Tierra Hueca -Madre de todas las conspiraciones

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TIERRA HUECA
MADRE DE TODAS LAS CONSPIRACIONES
Año: 1942
País: Alemania
Objetivo: Tierra Hueca
“Estamos en abril de 1942. Alemania vierte todas sus fuerzas en la guerra. Nada, al
parecer, es capaz de desviar a los técnicos, a los sabios y a los militares de su tarea
inmediata. Sin embargo, una expedición organizada, con asentimiento de Goering, de
Himmler y de Hitler, abandona el Reich con gran sigilo. Forman esta expedición
algunos de los mejores especialistas del radar. Bajo la dirección del doctor Heinz Fisher,
conocido por sus trabajos sobre los rayos infrarrojos, desembarcan en la isla báltica de
Rugen. Van provistos de los aparatos de radar más perfeccionados. Estos aparatos son
todavía raros en esta época, y están repartidos en los puntos neurálgicos de la defensa
alemana. Pero las observaciones que van a realizarse en la isla de Rugen son
consideradas, por el alto Estado Mayor de Marina, como de importancia capital para la
ofensiva que Hitler se apresta a desencadenar en todos los frentes. No bien hubieron
llegado, el doctor Fisher apuntó los aparatos al cielo, en un ángulo de cuarenta y nueve
grados Salta a la vista que nada hay que detectar en la dirección elegida. Los otros
miembros de la expedición creen que se trata de un ensayo. Ignoran lo que se espera de
ellos. Más tarde les será revelado el objeto de la expedición. Desconcertados,
comprueban que los aparatos siguen apuntando en la misma dirección durante muchos
días. Entonces se les da esta explicación: El Führer tiene buenas razones para creer que
la Tierra no es convexa, sino cóncava. No habitamos en el exterior del Globo, sino en su
interior. Nuestra posición es comparable a la de las moscas que andan por el interior de
una esfera. El objeto de la expedición es demostrar científicament e esta verdad. Gracias
a la reflexión de las ondas del radar, que se propagan en línea recta, se obtendrán
imágenes de puntos extraordinariamente alejados en el interior de la esfera. El segundo
objeto de la expedición es obtener, por reflexión, imágenes de la flota inglesa anclada en
Scapaflow”
1
Año: 2007
País: USA
Objetivo: Tierra Hueca
Se anuncia por enésima vez una expedición a la tierra hueca, que por diversos
problemas en especial de índole económico, es aplazada año a año. La idea parte de un
grupo de exploradores norteamericanos, en su mayoría practicantes mormones, quiénes
creen que la famosa tribu perdida de Israel reside en las entrañas del Polo Norte, donde
mora el Rey del Mundo, representante de Dios en la Tierra. Esta idea toma como fuente
primaria, además de los pasajes bíblicos, un libro que se conoció a principios del siglo
XX, Smoky God. Un viaje al interior de la tierra, relato de Olaf Jansen, pescador
noruego que junto a su padre pasó dos años en esas tierras desconocidas. Por medio de
un rompehielos ruso, el Yamal, esperan arribar a ese lugar mítico y comprobar su tesis.
Los pasajeros que quieran participar deberán abonar la módica suma de veinte mil
dólares, un costo menor si se piensa en los beneficios.
¿Por qué una idea que en 1942 no tuvo un final feliz, como después veremos, es
retomada 65 años más tarde? ¿Hastío de la modernidad? ¿Fastidio con la ciencia que
niega su existencia? ¿Es realmente la Tierra Hueca y su secreto es escondido por las
potencias? ¿O es que tal vez nuestros libros están caducos y necesitamos fabricar
nuevas respuestas?
La Tierra no es hueca, dicen los especialistas, pero si no lo es, ¿por qué algunos
no creen? En la historia de la Humanidad siempre existieron inconformistas, individuos
que se negaron a aceptar hechos incuestionables y propusieron nuevos caminos.
Algunos se adelantaron a su tiempo, otros sucumbieron ante los cambios, no se
adaptaron. Pero hubo un tercer grupo que se decidió a resistir y alzó su bandera en
contra de las posturas vigentes. ¿Es este el caso de los sostenedores de la teoría de la
Tierra Hueca?
Después de leer el próximo informe, el lector decidirá.
2
JOHN CLEVES SYMMES
Un rebelde en la corte de las Trece Colonias
Remontémonos a 1823. Ese año “el representante de Kent ucky, Richard Johnson
que llegaría a ser vicepresidente de los Estados Unidos, se levantó en la Cámara, para
presentar, respetuosamente una instancia en la que se pedía que el Congreso costeara
una expedición al centro de la Tierra; y, al instante, volvió a imperar el bullicio en la
asamblea”. Aunque la moción sonara a broma, ya llevaba cinco años dando vueltas por
el territorio norteamericano. El impulsor de la propuesta era un capitán retirado, John
Cleves Symmes, que combatió a los británicos en la Guerra de la Independencia.
“Yo declaro que la tierra está vacía y que su interior es habitable; que contiene
un cierto número de esferas concéntricas, sólidas, una dentro de la otra, y que tiene una
abertura de doce a dieciséis grados en el polo. Empeño mi vida en apoyo de esta verdad
y estoy dispuesto a explorar el hueco, si el mundo quiere sostenerme y ayudarme en tal
empresa. John Cleves Symmes, de Ohio, antiguo capitán de infantería. Tengo preparado
para la prensa, un tratado sobre los principios de la materia, donde doy pruebas de la
proposición anterior, explico varios fenómenos y revelo el “secreto dorado” del doctor
Darwin. Mis condiciones son el patrocinio de esto, y el nuevo mundo lo ofrezco a mi
esposa y sus diez hijos. Elijo como protectores, al doctor S.L. Mitchel, a Sir H. Davy y
al barón Alexander von Humboldt. Invito a un centenar de bravos compañeros, bien
equipados, a partir desde Siberia, en la estación otoñal, con renos y trineos, para avanzar
en la superficie del mar helado; doy mi palabra de que encontraremos una cálida y rica
tierra, llena de florecientes vegetales, y de animales, si es que no hay hombres, al llegar,
un grado hacia el norte de latitud 82; regresaremos durante la primavera siguiente. J. C.
S”.
Cuando Symmes escribe ese panfleto
apasionado en defensa de la Tierra Hueca, ya
se encuentra retirado de sus actividades
militares, disfrutando de una apacible vida
hogareña que por lo visto lo aburría. Ni los diez
vástagos que tenía a su cargo, ni al parecer su
esposa lograban aplacar el espíritu del indómito
capitán, que invirtió sus últimos años en tratar
de interesar a sus compatriotas acerca de este
tema.
Su creencia en la posibilidad de
oquedades polares comenzó con la compra de
un telescopio para observar los planetas.
“Estudiaba mapas y dibujos de Saturno, y llegó
a la conclusión de que el hecho de que haya
anillos alrededor de aquel astro, establece que
el principio de las esferas concéntricas, o de los
planetas huecos, existe realmente. Juzgó que Isaac Newton había incurrido en un error,
y que una atmósfera llena de un elástico fluido aéreo o de unas esferas de éter, huecas,
microscópicamente invisibles, explican la gravedad: El fluido aéreo crea, en vez de una
fuerza arrastrante, una impelente, que es principio real de la gravedad. Opinó también
que la materia informe tomaba, en rotación, la forma esférica, y por consiguiente, una
masa nebulosa en rotación, como lo era nuestra tierra durante su proceso formativo, no
3
asumiría la forma de una esfera sólida, sino, más bien, la de esfera hueca”. Para
sustentar esta visión se adentró en cierto tipo de lectura esbozada por algunos autores
partidarios de su querida teoría. Estudió a Burnet “que creía que la tierra había sido,
anteriormente, un pequeño núcleo, cubierto de petróleo, al cual se había adherido el
fluido de la atmósfera, formando así la corteza terrestre. Otros escritos fueron los de
Woodward “que afirmaba, que la tierra está formada por distintos estratos, dispuestos en
lechos concéntricos, como las capas de una cebolla”. De Whiston extrajo “que la tierra
había sido originada por un cometa, y que en el cometa se formado un abismo líquido,
el cual había sido cubierto después por una corteza, de modo que, en su aspecto final, la
tierra se parecía a la yema, a la clara y a la cáscara de huevo”.
Aunque estos autores colmaban sus expectativas, Symmes indagó aún más en el
pasado y encontró que en 1692, el famoso astrónomo Edmund Halley, descubridor del
cometa que lleva su nombre, esbozó “que debajo de la corteza terráquea había un vacío,
dentro del cual giraban tres planetas del tamaño de Venus, Marte y Mercurio. Halley no
estuvo solo ya que poco después el famoso matemático alemán Leonard Euler agregó a
las observaciones del británico una pequeña modificación unificó los tres pla netas en
uno solo, “al cual dio luz de día y una avanzada próspera civilización”. Esta corriente
sería seguida por Cotton Mather “habló de un universo interior” y “dos décadas más
tarde, el barón Holberg escribió una novela en la cual el protagonista caía dentro de la
tierra, para descubrir allí un sol y un sistema solar, y convertirse él mismo, durante tres
días, en un satélite girante”. Uno de los últimos científicos en unirse a Halley y Euler
fue el escocés Sir John Leslie “célebre por sus investigaciones sobre la radiación,
especuló acerca de una tierra hueca, provista de dos resplandecientes planetas,
semejantes al sol, llamados Proserpina y Plutón”.
Symmes carecía del don de la oratoria, pero
recorrió el país brindando algunas Conferencias
ante un público ávido por novedades. En 1820 se
dio a conocer “Symzonia: un viaje de
exploración”, que fue editado por la casa editora J.
Seymour (New York) y firmada por un tal Adam
Seaborn. “Esta divertida obra de ciencia ficción era
una parodia de Symmes, de su hipótesis, y de su
expedición en proyecto. En el relato, el autor, en
prime ra persona, inspirado por Symmes, prepara
una exploración de las regiones polares, con el
pretexto de cazar focas. Al acercarse al lugar
donde se encuentra el “gélido cerco” que conduce
al mundo interior, la tripulación descubre en una
isla, los huesos de un monstruo. Antes que la
dotación pueda amotinarse, el capitán deja que su buque de vapor sea rápidamente
arrastrado, por fuertes corrientes, hacia el sur. No tardan en hallarse dentro de la tierra.
Symzonia. En su metrópoli, el capitán y sus hombres dan con una raza albina de seres
humanos, vestidos con ropas blancas como la nieve, y que hablan un musical lenguaje.
Symzonia, iluminada por dos soles y dos lunas, es una utopía socialista. El pueblo
albino, regido, por un individuo superior, vive prósperamente, posee oro y dispone de
avanzados inventos, tales como dirigibles armados con lanzallamas que arrojan gas
encendido a una distancia de un kilómetro y más. Celosos por mantener su régimen, los
symzonianos obligan al capitán y a su equipaje a que regresen al mundo exterior, más
4
avaricioso”. Muchos consideran que tras la fachada de Adam Seaborn se esconde la
pluma del mismo Symmes. ¿Ridiculizándose así mismo? ¿No será tal vez que debemos
pensar en un verdadero ataque lanzado por algunos detractores que despreciaban sus
teorías? Salvo que el capitán tuviera un sentido del humor a toda prueba, eso haría que
los rumores que lo describen como un hombre de mal genio “que se encendía
rápidamente en presencia de una situación ridícula, y que su falta de paciencia no le
permitía coordinar, de una manera ordenada y minuciosa, sus radicales ideas”, no
tuvieran ningún fundamento. ¿O sí? 1
Uno rico empresario James MacBride se convirtió en su “padrino y
colaborador”, quién adaptó sus investigaciones en un libro Symmes’ Theory of
Concentric Spheres (1826) donde se podía leer: “según el capitán Symmens, el planeta
que ha sido denominado Tierra está compuesto, como mínimo, de cinco esferas
concéntricas, huecas, con espacios intermedios, y una atmósfera alrededor de cada una;
y son habitables, tanto en la superficie cóncava, como en la convexa. Cada una de estas
esferas tiene amplias aberturas en sus respectivos polos. Aunque la ubicación particular
de los lugares donde se cree que existen las aberturas polares, puede que no haya sido
averiguada con absoluta certidumbre, se considera, no obstante que la misma es
aproximadamente correcta; su situación ha sido conjeturada por apariencias que existen
en aquellos lugares; tales que como un círculo o zona que rodea al globo y en la cual no
crecen árboles ni otra vegetación (excepto musgo); las mareas del océano corren en
diferentes direcciones y que, al parecer se reúnen; la existencia de volcanes; las
hinchazones del fondo, en el mar, que son más frecuentes, la aurora boreal que asoma
hacia el lado sur”.
El retirado capitán se convirtió con el tiempo en un personaje peculiar que
provocaba sonrisas por lo bajo, defensores a ultranza y enojosos intelectuales que desde
su irrupción en escena con la idea de una Tierra Hueca no dejaban de criticarle. Eso
explica porque en vida jamás alcanzó los fondos necesarios para llevar a cabo una
expedición, falleciendo a la edad de 42 años (1828) sin lograr su objetivo. Pero su
bandera fue izada por otros. Tan solo un año después de su partida uno de sus más
fervientes discípulo Jeremiah Reynolds logró convencer a un rico empresario Watson,
que a diferencia de Mac Bride que apadrinó a Symmes creyó en la existencia de una
Tierra Hueca, y decidió financiar de una vez por todas el excéntrico viaje al Polo Sur.
Se contrataron dos navíos el Annawan y el Serpa. Pero la aventura casi termina en
tragedia. “Los navíos efectuaron el desembarco a los 82 grados de latitud sur, pero el
grupo que saltó a tierra se extravió y fue salvado, en el instante preciso, de la muerte por
inanición. Después la tripulación amotinada obligó a que los buques pusieran proa a la
patria; se pertrecharon en las costas de Chile, desembarcaron a Reynolds, y siguieron
adelante, para buscar, en la piratería, descubrimientos más provechosos”.
1
Se cree que el verdadero autor es (1764-1835) Nathaniel Ames.
5
Pronto las ideas de Symmes tomarían otra dimensión y
sobrevivirían de mano de algunos de las mentes literarias más
vivaces de su tiempo, que explotarían el tema hasta el hartazgo.
Edgard Allan Poe fue uno de los primeros en tomar la posta.
“El manuscrito en la botella”, “La incomparable aventura de un
tal Hans Pfall” y “Las Aventuras Gordon Pym” son una buena
muestra. En 1864 el escritor francés Julio Verne dedicaría una
de sus mejores novelas al género, “Viaje al centro de la Tierra”,
la única profecía verniana que sus cultores dicen aún no se
cumplió. A esa le seguiría la “Esfinge de los Hielos”. Otro
escritor maldito, Lovecraft legaría “Las Montañas de la
Locura”. Edgard Rice Burroughs, creador de Tarzán, imaginó
en su novela “En el centro de la Tierra a Pellucidar”, un continente perdido en el interior
del planeta con acceso por el Polo Norte.
En 1868 se da a conocer “Un globo hueco”, del profesor W.F. Lyons, que
retomaba la idea de Symmes aunque desconociendo su nombre de las obras consultadas
característica que muchos autores imitarían. Consciente de tal omisión Americus
Vespucius Symmes, uno de los diez hijos del desaparecido militar publica (1878)
“Teoría de las esferas concéntricas de Symmes, que demuestra que la tierra es hueca, su
interior habitable, y con espaciosas aberturas en los polos”. “Esta colección fue
publicada por Bradley and Gilbert, de Louisville. Aunque Américo acredito a su padre
como autor absoluto del texto, e hizo constar que él era únicamente un compilador, en
realidad compuso una colaboración original para el volumen. Symmes había afirmado
que bajo la tierra existía una civilización. Americus no fue capaz de resistirse a dar más
detalles. Esta civilización, dijo, no era otra que la de las diez tribus perdidas de Israel,
que habían sido localizadas por otros en zonas tan distantes como México y la
Atlántida”.
Con el comienzo del Siglo XX, el legado de Symmes cruzaría los océanos y
ganaría partidarios, que esparcirían el evangelio de la Tierra Hueca por todo el mundo.
6
REED, EMERSON, GARDNER Y OTROS
¡La Tierra es Hueca, Hueca, Hueca!
Uno de los primeros evangelistas en
retomar las teorías de Symmes fue William
Reed, que en 1906 publicó “El fantasma de los
Polos”. Plagado de referencias científicas, y
nutrido de una amplia bibliografía con especial
énfasis en los trabajos publicados por los
exploradores del Ártico, el libro alcanzó la
categoría de culto entre los seguidores de la
Tierra Hueca, y se convirtió en un material de
referencia obligatorio para los demás estudiosos
del tema.
Escribiría Reed “la tierra es hueca o no
es ¿Qué pruebas hay de que no sea hueca?
Absolutamente nada lógico y pormenorizado.
Por el contrario: todo lleva a creer que es
hueca. Si lo es realmente y si en su interior hay
volcanes en actividad, ¿no deberíamos divisar
grandes resplandores reflejados en los
témpanos y en las nubes, así como otros
grandes fuegos reflejan la luz? ¿No tendríamos
que ver grandes nubes de humos y de polvo,
análogamente a lo que sucede con otros volcanes en actividad? Es precisamente eso lo
que han testimoniado todos los exploradores:
nubes oscuras y bajas que afloran en el mar o que
flanquean los témpanos”. // “Si la Tierra fuera
hueca ¿una vez que se ha penetrado en la abertura
polar no debería hacer más calor en invierno y más
fresco en verano? Son los exploradores árticos
quiénes afirman que el viento del norte, en
invierno, hace subir la temperatura, en tanto que al
sur se mantiene más baja. En verano, en cambio, el
viento del sur hace subir la temperatura, que el
norte se mantiene más alta. Exactamente, lo que
ocurriría si los vientos procedieran del interior de
la Tierra. Además, si la Tierra es hueca, no puede
ser redonda, ya que la abertura proporcionalmente
a su propia extensión, le restaría parte de su
redondez. De cualquier modo, todos concuerdan en
que la Tierra es achatada en los polos. Además se
torna más templada cuando se va hacia el norte o
el sur ¿Se trata de esto? No hay sino una respuesta:
que la Tierra es hueca, más cálida en su interior que en el exterior. El viento que sopla
en verano entibia la atmósfera a medida que uno se aproxima al norte. Si la Tierra fuera
sólida, ni la ciencia ni la razón podrían proporcionar una explicación racional del mayor
calor existente más al norte. Todas las teorías conocidas se oponen a tal conclusión.
Cuanto más pronto se adopte la teoría según la cual la Tierra es hueca, tanto más pronto
7
se resolverán las cuestiones más complicada, el espíritu se gratificará con ese inmenso
placer que representa el triunfo de la razón”.
Además de este pensamiento Reed proponía doce preguntas en el “Fantasma de
los Polos”, que reafirmaban su posición, algunas de las cuales versaban sobre:
§
§
§
§
§
§
§
· Ausencia de sol durante los largos inviernos árticos
· Funcionamiento anormal de la brújula en el extremo Norte
· Superación del anillo que delimita la abertura polar e ingreso en el interior de la Tierra
· Rocas en los témp anos, nieve de color, polen y polvo en el extremo Norte
· Mar abierto en el extremo Norte
· ¿Por qué hace más calor cerca de los Polos?
· ¿Cuál es la causa de la coloración de las nieves del Ártico?
