SORDOMUDOS Rocío Fernández Martín COMUNICACIÓN El tema que he elegido es el de los sordomudos ya que me parece un tema muy interesante en la manera de comunicarse y en el trato socioafectivo La comunicación de los sordomudos es una transmisión de información a través de mensajes, que partiendo de un código y contextos comunes y usando estrategias adecuadas alcanza el efecto de hacerlos partícipes. La comunicación entre personas se realiza, predominantemente, por medio de la lengua oral, y consiste en la transmisión y recepción alternativa de mensajes. Empezaré por una pequeña introducción sobre lo que es la deficiencia auditiva, y la definición de sordomudos. Deficiencia Auditiva: los términos de deficiencia auditiva, sordera e hipoacusia son utilizados en distintos textos como sinónimos , aunque son grupos bastante heterogéneo. Todos significan una pérdida auditiva, abarca desde una deficiencia leve a una deficiencia más profunda. Pueden tener un nivel de intensidad de media a profunda. Incluye el término sordo y corto de oído. Sordomudos: son aquellas que no desarrollaron la capacidad del habla debido a un problema auditivo con el que probablemente nacieron. Normalmente estas definiciones aparecen ligadas entre sí, ya que se dice que el mudismo es consecuencia en algunos casos de la sordera. Algunas de las perturbaciones del lenguaje y la comunicación que podemos encontramos en función del grado de deficiencia auditiva" serán las siguientes: -En su lenguaje existen deficiencias de articulación, léxico, y estructuración. -Alteraciones del ritmo del habla, timbre de la voz (ronco, monótono) y nasalizaciones. -Anomalías en la fonación, ritmo irregular. Los movimientos laríngeos son anormales (El tono sube y baja). -Existencia de dificultades en el aprendizaje de la lecto-escritura. -Desarrollo cognitivo en su dimensión de contenido del lenguaje, aparece lentificado, aunque dichas capacidades están intactas. Lo más afectado es el pensamiento abstracto, la dificultad para categorizar, estructurar y sistematizar la realidad (Si carece de sistema de comunicación útil y estructurado). -Desarrollo socioafectivo alterado o retrasado en función del nivel de comunicación con los que le rodean. -Puede estructurar mal sus interacciones sociales y comunicativas al desconocer las normas sociales, lo que le lleva a tener una baja autoestima y a ser poco maduro socialmente. -Utilización en mayor o menor medida de gestos y signos. Pueden aparecer también una sintomatología asociada las cuales serian las siguientes: -Aunque en los déficit auditivos (Sorderas o hipoacusias), las perturbaciones más marcadas suelen aparecer en el área del lenguaje y la comunicación, precisamente por sus importancia, pueden aparecer también otras alteraciones: -Pueden hacer un andar ruidoso arrastrando los pies, como efecto de la sordera y no como trastorno de marcha. -Problemas de atención. -Aislamiento social, retraimiento, rechazo escolar...al tener dificultades de comunicación con los oyentes, entorpeciendo así las relaciones sociales y bajo concepto sobre el autoestima. En la mayoría de las ocasiones, cuando se habla de sordera, gran parte de la sociedad se hace una idea equivocada; muchos piensan que la sordera no tiene matices, es decir, muchos no tienen conocimiento de la existencia de diferentes grados de sordera que, lógicamente, tienen diferentes repercusiones en el lenguaje y en la comunicación. Además, la sordera no supone llevar asociada la mudez. El término sordomudo debería excluirse como una forma de referirse a la sordera, y la imagen de una persona sorda que no es capaz de articular palabra debería borrarse de nuestra mente porque la sordera no supone incapacidad para la adquisición del lenguaje. Con toda esta información iniciaré la clasificación sobre los tipos de deficiencia auditiva existentes dependiendo del grado de decibelios perdidos. Voy a referirme a las más difundidas en la actualidad en el ámbito educativo. En función de la zona donde se localiza la lesión -Sordera conductiva o de transmisión: se