Ciclones Tropicales en Cuba

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Ciclones Tropicales en Cuba
Visible en http://www.ecured.cu/index.php/Ciclones_Tropicales_en_Cuba
La temporada de Huracanes en el Caribe parece haber concentrado su incidencia
especialmente en la isla de Cuba, de La Española, República Dominicana y Haití. Cuba
es mucho más que playa y los cubanos han descubierto que el más confiable bálsamo
es conocer mejor estos fenómenos y echar su suerte a la organización, la previsión, la
disciplina y la solidaridad. Sencillamente, hay que convivir con los huracanes, que es
lo mismo que buscar la paz con la naturaleza, esta propia naturaleza ha ideado la
estrategia de que los ciclones tropicales afecten la isla de Cuba fundamentalmente
por la zona occidental, Pinar del Río, La Habana y Matanzas.
Historia
A partir de la segunda mitad del Siglo XIX la meteorología tropical comienza a
desarrollarse con mayor intensidad y es a partir de esos momentos que se acumula
una mayor documentación científica acerca de los fenómenos metereológicos
caribeños. La existencia de un moderno y efectivo sistema de observación,
reconocimiento y apreciación facilitan el estudio de estos organismos, lo que nos
proporciona datos sobre su futuro comportamiento.
Un ciclón tropical es un término genérico que se emplea para designar a los sistemas
de bajas presiones que se forman en los océanos, en un ambiente homogéneo y
generalmente en la zona tropical. El ciclón tropical está acompañado de una amplia
área de nublados, con lluvias, chubascos y tormentas eléctricas y tiene asociada una
circulación superficial de los vientos en sentido contrario al de las manecillas del reloj
en el hemisferio norte, siendo en el mismo sentido que éste en el hemisferio sur.
La reducción del riesgo de desastre en Cuba nació con la estrategia trazada por el
Comandante Fidel Castro, después de los azotes del huracán Flora en la región
oriental del país en Octubre de 1963. Bajo el nombre de voluntad hidráulica se
desarrolla un programa que continúa señalando el futuro.
La capacidad de respuesta que hoy muestra la isla ante el reto de los ciclones
tropicales es el resultado de esa voluntad política que garantiza, también, reducir el
riesgo mediante el acceso a la educación, la salud y la seguridad social. A pesar de ser
un país en vías de desarrollo realiza inversiones en la infraestructura, trabaja por la
universalización de la cultura, para incrementar el conocimiento humano y el
constante perfeccionamiento de nuestra organización política, social y económica,
encaminada a fomentar la cooperación y solidaridad entre los cubanos y con otros
países del mundo. Es preciso alcanzar un nivel adecuado de preparación en todo
momento. No se trata de aplicar las medidas en la fase informativa, sino de preverlas
antes y de manera permanente.
Primer ciclón informado en la historia del caribe
Cada vez tengo menos dudas que cuando Cristóbal Colón expresó que la isla de Cuba
era la tierra más hermosa que ojos humanos hubieran visto, seguramente porque
acababa de escapar de una muy fea tormenta. ¡Qué alivio! Justo aquel 28 de octubre
de 1492, garabateó en su diario de navegación la tremenda tempestad que se le
venía encima y, con ese plumazo, se convertía en el primer europeo que se
enfrentaba a un ciclón. También, como quien no quiere las cosas, escribía el primer
reporte meteorológico de una de las regiones más vapuleadas por la naturaleza
furiosa.
Los primitivos taínos gritaban " Huracán " para designar cualquier fenómeno de
viento y lluvia al menos así lo hizo notar el fraile dominico español Bartolomé de las
Casas, sin saber que tal palabreja llegaría a ponerles la carne de gallina a todas las
sucesivas generaciones que heredaron la más hermosa tierra.
