PDF (Preliminares) - Universidad Nacional de Colombia

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
Este libro
pertenece a
.
Alfonso Rincón González
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IGNO Y LENGILn
EN SAN AGUSTÍN
Introducción a la lectura
del diálogo De Magistro
-*5
Centro Editorial
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
j
k.
©
Alfonso Rincón G.
CENTRO EDITORIAL
UNIVERSIDAD NACIONAL
Primera Edición: Bogotá 1992
ISBN: 958-17-0080-3
Fotocomposición: Servigraphic Ltda.
Impresión: Artes Gráficas Delgadillo
Preparación de originales, diagramación,
corrección de pruebas, supervisión editorial:
Centro Editorial, U.N., S. M. D., Emma Ariza,
Alfonso Rincón y Alejandro Gordillo
Este libro se terminó de imprimir durante el mes de junio de 1992.
Centro Editorial, Universidad Nacional de Colombia, Apdo. Aéreo 14490
Bogotá.
PORTADA: óleo de Remedios Varo:
El Flautista. 1955 (España, 1908, México, 1963)
ÍNDICE GENERAL
Pág,
9
11
13
Dedicatoria
Prefacio
Obras de San Agustín
Lista de abreviaturas
Advertencias
17
21
INTRODUCCIÓN
1. Agustín, maestro del pensamiento
2. Semiótica y filosofía del lenguaje
3. El lenguaje en la obra de San Agustín
4. Actividad literaria de Agustín del 386 al 389
5. El "De Magistro" en la evolución intelectual de Agustín
6. Objetivos y método de trabajo
Notas
23
23
24
25
27
28
29
30
CAPITULO I
El. DIALOGO EN LA OBRA DE SAN AGUSTÍN
1. Diálogo y filosofía
2. La palabra "diálogo" y su uso
3. El diálogo filosófico y su expresión literaria
4. Agustín y Platón
5. Agustín y Cicerón
6. Clasificación de los diálogos de Agustín
7. De ios diálogos de Casiciaco al "De Magistro"
8. Etapas del método dialógico
9. Una actitud de base: amor a la razón y a la sabiduría
10. La "quaestio"
Vocabulario
Razones de la pregunta
37
37
38
38
39
40
42
43
43
44
45
45
46
Actores de la pregunta
Temas de la pregunta
11. La "disputado"
Vocabulario
Lugar de la dialéctica
La definición
La distinción
La etimología
La demostración
12. La "inventio"
13. Los juegos de la conversación
Notas
47
50
50
50
51
52
57
58
60
61
62
66
CAPITULO II
EL SIGNO Y EL LENGUAJE EN LOS DIÁLOGOS
1. La omnipresencia del signo
La palabra y la escritura
La palabra y el cuerpo
2. El signo en el "Contra Académicos"
Vocabulario
Contra Académicos II.1.2
Contra Académicos ILV.11 - III.IX.18
Contra Académicos III.VI.13
La imposición de los nombres
Las cosas y las palabras
Lenguaje y comunicación
3. El signo y el lenguaje en el "De Beata Vita"
De Beata Vita 1,2 ,,
De Beata Vita 1.5
De Beata Vita IV.25
4. El signo y el lenguaje en el "De Ordine"
Vocabulario
De Ordine I.II.4
De Ordine I.VII.25
De Ordine II.IX.27
De Ordine II.XI.30 - II.XIII.38
Sonus, vox, verbum
Lingua
Littera
Syllaba, partes orationis
Artes Liberales
5. Ei signo y el lenguaje en los "Soliloquia"
Soliloquia I.III.8
Soliloquia I.XV.27
Soliloquia II,III.3
Soliloquia II.V.7-8
Soliloquia II.VI.9 - XI.17
Soliloquia II.XI. 19
79
79
79
80
82
82
82
82
83
84
84
84
85
86
87
87
87
88
88
88
89
89
93
97
97
99
99
101
101
102
102
102
103
103
6. El signo y el lenguaje
Vocabulario
De Quantitate Animae
De Quantitate Animae
De Quantitate Animae
De Quantitate Animae
7. El signo y el lenguaje
8. El signo y el lenguaje
9. El signo y el lenguaje
Notas
en el "De Quantitate Animae"
XI.18
XVIII.31
XX1V.45
XXXII.65-68
en el "De Música"
en el "De Libero Arbitrio"
en el "De Dialéctica"
103
104
104
104
107
107
114
117
117
118
CAPITULO III
EL DIALOGO "DE MAGISTRO": ESTRUCTURA Y CONTENIDO
137
1. "De Magistro"; un título lleno de significado
Agustín discípulo
Agustín maestro
2. Adeodato; el interlocutor del diálogo
Adeodato en la vida de Agustín
Los conocimientos de Adeodato sobre el signo y el lenguaje según testimonio del "De Magistro"
3. Diversas estructuras del "De Magistro"
4. Capítulo I del "De Magistrc": Análisis y comentario
Vocabulario
Finalidad del lenguaje
Docere-discere
Docere-interrogare
Docere: única finalidad del lenguaje
Loqui: proferir palabras
Docere-commemorare
Cantare
Orare
El lenguaje y el signo
Definiciones del lenguaje (loqui)
El "hombre interior"
El lenguaje interior
Los diferentes sentidos del "docere"
Pragmática del lenguaje
Conclusión
Notas
137
138
139
140
140
CONCLUSIONES
171
APÉNDICE
175
Bibliografía
índice Onomástico
índice Temático
142
145
148
148
149
149
150
150
150
151
152
154
154
154
156
157
159
161
161
162
179
203
211
s AXQ v s r i N y & e¥c
Agustín dialoga en Casiciaco.
Miniatura. Vierta. Nationalbibliothek.
1009. Fot I 1 . s. XII.
A mi madre, quien
me enseñó a amar la verdad
Agustín dialoga en Casiciaco.
Miniatura. Admonl. Stiftsbihliothek.
21 (125). Fol I V. s. XII.
PREFACIO
Encontrar un gran maestro y comenzar a frecuentarlo siempre produce
un inmenso placer. Eso me sucedió con San Agustín. Sin embargo, no me fue
fácil escoger un tema que no hubiera sido estudiado ya por tantos especialistas de la obra agustiniana.
Tengo que confesar que mi trabajo es el resultado de la convergencia de
dos intereses: por una parte, el personaje mismo: un hombre asombroso,
apasionado por la búsqueda de la verdad y la belleza, dotado de un cierto
sentido del "todo o nada", y comprometido en los problemas y conflictos de
su tiempo; rasgos que me han atraído de un modo particular. Por otra parte,
el lenguaje humano: actividad que se halla en la raíz misma de nuestro ser
consciente y de nuestra comprensión de lo real, universo de signos por medio
de los cuales comunicamos nuestros pensamientos y nuestros sentimientos;
lenguaje humano, cuya gramática nos permite relatar el pasado, expresar la
verdad, el amor y el porvenir; decir el sueño, el poema, la oración, el rechazo y
la esperanza.
Lector infatigable, Agustín supo resumir y condensar, en la encrucijada
de diversas tradiciones culturales, los tesoros intelectuales del mundo antiguo: la Biblia, Platón y el neoplatonismo, en primer lugar; además Aristóteles, los estoicos y los grandes doctores alejandrinos. El alma judía y el alma
cristiana, el logos griego y el orden romano se encuentran en su pensamiento
y nos permiten ver las relaciones y las tensiones que hay entre la fe, el saber y la
cultura.
