Nº 80 T.23 Venado Tuerto, 29 de Mayo de 2012. VISTO: El Expte Nº 48/2012 “Recurso de Inconstitucionalidad en F., E. s/Homicidio Culposo” CONSIDERANDO: I.- El Recurso de Inconstitucionalidad interpuesto por el Dr. Joaquín Fraga, contra el Acuerdo N° 176 dictado por esta Excma. Cámara el 21 de Octubre de 2012 y por el que se confirmó la sentencia apelada y se condenó a E. C. F. como autor penalmente responsable del delito de Homicidio Culposo (arts. 45 y 84 del CPA) a una pena de dos años de prisión de ejecución condicional, cinco de inhabilitación especial para conducir vehículos automotores y las costas del proceso (Arts. 26, 29 inc. 3°, 40 y 41 del CP). Tras cumplir con los requisitos formales de procedencia, el Dr. Fraga consideró que en autos se vulneraron notoriamente el principio de razonabilidad, el de proporcionalidad de la pena, la igualdad ante la ley, el debido proceso, el derecho a trabajar y ejercer toda industria lícita, derechos, garantías y principios que surgen implícita y expresamente del art. 6 de la Constitución Provincial, así como los arts. 8, 9, 20, 14 y 7 del Digesto Provincial. Asimismo, agregó que el fallo recaído no reúne las condiciones mínimas de acceso a la jurisdicción, en virtud de que no fueron debidamente tratados los agravios formulados por la defensa, fundamentalmente no se consideró y dio respuesta acabada a los argumentos vertidos acerca del gran efecto retributivo que implicaría aplicar la pena de inhabilitación especial para conducir a su pupilo. El Dr. Fraga remarcó que el pronunciamiento deviene arbitrario ya que consideró que no cumple con las exigencias que proviene del art. 95 de la Constitución Provincial y que no basta al efecto manifestar que se comparte el criterio del inferior en torno a que el Poder Judicial no puede reemplazar la tarea del Poder Legislativo. Reiteró que la sentencia no reúne las condiciones mínimas de acceso a la jurisdicción, formula una apreciación de la declaración indagatoria de su defendido y en base a meras presunciones, se desechó la versión defensista y se condenó sin verdadero y objetivo prueba de cargo. A continuación, el Dr. Fraga realizó una reseña breve del hecho. Sobre el decisorio, resumió que resulta arbitrario valorar positivamente la declaración indagatoria de su defendido y luego en el fallo sólo plasmar y considerar válidas aquellas circunstancias que lo inculpan, desechando -dice- a través de presunciones e indicios anfibológicos en relación al resultado de la acción típica, logrando a través de una aparente argumentación desvirtuar elementos favorables a la Defensa, no sólo sin contar con elementos de plena prueba, sino contradiciendo expresamente una versión que previa y paradójicamente había sido valorada como sincera y creíble por el propio órgano que la meritúa. En el mismo orden, sostuvo que es arbitraria y sin fundamentación la aplicación de la pena de inhabilitación. Recordó que dicha pena implica privar a su defendido de poder mantener a su familia ya que conducir su rodado era su trabajo, no posee instrucción o curriculum laboral alguna que le permita poder laborar en otro rubro. Con ello, sostuvo, se afectan las garantías constitucionales previstas en el art. 20 de la CP y 14 de la CN., en miras que si la pena no cumple sus finalidades, se desvía y termina lesionando otros derechos y garantías constitucionalmente garantizados. El Dr. Fraga hizo hincapié en que su defendido carece de antecedentes penales. Con relación a la prevención especial, entiende que queda más que cubierta la finalidad de la pena con la prisión condicional, pues la comisión de un evento de similares características implicaría para su defendido una condena efectiva, lo cual sin duda alguna cumple la finalidad prevista por la prevención especial. Citó jurisprudencia. Reiteró que la manifiesta arbitrariedad consiste en haber considerado la única versión de los hechos brindada por su defendido como sincera y verosímil, para luego utilizar y valorar sólo puntos que favorecen la acusación y determinan la responsabilidad penal, desechando con simples presunciones subjetivas aquellos puntos favorables al imputado, implicando ello una violación a los principios mencionados precedentemente. El curial añadió que cuando la pena es sólo retribución se torna inconstitucional, ameritando tal circunstancia incluso no aplicar preceptos expresos del Código Penal, pues siempre la ley exige una interpretación razonable y vinculada al caso en concreto. El Dr. Fraga efectuó la correspondiente reserva de recurrir, en caso de que persista la lesión de los derechos afectados, al recurso extraordinario ante la Corte Suprema de la Nación y ante la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Por lo argumentado, solicitó que se haga lugar al presente recurso y que se tengan presentes las reservas formuladas. 2.