capitulo 111 la reforma monetaria y la creaci0n del banco central 1

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CAPITULO 111
LA REFORMA MONETARIA Y LA CREACI0N DEL BANCO CENTRAL
1.
EL PENSAMIENTO MONETARIO DE EDWIN KEMMERER
Las reformas
monetarias que
propuso Kemmerer en
todos los
pafses a
los que asesor6, se sustentaban
adopci6n
del patr6n oro (Tamagna, 1963; Drake, en edici6n), y en
la creaci6n de un
fundamentalmente en la
banco central, entidad que serfa
la encargada
de asegurar su vigencia y funcionamiento.
"Normalmente, la principal raz6n para contra­
tar al doctor Kemmerer era para estabilizar
la moneda depreciada de un pa1s. Generalmente
él recomendaba que el pa1s funcione bajo el
patr6n oro. Pero para que el patr6n oro fun­
cione satisfactoriamente el banco central del
pafs deb1a estar adecuadamente estructurado.
y un banco central, rara vez funciona adecua­
damente,
a menos que opere bajo el patr6n
oro. El patr6n oro
limita la oferta de dine­
ro.
por lo tanto impide la inflaci6n y el
banco central ayuda en la asignaci6n eficien­
te del dinero existente"
[el subrayado es
mfo] (Kemmerer, 1987: 57).
El
Profesor Kemmerer
estimaba
que el
sistema del
patr6n
oro -en general- presentaba algunas ventajas: lo simple y automá­
tico de su funcionamiento;
la gran confianza pública en
el oro;
su carácter automático que no exigfa la intervenci6n polftica; la
caracterfstica de ser un patr6n que operaba a nivel internacional
y
por último
una
que el oro a lo
considerable estabilidad
largo de los años
habfa mantenido
de su valor (Kemmerer, 1947:
212­
222) .
La variedad
de patr6n oro que sugirió fue la de cambios, la
61
misma
que oper6 a nivel internacional después de 1914 y funcion6
mediante la banca central. Este sistema monetario se caracteriza­
ba
por
utilizar como
reservas de
convertibles en oro y plata,
un país
divisas extranjeras
las que a su vez eran convertibles a
un tipo fijo en la moneda del país (Planeta, 1980: 277).
En las
reformas monetarias
Ecuador se subray6
que "la
base de cualquier
reconstrucci6n econ6mica es la
el ta16n de oro"
sugeridas por Kemmerer
segundo
programa para
(1), para cuya vigencia recomienda
proyecto que
la
estabilizaci6n de la moneda sobre
tos, uno que propone la fundación de un
y un
para el
crea
dos proyec­
Banco Central de emisi6n
una nueva
unidad
de valor
y
dispone la reorganización del sistema monetario del Ecuador.
2.
LA LEY DE MONEDAS Y LA LEY ORGANICA DEL BANCO CENTRAL
En base a las
ciera
propuestas efectuadas por la
encabezada por Kemmerer, en
Decreto Supremo, que dispuso el
blecimiento
Emisi6n y
Comisi6n Finan­
marzo de 1927
se promulg6 un
retorno al ta16n oro y
el esta­
del banco central en reemplazo de la Caja Central de
Amortizaci6n,
la
misma
que no
había ejercido
hasta
entonces la facultad de emitir billetes. La nueva instituci6n, en
sus lineamientos generales,
previamente establecidos
era similar a
los bancos
en Colombia y Chile,
rencias de detalle, producto de condiciones
centrales
con algunas dife­
locales particulares
(Laso, 1972).
No
obstante esta similitud, el
retorno al patr6n
oro y la
creaci6n de un banco central para el caso ecuatoriano, present6 a
la Misi6n de expertos tres dificultades:
1. La
determinaci6n
del nuevo
valor oro para la estabilizaci6n
del sucre.
2. El
precio
al que
receptaría
62
el
banco central, el oro y la
plata mantenidos en las antiguas instituciones
de emisi6n
de
la República, y
3. Los medios
adecuados
para
constituir
el capital
del Banco
Central.
En relaci6n al primer punto los
pesar de
las grandes fluctuaciones del
1923, no se había
ciaci6n
del sucre.
y un mínimo
cuatro años el de
cambio ecuatoriano desde
producido un movimiento continuo en
Asi por ejemplo
1923-1926 las cotizaciones
d61ar
técnicos consideraron que a
en el lapso
alcanzaron un máximo
de 3.60, siendo el
SI
5.00 por
de cuatro años
SI
de
estabilizar
d61ar, equivalente a 20
la moneda a
SI 5.00
6.20
por
precio medio durante esos
oro americano por un sucre. Basándose en estos hechos
ron
la depre­
por d61ar,
centavos
recomenda­
dando así al
nuevo sucre un valor de alrededor de 40% del antiguo Sucre-Oro de
la Ley de Monedas de 1898 (2).
Por más que una parte de la opini6n pública se pronunci6 por
la
estabilidad del
cambio a
otorgando
al sucre
un
señalaron
que volver a la
un tipo
valor en
oro
menos elevado
más alto),
paridad antigua de
los
(es decir,
técnicos
2.0547 sucres por
d61ar sería excesivamente desacertado.
"La posibilidad de restaurar la antigua pari­
dad sería muy dudosa, pues si aún fuera posi­
ble llevar a cabo tal empresa, mediante un
programa de deflaci6n, el proceso de revalo­
rizaci6n seria extremadamente doloroso,
se
extenderfa largos años y causarfa sufrimien­
tos y perturbaciones en la vida econ6mica del
pa ís" (3).
En este punto la Hisi6n Norteamericana obr6 apresuradamente,
no recab6 la
informaci6n adecuada
proporcion6 un banco privado, de
y se conform6
con la que
le
ahí que los promedios obtenidos
no reflejen el real comportamiento del tipo de cambio en los años
1923-1926, lo que motiv6 una alteraci6n en el tipo de conversi6n,
63
con la
consiguiente devaluaci6n de nuestra moneda
en un porcen­
taje superior al real.