caracteriza por presentar un obstáculo al paso del sonido a través de los mecanismos de transmisión del sonido: conducto auditivo externo, membrana timpánica y cadena osicular. Los tapones de cerumen, las perforaciones timpánica o las lesiones de los huesecillos del oído medio son responsable de esta hipoacusia. -Impide la conducción de la onda sonora que llega hasta el oído. -Cuando una fuente sonora se apoya directamente sobre la piel que recubre los huesos del cráneo, el sonido que emite provoca una vibración ósea que se transmite a través del cráneo hasta alcanzar el oído interno. -Sus efectos no son muy graves, llegando incluso a suprimirse sus posibles consecuencias cuando se procede al tratamiento o intervención quirúrgica pertinentes en la mayor brevedad. - Para ello es conveniente temprana a la que contribuyen con bastante frecuencia y eficacia los educadores desde las aulas de educación infantil y primaria. -Los trastornos se localizan en él: oído externo ( otitis, malformaciones, ausencia de pabellón auditivo, etc.) y el odio medio ( presencia de sustancias o cuerpos extraños, perforación de la membrana timpánica, destrucción de la cadena de huesecillos, etc. ) Sordera neurosensorial o de percepción: -Está afectada la cantidad y calidad de audición -El sistema de transmisión funcionan perfectamente, lo que permite que el sonido llegue hasta el órgano de Corti en condiciones óptimas. -Existen dos tipos: coclear ( si el trastorno se asienta a nivel del propio órgano de Corti) y retrococlear ( si la lesión se encuentra en el nervio auditivo). -Cada zona de la cóclea entra en funcionamiento con frecuencias distintas; las células que perciben las que reaccionan ante frecuencias agudas se lesionan antes que las que reaccionan ante frecuencias graves, que están más protegidas. -Muchas sorderas prelingüísticas son de este tipo. -Revisten mayor gravedad y acostumbran a ser permanentes y de pronostico más complicado que las sorderas de transmisión. Las posibilidades de contrarrestar los efectos de una hipoacusia neurosensorial son mucho menores que en la hipoacusia de transmisión por dos razones. -Su origen puede ser diverso y pueden conllevar en ocasiones adicionales y variabilidad en los grados de pérdida auditiva. hándicaps El BIAP cuantifica la pérdida valorando la respuesta sólo en las frecuencias medias que son las que consideran fundamentalmente para la percepción del habla y propone esta clasificación: -Audición Normal: es inferior a 20 dB, percibiendo el habla sin alguna dificultad. -Deficiencia auditiva ligera : perdida situada entre los 20 y 40 dB. En ambientes ruidosos pueden tener dificultades para entender de forma precisa los mensajes. -Deficiencia auditiva media: pérdida situada entre 40 y 70 dB; Es posible que con una prótesis bien adaptada adquiera la oralidad por vía auditiva, aparecen déficits. Las dificultades son mayores a medida que el umbral medio se aproxima o supera los 70 dB. A partir de este grado de pérdida, este tipo de intervención es indispensable. -Deficiencia auditiva severa: pérdida situada entre 79 y 90 dB ; solo pueden percibir algunas palabras amplificadas. Su proceso de adquisición del lenguaje oral no se realizará de forma espontánea, por lo que será imprescindible una intervención logopédica, tanto con el fin de lograr un habla inteligible como para desarrollar un lenguaje estructurado y rico en vocabulario. -Deficiencia auditiva profunda: pérdida situada por encima de los 90 dB; Estos niños no pueden percibir el habla a través de la audición. Necesitan la ayuda de códigos de comunicación viso-gestual para acceder a la totalidad de la información. Una pérdida auditiva significa no sólo que la línea de percepción o el umbral está desplazado, sino que no es igual en unas frecuencias que en otras. Por tanto, además de tener en cuenta el grado de pérdida auditiva, hemos de considerar las posibles variaciones individuales en el perfil perceptual o algunas capacidades de determinados sujetos, como son la preservación de algunos restos auditivos en determinadas