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ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGIA E HISTORIA
DIVISION DE POSGRADO
MAESTRIA EN ANTROPOLOGIA SOCIAL
La sexualidad en los procesos de cortejo: contrastes de género y
generacionales en una comunidad rural
TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE
MAESTRIA EN ANTROPOLOGIA SOCIAL
PRESENTA
GABRIELA RODRIGUEZ RAMIREZ
Director de Tesis: EDUARDO MENENDEZ SPINA
México, D.F.
agosto del 2000.
La sexualidad en los procesos de cortejo:
Contrastes de género y generacionales en una comunidad rural
Gabriela Rodríguez R.
Página
Introducción
1
Capítulo I
Sexualidad y cortejo entre jóvenes
campesinos y campesinas de México
Los procesos socio-demográficos
5
9
La Salud Reproductiva y los estudios de género
12
El VIH/SIDA
17
Abordajes etnográficos y demo-antropológicos
19
Capítulo II
El método o cómo fuimos armando
el rompecabezas de la sexualidad.
28
Matriz de datos
34
Limitaciones del estudio
42
Marco Conceptual
44
Capítulo III
Un pueblo entre dos fuegos.
60
El trabajo, las transformaciones materiales y las condiciones
de género.
66
Horizonte mágico-religioso
75
El espacio escolar
82
Los bailes, la música y los medios electrónicos de comunicación
90
Capítulo IV
La Familia Torres “Una familia manchada”
98
“Para el amor no hay edades” edad, espacios y
comunicación en el cortejo.
104
“Ya ni la cara se tapan”: las regulaciones y la distancia
entre los cuerpos
109
“Entre gusto, susto y pérdida de los estribos”:
las emociones ante los acercamientos sexuales
115
“Cacería de mujeres”: la decisión de llevársela o de irse.
126
“Cuerpos masculinos que aguantan y mujeres
de sombra pesada”: la salud sexual y reproductiva
Violencia y sombras en la vida sexual de la Familia Torres
136
151
Capítulo V
La Familia Herrera “Un ejemplo de templanza”
159
“El destino así lo quiere”: edad, espacios
y comunicación en el cortejo.
163
“Una sola vez vale una” : las regulaciones sexuales
y la distancia entrel los cuerpos
176
“De los celos a las amenazas”: las emociones sexuales
193
“Me ganó la voluntad”: la toma de decisiones para unirse
204
“Tomar para olvidar ”: la salud sexual y reproductiva
210
Templanza y prácticas abiertas en la Familia Herrera.
224
Capítulo VI
La familia Canales “vivir para el ¿qué dirán?
232
“Cuándo caer de corazón”: edad, espacios
y comunicación en el cortejo
235
“La noche se hizo para los hombres”: las regulaciones
sexuales y la distancia entre los cuerpos
242
“De amores románticos y abandonos”: las emociones
sexuales
250
“Para pasar a la normalidad”: la decisión de vivir juntos
257
“Los límites de la sensualida’ ”: la salud sexual
y reproductiva
El prestigio social y la vida sexual de los Canales
264
274
Capítulo VII
Horizonte mágico y prácticas pragmátias coexisten
en la vida sexual de campesinos y campesinas
280
Modificaciones Sustanciales en la sexualidad y
los procesos de cortejo
285
Conclusiones explicativas y articulación de los datos.
289
Bibliografía
315
La sexualidad en los procesos de cortejo:
Contrastes de género y generacionales en una comunidad rural
Con una aproximación etnográfica, este estudio buscó indagar las
transformaciones en los comportamientos sexuales y las regulaciones de la
sexualidad en el cortejo que están ocurriendo entre las y los jóvenes de una
comunidad agrícola dedicada a la producción de la caña de azúcar. Se
trata de una comunidad mestiza ubicada al suroeste del Estado de Puebla,
cuyos habitantes tienen una gran movilidad entre las diversas poblaciones
cercanas, así como con grandes ciudades como Puebla, Cuernavaca,
Cuautla, Distrito Federal y Veracruz. Desde hace quince años, se agregaron
a estas migraciones internas, movilizaciones hacia el vecino país del norte,
con destinos principales en ciudades de los Estado de California, Arizona y
Nueva York.
Como núcleo de la investigación, se buscó conocer los
procesos de creación, recreación y reproducción de las pautas del cortejo y
la sexualidad entre las campesinas y campesinos de hoy, y comprender
cómo influye el contacto con los migrantes que van y vienen, y qué
elementos toman de los nuevos mensajes que llegan a través de los medios
de comunicación, particularmente de la música y la televisión. El interés
principal es dar a conocer tanto a la comunidad académica como a los
proveedores de servicios educativos y de salud, las perspectivas y las
necesidades de salud sexual de las y los jóvenes campesinos, así como
ampliar las visiones que reducen a la esfera biologicista o psicologista el
estudio de la sexualidad, poder así contextualizar el conocimiento del cortejo
y la sexualidad en un marco de construcción social y cultural.
Mucha gente colaboró para el desarrollo de este estudio.
Linda
Lasky y Clare Brindis del Institute for Health Policy Studies contribuyeron
1
sustancialmente al diseño del proyecto desde marzo de 1994, en que tuve
oportunidad de hacer una estancia en La Universidad de California en San
Francisco (UCSF). Fue también un aporte importante, el acercamiento a los
procedimientos de codificación y análisis del Profesor Anselm Strauss, en el
último taller de análisis cualitativo que ofreciera en la USCF, antes de morir.
Daniel Perlman, colega y amigo entrañable de Berkeley, contribuyó a
corregir la última versión en inglés del proyecto.
A Ana Langer y Kathryn
Tolbert de la oficina para México, América Latina y el Caribe del Population
Council, debo la posibilidad de haber contado con los recursos para poder
dedicar más de dos años al trabajo de campo y a la codificación de los
datos, como parte del Programa “Género, Familia y Salud Reproductiva”.
Carmen Barroso y Stuart Burden de la Fundación MacArthur, otorgaron
también su confianza y gestionaron un complemento para poder desarrollar
el trabajo de campo y la investigación en toda su amplitud.
investigador, Benno de Keijzer
Como co-
fue un compañero ejemplar por su calidad
humana, por su amplia experiencia en el desarrollo comunitario y en el
acercamiento a los espacios masculinos y al mundo de los hombres; un
interlocutor constante en los viajes, la observación participante, la
conducción de entrevistas, la construcción conjunta del diario de campo y
la codificación inicial de los datos.
Kathryn Tolbert, Ana Amuchástegui,
Eugenia Módena, y Elsa Cortés compartieron sus opiniones y los avances en
estudios simultáneos que ellas realizaban como parte del proyecto regional
del Population Council enfocado en la salud sexual y reproductiva. El apoyo
administrativo a cargo de Gloria Morales, Teresa Palafox, Elsa Nelly Gutiérrez y
Mar Aguilar fue siempre oportuno. Guillermina Herrera, tuvo a su cargo la
corrección de estilo del texto y la supervisión de las transcripciones de las
cintas, trabajo de gran delicadeza en estos casos.
Sustituyendo sus nombres y el propio nombre de la comunidad
estudiada por la confidencialidad que exige el estudio de la sexualidad,
2
resulta imposible corresponder a la disposición y atenciones recibidas por
parte de los y las informantes de este estudio.
Siempre rodeados de
precariedad y atareados con el duro trabajo que exige el cultivo de la caña
y el apoyo doméstico, nos prestaron su casa y dormitorios, cocinaron y nos
dieron de comer, facilitaron los contactos con otros informantes, nos hicieron
partícipes de sus fiestas, de sus celebraciones y hasta de sus preocupaciones.
Esperanza, Mina, Fernando, Inocencio, Ana Belén, Gloria, Elia, tantos otros
¿cómo la estarán pasando?, jóvenes de 12 y hasta 19 años, madres y padres
jóvenes de familia, abuelas y abuelos compartieron su vida íntima sin
desconfiar;
parteras,
rezadoras
y
promotoras,
maestras
de
la
Telesecundaria, autoridades y curas complementaron los testimonios que
forman el cuerpo empírico de este estudio.
Más allá del trabajo de campo, hay que agregar el importante insumo
de los y las docentes de la Maestría en Antropología Social de la Escuela
Nacional de Antropología e Historia, a la cual pude accedor por beca del
CONACYT. Gracias a ella pude atender los cursos y seminarios durante dos
años e iniciarme en las teorías y métodos de esta disciplina.
también importantes insumos,
Ofrecieron
Soledad González y María Eugenia
D’Aubeterre con sus comentarios a mi trabajo en los Congresos Internos de la
Maestría y las observaciones a los avances del texto por parte de la primera.
Muy particularmente quiero agradecer el respetuoso y experimentado
encuadramiento metodológico del proyecto por parte de Eduardo
Menéndez, tenerlo como asesor de tesis fue una oportunidad formativa
única que se extendió por más de cuatro años. Con él pude afinar la
propuesta inicial, revisar los testimonios y el diario de campo, orientar el
análisis y la redacción del texto, así como recibir recomendaciones teóricas y
metodológicas que permitieron articular el trabajo.
De los compañeros de
la Maestría y del Seminario de “Género y Sexualidad” de El Colegio de
México se recibieron sugerencias muy pertinentes.
Finalmente y con la
3
mayor importancia, esta aventura de más de cinco años contó siempre con
el apoyo incondicional y la motivación insustituible de mis hijos, Valeria y
Benjamín.
En las siguientes páginas se presentan los principales hallazgos del
estudio. En el primer capítulo se plantean las interrogantes de la
investigación,
los objetivos y puntos de partida para abordar las
transformaciones del cortejo.
Se presenta además un resumen de otros
estudios que han abordado esta problemática en México en las últimas dos
décadas.
El capítulo segundo aborda los procesos metodológicos, el camino
recorrido para ir armando el rompecabezas de la sexualidad y el cortejo,
incluyendo las actividades en campo, los procesos de codificación y de
análisis, así como el marco conceptual y la definición de las categorías
principales.
En el tercer capítulo se hace una descripción etnográfica de la
comunidad
estudiada,
sus
características
geográficas,
materiales,
económicas y culturales, el horizonte mágico y religioso prevaleciente, así
como la descripción de algunos de los espacios que han cobrado
importancia para el cortejo, como son el espacio escolar de la escuela
secundaria y los bailes.
En los siguientes tres capítulos se abordan las historias de cortejo y
sexualidad de los miembros de las tres familias informantes de este trabajo,
de sus hijos migrantes que ocasionalmente venían y de algunos de los y las
jóvenes que más los frecuentaron durante nuestras visitas de campo.
La
familia Torres fue con quienes compartimos la casa, la convivencia diaria y
las comidas, con la familia Herrera también compartimos muchos momentos
cotidianos, celebraciones y dificultades. En casa de la familia Canales * se
*
recuerdo al lector que tanto los nombres como los apellidos han sido cambiados para proteger la
confidencialidad de los informantes.
4
juntaban los y las jóvenes, su patio y su sala fueron testigos de interesantísimas
conversaciones y reflexiones sobre las situaciones que actualmente están
viviendo.
De los miembros de esas familias se presentan relatos y notas de
las observaciones de campo, así como testimonios directos registrados en
entrevistas dirigidas tanto individuales como colectivas, se contrastan las
visiones de hombres y mujeres de diferentes edades y etapas de vida, de
abuelos y abuelas, parejas mayores, jóvenes en los primeros años de vida
conyugal, y jóvenes solteras y solteros, mayores de 12 años.
Para seguir la
cronología de las transformaciones, el orden en que se presentan los
hallazgos va de los de mayor edad a los más jóvenes en cada familia y de
acuerdo a las categorías construidas,
se incluyen comentarios e
interpretaciones a partir de los contrastes de edad y género en cada grupo
familiar. En el capítulo séptimo se presentan las conclusiones del estudio, se
analiza el horizonte mágico y la visión pragmática que caracteriza
la
sexualidad en el cortejo entre las y los campesinos de esta zona. Finalmente
se presenta en orden alfabético la bibliografía consultada.
5
CAPITULO I .
Sexualidad y cortejo entre jóvenes campesinos y campesinas de México.
En muchas ocasiones se afirma que el cortejo y el noviazgo entre los jóvenes
del campo están estrechamente ligados a la preparación de la vida conyugal y que
las prácticas sexuales genitales en esas áreas son eminentemente reproductivas.
En las grandes ciudades en cambio, se ha venido documentando el noviazgo sin
miras en la vida conyugal, así como la extensión de prácticas sexuales relacionadas
con el placer o las necesidades afectivas y no sólo con el interés por el embarazo, el
matrimonio o la maternidad/paternidad.
Tales cambios se han vinculado con la
oportunidad de postergar las responsabilidades del matrimonio y el trabajo entre las
juventudes de las clases medias, con el acceso a estudios superiores, a la educación
sexual y a los métodos anticonceptivos, así como a la distancia de las nuevas
generaciones frente a las regulaciones religiosas y a la influencia de valores
hedonistas en los medios electrónicos de comunicación.
¿Hasta dónde estos
factores están cambiando también los comportamientos sexuales de las campesinas
y campesinos?, ¿Qué permanece de las costumbres locales y cómo se reconstruyen
ante el contacto tan estrecho que hay entre el campo y la ciudad?, ¿Qué ideas sobre
el noviazgo y la sexualidad toman los jóvenes campesinos de los migrantes, de la
música y de los programas de la televisión?, ¿Qué tipo de creencias y saberes
sexuales circulan y qué acceso tienen los campesinos y campesinas a servicios de
educación sexual y anticoncepción en sus comunidades?
La hipótesis es que las y los jóvenes rurales están apropiándose y
reconstruyendo selectivamente comportamientos sexuales en los procesos del
cortejo a partir de la información que circula en la escuela, entre migrantes internos y
externos, del estrecho contacto con otras poblaciones
y ciudades cercanas y lejanas, así como al recibir mensajes de los medios
electrónicos de comunicación.
Las preguntas que guiaron la investigación fueron las siguientes:
1) ¿Cuáles son las transformaciones de la sexualidad en el cortejo entre las y los
jóvenes de una comunidad agrícola con amplio contacto hacia el exterior?
5
2) ¿Qué tipo de significaciones subjetivas de la sexualidad se expresan en las
reflexiones sobre los procesos de cortejo?
3) ¿Cuáles son los principales conocimientos y creencias en torno a la salud sexual
y reproductiva?
En estudios recientes se ha venido documentando la debilidad de la autoridad
paterna en las familias rurales, muy particularmente en el terreno de los asuntos
amorosos, se habla de un mayor margen de decisión entre los jóvenes rurales en los
procesos de elección del novio o novia, en los comportamientos dentro del noviazgo
y cortejo, así como en la decisión de unirse o casarse.
Estos cambios se han
atribuido principalmente a la generación de ingresos por parte de los y las jóvenes
fuera de la unidad familiar, a la mayor escolaridad de las nuevas generaciones y a la
influencia de quienes migran a otros lugares.
Pero no sabemos si ese mayor margen de libertad se está expresando
también en las prácticas sexuales o cuáles son las creencias de la sexualidad que se
recrean en el cortejo.
construcción social,
De acuerdo a estudios basados en el enfoque de la
la sexualidad presenta una gran paradoja, está en constante
transformación y al mismo tiempo está sujeta a regulaciones de gran permanencia.
Por su constante fluidez, la sexualidad es un objeto difícil de definir, la sexualidad se
resbala entre las manos, es un gesto o una sombra -dice Weeks (1991) 1 -, es una
preocupación sobre nuestros deseos y la forma de expresarlos o satisfacerlos. Se
trata de un objeto de estudio que requiere una nueva conceptualización, un abordaje
que supere la visión estrecha que la ha reducido a la dimensión biologicista o
psicologista sin poder dar cuenta de sus complejas relaciones con las
transformaciones económicas, culturales y políticas.
La sexualidad no puede
estudiarse al margen de las percepciones de género siempre cambiantes, ni de las
construcciones que cada generación realiza para enfrentar los retos económicos,
culturales, políticos.
El estudio actual de la sexualidad exige la consideración de al
menos dos ángulos de abordaje, el de la organización social y el de la subjetividad,
el de las regulaciones externas y las emociones -por decirlo en otros términos-, así
1
La conceptualización de Weeks sobre la sexualidad se aborda más adelante en este mismo capítulo.
6
como de la compleja interacción entre estos dos mundos y la diversidad de factores
que los conforman.
Para poder seguir las tendencias de variación de la sexualidad como un
proceso fluido en que se articulan diversas dimensiones,
un conjunto de
transformaciones que se reconstruyen conjunta y diferencialmente por parte de los
hombres y mujeres, esta investigación se enfocó en los comportamientos y
regulaciones de la sexualidad dentro de los procesos de cortejo. Como parte de la
organización social se abordan los sistemas familiares, la división social del trabajo y
de los espacios, así como las regulaciones sociales familiares, religiosas, escolares y
de “las industrias culturales”.
El acercamiento a la subjetividad es a partir de las
creencias de los informantes sobre sus sentimientos o emociones en relación con
ciertos episodios del cortejo y la vida sexual. En este estudio se analizan las visiones
subjetivas a partir de las reflexiones conscientes de los informantes sobre sus
propias creencias y formas de nombrar los sentimientos, se intenta un acercamiento
etnográfico a las pautas culturales y no tanto un estudio psicológico sobre las
diferencias individuales de los informantes que implicarían un acercamiento a los
elementos inconscientes de la sexualidad.
Finalmente hay un acercamiento a las
creencias, y conocimientos relacionados con algunos tópicos de salud reproductiva,
sobre la paternidad y maternidad, las infecciones de transmisión sexual, y
deseos sexuales.
los
Constantes conversaciones y entrevistas dirigidas con jóvenes
solteros y casados de ambos sexos, con padres y madres de familia, así como
abuelos y abuelas de tres familias que nos abrieron su casa en la comunidad,
fueron la base para desarrollar este trabajo.
Se considera que los hallazgos encontrados pueden ser una base para
ejemplificar la utilidad de la etnografía en la comprensión de los fenómenos
sexuales, así como un punto de partida para desarrollar estrategias de trabajo,
programas educativos y de salud, así como instrumentos y materiales para promover
la salud sexual y reproductiva de las y los jóvenes de comunidades que viven en
condiciones semejantes.
7
Objetivos del estudio
Los objetivos que guiaron el trabajo fueron, describir y comprender:
1) Los cambios que han ocurrido en los comportamientos y regulaciones
sexuales del cortejo entre los y las jóvenes, teniendo como punto de
referencia a las madres, los padres, abuelas y abuelos de un grupo
seleccionado de familias.
2)
Las relaciones de poder y las significaciones emocionales que viven
hombres y mujeres al participar en los procesos de cortejo.
3) Los principales conocimientos y creencias ligados a la salud sexual y
reproductiva.
Conocer y comprender qué está ocurriendo con la vida sexual en los procesos
de cortejo de las nuevas generaciones que viven en el campo mexicano es darle voz
a un sector que tiene necesidades particulares y que no ha sido punto de partida
para la definición de las políticas públicas.
Los movimientos migratorios, los
problemas de morbi-mortalidad relacionados con las prácticas sexuales, así como
los cambios en los ciclos de vida, en los procesos reproductivos y en las tasas
demográficas generan una diversidad de problemas que es necesario revisar,
profundizar y comprender.
No hay muchos estudios que den cuenta de los procesos de la sexualidad en
el cortejo, el abordaje ha sido mas o menos superficial y ha partido del ángulo sociodemográfico, de la visión epidemiológica de la salud reproductiva y del VIH/SIDA, y
más recientemente desde la perspectiva de género y la subjetividad. Otros estudios
con una visión etnográfica y demo-antropológica han estado más enfocados en el
cortejo, el matrimonio y los cambios en las familias.
Los procesos socio-demográficos
El estudio de los procesos socio-demográficos muestra el impacto de la
urbanización y los cambios en el ciclo de vida de la población hacia los años 40's,
en que el acelerado proceso de urbanización es seguido por una desaceleración,
hasta que la sociedad dejó de ser eminentemente agrícola, en 1960.
Desde
8
entonces el país ha mantenido un patrón de concentración urbana y dispersión rural
tal, que en el censo del 90 llega a perfilarse con un 67% de la población rural (23
millones) viviendo en 150,000 localidades menores de 2,500 habitantes. La mayoría
de esas comunidades se encuentran en los estados del sudeste del país (González
y Esquivel, 1992). Los procesos migratorios del campo a la ciudad y a los Estados
Unidos viven ocurriendo desde principios de siglo ligados a procesos históricos y
económicos distintos; a partir de los 80´s la migración internacional ha aumentado
vertiginosamente y se ha relacionado con la crisis económica del campo.
La
migración sigue siendo una de las principales estrategias económicas de los
campesinos, las familias ordenan la salida del hogar de algunos miembros o el
ingreso de otros, así como la incorporación de mujeres y niños al trabajo extra
doméstico para equilibrar el balance entre necesidades y satisfactores (Verduzco,
1998; Cuéllar, 1990) .
La migración hacia los Estados Unidos de acuerdo a una encuesta reciente,
ocurre principalmente entre varones (83.3 %) en la etapa inicial de su vida
económicamente activa, presentando un aumento sistemático en el nivel educativo
de los indocumentados, una disminución de los migrantes de áreas rurales y
patrones de circularidad (salidas y regresos constantes a los EEUU) que favorecen
la interacción cultural y refuerzan los lazos familiares por la vía de la endogamia
regional, el mantenimiento de tradiciones locales en el extranjero y la pertenencia al
linaje (Bustamante et. al., 1994; Zuñiga, 1996).
Aunque muchos servicios no han podido extenderse a todas estas poblaciones,
en los últimos años la electricidad alcanza casi al 90% de ellas, lo cual ha dado
entrada a los medios electrónicos de comunicación.
La
extensión
de
la
enseñanza secundaria en los medios rurales se ha relacionado con cambios en el
ciclo de vida, toda vez que propicia el retraso de
la unión conyugal y de la
maternidad (Welti, 1989), así como una postergación, o al menos limitación de las
responsabilidades laborales entre los hombres.
El proceso ha sido catalizado por los programas de planificación familiar, que han
sido operados por el Sistema de Salud y Educación Pública, e impulsados por los
organismos intergubernamentales (ONU), gubernamentales y privados.
A partir de
la Primera Conferencia Mundial sobre Población realizada en Bucarest en 1974, es
9
cuando el gobierno de México plantea por primera vez una política para descender la
velocidad del crecimiento de la población, en oposición a las anteriores políticas
poblacionistas. A partir de entonces, arranca un proceso de alta velocidad de
descenso de las tasas de fecundidad, hay un consentimiento entre los algunos
grupos sociales, particularmente entre las mujeres unidas de las entidades con
índices de menor marginación. Se dio así en muy corto tiempo, un consenso legal y
una apropiación de las nuevas prácticas reproductivas que el estado promovió
principalmente a través de los medios electrónicos, los médicos, los profesionales y
las promotoras de la salud, y la educación sexual escolar. Lejos de entrar en
contradicción con el Modelo Médico Hegemónico, los programas de planificación
familiar contribuyeron a la legitimación del sistema de salud, justamente cuando
estaba entrando en una crisis ideológico-técnica pese al abatimiento de algunos
indicadores de mortalidad (Menéndez, 1990). La crisis económica muestra los límites
del modelo médico al aumentar las causas de insalubridad, los riesgos laborales, la
desnutrición, las adicciones y la mortalidad diferencial, así que la planificación
familiar entra como tabla de salvación y se va a extender ampliamente, toda vez que
viene firmemente apoyada por el Estado y por las agencias de cooperación
internacional, al considerarla un instrumento para amortiguar las presiones
económicas.
Pero los logros de la transición son muy desiguales según las etapas vitales, las
regiones y los grupos sociales. En el país, la edad a la cual las mujeres tienen su
primera unión ha variado ligeramente en los últimos años, en 1976 ésta era de 17.9
años en promedio, mientras que en 1992 alcanzaba 18.4 años. La edad a la que la
población femenina suele unirse es distinta en el medio rural y en el medio urbano,
en el campo las mujeres se unen más precozmente, casi a la misma edad promedio
(17.6 años) a la que se unían las mujeres del país en 1976 (INEGI/UNIFEM, 1994).
En términos de las tasas de fecundidad, el avance más limitado ocurrió entre los
grupos de alta marginación social (urbanos y rurales) y los grupos juveniles.
A
los programas de planificación familiar les ha faltado un abordaje realmente
preventivo que tome en cuenta las condiciones de vida de la gente y la
transformación cultural de los patrones sexuales que están implicados.
10
La ausencia de motivos para descender la fecundidad ha sido una forma de
resistencia pasiva por parte de los sectores mas empobrecidos. El monitoreo de la
transición demográfica para 1990 hace evidente que a mayor marginación, mayor
fecundidad (siendo la mediana nacional de 3.5 hijos por mujer, con mas de un hijo de
diferencia en estados de baja y alta marginación).
Las entidades federativas que
han permanecido en alta marginación (Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Yucatán,
Campeche, Hidalgo, Puebla y San Luis Potosí) o han descendido hacia una alta
marginación (Veracruz, Durango Guanajuato, Michoacán y Querétaro) son
justamente las que presentan una baja velocidad de descenso y, en la mayoría de
los casos, una alta fecundidad.
Por el contrario, aquellas entidades que han
permanecido con baja marginación (DF, Aguascalientes, Baja California, Nuevo
León y Coahuila) o las que han tendido hacia ella (Baja California Sur, Chihuahua,
Colima, Morelos, Sonora y Tamaulipas), han experimentado altas velocidades de
descenso (García C. et al, 1995), lo cual confirma la relación del comportamiento
reproductivo con las condiciones materiales de vida.
El modelo de maternidad más tardía ha sido incorporado principalmente por las
jóvenes que tienen acceso a los estudios superiores y que viven en las áreas
urbanas. El inicio de la maternidad ocurre antes de los 20 años en madres sin
escolaridad secundaria en el 60% de los casos y, en el 50% en madres que
pertenecen a comunidades de menos de 2,500 habitantes.
Mientras que las tasas
de fecundidad son de 28/1000 entre las adolescentes que tienen preparatoria o
más, son de 94/1000 entre quienes no tienen escolaridad; y las diferencias mas
extremas se concretan entre jóvenes rurales y de áreas metropolitanas, 126/1000 en
las primeras y 77/1000 entre las segundas.
disminuido un 20%
Aunque la fecundidad adolescente ha
entre las menores de 20 años, se mantiene la misma
contribución de 11% a la fecundidad total, pero la duplicación y el crecimiento de la
población de 15 a 19 años en las últimas décadas ha influido en el aumento de
madres jóvenes y de hijos premaritales.
(Welti, 1989; Zárate, 1994; Figueroa,
1992; Mendoza, et al., 1992; INEGI/UNIFEM, 1995).
En cuanto a las encuestas enfocadas hacia las prácticas sexuales entre los
adolescentes se han dirigido principalmente a estudiantes de nivel medio superior y
superior, y se han realizado en las grandes ciudades, por lo cual sigue habiendo una
11
gran laguna de desconocimiento de lo que ocurre en otros grupos sociales y entre
los campesinos.
En las principales ciudades del país, cerca de la mitad de los
muchachos y de las muchachas han tenido relaciones sexuales, la edad promedio
de inicio oscila entre los 16 y 17 años, la mayoría se declaran heterosexuales,
aunque también se registran prácticas bisexuales y homosexuales (de 1 a 2.5%), el
uso del condón se ha ido incorporando paulatinamente, mostrando un incremento
hacia el final de los 90’s, principalmente entre jóvenes urbanos2.
En términos de las preguntas de la presente investigación, los estudios sociodemográficos revisados nos acercan a un contexto donde se están dando las
transformaciones del cortejo y la sexualidad. Son las comunidades rurales definidas
como de alta marginación donde las mas jóvenes se resisten al uso de
anticonceptivos, mantienen una lenta velocidad de descenso de la fecundidad y un
patrón de maternidad y paternidad más temprana comparativamente con otras
regiones.
El retraso de la edad a la unión y a la maternidad en las comunidades
rurales está vinculado con los programas de planificación familiar y con la extensión
de las escuelas secundarias, así como con la influencia creciente de los movimientos
migratorios internos e internacionales y con los cambios en los ciclos de vida.
Por
otro lado, la diversidad de prácticas sexuales de los jóvenes urbanos y su paulatino
acceso a los dispositivos preventivos para el embarazo y las infecciones de
transmisión sexual nos dan un punto de comparación respecto a posibles
transformaciones potenciales entre las juventudes rurales.
La Salud Reproductiva y los estudios de género
A partir del reconocimiento de los niveles de desigualdad en las tasas de
fecundidad en los sectores sociales, surge un nuevo paradigma denominado Salud
Reproductiva que está imponiéndose sobre los programas de Planificación Familiar.
El enfoque de la Salud Reproductiva va a subrayar por un lado los derechos de la
2
(SSA, ECRAMM, 1988; PROFAM UNICEF y MORI de México, Valores de la juventud, México 1998)
Ellos se inician 54.7% con una amiga,, 22.4% con la novia y 18.3% con prostitutas; ellas se iniciaron con el
novio el 76% de los casos y en un 10.8% con un amigo (CONAPO, 1988). Una de cada diez jóvenes de 15 a
19 años alguna vez embarazadas, han experimentado un aborto (ENADID, 1992). Entre los estudiantes
universitarios se encuentra el mayor uso del condón, un estudio en 6 universidades del país encontró que el
54% han utilizado el condón, de los cuales el 14% ha tenido de dos a cinco parejas (SSA, ESSEU, 1989).
12
mujer a servicios integrales de salud y por otro lado, el empoderamiento de la mujer
y la perspectiva de género. En la OMS se define la SR como “el estado de completo
bienestar físico, mental y social de los individuos en todos aquellos aspectos
relativos a la reproducción y la sexualidad. Ello implica considerar, entre otros, los
siguientes aspectos: a) que los individuos tengan la capacidad de reproducirse, así
como de administrar su fecundidad; b) que las mujeres tengan embarazos y partos
seguros: c) que los resultados de los embarazos sean exitosos en cuanto a la
sobrevivencia y el bienestar materno-infantil; y d) que las parejas puedan tener
relaciones sexuales libres del miedo a los embarazos no deseados o a las
enfermedades de transmisión sexual.
El modelo pretende descentrar el foco de atención en el problema demográfico
para dirigirse a la salud de las mujeres. Se habla de los derechos de las mujeres por
encima de los intereses institucionales y se destacan los riesgos de mortalidad
materna y sus relaciones con la falta de información y educación de las mujeres, con
el cáncer cervico-uterino y mamario y con las infecciones de transmisión sexual
incluyendo el VIH/SIDA. Se analizan las deficiencias de calidad en los servicios de
salud, la falta de una visión integral en los programas de planificación familiar, el
abuso de poder en la relación médico-paciente, los aborto inseguros, la violencia
simbólica y física, entre otros temas.
Los estudios de salud reproductiva subrayan que aunque la mortalidad materna
ha disminuido durante los últimos años, de 53 por 10,000 recién nacidos vivos en
1940, a 5.1 en 1990, este descenso no ha sido uniforme ni constante. El riesgo de
morir es mayor en las edades extremas de la vida reproductiva y, la escolaridad tiene
una relación inversa con este riesgo. Las mujeres analfabetas tienen ocho veces
mas probabilidad de una muerte materna respecto de las mujeres que tienen
preparatoria, las que no concluyeron la primaria cinco veces y, las que terminaron el
ciclo básico, 3.6 veces más que el grupo de referencia (ENFES, 1987; Langer y
Romero, 1995). Las complicaciones por embarazo, parto y puerperio son la tercera
causa de mortalidad en mujeres jóvenes que tienen entre 15 y 24 años (INEGI,
1977), muchas de las cuales provienen de comunidades rurales, toda vez que el
2.5% de los jóvenes de la Ciudad de México se declara bisexual y uno de cada cien, homosexual
(CONASIDA, CSCM, Encuesta 1992-1993).
13
porcentaje de mujeres que han tenido un hijo antes de cumplir 20 años es
significativamente más alto en las áreas rurales que en las urbanas (53% y 35%
respectivamente; INEGI/UNIFEM, 1995).
Estudios clínicos encuentran que la mayoría de las jóvenes tiene información
sobre la menstruación y conocimientos sobre los anticonceptivos (Huerta et al,
1994; Ramírez et al, 1995), sin embargo, en la mayoría de los casos se
embarazan sin desearlo, muchas tienen intentos de aborto aunque en pocas
ocasiones lo logran y cuando continúan el embarazo acuden menos a consulta
prenatal que las mujeres mayores. Entre las menores de 15 años se registra
deterioro nutricional, mayores complicaciones en el parto, amenazas de aborto y
un producto con menor peso respecto de las mujeres adultas (Liévano et al, 1994;
Pérez y Torres, 1988; Casanueva et. Al, 1991, Valdés y Valle, 1996).
Las tasas
de aborto han ido disminuyendo en los últimos 25 años con una curva
inversamente proporcional al aumento en el uso de métodos anticonceptivos, el
único grupo de edad en que ha aumentado la tasa de aborto ha sido el de 15 a 19
años, correspondiente al grupo con menor uso de anticonceptivos, el cual
presenta un 10% de incidencia de aborto entre el total de mujeres alguna vez
embarazadas (ENADID, 1992).
El género es una categoría que favoreció estudios sociales y psico-sociales que
han buscado comprender recientes transformaciones y resistencias en los patrones
sexuales de la juventud.
Entre los estudios de jóvenes con enfoque de género, se
habla de estilos "neo-machistas" que cuestionan las desigualdades de género entre
las nuevas generaciones y que
muestran una actitud mas abierta hacia la
sexualidad, sobretodo entre las clases medias, encontrando menor apertura a las
relaciones sexuales, a las separaciones, al trabajo femenino en los estratos más
pobres.
Trabajos posteriores encuentran que la permanencia de una concepción
reproductiva de la sexualidad femenina está atrás de los embarazos juveniles y de
las resistencias para incorporar prácticas sexuales preventivas entre las y los
adolescentes, quienes pueden percibirlas como una amenaza a la identidad de
género.
Pareciera que entre diferentes generaciones, han ocurrido traslapes,
avances y retrocesos no necesariamente evolutivos de la sexualidad.
Las
muchachas de las nuevas generaciones han logrado percibir la sexualidad como una
14
experiencia desprendida de la reproducción y dan cabida tanto al deseo como al
placer en sus prácticas eróticas, pero la relación varón-mujer y activo-pasiva
permanecen, y las experiencias premaritales aún se encuentran enraizadas en la
culpa y el estigma de lo sucio y perverso. Permanece una escisión de la figura
femenina que determina relaciones estables con cierto tipo de mujer que no es
sujeto de sexualidad más que con relación a la reproducción y la maternidad misma,
y no expresa deseo ni erotismo alguno, se trata de las merecedoras de matrimonio o
pareja (Leñero, 1992; Rodríguez, et. al., 1994; Rivas, 1995; Amuchástegui, 1996).
En las comunidades rurales también actúa el valor de la maternidad como
base para la autoestima de la mujer y la definición del “ser mujer” unida al concepto
de procreación.
Combinando la técnica de encuesta con historias de vida, se
observa en una comunidad de la mixteca poblana, que las mujeres todavía no
perciben las ventajas de la práctica anticonceptiva, toda vez que los hijos
representan la seguridad económica y emocional, aunque al mismo tiempo, hay
nuevos comportamientos e ideas en la comunidad relacionadas con el tamaño de la
familia y la planificación familiar.
Las prácticas se distancian del discurso y actúan
sobre el pensamiento modificándolo, pero la transformación es lenta todavía (Fagetti,
1995).
La toma de decisiones sobre la vida sexual y reproductiva entre las mujeres
rurales sigue dependiendo en muchas ocasiones de los deseos de sus compañeros
según analiza Ivonne Szasz entre jóvenes que se iniciaron a los 14 o 15 años, se
encontró que no deseaban comprometerse en una relación sexual pero lo hicieron
para complacer los deseos del compañero y se confirma una connotación negativa
de la sexualidad que se desliga de la procreación, de ahí que no aceptan el
posponer el primer embarazo. El estudio también habla de un cambio simbólico muy
importante propiciado por la escuela que valdría la pena profundizar: el
reconocimiento del deseo por parte de las muchachas está relacionado con la
obtención de información sobre la reproducción y la planificación familiar que han
obtenido en el ámbito escolar (Szasz, 1995).
El noviazgo es un antecedente común a las relaciones coitales, y la decisión
de iniciarse suele estar instigada por el novio aunque en muchas ocasiones es
negociada y pasa por el consciente deseo de las muchachas. El embarazo temprano
15
suele ser una vía de ascenso en la escala del poder familiar y de acceso a un
“estatus de mujer”. En algunos ambientes se ha encontrado que el embarazo es
una vía de salvación económica y un medio para redimir prácticas sexuales
prematrimoniales (Román, 1996).
La violencia es por desgracia una dimensión presente en las prácticas
sexuales juveniles que había quedado obscurecida en las encuestas y
cuestionarios cerrados.
Se ha documentado sobre todo en ambientes urbanos
al analizar los casos denunciados ante las procuradurías y la reconstrucción de
datos clínicos de consultorios psicológicos, se desmanteló al abuso sexual y la
violación como una de las realidades más sórdidas de la sexualidad, fenómenos
que afectan principalmente a niñas y jovencitas entre los 12 y 17 años de edad, y
que confirman el abuso de poder en las relaciones sociales. Los abusadores
suelen ser adultos padres, padrastros, hermanos mayores, tíos, maestros,
y
personas en su mayoría conocidos de las víctimas, que cuentan con información
privilegiada para aprovecharse de la posición vulnerable de las y los menores
(Saucedo, 1995; González Serratos, 1995).
La educación sexual del país ha estado desvinculada de los procesos de
cortejo y de las realidades sexuales de los jóvenes, en los libros de texto se ha
limitado a información reproductiva y biologicista sin abordar el noviazgo, las
creencias y emociones ante las relaciones sexuales, las visiones de género, el
abuso y hostigamiento sexual, etcétera3.
Además, el acceso a los servicios
anticonceptivos entre jóvenes solteros de ambos sexos ha estado limitándose por
barreras culturales y políticas.
representantes
de
la
jerarquía
Desde el comienzo de las campañas,
eclesiástica
católica
y
algunos
grupos
conservadores de padres de familia, vieron en la Planificación Familiar una lucha
por la hegemonía de las consciencias, y han enfocado acciones
contra las
campañas de comunicación y la educación sexual, logrando detener el avance del
currículum en las escuelas. En los últimos años, la Segunda evangelización de
América comandada desde el vaticano concentra su agenda en la educación
familiar y se opone a la expansión de los derechos sexuales y reproductivos, más
16
recientemente se han intensificado los vínculos con grupos de ultra derecha
norteamericanos, con lo que se han logrado detener el aterrizaje de los derechos
en la legislación nacional. (Rodríguez, 1994; Kane, G. (1999).
En relación con las preguntas de esta investigación, los estudios sobre
salud reproductiva llevaron a considerar la necesidad de asumir la perspectiva de
género en el estudio de las transformaciones del cortejo, y a retomar de los
estudios psico-sociales la idea de considerar las percepciones subjetivas de
hombres y mujeres como base para la segunda pregunta de investigación. La
importancia de profundizar sobre el placer, el estigma y la culpa en las relaciones
eróticas entre jóvenes, así como su relación con el poder y la pasividad, con los
patrones de violencia y el abuso sexual tan cotidianos en los ambientes urbanos y
rurales.
El abordaje de la educación sexual desde una perspectiva de género y
salud reproductiva al poner en evidencia el carácter espinoso y controversial de
la sexualidad, condujo a considerar la importancia de estudiar las regulaciones
morales y las relaciones de poder en la presente investigación.
VIH/SIDA
El VIH/SIDA en México ha presentado tres tipos de tendencia, comenzando
con un crecimiento lento de 1983 a 1986, a uno de tipo exponencial de 1987 a
1990, hasta el actual crecimiento exponencial amortiguado con una tendencia a la
estabilización a partir de 1991. Sin embargo, en áreas rurales la epidemia es más
reciente que la urbana y presenta un crecimiento muy acelerado que no ha llegado
a amortiguarse.
El patrón de transmisión del VIH/SIDA es cada vez más heterosexual y más
rural.
Hasta el 1o de julio de 1996 se habían registrado 27,950 casos,
estimándose como número real 39,939 al corregir la subnotificación y el retraso.
La mayor parte de los casos notificados (87.3%) ocurrió entre los grupos de 20-49
años; un 86% correspondió a hombres, quienes están seis veces más afectados
que las mujeres.
Los grupos juveniles siguen siendo el blanco más importante
de esta enfermedad: el 31.6% de los casos acumulados corresponde al grupo 203
Recientemente, se implementará un nuevo programa que se aprobó en septiembre de 1999, un nuevo
curriculum mucho más amplio en que se supera la visión biologicista y se contextua la educación sexual en el
17
29 años y 37.8% a los de 30-39 años. Aunque la transmisión predominante sigue
siendo homo/bisexual, la transmisión heterosexual muestra una tendencia al
aumento. Entre los jóvenes de 15-29 años, el peso de casos resultantes de
relaciones heterosexuales tiene mayor prevalencia que en otros grupos de edad
(DGE/SSA, 1996).
La ruralización de la enfermedad se ha relacionado con la migración
internacional. Desde 1985 se empieza destacar la presencia de casos entre los
trabajadores agrícolas que habían laborado temporalmente en los Estados Unidos.
. El 17.8% de los casos rurales tienen antecedentes de migración temporal a
EEUU contra el 6.1% de los casos urbanos, y en contraste con el crecimiento
moderado nacional, se observa un crecimiento acelerado. En la frontera con
Estados Unidos ha ganado importancia la transmisión por el uso de drogas
intravenosas, y en la frontera sur la transmisión por relaciones heterosexuales
predomina, tal como en los países centroamericanos (Magis, et al, 1995;
Bronfman et al., 1998).
La transmisión dominante en casos rurales es
heterosexual con 28%, seguida de las prácticas bisexuales con 26% de los casos.
De alguna manera el VIH/SIDA favoreció el acercamiento a las masculinidades
rurales.
Un conjunto de entrevistas a hombres residentes de una comunidad de
Michoacán y la comunidad de destino de los migrantes internacionales de dicho
lugar en California (USA) reporta cambios significativos en las prácticas sexuales
que aumentan la vulnerabilidad al contagio de VIH/SIDA.
Entre los hombres
heterosexuales hay un incremento en el uso del alcohol y drogas, del sexo oral y
anal, así como en el número de parejas sexuales y relaciones ocasionales con otros
hombres. Entre los homosexuales el traslado a los Estados Unidos les permitió
hacer explícita su orientación homosexual y adquirir más conocimientos sobre las
prácticas preventivas al VIH/SIDA, lo cual no necesariamente condujo a
incorporarlas (Bronfman y Minello, 1995).
Un estudio con jóvenes indígenas chinantecos, mixes, zapotecos y mestizos
reporta que los estudiantes de 12 a 19 años del norte de Oaxaca carecen de una
información mínima necesaria para prevenirse del VIH/SIDA, y que los mitos,
creencias y narrativas dominantes son obstáculos para la recepción, comprensión y
marco de la formación democrática; los informantes de este estudio no han participado de estos programas.
18
asimilación de los pocos mensajes preventivos a los que tienen acceso. Es muy
preocupante que un 23% de los encuestados nunca habían oído hablar del SIDA, los
que saben algo lo describen como una enfermedad grave que chupa la sangre, un
virus que tapa el organismo, que es horrible y que no hay medios para prevenirla.
76% no conocen físicamente un condón, el 61% considera que no tiene riesgo de
contraer el VIH/SIDA y cerca de la mitad piensa que también pueden contagiarse a
través de los besos (De Lara, 1999).
Para fines de la presente investigación, de los estudios epidemiológicos y
sociológicos sobre el VIH/SIDA, se tomó en cuenta la diversidad de las prácticas
sexuales que la enfermedad puso al descubierto, así como las visiones
masculinas y las barreras culturales que dificultan el control de la enfermedad.
Abordajes etnográficos y demo-antropológicos
Como parte de la tradición etnográfica diversos estudios han sido un medio
para conocer la intensa y compleja interacción del mundo indígena y ladino, la
comprensión de los efectos de contacto entre culturas, de la migración nacional e
internacional y del llamado mestizaje cultural 4 .
Algunos estudios históricos han
documentado la cosmovisión religiosa que apoyaba la dualidad genérica entre lo
masculino y lo femenino en la tradición mesoamericana, el equilibrio entre la
templanza y la transgresión que normaba el erotismo y el amor entre los mexicas,
así como la separación de estas dos dimensiones como rasgo de la cultura colonial
(López Austin, A. 1996; Quezada, N. 1995); y algunos estudios sobre las
poblaciones actuales dan cuenta de importantes permanencias y transformaciones
en las costumbres de cortejo y vida sexual.
Según se ha documentado en el México rural persiste el patrón patrivirilocal
de residencia 5 , pero después de la Revolución Mexicana viene ocurriendo un
proceso de transición en las costumbres del cortejo, principalmente porque empieza
4
En este trabajo el término de mestizaje cultural se refiere al contacto entre diferentes culturas, aunque no se
niega el cuestionamiento que se ha hecho al término como una construcción elaborada con intereses políticos
en la que se exalta y degrada al indígena, Ver G. Bonfil (1995).
5
Significa que inician su unión viviendo con los padres del esposo durante un periodo de tiempo variable
manteniendo una relación de subordinación y dependencia económica.
19
a predominar la voluntad de los jóvenes sobre la de sus padres, nuevos estilos que
están rompiendo la relación subordinada que caracterizaba estos procesos, aunque
se sigue manteniendo en una posición de desventaja a las mujeres.
Esta
transición se atribuyen a factores tales como la participación de las nuevas
generaciones en el trabajo asalariado no agrícola y al incremento de la escolaridad.
La endogamia sigue siendo también un mecanismo de preservación de las fronteras
étnicas entre las poblaciones indígenas; cuando hay exogamia las mujeres son las
que se casan fuera y “circulan”, patrón que va unido a la transmisión hereditaria de la
tierra con preferencia hacia los hijos varones. En algunas de las comunidades
indígenas, la secuencia típica del matrimonio comienza con un sondeo preliminar
para averiguar sobre la disposición de los padres de la novia, sigue con los rituales
de “pedida de la mano” de la novia por los parientes del novio, luego vienen las
“vueltas” hasta que se obtiene una respuesta positiva, las entregas periódicas de
regalos que forman parte del “pago” o la “dote” (transferencias o recompensa por el
dolor de crecer a la hija) de la novia, la entrada del yerno a la casa de la familia de la
novia par iniciar un periodo de servicio al futuro suegro, las ceremonias que
preceden inmediatamente a la boda, la boda y los banquetes posteriores, el punto
medular es la transferencia de la autoridad que los padres de la novia tienen sobre
ella, a los suegros, con quienes ella va a vivir. El cortejo es un periodo que permite
el acercamiento de los futuros cónyuges previo al matrimonio eclesiástico, toda vez
que el matrimonio civil y religioso son agregados recientes a los rituales conyugales
de algunas zonas más aisladas. Las separaciones y la formación de nuevas uniones
son más comunes en las comunidades donde no es tan frecuente el matrimonio
religioso; así mismo se está transformando el pago de la novia en trabajo o servicio,
a su equivalente en dinero o su eventual desaparición y, finalmente se están
acortando los tiempos rituales, sin que se desritualice, pues el ritual no pierde su
valor ni su importancia.
Se da un aumento de los “robos de la novia” y fugas
concertadas por la pareja ante los altos costos de las ceremonias ligadas a la boda y
también como una estrategia mediante la cual los jóvenes imponen sus deseos
mediante hechos consumados, evitando la intervención de los padres en la selección
de la pareja.
En los cambios recientes parecieran estar actuando dos tendencias
contradictorias: las preferencias individuales y la voluntad de los jóvenes pasan a
20
primer plano con la extensión del noviazgo como una nueva etapa en la vida de las
personas, mientras al mismo tiempo, parecen prevalecer los valores del respeto a los
mayores y a lo colectivo (González, 1995).
La comprensión de los procesos de cortejo exige profundizar en el concepto
de “robo de la novia”, una categoría que es escurridiza, incierta, con frecuencia
tramposa.
Según encuentra la investigadora Eugenia D’Aubeterre, hay un
deslizamiento de los significados implicados en el término "robo" que
prácticas diversas, un rango entre dos extremos:
incluye
el rapto violento y la fuga
concertada,; acciones que progresivamente están designándose como “juntarse”
pero que incluyen muchos matices que conectan manifestaciones de la dominación
de hombres sobre mujeres y de hombres sobre otros más débiles. Se trata de una
práctica fortalecida por la influencia de la cultura mediterránea que llegó con la
colonización y que sigue siendo una estrategia matrimonial en sociedades que
conceden una alta estima a la virginidad y al recato sexual de las mujeres.
El
sistema de intercambios matrimoniales es un campo de negociaciones de poder
donde se juega el honor, el prestigio y las posiciones sociales (D’Aubeterre, 1997).
Fuera de las comunidades propiamente indígenas, los trabajos dirigidos a
comunidades rurales mestizas reportan también innovaciones sociales importantes
en las relaciones generacionales y de género, así como la coexistencia de los
valores y las relaciones de poder tradicionales en cuanto a la sexualidad femenina.
Toda vez que ahora hay mayores expectativas de los padres en cuanto a la
escolaridad
de los hijos
y
reconsideraciones en cuanto a las aportaciones
económicas que esperan de ellos en las diferentes etapas vitales, se están
ampliando las opciones de vida y a la vez, se están rompiendo los patrones de
obediencia que generan una importante
presión por parte de las nuevas
generaciones sobre la organización jerárquica y autoritaria de la familia.
Pero las
expectativas en cuanto a la escolaridad de las mujeres se mantienen bajas y, el
honor de la familia sigue siendo un valor cuidadosamente resguardado y vigilado por
los varones a partir de la lealtad, la restricción sexual de las hijas en cuanto aparece
la menarca y el papel central de la religión en la vida de las mujeres (Levine y Levine
1985).
21
Para comprender estas transformaciones es necesario ubicar también los
factores económicos que están favoreciendo cambios sustanciales en la visión y
condición de las mujeres rurales, se destaca la migración y la incorporación al
trabajo extradoméstico como dos variables relacionadas a los cambios observados
en el cortejo y la nupcialidad en comunidades rurales del occidente mexicano. Gail
Mummert evidencia la riqueza de una metodología demo-antropológica que combina
el análisis de las actas matrimoniales del archivo parroquial, con una encuesta
familiar y una serie de entrevistas a profundidad aplicadas a hombres y mujeres de
diferentes edades.
Los resultados destacan las modificaciones en los patrones de
noviazgo y nupcialidad relacionadas con la incorporación de las mujeres al mercado
de trabajo y los altos índices de emigración predominantemente masculina.
En la
esfera regional los noviazgos se han vuelto mucho más abiertos que los tradicionales
encuentros a escondidas o por medio de cartas que se estilaban en las
generaciones anteriores, al mismo tiempo la emigración reduce el número de
varones "casaderos" y el mercado de trabajo ofrece más oportunidades a las
solteras, por ello la nupcialidad está caracterizada por una creciente exogamia, un
incremento en la edad al primer matrimonio y un significativo celibato definitivo. Hoy
por hoy, hay una nueva presión económica que se dirige hacia las jovencitas,
quienes han desplazado a sus hermanos como esperanza familiar de un sostén
económico, ya que se acepta socialmente que el hijo varón está formando un
patrimonio para fundar un nuevo hogar. Paradójicamente, la construcción de una
casa independiente de los
padres está debilitando la tradición de la residencia
patrilocal y favoreciendo menor injerencia familiar en las nuevas parejas así como un
mayor margen de acción y decisión a las mujeres (Mummert, 1994).
Otro esfuerzo en que se combina una encuesta sociodemográfica con
entrevistas semiestructuradas y en profundidad encuentra que la ampliación de la
infraestructura escolar y el mayor nivel educativo, en especial para las mujeres, ha
llevado a un decremento en las uniones e implicado una normatividad cultural
diferente en el comportamiento preconyugal. Se habla de la emergencia de un
nuevo tipo de relación de noviazgo “de afinidad” en las comunidades rurales del sur
de Morelos, que coexiste con los vínculos tradicionales establecidos sobre la base
de la “utilidad o conformidad”. El intervalo de edad entre los cónyuges es claramente
22
más elevado entre las parejas formadas después de un noviazgo de utilidad o de
conformidad que en el caso de noviazgos de afinidad (4.5 y 3.8 años en promedio
respectivamente). Se observa también un proceso de legalización de las uniones
libres en matrimonios civiles para las parejas con noviazgo de utilidad o de
conformidad, sin embargo, parece ser que la santificación de las mismas permanece
como patrimonio de las parejas donde la relación prematrimonial se origina sobre
una fuerte relación afectiva desde el inicio y se cuenta con la aprobación familiar
(Samuel et. al 1993). Un estudio etnográfico realizado en Boca del Río, Veracruz,
nos muestra ciertas particularidades de la realidad cultural en la región del Golfo. Se
trata de familias que se desbaratan con relativa facilidad, los hombres abandonan
mujer e hijos fácilmente para irse con otra mujer y, ellas o se quedan viviendo con los
padres, se juntan con otro hombre, o bien tienen amantes ocasionales de quienes
obtienen placer sexual y dinero complementario para sacar adelante a su prole. El
trabajo de las mujeres no está visto como una liberación femenina sino como una
estrategia de menor opresión, las sexoservidoras llegan a ganar de 5 a 45 veces
más que las domésticas, meseras o cocineras. Entre las mujeres jóvenes, la
maternidad y la sexualidad son usadas como estrategias contradictorias de
sobrevivencia y resistencia. Huir con el primero que se les atraviese en el camino es
una forma de sobrevivencia mínima, los padres no se molestan demasiado cuando
huyen, porque así tienen una boca menos que mantener. Para casarse, las mujeres
tienen que usar la seducción, se trata de un juego peligroso porque hay que seducir
sin llegar a perder la virginidad, lo que les permitirá negociar mejores condiciones al
interior de la pareja o bien, lograr un embarazo de manera que el hijo las redima y
obligue al novio “a cumplir” (Ponce, 1999).
La violencia física y psicológica es una realidad que se reporta cotidianamente
entre las parejas rurales mexicanas, un problema que se detecta en las
conversaciones informales y sobretodo entre médicos y agentes de salud.
Las
mujeres unidas y las jóvenes solteras son las principales víctimas, se trata de un
fenómeno vinculado al alcoholismo, la violación, la drogadicción y la delincuencia.
Las quejas de golpes por parte de maridos, así como de violación y aún de incesto
por parte de abuelos, padres, padrastros y hermanos son también comunes entre
mujeres jóvenes unidas y solteras (González, S. s.f.).
23
En la búsqueda de información sobre elementos culturales relativos a la
reproducción entre mujeres de dos comunidades rurales de Morelos, como base
para desarrollar modelos alternativos de atención a la salud reproductiva, Castañeda
encuentra un conjunto de creencias y saberes dentro de un marco mágico y
naturalista que explica los procesos de pubertad y reproducción lejos de una
concepción biomédica.
En el universo cognoscitivo de sus informantes la
menstruación es un desecho físico que lo mismo puede relacionarse con la ruptura
del óvulo, como con la idea de desfloración parcial, mítica e involuntaria que hace la
luna "la luna estrena a la mujer por primera vez". Muchas veces la mujer prefiere
casarse joven, entre los 10 y 14 años, para que sea el hombre quien primero la goce
y después la luna. “La regla es como una herida que se abre en la mujer, y la matriz
tiene que desahogarse”.
La interacción de la dualidad hombre-mujer, trasciende a
los seres como sujetos y los sitúa más bien como portadores del germen de la vida.
En relación con la fertilidad, la mujer puede quedar embarazada en los días
posteriores a la menstruación, porque "el cuerpo ya se limpió con la sangre", "una
vez que le bajó su regla, el nido ya está limpio para recibir la semilla del hombre,
entonces se pega bien". Entre las más jóvenes la escuela ha sido un nuevo agente
de información que contraste con las generaciones anteriores, quienes recibieron
información de sus pares, familiares y amigas (Castañeda et. al., 1995).
Más enfocada en la sexualidad en las juventudes rurales, otra investigación más
reciente coordinado por el mismo equipo buscó comprender cómo la sexualidad está
construida socio-culturalmente y en qué circunstancias se llevan a cabo las prácticas
sexuales, para entender mejor cómo promover la prevención del VIH/SIDA. Entre los
principales hallazgos las autoras concluyen que la sexualidad adolescente dentro de
los medios rurales se define entre concepciones tradicionales de género y religiosas,
entre diversos procesos de cambio promovidos por un discurso de modernidad que
poco tiene que ver con las comunidades campesinas del país. Predomina el uso del
albur y de historias pasadas y presentes, mitos, leyendas y silencios que es como un
susurro acerca de lo que no se tiene que hacer, un código normativo y no explicativo.
Entre los muchachos que salen a trabajar viven a menudo su primera experiencia
sexual en la ciudad a la cual fueron a trabajar y allá aprenden costumbres distintas a
las tradicionales, que proponen todo un ritual de acercamiento a la mujer que será la
24
novia.
Hay también un cierto estigma hacia las muchachas que salen o migran y
una influencia importante de los medios de comunicación, induciendo a modas y
comportamientos sexuales que los conduce a prácticas de riesgo en detrimento de
ciertas posibilidades de prevención. El inicio de los jóvenes con prostitutas es otra
práctica frecuente. La escuela es el principal lugar donde se inicia el acercamiento
entre hombres y mujeres. Se dan noviazgos, enamoramientos, mensajes con las
miradas y sonrisas, todas, como una transgresión a las reglas que impone la
comunidad. Los encuentros entre los novios son restringidos por los padres, a veces
se les permite abrazarse y besarse, aunque los lugares y horarios son estrictos y
diferenciados para hombres y mujeres, siendo más permisibles en el primer caso.
Aunque no están permitidas las relaciones sexuales durante el noviazgo, casi todos
los novios llegan a las caricias y más porque están enamoradas, por experimentar
cosas nueva o porque pueden estar aburridas en su casa. En general, romper una
regla que es la base de la reproducción familiar y cultural de la comunidad conlleva
especialmente a la mujer a decidir un camino diferente para su vida (Castañeda et al
1996).
Los estudios antropológicos más recientes dieron pautas sustanciales para el
desarrollo de la presente investigación, toda vez que han permitido enmarcar el
cortejo y la sexualidad dentro de los procesos culturales, y se han dirigido mas
directamente hacia las comunidades indígenas y rurales. Con base en los hallazgos
revisados, en el presente estudio sobre las transformaciones no se perdió de vista la
búsqueda de permanencias culturales en los procesos del cortejo y la sexualidad, la
articulación de las regulaciones sexuales con el patrón patrivirilocal de residencia tan
extendido en comunidades rurales e indígenas del país, así como el deslizamiento
de los significados implicados en el “robo de la novia” y su relación con el prestigio
social. Base de las hipótesis sobre las transformaciones sexuales del cortejo fueron
los hallazgos previos sobre el rompimiento de los patrones de obediencia familiar, la
creciente importancia de la “afinidad” en las uniones, la exposición a medios
electrónicos de comunicación y la mayor libertad de elección entre campesinos y
campesinas actuales, así como los cambios en el margen de decisión de las mujeres
que llevó a considerar las relaciones laborales, la emigración y la inserción del
mercado laboral por género.
Otros factores como la pobreza, la violencia y el
25
alcoholismo que han sido relacionados con la vida sexual y reproductiva en los
estudios revisados, llevó a considerar estos temas al preguntarnos sobre las
representaciones ligadas a la salud sexual y reproductiva.
En síntesis, los estudios revisados han permitido principalmente tener un mapa
indirecto de los comportamientos sexuales en las comunidades rurales a partir de los
estudios socio-demográficos, más encaminados al comportamiento reproductivo. De
manera muy importante los estudios sobre la migración y la participación
diferenciada de hombres y mujeres en el trabajo y su influencia en los procesos de
cortejo y nupcialidad nos llevó a considerarlos de manera nuclear desde el arranque
del estudio, aunque ahora van enfocados a las transformaciones sexuales. De los
trabajos sobre salud reproductiva retomamos la importancia del abordaje desde la
perspectiva de género y la subjetividad como una dimensión sustancial de la
sexualidad, si bien estos trabajos casi no se han orientado a estudios de las
realidades rurales. Lo mismo ocurre con los estudios sobre el VIH/SIDA, los trabajos
realizados confirman que también en el campo hay una gran diversidad de
comportamientos sexuales y que las migraciones a la ciudad y sobretodo hacia los
Estados Unidos han tenido un impacto importante en las prácticas de riesgo, sin
embargo falta mucho por averiguar qué pasa entre los grupos juveniles, y no hay
nada sobre los procesos de iniciación sexual, noviazgo y cortejo.
Los estudios
antropológicos sobre matrimonio, cortejo y “robo de la novia” nos han dado pautas
sustantivas para considerar las estructuras de parentesco como pautas reguladoras
del cortejo y la nupcialidad , así como la importancia de las transformaciones en las
relaciones de autoridad familiar y la presencia tan generalizada de la violencia en la
vida conyugal.
Tal como se revisa en este capítulo, sólo excepcionalmente los
estudios actuales se han dirigido hacia los comportamientos y regulaciones de la
sexualidad,
un par de estudios realizados en los últimos años han relevado la
combinación ideas tradicionales y científicas en las explicaciones sobre el cuerpo y la
importancia de los medios de comunicación en la sexualidad.
A diferencia de los estudios antecedentes revisados en este capítulo, en esta
investigación se buscó abordar directamente los comportamientos y regulaciones
sexuales, se analizó su vinculación con la migración, la escuela y los medios
electrónicos de comunicación, abarcando una visión holística que tomara en cuenta
26
las pautas del parentesco, del trabajo y las relaciones de poder entre los sexos, las
cosmovisiones tradicionales y científicas respecto a la vida sexual, y la subjetividad.
A través del acercamiento etnográfico a hombres y mujeres de tres familias, se
buscó contrastar las visiones de género y de las diferentes generaciones.
27
CAPITULO II.
El método o cómo fuimos armando el rompecabezas de la sexualidad.
El interés por conocer las transformaciones de la sexualidad entre los jóvenes
de comunidades rurales que han recibido la influencia de múltiples contactos
culturales y no tanto de grupos étnicos más aislados, de campesinos y campesinas
que además presentan altos índices de problemas de salud ligados a la vida sexual y
reproductiva,
nos llevó a seleccionar este pueblo de 1,050 habitantes –al que
llamaremos Iguanillas-, dedicados a la producción de caña de azúcar, situado al
Sudoeste de Puebla en el Municipio de Chietla 6 .
La investigadora principal y un investigador asociado realizamos un trabajo
etnográfico consistente en observación participante, grupos de discusión de jóvenes
y entrevistas individuales que se cubrieron en 28 visitas de campo de 2-3 días cada
una, realizadas durante un año y medio de trabajo, del 1o de noviembre de 1995 al
15 de junio de 1997. El equipo de dos investigadores de diferente sexo se conformó
para considerar los patrones culturales de género, construidos tan diferencialmente
en las áreas rurales, y así tener una interlocución igualmente intensa con las mujeres
y los hombres del lugar.
En este estudio, se ubica al sujeto como unidad de descripción y como
agente de transformación, se busca el punto de vista del actor, según la revisión
que de este enfoque metodológico hace Menéndez (1997).
La aproximación
revalida al actor y/o sujeto como unidad de descripción y de análisis, pero también
como agente transformador. Ello implica asumir que respecto de la estructura
social y de significado existe potencialmente una diversidad de actores colocados
en diferentes “lugares” de la estructura social. Dichos actores sociales pueden
tener representaciones colectivas y prácticas similares, pero también saberes
diferenciales, conflictivos y hasta antagónicos. Recuperar la perspectiva del actor
supone hacer evidente la diferencia, la desigualdad y la transaccionalidad que
caracterizan a nuestras sociedades.
6
se recuerda al lector que para respetar la confidencialidad de los informantes se cambio el nombre de la
comunidad estudiada y de los informantes, pero se mantienen los datos sobre el municipio y la región.
28
Desde la perspectiva del actor la sexualidad es también un espacio de
poder, un objeto de conflicto y de negociación, algo que la sociedad produce. La
sexualidad es el resultado de prácticas que dan significado a las actividades
humanas;
es
el
producto
de
definiciones
sociales
y autodefiniciones, de conflictos entre quienes tienen poder para definir y regular y
de quienes se resisten.
Desde esta perspectiva, los relatos y observaciones de
los hombres y las mujeres jóvenes se analizan como la perspectiva de actores con
necesidades, expectativas y decisiones propias en cuanto a su vida sexual, las
cuales se expresan sobre todo a través de las relaciones construidas entre ellos.
Se busca la diferencia, la desigualdad y la transaccionalidad entre hombres y
mujeres de tres familias, considerando el dominio de género y el dominio
generacional como ejes en los que se sustentan las prácticas de poder.
Quien investiga es también un actor colocado en la estructura social cuya
perspectiva condiciona el método y el punto de vista de interpretación de los
hallazgos.
El punto de vista del investigador, su subjetividad y características
personales deben tomarse en cuenta en un estudio que parte de la construcción
social de la sexualidad, su género, su edad y su sexualidad, su manejo de
sentimientos, las emociones y las ideas, así como su relación con los informantes se
tornan sustanciales (Warren, 1988).
Como sujeto ubicado, el investigador observa desde un ángulo particular el
fenómeno de estudio.
De acuerdo con Renato Rosaldo las lentes etnográficas
distorsionan a los sujetos humanos; esta distorsión y el prejuicio derivan de los
juicios de la subjetividad: del interés pasional, del compromiso ético y del
conocimiento previo (Rosaldo, 1989).
Devereux por su lado dirá que las
perturbaciones creadas por la existencia de las actividades del observador
debidamente aprovechadas, son las piedras angulares de una verdadera ciencia del
comportamiento. La transferencia es el conjunto de reacciones características para
con una persona emocionalmente significante, que tiende a reaccionar -a veces en
forma de compulsión a la repetición- frente al analista (en este caso frente al
investigador), como si fuese aquella persona. La contratransferencia es la suma
total de aquellas distorsiones de la percepción que el analista (en este caso el
29
investigador) tiene de su paciente (en este caso su informante), y la reacción ante él
que le hace responder como si fuera una imagen temprana y obrar en la situación en
función de sus necesidades inconscientes, deseos y fantasías, por lo general
infantiles.
La transferencia y la contratransferencia tienen fuentes y estructuras
idénticas (Devereux, 1996).
Con base en estos planteamientos se hace necesaria la explicitación de las
principales determinantes de la subjetividad de la investigadora.
Respecto de este
estudio, pueden señalarse:
1) El acercamiento es desde el presente y hacia el pasado, de la ciudad al
campo y, de lo conocido a lo desconocido. Como dijera Levy-Strauss en un sentido
etnológico: “Se pretende definir el destino del hombre mas bien en función de un
pasado transfigurado por la nostalgia del orden antiguo, que no por un porvenir
imposible de precisar”. ¿Hasta dónde el estudio de las transformaciones del cortejo
es una búsqueda de aquella realidad tan lejana y extraña que ocurre en el medio
rural mexicano y mestizo?; ¿qué tanta parte del investigador constituye una
expresión nostálgica de un fenómeno que parece desvanecerse junto con el
pasado?; ¿cuánto es un enfrentamiento a la ideología del mestizaje que orienta las
aspiraciones del progreso, desarrollo y modernización? (Bonfil G., 1995).
2) El interés afectivo y ético de la investigadora se encuentra motivado por su
experiencia en encuentros previos con jóvenes campesinas y campesinos.
Las
condiciones de precariedad, las pocas opciones de vida en esas comunidades
rurales golpean.
Probablemente estos sentimientos están vinculados con las
condiciones de madre de adolescentes.
Quien realiza este estudio se enfrenta
diariamente en casa a las difíciles decisiones vocacionales de los hijos ante un futuro
poco alentador y en plena expresión de una sexualidad rampante. ¿Hasta dónde los
informantes de la comunidad reaccionan (por transferencia) frente a una imagen
materna más que a la de una investigadora?; ¿hasta dónde la posición de quien
llega a observar y a investigar la comunidad puede estar dirigiéndose indirectamente
(por contratransferencia) a sus hijos? (Devereux, 1996).
En cuanto al compromiso ético hay que considerar la lealtad a la institución
que apoyó el estudio –en este caso, The Population Council, una organización
30
privada norteamericana sin fines de lucro, que en diversos países del mundo realiza
investigación y ofrece asistencia técnica a programas relacionados con el género y la
salud, los derechos sexuales y reproductivos, y el crecimiento de la población. La
institución enmarcó esta investigación dentro del campo y los intereses del programa
de Género, Familia y Salud Reproductiva, en el que se desarrolla investigación para
generar alternativas operativas para hacer más eficientes los programas de salud
sexual y reproductiva en el país.
La responsabilidad de la investigación fue asumida por la investigadora
principal, quien diseñó el proyecto y después invitó a otro investigador a colaborar
principalmente en el trabajo de campo y las codificaciones iniciales. No se trataba
del esposo que acude a acompañar a la antropóloga, como se relata en tantas
etnografías, sino de un investigador que es médico y antropólogo social y que se ha
dedicado al estudio de las masculinidades. Lo que llevó a conformar este equipo
mixto fue el interés por acercarnos al mundo masculino –además de al femenino-, y
presumir que habría percepciones muy diferentes de parte de los hombres y de las
mujeres, y que se lograría un mayor acercamiento en las entrevistas realizadas por
un investigador e informante del mismo sexo.
3) En cuanto al conocimiento previo, esta aproximación parte de una larga
experiencia de la investigadora principal en los servicios de educación sexual y en la
investigación sobre sexualidad de jóvenes urbanos desde la perspectiva de la
psicología educativa.
En la visión de la investigadora hay un desplazamiento de la
psicología educativa hacia la lógica antropológica y los modos del acercamiento
etnográfico, desde un interés enfocado en los servicios de educación sexual hacia un
abordaje del contexto cultural que la incluye y rebasa; los resultados del estudio
seguramente reflejan ese proceso de transición.
4) El interés operativo condujo la investigación hacia la comprensión de los
fenómenos observados, como base para el desarrollo de líneas de abordaje y
estrategias para los programas operativos.
El relato de esta investigación se dirige
a dos audiencias principales: el gremio académico de los antropólogos e
investigadores sociales del campo de la sexualidad y la salud reproductiva por un
31
lado; así como a los profesionales, técnicos y tomadores de decisión que están al
frente de programas operativos institucionales del sector educativo y de la salud.
La selección de informantes clave, se buscó entre hombres y mujeres jóvenes
y adultos de tres familias de ejidatarios productores de caña y con migrantes entre
sus miembros, además se entrevistaron a algunos de los jóvenes amigos que los
frecuentaban. También se tuvo contacto con las tres maestras de la Telesecundaria,
con el grupo de jóvenes del 3er año y la Asociación de Padres de familia, así como
con el representante local de la Presidencia Municipal y con el cura responsable de
la comunidad.
Los criterios de selección de las familias fueron los siguientes.
1) Originarias de la comunidad
2) Con padre (o abuelo) ejidatario (o hijos de ejidatarios dependientes o sucesores
de la parcela del padre) que trabaja personalmente la zafra además de ocuparse de
las actividades agrícolas de su parcela.
3) Con miembros representantes de los dos sexos y de dos o tres cortes
generacionales: abuelas y abuelos, madres y padres, así como nietas y nietos
jóvenes solteras/os mayores de 12 años.
4) Conformadas por hombres y mujeres con historias de migración a otras ciudades
del país y a los Estados Unidos.
Encontramos así a las familias Torres, Herrera y Canales * . La primera
generación de abuelos y abuelas nacieron en los 30’s y 40’s, en plena
consolidación
del movimiento revolucionario, cuando el General Cárdenas
distribuyó las últimas tierras del municipio y luego de la delimitación de los ejidos
de la zona de Atencingo, el pueblo entonces quedó conformado por un ejido
dedicado al cultivo colectivo de la caña y regido por una sociedad cooperativa que
vende su producción al ingenio.
Esta generación es también beneficiaria de las
primeras escuelas rurales, a las cuales asistieron más hombres que mujeres.
Sus hijos nacieron en los 60’s cuando hubo un renovado control de los ejidos por
parte del Estado, proceso que desencadenó una división de fracciones entre los
ejidatarios productores de caña además de conflictos que no favorecieron la
32
estabilidad política ni económica en la región.
Algunos de esta segunda
generación son quienes por primera vez asistieron a las escuelas secundarias de
pueblos aledaños –principalmente los varones-, y también es la que empieza a
migrar hacia los Estados Unidos en la década de los 80.
Desde entonces,
jóvenes varones de 16 años y más abrieron el contacto
con ciudades y
poblaciones de California principalmente (otros con Arizona y Nueva York), e
iniciaron un intercambio económico y cultural que ha trasformado en todos los
ámbitos la vida cotidiana y el imaginario de los pobladores. Los jóvenes de ahora
son los nacidos en los 70’s y 80’s, casi un 50% de ellos y ellas asistieron o están
asistiendo a la Escuela Secundaria de Chietla, y la mayoría a la Telesecundaria
local, fundada hace quince años. Han crecido además con parientes que van y
vienen “al otro lado” y son los primeros receptores de los programas y comerciales
de la Televisión, medio que se generalizó en el pueblo hace 20 años, junto con la
llegada de la electricidad.
Las actividades realizadas durante el estudio fueron las siguientes:
• Investigación
documental
sobre
antecedentes
regionales,
datos
socio-
demográficos nacionales, así como de salud sexual y reproductiva en la zona.
• Estudio y revisión de conceptos teóricos
• Elaboración de matriz de datos
• Elaboración de guía para las entrevistas individuales
• Preguntas y ejercicios para conversaciones con el grupo de jóvenes
• Selección de familias e informantes
• Conversaciones informales con jóvenes
• Elaboración de diario de campo durante las 27 visitas
• Reuniones con maestras, estudiantes y asociación de padres.
• 19 entrevistas individuales dirigidas, grabadas y transcritas
*
los apellidos de los informantes también han sido sustituidos.
33
La matriz de datos se organizó con base en los tres ejes que delimitan las
preguntas de investigación y los objetivos del proyecto: las regulaciones sociales,
la subjetividad y la salud sexual y reproductiva. Esta matriz fue puliéndose con el
avance del trabajo. Algunas categorías relacionadas con el control cultural, las
regulaciones sociales, las emociones ligadas al cortejo, la distancia, el poder y la
toma de decisiones se pudieron precisar con base en la codificación de las
transcripciones de las primeras entrevistas, pues no habíamos percibido su
importancia en la vida sexual de los informantes, ni teníamos la claridad
conceptual para articularlas al concebir el proyecto.
MATRIZ DE DATOS BÁSICOS
LAS REGULACIONES
SOCIALES
LAS SIGNIFICACIONES
LA SALUD SEXUAL Y
SUBJETIVAS
Cortejo:
Distancia
Edad
corporales
y
REPRODUCTIVA
contactos Conocimientos y creencias
ante la sexualidad
Inicio
Duración
Poder y emociones en el Conocimientos, creencias y
Número de novios
cortejo
comportamientos de control
Fases del cortejo
Modos de comunicación
de la fecundidad
Toma de decisiones
Sentidos ante maternidad/
Las regulaciones sociales
paternidad y número de
hijos
Control cultural, resistencia y Contrastes
apropiación
abuelos/as,
entre
Conocimientos y creencias
padres/madres e hijos ante
Selección de mensajes en los solteros/as
anticonceptivos
VIH/SIDA.
medios
Cortejo y migración
34
y
A excepción de un par de ocasiones, los investigadores acudimos juntos a
las visitas de campo. El diario se escribía conjuntamente cada noche en las visitas a
la comunidad.
La introducción a la comunidad no fue difícil. Contábamos con el contacto de
un par de promotoras de salud con quienes habíamos trabajado anteriormente un
programa de Saneamiento Ambiental y Salud Reproductiva. Aunque habían pasado
mas de dos años desde el último contacto, Valentina nos reconoció desde la primera
vez y nos mostró una fotografía que tenía colgada en su casa, en la que estábamos
con ellas.
Su suegro, Don Fabián Torres, nos ofreció desde esa primera visita su
casa para quedarnos todas las veces que quisiéramos, en su casa dormimos
siempre. Como tiene once hijos, nueve de los cuales viven en los Estados Unidos, le
sobran varios cuartos. Ya solamente vivían con él Elena su esposa, su hijo menor
Inocencio, de 16 años, su nuera Valentina y sus dos nietos, los miembros de la
familia Torres fueron informantes sustanciales para el estudio.
Nuestra llegada se dio el 1o de noviembre de 1995, día de los santos difuntos.
Habíamos elegido un día ceremonial con objeto de encontrarlos desocupados y ser
mejor recibidos en un día que llegan muchos de sus familiares a visitarlos.
Les
indicamos que queríamos trabajar con los jóvenes, para desarrollar un programa
educativo integral y que necesitábamos conversar también con los padres de familia
y abuelos para comprender los cambios en las costumbres de la comunidad.
Explicamos que nuestra intención era diseñar un programa educativo acorde a las
necesidades de los jóvenes campesinos del lugar.
Fue así que empezamos a
reclutar jóvenes en conversaciones informales. Ese día nos enteramos que Mariana
Herrera, otra de las promotoras conocidas que es además la rezadora del pueblo,
había regresado al pueblo. Ella y Mario su marido se habían ido a los Angeles a vivir
con sus hijos (que están allá desde hace 9 años).
En su casa sólo quedaba
Esperanza de 15 años, quien fue el punto de partida para ir conociendo y
convocando a otros jóvenes de la comunidad. Los primeros contactos terminaron
siendo nuestros principales informantes, además fueron quienes amablemente nos
presentaron con otros jóvenes, con las otras familias, con la directora y maestras de
la escuela, con el auxiliar del presidente municipal, el cura y demás. Durante las
35
primeras visitas nuestras preguntas eran muy abiertas, nos dirigimos al primer eje de
la matriz de investigación, es decir hacia la caracterización del cortejo, las
regulaciones sociales y los agentes de control cultural. Nos interesaba partir de un
contexto socio-cultural amplio. Por principio había que comprender las condiciones
de vida, las transformaciones generales del cortejo en las últimas décadas, la
distribución del trabajo por sexo y edad, la vida de los jóvenes en general, sus
experiencias escolares, su participación en los rituales y fiestas importantes, el
consumo de música, radio y programas televisados, sus ideas sobre la migración.
En las conversaciones con jóvenes nos acercamos al tercer eje de la salud
reproductiva, sus conocimientos, creencias, necesidades de información. Poco a
poco, fuimos acercándonos y preguntando en reuniones informales sobre el cortejo,
la sexualidad y el noviazgo, hasta llegar a invitarlos a entrevistas individuales.
Después de tres meses de visitar la comunidad y de sostener constantes
conversaciones informales seleccionamos a tres familias en que existieran hombres
y mujeres de tres generaciones y con experiencias de migración. En cada ocasión,
visitábamos las tres casas, compartíamos sus labores cotidianas y realizábamos
observación participante.
Para las entrevistas individuales se aplicó un cuestionario
dirigido hacia las transformaciones subjetivas en la sexualidad y en el cortejo,
siguiendo el segundo eje de la matriz construida. Comenzamos con las mujeres de
la generación intermedia y luego con los varones de ese mismo bloque, tal vez por
sentirnos mas identificados por su edad y etapa de vida. Después continuamos con
ese bloque, con las abuelas y abuelos y finalmente entrevistamos a los y las más
jóvenes. El coinvestigador entrevistaba a los hombres y la investigadora principal a
las mujeres, en una sola ocasión la investigadora entrevisto a un varón, se trata de
Inocencio el joven de la casa en que vivíamos, consideramos que ya había suficiente
confianza por el trato tan cotidiano y tal vez podría compartir sus experiencias con
una investigadora mujer. No empezamos a entrevistar en forma individual a los
jóvenes sino hasta después de 7 meses de
tratarlos, mientras tanto íbamos
avanzando con la observación participante, conversaciones informales con los
jóvenes y las entrevistas a los adultos. La guía de la entrevista constaba de 14
puntos, a partir de los cuales íbamos profundizando.
36
GUÍA DE ENTREVISTA INDIVIDUAL
1) Ficha personal.
Edad, lugar de nacimiento,
escolaridad, ubicación en la familia
2) ¿Cuáles son los cambios que has percibido en el
pueblo en los últimos diez años?
3) ¿Cuáles son los principales cambios en las
costumbres?
4) ¿Cómo se formaban las parejas en la época en que
tus padres eran jóvenes? ¿Sabes cómo se formó la
pareja de ellos?
5) ¿Cómo se forman actualmente las parejas? ¿Cómo
es ahora el noviazgo?
6) ¿Cuándo tuviste tu primer novio? ¿En dónde lo
conociste? ¿Qué edad tenías? ¿Qué otros novios has
tenido?
7) ¿Cómo se fue dando la relación? ¿En dónde y a
qué horas se veían? ¿Había problemas para verse?
¿Quiénes los cuidaban o vigilaban?
8)
¿Cómo se daba el acercamiento corporal?
¿Cuándo se besaron por primera vez? ¿Cuándo y en
qué circunstancias comenzaron a tener relaciones
sexuales?
9) ¿Cómo se han vivido las experiencias sexuales?
10) ¿Se usaron medidas preventivas? ¿Cuáles?
A LOS UNIDOS:
11) ¿Cómo fue que decidieron irse o casarse?
12) ¿Quién tomó la decisión y cómo?
13) ¿Cómo se ha vivido la sexualidad en la vida conyugal?
14) ¿Qué opina de los noviazgos en las nuevas
generaciones?
37
Con base en la matriz inicial de datos y las preguntas de la investigación
iniciamos la codificación del diario de campo después de cinco meses de trabajo.
Desde marzo de 1996 hasta el mes de marzo de 1998 se realizaron los procesos
de codificación, análisis y elaboración de categorías, la interpretación de los datos
se concluyó cuatro años después de iniciar el trabajo de campo.
Para el análisis de datos se realizaron las siguientes actividades:
• Construcción de categorías para el análisis
• Revisión de nuevos conceptos teóricos, re-elaboración de matriz de datos y
construcción de categorías finales
• Elaboración de cuadros de vaciado (separados por familia y por sexo).
• Integración y constrastación de la mirada de abuelos/abuelas, madres/padres, e
hijos/hijas.
