CN15-004_DIC_D15-014 - Agencia Vasca de Protección de Datos

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CN15-004
DICTAMEN QUE SE EMITE EN RELACIÓN CON LA SOLICITUD DE DATOS DEL
IMPUESTO DE BIENES INMUEBLES POR PARTE DE UNA ENTIDAD URBANÍSTICA
DE CONSERVACIÓN DE UN POLÍGONO INDUSTRIAL.
ANTECEDENTES
PRIMERO: Tiene entrada en esta Agencia Vasca de Protección de Datos escrito de un
Ayuntamiento en el que se solicita informe sobre la cuestión referenciada en el
encabezamiento.
SEGUNDO: El artículo 17.1 n) de la Ley 2/2004 de 25 de febrero, de Ficheros de Datos
de Carácter Personal de Titularidad Pública y de Creación de la Agencia Vasca de
Protección de Datos establece que es Función de esta Institución:
“n) Atender a las consultas que en materia de protección de datos de carácter
personal le formulen las administraciones públicas, instituciones y corporaciones a
que se refiere el artículo 2.1 de esta ley, así como otras personas físicas o jurídicas,
en relación con los tratamientos de datos de carácter personal incluidos en el ámbito
de aplicación de esta Ley”.
Corresponde a esta Agencia Vasca de Protección de Datos, en virtud de la normativa más
arriba citada, la emisión del informe en respuesta a la consulta formulada.
CONSIDERACIONES
I
Para poder dar respuesta a la cuestión planteada, en primer lugar, hemos de considerar
que las entidades urbanísticas de conservación son entidades urbanísticas colaboradoras,
de carácter administrativo y dependientes de la Administración actuante (artículo 24, 25 y
26 del Real Decreto 3288/1978, de 25 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento de
Gestión Urbanística para el desarrollo y aplicación de la Ley sobre régimen del Suelo y
Ordenación Urbana).
La Sala de lo Contencioso- Administrativo del Tribunal Supremo, en Sentencia de 14
diciembre 1989, declaró que: “Si conforme a los artículos 24, 25, 26 y 67 del Reglamento
de Gestión, las Entidades Urbanísticas de Conservación tienen carácter administrativo y
dependen en este orden de la Administración Urbanística actuante, siendo obligatoria la
constitución de una Entidad de dicha naturaleza siempre que el deber de conservación de
las obras de urbanización recaiga sobre los propietarios comprendidos en un polígono o
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unidad de actuación en virtud de las determinaciones del Plan de Ordenación o bases del
programa de actuación urbanística o resulte expresamente de disposiciones legales,
forzoso es declarar el acierto de la sentencia apelada al reconocer la competencia de esta
jurisdicción para el conocimiento de los acuerdos dictados por los órganos de gobierno de
la Entidad apelante, relativos a cuestiones administrativas, entendiendo por tales tanto las
de gestión urbanística como las derivadas de la formación de la voluntad de sus órganos
colegiados, indispensables para la validez de sus acuerdos, por cuanto la decisión del
Consejo Rector y de la Asamblea General de la Comunidad de suspender el derecho de
voto de unos determinados comuneros e impedir su participación en la adopción de una
serie de acuerdos relativos a la censura de la gestión y aprobación de un ejercicio
económico así como a la renovación del propio Consejo Rector puede repercutir de forma
directa en los resultados que se tomen y en la actuación de la Entidad de conservación en
orden a la materia urbanística, como ha reconocido implícitamente el propio Ayuntamiento
de Villanueva de la Cañada, que en ningún momento cuestionó su competencia al
conocer en vía de recurso de los acuerdos impugnados, por lo que sin desconocer la
naturaleza privada que en algunos aspectos puedan tener dichas Entidades, no ofrece
duda que cuando realizan actividades de colaboración y participación en funciones
públicas, les es plenamente aplicable el Derecho administrativo”.
La Audiencia Provincial de Granada, en Sentencia 827/1999, de 16 de noviembre,
manifestó que: “Sus acuerdos pueden ser impugnados ante la Administración urbanística
actuante, por tanto, en vía administrativa, con ulterior competencia de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa, porque se trata de entidades de Derecho Público y los
conflictos que puedan surgir tiene naturaleza jurídico-administrativa”.