Dos años más tarde vería la luz (1908) “El Dios
humeante o un viaje al interior de la Tierra” de Willis
George Emerson. Relato en formato novela, el escritor
afirmaba que basaba su historia en un hecho real acaecido en
1829 protagonizado por un pescador noruego, Olaf Jansen,
que junto a su padre lograron penetrar en tierras
desconocidas del Polo Norte. Según narra Emerson, Jansen
le legó un manuscrito y mapas de su aventura polar, poco
antes de morir. Allí se afirma que en esa cavidad intraterrena
habitan gigantes vegetarianos con edades de entre 400 a 800
años. En su interior hay un sol brumoso y la relación agua
tierra es lo contrario a la existente en la superficie como si se
tratase de una negativo de nuestro propio mundo “Poseen un
altísimo nivel científico. Están en condiciones de trasmitirse unos a otros el
pensamiento, utilizando un cierto tipo de radiaciones; además, disponen de fuentes de
energía más potente que la electricidad”. Su
lenguaje se parece al sánscrito, y se trasladan de una
ciudad a otra en un tren tipo monoraíl, que funciona
con volante antigravitacional. Los gigantes serían
descendientes de las 10 tribus perdidas de Israel, y
vivirían en Jehu. En otras de sus ciudades, Edén,
residiría el rey del mundo, cuya capital es
Shamballah.
El libro de Emerson inspiraría posteriores
descripciones del mundo intrataterreno, y marcaría
el modelo a seguir. Su fascinante combinación de
tecnología de avanzada con misticismo religioso
sería continuada por varias autores.
En 1913 aparece el libro de Marshall B.
Gardner 2 , “Viaje al Centro de la Tierra o ¿Los polos
2
En el momento de la publicación de su libro Gardner trabajaba como empleado en una compañía corsetera de
Illinois y se costeó su propia impresión.
8
han sido realmente descubiertos? “Retomando el camino trazado por Reed, el trabajo de
Gardner resumía “veinte años de investigaciones basados en los informes de los
exploradores árticos y en las observaciones astronómicas”. Aunque los escritos
presentados se volvían más complejos, con el objeto de ganar más adeptos a la causa de
la Tierra Hueca, la idea central de Symmes perduraba por más que se la intentara
ridiculizar. Gardner “consideraba a su predecesor como un mero chiflado” // “y
despreciaba los planetas internos de Symmes”. Sin embargo su inmenso tratado de casi
cuatrocientas cincuenta páginas no escapaba a la visión general vaticinada por Symmes,
que Gardner también reproducía pero en mayor escala.
Decía: “que la Tierra es una conchilla vacía cuya corteza externa tiene un
espesor aproximado de 800 millas y cuya abertura
polar mide alrededor de 1.400 millas de diámetro.
Afirma que los mamuts proceden del interior de
la Tierra, donde viven aún, y que los animales
gigantescos hallados en la región polar no
pertenecen a especies extinguidas en la
prehistoria sino existentes todavía: quedaron
congelados en el momento de pasar por la
abertura polar. Siempre en apoyo de su teoría de
que la Tierra es hueca y posee un sol central3 ,
Gardner destaca que los pájaros y los animales, en
invierno, emigran hacia el norte, para hallar una
temperatura más templada. Agrega asimismo, que
a medida que los exploradores se aventuran hacia
el polo norte el clima se torna más cálido, en
particular una vez superado el paralelo de 80º.
Los vientos procedentes del extremo norte tornan
el aire más tibio. Por la misma causa, las aguas
del mar, siempre en el extremo norte, en vez de estar congeladas, se mantienen líquidas.
Gardner se ocupa más adelante del polen rojo hallado en los témpanos y ventisqueros,
como así también de los detritos vegetales arrastrados por las corrientes tibias
procedentes del norte”.
Los escritos de Gardner así como los de Reed, profesaban un acercamiento
científico del tema; no obstante solo hipotetizan a bases de las observaciones realizadas,
y evitan pronunciarse sobre una futura exploración que comprobara sus teorías. Sin
embargo sus trabajos dejarían una profunda huella y grandes interrogantes, que
alimentarían las ansias por buscar esas tierras más allá de los Polos. Con el
advenimiento del Nazismo, la teoría de la Tierra Hueca tomaría un nuevo giro,
inscribiéndose en las páginas de historia como uno de los sucesos más insólitos
registrado durante la Segunda Guerra Mundial
3
“La más elevada temperatura existente en la zona de orificio polar y la aurora boreal se explican, según Gardner,
por la fuente de calor constituida por ese sol; Reed, en cambio atribuía dicho fenómenos a las erupciones volcánicas. Un sol
central fuente de calor y de luz, torna posible la existencia de vida humana en el interior de la Tierra. También Reed creía en
esta vida, peso a que no lograba explicar un solo central como fuente de aque lla luz, sin la cual la vida sería imposible.
Gardner se remite también a los datos de la observación astronómica para demostrar que no sólo la Tierra sino también
todos los demás planetas son huecos en el interior y poseen un solo central. Gardner vincula estas características con la
formación originaria de los planetas”.
9
RADARES APUNTANDO A LA NADA
Cuando los nazis negaron la redondez de la Tierra
¿Qué lleva a un país como Alemania, a interesarse por la teoría de la Tierra
Hueca en medio de los avatares de la Segunda Guerra Mundial? ¿Una escapada ante
tanto horror? ¿O para satisfacer una ciencia propia, que buscaba diferenciarse del
materialismo racionalista imperante en esos días al que despreciaban? Tal vez los sabios
alemanes estaban en posesión de secretos ignorados por la gran masa restante, en
especial la de sus enemigos, y es por eso que pudieron convencer a los grandes Jerarcas
de su partido que financiaran la expedición a la Isla Báltica de Rugen, que como
sabemos culminó en fracaso.
Es probable que mucha de la literatura bibliográfica antes mencionada sobre la
Tierra Hueca influenciara en gran medida a los inquietos alemanes que se lanzaron a la
aventura. Pero nuestro estudio revela otros escritos, fuentes no menos importantes y que
fueron utilizados como modelos para dar validez a su loca teoría.
La elección nazi recayó en un escritor de origen norteamericano, Cyrus Read
Teed, un descarriado alquimista que seducido por la doctrina de la Tierra Hueca,
retomaría una vez más la cruzada iniciada por Symmes.
Cyrus Read Teed nació en 1839 en el estado
de Nueva York. Durante su juventud fue integrante
de los cuerpos médicos del ejército norteamericano.
“Teed era un espíritu de gran erudición,
especializado en el estudio de la literatura alquimista.
Un día de 1869 mientras trabaja en su laboratorio
manipulando
electricidad sufrió
un shock y se
desmayó. Durante
ese
período
de
inconsciencia
fue
preso de una visión
divina, “un ángel
con aspecto de bella
mujer”, diría, le
reveló “una nueva conciencia espiritual”. Según Teed él
era un Mesías “reencarnado, y su misión consistía en
reunir a los 144 mil creyentes que con él esperarían
confiados el Juicio Final”. Cyrus se convirtió en
Koresh, su equivalente en hebreo y de inmediato fundó
el Movimiento de Unidad de Koreshan4 . Sus intereses
científicos también sufrieron una mutación, ya que muy pronto pasó a proclamar que “la
auténtica cosmogonía consiste en el hecho de la que tierra es una esfera vacía dentro de
4
El Movimiento de Unidad Koreshan tuvo una gran cantidad de seguidores. En 1874 estableció en Estero, Florida (USA),
la colonia Nueva Jerusalén. La comuna contaba con panadería propia, imprenta, y trabajaban en la construcción de viviendas para la
región. Además de la creencia en la Tierra Hueca, eran partidarios de la reencarnación, inmortalidad, celibato y comunismo. Su gran
auge fue entre los años 1903 hasta 1908.
10
lacual está contenido el universo 5 ”. Su nuevo discurso dio paso a (1905) “Cosmogonía
Celular o la Tierra una esfera cóncava”, una extensa obra donde se leía que para Teed
“los seres humanos viven por dentro del planeta, no en el exterior. La gravedad ahí no
existe, y los humanos son contenidos en el lugar debido a la fuerza centrífuga. El sol es
un aparato a pilas gigantesco, y las estrellas meras refracciones de su luz”.
Regularmente Teed editaba La Espada de Fuego, una especie de boletín que se
distribuía entre sus partidarios. Su movimiento llegó a contar con 4.000 miembros.
Koresh predicaba la Reencarnación y anunció que volvería de la muerte. Una vez que se
produjo su fallecimiento en 1908 sus seguidores no lo enterraron, sino que dejaron su
cuerpo reposara en una tiña de baño, pensando que no se descompondría. “Después de
varios días, funcionarios locales de salud forzaron a sus acólitos a darle sepultura”.
Aunq ue Koresh no pudo cumplir su promesa de resucitar en vida, sus ideas
sobrevivirían a la corrupción de la carne, y harían mella en la belicosa Alemania de la
Segunda Guerra.
Veamos.
Cuenta la historia que “al terminar la guerra de 1914, un joven aviador alemán,
prisionero en Francia, Peter Bender, descubre unos viejos ejemplares del periódico de
Teed, “La Espada de Fuego”, así como unos folletos de propaganda de la Tierra Hueca.
Atraído por este culto e inspirado a su vez, concreta y desarrolla esta doctrina. De vuelta
en Alemania, funda un movimiento, el Hohl Welt Lehre”.
Además de Teed, Bender recurre al enciclopédico trabajo de Marshall Gardner.
Tiempo después el renovado e inspirado
piloto enuncia: “la Tierra es una esfera de la misma
dimensión que en la geografía ortodoxa, pero es
hueca y la vida se halla adherida a la superficie
interna por efectos de ciertas radiaciones solares.
Más allá, se extiende la roca hasta el infinito. La
capa de aire, en el interior, tiene un grosor de
sesenta kilómetros; después se enrarece hasta el
vacío absoluto del centro, donde se encuentran tres
cuerpos: el Sol, la Luna y el Universo fantasma.
Este Universo fantasma es una bola de gas azulado,
en el cual brillan unos granos de luz que los
astrónomos llaman estrellas. Cuando esta masa azul
pasa por delante del Sol, cae la noche sobre una
parte de la concavidad terrestre, y la sombra de
aquella masa sobre la Luna produce los eclipses.
Creemos en un Universo exterior, situado encima de
nosotros, porque los rayos luminosos no se
propagan en línea recta: son curvos, a excepción de los infrarrojos”.
5
Según Teed una de sus fuentes para esta nueva concepción eran los pasajes del profeta Isaías, capítulo cuarenta versículo
doce, donde se aludía a una nueva cosmogonía celular “la Tierra es la superficie de una esfera rocosa infinita”.
11
Los nazis abrazaron los trabajos de Peter Bender, a los que siguieron escritos de
Johannes Lang, Karl Neupert y Fritz Braun. Durante los años 30’ la teoría de la Tierra
Hueca fue tema que apasionó a cierta cúpula del partido nacionalista y que con el
ascenso al poder pasó a engrosar una de las tesis que desafiaban la lógica reinante, y
como una manera de contradecir a Einstein, a quién despreciaban por su condición de
judío y quién debió emigrar a EE.UU.
Tanto entusiasmo generó la idea
de Bender, que tres años antes de
finalizar el conflicto con los aliados,
Alemania envió una expedición a la Isla
de Rutgen, pormenores citados al
comienzo de nuestro informe. Heinz
Fisher uno de los científicos que
participó del fallido experimento, y que
luego trabajaría con los americanos
relató que “los nazis me hacían realizar
un trabajo de locos, lo que entorpecía
considerablemente mis investigaciones”.
Un astrónomo del observatorio de
Monte Palomar Gerard S. Kuiper escribía en “Popular Astronomy ” que “en ciertos
medios importantes de la Marina y de la Aviación alemanas, creían en la teoría de la
Tierra cóncava. Pensaban que les resultaría particularmente útil para señalar la posición
de la flota inglesa, y que la curvatura cóncava de la tierra, permitiría observaciones a
gran distancia por medio de los rayos infrarrojos, menos curvados que los rayos
visibles”.
Con la operación fracasada en Rutgen, el entusiasmo inicial demostrado hacia la
causa de la Tierra Hueca se abandonó, siendo reemplazado por un creciente malhumor
que creció hasta convertirse en venganza. “La autoridad de Bender, a los ojos de los
dignatarios nazis, decreció a pesar de la protección de Goering que sentía afecto por el
antiguo héroe de la aviación” // “Bender fue arrojado a un campo de concentración,
donde murió. La Tierra cóncava tuvo así a su mártir”.
Hans Hörbiger (1860-1931) 6 fue otro de los impulsores de la Tierra Hueca.
“Algunos de sus seguidores formaban parte de grupos de aficionados a los cohetes que
lanzaban sus ingenios en las afueras de las grandes ciudades. Sus ideas habían calado
tan hondo que a finales de ese año la Sociedad para Vuelos Espaciales —en Berlín—
decidió comprobar una de sus insólitas teorías: la de la Tierra hueca. Según esta
hipótesis la superficie de la Tierra se encuentra en el perímetro interior de una esfera
hueca, el Sol está situado en el centro de la cavidad y la tierra se extiende infinitamente
por debajo de nuestros pies en todas direcciones. Sería algo así como imaginarse el
mundo al revés.
6
Se creía un nuevo Copérnico, y fue el creador de una teoría denominada Hielo Eterno o Cósmico (Wel Welteislehre) una
especie de nueva cosmogonía glaciar, que intentaba explicar el funcionamiento del Universo, en contradicción con las tesis oficiales.
12
Se eligió la ciudad de Magdeburgo para
realizar la experiencia. Se lanzarían los dos cohetes
que en ese momento tenían disponibles con la
esperanza de que alguno de ellos ascendiera verticalmente hasta llegar a las antípodas de nuestro
planeta. Increíble pero cierto. El primer cohete se
elevó tímidamente por encima del cobertor de hierro
que parapetaba toda la estructura de lanzamiento, y
poco más hizo que detenerse y caer al suelo. La
segunda tentativa fue más prometedora; el cohete se
elevó con mayor brío alcanzando unos metros hasta
que se desvió y comenzó a volar vertiginosamente en
horizontal sobre los atónitos testigos, que vieron
cómo caía en un labradío cercano. El disparatado
experimento había concluido y la errónea teoría de
Horbiger quedaba sin demostración”.
En la redacción de este Capítulo no podemos dejar de mencionar, que dentro de
la cúpula nazi funcionaba “La Sociedad de estudios para la antigua historia del espíritu
(Deutsche Ahnenerbe)” mejor conocida como la “Herencia de los Ancestros”, que
también se interesó por el tema de la Tierra Hueca. Una de sus ramificaciones más
famosa fue “Sol Negro”, que tuvo como objetivos “buscar las entradas al mundo
subterráneo y poner en marcha proyectos secretos en cuanto a tecnología de avanzada”.
Pero de este tema invitamos al lector a remitirse a nuestros anteriores trabajos que
consignamos en la bibliografía final.
Antes de concluir, se hace necesario hablar de
dos autores literarios que también tuvieron una
influencia capital en el desarrollo de la teoría nazi sobre
la Tierra Hueca. Hablamos de Bulwer Lytton.
Edward Bulwer Lytton (1803-1873), fue uno de
los escritores ingleses más reconocidos en la época
victorina, que alcanzó fama con (1834) “Los últimos
Días de Pompeya”. Fue integrante de dos famosas
escuelas esotéricas, Rosacruces y Golden Dawn, que
fueron de gran influencia en su literatura posterior. Uno
de esos legados sería (1870) “La Raza Futura”7 o mejor
conocida como “Vril: el poder de la raza venidera”.
7
Una versión que circula sobre este libro da cuenta que Lytton “se hallaba realizando una especie de retiro meditativo en
una localidad de los Alpes italianos -cerca de Bérgamo- en el año 1842. Un día de verano un seis de julio, se encontró con uno de
estos extraños seres humanos del subsuelo. Mantuvieron una cierta comunicación telepática, y ella ante los ojos asombrados del
escritor, este ser le trasmitió detalles e información de cómo era su sociedad inmersa en las grutas montañosas. Luego se
despidieron. Bulwer Lytton nunca se introdujo en esas grutas ni conoció personalmente esa cultura y civilización, pero le sirvió de
inspiración”. ¿Cuento o realidad?
13
El libro cuenta la historia de un norteamericano,
de nombre anónimo “que en un año no especificado de
principios del siglo XIX llega a Inglaterra y es
conducido a una excursión por unas minas; allí se
entera de una leyenda según la cual uno de los túneles
conduce a unos misterioso mundo subterráneo”. // “El
protagonista descubre la existencia de una civilización
desconocida, la Vril-Ya, en el subsuelo profundo de la
tierra. Esta civilización está mecanizada y altamente
desarrollada tecnológicamente. La sociedad es
comunal, aunque desigual. Lo inquietante es que el
elemento que crea el equilibrio de esas sociedad es un
arma como un revólver llamada Vril. Para Lytton el
Vril “puede ser utilizado para ampliar la conciencia de
la mente y permitir la transferencia de pensamiento de
una persona a otra por medio del trance o visión. Dice que este líquido que en todo
penetra, es el mayor poder sobre todas las formas de la materia, ya sea esta animada o
inanimada. Puede destruir con la velocidad del rayo y se la puede disciplinar; aplicad o
de modo diferente es capaz de vigorizar o recuperar la vida, curar y conservar. Al
narrador le dicen que la fuerza puede utilizarse para cortar el diamante así como
dirigirla para destruir el enemigo. Le enseñan una vara que regula el Vril y aprende que
el fuego alojado en el hueco de la vara dirigida por un niño podría echar abajo la
fortaleza más poderosa y abrirse un camino ardiente desde la vanguardia a la
retaguardia en un campo de batalla.
Otros usos del Vril son como fuente de propulsión para sus ingenios volantes,
vehículos de tierra, mar y aire comunes en .los reinos subterráneos”. Los vril- Ya son
una comuna vegetariana, de gran longevidad, y cuyo propósito final es invadir la raza de
la superficie.
Nuevamente encontramos en la Raza Futura elementos comunes e influencias
similares. El narrador anónimo es de origen norteamericano, los Vril –Ya son
vegetarianos y longevos, cuestiones todas que remiten al legado de Symmes. Quizás el
gran mérito de Lytton fue la introducción del Vril, catalizador de origen eléctrico
desconocido en nuestro mundo. Para entender este concepto hay que investigar las
afiliaciones espirituales ya mencionadas del autor, tan en boga por esos días.
En la Alemania de Hitler la Raza Futura originó la creación de “una sociedad
oculta”, que se conoció como la Logia Luminosa o Vril. Según relatara Willy Ley
“brillante científico de los fenómenos espaciales, que se encontraba en Berlín en aquel
tiempo y que huyó de Alemania en 1933” // “los miembros de la Logia creían tener el
conocimiento secreto de la fuerza Vril, y esperaban que ella les permitiera convertirse
en los iguales de la raza escondida en el interior de la Tierra. Habían desarrollado
métodos de concentración y un sistema total de gimnasia interna con la que podrían ser
transformados”.Según Ley el poder Vril sería similar a la “energía inherente de nuestros
cuerpos, de la que sólo utilizamos una diminuta proporción en nuestra vida diaria”.