• Integración y contrastación de la mirada de las mujeres y la mirada de los
hombres en cada familia
• Redacción final
El tipo de análisis realizado consistió en dividir por códigos los conceptos
incluidos en las preguntas y objetivos del proyecto, e ir agregando códigos a partir
del diario de campo y de las entrevistas grabadas y transcritas. Después se
elaboraron categorías al agrupar lógicamente los códigos, ordenarlos y vaciarlos
en cuadros de análisis, donde se contrastaron dentro de cada una de las tres
familias los datos (combinando y distinguiendo las fuentes de información, ya
fuera del diario de campo o de la de las entrevistas). Los datos de los informantes
se trabajaron primero en cuadros separados para cada una de las familias
seleccionadas, lo que nos permitió primero contrastar abuelas/madres/hijas por
un lado, y abuelos/padres/hijos por el otro.
38
CUADRO DE ANALISIS
DIARIO DE
Familia:______________
ABUELA/O MADRE/
CAMPO
HIJA/HIJO
PADRE
1, 2 ETC
4
4
Categoría:____________
Sexo: _______________
Interpretación
y páginas de
ubicación
4
Después de la codificación y elaboración de categorías por género dentro de
cada familia, se realizó la contrastación de los datos de mujeres y hombres por
separado en cada familia, con objeto de resaltar el peso de las diferencias
generacionales.
Después se hizo un segundo análisis contrastando los datos por
género, todavía dentro de cada familia. Una vez realizados estos dos pasos de
interpretación y teniendo conclusiones de cada una de las familias, se contrataron
los hallazgos entre las tres familias.
Cada investigador codificó y realizó el primer
análisis de los sujetos de su mismo sexo y de las tres familias.
La investigadora
principal realizó el contraste entre las familias y la articulación de las conclusiones.
Toda la información fue transcrita en procesador de palabras, y ordenada en
archivos por familia y sexo, los códigos fueron señalándose en una columna a la
derecha del diario y de las transcripciones de las entrevistas grupales e individuales.
Después, manualmente se elaboraron cuadros de vaciado, uno por cada categoría
(por dos, separando mujeres y hombres), distinguiendo grupos de edad, dentro de
cada una de las tres familias.
Para la codificación fue útil tomar como instrumento los procedimientos de
la teoría fundamentada construidos por Glaser y Strauss (Glaser y Strauss, 1967;
Strauss y Corbin, 1990).
De su metodología propuesta sólo tomamos los
procedimientos de codificación porque permiten abrir muchos códigos inductiva y
39
deductivamente a partir de los datos “brutos” obtenidos del trabajo de campo.
También se consideraron los procedimientos de codificación axial para relacionar
códigos en subcategorías y categorías principales a través de procesos inductivos
y deductivos. No se consideraron otras fases de su método, particularmente las
posteriores que buscan contrastar los códigos con los datos para validar la
interpretación, porque esa aproximación considera que los datos no tienen
elementos interpretativos. 7 .
Por el contrario, al tomar el enfoque de la
construcción social de la sexualidad, y como se describe más adelante en este
capítulo, se asume que los códigos y categorías construidas responden a nuestras
preguntas e hipótesis de trabajo y aún a la subjetividad de los investigadores, y
fueron enriqueciéndose a partir de los diálogos con los informantes del lugar y con
las revisiones teóricas realizadas durante el proceso.
El
procedimiento
de
codificación
consistió
en
ir
seleccionando
observaciones, frases, párrafos e ideas, para darles un nombre a partir de su
examen detallado (ejemplo: miedo, imposición), compararlos y preguntarse ¿qué
representan?.
Una vez que se construyó un conjunto de códigos, se fueron
agrupando en sub-categorías y categorías más amplias (tales como emociones,
relaciones de poder) con lo cual se integraron bloques de información y cobraron
sentido los códigos que se abrieron inicialmente.
Después de las primeras
codificaciones, se hicieron correcciones y ampliaciones a la matriz inicial, lo cual
permitió elaborar hojas de vaciado para cada una de las categorías, y contar con
cuadros separados que agrupan: los datos del trabajo de campo y los párrafos de
las transcripciones de los informantes referentes a cada categoría, separados por
familia y sexo.
El método etnográfico mostró ser una excelente vía para acercarse a las
percepciones masculinas y femeninas de la vida sexual de los jóvenes rurales, ya
que permitió compartir la vida cotidiana de las familias locales, un abordaje
holístico de la situación del cortejo en su contexto y abrir una base de confianza
7
Esa visión responde a una concepción positivista de la realidad, como si la realidad es algo que está afuera y
el investigador sólo tiene que alcanzarla. Dentro de la teoría fundamentada está claro que codificar y analizar
es interpretar, pero no se considera válida esta interpretación hasta no ser confrontada con “los datos”, como
si los datos no fueran una construcción resultante de ciertos procesos interpretativos del investigador.
40
duradera entre los y las jóvenes.
Fue hasta después de ocho meses de visitar
consistentemente la comunidad, que los investigadores recibieron un voto de
confianza que les permitió enterarse de las más importantes transformaciones
sexuales y de los nuevos ensayos sexuales que experimentan las generaciones
actuales.
El trabajo etnográfico en su variación de visitas continuas (de tres días cada
diez días) es una opción útil y sobre todo viable que permite una cercanía con los
informantes y un seguimiento de trayectorias duraderas (año y medio en el caso
estudiado) por parte de los investigadores.
En múltiples ocasiones los
antropólogos no están en condiciones materiales para irse a vivir a la comunidad
de estudio y poder abandonar a sus familiares por un periodo tan largo, lo cual es
una de las principales barreras en la actualidad para la realización de un trabajo
de campo más profundo. Suelen realizarse visitas cortas salteadas y con poco
seguimiento; definitivamente esta alternativa de visitas cortas y continuas es
realmente un camino para superar esa limitación.
La combinación de una investigadora mujer y un investigador del sexo
masculino enriqueció el trabajo etnográfico y permitió un contacto más cercano
con mujeres y varones, así como una mayor profundización a la realidad cultural
desde las perspectivas masculinas y femeninas. La contrastación de dos formas
tan distantes de darle sentido a las experiencias de la vida sexual en la comunidad
se combinaron con las perspectivas de género y las trayectorias de los
investigadores, con lo cual el diario de campo y el análisis se complicaron, pero el
producto se enriqueció.
La triangulación de fuentes de información en este estudio permitió una
visión más totalizante del cortejo y la sexualidad, así como una comprensión más
densa de los fenómenos estudiados. Combinar los datos cualitativos del diario de
campo, con las transcripciones y códigos de las entrevistas individuales, así como
con las descripciones de las reuniones con jóvenes y con otros agentes
comunitarios, hizo posible una construcción de los datos desde varios ángulos.
La codificación de los datos de acuerdo con la teoría fundamentada (Glaser
y Strauss, 1967; Strauss y Corbin, 1990) favoreció un proceso muy sistemático de
41
ordenamiento de la información y una construcción e interpretación de los datos
muy cercana a los testimonios.
La combinación de códigos inductivos y
categorías teóricas permitió ampliar los ángulos de lectura de los hallazgos. Así
mismo, contrastar dentro de cada sexo los cambios generacionales y después
realizar los contrastes de género al interior de cada familia permitió que los datos,
en ciertos momentos “hablaran por sí mismos”.
Limitaciones del estudio
Las limitaciones de este estudio son muchas, no están cubiertas todas las
categorías de análisis con las perspectivas de todos los informantes, en algunas –
las menos- contamos con perspectivas individuales que no necesariamente
reflejan concepciones colectivas.
En términos del estudio de la subjetividad este
estudio sólo aborda los procesos emocionales reflexivos de los informantes, se
trata de un análisis más antropológico que permite relacionar las creencias con los
sentimientos y las relaciones de poder, pero que deja fuera
los procesos
psicológicos inconscientes y su articulación con la esfera socio-cultural. No es que
se desconozca la importancia sustancial de los sueños, de las fantasías, de los
olvidos, los actos fallidos y demás vías hacia el mundo inconsciente, sino que esta
dimensión rebasa los objetivos de este estudio, más encaminados a las
transformaciones del comportamiento sexual y los procesos reflexivos en torno al
cortejo. En todo caso, el abordaje sobre los procesos inconscientes requeriría una
metodología diferente que profundizara en las biografías individuales y permitiera
una relación clínica con los informantes en que se articularan las propias
interpretaciones psicológicas de los sujetos investigados, es decir ir más allá de
las ideas, conocimientos y creencias vinculadas a los sentimientos y las relaciones
de poder, aspectos a las cuales sí pudimos acceder en las conversaciones.
Este trabajo es una primera aproximación a la sexualidad en los procesos
de cortejo; un seguimiento de varios años sería realmente necesario para tener
conclusiones sobre las trayectorias a mediano y largo plazo de los y las jóvenes
informantes.
42
Otra de las principales dificultades del estudio, fue hacer hablar a algunos
informantes sobre el noviazgo y la sexualidad, definitivamente hay personas que
no quieren hablar de ello y menos con precisión. El tiempo fue un aliado en este
caso, después de ocho meses de visitas continuas, hubo muestras de confianza y
surgieron confesiones muy personales que ni siquiera esperábamos, sobretodo
cuando no estaba la grabadora encendida. Las personalidades son determinantes
al respecto, hay quienes gozan al hablar de los sentimientos y quienes nunca
pueden darles nombre. El sexo es otra determinante, la mayoría de las mujeres
son más explícitas al hablar de sus prácticas sexuales, en cambio los hombres se
expresan parcamente y con mucha dificultad, sobretodo cuando se refieren a sus
novias o esposas.
Hablar sobre los valores religiosos y su relación con la
sexualidad fue también muy difícil, aún entre los más jóvenes, y de ambos sexos.
De hecho no contamos con la perspectiva de todos nuestros informantes al
respecto.
Aunque hubo un esfuerzo por incorporar las estadísticas demográficas y de
la salud sexual y reproductiva del estado, el municipio y la comunidad estudiada,
falta completar información epidemiológica, estadísticas vitales y datos de
nupcialidad locales que seguramente darían una ubicación más completa al
fenómeno del cortejo y la sexualidad.
Queda una buena cantidad de información por analizar en el diario de
campo, en las entrevistas de jóvenes y adultos, categorías completas que están
codificadas pero aún no analizadas.
En cuanto al estudios de los medios, más que conocer los efectos de la
música y los medios en el cortejo y en la vida sexual de los jóvenes, esta
investigación fue una exploración que permitió señalar nuevas líneas de
investigación y sobre todo precisar hipótesis a cerca de su influencia, pues
definitivamente el tema requiere una investigación específica que tomaría un par
de años más.
Otra limitación del trabajo se relaciona con los conceptos teóricos, no hay
duda de que es necesaria toda una reconstrucción teórica de la sexualidad en el
cortejo a partir de los hallazgos de este y de otros estudios revisados que
43
definitivamente rebasan los objetivos planteados. En este estudio, se retomaron
categorías construidas desde diferentes disciplinas y enfoques que se exponen en
el siguiente apartado, y que se fueron definiendo durante el proceso de
investigación.
Sin embargo, los hallazgos descritos en este texto son una buena
base para desarrollar posteriormente una discusión profunda de cada una de los
conceptos y categorías definidos, así como de sus articulaciones teóricas.
En virtud de la espinosa aureola que rodea al tema de la sexualidad, sería
importante realizar un análisis metodológico del tipo de datos que pueden obtenerse
de la aplicación de técnicas de investigación tan distintas como las aplicadas en este
trabajo: desde las conversaciones espontáneas, los relatos míticos, la observación
participante, las reflexiones en grupo, el análisis de las canciones y los programas de
la televisión, las respuestas a entrevistas grabadas y no grabadas. Una revisión fina
del tipo de datos que abre cada técnica queda pendiente y puede generar
sugerencias más precisas para indagar ciertos ejes de la vida sexual y de los
procesos del cortejo (prácticas sexuales, regulaciones, emociones, valores, etc.) con
base en los productos actuales de esta investigación.
Marco Conceptual
En esta investigación se aborda la sexualidad y el cortejo desde el
enfoque teórico de la construcción social, la perspectiva de género, y el punto de
vista del actor.
De ahí que se reconoce la necesidad de recurrir a conceptos
cambiantes, a categorías fluidas.
Junto con la construcción que cada sociedad
realiza sobre lo femenino y lo masculino, se regula la sexualidad, se asignan
espacios y tiempos para el cortejo, modos para expresar el deseo, formas de vestir y
de mover el cuerpo; se definen comportamientos y formas de ser, se regula la
distancia entre los cuerpos y el tipo de relaciones sexuales aceptables e
inaceptables.
Desde estas aproximaciones se llegaron a definir las siguientes
categorías:
44
Cortejo, noviazgo y comportamiento territorial
Hubo necesidad de reconceptualizar el “cortejo” para realizar un estudio
desde la construcción social de la sexualidad, a partir del uso del término en estudios
antropológicos y biológicos de la conducta animal.
Según Seligman y Johnson
(1957), los primeros trabajos sobre el cortejo se enfocaron a estudiar la selección de
objetos sexuales y los cambios de coloración y ornamentación que presentan cada
uno de los sexos de las diferentes especies al aparearse. Sin embargo, en las
ciencias sociales el cortejo ha recibido una atención importante, sobretodo por su
papel en la formación de la institución familiar. De acuerdo con Rothman 8 , el término
se aplicó históricamente a las situaciones en que la intención de casarse se hace
explícita y más amplia, a los procesos de socialización entre hombres y mujeres
solteros(as).
Mas tarde, el término fue ampliándose hasta incluir las relaciones
sexuales y los procesos informales de relación social, no necesariamente vinculados
a las uniones conyugales.
Para fines de este estudio el cortejo se definió como el conjunto de los
procesos de regulación social y las múltiples significaciones culturales que rodean
el acercamiento corporal de dos seres humanos que están desarrollando las
bases para una relación social que puede, o no, terminar en noviazgo o en unión
conyugal.
En tanto que el noviazgo es una relación social explícitamente
acordada entre dos personas para acompañarse en las actividades recreativas y
sociales, y en la cual se expresan sentimientos amorosos y emocionales a través
de la palabra y los contactos corporales.
Otros términos útiles son los de comportamiento territorial y distancia
íntima.
De acuerdo con Edwuard Hall los límites de los territorios permanecen
razonablemente constantes entre los grupos sociales, lo mismo que las actividades
específicas dentro del territorio. El espacio de caracteres fijos es un molde donde se
fragua buena parte del comportamiento y se prolongan diferentes aspectos
anatómicos y comportamentales.
Cada persona está rodeada de una serie de
campos que se ensanchan y se reducen de acuerdo a normas de la distancia
8
Una revisión de la aplicación histórica del concepto de cortejo se encuentra en E.F. Borgatta y M.L. Borgatta, 1992,
Encyclopedia of Sociology, University of Washington, Seattle, Maswell Macmillan International, Vol 1, pp 332-338.
45
personal e íntima.
Las miradas suelen ser reguladoras de la distancia personal e
íntima entre congéneres (Hall, 1994).
La sexualidad
Dentro de las ciencias sociales, la sexualidad ha sido un objeto de
interés particular para antropólogos, sociólogos e historiadores. Según Jeffrey
Weeks, historiador actual de la sexualidad, desde Malinoski, Benedict y Mead, los
antropólogos contribuyeron en forma importante para comprender la diversidad de
la sexualidad dentro de nuestra propia cultura, “...ellos nos advirtieron sobre el
peligro de tratar de entender nuestra pre-historia observando a otras sociedades;
nos enseñaron la necesidad de entender a cada sociedad en sus propios términos
a través de las maravillosas evocaciones de la vida sexual de la gente de otras
culturas lejanas...” (Weeks, 1991).
Mead, en su romántica descripción de
Samoa, ejerció una enorme influencia en los años treinta al demostrar que los
modos de represión sexual americanos hacia los adolescentes no eran deseables
ni inevitables o necesarios. Las dificultades del enfoque funcionalista fueron el
interés por equiparar las leyes de la sociedad con las leyes de la naturaleza y
buscar entender los actos sexuales por sus funciones y repercusiones en las
necesidades sociales.
El materialismo cultural ofrece una aportación distinta al relacionar los
mecanismos de control de la sexualidad a los imperativos económicos.
Según
afirman Harris y Ross (1987), en su interpretación de las políticas maltusianas de
principios de siglo, la difusión de los mecanismos para controlar la fecundidad antes
del matrimonio va a reforzar la autonomía familiar entre los estratos medios y altos,
al tiempo que los programas se resisten para abandonar el control de la fecundidad a
las clases trabajadoras y marginales. La promoción de la abstinencia premarital fue,
desde su punto de vista, una estrategia para dejar de subsidiar y hacer descansar
sobre los hombros de la familia (es decir...dentro del matrimonio) el costo de la
crianza de los hijos. El materialismo cultural tiene la virtud de valorar la importancia
de los fenómenos económicos para comprender la sexualidad y la salud
reproductiva; sin embargo, devalúa el peso cultural de las producciones simbólicas y
46
las regulaciones morales sobre la sexualidad que no están necesariamente
subordinadas a las relaciones de producción.
Davis y Whitten (1987) realizaron una revisión de los estudios transculturales
de la sexualidad humana enfocados al análisis de la sexualidad en culturas no
occidentales, encontrando que tales estudios muestran una menor preocupación por
la normatividad y las medidas de control sexual en comparación con las culturas de
occidente, y han mostrado los cambios en las prácticas sexuales resultantes de la
urbanización, así como el efecto en las costumbres sexuales del parentesco, el
poder y la ideología. Desde su punto de vista, los enfoques etnográficos no han
podido ir mas allá del matrimonio y la familia y se han circunscrito a la tipología
etnocentrista de sociedades restrictivas y permisivas, lo cual obscurece la
complejidad sociocultural de la sexualidad (Davis y Whitten, 1987).
Desde la historia Michel Foucault abre un abordaje crítico a la sexualidad y
al estudio de la misma. Para Foucault la sexualidad es un conjunto de significados
dados a las prácticas y actividades, un aparato social que tiene una historia con
complejas raíces en el pasado cristiano y precristiano, y que alcanzó una unidad
conceptual moderna con efectos diversos. Desde este enfoque se asume que la
sexualidad ha sido construida como un saber que conforma las maneras en que
pensamos y entendemos el cuerpo.
En tal sentido,
los discursos sobre el sexo
se entienden como dispositivos de control sobre los individuos, no tanto basados
en la prohibición o en la negación, sino en la producción e imposición de una red
de definiciones sobre las posibilidades del cuerpo.
La sexualidad es un conjunto
de reglas y normas, en parte tradicionales, en parte nuevas, que se apoyan en
instituciones religiosas, judiciales, pedagógicas, médicas; es también un conjunto
de cambios en la manera en que los individuos se ven llevados a dar sentido y
valor a su conducta, a sus deberes, a sus placeres, a sus sentimientos y
sensaciones, a sus sueños.
La sexualidad es un producto de la experiencia que
relaciona la formación de los saberes con los sistemas de poder que regulan su
práctica y con las formas de subjetividad (Foucault, 1993).
Pero, según afirma Carol Vance (1991) actualmente los antropólogos
redescubren la sexualidad, con un renovado interés que apenas tiene paralelo con
47
las aventuras de los primeros etnógrafos. La teoría de la construcción social desafía
los modelos antropológicos tradicionales al retomar el discurso no esencialista de los
historiadores y emprender el proyecto de repensar el género y la identidad impulsado
por las feministas académicas y los trabajos de la historia gay y lésbica. Según esta
antropóloga, fue Weeks quien primero articuló esta transición teórica del estudio de
la sexualidad.
El enfoque de la construcción social de la sexualidad supera la visión
reproductiva, se definen nociones relacionadas directamente con la sexualidad, el
deseo, el placer, el erotismo, las relaciones de poder, la violencia de género, las
masculinidades (Weeks, 1994; Rubin, 1986; Bordieu, 1996; Parker, 1991).
Janice
Irvine a su vez realiza un análisis de la manera en que la sexología, en el esfuerzo
por mantener rigor empírico, ha quedado atrapada en el modelo biomédico, en la
visión fisiológica, sin poder dar cuenta de los conflictos sociales ni de las tensiones
de poder que rodean las significaciones sexuales y de género (Irvine, 1990 y 1994).
En esta investigación, se parte de los conceptos de Jeffrey Weeks que
analizan la evolución de la sexualidad y los períodos cruciales que hicieron de la
sexualidad moderna, un asunto social, político y moral. Sus trabajos la definirán
como una presencia social palpable que moldea nuestra vida personal y pública,
una construcción histórica que trae una multitud de posibilidades. La sexualidad
no tiene un objeto bien delimitado porque está en constante fluidez.
Incluye
nuestras preocupaciones cambiantes acerca de ¿cómo debemos vivir? y ¿cómo
debemos disfrutar o negar nuestros cuerpos?.
necesario
articular
la
visión
subjetiva
al
Para este historiador, es
estudio
de
la
sexualidad.
Experimentamos la sexualidad muy subjetivamente, con ella transmitimos una
amplia variedad de necesidades y deseos.
La fisiología y morfología del cuerpo, es decir la biología, es el conjunto de
potencialidades que son transformadas y toman significado únicamente en las
relaciones sociales. La organización social de la sexualidad se construye en la
interacción con los demás, es el resultado de prácticas sociales que dan
significado a las actividades humanas, a definiciones y autodefiniciones, producto
de luchas y negociaciones entre quienes tienen poder para definir y quienes se
48
resisten.
Se destacan cuatro áreas cruciales en la organización social de la
sexualidad: el parentesco y las relaciones familiares, la organización económica,
las regulaciones sexuales, así como las movilizaciones políticas.
El parentesco y los sistemas familiares son las más estables formas de
socialización y experiencia sexual, se moldean mediante intervenciones que
regulan la economía, las reglas de la herencia, del matrimonio y el divorcio, las
prestaciones sociales y políticas fiscales.
El eje de las relaciones económicas provee también las precondiciones
básicas y los límites para la organización de la vida sexual. El ritmo laboral, el
trabajo industrial y la migración han afectado patrones de cortejo y han contribuido
a promover las prácticas sexuales fuera de la unión conyugal y el uso de
anticonceptivos.
Las regulaciones sexuales se refieren a la definición de prácticas
apropiadas o inapropiadas, morales o inmorales, saludables o perversas. Los
métodos formales e informales de regulación de la vida sexual que varían según el
papel de la religión, del Estado y de otras instituciones como la escuela, los centros
de salud o los medios electrónicos de comunicación. Más particularmente
entenderemos por regulaciones morales las máximas, las reglas o normas del actuar
susceptibles de generalización desde la perspectiva de los involucrados.
Las
normas son aceptadas o rechazadas íntimamente, pero reconocidas como
obligatorias. Son más aceptadas como normas abstractas que como guías
prácticas para el comportamiento,
pero ellas señalan los permisos, las
prohibiciones, los límites y posibilidades y no suelen aplicarse de manera
indiferenciada al total de la sociedad, en occidente suele haber formas de
subordinación hacia los menores, las mujeres y las minorías sexuales.
En términos de las movilizaciones políticas, cuarto eje de la sexualidad,
somos testigos de cómo “la nueva derecha” ha impulsado una agenda
conservadora en los programas educativos y de salud en diferentes países y han
logrado retroceder los avances obtenidos por el feminismo y el movimiento “gay”
que habían desmantelado las intrincadas formas de poder y discriminación que
moldean la vida sexual (Weeks, 1991).
49
Como mecanismo de control cultural, la sexualidad exige considerar otras
categorías antropológicas. De acuerdo con Guillermo Bonfil el control cultural es un
sistema global de relaciones, conjunto de niveles, mecanismos, formas e instancias
de decisión sobre los elementos culturales (ya sean materiales, de organización, de
conocimiento, simbólicos y emotivos) en una sociedad dada. Entre los procesos de
la dinámica del control cultural resultan útiles los conceptos de resistencia y
apropiación. La resistencia es cuando el grupo dominado o subalterno actúa en el
sentido de preservar los contenidos concretos del ámbito de su cultura autónoma. La
apropiación es el proceso mediante el cual el grupo adquiere capacidad de decisión
sobre elementos culturales ajenos y es capaz de producirlos y reproducirlos (Bonfil,
1987).
La categoría de género
El género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas
en las diferencias que distinguen los sexos, es una forma primaria de relaciones
significantes de poder.
Se trata de una categoría en construcción que busca
explicar la persistente desigualdad entre mujeres y hombres. Los significados que
adquieren sus actividades a través de la interacción social concreta, descubrir la
naturaleza de esas interrelaciones requiere considerar tanto a los sujetos
individuales como a la organización social.
Se rechazan las explicaciones
biológicas toda vez que las diferencias de género son construcciones sociales,
invenciones humanas como el lenguaje o el parentesco.
El
género,
la
sexualidad y la reproducción son construcciones culturales y simbólicas, precisa
Sherry B. Ortner, son términos cuyos significados solo pueden entenderse dentro
de un amplio contexto cultural que tome en cuenta las relaciones entre los
símbolos por un lado y las relaciones sociales, por el otro. El prestigio es crucial
para entender las percepciones de género, la organización social del parentesco y
del matrimonio son centrales en la construcción del género. En diversas culturas
las diferencias entre hombres y mujeres se han conceptualizado metafóricamente
como oposiciones binarias y hay una tendencia universal para alinear lo masculino
con la cultura y lo femenino con la naturaleza.
Casi universalmente los hombres
50
controlan en el “dominio público” y las mujeres son confinadas al “dominio
doméstico”. En este contexto, las relaciones asimétricas del poder han hecho de
los actos sexuales actos políticos, el orden institucional impone reglas del juego
que se presentan como “naturales” (Ortner, y Whitehead, 1981).
Como elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las
diferencias percibidas entre los sexos, el género comprende cuatro elementos
interrelacionados:
los
símbolos
culturales
disponibles
(que
evocan
representaciones múltiples), los conceptos normativos (que manifiestan las
interpretaciones de los significados de los símbolos, en un intento de contener y
limitar sus posibilidades metafóricas que se expresan en doctrinas religiosas,
educativas, científicas, legales y políticas que afirman el significado de masculino y
femenino), las nociones políticas (el parentesco y el intercambio de mujeres, la
educación y el mercado de trabajo segregado por sexos, el sufragio, la toma de
decisiones económicas y políticas) y la identidad subjetiva que aborda la
tansformación de los individuos a medida que son aculturados (Scott, 1995).
El género implica el estudio del mundo de las mujeres como parte del
mundo de los hombres en un sentido relacional y contra la idea de interpretar las
diferencias como esferas separadas.
La hegemonía masculina sustenta las
prácticas de poder que incluyen la explotación de los hombres hacia las mujeres,
así como la subordinación y denigración de otros hombres (Lorber, 1994).
Las tensiones culturales que alteran las relaciones de poder en la esfera
pública y privada ante la creciente autonomía económica y sexual de las mujeres
llevan a reconocer el impacto de esa transición cultural en los varones. El abordaje
de la masculinidad como objeto de estudio es una construcción muy reciente, y está
permitiendo explicarla como una categoría simbólica interdependiente de la
feminidad: no se puede entender la construcción de la masculinidad ni la de la
feminidad sin mutuas referencias. Los estudios de Kaufman (1989) en Canadá y
República Dominicana explican con un nuevo enfoque las experiencias de opresión
cultural que viven los hombres en relación con la sexualidad, así como las
tendencias autodestructivas que van unidas tanto a la violencia hacia las mujeres
como a la violencia hacia otros hombres. El trabajo etnográfico de Lancaster (1992)
51
en Nicaragua en tiempos de la revolución sandinista ofrece argumentos para
comprender el machismo como una relación de poder entre los hombres y entre las
mujeres, así como entre los propios hombres.
Las presiones para probar la
masculinidad y la virilidad fueron determinantes de la imagen pública de los jóvenes
y de los líderes sandinistas.
Ese movimiento produjo una imagen femenina
contradictoria: en la esfera pública mujeres revolucionarias y en la dimensión privada
forjadoras de la paz.
En relación a los mensajes sobre sexualidad y a las representaciones del
cortejo, la feminidad y la masculinidad en los medios masivos, en las últimas
décadas han sido objeto de estudio. Los enfoques tradicionales que asumían un
papel pasivo a las audiencias permitieron analizar la prevalencia de los ideales
individualistas
y
de
estereotipos
femeninos
y
masculinos
que
refuerzan
principalmente actitudes conformistas y evasivas. Con una nueva aproximación, los
estudios actuales enfatizan el papel activo de las audiencias, así como las
contradicciones y ambivalencias de los mensajes, particularmente en relación con la
sexualidad y el género.
Desde una perspectiva global, en todo el mundo los
mensajes se orientan al consumo cultural de productos de corporaciones
transnacionales, que son los que realizan principalmente la producción de programas
y el enorme negocio de la publicidad, siempre a partir de la realidad cultural de sólo
cinco países industrializados.
La inversión que representaría adaptar la
programación a los estilos locales ha llevado a homogeneizar los modelos que se
representan, con lo que se ha favorecido el intercambio de información internacional,
al mismo tiempo que se agudiza la defensa de los estilos locales. En la mayoría de
las sociedades son las mujeres de clase media el blanco principal de estas
campañas que se refuerzan simultáneamente las relaciones de género tradicionales
y los estilos de la mujer moderna: el papel de madres si se trata de la venta de
artículos para el hogar, la cocina, los hijos, o para labores manuales; y el de la mujer
en actividades frívolas y extradomésticas, si se trata del mercado del vestido
sofisticado y de los artículos de belleza.
La categoría de madre-trabajadora es
nueva y busca resolver la contradicción en torno a la identidad social de la mujer.
Las mujeres del tercer mundo que tienen pocas opciones recreativas atribuyen un
52
significado placentero a las experiencias con los medios y ven en ellos una
oportunidad para participar de lo que ocurre en otros grupos sociales o en otras
latitudes del mundo. Al mismo tiempo, algunos grupos han criticado el individualismo
y la imagen femenina que se representa, y han generado medios alternativos que
reflejan sus necesidades colectivas, tales como talleres, revistas u organizaciones de
diverso tipo. También se ha denunciado la necesidad de que las mujeres participen
de la llamada industria cultural.
Está visto que las representaciones femeninas
mejoran con la participación de las mujeres en posiciones de decisión dentro de los
medios, aunque su acceso sigue siendo muy limitado, sobre todo a los puestos
ejecutivos (30% según Steeves, 1989).
Los medios están también abordando las masculinidades, los signos
opuestos se asocian. Además de la imagen tradicional masculina, violenta y activa,
ahora se atribuye gran importancia a la apariencia y a los detalles del arreglo
personal de los varones.
Crear una buena impresión en el mundo altamente
competitivo de hoy, y encontrar nuevas formas de mostrar la masculinidad, son una
necesidad frente a las competidoras del sexo femenino. La publicidad ha favorecido
la feminización de la cultura, la venta de productos de belleza se asociaba con la
mujer mientras se trataba a los hombres como consumidores potenciales:
manipulables, sumisos, en una palabra, objetos. Las bebidas alcohólicas cobran
mayor importancia como espacio de expresión y reducto de los privilegios
masculinos, y una nueva figura paterna se empieza a representar en los medios, la
de un hombre sensible y cariñoso (Barthel, 1992).
Otro símbolo sexual de los medios actuales es la feminización de los cuerpos
masculinos, los grupos musicales sé feminizan en los ochentas para mantener a los
varones como "fans" y al mismo tiempo atraer a las audiencias femeninas, el estilo
"heavy metal" ha incorporado de las culturas populares, signos para jugar con la
identidad sexual. Para mostrar a las mujeres el poder masculino y la habilidad
sexual no tiene que hacerse gala de la musculatura, el cuerpo del nuevo hombre es
también objeto del deseo, el cuerpo glamoroso es seductor, la seducción es otra vía
para seducir a la mujer y controlar sus deseos. Al mismo tiempo, las audiencias
53
masculinas pueden vencer lo que amenaza de la feminidad incorporándola (Denski
& Sholle, 1992).
Adolescencia, juventud y salud reproductiva.
La adolescencia es también una categoría histórica, una categoría definida en
un contexto cultural industrializado, en donde se expresan los dilemas de los varones
jóvenes de finales del siglo XIX (Kett, 1993; Taylor, 1994). Constance Nathanson
(1991) realizó un importante esfuerzo por reconstruir históricamente la adolescencia
femenina; explicó de qué manera hacia finales del siglo pasado y principios del
presente, una amplia proporción de jóvenes en los países industrializados hizo que
la sexualidad femenina y la reproducción se tornaran un problema de interés público.
9
El estudio de la juventud exige un análisis del dominio generacional, de la
división lógica entre jóvenes y viejos; a ese campo de enfrentamiento que ocurre en
todas las sociedades para reservar el patrimonio, la sabiduría y el poder a los más
viejos. En la clasificación por edad y por sexo -dice Bordieu (1990:163-173)- está la
cuestión del poder, las formas de imponer límites y de producir un orden en el cual
cada cual debe mantenerse y ocupar su lugar. Además de las distinciones de poder,
hay una serie de imágenes culturales, valores, atributos y ritos específicamente
asociados a los grupos en edad biológica de maduración sexual y desarrollo
corporal, que hacen de la juventud una construcción cultural (Feixa, 1998).
9. La pubertad se convirtió en un período crítico para los varones pues enfrentaban entonces el dilema del empleo
inmediato o la continuidad de la educación. Para las mujeres, en cambio, había importantes vacíos de información. A
partir de la revisión de diversas fuentes históricas, la misma autora interpreta que el futuro de una niña era decidido en
el momento de su nacimiento; que su tiempo y energía era dirigido hacia el bienestar de la familia y que para asegurarles
un futuro "seguro", en la peligrosa transición de pasar de niña a mujer, pasaba de la protección de los padres a la
protección del marido, minimizando su sexualidad y maximizando su connotación reproductiva. La idea de la mujer
soltera como "asexual" fue reforzada con las ideas victorianas que propiciaron patrones de cortejo en los cuales ellas
debían cuidar las normas sexuales y detener las fuertes pasiones de los varones.
En la medida en que las jóvenes fueron teniendo acceso a una educación mas prolongada, la contradicción entre los
ideales de abstinencia y la autonomía sexual que iban obteniendo enriquecieron el romanticismo de la época y
favorecieron la imagen de una “nueva mujer”. La liberación sexual y la independencia económica eran dos facetas que
se expresaban en el discurso literario. Las tensiones culturales generadas ante el nuevo modelo femenino obligaron a las
mujeres más jóvenes a asumirse como guardianes de las normas sexuales y a subordinar la búsqueda autónoma del
placer para convertirse en sujetos pasivos de los caprichos masculinos. Las niñas bien educadas podían citarse y tener
acercamientos con los muchachos como preludio para el matrimonio, pero las relaciones sexuales premaritales eran
expresiones de las mujeres no respetables y pertenecían a las clases mas bajas (Nathanson, 1991).
54
En el campo de la salud reproductiva de jóvenes los trabajos han estado lejos
de este enfoque construccionista. Tal como afirma Irvine (1994), muchos de los
estudios sobre el embarazo adolescente parten de conceptualizaciones muy
estrechas acerca de la adolescencia, negando que se trata de una construcción
social moldeada por imperativos económicos y políticos; se representa a la
sexualidad adolescente como un conjunto homogéneo ligado a imperativos
fisiológicos sin tomar en cuenta el contexto cultural.
Con excepción de los estudios más recientes, las investigaciones sobre la
sexualidad
de
los
jóvenes
y
adolescentes
han
estado
mediadas
por
preocupaciones demográficas y de salud; y más concretamente han buscado
incidir sobre el embarazo adolescente y la epidemia del SIDA.
En la década de
los ochenta, la emergencia del SIDA ejerció una influencia sustancial en el estudio
de la sexualidad. Las primeras investigaciones sobre el padecimiento no estaban
lejos de una visión psicologista y reduccionista; sin embargo, al enfocarse en los
actos sexuales no reproductivos y muchas veces vinculados a prácticas de las
minorías sexuales, el tema puso al descubierto la dimensión política del sexo y la
falta de conocimiento de las sociedades respecto de las vicisitudes de la vida
sexual. Con el SIDA fue evidente la falta de conocimiento y comprensión acerca
de la sexualidad, las inconsistencias del conocimiento acumulado, el dominio
masculino y la estigmatización de los comportamientos sexuales que se alejan de
la monogamia y de la heterosexualidad. Una de las evidencias más importantes
que vino a mostrar la epidemia del SIDA es la estrecha relación que tiene la
sexualidad con la identidad, con las significaciones sociales y con las
movilizaciones políticas (Vance, 1991).
La subjetividad y las emociones
La construcción social de la sexualidad resulta de la interacción del
mundo interno y externo, en otras palabras de la subjetividad y la organización
55
social.
Al estudio de la subjetividad se acercan psicólogos, sociólogos de la vida
cotidiana, filósofos y antropólogos médicos.
La subjetividad es la base de las emociones más apasionadas, en toda
experiencia intensa participa el cuerpo, y puede estar expresando necesidades
conscientes e inconscientes. Dentro de la tradición psicoanalítica, Sigmund Freud
inició el reconocimiento de la dinámica del inconsciente. Las fantasías revelan
una diversidad de deseos heredados, mismos que perturban la aparente solides
del género, de la necesidad sexual, de la identidad; lo que pasa en el inconsciente
suele contradecir las certezas aparentes de la vida consciente. Para Freud el
inconsciente son aquellas representaciones latentes de las que tenemos algún
fundamento para sospechar que se hallan contenidas en la vida anímica, como
sucedía en la memoria.
Una representación inconsciente será entonces una
representación que no percibimos, pero cuya existencia estamos prontos a
afirmar, basándonos en indicios y pruebas de otro orden. Gran cantidad de la vida
emocional ligada a la sexualidad es expresión de los procesos
inconscientes
(Freud, 1912). En su momento, la escuela de Cultura y Personalidad buscó una
articulación entre los procesos inconscientes y culturales de la vida sexual.
Pero las emociones inconscientes de la sexualidad no serán analizadas en
este trabajo, en virtud de que las preguntas de investigación se dirigen a las
transformaciones en los comportamientos y regulaciones sexuales, y no hacia las
diferencias estructurales del desarrollo individual de los informantes.
Por las
dificultades metodológicas y teóricas implicadas, en este estudio sólo se abordan los
procesos emocionales reflexivos ligados a las creencias, saberes y conocimientos.
Se trata de un abordaje cultural de la sexualidad que retoma algunas categorías para
acercarse a su dimensión subjetiva.
La subjetividad se refiere a lo más próximo a la experiencia, en palabras de
Berger y Luckman (1993) : lo más próximo a mí es la zona de vida cotidiana
directamente accesible a mi manipulación corporal. Esta zona contiene el mundo
que está a mi alcance, el mundo en el que actúo a fin de modificar su realidad, o el
mundo en el que trabajo.
56
En términos de Agnes Heller la subjetividad es la formación de un mundo
interior, un mundo propio que puede quedar guardado para sí, o bien mostrarse,
relegarse al trasfondo o expresarse intencionalmente a los demás. La subjetividad
se refiere a las representaciones colectivas que son objeto de la percepción y que
son siempre cambiantes. Las impresiones sobre el cuerpo están en la base de la
construcción del sí mismo, en ellas se basan también las sensaciones de dominio y
dirección de la realidad.
Las experiencias del cuerpo reflejan un modo total y
característico del sentir y del ser. Nos sentimos corporalmente tal como es preciso
que nos sintamos, en correspondencia con nuestro proyecto de mundo particular
(Heller, 1993).
Pero las emociones no forman una clase unitaria, son un grupo muy
heterogéneo en el que se incluyen estados mentales muy distintos ocasionados por
razones diversas.
Sentir significa estar implicado en algo (las emociones están
siempre dirigidas a objetos) y regular la apropiación del mundo desde el punto de
vista de la preservación y extensión del yo partiendo del organismo social. Los
sentimientos no pueden diferenciarse sin conceptualización, sin conocimientos y
creencias (Hansberg, 1996).
.
Los sentidos emocionales son también respuestas a saberes y creencias de
la cultura.
Las percepciones corporales son privadas, como explica Fábrega al
querer comprender la conciencia sobre las enfermedades; las percepciones
corporales son experiencias subjetivas que el individuo relaciona con su cuerpo y las
categorías del lenguaje utilizadas para describirlas están relacionadas con las
orientaciones socio-cognitivas de un individuo.
de la imagen del cuerpo,
Como el lenguaje es un articulador
las formas de nombrar sus emociones refleja
uniformidades relacionadas con la organización social y los fenómenos simbólicos
basados en convenciones sociales. Los estados emocionales reflejan también el
grado de discriminación que tienen los sujetos sobre tales emociones, de ahí que
para acceder a los sentimientos de los informantes, en el presente estudio se
consideró necesario analizar la forma en que los y las informantes nombran y
diferencian sus estados emocionales (Fábrega, 1979).
57
Entre las emociones ligadas a la sexualidad, en este trabajo se analiza el
deseo, el amor y el miedo, el poder y las explicaciones mágicas y sobrenaturales de
la sexualidad.
Para fines de este estudio, se define al deseo como un sentimiento de
confusión y temor ante la ausencia del ser amado, se trata de un estado de
necesidad que atormenta.
La raíz latina de la palabra "deseo” de-sidera indicaba
la situación de un adivino que no podía hacer sus predicciones debido a la ausencia
de estrellas, porque el cielo estaba nublado.
Como los navegantes, desde los
comienzos de los tiempos, no podían orientarse sin las estrellas, algo parecido
sucede a un amante que se debate en el deseo: han desaparecido los puntos de
referencia externos, el deseo le impide entender la realidad con criterios conocidos y
habituales. El deseo lleva a construir fantasías, imaginamos que el otro o la otra nos
espera para recibirnos con los brazos abiertos.
El ser amado esta cargado de
ensueños y construcciones mentales y al moldear su cuerpo es como tocar en vivo
las imágenes mas internas. . En la mirada puede encontrarse la belleza que busco,
lo que coincide con el deseo que el otro evoca en mí. El psicoanálisis ha tratado de
explicar la importancia de la mirada al sostener que los ojos que me hechizan con su
misteriosa malicia son los que me miraron cuando era muy pequeño, cuando aún no
estaba consciente de mí mismo. Pero con el paso del tiempo, el lazo con el pasado
ya no tiene importancia; lo que cuenta es que en cierto momento ese gesto, puede
hacerme arder de deseo (Carotenuto, 1994).
El miedo es una emoción vinculada con el deseo, o más bien con un objeto
no deseado, “se teme por la presencia de aquello digno de ser temido, un daño, algo
negativo o peligroso”. El ser humano tiene el concepto de peligro y, por tanto, puede
tener la creencia de que está en peligro o de que algo es peligroso, el deseo de
evitar el daño y el deseo de huir del peligro para protegerse (Hansberg, 1996).
El poder en el ámbito de las relaciones personales tiene un sentido análogo a
fuerza, capacidad, dominio, violencia. De acuerdo con Luis Villoro podemos entender
simplemente la capacidad de algo o alguien de causar efectos, alterando la realidad.
Tiene poder quien es capaz de dominar las fuerzas naturales, para obtener de ellas
lo que quiere, tiene poder quien puede sacar provecho de sus propias facultades e
58
imponerse sobre los demás para realizar sus propósitos; poder es dominio sobre sí
mismo y sobre el mundo en torno, natural y social, para alcanzar lo deseado. En la
vida sexual, esta idea de dominio sobre sí y sobre los otros u otras surge claramente
vinculada a los problemas de relación y del deseo, y permite aproximarse a la
percepción de sentimientos como los celos, abandono, control y falta de control
sobre los sentimientos. En el ámbito de la política, el poder es diferente, nace con el
conflicto y se trata de un poder sobre los hombres, el poder impositivo se convierte
en dominación, se considera un bien necesario para la obtención de un bien común.
Hay múltiples instancias de poder y contra-poder o resistencia, en relaciones
variadas de competencia y de subordinación entre ellas. (Villoro, 1997).
Los conflictos sexuales son también situaciones ante los cuales se construyen
explicaciones mágicas y sobrenaturales, y ante la cual suele recurrirse a remedios
mágicos y religiosos, así como a curadores “tradicionales”.
De acuerdo a De Martino el pensamiento mágico consiste en deshistorizar los
procesos como respuesta ante la miseria cultural, económica y psicológica, las
explicaciones mágicas alternativas permiten proteger al individuo en situaciones
críticas, tales como las enfermedades, las muertes, las catástrofes (citado por
Menéndez, 1981). El amor, el desamor, las disfunciones sexuales suelen llevarse a
la lógica de pensamiento mágico.
59
CAPITULO III
Un pueblo entre dos fuegos.
El pueblo estudiado está situado al sudoeste del Estado de Puebla, en el
Municipio de Chietla 9 . en una región dedicada principalmente a la producción
industrial de caña de azúcar. El municipio tiene una superficie territorial de 22,709
hectáreas, clima semicálido subhúmedo con lluvias en verano 10 . El 87% de la
superficie es ejidal y comunal, 13% privada. El abastecimiento de agua potable es
por pozos profundos y contribuyen también algunos manantiales (INEGI, 1997).
MAPA DE PUEBLA UBICANDO MUNICIPIO
9 En 1995 Chietla tiene una población de 35,859 habitantes, con una edad mediana de 19 años. INEGI,
(1997) Puebla, Conteo 95, Perfil sociodemográfico
10
Con latitud de 18 grados; Norte: 31 minutos; longitud: 98 grados; oeste: 35 minutos. Altitud: 1,120 msnm.
Entre
las
principales
transformaciones
materiales
que
se
han
experimentado en Iguanillas en los últimos 20 años está la llegada de la
electricidad (y con ello de los medios electrónicos de comunicación), el riego y la
tecnificación del cultivo de la caña, así como la construcción del camino para
vehículos automotores. La migración de las mujeres a las ciudades en busca de
trabajo doméstico o en actividades comerciales es una práctica generalizada
desde hace muchas décadas.
Hace 15 años comenzó la migración internacional
en esta comunidad, cerca del 25%, la cuarta parte de la población vive actualmente
en los Estados Unidos. La migración internacional es mayoritariamente masculina y
se dirige a California, aunque hay otros grupos en Chicago y Nueva York. Hoy la
migración nacional e internacional es una de las más importantes estrategias de
progreso y para muchos de sobrevivencia. Nos encontramos con una economía
fuertemente dolarizada que se refleja en los equipos electrónicos sofisticados
(televisores, cámaras de video y videocaseteras), en las construcciones de
materiales costosos y en la vestimenta. La principal movilización es hacia los
Estados Unidos, hacia Puebla y el DF. Entre las familias entrevistadas, el destino
es principalmente California para atender servicios, a Washington para participar
en la pizca y diversos cultivos, y en menor medida, hacia Arizona y Chicago.
De los 1,052 habitantes con que cuenta actualmente el pueblo (INEGI 1995;
Herrera, 1997), son como 200 los que viven en los Estados Unidos -a decir de los
lugareños-. Se trata de un fenómeno circular de idas y vueltas cada seis meses,
o de un par de años, y ocasionalmente se habla de algunos que nunca vienen.
De acuerdo al censo que nos mostró la promotora de salud de la comunidad,
existen 176 unidades familiares, dentro de las cuales hay 287 jóvenes entre 15 y
29 años de edad, lo cual representa el 27% de la población.
61
MAPA DE IGUANILLAS
62
Dentro de los programas de Salud Reproductiva, el estado de Puebla es
uno de los señalados con más alta prioridad. Junto con Guanajuato, Puebla tiene
el más alto índice de displacías severas en cuello de matriz y ocupa el tercer lugar
en displacías moderadas (SSA, DGE, 1995).
Las complicaciones del embarazo, parto y puerperio como causa de
mortalidad entre las jóvenes de 15 a 25 años ocupan el 5o. lugar en Puebla; en
tanto que las tres primeras causas de ingreso hospitalario en la entidad son por
parto normal (1157,871 casos), complicaciones del parto (4,717 casos) y otros
embarazos terminados en abortos (2,495) (INEGI, 1995).
Estos datos son consistentes con la baja proporción de mujeres que utilizan
anticonceptivos y las altas tasas de fecundidad, dos variables que están
correlacionadas con la alta morbi-mortalidad materna. Las mujeres poblanas
tienen un promedio de 4.3 hijos por mujer, uno de los mas altos como entidad
federativa; sólo Guerrero, Oaxaca y Chiapas tienen un promedio mayor, en tanto
que la tasa del país en su conjunto, es de 3.5 hijos por mujer (ENADID 92; INEGI
1994).
Las diferencias por lugar de residencia siguen siendo muy grandes, los
registros más recientes señalan que mientras el 71.3% de las mujeres urbanas en
el ámbito nacional usan anticonceptivos, el 52.7% de las que viven en
comunidades rurales lo hacen (ENADID 92; CONAPO/SSA, 1995). Por otro lado,
no hay duda de que los programas de planificación familiar y salud reproductiva se
han dirigido a las mujeres unidas y han descuidado a las mas jóvenes y a quienes
tienen otro estado civil, a quienes habría que ofrecer servicios ad hoc, en los
cuales además de la oferta de anticonceptivos, se requiere mayor orientación
hacia las prácticas preventivas y servicios de consejería.
En tanto que el promedio nacional de uso de anticonceptivos cambió de
1992 a 1995, de 63.1% a 66.5%, en Puebla el aumento que se registró fue de
49.5% a 57.6% en esos mismos años, hasta hace seis años, menos de la mitad
de las mujeres unidas de Puebla utilizaban anticonceptivos. En el estado, el 47%
de los nacimientos ocurren de madres de 15 a 24 años de edad (INEGI, 1995),
63
1.6% de las mujeres solteras del estado de Puebla declaran el uso de
anticonceptivos y el 13.7% de las divorciadas y viudas (INEGI, 1996).
Pero los problemas de salud reproductiva no pueden comprenderse al
margen de las condiciones de salud en general, ni enfocarse únicamente a los
problemas de las mujeres. Por el contrario, es necesario contextuarlos dentro de
los procesos locales de salud, enfermedad y atención y complementarlos con
información sobre las situaciones que viven los varones.
Las condiciones de salud en Iguanillas son muy precarias.
Diversos
factores contribuyen, entre ellos:
-las condiciones de clima. El calor extremo y la presencia de fauna nociva
como alacranes, y moscos transmisores de dengue y malaria.
-Las largas jornadas de trabajo, hombres y mujeres parecen nunca terminar
de trabajar
-El acceso limitado a servicios de salud, no hay ningún médico en la
comunidad, los lugareños acuden a los curadores locales.
-La pobreza como factor limitante para el consumo de alimentos.
El patrón de enfermedad está caracterizado por:
• Problemas infecciosos (diarreas, parasitosis, enfermedades respiratorias y
enfermedades de la piel)
• Problemas nutricionales sobre todo en la infancia y entre las mujeres en edad
reproductiva
• Accidentes y violencia relacionados con la socialización masculina y el abuso
del alcohol
• Violencia intrafamiliar dirigida sobretodo a las mujeres y los niños/as
•
Problemas ligados al trabajo de la caña: accidentes, neumoconiosis.
Los estudios de salud laboral muestran que, en trabajos de fatiga intensa y bajo
condiciones de calor, hay una tendencia al envejecimiento prematuro. Es
presumible que esto afecte a los ejidatarios y sobre todo a los cortadores.
En
torno a la salud sexual de los varones, se reportan casos de gonorrea y sífilis
64
relacionados
con
prácticas
sexuales
con
múltiples
parejas
(incluyendo
trabajadoras del sexo de las ciudades aledañas y “del otro lado”) y la falta del uso
de dispositivos de prevención.
En cuanto al VIH/SIDA, -un mal que en México afecta en proporción mayor a los
jóvenes varones -, el estado está en el 4o. lugar de porcentaje acumulado de
casos (1,536 que representa el 5.5% del total de casos del país) y en el 6o. lugar
en cuanto a la tasa proporcional 11 . Mientras que en el país hay una mujer con
SIDA por cada 6 hombres, en Puebla se registra una mujer por cada tres hombres,
siendo las principales categorías de transmisión las relaciones heterosexuales,
bisexuales y homosexuales entre los hombres y las relaciones heterosexuales y la
transfusión sanguínea entre las mujeres (CONASIDA, 1996).
En
la
jurisdicción sanitaria de Izúcar, tienen registrados 75 casos acumulados de
VIH/SIDA, de los cuales 3 corresponden al municipio de Chietla, están registrados
en la categoría de prácticas heterosexuales; se trata de un taxista y dos
campesinos, dos de los cuales ya murieron.
Los recursos para la salud en la jurisdicción son muy limitados, no hay
médico en el pueblo, pero el municipio de Chietla cuenta con 8 unidades médicas
del IMSS con 19 médicos, 4 unidades del ISSSTE con 4 médicos y 3 unidades de
la SSA con 5 médicos. Actualmente los ejidatarios cuentan con la atención de la
Clínica de IMSS Solidaridad localizada en la ciudad de Chietla, (a unos 30 minutos
en camioneta). Hay dudas sobre la calidad de atención de la misma, un buen
porcentaje de las familias prefieren acudir a médicos “de paga”.
Además de la medicina científica, se observa la yuxtaposición de prácticas
y representaciones populares. En Iguanillas existen dos parteras, una mayor y
otra más joven que atiende un número limitado de partos, la mayoría de las
mujeres prefieren la atención de las clínicas y hospitales de afuera.
En la zona
hay también curadoras que atienden casos de susto, empacho, mal de ojo y
sombras, estas suelen ser mujeres grandes y las propias promotoras de salud del
11
Los registros de Puebla presentan un mayor patrón heterosexual que contrasta con el patrón nacional, en el
cual la transmisión predominate sigue siendo homo-bisexual. No sabemos si esto se debe a una diferencia en
cuanto al sexo de los compañeros con quienes se realizan las prácticas sexuales, o si está relacionada con la
representación subjetiva que hacen los enfermos en torno a su orientación sexual.
65
pueblo. Algunas de éstas últimas han sido capacitadas por la Secretaría de Salud
y por algunas organizaciones no gubernamentales de planificación familiar 12 .
Las condiciones actuales del proceso salud-enfermedad-atención son el
resultado de condiciones materiales muy precarias, de las condiciones de
explotación en que viven los cañeros desde la conquista española, y de la síntesis
de prácticas y representaciones apropiadas a su pertenencia cultural, que han ido
desarrollando los pobladores para su sobrevivencia.
El trabajo, las transformaciones materiales y las condiciones de género.
La zona de Izúcar, al sudoeste del Estado de Puebla fue capturada por el
propio Cortés y declarada pueblo por la corona real en 1570. Desde los primeros
años de la conquista los españoles percibieron el clima, la disposición y el aparejo
ideal del suelo para el cultivo de la caña de azúcar, traída de las Islas Canarias o
del África, según las versiones locales.
construidos desde 1700.
Encontramos trapiches e ingenios
Según los registros de Humboldt, a fines del siglo XVIII
el estado de Puebla (que era una extensión mayor que la actual), estaba
conformado por indígenas en un 86%.
En 1811 Izúcar recibe su apellido por la heroica defensa que de ella hacen
Morelos, Matamoros y Guerrero durante la independencia. Allí mismo se derrotó
al realista Soto Maceda en 1812, y más tarde, en 1847 los lugareños derrotaron a
los invasores yanquis, bajo el mando de Lyton (Palacios, 1982).
Con una larga historia de mestizaje que parece haberse consolidado
durante el siglo XIX, en 1910 ya se registraba en Puebla ¾ de población mestiza,
en contraste con el 86% de indígenas registrados a fines del siglo XVIII. Las
comunidades que más lucharon y conservaron sus costumbres indígenas fueron
las del norte del estado, en tanto que el sur, -nos dice el historiador Juan Enrique
Palacios- "ha sufrido el natural influjo de su contacto con la raza blanca, perdiendo
muchos de sus rasgos característicos”, Iguanillas perteneció al ejido de Jaltepec a
partir del cual se definieron los límites de lo que hoy es el municipio de Chietla.
12
MEXFAM realizó un programa de promotoras de salud en la zona, que abarcaba procesos de saneamiento
66
Para principios de este siglo, el estado de Puebla era ya uno de los principales
centros azucareros con mas de 30 ingenios y 350 trapiches, concentrándose la
producción en las haciendas del Distrito de Matamoros y Chietla: San Nicolás,
Raboso, Colón, Rigo, Tatetla y San José Teruez. En los años 30 era uno de los
emporios agro-industriales más productivos del continente.
Los campesinos
tuvieron una intensa participación en el movimiento armado de 1910 y en la
reforma agraria,
los insurgentes locales unidos a las fuerzas zapatistas,
incendiaron trapiches, saquearon haciendas, confrontaron terratenientes y
administradores de los ingenios. Lugar especial merece el ingenio de Atencingo y
su administrador William Jenkins, mejor conocido como “el gringo” 13 , era dueño
del más grande ingenio desde el cual sigue controlándose hoy en día la
producción de caña en el municipio (Palacios, 1982 1a. en 1917;
Rondfeldt,
1975), donde hoy se encuentra Iguanillas.
Entre las posiciones de liderazgo del movimiento campesino,
destaca
excepcionalmente una mujer, Doña Dolores Campos que asume en 1929 la
dirección del movimiento, al morir su marido y su hijo, por enfermedad y por
asesinato respectivamente. Hoy la escuela secundaria de Chietla lleva su nombre,
aunque los alumnos que sabemos que asisten a esa secundaria desconocen esta
historia. El primer reparto de tierras en este municipio se da en 1923 provocando
reacciones agresivas de los terratenientes expropiados 14 . En 1937, siendo ya
Cárdenas el presidente, se decreta la distribución de las últimas tierras. Luego de
complejas negociaciones en la que intervienen las ligas de obreros y campesinos
(La CROM, la FROC y la CTM) se determina que los ejidos de la zona de
Atencingo seguirán cultivando caña colectivamente y será regido por una sociedad
cooperativa que venderá la caña al ingenio. El decreto incluye nueve ejidos, entre
los cuales se encontraba el
de Jaltepec, que incluye al pueblo de Iguanillas
(Ibidem).
ambiental, letrinización y salud reproductiva.
13
La figura central en el proceso regional es William Jenkins, era el dueño de casi todos los ingenios de la
región y es recordado por los actuales lugareños como “el gringo”, refieren de él diversa anécdotas que ponen
acento en su actitud explotadora y violenta hacia los campesinos y obreros.
14
Como era compadre de Maximino Avila Camacho, gobernador de Puebla a fines de los 30s, Jenkins logró
mantener el control de sus peones y obreros aún despúes del reparto de tierras.
67
En esta época se conforma el ejido de Iguanillas con dotaciones de tierra
que no rebasan la cantidad de tres hectáreas por ejidatario.
Son tierras que
inicialmente no tienen riego por lo que dependen del temporal.
Entre los informantes de esta investigación, las referencias a la historia son
excepcionales, a excepción del caso de Don Fabián, dueño de la casa en que
vivíamos, quien ama la historia y constantemente nos refiere relatos sobre los
conquistadores, los revolucionarios, del gringo Jenkins y de los políticos actuales.
Pero el pasado mesoamericano rara vez sale en las conversaciones de los
lugareños. Don Fabián niega toda identidad con los indígenas y tiene una actitud
peyorativa hacia los indios.
Nos cuentan que hay unas cuevas cercanas a
Chirimias donde había altares con imágenes indígenas, y que fueron saqueadas
en tiempos de la revolución por los que buscaban valores.
En otra ocasión nos
mostró una piedra labrada con motivos indígenas que él encontró mientras hacían
una construcción en su terreno.
Un día que hablábamos de la Virgen de
Guadalupe nos dijo que ella había venido a civilizar a los indios, a librarnos de los
sacrificios humanos que “ellos” (se refiere a los otros) acostumbraban. Nadie más
nos habló de los indios, excepto María, una sobrina de Doña Mariana que ha
vivido mas de 20 años en Veracruz y que viene a Iguanillas a las festividades.
Ella afirma que aquí había una gran cultura prehispánica que es necesario
estudiar porque nadie se ha dedicado a descubrirla.
Dos grandiosas figuras iconográficas similares parecen definir a Iguanillas:
las fumarolas del Popocatépetl y las humeantes chimeneas del ingenio de Atencingo.
En lo más alto se distinguen y son las principales señalizaciones para llegar. La
narración que nos hace Don Fabián, sobre la conocida leyenda del Popocatépetl y la
Iztaccíhuatl, testimonia el tiempo en que los cerros y los volcanes eran como
nosotros andaban parados y caminaban como personas:
Dice la historia que el guerrero encontró muerta a su esposa al regresar de
una batalla, entonces él la cargó -ya ve que en los calendarios se ve como él
la lleva cargando-y, se fue caminando y,... mientras caminaba poco a poco se
fue transformando, él en volcán y ella, en mujer.
Por eso Popocatépetl es el
68
nombre de él, y Iztaccíhuatl es el nombre de ella... desde la carretera se ve
clarito como está dormida la mujer, hasta los pechos se le ven...”
La resemantización actual del mito no sólo embellece la metáfora y la
iconografía, sino que monta un orden humano sobre la realidad actual
comprenderla y sancionarla.
para
El mito se transforma en leyenda, en episodios
mundanos y proyecta la concepción de lo masculino y femenino a través de las
oposiciones complementarias entre vida/muerte, activo/pasiva, caliente/fría. Estas
oposiciones contienen múltiples significaciones en relación con la sexualidad y la
diferencia entre los sexos, vinculaciones simbólicas que separan lo masculino, lo
vital, lo fuerte y lo luminoso por un lado; y lo femenino, lo mortal, lo débil y lo oscuro
del lado opuesto.
El mito afirma la hegemonía masculina y las regulaciones de
complementariedad heterosexual que aún rigen la vida cotidiana en este lugar.
La otra gran figura es el Ingenio de Atencingo, centro que materializa el
proceso productivo principal, desde ahí se controla el cultivo, transportación,
industrialización y comercialización de la caña y el azúcar de los pueblos aledaños.
Las familias reciben el ingreso monetario más importante de la caña que venden a
los señores del ingenio, con ellos negocian créditos para los diversos insumos de la
siembra, servicio de riego, supervisión y control de la calidad de la caña, máquinas
para la carga y remolque de la misma, así como filiación al Seguro Social. Los
campesinos y campesinas cultivan además cebolla, chiles y cacahuates. Se ha
mantenido también la producción de maíz y frijol para el autoconsumo, así como la
crianza de aves de corral y mamíferos para el ahorro y las festividades.
Los trabajos realizados previamente en la zona por sociólogos e
historiadores contextualizan una época en que la generación mayor de nuestros
informantes estaba en plena etapa productiva, en tanto que los de la generación
intermedia se iniciaban.
Se caracteriza al sector cañero de esa región como
especialmente conflictivo con crisis cíclicas relacionadas con la demanda, la oferta
y el precio de la caña y el azúcar, así como la imposición del tipo de cultivos. Este
proletariado agrícola es una clase social bien definida por su desvinculación con
los medios de producción y una dependencia primordial del trabajo asalariado
69
para su subsistencia. Lejos de constituir una clase homogénea, se distinguen
cuatro grupos:
1) Los cortadores migratorios, que vienen de fuera de los territorios anexos
de Atencingo.
2) Los “libres”, son trabajadores avecindados en los anexos pero que no
tienen derechos ejidales.
3) Los hijos de ejidatarios, sucesores o no sucesores de la parcela del
padre
4) Los ejidatarios cortadores, ejidatarios que trabajan personalmente en la
zafra además de ocuparse en las demás actividades agrícolas de su parcela.
Después de tantas décadas de movilización política las movilizaciones
campesinas son mas atomizadas y se centran en torno a los créditos para riego y
siembra de la caña y, mas intensamente en torno al precio de garantía para la
misma. De hecho, en 1995 el año en que llegamos, la zafra se retrasa varias
semanas en Atencingo y en otros ingenios del país, por la disputa del precio de
garantía y ciertos adeudos no liquidados de la zafra anterior. En nuestra visita de
diciembre a la comunidad, nos enteramos de que el gobernador Barlett, acababa
de atender una reunión con los cañeros de Atencingo en donde se quejaron de
que se está recibiendo caña de Morelos, y están luchando por un aumento del
40% al precio de garantía, pero no fue aceptado mas que el 18%.
Algunos jóvenes participan desde los 16 años en la zafra, actividad
masculina que organiza la vida social y estratifica una distribución drástica del
trabajo según la edad y el sexo. Los jóvenes
realizan un trabajo físico que
demanda toda su energía y potencial corporal, ellos están segregados de los
espacios donde los adultos (padres, y abuelos, autoridades ejidales y políticas)
toman las decisiones respecto de la economía productiva. Las mujeres ocupan
siempre un lugar de subordinación con respecto de los hombres, quienes les
asignan un lugar subalterno de apoyo a los procesos productivos desde el ámbito
doméstico, la producción de alimentos, la crianza de los niños, los cuidados de la
salud.
Ya como adultos, algunos jóvenes pueden ingresar como obreros a
trabajar en el Ingenio de Atencingo. El campesino a conservado el derecho de
70
sembrar lo que quiere pero su ingreso más importante sigue siendo el que obtiene
por la venta de la caña al ingenio.
Atencingo es ahora del grupo Escorpión
(consorcio vinculado a la Pepsi-Cola), vende la mayor parte de sus mieles a la
fábrica de Bacardí, localizada en La Galarza qué está a unos cuantos kilómetros
de Izúcar de Matamoros.
El ejidatario-cañero es por un lado un asalariado a destajo o un proletario a
domicilio y por otro un productor independiente. En las parcelas económicas se
desarrolla una agricultura comercial y de autoconsumo a escala familiar. Dada la
mecanización del trabajo, ahora se requiere menos mano de obra y de hecho está
escaseando el trabajo. Un ejidatario tiene trabajo para dos hijos, para mantener a
dos familias, -nos dice uno de los cañeros más viejos-, en las épocas de cosecha
se contrata a algunos peones. Esta situación ha propiciado la migración hacia
otras ciudades y desde hace 15 años hacia los Estados Unidos. “Los campesinos
estamos desorientados, -nos dice, Don Mario Herrera, uno de nuestros principales
informantes-, pues cuando nos castigan los precios no sabemos si perder la
inversión o gastar mas en las cosechas, luego salimos perdiendo. Por eso es que
muchos, mejor se van a buscar trabajo a otras partes”.
La precariedad de las condiciones socio-económicas en que viven las familias
de Iguanillas es fuente de constantes angustias y ha propiciado la migración a otras
ciudades importantes del Estado y del país.
Poco después de terminar la secundaria, y a veces antes, desde los 15-16
años, los varones se van en búsqueda de trabajo como obreros, principalmente de la
construcción, aunque también de pintores, jardineros y empleados en tiendas y
comercios.
Las mujeres se van como empleadas domésticas o en labores
comerciales.
En Iguanillas son los hombres jóvenes los que se van para los Estados
Unidos 15 , según los lugareños, hay una quinta parte de la población viviendo en los
EEUU (alrededor de 200), con patrones de circularidad variable, cuya influencia es
muy notable a primera vista en términos materiales.
15
según los datos nacionales, la migración internacional ocurre principalmente entre varones (83.3%) en la etapa
inicial de su vida económicamente activa, Bustamante, JA.(1994).
71
Al lado de las chozas construidas con palma y lodo, “hechas de basura” nos
dice uno de los migrantes, hay algunos cuartos de ladrillo y cemento, y hasta casas
de dos pisos medio vacías con grandes salas y ventanas; todos afirman que esas
edificaciones “están hechas con dólares que vienen del otro lado”. De los hijos y
hermanos jóvenes que piensan algún día regresar e instalarse ahí con sus
familiares. Las familias que tienen parientes en el Norte combinan la cocina de
ladrillo con su cocina tradicional. En la primera puede haber estufa, refrigerador,
licuadora, mesa y hasta lavadoras que todavía no pueden utilizarse porque no hay
agua circulante; y a unos cuantos pasos está la choza de paja donde se preparan las
tortillas y se come alrededor del tlecuil. Otro indicador tangible de la influencia del
Norte es la forma de vestir. Entre las nuevas generaciones de jóvenes, proliferan las
playeras con dibujos eróticos atrevidos y letreros en inglés, los “chors” muy cortos y
de marca extranjera. La presencia de aparatos de sonido, cámaras y reproductoras
de video así como colecciones de discos compactos de los gruperos del norte.
Además de estos cambios, otras transformaciones materiales han ocurrido en
la población.
La llegada de la luz y la construcción del camino para vehículos
automotores,
fenómenos ocurridos hace unos 20 años son señalados como
indicadores de cambio por parte de las mujeres y los jóvenes. Los varones adultos
hablan del riego que les permitió desde hace diez años, producir mas allá de las
siembras de temporal, y la tecnificación del cultivo de la caña, en tanto que las
maquinarias de carga y transportación los libró del trabajo que -según Don Mario,
“antes era de sacrificio, a base de nuestros pulmones y nuestros animales”. Quienes
no tienen tierras trabajan como peones de otros ejidatarios o propietarios.
La clara división del trabajo, del patrimonio y de los espacios laborales por
sexo parece estar en la base de las relaciones de poder y de las dos perspectivas
tan distintas al ver el mundo y explicarse sus vidas, por parte de mujeres y hombres.
Los varones adultos son los ejidatarios, los gestores y representantes ante
autoridades políticas e institucionales, a ninguna mujer se le ocurre pararse en la
Presidencia el día que hay Asamblea, ya sea para elegir representante municipal o
discutir la inversión en obras comunitarias. Los terrenos de siembra son también
territorios masculinos.
72
Según nos explica una de nuestras informantes clave, Doña Mariana de 56
años y esposa de Mario, la fuerza física que requiere la siembra, la quema, el corte
y transporte de la caña no son propios para las mujeres.
Yo no tuve hermanos, así que cuando era joven yo me decía: Si yo fuera
hombre, si yo fuera hombre, no permitiría que mi papá trabajara tanto. Yo
trabajaría el campo y lo sacaría adelante sola.
Yo sé hacer de todo, hasta
cortar caña, pero ¿cómo va a ser?, que una mujer se vaya... libre por derecho
al campo, no...¿cómo va usted a creer?
Los jóvenes varones participan desde los 11, 12 años en las actividades de
cultivo y recolección, así como en la alimentación de los mamíferos. Es común que
realicen otro tipo de trabajos en comunidades y ciudades cercanas, como jardineros,
albañiles, comerciantes y mozos. Los trabajos de construcción, tanto de las áreas de
cultivo y de los cuartos para vivir son también responsabilidades masculinas.
Las mujeres no tienen la titulación de los ejidos, ni representación en las
asambleas.
Su participación en el trabajo agrícola esta secundarizada, aunque
participan en la siembra, recolección y venta de la cebolla, el chile, el cacahuate y el
frijol. Su lugar es el tlecuil. Como dice Doña Elena (57 años), esposa de Fabián,
cuando al llegar le preguntamos ¿cómo ha estado? “aquí, como gata, siempre
pegada al tlecuil, ya ve que los gatos siempre están bien pegados al fogón”.
En las mujeres descansa una pesada carga del trabajo doméstico y de
producción en la unidad familiar, en la cual colaboran los niños de ambos sexos y las
jóvenes ya sean hijas o nueras. Desde los seis/siete años las niñas ayudan a sus
madres o abuelas a desgranar el maíz, preparar el nixtamal, ir al molino y echar
diariamente sus tortillas y picaditas; cortan y preparan los frijoles, las pepitas y
cacahuates; alimentan y cuidan aves de corral y mamíferos. Estas mujeres además
crían, bañan, visten y cuidan a los bebés y los niños;
domésticos, lavan, tienden y planchan la ropa.
limpian los espacios
Además, las madres-esposas,
venden fritangas y artículos alimenticios por las tardes y fines de semana. Los niños
y jóvenes de ambos sexos ayudan en la transportación de los alimentos, el agua del
río y la leña.
73
La organización de la familia es patri-virilocal, los hijos de ejidatarios viven con
sus padres, llevan a su esposa a compartir ese espacio y muchas veces no reciben
un salario, sino que dependen económicamente del padre, de quien reciben
alimentación y techo a cambio de trabajar en la parcela familiar.
Este patrón
favorece la exogamia femenina y hay regulaciones y resistencias familiares para
evitar la emigración nacional o internacional de las mujeres, a menos que se las lleve
su marido.
En su mayoría, las parejas inician una vida conyugal antes de casarse,
después de una transacción de los novios que deciden una fecha para “irse”, en un
acto aparentemente voluntario, y después de un acto en que “se pide perdón”, se
coronará en una ceremonia de matrimonio social y religiosa muy costosa que se
realizará cuando los padres del novio puedan solventarla. La joven que decide “irse
con el novio” llega a un espacio ajeno en una posición de doble subalternidad en
relación con su esposo y sus suegros. En los relatos detallados de estas fugas
encontramos que si bien hay casos de una decisión recíproca, hay también
ocasiones en que los varones han hecho imponer su voluntad a la novia, con el uso
de la fuerza, el término utilizado es “se la jalonearon” y nos tocó vivir un intento de
robo o jaloneo de una joven de 15 años por dos hombres, a caballo, con pistola y
todo.
Aunque el padre tiene una relación externa de subalternidad con los
supervisores del ingenio azucarero, él ejerce al interior de la casa y la comunidad el
dominio económico, a partir del cual sustenta un respeto incondicional a su autoridad
paterna por parte de esposa, hijos, hijas, nueras y nietos. Hay un espacio de poder
para la madre o suegra, quien suele monopolizar la socialización de los nietos y
controlar las actividades domésticas ubicando en subalternidad a las hijas, niños y
nueras, sobre todo durante los primeros años de vida conyugal. Esta situación
aparentemente genera muchas tensiones familiares y conyugales. Como dice Doña
Elvira, la de la caseta telefónica “La suegra si es de dulce, empalaga y si es de barro,
descalabra”.
Cada ejidatario tiene un máximo de 3.5 hectáreas, en 1942 se asignaron tres
hectáreas para el sustento de la escuela y el que más tiene es el Santo Patrón San
74
Miguel, a él se le asignaron seis hectáreas. La producción de estos ejidos se realiza
en faenas donde participan todos, como un compromiso colectivo para contribuir a
las mejoras de la escuela y como parte de un pacto religioso que les permite retribuir
los beneficios recibidos por los santos y los milagros, al Santo Patrón.
Horizonte mágico-religioso
Los habitantes de Iguanillas tienen necesidad del favor y la indulgencia de los
santos. Las nuevas generaciones combinan esta necesidad colectiva con una
orientación para personalizar las tendencias religiosas.
Al
participar en los
rituales guardan en lo íntimo los problemas personales y dialogan directamente
con las deidades..
El horizonte mágico-religioso se manifiesta constantemente en la cosmovisión
de los pobladores de Iguanillas, a través su participación en múltiples rituales
religiosos y en relatos míticos y milagrosos relacionadas con los fenómenos
naturales, la enfermedad, la sexualidad y la muerte.
En la segunda visita a la comunidad, nos dice Valentina, joven madre de 22
años: “Sabíamos que ya venían, pues desde temprano está llorando el fuego”. Se
refiere al fuego del "tlecuil”, que sigue vivo en el horno donde las mujeres de hoy
preparan las tortillas, en ese objeto que era la antigua morada del dios anciano o
dios del fuego, aquél que regía todas las transformaciones del mundo. Junto con el
“metlapille” el “tlecuil” mantiene su nombre en náhuatl y proyecta permanencias que
no terminan de cristianizarse ni de castellanizarse.
En la parte mas alta de estas tierras está situado el templo a San Miguel.
Orientado hacia donde nace el sol, es el espacio para la realización de una gran
cantidad de rituales en los cuales participa la mayoría de la población.
Como parte de los procesos de socialización o endoculturación 16 , se asignan
papeles específicos a los niños, las niñas, así como a los y las jóvenes.
En las
bodas y bautizos, un grupo musical de jóvenes interpreta versiones modernizadas de
16
De acuerdo con Aguirre Beltrán, la endoculturación se refiere a la transmisión que de su bagaje cultural
hace una generación a la que le sucede, engloga a los procesos de crianza, socialización, escolarización y , en
lo general, todos aquellos por medio de los cuales el niño es condicionado a las formas de vida de un grupo
social (Aguirre B, 1992).
75
los cantos religiosos. El 29 de septiembre, en la fiesta del santo patrón, al tiempo
que los agricultores de los pueblos cercanos garantizan las cosechas del siguiente
temporal, intercambian imágenes de sus santos y ofrecen maíz a Iguanillas; para
cumplir su promesa, algunas de las muchachas presentan en tres años
consecutivos, una obra teatral titulada “las vaqueritas”. Ellas pueden lucir masculinas
y montar el caballo tal como lo hacen ellos, se visten de vaqueras, con sombrero,
pantalón y botas de cuero. Los jóvenes varones se divierten asustando a todos con
mascaras monstruosas, es el rito de los “tecuanes”, disfrazados de monstruos
juegan a los toros y bailan con música de chirimía y tambores, en otras ocasiones
han tocado el teponaxtle; mientras salen hacia la Iglesia su música es opacada por
la banda y por una sucesión de cohetones, “es la música con que nuestro señor
entró a Jerusalén” dice uno de los músicos más jóvenes.
El día de los difuntos es probablemente la segunda fiesta en importancia.
Desde la carretera el olor de las flores de cempazúchil y los tonos de anaranjado se
imponen al resto del paisaje, flores que acompañarán las ofrendas en los altares y,
cuyos pétalos se acomodan para señalar el camino a las almas, para que no se
pierdan. Las primeras ofrendas del 31 de octubre son para los accidentados y los
niños, al día siguiente el humo del incienso que sale del popochcomil es para el resto
de los difuntos. “Si agarras de la ofrenda, te jala la pata el muertito”, dijo una niña a
su hermano cuando casi lograba apoderarse de un pan en el altar de su tío, quien
murió accidentalmente a los ocho años de edad.
En la noche de los santos difuntos salen a bailar y a pedir ofrenda “las
Mojigangas”.
Se trata de una experiencia ritual masculina muy antigua y
generalizada, en el que todos
los padres, abuelos y hasta los bisabuelos
consultados, nos dijeron que habían participado.
Hombres jóvenes y adultos
anónimos vestidos de mujer transgreden los símbolos externos de la masculinidad, y
con ese extraño atuendo piden ofrenda frente a los pórticos y ventanas de las casas.
Traen vestidos, ombligueras y minifaldas, medias, zapatillas, aretes y pechos
postizos. La cara está cubierta con máscaras, rebozos, paliacates o lentes de sol y
pelucas de pelo largo. Entre los callejones oscuros pudimos ubicar cuatro grupos de
mojigangas, llevan su equipo de sonido, una casetera, y bailan en parejas piezas
76
gruperas y algunas guapachosas lentas, que los animan a bailar pegaditos.
En el
baile, se rompen las reglas de distancia entre los cuerpos de los hombres, el olor de
las bebidas alcohólicas es muy penetrante, truenan los vidrios rotos de las cervezas
que revientan en las piedras, hay muchas risas y actuaciones en las que se
exageran los movimientos de cadera y los ademanes hiperfemeninos. Nos llama la
atención la naturalidad con que se toma este ritual, en una comunidad con patrones
masculinos tan rígidamente establecidos. Según avanza la noche, se escuchan
gritos, silbidos, insultos y hasta disparos; las miradas hacia mí me hacen sentir
como una invasora, única mujer en la calle que comparte ese relajo, a tan altas
horas. Dos jóvenes se hacen de palabras, “puto, hijo de la chin......”, se retan y casi
llegan a los golpes...la imagen es grotesca, el más bravucón, con tremendo bigote
lleva un vestido negro de holanes blancos que rodean un atrevido escote, mientras
tanto, él es jaloneado por otros que intervienen para calmarlo. El mayor de los
acompañantes logra calmar la situación, hace que el joven agresor vaya bajando la
vista progresivamente, hasta que el enfrentamiento termina con un “vámonos
muchachas” del agredido, con el cual se retira un grupo para seguir bailando.
Para los lugareños este ritual no es mas que una costumbre de antaño, antes
los disfraces eran mas elaborados y en vez de la casetera de música moderna
tocaba la banda del lugar.
Para José(16 años), se trata de una experiencia
divertida, bailar con los amigos y hacerse pasar por mujer.
Al día siguiente, José,
joven cañero de 17 años nos cuenta sus experiencias, él ha participado como
Mojiganga por cuatro años:
No, pues anda uno bien contento, pues anda uno con todos los amigos ahí
bailando, ahí haciéndolo como las mujeres y todo...aunque algunas veces se
van
emborrachando... y se van propasando como una vez con mi hermano.
Un señor así cortito, y se veía nomás como una mujer y así, con una peluca
de minifalda...iba con una gabardina grandota y un sombrerito bien agachado,
no lo conocíamos, y nomás lo iba tocando, tocando...y ya nomás todos se
hacían así, que adelantito le iban a dar un botellazo, porque llevaban no me
acuerdo, Coca, no me acuerdo, algo así mas pa´llá, en lo oscurito, íbamos
pasando un foco, cuando le ven la cara, y mi carnal se quita la peluca y le
77
dice...!bueno! ¿qué tiene usted?...¿está loco?....pero, era mi tío (risas). No,
que no hubiera sido mi tío, ya merito si le damos, le íbamos a dar.
Investigador: ¿Y las mujeres no le entran?
José: No, esas de día, de brujas salen, pero de día.
La experiencia nos recuerda los ritos de inversión de status relatados por
Víctor Turner (Turner, 1988) en los cuales los fuertes bajo un disfraz de humildad y
pasividad, o los hombres al disfrazarse de mujeres regeneran los principios de
clasificación y ordenación sobre los que descansa la estructura social.
Se parece
también a las ceremonias naven descritas por Bateson, en las cuales él interpreta el
travestismo de los varones como una caricaturización del papel femenino para
confirmar la complementariedad sexual y expresa un rasgo de rivalidad simétrica
entre los sexos (Bateson, 1990).
Aparentemente es un ritual de inversión de status
para confirmar la masculinidad, los hombres son igualados a las mujeres y
despojados de su posición superior como varones.
Concluido el rito, el status
subalterno de las mujeres no cambia para nada ¿Será que la conducta ilícita
extravagante subraya la racionalidad de la conducta diaria? .
