulo I de la ley del 3 I
de mayo de 1875 se encuentra el comienzo de las llamadas comr5
pañías deslindadoras, cuya creación influyó de ma¡era decisiva
en el agravamiento del problema agrario hacia finales del siglo
xx.
Wilkie hace notar que durante el régimen de Díaz más del 50
por ciento de las transferencias agrarias legales y documenta'6
das se realizaron por medio de decretos fundamentados exclusivamente en esta ley.
17
Se arulaba el requisito de que las tierras que se daban a las
compañÍas deslindadoras se vendieran en extensiones inferiores a 2 500 hectáreas y cualesquiera sanciones a las que dichas
compañías se hubieran podido hacer acreedoras por la violación de tal restricción fWilkie, 1994: 150).
92
A¡trceoerutgs cor-oNIALES y
pRIMERA
R¡vor.ucró¡l L¡,cel
chas veces sin ninguna tltulación, y por el otro, el acelerado
desarrollo del latifundismo.
AsÍ, Wilkie establece por primera vez la relación que existió entre la intención implícita de las leyes agrarias de esa primera reforma y el resultado de ellas, mostrando cómo nfue el
dictador Santa Anna quien estableció las premisas que dieron
pie a la legislación agraria promulgada bajo los gobiernos liberales de sus sucesores,. Wilkie asegura además que fue también Santa 6¡¡¿ «quien introdujo el concepto de centralización
de la distribución de la tierra y quien antenazó con la desamortización de los bienes de la lglesia. Cada una de las administraciones subsiguientes mantuvo la prenrisa de la distribución
centralizada y la Iglesia fue despojada de sus propiedades con
fundamento en la Ley krdo de 1856, en el artjculo 27 de la Constitución de 1857 y, finalmente, con base en la ley de la nacionalización de los bienes eclesiásticos. promulgada en 1859, (Wilkie.
1994:156-l58).
El esquema liberal de la dictadura de Porfirio Díaz esperaba que con el auge de las exportaciones y la formación de una
amplia infraestructura económica se estimularÍan los mercados
internos. Con ello tendrÍa lugar la formación de capitales mexicanos que, junto con los externos, se aplicarÍan a promover ac-
tividades agropecuarias, mineras e industriales orientadas a
satisfacer la demanda interna, La actil'idad agropecuaria dedicada al consumo interno carecÍa de consistencia, por lo que su
oferta fue sustituida durante un üempo por la importación de
alimentos. Sin embargo, al debilitarse la exportación por la crisis, la importación de alimentos básicos se frenó y la escasez y
el hambre golpearon aI grueso de la población del país.
En el sector agropecuario la intervención del Estado consistía en crear condiciones adecuadas para que los poderosos
impulsos externos ejercieran su efecto transformador, Así, aunque en el sector se requerían transformaciones agrarias profundas, el Estado no podía ir más allá de favorecer la destrucción
de los reductos de propiedades comunales y aplicar polÍticas
¡IrñTECEDENTES coLoNL{I-ES
y
pRIMERA REvoLUCIóN
LEcAL
93
para poner a circular en el mercado las tierras propiedad de la
nación mediante su deslinde y apropiación privada,
La enorme afectación y concentración de tierras que produjo la polÍtica de deslinde de tierras baldÍas a partir de la ley de
1883, a fin de acelerar el proceso de su incorporación a los mercados de factores y a Ia explotación de las tierras incultas y
comunales, concedieron en propiedad a las empresas deslindadoras un tercio del total de esas tierras que pudiesen localizar y
delimitar topográficamente. Con este mecanismo, el Estado dio
lugar al reforzamiento del latifundio y no al incremento de pequeñas explotaciones. De esta manera, la hacienda se convierte
en la unidad socioeconómica más fuerte y dinámica de la economía agrÍcola de ese tiempo. Su producción se dirige al mercado interno y de exportación, adernás de poseer caracterÍsticas
propias de uso de la superficie agrícola que tenÍa. El trabajo
requerido para el funcionamiento de la hacienda lo realizaban
trabajadores que vivÍan en ella y empleados eventuales; los primeros eran peones acasillados que recibían sueldo en especie y
la otra parte en efectivo, con derecho a explotar un minifundio
sin gravámenes y en habitación; los segundos. trabajadores asalariados que recibÍan pagos Ínfimos.
A finales del siglo xx el debate sobre la distribución de la
tierra fue una de las banderas básicas para lograr el consenso
con el campesinado. Aunque éste ignoraba la importancia política de tal moümiento, se adherÍa por hambre de justicia y de
tierra, que era su interés inmediato. En esta época la demanda
de una reforma agraria creció entre la población urbana y rural;
la expropiación se presentaba como una opción para acallar las
reiteradas opiniones de intelectuales, polÍticos, periodistas
y publicistas que frecuentemente lo hacÍan punto de discusión y
debate público a medida que la situación en el campo se hacia
cadavez más explosiva por la gran diferencia que se daba entre
los poseedores de grandes extensiones de tierra y los campesinos que no la poseÍan. Un hecho sisnificativo que reforzaba
la opinión generalizada de que habían de realizarse cambios en
94
Arrocnoouros
coLoNTALES
y
pRTMERA
Rgvol.ucroN
LEGAL
la tenencia de la tierra y las formas de producción en el campo
para supera-r los problemas tanto de ésta como de la propiedad
era que, a pesa,r de que el 80 por ciento de lafuerza laboral se
encontraba empleada en la agricuitura, este sector no mostraba
capacidad de autosuficiencia alimentaria de básicos para la población (Silva Herzog, 1959:I58),
Al iniciar el presente siglo la propiedad se encontraba otra
vez en manos de los latifundistas y los pequeños propietarios.
El debate se inclinaba por la eliminación del latifundio como
unidad económica principal en el campo, prefiriéndose pequeñas propiedades privadas y las unidades productivas familiares
con el doble propósito de eüta¡ los levantamientos campesinos
al ofrecerles tierra, que tendrÍan que pagar de alguna manera, y
elevar la producción de alimentos básicos. Sin embargo, estas
acciones no se realizaron y la inconformidad campesina continuó en aumento hasta desembocar en la revolución mexicana.
Como sintetiza Schenk, muchos de los autores contemporáneos que han investigado las causas de la revolución mexicana han descrito las circunstancias en el campo mexicano en
r,Ísperas del movimiento como un ámbito en donde:
los grandes terratenientes y especuladores habÍan tomado posesión del campo mexicano de manera desmesurada durante el
siglo )ilx. Los miembros propietarios de las comunidades propietarias de tierras antes independientes -principalmente pequeños campesinos- se vieron forzados a ganar su subsistencia
bajo condiciones malas en las fincas de los terratenientes o en
la industria naciente. Dicho proceso de proletarización supuestamente se aceleró de manera considerable en la segunda mitad
del siglo xx debido a la administración de los gobiernos liberales consecutivos que se habían propuesto la privatización de las
tierras de las comunidades. Esta privatización también llamada
desamortización fue impulsada por los gobiernos de la Reforma
(1856-1876) e implicaba para los miembros de las comunidades
que la propiedad colectiva de sus tierras dejaría de ser inaliena-
Aurpcroonrros cot oNIALES y
pzuMERA REVoLUCToN
LEGAT.
95
ble, y que debÍa adjudicarse en propiedad prirada a los usufruc-
tuarios y arrendatarios de la misma. Se suponía que estos nuetieras por circunstancias
vos propietarios pronto perderÍan sus
económicas o debido a abusos por parte de los gobernantes locales. De modo que se agudizaron las contradicciones dentro de
una sociedad básicamente agrícola -en donde estas comunidades siempre ocupaban un lugar importante- hecho que trajo
como consecuencia la corrupción de la estructura comunal exis-
tente y como resultado final, una concentración de tierras en
manos de los grandes terratenientes (Schenk, 1991 231-232).
Por el momento, remarca Schenk, «no queda claro en qué
medida se llevó a cabo este proceso -que en sÍ nunca fue objeto
de discusión alsuna, (Schenk, 1991 232). Y agrega: ulas esümaciones respecto a la magnitud de la privatización, el primer paso
en el proceso, difieren mucho». Para avalar algunos de sus argumentos, Schenk utiliza el estudio realizado por Frangois-Xavier
Guerra (véase Guerra, 1985, vol. 2), quien ha demostrado la total
imprecisión de las estadÍsticas respecto a la proporción de la propiedad de üerras durante el porfiriato, las cuales son utilDadas y
consideradas por muchos historiadores como la base de apoyo
de la llamada oleyenda negra», Guerra señala que los Censos Nacionales de 1895, 1900 y 1910 son la base principal de dichas
estadisticas y asegura que estos censos incurren en en:ores graves y clasificaciones ambiguas; de ahÍ la interpretación equívoca
acerca de la subestimación de la extensión y el total de pequeños
propietarios. Estos censos, además, se utilizaron como base de
las estadÍsticas de estudios ahora considerados clásicos tales
como: I¡s sistemas de la propiedad rural en México,l8 de George
rsSchenk hace notar que sin duda alguna la
obra más influyente acerca de las relaciones de propiedad en el campo mexicano
durante el slglo xx es la de George McCutchen McBride y cómo
los estudios para el siglo xx se basan en gran medida en esta
obra. También explica cómo McBride, en su libro publicado
.
..,e
j
LEGAL
AmECEDEIITES coLoNtALES Y PRIMERA REvoLUCtÓN
McCutchen McBride, y The Mexicon ogrorionreuotution, de Ffank
Tannenbaum, asÍ como de las Estodisticas económicas del porft
riato, Juerza de trabajo g actiuídad económica por sectores, dirigidas por Moisés González Navarro (Schenk, 1991: 235).
De acuerdo con Guerra, los censos clasifican a Ia pobla(quince
ción
millones en l9l0) según su actividad principal y la
categoría polÍtica de las localidades. En la división territorial
que se hizo en los años 1900
y
nes, rancherÍas, haciendas
y ranchos. La población
1910 las categorías más importantes son: ciudades, villas. pueblos, minerales, congregacio-
agraria
económicamente activa se divide en los censos de 1Bg5 y 1900
en tan sólo dos categorÍas: nag,rir:ultor, y «peón o jornalero,. En
el censo de 1910 se agregó uria tercera categona, la de ohacendado,. I¡s *hacendados, antes forniaban parte de la categorÍa
"asricultor,. Según elcenso de 1910 (en elque todavía más de
dos terceras partes de la población económicamente activa trabajaba en actividades agrícolas) el número de hacendados ascendía a 836. Guerra advierte lo erróneo de esta cifra ya que el
total de hacendados tan sólo en los estados de Chiapas o Yucatán
era superior. Una gran cantidad de hacendados seguramente
fue considerada en 1910 como agricultores {Schenk, 1991: 235).
El problema, indica Schenk, radica en 1o que se debe en-
tender por «ag¡¿u116¡» y «peóIl
o
jornalero,:
...(r en inglés en 1923 y traducido al español en lg5l, odio un
resumen de la historia de la tenencia de tierras en México a
partir del tiempo precolombino hasta principios de la Reforma
a§riarÍa,. uRespecto a la desamortización de los terrenos contunales McBride señala que la mayor parte de los comuneros perdieron sus tierra v que se llel,ó a cabo una fuerte concentración
en la tenencia de tierra, según é1, en algunos estados un porcentaje importante logró consenar las suyas, (Schenk,
233, 235).
l99l:
A¡,"rocgoe¡vros coLoNfALEs y p«IMERA R¿r¡oLUCróru
r.ec¿r-
97
Bajo la categorÍa oagricultor, parecen estar incluidos campesinos y propietarios prósperos, trabajando por su propia cuenta,
a veces con trabajadores y propietarios de animales de tiro y
tierras. La categorÍa (peón o jornalero, es aún más amplia. Es
probablemente una categorÍa residual donde todos los campesinos ¡r trabaiadores que según las autoridades no podían ser pro-
piamente llamados nagricultor, o nhacendado, se hallaban
registrados. El término npeón, se utilizaba pitra aquellos que
trabajaban en los latifundios. Los historiadores hicieron una
división entre peones acasillados, es decir peones libres que sólo
en época de siernbra o cosecha eran contratados. Los peones,
afirnra Guerra, podian ser dueños de terrenos como lo eran en
la práctica. El término njornalero, tiene un significado muy amplio. Aunque njornalelo, Iiteralnrente signilica asalariado, de los
archivos se desprende que hacia finales del siglo xlx este térrnino fue utilizado como sinónimo de campesino. Comuneros, pequeños propietarios, arrendatarios y medieros eran llamados en
la vida cotidiana ojornaleros,. Cientos de compradores y vendedores de tierras del estado de Méxlco fueron registrados en los
protocolos notariales de ese periodo ¡srns ,,jornalero,. El hecho
de que los «peones ojornaleros, realmente pudieran poseer terrenos, lo pasaban por alto los encargados de realizar los cen-
sos. En sus estadísticas dejaban sin considerar el agregado
original o njornalero, y presentaban asÍ un arnplio grupo de campesinos (comuneros entre ellos) como peones sin tierra. Asi que,
según ellos, entre 96 v 970/o de las cabezas de familia en el campo mexicano en l9l0 no poseian ninguna propiedad individual
(Schenk, i994 : 236-237).
AsÍ. señala Schenk, la carencia de una clasificación clara
constituye, como para las estadÍsticas nacionales mencionadas,
un serio defecto estructural, lo que genera información enganosa. Una consecuencia es la subestimación de la pequeña propiedad. AsÍ, la compra colectiva de un rancho, una hacienda o
finca por un grupo de campesinos o por los habitantes de un
98
Arnecenexrps cor.oNrAi.Es y
pRIi\,{Etu\ kE\oLLlctoN I.ECAL
pueblo cambiaba el carácter de la propiedad y con mucha frecuencia la dii¡isión de estos bienes no era considerada elt 1as
estadÍstlcas hechas durante el porfiriato. Por eso taulo las estadÍsticas nacionales como las estatales presentan una imagen
bastante deformada de las relaciones de propiedad.
Por otra parte, las regiones donde liegó a dominar la pequeña propiedad se caracterizat-) por encontrarse en territorios
más o menos montañosos a cierta distancia de los valles centrales. Así, regiones como Michoacán, Hidalgo. Guerrero, el Bstado
de México y otros territorios localizados en las faldas del altipla-
no o en lugares ieianos de centros de desarrollo se beneficiaron
muv poco o nada con la llegada del ferrocarril a México (véanse
Meyer, 1986: Schrver. 19791 Jacobs, 1982, y Brading,'e lgB0).
Eir muchos casos su aislamiento aumentó más aún, dificultando el desarollo agrÍcola de estos territorios. Sin embargo, al
rnismo tiempo, constituyó una lbrma de protección para los campesinos determinó tanto su posición en el mercado regional como
la seguridad en ia propiedad de las tierras.
James Wilkie señala que durante este periodo fue muchÍsima la tierra que cambió de manos y que la carencia de estadÍsticas detalladas en materia de enajenación de tierras públicas
ha sido una de las razones por las cuales ha resultado dificil
para quienes estudian el tema evaluar el efecto de este cambio
(Wilkie. 1994: 158J. Además, remarca que fue durante el gobierno de Díaz cuando una enorme cantidad de títulos de tenencia sufrieron el traspaso forzoso de propiedades que no erall
haciendas (como granjas comunales, propiedades medianas o
pequeñasJ a posesiones tipo hacienda y que la política de este
gobernante modificó ei concepto de nenajenación, de tierras,
re
Este autor señda que conglomeraclos de pequeñas propiedades y ranchos aparecían a lo largo de la repriblÍca mexicana,
dominando a \¡eces distritos enteros. D.A. Brading (ed.) Coudillo
and peasant in the ltÍexícan reuolulion, Cambridge, I g80, citado
en Schenk (1991).
Angce»cutrs
coLoNIAI.ES
y pRIl\{ER\ RE\rot.uctoN
LEGAL
99
que de ilegal pasó a ser legal. Tai enajenación. adüerte Wiikie,
se definÍa entonces como una redistribución legalmente permitida v a menudo obligatoria de las tierras públicas, que pa-
saban a convertirse en grandes fincas privadas (Wilkie, 1194:
i29- 130).
Wilkie aclara los r¡ados significados de la palabra enaienación:
"Segtin el contefo, puede significar uredistribución,. utransferencia, o utransferencia obligatoria,, de tierras, en todos los casos de nranera legal (o ilesal), coniorme a lo que sigue: balclÍos
(concesiones de tierras públicas sin titulos de propledad, a personas ql¡e las solicitan): ventas (r,enta de tierras públicas): composición (conc'esiones de tierras qrre \/a se poceÍan sin titulo legal);
deslindes (tienas otorgaclas a las conrpañÍas deslindadoras qLle
localizabar y delimitaban tierras públicas por nadie reclamadas): .no haber baldios, (tierras [declaradas no públicas] que en
primera instarcia se determinaba que eran privadas); ejidos (con-
cesiones de tierras comunales a miembros individuales de la
comuna).
Wilkie argurnenta que las decisiones se toman sobre la
inlbrmación oficial y que en las estadísticas oficiales están contenidas las cantidades de tierra que fueron dadas y registradas
por ios gobiernos. Mucha gente reclamaba ser o haber sido propietaria de la tierra que cambió de manos, lo que se convirtió en
un problema imposible de resolver. l.o que sÍ sabemos, dice \4lilkie, es que la tierra cambió legalmente de manos, hecho que
levantó a la gente del campo: sin embargo, 1o que sucedió legalmente no significa que fuera así. A principios del siglo esta situación asustó a todo mundo; nadie sabe con certeza qué pasó,
pero 1o qlle sÍ sabemos es 1o que todos pensaban que pasaba.
De ahÍ que en esta época la demanda de una reforma agraria
creciera entre la población urbana y rural y se presentará la
expropiación como una opción para acallar las insistentes opi-
A¡receoprures coLoNIAt,ES y pRIr\tER{ i<evoLtrclóru
i00
t,EG,qL
niones de intelectuales, políticos, periodistas y publicistas, que
frecuentemente lo convertÍan en un punto de dlscusión y debate público.
Una de las aportaciones más importantes del estudio
de Wilkie sobre la primera gran reforma agraria de México son
las series estadísticas de 1853 a 1909, que sobre ia enajenación de tierras públicas por estado, por tipo 1, por periodo elaboró utilizando estadÍsticas que reunió en la década de los
sesenta y cuyas fuentes principales son las lúemonosy el Anuono
estadístíco de la SecretarÍa de Fomento de México. Bstas series permiten poner a prueba la validez de diversas estadísticas globales de enajenación, además de constituir una base
en la cual apoyar estudios sobre el cambio de la tenencia de la
tierra en México durante el si§lo xtx.20 \[rilkie desarrolla la
información estadística en foruia de datos globales y datos
desglosados. Estos últimos proporcionan el fundamento para
el análisis del efecto que tuvo la polÍtica gubernamental en los
estados y territorios. mostrando además la base geográfica
mediante la cual se llega al total. El estudio de Wilkie se centra en el traslado de tierras públicas, asi como las pertenecientes a corporaciones civiles y eclesiásticas, y no incluye las
transacciones entre particulares (dicha información no existe). La información está ordenada conforme a los tres perio2'r
Hasta antes de que Wilkie hiciera su estudio, los interesados
en la materia únicamente podian recurrir de manera inmediata
a estadisticas globales sobre la enajenación de tierras púbiicas,
tales como las contenidas en los trabajos de Helen Phipps (quien
trató de cuantificar la enajenación de tierras públicas únicamente durante el régimen de DÍaz) y de José L. CosÍo (quien
establece la cantidad total de terrenos baldios nadjudicados, entre
1824
31
1906), entre otros autores. Sin embargo, Wilkie señala
que las cifras de las estimaciones presentadas en dichós estudios no presentan ni una metodología ni un desglose completo y, por consi§uiente, han hecho surgir dudas v confusiones.
A¡necgo¡n'res cot.oNrALES y
pRll\{ERA
R¡l,olucróu
lpc¡¡-
101
dos en que Juárez, Lerdo y Díaz fueron los dirigentes principales.2l
Del análisis de Wilkie sobre los efectos que tuvo la legislación agraria por periodo de I 853 a 1909 -a consecuencia de las
leyes promulgadas por cada administración- de las tierras legalmer-rte enajenadas y documentadas, podemos distinguir entre los subtotales por estado y los lotales globales, incluyendo
enajenaciones donde no sabemos los estados involucrados. Los
cuadros 2.1y 2.2,v la gáfica 2.1 muestran que los datos por
estado ascienden a un total de 51 061 654 hectáreas, es decir,
el 26 por ciento de la superlicie agraria total de México. Wilkie
remarca qLre las tierras enajenadas bajo el régimen de Díaz representaron el 93 por ciento del total, o sea 47 483 900 hectáreas. Juárez redistribu-l¡ó el 6 por ciento del total. esto es, 3 023
365 hectáreas, y I-erdo. el 1 por ciento, equivalente a 554 389
hectáreas. También es interesante señalar, escnbe Wilkie, «que
ningun presidente mexicano, ni antes ni después, ha logrado
distribuir tantas tierras como DÍa2,.
2'Wilkie expone las razones por las cr-rales hace esta periodiiación.
Explica que aun cuando desde 1853 hasta l863 Santa tuina.
Comonfort
y
Ma-xímiliano estur.ieron en el poder en distintas
épocas, alternándose con Juárez; asocia a este último la tierra
enajenada debido a varias razones, entre las que destacan: Santa Anna estuvo en el poder durante un tiempo relati,"amente
corto v, dada la caótica situación polÍtica de1 paÍs, difícilmente
podría haberse llevado a cabo un programa agrario coherente;
se
dio la Guerra de los Tres Años v no se publicaron registros: la
polÍtica de M¿rximiliano fue similar a la de Juárez y se basó en
las leyes promulgadas por los liberales. y Juárez reconoció ios
tÍtulos agrarios otorgados por Maxirniliano adicio nándolos a los
otorgados por su propio gobierno. Asinrismo, adjudica aDíazla
tierra enajenada entre 1877 y 1909 porqLre, aun cuando entre
1880 y 1884 Manuel González Iue presidente de México, el verdadero líder de esa época era Díaz {Wilkie. 1994: 152-153).
102
Ar,-r¡cpo ot{rss co I-oNIALES Y
PRII'IER
\
Revot.Lr ctÓN Lgc,qt
Cuadro 2 1
Subtotal legal de enajenaciÓn de tierras por tipo y por periodo
872
Baidios 3 023 365
V.ntas
Compcs:iones
Deslrhdes
Nc haber ba c cs
E dos
lóta
3 c23 365
I 353-1
1
876 1311'1909 Tota Porceniale
de total
9885 112 13 ¿62926 264
554 389
10 4
5 306 02-c 5 306 029
26
1 3C2 956
I 302 956
51
9
29 5Ü A't1 29 5Ü All
24
1 2A1 114
1 2A1 114
0.03
201 5;E
201 558
41 483900 51 061 654 100 0
554 339
E7-?-l
Cfr el tota llrutc (rncuye ter¿s paia las cuaes no se conccen os est¿dos lnrolucrados) dado e¡ el
(uadro 2.3
Cuadro proporc onado por Wrlkie.
deb do ¿ una om srón de
5 q
o
xx
Se
publt(¿
aqli por primera vez porque no
ap¿rec Ó en W lk e (1994)
Editores.
Si comparamos los datos globales del cuadro 2.3 podemos
que
ver
el total de tierras enajenadas ascendió a 62 16+ 104
hectáreas, es decir, el 31.6 por ciento. Aquí se publican por primeravez los cuadros 2.1y 2.2 y la grálica 2.1 de las estadísticas
de Wilkie, estos cuadros y gráfica están referidos al estudio de
Wilkie uPrimera reforma agraria en México, 1853- 1909, a través
de la estadÍstica nacional», Que forma parte de obra intitulada
In estctdística económica en l)[éxíco. Los oríqenes. Sin embargo,
debido a un error de la casa editorial Siglo .r-xt, estos cuadros no
fueron incluidos en el estudio de Mlkie. Sí se publicó el cuadro
2.3, titulado ahÍ apéndice D.
De entre los efectos que tu\¡o la legisiación agraria en el
tipo de tierras enajenadas. Wilkie obsen a que con anterioridad
a I876la única categorÍa de tierras que se podÍa trasladar por
ley era la de terrenos baldÍos, es decir, las tierras públicas. Entre lB53 y 1876 se enajenaron3 577 754 hectáreas de este tipo,
que equivalen al 7 por ciento del total de tierras enajenadas por
estado y al 19.4 por ciento de los terrenos baldíos enajenados.
La Ley de Colonización provisional que promulgó Lerdo deTejada
en lB75 -la cual abrió el paÍs a las compañÍas deslindadoras-,
reforzada por la Ley de Colonización de 1BB3 y por la Ley de
Ocupación y Enajenación de Terrenos BaldÍos de 1894, sentó
1as bases legales para el pago mediante tierras a estas compa-
AvroceooNr¡s cor.oNlALES y
pRTMERA
r03
R¡\ror.ucroN LEGAL
Cuadro 2.2
Subtotal de tierras enajenadas por periodo presidencial
(igual a los totales por estado en el apéndice A de Wilkie)
Altu:
i..-..
:!¡:
Peirodc
!t.i
!
JC
trr.iiti
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illúr:: ^.
Pror¡ed
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.Juarista
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ntermedro
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85i-1
E6l-1
E57
E67
t¿67-1E7)
lrnal
Ictal
141e,
Lerdista
Porfi rista
131 -1
ln cia
1811-1893
ntermedrc
189-1-1-o0C
5!
215
2t5
51
I Ear
li2
6C
: lr:
4i
t¡r
205
8,1
19!i-19i9 102
Fr¡al
To r¿1
185i-r909
Total
I
36t -r6t
1Á¡
:ÁE
5 505
354
+ f J-
18 4-?5
11 196
35 53-1 120
.1 514 22b
173 58r
5i 973
i65 5)d
1) 21t
12\ 44)
391
J7.131
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602
51
06i
654
PcÍcenta.le
de Ja superenalen:do f,c e toi¿1
del
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{
2b
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1b
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93
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264
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cr¿dro 2 3.
' Redc¡de¿d.l e¡ Él pcraerlala enterc m¿s ae¡r¿n r. I llenos iel I 00f rrenlo
Cradrcpro¡rorconadoporlvrlkie Sepublir¿aquLporprm€ravezporqueno¿p¿recóen\! ke(1994)
deb do ¿ una om s ón de 5 qlo r+ EdLlores
(
Total bruto de tierras enajenadas, 1853-1909
f
Años
sc¿les
Tctai
c1e
me5e5
¡ectáre¿s
Prorned
o
toi¿1es mensu¿l
enalerradas
Porrentale
del
total
Porcenrale
de ia super.
fiare total
en,:lenado'
Juarista
1853-18,51 50
cra
215 255 5 505
I 863-1 867
54 1 3E2 42 34 65,1
nai
366-1 672
60 365 963 14:32
1353'1872 t64 i C23 365 18 115
Total -.
Lerdista 1873-1876 47 554 389 11 795
Porfrrista
l¡ cial
1311 -18,93'
1 3 328 4el 54 565
ñ1edio
lnrcra
1882'1831' 120 40 902 9-16 340 858
ñ'ledio fln¿i
iA92-1900 108 7 222921 66319
1901-19091 102 ] 132 il6 T A21
[inal
1811-19A9 391 58 586 950 149 839
Total
Tora
1853-1909 6A2 62164104 180070
ln
lntermedro
F
1.0
1
1
15
1.1
6
66
12
11
o/
100
20.E
3.1
36
lop
i]
6
l972,Los
'Redo0deadoalporrental€enterornas(ercafo.bFu€nte:5¡áüi¿/ralabstñdaíLat¡nAnerlc¿
1974,p 41 L¡scrfr¿sÉstárenklómetrosruadrados.ParaconveL
Angelús,!:rALalinAmericanCente¡
lulosenherláre¿smultrpliqueseporl00'nrluyeoiaembrede1876.dAl30delun0del909
deL 1 por clefto
F!ef1e: Wilkie 1994), apéndrce D.
(
"[,1eros
Aulecoostros
104
*
Meses
50
54
60
41
205
84
102
Total de tierras enajenadas por periodo
Años
853-r 857
1863-1 867
1867-1E72
1813-i816
1
877-1 893
1
894-1 900
1
901-1909
6A
8s7
1 863-l 867
I 853-1
84
i861-1812
1813-1816
1877 1893
1 894-1900
102
190',1-1909
205
ones cle hectáre¿s, por elernplo 5 = 5'000,000 de hectáreas.
Promedio mensual de tierras enajenadas por periodo
l\4eses Años
41
Gráfica 2.1
r
in n¡
50
54
cot.oNIALES Y PIIIMER{ REVoLUCIoN LEGAL
En
Presidente
m
es de heciáreas, por elernp o:
25 = 25,000 de hectáreas
Total de tierras enajenadas en el periodo
Años
.lu¿rez 1853-1872
1
872 1 876
1877-t -c09
Diaz
Ef nr I ones ae hectáreas, por elemplo: 5 = 5 000,000 de hectáreas
Presidente
Total de tierras enajenadas en el periodo
Añcs
.luárez 1 853'1 872
1812,187 6
Daz
1817
-1949
o
Ef mi ones de hectáreas, por elemp o: 25 = 25,000 de hedáre¿s
Promedio de enaienación mensual, 1853-1909
602mos
1353-:909
l§§ffi§W
25
0
*
n
50
75
100
125
150
En
cnes de hectáreas, por elemp o 25 = 25,000 hectáreas
Gráiica proporcionacia por \\llikie. Se pubiica aqui por primera vez
oorqr,e no aparec ó en Wilk e (1 994i debido a una omLsión de S glo xxl Edrtores
115
fu,racpooNrns coLoNrAl.ES y
pRTMERA REVot.uctóN
LECAL
105
ñias, que recibieron las mayores cantidades de tierras transferidas. En efecto, señala Wilkie, pasaron a manos de estas empresas privadas 29 587 0 i I hectáreas, que significan 57,9 por ciento
de todas las tierras enajenadas, Las ventas de tierras públicas,
nlas composiciones» v las transacciones bajo el concepto de ono
ltaber baldÍos», enajenaciones todas ellas hechas al amparo de
la ley de 1894, representaron en conjunto 7 8i0 159 hectáreas,
esto es, 15.4 por ciento deltotal. A los ejidatarios a quienes se
habÍan cedido tierras en posesiórt indir¡idual de 1894 en adelante se les dieron 201 558 hectáreas, que equivalen a 0.03 por
ciento. No cabe duda, expresa Wilkie. de que los principales
beneficiarios de la legislación agraria fueron las compañías deslindadoras y los seguidores poiíticos de Díaz. A este respecto,
añade, los indígenas ejidatarios fueron quienes menor cantidad
de tierras recibieron y. en consecuencia, quÍenes menos se beneficiaron del reparto.
De entre los patrones interesantes que surgen a partir de
los datos referentes a la distribución geográfica de las tierras
trasladadas, \\¡ilkie concluye lo siguiente:
Los tres presidentes centraron sus programas en las regiones del norte y el noroeste (véanse los apéndices 1, 2 y 3). Estas
regiones geográficas comprenden el 61.9 por ciento del total de las
tierras de Mexico, y entre ellas se distribuyeron B3.B por ciento de
todas las tierras enajenadas por estado. Balo el régirnen deDíaz,
agrega Wilkie, el Golfo de Mexico y la región sur del PacÍfico recibieron mayor atención que durante las admhristraciones anterio-
res. Estas dos áreas abarcan el 21.3 por ciento del total de la
superficie agraña mexicana. La región central del país prácticamente no fue tocada por ninguno de ios gobiernos a los que nos
estamos refiriendo. remarca Wilkie, va que durante todo ei periodo, es decir de 1853 a 1909. sólo se trasladaron en ella 342731
hectáreas, que equivalen a 0.8 por ciento del total.22
22
Esta información es rnuy relel'ante porque nluestra cónro se
dio la enajenación de tlerras en esta reglón, coadyul'ando ...c
106
Antpceoe¡irss
coLONL{r-ES
y
pRrMErd\ REvot.ucroN r-EGAr.
Wilkie destaca también que hubo tres estados en Ios que
las enajenaciones de tlerras rebasaron el 50 por ciento de su
superficie. Encabeza la lista Baja California (si se incluye el Te-
rritorio de Baja California Nortel con 83.7 por ciento de trasiados: sigue Tabasco, con 58.4 por ciento, y después Chihuahr-ra,
con 55.9 por ciento. En otros cinco estados se enajenó cuando
menos la quinta parte de la tierra: 47 ,4 por ciento en Chiapas,
38 por ciento en Sonora, 37.4 por clento en Sinaloa, 24.I por
ciento en Nuevo Leóny 20.1por ciento enYucatán. En los demás estados las enajenaciones no llegaron a 20 por ciento, aun
cuando Campeche estuvo cerca con 19.8 por ciento. Así concluye Mlkie su descripción cuantitatir¡a del efecto que tuvo la legislación agraria en cuanto a tierras transleridas en los periodos
presidenciales de Juárez, krdo y Díaz.
En su estudio Wilke compara las leyes agrarias de los diversos gobiernos, asÍ como los cambios subsiguientes en la tenencia de la tierra que muestran los datos estadísticos, y obsen,a que
los resultados de los programas agrarios que echaron a andar
Santa Anna, Juarez. Lerdo y DÍaz lueron dispares. Santa Anna,
dice, cent¡alizó la distribución de la tierra, pero no logró solidificar
el apoyo que necesitaba para llevar a cabo un programa. Lerdo y
Jua¡ez mantuvieron el control centralizacio y le quiiaron sus tierras a la lglesia, pero no consiguieron estructurar una clase media rural, tal como habían tenido la esperanza de hacerlo. Díaz,
escribe Wilkie, que basó sus leyes en las de sus predecesores, a la
vez que les agregó sus propias medidas. fue quien tuvo más éxlto.
Irónicamente, remarca Wilkie, este éxito contribuyó a la generalización del descontento en cuanto a tenencia de la tierra. lo cual
ayudó a que los disidentes se unieran, situación que desembocó
en Ia revolución de 1910 [Wilkie, 1994: 152-157).
...
o
así a corregir errores históricos que sobre la misma se han
cometido, basá¡dose solamente en estadísticas globales que han
confundido e incluso llevado a conch¡siones que distan mucho
de la,realidad.
3, Segunda, reuolución legal. de la tenencia de la
tierrag surretorno, al ejido, 1910-1990
Siguiendo la periodización de \Vilkie, la segunda gran reforma
agraria de México se dio de 1910 a 1991. Durante este periodo la
políüca del gobierno mexicano se dirigió básicamente a dividir
las grandes propiedades privadas para crear el régirnen de la
propiedad social de ejidos y comunidades indígenas. La primera
etapa de esta segunda reforma agraria se caracteriza por el debate ocurrido de 1910 a l9l7 sobre 1o que habÍa que hacer con
la tierra durante la guerra cir.il entre los distintos movimientos
insurreccionales. Desde los inicios de esta segunda reforma agraria los grupos políticos opositores al sistema liberal de DÍaz se
preocuparon por resolrrer el problema de la concentración de la
propiedad asrícola y coincidieron en la necesidad de suprimir los
latiftrndios y realizar una verdadera reforma agraria, con diversos matices, como lo demuestran el Manifiesto del Partido Liberal de 1909, el Plan de San Luis de 1910, el PIan de Ayala de
l91l y las reformas al Plan de Guadalupe efectuadas en Veracmz en 1914, entre otros (véase Silva Herzog, 1959: 159-213).
En sus orÍgenes, la revolución mexicana fue un movimiento que se propuso, más que nada, hacer un cambio político
en el país. AsÍ, en 1910, Madero declaró en el Plan de San Luis
la nulidad de las elecciones generales e invitó al pueblo a que
toma¡a las armas y coadyuvara al derrocamiento de la dictadura. Hasta esos momentos la agitación'política y los programas
de los parüdos habÍan tenido como finalidad esencial y única
t1071
108
Socurvo¡ n¡voLuclón' LEcAr. oE LA TENENCTA DE LA TIERRA
poner término al gobierno del presidente DÍaz y restablecer los
principios democráticos de la Constitución de 1857 a través del
respeto al sufragio popular y al principio de no reelección. pero
a medida que se extendió la rebelión contra el gobierno de Díaz,
y después contra el de Huerta, las demandas dieron mayor importancia a los reclamos y programas de contenido social.
En estos programas destaca en importancia la cuestión
agraria. AsÍ, en el Plan de San Luis Madero habló del despojo de
que fueron vÍctimas las comunidades rurales y señaló como uno
de los objetivos de la revolución la restitución de 1as tierras sin
indemnización por parte de los despojantes. Por su parte, Zapata, en su Plan de Ayala, demandaba la restitución de los terrenos de que se habÍa despojado a los pueblos v la dotación, en
plena propiedad, de nuevas tierras para los pueblos que carecieran de ellas. Los artÍculos 6 1. 7 de este plan resumen las
demandas agrarias de los zapatistas:
Artículo 6. Los terrenos. lrontes v agllas que ha1,'an usurpado
los hacendados, cientlficos o caciques a la sombra de la justicia
venal, estarán en posesión de esos bienes inmuebles desde luego, los pueblos o ciudadanos que tengan sus títulos, correspondientes a esas propiedades, de los cuales han sido despojados
por la mala fe de nuestros opresores, manteniendo a todo trance con las armas en la mano la mencionada posesión.
ArtÍculo 7. En vlrtud de que la inmensa mayoría de los pueblos
v ciudada¡os mexicanos no son más dueños que del terreno
qLre
pisan, sufriendo los horrores de rniseria sin poder mejorar
en nada su condición social ni poder dedicarse a la Industria o a
la Agricultura, por estar monopolizardas por unas cuantas ma-
nos las tierras, montes y aguas: por esta causa se expropiarát
prer,ia indemnización, de la tercera parte de esos monopolios a
los poderosos propietarios de ellos, a fin de que los pueblos v los
ciudadanos de México, obtengan ejidos,r colonias o fundos leI La referencia a los ejidos corresponde a su
acepción colonial.
Socul,¡o,q RE\¡ol.ucloN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA
TIERRA
109
y
gales para 1os pueblos o campos de sembraduría o labor se
bienestar de
me¡ore en todo y para todo la falta de prosperidad Y
37)'
1992:
Morett'
en
(citado
comentarios
con
losmexicanos
Carranza,en el decreto relormatorio del Plan de Guadalupe, se atribuyó a sí mismo la facultad de dictar
todas
1as
saleves, disposiciones y medidas encaminadas a dar
de1
a 1as necesidades económicas, sociales y políticas
tisfacción
pequepais [. .. I Leyes agrarias que lavorezcan la formación de 1a
a los
y
restituyendo
na propledad, disolviendo los latifundios
legisprivados;
pueblos 1as tierras de que fueron injustamente
obrero'
lación para mejorar las condiciones del peón rural' del
del minero, y en general de las clases proletarias'
1915'
En la Ley General Agraria, promulgada en mayo de
el pensamiento agrario del villismo señala:
Artículol.Seconsideraincompatibleconlapazylaprosperipropiedades
dad de la República la existencia cle 1as grandes
territoriales.. '
de
ArtÍculo 3. Se declara de utilidad pública el fraccionamiento
las grandes propiedades territoriales en la porción excedente
del limite que se frje..'
de
Artículo 4. Se expropiarán también los terrenos circundantes
reparpara
los pueblos de indígenas en la extensión necesaria
puetirlos en pequeños lotes entre los habita¡tes de los mismos
que estén en aptitud de adquirir aquéllos' según las
blos
disposiciones de las leyes locales"'
t..1
proArticulo 7. La expropiación parcial de tierra comprenderá
exporcionaimente, los derechos reales anexos a los inmuebles
aperos'
muebles'
de
proporcional
propiados, también la parte
el cultivo
máquinas y demás accesorios que se necesiten para
de la Porción exProPiada"'
110
Socuun¡ nptoLuctó:'l
Miculo
t.Ecr\t. DE LA TENENCIA DE LA TIERR\
8. Los gobiernos de los estados expedirán las leyes regla-
mentarias de la expropiación que autoriza la presente y quedtrrá a
su cargo el pago de 1as indemnizaciones correspondientes...
I.l
Artícuio 12. Las tierras expropladas en virtud de esta
lrv
se
fraccion¿rrán inmediatamente en lotes que serán enajenados a
ios precios de costo adelnás de gastos de apeo. deslinde v frac
cionamiento, más un aunento de diez por ciento que se reservará a la Federación par¿r fornr¿rr uu fondo destinado a creaciór-r
del crédito agrícola del país...
t..l
ArtÍculo 17. Los gobien-ros de los estados expedirán leyes para
constituir 1,' proteger e[ patrimonio familÍar sobre l¿rs bases de
que éste sea inalienable, que no podrá gravarse ni estar sujeto a
embargos. La transmisión de dicho patrimonio por herencia, se
comprobará con la simple inscripción en el Reqistro Público de
la Propiedad, del certificado de defunción del jefe de la familia y
de su testanrento o en caso de intestado, de los certificados que
acrediten el parentesco. Se considera parte integrante del patrimonio lamiliar todo lote de veinticinco hectáreas o menos adquirido en virtud de los fraccionamientos que ordena esta ley
(citado en Morett. 1992: 37-38).
Los primeros repartos de esta segunda reforma agraria se
dieron al calor cle la lucha re\¡olucionaria, cuando Emiliano Za-
pata distribuyó 12 417 hectáreas en Ixcamilpa de Guerrero. estado de Puebla, y en agosto de 1913 Lucio Blanco repartió la
hacienda de I¡s Borregos, en Matamoros, Tamaulipas. No obstante que se dio un cierto reparto agrario durante esta etapa y,
más que eso, restitución en las zonas donde la lucha fue rnás
intensa, la hacienda continuó siendo la lorma más importante
de propiedad de la tierra en México.
AsÍ, las demandas de la tierra se generalizaban y los proyectos agrarios se rnultiplicaban; se planteaba la redistribución
ya fuera atendiendo a motivos de Índole política, a imperativos
Securun¡ nel'or.rrcrów LEGAL DE r.A TENEN('IA DE lA
de
TIERRA
11
i
juslicia social o a razones económicas, pero en todos los ca-
sos podemos ver la convicción de que era necesario modificar la
estructura agraria clel paÍs. Los programas v sus alcances en la
redistribución de tierras diferían entre sí y estaban fuertemente
condicionados por las características sociales )' la ubicación
geográfica de los gmpos a quienes iban dirigidos o de los campesinos que los integrabar. AsÍ, los grupos del norte eran más
heterogéneos y estaban conlormados por jornaleros. medieros,
rancheros, artesanos, ferrocarrileros, mineros. etc.: se encontraban dispersos en vastas regiones con mu\/ baja densidad
poblacional y, por ende, en zonas de poca presión sobre la tierra, adernás de caracterizarse por ser ur.]a población mestiza.
migrarte y casi nómada. En las regiones dei centro y el sur de
México la población campesina era Lrn poco más homogénea, se
concentraba en pueblos ¡r comunidades, en zonas más densamente pobladas )' con una mavor presión demográlica sobre Ia
tierra. fuimismo. ia población de estas regiones tenía un mayor
componente indígena y, en algunos casos, un luerte arraigo
ancestral a sus comunidades y recios r,'ínculos con la tierra.
Además, en algunos casos habÍan padecido el despojo de sus
tierras durante un largo proceso que tuvo su inicio en la Coionia y continuó durante la Reforma y el porfiriato (Estrada, inédito: l-3).
l¡s
r¡illistas v los zapatistas. las facciones más importantes
del mor.imiento campesino, asi como los constitucionalistas, diferían en cuanto al significado del problema de la tierra y no se
proponÍan tralslormar la estructura de la tenencia de ésta. Los
grupos üllistas del norte demandaban extensiones no menores
de veinticinco hectáreas en plena propiedad para conformar un
sector de rancheros, previa indenmización de los latifundios expropiados. [.os grupos zapatistas demandaban la restitución a
los pueblos de ios terrenos comunales de que habían sido despojados y la dotación de nuevas tierras en plena propiedad a quienes no las poseyeran. Los constitucionalistas, grupo triunfante
en la guerra de facciones que sucedió a la derrota del ejército
II2
Spcur,¡o¿ REVoLUCTóN LEoAL DE LA
TENENCTA DE L4 TTERRA
huertista, estaban convencidos de que habÍa que respetar el derecho a la propiedad privada consagrado en la Constitución de
1857. Planteaban, además, que había que fomentar el desarrolio
de ese tipo de propiedad, y más que nada impulsar la productivi-
dad. No obstante, tuüeron que reconocer Ia necesidad de adop-
tar un programa agrario que respondiera a las demandas
campesinas con el propósito de atraerlos a sus filas y asegurar
asÍ el triunlo politico y militar del constitucionalismo (Estrada,
inédito: 3).
El programa agrario constitucionalista quedó plasmado en
la ley del 6 de enero de 1915, la cual preveÍa los dos procedimientos esenciales para la redistribución de ia tierra: la restitución y l¿ dotación. Sin embargo, contra lo que generalmente se
afirma, esta ley pugnaba por la propiedad de la tierra de manera individual y en dominio pleno. AsÍ, en el considerando noveno especifica:
Que proporcionando el modo de que los numerosos pueblos recobren los terrenos que fueron despojados, o adquieran los que
necesiten para su bienestar y desarrollo, no se trata de revivir
las antiguas comunidades, ni de crear otras semejantes sino
solamente, de dar esa tierra a la población rural miserable que
hoy carece de ellas, para que pueda desarrollar plenamente su
derecho a la üda y librarse de la sen idumbre económica a que
está reducida: es de advertir que la propiedad de las tierras no
pertenecerá al común del pueblo, sino que ha de quedar dividi-
da en pleno dominio, aunque con las limitaciones necesarias
para evitar que ávidos especuladores, particularmente extranjeros, puedan fácilmente acaparar esa propiedad, como sucedió
casi invariablemente en el repartimiento legalmente hecho de
los ejidos y fundos legales de los pueblos , a raíz de la revolución
Ayutla (Escárcega y Botey, 1990: 20).
de
Bn l9l7 esta ley fue elevada a rango constitucional en el
artÍculo 27, en el que se establecen los lineamientos de reforma
Secuxo¿
REVoLUCTóN LEGAT, DE LA TENENCTA DE LA
TTERRA
I 13
agraria. Con ello se mostraba que el proceso de solución a los
problemas agrarios era irreversible y se estaban instrumentando
acciones específicas de voluntad polÍtica y justicia social emanadas de la naciente Constitución. Sin embargo, aún faltaba
transformar la norma constitucional en leyes reglamentarias y
acciones de gobierno. En este proceso sur§ieron nuevamente
las contradicciones entre un gobierno obstinado en mantener
los principios liberales de respeto a la propiedad privada y los
grupos campesinos, cadavez mejor organizados y dispuestos a
exigir elcumplimiento de la promesa constitucional. AsÍ, el problema agrario entraba en una etapa de conciliación y concertación de intereses de los particulares y los campesinos, dándose
una nueva contradicción: por un lado, el interés del gobierno en
fomentar el desarrollo agrÍcola de México basado en la propiedad privada, y por otro la necesidad del propio gobierno de asegurar la estabilidad politica y social del país y consolidarse como
grupo gobernante con el apoyo de los campesinos (Estrada, inédito: 3-4).
La segunda etapa de la segunda gran reforma agraria de
México abarca de 1917 a 1928, Se inició cuando en el artículo
27 de la Constitución de i917 se enuncia claramente un proyecto de reforma agraria sobre la base de la destrucción del
sistema latifundista, imponiendo límites a la propiedad particular y repartiendo tierra entre individuos y pueblos. Sin embargo, es de notar que en su texto se alude a diversos modos de
propiedad asociada, tales como condueñazgos, nuevos centros
tribus, congregaciones y pueblos, pero no
que
se menciona el ejido
hoy conocemos como forma de tenencia. AsÍ, hasta 1925 se entregó tierra a solicitantes y se les resde población agrÍcola,
tituyeron las suyas a comunidades sin contar con una sólida
base legalque expresara claramente las caracterÍsticas que tendrÍa la tenencia de la tierra dotada o restituida.
Bl concepto de ejido es altamente equÍvoco. De acuerdo
con Jorge Madrazo (s.L) tan sólo en el derecho positivo mexicano
esta expresión tiene cuatro significaciones distintas: el ejido en
114
Sncu¡lu¡
REVoLUCIoN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TTERRA
su acepción coionial;2 el ejido como núcleo de población y como
empresa social;3 el ejido como conjunto de tierras, bosques,
aguas, etcétera, dotados a un núcleo de población,r y el ejido
como unidad productiva.5 Una definición que incluye todos estos aspectos dice que el ejido «es una persona moral que habiendo recibido un patrimonio rustico a través de la redistribución
agraria, está sujeta a un régimen protector especial (Hinojosa.
l9B3: 16). En la exposición de motivos de la Ley Federal de Refbrma Agraria de 197i, ei ejido es concebido como
un conjunto de tierras, bosques, aguas y, en general, todos los
recursos naturales que constituven el patrimonio de un núcleo
de poblaciór-r campesina, otorgándole personalidad jurÍdica propia para que resulte capaz de explotarlo lÍcita e íntegramente,
bajo un régimen de democracia politica y económica.
El ejido, con sus caracteristjcas actuales, se fiie conformando con una serie de decretos y bajo la influencia de diversos moümientos campesinos y rrariadas correlaciones de fuerza clentro del
aparato estatal. El primer antecedente notable respecto a la entrega de tierra bajo Ia forma ejidal lo encontramos en Luis Cabrera,6
2
Aquella superficie de tierra que se encontraba a la salida de los
pueblos, con una lonsitud general de una leSua a la redonda, de
aprovechamiento colectir,'o pa-ra que pastaran ios ganados de los
pueblos de indios y no se confundieran con los de los espanoles.
Véanse fracciones vut y x, incisos e) y b) del artÍculo 27.
r]
Esta expresión es utilizada asÍ en los a¡tículos 22 v 23 de la
Ley Federal de Reforma Agraria, por ejemplo.
r
Como en los artÍculos 79, 101,
l19, 120, etcétera, de la
Lev
Federal de Reforma Agraria.
5 Por ejemplo en el libro tercero de la
lry
Federal de Reforma
Agraria.
6
Luis Cabrera fue uno de los autores de la LeyAgraria del 6 de
enero de 19l5 y del artículo 27 dela Constitución de 1917.
Secu¡loe REvoLUCIoN
LEGAL DE LA TENE¡ictA DE l.A TIERRA
ll5
quien en 1912, siendo diputado maderista al Congreso de la
Unión, propuso que como una forma temporal de solucionar el
problema agrafio se restituyeran los ejidos a ios pueblos. AsÍ, Cabrera sugirió el *ejido pe§uja1», que era una fonla de usufructo
practicada en las haciendas durante el porfiriato. En palabras de
este reformador:
el pegujal es un pequeño trozo de terreno; nunca llega a un
cuartillo de sembradura; apenas significa, digamos, un cuarto
de hectárea que tiene derecho a sembrar el peón viejo que ha
hecho merecimlentos en la finca, para cornpletarse con la cose-
cha de maíz que, por cierto, no recoge
é1, sino que vende, las
más veces en pie todar.ra, al dueño de la finr:a, pero con la cual
pr.rede medio amortizar su deuda o conrpletar las necesidades
de su lamilia. El pegujal no se concede al peón jornalero propiamente dicho, sino a los peones que han ascendido a capitanes o
que tienen carácter de sinientes eu la finca, como mozos o
caballerangos: pero el pegujal es una de las formas de complemento del salario, que consiste en permitir que el peón pueda
hacer una pequeña siembra por su propia cuenta. El pegu¡al es,
sin embargo, el orlgen de la independencia de algunos peones
que han podido llegar a medieros o arrendatarios; es por lo tanto, el complemento más interesante de nuestro propósito (citado en Morett, 1992: 39; véase Cabrera, 1985: 133-135).
De acuerdo con Morett, Cabrera argumentaba también que
ia población rural necesitaba completar su salario. AsÍ escribÍa:
usi tuviese ejidos, la mitad del año trabajarÍa como jornalero, y
la otra mitad del año aplicaría sus energías a esquiimarlos por
su cuenta. No teniéndolos, se ve obligada a \ri\,ir seis meses del
jornal, los otros seis meses toma el rifle y es zapatista,. Este
legislador concebÍa ai ejido como una forma transitoria de tenencia, planteando que la solución al problema agrario radicaba en la fonnación de pequerlas unidades de propiedad privada
que sustituyeran al problemático e ineficiente sistema hacen-
116
Sncunoa RBvor-ucró¡r LEGAL DE LA TENENCTA DE LA TTERRA
dario. Además argumentaba que mientras no fuera posible crear
un sisterna de expiotación agrÍcola en pequeño que sustituyera
a las grandes explotaciones de los latifundios, el problema agrario debería resolverse con la explotación de ejidos como medio
para complementar el salario deljornalero.
Otra manera en que Cabrera concebÍa al ejido era como
un medio de control polÍtico y militar de los campesinos, para 1o
cual aseguraba que oel solo anuncio de que el gobierno va a
proceder al estudio de la reconstitución de los ejidos, tendrá
como consecuencia polÍtica la concentración de la población en
los pueblos y facilitará por consisuiente, el dominio militar de la
re§ión» (Morett, I992: 39-40).
De acuerdo con Morett, en resumen, podemos ver que Cabrera proponÍa el reparto de tierra bajo la modalidad ejidal como
una forma transitoria de tenencia, como un complemento ai jornal y como una estrategia de control polÍtico de los campesinos.
Así, escribe Morett, la ley agraria del6 de enero de 1915
pretende ser el inicio de formas de propiedad privada según las
cuales, si bien se podrÍan entregar ejidos, serÍa como una medida temporal mientras se les otorgaba el pleno dominio y se les
protegÍa de los acaparadores. En el artÍculo 1 I de dicha ley quedó estipulado que oUna ley reglamentaria determinará la condi-
ción en que han de quedar los terrenos que se deyuelvan o
adjudiquen a los pueblos y la manera y ocasión de dividirlos
entre los vecinos, quienes entre tanto los disfrutarán en común,.
Cabe mencionar que en los considerandos de la mencionada ley
agraria se establece que se protegerá a los campesinos de los
especuladores, pero en ningún artÍculo se menciona la prohibición de rentar o vender sus parcelas.
En 1920 Alvaro Obregón promulgó la llamada ley de Ejidos.
Morett agrega que aun cuando esta ley planteaba un carácter
transitorio para los ejidos y comunidades, es en ella donde legalmente por primera vez se designa al ejido como categorÍa
jurídica para distinguir esa modalidad de tenencia de la tierra.
Asi, el articulo i3 de esta ley expresaba que nla tierra dotada a
Spcu¡¡»e RE\¡oLUCroN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRA
ll7
los pueblos se denominará ejido,. En el primer capÍtulo de la
Ley de Ejidos se estableció el carácter temporal y corporativo de
los ejidos, especificándose que los pueblos, las rancheías, las
congregaciones, las comunidades y demás núcleos de poblaclón uTienen derecho a obtener tierras por dotación o restitución, en toda la República, para disfrutarlas en comunidad,
mientras no se legisle sobre el fraccionamiento,.
En 1921 una circular de la Comisión NacionalAgraria estableció que las tierras dotadas o restituidas a los pueblos se
entregaban a los beneficiarios en usufructo, pero seguÍan siendo propiedad de la nación. Con ello se introdujeron de dos elementos importantes para la constitución del ejido que hoy
conocemos: se entregan tierras a los pueblos en una forma corporativa de tenencia y, además, se concede el usufructo de las
ntismas, pero continúan siendo propiedad de la nación. La ley
del 22 de noviembre de 1921 abrogó la Ley de Ejidos antes citada, sentó las bases de la subsecuente legislación agraria y otorgó al Poder Ejecutivo la facultad expresa de reglamentar las
disposiciones agrarias para facilitar la resolución de los problemas del campo. Asimismo, con ella se creó la Procuraduría de
Pueblos, institución indispensable para la realización de la reforma agraria (Morett, 1992: 4l).
En la Ley Reglamentaria sobre Repartición de Tierras
Ejidales y Constitución del Patrimonio Parcelario Ejidai, publicada en 1925, se reglamentó la propiedad y el usufructo de las
tierras dotadas o restituidas a los pueblos. Asimismo, se reglamentó por primera vez la dotación individual de parcelas de
cultivo y se estableció que los terrenos de agostadero y monte
serÍan de uso comun. En esta ley se prohÍbe por primeravez el
arrendamiento de las tierras ejidales y éstas se declaran
inalienables e inembargables; asimismo, con ella quedan definitivamente sentadas las bases del ejido como forma corporativa de tenencia de la tier¡a (Morett, 1992: 41).
Durante el mandato presidencial de Venustiano Carran(1916-1920)
za
el reparto de tierras fue muy reducido y se li-
l1B
Soculon RpvoLucróu
LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRA
mitó en la mayorÍa de los casos a legalizar entregas de ellas
hechas durante la lucha armada. Esta polÍtica se utilizó como
mecanismo para evitar mayores conflictos en algunas regiones. Por otra parte, la magnitud e importancia del problema
agrario aún no se habia dimensionado en el contexto de la vida
nacional en su conjunto. Además, la reglamentación legal y
administrativa que se debÍa cubrir no estaba contempiada en
la Constitución de 1917. Esta situación se fue resolyiendo conforme avanzaba el programa de reforma agraria. Sin embargo,
esta etapa provocó la confusión dentro de los organismos gubernamentales involucrados que persiste hasta nuestros dias
(véase Rodríguez, 1993).
Según las series estadísticas de MlkieT (véase cuadro 2.2),
en el periodo de Venusüano Carranza se entresaron 134 239
hectáreas de tierra de conformidad con las resoluciones presidenciales definitivas, Bn 1920, año en que ocupó la presidencia
Adolfo de la Huerta, se entregaron 33 696 hectáreas de tierra.8
Durante el mandato de Carranza se procuró dividir en parcelas
indiüduales las tierras que habÍan sido entregadas en dotación
o restitución; sin embargo, como no estaba definida la forma en
que se realizarÍa la subdiüsión, la opción inmediata fue establece el trabajo en común mientras se definía la forma definitiva de
reparto; tampoco estaba claro si la tierra se entregaía gratuitamente o tendrÍa un costo para los beneficiarios. Por este motivo
los campesinos que recibieron tierra se comprometÍan a pagar a
TWilkie señala que se debe hacer la diferencia entre las hectáreas de tierra establecidas en las nresoluciones presidenciales
publicadas, y las de las uacciones definitivas, (también conocidas como oresoluciones ejecutadas, o nresoluciones definitivamente entregadas,).
8
Esta informaclón no es muy conocida, por lo que se omite en
las estadÍsticas y por lo §enerai se atrlbuye a Ca¡ranza. En las
estadÍsticas de Wilkie la información correspondiente a De la
Huerta está separada de la información de Carranza.
04, 1930
Nov 30,1958
67)
2 2C6
124
Luis Echeverria Alvarez
José López Portiiio
l\4iguel de la lvladrrd Hurtado
Nov. 30, 1982
Nov. 30, 19BB
Total
2 912
124
Grrstavo Die¿ Ordaz
Nov 30, 1970
Nov. 30, 1976
870 1
72.4
124
38 5iB
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I \J1
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1
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7,:l 5
1
124
121
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317
61 9
4 448154
103 1 44 209
6 341 425
12
23 0s5
9 l0B 149
5111
n3
970 398
5 429
5
20 145 910
Al4
224-\
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1tjj,l
124
124
2'460 ?28
581
r
12.4
Nov 30, 196,1
186294
24185r1
| 11) /)1
I
)70
1 350
1
710 686
57 533
t0l
1
1
r
540
1
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Hercáreasr
108
't4
480
480
Adolfo Ruiz Co¡tines
Adolfo López lüateos
Nov 30, 1952
Láz¿ro Cárdenas
Manuel Avila Camacho
lViguel Alemán Valdez
Rodriguez
Ñ0v 30,1945
I
Nov 29, 1940
Abelardo
Pascual 0rtíz Rubio
Emillo Portes Gil
Plutarco Elras Calles
N0v 29,1934
Sept 03,1932
Feb.
Adolfo de l¿ Huerta6
N0v.30,1920
Nov 30, 1924
Nov 29, '1928
Alvaro 0bregón
484
Venustiano Carranza
Mayo 21, 1920
61
em lunción
fv4eses
del periodor
Presidente
aproximados
Fecha de
term nación
Resolucrones publrcadasr
88 r59
51 788
r19 191
211
n¡Á
-120
29 280
1f n
1
80 163
75 410
a2 922
219 804
16 344
39 191
112 944
66 381
36 058
25 82s
4 638
por mes
Hectáreas
Tenencia de la tierra en México, 1916-'1988,
(hectáreas)
Cuadro 3.1r
573
435
854
975
34 6Q2
1 298
1
2 202
2 169
2 887
1
2 38s
_r
10144
596
852
1 156
1
628
lóó
Número
cail¡aúa
77
por me5
Héctáre:s
239
2 1
li 696
5 524
1 133 813
b621
2912915 61 935
1 141 151
121 I 13
944 5lB
l0 669
194694 )9285
r7 906 430
248 700
5 94¿ 450
8256)
4844 123
67 219
4 936 665
6E 565
11 361 210
151 t95
14 r39 560
196 383
13 328 852
185 123
6128191 93 45e,
2 961 519
41 410
89 BB9 279
rci 274
134
Hectáreasr
Acciones definrtivas
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(1
91 A-1 97
6). Gasto ferleral y cambro
socr'a/
(México: Fondo de
C
u tu r¿
[co¡óm ra, 1 978), p. 32]
'
6
2.47 ¿cres.
se
ex(luyen las ¿criones defin tiv¿s pendientes.
Tomado de W lkie (1990: 7).
uResoluc ones y elecucrones en
e1
periodo de MLguel de
1a
1,4¿drd Hunado», impre50 cornputar z¿do en agosto
de I 988, l¿c itado por Casillas Romanh
ron cautel¿, deb do a los datos equrvocados en ei Quinto /nforme en cuanto al numero de hertárp¿! d stribu¡d¿s a eslas person¡s
d. Según Cas las, excluye a 1 246 759 henef r: arios afect¿dos durante l¿ resolución de un pres dente, y pubi cada d!r¿nte e perodo de 0110.
srguiertes(iirdsequivocadasparae periodopresdencialdelp:3321 accronesdefnitivaspara ad!1rbuc¡ónde 13904924hect¿re¿s
Una hectárea equ vale a
delinrtivas pueden basarse en reso ucrones firm¿d¿s por pres dentes anteriores. Aqui
Los datos correspondreftes a De la Huerta se separ¿n aquí de los de Caranza.
uno 0 más presrdenles sucesrvos hay: tom¿do en c!ent¿ (onsidera(lones politlras, det¿lles té(n cos y demor¿s burocr¿lr(¿s.
para los últ mos lres meses del ppí0do en func ón de cualquier presrdente se atlbuyan a su sucesor.
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Fecha de
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348 0994
870.04
Miguel de la Madrid Hurtado
Total
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José López
Nov 3C, 19BB
Po(illo
720
120
720
Luis Echevenia Alvarez
52A
245 488
2D2sA
y4
72.4
Gustavo Diaz Ordaz
269 35E
Nov.30,1970
Nov 30, 1976
Nov 30, 1982
12.0
Adollo López Mateos
Nov. 30, 1964
t2.0
06 625
1
226 292
12.0
Ir/iguel Alemán ValCez
Adolfo Ruiz Cortlnes
Nov 30, 1958
122 941
120
Nov 30, 1952
164 666
12.0
58 396
Lázaro Cárdenas
1
l\4anuel Av la Camacho
2t.0
57 994
181 269
N0v 30, 1945
Abelardo L Rodriguez
Nov 29, 1934
308
Nov 29,1940
Pascual
1
14
Imilio Portes Gil
Sep. 03, 1932
0rtiz Rubio
Plutarco ElͿs Calles
Nov 29,1928
04, 1930
Alvaro 0bregón
Nov. 10, 1924
Feb.
164 128
480
480
Adolfo de la Huertaa
302 539
17 355
48.4
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1 746
10 623
5
1 883
13 261
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2 845
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pcr me5
Personas
- Resolucion,eryu.b]l.q1]as
Nov 30, 1920
en función
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May021,1920
terminación
del periodoi
Presidente
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Beneficiarios
Tenencia de la tierr¿ en lVléxico
Cuadro 3.2
91 331
05 820
3 203 662
1
2 645 324
206 452
)40 695
304 496
coht¡nú¿
3 661
1 471
3674
286l
3 343
229
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64 556
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RE\:oi.irctóN LEGAL DE
r23
I-A TENENCTA DE r.A TTERRA
Cuadro 3.3
Tenencia de la tierra en México
Certificados de inafertabilidadr concedidos
para proteger tierras agrícolas y ganaderas, 1934'¿-1988
l9:4-l9iu1
Presrdenre
Lá:aro Cárdenas
1.0,1"r-T948
l',1anuel
Prri6¡1¡
Agritultura
865
13350
194E-1952 tVigurl Alemán
13 694
1,946-1962 AdoiÍo Rurz Ccrtrnes 82 356
1958-1964 Adolío López l\'lateos 8627
1964'1974 Gust¿vo Diaz Ordez 2 055
197A-J918 Luis Echevena Alvarez 1 496
7 115
1916-1932 lo5é lópe: Portrllo
190 235
Sub total
222 816
982-1 9BB Mlguel de la Madnd H
ÁvLaCamachc
1
Total
Ganaderia
Errtret¿das Pendrentes Entregadas
,113
051
0
0
0
0
0
A
0
C
A
1 251
69
126
575
445
54
749
361
481
2862
31 521
257
34434
1
_
Pendrentes
0
0
0
0
0
0
0
0
0
451
451
' Los cerlrir(:ados correspondrentes a las lrer¿s ágricolas son perrnanentes: algunos de los certifrcados de
trerra!gaf¿derassonperm¿nentesyotrostienenvrgencade25años Losdatosincluyencertficddos
em I d05 p¿ra renov¿r l¿ prot€ccion (oncedrda anterormente.
I Entre I 90 I y 9:':' se emit e ron 5Z ie nificados de tierras agricolas y dos para tienas ganaCeras.
Fuente ir),DlrercronGener¿ldeDoaumentarionelnform¿crónAgraria.Presdenci¿1.«lnife(tabird¿d:
Conceftradodecertrficadosporperiodopresdenci¿» impresocomputarzadodeagoslodel98S,proveido
1
por el drrector general: Alionso C¿slllas Romahn.
Tofir¿do o€ Wrikre í1990. 8).
la nación el valor de las tierras. Este compromiso fue anulado
por Obregón (RodrÍguez, 1993: 2l).
Alvaro Obregón {1920-1924), igual que sus antecesores,
utilizó el reparto agrario como estratesia polÍtica para mantenerlapaz social y evitar el descontento del pueblo. Durante su
mandato se entregaron, mediante 628 resoluciones presidenciales deftnitivas, 1 133 813 hectáreas. Como ya señalamos,
Obregón promulgó la primera Ley de Ejidos.s Esta ley, señala
RodrÍguez, pretendÍa sintetizar y clarificar las reglamentaciones y circulares, definiendo asÍ la extensión que se debÍa dotar
e Véase
Antecedentes
Mé¡aco, 1990.
y1
realizaciones de la reJorma aqrana en
124
Spcuxoa
REVoLUCIóN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRc'
a los campesinos y la creación de los comités de explotación del
ejido; quiénes serÍan los representantes de los ejidatarios ante
las autoridades y responsabilizarse de la subdivisión de las tierras, de su distribución eventual entre los habitantes del poblado y del uso equitativo de los recursos naturales dotados.
Sin embargo, en los decretos de 1921 se establece la
inalienabilidad de Ia pequeña propiedad y, en consecuencia,
también se apoya a los latifundios. Asimismo, el reglamento
agrario de 1922 determinó la extensión máxima de la propiedad privada en 150 hectáreas de tierras de riego o su equivalente en tierras de temporal u otras. Una disposición importante
de este reglamento era que se declaraban inexpropiables las
superficies consideradas como unidades agrÍcolas industriales
de producción: a cambio, éstas debÍan entregar al gobierno terrenos aledaños fértiles para compensar a las poblaciones que
hubieran solicitado tierra, Sin embargo, la explotación de estas
superficies no resultó como se esperaba porque los terrenos
eran de menor calidad.
Plutarco ElÍas Calles (1924-1928), como Alvaro Obregón,
era partidario de la pequeña propiedad agraria. Durante el régimen de Calles se emitieron una serie de disposiciones jurÍdicas con el propósito de reforzar a la pequeña propiedad privada
e incrementar el control sobre los ejidos y comunidades. AsÍ, se
prohibieron los repartos espontáneos de tierra y se quitó a las
comunidades la facultad de hacerlos. Fue durante su mandato
cuando se inició la intervención directa del Bstado en los ejidos;
se impuso su parcelamiento, con lo que se les quitó a las comunidades todo poder de decisión sobre la tierra y sus modalidades de explotación. Bajo su régimen se redujo el poder de las
autoridades ejidales para contrarrestar problemas derivados
de los propios ejidos. I¡s comités que tuvieron la facultad de
distribuir las parcelas propiciaron una serie de abusos y la corrupción entre los líderes locales y terminaron por ser un arma
de presión en contra de los campesinos, que fueron privados
de sus derechos por presiones de dichos lÍderes. Puesto que no
SecuNo,{ REVoLUCIóN LEGAL DE LA TENENCTA DE LA TIERM
125
habÍa reglas para la entrega de tierras, los dirigentes ejidales
vendÍan, arrendaban o daban la tierra a quienes se les antojaba, e imponían a los ejidatarios obligaciones, servidumbres e
impuestos arbitrarios, además de manipular la asignación de
parcelas.
Con la Ley Reglamentaria sobre Repartición de Tierras
Ejidales y Constitución del Patrimonio Parcelario Bjidal de 1925,
mencionada con anterioridad, la distribución de la tiena ejidal
se realizó bajo la supenrisión de agentes gubernamentales; cada
miembro recibía su parcela sin que se le privara de sus derechos a menos que dejara de cultlvarla durante dos años consecutivos. Con esto se evitó cualquier forma de presión contra los
campesinos. pues el título de propiedad ya no era entregado
sólo al poblado, sino también al campesino, que en lo sucesivo
disfrutana de un derecho de usuflructo inaiienable e inembargable sobre la tierra, pero que no se podÍa vender, hipotecar o
rentar a ninguna persona. El resultado fue un sistema de propiedad corporativo (comunal) con usufructo y aprovechamiento
individual (véase Ferná ndez y RodrÍguez, s. f. ).
Durante el régimen de Calles se hicieron cambios sustanciales en el orden jurÍdico agrario. En 1926 se promulgó la Ley
de Riegos, asÍ como la Ley de Crédito Agrícola. Esta última hizo
posible la creación del Banco Nacional de Crédito Agrícola. En
1927 se promulgó la Ley de Restitución y Dotación de Tier¡as y
Aguas, lo que dio el marco jurÍdico agrario para reglamentar el
artículo 27 constitucional. Con esta ley se definió quiénes eran
sujetos de derechos agrarios, que nuevamente fue el poblado y
no el campesino indirridual. Con Calles se entregaron, mediante
573 resoluciones presidenciales definitivas, 2 972 876 hectáreas de tierra.