Un problema
igualmente delicado
era
la entrega
Central de las reservas de oro y plata de los
emisi6n,
que fueron trasladadas a
Amortizaci6n sin
(Revisar Capítulo 1).
Por otra
Banco
antiguos bancos de
la Caja Central
que previamente se haya
al
de Emisi6n y
determinado su precio.
parte, el Gobierno
debía a
los
antiguos bancos de emisi6n 32,7 millones de sucres, de los cuales
23,4 formaban
la deuda
al
"Banco Comercial
Cuadro 7), la que provenía en
puestarios del
gran parte de
Gobierno y cuyo monto
y Agrícola",
(Ver
los déficits presu­
guardaba estrecha relaci6n
con la emisi6n ilegal de dicho Banco.
Como
era
esperaban que,
fácil
prever,
los antiguos
cuando se fijara el
plata, se tomaría en
Bancos
valor en sucres de
cuenta la devaluaci6n del sucre
ellos aprovecharían de la revalorizaci6n de su reserva
Pero
hubo un gran movimiento
de
de opini6n, tanto
Gobierno como entre personas particulares
Emisi6n
su oro y
y entonces
metálica.
en círculos del
de renombre, favorable
a la idea de que fuera el Gobierno el beneficiado con la revalua­
ci6n de las reservas metálicas debiendo destinarse estas utilida­
des
a amortizar
su deuda
con
los bancos.
Así lo
Comisi6n y se resolvi6 por medio de la ley pertinente
y plata
de los antiguos bancos
de emisi6n se pagaran
aconsej6 la
que el oro
al precio
antiguo de diez sucres la libra esterlina, o el equivalente de
SI
2,0547 por d61ar americano, y que los beneficios que obtuviese el
Gobierno
con la revalorizaci6n los destinara al pago de sus deu­
das a estos bancos (4).
Esta operaci6n permiti6 liquidar las obligaciones contraídas
con los antiguos
al
Bancos de emisi6n, excepto 17'000.000 de sucres
Banco Comercial
crédito
y
Agrícola, instituci6n
que traslad6
este
al Banco Central en garantía de sus billetes en circula­
ci6n, de los cuales también se hizo responsable el Banco Central.
64
Como resultado de lo anterior, el Instituto Emisor iniciaría
operaciones
contra
con un
activo constituido
el Estado, una reserva en oro
en un
40%
sus
por créditos
de 20 millones de sucres y
una circulación de 40 millones aproximadamente.
La
situación
del banco
al
inicio de
sus
operaciones se
mostraba bastante sólida, no obstante la fuerte deuda del Gobier­
no, para cuyo
arreglo también se arbitraron medidas tendientes a
reducirla lo antes posible, mediante acuerdos celebrados entre el
Banco y el Gobierno, que obligaban a este último a
presupuesto cada año la
deuda,
lo
asignar de su
suma necesaria para el servicio
de esta
y a emplear en la amortización extraordinaria de la misma
siguiente: el producto de
los beneficios de
monedas metálicas subsidiarias,
el de las
la acuñación de
utilidades del
Banco
Central y el monto de multas cuando su reserva oro fuera inferior
a los límites fijados (5).
La
formación del capital del Banco era el tercer problema a
resolver. La imposibilidad de obtener del Gobierno una participa­
ción
importante debido a las
unida a la dificultad
pública, determinó
malas condiciones de sus finanzas,
de reunir todo el capital
por suscripci6n
la necesidad del concurso de
los bancos par­
ticulares y también reservó al público el derecho de suscripción.
Cada uno de los
bancos comerciales establecidos en
la República
debía aportar con el 15% de su capital pagado y reservas. De este
modo el Banco
Central tenía
inicial de 3'750.000
cual
se añadirla
(6). Sin embargo,
la seguridad de
reunir un
(750.000 dólares)
sucres,
el producto de
más o menos,
las suscripciones
habla la dificultad de
capital
al
del público
que un buen número
de
bancos se encontraba en situación diflcil, a causa de la violenta
depresión económica
ellos
que se
sentla en
estaban imposibilitados
de
Banco Central por' concepto de las
Se
el pals y
efectuar pagos
que muchos
de
inmediatos al
acciones que deblan suscribir.
obvió la dificultad permitiendo el pago de acciones en cuatro
cuotas y disponiendo además que los dividendos de las acciones de
65
Clase A puedan pagarse con vales de caja a dos años plazo (7).
De
esta manera
se
esperaba completar
el capital
inicial
autorizado del Banco Central el mismo que se fij6 en un máximo de
diez
millones
de sucres,
con
de
la posibilidad
aumentarlo a
veinte.
Este monto se justific6 bajo el siguiente razonamiento:
"Aún cuando no hay censo oficial exacto, la
poblaci6n del Ecuador se estima generalmente
al rededor [sic]
de 2'000.000 y la actual
circulaci6n de billetes es aproximadamente
de S/40'000.000. Teniendo en cuenta estos
hechos y considerando que la Misi6n recomien­
da que los billetes de uno y dos sucres sean
reemplazados por moneda metálica y que, con
la excepci6n de pocas ciudades,
no existe en
la actualidad apreciable desarrollo de opera­
ciones bancarias comerciales,
un capital de
S/8'OOO.000 a 10'000.000 parece aconsejado
para los primeros años del nuevo Banco Cen­
t r al del Ec u ad o r " ( 8 ) .
Se estableci6
además el valor
nominal de cien
sucres para
Banco, que ser ian de dos tipos: las
suscritas y pose idas exclusivamente por
cada una de las acciones del
de
Clase A
Bancos
pod ian ser
que efectuasen
Ecuador, en
negocios
tanto que las de
bancarios y
comerciales en
Clase B podian ser
el
adquiridas sin
restricci6n (9), pero no daban derecho a voto si estaban en poder
de un banco asociado o del Gobierno.
