RESOLUCION Nº 211/02 En Buenos Aires, a los 14 días del mes de agosto del año dos mil dos, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, con la Presidencia del Dr. Juan C. Gemignani, los señores consejeros presentes VISTO: El expediente 82/99, caratulado “Cirulli, Andrea Mariel c/ titular Juzgado Comercial Nº 17 - Dr. Eugenio Bavastro Modet”, del que RESULTA: I. Mediante la resolución 163, del 28 de junio del año 2000, el Plenario de este Consejo de la Magistratura desestimó la apertura del procedimiento de remoción del Dr. Eugenio Bavastro Modet, titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 17 -oportunamente solicitada por la Dra. Andrea Mariel Cirulli- y remitió las actuaciones a la Comisión de Disciplina para que dictaminara si durante la tramitación de los autos caratulados “Cerámica Chiclana S.R.L. y otro c/ Banco Tornquist S.A. s/ ordinario”, el magistrado incurrió en alguna de las conductas reprochables previstas en el artículo 14 de la ley 24.937 (t.o. por decreto 816/99). II. En la citada resolución se indicó que los hechos atribuidos al juez que debían ser materia de investigación por parte de la citada Comisión, eran los siguientes: a) Omisión de agregar en forma tempestiva a los autos un oficio remitido al magistrado por la Comisión de Juicio Político de la H. Cámara de Diputados de la Nación (cfr. resultando II, apartado c, y considerando 3º). b) Desaparición de prueba documental y de escritos, según la denuncia que se encuentra agregada a fs. 215/217 del expediente 20-26853/97 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación -Cuerpo de Auditores Judiciales- en el cual, mediante la resolución 21/00 (fs. 307/310 del expediente citado) el Alto Tribunal dispuso remitir fotocopias certificadas de las piezas citadas a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial para que esta “ejerza(...) sus facultades de superintendencia directa” (cfr. resultando IV, apartado g, y considerando 3º). c) Tramitación de la excusación del juez por una vía distinta a la prevista en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (cfr. resultando II, apartado d, y considerando 4º). III. Con posterioridad al dictado de la resolución 163/00 de este Consejo, el 13 de octubre del año 2000 la Dra. Cirulli introdujo un hecho nuevo que surgiría del mismo expediente judicial, la “‘desaparición’ del Libro Mayor al 31-12-86 de contabilidad de Cerámica Chiclana S.R.L.”, del juzgado a cargo del magistrado cuestionado. IV. Por resolución 1/01 la Comisión de Disciplina resolvió ordenar la instrucción del sumario respecto del Dr. Bavastro Modet y designar Consejero instructor al Dr. Eduardo D. E. Orio (fs. 237). V. A fs. 239 se ordenó correr vista de lo actuado al juez, a los fines previstos en el artículo 14 del Reglamento de Informaciones Sumarias y Sumarios Administrativos para el Juzgamiento de las Faltas Disciplinarias de los Magistrados del Poder Judicial de la Nación. A fs. 241, 244, 251 y 256 se decidió suspender el trámite de las actuaciones, el cual fue reanudado el 11 de febrero del año en curso, al haber sido superados los motivos que dieron lugar a esa determinación. VI. A fs. 263/270 el Dr. Bavastro Modet presentó su descargo y ofreció prueba, ordenándose su producción en forma conjunta con las medidas solicitadas por la instrucción, en ejercicio de las facultades previstas en el artículo 9 del citado reglamento (fs. 272/273). VII. A fs. 293, existiendo prueba pendiente, se amplió el plazo para su producción por treinta días, a cuyo término -el 31 de mayo del año en cursocumplidas todas las medidas probatorias se encontraban ordenadas a fs. 272/273. VIII. En orden a lo dispuesto en el artículo 25 del Reglamento de Informaciones Sumarias y Sumarios Administrativos para el Juzgamiento de las Faltas Disciplinarias de los Magistrados del Poder Judicial de la Nación, el Consejero instructor presentó a la