Con prodigiosa fecundidad, San Agustín ha dejado a la posteridad una
obra grandiosa. Sus libros no fueron escritos para el olvido, sino para ser
recordados. Ellos estimulan al lector a que continúe la reflexión y profundice
su pensamiento.
Con estos objetivos he tratado de emprender una lectura de Agustín.
Muchas cosas contribuyeron a realizar esta tarea: numerosas lectura-;,
ciertamente, pero también la orientación de los profesores Lohn Gallup y Cíuj
Bouchard, de la Universidad Laval. Breves pero fecundas entrevistas con ios
profesores G. Verbeke de la Universidad de Lovaina, Robert O'Connell de la
Universidad de Fordham, André Mandouze, Alain Michel de la Sorbona y
Goulven Madec, director de la Revue des Eludes Augustiniennes de París, me
ayudaron también a comprender algunos puntos de mi trabajo. A todos ellos
les expreso mi gratitud. Además, las observaciones de los profesores Ernest
Fortin del Boston College y Guy H. Allard de la Universidad de Montréal me
fueron de gran utilidad. Quiero, asimismo, expresar mi agradecimiento a
todas las personas que, con su compañía y acogida, contribuyeron a hacer
fructífera mi permanencia en Québec. De manera especial tengo que mencionar a Micheline Fraser y a Beatriz Cisneros por su amistad y su colaboración,
también a Alejandro Gordillo por su ayuda en la corrección de las pruebas.
Agradezco, en fin, a la Universidad Nacional de Colombia, a la Universidad
Laval y al Ministerio de la Enseñanza Superior y de la Ciencia del gobierno de
Québec, su apoyo académico y financiero.
Con este trabajo he querido unirme a la celebración del decimosexto
centenario de la conversión de San Agustín.
A.R.G.
OBRAS DE SAN AGUSTÍN
Texto
Una lista exhaustiva de los títulos de las obras, la nomenclatura de las
ediciones críticas, bibliografía selecta de las fuentes y de los estudios críticos
se hallan en:
Clavis Patrum latinorum...editio altera..., Bruges, C. Beyaert. La Haye:
M. Nijhoff, 2a. ed., 1961, pp. 65-96 (3a. edición en preparación).
Aún no existe una edición crítica completa de toda la obra de San
Agustín. Se cuenta, sin embargo, con la edición de los benedictinos de San
Mauro, Paris 1679-1700, reproducida en J.P. Migne: PATROLOGIAE CURsus COMPLETOS, Series Latina (PL), volúmenes 32 a 46 y con algunas
ediciones críticas aún incompletas.
(CCSL) Corpus Christianorum. Series Latina. Turnholti; Typographi Brepols Editores pontificii. Han aparecido cerca de veinte volúmenes. Laeditio
princeps de las nuevas cartas recientemente descubiertas y eduadas por J.
Divjak es el último volumen aparecido.
(CSEL) Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum. Viena.
Entre otras ediciones incompletas consultadas podemos mencionar:
(ACW) Ancienl Christian Writers. Westminster, Md.
(BA) Bibliothéque Augustinienne. París.
(BAC) Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid.
(FOC) The Fathers of the Church. New York.
(NBA) Nuova Biblioteca Agostiniana. Roma.
Para los diálogos que estudiamos en este trabajo:
Contra Académicos:
Texto:
PL 32, 905, ed. Migne.
CCSL 29.
CSEL. 63. 6, ed. P. Knoll, 1922.
Traducciones:
Española: BAC 3, 74. versión, intruuü jetón y notas V. Capánaga. 1979.
Francesa: BA 4, 14, ed. R. Jolivet, 1948.
Inglesa: FOC 1, 43, ed. D.J. Kavanagh-E.H. Arbesmann, 1943, 1948.
Italiana: NBA m, 1, ed. D. Gentili, 1970.
De Beata Vita
Texto:
PL 32, 959, ed. Migne.
CCSL 29.
CSEL 63, 89, ed. P. Knoll, 1922.
Traducciones:
Española: BAC 1, 615, ed. V. Capánaga, 19573
Francesa: BA 4, 222, ed. R. Jolivet, 1948.
Inglesa: FOC 1, 43, ed. L. Schopp, 1947.
Italiana: NBA m, 1, ed. D. Gentili, 1970.
De Ordine
Texto:
PL 32, 977, ed. Migne.
CCSL 29.
CSEL 63, 121, ed. P. Knoll, 1922.
Traducciones:
Española: BAC 1, 673, ed. V. Capánaga, 19573.
Francesa: BA 3, 203, ed. R. Jolivet, 1948.
Inglesa: FOC 1, 239, ed. R. P. Russell, 1942, 1948.
Italiana: NBA III, 1, ed. D. Gentili, 1970.
Soliloquia
Texto:
PL 32, 869, ed. Migne.
Traducciones:
Española: BAC 1, 489, ed. V. Capánaga, 19573.
Francesa: BA 5, 24, ed. P. De Labriolle, 948.
Inglesa: FOC 5, 335, ed. Th. F. Gilligan-R. P. Russell, 1943, 1948.
Italiana: NBA ni, 1, ed. D. Gentili, 1970.
De Immortalitate Animae
Texto:
PL 32, 1021, ed. Migne.
Traducciones:
Española: Trad. J. Bezic, pref. O. N. Derisi. Buenos Aires, 1954.
BAC 39, versión, introducción y notas Lope Cilleruelo, 1988.
Francesa: BA 5, 170, ed. P. De Labriolle, 1948.
Inglesa: FOC 2, 15, ed. L. Schopp, 1947.
Italiana: NBA UI, 1, ed. D. Gentili, 1970.
14
De Quantitate Animae
Texto:
PL 32, 1035, ed. Migne.
Traducciones:
Española: BAC 3, versión E. Cuevas, revisión Miguel Fuertes Lanero, introducción y notas Victorino Capánaga, 1982.
Francesa; BA 5, 226, ed. P. De Labriolle, 1948.
Inglesa: ACW 9, ed. J. M. Colleran, 1950, 1964.
Italiana; NBA II I, 2, ed. D. Gentili, 1976.
De Libero Arbitrio
Texto:
PL 32, 1221, ed. Migne.
CCSL 29, 211,
1970.
CSEL 74, W. M. Green, 1956.
Traducciones:
Española: BAC 3, versión Evaristo Seijas, 1947, revisión Santos Santamaría
del Río, introducción y notas Victorino Capánaga, 1982.
Francesa: BA 6, 136, ed. F. J. Thonnard, 1952.
Inglesas: ACW 22, ed. M. Pontifex, 1955.
FOC 54, ed. R. P. Russell, 1968.
Italiana: NBA III, 2, ed. D. Gentili, 1976.
De Dialéctica
Texto:
PL 32, 1409, ed. Migne.
Traducciones:
Alemana; De Dialéctica. Trad. por Hans Ruef, en.Augustin über Semiotik und
Sprache. Berne, Wyss Erben Verlag, 1981.
Francesa: Principes de dialectique. Trad. por H. Barreau, en; Oeuvres completes de Saint Augustin, vol. 4. París, 1873, pp. 52-68.
Inglesa: Augustine. De Dialéctica. Trad. por B. Darrell Jackson. Dordrecht,
Boston, 1975.
De Música
Texto:
PL 32, 1081, ed. Migne.
Traducciones:
Española; BAC 39, versión, introducción y notas Alfonso Ortega, 1988.
Francesa: BA 7, ed. Guy Finaert y F. J. Thonnard, 1947.
Inglesa: FOC 2, 169, ed. R. Catesby Taliaferro, 1948.
Italiana: NBA III, 2 ed. D. Gentili, 1976.