En general,
la Ley Orgánica diseñada por la Misi6n Kemmerer
contemp16 la organizaci6n del
Banco Central como una instituci6n
de derecho privado (Compañia An6nima), cuyas principales funcio­
nes consistian en la emisi6n, redescuento, descuento, dep6sito y
cambio.
Se le otorg6 una licencia de cincuenta años para operar,
plazo que buscaba mantenerlo "alejado de la politica y permitirle
desarrollar
su plan de acci6n sin estorbos y de manera eficiente
66
y permanente" (10). Designaron a Quito para la oficina principal,
debido a su vinculaci6n con el Ministerio de Hacienda y las cone­
xiones con
las operaciones
fiscales del Gobierno.
Sin embargo,
por la importancia comercial de Guayaquil se dispuso el
estable­
cimiento de una Sucursal Mayor, en el Puerto Principal (11).
En
cuanto
a la
conformación
del
Directorio la
Comisi6n
estimaba que: "el éxito que alcance cualquier instituci6n [depen­
derá] en gran medida de
que se
la habilidad y honradez de
[encarguen] de su administración", por
prevenir
peligros en
la
administración del
las personas
lo que procurando
Banco trataron
de
evitar:
1. Una influencia indebida de parte del Gobierno especialmente,
lo que sería originado por consideraciones políticas, y
2. La influencia
indebida de bancos accionistas para lograr in­
crementar sus propias utilidades (12).
La elección del Directorio era análoga a la adoptada para el
Banco Central de Chile, donde algunos miembros fueron
designados
por el Gobierno, otros por Bancos accionistas; accionistas parti­
culares;
agrícolas,
importantes
y de obreros organizados,
Directivo -según
intereses,
asociaciones
industriales,
comerciales,
de modo que
en el Consejo
la Misi6n- se hallaban
sin permitir que el
representados todos los
Gobierno o los
Bancos dicten su
política al Banco Central.
El Directorio
de
nueve miembros
propuesto en el caso
elegidos de
ecuatoriano se componía
la siguiente
forma: dos
por el
Presidente de la República; dos por los bancos asociados; uno por
la
Cámara de
Comercio y
Agricultura de
Guayaquil; uno
por la
Cámara de Comercio, Agricultura e Industrias de Quito; uno por la
Sociedad Nacional
de Agricultura; uno por
trabajadores y uno por
alcanzaren
SI
las organizaciones de
los tenedores de acciones Clase
1'000.000 (13).
B cuando
Ningún miembro del Cuerpo Legisla­
67
tivo, u otro
ser parte
funcionario o empleado
rentado del Gobierno
del Directorio. Asimismo, se
podla
limit6 la representaci6n
de los bancos en el Directorio del Banco Central estimando que:
"Los banqueros estarlan siempre dispuestos a
considerar las cuestiones de tasas de des­
cuento y otros asuntos relacionados con la
política del Banco Central, desde el punto de
vista de los intereses de los bancos que
representan y no desde el punto de vista del
bienestar público en general" (14).
Esta disposición al
parecer no se
cumpli6, puesto que
los
Directorios del Banco Central durante la vigencia del Patr6n Oro,
entre
los años
formaron
1927-1932,
incluyeron a
varios personajes
que
parte de los antiguos bancos de emisi6n, o estaban vin­
culados a ellos, como se puede observar en el Anexo 5.
La
reserva obligatoria se fij6 en 50% aplicada a los bille­
tes en circulaci6n y dep6sitos, con una sanci6n progresiva cuando
dichas
reservas
bajaran de
este
porcentaje.
El encaje
guardarse en las bodegas del Banco o en los bancos
podla
de Nueva York
o Londres (15).
3.
LAS OPERACIONES DEL BANCO CENTRAL
Este tema ha sido intencionalmente separado de las generali­
zaciones anteriores, en raz6n de su
importancia, pues nos provee
de los
establecer
elementos
siguiente
apegaron
en qué
necesarios
para
medida los
Directorios del
o apartaron
del
"recetario
en
Banco
Kemmeriano",
el
capltulo
Central se
durante
la
vigencia del Patr6n Oro.
Bajo este
modelo las cuatro funciones
esenciales que debla
cumplir el Banco Central se pueden resumir en las siguientes:
68
a. Emisi6n y conversi6n de todos los billetes;
b. Estabilizaci6n del cambio internacional;
c. Regularizaci6n de los tipos de descuento; y
d. Ayuda a los bancos en épocas de emergencia (16).
a.
Emisión y conversión de billetes
El Banco Central
-en la
propuesta de
Kemmerer-, tiene
el
privilegio de la emisi6n, por tanto, será esta instituci6n la que
decida cuál es la cantidad
en el país,
su
total de billetes que ha de
lo que no significa que esté facultada
voluntad; pues en la
práctica este derecho
condiciones establecidas
billetes (17), esto es
para la
conversi6n
circular
para emitir a
dependerá de las
obligatoria de los
manteniendo una reserva legal equivalente
al 50%.
En
cuanto a la conversi6n, los billetes del Banco Central y
en general todos aquellos en circulaci6n, serán convertidos a
su
presentaci6n por cualquiera de los medios siguientes a opci6n del
Banco: en
moneda ecuatoriana de oro;
en barras de oro
fino; en
monedas de oro de Estados Unidos a raz6n de S/ 5.00 por d61ar; en
libras esterlinas de
vista sobre Nueva York
SI
oro a raz6n de
24.3324, o
en giros a la
o Londres pagaderos en oro
(Carbo, 1927:
9).
b.
Estabilización del cambio internacional
Bajo el regfmen del Ta16n Oro, el máximo y mfnimo del cambio
internacional lo debfa determinar el gravamen de la exportaci6n o
importaci6n
del Oro.