14
Para los sabios hindúes en cambio, la energía Vril 8 es la Kundalini, identificada
como una serpiente enroscada que duerme en el hombre. “Es la fuerza microcósmica de
energía universal; o dicho más simplemente, el gran almacén de energía estática y
psíquica potencial que existe en forma latente en todo el ser. Es la manifestación más
poderosa de fuerza creativa que hay en cuerpo humano”. La Kundalini “puede ser muy
útil si se la emplea bien, pero extremadamente peligrosa, si se la despierta sin los
debidos cuidados y atenciones”.
Según “los documentos nazis capturados tras la caída del Tercer Reich indican
que Hitler y sus partidarios lanzaron varias expediciones en búsqueda de una entrada al
mundo interior. Geógrafos y científicos alemanes recibieron la orden de encontrar un
túnel que condujera a los Vril-Ya (como se denominó entonces a ese pueblo oculto). Se
revisaron los planes de minas alemanas, suizas e italianas para ubicar posibles pozos, e
incluso Hitler ordenó a un coronel de inclinaciones intelectuales que investigara la vida
de Lord Bulwer Lytton, con la esperanza de conocer donde, y cuando el autor había
visitado el mundo de los Vril-Ya”.
8
“La idea de lo que es la fuerza Vril, es semejante a lo que imaginamos del corazón en nuestro cuerpo. El Vril semeja la
cavidad del corazón, su fuerza oculta, considerada como centro del ser, como el interior del huevo del mundo. Y tiene por supuesto
una relación muy directa con el culto de las cavernas de los antiguos habitantes de América”.
15
EL EXTRAÑO PERIPLO DEL ALMIRANTE
RICHARD E. BYRD
Después del fracaso nazi en su intento por comprobar la realidad de su
existencia, la teoría de la Tierra Hueca entró en un cono de sombras. En un mundo que
transitaba la Era Atómica, y se despertaba a duras penas de los horrores de la Segunda
Guerra, la mención de la Tierra Hueca no parecía ofrecer más que vagas tesis sin
sustento, siendo considerado un capítulo cerrado, y cuyo tópico se adecuaba mejor al
terreno de la Ciencia Ficción. Pero en menos de dos años, la infame teoría volvió al
ruedo, y lo hizo por la puerta grande, de la mano de un afamado Almirante nativo de
EE.UU, que continuando con la tradición instaurada por Symmes casi un siglo antes,
fue el promotor “involuntario” de su regreso.
Antes de introducir al lector en el caso Byrd, debemos señalar que es a partir de
aquí cuando la palabra conspiración asociada a la Tierra Hueca tiene lugar. En nuestra
investigación de los hechos a exponer, encontramos desconcertantes pistas que apuntan
en una sola dirección, la de manipular el asunto hasta lograr instalar en el público la
falsa idea de un colosal ocultamiento gubernamental, que según dicen, se extendería
hasta nuestros días. Una nueva mirada revela, que la tal mentada conspiración es
producto de la complicidad de autores desencantados y proclives al sensacionalismo,
entremezclados con oscuros personajes de afiliación nazi, donde para éstos un IV Reich
aún es posible.
Quizás si el protagonista de esta historia no contara con credenciales tan
importantes, el asunto se hubiera catalogado como “simple rumor” y de lo más
descabellado, pero como el hombre vinculado a los sucesos de la Antártida no era un
hombre cualquiera, aquello que comenzó como “rumor” abandonó la categoría de
chisme, para transformarse con los años en “una cuestión de estado”.
16
Richard Evelyn Byrd, “nació en Winchester Virginia el 25 de octubre de 1888.
Hijo de una familia de sólida raigambre sureña (era hijo del fundador de Richmond),
Byrd estudió en la Universidad de Virginia para ingresar luego a la Academia Naval de
los Estados Unidos, de la que egresó como guardiamarina a la edad de 24 años de edad.
Aprendió a volar durante la Primera Guerra Mundial y se convirtió en un pionero de la
aviación naval mundial. Su principal preocupación fue diseñar métodos para asegurar el
vuelo sobre aguas abiertas, para la cual numerosos prototipos de instrumental, muchos
de los cuales se siguen utilizando hoy día”. // “En 1925 se le confió el comando del
equipo de vuelo de la famosa expedición ártica de MacMillian”. Un año después “Byrd
y Floyd Bennet informado haber alcanzado el Polo Norte en su famoso vuelo
transpolar 9 desde Spitzbergen”. A su regreso a Estados Unidos, luego de esta importante
hazaña, Byrd recibió elogios, pero también críticas “le recriminaron, en particular, el
regreso a la base antes de haber sobrevolado efectivamente el polo geográfico”.
Evidencias posteriores darían por tierra con las afirmaciones iniciales de Byrd, ya que
en realidad fue el noruego Roald Amundsen el primer explorador en llegar a destino.
“En 1927 atravesó el Océano
Atlántico, desde Nueva Yory hasta llegar a
La Mancha, a continuación del vuelo
efectuado por Charles Lindbergh, unos días
antes”. Para “1928 organizó su primera
expedición antártica, instalando su base en
las bahía de las ballenas y que llamó Little
América”. Luego de recibir el título de
Contralmirante en 1933 retornó a la
Antártica estableciéndose durante “muchos
meses en una estación metereológica
ubicada en la plataforma de Ross. Decidió
quedarse allí para evitar la llamada fiebre
de los campamentos, queriendo estudiar las
aureolas boreales y una serie de fenómenos
metereológicos. Todo este período, transcurridos en la noche antártica a temperaturas
que alcanzaron a menudo los 80º C bajo cero, lo describe en el libro “Alone”.
Luego de esta experiencia en las soledades polares, la reputación de Byrd
aumentó, y le fueron confiadas misiones cada vez más complejas, una de las cuales fue
la Operación High Jump (1946-1947), de vital importancia para los intereses
norteamericanos en la región. Se enviaron “4.700 hombres, embarcaciones y 15 aviones
situados en el portaviones “Philippine Sea”. “El despliegue de tropas comenzó en el
Mar de Ross –al sur de Nueva Zelandia - y llegó hasta el Polo Sur dividido en tres
grupos” //”El grupo principal de reconocimiento aéreo magnético y fotográfico operó
desde una pista continental construída para lanzar aviones DC3, adaptados para vuelos
de largo alcance de relevamiento aerofotográfico”. 10
9
El avión fokker trimotor bautizado”Josephine Ford.”
Se tomaron 70.000 fotografías de la Antártida e islas adyacentes
10
17
Para comprender la Operación
High Jump necesitamos profundizar en
las motivaciones políticas de los
Estados Unidos, finalizada la Segunda
Guerra Mundial.
Los norteamericanos “carecían
de títulos históricos al territorio
antártico y no había presentado
reclamaciones oficiales, absteniéndose
de reconocer las reclamaciones, que
habían hecho los otros países fueran
éstas basadas en el descubrimiento,
derechos coloniales o continuidades o
contigüidad geográfica. Este país
enfatizaba –inicialmente- la necesidad
de tener ocupación efectiva del
territorio aludido, sin siquiera poder
cumplir con esos requisitos ellos
mismos”. Se concentraron “en conocer
más acertadamente los recursos y
riquezas que encerraba el continente y
fortalecer sus aspiraciones frente a las
de
otros
países
europeos
y
latinoamericanos. En cuanto a su
relación con los países antárticos
latinoamericanos, ella se basaba en los planteamientos de la Guerra Fría y la necesidad
de defender el continente frente a la amenaza comunista.”. 11
Teniendo en cuenta este punto ya no resulta creíble pensar “que el propósito
principal de la expedición es el adiestramiento de los hombres en temperaturas glaciares
y determinar lo que pueden lograr los barcos, aeroplanos y equipos, incluyendo en
efecto del disparo de las armas de fuego”, como declararon los miembros de High Jump
ante los medios de comunicación. No existen dudas que el verdadero objetivo fue
Geopolítico, ni más ni menos.
Por eso no resulta extraño que el Almirante Byrd dijera a un diario 12
sudamericano: “no intento asustar a nadie, pero la amarga realidad es que, de ocurrir
una nueva guerra, los Estados Unidos serán atacados por aviones que volaran sobre uno
a ambos polos”. Una observación en concordancia con la época.
11
“En 1947, USA firmó un Tratado de Asistencia Recíproca (TIAR), obligándose a defender el Hemisferio Occidental
incluido el sector antártico- de intromisiones extra-continentales”.
12
Sobre este punto en un foro se menciona que “al leer el microfilm, del Mercurio (Diario de Chile) del 5 de Marzo de
1947 en la biblioteca nacional, el tema ufológico se esfuma, y también en grado menor el asunto de una misteriosa conspiración” //
Lo real y verificable, es que Byrd no menciona objetos voladores (flying object), sino que Estados Undios podría ser atacada por
aeronaves hostiles desde uno o ambos polos, es decir bajo un contexto de guerra fría Byrd profetiza en forma genial y responsable,
la amenaza nuclerar sobre USA, que en el futuro próximo de 1947, sobre polo norte, representaría por parte de la fuerza aérea rusa
con el bombardero radial, por ejemplo un avión cruzando el Pacífico sobre el buque Mount Olympus (difícil en 1947 pero no
imposible). Uno de los participantes se pregunta “¿Por qué esa entrevista no apareció en otros diarios de Australia, USA o de otros
países?”. http://extrados.mforos.com/1278849/3522088-fotografia-satelital-detecta-anomalia-en-la-antartica-highjump/?pag=2
18
Finalizada la Operación High Jump, se sucederían otras expediciones hacia la
Antártida, aunque sin alcanzar la magnitud de ésta última.
La carrera militar de Byrd continuó brillando. Una de sus últimas intervenciones
públicas fue en 1955 cuando comandó la Operación Big Freeze, que “estableció tres
bases permanentes que aún existen y están habitadas: la Base Bahía de las Ballenas, la
Base Mc Murdo Sound y la Base Admunsen-Scott en el Polo Sur. El Almirante Byrd
“murió el 12 de marzo de 1957 a la edad de 68 años, y recibió durante su vida 22
condecoraciones, menciones y citaciones en despachos navales. Nueve de las
condecoraciones fueron al coraje, y dos de ellas por salvar las vidas de otros. También
se le dedicaron en vida tres desfiles en su honor. Entre las medallas recibidas por Byrd
se encuentran la Medalla de Honor de la Marina, la Cruz de Servicio Distinguido (dos
veces), la Medalla del Congreso al Rescate de Vidas, la Cruz de Vuelo Distinguido, la
Legión al Mérito (dos veces) y la Gran Cruz Naval de los Estados Unidos”.
Bien. El lector que sigue el hilo de esta historia, más allá de las curiosidades
redactadas se estará preguntando ¿Cuál es la relación de la Antártida con la Tierra
Hueca? Y segunda inquietud ¿Dónde encaja Byrd en este punto? Pónganse cómodos y
verán.
Todo comienza un año después del
fallecimiento de Byrd. Un tal Francis Amadeo
Giannini que se presenta como filósofo y
científico,
residente
en
Cambridge
(Massachussets), da a conocer un trabajo de su
autoría, (1959) “Mundos más allá de los Polos:
Continuidad Física del Universo”.
Según Giannini “los extremos norte y sur
de la Tierra, desde el punto de vista físico, no
representan límites. La Tierra no puede ser
circunnavegada en el sentido estricto del término.
La afirmación es válida aunque ciertos vuelos
catalogados como vuelta al mundo hayan
contribuido a difundir la errónea idea según la
cual la Tierra puede ser circunnavegada al norte
y al sur.”. Para Giannini los Polos continuarían
en otras tierras y el Planeta mismo formaría parte
de un Universo Paralelo a su vez enlazado con
otro, una eterna continuidad sin fin.
La creencia de Giannini se remonta a 1916, cuando siendo joven se perdió en un
bosque de Nueva Inglaterra donde tuvo una visión. Guiado por una percepción extra sensorial el descubrió que la Tierra no era redonda y que en realidad los Polos no
existían como tales, sólo son meras ilusiones diría. En sus comienzos no creía en la
existencia de la Tierra Hueca, pero la “revelación” lo convenció.
¿Alguna semejanza con Cyrus Teed?
19
Aunque recién pudo presentar su trabajo en 1959, Giannini no era un completo
desconocido, ya que desde 1928 venía dando conferencias en Universidades de Estados
Unidos, aunque sin obtener mucho eco acerca de sus ideas. Para que “Más Allá de los
Polos” viera la luz debió disponer de fondos propios para la edición, ya que nadie se
mostraba interesado en publicar su manuscrito. Podríamos pensar que estamos ante uno
de los tantos libros hasta aquí reseñados, pero la particularidad de la obra de Giannini y
que traza una diferenciación clara en cuanto a estudios anteriores, es que por primera
vez presenta pruebas, “pruebas” que como el lector habrá adivinado, provienen del
desaparecido Almirante Richard Evelyn Byrd.
Giannini fundamenta su hipótesis en dos viajes enigmáticos realizado por Byrd,
a las regiones polares. Asevera, que durante esas travesías se hizo uno de los mayores
descubrimientos mundiale s, que fue silenciado por los Estados Unidos.
Como
primera
fecha se toma el 19 de
Febrero de 1947. 13
Según narra el
escritor, Byrd se adentró
1.700 millas más allá del
Polo Norte, 14 donde se
topó con un territorio
despejado de nieve,
“compuesto
por
montañas,
bosques,
vegetación
lujuriante,
lagos y ríos. Refirió,
además,
haber
vislumbrado, en medio
de un boscaje, un animal
semejante a uno de los
mamuts hibernados por
el Mar Glacial Ártico”.
Para
dar
mayor
verosimilitud
a
su
historia,
Giannini
menciona un sup uesto
radiomensaje que le
trasmitiera a Byrd a
través de la Oficina de
Investigaciones de la
marina estadounidense en New York en el cual le desea “éxito para su empresa”.
Agrega, que “al mismo tiempo, el Almirante Byrd anunciaba por medio de la prensa:
“Q uerría ver la tierra más allá del Polo. Esa tierra es el centro de la Gran Incógnita”.
Durante esa misma época, un mes antes del “vuelo en cuestión, el autor, con la certeza
13
“Hay algunas personas que afirman haber visto un noticiario sobre dicha expedición al Polo Norte, en el que se veían
“sus montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como mamut. Una mujer escribió a Ray Palmer acerca de este noticiario,
asegurando que lo había visto en White Plañís, New Cork, en 1929”. Pero la fecha no coincide con el supuesto primer viaje de Byrd
al Polo Norte.
14 Un vuelo que le insumió siete horas.
20
de que Byrd habría efectivamente llegado más allá de ese punto imaginario que es el
Polo Norte, habría vendido a una agencia internacional de prensa una serie de artículos
sobre dicho asunto”. 15
Nueve años más tarde, el 13 de Enero de 1956, Byrd volvió a efectuar un viaje
de “2.700 millas, partiendo de la base de Mc Murdo, 400 millas al oeste del Polo Sur”,
donde penetró 2.300 millas en una tierra que se extiende más allá del Polo”, según
manifestara luego. Habría dicho: “Nuestra expedición ha encontrado un gran territorio
nuevo”. 16
Como si fuera poco Giannini cita además de Byrd, a otro descubridor, el capitán
George Hubert Wilkins (1888-1958), un explorador polar y aviador australiano, quién
en diciembre 12 de 1929 habría avistado “esas tierras desconocidas”, durante su
estancia en el Polo Sur. 17
Si se esperaba que Más Allá de los Polos causara algún revuelo, eso no
aconteció, el libro pareció condenado de entrada y nadie le prestó mayor atención; pero
cuando ya se esperaba un certificado de defunción, sucedió el milagro, la providencia
apareció y se encarnó en la figura de Ray Palmer.
Nativo de Winsconsin, Ray Palmer (1910-1977),
fue desde su juventud un fanático confeso de la literatura
de Ciencia Ficción. Durante su infancia sufrió un
accidente que derivó en una operación de su médula
espinal, dando como resultado una disminución en su
estatura. Debido a esta particularidad, con el tiempo se lo
reconocería como
el gnomo de las
“pulp fiction”. Su
dedicación
al
género lo llevaría
a dirigir una de las
publicaciones más populares de la década del
30’, “Amazing Stories”, que bajo su tutela
alcanzaría un gran éxito. Para comprender el
interés de Palmer en la obra de Giannini hay
que referirse a Richard Sharpe Shaver.
Cuenta la leyenda que un día
comenzaron a llegar a la redacción de
“Amazing Stories” extrañas cartas escritas por
Shaver quién decía “que a través de su
herramienta de soldadura, había escuchado
durante años las voces de los Deros, extraños
seres obsesionados con el sexo y la tortura, que
15
Según Giannini la Oficina de Informaciones de marina militar le habría realizado una visita después de la publicación
de esos artículos.
16
Marzo de 1956
17
Giannini declaró que estuvo con Wilkins en la expedición que este realizara en 1928 al Polo Norte, un año antes del
pretendido avistamiento. Alega haber ayudado en la confección de la carta de navegación de ese viaje.
21
no lo dejaban en paz. Estas conversaciones habían llevados a Shaver a cometer actos
desesperados que le habían valido pasar temporadas en hospitales psiquiátricos como en
prisión. Y precisamente cuando el estaba en la cárcel, cierto día, una mujer se
materializó ante Shaver y gracias a una tecnología desconocida, lo llevó a conocer un
mundo secreto en el interior de la tierra y también recibió explicación de los orígenes de
esa raza.
De acuerdo con
Shaver, la tierra estuvo
habitada, en algún tiempo
por dos razas parecidas a
los Dioses, los Titanes y
Atlantes,
quienes
construyeron
unas
civilizaciones
monumentales.
Un
cambio en la radiación del
sol obligó a los superseres
a refugiarse debajo de la
tierra, a fin de protegerse
de los rayos del sol. No
obstante, incluso esta
solución resultó solo
temporal y los Titanes y
Atlantes tuvieron que
abandonar tierra, dejando
el planeta en manos de la
inferior raza humana. Algunos de los seres humanos hallaron camino a las cavernas
subterráneas de las superrazas y empezaron a jugar con la maravillosa maquinaria
dejada por estas. Los resultados fueron desastrosos, pues la radiación emanada por las
máquinas afectó a esas personas en algo que Shaver llamó “Detremital Robots” o
“Deros”. Los malvados Deros llegaron a controlar la maquinaria y la utilizaron para
provocar accidentes, desapariciones y toda clase de cosas desagradables en la superficie
de la tierra. Casi todo mal podía atribuirse a las acciones de los Deros. Ahora los Deros
no eran más que idiotas sádicos que poseían la avanzadísima tecnología de los Titanes,
la cual usaban para aumentar sus placeres carnales durante las orgías que celebraban
constantemente ya que era adictos a ellas. También, se decía que los Deros utilizaban
esa tecnología para torturar los humanos que raptaban de la superficie y a lo Teros
(Robots Integrativos) descendientes buenos de los antiguos Titanes, muy inferior en
número que sus degenerados hermanos”.