También se trata de un ritual cíclico, un acto que precede a la fiesta cristiana
de Todos los Santos y al día de los Difuntos, en que se conmemora la festividad de
las almas en el purgatorio. Mientras los jóvenes se disfrazan de Mojigangas en
Iguanillas, el mismo 31 de octubre se celebra el Haloween en otras latitudes del
planeta, una costumbre occidental que pone acento en los poderes inferiores de los
niños, en los más débiles, un ritual que también Turner interpreta como de inversión
de status. ¿No será el ritual de las Mojigangas una síntesis que refunda la jerarquía
de género y al mismo tiempo resalta la debilidad de las mujeres y la posición inferior
de las almas en el purgatorio, aquéllas que piden a los santos que interfieran por
ellas para salvarse y acceder al cielo?
Gente de todas las edades sigue participando con entusiasmo en los ritos
religiosos y seculares de Iguanillas. En la procesión del viernes santo, los jóvenes
cargan al Cristo crucificado y a la virgen dolorosa por las calles principales, aún
cuando la decoración de sus cuerpos expresa su diferencia generacional:
llevan
78
jeans y tenis de marca americana, algunos traen arracada en la oreja y camisetas de
basquetbolistas o con imágenes de mujeres rubias. Así como los servicios de salud
y educativos son escasos en estas comunidades rurales relativamente pequeñas, los
servicios religiosos son pocos y provienen de la cabecera municipal. El capellán llega
cada domingo por la mañana a ofrecer misa y, si hay tiempo, a confesar.
El
capellán nos dijo que los jóvenes están muy fríos ante la religión, no participan “a las
misas asisten un 40% de las muchachas y un 15% de los muchachos, por esos
estamos organizando programas comunitarios, para motivarlos más”.
Aunque todos los jóvenes están bautizados, confirmados y han hecho la
primera comunión, es un hecho que ciertas prácticas religiosas se están
erosionando. Ya no rezan el rosario como sus madres y tampoco asisten a misa
todos los domingos, como dicen los jóvenes “ir a misa es ir a criticar, la gente nada
mas va a la Iglesia para “tijeretear” a los demás”.
Pero eso sí, se persignan antes
de dormir y al pasar por el templo, todos tienen imágenes de la virgen de Guadalupe,
del sagrado corazón y de otros santos en sus casas. Las muchachas rara vez se
confiesan aunque si comulgan de vez en cuando. Los muchachos ya ni se confiesan
ni comulgan.
El rechazo a participar en esos ritos parece una expresión de conflicto y de
diferenciación hacia la generación anterior, el día de la misa de graduación de la
secundaria, nos llamó la atención que ninguno de los hombres comulgó. Después
nos enteramos que ellos se habían puesto de acuerdo, nos dijeron que no
quisieron comulgar porque a ellos no les hace falta, “nosotros no tenemos
pecados”
Pero eso no quiere decir que no sean profundamente creyentes. Como
parte de las creencias, el cuerpo de los santos es un objeto de culto que a veces
pone el acento en la materialidad bruta y a veces, en el potencial de relación con
los demás. La figura central de la iglesia es San Miguel, después está un cuadro
de la Virgen de Guadalupe, del otro lado está San Ramitos y La Preciosa Sangre,
también está San Martín a quien se le pide dinero y el Santo Niño de Atocha está
en una vitrina nuevecita. Todavía no hace milagros porque acaba de llegar, decía
79
Mina (joven de 18 años): “los santitos son de madera y no de carne como nosotros
y, teniéndoles fe... hacen milagros”.
Un cura muy presumido quería quitar a La
preciosa sangre, porque no le gustaba y dijo que no era un santo, que estaba
chueco y no estaba bien hecho, por eso, dos semanas después chocó en la
carretera y se mató.
Otro joven que acaba de entrar a la banda, me cuenta que
prometió a San Miguel tocar en la banda por tres años, pues lo salvó de morir
atropellado. En esa ocasión como traía en la cartera las estampas del Señor de
Jacaltepec, de la Virgen de Guadalupe y de San Judas Tadeo, no se murió...
la
estampa de éste último apareció con una raya marcada justamente en el mismo
lugar donde a él le pasaron las llantas del camión. José también me decía “si te
portas bien, el niño Jesús te concede todo lo que le pidas”.
Como hemos visto, los rituales religiosos no son un territorio propio de los
jóvenes, sino celebraciones colectivas en la que los jóvenes participan con las
otras generaciones aunque con papeles particulares.
Las rupturas de
estereotipos sociales en las festividades religiosas no son precisamente
expresiones de resistencia, sino de sometimiento a los procesos de reproducción
cultural, ante los cuales los jóvenes siguen encontrando significaciones subjetivas,
sentidos de pertenencia y oportunidades para pedir favores y corresponder a los
santos.
Los temas principales que llevan en sus promesas tienen que ver
principalmente con la salud, la enfermedad, la vida y la muerte.
Pero los eventos religiosos, son a veces las únicas oportunidades para
divertirse y estar entre iguales. En la carrera de los guadalupanos los jóvenes de
ambos sexos participan con gran entusiasmo. Esta carrera es organizada desde
la parroquia como una estrategia de proselitismo para involucrar mas directamente
a las nuevas generaciones en las actividades religiosas.
Por lo que pudimos
observar, esta carrera ha sido también la oportunidad para que los jóvenes tengan
un espacio propio, es un evento en que no participan los adultos mas que como
generadores de la idea.
Elia (joven de 19 años) ha tenido un liderazgo importante en la formación
de un grupo juvenil que organiza bailes y colectas para los guadalupanos. Ella
sale mucho a las ciudades y poblaciones cercanas, acude constantemente a
80
bailes y tocadas y estudia contabilidad en Chietla. Nos tocó ver cómo organiza a
los jóvenes, para la carrera. Los jóvenes se citan en grupos de dos o tres para
practicar desde un par de meses antes, van a correr al campo todos los días, y así
ganan resistencia poder aguantar la carrera de relevos que va desde la iglesia del
pueblo hasta la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. Por sus
comentarios, nos percatamos de que la carrera es una oportunidad casi única para
salir de viaje hacia México sin los papás, con compañeros de su misma edad y de
diferente sexo. Durante el recorrido duermen en las camionetas los muchachos y
las muchachas y, cuando saben que hay parejas de novios, los separan en
camionetas diferentes. Como los gastos son caros, los jóvenes organizan bailes y
colectas, nos tocó compartir con ellos un baile en el que las muchachas y los
muchachos cobraban los boletos y las fichas para bailar, vendían las cervezas,
organizaban el sonido y eran los responsables de los fondos.
El espacio no es exclusivo para los jóvenes, como en todos los bailes del
pueblo, asiste gente de todas las edades. Al comienzo están hasta las mamás y
los niños, según se va haciendo tarde, se quedan en el baile los jóvenes de ambos
sexos y los señores, las mamás suelen irse temprano a su casa a cuidar a los
menores. Como observadores de afuera, los investigadores estamos siendo
testigos de un proceso de transformación que realizan las y los jóvenes
campesinos, de una apropiación y resistencia selectivas de las ofertas culturales.
Prácticamente no encontramos territorios propios creados por y para los jóvenes,
pero si muchos elementos que toman y recrean las nuevas generaciones de los
patrones juveniles urbanos
El espacio escolar
Como espacio institucionalizado para los jóvenes, la escuela secundaria, es
un nuevo espacio que favorece el encuentro entre los jóvenes de ambos sexos.
La telesecundaria de Iguanillas fue fundada en 1981. Desde entonces se han
atendido a 176 estudiantes: 99 mujeres y 77 hombres.
La asistencia de las
mujeres siempre ha sido mayor que la de los hombres, lo cual se atribuye a la
presión familiar para que contribuyan al trabajo agrícola o aporten ingresos al
81
hogar en vez de asistir tanto a la escuela.
La población escolar de la
telesecundaria local ha seguido una tendencia oscilatoria, de incrementos y
descensos, que no responde al incremento de la población juvenil que ha ocurrido
en los últimos años. Tomando en cuenta que la población juvenil actual de 14 a
16 años es de 93 y que se han graduado de la secundaria 51 estudiantes en los
últimos tres años, podemos hacer un cálculo aproximado de que más o menos la
mitad de los jóvenes del pueblo están asistiendo y terminando la secundaria, en
tanto que la otra mitad se queda a realizar trabajo doméstico (las mujeres) y de
campo (los hombres).
Escuela Telesecundaria de Iguanillas
Certificados de secundaria 1981-1996 17
Generación
HOMBRES MUJERES TOTAL
9
84-85
7
16
8
85-86
10
18
8
86-87
5
13
3
87-88
6
9
6
88-89
9
15
4
90-91
10
14
5
91-92
7
12
5
92-93
8
13
4
93-94
7
11
8
94-95
10
18
8
95-96
14
22
77
Totales
99
176
Los padres tienen una expectativa ambivalente ante la escuela secundaria,
por un lado mandan a los hijos e hijas a la escuela y depositan en ellos y ellas
algunas esperanzas de mejoría de status, pero al mismo tiempo no los obligan a ir
diariamente, ni la consideran una inversión prometedora, sino todo lo contrario.
Las maestras están en una tensión constante con los padres de familia para
que valoren la asistencia y permanencia de sus hijos “faltan alumnos, hay mucho
ausentismo y deserción. Los hombres se van más porque les atrae el dinero, desde
chicos les inculcan la posibilidad de irse a los Estados Unidos”.
La escuela lleva una esperanza de mejoría y un modelo distinto en cuanto al
ciclo de vida. Las maestras están induciendo un modelo de decisiones individuales y
17
Actas escolares de la Telesecundaria, 1981-1996.
82
vocacionales que en ocasiones se opone al proyecto familiar que los padres han
decidido para sus hijos e hijas. En la revisión de la matrícula generacional, han
asistido mas mujeres que hombres, toda vez que se considera menos importante su
contribución a la economía familiar. Los jóvenes de hoy, parecen estar jaloneados
por dos figuras de autoridad diferentes: las maestras y sus padres.
En el discurso de las maestras la adolescencia se incorpora como una
exacerbación de paternalismo y una afirmación de la autoridad magisterial.
Se
exalta la actitud protectora y al mismo tiempo se propicia un alejamiento de los
sentimientos de los estudiantes. Las maestras inauguran el discurso psicológico de
la “crisis de los adolescentes”, y es su mejor argumento para justificar su posición
jerárquica y la negación de la capacidad reflexiva de los jóvenes:
Maestra de 3o.: Aquí los comprendemos, sabemos que están pasando una
etapa difícil. En esta etapa no piensan las cosas. No razonan. No es que
sientan lo que dicen que sienten, sino que...están en crisis..
La presencia del noviazgo así como sus transformaciones están reconocidos
en las maestras, quienes se mueven en una posición ambivalente para prohibir y al
mismo tiempo tolerar. En lo que están de acuerdo es en postergar la edad de las
uniones conyugales.
Directora de la escuela:
Hoy los jóvenes tienen mucha prisa, prefieren irse
con el novio que seguir viniendo a la escuela. Aunque tienen prohibido tener
novio o novia, nos damos cuenta de que son novios en secreto cuando
terminan, cuando se pelean. Entre los cuadernos nos encontramos también
con sus poemas de amor.
Las jóvenes y los jóvenes tienen también una percepción ambivalente ante la
escuela.
Tienen claro que ir a la escuela es una justificación para poder salir de
casa y para librarse de las tareas domésticas y faenas agrícolas y, al mismo tiempo,
tienen muy poco interés en estudiar y se quejan constantemente del control de las
maestras. Aunque es obvio que disfrutan la convivencia con sus iguales y que están
asumiendo una identidad de estudiantes, lo cierto es que no parecen muy
83
interesados en estudiar. La mayoría de las muchachas preferirían quedarse a hacer
"el quihacer” que estar aguantando los regaños de las maestras. Los muchachos,
por su lado, faltan cada vez que pueden y más bien están pensando en terminar
rápido para irse a otra ciudad a trabajar o a los Estados Unidos.
Sin embargo, la escuela ha sido la oportunidad para abrir noviazgos no
terminales, sin miras a la conyugalidad. A pesar de estar prohibido tener novio en la
escuela, todos y todas nos hablan de múltiples noviazgos entre compañeros de la
escuela que contrastan con las historias del único amor de sus abuelas y madres, o
de las novias en otros poblados que tenían sus padres y abuelos. Los estudiantes se
las arreglan para verse y hablarse. Nos dice Gloria, una chica de 15 años que ya ha
tenido tres novios “cuando las maestras nos cachan nos empiezan a dar consejos,
que todavía no es tiempo para nosotros, que ahorita hay que dedicarse más a los
estudios y ya después habrá tiempo para otras cosas”.
El gran movimiento comunitario alrededor de la fiesta de graduación de la
secundaria confirma la importancia cultural de este espacio social y la significación
casi liminal de todo un periodo en que se detiene el status de los jóvenes y las
jóvenes: los tres años de estudios.
Se da una gran importancia al vestido que
lucirán los graduados en esa ocasión, se discute ampliamente entre las maestras y
las madres de familia, las voces de las jóvenes y los jóvenes, no son muy
escuchadas. La ceremonia nos recuerda las fiestas de 15 años de las comunidades
urbanas. En esta ocasión las mujeres lograron convencer a sus mamás de usar el
modelo propuesto por la maestra: un vestido negro, largo y escotado con una
abertura atrás hasta las corvas. Pero los muchachos se tuvieron que poner una
corbata roja de moño y una banda en la cintura a pesar de sus reclamos durante los
ensayos, nos dice Angel (15 años) “no queremos ir así, vamos a parecer meseros...
así nos vistieron en la primaria”. Pero la respuesta de la directora fue contundente:
“Si quieren el papel (se refiere al certificado de la secundaria) tienen que obedecer”
Se trata de un ritual
de pasaje, un ritual de separación, transición e
incorporación en términos de Van Gennep (Van Gennep, 1960), una ceremonia cuyo
fin esencial es permitir al individuo pasar de una posición definida a otra igualmente
definida. La ceremonia incluye tres eventos: el religioso, el cívico y el social.
84
El evento religioso consiste en una misa en la que cada uno de los graduados
y las graduadas van acompañadas de dos o tres padrinos, todos van muy bien
arreglados, las mujeres llevan vestidos y regalos florales, los varones adultos van
con camisa de cuello y sombrero. . En la generación de los jóvenes que habían sido
nuestros informantes durante ese año, los investigadores fuimos invitados por la
directora de la escuela para participar como padrinos de video, y además cada uno
fuimos madrina y padrino de dos de los graduados. En la misa nos llama la atención
que comulgan todas las jóvenes graduadas pero no los varones
“nosotros no
tenemos pecados”, dijo uno de ellos con risa burlona.
De la Iglesia bajan en parejas hacia la escuela para seguir con el rito secular
en el patio escolar. La ceremonia cívica comienza en un mediodía caluroso, los y las
graduados de gala marchando lentamente van apareciendo uno a uno en el patio al
cruzar un gran arco elaborado con globos blancos y negros, representando la
frontera entre una etapa liminal que termina y una nueva posición ante la comunidad.
Con pasos lentos y elegantes, cabeza agachada y manos entrelazadas en la
espalda (en señal que evoca duelo) dan vuelta a todo el patio para ser observados
prácticamente por todo el poblado que se ha dado cita en el patio de la
telesecundaria.
Después vienen piezas de oratoria grupal en que recitan poemas de
agradecimiento a las maestras y de tristeza por la despedida a la escuela. Con Ray
Coniff como música de fondo, arranca toda una obra cuyo contenido, previamente
seleccionado y dirigido por las maestras, se convierte en un ritual de auto elogio que
busca dignificar a la escuela textualmente como “el templo del saber”.
Una generación se despide.
Te dice, "adiós queridísima escuela".
Una mirada a sus corredores,
a su patio y a sus salones de clase
y un apretón de manos a los profesores
y un suspiro hondo que del pecho nace.
Sólo tres años convivimos en tu seno
descubriendo la sabiduría creadora
para lograr una raza triunfadora.
Fueron tres etapas que, como escalones,
subimos con esfuerzo infinito.
85
Partiremos por otros derroteros
dejando tu recuerdo cual bandera.
De tu emblema seremos escuderos
como caballeros sin fronteras.
Las figuras de los profesores
con sus regaños y sus consejos
surgirán como fieles defensores
para librarnos de los malos hábitos.
Amada escuela... templo del saber,
iremos a buscar los senderos del mundo.
Al desierto ignoto trataremos de vencer.
Nos hundiremos en el abismo profundo.
Tu seguirás de pie y siempre alerta
recibiendo en tu seno nuevas esperanzas
para sembrar a la juventud despierta.
Eres faro que brilla en el mar incierto
alumbrando el puerto de nuestro destino.
Eres un oasis que, a mitad del desierto,
mitigas la sed de quien busca el camino.
Una generación se despide
y te dice "adiós, queridísima escuela
Después nos enteramos que se trataba del poema “Despedida escolar" de
Dionisio Ortíz Martínez, el cual había tenido que ser memorizado en las semanas
anteriores por todos los estudiantes. Muchas horas de clase se han desplazado
para
poder realizar los ensayos, en las últimas semanas, mientras las ondas
televisivas de la SEP enviaban clases de química, inglés y otras materias, los
estudiantes y las maestras practicaban un par de horas diarias para que nada fallara
en la graduación.
Durante la presentación todos los muchachos parecían muy preocupados por
hacer bien el espectáculo, mostraban rostro serio y un involucramiento emocional
intenso.
Cuando terminaron y mientras el compañero investigador les tomaba
fotografías con sus padrinos, les preguntó si se sentían tristes. Uno sonríe y el otro
le empuja la cabeza al compañero “!dentro de tres horas eres libre!”.
86
El día culmina con múltiples fiestas en cada una de las casas con las familias
de los y las debutantes. Esta ceremonia promueve muy directamente el valor de la
escuela como saber y permite a los y las jóvenes pasar de una posición de
estudiantes a otra posición de adultos-jóvenes. A partir de esta fecha, los padres
van a tener mayores exigencias para que trabajen los varones en el campo, y una
expectativa ambigua hacia las mujeres: se les pide que colaboren mas
sustancialmente en las labores domésticas. Hay también una posición ambivalente
hacia ellas: Se les prohibe tener novio pero al mismo tiempo las actitudes parecen
estar esperando que consigan un buen compañero para casarse. A nosotros nos
llamó mucho la atención el cambio en el arreglo de las muchachas después de
graduarse.
Pareciera que después de ese episodio ellas tienen permiso de
pintarse, vestirse y peinarse como señoritas, usar tacones, medias, etcétera.
Todo parece indicar que la secundaria tiene un significado de formación
terminal, por lo general en la comunidad no detectamos hombres que hayan
cursando educación media superior o universitaria y son muy contadas las jóvenes
que están interesados o deciden hacer la preparatoria. Estos pocos enfrentan la
duda u oposición de los padres por los gastos que implica y por las escasas
perspectivas de poder avanzar y mantener los estudios universitarios. Durante el
año y medio que visitamos la comunidad sólo nos enteramos de una persona
graduada con estudios universitarios, se trata de un Ingeniero Agrónomo que ya no
vive en el poblado pero tiene una casa de las más grandes y lujosas.
En términos de la educación sexual, a escuela es el único agente que esta
informando abiertamente a las mujeres jóvenes y que complementa los saberes de
los varones (que obtienen de los parientes y migrantes de California) con la
información científica.
No se encontró oposición a la educación sexual entre los padres sino todo lo
contrario, un gran interés y aprobación porque se dé más información en la escuela.
El presidente de la Asociación de Padres de Familia de la telesecundaria afirmaba
al final de una reunión en que hablamos sobre el SIDA: “esto de hablarles de
87
educación sexual le sirve a los jovencitos aunque luego se hacen pasar por
inocentes. Informarlos y darles educación sexual es un grito a tiempo”.
Pero aunque ya hay nuevos contenidos en los libros, la educación directiva
de las maestras así como sus concepciones pedagógicas en cuanto al poder de la
información y sus propias actitudes hacia la sexualidad están muy relacionadas con
su dificultad para orientar adecuadamente a las y los jóvenes en el aula.
Es obvio que las maestras de esta telesecundaria no han recibido una
capacitación especializada para la educación sexual, para crear una atmósfera
participativa que favorezca el diálogo ni el intercambio de las necesidades o
inquietudes sexuales de los estudiantes. En las actividades pedagógicas, es muy
evidente una actitud represora hacia la participación activa y critica, al juego, al
noviazgo, a los acercamientos corporales y hasta a las formas de moverse y de
vestir.
Los contenidos de la educación sexual se incluyen como parte de la materia
de Orientación Educativa, y como en todo el país, están casi totalmente enfocados a
la reproducción aunque también se abordan las enfermedades de transmisión
sexual y el SIDA. Las maestras parecen muy satisfechas, tanto con los programas
videograbados que llegan como de su actividad educativa, aunque reconocen que
han recibido muy poca capacitación en estos temas
Maestras de 2o y 3o. los muchachos lo saben todo y lo han visto todo, hasta
como se meten los espermatozoides en el óvulo -nos dice la maestra de tercero.
Han venido doctores de Matamoros
con películas hechas en Cuetzalan sobre
educación sexual: les enseñan a no casarse temprano y cuando tener relaciones
sexuales. Se han pasado con los tres grupos juntos: pero los jóvenes se cohiben.
En la clase de Orientación sexual suelen estar muy atentos, pero no contestan
preguntas. En tercer año es lo que más les atrae: "ni parpadean" ¿cómo es posible
que les enseñen como hacer novio?. Bueno, también les enseñan como escribir una
carta. Es que aquí se van con el novio a los 14-15 años y están en un error. Piensan
que llegar a 19 sin casarse es ser solterón. En realidad, si nos rebasan con sus
preguntas.
88
En otra ocasión nos dice la directora: los jóvenes se acercan muy
morbosamente el tema “se ríen y -como yo les digo-, deben tomarlo en serio. Ellos
confunden lo que es el sexo. Yo les digo, el sexo es lo masculino y lo femenino, no
es lo que ellos piensan”
A pesar de las grandes dificultades con el tema por parte de las maestras,
hemos constatado que la poca información que se maneja en el aula es de un gran
valor local y ha sido muy bien utilizada por los y las estudiantes. Hay también una
contrastante desventaja entre quienes no asisten a la secundaria, particularmente
las mujeres, no tienen idea de que de los procesos fisiológicos y apenas
difusamente han escuchado algo sobre los dispositivos preventivos.
Las y los estudiantes de la Telesecundaria manejan un cierto lenguaje para
hablar del cuerpo, de la fisiología y de las medidas preventivas tanto para el
embarazo como para las enfermedades de transmisión sexual que no tienen
quienes no asistieron a la secundaria.
Sin embargo, como la enseñanza es muy
puntual y no cuentan con mayores recursos para ampliar el conocimiento en estos
temas, la recepción entre los jóvenes es muy confusa e imprecisa. Saben que
existen varias enfermedades de transmisión sexual: la sífilis, la gonorrea y el SIDA.
Nos explicaron que el SIDA se transmite por sangre infectada y de la madre al hijo,
hubo que reiterar varias veces la pregunta para que nos hicieran ver que también
sabían que se transmite al tener relaciones sexuales. También nos dijeron que en la
escuela les explicaron cómo se usa el condón, en un video de los programas que
llegan.
Los estudiantes y las estudiantes combinan los efectos de prevención de
embarazos indeseados y la transmisión del VIH, como si ambos riesgos pudiesen
evitarse lo mismo con el uso del condón como con pastillas o inyectables
hormonales. Han incorporado en su léxico los términos de “heterosexualidad” y
“homosexualidad” como equivalentes a “tener una sola pareja” o “ser promiscuos”,
respectivamente, “hay algunos que tienen sangre infectada”.
Más que de las
relaciones sexuales les han hablado de la fecundación y el embarazo “de las
relaciones sexuales no, mas bien nos han hablado de la unión y todo, pero no nos
dicen cómo un este, o sea, se une, eh.. el aparato del hombre con el aparato de la
89
mujer, y este, y ahí ocurre que se este ¿cómo se llama? se forma un óvulo y este se
va desarrollando y ya hasta después ya se dan cuenta de que tienen un bebé”.
Las chicas que han ido a California saben mas del SIDA y de los condones,
dicen que allá escucharon de eso en la escuela y en la televisión.
En el relato de
Esperanza (15 años) como veremos en el capítulo cinco, es claro que ella ha
aplicado el conocimiento que aprendió en la escuela y en las películas, y aunque no
le parecía mucho al novio que ella supiera tanto, ella fue quien le explicó a él cómo
actúa y como podía utilizarse el condón.
Los bailes, la música y los medios electrónicos de comunicación.
Los bailes son un espacio privilegiado para los encuentros entre jóvenes que
va en aumento. La fiesta como momento lúdico y como posibilidad de contacto se ve
multiplicada por la creciente frecuencia de las tocadas con sonido y las montadas de
toros que se realizan tanto en el propio pueblo o en los pueblos vecinos. En años
recientes aparecen bailes con un objetivo lúdico exclusivo y no como una festividad
familiar o religiosa. De hecho, ya existe una verdadera industria en la región que va
desde los grandes conjuntos tropicales que llegan a Izúcar y las cabeceras
municipales, hasta los equipos de sonidos de alta tecnología que se pueden
contratar.
A veces las fiestas incluyen juegos mecánicos, otro espacio para el
cortejo.
Cuando iniciábamos nuestro trabajo de campo, en una sesión con los
padres de familia de la Telesecundaria nos hablaron sobre los principales cambios
que han ocurrido en Iguanillas en los últimos años, después de señalarnos la
importancia de los caminos, la llegada de la luz (la electricidad), la introducción de
la maquinaria para el trabajo, una señora agrega “y el vicio”.
Cuando ella
menciona el vicio, todas las mujeres se ríen y se cruzan miradas entre ellas como
si se tratara de un pecado común. Se referían a las telenovelas.
Mencionarlas
junto con los cambios más importantes del pueblo, es un indicador de la gran
trascendencia que las mujeres atribuyen a la televisión en sus vidas, lo mismo que
un vicio, la presencia de la televisión tiene el sentido de un gusto perjudicial ante el
cual ellas no tienen control.
90
Llama la atención la falta de circulación de periódicos, libros o revistas. De
hecho no registramos la práctica de la lectura (a excepción de Don Fabián que le
gusta leer libros de historia) ni de fotonovelas ni historietas,
son los medios
electrónicos los que tienen una influencia creciente que ha estado facilitada por los
equipos de sonido, televisores y videograbadoras que traen los migrantes de
California o que son comprados con dólares que ellos envían. Estos equipos son
de hecho las primeras adquisiciones que se realizan cuando alguien migra.
Un “stereo” es un símbolo de status y del triunfo obtenido en el otro lado.
Cuando nos tocó vivir la visita de uno de los hijos de Mariana, nos impresionó
mucho todos los recursos que se movilizaron para lograr hacer llegar a la
comunidad un gran aparato de sonido.
Mariana nos había pedido ayuda para
poder alquilar una camioneta para transportar el aparato (stereo, bocinas, radio y
CDs) desde el Aeropuerto del DF y hasta Iguanillas, el asunto no fue fácil, pues se
requería toda una camioneta sin más pasajeros para traerlo, pero en fin, así se
hizo. Después nos contó Saúl (el hijo migrante) que había pagado $700 dólares
en la aduana para poderlo pasar a México, y suponemos que el costo del equipo
fue mucho mayor.
El famoso aparato lo estrenamos en el bautizo de la nieta de
Don Fabián, se los prestó Mariana y fue sin duda el eje de la fiesta. Colocado al
centro con dos grandes bocinas a todo volumen en esa ocasión pudimos escuchar
en CDs mambos
y Rock quebradito.
Como Saúl después se regresó a
California, él ya casi no pudo disfrutarlo sino que le quedó a su hermana
Esperanza, quien ahora lo tiene prendido todo el día en su cuarto, que es por
cierto, la casa que está construyendo Santiago para regresar algún día a Iguanillas
a vivir con su familia.
Enfocados en las nuevas generaciones nos preguntábamos de qué manera
el rock y la música “moderna” han contribuido en los procesos de posicionamiento
de las identidades juveniles en Iguanillas, tal como ha ocurrido en otros lugares
según lo sostienen los estudiosos del fenómeno de las juventudes (Valenzuela,
1997). Nosotros encontramos que en Iguanillas la música de la radio y los grupos
de la televisión están también perfilando la construcción de una cultura juvenil
particular; los y las jóvenes se apropian selectivamente de ciertos símbolos de los
91
cantantes y grupos (modos de vestir, de hablar, de bailar y cantar). La presencia
de aparatos musicales de gran capacidad acústica es muy obvia para cualquiera
que atraviese las calles, por todos lados se escucha la música en volúmenes muy
altos y con el tiempo uno se va dando cuenta que atrás de las canciones a todo
volumen, siempre hay un joven o una joven manejando los aparatos.
La música de más penetración entre los jóvenes de Iguanillas es la llamada
grupera de los conjuntos del Norte del país, también se escuchan mucho las
cumbias y el Rock quebradito. Entre los grupos de este tipo mas escuchados se
encuentran Los Machos, Los Tigres del Norte, Los Bukis, El Mexicano, la Banda
Potrero, Los invasores de Nuevo León.
También escuchan baladas musicales,
principalmente de cantantes mexicanos como Luis Miguel, Talía, Lucerito, Carmen
Jara, Fey, Richi Martin, Flavio César, Selena y Enrique Iglesias entre otros. Sólo
una de las informantes mencionó a una cantante internacional, Madona, cantante
preferida de Ana Belén quien ha recibido otro tipo de influencias al irse a estudiar
la prepa a Jalapa y Morelos los últimos años. Casi todos y todas tienen Discos
Compactos de estos conjuntos y cantantes, pero también los escuchan en vivo en
las tocadas y en los bailes o por la radio, en las estaciones locales preferidas,
como Radio Matamoros.
La influencia más obvia de la música y los medios electrónicos se
observa en la moda y el lenguaje, como expresión concreta de la estética juvenil.
En el arreglo personal de las jóvenes de hoy, en sus actitudes y formas de bailar,
hay una afirmación del cuerpo femenino que definitivamente las distingue de las
madres y abuelas, quienes suelen usar vestidos sencillos y trajes de dos piezas.
Ellas en cambio, usan “chors” y pantalones de mezclilla pegados, minifaldas y
ombligueras, playeras con motivos eróticos y letreros en inglés;
aunque la
mayoría todavía lleva el pelo largo, algunas empiezan a usar el pelo corto así
como flecos y copetes emulando a las cantantes de la tele. Se depilan las cejas y
se pintan luces, algunas usan muchos aretes. La última vez que visitamos a Mina
(joven de 18 años) ya tenía 9 aretes en cada oreja, “se ve bien chola” dijo Rosario,
su amiga.
92
Los muchachos usan tenis de marca, playeras largas y escotadas, algunos
se están dejando el pelo largo y se hacen cola de caballo.
El uso de la gorra
beisbolera en vez de sombreros de palma, es un símbolo que distingue a los
jóvenes de los abuelos, aunque estos últimos son eventualmente usados por los
jóvenes campesinos, particularmente cuando van a trabajar al campo.
Cuando
van a los bailes, usan camisas de cuello muy bien fajadas pero desabrochadas en
el frente y jaladas hacia atrás para mostrar el pecho casi completo en una actitud
muy seductora. José es el único que usa arracada del grupo, tomó la idea de
unos chavos de Izúcar de Matamoros aunque se la quita cuando llega a su casa,
para que no le llame la atención su mamá, “ahí hay hartos que usan arete.... en
veces lo uso, en veces no”.
En cuanto a los gustos musicales a los muchachos les gusta mas la música
grupera, pero cuando tocan las románticas es el momento de para sacar a la que
les gusta y animarse “a hablarle”.
En los momentos más altos del baile que
organizaron los guadalupanos, suenan los Bukis, “la del moño colorado”, Los
tigres del Norte, y “amor prohibido” de Selena. La competencia para sacar a bailar
a las muchachas es ruda, hay una gran desproporción como de tres/cuatro
hombres por mujer.
Llegan jóvenes, adultos y hasta abuelos a sacar a las
muchachas, ellas no siempre quieren bailar, sobretodo con los que ya están muy
tomados... a veces se trata de algún tío o pariente al que le deben respeto y no
pueden negarse. El baile es siempre en parejas y se mantiene un gesto serio
evitando el contacto íntimo, los ojos se fijan en lontananza y no se les permite
posarse en nadie como un procedimiento defensivo para controlar las emociones.
Las románticas no se bailan con desconocidos, sólo con el novio -nos dice Reyna
(joven de 17 años).
Al referirse al consumo de la televisión y el cine, los hombres dicen preferir
series de aventuras, crímenes o violencia como “el Depredador” y “Ciudad
Desnuda”, lo cierto es que las escenas de cortejo y besos son ávidamente
consumidas. J. Fernando reconoce una influencia importante de la Televisión en
los modos de noviazgo y acercamiento amoroso:
93
Tu ya vas creciendo y te vas desarrollando, tu ya vas mirando películas, por
ejemplo.
Ya vas mirando este... leyendo libros, cuentos y eso... Por
ejemplo las telenovelas. Ahí miras escenas de amor ¿me entiendes?
Aunque no es real, bueno es real, porque está en película.
Para Mariana, abuela y fiel consumidora de telenovelas, la televisión ha ejercido
una influencia muy importante en la vida sexual de los jóvenes de hoy.
Mariana: Porque desgraciadamente no todas las personas se saben
aguantar.
Inv: ¿Pero antes por qué se aguantaban más?
Mariana: Pues yo pienso que antes porque no había nada de televisiones. O
sea uno estaba, como aquel que está en la oscuridá', mm, !y ora no!, porque
ora por medio de las televisiones, se ven ¡tantas y tantas cosas!, que de
novios se andan abrazando, besándose se llevan a lugares, pues poco
habitables de personas, y ahí hasta se tiran en el pasto y se hacen lo que
quieren, por eso pienso yo que son todas las cosas que vienen pasando.
Inocencio por su lado, atribuye a las películas el hecho de que las jóvenes de
ahora ya no se aguantan.
En una ocasión en que le preguntamos qué había
pasado con aquélla muchacha de la secundaria que se había ido con el novio, nos
cuenta que aquí así se acostumbra. . Aquí así se usa –nos dijo- “ lo que pasa es que
los de ahora ya no se aguantan y aunque las hayan pedido, se van a vivir con él,
antes de la boda”. Cuando le preguntamos ¿por qué, ahora ya no se aguantan?,
contestó “pues porque como ven las películas, les dan ideas”. La circulación de
videos abre otra dimensión importante en el aprendizaje y construcción de la
sexualidad. En especial entre los hombres circulan profusamente videos porno que
traen los migrantes de EEUU
Estos materiales son vistos "a escondidas" en alguna
casa cuando los padres están fuera. Según nos afirman, esto sólo sucede entre los
hombres jóvenes, aunque Inocencio sabe de sesiones mixtas donde se han visto
este tipo de videos, y han provocado sobre todo mucha risa entre las jóvenes. Ellas
nunca hablaron de ello.
Inocencio tiene ya una clasificación del tipo de películas:
“hay películas bajas y otras más altas, donde se ve como se hace el amor”.
94
Entre las muchachas hay opiniones muy semejantes hacia el erotismo en la
televisión. Elia dice que “antes le daban asco los besos de la Tele aunque ahora ya
no”. Gloria dice que “en la televisión ha aprendido a cómo hacerse novios y cómo
besarse”; para Valentina “en las películas se aprende todo, hasta como entregarse”.
Elia: ¡Ay! no sé, yo antes pensaba digo ¡ay viejos cochinos, cómo que se
besan, asquerosos!, tons' yo decía hartas cosas de que veía yo en la tele, y
mi a mi hermana le daba risa, mi hermana la más grande, dice "cuando
tengas tu novio lo vas a besar", digo "¿yo?, ¡'tás loca qué! no "-dice-"¿por
qué?" digo "pus lo termino", dice "vamos a ver pues si terminas a Gerónimo",
y ya que llego a la casa y le digo, "¡ya lo terminé!", dice "¿por qué?"!, digo
"¡pus porque él quería un beso!", dice "¡ay! ¿no se lo diste?", digo "no", dice
"¿por qué?" le digo "¡estoy bien chiquita!", se empieza a reír, ya. No ya no, ya
em-empezaban los problemas con él, ya una chava de Cofradía me echaba
indirectas, me decía que en cualquier ratito me ¡paraba y que me partía quién
sabe qué!, igual.
Gloria: Pus luego hay,
en las telenovelas hasta pasan cómo, cómo se
conocen y todo. Tú hay ves este, como si te quiere o sea, para tu novia bien,
bien así, si nada más te quiere para pasar el rato.... porque luego dicen, pus
ahí en la televisión también aprenden a besar.
Los muchachos también
aprenden ahí, porque ellos también ven la Televisión.
Valentina nos decía que a ella ni quién le explicara “es que pues no, pues,
pero de eso ... 'ora le, así pues la juventud, digo, no, 'ora sí, ya sabe todo. ¡Ya sabe
pues! ¡Sí! Pues¡ las muchachas, ya ve que ven en las películas, pus ¡ahí ve uno! ya
'ora, ya ve que 'ora ya hay tantas ... ¡ya se ve de todo! Y yo antes ¡dónde había yo
visto una película así de entregarse! ¡Ay, no!
Una de las cantantes a la que más admiran las muchachas es a Lucerito,
siguieron por la tele su boda con Mijares y nos dijeron algunas de las ideas de la vida
conyugal y sexual que ellas suponen en ellos.
A Valentina se le ilumina la cara
cuando en una visita le preguntamos si vio la boda por la televisión. Le gustó la
95
misa, su vestido, los arreglos, tanto testigo que hubo. Afuera había muchísima gente
esperando a verla, hasta pensábamos que Gaby (se refiere a la investigadora)
andaba por allá. Lucerito no es chocante, es bien llevadera, estuvo sonriendo todo
el tiempo cuando que el novio estuvo bien serio. Aunque se casó de blanco, cree
que no llegó virgen al matrimonio “las artistas tienen aventuras”.
Tampoco cree que
vaya a durar mucho porque si le pide que deje la carrera “va a estar entre la espada
y la pared”. Ya ve Capetillo y Bibi, ellos se pusieron de acuerdo antes.
En los relatos de los jóvenes de hoy, los noviazgos empiezan en un baile ellos
les hablan a ellas, y después de un par de días en que ellas acceden, comienzan a
citarse. Cuando los bailes son en otros pueblos, los jóvenes se van en grupo. El
noviazgo abierto a distancia supone visitas los sábados o domingos.
Ante esta panorámica general del pueblo de Iguanillas, no hay que olvidar que
está dedicado principalmente a la producción de la caña de azúcar, y que por tanto
se trata de una población con un gran contacto hacia fuera desde tiempos de la
conquista, cuyos habitantes son una especie de proletariado agrícola sujeto a la
explotación y a condiciones que dividen drásticamente espacios, funciones laborales
y relaciones de poder de acuerdo a las premisas de género.
Entre los jóvenes se
empiezan a abrir espacios propios tanto institucionalizados como informales, que
favorecen un mayor trato entre los sexos del que tuvieron sus padres y abuelos,
tales como la escuela telesecundaria, con sus canchas de basquetbol y futbol, los
bailes y las peregrinaciones juveniles.
Hay una tensión entre las regulaciones
institucionales y los intereses de los y las jóvenes muy particularmente en lo
relacionado con el noviazgo y el cortejo.
La fiesta de graduación de la secundaria
tiene un significado social de rito de pasaje a otra etapa de juventud adulta vinculada
al trabajo y a la búsqueda de pareja. En la población prevalece una cosmovisión
mágica y religiosa aún entre las nuevas generaciones que se muestra en los
múltiples rituales en que participan, así como en los milagros y explicaciones que
narran. También reconocen obligaciones religiosas que se están erosionando como
la misa, la confesión y la comunión, y algunas regulaciones relacionadas con el
cortejo, el matrimonio y la sexualidad. En la escuela hay también un conjunto de
96
regulaciones respecto al noviazgo que los estudiantes aprenden a sortear, pero ese
espacio desde luego marca una etapa en el ciclo de vida para todos y todas. La
información que reciben de educación sexual es muy puntual pero significativa, toda
vez que –a excepción de las conversaciones con migrantes- es un espacio único
para informarse y hablar sobre comportamientos de preventivos de salud sexual y
reproductiva, aunque la atmósfera de las aulas y el estilo pedagógico no permite una
reflexión para vincular los contenidos con los procesos de noviazgo y cortejo que
están viviendo.
Y sin duda, hay una importante presencia de la televisión, la música
grupera y los aparatos electrónicos de los cuales los y las jóvenes toman ideas
estéticas y muy directamente estilos de comportamiento sexual para el noviazgo y
los procesos de cortejo.
97
CAPITULO IV
Los Torres: Una familia “manchada”
1 FAMILIA TORRES
Fabián
Elena
σ= μ
σ= μ
σ*
μ= σ*
σ* σ*
μ=σ
J. Fernando
μ*
Francisca
σ*
μ*= σ*
σ*= μ
Heladio
Valentina
Inocencio
σ
NOTAS:
•
Los informantes aparecen con nombre propio en el cuadro, del resto sólo
se señala su filiación y sexo :
μ = femenino;
σ = masculino.
•
No se incluyeron a los menores de 12 años
•
*= los que tienen este asterisco son migrantes a los EEUU
98
Conocimos a la familia Torres el 1º de noviembre de 1995, fue a través de
Valentina, joven de 22 años quien fuera nuestro contacto inicial en el pueblo.
Hacía dos años que habíamos estado en la comunidad para la entrega de
diplomas a las promotoras de salud de un programa comunitario 18 . El recuerdo
de aquella ocasión, era
que Valentina dirigió con mucho entusiasmo la
ceremonia con un micrófono de pilas, y habló de que le gustaría ser conductora
de radio; alguna de las otras muchachas hizo en ese mismo micrófono una
imitación sensacional de Daniela Romo. Por su personalidad juvenil y su papel
protagónico en esa ceremonia, fue a Valentina a quien llegamos a buscar al
pueblo con la esperanza de que nos recordara y con el objeto de iniciar una
nueva relación más cercana y enfocada a realizar el trabajo de campo.
Afortunadamente, Valentina salió a saludarnos muy efusivamente asintiendo
que nos recordaba y llevándonos a mostrar una fotografía en que estábamos
con ella en aquélla entrega de diplomas y que tenía colgada en su casa desde
entonces.
Todas estas circunstancias facilitaron la entrada a la comunidad. Era el día
de muertos, y tan pronto como nos saludamos nos invitó a rezar y a cenar, fue
cuando conocimos a sus suegros: Don Fabián y Doña Elena Torres, quienes
nos ofrecieron su casa durante el año y medio en que se realizaron las visitas a
la comunidad.
Elena
es una mujer que está muy orgullosa de ser madrugadora y
trabajadora, además de cubrir todos los trabajos domésticos (que incluyen ir al
mandado y cocinar diariamente, lavar, tender y guardar la ropa, barrer, criar a
su nieta y ayudar con el cuidado de otros dos nietos, alimentar a los animales,
desgranar y preparar el nixtamal) a sus
manantial
57 años vende fritangas en el
o en el atrio de la iglesia, todos los sábados, domingos y días
festivos. “Yo tengo un reloj adentro (señala su cabeza), y nunca ha nacido
quien me tenga que decir !ya levántate!”. Aunque a los 12 años recibió clases
de primaria por dos meses, ella no sabe leer ni escribir. Es una mujer dedicada
18
En 1993 habíamos concluido un programa comunitario de saneamiento ambiental y salud reproductiva a
99
a su familia y muy firme al expresar y defender sus opiniones frente a los
demás.
A su marido Fabián “le tocó” ver la llegada de la escuela primaria
postrevolucionaria. El cuenta con 62 años, fue alumno de los primeros maestros
rurales que recorrieron el país al final de la década de los 30s.
Estudió
entonces los tres primeros años de la primaria “iba en las mañanas y en las
tardes..., ahí salía uno de maestro”.
Fabián no tiene ninguna instrucción
formal posterior, pero desde entonces le gustó la historia, él siempre nos hace
referencia a los personajes históricos: habla de Maximino Avila Camacho, de
Lázaro Cárdenas, del gringo Jenkins, de Kennedy... y de los políticos actuales;
sigue los noticiarios del canal 2 de la Televisión y además se informa en
algunos diarios cuando va a Chietla.
Como la mayoría de los lugareños, los Torres son católicos, pero Fabián
es el único que asiste todos los domingos a misa y habla más directamente de
la importancia de actuar de acuerdo a los preceptos religiosos, en alguna
ocasión nos habló de una hermana religiosa que también es maestra y sabe
mucho. El siempre se ha dedicado a la producción de la caña en la zona y en
alguna época trabajó en Veracruz. Obligado por la sequía y el aumento del
número de hijos, viajó en varias ocasiones a la zafra en ese estado, por
espacios hasta de tres meses. Aunque ya se le ve cansado, sigue sembrando y
cortando caña en su parcela y participa en las Asambleas comunales, en donde
se le respeta por el liderazgo y presencia política que ejerció en las décadas
pasadas.
Ellos procrearon once hijos,
ocho hombres y tres mujeres.
Con
excepción de la mayor (quien vive en Iguanillas con su marido) y del menor
(Inocencio de 17 años), todos los demás han migrado; uno a Puebla, seis
varones y dos mujeres a los Estados Unidos. Actualmente solamente viven con
ellos Valentina su nuera, y a ratos Heladio, su esposo quien va y viene a los
Estados Unidos.
A Heladio lo conocimos cuando regresó por seis meses,
través de promotoras, por parte de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (MEXFAM),
100
después de mas de un año de vivir en California.
En el mismo predio de los
Torres, y al lado de una construcción muy grande donde vive la esposa de otro
hermano con sus niños, él ha construido una casa contigua para Valentina y
sus dos hijos (de 7 y 4 años).
Con Valentina mantuvimos un contacto muy cercano en todas las visitas
comunitarias, ella fue la que nos habló de que los Torres son considerados
como ‘una familia manchada’, fuerte estigma que se debía al acto ilegal de uno
de los hermanos, quien trató de robarse a una muchacha del pueblo con ayuda
de otros hermanos, y como no lo lograron, acabaron huyendo de la justicia.
Valentina, Heladio e Inocencio, de 22, 23 y 17 años respectivamente, fueron
algunos de los informantes jóvenes más importantes para este trabajo.
Inocencio fue uno de los jóvenes solteros clave, con él tuvimos una cierta
convivencia constante. Como es el menor, a él le tocó quedarse a ayudarle a
su padre y no lo han dejado migrar a pesar de sus deseos, “Quiere irse p’al otro
lado, pero ¡ya le estamos quitando la intención!”, nos dijo Elena desde la
primera visita.
Todos y todas los hijos de los Torres tienen estudios de secundaria.
Como los Torres eran nuestros anfitriones, realmente con ellos pudimos
construir una relación muy cercana y hasta afectiva, por lo que significó
compartir la casa, las comidas, los problemas domésticos, y la vida cotidiana.
Hubo también oportunidad de conocer a los otros hijos, Francisca de 32
años, quien fue y vino en tres ocasiones de los Angeles durante el lapso que
duró el trabajo de campo.
Francisca fue otra informante importante por su
condición diferente de mujer que migró a EU sin su marido, ella se fue a Los
Angeles después de que su marido la dejó, hace ya mas de once años.
Primero había dejado a su hijo con Elena y Fabián, pero después de un par de
años vino por él. Ahora a venido a dejar a otra niña de un año Maty, quien es
hija de su segundo marido, migrante en Los Angeles, pero oriundo de
Iguanillas.
Durante nuestras visitas sufrimos la segunda separación de
101
Francisca, cuando su marido en una venida “se acomodó” con otra del pueblo,
así que dejó a Francisca y a su hija sin asumir mayor responsabilidad.
La decisión de separarse fue muy sorpresiva toda vez que Francisca nos
había hablado muy positivamente de su relación de pareja en la entrevista que
nos dio en su visita de febrero a Iguanillas. Fue en una de las visitas de junio
cuando llegando Doña Elena nos informó que Francisca ya había sido
abandonada, “por ser mundana”, nos refiere, entendemos que se refiere a que
ya había estado casada y tenía un hijo cuando conoció a Rubén, cuya familia
nunca había aceptado a Francisca –según ella- “porque tenía pasado”.
El
28 de septiembre, conocimos a Rubén casándose por la iglesia en las bodas
colectivas de 14 parejas, en esa ocasión se casó también Alma, informante de
otra de las familias del pueblo. El matrimonio colectivo fue promovido por dos
misioneros católicos que casaron a las parejas que vivían juntas paro sin el
santo sacramento del matrimonio.
Francisca es una mujer que tiene cierta autonomía que la distingue de las
demás del pueblo, ella decide cuándo y cómo irse al otro lado, si deja o no deja
a los hijos, si usa o no usa anticonceptivos, con sus padres tiene una relación
de apoyo mutuo y respeto a la vida de cada quien.
Además conocimos y entrevistamos a Juan Fernando, el hijo mayor y uno
de los primeros migrantes de Igunillas a los Estados Unidos. Tiene más de
catorce años viviendo por allá.
Antes de conocerlo ya habíamos visto un
sinnúmero de fotografías de su familia que llenan todas las paredes de los
Torres. Su elegante casa con adornos navideños, sus autos, sus premios por
Empleado Distinguido en la Empresa que trabajaba. Toda la familia está muy
orgullosa de él, representa el modelo que todos quisieran alcanzar.
Es un
hombre inteligente, emprendedor y ambicioso. Está casado con una
norteamericana (hija de ruso y cubana), lo conocimos en una visita en
diciembre, en que vino con otros tres de los hermanos.
102
Con estos representantes de los Torres, fue posible reconstruir la forma en
que
vivieron
el
cortejo
en
su
juventud
así
como
sus
principales
representaciones en torno a la sexualidad del pueblo.
“Para el amor no hay edades”:
edad, espacios y comunicación en el
cortejo.
Con seis años de diferencia de edad, Elena comenzó su primer y único
noviazgo a los 14 años con Fabián.
Nos cuenta que antes de conocerlo le
gustaba “hartísimo” otro, pero había una mujer que “se lo peliaba”, una
“manflora” por cierto, se referiere a las mujeres que gustan de otras mujeres.
“ ‘taba yo bien bonita y ella luego decía que pues, me decía que ‘taba yo
como mango, porque yo misma chapiada, mmh, via queme veían los
muchachos y pues le daban muchos celos a ella.... Desde niña, cuando yo
tenía doce años ‘taba yo bien bonita y él, el qui’ora es su marido, pues ¡me
quería mucho!”
Pero para evitarse problemas, Elena desistió.
Él terminó casándose con
aquella mujer que la celaba y cela a su amado, hasta la fecha, Elena tiene
problemas con ella. Ya después decidió hacerle caso a Fabián, un hombre que
desde el principio ofrecía seguridad, por ser mayor y por permitirle quedarse en
Iguanillas, población donde también se había casado su hermana Mariana.
Elena nos cuenta como se dio el contacto con Fabián en el patio, territorio de
cortejo favorecido por la vecindad de los terrenos, al llegar ella del otro poblado
para cuidar a un familiar que vivía junto a casa de los Torres.
Este hombre que yo tengo, porque ciertamente yo me vine aquí con mi
hermana a cuidarla...más bien a la niña...ahí fue donde me enamoró... hasta
mesmo en el patio –diremos-; porque ya ´tábamos en el mismo patio, ahí con
mi hermana ¿no sabe uste?. ¡Pues en el patio! En la noche así luego me
hacía señas y ya salía, así pues platicábamos en el patio.
103
Fabián y Elena tienen 64 y 58 años respectivamente. El es oriundo de
Iguanillas en tanto que ella es de Comalías, una comunidad muy cercana,
ubicada a veinte minutos a pié. Después de tres meses de verse, decidieron
irse a vivir juntos un 24 de diciembre.
Fabián también habla de otras novias que tuvo antes de Elena. El dice que
tuvo dos, “Pus de aquí fue, de aquí...pus aquí nos conocemos todos!. Yo...no
tuve de afuera. Acá hay muchas oportunidades. En la calle, en el molino al
traer agua... ellas se daban una escapada para la calle. Pero que fueras a su
casa... no. Entonces todo era bajo reserva”.
Más allá del patio y de la calle, entre los hijos de Elena y Fabián se destaca
el espacio de la escuela (primaria y secundaria) como un nuevo sitio
privilegiado para conocer muchachos y muchachas, así como los bailes donde
se juntan jóvenes de diferentes poblados.
Los hijos de los Torres, también se
iban a echar novio a otro lado, a Chietla (la ciudad cabecera municipal), donde
hay parque y cine y pueden realmente tratarse fuera de los espacios tan
cuidados del pueblo.
A diferencia de sus padres, en el relato Juan Fernando habla por primera vez
de tener novias sin miras al matrimonio “Sólo para ‘vivir la vida’... no porque
tenía uno novia estaba pensando uno en casarse.
primaria se empieza a tener novias”.
No, desde la escuela
Con 36 años de edad, J. Fernando
cuenta que el primer cortejo fue en la primaria, a los 10-11 años:
“La primera para mí fue como, como una cuestión de niñez. A esa edad no
piensas en realidad y no sabes ni lo que es el amor ¿me entiendes? Ni lo
que puede ser un noviazgo”.
Más tarde J. Fernando reconocerá una influencia importante de la Televisión
en los modos de noviazgo y acercamiento amoroso
El siguiente fue mas avanzado... ¿si me entiendes? Porque -te digo-, pues tu
ya vas creciendo y te vas desarrollando, tu ya vas mirando películas, por
ejemplo.
Ya vas mirando este... leyendo libros, cuentos y eso...
Por
104
ejemplo las telenovelas. Ahí miras escenas de amor ¿me entiendes? Aunque
no es real, bueno es real, porque está en película.
La tercera ya fue más en serio sólo que se encuentra con oposición de los
padres de la muchacha por la diferencia de posición económica, pues él era
más pobre, situación que dificulta seriamente las posibilidades.
Hay una
cuarta novia que él corteja en Chietla y a la que sus padres le daban permiso
para salir al cine y al zócalo.
Allá (se refiere a Chietla) es distinto, la gente, como tu sabes, no está muy
lejos, pero ya tiene otras ideas, ya vive diferente, ¡deveras! que ya ¡hay
cambio!, la diferencia es que ahí, ya te hablas mas abiertamente y se
entiende uno mejor“.
La quinta novia fue cuando terminé la secundaria.
Esa sí me quiso. Yo
siento que ora si, si en realidad que me enamoré por primera vez... yo tuve
que dejarla a ella, pero miento, antes de irme para allá, yo tenía otra aquí en
el pueblo mas abajo y esa también ‘biera sido mi esposa’, pero, que te digo,
yo aquí como le digo a mis hermanos, yo aquí casi en cada pueblo tenía una
novia, sí.
El cortejo unido a su unión conyugal ocurrirá en el contexto de su migración a
los Estados Unidos en condiciones muy contrastantes y que veremos mas
adelante. Pero el orgullo de los varones por tener muchas novias, aparece en
todas las entrevistas como un patrón general.
Veamos ahora el caso de Francisca. Ella ya tiene un trato con varones de su
edad, conocía muchachos en la escuela y en los bailes, de hecho conoce a su
primer novio (y marido) a los 17 años en un baile.
Fue en un baile, porque cuando yo estaba señorita...cuando yo tenía
diecisiete años pues que estaba estudiando entonces pues uno va a, a la
secundaria, amigos y todo esto, conoce uno mas ¡que muchachos de acá de
afuera del pueblo y todo!.
Y fui en ese tiempo, fui dama de una muchacha
que cumplió veinte años, entonces yo fui dama de ella, y en ese baile pues
vienen muchos muchachos de afuera como...y, yo no sé, yo al muchacho
105
que, que yo le gusté a él, yo pensaba que era como de otro rancho, mas
lejos de aquí, y era de acá cercas, de San Nicolás.
Así como en el caso de Francisca, en los relatos de Valentina y Heladio, ya
es muy obvio que también las mujeres tienen varios novios de edades más
cercanas y que se dan tiempo para tratarse mucho mas tiempo antes de pensar
en irse a vivir juntos.
escuela
De 22 y 23 años actualmente, ellos se conocieron en la
Telesecundaria
de
Iguanillas
cuando
tenían
15
y
16
años
respectivamente. Segundo novio para ella (el primero a los 14 años) y cuarta
para él.
Inocencio a sus 17 años ya ha tenido dos novias, las dos de Chietla, la
actual tiene cinco años más que él.
Particularmente le han gustado mayores
que él, como afirma contundentemente: “en el amor no hay edades”. Desde su
punto de vista, los novios de hoy se expresan con mayor libertad en los
espacios públicos, aunque los vean.
Pero con uno, con una novia, si ella, si ella le teme a su familia a su mamá
que la vea, pus realmente va ... en un lugar que está más ... prohibido. No
prohibido, pues, no, no tan prohibido pues, oscuro pues, por ahí por las
esquina... por las esquinas por, o por lo oscuro como usted, como usted dice
¿no? Y con una amiga no, puedes estar platicando ahí adelante de toda la
g...o sea pues, que vea la gente y que viene, pues de todos modos no ‘tas
haciendo nada no ‘tas platicando. Y con y ya siendo novia, siendo novio de
ella, pus usted sabe que luego surge que, besarla ¿no? Y estar haciendo
delante de, bueno y hay unos que así adelante de la gente están ‘ai besando
cuando son novios, y otros que no, guardan más discreción pues.
Todo parece indicar que en el caso de Elena y Fabián las miradas fueron el
puente principal de comunicación, miradas que ella reconoce en los otros o que
él dirigía o bien reconocía en ellas.
De acuerdo al relato de Elena las
miradas son las señales visuales para reconocer las malicias (¿el deseo?), y ya
después viene el diálogo “la llamé para novia”
106
‘Onque’ sea en los ojos pus, no conoce uno malicias ¿verdá? Como yo no
sabía yo ni ‘leer’, decía yo: pus yo no sé ni ‘leer’ más sólo ¡de palabra! para
platicar con ellos, pero nunca, yo nunca di mi, mi palabra a platicar con
ellos... y muchos muchachos a mí me querían ¡muchos! me ‘peliaban’
mucho, sí.
Fabián nos comparte también su experiencia: Al cuidar ella a su hermana en
cuarentena empieza su relación con Elena, la cual define inicialmente como
amistad. Sin negar que él primer paso es del varón, él coloca el enomoramiento
en ella (‘me la enamoré’), y reconoce también el deseo femenino, cierta seducción
activa -aunque simulada-, de parte de las muchachas de su época.
Estabamos juntos. Allá ¡todos! allí llegó ella y empezamos a agarrar
amista y así fue como me la enamoré. El amor es malilla. Así, pus yo
‘taba yo joven, élla también y nos hicimos de amista y luego la llamé para
novia, así fue. Casi la mayoría, pus cuando ‘ta queriendo, pus ya que.
Luego, a la mejor, ¡ellas mismas te llaman la atención!.
En este caso llama la atención como en el discurso de ambos, hay una
referencia al deseo como “miradas de malicia” o “ el amor malilla”, cuando ellas
llaman la atención de los hombres; se trata de lo que podríamos entender como
una afirmación del propio deseo, del sentimiento de atracción sexual y,
paradójicamente como una expresión moral que califica negativamente tales
emociones al relacionarlas con el mal.
Después de la experiencia de las miradas, la relación se define a través
de un diálogo, un intercambio de palabras en el que él “la llama” para novia y
ella lo acepta.
En tanto que los novios de su época solían comunicarse por
carta y Elena no sabía leer ni escribir, se entiende la sensibilidad tan importante
que ella desarrolla hacia las miradas, las correteadas y la necesidad de pasar al
diálogo para que el cortejo se concrete.
Pero toda esa dificultad para hablarse que vivieron Fabián y Elena, poco
tiene que ver con la forma como comenzaron Valentina y Heladio. El comienzo
107
del cortejo entre Valentina y Helado se relata a partir de la declaración, con la
misma frase señalada por sus padres: “él me habló” o “ahí fue donde le hablé”.
En este discurso queda claro la importancia del diálogo y del sujeto activo de la
acción: más allá del reconocimiento de ‘las miradas’ previas, el varón es quien
puede tomar la iniciativa y
señalar las fronteras, el término e inicio de las
etapas del noviazgo.
Valentina: Pues de que nos llevábamos, pues él me habló en la escuela un
día, ni me acuerdo que día, como ya tiene harto tiempo. Fue en el recreo que
él me habló.
Heladio: Ellas no luego se dejar ir de, de lleno, como decimos por acá. O
sea como que disimulan pues.
Pero por lo que nos cuenta Inocencio, hay ahora actitud más lúdica frente al
comienzo de un noviazgo que se está generalizando entre los jóvenes de hoy y –
según Inocencio-,
está relacionada con la moda, actualmente se usa la
informalidad en la comunicación y en el vestir.
“Las muchachas de ahora ya no son como las de antes ¿no? yo pienso que
las de ahora son más este, como que más ya, más ‘modernistas’, pues más
provocativas, como, como antes ¿no?. Ahora ya pus se cambian de distintas
formas, se cambian más, más este con su ropa más corta y como uno también
¿no?. Ahora quieres tener novia, es muy fácil, nada más vas a un baile te
enamoras a alguien, ahí le dices que cuánto..(???) cuan...o sea cuan...cuando
vas a ir a verla para que platiques y ellas se ponen de acuerdo”.
El énfasis que da Inocencio a la moda y a “lo más modernistas”, “más
provocativas”, “más...”, en ocho ocasiones menciona la palabra “más”, nos
muestra la importante diferencia que él percibe respecto a la atracción sexual
que ejercen sobre él las muchachas de hoy, particularmente por la vestimenta
más atrevida que usan. Como si se tratara de símbolos en clave que sólo pueden
descifrar entre jóvenes, de una marca de distinción y al mismo tiempo de una
108
búsqueda peligrosa o provocativa, la moda aparece como una señal visual que
anticipa los actos de conquista.
La interpretación del lapsus de cuánto en vez
de cuándo, se le deja –por lo pronto-, a usted amable lector.
“Ya ni la cara se tapan”: regulaciones y distancia íntima entre los cuerpos
En la percepción de la generación mayor, las regulaciones antes eran
más estrictas y han cambiado mucho. Aunque se quejan enfáticamente de los
controles a los que fueron expuestos en su juventud, Elena y Fabián muestran
un cierto rechazo a la debilidad de las reglas de ahora. Para ella “ntes ´taba
mejor, porque pues ´ton nomás yo lo vía, y ora, todo mundo los ve; en tanto
Fabián afirma “es mucho mejor que pus los novios tienen permiso, vienen y
piden permiso y las llevan a Chietla, donde quiera las llevan. Pero ahí está el
problema, ahí´sta el peligro ¿no?”.
Aún hoy entre los jóvenes, el hecho de ver platicando a una muchacha con
un muchacho es signo de un acto prohibido: “tener novio”.
Francisca, ella como mujer
En los relatos de
se queja del férreo control por parte de sus
hermanos,
Como los hermanos son muy celosos.. cuando te ven con.. con el novio ¡te
daban pedradas!. Nos decían: “Si te vemos platicando con uno que tengas
por ái, lo vamos a ´techcalar´y lo correteamos”. !Ajá, techcalazos, o sea una
piedra que te avientan es un techcalazo, porque va fuerte la piedra. Sentían
celos que uno platicara con un muchacho.
En tanto que Valentina y Heladio se quejan como menores ante su mamá y
de sus maestros de la secundaria
Valentina: “Pues el maestro sí, una vez nos regañó. Porque pues este, pues
decía que no, porque luego estabamos platicando y dice: !no, aquí la escuela
se respeta! y si quieren platicar ¡allá afuera!, o sea fuera de la escuela. Pero
sí podías platicar con tu novio fuera de la escuela, pero óra, hasta andan los
109
novios ahí en...ya es menos diferente de ayer, óra la juventud ya está mas
desabordinada. Ya ahora los padres ya son, ya es uno pues !muy alcahuete,
pues!, tanto de los hijos, de las hijas. Porque -íre-, yo veo ahora a mi mamá,
mi hermana !a donde quiera la anda dejando ir!, pero -le digo-, ¿a ver uste?,
cuando yo estaba muchacha no había yo de ir a los toros, para mirarlo a él,
pero como el señor (su papá) anda borracho, ni su mamá ni ella podían salir
a la calle.
Heladio: No, ahí no, no, el maestro una vez nomás me miró...creo la´staba yo
agarrando de la mano, pero ahí de besadas nada, nomás, platicando así con
ella, o le daba yo de lo que comía yo y ella me daba. Y el maestro un día me
dijo que me iba a expulsar a mí. Pos yo le dije, maestro, si no ´tamos
haciendo nada malo, y eso de platicar, bueno, es normal, bueno, ni modos
que...No, pero, que si siguen así, ¡ los voy a expulsar a los dos! .
Los golpes son un mecanismo de control familiar que ha ejercido la madre de
Valentina para evitar que ante con quien –desde su punto de vista- no le
convenía
Mi mamá hasta me pegaba por él, porque no lo quería. No lo quería y pues,
dije... aunque no lo quiera. No ve que dice el dicho que “Palos por amor no
duelen”... Me pepenaba de las greñas y !ahí te va! ... con la riata. Mi papá
no, porque él, como dos veces me defendió. No digo, aunque me mate,
pues yo no le digo con quien estaba yo (risa), sino creo, ´ahí me acaba de
amolar más.
En la percepción de Inocencio todavía es muy importante cuidarse entre los
compañeros, sobretodo para evitar los chismes, este método informal que logra
tener una importante influencia para moldear la sexualidad
Ahora los novios se cuidan para que no los vean sus padres, porque todavía
guardan un respeto a sus padres y hacia uno, hacia uno mismo pues
110
¿verda?. Se cuida uno para que no lo vayan a mirar, se anda uno
escondiendo por ahí, luego la gente empieza a hablar... ¡que quién sabe
que!, ¡que quién sabe cuánto!
Además de estos modos informales de control, Inocencio habló directamente
respecto a las regulaciones religiosas, él menciona como principales preceptos
“es pecado desobedecer a tus padres.... ‘ora, ya pensando en la sexualidad, la
religión también ‘ta dando a entender que tú no puedes desear la mujer del otro,
¡si tú ya tienes la tuya!”
Desde su visión, la sexualidad es algo positivo y consistente con sus
creencias religiosas, aún el hecho de iniciarse con las prostitutas, práctica
general entre todos los informantes de este estudio “meterse con las mujeres
del cabare´ no es malo...
Dios amó, injertó y dio frutos ¿no?”.
En torno a los acercamientos corporales, todo parece indicar que entre Elena
y Fabián eran mínimos , además de que no se daban en espacios públicos
como ocurren ahora, tal como todos lo reconocen
Elena: No porque ora ya le digo que pues en la calle se ´stán besando en la
calle ya están abrazándose venga quien venga, persona grande persona
chiquita, para ellos es igual, y nosotros no se usaba nada d´eso ¡ajá!, no se
usaban los besos.
Fabián: Antes todo era bajo reserva.
Ahora, tá mas difícil para los padres,
porque pues ni sabes cuando ya se fue la hijo o anda allá en malos pasos y
entons´ no porque, sabían que pus, este, todas las cosas eran de día. ¡no tan
fácil las libraban!
Es claro que en las circunstancias de Elena y Fabián prácticamente estaba
prohibida la distancia íntima entre novios. Francisca en cambio, tiene una
cierta aceptación hacia el acercamiento íntimo, a la práctica de los abrazos y los
besos, aunque ¡sin llegar a las relaciones sexuales! , ella
adjudica estas
actitudes a su aprendizaje escolar
111
Tiene uno temas con los padres de uno ¿verdad? que uno está platicando y
mi mamá decía que en esa época cuando se criaron ellos, dice que no, no es
como la época de ‘hora ¿verdad? porque dice que, que tenían miedo como
se crían más tímidas ¡ajá! dice que como que le tenían miedo a los hombres
que, que, no les daban un beso porque si sentían que les daban un beso
como sentían que les quitaban (risa) su dignidad (risa)...Estaban como más,
la gente más tímida de antes que la de ahora porque ya ve que la de ahora
que ¡besos y abrazos! y uno ya no piensa,... que con un beso le van a quitar
a uno su dignidad, uno ya sabe muchas cosas.“ Yo por ejemplo, yo sabía, en
la secundaria le enseñan a uno muchas cosas, que por ejemplo, no porque
te van a dar un beso, que te den o que te agarren la mano, eso quiere decir
que ya...no te respeten, que le van a quitar su dignidad. ...Así, convivimos
mucho tiempo de novios, pero no´más me besaba, me abrazaba y !hasta
ahí!”
Uno de los pocos relatos relativos a la masturbación lo ofreció Juan
Fernando. aunque no fue directamente preguntado en este estudio el tema , si
se hacían preguntas abiertas que permitían hacer referencias.
Sólo los
hombres hablan directamente de la masturbación al investigador del equipo, en
ninguna ocasión a la investigadora mujer.
Yo no sé si tú lo harías o... todos lo hacemos o no sé que te digo pero tú
sabes tú puedes hacer masturbaciones o que quieres con tu cuerpo ¿no?
Porque tú, ¡claro! Tu cuerpo es tuyo, Entonces, tu sabes, esas... es una
posibilidad también. No es bastante, pero es suficiente, es como un juego
¿me entiendes?, que tu haces para..., es un desahogo ¡exactamente!, un
desahogo de tu cuerpo, porque es natural. Lo que pasa es que –te digo-,
que a veces... pero sí se practicaba.
Juan Fernando nos cuenta que cuando era soltero ya se daban acercamientos
íntimos entre novios, e inclusive recuerda algunos casos de relaciones prematrimoniales que precipitaron matrimonios
así como “huidas de parejas”
cuando era soltero (hace unos 20 años):
112
“Cuando uno se las llevaba al cine a Chietla, pues tienes mas oportunidad de
tocarle, aunque sea la mano y de besarse ¿me entiendes? No mas, porque
el acto sexual, no se puede.
Aunque entonces también se daban casos de
embarazadas que se tenían que casar. Los que se ven obligados a
conformar pareja en esas circunstancias en realidad ni se aman, sino que
solamente ¿cómo le diré? hicieron eso. .. ¿me entiendes? relación sexual
con la persona, pero no quiere decir que te , que en realidad la quieres como
tu esposa.
En los relatos de Heladio sobre sus novias, los besos fueron parte de una
intensa vinculación emocional. En tanto que Valentina, -su última novia y actual
esposa-, critica severamente los desplantes corporales de los jóvenes de hoy,
mostrando lo que parece un sentimiento de rencor ante la libertad que ella no
pudo disfrutar en sus noviazgos
Heladio: Digo yo, pus bueno, pos ora si digo, yo siento feo, que las
regañaban y les pegaban a ellas, digo, porque pus, en esos besos y abrazos
digo, se halla uno, ya te acostumbras a ella.
Valentina: Los muchachos hay andan con el novio y ¡ya ni la cara se tapan!.
En mis tiempos nos pegaban o nos regañaban por andar con alguien: a
nosotras, pues a ellos no. No como ahora ve uno las parejas, pues no. Yo
cuando, o sea pues si tanto te agarraba la mano, pero, o sea ya, como ‘ora
que hasta las muchachas creo hasta se les cuelgan a los jóvenes ...Digo,
esos ya, ya pues ya, !tanta rienda da vergüenza!”
Como a esta generación le toca abrir brecha hacia la incorporación de los besos
y abrazos en el noviazgo, así que tuvieron que enfrentar los estrictos
mecanismos de control y su propio proceso subjetivo para aceptar una práctica
que estuvo prohibida en los noviazgos de sus padres.
Nuestro joven soltero de 17 años, Inocencio no sólo va a hablar de encuentros
íntimos sino que también vemos que hace referencia a relaciones sexuales
protegidas con anticonceptivos que al parecer él conoce que se dan de manera
113
clandestina entre sus amigos y compañeros un poco mayores, de cuya palabra
no dudaría nunca:
Pus que yo sepa, algunos hacen más, pero, pus, también se cuidan usando
los preservativos ¿no?. Aunque, ¡qué van a estar diciendo ¿verdad? Bueno
es que uno, es que uno, se calla uno para no. también, mmh, es como un
secreto pues sólo que... usted sabe que la juventud que ya es mas grande a
la juventud de la juventud que es mas chica. La juventud más chica le puede
contar, aunque sea chismes pues ¿verdad?, aunque no sea verdad, y la
juventu’ mas grande, pus, ¡no te puede mentir, mmh!.
En la concepción de Inocencio y de sus amigos, la sexualidad femenina está
también vinculada a las fases de la luna,
Me han contado que, o sea pus, a mi me han dicho, que cuando es la que,
cuando es la luna llena y estás con tu novia, que nomás le empiezas a hacer,
acá atrás así (señala con su mano la espalda), ¡ella sola se empieza a
desvestir!. Así pues, según me han contado. No pues, no se si, sea verdad
o sea relato, o sea leyenda, o -como ya me dijo uno-, que le había platicada
un amigo, que ‘ansina’ le había hecho a su novia.
“Entre gusto, susto y pérdida de los estribos”: las emociones ante los
acercamientos sexuales.
Por las referencias de Fabián y Elena, el inicio de su relación conyugal
se muestra como una decisión instrumental poco relacionada con el amor,
aunque ellos dos nos dejan de reconocer sus deseos a través de las miradas
“de malicia” que ambos sabían distinguir.
Toda vez que los estados
emocionales y las expresiones sexuales se relacionan con los significados
convencionales culturales así como con las percepciones subjetivas del cuerpo,
sólo podemos conocer los sentidos emocionales de los informantes a través de
la forma en que nombran y diferencian sus sentimientos frente al cortejo.
114
En su discurso, Fabián percibe el cortejo como una actividad intencional a
través de la cual el puede alimentar los sentimientos amorosos de Elena y, sin
aludir a sus propios sentimientos, él deposita en ella los sentimientos amorosos,
y nos explicó en un apartado anterior cómo la fue “enamorando” . Ella en
cambio no nos habló de amor ni de enamoramiento durante su noviazgo con
Fabián, sino de conveniencia y seguridad, aunque paralelamente nos cuenta
cuánto le gustaba otro muchacho, aquél que le ganaron y que hacía resonancia
en su corazón.
Inv. Pero ¿a usted le gustaba?
Elena: Pues dentro de mi corazón diría ¿verdá’?
Inv: ¿qué le gustó?
Elena: Yo veía pues que les llamaba yo la atención y él a mi también. Yo
decía: bueno pues,
yo pensaba, -‘tonces en aquel tiempo les tenía uno
miedo a los muchachos-, porque ¡qué esperanzas como ahora!, que se están
abrazando, se están besando ‘onque sea en la calle. Entonces, ya mero
decía ¡mira, ahí viene mi tía, mi tío!, ya me voy ¡ahí nos vemos! Yo no sabía
ni leer, mas sólo de palabra, para platicar con ellos, pero nunca di mi, ... yo
nunca di mi, mi palabra a platicar con ellos y muchos muchachos a mí me
querían ¡muchos! ‘me peliaban’ mucho sí.
El amor se vincula con el miedo. El miedo es una emoción constantemente
referida por nuestros informantes en diversos momentos del cortejo y del
acercamiento sexual, existen múltiples elementos “temibles” en la vida sexual
de los y las informantes.
En este caso, Elena teme ser descubierta por sus
parientes, y teme también por su prestigio “ella nunca dio su.. palabra”. Y ante
sus múltiples miedos y deseos, Elena cede y rechaza la experiencia amorosa,
no pelea a su amado sino que descarta esa oportunidad.
Con un discurso
menos emocional y amoroso, ella se refiere a su relación con Fabián, un
hombre que le ofrece tranquilidad y cercanía con sus familiares.
115
‘Tons yo decía, bueno de que me lleven otros muchachos, mejor que me
lleve él”. Decía yo: ¡pus aquí ya está mi hermana, pus ya allí me quedo yo
también!.
No siendo el amor ni las emociones de atracción lo que la llevan a decidir
unirse a Fabián,
en esta relación el discurso se torna emocional hasta el
momento de relatarnos la primera noche conyugal cuando el discurso se torna
emocional. La consolidación del encuentro sexual que se da en la primera noche
conyugal, como veremos en la mayoría de los casos de esta familia, es una
experiencia que se califica como difícil para los dos, y que parte de la experiencia
previa de los varones. Ellos se inician en los prostíbulos de los pueblos aledaños
y por tanto, ellas van con la idea de enfrentar una situación incierta y esperan un
papel pedagógico y orientador por parte de sus compañeros, quienes deben
llegar a enseñar cada uno de los pasos a su esposa y conducir el acto coital en la
primera noche.
En el caso de Elena- ella relaciona dos sentimientos distintos pero
simultáneos: placer y temor, y vive el encuentro sexual con una sensación
fatalista ¡ya que podemos hacer!.
Así como luego le digo entre mí pues, sentía uno a gusto y susto. Sí, se
siente así, por el mesmo tiempo pos se siente gusto y ya después sentimos
susto. Pero ya que hemos de hacer, ¡ya estamos ahí con ellos!
Las dos emociones que experimenta al mismo tiempo Elena llevan a
confirmar un significado de gran intensidad emocional ligado al primer encuentro
coital, la combinación de dos sentimientos que apunta hacia un acto deseado y no
deseado a la vez, complejo sentido femenino que se atribuye a la sexualidad. A
Fabián le cuesta mucho trabajo hablar de la primera noche conyugal, se resiste,
casi no puede expresar sus sentimientos. Pero su reacción de resistencia no es
menos emocional, la dificultad para hablar, el silencio y las pocas palabras para
referirse a su primera experiencia coital con Elena podría ser interpretada como
temor o angustia, sin embargo él define el acto como la oposición al acto con una
prostituta, ahora se trata de un acto difícil lleno de incertidumbre “Estuvo difícil,
116
pues uste ve que, esas cosas. .!no es fácil!. No es como pus, si fuera una mujer
cualquiera ¿no?”
Tal como
todos los hombres del pueblo, Don Fabián se inició a los
quince años con una prostituta . El nos explicaba que hay que demostrar que
ya se cuenta con el recurso para pagar una mujer.
Si pus, ya andábamos este, por ahí pus ¡ya trabajábamos!, ya tenía yo ya
tenía yo .... .a los quince años tuve mi primera relación...en Chietla....en las
zonas,...ahí pus....siempre ha habido casas de esas, pues
pero... no había mujeres en abundancia!
había zonas,
‘Taban tres, cuatro y pus !era
difícil!, hasta se mataban por las mujeres...era peligroso porque había
escasez Los mas grandes, pos otros amigos se juntaba uno con ellos y...
¡ellos llevaban a uno!.
Si con Elena la dificultad se refiera a cómo conducirse ante una situación
sexual incierta, en el caso de las mujeres de la zona la dificultad estriba en
conseguir alguna disponible, pero en ambos casos “la dificultad” es el adjetivo con
que se califica la experiencia.
Otra situación fue la que vivió Francisca en su primer encuentro sexual.
Después de ser robada por su novio, ella vivió ‘la primera entrega de su
cuerpo’ como la despedida de una etapa de juventud que ella hubiera
querido continuar, aunque ya tenía su novio, ella no estaba pensando en
casarse todavía.
Pero en coincidencia con su madre, Francisca vive la
experiencia como un acto irremediable en el que experimenta una
combinación compleja de sentimientos. Como ella amaba y deseaba a su
novio, la experiencia se vivió como un acto violento de placer y de arrebato.
Según ella misma nos refiere, su novio tomó el papel pedagógico de iniciarla,
al mismo tiempo que asumía que tenía todo el derecho sobre el cuerpo de
“su mujer”, derecho que adquiere con el sólo cruce del pórtico de su casa
Sentí bonito y al mismo tiempo tenía en mi mente, como que tenía
vergüenza. Ajá, tenía vergüenza de mirarlo a él. Me decía ¿por qué
tienes pena? -Le dije- no sé...pero te tengo pena. Y me decía, “pero no
me tienes que tener pena a mí, porque, porque yo soy tu esposo, tú eres
117
mi esposa !eres mi mujer! Eres de mi casa, dice, y yo contigo puedo
besarte, acariciarte !las veces que yo quiera! Porque te tengo aquí en mi
casa. Pues como uno no tiene experiencia para esas cosas, pus ya me
decía “va a pasar así, me voy a subir sobre de tí, va a pasar esto, te va a
gustar o ¿cómo te gusta que yo te haga el amor?. Me empezó a besar, a
acariciar y todo, ajá, mis pechos, todo. Me dice, ¿no te gusta así? Sí,
siento bonito, porque yo también te quiero -le dije-. Ya pero también sentí
bonito, porque tuvimos relaciones en la primera noche y me, y ya ve que
cuando uno tiene por primera vez uno sangra. Y me dice, ´taba más
contento porque pues un hombre ya ve que siempre quiere la dignidad
de una mujer !la pureza de una mujer!, el estaba seguro que yo era
señorita, pero ya lo había comprobado que, que sí era.
Vergüenza y sentimientos bonitos se combinan en el relato de Francisca,
la vergüenza en este caso es un elemento que otorga un gran peso moral al
acto sexual.
Su directa referencia a la desfloración –por otro lado-, queda
significada como una cualidad estética (“bonita”) que
conlleva en él un
sentimiento positivo ligado a la pureza (‘contento’) y es también un indicador
clave que lleva a orgullosa de comprobarle a su novio que era señorita.
Francisca se resigna al destino impuesto por su novio, aunque sabe que
él estaba reaccionado ante la humillación de haber sido despreciado por la otra
novia, ella niega la imposición de que fue objeto así como sus propias
expectativas y deseos, aparentemente el miedo la convierte en cómplice de su
propio raptor
El estaba como averguenzado de que, que la muchacha la había, !que yá
no la pidió pues! Que lo engañó a él, pero él dice que a mí tambíen me
quería dice, “yo también te quiero, yo te quiero también a tí, pero la quería
yo más a ella, porque tenía mas años de novios.
Pero yo no quiero
casarme, yo quiero regresarme a mi casa otra vez. Me dice, no, nos vamos
118
a casar y ya, nos metimos y al día siguiente dice su mamá, vamos a hablar
con sus papás ¿fue por gusto?, le dije sí, sí fue por mi gusto”.
Inv: ¿Por qué le dijiste que sí?
Francisca: Pues no sé, no yo sé, !tal vez por miedo o por susto!
Entre los varones hijos de Don Fabián, hay una mayor disposición para
expresar los propios sentimientos relacionados con el amor y el desamor. Juan
Fernando, por ejemplo, habla del propio amor y llanto sin mayor dificultad:
Ellas querían que, como yo regresara con ellas aquí y yo,....fué al contrario.
Yo, la tercera novia de aquí, fué la que yo anduve ¿cómo le diré? Ya
nomás por decirlo ¿no?. Es que yo venía y estaba acá desocupado y salía
a la calle, yo la encontraba y lloraba con ella ¿me entiendes?
