1 І CURSO SUPERIOR BIANUAL DE ESPECIALIZACION EN ENDOCRINOLOGIA GINECOLOGICA Y REPRODUCTIVA BAHIA BLANCA Directoras: Dra. Marisa Geller Dra.Graciela Galiana ANDROGENOTERAPIA EN LA MUJER AUTORES: Dr. Lucas Sosa Dr. Abel Weinsmeister Dra. Graciela Zanotto AÑO 2009 2 INTRODUCCIÓN Los andrógenos tienen importantes funciones fisiológicas en la mujer, sin embargo la insuficiencia androgénica en esta población constituye un síndrome difícil de diagnosticar y tratar. Históricamente los estudios fueron orientados al hiperandrogenismo, a sus manifestaciones cínicas, diagnóstico y tratamiento. En cambio, para los estados de déficit androgénico, la evidencia no es clara. Pocas veces se tiene en cuenta el rol de los andrógenos en las distintas etapas de la vida de la mujer, a pesar de que en la posmenopausia son el sustrato más importante para la síntesis de estrógenos. El objetivo de esta monografía es actualizar el tratamiento con andrógenos en la mujer. Nuestro interés lo basamos en que, a pesar de los conocimientos actuales, existen controversias sobre el diagnóstico del déficit y su tratamiento de remplazo. Para lograr entender mejor la terapéutica se consideró importante hacer una revisión de la fisiología de los andrógenos, describir las características clínicas del hipoandrogenismo y las situaciones que lo provocan. 3 DESARROLLO FISIOLOGIA DE LOS ANDROGENOS Los andrógenos son esteroides derivados del androstano (C19). Los andrógenos plasmáticos más importantes en la mujer, según su concentración en orden decreciente son: (1) 1. Dehidroepiandrosterona sulfato (DHEA-S) 2. Dehidroepiandrosterona (DHEA) 3. Androstenediona (∆4-Adiona) 4. Testosterona (T) 5. Dihidrotestosterona (DHT) Producción de andrógenos Las fuentes principales de andrógenos circulantes en la mujer están representadas por las glándulas suprarrenales y los ovarios. La biosíntesis de andrógenos en la mujer ocurre en las células esteroidogénicas. Está modulada por dos enzimas criticas pertenecientes a la familia del citocromo P450: P450 SCC, que cataliza el clivaje de la cadena lateral de colesterol, y P450 c17 que cataliza la 17-hidroxilación y el clivaje del enlace 1720 (17-20 liasa), requeridos para la producción de DHEA y ∆4-Adiona a partir de pregnenolona y progesterona, respectivamente. La enzima de clivaje de la cadena lateral, junto con las proteínas que participan en la captación de colesterol, de la síntesis de novo o del transporte desde depósitos citoplasmáticos a las mitocondrias (StAR: steroidogenic acute regulatory protein), son los pasos limitantes de la síntesis de esteroides. (2,3). Otras enzimas importantes son la 3βHSD que cataliza la conversión de pregnenolona a progesterona y DHEA a ∆4-Adiona (enzima no presente en la reticular adrenal), y 17 βHSD que cataliza la conversión de ∆4-Adiona a T. La conversión de T en DHT la realiza la 5alfa reductasa. La aromatasa participa en la conversión de A y T en E1 y E2 respectivamente (3,4). La figura 1 representa esquemáticamente la síntesis de andrógenos. (4) Esta conversión se realiza en los tejidos blanco, donde ejercen su acción a través de receptores específicos. Cerebro, mama, genitales externos, hígado y musculo presentan receptores de T, y genitales externos intrauterinos, folículo piloso y glándula sebácea actúan en receptores de DHT. (5) Finalmente, la DHT es metabolizada a 17 cetoesteroides y otros productos que son eliminados por la orina.(2,3,4) Circulación de andrógenos La T circula fuertemente unida a SHBG (sex hormone binding globulin), transportador proteico procedente del hígado, y más laxamente a albúmina (6678% y 20-33% respectivamente). La T libre y sin fijar corresponde solo al 1-2 % de la T circulante. Un muy pequeño porcentaje es transportado por la CBG (Corticosteroid Binding Globulin)(2,3,6) 4 La producción de SHBG y su concentración plasmática se ven influenciadas por factores hormonales y no hormonales (estilo de vida, tabaquismo, etc.) Se relaciona inversamente con el peso y con la concentración de insulina. (2) Los estrógenos, especialmente por vía oral (anticonceptivos o terapia de reemplazo hormonal) elevan los niveles plasmáticos de SHBG y consecuentemente disminuyen los niveles de T disponible. Esto puede crear un hipoandrogenismo funcional inducido. (7) La DHT actúa localmente y muy poca es liberada a la circulación, donde se une fuertemente a SHBG. A y DHEA e une débilmente a la albúmina y escasamente a SHBG. DHEA-S se une de forma relativamente fuerte a albúmina. (2,3) Procedencia de los andrógenos femeninos Los sitios de producción de andrógenos son principalmente la corteza de la glándula suprarrenal (capas fascicular y reticular) y el estroma ovárico. (4) Además algunas células de la glía y neuronas pueden sintetizar esteroides sexuales. (1,5,8) La producción adrenal de precursores de andrógenos es regulada por la ACTH, mientras que la LH regula la producción ovárica, junto con mecanismos paracrinos y autocrinos intraglandulares. (1) No se ha encontrado un estimulador específico de la secreción adrenal de andrógenos ni se ha reconocido algún mecanismo de feed-back. (5) La Fig. 2 muestra la producción de andrógenos y su conversión periférica a andrógenos activos en la mujer. (9) DHEA y DHEA-S Son los esteroides más abundantes en la circulación humana (9,10). DHEA-S: Es secretado por la zona reticulada de la glándula suprarrenal y producida a una tasa de 3.5 a 20 mg / día durante la vida reproductiva. Las concentraciones circulantes están en el rango de 1-4 microg/ml. (1) Su secreción muestra un patrón característico a lo largo de la vida. DHEA y DHEAS son secretadas en altas concentraciones por la corteza adrenal fetal, con una caída luego del nacimiento a niveles casi indetectables. Se incrementan desde la adrenarca (7-8 años) teniendo su pico entre los 20-30 años siguiendo una lenta declinación con la edad hacia los 50-60 años (70% de disminución). A los 70-80 años resultan en solo el 10-20 % de sus niveles máximos. Este fenómeno es llamado adrenopausia, a pesar que la secreción de cortisol no se modifica considerablemente con la edad. (11,12,13,14) La secreción de DHEAS es regulada por ACTH y es influenciada por la prolactina, IGF1 y estrógenos. La declinación de DHEA y DHEA-S muestra gran variabilidad intraindividual y parece estar relacionado con la reducción de la zona reticular adrenal. (15) Las