Valga decir que los relatos de Shaver causaron gran conmoción, y sedujeron a
miles de lectores en todo el país que agotaron las tiradas de “Amazon Stories”. La
mezcla de civilizaciones desaparecidas aderezadas con connotaciones sexuales, resultó
un cóctel explosivo que Palmer utilizó en su provecho, consiguiendo aumentar la
circulación del magazín. Por lo bajo se dijo que si bien la idea era de Shaver, las historia
en sí fue pulida por el propio Palmer. Aunque las ventas se dispararon, la historia de
Shaver fue destrozada por los críticos, y se convirtió con el tiempo en una pesada carga
para los fundadores de “Amazon Stories”, que no soportaron la pérdida de prestigio,
dando por finalizada su relación con Palmer. Ni lerdo ni perezoso, el “gnomo del pulp”,
inició otro proyecto que bautizó “Fate”, centrado en los fenómenos paranormales. La
22
revista tuvo su bautismo de honor cuando en la primavera de 1948, un tal Kenneth
Arnold 18 , “publicó en el primer número de “Fate” su artículo “I did See the Flying
Saucer”. Una vez que la narración de Arnold se conoció, la publicación se agotó de
inmediato. Las repercusiones fueron enormes, y Ray Palmer se transformó en el primer
promotor de temática ovni a nivel mundial, y en uno de sus más fervientes defensores.
Con los ovnis bajo el brazo, Palmer decidió hacer otra jugada, ideando una nueva
revista “Flying Saucers from Other World” (1957), donde el libro de Giannini
encontraría finalmente cobijo. Palmer no tardó en comprender que la tesis de la Tierra
Hueca presentaba un enorme atractivo que bien explotado ayudaría a ganar nuevos
subscriptores. Sin embargo consideró que para que la historia se difundiera con mayor
celeridad, necesitaba incorporar un nuevo elemento, por lo cual incluyó en el combo
“Tierra Hueca-Byrd”, a los ovnis, su más reciente descubrimiento.
Armado del manuscrito de Giannini, Palmer dio comienzo a su cruzada. El
primer artículo consagrado al tema se publicó en diciembre de 1959 (“Los platillos
voladores proceden de la tierra. Un desafío al secreto”)
¿Conocemos realmente la Tierra? ¿No existe alguna zona de ella que pueda ser
considerada como origen de los platos voladores? En mi opinión hay dos. Las zonas
más importantes son en el Ártico y el Antártico. Los dos vuelos del almirante Byrd
prueban
que
la
conformación
de
nuestro globo tiene,
en las proximidades
de
las
regiones
polares
algo
“extraño” // “Los
platos
voladores
podrían proceder de
esas
tierras
desconocidas situadas
más allá de los polos.
En opinión de los
redactores de nuestra
revista, la existencia
de esos territorios no
puede ser negada por
nadie si se consideran
los hechos relativos a
las dos expediciones
a que nos hemos
referido”.
//
“El
extraordinario libro
escrito por Giannini
nos ofrece la única
posibilidad
de
demostrar
que
definitivamente
la
Tierra tiene, tanto en
el Polo Norte como
en el Polo Sur, una
extraña
conformación.
No
está necesariamente
hueca de un extremo
a otro, pero se
presenta como uno de
sus pasteles llamados
“bombas” cuando se
los ha freído más de
la cuenta, de modo
que presenta una
profunda depresión en cada extremidad, como un gigantesco neumático montado.
Ningún ser humano ha volado jamás directamente sobre el Polo Norte y ha continuado
18
“El 24 de junio de 1947, Kenneth Arnold, un industrial de Boise (Idaho) de 32 años de edad, volaba en su avioneta
desde Chehalis a Yakima en el Estado de Washington. Arnold retrasó en una hora su llegada a Yakima para participar en la
búsqueda de un transporte C-46 de la Marina de los Estados Unidos, que se suponía se había estrellado en las proximidades del
Monte Rainer. Cuando sobrevolaba los montes Cascade a una altura aproximada de 3.000 metros, Arnold observó una serie de
flashes brillantes a su izquierda. Se movían en formación, a enorme velocidad, en dirección del Monte Rainer. Eran nueve objetos
discoidales que estaban a una distancia aproximada de 30 ó 40 kilómetros, medían unos quince metros de diámetro y se desplazaban
a una velocidad estimada a 2.700 kilómetros por hora, algo totalmente imposible para los aparatos convencionales de la época. La
observación duró entre dos y tres minutos”. Con el avistamiento de Arnold, se inicia la era de los ovnis en la época moderna.
23
en línea recta. El director de esta revista piensa que ello debe ser llevado a cabo,
einmediatamente. Para eso tenemos aviones. Además, está convencido de que una
expedición aérea de ese tipo no se concluiría en una de las regiones que circundan el
Polo, exactamente en el punto opuesto al de la partida. La navegación no debe, empero,
se efectuada utilizando la brújula o las triangulaciones sobre los mapas existentes, sino
empleando solamente la brújula giroscópica, que permite mantener una dirección fija,
sin desviaciones de rumbo desde el momento de la partida hasta el momento del
aterrizaje. Y no sólo de una brújula giroscópica de plano horizontal, sino también de una
de plano vertical (que servirá una vez que se haya entrado en la abertura polar). Se trata
de un punto de partida, indudablemente positivo”. 19
“Los resultados de años de investigación que les presentamos en este número
nos permiten enunciar la posibilidad de que los platos voladores no pertenezcan a
nuestro planeta ni proceden, tampoco, del espacio atmosférico o interplanetario. Una
enorme cantidad de pruebas nos demuestra la existencia de un lugar DESCONOCIDO y
de gran extensión que (podemos afirmarlo con certeza) no ha sido aún explorado”. //
“Según los redactores de Flying Saucers, de ahora en adela nte quién pretenda discutir el
origen polar de los platos voladores deberá hacerlo con pruebas y hechos concretos.
Todo mentís deberá ser acompañado de pruebas válidas. Flying Saucers estima que se
pueden suministrar tales pruebas. Nuestra revista sugiere a todos los grupos interesados
en los platos voladores estudiar el problema desde el punto de vista según el cual la
Tierra es hueca, reunir todos los elementos disponibles en los últimos doscientos años
que apoyen este modo de ver e investigar atentamente todos los elementos que pongan
en duda dicha teoría”. // “La cuestión de los platos voladores se ha convertido en la más
importante de la historia actual. Los graves interrogantes que hemos planteado en este
artículo exigen una respuesta clara. El almirante Byrd arribó a un nuevo y misterioso
territorio, “el centro de la Gran Incógnita”, y cumplió, al mismo tiempo, el más grande
descubrimiento de todos los tiempos. Lo sabemos por sus propias palabras, palabras de
hombre cuya rectitud fue siempre intachable y cuya mente era una de las más brillantes
de los tiempos modernos. Quién pretenda calificarlo de embustero que dé un paso
adelante: ¡pero pruebe cuanto diga! ¡Los platos voladores proceden de la Tierra!
La segunda estocada de Palmer, se produjo dos años después , en marzo de
1962. Un nuevo artículo ilustró las páginas de Flying Saucers. (“El Polo Norte:
Ulteriores testimonios sobre las misteriosas tierras polares – Doscientos años de
exploraciones han llevado a los rusos a una nueva concepción del Polo que supera todos
los conocimientos geográficos hasta ahora aceptados. Se cuenta con pruebas
indiscutibles”).
19
En “La Tierra Hueca: el mayor descubrimiento geográfico de la historia”, Raymond Bernard (1969), se hace referencia a
un extraño incidente que casi hace fracasar la distribución de este ejemplar. Escribe Bernard que “cuando el camión llegó
paraentregar al editor las revistas que venían de imprenta, ¡no había revistas en el camión! El editor (el señor Palmer) llamó por
teléfono al impresor y descubrió que no había recibo de que se hubiera hecho un envío. Como había pagado las revistas, el editor
pidió al impresor nuevas copias, pero las matrices no estaban disponibles y aparecían tan dañadas, que no fue posible hacerlo.
¿Dónde estaban las miles de revistas? ¿Por qué no había recibo de envío? Si se hubieran perdido o enviado a una dirección errónea,
tendrían que haber aparecido, pero no fue así. Como resultado, 5000 suscriptores no recibieron la revista. Un distribuidor que
recibió 750 copias para vender en su kiosco, desapareció junto con las revistas. Las había recibido con el encargo de devolver las
que no se vendieran, pero nunca se recuperaron. Ya que la revista desapareció por completo, se volvió a publicar y se envió a los
suscriptores varios meses más tarde”.
24
“La exploración y la investigación han puesto en claro que una gran extensión de
superficie terrestre, y consiguientemente una vasta zona desconocida podrían ser
incluidas, en los años, en el ámbito de los conocimientos del hombre. Es una afirmación
realmente apabullante. Reflexionemos acerca de su verdadero significado. Sostiene que
no solo la exploración sino también la “investigación” han demostrado que una gran
extensión de superficie terrestre y, CONSIGUIENTEMENTE, una vasta zona
desconocida, podrían ser incluidas, en los próximos años, en el ámbito de los
CONOCIMIENTOS del hombre. En pocas palabras: más allá de las zonas que podemos
comprender y conocer mediante la exploración hay un vasto ámbito ignoto que
podremos incluir en el conocimiento humano por medio de la investigación”. // “En
otras afirmaciones, los rusos destacan las “perspectivas de desarrollo” del casquete
polar. Tal casquete, si nos atenemos a las concepciones dominantes, no es más que un
océano de hielo. ¿Qué perspectivas de desarrollo? ¿Cubitos de hielos para nuestros
drinks? No por cierto. Debe haber posibilidades más lisonjeras, las posibilidades que
oculta un enorme territorio desconocido, todavía por descubrir y desarrollar de punta a
punta”. // “Incumbe a los opositores de la teoría de la existencia de una “tierra
misteriosa en el Polo” demostrar que la misma es falsa; incumbe a ellos demostrar la
veracidad de sus tesis: pero tales tesis han recibido golpes definitivos de parte de los
científicos y exploradores de las dos máximas potencias mundiales”.
Palmer asumió el asunto de la Tierra Hueca como una cuestión de personal, y
recibió la tesis de Giannini con los brazos abiertos. Un almirante condecorado y famoso,
anexado con fantásticos aparatos voladores de una civilización desconocida residente en
los Polos, era la historia soñada que hacía delirar a los lectores. Pero aunque Palmer
logró interesar a una nueva audiencia con un viejo tema, los interrogantes aumentaban si
se tomaban las afirmaciones de Giannini al pie de la letra, detectándose ciertas
incongruencias en cuanto a fechas, que el hacedor de Flying Saucers decidió soslayar.
Como ejemplo tomemos la época del primer viaje de Byrd hacia esas tierras
desconocidas en el Polo Norte. Según escribe Giannini este periplo se realizó en febrero
de 1947, pero hay dos inconvenientes para aceptar esta postura. En primer lugar en la
fecha citada, Byrd se encontraba en plena operación High Jump, que finalizó en abril de
ese año. Y en segundo lugar ¿cómo hizo para pasar de la Antártida al Artico?
Matemáticamente es imposible que Byrd se haya trasladado en cuestión de horas de un
polo a otro. Claro que si el Almirante descubrió un corredor dimensional oculto que le
facilitó el trayecto, la cosa cambia, pero si se descarta este principio, el relato de
Giannini sigue sin convencer.
25
Ninguno
de
estos
cuestionamientos desalentó a
Palmer, quién por años
continuó con su cruzada. Una
década después, a principios
de los 70’, sobrevino la
recompensa. Sucedió que la
“Administración del Servicio
de
Ciencia
del
Medio
Ambiente
(ESSA),
perteneciente al Departamento
de Comercio de los Estados
Unidos, proporcionó a la
prensa unas fotografías del
Polo Norte tomadas por el
satélite ESSA-7 el 23 de
noviembre de 1968. Una de las
fotografías mostraba al Polo
Norte
cubierto
por
la
acostumbrada capa de nubes;
la otra, que mostraba la misma zona sin nubes, revelaba un inmenso agujero donde
hubiera debido estar el Polo Norte”. Había estallado la controversia. Rápido de reflejos
Palmer publicó las polémicas tomas en Flying Saucers y anunció que las imágenes
correspondían a la Tierra Hueca. En números sucesivos se dedicó a reflotar el mito,
captando nuevamente la atención pública.
Como era su costumbre Palmer ignoró las explicaciones oficiales20 sobre las
fotografías, y se dedicó a los ataques gubernamentales. Existía una conspiración y se
ocultaba a los ciudadanos la verdad. El enigma que llegó para quedarse continuó
perpetuando la fantasía de una tierra hueca y habitada. Ahí estaban las fotos, los dichos
de Giannini, y el convencimiento de Palmer. Pero si los escépticos dudaban, un
miterioso diario daría por tierra con las dudas existentes, diario, que haría acallar las
críticas porque en él estaba la firma de Richard E. Byrd.
20
Se supone que “la fotografía es un mosaico de imágenes de televisión tomadas por el satélite durante 24 horas, que
muestran la Tierra desde diversos ángulos. Las imágenes fueron procesadas por una computadora y unidas de modo que formasen
una visión total de la Tierra como si el observador se hallase en un punto directamente encima del Polo. Durante esas 24 horas,
todos los puntos en las latitudes ecuatoriales y medias recibieron luz solar durante algún periodo de tiempo, y aparecen iluminados
en la fotografía compuesta. Pero las regiones cercanas al Polo estaban en ese momento sumidas en la oscuridad permanente del
invierno ártico. Por ello hay un área no iluminada en el centro de la foto”.
26
ARCO IRIS
Ciudad de los blancos arios
Cuando los ecos de los comentarios de Ray Palmer aún resonaban en las mentes
de los cultores de la Tierra Hueca, sobrevino otro golpe de suerte, un nuevo regalo para
los creyentes y signo de aliento para mantener la frente en alto ante las críticas
despiadadas que despertaba una tesis tan resistida. Se conoció un diario, sendas páginas
manuscritas firmadas por el Almirante Byrd. Como si se tratase de una reliquia
invalorable, el relato fue preservado en la sombra por fieles seguidores, que luego de
una meditación profunda decidieron darlo a conocer. La magia de Internet obró en
forma de milagro, y la enigmática narrativa de uno de esos vuelos secretos se expandió
por el mundo. Por fin la prueba definitiva. ¡Larga vida a las oquedades polares¡
Vayamos a los Diarios perdidos de Byrd.
“Debo escribir este diario a escondidas y en absoluto secreto. Se refiere a mi
vuelo Ártico del 19 de febrero del año 1947. Vendrá un tiempo en el que la racionalidad
de los hombres deberá disolverse en la nada y entonces se deberá aceptar la inevitable
Verdad. Yo no tengo la libertad de divulgar la documentación que sigue, quizás nunca
verá la luz, pero debo, de cualquier forma, hacer mi deber y relatarla aquí con la
esperanza de que un día todos puedan leerla, en un mundo en el que el egoísmo y la
avidez de ciertos hombres ya no podrán suprimir la Verdad".
..."Extensiones de hielo y nieve bajo nosotros, vis tas coloraciones amarillentas
con dibujos lineales. Alterada la ruta para un mejor examen de estas configuraciones
coloreadas, también vistas coloraciones violáceas y rosadas". "Tanto la brújula
magnética como la aguja giroscópica comienzan a girar y a oscilar, no nos es posible
mantener nuestra ruta con los instrumentos. Señalamos la dirección con la brújula solar,
todo parece aún en orden. Los controles parecen lentos en la respuesta y en el
funcionamiento, pero no hay indicación de congelamiento".
27
..."29 minutos de vuelo transcurridos desde el primer avistamiento de los
montes, no se trata de una alucinación. Es una pequeña cadena de montañas que nunca
habíamos visto antes".
..."Además de las montañas hay algo que parece ser un valle con un pequeño río
o riachuelo que discurre hacía la parte central. ¡No debería haber ningún valle verde
aquí abajo! ¡Hay algo decididamente extraño y anormal aquí! ¡Deberíamos sobrevolar
sólo hielo y nieve! A la izquierda hay grandes bosques en las laderas de los montes.
Nuestros instrumentos de navegación todavía giran como enloquecidos".
..."Altero la altitud a 1400 pies y efectúo un giro completo a izquierda para
examinar mejor el valle que está debajo. Es verde con musgo e hierba muy tupida. La
luz aquí parece diferente. No soy capaz de ver el Sol. Damos otro giro a la izquierda y
avistamos algo que parece ser algún tipo de gran animal. ¡Se parece a un elefante!
¡¡¡NO!!!. ¡Parece ser un mamut! ¡Es increíble! ¡Sin embargo es así!
Descendemos a cota 1000 pies y uso un prismático para examinar mejor al
animal. Está confirmado, se trata de un animal semejante al mamut".
…"Encontramos otras colinas verdes. El indicador de la temperatura exterior
marca 24º centígrados. Ahora seguimos sobre nuestra ruta. Los instrumentos de abordo,
ahora, parecen normales. Quedo perplejo ante sus reacciones. Intento contactar el
campo base. La radio no funciona".
…"El paisaje circundante parece nivelado y normal. Delante de nosotros
avistamos aquello que parece ser ¡¡¡una ciudad!!! ¡Es imposible! El avión parece ligero
y extrañamente flotante. ¡Los controles se niegan a responder! ¡Dios mío! A nuestra
derecha y a nuestra izquierda hay aparatos de extraño tipo. Se aproximan y algo irradia
de ellos. Ahora están bastante cerca para ver sus insignias. Es un símbolo extraño.
¿Dónde estamos? ¿Qué ha sucedido? Otra vez tiro decididamente de los mandos. ¡¡¡No
responden!!!Estamos atrapados firmemente por una especie de invisible cepo de acero".
..."¡Nuestra radio grazna y llega una voz que habla en inglés con acento que
parece decididamente nórdico o alemán!. El mensaje es: - Bienvenido a nuestro
territorio, Almirante. Os haremos aterrizar exactamente dentro de siete minutos.
Relajaros, Almirante, estáis en buenas manos -. Me doy cuenta de que los motores de
nuestro avión están apagados. El aparato está bajo un extraño control y ahora vira sólo".
..."Recibimos otro mensaje radio. Estamos iniciando la maniobra de aterrizaje y
en breve el avión vibra ligeramente comenzando a descender como sostenido por un
enorme, invisible, ascensor".
..."Algunos hombres se están aproximando, a pie, al avión. Son altos y tienen el
pelo rubio. A lo lejos hay una gran ciudad destellante, vibrante con los colores del arco
iris. No sé lo que sucederá ahora, pero no veo trazas de armas sobre los que se
aproximan. Ahora oigo una voz que me ordena, llamándome por mi nombre, de abrir la
puerta. Ejecuto".
28
Después de estos apuntes, sacados del "diario de abordo", el Almirante anota lo
que sucede:
..."De este punto en adelante escribo los acontecimientos que siguen,
volviéndolos a llamar a la memoria. Esto asienta la imaginación y parecería una locura
sino hubiese acaecido verdaderamente.
El técnico y yo fuimos sacados del avión y acogidos cordialmente. Luego fuimos
embarcados sobre un pequeño medio de transporte semejante a una plataforma pero sin
ruedas. Nos condujo hacia la ciudad destellante con extrema celeridad. Mientras nos
aproximábamos, la ciudad parecía hecha de cristal. Alcanzamos en poco tiempo un gran
edificio, de un estilo que nunca, antes, había visto. ¡Parecía haber salido de los diseños
de Frank Lloyd Wright, o quizás más precisamente de una escena de Back Rogers!
Nos ofrecieron un tipo de bebida caliente de algo que nunca había saboreado.
Era deliciosa. Después de unos 10 minutos, dos de nuestros sorprendentes anfitriones
vinieron a nuestro alojamiento, invitándome a seguirlos. No tenía otra elección que
obedecer. Deje a mi técnico-radio y caminamos un poco hasta entrar en aquello que
parecía ser un ascensor. Descendimos durante unos instantes, el ascensor se paró y la
puerta se deslizó hacia arriba silenciosamente. Proseguimos luego por un largo corredor
iluminado por una luz rosa que parecía emanar de las mismas paredes.