- El Dr. Fernando Palmolelli, Fiscal de Cámaras, al contestar traslado, adelantó que el recurso fue interpuesto en término, por parte legitimada y ante el órgano competente, que es auto suficiente y que la decisión criticada cumple con la especie legal de definitividad y la cuestión constitucional fue debidamente planteada. No obstante lo indicado, el Sr. Fiscal de Cámaras resumió que los planteos realizados por el Dr. Fraga son inconsistentes y por ello concluye con la inadmisibilidad de la impugnación. Al recurrente respecto, recordó que con el criterio del sentenciante la discrepancia no autoriza la del vía extraordinaria intentada y que es evidente que la crítica que impugna sólo revela discrepancia con el criterio de la Cámara de Apelación sobre la interpretación de las garantías que estima avasalladas. Citó doctrina. A criterio del Dr. Palmolelli, en el Acuerdo, el Tribunal explicitó suficientemente las razones tenidas en cuenta para emitirlo, brindando fundamentos que no pueden ser tildados de absurdos ni irracionales. En consecuencia, resume, la disconformidad de la quejosa sólo está encaminada a lograr una tercera instancia revisora, la que es totalmente ajena a la jurisdicción de contralor superior de legalidad. Citó jurisprudencia. Con relación a la pena de inhabilitación y las críticas efectuadas por la Defensa, el Dr. Palmolelli discrepó con el argumento del Dr. Fraga y citó jurisprudencia al respecto. Asimismo, destacó que tanto la Corte Suprema de la Provincia como de la Nación señalaron reiteradamente que la arbitrariedad sólo resulta aplicable en caso de extrema gravedad, susceptible de descalificar el decisorio como acto jurisdiccional, por tanto, si el pronunciamiento no carece de fundamentos que lo descalifiquen como acto jurisdiccional, más allá de su acierto o error, no excede el ejercicio regular de las funciones de los jueces de la causa. Por lo expuesto, el Dr. Palmolelli solicitó que se tenga presente sus argumentos para la oposición a la procedencia del presente recurso. II) Corresponde en las presentes actuaciones resolver el recurso de inconstitucionalidad formalmente interpuesto por el Dr. Joaquín Fraga -defensor de E. C. F.-, contra el Acuerdo N° 176, de fecha 21 de Octubre de 2011, dictado por este cuerpo colegiado, obrante a fojas 168/175 del expediente principal, mediante el cual se confirmara íntegramente la sentencia N° 572 dictada el 3 de Septiembre de 2009 por el Dr. Héctor Vitelli -entonces a cargo del Juzgado en lo Penal Correccional de la Primera Nominación de Venado Tuerto- fallo que condenara al imputado de anterior referencia, como autor penalmente responsable del delito de Homicidio Culposo, imponiéndosele una pena de dos años de prisión de ejecución condicional, inhabilitación especial para conducir automotores por el término de cinco años de cumplimiento efectivo y las costas del proceso. (Arts. 26, 29 inc. teercero, 45 y 84, todos del Código Penal). Como es ya posición asumida por este Cuerpo Colegiado en este tipo de cuestiones, en primer término es necesario analizar los tres niveles de admisibilidad del recurso sublite: en primer lugar, la decisión sobre la procedencia formal del recurso de inconstitucionalidad que concierne a los requisitos formales strictu sensu o rituales, incluyéndose entre los mismos: el órgano ante el cual debe recurrirse, pronunciamiento el que término lo para torna hacerlo, recurrible, la naturaleza legitimación del procesal suficiente, formalidad del recurso, preparación y mantenimiento de la cuestión constitucional que sirve de fundamento del recurso en una segunda fase, etc. Dicho testeo resulta siempre formal ya que implica un acercamiento a lo sustancial en materia de fallos presuntamente arbitrarios (Art. 1 inc. 3ero. Ley 7055). Tal juicio de admisibilidad exige determinar también si el recurrente ha articulado, de acuerdo a su propio planteamiento, una hipótesis que en abstracto puede ser considerada como un tipo doctrinario jurisprudencial de arbitrariedad, tras lo cual deberá efectuarse el mismo en una apreciación de carácter mínimo y provisional, pero que importa un preliminar contacto con el ámbito sustancial, aunque sin llegar a adentrarse en él ya que deberá establecerse si la hipótesis de arbitrariedad articulada en abstracto por el recurrente tiene básicamente conexión con la realidad del caso. En este último examen, que no ha de desplazarse a la órbita de la procedencia, debe resolverse si la decisión del juicio depende o no de la cuestión constitucional invocada (M., Hernán, El Recurso de Inconstitucionalidad en la Provincia de Santa Fe, pág. 178 y sgtes.). Adentrándonos al caso que nos ocupa se observa que la impugnante tiene prima facie legitimación procesal suficiente para presentar el recurso extraordinario correspondiente, lo ha hecho ante el tribunal que correspondía, impugnó una sentencia definitiva, se presentó en forma directa sin condicionamiento a ningún otro recurso, constituyó el domicilio legal y se presentó con copias. Yendo al meollo del recurso a resolver se desprende que la Defensa ha expresado que el acuerdo es arbitrario (puntos III y especialmente V del escrito recursivo), pero hace un examen lógicamente parcializado y recortado respecto a los argumentos valorativos realizados por los