Durante las dos primeras etapas de esta segunda reforma
agraria se dio amplio respaldo a la gran propiedad agraria y se
consideró al ejido y a la comunidad como formas transitorias de
tenencia, mientras que los campesinos se acostumbraban a la
propiedad privada. Las demandas campesinas habian sido in-
t26
SocuNoe RsvoluctóN LEGAL DE LA TENENCIA DE I.\
TIERTd{
corporadas en la nueva Constitución y al discurso polÍtico, pero
el reparto habÍa sido muy limitado. La distribución de tierras se
daba con el propósito de impedir levantamientos y mantener la
paz social en el medio rural. Concebida como una política
reivindicativa en favor de las comunidades indÍgenas despojadas de sus tierras, el planteamiento en estas dos primeras etapas de la segunda gran reforma agraria era:
en el derecho, en la práctica y en la conciencla de los dirigen-
tes del paÍs, una lórmula transitoria de alcances limitados.
Entregar a los campesinos reducidas superficies para arraigarlos
a la tierra, y conservar la gran propiedad como forma predo-
minante de producciór'r v explotación en el campo. Fueron en
el fondo los objetivos de la polÍtica gubernamental en los prÍmeros años de la etapa de reconstrucción revolucionaria. De
ahÍ que sistemáticamente se negase a los peones el derecho a
solicltar las tierras de las haciendas y que la gran propiedad
latilundista lejos de ser proscrita, se le rodease de garantías,
pues los terratenientes tenían el derecho de interponer el recurso de amparo y de intervenir en los juicios administrativos
de dotación y restitución de tierras (Calderas et al., lgBZ: 167 ,
citado en Morett, 1992).
Otro de los factores que contribuyeron a que el reparto
de tierras fuera tan pequeño es el hecho de que los gobernantes,
ya de por sÍ contrarios a la política de distribución de tierras, se
encontraban bajo presiones opuestas al reparto agrario internas y extentas. Por un lado, la oligarquÍa terateniente continuaba teniendo una influencia significati\¡a en el aparato estatal
y se resistÍa política y militarmente al reparto. Por su parte,
también el clero secundaba este propósito, e influÍa en muchas
regiones para que la gente rechazara las tierras ejidales o no
luchara por ellas. Por otro lado, Estados Unidos se oponÍa al
articuio 27 y presionaba para que éste no se aplicara, y además
exigÍa reparación de los daños causados a los ciudadanos nor-
Socunon Rrvoluclów LEcAL DE LA TENENCIA DE LA TTERRA
t27
teamericanos y sus propiedades en México durante la revolu(Morett, 1992: 19-20).
La tercera etapa de la segunda gran reforma agraria se dio
de 1929 a 1991. La polÍtica estatal se abocó a diüdir las grandes propiedades privadas y a crear el sistema ejidal. La crisis
del capitalismo que estalló en 1929 y sus consecuencias en
México contribuyeron a acelerar la desaparición de los latifundistas y a dar una nueva orientación a la reforma agraria. El
reparto de tierras tuvo un cambio no sólo en cuanto a los procedimientos usados, sino también en los ritmos con los que se dio
en las distintas regiones del país. Todo ello como resultado, por
una parte, de factores polÍticos tales como los diferentes grados
de compromiso con el reparto agrario de los gobiernos nacionales y locales y por otra, de factores de orden jurÍdico tales como
la lentÍtud en la reglamentación de la promesa constitucionai
de reparto, la falta de claridad, precisión y homogeneidad en la
legislación reglamentaria y la dispersión de ésta en disposiciones jurÍdico-administrativas de distinta naturaleza tales como
leyes, decretos, reglamentos, circulares, acuerdos, etcétera.
Además de estos factores, Ia distribución de la tierra dependÍa,
en algunos casos de manera decisiva, del grado de organización
y de la capacidad polÍtica y militar de los grupos campesinos.
Irónicamente, en muchos casos ei procedimiento se inr.irtió cuando los campesinos tomaban o invadÍan las tierras y posteriormente el gobierno tenÍa que legalizar la posesión. Sin embargo,
fue el gobierno el que realmente utilizó la distribución y redistribución de tierras como forma de control polÍtico ¡r social.
De 1928 a 1934 hubo tres presidentes de México: Bmilio
Portes Gil (1928-1930), quien fue presidente pror.tsional después del asesinato del reelecto Áli,aro Obregón; Pascual Ortiz
Rubio (1930-1932), ], Abelardo L. RodrÍguez (1932-1934). Dución10
r0
Cabe recordar que la industria minera, particularmente la
petrolera, fue desarrollada por el capital extranjero, sobre todo
de Estados Unidos.
l2B
Secuuo¡ Rr,volucróN
LDGAL DE LA TENENCTA DE LA TTERRA
rante este periodo la figura del ex presidente Calles dominó la
escena polÍtica y ejerció el llamado nmaxintato, detrás de los
presidentes provisionales. Calles, después de realizar una gira
por Europa durante la última parte del periodo de Portes Gil, se
conr¡enció de que la distribución de tierras tenÍa que llegar a su
fin y declaró su interés de que en México se desarrollara un
sistema de pequeñas propiedades privadas de tierra como el de
Francia. Sin embargo, Portes Gil ignoró esta sugerencia y continuó patrocinando un programa agrario en consonancia con las
proüsiones radicales de la Constitución de 1917. De i§ual manera, Ortiz Rubio, quien según Wilkie orepresentó la conversión
de Calles a las ideas del presidente Dwight Morrowo, fue animado por Calles a poner fin a la distribución de tierras en 1930
fWilkie, 197 8: 99, 222).
Los primeros seis años de esta tercera etapa de la segunda gran reforma agraria se caracterizaron por los numerosos
decretos que reformaron leyes que ya existÍan en materia agraria. Así. en un decreto fechado el27 demarzo de 1930 se estableció que la tierra en la que recayeron los proyectos de riego
era de utilidad pública, por lo que los propietarios debÍan vender sus tierras a Ia Comisión Nacional de Irrigación, con el propósito de establecer pequeñas propiedades privadas en dichas
superficies. Mediante el decreto del 23 de diciembre de 193 i , se
suspendió el derecho de amparo a los latifundistas que habÍan
perdido sus tierras con la aplicación de las nuevas leyes agrarias. Esto como consecuencia del uso desmedido y dei abuso de
este recurso legal por parte de los grandes propietarios, Io cual
postergaba las sentencias sobre losjuicios de afectación de sus
propiedades, en perjuicio del reparto de tierras a los campesinos. Esta medida fue considerada como una üctoria agrarista
por que significaba la soltrción al problema de impedimentos
legales a las expropiaciones y el reparto de tierras (Rodríguez,
1993:27-28),
Las reformas del 9.de enero de 1934 a] artículo 27 consti-
tucional garantizaron la pequeña propiedad en explotación y
SOCUTOI REVOLUCIÓN LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERM
t29
estructuraron el sistema de la autoridad agraria que perduró
hasta la entrada en vigor de la Le¡, Federal de Reforma Agraria.
Bl artículo 27 orisinal, si bien demandó respeto a la pequeña
propiedad, no definió a ésta, lo que ocasionó una serie de problemas,rL Estas reformas complicaron aún más la cuestión, pues
lejos de definir a la pequeña propiedad, dispuso que para que
ésta no fuese afectable en razón de la dotación de ejidos, debía
ser agrÍcola y estar bajo expiotación. La üsión del constituyente
al preceptuar la protección de la pequena propiedad fue bastante más alta de lo que anteriormente podÍa suponerse.
Debemos considerar que la decisión del constituyente fue
crear v fortalecer una clase media campesina que. como escribió Molina EnrÍquez:
sin iera de base v asiento a la nacionalidad ¡ne-ricana, porque
sólo las naciones donde existe como dominante por su número
y por slls recursos totales dicha clase media, pueden tener paz
orgánica, en virtud de que Ia expresada fuerza les sirve para
euitar que los destinos de la nación caigan en las manos opresoras de los muy ricos y muy poderosos o en las manos de los muy
pobres y de los muy incapaces fMendieta, 1954: 87-88).
El Código Agrario promulgado en marzo de 1934 resumía
todas ias leyes, decretos y reglamentos de la reforma agraria ya
ordenados. sistematizados. En él se estableció que los poblados
con derecho a tierras debían existir seis meses antes de presen-
tar la solicitud; la dotación mÍnrma de tierra de riego era de
cuatro hectáreas; los peones, cierto tipo de aparceros y arendatarios se consideraban t:on derecho a la distribución de tierr El
original párralo tercero del artÍculo 27 erpresaba en la par-
te conducente: n...Con este cibjeto se
dictarán las medidas nece-
sarias para el fraccionamiento de los latifundios; para el desarrollo de la pequeña propiedad; para la creación de nuevos cen-
tros de población agrÍcoia...,
130
Socuuoe RovoLUCróN LEcAL DE r.A
TENENCTA DE
rA TrERR{
rra; la pequeña propiedad se [¡ó en 50 hectáreas de riego, y la
organización del ejido fue encomendada al Banco Nacional cle
Crédito AgrÍcola (citado en Rodnguez, 1993:27lr.
Según la ley de 1934, el ejido dejó de ser una forma provisional y transitoria de tenencia de la tierra para convertirse en
una forma de tenencia definitiva al establecerse en ella su carácter de imprescriptible, es decir, que no prescribe, no desaparece,
no caduca. AsÍ, el ejido se constituye en una modalidad permanente y corporativa de tenencia de la tierra. En 1945 se estableció
que la entrega de parcelas a los campesinos sería gratuita,
Durante su breve mandato, Portes Gil fomentó las cooperativas agrÍcolas y forestales: entregó a través de I 156 resoluciones presidenciales definitivas, 1707 757 hectáreas de tierra,
lo que manifiesta claramente su intención de acelerar el reparto
agrario. Pascual Ortiz Rubio entregó, mediante 852 resoluciones presidenciales definitivas, 944 538 hectáreas. Sin embargo,
auque la proporción del reparto de tierras hecha por él fue de
casi la miiad de las repartidas por su antecesor, fomentó los
créditos agrÍcolas y reformó las leyes para evitar que los procedimientos judiciales agrarios entorpecieran la distribución de
las tierras (Wilkie, 1978: 100). Abelardo L. RodrÍguez disminuvó
también el rltmo del reparto y entregó 790 694 hectáreas mediante 596 resoluciones presidenciales definitivas,
Durante la presidencia deLazaro Cárdenas (1934-1940)
se dieron cambios profundos en la tenencia de la tierra. En cuanto a la distribución de tierras. escribe Mlkie. Cárdenas acabó
con el poderÍo de los latifundios al firmar resoluciones mediante
las cuales se afectaron 20 136 936 hectáreas para ser distribui-
das entre las masas campesinas. Esto quiere decir, continúa
Wilkie, que durante seis años el 10.2 por ciento del área continental del país fue repartido, lo que equivale a un promedio de
279 680 hectáreas por mes. Esto era acelerado en comparación
con la creación de los latifundios a cargo de Porflrio DÍaz, que
sólo alcanzó 132 139 hectáreas mensuales en promedio. La actividad agraria de Cárdenas, dice Wilkie, fue en verdad asom-
Soculo¡
Rpvor-ucrów LEGAL DE
r-A TENENCTA DE LA
TTERRA
131
brosa y no sorprende que los elementos conservadores se opusieran rotundamente a tal polÍüca. Los presidentes que precedieron a Cárdenas sólo habÍan prometido en sus proclamas Ia
distribución del 6 por ciento del territorio nacional, y cuando
Cárdenas dejó la presidencia se habÍa reportado cerca del 16
por ciento del país en pequeñas propiedades.t2
Cárdenas creó una nueva estructura en la tenencia de la
tierra, la propiedad ejidal, la propiedad comunaly la pequeña
propiedad. Como señalan algunos autores, destaca Ia obra de
Cárdenas como impulsor de los ejidos, pero poco se menciona
que al mismo tiempo creó también la moderna pequeña propiedad. AsÍ, durante su mandato se reducen los latifundios y
aparece en la estructura a§raria la importancia de la pequeña
propiedad, que al fin de su periodo se habÍa duplicado en cuanto
a su número. Para ello se imponen lÍmiies más estrictos a la
propiedad territorial, por lo que la extensión máxima a Ia pequeña propiedad es de 100 hectáreas de riego o 200 de temporal, estableciéndose además medidas de control para evitar la
existencia de latifundios simulados. También se les concede
derecho a los peones acasillados de solicitar tierras de las haciendas, lo cual coadyuvó a la erradicación de la relevancia del
latifundio.
Aunque el 6 de octubre de 1936 se promulgó un decreto
expropiatorio de las tierras de La Lagunar3 (esta zona estaba
i2
Wilkie (1978: 109) al respecto, Wilkie acla¡a que con las resoluciones no se ha dicho todo pues se tienen que llevar a cabo.
13
Al rechazar las propuestas de los terratenientes algodoneros
de La Laguna para constituir los distritos ejidales (los cuales ya
habían sido decretados porel presidenteAbelardo L. Rodríguez)
v al no aceptar ias propuestas de permutas de tierras que hicieron los hacendados de la industria henequenera, Cárdenas inició su proyecto de acabar con el latifundismo a través de la expropiación no sólo para frenar el creciente descontento de los
habitantes del medio rural, sino también porque la gran ...,o
t32
SocLirvor REvoLUCTóN
r.EGAr. DE LA TENENCTA DE
tA
TTERRA
formada por una cuenca, era administrada en forma eficiente y
altamente rentable) y su transformación en ejidos, no se fraccionaron las haciendas, que eran eficientes unidades de pro-
ducción donde se cultivaban importantes productos de
exportación o materia prima agroindustrial. Por el contrario, se
ies mantuvo como unidades de producción para que siguieran
funcionando con eficiencia. Todo ello obedeciendo a un criterio
de racionalitlad económica. La idea que prevalecía entre los agraristas acerca del ejido no rebasaba el marco de que este era un
medio para obtener recursos monetarios para ayudar a los campesinos a complementar su ingreso y no pa-ra,viür dignamente
con el producto de su parcela. AsÍ los agraristas más radicales
no imaginaron jamás que la zona de La Laguna se fuera a
expropiar algún día (Salomon Eckstein citado por RodrÍguez,
1993:29).
La calidad de la tierra expropiada durante la gestión de
Cárdenas se caracterizó por ser de mediano a bajo potencial.
Aun cuando en algunos casos se entregaban tierras de riego,
las haciendas expropiadas generalmente era¡ inelicientes o no
utilizaban lodo el potencial de la tierra. Durante este periodo
tambiérr se impulsó la formación de ejidos colectivos, que eran
más bien cooperativas de producción agrÍcola. La polémica sobre la operación del ejido colectivo estuvo marcada por aspectos
ideológicos, polÍticos, técnicos y cientÍlicos. Sin embargo, si la
idea hubiera sido organizar granjas familiares o cooperativas
eficientes, el reparto de tierras hubiese sido mucho mayor y junto
con él se hubieran entregado los medios de producción de las
haciendas. Éstas generalmente conservaron sus medios de producción y en el momento de las expropiaciones los propietarios
podían decidir con qué parte de la misma se quedarÍan; obviamente, optaban por retener las mejores tterras, las obras de
riego, las instalaciones agroindustriales, el casco de la hacienda
...c
propiedad terrateniente ya no resultaba conrpatible con el
modelo de desa¡rollo de la economía que él queria.
SscuNIo,{ Rovoi-uclóru
T.EGAL DE LA TENENCIA DE LA
TIERRA
133
y otras construcciones. La extensión promedio dotada durante
el periodo de Cárdenas fue de 5,7 hecLáreas (4.5 de temporal y
1.2 de riego), insuficientes para que una familia campesina pudiera viür únicamente de su producción (t éanse Rodnguez, 1993
y Wilkie, l97Bl,
Bajo el gobierno de Cárdenas se organizó a los ejidatarios
para conlbrmar la Confederación Nacional Campesina (cnc),que
desde sus inicios constituyó una organización de control politico de ios campesinos por parte del gobierno; éste los organiza
corporativamente y los integra a la propia estructura de poder
del Estado. Así, durante el cardenismo se dotó, con 10 744resoluciones presidenclales definitivas, 17 906 430 hectáreas de
tierra;1r además, se inició la etapa de gran irrigación en México.
Con ello se lienó el movimiento campesino y, al disminuir la
presión sobre la tierra, los gobiernos posteriores pudieron concentrarse en el impulso a la pequeña propiedad,
Wilkie señala cómo la reforma agraria de Cárdenas afectó
psicológicamente la rrida de los mexicanos. Al respecto expresa:
Después de Cárdenas, Médco quedó delinitivaniente comprometido a la distribución de tierras, con Io cual las inversiones de
capitales en propiedades agrícolas según la costumbre tradjcional ya no eran posibles, pues en cualquier momento esas propiedades podían ser incautadas, y pagadas con pagarés de un
valor dudoso. Aun cuando las propiedades agrícolas estuviesen
dentro de los limites legales de la pequeña propiedad, y protegidas por la iey, con la prisa que habÍa por distribuir tierras, las
formalidades legales corrÍan la posibilidad de ser pasadas por
alto. También existÍa la posibilidad de que fuese reducido el tamaño máximo de la pequeña propiedad legal.
Wilkie argumenta que, por un lado, los inversionistas andaban en busca de nuevas fuentes de inversión, con el resultaraWilkie (1990: 7).
134
SocuNoe REVoLUCToN
LEGAT, DE
tA TENENCIA DE LA TTERRa
do de que la industria y el comercio acusaron
un
aJza,
mientras
que la asricultura acusó una baja; por otro lado, continúa Wilkie, aquellos que recibieron parcelas de tierra podían enorgullecerse de ser dueños de ellas porque ya no estaban supeditados
a trabajar para otros. Y si esto significaba la subsistencia de la
agricultura a base del minifundio en la mayorÍa de los casos,
también implicaba un cambio en elcomportamiento del campesino, puesto que ya no era un ser desigual, inferior (Wilkie, 1g7B:
l0e).
Durante la gestión de Manuel Ávila Camacho (i940-1g46)
se promulgó el Código Agrario de 1942, que en sus postulados
recogió prácticamente los mismos principios del Código Agrario
de 1940, cuyos ordenamientos: enmarcaron la protección de la
propiedad agrÍcola inafectable; dispusieron la ampliación de ejidos
y en los de cualquier clase; sancionaron la simulación agraria;
concibieron la inclusión de superficies para fundos legales en
las dotaciones de tierras; incluyeron en su texto la reforma del I
de marzo de 1937 en materia de inafectabilidad ganadera, y
estimularon la creación de nuevos ejidos colectivos. Además, en
el código de 1942 se definió la estructura legal tanto de los ejidos
colectivos como de los parcelados, se amplió el tamaño mÍnimo
de la parcela de cuatro a seis hectá¡eas de tierra de riego y la
entrega de tÍtulos a los ejidatarios adquirió relevancia para asegurar los derechos indiüduales de los beneficiarios sobre las
tierras del ejido (Rodríguez, 1993: 30-31).
En relación con la forma de producción en el ejido, la polémica sobre si era o no conveniente el trabajo colectivo continuó durante este periodo; se insistió que en el trabajo de los
pequeños propietarios era la base de la economÍa agrícola del
paÍs. Asimismo, se argumentaba que ia única forma de que los
ejidatarios lograran progresar era trabajando en forma individual la parcela. Al mismo tiempo, los instrumentos jurÍdicos
que se empleaban para dar seguridad a los pequeños propietarios se afinaban continuamente. Por tal motivo se trató de inducir a campesinos que vivÍan en zonas sobrepobladas a que
Secunon
REVoLUCIóN LEGAL DE LA TENENCTA DE r.A
TIERRA
135
crearan ¡nuevos centros de población en las regiones costeras y
el norte del paÍs principalmente. Todo ello con el propósito de
inducir el traslado de población a zonas en donde los asentamientos humanos eran escasos. Para lograrlo se reconocía que
existÍan latifundios en zonas alejadas de poblados que hicieran
alguna solicitud de tierras; en cambio, en las regiones donde
habían comunicaciones y asentamientos de relativa importancia se negaba la existencia de latifundios o tierras disponibles
para su reparto (RodrÍguez, 1993: 30).
Durante este gobierno se emitieron 3 485 resoluciones
presidenciales para repartir una extensión de 5 944 450 hectáreas entre 157 836, según Mlkie. AsÍ, la expropiación de latifundios disminuyó notablemente y se dio una nueva tendencia
a la concentración de la propiedad territorial mediante los privilegios que se establecen para la ganaderia. Aunque se consideraba la importancia del ejido como ente económico y social,
también se insistÍa en convertirlo en una unidad dinámica que
se desarrollara y preparara para los cambios de las situaciones
económicas y sociales que experimentaba el pais en esa etapa
coincidente con la segunda guerra mundial, según RodrÍguez.
Durante el sexenio de Miguel Aiemán (1946-1952) se hicieron modificaciones al artículo 27 constitucional. AsÍ. se amplió el tamano de la parcela ejidal de 5 a 10 hectáreas de riego.
La pequeña propiedad pasó de 50 a 100 hectáreas de riego. También se amplió el área que puede dedicarse a los cultivos en las
propiedades particulares. En caso de que la superficie se utilizara en la producción de algodón, podÍa aumentarse a 150 hectáreas de riego, y a 300 para henequén, hule, plátano, caña de
azúcar, café, vid, olivo, vainilla y quina, según Morett. Además,
se permitía poseer tierra suficiente para alimenta¡ 500 cabezas
de ganado o su equivalente en tierras de temporal, 1o que significaba que en algunas regiones de México los ganaderos pudieran poseer extensiones de hasta 30 mil hectáreas. Asimismo, se
reforzaba la protección jurÍdica a la pequeña propiedad,
concediéndose nuevamente el derecho de promover amparos
136
SeGuNo¡ ncr¡oLucróru
r.EGAr. DE LA TENENCIA DE LA TIERRA
contra exproplaciones siempre y cuando los propietarios contaran con certificados de inal'ectabilidad. El amparo en materia
agraria, como vimos anteriormente, había sido derogado durante la presidencia de Cárdenas.
Durante el régimen de MiguelAlemán se cuestionaron los
logros de la reforma agraria; se destacaba que los ingresos de los
campesinos se habÍan deteriorado en la mayoria de los casos hasta niveles de subsistencia. Asimismo, el reparto no se consideraba
una meta en si mismo, sino un medio para que los campesinos
elevaran su nivel de ingresos. En los círculos de oposición y gubernamentales se aceptaba que el nivel de vida de los campesinos no correspondÍa al ar¡ance logrado por otras actividades
económicas del país (RodrÍguez, 1993: 33). Esto era reflejo de que
el reparto indiscriminado de tierra no cabÍa en los planes de {obierno. En este periodo se distribuyeron 4 844 123 hectáreas
entre 97 391 beneficiarios mediante 2 385 resoluciones presidenciales definilivas (véase cuadro 3.1 de Wilkie en la página 119).
El sexenio de Adollo Ruiz Cortines (1952-1958) se caracterizó, en el aspecto agrario, por impulsar la infraestructura de
riego para la agricultura y el crédilo agrÍcola. La superficie beneficiada con riego durante el periodo fue de l2B 000 hectáreas.
Bsta cantidad es bastante elevada si se considera que de 1926 a
1952 la habilitación de la superficie de riego ascendÍa a 428
I
I
000 hectáreas, superficie ligeramente superior a la habilitada
durante este sexenio. I-os resultados en la producción agrÍcola
fueron sorprendentes y la demanda interna de algunos productos del campo fue satisfecha en gran medida. Durante la gestión
de Ruiz Cortines fueron creados el Fondo de GarantÍa y Fomento
para la Agricultura, Ganadería y Avicultura, así como la Mutualidad del Seguro AgrÍcola. El Fondo de GarantÍa abrÍa la posibilidad de incluir a la banca prirrada en el campo mediante créditos
agrÍcolas, garantizando la recuperación de los préstamos. Esta
polÍtica estuvo orientada a eliminar gradualmente el paternalismo
estatal hacia los ejidatarios, lo que sentó las bases para que se
desarrollara dentro de esquemas económicos realistas.
Socu¡¡oe Revoluclów
LEGT\I. DE
tA TENENCIA DE LA TTERRA
137
Bajo Ruiz Cortines las crÍticas a la reforma agraria se enfocaron al problema de la corrupción en el campo entre polÍticos
y grandes propietarios. [¡s abusos eran muchos en cada región; en algunas existÍan grandes concentraciones de tierra ilegal en los distritos de riego, en otras se daba la especulación
con terrenos susceptibies de ser beneficiados con obras de riego, urbanización o infraestructura (véase Flores, 1961: capÍtulo
xvl: Rodríguez, 1993; Morett, 1992).
Bajo la gestión de Ruiz Cortines se entregaron, con I 864
resoluciones presidenciales delinitivas, 4 936 665 hectáreas a
23i 8BB beneficarios. También inició la entrega masiva de tie-
rra en el papel: fr-reron distribuidos más de un millón de certificados de derechos agrarios a salvo a otros tantos campesinos
sin tierra y ejidatarios con parcelas insuficientes.
Por 1o que respecta a la distribución de tierras de propiedad nacional y particular en forma de pequeña propiedad privada, después de Cárdenas se dio un gran impulso a la enajenación
de terrenos nacionales tanto a título gratuito como oneroso. Se
desarrollaron importantes programas de colonización y, al irse
incorporando al cultivo las áreas irrigadas por grandes obras
hidráulicas, se compensó con esas tierras a los pequeños propietarios afectados legalmente. AsÍ, una vez que los grandes propietarios se convencieron del carácter irreversible que tomó el
proceso de reforma agraria, prefirieron colaborar en su desarrollo y empezaron a fraccionar y vender sus latifundios; inclusive
eventualmente se asociaron con el Estado para realizar algunos
proyectos de colonización r,oluntaria fEscárcega y Bote¡r, i990:
I0-1 1; Morett, 1992: 30).
Durante la gestión de Adolfo López Mateos (1959- 1964) se
dejaron de otorgar inafectabilidades agrarias. A diferencia de
los dos periodos presidenciales anteriores, que priülegiaron a la
pequeña propiedad, la polÍtica de colonización se realizó exclusivamente con ejidos. Aunque para fines de los años cincuenta
las tierras por distribuir ya casi se habÍan agotado y en los cÍrculos gobernantes se hablaba de la culminación del reparto agra-
138
SucuNo.q REVor.ucróN
LEGAr- DE LA TENENCTA DE
rA
TTERRA
rio, éste no se pudo hacer. Como señala Wilkie, Ia población
dedicada a la agricultura aumentó en forma repentina en la
década de los cuarenta, y siguió aumentando con más rapidez
aún en la década de los cincuenta. AsÍ, la presión causada por
elincremento demográfico en México se estaba acumulando en
el campo. Bl reparto de tierras no concluyó sino, al contrario, se
incrementó por elempuje de un vigoroso movimiento campesino que presionó fuertemente en demanda de tierra ante la falta
de opciones de empleo.
Lopez Mateos emitió 2 887 resoluciones presidenciales
definitivas, con las que distribuyó I I 361 270 hectareas en beneficio de 304 498 campesinos. Wilkie hace notar que aunque
en parte la presión causada por el incremento demográfico apresuró al presidente a alcutzar la marca establecida por Cárdenas en el reparto de tierras, éste concentró sus esfuerzos en la
distribución de aquellas que otros presidentes ya habían resuelto distribuir.
Con esto López Mateos podía aparentar ser revolucionario en una
época en que había mucho descontento con la revolución econó-
mica, sin causar trastornos en el pais dictando resoluciones de
que se entregaran más tierras. lópez Mateos tenÍa planeadas
otras soluciones al poner en ejecución la entrega de tierras, porque hizo hincapié en la revalidación de los títulos de propiedad
como parte considerable de su programa fWilkie. 1978:224).
El gobierno de Gustavo DíazOrdaz (1964-1970), para impulsar el reparto agrario, instrumentó el Programa Nacional
Agrario, mediante el cual se dividió la superficie de todas y cada
una de las entidades federativas de México en zonas. El objetivo
de esa zonificación era detecta¡ predios susceptibles de afectación para otorgarlos a los ejidatarios solicitantes. El programa
atendió diferentes aspectos, tanto localización de predios que
pudieran ser afectados, regularización de la tenencia y ejidal
privada como depuraciones censales. Cabe destacar que por li-
Secu¡loe Re,vor,ucrór'r
LEGAL DE LA TENENCTA DE r-A
TrERR¡
139
mitaciones debidas a Ia carencia de personal técnico, el rezago
de las resoluciones de tierras pendientes de ejecutar se
incrementó en 180 por ciento. Por ello las ejecuciones pendientes acumuladas llegaron a cerca de l4 millones de hectareas.
Esta situación seria revertida por las siguientes administraciones, las cuales, a través de una agresiva polÍtica de ejecución
del reparto agrario. lograron que esta cifra disminuyera hasta
9.45 millones de hectáreas (Rodríguez, 1993: 36).
Durante elsexenio deDíazordaz se entregaron, mediante
2 769 resoiuciones presidenciales definitivas, l4 139 560 hectáreas a240 695 beneficiarios. Esto en parte fue resultado de la
presión ejercida por los movimientos campesinos y el estallido
de la crisis agra-ria (Wilkie, 1990).
Durante la gestión de Luis Echeverría Alvarez (1970- 1976)
se reconoció la crisis agraria y se pretendió dar al sistema ejidal
un nuevo impulso con la intención de elevar la producción agropecuana. Sin considerar ei reparto como una meta, se dio prioridad a solucionar problemas relacionados con la regularización
de la tenencia de la tierra. Para ello se modificó el artÍculo 27
constitucional y se promulgaron la Ley Federal de Reforma Agraria,t5 la Ley Federal de Aguas y la Ley General de Crédito Rural.
La finalidad era hacer expedita Ia regularización de la tierra y
promover la organización campesina para que las actividades
agropecuarias fueran programadas de manera coordinada por
la administración pública (Rodnguez, 1993: 39).
Bajo EcheverrÍa el Departamento de Asuntos Agrarios y
Colonización se transformó en la Secretaria de la Reforma Agraria (sna). El crédito ejidal se elevó en forma considerable y se
is Esta le.y, decretada en marzo
de lg7l. fue la denominación
moderna de un nuevo ordenamiento legal agrario. Su contenido
se pretendía definir en siete libros: Autoridades agrarías, El ejí'
do, Organización económica del ejido, RedistnbucÍón de La proy planeación
agrarios y Responsabrlidad en mstería agrarin.
piedad agraria. hocedimientos agranos, Registro
140
Secu¡r»¡ REvoLUCIoN
LEGAL DE LA TENENCIA DE LA TIERRA
planteó la colectiüzación de los ejidos concediendo una serie de
prerrogativas a los que hicieran esto. También se instrumentó
el Plan Nacional de Organización y Capacitación Campesina.
Todo ello hizo posible que la organización campesina propiciara
la instrumentación de unidades para ei trabajo. Asimismo, a
través de las uniones de ejidos se apoyó la adrtrinistración y
comercialización de sus productos en común. Sin embargo, esta
medida fracasó no sólo porque era algo no demandado ni sentido por los campesinos, sino además porque no se tocó para
nada la estructura caciquil del ejido descrito por Simpson en
1937, por lo cual las mejoras beneficiaron principalmente a los
caciques ejidales.
Con el propósito de elevar la producción agrÍcola y el ingreso de los campesinos, se dieron alzas constantes en los pre-
cios de garantÍa de los productos agrÍcolas. El movimiento
campesino iba en aumento, lo cual influyó para que EcheverrÍa
repartiera, a trar,és de 2 202 resoluciones presidenciales definitivas, l3 328 852 hectáreas de tierras a206 452 beneficiarios.
Echeverría alentó la toma de tierras de grandes propiedades
agrÍcolas en el noreste de México para dividirlas entre los campesinos y crear ejidos, medida que ocasionó la destrucción total
de la agricultura de esa zona, por 1o que fue muy criticado durante muchos años (véase cuadro 3.1, p. 119).
ConJosé Lopez Portillo (1977-1982) se planteó la posibilidad de que los beneficiarios de la propiedad social empezaran a
trabajar en asociación con el sector pr-ivado. Para ello se modilicó la legislación agraria de manera que los pequeños propietarios pudieran asociarse con los ejidatarios y trabajar las tierras
de manera conjunta. Con la promulgación de la Ley de Fomento
Agropecuario el énlasis ya no recayó en las formas de tenencia,
sino en ias formas asociativas que facilitaran la producción e
inversión asrÍcola como acciones prioritarias, entre las politicas
tendientes a lograr la autosuficiencia alimentaria se consideró
un programa de reagrupamiento de minifundios entre sÍ o con
fincas de extensión menor que la máxima de la pequeña propie-
SecuNo¡
REVoLUCToN LEGAL DE LA TENENCTA DE LA
TTERRA
141
dad y sin que se rebasara ésta.16 Sin embargo, no se creó una
base legal sólida para ello y el gobierno tuvo que continuar re-
partiendo tierras para la constitución de ejidos (véase Wilkie,
1990: 23; Morett, 1992: 30, y Rodríguez, 1993: 29).
Como otro instrumento de promoción de la producción
agrÍcola que tenÍa el propósito de alcanzar la autosuficiencia
alimentaria, se instrumentó el Sisterna Alimentano Mexicano
(snv). Con él se reconoció la profunda crisis por la que atravesaba ei campo. Ia polarización que se daba en el sector y el hecho
de que ios apoyos exclusivamente al sector privado en la agricultura no sacarÍan a México de la crisis agropecuaria. Durante
el primer año del saHl, la producción agrícola tuvo un incremento, motivado en parte por un excelente régimen de lluvias. Sin
embargo, en los años subsecuentes este programa dependió del
subsidio estatal y no se alcanzó la autosuficiencia alinientaria
(ibíd.).
Bajo Lopez Portillo el crecimiento del sector agropecuario
fue bajo, por lo que se siguieron importando enormes cantidades cle alimentos, lo que propició la pérdida de dil'isas y el aumento de la inflación. Durante este sexenio se entregaron, con I
975 resolr-rciones presidenciales definitivas, 6 728 797 hectáreas a 264 532 campesinos, También se intentó combatir a los
invasores de tierra que han existido siempre y a los asentamientos humanos irregulares en ejidos y comunidades. la solución
no siempre benefició a los campesinos, pero sÍ a un grupo importarte de la población, que dio un uso urbano a los terrenos
ocupados.
16
El artÍculo 63 de ia Ley de Fomento Agropecuario consideraba
al minifundio como «la superficie de terreno que destinándose a
explotación agrícola tenga una extensión hasta de cinco hectáreas de rie$o o humedad o sus equivalentes en otras clases de
tierra, así como la que no baste para obtener por lo menos una
1a
producción que arroje conlo beneficio el doble del salario mínimo en el campo que corresponde a la región,.
142
Secunp¡ REVolucróN
LEGAL DE LA TENENCTA DE rA TIERRA
Durante la gestión de Miguelde la Madrid (1982-1988) se
prioridad
dio
a los aspectos relacionados con la seguridad en la
tenencia de la tierra y su regularización. Asi, con las adiciones a
la fracción xx del artÍculo 27, se elevó a rango constitucional la
seguridad jurÍdica de las diferentes formas de la tenencia de
la tierra. Como polÍtica de reforma agraria, se puso más énfasis
al aspecto organizativo en lo referente a la regularización agraria que al distributivo de reparto de tierras. En este sexenio se
entregaron más de un millón de certificados de derechos agrarios a comuneros y ejidatarios y 254 388 certificados de inafectabilidad a pequeños propietarios, Asimismo, se regularizaron
asentamientos humanos en más de 20 000 hectáreas, lo cual
benefició a 360 000 familias.
Como consecuencia de la crisis económica que sulria México en 1982, la cual se agudizó durante este periodo, la inversión
pública y los créditos al campo se redujeron marcadamente, lo
cual provocó que la crisis agraria se prolundizara más aún.
Durante este sexenio se ejecutaron I 298 resoluciones presidenciales, con las cuales se entregaron 2 981 519 hectáreas a
105 920 beneficiarios (véase cuadro 3.1)
AsÍ, aunque aparentemente desde el periodo de Lopez Por-
tillo se adoptó la polÍtica de no repartir más tierras porque prácticamente se habÍan acabado las posibilidades reales de hacerio,
se continuaron adjudicando a los solicitantes minifundios de
tierras marginales en su mayorÍa no aptas para la agricultura,
con el propósito de frenar el descontento campesino y de mantener el control polÍtico y social. Según Escárcega y Botey, estos
dos periodos presidenciales se distinguen:
por el énfasis puesto en la regularización documental de la propiedad ahora apovada en el Catastro Rural levantado por la Se-
cretarÍa de la Reforma Agraria. EI proceso de regularización
comprende, fundamentalmente, la expedición masiva de certificados de inafectabilidad para predios de propiedad privada. titulación de terrenos ba-ldíos poseídos por particulares desde antes
Secuuo¡
REVoLUCTóN LEGAL DE LA TENENCTA DE r.A
TTERRA
143
de modificarse la ley, expediclón de títulos de nuevos colonos,
resolLlción de asuntos conflictivos ejidales
-v
comunales para la
vía de la negociación entre las partes en pugna, ejecución de
resoluciones presidenciales pendientes,v actualización de derechos agrarios individuales con base en depuraciones censales
(Escárcega y Botey, 1990: 12, citado en Morett, 1992:
3l).
Según José Sánchez GonzaJez,la distinción entre ejido y
comunidad es más que nada de carácter histórico. La propiedad
comunal podemos decir que es aquella que r.iene exisüendo desde
la época prehispánica hasta nuestros días. Durante la Colonia
también los uirreyes dotaron de ejidos, pero en el sentido antiguo del término: terrenos comunales que entregaban a los pueblos indigenas que carecÍan de ellos. Cabe mencionar que éstos
fueron relativamente pocos porque 1a propiedad de los grupos
precolombinos fue anterior a la conquista. I¡s grupos indÍgenas más bien a veces sufrieron despojos. Se ha exagerado mucho esto porque no se toma en cuenta el hecho de que México
estaba muy poco poblado y se practicaba una a§ricultura muy
primitiva, de coa, de bastón plantador, que no requería grandes
superficies; mejor dicho, estos medios no se podían cultivar grandes superficies de terreno de manera individual. A la propiedad
comunal 1o único que hicieron los monarcas espanoles fue respetarla, reconocerla como tal; y no sólo eso, cuando se daban
mercedes eran siempre con la condición de que no afectaran
terrenos de indÍgenas. Esto a veces no se cumplÍa, en ocasiones
sÍ se invadÍan sus propiedades.
Agrega Sánchez González que ia distinción entre propiedad comunal y ejido es meramente histórica porque, en cuanto
a su régimen jurÍdico, a partir de Ia ley del 6 de enero de 1915
(la que propicia una reforma agraria que tiene como consecuencia las acciones dotatorias para redistribuir la propiedad de la
tierra en México, que se habÍa concentrado en grandes latifundios) se crea el ejido; por lo tanto, los terrenos ejidales son dis-
tintos de los terrenos comunales. Estos últimos ya venian de
144
Spcu¡¡oa nsvoLucróN LoGAL DE L{
TENENCTA DE LA TIERRA
antisuo. Una diferencia entre el ejido y la comunidad consiste
en que la personalidad del ejido surge con la entrega de tierras,
ya sea en forma proüsional o definitiva; en cambio, las comunidades ya poseen de hecho o por derecho bienes rusticos, y por
ello la ley les reconoce capacidad para disfrutarlas en común.
Los terrenos ejidales son aquellos que los gobiernos revolucionarios dieron a núcleos carentes de tierras y a otros que las
solicitaron, para lo cual fueron afectadasy flraccionadas lasgrandes haciendas para constituir lo que conocemos como propiedad ejidal. La distinción es nreramente histórica. ¿Por qué es
histórica y no jurídica? Porque el régimen de propiedad es el
mismo; bienes inalienables, imprescriptibles e inembargables.
Lo era tanto para la propiedad comunal como para la propiedad
ejidal, de tal manera que no encontraíamos ninguna diferencia
jurídica como no sea la diferencia de origen. Los procedimientos
de dotación y ampliación de ejidos son muy distintos de los correspondientes a la restitución de tierras a las comunidades, su
confirmación y titulación. La propiedad comunal viene desde la
epoca prehispánica o la Colonia en algunos casos, mientras que
la propiedad ejidal surge del proceso de reforma agraria.
Es importante mencionar que la problemática del ejido descrita en los años treinta por Simpson (1937) es exactamente la
misma que la descrita por mis entreüstados durante la investigación de campo que realice en los años noventa.
Irónicamente, el campo mexicano y los ejidos enfrentan la
misma situación después de 64 arios aun cuando se han dado
durante tantas décadas intentos de solución a través de modificaciones a la legislacionylo la instrumentación de programas
de gobierno.
4.Inrpriuatizacíón, de ejtdos g de tterras:
debate sobre la situación A promulgación
de la nueua Legíslación agraria de 1gg1
EI ejido slempre ha sido motivo cle intensos debates. A filiales cle
la década de los ochenta, pero principalmente en lg90 y lgg1,
estas discusiones aumentaron considerablemente. El gobierno
realizó una serie de foros de consulta eu distintas partes de México con el propósito de formula¡ su plan de nodernización tlel
paÍs. BI anuncio de la intención de llevar a cabo cambios tendientes a la modernización dei campo despertó la polémica y provocó
la manil'estación de distintas corrientes de opinión que expresaron diferentes enloques sobre la probiemática delcampo. La irlea
del gobierno de titular las tierras iire implícitamenie para clei-ener
el conflicto en los ejidos sobre quién trabajaba cada parcela.
Ante la crisis del campo itexicano iniciada, en I970, y el
cambio de polÍtica económica a raÍz de ia apertura total cle la
economía de Mexicto al mercado extento y a la renuncia del Estado a inten'enir directamente en los procesos económicos, se
manifestaron los dir,ersos actores Y sectores sociales en torno ai
ejido y al reparto de tierras. AsÍ, en lg90 y 19gi se identifican
cuatro posturas en relación r:on el ejido. por supuesto que existen otros planteanrientos y un sinfín de posiciones entre estudiosos de los problemas agrarios, intelectuales, líderes de opinión,
empleados públicos del sector agrario, etc., que van desde los
que proponen la privatización del ejido. pasando por Ias de fie-
xibilización del sistema ejidal, hasta los defensores a uitranza
del ejido.
[
1451
146
LE
OPRIV,CTIzL\CION»
DE DJIDOS
\'
DE TIERRqS
A finales de ia década de los ochenta, entre los debates
sobre el ejido y el reparto de tierras destaca la sesión de la lrn
Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión
efectuada el 28 de diciembre de 1987 y publicada en el Díario de
DebateslJo.50. En los debates de dicha sesión se discutió sobre
el reparto de tierras y la polÍtica que se debÍa adoptar para concluir la última etapa del reparto masir¡o de la tierra y el Proyecto
Especial de Catastro Rural y Regularización de Tenencia de la
Tierra. Entre las opiniones al respecto, el diputado Salvador
Robles Quintero expuso:
La clase carlpesina denlanda tierras, demanda que ten'nine el
reparto de tenencia de la tierra. Demanda también la clase campesina mejor asistencia técnica, asesoría lesal en las gestiones
tenencia de la tierra, demanda mejor capacitación. En materia de redistribución territorial en México, se han repartido 106
t1e
millones de hectáreas. Siete nillones y medio de hectáreas corresponden a este gobierno {el de Miguel de la Madridl. Si el
general Lázaro Cárdenas, recordado eternamente por los campesinos nlexicanos por su gran acción agraria, repartió lB millones de hectá¡eas en ejet:uciones presidenciales, era porque
en esa época entre otras cosas solamente se habían repartido 6
millones de hectáreas. Repartirles l8 millones de hectareas cuan-
do apenas se iniciaba el reparto agrario expresaba, entre otras
cosas. r,alor político. Y eso se lo recordaremos siempre al presi-
dente Cá¡denas, pero también expresaba una facilidad innegapolitico que ahora no se da.
-y
ble de tipo técnico, social, humano
Porque ahora al haberse repartido la mitad del territorio nacio-
nal a los campesinos -y comuneros y de habérseles reconocido a
los pequerios propietarios 65 millones de hectáreas. es dilicil en
urr país de 195 millones de hectáreas encontrar tierras para
repartir en este r:olumen del cual estoy hablando: 7 r, medio millones de hectáreas cle los cuales corresponden tres y medio
millones de hectáreas a ejecutar. de resoluciones presidenciales
pendientes r, 4 millones de hectáreas corresponden a ejecucio-
L¡ upRnalz¡clóN,
Dg DJIDos y DE
TTERRAS
147
nes presidenciales actuales. No estoy hablando de resoluciones
presidenciales -de publicación de resoluciones presídencialesentiéndase bien; estov hablando de ejecución de resoluciones
presidenciales porque también quiero caracterizar claramente
la polÍtica agraria del Presidente De la Madrid; quiero subrayar
un esfuerzo enorme de dar seguridad a la tenencia de la tierra,
a la tenencia de la tierra social y a la tenencia de la tierra de
pequeña propiedacl.
Con respecto a la oferta de tierras de aquel entonces que
pueden dedicarse al reparto agrario, se identifican las si$uientes cuatro fuentes (Reyes Osono, 1974 citado en Rodríguez, 1993:
634):
Incautación. Ésta se refiere a las tierras y propiedades incautadas a narcotraficantes, principalmente de los esta-
l.
dos de Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Nayarit, San Luis
PotosÍ, Zacatecas, Baja California y Veracruz. Aun cuando
2,
algunas tierras lncautadas han sido repartidas a campesinos, esta fuente de reparto es restringida.
Investisación. Se cuenta con dos tipos de investigación: la
general, de uso parcelario, y la de presuntos fraccionamientos simulados. La primera se refiere a las investigaciones
generales de usufructo parcelario, las cuales desembocan
en algunas ocaslones en la privación de derechos y la adjudicación de los mismos a otro miembro del ejido; esto significa una forma de reparto vÍa reasignación, por lo que es
muy limitada y no representa una alternativa importante
3.
para muchos solicitantes. La segunda se refiere a la investigación de presuntos fraccionamientos simulados, que en
realidad son latifundios. Este tipo de investigación procede
si 1o denuncian los grupos solicitantes que detectan superficies mayores de las permitidas por la ley y que se encuentran supuestamente fraccionadas.
Compras de tierras. Esta fuente de tierras está muy únculada al problema de las invasiones v disputas de terre-
i4B
4.
Le upHir,,qrrzecrón, oo EJrDos y
DE TrERIus
nos. por io que no representa una oferta real de tierra susceptible de ser repartida. Esta vÍa se adopta cuando la
rnvasión se ha consumado y no hay forma de desalojar a
los campesinos invasores, sobre todo de propiedades privadas, por lo que la SecretarÍa de la Reforma Agraria se ve
en ia necesidad de comprar las tierras a los afectados y
repartirlas o legalizarlas a los inr¡asores. Esta forma de
proceder ha desembocado en un cÍrculo vicioso ya que en
muchas ocasiones se ha promoi,.ido Ia invasión como una
forma de acceder a la tierra, contraviniendo toda legalidad, Sin ernbargo. se han comprado tierras con el propósito de er,'itar la violencia v de responder a presiones de
algunos grupos de campesinos v sus lÍderes. También, en
ocasiones, la compra de tierras obedece a disputas que
surgen por problemas de linderos, sobreposiciones en la
dotación y/o conflictos legales sobre la tierra; es una solución cuando estos problemas no se pueden resolver de otra
manera.
Tierras sobrantes. De esta fuente se desprenden dos opciones: una que proiriene de las concesiones ganaderas
vencidas y que, al someterlas a revisión, pueden identiii-
carse sobrantes sujetos a reparto; faltan por regularizar
573 concesiones ganaderas, de las cuales se estima que
existe una superficie alectable de 434 000 hectáreas. Asimismo, debido a la reducción de las áreas utilizadas como
campos experimentales de la SecretarÍa de Agricultura v
Recursos Hidráulicos, se han liberado tierras que serán
puestas a disposición de la SecretarÍa de la Reforma Agraria. En ambos casos las hectáreas disponibles son pocas y
representan una fuente que tiende a desaparecer en el
mediano plazo. y no es posible su renovación.
Otra opción fue ia disponibilidad de terrenos nacionales
baldÍos que no han sido afectados, los cuales previo deslinde y
declaratoria significan una fuente real de reparto de tierras. Sin
embargo, sólo se tenÍa conocimiento de algunas superficies lo-
LA npzutRTtz¡,clóN, DE
LlDos I'
DE TIERR{S
149
calizadas en el estado de Quintana Roo no aptas para la agricultura. En el resto del país no había terrenos nacionales con
fines de reparto; los que estában por declararse y titularse ya
[ueron asignados, por 1o que esta vÍa está casi cancelada. A principios de la década de los noventa la oferta de tierra se estimó
en 725 700 hectáreas que podÍan destinarse al reparto. Esta
cifra tenderá a disminuir más en unas luentes que en otras; sin
embargo, la superficie disponible se reducirá.
Según el estuclio de RodrÍguez la demanda insatisfecha de
tierra se expresa a partir de: a) los expedientes de tierras en
trámlte, y b) las resoluciones presidenciales publicadas y no
ejecutadas por problemas legales. La demanda potencial está
representada principalmente por los campesinos sin tierra. En
1993, RodrÍguez escribió:
lVeamos primero] lo referente a los expedientes de tierras en
tránrite. Sin incluir las restituciones de tierras cÍe bienes contunales (nrec) ni los nuevos centros de población ejidal (nclo),
existen 569 expedientes en ias oficinas centrales de la Secretaría de la Relorma Agraria fsn¡), que suman una superficie de
569 000 hectáreas. En la mavorÍa de los casos ya se tiene la
posesión de la tierra, pero el 40 por cient.o no cuenta aún con
ella y se les debe dar una respuesta. Asimismo, en las oficinas
foráneas el número de solicitudes de tierra es el siguiente: I 065
expedientes en las delegaciones agrarias de la sna en los estados, 818 expedientes en las Comisiones Agrarias Mixtas y 258
expedientes en las Salas del Cuerpo Consultivo Agrario. En total 2 l4l expedientes de solicitud de tierras sin incluir las Rrec
y los tceo. Todas estas solicitudes corresponden a grupos de
campesinos que demandan tierras para formar o ampliar ejidos.
Independientemente de la calidad y el uso de la tierra, existe
una demanda de I 706 377 hectáreas [Rodríguez, 1993: 50).
Otro conjunto de solicitudes lo consütuyen los expedientes negativos que se van por la r,Ía de NCPE, de los cuales exis-
150
LA «pRr\¡ATIZACIóN» Ds &irnos y DE
TTERRAS
tían 1 672 expedientes, 600 que üenen conformidad de traslado
y | 072 sin ella. Por esta úa existÍa una demanda de I 333 584
hectáreas.
En cuanto a la vertiente de la demanda insatisfecha, está
representada por una parte de las resoluciones presidenciales
publicadas pendientes de ejecutar; esto es, las que tienen amparo contra la resolución, cuyo número asciende a 208 expedientes para una superficie aproximada de 780 000 hectáreas.
En el caso de los expedientes que tienen como causal de no
ejecución la imposibilidad material, ésta se debe a que los terrenos sujetos a afectación son pequeñas propiedades. Existen 76
expedientes, que suman una superficie aproximad a de 60 572
hectáreas. fuimismo, ei 30 por ciento de las sobreposiciones,
otra causa cre no ejecución, están en conflicto y la tierra no se
ha entregado a los campesinos; de los 82 expedientes se deriva
una demanda mínima de 19 606 hectáreas por sobreposición.
El resto de las resoluciones pendientes de ejecutar no representan una demanda, pues los demandantes ya están en posesión
de la tierra. sólo que no está agotado el procedimiento para su
cabal reconocimiento. Esta vertiente de Ia demanda es más tangible pues se les debe entregar la tierra por mandato presiden-
cial [RodrÍguez, 1993).
Así, dice RodrÍguez, la demanda insatisfecha de tierra es
de al menos 4.1 millones de hectáreas, sin considerar las nuevas solicitudes que pueden generarse de los más de cuatro millones de jornaleros que aspiran a tener una parcela, Pero la
oferta actual es de sólo 725 700 hectáreas. con una franca tendencia a disminuir, mientras que la demanda tiende a incrementarse, por lo que definitivamente no es posible atender a los
campesinos demandantes (Rodríguez, 1993: 49-51).
En 1990 y 1991 destacaban las sisuientes cuatro postu'
ras respecto al ejido:
La postura de la oposición de izquierda parlamentaria planteaba la continuación del reparto agra,rio. Para esta corriente la
distribución de la tierra no habÍa terminado y aún existÍan im-
LR uprur,Arrz¡ctoN» DE EJlDos y DE
TTERn¡S
l5l
portantes latifundios simulados por distribuir. Entre sus propuestas destacaban las de reducir los limites de la pequeria propiedad, revertir los términos de intercambio entre campo y ciudad
y que el gobierno canalice más recursos al agro. Esta propuesta
se limitó a defender la continuidad del ejido tal como estaba
constituido en 1991.
La postura de oposición de derecha parlamentaria proporría la privatización irrestricta del ejido y, por consiguiente, la
entrega en plena propiedad de las parcelas a los ejidatarios. Su
propuesta se basaba en principios de igrraldad, justicia y desa-
rrollo de las potencialidades individuaies. Esta propuesta era
sostenida principalmente por el Partido Acción Nacional (rrrru).
La postura del episcopado mexicano coincidía con la del
PAN, pero añadÍa la necesidad de que las autoridades buscaran
los mecanismos necesarios para que la propieclad, más que a
un particular, pertenezca a la familia, para evitar asÍ la reaparición de los grandes latifundios.
La postura del empresariado mexicano, representado entre otros organismos por el Consejo Nacional Agropecuario, planteaba la flexibilización del ejido, no su desaparición. Afirmaba,
además, que esto podna realizarse con una r:lara y sostenida
tendencia a la privatización, mediante el otorgamiento de tÍtulos de propiedad parcelaria, el derecho del poseedor de arrendar
su tierra durante lapsos de dos o tres anos, asi como la prohibición de su venta en un periodo transitorio de, por ejemplo, cliez
años.r ProponÍa además efectuar cambios para que se facilitara
la asociación de ejidatarios con particulares y reüsar la estructura del ejido y su funcionalidad.
Dentro del gobierno se manifestaron las siguientes posiciones, que coincidÍan en cuanto a la ügencia del ejido:
I¿ sne y la Confederación Nacional Campesina (cNc) planteaban queya estaba dándose por terminada la primera fase de la
r nPropuestas del sector
empresarial para la reactiraciór.l prodtrctiva del campo mexicano, (citado en Morett, l9g2).
152
LA
«PRI\¡ATIZACIÓN» DE eJIDoS Y DE TIERRAS
reforma agraria. la cua-l ponÍa énfasis en el reparto agrario. y que se
debÍa entra¡ en una nueva etapa de dicha reforma. la norsanizativa». Además, planteaban como solución a los problemas delejido
la organizactón productiva de los ejidatarios y el imptrlso a diversas formas de asociación de éste con el Estado y los particulares.
La Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos (senu),
a través de su titular, Carlos Hank González, propuso la colectit¡ización de ejidos como úa para la compactación de los nriniiundios ejidales irnproductivos, Otra alternativa era el impulso
a las formas de asociación entre ejidatarios v particulares. Los
casos más representativos de estas «asociaciones en participa-
ción, son el de VaquerÍas, en el estado de Nuevo León, y el
de
Agrotec, en el de Coahuila.2
En el primero se aprovecha la infraestructura de riego de
los municipios de China y General Terán, abarca una superficie
de cinco mil hectáreas y tiene una población de 400 campesinos
en tres ejidos, dos colonias y una pequeña propiedad. El contrato
de asociación durará l2 años y al parecer las utilidades serán de
50 por ciento para los empresarios y 50 por ciento para los campesinos. El provecto de asociación se firmó entre los ejidatarios y
el grupo industrial Gamesa -productor de galletas-, y sus recursos se manejarán en un fideicomiso llamado VaquerÍas, en el que
parlicipan además la sARI-t, ia sRa y el gobierno del estado de
Nuevo León. El otro proyecto. denominado Agrotec, se localiza en
el municipio de Jiménez, Coahuila, v aprovechará la infraestructura del distrito de riego Acuria. Se sembrarán 14 mil hectáreas
de alfalfa. maíz trigo para la producción agroindustrial y de
"v
ganado lechero, con una inversión de 40 millones de dólares.
Otra posición adoptada la s,qrul, a través del subsecretario
de Política y Concertación, Gustavo Gordillo,3 era la autonomÍa
2
nFacilidades a parliculares por asociarse con campesinos ,, Excél-
sior México, D.F., 8 de julio de 1990 (citado en Rodríguez. 1993).
3 Gustavo Gordillo era además dirigente del Consejo Técnico
Consultivo de la c¡¡c. Siendo dirigente campesino en la
...c
L¿ ut,malizqcroN» DE DJrDos y DE
TIERR{s
153
campesina: la autogestión de los ejidatarios y la entrega de
la plena propiedad jundica de Ia tierra no al ejidatario, sino a la
organización campesina, esto es, al ejido; una modalidad de
privatización del ejido, pero no de las parcelas ejidales. Es decir,
que el ejido fuera propiedad de los ejidatarios, pero sin perder
su unidad.
Quienes proponian la uflexibilizar:ión, del ejido planteaban
fundamentalmente tres acciones de flexibilización del mismo: la
legalización de Ia renta de parcelas ejidales, el impulso de formas de asociación entre los ejidatarios v personas físicas y/o
morales y con el Estado, y la venta de las tierras de los ejidatarios que l,a no quieran seguir siendo ejidatarios al propio ejido.
En esta posición destacan funcionarios del Consejo Nacional
Agropecuario, el Banco Mundial, la Secretana de Programación
y Presupuesto, la SecretarÍa de Hacienda y Crédito Público y el
Colegio Nacional de Economistas, entre otros. Para esta postu-
ra el rentismo en los ejidos ya era una práctica común. Sólo
habría que legalizarlo, por lo que se debía flexibilizar el sistema
ejidal, con un clara tendencia a la privatización mediante el otorgamiento de tÍtulos de propiedad parcelaria.a La privatización,
insistÍan, se entiende en lorma parcial, pues la compraventa de
...-
Huasteca hidalgrrense, Iue expulsado a principios de la dé-
cada de los ochenta del hov desaparecido Partido Mexicano de los
Tra- bajadores (nltr). De ahí pasó al tanbién exlinto Partido Mexi-
caro Socialista (pus); fue asesor de la Coalición de Ejidos del Valle del Yaqui y el Mayo, en Sonora, v fundador de organizaciones
campesinas independientes; es doctor en economía, amigo desde
joven del presidente C¿ulos Salinas de Gortari quien le ha dado
todo el poder para tratar la política del campo y el ocerebroo de los
camblos con que se quiere nmodernizar el agro,. Guillermo Correa, ElNacional, México, D.F. del I de enero de 1990.
auApresurada la opinión que debe desaparecer el ejido,, LaJor'
nada, México, D.F., 8 de agosto de 1990, p. 22 (citado en Rodríguez, 1993).
154
LA npruv'errzActóN» DE EJrDos y DE
TTERRAS
ia tierra debÍa darse entre ejidatarios, sin que se perdiera la
figura jurídica del ejido, porque si los ejidatarios venden la tierra a cualquiera, los grandes capitalistas nacionales y extranjeros los despojarÍan y especularÍan con eila. Asimismo, el ejido
debÍa dejar de ser una forma de control polÍtico que proporcionara votos al partido oficial.
Otra posición similar a la anterior era la privatización del
ejido, la eliminación del reparto agrario y la desaparición de la
sna.5 Sus adeptos consideraban a los ejidatarios incapaces de
darle un uso adecuado a la tierra que ies fue dotada y que el ejido
constituÍa un obstáculo a la modernidad del campo: por eso el
reparto agra-rio debÍa desaparecet y con él la sRA. El ejido es irnproductivo; satisface sólo el 20 por ciento en promedio de las necesidades alimentarias del paÍs. En este senlido, una condición
para resolver Ia crisis económica agrícola era la privatización de la
propiedad social. Es decir, que se les otorgara el tÍtulo de propiedad de la tierra que los ejiclatarios han tenido tantos arios prestada, pues ellos ya eran mayores de edad y debÍan decidir qué hacer
con ella. Lns precursores de esta posición eran grupos einpresariales, la fundación Heritage, una corriente de investjgadores de la
Universidad Autónoma de Chapingo y algunos intelectuales.
El ejido, sobre todo por la manipulación política, llevó al
campesino a un nivel de producción de subsistencia y al rentismo
depredador, propició la descapitaltzación del agro y desplazó fuerza de trabajo barata. Por la manipulación polÍtica y demagógica
del ejido y la estructura legal, argumentaban algunos, se necesitaba una reforma estructura]. El ejido, como forma de tenencia,
no podia sacar del atraso y la miseria al campesino, propiciaba
la inseguridad en el campo y eütaba que se inürtiera el capital
masivamente. El apoyo político que el ejido ha brindado al gobierno muestra una tendencia diferente, puesto que el empobres
Edmundo Flores, nTres alternativas de polÍtica agncola,. El
Econo¡nisla, México, D.F., l7 de marzo de 1990 (citado en RodrÍ-
guez, 1993).
LA
«PRI\¡ATIZACIÓN» DE EJIDOS Y DE TIERRAS
155
cimiento de los ejidatarios ha desembocado en un rechazo cada
vez más marcado al partido en el poder.
Otro argumento era dar por terminado el reparto agrario,
desaparecer a la sRa y que el gobierno se limitara a apoyar la
creación de infraestructura, la investigación y difusión tecnológicay la pronroción del desarrollo social. En el diario de debates
aparecen las demandas de un diputado, que a este respecto
expresó:
Coincidimos con el Ejecutivo de la nación en que es necesidad
imperante la terminación del reparto de la tierra porque con ello
se corregirán vicios.y se generará producciónt para ello, demandamos la desaparición de la Secretaría de la Reforma Agraria,
arquetipo de la corrupción, que va desde el más encumbrado
funciona¡io hasta el más humilde irjier y limpiabotas de tal secretaría, que engañan, exlorsionan y medran al campesino que
acude a esa oficina a resolver sus cuitas; también deberfur desaparecer las centrales campesinas que se han caracterizado por
utilizar al hombre del campo para los más aviesos fines, manipulandolo en concentraciones, lo mismo para desagraviar a los
presidentes de la República, como para conseguir candidaturas
a los puestos de elección popular. Estos lÍderes medran de las
miserias, ambiciones e ignorancia de los campesinos. Y aqui
también se cometió un error por parte de mi estimado amigo
Ironel
Godo-y, cuando dice que el presidente Salinas dijo que se
terminó el reparto de la tierra. Basta con leer el informe para
darse cuenta que el presidente dijo que se ternrinó el reparto
masivo de la tierra, no el reparto de [a tierra. Hay una dilerencia
importante en ello. Hay que leerlo detalladamente.6
Otro diputado comentó al respecto:
6
Diario de los debates,lrv kgislatura, año 3, núm 15, Comisión
Permanente. l6 de octubre de 1991.
156
LR npzur,ulrz¡ctóN, DE EJlDos y DE TrERrd{s
Dos dimensiones hav que ver en este tema tabú en México [...] No
hay duda ninguna que la pulverización de la tierra, que es el mini-
fundio. es, entre otros factores, una de las grandes causas del
problema de producción agropecuaria y ha sido causante del aband<.¡no cle parcelas v reparto de hanrbre v miseria en el 400/o de los
ejidos ¡r en muchas pequeñas propiedacles. nEl reparto masivo cle
la tiera ha concluido, quien afirme que todaria existen millones
de hectáreas por rep¿rrtir, está nintiendo a los casi 2 millones de
solicit.antes y los más de 4 millones de jornaleros agrÍcolas,. Sin
embargo, trataremos fundamentalnente de comentar tres cuestiones esenclales. Una de ellas será Ia que se refiere al tema de la
tierra mencionado por el Presidente en un párrafo especÍfico. en
que se expresó que el proceso del reparto agrario ha llegado a su
fin esencialmente el reparto masir¡o, haciendo a1 mismo tiempo
una referencia al hecho de que existen va¡ias voces que han mencionado que todavía es posible entregar millones de hectareas a
los campesinos del paÍs. Vamos también a recordar cómo efectivamente, el largo proceso del reparto de la tierra en nuestro país no
se ha llevado a cabo en forma inintemrmpida y sistemática en
relación a la voluntad de los jefes de Estado encargados de cumplir con esta alta misión histórica. no sólo por razones de.",oluntad
política, sino fundamentalnrente por las fuerzas que se han
opuesto al mismo proceso en curso de la propia historia V cómo se
enlaza [...] Esto es muy importante, que lo podamos recordar v
sobre todo debemos recordarlo, porque escuché por ahÍ a algunos
compañeros oradores que señalaban que el Presidente de la República por sÍ mismo habÍa determinado que el reparto de la tierra
habia concluido en México. Yo les recomendarÍa que leyeran el
texto de la parte que corresponde al tema de la tierra, en donde
expresamente el hesidente de la República señala que ha termi,
nado el reparto masivo de la tierra y, por otra parte también el
propio Presldente de la República, en una evidente expresión de
inconformidad para quienes en un momento dado señalan de la
existencia de muchas tierras que en este momento podrian expropiarse por la vía agraria, se refiere exactamente a que no se puede
L,\ (pnt\ATrzACtóN» DE EJIDOS y oE
TTERRAS
r57
adrnitir que en este nronrento se haltle de millolres de hectáreas
repartibles, porque sÍ es imporlante precisar que no es lo misnro el
reparto de millones cle hect¿¡eas por la lía de dotación o por la vÍa
de ampliación, a que los tribunales o la Suprema Corte puedan
entregar o reconocer los derechos a los campesinos a través de la
ejecución de resolur:iones presidenciales. Por otra parte se orieu-
tarán acciones a fin de dotar tierra legalmente susceptible de reparto que provenga fundarlentalmente de terrenos nacionales,
concesiones ganaderas venciclas, tierras ociosas v las que se dediquen a cultivos prohibiclos por la let,. En este sentido se llerarán a
cabo inl,estigaciones enraminadas a deslindes y declaratorlas de
terrenos nacionales, así cuno en Ia detección de presuntos fraccionamientos simulados, con la linalidad de afirniar la segr-rridad
jurÍdica de la tenenci¿r de Ia tiera.T
El l4 de noviembre de 1991. según Correa, con un retrato
de Enriliano Zapata a la espalda y flanqueado por los secretarios de Agricultura y de la Reforrna Aqraria, el entonces presidente Carios Salinas de Gortari anunció un plan de diez puntos
para reactii'ar el canrpo ¡riexic¿r.uo 1, manilestó que las reformas
propr:estas al articr¡1o 27 conslitucional «constituyen una l'r.sión progresista del paÍs,. Dijo:
Hoy Ia posición reaccionarja está en pretender repetir y congelar las lornras y las maleras del pasado en el campo. Quienes sí
lo proponen equivocan Ia realidad r,protegen intereses que bus-
car beneficiarse del control
J,
manipulaciór'r campesina, se apro-
vechan de sus limitaciones actr-rales y protegen cotos caciquiles.
[Y agregó: ] Lo r-rnico reat'cionario es proponer que nada cambie
en el campo, que toclo es intocable. Los mitos llevan hoy pobreza
al medio rural. Fll inmovilismo es sinónimo de conservadurismo
y ante la miseria del campesino es inaceptable. Atar al campo a
fórmulas aqotadas, impide alcanzar los grandes objetil,os de
7
lbid.
l5B
L¡
upzul',mrz,qctóN, DE EJIDos
y
DE'nERRAS
nuestras luchas agrarias. Convoco a toclos a sumarse al propó-
sito
de
justicia y libertad como Io han hecho antes las grandes
visiones agraristas de México.¡
El plan para reactivar el campo en forma integral requerÍa, según Salinas, recursos presupuestales para el sector y cartera vencida del Banrural; ampliar la cobertura del seguro
a-qrÍcola, mayores subsidios y la creación de un Fondo Nacional
de Empresas de Solidaridad. Al acto realizado en Los Pinos fueron invitados los lÍderes de las 12 orsanizaciones que integran
el Consejo Agrario Permanente (cnp), quienes después de conocer el programa lamentaron que no se haya iniciado a principios del sexenio. Hubo incluso quienes sostuvieron que con
verdaderos apoyos al campo eran innecesarios los cambios a la
ley, ya que ucuando hay respaldo, los campesinos han demostrado siempre que pueden sacar adelante al país,.e
El anuncio presidencial lormaba parte de Ia estrategia del
gobierno para promover los cambios al artículo 27. Comenzó
con las declaraciones hechas ei B de octubre de 1991, también
en Los Pinos, en ei sentido de que nhabrá modificaciones, por
consenso a la ley agraria, para permitir la libertad de asociación
en el agro y mejorar su operación, pero respetando al ejido,.
Luego vino el tercer informe de gobierno, en el que se habló de
la conclusión del reparto agrario, se insistió en las reformas a la
legislación agraria y se vislumbró el programa integral. Lo que
siguió, sin embargo, fue la presentación, el 7 de noviembre, de
la iniciativa para reformar al27 constitucional. Hubo reacciones a favor y en contra de intelectuales, académicos, lÍderes y
campesinos: comentarios de la prensa extranjera y preocupación, incluso en las filas priistas, sobre el futuro del ejido. Los
dirigentes del cap no se mostraron muy convencidos de las bonGuillermo Correa, nArtÍculo 27: estrategia rrerbal para ilegar a los
cambios,, periódico Reportoje. l8 de noviembre de 1991.
8
e
lbid.
Ll
npHtt,tflzqcióN', DE EJtDos y ItE
't
TIERRAS
(o
dades de las reformas y por eso fueron convocados eljueves I4
de nor¡iembre en Los Pinos, donde el presidente Salinas de
Gortari, al tiempo que dio a conocer el plan de diez puntos,
respondió a las crÍticas sobre las reformas propuestas.l"
El diputado Diego Fernández de Cevallos Ramos. A1 iniciarse el
debate en Io general del provecto que ha remitido el Ejecr"rtir,'o
para relornrar el artÍculo 27 dela Constitución, Acción Nacional
f¡ará con toda claridad su posición [...] para mejorar la iniciativa [...] para fi¡ndamentar su r,oto f ...1 y para dejar una vez niás
su testinlonio político I...1 Nosotros podrÍamos decir al leer la
iniciativa presidencial, simple ¡' llanarnente que más vale tarde
que nuca. Entendemos por lo demás. señores de la mayona,
que les puede restrltar a muchos de ustedes, dificil. escuchar de
pronto el contexto y el contenido del documento. Ciertamente
después de escuchar y de vivir nrás de setenta años de demagogia y de populismo, de agrarismo interesado y de participar en
una forma o en otra mu-y de cerca en indescriptible corrupción
en materia agraria, no es tácil seguramente para muchos de
ustedes, leer en la irriciativa que el señor presidente dr.¡o que
siem¡rre sí. Pero esa periltencia no paga el destrozo nacional. ni
paga el daño a tantos seres hunlanos, ni se recobran tantas
r,'idas perdidas por mala politica en nrateria agraria. Esa cuenta
no se salda con sólo una iniciatir,¿r.
Bajo nuestra perspectir,a, no negamos el valor del texto de la
iniciativa. Reconocemos expresanrente lo que significa para el
Ejecutivo Federal enviar una iniciativa que pretende romper de
cuajo. niitos ya tabúes, que enfrenta directamente a una comrpta
burocracia po1Ítica que ha hecho del campo desolación. miseria
es r,aliente la iniciativa. El Partido Acción
y muefte. Es laliosa,
Nacional no se suma a ella. L¿t ilticiativa toma planteanrientos
de Acción Nacional.
r')
Guillernlo Corea escribió esto como reportero el
viembre de 199i.
l8
de no-
160
L,q upzur',tlztclóN, DE EJIDos
y uE TIERIüS
Pero hallamos en ella insuficiencias que hov apuntamos aquÍ
en lo general 1, que mariana reclamaremos en lo particular.
