VI Informes Laborales Reflexiones en torno al trabajador de dirección y de confianza (Parte final) Ficha Técnica Autora: Carolina Fernández Huayta Título: Reflexiones en torno al trabajador de dirección y de confianza (Parte final) Fuente: Actualidad Empresarial N.º 330 - Primera Quincena de Julio 2015 El presente artículo es la continuación del Informe Laboral de la Primera Quincena de junio de 2015. Reflexión El personal de dirección y de confianza está conformado por los trabajadores que ocupan altos cargos dentro de la empresa, que ejercen la representatividad del empleador, debido a que ostentan el poder de dirección o del ius variandi del mismo ante los trabajadores, es decir, ante su ausencia dictan ordenes las cuales deben ser acatadas por el personal, teniendo la figura del otrora empleador, además, nos referimos a aquellos trabajadores que conocen los secretos industriales de la empresa, el know how, la información confidencial, a la cual solo tiene acceso el empleador dado que es información privilegiada y de gran valor de acuerdo a los intereses empresariales. Es a través de los últimos años, que el tratamiento normativo y jurisprudencial del personal de dirección y de confianza ha venido sufriendo grandes cambios en lo que se refiere a derechos labores individuales y colectivos, los cuales nacen de las relaciones de trabajo —a nivel sindicato y empresa—. Es decir, nuestro ordenamiento jurídico-laboral contiene normas y asimismo recientes pronunciamientos emitidos por el Tribunal Constitucional, que lejos de buscar la tan anhelada paridad dentro de las relaciones laborales, crean una situación de desprotección, y en algunos casos, un margen de conflicto normativo entre la legislación laboral, convenios y recomendaciones de la OIT, y asimismo con los tratados internacionales suscritos con nuestro país. La legislación peruana tutela los derechos de los trabajadores de dirección y de confianza tanto en materia individual como colectiva, pero a la vez, resta gran parte de derechos laborales, aduciendo que el no otorgamiento de los derechos es a razón de la naturaleza del puesto que desempeñan dentro de la empresa, es decir, ¿es posible que dicho personal puede afiliarse a un sindicato, si a la vez ejerce la figura del empleador? Recorde- VI-4 Instituto Pacífico mos que su voluntad es determinante en la toma de decisiónes ante lo propuesto por el sindicato en el pliego de reclamos, ¿acaso no se evidencia una contraposición de intereses?, es en virtud a ello, que gran parte de las normas laborales dejan de regular derechos de dicho personal. En las siguientes líneas se procederá a realizar el análisis correspondiente. 7. Durante del periodo de prueba, ¿puedo afiliarme al sindicato? Mario De la Cueva define al periodo de prueba de la siguiente manera: “se conoce como período de prueba en las relaciones de trabajo, un término breve, al iniciarse la prestación de los servicios, destinado a que el trabajador pruebe su aptitud”1. Asimismo, el artículo 10 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral establece lo siguiente en lo referido al personal de dirección y de confianza: Artículo 10.- El periodo de prueba es de tres meses, a cuyo término el trabajador alcanza derecho a la protección contra el despido arbitrario. Las partes pueden pactar un término mayor en caso las labores requieran de un período de capacitación o adaptación o que por su naturaleza o grado de responsabilidad tal prolongación pueda resultar justificada. La ampliación del periodo de prueba debe constar por escrito y no podrá exceder, en conjunto con el periodo inicial, de seis meses en el caso de trabajadores calificados o de confianza y de un año en el caso de personal de dirección. Es el tiempo en el cual tanto el empleador como el trabajador evalúan las condiciones del trabajo, dentro de una relación laboral. En este sentido, el artículo 12 de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo2 dispone que para ser miembro de un sindicato se requiere: corresponde ejercer a las partes respecto de la relación laboral. Es durante el periodo de prueba al inicio del vínculo laboral, que el empleador procede a evaluar la capacidad del trabajador frente al puesto que desempeña en la empresa, y asimismo, el