Comisión de Disciplina -el 14 de junio del corriente año- el informe que resume las conclusiones del sumario, el cual fue considerado en la reunión celebrada el 25 de junio pasado. CONSIDERANDO: Que corresponde analizar cada uno de los cargos formulados contra el juez, considerando si esas conductas son pasibles de reproche disciplinario. a) Omisión de agregar en forma tempestiva a los autos un oficio remitido al magistrado por la Comisión de Juicio Político de la H. Cámara de Diputados de la Nación. En su descargo de fs. 265/270 el Dr. Bavastro Modet negó en forma expresa “haber omitido intencionadamente el agregado” del oficio referido a las actuaciones con el fin de ocultar la existencia de un pedido de juicio político en su contra, como así también haber “mentido acerca del paradero de la causa”. Acompañó copia del citado oficio, librado el 13 de octubre del año 1998, del cual surge que la Comisión de Juicio Político de la H. Cámara de Diputados de la Nación sólo le requirió “remitir fotocopia certificada del expediente caratulado ‘Cerámica Chiclana S.R.L. y otro c/ Banco Tornquist S.A. s/ ordinario’” y que ese pedido estaba motivado solamente en el estudio de los autos 134-P-98, sin informarle respecto del contenido de ese expediente en trámite ante la mencionada Comisión (fs. 263 -señalado como anexo 1-). En su contestación, del 15 de octubre de 1998, el magistrado hizo saber al Presidente de la Comisión de Juicio Político la imposibilidad de acceder a su pedido por cuanto el expediente requerido había sido elevado a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, el 19 de mayo de 1998, sin que hasta esa fecha hubiese sido devuelto (cfr. fs. 71). A presentado fs. por 73/74 la se encuentra denunciante ante agregado la Comisión el de escrito Juicio Político, en el cual manifestó que los autos en cuestión se encontraban en la Fiscalía Criminal de Instrucción Nº 26. En atención a lo informado, el 10 de noviembre de 1998, la citada Comisión solicitó las actuaciones a esa Fiscalía. A fs. 76 consta el oficio de respuesta. De lo expuesto se observa que el juez contestó en forma inmediata el requerimiento de la H. Cámara de Diputados de la Nación y no faltó a la verdad. También se advierte que en aquel momento no resultó posible agregar ese oficio a las actuaciones pues no se encontraban en su juzgado, con motivo de las denuncias que formularon la letrada y su representado. No advierte entonces la Comisión de Disciplina que el Dr. Bavastro Modet haya quebrantado sus deberes siendo pasible de reproche disciplinario, razón por la cual y con respecto a esta conducta corresponde -con acuerdo a lo propuesto por esa Comisión (dictamen 57/02)- eximirlo de responsabilidad. b) Desaparición de prueba documental y escritos. A fs. 217 del expediente 20-26853/97, tramitado ante la Secretaría de Auditores Judiciales de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la Dra. Cirulli acompañó copia de un escrito presentado -el 29 de marzo de 1999 ante el juzgado del Dr. Bavastro Modet- en los autos caratulados “Cerámica Chiclana S.R.L. y otro c/ Banco Tornquist S.A. s/ ordinario”, en el cual manifestó la existencia de una nueva irregularidad “según surge de los informes del Sr. Secretario Dr. Raúl Trebino Figueroa a fs. 1752, de autos, en referencia a escritos foliados como 1721 (86), 1722 (87), 1723 (88), 1724 y dos fojas sin foliar”. Expresó que tal irregularidad consistía en que esos escritos y un artículo periodístico, presentados el 29 de marzo de 1999 “no se hallaban en el expediente cuando el mismo fuera remitido tanto a la Auditoría de Corte Suprema de Justicia de la Nación como a la Sala ‘B’ de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial”, a pesar de haberse ordenado su agregación por resolución del 24 de noviembre de 1998 (fs. 1752), diligencia que recién fue cumplida el 17 de marzo de 1999 (fs. 1755). Adujo penales” también