Un breve enur-rciado: aceptarlos Io que ya recoge el dictamerr, de que las sociedades que se dediquen a actividades agro-
pecuarias, tengan limitada por la Constitución, la superficie v
coincidimos en los términos del dictamen.
Exigímos además [o que no prer,é la iniciativa. que un socio
no pueda serlo de varias sociedades, si sus aportaciones en con-
junto rebasan el límite e la pequeña propiedad.
Edgimos contundencia en la titulación de la parcela, en la
medida que lo decida libremente el campesino, porque estamos
en contra de la burocracia, de la burocracia agraria que ha sido
negativa para el país; estamos en contra, por supuesto de los
caciques v además de una nueva posible forma que nos preocu-
pa, que sería el control campesino vra Programa Nacional de
Solida¡idad. tlxigimos también que la iniciativa recoja una de
nuestras propuestas, que se refiere a que haya derechos
preferenciales para el caso de venta de parcelas, de manera que
se beneficien los familiares del enajenante o los miembros del
ejido o los habitantes de su conrunidad.
Queremos v exigimos que se igualen er-r sus derechos, al
ejidatario con el pequeño propietario, porque no hay razón ntoral, polÍtica o ecr¡nónrica, que permita al pequeño propietario
tener superlicies que le son vedadas al ejidatario. Esta propuesta para nosotros es cle primer nivel conto exigencia de justicia.
Reclanramos también que los tribunales agrarios que,Va toca
Ia iniciatir,a. no sólo searl de plena
jurisdicción, sino que tengan
una independencia v separación clara del Ejecutivo Federal.
Señores Diputados: Hablemos con la verdad. I¿ iniciativa
presidencial no es la respuesta, no es la solución a un modelo
político agotado. No es ahÍ donde nosotros vemos el valor -y la
trascendencia de esta iniciativa. Un programa polÍtico agotado,
sería aquél que cumpliendo a cabalidad para 1o que fue hecho,
las circunstancias lo rebasan. Y el programa político que hemos .",ivido. padecido, sufrido, repartió tierras como exigencia
L¡
npRlvelzectóN» DE EJtDos y DE
TrcR&{s
161
justicia, pero también creó dominación. sr¡eción y aprobio
polÍtico. No fi¡e suficiente nunca ese nrodelo, porque si bien
repartió las tierras como exigencia de justicia, ni en tiempo ni
forma satisfizo las exigencias básicas de una sociedad que quería rápido el cambio; rápida -y justa la distribución para que se
pudiera en la paz, en la seguridad, en la certeza y en el orden,
empezara el pueblo a producir para los campesinos y para toda
la nación... (Derechos del pueblo n:,exicatrc. México e traués de
sus consll¡uclones [19941 uArtículo 27. Debates,. Tomo tv, pp.
de
l0l6-il17).
MARCo JURiDICo
Antes de los cambios de Salinas la propiedad de la tierra, bajo el
artículo 27 constitucional, proponÍa el rescate de la propiedad de
tieras y aguas para «recrear, el ejido.
Salinas mantenía el principio de que la Constitución mexicana, en su artÍculo 27, define en fbrma precisa que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro del territorio
nacional corresponde originariamente a la nación, la cual ha
tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los
particulares, con lo que se constitriye la propiedad privada.
El 7 de nor.iembre de 1991, la propuesta de modificaciones al artÍculo 27 constitucional fue en',,iada por el presidente
Carlos Salinas de Gortari al Congreso de la Unión. De dicha
iniciativa surgió el decreto publicado en el Diorio OJicioL de ta
Federación el 6 de enero de 1992, cuya redacción conserva la
soberanÍa sobre las tierras. aguas y recursos naturales de la
nación pero contiene cambios fundamentales en lo relativo a las
relaciones sociales en el campo, la seguridad jundica y el desarrollo agrario, Se elevó a propiedad ejidal y comunal a rango
constitucional, otorgando a1 ejido y a Ia comunidad el dominio
sobre sus recursos y la libertad para administrarlos: asimismo,
se ratificaron principios esenciales como el ncombate al latilundis» y e[ de procurar justicia para los campesinos, creando para
ello los Tribunales Agrarios y la ProcuradurÍa Agraria,
162
LA «pRr\¡ATIZT\cróN, DE LJrDos y DE TiERR{s
También se reconoció que i/a no era posible continuar con
el reparto n)asi\ro de tierras. por lo que se derogó la fracción que
obligaba al gobierno a dar tierra a todo aquel que 1o solicitara.
Asimismo, desde 1992 se permite la participación de las sociedades ciüles y mercantiles en el campo, lo que sienta las bases
para promover nue\/as formas de asociación que permitan la
capitalización v modernización clel sector rural para hacer frente a las expectativas que ofrece el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte.
De las reformas a\27 constitucional, destacan los siguientes preceptos:
Se elevan a rango constitucional las formas de propiedad
1.
ejidal y comunai.
2.
Se fortalece la capacidad de decisión de ejidos y comuni-
7.
dades. y se garantiza su libertad de asociación.
Se protege la integridad territorial de los pueblos indÍgenas.
Se regula el aprovechamiento de las tierras de uso común
de ejidos y comunidades, y se promueve su desarrollo para
elevar ei nivel de vida de sus pobladores.
Se lortalecen los derechos del ejidatario sobre su parcela,
garantizando su libertad y estableciendo los procedimientos para clarle uso o transmitirla a otros ejidatarios.
Se fijan las condiciones para que el núcleo ejidal pueda
otorgar al ejidatario el dominio sobre su parcela cuando
éste así lo decida.
Se establecen los Tribunales Agrarios y un órgano especÍ-
B.
9.
lico para la procuración de justicia agraria.
Culmina el reparto de tierras.
Se permite la participación de sociedades civiles y mer-
3.
4.
5.
6.
cantiles en el campo (Ridríguez, 1993: 63J.
En su discurso 14 de noüembre de 1991, en Los Pinos. Salinas, en su búsqueda de consenso para la iniciativa de relorma al
artículo 27 constitucional entre los diversos sectores del país, expuso l0 puntos. AsÍ. eldecreto por elque se relormó el artÍculo 27
LE OPNN:TTIZqCIÓ\' DE LJIDOS Y DE
TIERRTS
163
de la Constitución PolÍtica mexicana. de fecha 3 de enero de 1992,
publicado en el Diano OJicial de la Federación el 6 de enero,
enmarca los principios esenciales de las refornlas, según notas
proporcionadas por Rogelio Cruz del roul Delegación Oaxaca:
Justicia g líbertad para el campo
Se le otorga al campesino la facultad otorgada al campesino de
disponer de sus derechos agrarios, acceso a empleos, impulso a
la producción, estímulo a la capacitación y reparto equitativo de
los benelicios. acudir en defensa de estas prerrogativas y libertades ante las instancias surgidas en el nuevo marco legal, asi
como los mecanismos ¡r formas de asociación que promuevan
una mayor inversión y capitalización de las parcelas que redundan en una mayor producción para elevar el nivel de rrida del
campesino. sea e.iidatario o comunero.
Principios que sintetizan los siguientes artÍculos de la Ley
Agraria:
Artículo 9. Los núcleos de población ejidales o ejidos tienen personalidad jundica v patrimonio propio y son propietarios de las
tierras que les han sido clotados o de los que hubiere adquirido
por cualquier otro titulo.
Articulo 10. Los ejidos operan de acuerdo con su reglamento
interno. sin más limitar:iones en sus actividades que las que
dispone la Lev. Su reglamento se inscribirá en el Registro Agrario Nacional, y deberá contener las bases generales para la organización económica y social del e)ido que se adopten libremente,
los requisitos para adrnitir nuevos ejidatarios, las reglas para el
apror,echamiento de las tierras de uso común, así como las demás disposiciones que conforme a esta ley deban de ser inclui-
dos en el Reglamento y las dernás que cada ejido considere
pertinentes.
Se eleuo o rat'Lgo cortstitucional la propiedad ejídal
g comunal
Con tal principio, el ejido y la comunidad dejan de ser conside-
164
LA npRI\,ATrzACrów» Dg EJrDos y DE
TIERRAS
rados sólo como formas de tenencia de la tierra. con derechos
limitados al usufructo, para pasar a ser propiedad de los ejidatarios y comuneros, a quienes se les conceden el dominio sobre los recursos y la libertad para administrarlos y decidir su
destino.
Actualmente no es indispensable, pues ya no constituye
un requisito de validez para la legitimación de los acuerdos,
como se establecÍa en la anterior legislación, que en las asambleas de ejidatarios esté presente un representante de la SecretarÍa de la Reforma Agraria u otro que represente alguna otra
dependencia del sector agropecuario, para que los acuerdos y
decisiones que se tomen en la misma tengan plena y completa
validez, salvo las excepciones que señala la propia Ley Reglamentaria (Ley Agraria), Con la reforma se reintegra a los campesinos el poder de manejar y decidir el uso de sus tierras y sus
recursos con autonomía brindándoles, en ios casos específicos
que la propia ley indica, apoyo institucional para que esas decisiones l1o sean producto de la urgencia ni de la necesidad.
Sin embargo, cabe hacer notar la distinción a que se refiere la reforma cuando alude al área común del ejido y al área
parcelada, determinando en forma contundente que el área común como asiento y base territorial del pueblo, como área de
convivencia familiar de la comunidad de los ejidatarios, el espacio para su escuela y compartimiento colectivo, constituye Ia
unidad social histórica. y por lo mismo se le considera permanente, inalienable e inembargable.
Los preceptos citados antes enmarcan las normas a ia que
se refiere este principio, asÍ como también los siguientes arlÍculos:
Articulo 21. Son órganos de los ejidos:
L La Asamblea.
Il. El Comisariado Ejidal, y
IIl. El Consejo de Vigilancia.
A¡ticulo 22. El órgaoo supremo del ejido es la asamblea. en
la que participan todos los ejidatarios...
L,r upHlrlqttz,tclóN, DE EJIDos y DE
TTERRAS
165
Articulo 26. Parala instalación válida de la asamblea cuando
ésta se reúne por virtud de la primera convocatoria, deberán
estar presentes cuando menos la mitad más uno de los ejidata-
rios, salvo que en ella se traten los asuntos señalados en las
fracciones \¡u a xtv del artÍculo 23, en cuyo caso deberán estar
presentes cuando menos tres cuartas partes de los ejidatarios.
Cuando se reúna por virtud de segunda o ulterior convocatoria,
la asamblea se celebrará válidamente cualquiera que sea el número de ejidatarios que concurran, salvo en los casos de la asam-
blea que conozca de los asuntos señalados en las fracciones
a
ul
xv del artÍculo 23, la que quedará instalada únicamente cuando
se reúna la
mitad más uno de los ejidatarios.
A¡tÍculo 27. Las resoluciones de Ia asamblea se tomarán
validamente por niavorÍa de votos de los ejidatarios presentes y
serán obligatorios para los ausentes y disidentes. En caso de
ernpate el presidente del comisa¡iado ejidal tendrá voto de calidad. Cuando se trate de los asuntos señalados en las fracciones
t¡ll a xtt'del artículo 23 de esta Ley, se requiere el t oto aprobato-
rio de dos terceras partes de los asistentes a la asamblea.
Jórtalece kt capacídad de decisión de ejidos g comunidades
La reforma permite que los campesinos sean sujetos y no objetos del cambio. La intención de tal principio reformista es que ei
campeslno con capacidad. conocimiento y madurez tome sus
Se
propias decisiones, sin proposiciones o influencias ajenas al
núcleo agrario y aprovechando los programas de reactivación
del carnpo que se crean con estas reformas. Los lineamientos
básicos de este principio se encuentran en los mencionados
artículos 26 y 27 de la i¿y Agraria.
Reuierte el nirriJindío g euíta ellat{undÍo
La reforma revierte al minifundio v e\rita el regreso del latifilndio. Con tal disposición se garantiza, legitima y protege la constitución de asociaciones productivas que hagan viable y atractiva
la inversión en el campo; la reforma reconoce y promueve las
Le npruv,qttz,cclóN» DE LJIDos y
166
DE TIERRAS
asociaciones entre catnpesinos v con terceros, sanciona la participación de sociedades mercantiles en la producción agropecuaria, evita la pretensión de latifundios, mantiene los límites
actuales de la pequeña propiedad, fija limites de extensión a las
sociedades e impide la o las concentraciones individuales de
vastas extensiones.
Desde este punto de vista se entendió el espÍritu de la re-
forma. Los siguientes artÍculos de la Ley Agraria concretizan
estas ideas:
TÍtulo Cuarto
De las Sociedades Rurales
A¡ticulo 108. Los ejidos podrán constituir uniones. cuyo objeto
comprenderá la coordinación de actividades productivas. asis'
tencia mutua, comercialización y otras no prohibidas por la ley.
Un mismo ejido, si así lo desea, podrá forntar, al mismo tiempo,
parte de dos o más uniones de ejidos.
Para constituir una unión de ejidos se requerirá la resolución de la asamblea de cada uno de los núcleos participantes, la
elección de sus delegados y la determinación de las facultades
de éstos.
El acta constitutiva que corrterrga los estatutos de la unión.
deberá otorgarse ante fedatarlo público e inscribirse en el Regis-
tro Agrario Nacional, a partir de Io cual la unión tendrá personalidad jurÍdica.
Las uniones de ejidos podrán establecer empresas especializadas que apoyen el cumplimiento de su objeto y les permita
acceder de manera óptima a la integración de su cadena pro-
ductiva.
Los ejidos y las comunidades de igual manera podrán establecer empresas para el aprovechamiento de sus recursos natu-
rales o de cualquier índole, así como la prestación de senicios.
En ellas podrán participar ejidatarios, grupos de mujeres campesinas organizadas, hrjos de ejidatarios, comuneros, avecinados y pequeños productores.
L¡ upruralz¡cróN,
DE EJIDoS
y
DE TIERR{s
ArtÍculo I I I. Los produclores rurales podrán constituir
r67
so-
ciedades de producción rural. Dichas sociedades tendrán personalidad jurídica. debiendo constituirse con lrn mínimo de dos
socios...
homueue la copttalizctción del cclmpo
Uno de los fuertes problemas que ha enfrentado el campesino
es la falta de capitales que, en r,ía de crédito, se destinen al
campo para apoyar el proceso de producciónl esto en gran parte
se ha debido a las pocas o nulas garaltías para intrertir en un
área donde la indefinición de la tenencia de la tierra ha flagelado
por mucho tiempo a los campesinos. Es precisamente con ias
reformas al artÍculo 27 dela Constitución que sulge el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación cle Solares Urbanos (Procede), por medio del cual se particularizan y
concretan los derechos de los ejidatarios; permite que. sin temor de que ocurran afectaciones, se garantice la constitución
de sociedades mercantiles en el canrpo qLre le otorguen financiamiento, aunque con las restricciones señaladas en los preceptos legales de la ley reglarnentada;y tarnbién propician lormas
de asociación entre ejidatarios y palticulares. Para alcanzar estos propósitos es l'actor determinante la certificación de las tierras ejidales a través del Procede.
Agílizala resolucíón de rezagos agranos
Con el fin de dar legitimidad definitiva y, por ende, asegurar y
garantízar con documentos la tenencia de las tierras ejidales y
comunales, es menester concluir el rezago agrario. Esto será
posible con las disposiciones y procedimientos contenidos en la
Ley Federal de Reforma Agraria, conforme a lo que establecen el
artÍculo tercero transitorio del decreto que reibrmó el artículo
27 dela Constitución y el artículo segr-rndo transitorio del decreto que reforma y adiciona dii¡ersas disposiciones de la Ley
Agraria. de lecha 7 de julio de 1993 y publicado en el Díano
OJtcíal de la FederacÍón el 9 de enero de 1992.
l68
L¡ upl¡rAlz¡ctóN»
DE EJIDos
y
DE TIERRAS
Se comprometen recursos presupuestales crecientes al campo
Con las reformas, el gobierno federal proyectó un incremento
del20 por ciento real al presupuesto destinado al campo, con la
finalidad de generar empleos en el medio rural, apoyar la producción, proteger las cosechas y estimular los procesos productivos, orientando este apoyo a fortalecer la infraest¡uctura, la
tecnología, el crédito, los apovos en insumos y los mecanismos
de comercialización. No obstante esta óptima intención, aún no
se vislumbran en el campo los resultados esperados,
Se íncrementa el seguro aL ejidcrtano
La medida adoptada por el gobierno federal fue que la dependencia responsable del manejo del seguro campesino elevara el
r,alor asesurado en 30 por ciento con cargo a la federación, lo
que significó la ampliación de la cobertura.
Se creaelFondo Nacional paraEmpresas de Solidondod
Este londo tiene como propósito fundamental crear empresas
de campesinos, manejadas y administradas por ellos y cuyos
beneficios se destinen por completo a este sector. Para lograrlo
se requiere de la participación e iniciativa de los propios campesinos, fundamentalmente de los rlue se encuentran más margiirados. La labor de concientización, que es prioritaria, se logrará
con la intervención de las instituciones que intervienen en el
campo, ya sea brindando asesorÍa en controversias internas,
por medio de la definición y determinación del programa de certilicación de los derechos ejidales o a trar¡és de la entrega a los
grupos campesinos de documentos que los avalan y acreditan
como titulares de sus derechos parcelarios, de derechos sobre
tierras de uso común o de sus solares urbanos,
Se resuelue la cartera uencida de Banrural
g aumentan lossfinanciamtentos ol campo
Independientemente de los presupuestos que incluye esta reforma, que pretende básicamente que los campesinos con carteras
LR npruvRttzlclóN» DE LJIDos y DE
169
TIERRAS
vencidas pasen éstas al programa de Solidaridad para que determine Ia forma de finiquito y financie a esos ejidatarios, o en ra-
zón de los plazos de pago se transfieran las carteras a un
fideicomiso fuera de Banrural. Otra forma de que los campesinos salden sus deudas o, en su caso, cubran un pago justo y
equitativo, es a través del otorgarniento en usufructo de sus parcelas, pero siempre y cuando los derechos sobre éstas estén iden-
tificados y respaldados por un documento que les acredite su
derecho. Esto es. que estén plena y debidamente certificados (notas proporcionadas por Cruz).
Acerca de la iniciativa de Salinas Fernández de Cevallos
dijo:
Señores diputados: hemos de dejar constancia y reclamar qr-re
Acción Nacional no se une, no se adhiere, no se prende ni se
cuelga a la iniciatil,a presidencial. Tenemos muchos años de
reclamar para México los postulados filndamentales a los que
ahora se les da lectura en la propuesta del presidente.
Nosotros jamás hemos protestado por el reparto de tierras,
sino por la forma en que se hizo con agravio para todos y porque
adicionalmente los tiempos y los métodos de ejecución fueron
de atropello, de inseguridad y de crinren. Esta es la propuesta
de reclamr-r que presenta nuevaniente Acción Nacional.
Creemos para concluir señores diputados, que Acción Nacional históricamente ha querido v pelea por la unión libre, permanente y fecunda del hombre por la tierra lDerechos del pueblo
me xica¡rc. M é xico a traué s de sus con"stit uciones
27. Debates,. Tomo Iv, pp. l0i5-1017).
I
I
9941 .ArtÍcu I o
5. Instrumentación de la ky Agraría oracíonalu.
Problemas desde 1992: el caso de Oaxaca
En este capÍtulo se estudian los aspectos siguientes: a) situación de la tenencia de la tierra de t97B a l99B; b) la legislación
mexicana de 1992 reglamentaria del artÍculo 27 constitucional;
c) instrumentación del Procede y problemas de titulación desde
1992; d) establecimiento de Procampo; e) estructura de la ienencia de la tierra en México y resultados de procede y de
Procampo en Oaxaca, y fl debate en proceso.
Ei capÍtulo está basado en gran medida en entrevistas
hechas a funcionarios y empleados de instituciones del sector
agropecuario, asÍ como a líderes, campesinos, intelectuales y
académicos que se ocupan de su estudio. Puesto que no todas
ellas coinciden en contenido, sus diferentes percepciones nos
ayudan a entender los retos de la instrumentación de la reforma de tenencia de la tierra en Médco. Sólo cuando todos los
ejidatarios tengan sus tÍtulos de propiedad podrán tener acceso
al crédito privado moderno y a los sistemas agrÍcolas de extensión que podrían hacer efectiva Ia reforma de la tenencia de la
tierra.
978- 1 988
Respecto al tema de la tenencia de la tierra durante este perio-
ANIEcEDENTES,
1
do, el titular de la SecretarÍa de la Reforma Agraria, futuro
Warman, precisó: «en el campo mexicano ya no hay problemas
agrarios de gran magnitud y los que existen no están relaciona-
lr7ll
I¡¡stRutrto¡*rucróN oo I-¡ Ler Acr¿lrut «ti\cloN-\l.»
172
dos con la propiedad agraria sino con la pobreza,. Aun cuando
adnritió que los logros no han sido suflcientes para rnodilicar la
realidad estructural del agro, Senaló además que uEl qr-re la pobreza se concentre en el campo no es un descubrimiento nuevo
ni una invención de hoy. es un hecho permanente en la vida
mexicana,.l
Pablo González Casanova. notable intelectual mexicano,
hace un análisis que sintetiza y concuerda con el argumerlto
anterior cuando, refiriéndose a la pobreza, expresó:
Los pobres del mundo están atrapaclos por fuerzas que operan a
nivel local. nacional v slobal, que se combinan en una trampa
de tres hileras. I¡calmente. las fuerzas inclu\,en modelos muv
desiguales de acceso a la tierra y a otros recursos; debilidad
física y alta susceptibilidad a las errl'ermedades; al crecirniento
de Ia población y al desamparo frente a las instituciones
corruptas. En lo nacional, estas firerzas son estirnuladas por
inntrmerables polÍticas, desde la legislación fiscal hasta la estructura de las inversiones para el desarollo que desatienderr a
los pobres, incluso los descriminan. En el tereno de la globalidad,
a los pobres se les deja donde están por una combinación
devastadora de la carga de la deuda, de las altas tasas de interés, de los preclos de exportación a la baja y de una creciente
descapitalización (González Casanova, s.f.: 7).
De acuerdo con el connotado académico James Wilke, *to-
dos los presidentes dicen que, por una u otra razón,la reforma
de tenencia de la tierra (que en México se llama reforma agraria y
básicamente ha consistido en el reparto de tierras y/o su titulación) será concluÍda al final de su mandato. El nuevo presidente
llega y encuentra que esto no es tan simple,. Añade, que si consi-
deramos que una tercera pañe de la liamada propiedad social
aún no ha sido .legalizada,, todaria queda mucho por hacer. No
-
l
Excélsior,29 de octubre de 1998.
IustRuNoltqcroN DE LA Lay AcRq,Rrn
«RACToNAL»
173
sólo es cuestión de legalizar la tenencia de la üerra, sino además
de impulsar el campo a través de una reforma agraria.
Wilkie señala que el intento del presidente José IÁpezPor'
tillo (1976-1982) de permitir a los ejidatarios en 1981 (con la
ky de Fomento Asropecuario) participar en asociación con la
iniciativa privada en las actividades agrÍcolas no tuvo éxito.
Según Wilkie, quien habló sobre su reciente entreústa con un
lunciona¡io delsector agropecuario, las reformas deLopez Portillo
no tuvieron éxito porque nadie querÍa invertir su capital en el
campo mexicano sin que antes se diera la reforma constitucional que no ocurrió hasta 1991. En realidad, añade Wilkie, todos reconocÍan el problema del obstáculo que representaba no
poder vender la tierra de manera legal. Aun cuando la Ley de
Fomento Agropecuario establecÍa que no se podÍan aportar tierras en superficies menores a la unidad de dotación, que era de
diez hectáreas en terrenos de riego, t¡einte de temporal o sus
equirralentes en otras clases de terreno, la misma fragmentación de la tierra impedía cubrir ese requisito, dado que en pocos lugares de México ios campesinos contaban con ese múrimo
de tierra.
Según Wilkie:
Una de las razones por las cuales se están dando en los ejidos a
cada uno su títuio de solares urbanos -y/o sus certificados de
derechos parcelarios y de tierras de uso común. es para que el
cacique del ejido o el líder va no pueda quitar a nadie las parcelas que han estado trabajando. El problema es que un ejidatario
podÍa haber trabajado su parcela desde hacÍa varios años y si
tenÍa problemas con el cacique, lÍder o comisariado ejidal del
núcleo agrario, se la podían quitar. Para evitar eso y que el campesino pueda decir esto es mio y pueda invertir su dinero y/u
obtener un crédito. El ejidatario no tiene que vender y,va nadie
dentro del ejido pueda sacarlo de su tierra porque ya cuenta con
una seguridad jundica. Ese fue el gran problema: los abusos de
los lideres de los ejidos contra sus miembros. Por eso es que
174
I¡¡srHuuelrncróN DE LA Loy Acn¡ru¡ «R{cioNAr_»
. ahora se está forzando a todos los ejidatarios a que obtengan
sus certificados 1,tÍtulos, para evitar conflictos dentro del ejiclo.
En México todos sabían que el ejido no funcionaba; los ejidatarios arrendaban, traspasaban o vendian sus tierras. La ley y
la práctica eran dos cosas distintas. Elgobierno de México siempre habÍa tenido miedo de hablar de cambios en la legislación
porque los intelectuales en la ciudad de México, los sindicatos.
las organizaciones campesinas. etc., tenían su propio poder po-
lítico y podían protestar enérgicamente. Entonces los gobiernos, para no romper la paz polÍtica del pru en el campo, dejaron
vigente una legislación que nada tenía que ver con la realidad.
Comenta un funcionario que mucha gente vendía su tierra, principalmente tierras ejidales y para ilustrarlo relató lo siguiente:
una vez Lopez Portillo, hablando con un hacendado, dijo: uEntonces compraste unos ejidos en tu región,. El hacendado le
contestó orgulloso: nNo. Todos los ejidos,. Esto lo hizo lácilmente porque nadie ejercÍa el control de las tierras.2
LoCIsLacIou MExICANA DE 1992
REGLAMENTARIA DEL ARTÍCULO
27
CONSTITUCIONAL
Como consecuencia de las reformas hechas al artÍculo 2T constitucional se elaboró la Ley Agraria (racional»,3 publicada en el
Diario Ofrcial de Ia Federacíón el 26 de febrero de l9g2 y que
sustituyo alaley Federal de la Reforma Agraria y otras leyes que
regulaban el desarrollo del campo. Elprincipal objetivo de la Ley
Agraria es reglamentar la propiedad de las üerras dedicadas a
las actiüdades agrÍcolas, pecuarias y forestales; el desarrollo de
2
Entrer,ista con James Wilkie, Los Ángeles,
l2
de diciembre de
1998.
3
Digo oracional» porQue el intento implícito es resolver el conflic-
to entre tierra privada y tierra ejidal, así como elitar conflictos
dentro del ejido en cuanto a quién ocupa parcelas y/o solares
urbanos. Lo pongo entre comillas porque estoy haciendo explÍcito lo que esta implicito en la Ley Agraria de lgg2.
Il¡srHuuourncró¡l oo
l¡
Lor Acn¡run
«RACroNAr.»
175
los ejidos y las comunidades; las formas de relación y de asocia-
ción entre los productores; las instituciones gubernamentales
que tengan relación con el agro y la forma de impartir justicia
agraria. Esta ley consta de 208 artículos, de los cuales ocho son
transitorios; en conjunto, conforman 10 capÍtulos, entre los
que destacan los relativos al desarrollo,v fomento agropecuario.
ejidos y comunidades, procuracluría y justicia agraria.
Cabe hacer notar que aproximadamente la mitad de los
artÍculos (del 9 al 107) se refieren a las nuevas características y
modalidades de las tierras ejidales y comunales:
Ftn del reparto g certtdumbre jurídica en el campo. Suprimir el reparto agrano; eliminar la posibilidad de afecta-
i.
2.
3.
ción a los terrenos privados subutilizados o con usos
disüntos a los que originaron su extensión; buscar revertir el creciente minifundio y fraccionamiento en la tenencia de la tierra: derogar la obligación del gobierno de dotar
de tierra a los solicitantes v las vinculadas al reparto agrario (este y los si§uientes cuatro puntos son de Grupo Financiero Banamex-Accival [1993: I 5 l).
El ejid"o g la comtutidad. Elevar a rango constitucional la
propiedad social; terminar con la confusión sobre quién
era el auténtico propietario de los bienes ejidales. I¡s titulares de Ia propiedad social son los ejidos y las comunidades: las personas morales con personalidad jurídica propia
tienen derecho al aprovechamiento o usufructo de las tíerras que las conforman y propietarios de sus respectivas
parcelas.
RatiJícacíón de Los límites de la pequena propíedad. L00
hectareas de riego o humedad de primera; 200 hectáreas
de temporal; 400 hectáreas de buen agostadero; 800 hectá¡eas de bosque o de agostadero en zonas áridas; 150
hectáreas para cultirro de algodón; 300 hectáreas para cultivos especiales; 500 hectáreas para tierra ganadera. Se
flexibilizó la disposición que prohibirá el uso de la tierra
ganadera. con lo que se ampiió ia frontera agrÍcola.
176
lrusrRuuoruracróru oe m Lov Acnrzue
4. Sociedades mercantíles. Se permitió que las sociedades
«RACToNAL»
mercantiles puedan ser propietarias de terrenos rurales
fijando un lÍmite a su extensión de 25 veces el de la pequeña propiedad y Ia obligación de reglamentar la participación del capital extranjero, asÍ como la de distinguir las
aportaciones en tierra a dichas sociedades.
5. Justicioagranra. Se dispuso la creación de tribunales agrarios y un órgano de procuración de justicia agraria, cuyo
propósito es hacer efectiva la seguridad en la tenencia en
la tierra derivada del fin del reparto agrario y evitar conflictos en la operación del mercado de tierras (México social,1992-1993J,
Entre los aspectos lundamentales que la Ley Agraria de
1992 regula están los siguientes cuatro aspectos:
Aspectos de la ley de Rejorma Agrarícf
1.
2.
3.
4.
5.
Caracteristicas de las tierras ejidales y comunales.
La asamblea como órgano máximo de decisión.
Constitución de formas asociativas y la participación de
sociedades por acciones en la propiedad y producción rural.
Los procedimientos que permiten dar certeza y seguridad
jurÍdica en la tenencia de Ia tierra ejidal y comunal, que
culminan con el otorgamiento de los certificados y tÍtulos
correspondientes.
La creación de la ProcuradurÍa Agraria, como entidad descentralizada, y del Registro Agrario Nacional (nau), como
órgano desconcentrado de la SecretarÍa de la Reforma Agra-
ria.
6.
Las funciones y facultades de las dependencias y entidades que por su competencia inciden en el ámbito rural, asÍ
como los procedimientos en materia de justicia agraria.
r Véanse Rodríguez (1993), Registro
Agrario Nacional y Delgado
(1ee4).
INSTNUMON"T,{CION DE I,A LOT'ACTi¡zu¿
«MCIONAL»
I77
7.
La regulación de terrenos baldÍos y nacionaies. Compren-
8.
de terrenos que sean deslindados y medidos en términos
de la Ley Agraria o de los que recobre la nación. Terrenos
que serán inembargables e imprescriptibles.
Protección a la integración de la propiedad indÍgena, excepto los solares urbanos adjudicados individualmente.
Caracterkticas del ej ído
l. Posee personaiidad jurídica 1, patrimonio propio,
2, Es propietario de las tierras que le han sido dotadas o las
adquiridas en forma lÍcita.
3. Opera de acuerdo con su reglamento interno.
4. Podrá asociarse para formar uniones de ejidos, asociaciones rurales de interés colectivo y participar en cualquier
otro tipo de sociedad civil o mercantil.
5. Posee facultad para constitllir fondos de garantÍa para
cubrir la obligaciones crediticias.
6. Determina ei régimen ejidal mediante acuerdo de la asamblea y preüo dictamen de la ProcuradurÍa Agraria.
7.
Se constituirán nuevos ejidos, para lo cual se requerirá formar un grupo de 20 o más campesinos. elaborar un reglamento interno y escrilura pública, que cada uno de ellos
aporte una superficie de tierras y solicitar su inscripción
en el Registro Agrario Nacional.
Aspecfos b¿isicos del ust$ructo de las tíerras ejtdales
f
i,as tierras ejidales son las dotadas al núcleo de población
ejidal y las incorporadas a éste por cualquier medio lícito.
Las tierras ejiclales se dividen en: a) para el asentamiento
humano; b) uso común; c) parceladas.
.
2.
3.
4.
La asamblea general del ejido determinará el destino de
las tierras no parceladas.
Ias tierras destinadas al asentamiento humano se conforman por la zona de urbanización del ejrdo y por ei ftrndo
legal, y son inalienables, imprescriptibles e inembargabies.
I7B
5.
6.
7.
IN.STRUMENTACIÓN DE I,A
Loy Acn¡run
«RACIoNAI,»
La asambiea ejidal fijará las normas para el aprovechamiento de los recursos y de las tierras de uso común.
Las tierras de uso común y las parceladas podrán ser objeto de cualquier contrato de asociación por parte del núcleo de población o del titular de la parcela.
En caso de utilidad para el núcleo de población, podrá
aportar las üerras de uso común para la constitución de
una sociedad mercantil tendiente a la explotación de los
recursos productivos (el proyecto de desarrollo y la escri-
tura social deberán contar con el visto bueno de ia
B.
9.
ProcuradurÍa Agraria).
El usufructo de las tierras parceladas y de uso común podrá
ser dado en garantía en la obtención de crédito.
Las tierras ejidales podrán ser expropiadas por causa de
utilidad pública (RodrÍguez, 1993).
s del ej ídatario
Uso y disfrute de sus parcelas y de los derechos que le
otorgue el reglamento interno del ejido.
De re cho
l.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Acreditar su calidad de ejidatario con el certificado de derechos agrarios o con la sentencia de la resolución del Tribunal Agrario.
Designar sucesores de sus derechos ejidales mediante un
listado depositado en el Ret o protocolizado ante notario
público.
Participar en las asambleas dei ejido con voz y voto.
Otorgar poder a otra persona que lo represente en la asamblea ejidal.
Disponer de su parcela para aprovecharla como mejor convenga a sus intereses {explotación directa, en asociación
con ejidatarios, particulares, con el Estado mediante contrato de asociación, renta, aparcerÍa y mediería).
Ceder los derechos ejidales en favor de un tercero, ante
dos testigos y notificando al nqN.
Adquirir mediante compra derechos parcelarios.
IrusrRuruorurecroN DE r-A Loy
9.
10.
1L
12.
13,
Acn¡rue
«RACroNAr.»
179
Disponer de agua dotada al ejido.
Acudir ante la ProcuradurÍa Agraria o los Tribunales Agrarios para defender sus derechos.
Poseer solar urbano.
Recibir indemnización en caso de expropiación.
Adoptar el dominio pleno sobre su parcela preüa autorización de la asamblea.
INstRulr,rouracróN DEL PRocnoo
Y PROBLEMAS DE TITULACIoN DE TIERRAS
oesor 1992
Entre los prograrnas que se han instrumentado para dar reconocimiento jurÍdico a la tenencia de la tierra destaca el Programa de Ce¡tificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares
Urbanos (Procede), que tiene su fundamento jurÍdico en las reformas al artÍculo 27 constitucionaly su ley reglamentaria, la
Ley Agraria. El objetivo de Procede es asegurar la expedición de
los certificados parcelarios, los certificados de derechos sobre
las tierras de uso común o ambos. según sea el caso, asÍ como
de los tÍtulos de propiedad de los solares, en favor de todos y
cada uno de los individuos que integran los ejidos de México. La
realización del Procede requiere de varias dependencias e instituciones públicas, tales como el Instituto Nacional de EstadÍstica, Geografía e Informática (truoo| la ProcuradurÍa Agraria (na),
el nell y los Tribunales Agrarios.
El Procede y la Ley Agraria fueron puestos en vigor con
el propósito de definir, regularizar, registrar y titular aproximadamente 4.6 millones de parceias y 4.3 millones de solares
urbanos que están en posesión de los beneficiarios de los ejidos
y comunidades del paÍs, según cifras que el rxocr estimó en
1992. En México existen más de 29 000 ejidos y comunidades
agrarias, que a su vez agrupan a 3.5 millones de ejidatarios y
comuneros. La superficie de los ejidos representa aproximadamente el 50 por ciento del territorio nacional, y Ia pobiación
que los habita constituye poco más del 25 por ciento del total
de los habitantes del paÍs. La estructura de la tenencia de la
180
Irusrnuueu,ecróu oe m LBy Ac¡¿a.Rie
«RACJoNAr-»
tierra en México se presenta de manera global y por estado en
el cuadro 5.1, entre las páginas lBa y 185),
De acuerdo con la directora del nq¡'¡, María Antonieta
Gallard, como antecedente de Procede en lo referente al catastro rural de México, se cuenta con la estadística que resultó de
la instrumentación de un programa de catastro rural de la sna
que se inició en l98I y finalizó en 1988. Según Gallard:
El programa fue muy bueno, muy intensivo; de hecho yo creo
que la mitad de los recursos de la sna se fueron en ese programa
en ese tiempo. Pero es decla¡ativo, no había comprobación de
propiedades. Los ingenieros iban a los sitios y pregun¿¿f¿¡ «¿este
de quién es?, uPues de fulanito de tal,. Y lo marcaban en un
plano. No tenían controles jurÍdicos de catastro, es totaimente
indicativo. De ese producto nosotros conservamos la estadÍstica
de la propiedad privada, pero tiene todas las pinzas del mundo.
O sea lo seguimos consen'ando para poder construir [...] lo que
sería la estructura de la tenencia de la tierra, pero tiene todos
esos bemoles. La actualización que le damos a esa estructura
agra-ria es a trai,'es de Procede, pero eu lo que no es [tocede sigue
manteniendo un trabajo desactualizado de catastro de i98l a
1988. Ya son muchos años de desactualización en [o que se relaciona con eso. Es lo único que hay construido pero tiene sus
fallas, pero te da una idea de la distribución por estados.
En lo referente a cómo se construyen las estadÍsticas,
Gallard señaló lo siguiente:
Tenemos el censo agropecuario y el ejidal, que es el que nos mar-
ca la indiferenciación de comuneros y ejidatarios. El censo de
INEGI es también declarativo. Por ejemplo, yo llego a una comunidad y digo: «¿Tú eres comunero?, Y puedes ser ejidatario, pero yo
te registro como comunero porque tú drjiste: oSí,. Tú llegas y
di¿gs «¿Esto es un ejido?, nSí,. Llegas a la ampliación de ese ejido
y preguntas: n¿Este es un ejido?, nSí,. AquÍ ya duplicaste el ejido
IlstRurrtourncróN DE LA Lov Acn¡Hn
estadisticamente. Entonces
«RACToNAL»
INEGI
181
reporta en el censo de 1991, 29
400 ejidos. Estos son ejidos declarados, o sea de campo. Noso-
tros tenenlos registrados 27 210. ¿Qué pasa aquÍ? Nuestros registros tienen valor jundico; entonces, sólo registran nuestros
registros de derecho, o sea los que tienen una resolución presidencial, los de un documento de creación oficial. Y lo que tienes
aqui en este otro saldo son ejidos de hecho, o sea expedientes que
no han concluidoi tienes ampliaciones v dotaciones marcadas
como dos, porque los mismos ejidatarios se conciben como miembros de otro núcleo. Entonces, lo que nosotros hemos estado haciendo es validar, junto con INEGI, este catá1ogo y ya tenemos una
diferencia nada más de unos doscientos v pico. fuede haber cambio de nombre. Es una complicación.
Claro [que también puede haber un pequeño margen de error],
pero eso no cambia Ia estadÍstica de lloct, porque su método es
otro. Entonces, el número de ejidatarios y comuneros que te va
a marcar INEGI son de censo. El número de ejidararios que registra una resolución presidencial puede ser equis. Y después hubo
actualizaciones censales en las que clasificaron este número por
la sne. Se suponía que cada dos anos se tenia que hacer, por la
vieja lev, nna actualizaclón. Esto no se cumplió a cabalidad.
Con los ejidos de hocede ya tenemos otro panorama. Ya tenemos el número verdadero de ejidatarios. Ahora que eso se va a
mover. Por supuesto que esto es hoy como una foto, que se tiene
que mover. Para el caso de las comunidades no había un proce-
dimiento para la actualización censal muy claro. Buena parte
de las comunidades se generaron por reconocimiento de tierras
virreinales, entonces no habÍa en las resoluciones una descripción de los beneficiarios. Simplemente decían: uEsta comunidad
es comunidad. Ha estado aquí siempre. Estos son sus tÍtulos;
que los reconozcan». No había siquiera, como en el caso de la
dotación ejidal, un listado de comuneros (que en muchas lo hay
pero no siempre). Entonces, como la comunidad siempre tuvo
más libertad, esas actualizaciones que no estaban previstas las
hacÍa la Secretaia de la Reforma Agraria a demanda, o por in-
182
lxsrRupro¡lrecrór¡ op LR Loy Acn¡rue
«RACToNAL»
quietud del que llegaba. Pero no hay un seguimiento preciso.
Ojalá tuviéramos eso: el número de comuneros que se van a
incorporar o que se van desincorporando de una comunidad. O
sea, como la comunidad siempre fue más independiente, no hay
una estadística que se pueda construir. No te digo que todas las
comunidades estén en esa irregularidad. La dificultad, por ejemplo, de la certificación es esa: que no tenemos padrones de co-
munidad. Son muy pocos. No había procesos tan fijos como en
el caso del ejido.
El Procede está reportando diferencias de superficie entre la
resolución o la ejecución y lo que ahora está resultando, porque
había ejecuciones virtuales. O sea, desde el escritorio con un
plano, no se iba a campo. Muchas resoluciones son asÍ. Tú decÍas: nAquí les dotó la resolución mil hectáreas. Vamos a ejecutar,. Entonces, ¿qué predios afecta? Pues que una porción de
esto, una porción de esto otro. Entonces esto se medía. Y te
podÍa resultar en mil, pero también te podía resultar en mil cincuenta. AhÍ lo tenias que restar. Pero te podria resultar en novecientos cincuenta. Entonces, el comisionado que ejecutaba decÍa:
nEn el sitio de los predios afectables que dice esta resolución
presidencial, yo encontré esto, y ejecuto sobre novecientos cincuenta», Estas cincuenta muchas veces se convinieron con los
ejidatarios. En el caso de ampliaciones es la misma cosa.
Gallard señala también que Procede es un programa voluntario. Anade que hay núcleos que no quieren entrar y al respecto comenta:
De lo que nosotros hemos observado, el rechazo al Procede tiene
múltiples causas, pero una principal es el control interno. l¡
que hace hocede, es retratar al ejido y decir qué derecho le
corresponde a cada uno por decisión del colectivo. La manipulación de los derechos se frena dentro del ejido. En parte, algunos
ejidos han rechazado Procede, porque no quieren que a futuro
el asentamiento pague impuestos, o sea pague ya predial. Otra
IrusrnuuorrrncroN DE rA Lev AcH,rru.q
«R,\croNAL»
183
parte es por estos controles internos. No hablamos de los grandes lÍderes polÍticos regionales. hablanros dei cacique del ejido,
o sea del que controla ese pedazo v que ha hecho y deshecho a
su gusto. Esos ejidos rechazan el programa porque no se han
podido deshacer de ese control, pero muchos de esos sorpresivamente en asamblea irnpulsan; y bueno, habrÍa que verlo en
campo. Creo que eso sÍ merece una investigación de campo
mucho más profunda, porque son relaciones de poder qlle no
percibes en la asamblea del Procede. Percibes en una asamblea
del Procede que el propio ejiclatario, que icleológicamente se per-
cibe como isualitario, no lo es, eso sí se percibe.
Como parte de Procede se nombra una comisión que se llama
cornísión auriliar, que está formada por los ejidatarios que elija
la asamblea, y esos ejidatarios recorren el ejido con los técnicos
de la pa y de tueci. Entonces van marcande; u¿Esta parcela de
quién es?, nPues es de ful¿mo,. n¿Pues cuánto iiclre?, Entonces
tú r,as viendo que las parcelas no son iguales. incluso en ejidos,
en la dotación sí fue igual, o sea se dijo: se le dotar cuatro hec-
táreas a cada uno. En su docunrento original a lo largo de los
años se configuro una cierta desigtraldad interna. Esa desigual-
dad la puede reconocer o desconocer el ejido. -y generalmente la
reconoce. uEs que fulano trabajó más,. Esa igualdad interna se
reconoce o se desconoce ya en la propia asamblea. Y a leces el
que controla el ejido o los que controlan el ejido cuando hav este
fenórreno, que no es general, lo que l'as a ver reflejado es que
tienen porciones más grandes de tierra, ya sea en posesión o sea
en renta. Eso es lo que vas a ver; siempre y cuando no rebase los
límites que marca la ley en su proporción, con relación al ejido.
O sea la excedencia en los ejidos se mide por proporciones, porque es muy difÍcil que tú te encuentres en un ejido una parcela
de cien hectáreas, excepto en algunos ejidos del norte, en casos
muy e specÍficos. El lÍmite de la pequeña propiedad son cien hectáreas de riego. No vas a encontrar parcelas de ese tamaio en
los ejidos. Entonces, lo que regula la ley es que nadie raya a ser
dueño de más del 5 por ciento de las tierras del ejido. Entonces
184
Irusrnuue¡¡recroN DE rA Lsy Acnqru,q
«RACToNAL»
ya mediste, tienes el cuadro completo de las parcelas del ejido; y
si un indir¡iduo tiene más del 5 por ciento de esa porción, lo
certificas y tienes que dar parte a la sne para que dé aviso, que
tiene que enajenar su excedente. De todos modos kr certificas,
porque si no, no hay pruebas. Pero tienes que dar aviso inmedlatamente a la sR¡ para que lleve a cabo el procedimiento de la
creación de un expediente que marca también la ley.
El resultado preliminar se exhibe; se cuelga, y cada ejidatario
tiene que ir a ver si sus datos están bien. Luego llega a una
asamblea para rectlficar eso, o sea tiene que ser público, totalmente público, v el voto es directo. fuede haber un voto forzado
debido a la propia red de relaciones que puede haber en un
núcleo. Pero a la hora de expresarse en una asamblea tú no ves
eso. Hay mecanismos de coerción indirecta y grupos que probablemente no los percibes en un punto directo, no sabes si ese
señor estaba de acuerdo o no en votar así. Estuvo de acuerdo y
asÍ está en el acta. Estuvo fÍsicamente de acuerdo, pero no sabemos qué otro arreglo pudo haber allá atrás.
Pero el que el voto sea directo, el que sea público, abierto, se
despliega en lo-q resultados de estos trabajos: minimiza, aminora esa posibilidad.
No hay asambleas para ratificar ejldos. Só1o hay asambleas
cuando se quiere cambiar de régimen. Bueno, vender la tierra,
puede ser o no al sector privado. Por lo menos hasta donde no-
sotros conocemos como proceso, los ejidos que deciden cambiar
de régimen de propiedad lo hacen para vender normalmente.
Pero hay reglas también para la venta. La primera enajenación
tiene que ser al interior del núcleo. Hay reglas para eso: la asamblea, que se llama asamblea para la adopción de dominlo pleno.
La primera venta debe hacerse al
interior del núcleo y posterior-
mente puede hacerse a una persona externa. Ahora cuando se
hace una asamblea para adoptar el dominio pleno, no significa
que se venda. Significa que el ejido, es decir la asamblea, les da
permiso a los ejidatarios para vender. No es que se venda todo el
ejido en ese momento, a menos de que el núcleo tenga un pro-
IUSTNUUE¡TTRCIÓN
DE LA LAY ACN¡ruN «MCIONAL»
185
yecto de inversión a través de esa tierra. Pero esa asamblea es
una asamblea de permiso. Yo permito [y hay asambleas parciales por ejemplo) que dieciocho de mis cuatrocientos ejidatarios
t endan, o yo permito que todo el núcleo l'enda. Es mayoría cali-
ficada ia que tiene que votar. O sea, yo puedo querer vender mi
parcela, pero si el 75 por ciento de la asamblea dice que no, yo
no la puedo vender. Existe control social.
Gallard señala que, de acuerdo con la ley, cuando se adopta el dominio pleno en una comunidad, o cuando se lleva a cabo
una conversión de régimen, tienen que estar presentes un re-
presentante de la Procuraduría Agraria y un fedatario público;
y al respecto comenta lo siguiente sobre la política seguida por
el Rm¡:
Cuando se afecta la estructura del ejido, por ejemplo conversiones de ejido a comunidad, aportaclón de tierras a sociedades,
en las fracciones de la ul a la xv del artÍculo 23 de la ky Agraria, sí tiene que haber una representación de la Procuraduría
Agrada. Y las instituciones tenemos que vigilar. Cuando los periodos de representación están vencidos, avisarle al núcleo que
ya se vencieron, y que convoquen a asamblea. Pero ahora ya no
puede convocar la sR¡ ni dominar la asamblea, ni meter sus
planillas. Ese es un cambio que se va a ver poco a poco. No es
automático. Es una cultura de setenta años que se tiene que ir
cambiando. Ai neu, por ejemplo, los campesinos nos exigen que
les expidamos credenciales a los representantes ejidales, porque toda la vida se expidieron credenciales para los comisariados.
Entonces nosotros estamos haciendo un mecanismo de transición. Expiró tu credencial. pero 1o válido de tu credencial es la
copia del acta de asamblea donde te eligieron. Con eso acreditas
que eres representante; y mientras las instituciones se acostumbran, se asume que eso es lo que vale y no lo que le dé una
institución. Estamos pidiendo el acta de asamblea atrás y su
foto con sus datos adelante, para ir transitando. Porque esa
lBO
IusrRuuernecróu oo m Ley Acnezue
«RACroNAr,»
cultura no está implantada todal.ra. Hay que hacer todo un trabajo muy largo para poder llegar ahí. Pero esa es la idea: que la
asamblea tome muchas atribuciones. La asamblea, en el marco
de la ley, puede [hacer] muchas cosas, como son definir su vida
interna, establecer su reglamento. Antes sus reslamentos se los
daba en un machote la sna y le decÍa: nFírmalos,. Y muchos de
los reglamentos que tenemos nosotros aquí inscritos, el núcleo
no los conoce. No sabe que tiene un reglamento. ni 1o sigue, ni
se rige por é1, por supuesto. Entonces, el reglamento
interno de
los ejidos es una atribución de su asamblea. Hay que capacitar,
hay que asesorar, pero no hay que suplantar.
Esr¿elpcrl{rpNTo DE PRocAMPo
El Programa de Apo¡ros Directos al Campo (Procampo) fue establecido en octubre de 1993 como otro de los programas de apo-
yo a las reformas al artÍculo 27 constitucional. El principal
objetivo de Procampo es fomentar la adopción de nuevas tecnologías y formas de asociación y promover entre los productores
la explotación y uso de la tierra en la actiüdad productiva que
más les convenga, bajo una perspectiva que les permita incorporar la producción agropecuaria en el contexto de la economÍa
internacional. Otro de los objetivos de Procampo es proporcionar un estÍmulo directo a más de 3.3 millones de productores
rurales. De ellos, 2,2 millones estaban al margen de cualquier
beneficio, bajo el sistema de precios de garantÍa, ya que su producción es de autoconsumo. Procampo tendrá una visencia de
l5 años (vease cuadro
5.2).
De acuerdo a Manuel Delgado, director de Procampo en
Oaxaca, Procampo funciona como un registro, como un padrón
de productores que se inició con un directorio de ellos en 1993
que se elaboró tocando a su puer[a. Respecto a la puesta en marcha de Procampo, Delgado comenta:
En la mayorÍa de los casos muchos no quisieron entrar por la
desconfianza a cualquier situación del gobierno, en este caso al
Coahuilal
']
196118
2427
51
1
1
r
1
179 216891 21 864
222 5 658 138 18 585
99 5 092 855 6311
368 3211021 43701
564 5 210 178 30 309
149 293 442 13 35?
638 2139935 16745
1165 3263391 184 125
9A2 9 055 780 116321
84
21 803 12361
615 4 428 B-?0 92 280
1 229347 122351
1 314
1 054
3268894 r75 073
1 007
973 061 126281
1 356
2646610 162401
I 059
860 905 90 009
1 703
2 342 235 66 851
203 305 234 41 055
351 r 187 398 55 100
592 1 908 703 40 853
732 468 130 105 378
1 A44 r 235 685 30 548
351 521 611 39 3s8
212 2 865 411 23 680
1 107 391931) 156191
1 141 3214766 123653
859 5 033 319 16621
135 r 094 901 65 500
1 341 2543546 16613
236 201 185 39611
3 333 2 13A 414 241 158
713 2110758 116990
144 3649213 110096
26 898 84 683 035 3 014 424
No contempla l¿ superficie conespondiente al territono insular.
1
1
1 1
Eeneficiarios
Propiedad ejidal
5up.(ha)
Estructur¿ de la tenenci¿ de la tierra soportada con d¿tos emitidos por las delEaciones del ra¡r en
l¿s
1
159
]]3
40 62
39
16
665
110
15
0
159
81
52
2
3
29 55
17.94
.04
41.11
53 89
63 64
57 03
.26
44 5)
31.31
l
11
49 62
48 63
1
959
0
fechas señ¿l¿das.
0.0c
4.19
879
230
3151
161 091
83
211
418
30
10
1
599 )9
839 6 59
645 0 15
1 539 )46
160 0.02
130048 16415 1 60
rE8 00s
r963
90461 3 155 121
11 491 781 523 E5l
1
751
0
139021 13,126 )2)
60
292665 18602
10.87
529 116 r.66
619 161 3.14
0
0 000
0
0 000
17 099
3t7 0.13
6 093
291 1 10
100 405
1242 2.46
825 166 35233 11 12
56a987 5 215 228
22725 6025 14 31
2639232 31 543 21.31
2 157
365 0 07
1 751 499
53 713 21 61
126354 16998 6.15
115465 9615 990
284111 38 785 13 44
600 332 11 129 10 13
63 375
6 338 1329
868211 1231) 32 85
154 623
2 928 2.39
5542063 1B'r 819 67 14
n1
9
Propiedad comunal
o predios en muchos rasos dilieren de los estatales.
2 113
l
10
.69
31
41
.39
21
31
35
44 93
64.00
l)
46
51
134
41.35
33.78
51
3
118
45 94
190
5
13 73
.65
13
44.45
74
36.49
@
43.96
66 89
E1?'
38.1
59 77
12.08
80.20
48.1 5
%
La superfi(ie est¿disti(¿ de la5 entidades es drferente ¿ i¿ catastral en virtud de que los limites de lo5 nú(leos
Iotal
zacatecas
Yucatán
Veracruz
Tl¿xcalar
Tamaulipas
fabasco
Sonorar
5inaloa
5¿n Luis Potosí
Quintana Roor
Querétaror
Puebla
0axaca
Nuevo Leónr
Nayaritl
Morelos
Michoacán
L4éxico
ialisco
Hidalgo
Guerrero
Guanajuato
Durango
Disfito tederal
Chihuah ua
Chiapai
Comarca Lagunera
Colim¿l
1
Baja Californial
Ba¡a California 5url
558
7011
Aguascalientesr
Campechel
lúunicipios
900
300 4
7 361 700
5
5 183 300
9
3 539 669
33
10
545 500
40830r3 15
7388700 111
24108700 67
149 900
16
9 499218 29
46
3 058 900
76
6 379 400
2 098 700
84
124
B 013 700
2 1,16 100 122
13
5 986 400
494 r0o
33
2162 100
20
6 455 500
9 536 400
570
3 39 r 90C 211
1 '176 900
18
5 035 000
8
6 284 800
58
5 809 200
18
10
8 493 400
17
2 466 100
7 982900 43
391 400
60
7 2E1 500
207
I 934 000 106
7 504 000
56
(ha)
Datosqeoqráficosr
5up.
Entidadfederativa
1
1
)11
1
1
738
037
1
1
611
r
74
423
643
318
196
1
221
1
3 527
820
986
0Bl
47 00
28 86
152
512265 73 048 758
149
13
47 68
43 50
A43
043
185
3 451
95
1n 4A6
367
54.56
B4B
34 49
49
261
49 06
23 39
¿421
3.23
50 68
32544 4422868
288
0
rB 14
6380
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2
0
133
0
t5
39
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0
1
)
16
6
6
6
6
4
9
10
19.14
4696
19.08
56 03
44.01
1822
059 820
58 42.66
24167 1 517 776
7 360 1 343 342
24 980 9 057 957
752
22866
290
13517
4040r 4121508
1264, 21831A8
9 987 94 100
5791 q9 4A3
87 8r
I 4 388 466
18 314 404 410
9C5
153208
903 1 696E29 55 83
42946
57
,1
1
15810 2276959 2362
45
29
2
1
598
81
460
117
0
0
289
913
61
0
943
0
0
868
3 813 365
34
478
639
0
054
52t21
0
3.35
A.41
000
6 61
000
245
6.44
0.46
1
000
0.85
3)16 2119U
326
0
25
006
1
1.73
000
0.51
009
14
1
32 550
0
971
61 845
0
15
1 182
2 633
0
0
1,332
B1
52219
0
0
0
32
I
0
1
0
0
A24
0
0
114
1
851
2.006
0
0
63
I 063
674
776
0
134
769
0
0
007
0 49
3.64
000
000
000
0 08
0
0
7 597 080
0.00
6 48
5.14
000
4s8 914
At4 0 33
826
275 531
415
21
239
12 58
000
0.00
678613 1216
296
6261
121
0
0
0
400
4321
1
444
5.41
000
000
0.61
1812
6 65
3 99
0.00
7 000
159914 66
0 0.00
0 000
0 000
62 0.00
0 000
401
101
0
0
848
004
2323536
i
83
1 006
170
,169 684
0
Otros
Supltr¿)
%
1
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11.ót
24
481
9 616 955
1
1
51
C7
690 11 449 0.12
2842 10 340 1 63
269 131 133 2.01
48 1
39 951
.94
1069 6151 oDB
966 s66 s54 26.t3
32-i 191 951 3.74
104 11 126 2.33
52E 107 783 4.D8
1784 163 910 254
319 397 715 4 36
911 261 191 7 83
344 26321 207
199 r 598 688 30
943 512 321 B l9
831 678 851 11.82
1 097 380 891
2 06
169 114 425 4 65
2 919 614 ,181 8 32
370 38 230 9.00
1 166 31 3A4 0
472 638 006 5 00
346 202 300 270
ró4
3t1 21.358 3.80
264 468 494 6.64
102 561 913 8.04
1B9 22665 042
114 363125 266
258 39 180 1.05
9)3 121 51) 298
179 359 701 4 85
829 662 380 2.61
n¿cionales
Cá-j"- lil'os
)81
Terrenos
--E¡AA--lrp
049
0 39
518
E81
2 622 158 437
26
451
104
305
052
0
570
10799
51)2
3
0
820
1
102
111
162
330
I 019
2
24
680
289 9913
585 18 902
200 2959
191 5314
254 2110
968
4.51
1.10
000
062
1 75
0.89
U
U UUU
561 124841 1 29
46 469 0 02
62521132949
1
25
239
039
0
14
B9l
14
0
4t 189
143
4s6
2.03
218
230
Q0
0 65
3.719
196
335
567
1 620
5
5
75
112
0
085
Propiedad colonias
Colonias Lotes 5up. (h¿)
l5 9b4 tb Jl
tu
J6J
1
114211
1
(h¿) 7o
200 263 084 45.15
799 22E 464 3.24
850 791 855 11 21
Sup
089 2020
8 958 7 758 306 5675
3 472 217 356 39 09
3 807 1 093 585 26 80
32 008 2 491 260 33 56
5 653 'r2 296 205 49.s5
4
l
9
Predios
Propiedad prrvada
Cuadro 5.1
Estru(tur¿ de la tenencia de la tierra en México
Septiembre de 1999
IrusrnuuoxrectoN DE IA Lov Acnerun «R{ctoNAL»
t87
Cuadro 5.2
Procampo: principales características
1
Tendra una vgencra de
i5
años, con p¿gos constantes en términos reales dur¿nte los
años y qradLralmente ciecrecientes a partrr de décimo prirner añ0.
2. A qu enes produzcan maiz, frrlo , iltga, atrcz, soya, a godón y sorgo, en la etapa transitor a
pr me'os
1
C
otorqará un apoyo generai de 330 nuevos pesos por hectárea en el c clc ctoño-rnvierno
1993 1994, y de 350 nuevos pesos por hectárea en el ciclo primavera-verano de 1994
se les
osproductosenlaetapatransitora,
3.LosprecosÍladosennuevospesosportoneedade
para e c c o otoRo'rnvrerno 1 993'l 994 y pr m¿vera-vera¡c de 1994, serán respectv¿mente
los s guientes maiz blanco,650 y 600, maíz no bianco, 540 y 500; frlol preferente, 1 800 y
1600; frtoi no preferente, 1 595 y 1 41 5; trrgc, 600 para 1os dos ciclos, y soya, 856 nuevos
pesos para
e c clo prmavera-verano de
I
994.
4.Conbaseen osapoyosdtrectosylospreciosportoneladaqueserndcanenlosdospárrafos
anteriores, conviene elemplrfrcar que si un productor obtuvo una tonelada por hectárea
y
vende su maíz a un prec o de 650 nuevos pesos, ¿dicron¿lmente obtendrá 330 nuevos pesos
de apoyos drrectos por hectárea, es dec r, rec birá 980 nuevos pesos por su producciÓn
al evantar la cosecha se darán apoyos comp ementarios para a comerc al zaón del arroz por 74 nuevos pesos por tone ad¿; para e sorgo de Tamaul pas de 50 nuevos
pesos; y e a godón tendrá un apoyo de san daC Ce acuerdc con la región y fiuctúa entre 700
5. As m snno,
c
oe;os oor reil¿,e¿
6. Serán apoyadas aquelias superficres que en los tres años anteriores a drciembre de 1 993
hayan s do sembraCas con ios stete cu tivos anter ormente seña ados, pero si poster ormente
, " 1)0 n-evos
e campesnolasdedrcaaotr¿sactrvrdadesagricolas,pecuaras,fcrestalesecológcas,acuiferas,
o a cua quier otra que genere emp eo, segurrán recrbrendo el apoyo.
7. E prmer pago de apoyos se hará en marzo de i 994, a través de cheques de ¿ Tesorería
de la Federación y será cj rectamente a productor.
E. A partrr de abril de 1995 ya no habrá precos de garantía; éstos se flarán en funcÓn de
mercado y tomarán en cuenta los costos de transporte, almacenamiento, manelo y flnanc am ento.
e c c o otoño-rnvierno 1994-1995, la Compañía Nacional de 5ubsilencias Popu ares
(Conasupo) fungrrá como un comercralrzador más en ios mercados de maíz y friiol, y promoverá
una rnayor part crpacrÓn de los sectores social y privado en las transacciones de esos productos.
10. A los productores pecuarios se les permit rá el acceso a sus insumos forraleros a precio
9. Par¿
rnternacional a partir de 1 994.
11.5ecre¿rá aContraloriaSocial del Campo, acu¿l verificará, luntoconJasautordades
munrc pa es, esiatales y ias organizaciones de productores, exped ciÓn y entrega de cheques
pcr ccn(epto del pagc de los apoyos drrectos.
I 2. Durante octubre y nov embre de 1 993, las organ zacrones y productores partrciparán en
la valid¿oón dei directorio de productores ntegrado por la sARH, los cuales poCrán inscribirse oara obtener 1os apoyos.
1 3. El lírnlte a la propredad suscept b1e de recrbrr los apoyos es el que se señala en la Const tua ón, es dec r, 100 hectáreas para personas físicas y 2 500 para personas morales.
I 4. Una vez conclu da la etapa de trans crón, a part r de crc o otoño-invierno 1 994-1 995, los
pagos por hectárea serán d ferenciados en funcrón de las particularidades agronÓmicas y
comerciales de cada regrón. i'1abrá un mÍnimo para asegurar el nivel de rngreso de subsistencra, y un máxrmo p¿ra permrtrr que las tierras de alto rendimiento sean rent¿b es.
Fuente: Grupo Financiero Banamex-Acctval
(1
993: 361
).
188
Ils¡ruue¡,¡tactoN DE l.A Lpv Acnqru¡
(RACIONAL»
programa. No creveron que se les iba a dar dinero directo en su
mano y cerraron las puertas; no dieron información. Otros dieron inf,ormación, pero falsa. Si tenían cuatro, dijeron que tenían
dos. Eso nos pasó en el otoño-inr.'ierno. Pero después los mismos productores se enteran de que pagamos ese otoño-iltvierno
(que es de enero, febrero, marzo. abril y mayo), v en el ciclo de
temporal se cambian las cosas y en lugar de irse a la baja, los
amigos se van a la alta. Descubren que sí era cierto que el apoyo
se paga. Entonces se registran hasta con más.
De todas maneras aquÍ Io que entorpeció mucho fueron los
líderes de oposición, lÍderes cuvos intereses de su cacicazgo libe-
ral impidieron que sus agremiados entraran al programa. conrenciéndolos de que era una mentira, que no era cierto, que era
pura demagogia, que era por las elecciones que estaban en puerta de cambio de presidente de la república y que no se dejaran
engañar. Y en ese sentido, muchos no entraron en 1993 en el
directorio. En 1994 en la inscripción también sucedió eso. Dimos todavÍa una fecha más, dimos todo un año de límite para
recibir solicitudes de aquellos que habÍan decidido entra¡ en el
programa. Sin embargo, lo que obtenemos en la realidad es que
[en el padrón aparecen algunas hectáreas de másl. AquÍ en Valles estamos hablando de un promedio de unas 25 000 hectá¡eas
arriba de los ciclos históricos que año con ano se sembraba de
maíz y frijol en el temporal. Constatamos que en muchos lugares
de la Sierra fueron talados en el ciclo primavera-r,erano para sem-
brar maíz y frijol porque se enteraron de que [el apovo
de
Procampol era cierto. Otros no pudieron entrar aquí en Vailes
porque siempre habian sembrado alfalfa y eran alfaiferos. Pues
esos no están o no estaban dentro del programa, y no entraron.
Otros eran hortaiiceros. Tampoco entraron. Y después dicen que
siempre fueron maiceros y quieren entrar. Otros que por múltipies razones no entraron a la fecha, quisieran estar adentro.
Hacen sus proposiciones a su manera; pero, como comentamos
en aquella reunión, no es fácil que se abra, porque entonces entrarÍa todo mundo. Todo aquel que tenga un pedazo de tierra va
I¡lsrRuiuex-iactóN DE LA Ley Acn¡nm «MCIoNAI-»
l89
a decir que siembra maÍz v siempre ha sembrado; y en [el momento de la inspecciónl no se presentó y no lo pudo justificar.
I¿s alfalferos no podian justificar porque tenían alfalfa. Y cuando fueron los técnicos al campo, tenían en su casa alfaifa. Y bajo
esas circunslancias no se podÍan registrar en Procampo.
Delgado describe cómo a través de una sencilla encuesta
de llegar con el productor, tocar su puerta y preguntarle qué
está sembrando se determinó quiénes tenían derecho al
Procampo. Al respecto refiere que:
Ese fue el primer ejercicio que se hÍzo a todos los pueblos. Se
contrata¡on como I 500 técnicos eventuales en 1993 para tocar
puerta por puerta. Puerta por puerta se tocó y allí es donde
constatamos que mucha información se nos dio equivocada por
la desconfianza a los censos. por la desconfianza de que Hacien-
da les puede cobrar impuestos o les iba a quitar el gobierno las
tierras. o miles de cosas de nuestra idiosincrasia mexicana. Ese
fue el primer ejercicio. No tanto decirles: oTú aquí vas a sembrar
trigo, o vas a sembrar maí2,, sino más 6is¡; .¿Qué estás sembrando y qué has venido sembrando?, Y con base en eso se le
dijo: «Tú sí [recibirás apoyo de Procampol,. Vino la segunda fase,
que íue la inscripción, y se le drjo: *Tú sí puedes sembrar en el
programa porque tú sí has sembrado maíz todos estos años,. n Y
tú no porque has sembrado alfalfa,. Primero fue una encuesta y
después fue un registro; registro con base en que en tres ciclos
anteriores habían sembrado ese cultivo.
Procampo los dos primeros años obligaba al productor a que
sembrara granos básicos. A raÍz de este año (1996) se autorizó
la conversión productiva. Un productor, si quiere sembrar chile
o tomate, puede hacerlo y puede seguir recibiendo su [apoyo
dell Procarnpo. Eso no está peleado en razón de que buen tÍempo fue prodr-rctor de granos básicos y no se le puede condicionar
ni cautiv¿rr si él no qr-riere seguirlos sembrando porque el precio
del maíz esté muy bajo y tenga la opción de producir algo que Ie
i90
IrusrRuupl¡t¡ctóN DE LA Lpv Acneru¡ (RACIoNAL»
va a dejar mejores ganancias y a su vez pueda comprar el maÍ2,
que es más barato que el que él va a producir.
Entre los rechazos que tenían los campesinos hacia el
Procampo, Delgado señala:
La desconfian zahaciala información que se estaba proporcio-
nando por parte de la sacen [Secretaría de Agricultura, Ganaderia y Desarrollo Rurall, a[ uso que se diera a la información y
luego ya en la inscripción, a que el apoyo realmente fuera cierto.
También decían: uBueno, nos van a dar dinero, pero es como si
nos estuvieran comprando la tierra paso a paso, poco a poco. y
después nos la van a quitar,. Entonces, tampoco quisieron inscribirse muchos. Todo ello nos trajo como consecuencia que
tuviéramos situaciones donde después los mismos productores
comentaban: nSi es que yo tengo cuatro, pero nada más reporté
dos,. A pesar de todo eso tenemos el lado opuesto. Tenemos
aquí el lado de aquellos productores que aprendieron de nues-
tro propio gobierno con Anagsa [Aseguradora Nacional Agraria,
S.A.l, con el Banco Rural viejo, a aprovechar al mismo gobierno,
la corrupción que a veces se genera con funcionarios deshonestos y llega al punto donde hay una posibilidad de mentir y decir:
oYo tengo dos, pero si digo que tengo seis, ¿quién va a decir que
no?, Entonces, muchos metieron sels y tienen dos.
Y tenÍan que tener el refrendo de las autoridades ejidales y
comunales:
AsÍ es. Con refrendo de autorldades comunales o ejidales v e1
vocal de contadurÍa, que fue elegido por ellos, tenemos un incremento de superficie. Y hablaba yo de 2l 000 hectáreas que se
dieron de esa forma. De productores que reportaron predios que
no existÍan. Eso se dio desde el primer ano de implementado el
programa. Hubo productores que sí sabían, porque también
habían participado ahí en Anagsa, en el Banco de Crédito Rural
INsrnuMs¡rtlcrów oo l"q Loy Acn¡rue
(RACToNAL»
19
t
con sus créditos, v sabÍan que el gobierno es noble a veces v es
tolerante. En el Banco Rural hubo muchas condonaciones de
deudas, casi que empezaban de cero, vohían a pedir y pues *No
me debes nada, y uAhÍ te va más dinero,. En la misma Anagsa
vieja, con los técnicos que a \¡eces decÍan a1 productor: nSinies-
tra la parcela; pidele a tu compadre que se inmiscuya y vamos a
medias,. Y ahí l,an. Son maniobras que se dieron en un pasado
pero que están nluv vivas v que ya forman parte de un comportamiento y afectan a Procampo. Procampo no puede escapar a
ese tipo de maniobras porque también es un programa de go-
bierno,y ellos conocen ya los procedimientos. Entonces, de alguna manera. hay la oportur-ridad nde que me den un poco más,.