trabajador evalúa si la empresa cumple con los beneficios que le fueron ofrecidos; en el caso de personal de confianza, es de 6 y de 12 meses, respectivamente en los trabajadores de dirección. De acuerdo a lo señalado en el artículo 12 de la LRCT, el personal de dirección o de confianza no puede formar parte del sindicato, excepto, si el estatuto lo establece expresamente, por lo cual, el trabajador de dirección o de confianza sí puede sindicalizarse, si se encuentra establecida su afiliación en el estatuto de la empresa. Además, la norma señala que los trabajadores pueden afiliarse al sindicato dentro del periodo de evaluación de las partes, donde se determinará si el trabajador cumple con las condiciones necesarias para el puesto, tutelando el derecho a la libertad sindical que tiene todo trabajador desde el momento que ingresa a prestar servicios en la empresa. El ejercicio de dicho derecho no debe menoscabar o disminuir los derechos y obligaciones que tienen las partes dentro de la relación laboral. 8. Derechos colectivos del personal de dirección y de confianza 8.1.Derecho de libertad sindical Romagnoli señala que “la libertad sindical es una fórmula lingüística abreviada de la que nadie podía sospechar su exuberancia. La libertad sindical engendra el derecho a regular las condiciones de trabajo mediante la negociación colectiva y el derecho a condicionar su dinámica recurriendo a la huelga. Engendra el derecho al pluralismo organizativo y concurrencia a la vez que el derecho al autogobierno del mismo. Engendra el derecho de los individuos a ejercitarla (la así llamada libertad positiva) junto a la de no ejercitarla (libertad negativa) y los derechos del sindicato a la vez que los derechos de los representados dentro del sindicato y respecto de él”3. a) Ser trabajador de la empresa, actividad, profesión u oficio que corresponda según el tipo de sindicato. b) No formar parte del personal de dirección o desempeñar cargo de confianza del empleador, salvo que el estatuto expresamente lo admita. c) No estar afiliado a otro sindicato del mismo ámbito. Los trabajadores podrán afiliarse a un sindicato durante el período de prueba sin menoscabo de los derechos y obligaciones que durante dicho periodo les Asimismo, el artículo 2) del Convenio 87 de la OIT señala lo siguiente: 1 De la Cueva, Mario. Derecho mexicano del trabajo. Tomo I. Sétima Edición. Editorial Porrua S.A. México, 1963. 2 De ahora en adelante LRCT 3 ROMAGNOLI, Umberto. “La libertad sindical hoy”. En: Revista de derecho social. Año IV. N.º 14. Albacete: Bomarzo, 2001; p. 18. N.° 330 Primera Quincena - Julio 2015 Área Laboral “Los trabajadores y los empleadores, sin ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a estas organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos de las mismas”. En este sentido el artículo 23 inciso 4) de la Declaración Universal de Derechos Humanos proclama que: Artículo 23: (…) 4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses”. De acuerdo a lo señalado por el Convenio 87 de la OIT y de la Declaración Universal de Derechos Humanos, todos los trabajadores sin distinción alguna tienen derecho a constituir sindicatos y asimismo a sindicarse para la defensa de los intereses propios y colectivos comunes dentro de dicha organizacion, derechos que tienen los trabajadores dada su denominacion, cual es el de afiliarse al sindicato de la empresa a fin de regular, negociar las condiciones de trabajo, incrementos remunerativos y asimismo otros beneficios laborales. Sin embargo, nuestra legislación establece diferencias en cuanto a la afiliación sindical contradiciendo lo dispuesto por la OIT y por la Declaración Universal de Derechos Humanos, debido a que de acuerdo a lo señalado en dichas normas, no debe existir ninguna distinción ni autorización previa al derecho de afiliarse a los sindicatos, dado que es un derecho de todo trabajador. Asi, el artículo 12 numeral b) de la LRCT establece lo siguiente: Artículo 12.