Posteriormente, el Tribunal Supremo, en Sentencia de 21 de diciembre de 2006, señaló
que: “Nos encontramos, en síntesis, frente a personas jurídicas, dotadas de personalidad
jurídica propia e independiente de la de los miembros que la integran (artículo 26.2 RGU [
RCL 1979, 319] ) y, en consecuencia, con su propia capacidad jurídica, capacidad de
obrar y capacidad procesal; como tales cuentan con su propio régimen de obligaciones y
responsabilidades, así como con su peculiar régimen estatutario que define su estructura
y funcionamiento dentro del marco legal preestablecido, que se ha de integrar con la
correspondiente publicidad del acto de su constitución, así como con inscripción en un
Registro Público, a partir de cuyo momento adquiere la personalidad jurídica”.
La Audiencia Provincial de Toledo, en Sentencia 57/2013, de 20 de febrero, también se ha
pronunciado en este sentido al señalar que: “Por último, y en cuanto atañe a su régimen
de funcionamiento, habrán de ajustarse a lo establecido en sus estatutos, debiendo los
acuerdos adoptarse por la mayoría que se refleja en los mismos, pudiendo ser
impugnados ante la Administración Urbanística actuante. Esta impugnación por la vía
administrativa se explica por el hecho de que los conflictos que puedan surgir en el ámbito
de su actuación y que no se refieren a intereses puramente privados, tienen naturaleza
jurídico-administrativa”.
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II
En segundo lugar, hemos de tener en cuenta que el Impuesto sobre Bienes Inmuebles es
un tributo directo de carácter real que grava el valor de los bienes inmuebles. Conforme
establece el artículo 77.5 del Texto Refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas
Locales, aprobado por Real Decreto legislativo 2/2004, de 5 de marzo, “el impuesto se
gestiona a partir de la información contenida en el padrón catastral y en los demás
documentos expresivos de sus variaciones elaborados al efecto por la Dirección General
del Catastro, sin perjuicio de la competencia municipal para la calificación de inmuebles
de uso residencial desocupados. Dicho padrón, que se formará anualmente para cada
término municipal, contendrá la información relativa a los bienes inmuebles,
separadamente para los de cada clase y será remitido a las entidades gestoras del
impuesto antes del 1 de marzo de cada año”.
Por otra parte, el artículo 37.2 del Texto Refundido de la Ley del Catastro Inmobiliario,
aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2004, de 5 de marzo, indica que la Dirección
General del Catastro remitirá a las Administraciones tributarias la información catastral
necesaria para la gestión, liquidación, recaudación e inspección de los tributos cuya
aplicación les corresponde, en los términos que reglamentariamente se determinen.
El artículo 18.1, párrafo primero, de la Norma Foral 12/1989, de 5 de julio, del Impuesto
sobre Bienes Inmuebles, dispone que “El Impuesto se gestiona a partir del padrón
catastral del mismo que se formará anualmente para cada término municipal, y que estará
constituido por censos comprensivos de los bienes inmuebles, sujetos pasivos y valores
catastrales, separadamente para los de naturaleza rústica y urbana. Dicho padrón será
remitido anualmente a los Ayuntamientos con anterioridad al período de cobro de los
recibos”.
Por su parte, el artículo 19 de esta Norma Foral dispone que:
“Las facultades de gestión, liquidación, inspección y recaudación, tanto en período
voluntario como por la vía de apremio, corresponden al Ayuntamiento del término
municipal en el que radiquen los bienes gravados, sin perjuicio de lo dispuesto en el
número 3 siguiente.
2. En concreto, corresponde a los Ayuntamientos la tramitación y liquidación de altas y
bajas, resolución de recursos y reclamaciones, cobranza del Impuesto, aplicación de
exenciones y bonificaciones y actuaciones para la asistencia e información al
contribuyente sobre el Padrón y sobre las materias referidas a este Impuesto.