concentraciones no varían durante el ciclo menstrual y no hay cambios en la menopausia. (3) Mientras la concentración de DHEA-S no varía a lo largo del día, debido a su mayor vida media y al gran pool circulante, la DHEA muestra un ritmo circadiano semejante al del cortisol. (16,17,18) DHEA: se secreta en la zona reticular adrenal (50%) y en la teca ovárica (20%), y un 30% de la DHEA-S circulante, catalizada por una sulfatasa. La producción es de 6 a 8 mg/día y la concentración circulante es del orden de 1-10 ng/ml. (1) 5 La DHEA no reconoce receptor propio; puede convertirse en los tejidos blanco en T, DHT, así como en Estradiol. Solamente la DHEA desulfatada puede convertirse a esteroides sexuales (9) La hidrólisis de DHEA-S a DHEA puede estar restringida a algunos tejidos periféricos (incluso la mama). La disponibilidad y la actividad de la enzima DHEA sulfotransferasa es el paso limitante que regula el equilibrio y que convierte DHEA en DHEA-S. (19) Análisis de la farmacocinética de DHEA y DHEA-S seguida a la administración oral de DHEA sugieren que hay una continua interconversión entre ambas. (20). Además la DHEA puede servir como prohormona para la síntesis de andrógenos ováricos. (21) Testosterona: secretada por la zona fascicular adrenal (25%) y el ovario (25%). El otro 50% restante procede de la ∆4-Adiona circulante. La producción diaria es de 0.1-0.4 mg y las concentraciones son de 0.2-0.7 ng/ml. Es más baja en la fase folicular temprana aumentando en la fase luteínica y presentando un pico en la mitad del ciclo (aumenta aproximadamente un 25%). Muestra variaciones circadianas, con un pico a primeras horas de la mañana. (1) La T comienza a aumentar desde la pubertad, llega al máximo al finalizar la segunda década de la vida y luego comienza a declinar, presentando previamente a la menopausia el 50 % de los valores máximos. No declina en la transición menopáusica pero sus niveles continúan cayendo lentamente con la edad. (1,12) Esto es debido a la reducción de la producción adrenal y a la pérdida de la producción cíclica del ovario. (12) En la menopausia, con la caída de los estrógenos, hay una disminución de la SHBG, aumentando los niveles de andrógenos libres. A partir de los 70-75 años se ha observado que la T total (pero no la T libre) presenta un ligero incremento. (20) La ooforectomía pre o postmenopáusica lleva a una disminución del 50% del nivel de T circulante. Como otros andrógenos, la T puede ser producida intracelularmente desde la DHEA-S. (1,12) La estrogenoterapia incrementa la SHBG con la consecuente caída de la T libre. (1) Androstenediona: es secretada por la zona fascicular adrenal (50%) y el ovario (50%). La producción diaria es de 1.4-6.2 mg /día y las concentraciones circulantes 0,5-2 ng/ml. Muestra variación circadiana (máximo por la mañana) y moderada elevación con el aumento de estrógenos en la mitad del ciclo. Se produce intracelularmente desde DHEAS vía DHEA (1,3). De manera semejante a la T, muestra sus máximos niveles entre los 20-30 años, cayendo con el transcurso de los años. Tampoco se ve una diferencia en la transición menopáusica y la ooforectomía en la menopausia provoca una caída del 30 % en su concentración. (12) Dihidrotestosterona: es el producto de la conversión de la T en los tejidos blanco periféricos y circula en bajas concentraciones séricas. Una pequeña cantidad es liberada por la zona fasciculada adrenal. Se calcula una producción diaria de 4,3 a 12,5 mg. La concentración es del orden de los 0.02 ng/ml. (1) Finalmente la vía final común del metabolismo de los andrógenos es la conversión a 3alfa-androstanediol-glucurónido. (1,2,22) Su medición tiene 6 escasa utilidad en los estados hiperandrogénicos y es improbable su utilidad en pacientes que puedan tener insuficiencia androgénica. (23). Andrógenos en edad reproductiva Como se expuso previamente, en la mujer, la producción significativa de andrógenos comienza en la adrenarca; incrementa la DHEA adrenal y la producción de DHEAS, generando estos el aumento de andrógenos en los tejidos blanco como la piel, resultando en la pubarca. La adrenarca es independiente de la menarca. Si por algún motivo la niña no desarrolla la adrenarca, no se afecta la maduración ovárica ni la foliculogénesis, pero el nivel de andrógenos permanecerá bajo. (24) T y ∆4-Adiona comienzan a aumentar a partir de la pubertad hasta tempranos años de la edad reproductiva, presentando luego una caída pronunciada y a partir de la tercera década de la vida, una reducción más gradual (12). Los precursores DHEA y ∆4-Adiona son producidos por los ovarios y la corteza adrenal. La corteza adrenal produce la mayoría de la DHEA (80%) y de DHEA-S (mayor a 90%). (4) Un tercio de la producción de T proviene del ovario mientras que los dos tercios restantes, por la conversión del precursor A en tejidos periféricos o extragonadales.(25). DHT es producida principalmente por tejidos blanco. (4,24) Andrógenos en la menopausia y la postmenopausia El grado en que la menopausia afecta la producción de andrógenos es tema de debate. Existes diferentes posiciones. Algunos proponen que la producción de andrógenos por el ovario es insignificante y otro opinan que la producción continúa. Actualmente se cree que la mayoría de los andrógenos se produce en la corteza adrenal mientras la T se origina principalmente en el ovario. (4) Se postula que el ovario secreta T y ∆4-Adiona, y cantidades insignificantes de DHEA, DHEA-S y DHT. La contribución del ovario es de aproximadamente un 50% de la T plasmática y un 30% de la ∆4-Adiona, mientras las suprarrenales contribuyen predominantemente con DHEA (4) y la mayor parte de la ∆4Adiona circulante. (26) Es decir que el aporte de los ovarios al pool de andrógenos totales puede ser más bajo durante la menopausia, pero la DHEA de origen adrenal puede ser aún convertida en testosterona en el ovario de la postmenopausia. (21) Más recientes estudios han demostrado que durante la menopausia natural la T circulante no cambia y que la T libre aumenta en la transición menopáusica (por disminución de la producción hepática de SHBG), que sirve de sustrato para la conversión periférica de andrógenos en estrógenos. La reducción de los andrógenos no depende de la menopausia natural, sino del avance de la edad. Los niveles de T y ∆4-Adiona a los 60 años son la mitad que a los 40 años, y los niveles