Tormentas tropicales del Siglo XIX que han azotado a Cuba
• 11 de octubre de 1846 huracán, sin nombre
• 20 de agosto de 1851 tormenta tropical, categoría 1
• Agosto de 1856, sin nombre, categoría 1
• 2 de octubre de 1859, sin nombre , categoría 1
• Octubre de 1865, sin nombre categoría 1
• Octubre de 1870, sin nombre, categoría 1
• 2 de noviembre de 1874, tormenta tropical
• Septiembre de 1875, sin nombre, categoría 1
• Octubre de 1876,sin nombre, categoría 2
• Octubre de 1876,tormenta tropical , categoría 2
• Octubre de 1878, sin nombre, categoría1
• Octubre de 1878, tormenta tropical , categoría1
• 14 de octubre de 1879, tormenta tropical
• 19 de agosto de 1880, tormenta tropical sin nombre categoría 1
• Octubre de 1882, sin nombre, categoría 3
• Octubre de 1882, sin nombre, categoría 1
• 29 de junio,16 de agosto y 21 de agosto de 1886, pasaron tres tormentas de
categoría 1
• 4 de septiembre de 1888, tormenta, categoría 3
• 21 de octubre de 1895, tormenta categoría 2
• 28 de septiembre de 1896, categoría 3
• 29 de octubre de 1899, sin nombre categoría 1
Fechas de algunos ciclones registrados en Cuba
15 de octubre de 1768. " Tormenta de Santa Teresa " derribó 70 metros de la muralla
Sur; varios buques aparecieron en la misma Plaza de Atarés y ocasionó daños en
siembras y casas.
26 de octubre de 1810. " Tormenta de la Escarcha Salitrosa ". Fue terrible. Llovió
durante 12 días. Se perdieron 70 buques. El mar pasó 8 metros sobre las astas de las
banderas de las fortalezas de La Habana.
5 de octubre de 1844. " Tormenta de San Francisco de Asís ". Dejó este saldo en la
capital: 100 muertos, incontables heridos, 2 mil 546 casas derrumbadas. Además, 13
buques mercantes se fueron a pique.
19 de octubre de 1924. Huracán sin precedentes el cual arremetió con inusual fuerza
sobre la parte más oeste de Pinar del Río
24 de octubre de 1952. El huracán Fox que registró vientos máximos en rachas de
280 kilómetros por hora en la estación meteorológica de Cayo Guano del Este, al sur
de Cienfuegos. Pasó por Las Villas y Matanzas, ocasionando gran destrucción en
casas, ingenios y cosechas.
17 de noviembre de 1972. Huracán Laura con categoría tres y rachas de 126
kilómetros por hora dejó a su paso 200 milímetros agua, y hubo que evacuar a más
de tres mil personas en la Isla de la Juventud.
6 de agosto de 1980. Huracán Allen con categoría cuatro, cruzó a cien kilómetros al
Sur de la Isla de la Juventud.
13 de septiembre de 1988. Huracán Gilbert (categoría cuatro) ocasionó
penetraciones del mar e intensas lluvias en la Isla de la Juventud aunque describió su
trayectoria a más de cien kilómetros de la isla. Pasó a la historia como el Huracán del
siglo.
4 de noviembre de 2001. El huracán Michelle, categoría cuatro, vientos de 160
kilómetros por hora y un acumulado de 161,4 milímetros de agua, dejó incontables
daños en la vivienda, las telecomunicaciones, la agricultura, la pesca y
particularmente el turismo en Cayo Largo del Sur.
14 de septiembre de 2004. El huracán Iván fue catalogado como categoría 4 por los
valores mínimos de presión atmosférica y la fuerza de los vientos máximos
reportados al cruzar por el extremo occidental de Pinar del Río tras amenazar a toda
la Isla de Cuba.
Huracán Dennis (julio 2005), llega con fuertes vientos a la costa sur de Cuba, y pasa a
la altura de Cabo Cruz, Provincia Granma catearía 4 (vientos de 238 kph). Sigue
Dennis a todo lo largo de la costa sur, y a las 2 de la tarde entra a tierra por el oeste
de la ciudad de Cienfuegos con vientos sostenidos sobre las 140 mph/225kph. Este
poderoso huracán continúa su recorrido por tierra firme y sale en la noche al este de
La Habana por el área de Brisas del Mar categoría 2, con vientos de más de 170 kph.
