Dip. Ana Karen Mollinedo Zurita Presidente del H

Anuncio
Dip. Ana Karen Mollinedo Zurita
Presidente del H. Congreso del Estado de Tabasco por el mes de
abril.
Presente:
“La Tierra es de quien la Trabaja”.- Emiliano Zapata
La suscrita, Diputada Verónica Pérez Rojas, integrante de la
Fracción Parlamentaria del Partido de las Revolución
Democrática a la Sexagésima Primera Legislatura al Honorable
Congreso del Estado de Tabasco, en ejercicio de las facultades
que me confieren los artículos 28 párrafo Segundo, 33 Fracción II
y 36 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de
Tabasco; articulo 72, fracción segunda, de la Ley Orgánica del
Poder Legislativo del Estado de Tabasco, y el artículo 74 del
Reglamento Interior del H. Congreso del Estado de Tabasco, me
permito presentar ante esta Honorable Soberanía, una
Propuesta con Punto de Acuerdo, bajo la siguiente:
EXPOSICION DE MOTIVOS
El sentido de la intervención estatal en el ámbito del derecho
agrario –como en cualquier otro derecho social– no es otro que
el de superar la desigualdad existente entre los miembros de una
sociedad y que impide a muchos el acceso a la tenencia de la
tierra o a la explotación adecuada de la misma, o bien cualquiera
de los derechos de contenido agrario que se enuncian en el
artículo 27 constitucional.
Consideremos, que las mujeres campesinas han participado en el
desarrollo de nuestro país con su trabajo cotidiano en el ámbito
doméstico, agropecuario y artesanal, sin que hasta el momento
se identifique su aporte a la actividad nacional; para el caso de
las mujeres campesinas es frecuente que no se registre su
aportación de trabajo en los cultivos familiares y en general su
participación en la vida comunitaria.
Recordemos, que en la guerra por la Independencia de México,
tantos hombres y mujeres lucharon con la firme creencia de
recuperar sus tierras que les fueron despojados en la colonia. No
consiguieron nada. El problema de la tierra siguió igual.
Consumada este movimiento revolucionario se dictaron leyes de
colonización y se instalaron compañías deslindadoras con el
pretexto de distribuir la tierra. La presencia de estas empresas
más que atender el problema de la tierra, la empeoraron.
La mujer campesina desempeñó un papel importante en
guerra de independencia, lo hizo de la misma forma en
Revolución Mexicana. Sus derechos agrarios al interior de
comunidad o del ejido no fueron atendidos por las leyes que
dictaron, tampoco en la constitución de 1917.
la
la
la
se
Muchas mujeres de México y de Tabasco en particular, refieren
que en sus comunidades el derecho agrario se hereda y los
padres prefieren dejar el derecho en manos de los hijos y no de
las hijas; algunas mujeres tienen derechos porque son viudas y la
comunidad se los cede, sin embargo hay comunidades en las que
prefieren asignar la tierra a otro ejidatario y no a la viuda del
derechoso; que quienes son ejidatarias lo son gracias a que
recibieron herencia de parte de sus padres, madres o abuelos
como un compromiso para cuidarlos en su vejez y sólo algunas
porque el derecho les fue cedido por sus esposos; que en ningún
caso tienen a su nombre la tierra porque la ley o las
comunidades lo hayan promovido.
No tener la tierra a nombre propio trae varias consecuencias
para las mujeres, como el no tener acceso a crédito aunque ellas
cuiden, trabajen, limpien, nutran, protejan y cultiven la tierra.
Cuando los hombres tabasqueños emigran, a estados como
Quintana Roo o a estados del Norte del país o se van en busca
del “sueño americano” a los Estados Unidos de Norteamérica,
quienes se hacen cargo de los cultivos, de los animales y cuidan
la tierra, son las mujeres principalmente; como también son ellas
quienes se hacen cargo del bienestar de sus hijas e hijos. Sin
embargo las mujeres y hombres ante la ley, no han sido
valorados por igual ni tenido las mismas oportunidades. Eso no
es justo porque las mujeres aportan mucho trabajo,
conocimientos, saberes, cultura, vida, en la familia, la
comunidad, y el país. Es común que los esposos salgan a trabajar
a otros lugares o simplemente las dejen llevándose los
documentos y en ocasiones venden las parcelas o el ganado sin
tomarlas en cuenta, quedando desprotegidas junto con sus hijos
e hijas.
A este respecto, el artículo 27, Fracción VII, párrafo cuarto,
constitucional señala: “La ley, con respeto a la voluntad de los
ejidatarios y comuneros para adoptar las condiciones que más
les convengan en el aprovechamiento de sus recursos
productivos, regulara el ejercicio de los derechos de los
comuneros sobre la tierra y de cada ejidatario sobre su parcela.