ofrecidas como la “desaparición prueba por la de(...) parte causas demandada y solicitó “un informe detallado de toda la documental obrante en el Juzgado de V.S. y en la Secretaría 33(...), su exhibición a [esa] letrada en presencia de un escribano para certificar en caso de faltante de alguna de ellas dicho hecho y su denuncia a las autoridades penales”. El expediente 20-26853/97 fue promovido por la Dra. Cirulli ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el 26 de septiembre de 1997, solicitando una auditoría al Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 17, Secretaría Nº 33 y “específicamente en el expediente: ‘Cerámica Chiclana S.R.L. y otro c/ Banco Tornquist S.A. s/ ordinario’”, con motivo de las demoras en proveer los escritos, la falta de documentos y fojas, y la remisión reiterada de los autos fuera del juzgado. A fs. 217, el 29 de marzo de 1999, amplió su denuncia y agregó copia del escrito aludido que presentó en el expediente judicial ese mismo día, el cual es objeto de estas actuaciones. Practicada Secretaría de la Auditores pertinente investigación Judiciales, y previo por la informe del instructor -Dr. Martín Pablo M. Dondiz- el 28 de marzo del año 2000 la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó la resolución 21/00 por la cual, teniendo en cuenta que todas las presentaciones formuladas por la denunciante fueron atendidas con “actividad jurisdiccional cumplida” y que en ningún caso medió una mora manifiesta entre cada requerimiento de la parte actora y su correspondiente providencia, decidió efectuar una recomendación al magistrado para extremar en lo sucesivo los cuidados tendientes a evitar la repetición de hechos como el investigado y remitir a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial fotocopias certificadas de las constancias de fs. 215/217, del informe de fs. 302/305 y de esa resolución “para que dicho tribunal tome conocimiento del contenido de estas actuaciones y ejerza, en su caso, sus facultades de superintendencia directa, con relación a la denuncia formulada por la letrada denunciante a fs. 217 (art. 118 del R.J.N.)” (fs. 307/310). Requeridas por la Comisión de Disciplina a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial las actuaciones de superintendencia caratuladas “Cirulli, Andrea (abogada) s/ solicitud de auditoría por ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación” (autos S.1117/00), el citado tribunal de alzada remitió el expediente S. 780/2002, caratulado “Cirulli, Andrea (abogada) s/ solicitud de auditoría ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (S.1117/2000) s/ reconstrucción”, del cual surge que por resolución de presidencia, del 19 de abril del año en curso, habiéndose informado que no fueron halladas las actuaciones S. 1117/00, se ordenó su reconstrucción (fs. 10), la que se tuvo por cumplida el 30 de abril del año en curso (fs. 34). Teniendo a la vista copia del citado expediente, a fs. 27 consta una resolución de presidencia, del 7 de abril del año 2000, mediante la cual se ordenó remitir las actuaciones a la Comisión de Disciplina de esa Cámara. El 30 de junio de ese año (fs. 29) la citada Comisión dictaminó que la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (resolución 21/00), dictada en uso de sus facultades disciplinarias, “agotó la cuestión que aquella motivara”, razón por la cual consideró que correspondía “tomar debida nota de la Resolución 21/2000 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y archivar este cuadernillo”. Por último, mediante la resolución de presidencia de fs. 34 se dispuso pasar a la Sala “B” las actuaciones, tal como fue ordenado en el punto VIII del Acuerdo del 12 de julio del año 2000. Más allá de lo que resuelva la citada Sala del tribunal de alzada -actuando como tribunal de superintendenciay teniendo presente que este Consejo de la Magistratura, por resolución 