LIMITACIONES A LA CIBERVIGILANCIA LABORAL ANTE LA FUGA DE SECRETOS EMPRESARIALES José Andrés Bedón Paula REVISTA Nº 36 – ECUADOR Y SUS FLORES, Octubre de 2012 Comprendemos que la Información Confidencial de su empresa es parte de sus activos empresariales, al igual que el capital de trabajo en el que usted invierte, para que su empresa marche como lo espera, y entendemos la preocupación de muchos de nuestros clientes, cuando no entienden porque razón, la competencia estuvo un paso adelante al captar un nuevo mercado, cuando sus estrategias no apuntaban a hacerlo, o por qué razón la productividad de ciertos empleados no corresponde de forma similar a la de otros que trabajan en el mismo horario, con igual número de horas y que se supone tienen las mismas capacidades. Ante estas circunstancias nacen las interrogantes más comunes: ¿es posible que uno de mis empleados esté filtrando información a la competencia?, o ¿tal vez mis empleados están ocupados en revisar sus redes sociales, escuchando música o levantando un negocio paralelo, en horas laborables? Ante estas dudas algunos empresarios, preocupados por proteger la información confidencial de su empresa o por controlar las labores que sus empleados realizan durante sus horas de trabajo y la forma en que ocupan los bienes que les han sido entregados; han adoptado ciertas prácticas o medidas, como revisar el correo corporativo de sus empleados, revisar y controlar el servidor de la empresa para verificar si se está filtrando información a la competencia, o inclusive algunos, investigar en el servidor para determinar qué páginas web visita el trabajador en horas laborables y así saber en qué ocupa su tiempo. El derecho a la confidencialidad. El derecho a la confidencialidad es un derecho del cual gozan los empresarios con relación a estudios, proyectos, informes, resoluciones, secretos comerciales o empresariales y demás documentos de carácter reservado o de circulación restringida, los cuales merecen una protección particular, especial, ya que sus propietarios han invertido tiempo y dinero en desarrollarlos y por tal razón, quienes tienen acceso a tal información tienen también el deber irrestricto de abstenerse de divulgarlos o utilizarlos para fines ajenos a los autorizados de forma expresa por el empleador. El derecho a la privacidad. El derecho a la privacidad, y, en forma específica el derecho a la inviolabilidad de la correspondencia que poseen los trabajadores o cualquier persona en general, se fundamenta en el deber de terceros de no enterarse de la información que el trabajador comparte con personas determinadas y que desea mantenerla en reserva, sin importar si esta información la comparte en su horario de trabajo, con los instrumentos o materiales de la empresa. Pues, la caracterización de este derecho es un atributo del desarrollo de la personalidad del trabajador y por tal razón, no puede ser vulnerado a excusa de defender otro derecho como el de la confidencialidad. Privacidad vs. Confidencialidad. Si bien nuestra Constitución garantiza el derecho a la propiedad, reconociendo la propiedad intelectual de todos los ecuatorianos, también garantiza y reconoce el derecho a la intimidad y a la privacidad de las personas, lo cual nos pone frente a una posible colisión de derechos fundamentales, por tal razón es necesario que conozcamos los limites de cada uno de los derechos contrapuestos, para evitar que se vulneren el uno, o el otro, al buscar protegerlos. Cuando existe una contraposición entre dos derechos fundamentales, una de las reglas para resolver esta confrontación, que ha sido establecida por varios tratadistas, es la técnica de la ponderación de bienes, como lo explica Ignacio Villaverde Menéndez. “(…)La técnica de la ponderación de bienes considera que tales conflictos existen y que el aludido solapamiento de expectativas de conducta solo puede resolverse sopesando unas y otras, indagando que valor o interés ultimo persiguen y dando valor preferente en el caso concreto a aquella expectativa que persiga el valor o interés más cualificado o importante (….)”1 En tal sentido, el derecho a la intimidad del trabajador primaría si usted decide “hacer justicia por mano propia” e investigar directamente al trabajador, sin obtener una autorización judicial para tal efecto. ¿Cómo proteger la información confidencial de mi empresa, sin vulnerar los derechos de privacidad del trabajador? Si usted sospecha que uno de sus trabajadores está compartiendo o divulgando información confidencial a la competencia, el mecanismo adecuado para verificar tal hecho es mediante una orden judicial, la cual le faculta, por medio de una autoridad competente, a revisar el correo electrónico y la información contenida en la computadora que utiliza su trabajador, más aún, la autoridad tiene la obligación de guardar el secreto de los asuntos ajenos al hecho que motive su examen, así lo ha ordenado el principio constitucional establecido en el artículo 66, numeral 21 de la Constitución de la República del Ecuador. “Art. 66.- Se reconoce y garantizará a las personas: (…) 21. El derecho a la inviolabilidad y al secreto de la correspondencia física y virtual; ésta no podrá ser retenida, abierta ni examinada, excepto en los casos previstos en la ley, previa intervención judicial y con la obligación de guardar el secreto de los asuntos ajenos al hecho que motive su examen. Este derecho protege cualquier otro tipo o forma de comunicación”2 1 VILLAVERDE MENÉNDEZ, Ignacio. “La resolución de conflictos entre derechos fundamentales. El principio de proporcionalidad”. El principio de proporcionalidad y la interpretación constitucional. 2008, 1ra. Edición, pág. 176. 2 Ecuador, Constitución de la República, Registro Oficial 449 de 20-oct-2008