De Magistro
Texto:
PL 32, 1193, ed. Migne.
15
CCSL 29, 157, ed. K. D. Daur, 1970.
CSEL 77, 3, 55, ed. Guenther Weigel, 1961.
Traducciones:
Española: BAC 3, versión Manuel Martínez, revisión Santos Santamaría del
Río, introducción y notas Victorino Capánaga, 1982.
Francesas: BA 6, 14, ed. F. J. Thonnard, 1952.
BA 6, ed. G. Madec, 1976.
Holandesa: Aurelius Augustinus. De Magistro, ingeleid, vertaald en toegelicht, door G. E. A. M. Wijdeveld. Amsterdam, 1937.
Inglesas: ACW 9, ed. J. M. Colleran, 1950.
FOC 59, ed. R. P. Russell, 1968.
Italiana: NBA m, 2, ed. D. Gentili, 1976.
¡6
LISTA DE ABREVIATURAS
Esta lista incluye las abreviaturas empleadas para cada una de las obras
de San Agustín, el texto latino, el volumen en CCSL, y/o CSEL y el volumen de
Patrologiae Cursus Completas, Series Latina, J. E. Migne.
CA
CC
CO
DBV
DCD
DCR
DD
DDA
DDC
DDQ
DGALI
DGCM
DIA
DLA
DMA
DMEC
DMEN
DMU
DO
DQA
DT
DUC
PL 32
CSEL 63
Contra Académicos
CSSL 29
PL 43
CSEL 52
Contra Cresconium
PL 32
CSEL 33
Confessiones
PL 32
CSEL 63
De Beata Vita
CCSL 29
PL 41
CCSL 47
De Civitate Dei
PL 40
De Catechizandis Rudibus CCSL 4 6
ed. J. Pinborg, introducción., notas.
De Dialéctica
traducción de B.D. Jackson. Dordrecht, Boston, 1975.
PL42
CSEL 25,1
De Duabus Animabus
PL 34
CCSL 32
De Doctrina Christiana
PL40
De Diversis Qaestionibus 83 CCSL 44A
CSEL
28,1
De Genesi ad litteram
PL 34
De Genesi contra
PL 34
Manicheos
PL34
De Immortalitate Animae
PL 32
CCSL 29
De Libero Arbitrio
PL 32
CSEL 77
CSSL 29
De Magistro
De Moribus Ecclesiae
Catholicae et de Moribus
PL 32
Manicheorum
PL40
De Mendacio
PL 32
De Música
PL 32
CSEL 77
CCSL 29
De Ordine
PL-32
De Quantitate Animae
CCSL 50,1 -2
PL42
De Trinitate
CSEL 25,1
PL42
De Utilitate Credendi
17
DVR
EP
De Vera Reí igione
Epistolae
CCSL 32
31-123 CSEL 34,2
PL 34
PL 33
124-184 CSEL 44
185-270 CSEL 57
EIPS
LIE
RE
si-
so
Enarrationes in Psalmos
In Johannis Evangelium
Retractation es
Sermones
Soliloquia
CCSL 38-40
CCSL 36
CSEL 36
1-5 CCSL 41
51-340
PL 36-37
PL 35
PL 32
PL. 38
PL 32
Otras abreviaturas
TLL
Ernout-Meillet. Dictionnaire étymologiq ue de ia
langue latine.
Grammatici Latini. Ed. Kiel.
Lingua Latina. Varrón.
Lexicón Totius Latinitatis.
Stoicorum Veterum Fragmenta.
Thesaurus Graece Linguae.
Thes^urus Ltn°uae Lattnae.
Ac
Adv. Math.
Cat.
Catil.
Crat.
De An.
De Def Or.
De Fin.
De Gen . An.
De G r a m m .
De Int.
De Inv.
De Off.
De Or.
De Nat. Deor.
De Ser Lat.
Disctpl. Libr.
Diss.
Enn,
Epin.
Epist.
Etim.
Fed.
Fedr
Académica
Adversos Mathemattcos Libri XI
Categoriae
In Catilinam
Craíilo
De Anima Libri m
De Defectu Oraculorum
De Finibus
De Generatione Animalium
De Grammatica
De Interpretatione
De Inventione
De Officiis
De Oratore
De Natura Deorum
De Sermone Latino
Disciplinaran! Libri IX
Dissertationes
Enneadum Libri vi
Epinomis
Epistolae
Etimologiae
Fedón
Fedro
EM
GLK
LL
LTL
SVF
TGL
Fil.
fr.
Hist. Anim.
In Crat.
Inst.
Inst. Or.
Le.
Luc.
Lis.
Men.
Met.
Meta,
Mt.
Nicom.
Noc. Att.
Ovid.
Poet.
Pol.
Polit.
Pyrr. Hyp.
Quint.
Rep.
Rom.
Sext. Ernp.
Sof.
Simp
Teet.
Top.
Tuse.
Filebo
fragmentum
Historia Animalium
In Cratilo
Institutionum Grammaticarum Libri x\ II
Institutiones Oratoriae
Lucas
Lucullus
Lisis
Menón
Metafísica
Metamorphosis
Mateo
Ethicae Nicomacheae Libri x
Noctes Atticae
Ovidio
Poética
Político
Política
Pyrronicarum Hypotyposeon Libri 111
Quintiliano
República
Romanos
Sexto Empírico
Sofista
Simposio (Banquete)
Teeteto
Tópica
Tusculanae
19
AViMLIÍ AVGUSTIMl CCWi'U
'JESVSTVKWNEHEVriRi.LNaP
Agustín lucha contra Fausto
Miniatura, Arranches. 90. Fot l Vo. s XII
ADVERTENCIAS
Como lista de las ediciones y de las traducciones de los diálogos de San
Agustín, utilizamos, con algunas adiciones, la ofrecida por Domenico Gentili
en Opere di Sant' Agostino, edición latino-italiana, vols. lii-l y II1-2, en la Nuova
Biblioteca Agostiniana, dirigida por Agostino Trape, o.S.A. Roma: Cittá
Nuova Editrice.
Para el Contra Académicos y el De Ordine. nos servimos de la edición del
Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum. Si es necesario, añadimos la
página y la línea correspondiente.
En cuanto al De Magistro, empleamos la edición de K.D. Daur, en el
Corpus Christianorum. Series Latina. La primera cifra de las referencias
corresponde al capítulo; la segunda, a la sección; la tercera cifra y siguientes, a
la línea.
La referencia a las obras de San Agustín y a los autores citados más de
una vez, la hacemos mencionando, en cada ocasión, la abreviatura o el titulo,
en lugar de "ibidem" o de "op. cit.", para facilitar así la consulta.
Fn cuanto a las referencias mismas, indicamos solamente el nombre del
autor, el título de la obra o del artículo, y la página. Remitimos a la bibliografía general para el lugar, la casa editora y el año. Con un asterisco señalamos,
en la bibliografía general, las obras citadas.
For su extensión, los textos de las notas aparecen al final del capítulo
correspondiente.
^few^£
Agustín lucha contra el maniqueo Fausto.
Miniatura, París. B.N., lat. 2079. Fot. I Vo. s. XI.