13/98, ha reafirmado su competencia exclusiva y excluyente en el ejercicio de la potestad disciplinaria sobre los magistrados del Poder Judicial de la Nación, el presente debe ser merituado sin atribuir carácter vinculante a la referida resolución 21/00, o a lo que resuelva la Sala “B” de la Cámara del fuero, “irregularidades” y examinar denunciadas por estrictamente la Dra. si las Cirulli son reprochables al Dr. Bavastro Modet. Los escritos de fs. 1721, 1722, 1723 y 1724 fueron proveídos por el magistrado en forma inmediata a su presentación y en los tres casos resolvió que se hacía lugar a la reserva de las actuaciones -tal como lo pidiera la actora“una vez devueltos los autos del Juzgado de Instrucción nº 28, Secretaría nº 142”. Tanto eso escritos como los alegatos de ambas partes fueron proveídos en forma inmediata y de acuerdo con el estado de los autos. A fs. 1752 el Actuario informó que esos escritos se encontraban en las carpetas de “escritos para agregar” y “alegatos”. En consecuencia, en la misma fecha -24 de noviembre de 1998- el juez ordenó su remisión al Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 26, Secretaría Nº 52, donde se encontraban radicadas a esa fecha las actuaciones debido a la primera excusación del Dr. Eugenio Bavastro Modet, resuelta el 6 de noviembre de 1998. Además, dispuso enviar la documentación reservada en el sobre 16.734, otros documentos que allí se especifican y las causas penales que se dicen “desaparecidas”. Cabe destacar que con motivo de la excusación referida -fs. 1695/1698- los autos estuvieron radicados fuera de su juzgado hasta el 17 de marzo de 1999. En esa fecha, una vez que el juez recibió el expediente, ordenó la agregación de escritos y alegatos y requirió al Juzgado Comercial Nº 26, Secretaría Nº 52, la remisión de las causas penales que allí habían quedado. El escrito denunciando “irregularidades” y pidiendo “aclaratoria”, que es materia del presente análisis, fue presentado el 29 de marzo de 1999 y proveído en la misma fecha por el juez, haciendo saber que no correspondía aclaratoria alguna; que debía estarse a lo resuelto a fs. 1755 (pedido de remisión de las causas penales al Juzgado Nº 26, Secretaría Nº 52) y que era inexacta la presunta falta de documentación. De lo expuesto surge que nunca hubo “desaparición” de causas penales o escritos y que aquellos que se presentaron cuando los autos despacharon de se encontraban inmediato y se fuera del incorporaron tribunal al se expediente inmediatamente después de que fuera recibido en el juzgado a cargo del Dr. Bavastro Modet. En consecuencia, la Comisión de Disciplina estima que el magistrado, en cuanto al cargo que se analiza, no ha incurrido en conducta disciplinaria, por lo reprochable que que corresponde amerite -con sanción acuerdo a lo propuesto por la Comisión de Disciplina (dictamen 57/02)eximirlo de responsabilidad. c) Tramitación de la excusación del Dr. Bavastro Modet por una vía distinta de la prevista en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. En el considerado 4º de la resolución 163/00 del Plenario de este Consejo, se dispuso que la Comisión de Disciplina investigara si el trámite de la excusación planteada por el juez en los autos de referencia -por una vía diferente de la prevista en el código de rito- configura alguna de las faltas disciplinarias previstas en el artículo 14, apartado A), de la ley 24.937 (t.o. por decreto 816/99). En el artículo 31 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación se prevé, para el supuesto de no haber sido admitida la excusación por el juez que sigue en orden de turno, la formación de un incidente que será remitido al tribunal de alzada, sin que por ello se paralice la sustanciación de la causa. Recibidos los autos con motivo del rechazo de la excusación del magistrado, el 16 de diciembre de 1998 el Dr. Bavastro Modet ratificó su excusación y