Sobre la primera experiencia coital, siguiendo el ritual de iniciación entre los
varones del pueblo, J. Fernando se refiere a una diferencia sustancial entre
“hacer tus relaciones” con una prostituta y “hacer el amor” en el contexto de una
pareja, con la cual se involucran los sentimientos amorosos.
Heladio considera que la empatía emocional con las mujeres se da a
través de los acercamientos sexuales, él sufría tanto como sus novias cuando
eran regañadas o golpeadas por no acatar las regulaciones sexuales “Digo yo,
pus bueno, pos ora si digo, yo siento feo, que las regañaban y les pegaban a
ellas, digo, porque pus, en esos besos
abrazos digo, se halla uno, ya te
acostumbras a ella”.
Así fue acostumbrándose poco a poco a Valentina, quien no estaba muy
convencida de hacerle caso al principio, pero que terminó enamorándose al
descubrir que había alguien a quien podía confiarle todo:
Primero no nos podíamos ni ver...y luego, me enamoré de él. Siente uno
que lo quiere uno a la persona, y pus, se encariña uno pues con ellos.
Siente uno como que si, como que si fuera tu compañero pues, que te
platicas todo lo que te pasa, él te platica, !se confía uno todo pues!
119
Para Heladio las experiencias amorosas se viven como una pasión
vinculada a sentimientos muy internos de desconfianza y miedo
No sé, con ella, ni nos queríamos ni nos hablábamos... pero, yo si sentía
que sí me gustaba ella. Al principio, ella no me correspondía, pero -le digo, yo en mi corazón -como dice el dicho-, cada quien siente lo suyo. Nomás
nos llevábamos, todavía a veces, ella me la ganaban en el baile,
entonces... yo ya sentía que me daba muina, porque me la quitaban. Mis
suegros la llevaban harto a los bailes y yo, lo que va a pasar, ´digo-, uno
me va a dar baje. Yo tenía, ¿cómo le diré?, como desconfianza o a la vez
miedo, porque le digo, ella iba mucho a los bailes con sus papás.
Inv: ¿eres muy celoso?
Heladio: No, o sea antes, pero ahora... ya no tanto. Yo dije, es mi novia y
que otro me la vuele ya de las manos... el noviazgo es así, si tú te atontas,
si tu ´tas durmiendo, otro no anda durmiendo, otro llega, te la quita. O
nomás con que ya te diga ella, ¿sabes que? !Ya no te quiero¡.
La pasión de Heladio es tan fuerte, que al tiempo que confirma sus celos,
deja ver la intensidad de su enamoramiento, y proyecta hacia afuera la grandeza
de su mundo interior, se refiere a ‘la lunísima’
-así, en aumentativo-, cuando
evoca a su amada: “Veces yo me, no me dormía nomás de estar piense y piense
en ella. Veces estaba la lunísima, una luna bien bonita”.
La experiencia amorosa pone en riesgo su autoconfianza, la emoción le
impulsa a actuar violentamente. El miedo a que se la ganaran es el que lo
instiga a robársela, el propio sentimiento de deseo le da fortaleza para actuar.
“ Luego....Yo..todo o pensé, todo se me vino acá, digo, pues si no es ‘horita
-digo-, ya no es nunca. Las cosas hay que hacerlas en caliente -como
dice el dicho-, ya frío, ya no. Y que dice !suéltame! Y que, no pero, que la
vo´a soltar yo. Ella no quería y empezó a llorar, creo hasta me rasguñaba.
No y le hablaba y yo y el llorido y suéltame, pero no gritaba, le digo No Pst.
Que te vo’á soltar ni que . Y nos metemos al patiecito, ahí ‘onde vive mi tía
Doña Tila”.
120
En el relato de Valentina, constatamos el impulso agresivo que dominaba
a su novio en esa ocasión, ante lo cual ella llora, llora como expresión
emocional de resignación, de aceptación pasiva ante la imposición violenta de
los deseos de su novio sobre su cuerpo, frontera de su libertad.
Me trajo aquí, !él lo decidió! Estuvimos platicando en al tarde y entonces yo
ya me iba yo. Fue un día -no me acuerdo que día fue- y él se le hizo muy
fácil meterme a una casa o sea, de su prima. Ya íbamos llegando a esa
casa, cuando él me agarra de aquí del pes...o sea, así fuerte y se atranca
de un instante que estaba así de la tranca y me mete para dentro.
Luego...me pega el jalón y me trae él así pues, en la cuestarriba, en la
calle, dice -pus quiera uste o no -dice-, yo me la voy a llevar para mi
casa...yo ái venía llorando, que !yo no me quería venir con él!, yo no
pensaba pues casarme, yo quería yo subir y bajar pues, disfrutar pues mi
juventud.
En los dos casos vemos como tanto Valentina como Francisca pasan: de
víctimas a cómplices de sus raptores, de ejercer una intensa resistencia al robo,
hasta acceder a tal fatalidad, aún cuando no se sentían preparadas para irse.
Ellas viven la experiencia con resentimiento, impotencia y miedo, miedo que las
lleva a negar sus expectativas y a someter sus verdaderos deseos, finalmente a
aceptar frente a los demás ‘que se habían ido por gusto’.
En relación con las expresiones emocionales de Inocencio, encontramos
también una reflexión muy explícita sobre sus miedos e
involucramientos
emocionales, que lo lleva a diferenciar las diversas relaciones amistosas y
amorosas entre amigos, amigas y personas de diferente sexo que parecen ser
parte de su cotidianidad
Los novios hablan de que si me vas a engañar, que no me vas a traicionar,
que si me vas a ser fiel pa´toda la vida... ¡es muy diferente! ..platican de
¿cómo fue su vida mas antes? , ¿que si le gustaría casarse con... con uno
pues?, ¿si le gustaría tener hijos o le gustaría irse..conmigo?, o ¡ muchas
cosas! .O si no, está ahí besándola o teniéndola ahí entre las piernas. Y
121
en ser amigos no, porque en ser amigos nada mas platicas cosas que te
suceden a tí a veces ¿no?..un amigo es como, como un confesionario
¿no?”
Nuevamente en su relato, aparece el tema del engaño y de la traición
como un asunto privilegiado en las conversaciones de los novios, lo cual nos
empieza a indicar la prevalencia de este tipo de prácticas sobre las que se
estarían basando estas preocupaciones.
Así mismo, él señala que los
acercamientos sexuales son exclusivos de los novios, en tanto que los amigos y
amigas es el espacio para las confidencias.
Entre amigos, ellos saben –por
ejemplo- quien ya ha tenido relaciones sexuales porque a ellas se les nota:
No se arreglan bien, sus pechos se ven como muy,... muy
aguados. ‘tan más caderosas, así pues... tristes. En cambio, las
señoritas, todavía ¡son mas contentas!
Para Inocencio las oportunidades de conquista son amplias, aunque se
vive con temor, él afirma la facilidad para conquistar a las muchachas y al
mismo tiempo la gran presión social que sufre al tener que tomar la iniciativa,
así como la cobardía y el miedo al rechazo que lo han invadido en tales
ocasiones
Pues yo a mi no me enseñó nadie. Yo pienso que es una experiencia
fácil ¿no? Porque si una persona realmente no, es que acercarse a
una muchacha, pues a una novia es tener valor, o sea, porque eso es
tener valor ¿no? No tiene uno esa idea de que si te le acerca y te dice
que te va a mandar a mucho... no se dónde, pus también se acobarda
uno. Pero te llevas la idea que no, no piensas en nada pues, nada
mas si vas consciente que te va mandar mucho a...
ya vas
consciente, pues no sientes nada pus.... pero hay muchos que si, si
existen pues, que tienen miedo a veces por aventarse a conquistar
una ¿no?”.
Aún luchando contra su propia cobardía, Inocencio se permite cortejar a
una mujer mayor que él, aún cuando esa situación tenga una significación de
122
sometimiento y debilidad -según se lo hace sentir la Vale- su cuñada. Él empezó
a cortejar a una muchacha que vende tortillas cerca de la tienda donde él trabaja
en el mercado de Chietla y que aparentemente lo seducía. Aunque ella tiene 5
años más que él “Como que tenía algo ¡como que quería algo!, pues así ...
conmigo”.
Después nos relata una serie de juegos, enojos y miradas, acercamientos y
confusiones en escenarios diversos hasta que le llegan mensajes indirectos: “te
andan buscando -dice-, tu novia”.
Estos rumores lo deciden a hablarle. Sin
embargo, ella lo rechaza en tal ocasión, pues resulta que ya tenía un novio que
vive en Nueva York, así que en la siguiente ocasión Inocencio vive con rencor un
plantón que ella le dio en el siguiente baile, y que lo dejó muy dolido.
Aunque
ella se disculpa, él simula no darse por aludido para vengarse “ voy a dejarla sufir,
como ella ya me hizo a mi, ¿no?!”
Inv: ¿y entonces a ti te gustan las más grandes?
Inocencio: uno, uno enamorado de alguien ‘asina’ puede estar, bueno no
muy grande pues ¿verdá?, pero es que el amor, no tiene edades, y sí pus es
grande cinco años para mi ”.
Para Inocencio el amor es ante todo cariño, en tanto que la pasión tiene una
connotación sexual directamente relacionada con el coito.
A veces, pus es que cuando la tengo cerca a veces lle... a veces llego a
sentir a, pus sí a veces a como yo dijera amor ¿no?, la pasión ya es muy
distinta porque la pasión es otra cosa, la pasión es la entrega total, de un,
ya, la relación formal pues... la relación pues, entre sexos ¿no?. La
pasión pues, ya es, cuando se, cuando los cuerpos, se juntan ¿no?, esa
es la pasión.
Como cuando tuvo su primera y única experiencia coital con las mujeres de la
cantina, en la zona de Atencingo, lo llevaron sus hermanos migrantes, ellos lo
ayudaron a superar el miedo y a ‘darse valor’
Como quien quiera uno siente miedo, sientes temor a algo ¿no?. Pero
ya entre uno y otro, -se puede decir-, se puede dar uno más valor
123
¿no?.
“La pasión puede surgir con cualquier mujer... O sea nada
más puedes sentir pasión más, más mucho menos, no amor. Yo
puedo sentir amor, por una amiga, por una por una por ,mi madre
misma por un hermano por, por alguien ¿no? amor. Cariño es lo
mismo ¿no?.
Ya pasión, no porque la pasión es muy distinta la
pasión, se puede tener, nada más con una mujer.
Para Inocencio la pasión sexual es una fuerza incontrolable, es como “perder
los estribos”
“Que por ejemplo que si yo realmente me llegara a enamorar de ella, y que,
si real, que por ejemplo en una ocasión que estuviéramos así platicando
¿no?, y que realmente ella me dij... que nos llega que nos llegáramos pues a
perd... que nos llegáramos a perder pues, -como le digo- los estribos ella y
yo..., podría pasar ¿no?... la pasión ... Porque la pasión no tiene, fronteras o
... Pus entonces ..”
“Perder los estribos” es un riesgo que Inocencio no se ha permitido correr con
ninguna de sus novias, pero que puede fantasear como una posibilidad humana,
un acto que quedaría justificada por esa cualidad incontrolable de la pasión
amorosa que culmina en el amor limpio, aquél que no admite anticipación ni
prevención alguna y que se guarda para sí como uno de los mas internos
secretos del propio ser.
Y si lo hacía si lo ‘haciéramos’, por ejemplo el, el amor limpio el amor
limpio es no utilizar ningún, preservativo ¿no?, ese es el amor limpio. Y si
lo hiciéramos, el amor, por ejemplo así pues con preservativos, a la mejor
pus no pasaría nada ¿verdá?, eh ni ella se iba embarazar, pus no me iba a
pasar nada y si iba ella iba a guardar su secreto y todo, y si algún día
llegáramos, llegaríamos a tronar o algo, nada más iba a saberlo ella o algo
¿no?”.
Para Inocencio las novias son siempre vírgenes, por lo tanto el varón debe
“llevar la rienda” para enseñarla a hacer el amor, en tanto que con las
124
cabareteras son ellas quienes los dirigen y con quienes ellos esperan encontrar
un placer “mas profundo”
Una novia, si realmente es un como que quieren decir una virgen, una virgen
¡que no sabe de nada!, el que la debe ir guiando es uno para, pues uno es el
que ¡debe uno de llevar la... la rienda! -se puede decir- ¿no? para llegar
hacer el amor y tener más intimidades uno es el que debe uno de, o sea
pues. Y es muy distinto en un en una como usted dijera en una cabaretera,
porque esas mujeres ya ‘stán suficientemente más, más impuestas a hacer lo
que una muchacha decente no, porque ellas puedes encontrar más placer
con una de ellas que con una, con una señ... ¡con una muchacha pues! ¿no?
porque esas, porque las m... porque las mujeres esas cabareteras ellas son
las que te van a inducir hasta ‘onde, va... van hacer pues como...
como
juegos pues con uno ¿no? uno nada más las va uno siguiendo a ellas, y ellas
van a ser las que van a llevar....,
diferencia,
la rienda del amor ¿no?.
Ahí esta la
con mi novia, amor impuro con la..., prostituta pero puedo...,
puedo tener ¡más placer profundo!
En el relato de Inocencio, queda claro que las relaciones apasionadas no
forman parte del noviazgo. Y cuando ocurre una fuerte pasión por la novia es un
signo catalizador para iniciar una gran decisión: la iniciación de una vida
conyugal.
Pero, ¿para qué lo vamos andar haciendo en lugares prohibidos? si cuando
una pareja se, realmente se, se ama o realmente ya se comprende y sabe que
va ser feliz, lo único que pasa es que ella se va con uno, o habla uno con los
padres y se dice “ya me quiero casar”, y den a la muchacha y se casan, pero
pa’ que, ya para toda la vida se, como se, dicen ¿no?-, o si no, nada más
hablas con ella, “¿sabes qué? si ya te quieres venir conmigo si realmente
estás, ya muy si realmente ya ‘stás convencida de que la, de que, la de que tu
vida.. o soy yo ..”
125
“Cacería de mujeres”: la decisión de llevársela o de irse.
A diferencia de los casos de robo –como se les llama localmente cuando
ocurren sin el consentimiento de la novia- y del que fueran víctimas Francisca y
Valentina; en el caso de Elena es claro que ella decidió “irse” con Fabián un 24
de diciembre, después de tres meses en que casi no los dejaban verse ni
platicar. Se trata de una fuga concertada después de las propuestas de Fabián,
cuando ella un día decide tomarle la palabra
No nomás yo. Yo decidí solita. Porque ‘tonces yo decía: bueno de que
me lleven otros, muchachos, mejor que me lleve él.... cómo decía yo
“pus aquí ya ‘stá mi hermana, pus allí me quedo yo también .....Sí
también nomás porque lo ‘vía’ yo más grande, porque él es más grande
para mí es mayor seis años, y y para mí pus yo ‘staba yo jovencita pos
había también de mi ‘edá’ de mi igual ... p’allá ... sí ahí fue donde bueno
pero el fin porque unos luego decían es-este Carmelo y otro muchacho
“no que te vamos a llevar si no nos quieres, no me quieres decir que sí,
por gusto te vamos a llevar a ‘juerzas’, nos vamos a meter a sacarte de
tu casa” y luego decía yo “no mi padre no tiene necesidá que lo tenga
espantando porque él soliito nomás era y nomás nosotras mujeres con
mi mamá yo y mi hermana Mariana decía yo no hay necesidá’,
aquí
porque
la gente es mala digo le pega, por causa mía ¿no? no hay
necesidá’ mejor me voy de una vez pa’ que se les quite la tentación”,
porque no me dejaban estar eran bien ... Sí me decidí ...ni dilaté mucho
de tiempo de novia nomás dilaté como, me habló como el quince de
setiembre y me ‘jui’ mero el veinticuatro en navidá.
Investigadora: ¿Tú decidiste o él?
Elena: Yo. Yo porque entons’ le dije yo le digo ‘ira, porque él decía:
luego, ellos ponen el término ¿cuándo vien’ cuándo quieres yo que
venga? le digo-, mira la semana demasiado ves que no tenemos tiempo
de platicar, ni tú ni yo porque luego pus ‘ai ‘stá mi papá que ‘tán
desgranando, como orita ¿vio usté? que que empiezan a cosechar tán
126
desgranando el maicito, mamá pus iba a Chietla a dejar su lechita porque
siempre tenemos vaquitas a ordeñando, y tú pus vas al corte pus hay
‘quihacer’, entonces -decía- bueno ‘ton’ vengo el sábado o ¿tú qué dices
vengo el sábado o el domingo?. Mejor ven el domingo, bueno, tú dices dice- si te vas a ir conmigo
¡Nooo! no en el ¡día no!, en la noche ...Como a las diez de la noche
empezamos a venirnos para acá, ya enton’s nos dice, ora -dicevámonos allá con mi hermana” tiene una hermana hasta por ¡allá
abajo!... Cuando llegó, ‘taba mi cuñado Avelino, ése ‘jue’ dice danos un
lugar -dice- aquí me traigo a mi novia -dice-, ‘ora -dice- ¡pues entren
pues! -dice- siéntense aquí –dice- ‘horita viene tu hermana -dice- nomás
... acostando a los niños pues de que se fueron a dulcear’ porque como
en esa noche toda la gente no duerme”.
El relato de Fabián más parco, complementa y confirma la visión de
Elena:
“Bueno pus, yo le dije que se fuera conmigo y que ella ‘acectó’ y... nos
fuimos. Fuimos nomás al campo en la noche llegamos aquí a la casa de
mi hermana, ya nos venimos pa’ la casa pero mis padres a ver el, al ver a
sus papás así se arregló... ¡es la costumbre! La muchacha se va por su
gusto, se la trai uno aquí a casa, la tengo encerrada un día o dos
mientras van le hablan al os padres, luego que convinieron la llevo al
perdón, que se le nombra así...y ya pues, ya puede la muchacha ir y
venir”.
Así como es claro el caso de fuga concertada de Elena y Fabián, es
también claro como entre sus hijas e hijos hay quienes se “huyeron”
voluntariamente, y todavía se dan casos de robo de la novia, situaciones en las
que el novio se impone por la fuerza a su novia, pasando por alto la decisión y
los deseos de la mujer, como los casos de Valentina y Francisca.
127
Un caso excepcional es el de Juan Fernando, quien al vivir en Estados
Unidos transforma sustancialmente el patrón de inicio de una vida conyugal, la
cual él inicia a partir de una decisión conjunta, que él mismo argumenta como
una expresión de la convicción de igualdad entre los sexos.
Entonces lo que hicimos, decidimos yo y mi esposa: ¡vamos a casarnos a las
Vegas!. Entonces –digo-, entras a una casa que es una iglesia chiquita, con
las velas y los testigos y todo. Y haces de cuenta que es un casamiento pero
es gente pagada, que tu sólo pagas pa’l, para que firmen el casamiento, y en
veinte minutos, media hora lo máximo, ya estás casado. Es muy diferente
acá. Yo para mí, siempre pensé que, que para casarse es mejor estar.. no
pasado de maduro, ni tampoco verde.
Sino que estar en una edad que tú
sabes que eres un hombre responsable ya de tus asuntos. No como otros
amigos de acá, que ya tenían que casarse porque tenían relaciones. Al tener
relaciones ya están como obligados a casarse. Y en realidad ni se aman,
sino que solamente fue como una obligación.
Yo conozco tres o cuatro
casos que así se casaron. Aquí el casamiento es.. si la mujer se casa con el
hombre hacen de cuenta que la mujer se vendían con el hombre y que la
mujer es una esclava. Sí. Eso es absolutamente erróneo y ‘acsurdo’, y eso,
yo no lo aprendí allá. Yo desde aquí, yo nunca estuve de acuerdo, para mí la
mujer.., yo se que es un ser humano. Siempre tenemos que ser iguales.
Hay una diferencia, -¿me entiendes-,, y es que yo la miro. Pero en derechos,
pues en derechos, tanto como el mismo derecho tiene la mujer, el hombre
también los tiene, y la mujer tiene el mismo derecho. Nunca se puede poner
a la mujer a un lado por el machismo, que no, que los mexicanos como tu
sabes tenemos.
Pero esto –te diré-, es un orgullo –¿como te diré?
Equivocado”.
En el caso de
moneda.
Francisca y Heladio, se expresa este otro lado de la
Tanto Francisca su hermana como Valentina su cuñada,
fueron
robadas, aunque ninguna de ellas estaba decidida a irse, ambas fueron forzadas
a iniciar una vida conyugal y sexual.
128
El novio de Francisca la forzó a irse a vivir con él cuando ella todavía no se
sentía preparada, se trata de un caso de robo en el que hubo armas y lujo de
violencia entre los amigos que acompañaban a su novio el día del robo. Por su
relato sabemos que él actuó despechada e impulsivamente contra Francisca, ante
la humillación de haber sido rechazado al pedir la mano de otra novia que tenía en
San Nicolás.
Vía sido mi novio por dos años y medio, pero en, el problema fue que, que
decían que ¡vía pedido otra mujer!: Y yo tenía en mi mente que la había
pedido y no la pidió porque ella tomó otra decisión. Entonces mi prima me
dice “¡fíjate quién está allá!” y cuando lo miré ¡me dio como miedo! porque lo
miré borracho con otros amigos...... Entonces salimos de ahí y que dice mi
prima “¡vámonos, dice, a la carrera porque ya viene el autobús!”, entonces
nos echamos a correr ¡del zócalo! a donde estaba el autobús, entonces toda
la gente estaba subiendo p’arriba y p’arriba al autobús y yo iba llegando,
agarro ¡y me subo! me subí al autobús y cuando yo sentía ¡el jalón! o sea
que me bajó, me bajó del camión y aquí en el, en las manos traía como unos
cuatro pañuelos amarrados y me tapó la boca con todos sus amigos vino;
¡ajá! y me dice, y ya cuando le, cuando sentí el jalón pus nadie me defendió
porque toda la gente sabía que era mi novio y ¡pos que me iba a llevar!
¡Sí! o sea, porque yo me subí a la carrera (ruido de manazo) ¡y me agarra de
aquí, la mano así y me pega el jalón y me baja para abajo¡ y toda la gente
no’más se quedó mirando, pues nadien me defendió. Y ‘ai que le dicen a mi
prima ‘si te metes ahorita, dice, también te llevamos a tí’, entonces le dije
“con, con mi prima nada, ... conmigo, pero con ella no, ¡conmigo sí! pero a
ella no le hagan nada. Y ella ‘ai que se viene en el, en el autobús y a mí que
me llevan y que me jala de ahí y que me, me aprieta la boca con la mano, así
y le mordía y le mordía, pus era puro, pura ropa ... lo que llevaba y que me
orillan hasta por allá, por un cerrito que está para acá arriba, por ... por donde
está la otra iglesia y que me lleva para allá, éramos como cinco amigos y él
eran seis y según ellos iban armados con pistola y todo”.
Inv::: ¿Te dijeron o viste?
129
Francisca:” Yo, no porque él cargaba pistola, el papá de mi niño, y sus
amigos cargaban ¡cuchillos! Es que aquí la gente de una ranchería está así
siempre son ideas que tienen ellos que, que para protección andan cargando
un cuchillo o una pistola o es maña, no sé, ajá. Y ‘ai que me llevan para allá y
que me dice, y yo tenía en mi mente pues que él ya estaba, que ya estaba
comprometido con la otra mujer y que le digo que, yo, yo le dije “yo no
esperaba eso de ti, le digo, ¿por qué me haces esto? yo no te he dado
motivos ni nada, es más tú ya estás ¡comprometido con la otra muchacha!, y
me dijo ‘sí la iba a pedir pero ya no la pedí porque ella ya no quiso’, dice-,
dice-, y le digo: si yo esto, ya no somos nada, le dije, ¡déjame ir! y, y, y,
no’más llévame, le dije, para mi casa por acá, le dije, al rancho entra, anda
vente conmigo, le dije, yo me voy sola, y me dijo ‘no, porque si te dejo ir van
a pensar la gente que, que, que yo ya abusé de tí, ya no te van a tratar con
... en tu casa y pus yo tampoco no me voy a sentir bien aunque sé que no te
he hecho nada’, y que le digo: no, pero yo no me quiero casar ‘orita contigo,
le dije, yo nunca he pensado ‘orita contigo, yo estoy estudiando por qué me
voy a casar, y me decía ‘no, pero ‘orita no te vas ni pa’ tu casa ni pa’
ninguna, te voy a llevar pa’ mi casa’. Y ya entonces, entonces yo empecé a
llorar y le dije: no, pero yo no quiero irme para tu casa ni para ninguna, lo que
quiero es irme para la mía. Y ya entonces sí que les digo a los muchachos:
quiero irme con ellos, y que les digo: y ustedes ¿por qué hicieron eso?, les
dije-, conmigo si yo no les he dado motivos para que ¡ustedes me hagan
esto!, y me decían ellos ‘no, dice, nosotros no queríamos, dice, pero él nos
dijo, dice ‘orita me la tengo que llevar ¡a fuerza, a fuerza!”.
Aunque para todos el caso de Valentina y Heladio fue una fuga
concertada como tantos otros casos,
tanto Valentina como nosotros
consideramos que se trató de un robo, una imposición violenta de la voluntad de
Heladio sobre ella, quien a pesar de que lo amaba no quería todavía “irse con él”,
sino disfrutar su juventud y más tarde pensar en casarse.
Aunque siendo
novios, él le propone que se vayan, ella nunca acepta directamente irse, pero él
130
ahora afirma que ella aceptó y que por eso terminó robándosela.
Por la
importancia de este hecho en cuanto a las relaciones de poder y la toma de
decisiones en relación al género, haremos una detallada descripción del robo de
Valentina.
Un conjunto de “razones” internas articuladas con factores externos
hacen que finalmente Heladio planee y logre robársela. En su entrevista nos
comunica todo el proceso que atraviesa para llegar a dicho punto. En ciertos
momentos su relato está contrapunteado por testimonios que obtuvimos también
de Valentina en su entrevista individual.
Como explicábamos, desde que son novios Heladio siente vacíos y
celos crecientes en un contexto de riesgo potencial de que “se la vuelen”: A los
dos años y medio de novios, Heladio entra en un proceso de desesperación,
mientras ella también se confiesa abiertamente enamorada:
Inv: ¿Y cómo fue el paso ya para formarse Valentina: !Ay, pues siente uno que lo
como pareja.?
quiere uno a la p... quiere uno a la
Heladio: Bueno, el paso fué, porque le persona! Y pus se encariña uno pues
digo, porque bueno, yo le dicía, yo, yo me con ellos. Y dice uno -¡ay, pos no, que
necesi..., dicía yo, yo, bueno digo, pues ella lo quiero, que yo siento algo pues por
es buena, porque ella todo que ella, ya veía dentro pues que ...
que
pasaba
en
los
bailes
con
Que siente uno
los como que si, como que si él fuera tu
muchachos. O que a veces, pus decía que compañero pues, ¡que le platicas todo
nomás la andaba siguiendo o que, así pus lo que te pasa!, él te platica, se confía
que la andaban molestándo muchachos, uno todo pues.
pss,
-digo-,
bueno,
-digo-,
pus
salte “Del beso al abrazo ya pueden
conmigo. Pero ella no quería. “No, que si suceder más cosas”, pero no, pues
quieres, pídeme”
nunca, él nunca se pasó de listo
conmigo.
Entre los principales obstáculos están las ideas que circulan acerca de
que los Torres son una familia ‘manchada’. Según la mamá de Vale, se trata de
un suceso anterior en que un par de los hermanos trataron de robarse a alguna
131
muchacha del pueblo y no les resultó, por lo que el asunto pasó a manos
judiciales. “Su papá era bueno conmigo” dice Heladio, a diferencia de la mamá.
Esta situación está apareada con una diferencia económica entre las familias
que también pesa.
Heladio: Yo le preguntaba a la Valentina:
Sí, y de ahí empezábamos a
Vale, o yo por otras gentes, por platicar, y él me decía, o sea, pues me
mi familia, yo me daba cuenta platicaba de aquí de su casa y era en mi casa
que dicía la señora que yo, de porque hasta mi mamá hasta me pegaba por
plano no, no le caíba yo pues, él.
para su hija. Que porque éramos Inv: ¿Y porqué crees que no le gustaba tu
huevones.
novio a tu mamá?
La madre le comienza a meter a Pues, no sé, no le caía de por sí, mmm. Y me
la
hija
ideas:
“hija
no
te decía que no, que no, que esa familia, que ya
conviene”. No te cases. Hija yo ve que a veces pus hay familias que están
sé lo que te digo. Hija, anda vete manchadas ... a quien. Y me decía que no,
pa´Puebla. Hija, allá te vas a ¡que esa familia que es re-mala y que es...
incontrar,
-dijo-,
otra
mejor ¡quién sabe qué!
suerte que acá. Hija se está Inv: ¿Y porqué estaba manchada la familia?
muriendo de hambre, déjalos,
Pues porque aquí tienen un muchacho
hija, yo sé lo que te digo.
bueno, o sea, que también tenía su novia o
Ella le va hacer caso a ella,
la quería y la quería jalonear pues a fuerza,
porque ella es su mamá. Tú eres
se la quería llevar. Y como de por sí ese
su novio.
muchacho es un medio atrabancado... Un
Heladio insiste en que se vayan
muchacho que ya se casó aquí también. Y
y la respuesta es clara: “Dice-,
por eso decían, tenían pues miedo, que a la
pídeme, y si no me dan, -dice-,
mejor algún día me fuera hacer lo mismo
me voy contigo”
conmigo
Reiteradamente insiste en la forma en que los celos y la muina se le
empiezan a acumular. Va estrechando el control sobre Valentina, “para hacerla
132
reaccionar”, ante el hecho de que sigue yendo a bailes los fines de semana. Ël
consulta a sus padres quienes le ponen mas “trancas” (barreras): le dicen que
está muy chico, además de plantearle las limitaciones económicas que están
pasando. Esto junto al rechazo de la mamá de ella y la tendencia de Valentina de
seguir acudiendo a bailes sin su acuerdo va moldeando su proceso de decisión.
Heladio: Yo, -me dicía-, yo entre mí mesmo, ¿no? Y ahí Inv: ¿A ver, pero cómo
fue a donde entró, o sea, ahí fue a donde entró mi fue eso, a ver, cómo
decisión mala mía. Es como yo le digo ella. O sea la fue esa decisión?:
decisión, fue lo que yo dije, bueno, pus ora, digo, ni sé, Valentina: ¿De que me
digo, pus dicen que orita que por el dinero, y que trajo él?
porque no se qué. Yo dije entre mí. Yo le hablo a ella Inv: ¡Sí!
que no lo haga y ella se sigue yendo.Pus ora, pa´qué Pues ... ¡él lo decidió!
más nos arda a los dos; yo dije entre mí. Pos, me la voy
a traír.
Desde la construcción de su propia masculinidad, Heladio plantea el
proceso a partir el orgullo, la preocupación
y/o el enojo, y no es capaz de
plantearlo desde su evidente miedo o el dolor a perder a Vale. Tampoco nos
comparte en forma explícita
su deseo sexual, el cual está tan claramente
identificado –en el relato de Vale-, como una presión sexual a la que ella ejerció
resistencia.
Heladio: Así –digo-, pus, bueno, Pus tenía como catorce años, ¡si me trajo él
pus lo más, lo más, entonces, yo de dieciseis años! . Si apenas empezaba yo
dije, bueno, (carraspea) si ‘horita, a disfrutar mi juventud cuando él ... ¡él me
digo-, que todavía -digo-, es trajo! El tenía diecinueve años, ¡también
tiempo. Si yo no hago nada: estaba bien chico! ¡Sííí!
Pa´mañana,
-digo-,
me
vo’ Inv:¿Entonces a veces él insistía?
arrepentir. O sea que, y sí, bueno, ¡Pues sí! Que me decía -vámonos para mi
lo, bueno, digo, para mí, digo si casa, que vámonos, que yo te quiero que pa’
estuvo bien lo que hice, porque mi esposa, que para ... y yo decía yo -¡No!
tovía
las
cosas
que
tenían Pues no, pues yo...Una vez, estábamos allá
133
solución. Si yo me espero más en l’iglesia y él decía: no, -dice-, “que
tiempo, todo me iba a pasar. Iba dame,que lo que tu tienes”, pero yo le decía:
yo nomás a quedar alborotado.
bueno, pero ¿qué cosa tengo?, pues no, que
Pero le digo, el problema es que “lo más bonito que tienes tú”, pero, ¿qué
a veces, uno a veces, pus como le cosa, pues?, ¿qué cosa?, pus yo más ya no
diré, te enciegas, o yo no sé que, puedo dar. uno siente uno como, por decir,
o, o cuando algo quieres ha de entregarse a él, no’más que si uno no se da
hacer eso y. Eso es., eso y no uno su lugar, pues fácil, pues que te
importa más.
envuelven, y pues uno, pues cai uno y ya
después que, que tú sabes que hiciste algo
malo pues ya es demasiado tarde.
A partir de este momento es que se inicia una auténtica cacería. El
nos va detallando el procedimiento y la razón por la que decide actuar solo,
argumentando algo así como ‘un derecho’ que tienen los novios sobre sus
novias....!sólo sobre sus novias!
No tengo otra salida -digo-, más que, ora si, como dice el dicho aquel:
¡robármela!. Si me fue bien, digo, pero robármela yo solo. ¿Sabe por
qué?, porque, yo lo ví por experiencia de mi hermano, éste. Jaló. Ajaá a
una mujer que.... la jaló, pus era su novia, o no sé que, pero pus yo
pienso que sí, porque pus nomás por jalar a veces yo, digo, no, nadie jala
nomás, pienso yo que por que sí, ¿no?. Si alguien jala a una muchacha
¡es porque es su novia!. Y entonces, este, la jaló y lo ayudó uno de mis
hermanos y otro de mis primos. Y todo pasó, no se la llevaron. Y los
problemas, tuvo problemas éste. Ella no se dejó. Sí, tuvo problemas, y
éste, mi hermano, tuvo problemas, el otro de mis hermanos y mis primos.
O sea que, que hubo tres problemas. Ajaá. Y entonces yo ahí... agarré
experiencia.
Aquí ya queda planteada con mucha claridad la enorme diferencia
entre el éxito y el fracaso de este robo. Si es exitoso la cosa se “arregla” luego
entre las familias. Si no, se convierte en un asunto legal
o incluso en un
134
enfrentamiento con riesgo de violencia. Como el caso de otra joven Gloria, a
quien intentó robarla su novio en el caballo, jaloneándola con una pistola. En
este caso que vivimos muy de cerca pues ocurrió un día antes de una de
nuestras visitas, las maestras y compañeros de la Telesecundaria nos contaron
con lujo de detalle cómo se dieron cuenta y de qué manera pudieron detener el
robo. Las maestras fueron a denunciar a Chietla a los muchachcOs por el delito
de intento de violación, pero ellos se fueron del pueblo desde antes de la
denuncia y ya no pudieron agarrarlos.
De este acto también tuvimos la versión
contraria de los Torres, toda vez que el que intentó robar a Gloria era nieto de
Don Fabián.
Ellos justificaron el acto “porque ella ‘bia sido su novia”, y -hasta
donde nos pudimos enterar- los Torres les ayudaron a huir a los raptores.
Como Heladio sabe de los riesgos legales (por aquellos hermanos que hace
muchos años tuvieron que huir del pueblo después de intentar el robo de una
muchacha), él va desarrollando en su mente la forma, el lugar y el tiempo del
robo
“Pero sí, tengo que ver cómo le voy a hacer y todo y todo, por todo. Tardó, le
digo, pensando, ese, yo tardé, pensando, buscando, ese modo adónde y
cómo: pero le digo, sí se cumplió. Sí, le digo, por eso yo hay he visto que las
cosas que uno no piensa, uno, entre más tiempo lo piensas y con calma te
salen las cosas como tú quieres. Nomás que, que con despacio porque lo
piensas y te sale bien.
Cuando me metí yo solo, o sea, lo primero que yo
quería era agarrarla en un lugar, bueno, o sea onde, cómo le diré, este, yo
quería agarrarla, como por donde está mi tía . En la calle, digo, la metes
donde está mi tia. Y ya no me la quitan ellos. O pa´cá, onde está otra de mis
tias. Si yo la agarro, digo y la meto y ya, es que cuando tu metes una
muchacha a una casa de un familiar tuyo, ¡ya no te la quitan!”
El simple hecho de traspasar el quicio de la puerta de alguien de la familia
del novio equivale a la pérdida de la virginidad y requiere de la invocación de
Dios :“Dejé, dejé que así estuvieran las cosas. Pero yo ya sabía yo, de todos
modos -digo-,
esto va a hacerse, ¡primeramente Dios!.”
135
“Cuerpos masculinos que aguantan” VS “mujeres de sombra pesada”: la
salud sexual y reproductiva.
El tema del SIDA y el de la planificación familiar fueron dos vías efectivas para
escucharlos hablar sobre la sexualidad, para acercarnos a la comprensión de
sus prácticas preventivas y conocer sus concepciones en torno a la salud
sexual y reproductiva. La gente se apena al referirse al cuerpo, baja la vista
cuando preguntamos directamente algún aspecto de la vida sexual o piden
perdón antes de expresar cualquier termino relacionado con el cuerpo.
En una ocasión cuando Elena refería un encuentro reciente en la tienda con
aquella mujer que le ganó al novio que le gustaba, como ella tuvo que referirse
a una parte del cuerpo (ella le enseñó la lengua), ella anticipa la frase “con
perdón de usted.....”, con lo que afirma la connotación negativa de cualquier
referencia al cuerpo en el lenguaje cotidiano.
Entre los hombres, el tema del cuerpo refiere al trabajo y al desgaste. El
alcoholismo por ejemplo, es un fenómeno con una importante presencia en el
mundo masculino de Iguanillas. “Hasta donde el cuerpo aguante” dicen los
varones para explicar el desgaste del cuerpo, desgaste que puede ser referido
al consumo de alcohol o al trabajo, indistintamente.
Las mujeres también
hablan del alcoholismo con enojo, con desilusión, y lo relacionan con la
violencia y la presión sexual. Pero para ellos, el cuerpo es, antes que nada, un
instrumento del trabajo que hay que cuidar; al mismo tiempo y paradójicamente,
el cuerpo es un blanco muy importante del descuido y la autodestrucción:
receptor de fumigantes, de tabaco, de alcohol y de virus y parásitos que se
transmiten por diversas vías, incluyendo la vía sexual.
Los cuerpos jóvenes
deben cuidarse porque “todo por servir se acaba”. Por ser “nuevos”, a los
jóvenes se les excluye de las prácticas de fumigación para protegerlos (los
adultos fumigan sin ninguna protección), y ya después de los 16-17 años les
permiten hacerlo, siempre y cuando consuman suficiente leche (la cual según
sus creencias les da alguna protección).
136
El alcohol está presente sobre todo los fines de semana y en cualquier
situación festiva.
En las bodas, los bautizos y los bailes en que participamos,
la distribución de los espacios responde a las actividades de comer y de beber,
dos acciones que dividen claramente a los hombres y las mujeres.
Mientras
ellas preparan, calientan y sirven la comida a los niños y a los invitados, se
forman grupos de varones por aparte, en los que la botella de alcohol es el
centro de atracción, alrededor de ella, círculos de hombres ríen y conversan
entre ellos y solamente a ratos se desprenden para bailar una pieza o buscar
más bebidas.
Además de las fiestas, hay montada de toros en las que se toma
profusamente, incluyendo a los jinetes; algunos montan con botella en mano.
Las reuniones comunitarias son también ocasión para tomar.
Después de las
asambleas ejidales mandan a traer varias cajas de cerveza en torno a las
cuales la vida social continúa. Si bien no hay cantinas oficiales en Iguanillas, si
hay tiendas que prácticamente lo son. Ubicamos al menos tres esquinas en las
que grupos de hombres, jóvenes maduros y mayores, presos del alcoholismo,
estaban en estado de ebriedad continuamente.
Por lo general la respuesta de las esposas es de enojo e impotencia,
pues sus reacciones no parecen cambiar la situación. Elena se muestra muy
enojada cuando Fabián se va a las asambleas y regresa tomado, pero su lugar
subalterno le impide reprocharle nada.
Un día que desayunábamos con ellos
después de una de esas asambleas, su nieto más pequeño le festejaba
ingenuamente: “ayer mi aguelito se puso borracho”.
Pero la reacción al comentario no se dejó esperar, miradas penetrantes
del abuelo y la abuela lo callaron de inmediato.
Desde la visión de Fabián,
tomar es correcto siempre y cuando sea los fines de semana y se asista a
trabajar al día siguiente, pero él no justifica el alcoholismo
ni considera
adecuado meter en ese problema a la virgen, ni a Dios. “Yo empecé a tomar
desde los 18 y ¿acaso me hice alcohólico?...esos que van a... a hacer
promesas.. yo no, ¡es como jugar con la virgen!, porque ahí es para, sólo para
137
las enfermedades sobrenaturales, ¡las que manda Dios, y quién mas las va a
mandar!.”
En la reunión sobre el SIDA para las madres y padres de familia, que
ofrecimos a las maestras de la Telesecundaria, nos dió las primeras pautas
para entender la sexualidad femenina.
Se les pasó una película educativa19
en que una mujer campesina se contagia de VIH/SIDA, en el argumento es
claro que al regresar su marido de California y no avisarle a su esposa que está
contagiado de esta mortal enfermedad, ella la adquiere por contacto sexual.
Después de la proyección dividimos al grupo de hombres y de mujeres y se
armaron interesantes discusiones al respecto.
En el grupo de madres de familia (se trata de madres de las alumnas de la
Telesecundaria, aproximadamente de 30 a 50 años de edad) hubo una
descalificación al protagonista, se le catalogó de egoísta y deshonesto al no
evitar el contacto sexual, o no permitir que ella pudiera protegerse. En sus
primeras afirmaciones entendemos que estos temas pueden hablarse e
inclusive fantasean con la posibilidad de negociarlos.
Pues que el señor estaba enfermo y no le dijo a ella, así que la contagió por
egoísmo. Otra mujer dice que el “escureció” lo que tenía, el le hubiera dicho
la verdad ....porque si le hubiera dicho la verdad ella ya puede tener
relaciones y protegerse ”
A la maestra de la escuela, lo que más le llamó la atención fue “la
recriminación” al no aclararle que estaba enfermo, el no debió aceptarla porque
sabía que estaba enfermo”. Después se enfrascaron en una discusión sobre
los deseos sexuales ellas reconocen que el deseo sexual es una realidad tanto
de los hombres como de las mujeres “una está ganosa”, y lo entienden como
una fuerza arrolladora que se impone a nuestra voluntad. Por la “diferente
esencia” masculina y femenina, y los mecanismos biológicos de mujeres y
hombres, esta fuerza es mucho más difícil de controlar por parte de ellos, de ahí
138
que muchas veces acceder a sus deseos es una molestia. Ellas reconocen una
mayor necesidad sexual en los hombres, con lo cual queda justificado el hecho
de que tengan contactos sexuales mientras están allá, en el otro lado. “Pero si
yo sé que esta infectado pues mejor yo ya no haría nada, yo ya no dejaría que
me molestara. Otra contesta: “no pero cómo no vas a tener relaciones si luego
dilatan mucho..” Inv: ¿Que pasa cuando dilatan mucho?. “Pues, con perdón de
usted, pero... una esta ‘ganosa’”; otra agrega: pero “mas vale tu vida que un
resbalón”.
La maestra dice: “es que el amor es el amor....”,La primera retoma:
“si pero cuando uno lo piensa es porque... ya lo hizo.... así que, sería mejor
cuidarse desde antes... Uno ya sabe que ellos allá se meten con viejas”.
Ante
lo cual la maestra opina: “si, el hombre tiene una naturaleza mas ‘prepotente’, y
ellos tienen ‘alta temperatura’. Nosotras tenemos el desahogo de cada mes.
Nosotros podemos aguantarnos”. Inv: ¿Se refiere a la regla?, “Sí, usted si me
entiende, ya con la regla uno se desahoga, pero ellos no, ellos no tienen regla,
así que tienen que meterse con otras viejas”.
Las madres de familia nos mostraron en estas conversaciones la consciencia
sobre sus deseos sexuales y la fuerza de las representaciones dualistas de
género que regulan los modos de expresión y satisfacción sexual “ellos son de
alta temperatura” y ellas de baja.
En otro relato que nos hace Valentina sobre sus experiencias sexuales en el
primer año de vida conyugal, aclara mucho mejor la oposición frío/caliente y su
relación con las atribuciones femenina/masculino. Además ella expresa una
concepción del deseo con una dimensión gastable de la energía sexual, una
fuerza engendradora vinculada al semen como sustancia vital, y su
complementario femenino, las fuerzas negativas
que genera la mujer,
hermanada a la idea de la muerte y de las sombras. Dentro de esa dialéctica
surgen diversas enfermedades sexuales, como la que sufrió por un tiempo su
marido.
19
Ma. Del Carmen de Lara ,“La vida sigue”(1995), Calacas y Palomas, SA de CV.
139
“Mire, Yo, cuando estaba él aquí, ve que yo, ya me tenía ¡hasta acá! yo
ya no quería yo ¡nada!. Pus no sé, yo, me, yo no sé, pero, yo ¡me choca
a mí eso!”
Inv: Te choca qué ¿el sexo?
Valentina: “Sí. Después tanto y tanto como que uno ¡como que aburre a
uno! Más a uno, por ... siente uno, es que tan ... es que eso también
como que, como que cansa a uno, a otro día se siente uno como sin
fuerzas, no tienes ganas ¡ni de hacer tortillas! y uno, pus uno ¡tiene uno
que hacer el quihacer de la casa! O sea, como que sen... yo sentía que
como que eso me quitaba a mí fuerzas, a mí.
Ajá. Yo me sentía yo como
cansada. ¡Viera que ‘orita no tengo ganas de que venga él! casi no. Es
que le digo que así estoy bien, me duermo y tranquila y ni quién me esté
diciendo nada. O sea, pues que nadien te esté ahí molestando en la
noche. O sea que luego que empezaba ¡que abrazar y que besar y que,
y que pues, que ya pues que ya están que quiere, que quieren pues a, o
sea entregarse uno! y uno pus, como ‘orita que ve que va uno a lavar, y
se imagina y a la noche con el marido ¡mmm, pues a dónde va uno a dar
y mañana párate temprano! Y es que también ... ellos también se
cansan, como los trabajos son bien pesados se cansan también, se
sienten sin fuerzas, sin ganas de hacer nada, les da flojera. Ve que dice
que, que trabajos es que aprueba uno ¡porque después quiere uno! y
pues cuando uno, cuando uno tiene uno ganas no ... pos le dice uno pos
que ... o sea pos que quiere uno entregarse a él ... y ellos aunque a
veces están cansados, pus aunque no quieren y tanto y tanto pos ¡órale!.
Como a los siete meses empezó a ser pesado, ¡porque él se enfermó!.
Se enfermó y le ‘bían dicho los médicos que era de ¡eso!.
Pues se
enfermó pues, o sea lo ... se enfermó. Cómo le diré pues, cómo le diré ...
se enfermó él, es que él es bajo ¡ay! es que ¡cómo le diré, ay! ¡cómo es
ese dicho! ... este ... es ¡cómo le diré, cómo le diré! es, por decir que
140
luego dicen no, pus que fulana tiene la sombra muy pesada, por decir,
pues ta... o sea tanto y tanto hacer, hacer tanta relación él se enfermó.
quieren casi toda la (risa) noche.
Y este ... y eso es lo que le ‘bía dicho
el doctor que si tenía su esposa pues que mejor, que no pues, que no
hiciera que aunque durmiera con uno pero que no hubiera nada.
Y
como yo ya estaba yo embarazada, también ya no ya no quería yo nada.
El tenía dolor de cabeza,este,... se sentía cansado, no quería hacer
nada, y qué más, qué más, que le daba un dolor aquí en su ... porque le
agarró ‘actritis’ ¿’actritis’?, gastritis, sí ¡gastritis! Después que le ‘bían
dicho que era una úlcera ... y que tenían, que lo iban a operar ¡pero no! o
sea sí se enfermó ¡ya no salía él a la calle! y ya no’más estaba aquí. Y
decían que tenía yo la sombra muy pesada ... yo.
enfermar.
Que yo lo quería
¡Tiene la sombra bien pesada! Por eso fue que él no, pos o
sea no ... pos ... para decirle si, pensaba pues que, que pensaba pos
¡qué eso se iba acabar luego! que ya ve ¡de que y se agarran, y se
agarran! ... ¡Y pior cuando estaba yo embarazada! ¡Hijolas, me daba
harto asco a mí! ¡Según aguan...! Es que le digo que hay hombres pues
que son, o sea más altos de temperatura, ¡pero yo no! Yo o sea, pues
soy más ... más baja de temperatura y él no”.
En el relato de Valentina es claro que ella es culpabilizada por la familia de la
enfermedad de su marido, ella misma se asume como culpable apoyada en la
explicación de la sombra pesada que ciertas mujeres poseen y le transmiten a sus
compañeros por la vía sexual.
Las demandas sexuales que recibe son
paradójicas: debe acceder a los frecuentes deseos sexuales de su marido y
rehusarse al contacto para evitar enfermarlo... en la distancia forzada por la
migración de su marido ha encontrado finalmente momentos de tranquilidad. Su
marido Heladio, nunca nos refirió nada sobre esta enfermedad que sufrió, ni
sobre el efecto de la sombra de las mujeres.
141
Además de la permanencia de las creencias populares, los habitantes de
Iguanillas han ido apropiándose con mucha confusión de los conocimientos
sobre el VIH/SIDA a través de la información que traen los migrantes de
California, y de lo que les llega de la televisión y, de la Telesecundaria entre los
más jóvenes.
El principal contraste de género en el discurso, es que los
varones se aproximan al tema de las ITSs desde un saber vivido y
experimentado, si bien rodeado de creencias; en tanto que entre las mujeres
hay una gran ignorancia al respecto y las más jóvenes comienzan a referirse al
SIDA desde un conocimiento escolarizado y más “teórico.
Todo parece indicar que no se ha dado ningún caso de VIH/SIDA en esta
comunidad, los datos de la jurisdicción sanitaria así lo constatan y las
referencias a esta mortal enfermedad se basan en rumores. Alguien le dijo que
conocía a alguien del otro pueblo que estaba enfermo y creen que era de SIDA.
Se trata de un migrante que murió “consumido” hace unos años de causa
desconocida. Su viuda quedó embarazada y vive en otro pueblo. A la fecha no
hay evidencia de que ella o el bebé estén infectados.
En la reunión con los Padres y madres de Familia que comentamos en el
apartado anterior, quedó en evidencia la falta de información entre las mujeres
sobre ITSs y SIDA, y la cantidad de experiencias, creencias y conocimientos
que circulan entre los varones.
Toda vez que está reconocida su “alta
necesidad sexual”, ellos relacionan automáticamente el SIDA y otras
enfermedades de transmisión sexual con las prácticas de la prostitución y las
experiencias de los migrantes de California; y articulan las nuevas nociones
sobre el SIDA con sus creencias y saberes acerca de otras enfermedades como
la gonorrea. El presidente de la asociación de padres así se expresó:“Esto es
muy necesario, es especial para los más jovencitos que cada 8 días corren para
Atencingo (se refieren al prostíbulo de la ciudad industrial mas cercana). Que no
vayan a cuerno limpio, como dice el campesino sin capucha. Hay que cuidarse
cuando uno va con una mujer de la calle. O. si no, buscarse una pareja que
este nuevecita.” (Risa). Los viejos ya nos vamos precaviendo - ya sabe uno a
que le tira-.”
142
En los Estados Unidos andan con otras mujeres, toman y hasta se meten
con hombres y sin protección.
Conoce por lo menos 4 hombres adultos
que también van cada rato con prostitutas “Si uno esta “alambrado” al rato
va a alambrar a un puño (¿hombre al que penetran?).” Y da como ejemplo
la purgación (¿se refiere a la gonorrea?) con la que uno a los 4 días ya
anda de patitas. Nomas se ponía uno millonario y ya se curaba... pero esta
si mata (se refiere al SIDA). Dice que hay gente que la pasa a propósito
como venganza: “yo también friego a otro.
Esto le sirve a los jovencitos
aunque luego se hacen pasar por inocentes.
Informarlos y darles
educación sexual es un grito a tiempo.
En la discusión de este grupo de señores, las mujeres del cabaret son
mercancías “viejas o nuevecitas” que ellos deben consumir cuando tienen deseos.
En ningún momento se cuestiona esta práctica extramarital, por el contrario están
interesados en que la continúen sus hijos, a los cuales hay que informar y
entrenar al respecto.
Llama también la atención la alusión a las prácticas con
otros hombres que son reconocidas como riesgo para adquirir el SIDA.
Algo que es realmente de preocupar, es que no exista el menor
reconocimiento de los riesgos de las mujeres.
La esposa no aparece en el
discurso del SIDA para nada, no se reconocen los riesgos de las mujeres al
contagio, ni ven la necesidad de informar a sus esposas ni a sus hijas sobre las
prácticas preventivas.
La única medida “preventiva” que algún informante mencionó, es la que refirió
Fernando al hablar de su primera experiencia sexual, él le preguntó a la
prostituta si ella estaba enferma, y al recibir una respuesta negativa actuó sin
mayor protección.
Experiencias de uso del condón las escuchamos entre los
mas jóvenes, quienes ocasionalmente lo han utilizado como anticonceptivo en
las relaciones sexuales con sus novias.
Inocencio
nos habló del condón después de reiteradas preguntas al
respecto, hasta que confesó que realmente no sabe usarlo, que no lo ha
intentado y que no lo usó cuando se inició con “las mujeres del cabare”. Sin
143
embargo afirma que él lo usaría en caso de estar casado o de ir nuevamente a
un prostíbulo (y eso si le aseguran que la chica esta infectada), como queriendo
mostrarnos que él sabe lo que debería ser, “si yo, lo ‘fuera hacer allá con ella y
que, bueno, sin saber, por ejemplo, una suposición ¿no? que, por ejemplo, ella
‘stuviera infectada... pero ya usando es, lo hace uno pues yo digo que no va a
haber ningún riesgo, ¿no?”
Todo parece confirmar que hay una muy escasa orientación en torno a la
vida sexual en Iguanillas. A veces reciben información de los hermanos o tíos
que los acompañan a iniciarse en los prostíbulos, se les transmiten esos
saberes y creencias sobre las enfermedades de transmisión sexual y muy poca
información o inducción hacia la prevención.
Las mujeres saben mucho menos sobre las ITSs, el SIDA y el condón, la
información que tienen es más teórica y está poco vinculada a la experiencia.
Aunque todas han escuchado algo, es muy grande la distancia entre quienes
van a la Telesecundaria y aquéllas que solo estudiaron la primaria, estas
últimas realmente no tienen nada de información.
Por lo que pudimos constatar, la información que han recibido de la
escuela acerca de los anticonceptivos, las ITSs y el SIDA es la única fuente de
información con las que cuentan las muchachas en Iguanillas. Las estudiantes
de la telesecundaria saben que existen varias enfermedades de transmisión
sexual:
la sífilis, la gonorrea y el SIDA.
Nos explicaron que el SIDA se
transmite por sangre infectada y de la madre al hijo, hubo que reiterar varias
veces la pregunta para que nos hicieran ver que también sabían que se
transmite al tener relaciones sexuales.
Ellas entienden que la enfermedad se
pega de los homosexuales y bisexuales, que son los que tienen relaciones con
muchos “hay algunos que tienen sangre infectada”.
Las palabras de
homosexualidad y bisexualidad sólo son conocidas por las que han pasado por
la secundaria, las otras muchachas no habían oído hablar de eso.
Sin
embargo es claro que no pueden distinguir a qué practicas sexuales se refieren
estas caracterizaciones. También nos dijeron que en la escuela les explicaron
144
cómo se usa el condón, en un video de los programas que llegan.
Lo más
preocupante son sus confusiones en cuanto a la prevención. Confunden la
prevención de ITSs con la prevención de embarazos.
Hablan de los
anticonceptivos que sirven para prevenir el SIDA, tales como las inyecciones,
las pastillas, el preservativo, el dispositivo; los meten todos en el mismo saco,
como si todos les permitieran prevenirse de ambas cosas.
Las chicas que
han vivido en California saben mas del SIDA y de los condones, dicen que allá
escucharon de eso en la escuela y en la televisión.
La información que reciben en sus casas
no es sobre las prácticas
sexuales “luego tus padres no te quieren decir por vergüenza, y llegas a saber
por manos de otra persona o de los maestros”. Entre las hermanas y amigas es
donde a veces se puede preguntar. Las madres saben de embarazos y de
partos pero no de ITSs ni de VIH/SIDA.
El tema de los embarazos y partos es de todos los días entre las
mujeres, de la sexualidad hablan en privado y con mucha mayor facilidad que
los hombres, así ocurrió tanto en las conversaciones informales como en las
entrevistas individuales.
La idea de protección esta vinculada a la maternidad y a la paternidad,
además los testimonios de Elena y Fabian muestran que el sentido de tener
hijos está también relacionado con la herencia de la tierra, y como una fuente
de alegría y de amor. “ La tierra va a ser de los hijos, pero si nadie quiere
entrarle, ¡va a ser de Carlitos! (se refiere a su nieto de 4 años). Cuando vengo
muino del campo, Carlitos me hace reír”.
Pero Inocencio, debe ganarse su parcela con trabajo agrícola, aunque
sea el menor de once y el único que no se ha ido a vivir a otro lado no da señas
de querer entrarle y parece quedar en riesgo de ser saltado dentro de la
sucesión. Tanto Fabián como Elena coinciden en que “uno ve por cien, pero
cien no ven por uno” refiriéndose a la merma que se produce en cuanto a los
hijos que no “ven por los papás”, que en este caso equivale a “no ver por sus
tierras.
145
La práctica de la planificación familiar y de los métodos anticonceptivos
es una técnica de la cual se han ido apropiando poco a poco los habitantes de
Iguanillas, adaptándola a sus propias concepciones sobre la maternidad y
paternidad. Pese a la Ley de Dios y oposición religiosa a los anticonceptivos.
El tema se ha recibido a través de campañas en los hospitales de Salubridad y
el Seguro cuando asisten a consulta o cuando van a dar a luz.
Al respecto y sorprendente, encontrarnos una mayor aceptación por
parte de los abuelos que de las abuelas. A Elena, como al resto de las abuelas
entrevistadas, no le gusta mucho hablar de la planificación familiar, lo ve como
ajeno, un asunto de sus hijas y nueras. Sin embargo entre los abuelos el tema
es visto positivamente a pesar de no haber tenido acceso a esos servicios en
sus tiempos.
Elena: No nada, yo nunca, nunca.. paré de tener mis hijos Fabian:
yo
hubiera
yo nunca no, ni, ni conozco la ‘medecina’ que toman.. .ni querido tener 5-6 hijos,
no’ la enseñaban porque si los hombre no se querían que pero... antes el gobierno
tomara uno nada. Decían que tomaban su ‘medecina’, no
promovía
la
pero bueno y digo “ay bueno ¿y si hace daño? voy a estar planificación familiar. Yo
mala, ‘asina’ no mejor no ‘asina’”, dijeran ora, dijeran ora si estoy de acuerdo. :
los que Dios me dé y cierto, pues los que Dios me dio los “ah, pus si claro. !Pus
tuve, digo ‘taré mala de otra cosa pero ‘dicía’ una señora claro!,
nos conviene,
que era ‘parturienta’ que era partera “oigan no tomen ¿no?”
nada no es bueno, porque ‘ten malas de otra cosa y no En cuanto a la posición
de que ‘tén enfermas de eso, pus ya hace mal”, porque de la Iglesia, bueno, no
dicen que es como droga que ‘tá cayendo adentro en el se, pero este, pus yo
las tripas o no sé a dónde caiga, pos que lo tomen pues creo que a la mejor la
pero unas veo que se llenan luego ‘tán gordas otras Iglesia también este de
flaquitas, flaquitas pos les está haciendo daño la acuerdo
porque,
‘medecina’, no habiendo necesidá, si no queremos tener sabemos que por la Ley
hijos pos no tenemos marido, si unas que no tienen de, la Ley de Dios, ‘ta
marido tienen ¡sus hijos! Bueno ¿ha visto que toman su recriminado
eso,
pero
146
‘medecina’? Eso es cosa d’ellas, de las nueras, ajá, yo ... también la Iglesia tiene
ellas quiere, ellos quieren pues que lo tomen. Ora l’ mis que
ver
hijas también ... ellas quieren porque dicen que ya no consecuencias
las
de
los,
pueden mantener sus hijos. Pos que yo digo que pues, pos de los urgimientos
por uno ‘stá bien y por otro ‘stá mal, ¿sí? Bueno pa’ que que puede pasar el país
vea usté.
o, o lo sucesivo, ¿no?
La siguiente generación tiene definitivamente una actitud de aceptación
ante la planificación familiar, eso no significa que no haya conflicto y dificultad
de aceptación de los dispositivos anticonceptivos.
Juan Fernando –por
ejemplo- hará resaltar la diferente actitud y conocimiento de las mujeres de
Iguanillas frente a las mujeres de California.
Allá la mujer está preparada, en el sentido de que,
este..., controlar –por decírtelo así-, la este, la...
ella sabe como
¡el control de la
natalida’!. Tu ahí vas a un doctor , vas a una farmacia y tú compras lo
que tú quieras sí, por supuesto, que tu sabes ¿cómo te diré? En ese
sentido te digo, yo cuando llegué allá. Aquí los oía y los escuchaba
pero, yo nunca los usé. Pero si escuchaba mas o menos... y allá no,
porque allá yo no sé desde cuando existían ya esas cosas.., para que tu
las pudieras comprar, usar...diez, quince años.
Esa es una diferencia.
La segunda diferencia es que allá puedes vivir como una pareja no
casada si no quieres, y tienes una relación muchas de las veces cien por
ciento mejor que el que ‘stá casado. Porque ¿cómo te diré? ¡es mas
abierto! Sí ¡es mas abierto!
El concepto de paternidad en Juan Fernando no sólo está ligado a la
responsabilidad
económica
de
los
hijos
y
la
esposa,
sino
a
la
corresponsabilidad afectiva y económica con su esposa y a la posibilidad de
sustituir los roles sexuales , al menos ocasionalmente.
147
“ Digamos ¿no? Que tú eres padre ya de familia, tú sabes lo mejor que
les conviene a tus hijos y tu como padre de familia y con tu esposa, tú no
tienes porque solamente por el hecho de que seas el padre, decir: No
pues ¡yo voy a hacer esto!. Yo -para mí no-, no es mi ideología imponer,
imponer el poder sobre el poder cuando sabes que es equivocado”.
“Porque –te digo-, un tiempo ella sí estaba totalmente de acuerdo,
porque ella también un día pensó que tenía que casarse lo mismo que
yo.
Hay gente que se va hasta allá y tiene hijos, pero no quiere
cuidarlos, y piensan que con ganar el dinero, vas a hacer mas con el
dinero que con la familia. Pero para mí es al revés, nosotros tenemos
una creencia que para nosotros lo primero está la familia.
Que
simplemente, también mi esposa -te digo-, empezó a trabajar cuando yo
me moví ahí.
Los primeros meses que llegamos y ella fue la que
encontró trabajo, por la misma necesida’... y yo me hice cargo de los
niños por unos meses, porque de una forma u otra, uno de los dos tenía
que buscar la forma .
Porque a algunos hombres si les afecta.
Yo
siempre he preferido que la m.. que mi esposa siempre esté en la casa.
Prefiero eso, pero yo no me siento, ¿cómo te diré? Yo no soy de ese
carácter de que si no se queda en la casa yo voy a sentirme
abandonado, que yo voy a perder mis derechos o mi ¿cómo le diré? O mi
faculta’ –digamos-, como jefe de la casa.
Pero ella también sabe lo
que yo sé, y sabe lo que queremos los dos”.
Entre los Torres, Francisca
es la que tiene menos hijos porque la
abandonó su marido con el primer hijo pequeño.:
“Allá (se refiere a Los
Angeles) las parejas tienen menos hijos, todas, casi todas, dos, niño y niña, uno
o tres”
El segundo hijo lo tuvo doce años después para darle gusto a su nuevo
marido, con quien se casó en Los Angeles.
Ella nos cuenta que no quería
tener otro hijo pero él insistió, le dijo que si ella ya tenía un hijo ¿él en dónde
quedaba?.
El también quería ser papá.
Así que ella lo complació
148
embarazándose. Pero hora que ha la abandonó su segundo marido y que
regresó de California, nos encontramos con la novedad de que vino a hacerse
“la ligadura”: “Pues si, ahora ya me decidí a operar. Ya ve que ya los hombres
no quieren andar con uno nada más de amigos”.
Entendemos
que
ella
quiere
seguir
teniendo
vida
sexual
sin
embarazarse, pero no lo dice así, sino que ¡coloca el deseo en los otros!, tal vez
es arriesgado aceptar sus propios deseos. Nos llama también la atención la
aceptación de su operación entre sus familiares, tan conservadores, su madre
Elena y Don Fabian. Una mujer separada que se opera es como reconocer su
derecho a tener vida sexual.
Es difícil interpretar esta actitud, sin embargo
pareciera que el hecho de que Francisca no sólo es separada, sino también una
mujer autónoma que genera sus propios ingresos en el otro lado, la hace
menos dependiente de sus padres.
Las justificaciones y contradicciones se dejan ver en el relato cuando le
pregunto a Mariana (que es su tía) al respecto:
“Es que ella ha sufrido amargos desengaños [nos recuerda el lenguaje de
las telenovelas], está bien que se haya operado, está muy joven, ya no va
a poder con otros hijos. En cierta manera yo no estoy de acuerdo con que
se haya operado. Yo no soy nadie para juzgar, pero ella está muy joven,
yo creo que hubiera podido tener tres o cuatro hijos, pero con tanto
desengaño hizo bien en operarse”.
Valentina está espaciando sus embarazos con pastillas y DIU.
Ese
espaciamiento ha estado relacionado con la migración de su marido. Cuando él
se va ella se retira el dispositivo en lo que parece una prueba de fidelidad, en
este relato el retiro del DIU lo relaciona con la limpieza y la contundente
afirmación de que ahora “no tiene relaciones sexuales”.
¡Sí, me cuidé! ¡Con el dispositivo, cuatro años!, cuando nació el niño a los
tres meses me lo pusieron.
Y hoy que se fue él, este ... hasta que estuve
bien segura que ‘bía llegado allá -digo-, no sea que no vaya a pasar y ¡me
149
caiga un día de sorpresa! y ya, sin esa cosa ‘ai pues ...: ...me hago
embarazada. Y hasta que me di ... o sea esperé como, como quince días ...:
... como ocho días él me habló que ya había pasado y ya después como a
los quince, veinte días que voy, que me, le dije que me lo quitaran, que me
dicen que ¡no, que esperara yo hasta l’otro mes! pus ¡hasta el otro mes me lo
quitaron! y ‘orita estoy limpia.
Me lo fui a quitar porque ... pues ... ¡ya no, y
pus pa’qué lo voy a tener, pus si ya no tengo relaciones con nadie!.
Llama la atención la relación entre la limpieza (léase “pureza”) y el retiro
del DIU, como si la idea de impureza siguiera asociada a los anticonceptivos o a
las mismas relaciones sexuales.
La valoración negativa hacia la sexualidad
femenina es relacionada frecuentemente entre nuestros informantes con
palabras denigrantes hacia las mujeres que se controlan y que no quieren tener
hijos. En una ocasión que conversábamos mientras desayunábamos con Elena
y Heladio, ambos relacionaron metafóricamente a las mujeres que se operan y
a las que no atienden a sus hijos con las perras en brama.
Elena:
Esa perra se llama Corazón alegre, a pesar de estar capeada
todavía anda en brama y alborota a los perros. Es lo mismo que le
hacen a las mujeres, o sea les abren aquí (señala el hígado) y les sacan
las tripas, les quitan la huevera, y así ya no pueden tener hijos. Pero así
ya no deberían de tener brama, ella no quiere criar a sus hijos, hay trai
un perro atrás y otro adelante, pero ni le importan. Las perras son como
las mujeres, necesitan comer bien para tener leche.
Heladio: Yo digo que las perras son idénticas que las mujeres. Luego de
aliviarse están pechonas, greñudas y secas.
Elena: Hay mujeres que son como esas perras, esas que no quieren a
los hijos, hay andan arrimándose a cualquiera por 30 o 50 pesos y tienen
uno y otro hijo pero no los quieren, y duermen en cualquier rincón, ahí
nomás y ¡a ver quien las aguanta!.
150
Violencia y sombras en la vida sexual de la Familia Torres.
Los testimonios de la familia Torres es una muestra de la interesante
variedad de modos de vivir el cortejo entre hombres y mujeres de una misma
familia, la permanencia de regulaciones sexuales aún entre las generaciones,
así como la emergencia de un conjunto de prácticas entre los novios que eran
impensables en los tiempos de Don Fabián y doña Elena.
En la familia Torres encontramos un patrón de masculinidad muy
directivo en que los hijos de Don Fabián suelen imponer sus deseos sexuales a
las mujeres, en actos que se concretaron en robos e intentos de robo que los
llevó a ser calificados en el pueblo como “una familia manchada”.
Tal fue el
caso de Heladio y Valentina, y anteriormente, las denuncias legales
relacionadas con estos intentos de robo que impulsaron la migración (léase la
huida) de otro de ellos. Aún actualmente, durante nuestras visitas, nos tocó
vivir la defensa que hiciera Don Fabián, sus hijos e hijas del intento de robo de
Gloria (otra de nuestras informantes) por parte de uno de sus nietos, quien
después de intentar jalonearla amenazándola con una pistola, tuvo que migrar
ante la denuncia que en ese caso hicieran las maestras hacia él, por intento de
violación (único delito tipificado que en el horizonte local les permite penalizar
los actos de robo de la novia).
Paradójicamente no fue el modelo de imposición lo que caracterizó el
inicio del cortejo entre la pareja de Don Fabián y Doña Elena, en este caso no
hay la menor duda de que ella tomó la decisión de ser su novia primero y de
irse con él más tarde,
con lo cual descartamos el robo de la novia como un
acto de repetición familiar y lo conceptualizamos como un patrón vinculado a
otras determinantes culturales y materiales que deben ir mas allá del ejemplo
familiar.
En términos de la edad para el cortejo, los testimonios de esta familia nos
muestran que
ahora puede iniciarse entre niños, niñas y jóvenes; que el
noviazgo formal con miras a la conyugalidad y los proceso de cortejo que
vivieran Elena y Fabián a los 14-19 años, poco o nada tienen que ver con los
151
noviazgos lúdicos que nos relatan sus hijos, y que pueden iniciarse a los 10-11
años de edad “para vivir la vida”, y nada que ver con el matrimonio, al menos
en estas edades.
Otro de los cambios más visibles sobretodo en los relatos de las mujeres,
es el aumento en el número de novios y en la duración del noviazgo, así como
la disminución de la diferencia de edad.
En tanto que Fabián habla de tres
novias y Elena de dos, sus hijos e hijas tienen tres, cuatro y hasta cinco novios
(as), ahora tienen edades más cercanas (con diferencias de uno o dos años, y
no de ) y que se dan tiempo para tratarse mucho mas antes de pensar en irse a
vivir juntos.
Algo que no parece haber cambiado mucho en esta familia son las
regulaciones del cuerpo y la sexualidad, a través de reglas familiares, escolares
y religiosas.
Pareciera que todavía es muy estricto el control y la persecución
a las solteras, como si todavía estuviera prohibido tener novio.
Los modos de
control de la sexualidad entre los Torres han sido principalmente los golpes
maternos, las amenazas escolares, los chismes y la idea de pecado.
que Doña Elena,
Al igual
tanto Francisca, como Valentina y hasta sus respectivos
novios fueron víctimas de persecuciones, pedradas de los hermanos y golpes
maternos
por
“inconveniente”.
andar
noviando
o
por
salir
con
alguien
considerado
Las maestras de la Telesecundaria son agentes que se
agregan al control de las mujeres jóvenes, con prohibiciones para tener novio
en la escuela y amenazas de expulsión que no se cumplen, pero que ya son
parte de los agentes de los que hay que ahora también tienen que cuidarse los
jóvenes.
El chisme es otro mecanismo informal del cual todavía es muy
importante cuidarse, sobretodo este método logra tener una importante
influencia como mecanismo para desprestigiar a las mujeres que no se resisten
a las presiones sexuales de los hombres o
hombre rechazado en los actos de conquista.
para poner en evidencia a un
En cuanto a las regulaciones
religiosas, éstas son menos referidas por nuestros informantes, aunque se
señalan como importantes los pecados de “desobedecer a los padres”
o
“desear a la mujer de otro”. De alguna manera estas regulaciones son
152
consistentes y parecen estar atrás del resto de las reglas familiares y escolares,
pero no son referidas de manera directa lo cual nos habla de una cierta
distancia hacia las regulaciones eclesiales del cuerpo.
En cuanto a los modos de comunicación, las miradas de deseo siguen
siendo los principales actos que inician el cortejo, y la declaración de amor la
frontera de arranque de los noviazgos.
Entre los abuelos era más difícil
encontrar los momentos propicios para hablar entre novios, y ahora parece
mucho mas fácil, los espacios de la escuela y los bailes están propiciando
encuentros cotidianos entre jóvenes de diferente sexo.
La nueva moda (trajes más provocativos) que usan las jóvenes y los
jóvenes apropiándose de la estética de los jóvenes urbanos se muestra como
un símbolo de diferenciación respecto de los adultos y está ligada –en el relato
de Inocencio- a una mayor apertura y anticipación a la conquista amorosa.
Aunque Inocencio parece estar en desacuerdo con las relaciones premaritales,
el refiere que están ocurriendo actos sexuales protegidos con preservativos
entre los amigos y amigas coetáneos de Inocencio, en lo que parecen ensayos
aún no generalizados.
Las emociones ligadas al cortejo, muestran importantes diferencias del
lado masculino.
Mientras que Don Fabián deposita en su pareja el
enamoramiento “me la enamoré” y muestra mucha dificultad para hablar de sus
propios sentimientos, tanto Juan Fernando como Heladio hacen un despliegue
de sufrimiento y llanto en sus relatos de amor y desamor, y no se inhibieron
para expresar sus pasiones, sus celos y enamoramientos.
En los relatos de los Torres no hay una negación de las emociones, sino
una premisa incuestionable que los instiga para evitar dejarse llevar por ellas.
Conquistar es un acto masculino de valor, de demostración de poder y de
autocontrol emocional, y aunque sean atrapados por el enamoramiento, ellos
deben controlar sus deseos y al mismo tiempo hacer todo un despliegue de
técnicas para “enamorarlas”.
Inocencio lo dice muy claro recurriendo a la
153
metáfora del control del caballo, los hombres deben “llevar las riendas del
amor”, y evitar “perder los estribos” hasta donde sea posible.
El corazón es un referente de los sentimientos amorosos tanto en el caso
de Elena como de Heladio su hijo, evocan al corazón como fuente y destino de
sus pasiones.
Pero la distancia íntima permitida entre los novios ha
cambiado y con ello, la empatía emocional en las nuevas generaciones.
No
hay duda de que antes no había tantas oportunidades para besarse y
abrazarse, las experiencias de Heladio y de Juan Fernando ejemplifican la
empatía emocional que vivieron con sus novias y los encuentros internos con
uno mismo, favorecidos por los acercamientos corporales.
La relación de noviazgo, se han convertido en un espacio único para
compartir los problemas, expresar sentimientos de confianza y de amor, nunca
se señalaron otros vínculos que permitieran a los Torres, mostrarse o
desahogarse ante el deseo, el amor o la incomprensión de los demás.
El enamoramiento puede ser experimentado como una emoción
perturbadora que pone en riesgo el status masculino. El testimonio de Heladio
permitió desplegar la complejidad de la relación entre el enamoramiento y los
celos como una vivencia subjetiva indiferenciable.
La “muina” es sinónimo de
enojo y de celos, y se trata de un sentimiento ligado a una intensa competencia
entre hombres por una mujer, es una emoción que puede generar miedo, un
sentimiento que revela la vulnerabilidad masculina y que surge cuando uno
descubre que la propia tranquilidad depende de otra persona.
La experiencia
amorosa pone en riesgo su autoconfianza, la emoción le impulsa a actuar
violentamente al grado de decidir y planear cautelosamente el robo de su novia,
ante el riesgo de perderla.
En consistencia con esta visión, en la concepción
de Inocencio, la pasión (o el deseo) por la novia es un sentimiento muy difícil de
controlar, y actúa como catlizador que arranca el proceso de presión hacia la
novia para llevársela e irse a vivir juntos.
Las primeras experiencias genitales, entre las mujeres de esta familia
han ocurrido en la primera noche conyugal y se han vivido como experiencias
irremediables (independientemetne de ser robadas o haber decidido irse con el
154
novio) con una combinación compleja de sentimientos de placer, temor y
verguenza. El placer es algo agradable y gustoso que ellas reconocen que
requiere de experiencia, y que no vivieron ampliamente al principio, el gusto se
mezcla con el temor ante lo incierto y ante el dolor físico que les han contado
que experimentan ante las primeras penetraciones. La vergüenza la refieren
ante el acto de desnudarse y ver desnudo a su compañero.
Sus compañeros
se han iniciado previamente en los prostíbulos, así que llegan a la noche
conyugal con una expectativa de enseñar y dirigir el acto, lo cual viven como
imposición y temor a fallar, un temor que se expresó principalmente en el
silencio, con esa gran dificultad que tuvieron todos los hombres de esta familia
para expresar los sentimientos experimentados en tal ocasión.
Pocas referencias tenemos de los sentimientos de los varones frente a
las prostitutas, pero es un acto vinculado a la capacidad de generar ingresos y
de demostrar la hombría cuando ya se puede pagar a una mujer.
El caso de
Inocencio es único al expresar su temor ante “la primera vez”, y la expectativa
de pasión y placer profundo que poco tiene que ver con lo que espera encontrar
posteriormente con su novia o esposa.
En la familia Torres se muestra una amplio rango de modalidades para
iniciar la vida conyugal.
Desde la fuga concertada como patrón desde tiempos
de los abuelos, el robo con violencia disfrazado de fuga, hasta el muy
contemporáneo matrimonio “a la americana” realizado en Las Vegas sin
presencia de parientes, al que accede Fernando como migrante y residente
experimentado del vecino país del Norte.
Sorprendente como en cuatro
casos se pueden ejemplificar relaciones de poder inequitativas, pero tan
distintas entre hombres y mujeres, vínculos basados en el acuerdo o en la
imposición, cuya diferenciación es muy sensibles entre las mujeres y puede
pasar inadvertida entre los varones.
La virginidad no ha dejado de ser un criterio del valor de las mujeres
solteras y entre los Torres llegó a respetarse hasta la primera noche conyugal.
Con excepción de Juan Fernando-, esta norma no se cuestiona ni aún en
Inocencio de 17 años, quien espera tener la primera relación sexual con su
155
novia hasta “el día que se la lleve”.
No hay duda que los años viviendo en
Estados Unidos han transformado la visión de J. Fernando, toda vez que es el
único que no le da gran importancia a la virginidad de su novia cuando se casó
allá en Las Vegas, él aceptaría las relaciones pre-maritales aún en sus hijas y
critica severamente la visión de mercancía hacia las mujeres que prevalece en
el pueblo “hacen de cuenta que la mujer se vende con el hombre y que la mujer
es una esclava”.
Algunos de los testimonios de esta familia, así como la experiencia con
los padres y madres de familia de la Telesecundaria permite interpretar una
conceptualización dualista de la sexualidad, en la que ellos son “de alta
temperatura” y ellas “de baja temperatura” como una metáfora que explica la
dimensión de los deseos de los hombres y las mujeres.
Encontramos
también esa concepción de la sexualidad como una dimensión gastable,
claramente expresada en el testimonio de Valentina como pérdida de las
fuerzas que sufrieron ella y su marido de recién casados, así como de una
energía negativa que se estaciona en las mujeres “la sombra”, y que ellas
pueden pasar involuntariamente a sus maridos y enfermarlos.
El SIDA es un tema que circula principalmente entre los hombres y que
se vive como un riesgo semejante a otras ITSs (como la gonorrea) que puede
adquirirse en los prostíbulos o en “el otro lado” con los que se meten con otras
mujeres o con hombres.
El discurso habla de la necesidad de prevenir a los
hombres y a los jóvenes, pero no se señala la importancia de informar ni a las
esposas ni a las hijas.
Entre quienes han pasado por la secundaria hay un
conocimiento sobre los riesgos y las medidas preventivas de las principales
ITSs y el VIH/SIDA, sin embargo el discurso aparece muy teórico y poco
relacionado con la vida diaria.
Del condón se habla bastante, sobretodo
Inocencio lo refiere como de uso común entre sus amigos, pero los testimonios
indican que ninguno de los entrevistados en esta familia lo ha utilizado alguna
vez.
El tema de la paternidad se liga muy directamente a la distribución de la
tierra y a las decisiones verticales para trabajar y proveer los recursos
156
monetarios para la mujer y los hijos.
Nuevamente Juan Fernando es
excepcional, el cuestiona la paternidad como imposición de la voluntad y la
insuficiencia del rol exclusivo de proveedor en los padres de familia.
La maternidad es una obligación de toda mujer, los embarazos, los
partos y los anticonceptivos son temas femeninos, aunque el área de decisión
sobre estos asuntos descansa en forma importante en los varones.
Los
anticonceptivos nunca han sido bien vistos por Elena, ella los relaciona con las
mujeres “sucias”, desobligadas o que no quieren cuidar hijos.
A diferencia de
lo que se piensa, entre los varones se acepta más la idea de la planificación
familiar, aún entre los abuelos como Don Fabían, quien a pesar de ser tan
católico y reconocer la prohibición religiosa al uso de anticonceptivos, el
discurso de las campañas que lo liga con “la crisis económica”, ha permeado
más a él y a quienes se identifican como proveedores económicos.
Todo parece indicar que todas las hijas y nueras de Elena los utilizan,
desde luego después de la unión conyugal, ya sea para distanciar
los
embarazos como para regular el número de hijos y esterilizarse al alcanzar el
tamaño de la familia deseado. Valentina ha utilizado píldoras y DIU, aunque
este dispositivo se lo retiró cuando su marido se fue al otro lado, en lo que
parece una demostración de fidelidad y prueba de que no va a tener relaciones
sexuales
En el caso de Francisca el control sobre su fecundidad ha sufrido
transformaciones ante las dos experiencias de abandono vividas.