Este
seguro, desgaste y ensaye,
por el Directorio
costo,
incluyendo
embalaje,
flete,
fue calculado y fijado posteriormente
del Banco Central,
del Superintendente de Bancos,
con la aprobaci6n
en 6 centavos de sucre
69
oficial
por d6lar
(18). Por consiguiente
americano,
había que
para exportar o
adquirirlas a
importar monedas de
de SI
la paridad
Oro
5.00 por
d61ar, y agregar o reducir 6 centavos por concepto de exportaci6n
e importaci6n respectivamente. Entonces, sería ventajoso exportar
monedas de Oro americano
New York se
s610 cuando los giros a
de SI 5.06
coticen a más
la vista sobre
por d61ar, e
importarlas
cuando el cambio sea menor a SI 4.94 (19). Precisamente por estas
consideraciones, y desde
dades,
que el Banco Central inicie sus activi­
mínimo de SI 4.94 Y un
el cambio podía fluctuar entre un
máximo de SI 5.06 por d61ar.
importaci6n
y
Dentro de este intervalo (puntos de
exportaci6n
del
oro,
podían
darse variaciones
usuales en esta clase de operaciones (20).
Por
otra parte, la forma como el Banco Central regularía el
volumen
y
velocidad del
medio
mayores
y
menores necesidades
circulante, en
del
país,
relaci6n
sería la
a las
siguiente:
a subir a más de SI 5.06
Cuando el cambio suba y tenga tendencia
por d61ar, habría motivos para considerar que existe un exceso de
circulante, por
lo que
el
Banco Central
vendería Giros
Nueva York o Londres, a raz6n de SI 5.06 por
sobre
d61ar en cantidades
sin límite, y en pago de estos giros recibiría sus propios bille­
tes
o los de
los antiguos bancos de
manera billetes de la
emisi6n, retirando de esta
circulaci6n, y disminuyendo así
del medio circulante. Al mismo tiempo,
el Banco Central elevaría
los tipos de interés y de descuento si fuere necesario,
do así a una gran
parte de los bancos
préstamos y descuentos del
aún más el
total del
redescuentos se
inducien­
y al público a pagar
Banco Central (21),
medio circulante, pues
pagarían con
el total
billetes que
lo
los
que reduciría
tales préstamos
de este modo
o
serían
retirados de la circulaci6n.
Mientras tanto, si
determinará
Londres
el cambio baja,
la escasez de circulante
que el Banco Central compre giros sobre Nueva York o
en cantidades ilimitadas a
raz6n de SI
4.94 por d61ar,
lanzando así billetes a la circulaci6n en pago de estos giros,
70
lo
que aumentarla
Asl
proporcionalmente el
también, y de ser
total de
necesario, el Banco
medio circulante.
Central podrla bajar
los tipos de interés y descuento para fomentar de esta manera los
préstamos, lanzando
así más billetes a la
circulaci6n, y aumen­
tando aún más el total de medio circulante (22).
En conclusi6n, el Banco
Central podía regular fácilmente la
cantidad de dinero, a fin de que ésta corresponda a
las verdade­
ras necesidades del país, asegurando no
s610 su elasticidad sino
que
puntos máximo
el cambio
fluctúe
dentro de
determinados, Y evitando los
los
y
mínimo
gastos de importaci6n y exportaci6n
del oro.
c.
Regularizacion de los tipos de descuento
Otra de las principales funciones asignadas por la propuesta
al Banco Central era influenciar y ayudar a estabilizar las tasas
o
tipos de
mayor o menor
interés y de
descuento,
las
que dependerían
de la
abundancia de capitales disponibles en el Ecuador,
en un momento dado.
Los expertos
norteamericanos en
distinci6n entre capital y moneda: "la
c ircu lan te,
que
cons ist irá,
en
este punto, parten
de una
cantidad de nuestro medio
gran parte,
en
billetes,
no
indicará el monto de Capitales de que realmente dispone el país",
pues la
emisi6n de dinero
no crea capital. Este
aumenta de la
siguiente manera:
"La mayor parte de los particulares aumentan
su capital gastando menos de lo que ganan.
Los bancos y demás compañías an6nimas aumen­
tan su capital por suscripciones de nuevas
acciones, que se hacen con los ahorrros del
público, o por medio de la acumulaci6n de
fondos de reserva, que se forman con la parte
de las utilidades que no se reparten como
71
dividendos a sus accionistas. [Es decir], los
capitales disponibles en el Ecuador,
aumen­
tarán s610 si el país ahorra, gastando menos
de lo que produce, o sea produciendo más de
lo que consume, o si se consigue atraer nue­
vos capitales del extranjero para inversiones
permanen tes" (23).
Para Kemmerer la tarea de influenciar y ayudar a estabilizar
los tipos de interés y de descuento, que seg6n la
ponder1a cumplir al Banco Central, se
Ley le corres­
efectuaria de la siguiente
manera:
ELEVARA
EL TIPO DE DESCUENTO.- Cuando crea "que los negocios han
acrecentado más allá del limite normal; que los bancos
estén
la
asociados
prestando más de lo que requieren las justas exigencias de
estabilidad y desarrollo econ6mico del país; o que las reser­
vas de oro del banco están indebidamente agotándose" (24).
Esta elevaci6n
en los
tipos
de descuento
propiciará
que
tanto los bancos como el p6blico en general, reduzcan sus solici­
tudes
de préstamo con el Banco Central. 5610 a las instituciones
financieras
con
necesidad
urgente de
redescontar
a un tipo elevado,
fondos,
les
lo que provocará
convendría
en poco tiempo
que los demás bancos eleven también sus propios tipos de descuen­
to,
obligando así
a
sus clientes
a
reducir sus
préstamos
y
descuentos.
BAJARA LOS TIPOS DE DESCUENTO.- "Cuando el Banco Central conside­
re que
es conveniente
crédito del
fomentar un
pais, especialmente
mayor y
más eficaz uso
cuando aumenten
del
sus verdaderas
necesidades, como durante el tiempo de las cosechas ... , y siempre
que al mismo tiempo las
reservas de oro del Banco
sean aprecia­
blemente mayores del 50% del total de los billetes en circulaci6n
y de los dep6sitos que en esos momentos tenga el Banco Central.