séricos de DHEA y de DHEA-S son después de la menopausia la cuarta parte de la de las mujeres jóvenes; o sea que la reducción comienza mucho antes que la menopausia y tampoco ésta impacta significativamente en la reducción. (12,17,27,28) 7 Como se comentó previamente, tanto DHEA como DHEA-S van disminuyendo en forma constante con el avance de la edad, independientemente de la menopausia. Se ha observado que en ausencia de esteroides adrenales, las concentraciones circulantes de andrógenos son muy bajas (29). La teca mantiene su capacidad de sintetizar andrógenos luego de la menopausia, pese a la pérdida de la producción de andrógenos por la granulosa. Recién con esta caída de los andrógenos suprarrenales al avanzar la edad (adrenopausia) aumenta la importancia relativa de la fuente ovárica de andrógenos. (28) Menopausia quirúrgica: Más recientemente se reportó que son significativamente bajos los niveles de T de las mujeres postmenopáusicas ooforectomizadas bilaterales vs los controles normales, con una declinación del 50 % de la producción de T (9,12) La ooforectomía unilateral y la histerectomía sola también se asocian con menor concentración de T, pero de menor grado. (30) La figura 3 esquematiza la contribución de los ovarios y las glándulas suprarrenales a los niveles de andrógenos en la pre y postmenopausia. Receptores de andrógenos (RA) Es un receptor nuclear; se encuentra codificado por un gen localizado en el brazo largo del cromosoma X (q11-12). Posee 8 exones que codifican los cuatro dominios principales del receptor. El exón 1 codifica el dominio Nterminal, los exones 2 y 3 el dominio de unión al ADN, el exón 4 codifica una región bisagra y los exones 5 a 8 codifican el dominio de unión al ligando. El dominio N terminal contiene repeticiones variables del trinucleótido CAG (cisteína, adenina y guanina), cuya presencia es necesaria para la actividad transcripcional (4,5). Las repeticiones del CAG también pueden estar asociados con determinados niveles de testosterona en la postmenopausia (31). Acción de los andrógenos Los andrógenos actúan por mecanismos genómicos y no genómicos. La vía genómica: la T y DHT interactúa con el RA, que es un receptor nuclear que actúa como un factor de transcripción inducido por un ligando. Al unirse al receptor interactúan con secuencias especificas llamadas ARE (elemento respondedor de andrógenos), presentes en el ADN de las células blanco. La vía no genómica: genera la inducción rápida de señales (es mediado por el RA clásico o por otras proteínas presentes en la membrana celular, que pueden unir la SHBG o los mismos andrógenos. Sus funciones pueden ser de regulación de la vía genómica. (3) De tres formas pueden actuar los andrógenos: 1. Por conversión intracelular de testosterona en DHT (actividad intracrina) 2. Por la propia testosterona (actividad endocrina) 3. Por conversión intracelular de T en Estradiol: Aromatización (actividad intracrina)(2) 8 DHEA, DHEAS y ∆4-Adiona no tienen actividad androgénica directa y son conocidos colectivamente como pro-hormonas o pro-andrógenos, actuando como precursores para la síntesis de hormonas del ovario y tejidos extragonadales(4,24); a menos que se conviertan en T o DHT. Estos pueden activar directamente al RA. La T puede ser convertida en DHT teniendo ésta 5 veces más afinidad por el RA, o puede aromatizarse a estrógenos. DHT no puede aromatizarse. Por lo tanto el aumento de T circulante generará un incremento en los estrógenos en los tejidos blanco. (2,24) La DHT es más potente que la T con respecto al efecto en los tejidos blanco como la piel y el folículo piloso. (4,32). La acción parece depender de la concentración de RA en tejidos blanco, y de la presencia y actividad de las enzimas 5alfa reductasa y aromatasa que convierten la T en DHT y la ∆4Adiona en E2, respectivamente. (4) Por ejemplo la intensa acción androgénica sobre los fibroblastos de la piel de los genitales requiere de la ocupación de los receptores por la DHT. Este efecto intracrino es catalizado por la 5alfa reductasa.(32) Rol de los andrógenos en la mujer Loa RA están presentes en una amplia variedad de tejidos, incluyendo musculo esquelético, piel, tracto gastrointestinal, corazón, cerebro, hueso, tejido adiposo, tracto genitourinario, placenta, glándulas lacrimales. Aun permanece poco claro su acción específica en todos estos tejidos. (4,5) La T se ha hallado en el cerebro, con altas concentraciones en áreas relacionadas con las emociones y la sexualidad, como el hipotálamo, área preóptica y sustancia negra (33). En asociación con los estrógenos es responsable de la libido (5). En este aspecto se debe aclarar que depende además de distintos factores como ambientales y psicológicos. Sin embargo, una reducción crítica de testosterona disminuye la libido más allá de las circunstancias de la vida que puedan alterar el ritmo sexual. (34) El papel fisiológico de DHEA y DHEA-S en muchos aspectos no ha sido aun dilucidado, sin embargo en los últimos años se está conociendo su rol en la salud humana. Hay evidencias de la síntesis y acción de DHEA en el sistema nervioso central. Se ha demostrado la presencia de p450c17 y otras enzimas esteroidogénicas en el cerebro. Se sugiere su influencia neuronal por la interacción con receptores de neurotransmisores (N-metil D-aspartato, sigma, GABA A). Estudios en animales e in vitro muestran que DHEA puede estimular el crecimiento neuronal y el desarrollo de la glía, el aprendizaje y la memoria. (8) Podría ejercer sus acciones como un ligando para un receptor específico. En el hígado, en concentraciones suprafisiológicas, antagoniza los efectos de los estrógenos sobre la producción de SHBG y TBG, pero sin efecto sobre la CBG. En la mama tiene efecto antagónico a los estrógenos. En el musculo tiene acciones tróficas. Son responsables del crecimiento óseo durante la pubertad. (5) También tienen un rol importante en la mineralización ósea. Parece ser por acción directa y por vía aromatización a estrógenos. Bajas concentraciones de andrógenos se han asociado a pérdida ósea en pre, peri y postmenopausia y niveles de DHEA-S se han correlacionado positivamente con la densidad mineral ósea en la postmenopausia. (4,35) 9 En la piel, la DHT estimula la producción de sebo, el crecimiento del pelo terminal y la caída de pelo en el cuero cabelludo. (5,24) DIAGNOSTICO DE INSUFICIENCIA ANDROGENICA EN LA MUJER En el año 2001 se llevo a cabo en Princenton un consenso Internacional de deficiencia de andrógenos donde se propuso una definición de insuficiencia androgénica en mujeres (FAI-Female Androgen Deficiency) basada en tres criterios: (36) 1) presencia de síntomas y signos de insuficiencia androgénica. 