3. Corresponde de forma exclusiva a la Diputación Foral de Gipuzkoa la elaboración y
aprobación de las Ponencias de valores y la fijación, revisión y modificación de los
valores catastrales, así como la formación, revisión, conservación y demás funciones
inherentes a los Catastros y al Padrón del Impuesto.
Los Ayuntamientos colaborarán con la Diputación Foral para la formación y
conservación del Catastro.
Igualmente corresponde a la Diputación Foral la confección de los recibos cobratorios,
así como la inspección catastral del Impuesto.
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La concesión o denegación de las exenciones y bonificaciones contempladas en los
artículos 4 y 15.1 de esta Norma Foral, requerirán, en todo caso, informe técnico
previo de la Diputación Foral, con posterior traslado a ésta de la resolución que se
adopte”.
Por lo tanto, en materia catastral, el Ayuntamiento está ejercitando una competencia
propia de una administración tributaria.
En cuanto al régimen jurídico del catastro, Texto Refundido de la Ley del Catastro
Inmobiliario, en los artículos 2.1, 51, 52 y 53 dispone que:
“Artículo 2.1. La información catastral estará al servicio de los principios de
generalidad y justicia tributaria y de asignación equitativa de los recursos públicos, a
cuyo fin el Catastro Inmobiliario colaborará con las Administraciones públicas, los
juzgados y tribunales y el Registro de la Propiedad para el ejercicio de sus respectivas
funciones y competencias. Asimismo, estará a disposición de las políticas públicas y
de los ciudadanos que requieran información sobre el territorio, en los términos
previstos en el título VI.
Artículo 51. Datos protegidos.
A efectos de lo dispuesto en este título, tienen la consideración de datos protegidos el
nombre, apellidos, razón social, código de identificación y domicilio de quienes figuren
inscritos en el Catastro Inmobiliario como titulares, así como el valor catastral y los
valores catastrales del suelo y, en su caso, de la construcción de los bienes inmuebles
individualizados.”
Artículo 52. Condiciones generales del acceso.
1. Todos podrán acceder a la información de los inmuebles de su titularidad y a la
información de datos no protegidos contenidos en el Catastro Inmobiliario.
2. La Dirección General del Catastro podrá autorizar la transformación y posterior
distribución de la información catastral en los términos previstos en el artículo 21 del
texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobado por el Real Decreto
Legislativo 1/1996, de 12 de abril, previa petición del interesado en la que deberá
constar el número de copias del producto transformado que se pretenda distribuir.
Artículo 53. Acceso a la información catastral protegida.
1. El acceso a los datos catastrales protegidos sólo podrá realizarse mediante el
consentimiento expreso, específico y por escrito del afectado, o cuando una Ley
excluya dicho consentimiento o la información sea recabada en alguno de los
supuestos de interés legítimo y directo siguientes:
a) Para la ejecución de proyectos de investigación de carácter histórico, científico o
cultural auspiciados por universidades o centros de investigación, siempre que se
califiquen como relevantes por el Ministerio de Hacienda.
b) Para la identificación de las fincas, por los notarios y registradores de la propiedad
y, en particular, para el cumplimiento y ejecución de lo establecido en el título V.
c) Para la identificación de las parcelas colindantes, con excepción del valor catastral
de cada uno de los inmuebles, por quienes figuren en el Catastro Inmobiliario como
titulares.
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d) Por los titulares o cotitulares de derechos de trascendencia real o de arrendamiento
o aparcería que recaigan sobre los bienes inmuebles inscritos en el Catastro
Inmobiliario, respecto a dichos inmuebles.
e) Por los herederos y sucesores, respecto de los bienes inmuebles del causante o
transmitente que figure inscrito en el Catastro Inmobiliario.
2. No obstante, podrán acceder a la información catastral protegida, sin necesidad de
consentimiento del afectado:
Los órganos de la Administración General del Estado y de las demás Administraciones
públicas territoriales, la Agencia Estatal de Administración Tributaria y las entidades
gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social, con las limitaciones derivadas de
los principios de competencia, idoneidad y proporcionalidad.
Las comisiones parlamentarias de investigación, el Defensor del Pueblo y el Tribunal
de Cuentas, así como las instituciones autonómicas con funciones análogas.