INTRODUCCIÓN
1. Agustín, maestro del pensamiento
San Agustín es sin duda la figura más grande entre los Padres de la Iglesia
latina y uno de los más ricos pensadores de Occidente. Nunca será suficiente
lo que se diga sobre la importancia de su obra respecto de la teología y del
pensamiento cristianos. Durante la Edad Media, él fue el maestro por excelencia, con una autoridad casi indiscutible, en particular en el dominio de la
teología1. Pero su influencia filosófica y teoiógica ha desbordado ese período
y está presente allí donde el interés de los filósofos se orienta hacia los
problemas de Dios, del hombre, del alma, o hacia las cuestiones que se
ocupan de la certeza, del bien, de la felicidad, del conocimiento de la verdad, y
de la fe en busca de inteligencia. Agustín es un autor indispensable en la
cadena que une a Platón y Plotino con Bernardo de Claraval. Anselmo, la
escuela de San Víctor, Buenaventura, Dante, los místicos, los Reformadores,
Port-Royal2, Malebranche, Kierkegaard y Husserl.
Cuando se estudia su personalidad, se descubren varios rasgos bastante
atrayentes: hombre de su época, dialéctico fino, sabio retor, profundo psicólogo,
escritor brillante, apasionado creyente y gran teólogo. Se ha dicho, y no sin
razón, que la teología cristiana ha sido una recopilación de glosas a la obra de
San Agustín3. El es, ante todo, un teólogo: esto es innegable. Sin embargo,
mucho se ha discutido sobre la existencia de una filosofía agustiniana. Agustín cree que la verdadera filosofía es también la verdadera teología, que la fe y
la razón no son actividades psicológicamente separadas, que puedan ser
ejercidas independientemente. La fe se inserta en el proceso del filosofar como
el reconocimiento de los límites del pensamiento humano, pero se vuelve
presupuesto de un orden que trasciende el mismo filosofar. El pensamiento
humano es capaz de la verdad, aunque no sea competente para la verdad
absoluta. No se puede negar que en los escritos de San Agustín se hallan los
materiales esenciales de una filosofía y la presencia virtual de una síntesis
23
filosófica4. Sin embargo, a San Agustín se le conoce, ante todo, como teólogo.
Su nombre está relacionado con los problemas de la Gracia, la Trinidad, la
Predestinación, el Pecado Original, los Sacramentos, la sexualidad5. Un
concurso de circunstancias históricas, ligado al hundimiento del imperio
romano de Occidente, permitió que los planteamientos teológicos de Agustín
no sólo se impusieran sobre los de sus adversarios, llenando así el vacío
cultural de los siglos V y VI, sino que dieran forma, a lo largo de muchos
siglos, a la sensibilidad religiosa occidental. En efecto, Harnack, Bernard
Plongeron, Moulin y muchos otros, han afirmado, por una parle, que el
debate arquetípico que ha formado la conciencia occidental ha sido el de
Pelagio y Agustín sobre la libertad y la Gracia, y por otra, que ese debate aún
no ha concluido6.
2. Semiótica y filosofía del lenguaje
Salvo en los círculos más especializados de los lingüistas y de los filósofos
de! lenguaje7, se ignora la contribución de San Agustín al estudio del lenguaje
humano y de los signos. Situación bastante particular y aun paradójica,
porque se sabe que él fue profesor de gramática y de retórica; que poseía un
buen conocimiento del lenguaje humano y de sus mecanismos; que, durante al
menos cinco siglos, sobre todo a partir de Pedro Lombardo 8 , se discutió, en
los medios teológicos y filosóficos, el problema del signo, sobre la base de que
en San Agustín se hallaba la fuente fundamental de esa reflexión9. Santo
Tomás se refiere frecuentemente a San Agustín10, en particular a su doctrina
del verbum. Además, en la cuestión X! de las Quaestiones Disputatae. examina
el mismo problema que San Agustín analizó en el De Magistro11. A pesar de
todo esto, muchos autores contemporáneos creen hallarse ante un gran descubrimiento cuando subrayan la importancia de la obra agustiniana con respecto al lenguaje y al signo. Nos parece que esta actitud refleja una doble
situación: por una parte, la ruptura que se estableció, durante varios siglos,
con la tradición patrística y medieval, muy a menudo provocada por razones
ideológicas; y por otra, la actual revaloración de la contribución del pensamiento antiguo y medieval al estudio de! lenguaje, que permite dar al pensamiento agustiniano el lugar que se merece.
Al estudiar la obra de San Agustín se reconoce fácilmente que fue un
profesional de la gramática y de la retórica, y que, en lo que se refiere al
lenguaje, recibió la influencia de fuentes platónicas, aristotélicas, estoicas,
plotinianas y bíblicas. Por eso no hay que asombrarse al ver su nombre al lado
de Platón. Aristóteles, Crisipo, los gramáticos de Port-Royal, Leibniz, Locke,
Berkeley, Peirce, Saussure, Morris, Jakobson, etc.12. El filósofo norteamericano Charles S. Peirce menciona a Agustín entre los autores que leyó y de
quien recibió alguna influencia13. Por su parte, Román Jakobson afirma
24
que San Agustín trabajó, de manera muy seria, los estudios de los estoicos
sobre la acción de los signos14. Además, algunos semiólogos tales como Th.
Sebeok15. Umberto Eco16 y T. Todorov17 lo consideran como un autor clave
en la historia de la semiótica. Entre los filósofos de este siglo hay que
mencionara Ludwig Wittgenstein18. quien admira mucho a Agustín y trata de
presentar una interpretación bastante discutible del pensamiento de San
Agustín sobre el lenguaje19, la cual, entre los autores anglosajones, se ha
vuelto clásica bajo el nombre de "augustinian picture"20. Además se ha
subrayado una cierta influencia sobre Heidegger21 y cierta relación entre la
concepción agustiniana del signo y lo que Husserl llama la expresión significativa22. Georg Gadamer trata de recoger la herencia de Agustín y de
reflexionar, a su luz, sobre el lenguaje2'. Jacques Lacan. por su parte, nos dice
que es "muy diciente darse cuenta de que los lingüistas, en el supuesto de
poder reunir, a lo largo de los tiempos, una gran familia a la que se la pueda
denominar así. han necesitado quince siglos para redescubrir, como un sol
que se levanta de nuevo, como una aurora naciente, ideas que ya estaban
expuestas en el texto de San Agustín [De Magistro'], que es uno de los más
admirables que se puedan leer" 24 . Así podrían multiplicarse las referencias
incluyendo nombres como Ricoeur, Kristeva y Derrida25, pero basten las
anteriores para mostrar el lugar y la importancia de San Agustín en la
reflexión contemporánea sobre el signo y el lenguaje.
3. El lenguaje en la obra de San Agustín
San Agustín se ocupó del lenguaje en casi todas sus obras. Siempre fue el
hombre de la palabra. Heredero de la enseñanza de la antigüedad clásica, fue
educado en las artes liberales, dentro de las cuales todos sabemos el lugarque
ocupa el lenguaje. Las fuentes al respecto fueron Virgilio, Cicerón. Varrón26.
Como gramático, dialéctico y retor, San Agustín conoció y practicó las artes
del lenguaje. Su conversión a la fe cristiana lo alejó de un interés puramente
formal por las palabras y el discurso, y de cierta manera de ver la retórica y la
elocuencia; pero nunca le hizo perder su confianza en la fuerza y la importancia de la palabra humana, hablada o escrita. Agustín amó la palabra, como lo
testimonia su actividad de escritor y de predicador. El verbum. concebido,
primero, como lenguaje humano y, luego, como palabra de Dos 2 . guió
siempre su reflexión sobre el lenguaje.
Como filósofo y teólogo, Agustín reflexionó sobre c! mundo, el hombre y
Dios. En torno a estos temas se planteó el problema del lenguaje, instrumento
por medio del cual el hombre se refiere a las cosas que existen y que conoce.