Dennis estuvo azotando Cuba unas 10 horas.
El saldo que dejo este destructivo huracán fue según el régimen, de 16 personas
muertas, decenas de miles de casas destruidas, un gran número de fábricas dañadas,
y perdidas en la agricultura. El total de daños materiales sobrepasa los mil millones
de dólares
17 de octubre de 1996. El huracán Lily (categoría dos) cruzó por el Este de la Isla de la
Juventud, entre Punta del Este y Cayo Largo del Sur, y causó importantes daños en la
economía de Cuba.
23 de septiembre de 1998. El huracán Georges penetró por el extremo oriental de
Cuba en horas de la tarde.
13 de octubre de 1999. Huracán Irene, categoría dos, atravesó la Isla de la Juventud,
sin ocasionar perjuicios de consideración, y se internó en la isla grande.
19 de septiembre de 2001.Huracán Isidore (categoría dos) -11 días después del Lily y
con igual categoría- dejaron serias secuelas que el territorio aún recuerda Afectaron
la Isla de la Juventud, para internarse en la provincia de Pinar del Río.
12 de agosto de 2004. La banda este del huracán Charley pasó a 35 kilómetros de
Punta del Este, sus vientos de 70 kilómetros por hora dañaron más de 13 mil
quintales de vianda y dos centros de acopio de la empresa pesquera pinera.
Otro de los huracanes fuertes que han azotado la Isla fue el huracán Kate, que azotó
siete provincias en 1985, pero, sobre todo, los cubanos no olvidan la llamada
“Tormenta del Siglo”, una línea de tormentas severas que arrastraron el mar tierra
adentro varios kilómetros en el litoral habanero en 1993. Huracán Gustav en el 2008.
El poderoso huracán Gustav categoría 4, a partir del día 29 de agosto 2008, aunque
relativamente lejos de la costa sur de Cuba, sus ráfagas de vientos y lluvias asociada
comenzaron a sentirse en los municipios sureños de las antigua provincia de
oriente]], Camagüey Las Villas, y Matanzas.
Pasado el medio día del 30 de agosto 2008, cayó con toda su fuerza de categoría 4-5
sobre Isla de Pinos (Isla de la Juventud), destruyendo lo que encontraba a su paso.
Isla de Pinos quedó prácticamente desolada.
Continuando su demoledor camino, Gustav entró su ojo en Pinar del Río por el
municipio Los Palacios, pero debido a su amplio ojo de unos 60 Km., cubría también
el municipio San Cristóbal. En este punto de Los Palacios, las ráfagas de Gustav
generaban vientos hasta de 350 Km./ph.
Transcurrido unos minutos de las nueve de la noche, salió al mar por la costa norte
de Pinar de Río, y aunque alejándose del litoral pinero, los vientos y lluvias por la
magnitud de Gustav, continuaron afectando hasta el 31 de agosto, gran parte de la
provincia de Pinar del Río, y zonas de la provincia de La Habana.
La secuela que dejó Gustav en su recorrido, debido a sus vientos, intensas lluvias e
inundaciones, fue de miles de viviendas derrumbadas y otras decena de miles
seriamente o parcialmente dañadas; cientos de casas de tabaco y las plantaciones de
ese producto destruidas; y diversos cultivos agrícolas totalmente perdidos; así como
cabezas de ganado y otos animales ahogados. Gustav ha sido uno de los huracanes
mas destructivos que han pasado por Isla de Pinos y Pinar del Río.
En agosto del 2008 el huracán Ike fue el segundo huracán más desastroso del 2008,
después de Gustav, ocasión al menos un centenar de muertos, en su mayoría en
Haití. En Estados Unidos tuvo un impacto económico, ya que provocó un incremento
en el precio de la gasolina, calefacción, petróleo y gas natural.