Desde su inicio, se han intentado estrategias de depuración
del padrón, por eso el gobernador por ahí nos instruyó para
crear las condiciones de evaluación y seguimiento de Procampo
donde estén metidos los presidentes ntunicipales [sean los responsablesl y las autoridades agrarias, las organizaciones del
pueblo y el vocal de contraloría; de tal srrerte que no sean una o
dos gentes las que den fe de que el productor esté diciendo la
verdad. De esa suerte. nos ha ayudado un poquito, vamos bajando superficie, vamos depurando poco a poco, consclentes de
que está inflado el padrón y de que sabemos de algunos pueblos
que inflaron sus cifras históricas. Entonces, sobre esos se aboca más. Inclt¡so viene la segunda estrategia, que es supervisión
directa de los técnicos, selectiva, muestreada, que nos está permitiendo ajustar el padrón poco a poco.
¿Cuál ha sido, en términos generales, la respuesta de la
gente del campo para con el Procampo? ¿Qué beneficios siente
que tiene? ¿Cómo destina esos recursos? ¿Qué es lo que las
autoridades han notado a través de la instrumentación del programa? Según Delgado:
Cuando pagamos hemos detectado primeramente una expresión de agradecinriento, de gusto por estar recibiendo un recur-
192
lN.srHu¡r¿¿N'racróN
DE rA LBv
Acn¡run
«RACToNAL»
so. De alguna mauera siguen siendo los campesinos agradecidos y lo muestran en su actitud. ¿Qué se hace con el recurso'i
Hay encuestas. fuliahuatlán reportó que las cervecerías habÍan
aumentado en un 300 por ciento sus ventas. Pero también ha,y
asuntos muy positivos. Se colocaron alrededor de l0 000 toneladas de fertilizantes con ese recurso. Ahorita con Alianza hemos hecho ya varias demostraciones de maquinaria, equipo
agropecuario, como desgranadoras, aspersoras, motobombas,
arados, motocultores, todo lo que es tecnificación intermedia
que está amarrando a Procampo y está teniendo muy buen resultado. Cadavez se está orientando [másl el recurso para acciones productivas positivas. Éste se inició con la disposÍción de
dejarle también la lil¡ertad al productor de que hiciera el mejor
uso del recurso. Otros festeiaban la fiesta del pueblo porque
coincidia con el pago. entorlces se ponían contentos; un sinnúmero de usos. Ho\,, a dos años de este programa, ya está más
canalizado, más orientado. _v se está aprovechando más para el
campo. Hemos tenido muchas demostraciones en Valles, demos-
traciones de maquinaria intermedia. Allí mismo pagamos el che-
que pero allí mismo están las casas comerciales que están
mostrando sus equipos -v la misma casa comercial recibe el cheque [...] Ahora se está orientando más al uso agropecuario, sin
dejar de reconocer que los primeros años fueron un poco
sorpresivos; y el recurso se canaliza a asuntos de apoyo a la
economía familiar o a la alegrÍa familiar, o a la alegria del padre.
Pero ahora ya se está canalizando mejor el recurso.
Respecto a Ia instrumentación de las reformas al artículo
27 constitucional en lo relacionado con la capitalización del campo mexicano. el director de Apoyos y Servicios a la Comerciali-
zación Agropecuaria [Aserca) en Oaxaca, Fernando futeaga
expresa lo siguiente:
Con la reforma institucÍonal se adecuan instituciones o se forman otras: en ese sentido tenemos casos muy claros. Por ejem-
IrusrHuuerurrcloN DE tA Loy Aon¡nl,c
«RACIoNAT.»
193
plo focir lFondo de Comercialización de la Industria Rural], que
es un fondo para la capitalización del campo. El focir, como dependencia federal, entra en capital de riesgo con los productores; la aportación fundamental que se prevé cuando se crea focir
son las acciones T de tierra, que se dan como resultado de las
reformas al artículo 27 constitucional. El ejidatario ya puede
disponer de su parcela y darla como su parlicipación dentro de
una asociación entre el capital (sea quien sea, provenga de donde provenga) y ellos, que aportan tierra y trabajo. Por otro lado,
el capital aporta tecnología, capacitación, conocimiento empre-
sarial y ubicación de mercados,
¿Qué tipo de créditos, incentir¡os, etc., existen para el campo
findependientemente de que e[ campesino posea o no un tÍtuio
de propiedad de la tierra, de que posea o no un título de propiedad social o de que ya se haya incorporado un ejido al Procede o
esté sin incorporarse por los probiemas de límites o conflictos
agrarios)? ¿Que tipo de créditos y qué financiamientos, incentivos y subsidios existen aparte de Procampo? Según Arteaga.
En este caso Aserca también da incentivos a la comercialización
de aigunos productos y tiene diferentes modalidades. Esto que
sale de la plática dio lugar al establecirniento de algunas instituciones como Procede, el R¡u, las nuevas atribuciones del lruoct,
la cartografía, etc., de manera tal que los ejidatarios pudieran
tener un titulo de propiedad o disponer de manera individual de
una parte
de1
ejido para tener opción a ese tipo de asociaciones
con el capital. Es decir, fue un cambio de estrategia en virtud de
que, si recordamos que el ejido se lbrma a raÍz de la concepción
de que la producciórr estaba asociada indisoluble y básicamente
formalizada por la tenencia de la tierra.
La tenencia de la tierra no era sólo una variable. sir-ro la más
importante, o sea era el 90 por ciento de la determinación del
proceso productivo. En verdad era tierra y trabajo. Pasa ei tiempo y nos metemos en un nuevo esquema, donde ahora es una
194
It'lsrnultet¡r,qctó¡ oe m Lov Acnqrun (R\cloNAl.»
variabie. La otra r,ariable se Ilama tecnología, y otra se llama
mercado. a donde va a t'ender. Entonces, en función de ese cambio de concepción, donde ya no es suficiente tener tierra como
antes, el problema no lo resuelvo teniendo tierra, sino teniendo
los tres componentes: los mercados, el capital y la tierra' Entonces, ¿cómo puedo hacer yo para que un ejidatario en particular
o alguien del sector social pueda integrarse en un esquema de
asociación de estos tres componentes? Para que los otros dos
tiene que entrarle con algo, Y como
lo único que posee es un predio, que además no está suficientemente nlegalizado, como para poderlo prestar a un tipo de asocomponentes le entren con
é1,
ciación, sucesión. convenio, sociedad (Ilámalo como quieras), el
chiste es conjuntar los tres componentes.
Por otro lado, {tantol el gobierno federal como [el deU estado
se retiran de la regulación de 1os mercadosi hablo de los granos
básicos. A partir de ahora Conasupo empieza a retirarse del
mercado y [a dejar de] ser comprador. Esto signiflca que no \a a
tener un precio de garantÍa v no está obligado a comprarle la
cosecha al productor, al campesino, slno que se formará a la
cola de los compradores, tendrá un precio piso, o sea lo mÍnimo
(en caso de exceso de cosecha); y será un órgano regulador de la
disponibilidad, o sea de1 consumo, no de las compras. En ese
momento dejas todo un espacio de acción de lo que es el evento
de la comercialización, del ciclo otoño-invierno, que se inicia en
este estado en noviembre y termina en febrero o marzo, y el ciclo
primarrera-r,erano, que dura de mayo a agosto, con aigunas colitas
en septiembre, cuando las lluvias se atrasan. El grueso son dos
ciclos. Procampo apoya a quien produce. En el caso de Oaxaca,
la verdad es que ios cambios al artículo 27 [y ese es otro tema
que abría que discutir mucho)... para Oaxaca, los cambios del
marco legal no son suficientes para nada. ¿Por qué? Porque la
forma de propiedad dominante es la propiedad comunal, y ahÍ
seguimos como estábamos: más de la mitad del territorio
oaxaqueño dedicado a los aspectos agrÍcolas es común, y lo forestal es mucho. Entonces, las reformas al artículo 27 no están
IxsrRuue¡¡r¡cioN DE ra Lgy AcH¡2e
(RACIoNAL»
195
enlocadas en eso. Nosotros tene[los casi el 60 por ciento de la
superficie apoyada por Procampo, que es comunal, de orlgen
comunal. Se le paga a quien produce v definimos quién es el
productor o usufructuario del predio. [¿ asamblea decide quién
es. Se realiza cada ciclo una asamblea donde se define quién es
el productor o usufructuario y con qué superficie participa. Por
supuesto. la suma de todos debe de dar el total de superficie
asrícola en producción. Antes. en las asambleas todo mundo se
acreditaba de veinte a treinta hectáreas, pero la suma rebasaba
.v vo le decia: uUn momento. Tú tienes cien hectáreas
disponibles: cómo las va-yan a repartir. que lo decida la asam-
el total
blea. Pero son cien,. Entonces. es lo único que cuidan. Dice el
«§i y6 s6_y tu arrenclatario, tú eres mi arrendador, yo
cobro [10 del] Procampo, Si tú rne prestas el predio y me das una
carta comodato a préstarno de arrendamiento v eso incluye una
ca¡ta del propietario, ,vo recibo [el apovo de] Procampo. Enton-
productor:
ces, en las asambleas no necesariamente los ejidatarios o los
comuneros reciben [el apo-vo de Procarnpo], sino los productores. Generalmente hay muchos ejidatarios que ya no estiln; y el
que produce a veces es el avecindado, el h¡o que ya no es
ejidatario computado, o comunero computado. Sin embargo. si
la asamblea me dice *Juan Pérez es el beneficiario, aquí está el
dato,, yo digo: "Perfecto, y el cheque sale a nontbre de é1.
¿Podemos decir que no es requisito contar con un certificado parcelario para obtener Procampo? Como dice futeaga:
No, no es requisito, lo que sí es requisito es que por donde ya
pasó Procede pedimos el certificado de uso parcelario. ¿Por qué
lo pedimos? Porque también, asociado a esto, estamos haciendo
un trabajo de catastro de predios que no existen, de predios en
general, puede ser una parcela comunal, ejidal o de pequeños
propietarios. Ya estamos emprendlendo todo un esquema para
digitalizar una cartografÍa; entonces podemos asociar una base
de datos numérica con atributos. Por ejemplo: si se le pagó
196
Il'rstHurvroNr,ccrórv oo Lc
Lsv Acn¡iue
«RACIoNAL»
Procampo, qué tipo de modalidad, cultivo, si hay riego, si se le
ha dado apoyo de infraestructura. Y por otro lado, crear una
base de datos. De manera tal, que con esto \ramos a tener como
producto adicional y complementa¡io la radiografÍa del estado
de Oaxaca para poder concretamente, con los demás sectores
que se dedican a Ia agricultura, toma¡ decisiones de manera
conjunta y asociarle atributos; por ejemplo lo del tnan, considerando características del suelo, especialidades, etc., para poder
lnducir un cambio en el subsuelo. Esto es Procampo. Paga a los
productores de los básicos pero sin un análisis técnico en donde
digan que uYa no las a sembrar en la ladera. Lo único que estás
haciendo es esta¡ desforestando v erosionando el cerro,. A 1o
mejor ahora lo que conviene es poner otra vez arena. Si el dictamen técnico de los agrónomos dice que es inadecuado y llegan a
fls6l¡; «¿§abes qué? Voy a sembrar árboles. Ya no voy a sembrar
maÍ2,. Se le sigue pagando [el apoyo del] Procampo durante los
quince años, aunque ya tenga sal o frutales o pasto, Si lo que se
te da es pasto, pues pasto; lo que sea más adecuado. Por otro
lado, también el único acotamiento que tenemos es que ya no
hay más superficie, o sea ya no hay más incorporaciones. Mucha gente se queja de que se quedó afuera y quiere incorporarse. Y nuestro problema es que efectivamente a lo mejor alguien
se quedó afuera siendo nderechoso,, pero por el otro lado corremos el riesgo de que les paguemos; porque si Procampo se mantiene abierto, pues imagínate lo que van a hacer con todos los
bosques en las sierras. Se los van a acabar y van a decir: nYo
tengo tierras ahí y ahora págame esta, v esta, y esta, y más
superficie, y la verdad es que no podemos permitir eso. Esto
forma parte de toda una política de desarrollo sustentable den-
tro de la cual está incluida la Sagar. La estrategia de Procampo
es esa, no es un apoyo para la siembra. AsÍ se conceptuó: no es
un apoyo, no sustituye las necesidades de crédito de alío, digamos, o te da dinero para que siembres, no. Procampo originalmente se concibió como un elemento compensatorio del Índice
de precios en términos de las ventajas comparatil'as que tenÍa
hvsrnuurrurecroN DE rÁ Ley Acnqrua (MCIoNAI-»
197
nuestro socio más importante, Estados Unidos. Así se concibió.
Por eso no se da antes de que siembres, requiere, repito, algo
más importante: que havas sembrado o que va havas dado un
uso agrÍcola al terreno, si es que existe todo eso (de granos básicos). ¿Por quérazón'? Porque tenemos un diferencial de producto con Estados Unidos que por hectarea dan [...] catorce toneladas
de malz y que en fuebla dan unas seis toneladas por hectárea,
Sinaloa, que es la zona ntás prodrrctiva del país, contra catorce, quince o dieciséis lde Estados Unidosl. La diferencia es enorme. ¿Y cuá1 es la diferencia? Hay otro
complemento: la tecnología. Nuestro problema, entonces, es ia
incorporación de la tecnologÍa al campo. Ese es el problema.
Realmente no tenemos tecnologÍa para el campo y la poca que
enJaiisco ocho,
o nueve en
tenemos a veces ni siquiera es suficiente. Entonces no tenemos
investigaciones sobre semillas de zonas específicas. Le ponemos
el fertilizante que le ponen en Kansas y aramos nuestros terrenos con un tractor que se hizo en Michigan y en algunos terrenos sÍ cae pero en otros no. Tenemos que usar tecnología que
nos pueda llevar a producir tres o cuatro veces más.
En unas zonas, aunque la tecnologÍa sea de punta o de lo
más sofisticado, no va a ser útil por las extensiones, por el tipo
de actitud, por la composición del sueio. Según futeaga:
AhÍ lo que tienes que hacer es un cambio de uso del suelo. Es
tecnologia y capital. Se oye muv feo porque nos despoja de nues-
tro idealismo v de nuestra forma más tradicional de
pensar.
Pero hace falta más que eso para un mercado, ni modo. Enton-
ces, esa era la concepción de manera integral que se originó
con un cambio del marco legal. Pero realmente la concepción
era abierta. Entonces, necesitamos que los productores, o cuando
menos los ejidatarios, que trabajan la mitad de las tierras de
todo el paÍs, se incorporen a este proceso donde ellos tengan
acceso y disponibilidad al capital y a la tecnologÍa. Esa es la
forma que tienen para que no sean desplazados y para que
198
h'¡srRunomncró¡¡ oo i.¡ Loi' AcR¿2e (RACIoNAL)
puedan bajar sus costos y sean competltivos. Ese capital no lo
tienen ni ellos ni el gobierno; lo tiene otro sector. Entonces, ese
sector del capital le tiene que entrar al proceso. Para que le
entre los campesinos tienen que poner a cambio lo que tienen.
¿Y qué tienen? La tierra. Y las instituciones se van adecuando.
Ahora, por el lado de la demanda, cuando menos en el caso de
los granos básicos. es eso. se refiere al consumo. Entonces,
generanros un proceso de incorporación del capital de la inicia-
tiva pril'ada al proceso de comercialización. Hablo de granos
básicos en particular. Nadie le ha entrado. ¿Por qué? Porque
Conasupo compraba caro 1, r,endia barato. Nadie participaba.
Pero ahora sÍ pueden. Y además se abre la frontera v ahí habrÍa
qlle \¡er qué pasa. Pcro, cuando menos en el rucnv, ya fue defi-
nitorio, Se abre la fiontera además con aranceles cero para los
productos básicos sobre ciertas cuotas. Hablo de maí2, trigo,
sorgo [...] con cuotas, ciertas cuotas tienden a ser cero. Esto
quiere decir que al comprador, sea el industrial que produce
alimentos balanceados, pan o tortillas, le va a dar lo mismo
traer el maÍz de Kansas o ldaho, o trigo de Arkansas, que comprarlo aquÍ. Entonces, si yo soy un productor de aqui de Oaxaca
necesito rrendefte a ti, panadero, molinero, tortillero, lo que seas,
a precio equil,alente al que tú lo comprarÍas trayéndolo de Estados Unidos. Entonces, mi expectativa de preclo, ¿cuál es? 0l
precio de Estados Unidos, más los costos de traer ese maiz. ese
trigo, desde Arkansas. Idaho, Kansas, etc., hasta acá, a Oaxaca,
V es en dólares, ¿no? Entonces, tú i,endes tu producción en
pesos )r eso es lo que me puedes ofrecer. Eso es lo que nosotros
llamamos nlos precios diferencia,. Y es laquil donde entra Aserca
para favorecer y apoyar los productos en este proceso, desde Ia
perspectiva de que vo no necesito preocuparme. Todos los a[ros
cuando se ponga ese precio de garantía ya tengo mi maÍ2. Hasta ahora, ¿a dónde puedo concurrir? Al mercado. Y si tengo
ciertos elementos de apoyo, puedo hasta tenderlo y sacar mejores utilidades, mejores ganancias; en fin, tener ventajas o poder
tenerlas. Entonces entra Aserca como un sustituto de la anti-
IrusrRuuour¡cróN DE IA Lpv Acna,HLq «R{croNAL»
199
gua Conasupo, con otras funciones. Entre otras funciones son:
yo te difundo la información y te la dov de gratis si tú me preguntas: uOiga, ¿a cuánto puedo yo vender mi maÍz?, Yo te lo
digo, y no te cobro. Para que no te vaya a aventajar un coyote,
por lo nrenos yo te digo a cuánto se podría veuder. Y si lo que
necesitas es clientes, también te consigo cartera de clientes. \'
si lo que necesitas es apoyo logÍstico para un contrato porque
no sabes, o por alguna otra situacjón, pues también te lo hacemos. Y apo_vamos en la comercialización de ciertos productos
que están en desventaja. Por ejenrplo, con el arroz apoyamos
con un 74 por ciento por cada tonelada que tú vendas. La única constancia que vo pido es el recibo del molino. No importa Ia
tenencia, si eres o no dueñ0. Tú eres productor ¡r vendes arroz:
v como vendes arroz. por cada tonelada que vendas yo te dov
un apovo adicional. Hav otros apoyos que se le dan al produc-
tor, por ejemplo en el caso del sorgo. En el caso del sorgo hay
un apoyo para el transporte. Entonces, también por tonelada
se da un dinero. En el caso del trigo, el apoyo no se lo damos al
productor, sino al comprador, porque es más fácil. Pero, entonces, el comprador, o sea el harinero, tiene la obligación de pa-
sarte a
ti, productor, el subsidio que yo le estoy dando
comprador. Y es una forma
al
nuy sencilla, porque los harineros
son muy pocos. Entonces, esto facilita el procedimiento por
cuestiones operativas. Pero fürahnente ese subsidio que le entregamos al harinero se refleja en el productor. Y si no lo refleja
el productor de todas maneras lo entrega a Hacienda. ¿Por qué?
Porqr-re si lo refleja el productor, no 1o refleja en sus utllidades,
eso significa: nSi yo le entrego un dinero y éste te
porque para
é1
Io entrega a
ti, no le impacta en sus estados financleros. Si yo
Ie entrego
un subsidio y te lo da a ti, de todas maneras le
tier-re
que er.rtregar casi el 60 por ciento de ese dinero a Hacienda. En
el caso del maÍ2, sigue Conasupo teniendo un precio de referencia. Ya no hav precio de garantia en el caso del trigo. Entonces, ellos todavÍa están trabajando porque quedan como 1os
últimos dos productos que se van a meter al libre mercado.
200
lusrnuutelractoN DE tA Lnv Acn¡rua
«RACIoNAL»
Y sobre el artÍculo 27 hubo otras modificaciones adminis-
trativas y de polÍtica económica, futeaga me dijo:
Que e1 cambio sobre la política de desarrollo agropecuario y forestal del sector rural implicaba esto: una necesidad real socia.l,
tres componentes para que se aumentara la productividad y la
rentabllidad de las tierras rurales. En relación con la tenencia
de 1a tierra necesitaba la asociación de tres componentes donde
ya la tiena, si bien es cierto que era importarte, no era suficiente. Necesitamos tierra, capital v mercados. Entonces, para que
el capital pudiera incorporarse al campo, y por ende el capital.
en su modalidad de tecnología o de capacitación, o lo que fuera,
necesitaba la gente que le iba a poner; los inversionistas necesi-
taban tanrbién una contraparte para poderse asociar, y lo único
con lo que contaba el productor en el caso del sector social era
su tierra. Sin embarso, dadas las caracterÍsticas asocladas a
esas tierras que detentaban. no podÍa ser garantÍa para nin§ún
tipo se asociación. Era necesario que en el sector social se tul'iera individualizado no sólo el usufructo de Ia tierra, sino también
la tenencia misma, y que esa forma de tenencia pudiera ser un
elemento de garantÍa para poder entrarle a este tipo de asociaciones. Por esa razón se hacen las modificaciones al artículo 27
y se incorpora la figura de certificados de usos parcelarios, que
puede ser susceptible de volverse inclusive una estructura privada de pequeña propiedad. Y con esto se garantizaba la posibilidad de que el productor que no tiene dinero tuviera algo que
aportar, que inclusive en el caso, por ejemplo, de tierras. se le
llaman acciones T. dramáticamente acciones T. Entonces, esto
implicaba modificaciones al articulo 27 . l,as modificaciones se
dan en el terreno exclusivamente ejidal. La idea original era darlo
a todo el sector social. El problemajuídico es que en el caso de
la propiedad comunal es un derecho inalienable, lo que no tiene
la jurisdicción del ejldo. Entonces, por esa razón, después de
muchos sesudos proyectos o anteproyectos de leyes, ninguno
prosperó jurídicamente en el terreno comunal y se llegó a la
I¡¡srRunoruracroN DE LA LBy AcneRlq
«RACIoNAT-»
201
conclusión de que hay que dejarlo fuera. Pero, al menos en el
ejidal, sí se podía hacer este cambio 'y por eso los cambios al
artÍculo 27 impactan exclusivamente al sector ejidal. Asociado a
los cambios del 27 en lo que corresponde a la tenencia de la
tierra, hubo cambios también en la Ley de Aguas, en la ley de
recursos y en la ky Forestal respectiva, y los reglamentos c0rrespondientes de esas tres leyes. Y finalnrente, insisto, no se
impacta en el sector ejidal en el caso de Oaxaca no nos resolvieron nuestro problema porque la mayor parte de la tenencia de la
tierra es comunal, y siguió como estaba.
Pero con todo y eso uno de los artículos de la Ley Agraria
establece que para adquirir dominio pleno el campesiono tiene la
libertad de modificar el régimen de propiedad, puede moverse de
ejido a comunidad, de comunidad a ejido, de pequeña propiedad
a ejidatario o comunero. Eso que usted mencionaba es verdad;
empezó el Procede y posteriormente se tuvo la intención del
Procom, üéndose cómo se r¡a a instrumentar, Pero con todo y
eso, tal vez la gente que quiera adquirir dominio pleno, viviendo
bajo el régimen de bienes comunales, lo único que tiene que hacer es transferirse al ejidal y de esa manera obtener el dominio
pleno, aunque es muy complejo. Al respecto, futeaga comentó:
A propósito de un probiema de unos terrenos comunales que
hay en Huayapan y la imposibilidad de volverlos pequeña propiedad, hav algunas gentes que ya han comprado ahÍ y hasta
tienen su título de propiedad. Y la verdad es que decÍan que
esos documentos no eran válidos y que aun cuando la asamblea tiene la posibilidad de decidir qué va ha hacer con los terrenos, no tiene la posibilidad de venderlos (aun cuando quiera)
y de enajenarlos. De hecho las comunidades, cuando donan
terrenos, los donan en usufructo, sólo en usufructo. Ese es el
problema que tienen. Por ejemplo, la Cangrejera y otros complejos, como Cosoleacaque. no se pueden vender porque son
exproplaciones por interés público y donaciones de los produc-
202
IxsrRutrem¡cróN DE r-{ Lav Acmnn
«RACIoNAL»
tores. Pero eso no se puede vender a un tercero, de inicio hav
un problema legal. No sé si hay otra disposición al respecto.
Pero total. dejaron fuera a los comuneros precisarnente por esos
problemas, según alguna vez me explicaron. Porque si no, salta
a la vista que el artículo 27 no incorpora a los comuneros y
Procede hasta ahora no está entrando a las comunidades. nada
más a los ejidos.
Respecto a la normatil,idad de Procampo en relación con
Procede, María Antonieta Gallard manifiesta lo siguiente:
En la normatividad de Procampo se abren todas las posibilida-
cultira esa porción de tierra. Cuando ha¡r certificado es mr¡cho más sencillo ¿no?, porque ya tienes
la superficie exacta v la ubicación de esa parcela dentro de un
des para acreditar que alguien
núcleo. Para estos I I 000 ejidos ya se está requiriendo que el
ejidatario o comunero presente su certificado para acreditar su
parcela; pero sería injusto que éstos no se incorporaran al programa sl el núcleo agrario no ha entrado a la certificación, porque esto no es culpa de ellos. El programa avaoza rápido, pero
son treinta mil ejidos. Entonces, seia muy injusto que no recibieran el apoyo por no tener un certificado de la nueva lev. Todos éstos tienen cómo acreditar qué producen. No es tan exacto
cómo esto podrÍa hacerse por la vÍa del acta de asamblea, en
donde ésta reconoce quiénes son los ejidatarios y cuántas hectáreas tiene cada uno. En el caso de la propiedad privada los
productores justifican la superficie que cultivan con un contrato público o escritura. O sea, hay muchas fórmulas para acredi-
tar la propiedad privada. Ha sido un incentivo ese tipo
de
programa para que la gente quiera regulariza¡ sus derechos agra-
rios. De hecho, varios gobiernos de los estados han eniprendido
programas para regularizar la propiedad privada. Hav variaciones ¿no? Pero dicen. por ejemplo: nPara los que tengan menos
de diez hectareas, la titulación es gratuita,, con una constancia
de posesión de la presidencia municipal tal vez, o de los vecinos.
IIvsrRuupr,,rAcróN os l-,c Lpy AcH¡ru,q
«RACToNAL»
203
Hay leyes estatales que se expidieron; por ejemplo, decretos para
regularizar la propiedad privada.
En relación con la renta, venta o aportación de tierras permitidas por la Ley Agraria, Gallard comenta lo siguiente:
La renta in srtu digamos, entre los propios ejidatarios o con el
compadre, o con el avecindadoi los tratos de aparcerÍa, de
medieria, generalmente no llegan al reglstro. Son realmente tratos internos. O sea, un contrato de renta o un contrato de usufructo de otras dimensiones tendria que protegerse con el registro.
Ahora tienes la protección de la ley, porque antes era ilegal rentar
la tierra ejidal, ahora lo que tienes es una protección. Ahora tienes que hacer valer esa protección de alguna manera. Pero la
renta de la tierra, de lo que nosotros hemos sabido, en proporciones importantes no lo es. Esto es el norte, en donde la agricultura
es otra cosa. Ahora, este asunto de trabajar las tierras con el
sector privado, o sea los contratos de usufructo o de producción,
tienen un sentido. También se pueden registrat por supuesto,
pero nosotros lleramos nada más el control más estricto de las
tierras que se aportan
.v
en dónde se compromete la tierra en
sociedades. AhÍ sÍ tienes que ver en dónde se dan los limites de la
propiedad: si son accionistas, si se da un control, etc. La formación de sociedades merca¡tiles no es un fenómeno amplio. Es un
fenómeno restringido que lo puedes contar con las rnanos. O sea,
no es un fenómeno pronunciado. Todar,ía no estamos hasta allÍ.
En el caso de las parcelas que ya están en el área de crecimiento de una ciudad. los ejidatarios vendÍan ilegalmente esas
parcelas a inmobiliarias: se las compraban a precio de hectárea
muy barata y ellos las vendÍan al precio del metro. Ese diferen-
cial es terrible. Entonces, ahora lo que se permite es que esos
ejidatarios puedan ser socios, con su tierra, de una inmobiliaria
ejidal. ta pueden formar solos, como ejido, o con un tercero.
Esta es la fórmula de la jnmobiliaria ejidal, que es una sociedad.
No hay muchas, pero va hay esquemas de ese tipo en donde los
204
I¡vsrRu¡nlprqrecroN DE
L{ Ley Acnrrue
«RACToNAL»
ejidatarios forman inmobiliarias ejidales. El campesino, el
ejidatario, aporta su parcela como capital a la inmobiliaria, que
es un tipo de sociedad. La otra sociedad, la que tiene acciones T,
es la sociedad mercartil. Esa no puede ser urbana. tiene que
ser agropecuaria; y allí no se trata de aportar parcelas, sino de
áreas de uso común. Entonces, este es el único caso en que la
comunidad podria asociarse de esa manera: hacer una sociedad
y aportar sus tierras de uso común. O sea, lo que pone el
ejidatario 0 comunero es la tierra; por eso tiene acciones T. No
pone capital. pone tierra. Entonces, depende de quién sea la
contraparte. fuede ser uno o varios que ponen capital. La sociedad se forma. Al formarse la sociedad. Ia tierra sale del dominio
ejidal o comunal y es dueña de la tierra, aunque la formen accionistas ejidatarios. Pero ellos en ese momento se conüeñen
en accionistas de esa sociedad, con su aporte en tierra, en la
proporción de tierra que el mismo núcleo les haya dado. Generalmente la asamblea ejidal distribuye los derechos del área de
uso común de manera igualitarla. Pero hay excepciones, si la
asamblea lo define. A veces tenemos casos en que la asamblea
dice: nlos ejidatarios originales de la dotación van a tener una
proporción mayor que los de la ampliación,. Y así se registra.
Pero cuando son iguales los derechos, que es la mayoría de las
veces, la asamblea dice: nTodos tienen el mismo derecho sobre
el á¡ea de uso común,. Se hace el porcentaje y se les asigna.
Como no está determinada la porción que les toca, porque es un
área común, esa área es la que se puede aportar a una sociedad
mercantil.
En lo referente a la forma de instrumentación de las reformas al artÍculo 27 constitucional, ia directora del ne¡r, Mana
Antonieta Gallard, opina:
Cómo se interioriza la reforma, en que forma se percibe en el último núcleo cómo eslá funcionando; esta es una tarea muy grande
que se tiene en las instituciones nuevas: el poder llevar realmente
IrusrRuus¡,necló¡¡ oe
m Loy Acn¡nla
«RACToNAL»
2Os
asesorÍa y capacitación sobre las r,entajas de la ley y sus caracterÍsticas, que todarra no permea como uno quisiera. En estos núcleos que ya vivieron su proceso de certificación hay un grado
mayor de conocimiento; no de todo el conjunto de posibilidades
b menos de la posibilidad de la certificación. Entonces, aquí eliminas, disminuyes una posibilidad de esque da la ley, pero por
tas invasiones. Ahora, la reforma no elimina todos los conflictos
agrados. Siempre habrá quien quiera apoderarse de los bienes de
otro. Curiosamente, el propietario privado cae en más irregularidad en la propiedad pril,ada que en la propiedad social.
Ahora Procampo pide cómo acreditar la propiedad para poder otorgar el apoyo, y es increÍble la falta de documentación
que hair no sólo en la propiedad social, sino más en la propiedad
privada. Esto-v hablando de los pequeños propietarios, del millón
¡r
medio de pequeños propietarios que hay en el país, a quie-
nes les heredaron la tierra y no tienen nada más que el
título del
papá a lo mejor; que si la compraron, tienen un contrato privado qr-re nunca registraron en el registro público de la propiedad.
Hav de \.eras un problenra documental muy fuerle en la propie-
dad privada rural en México. Si el propietario no tenía cómo
acreditar su propiedad aquí, si era legÍtimo, producÍa piña, todo,
etc., pero no tenia un papel que acreditaba que era su propiedad; no podÍa denunciar el despojo porque eso es del fuero co-
mún. Una inl,asión a la propiedad privada es del fuero común y
ninguna autoridad agraria puede intervenir, excepto para conciliar con el grupo. Es el fuero común el que debe ver si es una
invasión. Entonces, hay todos los lÍmites de ese asunto, pero sÍ
se aminora muchÍsimo la posibilidad de invasiones, porque ya
no hay expectativa de reparto.
EstRucruR¡
DE LA TENENCTA DE LA TTERRA EN
MÉxrco
Y RESULTADOS DEL PROCEDE Y EL PROCEN¿PO
En 1996 la estructura de tenencia de la tierra en México estaba
compuesta por una superficie de tierras de 196 7lB 300 hectáreas (\¡éase cuadros 5.3, 5.4 y la tarjeta informativa correspon-
206
INsrHuMeN-rncloN DE rA Lov Acr¿tr¡n
«I¿ACtoNAi.,i
diente), distribuidas de acuerdo con el tipo de tenencia como
sigue:
i.
Ejidal en 26 BgB núcleos agrarios, con 3 014 024 beneficiados que ocupan una superficie de 84 683 035 hectáreas, las cuales representan el 43.24 por ciento de ia
superficie total del territorio mexicano.
2.
Comunal en 2 173 núcleos agrarios con 523 853 beneiiciados que ocupan una superlicie de i7 097 7Bl hectáreas, las cuales representan el 8.73 por ciento de la
superficie total de tierras del territorio mexicano.
Colonias en 6,18 núcleos agranos con 52 727 predios, c¡re
ocupan una superficie de 3 813 365 hectáreas. las cuales
representan el I.95 por ciento de la superficie total de las
tierras a nivel nacional.
Privada, constituida por | 572 285 predios, ocupando una
superficie de 73 048 758 hectáreas, que representan el
37.30 por ciento de la superficie total de las tierras a nivel
nacional.
3.
4.
Cuadro 5.3
Estructura agraria nacronaf, 1993
Detos fclevanles
Superfrce 196 71E 300 de
hectáreas
Número de munrc
Estructui'a agrar
Trpo de tenercra
Nú:leos
Benel c
¿dos
E¡dal
or,run¿l
21 115
2 113
Colonias
Superfrcie
86 789
514 241
17 007
56 654
1 51A 1A5
naclon¿les
Tctal
2-o
23E
297 44.24
528 E.66
491B853 2 50
71 538 39r
36 43
2 E33 150
Terreno:
0tros'
Por(ent¿je
ihectáre¿sl
":
í lVdJd
2 407
¿
PreCros
agra¡os
C
prosr
r' 352
407
llt 1ü9
8113
17 2ó2
7 ?07
1 8C8
018
1
95 365
491
4 44
0n)
46E
t tl
1
' Zon¿s ürb¿n¿:, cu¡rp¡s LJe agua zorr¿s fuder¿lÉ), ela¿i.rj
Fuenle.Pe r/s¡rrol|n;orj¡.:íroro.erttda.lit\*Í''r\'J'lAnulrcesLrC/'¡/aoCe/asItt,.CasUtt,dasf,.lex,
Can0i ii:a
00 00
]ustnultpNt¡clóu oe
n
Loy Acn ru¡ «rd\croNAl»
207
Cuadro 5.4
Estructura agr ari a, 1 996
D¿tos relev¿ntes
Superficie l 96
7I
8 300 de
hertá¡e¿s
Númerc de muntctpos: 2 427
E5tru(tura ¿grari¿
Tipo de
tenencra
Núclecs
Eenefr¡rados
E;id;l
Cornun¡l
ta óió
3 014 024
2 113
523 353
u:
Co onias
Pr
vada
PreCios
Superficie
Porcentale
(hectáreas)
agr¿r os
035
t81
521)7 3 81 3 365
7i 046 758
1 512 265
84 683
43 21
17 091
8 73
1.95
17
i0
,rerrenos
¡atlon¿
T^t>l
'
32 550
I 591 08A 3 88
244E't -0516955 49i
-;531 811 1 81 1 094 195 E56 974 r00 00
r
es
0tro5" -
29 011
Estructura ¿qrar¿ refor¿¿da con
rnf0rr¿( 0n pro0orrro¡ad¿ por
i¿5
delegacione) del Regrstro Aqrario
N¿cio¡al
*'
iuerpos de ;gua, .ronas ieder¡ es, e1:eler¿
sotiodenog:áfico por enttrlad iederat¡va y An)ano estdd¡¡ico de los Er¡aCos
Zon¿5 urb¿n¿s,
luenle
Pcrf)l
U
r¡dos l,.lexi-
aan05. l\É6i.
5.
6.
Terrenos nacionales, constituidos por 132 550 predios, que
ocupan una superficie de 7 597 080 hectáreas, las cuales
representan el 3.88 por ciento del territorio nacional.
Otros (zonas Llrbanas, cuerpos de aguas, zonas federales,
etc., constituiclos por 24 4Bl predios, que ocupan una superficie de 9 616 955 hectáreas, Ias cuales representan el
4.91 por ciento del territorio mexicano.
La estructura de las tenencia de la tierra en el estado de
Oaxaca ocupa una superficie de 9 536 400 hectáreas (véase
cuadro 5.5) distribuidas de acuerdo con el tipo de tenencia como
sigue:
1.
Ejidal en 734 núcleos agrarios con 109 261 beneficiados;
ocupan una superficie de I 589 133 hectáreas, que representan el 18.26 por ciento de la superficie total del estado
2.
Comunal en 684 núcleos agrarios con 1Bg 130 beneficiados. ocupan una superflcie de 5 399 BB3 hectáreas. que
de O.rxaca.
IlvslHuusitr¿clóru oe m Lev AcH,cal.,\ (RActoNAL»
208
Luaoro 5.)
Reqistro Agrario Nacional. Dirección Generaf de Catastro Rurai
Dirección de lnformación Rural
_
1996 (Oaxac¿)
Datos relevantes
Superficie: 9 536 400 de
hectáreas
Número de municipios: 570
Estructura agrar¡a
Jipr leErcnqlq
jlgllqe
UclCofCagps _Lelefiqqlqryqdlqs
rclie$lle
(hectáreas)
Elidal
Elec,rtado
Por elecutar
Comun¿l
t13
5um¿
731
Eleiut;do
6u10
Por elecutar
5u m¿
Colonias
109
261
-
1
1 467 778
30
-
21
84
1
89
1
68,1
15
Terrenos nacion¿1es
0tros*
29E
Total
391
29 056 394822
i73822
-
13317
18 26
5016211222i94
323 61 1 E5i344
0¿15i6
019 102 2E9.377900
1) 511 666 81 6 258506
0
000000
341 399 622 446031
3
Privad¿
438 722.384000
5 199 193
B
016 389
944803
6 26
1
21
3 30
000
491
100.00
*
lon¿s urbanas, cuerpos de agua, zcnas'feder¿Les, et(éter¿
Notar La luperfrúe lotal sÉ coírpfenteft¿ con l¿ ,Je ios expec'entes que 5e en(uentian p€ndienlet en
trámite de resolucrón (25 de sepllembre de 1996)
representan el 67.19 por ciento de la superficie total del
estado de Oaxaca.
D
J,
4.
6.
Colonias en l6 núcleos agrarios con 3 019 beneficiados,
ocupando l022Bg hectáreas que representan el 1.27 por
ciento de la superiicie total del estado de Oaxaca.
El total de las superlicies ejidal, contunal y en colonias
de la propiedad social representa en conjunto el 86.72 por
ciento de la superficie total de la entidad.
Privada, constituida por l3 577 predios, que ocupan una
superficie de 666 816 hectá¡eas, las cuales representan el
8.30 por ciento de la superlicie total del estado de Oaxaca.
Terrenos nacionales. No los hay en Oa,xaca.
Otros (zonas urbanas. zonas federales, cuerpos de agua,
parques nacionales, etc.), constituidos por 347 predios,
IlsrRur,tpHracróN rrE L,r LEt
Aon¡t¡l
«RACnNAL»
209
ocupan una superficie de 399 622hectáreas, las cuales representan el 4.97 por ciento de la superficie total de
ia entidad.
La superficie por reconocerse y titularse, y aquella donde
falta resolver conflictos de lÍmites, es de 1 500 01 t hectáreas,
que representan poco más del 16 por ciento dei territorio del
estado de Oaxaca. En los cuadros del 5.6 al 5.13 se presentan
los resultados de Procede, que se han obtenido desde que se
inició el progranra en 1993 hasta 1996 a nivel nacional por estado, y para el estado de Oaxaca.
En 1996 de los 1l 000 ejidos que se habían certificado a
nivel nacional a través de Procede, sólo 140 habÍan adoptado el
qLre
dominio pleno parcial o totalmente. Esta cifra representa el 0.001
por ciento de todos los núcleos del paÍs. De acuerdo con la directora del nrn¡, MarÍa Antonieta Gallard, no se dio ni hay un
proceso de pril,atización masiva. El ejido que decide adoptar el
dorninio pleno es porque tiene una condicióu especial: o está
cerca de una ciudad o quiere aprovechar su tierra para el desarrollo turÍslico. Hay ciertas condiciones en los ejidos que los
hace tomar esa decisión. Gallard añade que no hay un proceso
o programa propio ni inducido de privatización. Si hay un prograrna de certificación ejidal, no hay polÍticas encaminadas a
eso por parte de las instituciones. O sea que hay una aceptación de la decisión de Ia asamblea, que decide porque es su
atribución. Son menos de 140 ejidos los que el nax tiene registrados a trar,és del Procede, y la superficie total es de 24 000
hectáreas (véase cuadro 5.6 y apéndice 5). Los estados que presentan el mavor Índice de casos son Sinaloa y Coahuila, seguidos por Durango y Guanajuato.
En el proceso de inscripción de figuras asociativas que
tienen relación con la Ley Agraria. del 1 I de agosto de 1992 al
3l de marzo de 1996 (véanse c'uadro 5.7 y diagrama 1) se inscribieron en el R¡¡ 6 944 sociedades de solidaridad social, I federaciones de sociedades de solidaridad social, 1 873 sociedades
de producción rural, 55 uniones de sociedades de producción
210
lNs-rHLrrtcll',u;tó¡¡
or
t.¡.
LEt'Acnw¡
«|ACIONAL»
rural, i0 asociaciones rurales de interés colectivo y l4 sociedades civiles y mercantiles.
A trar,és de Procede. en Oaxaca hasta agosto de 1996 h¡éase gráfica 5.4) se habían certilicado y titulado 323 ejidos. que
representan el 44.13 por ciento del total de los 732 ejidos de la
entidad. Asimisnio, se emitieron 64 694 certificados parcelarios,
15 132 certificados de derechos sobre tierras de uso común y
37 322 títulos de solares urbanos, que totalizan t l7 148 documentos y beneiician a 46 353 fanrilias campesinas oaraqueñas
con la regularización de 361 094 hectáreas:254 039 de zona
parcelada, 97 495 (27 por ciento) de áreas de uso comrin y B
660 (2.42 por ciento) de asentamientos humanos. que en totai
representan el 26 por ciento de la superficie ejidal del estado de
Oaxaca.
Es importante señalar r¡ue el Procede no ha signilicado la
privatización del ejido, ya que hasla agosto de i996 se habÍan
recibido en Oa-xaca 41 solicitudes parciales de domürio pleno,
que corresponden a 60 parcelas: es clecir, sólo el0.01 por ciento
de las parcelas hasta esa fecha. Dn cuanto a los excedentes a
los límites de la propiedad rurai. con la rer,isión técnico-jurÍdica
realizada sobre los expedientes que ingresaron al R¡N delegación Oaxaca, con motir¡o de la aplicación del Procecie, se detectó
que en 14 ejidos existían 39 sujetos que rebasaron el 5 por ciento de ia propiedad rural, que corresponrle a 75 parcelas.
En el proceso de inscripción de figuras asociativas (véase
cuadro 5.5) que tienen relación con la LeyAgraria, el 30 de agosto
de 1996 se inscribieron 926 sociedades de solidaridad social
v 284 sociedades de producción rural, dos uniones de ejidos y
una asociación rural de interés colectivo.
En lo referente a la inscripción de actas y acuerdos de
asamblea hasta agosto de 1996 (r'éase cuadro 5.6) se habían
inscrito 416 acuerdos de asamblea de cambios de órganos de
representación ejidal1,332 de representación de bienes comunales. de los cuales se derivó la emisión de 4 919 credenciales
de representantes ejidaies comunales en el Estado de Oa,xaca.
2tr
IrvsrRunoutqcróN DE LA Lsv AcRAzun «MCIoNAL»
Cuadro 5.6
Control de solicitudes de adopcrón de dominio pleno con trámite agotado
Estado
1
1994
993
1
995
1996
Total
1
0
3
3
Calrfornia
0
0
8
Baja C;lifornia 5ur
0
2*
1"
4
8
0
0
0
)
0
0
i
2
1
2
4
15
Aguscalientes
B¿Ja
C
am peche
Coahu l¿ (5a tillo)
Coahuria (Torreón)
C
olir¡¿
0
1
1
4
C
hlapas
0
0
0
0
C
hihuah ua
0
0
0
4
Distrito Federa
0
0
0
0
Durango
0
1
3
0
1
3
0
0
0
0
1-
uato
G
uan¿l
G
uerrero
Nidalgo
laltsco
0
l
6
0
1
l,léxico
0
2r
0
Micho¿cán
0
0
1
1
N4ore os
0
0
1
1
,l
0
Nayarit
0
0
Nuevo León
0
0
5
0axaca
0
0
0
1
Puebla
0
0
1
0
Querétaro
0
0
2
0
0
0
1
2
4
2
,l
Qutntana Roo
San Luis Postosí
0
0
5in¿loa
5"
1
8
16
5onora
0
0
5
6
Tabasco
0
0
0
0
Tamaul pas
0
0
0
3
axca a
0
0
4
q
Ver¿cruz
0
0
3
4
Yucatán
0
1,
0
1
Zaaatecas
0
0
l
1
1B
B1
T
Tota es
*
Se liberaron
e¡
l¿ de eqa( ón
elatal
iuente: Reqlsifc Agrano Nacional
33
140
2t2
IustRuu¡wtRctóN oo t..c Lrv Acnezu,l «R{cloNAL»
,
Diagrama
1
Formas de organización para la producciÓn rural
Frguras
Constitución y admrn stración
asociativas
reglas generales*
+
J
5e rorma^
oo'
eicepcior de
l¿s
-e,cart
a Ley Agrar a
cor
sociedades
les.
I
I
]
- acue'oo
de ¿sarole¿ pa'a a
co']st ILcron oe a f gura asociat va
Unrones de soc edades
de produccrón rural
-
Tendrán persona idad jur)dica a
partir de su insclpción en el Rlru.
- Deberán contar con estatutos.
- El órgano supremo será 1a
asamblea general.
Unrones de elidos
La dirección estará a cargo de un
consejo de adm nistrac ón.
-
La v g lancra estará a cargo de un
consejo de vigiLanc a.
Asoc aciones rurales de
nterés colectivo (ARlc)
Los consejos de admin strac ón
y de vrg iancia durarán en sus
funciones tres años.
-
Las socredades de producción
rura
se
formarán con un mínimo
de dos productores (ejidatarios,
comuneros o pequeños propietarios).
*Vál da para las cuatro prlmeras flguras asociatlvas
Fuente: Rodríguez (1 993: 1 03)
o10
¿ 1¿
Iustnu¡,loHr¡cróN DE r.A Ley Acn,ru¡ «R\croNAr.»
Cuadro 5.7
l
Estado de 0axaca. Figuras asocrativas a nivel n¿cional.
Registro de sociedades en folio en el Registro Agrario Nacional
Del 1 I de agosto de 1992 al 31 de marzo de 1996
L-
lo.
e
lor.s
Je o'od ..-..
tnt
!o d:r
i.)
d¿d
.t:
l-tnror¡ de SociedaCes de Prcdu:iion
,
l
-.-.|
6 944
So.edades oe so Car Cad soi,ai ii55l
Federaa ón de Socredaoes de
I
ioi ¿ :ii:l
9
01 673
iuf.:l
rLliPDl
9
elidos y/o ccminl0sLiei ir,r:l/al
55
a--(.o(o-e::"rrlesCl(,-re'f. c L.
1¡
5cc eoe:le: :rvrie5 y mercant es lsal\'ll
1,1
Urron
c1e
*
Gráfica 5.1
Estado de Oaxaca, Superficre certifrcada acumulada
hasta el 30 de agosto de 1 996
(hectáreas)
Asentamrentos humanos,
I
660 (2.40%)
\
Uso común, 97 495 (21 %)
t\70.6A%)
Área parcelada, 254 939
Número de beneficr¿rros: 46 353 famiIas campesinas
Fuente: Registro Agrario Nacional, Delegación 0axaca
2t4
InsrnunpruracróN DE LA Lpv Acn¡run «MCIoNAL»
*
Gráfica 5 2
Estado de Oaxaca. Ejidos certificados
y documentos generados por el Procede
Certifrcados de uso común, 15 132 (12.92%j
,/
Certrfrcados parcelarios, 64 694 (55.22%)
r¡utos oe ¡ola.es, 37 322 (31.86q0)
Elidos certificados hasta el
30 de agosto de 1 996, 323 \44.13o/l
Elidos sin certificar, 409 (55 87%)
tuentei Registro Agrario Naclonal, Delegaclón Oaxaca.
IIvsrRulr¿prur.qctótt
oo
l¡
2r5
Lgv Acn¡2,q «R{cloNAL»
*
Gráfica 5.3
Estado de Oaxaca. Número de documentos
emitidos por región hasta el 30 de agosto de 1996
Papaloapam, 38 762 (33.099.)
/-
Sierra Norte, 6 400 (5.46%)
Fuente Registro Agrario N¿ciona, Delegación 0axaca.
':'Gráfica 5.4
Estado de Oaxaca. Número de ejidos certificados
por región 30 de agosto de 1 996
Cañada, 13 (3 74%)
Sierra Sur, 14(4.36"/ü
-----------------------\
f_
Pap¿loap¿m, 134 \41.43"t0\
-,+-
Srena Norte, 1 8 (5 61 7o)
A!il-q§-q4
lVlxteca, 31 (9.667,0)
-
lstmo, 35
¡
(19.90%)
;
Fuente: Registro Agrario Naciona , DelegaciÓn 0axaca
216
llsrHuur¿ivt,qctóN DE LA Let' AGRARi.{
«RACIONAL»
Entre los acuerdos de asamblea iuscritos cabe destacar io referente a reglamentos internos y estatutos comunales inscritos
hasta agosto de 1996, que fueron 244 y 17l respectirramente.
.r Gráfica 5 5
Figuras asociativas
Uniones de ejioos, 2 (0.16%)
Asociaciones rurales de interés colectivo
Sociedades de solidarldad social, 926 116340/o)
Sociedades de producción rura,284 Q3 4104\
Fuente: Reg stro Agrar o N¿c ona , Delegac ón Oaxaca
En lo que se refiere al registro de sucesores, hasta 1995 se
habÍan resguardado en el Rtlrr delegación O.rxaca rinicamente
231 registros de derechos sucesorios. De acuerdo con funcionarios del Rau, ello se debÍa fundamentalmente a que esta posibilidad que tienen los campesinos gracias a la nuet a t ev Agraria
ha siclo poco difundida; además, implica gastos para el proponerlte que van desde ordenar el expediente hasta acudir a las
instalaciones del nq¡ a realizar el registro. Por esta razón se
puso en vigor un esquema de coordinación con la Procuraduría
Agraria y el rvocl para promover y apoyar ese proceso con la
presencia del Rcx en el campo. lográndose para 1996 un total
de 1 359 registros de sucesión resguardados en el R¡x de Oa-xaca. Este tipo de acciones er.itarán en el futuro controversias que
de otra manera tendrían que atender los Tribunales Agrarios.
En 1997 se inició el Procede en las cotnunidades agrarias.
Según un técnico del luecl, muchas comunidades de Oaxaca no
I¡¡srnururomactó¡¡ op L¿ Lov Acneru¿ (MCToNAL»
217
*
Gráfica 5.6
Acuerdos y actas de asamblea inscritos
Cantidad
I
Cambio de órganos de
§
Cambio cle órganos de
,:::r,,"'r
Reglamentos
representación
representación
W
Estatutos
Otros
ejidal 416
comunal
332
internos 244
comunales 111
acuerdos
Número de
núcleos
732
624
732
620
Yo
56.83
53.55
33.33
27.58
17
Fuente: Reglstro Agrar o Nac onal, Delegarlón Oaxaca.
aceptan que se ntidan las parcelas de uso contún y prefieren
que se nrida sólo el perÍmetro y se delimiten sus áreas. A veces
no se miden las parcelas que ya han sido reconocidas por la
asanlblea para cada comlrnero. v cuando 1o solicitan se mide el
perÍmetro de las áreas cle uso común, asentamiento humano y
tierras parceladas, El área parcelada queda delimitada después
de medir y delimitar las áreas de asent¿rmientos irumaros y de
ruso común. Muchas comunidades iran aceptado que se
instrumente el Procede en slls comunidades por conveniencia
propia. En las comunidades es dilÍcil medir las parcelas por lo
problemático que resulta medir la zona boscosa y por el costo
económico que ello implica. Por otra parte, de acuerdo con el
técnico del rxsct, ola gente de las comunidades no apoya y uno
tiene que andar con machete y hacer todo,. Cuando se va a
2lB
I¡lsrHtinellt,qctó¡¡ oe m Ler" Acn¡Hm (RACIoNAL»
introducir el Procede se explica que el municipio de la comunidad o ejido se quedará con el impuesto predial que genere la
regularización de sus tierras.
Entre las causas que han impedido el avance del Procede
er"r la regularizaciót't de la tenencia de la tierra en ejidos y comunidades están los conflictos de linderos, los conflictos internos,
el rechazo al programa (no quieren ser sujetos de grarrámenes
más altos) y la emigración. En muchos casos no se han podido
constituir asambleas para tomar decisiones acerca del Procede
porque la mayorÍa de sus miembros no se pueden reunir pues
han emigrado a diversas partes de México o a Estados Unidos.
Hasta octubre de 1998, en Oaxaca, el estado con el mayor número de comunidades de todo el paÍs, se certificaron a trar,és de
Procede 20 comunidades agrarias. que representan ei 2.89 por
ciento de un totai de 692 en la entidad. Se benefician con
ello 3 912 comuneros, a quienes se les han expedido 5 316
documentos:2 082 certificados parcelarios, 2 168 de uso común y I 066 tÍtulos de solares urbanos. A dilerencia de los ejidos,
en las comunidades los certificados se expiden con carácter de
inalienables e inembzrrgabies en el plano que identifica la parcela con medidas y colindancias, con fundamento en el artÍcuio
4o. constitucional.
Los resultados del Procampo en Oaxaca son los siguien'
tes: en el ciclo otoño-invierno 1995-1996 se recibieron56257
solicitudes y se pagó un monto total en apoyos que ascendió a
la cantidad de 28 903 Bll pesos a 52 990 productores que
cultivaron 65 690.48 hectáreas. El principal cultivo que se produjo fue maÍ2, que representó el 91.67 por ciento de la produc-
ción total de ese ciclo. Ei 45.98 por ciento de las hectáreas
sembradas tuyieron una superficie igual o menor que una hectárea. En el ciclo primavera-verano de 1996 se recibieron 309
350 solicitudes y se pagó un monto total en apovos por la cantidad de 216292 BB7 pesos a222734 productores que cultivaron 446 886.13 hectáreas. Esto es un esfuerzo enorme y también
refleja la pulverización de la tierra. De hecho en Oaxaca hubo
INsrRuillorvr,ccróN DE LA Lay AcH¡run
«RqcroNAI-»
219
un total de 342 607 solicitudes, pero alrededor de 460 000
hectáreas del Procampo. En Ia región de los Valles Centrales es
más notorio el problema de pulverización de la tierra, mientras
que en las regiones de la Costa v Tuxtepec es un poco más
extensa la superficie por productor: por ejemplo, 80, 60, 30 o
20 hectáreas.
EI titular de la SecretarÍa de la Reforma Agraria, Arturo
Warman, en una reunión del sector agropecuario que tuvo lugar en octubre de 1998, aseguró que para diciembre de dicho
año el 66 por ciento de ios ejidos que hay en el paÍs tendnan
concluida su certificación a trar¡és del Prcoede. Hasta octubre
de 1998 se han entregado alrededor de cuatro nrillones de tÍtulos de propiedad. Warman agregó que en México hay 2 500 comunidades agrarias son sujetos de derecho y en 1998 la sR¡
inició la certificación de las mismas, en diciembre deberían estar certificad as 250.
Warman señaló también que de las 78l colonias agrarias
existentes en México, que representan unos 10 millones de hectáreas, en 1999 estará conciuida la tituiación de todas y cada
una de ellas. Y agregó que de los B0 000 expedientes relacionados con terrenos nacionales sólo restan por desahogarse 5 000
para la solución total, conforme a la legislación agraria \¡igente.
Dps¿re EN PRocESo
Finalizo con dos perspectivas de solución alproblema de la tierra, Por un ladr¡, Maria Antonieta Gallard, directora del Registro
Agrario Nacional, asegura que la solución de los problemas del
campo está en proceso, aunque esto sea lento y limitado: y asegura que Procampo beneficia de manera importante a los productores porque el recurso liega directamente a quien produce.
Tambien señala que las relormas al artÍculo 27 constitucional
han dado por primera r¡ez seguridad a la tenencia de Ia tierra y
lin a la demagógica expectativa de reparto. Al respecto Gallard
me comentó lo siguiente en 1998:
220
IusrRuuenr¡cloN DE LA Lav AcH¡run
«R{cioNAL»
Una vertiente importante de las reformas al artÍculo 27 es que
marcó el fin de la expectativa del reparto. eso es lo que ha gene
rado más problemas ideológicos. Es lo que ha sobresalido en el
debate sobre la reforma en esos términos ideológicos: que el Es-
iado se deshace de su obligación de dotar tierras. Eso es lo que
ha sido más cuestionable. Pero ¿qué implica esto? La Ley Agraria reglamentaria del artÍculo 27 eleva a rango constitucional
los tres tipos de propiedad. Antes la tierra ejidal y contunal era
de la nación. administrada por el gobierno v doiaba, pero no era
dueño el ejidatario de su tierra
-v
siempre estaba a la expectativa
sobre la propiedad privada que podía ser aféctable. La tierra
prir.ada .va no es afectable. Se acalrri ese proceso. Por ejenrplo,
un grupo campesino que invadÍa Lln terreno privado lo hacia
para solicitar tierra. Decia: uEste es un latifundio. instaur¿.rmos
un expediente y. mientras, estamos err posesión de la tierra,.
Ahora va no se instauran expedientes nlle\¡os para dotar tierras.
Esa es una forma tarnbién de proteger a la propiedad privada
legÍtima. No hay más afectación. Ya no hav procesos de aiectación de propiedad. Los que quedaron pendientes. los que constituven el rezago agrario, se desahogan conforme al tercero
tra¡sitorio del 27 de la Ley Agraria. Ya estaban instaurados y se
pr-reder.r resolver positiva o ne§ativamente. Pero ya no hay más.
Aho¡a los excedentes de propiedad se combaten de otra maneral pero no hay la amenaza sobre el pequeño propietario legítimo
de que un grupo lo vava a invadir para lograr una dotación. Eso
no elÍnrina el problenra pero si lo antinora, porque se elevar a esa
categorÍa cor.rstitucional los
res tipos
de propiedad. Se protegen
los tres. La tierra va no es de la nación, es de los núcleos. Ahora es
su propiedad, y como propiedad ejidal eslá reconocida. Eso, más
la clausura del proceso de afectación, da una base de protección.
Por otro lado, a cinco anos de puesto en vigor el Procampo,
el lÍder panista, Felipe Preciado dijo que éste no sóio debe con-
tar con crédito 1, tecnología, sino que ]a tierra puede ser más
productiva si se modifican las polÍticas agropecuarias, En 1988
I¡tsrHunpxT¡.croNl DE rA
Let Acnqrua
«MCtotlAL»
22r
Preciado propuso crear Lrn fideicontlso para rehabilitar el sector
agrario (Excélstor,30 de nor'tembre de 1998: 40A). En esta propuesta, Preciado sugirió sustituir al Procampo
y
sr-rs
692 pesos de subsidio por hectarea por un paquete de
avuda tecnológica que incluva sernillas mejoradas, fertilizantes y
apovo técnico. Hasta la fecha. los prograrnas de subvenclones al
campo han sido usados por el gobierno con fines politicos y electorales, y de
1o
que se trata ahora es de cambiarlos por un paque-
te tecnológico que en l'erdad apove a los productores rurales.
Preciado afirma también que el Procampo üene un carácter
electorero. Dice, nes que los cheques de subsidio que llegan a los
productores se enlreqan no cuando comienza la temporada de
cosecha, sino cuando están en puerta los comicios,. Como podernos ver, son puntos de vista muy diferentes y el clebate sobre la
tierra y el campo ntexicano continuará.
CorucLustours
LoS LARcoS PERIODoS DE INTRUNIENTACION DE CADA NUEVO
CAMBIO LEGAL EN LA LEGISI,ACION DE Lq TENENCIA DE LA TIERRA
Como afirma Wilkie, en México ha habido tres periodos de re-
forma legal de la tenencia de la tierra. Como hemos visto, el
primer periodo de relorma legal (1853- 1909) se inició en lB53
con el propósito de saber que tierras eran propiedad de la nación, abriendo todo Lln proceso de privatización de ellas. El intento de Juárez y Lerdo de Tejada de acabar con el poder de la
Iglesia y crear la pequeña propiedad, asi como la politica de
deslinde de Porfirio Díaz, propiciaron la consolidación de grandes propiedades privadas.
El segundo periodo de reforma legal de la tenencia de la
tierra (1910-I991) se caracterizó por la política gubernamental que dividió las grandes propiedades privadas. La polÍtica de
reparto agrario como obligación del Estado propició el minifundismo y la fragmentación de tierras, además de permitir el
222
Irsrnuurm¡clól¡ os
t.e Lov
Acn¡rua
«RACIoNAL»
control político de los campesinos de México. Los periodos gubernamentales desde i910 en los cuales se dio mayor redistribución o distribución de tierra coincidieron con periodos de
recesión económica, alto Índice de desempleo y/o inestabilidad politica.
Las reformas al artÍculo 27 constitucional aprobadas en
1992, a que dieron inicio al tercer periodo de reforma legal de
tenencia de la tierra en México no han producido ni la pérdida
acelerada de tierras en el sector social como habÍan pronosticado de manera apocalÍptica los cnticos de las reformas, ni la inversión masiva de capilales privados en el campo anunciada
por el sector gubernamental. El hecho de obtener el tÍtulo de
propiedad del solar urbano, el certificado de derechos sobre iierras de uso común y el certificado parcelario delinitivamente
beneficia a ejidatarios y comuneros y les permite convertirse en
sujetos de crédito aunque ello no modifique de manera significativa su condición de pobreza.
Al convertirse el ejido y la comunidad en formas de propiedad los ejidatarios y comuneros pueden transferir la propiedad
de sus predios en forma temporal o permanente. Al parcelar los
ejidos no parcelados se da seguridad en la tenencia dentro de
ellos porque se er,'itan conflictos sobre quién ocupa parcelas y/
o solares urbanos. Ahora el ejidatario o comunero no tiene la
nmortificación, de trabajar o mandar a trabajar la parcela para
conservarla. Se argumenta que al ser regularizadala tenencia
de la tierra los propietarios de la misma tendrán que pagar impuestos que antes no pagaban por estar exentos de hacerlo; y
esa es una de las principales razones por las que los ejidatarios
no quieren incorporarse al Procede. Sin embargo, el impuesto
predial que se paga formará parte de los ingresos del municipio
donde se encuentra el ejido, o son ingresos en beneficio de éste.
Cabe señalar que antes de la reforma todos los ejidos y comunidades pagaban anualmente, de manera colectiva o indiüdual,
según el caso, una cantidad mínima por concepto de impuesto
predial al municipio al que perteneciera. Principalmente, los
IrusrRunsrrncróN DE LA Loy Acnezu¡
«RACToNAL»
223
comuneros consideran propiedad privada los predios que ellos
mismos han delimitado y escriturado ante un notario público y
por los que han pagado impuestos municipales como si fuera
una propiedad particular, aunque ello contravenga toda legalidad. En este sentido, el pago de impuestos ha sido considerado
como un elemento legitimador de la propiedad.
En resnmen. hemos üsto cómo la confusión intelectuai
sobre el derecho agrario prehispánico y del *ejido, han producido altibajos en los derechos de propiedad entre las tierras privadas y Ias ejidales. Esta última reforma parece que finalmente
resolverá el asunto v perrnitirá la existencia de ambos tipos de
propiedad; la tierra comunal tiene probiemas especiales que todar,Ía esperan ser resueltos. Problemas por líinites de tierras,
que en aigunos casos vienen desde liempos prehispánicos, dificultades por derechos legales y sobre ios gobiernos de usos y
costumbres establecidos en el artículo 4 y no en ei 27 de la
Constitución. Aun cuando este problema no es serio a nivel nacional. sÍ lo es en el caso de Oaxaca, el estado que tiene el mayor
número de comunidades agrarias indígenas.
Al examinar el significado y proceso de reforma agraria,
hemos encontrado que en México ureforma agraria» significa
tenencia de la tierra, no crédito y extensión, que deberÍan
ser incluidos en ese concepto. En el proceso es claro que la
instrumentación hace que surjan muchas preguntas que quedan por resolver.
Conr,'iene preguntarse cómo ha ido cambiando el uso de la
tierra desde el Censo Ejidal de 1991. Según el VIi Censo Agropecuario en 1991, de los casi 103 millones de hectáreas que
conformaban 1a superficie total de propiedad social. el 60 por
ciento tenian pastos naturales, eran de agostadero o tenÍan
monte, el22 por ciento eran superficies de labor, el 15 por ciento tenÍa bosque o selva y e\2.2 por ciento tenía otro uso (tr.*ect,
1996: 97).
Otra pregunta es cómo va evolucionando el funcionamiento
de los tribunales agrarios, que tardaron tanto tiempo en sursir,
224
Il,lsrHul,,rpx'recróN
o¡
r-A,
Lsy Acncnl\ (rL{uJoNAr.»
y por qué nadie tuvo el suficiente buen juicio o sentido común
para su establecimiento.
Cabe hacer mención de que uno de mis entreüstados, José
Sánchez González, fue uno de los primeros estudiosos del campo mexicano que pugnaron por la creación de tribunales agrarios y por el establecimiento de empresas agrarias en México.
Comenta Sánchez González que el connotado jurista Raúl
Cervantes Ahumada pubiicó en 1964 nlos tribunales Agrarios,
en la Reuista de Estudíos Agraríos (número B, año 3) del Centro
de Investigaciones Agrarias.
Sánchez González propuso la creación de tribunales agrarios en 1965 en su tesis profesional y nuevamente en 1972 en el
anuario Jundica (número 4, julio), publicado por el Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana. Posteriormente, en la revista de la Confederación Nacional Campesina
(ct'tc) Méxco Agrarto, publicó la propuesta de Sánchez González,
la cual tuvo mejor acogida por parte de otros estudiosos de temas agrarios porque luego surgieron otros proyectos de creación de tribunales por parte de Ia misma cNC, la SecretarÍa de ia
Reforma Agraria (sna) y la Universidad NacionalAutónoma de
México [u¡¡,qM) durante el gobierno deIÁpez Portillo. En su libro
La empresa agraría en México, publicado en 1990, Sánchez
González propone lormas de organización para las empresas
agrarias muv parecidas a 1as que establece la Ley Agraria de
1992. l,o mismo se puede decir de la creación de los Tribunales
Agrarios con dicha ley. De acuerdo con Sánchez González (i996),
todavÍa no se tiene una perspectir¡a suficientemente amplia para
júzgar los resultados de esta nueva polÍtica.
Epílogo: 1997-2000
La investigación para este estudio, que se enfoca en los tres
periodos de las revohlciones legales de reforma de la tenencia
de la tierra en México, se terntinó en enero de 1997; pero es
oportuno actualizar en forma breve este estudio para su publicación en este printer año del nueto milenio.
[¡s resultados de la regularización de la propiedad social
a trar,,és de la elaboración de la estructura agraria nacional, el
padrón de ejidatarios y comuneros y el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede) son significativos, dada la magnitud de los programas. Sin
embargo, aunque son innegables dichos logros, la política económica de fomento agropecuado y forestal instrumentada no
ha hecho posible que aumente la productividad ni la rentabilidad de las tierras en el sector agropecuario.
Aun cuando aparentemente va se ha dado certeza v seguridad jurídicas a través de la certilicación y titulación de tierras, a ocho años de la entrada en r.igor de la nueva Ley Agraria.
no se han podido conjuntar los factores tierra, capital y mercado para reactivar y modernizar el sector agropecuario. De igual
manera, sólo una mÍnima cantidad de tierras de propiedad social han sido vendidas al sector privado, como veremos más
adelante.
Segun cifras de la Secretaría de la Reforma A§raria (sne) y
del Registro Agrario Nacional (n¡"'l), en todo México, a través del
.225]|
226
EpÍroco: i997-2000
Procede,r el cual comenzó a operar en el año de 1993, desde
entonces hasta diciembre de 1999 se han medido más de 6I
millones de las casi 100 millones de hectáreas que componen la
propiedad social (Ercélsíor,2). de diciembre de i999).
De esas 61 miilones de hectáreas medidas hasta julio del
año 2000 (véase apéndice B) se habÍan certificado más de 53
millones, que representan poco más de la mitad de las tierras
de propiedad social de México, repartidas en casi 21 000 ejidos
y comunidades, que representan el 70 por ciento de los casi
30 000 núcleos agrarios que existen en México. Con ello se ha
beneficiado a más de 2.7 millones de ejidatarios y comuneros,
que representan el77 por ciento de los 3.5 millones de ellos que
existen en el país con certificados y/o tÍtulos de tierras que les
dan seguridad y certezajurÍdica.
Si se desglosan las cifras anteriores, tenemos que en los
núcleos ejidales se han certificado aproximadamente 51 millones de hectáreas (15.5 millones de hectáreas de tierras parceladas y 35 millones de hectareas de tierras de uso común)y titulado
aproximadamente 222 000 hectáreas de solares urbanos, con
lo que se han beneficiado 2.6 millones de ejidatarios, que representan el 87 por ciento de los casi tres millones de ejidatarios
del país; de casi 20 300 ejidos, que representan más del 74 por
ciento de los aproximadamente 27 300 que existen en México
(véase apéndice B). En cuanto a los estados, la situación varÍa
mucho; por ejemplo, en Baja California Sur, Colima y Tlaxcala
se ha concluido totalmente el proceso de certificación, y
Campeche, Yucatán, Aguascalientes, Durango, Quintana Roo,
Zacatecas, Sonora, Nuevo León, Querétaro, Tamaulipas,
Coahuila y Tabasco presentan avances de entre el 82 y el 89 por
ciento, pero en el resto de los estados el avance es menor (anexo
del Sexto lnJ'orme de Gobíerno,2000, p. l2).
El Procede para la certificación de comunidades se puso
I Sobre qué es y
cómo se ha
167.
instrumentado el Procede, véase p.
ErÍroco: 1997-2000
227
en marcha en 1997 y hasta julio de 2000 se habian certificado
2.2 miliones de hectáreas (174 245 hectáreas de tierras parceiadas y 2.06 millones de hectáreas de tierras de uso común) y
titulado otras 2 5BB de solares urbanos, con lo que se benefició
a más de 100 000 comuneros, que representan el 20 por ciento;
ellos habitan 692 comunidades, esto es, el 3l por ciento de las
casi 2 200 comunidades agrarias del país (véase apendice B).