Uno de los seres hizo señal de pararnos ante una gran puerta. Encima de esta
había una inscripción que yo no estaba en grado de leer. La gran puerta se deslizó sin
ruido y fui invitado a entrar. Uno de los anfitriones dijo: - No tenga miedo, Almirante,
vais a tener un coloquio con el Maestro. – Entré y mis ojos se adecuaron lentamente a la
maravillosa coloración que parecía llenar completamente la estancia.
Entonces comencé a ver aquello que me rodeaba. Aquello que se mostró a mis
ojos era la vista más sorprendente de toda mi vida. En efecto, era demasiado magnifica
para poder ser descrita. Era deliciosa. No creo que existan términos humanos capaces de
describirla, en cada detalle, con justicia. Mis pensamientos fueron interrumpidos
dulcemente por una voz cálida y melodiosa: "Le doy la bienvenida a nuestro territorio,
Almirante".
Ví un hombre de facciones delicadas y con las señales de la edad sobre su rostro.
Estaba sentado en una mesa grande. Me invitó a sentarme en una de las sillas. Después
de sentarme, unió la punta de sus dedos y sonrió. Habló de nuevo dulcemente y dijo
cuanto sigue: - Lo hemos dejado entrar aquí porque usted es de carácter noble y bien
conocido en el mundo de superficie, Almirante-. ¡Mundo de superficie! ¡Casi quede sin
aliento!
"Si - recalcó el Maestro con una sonrisa - Usted se encuentra en el territorio de
los Arianos, el Mundo sumergido de la Tierra. No retardaremos mucho su misión y
seréis acompañados de vuelta sobre la superficie y además sin peligro. Pero ahora,
Almirante, le diré el motivo de su convocación aquí. Nuestro interés comenzó
exactamente inmediatamente después de la explosión de la primera bomba atómica por
parte de vuestra raza sobre Hiroshima y Nagashaki, en Japón. Fue en aquel momento
29
inquietante cuando expedimos sobre vuestro mundo de superficie nuestros medios
voladores.
Los Flugelrads, para investigar sobre aquello que vuestra raza había hecho. Esta
es, obviamente, historia pasada, Almirante, pero permítame seguir. Vea, nosotros nunca,
antes de ahora, habíamos interferido en las guerras y en la barbarie de vuestra raza, pero
ahora debemos hacerlo en cuanto vosotros habéis aprendido a manipular un tipo de
energía, la atómica, que no es, de hecho, para el hombre. Nuestros emisarios ya han
entregado mensajes a las potencias de vuestro mundo y sin embargo estas no los
atienden.
Ahora usted ha sido elegido para ser testigo de que nuestro mundo existe. Vea,
nuestra cultura y nuestra ciencia están miles de años por delante de las vuestras,
Almirante". Lo interrumpí: "¡Pero todo esto que tiene que ver conmigo, Señor!". Los
ojos del Maestro parecían penetrar de forma profunda en mi mente y después de
haberme estudiado un momento, contestó: "Vuestra raza ha alcanzado el punto de no
retorno, porque hay algunos, entre vosotros, que destruirían todo vuestro mundo antes
que renunciar al poder, así como lo conocen…".
Asentí y el Maestro continuó: "Desde 1945 en adelante, hemos intentado entrar
en contacto con vuestra raza pero nuestros esfuerzos han sido acogidos con hostilidad:
se hizo fuego contra nuestro Flugelrads. Si, hasta fueron seguidos con maldad y
animosidad por vuestros aviones de combate. Así ahora, hijo mío, le digo que hay una
gran tempestad en el horizonte, para vuestro mundo, una furia negra que no se
extinguirá durante varios años. No habrá defensa con vuestras armas, no habrá
seguridad en vuestra ciencia. Asolará hasta que cada flor de vuestra cultura haya sido
pisoteada y todas las cosas humanas sean dispersadas en el caos. La reciente guerra ha
sido solamente un preludio a cuanto todavía debe advenir a vuestra raza.
Nosotros, aquí, podemos verlo más claramente a cada hora... ¿Cree que me
equivoco?" "No - contesté - ya ha sucedido una vez en el pasado; llegaron los años
oscuros y duraron 500 años". "¡Si, hijo mío - replicó el Maestro - los años oscuros que
llegarán ahora para vuestra raza, cubrirán la Tierra con un paño mortuorio, pero creo
que alguno, entre vosotros, sobrevivirá a la tempestad, más que esto no sé!. Nosotros
vemos en un futuro lejano emerger de nuevo, de las ruinas de vuestra raza, un mundo
nuevo en busca de sus legendarios tesoros perdidos y estos estarán aquí, hijo mío, al
seguro en nuestro poder. Cuando llegará el momento apareceremos para ayudar a vivir
vuestra cultura y vuestra raza.
Quizás, para entonces, habréis aprendido la futilidad de la guerra y de su lucha...
y después de aquel momento una parte de vuestra cultura y ciencia os serán restituidas
para que vuestra raza pueda recomenzar. Usted, hijo mío, debe volver al Mundo de
Superficie con este mensaje…".
Con estas palabras decisivas, nuestro encuentro parecía llegar a término. Por un
momento me pareció vivir un sueño... y, sin embargo sabía que aquella era la realidad y
por alguna extraña razón me incline levemente, no sé si por respeto o humildad. De
improviso me di cue nta de que los dos fantásticos anfitriones, que me habían conducido
aquí, estaban de nuevo a mi lado. "Por aquí, Almirante", me indicó uno de Ellos.
30
Me giré una vez más antes de salir y miré al Maestro. Una dulce sonrisa estaba
impresa en su anciano y delicado rostro. "Adiós, hijo mío", me dijo e hizo un gesto
suave con su grácil mano, un gesto de paz y nuestro encuentro llegó definitivamente a
su fin. Salimo s rápidamente de la estancia del Maestro por la gran puerta y entramos
otra vez en el ascensor. La puerta descendió silenciosamente y nos movimos
inmediatamente hacía lo alto.
Uno de mis anfitriones habló de nuevo: "Ahora debemos apresurarnos,
Almirante, en cuanto el Maestro no desea retardar más vuestro programa previsto y
debéis volver a vuestra raza con su mensaje". No dije nada, todo esto era casi
inconcebible y, una vez más mis pensamientos se interrumpieron apenas nos paramos.
Entré en la estancia y estuve de nuevo con mi técnico-radio. Tenía una expresión
ansiosa sobre su rostro. Acercándome dije: "Todo esta bien, Howie, todo esta bien".
Los dos seres nos señalaron el medio en espera, salimos y pronto alcanzamos
nuestro avión. Los motores estaban al mínimo y nos embarcamos inmediatamente. La
atmósfera, ahora, estaba cargada de un cierto aire de urgencia. Cuando la puerta estuvo
cerrada, el avión fue inmediatamente transportado a lo alto por aquella fuerza invisible
hasta que alcanzamos los 2.700 pies. Dos de los medios aéreos estaban nuestros flancos,
a una cierta distancia, haciéndonos planear a lo largo de la vía del retorno. Debo
remarcar que el indicador de velocidad no indicaba nada, sin embargo nos estábamos
moviendo muy rápidamente.
...Recibimos un mensaje radio: "Ahora os dejamos, Almirante, vuestros
controles están libres. ¡¡¡Wiedersehe n!!! Miramos por un instante los Flugelrads, hasta
que desaparecieron en el cielo azul pálido. El avión pareció, de improviso, capturado,
por una corriente ascensional. Tomamos inmediatamente el control. No hablamos
durante un rato, cada uno de nosotros estaba inmerso en sus propios pensamientos.
...Sobrevolamos nuevamente extensiones de cielo y nieve, a unos 27 minutos del
campo base. Enviamos un mensaje radio, nos contestan. Tenemos condiciones
normales... normales. Del campo base expresan alivio por haber establecido nuevamente
el contacto.
...Aterrizamos suavemente en el campo base. Tengo una misión que cumplir.
...11 de marzo de 1947. He tenido, apenas, un encuentro de Estado Mayor en el
Pentágono. He relatado enteramente mi descubrimiento y el mensaje del Maestro. Todo
ha sido debidamente registrado. El Presidente ha sido puesto al corriente. Me retienen
algunas horas (exactamente 6 horas y 39 minutos). Soy cuidadosamente interrogado por
las Top Security Forces y por un equipo médico. ¡¡¡Es un tormento!!! Me ponen bajo
estrecho control de los medios de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de
América. Me recuerdan que soy un militar y que, por consiguiente, debo obedecer las
órdenes.
...Última anotación: 30 de diciembre de 1956. Estos últimos años, transcurridos
desde el 1947 hasta hoy, no han sido buenos... He aquí, pues, mi última anotación en
este singular diario. Concluyendo, debo afirmar que, debidamente, he mantenido secreto
este argumento, como se me ordenó, durante todos estos años. He hecho esto contra
31
todo principio mío de integridad moral. Ahora siento aproximarse la gran noche y este
secreto no morirá conmigo, sino, como toda verdad, triunfará.
Esta es la única esperanza para el género humano. ¡He visto la verdad y esta ha
revigorizado mi espíritu donándome la libertad! He hecho mi deber con relación al
monstruoso complejo industrial militar. Ahora la larga noche comienza a aproximarse,
pero habrá un epílogo. Como la larga noche del Antártico termina, así el sol brillante de
la verdad surgirá de nuevo y aquellos que pertenecen a las tinieblas perecerán a su luz...
Porque yo he visto "Aquella Tierra más allá del Polo, aquel Centro del Gran
Desconocido"
Que un militar de carrera como Richard Byrd se atreviera a dejar este supuesto
testimonio recogido en forma de diario, es toda una declaración de principios y una
alerta ante el proceder de su propio gobierno en cuanto al manejo de información
comprometedora. Pero como vamos a demostrar a continuación, el supuesto relato no es
más que un medio utilizado para instalar en el público una idea siniestra, donde el
nombre de Byrd es mencionado como garantía de credibilidad. Los pasajes resaltados
son la clave para desentrañar el engaño, que ya contabiliza casi dos décadas. Pongamos
al descubierto a los maestros titiriteros, los verdaderos artífices de la operación
bautizada: DIARIO SECRETO DEL ALMIRANTE BYRD.
Al grano.
Primera observación:
..."¡Nuestra radio grazna y llega una voz que habla en inglés con acento que
parece decididamente nórdico o alemán
Segunda Observación:
..."Algunos hombres se están aproximando, a pie, al avión. Son altos y
tienen el pelo rubio. A lo lejos hay una gran ciudad destellante, vibrante con los
colores del arco iris
Tercera Observación:
Almirante Ud. se encuentra en el territorio de los Arianos, el Mundo
sumergido de la Tierra
Cuarta Observación:
"Desde 1945 en adelante, hemos intentado entrar en contacto con vuestra
raza pero nuestros esfuerzos han sido acogidos con hostilidad: se hizo fuego contra
nuestro Flugelrads. Si, hasta fueron seguidos con maldad y animosidad por
vuestros aviones de combate
32
Quinta Observación:
"Ahora os dejamos, Almirante, vuestros controles están libres.
¡¡¡Wiedersehen!!! Miramos por un instante los Flugelrads, hasta que
desaparecieron en el cielo azul pálido
Hasta aquí tenemos:
· Acento alemán
· Hombres altos y de pelo rubio
· Territorio de los Arianos (Ciudad Arco Iris)
· Flugelrads (Extrañas máquinas voladoras similares a los actuales ovnis)
· Auf wiedersehen! (Significa Adiós en idioma alemán)
Pensemos: arios, rubios, acento alemán. ¿Se les ocurre alguna asociación? ¿O
necesitan más pistas? Porque si el lector aún no se convence, tenemos más datos para
aportar, como por ejemplo la verdadera procedencia del misterioso diario. Sí como
leyeron, la verdadera procedencia, en la que nada tiene que ver el Almirante Byrd. No
siempre todos los caminos conducen a Roma, algunos se desvían, como en este caso,
hacia la Alemania de Hitler, que en su época engendró el Tercer Reich.
Para comenzar a desandar el camino debemos referirnos a
ISCE (Internacional Society for a Complete Earth) de origen
norteamericana, que se proclama dedicada
al estudio del “mundo interior” o sea, la
Tierra Hueca. Los inicios del ISCE se
remontan a 1977. La fundación de la
organización se le atribuye a un Capitán
alemán, apodado Ritter von X que durante
Segunda Guerra prestó servicio como oficial naval para el Tercer
Reich. En 1943 se lo asignó al grupo de flotillas de UBoat, que
durante dos años luchó contra los aliados hasta decretar su
rendición en 1945. Pero al Currículum de Ritter se agrega un
dato curioso ya que “misterioso Capitán” alega haber participado
ese mismo año, en un viaje a la Antártida, junto a Maximilian
Hartman, hombre escogido por el mismísimo Führer, para
esconder algunos tesoros de importancia, entre los cuales estaría una de las reliquias
más importantes de la tradición cristiana, la Lanza Santa o de Longinos. Como es
nuestra costumbre antes de proseguir reflexionemos sobre los dichos de Ritter.
Hasta ahora sabemos que fue un oficial de la marina alemana durante la Segunda
Guerra Mundial. Comandó un submarino y además tuvo involucrado en el ocultamiento
de la Lanza Santa en territorio antártico. Como si fuera poco Ritter declara que en 1979
organizó una nueva expedición a la Antártida, auspiciada por capitales anónimos, cuyo
objetivo principal fue recuperar la Lanza ocultada en 1945. La operación habría
culminado con éxito, siendo la lanza una vez encontrada, trasladada a Europa.
Menciona tamb ién a la Orden Santa de los Caballeros y la Lanza Sagrada, conformada
después de la operación y actuales custodios del tesoro. La increíble historia no cayó en
saco roto, sino que el material de Ritter fue tomado como fuente por Howard A.
33
Buechner para redactar tres libros sobre el tema: “El Regreso de la Santa Lanza”,
“Adolfo Hitler y los Secretos de la Santa Lanza” y “Las Cenizas de Hitler”. Según
contara Buechner, un retirado coronel de la armada norteamericana, fue el propio Ritter
quién lo puso al tanto de los sucesos de la Lanza, que se presentó con el seudónimo de
Wilhelm Bernhart
Semejantes antecedentes colocan a Ritter como una de las figuras centrales del
affaire Byrd, y es seguramente su pluma la que se pude detectar en el supuesto diario,
aunque pensamos que el Capitán, de la cual se ignora su verdadera identidad, no es el
único responsable en la redacción del material. Ritter, es parte de un colectivo que sigue
directivas muy precisas, una de las cuales es recuperar el espíritu nazi, manteniéndolo
vivo para la posteridad. En cuanto a la difusión del diario, Ritter entregó el material, que
no sabemos como llegó a su poder, a Daniel Weiss, quién lo sucedió en la dirección del
ISCE. Este suceso tuvo lugar en 1984.
Si pensaban que está historia estaban concluida, no
contaban con la presencia de un personaje peculiar. Un nuevo
aspirante al trono de los poseedores del diario secreto ¿o se
creían que Ritter era el único iluminado? Agenden en su
libreta a Harley Byrd, para más datos, nieto del famoso
Almirante.
El bueno de Harley salió al ruedo a mediados de los
90’. Comenzó a prestar su testimonio a quién quisiera
escucharlo, alegando estar en posesión del diario secreto de
su difunto abuelo le fue entregado el mismo día de su fallecimiento. Si la memoria no
falla hablamos de 1957. O sea que Mr. Harley esperó casi cuarenta años para darlos a
conocer. Aunque el material presentado no difiere del de Ritter, tiene algunos detalles
extras que le agregan más color a los escritos. Según Harley su “abuelo”, vio en la
supuesta ciudad “Arco Iris” no solo a los seres altos, y rubios, con acento alemán,
(Aryans), quiénes hicieron “pintar las svásticas en sus discos de vuelos”, sino que
además observó a otras criaturas extrañas morando en la ciudad, como sasquatch, y
grises grandes y pequeños ¿extraterrestres? Uno de los acompañantes del Almirante
tomó notas de la experiencia y curiosamente se refieren a él como de origen alemán.
Podemos imaginar la repercusión de semejante versión. Resistimos efectuar un
análisis profundo. Si algún lector osado se atreve, después me avisa.
Podríamos darnos por satisfechos con lo aquí expuesto, pero creemos que
podemos brindar un poco más. Una última relectura del diario agrega un nuevo motivo
de duda, e invita al descarte definitivo del material. El crédito de este descubrimiento se
lo adjudica Dennis Crenshaw, otro norteamericano apasionado por la Tierra Hueca y
que tiene una página en Internet. A diferencia de sus colegas, Dennis tiene una visión
más abierta, y algo crítica del asunto. En su excelente artículo El diario secreto del
Almirante Byrd ¿realidad o ficción?, Dennis pone las cosas en claro.
34
En un párrafo del susodicho diario se habla que Byrd es recibido por un anciano
sabio dentro de Ciudad Arco Iris, que le entrega un mensaje oral para ser elevado al
Mundo de la Superficie. El venerable Maestro le profetiza que si los hombres no
abandonan la carrera armamentista, se sucederá una catástrofe que sepultará la
civilización actual.
“Nosotros, aquí, podemos verlo más clara mente a cada hora... ¿Cree que
me equivoco?" "No - contesté - ya ha sucedido una vez en el pasado; llegaron los
años oscuros y duraron 500 años". "¡Si, hijo mío - replicó el Maestro - los años
oscuros que llegarán ahora para vuestra raza, cubrirán la Tierra con un paño
mortuorio, pero creo que alguno, entre vosotros, sobrevivirá a la tempestad, más
que esto no sé! Nosotros vemos en un futuro lejano emerger de nuevo, de las ruinas
de vuestra raza, un mundo nuevo en busca de sus legendarios tesoros perdidos y
estos estarán aquí, hijo mío, al seguro en nuestro poder. Cuando llegará el
momento apareceremos para ayudar a vivir vuestra cultura y vuestra raza”.
El amigo Crenshaw tiene un pálpito y cree reconocer la fuente original para tan
inspirada narración. Pide a un colega que le alcance una vieja cinta realizada en 1937,
Horizontes Perdidos, film clásico basado en el libro homónimo de James Milton.
“Horizontes Perdidos”, es una bella alegoría
sobre Shangri- La, remota comunidad oculta en las
montañas del Himalaya, donde sus habitantes no
envejecen y viven en perpetua armonía. Volviendo a
Dennis, una vez que la película llegó a sus manos se
puso a revisar las escenas, hasta encontrar el pasaje
justo que enlaza con el encuentro de Byrd. La similitud
surge en el momento que el protagonista, tiene una
audiencia con el Dalai Lama dentro de Shangri- La.
Desgraciadamente esta autora no cuenta con el
material fílmico para verificar la sospecha de
Crenshaw, pero si tiene el libro de Hilton, un viejo
ejemplar de la editoria l española Plaza & Janes, el cual
recurrimos a consultar. En las páginas 219-220 se
revela la cruel verdad.