- Para ser miembro de un sindicato se requiere: a)Ser trabajador de la empresa, actividad, profesión u oficio que corresponda según el tipo de sindicato. b)No formar parte del personal de dirección o desempeñar cargo de confianza del empleador, salvo que el estatuto expresamente lo admita. c)No estar afiliado a otro sindicato del mismo ámbito. Los trabajadores podrán afiliarse a un sindicato durante el período de prueba, sin menoscabo de los derechos y obligaciones que durante dicho período les corresponde ejercer a las partes respecto a la relación laboral. Desde esta perspectiva, damos cuenta de que la norma denota carácter excluyente, debido a que no otorga la facultad de ser miembro del sindicato a todos los trabajadores de la empresa, sin realizar distinción alguna (tal como lo afirma el Convenio 87 y la Declaración Internacional de Derechos Humanos), sino que excluye al personal de dirección o que desempeña N.° 330 Primera Quincena - Julio 2015 cargos de confianza , es en virtud de ello, que se procede a realizar el análisis de la norma en mención: - No formar parte del personal de dirección o desempeñar cargo de confianza del empleador El trabajador de dirección y de confianza desempeña funciones las cuales se equiparan a las facultades directrices del empleador, ejerce la representación ante la ausencia del mismo, comparte información reservada de la empresa, información a la que solo él tiene acceso, por lo cual, de permitir el acceso de dicho personal al sindicato, estarían actuando como empleador y trabajador a la vez, puesto que es el denominado personal de dirección, el que regularmente es el encargado de realizar las negociaciones colectivas con los trabajadores, representando los intereses de los empleadores en virtud del puesto que desempeña en la empresa. A decir verdad, la norma no diferencia a los trabajadores de confianza fiscalizados de los no fiscalizados, por lo que, en el caso de una secretaria (personal de confianza fiscalizado) que se desempeña como personal de confianza en un buffette de abogados, ¿no podría sindicalizarse?, entendemos que en este supuesto, la secretaria, no tiene la facultad directiva, por lo cual sí podría pertenecer al sindicato y asimismo participar de la negociación colectiva, dado que no ejerce las funciones de representación de intereses de los empleadores, no siendo juez y parte en la referida negociación. - Salvo que el estatuto expresamente lo admita El estatuto es el reglamento que contiene disposiciones normativas establecidas con la finalidad de regular las relaciones laborales dentro de la empresa, en virtud a ello, la norma establece que un, trabajador de confianza o de dirección sí puede ser miembro del sindicato, siempre que el estatuto de la propia empresa así lo establezca, por lo que dicho personal sí podría tener los beneficios y/o sufrir los perjuicios, si los resultados de la negociación colectiva no son los propuestos en el pliego de reclamos. 8.2.Del derecho a la negociación colectiva El artículo 2 del Convenio N.º 154 de la OIT define a la negociación colectiva como: Todas las negociaciones que tienen lugar entre un empleador, un grupo de empleadores o una organización o varias organizaciones de empleadores, por una parte, y una organización o varias organizaciones de trabajadores, por otra, con el fin de: a)fijar las condiciones de trabajo y empleo, o VI b)regular las relaciones entre empleadores y trabajadores, o c)regular las relaciones entre empleadores o sus organizaciones y una organización o varias organizaciones de trabajadores, o lograr todos estos fines a la vez. La negociación colectiva es un procedimiento realizado entre el empleador y el sindicato, el cual culmina con la expedición de un acuerdo entre ambas partes fruto de la negociación establecida entre los sujetos, sobre incrementos salariales, modificación de condiciones de trabajo, todo concepto comprendido dentro de las relaciones laborales entre el empleador y el sindicato, a fin de obtener mejores condiciones laborales. En este sentido, el artículo 42 de la LRCT establece lo siguiente: La convención colectiva de trabajo tiene fuerza vinculante para las partes que la adoptaron. Obliga a éstas, a las personas en cuyo nombre se celebró y a quienes les sea aplicable, así como a los trabajadores que se incorporen con posterioridad a las empresas comprendidas en la misma, con excepción de quienes ocupan puestos de dirección o desempeñan cargos de confianza. En virtud de dicho artículo, se establece que el acuerdo celebrado