En resumen, el número de hectáreas de tierra de propiedad social que se han certificadoy/o titulado representa aproxi-
madamente el 60 por ciento de las cerca de 84 millones de
hectáreas de tierras ejidales del paÍs y el 13 por ciento de las
aproximadamente 16.5 millones de hectáreas de tierras comunales existentes a nivel nacional en los casi 30 000 núcleos agrarios -entre ejidos y comunldades- de México (r,éase cuadro 5.I y
apéndice 7) y un poco más del 53 por ciento del total de las
tierras (véanse el apéndice B, en donde se presenta el resumen
nacional de promociones certificadas y/o tituladas, el apéndi"rr
ce 9, en el que se presentan los indicadores estadisticos elaborados por la sne y publicados en el Sexto lnJorme de Gobierno).
Ahora bien, de las cifras anteriores surge la sisuiente pregunta:
¿por qué parece que sólo faltan de certificarse cerca de 34 millones de hectáreas de tierra (aproximadamente 40 por ciento del
total nacional de tierras ejidales). 400 000 ejidatarios y 7 000
ejidos? Si nos basamos en estas cifras, a cada ejidatario le corresponderÍan en promedio, incluyendo el área de tierras parceIadas y las de uso común, 85 hectáreas. ¿Cómo se explica esto?
Una de las causas por las cuales no todas las tierras de los
ejidos o comunidades se han podido certificar es el problema de
los lÍmites de las dotaciones, los derechos legales y los conflictos consecuentes. Hay muchas resoluciones sobrepuestas, sentencias no ejecutadas o imposibles de ejecutar, etc. Por ejemplo,
cuando la ProcuradurÍa Agraria acude a los ejidos o comunidades para mediar en conflictos, los ejidatarios o comuneros piensan que la medición que haga el Ixecl será a favor de una o más
de las partes y con ello se va a perder o disminuirá Ia superficie
228
Epiroco: 1997-2000
de sus tierras; surgen así inconformidades o desacuerdos. Otro
problema es el cle la migración y/o transmigración, pues frecuentemente las asambleas no cuentan con el porcentaje de
miembros que establece la le1, para la toma de decisiones e incorporarse al Procede.
Otro problema es que las comunidades agrarias están
amparadas por el artÍculo cuarto constitucional, referente a ios
gobiernos según usos y costumbres, y se ri§en con sus estatutos internos. Además, no hay interés de los núcleos agrarios
para certilicarse porque creen que con el1o puede desaparecer el
ejido y/o van a estar sujetos a situaciones como pagar más impuestos o tener que acudir a las oficinas del nex en las capitales
de los estados para hacer aigún trámite, y a las sucursales bancarias o directamente a las oficinas de ia Secretaria de Hacienda y Crédito Público (sncp) a hacer e1 pago de derechos y de
expedicion de documentos {para su inscripción ante el n¡N) de
los actos derir¡ados de la aplicación de la Ley Agraria.
De este porcentaje de tierras certillcadas tan sólo un 0.28
por ciento de los ejidatarios han adquirido e1 dominio pleno (que
una parcela salga del régimen ejidal y adquiera las características de Ia propiedad privada). Hasta mavo de 1999, sólo 0.25 por
ciento del total de la superficie de propiedad social se tornó propiedad privada, tierras alcanzadas por el crecimiento de la mancha urbana (Excétsíor,l4 mayo de 1999).
Lo anterior choca con Ia opinión de quienes alirmaban
que con el ordenamiento de Ia tierra a parlir de la modilicación
al artículo 27 constitucional se privatizarÍa el ejido y se daría
una venta masiva de tierras, lo cual no ocurrió. Por ejemplo, en
1996, de los 11 000 ejidos que se habían certificado a nivel nacional a través de Procede sólo 140 habÍan adoptado el dominio
pieno total o parcialmente en una superficie de únicamente
24 000 hectáreas. Para 1997 de los l3 021 ejidos que se habían
certificado a nivel nacional só10 193 lo habÍan hecho en una
superficie de 55 000 hectáreas. Para agosto de i998, de los
I6 378 que se habían certificado, 552 ejidos habÍan adoptado el
Epii.oco:
1997-2000
229
dominio, lo que representaba el 3.4 por ciento cle ios ejidos cerlificados (veanse cuadro 5.1 y apéndice I0).
Aun cuando las cilias para 1997 presentan r-rn ligero incremento, según una conversación sostenida con un funcionario del Ral¡ hasta diciembre del ano 2000 ios ejidos que habian
adoptado el dominio pleno total o parcialmente apenas rebasaban mil de los casi 2l 000 certificados y las solicitudes seguÍan
aumentando a medida que avanzaba el proceso de certificación.
Especulando con esta cifra y dado que sólo los ejidos pero no las
comunidades pueden obtener el dominio pleno, hasta la fecha
aproximadamente el 5 por ciento de los ejidos certificados habrán adquirido el dominio pleno total o parcialmente.
La gran mayoria de los ejidos que han llevado a cabo el
trámite de dominio pieno están dentro o cerca de zonas urbanas y/o en municipios que forman parte de ciudades, asÍ como
en desarrollos turÍsticos, principalmente, Es decir, se trata de
tierras que dejan de ser utilizadas para la explotación agropecuaria y han cambiado su uso. Otra caracteristica general es
que el domlnio pleno se utiliza para regularizar la urbanización
informal hecha con anterioridad a la reforma de 1992 en terrenos ejidales. Resalta el hecho de que los estaclos con mayor proporción de eiidos con dominio pleno presentan un número
significativo de controversias agrarias.
Bs importante mencionar que la adopción de domir"rio pleno total o parcial sobre predios o parcelas ejidales debidamente
certificadas sólo puede darse dentro del réginren ejidal, En el
régimen comunal no es posible adoptar el dominio pleno de las
tierras parceladas a menos que una comunidad decida abandonar el régirnen comunal y adquiera el régirnen ejidal, proceso
que tiene múltiples implicaciones; además, la ley protege ampliamente al régimen comunal.
AsÍ pues. para adquirir el dominio pleno parcial sobre parcelas ejidales, los ejidatarios interesados deben contar con sus
certificados de derechos parcelarios y solicitar a la asamblea de
su ejido -a las dos terceras partes como mínimo- se les autorice
230
EPÍroco: 1997-2000
adoptar el dominio pleno y luego hacer los trámites coffespondientes ante el RAN para que la parcela adquiera las caracterÍsticas de propiedad privada. El ejidatario si$ue manteniendo esta
condición pues sólo adopta el dominio pleno sobre elárea parcelada y conserva las tierras del área de uso común que les
hayan sido certificadas cuando el ejido cuenta con ellas.
Asimismo, la asamblea del ejido puede acordar y autoriparatodos
sus miembros el dominio pleno sobre las tierras
zar
y así adquirir el dominio pleno total, con lo que dejan de pertenecer al régimen ejidal y se incorporan al régimen de propiedad privada. De ser asÍ, automáticamente cualquier ejidatario
del núcleo lo puede asumir sin necesidad de la autorización de
la asamblea como en la adopción de domino pleno parcial. Sin
embargo, en la práctica la venta de parcelas en los ejidos y
comunidades continúa dándose en todo el paÍs sin que se registren ante el RAN, entre otras razones, por desconocimiento
de la ley.
Guillermo Zepedaexplica que la transferencia de derechos
indirectos o de usufructo se da con mayor frecuencia que la de
traslado de dominio o venta de propiedades. La transferencia de
dominio se da en la mayona de los casos en áreas urbanas y no
en zonas de producción agrÍcola principalmente porque la actiüdad agropecuaria no permite amplios márgenes de ganancia y
en los núcleos agrarios los individuos suelen dar una valoración
subjetiva a Ia tierra. Podemos agregar que esto ocurre principalmente por las ventajas de estar bajo el régimen ejidal o comunal
por el control social que existe en muchos núcleos agrarios,
D urante el gobierno de Ernesto kdillo, los Tribunales Agrarios orientaron su estrategia a da-r solución definitiva a los expedientes del rezago agrario en su fasejurÍdica y a atender nuevas
demandas por controversias relacionadas con Ia propiedad rural, como parte de su actuación para impartir justicia pronta y
expedita a los campesinos. De agosto de 1992 a julio de i999,
los Tribunales Unitarios Agrarios atendieron el 93.9 por ciento
de los asuntos relacionados con elrezago agrario en su fasejurÍ-
EpÍroco: 1997 -2000
23r
dica al emitir 13 325 sentencias cle 14 196 expedientes recibidos. Entre 1995 y agosto de 2000 recibieron i47 018 asuntos y
resolvieron l3g 427 , lo que representa el 94.8 por ciento del total
l 1). Frente a este aparente logro, ¿por qué hay
tantos crÍticos de los Tribunales AQranos? Tal vez los crÍticos
(véase apéndice
deberÍan enfocarse en la Ley de Amparo, que sigue «estorbando»
el proceso de resolución cle controversias legales.
Por otra parte, es importanle senalar que el gobierno fede-
ral está instrumentando estrategias que coadyuven a Ia modernización de la agricultura, a prorno\rer la organización y
capacitación de los campesinos para capitalizar el agro mexicano, asÍ como a enfrentars importantes retos ecológicos que a[ectan a diversos ecosistemas. Entre las estrategias de desarrolio
agrano, el cual es considerado sinónimo de reforma agraria, se
contempla en la legislación agraria vigente la asociación productiva de las diferentes figuras organizativas.
Asi, a través cursos cle capacitación agraria y de uniones
de ejidos y/o comunidades; de sociedades de producción rural
que agrupan a productores rur¿rles sin distinción de su régimen
de tenencia, y de cooperativas de producción y servicios, se están creando alternativas para hacer producir la tierra, dal ocupación a sus habitantes y, consecuentemente, acceso a mejores
condiciones económicas v sociales (r'eanse cuadro 5.6 y apendice l2). I¡s datos del apéndice 12 rnuestran que el6l por ciento
(16 591) de los 27 252 ejidos recibieron capacitación entre 1990
y 2000. Este porcentaje parece inflado, a menos que incluya
capacitación de baja calidad.
Aun asi e1 rezago produr:tivo que existe en el campo mexicano es considerable pues los campesinos no tienen la costumbre ni la experiencia para trabajar de manera organizada y/o en
la mayorÍa de los casos prefieren hacerlo de manera indirridual o
familiar. Aunado a ello, el constante movimiento migratorio naciona-l e internacional de la población rural, y los limitados recursos financieros, afectan cualquier intento de organización
y/o capacitación agraria.
232
Eptrcco: 1997-2000
En lo que se refiere a la agricultura moderna, la revolución de la agricult-ura y las obligaciones internacionales, se requiere para el año 2002 que toclas las prácticas fitosanitarias de
inocuidad alimentaria especifir:adas para 1a producción agrÍcola sean instrumentadas para poder continuar el intercambio
económic:o con los paÍses miembros del Tratado de Libre Conercio de America dei Norte. Ello podrÍa morlificar drásticamente
la agricultura nrexicana si todo rancho que se precie de olrecer
un buen cultivo incorpora las llamadas buenas prácticas agrícolas, esto es, mecanisr¡os de inocuidad alimentaria para garantizar a sus clientes que no se excedió en el uso de plaguicidas
o herbicidas. se utillzó agua lirnpia, los jornaleros se condujeron con higiene y, por Io tanto, el cultivo es cien por ciento seguro para la salud del consumidor final.
Guanajuato, por ejemplo. pretende convertirse en el estado lÍder en el cumplimiento de los estándares de la producción
agrÍcola. En 1999 destacan en labalanza comercial agropecuaria los incrementos en las r,entas al exterior de legumbres y hortalizas frescas, jitomate, melón y sandÍa, otras frutas frescas y
tabaco en rama.
Sin embargo, la balanza comercial agropecuaria coutinila
presentando déficit pues el saldo de las exportaciones respecto
al de las importaciones es menor (véase apendice 13, en donde
se puede ver que sólo en 1995 ia balanza comercial agropecuaria de México presentó un superát it significativo).
El gobierno del presidente Zedillo trató de iniciar el enfoque no en el problenra de titulación de tierras sino en su capitalización. l,os ejidatarios y comuneros no pueden hacer nada sin
capital aunque sean propietarios de la tierra. ¿Sin capital qué
podrÍan hacer? Las instituciones bancarias no cuentan con capital para otorgar préstamos hipotecarios sobre títulos de tierras y, como siempre, éstas dependen del gobierno federal.
fuÍ. a trar,és delBanco Nacional de Crédito Rural {Banrural),
en 1995 se otorgaron créditos por 5 056 millones de pesos, en
1996 por 8 806 millones, en 1997 por I0 175 millones, en l99B
EpÍroco:
1997-2000
233
por 9 564 miliones, en 1999 por 12 699 millones, y en 2000,
según cifras estimadas al mes de junio. por 6 323 millones
(anexo del Se.úo InJ'orme de Gobterno.2000, p. 150).
Con el propósito de resolver el problema de capitalización
y de reactit ar la producción agrÍcola, en 1999 el gobierno mexicano destinó 3 042 millones de pesos al programa Alianza para
el Campo. Este programa establece que por cada peso de gasto
federal se inviertan casi otros dos con la aportación del productor y del gobierno estatal.
Así, en 1999 se alcanzó una lnversión total de 7 924 millones de pesos, considerando los recursos fiscales otorgados a
este programa B A42 miiiones) y las aportaciones de los gobiernos estatales (l 470 millones)y de los productores (3 411), en
beneficio de casi cuatro millones de productores (anexo del Sexto InJorme de Gobie.rno, 2000, p. 148). Por lo que se refiere al
Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo), en 1999 se
destinaron 9 372 millones de pesos, con 1o que se apoyó una
superficie de 13.5 millones de hectáreas en beneficio de2,7 millones de productores (véase apéndice l4 y compárese con ias
cifras arriba mencionadas, en donde los montos totales de los
recursos presupuestales ejercidos en el programa Alianza para
el Campo son menores).
El apéndice 15 revela el problema real del sector rural
mexicano. Desde l9B9 hasta 1998 el sector rural recibió del
gobierno federal aproximadamente el 1 por ciento del pls respecto al gasto púbico programable ejercido con fines económicos, sociales y administrativos. Durante ios años 1999 y 2000
este porcentaje disminuyó aI0.6 por ciento. Con un gasto público tan irrelevante y ridiculo como este, ¿podrá el sector rural
mexicano mejorar en su desarrollo económico y social?
Visto de otra manera, el apéndice 16 muestra que el Rta
del sector agropecuario, silr.icultura y pesca aportó entre 1990
y 1996 aproximadamente el6 por ciento del pre de México. De
1997 a 1999 esta participación disminuyó a aproximadamente
5.5 por ciento. ¿Pasó esto porque el gobierno dio menos apoyo
234
EpÍt-oco: 1997'2000
financiero o porque la tasa de retorno es tan baja que ya no
tiene sentido canalizar recursos a un sector con tan poca importancia en el PIg?
Permítanme ahora referirme alestudio de caso de Oaxaca. En 1999 elgobierno federal canalizó 650 millones de pesos
al estado, de los cuales 206 millones correspondieron a la Alianza
para el Campo; 40 millones al Programa de Empleo Temporal
y 404 millones a programas de apoyo al ingreso de los productores a través de Procampo (véase apéndice 17). Cabe mencionar que esos recursos l'ederales alcanzaron esta cifra debido a
los desastres climatológicos ocurridos en Oa-xaca durante dicho año.
Respecto a la tenencia de la tierra, en Oaxaca los resultados de los programas de regularización de tenencia de la tierra
son relativamente alentadores si consideramos que el Procede
para la certificación de comunidades fue puesto en marcha en
1997 y en el estado se encuentran 710 de los casi 2 200 núcleos comunales que existen en México, es decir, el 31.6 por
ciento, casi la tercera parte del total nacional de comunidades
agrarias.
En la estructura de la tenencia de la tierra de Oaxaca la
pequeña propiedad privada representa tan sólo el 7.0 por ciento
(6 I 6 200 hectá¡eas) de la superficie total del estado [8. B millones
de hectáreas) h,éanse cuadro 5.4 y apéndice l8). Hasta julio del
2000 se habían certificado y titulado 675 150 hectáreas en 515
de los 817 ejidos que existen en la entidad, beneficiando a B0
278 ejidatarios. Asimismo, se han certificado y tituiado 35I
635 hectáreas en 120 de las 710 comunldades que existen en
Oaxaca, en beneficio de 1B 769 comuneros (véase apéndice 18).
Otro aspecto de gran importancia que debe considerarse
sobre todo en los estados del sur de Mexico, y particularmente
en Oaxaca, es la idiosincrasia del campesino; principalnrente del
comunero, que predomina en la entidad. Enumero aquí algunos
de los factores que limitan la regularización de la tenencia de la
tierra y el desarrollo asrícola:
EpÍr.oco: 1997-2000
235
1,
Conflictos ancestrales irresolubles por lÍmites de tierras;
orogralÍa y caliclad de la tierra y recursos naturales tan
diversos y cotrtrastantes en una misma pequeña región
geográfica, que crean grandes conflictos y antagonismos.
2.
3.
4.
La carencia de coniunicaciones carreteras.
Los gobiernos tracliciollales de usos y costumbres.
La ialta de continuiclaci de autoridades municipales y agrarias, que son cÍclicas ¡r sólo duran en su cargo de uno a
tres años, lo que impide el cumplimiento de contratos de
explotación de la tierra y recursos y, consecuentemente,
ahuyenta toda posibiiidad de inversión de capital.
El hecho de que el 90 por ciento de la producción agrope-
5.
6.
cuaria es de autoconsumo.
La economÍa de presti§io, que sólo anima al cumplimiento
del cargo temporal y a veces forzado dentro de la comunidad.
Otros dos problemas estructurales que enfrenta el campo
mexicano señalados por Eduardo Robledo Rincón son: la marcada fragmentaciót-t de tierras (el 60 por ciento de las unidades
de producción rural -soclal 1, prirrada- tienen menos de cinco
hectáreas de tierra), y el hecho de que los beneficiarios titulares
tengan más de cincuenta años de edad y el 20 por ciento de
ellos más de 65 arios (el 60 por ciento de las mujeres beneficiarias tiene más de 50 años .v e127 por ciento más de 65) (Excél
s¿or, 14 de mayo de 1999). Asimismo, debemos considerar la
actual falta de interés de rnuchísimos campesinos jóvenes por
trabajar la tierra.
Todo lo anterior impide y coarta en gran medida los intentos de modernización de la agricultura, y sobre iodo crean inseguridad en la tenencia de la tierra independientemente de que
se cuente o no con títulos de tierras que tan sólo jurídicamente
o en el papel otorguen seguridad.
Concluyo con la interrogante de tantos campesinos que
entrevisté: nYa me renovaron mi título, ya me dieron certificados,
ya sé con quién colindo, por dónde mido y bueno: ¿ahora qué?'
236
EPÍr'oco: 1997-2000
para
AsÍ, pocos han sido los resultados de las estrategias
capireactivar el sector a§ropecuario v propiciar la inversión de
concluida
de
después
años
tales en el campo rn."i.uno cuatro
desmi inr¡esti€iaclon de campo para este estudio y ocho años
pués dei comienzo de la tercera reforma agraria'
Apéndices
Apéndice
1
lnformación estadística sobre enajenación documentada
de tierras por estado, tipo y periodo
1
853-1 657:
M 1 857, pp.
5 y 4B; documenio 8 de
«
Documentos lustificativos correspondientes a
la segunda parte de esta memoria, que trat¿ de colonrzacrón y terrenos baldios».1
1863-1867; l\4 1868, p.347.
1367-1893; A 1893, pp 553, 561; I 18E5, p. 78, l\4 1883-1885, pp.236-238; José L Cossis
¿Cóno y por quiénes se ha nonopollzado la propiedad rúst¡ca en México? , Méxrco, Editorial lus,
1966, segunda edicrón, ¿nexo 7, pp. 58-60.
1E94'l896 A IE96, pp.401-a09
1897-1901: A 1901, pp. 333-345
901 -l 906: A 1906, pp. 285-297.
1
1907:M 1905-1907, pp 159-170
1907.rN4 1907-1908, pp. 5-14
1 908 ' lvl 1 907-1 908, pp 1 9-28
1908:' M 1908-1909, pp. 5-10.
1909:r M 1908-1909,pp 12-2At
'La Memol¿ de 1857 no contiene un indire. Frguran en ella varias secciones y cad¿ una llev¿ una
numer¿ción aparte. Las páginas 5 y 48 se localizan en la primera se(cron, trtul¿da «Cre¿ción del Ministeilo de tomento», que conl¿ de 129 Daqrn¿s. Para encontrar el documentc hay que ver el final de la
se(ción 2, que trene un toial de 1 70 págin¿s A contrnu¿.ión, entre l¿s páginas 8 y 9, inmediat¿mente
I
despues de l¿ rección 2 se hall¿ ele
1 de enero al 30 de junio.
r Del 30 de
al 31 de drciembre.
I oel
r
do(lmento
8.
lunio
Hey v¿rios (¿5os en que no ligura el numero de benefrctarros, y por lo ta¡to se carece de la inlorm¿oón
correspondiente. En consecuenci¿, es posible que el ¡úrnero de beneiOarios no haya quedado adecua-
damente rellejado en las cifras totales de estos
tuentes: se(retar¡¿ de tomento de L4exlco;
fll\
Menlana. \lt lnfome, lA) An!,ar¡o ejtadlsaico.
t23el
853-r 857
894-1 900
901-1 909
1
1
853-1
85/
901-1909
Nola: Tod¿s las cifras
elán
totale! de Bala Californi¿.
Gran total
T^r"l )
1
i 894-r 900
1P,1 ia93
1813-1816
Tctal l
1861-1812
1863-1 E67
1
Baja California
Gran total
3
877-1 893
1
Total
873-r 876
1
1
867-1 872
Total
1
1863-1 367
1
Aguascalientes
Periodo
en hectáreas, iqual que
las
1
1
53 802
53 802
59 170
94 631
Vent¿s
de los dem¿s efados.
35
86
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Coahuila, Sonora y Dur¿ngo. Véase Iossio, anexo 7, pp. 59-60.
le h¿ sumado la mitad de es¿ (¿ntidad.
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Continúa...
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181
1B1
loels I
420 79
335 80
335 80
170
B
?a 0/a
20 391
51
3850
B
OSS ;
11659
11
t850 11659
tu/
3143
234 457
15 )52
72 17 503
17 191755
11 t849r
342 B7B 665
32 133481 l
24 61 912
l9B i 074 060 58
481 r 285 106 58
6
6
2
28E11
31963
31963
2
4
4
4
31t -
1
a
t
tt'
z,
t-tó1)
894-1 900
total
873-1876
901-1 909
863-1 867
1
Iot¿l
1
1861-1812
B5l-1 857
1
Tamaulipas
Gran total
Total 3
1
1894-1 900
1877-1 893
1
1
867-1 872
Total
1
1863-1 867
853-1 857
Tabasco
1
639
BaldÍos
1
-7
7
51
324
324
307
11 119
3511 13 668
I
I 813
23 496
126 30 981
121 56 290
93 32 668
843 518 031
570 81 499 111
5 84 093 311
2928 689 62s 434
3 148 778 583 434
37
11
Núm
24774
1 738 364
095
654 1 796 183
619 2 141 284
1
B
Núm.
Véase Cossio, anexo 7, pp. 59-60.
Gr¿n
Total 3
1901-1 909
1
tót
Periodo
Núm
sición
Compo-
1
1
1
9
10
10
23 869
93 554
93 554
1
18
69 685
5B4B1B
9 619
9 619
9l1B
361
108790
B2B 4 48 882
14 59 903
520 990
584 818
18 108 790
63
Ventas
11
11
1
8
2
29
29
9
429 145
429 145
2 421
260 058
161 266
4069119
4069119
26 933
416 288
3 625 B9B'
19
1
Núm.
Deslindes
1
531
53r
531
-
-
121 392
594 355
15
-
13668
11 119
35ñ
022 r 350 085
15 022 1 E9 A43
232391
778 091
339 603
23 496
30 981
s6 290
32 668
'Br3
6 680 009
7 031 1 10
030
1992
7
568
69 568
2493\
69
otal
5 364 262
44633
E1ldos
613
1 1r5
1 788
1 788
5 890
5 890
2 605
3 285
NÚm
162
4698
12 460
12 460
51
51
51
NÚm,
baidíos»
«No haber
a
a)
z(,
E
t!.
a
Nf
crl
901-1 909
1
3004
75
14
166 6
143 659 8
319 072 14
339 255
100 247
6
Gran tot¿l
877-1 893
894-1 900
1
1
1873-1876
1
867-1 872
1
Total
863-1 867
1
1853-1857
Tlaxcala
Á
4
901-1 909
1
fotal 3
2
894-1900
1
1877-1893
873-1 876
Total
1867-1872
1853-i867
1853-1857
Tepic (Nayarit)
1
2
1)4
4t
96
261
216
:
21 857
18043
1
1
I
945
986 945
986
gsseoy
1
1
-1
1
1
044
044
534
-
510
-
-
1
367 144
r346961
28 941
28 941
16 391
12 544
45 984
45 984
45 984
11
11
;
50 425
50 425
so4;
-
62 969
25 150
125 150
1
62 381
Contlnú¿...
_*
N)
C¡
3
(i
192 E.
z.
qu4 0
tol lbf
fó
1087
947 780 he.táreas traslad¿das a E de la Garz¿ y aso(i¿dos en los etados (ontiguos de Chihuahua, Nuevo león,
4199
21 857
-
058
11313
1i
18 043
5 670
pa(e de las 3
" Se agregan 986 945 he(táre¿s, equlv¿lenter a la cuart¿
Iamaulipas y Coahuila. Véase Cossio, anexo 7, pp 59-60.
Gran total
Total 3
1
1871-1893
1 894-',t 900
1873-1876
909
867-1 872
1
863-1 867
1
241
306
Total 3
Gran total
41
901-1 909
r
1
582
115n
373 593
373 593
150616 r 085
203311 1085
2?5 315
17
148 218
066
/0óq
6
B
8
i
5
s
I
Núm.
ese8 I
19
812
564
85
894-1 900
1
38
33
15045
78 240
15
115
877-1 893
1
1
534
29 315
7 141
873-1876
39
1l
10
5
5
498
3541 1145
6 184 r0
6 184
r
Iotal
1861-1812
853-1 857
1
Yucatán
15
1901-1909
15
894-1 900
1
Gran total
6
877-1 893
1
Total 3
6
E73-1 876
I
Num.
r
1
863-1 867
1
Tot¿i
853-1857
1
Veracruz
Gran total
Total 3
r 901 -1
3 621
3621
2965
s66
51 054
51 054
4))1
46s01
Compo-
458;
220 080
220 080
515
)12 616
)12 626
B0 158
146 412
; 1076eo
28 25 855
B 86
42
42
1
Núm.
Deslrndes
1
l
1
,
1
12
12
Núm.
3 573
3 573
3 033
540
s1 841
9911
91 152
91 152
1 582
7 582
7 582
b!1díos»
«No haber
10
10
704
704
6629
6629
66
66
15045
817
332
969
582
85 930
298 681
1
29 375
534
1 141
288 1 9l
115355
449902
449902
7 582
1 582
7 582
Tohl
t9
(Jl
P
rn.
t\)
<,
6
rt
199 8tO)77 é
199
684 1 1B
tJ5
10704
4945 s8406
1
I
185
l6)
Núm.
Elidos
894-1 900
901"1 909
1
1
Gran total
3
877-1 893
1
Iotal
873-1 876
'l
1
Total
1867-1 872
1863-1 867
853-1 857
Za(atecas
1
1
006
134
114
29491
10 4200 3
12 6153 4
16 6289 4
1
1
1 047
1 047
718
tÁ
2
2
2
226
226
35 820
12 50 226
11 50
12 50
3s 820
35 820
1
i
34
134
1
628
628
- - - -
228 0i0
228 010
1 006
i]x
§J
qr
c»
-r
ro
254
ArÉn¡orcos
Apéndtce 2
Total de tierras enajenadas por estado y periodo
(hectáreas)
1
853-r 857
1
863-1 .B§J_
I óó1 )qt
275 255
Tot¿i
Baja California
1861-1872
1813-1876
865 968
554 389
tt vtó
238 441
4 579 979
396
Aguascalientes
Cam peche
--.
126 432
3 511
urrj
151 241
)
I
037
362 521
Coahurla
76
Colima
C
5;
53 652
70 239
91E 319
41 281
53 874
10 536
47 401
38 623
5 829
hiapas
C hr
huahua
17
Distrito Federal
Durango
G
uanajuato
G
uerrero
l-lidalgo
ialisco
v
vló
43 818
lVéxico
\¡lrchoacán
lvlorelos
Nuevo León
0axaca
152 138
152 901
752;
""-".
lt/)uJ
746Á
Puebl¿
Querétaro
Quintana Roo
san Luis Potosí
Sinalo¿
1B
4;
Sonora
203;
234 451
59 87i
36 382
Tabasco
1813
23 496
30 981
32 668
3 511
13 668
Iamaulipas
3 004
Tepic (Nayarit)
Tlaxcala
Veracruz
Yucatán
,ro:
534
29 375
1)^
Zacatecas
_ 1§ll18e3
120
35 584
Total
1q,1 1e,0q, ___
4534226
15
0;
_ _E!i1e!e
1 365554
Aguascalrentes
Baja
California
Campeche
C
cahurla
i
1
309 636
t3t tóó
9E 887
519 979
1
65 580
119894
94 278
1762il4
C
hiapas
204 730
1
Colrm¿
768 490
481
195
694
14 880
2 128 303
255
Ar,Éruotces
C
hihuahua
Dltrito
-
- =-:ll-taD-1A
965 144
1s%'r9!q----l!!Lreq
4t10t\
664 161
5166
Durango
Guanaluato
1
276 180
23
60
66)
621 528
11 017
6 984
Federal
4_q1
035
B
Guerrero
65211
18 893
35 982
1A1A)
Mexico
r0 016
Michoacán
25 047
7 989
6 124
233
Hidalgo
s 530
lalisco
254
Morelos
Nuevo León
1Q21;
40 563
0axaca
D0
90 339
208 9s3
122 715
816
5 590
17
Puebla
46978
Querétaro
230
40
Quintana Roo
31;
San LuLs Potosi
1
181
63 306
28925
856 967
Srnaloa
893 990
209 616
Sonora
5 364 262
594 355
7)1 ?q'
778 091
339 603
98 404
232 391
b2 381
62969
463;
283 1 93
1r5355
85 930
)98 633
332 969
006
81 324
f-t-..^
Tamaulipas
fepic (Nayarit)
1
087 192
161 365
7 582
Tiaxcal¿
Veracruz
Yucatán
Zacatecas
1
1
1
39 546
Primera reforma agraria en México, 1853-1909
-ota
1853-1872
3 o7¡:os
California
554 389
1 877-1 909
47 483 900
238 4ü
11 539811
23
396
Aguascalrentes
Baja
1873-1876
252 851
-
Campeche
to/
80 374
865 453
Coahuila
362 521
16
...:
b5l
2 061 t82
16 615
10 239
3 3tB 481
8t4
12 7 15 999
Iolim¿
Chiapas
C
hihuahua
461
5J
r 037
160
53
6l
Drsuito Federal
Durango
96 564
5 E29
1
783 311
6uanair.:ato
13 201,
Guerrero
1E 0C1
Hidalgo
r1Á
QI iC)
Jal sco
30
ñ1éxico
i8c05
Michoacán
-11
1
71
131
N4orelos
Nuevo León
2 5.1
105
6;
1 249 566
_
0axac¿
1s¡tzu_
:_fa¿:lf
74619
fuɡlorces
_
_t
lz-¡9!9_
372231
Puebla
6
406
41 208
Querétaro
40
Quintana Roo
San Luis Potosí
181
195 376
Sinaloa
192
7;
lo4Yi
1
Sonora
311719
36 382
6 5E0 009
Tabasco
s6 290
32 668
1
famaulipas
i7
119
3 004
fepic (Nayarit)
7 582
449 902
Veracruz
Yu(atán
350 085
1 346 961
125 350
Ilaxcala
Zac¿tecas
960 573
376;
134
15045
817 582
227 876
Entidad
Total
Por(entaje
'i4
4tE
84 934
l/¡
7031
hihuahua
l¿iisco
Hida go
E3
Dr5trto FedÉral
1CA
ll1.,lu
aA
J4
r3201
,119
Aguascal entes
Centro
:/)1:1
367 114
228 010
1
TamaulLpas
Zac¿tecas
195 316
1
365 700
r 555111
)1 452 9)9
2 424 Je5
1t 807 03_i
San Lu s Potosl
Durango
C
Coahurla
Norte
Sonora
14
ۃ,ct
549
30 117
20 937
_10
Lrúa
5 589
214
75 040
1
11
1i
t6
.11
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¡?
1J
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13)
4
1.1i6
1J
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IB E57
15 553
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1
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19 643
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1
7,1
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151 571
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1
sB 092
110
27 621
125 150
naloa
2 171 819
S
Tepic (Nayarrt)
120 31
1
)13 593
13
143 190
km'¿
enajenados
Total de
111
414 431.
12 031 069
de México
de la superficie
21 359 348,
total'
Superficie
Pacífico norte
enalenadas (km2)
de hectáreas
Bala Calrfornia
federativa
Total de tierras enalenadas y documentadas por estado de 1853 a 1909
Apéndíce 3
Total
estado
1
B
2A
40
0.4
17i
30
tt
24
15
55 9
i30
3tÁ
,1 q
All
del
(ontña.
¡e
424
li l.c
enalenado
de total
Porcentaje
enajenados
-
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=
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o
a
-?_
Enti dad
13 881
63 194
95 364
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1 967 83
3 502 378
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lncluye el
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32
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1
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12
1.
5taf6¡/ral,4b sttaat af Lat¡n Aner¡ca, I 972, Los Angeles, Ja rA Latin Arnenr¿n Cerler I 9 7¡, p 4 L
blncluye la pa(e (ontinenl¿l de N4éxico y quedai ex(lurdos 5 362 krlómetro! (uadradoi de temtor 0 r!5,, ir
0axaca
Iot¿l
G
51 061 654
238 500
5 455
3 933 904
16 615
Colima
2)
21
8 703
31
t2 815
4l
üaü1
319
t4 390
4 499
r3
131
29
42 030
24 661
19
l5
1
4l
26 0'
^l
31
41 4
20
62
(Q I
10
19 8
4.0
112
02
I
05
06
02
5
O,E
e5tado
64
312
l0
03
del
T¡tal
de total
P-rceÑre
r00
7E
,:
enalenado
enajenados
1.7
130
11
439 043
449 9A2
Pacífiro sur
Yuiatán
Ver¿cruz
1
40
Iabasco
Qurntana Roo
de lvléxico
km2
enajenados
Total de
39 121
11 133
442
56114
1 1 '13 309
Porcentaje
de la superficie
122
238 999
39121t)
am peche
3 914
I
-1
41 2AA
r (f
33 919
11 169
94',1
Golfo de Méxiro
r dxLdr¿
Querétaro
b 4ub
Puebla
1
59 864
31 111
48't
choacá¡
21 461
total'
Superficie
r6005
enajenadas (km'])
Total
de hectáreas
l'y'orelos
lr,4
It¡lexico
federativa
a
zi,
6
a
tt
(Jl
@
259
AlÉnolces
Apéndice 4
Total bruto de tierras públicas enajenadas de 1 853 a 1 909
total bruto de tierras públicas enalenadas
y el total documentado por estado (apéndice'1) no coinciden
desde 1853 hasta
Empero, el porcentaje de tierras repartidas como consecuencia de las acciones de cada
uno de los presidentes resulta más importante que las cifras totales En el cuadro del
apéndice 4 se observa que aun cuando los totales son distintos, mediante ambas mediciones adludican a los líderes aproximadamente el mrsmo porcentaje de tierras enaienadas.
Tal como se menciona en la introducción, el
'1909
También se debe señalar que las cifras son idénticas hasta
comienzan a ocurrir de ahí en adelante.
'1876 y
las discrepancias
Fuentes SeíretarÍa de Fomento de lt4éxico, \l,A) ly4emorta, tl) lnforme,
Ux)
Anuario
estadrs¡rco.
'l
85¡-1E57
tr,4
1857,po 5y4B; ciocumentoBde«Documentoslustificativoscorres-
ponriientes a ia s."gurrda parte de esta memorta, que trata de colonizaciÓn y terrenos
baiCiosr
1
E6¡-
1
'
857 l''l 86E, p 347.
1
1868-i872 A 1893, pp 553 y 561
1812'1876 A 1893, pp 553 y 56i
1877-188I lti 1876-1877, pp 444y 445; I 1885, p.36; A 1894, pp 504y 507
1882-189l lose L Cossto, ¿Como y por quiénes se ha monopoltzado la propiedad
rúslrca en lVéxica?, lr4éxico, Edrtor al lus, 1 966, segunda ediciÓn, anexo 7, pp 58-60,
1.1 lBB3-1885, pp 236-238, N4 1892-1896, p 3; A 1894, pp. 504-507 ''
lB92-190C: ¡l 1897-1900, p 10
1901-1909. fvl 1901-1904, p vri; M 1905-1907, p 7; M 1907-1908, p xi;1"1 19081909, pp 10 y 20
E^ l¿ /./ercr,a o: 1857 ^o frqura nrnqurt rnd,ce Cortie^e varris seacrones y
(aJ¿ ,rr¡ de elras est¿ n¡-er¿dide n¿n[¡¿ inflEps1¡iento. L¿s paqrnas 5 v 46 5e
a^( .entr¿n e^ l¿ primera secc on trtJl¿da, "Cre¿cion del fi,¡'nrsterlo de Fomenlo»,
ruÉ ccñrrá de un tota, de 1 29 oao n¿s. P¿,¿ en(ontrar el documento B. bu:quese
n¿cra el t rar d¿ la settion 2, queiont,ene 170 paq,nas El documerto B se ha'la
Énl e,as od.ltnas 8 v 9. nmediatamente despres de'a seccion 2.
P,.e,toor,¿o¿raloianos 1BB3-lBB5el AnLrarioestad,strcodlscren¿r¿J.¡¿lmen-
te 0e ¿ l'/emor¡a, hemos emp'eado esta ultima, que para (iertos esta0)s d)
cifras más allas.El Anuario de 1894 reqistra 6 007 314 hectáreas de terrenos
baldios, de 1 882 a 1891 Esta cantrdad es rnferror a la que se da en la Memorra de
1 883 a 1 885, donde en sólo cuatro estados figu13 un total de 7 53 1 567 heaáreas. A esta última cifra nosotros agregamos
507
I
3.
rbid.
314 235
Concesiones de ejidos, A 1894, p.
27 226 510
Deslindes, Cossí0, anexo
4222991
Composiciones, lt/ 1892-1896, p
1 647 493
Concesiones a colonos,
Así llegamos a un total, para este periodo, de 40 902 936 hectáreas
260
Arexuccs
Total bruto de tierras públicas enajenadas, 1853-1909
Periodo
Años
fiscales
Total
de
meses
Jua
rista
ln cral
ró)J-tó)/
Intermedro
1
863-1 867
Frn¿l
1
868-1 872
.,353-1812
Total
Lerdista
r
873-1 876
Porfi rista
lnic ai
o
Med
E77-1 88 1,
r
n cia
lVed o f n¡l
F n¿l
Tcta
Tot¿
1
882-1 89',r
1
892,1 900
r877 1909,
181 7-i949
I
853-r 909
50
54
60
154
4t
61
20
08
142
391
Hectáreas
Promedio
Porcentaje
totales
mensual
del total de la super.
enajenado' ficie total
enajenadas
1
215 255
5 505
882 142
J+ ó14
3
86s 968
14 432
1
3 021 365
rQ r1:
554 389
11 196
4A 9A2 935
1
1 222 921
7 132626
58 586 950
Q
164
10
15
1
3328461
1
602
5
Porcentaje
11
llc
353
6c,)
56 319
tl
-li
021
11
1.19 339
i1
144 :l)
264
lii
)n
,
-11
l6
lc
a
31 6
'Redonde¿d0 e¡ e, pcrcent¿le entero más cer(¿no
"tu€nte 5t¿¡6¡ir¿/¿bstta.(ofLaiinAmerr.a, l9T2,LosAnqeles,UCLAL¿inAmerc¿nCen1Ét 1974,p
4l L¿scir¿rest¿fefKlómelroscuadr¿dos.Paraco¡verlrroserheit¿rÉesmulpliqueseporl00.
'
lnc uy€ di. embre oe 1876.
iAl30delunode
'lvenos dei
1909
1 por crento
1
1
6
7
8
9
10
1
12
3
5
4
2
3
Núm.
trámite
trár¡ite
trámite
fornia
Bala California
20.
trámite
Ba;a [alrfornra
Bala Californra
Bala Cal
Bala California
,Aguaral entes
Eaja California
20. trárnrtes
Aguascalientes
20.
Aguaralientes
Aguascal entes
20.
Aguascalientes
Aguascalientes
3er. trámite
20.
Aguascalrentes
Efado
tr¿nc sco
l¡ul,iu
de
Marí¿
fepezaf¿
Ensenada
Ensenada
Mexicali
fi,4exicali
l,4exicali
T¡uana
Aguascalientes
los Romo
de
los Romo
San Francisco de
San Francisco
los Romo
San
l.su,
lesús
Municipio
Total de
18
Chilpancrngo
Xochimilco
RÍo Colorado
21
53
149
óó
Francisco Villa No.
1
26
Venustiano C¿rranz¿
lslas Agrarias
2B
36
112
'B
19
*
79
ejidatarios
Arroyo Hondo
Los Poc tos
El Puertecito
La Concepcrón
La Escond da
*ttu¿ol,O
l\4argaritas
Ejido
l
21
,3
12
3
)
61
mblea
Parcial
asa
)1
53
149
E8
r8
26
28
36
112
Total
Autorización de la
Relación de solicitudes de adopción de dominio pleno con trámite agotado, 25 de abril de 1996
Apéndice 5
32
61
JJ.I4-bU
óU
2-05-93 80
36,1 3-89.:7
46,39.55 04
76-57-07
t7-69-42 25
43.15-20 29
68,06-37 52
i1.)3-32
56-35 01
59-22 83
Continu¿
514-18-36 68
334,03-98. l2
426-87-48 00
236,2E-E9 60
52-55-73 49
241.45-52.82
111-14-42.55
Z
1
1
1
1,q
1
hectáreas
s273176r
Superficie
afectada en
t\¡
r-!.
z(,
-cl
Baja Ca
5
La Paz
Baja Calrfornia Sur
Baja Ca fornia Sur
19
20
La Ribera
Los Cabos
Baja Californra Sur
trámite
4o. Trámite
3er. trámrte
2o.
Coahurla
Comarca Lagunera
Coahuila
[omarca Lagunera
Torreón
Torreón
Zaragoza
gnacio Allende
55
44
1
51
51
Los Rodríguez
Torreón
Comarca Lagunera
o¿huila
lf
3)
C
46
46
65
Sabinas
42
16
Villa Morelos*
29
Sabinas
fo Frerros
42
45
))
Villa Morelos
Rodo
65
59
42
9-
116
rlB
45
31
32
33
3B
Coahuiia (Saltillo)
Coahu la (Santillo)
trámite
Escárcega
Campeche
20.
C
Campeche
Kuculkán
lvligr no
hampotón
Flor de Ca ifornia
Baja
Los Cabos
Venta
La Paz
L¿
General lVelitón Albáñez
E1 Sargento y su anexo
Aguacalrente
,E,1
l1
Planes
33
Plut¿rco Eli¿s Calles
216
asamblea
216
Autorización de la
Total de
ejidata rios
5an Vrcente de los
Sánchez Taboada
Nac on¿lista de
Ejido
California Sur
California Sur
Baja
La Paz
California 5ur
Baja
1B
21
22
23
24
25
26
21
28
29
30
La Paz
Eaja Californra 5ur
Los Cabos
La Paz
Bala California 5ur
Ensenad¿
17
ifornia
Municipio
16
1
Estado
Núm.
00-28-91 1 8
9-57-t 6 I 3
No han reportado
212-81 59.07
224.59.25 23
87 52.38 I6
han exped do
han exped do
han exped do
han exped do
430.42-22 A0
No han reportado
169.17.41 A0
419.25-16 00
No
No
No
No
34-05,65 76
611.13 9629
i73.22-35 21
1
448.34 45 08
638-33-53.24
40.16.41 78
Superficie
afectada en
a
¿5
2.
rú
a¡)
t9
O)
t§
36
31
3
38
39
40
41
42
43
35
34
33
31
32
trámite
trárnite
Palacio
Gómez
Mapimi
Gómez Palarlo
Cof rma
Comarca Lagunera
Col ma
Comarca Lagunera
Comarca Lagunera
P¿lar o
Refuqro
1
i Drezmo
Adame
[a Esperanza
Arturo l"/artÍnez
El
Comarca Lagunera
20. trámrte
El Rayo
California
Lerdo
Gómez Palac o
Comarca Lagunera
3er. trámite
trár¡ite
La Unión
Torreón
20.
21 de Marzo
Gomez Palacl0
Imilrano Zapata
Nuevo Iastillo
San Fs¡¡Ps
Ihrhuahuita
Jerusalem
Comarca Lagunera
.
Gómez Palacro
ámez
Gomez Palacio
Gómez Palacio
Gómez Palacio
Comarca Lagunera
3er. fámite
20. trámrte
I oahuil¿
Comarca Lagunera
2o.
Coahuil¿
Comarca Lagunera
3er. trámite
20.
Coahuil¿
Comarca Lagunera
4o. trámite
3er. trámrte
aO 1.1-:¡^
¿ . lldlllrte
Coahuila
Comarca Lagunera
Coahuila
Comarca Lagunera
t3
101
27
43
101
2l
43
81
2)
B]
2)
r01
29
,,
i
lv
l
204
35
28
i
101
:
¡
204
l5
2B
81
11
1
A9
(oiltrfúa
i0-47.05 00
95-41-9i 67
9-30-32 9E
144.74.3)
41-5i.96 i3
a2-17-1,6 A1
4-38,76 31
11-28-01.05
No han report¿rJo
30,s2-37 79
94-10-33 10
5-29-16.32
2-50,1 4 60
D5-51-92
5,42-47.41
99-34-29 95
5-22.91 36
14.93.99 64
1B1-28-11 30
0-63-5_1 70
1-66-42 1 1
1 4-55-39 55
47-28.22 20
98.10-09
o)
-co
Nf
a
ó
G'.
-2.
6l
45
46
41
48
49
50
5'1
52
53
54
55
56
51
58
59
60
44
Núm
ma
lrám te
2'
2o Trámlte
Guanajuato
3er. trámite
20. trémrte
auan¿lu¿to
Sulu*un,u
am¿nc¿
Durango
Sa
Durango
Durango
Durango
Durango
4
Barr
o de San Pedro
It/onte de las Esp nas
Qurnce de l\i1ayo
Cárden¿s
27 de Nov embre
33
33
29
29
16
19
11
58
128
22
1
l
2
Papasquraro
lose lVaría lVorelos
5antiago
Durango
Durango
Durango
de l¿ Estancia
Durango
Durango
Durango
49
E Saltrtc y Anexos
Dotore: n dafgo
5¿n lu¿n Bautrsta
88
36
16
t9
11
5B
123
63
49
tÁ
41
4l
44
103
j
Lázaro Cárdenas
Durango
24
30
4
3
4
4'
Total
l¿
Arroyo Seco
Durango
Durango
Durango
Durango
Dur¿¡ge
55
Senecu
44
Nombre de Dros
,)2
4
l0-i
135
49
Parcial
asamblea
Autorización de
30
Juárez
Chlhuahua
Total de
ejid ata rios
E C¿rmen
Avalos
:
VlacleÁu¿,e,
Abe;rdo L Rodríquez
5;hhu¿
Ejido
30
Nombre de Dios
Irménez
hihuahua
Chihuahua
C
Man¡an llo
VladeAlvarez
M¿nzanillo
Muniripio
Chrhu¿hua
2". trárnite
Chihuahua
rma
Co
fám,1e
[o
ier
2o iránr te
Col m¡
20. trámite
Estado
Superficie
t-34
8i
?8
55-93.83.B
1
u^0
04 34-9a.00
66-'10-50
2-r-13.22 00
5-02-61 00
5,22-l5 00
5-00-1 1 00
5-02,73 00
131,26.43 00
No han expedrdo
No han expedido
No han expedrdo
24-46.60 00
1:12-17-79 00
1
113-21.53 11
r 3l-94.08 00
4
-i36,02-64 70
No han erpedido tituios
962 91-18 41
,1
00,92-26 00
120,05-r 1 09
1
jI-33-55 53
11-il.0615
293 19 51 7A
nornrat v dad
hectáreas
Pend ente en
afectada en
r
a)
C
?.
=
E.
F
N)
León
l\loroleón
Guanaluato
Guerrero
6B
69
73
12
71
El Salto
Silao
uanaluato
Guanajuato
66
61
Resplandor
Zanja
Capulín
lü guel V ndho
1C6
125
22
;
J
:
,l
6
3
26
)¡
258
5B
3,86,57 00
10-61-r2 00
1
5E
1
63-87 72.00
9-i0-68.57
9-28"29 01
223.21-12 51
440,55-87 76
23,81,92
1 62-89,50 00
No han expedrdo
41-21-37 A0
0-1 1-96 66
1 1-98-45 86
1 0"75-70 00
1-44-21 17
13-15-81 43
1
22-18-44.04
trámite
Jalisco
60.
4o. trámite
Contrnú¿
5-39-29 93
2337-1 0-09 00
5-89-E8.57
,6
414
1;
211
,,
,:
13
5B
45
24
3B
5o. trámrte
San Carlos
Pachuqurlla
San
Villa Aquiles Serdán
3'oo
nzoyatla de
La
El
de Durán
1 5-26-2 1 00
378-18 70 00
B-11-44 34
23-15-45 25
11-72-03 61
Tomatl¿n
Reforma
lr/ineral de ia
Tula de Allende
Pachuca
Reforma
Mrneral de la
El
Cervera
y
San Franc sco
2
53
3er. trárnite
20. trám te
Hidalgo
20. fámrte
Hidalgo
20. trámrte
Hidalgo
2o. Trámrte
5o. trámite
Hidalgo
40. trámite
3er. trámite
2o. trámite
Acapulco
La )oya
GuanaJuato
Guanajuato
65
G
León
Nleto
GuanaJuato
56
lVoral del Puerto de
64
7\
San José Ulapa
Allende
u¿naluato
G
63
Sal¿manc¿
Guanajuato
62
-
2,
t9
O)
(rl
lr'
(,
C,
(-)
=
91
90
16
17
18
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80
81
82
83
84
85
86
87
BB
89
Núm,
trámite
trám te
trámite
2o.
trámite
Nuevo león
2o.
fámite
3er trámite
Nuevo León
20.
Nayarit
lVorelos
2o. trámrte
Morelos
Mrchoacán
Michoacán
México
México
México
l¿lrsco
l¿lrsco
l:li<rn
jalrsco
2o.
ialisco
20.
Jalrsco
2o trámite
Estado
de
Garza
*n,,r'r.r,
los
San Nicolás
Tlaquepaque
Vallarta
luan de Ocotán
Chiro
San Eernabé Topo
los Garza
San Nicolás de
5¿n Seb¿stran,to
Coaprnole
San
Ejido
Zapopan Los Belenes
Iolimán
fo imán
Chapala Haoenda l¿ L¿bor
(u¿rl llán lz.¿ll Sd" Lorenzo q oten(o
Cu¿utrt án lzcallr Sar li"4artrr Obrspo
Texcoco lvlontec llos
fVorelia
5 mpanio
Sahuayo requesqurtengo
La Puntit¿
.lolutla
Xo(hilepec Alpuyeca
Politrca Agraria
5¿n Bl¿s
Puerto
Zrpor.n
Municipio
-
1la
i¿t
2n.
,:_
94
1\2
12
161
-
1
21
30
178
28
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32
2n
94
tl
161
110
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1 14-98-50 00
1
1
5-38-35.00
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340-61,59 00
3-36,87.0 1
2
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3A-11-42 20
264-07-86 00
3-4 1 -83 00
242-57-48 89
19-71-19 28
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2-91.35 4 I
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2482-A6.21 A0
89-11-65 04
205-61-12 00
Los Angeles
San Luis Potosi
San Lu s Potosi
San Luis Potosí
S¿n Luis PotosÍ
Sinaloa
C
uliacán
Salvador Alvarado
Sinaloa
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Sinaloa
Salife
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Sinaloa
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San Luis Potosí
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San Luis Potosí
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232-89 20 00
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290-35-33 00
1 72-88.67 CC
217-31-84 A0
s9B-10-61 00
265-78-09 48
rB4 12 25 91
No han r".portado
No han exped do
209.87.93
25-05,15 00
No han reportado
1 1-92.54 19
6-42,95 33
0-85-90 65
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Querétaro
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1 090-62-67 62
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1 453-76-52 00
328-46-D 00
04-44.56 00
6-88-85 00
843-1 3-00 00
1 5-26-94 00
102-43-91 65
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B-28 00
10,35-88 00
5.56-19 43
7B-06-99 03
58,40,4 1 .8 1
1 5-6 1-65 50
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258-40-30 00
40,66-85 00
181.45,76 00
34-52-3 1 00
No se expidieron tÍtulo:
l4-uy.-Jy uu
26-15 82.53
No han expedrdo titulos
330-53,67 r 7
1 I 9.79-94 00
346.09 49 00
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Apéndice 6
La Ley Agraria y el México rural
vifo
por campesinos y analrstas
Durante la investigación entrel'isté a campesinos y otras personas sobre temas relacionados con la nueva legislación agraria !,
con el campo nrexicano. A continuación presento algunas de las
preguntas (en itálÍcas) que les hice y ia sÍntesis de algunas de
las resprrestas recibidas, que sigllen siendo rrigentes.
Este apéndice está dividido en tres partes: a) entreüstas
individuales; b) pláticas con tres empleados del na¡i, y c) entrevistas acerca de la inscripción de sociedades en el R¿¡.
ENTREVISTAS INDIVIDUALES
Al preguntar a los campesinos qué piensan acerca de los cambios al artículo 27 constitucional, muchos respondieron que no
sabian que habÍa habido cambios en la Constitución, otros co-
mentaron que 1o habÍa hecho el gobierno para ya no repartir
tierras, otros más que era para que lss «grin§os y los ricos, se
pudieran quedar con sus tierras pero que eso no se iba a poder.
La mayorÍa de los campesinos entrevistados habÍan escuchado
sobre los programas Procede y Procampo aun cuando no se
hubieran rnedido 1as tierras de sus ejidos o comunidades o recibido sus certillcados de derechos parcelarios o tÍtulos de solares urbanos.
¿Qué me puede dectr de hocede?
Un campesirrc de Barrauca de Santa Clara, municÍpio de
Tncatlco de Torres. Jalisco. 1997. Procede llegó primero a ejidos
[27t|
272
Arslorces
vecinos y que duraron meses para cornpletar y dar los certiiicados. Pero valió la pena porque se acabaron los pleitos. Había gen-
te que querÍa posesionarse después de dos años cuando le
trabajaban a uno la tierra. Ahora con el certificado es más en
serio y antes nomás se retiraba uno v ya querÍan quitarle su derecho. Hay menos pieitos )¡ turtes habÍa muchas discusiones famiiiares. Ahora ya no porque el otro no está Ie van a quitar su tierra.
Ia parcela
puede ser sujeto de credito y se puede embargar. Aho-
ra ya se puede demardar y exi§ir la posesión de la propiedad.
nQuiero pagarte, pero la cosecha üno mal,, decían, pero ahora
1,a
se puede hipotecar y enrbargar. O me pagas o me dejas la tierra al
segundo a¡o de posesión. Toda'u,ía no está bien radicado eso.
FÍjese, hace años un cuñado le compró tierras a una seriora viuda cuando no se podía y ella siempre querÍa más y más
dinero. Ahora es venta total, ya no hay retrocedimiento en el
trato. Ahora firma toda la familia, firma de conformidad (renuncia del derecho de tanto). Se firnta un documento con testigos y
en la asamblea se le da el acta que favorece al comprador. Exigen, por medio de un notario, que vaya la firma aparejada de
que se sabe que se hizo la venta para que después no haya
problema. AsÍ se hace ahora para hacer el traslado y se va al
Re¡¡. Ya agarró más valor la tierra.
También estaba la mortificación de mandar a trabajar las
tierras para conservarlas. Uno a veces se endeudaba porque los
agiotistas prestaban dinero al siete, ocho y diez por ciento de
rédito. VenÍa el viento o mucha lluvia, el chahuistle, la granizada, la sequia, una cosecha de baja calidad porque faltó quÍmico
o faltó trabaio o faltó el transporte y para qué le cuento.
¿Recibió usted alguna uez crédito de BannLral?
ElmismocampesÍno. Laverdad sÍ. pero Banrural casi siempre entregaba el dinero fuera de tiempo. El banco prestaba el
dinero en tres tantos. Entregaba el dinero pero primero se asegrrraba de que se iba a pagar o se hacÍa laLranza con ellos para
declarar pérdida. Los lángaros reportaban pérdidas, indemnizaban o condonaban Ia deuda y hacÍan pachangas con birria, car-
ApÉrvorce,s
273
nes, trago, ca¡tones de cerveza. Desde igBT o igBB el banco
dejó de ayudar y asÍ se fue muriendo el crédito y ahora sólo los
allegados a las autoridades tienen la polÍtica de su parte.
¿Por qué uende la gente su tiena?
El mísmo campesíno. La vende por pobreza, por enfermedades, aprietos. Por lalta de dinero. porque son mujeres viudas,
porque están mayores o no pueden trabajar directamente la tiese jubilaron, para la fiesta, el entierro, para emigrar
rra, porque
o porqlle ya emigraron v los hijos son criados allá, para una
mayordomÍa, para no arriesgar. para no mortificarse. para pagar una deuda, porque ya agarró rnás valor la tierra v se puede
lotificar. etcétera.
¿Cómo se ha dado La uenta de tierras?
Un productor de Jalisco. 1996.Yo creo qlie ahorita todarÍa
no se puede decir que ha habido un cambio de propiedad de
manos de ejidatarios hacia gentes externas. Sí lo ha habido,
pero no de manera masiva que usted diga ¡caray! ahora sÍ se
nota a los campesinos deshaciéndose de sus parcelas, vendién-
dolas, etc. Sí se está dando, como se daba ya de antiguo, salvo
que ahora se da ya la venta de terrenos legalmente. He obsen'ado y he visto que no ha sido un cambio asÍ fundamental. Actualmente hay una quiebra total de las actiüdades agropecuarias.
Yo so¡r propietario de cierta zona considerable de terreno y
ya no la siembro toda. Sienlbro solamente para las engordas de
mi ganado pero para el mercado ni un solo grano porque ya no
es nesocio producir. De toda la gente que yo conozco en las
zonas de Vallarta, Mascota, Tomatián, toda esa zona, gente que
era rica y conozco desde hace más de veinte años, están totalmente quebrados con ganas de que alguien les compre su terreno. Pero nadie va a invertir en ulla actiüdad tan poco redituable
como es la agricultura en estos momentos en México.
Y no hay que olvidar una cosa: México no puede tener una
gran vocación agricola, aper)as si de 197 miliones de hectáreas
que constituyen el territorio nacional utros 30 inillones sort stlSceptibles de cultivo, y de esas apenas de l0 a 12 miliones se
274
fuÉru»rcas
pueden irrigar. Tenemos una agricultura de un B0 por ciento de
temporal en terrenos de fertilidad media o baja, con una producción a veces de una y media a dos toneladas promedio cle
maÍz por hectárea. Entonces, como usted comprenderá, no hay
una gran fe de comprar terrenos ni hay incluso capitales para
adquirirlos.
Yo le podría decir que la situación permanece estática de
alguna manera. Hay una enorme crisis a la que elgobierno no
le halla salida, con todo v que el presidente ha dicho que se van
dar muchos millones de pesos para modernizar el campo. Pero,
¿a quiénes y en qué condiciones se le van a dar? Eso es lo que
nunca nos dicen y Io que siempre termina por ser un fracaso,
porque de alguna manera en México también hay otra falla: no
hay organizaciones auténticamente representativas de los campesinos ni de los propietarios que son manipulados por cúpu,
a
las: ganaderos, propietarios rurales, cNc, partidos polÍticos,
confederaciones independientes, en fin, que persiguen más bien
fines de tipo polÍtico, pero a pocos en realidad les interesa defender los intereses de quienes ellos dicen representar,
Otra, los que reciben esos beneficios son, una de dos, los
que casi no necesitan de eso porque son los mejor situados en el
sector agropecuario, o a veces los muy, muy miserables, a los
que se les da más que todo con üsta hacia un aspecto propagandístico polÍtico cuya inversión no tiene ningún sentido porque no los va a sacar de la miseria ancestral en la que están.
¿Cuál es su opinión de hocampo?
RaJael, un campesíno de Rejorma, Oaxacq 1 996. Procampo
es una aluda para consolar y lo dan en los tiempoq de cosecha.
Es un engaño porque no alcanza. En 1985 y 1986 los precios
del frijol estaban buenos pero ahora no se puede hacer nada
para hacer un buen precio, Para que den el Procampo le exigen
a uno su certificado, üene uno que tener siembra primero de
maízy a veces de
que sea.
La mayorÍa de los campesinos entrevistados están contentos de recibir aluda de Procampo y comentaron que aun cuando
1o
Ar,ÉNorcss
275
el dinero se acaba rápido, por lo menos el gobierno ahora sÍ se lo
proporciona a muchos campesinos que antes no rer:ibÍan ningún
dinero. Algunos campesinos entreüstados dijeron que no sabÍan
qué era Procampo y que no recibÍan ning[rn dinero. Un productor
de Reforma, Oaxaca, opinó que uProcampo es un programa
electorero, Es el voto verde. Es dinero que no se de."uelve,.
Cipriano, otro campesíno de ReJorma, Oaxaca. 1996, Mira,
un cabrón de Procampo fue a Refonn¿; n¿De dónde pa' dónde es
tu terreno?, Digo: nDe acá pa' acá,. Al rato voy con el compadre
y le digo: *Lo llevé por ese cami¡-ro,, y cuando va a verlo el del
Procampo le pregunta: «¿Hasta dónde es tu terreno?, Contesta
.Hasta allá,, y aquél queda desorientado. O llega el técnico a
supenrisar y uno, como es listo, dice: oMira, mañana vamos a
ver la parcela. I-o lleva a otra parcela del conrpadre que sÍ sembró y clice: *AquÍ es mío, cabrón,), y el otro compadre lo lleva a la
misma parcela del otro, pero del oiro lado. En Reforma así pasó.
Póngale que sean 500 pesos por hectárea, pero ya te los están
regalando. Pero en Procampo hubo muchos fraudes. Se llevaron
el billete y se fueron.
JoeL campesno de ReJorma. Oaxacq I996. En Reforma todos los borrachitos eran productores en el padrón de productores.
Nunca habÍan sembrado; puro chupando andaban, pero se inscribieron. ks decÍa el comisariado: *Te voy a anota¡ con diez hectáreas ahí. Nada más que te voy a dar cinco y me van a tocar a mÍ
cinco,. Pero úlümamente ya hay un control más estricto.
Mira, Procampo es un prograrna electorero y la gente está
necesitada. Mira, asÍ yo esté separado de la asamblea, así yo me
pelee con el comisariado, pero si está llegando un recurso que a
mí me va a ayudar, aunque me lo comisionen que yo voy a votar
por tal persona, yo tengo que ir, porque el campesino necesita
ese recurso. No tanto para sembrar, porque para sembrar no
necesita.
I¡ necesita uno para esta¡ comiendo, para irse a echar una
ceryeza a la cantina, porque va a visitar al compadre, porque el
hijo necesita unos tenis, unos cuadernos, para otras necesidades.
276
fuÉruorcns
El recurso no se aplica al campo. Cuando el gobierno invierta
para que el campo produzca, el campo va a produciq pero cuando
elgobierno siga inürtiendo en ese tipo de programas, que además
son programas electoreros, la gente va a seguir igual. Yo creo que
la conciencia del cambio ya a estar en el estómago, y está en el
estómago. El pueblo no sé hasta dónde esté pensando. Hay más
diálogo y discusión, hay más polémica. Ahora se sabe más.
IJn campesino de Sonora que estaba en Los Ángetes, CahJornia,1999, Cuando la gente recibe Procampo empieza a pagar
deudas, se compra botas, ropa, se emborracha. La verdad es
muy poco pa' lo que alcanza. Hay gente que amortigua la inestabilidad porque tiene gente que trabaja en el norte y le manda
dinero, pero no por lo que da el Procampo.
En Los Ángeles, California, en 1999, Eugenio, un campesino de Jalisco, me comentó que tiene cuatro hectáreas de tierra que renta en 5 000 pesos a dos campesinos con los que hizo
un ncontrato verbal hablado,. Ya tiene su certificado parcelario
v comenta que aunque apenas se vino a Estados Unidos é1, igual
que la gente del campo, por tradición no quiere vender sus tierras porque nle agarra uno arnor»:
Los hijos que heredan la tierra la siguen cultivando. El
campo es duro, sacrifica la gente su cuerpo, se acaba uno su
humanidad. Hay que trabajar catorce o quince horas desde que
el sol sale hasta que se mete. Hay que tenerle mucho amor a la
planta. La planta es muy celosa, es como la mujer bonita y fértil. Hay que estar sobre elia a diario, sin falla.
Si uno no la atiende, no produce lo que uno desea. Le ocupa el beneficio en un tiempo. Si se cae la planta, no se desarrolla
el producto. A veces falla la siembra y por eso corremos pa' acá.
Se mata mucho la gente y gana poco. Cosecha uno srano, maÍ2,
sorgo, frijol, cacahuate, calabazay no vale. Allá en el rancho es
uno más libre, no es arriesgado salir y no hay peligro.
Cuando llegué aquÍ a Los Ángeles me sentía raro por el
cambio de ambiente y por lo de arreglar los pensamientos. Pasé
la frontera con lluüa pa' que no me agarrara la migra, pero está
A¡É¡vorcEs
277
carajo porque roban y hay que tener el temperamento firme.
cambiar de ropa y ajustarse a la voluntad del tiempo. La meta
que traigo es juntar dinero y regresarme pa' casarme con una
muchacha de allá v seguir trabajando mi tierra porque el marido mantiene a la mujer... Uno le habla a una muchacha con
ilusión más pacílica y le entra la ilusión de venir a hacer dinero,
comprar caniioneta, comprar lote, un terreno, hacer una casa,
ir al baile a oÍr un buen conjunto, una buena banda y pa' tener
con quien casarse. Con dinero se anima cualquiera . . .
ItúíErc\, otro campesino de Jalbco, 1999. Allá en mi pueblo,
Los Altos, hay casas de ocho hijos y todos üven aquÍ. Los mayores, los muy nue\¡os v los escolantes. Es de dieciocho a veinticinco, todo el que agarra pa'acá. Los que no pueden trabajar aquí es
gente de sesenta anos que se siente acabada y se quedan allá. Es
muy legÍtimo venir del campo y trabajar aquí en el campo, más
original pa' uno. En el setenta y tres nos pagaban a dos dóla¡es la
hora pa' cosechar manzala o pera. Si uno sale bueno pa- podar
amaneciendo hasta pardeando, se gana más.., En el campo agarra urlo el contrato y ahí sÍ es cosa de su aguante.
El campo ha sido el favorito pa' el campesino que viene
acá, La necesidad hace al hombre rudo. Para tener señorita hay
que tener relaciones, hay que cambia¡se diario, hay que pagar
renta de cualquier rinconcito. Uno quiere que se vengan los hijos hombres sabiendo lo que es trabajar y lo que es bueno y lo
que es malo. La drogadicción en el campo no existe. Todos saben las cosas que otros hacen. Al que se le sabe algo se les
prohÍbe que se junten con é1. AquÍ en Estados Unidos los hijos
se echan a perder; quieren nomás andar con los carros, no se
les puede pegar ni ponerlos a trabajar.
Por eso es bueno que cuando llegan a los dieciocho aquí
vienen con el temor del castigo y con un buen entendimiento de
lo que es bueno ¡r de 1o que es malo y en dos o tres años maduran más. Vienen a aprender inglés, a trabajar y ya no tan fácil
se salen del aro. Los de mi pueblo casi siempre se casan con
hljos de vecinos o conocidos. Se vuelven a unir, se cuidan entre
278
ApÉruorces
ellos. Traen la costumbre del matrimonio duradero. No se casan
con gentes de otras costumbres que a los seis meses, ocho meses. cinco años y a separarse... por eso me llevé chiquitos a mis
cuatro hijos que nacieron aqr.rí pa' México, pa' educarse ahÍ y
por puro compromiso trabajábamos la tierra. El chahuistle nos
ilegó a danar mucho y siempre está uno teniendo que lidiar con
é1. Sale elmaíz mal nacido, mal sazonado...
Un campesino de Tuxtepec, Oaxaca, en 1996 me dijo: en
rni pueblo (una agencia municipal de Acatlán, Tuxtepec) hay
aproximadamente un B0 por ciento de perredistas. Tenemos el
comisariado ejidal del nnn y al agente municipal del pru. Quiero
arreglar mis documentos desde el 6 de enero de 1964. Yo no he
tenido ningún ofrecimiento por parte del partido y los vengo
necesitando porque J¡o esto),trabajando una solicitud de tierras
desde el 6 de febrero de 1963. Ahora el nuevo centro de población me la puso difÍcil. "¿Que hacernos?,, les dije yo y les enseñé
Ia documentación mía. Entonces va me dijeron en 1994 ellos:
nDe acuerdo a estos papeles y lo que nos estabas diciendo, vamos a tratar de meter buenos arsumentos y vamos a ir a hablar,, no me dijo con quiénes.
nAhorita no vamos a asesorar», porque en casi todas las
divisiones (oficinas) de la Coordinación Agraria luego te preguntan de qué partido eres y la credencial de si te tomaste la foto.
Para que te apoyen ahí dicen: *Hay este y este prol,ecto y
así, asi, así y éntrale porque te conr,iene,. Sólo te quedas con los
brazos cruzados. O sea que canalizan a qué partido pertenece el
grr-rpo agrario o la rnayoría. El pnt nos asesora por parte de la
cuc y el pRD por la uco (Unión Campesina Independiente). El
partido del pnt ha sido puro abuso, pistoierismo, y nosotros no
queremos eso, nosotros 1o que queremos es unidad y progreso
del puebio. Porque lo que se quiere de un pueblo es estar pacíficamente, viür bien. andar bien con la familia, trabajar en el
campo bien y por dondequiera andar libre. Cuando el presidente municipal es de un partido y el comisariado de otro, ya no se
jala igual y empieza a haber problemas.
Ar,É¡lorcps
2Zg
Le voy a platicar una nueva, Nlosotros apoyamos a Jorge
Sánchez por parte de los perredistas y luego se r¡inieron los del
eru y le lavaron la cabeza y empezó a usar la r.iolencia, darle
fuerza a la üolencia. ¿0ué hicimos? Nos organizamos ot¡a rmelta y como se nos voltió é1, nos traicionó, lo sacamos.rr pusimos a
Ernesto Gamboa como de nosotros. Vino elpresidente de Acatlán
y como es su municipio, nos dijo: *¿Por qué no hacemos otro
atento y que se vaya a las elecciones de vuelta?», y volüeron a
poner a otro del pRI. Nosotros pusimos de vuelta a un perredista
y voluirnos a ganar porque en el pueblo somos 70 u B0 por ciento delpRo, pero el pRl le tira a que no queclen.