Decide
cuidarse después del nacimiento de su primer hijo y la separación de su marido;
ella no suspende los anticonceptivos sino para darle gusto con una hija a su
segundo marido, quien no tenía la experiencia de la paternidad. Insólitamente
para nosotros, ella decidió venir de Estados Unidos a operarse (hacerse la
salpingoclacia o ligadura) después de que la abandonó su segundo marido, en
lo desde ella parece la afirmación de una vida sexual libre de embarazos, un
acto de autonomía femenina tal vez relacionado con su condición de mujer
autosuficiente y migrante.
El gran silencio al respecto entre los Torres, y la
ausencia de cuestionamientos al uso de anticonceptivos en una mujer soltera,
157
es otra visión que sólo se entiende cuando la mujer ha sido víctima de un triste
destino, tal como la justificó la tía Mariana:
“es que ella ha sufrido amargos
desengaños”.
Vemos así que mientras las regulaciones del cuerpo y la concepción de
la sexualidad como una energía gastable que circula entre “sombras”
permenecen actualmente sin mayores cambios, el valor a la virginidad y el inicio
de los muchachos en los prostíbulos tampoco presenta diferencias entre las
generaciones.
Las transformaciones en la familia Torres se expresan en el inicio a
menor edad del noviazgo y el mayor número de novios. Esta relación cobra un
sentido de diversión, compañía y expresión de los afectos, y no tanto un vínculo
ligado a la vida conyugal, como entre sus padres y abuelos. Sin duda hay
ahora una comunicación más cercana y mayores espacios para compartir
sentimientos y diversionese entre los novios.
La distancia íntima, y los
contactos corporales son parte de una expresión de sentimientos menos formal,
y los contactos genitales entre novios se reconocen más, sobretodo en el
discurso de los y las jóvenes.
El uso de anticonceptivos es una práctica muy
amplia en la generación intermedia, y prticularmente entre mujeres unidas y
casadas, en tanto que las referencias al condón son parte de un lenguaje
cotidiano y novedoso entre los jóvenes de ahora, y su uso es apenas una
práctica esporádica.
158
CAPITULO V
La familia Herrera, un ejemplo de templanza.
2 FAMILIA HERRERA
Mario
Mariana
σ= μ
σ*=μ σ*=μ σ* σ* σ*=μ μ=σ*
σ*=μ
Javier
σ= μ
Alberto
Zara
μ**
μ
Ana Belén
σ**
Fernando
Esperanza
NOTAS:
•
Los informantes aparecen con nombre propio en el cuadro, del resto sólo se
señala su filiación y sexo :
μ = femenino;
σ = masculino.
•
No se incluyeron a los menores de 12 años
•
*= los que tienen este asterisco son migrantes a los EEUU.
•
**= los que tienen doble asterisco migraron a EEUU después del trabajo de
campo
159
Los Herrera conforman otra familia muy conocida por todos los de la
comunidad, particularmente por las actividades de Mariana como rezadora y
curadora, así como de Zara, su hija, actual promotora de salud de Salubridad.
Mariana conoció a Mario su esposo en el pueblo, aunque ella es de Comalías
como su hermana Elena, la esposa de Fabián.
Tanto Mario como Mariana
estudiaron un año de primaria, y actualmente saben leer y escribir. Mariana de
56 años, es muy conocida y respetada en el pueblo, se trata de una mujer muy
exigente consigo misma en el terreno moral, “Dios me juzga y me da fortaleza”
Es una mujer muy inteligente y activa, y constantemente muestra un gran
interés por crear y aprender cosas nuevas. Es una buena cocinera, atiende su
propia tienda de abarrotes ubicada en una ventana de la recámara, vende
fritangas los domingos en la puerta de su casa y gusta de hacer adornos
decorativos para vender.
Cura de susto, empacho y sombra, aconseja a
quienes tienen problemas, fue después de un año de tratarla que compartió con
nosotros estas habilidades, como si dudara de nuestra opinión al respecto, sin
embargo, desde el comienzo ella nos hizo saber que recetaba algunos
medicamentos, de hecho nos encargaba que le trajéramos de México
inyectables y antibióticos, que es lo que más le piden y se venden bien en su
tiendita.
Mariana es quizás la más importante informante adulta de este estudio,
toda vez que tiene una gran facilidad de palabra fue muy fácil obtener
información de su parte; por su contacto con tanta gente sabe siempre todo lo
que pasa en el pueblo, e inclusive pudimos constatar que hasta las mujeres
más jóvenes le consultan sus problemas más íntimos relacionados con la
sexualidad, los embarazos y los abortos.
Como comentábamos entre los
investigadores, con Mariana nosotros no tenemos que hacer nada, simplemente
llegamos y ante el primer saludo ella se suelta hablando y nos actualiza de todo
lo que ha pasado.
La habíamos conocido también tres años antes cuando
participó en los cursos como promotora de salud junto con Valentina y otras
señoras, pensábamos que ya no vivía acá, pues nos habíamos quedado en que
se fue a vivir con sus hijos a Los Angeles. Desde la primera visita de campo,
160
tuvimos la agradable sorpresa de que ella acababa de regresar después de
nueve meses de compartir la vida con sus hijos allá, en el otro lado.
La
experiencia de vivir en el extranjero contribuyó también a enriquecer su visión
del propio pueblo, al contar con un ángulo de comparación tan distante como es
el caso de California.
Mario su marido tiene 62 años, fue prácticamente criado por su tía y su
abuela paterna, pues quedó huérfano de padre a los cinco años, y su madre
decidió desde entonces irse a vivir a Cuautla. El se ufana al recordar que su
padre era albañil y fue uno de los que construyó la Iglesia edificada al santo
patrón San Miguel.
Mario habla mucho de las dos mujeres que lo criaron, mujeres de carácter
muy duro, dice que aún en la actualidad todavía las sueña regañándolo y
exigiéndole que no sea flojo y trabaje más. La tía era una mujer muy especial,
una mujer autónoma que controlaba la producción de la caña y el cuidado del
ganado, hacía todas las actividades consideradas masculinas, vivía y vestía
como los hombres:
montaba a caballo, usaba pantalones y pistola. En la
versión de Mario, “ella era un hombre”, si algún varón la intentaba conquistar,
les echaba encima el caballo y hasta las armas“era más dura que un hombre,
gustaba de dormir con las sirvientas, por eso nadie podía acercarse a su
dormitorio”. En la visión de Mariana, “ella era mitad hombre y mitad mujer”.
De los ocho hijos de Mario y Mariana, cinco viven en Los Angeles.
En
Iguanillas conocimos ampliamente a sus hijas Zara y Alma que ya están
casadas y a Esperanza la hija menor, con quince años de edad.
Esperanza
fue la joven informante que nos brindó más información sustancial sobre el
cortejo y la sexualidad entre los jóvenes de la comunidad, ella es una chica muy
inquieta, mientras realizamos este estudio cursó el tercer año de la secundaria
en la Telesecundaria local, era una de las mejores estudiantes, sueña con irse
a vivir a California, pues le gustó aquélla ciudad cuando se fue con sus padres
por nueve meses, además, ahora está allá su novio Carmelo desde hace seis
meses, ella lo extraña mucho y quisiera irse allá a vivir con él. Esperanza era la
161
única hija –la menor-, que vivía con sus padres mientras realizamos el trabajo
de campo 20 .
Zara y su esposo Alberto, viven a un par de cuadras de ellos, en el predio
de los Canales. Zara tiene 37 años y estudió la primaria completa, Alberto
tiene 47 años, y también hizo la primaria, le trabaja la parcela a su padre y
también le ayuda a su suegro. Zara es ahora la promotora de salud de la
comunidad, ha sido entrenada por la Secretaría de Salud y por una
organización no gubernamental.
Zara y Alberto tienen seis hijos, el mayor
trabaja en Los Angeles con sus tíos, después le siguen Ana Belén y Fernando,
dos jóvenes que fueron informantes clave de este trabajo. La primera tiene 17
años, es una de las pocas muchachas que tiene interés en hacer una carrera
profesional, quiere ser Economista. En el periodo que la tratamos, iba y venía
constantemente a otras ciudades, a Cuautla, a Jalapa, a Puebla, ya sea para
estudiar la prepa, o para trabajar como empleada comercial y doméstica.
Fernando su hermano tiene 15 años, es un chico mas bien serio que cursó
el tercero de secundaria en el mismo grupo de Esperanza, algunos meses
después de la graduación se fue a trabajar a Los Angeles con su hermano.
También conocimos a Santiago, otro de los hermanos migrantes que vino de
visita; y a Javier, de 26 años, sus papás le dicen “el pendenciero, porque desde
chico ha sido muy travieso y le ha costado trabajo sentar cabeza. Javier es el
hombre migrante a quien más pudiimos conocer y tratar, pues aunque hace 7
años vive en Arizona, se vino por más de seis meses para presentar y traer a
su esposa, y para que ella diera a luz a su primer hijo en Iguanillas.
El día
que lo conocimos bajábamos de la camioneta colectiva que nos había llevado
desde Chietla a Iguanillas, y al vernos nos saludó muy atento y como si
fuéramos turistas nos preguntó en inglés qué se nos ofrecía y nos dio la
bienvenida al pueblo.
20
En alguna llamada que realizamos para saludar a los Herrera un año después de concluido el trabajo de
campo (en enero de 1998), nos enteramos que terminó yéndose a vivir a Los Angeles con un nuevo novio
migrante, que vino a visitar a sus familiares al pueblo y se la llevó. Doña Mariana nos contó en esa llamada
que Esperanza ya tenía tres meses de embarazo.
162
Poco antes de cerrar el trabajo de campo, se nos dio la oportunidad
largamente soñada de visitar a los Herrera en su departamento de Los Angeles.
En mayo de 1997 decidimos agregar al diario, nuestra propia mirada de ese
espacio mítico de California del que tanto nos hablaron nuestros informantes de
Iguanillas, un lugar
que aunque conocíamos anteriormente por visitas de
trabajo y turísticas, poco tenía que ver con ese otro punto de vista que en esa
ocasión nos permitió movernos en la subcultura de los mexicanos migrantes,
entrar en esos barrios residenciales de latinos, pasear en sus trockas, ir a la
feria y a los mercados donde ellos se abastecen, y en fin darnos una idea de
las condiciones en que viven allá.
Saludamos a Javier –que ya se había
regresado con su esposa e hija-, a Santiago, quien nos paseó en su elegante
camioneta Cherokee, así como a Fernando, nuestro joven informante hijo de
Zara y Alberto, a quien habíamos tratado durante un año y medio en Iguanillas.
También conocimos al resto de los hijos, de Mario y Mariana, así como a sus
nueras y nietos.
“El destino así lo quiere”: edad, espacios y comunicación en el cortejo.
Por como nos la cuentan, la relación de noviazgo de Mariana y Mario fue
muy formal desde el principio y encaminada al matrimonio, en el relato de
Mariana (56 años) pareciera que ella quiso reproducir la historia de sus padres,
y ser pedida con todas las de la ley como su madre.
Bueno, me platicaban, que cuando ellos se hicieron novios, mi mamá –como
su papá ya no le vivía-, solamente vivía con su mamá y con sus hermanos,
este, llegaba mi papá y le hablaba, y mi mamá no quería, no quería este
platicar con él... luego entonces, agarraba y le decía a mi papá, a mi abuelita,
o sea, a su mamá de mi mamá, ‘via usté señora, dice-, yo no traigo ningún
mal sentido, yo mis fines son este, yo quiero hablar con su hija, si nos
llegamos a entender bien, y si no, no hay nada perdido’.
163
Mariana aparentemente se ajustaba a las regulaciones sociales de entonces
“yo jamás he de burlar la confianza de mis padres que me dan” y cuando la conoció
Mario (62 años), afuera de la casa de su hermana, ella sólo procuraba cruzar
algunas cuantas palabras y más que nada le cuestionaba para evaluar qué tan
serias eran sus intenciones.
Pero no... 'taba pesado! Estaba pesado en esos tiempos de mi juventu' ... y
no tan como quiera salían las muchachas como 'ora, ¡no!.
Era difícil, señor.
En él primer momento en lo que a uste le caía de corazón a una muchacha ...
¿sabía usted cuántos días para localizarla?, pues, en la calle, ¡No dejaban los
padres salir a sus hijas!
Los encuentros de novios eran de pasadita por la calle, en las cercas de las
casas, en el arrollo cuando las muchachas iban a lavar la ropa o los trastes. El
noviazgo estaba limitado a contactos muy breves sobre todo en las esporádicas
actividades sociales/familiares de la época: bodas, bautizos, etc. o también se
comunicaban por carta.
Para Mario la iniciativa de empezar es del varón y tiene rango “de ley”,
Mariana comparte esa visión activa del hombre y las restricciones de tiempo y
espacio a que estuvieron sometidos en sus tiempos “pus yo le digo, porque aquí
pus la ley... es el hombre de acercarse. Porque la mujer, pos ora si que por
mucho.... cariño, por mucho que, nunca se va a.... !tiene uno que acercarse uno!”.
Con una diferencia de ocho años de edad,
a los 14 y 21 años
respectivamente, Mario y Mariana vivieron su primer y único noviazgo “Al hacerme
novia de él, de mi esposo, este, pues por primera vez él me habló, por primera vez,
pero ya después ya no pudimos seguirnos relacionando en palabras personales.
Después de tres meses el accede a pedirla para casarse por las dos leyes.
El día que la pidieron tanto su padre como su madre estaban un tanto inconformes
porque consideraban que la familia de Mario era una familia “mala”, sobretodo su
abuela, que casi corrió a la hija (se refiere a la madre de Mario) de tanto que le
pegaba, y la dudosa identidad sexual de la tía parece generar un cierto estigma
hacia todos. Además consideraban que estaba aún chica, “sí mamá estoy chica,
164
pero si el destino así lo quiere...,, a lo que ella reparó “Dios quiera que no te vaya mal
porque la familia de ese muchacho es muy mala”.
El destino de su hija Zara no fue muy diferente, también tuvo un solo novio, y
empezó a la misma edad que su madre “ tenía 14 años cuando conocí a mi primer y
único amor”.
Alberto, cinco años mayor que Zara (37 años) la conoce en el campo,
cuando coinciden en el corte del tomate.
oportunidades constantes para
Es en el campo donde ellos tienen
verse, aunque también se daban mañas para
encontrase en la calles y en las tienditas al salir a los mandados.
Pus no tenía permiso, se daba uno las mañas. Salía a la tienda, como
digamos hoy los jóvenes que veo, también de que salen ya a comprar alguna
cosa. Este y dicen a veces iban las mamases a hacer los mercados hasta
Chietla, mandado, pues. Y 'ai había, tiempo de que salía. No pos el pueblo
estaba más, más descubierto. Hoy no, ¡ya hay mas casitas!
Pero en relación con la edad, el número de novios y los espacios para el
cortejo las cosas han cambiado sustancialmente entre los más jóvenes de esta
familia.
Ahora no sólo se tienen novios para casarse, sino para acompañarse o
divertirse, pueden tener cinco y hasta seis novios , empezando desde la primaria.
Esperanza, la hermana de 15 años, tiene claro que las cosas han cambiado,
Pos antes todas las muchachas con su novio no platicaban de día, porque
eran según muy escamadas, que quien sabe qué, que quien sabe cuanto...
Y ahora ya no....Yo a los once años tuve mi primer novio, él iba en la
telesecundaria y yo en la primaria. Eramos primos, cuando me habló como
por tercera vez, pus ya le dije que sí. Porque digo-, !hay Dios!, pues de
todas maneras nomás va ser, como por decir-, de diversión, por un rato y
ya.
El segundo y tercer novio de Esperanza fueron también compañeros de su
escuela, uno fue mientras cursó el primer año y el otro en segundo. Este último no
165
le gustaba mucho pero le convenía para mejorar sus notas escolares.
Independientemente de que les guste o no, ellas no dicen que sí a la primera,
Otro compañero de la escuela me habló también, y pues si me medio
gustaba un poco, pero na’más gustar, y me habló, y le dije que no, pero
como era así bien inteligente para todo no, pues me conviene (ríe), era bien
listohacía cuentas, y luego , luego así de volada, cualquier problema lo
resolvía rápido.
El me habló dos veces, y a la segunda, si le hice caso.
Duramos como cuatro meses.
Esperanza anduvo después con otro que ya había salido de la secundaria y
que como era mayor se pasaba y la quería tocar aunque ella “se escamaba
mucho”.
El último fue Carmelo, del cual dice estar actualmente enamorada.
Hace seis meses se fue para Los Angeles, y antes de irse le prometió que volvería
para llevársela.
Los otros jóvenes de la familia se viven los noviazgos como relaciones
lúdicas con compañeros coetáneos, y a diferencia de las distancias de edad de
sus mayores, los chicos de ahora pueden tener novias hasta de edades mayores.
Fernando (15 años) sobrino y compañero de escuela de Esperanza, también ya
cuenta múltiples noviazgos
Voy a entrar a los diecisiete, porque ya los cumplí los dieciséis...y hasta ‘orita
he tenido como cinco novias.
Con la primera ‘staba yo en la secundaria,
tenía como trece. Ella tenía como dieciséis, era novia de Adán –ya ve, con el
que siempre ando-, y era su novia, pero ya no, yo le hice el paro, o sea le
quité a ella. La ‘via yo, en un callejón ¡ahí!, y ¡de volada!, pero... no para
casarse no, nomás por un rato, o sea, para matar el tiempo, pero no crea que
porque somos novios ya se van a casar de.. de volada.
Ana Belén (17 años), la otra joven hermana de Fernando tuvo su primer
novio en sexto, y él sigue siendo a la fecha su novio todavía.
En cuanto a los
espacios del cortejo entre los jóvenes siguen siendo las calles, la tienda, el
manantial donde van a bañarse y a nadar, las canchas de basquet. El campo y las
166
casas siguen estando vetados para el cortejo, sin embargo, esos lugares prohibidos
son a veces los más socorridos.
Paradójicamente, ha sido en el interior de su casa donde Esperanza ha podido
vivir los acercamientos más íntimos y sexuales con su novio.
Como sus papás
suelen dormirse temprano después de las pesadas jornadas laborales, por las
noches ella se comunica con señales (piedritas, luces) para encontrarse con el
novio.
El cuarto construido
con los dolares que manda Santiago, uno de los
hermanos migrantes que piensa algún día regresar a vivir a Iguanillas con su
esposa y sus hijos, ha sido apropiado paulatinamente por Esperanza.
Se trata de
un cuarto que podría ser el espacio equivalente a la recámara de un adolescente de
clase media de la ciudad, es un cuarto aparte , con un gran aparato de sonido,
colección de CDs y un buen televisor; aunque también tiene elementos que no son
parte de la estética juvenil urbana, como pueden ser las imágenes del Sagrado
Corazón, las veladoras y una toalla de la Virgen de Guadalupe, “made in Taiwan”.
luego le decía cuando veas que ya apagaron la luz, entonces vas, y luego si,
luego estaba ahí en la portezuela y apagaban la luz o luego le decía yo te voy a
aventar una piedrita, un papelito y hay vas a verme y decía bueno. Ese día le
quité la llave a mi mamá y entonces abrí y este pues se metió y pues, no sé, le
dio tentación y ya entonces agarró y me empezó a besar y pus ya ahí pasaron
nuestras relaciones.
Esperanza tiene clara la diferencia en los modos de comunicación de los
novios de antes y los de ahora. ”mis papás primero se conocieron así, pues ¡Hay
sí no sé!, pero la cosa es que después –dice-, que cuando ya eran novios no se
miraban, que nada más por carta. O sea sí se encontraban pero no, no se decían
nada, se pasaban derecho y hasta ahí”
El relato de sus abuelos es más extenso y deja ver la importancia de la
comunicación epistolar para el desarrollo del noviazgo en esos tiempos. Cuenta
Mario que “por pura carta, ¡si nos víamos! . De repente cuando venía ella a ver aquí
a su hermana, si nos víamos. ¡ 'Ai en la cerca ! Pero si, su hermana también era bien
167
enérgica. Cuando la vía, !que... que 'tas haciendo!”. Mariana nos cuenta cómo
conoció a Mario:
Bueno, la primera vez que me habló, me, ora sí que me dijo
"mira, este, yo
quiero que si tú me aceptas, ser mi novia" ... yo le contesté: no te puedo
contestar en este momento, ¡tengo que pensarlo, porque en aquel entonces
pues yo tampoco no sabía lo que era, lo que eran ¡esas relaciones, yo estaba
joven, si vine a cumplir acá los quince años con él.
...él devisaba cuando no
había nadie, y ya después se daba a enseñar para que yo fuera, y ya fui, pero
ya entonces le dije: mira ¿sabes qué? ya está difícil porque ya no tan como
quiera yo puedo salir, 'tonces qué te parece mejor, mejor por cartas, tú busca
con quien tengas confianza, y a esa persona con esa me mandas y yo te
devuelvo la carta...La forma de, de escribir él, era este, estas palabras:
"Estimada y apreciable señorita, yo le, le mando estas líneas para
comunicarme con usted, si es que de veras me quiere de verdá, seguiremos
nuestras relaciones porque yo la aprecio mucho”.
Inv: -¿Y tú cómo te dirigías a él?
“Apreciable joven, mmm, yo pienso que a sus palabras que usted me dice, yo
siento lo mismo, yo siento que lo aprecio mucho y pues a lo mejor lo quiero,
pero es muy pronto para, para definir nuestros sentimientos, seguiremos
adelante y después veremos la realidá cuál es, m. ¡Y así nos escribíamos, nos
escribimos por el lapso como de nueve meses, era una carta cada ocho días.
20 años después,
su hija Zara
tendrá muchas más oportunidades de
encontrarse con su novio, y más allá de las comunicaciones formales, se habla
más de sentimientos, del gusto de los encuentros y de las miradas de deseo que
se intercambiaban.
Lo veía yo seguido en la esquina! Luego estaba en la esquina y salía yo y me
asomaba yo y pus él. ¡ también me veía!, y me metía yo! y según yo me hacía
yo la que no sabía nada, pero sí se estaba dan ... ¡sí me daba cuenta, y él
también! porque luego había un pedazo de corral y luego por ahí estaba
168
mirando.
Sí, mirando, él de la esquina y pus yo de mi casa y bien que se veía
para la esquina. Y ya le digo, llegó esa, ese día de la boda y pues ahí ya, como
quien dice me habló para ser su novia ... y en ... sí acepté. Pero luego se dieron
cuenta mis papás, lo que ... pues, o sea el cambio que hubo.
Alberto (47 años) desde el principio toma la iniciativa y tiene un papel suplicante y
decidido para enamorar a su pretendida
Fue como una ... o sea, ella cortando y yo acarriando las cajas. Ahí este, y
nomás le dije este, este: Chaparrita me gustas mucho. "No, -dice-, semos de
la familia. ¿Y que tiene? Mas se quiere uno,-le digo-. Ya entonces, ya le
tenía, -le digo- ... así, así, , de verda con el , este.. Sinceramente te quiero
con toda mi alma así es que tú dices, ¿me das el sí, o no? .
Mmm, si pero
nomás en serio así ... pero no, no le hablaba yo de, digamos de amores. Este
(tose), si aceptas, pus, te estaré yo bien agradecido, si no pus “ lo vo a
pensar.", “pus aquí todos los días nos vemos”, dice:, "espérame unos ocho
días ya sabes . Y así nomás le hablaba yo.
La consigna femenina de “no decir sí a la primera” aparece nuevamente, ese
momento entre la petición, la súplica e insistencia masculina y el momento de la
aceptación femenina, es un período real de poder que las mujeres saben
aprovechar, una estrategia que les permite controlar la situación a la cual ya no van
a poder recurrir después, como veremos, en la vida marital.
El hecho de que sea el hombre el que habla sigue siendo la regla local, pero
que una mujer sea la que inicia el cortejo es algo que sólo ocurre en otras latitudes,
como en los Estados Unidos, al menos en la visión de Javier (26 años):
Hay mucha diferencia. Antes se hablaba pues por cartas, a uno ¡donde!, ya
les habla uno” pues siempre o por lo regular, es uno él hombre. Es cuestión
de costumbres, así es desde que tengo uso de razón. Ya grandes puede
haber algunas que se toman la iniciativa, eso se ve allá (en EEUU). pero al
menos acá, que yo sepa, no.
169
Lo que Javier no sabe, es que las muchachas de acá sí se están animando
a tomar la iniciativa, y a ensayar actitudes proactivas en el noviazgo. A Fernando
por ejemplo, ya se le han declarado.
Después que me iba yo en la secundaria que me dicen que, que si le hablaba
yo. Me dijo una muchacha que si le hablaba yo que ... de vuelta. Y que voy a
la primaria! ella iba a la primaria! Que le digo que si, si es cierto, y ella me
dice: "¡Si! Si quieres ... s-si quieres ... de vuelta mi novio",. Le digo: ¡Ahi como
quieras! y seguimos siendo novios.
Una situación que no cambia es la acción de hablar colocada siempre del lado
masculino “él me habló”, seña inconfundible del comienzo de un noviazgo, como
nos cuenta Ana Belén:
Ël iba a Chietla y yo estaba aquí, aquí en el rancho, este, entonces me habló,
este, en un baile, y nos hicimos novios y, así, o sea nos, yo después de, de
ahí de, del, de la escuela de la secundaria me fui a Morelos, sí o sea
quedamos como novios ¿no?.
Aún en la actualidad, el hecho de que dos jóvenes de sexos distintos se estén
hablando sigue teniendo esa connotación de intimidad que es el signo del noviazgo.
Es también un indicador de engaño si ya se tiene novio o novia, y por supuesto, se
trata de un acto de desobediencia entre los padres de familia y maestros. La
permanencia de esta regulación, está señalada por las jóvenes cuando hablan del
signo inconfundible para saber que su novio “anda con otra”, nos cuenta Esperanza:
Cuando los vi ahí estaban los dos platicando y que agarro y que me quedo así
iba yo caminando y que me empiezo a reír,
así con Irene para que no
sospeche que me da muina y que nos vamos así caminando y este entonces
de regreso ya ella estaba, o sea cuando yo pasé estaban un poco separados
así como estamos ahorita pero parados platicando y este pues la verdad me
dio mucha muina. Luego se vino él y ya este entonces pues este ya nos
metimos para adentro y dice.., dice: !ya ni la haces -dice-, eres una
chismosa!...., -le digo- no pues, fui a un mandado -le digo-, dice: y a qué más,
170
-le digo-, la verdad a verte, si era verdad -le digo-, lo que siempre me decían,
y dice:, no -dice, no -dice-, pero tu viste que no estábamos haciendo nada
malo o sí, -le digo-, no pues quien sabe -le digo-, cuando yo pasé -le digo-, no
pero quién sabe -le digo-, más antes o después, dice: no -dice- si no estaba
haciendo nada malo -dice-, con ella -dice-, simplemente que estábamos
platicando, le digo: qué te pareciera que a mi me vieras con otro -le digo-,
platicando -le digo-, la verdad que te iba a dar muina.
La migración hacia los Estados Unidos ha afectado directamente los
procesos de noviazgo y la edad al matrimonio, noviazgos con cierta distancia
física que condiciona procesos y modos de comunicación particulares.
Como Mariana y Mario vivieron recientemente en Los Angeles por nueve
meses, ellos siempre hacen comparaciones de cómo se vive allá y acá y, suelen
estar preocupados por cómo les estará yendo a los hijos allá tan lejos. De los
noticiarios les interesa mucho escuchar cuando hablan de la frontera, de los
mojados en California.
Con las últimas noticias de maltrato a los migrantes,
Mario está muy enojado.
Los mexicanos dejan mucho dinero en los Estados Unidos, luego se ve... en
las gasolineras 60%& de los coches son de mexicanos, allí están dejando el
dinero. Y bien que les pagan menos, 4 o 5 dólares por ilegales. ¡No es mas
que una jaula de oro!, está uno todo el día trabajando y luego se va uno a
encerrar a un departamento muy elegante, muy bonito y no sale uno mas que
a hacer las compras, y de nuevo al encierro.
A los americanos que tienen
que trabajar les pagan mas y no les exigen como a los mexicanos, hora
trabajada... hora pagada, ¡ni descansar los dejan! Ni estirarse puede uno, ni
que fuera uno de fierro. Hasta los mismos mexicanos nacionalizados tratan
mal a los ilegales, se sienten más porque tienen papeles y hasta le hablan
con “aprobio” al presidente Clinton, ¡le dicen hasta lo peor¡.
La presencia de lujosos aparatos de sonido, cámaras de video y
reproductoras de video es producto del trabajo de los migrantes en el otro lado.
171
Estos equipos son de hecho las primeras adquisiciones que se realizan cuando
alguien migra. Un “stereo” es un símbolo de status y prueba del triunfo obtenido en
el otro lado. Cuando nos tocó compartir la llegada de uno de los hijos de Mariana,
nos impresionó mucho todos los recursos que se movilizaron para lograr hacer llegar
a la comunidad un gran aparato de sonido.
Mariana nos había pedido ayuda para
poder alquilar una camioneta para transportar el aparato (stereo, bocinas, radio y
CDs) desde el Aeropuerto del DF y hasta Iguanillas, el asunto no fue fácil, pues se
requería toda una camioneta sin más pasajeros para traerlo, pero en fin, así se hizo.
Después nos contó Santiago –el visitante- que había pagado $700 dólares en la
aduana para poderlo pasar a México, suponemos que el costo del equipo fue mucho
mayor. Con los aparatos de sonido vienen los CDs , el rock quebradito y la música
tex-mex, toda una cultura construida alrededor de la vida de la frontera y de los
mexicanos que viven “allá”.
Javier, con siete años de experiencia trabajando en los Estados Unidos
señala como una de las diferencias más importantes entre la vida de “acá” y “allá”,
las relaciones de género, desde su punto de vista son muy contrastantes “allá
existen otras formas de comunicación, ¡allá es muy diferente!.
Javier migra a los 16 años después de terminar la Telesecundaria y ante la
imposibilidad de seguir la prepa por falta de recursos (para la inscripción, el
transporte y los libros) cuando estaba a punto de casarse (o más bien de que lo
casaran),, sus hermanos le ayudaron a desistir del matrimonio y mejor irse a
trabajar al Norte.
Me orientaron, metieron la mano y abrieron la puerta para que yo pudiera
irme. Era una época de secas, no había riego para el cultivo, ni fuentes de
trabajo, se medio solucionaban las cosas cazando y vendiendo leña.
Si yo
me hubiera casado cuantos hijos ‘horita no tuviera. Tuviera lleno de hijos.
Los que se quedan aquí nomás piensan en casarse, pero así se destruye
uno mismo. No hay como vivir la vida, aquí no hay diversiones mas que
tomar. Allá anda uno con chamacas. Se da uno cuenta de la vida. Si no, ya
tuviera yo cuantos hijos. Yo no decidí casarme pronto.
172
Pero parece que más bien Javier se fue huyendo de un compromiso,
sabemos por versión de Zara, que él ya se había metido con la novia y ésta le fue
a reclamar que se casaran a Doña Mariana, quien negó el compromiso aduciendo
la falta de cuidado de la muchacha.
Así que en este caso y por otras historias
21
que nos han contado en este pueblo , la migración de los jóvenes se acelera
muchas veces ante problemas con las novias, ya sea por denuncias ante intentos
de robo o rapto, o por alguna muchacha quiere casarlos.
De los de la generación de Javier, los que se quedaron todos se casaron, sólo
uno esta soltero. Del total de sus cinco hermanos solo uno se quedó.
Entre los
planes futuros de Javier, pretende volver a vivir algún día en Iguanillas, comprar
un pedazo de terreno y material para hacer su casa, aunque ahora que va a nacer
su primer hijo, tiene que regresar a hacer más dólares del otro lado. Piensa juntar
suficiente para poner un negocio, posiblemente un taller de bicicletas, algo que
aprendió con su papa desde chico. Desde hace un año que se casó (en realidad
sólo se unió) con Martha, quien es de Cuernavaca pero él la conoció en Los
Angeles, no la había traído a Iguanillas. Pero ahora, quiso que acá naciera su hijo
y después del parto, el se regresará y le enviará los dólares para “mandarla traer”,
aunque ahora es más difícil, porque el costo de la pasada está subiendo
sustancialmente.
Allá se ahorra mucho, entre cinco rentan un departamento. Se siente uno
encerrado, como en una jaula de oro (misma metáfora que usa su padre). Aquí
uno es libre, allá hace mucho frío. Se la pasa uno encerrado en la casa o en el
trabajo. Allá no me siento bien. Aquí trabajo en la mañana y luego salgo con mis
amigos. Allá si te ven mucho tiempo afuera creen que eres vendedor de drogas.
Nos tocó vivir el nacimiento de la hija de Javier.
Fue realmente importante
compartir el gusto de todo el mundo ante el nacimiento de una niña muy sana y
21
Como el caso del otro hijo de los Torres –tratado en el capítulo anterior-, que nos relató Heladio, en que
tuvo que huir al fallarle el robo de la novia, a partir de lo cual los consideran como “una familia manchada”.
173
bien dada. Le pusieron María de los Angeles, en honor a la ciudad que tanto les
ha dado a sus padres.
Lo que hace dudar a Javier sobre la posibilidad de rotornar es el nivel ingreso y
de vida, si las cosas no se componen aquí, piensa irse a Cuernavaca o otro lado a
poner su negocio.
En cuanto a la sexualidad Javier considera que acá hay un
ambiente más conservador, y que allá el sexo con personas prácticamente
desconocidas es muy cotidiano “allá no se ve el noviazgo, hace uno cosas, o sea
más íntimas con la persona, ya no hay necesidad ni de hablar, dice el dicho:
¡mañana ni te conozco!.”.
Cuando los migrantes se van, generalmente hacen una negociación con su
novia de acá, en la que estipulan si van a seguir, si van a escribirse, o si van a
terminar. El caso de Esperanza fue angustiante y lo vivimos muy de cerca. Su
novio se fue desde hace como seis meses, justamente después de que ellos
habían comenzado a tener relaciones sexuales.
Un día agarra y que me dice ¿sabes qué? ya me voy a ir. Le digo: ¿para
dónde?, dice: para Los Angeles. Y ¿cuándo? No dice-, quién sabe? Pero a
lo mejor va a ser pronto.. Yo no sabía ni que hacer, -le digo-, no pues
porque él me decía ¿cómo quieres que quedemos?. No pues hay como tu
digas –le digo-, si quieres terminamos. No –dice-, le digo bueno conste pero
tú me hablas y me mandas cartas. Y ya después llegó el día, un día antes
quedamos que yo lo veía en casa de Valentina, pero nunca llegó.
Ya
agarré y me vine, y ya pues me puse bien triste, la verda’, porque digo
pues, ya se va a ir y no se despidió de mí ni nada. ‘Tons que agarro y que
me voy a buscarlo. Y hora qué, le digo-, por qué me dejaste plantada...dice
no, es que acabo de llegar. Ya estuvimos platicando que no se qué, que me
cuidara mucho, que si el se iba es para que yo lo esperara, y que él me iba
a hablar y todo eso.
Al otro día se fue y ya no lo vi.
Un mes después me
habló, me contó que ya había pasado y que otro día me hablaba. Después
de un mes me habló y me dijo que me ibas a mandar una carta.
Ya
pasaron dos meses y todavía no recibo la carta.
174
Después de seis meses Esperanza está saliendo con otro muchacho que le
gustó y desde que anda con él se le está empezando a olvidar Carmelo.
La verda, él me engañaba con otra así que ahora nos toca a nosotras
desquitarnos de todo lo que nos han hecho. El andaba con la Mónica y yo
los encontré un día platicando. Ahora yo voy a tratar a este chavo y si
Carmelo me habla, le voy a decir que si me quiere que venga por mí. Alma
me aconsejó que ya no tuviera relaciones hasta que me vaya con él o con
otro y hasta que entre a su casa. Voy a tratar de aguantarme a ver si puedo.
Esperanza sueña con irse a vivir a Los Angeles, desde que estuvo por allá
visitando a sus hermanos por nueve meses, y le gustó la experiencia.
Lleva un
buen rato queriendo convencer a sus papás pero no lo logra, en algún un
momento nos pidió que la ayudáramos a convencerlos, pero no hemos tenido
éxito22.
Al final de nuestro trabajo de campo, tuvimos la oportunidad de visitar a los
Herrera en su casa de Los Angeles.
Nos interesaba sobretodo ver a Francisco, al
que habíamos seguido durante el año y medio, y acababa de irse al Norte como
muchos, después de terminar la secundaria. Estuvimos solamente un par de días,
sin embargo fue muy interesante ver en qué condiciones viven, mas allá de lo que
nos habían platicado tanto.
Viven en unos edificios donde habitan mexicanos migrantes y algunos de
otras países de América Latina, su contacto con los americanos es mínimo. Con
excepción de Javier que es el que habla inglés de los hermanos, los demás se
mueven con gran facilidad en la ciudad y trabajan con personas de otras partes del
mundo (chinos, italianos, americanos) pero sólo utilizan algunas palabras en inglés
con las que se dan a entender y no necesitan dominarlo en el nivel de los trabajos
que tienen (meseros, cocineros, choferes, cargadores). En un solo departamento
22
Un año después de concluido nuestro trabajo de campo, cuando llamamos por teléfono sólo para saludarlos, Mariana su
madre me dijo que Esperanza ya se había ido para Los Angeles, se escapó con otro joven migrante que vino de visita a
Iguanillas. Ella ahora está embarazada.
175
viven 14 personas, los cinco hermanos, sus esposas y los niños. Aún así querían
invitarnos a quedarnos ahí también a dormir. Nos impresionó mucho la diferencia de
recursos respecto de Iguanillas. Allá tienen cocina equipada, cuartos alfombrados y
varios automóviles lujosos.
Cuando nos fuimos a pasear, nos llevaron en una
camioneta Cherokee muy bonita. Todo el tiempo nos decían que ellos podrían
prescindir de todos esos lujos y algún día regresarían a México.
Santiago: ¡Aquí no tenemos libertad! yo cambio esta camioneta por un burro,
sin ningún problema, aquí la necesito para moverme, allá ¿pa´que la quiero?
con el burro voy y vengo y cargo lo que quiera.
De regreso nos pidieron un favor, que si podíamos traer dos bocinas del
aparato de sonido de Zara, que le había mandado regalar su hijo mayor. Se trata de
dos bocinas muy grandes (de más de un metro cada una) que no habían podido
llevar en la última visita. Lo hicimos con mucho gusto, y así tuvimos la oportunidad
de sentirnos como ellos al regresar al rancho, inmensamente orgullosos de traer
unas enormes bocinas al llegar de visita desde “el otro lado”.
“Una sola vez vale una” : las regulaciones sexuales y la distancia entre los
cuerpos.
Una de las regulaciones sexuales que está en el centro de la moral sexual
de los Herrera y de mucha gente de la comunidad es la que se refiere al cuidado
de la virginidad de las solteras. Doña Mariana la logra condensar en una frase “
Una sola vez vale una”.
Esta expresión muestra la solidez de un orden social
construido sobre la apropiación del cuerpo de las mujeres.
Mariana, se ha dedicado a decirle a sus hijas y nietas que había que entrar
al altar !de señorita, limpia!. La vehemencia de su discurso al respecto tiene que
ver con el costo que ella tuvo que pagar al no haber sangrado en la primera noche
de bodas. Ella perdió la autoimagen positiva que con tanto ahínco había cuidado,
y ha tenido que pagar recibiendo ofensas y actos de violencia simbólica durante
toda su vida conyugal.
Su suegra y su marido (Mario) se encargaron de
176
reprochárselo desde el primer día, muchos años después hasta sus hijas se
tuvieron que enterar. Esa fue la base para que él siempre la denigrara y nunca
confiara en ella.
Alma (la penúltima de sus hijas) todavía estaba pues de señorita cuando le
quedó impreso en su mente lo que le dijo su abuelita: “dice mi abuelita que
las que son señoritas sangran mucho, y tu como no sangraste, ya no fuiste
señorita”.
No si sigo aquí porque de veras, Dios me juzga...y me da
fortaleza.
Con base en esa desconfianza, en otra ocasión Mario le inventó que su hijo
Raúl (el quinto) no era de él, sino de su primo-hermano. “Un día llego m´hija Zara
y Raúl estaba chiquillo, me dice !mamá!, -dice-, -dice-, mira mamá, Raúl, -dice-,
no´mas tiene la boca del Tío Felix...pues de ahí, nada más dedució él, que era su
hijo”.
Mario sin embargo nunca habló de eso, y por el contrario se define hacia sí mismo
como permisivo y no celoso
A mí nunca me ha gustado ser celoso, yo claramente se lo he dicho a la..
mira, todo depende de uno mismo, de que uno no quiera ser mala gente. Si
tu piensas, tengas tus sentidos diferentes, cambia, pero yo, -le digo-, yo por
eso -le digo-, a veces ella se jala por donde quiera, !vete!, yo confío en
tí,..en tu palabra y tu confía en mí.
Las regulaciones sexuales de las madres y la vigilancia de los hermanos,
expresan principalmente el férreo control y la estrecha vigilancia hacia las mujeres,
la contrastante libertad de los varones y las consecuentes persecuciones que
sufren los novios.
Para Javier -que tiene ese referente comparativo de nueve años en
California-, las cosas en Iguanillas están cambiando “demasiado rápidamente”, la
gente “se va liberando más”.
177
A mi me toca ya una situación más abiertamente, aunque... los mismos
hermanos de la muchacha siempre la andaban cuidando, iban a avisarle a
la mamá o al papá, y luego viene el regaño a ella o que se agarran a los
novios con piedras.
Por parte de los hombres no hay ninguna limitación
porque siempre los papás y las mamás dicen “siendo hombre no hay ningún
problema”. Las mujeres se les prohibe mas por el miedo a que salgan
embarazadas o que lleguen a hacer cosas indebidas a temprana edad.
Las más jóvenes toman sus propias decisiones y han aprendido a cuidarse
para que no las vean los papás o los hermanos, como dice Ana Belén :
A veces,, o sea en las tardes cuando vamos a la iglesia casi en, en los,
bueno, -al menos a mí-, sí me gusta ¿no? Besarme así en el día y, y que
nos vea gente..!bueno!, excepto mi mamá y este...
No, no me preocupa
que me vean otras gentes.
Aunque son las mujeres las que más se quejan del control materno,
ellas también depositan en las madres el control del comportamiento de los novios
y subestiman la posibilidad de controlarlos ellas mismas, Ana Belén:
Yo respeto a mi mamá y a mi papá, porque si te ven platicando con el
chavo y este, y o sea, me quedo ahí con él ¿no?, y mi mamá pasa así, y al
rato ya anda dice...o sea dice el chavo –depende de cómo sea la persona-,
este... dice “no, pues, tu mamá ni nos dice nada, es una alcahueta, que no
se qué”. Y entonces ya pueden hacer contigo lo que quieren, sabiendo que
[tu mamá] no dice nada.
Pero si te ven, el riesgo es tener que terminar nos dice Esperanza, “Yo lo
terminé porque mi mamá se dio cuenta. ..Pues luego a veces sale uno en la noche
y luego a veces ve cualquier persona y luego así se van contando de uno en otro y
hasta que llega a oídos de los papás”.
Además de los padres y hermanos, las maestras son importantes agentes
de regulación del cortejo entre los jóvenes.
La valoración de la escuela no es
178
muy alta en la comunidad, pues las maestras tienen que estar convenciendo
constantemente a los padres sobre la importancia de enviar a sus hijos; pero en
términos del control de la sexualidad de los estudiantes, maestras y padres de
familia parecen estar de acuerdo.
Las reglas son tan claras como en la familia:
no está permitido tener novio y es importante postergar el noviazgo y el
matrimonio hasta después de estudiar.
Para Mariana, la escuela es muy
importante para el futuro de sus hijos e hijas:
Yo prefiero que Esperanza no falte a la escuela, aunque yo misma tenga
que levantarme a prepararme mi medecina. Y ya, hasta que termine su
tarea me ayuda al “quiacer”. No que otros, prefieren que se vayan a trabajar
por...(hace la seña del dinero con la mano), a vender algo, o lo que sea
para llevar dinero a la casa. Pero, si quieren trabajar fuera se necesita
buena letra, ya para trabajar aquí con que sepan arriar a los burros, no
necesitan mas.. .luego tienen que sufrir, tienen que andar buscando a ver
quien les llena las formas y los papeles y hay andan sufriendo .
Las maestras de la Telesecundaria no son del pueblo, ellas van y regresan
diariamente a sus casas ubicadas en poblaciones cercanas (también rurales, pero
más grandes). Ellas reconocen los deseos y las relaciones de noviazgo de los
muchachos, pero se hacen de la vista gorda “Claro que tienen novios, aunque
aquí no damos lugar a eso. Somos delicadas para no tener malos comentarios.
Los alumnos tienen novios en secreto, con pena. Pero al revisar las tareas, nos
encontramos en sus cuadernos poemas de amor”.
Tal como en la familia, las
reglas escolares van dirigidas hacia las mujeres. La maestra de Tercero, por
ejemplo, considera que los varones no necesitan ser orientados, sus relatos nos
recuerdan el “síndrome del gallo suelto: agarren a sus gallinas que hay les va...”,
nos dice la Directora y la Maestra de segundo año:
Las mujeres son más tranquilas, se doblegan. Pero los jóvenes tienen prisa,
ya no se aguantan... Todo esto de ahora es por el libertinaje, los papás son
muy liberales, el mundo está muy contrariado
179
Maestra de Segundo: Sabemos que los muchachos van a prostíbulos por
sus conversaciones. Pero a las muchachas hay que cuidarlas más, tienen
prisa por irse con el novio. Yo les recomiendo a mis sobrinas de no andar
en eso por su bien de ellas, igual -si tuviera hijas-.
Una de las formas de control escolar sobre los cuerpos es la amenaza de avisarle
a los papás. Como nos explica Gloria, (15 años) la mejor amiga de Esperanza
Cuando nos descubrieron los maestros nos dijeron que ¿por qué
estabamos platicando?, y... ya después nos lo prohibieron y ya. Si, está
prohibido que esté platicando un hombre y una mujer. Nos dijeron que si
nos volvían a ver, que iban a mandar a traer a nuestros papás.
Con cierta desilusión la Directora nos decía “Gloria era de las más
aplicadas, aunque bajó de calificaciones cuando empezó a andar con el novio. No
el que se la quería robar, sino otro”.
Otro modo de control es el silencio, los estudiantes no pueden tener novios
en el espacio escolar ni expresar “sus pensamientos sexuales” en clase, pues en
la concepción de la Directora la sexualidad no es mas que la diferencia entre lo
masculino y lo femenino, y las otras ideas sobre el sexo que les gustan a los
muchachos no son mas que pensamientos morbosos.
Los jóvenes se acercan muy morbosamente al tema. Se ríen, como yo les
digo-, deben tomarlo en serio. Ellos confunden lo que es el sexo. Yo les
digo, el sexo es lo masculino y lo femenino ¡no es lo que ellos piensan!
Como vemos, las maestras reproducen las mismas valoraciones y
regulaciones sexuales de las madres y padres de familia. Su propia sexualidad y
sus creencias mágicas al respecto no pueden ser “resguardadas” en casa, sino
que vienen a impregnar el discurso pedagógico en el aula escolar. En otra ocasión
en que la visitamos en su casa en Chietla, la Directora nos contó “que ahí
180
espantan, es que antes era un convento”. Cuando hablábamos de la educación
sexual ella también nos contó que ha soñado varias veces que la poseen los
espíritus, entonces lo que hace es rezar una Magnífica, y así logra que se retiren
esos entes sobrenaturales.
Pero el contenido sustancial de las regulaciones sociales se muestra en los
valores religiosos.
Las regulaciones religiosas están en el fondo de las
regulaciones familiares y escolares, sin mediaciones y de manera directa en las
homilías del sacerdote, en la confesión y en las pláticas prematrimoniales.
En una ocasión en que acudimos a una de las pláticas prematrimoniales
que daba una hermana religiosa a los novios que están por casarse, es muy claro
como el discurso católico exalta la libertad del hombre y su derecho a disfrutar de
una mujer, decía la Hermana religiosa:
Todos somos arquitectos de nuestra vida. El hombre no fue creado solo.
Lo pone para que disfrute todo aquello, la naturaleza. Forma a Eva. Dios
quiso que el hombre también disfrutara de una pareja. La pareja al unirse ya
no son dos personas, se deben complementar. Van a estar de acuerdo. A
dialogar y a comprenderse. Sobrellevarse es saber caminar juntos.
En tanto que la virginidad y la vida femenina asexuada se exalta en los
rezos, recordamos a Mariana orando el rosario el día de los difuntos, como repite
después de cada Ave María “María, virgen aún después del parto”. El matrimonio
religioso se acostumbra después de las uniones conyugales (resultantes de fugas
concertadas o robos) y viene a bendecir una unión y a firmar un compromiso para
toda la vida con Dios y con la comunidad.
Los lugareños se refieren a “el
verdadero esposo o esposa” entre quienes han recibido este sacramento, aún
cuando se unan o casen después con otros (as).
El matrimonio religioso es además un mecanismo de control hacia las
esposas y nueras. Como vemos en el caso de Zara, quien después de varios
años de vivir con Alberto y ante la presión de su suegro para casarlos, ella quería
181
evitar el matrimonio como medio para mantener un cierto grado de libertad futura,
pero tuvo que someterse.
Zara:
Luego
ya Alberto: Ya como se iba a casar mi hermano, llegó la
después de tres hijos ocasión de que...dijo mi jefe...voy a hacer un solo
mis
suegros
nos gasto, se va a casar tu hermano y tú.
Hubo doble
casaron, yo no quería casorio, pero, Zara no quería casarse.
porque,
porque
Le digo:
no ¿quieres casarte? ..Dice: yo de mi parte no. No hay
estaba segura de vivir problema le digo a mi jefe, ella no se va a casar
con Alberto “para toda conmigo. Así estamos bien -dice-,
mas bien ya
la vida”, ya ve que casados a lo mejor ya no vamos a querer, va a andar
entonces
todavía rodando la cruz y. .más van a querer, porque pues
teníamos
muchos este...ya tenemos los hijos.
Ya después si fue el
problemas. Pero pus, casorio, Hay un costumbre acá, este cuando se casa
ya luego fue...
uno, ella... no la viste uno de blanco, sino de rosita o...
según el tipo. Pero dice...dice mi jefe ¡yo las voy a
vestir de blanco a las dos¡.
Además del matrimonio religioso, el modelo de pareja elegida y nuclear
(separada de los padres o suegros) se ha venido apoyando por los misioneros y
sacerdotes católicos, y alguna influencia va teniendo. El capellán que llega cada
semana a decir misa a Iguanillas nos dice que en las pláticas a los novios les
fomentan la comunicación, la elección individual y el postergar la unión conyugal
hasta que se conozcan más.
Un día que comentábamos el mensaje de unos misioneros que organizaron
una campaña para casar por la Iglesia a quienes vivían juntos, al preguntarle a
Don Mario que opinaba de la idea expresada por el misionero de que “casados”
quiere decir “casa-de-dos”, él nos contesta sin tutubeos:
!Si hasta los animales lo saben!. No ve como es la vida en los enjambres.
Hay una sola que es la reina y otro que es el zángano. Y así entre los dos
van criando a las demás abejas y en reproduciéndose. Ya cuando sean
182
mas, se van extendiendo las recámaras, se separa una nueva reina y a otro
zángano. Y así se van extendiendo las familias.
Además del matrimonio religioso y el modelo nuclear de familia, a través de
la confesión, se siguen vinculando las transgresiones sexuales a la idea de
pecado, particularmente entre las mujeres, como nos contó Esperanza:
Yo le pido a la virgencita que me perdone de todos mis pecados y que me
dé la felicidad con él. Lo que yo hice..(se refiere a que tuvo relaciones
sexuales con su novio) es un pecado normal, porque, como dice mi mamá,
uno no está seguro de que va uno a quedar con él, con ese muchacho.
Cuando me confesé, el padre me aconsejó que me alejara de él. O sea, que
sí siguiéramos pero que me alejara un poco, que ya no lo volviera a hacer y
este... que, o sea, si lo volvía a hacer, que pidiera perdón, y ya.
La confesión y la homilía han sido los instrumentos eclesiástico reguladores
por excelencia, pero tal como el caso de la atención médica o el suministro del
agua, los servicios religiosos también son escasos en este pueblo.
El sacerdote
va una vez por semana a dar misa y como trae tanta prisa, luego no le da tiempo
de confesar a todos. Sin embargo, sólo ellos mantienen el derecho al perdón, así
que hay que esperarlos a que tengan tiempo, o bien, acudir a la Parroquia de
Chietla para poder confesarse.
Los diferentes discursos religiosos confirman una visión reproductiva de la
sexualidad. La concepción es un don de Dios y atentar contra ella a través de la
anticoncepción es una enorme ofensa, es colocar los deseos del hombre por
encima de la voluntad de Dios. Decía la hermana religiosa en las pláticas
prematrimoniales: “Hay personas que quitan la vida a otro ser humano, o aún que
los matan antes de nacer. Pero, no puedes quitarte la vida, porque Dios te la dio”.
En el sermón del cura del viernes Santo, en que tuvimos oportunidad de
acompañar a Mariana y Zara, en el descanso de la Tercera caída de Cristo, el
párroco se explayó:
183
Los no nacidos son seres inocentes, indefensos que no tuvieron derecho a
la vida. Por los caprichos y deseos de sus padres de vivir cómodamente y
que no permitieron la concepción. En su conciencia llevan la frase grabada:
padre/madre, asesino/ asesina.
Las diferentes interpretaciones de los mensajes bíblicos pueden llevar a
reconocer el deseo sexual y el placer de los hombres, a subordinar los deseos
personales frente a las necesidades de la pareja y a condenar a la mujer al lugar
de objeto sexual.
Eva o “varona” fue hecha para el disfrute de Adán, pero
además ella encarna la sexualidad, esa tentación tan avergonzante en el discurso
católico, nos comentaba Zara el discurso de los misioneros que andaban casando
a los que ya vivían juntos:
Bien dice el misionero, casados quiere decir “casa-dos”, el matrimonio es
cosa de dos.
En el paraíso, la compañera de Adán se llamó Varona,
porque venía del varón de su costilla. Estaban bien, pero vino la serpiente y
la convención de comer la manzana. A partir de ahí, se avergonzaron de su
desnudez.
“Hubiéramos vivido bien y mire como estamos”, siguió comentándonos Zara
“sin eso, no hubieran pecado ¡como los animales¡”. A lo que su amiga Meche que
ese día la acompañaba agrega “pero los animales también pecan”, y la corrige
Zara “no, la mujer es mala, y el hombre también porque se deja convencer. Por
eso el bautizo y otras ceremonias son para limpiarnos, aunque no totalmente”.
En el discurso de los padres de familia y aún de las jóvenes, la incapacidad
de encontrar una buena pareja parece pesar más que la connotación de falta
religiosa grave.
Gloria: Mi abuelito dice que dice la Biblia: que si ya hicieron relaciones y
después ya se arrepiente de casarse, si ya hicieron relaciones y ya no se
casan, y ya mejor se dejan. El ministro de Matamoros nos dice que nos
pongamos a rezar cuando estemos preocupados.
Los evangélicos no se
184
confiesan, sino directamente con Dios. Si yo tengo un novio de nuestra
religión, mi abuela pues, no se va a enojar.
En relación los modos de control el cortejo, las mujeres nos contaron
historias de cuerazos principalmente por parte de las madres.
Los padres
acostumbran amenazar con tundas y golpes que -para ventaja de las muchachas-,
no siempre se cumplen, pues el cuidado de las hijas suele asignarse a las
esposas, vigilantes de los cuerpos femeninos que son propiedad de los hombres.
Nos cuenta Mariana como la golpearon el proceso en que su cuerpo pasó de
pertenecer a sus padres a su marido:
una vez la cacharon platicando en el arroyo con Don Mario.
Ni siquiera
estaban de la mano. Pasó la mamá y vaya como le fue al regresar a casa, y
eso que para entonces ya estaba casada por lo civil, pero como todavía no
se casaba por la iglesia su mamá le pegó, ella dijo “la movió” muy fuerte
con unos cueros, le dejó marcadas las asentaderas y los lazos. Luego
cuando Mariana le alegó que no estaba haciendo nada malo, pero le fue, le
dio mas duro. Después cuando llegó su papá le dijo que no debía haberle
pegado, le dijo: “ya como quiera ya no es de nosotros, ella ya como quien
dice pertenece a su esposo”, mi padre siempre fue muy bueno conmigo.
En Iguanillas, educar es sinónimo de golpear. Las mamás que se han
tenido que ir a vivir a California se quejan “allí no las dejan educar bien a los niños.
No se les puede pegar porque vienen por ti y te lleva a la cárcel. Todos los días
revisan a los niños en la escuela, les ven la espalda, los brazos, las piernas, para
ver si no están lastimados”.
Otra forma de control es el chisme.
Nadie se salva del chisme, las
maestras, las abuelas, los novios, los hermanos y hermanas menores, todos
llevan y traen chismes para uno y otro lado.
extenso, los hombres son más lacónicos.
Entre las mujeres, el discurso es
Por chismes nos enteramos del
embarazo por incesto de una de las estudiantes de la secundaria, participando de
una conversación de Mariana con la Directora de la Escuela, de pronto bajan la
185
voz, están cuchicheando prácticamente. Entonces me integran y escucho que
hablan de la chica de 14 años que acaba de dar a luz hace unos días. Dice la
directora que “era una chica muy llevada.. como ‘ansiosa’ -agrega Mariana-.
Jugaba con el Fernando y Angel a los toros y como que ‘se daba sus toques’, (se
refiere a que se tocaban el cuerpo) cuando jugaban”. Pero parece ser que el papá
del niño es su hermano, uno que tiene como 24 años. “Un día yo los vi, él venía
sobre el caballo y luego, luego uno se daba cuenta que la veía con malicia. Le
llamé la atención a ella, que qué andaba haciendo y me dijo: no piense mal, él es
mi hermano..luego cuando dejó de venir supimos que estaba embarazada”. Doña
Mariana supo que le andaban adjudicando el embarazo a su nieto Fernando “yo
tuve que hablar muy en serio con Fernando, para ver si no era culpable”, pero el le
dijo que no, -dice-, “ahí eso quedó en su propia casa”, “yo -dice Mariana-, no creo
que la hayan forzado, como que no se lo hicieron a fuerzas ¿no?. Yo, también
eso creo -dice la directora-, era bien llevada”.
Como siempre, en las conversaciones chismosas, la mujer suele ser la que
pierde el prestigio, aún conociendo la versión de Fernando, que cuando
por chismes, le adjudican a él el embarazo, se sabe que fue el hermano
quien tuvo relaciones con ella, amenazándola con la pistola.
Las
muchachas que aceptan la cercanía y los contactos corporales son muchas
veces víctimas del chisme que se encargan de difundir los propios novios
entre sus amigos. A Esperanza la hizo sufrir mucho Carmelo:
...no -dice-, que quiero que seas otra vez mi novia, que estoy arrepentido de
todo lo que te hice, que no sé qué,..-le digo-, sí, pero -le digo-, anduviste
contando muchas cosas, que tú me tocabas por donde querías y no hacía
yo nada. El anduvo diciendo. Y se enteró Carmelo, porque el me dijo,
¿sabes qué? -dice-, el chavo de allá abajo -dice-, anduvo diciendo que te
tocaba por cualquier parte de tu cuerpo y tu no hacías nada. Le digo: no, le
-digo-, la verdad, no es verdad, dice: no, -dice-, él anduvo contando, -le
digo-, no, no pues no es verdad, y el se aferraba que sí era verdad. No -le
digo-, yo -le digo-, bueno, si quieres creer en él, órale -le digo-, pero, yo me
doy cuenta que no es cierto. Dice: a ver, júramelo, pues te lo juro -le digo-.
186
Entre los mecanismos de resistencia de los jóvenes ante el fuerte
dispositivo social de control, se recurre a intermediarios para vigilar y hacerlos
cómplices, amigos, hermanos; así como a la resignificación de ciertos lugares
especiales para los encuentros entre novios. Gloria nos cuenta de un lugar idílico
secreto entre los iguales, en donde se protegen y no se pasan la voz:
Pues se quedan de ver al ir a traer agua..ajá y este, otros en el manantial,
se meten a la casita esa que está ahí como cuevita...y ´ai, y otros ¿en
dónde? !Pus otros unos van! En el día pues sí. Y aún en la noche sí los
conocen, pero se cuidan. Si porque este, ¿cómo se llama? Se lleva a un
amigo que esté cuidando. Mh, pus sí a veces !el amigo está...avisando si
viene alguien!
También hay un uso muy selectivo de los espacios obscuros. Esperanza
nos cuenta que “ahora los chavos y chavas se ven casi todos los días. A veces
salen en las noches y platican ahí, buscan cualquier pretexto en la noche, que la
tienda, que la tía, la prima, la amiga... a veces también se van al manantial”.
Fernando nos explica la importancia de la obscuridad “hay veces que van por
otros lados, otras calles y ta´oscuro. No, pus no hay problema, pues como sea, las
casas tapan. Si, o sea que, como llega así, por decir, aquí´sta la luz y aquí ´stá la
casa y aquí ´stá oscuro”.
En la percepción de todos los informantes, la distancia entre los cuerpos entre
los novios son diferentes a como ocurrían en el pasado. Los mayores se refieren a
las nuevas costumbres como una pérdida de respeto a los demás, o como un acto
que desacredita a las muchachas de hoy. A Mario no le gustan los noviazgos de
hoy;:
El noviazgo de los jóvenes le digo.. mal. Porque ya ahorita -le digo-, ya un
joven ya no trata de que la pobrecita la va a tratara con decencia !no!, ya los
jovencitos ya trata de hacer lo íntimo más. Trabajos que empezó agarrarle
confianza porque al rato la ´stá manoseando, la ´stá agarrando, la
´stá
187
abrazando y ya la..le está haciendo hasta lo más íntimo. Anteriormente por
Dios -le digo-, se pagaba !hasta por verle la pantorrilla a una mujer
En la versión de Mariana, Mario sí intentó algún acercamiento más allá de tomarle la
mano, lo cual ella vivió como una gran transgresión, un acto que inclusive puede
hacer que a la hora del matrimonio quede en evidencia a través de “seres que se
aparecen” para denunciarlo, de acuerdo a las creencias que circulan:
iba yo a llenar mi cántaro cuando me habló él, estaba, así venía el arroyo,
acá estaba una palma y allá estaba la cerca, entonces él no se pasaba para
donde yo estaba, se quedaba de aquel lado de la cerca.....(Aunque....) Mire,
la verdá es que, una vez me agarró de la mano y yo, la verdá’ me dio !me
dio coraje! Y, me dio miedo a la vez. Porque escuchaba yo con personas
ya mayores que toda aquella señorita que la agarraba el novio de la mano..
y después ya no eran nada, cuando ella pensaba casarse con otro -o él con
otra-, se presentaba en la iglesia, y al tiempo de que dicen ‘dense las
mano’, ‘tonces si estaba allí la, la anterior, y lo quería, decía: ‘ésta mano es
mía’.
Pero los acercamientos se han vuelto más cotidianos en el noviazgo en las
últimas décadas.
A los besos y abrazos entre novios se atribuyen significaciones
muy diversas. Mientras que para Zara, los besos en privado se vivieron sin culpa,
besar en público a su novio fue una verdadera transgresión y una prueba de amor.
Para Alberto su novio, en cambio esos primeros encuentros eran parte de un
juego que terminó por cautivarlo.
Zara:
En octubre, entonces sí, ora sí que me Alberto
(hoy
su
esposo):
caló completamente, porque me dijo: ¿si deveras Este, pus eh, me enamore de
me quieres...hubo un baile y me sacó a bailar, ella
accidentalmente,
así
dice -¿si deveras me quieres? me lo vas a nomás de guasa, porque...
demostrar, -le dijo- y ¿cómo te lo voy a demostrar este,
sinceramente,
no
188
si ando bailando contigo?, -no, pues me tienes porque este, que la 'vía yo, y
que dar un beso delante de todos (resuello). Yo digo no pos, que le anduviera
me puse a pensar y dije, !hay no! Y ya sabía que yo así no, nomás así de guasa
él tenía otra novia y digo ¿lo hago o no lo hago?, porque "Vas a ser mi novia...
me puse a dudar en ese momento, pero al mismo le dices". "No, dice, yo ni te
tiempo digo !no, si lo quiero ¿por qué no se lo voy conozco" y bueno. Y este, y a
a dar? Y sí, se lo di, en público, le di el beso... fin de cuenta le hable: "sabes
¡total¡, ya mas antes si lo había besado en la que, semos novios o que?" Le
boca.
hable de amores.
En Zara, la fuerza del deseo le permite actuar al margen de las reglas
sociales “si lo quiero ¿por qué no se lo voy a dar?, en tanto que Alberto, tiene que
humillar a su novia para demostrar su hombría a los amigos, y en el mismo acto, él
también es sujeto de la denigración de otros de hombres.
El había hecho una
apuesta a sus amigos, como nos contó Zara “ le dijo a uno de sus amigos, no a
uno, estaban un montón: si de’veras te quiere la muchacha -dice-, que te dé un
beso delante de la gente -dijo uno de ellos-. !Horale!, !hórale! si de’veras te quiere
-dice-, te ha de besar. Y pues la verda’ sí. Ya cuando regresó dijo !ya ven! Yo les
dije que sí me quería -dice-, cómo de que no –dice-, y tengo a las dos!”
Los hombres de Iguanillas suelen tener varias novias simultáneamente,
muchas veces en los pueblos vecinos para que nadie se de cuenta. De ahí que
las mujeres otorgan de entrada un voto de desconfianza a sus pretendientes,
aunque de hecho ellas toleran esas mayores libertades.
Los novios jóvenes de hoy comparten besos y abrazos sin mayor
cuestionamiento, y reconocen una distancia a respecto a las costumbres que
tenían sus abuelos y padres, en lo que parece la identificación como sujetos de
una nueva generación. Ana Belén sabe que eso es algo que está cambiando:
Ya también está cambiando eso, como que ya no se esconde. Y este, antes
se escondían, antes se escondían mucho, o a veces si no se mandaban
cartas o así, y ahora ya no es así. Ahora, pues, bueno para empezar, se
189
tienen que gustar o querer no sé, y este y te pide que seas su novia..... ahora
se esconde uno pero, o sea pasa la gente y, y dejas que te vea y todo ¿no?
Mas que las regulaciones, lo que ha cambiado son las prácticas sexuales, las
presiones masculinas hacia el coito y la actitud mas activa de las mujeres ante
el cortejo.
tienen
Las jóvenes de hoy ya no viven como presión los besos, pero sí
la necesidad de resistirse a las propuestas mas atrevidas de los
varones. En tanto que los muchachos empiezan a vivir como presión
femenina, los acercamientos que parten de la iniciativa de ellas. Para Ana
Belén defenderse de las presiones sexuales es una práctica cotidiana, la regla
de “hacerlo” hasta después de casarse es vigente.
A veces ellos son los que quieren hacerlo antes de, de casarse, sí, o sea a mí
ya me ha tocado ¿no? o sea ya me han pedido que, que hagamos relaciones
sexuales y digo que no, además de que ...simplemente decía no ¿a poco no
tienes ganas de hacer el amor?... y así, este, y yo le decía: sí, pero, este, si,
hasta no casarme, o sea, eso fue lo que me inculcaron y es lo que yo voy a
obedecer.
A pesar de “las ganas” Esperanza ha tenido que hacer esfuerzos de
autocontrol para no para pasar a más con alguno de sus novios:
Pues después anduve con otro que salió de la secundaria...era más grande,
se llama León y este pues ya con él, él sí se pasaba porque luego a veces me
quería tocar así el cuerpo y pues yo me escamaba mucho ¿Era bien
atrevido... Y yo luego le decía: no pues sabes qué, vamos ir paso por paso,
primero vamos a conocernos mejor, y es que él se drogaba mucho...(.....)
Desde chiquita era el que me gustaba, era bien, bien así, desmadroso pues
(ríe) sí se quería sobrepasar y costaba trabajo pararlo
Pero las preguntas sobre las prácticas sexuales y el embarazo adolescente
nos condujo involuntariamente a relatos de incesto. Uno de los casos que ya nos lo
había comentado Doña Mariana y la directora de la Secundaria ahora nos lo refiere
190
Fernando, la situación de que le querían adjudicar a él el embarazo lo pone en
situación de tensión extrema puesto que tanto las maestras de la escuela como sus
familiares, en algún momento dudan de que haya sido él, el culpable.
Entre el grupo de los jóvenes y las jóvenes solteras el reconocimiento de las
prácticas genitales es complicado, y más que nada se considera un secreto que se
comparte entre muy pocos, y más bien se todos se enteran por los chismes.
Después de las frecuentes visitas a la comunidad y de haber escuchado durante
diez meses, por parte de las jóvenes y los jóvenes, que ahí nadie tenía relaciones
sexuales antes de casarse o unirse, nos enteramos -por chismes-, que Mina –la
joven informante de la familia Canales que analizaremos en el próximo capítulo-,
recientemente había experimentado un aborto provocado; el hecho dio pauta para
que Esperanza encontrara en nosotros alguien con quien compartir también sus
recientes experiencias sexuales.
Ni en los grupos ni en las entrevistas individuales
se habían atrevido a reconocer que muchas de ellas, así sus hermanas y amigas ya
habían tenido relaciones sexuales y pre-maritales.
Con la única que le dije y -le dije-, de mis relaciones fue con Alma mi
hermana, ella también fue igual que yo ...o sea, ella también.. más antes
de casarse, ella ya había tenido relaciones con él, pero este, se animó a
decirle a mi cuñada y ya, mi mamá se enteró después...Le dijo a su novio
que haber como le hacia, que su hija no se iba a quedar así, que o sea que
la...como que el hiciera que se la llevaba, pero así sin que ella se diera
cuenta. Así le hicieron, él se la llevó para su casa.
Aunque las relaciones genitales son mas frecuentemente entre las
muchachas de las ciudades cercanas como Chietla e Izúcar de Matamoros, todo
parece indicar que en Iguanillas hay una influencia de esas prácticas a través del
contacto en bailes, paseos y la asistencia a escuelas y centros de capacitación de
aquellas otras comunidades.
Inv:¿Tener relaciones sexuales antes, es muy común en otras muchachas,
aquí?
Esperanza: Pues, sí un poco
191
Inv: Bueno ya ves que me acabas de contar que tu hermana también ,¿has
sabido de muchas más?
Esperanza:
Pues ahorita Mariela también, dicen que más antes ya había
andado con otros y también había hecho relaciones sexuales.
Inv: ¿Y con Carmelo tuvo relaciones?
Esperanza: No, con él no, o quien sabe.
Inv: ¿El te dijo que no?
Esperanza: Ajá, él me dijo que no. Pero dicen que sí ya había tenido. Ajá, si
ya había tenido más antes con otros chavos.
Inv: ¿Quién más?
Esperanza: Pues ahorita Mina.
Inv: ¿Oye lo de Mina lo sabe mucha gente, verdad?
Esperanza: Sí, bastante.
Inv: ¿Por qué, quien, cómo fue el chisme o qué?
Esperanza: Es que eso pasó porque, es que el José la anduvo regando
anduvo diciendo todo eso que, él ya se había echado a Mina, que ella era
como de la calle y todo eso, por eso.
“De los celos a las amenazas”: las emociones sexuales
En la pareja de Mario y Mariana,
no encontramos discursos sexuales
apasionados como los que refieren los demás al relatar sus experiencias de
cortejo, sino una necesidad social de “hacer familia”. Aún en la noche de bodas,
las expresiones emocionales de Mario y Mariana son muy formales y hasta
distantes, no hablan de amor sino de “aprecio”.
Mario: Pus yo necesitaba, Mariana:
Bueno, Ya después le digo, sé sincero
pus de una compañera conmigo, porque si tu sientes ora sí que un
para que me hiciera pues sentimiento “vago”, en que sí, en que no, dímelo. Yo
mis, mis alimentos, me no me voy a disgustar.
Como hombre a tí te
hiciera este, mis arreglos, sobrarán, como mujer a mí no me faltará. Es que
de mi ropa, y eso. Sabes mira yo vengo a decirte que mejor tú te salgas
que, -le digo-, porque pus conmigo. Yo entonces me sorprendí y me dió coraje!
192
yo necesito -digo-, porque Yo jamás he de burlar la confianza de mis padres. Ya
yo sufría mucho. Yo aquí entonces me empezó a decir de su abuelita que
solito, no había quien me seguido enferma y no había quién lo, lo atendiera
hiciera ...Me daba pena verdá, en sus necesidades de cocina y todo. Le dije,
ponerme un jarro de café o mira, pues hasta cierto punto me interesaría, pero
salir
a
comprar
unos ahorita no puedo, ya luego Dios dirá.
Ya luego que
panes, !no!, qué diría la me mandó pedir, ya le dije ¿no es un espejismo?
gente
que,
que
ese Porque ya un casamiento es para toda la vida. Ora sí
hombre ya...Así es que me que nuestros defectos no los vemos, puede estar el
pasaba días enteros que fallo en mí mañana, que sea yo floja, que sea yo pues
no comía).
inexperta en asear tu casa, que no te atienda yo como
tú te merezcas.
La búsqueda de una compañera en Mario, está impulsada por su
sentimiento de soledad y por la carencia de servicios domésticos cotidianos
asignados a las mujeres, romper con esa distribución del trabajo no es una
posibilidad ni siquiera en su pensamiento, así que tenía que someterse a días
enteros sin comer antes que mostrarse como un hombre débil “!qué diría la gente,
que ese hombre ya...!”.
En tanto Mariana en principio está preocupada por
garantizar una relación bien estable, pero sobre todo en cumplirle las expectativas
a su futuro compañero. En su relato, la relación hombre/mujer es equivalente a la
de abundancia/carencia “a ti te sobrarán, a mi no me faltarán” , sin el menor
cuestionamiento a ese desequilibrio y con un servilismo que impresiona, su
preocupación se enfoca a fallarle en atenciones “que no te atienda yo como tu
mereces”.
Pero las emociones más intensas que quedan ocultas en el testimonio anterior y
que en realidad está viviendo Mariana son de miedo, es el miedo el que la orilla a
acceder a las demandas matrimoniales de Mario. Varios meses después, cuando
ya habíamos pasado por la entrevista individual y ahora sin grabadora, en un rato
en que nos sentamos en una banca para esperar al Párroco
que me iba a
presentar en la Plaza de Chietla, Mariana confiesa que sufría acoso sexual en su
193
casa por parte de un primo, así que ella vió en el matrimonio una salida de ese
espacio que se había vuelto tan peligroso, “viera que yo me case porque había
uno de la familia que quería abusar de mí. Su madre y mi madre eran primas.
Ese hombre era mayor que yo.
Cuando mi mama y mi papa se iban y yo me
quedaba sola en la casa, se dejaba venir y me decía: yo te voy a hacer algo que
luego ya ni quien sepa, ni quien se de cuenta”. Cuando yo le pregunte que como
sabia ella que el quería abusar de ella me contesta: “con perdón de usted pero, él
se tocaba con la mano enfrente y me decía que la tenía así de grandota, que me
iba a gustar. Yo no me deje. Me daba miedo. Yo no se de eso, ora si que yo no
era una experta. Lo que me salvo que yo utilizaba calzones de manta gruesa, de
esos que se amarraban con cinta, eran triples. Así me enseñó mi madre y esos
me salvaron. Una vez que yo estaba barriendo la cocina y que llego el, tome un
cuchillo y se lo puse en la cintura y lo amenace...Entonces me dijo que el había
gozado a muchas mejores que yo”.
Pero al lado del sufrimiento de soledad de Mario y del miedo y las ganas de
escapar de la situación tan insegura en que vivía Mariana, se va desarrollando el
deseo, mayormente reconocido por el primero “cuando ´staba joven, ´ta uno como
dijera el dicho ansioso.. hambriento de saber lo, lo que es una mujer, lo que es
otra Mujer. Mariana reconoce el deseo en otros términos “ya con el tiempo, me
sentía este, me sentía atraída hacia él”.
Además del deseo y la atracción inicial, otro momento emocional intenso se
vive en la primera noche conyugal. Todo parece indicar que el guión social exige
que: “los hombres tienen que tomarlas y las mujeres tienen que entregarse”. Toda
vez que ellos van con experiencia coital (de los prostíbulos) y ellas suelen iniciarse
en tal ocasión, las reacciones ante la primera noche conyugal difieren
enormemente. Mariana siente miedo, un miedo relacionado con sus creencias
respecto a la primera vez, Mario en cambio al referirse a su noche conyugal trata
de evitar la expresión de algún sentimiento
Mariana: “¿Oh, qué todavía tienes miedo?” Dice-, “¿Ora Mario:
Pues
fue
en
de qué tienes miedo?”, le dije pus no sé, yo creo que forma de, de este, !cómo
194
hasta me sentía temblorosa de nervios! ¿No?. Le digo: nos tratabamos¡, pues
no sé pero sí tengo miedo..” No tienes nada que temer” de que platicábamos y al
-me dice-, “primero eras mi novia, ahora ya no eres mi rato que se llegó la
novia, ya eres mi esposa, y como tal, tengo que forma de la relación y
manosearte hasta donde yo quiera”. Y yo, cuando me mira, se trata de esto,
dijo eso pensé !pero cómo me va a manosear, cómo, vamos a tener familia, sí,
qué va hacer eso! Me hice miles de juicios ¿no? Bueno, vamos a tener -dice-,
nos acostamos pero yo para allá y cuando él quiso pero le digo, yo, mi
hacer uso de mí, yo sentí muy feo. Muy feo, de veras, esposa !no tuvo luego!,
porque me platicaron que hay personas que sangran y tardó tres años.
yo no sangré.
Además del placer y el miedo, los celos masculinos son un sentimiento que
aparece definido desde las mujeres con gran intensidad. Doña Mariana, como
siempre, tiene un referente religioso. En una ocasión hablamos en la cocina con
ella y con Zara sobre los celos de Don Mario y de Alberto, sus esposos. Era un
viernes santo en que pasaba por las calles la procesión del silencio, vimos pasar
a todas las muchachas muy arregladas y a algunos de los muchachos que
conocemos. Doña Mariana nos habló entonces de la familia de la Virgen María y
de José. “Su padre Joaquín y su madre Santa Ana, José su esposo era carpintero,
era humilde también como nosotros, y,......cuando supo que la virgen estaba
embarazada el dudó, porque él no le había puesto las manos encima y ¿cómo es
que había concebido? Entonces decidió irse, pero en el camino se encontró al
Angel Gabriel y él le explico que su mujer iba a ser la madre de Jesús, que tenía
que regresar y cuidar a María”.
Como en la historia de María y José, las mujeres se describen siempre en
una posición pasiva, casi siempre colocan el sentimiento de los celos en ellos “acá
son bien celosos”, muchas veces las agresiones verbales y los golpes que ellas
reciben están ligados a los celos.
Para referirse a sí mismas, ellas no hablan de
celos sino de los engaños “me anduvo engañando con otra”. Los hombres por su
parte niegan o aceptan con dificultad el
ser celosos, abiertamente asumen
195
derechos de exclusividad con sus mujeres, aunque sí reconocen que “ellas
pueden ser celosas”, o que otros sean “algo celosos”.
La historia de celos entre Mariana y Mario es larga y dolorosa como vimos
en el apartado anterior. Desde la primera noche en que ella no sangró, él la
descalificó, y hasta la fecha la sigue ofendiendo y restringiendo el movimiento.
Cuando tuvo su quinto hijo, como se parecía a su primo hermano, él decidió que
no era suyo. Quince años después le reprochaba.
Mariana:
Teníamos que hacer los gastos de la Mario: A mi nunca que ha
salida de secundaria de Raúl, me dice: ´ai me dice gustado
ser
celoso.
Yo
él, ¿sabes qué? -Dice-, pídele a su padre, -dice-, claramente se lo he dicho
para que haga el gasto él, -dice-, ya que yo he la..”mira, todo depende de
estado de...!palabras feas!.. !De tu quién sabe qué! - uno mismo..de que nunca
dice-, de tapadera, costiándole el estudio, pídele a quiera
uno
ser
pues,
su padre para que costée él......Se le metió que ma..mala gente. Depende de
aquél había sido su padre. Ya -le digo-, yo “pues así uno mismo, le digo !si tu
te digo, ya me ves, muy fea, y lo que tu quieras, piensas, tengas tus sentidos
pero de !puerca jamás! Me has..vete sabiendo que diferentes, cambia!, pero yo
la mujer que tienes en tu casa es para quererte, -le digo-, yo por eso le digo a
amarte y respetarte, mas no para pisotearte....Esos veces ella se jala por donde
días yo sentía que, andaba, por los aires, andaba, quiera “!vete!, yo confío en
!no sé ni cómo!, entonces ni cuenta me daba yo, tí..
que
ya
estaba
yo
embarazada
de
mi
en tu palabra y tú,
hija confía en mi.
Esperanza, ya no me daba cuenta.
Entre Zara y Alberto hay menos hipocresía, hay expresiones más amorosas
y una menor dificultad para aceptar los deseos y los sentimientos internos.
Alberto:
enamoré
Este, pues, me Zara: Tenía catorce años cuando conocí a mi
de
ella primer y único amor. Cuando mis papá se dieron
196
accidentalmente, así nomás de cuenta que andaba yo bien clavada, luego que le
guasa, porque, sinceramente hablan a mi tío por teléfono para México, pues le
la v´ia yo, digo, no pos, que le dijeron que no me convenía el muchacho y ..un
anduviera yo así no, nomás montón de peros le pusieron. Así que me tuve
así de guasa, “vas a ser mi que ir un tiempo para allá, con todo el dolor de mi
novia tú –dices-, sabes qué, corazón (risas), porque no quería yo dejarlo. Ya
¿semos novios o qué?, le después que regresé no pude más y como él
hablé de amores ...y luego, ya decía que me fuera con él, pues me ganó la
pasó un tiempo, hasta que me voluntad y el 6 de abril me fuí con él.
la convencí, se vino conmigo.
La frase de Zara “me ganó la voluntad”, aparece como expresión que
encierra la concepción local del deseo femenino, esa fuerza impulsora que se
escapa del control, una premisa para confirmar que cuando el deseo domina, el
cuerpo toma el mando.