frecuencias y que pueden ser de especial importancia para obtener mayores logros en su reeducación logopédica que en otros sujetos que tienen el mismo grado de pérdida. Después de haber investigado sobre las alteraciones en el lenguaje sobre la deficiencia auditiva y los tipos de deficiencia auditiva me centrare en profundidad en el tema de la sordomudez incidiendo en la definición sobre la definición de sordomudos o personas sordomudas y haré un hincapié en la fisiología. Una definición sobre las personas sordomudas; son personas que pueden realizar de todo tipo de cosas menos oír, una de las características que los distingue de los oyentes es que nosotros conocemos el mundo desde el sentido de la audición y ellos desde lo visual. Se realiza desde un enfoque antropológico de quienes son las personas sordas, cuáles son sus características , sus necesidades y lo que ellas requieren de la sociedad , modelo clínico que los define poniendo énfasis en la patología auditiva que presentan y en los aparatos técnicos que deberían utilizar para “ solucionar un problema”. En cuanto a la fisiología destacaré: La generación de sensaciones auditivas en el ser humano es un proceso extraordinariamente complejo, el cual se desarrolla en tres etapas básicas: -Captación y procesamiento mecánico de las ondas sonoras. -Conversión de la señal acústica (mecánica) en impulsos nerviosos, y transmisión de dichos impulsos hasta los centros sensoriales del cerebro. -Procesamiento neural de la información codificada en forma de impulsos nerviosos. La captación, procesamiento y transducción de los estímulos sonoros se llevan a cabo en el oído propiamente dicho, mientras que la etapa de procesamiento neural, en la cual se producen las diversas sensaciones auditivas, se encuentra ubicada en el cerebro. Así pues, se pueden distinguir dos regiones o partes del sistema auditivo: la región periférica, en la cual los estímulos sonoros conservan su carácter original de ondas mecánicas hasta el momento de su conversión en señales electroquímicas, y la región central, en la cual se transforman dichas señales en sensaciones. En la región central también intervienen procesos cognitivos, mediante los cuales se asigna un contexto y un significado a los sonidos [1]; es decir, permiten reconocer una palabra o determinar que un sonido dado corresponde a un violín o a un piano. El presente trabajo se limita a estudiar y utilizar solamente los aspectos perceptuales del sistema auditivo; esto es, aquellos que son independientes del contexto y del significado y que, en buena parte, se localizan en la región periférica. El oído externo está formado por el pabellón auricular u oreja, el cual dirige las ondas sonoras hacia el conducto auditivo externo a través del orificio auditivo. El otro extremo del conducto auditivo se encuentra cubierto por la membrana timpánica o tímpano, la cual constituye la entrada al oído medio. La función del oído externo es la de recolectar las ondas sonoras y encauzarlas hacia el oído medio. Asimismo, el conducto auditivo tiene dos propósitos adicionales: proteger las delicadas estructuras del oído medio contra daños y minimizar la distancia del oído interno al cerebro, reduciendo el tiempo de propagación de los impulsos nerviosos. El oído medio está constituido por una cavidad llena de aire, dentro de la cual se encuentran tres huesecillos, denominados martillo, yunque y estribo, unidos entre sí en forma articulada. Uno de los extremos del martillo se encuentra adherido al tímpano, mientras que la base del estribo está unida mediante un anillo flexible a las paredes de la ventana oval, orificio que constituye la vía de entrada del sonido al oído interno. Finalmente, la cavidad del oído medio se comunica con el exterior del cuerpo a través de la trompa de Eustaquio, la cual es un conducto que llega hasta las vías respiratorias y que permite igualar la presión del aire a ambos lados del tímpano El oído interno representa el final de la cadena de procesamiento mecánico del sonido, y en él se llevan a cabo tres