Sobre un diputado del distrito de Tuxtepec 1, la política de
México, el mismo campesino comentó: lo que hemos visto y sabemos es que Miguel Herrera la hace pa' acá y pa' allá. Era del
Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y dicen que ya se voltearon al paN. Usted bien sabe que ellos (los
diputadosJ ia mayona siempre andan buscando su beneficio.
Dondequiera el que busca el poder no lo busca pa' otros. y la
genle los apoya porque eso es lo que la gente nunca entiende.
¿Cóino estamos ahorita? ¿Cómo resultó ahorita mismo el pRr en
México? Yb no le r¡oy a contar. Usted misma está,,'iendo en los
programas qué está pasando en la tele, AhÍ tenemos alhermano
de Carlos Salinas, Raúl Salinas con Ruiz Massieu. ¿A poco no
todos son priistas? AhÍ está lo que desató ahorita entre ellos.
¿Qué pasó ahorita que se están privatizando varios patrimonios
de la nación? ¿Qué tenemos ahorita con la devaluación del peso
de nosotros?
¿Qué los lleuó a optar por otro partido?
Ahorita ha habido una política muy dura, según los comentarios en los noticieros. Cuando se avietrtan en la polÍüca
para elegirse para presidente ya el gobierno no nomás le da a
uno, Ies da a todos. Anteriormente para publicitarlos, nada menos en el Canal 2, y al nno nunca le daban bastante impulso; al
pRI sÍ le daban bastante impulso. Lo que llevó a la gente de mi
pueblo a tomar otro partido fueron nomás las necesidades. Como
280
fuÉruorcns
dicen muchos: «Ya nos ha fregado este, ahora que coma otro,.
Esa es la palabra de la gente marginada, que no se sabe expresar. Dicen: nEste ya comió mucho de nosotros, ahora que coma
otro,. ¿A cómo se puso aquella vez ahÍ en el pueblo el kilo de
frijol? A nueve pesos; y el kilo de pollo estaba a siete cincuenta,
y yo en mi casa hubo una semana que tuve que comer pollo casi
todos los días. FÍjese que ahorita el picante vale caro. Cinco
pesos y seis pesos el kilo de picante, ¿Cuándo hemos comido
picante de a seis pesos?
¿Por qué? Porque ya no se siembra, nomás pura caña. De
esos productores de caña nunca hemos tenido una ayuda. Que
ya üene el fin de año y que te den tu aguinaldo pa' tu familia,
no. En \¡eces \¡amos a pedir Lln pase pa' el seguro (tl,lss) y no dan
nada. Ya no se diga un pase estacionario cuando no hay trabajo. Ahorita el seguro no atiende ni las ur§encias de cualquiera.
Todo es pura explotación de los productores.
¿Cómo podría deJinír at líder que conocemos clue trabo¡a
con los campesinos (he uisto alíderes que llegaru con su equípo de
son¿do, documentos engargolados conpetbbnes, etc.)? ¿Qué estereotipo debe llenar un tíder que trabqia dírectamente con los
campesinos para tener la aceptación, conuencer o corronlper, ne'
gociar..,?
Manuel Delgado Domíngtlez, representante de hocampo en
Oaxaca, 1996.Lacuestión es cómo el productor puede aceptar
al lider. Ante todo debe asumir una actitud crítica y cuestionable al sistema polÍtico, a los funcionarios, y debe de llevar una
buena propuesta, un buen ofrecimiento de promesa que les va a
hacer llegar. AquÍ en Valles otra organización convocó más gente ofreciéndoles vacas a bajo precio. Parte de esas gentes son
grupos organizados.
Grupos vinieron posteriormente y me consultaron pidiéndome la opinión de que si se iban con nmelón, o con «sandÍa».
Melón les olrecÍa cincuenta pero sandÍa les daba el cien. Y las
dos eran organizaciones polÍticas. DecÍan: oA nosotros nos conrrienen los que dan el cien,. Entonces yo les dije que si me per-
A¡pruorces
28l
mitÍan hablar con Ia verdad, como amigos, y les comentaba que
a mÍ me daba mucha tristeza el hecho de que se vendiera una
conciencia si existía, porque las dos son organizaciones polÍticas. Les decÍa, me da tristeza porque ahora en otro estado de la
república hay gente que ahorita está dando su üda por lo que
cree, arriesgando su vida por lo que cree. Y ustedes no arriesgan nada, ustedes ai contrario, están pensando en irse con el
que les dé más y les sugiero que se pongan a pensar seriamente
en lo que les conr¡iene como seres humanos, como ciudadanos
para votar, sepan por quién van a votar y para qué r,an a votar y
los apovos, pues olúdense, pueden conseguirlos ustedes mismos. No necesitan de organizaciones. La decisión es de ustedes.
Lo que sí da tristeza es este interés desca¡ado.
Para ser un líder, alguien pudiese ¿g¡i¡; .¿Tú premeditadamente usas sombrero, no? Y usas botas y te vistes así porque
sabes que te van a aceptar los campesinos con este atuendo,. Tal
vez desde afuera tenga razón, tal vez no pero vo vengo de mi
tierra vestido asÍ desde que tenÍa siete u ocho años. Entonces en
mÍ cabe esa observación. Sin embargo, constatado en la práctica
se tiene más aceptación en los pueblos cuando uno viste como
elios, cuando uno habla como ellos, cuando uno siente como ellos
en las canciones, en el dolor que tienen ahÍ, hay una interpretación más fuerte y un cariño, y ese lÍder tiene mayor aceptación.
Ei otro lÍder es naceptado» entre comillas. Estas gentes que
te comentaba, estamos hablando de un lÍder como tal. estamos
habiando de una persona oportunista, manipuladora que se
aprovecha de circunstancias coyunturales para llamar la aten-
ción y conseguir cierto respaldo temporal que más temprano
que tarde es sacado de ahÍ porque si maneja situaciones imposibles, pues más temprano va a salir. Como el caso de estas
vacas; que las vacas no eran cuatrocientas. Resultaron cien. No
eran de cien sino eran de dos millones. Entonces los amisos
dijeron: oYa nos vamos, no queremos saber nada,.
Vuelvo al origen. Los líderes duran poco. Quien tiene mayor arrai§o es quien comentaba. Quien tiene esa identificación,
282
fueuorcos
el campesino de alguna manera lo va sintiendo, con el tiempo y
con el trato y va poniendo sus barreras. Lo que sucede es que ya
eliminó a uno pero al rato Iiega otro y vuelve a tener la disposición de querer creer y a los seis siete meses dice: oNo tenemos
líderes permanentes por mucho tiempor.
Estamos hablando, por ejemplo en Valles, de mujeres. AhÍ
Lidia Mendoza sÍ tiene años y tiene buen control, pero es una
gran oradora, habla muy bien, habla de 1o que le duele a la
mujer del campo. Consigue muchos recursos, le dan muchos
recursos, y por eso sigue riira. No por ella, insisto, sino por lo
que consÍgue. O sea, no es alguien que r,.iva de sus palabras, de
su dirección, de su asesoría y orientación, sino vive porque le
dan vida económica a través de los apoyos.
¿Cómo podna tsted deJintr La sítuctción de la mujer en el
compo, qué tanta participacíón ttene ahora con este progecto de
Alíanza para eL Campo? ¿Cuat ua a ser su parttcrpación o de qwé
manera se ua aberrcftciar económícamente laJamilia a traués de
s u p articíp acíón tang ibLe ?
Manuel Delgado Domínguez. Como mujer organizada, cle
alguna manera ha conseguido sus vacas, sus pollos, sus cerdos, sus borregos, sus cabras desde antes. Antes lo tenia con
apoyo federal y estatal, ahora se llama Alianza. Antes se les hacia llegar a través de sus líderes. Los chivos, las gallinas y los
cerdos, no es nuevo de Alianza, es desde antes. Estamos hablando desde hace unos diez o quince años. Pero eso no es tan
directamente impactante en la producción como los animales,
como dos o tres vacas que dan leche. Si no tienes el insecticida,
si no tienes el otro químico, pues ahÍ se va arrumbar. Y si tienes
ei insecticida y tienes el quÍmico pero n0 tienes el paquete tecnológico adecuado, ahí son otros componentes más.
En cambio la vaca es vaca y nada más le das de comer y
produce leche. AhÍ es una economía. O los marranitos dan sus
marranitos y ahí se van, los pollitos... EI equipo intermedio es
un insumo para producir más indirectamente que los animales.
Los animales producen directamente. La mujer va a seguir su
fuÉNnrcss
283
rol que ha tenido de apoyo a la economÍa familiar, de apoyo a su
compañero con las limitantes en las relaciones de pareia que se
dan por usos y costumbres. Sin embargo, sÍ representa un papel muy importante en la economía lamiliar la mujer que está
organizada, porque le permite asistir a cursos desde corte y confección hasta cursos de manejo de animales, etc., es decir, le
permite tener mayor amplitud y un mayor conocimiento.
¿Qué porcentaje de mr4leres en las comunídades partictpan
o están organizadas a niuel estcldo?
Delgado Domínguez. Con respecto al numero en Valles el
porcentaie es mÍnimo. Aquí estamos hablando máximo de veinte mil mujeres organizadas. Miahautlán, Sola de Vega, Valles,
veinte mil mujeres organizadas que de veras coadyuvan y participan en la cuestión productiva en forma directa.
En relación del poder hombre-mujer lo que sucede es que el
niisuro rol de necesidades en un sistema como este \¡a originando
y presionando a que el mismo hombre acepte. O sea, necesita una
entrada económica y la mujer puede conseguir marraritos y pollitos y anda en reuniones. Pues que se vaya a reuniones. Y asÍ lo
ven ellos siempre y cuando no le falte a él su comidita, su desayuno, su cena. sus hijos se van bien peinados y cuidados a la escuela. Bueno, pues entonces la ntujer cae en la famosajornada doble.
que con gusto la hace porque para ella pues también es una parte
de su reaiización como ser humano pertenecer a un grupo de
mujeres, de vez en cuando salirse, enterarse de qué pasa por ahÍ
coir ios aliniales. las enfermedades de los animales, cómo vacunarlos, cómo curarles y otro tipo de cursos, entonces la mujer con
agrado lo hace. Con las que he platicado dicen: nClaro, si yo a mi
ma¡iclo tengo que atenderlo como debe de ser para que me deje, si
no pues no me deja,. Por aliÍ van los comentarios.
Y es diferente su participación en la toma de decisiones de
los hombres, ¿no? Cuando los hombres de cuatro o cinco municipios tienen conflictos entre ellos, ahí no entran las mujeres.
AhÍ la mujer no juega ningún papel porque no quiere o no se 1o
permite su hombre, pero algunas si se atrer¡en y lo hacen. Son
284
fuɡrprcos
excepciones. Pero he tenido experiencias, y las hay buenas para
hablary son respetadas por los hombres. No está tan vedado el
que la mujer participe. Es más, hay mujeres más bravas y más
enteras y más directas que los hombres, y se respetan sus opiniones, No es una mayorÍa. pero iampoco está vedado el espacio. Si una mujer tiene el carácter, el valor y las palabras y es
propietaria de tierras, es ejidataria. está en una reunión como
un ejidatario más. Nomás que se atreva a hablar, es tan respetada como cuaiquier otro ejidatario.
¿Qué problemcrs enJrertta et campo mextcano?
Roberto Oliuares, delegado agrarío de Ia sna en Oaracct tl
miembro de la Comisión Agraría Mwta del Estado de Oaraca,
1996. Como nosotros, teniendo todo, porque tenemos tierras de
riego, trerras de temporal, tierras de bosque, tierras de ganaderÍa, tierra, tierras, tenemos de todo, tierras propias para la explotación de recursos no renovables; tenemos todo, pero no
tenemos, o muy poco tenemos; si acaso ya vamos para nada.
¿Por qué? Porque la mayor parte del maÍz lo estamos ya importando, pero estamos importando a precio cle oro.
¿Y cLrál fue uno de los problemas de la unss? Pues el problema de Ia producción. Conclusión: ¿cuál es ei problema futu-
ro, el más duro, el más drástico, el más dramático de la
humanidad? Alimentos.
Por consecuencia. si no se hace una buena administración de la tierra y buen uso de ella, pagaremos alto las consecuencias. Mala administración de la tierra, mala producción de
la tierra, mala producción, hambre, mucha hambre. Muy buena administración de la tierra en general da resultados; buena
producción, menos hambre, o nada de hambre. No se requiere
ser inventor sino tener esas perfecciones. Por eso a los campesinos, a algunos campesinos yo les digo, en cuantas oportunidades hay: «no r¡endan la moneda eterna». La moneda del ser
humano, yo le liamo, aunque se rÍan algunos -que no me interesa que se rían- pero cumpliré con lo que mi conciencia me
dicta: tener un pedazo de tierra.
fuÉworcss
285
Esa es Ia moneda eterna. ¿Por que? Porque inclusive los
propios gringos, Estados Unidos, el prernio Nobel de economía
habla de que si no está resuelto el problema de tenencia de la
tierra en Estados Unidos, pues no habrá producción. ¿Por qué?
Si ponemos un emporio de equis o zeta sin haber resuelto el
problema de tenencia de la tierra, se caerá la producción. Entonces, veamos cómo ellos sÍ están entendiendo el mañana, y
tan es asÍ que ya lo están entendiendo que ahora nosotros les
compramos elmaíz a ellos cuando históricamente hablando es
uno de los alimentos aportadores de este paÍs al mundo.
¿Cómo se esta dando eL uso de la tierra?
Juan Antonb Inpez Slrcrenrberg, dí¡ector de Asuntos Jtrídicos del aaN, Delegación Oaxaca, 1996. Las tieras de buena
calidad las destinan a la zona parcelada, las de menor calidad al
uso común y las del asentanliento humano pues, bueno, ya está
constituido el asentamiento humano desde hace mucho y es la
que destinan. En cuanto a las comunidades, sobre todo la gran
ma-vorÍa de Oa,xaca, tiene zona forestal. Sobre todo en la sierra y
parte de Miahuatlán. Entonces, esas las dejan al uso común
para la explotación forestal que hacen y hay beneficios para la
comunidad.
Se considera pequena propiedad forestal (artÍculo 119) la
superficie de cualquier clase de tierra forestal que no exceda
ochocientas hectáreas. En la práctica, hasta donde tengo entendido, ningún pequerlo propietario tiene tal cantidad de tierras forestales.
Las propiedades ganaderas ya se engloban en 1o que menciona el artÍculo 120, que establece que se considera pequeña
propiedad ganadera de acuerdo con el coeficiente de agostado
ponderado de la región de que se trate. AquÍ en vez de nranejar
superlicie, maneja cabezas de ganado mayor. Quinientas cabezas de ganado, pero habla de coeficieirte de agostadero de ganado mayor o su equivalente en ganado menor,
¿Quién puede establecer eso? La SARH que antes se llamaba, ahora es la Sagar. ¿Y esto cómo se determina?, mediante
286
Apoilorces
estudios técnicos y de campo que haga la Sagar. Si esas tierras
hubieran sido mejoradas con obras de riego, de drenaje, de nlvelación o con algo que les de una mayor calidad, se pueden
destinar al cultivo. Esto es en base al estudio técnico que haya
hecho Sagar, para ver si tuvo una mejora la tierra. Posteriormente puede ser que digan: uEsas tierras exceden y pueden
mantener quinientas cabezas de ganado, es más hasta se pueden cultivar posteriormente esas tierras,. Pero porque hubo un
mejoramiento en ellas, Entonces, la ley aquÍ en un momento
dado ampara al pequeño propietario o ganadero a efecto de que
con dinero o con su esfuerzo o su infraestructura mejore la calidad de las tierras y produzca y no se considere como latifundista. ¿Pero en base a qué? Al estudio técnico que hizo Sagar.
Bs exclusivamente en cuanto a pequeñas propiedades ganaderas y ya 1o de cultlvo lo establece la Ley Agraria.
En relación con los contlatos de enajenación podemos decir,
bueno, el contrato de enaienación lo maneja el artículo B0 de la
ley. Se habla de que todos pueden enajenar sus derechos
parcelarios, ¿Qué entendemos por derechos parcelarios? Ena-
jenar primero, Yo creo que aquí el legislador hablaba de compraventa exclusivamente, por como se maneja.
Enajenar es en un latu census. En un sentido amplio, significa desprenderse del dominio de la cosa. ¿Cuántos contratos? ¿Qué se entiende por contrato de enajenación? Puede ser
un contrato de compraventa, puede ser un contrato de arrendamiento, de donación, o puede ser un contrato de cesión de dere-
chos, ¿Por qué? Porque estás trasladando el dominio,
Enajenación es un término muy amplio.
Entonces, para ese tipo de enajenaciones se habla de que
los ejidatarios pueden enajenar sus derechos parcelarios, Es
decir, sus parcelas, pero una vez que están debidamente certificadas. ¿Por qué? Porque ya podemos hablar de una superficie,
ya podemos hablar de algo real. I¡s contratos, para que existan, para que puedan ser llamados contratos con su validez jurÍdica. necesitan saber determinar v hacer determinable la cosa
Ar¡t'¡uc¡s
287
objeto del c:ontrato. Si no es determinable, entonces no es posi-
ble. En este caso, como ya está certificado algo ya hay una
determinabilidad de la cosa, entonces procede.
Antes no se puede hacer porque los certificados de derechos agrarios hablan de una unidad de dotación en general;
pero n0 sabemos ni de qué superficie ni de qué cantidad se
trata. Estos contratos de enajenacióu se pueden celebrar entre
ejidatarios entre sí o con avecindados, o sea nadie puede llegar
al poblado y decir: nSabes qué, quiero comprar tu tierra,.
Todo mundo se fue con la finta, a partir de la nueva ley, de
que el ejido ya se prirratizaba, y se hicieron una serie de compras que están totalmente irregulares y que con el tiempo van a
ocasionar problemas tanto en ejidos como en comunidades. Les
van a ocasionar muchos probiemas porque el ejidatario puede
enajenar a otro ejidatario o avecindado. ¿Y otro ejidatario con
qué puede acreditar que es ejidatario? Con un certificado
parcelario o con una sentencia de un tribunal, nada más con
eso. Porque el que tenga certificado de derechos agrarios está
todaúa en un ejido no certificado,
La ley marca estos tres: certilicado de derechos agrarios,
como en el que el ejidatario acredita su calidad v los marca el
artÍculo l6; certificado parcelario, o sentencia del tribunal que
ie determine tal carácter. Pero si hablamos de derechos agrarios, es decir, que todavÍa no está certilicado ese ejido J/ no puede hacer contrato de enajenación, por eso me referÍ nada más al
certificado parcelario
y a la sentencia del tribunal. Y con un
avecindado. El artículo 13 define al avecindado como el mexicano mayor de edad que tiene un alo o más de residir en el poblado y que además es reconocido por la asamblea o por el tribunal
agrario. Si no tiene esas caracterÍsticas no puede comprar. Habla tanrbién el artÍculo B0 del derecho del tanto, es decir, cuando una persona tiene esposa o hijos tiene que notificarles que
desea vender: si en 30 días su esposa o sus hijos no ejercen ese
derecho. él tiene plena libertad de venderle a otros ejidatarios o
avecindaclos del mismo nticleo de población.
288
¿Por
¿¿n
fuÉnotc¡s
qtÉ clasiftcaron ustedes conhatos
de enqjenaciónbajo
solo rubro?
Lopez Slrcremberg. Porque es una de las acciones que más
se están úendo ahorita en el Registro A§rario Nacional. Etrtonces,
un ejidatario puede estar e¡rfermo o tener una deuda y vender de
siete u ocho parcelas que tiene, una. Es un contrato de enajenación y se engloba en ese mbro que marca el articulo 80. Ahorita lo
que más se han dado son cesiones y compra\entas, no ha habido
donaciones. Se han dado dos o tres permutas. La perrnuta es
tambien un t¡aslado de dominio de la cosa a caml¡io de otra.
Unos campesinos me contaron que o su ejulo y1a habíalle'
gaclo hocede a priuatízar, o al menos eso es lo que dicen que
creen. ¿Qué dice de esto?
LopezSheremberg.En un momento dado se prír'atiza, por
llamarlo asÍ, el asentamiento humano porque se expiden tÍtulos
de propiedad. Ya casi todo mundo tiene escrituras: no sé de
dónde pero las tiene para su predial y demás. Pero las tierras
parceladas y ias de uso conrún siguen siendo del ejido y respetándose como ejidales. Tienen un certificado, pero eso no indica
que sea propiedad privada absolutamente. Tienen derechos de
uso y usufructo, mas no de dominio.
¿Se puede comprar un terreno ejidal sin cuntplir conlos requisÍtos que lakg Aoraria establece?
Roberto Oliucrres. SÍ, el que lo hace lo hace sabiendo, en
primer lugar, que está comprando más barato y con más facilidades y que \/a a tener la poseslón de la tierra. A él no le importa. A muchos no les importa cumplir, por la misma necesidad
que hay de adquirir de gentes de escasos recursos. ¿Qué es lo
que está sucediendo? Que hay gentes que compran a ejidatarios
l0 mil metros, una hectárea. y esos l0 mil metros los compra
sin cumplir con la Ley Agraria, y este señor va a comprar cada
metro en 30 o 20 mil pesos y en cada lote lo va a darya a 40 o 50
mil pesos. Fracciona esos 10 mil metros en equis número de
lotes. Ahi ya está haciendo un negocio inmediato aun cuando
no está regularlzado, ya después se regularizará. Son las venta-
ArÉruorces
2Bg
jas que él advierte. Ya por 1o pronto hizo el negocio, Ese es un
tipo de negociante. El otro puecle ser el que compra un lote que
pertenece a Lrna parcela de un ejidatario y ese entiende a ese
comprador que no es ejidalario, que es particular; entiende que
está comprando sirt cumplir con la le-V, pero lo que le interesa es
tener otros tres, cuatro, cinco, diez pedacitos para que cuando
haya posibilidad lo venda a mejor preclo. ese es otro tipo de
comprador. ¿Se están vendiendo o no terrenos ejidales? SÍ se
están vendiendo,
La mayor parte cle los terrenos ejiclales vendidos está¡ en
situación irregular, De más de tres mil operaciones que se adlierte se han realizado en el estado de Oa-raca solanlente 25
casos están regularizados a través del dominio pleno de las superlicies ejidales, esa es Ia realidad. Es un hecho. y es de hecho
como lo podÍamos considerar en relación con el resto de la superficie ejidal que representa un múrirno, Este inÍnimo se da en
la periferia de las ciudades capitales, y todo 1o que está en la
capital de Oaxaca y en las capitaies de otros estados representa
una cantidad menor que la totalidad de los ejidos constituidos,
¿Qué quiere decir esto? Que en los terrenos ejidales donde no
tienen el problema de la cercanÍa de una gran ciudad los terrenos siguen dedicándose a la agricultura y están sin peligro y
muchos de los campesinos 1, ejidatarios están convencidos de
no vender. ¿Por qué es más fácil en algunos e.jidos cercanos a la
ciudad? Pues, obvio. que por su cercanÍa a la ciudad los terrenos tienen un mayor precio y son rnás codiciados.
¿\'qué tanJactible es que une-jidcttcrío o un comLlrlero citora adquiera una ertensan de tterra dentro de lo que marca la leg
conn límite?
Roberto Oliuares. El comunero no puede vender. No, son
casos excepcionales. La regla es que no. No se beneficia. La pregunta es buena porque ojalá que éstos que tuüeron 10 hectáreas, por el medio que sea lleguen a tener 50, 60, 80 o 100. Pues
qué bueno serÍa, pero no lo es. Esto es una ilusión irrealizable.
La excepción es que no conozco hasta este momento un ejidatario
290
fuoxorcss
que esté en esas condiciones. ¿Por qué? Porque el 99 por ciento
de éstos son gente de escasos recursos, sin la posibilidad de
comprar. Sobre todo, ya en esas condiciones va tener enfrente a
un competidor. Va a tener enfrente a uno de la iniciativa privada. No va a ser fácil. En ningún lado se da ese caso. No les
reporta beneficios a los ejidatarios, absolutamente.
¿Tienenlos campesinos uerdedero anaigo para con su tie'
na o muchas de las transjormocíones rectentes que han seguído
a los procesos mrgratonos han aJectado su relación con ella?
Roberto Oliuares. Mire, aquí hay un problema muy serio
en relación con la tierra. Los ejidatarios que lucharon por obtener un pedazo de tierra conforman ya un grupo desgraciadamente reducido. Esos son los celosos. los cuidadosos. los de la
gran dignidad, los del gran cuidado de conservar 1o que tanto
sacrificio les costó. Ahorita lo que estamos viendo es que el
expediente se fue, se vino y que ...Si a uno con un puesto le
están echando mentiras: ofíiese que ya mandaron el expediente
a tal lado, hoy ya lo mandaron ¿...» ] en esto llevamos ya tres
años de que anda el expediente de un lado a otro. Sin saber
qué sucede concretamente. Esto se transformaba o se traducía
para otros en años; no en meses, en muchos años que tuvieron
que luchar, de ir de la ceca a la Meca, del infierno a la gloria, de
la gloria al infierno para poder ilegar a tener un resultado satisfactorio. Esos son los que han cuidado y dicen: nNosotros no
vamos a vender muchas de nuestras tierras,. Pero hay otra
generación, aquella que recibió el gran beneficio y que está ajena a las raÍces históricas de ese pedazo de tierra. Le parece que
1o que no cuesta no vale. Eso se da con mucha frecuencia en
las zonas conurbadas de ciudades y capitales. ¿Por qué? Porque ahÍ nacen los hijos de los ejidatarios, crecen con otras ideas.
Ya no le tienen cariño a la tierra. Excepciones las hay, pero la
generalidad es esa.
Inclusive §eneracionalmente se pierden conocimientos;
obviamente, porque al no saber trabajar la tierra por lo difÍcil de
los vericuetos a que los han sujetado las burocracias es lógico
A¡Éworcrs
291
que diga: uNo, meterme a este vericueto está caramba,. Solamente el que le tiene mucho cariño, al que le ha costado como le
costó a tantos indios y campesinos. Aunque nie cueste, pero yo
tengo que seguir protegiendola, hacerla producir. ¿Por qué? Porque tuve 50, 30, 20,15,10 anos de esfuerzos cotidianos y sacrilicios excepcionales.
¿,Contemplabalaky Federcil de Re.forma Agraria (rrna) al-
gurw cuestíón relacíonada con
el"
abatimieruto del" rezago agrario?
Responde Roberto Olivares: no, de ninguna manera se contempla, y únicamente es el resultado de una serie de situaciones como son trámites burocráticos, falta de recursos, por
detener determinadas acciones, por razones de tipo polÍtico, por
los procesos políticos del paÍs, etcétera.
Mire, en la Ley Agraria que surge de la modificación al27
constitucional en su tercero transitorio señala que todos los
expedientes de dotación de tierras de nuevos centros de población... dice: la sn¡, el Cuerpo Consultivo Agrario, las Comisiones Agrarias Mixtas y las demás autoridades competentes
continuarán desahogando los asuntos que se encuentren actualmente en trámite en materia de ampliación, dotación de tierras, bosques y aguas, creación de nuevos centros de población
y restitución, reconocimiento y titulación de bienes comunales
de conformidad con las disposiciones legales que reglamenten
dichas cuestiones y que estén vigentes al momento de entrar en
vigor el presente decreto.
Los expedientes de los asuntos arriba mencionados sobre
los cuales no se haya dictado resolución definitiva al momento
de entrar en función los Tribunales A§rarios se pondrán en es-
tado de resolución y se turnarán a éstos para que conforme a su
Ley Orgánica resuelvan en definitiva, de conformidad con las
situaciones legales a que se refiere el párrafo anterior.
Aquí está parte de la respuesta que usted requiere' ¿Qué
advertimos aquí de este tercero transitorio? Que efectivamente
es un logro de algunas organizaciones campesinas, ya que establece la obligación de desahogar todos los expedientes que se
292
ArÉruotcss
encuentren instaurados (instaurados quiere decir que ya se ha
metido un acuerdo de iniciación y se concluya aplicándose transitoriamente las disposiciones qLle conliene la lnne).
¿Cómo debíamos responder? Usted dice: *¿hay alguna
disposición de que se atiendan todos los expedientes?, Y todos los expedientes quieren decir el rezago. Pero si bien es
cierto que dice que deben atenderse, lo que no dice es en qué
tiempo habrán de atenderse. En una palabra, no se establece
un compromiso categórico en cuanto a que todos los expedientes agranos que estén pendientes de resolverse se resuel\ran. «Deberá, en la ley se dice polÍticamente. Pero la ley no
dice que en cinco años máxin-ro a partir de aplicar esta ier,
deberá quedar totalmente... Iuo lo establece en el tercero tran-
sitorio del 27.
Preguntémonos ahora si no 1o establecerá el tercero transitorio de la iey. Tampoco lo establece. La lpm que se deroga se
seguirá aplicando respecto a los asuntos que actualmente se
encuentran en trámite en materia de ampliación, dotación de
tierras, bosques y aguas, creación de nuevos centros de población, titulación y reconocimiento de los bienes comunaies. Hasta ahí dice: nlos demás asuntos que corresponda conocer a los
Triburraies Agrarios se turnarán ex proJéso a la Comisión Agraria Mlxta,.
Esto está en el tercero transitorio de la Le}, Agraria y no
está en la mn¡ porque ésta se deroga y se \¡a a aplicar sólo la ley
de reforma agraria en estas acciones. ¿Cómo? Afectando terrenos, ¿Por qué? Porque la nueva Ley Agraria ya no admite afectación de terrenos, por eso es que transitoriamente habrá de
aplicarse el contenido de la Lnnq en estas acciones de dotación,
ampliación, nuevos centros de población. Pero ya no admite que
haya solicitudes de dotación o ampliación. O sea que desde 1942
eso se puso y no se modificó nunca.
¿Se consíderó en otros sexenios combatír el rezago agrano
o de eso nunca se habló?
Roberto Oliuares. Claro que siempre hubo intenciones.
Arɡiorcss
293
Desde que nació el reparto a€rario se tuvo la intención de abatir
el rezago. Como usted vio ahí en lo repartido con la aplicación
de la ley del 6 de enero. fueron setenta v tantos asuntos. ¿Y qué
pasó? Que desde ahÍ ya existió un rezago. y ¿por qué? Porque
muchas de esas resoluciones qlre se dictaron no pudieron
culminarse por oposición de grupos armados, guardias blancas
y, en fin, no permitieron que se ejecutara. Otros interpusieron
amparo y de ahí surge el rezago y se va acunrulando v asÍ nos
\/amos a entender.
En realídad ¿qtLé es el rezacto agrctrio?
Contesta Roberto OLiuores. El reza€o agrario son todas aquellas acciones tlue no pudieron culminar con una resolución o
que ésta no pudo ejecutarse por impedimentos de carácter jurÍ-
dico, de carácter social o de
rezago, Esas piedritas que no
da y que fueron quedándose,
tas desde cuándo empezaron
¿Pero
carácter politico, lo que forma el
pudieron ser colocadas en la barcreando montones. ¿Y las piedri-
ajuntarse? Desde 1915.
eso no tenta ningtLna relación direcLa conla cuestión
de reparto de tíerra?
Roberto Olt¿rares. Claro que sí. Claro que sÍ. Se dictaron
resoluciones en l9l5 con \¡enustiano Carranza, 200. Y de éstas
200 nomás se pudieron ejecutar 70. Entonces, ya ahÍ quedó un
rezago y ahí se van acumulardo todas las resoluciones no ejecutadas,
¿O sea qtrc la problemática era de clue unndo no había un
expediente deftnitíuo se iba generando rezago g podían otras per'
sonos inuodir esas tierras o se distrúuia nueuamente la tierra?
Roberto Oliuares. No. el problema que se daba es el que
señalo. [,os problemas que señalé, Se afectaba a un señor Fulano de tal, pero ese señor Fulano cle tal era prestanombres de un
eminente polÍtico. El otro caso es en el que, por ejemplo: nO no
dejo que entreguen las tierras, me amparo». Y se amparaba.
Entonces quedaba pendiente la ejecución. En el otro caso: oNo
meto amparo, ni soy político, ni soy... nomás que aquÍ estoy con
mis peones o con mis gentes, y aquÍ el que entra se muere».
294
ApsNorces
Y lo de los ejidos superpuestos g lo de que en unas comuní-
dades existen ejídos, ¿son enores admínistratiuos?
Roberto OlIuares. No, esto obedece a una situación muy
clara, muy, muy ciara, cuando se inicia el reparto, y se intensifica precisamente en la época de don Lazro Cárdenas. l) No
habÍa el equipo suficienle de topógrafos y técnicos que respondiera a las necesidades en este renglón. L.os pocos que habÍa
eran gentes con capacidades eminentemente de carácter práctico. 2) Para poderse responsabilizar de una tarea de este tamaño, por lo que le estaba mencionando que habÍa oposición por la
fuerza de las armas; entonces, no cualquier gente se iba a jugar
la üda. Sueldo malo y exponer el pellejo, pues no tan fácilmente
la gente aceptaba esa responsabilidad. ¿Entonces qué se hacÍa?
De ahÍ surge uno de los problemas. I¡s deslindes de origen los hicieron gentes con conocimientos muy precarios y no
se hacÍa con la perlección que requena, con acercamiento al
conocimiento o a la verdad técnica requerida. Obvio que no. Y
del todo conscientes los gobiernos. Y lo mismo estuvo conscienle Lázaro Cárdenas; por eso creó en ias famosas brigadas la
obligación de que fueran apoyadas por los guardias rurales, para
que asÍ los ingenieros tur¡ieran incluso autorización de cargar
armas (los ingenieros del entonces Departamento Agrario) para
poderse defender de los rechazos que lísicamente se iban a dar.
Esto nos da una idea de que el ir a medir una superficie, no a
entregar, sólo medirla, requerÍa de jugarse la ',,ida.
Entonces, si la queremos peladita y en ia boca, pues no se
puede hacer. ¿A qué conclusión podemos llegar? A que el reparto era una necesidad y una obligación histórica que realizar.
Que más valía tener un problema de sobreposición en un momento dado de planos, o de un plano con otro plano, que dejar
de realizar el reparto. ¿Se entiende? Yo prefiero tener un problema de límites y no como poblado dejar de tener el beneficio de
que me hubieran dado un pedazo de tierra. Pues si voy a tener
un problema ahÍ con 200 o 300 hectáreas con mi vecino a lo
mejor era preferible a no entregarles nada. Eso es lo que hay
fuÉworcos
295
que considerar, porqlle condenalt la actitud a veces de las instituciones de forma cabalmente absurda por desconocimiento.
Concluiria yo diciendo que a tal grado es esto que en
Tuxtepec hace apenas unos siete años, realizar un trabajo técnico, medir a un propietarlo no era nada, nada, pero nada lácil,
¿Por qué? Porque utilizaba preclsamente los medios que usted
señalaba. El de la presión polÍtica. ¿Cuál era el de la presión
polÍtica? ooiga, pues soy anigo de Frilano y Mengano,, y decÍan:
nOiga, mire, aquÍ tiene usted las escrituras de un predio y aquÍ
tiene los planos. Pero usted no me va a medir, usted no va a
entrar a mis terrenos. ¿Lo quiere asÍ o se regresa o se muere, he?,
Entonces, asÍ era hace siete años. Eso nos demuestra el
grado de dificultad que han puesto todos, ia mayor parte de los
propietarios en determinadas zonas, como es ahÍ en Tuxtepec.
¿Por qué? Por dos razones: ut1a. a veces querÍan beneficiar a los
campesinos sin tener bases para ello, sin tener los elementos,
sino por actitudes de compromiso político o humano, por elicacia de conducta. Eso tampoco se vale porque sÍ se liegaron también a afectar propiedades que debían ser respetadas; sin
embargo, hubo gerrte mala que las propuso. Fueron excepciones, no estamos diciendo que haya sido la regla. Hubo excepciones en ese sentido y muchos propietarios se valÍan de eso. decÍan:
oNo, no nos vamos a de.iar porque si tras de eilos viene un grupo
de campesinos y \/an a medirme aquí mi tierra al rato no los
entrar a nadie. AhÍ están ios planos y ahí
está esto,, y no dejaban realizar trabajos.
AhÍ nos damos una idea del porqué de las mediciones buenas, malas o regulares. Imagitese usted si al ir a entregar las
tierras, como pasó en Jalisco, allá en Los Altos, un general equis,
que era dueño de ia mayor parte de las tierras, o r_ura resolución
saco». No, no, no dejo
presidencial que dictó el general Lazaro Cárdenas, la van a ejecutar y le dice al comisionado de la Reforma Agraria: nEspérame
tantito, vamos a nrandar llamar a todos los muchaciros que solicitaron tierra». .¿ustedes son los beneliciados con la resolución
ss[¿!» «§i». n¿Ustedes son los que pidieron tierra?, uSÍ,. Y los fusi-
296
fuÉruorcos
ló. Con una expeñencia de ese tipo que se va corriendo y que
además la rnven cotidlanamente los trabajadores de la Reforma
Agraria y antes del Departanlento Agrario, pues ellos tenían que
ser hasta cierto punto creatir¡os, es decir: uBueno, aquí t,oy a sacar de estos medios técnicos asÍ. así y aproximarme. Pero yo también tengo que sacar rni trabajo porque si no rindo mis informes
no me pagar los r4áticos,. Y se tenÍa que valer de los medios que
estuüeran a su a,lcance. Algunos, muy escasos en principio, porque todavía en el ano de 1976 no habÍa más que dos agrostólogos
y agrónomos en este país. Eso nos da una magnitud de ia poca
atención que le damos realmente a la tierra. Hasta 1976, cuando
viene la idea de reformar el código cle 1942. Lo primero que se
dice: uSeñores no es tanto el problema de la ley, el problema número uno es que en la Reforma Agraria ni están todos los que
son ni son todos los que están,. Si nosotros tenemos buenos
trabajos técnicos, ingenieros bien pagados, que es ahÍ donde está
el problema, el problema lo minimizamos, lo resolvemos satisfactoriamente. Pero si metemos de media cuchara con un sueldo
raquítico jamás vamos a poder obtener un buen resultado. Si
hubiésemos hecho el de nombrar a buenos ingenieros con muy
buenos sueldos, los trabajos hubieran sido muy buenos, aunque
con dificultades. ¿Por qué? Porque ios nuevos ya sabÍan manejar
los nuevos instrumentos con que cuenta la técnica. pero esos no
se ven acá en Relorma Agraria; se llevan a otras instituciones a
donde les paga mejor. ¿Por qué decÍa yo que un muy buen pago a
1os técnicos? Porque el problema de determinar una superficie es
de un técnico; la calidad de la tien'a es de un técnico, la explotación de la tierra es de un técnico, 1,el régimen de propiedad es de
un abogado. ¿En cuántos elementos se requiere entonces de un
técnico? Tres contra uno. ¿Cual es la mayoria? Tres. E1 técnico
contrata técnicos. Tan sencillo, ¿verdad? Cuando me tocó ser allÍ
asesor en 1965 del oficial mayor: é1 era agrónomo -un oaxaqueño,
el ingeniero Abelardo G. Varela-, lo entendió muy bien y entonces
hizo contratación a nivel nacional con muy buenos sueldos en lo
que se llamó el Programa Nacional Agrario, precisamente para
Ar,É¡¡orces
297
1o que podÍamos decir rezago y actualizar cuanto expedjente estaba detenido y atender las solicltudes de todos los cantpesinos de ese programa.
Entonces, ¿cuál fire la punla de lanza? Los técnicos, no
los abogaclos. Soy criticado en mucltos lados y dicen: .Usted es
abogado,... y no, no simple y senclllamente razono. Si a mi como
abogado clictaniinador me dan superficie, calidad del predio,
explotación de predio y obtengo el régimen de propiedad. determino. opino si es afectable o no el predio. Mientras no tenga eso
estoyjodido. Estoy imposibilitado de hacerlo, claro. Me falta sólo
el régimen de propiedad y ya r1o puedo hacerlo; me falta el de la
explotación y ya no puedo hacerlo: me faita el de la superficie y
ya no puedo hacerlo. Con cualquiera de ios cuatro que falten,
estoy imposibiiitado para determinar si es afectable o no. Pero
esto no solamente se señaió asi cuando estuvimos en Chihuahua. ¿Qué tuve que hacer? Ponerlo en práctica. Entonces, ¿a
quién les pagaba yo muy bien. A los agrónomos y los ingenieros.
Pero a mí me dejaron actuar con libertad. ¿Y cómo sa,limos?
Pues salimos muy bien. ¿Y luego qué hicimos ahÍ? Pues envez
de que yo hiciera seminarios o cursos de capacitación jurídica. . .
me enlbqué en el problema técnico.
Porque en el campo no es. conro se quiere señalar, que el
abatir
problema es jurídico. Esa es una mentira. Es de carácter técnico. Entonces, ¿qué hicimos? Hicimos también un curso de capacitación para topógrafos, porque no había topógrafos. [¡s seis
nleses que llevabat la mayor parte de los ingenieros civiles y
agrónomos no era suficiente para responder a un programa tan
especial. En Chihuahua hay una escuela de topógrafos maravillosa. AhÍ hicimos un curso de capacitación para que atendieran a nivel nacional los requerimrentos de topogralia en este
paÍs. Debió haberse continuado pero no se continuó. Nada más
tuvimos un curso. Pero otra vez llegamos a la necesidad de que
la intervención de 1o de la técnica en el campo, atrás de los
campesinos no delante de ellos. Atrás de ellos, ¿cómo? Tú siembra como acostumbras y yo te apoyo. Eso es. No al revés.
298
ArÉuolcas
¿Considera usted que etttre la gente del campo extste uerdadera incertidumbre porque muclrcs no poseen sus títulos y/o
ce
rtdic ado s p ar celano s?
Mardíel Hernandez Caballero (director de la Facultad de
Derecho de la Universidad Benito Juátez de Oaxaca) comentó
en 1996 que con tÍtulos y sin ellos ia gente del campo está sujeta simplemente a vivir de la tierra, vivir para ella y poder convivir. Es difícil quitarle un esquema tradicional delcultivo del maÍ2.
Es difÍcil imponerle otros cultivos quizá más redituables. En
esto debe haber una cultura agraria y agrÍcola porque en la
medida en que los campesinos nada más saquen para comer
seguirán sembrando maÍ2, frijol y chile como una costumbre
ancestral. ¿Y a qué nos obliga la situación actual? A tener eso.
No hay otra opción. Si siembran otro producto diferente, en los
mercados los absorben las grandes empresas o tienen que vender a precios ínfimos sus cosechas, y esto no les conviene. Prefieren seguir esto que sÍ es redituable. El maíz por lo menos se
vende, y es el sistema tradicional de autoconsumo. Esto es parte de la misma ideoiogía y de la forma tradicional de la concepción de la tenencia de Ia tierra. DifÍcilmente puede cambiar. Está
igual. Hay alicientes a través de Procampo y a través de programas de apoyo de dinero. que es muy poco pero que llega. ¿Qué
se hace ahora? Se regulariza la tenencia de Ia tierra a través de
los programas oficiales. En los ejidos sobre todo renuevan su
titulo. Nada más lo actualizan. Y bueno, ¿ahora qué? Ya tengo
certidumbre de la tenencia, efectivamente ya sé por dónde mido'
con quién colindo, pero 1o que quiero es comer. Ya tengo mi
parcela y estoy sujeto a otra situación. Es decir, al fondo no se
entra, sino simplemente se van cubriendo formas.
Dent¡o de la problemática más especial vemos que: a) su
tenencia de Ia tierra no está regularizada, es decir, no tienen una
resolución presidencial todavÍa, están en rezago', b) tienen conflictos por lÍmites, aunque tenga resolución tienen por allá conflictos ancestrales o actuales o de mediciÓn, y se para hasta ahÍ,
con la inseguridarl y lazozobrade que pueden ser invadidas sus
Arɡrorcos
Zgg
tieras, de que hasta pueden ser despojados. Por otro lado. los
empresarios que quisieran inl,ertir y usulructuar la tierra, si es
que los hubiera, quieren seguridad estricta. No se arriesgan a
perder nada más por perder su capital. Ellos van a querer ganar,
¿no? Siempre en una sociedad de ese tipo se pide el lucro, \¡ el
lucro Io obtienen a base de una exclusiva seguridad.
Pero los bienes comunales están supuestamente amparados g protegídos por la Leg Agraria, O sea que si las comunídades participctn en una asocíación o socíedad e ínuierten elJactor
tíerra g hat¡ quíebra económica. como comunídnd ua a conseruar
esas ti"erras porque son inalienables, ínembargables
e
tmprescripttbles.
Mardtel Hernández Caballero. Bueno, esta reforma está
bastante cuestionada, porque esta¡tos hablando de la forma de
tenencia de tierra comunal: la comunidad es una de las más
protegidas que hay, y en ocasiones choca con los principios constitucionales, ¿no? La kv Agraria reglamentaria establece que sÍ
pueden alectarse los terrenos comunales; en eso es muv expresiva. Pero la Constitución 1,a habla de otra situación. Los conve-
nios internacionales hablan de la protección integral de las
comunidades resenando sus usos y costumbres y sus bienes
que sí deben ser inalienables; la 1e1, ya habla de que sÍ pueden
formar asociaciones o sociedades, y con el tiempo las tierras
pueden ser enajenadas e hipotecadas. Es decir, aquí jurídicanrente hay una buena discusión que nos permite entrar y opinar a profundidad hasta dónde deben ser las comunidades
protegidas. Hay corrientes que dicen que la comunidad debe
preservarse normalmente y que sus tierras no se pueden enajenar, no se puede prescribir, De ahí que en foros a los que se ha
asistido para la protección de la comunidad hay un reclamo
permanente de una protección integral de ellas; en cambio, la
ley reglarnentaria sÍ habla de otra situación,
¿Por cyé enlatrnq. g alrcraenlaleg Agrarb, se establece
qtrc se utilbaran los m¿smos criterios c1ue regulan el ejído para
las comtLntdades?
300
fuÉ;r,rorcos
Mardiel Hernandez Caballero. Mire, hubo una tendencia
en el gobierno de Cárdenas a formar ejidos con ia üsión de ejidos
colectivos. Obviamente que en ia última parte de su mandato ya
no estableció completamente este criterio. Pero a fin de cuentas
prevaleció en toda la legislación, en los códigos, que nosotros le
demos preferencia a los ejidos. \'efectivamente, la le¡, seriaia
que en todo lo que no contra\ienga se aplicará esta ley en las
comunidades. Obr,'iamente que no contravenÍa en la administración, cómo serÍan las asambleas. etc.. pero en la cuestión de
tenencia de la tierra. ahÍ sÍ contravenÍa porque era prácticamente comunidad. Entonces bajo esta esca-la se le dio prioridad
al ejido por mucho tiempo, y todar'ía se le da y se menosprecia
un poquito la comunidad.
¿Por que? Porque la naturaleza de sus tierras hace que la
comunidad sea muy compleja en su manejo. Si usted ve, en los
ejidos no se manejan mucho los usos y costumbres. En carnbio,
en las comunidades se manejan usos. coslumbres, algunas formas colectivas de trabajo, etc. Es decir, es más integral colectivamente el trabaio comunitario. Este es uno de los motivos
principales. Y la nueva lev agraria repite: nSe aplicará esta ley en
1o que no contravenga a las comunidades en la etapa comunal si
contrar.iene de igual manera». En el ejido se aplica, repito, en la
forma de administraciólt; cómo convocan a asamblea, cuá¡tos
dias, etc. Pero en la forma de tenencia, ahi sÍ no se aplica. Se ha
dejado esta laguna en la aplicación de la ley en las comunidades.
Dentro delrégímen de bíenes comunoles, ¿cómo trabqjanla
tterro bs coml{/¿eros, tíenen tuw porcela asEruña o cónw lo hcrcen?
Mardiel Hernández Cctballero, Hay varios aspectos en las
comunidades. Un comunero puede trabajar la tierra particularmente o en común. Puede un año estar aquÍ, un año estar allá,
y todaúa hay comunidades muy alejadas donde descansa Ia
tierra, y quien llega a trabajarla otravez, o quien haga el famoso
roza, tumba y quema, siembra y la deja descansar. Desgraciadamente para la asricultura la primera cosecha es la buena, lo
demás se echa a perder, asÍ van desforestando las comunidades
A¡o¡rolcss
301
indÍgenas. Pero ahÍ está de por medio la subsistencia.
¿Qué hacer
ante la carencia de tierras que puedan darles alguna cosecha?
Hay comunidades que -\¡a por costumbre, nada más, tienen señaiadas indir.idualmente sus posesiones. Esto es un fenómeno
también muv.variable. Nosotros hemos r.isto comunidades que
dicen: uBuenci, 1ro pago como si fuera pequeño propietario. Cancélame mi escritura si dices que somos bienes comunales,. Mejor dicho, «qltiero que me canceles mi escritura», con la seguridad
interna, con ese individualismo que tiene la gente. Bueno. es
que es más se{uro si tengo mi documento, pago v nadie me lo
quita, aunqLle me \,.Ava _vo a México o Estados Unidos, y piden
su cancelación. Otros ntás no quieren estar en el régimen comunal y prefieren tener recaudación de rentas y escritura. pero
como es un acto potestatir,o, recaudación de rentas está cobrando
y no pasa absolutamente nada, Esto hemos encontrado nosotros en comunidades. Una problemática en la aspiración de unos
de cancelar su impuesto, y otra en reconocer su posesión como
comuneros.
Los casos más comunes son aquellos en que los comune-
ros no quieren pagar impuestos en sus tierras comunales. Es
más, ahÍ se refleja la cuestión económica, no quieren pagarlos.
Quiérase o no, para ellos representa cada año estar pagando.
La lev dice que se debe pagar colectivamente, y el pago es un
costo social. La antigua LnRR así 1o establecÍa. Pagaban impues,
tos coiectivamente por sus tierras, y era un costo muy bajo.
Siguen pagando eso en forma colectiva y otros pagan individualmente en recaudación de rentas en los municipios.
¿Y parala adclttísición del domütío pleno qué tcnta demandalrcry en los ejidos y en los bíenes comtnciles?
MardielHernández Caballero. Más en los ejidos. La ley va
con tendencia a los ejidos. Creo que a largo plazo permitirá que
los ejidos se vendan. Ya después de haber pasado e1 programa
de regularización, La lev establece que ya pueden enajenar, con
la tendencia a que se conr¡iertan los ejidos en pequeña propiedad. En las comunidades es más difícil porque la ley les pone la
302
ArÉxotces
traba de que no comoquiera se pueden enajenar. Siempre
se
declara nula una escritura que la asamblea no haya autorizado.
Esto es más difÍcil en las comunidades. IJay resoluciones presidenciales que perduran, Para poder vender una comunidad pri-
mero debe cambiar de regimen. Llegar a ser ejido, entrar al
Procede, regularizarse, obtener su certificado y, ahora sÍ.
enajenarlo. Son mecanismos quizá un poco más lentos pero lle§an al fin que se quiere, la regularización. O la otra vía. que es
más directa: la expropiación. Se expropia una comunidad por
tener tierras en común, y con eso ya el Estado puede disponer
de ellas como quiera.
Repito, en las comunidades aledañas a las ciudades sus
intereses son la compraventa y la enajenación de sus tierras.
Entonces, sÍ tienen ellos dos factores: la üa rápida, que es la
expropiación, o la de Procede. Esto carlbia porque de hecho el
crecimiento de la mancha urbana es tan fuerte que llegan
posesionarioS ), con el tiempo reclaman servicios. Se va perdiendo esta situación, o venden tierras a fraccionamientos y el día
de mañana ya reclaman serricios. Bs decir, la mancha urbana
tiene muchas maneras de penetrar y las comunidades son absorbidas completamente. Nosotros lo vemos aquÍ, todos los ejidos
aledaños a la ciudad ya prácticamente son colonias v las comunidades en ese rumbo van. Mucha gente se integra a ellas, o sea
vende su parcela, o se fracciona por lote. Ya no se dedican a Ia
asricultura, sino al comercio o a cualquier otra actividad económica, y por supuesto cambia el uso de la tiena.
¿Por qué hag dentro del rezago agrarío co4flictos que no
pueden s er solucionado s?
Mardtel Hernández Caballero. Hay conflictos que por su
naturaleza no pueden ser solucionados. Bl ser humano es tan
especial en espÍritu y carne, que es difÍcil. Yo ven§o contemplando un problema entre unas comunidades de la Mixteca que
se dio en 1672.Fue la tesis de Benito Juárez sobre tres pueblos
de Nochixtlán. Juárez falló a nombre de uno de los pueblos.
Posteriormente se agotan con la Suprema Corte de Justicia y
ApÉwolces
303
hasta los IB00 nuevamente se ve este problema. Ninguno entra
en posesión y se llega a 1991-1992. La Suprema Corte ratifica
que el problema legal ya quedó solucionado, pero el verdadero
problema es de orgullo delaraza mixteca, Quizá del instinto de
territorios que había antes. Un pueblo dice: uEsto es mío y no es
tuyo aunque tus resoluciones y la Corte y el derecho del hombre
diga que esto es tuyo, para míva a ser mío,. Y ahí ha quedado y
todavía es la fecha en que no se concilia y sigue todo igual. Es
decir, cuando encontremos la clave para entrar y saber cómo
conocer el temperamento de estos tres pueblos y haya la circunstancia, se resuelve. O sea que la úa de la conciliación utiiizando recursos económicos no funciona. Dice el gobierno:
n¿Cuánto valen tus tierras? AquÍ está, te doy el doble de lo que
vale. La comunidad responde: oNada de dinero, queremos que-
darnos con la tierra. Mejor dale el dinero al otro pueblo,. El
gobierno insiste: *Te doy el doble o el triple,. nTe pongo una
tábrica, te..., Los pueblos responden: oDáselo a é1. No queremos, estas son nuestras tierras, de nuestros antepasadosr.
Así, el conflicto es parte de la idiosincrasia de un pueblo.
Repito, la conciliación tiene chispas, que nos dio a nosotros la
oportur-ridad de conocer el temperamento. Es tan difÍcil conciliar intereses de los dos, o de los que sean, porque es de temperamento de ser humano, que a veces uno mismo no se concilia.
A veces tratar de conciliarse hasta con un familiar representa
muchas situaciones de temperamento. Más en pueblos con arraigo y pasiones de años y con muertes y coll sangre y con costumbres y todo esto... Este problema, repito, viene desde la época
de la Colonia , Juárez lo üo y la Suprema Corte lo volvió a ver, y
ahí siguen las tierras sin cultivar en una zona de pobreza. Sin
embargo, a veces tiene uno suerte y cae en el momento y la hora
apropiada y se solucionan controversias por tierras.
¿Cuáles son las-formas en que se maniJestó la inquietud
por resoluer el problema de la tenencíct de la tíerra en Ménco?
MardielHernartdez Cctballero. Son mriltiples las formas en
que se manifiesta el problema de resolver la tenencia de la tierra,
304
Ape :,,-utcts
son muchÍsimas; vo sigo pensando que \¡a por tienrpos, por cuestiones de voluntad poiÍtica. El problema de la tenencia de la tierra en México en sí tiene muchos aspectos. Yo conozco el medio
local, donde se juntan el cacicazgo, la incomunicación. la inseguridad, ei monolingüismo. Se juntan los grupos de poder, los
grupos de presión, muchísimos aspectos, pero depende de la
t,oluntad polÍtica de poder, de quererlo resolver. A veces conr.iene, por cuestiones polítir:as, el partido en pocler, la oposición o el
intermedio, Bs decir. todo depende de que haya esa voiuntacl
para resolver el problema. Entonces, las formas se han manifestado de distintas maneras, y los problemas seguirán existiendo
en la medida en que exista esa posibilidad. La tenencia de la
tierra es, como vo he dicho siempre cuando platico con ellos: la
lucha por la tierra en México es parte de su historia, el hombre
vive por la subsistencia desde el punto de vista emocional, sentimental, histórico, le agarra amor a su tierra. A veces le dices ai
campesino: nPor qué peieas esto si no produce nada,... uSÍ, pero
aquÍ he üvido, aquÍ han vir¡iclo mis antepasados, aquÍ hemos
caminado, aquÍ hemos hecho fiestas, hemos... por eso lo peleo,
porque es de nosotros. nadie nos lo va a quitar asi nos maten,
aquÍ hemos üvido,. Es decir, está Ia pasión de por medio.
¿Toclauía ua a continuar esa p«sión a traués de las gertera
ciones jóuenes, independientemente del grupo tant grande de gen
tes que emigran o Daft a traba¡ar a otros Lados g ctLando reqresan
ga se modiJicó suJorma de pensar?
McLrdielHernandez Cabaliero. Va a canrbiar. Los tiempos,
las circunstancias les cambian sus hábitos, pero esto es un
proceso muy lento, totalmente lento. Porque regularmente o de
preferencia los que se van ya no regresan, se quedan los más
valientes en una comunidad. Y si regresan lo hacen un rato y
ya no se acostumbran. el rol social es otro, su idiosincrasia es
otra. Llegan, como que modifican un poquito la costumbre pero
no se adaptan y se van. Regresan a otro lado, o se quedan pero
ya con una rrisión distinta. Al contrario, se desesperan por no
tener los alicientes económicos para poder subsistir. La gente
fuÉNorces
305
emigra pensanclo al otro año voir,er y salirse y se van a asentar
a los cinturones de miseria de las ciudades donde hay industria. Es decir, deja los pueblos a veces con el recuerdo, r:on el
recuerdo nada más.
¿Podnan estas modificaciones a La leg treer como consecuencia la compactación de grandes e.rtension es A crear latiJun
dios simulados?
Mardiel Hernandez Cabaltero. Bueno, a ese grado no. Hay
pero necesitamos ver resultados. Ahorita está
posibilidad,
una
estático todo. Ei acaparamiento no se ha dado como se pensaba,
de la noche a la mañatta, porque realmente el grueso de la población no tiene los recursos para empezar a... Pero sÍ, ahora
que se puede r,ender compra un poquito, otro poquito y ahÍ r,a
porque va subiendo el valor catastral y yo creo que hasta el comercial de una tierra. EI resultado no 1o podemos \¡er en este
todar.ía. Creo que debemos dejar un buen paso, un tiempo. yo
creo que en diez años sabremos si esto crea l¿rlilundios o si el
proceso es más lento, o si hacen electivas las reformas en e1
sentido de tener grandes extensiones para cultivar y esto permite la producción v la autosuficiencia. Todo el minifundio es un
problema. Está pulverizado, 1' mientras 1o esté no hay no hay
salidas. Este serÍa ya uno de los aspectos agrÍcolas, económicos.
Plática con un campesino que desde hace muchos años
está procurando le sea reconocido un certificado de derechos
que fue de su padre, con la esperanza que ahora que se ha
instrumentado el programa de regularizaclón de tierras Procede é1 finalmente lo puede lograr y adquirir derechos sobre esas
tierras.
Urr campesino de Tetela, Ttatepec, Oaraca (1986)' En mi
pueblo hubo unas personas que hicieron gestiones para solicitar el reparto de tierras de una hacienda que se llamaba Estan-
cia de Vaca. las cuales tuvieron una resolución el 17 de
septiembre de 1935. Se dieron muchos problemas porque quienes llevaban las rienclas estaban formulando un caciquismo y
repartieron las tierras a su conr¡eniencia. El primer comisariado
306
Ar,ÉNolcss
ejidai no quiso firmar documentos como ellos queian y hasta
hubo muertos, Ellos siguieron insinuando la toma de tierras
porque habÍa muchas libres en ese núcleo de población. Porque
todos anteriormente le decÍan a aquel libre: *Queremos que seas
asransta», porque no se conocía de aparcelarios, ni de ejidatarios,
ni nada. nQueremos que seas agrarista, si no io eres desocupa
aquí,. Y ahÍ era donde venÍan las palabras ntayores, ,y ellos discutÍan para llegar a un acue¡do. Ser agrarista querÍa decir entrarle a las organizaciones de los nuevos grupos que se crearon
en ese entonces.
Le decÍa que hubo una resolución presidencial el l7 de
septiembre de 1935, con una cantidad de 3 330 hectáreas 1, de
ahÍ pa' acá se ha venido monopolizando el caciquisnto y aparecen ell el ejido ahora definitir¡o de Tetela I 643 hectáreas. Entonces, nosotros. siendo hijos del pueblo de Tetela, nacidos y
criados ahÍ e hiios de ejidatarios, estamos asÍ, con los brazos
cruzados, y optamos por hacer una solicitud de una nueva ampliación, según la ampliaciór-r de 1o cual antes desconocÍamos
cómo estaba Íntimamente el ejido. o sea integrado. Pero a través
de lo que hemos andado caminando y las entrer,'istas que hemos
tenido con dichas 1rersonas (de la sm), nos estamos dando cuenta
de que estanros solicitando untr ampliación que ya solicitamos.
En la segunda ampliación que solicitamos estamos montados
sobre una dotación que lue en ese entonces. Y optamos por investigar en el R¡N de México y descubrimos que efectivamente
están 3 330 hectáreas registradas. En la carpeta básica nos
consta que están ellos, pero dice tácitamente: nestár derogadas,. La palabra de tácitamente también la tenemos nosotros
inr¡esti§ada sobre el diccionario y dice discretamente.
Pero en aquel entonces no hubo nacla de que cuando se
nos dio un terreno, en los trabajos técnico-informativos se hacía el plano: se ie van a librar aquí y... se deja acá... HabÍa una
ejecución estricta, porque eraLázaro Cárdertas que estaba con
la mano dura, con el látigo. Que la tierra que serlalaban los
campesinos que querÍan trabajar era la que se les iba a dotar,
fuÉNolcss
307
E,ntonces. como de ahí pa' acá se ha monopolizado el caciquismo, ahorita mucha gente necesitamos tierra para trabajar y somos... nrire, aquí están las manos calludas del hacha, elazadón,
el machete, ei gancho, somos trabajadores del campo. Entonces, hemos buscado la manera de venir haciendo la lucha ya
que hay esa segunda ampliación para ver si nos toca algo.
Yo busco un certificado de un derecho que lue de mi padre, que me dice un mi tÍo ahora, su hermano: nBúscate un
certificado porque tu padre tuvo uno en aquel entonces de Manuel Ár.ila Camacho,. Sí pues, porqlle ese fue el otro presidente
que entró no me acuerdo en qué año. Eso fue 1o que vo, estando
en la ciudad de México hice, una solicitud en el nryv. Entonces
me dijeron allá: no está aquÍ, pase usted a la ciudad de Oaxaca,
la capital, que allÍ le pueden informar sobre ello. Entonces yo
aquÍ busqué, y lo buscan en la computadora «porQue no está,
dicen. Yo les digo: nMire usted, no es que uno les dé una mala
contestación, pero nosotros estuvimos en el fuchivo General,
que está donde era Lecumberri, ahí están cosas poquitas señaladas del estado,. Cómo es posible que si es fuchivo General de
la Nación ponen... salen poquitas cosas en las computadoras. Y
sabemos antiguatorictmente que en los archivos que obran en el
poder de 1o que era la Reforma Agraria están dichas personas
inscritas como mi padre. ¿No serÍa a lo mejor, de veras, que no
tendría certificado? Pero sÍ, porque fue uno de los fundadores
de ese ejido, io mismo como aparece mi abuelo Julián Ventura,
padre de é1, que también ahÍ hablan a través de la última hoja
de la carpeta básica que fue fundador del ejido.
Yo de plano no quiero hablar porque al expresarme... Ayer
reconocí ahÍ cuando mentaron al licenciado Matus, lo conocÍ
trabajando en la procuradurÍa de la nueva legislación agraria.
Hubo una audiencia y é1 hizo caso omiso de atender. Hasta le
dijimos: uCaramba, nosotros somos fuentes de su trabajo que
ustedes tienen y ¿ese es el aúendamiento que a nosotros se nos
da? Si no hubiera esa gente necesitada de tierra, si no provocaran, ¿dónde iban ustedes a buscar ese empleo?,, Ahorita ya sabe
308
Apoxorcos
usted por qué estoy aquÍ, siguienclo a gastar dinero que no tenne reconozca mi tierra que he trabajado por tantos años...
go v luchando para que se
PLcricrr EN 1996 coN
D e loc,rc
I
TRES EMpLEADoS DEr. Rarl.
óx O,t-,t¡,c.\. coN
vASTA EXpE
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EN REFORNIA AGRqRIA
lle tlecía que hagmuchos ejír,los qrre yo no e.rnstert nws c¡ue en el
papel g el nombre.
Empleado I del na,l. SÍ, regularmente los ejidos de z<.rnas
conurbadas son los que )¡a absorbieron las ciudades. Sin embargo, la nueva ley prer,é que estos ejidos, asÍ como se crearon, deben
jurÍdii:amente riesaparecer. ¿Que es lo que sucede? Que a veces
porque tienen un bien comun siguen existiendo. I-a misma ley
establece eso, que existrendo algún recurso conlún -por esa razón- el ejido debe existir. Es el caso, por ejemplo, de Jalatlaco, que
es parle del centro de la ciudad de Oeuxaca. AhÍ, porque üenen un
aparato de sonido que da funciones... ya es nada más el uinclto,
gracras a eso todar.Ía existe el ejido de Jalatlaco. Otro ejido. el de
Cinco Señores, todar,ia tiene tierras. pero ya \¡a a desaparecer, que
tiene setenta parcelas porque ya le procuraron e incorporaron el
asentamiento huma.no. En la últirna reunión que tuvimos del
Ciplode inclusive hubo una discusión que tuvieron unos compañeros clue dijeron: nOye pero por qué no me lo habÍas dicho para
que yo hiciera ei dictamen de terminación del régimen ejidal, porque la ProcuradurÍa Agraria hace un dictamen de terminación de
ejido. Disculpe que la... ahorita 1o varnos a hacer,. Por eso supe
que toclo estaba parcelado, todo estaba ya en asentamiento humalo. HabÍa setenta parcelas, pero se incorporó todo al asentamiento humalo y de ahÍ surgió la inconformidad con los del
municipio. que pelean por una calle... AhÍ van a incidir muchas
gentes. Hasta donde sé, Cinco Señores üene un lugar de uso común. A lo nrejor 1o van a meter al dominio pleno porque se privatice v automáticamente entre al régimerr de propiedad privada.
Hay un saido a far,or del ejido de diez hectáreas y los ejidatarios lo
Aparuorces
309
diüdieron a su lranera. La r,erdad es que nosotros no hemos sabido, 1, no obstante qLre ia ley nos da los elementos. y que va de
hecho 1, de derecho no existen territorios cle esos ejidos, no se ha
dado una declaratoria de inexistencia o cancelación del ejido.
AquÍ en Oa-iraca tienden a desaparecer todos los ejidos aledaños a la ciudad, y deben irse porque ia mancha urbana 1''a los
absorbió. Hay ¡l6t forntas de regularizar las tterras que están en
estos ejidos v qlle se utilizan para el asentamiento humano. Por
ejemplo, quien tiene su posesión como avecindado y la necesidad del solar urbano, r,a vÍa coRETT o Procede. pero necesita la
seguridad de su terrenito donde r,ir¡e. Y tiene que ser, tiene que
llegar ¡r qué es lo que va a suceder: desaparecer todo 1o que
llamaban ejido v órganos de representación y todo
1o demás.
Pero eso es una situación que los mismos ejidatarios y las necesidades proplciaron. Por eso cuando decÍamos los que nos venimos de las comunidades o de los ejidos a las ciudades, buscamos
el trabajo y la seguridad de un techo donde r,'ir¡ir, y tal parece
que se ha satanizado esto.
Porque de hecho asÍ ha sido, y es cierto que a los ejidatarios
se les ha satanizado porque se prestan a la venta 1' reventa de
sus lotes o de sus tierras. Pero también es una necesidad del
que va llegando. Yo, por ejemplo, trabajé en algunas zonas
urbanas de ejidos y llegábamos y decÍamos: oCómo es posible,
señor, aquÍ está usted violando la i.rR¡, que prevé que no se
deben vender lotes ejidales, no se deben vender estos derechos, etc., ¿Qué es 1o que sucede? El ejidatario dice: oSeñor,
tengo que vender 1o que me queda porque mi r¡ecino ya vendió
para
ir yo ahí cultivo y 1o que sucede es que en mi lugar cultivo
la gente, porque la gente viene y se lleva los elotes, las cebollas, las papas, 1o que yo siembre, yo no cosecho nada. Só1o
ios veo crecer, o se conrrierten los terrenos en basureros; entonces, me orillan a venderr. Era una transa que hacían ios
ejidatarios, los revendedores, porque a veces los ejidatarios
sólo se quedaban con una mínima parte. Llegaba el revendedor, el señor que tiene disfrazada una inmobiliaria que com-
3i0
Aperuorcss
praba una gran superlicie de tierra. Como Trinidad de las
Huertas, que fue ejido y desapareció. Ya es un fraccionamiento. Eso era ya una lacra inclusive porque era una gran violación a la ley.
¿tnley permitía
que uno pudíera uender su solar urbctno g
no las tierras de atltiuo?
Empleado I. La 1e1, anteúor sí, la lrn¡. Ahora la I-ey Agraria no permite sino considera como patrimonio de la familia al
solar urbano, y si liberan que en un momento dado al regularizarse, o sea que se esté aplicando Procede, la posibilidad de
vender fracciones de tierra. Antes se prohibÍa vender tierras,
ahora se permite y lo otro se prohÍbe. Es decir, se entiende el
solar urbano colno un patrimonio familiar. Considera la lev que
es inembargable, imprescriptible... y Ia ley anterior si les perniitía a los ejidatarios vender su solar.
Le digo que hay la contradicción de la ley, que considera
que debe ser inembargable y de interés social y patrimonio familiar el solar urbano. Pero sucede lo contrario. al entrar Procede ese solar urbano saie del régimen ejidal y se conr¡ierte en
pequena propiedad, se Ie abre una cuenta y se le registra en ei
Registro Público de la Propiedad. Se le abre una cuenta catastra.l,
y la conrpra venta, los molimientos que iragan de transferencia
de este solar urbano, ya al legislarse por la legislación común,
sale fuera de lo agrario.
O sea que en cualquier ejido que yo esté, al adquirir mi
título de solar urbano entro directamente al régilnen privado. Y
si lo quiero vender varnos con el notario y ahí hacemos la transacción y no necesito acudir al nqru.
Empleado 3, Sí, porque inclusive en el certilicado se especifica con ciaridad que es un terreno de dominio privado.
Entpleodo .1. Por eso la ley, muy sentimentalmente, llega
al extremo de decir que: "Es un patrimonio familiar que no debe
venderse,. Pero en la práctica, por el otro lado dice: *Ya te titulo
la propiedad de un lote. tú puedes vender y hacer lo que quieras». Eso es una coñtradicción.
fuÉr¡olcas
3l l
Entonces ustedes. el ru,r, ga no lleuan el sequímiento ní
saben cydén se qteda con ese solar urbano.
Dmpleado.1, \h no. io lleva elRegistro Público de la Propiedad, automáticamente se sale de la esfera social y se conlierte en patrimonio particular, y el Código Civil de cada estado
reglamentará la siluación esa, la compra o venta.
¿Pero no de'hecln lagente cpe utue en ejidos o comunidades
ha estado pagando en las recaudadoras de rentas de donde uiue
por el solar tLrbano cyrc tengan, lwya entrado o no elhocede?