El enamoramiento en Zara lleva también una
transformación ligada a la definición de sí misma, ella reconoce cambios en la
autoimagen, como si la experiencia interior, se mostrara en el exterior:
Bueno, mientras no tenía yo novio, yo era tranquila en mi casa, no salía
para nada. En cambio después, !ya no! Porque yo me apuraba a hacer mi
quiacer, me arreglaba, me bañaba yo, empezó a ver cambios mi mamá en
mi..y luego se empezó a dar cuenta.
Al igual que su madre, Zara sigue expresando miedo y dolor físico ante las
primeras experiencias coitales, pero un nuevo sentido se agrega a esa primera
experiencia genital, la concepción de la sexualidad como un proceso de
aprendizaje que lleva tiempo, un conjunto de prácticas a través de las cuales,
poco a poco, dejan de sentir dolor y llegan a experimentar deseo sexual y placer.
Las informantes hablaron de la falta de referentes cognoscitivos y de un proceso de
aprendizaje comandado por sus compañeros, un proceso que, sólo en algunas
ocasiones, les ha permitido recorrer un camino desde lo desconocido hasta la
197
posibilidad del disfrute, y desde la complacencia del otro, hasta el descubrimiento del
placer personal, claramente en Zara:
Sí me gustaba, pero al mismo tiempo ya de sentir !´ora si que la relación!,
ya !me daba miedo!, me daba miedo la verdad. No estaba acostumbrada a
esa, a esa clase de... de relación. No, !yo me sentía mal! Pero sí, al fin de
cuentas, cuando él, óra sí que tuvo su relación, yo lo tuve como hasta
los..como a los tres días. Era difícil para mi, adaptarme a eso, sí. Pero, ya
después, ´ora sí que
como a los ocho días, ya mi cuerpo se
había...adaptado a esa, a esa clase de relación. Y ya no tenía ningún
problema !al contrario!, busca...!esperaba la noche con ansia!
En el relato de Zara, el paso del miedo y del dolor al descubrimiento del placer
está relacionado con la comunicación directa con su marido, una pedagogía sexual
explícita que parece haber contribuído a su vida sexual actual.
Así como en el caso de Mario y Mariana, los celos y la amenaza a la
virilidad siguen siendo importantes fuentes de tensión entre Zara y Alberto. En
este último, los celos han generado respuestas violentas, arrebatos y decisiones
impulsivas, reacciones que suelen ir acompañadas del alcoholismo, uno de los
importantes problemas de la comunidad.
Alberto se encela cada vez que Zara sale a trabajar,
como ella es la
promotora de salud de la comunidad, siempre anda muy ocupada. El llega a
expresar rabia y a ser violento, no sabemos si ante fantasías de celos o ante la
imagen de una mujer fuerte y autónoma.
Tres visiones distintas de los celos de
Alberto podemos contrastar en los siguientes testimonios, la de Zara, la del propio
Alberto y la de Don Mario su suegro:
Zara:
muchos
Alberto me pegó Alberto : Luego me han envitado Mario:
años,
Si,
es
muchos, (al otro lado) fíjate !y con la medio celoso (se
aguanté como 14 años los chamba segura!, pero, yo no me refiere a su yerno
malos tratos. Ahora ya quiero ir. Porque mi jefe ¿qué iba Alberto).
Ella lo
198
estamos mas tranquilos, a
nos
entendemos,
ser
con
los
terrenos,
¿ ha ido arreglando
nos solamente yo le siembro. ..Y con su viciesito
ayudamos. Pero, hubo un luego, en parte le digo a mi que
tiempo
en
que
amenazaba
el
con
tiene
de
me esposa: si ya no quieres que esté briaguito...
a
un yo contigo, mejor dime ya !vete de veces como que
cuchillo, un día me lo puso aquí de la casa!...¿Quieres que se le pasa pues,
en el pecho. Yo le dije: !de nomás te venga a dejar el gasto y pero
agarra
!la
una vez, si me vas a me vuelva a ir...no, yo no me ataca!. ¨Ton´s ella
matar, mátame!, pero no gusta.. “sabes, -me dice-, lo que le aclara !no creas
me dejes viva, porque si no te gusta es los celos que tienes que lo hago -dicesigo viva voy contra tí y no conmigo”, !a lo mejor sí, pero dije, ,
respondo.
Un día que te quiero tanto -le digo-.
para
beneficio
un
nomás
andaba bien tomado me Inv: ¿es celoso?, pos.. a veces, propio ...!no!, lo
fue a alcanzar a casa de un poquito.
mis papases. Fué y le dijo Alberto:
hago para toda la
La dejaba yo !sí!, pues comunidad y para
a mi papa que él no era el día que tenga yo tiempo , yo te nosotros mismos.
hombre, que se dejaba acompaño, a veces va sola, a El preferiría que
mandar
por
mi
mamá. veces va con uno de mis hijos, yo no ...!tú, que te
!Que era poco hombre!. Mi prefiero, que vaya con uno de mis andas
acabando
papá no le dijo nada, se hijos y no sola.
la
vida,
-dice-.,
aguantó por mi.
por vidas ajenas!
Según Zara, la inseguridad de Alberto llega al extremo de no moverse
nunca a otra localidad para no dejar a Zara
pareciera que la experiencia
sola “te quiero tanto”,
amorosa y los celos
autoconfianza y lo impulsa a actuar violentamente.
y más,
pone en riesgo su
En la versión de Zara esa
obsesión de Alberto tiene que ver con el ejemplo de su madre. Ella me contó en
algún momento de la boda de Alma, que su suegra tuvo relaciones con diferentes
hombres y que el propio Alberto no es hijo de su suegro.
El tema de la infidelidad es tan importante en esta región, que han llevado a
construir leyendas sobre los peligros a que se exponen las personas que no son
199
monógamas, se trata de narraciones sobre un personaje mítico femenino al que
llaman “la Andalona” y que se aparece a los infieles.
Zara y Alberto nos contaron
una noche en su casa que La Andalona es una mujer muy tapada y enredada en un
rebozo que aparece por las noches y atrae a la gente, cuando uno se acerca ella
descubre su cara y se deja ver su hocico de burro.
La Andalona camina y se
desplaza por los campos “cuando se oye lejos está cerca y cuando se oye cerca
está lejos”. Les tira piedritas a los hombres que se meten con otras, es otra figura
femenina del mas allá o sobrenatural, que aparece ante las transgresiones sexuales,
hay muchos conocidos de Zara, de Alberto que la han visto, también Inocencio y
Don Fabían en algún momento nos hablaron de ella.
Entre los más jóvenes también se sufre de celos y desconfianza, y las
muchachas ya se permiten vivir noviazgos menos sentimentales y no
necesariamente ligados al enamoramiento, aún entre primos y más por diversión,
como el caso de Esperanza que de pronto aceptó las propuestas de un primo:
Él, empezamos a platicar y ya dice, ¿oyes, qué no quieres ser mi novia? Le
digo, no, qué te pasa, somos primos, dice, n, no somos nada, le digo: sí, le
digo tú mamá es mi tía, tú sabes muy bien que yo la respeto de tía donde
quiera que la encuentro.
Dice: no, que no somos nada, y ya este, bueno
nos hicimos novios. ¡Ay Dios! pues de todas maneras, no´mas va a ser
como por decir, una diversión, por un rato.
Hoy se pueden vivir con cierta indiferencia los noviazgos, si alguien los
corta o decide seguir es un asunto hasta banal, y tales relaciones no tienen nada
que ver con el matrimonio. Nos cuenta Fernando:
A la tercera, la conocí en el baile. Aquí, o sea ya habíamos platicado en su
pueblo de que iba yo con un Federico, un chaparrito este, y como él se
llevaba con ella, y de él le habló a una, y yo ya platiqué un rato con ella. Así
nomás y nos conocimos y ya. Hubo baile ahí en Cofradía..y que me dice,
dice !Orale!, -dice, ahi ´stá, digo-, a -digo-, a ver si se acerca, y si, baile con
ella, ya después que me dice que juera yo p´allá, y si, iba yo. Ya la de
200
ahora, pues había sido mi novia antes, pero un día me dijo que ya no. Y
después que yo iba en la secundaria, que me dicen que si le hablaba yo
que... de vuelta. Que le digo que sí -le digo-, ahi como quieras, y seguimos
siendo novios.
En este caso es claro como las mujeres jóvenes están empezando a
romper el guión del cortejo, al declararse a los hombres y tomar ciertas iniciativas.
La acción es muy aventurada y los confunde a todos, pues pone en juego
premisas de género de muchos años atrás.
Al mismo tiempo, ellas se están
permitiendo vivir experiencias emocionales de diversos grados de intensidad, y a
distinguir la atracción sexual respecto del amor, como el caso de Esperanza:
Después él se veía que si me quería -le digo-, no pues, es nomás estar
lastimando su corazón -le digo-, le digo !no!. No pues como, o sea me
gustaba pero no lo quería.
Inv:¿cuál es la diferencia?
Esperanza: Que me gusta nada más como es, su fisonomía y su carácter,
nada más gustar a´si y ya pues. Ya querer es otra cosa porque...querer es
así, que hasta todo lo que te dice o te hace hasta tu misma, no sé, hasta lo
aceptas mas con cariño, mas con amor. Se siente como una emoción así,
cuando lo veo no, se pone uno nerviosa y bien acá.
Las conversaciones entre novios son bien diferentes de las que se llevan
entre amigos, en el primer caso se comparten principalmente los sentimientos
amorosos y sexuales, en tanto que en las relaciones amistosas se habla de
acontecimientos, como dice Ana Belén:
Bueno, cuando somos amigos, no sé hablamos de, de mi prima, de, de su
hermano o sea de otras cosas ¿no? , y cuando ya somos novios hablamos
de él y de, y de, de mí. De que me quiere o no me quiere o, este no pues,
que “me gusta esto de ti”.
201
Celos y desilusiones son las historias de todos los días entre los novios
actuales, por lo que pudimos constatar, los muchachos suelen cortejar a varias
simultáneamente, Ana Belén lo ha sufrido “pues sí, siento feo (risa) porque, no sé,
si lo quiero en realidad, pero me gusta el chavo y éste, y... hablé por teléfono con
mi mamá y me dijo que lo lo vió, como que la tenía agarrada de la mano y se
estaban abrazando”.
Esperanza también lo comparte:
Y ya este, entonces nos fuimos a platicar y dice entonces, dice: ¿quieres
ser mi novia?, bi –le digo-, pues ¿qué te pasa?, pues si tú andas con ella –
le digo-, no tiene caso que yo ande contigo y también andes con ella..
bueno pero, si, si- vas a terminar con ella... Y ya, el me dijo, si me ves con
ella –dice-, me agarras a cachetadas, le digo: bueno, conste. Luego el me
buscaba y anduvimos, pero por chismes, luego supe que volvió a andar con
ella, hasta un día los ví.
Aunque todos los muchachos, al igual que sus padres y abuelos se siguen
iniciando en los prostíbulos de las ciudades cercanas, es un hecho que están
también teniendo relaciones con sus novias. Esperanza se animó a contarnos sus
experiencias al respecto.
A pesar de la corta edad de Esperanza, su experiencia coital parece decisión de
experimentar una vida sexual diferente a la de las mujeres de las generaciones
anteriores, con una cierta convicción en sí misma, aplicando efectivamente medidas
anticonceptivas
Pues que, él me decía no yo quiero o sea tocar tu cuerpo y no sé qué, y yo le
decía no pues es que pues le decía no, no puedo pues está, tu estás afuera y
yo estoy adentro, decía. Pues ya este entonces este que una vez dice hay
dice ábrele, le digo: no -le digo- pues no tengo llaves, y una vez digo: ¡ay! –
digo-, voy a abrir, entonces le quité las llaves a mi mamá y ya este pues ya
abrí a la otra noche este porque casi siempre platicábamos, o sea casi no me
dejaban salir y así en la noche.
Ajá y este ya luego así, o luego le decía
cuando veas que ya apagaron la luz, entonces vas, y luego si, luego estaba
ahí en la portezuela y apagaban la luz o luego le decía yo: te voy a aventar
202
una piedrita, un papelito y hay vas a verme, y decía: bueno. Ese día le quité la
llave a mi mamá y entonces abrí y este pues se metió y pues, no sé le dio
tentació,n y ya entonces agarró... estaba yo sola, entonces agarró y me
empezó a besar y pus, ya ahí pasaron nuestras relaciones.
Su reflexión al respecto, nos recuerda el testimonio de Zara su madre, dece
Esperanza: “pus. la primera pues, fue dolorosa. La primera y la segunda, ya la
tercera pus ya fue agradable”.
En este relato, la vivencia de Esperanza no está cargada de miedo y tiene mucho
menos incertidumbre de la que mostraron su madre y su hermana mayor. Ella se
culpa mas tarde por esta actuación, por sus relatos, pareciera que el hecho de vivirla
como una práctica común entre sus compañeras y amigas le ha permitido
experimentar emociones placenteras antes y durante la relación.
La edad de iniciación sexual está relacionada con su capacidad de ganar
dinero, nos cuenta Mario:
Yo tenía casi catorce años. La primera vez, me llevaron ora sí que, amigos
de trabajo...porque éramos trabajantes. Un grande te seduce y te lleva bien
al bien o al mal, y uno si también se, se deja uno llevar. Va uno a un
voladero y hace uno...pillada y media. Si, yo me resistía porque no, nunca
lo había hecho, nunca ´bía yo, ora si que metido pues ora sí que de manos
así de mujer...Pero le digo, trabajo que entre uno la primer vez... y luego la
mujercita agarra y dice...!ah! este es nuevecito....no pues esta bien,
!vámonos! y le digo..., a veces de allí !saca uno premios!...tons´me pegó
una vez la purgación... (se refiere a la gonorrea).
Los grandes que los llevan suelen ser los parientes, los compañeros de
trabajo, sena tíos, hermanos mayores, por alguna razón que no supimos, Alberto
203
comenzó a los 20 años, lo que para él significa un rezago relativo: “a los veinte
años me hice hombre... ¡me dilaté mucho!”.
Ante tal aseveración, toma carácter de factor determinante para la masculinidad, la
experiencia con las mujeres de las zonas. Fernando ya también se metió con una
de ellas.., pero no quiso hablar al respecto, sólo mencionó de pasadita que a esas
no se les puede besar en donde sea, como a sus novias, “Si por decir, con una de
aquí, pues, o sea la besas por donde sea y aquellas no, porque, dirán no pus, ya
‘tan bien maltratadas y ¿quién sabe, cuántos hombres ya pasaron por.. la boca, no
por eso mejor no”.
“Me ganó la voluntad”: la toma de decisiones para unirse
En esta familia se dan dos modalidades para iniciar la vida conyugal, pedir
a la novia formalmente, o la fuga concertada.
En el caso de Mariana y Mario, ambos deciden juntos unirse y ella le exige
que la mande pedir a sus padres con el sacerdote. El accede, y cuando acuden a
pedirla, el padre de Mariana acepta con inconformidad (sobretodo por la mala fama
de la familia), pero sobretodo respetando la intención de su hija; su madre también
opina pero se limita a pedir a Dios que no le vaya mal y se somete a la decisión de
su marido:
Bueno, ya entonces al decirme que ya había pensado bien y que pues le
gustaba mi forma de ser, que si estaba yo en lo dicho de casarme con él, me
madaba pedir, y ya entonces yo también le puse mi imposición ¡si me vas a
pedir ha de ser con el sacerdote!. Entonces él me dijo que fecha sería pero
yo le dije que fuera el día primero de enero “bueno está bien, en eso
quedamos”.
Luego de que vino el sacerdote y su tío de él a pedirme me dijo
mi papá ¿qué has pensado hija?, papá, yo lo que pienso, la verda’ es
casarme, no me preguntó otra palabra más, así se quedó. Y ya mi mamá me
dijo “hija estás muy chica para casarte”, y yo le dije sí mamá, estoy chica, pero
si el destino así lo quiere... uno de chamaca le echa todo al destino.
204
Es de llamar la atención como los padres a pesar de no agradarles la
familia del novio, no ofrecen resistencia a la boda como aceptando los hechos tal
como se presentan.
Mario y Mariana no actuaron de esa manera en el caso de
su hija, Zara tuvo que lidiar con los intentos sus intentos por separarla de su novio
Alberto, por lo cual ella decide aceptar la propuesta de éste último para irse, y
evitar el riesgo de que sus padres rechazaran dar su mano.
Así, la voluntad de
los novios triunfa sobre sus padres, se trata de un caso en que no hay duda de la
atracción mutua y la libre decisión de las dos partes.
Sin embargo es muy
interesante constatar como ella vive el núcleo de la decisión por fuera de sí
misma, su concepción del amor como una fuerza arrolladora o un imperativo
localizado en algún lugar misterioso que de alguna manera “decide” por ella, se
condensa en la afirmación: “me ganó la voluntad”. de cuyo inicio de cortejo dimos
cuenta en el capítulo anterior:
Zara Tenía 14 años cuando conocí a Alberto: Entonces, ya le tenía, le digo... así,
mi primer y único amor. Lo conocí así al, de verda´ con el....tantos este,
trabajando en el campo cuando un sinceramente te quiero con toda mi alma así
día fuimos muchas muchachas y es que, tú dices: ¿me das el sí o no?. Le
jóvenes a cortar calabaza y ahí dijo hablaba yo de, digamos de amores. Este
delante de todas las muchachas que (tose),si aceptas, pus, te estaré yo bien
había que quien se dejara poner un agradecido, si no pus, lo vo'a pensar...pus
anillo esa muchacha se casaría con te dejo...pus aquí todos los días nos vemos.
él, y yo le dije que yo lo quería y me Sí, le digo: a la hora que quieras...pus qué,
lo puso.
Después en una boda toda la semana aquí andamos, este,
bailamos y me pidió ser su novia y cortando
acepté.
tomate
o
jitomate,
-dice-,
“espérame unos ocho días, ya sabes."
¡Sí! Y este, pero luego se dio cuenta Pasados los ocho días, ya -le digo-, ya
mi mamá. Fue en ... me parece en el esperé mucho... acectas o no. Este, si
mes de marzo. Nada más estuve, acectas, le digo, Pero este, pus mi mamá
estuvimos de novios dos meses, abril este ya le pregunté que seamos de la
y mayo, y como se dieron cuenta que familia -le digo-, este ¡ya semos (familiares)
205
andaba yo ¡bien clavada! Luego que de lejos! (carraspea)...primos. Y este ya
le hablan a mi tío por teléfono para toda la familia ya se revolvió, -le digo-, ya mi
México y, este, pues le dijeron que no hermano se casó con mi...también de la
me convenía el muchacho, que era familia le digo pus...más se quiere uno.
mayor de edad y que tenía el vicio de Y entonces...ya dilatamos este, como unos
tomar, y que bueno, un montón de tres
años
porque...ella
no
es...estaba
¡peros que le pusieron! Y mi tío estudiando o 'staba trabajando también en
estuvo de acuerdo en que yo me México. Y este, y así, hasta que este nos
fuera para allá con ellos un tiempo. comprendimos pues y este no, no la mandé
Luego de siete meses me vine, mis a pedir, nomás este se vino conmigo.
padres pensaron que ya se me había
olvidado, pero yo seguía con él.
Inv: ¿Y los papás estaban de acuerdo más
o menos o...?
Hasta que ya en el mes de abril del
siguiente año... me ganó la voluntad .
No pude mas, y como el decía que
me fuera con él, pues me ganó la
voluntad y me fuí con él. Me dice, “Si
de veras me quieres, salte conmigo.”
Antonio: los...¡no!...porque yo soy más, soy
más, más de edad yo que ella “Pus mi
papá no quería porque pus, tu eres más
mayor yo soy una niña”. De catorce quince
años se vino. Tenía quince años.
¡Y pus 'ora sí que la verdad lo estaba Inv: ¿Y cómo se comunicaban, estando ella
yo queriendo! Y el pretexto todavía ya en México?
era, le digo, “No, ¿sabes qué? no me Antonio: A veces en cartas, ah, pus, a veces
para
acá,
venía
y
puedo ir contigo”, le digo, “porque mi venía
mamá está embarazada, y ya tiene platicábamos...como unos tres años...
pus como cinco meses de embarazo estuvimos de, de novios, hasta que le digo:
y dime quién la va a cuidar cuando pues, nos vamos pues, si me quieres pues
ella se alivie ... por eso no, no me vámonos pues, si no pus 'ai te quedas, yo
puedo ir, pero si de veras quieres a ya me voy".
alguien pues ... pídele y cásate con Inv: ¿Y había permiso así, para que, para
ella, pero yo no puedo.” Ya que me verse y todo?
da la solución. “No, si ese es el Antonio:¡Sí! pos en, pus no permiso, se
problema vente conmigo y cuando se daba uno las mañas, salía a la tienda como
206
alivie tu mamá tú vas a cuidarla”. Lo digamo....hoy
los
jóvenes
que
veo,
dudé un poco, pero digo, bueno pus también...y así pasó un tiempo, hasta que
si de él me dice ¡ojalá y así sea! Y sí me...la convencí, se vino conmigo.
me junté con él, nada más así nos Inv: ¿Le costó convencerla?
juntamos.
O
sea,
fue
un...
un Antonio:¡Sí!¡sí!, mucho tiempo! tres años,
momento, ¡en un ratito! me convenció sí...
y le dije que sí. Y todavía me estaba Inv: ¿Y ella que esperaba, que la pidieran?
arrepintiendo ya cuando iba yo a Ant: ¡No!, no me dijo... No (lo puso
llegar donde él estaba ...: Mmm, como)...pretexto así de no pus "pídeme".
según nos fuimos a Jaltepec, a No pus si, le, le digo: si te mando pedir, sé
donde está una hermana..
O sea que no te me va a dar tu papá...tu mamá
que nada más llegamos a medio di... No pus ya a 'sta eda, le llevo como
camino, porque ya me había dicho - diez años, once años...de edad.
te voy
a
llevar a 'onde está
mi
hermana-, le digo -bueno. Y ya 'ai voy
con él y y a medio camino dice -¡y
qué vamos haciendo pues allá si yo
ya tengo hambre!- dice, todo el día se
la había pasado tomado, entonces
agarra y me dice -no, qué vamos
hacer allá, dice, mejor vámonos para
la casa, dice, mi mamá tiene ya que
cenar-,
le
digo:
bueno,
pues
vámonos. Ya que nos venimos a su
Ni modo...ya después le dije que se venga
conmigo. Dice (la mamá de Antonio): “es
cosa de ella pues, ¿la quieres? y ¿ella te
llena?. Sí, es más ya pa' qué voy andar de
dando vueltas le digo si aquí la conozco de
¡que es de acá! Este está difícil que sea una
de aju...de ajuera y digamos que ni
sabíamos de qué fa...de qué familia vengo,
pss...adivinar si sean sus papás este, este
mmm, malos...
casa ¡y no estaba ni su mamá, ni su Pus digo si no se viene pus aquí tengo
papá, nadie en su casa! ¡Ya yo llegué una...que sea de estilo de, de acá. Este,
y me dio una pena entrar! Digo ¡ay, sinceramente si, si no, si no me quieres
Dios mío, por qué lo haría yo! ¡Pero entonces este no quieres ir conmigo pus,
ya ni modos! ¡Ya me andaban este, pus...
para mandarte pedir no te
buscando! ya eran como las siete de puedo mandar pedir, pus... di... mejor
la noche, me fui con él como a las ¡vámonos!, ya estando conmigo pus ¡ya nos
207
cinco y media o seis de la tarde, casamos! y este...y ya, si no me quieres
no'más llegamos a medio camino, entonces pa' que...yo me hago un lado y ya
está lejecito, y me dice -no, mejor este busco alguna muchacha que me quiera
vámonos para atrás-, así que nos y...terminar.
hicimos
buen
rato,
ya
estaba
regresamos
cuando Inv: ¿Usted tenía otras novias, había tenido
oscuro y otras novias antes?
entramos por el, de este lado del Antonio: ¡Sí! Este tuve, este, algunas.
campo, y ya me dice, este -'ora (Ríe). Tuve, como unas quince novias. Sí,
espérame, dice, voy a ver a mi mandé
a
pedir
una
pero,
no
había
cuñada, dice, a ver si tiene algo de nada...causas este, este de familias este
cenar ya traigo mucha hambre-, le no se querían. Yo mandé a pedir a una
digo -ajá-, digo y ¡como que vienen muchacha y no me la quisieron...
Me
'horita los señores, ay qué pena que supongo que no me quiso la muchacha,
me encuentren aquí, dirán, bueno y porque ...si me hubiera querido, se hubiera
tú qué haces en la casa! No, pero salido conmigo o sea la hubiera mandado
por suerte no. Luego regresó y dice - pedir.
oye, ahí vienen mis jefes-, oyó el
ruido
del,
sus
pasos,
dice
-
¡escóndete detrás de mí!-, ya que
agarro y que me siento detrás de él,
pus de por sí soy chaparra pero yo
¡creo que entonces estaba yo peor! Y
Dice mi, mi jefe dice: "vale, dice, no, no te
metas en problemas, este, que digamos
hagas un capricho y te la lleves a fuerza
no...
Mejor olvídala y, y ¡búscate alguien
más!". Simplemente no ya, ya no le rogué.
Tenía yo como veintidós años.
ya que llegan, y se mete mi suegra
adentro del cuarto, dice: ¿ya llegaste?
-dice-, sí jefecita ya llegué - dice-, y ya
me traje a mi novia.
Alberto recurre reiteradamente a la amenaza de buscar a otra, que le abre otra
posibilidad por si la muchacha no acepta irse con él. Es algo aceptado y aceptable
incluso para las mujeres como la misma Zara lo relata. Si bien estamos ante una
208
pareja que se selecciona voluntariamente, para ambos la opción del otro no es la
única posible.
Finalmente se van y años después, ya con hijos, se plantean la
posibilidad de casarse, ella no estaba muy convencida, porque para ella casarse es
para toda la vida, y después de tantos años de casada (en que ha sufrido por el
alcoholismo y violencia de su marido) ya tiene sus dudas de si algún día quisiera
separarse. Entre Alberto y su padre decidieron el matrimonio:
Vente pues...ya estuvimos 'ai yendo con, con mi esposa y este tuvimos el
primer hijo y le digo a mi jefe; pus me voy a casar, y, “pus 'stá bien". Y tuvimos
el, la niña ¡nada! tuvimos al niño hasta ahí sí ya 'ai sí, tres hijos. Le digo sí, le
digo a ella "¿Quieres casarte?", dice "'Ai tú", no, tú dime... "no de mi parte, no".
¡Ella decía que no! -le digo-.
“Tomar para olvidar ”: la salud sexual y reproductiva.
De acuerdo a los testimonios de los Herrera, beber es un acto muy
relacionado con la vida sexual.
Cuando los hombres toman es cuando hablan de
amores, y de la necesidad de olvidar. Mario utiliza como sinónimo de un trago, un
olvido, “aquí para todo toman, te invitan “un olvido”, que si porque te dejó tu mujer,
que si porque ya llegó a visitarte,.... puros pretextos, toman ¡hartísimo!.
Aunque en el discurso de los hombres y de las mujeres se muestra un
estigma hacia quienes “tienen ese vicio” (se refieren al alcohol), la respuesta se
concreta en regaños o golpes a los hijos solteros cuando toman demasiado. Frente
a los maridos e hijos casados que toman, sólo se dan quejas, expresiones dolorosas
y una aceptación pasiva de este problema por parte de las mujeres. Entre los hijos
casados de la siguiente generación la situación no parece haber cambiado.
En el caso de Javier, como ya es casado, nos puede hablar con orgullo de
como anduvo “de canijo" el día anterior en que se fue a beber a Atencingo con sus
amigos y hasta perdió una grabadora.
La idea de la virilidad unida al rasgo de
aventurero y “canijo” está en todas partes, en el lenguaje, en las imágenes, en la
reacción de las mujeres.
Mientras nos cuenta esta aventura Javier, Doña Mariana
(su mamá) le cura la cruda; como toda una experta, le da una friega de alcohol y le
209
inicia un tratamiento con gotas que ella llama "aversivas", que hacen que vomite y
rechace el alcohol.... ante esta escena fue inevitable fijar la atención en la camiseta
que ese día usaba Javier, tenía la imagen de un buldog y el texto "Real Bad Dog”:
Aquí no hay diversiones mas que tomar. Allá (se refiere en E.U.) se toma
menos. Se toma sólo el día de descanso. Si tomas en días de trabajo baja tu
desempeño, estas molesto y puedes tener problemas con el patrón.
Aquí
hasta toman entre semana.
Antes de que Javier terminara la frase, se escuchó una voz femenina con tono
irónico desde el lavadero: “entre semana...".
Se trata de Martha su esposa,
aludiendo a la borrachera de anoche del declarante, "es que esta enojada porque
me fui de canijo" -agrega Javier-, justificándose entre apenado y orgulloso.
La presión sexual de los muchachos cuando toman es constantemente
referida por nuestras jóvenes informantes.
Hay también algunas referencias al
consumo de marihuana, sobretodo entre los jóvenes que vienen de San Nicolás.
Esperanza rompió con un novio de allá por sus presiones y sus vicios:
Sí se pasaba, porque luego a veces me quería tocar así el cuerpo y pues yo
me escamaba mucho. Y yo luego le decía ¿sabes qué?, vamos ir paso a paso,
primero vamos a conocernos mejor, y... es que él luego se drogaba mucho.... Con
resistol y con mariguana, echaba bronca por cualquier cosa y por eso a mi no me
gustaba, ¡era bien desmadroso.
En relación con las enfermedades de transmisión sexual, los hombres hablan
muy directamente y las relacionan con sus experiencias en prostíbulos.
En sus
tiempos, "!Saca uno premios!", dice Mario al relatar como se enfermó de una muy
dolorosa "purgación" (se refiere a la gonorrea) después de ir a un prostíbulo siendo
soltero. Las molestias lo obligaron a salir del pueblo para buscar médico, quien
finalmente lo curó con 200 unidades de penicilina.
Al referirse a la continuidad de
este tipo de relaciones después del matrimonio afirma que “se le empieza a quitar a
uno esa mala costumbre hasta que se casa uno, que ya pues, tiene uno su esposa”.
210
En cuanto a las medidas preventivas lo que percibimos es que los primeros
casos de VIH/SIDA ya se están cultivando en esta comunidad. Hay por lo pronto
tres fuentes de alto riesgo que se están configurando: uno es la iniciación y las
prácticas sexuales con diversas mujeres prostitutas además de sus esposas "a
cuerno limpio", es decir, sin condón, peligrosa metáfora tomada de las montadas de
toros que se realizan frecuentemente en la región.
El otro riesgo está en las
prácticas sexuales de los migrantes, reiteradas historias de contactos con otras
mujeres, con prostitutas y con otros hombres en “el otro lado”, y la falta de prácticas
preventivas con las mujeres “de acá” a su regreso.
Una tercera fuente de riesgo
esta dada por los múltiples contactos sexuales sin protección con “El Chicas”, por
parte de niños y jóvenes que se inician con él. Se trata de un joven, a quien
conocimos en el baile que organizaron las y los jóvenes para adquirir fondos para la
carrera guadalupana . Según nos cuentan los jóvenes, “El Chicas” llega de Chietla a
cuidar su terreno de caña en la ribera del manantial y tiene relaciones sexuales con
los muchachos muy jovencitos a cambio de dulces o golosinas. Se dice que son los
más pequeños los que acuden con frecuencia, aunque cuentan que algunos señores
también se han metido cuando están alcoholizados.
En cuanto a la atención del embarazo y el parto, los pobladores prefieren
atenderse con médico “de paga” la vigilancia de embarazo y los partos en los
hospitales de Salubridad y del Seguro, ya sean
en Chietla o en Izúcar de
Matamoros, una minoría se atiende con las dos parteras del lugar.
La promotora
de salud, Zara es quien hace las canalizaciones a los hospitales, ella ha adquirido
información de los cursos en Salubridad y en organismos no gubernamentales, y
aunque se considera capaz de vigilar un embarazo ella casi no ve embarazadas,
"no quieren decir" porque dicen que si no el hijo nace mudo”.
Según testimonio de Zara, las mujeres unidas, acostumbran la abstinencia
sexual durante los días menstruales y la cuarentena en el puerperio, el número de
hijos entre las mujeres entrevistadas
va
en decremento de generación en
generación.
211
En cuanto al significado de ser madres y padres se confirma en esta
comunidad la división sexual del trabajo y de las responsabilidades familiares, la
maternidad está relacionado cubrir o cuidar incondicionalmente a otros, y la
paternidad con el sostén económico de la casa, esta división ha favorecido una
cercanía de las madres con los hijos y una distancia hacia los padres.
Los comentarios de Mariana y Mario son realmente ilustrativos.
Mariana
recurre a la metáfora de la vida animal para expresar su idea de la maternidad y la
paternidad.
Ante la observación de las totolas, que son las madres guajolotas
que frecuentemente nos rodeaban en las conversaciones que solíamos tener los
investigadores en su patio, ella aprovecha para expresarnos sus conceptos de
madre y padre, en tanto que Mario mas directamente se asume como proveedor y
visitante de su hogar
Mariana: como la totola y Mario: Yo en realidad tuve ora sí que toda esa
sus cuilitos, ellos la buscan familia, a mi cargo de sostenerla y yo no, yo no se
y ella los cubre a todos con me hacía pesado.
Pero yo me salía desde las
sus alas y no saben ni quien cuatro de la mañana y llegaba yo hasta las ocho,
es el papá, ¡ni les importa!. ocho y media de la noche.
Nomás a cenar y a
Igual uno de mamá cubre a dormir. Era yo, era yo un visitante para mi casa
todos los hijos.
Durante nuestras visitas a la comunidad, pudimos compartir el embarazo de
Martha, la esposa de Javier y el nacimiento de su primera hija. Su hija nació por
cesárea en el hospital de Salubridad de Matamoros, de ser hombre se hubiera
llamado Javier, como su papá, pero al ser mujer la bautizaron como María de los
Angeles, como decían en honor a la ciudad de California que les ha dado trabajo por
tantos años.
Ella, que es muy seria y casi nunca la veíamos sonreír, pero por
primera vez se ve sonriente, instalada en la maternidad. Javier dice que quería niño
pero cuando vio que era niña dijo “igual estoy contento. Al principio se siente,
pues... pero ya después contento. . Tener hijos es la ley de la vida. Ya tengo por
quien trabajar”.
212
Tanto la maternidad como la paternidad están muy directamente relacionadas
con la realización personal y tienen un sentido determinista “es una ley de la vida” .
Javier agrega que ahora esperarán tres años para el siguiente “para hacerlo bien.
Estando los papás están mas maduros están mas maduros los huesos y la sangre y
los bebés salen mejor, mas fuertes que cuando uno los hace chamaco”.
La práctica de la planificación familiar y de los métodos anticonceptivos es una
técnica de la cual se han ido apropiando poco a poco los habitantes, adaptándola a
sus propias concepciones sobre la maternidad y paternidad , pese a la Ley de Dios y
la oposición religiosa a los anticonceptivos. El tema se ha recibido a través de
campañas en los hospitales de Salubridad y el Seguro cuando asisten a consulta o
cuando van a dar a luz.
Como promotora de salud e informante, Zara nos puso al tanto de la
situación. A mediados de los 80´s comenzaron a influir las campañas de planificación
familiar y hoy muchas mujeres planifican con pastillas, inyectables, DIU y operación.
Ahora ya tienen menos hijos 5 o 6 aunque el cura está en contra.
En la comunidad ella ofrece inyectables, pastillas y condones pero la
mayoría traen el DIU o se han operado en Chietla o en Matamoros. Ella utilizó un
tiempo pastillas e inyectables y en el 89 se operó. Hay también una unidad móvil
que viene al pueblo a operar de la salpingoclasia.
Al preguntarle por la vasectomía la respuesta es inequívoca “no aquí casi no,
está difícil, no quieren ser menos. Si llegara a haber uno, no dice nada. Se reconoce
que hay hombres que si dejan planificar a sus mujeres, porque pocas lo hacen a
escondidas.
Algunos si dicen: me casé p´ tener hijos y no tenerla de lujo, si
planifican luego andan de locas”. Hay una conocida mayor que Zara pero que se
casó a la misma edad que ella y ya tiene 10 hijos. La mayoría de mujeres están por
los 5-6 hijos “aunque el cura si les ha dicho que la Planificación familiar no está en
su religión”.
Mario tiene una actitud positiva a la planificación familiar, “porque anteriormente
no, nunca se supo, le digo, no se sabía esto de, como orita de las señora que se
deben de este, controlar. ¡No había nada! Ya hasta el trabajo esta escaso, para
213
trabajar, porque le digo yo, pues en realidad tuve, ora si que toda esa, esa familia (7
hijos) a mi cargo de sostenerla y yo no, yo no se me, se me hacía pesado... En esta
época que ya vamos, hay muchísimas cosas para planificar, hacer controlación de la
mujer para no tener mucha familia, pues ya..lo que hay, gente abastecida. Le digo,
ahoy, ahorita, una persona que no se mide para, para tener bastantes hijos... como
¿como los va mantener?”
En general es hasta la generación de Zara que se comenzó a incorporar la
planificación familiar en las prácticas reproductivas “yo me quedé con 6. Pero hay
personas que no entienden o que no sienten dura la vida”
El acá y el allá también está transformando la aceptación de la planificación
familiar. Según Javier las parejas allá si planifican con condón y hasta las mujeres ya
"usan el de ellas." A ellas no les gustan los otros métodos por sus diversos efectos
secundarios. Con las pastillas e inyecciones, ha oído que algunas suben de peso y
otras bajan “las familias tienen también menos hijos allá, en familia chica se vive
mejor”. Hace el recuento de todos sus familiares migrantes en E.U. y concluye que
tienen en promedio dos hijos, o sólo uno. Como contraste menciona a uno de los
Lesama en Iguanillas que tiene 18 hijos y otra familia que tuvo 19 o 20.
Al trabajar con los grupos de secundaria en torno a la pregunta de dónde se
veían dentro de cinco años no apareció la expectativa de vivir en pareja. Casi todos
hablaron del deseo de trabajar y de irse, Tanto los varones como algunas de las
mujeres se ven en el futuro trabajando en Puebla o en México, fuera de Iguanillas,
en fábricas, en restaurantes, en casas (como domésticas), algunos concretamente
se imaginan trabajando en los E.U.
El Viernes Santo acompañamos a Zara y a Mariana, su madre a la
Procesión del Silencio.
Sorpresivamente nos tocó escuchar
un elocuente
discurso del párroco en el que se condena severamente a quien utiliza métodos
anticonceptivos.
El equiparó el uso de anticonceptivos al acto de asesinar. En
un púlpito improvisado en una de las principales calles de Chietla, al detenerse la
procesión en la representación de la tercera caída de Cristo, el padre aprovechó
214
para hablar del sacrificio que debemos a Dios, y de la necesidad de renunciar a
nuestras comodidades para retribuirle el derecho a la vida.
Párroco: Hoy, Cristo nos da la oportunidad de reconsiderar, de revisar
nuestra vida. Cristo nos ama y nos da la oportunidad de perdonarnos. Y
nosotros, muchas veces enseñamos la imagen de una Dios Castigador,
¿cuántas veces no le dicen a los hijos Dios te va a castigar.?...Pero se nos
olvida que Dios es amor, él nos ama y quiere que nosotros amemos a los
demás. Dios es dueño de la vida y de la muerte. El es un defensor de los
derechos humanos, del derecho a la vida. Les voy a referir una carta que
escribió uno de los NO NACIDOS. Los no nacidos son seres indefensos que
no tuvieron derecho a la vida.
Comienza así: Papá, no, no te puedo llamar
así, porque tú no permitiste que mi madre me concibiera. Por pensar en dar
una vida mejor a tus hijos, en realidad lo único que quieres es satisfacer tus
caprichos, tus deseos, vivir cómodamente... Y por eso me negaste el derecho
a la vida. Ustedes me han asesinado y me han impedido vivir.
Cuanto lo
siento por ustedes... Mamá, no, no te puedo llamar mamá... porque tu no lo
permitiste. En tu consciencia llevas la frase grabada: asesino, asesina. ¿Que
harías si a tu padre o a tu madre, -ese ancianito o ancianita indefenso y
desvalido- lo agarraran a palos hasta matarlo? eso es lo que han hecho
ustedes con nosotros, nosotros, seres indefensos: los no nacidos.
Hoy, Cristo nos da la oportunidad de reconsiderar, de revisar nuestra vida.
Cristo nos ama y nos da la oportunidad de perdonarnos.
Hijos no olviden nunca que Cristo nos sigue amando y esta dispuesto a dar
todo por nosotros. Ahora lleva una cruz pesada, cae y vuelve a caer. En el
caminar de nuestra vida tendremos tropiezos, esos tropiezos son la
oportunidad de levantarnos, para seguir el camino de la verdad, la vida. el
camino de la salvación, la justicia, la fraternidad y la santidad.
Estemos
dispuestos a aceptar nuestra vida, así como él cae por tercera vez bajo el
peso de la cruz, nosotros queremos el perdón de nuestros pecados.
215
La idea de un enorme endeudamiento con Dios alimenta la concepción
religiosa común en las vertientes cristiana y mesoamericana de una relación de
intercambio en la que hay que hacer sacrificios enormes para mantener el equilibrio
con la naturaleza y no interferir con los procesos de la vida y de la muerte.
Sin
embargo, la relación directa de la anticoncepción con el asesinato es un discurso
católico reciente que, sin duda, está confundiendo a las mujeres de Iguanillas.
Terminadas las palabras del sacerdote, seguimos la procesión. Doña
Mariana comenta: “que bonito habla el padre, es una gran persona”.
Ella se va a
la iglesia porque quiere escuchar el sermón de las siete palabras.
Zara decide regresarse y yo la acompaño. Como promotora de salud, como
mujer de otra generación y por sus rasgos individuales de asertividad y autonomía
ha ido asumiendo el derecho a la información y al control sobre su cuerpo sin
abandonar sus convicciones religiosas, el momento se aprovecha para preguntarle
¿Cuál es tu opinión del discurso del sacerdote?
Pues estuvo bien, aunque yo creo que, así como el dice pues no, porque ¿por
qué traer niños nada mas a sufrir? ....en lo del aborto estoy de acuerdo que es
como agarrar a palos a un ancianito, como un asesinato, pero lo otro no. Yo ya me
opere y antes utilizaba pastillas...aunque Alberto
nunca estuvo de acuerdo...
Pero para mi eso no es problema, yo pienso que es necesario. El no quería que
yo me operara porque decia que ¿qué iban a decir sus amigos que él ya no servia
para nada?...Yo como le dije, a mi me va y me viene lo que digan sus amigos.
Luego me quise operar y Alberto no quería porque dijo que era muy caro.
Yo
como le dije, pues si es gratuito el servicio. Me vine aquí a Chietla a Salubridad.
Me hicieron dar muchas vueltas, que análisis de sangre y sabe que tanto, total
nunca me podían hacer los análisis. Hasta que les dije, bueno yo estoy decidida
a operarme, así que si me quieren operar bien pero, y si no pues ya ni modo, yo
ya no voy a volver. Entonces que me dicen, ¿de veras esta segura que se quiere
operar, si -les digo-... .¿así sin análisis?, ¿usted se operaría?, si, a mi no me
importa, total si me muero pues ya me morí, yo estoy decidida a operarme..
216
En este testimonio llama la atención la fuerza de la convicción de Zara, y es
muy preocupante cómo, ante la necesidad y decisión sobre la fecundidad, las
mujeres se deciden a arriesgar hasta la vida. También es interesante ver como
Zara le da la vuelta a la opinión del Sacerdote. Las creencias religiosas están muy
arraigadas, en los santos, en la virgen y otras deides tienen depositadas sus más
importantes esperanzas. Hombres y mujeres están siempre cumpliendo promesas
al santo patrón y a la Virgen de Guadalupe, participan en peregrinaciones y
procesiones para pedir ayuda y para agradecer las bondades recibidas.
Pero su
relación con el sacerdote es instrumental, de hecho lo critican aunque es un
personaje del cual no pueden prescindir en las ceremonias religiosas, él es una
aportación simbólica indispensable en los ritos, aunque no merece la jerarquía ni
el respeto que los santos y dioses sí les exigen.
María, una de las sobrinas de
Mariana hace esta crítica: “estos curas llegan y se van corriendo. Quien habla la
palabra de Dios, de ella vive. Ya por cada misa nos cobra de 40 a 100 pesos,
además de lo que se junta de limosnas, ellos siempre se la llevan y no dejan aquí
nada”.
La clara diferenciación entre los representantes de la iglesia y las creencias
religiosas permite comprender la aceptación de los anticonceptivos, a pesar del
rechazo que expresan los primeros.
El estigma al embarazo entre las solteraas es real, toda vez que muchas de
las jóvenes que se embarazan tienen que irse a vivir a otro lado, pero el uso de
anticonceptivos entre ellas tiene también una connotación muy negativa.
Nos
cuenta Mariana:
“pero ha habido, pues muchachas que sí salen gorditas. Sin casarse. No
voy hablar de mí misma ...pero sus hijas de mi hermana, una es maestra, la
otra parece, ¡parece! que es este trabajadora social, esas se metieron a
estudiar, le dieron estudiando, la maestra por medio de su enseñanza que
le agarraba lejos pa' venirse pa'cá y irse pa' su trabajo, estuvo en
Matamoros allá en un hotel y ahí, ahí se hospedaba ¿no?, 'tonces ahí iba el
novio, hacía de las suyas que quería con ella y salió gorda, cuando ya se
217
sintió atorada hizo que la pidiera, la pidió y se casó pero ya estaba
embarazada.
La, la otra, pues esa, no salió embarazada porque hasta la
vez no está ¡ah, miento! sí, la primera sí también... esa era, este ... ¿cómo
se llamaba? esa coordinación que había de este, de ¡muchas muchachas!
que coordinaba el estado de Puebla, las andaban trayendo ¡por los
ranchos, allá! revisando las casas cómo se estaban, bueno platicando, no,
más que nada, (tos) este, entonces, ¿cómo, cómo, qué nombre tenían?,
ella anduvo en eso, andaba por Huauchinango, por este, Piastla, por
Chinahuapa, por ¡muchísimas partes que andaba! también salió gorda, pero
el muchacho que se hizo de ella, pues gracias a Dios también vinieron a
pedirla y se casó con ella y hasta la vez viven pues con ellos”.
Algo que nos llamó mucho la atención cuando empezamos a preguntar
sobre este tema es que la gente nos refería casos de incesto y abuso sexual. Zara
que es una mujer mucho mas informada y asertiva ubica la necesidad de proteger
a esas chicas que son víctimas de abuso sexual. Ella dice que los muchachos y
las muchachas necesitan información. Nos cuenta de un caso de una muchacha
madre soltera, que tiene ya 7 hijos. Los chismes dicen que son de su padrastro,
con el cual vive, dice que ella ha tratado de hablar con ella, pero que es imposible
sacarle nada.
A la propia Mariana le cuesta mucho hablar de su propia experiencia de abuso
sexual, y no fue sino hasta después de un año de conocerla que nos pudo
compartir los intentos de abuso sexual que sufrió cuando era soltera, y hasta
entonces entendimos que ella se casó para librarse de esa amenaza.
Viera que yo me case porque había uno de la familia que quería abusar de
mí. Su madre y mi madre eran primas. Ese hombre era mayor que yo.
Cuando mi mamá y mi papá se iban y yo me quedaba sola en la casa, se
dejaba venir y me decía: yo te voy a hacer algo que luego ya ni quien sepa, ni
quien se de cuenta. Cuando yo le pregunté que como sabia ella que él quería
abusar de ella me contesta: Con perdón de usted pero, el se tocaba con la
218
mano enfrente y me decía que la tenía (hace una señal para referirse al
tamaño del pene) así de grandota, que me iba a gustar. Yo no me deje. Me
daba miedo. Yo no sé de eso, ora si que yo
no era una experta. Lo que
me salvó que yo utilizaba calzones de manta gruesa, de esos que se
amarraban con cinta, eran triples. Así me enseñó mi madre y
salvaron.
esos me
Una vez que yo estaba barriendo la cocina y que llegó él, tome
un cuchillo y se lo puse en la cintura y lo amenacé.. entonces me dijo que él
había gozado a muchas mejores que yo. Por eso mejor me casé. Porque yo
tenía miedo. Al casarme, el ya no me iba a encontrar sola. Esto nunca se lo
conté a Mario, solo a mis hijas se los conté, para que se cuidaran.
El aborto es un tema familiar entre las mujeres. Mariana por ejemplo ha
tenido tres abortos, uno de ellos fue por antojo
Mariana: jueron siete hombres y tres mujeres, ¡y tres abortos!
Inv: ¿y por qué no se daban algunos?
Mariana: (carraspera) según creencias, que son antojos, porque en acabada de
"segunda" que le nombramos del temporal de la milpa, estaba yo embarazada,
tenía yo apenas cuatro meses, y se hizo la comida arreglaron todo y, a la señora
grande se la llevaron y una nuera que tenía ella y yo nos quedamos en la casa
pero no nos dejaron ni un refresco y yo eso era lo que quería, un refresco. Pasó
ya agarré y le dije a, a la muchacha, le digo "mira sabes qué yo no quiero comer",
....entonces yo me quedé con la hambre de ese refresco. Luego en la noche
empecé a estar mala y otro día que me voy con mi mamá, le digo "hay mamá" le
platiqué, agarra y se viene, y me viene a comprar el ¡refresco, pasteles! y cositas
así y que me las lleva, pero no luego me vino el sangrado .... y cayó, y cayó, ese
fue el primer aborto que tuve.
Inv: ¿Y aquí no hay mujeres que buscan el aborto?
Mariana: Bueno, ¡sí las hay desde tiempo, tiene mucho tiempo que las hay! ¡De
mucho tiempo! Mire, cuando yo tuve precisamente el primer aborto, vino una y
que mi dice "oye, ¿qué te hicistes para abortar?", le digo "¿yo? Dios me juzga que
no me hice nada, al contrario, estoy a disgusta porque yo sé que es un pecado
219
mortal eso, y pues a mí me sucedió y, no sé ni por qué", "no, dice, pero mira que
está bueno que tú este, ¡dime, dime lo que te hicistes! yo quiero, yo ya estoy
embarazada yo quiero que caiga". Pero no, yo pienso que eso viene de raíces
muy hondas, de sí mismas han venido ...yo, oía yo, que decía esa que me vino a
preguntar, que se ponían las hojas de, de delfa, una planta que es larga y su hoja
es largita así puntiaguda, que se ponía esas hojas y se, se las tomaba que es muy
amargo, o que se tomaban este, o sea tés amargos, para que con eso amargo les
venía aquéllo. Han aprendido de ...de sí mismas de sus ideas, ¡malas ideas! yo
pienso .
La opinión sobre las mujeres que abortan es de gran desprecio, Mario dice
que no deja que su hija estudie en CONALEP porque las muchachas que estudian
allá tienen mala fama “El CONALEP es un relajo, las muchachas ¡nomás se van a
embarazar allá!, luego lo abortan y lo van a tirar al campo”.
María, una sobrina de Mariana que vive desde hace muchos años en
Jalapa y que regresa de vez en cuando a su pueblo, tiene una experiencia
cercana. A ella también la obligaron a abortar cuando era joven y considera que
esa experiencia le destrozó la vida.
Ella abortó de su primer novio y quedó destrozada, la decisión estuvo confusa
entre ella y su novio. Después de esa experiencia entendió...y ya no permite que
decidan sobre ella, entonces decidió embarazarse del primero que pasara, que
resultó ser el hermano de su novio.
Se entregó. Desde entonces no le ha
importado quién es el padre de sus hijos sino tenerlos y dedicar su vida a ellos.
Tener vida sexual con otros hombres, con cualquiera genera menos culpas que
abortar, este último acto tan cargado de valoraciones negativas, puede sin embargo
limpiarse con una maternidad magnificada y sin límites, tal como María, después de
vivir ese aborto ha decidido dedicar la vida entera a sus hijos.
220
Las y los estudiantes de la Telesecundaria manejan un cierto lenguaje para
hablar del cuerpo, de la fisiología y de las medidas peventivas tanto para el
embarazo como para las enfermedades de transmisión sexual que no tienen
quienes no asistieron a la secundaria.
Sin embargo, como la enseñanza es muy
puntual y no cuentan con mayores recursos para ampliar el conocimiento en estos
temas, la recepción entre los jóvenes es muy confusa e imprecisa. Saben que
existen varias enfermedades de transmisión sexual: la sífilis, la gonorrea y el
SIDA.
Nos explicaron que el SIDA se transmite por sangre infectada y de la
madre al hijo, hubo que reiterar varias veces la pregunta para que nos hicieran ver
que también sabían que se transmite al tener relaciones sexuales. También nos
dijeron que en la escuela les explicaron cómo se usa el condón, en un video de los
programas que llegan. Los estudiantes y las estudiantes combinan los efectos de
prevención de embarazos indeseados y la transmisión del VIH, como si ambos
riesgos pudiesen evitarse lo mismo con el uso del condón como con pastillas o
inyectables hormonales. Han incorporado en su léxico los términos de
“heterosexualidad” y “homosexualidad” como equivalentes a “tener una sola
pareja” o “ser promiscuos”, respectivamente, “hay algunos que tienen sangre
infectada”.
Gloria por ejemplo, que es una buena estudiante ha asimilado una concepción
reproductiva de la sexualidad pero sabe que tiene lagunas de información
respecto a las relaciones sexuales.
No, mas bien nos han hablado de la unión y todo, pero no nos dicen cómo
un este, o sea, se une, eh.. el aparato del hombre con el aparato de la mujer,
y este, y ahí ocurre que se este ¿cómo se llama? se forma un óvulo y este se
va desarrollando y ya hasta después ya se dan cuenta de que tienen un bebé.
La situación de la educación sexual también se comparan con los Estados
Unidos. Javier hace una crítica negativa a la educación sexual de las escuelas de
los Estados Unidos:
Allá los jóvenes tienen relaciones.., no debe ser, mejor debían de abstenerse.
Lo hacen hasta en el baño de las escuelas. Son muy liberales allá. Hasta
221
reparten condones en las escuelas. Yo creo que así les instruyen a tener
relaciones sexuales." Allá las mujeres son de "estar un rato y después ...ni te
conozco".
"El SIDA pega duro... ya tomados, les vale ... hacen lo que sea.
La ambigüedad de este discurso es realmente una barrera a la prevención, se
aceptan las relaciones extramaritales, las relaciones con prostitutas y no se acepta la
información y acceso a los condones en las escuelas.
Entre los jóvenes sí escuchamos experiencias de uso del condón, tanto
mujeres como varones ocasionalmente lo han utilizado como anticonceptivo en las
relaciones sexuales con sus novias o novios.
una importante barrera
Pero no ha sido fácil conseguirlos,
es el limitado acceso a los preservativos en el lugar.
Quienes los tienen a la mano son las promotoras de salud, ellas los reparten a
algunas de las mujeres casadas que los solicitan.
Los jóvenes no se atreven a
pedirlos libremente a las promotoras, pues sería poner en evidencia sus
relaciones,
así que sólo los hijos, hijas y sobrinos cercanos a la casa de la
promotora han conseguido condones por la vía del robo y la clandestinidad.
Fernando afirma que se pueden comprar y hasta conseguir regalados
“como es mi.. mamá a, pues nomás los agarro(se refiere al condón) pa'que no
sepa”.
Esperanza también tomó un condón de los que le regalaron a su mamá
cuando era promotora para utilizarlo con su novio; ella buscaba prevenirse del
embarazo pues cuando está menstruando no le preocupa tener relaciones
sexuales sin condón, lo cual denota su conocimiento sobre el ciclo menstrual y el
periodo fértil de la mujer, “una vez que no tenía la regla, entonces si, como mi
mamá tenía de toda esa medecina y le daban todo eso cuando era promotora, lo
tomé (se refiere al condón) y luego, ya... lo hicimos”.
Esperanza es un caso excepcional en que ha aplicado el conocimiento que
aprendió en la escuela y en las películas, y aunque no le parecía mucho al novio
que ella supiera tanto, ella fue quien le explicó a él cómo actúa y como podía
utilizarse el condón.
222
Entonces este pues no sé, él tenía muchas ganas de hacerlo y entonces
dice: no -dice-, pues ¿sabes qué? que lo quiero hacer, -le digo-, pero no
puedo ahorita, dice: no pues, cualquier cosa -dice-, o solamente -le digo-,
que te - le digo-, que uses el condón, dice aunque sea, le digo bueno y ya
se lo di .
Inv: ¿Checaste la fecha?
Esperanza: Sí. Pues ahí en que luego a veces busco que tiene abreviado
todo eso, ajá, ahí me fijé y todo.
Inv: ¿Y él sabía usarlo? ¿Quién le habrá enseñado?
Esperanza: Pues quién sabe(rie), o sea no pienso muy bien que sí sabía o
que no. Cuando le dije la primera vez -dice-, y ¿qué es eso? no pues eso
se lo ponen -le digo-, para que los espermatozoides -le digo-, no pasen -le
digo-, y no provoquen un embarazo, dice !ah!, y ya así, después le... él casi
no sabía nada, nada de esto, ni que uno reglaba ni nada de eso y hasta que
una vez le comenté de todo eso dice; !ah! -dice-, si no -dice-, yo no sabía
nada de eso -dice-, le digo: !ah! Dice: !ah! pues está bien que sepas mucho
-dice-, pero ni tanto tampoco -dice-, le digo: no -le digo-, pues sí -le digo-,
un poco más o menos, dice: !ah!
Inv: Pero de todas maneras hay que saber usarlo, ¿quién lo sabe usar?
¿De dónde tenías esa información?
Esperanza: Mmhu, pues sí porque, ahí nos daban clases en la escuela y
ahí le mirábamos cómo le hacían y todo eso. Pues sí pero a veces éramos
puras mujeres, lo ponían el video y ahí mirábamos.
Y también aquí mi
mamá, una vez tenía una película, de MEXFAM, o no me acuerdo,
entonces una vez la puse, estaba yo sola, la puse.. ahí me fijé.
Las chicas que han ido a California saben mas del SIDA y de los condones,
dicen que allá escucharon de eso en la escuela y en la televisión.
Pero
la
mayoría de las jóvenes, aunque tienen algo de información, no tienen acceso a los
223
condones, y sería un escándalo que lo pudiesen pedir abiertamente a la promotora
de salud o que fueran a comprarlo en las farmacias.
Templanza y prácticas abiertas en la Familia Herrera.
En la familia Herrera hay prevalece una constante contradicción entre la
importancia de las reglas morales y los comportamientos. El liderazgo tan visible de
Mariana es muy ambivalente, con una indiscutible fortaleza interna y al mismo
tiempo un gran sometimiento a la moral social y las necesidades de los demás.
Mario su compañero es también un ejemplo de tenacidad y autoexigencia en el
trabajo que ha redundado en una familia de hijos muy trabajadores y responsables, y
sobretodo personas que luchan con gran esfuerzo para vivir mejor. Sus trayectorias
de vida sexual han sido mas reflexionadas que en los casos de las otras familias
analizadas, tal vez por esa presencia siempre constante del discurso regulador ya
sea religioso o secular por parte de Mariana y Mario.
En el fondo de esta pareja hay sin embargo, un hecho cargado de
significación sexual que va a interferir siempre en su relación: la duda de si ella
llegó virgen al matrimonio, evento que parece haber marcado una herida que no
ha cicatrizado en 40 años, al grado que Mario no puede ni mencionarlo cuando
nos habló de su noche de bodas, en tanto que ella lo referirá constantemente en
las conversaciones como una de los reproches mas constantes que ha recibido de
su marido y una de las penas mas grandes que ha vivido, toda vez que puso en
duda su ser femenino y su valor como mujer.
En la concepción del ser hombre y ser mujer de Mario y Mariana, está ese
varón activo que debe dirigir el acercamiento a las mujeres y que como padre
cumple una función de proveedor a toda costa; y esa mujer recatada que exige
respeto y renuncia a todo por sacar a sus hijos adelante. En su concepción de
género no existen más que dos opciones: hombres y mujeres heterosexuales, no
cabe mas que la orientación heterosexual, concepto que evidencian al referir las
extrañas costumbres de la tía de Mario, esa mujer tan hombruna y que se
224
acostaba con las sirvientas, y que para él “era un hombre” en tanto que para ella
“era mitad hombre y mitad mujer”.
En las relaciones de noviazgo de los Herrera, los hombres siempre han
tenido dos o tres novias antes de casarse o unirse, en tanto que las mujeres
mayores, Mariana y Zara hablan de un solo y único amor, con un varón 8 y 10
años mayo.
Pero las jóvenes de hoy, a los 15 años ya nos hablan de cuatro y
hasta cinco novios, casi todos compañeros de la escuela, más o menos de la
misma edad o un poco mayores; y los muchachos nos relataron anécdotas con
novias aún mayores que ellos.
Los espacios que esta comunidad asigna al cortejo no parecen haber
variado mucho, siguen siendo las calles, la tiendita, la iglesia, el molino; aunque
desde luego se han agregado ahora los espacios de la escuela y las canchas
deportivas.
Las casas siguen siendo un espacio prohibido . Los espacios se
reasignan, las mujeres no deben estar en la calle por las noche; en la madrugada ,
antes de que los papás se levanten, el molino es el lugar de las citas amorosas,
imposible verse ahí después de las 7 cuando todas las mamás van a llevar su
nishtamal; en algunas ocasiones, como es el caso de Esperanza, el velo de la
noche ha permitido que sea precisamente la casa el lugar donde se pueden
experimentar los contactos más íntimos con el novio.
Las miradas han sido los mensajes de deseo que arrancan los procesos de
cortejo en las parejas de esta familia, de ahí se pasa a la declaración verbal por
parte del varón “él me habló”, o “le hablé de amores” que va acompañado de una
rito de ruego hasta obtener el sí y comenzar del noviazgo. Las cartas entre novios
que utilizaban Mario y Mariana no siguieron utilizándose en los noviazgos de sus
hijos, ni de sus nietos.
Aunque es “de ley” que sea el hombre el que primero
hable, como señalan tanto Mario como de Javier, es un hecho que hoy algunas
de las hijas y hermanas menores están tomando la iniciativa para “hablarles” a los
novios, con lo cual ellas están empezando a decidir y a elegir activamente, sin el
225
sentido tan determinista de los relatos de Mariana y Zara cuando “el destino así lo
quiso” en el primer caso, o bien, “le ganó la voluntad” a la segunda.
El cuidado de
la virginidad de las solteras y los modos de control no
presentan mayores variaciones entre los diversos miembros de esta familia, las
amenazas paternas o de las maestras de la secundaria, los golpes maternos, las
correteadas y pedradas a los novios por parte de los hermanos, los chismes,
siguen siendo de todos los días.
Sin embargo la valoración negativa de las relaciones pre-maritales está mas
relacionada con el riesgo de que el novio “luego se arrepienta de casarse” que con
la significación de pecado. De acuerdo a los relatos de nuestros informantes, todo
parece indicar que las normas religiosas están sobre determinadas por las
necesidades de alianza.
Tanto en el caso de Esperanza como católica, como el
de Gloria, su amiga la evangélica, la norma religiosa sobre la abstinencia femenina
antes de la unión está sujeta a una realidad pragmática:
oportunidades para unirse con un buen partido.
la pérdida de
En el primer caso ella es
perdonada por el sacerdote, sin encomendarle una mayor penitencia, y en el
segundo –como no hay confesión- ella se arreglaría conversando directamente
con Dios; pero sus padres y abuelos señalan la norma, condicionando el perdón a
los casos en que los hechos terminen en unión conyugal y matrimonio.
Las
maestras también proscriben las relaciones sexuales pero sus argumentos se
relacionan con la necesidad de estudiar más antes de enredarse con los novios.
Lo que hemos llamado distancia íntima en este estudio no era realmente
permitida en tiempos de Mario y Mariana, pero entre sus hijos los besos y abrazos
pasan a ser experiencias cotidianas que no ponen
riesgo la dignidad de las
mujeres siempre y cuando se den en privado. Entre los hijos y nietos mas jóvenes
besarse y abrazarse en público “sin esconderse”,
ha dejado de ser una
transgresión; pero las relaciones sexuales entre novios están empezando a ser
ahora prácticas clandestinas en las que llega incluso a utilizarse el condón,
aunque mucho menos de lo que todos y todas refieren que ocurre entre sus pares.
226
La ambivalencia que conlleva la experiencia de la migración a los Estados
Unidos permea los sentidos y significados de la vida cotidiana, “allá se vive mejor,
se come mejor, se tienen mas comodidades, pero se pierde libertad; la metáfora
de ‘la jaula de oro’ es muy sugerente. Como nos dijeron allá cuando los visitamos,
ellos con gusto podrían prescindir de esos lujos.
Las trayectorias de vida de
quienes han migrado en esta familia señalan la gran trascendencia que esos
viajes han tenido en sus
expectativas de vida, así como en el arranque de
procesos reflexivos sobre la sexualidad, el cortejo y la vida reproductiva.
En el
caso de Javier es muy obvio como la migración propició que pospusiera la edad
para unirse, que viviera allá prácticas sexuales en relaciones “sin compromiso” y
cómo esa experiencia le abrió otras opciones de realización personal “los que se
quedan aquí nada más piensan en casarse”.
El caso de Esperanza, como del
de casi todos los y las jóvenes de su generación, ella sueñan con volver, el mejor
futuro se vislumbra allá, en el otro lado; pareciera que la experiencia de vida que
tuvo allá le permitió ver otras posibilidades y ahora el pueblo le parece aburrido y
no encuentra una importante razón para quedarse. Además, desde que se le fue
el novio a California, ella queda en una posición de espera muy desventajosa, no
puede salir con otros ni satisfacer con nadie sus deseos sexuales y no tiene la
seguridad de que vuelvan por ella como se los prometieron. De ahí el sentido de
revancha que toma cualquier cortejo que se permita.
El caso de Ana Belén es muy interesante pues se trata de una joven que al
ir y venir a otras ciudades (ella nunca ha ido a los Estados Unidos) la distingue del
resto de las muchachas que nunca han salidos. Ella es la única informante con
expectativas de estudios superiores, está mucho mas informada y
hasta sus
intereses culturales son otros, tiene preferencia por cantantes norteamericanas,
y es mucho más analítica al hablar de la noviazgo y de la sexualidad, con toda una
posición personal reflexiva.
Entre las emociones ligadas a la sexualidad y al cortejo en esta familia
resalta la importancia del amor y de los celos.
enamoramiento
La referencia al amor y al
no tiene una presencia importante en los relatos de Mario y
227
Mariana, pero entre sus hijos y nietos llena los testimonios recogidos, aunque
también se habla de relaciones menos comprometidas
o “de pasa-rato”,
sobretodo entre varones y entre jóvenes de ambos sexos.
Pero si algo caracteriza a los Herrera es la presencia constante de los
celos.
Los celos de Mario y de Alberto han sido el punto de partida tanto para
denigrar y agredir simbólicamente a Mariana, como para golpear por muchos
años a Zara.
En las parejas mas jóvenes, Esperanza, Ana Belén y Fernando
señalan a los celos como el tema central de los chismes, sentimientos que
propician un voto de desconfianza muy generalizado hacia los novios y un pretexto
para las revanchas femeninas. El norma contra la infidelidad se expresa también
míticamente en el personaje de la Andalona, esa imagen femenina monstruosa
que se aparece a los infieles.
El miedo a la primera relación sexual en Mariana y Zara se relaciona con
los relatos de dolor a la penetración que circulan en la comunidad y con la
incertidumbre, la falta de referentes de lo que irían a vivir la primera noche
conyugal. Sus relatos contrastan con los de la joven Esperanza, único testimonio
femenino de coito en que no se menciona el miedo y en el que además salen a
relucir las nociones escolares sobre la fisiología de la reproducción y el
funcionamiento de los dispositivos preventivos.
Las relaciones con prostitutas confirman un rito de iniciación en relatos muy
parcos, pero que se significan como fuente de experiencia y confirmación
masculina, la frase de Alberto es elocuente: “a los 20 años me hice hombre...!me
dilaté mucho!.
Las formas de decisión para la unión entre los Herrera han sido “la pedida
formal” en el caso de Mario y Mariana, y la fuga concertada entre sus hijos, pese a
los lamentos de Mariana porque ni sus hijas siguieron su ejemplo; la familia
confirma que es esta segunda, la pauta más generalizada en la comunidad y que
la primera modalidad representa un modelo idealizado que casi nadie concreta a
la hora de los hechos.
228
En torno a la Salud sexual, las premisas de género propician un círculo
vicioso difícil de romper. La ingestión de alcohol y marihuana son premisas de la
construcción masculina en la localidad,
así como los ejercicios de conquista
amorosa, de tal manera que las chicas están constantemente sujetas a presiones
sexuales por parte de las muchachos, sobretodo cuando han realizado un
consumo abusivo de tales drogas.
Toda vez que el VIH/SIDA circula en la comunidad como rumor, y bien a
bien nadie conoce a alguien que viva con el virus,
el tema no parece estar
articulado con la vida sexual de los informantes, los varones no se protegen en las
relaciones con prostitutas, ni con sus esposas, ni nadie mencionó que lo usaran
los niños y jóvenes al tener relaciones con “el chicas”, quien mantiene relaciones
con tantas personas.
Pero el uso de anticonceptivos es ampliamente aceptado después de más
de 15 años de iniciadas las campañas de planificación familiar en la comunidad,
pese a los discursos tan
católicos locales.
vehementes en contra, por parte de
los ministros
Zara nos permite acercarnos a la forma como las mujeres
logran conciliar esta oposición. Ella distingue muy bien sus creencias religiosas,
de sus necesidades familiares, y respecto del representante de la iglesia, en lo
que parece un sujeto fragmentado, y tal vez una forma pragmática en que los
seres humanos solemos afrontar y resolver nuestras contradicciones. ¿por qué
tendrían que ser consistentes estos tres elementos, cuando todos somos resultado
de múltiples combinaciones y contactos culturales?. Ella tiene la convicción de
que “no se debe traer niños nada mas para sufrir” a partir de la cual ella puede
hacer una apropiación selectiva y crítica del discurso religioso al respecto.
El tema del aborto sí se reproduce como un asesinato y un pecado mortal,
tanto en Zara como en Mariana, tal como lo califica el sacerdote, sin embargo ellas
refieren múltiples casos en la comunidad en que se recurre a plantas desde todos
los tiempos “vine de raíces muy hondas” y es un saber que se ha perpetuado
entre las propias mujeres. La vivencia genera una culpa que amenaza la imagen
materna y femenina, del caso de María aprendemos que ella buscó limpiar el
229
pecado a través de un embarazo casi inmediato y una vida centrada en los
deberes maternos.
En cuanto a la prevención de embarazos en el noviazgo, los jóvenes de
esta familia han recurrido al ritmo y al condón, en lo que parecen nuevos ensayos
esporádicos que
colocan a Esperanza y a Fernando como pioneros de una
cultura preventiva de la vida sexual dentro del noviazgo en su comunidad; no hay
precedentes de uso de anticonceptivos en el noviazgo, ni entre sus padres ni
entre sus hermanos mayores.
Por el contrario, los relatos están plagados de
casos de novios que se han tenido que casar o unir por un embarazo o por haber
tenido relaciones sexuales.
Pero aunque se está empezando a utilizar anticonceptivos en el noviazgo,
la idea de unirse y tener hijos tan pronto se termina la secundaria no ha cambiado.
Las jóvenes campesinas no tienen mayores opciones de vida ni argumentos que
las motiven a postergar el matrimonio; los muchachos enfrentan una presión para
ganar dinero en el momento de terminar sus estudios, con la idea de que
colaboren, pero también de ser autosuficientes. Además, como las concepciones
de maternidad y de paternidad están vistas claramente en esta familia como ”ley
de la vida” y se vinculan a una drástica división sexual del trabajo, -los testimonios
de Mario y Mariana son elocuentes-, es lógico que las chicas de 16 o 17 estén
gustosas de dedicarse a cuidar a sus hijos, y vean en el matrimonio y la
maternidad la confirmación de su ser mujer; en tanto que ellos impulsados a
generar ingresos y proveer los insumos, están listos para unirse antes de concluir
la segunda década de su vida. Los procesos en el ciclo de Esperanza y Gloria su
amiga son claros: 1)graduación escolar, 2) noviazgo con miras conyugales/con o
sin relaciones sexuales, 3) fuga con el novio y 4) embarazo , -de estos dos últimos
eventos nos enteramos un año después de concluido el trabajo de campo- y nos
ilustran como la información y práctica de uso de anticonceptivos no es la razón de
la maternidad temprana, sino que esta es consistente con su trayectoria y
expectativas reproductivas.
230
Pero no olvidemos que los embarazos juveniles están también relacionados
con casos de incesto y abuso sexual, los testimonios al respecto nos dibujan
situaciones de atrapamiento en que toda la comunidad sabe que el padre o el
hermano mayor es el padre del hijo o hijos de la chica, son blanco del estigma y a
veces salen a vivir a otros lugares, pero nadie hace nada al respecto. Mariana es
un caso en que pudo evitar caer en una situación así, pero pudo escapar a través
del matrimonio.
Entre los Herrera los cambios generacionales se ven en la edad y el
número de noviazgos , y en que las muchachas ahora toman un papel más activo
tanto en el inicio del vínculo como ante los acercamientos y contactos sexuales. Y
si bien la valoración de la virginidad ha sido sustancial en la educación familiar,
hay definitivamente otra actitud en Esperanza, en Francisco, en Ana Belén. Hoy la
distancia íntima, los besos y abrazos no son transgresiones, en cambio tener
relaciones sexuales son prácticas clandestinas, y se viven con menos miedo que
el que tuvieron sus madres y abuelas ante los primeros encuentros sexuales. Sin
embargo, las presiones sexuales, el abuso y la violencia hacia las mujeres en las
relaciones sexuales no presenta ningún cambio sustancial. En esta familia es
claro como la migración ha desencadenado reflexiones sobre el género y la
sexualidad y favorece la circulación de mayor información preventiva de la salud
sexual, un retraso al matrimonio, y también puede ser un catalizador de inicio de la
vida conyugal por fuga concertada de los novios
“hacia el otro lado”.
La
posibilidad de controlar la fecundidad ha sido incorporada por las casadas desde
la segunda generación, y entre los jóvenes es una opción clara aunque difìcil de
acceder.
Experiencias de uso de condón entre novios son ensayos inéditos en
esta comunidad que parece expresar un nuevo vínculo de noviazgo y una actitud
preventiva aislada que aún no cuenta con ningún apoyo institucional. El embarazo
sigue siendo una experiencia inmediata posterior a la unión conyugal, al igual que
entre las otras generaciones, el retraso se vincula con la oportunidad de ir a la
secundaria.
231
CAPITULO VI
La familia Canales, vivir para el ¿qué dirán?
3 FAMILIA CANALES
Celerino
Irma
σ= μ
σ*= μ
σ= μ
σ*
μ =σ
Alma
μ
José
σ
μ
Reina
Elia
μ
Mina
NOTAS:
•
Los informantes aparecen con nombre propio en el cuadro, del resto sólo se
señala su filiación y sexo :
μ = femenino;
σ = masculino.
•
No se incluyeron a los menores de 12 años
•
*= los que tienen este asterisco son migrantes a los EEUU.
•
**= los que tienen doble asterisco migraron a EEUU después del trabajo de
campo.
232
Los Canales son una familia que tiene más recursos que que los Torres y
los Herrera, por lo que pudimos constatar en la boda de Alma y en los viajes a
Puebla y las compras que tanto Irma como Mina siempre podían hacer.
Principalmente por el ascenso social que Celerino logró después de casado,
según afirma Irma su mujer: “de ser un pobre leñero, hoy es un buen negociante y
ha tenido muy buenas cosechas”.
Celerino es un gran conversador, un hombre galante, alegre y bailador, tuvo
muchas novias mientras recibió instrucción militar en los pueblos aledaños antes
de asentarse en el pueblo como cañero. Es un hombre muy respetado en la
comunidad, fue Juez de Paz durante varios años, completó hasta el tercer año de
la primaria y hoy tiene 58 años.
Celerino goza mientras conversa de diversos
temas, se explaya para expresar sus sentimientos amorosos, siempre y cuando no
se relacionen con situaciones de conflicto, pues evitó mencionar importantes
sucesos familiares relacionados, como la anterior unión conyugal de Irma –su
esposa-, y los conflictos sexuales de su hija Mina.
El contraste de su personalidad con respecto a la de su esposa e hijos es
intenso, al menos los que tuvimos oportunidad de conocer son muy parcos. Irma
tiene 50 años, es una mujer muy reservada, siempre con una mirada adusta,
parece que le cuesta trabajo hablar y sonreír; ella cursó cuatro años de primaria,
ahí “aprendió a leer, a escribir y a hacer cuentas”.
Por el relato de Elena, su
consuegra –ya que ninguno de los Canales nos lo dijo-, sabemos que antes de
irse con Celerino, Irma fue robada por un hombre mayor que ella, con quien no
tuvo hijos y de quien se libró para regresar después a su casa, más tarde conoció
y se casó con Celerino.
Ellos tuvieron cinco hijos, el mayor y el tercer viven en
Estados Unidos, el segundo en la Ciudad de Puebla, Raúl y Mina, de 24 y 18 años
respectivamente, viven en el mismo predio, el primero está casado con Alma y
tiene dos hijos de 8 y 4 años, la segunda es soltera. En el pueblo vive también su
hija Valentina (de 22 años) con la familia de Heladio Torres, su esposo, con
233
quienes vivimos y a quienes analizamos en el Capítulo III. Todos los hijos de
Celerino e Irma estudiaron la secundaria.
Raúl es un hombre muy tímido, trabaja en la parcela familiar, y desde hace
nueve años se trajo a Alma con quien han procreado dos hijos, ellos tienen su
propia casita en la esquina de la parcela, todavía no tienen cocina aparte, así que
comparten diariamente la preparación e ingestión de los alimentos y las
actividades domésticas en general. Mina tiene 17 años y terminó la secundaria
hace un par de años, ella nunca ha salido del pueblo, es un poco gordita, callada,
pasiva, y muy vulnerable, en el último año ha sido blanco del estigma social, por
las experiencias sexuales que se han encargado de difundir sus exnovios, amigos
y demás.
Además de la visión de los Canales, en este capítulo incluimos también
algunos testimonios de Elia, Reina y José, tres de los amigos de Mina a quienes
constantemente encontrábamos en su casa y que nos permitieron adentrarnos
más en la vida sexual de los y las jóvenes de hoy. Elia tiene 18 años, está
estudiando para contadora en Izúcar, es una chica muy activa, va y viene a
diferentes poblaciones y ciudades cercanas, ya sea para estudiar, para asistir a
bailes o para organizar fiestas y peregrinaciones.
Reina tiene 18 años, esta
estudiando bachillerato en Chietla lo que le da un contacto con los jóvenes de la
ciudad que es cabecera municipal. José tiene 17 años, es un chico muy atractivo
entre las jóvenes del pueblo, trabaja en el campo como jornalero o como pintor y
carpintero en ciudades cercanas, porque su parcela familiar no da para más,
estudió hasta la primaria porque su familia ya o pudo apoyarlo para continuar, es
muy abierto y aunque tiene una buena carga de trabajo, se da sus tiempos para
ver a las amigas y novias.
“ Cuando caer de corazón”: edad, espacios y comunicación en el cortejo.
A diferencia de los testimonios de hombres de su edad, Celerino trató a
muchas mujeres “en sus tiempos” mientras estuvo dando instrucción militar en
otros pueblos, fue en un período largo cuando acumuló ocho noviazgos, hasta que
234
se casó a los 27 años con Irma.
Pero pese a las oportunidades de novias
foráneas, Celerino prefirió unirse con una de su pueblo a los 27 años, cuando se
sintió con la capacidad económica para hacerlo.
Eran muchos años, me dilaté como cinco años de novio, porque era el
temor, ¡el temor a la mantención!... nos casaban los papases, pero luego
no tenía, tenía uno que fregarle al trabajo.
En la percepción de Irma, el noviazgo duró como tres años antes de
decidirse a vivir juntos, cuando él tenía 27 años y ella 19. Ya para entonces Irma
estaba de regreso en su casa después de haber vivido como un año con alguien
que se la había robado, -según nos contó Elena-; aunque ni ella ni Celerino nunca
se refirieron a tal situación.
Inv: ¿Pero ya tenías novios antes?
Irma: “ Pues ya, con el que me quedé”.
Inv: ¿Con Celerino?
Irma: “Sí, ahí no tuve más novios”.
Aunque sigue siendo mayor la edad de los hombres en las parejas, la
diferencia se reduce de padres a hijos, entre Celerino e Irma hay ocho años de
distancia, mientras que en las parejas de sus hijos la diferencia es de uno a tres
años.
Según Irma los novios de entonces se veían en la calle, y eso no ha
cambiado “es igual es ¡en la calle!, nadie pide permiso aquí para un noviazgo,
igual se ven en las calles en la esquina”.
Celerino considera que antes el cortejo era más difícil, había que andar
rondando a las muchachas para encontrase en la iglesia, en las esquinas cuando
iban a los mandados, en el molino cuando iban a llevar el nixtamal,
Si estaba uste de flojo -por decir-, porque había que madrugar antes de irse
a trabajar al campo... se iba a esperar a la muchacha al molino. Y si no, ni
modo, sería él domingo, por decir. En la iglesia, ahí se encontraba uno.
¡taba pesado!, esos tiempos de mi juventu. ¡Era difícil señor! En el primer
235
momento que uste le caía de corazón a una muchacha.. ¿sabía usted
cuántos días para localizarla pues en la calle? No dejaban los padres de
salir a sus hijas. Hay andaba uno rodando, rodando ¡hasta pa’ verlas!,
porque ya mero las dejaban.
Ahora la cosa es diferente, los jóvenes cada día se dan su tiempo y se han
ido apropiando de espacios específicos para cortejar y verse entre novios. La
costumbre es que cuando ellas terminan “su quihacer” y ellos regresan de trabajar,
dedican un tiempo considerable a bañarse y “arreglarse”, actividad a la que se le
asigna un tiempo claramente delimitado por parte de jóvenes de ambos sexos.
Después, cuando salen a traer agua, a dar una vuelta o a comprar un refresco es
la ocasión para encontrarse y verse todos los días con amigos o novios. El manantial
es otro espacio apropiado por los jóvenes para cortejar. Se trata de un balneario
rústico en un nacimiento de agua que es lugar de lavado de ropa, de acarreo de
agua, pero sobretodo un lugar de recreación y contacto, “ allá se va uno a distraer,
así, a bañar, a llevar a la novia”, nos dice José (17 años), joven amigo de la familia.