funciones primordiales: filtraje de la señal sonora, transducción y generación probabilística de impulsos nerviosos El niño sordo, en general, tienen una secuencia evolutiva similar a la del oyente, es decir, pasa por las mismas etapas en su desarrollo cognitivo que el niño oyente, aunque se observa un mayor retraso en la adquisición de algunas nociones. Las investigaciones que estudian la inteligencias sensoriomotora en el niño sordo son muy escasas, debido a la dificultad para realizar un diagnóstico precoz en los primeros meses de vida. No obstante, los resultados encontrados muestran que el niño sordo progresa normalmente a través de este período y no se observa ningún tipo de retraso en relación con el oyente, sa1vo en la imitación vocal (Bonvillian y Cols, 83). Se estudia fundamentalmente el juego simbólico. Éste se desarrolla con más retraso y limitaciones en el sordo que en el oyente, como consecuencia de su déficit lingüístico, social y experiencial. El niño sordo tiene dificultades tanto en su planificación como para traducir el lenguaje a la acción. - Operaciones concretas. La conclusión que parece confirmarse en todos los estudios es que la secuencia de adquisición de los distintos conceptos, en esta etapa, es la misma en los sordos que en los oyentes, la duda que se plantea es si los niños sordos tardan más en adquirirlos. En tareas de clasificación, los resultados de Best muestran una mayor competencia de los oyentes frente a los sordos, seguidos de los sordos con mayor nivel de lenguaje oral y signado; también observó, que en todos los grupos, los niños pasaban por las mismas etapas y utilizaban las mismas estrategias para alcanzar el resultado pedido. Al estudiar la noción de conservación, todas las investigaciones encontraron un retraso en la adquisición de la misma, aunque se dieron discrepancias en cuanto a la amplitud de dicho retraso (FURTH dice que hay un retraso de 2 años con respecto a los oyentes, mientras que OLERON observa 6 años de desnivel). Las razones de esta discrepancia son debidas al procedimiento experimental utilizado y al diferente nivel lingüístico, cognitivo y educativo de los sujetos sordos estudiados. -período operativo formal. Piaget sostiene que el lenguaje tiene un papel fundamental, por ello, los adolescentes sordos deberían presentar un mayor retraso en éste período o incluso que no ser capaces de alcanzar lo debido a sus deficiencias lingüísticas. Sin embargo, esto no es tan sencillo, por varias razones, porque los sujetos sordos al llegar a la adolescencia ya poseen un cierto nivel lingüístico, bien en lenguaje oral o signado, lo que les permite acceder a este período y, también, porque las instrucciones de ejecución de las pruebas de inteligencia son, generalmente, verbales lo que contamina los resultados obtenidos. Debemos de tener en cuenta que a la hora de evaluar las habilidades intelectuales en el sujeto sordo, hay que conseguir que los resultados no se encuentren influenciados por el nivel de competencia lingüística del sujeto. La forma tradicional de evaluar la inteligencia ha sido por medio de tests estandarizados, la escala más utilizada es la escala Wechsler, observándose, al evaluar la inteligencia mediante la misma, que los niños sordos están en desventaja en comparación con los oyentes. Esto es debido fundamentalmente, a que el evaluador no conoce el lenguaje de signos y evalúa mediante pruebas no verbales, explicando las instrucciones por medio de la mímica, en estos casos: -La información que se transmite por vía mímica (por gestos mímicos) es menor que la que se percibe a través de la vía auditiva-verbal. -Las instrucciones mímicas pueden suponer un grave problema, ya que si los niños conocen el lenguaje de signos, pueden interpretar dichos gestos mímicos como gestos codificados. A modo de conclusión, se puede afirmar que se acepta la idea de que la pérdida auditiva y sus efectos asociados en el área del lenguaje tienden a limitar los logros de pensamiento del niño con déficit auditivo (Myklebust, 1964; Meadow, 1975), el