334-L864e-CAPITULO I - Universidad Francisco Gavidia

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CAPÍTULO PRIMERO:
REGULACIONES GENERALES SOBRE SOCIEDADES Y
ASOCIACIONES.
1.- INTRODUCCIÓN CAPITULAR:
Ambos términos son indicativos de reunión, conjunto o agrupamiento
y responden a la necesaria organización social o vida colectiva de las
personas para superar las contingencias individuales en todo orden,
pero marcadamente en el orden económico. Ciertamente “lo social
forma un ingrediente esencial de nuestra propia existencia desde que
despertamos a la vida”.
El hombre siempre ha mostrado un carácter inquieto; y tal virtud lo ha
llevado a superar las dificultades que en la vida se le presentan para
satisfacer sus motivaciones. En esa búsqueda apoyándose en el
fenómeno asociativo descubrió y entendió que la vida colectiva es el
medio ideal para sobrepasar la capacidad del individuo aislado. Por
eso forman sociedades y asociaciones cuando pretende garantizar el
éxito de lo que emprende.
En este capítulo se pretende dar a conocer regulaciones de las dos
formas sociales, en una forma generalizada sobre la base del derecho
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fundamental
de
asociación
que
consagra
la
Constitución
de
la
República, derecho fundamental de asociaciones que consagra la
Constitución de la República, derecho que se materializa con la
creación de entes que adquieren personalidad jurídica, como sujetos
de derecho. Además se exponen conceptos sobre lo que son las
Sociedades y las Asociaciones.
2. EL DERECHO DE ASOCIACIÓN COMO FUNDAMENTO DE TODA
AGRUPACIÓN.
Apartándonos de las fuentes sociológicas, políticas o económicas
que explican el origen del fenómeno y refiriéndonos únicamente al
orden jurídico debemos destacar que el derecho de asociación está
consagrado como un principio fundamental en la vida de los hombres.
En El Salvador, todas las Constituciones que han ordenado y regido la
vida
política
y
jurídica
del
país
han
reconocido
el
derecho
de
asociación como el fundamento de todo grupo o asociación generadora
de vida social.
El artículo 7 de la Constitución vigente regula este derecho así: “Los
habitantes de El Salvador, tienen derecho a asociarse libremente y
reunirse pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito.
Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
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No podrá limitarse ni impedirse a una persona el ejercicio de cualquier
actividad lícita, por el hecho de no pertenecer a una asociación.
Se prohibe la existencia de grupos armados de carácter político,
religioso o gremial”.
3.- PERSONALIDAD JURÍDICA DE LAS AGRUPACIONES.
Las Sociedades y Asociaciones, formas de vida social, se convierten
en sujetos de derechos y obligaciones al adquirir personalidad jurídica
del Estado, de la manera como después explicaremos.
A la vida del derecho surgen, las sociedades y las asociaciones con
calidad de personas jurídicas siendo este atributo un elemento común
de ambas figuras.
Pero ¿cómo se les ha reconocido tal calidad partiendo del supuesto
de que sólo el individuo humano puede ser considerado como persona?
Diversas teorías han justificado teóricamente tal reconocimiento.
Recordemos la teoría de la ficción, teoría de la realidad,
teoría
organicista, la teoría de la persona jurídica como institución y la
llamada normativa de Kelsen.
Cualesquiera que sea la corriente doctrinaria que se adopte, sin
importar cual, debemos tener presente y destacar que el individuo
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busca y sólo a él le corresponde, resolver una mejor vida, una vía
garantizada. Y en ese afán va coadyuvando su actividad individual con
la de ciertas agrupaciones, necesarias para obtener el fin que busca.
4.- PERSONAS DE DERECHO PÚBLICO Y DE DERECHO PRIVADO.
El Código Civil de El Salvador, en su libro primero trata de las
personas; y en el capítulo l del título l, habla de la división de las
personas. El artículo 52 de dicho código expresa: “Las personas son
naturales o jurídicas. Son personas naturales todos los individuos de la
especie
humana,
cualquiera
que
sea
su
edad,
sexo,
estirpe
o
condición.
La primera e importante división que hace de las personas es en
naturales y jurídicas. Y todo el capítulo dicho y los subsiguientes habla
de las personas naturales, pero en inciso 2a el expresado artículo
52 define las
personas
jurídicas, destacando
la
personas
ficticias
calidad
de
que
le
en dicha definición
atribuye, como siguiendo
una de las corrientes doctrinarias de que hemos hecho referencia, y ya
no
menciona más sobre las personas jurídicas sino hasta en el título
XXX del mismo libro.
La forma como nace la vida del Derecho no es igual para todas las
personas jurídicas. Unas son de Derecho público, mientras que otras
son de derecho privado.