elevó las actuaciones originales a la alzada, prescindiendo de la formalidad de ordenar que -por separado- se formase un incidente. La superior formación tiene por de incidente objeto evitar para la la elevación paralización de al la sustanciación de la causa. Ahora bien, a la fecha de elevación los autos se encontraban en la etapa procesal prevista en el artículo 483 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y, de haberse cumplido, hubiere producido los efectos previstos en el artículo 484 del mismo código, o sea, el cierre de toda discusión como así también la prohibición de presentar más escritos. Es obvio que el magistrado excusado no se encontraba en condiciones de llamar a autos para sentencia hasta tanto se resolviera cuál era el juez que debía continuar con su trámite, como así también que la obligación del secretario de agregar los alegatos y del magistrado de llamar a autos para sentencia, debían cumplirse de oficio, sin petición de parte, como se expresa en la norma procesal citada, una vez resuelta esta cuestión. De ello se infiere que el envío de los autos originales al superior para resolver la excusación no importaba la paralización de la sustanciación de la causa, cuyo trámite no podía continuar hasta tanto la alzada dirimiera la cuestión suscitada entre ambos jueces. Sin perjuicio de ello, debe señalarse que la cámara resolvió la cuestión en apenas cuarenta días hábiles y que, en la misma fecha que el Dr. Bavastro Modet recibió de la alzada los autos -el día 17 de marzo de 1999- ordenó, de oficio y sin petición de parte, agregar los alegatos. Esa diligencia fue cumplida en la misma fecha por el actuario, y requirió al Juzgado Nº 26, Secretaría Nº 52, la remisión de las causas penales que formaban parte de la prueba documental, a fin de proceder al llamamiento de autos para dictar sentencia. De modo tal que calificar de “irregularidad” o de falta disciplinaria la omisión de formar incidente, en los términos del artículo 31 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, importaría incurrir en excesivo rigorismo formal. En consecuencia -y de acuerdo con lo propuesto por la Comisión de Disciplina (dictamen 57/02)- corresponde eximir de responsabilidad disciplinaria al magistrado sumariado respecto de este punto. d) Desaparición del Libro Mayor de Contabilidad de Cerámica Chiclana S.R.L. correspondiente al año 1986. El 13 de octubre del año 2000 -dictada la resolución 163/00 del Plenario- la denunciante y su representado, Sr. Jorge Ilvento, se presentaron ante este Consejo y agregaron copias certificadas de piezas de los autos caratulados “Cerámica Chiclana S.R.L. y otro c/ Banco Tornquist S.A. s/ ordinario”, denunciando la “desaparición” del Libro Mayor de Contabilidad de Cerámica Chiclana S.R.L. al 31 de diciembre de 1986, que había sido ofrecido como prueba documental de la parte actora (fs. 224/225). A fs. 226, por Secretaría General, se ordenó agregar la denuncia a este expediente en trámite ante la Comisión de Disciplina. En su descargo el Dr. Bavastro Modet negó que tal desaparición -de haber existido- pueda serle imputada y, para probar ese extremo, ofreció la declaración testifical del Dr. Rafael Trebino Figueroa, actual Secretario a cargo de la Secretaría Nº 33 de su juzgado (fs. 264/270). La Comisión de Disciplina requirió al Juzgado Nº 26 del fuero, Secretaría Nº 52, la remisión de fotocopia certificada de las piezas de autos relacionadas con la presunta “desaparición”; recibió la declaración testifical del Dr. Trebino Figueroa y, posteriormente, solicitó copia certificada de las actuaciones de la causa correspondientes a la demanda, a su contestación y a la reserva original de la prueba documental ofrecida por las partes. De las piezas relacionadas con la presunta “desaparición” surge que: d.1) El 8 de octubre de 1999, radicadas definitivamente las actuaciones ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 