Desde el 7 de septiembre de 2008, el poderoso huracán Ike Comenzó azotar la costa
oriental de Cuba, Al entrar a tierra por la provincia de Holguín, sus vientos y lluvias
provocaban el derrumbe de miles de casas, y el desborde de ríos. Después tomó
rumbo a Camagüey por toda la costa sur, luego entró en Pinar del Río por San
Cristóbal, zona fuertemente dañada días antes por el huracán Gustav, y salió el
martes en la tarde por la costa norte de esta provincia, a pesar de esto, los
derrumbes de edificaciones continuaron produciéndose por varios días más.
La combinación de los huracanes Ike y Gustav dejó más de 500 mil viviendas y otras
estructuras con derrumbe parcial y total.
Huracanes más destructivos registrados en Cuba
Tras una larga y aguda sequía, el 25 y 26 de octubre de 1810 trajo a La Habana una
estupenda tormenta, conocida por el nombre de Escarcha Salitrosa. Según una
crónica de la época, "las olas del mar, dando en la costa y en las murallas de la
ciudad, eran arrebatadas por el sismo y esparcidas a largas distancias en la tierra". En
la bahía, más de 70 buques se fueron a pique y llovió durante diez o 12 días después.
"Un huracán de cola sucia ", "como se decía entonces a los que les seguían diluvios".
Ciclones tropicales que más muertes han provocado en Cuba.
No
Ciclón Tropical
Fecha
Muertes
Lugar
1
El huracán de San Francisco
Octubre de 1870
800
Matanzas
2
El Huracán de los 5 días
Octubre de 1910
>100
Región Oriental
3
Huracán de 1926
Octubre de 1926
650
La Habana y La Isla de la Juventud
4
ElHuracán de Santa Cruz del Sur
Noviembre de 1932
3500
Camaguey
5
El Huracán de 1944
Octubre de 1944
300
La Habana e Isla de la Juventud
6
Flora
Octubre de 1963
2000
Región Oriental
El 7 de octubre de 1870. El huracán de San Marcos produjo grandes penetraciones
del mar, que inundaron la ciudad de Matanzas y ocasionaron alrededor de 800
muertos.
Del 13 al 17 de octubre de 1910. El llamado ciclón de los cinco días. Muy intenso.
Causó cuantiosos daños en el extremo más occidental del país entre el 14 y el 18 de
octubre de 1910.
El 20 de octubre de 1926. Uno de los más grandes huracanes que han azotado a Cuba
a comienzo de siglo fue el huracán del 26]] por
Los objetos eran disparados como verdaderos proyectiles
años fue uno de los más nombrados. Pues desde Isla de Pinos hasta su salida por La
Habana, causó cientos de muertos, e infinidad de edificios, y casas destruidas con sus
vientos sostenidos entre las 120mph/193kph, categoría 3, El saldo de víctimas fue de
unas 650 personas muertas, todavía en la isla se habla sobre la palma que fue
atravesada por una tabla movida por el viento, para tener una idea de la fuerza de
los mismos.
El huracán del 9 de noviembre 1932 de categoría 4, nombrado el ciclón de Santa Cruz
del Sur, es otro de los más desbastadores del Siglo XX. Con vientos sostenidos de
132mph/212kph, al batir sobre la zona produjo olas de más de 20 pies de altura, y el
nivel del mar subió a 6 metros, ocasionado que el pueblo fuera totalmente arrasado.
El mar penetró varios kilómetros a tierra. Esta catástrofe se conoció popularmente
como el Ras de Mar de Santa Cruz del Sur , el huracán continuó su destrucción por
toda la provincia de Camagüey, afectando seriamente también parte de Las Villas
hasta su salida por la costa norte. El saldo en perdidas de vidas humanas fue de unas
3,500.
Actualmente en este poblado se encuentra un monumento cerca del mar que
muestra la altura que alcanzo el agua ese momento.
El 18 de octubre de 1944. Muchos años después, en medio de la euforia y la
esperanza por el triunfo del presidente Ramón Grau San Martín sobre Fulgencio
Batista, otro ciclón descomunal tocó a las puertas capitalinas el 18 de octubre de
1944. Se le nombró Huracán de San Lucas o de Caimán Grande, pero para la historia
quedó como ciclón del 44, a secas.