Al bajar los tipos de descuento, se inducirá de esta manera a los
bancos
y al
p6blico en
general a
72
aumentar sus
solicitudes de
préstamos y descuentos" (25).
Las operaciones del Banco con el público
La Ley autoriza al Banco Central efectuar ciertas
nes directamente con el público, con la finalidad de
para hacer efectivos
operacio­
habilitarlo
sus tipos de descuento, generalmente en las
épocas en que sea necesario prevenir
una expansi6n peligrosa del
crédito o cuando sea conveniente fomentar su mayor uso (26). Pues
el esp1ritu de la Leyes que el Instituto Emisor no debe competir
innecesariamente con los bancos asociados.
No competirá con los demás bancos
Por lo
anotado anteriormente,
Banco
Central
mismo
tiempo
a recibir
pagar
público
que
dep6sitos del
intereses
establece que los tipos
si bien
sobre
la Ley autoriza
pdblico, le
estos
al
prohibe al
dep6sitos.
Además
de descuento serán más elevados
para el
que para los bancos asociados; y será mucho más exigente
los demás bancos respecto a la
calidad y plazo de los docu­
mentos que descuente (27).
d.
Ayuda a los bancos en épocas de emergencia
Según la propuesta
hacer
de Kemmerer, el
frente inmediatamente
a cualquier
Instituto Emisor
emergencia transitoria
que se le presente y ayudar a los demás bancos
res,
decontándoles rápidamente
clase.
por
Ley a mantener una Reserva de
dep6sitos y
Oro equivalente al 50% de sus
medida de seguri­
confianza del público, y también
73
de primera
el Banco Central está obligado
billetes en circulaci6n, como una
dad, para inspirar la
en épocas simila­
su cartera comercial
Precisamente con este fin
podrá
para ser
usada en circunstancias especiales.
La
mayor emergencia que se
que se produzca una
le podrfa presentar
crisis inesperada,
la que podfa
al pafs es
tener lugar
por diversas causas, entre las cuales se anotan las siguientes:
"Cuando fallen las cosechas o bajen a cifras
anormales los precios de los productos prin­
cipales del pa!s; cuando los negocios sufran
una reacci6n o, por otras razones, la orga­
nizaci6n del crédito del pa!s se vea expuesto
a fuerte presi6n; cuando aparezca una inusi­
tada demanda de préstamos bancarios o las
cobranzas se hagan diffciles reduciéndose as!
las reservas de los bancos, y cuando existan
otros s!ntomas de una "crisis inminente". Es
precisamente en estos casos cuando los bancos
asociados deberán recurrir en pos de ayuda al
Banco Central; y,
al hacerlo, 'deben sentir
plena confianza' de que podrán obtener bille­
tes, oro o giros-oro, en cantidades adecuadas
a sus necesidades ... " (Carbo, 1978: 138).
e.
Funciones adicionales
Aparte
de
las
cuatro funciones
señaladas,
la
propuesta
establece que el Banco Central ejercerfa otras, como por ejemplo:
- Actuar como Agente Fiscal del Gobierno, de las Municipalidades
y de los Ferrocarriles;
- Como Agente Fiscal del Gobierno para la acuñaci6n, cambio o re­
acuñaci6n de ciertas monedas metálicas; y, por último,
- Actuar como "Cámara de Compensaci6n" para los bancos asociados
en Quito y Guayaquil (28).
3.1
Evaluación
Una vez revisadas
las Leyes
74
que regularon la
moneda y
la
actividad
del Banco Central del Ecuador a partir de 1927, encon­
tramos en el "paquete sugerido", varios aspectos importantes
que
vale la pena remarcar:
a.
Las reformas aconsejadas para
rencias,
más de
formuladas
forma que
y ejecutadas
el Ecuador, con ciertas dife­
de fondo,
son similares
en los paises
a los
a las
que Kemmerer
asesor6.
b.
La creaci6n de bancos centrales y el fortalecimiento de
sistemas bancarios fue el instrumento utilizado para
a cabo la estabilizaci6n
ci6n en que habian
de los cambios y frenar
los
llevar
la infla­
quedado sumidos varios paises latinoame­
ricanos al finalizar la Primera Guerra Mundial.
c.
El modelo de banca central planteado por Kemmerer (para
los
paises que asesor6), funcionaria en el marco del patr6n oro;
tendria el monopolio de la emisi6n de billetes, detel"minaria
el
tipo bancario,
libre y actuaria
llevaria a
cabo operaciones
de mercado
en calidad de prestamista de 61timo recur­
so.
d.
Los
instrumentos de
Kemmerer fueron la
través
de los
regulaci6n
utilizados
por
tasa de descuento y el tipo de cambio, a
cuales el Banco
oferta monetaria y
monetaria
Central podia
controlar la
su relaci6n con las reservas; el crédito
y el ingreso y egreso de oro.
e.
El manejo de estos
tanto
instrumentos está perfectamente definido
en la Ley, cuanto en las publicacions oficiales de la
época, seg6n se observa en el caso ecuatoriano (29).
decirse que la
sus
Podria
funci6n del Banco Central y concretamente de
Directorios se
limitaba a
"recetario" prescrito;
el que
estabilidad de la moneda,
la aplicaci6n
ante
estricta del
todo remarcaba
en
la
prescindiendo de otras considera­
75
ciones.
Con las
f.
funciones del Banco Central
la rigidez
y
lidad a las
claramente definidas y
automaticidad del modelo, que impedía
flexibi­
decisiones de sus Directorios, se esperaba ade­
más regular el poder discrecional de emisi6n de billetes que
tenían
los
gobiernos
(Aldcroft,
1985:
déficit presupuestarios que ocasionaban
narias y obligar
a los gobiernos
182),
frenar
los
presiones inflacio­
a financiar sus
requeri­
mientos mediante métodos más adecuados.