entre el sindicato y la empresa tiene efectos vinculantes para las partes que lo celebraron, las personas en cuyo nombre se celebró, y para los trabajadores que ingresan a prestar servicios posteriormente a la celebración de dicho acuerdo. Sin embargo, la norma exceptúa los efectos vinculantes del convenio colectivo de trabajo, a los trabajadores de dirección o de confianza dentro de la empresa, no reconociendo el ejercicio del derecho de negociación colectiva hasta la expedición del acuerdo entre las partes. De acuerdo a lo expresado, según mi criterio no tendría sentido alguno que se permita a dicho personal formar parte del sindicato si pese a que es un afiliado sindical, no puede gozar de los beneficios otorgados mediante dicho convenio, es decir, los trabajadores de dirección y de confianza que participan en la presentación del pliego de reclamos en el procedimiento de negociación colectiva, ¿no pueden “disfrutar” de los acuerdos establecidos entre las partes? La Autoridad Administrativa, mediante el Informe N.° 07-2012-MTPE/2/14, se pronuncia sobre lo referido en el siguiente apartado: “Desde esta perspectiva, los beneficios del convenio colectivo alcanzan a los trabajadores de confianza, siempre que estos se encontrasen afiliados a la organización sindical que lo negocio”. Actualidad Empresarial VI-5 VI Informes Laborales 8.3.Del derecho a la huelga El derecho de huelga es definido por Gallart Folch de la siguiente manera: “Por huelga debe entenderse la suspensión colectiva y concertada del trabajo realizada por iniciativa obrera, en una o varias empresas, oficios o ramos del trabajo, con el fin de conseguir objetivos de orden profesional, político, o bien manifestarse en protesta contra determinadas actuaciones patronales, gubernamentales y otras”4. Por lo que, al hacer referencia a la huelga de los trabajadores, consistente en la suspensión colectiva de labores, Jorge Rendón Vasquez nos comenta lo siguiente sobre la huelga en nuestro país: “podria ser definida como una paralización colectiva y concertada del trabajo realizada por los trabajadores agrupados en una organización de defensa para lograr de los empleadores o de las autoridades la restitución de un derecho conculcado, o la mejora o la creación de un derecho”5. Nuestra Carta Magna regula el derecho de huelga mediante el artículo 28, estableciendo lo siguiente: Artículo 28°.- El Estado reconoce los derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga. Cautela su ejercicio democrático: (…) 3) Regula el derecho de huelga para que se ejerza en armonía con el interés social. Señala sus excepciones y limitaciones. El derecho de huelga es un derecho fundamental, el cual es amparado por la Constitución Política del Perú que reconoce y cautela su ejercicio, siempre y cuando no contravenga la armonía existente en los interés sociales, sin embargo, nuestra Constitución (y las leyes) no otorga una definición clara de lo que comprende el derecho a la huelga, sino solo hace mención acerca de cuál es el ámbito de protección de los trabajadores, ejercido por el Estado, a fin de que el ejercicio se realice de acuerdo a los intereses de los sujetos durante la relación laboral. Al referirnos a la huelga, determinamos que el trabajador (el requisito es que tenga la denominación de trabajador) que por voluntad propia decide suspender o paralizar sus actividades dentro de la empresa, es un trabajador que se rehúsa a prestar servicios junto con los demás trabajadores, dado que existe un interés o un derecho a defender (vulneración de derechos laborales), como puede ser el negociar mejores condiciones de trabajo, el incremento de salarios, modificación de jornadas de trabajo o la restitución de un derecho vulnerado. 4 Derecho español del trabajo (Edit. Labor, S. A., Barcelona, 1936, pp. 222-223. 