Las personas de Derecho Público deben su existencia a una ley o a un
decreto; y por su parte las personas de Derecho Privado nacen de la
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concurrencia de voluntades de personas particulares que la hacen
constar en su instrumento.
Don Luis Claro Solar en sus explicaciones de Derecho Civil Chileno y
comparado, tomo II expresa que: “las personas jurídicas de derecho
privado dependen de la iniciativa de los particulares y tienen, por lo
mismo, una existencia artificial y contingente”.
Y continúa expresando: “Las personas jurídicas de Derecho Público
representan la autoridad pública en las funciones administrativas que
deben desempeñar y son al mismo tiempo instituciones de derecho
público de existencia natural y necesaria dentro de la organización
social.
Son personas de Derecho Público: El Estado, los Municipios, La
Universidad de El Salvador y todos aquellos entes autónomos o
semiautónomos que desarrollan funciones públicas y cuyo patrimonio
proviene del fondo del Estado.
Son personas de Derecho Privado las sociedades mercantiles cuyo
interés preciso es el de obtener lucro o ganancia; así como las
asociaciones que se dedican a fines culturales, sociales, políticos,
deportivos y otros no lucrativos.
Esta
clasificación
de
personas
jurídicas
de
derecho
público
y
derecho privado es más bien doctrina atendiendo como dijimos antes, a
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la forma como nacen a la vida del derecho, porque el Código Civil en el
Art. 540 nos habla de personas jurídicas de dos especies:
1. Corporaciones y fundaciones de utilidad pública;
2. Asociaciones de interés particular.
Aclara
no
obstante,
en
el
Art.
542
que
las
corporaciones
y
fundaciones de derecho público se rigen por leyes y reglamentos
especiales; y solo lo que no estuviere expresamente dispuesto en
ellos, se sujetan a las disposiciones del título, que comprende del Art.
540 al 5596.
Con lo expresado últimamente se entiende que el Código Civil
reconoce la personalidad jurídica de las personas de derecho público y
además cubre su regulación cuando las leyes y reglamentos especiales
no lo hacen.
El Art. 542 c. También quiere expresar que las normas establecidas
en el título XXX sólo apuntan a la constitución, organización, régimen y
disolución de las personas jurídicas de derecho privado; y sólo
supletoriamente para las de derecho público.
La clasificación que hace el Art. 540 c. Nos habla de corporaciones y
fundaciones como dos entes distintos; y en efecto, se trata de dos
categorías diferentes. El carácter esencial de una corporación “está en
que su personalidad y por lo tanto su derecho, reposa en sus miembros
tomados aisladamente ni aún en todos sus miembros reunidos, sino
sobre un conjunto ideal que se mantiene en su esencia y unidad no
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obstante el cambio parcial o total de los individuos que en su momento
dado forman parte de ella”.
En cambio “la fundación consiste en la afectación o destinación de
determinados bienes a la consecución de un fin que el fundador se
propone.
“En la corporación, el elemento interés y el elemento voluntad se hallan
reunidos;
es
el
grupo
mismo
de
interesados
el
que
busca
la
organización destinada a producir la voluntad colectiva del grupo; en la
fundación, al contrario, los dos elementos están separados; se ligan el
uno al otro por una voluntad exterior al grupo mismo, la del fundador.
A esta altura si bien no hemos dicho todo, sólo generalidades sobre
introducción al tema, podemos ubicar a las sociedades y asociaciones
dentro del cuadro clasificatorio de las personas jurídicas.
Ambas categorías tienen atributos de personas de derecho privado,
pero mientras las sociedades apuntan a un interés económico o de
lucro las asociaciones se apartan de ese interés de ganancia y miran
solo un interés particular.
Las primeras, por su fin mercantilista, tienen su marco regulatorio en
el Código de comercio y demás leyes mercantiles; en cambio las
segundas, se regulan por sus propios estatutos que representan el
acuerdo de voluntades de sus miembros, con la aprobación del Órgano
Ejecutivo.
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Resumimos ambas figuras con los conceptos tomados del respetable
autor de Las Personas Jurídicas”, Jorge Alberto Barriere. (10)
5.- CONCEPTO DE SOCIEDADES.
Denomínase sociedad al ente integrado por dos o más personas
cuyas
voluntades
deben
ser
formalizadas
mediante
instrumento
público, en el cual se estipula poner un patrimonio en común con el
objeto principal de obtener lucro o ventajas económicas en los
negocios jurídicos de la misma.
6.- CONCEPTO DE ASOCIACIONES.
Denomínase
asociaciones
a
las
formaciones
sociales
con
personalidad jurídica, organizada con objetivos y fines definidos,
integradas por individuos unidos por interés y necesidades comunes,
no lucrativas.