Empleado 3. No, van a empezar a pagar en cuanlo el ejido
o comunidad haya sido delimitado y a trar,és de Procede les sean
entregados sus títulos de propiedad por el solar urbano y sus
certificados de derechos parcelarlos.
Empleado
.1.
En las zonas urbanas
1o
hacÍan con el alán
de tener la seguridad de su predio. Pero en la práctica, l,legal-
mente, no estaban obligados a pagar. Oficiaimente no. ¿Qué
sucedÍa? El estado receta lo que da; yo liego, rivo ahÍ porque ya
estoy cerca de la zona urbana y con eso pretendo asegurar mi
propiedad. Según eso es una posesión de hecho del ejido,
voy a pagar, a abrir mi cuenta catastral y ahí está. Pero era
ilegal a todas iuces porque el ejido en sÍ. de acuerdo con Ia anterior ley, el régimen nada más de pagar era un tanto por ciento
sobre la superlicie y Ia producción que se daba. Sin embargo,
en la práctica se hacía que el ejido Fulano de tal iba a Finanzas
y le calculaban ahí su situación...
nY
vas a pagar por todo tu
ejido anualmente veinte peSoS». HabÍa hasta de un peso, cuan,
do valÍa el peso. Entonces. ellos en conjunto cooperaban, todos
los ejidatarios. Era nComisariado ve y paga»: ahÍ eslá. a pagar. Y
por su parte, por e.¡emplo, quienes estaban r,iviendo en las zo-
nas conurbadas decÍan: nPues yo compré y me traspasó un
ejldatario un pedacito y el comisariado me dio la firma y yo necesito que haya seguridad en mi terrenito, ¿qué es 1o que voy a
hacer? Voy a pagar recaudación,. oSeñor, quiero que me habra
mi cuenta,, nCómo no, acá está. Tráigame nada más la firma del
comisanado y el acta de colindancia y véngase, queda listo a pa-
312
fue ruorces
gar,. AsÍ era, y asÍ se hace todaria. Pero esto es porque los particulares que iienen o deteui¿iu esa posesión quieren asegurarse nlás con la boleta catastral (que le llaman ahora asamblea de
la teneucia) pero en la práctica no existe, no es correcto. Sl hubiera una campaña y le dijéranros: «Devuelr:e ese dinero,, o uNo
vayas y le pagues lrada al niunicipio porque no te afecta..., Pero
si en un momento dado le llegara un oficio al fulano que haga
eso o al responsable, clirÍan: .Detenlo. que lto ande haciendo
proselitismo de que no haya recaudación ptiblica,.
Empleado 3. Pues sí, porciue es un ingreso que al gobiemo
le conüene, pero no es registrado.
Errtonces. de lrccho ahonta las gentes que cleben estar pe-
gando un predícrl por su solar urbano son sólo los que tíenen el
títttlo de propíedad emitido por elRex.
Empleado 3. Ahorita sÍ, ya es oficial. Ya tienen una cuenta
predial que les expidió el Registro Pribiico de la Propiedad.
Dmpleado.1. Si 1o analizamos a fondo, es una de las partes
que el particular debe ingresar como bonos del estado.
Empleado 2. Inclusir.e el estado está üendo al programa
como un súper negocio.
Pero cuesta mr¿chíslmo dürcro regulcrizar la tenencia de la
tíerra ct traués del hocede u cott lo poquito qLLe paguen de ímpuesfos los berLeJiciaríos... el cosúo no es recuperable nt a largo
plazo.
Empleado l. A largo plazo, cómo no.
Empleado 3. A largo plazo, sí.
Empleado 2, Mira, ahorita estamos hablando, por ejemplo, de 60 mil tÍtulos de propiedad. ¿A cómo quieres que te paguen tu tÍtulo?
Empteado.1, Esto está en función de tasas. Pero pongamos un valor promedio de cincuenta pesos. Depende de la zona...
Empleado 2. Mira, estamos hablando de tres millones de
nuevos pesos anuales. Por los 50 mil títulos que se han genera-
do en el estado de Oaxaca, o sea tres mil millones de üejos
pes0s.
Apsxorcss
3 13
ünpleaclo.1, Ese dinero nunca pasaba por las narices clel
estad0. Ahora ¿;que pasa? Quizás, como rlice usted, es una inversión v no se paga eso con 1o qlle se está dando. Definitivamente no en el montento. Pero ¿qué r,a a pasar? Con el tiempo
este va a ser un sujelo de obligación tributaria. El día que me
dejes de pagar te dejo en paz y me voy inclusir,e al embargo
fiscal, porque eres propietario. Y quieras o no tienes que pagar.
Si vas a conslrulr cualquier cosita en tu terreno, primero traeme
tu libertad de gravamen. Eso no entraba a ias arcas del estado,
ahorita ¿qué va a suceder?... Pero sejustifica porque este dinero no se queda en ei ejido, se queda en el municipio, se queda en
Finanzas. Nunca hubo ni ha habido un ingreso asÍ, la verdad
qlle no.
Empleado 2. Te \¡oy a poner como ejemplo Cinco Señores.
Son dos mi1 solares, ponle de cincuenta pesos por solar, estamos hablando de cien millones de pesos de los r.iejos, o sea cien
mil de los nuevos, y eso es una cantidad fuerte de dinero.
¿Pero puede seruír para m¿¿chas cosas, como ínJraestructura, seruicios publicos , etc,, ¿no?
Empleado 2. Pues cuando menos para hacerle publicidad
al candidato dei...
Empleado.l. PodrÍamos decir que a veces somos muy crudos en hacer comentarios de ese tipo porque hay necesidad cle
escuelas, senicios, etc. Pero en la práctica sÍ es cierto, se están
llevando su buen billete, la billetiza. Ese ha sido uno de los problemas de México. Qué bueno fuera que ese dinero se utilizara
bien y se mejoraran las condiciones de nuestra existencia social. Pero bueno, ¿qué es ic que pasa? A mayor dinero, mayor
corrupcrón.
¿Qué tmpuestos o grauamenes tíenen las tierras (lue
ran Ios certtJicados pnrcelarios A que sotLparaproducir?
ampt
Empleado.i. Hasta ahorita no existe una tasa o no hay
una reglamentación sobre el pago tributario que debe hacer el
ejido. Lo que sÍ están aplicando, hasta donde yo sé, es al cinco
por ciento de la producción, 1, esto no se puede calcular definiti-
314
ArÉuorcss
vamente en el estado de Oaxaca. Esto es al menos en \,hlles
Centrales.
¿Quién esta calculando eL cinco por cíento de la prodttcctón
y a quíén se
le
paga?
Empleado 2. Por ejemplo, en el caso de Reforma se pagan
mil pesos por hectárea, y lo pagas en la oficina de recaudación
del municipio. Reforma es un ejido que tiene seis mil hectáreas.
Empleado l. Antes estaba concentrada toda la contribución en Finanzas del Gobierno del Estado. Después vino una
reglamentación de que se manejara en los municipios. Entonces, nosotros los ejidatarios vamos y le pagamos al lesorero del
comisariado ejidal. El tesorero, con su conjunto de autoridades
y órganos de representación, acuerdan y se van al municipio a
pagar. Y el municipio les da su boleta y les extiende un recibo y
ya no llega hasta aquÍ (gobierno del estado) pero antes todo lle-
gaba aquÍ.
Ahora, ¿quién calcula cómo debe pagar? Hasta ahorita es
arbitrario y es a voluntad de usted núcleo de población y yo
Finanzas, y no hay una reglamentación que me diga,.. La ley
anterior, le digo que determinaba el cinco por ciento de la producción anual.
¿O sea que síhabía un impuesto sobre la parcela que uno
tuutera?
Empleado
l. Ajá, pero nunca se respetó eso. dado que no
habÍa la producción, no producÍan y era simbólico. Era una situación convencional, no habÍa y no ha existido una reglamentación en tal sentido de precisión en la obligación tributaria. O
sea, ia ley 1o contemplaba. SÍ, pero nunca se aplicaba.
¿Y alrcra establece la leg para La cuestión de parcelas algún imptrcsto?
Empleado i. Se sugerirán las costumbres. Hasta ahÍ nada
más. Pero para los solares sí, ya desde el momento en que entra la
legislación civil tienes que pagar. Desde el momento en que el Raiit
me manda tus documentos y aquÍ yo, recaudación del municipio,
te pongo el sello, te doy fe y te abro tu cuentia catastral, y adelante.
fue¡¡orcrs
315
¿Y qué respuesta ha habído por parte de la gente?
Empleado 1. Buena, porque dicen ellos que en esa forma
aseguran su patnmonio y se sienten obllgados a pagar. y que
mi solar, mi lote, si antes lo i,endÍa yo por cualquier cosa, ahora
lo voy a vender al justo precio.
Empleado 2. Actualmente hay una autondad competente.
En este caso el Registro Público de la propiedad está reconociendo que realmente existe un solar de tal tamaño y el clueño
es tal persona. Entonces, al momento que dices ya estoy inscrito en un organismo de esa magnitud. quiere decir que ya tengo
seguro mi patrimonio, porque lo está reconociendo un registro.
Más que nada con el registro que tienes del narr¡.
Empleado .1. Claro pero también existe aquella inquietud
de los ejidatarios. Me están metiendo acá para que yo algún día
venda y tenga que distribuir las ganancias y es justo. Me imagi-
no que sí esjusto en ese aspecto, porque a:rtes hacÍal sus tralsas
con terceros, con instituciones oficiales, y el dinero se quedaba
ahÍ entre ellos y el Estado feliz.
¿En qué medida se sigue dando la uenta ilegal de tterras?
Empleado l. Mire, pasó esto y se siente. se ve. Esto es
como la cosa prohibida, que es lo más deseado. Cuando la ley 16
prohibÍa, todo mundo lo hacía, había por debajo del agua subterlugios y compraventa. Se libera el ejido, de que se puede vender, y los fraccionadores se fueron para atrás, porque
1,a está
permitido. Cuando surge la ley y existe la libertad puedes hacer
lo que quieras: hazlo de acuerdo con la ley. Aquelya dijo no, ya
los fraccionadores no llegaban, decÍan: nYa no podemos invertir
porque ya tenemos encima al Estado,.
¿Qué tambiénhag una clausula enlaleg que dtce que una
¿nstltución en particular es la r¡ue puede determinctr el ualor de Ia
tierra?
Empleado -1. Pero eso es cuando es por expropiaciones.
Empleado 2. Bueno no, pero aquÍ de Oaxaca, por ejemplo,
inclusive hubo un debate fuerte acerca de que antes de que el
naN enr¡iara los títulos de propiedad al Registro público de la
3
i6
Ar,É¡rorcas
Propiedad tienen que pasar por el Catastro de1 Estado (debía
ser. ¿no?) para darle un valor catastral a 1os documentos.
Entpleado 3. Ya todos los traslados de dorriinio prir,ado
así lo hai:en. \¡an a Catastro de aquÍ de Finanzas v hacen el
trámite.
Empleado i. SÍ pero eso es porque te interesa v nte interesa. Pero que haya una reglamentación en la cual diga: .Tal
dependencia...y tu tierra cuesta esto,. No lo hacen. Es convencional.
EmpÍeado 2. Tambien ha habido un detalle muy importante... Cuando se inició el Procede al campesino nunca se le
había pedido pagar impuesto por su solar. Sólo se dijo: "A usted
se le va a entregar un tÍtulo de propiedad,. Inclusive en parte el
rechazo del Procede ha sido por eso. En algunos ejidos se ha
dicho y se dice: uEs que si nos ntiden y nos certifican y nos
titulan \¡a \¡amos a pagar», y algunos ejidos lo han rechazado
por ese tipo de cosas. En otros con una mejor condición económica v que están más inlormados pregunt¿¡; u¿Pues cuánto es
1o que vamos a pagar?, Cincuenta pesos. «Que se mida, qué
tanto son cincuenta pesos si a veces en una chupadera nos
gastamos cien, doscientos pesos, Y pagar cincuenta por algo
que es de nosotros... pues vamos a entrar compañeros. Aceptemos que entre el Procede,.
Empleado.l . Tienes razón, hubo mucha resistencia en eso.
Empezaron a compulsar, ¿Cómo? Primero, que el gobierno no
garantiza 1o que dice. Numero uno: que *¿Adónde nos va a llevar?, HabÍa desconfianza. Número dos: que nlo que va a pasar es
que nos van a quitar nuestras tierras,. Número tres, que uVamos
a pagar muchos impuestos,. Número cuatro, que nlas transas
va no sin¡en para poder retenerlos,, etc. Pero aquÍ es cuando se
dan cuenta de que si e1 programa Procede, a comparación de
como era el programa de certificacíón, es mui, benéfico, es gratuito. La coRETT, a trar,és de notarios y de sus instrumentos, le
cobran todar.Ía al que está en posesión y le dan una raquitica
cantidad al que vende.
Are
ruolc¡s
Bl7
Empleado 2. Aquí es mu-y importante regresar un pocluito,
licenciaclo. Hablando sobre que en algunos casos la gente rechaza ei progranra por cuestiones de ese tipo. Si uno se va más
atrás hubo €ente que en los casos de los núcleos agrarios, por
ejemplo, luchaban para que les dieran un pedazo de tierra, para
que ios compañeros de trabajo tambien tuvieran su terreno v,
en muchas casos, inclusir,'e hasta invadÍan. Muchos ejidos se
lormaron preclsanrente por la lucha por i¿r tierra, inr,adieron
hacieudas. invadieron ranchos, hubo muertos, c0m0 dice el licenciado. Y Lrna vez que doilinaron la situación. bueno, aiguien
los asesoró, buscaron la gestión legal para que el gobierno los
reconociera como núcleo ejidal de acuerclo a la ley agraria existente en su momento. ¿Y qué pasa ahorrta? Entra el Procede y
la gente dice: .Bueno, pues si esto nos costó y ahorita con el
Procede 1o que vamos a hacer es que vamos a dividirnos... coinpañeros, no podemos seguir haciénclolo asi si es que vanlos a
entrar al Procede,. Esa fire otra de la preocupar:iones. Yo te comentaba que en muchos de los ejidos no aceptan el P¡ocede
porque qr-rizás por la lorma en que están trabajando han tenido
muchos logros, la escuela del ejiclo, Ia Conasupo del ejido, la
trotonería municipal, que están arreglando la calle... Lo están
haciendo precisamente porque como están todavÍa conformados como ejidos, les interesa que su comunidad tenga luz, que
su r-'omunidad tenga algo...
Empleado i. Y en otros sí, de veras se ha roto ese orden.
Antes nos reuníamos, decÍan ellos, al vapor de nuestra asanblea y todos ahí convir'Íamos. Llega Procede v cada quien dice:
«Ya tenplo mi documenlo. yo ya soy dueño,.
¿Asambleas? Olr,idate de elias, llegan cuando quieren. Hay una desorganización.
Empleado 2. Con el Procede prácticamente van a desaparecer algún tipo de tradiciones y de costumbres que tenÍan los
ejidos. A r¡eces decían: oCompañeros, vamos a cooperar para
hacer tal cosa en la escuela,. Se har:Ía. Es más, vo iba a unos
ejidos. Por ejemplo, uno es San Felipe Áneel. Hav una escuela
que tiene San Felipe Ángel que está muy bonita, y no es porque
3iB
AlÉruorc¡s
el gobierno haya querido que asÍ sucediera. La presión del pueblo y la organización hicieron que saliera adelante. Le dije a uno
de los señores: uOi€a, señor, regáieme un vasito de aguar. Fueron cinco señoras v exprimieron naranjas para darme jugo. Eso
implica que tienen una organización en el ejido. Oiga, tenemos
hambre.., Mira, acá les hicimos una barbacoa. creímos que eran
tamales, ahÍ hay tamales, decÍan. Que tamales ni que tamales,
tamales pero de carne.
Empleado 2. Yo ful a varios actos agrarios y ahÍ sritaban:
oYa llegaron los del RAN». AI subdelegado lo recibieron unas edecanes con su banderita acá, todo estaba muy bien organizado.
Cuando llegamos: nSaben que la entrega queremos que se haga
aquÍ en la escuela,. Ya todos tenían un letrero adentro de Ia
escuela para que cada ejido recibiera sus documentos. Y parte
de esa organización se puede perder con este tipo de leyes.
Empleado i. Se ha perdido. Lo que sucede es que ojalá y
haya la sensibilidad real y que los reglamentos internos vengan
a suplir todas esas deficiencias, todas esas cosas. Porque el reglamento interno del ejido tiene como una de sus funciones principales ese tipo de acciones.
¿Tiene el naN que registrar los reglamentos internos de los
ejidos?
Empleado.1. No. Só1o se registra el acuerdo de asamblea
en que se aprueban ios estatutos del reglamento interno. Regr"rlarmente el procedimiento para estos reglamentos internos es
que debe haber el consenso de la base. Es decir, que haya
ejidatarios üejos, que ya pasaron por cargos de representación
como autoridades y que den sus experiencias, sus opiniones.
Que haya una comisión, y ésta una vez que tenga el proyecto de
reglamento io presente a la asamblea, se hagan las modificaciones correspondientes y se apruebe. Para nosotros, por ejemplo,
como RAN somos celosamente respetuosos de los usos y costumbres, siempre y cuando no contrar¡engan a la ley. AhÍ es
donde tenemos uu problema constante: «porque es mi costumb¡s», pero la ley también dice esto. Entonces, la ley establece los
Apei'lorcos
319
mecanismos, cómo realizarlo, cómo comportarnos, pues vamos
a respetarla.
repito, se registra el acuerdo de asanlblea. Tenemos la idea errónea de que «se va a registrar el acta, _v de que
ahÍ vamos a tener el archivote. Lo que se registra es ei acuerdo
de la asamblea en que se aprueban sus estatutos. Éste va tiene
integrados los puntos de los estatutos. Y nada más se registra el
acuerdo que fue aprobado, tal estatuto, tal reglamento y tiene
k
ügencia hasta que la misma asamblea determine modificarlo,
abro§arlo, derogarlo, lo que quieran.
¿Cual es laJinalidad de lwcer este reqistro?
Dmpleado.1. En primer lugar, la finalidad es de ptrblicidad ante terceros. Que la norma que voy a aplicar en mi ejido
sea respetada por todos v que sea observada, Que tenga efectos ante terceros. Qtre sea prueba plena antes, después y durante el juicio.
Pero antes me pa-rece que los promotores les ayudaban a
hacer sus reglarnenlos internos a los ejidos y a las comunidades y parece ser que no hay aprendizaje prerrio por parte de las
gentes de los comisariados.
Empleado .1. No, antes lo que pasaba era que llegaba a
una conrunidad un reglantento que hacia por ahÍ un serior que
se las fumaba y recibía muchas opiniones de la gente que iba al
campo sin saber del dolor que había en la comunidad. El promotor decÍa: nEste es tu actual reglamento y esta es la lorma en
que lo vas a apiicar en tu ejido,. Entonces les hacÍan todo y
llegaban: uSaben que el reglamento interno es éste, v dice esto.
.SÍ,. Aprobado.
1, debe contener esto, ¿cómo la ven, si es cierto?,
y
y
porque
Era llegar aplicar era inaplicable
lo hacían desde
arriba y lo apiicaban en el núcleo sólo en parte. Ahora 1o que se
prevé, io que se quiere, es que el regiamento surja del seno de la
comunidad ir desde sus puntos de t'ista y sus opiniones, que
todos participen. Que digan los dei núcleo por qué sÍ es bueno,
por qué no es bueno, qué normas conr.ienen. Esto está contenido en el artÍculo 10 de la Ley Agraria. Tanrbién se establece
los estatutos y lo de los reglamentos internos.
1o cle
320
Apsrurrrrr¡:s
Hoy leÍ en uu póster que ante el R¡N se tienen que registrar
las asociaciones, las sociedades, Ios acuerdos de asallblea. ios
órganos de representación. la aprobación de los estatutos, clel
reglamento interno, la explotación de algún recurso, alguna unidad especializada, sus créditos y todo ese tipo rle acuerdos de
asamblea. [¡s acuerdos que en un moniento daclo tengan... ¿Por
qué se tienen que registrar los creditos? ¿A quién ie interesa eso?
Empleado l. Porque en un momento dado se necesita conocer cómo se están manejando esos créditos, cómo se van a
distribuir, en qué proporción se van a pagar, etc. Esto le interesa al ejido. Definitir.o. Si nosotros como ejido llegamos a adquirir un crédito en un momento dado y éste es para tal electo v no
c'umplimos el fin. es decir. uu credito grueso que nos llegara, el
comisariado como órgano de representación administratir,a del
ejido puede demandar a su lnisnto t'ourpañero ejidatario que no
cumpla con esa obligación. \' ante el juii:io que lo contemplase,
en un acuerdo de asamblea. Qué bueno que está inscrito en el
RAN porque tiene efectos ante terceros.
¿Cuales son lospmcípales actLerdos de asamblea, qtrc son
los que se tienen Erc registrar?
Empleado .1. Lo del artÍculo 23 (lo de las asambleas duras,
lo de la delimitación de los ejidos). El23, por ejemplo, tiene 15
fracciones. Es la facultad de la asamblea de deternrinar. Pero en
la nueva ley se define en esta forma: de la primera a ia séptima
son las correspondientes a lo que se llama asanttrleas blandas,
en doncle no requerimos la intenrención del notario ptiblico ni
de la Procuraduúa Agraria porque se \¡an a tratar casos que n0
son fundamentales en cuanto al origen cle la tierra. De las [racciones octava a \a 14 vamos a tratar casos de trascendencia
para nuestro ejido, de cambio. AhÍ podernos, por ejemplo, delimitar qué es elprograma que tenemos, cambiar de régimen; de
ejido a comunidad o de comunidad a ejido. En esas fracciones
están las que debemos tomar en cuenta: la participación de las
tres cuartas partes de la asamblea. No de una cosa simple, de
una opinión -como en ia Cámara de Diputados, el 50 por ciento
A¡,0¡¡otcgs
321
más uno. AhÍ, la tomamos en asambleas blanclas. pero en asambleas duras es cuando se va a sufrir un cambio, cuando se van
a tomar determinaciones muy sustanciales para el ejido, para
la organización de nuestro ejido. O, por ejemplo, para que rlesaparezca el ejido. Entonces, ¿qué es lo que debemos hacer?
Tenemos necesariamente la presencia del notario y de la procuradurÍa Agraria, que es la representante legal del ejido. La pro-
curadurÍa Agraria es el asesor, el abogado podríamos decir. Esas
son las fracciones que comprende el artÍculo 23 de la Ley Agraria. Entonces, las actas y acuerdos de asamblea que están de ia
primera a la séptima son inscribibles, y los de la octava ala 14
necesariamente inscribirse en el R.qN.
Empleado 3, AsÍ de sustancialmente no. En un momento
dado no dice ahí ni órgano de representación agraria, no te afecta en nada, Pero en la otra sÍ, definitivo, porque aparte de eso no
obstante que debes inscribir el acta de asamblea, debes tener al
ejidatario ahÍ y a la persona que diga en la ley, un representante
de la ProcuradurÍa Agraria. ¿Qué pasarÍa si llegara un acta de
asamblea de delimitación y nada más diera fe el notario público? IrÍa jurÍdicamente para atrás. ¿O qué pasaría si nada más
llegara el representante de la ProcuradurÍa Agraria y no el notario? Va para atrás, porque es un requisito indispensable.
Empleado 2. Y mientras eso se inscriba asÍ en el RAN, no
tiene un valor, digamos.
¿Y que es lo que contienen basícamente esos onotaciones,
esos registros?
Empleado -1. Acuerdos de asamblea. Las más duras o la
dura que le llaman es la de delimitación, o sea el Procede, programa medular del sistema. Es la de la aceptación del programa, En esto una de las más fuertes es la de cambio de régimen.
Son las más fuertes si consideramos que son dos entre todas y
ya en las otras no. En las otras está la aprobación de su regla-
mento interno, el cambio de órganos de representación, la dis-
tribución de las ganancias, etc., son determinaciones más
blandas.
322
fueruorcos
Empleado 2. Lo que se registra es lo que decide la asamblea, el valor decisivo que tiene la asamblea. Anterionnente para
ser ejidatario tenías que hacer una gesüón, que ser reconocido,
mandarlo a una autoridad competente que te lo reconociera.
Pero ahorita, con el Procede, si tú no eres ejidatario pero la asamblea asÍ lo decide dice: uA partir de este momento la señorita es
ejidataria, y se acabó. El naN reconoce el acuerdo porque es de
asamblea, Anteriormente no se hacia así, tenía que haber una
investigación, un dictainen elaborado por el promotor agrario
para ver si tenÍa la posesión. Inclusive habia una sentencia, que
se llamaba reconocimiento de nuevos ejidatarios.
¿Y los posesionarios. qué pasa con los posesionarios2
Enryleado l, Las asambleas son las que los van a legitimar. Los posesionarios son hijos adoptivos; en un momento dado
la asamblea es la que dice: oSe acepta o no se acepta, o nTú
esposayyo esposo vamos a aceptar a este adoptivo. o de hecho
aquÍ está con nosotros pero lo vamos a adoptar legalmente, vamos a ponerle nuestro apellido p«ter y mateo. Esos son los
posesionarios reconocidos por ia ley. Poseedor es aquel al que
no ha reconocido la ley todavía, al que está detentando tierras
pero no es parte de la asamblea ni tiene voz ni voto.
Empleado 2. Por ejemplo en... el ejido no reconoció a tres
posesionarios. Pero no los reconoció porque no convenía así a
los intereses no tanto del ejido, sino de quienes dirigen el ejido. A veces los que dirigen son los que dan las directrices. uA
mí estos cabrones me hicieron una y aquí me la pagan, ustedes asamblea, el que quiera que a estos cabrones me los reconozca como ejidatarios que alce ia mano,, compañeros... Ni
un ejidatario alzóla mano para votar... Aparecieron tres ahí y
de estos tres uno fue presiderrte del pru en... el otro no sé. Con
decirte que fueron tres que no dejaron que esos posesionarios
fueran reconocidos como ejidatarios. Uno de ellos era un candidato fuerte para el pRt cuando fueron las elecciones en el
ntunicipio. Ahí es cuestión politica. Otro ejemplo es el de un
familiar que hace seis meses ingresó al ejido, pero porque él
Apprvorcos
Z2J
se alineó a la polÍtica del comisariado ejidal. *Está bien,, dUe-
ror,
,,y
luego tu pariente está ahÍ en la
SRq y nos va a echar la
mano, tú eres ya ejidatario,. Mi abuelito dejó una posesión y
ahÍ está, y todo eso... para que veas cómo es la decisión de la
asamblea,
¿QtÉ enlo deluoto secreto, todauíastgue unoleuantandola
mano?
Enqleado
i.
No, el principio que maneja Ia ley es muy
democrático, tanto la antenor como esta ley siempre han tenido
el principio democrático. SÍ, en la práctica se hace eso que usted dice, pero ¿qué es 1o que debemos cuidar nosotros? Es decir,
yo que estoy en el campo, ¿qué debo hacer? Aplicar ese criterio
democráüco. No se aplica, pero la ley lo prevé. Lo democrático
es que el voto se aplique en una urna. Lo prevé para casos muy
especiales.
Empleado 3. El voto lo hacen por ternas, de dedo, por designación, por... pero el principio democrático de la ley es ese.
Es un principio, que no se aplique es otra cosa. I¡ vamos a
hacer en voto secreto, a escrutinio público e inmediato. Ah qué
bonito es eso, porque ya no voy a tener al cacique ahí como dice
é1,
que me esté üendo y me diga: n¿Por quién vas a votar?, Nomás
se me queda viendo y no pues... oPor usted, señor,. Pero si apli-
camos eso, en esencia no debe existir. A mÍ qué chinga me importa, tú eres don... pero mi voto va a estar ahí, investÍgalo.
Empleado L En la práctica no sabemos cómo se esté dando, uno desconoce eso, son cosas del ejido. Pero nosotros necesitamos aplicar el criterio legal. Si usted me dice que se hizo a través
de esto y no se aplicó e127 de la ley, ah cuidado, para atrás. Si ahí
dice que ose llevó a cabo Ia votación aplicando rigurosamente el
27», esa legalidad para nosotros vale. Que lo hicleron porque el
señor se me quedó üendo muy mal a mÍ v yo voté por é1, eso es
otra cosa. Pero ei RRN más que nada en uno de sus principios es
ver legalidad y formaiidad, y también actuar de buena fe.
Empleado 2. Yo estoy proponiendo que en cada asamblea
de delimitaciones se incluya un video de la toma de decisiones.
324
fuɡlorces
Seria muy... problemático...
Empleado I. Ya sería como aquel que quemaron.
Empleado 2. No. es que, mira, lo que pasa es que en el
acta dice olo gráfico se distribuyó en.., durante quince días y
cada ejidatario identificó sus parcelas, sus colindantes exclusivamente,, o sea que esta es mi parcela y está bien el colindante.
A la hora que llega ahÍ dice: oEstá mal la ubicación de las parce-
las. Hay muchas [allas,. Con elüdeo se podrÍa saber cómo se
hizoladistribución y cómo se tomaron las clecisiones...
Y en la prácttca ¿cómo esta Juncbnando lo de la rerúa de
tíenas?
Empleado l. Lo siguen haciendo como antes. Ahora muchos las rentan fijando el precio en dólares. Sobre todo en los
lugares do¡rde se da mucho la emigración. Pero lo que se rentan
entre ellos, no lo inscriben. Deben inscribirlo por cottveniencia
de las partes.
Empleado 2.Tengo una pregunta. Si yo quiero ir a un ejido y rentar una parcela de veinte hectáreas, ¿por que voy a
hacer un contrato con una persona? ¿Puedo ir ante un notario
para darle más legalidad o qué pasa?
Empleado.1. No, no, los efectos notariales son relativos. La
ley no establece eso.
Empleado 2. Pero qué folio le vas a dar v todo eso.
Empleado 1. Hay una entrada que se llama uactas no
re$istrables,r. Yo voy a rentarle a la señorita y por conveniencia
personal quiero que surtan los efectos legales de mi contrato de
arrendamiento porque ella tiene la posesión, porque ntañana o
pasado me puede decir para acá y punto.
Empleado 2. Y se lo quita, porque me comentabas que hay
mucha gente que se queda con la tierra, ¿verdad?
Empleado 3. Si es la gente que tÍene la posesión.
Empleado l. Y la 1e1' prevé que las rentas de tierras inclusive no deben pasar de 25 años.
Pero a mí me dice la licenciada Tomi que con quien tienes
que ir a registrarlo es con el comisanado de tu ejido.
fuÉ¡¡orc¡s
325
Emplendo 3. Bueno, puede ser una cosa interna, pero si el
comisariado quiere ai rato... o si ei ejidatario le cae mal puede
hacer una mala jugada y decirle al que rentó: nsabes qué, qué-
date con la posesión,. También el dueño de la tierras puede
decir: nSabes qué, nos cortamos acá y yo ya no quiero nada,.
Empleado.1. Por eso la razón de inscribirse es para que
surta efectos ante terceros. La cuestión jurÍdica es el naN porque yo te puedo demandar y ¿a dónde? No, por mi comisariado
ni maiz, tú eres parte de mi comisariado. Tú me friegas, debe
haber una autoridad, un organismo que tenga fe pública, y en
este caso es el roql'¡. Ese acuerdo yo lo debo registrar porque a
partir de ahÍ te puedo demandar si hay incumplimiento de contrato.
trmpleodo 2. Oye,licenciado, ¿a la fecha cuántos de esos
contratos has inscrito?
Empleado .1. Ninguno, pero porque desconocen la ley.
Empleado 2. ¿Sabes por qué? Precisamente por eso. Pero
si dicen que la ley no es precisa en eso, entonces no necesito
una asamblea para que le pueda yo rentar a alguien mis tierras.
Empleado
i,
Depende del interés.
Empleado 2. A menos que en el reglamento ya existiera
legalmente.
¿Por qué laleg no dice todo eso? Sena muA engorroso ¿no?
porque alo mejor go le rento un cíclo a uno, otro cíclo a otro, etc.,
termtnamos el contrato g perdena un clnrro de tiempo dandolo
de baja, etcétera,
Empleado .1. Ahí están actuando yo creo entre partes de
buena fe. Pero imagÍnese usted, por ejemplo, yo voy a rentar
trescientas hectáreas para hacer alguna infraestructura o algo
por el estilo o una producción y me quedo con ustedes. Pasó el
caso de La Venta. Ahí una empresa canadiense, no sé cual, rentó terrenos para sus aparatos para generar electricidad, energÍa
por rriento. ¿Qué hicieron los del ejido y los interesados? Fueron
a1 ruN. nPara que surta electo nuestro contrato tú me los vas a
prestar por diez ¿¡ss,. Que las contraprestaciones... no intere-
326
fuÉrvo¡ces
saron las contraprestaciones, lo que nos interesó es que el ejido
estuviera de acuerdo en la renta que iban a cobrar.
¿Q ué son las contraprestaciones 2
Empleado L Dinero por tierra. Eso no nos interesa a nosotros. No nos metemos en esa situación. No preguntamos ¿cuán-
to te van a dar? Porque anteriormente la
LRR¡ permitía a la
autoridad federal intervenir en situaciones económicas. Ahora
la ley no lo prohíbe pero no 1o permite. Por lo tanto, lo que hacemos nosotros es el acuerdo de voluntad de que vas a rentar y
punto, que es por tanto tiempo y punto.
O sea que sÍ están regbtradas algwvts rentes de tíerras:
eso es !.Ja con contratos entre ttna persona morol y un ejído o un
núcteo agrano pero tn entre particttlares g ejidatarios o entre
ejtdatartos.
Empleado.1. Usted dice entre yo y usted, la verdad es que
no 1o prevé la ley porque sorr contratos temporales.
Pero sí preué Lo otro.
Empleado 1. Por interés. No, no lo prer,é tan claro la ley, es
un acuerdo de asamblea. Y como acuerdo de asamblea. si quiero 1o inscribo y si no quiero no lo inscribo. Pero los electos que
va a producir esto es ante terceros. El dÍa que me digan sabes
que la infraestructura que dejaste aquÍ se qr.reda para el ejido y
rájate donde quieras. Ah caray, no inscribí mi acta, ni hablar,
me voy como vine. Pero si inscrÍbí el acta, ¿qué pasa? Es una
facultad la tuya de rentarme y hay una autoridad y...
Empleado 2.Pero aquÍ en México la autoridad vale madre,
licenciado.
¿Y a cuantas empresos los ejidos le Í'tan rentctdo tierras o
permitido usuJructuar sus bienes?
EmplecLdo i. Muy pocas, son contadas. No ha¡i un panorama así muy...
Empleado 2. Puede que sean muchas pero que se desconoce quizás porque no están registradas.
Empleado i. Es que hay mucho campo que se desconoce, es
decir, hay mucho amasiato y poca legitimación de matrimonios,
ApÉworcps
327
porque desconocen que existe un registro ciüI, que existe un Re§istro Asrario Naciona-ly la verdad es esta. Si yo üvo en amasiato
con alguien y vivo feliz y aI ratito llega alguien y me dice: nsabes
qué, te tienes que casar por esto y lo demás,, y al ratito me empiezo a romper la torre con mi mujer, mejor no lo hubiera hecho. pero
los efectos son otros. Los efectos ¿cuáles serÍan? Que los hijos no
estarÍan quizá lesitimados. Es decir nosotros somos la causa y el
efecto sena otro, Nosotros üvÍamos felices en unión libre, pero
¿qué es lo que va a suceder maltana? Que ellos van a necesitar
documentos. Ah caray, varnos a casarnos y legitimarlos. Ahorita,
por ejemplo, existe una serie de moümientos económicos, contrataciones. Y yo poder económico le digo: nNos queremos, ¿no? Tú
me quieres, entonces aquí la hacemos. para qué nos metemos en
otras broncas,. Pero si ahÍ saie alguien de los dos más hábil;
mientras se entiendan, a todo da¡ pero ¿qué va a pasar cuando
venga una controversia? olamento no haber inscrito aquello en
nuestro lugar,. Todos los movimientos, con excepción de la fracción
equis, pero todo lo demás es a petición de las partes interesadas.
¿Qué pasa sino tengo certiJícado parcelarío porque todauía
no ha sído delímttado mí ejído g le uerudo a alguien mi tierra?
Empleado.1. Pues no pasa nada. Simplemente no hay una
garantía de transacción para el que compra.
Empleado 2. Pero si este cuate va al notario, le da fe y todo
eso...
Empleado 3. Puede ir con ei notario para una sucesión.
Empleado I. Ah bueno, para sucesión sí, pero para compraventa no.
Empleado 2. También para enajenación tienen que ir con
el notario. Todo mundo lo está haciendo ante el notario.
Empleado l. Hasta cuando tengas el dominio pleno, mientras no.
Empleado 3. Discúlpeme pero en Tuxtepec están cobrando por eso. Puede ser ilegal, pero en Tuxtepec así lo hacen.
Empleado 2. Si no conocemos la ley podemos estar discutiendo por horas sin ningún fundamento. La ley bien claro dice
328
fuorunrcss
que un ejidatario una vez que tenga su certificado parcelario lo
puede vender, renta¡, etc. Si va a vender sus derechos parcelarios
(sucesión de derechos) necesita dos testigos y la fe pública de
un notario. Para que esté inscrito en el Ral¡ debe traer el derecho
de tanto. El articulo 82 dice que basta la presencia de dos testigos y adelante. Pero no vas a adquirir la calidad de ejidatario en
tanto no te reconozca la asamblea v no pase al R¡i,¡. Lo podemos
hacer tú y yo pero hasta ahÍ nos quedamos, es entre los dos.
Quien adquiere la parceia va a estar como posesionario. Pero si
quiero tener la calidad de ejidatario con \¡oz y voto, con prestaciones del ejido, inclemnizaciór.r v todo 1o denlás, tenemos que ir
con esa institución que se llama nnN y con nuestro acuerdo de
asamblea donde se nos recorlozca como ejidatarios. Pero si usted me dice yo te vendo aqrrÍ, y aquÍ estamos los dos felices, es
ilegal como decía usted en un principio; bastan dos testigos y
un contrato, dice la ley. Pero el contrato ni ante notario ni ante
_.ruu¡-.
nadie tiene validez si no se inscribe en el
Empleado 3. Para la venta de parcelas primero se tiene
que adquirir el dominio pleno y salir la parcela del régimen ejidal.
Pero ¿quién quiere tener su tierra en medio de los ejidatarios y
ser pequeño propietario'7
Empleado l. Tiene que pasar por acá. ¿Por qué? Porque
hav una relación cerrada. Quienes estamos en casa somos de
casa v nos reconoció Fulano de tal y es el Rr-¡,1, y aquÍ somos y
nadie más. Si muere alguien tiene que sugerirse a otro que ocupe su luga¡ es como una sociedad.
Empleado 3. En muchos lugares van ante el notario y según ellos venden su parcela. Ahora que fui a Santa Teresa me
estaban comentando eso. Para que el rato les sirva. dicen que
tienen que ir ante un notario.
Empleado 2. El nruv ha emitido circulares que prácticamente hacen el efecto de un reglamento, de cómo debe de ser la
irrscripción, y a veces también ahÍ hemos caÍdo en errores,
Dmpleado L PermÍteme, el problerna es cuando vende una
fracción de su parcela. Pero aquí la licenciada también se refie-
A¡É¡¡orcos
329
re a cuando ya me vo,v a desligar de ese ejido y voy a vender mis
tres fracciones; voy a vender mi derecho común, ya no quiero
nada con este pinche ejido, ya me voy. ¿Quién es el que lo va a
inscribir? Es el R¡N.
¿Qué pasa cuando uno compra dereclns parcelaríos en un
ejido?
Dmpleado 2.Hay un procedimiento. Tienes que hacer una
solicitud al naN y presentar ese contrato de enajenación de derechos parcelarios para que el Rell te pueda generar un certificado
a tu nombre.
Empleado .1, Pero vas a ser posesionaria y no tendrás la
calidad de ejidataria, excepto si ya eres ejidataria en el ejido.
Empleado 3. El ejido no te va a reconocer ningtin derecho.
Dmpleado L Si llegas a la asamblea v dices: nPero yo tambien tengo mi certificado,, te dicen .Tú te quedas ahÍ porque no
puedes pasar, o pasa pero no tienes ni voz ni voto,. "No que
fíjate que él es muy bueno y io vamos a elegir como autoridad,.
No, porque está impedido por la ley y el órgano de representa-
ción es celoso.
Empleado l. El ejidatario conserva sus derechos aun vendiendo todo y nada más se queda con el derecho de uso común.
Con eso reserva su derecho de participar en la asamblea aunque se haya despegado de todo lo demás. Pero el dÍa que venda
todo eso le pone la asamblea un \¡eto y entra quien quiera si es
que se registra en elRaw como ejidatario.
Taluez laleg adoptó eso de que uno puede segutr tentendo
eldereclw de uso contun aunque noposea ni solar ntparcelant
nada precisamente para mantener como el statu quo de un ejído,
para que la gente siga siendo ejidatano.
Enrpleado t, El ejido gr:ardará su estado por el reducto
que le quede de las tierras de uso común que son inembargables,
imprescriptibles, etc. No sé, hay algo ahÍ en la ley. Esa será la
razón cle existir del ejido.
Empleado 3. Sí se pierde la cohesión srupal porque .va te
sientes dueño de lo tuyo y ya no dependes del comisariado.
330
A¡o¡;orcps
Empleado 2, Mira, escuchabas una música en el pueblo:
inüta a todos los compañeros para que se reúnan para for_
mar el comité de festejos de la fiesta del patrón San MartÍn,,
«Se
Apenas si llegan unos cuantos, los nombran; bueno, compañeros, aquí estamos 50 personas, cuando antes iban 300... opues
vamos a formar... vamos a poner al compañero... vamos a pasar
a pedir la cooperación,. Y como no fue la mayorÍa, aquellos pasan a las casas pidiendo la cooperación y ya nadie les da nada.
Las tradiciones de los pueblos se están perdiendo porque ya no
se aporta el recurso para organizar bien la fiesta.
Empleado .1. Y es que cuando se inició la iucha por la tierra hubo afinidad de gentes, conciencia de gentes. nsabes qué,
fíjate que hay una parte que vamos a afectar y si estás de acuerdo, vamos,. A veces ya no era porque iba sino porque ya estaba
a medio rÍo y no se podÍa salir. Porque ya habÍa dado billetes,
participado, ya el avance de la escuelita ya estaba para lograrse.
Entonces existÍa una cohesión de interés, habÍa una comunidad de intereses. Llega Procede y ¿qué es lo que pasa? Nos va-
mos volviendo individualistas, se nos llega a un matiz de
individualismo, ¿Quién es el que va a tener la función más importalte ahÍ? Va a ser la autoridad municipal, porque es la que
tiene que aplicar los usos y costumbres, pero ya será en otro
atán.
Empleado 2. SÍ, en pueblos chiquitos cada quien jala por
su propio lado.
Pero antes tampoco trabqaban coryjuntamente. Siempre la
gente trabajabaíndíuídualmente su pedactto de herra.
Empleado l. Pero se respetaba a la autoridad, lo que se
llamaba asamblea, se respetaba la unanimidad.
¿Y ahoríta ga no?
Empleado .1. Se está perdiendo. Si antes hacÍamos una
asamblea por primera convocatoria, que decÍa la ley, porque
estaba la mitad más uno se hacÍa. Ahora necesitamos una segunda convocatoria.
A¡ÉNorces
331
EIvTRBvIsra On' 1996 CoN LA LICENCIADA AIvegoL Dí-v, Cnuz,
JEFE DEL Dpp¡Rr,qusNro »o IivscRtpctóN DE Soctooaoos
DEL R¡N oN
O,tr¡cn y coN
EL LICENCIADo MIGUEL Hgn¡¡e¡1002
GoNz*az, JEFE DE oFrcrNA DEL MrsMo DEpARTAMENTo
¿Cuales son las princípalesfunciones de este departamento?
Nlíguel Hernández, En este departamento se hace la inscripción de sociedades, reglamentos y actas. Se manejan los
folios, la inscripción de sociedades y acuerdos de asamblea. Los
acuerdos de asamblea son aquellos a los que se refieren las
fracciones de la primera a la séptima del artículo 23 de ia Ley
Agraria. Hablando de figuras asociativas de carácter rural, se
contemplan las contenidas en los artÍculos del I0B al 114. Un
rubro novedoso de la nueva ley es lo que se refiere a las sociedades mercantiles y ciüles. Hasta la fecha no tenemos experiencia
en cuanto a estas úitimas figuras, que son las mercantiles y
civiles, porque no se han dado. Es decir. no sabemos a qué se
deba, si al temor del campesino a participar con el capital privado o a otra cosa. No entendemos cual sea larazón, pero en Oa-¡iaca
concretamente no se ha dado ningún caso. PodrÍamos decir que
son muy numerosas las qtre se han presentado y las que se
refieren a las liguras que contempla Ia ley (artÍculos 108-114)
en correlación con el cincuenta. Éstas son primero la unión de
ejidos, comunidades, unión de comunidades y ejidos, las Asociaciones Rurales de Interés Colectivo {ARIC) y las Sociedades de
Producción Rural (srn). También conoce eldepartamento de la
figura que prevé la Ley Federal de Reforma Agraria de 1976 que
se llama la ntriple S,, Sociedad de Solidaridad Social. A esta
figura no ia contempla la nueva legislación. Podríamos decir que
tienen una reglamentación especial y que las contempla esa ley,
que es una ley bastante benévola y la han acogido muchas agrupaciones y personas para asociarse. Las triple S son de las más
comunes y las más difundidas dado el tiempo que tiene la ley.
En cuanto a las figuras que estamos conociendo y que
prevé la nueva ley, la unión de ejidos y comunidades es una
figura que tiene personalidad propia al inscribirse en el nruq.
332
fuenorcos
Anteriormente, con la lpna, esta figura -la participación, la integración más que nada- estaba encomendada a la sR¡. Ahora
con la libertad que otorga la Ley Agraria los ejidos y las comunidades se pueden asociar libremente y ya no tienen que tener
un padrino o dependencia tutelar de esas facultades directamente. Ya lo hacen libremente ellos. y un requisito es que pueden formarse con dos o más núcleos agrarios llámense ejidos o
comunidades.
Sus funciones son: l) coordinación de actiüdades productivas, el campo; 2) cornercialización:3) industrialización de sus
productos, y 4) asistencia mutua. Esos son los objetivos concretos de la Unión de Ejidos. Se integra con una asamblea, es de-
cir, con la voluntad de cada uno de estos núcleos, previa
convocatoria, actas de asamblea; ei nombramiento de sus delegados que son cuatro, dos de ia asamblea y dos del comisariado
o del consejo de vigilancia que son los órganos de representación. La ley anterior nada más preveÍa dos, ahora son cuatro.
Esto se supone para que exista mayor control, más vigilancia en
cuanto al funcionamiento, seguramente ese es ei espíritu de la
nueva legislación. Hay cuatro delegados por cada núcleo agrario. Si son 10 núcleos serán 40 delegados, AsÍ todos tienen participación y están representados y protegidos.
Antes era nada más que surgiera de la asamblea y punto,
no habÍa problema. Pero, ¿qué sucedÍa en la práctica? Los delegados nunca entregaban cuentas, nunca informaban a su asamblea. Entonces, con esto lógicamente se ven obligados como
órganos ya participantes del ejido a comunicar a sus asambieas
los acuerdos que tengan. Eso es lo que existe en la unión de
ejidos y comunidades, Nosotros para registrarlos, cuando todo
estaba encomendado a la sRa, tenÍamos ahÍ la fe de hecho. de
autoridad. Ahora para constituirse es necesario pasar ante fedatario púbiico. Es un rasgo fundamental que prevé la ley para
dar fe de la constitución de ese tipo de figura. Para registrar esta
figura requerimos de las convocatorias de los núcleos agrarios,
en las cuales primero hayan dado la anuencia de participar o
Ale
ruorcss
333
fornrar parte de la unión: en se€undo lugar, se requiere el acta
pasada ante fedatario público, v en tercer lugar, el paso de los
derechos correspondienles y una solicitud que es la inscripción
a petición de parte. Esos son los documentos básicos.
¿CtLanto cuesta la solicítud de inscrtpción?
MigtLel Hernandez. Treinta y cinco pesos. Se compra la
forma sHcp5, que es la de pagos varios de la SecretarÍa de Ha-
cienda y Crédito Público. Se pagan en cualquier sucursal bancaria o ante las ollcinas de Hacienda, de acuerdo con la ky de
Derechos, y posteriormente se les da el seriricio registral. En la
forma se debe marcar en el cuadro de concepto -que es por
pago de inscripciones ante el n¡u del acta constitutiva de la unión
de ejidos y comurtidades- una equis simplemente.
PodrÍamos decir que los requisitos furldamentales son éstos; sirt el pago nosotros no podemos inscribir, tarnpoco sin el
acta protocolizada ante ledatario pLiblico. Si se constituye, a
partir cle la nueva Ley Agraria, necesariamente debe estar otorgada ante fedatario público. En el acta deben estar contemplados los acuerdos de asamblea, los nombres de los delegados, los
órganos de dirección, que es un consejo de administración y un
consejo de vigilancia, que surgen de los mismos delegados; debe
de contener y anexar los estatutos que regirán la vida interna
de la figura, llámese unión de ejidos o comunidades.
Si en ei acta constitutiva otorgada ante feclatario púbiko
omitiera cilar las convocatorias, definitivamente no es procedente, porque el acuerdo de forntar parte de estas uniones debe
surgir del seno de cada uno de los núcleos agrarios.
A estas asambleas necesariamente deben acudir quienes
integran los núcleos. Si van a ser ejidatarios. ejiclatarios: si comuneros, comuneros. Los ejidatarios o los comuneros legalmente
reconocidos son los que \ran a tomar los acuerdos. Pueden inr,rtar a dependencias que estén interesadas en la organización,
hay esa libertad. Pueden ser las que existen, como el Instituto
Nacional de Desarrollo Aqropecuario (n¡o.q), la Coordinación Agrana, la Procuraduría Agraria o alguna organización campesina
gg4
Appr,rolcps
interesada en forma¡ este tipc de uniones; a inr.itación, desde
luego, no por su propia iniciativa. La iniciativa debe surgir de los
que deseen conformar la unión de ejidos y a invitación de estos
núcleos podrán acudir estas dependencias y solicitar el aseso_
ramiento también. La Procuraduria Agraria es la principal encargada. Es el abogado natural y legal de los campesinos y puede
participar. Pero tampoco está coartada la participación de otras
dependencias comprometidas con el agro. Es ahí donde le decÍa
yo de la libertad que consagra la ley. Pero de manera oficial no
debe acudir la ProcuradurÍa Agraria, ni nadie de ellos. Oficialmente no, para la constitución no se requiere. El notario público va a intervenir porque va a dar fe de la creación de una figura,
en este caso no vamos a requerir ni el permiso de Relaciones
Bxteriores ni otra participación o intervención.
Por ejemplo, imagínese usted que en la prácLica, en la asam-
blea nos constituimos. Yo represento al ejido equis, usted al
ejido ye. Hay un comisariado integrado por tres personas y además edste un consejo de ügilancia. Platicamos: usabes qué, la
conveniencia de fortalecernos, de ayudarnos mutuamente en la
venta de nuestros productos... ¿qué te parece si nos unimos en
alguna figura que contemple la ley? ¿Cuál sería? La unión de
ejidos. Tú eres ejido y yo soy ejido,. O si usted es comunidad y
yo soy ejido, podemos hacerlo y viceversa. ¿Qué es lo que vamos
a hacer? nlancemos nuestras convocatorias,
tú en tu núcleo y
yo en el mÍo. Comunicamos a los comuneros que nuestra inten-
ción es formar parte de una unión de ejidos y se les inüta a
participar en ella,. Les explicaré los motir¡os, las razones, usted
hará lo suyo. Lanzamos nuestras convocatorias en términos de
la ley; reunidos nombramos a nuestros delegados que nos representarán ante la unión, usted nombrará a los suyos; inte-
graremos nuestra documentación
y
expediremos otra
convocatoria. La podemos hacer los dos que estamos interesados en formar esta unión. No necesitamos la participación oficial. ¿Qué hacemos? De inmediato lanzamos una convocatoria:
nSe cita a los delegados para conformar la unión de ejidos fula-
fuÉr'rorcos
335
na de tal de los poblados..., Nos r¡amos y la constitución de la
unión se da en ese momento. No necesitamos que participe nadie, estamos solos. Estamos bien enterados de cuál es el procedimiento y cuáles son los fines que buscamos, adelante.
Resumiendo lo que se debe hacer: en primer lugar, tomar la
determinación de formar la unión. En segundo lugar discutir
los posibles estatutos y nombrar a nuestros órganos de dirección. Tenemos nuestra documentación y -¿A qué notario les
parece que vayamos a ver?,
Al notario equis le llevamos nuestra documentación y él
tendrá que prestarnos los servicios. En ese momento no es necesario que el notario esté en cada una de las asambleas, sino
que la documentación en sí la vamos a llevar al notario y élva a
protocolizar ei acta constitutiva de nuestra unión de ejidos. A
partir de ahÍ, ¿qué es lo que vamos a hacer? Visitamos al Rairl a
ver qué documentos requiere. Los que traen con excepción de...
uNo hemos pagado nuestros derechos..., Páguenlos. Compren
la forma en la papelerÍa, ¿no pueden? Se les da el apoyo de
llenarlas aquÍ en el n¿irl, pagan al banco 35 pesos y ¡estamos
registrados! A partir de nuestro registro, que es un paso muy
importante, vamos a tener personalidad jurÍdica y a ser sujetos
de derechos y obligaciones.
AruabelDíaz. Todavía existen ücios que son reiterativos en
cuanto a la aplicación de la ley y hay algunas instituciones que
se quedaron ahi y que se empeñan en segulr manteniendo la
aplicación de la ley anterior (mna). Porque de hecho la nueva
Ley Agraria en muy pocos artÍculos nos da la intención o nos
proyecta cuál es el sentir de la misma. ¿8ué pasa? Que la anterior era un bonchote grandote, o sea que era un paquete que
casi te desglosaba quienes eran los ejidatarios, cómo adquirían
esa caiidad, cuál era la capacidad, etc., era más amplia y como
que describÍa todos esos conceptos. En cambio, la nueva Ley
Agraria no. Entonces, el campesino se aturde pensando en esas
leyes tan explicativas que antes teníamos, y como ahora nos
apegamos a un sistema a lo mejor muv americano, porque las
336
fuÉuorcps
leyes son muy precisas pero no explicativas. y a la gente se Ie
hace difÍcil entenderla y ahorita a cuatro años ya de estar funcionando el nau, realmente estamos viendo que las institucio-
nes que apoyan al campo o se encargan de capacitar a los
campesir-ros ya están metiéndose en el rollo reai de la ley.
MtgtLelHernandez. Por ejemplo, al inicio de la ley se dijo lo
sisuiente: *Hay libertad yjusticia en elcampo en cuanto a todo,.
y/o comuneros entendieron la libertad en hacer
un dor:umento. Eso era válido anterionlente porque tenÍan la
tutela de los promotores de la snt, que les hacÍan todo. Entonces, en un momento dado llegaba la persona aquella y nFÍrmame aquÍ, hazme esto, ya, no ha,v problema,. Se olvidaban
Los ejidatarios
totalmente los campesinos porque decían:
nA
mÍ Reforma Agra-
ria me lo hace todo,. Entonces, inutilizaban completamente
a
esta gente. Ahora cuando llegan aquÍ se les dice cuáles son los
requisitos de acuerdo con la nueva ley y no lo quieren aceptar.
Muchos de ellos llegaban aquí con nosotros a registrar sus ac-
tas, una hojita, *Hay libertad, decían, nla libertad me la está
dando la ley,, decían quienes estaban más o menos enterados
del cambio. Pero ya üendo de acuerdo con nuestro reglamento
interno en cuanto a la f,ormalidad, la legalidad discrepaba mucho. Lo mismo sucedió con los otros órganos de autoridad que
empezaron a conocer la ley y hubo muchos tropiezos.
AnabelDíaz. Todaúa siguen 1,endo a la Dirección General
y a la Subdelegación de Organización Agraria de la Coordinación Agraria de la sRa. Todavía hay esos r.icios. Las uniones de
ejidos que se constituyeron con la lnri¡, las tRtc, todas las for-
mas de asociación que existÍan antes de la ley. no se daban
como ahora se dan. La nueva ley nos da otra forma a través de
fedatario público. Ya no va a haber la cuestión paternalista de la
Reforma Agraria, o sea que la sne les haga todo el trabajo, ya no.
Ellos ya van a buscar sus lormas de asociarse y van a recurrir a
un notario para que dé le de esas acciones, La Subdelegación de
Organización Agraria, que ahora es Subcoordinación de Organización de la Coordinación de Organización, Ies dice: nMándala
APÉr,-oicos
337
su obligación,, esos se constituyeron con la LFRA.
que ellos no han entendido todavÍa es que los estatutos y todo lo que ahora va a regir a esa unión de ejidos será con
la nueva Ley Agraria, o sea con la aplicación de ia nueva [,ey
Agraria, aunque estén constituidas con anterioridad a 1992. Pero
al
RAN, esa es
Si, pero
1o
se tienen que ajustar si van a seguir teniendo esa personalidad
jurÍdica o la misma personalidad. Lo ideal sena que autorizaran
los estatutos no en cuanto a la cuestión interna sino a los fun-
damenlos de ia ley, para que digan que ya están regularizados y
se apeguen un poco más a Ley Agraria.
¿Y tendrían que regístrarse en el RAN o Ua estctrt cor Ltempla-
das como enstentes?
AnabelDnz. Sí, ya la constitución sÍ, pero todos sus movimientos a partir de ahorita se tienen que registrar. O sea, los
cambios de administración de cada tres aiios, los nombramientos de los delegados por cada comunidad o por cada ejido que
participe, etc. Es lógico que los campesinos quizás qtrieran decir: uBueno, pues 1o llevo al notario, total eso es algo que la ley
me está exigiendo», Pero las trabas son las institttciones que les
dicen' «¿Por qué lo vas a llevar a un notario? El nal¡ te 1o tiene
que registrar asÍ como s5[[»! «¿Por qué?, nPorqtte ustedes no
tienen dinero para estar §astando,, Entonces esa es también la
limitante que existe.
uel Her nande z. Fue u n desaj u ste.
yo
lo entiendo, perohagade cuentaqtLe estaban 15 uníoSi,
nes Uo constit¿¿¿das cuando entró en uigor en 1992lanueua Lett
Agrctria. ¿Qué contemptaba la letl que debían hacer esas uníol'/tig
nes, ir al RAt,i/ registrarse?
MiEtelHernández. No.
¿Sólo cuando se tuuieran que modficar sus autorÍdades o
hacer algúncambío?
Mtguel Hernández. Exactamente. Los cambios, los relevos
que se tienen que hacer de los órganos de representación cada
tres anos, y hay que acudir al neN para que nos inscriba el acuerdo de que hemos sufrido un cambio, un moi¡imiento. De hecho el
338
Aloruolcos
MN es una institución que ya tiene años de existir. Lo que sucede
es que con la nueva legislación agraria como producto de la reforma al27 se le da mayor participación o intervención en el agro. Es
decir, se desconcent¡a de la sR¡ y se r,uelve un organismo público
descentralizado y automáticamente ya tiene patrimonio propio,
ya üene recursos propios, ya no está supeditado a 1o que era antes, una dirección de área de la snq. Entonces, lógicamente el naN
tiene sus registros. Que ha entrado la nueva tecnologÍa. eso es
otra cosa. Pero los actos que se registraron tienen tanta validez
como los que se registren después de la refornla.
AnabelDíaz. Así es, y digamos que pertenecen a un archivo histórico que nosotros vamos a respaldar siempre y cuando
esas figuras juridicas sigan funcionando. Esa es la finalidad.
Porque imagÍnese cuántos capitales o cuántos créditos se unieron va a ese tipo de organizaciones y que cambien de iln dÍa
para otro.
Miguel Hernarudez. Que de un plumazo desaparezcan las
obligaciones...
AnabelDínz. Entonces, ¿cómo van a quedar las instituciones crediticias ante ellos? Al darse este cambio lo que pretendemos es decir bueno, actualÍzanos esto de acuerdo con la nueva
Ley Agraria. Sujétense y ajústense a lo que dice. No va a haber
nin§una modificaciórr en cuanto a que cambien de razón social,
de régimen, que registren sus capitales, etc. Siguen teniendo
esa libertad.
Miguel Hernandez. Y tierren su personalidad, que es la
base... y lo único que tienen que hacer es que cualquier acuerdo, acta o cambio 1o registren ante el n¿N.
Anabel Díaz. Eso sÍ ya es obiigatorio. Es como una situación en que ias mismas instituclones le van a pedir inscribirse
en el Rq¡¡, si rro no hay créditos. Entonces, lo que a ellos les
interesa es exactamente que aquÍ esté inscrilo; para que puedan ir a Cedar, puedan ir a Firiaco, puedan ir a Fifonafe y a
otras instituciones que les puedan dar créditos, pero ya amparados porque elrtaN los tiene inscritos.
Arplorcos
339
MiguelHernández. La verdad es que ha habido poca promoción de las figuras existentes. Viven de derecho ante el RRt'¡
porque ya tienen su número, pero de hecho sólo existen porque
no se han regularizado. Si han tenido moümientos internos solamente los conocen ellos, no los han registrado ante el ReN. Ese
es un hecho real. Que todas estas figuras, dicen: nTengo mi re-
gistro ya, mi patente, etc., pero nuestros morrimientos aqui los
hacemos internamente,.
AnabelDÍaz. Sus moümientos nunca los han registrado.
Y no sabemos realmente si esas figuras si$uen operando. Entonces, mientras ellos hagan sus cambios de administración o
den de alta o de baja a sus socios por fallecimiento o por Ia
razón que sea, nosotros decimos: nSÍ, siguen existiendo. Y tenerlos un número real de todas esas figuras a lo mejor de 400 u
800 de las que haya inscritas, pero no sabemos exactamente
cuántas de ellas vivan o si se liquidaron y cómo se hizo la liquidación. Eso es ahí nada más entre ellos. Ahora no porque las
normas ya estaban preüstas de antemano; de que tenÍan que
entrar en liquidación; tenÍan que nombrar una comisión
liquidadora; tenían que intervenir los acreedores, la parte deudora, una institución que ügilara que la liquidación se hiciera
apegada a derecho, que es Ia sR¡. Y no sabemos qué ha pasado
con ellas. En lo referente a sociedades. nada más en cuestiones
de iiquidación en triple S y sen pues ahí con la aplicación de la
nueva ley se están haciendo nuevas. O sea, ya las otras tienen
muy poco efecto.
Mtguel Hernandez. O sea que de todas las modalidades
que contemplan los artículos del 108 al 113 son todo tipo de
sociedades. Todas las que estén ahÍ se tienen que contemplar,
excepto las Sociedades de Solidaridad Social.
AnabelD,frz. Así es, porque forman parte de la Ley de SoIidaridad Social, independientemente de que esas sociedades,
como dice la ley, deban ser de industrias rurales o para cuestiones de trabajo, de cooperatir¡as. etc., que casi las absorbió en su
totalidad la sRa. La SecretarÍa del Trabajo y Previsión Social
340
A¡rruolces
debe registrar también otras de su competencia; sin embargo,
casi nunca pasan por ahí. Es posible que esta irltima secretarÍa
nunca haya conocido de esas sociedades porque todas se las
adjudicó la snn, y podrÍamos tener a ciencia cierta un número
de todas ellas porque la sR¡ se las adjudicó como si fueran su
Iey. O sea, que se apropió de esa ley sin querer.
L4EuelHernondez, Yo creo que sería también porque en la
situación. rural interviene la sR¡. La relación de trabajo es más
obrero-patronal, Entonces, las cooperativas que se dan en los
centros urbanos son de otro tipo, ahí sí entra la Secreta¡Ía del
Trabajo y Preüsión Social. Y en cuanto a ese tipo de figuras, dado
que en la constitución de ellas podían participar gente sirt trabajo, avecindados, ejidatarios, comuneros; gente sin tierra, dice la
ley, yo creo que ahÍ es donde la snq dice: uBueno, esto no es
operatirro en el campo y las situaciones de carácter urbano se las
dejamos a la Ley de Cooperativas,. Yo creo que ahÍ está el meollo.
AnabelDinz. Porqre sociedades de la nueva Ley Agraria,
como las Sociedades de Producción Rural (spR), Asociaciones
Rurales de Interés Coiectivo (erucJ. Uniones de Ejidos y sociedades civiies y mercantiles, de hecho se halr dado muy pocas. Hasta
ahorita llevamos 280 spn con la nueva l-ev Agraria. Es decir, de
1992 para acá llevamos 280 spn hasta julio de 1996, porque el
Ralt se constituyó el 1l de agosto de 1992. Entonces, se supone
que fue a partir de esa fecha que se crearon los folios agrarios,
hay 280 spR inscritas, dos uniones de ejidos v una ARC. Este es
un dato real, que está en nuestras manos, y hasta eso porque
esa ARIC nos fue ganada en un amparo porque no venÍa muv
bien integrada y por una cuestión equis nos la ganaron en una
revisión y se inscribió. Pero realmente no hubiera pasado de
acuerdo con la normatirridad que exise la Ley Agraria.
¿Y por qué nohubíerapasado?
Anabel Díaz. Porque no reunÍa ciertos requisitos. Dice el
RA¡J qlle todas las comunidades o ejidos que [ormen una Azuc o
uniones de ejidos deben tener un registro en el ReN antes de formar ia aruc y dos delegados por parte del comisariado y dos que
Ar,É¡lolcos
341
su¡'an de la asamblea, o sea son cuatro por ejido o comunidad.
Esos dos delegados deben tenerya el registro, o sea un nombramiento ya reconocido y avalado por ei nax de que efectivamente
pasó por aquÍ el cambio de los órganos de representación de ese
ejido. Entonces, imagÍnese, si de diez comunidades ocho a lo
mejor fueron registrados, se les dieron sus credenciales, ostentan ya el nombramiento como presidente del comisariado o equis
cargo que tengan, pero dos de ellos no; por esos dos no van la
ARIC a ser registradas, porque no reúnen los requisitos.
MiguelHernández. Es que el reglamento interno tiene una
estructura muy especial. Están los principios de prelación y de
trato sucesivo. Esto quiere decir que primero tiene que inscribirse una cosa para que proceda la otra, y en este caso lo vemos
simplemente en las actas de elección. Si no está resuelto el problema de la comunidad, que es cuando hay conflictos, lógicamente que el nau no tiene conocimiento de la inscripción de la
resolución del Tribunal Unitario o de Ia resolución presidencial
y el acta de ejecución,
AnabelDnz. Ese serÍa otro caso por el cual no se inscribirÍa. Si de diez comunidades ocho tienen eso y una no está reconocida, como en el caso que estaba comentando, no procede.
MígelHernández. De ahí parte todo. Si vamos a registrar
una ARIC y resulta que es un comité ejecutivo particular porque
está en segunda instancia para dotarle las tierras, no es posible
que el r«ur* inscriba ese sujeto que todavÍa no ha nacido en el
mundo del derecho. Todaúa no es una comunidad confirmada ni
es un ejido reconocido. Entonces necesariamente se requiere que
ya esté asentada en su resolución presidencial, que esté ejecutada, tenga su comisariado, que tenga todos los morrimientos.
AnabelDíaz. Esa es la razón. Larazón fundamental no es
que la gente desconozca las formas de asociarse, sino que la ley
anterior no preveÍa eso, no le interesaban. DecÍan: nAh, tú eres
comunidad o ejido, juntamos diez núcleos agrarios y hacemos
una ARIC». Ese es el verdadero problema, y es una situación que
nos ha traÍdo bastantes limitantes.
342
ArÉworcos
L[íguelHernandez. Y posiblemente es ahÍ donde digan los
ejidos y comunidades: nPor qué me invitan a la participación, a
la organización y me coartan de alguna forma al no poderme
registrar porque me falta mi resolución presidencial,. pero si lo
vemos desde el punto de üsta legal, es necesario que tenga su
acta de nacimiento pa-ra que nosotros podamos decir: nEs Fulana de tal,.
¿Entonces los ejidos g comunidades qLLe no tierrcn su resoLución ni sus cert{icados de derechos parcelarios no pueden organízarse legalmente?
Mtguel Hernandez. No, exclusivamente resolución presi-
dencial, ya ejecutada sobre todo. Só1o donde esté eiecutada la
resolución y constituidos sus comisariados y todo. Los únicos
que pueden participar son los que tienen la resolución presidencial ejecutada.
Hag cantidad de comtLnidades que tienen constituido s¿¿
comísartado o ctrcntcu't con representantes del comisariado g no
tienen la resolución presidencíal ejecutada,
AnabelDíaz. Así es. Es el caso de tres comunidades perte-
necientes al distrito de Cuicatlán. De ias tres sólo una tiene
resolución presidencial y ejecución. Las otras tienen conflicto
de lÍmites con otras comunidades y no han sido reconocidas de
derecho. Entonces, dicen: nPero ya está en trámite eso, tengo un
amparo que no sé qué,. Sí, pero a nosotros no nos interesa eso.
A nosotros nos interesa que ya el Tribunal Agrario haya emitido
una resolución que ya haya causado ejecutoria y se inscriba la
sentencia en el Rqru. Mire por cuántas situaciones se tiene que
pasar, que se inscriba esa sentencia donde les hayan reconocido ya la superficie y todas las tierras y bosques y todo. Entonces
ya puede ser sujeto de derechos para constituirse o asociarse
con otros núcleos agrarios. Ahora, a otra cosa. Ei paso siguiente es inscribir sus órsanos de representación, y posteriormente
asociarlos. De esos órganos de representación van a sallr dos
que ya deben estar reconocidos por la asamblea y aprobados
para que puedan ser delegados de una unión. Esa es larazóny
Ar,Éruolcos
343
la problemática que existe. A lo mejor la gente no lo ha hecho
por desconocimiento, sino por las trabas a las que el mismo
derecho pone muy sutilmente.
Y es justificado de alguna forma porque tienes que ligar y
amarrar todas las situaciones legales habidas y por haber ya en
una sociedad, porque se asumen compromisos de carácter económico, obligaciones y derechos. Ya surge como personalidad
jurÍdica, como persona moral. son compromisos que no se pueden dejar asÍ, al libre albedrÍo de la gente. Porque se ha hecho lo
sisuiente: se ha descapitalizado tanto el campo porque nuestros gobiernos se endeudan con otros paÍses con tal de financiar el campo. ¿Qué pasa? Que la gente dice: uComo el gobierno
me está dando todo yo ni le pienso pasar», Entonces, ¿cómo
demandan? El gobierno no tiene Ia forma de hacerles pagar a
los campesinos. Ni modo que embargue su tierra, que
es
inembargable, que es su herramienta de trabajo, el ingreso diario de ellos, ¿cómo?
Eso ha hecho que nosotros nunca salgamos de esa situación, porque se va descapitalizando y no hay desarrollo agrope-
cuario de ninguna naturaleza. Al contrario, yo creo que como
somos tan desobligados, 1o que hacen es decir: nCómo me van a
demandar si no me pueden meter a la cárcel,, Entonces, lo que
se está haciendo o viendo son mejores formas de arnarrarlos para
hacerlos sujetos de derecho y obligarlos a que cumplan sus obligaciones. Esa es larazón por la que talvez no se han constituido
grandes asociaciones. Bueno, las spR porque se hacen con dos
gentes o con puras personas fÍsicas; pero las que ya se hacen
con una figura moral, con personas moraies, son difÍciles.