La Revista Bohemia se vio obligada a desbaratar toda su edición, ya en imprenta,
para publicar un reportaje gráfico. Escombros del Hotel Sevilla Biltmore cayeron
sobre autos. Varios barcos se desamarraron, entre ellos el Buque Columbia, que
quedó al garete en la bahía hasta estrellarse contra los arrecifes del Malecón
habanero. Una goleta se hundió y sobre el nivel del mar solo se veían sus tres palos.
El río Almendares se desbordó, sepultó casas y hundió yates y botes. Los laureles del
Prado fueron arrancados con saña. El estadio de la cervecería La Tropical quedó sin
techo, así como el Oriental Park , del actual municipio de Marianao. Los árboles de la
Alameda de Paula se doblaron como cañas. El litoral se inundó, provocando muchas
víctimas entre los vecinos.
A diferencia del ciclón del 26 , para este se aplicaron algunas medidas de prevención
y de organización del socorro a las víctimas, así como para evitar que los rateros se
apropiaran de las propiedades en las casas derrumbadas. La radio se mantuvo
informando mientras pudo. Incluso así, el huracán cobró 300 vidas.
El huracán Flora de octubre 1963 con vientos entre las 140mph (225kph), es uno de
los más desbastadores que han pasado por Cuba en el Siglo XX. En el mapa se puede
apreciar su entrada por la Punta de Maisí , y el giro que comenzó a dar por la zona de
Manzanillo, hasta su entrada de nuevo por la región de Santa Cruz del Sur, y
posterior salida por la costa norte de Oriente . En sus tres días de azotar Cuba, este
huracán ocasionó alrededor de 2000 muertos.
Fuentes
http://www.bohemia.cu
http://www.radiobaragua.cu
http://www.insmet.cu
http://mipais.cuba.cu
http://www.juventudrebelde.cu
Las condiciones de sequía y estrategias de gestión en Cuba
Autor: Dra. Cecilia M. Fonseca Rivera, Inv. Agregado, Centro del Clima,
Instituto de Meteorología, Cuba.
e-mail: [email protected], [email protected]
I. Antecedentes
En los últimos años los episodios de sequía se han incrementado en Cuba trayendo
consecuencias muy perjudiciales para la producción agropecuaria y la conservación
de sus suelos, los que en zonas costeras y semiáridas experimentan importantes
síntomas de salinidad y desertificación. Fueron muy notables los ocurridos en los
veranos de 1993, 1994, 1998 y 2000 destacándose entre ellos, el suceso de sequía de
corto período de abril-julio de 1998, considerado como el más intenso registrado
desde el año 1941 hasta la fecha (Lapinel et al., 2003). Posteriormente, en tan solo el
primer decenio del presente siglo, Cuba fue afectada por el intenso y extenso evento
de los años 2004-2005 (Lapinel et al., 2006), considerado el más crítico de los últimos
cien años de la historia documentada en el país y los daños causaron pérdidas de
más de mil millones de pesos (Datos de prensa). Así mismo, el grave suceso de los
años 2009-2010 sobre la mitad occidental del país, fue calificado el más severo de los
registros para esta región (Lapinel et al., 2013). Ambos eventos acarrearon ingentes
molestias a la población, cuantiosas pérdidas económicas y significativos daños sobre
el medio ambiente.
Resulta notorio el hecho de que los eventos de sequía se alternan con otros
extremos como los ciclones tropicales. Por ejemplo, durante los años 2006, 2007 y
2008 la alta actividad ciclónica ocurrida en la región, favoreció de forma directa o
indirecta el incremento de los totales anuales de lluvia en Cuba (Lapinel et al., 2007 a
y b). Por ejemplo, con la afectación del huracán Gustav se redujo el impacto del
proceso de sequía que se desarrollaba en el 2008, pero posteriormente entre los
años 2009 y 2010 se desarrolló un nuevo evento de sequía que afectó toda la región
del Caribe y tuvo fuerte incidencia en Cuba, catalogándose los déficit como severos.