2) mujeres con correcta estrogenización (mujeres premenopáusicas que ciclan normalmente ó mujeres postmenopáusicas que reciben terapia de reemplazo estrogénico). Actualmente este punto está siendo revisado por la controversia en la utilización de estrógenos como terapia de reemplazo hormonal. (37) 3) disminución de la testosterona libre ó biodisponible. Síntomas de insuficiencia androgénica: Es importante realizar una profunda anamnesis, preguntando fundamentalmente sobre síntomas relacionados con el deseo sexual hipoactivo, ya que son los más frecuentes de observar en mujeres con esta patología. El texto revisado del DSM-IV (American Psychiatric Association´s Diagnostic and Statistical manual of Mental Disorders) define al Deseo Sexual Hipoactivo como las ausencia o deficiencia persistente o recurrente de fantasías y deseos sexuales, causantes de marcado distress o dificultad interpersonal, debiendo tenerse en cuenta los factores que afectan el funcionamiento sexual tales como la edad o el contexto de vida personal. (38) Otros síntomas descriptos son: - disminución de la sensación de bienestar. - humor disfórico. - ausencia de motivación. - cambios en la memoria y la función cognitiva. - disminución de la libido y del placer sexual. - fatiga y cansancio inexplicable y persistente. - disminución de la masa y de la fuerza muscular. - inestabilidad vasomotora. - disminución de la lubricación vaginal. Los signos clínicos incluyen: - disminución y pérdida del vello púbico - disminución de la masa muscular y fuerza - redistribución del tejido adiposo - piel seca - osteopenia /osteoporosis - cambios de la cognición y memoria Diagnósticos diferenciales (36): 10 El cortejo sintomático compatible con el síndrome de insuficiencia androgénica femenina puede ser causado por otros determinantes de orden médico, psiquiátrico o psicosocial. Antes considerar una terapia de reemplazo androgénico debieran descartarse una o más de las siguientes condiciones (si existen síntomas compatibles con ellos (36): - enfermedad tiroidea: hipo o hipertiroidismo - desórdenes nutricionales o metabólicos: deficiencia de hierro y de vitamina D - causas de fatiga crónica: enfermedad de Lyme, síndrome de fatiga crónica - desórdenes psiquiátricos: depresión mayor Diagnóstico de laboratorio: Debido a lo inespecífico que resulta el síndrome de deficiencia androgénica a la hora de evaluar el conjunto de síntomas y signos presentes, con frecuencia los médicos dependen del dosaje plasmático de la testosterona total y libre para determinar si existen concentraciones anormales de estas hormonas y de esa forma arribar al diagnóstico. La forma libre o la biodosponible, posiblemente sean las mediciones más adecuadas, en parte debido a la alta variabilidad en las concentraciones de SHBG, la alta afinidad de los estrógenos por esta globulina transportadora y la amplia variación en los niveles estrogénicos entre las diferentes poblaciones de mujeres. Sin embargo, la medición plasmática ó sérica de la testosterona, tiene varios problemas: en las mujeres la falta de precisión y sensibilidad da como resultado una utilidad clínica muy limitada; las técnicas que se usan para medir testosterona son variadas, y los ensayos disponibles en la práctica cotidiana son deficientes. Los métodos que se usan están hechos para medir la testosterona del sexo masculino quienes presentan valores mucho más elevados que las mujeres; por otra parte los valores normales para la testosterona y la testosterona libre a lo largo de la vida de una mujer no son los adecuados.(39); todo esto hace que el método ideal para medir la testosterona libre sea controversial. Los dosajes confiables de testosterona se realizan por los métodos (40): de equilibrio diálisis y ley de acción de masas. Estos dos métodos son de elección para el diagnóstico de la deficiencia androgénica en las mujeres. Sin embargo, no están disponibles para su uso en nuestra práctica clínica actual. Existen dos estudios que demostraron que no existe relación entre las concentraciones de testosterona circulante y la función sexual femenina (41,42); por lo tanto, es poco probable que, si se desea evaluar la disminución de la libido en las mujeres, la medición de la testosterona sérica sea de alguna utilidad. La medición de DHEA-S es muy utilizada como marcador de la producción de andrógenos adrenales en la mujer, debido a su confiabilidad, su larga vida media y su falta de ritmo circadiano. Por lo tanto podría medirse si existe una sospecha justificada de insuficiencia androgénica de origen adrenal (36), conjuntamente con la ∆4 Androstenediona y el cortisol. Por otra parte, si la sospecha clínica se orienta hacia un cuadro de hipoandrogenismo de origen ovárico, podría ser de utilidad la determinación de 11 los niveles plasmáticos de ∆4 Androstenediona, como marcador de producción por esta glándula. A pesar de todo ello, la determinación de los niveles de andrógenos circulantes en plasma no necesariamente constituyen una muestra en espejo de su acción a nivel tisular extragonadal; esto se debe a la existencia de mecanismos de acción intracrina de las hormonas androgénicas, que pueden interconvertirse en otros esteroides sexuales siempre que los tejidos contengan la dotación enzimática necesaria para ese fin. Patologías que presentan déficit de andrógenos: Causas ováricas: Cualquier situación que provoque una insuficiencia ovárica produce una disminución en la producción de andrógenos, particularmente de testosterona y ∆4-Adiona. a) Quirúrgicas (ooforectomía bilateral) b) Falla ovárica prematura c) Radioterapia d) Quimioterapia Causas adrenales: La insuficiencia adrenal se caracteriza por baja DHEAS y sus metabolitos incluyendo testosterona (43) a) Insuficiencia adrenal b) Adrenalectomía Causas hipofisarias: Las pacientes con hipopituitarismo que presentan compromiso de la función adrenal y ovárica, tienen las más bajas concentraciones de andrógenos circulantes (SDHEA, ToL y ∆4A). (44) Causas medicamentosas: Los corticoides disminuyen la producción de andrógenos