Cuando ejercemos nuestra actividad cognoscitiva entran en juego el lenguaje
y la realidad, y de la relación que se establece entre rensar nio, lenguaje \
realidad surgen numerosos interrogantes: Cuando los Ir. -ubres hablan 6quc
finalidad persiguen?; ¿en qué consiste la actividad del lenguaje como fenómeno físico y como fenómeno de significación?; ¿cuáles son las funciones del
lenguaje y qué factores influyen en la comunicación?; ¿cuál es el valor del
discurso sobre las cosas y cuáles son las relaciones entre nuestras palabras y la
verdad?
Agustín estudió de una manera profunda, aunque no sistemática, estos
difíciles problemas. No fue, ciertamente, un lingüista, en el sentido que hoy le
damos a esta palabra, pero se ocupó de algunos problemas que no dejan de
interesar a los lingüistas y a los filósofos: la naturaleza del signo, el lenguaje
como medio de comunicación, el lenguaje como vehículo del pensamiento, la
prioridad del significado sobre e! significante, la adquisición del lenguaje por
el niño, los problemas planteados por la ambigüedad y la oscuridad de las
palabras, la metáfora, y todo lo que constituye la fineza y la complejidad del
lenguaje natura! con respecto al problema semántico. En relación con estos
problemas, Agustín estudió varios aspectos de la hermenéutica del texto y de
lá traducción.
Como señalamos anteriormente, todas las obras de San Agustín dan
testimonio de su profundo interés por e! lenguaje. Hay sin embargo, algunos
escritos en los que trata, "ex professo" y de manera más profunda, el
problema. A tales obras nos vamos a remitir a lo largo de nuestro trabajo.
En sus primeros diálogos, como trataremos de mostrarlo, se hallan
algunas referencias esporádicas al lenguaje, y algunos elementos alusivos al
mismo los encontramos en sus primeros escritos teológicos y religiosos,
particularmente en los que elaboró contra los maniqueos. El tratado De
Dialéctica nos presenta una breve y condensada exposición sobre el signo
lingüístico, en estrecha relación con la doctrina de los estoicos. En el De
Magistro, compuesto en Tagaste en el 389, y donde reproduce una discusión
con su hijo Adeodato, Agustín se interesa por la finalidad del lenguaje y,
desde una perspectiva eminentemente pedagógico-teológica y en relación con
su teoría del conocimiento, analiza las condiciones de posibilidad de la
enseñanza por medio del signo lingüístico. En el De Doctrina Christiana,
escrito en dos etapas, desarrolla una teoría del signo en general, y nos ofrece
los fundamentos de una retórica cristiana y de una interpretación correcta de
la Escritura. En el pequeño escrito De Catechizandis rudibus presenta algunas
breves sugerencias sobre la doctrina del verbum cordis, el verbum cogitatum cd
similitudinem vocis y el verbum vocis, de lo cual hablará explícitamente en el De
Trinitate. En las Confessiones, profundiza algunos aspectos de su teoría
general sobre los signos y hace agudas observaciones sobre la adquisición del
lenguaje por el niño28. Desde una perspectiva teológica, el tratado De Trinitate presenta reflexiones profundas sobre ¡as relaciones que hay entre la palabra
interior y la palabra exterior, y ofrece consideraciones muy pertinentes sobre
el fundamento social del signo lingüístico. Habría que añadir a estos libros,
26
importantes pasajes de otras de sus obras, en particular de sus sermones y de
sus cartas.
Muy pronto nos dimos cuenta de que el estudio del signo y del lenguaje
en San Agustín es de una considerable amplitud, dado que su obra es
inmensa; y además, de que este tema puede considerarse, en sus escritos,
desde varios ángulos. Esta constatación nos forzó a limitar nuestra investigación, por una parte, a un período de su actividad intelectual, del 386 al 389, y
por otra, a los diálogos filosóficos, pero concentrándonos en el De Magistro,
particularmente en el tema del signo y del lenguaje. Este diálogo ha presidido,
en efecto, toda nuestra investigación. Lo escogimos porque, a nuestro parecer, es un punto de convergencia y de síntesis de los problemas relativos al
signo y al lenguaje, expresados ya en los escritos anteriores. Se sitúa en la
encrucijada de la búsqueda agustiniana entre los primeros diálogos y sus
grandes obras: De Doctrina Christiana29 y De Trinitate10, y pone punto final a
los diálogos y al método dialógico como medio de enseñanza y de búsqueda.
Finalmente creemos que, para leer y comprender mejor el De Magistro, es
necesario seguir las huellas sobre el signo y el lenguaje en los diálogos
anteriores, mediante una cuidadosa lectura de éstos.
4. Actividad literaria de Agustín del 386 al 389
Después de regresar a África, hacia los meses de agosto y septiembre del
38831, Agustín permaneció en Tagaste, en donde tuvo lugar el diálogo recogido en el De Magistro, entre él y su hijo Adeodato 32 . Fue probablemente
redactado, en su versión final, después de la muerte de Adeodato, hacia el 389.
La actividad literaria y dialógica de Agustín no se redujo al período de
Casiciaco; también la desarrolló en Milán, Roma y Tagaste. Al final de su
retiro en Casiciaco, escribió los Soliloquia". En Milán, antes de la Pascua del
387, redactó el De Immortalitate Animae34 y comenzó el De Libris Disciplinarum3i. En esta época trató de escribir una enciclopedia de las artes, de la cual
conservamos algunas obras; entre ellas, la De Dialéctica36. En Roma, en el
388, escribió el diálogo De Quantitate Animae37, el primer libro del De Libero
Arbitrio3*, y comenzó la obra De moribus Eclessiae Catholicae et de moribus
Manicheorum39. De vuelta al África, en Tagaste, discutió numerosos problemas que fueron compilados, más tarde, en el libro De Diversis Quaestionibus Octoginta Tribus40, obra que representa su actividad cuando "enseñaba a los presentes y a los ausentes con sermones y con libros" 41 . Entre los años 388-390
compuso el De Genesi contra Manteneos41, terminó el De Música43, que habia comenzado en Milán, y, en el año 389, redactó el De Magistro.
11
5. El " D e Magistro" en la evolución intelectual de Agustín
Tanto por su título como por su contenido, el diálogo De Magistro está al
término de un momento particular de búsqueda por parte de San Agustín y se
convierte en el punto de partida de una nueva etapa que se pone de manifiesto
en sus libros De Vera Religione y De Utilitate Credendi. Cuando lo escribe, ya
ha discutido los grandes problemas de la filosofía tal y como él la entiende44:
la certeza, la felicidad, la providencia, el orden, el mal, la libertad, el alma, su
inmortalidad y su aptitud para la virtud y la contemplación, la razón y sus
obras, entre las cuales el lenguaje ocupa un lugar de honor.
A lo largo de la búsqueda intelectual de Agustín, como trataremos de
mostrarlo en este trabajo, el lenguaje lo invade todo. El sabe que todo se dice y
se transmite con palabras. No podemos prescindir del signo ni del lenguaje.
Por eso es preciso que conozcamos, respectivamente, su naturaleza, sus
mecanismos y sus virtudes. Pero los signos no nos dan la verdad; ellos son
apenas instrumentos y medios limitados que nos amonestan. Bajo el signo
debe haber algo que es independiente del signo mismo. El signo es el instrumento de una actividad ontológica n ue podemos llamar pensamiento, pero
que también podría denominarse conocimiento o amor; una actividad que es
contacto existencia! con la trascendencia y que va más allá del diálogo.