Todos estos elementos confirman la necesidad de prestar atención a los reiterados y
nocivos eventos de sequía, que combinados con las altas tasas de evaporación
originan el agotamiento de los suelos y la disminución de las reservas de agua
subterráneas.
II. Evaluación de la vulnerabilidad:
Cuba, al igual que otros países, es altamente vulnerable a las anomalías climáticas
extremas, lo cual está condicionado por los elementos expuestos y la magnitud de
los impactos. En correspondencia con ello, ha desarrollado la capacidad y los
recursos necesarios para amortiguar los efectos adversos del clima, reorganizarse
tanto social como económicamente y aprender de la experiencia y adaptarse, en
resumen desarrollar resiliencia a la variabilidad y el cambio climático.
A pesar de lo anterior, ante la presencia de eventos tan nocivos como las sequías, la
población en general y el sector agropecuario constituyen hoy en día los sectores
más vulnerables. La población, pues los déficit de agua al colapsar las principales
presas y
fuentes de agua, han obligado a acarrear la misma por distintas vías, en ocasiones, a
más de dos millones de personas de manera simultánea, generando enormes
dificultades y molestias, así como gastos imprevistos de recursos financieros. Por su
parte el sector agrícola, ante las inevitables pérdidas en las cosechas, se ve
imposibilitado de cumplir sus planes de siembras en las fechas recomendadas,
ocasionando serios disturbios operacionales que persisten, incluso, cuando ya la
sequía ha concluido.
Los impactos sobre la agricultura y los recursos hídricos repercuten negativamente
sobre la sociedad en general y particularmente sobre la salud humana, la cual se ve
severamente afectada por la falta de agua y por la ocurrencia alterna de períodos de
grandes precipitaciones, que normalmente se relacionan con eventos de aparición de
enfermedades epidémicas. El combate de esos procesos epidémicos genera gastos
importantes para mantener niveles de salud adecuados.
Otro sector que comúnmente es afectado por los procesos de sequías es el medio
ambiente. En Cuba esto es importante toda vez que al ser un estado insular, la zona
costera es una parte clave de todo el sistema. En este caso los eventos de sequía, al
reducir el flujo de agua fresca hacia la zona costera, afectan la biodiversidad terrestre
y marina que se desarrolla en la zona asociada a la costa y genera un impacto
negativo que abarca desde el espacio ambiental hasta el económico y el social.
III. Fondo de alivio para emergencias y respuesta a las sequías:
Cuba, desde los inicios de su revolución, viene enfrentado los efectos de sucesos tan
indeseables como las sequías. Como parte de un laborioso y complicado empeño
nacional, ha realizado importantes y sistemáticas acciones vinculadas al acertado
manejo de la sequía, que han contribuido progresivamente a disminuir los riesgos
que las mismas conllevan. A inicios de la década de los años 60, tuvieron una
importante respuesta en la Voluntad Hidráulica impulsada en el país y
posteriormente en la década del 90, de una manera organizada y con relaciones
institucionales se implementa el Programa de Acción de la CCD.
En este contexto, la gestión de la reducción del riesgo por desastre es una obligación
estatal de los órganos y organismos estatales, entidades económicas e instituciones
sociales, en la que participan entre otros, los funcionarios de las direcciones y
delegaciones provinciales y municipales. Ante una situación de emergencia por la
afectación de procesos de sequías intensas, como las que han venido ocurriendo en
los años más recientes, el Consejo de Defensa Nacional realiza la dirección
estratégica de las acciones de respuesta y recuperación del país de manera integral
desde el Centro de Dirección del Consejo de Defensa Nacional el cual se establece en
el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil (EMNDC). En correspondencia con ello,
el EMNDC junto a los órganos territoriales de la Defensa Civil, una vez evaluados los
daños y pérdidas, son los responsables del control del uso y destino de los recursos
destinados para la reducción del desastre, incluyendo los asignados anualmente para
la reducción de vulnerabilidades en el plan Económico Social y en el Presupuesto del
Estado, los obtenidos por la aplicación del proceso de compatibilización y mediante
proyectos de cooperación internacional (Directiva 1, 2010 EMNDC).