adrenales. Se ha sugerido que los anticonceptivos orales suprimen la producción ovárica de andrógenos de manera tal que pueden provocar una disminución de la líbido(45). Además aumentan la síntesis hepática de SHBG disminuyendo de esta manera los andrógenos libres al igual que la terapia hormonal de reemplazo por vía ora. Se puede decir que, en la práctica clínica, el consumo crónico de anticonceptivos orales es la causa más frecuente de hipoandrogenismo en la mujer. De igual forma las pacientes que reciben análogos de GnRH pueden tener disminuida la síntesis de andrógenos por los ovarios. Enfermedades crónicas: - anorexia nerviosa: se sabe que tanto este cuadro, así como la amenorrea hipotalámica con peso normal, se caracterizan por ser estados de hipogonadismo con hipercortisolemia; sin embargo, a pesar de ser un mecanismo fisiopatológico posible, no se sabe con certeza si estas alteraciones endócrinas se traducen en una reducción en los niveles de andrógenos (o sus precursores) de origen ovárico y /o adrenal.(46) A la fecha hay pocos datos de 12 la deficiencia de andrógenos en mujeres con anorexia nerviosa y, por otra parte, no existen estudios con placebo versus control que muestren los efectos de la terapia con testosterona en esta población. - desórdenes inmunológicos: el hipoandrogenismo es capaz de facilitar las enfermedades autoinmunes por varios mecanismos; es posible que la caída de los niveles circulantes de andrógenos con la edad favorezca la aparición de éstas patologías, por ejemplo: artritis reumatoidea, Lupus Erimatoso Sistémico (LES) - pacientes HIV con bajo peso: en mujeres HIV positivas existen dos estudios en los que se observó bajos niveles de andrógenos comparados con los controles normales. (47,48) Aging: La DHEA-S desciende en plasma con el aumento de la edad (41). Hay datos que indican una declinación aproximadamente del 80% desde los 20 a los 80 años. Los andrógenos ováricos no disminuyen dramáticamente con la menopausia. Existe mínima evidencia que sugiere una declinación en los niveles de testosterona asociada a la etapa a la transición a la menopausia, no siendo uniformes los datos reportados en relación a la testosterona biodisponible. Si consideramos que las hormonas circulantes son indicadores significativos de su actividad biológica, entonces la menopausia natural no podría entenderse como un estado de insuficiencia androgénica de origen ovárico. No obstante los niveles de testosterona disminuyen sustancialmente hacia la mitad de la vida reproductiva, tanto que el la década de los 40 una mujer reduce en un 50% le testosterona con relación a la década de los 30; la etiología de este proceso permanece incierta. (40) Situaciones que podrían responder al tratamiento androgénico Como fue mencionado previamente, situaciones patológicas como la insuficiencia ovárica, la insuficiencia adrenal, el hipopituitarismo, enfermedades bajo tratamiento crónico con glucocorticoides, la anorexia y los pacientes HIV con bajo pesos presentan claramente déficit androgénico y todos podrían ser pasibles del remplazo hormonal. Situaciones fisiológicas como la menopausia y la vejez, asociadas a deseo sexual hipoactivo también fueron objetivo de estudio y tratamiento androgénico. 1- La insuficiencia ovárica o falla ovárica precoz se define como un síndrome caracterizado por hipoestrogenémia hipergonadotrófica en mujeres menores de 40 años, se presenta en el 1 % de la población y es responsable del 10 al 30 % de las amenorreas primarias y del 4 al 18 % de las amenorreas secundarias. La etiología podrá ser inducida/iatrogénica o espontanea (genética o inmunológica). Esta enfermedad cursa claramente con déficit en la secreción de testosterona y de ∆4-Adiona con relevancia clínica según muestran varios trabajos (49). En los intentos descriptos para remplazar éste déficit androgénico la mayoría de las publicaciones no han tomado como objetivo principal 13 lograr niveles fisiológicos de andrógenos y consideran a la función sexual como el objetivo central. Un reciente trabajo, con pocos pacientes concluye que no sólo tendría beneficios clínicos en la esfera psíquica y sexual, sino que además reduciría niveles de FSH y elevaría el estradiol (50). Ultimas investigaciones en pacientes con falla ovárica prematura y reserva ovárica disminuida suplementando DHEA, observaron una considerable mejoría en los resultados de inseminación intrauterina y fertilización in Vitro. Mostró además un efecto positivo sobre la calidad de los ovocitos y embriones, y una menor taza de aborto. (51) 2- La insuficiencia adrenal primaria o secundaria (hipopituitarismo) se caracteriza por una insuficiente producción hormonal cortico-suprarrenal (aldosterona, cortisol, DHEA y ∆4-Adiona), además del remplazo glucocorticoideo y mineralocorticoideo, si fuera necesario, correspondería cubrir la insuficiencia androgénica con la administración de DHEA. La administración de glucocorticoides y mineralocorticoides se requerirá durante toda la vida, mientras que el remplazo con DHEA dependerá del estado clínico del paciente. Cuando se comparan pacientes con enfermedad de Addison, correctamente remplazados con glucocorticoides y mineralocorticoides, a los cuales se los trata DHEA 50 mg/día versus placebo se demuestra que los niveles de ∆4-Adiona y DHEA-S aumentan significativamente y los valores de testosterona llegan en las mujeres a niveles normales o a su rango de referencia para edad y sexo. Observaron que la administración de DHEA revirtió la perdida de densidad mineral ósea en cuello femoral y mejoró la masa magra total y troncular. Luego del tratamiento parámetros estandarizados de bienestar psicológico (SF-36 y GHQ-30) mejoraron significativamente. Sin embargo no hubo beneficios del tratamiento con DHEA sobre la fatiga, la función cognitiva y la función sexual (52). 3- Los pacientes que presentan enfermedades que requieren tratamiento crónico con glucocorticoides presenta el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal bloqueado y si bien la dosis farmacológicas de corticoides remplaza las necesidades de estrés y mineralocorticoideas no se considera, habitualmente, el déficit androgénico iatrogénico generado. En estos pacientes los niveles de DHEA-S, ∆4-androstenediona y testosterona están por debajo de la media cuando se los compara con población normal o sin la enfermedad. La administración de 20 a 30 mg/día de DHEA a pacientes mujeres con lupus eritematoso sistémico en tratamiento con prednisona en dosis farmacológicamente útil mostró una mejoría clínicamente significativa en la calidad de vida constatada por el cuestionario HRQOL (Health related quality of life) y de la función sexual. Durante el tratamiento con DHEA no hubo reactivación del lupus (53). 