Maestro: -“La tormenta …, esta tormenta de que usted habla. Será tal
como el mundo no habrá visto jamás. No habrá salvación por la armas, ni socorro
por las autoridades, ni cobijo en el silencio”.Conway: -“No, creo que es posible que tenga Ud. razón” // “Ya ha sucedido
un choque semejante y la época de la oscuridad duró 500 quinientos años”Maestro: -“Y la edad oscura que surgirá ahora cubrirá con sus tinieblas
toda la Tierra” // “Creo que usted. sobrevivirá a la tormenta … Y luego, durante la
época de la desolación, continuará viviendo, haciéndose más viejo, más sabio y más
paciente. Conservará la fragancia de nuestra historia y añadirá a ella los frutos de
su cerebro. Acogerá benévolamente a los extraños y les enseñará las reglas de la
edad y de la sabiduría … Y uno de esos extranjeros le sucederá a usted cuando sea
35
excesivamente viejo. Más allá de eso mi visión se debilita, más me parece ver muy
lejos a un nuevo mundo alzándose en las ruinas humeantes, elevándose llenos de
esperanza en el futuro y buscando entre los escombros sus perdidos y legendarios
tesoros … Y vosotros hijos míos, continuaréis aquí”.Como apostilla agreguemos que James Hilton escribió “Horizontes Perdidos” en
1937, diez años antes del supuesto vuelo de Richard E. Byrd.
36
RAYMOND BERNARD
El Gurú de la Tierra Hueca
El nombre de Raymond Bernard es sinónimo de Tierra Hueca. De todas las
obras hasta aquí reseñadas, ninguna alcanzó tanto suceso y supuso una gran influencia,
como el libro que este autor publicara a mediados de los 60’ bajo el título de “Tierra
Hueca: el mayor descubrimiento geográfico en la historia”. Podemos decir que Bernard
realizó la mejor
compilación,
además
de
establecer
una
visión más esotérica
y mística que sus
anteriores
divulgadores. Todos
aquellos que se
inician en la teoría
de la Tierra Hueca,
utilizan su trabajo
como referencia de
cabecera, y sus
capítulos
son
citados como si de
la Biblia se tratara.
A diferencia de sus
predecesoras,
la
obra de Bernard
resulta difícil de
ignorar, y hasta sus
más encarnizados
enemigos
deben
aventurarse en su
lectura, si se desea
entender el porque
de su fascinación
actual. En nuestro
caso no solo vamos
a adentrarnos en los
pormenores de esta
obra, sino, que
intentaremos buscar
referencias sobre su
autor, empresa que
adelantamos como
difícil.
Comencemos con lo
segundo.
Y
sí,
somos
algo
masoquistas.
Una de las primeras cosas que destacan de Tierra Hueca: el mayor
descubrimiento geográfico en la historia, es precisamente el nombre de su autor,
Raymond Bernard. Pero, ¿qué lo que hace tan especial? Supondríamos que al buscar
datos sobre este escritor encontraríamos valiosa información de tan singular narrador,
pero nuestra fe es puesta a prueba al advertir la inexistencia de una hoja de vida, fechas,
y anteriores trabajos acerca del perfil de Raymond Bernard. Ninguna de las ediciones
que esta autora pudo consultar de tan famoso libro, reseñan una sola línea sobre la
identidad de Bernard. ¿No es extraño que después de varias reimpresiones sigamos sin
conocer al hombre tras el libro? Tampoco contamos con fotografías. Desde ya
suponemos que Raymond Bernard es un seudónimo, pero ¿de quién? La primera
conexión apunta a la Antigua y Mística Orden Rosacruz (AMORC). Brevemente
diremos los rosacruces son un movimiento que se dice nació en los templos sacerdotales
egipcios, y se consideran así mismos como descendientes de los desaparecidos atlantes,
establecidos en las riberas del Nilo, luego de un violento cataclismo. Perpetuarían los
ritos y tradiciones de esa cultura olvidada y aún no reconocida.
37
Raymond Bernard (1913-2006) comenzó
como su carrera en la orden, bajo la tutela del
famoso Imperator Ralph C. Lewis. En 1959 es
nombrado Gran Maestre para la Orden Rosacruz
Francesa, cargo que conservó hasta 1977. Ese
mismo año expande su liderazgo hacia Europa y
Resto del Mundo. Cesa sus actividades para la
Orden en 1986. Bernard legó un extenso catálogo
de obras escritas, destacándose como un
exquisito narrador, cualidad que se refleja en dos
de sus trabajos más recordados, El Imperio
Invisible (alegoría sobre Agartha) y Las
Mansiones Rosacruces. Su candidatura como el
autor tras La Tierra Hueca estaría más que
fundamentada. La orientación ideológica, el
pensamiento místico que lo acompaña, y el nombre Orden Rosacruz, son elementos
suficientes para establecer una correspondencia, pero el problema surge cuando al
revisar en la Bibliografía de Bernard se intenta encontrar el título en cuestión. No hay
indicios de Tierra Hueca, ninguna mención. Algún amante de las conspiraciones podría
sugerir que Bernard no quiso arriesgar su reputación, y prefirió no revelar su
participación en el tema.
Pero utilizando algo de lógica podríamos preguntar, porque un refinado Gran
Maestro de una de las Orden más famosas del Mundo se involucraría en un trabajo que
desde el vamos se aleja del espíritu rosacruz. Que se sepa la Ufología nunca fue un
tópico dominante en sus enseñanzas, salvo que Bernard se haya permitido un desliz,
pero para ser sinceros lo dudamos. Debe saber el lector, que fueron enviados varios
mails a las sedes Rosacruces tanto de Argentina como el exterior, con el objetivo de
satisfacer nuestra dud a, no recibiendo jamás respuesta alguna a nuestra inquietud. No
estamos seguros si debemos interpretar el desaire como “afirmación” o “negación”.
Pero después de un largo coloquio con la almohada tenemos el presentimiento que el
Gran Maestre no es el hombre en cuestión. Y la pregunta del millón es ¿quién? A no
desesperar que en la manga escondemos un segundo candidato.
Para tratar de resolver el enigma acudimos a los escritos de Dennis Crenshaw, a
quién ya conocimos, quién presenta el testimonio del que fuera secretario del misterioso
Bernard, Guy C. Harwood, y a Walter Kafton Minkel, que realizó una extensa
investigación sobre el caso, publicando sus conclusiones en un trabajo que diera a
conocer en 1989: “Subterranean Worlds: 100.000 years of dragons, dwarts, the dead, los
races & UFOs from inside the Earth”. También consultamos el libro de Alan Baker:
“Invisible Eagle: The History of Nazi Ocultism” (2000). Estos tres autores consideran
que tras la fachada de Raymond Bernard se esconde la personalidad del Dr. Walter
Siegmeister.
Según los datos recogidos, Siegmeister nació en New York, EE.UU (1901). La
familia de Walter eran inmigrantes judíos de origen ruso. Su padre se desempeñaba
como cirujano, y eso tal vez explique la fascinación que desde temprana edad sintió por
la “reproducción sexual del hombre , y el aparato reproductivo de la mujer”. Walter se
convirtió más tarde en un aplicado estudiante de la Universidad de Columbia, donde se
especializó en Eugenesia, Bioquímica y Endocrinología, obteniendo una beca de grado,
38
luego un Master y después un Doctorado en estas disciplinas. Durante su estadía en
Alemania se interesó por las virtudes de la lecitina, utilizada en los alimentos como
emulgente de las grasas. La lecitina era considerada como un suplemento nutricional y
se la tenía como un excelente regenerador celular. De regreso a Estados Unidos decidió
comercializar la sustancia presentándola en forma de jarabe líquido para consumo. De
inmediato surgió la controversia. Una entidad gubernamental, la Administración de
Comida y Droga (FDA), acusó a Siegmeister de fraude, y levantó una demanda en su
contra por venta ilegal de lecitina, que decían no tenían ninguna propiedad terapéutica.
A pesar de estos obstáculos Siegmeister fue absuelto por la justicia, lo cual no impidió
que siguiera bajo sospecha oficial por sus actividades.
Después del entuerto legal, Siegmeister decidió tomar una nueva identidad, que
desde entonces pasó a ser conocida como la de Raymond Bernard. Como la persecución
no cesaba, el recién bautizado Bernard abandonó los Estados Unidos y viajó hacia
Centroamérica, estableciendo cuartel en Puerto Rico. Por ese entonces las creencias de
Siegmeister pasaban por un obsesivo interés en el rejuvenecimiento del cuerpo,
equilibrándolo con una dieta sana. En un curioso ensayo, “Menstruación. Su Causa y
Cura”, sostenía que ese proceso fisiológico femenino podía desaparecer si se reducía la
frecuencia de relaciones sexuales, proponía una vez al año, e ingiriendo comidas
naturales a base de vegetales.
Espiritualmente se sentía atraído por los Esenios, secta religiosa del siglo I (a.c.),
que retirados a orillas del Mar Muerto (Israel), practicaban el naturismo y celibato.
Rechazaba en cambio su ascendencia judía, y tampoco compartía el catolicismo.
En Puerto Rico se relacionó con una vidente, apodada Payita. Esta mujer tuvo
una gran importancia en su vida e influyó en sus posteriores estudios. Según Payita, una
entidad que se denominó la Diosa (Gran Madre), se le aparecía en sus visiones. Al
parecer La Diosa creo una raza de supermujeres en Urano, que se reproducían por
partogénesis, sin necesidad de contacto masculino. El problema se presentó cuando
nació una “hembra defectuosa”, que resultó ser un hombre, posteriormente conocido
como Lucifer. Su progenie de corrupción se expandió por todo el sistema solar, hasta
alcanzar la Tierra. Allí fue establecida una raza de casi 4 metros de alto (Terrasuranitas), que se establecieron en la Atlántida. Después de un violento cataclismo se
refugiaron en la Tierra Hueca. Los sobrevivientes serían los actuales homo sapiens que
degeneraron por las radiaciones. Payita también predijo que en 1965 se produciría una
hecatombre nuclear. Serían salvos aquellos que rechazaran el apego al dinero, no
tuvieran sexo y solo ingirieran vegetales. Ayudados por los Terras del interior, serían
llevados a Marte en sus discos espaciales. ¡Se prohíbe cualquier comentario, que esto
aún no termina!
Estas revelaciones trascendentales llevaron a Bernard a marcharse al Ecuador,21
ingresando en el país en 1941. Allí tomó contacto con un viejo amigo, John Wierlo con
el que decidió iniciar una comuna experimental. La idea era formar una nueva raza, que
21
Walter Siegmeister no estaba solo en su cruzada naturista. En esa misma época, y también residiendo en el Ecuador, se
encontraba un compatriota, Johnny Lovewisdom (1919-2000). Fanático vegetariano, amante de las dietas y verduras crudas,
Lovewisdom fue iniciado en la Escuela Gnóstica de los Primeros Cristianos, que lo declaró su representante en aquel país, en
calidad de Arzobispo. Su conversión tuvo lugar en una Caverna, por un representante, se dice, de la Gran Logia Blanca. Todo un
símbolo. Tema para otro estudio.
39
apartada de la sociedad se erigiría como modelo a seguir. Junto con cuarenta seguidores,
se establecieron en la selva ecuatoriana.
En las cartas que Siegmeister escribiera a su secretario Guy C. Harwood se
revelan los objetivos perseguidos por la colonia.
“¡Una nueva raza nace! Una nueva esperanza para la Humanidad amanece en un
mundo oscurecido por los horrores de la guerra, y por la reversión de una gran parte de
la Humanidad civilizada en una nueva forma de barbarismo mecanizado. Cuando una
vieja raza degenera y se dirige rápidamente a la destrucción, la mano benéfica de la
Naturaleza viene a la ayuda de la Humanidad creando una nueva mutación de la especie
humana en forma de pioneros de una nueva y mejor raza. Lo mismo ocurrió en épocas
históricas pasadas, cuando civilizaciones más viejas se tambalearon, y sus razas
degeneraron mientras nuevos pioneros surgieron para crear un futuro mejor en su
medio, para acomodar en la existencia una nueva raza”. // “La civilización es
verdaderamente como un barco en hundimiento; y al menos que una minoría sea llevada
en un bote salvavidas, desarrollando gradualmente una nueva raza, no habrá esperanza
para la Humanidad.
Necesitamos hoy una nueva Arca y un nuevo Noé, para salvar a los dignos de
ahogarse con los demás, y de ellos encontrar una nueva raza. Nosotros nos damos
cuenta que es imposible poner a toda la Humanidad presente en un Arca, para la
mayoría como ésos, el día de Noé será sordo a tal apelación. Ello viven el hoy, y no
pueden mirar más allá del mañana. Pero hay ciertos individuos aquí y allá, que
escucharán y responderán a tal llamada, ellos serán salvados de la destrucción
emigrando a una Nueva Tierra donde establecerán las colonias que serán Cunas de una
Nueva Raza. Es a tales pioneros que este mensaje es dirigido”.
“Cada persona que se une a nuestro movimiento debe considerarse a sí mismo,
creador potencial de una Nueva Raza, y debe prepararse para la paternidad eventual de
nuevos niños de la Raza. Además debe consagrar su vida a traer Super- niños al mundo.
Esta debe ser nuestra religión y nosotros debemos estar dispuestos a sacrificarnos para
su realización”. // “No es que tratamos de salvar a la Humanidad presente trayendo un
sin número de personas fuera de nuestra civilización para establecer colonias, pero
nuestra meta es acercarlos a una nueva idea religiosa eugenésica de crear un nuevo
Mesías para salvar a la Humanidad de la degradación y reversión al barbarismo”.
“La ubicación exacta de nuestra colonia será mantenida en secreto. Esto es por
muchas razones. Primeramente no deseamos que meros buscadores de curiosidades
violen nuestra intimidad. Nosotros no deseamos personas que malinterpreten nuestras
enseñanzas, o que no tengan serias intenciones para aplicarlas. Admitimos que hay
personas buenas que no desean hacer los sacrificios necesarios para alcanzar la meta en
la que estamos trabajando”.
Dentro de la comuna no se utilizaba el dinero, muchos optaban por el celibato y
la dieta era estricta. Como fiel soldado de su ideología, Siegmeister renunció al aseo
personal, y la mayoría del tiempo organizaba expediciones en busca de una entrada
alternativa a la Tierra Hueca. Según algunos rumores de la época, el excéntrico doctor
frecuentaba maestros tibetanos residentes en la región y hasta se lo hizo protagonista de
sucesos milagrosos, como por ejemplo la habilidad de caminar por el agua. Más tarde
40
Wierlo negaría esta “supuesta habilidad”, aduciendo un fraude orquestado por el propio
Siegmeister.
Entrada la década de los 50’, Siegmeister abandona
los placeres de la jungla para retomar a los Estados Unidos,
donde se dedica a escribir sobre temas naturistas. Aún
receloso por los antiguos problemas con la justicia de su
país, opta por un nuevo alias para darse a conocer, el de Dr.
Uriel Adriana. Esta vez decide vender el material por
correspondencia. En 1955 fallece su madre , heredando un
importante dinero. Ya sin preocupaciones materiales,
Siegmeister-alias Bernard-Uriel, elige viajar a Brasil para
continuar con su búsqueda espiritual, lugar que lo inspiraría
a escribir su trabajo más famoso. Sin embargo antes de
lanzarse a la redacción de Tierra Hueca, publica una
antesala del tema bajo el sugestivo nombre de “Escape
desde la Destrucción: como sobrevivir en la Era Atómica” (1956). Allí, alerta sobre el
uso de la energía nuclear y las terribles consecuencias de producirse un abuso en la
utilización, que mal empleada provocaría radioactividad en la atmósfera,
envenenamiento de los alimentos y contaminación del agua. Propone como única
posibilidad de supervivencia, refugiarse en el interior de la Tierra Hueca además que los
extraterrestres intervendrán en la catástrofe atómica, trasladando algunos elegidos en
sus platos voladores hacia Marte, para continuar con la raza humana.
Tal vez inspirado por los nuevos aires sudamericanos el doctor Siegmeister se
transformó en un escritor voraz. De aquella época, mediados de 1956, datan: “Danger
we all face: The Radioactive Peril”, “DeadScrolls and the Life of the Ancient Essene”,
“Apollonius The Nazarene: Mystery Man of the Bible”, títulos de carácter apocalíptico,
y donde da rienda suelta a viejas obsesiones espirituales. Luego de esta diversidad de
temas decide dedicar todos sus esfuerzos al asunto de la Tierra Hueca. El despegue se
produce en 1957. Según él mismo relata “mientras curioseaba las estanterías de una
librería en San Pablo, fijó su atención en un libro intitulado “From the Subterraneam
World to the Sky: Flying Saucer” (“Del mundo subterráneo hacia el cielo: los platos
voladores”). El autor de este texto era O.C. Huguenin. Según la tesis por él propuesta,
los OVNI no son naves espaciales procedentes de otros planetas, sino que son de origen
terrenal y pertenecen a una raza que vive en el interior de la Tierra”. Huguenin del cual
nada sabemos, estaba en relación con altos mandatarios de la Sociedad Teosófica de
Brasil, quienes fueron los promotores en su país de esta corriente. Sus principales
aliados eran el Comandante Paulo Justino Strauss y el profesor Enrique José de Souza.
Strauss era un “oficial de la marina de guerra brasileña y miembro, del comité directivo
de la Sociedad Teosófica”. Este militar estaba convencido que “el origen de los OVNIS
es terrenal y que los mismos no proceden de ninguna de las naciones conocidas.
En sus conferencias exclamaba que “debemos tomar en consideración la teoría
más reciente y mas interesante que nos ha sido ofrecida para explicar el origen de los
platos voladores: la existencia de un gran Mundo Subterráneo, con numerosas ciudades
en las que viven millones de habitantes. Esta otra humanidad debe haber alcanzado un
elevadísimo grado de civilización, una organización económica y social, un desarrollo
cultural y espiritual con relación a los cuales la humanidad que vive en la superficie de
la Tierra puede ser considerada una raza de bárbaros. Han de ser muchos los que se
41
sorprendan ante la existencia de tal Mundo Subterráneo.
A algunos les parecerá absurdo e imposible porque si
existiera verdaderamente –argüirán- hace ya mucho
tiempo que habría sido descubierto”.”Muchos Otros
críticos señalan que la existencia de un mundo habitado
dentro de la tierra resultaría imposible debido a la
creencia que la temperatura aumenta en razón directa de
la profundidad, y por ende que el centro de la tierra es
una masa de fuego. Sin embargo, este aumento de
temperatura no significa que el centro de la tierra sea de
fuego, ya que puede ser una extensión limitada y surgir
de las cavidades subterráneas, como los volcanes y
arroyos calientes, situados en determinados niveles.
Debajo de éstos, la temperatura vuelve a bajar a medida
que se desciende más. La hipótesis de que la
temperatura aumenta con el descenso en la corteza terrestre sostiene que esto ocurre
hasta una profundidad de ochenta kilómetros (en la capa superficial de la tierra)”.
Huguenin quién prácticamente basó toda sus hipótesis en los postulados de
Strauss decía “que el mundo subterráneo no se limita a cavernas, sino que es más o
menos extenso y está situado en un hueco dentro de la tierra, lo suficientemente grande
para contener ciudades y campos, donde viven seres humanos y animales de estructura
física parecida a los de la superficie. Entre los habitantes, hay determinadas personas
que vinieron de la superficie, descendieron y nunca retornaron, como el Coronel
Fawcett y su hijo Jack”. ¡Textual!
