Violencia escolar y bullying en Chile. Whole School Approach para prevenir violencia escolar Jorge Varela T. Psicólogo EPUC. Mg. Psicología Educacional EPUC. Mail: [email protected] Investigador, Fundación Paz Ciudadana Bullying no tiene una traducción al español consensuada en Chile; algunos hablan de acoso escolar (Lecannelier, 2005), intimidación (Magendzo, Toledo & Rosenfield, 2004) o matonaje. Otros investigadores en el país han estudiado más bien el fenómeno de violencia escolar (véase por ejemplo García & Madriaza, 2005), basados en los trabajos del Observatorio Europeo de Violencia Escolar, a cargo de Eric Debarbieux. Al igual que en otras partes del mundo, el fenómeno se dio a conocer públicamente en el país por el suicidio de una menor en la ciudad de Iquique en el año 2006 1. Durante el año 2008 se conoció un segundo caso de otra menor de 14 años en la ciudad de Copiapó2. Durante el presente año se supo de un tercer caso en la ciudad de Puerto Montt, de una menor de 17 años, quién era habitualmente víctima de burlas por un defecto físico que tenía -labio leporino-3. Estos son los tres casos que se han hecho público de suicidios atribuidos a bullying en el colegio. En el país, a nivel de programas de intervención el abordaje ha sido variado y algunas iniciativas incluso ya no existen (Varela & Tijmes, 2007). Se han implementado programas del Buen Trato (Arón, 2000); Formación en Valores (Mena, Milicic, Romagnoli & Valdés, 2006); Mediación Escolar (Muñoz & Rosales, 2008); Prevención de Violencia Escolar (Varela, Tijmes & Sprague, 2009), por nombrar algunos ejemplos. Desde el mundo privado, debido a la sensibilización que se ha generado con el tema, están apareciendo algunas iniciativas promisorias. Por ejemplo, VTR4, junto con realizar el primer estudio de bullying y ciberbullying en Chile, en conjunto con la Universidad del Desarrollo, ha lanzado una campaña de prevención del ciberbullying, junto al Ministerio de Educación y Carabineros de Chile5. En esta línea la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), lanzó una campaña nacional de prevención a comienzos del 2010, titulada No + 1 Caso Pamela Pizarro (Iquique). Primera víctima fatal de la violencia escolar en Chile: El último día en la vida de Pamela. El Mercurio, 3 de diciembre de 2006. http://diario.elmercurio.cl/detalle/index.asp?id={727ff8e3-0639-42d1-b356-1d85ca5b2534} 2 Caso Tania Rivero Campusano (Copiapó). Niña se suicidó y reabrió caso de abusos en su sala de clases. El Diario de Atacama, 21 de noviembre de 2008. http://www.diarioatacama.cl/prontus4_nots/site/artic/20081121/pags/20081121001529.html 3 Caso Margarita Pineda (Puerto Montt)- Estudiante se suicidó por bullying: Caso está en manos de la Fiscalía local y es indagado por la SIP y Labocar. Compañeras que la defendían están dispuestas a declarar y contaron experiencia. El Llanquihue, 18 de agosto de 2010 http://www.ellanquihue.cl/prontus4_nots/site/artic/20100818/pags/20100818001031.html 4 VTR es una empresa de Telefonía y Televisión por cable. Más información visitar www.vtr.com 5 http://www.carabineros.cl:8088/sitioweb/web/listaNoticias.do?cod=6000587 1 Bullying; Que el silencio no sea tu refugio. Denuncia”6, que busca sensibilizar sobre el tema y ofrecer charlas a los colegios. Modelos conceptuales sobre las intervenciones en violencia escolar El modo de acercarse y comprender el fenómeno de la violencia escolar y del acoso escolar particularmente es central en la determinación de las directrices que adoptan las estrategias de intervención y prevención al respecto. Autores como Orpinas y Horne (2006) asignan una vital importancia a los modelos teóricos que confrontan el fenómeno de la violencia entre pares. Para confrontar el fenómeno del acoso escolar se han desarrollado una serie de estrategias; unas con mayor éxito que otras. Por ejemplo, la resolución de conflictos, estrategias de mediación de pares y terapias grupales que se focalizan en aumentar la autoestima han demostrado ser relativamente ineficaces con los intimidadores porque el comportamiento de intimidación es resultado de una asimetría de poder más que de un déficit de habilidades sociales (Dupper & Whitted, 2005). Dada la complejidad del fenómeno, sus implicancias y consecuencias, cualquier estrategia no va ser necesariamente efectiva. Hay distintas formas de intervenir la violencia