Asimismo establecerá los procedimientos por los cuales
ejidatarios y comuneros podrán asociarse entre sí, con el estado
o con terceros y otorgar el uso de sus tierras; y, tratándose de
ejidatarios, transmitir sus derechos parcelarios entre los
miembros del núcleo de población; igualmente fijara los
requisitos y procedimientos conforme a los cuales la asamblea
ejidal otorgara al ejidatario el dominio sobre su parcela. En caso
de enajenación de parcelas se respetara el derecho de
preferencia
que
prevea
la
ley”.
Asimismo, la Ley Agraria establece:
Artículo 12.- Son ejidatarios los hombres y las mujeres titulares
de derechos ejidales.
Artículo 17.- El ejidatario tiene la facultad de designar a quien
deba sucederle en sus derechos sobre la parcela y en los demás
inherentes a su calidad de ejidatario, para lo cual bastará que el
ejidatario formule una lista de sucesión en la que consten los
nombres de las personas y el orden de preferencia conforme al
cual deba hacerse la adjudicación de derechos a su fallecimiento.
Para ello podrá designar al cónyuge, a la concubina o
concubinario en su caso, a uno de los hijos, a uno de los
ascendientes o a cualquier otra persona”.
La lista de sucesión deberá ser depositada en el Registro Agrario
Nacional o formalizada ante fedatario público. Con las mismas
formalidades podrá ser modificada por el propio ejidatario, en
cuyo caso será válida la de fecha posterior”.
En este punto, es conveniente recordar la importancia que tiene
el apoyo a los esfuerzos de las mujeres campesinas encaminados
a incrementar la producción y mejorar sus condiciones de vida,
ya que los beneficios alcanzados por ellas repercuten
directamente en sus familias al ser las responsables inmediatas
de la nutrición y la salud de las mismas; transmiten su
concepción del mundo a los niños y de manera directa o
indirecta influyen eficazmente en las decisiones de la
colectividad.
La legislación vigente suele limitar la independencia y la
capacidad de tomar decisiones de las mujeres. Estas
discriminaciones responden a un trasfondo cultural que asigna el
ámbito público al hombre y el privado para la mujer, derivando
en que el hombre asume la representación de la mujer en la vida
pública.
Toda vez que la materia agraria es competencia federal, es
imprescindible que el Honorable Congreso de la Unión a través
de una renovada y moderna actualización de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Agraria y demás
ordenamientos en materia de derecho agrario, legisle para
obligar al estado a tomar acciones positivas y así proteger los
derechos sociales como un camino de justicia, fundado en la
igualdad, que permita un proceso de mejor redistribución de la
riqueza nacional, específicamente: El derecho agrario como
auténtica garantía constitucional, a favor de las mujeres
campesinas en un plano de igualdad y de equidad de género,
certeza y seguridad jurídica.
Compañeros diputados:
Recordemos que el Ejército Revolucionario de Emiliano Zapata,
conformado por campesinos principalmente, fue el único en que
se les permitió a las mujeres unirse a las filas y servir como
combatientes. Aunque otros ejércitos revolucionarios tenían
muchas mujeres entre sus seguidores, en general, no luchaban
(aunque hay excepciones). Sólo el Ejército Libertador del Sur
(ELS) comandado por Emiliano Zapata tuvo un gran número de
mujeres combatientes: algunas fueron incluso oficiales. Que
mayor homenaje al más grande de los luchadores agrarios de
México, como lo es Emiliano Zapata, hoy que conmemoramos
el 95 aniversario de su muerte, que pugnar y promover mayores
garantías a favor de las mujeres campesinas en materia de
derecho agrario que les den oportunidades de crecimiento
personal, familiar y desarrollo social. México y Tabasco tienen
una enorme deuda histórica con sus mujeres campesinas.
Por lo antes expuesto, someto a la consideración de esta
soberanía, la siguiente proposición con Punto de Acuerdo,
mismo que solicito sea considerada de urgente resolución:
PUNTO DE ACUERDO
UNICO.- La Sexagésima Primera Legislatura al Honorable
Congreso del Estado Libre y Soberano de Tabasco, exhorta
respetuosamente al Honorable Congreso de la Unión, para que
legisle en materia de derecho agrario, dándole mayores
garantías constitucionales y legales, en un plano de igualdad y
equidad de género a favor de las mujeres campesinas
mexicanas.
Transitorio
Único: Se instruye al Oficial Mayor a realizar los trámites
pertinentes, para hacer llegar a su destino el presente punto de
acuerdo.
Dado en el Salón del Pleno del Honorable Congreso del Estado de
Tabasco, en Villahermosa, Tabasco a los diez días del mes de
abril del año 2014. Legislación
Atentamente
Dip. Verónica Pérez Rojas
Descargar