Tratando de descifrar el misterio del mundo subterráneo, Huguenin se “pregunta
como habrán surgido estas maravillosas ciudades subterráneas y la civilización
avanzada. Responde que los constructores y la mayoría de los habitantes del mundo
subterráneo son miembros de una raza antediluviana, proveniente de los continentes
prehistóricos, sumergidos, Lemuria y Atlántida, que se refugiaron allí de la inundación
que destruyó sus tierras de origen” “Sostiene que los habitantes de la Atlántida, mucho
más avanzado que nosotros en desarrollo científico, volaron en aeronaves con el uso de
una forma de energía directamente obtenida de la atmósfera, conocida como “vimanas”,
idénticas a lo que, conocemos como platillos voladores. Antes de la catástrofe que
destruyó Atlántida, sus habitantes hallaron refugio en el mundo subterráneo en el
interior hueco de la tierra. Llegaron hasta allí con sus “vimanas”, o platillos voladores,
por medio de las aberturas polares. Desde entonces, esos platillos voladores han estado
en la atmósfera interior de la tierra y han sido utilizados, como medio de transporte de
un punto a otro del cóncavo mundo inferior. En aquel mundo dentro de la corteza
terrestre, una línea aérea recta es la distancia más corta entre dos puntos, sin importar a
qué distancia estén. Después de la explosión atómica de Hiroshima, estas aeronaves
salieron a la superficie por primera vez. Se las denominó platillos voladores”.
42
Tanto Huguenin como Strauss tenían como se dijo, activa vinculación la
Sociedad Teosófica, de la cuales eran miembros regulares. Liderando la poderosa
sociedad que en el siglo XIX fundara la esotérica rusa Helena Petrovna Blavatsky, se
encontraba Henrique José de Souza.
Nacido (1913-1965) en San Salvador, Bahía,
estado del norte de Brasil, Souza era hijo de una
acomodada familia dedicada a la exportación, y
actividades teatrales. Debido a la muerte de su padre,
abandonó sus sueños de convertirse en médico, para
pasar asumir el control de los negocios heredados.
Desde muy joven se interesó en el mundo espiritual,
siendo su primer acercamiento la escuela de
Samyama, donde se estudiaba filosofía oriental. En
1924 funda Dhâranâ Sociedad Mental Espiritualista,
que en 1928 transforma en Sociedad Teosófica
Brasilera, y que más tarde mutó a Sociedad Brasileira
de Eubiose. Su escuela templo se establecería en la en
Barra de las Grazas estado de Mato Grosso, en la
ladera sur de la famosa Sierra del Roncador. De Souza creía que Brasil era una especie
de tierra prometida, donde surgiría una nueva raza más avanzada.
Eubiosis era una nueva concepción y estado mental, que abogaba
por el “pleno funcionamiento de los siete centros, vórtices o
uniones del cuerpo humano como más perfecta unión de la
energía”. Esta probable evolución se desarrollaría en tres regiones
de Brasil: Sierra Mantiqueira, Isla de Itaparaca y en la Sierra del
Roncador. En esos lugares “se hallarían embocaduras o accesos
(pasajes interdimensionales) hacia el espacio localizado en el
ulterior del planeta” o sea un verdadero mundo subterráneo.
Souza profetizaba la llegada de un nuevo Avatar, que conduciría
esta transición, que denominó Maitreya. Durante su vida de
Souza mantuvo correspondencia con Mario Roso de Luna,
teósofo español, de gran renombre, y del que tradujo varias obras. De todos los libros
que escribió destaca, “El verdadero camino de la iniciación” (1940), donde narra que el
patriarca Noe, después del diluvio se refugió en Agartha. En 1955 una publicación de la
época, “O Cruzeiro”, se hizo eco de un rumor que decía que Souza fue visitado por una
aeronave de procedencia desconocida, tripulada por seres de alta estatura, que lo
condujeron a una incursión intraterrena. Esta información fue divulgada por Joâo
Martin 22 de la citada revista.
Ese mismo año, O Cruzeiro, en sintonía con estos temas, hizo público un
reportaje al comandante Paulo Strauss, donde por primera vez enunciaba su teoría sobre
la existencia de un mundo subterráneo.
22
Joâo Martin fue uno de los periodista que más tarde estuvo involucrado en un famoso caso ufológico que tuvo lugar en
Barra de Tijuca (Brasil).
43
Siegmeister
absorbió
todos
estos
conceptos,
que
luego
impregnarían su mítico
libro.
La
lectura
de
Huguenin lo llevó a conocer
a de Souza, con quién trabó
amistad. En 1960 da a
conocer Agartha: el mundo
subterráneo,
cuya
continuación sería Platos
Voladores desde el interior
de la Tierra (presentando
los estudios de Gardner,
Marshall y Olaf Jansen),
culminando la saga, con La
Tierra Hueca (1964) donde
fusionaría
todos
estos
relatos en uno solo. En esta
trilogía Bernard entregaría
sus hipótesis, en base a los
trabajos ya comentados de
Huguennin, Strauss, y De
Souza. También sería clave
el libro de Ferdinand
Ossedowsky,
Bestias,
Hombres y Dioses, uno de
los primeros escritores
europeos que se interesó por el misterio de las tradiciones asiáticas acerca del mundo
subterráneo, y que fue de gran influencia en su tiempo. Otro nombre que se cuela en su
obra es Carl Huni, naturalista norteamericano con quién Siegmeister aseguró mantener
correspondenc ia.
Según Huni:
“La entrada a las cavernas está vigilada por los indígenas muercego, una raza de
tez morena, tamaño pequeño y extraordinaria fuerza física. Su sentido del olfato está
más que desarrollado que el de los mejores sabuesos. Aunque aprueben a una persona y
le permitan entrar a las cavernas, me temo que esa persona estaría perdida para el
mundo conocido, porque guardan el secreto con mucho cuidado, y tal vez no le
permitan salir. Los indígenas murcego viven en cavernas y salen a la noche a las junglas
que los rodean, pero no tienen contacto con los habitantes subterráneos. Estos habitan
una ciudad subterránea donde forman una comunidad de población considerable que se
autoabastece. Se cree que los habitantes de la Atlántida construyeron las ciudades
subterráneas. Una cosa es segura: no le llegarán residuos radioactivos. Nadie sabe si
aquellos que viven en las antiguas ciudades subterráneas de la Atlántida son los mismos
habitantes u otros que se establecieron allí luego que los constructores originales se
fueron. El nombre de las montañas donde existen estas ciudades es Roncador, en el
nordeste de Matto Grosso. Si alguien va en busca de una de esas ciudades, debe
responsabilizarse de su propia vida, pues tal vez nunca regrese, como le ocurrió al
Coronel Fawcett”.
“Cuando estuve en Brasil, oí hablar mucho sobre estas cavernas y ciudades
subterráneas. Sin embargo están muy lejos de Guiaba. Están cerca del río Araguaya, que
desemboca en el Amazonas. Están al nordeste de Guiaba, al pie de una cadena
montañosa increíblemente larga llamada Roncador. Desistí de investigar más porque oí
que los indígenas murcego vigilan con gran celo, la entrada a los túneles, de personas
que no están suficientemente evolucionadas, pues no quieren problemas. Básicamente
no quieren a nadie que todavía esté engarzado en la comercialización y ambicione el
dinero”. // “También hay cavernas en Asia, que mencionan los viajeros del Tíbet, pero
hasta donde yo sé, las más grandes están en Brasil y existen entres niveles diferentes.
44
Estoy seguro que obtendría permiso si quisiera unirme a ellos, y que me
aceptarían como uno de ellos. Sé que no emplean dinero y que su sociedad está
organizada sobre una base estrictamente democrática. La gente no envejece y vive en
armonía perpetua”.
La creencia en este mundo subterráneo que cruzaría los subsuelos de Brasil llevó
a Siegmeister a tratar de encontrar una entrada a esos dominios ocultos, tal como lo
intentara en Ecuador, aunque sin suerte. El mismo año que diera a conocer el primer
libro de la saga, o sea 1960, recibe una extraña carta de Ottmar Kaub, miembro de
“UFO Reasearch”. Según el ufólogo, un tal Dr. George Marlo, deseaba ponerse en
comunicación con él, ya que deseaba ponerlo en contacto con una comunidad
intraterrena del Sur de Áfr ica, donde vivían dos seres, Sol-Mar y Zola, a quién Marlo
conocía. La ciudad habitada por Somar y Zola, era Masars II. Allí se describía a “la
tierra hueca como un paraíso de perfecto clima, frutas gigantes, hermosos pájaros con
una envergadura de 30 pies, y donde la gente tenían una altura de 12 pies”.
Durante años Marlo lo sedujo con la idea de “un encuentro con Sol-Mar y Zola,
encuentros, que siempre fueron inevitablemente pospuestos por varias razones.
Eventualmente, Siegmeister comprendió que Marlo mentía acerca de sus contactos con
los intraterrenos y decidió continuar su búsqueda solo”.
Sin embargo el doctor no desanimó por este
fracaso y continuó con su indagación. En La Tierra Hueca
escribe: “uno de los primeros colonizadores alemanes de
Santa Catarina, Brasil, escribió y publicó un libro, en
alemán antiguo, sobre un Mundo Subterráneo, con
información obtenida de los indígenas. El libro describía
la tierra como hueca, con un solo central. Decía que el
interior de la tierra era habitado por una raza longeva, que
vivía libre de enfermedades y se alimentaba con frutas.
También sostenía que este Mundo Subterráneo estaba
sostenido estaba conectado en la superficie por medio de
túneles abiertos en su mayoría, en la zona de Santa
Catarina y alrededores en Brasil. El autor invirtió seis
años en la investigación y el estudio de los misteriosos túneles que abundan en Santa
Catarina, obviamente construidos por una raza antigua, para llegar a las ciudades
subterráneas. Las investigaciones continúan. En una montaña cerca de Joinville, los
cantos corales de los hombres y las mujeres de la Atlántida se oyen en forma repetida,
además del “canto galio” (gallo que canta), que es una indicación típica de la existencia
de una abertura de túnel que lleva a una ciudad subterránea. No es un animal vivo el que
produce el sonido, sino probablemente una máquina”.
Como se mencionó desde un comienzo, la gran habilidad de Siegmeister fue
sintetizar todos estos conceptos en su libro La Tierra Hueca, donde además añadió
material de Palmer, Giannini y Byrd. Que Siegmister es el verdadero autor de este
trabajo, lo deja traslucir este párrafo:
45
“No existe la ancianidad en Agartha, tampoco la muerte. Es una sociedad en que
todos lucen jóvenes aunque tengan varios siglos o miles de años. Esto parece increíble
para los habitantes de la superficie, expuestos a los efectos de la radiación solar y la
autointoxicación por los alimentos de una mala dieta. Los síntomas de la vejez no son
los resultados del paso del tiempo o de un proceso de envejecimiento, sino que se deben
a condiciones y hábitos biológicos dañinos.
La senilidad es una enfermedad, y dado que los habitantes de Agartha están
libres de enfermedades, nunca envejecen. Los dos sexos viven separados, y el
matrimonio no existe. Cada uno es independiente y libre. Ninguno de los dos depende
del sostén económico del otro. La reproducción se realiza por parto-nogénesis y los
bebés nacidos de la virginidad son todos del sexo femenino. En esta civilización
matriarcal, la mujer es considerada el sexo normal, perfecto y superior. La crianza de
los niños está a cargo de maestros especiales, no de familias particulares. La comunidad
los mantiene, así como a las madres. La cultura científica superior de la gente
subterránea, cuyos platillos vo ladores son un ejemplo, es el resultado del desarrollo
cerebral superior, de cerebros más poderosos. Esto se debe a que las energías vitales
fluyen hasta el cerebro, en vez de disiparse por los canales sexuales, como ocurre entre
las razas supuestamente “civilizadas” de la superficie. En realidad, la práctica sexual no
forma parte de sus vidas. A raíz de la dieta vegetariana –de frutas básicamente- las
glándulas endocrinas tienen un estado de equilibrio perfecto y funcionamiento
armonioso, como ocurre en los niños, y no se ven estimuladas a la actividad anormal,
por las toxinas metabólicas, como las producidas por la carne, las aves, el pescado, y los
huevos y afrodisíacos, como la sal, la pimienta, el café, el tabaco y el alcohol. Al tener
la sangre pura y libre de toxinas, los habitantes subterráneos pueden vivir en continencia
absoluta, conservar todas las energías vitales y convertirlas en poder intelectual.
Conforman la raza que creo los platillos voladores”.
Publicado en 1964, “Tierra Hueca”, se convirtió en un libro de culto desde su
aparición. Siegmister fallecería un año después, afectado de pulmonía, sin haber logrado
cumplir su máxima aspiración, la de penetrar en una de esas moradas subterráneas que
durante toda su vida buscó.
46
EL LLAMADO PLANETARIO
Conexión Argentina
En Febrero 16 de 2005 se publicó una solicitada en el diario “La Nación”, uno
de los periódicos de mayor circulación de la Argentina. Con el título: “Eureka! No
existe imán esfera”, en algunos de sus puntos decía:
Firmada por Ricardo Tarpin, 23 la solicitada presentaba una hipótesis personal
acerca de la verdadera conformación de la Tierra, la cual sería hueca y no maciza.
Según Tarpin: “No existe un imán esfera, por lo cual la Tierra que es un imán natural ha
de ser hueco y abierto en los polos”.
Que un compatriota se atreviera a publicar una teoría tan controversial en un
medio público, era un verdadero acto de valentía, a sabiendas de la tremenda oposición
que el tema despierta entre los académicos. Intrigados decidimos contactarlo, y hacerle
un reportaje. Amablemente accedió a nuestro requerimiento.
¿Qué lo llevó a publicar una solicitada en defensa de la Tierra Hueca?
Fundamentalmente darle fecha cierta a mis postulaciones. Y promover el debate
público de los mismos.
23
El señor Ricardo Tarpin es Ingeniero Civil, especializado en el tema hidráulico. Posee una empresa de Recuperación de
Campos Anegables. Es toda su formación académica.
47
¿Podría explicar a que se refiere cuando menciona el Teorema Tarpin?
El TTCCC, Teorema Tarpin Constitución de los Cuerpos Celestes, del cual la
Tierra Hueca es simplemente un cuerpo celeste que gira sobre su eje y del "equilibrio de
fuerzas" surge la REAL CONFORMACIÓN de dicho cuerpo celeste. Los libros de la
Tierra Hueca, de los cuales he leído varios, plantean la cuestión como algo "subjetivo".
El TTCCC debe de "ser" objetivo y estar dispuesto a todo análisis que se desee realizar
desde cualquier punto de vista. Vale para "absolutamente y sin excepción"para todos los
cuerpos celestes que roten sobre su eje.
¿Cuál es el significado que le da a la frase “500 años de tierra maciza?
Los 500 años se refieren a 1492 á 1992, o sea la época actual. Antes del 11
octubre de 1492 la "tierra era plana" para los científicos de nuestra cultura. El 12 de
octubre de 1492 "pasó" a ser "redonda” (…) Obviamente la Tierra y todos los Cuerpos
Celestes han sido, son y serán huecos y abiertos en los Polos
¿Cómo nació su interés en el tema?
Mi interés por el tema es NO ACADÉMICO, por lo cual prefie ro no exponerlo
en este momento, si bien, ya lo hecho en otras respuestas, pues en definitiva, NO ME
INTERESA ANDAR CON SECRETOS
¿Se considera un descontento con respecto a los postulados oficiales?
No estoy ni contento ni descontento al respecto. En cada Teorema que expongo
gran parte de los "pseudos" científicos se muestran reacios a aceptar los nuevos
postulados pues evidentemente EVIDENCIAN su incapacidad de desglosar lo cierto y
verídico de lo que no lo es, NI LO PUEDE SER. El Planeta Tierra NUNCA podía
haberse postulado como Macizo, ya que al rotar el equilibrio de fuerzas de masas
producía un hueco. Ver los rostros de sorpresa del Ing. José Botto y Licenciado Emilio
Sastre cuando les explicaba "que habían demostrados ellos mismos". Fueron ellos
mismos los primeros incrédulos del TTCCC(1992/3). Ellos mismos pidieron "pruebas
fìsicas". Por eso cuando el 16 de Febrero 2005 publico EUREKA! Imán esfera NO
EXISTE. LUEGO LA TIERRA HA DE SER HUECA Y ABIERTA EN LOS POLOS
por ser un Imán Natural (Resnick-Física I). Algo nimio conocido por
TODOSS.......S..........S.......S demostraba SIN aliciente alguno lo que por años fui
buscando y "logrando"
¿Cree en la existencia de una conspiración mundial, que oculta información
sobre este punto en particular?
Considero en primer lugar que la respuesta anterior explica esto en un gran
porcentaje.
Aunque la idea del ingeniero Tarpin resulta atractiva, no pasa de ser una
hipótesis que por ahora no cuenta con ningún aval. 24 Ignoramos si podría aprobarse en
caso de presentarse en círculos científicos más especializados, que deberían someter el
teorema a una batería de pruebas para comprobar su posibilidad de aceptación. Este
24
El Sr Jorge Adue también ingeniero, citado por el señor Tapirn en un mail que enviara a esta escritora, fue consultado
para dar una opinión sobre este caso. Dijo: “La demostración matemática de los profesores Sastre-Botto, docentes de la
FCEIA(Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario, Santa Fe) se refiere a como
una gota de agua sometida a ciertas condiciones de rotacion, produce un hueco en su interior. Salvando las distancias, el Ingeniero
Tarpin supone que si la formación de nuestro planeta, siguió hipótesis similares, podría tener iguales consecuencias. Los profesor e
insisten en señalar que dicho análisis numérico en ningún momento se refieren al planeta Tierra. Todas las demás aseveraciones
corren por cuenta del ingeniero Tarpin”.
48
proceso no se inició aún, y por lo tanto no podemos expedirnos sobre el particular. El
caso de este argentino por ahora es tan solo una mera curiosidad, que para ser factible
deberá pasar por los exámenes correspondientes. Los interesados en contactar a Jorge
Tarpin pueden hacerlo a su mail que figura en la solicitada publicada.
Si se creía que Tarpin es el único caso de un compatriota interesado en la Tierra
Hueca, estamos en un error, hay otros locales, que últimamente salieron a la luz pública,
y cuya historia referiremos a continuación.
Todo comenzó cuando Rodney
Cluff, una analista de sistemas, de origen
norteamericano, escribió “World Top
Secret: Our Earth is Hollow” (El Mayor
Secreto del Mundo: Nuestra Tierra es
Hueca). Durante casi veinte años, Cluff se
había interesado por la teoría y decidió darle
impulso a través de este libro, que
rápidamente se comercializó. Con el
milenio iniciado el enigma que durante años
apasionó a tantas generaciones volvió
nuevamente a cautivar. ¿Sería posible que
en la era de la información se pudiera hallar
el esquivo enclave intraterreno? ¿Estarían escondidas allí las diez tribus de Israel?
Porque Cluff no presentaba ideas nuevas, sino que retomaba una vez más las viejas
tesis, donde Olaf Jansen, Jardín del Edén, Platos Voladores y otras concepciones
religiosas, como el Trono de David, y la morada de Jehová, parecían convivir.
Dispuesto a encontrar respuestas, a Cluff se le ocurrió una expedición. De
inmediato se acordó de un viejo compañero universitario, Steve Currey, y lo contactó.
Pero tanto Currey como Cluff no solo eran antiguos camaradas de estudio, sino que
compartían una misma concepción religiosa, el mormonismo, de la cual eran miembros.
De ahí que la idea de Cluff calara hondo en el espíritu de su compatriota.