4.
EL UNICO CUESTIONAMIENTO INMEDIATO A LAS REFORMAS KEMMERIA­
NAS SE ORIGINA EN EL TIPO DE CONVERSION FIJADO
La Misión Kemmerer
cinco
sucres
por d61ar,
embargo, el Gobierno
propuso en sus
lo
que fue
para salvar su
único caso, solicit6 a la Comisi6n
mentos
proyectos la paridad
finalmente
de
aceptado. Sin
responsabilidad, y en
una ampliaci6n de
este
los funda­
que le han determinado a recomendar que la nueva paridad
de la moneda nacional se establezca a cinco sucres por dólar y no
se
haya fij ado
un mayor
valor oro
al sucre"
(30), esto
es 4
sucres en lugar de 5.
Respondiendo a
la consulta,
los técnicos
subrayaron que un
tipo de cambio de 4 sucres por dólar provocarla
injusticia para los deudores
una situaci6n de
que se verlan obligados
a cancelar
sus deudas pendientes, en sucres más valiosos que aquellos en los
que
contrataron
originalmente el
crédito.
Esgrimieron también
como argumento el enorme perjuicio que se causarla a los exporta­
dores,
que
percibirlan
menos
sucres
por
sus
exportaciones,
mientras los precios de éstas en los mercados internos se manten­
drían
en iguales niveles en
términos de sucres.
Por otra parte
señalaron que bajo la paridad de 4 sucres por dólar se
una reducción apenas aparente
y
obtendrla
numérica de la deuda externa Y un
76
aumento efectivo en la deuda interna; se propiciarla también
crisis
una
de adaptaci6n de la economla general a los nuevos niveles
de precios y jornales acompañada de sufrimientos y quejas de toda
la poblaci6n (Moncayo, s.a.: 49).
Las
ciudad
cifras proporcionadas a los técnicos por un banco de la
de
Guayaquil,
según
se dijo
entonces,
condujeron
al
establecimiento de un promedio de cinco sucres por d6lar, valor
superior
al que
se obtiene
revisando fuentes
alternativas que
recogen cotizaciones menores y "reales"; como las del Cuadro
No.
2 de este trabajo, que nos llevan a un promedio de 4.8 sucres por
d61ar.
Los técnicos
lizar
subrayaron también que el
inmediatamente el
tendrla éxito
billetes
en raz6n
en
correspondiente
sucre
sobre la
de haber
circulaci6n
a
cinco
esfuerzo de estabi­
base
calculado
de 4
el
en 3/40.000.000,
sucres
por
d6lar-.
volumen
-con
por d61ar), y serla
fin de que
el circulante
sostuvieron
que mientras
de
un valor
valor oro (4
indispensable retirar el excedente a
no sufriera
depreciaci6n. Por
la paridad de
cinco sucres
asegura al Banco una reserva de 50% sobre la suma de
y dep6sitos, la
no
Habrla demasiado
dinero en circulaci6n con el sucre a 25 centavos el
sucres
por 1,
de cuatro
sucres no
6ltimo
por d6lar
circulaci6n
permitirla mantener
dicha
reserva de inmediato (Op. cit.: 49-50).
Fundándose en estos argumentos, la
en su recomendaci6n original
Misi6n Kemmerer insistla
de una paridad de cinco
d6lar; decisi6n que propiciarla
varios pronunciamientos en rela­
ci6n a la necesidad de una elevaci6n de sueldos y
vez que
serfan las familias de
sucres por
ingresos medios y
salarios, toda
bajos las que
sufrirlan el mayor impacto de esta nueva paridad.
"El Telégrafo" se hizo eco de los pedidos y seña16:
77
"La Ley de Monedas y la del Banco Central,
trabajadas por la Misi6n Kemmerer, dan al
sucre el valor de 20 ctvs oro o sea 5 sucres
por d61ar. No entramos a discutir la conve­
niencia o inconveniencia de este tipo de
cambio; pero si creemos oportuno poner en
relieve que ni los sueldos de los empleados
ni
el salario de los obreros y campesinos
están actualmente basados en un tipo de 500%.
Al contrario, durante los 15 años de incon­
vertibilidad, la esperanza de volver al valor
de 200% ha estado actuando contra el alza de
los sueldos y jornales.. .
Hasta hace poco
tiempo los tipos de 500% y más han sido espo­
rádicos, y con frecuencia se producían mejo­
ras del cambio -hasta 380% a fines de 1925 y
440% apenas hace dos meses-o No cabe la menor
duda pues, de que el régimen de jornales y
sueldos están actualmente en
total, absoluta
y desconcertante oposici6n con el cambio de
500% fijado por la ley de ayer.
El jornal
corriente de 1,20 al año 1914 es ahora de 2
sucres yesos dos valores son 0.60 y 0.40
expresados en centavos oro en sus respectivas
épocas. Hay por tanto una reducci6n de 50% en
el valor oro de los jornales" (31).
El malestar
estaban
a
se extendi6
no s610
entre
los empleados
que
sueldo o salario, sino entre el elemento burocrático,
los empleados manuales y jornaleros. La posibilidad de
un incre­
mento se alej6 cada vez más, no obstante la afirmaci6n
de Kemme­
rer,
quien manifest6 "que los sueldos eran muy exiguos, pero que
las entradas
para
subir
nacionales administradas con
dichos sueldos
en relaci6n
honradez, alcanzarían
con
la carestía
de la
vida". Sin embargo, "lo que observamos en el presupuesto nacional
en cuanto a los sueldos es que, o se establecen rentas excesivas,
especialmente para los
altos funcionarios,
como
sucede con
los
estancos, o se han fijado sueldos ridfculos de un modo particular
para los maestros de escuela, amanuences y porteros" (32).