integrantes de la Cámara de Apelaciones -señala que se realiza un análisis fragmentado de la declaración prestada por el justiciable, otorgándosele verosimilitud en las partes que lo comprometen y desechándose la misma en aquellas que lo favorecen, a la vez que no se tomó en cuenta el comportamiento de la víctima, ni el haber estado mojado el piso (lo cual disminuye el efecto del frenado), ni que la ingesta alcohólica si bien superior a la legalmente permitida no era tan considerable, ni los argumentos presentados en contra de la aplicación de la pena de inhabilitación especial- limitándose a solicitar la apertura del recurso de inconstitucionalidad. De lo expuesto surge que la recurrente no hace más que reiterar planteos efectuados pretendiendo viabilizar la durante excepcional el trámite instancia del ordinario, recurso de inconstitucionalidad a través de una mera discrepancia con la interpretación llevada a cabo por ésta Cámara respecto a cuestiones fácticas y de derecho común. Dichos aspectos del decisorio, más allá del margen de acierto o error, quedan fuera del ámbito propio de la doctrina de arbitrariedad, sólo reservada para supuestos groseros de falta de fundamentación o apartamiento de mandatos legales o de prueba incorporada al proceso. En tal sentido cabe recordar que para que se configure el vicio de arbitrariedad una sentencia debe estar descalificada como acto jurisdiccional y sustentarse en la sola voluntad de los magistrados, situación que no se verifica en el caso que nos ocupa y que fuera introducido por el recurrente. Verificando concretamente la entidad de la vía impugnativa sometida a consideración de ésta Cámara, desde un primer momento se desprende que el pronunciamiento confirmatorio de condena no solo se construyó a partir de la versión introducida por F., sino que también -y necesariamente- los hechos fueron reconstruidos (y la verificación de la valoración que realizara sobre los mismos el magistrado de primera instancia) efectuando un examen de la totalidad de la causa, como ser el estado climático al momento del accidente, los rastros de frenada dejados por el vehículo conducido por el justiciable, la escasa iluminación que existía en el lugar de los hechos, la dificultad visual extra generada por el polarizado de los vidrios del automotor conducido por F., la ingesta alcohólica precedente de éste, los daños que presentaban el vehículo de mayor porte y el birodado, el comportamiento de la víctima, la circunstancia de que los hechos acontecieron en una zona urbanizada, etc. Por ello considero que la reseña efectuada, respecto al análisis contenido en el decisorio de segunda instancia recurrido, aleja al fallo del sitial arbitrario en que pretende ubicarlo la recurrente. En este sentido la doctrina señala que “la arbitrariedad es materia excepcional y no puede abarcar supuestos de mera discrepancia del recurrente con la interpretación de los hechos, el derecho aplicable y las pruebas disponibles en el expediente. Por ello, no se configura el supuesto legal de arbitrariedad cuando se está frente a una sentencia medianamente fundada, aunque discrepe con ello el impugnante.” (Martínez, Hernán; El recurso extraordinario de inconstitucionalidad de la Provincia de Santa Fe, págs. 88 y ss). Asimismo y en orden al cuestionamiento vinculado a la imposición de la pena de inhabilitación, vale reiterar que se confirmó la aplicación del mínimo legal previsto para la conducta delictiva por la cual fuera condenado el justiciable, teniendo en cuenta este Cuerpo para llegar a dicha conclusión la modalidad de los hechos, el daño provocado por la conducta imprudente desarrollada por el enjuiciado, las características particulares de éste (quien debía extremar los recaudos conductivos en función de su oficio de chofer), la inexistencia de planteo de inconstitucionalidad concreto sobre la escala penal fijada por la legislación de fondo, etc. Por todo lo antedicho se considero que los planteos de irracionalidad punitiva y falta de proporción de la sanción de inhabilitación fueron correctamente tratados y meritados en ambas instancias. Por todo lo argumentado, doctrina citada y de acuerdo a lo dictaminado por la Fiscalía de Cámaras corresponde rechazar el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la defensa de E. C. F.. Atento a que la Defensa reservó el Derecho de presentar el recurso extraordinario Federal por ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación debe tenerse presente el mismo. En definitiva, oídas que han sido las partes, la Cámara de Apelación en lo Penal de esta ciudad RESUELVE: 1°) DENEGAR el recurso de Inconstitucionalidad interpuesto en representación de E. C. F., con demás datos de identidad obrantes en autos, por intermedio de su abogado defensor, Dr. Joaquín Fraga. (Ley Provincial 7055); 2°) Tener presente la reserva de presentar recurso Federal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación; Insértese copia autorizada y hágase saber. Dr. Tomás G. Orso Dr. Fernando Vidal Dr. Juan Ignacio Prola -Art. 26 LOPJ- Dr. Sergio R. Fenice