14 4- Pacientes con anorexia nerviosa o anorexia/caquexia oncológica presentan la función ovárica francamente disminuida y la producción cortico-suprarrenal se encuentra desviada privilegiando la síntesis de glucocorticoides, de este modo cursan con hipogonadismo clínico y bioquímico. Entre los tratamientos propuestos como anabolizantes y recuperadores del peso corporal está presente la andrógeno terapia. (54,55) 5- Las pacientes con HIV y bajo peso cursan con niveles séricos bajos de testosterona. La administración de 4 mg/día testosterona transdérmica resulta ser bien tolerada y aumenta la fuerza muscular. La administración de la testosterona puede ser una terapia del ayudante útil para mantener la función muscular en las mujeres con HIV con hipotrofismo y disminución de la fuerza de miembros inferiores (56). Sin embargo en otro estudio similar que utilizó testosterona transdérmica en dosis de 3 mg/día, si bien demostró el aumento de los niveles séricos de andrógenos no encontró diferencias significativas en la masa magra, la masa grasa, el peso corporal, la fuerza de prensa en piernas, la fatiga, el deseo sexual y la función cognitiva (57). 6- La menopausia es el cese definitivo de la menstruación por falla del desarrollo folicular y representa la situación fisiológica en la cual se produce la regresión de la función ovárica; de este modo los niveles de estrógenos, testosterona y ∆4-Adiona caen. A esto se suma la declinación de la función androgénica suprarrenal que se evidencia con la disminución progresiva de los niveles de DHEA-S a lo largo de la vida. Frente a esta situación y en respuesta a las manifestaciones clínicas surge la motivación del tratamiento androgénico en la mujer. Fue Greenblatt y col. en el año 1950 los primeros en administrar androgenoterapia en la mujer. Utilizaron 5 mg de metiltestoterona diariamente conjuntamente con estrógenos durante 4 semanas documentando incremento de la libido asociado con el uso de andrógenos (58). Posteriormente nacen varios estudios de los cuales se mencionarán alguno de los más relevantes por sus características de desarrollo randomizados, controlados y doble ciego que confieren seguridad analítica. - - Sherwin y col. en el año 1985 demostraron que mujeres menopáusicas quirúrgicas se beneficiaban del tratamiento con enantato de testosterona (150 mg) por 3 meses incrementando el deseo sexual, la excitación y las fantasías sexuales, y el nivel de testosterona total ascendía un 133% (59). Davis y col. en el año 1995 documentaron el beneficio en la densidad mineral ósea, en el incremento de la actividad sexual, la satisfacción, el placer y el orgasmo en mujeres menopáusicas fisiológicas que 15 - - - - - recibieron por 12 meses implantes de testosterona (50 mg) y los niveles de testosterona plasmática ascendían un 96% (60). Raisz y col. en el año 1996 utilizaron la metiltestosterona (2,5 mg) asociada a estrógenos equinos conjugados para tratar a menopáusicas fisiológicas por 9 semanas y encontraron un aumento en los marcadores de formación ósea y descenso de los niveles de las lipoproteínas de alta densidad (HDL-C) y de triglicéridos; en este caso se evidenció el aumento de testosterona plasmática en un 47% (61). Dobs y col. en el año 2002 concluyeron que el tratamiento con metiltestosterona (2,5 mg) por 16 semanas a mujeres con menopáusica fisiológica les incrementaba la actividad y el placer sexual; aumentaba la masa muscular y descendía el porcentaje de grasa corporal (por DEXA). Los niveles de testosterona aumentaron en un 96% (62). Braunstein y col. en el año 2005 evidenciaron un incremento significativo en la frecuencia de actividad sexual satisfactoria y deseo sexual en mujeres menopáusicas quirúrgicas tratadas con parches de testosterona (entre 300-450 µg) por 24 semanas. Las mujeres que utilizaban la dosis más alta presentaban efectos adversos androgenizantes en piel y se relacionaban con un incremento de hasta un 245% en los niveles de testosterona plasmática (63). Tanto Buster y col. (64) como Simon y col. (65) en el año 2005 demostraron la utilidad del tratamiento con parches de testosterona (300 µg) por 24 semanas en mujeres menopáusicas quirúrgicas al permitir incrementar en ellas la frecuencia de actividad sexual satisfactoria y el deseo sexual. No encontraron ningún efecto adverso serio, aunque presentaron un aumento significativo de efectos adversos androgenizantes en piel. Los niveles de testosterona plasmática evidenciaron un incremento de un 140%. Los grupos de Maia y col. y Hubayter y col. concluyen que el tratamiento con testosterona en mujeres con menopausia fisiológica aumenta el interés sexual y el bienestar psíquico que estos cambios se acompaña de un aumento de las beta-endorfinas (66,67) En definitiva, varios autores coinciden que el tratamiento de remplazo androgénico en esta etapa (menopausia/vejez) no debe ser generalizado y que podría considerarse en forma individualizada con cada paciente. Preparados hormonales para la androgenoterapia Existen varias presentaciones que podrían utilizarse en el tratamiento de remplazo hormonal androgénico. Desde las formulaciones de venta libre como es el caso de la dehidroepiandrostenediona (DHEA) que según los trabajos la dosis útil oscilaría entre 30 y 50 mg día por vía oral (algunos autores postulan que con menos de 30 mg/día no se evidencian cambios clínicos ni bioquímicos). No se conoce a ciencia cierta aspectos farmacocinéticos. 