De acuerdo a las conversaciones con los muchachos en casa de los
Canales, todo indica que ahora se vive el noviazgo con más facilidad,
y
prácticamente todos inician los episodios de cortejo en la escuela. Mina (17 años)
ha tenido cuatro novios, Reina (18 años) dos, Elia (18 años) cinco y José lleva
siete. Mina empezó a los 14, Reina a los 14, Elia a los 10 años y José a los 11. Por
lo general los primeros novios se conocen en la escuela, pero los demás han sido
de otros pueblos.
Mina está enamorada de un muchacho que es novio de su
prima, ha tenido relaciones con él y con otros dos de los amigos de su amado.
A
Reina se le fue el novio a Estados Unidos hace un año y ahora está confundida
porque anda con otro de acá.
Elia es la más versátil, ha tenido un novio que era
sonidista de las fiestas en Chietla, otros los ha conocido en bailes de otras
poblaciones, el último, al que llamaban “el colas” -porque tenía cola de caballo-, se le
fue a vivir a los Estados Unidos; ella empezó desde la primaria: “¡Mh! Iba yo a la
primaria, sí iba yo como, como en quinto, ¡no?...Cuando, cuando ese muchacho me
habló pero, les gustaba a muchas muchachas de mi salón, tons' y me echaban, me
236
empezaban a echar bronca, y...
fue bonito me regaló rosas él”. José empezó
antes, “estaba yo en cuarto,... no se si me gustaba o nomás así y yo llegué, ya casi
no me acuerdo de lo que le dije, pero me acuerdo que le dije que si quería ser mi
novia, y así, y que me dice que sí”.
Los bailes son un espacio importante para divertirse, estar juntos entre iguales
y hacerse novios.
Elia ha tenido un liderazgo importante en la formación de un
grupo juvenil que organiza bailes y colectas. Ella sale mucho a las ciudades y
poblaciones cercanas, acude constantemente a bailes y tocadas y nos tocó ver
cómo organiza a los jóvenes, para la carrera de los guadalupanos. Los jóvenes se
citan en grupos de dos o tres para practicar desde un par de meses antes, van a
correr al campo todos los días, y así ganan resistencia poder aguantar la carrera de
relevos que va desde la iglesia del pueblo hasta la Basílica de Guadalupe en la
Ciudad de México. Por sus comentarios, nos percatamos de que la carrera es una
oportunidad casi única para salir
de viaje hacia México sin los papás, con
compañeros de su misma edad y de diferente sexo. Durante el recorrido duermen
en las camionetas los muchachos y las muchachas y, cuando saben que hay parejas
de novios, los separan en camionetas diferentes. Como los gastos son caros, los
jóvenes organizan bailes y colectas, nos tocó compartir con ellos un baile en el que
las muchachas y los muchachos cobraban los boletos y las fichas para bailar,
vendían las cervezas, organizaban el sonido y eran los responsables de los fondos.
El espacio no es exclusivo para los jóvenes, como en todos los bailes del pueblo,
asiste gente de todas las edades. Al comienzo están hasta las mamás y los niños,
según se va haciendo tarde, se quedan en el baile los jóvenes de ambos sexos y los
señores, las mamás suelen irse a su casa a cuidar a los menores.
A veces recurren a intermediarios para invitar a bailar. En un baile en que
participamos, las muchachas empezaron a codearnos con una risa como traviesa
para llamar nuestra atención.
“Ya viste quién está ahí”, cual no sería nuestra
sorpresa al encontrarnos a “el chicas”, el famoso joven que baja de vez en cuando
de Chietla. Se trata del joven del que nos había hablado el presidente de la
Asociación de Padres de familia
de la Telesecundaria.
El “chicas” viene de
Chietla frecuentemente a cuidar su terreno que queda a las orillas del manantial, y
237
según nos cuentan, ahí acuden jovencitos y tienen relaciones sexuales con él a
cambio de golosinas y dulces que él les da, lo cuentan como si se tratara de un
rito de iniciación sexual para algunos.
conocen.
Por lo que vimos en el baile, todos lo
Su apariencia y modales son definitivamente distintos al resto de los
lugareños, lleva unos shorts muy pegados y cortitos, su estilo de bailar es muy
afeminado y en cierto sentido exhibicionista, en esta ocasión está acompañado de
una pareja cuya apariencia es también afeminada, aunque menos que él.
actitud hacia él es de respeto y gran curiosidad.
La
Algunos hombres, sobretodo los
más tomados se acercan a bailar con él, acercarse o mirarle les produce mucha
risa a todos y a todas; el reacciona con indiferencia y parece disfrutar la fiesta sin
mayor alteración ante la gran cantidad de risas y miradas curiosas que provoca.
En cuanto a los procesos de comunicación, encontramos que para Celerino
en el acto de mirar se concreta el primer mensaje de atracción y de deseo, y la
aceptación de la relación ocurre a través de la palabra.
Cuando ella este estuvo este, en su estudio de escuela, pues la miré pues,
bonita ¿no?... para mí. Y pues entonces este la empecé a conocer yo pues
normalmente le empecé hablar. Si, pss me dio su palabra, que si, pues.
Desde ahí, dilaté, no se crea uste! dilaté como unos cinco. Pss casi yo a lo,
a los veintitrés, a los veintiuno me la empecé a enamorar.
Celerino no escatima detalle al relatar sus noviazgos, todo lo que en Mario o
Fabián era incomodidad –como se ve en los capítulos anteriores-, en él parece un
gran placer.
Más allá de su percepción en su testimonio pudimos acercarnos
también a los procesos de resistencia y la selectividad que ocurren por parte de las
mujeres.
Ahí había este, molinos de nixtamal. Entonces este pus... ¡'ai andaba uno
rondando, rondando hasta pa' verlas! Porque, ya mero las dejaban ... ¡Ya,
hasta que una vez pus si! De lo que era él molino a traer aguita en los burritos
... los cantaritos de agua. ¡ahí andaba uste, pero tristemente pues porque no
tan, tan como quiera le iba uste a caer pues sóli... en sólido, pues en él
238
camino ¡en la calle pues! Por decir .. si y 'ai cuando venía por acá ps ¡Orale!
Ya le empezaba uno a, hablarle de amor y pues si le daban contesta era
mejor, le seguía uste, porque no se ... tan luego le decía "¡Pues si!" ... ¡No,
que pasó! Todavía te echaban el ojo, pues si estabas guapo o ¿qué se yo
¿no?
Según Celerino, Irma lo primero que le contestó fue: “no, este por favor este,
retírese”. Esa es la palabra normal que tenía la, la juventu, las señoritas, "Por
favor ¡retírese!". Y había otras que no, le decían pus barrerías pues le decían.
Pero había unas que si contestaban bien. Pus le daba, le daba a uno gusto
¿no? Pues si, este ¡no atajándola pues! , sino que caminando en son, ¡en son
de paz! para que también la, la muchacha diera calidad de suplicarle, que es
lo que intentaba uno ¿no? ... para enamorarla, entonces ellas pensaban que
pues este, si era hombre de ¡de respeto! Pero había unos jóvenes que luego
las manoteaban ... pus ... ¡una brutalidad! ya era una brutalidad ...
Llama la atención el verbo "suplicar", en el relato, Celerino necesita "caer en
sólido", ubicarla cuando esta sola y es él quien decide acercarse, quien "le habla", el
que persigue e insiste en varias ocasiones hasta obtener el sí. Según nos cuenta
Irma, ellos también se comunicaban por carta y los padres no sólo ejercían control
sobre las salidas a la calle, sino también sobre las cartas:
nomás me llegaba a ver mi mamá, mi papá ¿y tú? ¿qué escribes ahí?. ¡Si, si
se les temía a los padres!. No dejaban a uno salir. No había manera d’eso.
Cuando mucho, uno, la mujer andaba uno hasta las seis de la tarde, por aquí
se empezaba a oscurecer. En la noche, ya no dejaban salir a uno.
Pese al control familiar que aún persiste, los jóvenes se las arreglan para
tener novio y verse con cierta continuidad. El arreglo personal se ajusta a modelos
urbanos a los que se recurre como lenguajes de conquista. La última vez que
visitamos a Mina, ya tenía 9 aretes en cada oreja, “se ve bien chola” dice Reina.
José es el único que usa arracada del grupo, tomó la idea de unos chavos de Izúcar
239
de Matamoros, “ahí hay hartos que usan arete....en veces lo uso, en veces no”, él se
la quita cuando llega a su casa, para que no le llamen la atención sus papás.
En la nueva generación la competencia es un rasgo que condiciona el
número de noviazgos y la comunicación entre iguales. El orgullo de los hombres
por tener muchas novias, es una herencia que se impone como patrón general,
pero la novedad cultural es la toma de iniciativa por parte de las mujeres, la cual
parece estar abriendo posibilidades más horizontales en las relaciones.
José nos
cuenta cómo conquistó a su segunda novia, se trata de una chica que llegó de fuera.
Ya todos, o sea, ya todos le hablaron así para novia, porque era como nueva,
todos la querían. Yo le hablé y que me hace caso. Si uno va y le habla, como
es nueva, pues yo también le hablo así, o ¡no sé!.
El significado de tener novia como si fuera un trofeo es el símbolo de una
competencia masculina permanente.
Tan masculina que cuando José detecta un
papel más activo en las muchachas, lo identifica como comportamiento de hombres,
veamos él caso descrito desde su propia experiencia.
Pues ellas le hablan a uno. Te hablan, toman la iniciativa también. Si o sea
como si ellas fueran el hombre y uno la mujer.
Inv: Ah, mira ¿con cual te pasó eso?
Con una de acá... con la quinta creo. No, si, o sea que yo iba para la cancha y
ésta andaba jugando ahí en la calle y nos Ibamos con Carlos, y que les dice:
"Bueno, muchachas ¿jugamos?" y dicen: “Bueno pues, jugamos” y luego, ya
no “ya nos vamos” y que me llama ella, así “ven”, así como media agachada...
Esa ya ha sido que nos llevábamos bien en la escuela porque salimos juntos
y ya que me dice: "Te quiero decir algo", aja, “ a ver, que te quiero". Ya yo no
supe ni que decirle (risas) si o algo así, o que me agarró en horas de que no
sabe uno ni decir nada, y que y ¡ora que, porque me dices eso, “pues si te
quiero, quiero que seamos novios”. .No... si el que te tiene que decir soy yo.
“Pues si -dice-, pero te..., como que tú no me quieres hablar y yo, no a según
240
estas engañándome, no eras de mi escuela, ya que te quería yo......” y ya no
le dije nada.
Los casos de declaración por parte de la mujer no son tan esporádicos,
también Elia se está animando a tomar la iniciativa, y a ensayar actitudes
proactivas en el noviazgo
Yo pienso que para que un chavo te haga caso, necesitas llamarle la atención
tú. Con el chavo con que ando...con mi novio, que acabamos de tronar,...sí, a
ese sí me lo cotorrié bien gacho, porque yo le hablé (risa). Lllegó al baile y él
no quiso bailar y yo lo miré y corrí y le digo: hola -le digo- ¿ya te vas?, me
dice: sí, -le digo- ¿que no vas a bailar?, dice: no, le digo: ¿por qué?. Me dice:
hay no sé. Le digo: ¿bailamos?, dice: ¿me estas sacando?, le digo: sí, y dice:
hay no, no bailamos. Estas bien payaso, yo le digo: ¿tienes novia?, dice: sí,
le digo: no hay problema no soy celosa ¿quieres ser mi novio?. Y dice ¡eres
bien aventada!. Ya después el me dice ¿tienes novio? Le digo: sí, está en
Los Angeles, dice ¡payasa!, dice: ¿quieres ser mi novia? Le digo: no, porque
nada más me gustas, le digo, yo nada más quiero un “erre ce” contigo y hasta
ahí. “erre ce” es un rico caldo, o sea un beso y una caricia y hasta ahí.
No todas las mujeres tienen esta actitud, Mina es la típica muchacha que
siempre tiene una actitud pasiva y hasta sometida, ella se coloca en una posición
muy vulnerable ante su deseo sexual y ante el desprecio de los muchachos, es la
actitud de rogar y de humillarse frente a ellos.
Ese hombre me hizo llorar, me ha hecho sufrir, !me he tragado mis propias
lágrimas!. El andaba con mi propia prima, ella se rió de mí. El me dijo primero
lo hiciéramos y luego nos íbamos....Y es que el Joel la pasaba por aquí, por
enfrente de la casa con la otra, frente a mis propios ojos.
241
“La noche se hizo para los hombres”: las regulaciones sexuales y la distancia
entre los cuerpos
Una frase de Celerino condensa la representación que existe sobre el control
de los cuerpos femeninos, control que se intensifica severamente después del ocaso
“la noche se hizo para los hombres”, Mina dice que su papá, tiene razón, “es
peligroso para nosotras salir por las noches”.
Se trata de una regulación que ha permanecido a o largo de las generaciones.
Como madre, Irma no contradice a su marido ante esta máxima, a pesar de que ella
sufrió y se queja actualmente de los embates de esas regulaciones cuando era
soltera, como ocurre con las jóvenes de ahora
No , nomás ajá, nomás me llegaba a ver mi mamá, mi papá ¿y tú que
haces ahi?. No, pues sí se les, temía a los padres. Cuando salía a traer
agua lo veía un rato, y córrele porque si no (ríe), rapidito, sí. Pus si no
dejaban a uno. No había manera. Cuando mucho uno la mujer andaba uno
hasta las seis de la tarde, por aquí se empezaba a oscurecer, en la noche.
Como si la noche fuera un velo peligroso para las indefensas mujeres, una
nube obscura en la cual sólo los hombres saben moverse, lo que estas
regulaciones expresan es un férreo control y una estrecha vigilancia al cuerpo y a
los movimientos de las mujeres.
Se trata de impedir a toda costa que tengan
relaciones sexuales, sobretodo ante el riesgo de perder oportunidades para unirse
a un buen partido
Bueno, uno les dice uno que no se dejen. Bueno, a la mujer. Que no se
dejen ¨manosiar¨ o que ¿cómo le diré? Porque ¿qué tal y ese muchacho no
se queda con ella?
La regulación del cuerpo de las hijas es también un argumento paterno para
no permitirles continuar sus estudios.
Celerino no apoya a sus hijas para que
estudien más allá de la secundaria local, por los gastos inútiles que implica, ya que
según él:
242
Es gastar dinero en balde, echarlo a volar. Las muchachas na´mas salen a
estudiar para... a los meses irse con el novio. Si se quedan, es igual, se
van, pero ya no gasta uno. Es que a ellas no les cavila el sentido. Los
hombres igual, es la ley de la vida que busquen pareja.
Pese a la permanencia de estas reglas, el horario para el cortejo ha crecido
y las posibilidades también.
Tal vez por esas diferencias, las jóvenes y los
jóvenes de hoy van mas allá de las quejas, y ahora hay actitudes críticas y
definiciones personales que a veces se expresan en comentarios irónicos, como el
caso de Elia:
Yo pienso que es igual la costumbre. Sí, porque supuestamente, aquí la
mujer cuando se casa tiene que ir virgen al altar...y que, si no es una ofensa
para la familia, y pues antes así era también, supuestamente, lo que me
han contado. Mis hermanas dicen, no dice-, los muchachos de ahora, dice-,
ya son bien rebeldes..los de antes si querían conquistar a una muchacha !le
traían serenata, le regalaban flores! Pero los de ahora...en lo que debería
de cambiar no ha cambiado...en la pureza de la mujer y todo eso.
En este relato Elia muestra cierto cinismo ante la regla “la pureza de la mujer
y todo eso”, así, ubica esa norma como distante de las situaciones que ahora
experimentan entre los coetáneos. Los razonamientos de Elia son muy pragmáticos,
aunque es devota de la Virgen de Guadalupe, y a ella se encomienda cuando tiene
un problema que no puede resolver, aunque nunca había mezclado a la virgen con
la idea de la virginidad:
Humm, nunca había mezclado eso, nunca. Nunca me he puesto a pensar.
Pero, todos los muchachos con los que he platicado al principio dicen que no,
que no importa (que no sea virgen), pero ya cuando estás en su casa, vienen
los problema ¡que quién sabe que!, ¡que quién sabe con cuántos te acostaste!
y que...
243
En su discurso, lo que importa es la imagen frente a los varones, evitar el
riesgo de colocarse en una posición muy vulnerable que justifique la agresión
masculina.
Los muchachos en cambio no tienen nada que perder frente a los usos del
cuerpo, lo que hagan no tiene implicaciones para la pareja ni para los padres o
suegros, de lo que sí tienen que cuidarse es de ocultar noviazgos simultáneos,
como nos contaba José:
Yo no sé como se han de hablar las mujeres, pero si hay algunas que les
platican a sus mamás.
A veces se enteran porque nos encuentran
platicando. Si nos ven así nomás lejesitos no dicen nada, pero luego al otro
día ya ni quieren caminar (se refiere a las muchachas). Ya si nos ven de
noche platicando o agarrados de la mano pues si se enojan y hasta la
cachetean, bueno a ella, a mi nomás la cachadera. A mi no me regañan
...porque uno es hombre.
Ahorita de día, pus casi no se puede platicar, porque si uno esta todavía
chavo, pero..ya si me ven con una chava de día platicando y así cerquita o
agarrados de la mano y me ve otra y al ratito esta me corta...y ya le hablo a
aquélla, me va a decir que traías a esa de novia y ahora vienes conmigo... y
ya no .
Además de las regulaciones familiares, existen regulaciones religiosas que
directamente aluden al cuerpo y al cortejo y que los jóvenes tienen claras.
No se
pueden casar con los de otra religión, ni tampoco con parientes, algunos han
tenidos novios primos pero...... no han pasado a más. “No se vale tener relaciones
sexuales...sino !hasta...hasta que te la lleves!” -dice José- “!hasta que se junten!”
dice Mina.
“Los que se unen deben casarse después, para estar unidos ante
Dios”. Elia agrega por su parte:
La virgen de Guadalupe se embarazó sin... por un milagro, por obra del
Espíritu Santo... Siempre que yo tengo un problema no me encomiendo a
244
Dios, sino a la Virgen yo a ella le tengo mucha fe...la virgen sólo me falla
cuando me porto mal.
Entre éstos jóvenes nos llama mucho la atención las constantes quejas y el
sometimiento a la violencia materna. Mina dice que su mamá tiene razón al
pegarle “lo hace por mi bien y no por el bien de ella. Le da muina que yo ande en
la calle y no regrese yo pronto”.
Reina prefiere que le peguen a que la regañen
cuando llega tarde: “es más rápido, me pega y me deja en paz; si no, se la pasa
todo el día regañándome y yo así yo no obedezco”.
A los hombres también les pegan, José no quiso extenderse para
explicarnos sus experiencias, pero admite que es muy frecuente que su madre lo
golpee aunque no por asuntos relacionados con el cortejo “una vez estaba tomado
y me pegó, pero... yo le grité”.
Además de las amenazas y los golpes, el chisme es una herramienta muy
efectiva para mantener en orden la vida sexual.
Según los jóvenes el chisme es
uno de los principales problemas de los jóvenes de hoy, después de la violencia y
el alcoholismo, “hay andan hablando de la gente, inventan y a todo le agregan”
Aún cuando los novios se van a los Estados Unidos, ellos se enteran de
cómo se está comportando la novia acá cuando llaman por teléfono a la caseta,
los hermanos y amigos se encargan de informarles. Reina recibió una carta de su
novio que se fue al otro lado desde hace seis meses, es una carta muy amorosa.
Le dice que la extraña mucho,
no te imaginas cuanto. Pórtate bien, pues si sé que sales con otro, te olvidas
de mí. Mi amor, Mándame una foto tuya por favor.
La sexualidad es uno de los principales temas que se abordan en los
chismes, podemos decir que es un importante mecanismo regulador, tan poderoso
como las amenazas de los padres y maestras o las ideas de pecado.
Para hablar de la distancia entre los cuerpos, no tenemos mayor
información sobre la cercanía que se permitieron Celerino e Irma en su noviazgo,
245
excepto los anteriores relatos de la extrema vigilancia y las severas regulaciones a
las que fueron sometidos, y es que
aunque el primero despliega un amplio
discurso sobre sus sentimientos y aventuras al conquistar a Irma, ninguno de los
dos precisó nada sobre sus contactos corporales. Alma y Raúl son tímidos y
parcos y más bien nos hablaron sobre su matrimonio y sus problemas actuales.
Pero con los jóvenes si pudimos acceder a algunos testimonios al respecto,
los contactos corporales entre los jóvenes son menos clandestinos, se habla de
ellos como parte de una cotidianidad en el noviazgo, como dice Elia:
Con ese terminé porque él me dijo, que si que, que si yo lo quería le tenía
que dar un beso, le digo, hay no, yo nunca he besado a nadie (ligera risa)
dice, “entonces igual no me quieres”, “entons –le digo-, aquí termina todo le
digo-, sí, aquí termina todo adiós fue un veintiuno de marzo. Yo antes
pensaba, ¡hay viejos cochinos, cómo que se besan, asquerosos!, yo decía
hartas cosas de que veía yo en la tele, y a mi hermana le daba risa, dice
“cuando tengas tu novio, lo vas a besar. ¿Yo? –le digo-, ‘tas loca.
Los besos ya no se viven como transgresiones sino como parte esencial del
cortejo.
Una tarde en casa de los Canales los jóvenes nos explicaban como
después de la declaración de amor, el siguiente paso es tomarse las manos y
después... el primer beso y los abrazos. En la sucesión del cortejo, debe haber un
espacio temporal para vivir el primer beso, el acto es solicitado por el varón y el
momento del permiso es controlado por las muchachas.
La percepción del
tiempo que hay que esperar para poder besarse es diferente entre sexos, en una
conversación en la sala de Mina, nos decían:
Reina: Tiene que pasar algún tiempo, no así luego, luego. porque si hay un
hombre que !no´mas rápido!, !así no´mas!, y se va lanzando...el hombre
no´mas la quiere pa´jugar con ella o pues, para otras cosas.
Inv: ¿Cuándo le da su primer beso?
Mina: !Como al mes!
Elia: No, yo !como una semana!
Inv: ¿Quién lo da, él o ella?
246
Las dos: ! Él !
Reina: Por ejemplo, si él quiere a ella pues le pide un beso ¿no? !Oye!,
demuéstrame que me quieres, y yo digo que ella preguntaría ¿y cómo?, y
este, pues ya, él le respondía “pues con un beso”
Inv: ¿Cuándo le da su primer beso?
José: pues como, !como a la semana! No, como a los, !a los cuatro días!,
ya le dice: “¿oye, me puedes dar un beso?”,...pus no la va a obligar, si no...
Inv: ¿Cómo es el beso de novios?
José: Pues yo diría que el primero..., empezando en la mejilla; porque
no´mas a la primera no se va a ir uno a la boca. Ya pues mas adelante,
pues ya en la boca. (RISAS)
Inv: ¿Y hay abrazo o no hay abrazo?.
José: Sí, abrazo también, desde el primero ¡claro!
Aunque las regulaciones de los padres no han cambiado, los novios se las
arreglan, se ayudan entre amigos para cubrirse, como dice Elia
Un día nos fuimos a Chietla como a las dos y regresamos hasta las ocho de
la noche, como nos habíamos llevado a Mirna, o sea a la hermanita de mi
amiga Cuca, no hubo bronca. El rato que yo platicaba con Paco, ella se
quedaba con Mirna y el rato que Cuca se quedaba con Manuel, yo cuidaba
a Mirna, y así nos anduvimos turnando a la niña. Pero luego la chamaca
nos echó de cabeza, llega y le dice “abuelita, Cuca estaba con un
muchacho, se estaban (ligera risa) besando”, le digo: ¡cállate chismosa!, y
dice: “si es cireto, estaban en la fuent”e, y por eso ya no nos dejó ir otra vez
para allá.
Más que las regulaciones, lo que ha cambiado son las prácticas; las
presiones masculinas hacia el coito y la actitud mas activa de las mujeres ante el
cortejo.
Para José, la experiencia de los besos le fue impuesta por una de sus
novias.
247
Y a la semana (de ser novios), ya así, pues que un beso o algo así. Y esa fue
la primera....y ella me besó. Ya se me acercó y me agarró y que me abraza,
pero yo sentí re feo. No, o sea, (con el beso) lo que a mi me daba no se que,
como asco, no se algo así.
Con otras novias José habla con mayor facilidad sobre los besos y contactos
corporales y él es de los pocos que habló de la masturbación,
Sí pero, no dicen. Nomás dicen una chaqueta, o una chamarra, o así ¿no?
Luego así vacilando ¿no?, una chamarra. Pero uno no dice ni nada, porque
luego si a uno yo le digo, luego a cada rato los cuates, van a decir !ese
chaquetero!, o así.
Lo andan a uno molestando. Aunque, sí tengo buenos
amigos a quien les puedo confiar eso”.
Pero los juegos sexuales entre novios significan traspasos de un umbral
que tiene consecuencias muy trascendentes, el riesgo de embarazarse es claro
sobretodo entre las muchachas, como nos señalaba Elia:
Las muchachas de Chietla si tienen relaciones, por lo particular sí.
InvV: Tú ¿qué opinas de eso?
Elia: Mh, es su problema, nada mas que ellas se cuiden
Inv ¿Se cuiden de qué?
Elia: Pus, que no se vayan a embarazar
Aquí hay una concepción de una sexualidad individualizada, se reconoce
una responsabilidad individual al lado del imperativo social de ajustarse o no a una
norma colectiva. Tanto Elia como sus compañeros saben de los anticonceptivos –
lo aprendido principalmente en la escuela-, aunque su uso no se ha generalizado
entre los jóvenes.
Las regulaciones sociales locales
y la falta de uso de
anticonceptivos hace fatalmente reproductivos los actos sexuales y explica la
resistencia femenina a los deseos y a las presiones sexuales de los novios, como
es el caso de Elia:
248
Supe que el Esteban andaba también con Libia porque los vi en la fiesta de
toros, él estaba bien borracho y , estaban enfrente... se estaban abrazando
y que me ve, entonces se separó de Libia. Ya esa vez nos peleamos,
porque, o sea él además de andar con la Libia, él ya quería tener relaciones
sexuales, le digo ¡no!, ¡cómo crees! Y esa fue mas que nada la bronca.
Elia tiene una gran apertura para declararse a los muchachos, para tener
muchos novios de diferentes partes, sin embargo ella vive con cierto rechazo los
acercamientos sexuales; tal vez esta actitud obedezca a que ella fue víctima de
abuso sexual cuando niña, según nos narró hacia el final del trabajo de campo y
fuera de la entrevista individual, todo parece indicar que ella todavía no ha podido
superar el miedo a los acercamientos de los muchachos, como veremos más
adelante en este capítulo.
El caso de Mina es diferente, se trata de una chica que tiene una gran
dificultad para manejar sus deseos y tomar una actitud de autocuidado hacia su
integridad personal y de prevención ante los riesgos de la vida sexaul.
Supimos
de sus problemas cuando Mariana nos dijo que había sufrido un aborto, que su
mamá y su tía la habían llevado a una clínica y le habían dado unos tés para
abortar hace un par de meses; el problema después era que se había metido con
otro de los amigos de su novio y al parecer estaba nuevamente embarazada.
Después de enterarme buscamos hablar con Mina:
¿Qué hago Doña Gabi? Yo lo quiero y no puedo más, ‘ora que vino a la
peina (se refiere al rito en que vinieron a peinar a Alma para casarse) me
metí otra vez con él, y no sé si... porque él me... me cuidó, o sea, se vino
afuera, ¿verda’ que así uno no se embaraza uno?, ¿cómo le hago?
“De amores románticos y abandonos”: las emociones sexuales
En el caso de Celerino e Irma, más que a una intersubjetividad emocional,
él se refiere al corazón
de ella y no al propio. Su primer logro es: llamar la
249
atención de ella. Su actitud está “bajo control”, su preocupación está en la espera
y tensión para ubicarla y en el manejo de las técnicas para conquistarla, es cosa
de írsela ganando con palabras románticas.
Ya casi a los veintitrés, a los veintiuno, me la empecé a enamorar. “En el
primer momento que uste le caía de corazón una muchacha, sabía usted
cuántos días para localizarla, pues, en la calle....Si estaba uste de flojo, por
decir, pos se iba a esperar a la muchacha. Y si no, ni modo, sería el
domingo, por decir. En la iglesia. Áí andaba uno rondando, rondando
pa´verlas. En son de paz, para que la muchacha diera calidad de suplicarle.
Así pues, hablándole tiernamente, como es. Era yo este, un poco, este,
romántico al respecto. Ya tenía algo de experiencia ¿no?”.
Irma se fija desde el principio en sus cualidades, pero luego reconoce un
deseo interno (¿sexual?) que va mas allá de su control:
Tanto insitió y insistió hasta que acecté, ´ta que le ganan a uno la voluntá, y
´ai me quedé ya. Después me hablaban muchachos, ya no. Él me gustaba
en cuestión de que, que no le gustaba la copa, otras cosas no, porque
bueno, era pobrecito (riendo), luego me hacían burla, que como mi suegra
llevaba leñita a vender, me decían “no pus vas andar tú tambíen de leñera o
eso” !No hice caso y no hice caso!. Era pobre pero muy trabajador.
El papel activo del hombre en el cortejo es muy claro, Celerino la persigue e
insiste en varias ocasiones hasta obtener el sí, aún en el enamoramiento de ella,
él conjuga en tercera persona el verbo “me la enamoré”, negando o
desconociendo su propio involucramiento amoroso, él también puede hablar de los
deseos con cierta facilidad: “Yo le dije: chaparrita, me gustas mucho”.
El deseo en ellos se expresa y es una motivación para actuar, para
conquistar;
el placer es un logro, un triunfo merecido, después de muchos
intentos y súplicas para “enamorarlas”.
El papel receptivo de las mujeres sin
embargo está cambiando, y cuando ellas son las que expresan inicialmente sus
250
deseos, los muchachos se sienten realmente muy descontrolados, como nos
cuenta José:
!Ellas le hablan a uno!
Si, o sea, como si ellas fueran el hombre y uno la
mujer. Me pasó con una de acá, la quinta creo. O sea que ya iba para la
cancha y esta andaba jugando ahí en la calle y nos, ibmos con Carlos, y
que les dic:e “Bueno, muchachas, ¿jugamos? Bueno pues jugamos y lugo
ya nos vamos y que me llama ella, así ven, así como media agachada...
Esa ya ha sido que no llevábamos bien en la escuela porque salimos juntos
y ya que me dice “te quiero decir algo, !ajá!,, “ “a ver, que te quiero” Yo no
supe ni que decirle...Ora, porque me dices eso, pues si, te queiro, quiero
que seamos novios. No si el que tiene que decir soy yo, pues si -dice-,
como que no me quieres hablar.
El cambio más tangible en las nuevas generaciones es esa actitud activa
que muestran las muchachas, quienes también ya se están dando la oportunidad
de vivir muchos noviazgos no necesariamente ligados al enamoramiento.
La
acción es muy aventurada y los confunde a todos, pues pone en juego premisas
de género.
Elia nos contó como terminó con alguno de sus novios al que no
quería:
No dice ¿Ya no vas a volver conmigo? Le digo: no. Y llevaba una rosa.
Dice, ten. Digo, no. Ten -le digo-, no la quiero llévatela. ¿Estás enojada? Le
dije, no, no estoy enojada, mírame, voy bien contenta. Dice: ¿ya tienes
otro? -le digo-, tal vez. Dice, no. Te quería mucho, ya casi pedíamos
permiso en tu casa, para que yo entrara, ¿sí me quieres? le digo, no
Eduardo. ¡Nada más te utilicé!.
Celos, desilusiones y sufrimientos, son parte cotidiana del cortejo y del
noviazgo,
los muchachos suelen cortejar a varias simultáneamente. Mina se
queja amargamente:
Ese hombre me hizo llorar, me ha hecho sufrir, !me he tragado mis propias
lágarimas!. El andaba con mi propia prima, ella se rió de mí. El me dijo
251
primero lo hiciéamos y luego nos íbamos....Y es que el Joel la pasaba por
aquí, por enfrente de la casa con la otra, frente a mis propios ojos”.
Las muchachas viven con mucha culpa ciertas experiencias como dejarse
cortejar cuando el novio que se les fue al otro lado, o las ha engañado; y también,
a veces reaccionan con actitudes revanchistas que las lleva a permitirse otro tipo
de relaciones, menos comprometidas. Por lo general se acuerda continuar con la
relación y ellos suelen prometer que volverán para pedirlas o llevárselas. Mientras
tanto ellas son vigiladas por los parientes y amigos del novio, quien suele
amenazarlas con dejarlas si saben que salen con otro, así que las están
checando, se informan por el teléfono o por carta si es que su novia no ha salido
con nadie. En medio de un baile, la hermana del novio de Reina le lleva una carta
de su novio del Norte que se fue desde hace seis meses, ella la lee con nosotros.
Es una carta muy amorosa le dice que la extraña mucho: “no te imaginas cuanto.
Pórtate bien, pues si sé que sales con otro, te olvidas de mí. Mi amor, Mándame
una foto tuya por favor.
Un par de meses después, Reina está realmente muy confundida porque le
empieza a gustar otro de acá.
!Ay pus!, estoy echa bolas de plano (ríe) porque José, este anduvo de novio
con la hermana de mi !de mi novio!...de Adolfo ¿mh? Y ahora, pues así,
siento que quiero a José (ríe) pero también a mi novio !ay! Pus... este siento
que si dejo a Adolfo y le hago caso a José se va a enojar su hermana de mi
novio y van a empezar a decir que cómo si era el novio de la hermana de mi
novio, y ¡Hay! ´stoy hecha bolas, no sé ni qué hacer.
Las situaciones son realmente difíciles, pues la estancia de los migrantes es
muy incierta y es también probable que se casen o unan por allá y ya no cumplan
con sus promesas con las novias que dejan. Elia sueña con irse para allá, desde
que se le fue el novio a Los Angeles, al que quería mucho. La primera vez se fue a
Nueva York, ya tenían ocho meses de novios, quedaron como novios, después
252
regresó a los dos meses y entonces cuando estuvo acá un mes se hizo de otra novia
en Chietla, entonces Elia lo terminó, sobretodo cuando se enteró de que habían
tenido relaciones.
Porque una vez él me dijo ¿sabes qué? -dice-, a mi ya no me gustan los
novios de manita sudada... ¡Oh! ¿por qué? –digo-, que se empieza a reir ¡a
mí sí, es más divertido!. ¡Hay!, -le digo- ¡estás loco!. Pero ¿apoco ya tuviste
tu?... que se empieza a reir –le digo-, ¿si verdad?, dice: la verdad sí, le digo:
¿con quién? ¿con Sara? Si, una chava que yo conocía de Chietla
Las presiones que viven tanto Reina como Elia son difíciles de sobrellevar,
han tenido que someterse a la distancia impuesta por la migración y manejar sus
deseos ante las presiones paradójicas de mantenerse vírgenes mientras los novios
se van, o acceder a las presiones sexuales para que ellos no las dejen o justifiquen
el andar con otras.
Un medio que nos permitió acercarnos a los sentimientos de los y las
jóvenes fue analizar con ellos las letras de las canciones que escuchan. Hay una
gran cantidad que se refieren al abandono de amores a la hora de migrar, y a los
conflictos de amor en general.
En una ocasión les pedimos que escribieran y
analizaran algunas de las letras de las canciones que más les gustan.
Entre las
letras que eligieron nos llamó la atención la temática del amor, palabras de pasión,
rechazo, abandono y dolor.
En las canciones salen sus pasiones, el sufrimiento amoroso y el deseo;
son casi el único medio donde se vale desear y sufrir, son también un instrumento
para poder darle nombre y sentido a los sentimientos que están ligados al amor y
al desamor.
En las letras está esa entrega sumisa y recriminadora de las
mujeres; la admiración de los muchachos hacia la mujer que se ama y la
subestima hacia el propio yo. En general se expresa el sufrimiento y la dificultad
de enfrentar el deseo y el olvido.
Todos hablaron de que estas canciones les
gustan porque han sufrido muchos desengaños amorosos.
253
“Muñeca cruel”
“Era como una Diosa”
Aquí está mi cuerpo
Para que hagas lo que quieras de él
Aquí está mi alma, para que sigas
ensañándote
Aquí está mi nombre para que pongas a
su lado una cruz
Aquí está por fin mi futuro
Y tú no estás en él,
Muñeca cruel
“Voy a curar tus heridas”
Voy a curar tus heridas
Con bálsamos de mi amor
Y haré que con mis caricias
Olvides tanto dolor
Voy a curar tus heridas
No volverás a llorar
Y yo haré que algún día
Tú puedas amar
La conocí en la plaza
Ayer por la mañana
Yo vendo recuerditos
Para las parejas que por ahí van
Era como una Diosa
Y yo, ¡tan poca cosa!
“Te extraño, te olvido y te amo”
Me enseñaste el límite
De la pasión
Y no me enseñaste a decir adiós
He aprendido que te has marchado
Te extraño porque vive en mí
Tu recuerdo
Tu olvido,
A cada minuto lo intento
Te amo,
Es que yo no tengo remedio
Te extraño, te olvido y te amo
Después les pedimos que seleccionaran a uno de sus cantantes y una de sus
cantantes favoritos y construyeran en grupo una historia de amor.
La historia de Enrique Iglesias y Fey quedó escrita así:
“Se conosieron en una disco
Ella estaba sentada tomando un refresco
El se acercó y la invitó a bailar
Le preguntó que cómo se llamaba y ella le dijo Fey
Y él le dijo ¡que bonito nombre!
Ella le dijo gracias
Después siguieron bailando,
Se fueron tratando más
Pasó ese día, pero ella se había puesto de acuerdo
Para salir a otros lugares
254
Después él le dijo Oyes ¿tienes novio?
Dijo ella, no
El le dio un veso y ella se lo acectó
se enamoraron y se hicieron novios
Pasó el tiempo, se casaron y fueron muy felices.
Los que nos llamó la atención es cómo al hablar de los artistas de la tele,
volvieron a repetirnos casi exactamente los mismos pasos del cortejo, tal como
nos habían dicho que ocurren en sus vidas :se conocen en un baile, después la
saca él a bailar, él le habla, es decir se le declara y después se enamoran y se
tratan.
La lección fue importante, entendimos que los jóvenes sólo toman aquéllas
ideas de los mensajes de la música y de la televisión que más se ajustan a sus
emociones y a sus vivencias concretas.
Aunque luego nos dijeron que saben
que las artistas tienen aventuras con muchos, no pudieron imaginarlas viviendo un
noviazgo sin baile de parejas y declaración explícita, tal como ocurre en su
comunidad. Ellos se apropian de aquello que tiene una cierta consonancia con las
costumbres y los cambios materiales que les están ocurriendo y el tipo de música
y de ropa que consumen, que traen los migrantes o que está accesible en los
mercados del pueblo o de las localidades cercanas.
Los cursos de Cultura de
Belleza que llegan a ofrecerse al Pueblo son muy exitosos y también han
permitido apropiarse de otras modas en los cortes el pelo y otros símbolos para
emular a los modelos de la televisión o del cine.
Pero lo que ocurre en los programas de la Televisión o en el Cine tiene una
connotación de otredad, “eso que ocurre allá no pasa acá”, se construye un
imaginario a partir de lo que ven identificándolo como distinto, aunque toman ideas
y costumbres selectivamente.
Al referirse al consumo de la televisión y el cine, hay preferencias diferentes
según el sexo.
José prefiere series de aventuras, crímenes o violencia como “el
Depredador” y “Ciudad Desnuda”, las escenas de cortejo y besos son también
255
ávidamente consumidas. Entre las muchachas se ven telenovelas t hay opiniones
muy semejantes hacia el erotismo en la televisión.
Elia dice que antes le daban
asco los besos de la Tele aunque ahora ya no..
¡Ay! no sé, yo antes pensaba digo ¡ay viejos cochinos, cómo que se besan,
asquerosos!, tons' yo decía hartas cosas de que veía yo en la tele, y mi a mi
hermana le daba risa, mi hermana la más grande, dice "cuando tengas tu novio
lo vas a besar", digo "¿yo?, ¡'tás loca qué! no", dice "¿por qué?" digo "pus lo
termino", dice "vamos a ver pues si terminas a Gerónimo", y ya que llego a la
casa y le digo, "¡ya lo terminé!", dice "¿por qué?"!, digo "¡pus porque él quería
un beso!", dice "¡ay! ¿no se lo diste?", digo "no", dice "¿por qué?" le digo
"¡estoy bien chiquita!", se empieza a reír, ya. No ya no, ya em-empezaban los
problemas con él, ya una chava de Cofradía me echaba indirectas, me decía
que en cualquier ratito me ¡paraba y que me partía quién sabe qué!, igual.”
Otra cosa son los sentimientos en las primeras experiencias sexuales en los
prostíbulos.
A la pregunta a Celerino si conoce hombres que hayan elegido
vírgenes al matrimonio responde ambiguamente: “Me imagino que no, o a lo mejor
habrá de, de, cien habrá diez a la mejor. Si, un 10 %”.
Los agentes que intervienen en la iniciación de los hombres en los prostíbulos
son los familiares cercanos, principalmente hermanos o primos mayores, o los
amigos "que ya fueron". Los padres y abuelos oficialmente no se enteran aunque
saben que así se sigue dando la iniciación coital. "Siempre son cosas, este oscuras"
para la familia, agrega Celerino. “Los amigos le decían a uno: y ya fue fulano, ¡'sta
bien chico!" .
Para José, el problema era tener dinero, él ve retrasada su iniciación sexual
por la pobreza de su familia.
Al ser "leñero" ha tenido un ingreso muy limitado,
además de una movilidad que no implica salir de su poblado. Esto lo contrasta con
otros jóvenes que ya trabajan de jornaleros en la casa. Existen ciertos riesgos, por
ser menores de edad, al acudir a los prostíbulos de a región, casi todos hablan del
cuidado que hay que tener de que no los atrape la policía. El riesgo real no es tanto
256
la cárcel sino el de la mordida que tendrían que soltar. Sin embargo, no hay nadie
que la haya pasado nada por el estilo en las entrevistas.
De los migrantes a California se han recibido ideas al respecto.
Según José,
entre los hombres circulan historias y anécdotas acerca de la gran apertura sexual
que hay allá, en el otro lado.
Se habla de que allá es lícito tener relaciones
prematrimoniales y del acceso a lugares donde se paga por sexo. Dicen que allá los
migrantes viven hacinados en un departamento para compartir gastos y que
contratan a alguna prostituta "que se mete con todos” y además tienen sexo entre
ellos.
Aunque José nunca ha migrado, tiene muchas nociones de lo que le han
contado acerca de las diferencias con los de acá, en alguna ocasión se refirió
particularmente a experiencias con prostitutas y travestis:
Allá van mucho más. Allá en veces uno va buscando tuerca y se encuentra
uno tornillo, no que si no ¡pus por ahí no!. O sea, al verlas se ven bien, así...
mujeres bonitas, de buen cuerpo, pero ya no.. no me acuerdo como les llama.
Que ahorita o sea primero me toca a mi y ya, después ahora voy yo...
así,
pues uno nos contó que así le pasó. No, no aceptó. ¡Patagonia, a correr!
“Para pasar a la normalidad”: la decisión de vivir juntos
No hay duda que en la decisión de vivir juntos, la diferencia de nivel
económico entre Celerino e Irma fue un factor que alargó el noviazgo, estimuló la
búsqueda de éxito económico en él y dificultó la decisión de ella.
Decidido a
“enamorarla”, Celerino tuvo que demostrar, además de la seriedad de sus
intenciones, la convicción de trabajar duro para mejorar sus ingresos. El relato de
Irma sobre esta decisión es parco:
“ ¡No!, tardó. Yo le dije que no, pero como ve que le, que le siguen ellos,
insistiendo pues, ‘sta que le ganan a uno la voluntá (ríe)
Tanto insistió y insistió hasta que ‘acecté’ y ahí me quedé ya, después me
hablaban muchachos, ya no. El no era vicioso, bueno, era pobrecito porque
luego me hacían burla que, llevaba leñita a vender y me decían “no pues vas
257
a andar tú también vendiendo leña.
¡Ah, no importa, no hice caso, no hice
caso”.
Así como la convicción personal permitió a esta pareja decidirse a la fuga, el caso de su
hijo
Raúl ilustra la falta de voluntad y el ejemplo de un matrimonio decidido por los
suegros.
Por chismes sabemos cómo estuvo su decisión de unirse, cuando su madre se
enteró que ya habían tenido relaciones con Alma, habló con Raúl y le exigió que cumpliera,
así que decidieron simular una fuga y hacerle creer a todos que ellos habían decidido irse a
vivir juntos; desde entonces viven en el predio de los Canales y han procreado dos hijos.
El caso de esta pareja muestra una actitud muy pasiva, una posición ante la cual
decisiones tan importantes como unirse, tener hijos y casarse son tomadas por los padres
y suegros, como si se tratara de acontecimientos que atraviesan sus vidas y ellos no tienen
otro remedio que ajustarse a los planes que la familia tiene para ellos,
“Pues yo estuve de acuerdo en casarnos porque ya,- le digo-, ya va para
nueve años que tenemos ya juntos, ya son dos chamacos y... ya hay que
formar nuestra vida mas normal ¿no?, para no separarse ¿no?, porque los
niños son los que sufren . Mi esposo no quería porque dice, yo solo me
siento, o sea el decir ahí delante del cura (risita), delante de tanta gente dice-, siento que no puedo decir las palabras ahí. Y según ese era su temor
de él ¿no?, pero pues ahoy se animó, o sea como van a ser muchos los
que se van a casar”
Ellos fueron encaminados a casarse por un par de misioneros que hicieron
una campaña para casar a aquellas parejas que viven juntas y no han recibido el
sacramento del matrimonio.
Ofrecieron pláticas prematrimoniales por siete
semanas, y lograron convencer a 16 parejas. Se decidió que las bodas fueran el
día del Santo Patrón San Miguel, y así fue, el 29 de septiembre de 1996.
Participar en esta celebración nos permitió acercarnos a los múltiples sentidos de
las bodas y de la importancia simbólica del rito a San Miguel.
Como se trató de
16 matrimonios colectivos, todo el pueblo se transformó en un gran teatro de
enormes escenografías, cada actor con un disfraz ad hoc, despliega su papel sin
dejar lugar al aislamiento, sale a flote un conjunto de valores y normas en relación
con el género y la vida social, muestras de poder económico y de prestigio social,
258
la distribución de espacios y actividades de hombres y mujeres, así como de la
combinación de sentidos religiosos y recreativos en esta celebración.
Las novias vestían de color crema y rosa, pues el blanco se reserva para
las señoritas, las que no han vivido en unión libre. Algunas llevan a sus
bebés cargados y aprovechan para bautizarlos. Hay una pareja de adultos
mayores de 50, ella no trae velo sino una corona de flores de colores. Los
misioneros que conocimos anteriormente en las pláticas pre-matrimoniales
están frente al altar, como custodiando al sacerdote y llevan el control de la
ceremonia, mueven a los fotógrafos y a los novios, leen el evangelio. Las
frases del sacerdote son elocuentes.
“ ¡Dichoso el hombre que teme al señor!... hoy hemos venido a celebrar el
matrimonio de quienes vivían en unión natural, en esa legítima unión ante
Dios, porque Dios creó al hombre para vivir en pareja.
Cristo nos invita al
Sacramento del Matrimonio para servir a Dios, para consagrar su vida y la
de sus hijos a El. Cristo se ha preocupado por el respeto, la comprensión,
el buen trato, la fraternidad, el vivir el uno para el otro. El amor de Dios va a
consagrar su matrimonio, un compromiso para toda la vida , para ser fiel en
lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, un compromiso
que no es sólo con su esposo o esposa, sino con Dios.
En la misa encontramos a muchos conocidos, prácticamente a todos.
Como parte del coro nuestros informantes jóvenes cantan las canciones cristianas
en ritmo “moderno” con guitarras. Las mujeres visten ropa de calle, algunas traen
vestidos de noche, encajes y escotes; los hombres con camisas de cuello claras
muy limpias y bien planchadas. Doña Elena y don Fabián (familiia con quienes
vivíamos) son padrinos de velación de unos vecinos de los Canales, están serios y
se notan un poco incómodos, suponemos que esta actitud se debe a que entre las
parejas está también casándose Ruben, el segundo marido de Francisca su hija, a
quien abandonó hace apenas un par de meses.
Mario y Mariana también son
padrinos de velación de la hija de su sobrina María.
259
Al terminar la misa sale en procesión cada una de las parejas de novios con
sus respectivos cortejos atrás, al final viene la banda tocando diferentes marchas.
Van entregando a cada pareja a la entrada de la casa donde se celebrará el
banquete, que por lo general es la casa del papá del novio.
Según avanza el
cortejo se va extendiendo el espacio sagrado, la gente camina al son de la música,
algunos llevan un guajolote vivo agarrado de las alas, lo balancean mientras bailan
y le van arrancando las plumas en lo que parece un rito de anticipación del
banquete.
Nosotros nos unimos al cortejo de Alma y Raúl, que fue al que
recibimos invitación formal. Al llegar a la entrada de la casa, Celerino y Valentina
toman unas cazuelas de comida (tortillas, arroz, frijoles guizados), las colocan
sobre la cabeza y bailan con ellas siguiendo la música de la banda. Otros bailan
con escobas y trapeadores como si se buscara inducir a la novia hacia el trabajo
doméstico. Todos sonríen, se divierten al echar agua, cerveza y arroz a todos los
invitados.
El pueblo entero se ha transformado en un gran teatro, hay 16 fiestas
simultáneas y en cada una se han montado escenarios diferentes.
Al entrar a
casa de los Canales la sorpresa es impresionante, en ese pedazo de tierra donde
siempre hay vacas, becerros y tendederos han levantado una enorme tarima,
como de seis metros de altura y 12 de ancho con todo y techo, sobre el fondo
negro se han colocado adornos y unas enormes letras plateadas que anuncia a
“Los Kondores”, se trata de un conjunto de 7-8 músicos vestidos también de negro
y plateado tocan batería, teclados, guitarras. Hay también unas enormes bocinas
de gran potencia a cada lado del escenario.
Frente a la gran tarima se han
colocado mesas largas como para 80-100 comensales, en cada mesa hay
candelabros como de un metro de altura adornados con encajes y flores color de
rosa.
Van llegando familias enteras, algunos señores traen botellas de ron y
cervezas. Hay muchas mujeres ayudando en la cocina a Irma y a Mina, se ven
atareadísimas, calientan tortillas, llevan y traen la barbacoa y las salsas.
En las
mesas se sientan las señoras y los niños; los hombres van ocupando una zona
alejada de las mesas, se llevan sillas, botellas y vasos para conversar mientras
260
beben. Se escucha música grupera, baladas, e contenido de las canciones es
elocuente:
Yo quisiera montar tu linda cabalgadura
Préstame tu caballo
Pa’ponerle mi montura
Otra pieza:
He pecado, traicionado la confianza que mis padres me habían dado. Pero
ellos me van a comprender, porque somos seres humanos,
ellos también lo vivieron y lo hicieron alguna vez.
Pero niña ya no llores... por favor ya no llores.
Después tocan un vals y se hace una rueda con todos los padrinos. El
cantante como maestro de ceremonias va mencionado y agradeciendo a cada uno
de los padrinos su aportación:
Un aplauso a los López, padrinos de velación, a Inocencio, padrino de
video, ...al de arras, de anillos, de cojines, de lazo, de libro (una biblia para
novios), de recuerdos (saleros y adornos de flores rosas), de copas, de
brindis.
Cuando está empezando a calentarse el ambiente en la pista de baile, se
viene una lluvia torrencial, todos los comensales entramos a la casa, hay de
veinte a treinta personas en cada cuarto, sentados en las camas, sobre las
mesas, donde se puede, el piso está lleno de lodo. Sobre una de las camas está
la biblia que acaban de regalar a los novios, es una edición especial para bodas,
con portada blanca y letras doradas. Llaman la atención las ilustraciones por los
mensajes tan directos para la vida conyugal.
261
LA BIBLIA DE LOS NOVIOS
Ilustración 1: Es la foto de un campesino trabajando la tierra. Al pié de la
foto dice: A cada uno de mis hijos le encargó Dios un mensaje para mí.
Ilustración 2: En el centro del libro está fotografiada en blanco y negro una
pareja obviamente urbana, los esposos tienen caras reflexivas, ella tiene
recargada su cabeza sobre el hombro de su compañero. Al pié dice: El
Dios que es amor quiso que su propia imagen estuviera en cada hogar.
Ilustración 3: foto de una mujer indígena con rebozo y cargando un jarro de
agua en su hombro. En la base se escribe: Más que el hombre, la mujer
padece diariamente las consecuencias del pecado. Por eso la redención
significa promoción de la mujer, respeto a la esposa, protección de la
madre.
La boda religiosa tiene sin duda una gran importancia como reguladora de
la vida sexual y conyugal, es un acto de unión definitivo y para toda la vida, una
ceremonia que redime a quienes han vivido en pecado, a quienes han tenido sexo
y reproducción sin la bendición de Dios. Y también ha contribuido a promocionar
el valor del amor y de la fidelidad, así como una ambivalencia hacia la mujer: un
ser frágil y particularmente vulnerable al pecado.
El matrimonio religioso cobra
también un sentido de bendición para los enfermos y de certificado de verdad de
un vínculo social, es a la vez una reivindicación con Dios y un medio para vivir y
morir en paz. Elia nos cuenta como vivió el matrimonio religioso de sus padres
Fue muy importante que mi mamá se casara con mi papá, ahora que se
murió la que era su verdadera esposa (se refiere a la primera esposa con la
que sí se había casado por la iglesia).
Los veía yo ‘re contentos, ella
estaba enferma y se quería confesar y comulgar y no podía. Como no
estaba casada por la iglesia, estaban viviendo en adulterio.
262
Una vez que la lluvia se terminó, la boda siguió como si nada. Vino otra
orquesta un par de horas después y en la noche llegaron unos sonidistas,
colocaron luces de colores y trajeron música tipo disco. Increíble, de pronto
aquella fiesta de estilo tropical se transformaba en algo así como una discoteke de
pueblo en la cual los jóvenes se apropian de la pista de baile. Ahora se escuchan
algunas canciones en inglés, en el baile se combina el estilo de salsa con el rock
quebradito en lo que parece un estilo casi único.
En el mejor momento del baile
las chicas se apartan de la pista como planeando alguna acción, en eso nos
llaman y entendemos que es ahora la hora de ir a ofrecer la promesa al Santo
Patrón San Miguel.
Sin dudar ni un segundo entre quedarse bailando o ir a la
Iglesia, vamos a recoger enfrente en la casa de Elia unas flores y candelas, se
forman dos líneas y mientras nos dirigimos a la iglesia van rezando el rosario al
final de los misterios cantan: “¡Que bonito!, ¡qué bonito!, venirte a ofrecer nuestro
amor”.
Al llegar al altar de San Miguel, cada una va entregando las flores a una
señora que las coloca entre decenas de cubetas junto al altar. Todo el tiempo se
mezclan las bodas con los preparativos para la fiesta a San Miguel, nos cuenta
Mina:
los santitos son de madera y no de carne como nosotros y, teniéndoles fe...
hacen milagros.
Es nuestra creencia, no sé si creencia o verdad pero
cuando San Miguel no quiere salir a la procesión, nomás no quiere. Se le
cae la corona si el viento es muy fuerte, entonces mejor lo regresan y ya no
hay procesión. Este santo es milagroso, una vez curó a uno que tenía
tétanos”.
Cinco minutos después, nos dirigíamos al baile de otra de las bodas.
Ya se encontraban ahí algunos de los comensales de la otra fiesta, acá el
conjunto musical es más modesto pero no se queda atrás, a pesar del lodo
el baile está muy animado, a casi todas nos sacaron a bailar, yo bailé con
Don Tito al que había conocido en la Telesecundaria por ser el Presidente
de la Asociación de Padres de Familia.
263
“Otros límites de la sensualida”: la salud sexual y reproductiva.
El alcoholismo de Celerino ha hecho sufrir silenciosamente a Irma, ese vicio
que él no tenía cuando se casaron.
Irma afirma que fueron los amigos los que
provocaron que su marido empezara a darle mal ejemplo a sus hijos, cuando ya
tenían nueve años de casados.
Se ofreció en que le dieron, lo nombraron de presidente auxiliar del pueblo,
¡ahí fue donde agarró eso!...los mismos amigos ve que los provocan ¿no?
Pues “que la mujer te regaña”, que “la mujer te manda” y que no se qué tantas
cosas les dicen ellos por...demostrar que no, pues lo “acectan” si le digo, jué´
un día domingo.
Fue en la boda de Alma donde hubo ocasión de participar de su borrachera.
Como papá del novio, Celerino organizaba y pagaba la boda, y su personalidad se
explayaba con toda la alegría que lo caracteriza y que con el alcohol se exacerba y
ríe mucho más,
baila con una soltura sorprendente con cualquiera de las
muchachas que se deje.
Una de las canciones que tocaba el conjunto en tal ocasión confirma el
estrecho vínculo del alcohol, el amor y el olvido.
Yo quisiera hoy ahogarme en el alcohol
Voy a escribir en mi diario
Voy vagando por el mundo,
¡ay que dolor tan profundo!
vivir triste y solitario
Con tanto sufrimiento
Así cualquiera se muere
Si he venido a este mudo...es pa’ sufrir.
Vivo tomando porque el trago me ayuda a olvidar
Ese amor que puede causar la muerte
Y si el amor se convirtiera en aguardiente
Ahí ¡me ahogaba de borracho!
264
El alcohol está también ligado a las riñas y actos violentos.
Nos cuenta José
que antes peleaban hasta matarse, José nos lo ejemplifica con una escena que
observó a los 12 años. Llegaron a matar en la casa a su tío, quien siendo Presidente
había amenazado con denunciar a unos que estaban sembrando mariguana en la
sierra.
Tomando en cuenta que en esta región la violencia ha sido históricamente
un recurso para enfrentar los conflictos, todo parece indicar que algunas de las
confrontaciones actuales entre los grupos de jóvenes, son huellas heredadas de las
luchas de generaciones anteriores.
Hay muchas ambiciones. No se quieren hacer las cosas para todos. Piensan
que para que van a perder el tiempo trabajando para todos. Unos piensan una
cosa y otros otra, pero no lo dicen. Luego jalan para lados distintos.
El 31 de octubre de 1996 presenciamos un conato de violencia con tiros al
aire, entre dos grupos de jóvenes que participaban en las mojigangas. Según nos
explicó después José en una entrevista, se trataba de uno de los conflictos entre los
barrios con una oposición grande entre las familias Canales y Ledesma.
La
oposición viene desde hace varias décadas, desde que se hizo la asignación original
de tierras para conformar el ejido. Los Ledesma consiguieron las tierras con mayor
afluencia de agua, a la entrada del pueblo,
mientras que los Canales se ven
obligados a perforar pozos para conseguir el agua.
Los jóvenes actuales reviven
esos conflictos hasta en las situaciones de cortejo, cuando surge competencia por
alguna de las muchachas del otro barrio.
En la opinión de José, actualmente ha disminuido la violencia, sobre todo los
casos de muerte o lesiones graves.
Sin embargo los actos violentos siguen
ocurriendo ante las rivalidades entre pueblos, así como en relación con el cortejo y
el intercambio de mujeres. Cuando los muchachos van a San Nicolás a ver a las
muchachas, los de allá los "corretean" (término que incluye la agresión física) y
cuando alguien de allá llega acá, les pagan con la misma moneda: los esperan a la
salida del pueblo y les pegan su correteada.
265
El vínculo entre violencia y alcohol se debilita ante la moderación, al menos en
los relatos de las muchachas.
Elia se expresa positivamente de la ingestión
moderada de bebidas alcohólicas entre los hombres:
“El nunca se emborrachaba cuando estaba conmigo, así, de.. al grado de
ponerse borracho no, siempre se tomada dos, tres cervezas ¡y hasta ahí”!.
Las jóvenes solteras están excluidas de esas prácticas, tomar frente a los
hombres equivale a desobedecerlos, y es un desplante de afirmación femenina que
puede poner en riesgo la continuidad en una relación de noviazgo.
Hacer beber a
las muchachas es también una estrategia masculina para poder abusar de ellas,
según nos cuenta Elia:
Acá nomás toman los hombres....bueno, nosotras también, pero a
escondidas.
papá.
Yo a veces tomo, cuando le pido permiso a mi mamá y a mi
Pero a veces a él no le gustaba.
Luego íbamos a las discos de
Chietla, nos sentábamos así, y llegaba mi amiga y le ponía su refresco, a mí
mi refresco y a él su cerveza.
Luego le decía yo, Ernesto ¡danos una
cerveza! Y a mi amiga si le daba. Y ¿por qué a ella si y a mi no? –le digo-,
dice mira, -dice-, si ella se quiere quemar, que se queme, tú no. Tú eres una
señorita, -dice-, y una señorita decente, delante de hombres no debe de
tomar. Por que después –dice-, no pues la emborrachamos a la vieja y la
hacemos así y así más, pues un hombre así piensa.
tomar delante de los hombres ni fumar.
Tu nunca debes de
Mi amiga si luego tomaba en las
discos y se ponía a fumar con ellos, y yo nada más viéndolos. Me decía
luego: ¿quieres fumar?, que –le digo-, ¿no estas viendo que tu pariente se
enoja?. Dice: pues no le hagas caso, mándalo a la chingada, luego me
decía”.
Las salidas a los bailes son peligrosas sobretodo cuando son en poblaciones
aledañas.
En otra ocasión venía Elia y su sobrina de México con unos amigos que
habían conocido en un baile y que se ofrecieron a regresarlas a al terminar el baile.
266
Ellos venían muy tomados y eran violentos, de hecho intentaron violarlas cuando el
auto se descompuso en el camino. Ellas se defendieron arañándolos, picándoles
los ojos e inventando que una de ellas estaba enferma del corazón, aunque lo
decisivo fue su encomienda religiosa “Como ella es de México, tiene mas
experiencia. Pero lo que nos salvó fue que nos encomendamos a la virgen”.
De acuerdo a nuestros informantes, la práctica del tabaquismo se adquiere
antes que la ingestión del alcohol, se ubican en la etapa de la secundaria. José nos
contó como su madre lo golpeó al regresar de madrugada de un baile con su primera
borrachera encima. Las nuevas generaciones reproducen la relación de sus abuelos
y padres entre beber, amar y olvidar. Una amiga le contó a Elia le contó como
estuvo la borrachera antes de que su novio Ernesto “el colas”(porque usaba su cola
de caballo) se fuera a trabajar a Nueva York:
“Me dice ella, dice-, ya se pasó dos semanas dándose una despedida –dice-,
bien borrachos que terminan ...y empiezan a cantar harto una canción de
brindis, “Tú traición” y brindando que dice ¡por Elia! aunque mal pague.
!pinches escuincles!...si -dice-, siempre está brindando por ti”.
Los celos, el alcohol y la violencia aparecieron unidos constantemente en los
relatos de las mujeres, sobretodo entre las casadas o unidas.
Alma ha sido víctima de las agresiones de Raúl en sus primeros años de vida
marital, desde que ella lo dejó por un tiempo las cosas han mejorado, y también
porque ahora decidieron casarse por la iglesia después de nueve años de vida
conyugal:
“Pues los dos, los dos lo 'decedimos', porque como le digo pues ya, le dije, a
él le digo: pues ya, ya te, para nueve años, que tenemos ya juntos, pus ya, ya
le digo ya hay que casarse ya, hay que, formar nuestra vida, más, normal
¿no?", porque o sea antes, teníamos más problemas, que ahoy”.
.
El matrimonio religioso también neutraliza actos de brujería, actos femeninos que
pueden actuar contra el deseo sexual de los hombres:
267
A veces por celos, también, pero … Sí, sí, a llegaba a golpearme pero este,
pues como unas cuatro veces, o sea no feo, pero sí, o sea sí llegó a
golpearme, y una vez, lo dejé (ríe), me fui con mis papás, y este tardó un mes,
y este al mes fue, fue a verme y pues ya me vine de nuevo con él. El me
pegó, pero este fue por ... ah porque este... o sea teníamos problemas porque
él decía que, que yo, y que mi mamá lo teníamos embrujado ¿no? o sea él
cree mucho en eso, y este entonces este, pues yo la verdá entonces sí
seguido me pegaba, y entonces este o sea porque ...”
“ Pues o sea que él se sentía, muy agitado y este, que sentía algo en la
garganta, y este, ¿qué más sentía?, sentía ...”
Inv: ¿No tenía problemas sexuales?
Alma: “ Sí. Pues o sea, sentía que no o sea, no tenía ganas de ir a... hacer el
amor, o sea eso era lo que él sentía ¿no? ...y este y, en eso fue lo que él me
dijo ¿no?, que porque yo y mi mamá lo teníamos así, ... un día, un día él llegó
bien chupado, o sea que de la garganta, y aquí del estómago ¿no? ...O sea
bien, unos moretones aquí, aquí en el estómago tenía, y pues la verdad yo
me enojé ¿no?, y le digo pues 'tán por qué entonces me di cuanta que había
ido con ella, con mi suegra. Que según que lo llevaba a cura, y entonces le o
sea, o sea yo pensaba en eso sino que yo pensaba que él me engañaba
¿no? ...
Pero mi mamá me dijo, dice: no hija dice no tengas miedo dice, que Dios sabe
que, que no hemos hecho nada de eso (se refiere a la brujería) , y o sea yo le
dije a ella, y entonces aquí este, mi mamá le dijo a mi suegra, delante de él,
dice: sí dice este, este ustedes dicen que yo tengo embrujado a raúl dice, pero
no es verdá, ¿y ustedes creen, que si lo tuviéramos así yo estuviera con él,
para qué lo quiero así, para qué?, ¡para nada!, y entonces este -le digo-, o sea
sin poder hacer relaciones. O sea así como estaba enfermo y, le digo él
siempre decía que tenía algo en la garganta ¿no?, y este o sea decía que por
mi. Y pues o sea él no comía nada de la casa”.
268
En el relato de Alma la relación de la brujería con la sexualidad es directa, la
mujer que embruja a los hombres es culpabilizada de la enfermedad sexual del
marido, situación que llega a justificar la violencia simbólica y física de parte del
segundo.
En su defensa, Alma puede afirmar su deseo sexual “yo para qué lo
quiero así... así sin poder hacer relaciones”, aunque con el objetivo de deslindarse
de actos de brujería. Para curar esta enfermedad Raúl recurrió a la burjería en tanto
que para Alma, fueron los rezos y la decisión de casarse por la iglesia los medios
que permitieron superar esa etapa negativa que vivió la pareja.
Independientemente del matrimonio, los varones siguen frecuentando los
prostíbulos después de una jornada que se inicia bebiendo en el pueblo, se continúa
en los bares de Atencingo, y se culmina con alguna de las prostitutas que trabajan
en las cantinas. Pero entre los más jóvenes es más común que tengan relaciones
también con las novias, como dice José: “Somos más canijos, uno se las ingenia”.
En alguna ocasión José nos habló de la prostitución juvenil en Izúcar, llegan
las muchachas de la secundaria, aun con sus mochilas, a prostituirse. El sabe de
algunos casos de compañeros que se han enfermado en las casas del cabere,
aunque ignora cuál es el mal.
“Nomás he visto que se enferman, así, que echan
sangre, como con pus, así. Luego se curó, estuvo yendo allá al Seguro con una
doctora, allá en Atencingo. Y le pusieron una inyección que le costó, creo, que dos,
dos mil pesos” (se refiere a los pesos viejos, pues en esta comunidad no han
eliminado los tres ceros, al menos en el lenguaje verbal).
En cuanto a la orientación o comunicación sobre la sexualidad en la familia,
José afirma que acá no hay: “así que digan.. "mira m'hijo que esto o el otro, no uno
encuentra orientación en los mayores”.
A veces reciben información de los
hermanos o tíos que los acompañan a iniciarse en los prostíbulos, se les transmiten
esos saberes y creencias sobre las enfermedades de transmisión sexual y muy poca
información o inducción hacia la prevención. “Entre los amigos hasta le hacen burla
al que no sabe”, como cuenta José:
269
“De los papás... nada. No abiertamente, les da pena, luego tus padres no te
quieren decir por vergüenza, y llegas a saber por manos de otra persona o de
los maestros”.
Entre las hermanas y amigas es donde a veces se puede preguntar. Las
madres saben de embarazos y de partos pero no de ITSs ni de VIH/SIDA.
La aceptación de la planificación familiar entre los varones y va en franco
aumento.
En el discurso de Celerino es muy obvia su aceptación a la
anticoncepción, e inclusive a la educación sexual, los nuevos límites de lo que el
llama “la sensualida”
...ahí no había este, este, como ahora que ... la posibilida de que pus ya un
dos, un tres... ¡Pus no había esas este cosas! No se escuchaban esas cosas.
había, yo tengo una, una hermana que tiene hasta doce hijos tuvo. Es la que
me sigue a mi. Ya no vas sobre reglas de, del mismo del Instituto del Seguro
Social, ya las mismas clínicas y doctores pus 'tan teniendo este otros límites
de, de la sensualida ... si de, de no tener este, muchos hijos. Y ora ve, ora es
diferente. ‘ora, hay información en los libros exactamente. Ora precisamente
voy para allá, voy para acá ya vinieron ya los libros ya diferentes... ya con, ya
las formas este lo que es ... ya ora si que como dice el cura ¡ya decir lo que
es!.
Si ¡es importante! Por eso vienen ya las carátulas al, este, en los libros
de primaria. Yo, cuando yo estudie no venían esos ¡no, no se sabía! Nomás
se sabía lo que es de acá para acá ...(señala de la cintura para arriba)... pero
de las cosas para abajo ya no. Y hoy nuevamente con mis hijos cuando
empezaron a estudiar ya empece a ser más grande, empecé a ver los libros
pos siempre me ha gustado estudiar, digo ¡Ay, no pos ya, ya vi... viene con
acción! o tanto lo que es la sensualida, viene pintado ya lo que es la mujer, el
hombre, ya la, de una vez decir lo ¡que es! y ya por eso este la niñez pos ¡ya
sabe!. Si, y esta bien por una parte, cómo ve! Para que así vean lo que pus
significa! ...lo que, lo que es este, la sensualida.
270
Pero un problema ante el cual no hay ningún apoyo ni orientación es el abuso
sexual.
Fue hacia el final del trabajo de campo cuando Elia nos contó que había
sido víctima de abuso sexual a los seis años por parte de su tío: “Quedé como
traumada... desde entonces no me gusta que se me acerquen los hombres”.
Ella
afirma que no se lo pudo contar a nadie hasta los 15 años en que se lo compartió a
una tía y hace un par de años a un amigo.
Fue entonces cuando comprendimos
esa actitud de asco y rechazo a los acercamientos corporales de los muchachos.
Otro tema de una gran vulnerabilidad entre las muchachas es el del aborto.
Durante el año y medio que estuvimos visitando la comunidad nos tocó vivir un caso
de aborto entre nuestras informantes jóvenes, un aborto que le impusieron a Mina su
tía y su madre, aparentemente para guardar las apariencias. El caso fue realmente
dramático por toda la culpa y el estigma que cayó sobre ella, en principio porque no
fue su decisión, después por las valoraciones tan negativas que prevalecen en la
comunidad, y en tercera porque su exnovio se encargó de desprestigiarla entre los
demás. Justamente después de la entrevista individual a Mina, aunque nos
enteramos por Mariana, ni Irma ni Celerino jamás mencionaron nada al respecto
“¿No le dijo Mina?¿a, no le contó que se tuvo que hacer un aborto? Esta
pobre muchacha se metió con el novio hace ya tiempo, y entonces le contó a
su tia Carmela, ella después le dijo a Irma (su mamá) y la llevaron a abortar al
Seguro. Pero ahora se metió con el otro, con el amigo de su novio. Y me vino
a decir que no le ha bajado la regla, esta asustada porque a lo mejor esta otra
vez embarazada. ¡Pobrecita!, como yo le digo, el aborto es el peor de los
crímenes, no hay peor crimen que hacerse un aborto. Yo como le digo, pues
hay que ayudarla. Esa pobre muchacha. Puede ser que todavía se case. A
lo mejor hay alguien que quiera casarse con ella y es posible que todavía
pueda rehacer su vida Yo como le digo, toma esta experiencia para cambiar,
para ser diferente y ahora si cuidarte. Ya le regalé una oración para que se
ayude, para que le pida a Dios que la ilumine....Yo pensé que ya le había
dicho, por eso se lo cuento”..
271
Después Mina pudo compartirnos esta experiencia pero realmente no fue
posible ayudarla, casi no quería hablar de eso y nosotros cada vez la veíamos
estaba
peor, como descuidada, perdida, su subestima...en el último lugar.
En
ocasiones nos llegó a pedir consejos pero no en realidad no supimos como ayudarla.
Lo que entendimos -entre los chismes- es que en el Centro de Salud la doctora le dio
unas pastillas para que le bajara por si se trataba de un retraso, pero después su tía
le dio uno de esos tés amargos para forzar la bajada de la menstruación.
“Desde que empezé a fracasar ...han pasado muchas cosas con ese hombre.
El me dijo que primero lo hiciéramos y luego nos íbamos. Pero esa vez algo
me escurrió pero una vez no me bajó.. Estuve vomitando, pero luego que mi
tía Carmela me llevó a que me dieran pastillas en el Centro de Salud (se
refiere al de SSA), pero no me sirvieron. Entonces mi tía me dio unos tés,
seguí vomitando y obraba verde. Mi tía me decía que yo iba a ser la burla de
todos ¡ese niño no puede darse!. Cinco días después reglé, esta vez me
dolió. Y es que el Juaquín aquí le pasaba por enfrente de la casa con la otra,
frente a sus propios ojos. La última vez que lo vio fue el día de las bodas. En
“la peina”, me sacó a bailar.
Según el relato el aborto fue impuesto por su tía (y con la anuencia de Irma,
su madre) para ocultar las prácticas sexuales y el estigma de los demás “iba a ser la
burla de todos”, el peso del desprestigio es tan grande que se prefiere optar por un
acto que tiene una connotación de crimen en esta comunidad, con tal de evitar el
¿qué dirán?
“ Yo me he humillado, le he rogado...El me dice: tú por qué me quieres, si yo
no tengo nada, ni coche ni casa...yo soy feo. Yo -le digo-, yo te quiero así
como eres, no me importa que seas pobre..le he rogado, me he humillado”.
¿Cómo le hago Doña Gabi?(se refiere a la investigadora) Yo lo quiero mucho,
no sé que hacer!. Yo no quería tirarlo (se refiere al aborto) pero tía Carmela
me convenció. Cuando le dije a él que creía que estaba embarazada, el me
dijo que no, que no le iban a colgar un hijo del Chato, del Chato mi primo.
Pero yo, yo quien soy para burlarse...yo soy gorda, fea. Ese hombre me ha
272
cambiado la vida . La doctora me dijo que uno puede quedarse embarazada
nomas de pensarlo.¿usted cree?. Estos días me tiene que bajar la regla, yo
creo que no me embarace, porque....porque el eyacula por fuera. Yo digo que
así uno no se embaraza”.
Aunque aún entre los investigadores hay controversia en cuanto a si
médicamente fue un aborto esta experiencia o si simplemente fue un retraso
menstrual, de lo que no hay duda es que ella y la gente que la rodeó lo llamó y
experimentó como aborto.
Entre las amigas, al menos Esperanza la comprende y no la condena, tal vez
porque comparte las dificultades de ser joven y haberse animado a tener relaciones
sexuales con su novio
Pues, no sé, ahorita si se ve Mina muy triste, y ya casi no la dejan salir. El
sábado hubo baile y entonces él fue y no quiso bailar con él, Mina. Y este
entonces dice que, por qué no quiso bailar con él fue y la jaloneó, y dice que
la...que quién sabe qué cosa iba hacer y ella se espantó, y ahora se está
viniendo a curar aquí con mi mamá, de las sombras.
Tal como el mal sexual que Alma pasa por brujería a su marido, las sombras
vuelven a ser una explicación a los males que afectan a la gente, se trata de esa
fuerza maligna que recae sobre las mujeres que se atreven a transgredir las
regulaciones sexuales, o las leyes de la vida y de la muerte. El caso del aborto de
Mina nos hizo conscientes del gran impacto que tienen los valores de una
comunidad en las experiencias subjetivas de la gente, y el peso del prestigio social o
del ¿qué dirán? que puede llevar a actos de imposición a las jóvenes, aunque vayan
en contra de sus valores religiosos.
273
El prestigio social y la vida sexual de los Canales.
Los Canales son una familia conocida por todos los del pueblo, una familia
que dedica muchas de sus energías al cuidado de la imagen y el prestigio social. La
figura tan protagónica de Don Celerino es el resultado de importantes esfuerzos que
él realizó desde su juventud, imagen que no ha sido mermada por su alcoholismo.
Frente al éxito económico, moral y social alcanzado, hay un celoso cuidado para
evitar poner en riesgo ese prestigio, tal vez a eso se deba su actitud de pavonearse
de lo positivo, y la de soslayar y evitar hablar sobre los conflictos relativos a los
noviazgos o a la vida sexual en general.
Fueron los chismes y la información que
otros nos proporcionaron lo que nos reveló la diversidad de conflictos de esta familia.
El robo anterior de que fue víctima Irma, el aborto de Mina, son asuntos que no
pudieron aflorar, sino después de un año de tratarlos.
También es cierto que tanto Irma como Raúl y Mina son tímidos y parcos, lo
cual nos hace suponer que son los hijos que se quedan quienes tienen un perfil mas
pasivo, y que los otros hijos que están en los Estados Unidos y en Puebla
representan a los más despiertos y activos de los hijos, al segundo tuvimos
oportunidad de conocerlo en una ocasión que vino a bautizar a su hijo con sus
padres.
Esta situación concuerda con lo señalado en estudios sobre migración,
según lo cual quienes emigran son quienens tienen más oportunidades, los hijos
mayores, los que tienen más estudios.
Pero al tiempo que hay esa cerrazón para hablar de lo privado, la casa de los
Canales es una casa abierta a los amigos y amigas, un espacio en que siempre
andaban rondando jóvenes parientes y no parientes, en lo que parece un estilo de
abierta socialización combinado con dificultades para abordar los problemas más
íntimos. Es un hecho que de Elia, José y Reina obtuvimos mucha más información
sobre la sexualidad de los jóvenes de lo que la propia Mina pudo hacernos
partícipes.
En esta familia ser hombre es ser un sujeto con presencia pública, buscador
del éxito económico y abierto a disfrutar la vida, el alcohol y las juergas con los
amigos, conquistador de mujeres y aventurero por las noches. Las mujeres están
274
minimizadas, poco atendidas, sujetas al servicio doméstico y a los controles sobre el
cuerpo.
La edad entre novios se ha ido acortando, de los 8 años que le lleva Celerino
a Irma al uno o dos años que se llevan entre las parejas de sus hijos. Así mismo ha
proliferado el número de noviazgos entre las nuevas generaciones con 4-6 novios,
sobretodo en los reportes de las mujeres, pues Don Celerino ya nos relata 8
noviazgos de su juventud.
Al espacio de la calle, el molino, la iglesia donde se encontraban los novios,
se han añadido el manantial, la escuela y los bailes que son ahora los principales
puntos de contacto entre los jóvenes.
El baile es la oportunidad para los
acercamientos y suele ser el momento de las declaraciones de amor, es también
una oportunidad que usan
los hombres para presionar a las mujeres, muy
particularmente los hombres mayores cuando están tomados hostigan a las
jovencitas.
El papel seductor de los hombres en el cortejo que es muy claro en el caso
de Celerino junto con el miedo a los padres de la novia ha cambiado sustancialmente
entre los más jóvenes.
verbal
De las súplicas y extremo cuidado se ha pasado al juego
mucho menos formal y al trato más cercano, a pesar de que se sigue
persiguiendo a las muchachas.
Frente a las regulaciones sobre el cuerpo que se condensan en la frase de
Celerino “la noche se hizo para los hombres”, los y las jóvenes cada vez se mueven
más en el propio pueblo y en los bailes de las comunidades cercanas aún a las altas
horas de la noche. Se empieza a manifestar una posición crítica y hasta cínica hacia
las normas religiosas y las ideas de virginidad, aunque por supuesto que sigue
siendo mas que nada una imagen que evite ser agredidas y despreciadas por los
varones. Regaños, amenazas y golpes maternos así como chismes, son y han sido
los mecanismos de control.
En los acercamientos corporales hay un proceso de pasos paulatinos que
arranca después de la declaración y el sí de la mujer, una semana o un mes más
275
tarde se vive el primer beso y abrazo de novios; en algunos casos los primeros
besos no se dirigen a la boca sino a la mejilla, ellos los solicitan y ellas controlan el
lugar y el momento para acceder. A los varones no les gusta que ellas los besen ni
los tomen por sorpresa. Ninguna de estas mujeres hablaron de la masturbación ni
nada parecido, José en cambio si se refirió al respecto en entrevista individual con el
investigador, se queja de burlas de los demás cuando saben que se masturban,
aunque también es un tema del que pueden confiarse entre amigos.
Todos y
todas conocen amigos e iguales que están teniendo relaciones sexuales y se habla
de ello sobretodo por el riesgo de embarazos y no necesariamente como si fuera
una transgresión. Saben de la existencia de anticonceptivos modernos y siguen
aunque los usan poco, también recurren al retiro y al ritmo –métodos que no cuestan
aunque les falla mucho-, de manera que los actos sexuales siguen siendo fatalmente
reproductivos y las resistencias femeninas a las presiones sexuales son también
estrategias para evitar embarazos no deseados.
Las emociones en el cortejo son intensamente vividas tanto por los hombres
como por los varones.
El discurso de Celerino ilustra toda la energía puesta al
servicio de “caerle al corazón de una muchacha” colocando siempre los sentimientos
de enamoramiento en ellas “me la enamoré” y negando su propio involucramiento
amoroso, pero dejando ver la fuerza de sus sentimientos más ligada al miedo de ser
rechazado o a sentir su virilidad amenazada ante un fracaso en la conquista. Irma
en cambio siente una fuerza que la toma por sorpresa “le ganan a uno la volunta” y
ante la cual no ejerce resistencia “tanto insistió y insistió hasta que acecté”.