26, Secretaría Nº 52, la Dra María Elsa Uzal requirió al Juzgado Nº 17 la remisión detallada de toda la documentación original, anexos, causas recibidas ad effectum videndi, e incidentes correspondientes a los autos (fs. 1794). d.2) El 20 de octubre de 1999 el Dr. Bavastro Modet remitió la documentación requerida, individualizando cada una de las piezas que se enviaron (fs. 1798). d.3) secretario El mismo informara, día La Dra. identificara Uzal, la ordenó que el documentación y procediera a su reserva (fs. 1800). La diligencia fue cumplida por el actuario a fs. 1801. d.4) El 8 de noviembre de 1999 la Dra. Uzal, haciendo mención de que en el punto VI d) de la demanda (fs. 79 vta.) la actora ofreció como prueba documental y dijo acompañar el Libro Mayor de Cerámica Chiclana S.R.L. al 31 de diciembre de 1986, reservado en “sobre nº 15.918”, requirió al Dr. Bavastro Modet la remisión de ese Libro que no consta entre la documentación enviada el 20 de octubre de ese año (fs. 1806). d.5) El 27 de diciembre de 1999 se reiteró la petición, pero haciendo referencia errónea al sobre 19.715, número que corresponde a uno de los expedientes venidos ad effectum videndi (fs. 1813). d.6.) El 7 de febrero del año 2000 se rectificó el error y se volvió a pedir la remisión del Libro Mayor de Contabilidad del año 1986, haciendo nuevamente alusión al sobre 15.918 (fs. 1822). d.7.) El 22 de febrero de ese año el Juzgado Nº 17 informó a la Dra. Uzal que no se había localizado el Libro requerido y tampoco otra documentación relativa a los autos (fs. 1837). d.8) Los días 6 de marzo, 11 de abril y 13 de junio del año 2000, el Juzgado Nº 26 reiteró el pedido y, en su último requerimiento, solicitó que se le hiciera saber si se habían adoptado las medidas necesarias para la localización del Libro o si se habían labrado actuaciones administrativas por su eventual desaparición (fs. 1899, 1914 y 1930). d.9) El 6 de septiembre siguiente el Juzgado Nº 17 contestó a la magistrada que la búsqueda del Libro arrojó resultado negativo y que no se inició sumario administrativo (fs. 1977). El Dr. Trebino Figueroa prestó declaración testifical a fs. 292, reconociendo como auténticas y ratificando el contenido de las certificaciones por él efectuadas a fs. 1824 (12 de noviembre de 1999); fs. 1904 (21 de febrero del año 2000); fs. 1923 (20 de marzo del año 2000); fs. 1939 (24 de abril del año 2000) y fs. 1752 (24 de noviembre de 1998), de las cuales surge la individualización de toda la documentación reservada de los autos y de la inexistencia, en el juzgado y en la secretaría a su cargo, del Libro de Contabilidad requerido por la Dra. Uzal, certificaciones que fueron puestas en conocimiento de la magistrada. Examinadas las actuaciones correspondientes al inicio de la demanda, a su contestación y al ofrecimiento de prueba por ambas partes -las cuales se encuentran agregadas a fs. 298 a 336 del presente- surge que: a) La demanda fue iniciada el 30 de septiembre de 1987, ante la entonces Justicia Nacional Especial en lo Civil y Comercial, y asignada al Juzgado Nº 12 que se declaró incompetente, remitiendo la causa a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial. b) La causa fue asignada al Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 17, Secretaría Nº 34, constando en la nota de su remisión que se adjuntaba “c/documentos 1 original en 5 carpetas, 2 copias en 10 carpetas c/2 más”. c) El 14 de octubre de 1987 el Dr. Juan Carlos Mata ordenó la reserva de la documentación y, el mismo día, por secretaría, se dió cumplimiento reservando en el sobre 15.918, sin identificar y tampoco detallar, la documentación que contenía. d) El punto VI de la demanda (fs. 79 vta. de los autos) detalla la prueba documental que se ofrece -entre la cual figura el Libro Mayor de Contabilidad del año 1986 (acápite 3-d)- y en el punto VIII “Petitorio”, apartado