Los jueces y tribunales y el Ministerio Fiscal.
Los organismos, corporaciones y entidades públicas, para el ejercicio de sus funciones
públicas, a través de la Administración de la que dependan y siempre que concurran
las condiciones exigidas en el párrafo a)”.
El artículo 73 del Real Decreto 417/2006, de 7 de abril, que desarrolla el Texto Refundido
citado, indica que “La información que contenga datos catastrales de carácter protegido
relativos a personas físicas queda sometida al régimen jurídico de obligaciones y
responsabilidades previsto en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección
de Datos de Carácter Personal”.
El catastro inmobiliario foral de Gipuzkoa se encuentra regulado en la Norma Foral
12/1989, de 5 de julio, del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, y en su artículo 21 establece
que:
“1. Todos podrán acceder a la información de los inmuebles de su titularidad y a la
información de datos no protegidos contenidos en el Catastro.
Tienen la consideración de datos protegidos el nombre, apellidos, razón social, código
de identificación y domicilio de quienes figuran inscritos en el catastro como titulares o
sujetos pasivos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles.
2. Podrán acceder a la información catastral protegida, sin necesidad del
consentimiento del afectado:
a) Los órganos de la Diputación Foral de Gipuzkoa, de las demás Diputaciones
Forales y de la Administración General de la Comunidad Autónoma Vasca, así como
de las demás Administraciones públicas territoriales, la Agencia Estatal de
Administración Tributaria y las Entidades Gestoras y Servicios Comunes de la
Seguridad Social, con las limitaciones derivadas de los principios de competencia,
idoneidad y proporcionalidad.
b) Las comisiones parlamentarias de investigación, el Ararteko y el Tribunal de
Cuentas, así como instituciones de régimen común o autonómicas con funciones
similares.
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c) Los Jueces y Tribunales y el Ministerio Fiscal.
d) Los organismos, corporaciones y entidades públicas, para el ejercicio de sus
funciones públicas, a través de la Administración de quien dependan y siempre que
concurran las condiciones exigidas en el apartado a) anterior.
3. Fuera de los casos anteriores, el acceso a los datos catastrales protegidos sólo
podrá realizarse mediante el consentimiento expreso, específico y por escrito del
afectado, o cuando una Ley o Norma Foral excluya dicho consentimiento o la
información sea recabada en alguno de los supuestos de interés legítimo y directo
siguientes:
a) Para la ejecución de proyectos de investigación de carácter histórico, científico o
cultural auspiciados por Universidades o centros de investigación, siempre que se
califiquen como relevantes por el Departamento de Hacienda y Finanzas.
b) Para el cumplimiento de lo establecido en el Capítulo VII de la presente Norma
Foral por los Notarios y Registradores de la propiedad.
c) Para la identificación de las parcelas colindantes, por quienes figuren en el Catastro
como titulares o sujetos pasivos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles.
d) Para la identificación de las parcelas incluidas en un ámbito de actuación
urbanística, por quienes figuren en el Catastro como titulares o sujetos pasivos del
Impuesto sobre Bienes Inmuebles de alguna otra parcela incluida en el mismo ámbito
de actuación.
e) Por los titulares o cotitulares de derechos de trascendencia real o de arrendamiento
o aparcería que recaigan sobre los inmuebles inscritos en el Catastro, respecto a
dichos inmuebles.
f) Por los herederos y sucesores respecto de los inmuebles del causante o
transmitente que figuren inscritos en el Catastro.
El acceso a los datos catastrales protegidos en estos supuestos no supone la
obligación del Departamento de Hacienda y Finanzas de emitir certificados que
acrediten su contenido”.
III
Descrito el marco normativo a tener en cuenta, pasamos a analizar la consulta que se
remite sobre la posibilidad de que el Ayuntamiento ceda a una entidad urbanística de
conservación de un polígono industrial del municipio consultante, los datos de nombre del
propietario y tanto por ciento de participación respecto a la parcela que ocupa y que
constan en el fichero del impuesto de bienes inmuebles del Ayuntamiento.