No obstante las protestas y exigencias de la prensa para que
se aumenten los sueldos públicos de conformidad con
ci6n monetaria, ningún resultado
la deprecia­
positivo se vislumbr6,
78
tampoco
se revis6 el tipo de conversi6n por parte de la Hisi6n
Kemmerer,
y más bien se lo ratific6 por los técnicos elide marzo de 1927,
siendo adoptado inmediatamente por
el Gobierno, que con
sulta a la Misi6n y utilizando sus argumentos evadi6
la con­
responsabi­
lidades.
5.
ALGUNAS REACCIONES Y PROTESTAS PREVIAS A LA APROBACION DE LA
LEY ORGANICA DEL BANCO CENTRAL EN 1927
Aunque
no asociado a la
protesta anterior, en los primeros
días del mes de marzo se produjo un movimiento que ha sido tomado
como
un hecho aislado, pero
que la prensa
que vale la
pena considerar puesto
y otros sectores, lo asociaron con
un boicot para
evitar la apertura del Banco Central; ya que dicho proyecto junto
a
la Ley de Monedas fueron los
que se aprobaron en primera ins­
tancia por el Ejecutivo.
Precisamente el
promulg6
4 de
marzo
el decreto de fundaci6n
de 1927,
fecha en
la que
se
del Banco Central del Ecuador,
se
produjo un golpe militar que, encabezado por el General G6mez
de
la Torre, con los
Comandantes Abarca y
Jaúregui, depuso por
unos minutos al Presidente Provisional de la República Dr. Isidro
Ayora, a su Primer Ministro y
que
no cumpIlan los ideales
al Jefe de Estado Mayor,
de los revolucionarios
alegando
de julio de
1925 (33).
Este levantamiento
podfa atribuirse como
según "El Telégrafo", no
se preconiz6, a
exigir que se
los planteamientos de la Revoluci6n Juliana;
a otro tipo
de intereses,
cuarta ofensiva bancaria
fue casual, ni
cumpliesen
más bien respondi6
según se desprende
del artículo
"La
contra el Banco Central de Emisi6n fra­
casa con el Golpe Politico-Militar de
Quito". Dicho articulo nos
permite inferir el comportamiento del sector bancario en relaci6n
a
la próxima
apertura del
Banco Central,
79
su
participaci6n
~n
cuatro oportunidades anteriores y
la
no
concreci6n de
el grado de responsabilidad en
proyectos previos
a
la creaci6n
de esta
instituci6n.
Una
parte del
texto
señala las
coincidentes protestas
e
inconvenientes
que, desde que se insinu6 la creaci6n de un banco
central
pais, estuvieron presentes
en el
en el
escenario para
frustrar su creaci6n:
"Ahora con la Misi6n Kemmerer en el pais,
el
Banco Central tiene perfiles más o menos
conocidos y algunos de ellos disgustan enor­
memente a los dos grandes bancos de emisi6n
de Quito y Guayaquil que se creian triunfan­
tes! Pues, manos a la obra. Lo mejor que se
puede hacer es otro engaño de grueso calibre:
un golpe militar-politico-bancario en el cual
se levante como bandera dos cosas que mutua­
mente se destruyen a saber: l.
poner en vi­
gencia las leyes de la Misi6n Kemmmerer,
mediante 2,; la vuelta inmediata a la Consti­
tucionalidad!! Es claro que no habrá Congreso
alguno que ponga en vigor las leyes Kemme­
rer!!
Cada vez que se propuso algo por el
estilo en los Congresos, y especialmente cada
vez que se propuso un Banco Central, los
Bancos de emisi6n de Guayaquil y Quito pasa­
ban por alto sus resentimientos, los Gerentes
se abrazaban y decian: "lo que hagas tú está
bien hecho" y ... el Congreso negaba en terce­
ra discusi6n toda tentativa salvadora. La
Constituyente nombrada por un "golpe banca­
rio"
(como acertadamente califica el Dr.
Ayora el fracasado ayer), jamás aprobaria las
leyes Kemmerer" (34).
Afortunadamente
la
pronta
intervenci6n de
la
guarnici6n
impidi6 que se consumara el prop6sito de establecer una dictadura
militar,
de que
o que la situaci6n prosperase, pues se corria el riesgo
los conservadores se aprovecharan del estado de confusi6n
reinante.
Una vez
restablecido el
orden fueron
capturados los
redactores del peri6dico "El Dia", corresponsales de "La Naci6n",
"La
Prensa" y
"La
Un i6n Manabi ta" ,
80
var ios
Jefes Mil i tares
y
numerosos personajes de figuraci6n po11tica; entre ellos apareci6
complicado
el conductor
del Partido
Liberal Dr.
José Peralta.
Todos ellos, según se inform6, fueron llevados ante el Presidente
de la República, para averiguarles sobre su participaci6n en
revueltas
e
las
inquirirles, "al servicio de cuál de las revolucio­
nes en gestaci6n se
encontraban, porque debe saberse
que habian
tres: militar, bancaria y conservadora" (35).
Años más tarde el entonces Ministro de Hacienda Dr. Pedro L.
Núñez
seña16 que
la premura
en la
expedici6n del
decreto, el
mismo dia que estal16 la revoluci6n (4 de marzo de 1927), tuvo su
parte anecd6tica:
"Podr1a llamar la atenci6n el por qué fue el
4 de Marzo la expedici6n de este documento de
tanta trascendencia, como se acostumbraba en
estos casos.
Ocurri6 que me encaminaba al Ministerio de
Hacienda -antigua Contralor1a en la Calle
Mej1a- y un amigo acercase para avisarme que
se estaba fraguando una revoluci6n que deb1a
estallar de un momento a otro. Como principal
argumento que se estaba explotando era de que
a pesar de que la Misi6n Kemmerer hab1an
[sic] ya presentado el proyecto de creaci6n
del Banco Central,
el Gobierno no expedir1a
el decreto de fundaci6n porque estaba desani­
mado de hacerlo.