MígtLel Hernandez. Ese aspecto que tocaba usted es una
cosa sumamente importante. Dicen ellos: uMiren, ya en la práctica en el diálogo con el nqru... Queremos un asesora-miento, cons-
tituirnos en una figura asociativa, ¿cuál nos recomienda?,
Nosotros damos las opciones cuando se nos inüta. La ley prevé
estas: requisitos, cómo se constituyen, etc., adelante, elijan ustedes la que consideren. Pero a veces llega la amarga experien-
344
fuoruorcrs
cia de que ya están bien registradas y todo lo demás.
¿;Qué ha_
cemos, quién nos va a refaccionar, quién nos va a proporcionar
el capital? No, pues busquen, toquen puertas. Llegan a desmoralizarse tanto las personas que después de todo tiran el guante
y se van mejor. De ahi que nosotros en forma real desconoce-
mos el funcionamiento de estas figuras.
Hay figuras que son detectadas porque están al dÍa. nlicenciada, departamento, ya hicimos nuestro cambio de órganos
de representación, nuestro comité administrativo. nuestro co-
mité de ügllancia, s¡¡.» ¿Qué quiere decir? eue hay interes, que
están funcionando. Pero sucede que se constituven, se registran, y si vamos a la práctica, pocas son las que están compulsando el tiempo, la legalidad de su üda, de su formación, Eso es
en la práctica... Ei capital. y es sumamente sentido eso porque
dicen: nYa nos organizamos y se ponen ahÍ a imaginarse... ya
tenemos nuestro registro y todo lo demás y ahora
¿a dónde? Se
van a la iniciatil,a privada, al banco, y les cierran las puertas.
nSon insolrrentes, qué rran a responder...,
AnabelDíaz. Creo que ahora nada más dos bancos van a
impulsar el sector asrario; Banrural y el Banco de Comercio
Interior (Banci). Son los que tienen luz verde para ahora sÍ tomar las riendas (MíguelHernández: medio apoyar). Banci es el
que va a impulsar el desarrollo y dice que no se les va a dotar a
Ias sociedades con muchisimos recursos, pero sí por lo menos
para iniciar su capital. Digamos, su fondo social para que partan de ahí. Van a impulsar el desarrollo a lo mejor con dinero
extranjero, del Banco Mundial o qué sé yo. Un amigo que es
gerente de ese banco me estaba platicando eso.
Que todas las
Sociedades de Solidaridad Social que aquÍ llegaran y me preguntaran dónde podrÍan encontrar apoyo económico ios mandara para allá, pero que hace poco le dieron esa indicación de
reimpulsar el desarrollo agrario.
MiguelHernandez. Que bueno, ahÍ hay que mandar a todos.
AnabelDíaz. Por ejemplo, ahorita lo más novedoso delgobierno del estado de Oaxaca es que se están constituyendo Con-
fuÉ¡,¡olcos
345
sejos Comunitarios de Producción de Granos Básicos, y el mismo gobierno les está dando créditos en cantidades suficientes
para fertilizantes, compra de semilla mejorada y todo eso. Una
de las cosas que se veÍa en una propuesta que nosotros realizamos en el sector agrario de las reformas d27, era una de las
alternativas que había; decía que no hay tecnologÍa, que no te-
nemos técnica, que estamos todavÍa con 300 años de atraso
respecto de otros paÍses y seguimos produciendo con los artefactos rústicos de antaño, Entonces dices bueno, si se quiere
recapitalizar el campo de alguna forma, no le des dinero a las
gentes. Yo decÍa que en Estados Unidos hay una forma de trabajar en la cual todos los productores son apoyados por el gobierno con dinero para cuestiones fortuitas, de pérdida por mal
temporal, etc. Tienen seguro agrícola y una serie de cosas.
Dicen que todos los productores se unen v compran los
insumos en una casa industrial equis, en una tábrica o lo que
sea, cosa que nosotros no hacemos. El gobierno mexicano lo
que hace es dar dinero, le da mll pesos a cada productor para
que compre fertilizante. ¿Sabe qué hace la gente en los pueblos
con tanto dinero junto que nunca ha tenido? Emborracharse
tres dÍas, y se viene reduciendo el capital como a 300 pesos, le
üene metiendo eso a su milpa, él hace todo el trabajo porque ya
no tiene para pagar mano de obra. Iógico que vamos a seguir en
lo mismo, y la deuda externa sigue creciendo porque los créditos son a plazos, porque no hallamos los medios, etc. Si dijeras
aquÍ están los insumos y esta es la casa en la que vas a comprar
porque ya negociamos con ella o busca tú como productor organizado donde te vendan a precios aceptables un mejor insecticida, insumos o lo que vas a usar, eso serÍa otra cosa.
MíEtelHernandez. Fertimex, por ejernplo, desaparece y se
va a la iniciativa privada. Y empezaron a forma¡se las uniones
de ejidos y comunidades para comprar fertilizantes.
Anabel Díaz. Fue por lo mismo que Fertimex estaba endeudándose tanto, porque no pagaban las organizaciones, las
aruc, etcétera.
346
fusNolcos
Míguel Hernandez, Y entonces les daban dinero y les decÍan: nAhora ustedes mismos distribúyanlo entre su gente,. Tenemos los ejecutecos; iban tan bien, pero la corrupción, la
sirvengüenzada se dio en el mismo seno de la unión que después cuando se dieron cuenta los miembros de ella dijeron: oEstamos perdidos, ya se nos fue el billete,. En el periódico salió
que hubo un fraude de como mily tantos millones de pesos en
una empresa forestal.
I¡t antc que esta regístradn, ¿a qué se dedica?
AnabelDíaz. Es ganadera y pertenece a Tuxtepec.
¿Y Las unbnes de ejrdos?
Anabel Díaz. Están en Cuicatlán y son de productos agrícolas. Esta zona es muy rica en mangos, chicozapoies, sandÍa,
melón, papaya, de todo. FÍjese que hasta ahÍ llegan gentes que
van a exportar. Llega el gran coyotaje para adquirir toda la fruta
al más bajo precio para luego exportar a los mercados extranjeros. Producen mango, chicozapote y papaya. Esas dos uniones
de ejidos son las que están enclavadas en esa zona. Aunque
dicen que son de productos agrícolas, no detallan qué tipo de
productos en especÍfico producen. La ARIc es ganadera.
Yestas otras soctedades que lwy de soltdandcñ socíal ¿a
qué se dedican?
AnabelDnz. Son muchÍsimas. Ha1, pecuarias, agropecuarias, de insumos, de hortalizas, de miel, de tortillas. Agropecuaria
es la genérica, digamos. Unas son de artesanías. Otras son
maquiladoras de ropa. Hay varias de maquiladoras de ropa que
están incrementando en mucho su capitaly siendo muy apoyadas. Cría y engorda de cerdos. Más de animales pie de crÍa, de
animales de traspatio. Son sociedades de menor producción
porque se dedican a la crÍa y engorda de cerdos y/o de ganado,
son empresas de menos capital. A Ia comercialización del camarón, del pescado, de totopos, los productos del mar, casi por 1o
regular son mujeres las que participan en ellas.
Miguel Hernandez. Bstas son las figuras que el ReN controla con la precisión requerida porque ya están resistradas en
fuÉr,¡orces
347
el folio con la actividad que desempeñan y si sus integrantes
pertenecen al sexo femenino o al masculino. O sea de cuántas
mujeres, de cuántos hombres, Tenemos un programa de computación muy sofisticado. Entonces, de hecho ahí se registra
cuántas son de mujeres, cuántas son agropecuarias, cuántas
son de pesca. Al sector pesca le interesó la información y se la
proveímos de inmediato, La Subprocuraduría de Pesca pensó
que les iba a ser muy difÍcil saber cuántas sociedades de las que
teníamos inscritas se dedicaban a pesca. l,e enüamos un concentrado en donde se especificaban solanlente las actirridades
relacionadas con el camarón. Porque con esas sociedades la
SubprocuradurÍa de Pesca ya va a operar directamente y decir:
oSí, efectivamente, tienes tu registro, a mí me consta. Mira, esto
me mandó el nal y dice que ya estás registrado. Ya no hay necesidad de que traigas todos tus documentos, de que comparezcan las veintitantas..., Sóio con que prueben que están
constituidos y aparecen en esa lista les far¡orece mucho.
Anabel Díaz. En sociedades de primer nivel, en donde las
personas fÍsicas integran una persona moral, no hay ningún
inconr,enierite. El problema es cuando se asocien o quieran asociarse personas morales con otras personas morales para formar otra sociedad de mayor nivel y buscar mejores mercados,
para buscar más financiamiento y una serie de cosas. AhÍ es
donde están las trabas. En las figuras de primer nir,el de las que
hablamos no hay ningún inconveniente.
Y de 1992 para aca. ¿cuantas se han írscrito en el estado
de Oaoca?
Anabel Díaz. Son 956 de las triple S. A partir de 1992
llevamos esa cantidad. AhÍ no ha habldo problema porque los
requisitos son mínimos: que seas de nacionalidad mexicana,
productor rural. que tengas interés de asociarte y pongas una
parte de... Dependiendo de la forma como te constituyas, si aportas capital o no, si buscas o no linanciamiento. La mayorÍa de
las sociedades busca financiamiento. O sea que un productor
rural sin nin§ún recurso, dice: nYo tengo mi tierra, está impro-
348
ApÉworcEs
ductiva, no tengo medios para hacerla producir. Pero el fondo
de solidaridad social sí me lo da el gobierno a través de Cedar, sÍ
me da Procampo o sÍ me da otro. AsÍ ya voy a producir,. Se
constituye sin ningún capital para buscar financiamientos. Por
ejemplo, las cajas de ahorro de Solidaridad es otro apoyo que
tienen ellos.
Antes ibas a una comunidad y como trabajadora de equis
institución querÍas justificar tu trabajo Yo decÍa: ooigan, si se
interesan en producir esto, esto y esto, la misma institución les
pide esto I esto,. Ahora resulta que la misma institución le pide
estar constituido. con cuántas gentes cuentan, etc. ¿Por qué?
Porque antes no se cumplía con el requisito ese y no pagaban.
Ahora 1o que quieren es amarrarlos a través de esas figuras para
que asÍ todo mundo pague. Hasta ahora sÍ se ve refiejado en
este tipo de organizaciones porque es la mejor forma de hacerles efectivos los cobros.
Miguel Fernandez. Ahora hay que tener mucho cuidado
porque a veces se presenta esto, que al calor de un programa
polÍtico se hace ese tipo de figura rural. Por eso siempre debe
uno partir de la üabilidad que en un momento dado pueda tener un proyecto, porque si se hacen al calor de una campaña
política en ocasiones no sirven, o de Ia productividad que van a
tener. Porque entonces son números rojos los que se manejarían. Porque pasa la efervescencia, se distribuyeron el billete, y
lo que dice la licenciada, nos distribuimos tantos pesos para tal
fin y ya no 1o hacemos porque los distribuimos para la copa, las
necesidades primarias de la familia y nos olvidamos del fin que
nos habíamos propuesto. AhÍ están también los fracasos, y son
muy frecuentes.
¿Parct el registro de las tnples S qué canttdad se requtere
pagar aquí en el nat¡?
MíguelHernandez. Todas las figuras organizativas deben
pagar 35 pesos.
¿Y t'tan tenido expertencías en caso de bqa de alguna so'
ciedad, qué se tíene que l'tacer alrespecto?
fuÉuolces
349
NlEuelHernandez,Hastaahorita no se ha presentado ninSuna situación de esas, pero regularmente en los estatutos de
Ias mismas se prevé la forma de liquidación y de darse de baja
en el Rau.
¿Y cual el procedimíento para darse de bqja?
Miguet Hernandez. Pues de que asÍ como se unieron, asÍ
determinen desaparecer simplemente. Es decir, nos unimos para
un fin; no logramos nuestro objetivo, nos desintegramos.
¿Y el tramíte para darse de baja como sociedad qué requiere?
Mtguel Hernandez. Ahí ya vamos a pedir ciertos requisitos, que los compromisos contraídos se hayan cumplido. Que
esté, concretamente en la triple S, la institución que va a superr¡isar su liquidación, y en este caso es la sn¡ la que tiene que
decir nliquidamos y nos damos por satisfechos, y á hacer la
promoción ante el R¡¡r de que como tal desaparece y hacer las
comunicaciones correspondientes. No hemos tenido un caso
concreto en que una sociedad haya sido liquidada.
Para constituirse hay modalidades. Por ejemplo, la triple
S, dado de que existe la ley y no ha sido derogada la de i g76, le
da facultades expresas a la sR¡, que tiene que autorizar el funcionamiento. Actualmente puede participar en su lormación cualquier entidad, pero siempre en la triples S debe venir un dictamen
por conducto de la sne.
El dictamen es un requisito indispensable. Por ejemplo,
usted ya formó su Sociedad de Solidaridad Social. tiene todos
los documentos y viene al nax y dice ninscrÍbemela,. No, te falta
aquÍ el dictamen de la sn¡. ¿Qué es lo que hacemos nosotros?
[¡s mandamos a Ia Coordinación Agraria. AhÍ hay un cuerpo,
dirección, una dependencia u oficina que emite ei dictarnen,
nos lo traes y con eso ya pasa. Las dos figuras, ¿qué van a
requerir? En la triple S y la Sociedad de Producción Rural deben partir del permiso de Relaciones Exteriores. Es un requisito del cual deben partir. Si nos vamos a formar como tal porque
queremos y todo lo demás, necesariamente necesitamos pedir
350
fue¡¡otcos
permiso a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que nos
autorice la razón social que vamos a ocupar, el nombre. Las
dos requieren permiso, Con dos proclrrctores vamos a constituir la sociedad de producción rural. Son dos persollas fÍsicas
lo que nos requiere Ia ley.
En la tripie S necesariamente requerimos como mÍnimo 15
personas para constituirla. En los dos casos las personas deben
ser de nacionalidad mexicana y se requiere el permiso de Relaciones Exteriores -dada la normatividad- en cuanto a sociedades
para contemplar la cláusula de extranjería. Los extranjeros no
podrán participar en estas sociedades salvo que en el acta constitutir,a contemplen que renunciarán a su gobierno en caso de
que edstan conflictos. Ese es el permiso más que nada.
La ¡Rtc no requiere permiso de la SecretarÍa de Relaciones
Exteriores. La unión de Ejidos tampoco y, dado que hay la libertad de asociarlos en ese sentido. de acuerdo con el articulo 50
de la ley, vamos a requerir que el fedatario público dé fe de que
somos personas que varnos a surgir al mundo del derecho. Las
sociedades civiles y mercantiles se regulan de acuerdo con el
Código Mercantil o la Ley de Sociedades Mercantiles. Éstas si
requieren permiso de Relaciones Dxteriores, pero ya no pasarán
por acá sino por el Registro Público de la Propiedad. AquÍ se
llevarÍan las que contempla la ley sirnplemente. Éstas van a la
sRE para adquirir su permiso, al notario y al Registro Público de
la Propiedad del municipio o distrito que competa. Por eso es
que no entra al RAN, porque es legislación común.
Desde su punto de uistct, ¿cuáles son las razones por las
que no se constltuqen o se f nn constituido a parttr de 1992 todo
el tipo de sociedades que cantempla Ia Leg Agrarirt
MrguellTernandez.Por la falta de información. Debe haber
mayor difusión y los agentes que están comprometidos con el
agro y tienen comunicación directa con los productores rurales
deben hacer campañas de información sobre cuáles son las opciones que la ley nos permite, y bajo este rubro vamos a adquirir
una personalidad moral y a participar en la producción del cam-
fun¡lorces
351
po. En este caso serÍan las instituciones públicas. por una parte,
y por ia otra los lideres que tienen intención de participar. Los
lÍderes tienen intereses que en ocasiones se contraponen con la
finalidad que se persigue a trar,és de las figuras, 0 es la competencia desleal. etc. En fin, una serie de factores que en un momento daclo imposibilitan el desarrollo pleno del tipo de figuras
que prer,é la Ley Agraria, Los campesinos y productores también
requieren recursos económicos, y los quieren obtener de manera
gratuita y sin ningún compromiso. Cuando a \reces se les suministra ya tienen la usanza de antaño de hacer las cosas como
elios consideren. Pero yo creo, como dice la licenciada, que la
intención de ia nueva legislación es ajustar y ver la forma de que
haya corresponsabilidad, de que seamos sujetos de derechos y
obligaciones. Que ya no exista el vandalismo de me dan y me
voy, y si quiero pago y si no quiero no pago. Yo creo que lo que se
pretende es crear conciencia de que vamos a producir para viür
mejor pero vamos a comprometernos a cumplir con nuestros
acreedores. Pero si en un momento dado no se tiene conciencia
de eso y seguimos con que el gobierno y los aparatos del Estado
son los que van a apoyarnos en el nacimiento.., Y no estar a
expensas de qué me dan hoy v si quiero pago y si no, no. O me
junto con otros y hago un escándalo y me vuelr,,en a dar. O está
este lÍder de moda y, pues, con ese. Y quizás ei indiüdualismo
tan acentuado de Io mÍo es para mi, aunque vivamos en la miseria o en la pobreza que usted dice. SÍ, tengo mis frijolitos y mis
fri.¡oles para mí serán, nada más.
Ya no hay la mentalidad de asociarnos, de dar, buscar,
sino lo mío es lo mÍo y lo tuyo es 1o tuyo. Y, oye, vamos a
aventarnos a una organización porque son compromisos que
\¡amos a contraer. La i§norancia y la educación es lo que sube
todo eso. y eso es 1o que limita. En la aventura que digan ellos o
que piensen: nPara qué nos \¡atnos a at,ental al ratito \¡amos a
salir quebrados, ya sabes cónto nos hizo don Juanito, don Pedro y volr,er a eso no aguanta, mejor rramos a segllir como estanlos,. Y ahÍ esta la situación.
352
A¡o¡lorr:os
lndependientemente de eso. ahoritamas que nada se trata
deJomentarlaproduccíón se trato dehacer muchos cosos. ¿lUsted cree que la supuesta ínsegundad en la tiena sea un Jactor
im¡tortante para que se den o no ese ttpo de asociacionesZ
ItrlíguelHernandez.En cuanlo a particulares al campo. Con
el Procede la gente está teniendo conciencia de la seguridad que
tienen en lo suyo. El problema es que no se ar¡enturan, no se
permite ni dan espacios para organizarse. Volviendo al individualisrlo, podrÍa ser un arma de dos filos si no se tiene la información. Lo mío ya está delimitado, eso es para mí. *Oye, vamos
a asociarnos, a buscar áreas compacladas y buscar créditos,,
En fin, es una aventura la que me voy a aventar. A lo mejor al
ratito quedamos endrogados con los créditos y vienen y mi fracción de terreno la pierdo, esa podrÍa ser otra de las cosas...
Pero definitivamente el Procede es un paso más para que
podantos llegar a la participación inclusive con particulares,
porque ustecl como capitalista extranjera clina: .Estás regularizado y ya vives en un mundo de derecho,. Cierto: uPues vamos a
crear obligaciones y derechos y vamos a participar,. Pero, ¿qué
sucede? Por ejemplo, las sociedades mercantiles y las sociedades ciriles no han entrado en el campo. Desconocemos el porque. Posiblemente no haya las condiciones o el capitalista
extranjero diga no, todar,Ía estamos l'ir¡iendo que existe inseguridad, no tenemos la opción de entrar. Además, si pudiera yo
compra,r tierra, ¿para que la compro? Mejor les compro productos, los comercializo, soy acaparador, No me meto en problemas, no tengo que invertir en tierra ni nada que arriesgar. Incluso
ese es el producto final, que junten y órale. Aunque también a
veces üenen temor de que la gente luego se junta y les quiera
quitar la inversión que metieron y empiezan los problemas...
Esa es otra de las cosas, que los lÍderes corruptos se presten al chantaje v una serie de cosas. Si,ya te de.ió el capital...
que venga papá gobierno a resolver el problema y nos condone
la deuda y se las vea con el extranjero, esa es una inseguridad
también. La explotación de los bienes o reclrrsos de los ejidos o
A¡ÉNorcos
353
comunidades es otro mega problema. Hay mucha resistencia.
no cumplen con los compromisos adquiridos, pero deben tener
sus buenas razones. Tal vez son conservacionistas de sus recursos y los beneficios a largo plazo no sean tan buenos.
¿Usted cree que mucha gente quiere contínuar síendo
ejidatario o comLlnero porque tiene mos t¡entaja que teniendo et
domínío pleno de alguna parcela?
MíguelHernandez. Pues fíjese que yo creo que en el origen
de la tenencia de la tierra misma se expiica eso. Por ejemplo, en
los bienes comuna-les es más aceptado ese derecho, ese celo.
Dicen: uNos quitan las tierras. nos las restituven o confirman.
Bueno, confirmación de terrenos, colindes. Consenamos nuestra etnia, nuestro ori§en. es parte cle nosotros. l{o podemos en
un momento dado dar ese paso». Yo creo que esa es la intención
del programa, y que pasando el ejido entrará la comunidad a
regularizar sus derechos. la tenencia de ia tierra. Pero el problema va a estar más dilícil en las comunidades, hay más celos en
sus usos y costumbres, en el ori§en de la misma tierra. En el
ejido posiblemente haya más posibilidades de solicitar el dominio pleno.
¿Por qué? Porque los luchadores sociales que lograron el
reparto de la tierra son ahora viejos. Esa generación ya se está
acabando. Si t¡sted llega a un ejido encuentra señores de edad
avanzada...
Tiene más ventajas ser ejidatario o comunero, y 1o que las
generaciones jóvenes decidan para coll la tierra, 1o veremos con
el tiempo,
354
AlE,ruotces
Apéndice 7
Estructura de la tenencia de la tierra, septiembre de
,1999
Categoria
fotales
Datos geoqráficos
A) Superície (ha)
196 718 300
B) Munrcrpros
Propredad elidal
C 1)
2 433
Nucleos
C2) Superficie (ha)
21 252
ó4 rco )uu
C3) B¿nefici¿dos
Pr
opiedad comunai
D 1)
3 047 354
Núcieos
D2t Superfrcie (ha)
2 194
1
6 458 500
D3) Beneftlados
Propiedad prveda
E1
) Predio:
t2)
Coionr¿s
SuperJrc e (ha)
504 352
1
F1)Colonras
629
F2) Lotes
Telencs n¿cronales
52 E29
F3) Superfrcie (ha)
3
1 ) Predlos
G2) 5uperficie (ha)
/ ltEb5t
H 1 ) Predios
H2) Superfroe fha)
10 550 150
Total
T1) Predios
T2)5uperficie (ha)
1t8
25E
141 44E
G
0tro:
No1¿s \,/é¿se iu¿dro
084 173
73 59r 649
32 400
1
853 102
198 849 459
5 l.
Fuenter Reg6tro Agraflo N¿cio¡¿l Direccrón Gener¿l de la rrtula(ión y control Documenral. Drec(rón de
lnlormacrón Rur¿l
Nayar
Morelos
t
Michoacán
Jai
Hida
Guerrero
go
sco
México
Gu:najuato
251
155
1 052
836
849
159
696
1 113
952
0
163
120
1,46
ir'1
i39
89
119
Bala Ca
riornra
Bala Californ a 5ur
Campeche
Co¿huri¿
Col m¿
Chiapas
Chrhu¿hu¿
Drfr to F:ceral
Duranqo
164
Parcelarios
Uso común
1ó¿
óy ó)
552
98 968
105 129
26 608
199 807
100 413
38 701
61 148
1
182
B9B
141 847
144 840
27 s8o
348 897
144 628
51 418
67 904
126903 129823
138
1
JU bUó
711
190
1
259
19 013
1
942
1
593
1096091 )1683199
3 507 649
514
¿394097
5 650039
8908
9986.6225
lilS
13369027 1\
6 174465 9230
254 548
4 139 056 0644
fi3 592A
1 255102.4542
3 742
)1642864,193
6451 442461614 1 591 5191
522 50E 1439 2A2265 1A95 8917 0201
208 710
i65
232 86i)
8509
5 713 3897
73i 6785 I 063 106 1704 10 165 7155
1115
5636
)'tl )382Aü 932 750 E618
8200085201
1
1
964 2223081158 234159 12E5 6 516 6552 464 084 4995
655 691 803 9071 446958.5537 1 2149512 1 145911 4120
1 892 438 538 3A1
8946 162 434 9354 90 3209 469 863 509
43801 23422A 5093925128
'1
465420j,065 50832162 9798958355
865 68 230 93314.1941 41 244 1025 )649237 141 383 8203
46 607 133 524 319 249 1612 349 875 6928 3 953 507 673 078 6047
Controú¿ 258
650
51
14 887
1
004 116251
000000
929A2
45791
52_?
Superficie (ha)
86622 )98156 6,62135164 4852989.6080 91061190 54883142434
99486 32t692 422835.1444 2634866511 125152801 6988370816
31 970 221 115 588 078 21 t7
413 q86 933-¡ 38349922 1 005 900 1372
4{
6A414
81 149
517
1
I
65 407
23
16056 41 lC2
65 151 )Q)A5
7474J
9
361
31 255
12141 311)6
39 113
47 958
45 308
Bt
_\45
)2216 20225 5 021
91 t-94 142336 14 718
32911 741C, 57
000
oJ
27
r,
Certificada
Titulada Total
Títulos Total parceUOa -- Uso coñlñ26 065 82nA q5
6900 38 370 7943 2 751 ,198_1 164 755 9826
Documentos
Certificados
323 26984 9121
)a 4t
14214 5 119
11 212
13 441
5 319
19713 14319
3E 536
Núcleos Benefrciarios
Agu¿scalientes
Estado
lgl¡qr (.j'r"r
Resumen n¿cional de promociones certificadas y/o tituladas, de 1993 al 21 de julio de 2000
Apéndice B
*
ctl
C'I
C,J
t¡)
(t
a
=)
z.
e;,
do
20
540
110
4)0
15004
255 390
52 801
31 141
97 686
13 168
1A1 592
102 s04
15 693
53 170
163 431
99 464
_19
3?2
1
53
9i0
1 180
Parcelarios Uso
_?
1
Documentos
I
350
1
530
563 6 101
348
común Titulos Total
847 2)961 332't2 I 10 020
1D516 43 157 696' 235 30s
259 81i
73902 4)5146
92 03]
60 113 22 511 4A 224 1)3 514
413 20819 28591 49323
203 541 53 145 76 81 1 333 497
1)9 162 55 902 0 803 195 4t2
36 7C3 46 123 39 612 122 698
102 950
9 412 51 592 164 011
13 733 28 680 5ts2q 200 70s
33 lli
25 9.c9 25 564 34 356
2i) 832 31 969 17),56A 481 461
l2 333 54523 19 015 105 941
173 570 66146 9599t 34A711
Beneficiarios j.elt¡f(adps
989 : 703 710
51
8
638
899
315
)43
932
1U6
340
606
1 103
232
2 539
634
659
Núcleos
tuente: Reqlslrc Aqrarro Naiional, Dirercion Gener¿l de Trtul¿rron y Conlrol Do(umental
Total
Yucatán
Veracruz
Tlaxcala
Tamaulrpas
Iabasco
Sonora
Sinaloa
San Luis Potosi
Quintana Roo
Querétaro
Puebla
Oaxaca
Nuevo León
Esta
15
7566
251
6691
079.6298
390 101
54619A.6531
9 943 3309
98921725
6416749)
10 929 613',]
7
44).5313
0482
98 549.061
4 11)
12A5
23Bt
042 605
1
6 008 4045
5 164 2805
948 482i
I
92
1
961,
69s 960
6052
_1i
301 770.3153
2247U.02\7
71215625A4 I 78498i.2963 15522.3389
970 499
)637 20 753 0901
)71 462 9483 1 222 148 4619 3 641 6134
1
9636316466 575799.5750 12217.6489
35 495 8440 33 83.9667 2 413.2272
578 422
,194 110
096 481
9629
686.5929 1 8268A6.7A26 641A7996
544196.2132 1 105725 6AN 22 862 119A
B
1 .185
1
3Bi 924
463 55s
88s 898
841 964 0951
441 591.8344
811 530 6',r2i
021 275 6883
279 168 A980
Total
682 979 5861
672 917 0559
oóc. t
)l
/
602 E53 0236
53 222 512.9446
2 5t2 661.8356
1
)!y
171 1 53.0179
1 551 708 87C5
I
2 333 %1 4563
2 il0 tjl5 ,1932
1
1
1
_ _- -Jcpglrrie lhil
Cerliflrada
Titulada
Parcelada
Uso común
__ _
0't 05
4171
134 536 2205
138 098 4553
_
-
a
sa)
el.
?-
(rr
C^)
Californ a 5ur
Baja
oahulla
hihuahua
C
choacán
Puebla
0ax¿ca
Nuevo León
Nayarrt
Morelos
It¡1
lVéxico
lalisco
Hidalgo
Guerrero
GuanaJuato
Durango
Distrito Federal
hiapas
C
Colima
C
Campeche
California
Bala
Aguascal entes
Estado
[-_
1
119
89
339
129
145
703
132
00
885
112
644
705
841
802
090
55
248
513
515
856
1aA
)r)
1
56 332
B0 341
39278
59 690
38 701
98219
192 611
126 306
99 658
88 461
138 511
118489
81 195
81 680
)2199
69 854
3E 536
11 212
2A 451
ll
Núcleos Beneficiarios
Uso
común
Total
1
1
1
8E7
17 785
14
68 230
131 642
865
46392
1
53641 22111 33 069 109 487
11i 156 25449 639E0 200585
254 281 86 481 I 1 554 412 316
51
418
67 465
144223 43754 43576 23i 551
1
-11
26984 9121 26A55 6271A
14 214
5 171 12 141 31 126
13441 5_i19 9351 28 133
19113 14)19 255 65401
8a 983 30 565 70 645 90 9l
2A)46 5 021 16 056 41 283
141 )46
19 191 64 543 224985
74 061 56 52 43 -t10 73 559
0000
1)1 395 74 600 E3 783 2A5178
182 BA4 45 308 99 451 321 519
133 415 3E 148 31 001 207 586
141 261 5s 308 53 160 249129
127 461 38 914 92 E40 259 215
342 341 E2 207
1 892 426 440
Parcelarios
Titulos
QoJuqr!!tos
Ce¡tifrcadqs
Ejidos
1
13 3897
2BB1
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422658
276 431 1256
584 8355
215231 0693
321 026.4644
449959077i
Q] 105.2518
87-0
6694
41 2441A25
1
t-
658.7670
3i1 314
383
1
1
vó
1
9 603 4601
1018601r2
9 913 5068
3 919 817
264 9231
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90 3209
7 2A6 677
6 476 2123
3 736 839s
12 512.4151
0
8762 4A26
4 242 1 42 17 41
263 486.6511
938141941
581 208
807 8823
9 845 2524
B
591 5193
00
ü19
1
r01507720
8078
s 522 393
0251
2909 31 1 285.2908
220 412 8950 )089t28164
691 341 .1598 442 514 97 i
303 938 9082 39 052 0350
508 643 9929 440 836 40 9
608 706
511 593
9141
3218 ,14246 1514
516 161 5323 1434196E99
208 561
263 141
7
1 593 8509
5
932 750 3518
238)ü1
3 507 649 5636
311
1115
2161 4983
2 16E 3199
)32 860
86 370 7943
r 942 r 09 6091
6900
5203
623
820 008
-q5
Uso común
Certifiqala ,
Parcelada
_
5upg¡f¡qe (hal
Titulada
84 755 9826
lJU4ttt
1
51
46
Lontrnú¿..
-
764 33s. I 823
615 376 1576
273 157.1093
591 665 6121
141 383.8203
954 546
441 081 2641
r lc!uoj-+l¿+u
435 861 7837
ó10
4 860 Z1 1 t845
698 657.0973
0
663 449.1 045
6 043 832.8690
33r 706 8432
254 399 508s
255 1A2.4542
742 103 5920
764 286 4493
1
Total
I
l
{
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a
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o
2A297
52 041
137
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75 899
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1
253
52 801
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97 686
69 923
96216
94 020
35 693
Documentos
1
3i36625 10949A4 1511314
36
124
135
712 034
376 353
172
1
1 221
6334
1
5
3
493 562
1
640 3334
2D1%3Ay
679j135
926.6208
1839667 2 473.2272
85 712 0035 20715 1822
33
2180
6056
4958440
578 422
1205 98 549 0617 6 008 4045
963 554 9556 575 499.9144 12 271 .5480
012
489 745
1 479 782
1
59429A3 15521 1152734 35 233690.5393
435 51 303 10 196 185 934
275 43 403 39 U4 I 18 702
102 950
9 412 51 592 164 014
113 651 28 661 58 275 200 593
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211 9»
32954 173389 418 335
32216 54 496 9 020 1A5192
118392 65 784 95779 339 955
Parcelarios Uso común
444.3113 871 009 0533 892.9545
8013 3 781 754.5786 5062.2040
Suoerficie (hal
Titulos Total
Parcelada Uso común
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- 136951 1A12 247 333 0007 6 300.4031
413 20819 28 591 49823
8 686 5929 1 826 806.7026 6 470.1996
191722 49003 14285 315010 5936249845 1 681 419.6733 224934261
Beneficiariosffi
308
243
832
969
814
606
1 107
),
2514
833
654
Núcteos
tuente: Registro Agrario N¿cional, Dirección General de Titulación y Control Do(umental.
Total
Zacatecas
Yucatán
Veracruz
T{axcala
Tamaulipas
Tabaxo
Sonora
5inaloa
San Lurs PotosÍ
Quinlana Roo
Querétaro
Estado
841 964 0951
390 585 1 070
6 562.5839
682 979.5867
27
884346.3191
5097t 599 A684
2 560 207 3090
1 641 920 11)2
1 586 209.791 3
171 1 53.0379
1 551 126 4180
4
1
2 303 538.083S
1
z
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C^)
43
Puebl¿
5
123
Oaxaca
Nuevo León
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23
México
Nayarit
B
0
54
Hidalgo
Jal sco
It/orelos
52
l
6l
Guerrero
Guanaluato
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0
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Distrito Federal
C
1
11
hiapas
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C
2
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0
California 5ur
Baja
0
0
Cam peche
0
California
Baja
Núcleos
Aguascalientes
Estado
común
1
1
6 830 9621
596.3400
265 2435
1 935 091 8
13430
533
882
0 0000
148 5199
0 0000
5$1446
63 075 2041
331 559 5888
63139211
73 444.5612
24
23 382 9004
4 443 5166
3 398 9864
25 186 5121
462 1473
1A2141 6425
0 0000
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0.0000
127 646.2589
58 785.41 96
0 0000
4 697 6879
0.0000
0 0000
0 0000
0 0000
2 395 B20B
6 869 9208
177 1 193
11 511 1086
i3
I
2661
12098
44C)
9235
14189
113
12378
2 845.43s0
2692
0 0000
148 8233
6 346 6116
19
2 636 5398
0 0000
0 0000
0 0000
0 0000
0000
1
179 9843
0000
15 4129926
0
25 3493209
26 781 8868
282221158
49119980
09 669 71 60
741
29
8241 6 608.9887
6019 345 899 5307
)89 2624 10 195 4298
Continúa . r
33.3336
0
0
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11.A964
1
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98
2
343.1164
1
0
0
0
0
Tot¿l
0000
0000
0000
0000
0000
0 0000
0000
0 0000
149435 7 3492212
46 8233
0 0000
109 1378 65 241.1690
141 3601 130 613.0540
0000
0 0000
0
0
Titulada
Superficie (ha)
Uso común
Certi ficada
Parcelada
11219
344
Total
3472A
Titulos
00000
00000
00000
00000
q9
128 202
43
11
19
0
0
161r4 1090 1552T 608
1116 63s I 393 664
00000
8414 2428 7 111 2 839
41
94
19
0
10507 3412 9Br0 96t
5411 3519 5 166 490
19
102
259 62
7130 6556 5542 0
2194 405 2A3t 225
00000
458
439 1 228 215
262 200 190 143
19123 11360 177A8 5652
7099 5532 5550 2348
Uso
Certifrcados
Parcelarios
Eeneficrarios
Documentos
Comunidades
(rl
(o
a
C)
C'
z,
F'.
5
Veracruz
1
'149
i01043 56305 85446 19r94 16094s
1
Iuenter Reqistro Agr¿rio Nacional, Dirección General de frtulación y Control Do(umenl¿l
rutdt
1
0
25
Tlaxcala
5
1
Tamaulipas
Yucatán
0
Tabasco
Zacatecas
51
26
100
San Luis Potosí
Sonora
0
Sin¿loa
1
Quintana Roo
Documentos
_-le_til4Atq--_ - Parcelarios Uso común Titulos Total
1 12)
460 804 558 1 822
00000
B4B4 11819 4142 2526 18487
5316 5321 4599 612 ]C 5J8
3245 il8
292A 648 3 9.06
00000
19
76
19
lt
11)
00000
2253 1840 1015 211 3126
1At
05
27
5
402 118 362 216 156
Núcleos Beneficiar¡os
Querétaro
Estado
r2 304 1828
221 8411
1 249 1597
0 0000
299.6606
0 0000
391 687.9587
2 068 A79 1160
6174
245.3818
121
709 7103
4935
0 0000
/DDYIU
6 137
114
4_163
0 0000
4 584
3¿1
1
]lut ___
0 0000
\1 009 1214
Total
A765
9328514
12 454 5766
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1
2800
287168
13 41496i4
0.0000
382.4525
0 0000
396 354 4t2A
37.-0082
0
0000
6.1009
0 0000
1A2
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55.5216 255689 1141
0.0000
116.3462
Titulada
2
supClrqe
Uso común
_
1461521 91466291
0 0000
0 0000
11 111 2887
rB 305 9308
111 595.9949
037 65l6
Parcelada
Ce4f!!idq
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ñ
tl
o
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(q.
O
o)
C^)
Ii
1a
pequeña propredad
rrco po'¿dos al p'og'arra
Titulaoón de 5ol¿res Urbanos
[lrdos'eqrra'izados
EJidos
(Procede)!
Elidaies y
Prograna de Cen f cacrón de Derechos
agricola, ganadera y agropecuaria
lnaiectabrird¿ci a
Reconocim ento a comuneros
Reconociemiento a elidatarros
y de rnafe«ab lrdad a la pequeña propiedad
en /¿ tenencia de la tierra
t"lreoo oo re'r '(¿o-s oe derechos ag ¿'os
Seguridad jurídica
39
2i
225
19
472
23t
528 842 1 159
967
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13
228 50
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163 313 50
1
789
I
31
280
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50 010
170 ',00 667 53 272
196a 50000 r1235J
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1
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1990 199'1 1992
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1
1
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13
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1
1994
724
1991
64
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155
11850 5531
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3614
62
998
2
1
229 8,?6
)43
996
12155 44330
1
Abatimiento del rezago agrario y seguridad jurídica en la tenencia de la tierra
Campesrnos benef crados
Documento
Reso/ucíones pres ide nci al es
Superf ic e (mries de h¿)
Campesinos benef crados
Documento
Reso/uciónes posi tiv as pub
Concepto
l_
t
Apéndice
1
21
E44
25
16
1)4
24
26
-
685
4l
9Al
1 705
1
10
665
14
2000"
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18
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59 451
455
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199
199
43
62
403
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--
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2
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102
43164
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419 518
58
58
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206
378
802
802
I
1
04 845
04 845
383 963
154
11
41
144 905 505
519
602
33 302
410 575
1 14111 10 i14
213 1012 1018
1
1
680
14 51
203
203
578
333
85)
8 531
281
206 366
323343 120743 77 409
11
166
124
265 214
928
1
86
141
474
588 979
096
49246
32
103
]0211 10468
10
-
1994
083 197
1
184816
1992 1993
1996
924 151
058
18
50 144
Q
4
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30 081
12 286
402 355
508 1 tB 561
995
1
251 299
1
000
00
90
600
23314
344
6814
4464
219362
91 10 973 10 161
91 1A9n 10 161
3 1703 1185
381 355743
1-i0 309
147 963
282 355
1
3
30
205
14 416
216624
207
337 256
063
155
6396
7 559
207 332
830 6 851 5 41A
352594 414812
1
6
118849 119196'111 539 120000
118849 119196 111539 120000
5275 11285 10094 16642
141 141 55 206
383
144847 lM942
414635
2000"
560 708
7880 84i1 7583
B4t
870 738 960
471 804 4A1 276
171 308 16t 310 172283
B4 181 202756 165 4U
899
531 410
1997 1998 1999p
942
la federaoón.
256 858
115870
3
118508 r18561
1
499
296857
0 ,71
231
684551 522708
412
1995
1 212
con la nuev¿ Ley Agrar ¿ son los responsables de realr¿r estas ¿cccrones.
rRepresent¿ la
entleg¿ fisica de las tiefras a los (ampesinos solicrtantes de acuerdo
con Ia resolución pubhcada en el Diaio olicial de
De acuerdo (on l¿ nueva Ley Agrara, a partir de 1993 la SecretarÍa
de la Relorma Agraria dela de re¿lizar e5tas ¿cciones.
de la federación.
Acciones
5uperficle (ha)
indemnizac ón (miles de pesos)
Escrrturas elaboradas
Avecrndados benef iciados
5uperficie regularizada (ha)
Exproplación de tienas!
Terrenos nacion¿lesr
Titulos emitrdos
Superficie (ha)
Asentamientos humanosa
Colonias6
Beneliciados (personag
Títulos emitrdos
5uperficie (miles de ha)
Regularización de la tenencia de ta tierra
Campesinos benef iciados
Títulos de solares urbanos
5uperficie (miles de ha)
Uso común (certif icados)
Certificados de derechos individuales
Parcelarios (certificados)
Concepto
z
a
¿5
'tr
t§
se
eftregaron a
Los posesronarios
a esa dependencia.
Elrubrodeindemnrzación(onsider¿(llrátaluDro,yaquenoesposjblesue5tjma(ión.
"
1
Cilras e5t madat
Fuente: §€cretari¿ de la Reforma Aqrar a y Se(retari¿ de Desarollo Socr¿l (tomado del Anexo del Sexto lnforme de Goorer no, 2000, pp. 2- 1 3).
eCifras pre imin¿res
tserefrere¿publ(a(ionesdede(retosexpropratonoJ
(coqir)
benefici¿do!. Para 1996 clras rectf cadas por la dependeniia responsable
a la resectoriz¿c ón de la Comisión para l¿ Regularización de la Tenencia de la Tren¿
por lo que n0
r€ctú(¿da por i¿ depend€nc¿ respons¿ble.
diciembre.
O)
6
F
364
Apɡlorces
Apéndíce 10
I
Ejidos con trámite de adopción de dominio pleno (op)
L__
Estado
ot
parciales
Ejidos con oe
Respecto de
certificados (%)
Bala California 5ur
10
19 61
7
Bala Cal fornra
t0
12 35
1
Aguascal enies
10
153
Durangc
2)
659
469
Cciima
6
5in¿lca
20
agotado
__l
Elida rios
certífirados (%)
520 (8 60)
694 (4 34)
47 1 i3 A3\
5
0
3
1
41511 48)
DAi,2
10)
uanaluato
13
q 11
441
16
2 349 (1 90t
320 (0 -?2)
Nuevo León
t3
4 c.l
0
718026i
Queretaro
4
)t8
0
244 (0 1 4)
.lairscc
U
l
9i1
(0 80r
0
6i9
11
C
5onor¿
C
oah uila
4
212
263
11
2j3
1
Tlaxc¿la
5
236
234
2
l2)
784 (1 23)
,]
,]
380 (0 69)
s89 (1 50)
A/
3
I'layarit
2
1.51
0
116(022)
Hidaigo
4
3
464 (0 34)
Cam peche
2
132
113
N,léxrco
5
0
81 (0 20)
6sB (0 30)
San Luis Potosr
4
108
103
1
185(0.16)
Ir4rchoacán
3
013
3
Puebla
3
061
1
179(011)
Veracruz
5
0.56
0
241 (0 14)
Tamaulipas
3
4.47
0
17 (0 11)
Yucatán
1
443
442
036
0
19(002)
0
l
25E (0.22)
2 1 (0.02)
a2l
0
J I \U,UJ/
148
52
1r 355 (0 lB%)
C
G
hlh uahua
ó
uerrero
1
0a>raca
1
Zac¿tecas
1
Totales nacronales
fue¡le
El¿boriido
191
ro¡
rr
1
1
508 (0 5i)
29 (0 04)
io¡r¡¿cion dei Eegrsrro Agrano Nacioral y del Vll Censo ¿gropecuaro de Nr:
(efero d,. 1 997)
Tom¿do de Gurllermo Zepeda, Transformación agraria, p. 267.
e mprocedente
nales u nitar ios agr a rios
ronven os y otras
70i1
5621
'l 39'
tuefte
rnes de aqoslo.
rlr¿s re(trí (¿d¿s por
a
p
I
4
la dependencra responsable
Anexo del ser¡o /0l0rne de 6oblefl0, 2000,
' De 1 992 ¿ I 998,
r Cilras prei nares
98
1
050
i12
50
62
os Tr
",2't
'r11
112
e9i
brn,rle: Aqrar
"t
6,61
.a
t
))6)
9391
lr
244
223
,r
t
i36
l6a
030
¡M
:ii t
! d¡Ce\
,1
)
i4,
)15
1
_?24
571
i3c
2,11
6_i0
1
C9t
li!
413
1)5
á15
I,t 3
720
1 128
243
368
633
469 15 5i4 E C5 23 tr6j
i3: 2.).rl 5ll 3il))
1l !.rl '11 ,1:
8 t3r
2! Jr,.,
.,)
1j ,i]-c
)9a 2t 540
,t 61i
j€:-r 7ll,r É)2r a)lj
9)E 1 ,1i) 5 038 9213
/l:L:,; 6',-l ) 911 5 7-.J
9
1
,158
698
1 111
156
)Al
2
t50
1
r
l l/)
lmpartición de justicta
determin¿ircnel
1
I
33
r
70
ó5
136 )1 449
4ur5 64
l0
l
t0
150
UA
8
1)
Ma
04j
61)2
9 295
-?l 181 ,I 385
28393 34196 24118
r07l-i 1_r9B 6101
D3
23 006
28,2)9
/1
)3
498
14
21
16
6)
,ó
41
41
39
55
2000p
100
63
agraria
1992 1993 1994 1995 1996 1991 1998 1999
1
Ela fforma(lor se reqiru¿ a p¿r|r de ¿gono de 992, mes ef que
í1r¡l re(itl (¿ria! por i¿ dependencra responsable
'Par¿ 1995
I
Laudc,s hor"noJogados,
¿5
Asuntosrecibidos
Erpedientes
lrlueva demandas
Resoluciones
pronurciadas
Senlen(
lur sd cc ón volunt¿ra
Tr i bu
Sentencias ele(utadas y cump mentad¿sr
en acuerdos complement¿rros
Expedientes en proyecto de reso uiión y
Resolucrón negalrva
Expedientes aqraros exanrrnados y defin dor
Re:oLuc ón pol trva
Expedientes agrarrcs recrbidos y radicados
lmpartición de la justícia agrariat
Tribunal Superior Agrario
Concepto
I
A?ittrlice I
,
crr
O)
oi
-z
-a
=
u
d o nes posi tivas po r catego r í al
Solrcitantes
Volumen (miles de m,)
Expedientes
Ampliación de agua
Solicitantes
5uperficie (ha)
Expedrentes
Ampliación de tierra
5olicitantes
Volumen (miles de mr)
Expedientes
Dotación de agua
Solicitantes
Superficie (ha)
Expedientes
Dotadón de tierra
Solicitantes
Volumen de agua (mries de mr)
Superficie (ha)
Expedientes
lotal
Resol
Concepto
1
993
I
1994
1
995
1996
25
0i9
54
1
C00
1
t0
6 000
1
1
22 830
111
153
108
t8
017
5
86
ls
t5
884
4 865
1
92A21
8 764 708
39
82 508
5 051
09i
4867
71 3sB
224 47) 13t
96
479 414150 18 751 100 076
13 s39 79345 8251
1,53
89
94 288
75
819
_?60
109
457
6021 20938 5534
r01
116992 416892
29 984
20
12163
1 186
352
1 383
32
1
1
tó4
324 355
318
614 531
4
15139
288 436
6
1997
50
458 1 117
330
243 72A
285 33t 615 972362 298914 229 0s0 835 76i
358 000 44 849 958 03 052 86 1 22 912 525 s 097 884
4 53
2132 22628 51646 16318 12155 44330
50
1992
1la
lmpartición de la justicra agrarial
Apéndíce
1
124
2065
11 297
l 638
869
1646
745 6152
919 455
67t
62
16
856 73941
118073
17
3
203
1998 1999P
224
5A72
315
3 100
665
9 638
14
2000.
a)
al
q
C,
z.
a
O)
Crfras revisadas
3
i;
99
483
y rect ficadas por la dependencra responsable.
5
'Crfras prelimirrares al mes de ¿gosto.
Fuente: Anexo de Sext o lnforme de Goberno.2A00.
signif can que no se reqLstraron demandas por solr( 1¿ntes.
I
Solicit¿ntes
SuperfLcie (ha)
Expedientes
Dotadón complementaria de tierra
Solirit¿ntes
Superficie (ha)
Expedrentes
Ampliación por incorporación de tierras
Solrcitante§
Supelrcie (ha)
Expedientes
Nuevos centros de población
1
87
)c
50
1
49
7 449
22
)06
45
,1
3
569
292
314
102
20
1
6 386
318
22
i99 3il
BB4 5 999
23
3l
8 798 23 580
r 020
E6r
48
B1
502
25 948
38
65 320
2 025
95
2
4 436
371
3 3)1
61
54 77)
46
62 678
2 516
É.
5
200
,]
351
)oa
3
66
1 466
\)
C,J
a
6
=
zo
rrj,
-
rural'
39
i
1
5
433
555
6 556
1991
83
4BE 2 056
122 61 041
303 1 021
1
591
2 209.0
280 958
114
,126
1.0
208
553
148
5 22
206
2
6111
1990
Fuente: Anexo del Sexto
klorne de
Gabterno, 2000,
p
1
57.
0
710
310
315
890
250
999
se
1
995
391
436
1
1
)11
000
996
900
180
4974
1
59
196
170
212
2 )92
3 963 3295
t8746 93311 101 215
1 412 39s7 2319
95
948
330 00 000 58 120
5968 I1i00 10170
2
6216 5 00C
994
71
r
(ons qn¿n result¡dos de la Pro(uraduri¿ Aqr¿ria
118
87 066
2 4A3
55
481
499.5
59 944
r 998
333
6 57E
1993
241O
21
1 534
r09
3 715
183
1
5164
1992
0rganización y capacitación agraria
lnstrtuto I'l¿iion¿l de Desarrollo Agrario. Para I 999 y 2000
Clras estrm¿d¿s.
Agrarra y del
relponsable.
Núciecs agrarros beneirciados
Campes nos benef rci¿dos
Cursos
Capacitación3
servrfl05
Cooperativas de prodLrcción y
Sociedades de produccrón
ha)
rncorporados
Superficie rncorporaCa h¡ile', de
Campesrnos
[1idos
Total de
unrones
incorporado:
Unrones de elrdos y comunidades
[1ido: atendido:
0rganización
:.."*
I
I
Apéndice 12
1
1
1
1
82
1
129
1
0
99
345
11 3
648
1
B 101
2000"
78
153 5 149 20 456 6 439
83 43 240 0J 404 384 183
5 032 1 759 21 )66
16 59i
5
91
81s914)
4C5 295 1A
B14A t9 r 16 4536
45E 0
3il.3 19.1
221 449 435
2970 2566 10512
1997 1998 1999
r!
a
z
s(-)
=
rr'
@
C»
l
FuÉnt€ A¡e¡o d€l 5exta
l?i]rne de GibreÍÍto. 2000,
p
i1', 229',
agroperuariasr 2A62 )1D
agropecuarras'
Exporta(iones
2
1
52.
3
385
3
656
I
690
3
801
1345 2621 4654 4145 4715 4,134
053 2449 2616 3907
2845 )611
2
1990 ',J991 1992 1993 1994 1995 1996 1991 1998 1999p
Agropecuariasr 48 169 -792 -168 "129 1 215 -1 269 -490 '1 046 -634
S¿ldo
Con(epto
Balanza comercial agropecuaria (millones de dólares)
Apéndice 13
2)14
2659
395
2000p
CO
O)
(,
a
-z.
.(,
l.]
1
3 295
11625
995
Fuente Anexo del Se¡to /nlo¡me de Gob¡e¡no, 2000,
p.
146
0
3
I )-\4
1),371
440 0
,100
58640
1
'Para 1-o96 y 1997, cifr¡s actualizadas por la dependencra resoons¿ble.
'Iifras etimad¿s.
alqodon
Beneficiadosr
Miles de productores
5uperficie apoyadar
Miles de ha
330 0
350 0
Primavera-verano
4 E41
1994
Otoño-rnvrerno
Apovo por hectárÉi par¿ l¿ siembr¿
Pesoslha2
Mll/ones de pesosz
Recurscs otorgado:'
(ontepto
2
g9l
14 305 5
484 0
440 0
6193 4
1996
]i
C
2 E50
634 9
556
484 0
75330
1991
Programa de Apoyos Dire(tos al Campo
Apéndic.e 14
626 0
556 0
491, 7
998
2 780
13 859 2
8
1
1l
9
999
528 0
708 0
626 0
31))
1
4
118 4
703 0
6_14
2 900
rI9000
t0
2000"
7_
a
ñ
E
-
\¡
C)
C¡)
1
Fila
Desarrollo rural y pesca
F
F
la
1
.
1
09
129
1.5
1
989
Tomados dpl Anexo del sex¡o iniorme de Gobrerno, p.
ero del Sexto /nforme de Gobierno, pp. 7 0-7 1.
Tom¿dos del Af
lila 3. /bid
2
ue¡tes
n d. no disponible
trl¿
PIB
Gasto programable tota (econ. soc. ¿dmvo.)
ó
y pesca
Trutts{lLdlt uer r
silv cultura
Desarrollo rural y pesca/agropecuar o,
por a(trvidad economica
Porcentaie de gdsto públ co respecto al
¿ la econo,mia en su conjunto (%)
sector agropecuaro, crédrto olorgado
Créd tc otorqado por e sistema bancario al
Categoría
5 I
1
08
126
14
1991
, excepto el año de
0.9
1)6
8,6
990
1
6,8
993
0.8
14 6
1
11
)1.9
6i
1994
.1
t1
1
9
995
tt
1
5.1
996
10
18.3
1
1E 7
5.4
I 4
1991
9E9, que es del Anexo del Qunto /nlorme de 60b/err0, p.
OB
142
11
1992
1
Aspectos financieros del desarrollo rural, 1989-2000
Crédlto agropecuario como porcentaje del crédito total otorgado por el srstema bancario público y privado.
2. Gasto público programable sobre actividades económicas en desarrollo rural como porcentale del cte
3. Gasto público programable total (económico, social y administrativo) como porcentaje del PIB
Apéndice 15
1
.,8
n.d
998
1
n.d
3.6
999p
nd
3s
2000p
{
C/)
a
F''
-z
.
c
%
pesca
bfuto
6.1
69 603 9
1 140 847.5
1990
991
1
992
60
p
27
52
3
1
993
5E
121429
r256 1960
112219 145331
1189o',i70 1232 162
1
Fuente: C¿i(ulado (on datos del Anexo del Sexla lnforne d." Gobterna,
B/A
srlvicultura y
B. Agropecuarro,
A. Produrto rnterno
Millones de pesos a
precios de 1993
Concepto
1
1
995
56
60
1
6
59
769E3
12941966
128339 141632
661.1 123A111
994
311
1
Producto interno bruto por gran división y se(tor de oriqen
Apéndice 16
1
l1
1
1
450
1
999P
80080 2
53
r756 r 501 008.2
1058 194386
56
55
381 839
1991
{
ra
Ia)
E
zT'.
C/)
373
fuÉNorcps
Apéndice 17
Inversión pública federal
se(tor Agrope(uario, Estado de 0axaca
Pesos
A ranza para
eL
Campo
Programa de Empleo Temporal
206 000 000
40 000 000
Procampo
404 000 000
Total
6s0 000 000
Fuente: fxcél5i o/, diciembre de ] 999
374
fuoruorcos
Apéndíce 18
Estado de 0axaca
A. Estructura agraria
D¿tos relevanies
Tipo de
Super'Í c e.
tenencia
9 536 400
ti¿
Núcleos Beneficiados
agrarios
Elrc,taiics i _q¿ i:l 4)2
t;l
'
19
¡i. ele:ut.rcos
E,:cutad:s 516
1
i72
Núm d: municipios. 570
Predios Superficre
o/o
(ha)
-
2 14i An
57!
-
33
C75
-
t
15
26 63
$6.22
765 926
i)4
5.q 25
Cor un¿i
No
Colonras
F..
ejecutadas
94
27 862
_
-0
16
r¡d¿
le'renos nac,on¿les
736 C09.51
18
41
1 00
)991
100 976
1
13 553
616 242
7.6a
.25
c.00
0tros (zon¿s urbenas
cuerpos de agua, zonas
f¿o.r¿,es, etc
I
Ele.utados
508
1 411
312
59
5 20
5',i2.01
100 00
,118 283
555
18519
E
043
iotai
Noeleiutados
113
29 J32
Nol¿ L¿ superficie total se complementa con l¿ de
diente de resolucrón (julio de 2000).
Jos
Frente: Regislro Agrario N¿cion¿1, Deleg¿(rón 0¿x¿(a
169 445
t-3
expedlentes que se eniueniran en trámite
pei-
375
fuɡ'lorcos
B,
Concepto
Tenencia de la tierra
cierre
Número, al
hasta julio de 2000
817
Ejidos
Comunidades 710
Subtotal propiedad social 1 521
Colonias agrícolas y
ganaderas
Superficie estatal (ha) Porcentaje en relación
con el total del estado
24.69
2 175 519.970000
16
Pequeña propiedad
(predios)
Otros trpos
Total
553
555
15 651
13
5 501 935 550000
ot.q7
7 677 455 520000
ót I
100 976 180000
115
616242410044
6.99
418 283 590000
415
8 812 957 760000
r00 00
tuente: Coordinación Agrana, :ne, Delegacró0 Estst¿ , ai
r.
Programas institucionales
C. Programa de Ordenamiento y Regularización,
Número, al cierre
hasta julio de 2000
Concepto
Universo de ej dos
Porcentaje en relación con el total
Estatal
Naciona
817
100 00
211
515
66.2 B
266
380
31 03
146
I
Elidos certificados y
t tulados
200 4s6
Documentos expedrdos
Superfrcre total
615 152
certrficada y titulada
Fuente Delega(iones Estata es, PAy lAlr
D. Certificación de comunidades
Concepto
Número, al cierre
hafa julio de 2000
Un verso
de
comunidades
710
Porcentale en relación con el total
Estatal
100 00
Nacional
31 60
Comunidades
16 90
274
169
955
272
273
351 635
639
2.15
120
certifrcadas y tituladas
Documentos expedidos
34 286
Benef c anos
1E
5uperflcie total
cert ficada y titulada
El compar¿trvo nacional fue estimado, tod¿ vez
Fuente: Deleqaciones efatales,
PA
y
RAN.
que no se tienen ios dalos de (orte
376
fuÉrrlorcos
E,
Procede, con avan(e al 30 de julio de
I
2000
I
I
,.**
-lrryoÉtLoq,..-
- ----
!r,
"-"rr,
-r.ilrrd.
Acumulado
--#'I-?L069 426
Númerodedxumentosrotal
2
1
198
Avance
e,i-O¡#240 495
116 197
085 112
208 765 23913
59176 549 60 325
fítulos
19286 1 108 80 394
Benefrci¿rios
685 Bl7
16 034 674871
Supeftcie certificada toral (ha)
446276 7 692 453 968
Parcelada
202154 8272 214316
Uso común
10 407
12C 14521
A humano
t\4473 16378 730851
Superlti cte medlda (ha)
7 680 491 269
483 3E9
Parcelada
ts263 217 619
2ú9 416
Uso común
21 668
235 21 903
A. humano
18 -t:¡ ';:lt;
l-5
Num?odi:co--rJ¿des 7'A
)
J ¡09
:a 236
3l I
Nu*ero de d«rnentos ,oi¿t
840 6 046
5 206
Parcelarios
16 104
3021 19 r31
Uso común
8567 542 9 109
Tí1ulos
15112 3 057 1B 769
Beneficrarios
273711 73693 347 454
Supelicie certificada total (ha)
6823 1465 8238
Parcelada
266 660 t2 151 33E
Uso común
)t
288
365
A. hurnano
289 171 87 324 376491
Supelicie nedida (ha)
16736 16852 33 588
Parcelada
268510 61 807 336 317
Uso común
2 661
6 586
A. humano
3 925
¡..5¡¡-sn 1993 200J ro. ¿.a-:r a _rll07 2.10. '
'
'
T
6J3 4L7890
6a9Nrmiroie q¡c'eós ar.¿' .s
' ilj
Númerodedxumütostotal 221 946 6 835 2)4781
1 952 122 243
1)0 291
P¡rcelarios
39 312
3 792 43 144
Uso común
1 09i
69 431
68 343
Titulos
94 -098 4165 99 163
Beneficiarios
932 608 89121 1 022335
Supelicle certificada total (ha)
453 009
9 151 462 256
463 814 80 373 549 187
Uso común
10695
191 0 892
A. humano
1 001 644 03 698 1 1A1 342
Supelicie medida (ha)
TdlLe dud
500 12s 24132 524E51
471 926 16An 553 996
Uso común
2s 593
2 896 28 489
A. humano
P¿rcelanos
1
Uso común
1
5
23
2
E1
1
r
1
Este
repofte no incluye los documentos complementaros de promociones de anos antefiores €mitidos
del 30 de enero al 30 de julio de 2000.
Fuente Regisko Agr¿Íro Nacional, DelegaÜón Oar¿ca
ótt
fuÉNorcos
F.
Resumen del procede, 1993-2000
Régimen
1
2000
999
Ejidos
51 435
Elidatarios
Poses onarios
Avecindados
1
095
1 Atg
BO
20 416
159
27 198
5 182
Comunidades
Com
u
neros
Poseslonalos*
Avec ndados
Total
*En
1
ccmLrn dades no ex
Fuente: Req
lro
le
0
0
613
53
/
08 801
1r5970
tby
este trpo d€ suleto
Aqr¿r o N¿cro¡¿1, dei€g¿cró¡ 0¿xaaa
G. Figuras asociativas, 1996 y 2000
kantidadeg
2000
1996
Socredades de So daridad Soc al
Sociedades de Producción Rural
Uniones de ejidos
Asociaciones rurales de interés Co ect vo
9)6
284
2 408
2
1lt,
1
2
783,
'Este total inrluye, hast¿ rlrc embre de 2000, 6 Uniones de 5ocied¿des de Produ(c ón Rural
De este totai, 15 son de 5ored¿des de So|d¿rld¿d Socal y 2 sor Feder¿crones de Soredades de
Sol darid¿d Social.
b
tuenle: Regrsüo Agrar o N¿cronai, De €qa.ión Oaxac¿
378
A¡Éruorcos
Apéndíce 19
Muestra de los formatos utilizados y elaborados por el
RAN
y que
son entregados a los beneficiarios ulla vez que haya sido
certificado(a) totai o parcialmente un ejido o comunidad a traves del Programa de Certificación de Derechos y Titulación de
Solares Urbanos (Procede).
l.
2.
3.
TÍtulo de propiedad (que ampara el solar urbano certificado como lote).
Certificado parcelario (que ampara la tierra parcelada certificada).
Certilicado de derechos de uso común (que ampara el por-
centaje de los derechos sobre tierras de uso común del
ejido).
Nota: Para la certificación de ias comunidades asrarias se
utilizan los mismos formatos, excepto que se especifica que es
una comunidad agraria.
De igual manera cantbia el nombre del presidente de los
Estados Unidos Mexicalros en funciones que da las intrucciones
para que se expidan los dor:umentos arriba mencionados.
379
ArÉruorcss
DE PROPIADAD
No.
ous pon *.rsrnuccroNss oer- C. CARLOS §AtlNAS OE GORIARI,
rRÉsrosNTE oi uos esr¡oos uNrDos MExrcANos, ss exptoa coN FuNsAME¡ro EN
-*
LOS AñTICULO§ 27 T§ACCÍON
UNIOOSMEXICANOS: 68, 69
78 F'IACCION
]I
Y 79
lNT
O§ LA M¡ISTIfIJCION POUIICA §E LOS ɧTADO§
Y DEMA§RELAf¡VO§OEtALEYA6§An¡A;
OEL §ÉGLAMENTO IN'ÉNIOR OEL NE6'§'BO AGfIARIO
NACI§I¡AL . OUE AMPARA gL 6OLAR UñSANO IOENNTICAOO COMO LOTE
l.Jo.-..'-..''-'''.-..'_. §E LA MAN¿ANA
O§L FO§LAOO
.
CON §UPEEFiCIE OE
EON LAS §I§UIEIJTE§ MEOIOAS Y COLIÑDANCIA§
E§TAOO
CIVIL*.*--..-----,
ocuPAclol.l
coN ooMlcL¡o
0§ collroRMloAo coñ
CUYA IN§CNIPC¡ON OBRA §N
A§RAñIO NACIO'.IAL. 8A]O TL FOL¡O
A-DE
0§
199-
OELcGADO OEL &€GICTfiO AGRAñIO ¡¡ACIONAL
Et NEGI§TñO
380
fuÉ¡¡orcps
C§RTITICADO
PARCEIáRIO
No.
ouE pon rNsrBUücroNEs oer.
C. CARIO§ SALINAS D[ CORXAPI,
PR§§ID§NTE OE IO§ ɧTAOOS UNIOOS MTXICA¡IC§.
LOS ARTICUTOS
?7 FBACCTON
gr
DE
§¡
EXPID§ CON TUNOAIiE¡¡TO EÑ
lA Coñ§rrfuc¡o¡¡ pot-tftcA 0§ Lo§ E§f^oG
UN,09S MEXI§ANO§; 56, ?8 Y OE,t,t{§ ñELAÍIVOS D€ {A LtY AOñARIA, A§¡ COMO
Z
TñACC'ON
Y 79
'
DEL ÉÉGLAMENÍO IÑT€ñIOñ DEL §E§ISÍRO AGAABIO
NACIOñIAL. OUE AMPAñA LA PAFCEI,A No.
OEL EJ¡DO
**,
MUNtCIPTO OÉ
€SfADO OE
CON SUPERFICIE D€
-**-
=*.-HA.,
§ON LAS SIGUIENTES MEO¡DA§ Y COLINDAITCIA§:
EN FAVOq O€
oE-,--A|.los
óñtclNAñto
ɧTADO Crvlt
DE
OCUpAC,ON
cQN 0oMlcrl,o
§N
-,
Dt coNronr{,DÁ0 §oN
-
_._
-.
HAAIENOOSÉ ¡NSCRIÍO ESI€ TERNɧADO EN EL REGI§TNO AGRAFIO NACIONAL.
EAJO EL FOLIO
DÉ
r99_
OÉLE6A00 DEL H§.GISTñO A§RANIO NACIONAL
.
381
Ar,Éuolcas
CENTTPICADO DE
DEn§CH0§ §0BA§
II§RRA,S D§ U§O COMUN
ouÉ pgn,Nsrauüo&.tcs oer-
C. CAPLO§ §AIINAS DE GORIARI,
PBE§IOENÍE oE Lo§ E§T oo§ UNIDO§
LO§ARICUIO§ a? rRACO§{
UñloO§ MÉXICANOS: §6.
f¡
FRACC¡ON :T,
Y 7S
7{
vr
r,A§A¡§8, §E:xPloE CC[{
§E ¡-ACC»!¡§TTTUCIo|I{
rur\OÁME¡\¡lO ÉN
POL,Ttc^ OE LO§ §§ÍAOO§
Y gEl¡A§ REI¡TIVO§ O§ LA LEY AAñAñ,.q;
OEL ñE§IAMTMTO ${TERIOA §§L §ÉGISTRO AGRARIO
§AC|{X{}¿- OUE AMP^na EL
O€ LOS
D§i§CtO§ §O8nÉ ñEBRAS
OÉ U§O
§OMUN 98L EJTDO
-'.
MUII¡'CIPIODE
§$rA00 0E
§N FAVOP O§
oE
*-
AÑOS, ORTGINAFTO DC
ocuPActot¡
E§f oo clvlL
coN §oMrcrlro
t|t
o§ co¡lFoRM,oÁo cor.t
HABTENOO§€ l§§C8tro E§T§ CE§ftFlcADO Et{ §L
S§§!§fño A§BABIO
NACIONAI-
BA.,O EL FOL'O
A
_
O€LE§ÁOO DEL
OE
nE§l§fñO A§ñARIO
o€'tg§-.
I'¡ACIO¡rAL
Are¡lorcss
'
Apéndíce 20
Muestra de un acta de resolución (con fecha de lB de nor¡iembre
en un conflicto de lÍmites que duró más de 45 años en
solucionarse entre San Juan Diquipu y Yocoquimi de Ocampo,
Oaxaca.
383
Arɡlorces
lcrl
VUe
SE L€ü¡,orl (a,u
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fuÉrvolces
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sarrollo (croac)/Miguel Ángel Por;-úa.
In
rejorma agraría en Itléxico desde 1853.
Sus tres ciclos legales
terminó de imprimirse en abril de 2002
en los talleres de Juan Pablos Editor
Mexicali 39, Col. Hipódromo Condesa 06100
Mexico, D.F.
Se tiraron 1 000 ejemplares
más sobrantes para reposición
Y
Cutdado de la edíclón:
David Rodríguez Ñuarcz
Díseño de la Portada:
Avelino Sordo Vilchis
Foto de lo portoda:
James \{ Wilkie
TipogroJía g grQficas:
MYUELA, DISEÑO EDITORIAL
Ciclos y Tendencias
en el Desarrollo de México
Serie dirisida por: James W. Wilkie (1990-),
Jesús Arroyo Alejandre (i998-),
Sergio de la Peña (1990-1998)
La serie Ciclos y Tendencias en el Desarrollo de México es un esfuerzo para estudiar los procesos de cambio de México. La edición
de esta serie es posible gracias a los auspicios de la Fundación
William and Flora Hewlett. La serie consta de los siguientes tomos:
Tomo
1.
James W. Mlkie y Jesús Reyes Heroles González Garza
(eds.) (1990) Indushia tl trabajo enMéxíco. México: Uni-
versidad Autónoma Me tropolitana-Azcapotzalco.
Tomo 2. Daüd E. Lorey (1992, reyisado y aumentado en 1994)
Tfrc rise oJ the proJessions in twentíetfucentury lt{exbo:
uniuersítg graduates and occupational change since
1929. itos Ángeles: ucLA Latin American Center Publications.
Tomo 3. Clint E. Smith (1993) Itt-frontera que desaparece: Los
relacíones N[éxico'Estados Unidos hosto. los nouenta.
México : Universid ad Au tónoma Metropolitana -Azcapotzalco y ucLa Program on Mexico.
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Intpactos regionales de la apertura comerciol: perspectí'
uas delTratado de Ltbre Comercb enJalsco. Guadalajara:
Universidad de Guadalajara y ucLA Program on Mexico.
Tomo 5. Sergio de la Peña y James W. Mlkie (1994) [n estadís-
tico económica en NIéxico. Los orígenes. México: Siglo Kxt y Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.
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g agriculhtra en México: antecedentes e ímplicacíones
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