Desde la perspectiva de protección de datos, la solicitud de los citados datos debe ser
calificada como una cesión o comunicación de datos, esto es, como una revelación de
datos a una persona distinta del interesado (artículo 3 i) de la LOPD), cuyo régimen
jurídico se encuentra en los artículos 11 y 21 de la LOPD.
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Dado que en el supuesto que se nos plantea el cesionario no tiene la consideración de
administración pública, analizaremos la cesión a la luz del artículo 11 de la LOPD.
El régimen de las cesiones de datos que regula el artículo 11 de la LOPD, establece como
regla general la necesidad del consentimiento del interesado. Así, su apartado primero:
“Los datos de carácter personal objeto del tratamiento sólo podrán ser comunicados a un
tercero para el cumplimiento de fines directamente relacionados con las funciones
legítimas del cedente y del cesionario con el previo consentimiento del interesado”.
Las excepciones a la necesidad del consentimiento se recogen en el apartado 2, siendo
conveniente destacar a nuestros efectos, la recogida en el apartado a):“Cuando la cesión
está autorizada en una ley”.
Por lo tanto, tendremos que acudir a la normativa sectorial para analizar la posible
existencia de habilitación legal para la publicación de datos sin consentimiento del
interesado.
Los datos que se solicitan se encuentran incorporados a un fichero de naturaleza
tributaria (padrón del impuesto sobre bienes inmuebles,) y la Norma Foral 2/2005, de 8 de
marzo, General Tributaria del Territorio Histórico de Gipuzkoa, establece expresamente el
carácter restrictivo de la posibilidad de ceder datos que obren en ficheros tributarios, sin
consentimiento de su titular. Esta restricción deriva del carácter reservado que a los datos
tributarios conceden tanto la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, como la
Norma Foral. Tanto la una como la otra establecen supuestos tasados de cesión de datos
tributarios a terceros sin consentimiento de sus titulares.
Conforme establece la normativa foral, corresponde de forma exclusiva a la Diputación
Foral de Gipuzkoa la elaboración y aprobación de las ponencias de valores y la fijación,
revisión y modificación de los valores catastrales, así como la formación, revisión,
conservación y demás funciones inherentes a los Catastros y al Padrón del Impuesto,
aunque los ayuntamientos colaboren con la Diputación Foral para la formación y
conservación del Catastro.
Por lo tanto, en principio, el órgano competente para la cesión de los datos requeridos del
catastro inmobiliario sería de la Diputación Foral de Gipuzkoa. El Ayuntamiento con
acceso a los datos catastrales podría facilitar la información si estuviera autorizado para
ello por la Diputación Foral, aunque sólo podría efectuarlo en los términos en que se haya
otorgado la autorización. En cualquier caso, el acceso a esta información tendría los
mismos límites que si se solicitase la información directamente a la Diputación Foral.
La Norma Foral considera que son datos catastrales protegidos el nombre, apellidos,
razón social, código de identificación y domicilio de quienes figuran inscritos en el catastro
como titulares o sujetos pasivos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, y establece que
podrán acceder a la información catastral protegida, sin necesidad del consentimiento del
afectado, entre otros, “d) Los organismos, corporaciones y entidades públicas, para el
ejercicio de sus funciones públicas, a través de la Administración de quien dependan y
siempre que concurran las condiciones exigidas en el apartado a) anterior” (limitaciones
derivadas de los principios de competencia, idoneidad y proporcionalidad).
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De este modo, teniendo en cuenta la finalidad para la que se crean las entidades
urbanísticas de conservación y la doctrina jurisprudencial transcrita, la entidad urbanística
de conservación del polígono industrial del municipio consultante podría recabar la
información de la Diputación Foral, a través de la Administración de la que depende, que
en este caso parece ser la consultante.
No obstante, debe dejarse constancia de que la cesión de datos siempre quedará limitada
a los datos necesarios para configurar el censo de propietarios que conforman la entidad,
pero no a aquellos que resulten inadecuados, no pertinentes o excesivos en relación con
la finalidad de la citada entidad.
En Vitoria-Gasteiz, a 26 de marzo de 2015
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