5 Rendon Vásquez, Jorge, Derecho del trabajo colectivo. Editorial Grijley Octava Edición año 2014Pag. 279 VI-6 Instituto Pacífico En este sentido, el artículo 42 de la Constitución Política del Perú también regula el derecho en mención, estableciendo lo siguiente: Se reconocen los derechos de sindicación y huelga de los servidores públicos. No están comprendidos los funcionarios del Estado con poder de decisión y los que desempeñan cargos de confianza o de dirección, así como los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. Es mediante la norma que se efectúa el reconocimiento constitucional a los servidores públicos, sin embargo, se restringen derechos para los funcionarios del Estado con poder de decisión y al personal de dirección de confianza o de dirección, así como los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, es decir: Se excluye del derecho de sindicación y huelga a los siguientes trabajadores: - Funcionarios del Estado con poder decisión - Funcionarios que desempeñan cargos de confianza. - Funcionarios que desempeñan cargos de dirección - Miembros de las fuerzas armadas y de la Policía Nacional. Por lo que, se colige que debido al cargo que desempeñan en la empresa no tendrían derecho a afiliarse al sindicato y asimismo a ejercer el derecho de huelga, acaso ¿se está vulnerando el principio de irrenunciabilidad de derechos laborales?, la respuesta la otorga el Ministerio de Trabajo mediante el Informe N.° 07-2012MTPE/2/14: “La prohibición de sindicación con respecto i)a los funcionarios del estado con poder de decisión o que desempeñan cargos de confianza o dirección y ii) con respecto a los miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales es justificada por la doctrina a razón de que los primeros son los encargados de tomar las decisiones políticas y hacerlas cumplir dentro de la Administración Pública, mientras que las Fuerzas Armadas y Policiales se encargan de ejercer la defensa del Estado y la seguridad y orden interno, lo cual implicaría por un lado que aquellos que reclaman la mejora de sus condiciones laborales (funcionarios con capacidad de decisión o en puestos de confianza o dirección) sean parte y contraparte en una misma negociación colectiva, y por otro lado el que aquellos que detentan el poder de las armas y tienen como función la seguridad y paz de la nación puedan utilizar tales herramientas y funciones como mecanismo de presión a fin de alcanzar sus objetivos”.6 Conclusiones • En la actualidad, existe un tratamiento normativo que no otorga una adecuada protección a los derechos laborales 6 Informe N.° 07-2012-MTPE/2/14 de los trabajadores de dirección y de confianza, dado que resta derechos, originando situaciones de desproteccion, excluyendo gran parte de los derechos laborales que le corresponde a todo trabajador dada su denominación como tal y el reconocimiento de los mismos en convenios y declaraciones internacionales. • Los trabajadores de dirección y de confianza sí pueden organizarse de forma colectiva con los demas trabajadores, es decir, hacer uso del ejercicio de la libertad sindical, siempre y cuando el estatuto expresamente así lo disponga. • Por lo que, en virtud a la libertad sindical, puede hacer uso del derecho a la sindicación, negociación colectiva y derecho de huelga. • Las normas no diferencian a los trabajadores de confianza fiscalizados o los no fiscalizados (en materia de derechos colectivos) considerando que conforman un solo grupo, cuando las funciones que desempeñan son distintas. • Por lo que, en virtud del principio de razonabilidad aplicado al caso en concreto, se tendría que analizar cuál es la función que desempeña el personal de dirección o de confianza, de tal manera que al momento de ejercer la libertad sindical, no se produzca una contraposición de intereses entre el sindicato y la empresa, dado que la finalidad de toda negociación colectiva, es arribar a un acuerdo que mejore condiciones laborales y no menoscabe aún más la relación entre sindicato y empresa, la cual de por sí es realmente conflictiva. Bibliografía - De la Cueva, Mario. Derecho mexicano del trabajo. Tomo I. Sétima Edición. Porrua SA México, 1963. - ROMAGNOLI, Umberto. “La libertad sindical hoy”. Revista de Derecho social. Año IV. N.º 14. Bomarzo, Albacete: 2001. p. 18. - Derecho español del trabajo. Labor, Barcelona, 1936, pp. 222 y 223. - Rendón Vásquez Jorge, Derecho del trabajo colectivo. Grijley, Octava Edición año 2014, pág. 279. - Informe N.° 07-2012-MTPE/2/14 del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. - Convenio N.º 87 de la OIT. - Convenio N.º 154 de la OIT. - Declaración Internacional de Derechos Humanos N.° 330 Primera Quincena - Julio 2015