Agustín concluye, finalmente, que es imposible dialogar entre dos: no es
posible comunicarse verdaderamente ya que uno está separado del otro. Sólo
por la intervención de Dios, el Maestro Interior, que está en los dos interlocutores y que es el mediador, el diálogo se hace posible. En cierto modo,
rvgusí'n, ai escribir su último diálogo, muestra ios limites y ios iracasos uci
diálogo.
A partir de este momento se pueden observar varios cambios en la vida y
¿n la actividad literaria de San Agustín: por una parte, una evolución social:
se hace sacerdote, y más tarde es nombrado obispo; del diálogo, cuyo contexto más natura! es la vida en comunidad, pasa a la predicación y a la función de
pastor, al mundo de los tratados y de las polémicas doctrinales. Por otra
parte, del diálogo y de la imitación de Cicerón, de quien fue discípulo
intelectual, pasa a una cierta imitación de Séneca, y se convierte así en el
escritor por antonomasia de confesiones; pero después del De Magistro se
concentra, finalmente, en ia actividad educativa, la cual predominará sobre el
diálogo y la confesión. Consecuentemente la forma definitiva y dominantede
escritura de San Agustín fue la de los grandes libros de tipo didáctico: el De
Doctrina Christiana. el De Trinitate. el lh Civitate Dei. De esta manera él se
aproximó, en cierto sentido, a la idea medieval de la Summa, de los grandes
conjuntos, de la totalidad.
En San Agustín se dio una notable evolución. El diálogo, como genero
literario, predominó en -'. f-.indamentalmente, en la etapa de la conversión.
Es indudable que tanto su actitud como sus obras guardaron siempre rasgos
dialógicos, pero el género dialógico. en cuanto tal, cedió el puesto a otros
géneros, y el lenguaje, sometido ya a un análisis penetrante y atento, halló su
verdadera función y finalidad. El De Magistro constituye la prueba.
6. Objetivos y método de trabajo
Nuestro trabajo se ubica dentro del campo de la historia del pensamiento
de San Agustín. Esta forma de aproximación constituye una etapa previa a la
comprensión más sistemática de su doctrina sobre el signo y el lenguaje.
Trataremos de leer y estudiar a San Agustín "por sí mismo", sin dejar de tener
en cuenta las influencias que recibió de la tradición anterior, pero evitando la
utilización de esquemas de lectura extraños a sus conocimientos y a su
vocabulario.
A manera de hipótesis, algunos presupuestos guiarán nuestra reflexión:
cuando Agustín dialoga con Adeodato en el De Magistro, acerca de los tres
puntos que constituyen el eje de la discusión entre ellos, a saber, el signo, la
significación —vista como relación entre el signo (signum) y la realidad
(res)— y la enseñanza de la verdad por medio del lenguaje, ya posee un
conocimiento suficientemente completo del lenguaje humano, de su naturaleza y de su estructura. Las definiciones del signo que Agustín presenta en el De
Dialéctica45 y en el De Doctrina Christiana, las cuales han despertado el interés
reciente sobre la semiótica agustiniana, no son sino la explicitación y la
organización de elementos —tributarios de la tradición filosófica anterior—
presentes ya, de manera no sistemática, en las primeras obras y reconsiderados, desde una nueva perspectiva, en el De Magistro. Por último, creemos que
el primer capítulo del De Magistro reúne ya, como en germen, los grandes
temas que Agustín desarrollará a lo largo de todo el diálogo.
Siendo el diálogo De Magistro el punto de partida y el punto de llegada de
nuestro trabajo, procederemos de la manera siguiente:
En el primer capítulo estudiaremos el diálogo, en general, como estructura, su lugar en la obra global y particularmente en la actividad filosófica de
Agustín, y las influencias que él recibió de los diálogos de la antigüedad.
Además, basados en el testimonio mismo de Agustín, relativo a las finalidades del De Magistro, consideraremos las diferentes etapas del método dialógico y explicitaremos las ideas que, en él, entran en juego.
En el segundo capítulo estudiaremos lo que Agustín dice acerca del signo
y del lenguaje en cada uno de los diálogos anteriores al De Magistro. En
consecuencia tendremos que considerar detalladamente el vocabulario y
analizar los pasajes más importantes.
En el tercer capítulo nos centraremos en e\ De Magistro y estudiaremos el
título del diálogo, clave para la comprensión del sentido de la obia: el papeiuc
Agustín como maestro y discípulo y el puesto ocupado por Adeodato.
Examinaremos, además, la finalidad que se le asigna al lenguaje. Después de
presentar diferentes opiniones sobre la estructura del De Magistro, analizaremos con detalle la argumentación y el vocabulario del primer capítulo, con el
propósito de descubrir los grandes temas de esta obra. Este análisis nos
permitirá captar los vínculos de este diálogo con los diálogos anteriores, así
como los hilos conductores que le dan unidad a toda la obra.
Cada capítulo corresponde respectivamente al aspecto formal extrínseco
(el diálogo en general como estructura), al aspecto material extrínseco (la
doctrina anterior sobre el signo y el lenguaje), y a los aspectos formales y
materiales intrínsecos (el De Magistro en sí mismo). Esta organización nos
permitirá destacar mejor la unidad de la investigación y la complementariedad entre sus diversas fases.
Finalmente presentaremos nuestras conclusiones. Estas nos abren la
puerta a futuras investigaciones sobre la inmensa obra de San Agustín. De
esta manera esperamos ofrecer los instrumentos necesarios para una adecuada introducción a la lectura del De Magistro.
NOTAS
1 Courcelle, P. "A propos du titre 'Augustinus Magister'". Augustinus Magister. 111, pp. 9-11.
Ver el interesante y documentado artículo de Agustín Uña Juárez "Vigencia medieval de San
Agustín o las razones de un clásico" en la Ciudad de Dios vol. ce, num. 2-3 (1987) 525-575.
2 "En 1650, año de la muerte de Descartes, San Agustín es un autor vigente. El Augustinus
(1640) y las Meditaciones Metayísicas (1641) sacuden las pasiones teológicas y filosóficas. Si
Port-Royal, su Gramática (1660) y su Lógica (1662) se componen y se imponen en las publicaciones de esa década, es porque Agustín está detrás de todo ello... Sin el De Magistro y sin el De
Doctrina Christiana no habría existido esa Gramática ni esa Lógica... " Robinet, A. Le langage a
l'Sge classique. p. 9.
3 William D.D. "The Significance of St. Augustine Today", Battenhouse, Roy W. A. Componían to the Study of St. Augustine.
4 "Thus any attempt to isolate the philosophy of St. Augustine from the corpus of his writings
seems to forcé his thought into a framework foreign to the heart and spirit of Augustine". Nash.
Ronald H. 77ÍÉ" l.ighl ofthe Mind. p. 1. Cf. Blázquez. N. Introducción a la filosofía de S. Agustín.
Instituto Pontificio de Filosoña. Madrid, 1984.
Álvarez Turienzo, S. " 'Scholae dissentientes —templa communia'. Sobre el carácter de la
philosophia agustiniana" en La Ciudad de Dios. vol. ce num. 2-3 (1987) (177-199: "¿Qué philosophia practica Agustín en los Diálogos de Casiciaco?" en Cuadernos Salmantinos de Filosofía, xn
(1986) 5-33. Cruz Hernández. M. "La filosofía que pudo conocer San Agustín en Cartago, Roma
y Milán". La Ciudad de Dios, 202 (1989) 21-47.