Steve Currey, el compañero mormón de Cluff, destacaba como un
expedicionario de primer rango, especializado en explorar regiones vírgenes o
inaccesibles. Uno de sus descubrimientos más importantes fue “el salto de agua más
profundo del mundo, en el valle del río Tsang Po, en el Tíbet”. Tal vez ese solo dato le
haya valido una tapa en el prestigioso magazín “National Geographic”. Según narra el
propio Curry fue en aquel valle desconocido donde tuvo una revelación con respecto a
la Tierra Hueca. Al parecer detrás de la catarata que él encontró, se hallaría una caverna,
que los lugareños le dijeron escondía un acceso que conducía a la mítica ciudad de
Agartha. Le contaron además que en ese lugar se produjo la última aparición del famoso
Rey del Mundo, “concediendo sus enseñanzas y profecías a sus discípulos de la
superficie”.
Dispuestos a todo, Rodney Cluf y Steve Currey, se embarcaron en el proyecto de
sus vidas, dar inicio a la primera expedición a la Tierra Hueca. A diferencia de lo
esperado, el Tíbet no fue el lugar elegido, se prefirió el Ártico, en base al relato que
hiciera Emerson sobre la experiencia protagonizada por Olaf Jansen (1829) y más
acorde con el ideal mormón.
49
Para aquellos desmemoriados, Willis Emerson publicó en 1908 “The Smokey
God” (El Dios Humeante) donde contaba las peripecias de Jansen y su padre perdidos
en las inmensidades del Ártico. Al parecer en una salida de pesca ambos extraviaron el
rumbo penetrando sin saberlo en una abertura desconocida del Polo Norte. Luego de
navegar en una corriente de agua cálida, “arribaron allí a un puerto llamado Jehu, el cual
Olaf Jansen y su padre residieron por más de dos años”. Jehu estaría habitada por
gigantes de casi cuatro metros, seres bondadosos y avanzados, que hablaban un extraño
idioma similar al sánscrito. Después de un tiempo fueron conducidos en presencia del
Rey del Mundo, residente en el Edén, cuya capital es Shambhala.”Los pescadores
comentan también de la existencia de un solo interno y humeante y de un mundo
Interior compuesto por ¾ partes de tierra y ¼ de agua, como si fuera de esta forma el
negativo de nuestra superficie terrestre”. Esta civilización estaría muy desarrollada
contando con tecnología desconocida para nosotros.
Con esta idea definida comenzaron los preparativos. La primera medida fue
contratar los servicios de un rompehielos ruso, el Yamal, que serviría como medio de
transporte. Para aquellos que decidieran participar de la aventura el costo fue estimado
en casi veinte mil dólares, y el viaje fue planificado como una especie de paseo
turístico. Como primera fecha tentativa se pensó el 2005 como el año de partida, pero el
recorrido nunca se llevó a cabo siendo pospuesto para un año después. Año tras año los
“aplazos” se volverían una constante en el desarrollo del proyecto.
En el intermedio de estos sucesos entró en escena el argentino Marcelo
Martorelli, que amerita una profundización de su perfil.
Para ser honestos, Marcelo Martorelli parece una buena persona, que no
sabemos porque causa se involucró en esta trama tan poco diáfana en su accionar.
Hubiéramos querido entrevistarlo, pero al parecer, después de algunos infortunios que
sufriera la “operación tierra hueca, polo norte”, no contesta mails o sus asesores no le
pasan los mensajes, por lo tanto esta contraparte queda con un interrogante que solo el
tiempo podrá dilucidar.
Consultando
los
pocos datos biográficos
que Martorelli mismo diera
a conocer a través de su
libro,
“El
llamado
Planetario”, encontramos a
un hombre preocupado por
sus
semejantes.
Autodenominado profesor,
aunque desconociendo su
especialidad, Marcelo es
director de una ONG la
Fundación P.E.A (Paz,
Ecología y Arte), dedicada
por completo a promover
la armonía entre las
naciones, con residencia en
al Capital Federal. Porteño
de pura cepa, Martorelli se
crió uno de los barrios más
exclusivo de la ciudad.
Amante de la música rock,
ya desde su juventud se
interesó por las cuestiones
espirituales y de naturaleza
metafísica. Cercano a los
veinte años ingresó a un
grupo new age, y comenzó
estudios por más de veinte
años, bajo la tutela de Yaco
Albala, a quién reconoció como su maestro, que tuvo un papel importante en su
posterior formación. De esa época data su afición por el tema de la Tierra Hueca, que lo
50
convirtió en un entusiasta partidario. Promediando 2003, Martorelli toma contacto con
la expedición mormona después de recibir “casualmente” un folleto de propaganda. De
inmediato se pone en contacto con Currey enviándole una carta, de la cual reproducimos
algunos pasajes, que revelan más detalles sobre los intereses espirituales del argentino
en relación a la Tierra Hueca.
“Durante 20 años de mi vida me he dedicado a investigar apasionadamente las
civilizaciones desaparecidas y, en especial, todo lo referido a Shambhala, Agartha y
ERKS (ciudad intraterrena Argentina ubicada debajo del Cerro Uritorco, en la provincia
de Córdoba). Quién esto escribe fue uno de los convocados durante su activación. En
aquel tiempo, fui invitado personalmente por el doctor Angel Acoglanis, 25 descubridor
de la ciudad intraterrena de ERKS y fue allí donde comenzó lo que cambió mi vida para
siempre en 1986” // “También hace 7 años atrás, tuve casi un mes de alta sincronicidad.
Durante esa experiencia, nos fue legado un material absolutamente original que data del
año 1929, perteneciente al explorador Ruso Nicolás Roerich y al Doctor Ricardo Rojas
(prócer Argentino), que he decidido no dar a conocer hasta que la sincronicidad señale
que ha llegado el momento oportuno”.
La mención de Angel Acoglanis y de ERKS daría tema para todo un capítulo,
por sus implicancias en el esoterismo local rioplatense, en este caso solo resaltaremos la
conexión con Martorelli, del cual decimos abre múltiples derivaciones a futuro.
Después de recibir esta emotiva carta, Currey se interesó en los “aportes
cartográficos” de Martorelli, y en octubre de 2003 se vino para la Argentina a
encontrarse con el místico sudamericano. Preguntado sobre las motivaciones que lo
impulsaron al
viaje,
Currey
contestó:
“Cuando tenía
15 años, leí el
libro que mi
padre
ya
conocía, el de
Raymond
Bernard:
“La
Tierra Hueca”.
Mi padre es el
fundador de la
que hoy es mi
empresa y tenía
el sueño de
realizar
este
viaje en algún
momento de su
vida. Pero las
vueltas de la
vida
no
lo
permitieron y,
en mi caso
personal, obvié
el tema por
años;
aunque
me
había
parecido muy
interesante en
verdad, no le presté más atención y me dediqué entonces a mi trabajo y a mi familia.
Hace seis meses aproximadamente, estaba ordenando mi estudio, cuando de pronto,
desde lo más alto de la biblioteca, mágicamente cayó un libro en mis manos. Y ante mi
sorpresa descubrí que era el libro del Dr. Raymond Bernard … Inmediatamente volví a
leerlo y decidí entonces cumplir el sueño de mi padre”.
25
Denominado el portero de ERKS, Acoglanis era de origen griego. Se lo creía representante de los intraterrenos, el cual
a través de mantras podía hacer aparecer la mítica ciudad, que se encontraría bajo subsuelos cordobeses. Murió asesinado en la
década de los 80 en circunstancias misterio sas. El caso sigue abierto.
51
El norteamericano continúa relatando que la entrada elegida que conduciría a la
Tierra Hueca, adjudicada por su compañero Rodney Cluff en el libro de su autoría, está
una zona del Polo Norte, Nueva Syberia, “territorio virgen o sea que nadie ha puesto el
pie allí hasta el momento”. En un punto de la charla Martorelli se refiere a los
misteriosos mapas que captaran la atención de su ilustre visitante:
“Steve, creo que encontré algo muy, pero
muy interesante en este mapa de la Tierra Interna. Me
lo mandaron de USA en una forma muy especial
hace cinco años aproximadamente. Yo creo, Steve,
que en el mapa que vas a ver ahora se encuentra
marcada la trayectoria del famoso mono rail, del que
habla Olaf Jansen, en su libro “Smokey God” y que
anuncias en el itinerario de la expedición”. Sobre
como habría conseguido ese material Martorelli
refiere que por aquellos años participaba en una lista
de Correos dedicada a la Tierra Hueca “un buen día
apareció una mujer que decía poseer tres mapas.
Contó que su abuelo había realizado una profunda investigación sobre todo esto durante
toda su vida y que había llegado a información muy concluyente que se encontraba de
alguna manera en estos mapas, que debía difundirse y no morirse con él. Entonces, le
pidió a su nieta que los repartiera a los cuatro puntos cardinales de la Tierra. Así fue
como me convertí en uno de los destinatarios del hemisferio Sur. Dijo también que estos
mapas no eran mapas comunes y que había que ser muy cuidadosos con ellos, ya que
era información absolutamente especializada y desconocida”. Una vez que los mapas
llegaron a manos de Martorelli la mujer desapareció de la lista.
Con los mapas de Martorelli, el libro de Rodney Cluff, y la inspiración de
Raymond Bernard, la expedición entró en su máxima ebullición. La primera fecha
tentativa se fijó en el 2005, luego se corrió a 2006. Al parecer inesperados problemas
impedían realizar el viaje a los expedicionarios, que vivían retrasando en momento de
partida. Durante esos recesos se organizaron conferencias, los veinte mil dólares por
pasaje se vendieron sin problemas, y hasta un agente iluminati que habría contactado a
Steve Currey durante su estancia en la Argentina, dió su pláceme para la operación. ¡Me
niego a profundizar en este punto! Con tantas buenas, es difícil saber porque tantas
demoras. Pero lo peor vino con el fallecimiento de Currey, a quién inesperadamente le
fueron detectados seis tumores malignos que acabaron con su vida. Fue un golpe
tremendo en especial para Martorelli. ¿Adiós Tierra Hueca?
No fue la opinión de los participantes que pagaron tan substancial pasaje,
quiénes eligieron al doctor Agnes Brook para reemplazar al malogrado Currey,
provocando la desaprobación del argentino no contento con el rumbo tomado por los
futuros émulos de Cristóbal Colón. En su site se puede consultar la carta reprobatoria
http://www.erks.org/expedicionariosnews.htm
A todo este enredo debemos agregar una revelación sorprendente y temeraria,
que sale de boca del propio Martorelli, preocupando a quién escribe. “Fue contactado
por ellos” ¿Quiénes son ellos?
52
Entérese el lector.
“Respetados Hermanos de la Luz, recién hoy, 8 de noviembre de 2004, cuando
todo recomenzó he sido autorizado a revelarles la etapa de lo sucedido. He sido
contactado por Ellos directamente, la autorización ha sido dada desde dentro” // “Mi
lugar en el Plan ha sido revelado en forma directa y física por Ellos; no hablo ya de un
proceso telepático (y no significa que este no exista y como tal prosiga su curso) sino
que se ha decidido que era tiempo de una manifestación física y tangible” // “Ellos me
han propuesto como embajador de su mundo. Ellos me han contactado directamente por
mi trabajo, pero aún más –como me ha sido dicho- por lo que todavía no he hecho- por
aquel en quién tengo la oportunidad de convertirme en el futuro. Finalmente ellos
confían en mí mucho más de lo que yo confío en mí mismo. Ellos me han afirmado mi
participación y me formarán para la pronta llegada del primer contacto público
intraterrestre ya que deberé prepararme intensamente para este desafío. Ellos también
me han informado de la pronta llegada del primer contacto masivo extraterrestre, y que
también estaré involucrado en ello”
Podríamos realizar infinidad de preguntas, y de seguro el lector tendrá diez mil
más, pero como la responsabilidad de este monográfico es de esta investigadora, de
momento se me ocurre una. ¿Los intraterrenos avalan la bibliografía citada, en especial
la de Raymond Bernard? Si es así Houston, estamos en problemas.
Una segunda pregunta diría ¿es Marcelo Martorelli el primer representante de
los intraterrenos del que tenemos noticias? Y contestamos no, no lo es. Hubo alguien
más original.
En 1947 un personaje inclasificable apareció en la Francia de post guerra. Se
trataba de El príncipe Cherenzi Lind, 26 que se creía “amo de un reino subterráneo y
salvador del mundo”. El Maha Chohan o Kut-Humi se presenta como gran jefe de los
iniciados del Agartha, pero también como director de la Gran Fraternidad Blanca
Universal, unión espiritualista cuya meta reconocida es salvar al mundo. En una
entrevista realizada por la revista Point de Vue, se recogen algunos de sus comentarios:
-¿Es usted el Amo del Mundo o el Mesías anunciado?Mis enseñanzas hablarán por mí.
-¿Quién le dio el título de Maha Chohan?-El Gran Consejo del Agartha reunido en congreso, es decir, el conjunto de los
Sabios y de los grandes Instructores, cuya sede central está en el Tíbet. Pero los sabios
viven el mundo entero. Los hay en París, y Europa Central cuenta con cuatro mil
iniciados de diversos grados. En América los hay muchos más.-
26
Se dice que su verdadero nombre fue Omar Cherenzi Lind. Según medios esotéricos, practicaba la magia negra de
contenido sexual. Fue el fundador de la Universidad Espiritual de Colombia. Otras opiniones lo señalan como un simple estafador
de origen cubano. Una colega amiga, la investigadora cubana Julia Cazaldilla, me dio más datos sobre Cherenzi, que según se cree,
fue un probable agente nazi que se hizo pasar por un espiritual tibetano vinculado a los rosacruces, siendo desenmascarado en Roma
en 1948.
53
-¿Quién fundó el Agartha?-Es muy viejo. Prácticamente su origen se remonta a cincuenta seis mil años,
pero es preciso saber que antiguamente los años eran más largos que actualmente.-¿Existe un reino subterráneo en el Tíbet? La descripción de ese reino, hecha
por Ossendowski, ¿es exacta?-Existe verdaderamente un reino subterráneo en el Tíbet. Casi todos los
monasterios están unidos por inmensas galerías que, a vece, alcanzan los 800 Km. De
largo. En esas galerías hay cavernas tan grandes, que Nuestra Señora de París cabría
holgadamente.-¿Se sitúa entre el norte del Tíbet y Mongolia?-Sí. Allí viven seres humanos y también jinas, unos seres dotados de gran
inteligencia, pero que no tienen cuerpo físico. Los jinas viven en las entrañas de la tierra
y nunca ascienden a la superficie del globo. Están armadas de largas zarpas y provistos
de alas análogas a los mu rciélagos. Son espíritus malignos, pero menos malignos, sin
embargo, que los hombres, pues no hay anda peor que ellos. Después al evolucionar se
convertirán en hombres: son los gnomos, los silfos y los trasgos de vuestras leyendas.-¿Existe una civilización desconocida en el reino de Agartha? ¿Tienen ustedes
máquinas más perfeccionadas que nuestra bomba atómica y nuestros aviones a
chorro?-La civilización del Agartha es únicamente espiritual y “mental”. No tenemos
máquinas, sino bibliotecas, de las que usted no tiene idea, pinturas, esculturas y, en
general, un florecimiento artístico que les parecería prodigioso. El mundo entero se verá
obligado a admitirlo cuando yo haya permitido a periodistas y camarógrafos dirigirse
allí y filmar las maravillas que allí hay. Organizaré, en efecto, una expedición en agosto
de 1948. Abriré las puertas de todos los santuarios.-¿Quién financiará la expedición?-Yo mismo (El príncipe Cherenzi Lind tendría dieciséis mil millones bloqueados
en Japón. El mismo me dijo ser propietario de 56.000 hectáreas de tierra en Cuba y de
35.000 hectáreas en Panamá?-Reina la oscuridad en ese territorio subterráneo: los cineastas ¿deberán,
pues, proveerse de grupos electrógenos?-¡No! No hay iluminación, pero los seres y las cosas del Agartha son luminosos
por sí mismos (Lo que no impidió que para fotografiar al Maha Chohan, en la calle
Lesueur, fuese necesario emplear un flash. Personalmente, ese Gran Iniciado, no emite
ninguna luz sensible, en el sentido literal de la palabra)-Se pretende que usted habla diecinueve lenguas.-Conozco el mongol, el tártaro, el sánscrito, el indostánico, el bengalí, el chino
shensi, el francés, el inglés, el alemán, el español, el italiano …El artículo finaliza diciendo que este Maha Chohan prometió reunirse para
hablar con sabios franceses sobre cuestiones de energía nuclear, por lo cual se preparó
un encuentro, pero éste nunca asistió. No hace falta decir que la expedición prometida
para visitar Agartha quedó en la nada
54
Y de esto hace casi sesenta años. Muy pocas cosas cambian ¿no?
Si “Ellos” ¿? contactaron al argentino, es de esperar que no se repitan episodios
como el comentado. Volvemos a jurar que Marcelo Martorelli nos cae bien. Su libro lo
recomendamos, es de lectura agradable, y bella mente redactado. Se trasluce una
sensibilidad ya casi en extinción, pero ¿podemos confiar en que una civilización
desconocida de origen terrestre se presente como un gobierno en la sombras que volverá
un día a dirigir los destinos humanos? ¿Es Marcelo Martorelli un elegido por Ellos? ¿O
terminará como el Maha Chohan que desapareció sin dejar rastros?
La nueva expedición a la Tierra Hueca se anuncia para el 2008. En este caso
solo aquellos que cuenten con veinte mil dólares entrarán en el reino prohibido. Al
parecer la revelación no es para todos los bolsillos.
55
CONCLUSIÓN
¿Existe una Tierra Hueca bajo nuestros pies, inexplorada, esperando ser
descubierta por un nuevo colonizador? Y si existe ¿está habitada por una civilización
superior? Cuando comencé este estudio esperaba hallar respuestas a estos y otros
interrogantes, pero solo encontré hipótesis, y personajes esquivos como el de Walter
Siegmister, el verdadero Raymond Bernard. Debo decir que quizás el informe de
Siegmister fue una de las cosas más duras que debí hacer. Después de todo, su libro
acompañó parte de mi adolescencia e inspiró miles de pensamientos sobre temas que en
la actualidad continúo estudiando.
El seguir aceptando éste enigma sin cuestionarlo, es cerrar los ojos ante una
realidad evidente. Siendo justos, también debemos llamar la atención sobre un
verdadero mundo subterráneo, del cual hay abundante evidencia, aún en investigación,
diferenciándolo claro está de la Tierra Hueca, que solo provoca confusión. Estoy
consciente que hay miles de seguidores de esta teoría, lectores ávidos que discuten a los
autores atrevidos, opuestos al sistema imperante de una tierra maciza, y de concepción
rígida. ¿Como no contagiarse con ese entusiasmo, y adherir a la Tierra Hueca que
encierra en su seno todos los sueños incumplidos? Atlantes, tecnología de avanzada,
ovnis, bibliotecas milenarias de continentes desaparecidos, imposible sustraerse al
encanto de lo prohibido.
Gurdjieff, el genial esoterista ruso había dicho una vez: “estamos dormidos,
somos máquinas similares a robots”, promulgando el despertar de esa ilusión que es el
devenir diario. Tal vez, lo más difícil es precisamente ese despertar, no es fácil
escaparse de los sueños, y comenzar a madurar.
Débora Goldstern
29-08-07
56
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