La planificación del aseguramiento material y financiero de las medidas de reducción
de desastres se realiza de acuerdo a los procedimientos establecidos por los
ministerios de Economía y Planificación, y de Finanzas y Precios (Directiva 1, 2010
EMNDC). Este aseguramiento va a depender de la magnitud del evento y de la
población afectada como eslabón fundamental del sistema de Defensa Civil.
IV. Prácticas para reducción de los efectos de la sequía:
Los intensos y extensos procesos de sequías que han afectado a Cuba en las décadas
más recientes, han impactado fuertemente todas las esferas de la vida social y
económica, así como el propio medio natural. Es por ello que en correspondencia con
las medidas recomendadas por la OMM para enfrentar estos nocivos sucesos en el
país, en primer lugar, se desarrolló el Sistema Integrado para la Vigilancia y el Alerta
Temprana de la Sequía. Este sistema, que realiza un minucioso control de los eventos
de sequía, sus características de manifestación y posible evolución, permite preparar
y mejorar estrategias a largo plazo para facilitar la vigilancia de la sequía y realizar la
gestión sostenible de los recursos naturales, con inclusión de planes para la adopción
de medidas de emergencia a escalas local, nacional, subregional y regional.
La creación del Grupo de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgos (GPVR) y de los centros de
Gestión para la Reducción de Riesgos (CGRR) con la participación de especialistas e
instituciones científicas del país, de conjunto con el Estado Mayor Nacional de la
Defensa Civil son medidas implementadas para facilitar la gestión de la reducción del
riesgo. El primero, mediante la elaboración de las metodologías correspondientes,
realiza la determinación del riesgo por sequía como una de las bases de la
organización del proceso de reducción de desastres en todos los niveles e instancias.
En la actualidad están elaborados los estudios de peligro para todos los municipios
del país y están identificadas las vulnerabilidades a partir de los cuales se determinan
los riesgos. El segundo, controla la reducción de las vulnerabilidades, mediante la
recopilación ordenada de los resultados de los Estudios de PVR, facilita la
organización y cumplimiento de las medidas de manejo de desastres, fomenta la
percepción del riesgo en la población y documenta las del territorio. Su organización,
funcionamiento y equipamiento se realiza de acuerdo a la Metodología que elabore
el EMNDC.
V. Necesidad de conocimientos y habilidades en la gestión de las sequías:
Cuba cuenta con recursos humanos capacitados que le permiten enfrentar la gestión
de la sequía. Los especialistas de las diferentes instituciones encargadas del agua
(INRH), los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), la
Agricultura (MINAGRI), entre muchos otros, prestan la mayor atención a este
problema. Sin embargo, la primera y principal deficiencia radica en la falta de los
recursos financieros necesarios para enfrentar satisfactoria y armónicamente todas
las necesidades tecnológicas, científicas y operacionales que implica una labor de
esta naturaleza y envergadura. La segunda y no menos importante está dada por la
necesidad de una mayor y más efectiva integración de todos los sectores y partes
involucradas en el tema, desde la visualización rápida y combinada del Alerta
Temprana del Peligro por Sequía, la correcta evaluación del riesgo potencial
existente de los Impactos y la toma oportuna de las Medidas de Respuestas
sustentadas en los estudios de PVR acometidos por grupos especializados en los
distintos tipos de sequía a nivel de todo el país. Todas estas actividades,
implementadas con una visión integral junto a una mayor disponibilidad de recursos
financieros se reforzarían, sin dudas, con la adopción de directivas nacionales
apoyadas en las experiencias internacionales que se pretende promover mediante
los resultados de la HMNDP.
Referencias bibliográficas
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3. ---------- Fonseca, C., Cutié, V., Pérez, D., Aroche, R., Báez, R., Rivero, R., Rivero, I.,
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7. ----------, C. Fonseca, V. Cutié y Dagne Boudet (2007b): Movimientos troposféricos
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extremas durante el período estacional lluvioso. Centro del Clima, Instituto de
Meteorología del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Ciudad de La
Habana, Cuba. CP: 11 700,
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