5 Pagels, Elaine. Adam. Eve and the Serpenl. New York: Random House, 1988.
6 Eslin, Jean Claude. "Le grand tournant augustinien" en F.sprit. 10 oct. (1988) 119-124. Ver
Delumeau, Jean. Lapeur en Occident. París: Fayard. 1978, y Lepéchéetlapeur. Laculpabilisalion
en Occident. París: Fayard, 1983. Cf. Moulin, Leo. La gauche, la droite et le peché origine/. París:
líbrame des méridiens, 1984.
7 Sin embargo E. Coseriu observa, con asombro, que Agustín, siendo el mayorsemióticodela
antigüedad y el fundador de este tipo de investigación, no es mencionado como filósofo del
lenguaje ni se le encuentra en las historias de la filosofía del lenguaje, tales como la de Steinthal.la
de Lersch o la de Bochenski. Die Geschichte der Sprachphilosophie von der Anttke his zur
Gcgenwart. Tübingen, 1975, vol. 1, p. 105.
30
8 En ti De Doctrina Christiana n. i.l, Agustín ofrece una definición dei signo que tuvo gran
éxito y que sirvió de modelo semiolcgico durante toda la Edad Media. Pedro Lombardo la
menciona en el libro i de las Sententiae. Dist. 1. cap. n, manual teológico de la Edad Media, poi
excelencia.
9 La definición de Agusiín propone el esquema conceptual fundamental de las doctrinas
medievales del signo. Tomás de Aquino lo utiliza (De Vertíale. 9.9 art. 4ad.4;.S'i/mmí7 Theologica.
in, 9.60 an. 5c). Rogerio Bacon retoma, con algunas variantes, la posición agustiniana (Fralris
Rogerii Bacon Compendian! studü theologiae. ed. LL Rashdall. Abendonine. 1911 n. i p. 38 ss).
Robert Küdwardby la recuerda, pero critica la naturaleza exclusivamente sensible del signo (The
Commenlary on "Priscian Maior" ascribed to Roben Küdwardby. Intr. by J. Pinborg; selected
text edited by K. M Fredborg. N. J. Green-Pedersen. L. Nielsen & J. Pinborg. CahiersdelTnstitut
du Moyen - Age grec et latin 15 (¡975 1-8, p. 2), como también lo hará Guillermo de Ockham
{Summa l.ogicae). 1,2 ed. Ph. Bohner. G. Gal. S. Brown. New York: Saint Bonaventurc. 1974. pp.
8-9) y más tarde Juan Poinsot (loannis a Sancto Thoma o.p.) Cursas phtlosophicus-thomisticus.
secundum exactam, veram, genuinam Aristotelis et Doctoris Angelici memem, ed. B. Reíser. Turin,
Marietti, 1948: Ars lógica, sea de forma et materia ratioctnandi. El tratado del signo corresponde a las cuestiones xxi y xxn.- "De Signo secundum se" y "de divisionibus signi", pp. 644-722 de
la segunda parte del Ars Lógica. Sabemos también que la gran edición de la obra de San Agustín.
preparada por Erasmc (1528-1529, Basilea, casa editorial de Trobenius, 10 volúmenes), fue una
de las fuentes más importantes de la cultura europea durante los siglos xviy xvn, particularmente
ei libro De Doctrina Christiana. Cf. Fumaroli, M., L'An de l'Eloquence. Geneve. 1980.
10 P. Leo Elders. "Le dtations de Saint Augustmdansla Somme théologiquede Saint Thomas
d'Aquin". Doctor Communis. 40 (1987) 115-167.
11 Saint Thomas d'Aquin. Questions disputées sur la vérité. Question XI Le Maine. Cf,
Alderweirelt, Georges. Elude comparative du "De Magistro" de Saint Auguslin et du "DeMagistro" de Saint Thomas: Colleran, J. M. The Treatises "De Magistro" of Saint Augustine and Saint
Thomas: Wade, William. A Comparison of the "De Magistro" of Saint Augustine with the "De
Magistro" of Saint Thomas.
12 Eco, Umberío. "Proposals for a History of Semiotics". Semiotics Unfolding, pp. 75-89;
Sebeok, Th. 77¡Í> Signs and its Maslers. pp. ix - XIII: Contribution lo the Doctrine ofSigns, p. iOi
13 "A partir de Kant me interesé en un profunde estudio de Locke. Berkeley y Hume, como
también del Organon. la Metafísica y los tratados psicológicos de Aristóteles; más tarde saqué el
mayor provecno de una profunda y ponderada investigación de algunas de las obras de los
pensadores medievales; San Agustín, Abelardo y Juan de Salishury, con algunos fragmentos de
Santo Tomás de Aquino, muy especialmente de Juan de Duns (Duns es el nombre de un lugar,
por entonces no importante, en East Lothian) y de Guillermo de Ockham". Collected Papers,
Cambridge. Mass.: Harvard University Press, 1931-1938. Vol. 1, paragraph J60, i e.. n° 160.
citado por John N. Deeley: The Thomist. 38 (1974), p. 877. Peirce cita De Doctrina Christiana en su
Lecture i. Early Nominalism and Realism. MS 158: noviembre-diciembre 1869, en Writings of
Charles S. Peirce. a chronological edition. Vol. 2 Bloomington; Indiana University Press. 1984, p,
313. En una conferencia sobre Ockham, se refiere al libro xv del De Trinitate. tal como lo cita
Ockham. Lecture m, MS 160: noviembre-diciembre 1869, ibid.. p. 318.
14 "En los escritos de San Agustín se halla una adaptación y un desarrollo mayor de los
estudios de los estoicos sobre ia acción de ios signos (semeiosis), y se recurre a términos calcados
del griego: el signum, por ejemplo, debe estar formado por el signans y el signatum. Señalemos que
este par de conceptos y etiquetas sólo fue adoptado por Saussure hacia la mitad de su último
curso de lingüística general, tal vez a través de la Noologia de H. Gomperz (1908). La doctrina
citada constituye el fundamento de la filosofía medieval del lenguaje, cuyo desarrollo, profundidad y variedad de puntos de vista resulta admirable. El doble carácter de todo signo y, para
emplear los términos de Ockham, ei doble conocimiento que resulta de ello fueron perfectamente
asimilados por ei pensamiento científico de la Edad Media". R. Jakobson. "En busca de la esencia
del lenguaje", p. 21. Cf. "Teniendo un gran respeto por los ¡ogros obtenidos en el área de los
estudios históricos comparativos durante los siglos xix y xx, no podemos en manera alguna
olvidar las grandiosas comribuciones de los primeros estudiosos, empezando por San Agustín...". Jakobson, R. "Saussure, Father of Modern Linguistics" en Yivo B/eler. 24 (1944), 67-78.
citado por De Rijk, R. "Saint Augustine on Language", en Studiespresented lo Professor Román
Jakobson. p. 102.
15 The Signs and its Masters.
3!
16 "Proposals for a History of Semiotics". Semiotics l'nfolding.
17 Théories du symhole. pp. 34-58. Cf. Bouchard, Guy: "Laconception augustiniennedu signe
selon Tzvetan Todorov".
18 En su Memoir, Norman Malcolm dice que Wittgenstein "tenia un gran respeto por los escritos
de San Agustín. Me dijo que había resuelto empezar sus Investigaciones con una cita de las
Confesiones, no porque no se pudiera hallaren otros filósofos la idea expresada en dicha cita, sino
porque tal idea debia ser importante si un espíritu tan grande la había adoptado", p. 71, citado
por Timothy Binkley en Wittgenstein's Language p. 193. Wittgenstein cita al menos nueve veces a
San Agustín en sus Investigaciones Filosóficas: ver Herbert Spiegelborg. "Augustine in Wittgenstein: A case Study in Philosophical Stimulation".