16 En el caso de preparados de testosterona contamos productos con diferentes características farmacocinéticas: - Gel de testosterona, por vía transdérmica, de absorción irregular, con mala correlación sérica. Aún no aprobada para el uso en la mujer, sin embargo en la práctica varios profesionales consultados la utilizan. - Parches de testosterona, por vía transdérmica, farmacocinética favorable y se utiliza en dos aplicaciones semanales. - Implantes de testosterona, por vía subcutánea, acción prolongada, mayor riesgo a niveles supra fisiológicos de testosterona plasmática. De administración cada 4 a 6 meses. - Metiltestosterona, por vía oral, presenta vida media corta por lo que requiere dosis diarias, absorción y eliminación rápida con paso hepático previo. No presenta buena correlación con los niveles plasmáticos (68). Productos disponibles en el mercado farmacéutico argentino Enantato de DHEA o Prasterona - Dastonil 5000 o Industria: Laboratorio Química Montpellier o Presentación: comprimidos recubiertos – inyección intramuscular (10 mg de enanatato de DHEA) o Dosis de DHEA: cada comprimido contiene 20 mg de enantato de DHEA, cada solución inyectable contiene 10 mg de enanatato de DHEA. o Asociado a: Cianocobalamina, Hidroxicobalamina, Procaina - Gynodian Depot o Industria: Laboratorio Bayer o Presentación Solución para inyectar (1 ml) o Dosis de DHEA: cada solución inyectable (1 ml) contiene 200 mg de enantato de DHEA o Asociado a: Valerato de estradiol, Benzoato de Bencilo, Aceite Ricino. - Longevital 10000 o Industria: Laboratorio Bagó o Presentación Solución para inyectar (polvo y solvente) o Dosis de DHEA: cada solución inyectable contiene 3 mg de enantato de DHEA o Asociado a: Clorhidrato de Tiamina, Clorhidrato de Piridoxina, Hidroxocobalamina, Clorhidrato de Procaína. - Longevital 5000 o Industria: Laboratorio Bagó o Presentación: comprimidos recubiertos. o Dosis de DHEA: cada comprimido contiene 5 mg de enantato de DHEA o Asociado a: Clorhidrato de Procaína, Mononitrato de Tiamina, Clorhidrato de Piridoxina, Cianocobalamina. 17 - Supligol NF o Industria: Laboratorio Lazar o Presentación: solución inyectable o Dosis de DHEA: cada solución inyectable contiene 200 mg de enantato de DHEA o Asociado a: Valerato de Estradiol. Testosterona - Androlone o Industria: Laboratorio Beta o Presentación: Gel transdérmico (envases de 5 g o bomba dispensora con 150 g) o Dosis de Testosterona: 5 g del gel o 4 pulsaciones de la bomba dispensora equivale a 50 mg de testosterona - Androtag o Industria: Laboratorio Rontag o Presentación: Gel transdérmico (bomba dispensora con 150 g) o Dosis de Testosterona: 4 pulsos de la bomba dispensora equivale a 50 mg de testosterona - Nebido o Industria: Laboratorio Bayer o Presentación: solución inyectable intramuscular. Ampolla de 4 ml con 1000 mg de Undecanato de Testosterona. o Dosis de Testosterona: 250 mg de Undecanato de Testosterona/ml - Sustanon 250 o Industria: Laboratorio Organon o Presentación: solución inyectable intramuscular. Ampolla de 1 ml con 30 mg de Propionato de Testosterona, 60 mg de Isocaproato de Testosterona, 100 mg de Caproato de Testosterona. o Dosis de Testosterona: Propionato de Testosterona 30 mg, Isocaproato de Testosterona 60 mg, Caproato de Testosterona 100 mg/ml. - Testex Prolongatum 100 o Industria: Laboratorio Ariston o Presentación: solución inyectable intramuscular. Ampolla de 2 ml con 100 mg de Ciclopentil testosterona o Dosis de Testosterona: Ciclopentil de Testosterona 50 mg/ml - Testex Prolongatum 250 o Industria: Laboratorio Ariston o Presentación: solución inyectable intramuscular. Ampolla de 2 ml con 250 o Dosis de Testosterona: Ciclopentil de Testosterona 125 mg/ml - Testoviron Depot 100 18 - - o Industria: Laboratorio Bayer o Presentación: solución inyectable intramuscular. 1 ml con 110 mg Enantato de Testosterona y 25 mg de Propinato de Testosterona. o Dosis de Testosterona: Enantato de Testosterona 110 mg y Propinato de Testosterona 25 mg/ml Testoviron Depot 250 o Industria: Laboratorio Bayer o Presentación: solución inyectable intramuscular. 1 ml con 250 mg Enantato de Testosterona (equivalente a 100 mg de Testosterona) o Dosis de Testosterona: Enantato de Testosterona 250 mg/ml (equivalente a 180 mg de Testosterona) Undestor o Industria: Laboratorio Organon o Presentación: capsula de administración oral. Cada capsula contiene 40 mg de Undecanato de Testosterona. o Dosis de Testosterona: 40 mg de Undecanato de Testosterona/comprimido. Efectos adversos y consideraciones sobre el tratamiento androgénico en la mujer - - Hiperandrogenismo: el hirsutismo representa el efecto adverso más frecuente observado entre 1-36% de las pacientes en tratamiento con testosterona o derivados, se manifiesta entre los 4 a 6 meses del inicio del tratamiento (68), el acné apareció entre el 1-45% de las pacientes tratadas. Estas manifestaciones se hicieron más evidente con el uso de testosterona intramuscular y con los implantes subcutáneos de la hormona. Más raros son los reportes en los cuales se observó signos de virilización como alopecia temporal, clitoromegalia y cambios en el tono de la voz. Impacto cardio-vascular y metabólico: el poder anabolizante de la testosterona sobre musculo liso, la relación hiperandorgenismo e impacto cardiovascular negativo observada en las mujeres con síndrome de ovario poliquístico y la relación directa observada entre hiperandrogenismo y el síndrome metabólico obliga a investigar si el tratamiento androgénico en la mujer presenta cambios significativos en estos parámetros. En tanto a la tensión arterial sistólica y diastólica no se ha documentado cambios significativos con cualquiera de los tipos de tratamiento androgénico en estas pacientes, aunque los varios autores aclaran que se requerirían trabajos con mayor número de pacientes y más prolongados tiempo (69). 19 - - El efecto del tratamiento androgénico sobre la insulinorresitencia no fue aún abordado específicamente. Algunos estudios en fase II y III que utilizaban testosterona transdérmica a mujeres ooforectomizadas por más de 6 meses no mostraron cambios significativos en los niveles de glucemia e insulinemia (69). El efecto de la testosterona exógena sobre el perfil lipídico es dependiente de la dosis, de la vía de administración y de si se asocian a otros tratamientos concomitantes hormonales (estrógenos y/o progestágenos). Generalmente bajo el tratamiento androgénico se observa una reducción del colesterol total del 2.4 al 15.8%; una reducción del HDL-C del 4.3 al 14.3%; una reducción de los triglicéridos del 10 al 26% y cambios variables no significativos de las lipoproteínas de baja densidad (LDL-C). Los andrógenos constituyen un estímulo para la hematopoyesis y la síntesis de factores de coagulación, sin embargo, dosis fisiológicas e incluso supra-fisiológicas de testosterona sólo produjeron un leve incremento en la hemoglobina a algunas