Entre
los jóvenes las emociones no han dejado de ser intensas, hay una gran dificultad
ante el deseo, el abandono y los celos. Pareciera que las muchachas siguen
viviendo el deseo como una energía incontenible que ahora se complica ante la
posibilidad de acercarse a más de un muchacho “siento que quiero a José pero
también a mi novio, ¡hay!” ; la migración de los jóvenes propicia muchas situaciones
inciertas entre las novias que se quedan. Las canciones nos dejaron ver cuan
intensos pueden ser los sentimientos varoniles ante el deseo y la dificultad de
acceder al amor “era como una Diosa y yo tan poca cosa”.
Todo parece indicarnos
que la música “moderna” y la televisión son fuentes sustanciales de educación
276
sentimental , ayudan a nombrar y expresar los sentimientos amorosos “ me he
tragado mis propias lágrimas”, los varones tienen también una preocupante
preferencia por películas violentas.
Pero la lección aprendida al respecto es que los
jóvenes toman de los medios en principio una estética que les permite expresar su
disputa generacional, al imponer el uso del arete o de las minifaldas contra la
voluntad paterna; y en cuanto a las prácticas sexuales, los jóvenes sólo toman de la
televisión aquello que va en consonancia con sus condiciones de vida, incorporan
los modos de besar y abrazar de las fases del cortejo tal como se dan en la
comunidad.
La iniciación con prostitutas a edad temprana es un lujo que sólo se dan
quienes pueden pagar a una mujer. Las anécdotas con prostitutas en “el otro lado”
han colocado en el imaginario de los jóvenes la idea de un espacio de comercio
sexual con una apertura sexual desbordante, donde muchos migrantes se meten al
mismo tiempo con alguna, o bien se meten entre ellos y con hombres, que pueden o
no ser travestis.
La decisión de unirse entre los Canales ha sido a través de fugas
concertadas, así ha sido y así se espera que siga siendo; aunque en el caso de Alma
y Raúl sabemos -por voz de Esperanza-, que se trató de una fuga simulada que
respondió a un pacto entre Raúl y su suegra. Otra cosa es la decisión de casarse,
la cual sigue en manos del patriarca, claramente expuesto en el matrimonio de la
misma pareja, Alma y Raúl, donde la voluntad de Celerino para casar al último de
sus hijos en una gran boda que no deje en duda el poder económico de los Canales:
Después de 9 años de unión libre la voluntad de Celerino fue decisiva,
independientemente de lo que estuvieran pensando los futuros cónyuges.
El rito y
los símbolos religioso tienen una gran importancia como reguladores de la vida
sexual y conyugal, prescribe un único medio que legitima una unión para toda la vida
y define los poderes masculinos y su relación con el sexo vulnerable en la unión. El
matrimonio tiene una eficacia simbólica indiscutible para superar conflictos
conyugales, reivindicarse con Dios y poder vivir en paz.
277
La salud sexual, las enfermedades y las muertes de los hombres están
relacionadas con el alcohol, la violencia y los accidentes.
La violencia es muchas
veces, parte del proceso temprano de socialización de los hombres y está
relacionado con conflictos políticos y económicos, que se hacen presenten aún entre
los jóvenes de hoy. En las salidas de los bailes ocurren actos violentos ligados al
cortejo,
en muchas ocasiones son broncas por las novias y mujeres que al
pertenecer a otro barrio se disputan como propias o ajenas.
La ingestión de
alcohol lleva a presiones sexuales y hasta a violaciones, las muchachas van
aprendiendo a defenderse con estrategias físicas , psicológicas y hasta religiosas,
como en el caso en que Elia y su prima se salvaaron del riesgo al golpear,
argumentar enfermedad y sobretodo encomendarse a la Virgen fue lo decisivo desde
su percepción.
También en el caso de Alma, los rezos actúan efectivamente contra
la violencia masculina, como nos refirió ella qué así logró que Raúl ya no le pegara y
terminara el “mal sexual” que le aquejaba a través de orar y decidir casarse por la
iglesia.
Todos los informantes consultados están de acuerdo con la educación sexual
en la escuela, aunque José afirma que a los padres les da vergüenza y no quieren
decir nada. Pero Celerino habla abiertamente del gusto que le da que ahora haya
programas de planificación y libros de texto para sus hijos en que se hable e ilustre
explícitamente lo que el llama “la sensualida’ ”.
Sin embargo la sexualidad sigue siendo una fuente de profundos conflictos y
angustias, y está estrechamente ligada a la inequidad de poder entre los sexos, así
como entre jóvenes y viejos.
El abuso sexual de las niñas es un tema que nadie
atiende y que muchas veces está atrás del rechazo al sexo por parte de las
muchachas. El aborto inducido es un recurso al que recurre la familia Canales para
tapar las prácticas sexuales de su hija antes que empoderarlas para que ellas
puedan prevenirse y tener control sobre su cuerpo y su propia fecundidad.
En la nueva generación de la casa de los Canales, observamos como
principales cambios esa relación menos formal y un trato más cercano entre novios
que nada tiene que ver con las súplicas y peligros del cortejo que vivieron los
278
abuelos. Las relaciones sexuales entre novios con reconocimiento por parte de los
informantes jóvenes, sobretodo como riesgos de embarazo; y aunque conocen la
existencia de anticonceptivos, los riesgos de ceder a las presiones sexuales se
expresan principalmente como miedo a embarazos.
Persiste la idea de la
sexualidad como una energía incontenible, en tanto que las disfunciones sexuales,
así como los abortos se relacionan con actos de brujería y desplazamientos de “las
sombras”.
Las canciones y las telenovelas han impuesto un nuevo discurso
amoroso entre jóvenes, vinculado al amor, el desamor, el abandono y los celos.
La
migración de los novios a los Estados Unidos han propiciado experiencias
sentimentales dolorosas y han exacerbado el sueño de un único futuro póspero allá,
tanto entre varones como mujeres.
La decisión de casarse por la iglesia sigue
siendo un área de decisión del “patriarca” y la importancia de los símbolos religiosos
permanece constante tanto como fuentes de salvación, como medios de evitar
conflictos sexuales y de violencia en la pareja.
279
CAPITULO VII
Horizonte mágico y comportamientos pragmáticos coexisten en la vida
sexual de campesinas y campesinos
El pueblo estudiado es representativo de una diversidad de poblaciones
mestizas y reflejo de muchos de los procesos económicos y culturales que esta
sufriendo las poblaciones rurales de los estados del centro del país.
Por la activa
participación de los lugareños en la producción de la caña de azúcar, tan
importante insumo de la economía nacional, este pueblo ofrece la riqueza de
reflejar la visión regional de los dramáticos acontecimientos históricos que
afectaron al campesinado en el último siglo y que se condensan en relatos de la
generación más antigua de los informantes consultados en esta investigación. Los
testimonios hacen referencia al periodo post-revolucionario y a la reforma agraria,
así
como
a
los
efectos
de
las
políticas
agrarias
y
transformaciones
constitucionales de los últimos años, en que el ejido ha comenzado a privatizarse.
Toda vez que las comunidades rurales del estado de Puebla conforman una
región que ha permanecido en alta marginación, la población estudiada es
representativa de las comunidades con las más altas tasas de migración, morbimortalidad materna, enfermedades sexuales y crecimiento demográfico 23 ; de ahí
la posibilidad de tomar en cuenta los hallazgos para el diseño de programas de
salud reprodutiva de regiones que presentan condiciones semejantes.
En la
actualidad el poblado transita por la creciente disyuntiva entre la sobrevivencia y
precariedad que se logra a partir del cultivo de la caña versus la promesa de
progreso a través de la emigración hacia los Estados Unidos, dilema que cruza las
vidas de hombres y mujeres y llena el imaginario de futuro que están construyendo
los y las jóvenes de ahora.
Con base en el contexto que nos dio principalmente la observación
participante de visitas continuas durante más de un año y medio en la comunidad
y orientados por objetivos de investigación puntuales,
23
así como en las
Ver en Capítulo I “La Salud Reproductiva y los estudios de género”.
280
conversaciones grupales con jóvenes y las entrevistas individuales con
informantes seleccionados, se logró comprender las principales transformaciones
que han ocurrido en las prácticas y regulaciones sexuales del cortejo.
Fue útil
acercarse a los y las jóvenes de ahora teniendo como punto de partida a las
madres y padres, abuelas y abuelos de un grupo seleccionado de familias de
productores de caña:
los Torres, los Herrera y los Canales.
Como se ha
descrito en los capítulos anteriores, se trata de tres familias típicamente
patriarcales, cuyos jefes de familia son ejidatarios–cañeros que al mismo tiempo
son productores independientes y proletarios a domicilio, por la dependencia
económica que mantienen con el Ingenio de Atencingo. No encontramos cambios
en cuanto a los patrones de residencia patrivirilocal, ni en la dependencia
económica y práctica de mujeres, menores y jóvenes al jefe de familia, ni en el
control de la endoculturación por parte de la abuela o suegra, siendo una realidad
particularmente para quienes no emigran.
Pero simultáneamente observamos
que comienza a erosionarse la relación de subordinación a los mayores, muy
particularmente en los procesos de cortejo y en las prácticas sexuales de los
novios.
Múltiples noviazgos que se inician desde la primaria, contactos
corporales en espacios públicos, prácticas genitales entre novios y sin miras a la
conyugalidad, uso clandestino de anticonceptivos entre solteras, etcétera.
El análisis de las observaciones de campo, de las conversaciones grupales
con jóvenes escolarizados y no escolarizados, de los encuentros informales en las
calles, en el molino, en la iglesia, la participación en actos cotidianos, en ferias y
festividades colectivas, así como las entrevistas dirigidas hicieron posible
profundizar y comprender algunos patrones culturales que expresan la
reproducción y renovación de la sexualidad en el cortejo, e ir más allá de los
modelos individuales y parentales.
Aunque también es cierto que las historias
de cortejo y noviazgo de los informantes, las biografías personalizadas y los
estilos familiares distintos, los que dieron las bases para poder desmontar los
patrones culturales, desde los rasgos violentos y apasionados de la familia Torres,
la tenacidad y escrupulosa vida de los Herrera, hasta la preocupación por el
prestigio de los Canales.
En términos del segundo objetivo del estudio, se han
281
articulado algunas de las significaciones subjetivas de la sexualidad. Encontramos
que las relaciones de poder están en la base de ciertas significaciones
emocionales diferenciales que viven hombres y mujeres en el cortejo, desde antes
del noviazgo, durante y hasta las primeras experiencias coitales ya sean
conyugales o pre-matrimoniales.
Finalmente se han decodificado algunos
conocimientos y creencias regionales que están relacionados con la salud sexual y
reproductiva, prácticas e representaciones acerca de la sexualidad, la maternidad
y paternidad, así como hacia la prevención del VIH/SIDA y la fecundidad.
En términos generales se alcanzaron los objetivos propuestos tanto en el
trabajo de campo, en la revisión documental y en los procesos de codificación y
análisis.
Eso no significa que el tema está agotado ni mucho menos, era
necesario hacer un cierre después de más de cuatro años de iniciado el estudio, y
desde luego los datos están incompletos, no se cubrieron exhaustivamente las
categorías con todos los informantes,
quedo inconclusa la revisión de datos
epidemiológicos, estadísticas vitales y de nupcialidad a nivel municipal, hay
transcripciones, entrevistas individuales y grupales que faltan de analizar y
algunas de codificar, además de las limitaciones teóricas y metodológicas
analizadas al inicio de este texto24. No obstante las limitaciones, el producto
actual nos acerca a la comprensión de la sexualidad en el cortejo, al punto de
vista de las y los campesinos que lo viven y miran desde diferentes ángulos, y la
visión de diferentes actores tales como los jóvenes escolarizados y no
escolarizados, las maestras de la Telesecundaria, las promotoras de salud, los
curas, misioneros y autoridades según su posición y en relación ante las premisas
de género.
Siguiendo la primera de las interrogantes teóricas, en que nos preguntamos
¿Cuáles son las transformaciones de la sexualidad en el cortejo entre las y los
jóvenes de una comunidad agrícola con amplio contacto hacia el exterior?.
Encontramos procesos de resistencia y apropiación25. que se expresan en una
24
Para profundizar sobre las limitaciones metodológicas, consultar el Capítulo II El método o ¿cómo fuimos armando
el rompecabezas de la sexualidad?
25
Los conceptos de apropiación y resistencia se analizan en el apartado “sexualidad” del Capítulo II.
282
iniciación de noviazgos informales desde los 10,11 años, una ampliación del
número de novios y relaciones menos formales de noviazgo, con patrones de
comunicación más afectivos.
Las mujeres comienzan a tomar la iniciativa para
“hablarles a los muchachos” y a permitirse contacos corporales de mayor
intimidad.
Entre las permanencias encontramos que se mantiene la necesidad
de la indulgencia de los santos, de creencias mágicas y religiosas relativas al
cuerpo y a la sexualidad, y se recurre a ritos ancestrales para conservar la salud y
apoyar los ciclos de la vida y de la tierra. Los varones siguen iniciándose con las
“mujeres del cabaré” y el valor de la virginidad sigue siendo un recurso para el
intercambio de mujeres entre las familias.
Las regulaciones sobre los procesos
de cortejo, noviazgo y prácticas sexuales son las mismas desde los tiempos de las
abuelas, pero también encontramos que las generaciones pasadas pierden
vigencia como ejemplos a seguir.
Hay un nuevo posicionamiento de los jóvenes
frente a las normas del cuerpo y no hay duda de que presenciamos nuevos
sentidos y prácticas inéditas entre las y los jóvenes campesinos de hoy. Hay una
apropiación selectiva de patrones estéticos urbanos, sentidos afectivos y lúdicos
en el noviazgo, relaciones sexuales alejadas del interés conyugal, juegos y
contactos corporales entre novios en espacios públicos, y ensayos de prácticas
preventivas de salud sexual.
Como se ha explicado a lo largo de este trabajo, las transformaciones son
muchas y algunas de las más sustanciales pueden relacionarse con factores como
la emigración, el acceso a los estudios secundarios, la incorporación de jóvenes y
mujeres al trabajo asalariado y la influencia de los medios electrónicos de
comunicación. En tal sentido el trabajo confirma la importante influencia de estos
factores en los cambios de la organización jerárquica y autoritaria de la familia
rural mexicana, que habían encontrado otros investigadores del campo (Levine y
Levine, 1985; González, 1995; Mummert, 1994; Castañeda, 1996),
y además
aporta datos directos sobre las transformaciones de la sexualidad.
En cuanto a ¿Qué tipo de significaciones subjetivas de la sexualidad se
expresan en las reflexiones sobre los procesos de cortejo? segunda interrogante
de investigación, se encontró una relación muy directa de las emociones sexuales
283
con las premisas de poder y de género, así como con la concepción mágica de la
sexualidad. El miedo y los celos pueden tomar sentidos particulares de acuerdo a
creencias locales sobre los contactos corporales y el coito, o en función del
sentido de propiedad que los varones sienten sobre el cuerpo de sus hijas, novias
o esposas. La competencia por una mujer entre los hombres, y los artilugios para
hacerse de un buen partido entre las mujeres, explica en ocasiones por qué el
deseo o el placer pueden vivirse como emociones perturbadoras. La concepción
de la sexualidad como un ente fuera del control o que hay que controlar puede
llegar a determinar la decisión de unirse, casarse o dejar a alguien, ya sea en la
modalidad de
“abandonar”,
“pedir la mano”, “fugarse concertadamente”,
“casarse” o “robarse a la novia”.
En respuesta a ¿Cuáles son las principales representaciones en torno a la
salud sexual y reproductiva?, tercera interrogante del presente estudio,
se
encontró una combinación de saberes ancestrales y explicaciones mágicoreligiosas junto con las nociones biomédicas que empiezan a circular a través de
los migrantes, los agentes de salud y las clases de orientación sexual de la
escuela.
Hay una visión polarizada de la paternidad y la maternidad y múltiples
creencias que se oponen a las prácticas preventivas de embarazos no deseados e
infecciones de transmisión sexual. Otros fenómenos como el alcoholismo y la
violencia doméstica y sexual se expresan como rasgos de miseria psicológica 26
relacionados con los ideales masculinos, la pobreza y las relaciones de poder
entre los sexos. Una concepción de la sexualidad entendida como una energía
sobrenatural y gastable que atraviesa los cuerpos masculinos y femeninos y que
está por encima de las voluntades personales, parece ser una barrera para
concretar prácticas preventivas de salud sexual.
Modificaciones sustantivas en la sexualidad y los procesos de cortejo.
Entre los principales hallazgos que rompieron las prenociones de los
investigadores respecto al cortejo en el mundo rural, está la presencia de un estilo
emergente de noviazgo entre niños, niñas y jóvenes rurales, un proceso recreativo
26
En el Capítulo 2 se analiza el concepto de De Martino “miseria psicológica”.
284
y afectivo que se inicia en las edades de 11 ó 12 años, conformado por numerosas
y sucesivas relaciones y desligado de la unión conyugal.
Hoy hay un trato más
cercano entre los novios que incluye miradas y mensajes indirectos de atracción y
deseo sexual así como largas pláticas, paseos y participación de parejas en
actividades escolares, ferias, fiestas, bailes, juegos deportivos y demás.
Noviazgos que ahora se viven como “pasa-rato” o “para vivir la vida”, términos
textuales con que los informantes lo caracterizan y que repetidamente
escuchamos en los relatos de los muchachos, y aún entre las mujeres más
jóvenes:
“nos hicimos novios como una diversión”.
El sentido informal del
noviazgo se complementa con la facilidad para romper con el novio o la novia tan
frecuente en los relatos de los informantes jóvenes.
El fenómeno contrasta con
los noviazgos de los abuelos y padres que si bien se iniciaban unos cuántos años
más tarde (a los13, 14 años), eran además formales, claramente terminales y con
escasas oportunidades para divertirse o para tener un trato más íntimo. Como se
revisó en los casos de las tres familias analizadas, ellos tenían que recurrir a las
súplicas, las cartas y largas esperas para poder “acercarse al corazón de una
mujer”.
Otro de los cambios más visibles es el aumento en el número de novios así
como el acortamiento de la duración del noviazgo y de la diferencia de edad.
Mientras que los y las jóvenes han tenido cuatro y hasta cinco novios a los 15, 16
años, con diferencias de edad de uno a tres años, sus padres y abuelos –con
excepción de don Celerino-, tuvieron un par de novias y muchas de sus madres y
abuelas se casaron “con el un único amor de su vida” . Todo parece indicar que
la escuela secundaria y la televisión han sido dos factores de influencia al
respecto, como analizaremos más adelante.
En términos territoriales hay también cambios tangibles. Mientras que algunos
lugares destinados al cortejo se mantienen constantes otros espacios se han
resignificado y diversificado.
Entre los que permanecen a pesar del paso del
tiempo, están el molino, la iglesia, las tiendas y las calles, puntos de referencia
que siguen siendo claves para cortejar y para encontrar al novio o a la novia; las
zonas de cultivo se mantienen como territorios claramente proscritos para los
285
novios, toda vez que están lejos de la mirada vigilante de los agentes
comunitarios.
Como
nuevos
espacios
para
cortejar
se
destacan
principalmente las aulas y patios de la escuela secundaria, las canchas de
basquet y futbol, el manantial, los bailes locales, las plazas y los bailes en los
poblados cercanos, los lugares obscuros en las calles y plazas y, hasta el interior
de las propias casas, ha sido testigo de múltiples eventos amorosos de los novios.
Si bien el control del espacio y de los horarios para el cortejo continúan
monopolizados por los adultos, ha habido una extensión de los horarios
permisivos para salir y cortejar, que algunos relacionan con la llegada de la
electricidad.
En la visión de las dos primeras generaciones hay menos sometimiento a
las reglas por parte de las y los jóvenes de ahora, aunque estos últimos tienen una
posición crítica pues, consideran que las restricciones de antes siguen imperando
en la actualidad.
La diferencia está precisamente en esa respuesta crítica que
parece la conformación de otro tipo de sujeto moral más individualizado frente a
las normas de la colectividad.
Las actitudes reflexivas y el discurso colectivo
tímidamente contestatario ante las imposiciones generacionales y de género no
estaban presentes entre sus ancestros. Mas allá de las quejas ante la vigilancia
del cortejo, que ya se presentaban desde luego entre las generaciones anteriores,
ahora se expresa una definición personal que se comparte con el grupo de iguales
y que demuestra la importancia del respeto a la aplicación de códigos
individualizados y pragmáticos ante el comportamiento sexual más que a seguir
las reglas por que sí, la frase de Elia una de las informantes de 18 años es
elocuente: “lo que debería de cambiar no ha cambiado... en la pureza de la mujer
y todo eso ... que tengan relaciones es su problema, nada más que ellas se
cuiden, ¡que no se vayan a embarazar!”
En los procesos de comunicación del cortejo empieza a superarse el papel
pasivo de las mujeres y se presenta una gama interesante que combina formas
anteriores y novedosas de comunicar emociones, desde las miradas de deseo con
que arranca el cortejo en la mayoría de las parejas, las cartas de amor que se
enviaban con intermediarios los abuelos y abuelas, hasta el diálogo, las
286
conversaciones de amor cara a cara y las caricias en público de las parejas
actuales.
Largas pláticas de las parejas sobre sus deseos, miedos y
sentimientos amorosos, así como un trato mucho más cercano caracteriza a los
novios de hoy y los distingue de las relaciones tan formales entre los novios de
otros tiempos. Relaciones amistosas, equipos deportivos y fiestas organizadas
entre jóvenes del propio y de diferente sexo han proliferado en los últimos tiempos,
vínculos que permiten relaciones menos verticales y espacios privilegiados para
compartir sentimientos y problemas familiares.
Hoy por hoy, la declaración de amor sigue siendo la frontera de inicio del
noviazgo. La frase constante de las mujeres “él me habló” y la afirmación de los
varones “le hablé de amores” señalan sin confusión al sujeto masculino que le
corresponde expresar activamente el deseo, así como el valor de la conversación
entre novios.
Sin embargo, tomar la iniciativa para iniciar un noviazgo empieza a
ser una práctica incipiente entre las mujeres jóvenes, pues cada vez son más
frecuentes los relatos de muchachas que declaran su amor a los varones “como si
ellas fueran el hombre” – dijo José, de 17 años.
Además, hablar sobre el amor o
referirse al noviazgo como una pasión amorosa no forma parte de las experiencias
de los abuelos y sí en cambio es el contenido sustancial de los relatos de quienes
fueron novios en las décadas subsiguientes.
Las creencias sobre el amor, así como la forma en que nombran y diferencian
sus sentimientos las mujeres y los hombres dan un sentido correspondiente a sus
experiencias amorosas.
Fábrega
27
De acuerdo a los planteamientos de Agnes Heller y
se encontró que la reflexión sobre los sentimientos se relaciona con las
conceptualizaciones, el conocimiento o las creencias de los informantes.
Los
testimonios de las parejas están plagados de procesos de enamoramiento
intensos en que los amantes perciben transformaciones en la autoimagen y
reconocen pasiones que los dominan, en coincidencia con esa concepción de la
sexualidad como una energía incontrolable. El enamoramiento de los hombres se
muestra principalmente en reacciones de arrebato, de celos o de “muina”, y tal
como las premisas de género indican, ellos niegan su involucramiento emocional y
27
Ver “la subjetividad y las emociones” en el Capítulo II.
287
prefieren depositar en ellas los sentimientos amorosos “ahí fue donde me la
enamoré”.
Ellas se asumen depositarias de esos sentimientos y los viven con
ese sentido de pasiones externas a su control individual.
Toda vez que el trato
es más cercano, que hay un contenido afectivo en las conversaciones entre
novios, y que verse con el novio sigue siendo un acto perseguido por los padres,
hermanos, maestras y demás, el noviazgo cobra un sentido de lugar de refugio, un
espacio que favorece la confianza y el desahogo emocional, un anclaje para la
identidad generacional y juvenil entre iguales, así como una plataforma para el
desarrollo de sentimientos de solidaridad entre hombres y mujeres que rompe
formas de expresión formales y estereotipadas de género que les han sido
impuestas.
Expresiones de empatía y consuelo se expresan intensamente, muy
particularmente cuando se sienten enamorados o enamoradas.
Pero
el
acercamiento emocional no garantiza la posibilidad de acuerdo en otras esferas de
la vida en pareja, ni lazos de comunicación que permitan compartir expectativas
futuras. Anticipar decisiones sobre la vida marital o negociar la vida sexual casi no
tiene cabida en el tipo de vínculo que predomina entre los novios.
Besarse o abrazarse son actos que ya no ponen en juego la dignidad de las
mujeres, pero las relaciones genitales en el noviazgo son transgresiones que
contradicen directamente las regulaciones imperantes.
Los novios de hoy no
esconden sus acercamientos corporales en los espacios públicos, al grado que “ya
ni la cara se tapan” , como dice nuestra informante Valentina, se rompen además
las normas de distancia corporal en territorios clandestinos y en espacios alejados
del pueblo, secretos que se comparten entre amigos, amigas, primas y demás
coetáneos; pequeños grupos juveniles proliferan por todas partes favorecidos por
la red de estudiantes de la escuela telesecundaria, participantes en talleres de
capacitación y cursos institucionales que se organizan en comunidades aledañas,
así como visitas a primos(as) y tíos(as) que viven en otras comunidades o
ciudades y que amplían en un rango geográfico de movimientos de los y las
jóvenes más allá de la comunidad.
Actos sexuales entre novios y sin fines conyutales se están ensayando pese al
riesgo de perder el prestigio y la posibilidad de un buen marido para casarse. Aún
288
así, coexiste la idea del “amor limpio”, concepto que circula todavía entre los
jóvenes; y que se refiere a la entrega total por amor, acto sexual que está
justificada por el triunfo de la pasión sobre la voluntad, y que como no es planeado
debe estar libre del uso de cualquier anticonceptivo o preservativo.
Conclusiones explicativas y articulación de los datos.
Las ideas sobre cómo debe acercarse un hombre y una mujer en el
cortejo no necesariamente coinciden con los comportamientos sexuales del
cortejo.
Formas únicas y “naturales” de conquistar, de ser masculino y
femenino, de sentir, enamorarse y celar, de ser padre y madre que se repiten en
los diálogos, poco tienen que ver con los comportamientos de la gente.
Los
estilos masculinos y femeninos pueden variar individualmente, desde el perfil más
violento y agresivo de Fabián, el más aventurero y alegre de Don Celerino, hasta
las pasiones incontrolables de Heladio o la fresca expresión de los miedos de
Inocencio. Ya sea la fuerza determinante de Mariana, de Zara o de Francisca,
mujeres que logran imponer sus desplazamientos e intereses personales frente a
los hombres, y que no han podido superar el sometimiento de su cuerpo, ni la
violencia doméstica, o el estilo tímido y parco de Irma, de Alma o de Mina, mucho
más sujetas a las decisiones de los demás, y hasta el cinismo frente a las reglas
de Elia, de Esperanza, de Gloria.
Por encima de estas diferencias individuales se impone una concepción
única de ser hombre y ser mujer. Una adscripción “natural” heterosexual que
define a ese varón activo que debe dirigir los acercamientos a las mujeres, que
tiene presencia pública, ese hombre que debe prepararse para cumplir una
función de proveedor a toda costa, y que puede desplazarse por las noches; y esa
mujer recatada que aprende a echar las tortillas desde niña, que
domina
o
dominará el fogón del hogar y la crianza de los menores, que está sujeta al control
de los hombres (padres, hermanos, novio, esposo) sobre su cuerpo, pero que
289
exige respeto en su juventud y que más tarde renunciará a todo para sacar a sus
hijos adelante.
La adscripción de identidad de género se reduce a las dos opciones
señaladas, a pesar de que las muchachas están mostrando desplantes activos
frente al cortejo y la sexualidad, y los varones sufren ante la demostración
constante de actos viriles que la cultura les exige.
En este contexto, la idea de relaciones homosexuales no tiene una
significación de vida en pareja tal como que existe en otras regiones.
Las
prácticas genitales entre personas del mismo sexo son referidas como iniciación
masculina (cercana a las prácticas zoofílicas, de las cuales sólo tuvimos una
referencia puntual), o como costumbres que contradicen
heterosexual” de hombres y mujeres.
informantes es elocuente,
“la naturaleza
La anécdota de la tía de uno de nuestros
esa mujer muy masculina, que usaba pantalones,
controlaba la producción de la caña, montaba a caballo y se acostaba con las
sirvientas, “esa tía era un hombre” decía Mario su sobrino, en tanto que para su
esposa Mariana: “ella era mitad hombre y mitad mujer”, pero en todo caso no
pueden ser categorizados fuera de esa dualidad.
En cuanto al caso de “el
chicas”, ese joven que baja al manantial y mantiene relaciones con otros niños y
jóvenes a cambio de dulces y golosinas; o el de “la manflora” que cortejaba a
Doña Elena en sus tiempos de soltera, son personas a las que se refieren con
risas y
a quienes se juzga de raros, sin poder dar mayores explicaciones.
También se habla de los migrantes que se meten “allá” (en California) con otros
hombres y por eso les da SIDA.
En ningún caso los testimonios relacionan
estas prácticas con una identidad sexual diferente.
La división sexual del trabajo y del patrimonio están en la base de las
regulaciones sexuales; las regulaciones religiosas y seculares refuerzan
tales divisiones, pero se subordinan a las necesidades pragmáticas de
alianza.
En cuanto a las regulaciones sexuales del cuerpo y la sexualidad, se
presentan permanencias sorprendentes. Los diversos dispositivos de vigilancia de
los cuerpos de las jóvenes sostienen el valor de la virginidad como anclaje del ser
290
femenino, y llega al extremo de someter por 40 años a la violencia psicológica a la
abuela de los Herrera, o a imponer contra su voluntad un aborto a una joven de 17
años, en el caso de los Canales.
La importancia de resguardar el honor de la
familia a través de la restricción sexual de las hijas y la exaltación religiosa de la
asexualidad femenina y la virginidad en estos medios, ha sido también
documentado en estudios realizados en otras regiones rurales del país, tal como
se revisó en el Capítulo I 28 .
De acuerdo con el enfoque de la construcción social de la sexualidad que
se asume en esta investigación 29 , se confirma que el parentesco y la organización
económica son dos de las áreas cruciales en la organización de la sexualidad en
los procesos de cortejo de la comunidad.
El análisis de los testimonios y de
estudios previos 30 lleva a señalar como determinantes de las permanencias de las
regulaciones sexuales, factores tan estables como las reglas de la herencia así
como la drástica división sexual del trabajo, del patrimonio y de los espacios
laborales en una comunidad que vive de la caña 31 . Toda vez que las mujeres no
son herederas de las tierras y siguen excluidas de las fuentes de trabajo más
productivas (sea la caña o la oferta laboral de California), en el comportamiento
sexual las solteras ponen en riesgo la estabilidad económica familiar y sobretodo
la de su ciclo vital siguiente.
Las regulaciones sexuales se apoyan en la división sexual del trabajo,
del patrimonio y en las precarias condiciones materiales.
Una visión
subordinada de la mujer frente al varón y de depositaria de las tentaciones de la
carne, una valoración negativa del deseo femenino y la desnudez, son ideas que
se refundan constantemente a través normas familiares, escolares, así como en
rituales y mensajes religiosos católicos. Como decía uno de los misioneros en las
28
Ver ”Salud Reproductiva y estudios de género” y “Abordajes etnográficos y demo-antropológicos” en el
Capítulo I , Levine y Levine,1985; Amuchástegui, 1996; Rivas, 1995.
29 Este enfoque se explica en el apartado “La sexualidad” , Capítulo II. Weeks, 1990; Foucault, 1989,
Vance 1991, Irvine 1990 y 1994.
30
Dichos estudios se resumen en el apartado “Estudios etnográficos y demo-antropológicos” del Capítulo I.
Mummert,1994; Castañeda, 1996.
31 En el apartado “El trabajo, las transformaciones materiales y las condiciones de género” del Capítulo III
se analiza ese aspecto en el Pueblo estudiado.
291
pláticas prematrimoniales: “La compañera de Adán se llamó Varona, porque venía
del varón de su costilla. Estaban bien, pero vino la serpiente y la convención de
comer la manzana. A partir de ahí, se avergonzaron de su desnudez”.
Diversos
agentes y representantes religiosos (curas, monjas, misioneros, rezadoras)
promueven los mensajes de la castidad femenina directamente y con renovadas
estrategias (coros juveniles en las misas, obras de teatro juveniles, bailes y
carreras de guadalupanos); aunque en los confesionarios se prescriben
penitencias leves a quienes han tenido relaciones pre-maritales 32 .
Pautas
semejantes se difunden en discursos indirectos por parte de las madres, padres
de familia, comadres y maestras de la telesecundaria.
pecado,
Más que la idea de
“hacerse de un buen marido” es la preocupación sustancial que los
informantes y las razones que las madres argumentan para proscribir las
relaciones sexuales de las hijas solteras. En tal sentido, comprendemos que las
regulaciones religiosas y seculares están subordinadas a las necesidades más
pragmáticas de alianza.
Además, aunque con menos contundencia de la que se
ha encontrado en otro estudio realizado en comunidades rurales del Golfo, existe
también el matrimonio o unión “temprana” como una estrategia de sobrevivencia
mínima, ante la cual los padres lejos de molestarse, la promueven para poder
librarse de una hija y tener una boca menos que mantener 33 .
Transformaciones económicas estructurales están sin embargo removiendo
las bases de todo un sistema patriarcal. El cambio de valor de las tierras ligado al
fracaso agrario y la pobreza permanente está erosionando el poder económico de
los hijos varones al heredar la tierra. Esta situación empuja a los jóvenes a
buscar trabajo estacional en otras parcelas y a emigrar a otras ciudades o a los
Estados Unidos, con lo cual ganan independencia respecto de padres y abuelos.
La pobreza obliga también a la incorporación de las mujeres al mercado de
trabajo, con lo cual ellas están adquiriendo una mayor responsabilidad y,
al
mismo tiempo sienta las bases para una autonomía que a mediano plazo
32
En el Capítulo V , la Familia Herrera, se analiza el discurso religioso “Una sola vez vale una”, las
regulaciones sexuales y la distancia entre los cuerpos”.
33
El trabajo de Patricia Ponce (1999) se revisa brevemente en el Capítulo I, ”Abordajes etnográficos y
demo-antropológicos”.
292
contribuye a un mayor control sobre sus vidas y sus cuerpos 34 , como puede
constatarse en los testimonios de algunas mujeres que han trabajado en otras
ciudades dentro y fuera del país y que regresan de vez en cuando las
celebraciones locales y a saludar a sus parientes 35 .
El deseo sexual y el amor se viven como emociones perturbadoras
que ponen en juego las relaciones de poder entre los sexos.
Las
imposiciones culturales constitutivas de las relaciones de poder entre los sexos
generan intensas reacciones emocionales al quedar en riesgo desde las
percepciones subjetivas de hombres y mujeres. Mujeres vulnerables y hombres
controlados, damas serviles y varones bien atendidos, chicas románticas y
muchachos seductores, mujeres desbordadas y hombres que se tienen que
dominar,
son ideas que determinan en parte la subjetividad frente a las
experiencias de acercamiento,
la sexualidad en el cortejo activa las pautas
culturales y las saca a la luz por la fuerza de las emociones.
Las experiencias de amor y desamor de los informantes revelaron dilemas
relacionados con la autoestima y la identidad sexual,
con creencias y
significaciones subjetivas acerca de lo que es “ser hombre” o “ser mujer”. En la
comunidad estudiada las mujeres viven el deseo como una experiencia
irremediable que escapa a la propia decisión , “me ganó la voluntad” es la
expresión que ellas utilizan cuando han tenido que ceder y han perdido el dominio
del deseo sobre su cuerpo y sobre su capacidad de decidir. Se puede llegar a
perder hasta la dignidad y a aceptar las más profundas humillaciones “por amor”,
como en el caso de Mina “este hombre me ha hecho llorar, me ha hecho sufrir,
me he tragado mis propias lágrimas”36.
Los varones viven el cortejo como un acto de conquista donde “todo debe
estar bajo control”. Se trata de “enamorarlas” a ellas,
así en tercera persona,
34
Los trabajos de Gail Mummert (1994) documentan también el mayor margen de acción y decisión de las
mujeres rurales que realizan trabajo extradoméstico en la región central del país, ver “Abordajes etnográficos
y demo-antroplógicos” en Capítulo I.
35
Ver en Capítulo V, la Familia Herrera “Una sola vez vale una”, las regulaciones sexuales y la distancia
entre los cuerpos.
36
Ver en Capítulo VI, la Familia Canales, “De amores románticos y abandonos”: las emociones sexuales.
293
para negar el propio involucramiento emocional. “Perder los estribos” es una
expresión masculina referida a quienes montan los caballos, se trata justamente
del riesgo que expresan –sobretodo los más jóvenes-, ante la imposibilidad de
controlar los deseos frente a la novia.
El deseo es también una fuente de
motivación juvenil para conquistar, es un sentimiento que hay que saber controlar,
y que implica aprender a luchar para que otros no ganen a la mujer deseada,
como dice Heladio “No vaya a ser la de malas, que otro me la vuele ya de las
manos … si tu te atontas, si tu ‘tas durmiendo, otro no anda durmiendo, otro llega
y te la quita”37.
Aún entre los más jóvenes, conquistar es un acto de demostración de poder
y autocontrol emocional 38 .
Cada conquista implica enfrentar los propios miedos
internos, es una prueba de la masculinidad.
El consentimiento de la mujer y el
placer concomitante, es un triunfo que se muestra a los demás como un trofeo
deportivo, premio merecido después de muchos intentos y súplicas hasta lograr
“enamorarlas”.
El miedo es una emoción masculina y femenina que se relaciona con
diversas vivencias amorosas y sexuales. Las primeras experiencias genitales se
viven como de gran trascendencia y con miedo, ese sentimiento que Hasberg
define como reacción a un objeto peligroso o no deseado, a algo digno de ser
temido 39 . Ellas sienten miedo ante la falta de referentes congnoscitivos sobre el
acto y por las valoraciones hacia la virginidad, miedo al dolor y al sangrado, miedo
a quedar mal frente al amado, miedo al desprestigio y a perder la dignidad. A los
hombres les cuesta mucho más trabajo hablar de la primera noche conyugal, en
sus testimonios pareciera que nunca antes habían hablado al respecto. Son muy
evasivos y sólo pueden llegar a mencionar que la experiencia fue difícil. De ellos
se espera una actitud pedagógica y que “lleven la rienda para llegar a hacer el
amor” . Los varones tienen miedo al rechazo, la experiencia amorosa pone en
riesgo su autoconfianza. El enamoramiento entre hombres puede vivirse como
37
Ver “Cacería de mujeres”: la decisión de llevársela o de irse, en Capítulo IV, la Familia Torres.
El concepto de poder se define en el apartado “La subjetividad y las emociones” en el capítulo II, Villoro,
1997.
39
Ver en Capítulo I “La subjetividad y las emociones” Hansberg, 1996.
38
294
una experiencia perturbadora ligada a los celos en la cual se pierde la certeza “yo
tenía desconfianza y a la vez miedo, veces no me dormía nomás de estar piense y
piense en ella” –nos cuenta Heladio-.
Los celos son sinónimo de “muina”, un
sentimiento ligado a la competencia entre los hombres; suele amenazar la virilidad
e ir acompañado de miedo a perder el prestigio. Los celos colocan al sujeto en una
posición muy vulnerable, donde la felicidad queda fuera de su control toda vez que
depende de otra persona. En el fondo parece haber una gran dificultad para vivir
las emociones amorosas y también se trata de una estrategia de control de los el
movimientos de las mujeres que no se interrumpe ni con la migración, pues a
través de la única caseta telefónica del poblado los hermanos y amigos del novio o
esposo se encargan de dar permisos para los desplazamientos e informar sobre
los pasos de la mujer (sea novia o esposa) que se quedó acá.
Los celos han generado respuestas violentas, arrebatos y decisiones
impulsivas por parte de los varones. Golpear a la compañera o robarse a la novia
han sido actos motivados por el sufrimiento del amor y los celos. Estas reacciones
se acompañan generalmente de la ingestión de alcohol. La bebida inmoderada de
alcohol es uno de los problemas señalados entre los más importantes por las
informantes jóvenes.
Frente a los celos las mujeres expresan sufrimiento y coraje, colocándose
en una posición pasiva “acá son bien celosos” .
Para referirse a sí mismas no
hablan de celos sino de engaño: “me anduvo engañando con otra”. Pese a que la
violencia justifica socialmente una separación de pareja en esta comunidad, las
mujeres no van más allá de amenazar abandonar temporalmente a su pareja,
aunque terminan sometiéndose a diversos estilos de violencia masculina
(humillaciones, golpes, control de movimientos, recriminaciones), y es común que
las madres reproduzcan estas medidas
como medida de control disciplinario
hacia sus hijos e hijas.
Entre experiencias de amor y desamor también ocurren noviazgos sin
enamoramiento.
No sólo los hombres, sino que también las mujeres más
jóvenes están ensayando relaciones “sólo para divertirse”, y también noviazgos
simultáneos o revanchas cuando han sido engañadas
“ahora nos toca a
295
nosotras”. Pero ellas viven con culpa el dejarse cortejar o “utilizar” a otro para
acompañarse o celar al novio, quien muchas veces vive en otra ciudad o ha
emigrado a los Estados Unidos.
La iniciación en los prostíbulos se considera un camino de aprendizaje
sexual entre los jóvenes y es una prueba de autonomía económica y libertad que
tiene que ver con la identidad adulta masculina: “a los veinte años me hice
hombre”. Se trata también de una experiencia peligrosa, pues se tiene miedo a
posibles broncas y a la experiencia de la primera vez, los acompañantes (primos,
tíos, amigos) son sustanciales porque ayudan a “darse valor”.
Entre los
muchachos más jóvenes se espera que las “mujeres del cabare’ ” induzcan el
acto, hagan juegos y “lleven las riendas del amor”; piensan que con ellas puede
obtener un placer más profundo que con las novias o futuras esposas.
Rituales de refundación de las premisas de género interactúan con los
comportamientos sexuales y con la apropiación de símbolos ligados a las
identidades juveniles urbanas.
Junto con construcciones culturales locales, de
ritos que acompañan los procesos de identidad juvenil y sexual se van
incorporando y recontruyendo algunas representaciones urbanas.
tiempos de los abuelos y las abuelas,
Desde los
no han dejado de realizarse
dramatizaciones de inversión de status o de sexo,
tales como las
representaciones de los tecuanes o el baile de las mojigangas, descrita e
interpretada en el capítulo III como rituales de refundación de la jerarquía de
género entre los jóvenes40, se trata de prácticas de apoyo a la conformación de
identidades, procesos intersubjetivos y transitorios
que señalan umbrales de
adscripción o pertenencia al grupo, ya sea de hombres, de mujeres, de jóvenes,
en los cuales se delimita claramente a los excluidos 41 .
La falta de rituales
antiguos que apoyen el paso de las mujeres a la etapa adulta, confirma la
secundarización del proceso juvenil femenino en esta comunidad 42 , así como el
40
41
Tales rituales están descritos en el Capítulo III “Horizonte mágico-religioso” .
Ver en Capítulo I, “Adolescencia, juventud y salud reproductiva”; Feixa, 1998.
42 La falta de la teoría y ritualización de la adolescencia femenina en los Estados Unidos ha sido documentada
y se revisó en el segundo capítulo de este trabajo. Irvine, 1994, Nathanson, 1991.
296
valor que ha significado la incorporación de mujeres a rituales y grupos de reciente
presencia. Entre éstos se ubica el teatro de las vaqueritas, en que las mujeres
jóvenes pueden representar personajes masculinizados para resemantizar la
jerarquía de género; la formación del coro juvenil religioso en que hombres y
mujeres interpretan versiones modernizadas de los cantos y rezos católicos; y la
fiesta de graduación de la secundaria, en la cual hay una activa participación de
estudiantes de ambos sexos.
La graduación de la secundaria ha cobrado una importancia sustancial para
comprender el cierre de una primera etapa juvenil.
Se trata de un ritual que nos
remite a las fiestas urbanas de 15 años 43 , y en la cual se dramatiza la transición
de una etapa juvenil de formación,
trabajo y la vida conyugal.
a otro estado de juventud encaminado al
Se compone de actos religiosos, cívicos y sociales
que simbolizan la incorporación a un siguiente episodio vital en que se impulsa a
los jóvenes varones a jornadas laborales completas dentro o fuera de la
comunidad y en el caso de las mujeres a la búsqueda de un buen partido con
quien iniciar una vida conyugal.
Fugas concertadas” y “robos de la novia” coexisten y reafirman la
subalternidad de las mujeres.
Quizá ningún otro momento refleja la
cristalización de las relaciones de género y las asimetrías del poder, como el de la
conformación de una pareja, episodio muy decisivo y significativo para la vida
adulta de hombres y mujeres. Considerando el enfoque del “punto de vista del
actor” y de acuerdo al concepto de Menéndez (1997), la posición de los actores en
la estructura social permite comprender la diferencia, la desigualdad y la
transaccionalidad que caracteriza a nuestras sociedades.
En los procesos de
conformación de pareja, la diferente posición en que están colocados el novio y la
novia marca las pautas para las acciones, decisiones y transacciones posibles. El
papel activo del hombre se despliega abiertamente, en tanto que la mujer y sus
padres realizan transacciones para defender sus intereses y necesidades de
alianza indispensable para la reproducción del grupo familiar.
43 Este rito está descrito al final del capítulo III , en el apartado “el espacio escolar”.
297
El patrón que permanece es que después de las miradas, la declaración y
las conversaciones iniciales, llega el momento en que el varón insiste
constantemente en irse o llevarse a la novia a su casa para vivir juntos; el día que
ella acepta unirse, la mujer pasa a ser una pieza central de un juego social en el
que todos participan. Ambos deciden alguna fecha para que el novio la vaya a
pedir o bien, para irse y organizar juntos una “fuga concertada”. Al irse pasan un
par de días resguardados por algún pariente del novio y luego van a pedir perdón
junto con los familiares de él, a los padres de la novia.
Si bien el sujeto que
solicita la acción es el varón, es prerrogativa de la mujer la aprobación y el
momento o fecha para fugarse e iniciar la vida conyugal.
Se trata de una de las
decisiones más trascendentes que asume una mujer y un hombre joven en su
ciclo de vida.
De ahí su importancia y significación cultural como rito de
transición, en el cual el portón de la puerta donde van a dormir la primera noche es
un umbral del periodo liminal, en términos de Van Gennep (1960), que marca el
tiempo en que los novios no son ni solteros ni casados. Atravesar el arco de la
puerta es dejar un status para ingresar a otro, es cruzar el poderoso umbral que
produce una transición irreversible. Las mujeres y la comunidad reconocen la
significación del acto, como pérdida de la virginidad, lo cual se manifiesta en sus
testimonios como un cambio corporal irreversible y con una invocación a Dios:
“¡Dios mío! ¿qué hice?” por parte de la novia, así como por su significación social.
Instantáneamente se deja de ser señorita y se pasa a ser la señora de...
independientemente de la boda y de la consumación sexual que suele ser
posterior.
Se trata de un cambio que requerirá un rito de restitución y de
reincorporación, el perdón y la boda posterior.
Pese a la generalización de estas prácticas, ser pedidas y casarse de
blanco en una gran ceremonia civil, religiosa y social sigue siendo el ideal que
fantasean las mujeres jóvenes de Iguanillas, aunque entre las 14 mujeres
entrevistadas, sólo una (que pertenecía al grupo de las abuelas) había sido pedida
y entregada con todos los cánones sociales y religiosos, el resto inicia su vida
conyugal a partir de fugas concertadas y robos.
298
Las entrevistas individuales son las que develan que algunas experiencias
que parecían aparentemente fugas concertadas -porque se daban con el noviohabían sido en realidad robos, es decir actos impuestos con lujo de fuerza a las
muchachas.
De acuerdo al análisis de las narraciones, se encontró en el área de
decisión las mujeres, un rango que va desde: “ser robada” (donde la toma de
decisiones de ella es nula) hasta “hacer una elección individual de la pareja”,
pasando por posiciones intermedias que podemos expresar como “tomarle la
palabra a un pretendiente”.
La metáfora de “Cacería de mujeres” como se tituló
el apartado relativo a la toma de decisiones en la familia Torres 44 ,
es una
categoría a la que se recurre para ilustrar un proceso muy desbalanceado, un plan
premeditado con cautela en que suelen caer algunas mujeres, presas de la
ingenuidad, muchachas de ellas muy vulnerables, en un medio donde su parecer
es tomado en cuenta mínimamente y que queda opacado ante el despliegue de
los ritos de transición, restitución y reincorporación que la comunidad pone en
marcha casi automáticamente. Soledad González ha documentado importantes
transformaciones en el proceso de cortejo, aún en las comunidades indígenas, se
reporta la combinación compleja de preferencias individuales y del respeto a lo
colectivo en la decisión de unirse o casarse. El carácter escurridizo e incierto de la
categoría “robo de la novia” ha sido también ampliamente estudiado por Eugenia
D’Aubeterre, documentando el amplio rango de matices que incluye, así como la
influencia de la cultura mediterránea que llegó con la colonización y que
permanece en sociedades que conceden una alta estima a la virginidad y al recato
sexual de las mujeres 45 .
La emigración a los Estados Unidos está influyendo en la reflexiones
sobre el género, y despierta mayor sensibilidad hacia la prevención de la
salud sexual y reproductiva.
Con mucha mas fuerza de lo que nuestras
hipótesis contemplaban, el fenómeno de la migración internacional tiene una
influencia determinante en el cortejo y en otras representaciones de la vida social,
44
45
Ver en Capítulo IV “Cacería de mujeres”: la toma de decisiones en el cortejo.
Ver en Capítulo I, “Estudios etnográficos y demo-antropológicos”, González, 1995; D’Aubeterre, 1997.
299
que la convierte en un referente cotidiano sin el cual no sería posible entender la
vida en la comunidad.
Todo se define por contraste entre “el allá” y “el acá”. Se
trata de dos espacios y dos mundos imaginarios, dos realidades y dos mitos:
California e Iguanillas.
California es el mejor escenario futuro en el que se ven los jóvenes de
ambos sexos y es casi el único camino que se visualiza para mejorar.
Las
grandes ciudades como México o Puebla constituyen otro escenario posible, pero
en todo caso salir es avanzar, arriesgarse para mejorar; quedarse es darse por
vencido y sobrevivir. Los que se van, se casan más tarde; quieren conocer la
vida, disfrutar de su juventud y ensayar;
los que se quedan tienen menos
capacidad de riesgo y de búsqueda.
Pero vivir en Estados Unidos es vivir en “una jaula de oro”, metáfora vernácula
para expresar la gran paradoja que está en el fondo de la migración, reflejo de una
discrepancia de status grave :
“allá” viven mejor, tienen mejores condiciones
económicas, pero se la pasan encerrados, tienen él mas bajo status, son
discriminados, explotados y maltratados; “acá” “van de pobrezas a pobrezas”, pero
tienen libertad de movimiento, un status social y gran prestigio; los migrantes son los
triunfadores, los que traen dinero, novedades, anécdotas de otras mundos.
Se
calcula que 200 habitantes del pueblo viven “allá”, es decir una quinta parte de la
población.
Tal como registran los estudios demográficos, hay una tendencia al
aumento del nivel educativo entre los migrantes indocumentados, y desde los 80’s se
habla de un aumento vertiginoso que se ha relacionado con la crisis económica46.
Es sin duda una alternativa de ascenso social, muchas veces mas valorada que los
estudios secundarios o superiores, y además la migración está dando una
oportunidad a los jóvenes y las jóvenes de generar sus ingresos, ser más autónomos
y verse menos sujetos a las normas familiares y comunitarias.
En cuanto a la sexualidad, California representa una plataforma concreta de
comparación que favorece procesos reflexivos entre los campesinos y campesinas
para analizar y poner una distancia a la sexualidad “de acá”. El desplazamiento
46
Ver en el Capítulo I “Los procesos socio-demográficos”; Bustamante, 1994;, Zúñiga, 1996; Verduzco,
1998.
300
físico además propicia la experimentación de prácticas sexuales extramaritales
entre los casados, o con otras novias y novios entre solteros y solteras, con
personas de otras partes y de costumbres diferentes, así como la opción del
trabajo sexual para generar ingresos.
Algunos de los migrantes también nos
hablaron del gran esfuerzo que han tenido que hacer para no extrañar y evitar
prácticas sexuales cuando están “allá”.
El tema de la igualdad de derechos para hombres y mujeres se hace
presente sobretodo en el discurso de los y las migrantes de California.
Las
mujeres de los migrantes consideran que cuando están “allá” sus maridos son más
permisivos con ellas, se preocupan más por sus hijos, toman menos y no las
pueden maltratar porque “la polecía” las defiende.
Estas ideas se comparten,
circulan en la comunidad y se han inscrito en las representaciones de las mujeres
y hombres, aún entre quienes nunca han migrado.
Las mujeres casadas que se
quedan ganan libertad de movimiento cuando sus maridos se van, “adiós a la
calle” es la frase con que reaccionó Valentina al enterarse del regreso inminente
de su esposo.
Las jóvenes que se quedan cuando el novio se va están
restringidas para abrirse a otras relaciones y son vigiladas por los parientes y por
la comunidad.
Uno hallazgo digno de tomar en cuenta para la generación de estrategias
operativas, es la fuerza transformadora que representa el pisar otras tierras y mirar
la propia desde un ángulo lejano. Los hombres que migran a los Estados Unidos
inician un proceso reflexivo sobre el género que es inédito en la comunidad, llegan
a hablar de igualdad de derechos entre hombres y mujeres y eventualmente
realizan trabajo doméstico cuando no hay mujeres en el hogar o cuando ellas
tienen que acudir a trabajar; pero cuando visitan la comunidad vuelven a asumir su
función masculina en el ámbito doméstico.
Las muchachas que han salido ya
sea a California u otras ciudades grandes del país son las que tienen un criterio
más abierto para juzgar, expresan mayores ambiciones ya sea hacia el estudio o
el trabajo, y en cierto sentido tienen un mayor control sobre sus vidas. Algunas
muestran mayor disposición para la reflexión, para la educación sexual y hasta
301
para el uso de medidas preventivas como el condón; aunque ciertas premisas de
sometimiento y dependencia de los varones ciertamente no han sido superadas.
De la música, el cine y la televisión se toman modelos estéticos,
lenguaje y modos de expresión sentimental, y hay una apropiación selectiva
de algunos comportamientos sexuales.
La influencia más obvia de la
música y la televisión está en los emblemas que utilizan y la estética con la cual
marcan sus diferencias respecto de los adultos. Se trata de un proceso selectivo y
creativo de afirmación frente a los adultos que podemos relacionar con
conformación de identidades juveniles contemporáneas.
la
Los jóvenes toman
prestados elementos del lenguaje, gustos musicales y detalles del arreglo personal
de grupos juveniles urbanos y de los cantantes gruperos, de los grupos de Rock
quebradito, así como de baladistas y artistas de la televisión y del cine.
Apropiarse de esos modelos estéticos parece simbolizar una intención de vida
contemporánea y diferente a las generaciones anteriores, y los modelos también
se utilizan como instrumentos para anticipar los actos de conquista y expresar
emociones sexuales.
Además de utilizar los emblemas musicales para autodefinirse como
jóvenes, el contenido de las canciones que escuchan 47 han funcionado para
canalizar las emociones sexuales y los desengaños relacionados con el amor y el
desamor, y como medios que enseñan los modos de ser novios, y de dar nombre
y sentido a sus sentimientos.
En cuanto a la influencia de la televisión y el cine en el comportamiento
sexual el trabajo reflexivo con los grupos de jóvenes y las opiniones de los
informantes al respecto no pudieron profundizarse con la amplitud que el tema
requeriría, sin embargo hay algunos hallazgos para retomar en futuros estudios.
En principio hay que tomar en cuenta que la actitud frente a la televisión no es de
una concentración total como la que suele caracterizar a las audiencias urbanas
de clase media.
Las condiciones de exposición a los medios en estas zonas
47
El contenido de algunas de sus canciones preferidas se analizan con el grupo de amigos de la familia
Canales, en el Capítulo VI “De amores románticos y abandonos: las emociones sexuales.
302
campesinas probablemente reducen sus efectos:
el hacinamiento del espacio
doméstico, la carga excesiva de trabajo que se realiza simultáneamente al
escuchar música o ver la televisión (desgranar maíz, criar a los niños, alimentar
animales, etc.), la falta de nitidez de las imágenes y la infidelidad sonora de las
señales que se reciben, sin duda tienen un impacto en la recepción de los
mensajes
Conversaciones con los y las jóvenes nos permitieron comprender que de
los mensajes sobre el cortejo y la sexualidad que llegan, se toman principalmente
las ideas que más se ajustan a las costumbres del lugar y que pueden aplicarse o
adaptarse a los procesos de cortejo que ellos y ellas están viviendo. Se rechazan
aquellas situaciones que no tienen consonancia con la vida cotidiana de la
comunidad y se significan como la otredad:
“eso que ocurre allá no pasa acá”.
Aunque admiran a las estrellas de la tele, no admitirían esas encrucijadas y
aventuras amorosas que ocurren en su vida privada, y que conocen porque las
han leído en las revistas.
Todas estas situaciones permiten entender un efecto más débil de los
medios de comunicación en el comportamiento sexual del que suele adjudicársele,
aunque no por eso pueden dejarse de lado ciertas percepciones de los
informantes acerca del efecto del cine y la televisión.
Para las mujeres jóvenes,
las escenas eróticas de las telenovelas y de las películas representan los únicos
referentes de valoración positiva del placer femenino y de los acercamientos
sexuales. A juzgar por lo que dicen jóvenes y adultos de ambos sexos, ahí han
aprendido a hacerse novios, a besar y a abrazar ;
para otros, las escenas
eróticas y los videos porno –que también circulan los migrantes- han sido una
fuente de aprendizaje para saber “cómo se hace el amor”.
Pero esa “otredad”, ese mundo lleno de comodidades y conflictos que tanto
siguen en las telenovelas,
ha sembrado
sueños y
fantasías que nutren el
imaginario de los jóvenes y las jóvenes, y que probablemente ha favorecido la
emigración, la construcción de un futuro afuera, en las grandes ciudades y en el
extranjero, pues son situaciones que no pueden ser actualizadas en la vida diaria
de la comunidad por la gran distancia de oportunidades y la precariedad de
303
recursos materiales que les rodea. Un trabajo de Castañeda en una comunidad
más o menos cercana del Estado de Morelos, encuentra también en los medios
una influencia importante en el comportamiento sexual de los jóvenes rurales48.
El concepto local de la sexualidad se parece al de una energía
sobrenatural y gastable que atraviesa los cuerpos masculinos y femeninos.
Un conjunto de testimonios nos llevan a aventurar la interpretación de un concepto
sobrenatural de la sexualidad en la comunidad estudiada.
Tal vez hagan falta
más datos para reconstruir esa concepción local , pero con base en el horizonte
mágico-religioso expresado en múltiples rituales, leyendas y narraciones, y de
acuerdo a los significados que dan a los actos sexuales mujeres y hombres de las
diferentes edades, la concepción sobre la sexualidad parece un campo obscuro
que está cubierta por ese estado de sacralización del sexo y de fusión de
creencias mágicas que caracteriza a tantos pueblos de nuestro país.
Detrás de los testimonios, se deja ver la percepción de la sexualidad como
una energía sobrenatural y gastable, que se expresa en una dualidad de los
sexos. Los cuerpos de los hombres y de las mujeres son un lugar de paso de la
sexualidad, un puente que es atravesado por esa fuerza o energía que no está
bajo el control de los seres humanos (recordemos la frase femenina: “me ganó la
voluntad” o la masculina: “se pueden perder los estribos”) y que ocasionalmente
se estaciona en los cuerpos femeninos disfrazada de “sombras”.
Las
representaciones sobre los deseos sexuales se condensan en términos
metafóricos, y podrían estar enmarcados dentro de un principio mágico, dualista y
sexista.
Del lado femenino están las sombras y la brujería, dos fenómenos
que enferman a los hombres y que toman por sorpresa a todos y todas.
Desde
esta dualidad, ellos necesitan más del “desahogo” del sexo, toda vez que son de
“alta temperatura”, lo cual justifica las visitas a los prostíbulos desde que ellos son
jóvenes, así como la infidelidad de los migrantes; ellas en contraste tienen el
“desahogo de cada mes” , con lo cual la menstruación cobra un sentido alivio de
tensión corporal, y es argumento para afirmar la menor necesidad sexual de las
48
Ver en Capítulo I, “Estudios etnográficos y demo-antropológicos”, Castañeda et al, 1996.
304
mujeres. La energía sexual es gastable, produce fatiga y puede enfermar y
castigar a los hombres cuando habita en el cuerpo de las mujeres reales, como
cuando Heladio se enfermó después de casarse, porque dicen que Valentina tiene
la sombra muy pesada, o se explica la impotencia masculina porque la esposa
está embrujada, el caso de Alma. Esa energía puede también depositarse en
mujeres simbólicas, como la Andalona, figura mítica que solo se aparece a los
infieles, o en la luna llena, que produce un efecto liberador en las muchachas,
según Inocencio.
Aunque no se tienen suficientes elementos para relacionar
estos hallazgos con la dualidad genérica que prevalecía en las culturas
mesoamericanas o con las reconstrucciones coloniales que han documentado
algunos historiadores 49 , es inevitable recordar y relacionar tales cosmovisiones al
revisar los relatos.
En otro estudio realizado por Castañeda en una comunidad
mestiza de Morelos encuentra también una combinación de creencias y saberes
mágicos y naturalistas en relación con el cuerpo femenino y la menstruación 50
En Iguanillas algunos trastornos del deseo sexual se explican por esa
fuerza de las sombras que se transmite en los contactos sexuales y que se
combina con otros padecimientos como el alcoholismo y la violencia doméstica.
La ingestión de alcohol es un símbolo de afirmación masculina y es una práctica
ligada a los actos más violentos, así como a las pasiones amorosas de arrebato,
presión sexual, imposición y celos que se dirigen a las mujeres y a otros hombres.
De Martino 51 ha construido la categoría de miseria psicológica para explicar este
tipo de explicaciones mágicas, alternativas y deshistorizadas, medios para
defenderse ante crisis irremediables ligadas a la pobreza y a la precariedad de
servicios.
Limpias, curaciones de sombra, chupadas de bruja y otros remedios
“tradicionales”, así como rezos y encomiendas a la virgen o a los santos han sido
eficaces para superar algunas de esas enfermedades sexuales.
Entre los
hombres el alcohol es también concebido como un remedio, -aunque también
recurren a la brujería-, pero el alcohol es más socorrido porque les permite
compartir sentimientos dolorosos, hablar de amores y sobretodo les ayuda a
49
50
Ver en Capítulo I, “Estudios etnográficos y demo-antropológicos”, López Austin, 1996; Quezada, 1995;
Ver en Capítulo I, “Estudios etnográficos y demo-antropológicos”, Castañeda , 1995.
305
olvidar.
González ha referido también la referencia cotidiana de violencia
física y psicológica hacia las mujeres entre las parejas de diversas comunidades
rurales mexicanas. Golpes, violaciones, incesto son problemas que se detectan
fácilmente en conversaciones informales y consultas con médicos y agentes de
salud 52 .
Las premisas de género y la concepción local de la sexualidad
dificultan la apropiación de comportamientos preventivos de salud sexual y
reproductiva. La idea de que son los hombres los que deben “llevar las riendas”
en los actos sexuales, que ellos tienen más deseo sexual (“alta temperatura”) y la
supuesta dificultad de controlar esa fuerza incontenible como se concibe
localmente la sexualidad, parece incompatible con algunos comportamientos
preventivos de la salud sexual.
Otras concepciones contradictorias, tales como
definir el cuerpo masculino como instrumento de trabajo que hay que cuidar y
como blanco del descuido y la autodestrucción (a través del alcohol, el tabaco, los
fumigantes y la violencia) queda concretada en la expresión “hasta que el cuerpo
aguante”, y está en la base de la aceptación cultural de diversos comportamientos
sexuales de riesgo. El amor “a cuerno limpio” es la peligrosa metáfora que utilizan
los lugareños y que expresa esa demostración triunfal de valentía masculina al
montar un toro sin protección o tener una experiencia sexual sin el uso de
preservativos.
Mostrar la fuerza y la violencia hacia otros hombres al
competir en los procesos de intercambio de mujeres, imponer los deseos a las
mujeres en los conflictos del cortejo, o alcoholizar a las muchachas para abusar
de ellas, son prácticas que se oponen a la necesidad de comunicación entre las
parejas y a la realización de acuerdos explícitos que permitan optar por
comportamientos o dispositivos de prevención de la salud sexual . ¿Cómo
negociar prácticas preventivas cuando hay un sólo sujeto masculino que debe
dirigir el acto?, ¿Para qué informar y alertar a las mujeres si no se reconocen sus
deseos?, ¿Cómo anticipar los efectos de una fuerza sobrenatural sobre la que no
51
52
La categoría de pensamiento mágico se define en el Capítulo II, “La subjetividad y las emociones”.
Ver en Capítulo I, “Estudios etnográficos y demo-antoplógicos”, González, s.f.
306
se tiene control?, ¿Cómo impulsar prácticas de autocuidado y cuidado a la pareja
cuando la virilidad se demuestra con comportamientos de riesgo y actos
violentos?. Aunque con diferencias locales,
en este estudio se confirma lo que
otros estudios encuentran entre juventudes urbanas, que las prácticas preventivas
pueden significarse como amenazas a la identidad de género 53 .
Es en este contexto que la información sobre las ITSs, VIH/SIDA o
prevención
de
embarazos
es
necesaria
pero
insuficiente,
y
manejarla
aisladamente puede ser un insumo muy precario, porque ni los hombres ni las
mujeres jóvenes pueden relacionarlos directamente con los procesos del cortejo y
con sus creencias sobre la sexualidad.
En cuanto a las infecciones sexuales y el VIH/SIDA las mujeres han
escuchado que es una enfermedad mortal, y las que no han ido a la escuela
tienen muy poca información al respecto, aunque un gran interés por saber más.
Toda vez que no se ha reportado ningún caso en la comunidad, y en la jurisdicción
sanitaria están registrados solamente tres casos, la posibilidad de infectarse no se
vive como un riesgo cercano 54 .
Los hombres tienen un saber vivido y
experimentado sobre algunas infecciones sexuales tales como la gonorrea y otras
que vinculan directamente con las visitas a los prostíbulos, pero se trata de
saberes que circulan entre hombres y para hombres y del que excluyen a sus
esposas, hermanas e hijas. Ellos pueden hablar largamente del condón como
una prevención pero no lo usan, y consideran una medida profiláctica la de
meterse con mujeres “nuevecitas”, con lo cual estás últimas están en algo riesgo.
Los migrantes de California han sido un agente informativo sustancial para difundir
entre los hombres los riesgos del VIH/SIDA, enfermedad que relacionan con las
mujeres públicas y con los que allá tienen relaciones sexuales con “viejas” o con
otros hombres.
53
Ver en Capítulo I,”Los acercamientos desde la perspectiva de género y la subjetividad”, Rodríguez et al,
1994; Amuchástegui, 1996.
54
Pese a que la proporción de mujeres infectadas es mayor en el campo que en las zonas rurales, 21.3% de
casos femeninos contra 14.4%. Y la transmisión por prácticas heterosexuales es de 28%. Ver “el VIH/SIDA
en Capítulo I.
307
Si bien hay datos documentados de que la ruralización del VIH/SIDA está
relacionado con la migración internacional 55 , y que esa información ha
sensibilizado a la población de este tipo de comunidades, esto se asume como si
no fuera posible contagiarse en el propio pueblo. Esta epidemia se asimilan como
“lo que viene de allá”, es decir interpretan que “sólo allá” hay contagio de
VIH/SIDA, toda vez que no se recurre a la prevención ni en el espacio doméstico,
ni entre novios, ni con las mujeres “públicas”.
Tampoco se utilizan medidas
preventivas cuando los hombres tienen contactos sexuales con otros hombres de
la comunidad o de los pueblos, como el caso de “el chicas”, ese joven que visita
frecuentemente la comunidad y con el que algunos niños y jóvenes inician sus
primeros contactos genitales.
Además de lo que difunden los migrantes de California, la información biomédica sobre las infecciones de transmisión sexual y el VIH/SIDA llega a través de
la escuela Telesecundaria y la televisión. Entre los jóvenes de ambos sexos hay
un conocimiento muy elemental de la existencia del SIDA y de las medidas de
prevención incluyendo el condón, y mayor ignorancia entre quienes no han
acudido a la secundaria.
Todo parece indicar que los mensajes de la televisión
han hecho llegar la información sobre la epidemia a toda la población; sin embargo
sólo quienes han asistido a la secundaria tienen un conocimiento más amplio
sobre las principales infecciones de transmisión sexual y nociones más puntuales
sobre las formas de contagio y de prevención del VIH/SIDA. Este aprendizaje
escolar es, sin embargo, un conocimiento teórico, sobretodo entre las mujeres,
quienes nos repitieron de memoria la lección sin poder precisar las formas de uso
y las habilidades preventivas, pues ellas tienen dificultades para relacionar esa
información con su vida sexual en los procesos de cortejo.
Además, los y las
estudiantes que han recibido esas lecciones en la asignatura de Orientación
Educativa,
reproducen confusiones y errores de información serios, sin poder
distinguir los efectos anticonceptivos respecto de los medicamentos antivirales, ni
55
El 17.8% de los casos rurales tienen antecedentes de migración internacional en Estados Unidos. Ver en
Capítulo I “el VIH/SIDA”.
308
la relación de las prácticas de riesgo con la extensión de enfermedades o
embarazos no deseados.
Las necesidades económicas justifican el uso de anticonceptivos y
neutralizan las afirmaciones cotidianas y religiosas que devalúan a las
mujeres que los usan.
En contraste con el VIH/SIDA, los temas del embarazo,
parto y planificación familiar son femeninos.
tenerlos es “la ley de la vida”.
No tener hijos es impensable, pues
La maternidad se vive como la responsabilidad de
cuidar y cubrir a los hijos y la paternidad como la responsabilidad del sostén
económico.
Estas funciones justifican la humillación de quien no las cumple,
refuerzan la distribución drástica de espacios femeninos y masculinos, y favorecen
a la vez una mayor cercanía de las madres con los hijos y una distancia de estos
últimos con sus padres.
El discurso de la planificación familiar y el modelo de
familia menos numerosa ha permeado en la localidad desde los ochenta, ya que
desde entonces el sector salud ha llevado el mensaje a las comunidades,
principalmente cuando se atienden las mujeres de parto.
El argumento más
convincente ha sido el peso económico de los hijos; tal vez por eso la
anticoncepción fue inicialmente más aceptada entre los padres de familia
responsables del “sostén económico”,
que entre las madres, cuyo valor se
reconoce al tener hijos y dedicarse a ellos. Las mujeres pueden poner en juego su
prestigio social al usar anticonceptivos, cuando ese uso se interpreta como una
práctica de mujeres desobligadas que se dedican a divertirse en vez de responder
a sus obligaciones maternas.
El discurso eclesial 56 ha dejado también una huella en la población que
resulta notable entre las mujeres.
Aunque cerca de la mitad de las mujeres en
edad fértil utilizan métodos para espaciar y dejar de tener hijos (pastillas, DIU y
salpingoclacia), tal como en la mayoría de las comunidades rurales mexicanas 57
todavía circula la idea de que “no están limpias” al utilizar métodos
56
En el apartado “Una sola vez vale una” del Capítulo V, se presenta el discurso del párroco contra los
anticonceptivos que ofreciera en ocasión de la procesión del Viernes Santo.
57
Los indicadores de fecundidad y salud reproductiva del Estado y la región se resumen en el Capítulo III
“Un pueblo entre dos fuegos”.
309
anticonceptivos.
Ellas no pueden comulgar mientras los usan y algunas los
consideran causales de sus
Dios”.
problemas maritales “por haber desobedecido a
Pese a estas valoraciones, la planificación familiar se ve como una
necesidad económica apremiante y, tal como en la mayoría de las poblaciones
rurales del país, cerca de la mitad de las mujeres en edad fértil los utilizan .
El
modelo de familia pequeña de California ha influido también en la planificación
familiar. Todos y todas las migrantes coinciden en señalar como un avance el
hecho de que “allá se tienen menos hijos”, aunque se valora con ambigüedad el
hecho de que “allá” se informe tan abiertamente en las escuelas sobre las
prácticas preventivas.
Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre en las grandes ciudades, ésta
comunidad muestra menos temor y controversia respecto a la educación sexual
escolar.
El Presidente de la Asociación de Padres de Familia de la escuela
telesecundaria la comprende como “un grito a tiempo”, según expresó
elocuentemente cuando los investigadores ofrecieron algunas pláticas de
prevención de VIH/SIDA para los estudiantes de la secundaria.
Podríamos considerar que el sentido de la aceptación de anticonceptivos
entre las mujeres rurales católicas, quienes conocen las normas religiosas que los
prohiben por boca directa de los párrocos y sacerdotes que los visitan, es como
una conciliación pragmática que resulta de una diferenciación entre creencias
religiosas, necesidades familiares y normas eclesiales.
Las primeras se viven
como creencias incuestionables, las segundas como una realidad material
precaria e innegable y las terceras como normas frente a las cuales se puede
obedecer o disentir.
Estamos hablando de sujetos y sujetas morales que
construyen códigos individualizados, que pueden dejar a un lado el ejemplo de los
padres y las normas religiosas frente a decisiones tan transcendentes como tener
o no tener hijos, tener o no relaciones sexuales, usar anticonceptivos o abortar.
¿Se trata de sujetos fragmentados? ¿o de seres humanos que no tienen porque
caracterizarse por una consistencia idealizada entre creencias, necesidades y
comportamientos?.
310
El embarazo juvenil es la concreción de una etapa del ciclo vital, y está
relacionado con la vida conyugal y la vulnerabilidad de las jóvenes en la
segunda década de vida.
El tema del embarazo entre jóvenes suele
relacionarse con relaciones premaritales que precipitan uniones conyugales y
matrimonios, y en
algunos casos remiten a casos de incesto, pues algunas
historias de muchachas embarazadas por sus padrastros y hermanos mayores
andan en boca de todo el mundo.
La posibilidad de tener relaciones sexuales entre jóvenes evitando un
embarazo forma parte del imaginario de las y los jóvenes de la comunidad
estudiada, por lo que han visto en la escuela, por lo que saben del control entre
sus madres, por lo que ocurre en otros poblados y ciudades, así como por los
mensajes que escuchan en la radio y lo que ven en la televisión. Sin embargo, un
patrón de relación de noviazgo con contactos sexuales coitales no puede durar
mucho tiempo, porque no tiene cabida en las lógicas de ciclo vital de hombres y
mujeres de Iguanillas.
Una lección contundente respecto al embarazo juvenil es que no siempre es
consecuencia de la falta de información o acceso a los dispositivos preventivos. El
caso de Esperanza en que ella conocía y había utilizado efectivamente el ritmo y
el condón con uno de sus novios, y que suspendió su uso cuando decidió huir a
California con otro novio, era el inicio de una
vida conyugal y reproductiva,
hacerse esposa y madre, dos fenómenos que aún parecen inseparables en el
imaginario de las parejas jóvenes de esta población.
Por eso, más allá de los anticonceptivos y desde un ángulo más amplio el
embarazo juvenil es parte de un ciclo de vida que suele concretarse después de
terminar la secundaria, ante la falta de mejores oportunidades. Tal como se revisó
en el Capítulo II la fecundidad más temprana está relacionada con las condiciones
de mayor marginación, el acceso a la secundaria y en general, con las condiciones
materiales de vida 58 . Puesto que las opciones de vida de las y los jóvenes del
campo no han cambiado sustancialmente, al terminar la secundaria ellos planean
311
incorporarse a algún trabajo local, en las ciudades o en “el otro lado” , y ellas no
tienen mas opción que pensar en casarse o unirse y comenzar a formar familia,
las jóvenes no encuentran buenas razones para posponer la vida conyugal y el
embarazo.
Algunas muchachas buscarán antes emplearse como trabajadoras
domésticas en algún pueblo o ciudad vecina, y sólo excepcionalmente algunas
piensan en continuar estudiando a nivel superior; éste último interés está presente
en mujeres que han vivido alguna temporada fuera de la comunidad y no fue
expresado por ninguno de los varones informantes.
Podemos afirmar que las condiciones materiales empujan hacia la
maternidad y la paternidad antes de terminar la segunda década de la vida, de ahí
que
los
comportamientos
preventivos
apenas
se
incorporan
rudimentariamente en las prácticas sexuales dentro del noviazgo,
muy
que sólo
ocasionalmente se recurre al condón, al ritmo, al retiro, o a su combinación.
Y
aunque el interés en el tema es grande, entre los varones se habla con cierta
familiaridad sobre el condón y entre las muchachas hay un gran interés por saber
cómo utilizarlo, cómo conseguirlo y dónde, la motivación para usarlos es menor.
Las pocas parejas que han aplicado las lecciones escolares sobre el uso del
condón en los ensayos de prácticas coitales, son pioneras que están abriendo
brecha en la cultura sexual preventiva de la comunidad. A mediano plazo, estos y
estas jóvenes pueden ser modelo para la extensión de esas prácticas entre otros
jóvenes, pero sin mayores opciones de formación para el ciclo de la postsecundaria, la idea de posponer un embarazo seguirá teniendo muy poco anclaje
entre los y las jóvenes campesinas.
Hay que tomar en cuenta que por el
momento, estas chicas y chicos son una población muy vulnerable, el riesgo de
embarazarse sin desearlo o de infectarse está casi en cada contacto sexual, están
muy solos y no cuentan con un apoyo institucional ni comunitario para ejercer esa
libertad sexual con responsabilidad. Estos hallazgos pueden explicar en parte las
cifras de prevalencia de anticonceptivos en la región, según revisamos en el
58
Las tasas de fecundidad son de 28/1000 entre quienes no tienen preparatoria y de 94/1000 entre quienes no
tienen escolaridad; de 126/1000 entre jóvenes rurales y de 77/1000 entre las urbanas. Ver en Capítulo II, los
procesos socio-demográficos.
312
Capítulo III, tan sólo un 1.6% de las mujeres solteras en el Estado de Puebla
declaran el uso de anticonceptivos 59 .
Hay además un elemento que se agrega como barrera, aún en los casos
enque hay el conocimiento y la decisión de involucrarse en ensayos sexuales
dentro del noviazgo pensando en prevenir consecuencias.
El condón o
preservativo es un dispositivo realmente inaccesible para ellas y ellos, por su alto
costo y la imposibilidad de solicitarlos en los expendios locales atendidos por
conocidos o parientes.
Hasta el momento, la opción es irse a comprarlos a las
farmacias de pueblos aledaños, o bien, robárselos a las promotoras de salud de la
comunidad.
Esta dificultad de acceso también puede estar atrás de la
inconsistencia en el uso del condón (y su consecuente falta de efectividad) entre
estos jóvenes que están experimentando nuevas prácticas.
En cuanto al aborto, es un tema que tiene una connotación de pecado y
hasta de crimen entre
las informantes, pero se reconoce como una práctica
ancestral y aún hasta la fecha se manejan eficientemente plantas abortivas que se
combinan con medicamentos para regular la menstruación. Como el acto genera
tanta culpa, algunas de las informantes “exculpan” el pecado a través de un
embarazo inmediato y una vida sacrificada entregada a los deberes maternos.
“Curas de sombra” pueden también ser prescritas a una mujer que a
experimentado un aborto.
Un solo caso de aborto provocado de una de las
jóvenes informantes que pudimos seguir en el trabajo de campo nos mostró cuan
estigmatizada puede ser una mujer por hacerlo y sobre todo, cuánta importancia
tiene el mantener el prestigio de una señorita, ya que su madre y su tía la hicieron
abortar contra su voluntad, al grado de cargar con la culpa de un acto considerado
criminal y pecaminoso antes que enfrentar un hijo “ilegítimo” en la familia y cargar
con el “fracaso” que impide considerarla una mujer casadera.
De modo que a
veces se recurre al aborto y a los anticonceptivos, con lo que nuevamente se
confirma la subordinación de las regulaciones religiosas a las necesidades
pragmáticas de prestigio y
a la reproducción de las relaciones de alianza o
matrimonio que prevalecen en esta comunidad rural.
59
Ver en Capítulo III, “Un pueblo entre dos fuegos”.
313
Las precarias condiciones económicas son un poderoso freno para
actualizar los estilos sexuales urbanos que algunas parejas de novios están
ensayando, pues no tiene gran sentido alargar un noviazgo y evitar los embarazos
dentro de los ciclos vitales esperados.
Por el contrario la familia impulsa a las
jovencitas a unirse o casarse una vez terminada la secundaria para resolver el
sostenimiento futuro y no las apoyan para seguir estudiando, paralelamente se
instiga a los hijos varones a trabajar y aportar dinero con lo que abren el camino a
su independencia económica y a la formación de una nueva familia.
En este
sentido, tener relaciones y embarazarse suele ser el episodio “natural” que todas y
todos esperan vivir como etapa subsiguiente a la secundaria y suele ser también
una estrategia para acelerar la unión conyugal.
Tampoco la idea de posponer el
primer hijo tiene mayor sentido para ninguno de los involucrados.
Las instituciones tendrían que desarrollar programas de apoyo a las
parejas que están transformando las prácticas sexuales para que a mediano plazo
la comunidad genere estrategias que amplíen las opciones de vida de las y los
jóvenes rurales, para hacer efectiva la prevención de infecciones sexuales y de
embarazos no deseados, y poder romper la reproducción de la pobreza.
Difícilmente se lograrían efectos importantes si no se promueven espacios de
reflexión sobre los nuevos comportamientos entre las parejas jóvenes, análisis de
hombres y mujeres en torno a la reconstrucción de los ciclos de vida, revisiones
sobre las identidades juveniles , ¿cómo vivir los cambios en la vida sexual que
están experimentando sin traicionar sus esquemas masculinos y femeninos?
¿cómo ejercer un mayor control sobre sus cuerpos y su fecundidad si sus recursos
económicos dependen de los padres o hermanos mayores?, ¿cómo seguir
ajustándose a una sexualidad reproductiva cuando las pautas sexuales urbanas
ya forman parte de su imaginario?.
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