b) (fs. 82 vta. de los autos) se expresa “(s)e agregue la prueba documental acompañada, reservándose en Caja de Seguridad del Juzgado previa constancia y copia en autos”. e) En su contestación, la demandada también acompañó prueba documental que según nota de fs. 430 vta. de los autos (fs. 333 vta. del presente ) se reservó, sin individualización, en el sobre 15.918. f) El 11 de marzo de 1988 el Dr. Mata resolvió pasar las actuaciones a la Secretaría Nº 33, a los fines de su ulterior tramitación. Esa diligencia se cumplió el mismo día, recibiéndose los autos, el incidente de beneficio de litigar sin gastos y la “documentación original”. g) A fs. 443 (fs. 335 de estas actuaciones) la Dra. Beatriz Rotondaro, a cargo de la Secretaría Nº 33, reservó la documentación original -sin detallarla- en el sobre 16.734. En consecuencia, en este último sobre de la Secretaría Nº 33 se reservó la documentación que anteriormente se encontraba en el sobre 15.918 de la Secretaría Nº 34 y que según constancias de autos fue íntegramente remitida a la primera de ellas. La Corte Suprema de Justicia de la Nación -mediante la Acordada del 14 de julio de 1959- reglamentó el procedimiento a seguir respecto de los escritos con los cuales se acompañen documentos. Éstos, deben ser desglosados y reservados y corresponde a los secretarios hacer constar, mediante nota asentada en el expediente, el cumplimiento de la disposición. Las partes deberán agregar copia fotográfica o simple -firmada- de los documentos que presenten, la que se agregará a los autos en el lugar correspondiente al original. De la manifestación efectuada por la parte actora en el punto VIII “Petitorio”, apartado b), se infiere que, en cumplimiento de lo dispuesto en la Acordada citada, la parte actora pidió la reserva de la documentación agregada y adjuntó copia firmada de la documentación que acompañó. El expediente, junto con la documentación, pasó de la Justicia Nacional Especial en lo Civil y Comercial a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial; luego al Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 17, Secretaría Nº 34 y posteriormente a la Secretaría Nº 33 del mismo juzgado, cambiando en este caso el número de sobre de documentación reservada al correlativo de la Secretaría Nº 33. Nunca se individualizó la documentación, agregada por las partes y reservada, hasta el ulterior pase definitivo de los autos al Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 26, individualización efectuada el 20 de octubre de 1999. En el supuesto de que la actora hubiera dado cumplimiento efectivo a la acordada del 14 de julio del año 1959 -tal como lo afirma en la demanda- y en el caso de haber “desaparecido” hubiera el documento mencionado, su subsanado cualquier irregularidad reconstrucción cuya certeza e imputabilidad al juez denunciado no ha sido suficientemente acreditada. Corresponde en consecuencia -y de conformidad con lo propuesto por la Comisión de Disciplina (dictamen 57/02)eximir de responsabilidad al magistrado por este hecho que se le atribuye. Por ello, SE RESUELVE: 1º) Eximir de responsabilidad al Dr. Eugenio Bavastro Modet, titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 17, por las conductas que se le atribuyen en el presente sumario (artículo 27, inciso a, del Reglamento de Informaciones Sumarias y Sumarios Administrativos para el Juzgamiento de las Faltas Disciplinarias de los Magistrados del Poder Judicial de la Nación). 2º) Notificar a la denunciante y al magistrado denunciado, y archivar el expediente. Regístrese. Firmado por ante mí, que doy fe. Fdo.: María Lelia Chaya - Angel F. Garrote - Juan C. Gemignani - Juan M. Gersenobitz - Ricardo Gómez Diez - Margarita A. Gudiño de Argüelles - Claudio M. Kiper - Diego J. May Zubiría - Eduardo D.E. Orio - Miguel A. Pichetto - Humberto Quiroga Lavié - Marcelo Stubrin - Pablo G. Hirschmann (Secretario General)