19 Eastman. W. D. "Wittgenstein. Augustine and the Essence of Language"; Gallagher, K. T.
"Wittgenstein. Augustine. and Language"; Alici. L. // linguaggio come segno c come leslimonianza.
20 Baker, G. P. & Hacker, P. M. S. Wittgenstein. Vnderslanding and Meanmg. pp. 29-88.
21 "Vale la pena observar que el esfuerzo de Heidegger por llamar la atención sobre la relación
de la mente con el lenguaje y tratar de liberarnos de lo que él denomina "forma metafísica" de
formar ideas sobre el lenguaje o sobre otras cosas, está claramente conectado con el esfuerzo por
renovar el sentido de nuestras propias fundamentaciones en el Ser. Ver especialmente su
diálogo "Por el camino del lenguaje". Allí la deuda de Heidegger con San Agustín es ampliamente
reconocida. Ver además su Wesen und Vnwesen der Sprache en donde él desarrolla un contraste
entre el real y el falso lenguaje, que corresponde a la oposición entre lenguaje real y lenguaje
arbitrario que Wordsworth emplea y a la oposición de Agustín entre verdadera y falsa retórica".
Chivers J. Francés. "Wordsworth's 'Real Language of Mcn' and Augustine's Theory of Language". p. 17. nota 18.
22 "El signo natural... sería, en el lenguaje fenomenológico, un signo indicativo que no
siempre es significativo. Por ejemplo, y San Agustín lo señala, la huella impresa del animal que ha
pasado por un lugar es una señal del paso del animal, pero no tiene ningún significado... Esto
mismo lo encontramos en la primera de las Investigaciones Lógicas de Husserl. cuando nos habla
de las señales que no expresan nada, salvo que. además de la función indicativa, desempeñen
una función significativa..." Arias Muñoz. .1. A. "Una teoría del lenguaje en San Agustín ven
Samo Tomás", pp. 61 1-612; el autor compara fíe Doctrina Christiana n n 3 acerca de los signos
convencionales con las Investigaciones Lógicas i. p. 323. Trad. M. García Morente y José Gaos.
Madrid: Revista de Occidente. 1967.
23 A propósito de la interpretación que San Agustín da del Génesis (De Gen. ad. litteram i. ix,
15-17; x 18). Gadamer dice que all! "se anuncia de algún modo aquella interpretación especulativa del lenguaje que hemos desarrollado en el análisis estructural de la experiencia hermenéutica del mundo, según la cual la multiplicidad de lo pensado surge sólo desde la unidad de la
palabra". Verdad y Método, p. 578.
24 Le Séminaire. Livre i., p. 273. La inclusión es nuestra, y también la traducción.
25 Clark Aun, K. "Augustine and Derrida: Reading as Fulfillment ofthe Word" en The New
Scholasticism 65 (1981) 104-112.
26 Hagcndahl. H. Augustine and the Latin Classics: Combes. G. Saint Augustin et la culture
classique.
27 Johnson. D. "Verbum in the early Augustin (386-497)".
28 Marcia L. Colish ha mostrado cómo se puede estudiar ei problema del lenguaje en la obra
de San Agustín, siguiendo las grandes etapas señaladas en las Confessiones. Cf. The Mirror of
language.
29 Sobre el signo en el De Doctrina Christiana: B. D. Jackson. Semanlics andHermeneuticsin
Saint Augustine's "De Doctrina Christiana": "The Theory of Signs in Saint Augustine's 'De
Doctrina Christiana' ". Allard, G. H. "L'articulation du sens et du signe dans le "De Doctrina
Christiana" de Saint Augustin". Jordán. M. D. "Wordsand Word: Incarnation and Signification
in Augustine's 'De Doctrina Christiana'". Miyatani. Y. "Grundstruktur und Bedeutung der
Augustinischen Hermeneutik in 'De Doctrina Christiana'". García de la Fuente "Datos sobre
lingüística y lengua latina en el 'De Doctrina Christiana'".
30 Sobre ei signo y el lenguaje en ei De Trinitate: Daniels. D, E. "The Argument ofthe De
Trinitate' and Augustine's Theory of Signs". Pintaric, Drago. Sprache und Trinildt.
31 Perler, Oth. Les voyages de sainl Augustin. pp. 147-148,
32
32 "El prqsente diálogo reproduce, al menos en substancia, las discusiones que tuvo Agustín
con su hijo poco después del regreso a Tagaste en el 388". es la opinión de la mayoría de los
autores y de la tradición recogida por R. Russell rot 59, p . 3,Cf. F. .1. Thonnard. RA 6pp. 9-10; M,
Martínez BAC 3. p. 669. Gustave Bardy, nx 12. p. 569. nota 20. considera que la entrevista se
habría desarrollado en Casiciaco. en donde el joven hijo de Agustín asistió a los diálogos de su
padre con sus discípulos. Según él, este sería el mejor momento para situar el examen de los
problemas planteados por la obra. Esta opinión no es convincente. Sabemos que la actividad
dialógica de San Agustín no se redujo al período de Casiciaco, que su hijo lo acompañó en SJS
viajes y en sus actividades, y que el examen de los problemas planteados en el De Magistro se
comprende mucho mejor al final de su actividad dialógica. como pretendemos mostrarlo.
33 Invierno del 386-387. RE I iv.l.
34
RE.
i. v. 1.
35 RE. i. vi.
36 "Per Ídem tempus, quod Mediolani fui baptismum percepturus, etiam disciplinarum libros
conatus sum scribere ínterrogans eos. qui mecum erant atque ab huius modi studiis non
abhorrebant, per corporalia cupiens ad incorporalia quibusdam quasi passibus certis vel pervenire vel ducere. Sed earum solum de grammatica librum absolvere potui, quem postea de armario
nostro perdidi, et de música sex volumina. quantum adtinet ad eandem partem quae rythmus
vocatur. Sed eosdem sex libros iam baptizatus iamque ex Italia regressus in Africam scripsi;
incoaveram quippe tantummodo istam apud Mediolanum disciplinam. De alus vero quinqué
discíplinis i 1 lie similíter incoatis. de dialéctica, de rhetorica, de geométrica, de arithmetica, de
philosophia, sola principia remanserunt, quae tamen etiam ipsa perdidimus, sed haberi ab
aliquibus existimo". Rr i. 5 (6), 6. Cf. Jackson. Darrell. De Dialéctica, pp. 1-5; Pizzani, U. "Gli
scritti grammaticali attríbuiti a S. Agostino". pp. 361-366.
37 RE i. \ m (vin. 1.
38 RE i ix (VIH). Los otros libros fueron escritos en Hipona. entre los años 391 y 395,
3 9 RE 1. Vil (Vil. I.
40 RE r xxvi iXXV). 1. Este libro lo redactó entre el año 395 y el 396.
41 Posidius. Vita Sanen Auguslini F.piscopi. 3 (P.L. 32).
42 RE I. X IIX). I.
43 RE i. vi; i. xi (Xi. 1,
44 Madec, G. "Verus philosophus, amator Dei".
45 Aunque no pueda establecerse con certeza, es muy probable que Agustín haya escrito el De
Dialéctica, según los estudios de J. Pepin Augustin el la dialeclique: B.D. Jackson. Augustine De
Dialéctica: Hans Ruef. Augustin über Semiotik und Sprache. Sobre estas bases nos referiremos al
De Dialéctica considerándolo como obra de Agustín
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Aparición de Cristo a San Agustín.
Ms. Vat. La!. 451 (II parle). Fol. ¡er.: s. XV
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