Este asunto comuniqué en sesi6n de Gabinete
pero creyeron que no habla peligro. De todas
manera insist1 al Presidente indicándole en
la necesidad de dictar tal decreto que, ha­
biendo sido ya estudiado el proyecto y estar
listo para su expedici6n se quitaria todo
pretexto a quienes creian que no
iba a dic­
tarse la Ley del Banco Central. El Presidente
Ayora escuch6;
acept6 y firm6 el decreto
correspondiente.
En efecto el 4 de marzo en la noche estal16
la revoluci6n que se anunciaba presidida por
el General Francisco G6mez de la Torre" (36).
Una vez promulgado el Decreto de fundaci6n del Banco Central
del Ecuador y restablecida la calma, se procedi6 inmediatamente a
81
la conrormaci{¡n de la Comisi6n Organizadora y al nombramiento
de
su Directorio, aspectos que se tratarán en el capitulo siguiente.
82
N O T A S
1.
República del Ecuador,
Registro Oficial,
No. 283,
Año 1,
Quito,
sábado 12 de marzo de 1927. p.
2459. (Ley Orgánica
del Banco Central).
2.
AH-BC/Q, Fondo Kemmerer, Proyecto de Ley de Monedas con la
exposici6n de motivos correspondiente, presentado al Presi­
dente de la República y al Ministro de Hacienda, el día 10
de febrero de 1927 por
la Misi6n de Expertos Financieros,
Talleres Tipográficos del Ministerio de Hacienda, Quito,
1927, (mimeografiado). El Telégrafo, martes 20 de diciembre
de 1927.
Los datos tomados por los Técnicos para establecer en nuevo
valor oro del Sucre. no coinciden con los anotados en el
Cuadro 2, y esta fue precisamente una de las razones para
que Victor Emilio Estrada cuestionara el nuevo tipo de con­
versi6n fi,j ado,
señalando que Kemmerer "uti 1 iz6 para sus
deduccciones una tabla de tipos de cambio suministrada por
un Banco de Guayaquil que no es exacta, como se puede fá­
cilmente ver cuando dá 500% como tipo promedial de cambio
durante el año 1923 que se caracteriz6 por la aproximaci6n
de los tipos de cambio de 'la calle' con los de la 'incauta­
ci6n de giros' a 320% y luego al 400% cuando el Gobierno,
tomando en mano la incautaci6n de giros, destruy6 el trabajo
real izado hac ia la estab i 1 i zac i6n" (Estrada, 1934: 4).
3.
AH-BC/Q, Fondo Kemmerer, Proyecto de Ley de Monedas con la
exposici6n de motivos correspondiente, presentado al Presi­
dente de la República y al Ministro de Hacienda, el dia 10
de febrero de 1927 por la Misi6n de Expertos Financieros,
Talleres Tipográficos del Ministerio de Hacienda, Quito,
1927, (mimeografiado).
4.
República del Ecuador,
Registro Oficial,
No. 283,
Año 1,
Quito, sábado 12 de marzo de 1927, pp. 2451-2452. (Art. 70).
5.
Op. cit. : 2483,
6.
Op. c i t. : 2438-2439,
7.
lb id. : 2438-2440.
8.
Op. cí t. : 2464.
9.
Op. c i t. : 2438.
10.
Op. ci t. : 2460.
(Art. 71-77).
(Art. 5-9) .
83
11.
Ibid.
12.
Op. cit.: 2470.
13.
Op. cit.: 2441.
14.
Op. cit.: 2469.
15.
Op. cit. :2452-2453.
16.
República del Ecuador, El Banco Central del Ecuador, Depar­
tamento de Informaci6n Anexo a la Secretaría Privada de la
Presidencia, Talleres Tipográficos Nacionales, Quito, 1927:
10.
17.
Op. cit.: 11.
18.
República
cit.: 9.
19.
Ibid.: 14-15.
2O.
1b id .: 15.
21.
Ibid.: 15-16.
22.
Ibid.: 16-17.
23.
Op. cit.: 21.
24.
Op. cit.: 22.
25.
Ibid.: 22-23.
26.
Op. cit.: 25.
27.
Ibid.: 25-26.
28.
Op. cit., 34.
29.
La publicaci6n "El Banco Central del Ecuador", preparada por
el Departamento de Informaci6n Anexo a la Secretaría Privada
de la Presidencia, recoge exhaustivamente los planteamientos
de la Misi6n Kemmerer y la forma c6mo debería actuar el
Banco Central en los distintos casos y ante las variaciones
de los indicadores e instrumentos predeterminados y privile­
giados por los técnicos.
30.
República del Ecuador, Registro Oficial No. 289, Quito, 19
de marzo de 1927, p. 2545 (Suplemento a la Exposici6n de
Motivos de la Ley de Monedas).
La solicitud a la Misi6n Kemmerer para ampliar la informa­
del Ecuador,
El Banco
84
Central del
Ecuador, op.
ci6n la efectu6 el Gobierno del Ecuador a
través de su Mi­
nistro de Hacienda Leopoldo Núñez el 21 de febrero de 1927.
31.
El Telégrafo, Guayaquil, 16 de marzo de 1927.
En este punto hay que destacar nuevamente que, la diferencia
en los indicadores, por su carencia, improlija elaboración,
o no preparaci6n por parte de un organismo oficial, en aque­
llos años, da lugar a tantas interpretaciones como series se
construyan.
32.
El Universo, Guayaquil, 20 de marzo de 1927.
33.
El Universo, Guayaquil, 7 de marzo de 1927.
34.
"Carambú", (seud6n imo) , E 1 Te légrafo,
La Cuarta
Bancaria, Guayaquil, 7 de marzo de 1927.
35.
El Universo, Guayaquil 7 y 9 de marzo de 1927.
36.
El Comercio, Quito, 24 de julio de 1927.
85
Ofens i va
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