pacientes sin consecuencias clínicas. La evidencia, hasta la actualidad disponible, demuestran que el tratamiento con testosterona no incrementa el riesgo cardiovascular a través de cambios adversos en la viscosidad sanguínea, en la coagulación, en los factores fibrinolíticos ni en la inducción de policitemia (58). Hay pocos datos en relación a la seguridad cardiovascular con el tratamiento a largo plazo con andrógenos en la mujer, por lo que se requiere más trabajos para poder sacar claras conclusiones (70). El tejido mamario y aún el tejido canceroso mamario cuentan con receptores para andrógenos que se coexpresan con los receptores para estrógenos y progesterona. Todo tejido adiposo, particularmente, la grasa mamaria periglandular contiene actividad aromatasa que transformaría la testosterona en estradiol estimulando, de esta manera, al tejido glandular mamario con potencial riesgo a proliferación celular (71). Un estudio realizado en mujeres bajo tratamiento combinado con estrógenos y testosterona demostró que el riesgo relativo para el desarrollo de cáncer de mama era de 1.77 cuando se las comparó con controles, diferencia que no fue significativa cuando se las comparó con mujeres que utilizaban la combinación estrógenos/progesterona (72). Sin embargo, está descripto que la testosterona jugaría un papal de protección al promover la inhibición de la proliferación mediada por estrógenos en las células del cáncer de mama y, además, se postula que los andrógenos presentan potencial actividad apoptótica sobre estas células (73). Como modelo de exceso androgénico está el síndrome de ovario poliquístico en el cual el riesgo de cáncer del mama no se encentra 20 - aumentado a pesar del hiperandrogenismo y la exposición crónica a los estrógenos (74, 75). La mayoría de los trabajos publicados sostiene que el uso de testosterona no aumenta el riesgo de cáncer de mama y, aún podría reducir el riesgo al antagonizar los efectos de los estrógenos sobre el tejido mamario (5,58). Todos los esteroides 17α-alquilados administrados por vía oral deberán sortear como primer obstáculo el paso hepático. La toxicidad hepática en el uso de androgenoterapia estará en relación al tipo de compuesto administrado, a la vía de administración utilizada (mayor riesgo por vía oral) y a las características farmacocinética (mayor riesgo los de vida media más larga). En los trabajos publicados no se han observado efectos adversos graves en relación a toxicidad hepática. Recomendaciones de la androgenoterapia en la mujer - - No iniciar o mantener androgenoterapia en pacientes con enfermedad endometrial con o sin coadministración de estrógenos. No iniciar o mantener androgenoterapia en pacientes con cáncer de mama. Al iniciar tratamiento androgénico incluir dentro de los parámetros de seguimiento cardio-metabólicos a: tensión arterial, colesterol total, HDLC, LDL-C, triglicéridos y glucemia en ayunas. Supervisar parámetros de función hepática. Supervisar cambios en piel y faneras. Hirsutismo, acné, alopecia (76). 21 DISCUSIÓN Los conocimientos actuales de la fisiología de los andrógenos y su contribución en los estados de déficit están en crecimiento, el progreso nos llevará a poder resolver los interrogantes que se presentan en el diagnóstico y tratamiento. No se cuenta con valores de referencia de T y Tol en las distintas etapas de la vida de la mujer. Además, los métodos más confiables, el equilibrio de diálisis y la ley de acción de masas, no están disponibles en la práctica clínica. Otro problema que se presenta en los estados hipoandrogénicos es que faltan métodos mas sensibles para dosar los niveles más bajos presentes en la mujer. De esta manera, no existe una relación precisa entre los niveles circulantes de testosterona y la disfunción sexual femenina. Los signos y síntomas de la insuficiencia androgénica no presentan características clínicas exclusivas del déficit, lo que hace difícil su diagnóstico. Consideramos importante tener presente otras patologías que puedan coexistir y provocar un cuadro semejante. Los parámetros clínicos observados en los trabajos publicados son los relacionados con el deseo sexual hipoactivo, pero se debe tener en cuenta que la en la función sexual entran en juego una variedad de factores. A pesar de no contar en la actualidad con ningún organismo administrador de drogas que apruebe el tratamiento androgénico como reemplazo hormonal, creemos, fundamentándonos en lo investigado, que podría considerarse en forma individualizada con cada paciente, evaluando los potenciales riesgos y beneficios. Aunque faltan estudios para poder definir cuál es la dosis necesaria del andrógeno y la mejor vía de administración. 22 CONCLUSIONES El remplazo andrógenico parece ser una opción prometedora para mujeres con déficit severo androgénico como la insuficiencia adrenal y la menopausia post quirúrgica. Existen publicaciones que demuestran las ventajas del tratamiento con Testosterona y DHEA en otras situaciones como la insuficiencia ovárica, la anorexia nerviosa, la caquexia oncológica, las pacientes HIV con bajo peso y la corticoterapia crónica. Aun es un tema controvertido el uso de andrógenos en el envejecimiento. La androgenoterapia en la mujer no es inocua, se deberá prestar atención a manifestaciones hiperandrogénicas, al impacto cardiovascular y a la eventual toxicidad farmacocinética. Aunque hay evidencia a favor de la androgenoterapia a corto plazo y poblaciones seleccionadas, las guías aún no recomiendan el uso generalizado de andrógenos, considerando la falta de evidencia y seguridad en estudios a largo plazo. 23 BIBLIOGRAFIA 1. Henry G Burguer. Androgen production in women. Fertil Steril 2002; 77 (4): S3-S5. 2. Speroff L, Fritz MA. Endodrinología ginecológica clínica y esterilidad. Philadelphia, Ed Lippincott Williams & Wilkins 2007:25-111. 3. García Biénere W, Mongitore MR, Teres I, Cortelezzi M. Andrógenos. Ed Siemens 2009:9-21. 4. Davison SL, Bell R. Androgen physiology. Seminars in Reproductive Medicine 2006; 24 (2): 71-77. 5. Leiderman S, Fernandez G. Androgenoterapia en la mujer. Rev SAEGRE 2009 16(1):48-57. 6. Lepage R. Measurement of testosterone and its subfractions in Canada. Clin Biochem 2006; 39(2): 97-108. 7. Palacios S. Androgens and female sexual function. Maturitas 2007. 57(1):61-65. 8. Arlt W. 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