retraso cognitivo parece estar relacionado con la severidad de la pérdida auditiva. No obstante, sería equivocado concluir que los niños con déficit auditivo son "menos inteligentes" que los niños normo-oyentes, ya que los sordos forman un grupo muy heterogéneo y es muy difícil generalizar los resultados. Además, tal como ya ha señalado Furth, el lenguaje influye pero no es directamente responsable del éxito o fracaso a la hora de resolver las tareas intelectuales, ya que, también, deben considerarse otros factores tales como las deficiencias sociales, interactivas, etc. que ocurren a lo largo del desarrollo de algunos niños sordos. El desarrollo cognitivo del niño no va a estar sólo en función de su nivel de lenguaje sino también de sus intercambios con el medio y de la riqueza de experiencias cotidianas. -Desarrollo del lenguaje oral. La adquisición del lenguaje en el niño sordo se realiza de forma espontánea en aquellos niños cuyos padres también son sordos y utilizan el lenguaje de signos como forma natural de comunicación en el medio familiar. En esta situación se encuentran alrededor del 10% de los niños sordos, pues un 90% tienen padres oyentes. Los padres oyentes utilizan preferentemente el lenguaje oral con su hijo sordo y muchos tienen una actitud negativa hacia el lenguaje de signos. La adquisición del lenguaje oral para el niño sordo no es un proceso espontaneo y natural, vivido en situaciones de comunicación e intercambio, sino que es un aprendizaje difícil que debe ser planificado de forma sistemática por los adultos. El grado de pérdida auditiva y la realización de un diagnóstico precoz, influyen sobre la adquisición del mismo. Los niños sordos vocalizan de forma normal hasta cerca de los 9 meses, a partir de entonces las vocalizaciones tienden a disminuir hasta desaparecer, debido a la falta de retroalimentación auditiva y de refuerzos ambientales, hasta que el niño cae en un mutismo absoluto (de ahí el término sordomudo). No obstante, si se realiza una detección precoz, se le equipa con la prótesis adecuada y se hace una buena intervenci6n precoz, no pierde totalmente la voz lo cual beneficia notablemente el trabajo logopédico (Grass, 1990). -Desarrollo socio-afectivo y motor. El sonido tiene un importante papel en el desarrollo social, la voz de la madre, los ruidos, la preparación del biberón, las estimulaciones producidas por sonidos (sonajeros, móviles de la cuna, etc.) no solo ejercitan y afinan la audición, sino que también tranquilizan y dan seguridad al niño. Por otro lado, los ruidos que acompañan un suceso o que lo producen, reducen el efecto de sorpresa y el carácter repentino e insólito de la situación. El bebe sordo no dispone de este "baño sonoro", por ello, los temores tienden a aumentar en ausencia de audición. A medida que el niño oyente crece y se va socializando, sus conductas agresivas van disminuyendo y comienzan a ser expresadas por medio del lenguaje oral (chilla, grita); no obstante, el niño sordo expresa su enfado y su cólera mediante el cuerpo, ya que éste es su medio, más privilegiado, para expresar sus estado emocional. Las interacciones que se desarrollan entre el niño sordo y los padres son fundamentales en su desarrollo psico-afectivo. Los principales factores que van a determinar el grado de interacción padres-hijo van a ser, por un lado, la actitud paterna ante el déficit auditivo del niño (reacciones de los padres ante la sordera de su hijo) y, por otro, las estrategias utilizadas con el fin de aumentar las interacciones comunicativas con su hijo sordo (uso de la Comunicaci6n Bimodal, Lenguaje de Signos,...). Sin embargo, los niños sordos hijos de padres sordos son capaces de controlar mejor su conducta, presentan menos impulsividad, una mayor madurez social y un grado más alto de responsabilidad. Esto es debido a que gracias a la adquisición temprana del lenguaje de signos (como forma natural de comunicación) las interacciones padres-hijo, son similares a las de los oyentes, así como su nivel de sobreprotección y sus estrategias comunicativas