escolar (Smith, Pepler & Rigby, 2004; Vanderschueren & Lunecke, 2004). Algunas lo hacen a nivel de reglamentos escolares, actividades generales del establecimiento, sala de clases, patios y pasillos, sistema de ayuda de pares, y otras a nivel más comunitario, contemplando la familia y el barrio. Olweus (2004) señala que un gran problema para saber sobre que funciona para prevenir el bullying es que no se cuenta con suficiente evidencia de las estrategias. Es más, según una investigación llevada a cabo en 400 programas supuestamente de prevención de violencia, pero solamente 10 de ellos (2,5%) cumplían con algunos criterios mínimos: tener un efecto positivo en un grupo objetivo pertinente de estudiantes, que los efectos hayan durado al menos un año y contar con resultados positivos en alguna de las mediciones iniciales. En relación entonces con esto, se comprobó que las estrategias que tienen efectos positivos (medidas por el tamaño del efecto que podían probar) se aprecian en aquellos programas que instalan una capacidad en la escuela e innovan sostenidamente, programas que clarifican y comunican normas de conducta para los alumnos, y programas centrados en un amplio rango de competencias sociales (autocontrol, manejo del estrés), por un período largo de tiempo que permita ir reforzando esas habilidades. De acá nace la nomenclatura de programas de prevención escolar “qué funcionan” (What Works) (Gottfredson, 1997; Gottfredson et al., 2002). En relación con lo antes descrito, hay algunos consensos o puntos de encuentro en base a la revisión antes presentada, sobre lo que ha demostrado ser exitoso como programa de intervención: - 6 Programas con abordajes en varios niveles -individual, curso, escuela, familia, ambiente físico-. Es decir, el desarrollo de estrategias de intervención requiere el trabajo Para más detalle visitar: http://www.investigaciones.cl/ 2 en los distintos sistemas escolares de forma simultánea y complementaria (Sugai et al., 2000; Pepler et al., 2004; Chaux, 2003; Rigby et al., 2004; Turnbull et al., 2002; Sugai & Horner, 2006; Sprague & Golly, 2005; Farrington, 1993). - Prevención y promoción. Es decir, prevenir la manifestación de conductas negativas con sus respectivas externalizaciones, junto con promover resultados positivos esperados para la comunidad escolar (Berger, 2008; Chaux, 2003; Rigby et al., 2004; Ortega et al., 2003; Orpinas & Horne, 2006; Farrington, 1993). - Prevención primaria, secundaria y terciaria. Es importante desarrollar estrategias para todos los alumnos, de carácter universal, pero también algunas estrategias de vayan dirigidas a aquellos estudiantes requieren de un trabajo más focalizado, ya sea grupal o individual, con profesionales pertinentes según corresponda (Chaux, 2003; Sugai et al, 2000; Sugai, 2003; Sugai & Horner, 2006; Sugai, 2007; Sprague & Walker, 2000, 2005; Turnbull et al., 2002). - Intervenir tan temprano como sea posible. Se sabe el impacto que tiene la educación inicial y la prevención temprana. Mientras más temprano comience la estrategia, mayores serán sus resultados (Gottfredson, 1997; Berger, 2008). - Énfasis en temas de gestión la disciplina -entrenamiento docente, normas escolares, monitoreo-. Esto implica tener en cuenta aquellos componentes de gestión mínimos para que la intervención resulte: liderazgo directivo, un equipo de coordinación a cargo, buena planificación (diagnóstico y evaluación), destinar tiempo y recursos, entrenar a los docentes y proyectarse a largo plazo (Welsh, 2007; Gottfredson, 1997; Gottfredson et al., 2002; Ortega et al., 2003; Sugai, 2007). - Vínculos escuela-comunidad. Es importante que las intervenciones salgan de la escuela como exclusivo campo de intervención e incorporen a la comunidad como un factor más de incidencia, para aumentar también su impacto (Vanderschueren & Lunecke, 2004). - Incorporar intervenciones fuera del ámbito estudiantil. Es importante que las intervenciones salgan de la escuela como exclusivo campo de intervención e incorporen a la comunidad como un factor más de incidencia, para aumentar también su impacto (Vanderschueren & Lunecke, 2004). Por lo tanto, el modelo Whole School Approach, tomando en cuenta las variables del sistema escolar nacional, plantea un modelo multinivel con intervenciones a nivel del todo el colegio, sala de clases, comunitario e individual. 3