y educativas. -Desarrollo motor. En lo que respecta a la coordinación dinámica general, el niño deficiente auditivo pasa por las mismas etapas y al mismo tiempo, que los niños oyentes, se sienta, gatea, camina, salta, sube, a la misma edad que el oyente. Tampoco se observan diferencias al nivel de motricidad fina, no obstante, su desarrollo motor está marcado por la ausencia de control auditivo: andar pesado y poco seguro, torpeza motora, etc. Puede presentar problemas cuando se enfrenta a regulaciones de equilibrio, sobre todo en los casos de sorderas producidas por meningitis. Las mayores dificultades surgen a la hora de estructurar la imagen del mundo exterior temporalmente. Con respecto al aspecto educativo se ha pasado de considerar a la sordera como una deficiencia a considerarla como una diferencia, se utiliza la expresión; alumnos con necesidades educativas especiales. La edad de escolarización del sordo se ha mostrado muy influyente en su posterior desarrollo. Todos los profesionales son conscientes de las diferencias que existen entre los niños que fueron escolarizados tempranamente y quienes accedieron a la escuela a los cinco o seis años. Hoy afortunadamente ya no ocurre esto y cada vez es más frecuente la estimulación precoz, pues está claro que la escolarización temprana amplía el campo de experiencias del niño. Le enfrenta con situaciones y problemas nuevos, y facilita la comunicación con otros niños en sus mismas condiciones, favoreciendo el desarrollo del lenguaje. Otro aspecto a considerar dentro de este ámbito es el tipo de colegio. En mi opinión, más allá de si es un colegio de integración o de educación especial, lo que se manifiesta más determinante para el desarrollo académico del sordo es el tipo de currículo que se le ofrece así como la fe que se tenga en él y las expectativas que ésta genere. El siglo XIX y XX presenció la aparición de instituciones de asistencia heterogénea a sordos, ciegos, enfermos, retrasados y enfermos mentales llevando a la generación de diversos modelos que aún hoy persisten. La historia de la educación del sordo nos demuestra cómo la concepción que se ha tenido del lenguaje y de las lenguas ha sido determinante para definir los modelos pedagógicos enfocados a la educación de las personas sordas. Muchos de estos modelos reflejan un concepto restringido del lenguaje, circunscribiéndolo a la mera articulación de los sonidos de la lengua y a la formulación de ciertas estructuras gramaticales, y dejan de lado los aspectos cognoscitivos, sociales, afectivos, culturales, que conllevan la adquisición y el desarrollo del lenguaje. Para finalizar como conclusión realizo esta pregunta ¿ por que son mudos los sordos? Al no oír no aprende a desarrollar las demás habilidades necesarias para comunicarse a través de su voz por lo que debe usar otros recursos como sus manos. Es importante ser conscientes de esto, porque invertimos mucho tiempo y esfuerzo, ya desde pequeños, en adquirir conocimientos, sacar buenas notas y tener un buen expediente académico, aprender idiomas, cursar carreras con salidas, programas y máster que puedan plasmarse en un curriculum que nos luzca. Referencias Bibliográficas - Gascón Ricao, A. y J.G. Storch de Gracia y Asensio, "Historia de la educación de los sordos en España y su influencia en Europa y América". Editorial universitaria Ramón Areces, colección "Por más señas". - Collin, D. Psicología del niño sordo. Ed. Toray- Masson. Barcelona, España. -Morgon, A y otros. Educación precoz del niño sordo. Ed. Masson, Barcelona, España, 1984. -Fischer. B. Niños con trastornos auditivos. Manual para padres. Ed. Galerna, Buenos Aires, Argentina. 1982. Web grafías - http://enevolucion.wordpress.com/2007/10/09/%C2%BFpor-que-son-mudos-lossordomudos/ -http://almez.pntic.mec.es/~rrubio1/taller1/guias/hipoacusia.html -http://biblioweb.dgsca.unam.mx/diccionario/htm/articulos/sec_4.1.htm -http://www.eliceo.com/stag/en-que-siglo-se-fundaron-las-escuelas-para-ciegos-ysordomudos.html -http://www.rinace.net/rlei/numeros/vol3-num1/art9_htm.html .