Diligencias Previas núm. 59/2012 AL JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCIÓN NÚM. 4 DE LA AUDIENCIA NACIONAL Dª. MARÍA JOSE BUENO RAMIREZ, Procuradora de los Tribunales (Col. 1725) y de UNIÓN, PROGRESO y DEMOCRACIA (UPyD), representación que tengo acreditada en las presentes actuaciones, ante el Juzgado comparezco y como mejor proceda en Derecho, DIGO: Que, el pasado 24 de febrero de 2015 se nos ha dado traslado del recurso de apelación presentado por el FONDO DE REESTRUCTURACIÓN ORDENADA BANCARIA (FROB) frente al Auto de 13 de febrero de 2015 por el que se acordaba requerir a BFA, Bankia, D. Rodrigo de Rato, D. Francisco Verdú, D. José Manuel Olivas y D. José Manuel Fernández Norniella a fin de que prestaren fianza por importe de 800 millones de euros. Que, a pesar de que el FROB fue admitido en el presente procedimiento como PERJUDICADO (acusación particular), en los casi tres años de instrucción no solo no ha acreditado su perjuicio ni ha desarrollado actividad tendente a obtener compensación alguna, sino que ha venido apoyado sin fisuras las tesis de los imputados, llegando incluso a oponerse a la apertura de una pieza de responsabilidad civil en el procedimiento principal, lo cual consideramos que es un abuso de derecho que ha de comportar la REVOCACIÓN DE LA PERSONACIÓN DEL FROB EN CALIDAD DE ACUSACIÓN Y SU EXPULSIÓN DEL PROCEDIMIENTO, sobre en base a la siguiente, ALEGACIÓN ÚNICA.- ABUSO DE DERECHO Y VULNERACIÓN DE LA BUENA FE PROCESAL POR PARTE DEL FROB El FROB solicitó su personación en la presente causa mediante escrito de fecha 16 de julio de 2012, que para mayor facilidad acompañamos como Documento núm. 1, y lo hizo sobre la base de su “onerosísima contribución ya aportada al saneamiento de BFA-Bankia”, de la que deducía un “innegable interés, legitimador de su personación”. Dicha solicitud de personación fue informada favorablemente por parte del Fiscal mediante escrito de 19 de ese mismo mes y año, “pues se trata de la entidad de derecho público que suscribió y desembolsó por importe de 4.465 millones de euros las participaciones preferentes convertibles (PPC) emitidas por el Banco Financiero y de Ahorros (BFA)”, de lo que según el Ministerio Público, “le confiere un interés directo en ser parte del procedimiento” (Documento núm. 2). Estimando la citada solicitud (en línea con lo manifestado por fiscalía) mediante Auto de 23 de julio de 2012, el Magistrado-Juez instructor acordó tener por personado y parte en el procedimiento, “como parte perjudicada”, al FROB, tal como consta en la citada resolución que también acompañamos como Documento núm. 3. De entrada, esta parte no puso objeción alguna a la citada personación, pues parecía razonable que el FROB defendiera los intereses del Estado actuando como acusación particular. De hecho, no teníamos elementos para dudar de que no tuviera un verdadero propósito de actuar en tal condición acusadora e intentar recuperar para las arcas públicas los más de 22.000 millones que conllevó el rescate público de la entidad BFA-BANKIA. Ahora bien, para sorpresa de esta parte, la realidad ha sido que el FROB no ha llevado actuación alguna en el presente procedimiento que pueda ni remotamente parecerse a una acusación y menos “particular”, como lo demuestra el hecho de que recientemente se haya opuesto a las medidas de aseguramiento de las eventuales responsabilidades civiles. Como es de sobra conocido la existencia de la acusación particular se fundamenta en una razón de pura justicia, permitiendo a la víctima exigir a la autoridad pública que se desarrolle un proceso dirigido a castigar al culpable y participar además en dicho proceso. En este sentido, es obvio que la legitimación, el ejercicio de la acusación 2 particular, debe corresponder, según la Ley, al ofendido o perjudicado, titular del bien jurídico protegido, y debe utilizarse para su legítima finalidad y no para otras inconfesables. En los casos en el que el perjudicado es el Estado (p.e. en el caso de los delitos fiscales) actúa entonces a través de la Abogacía del Estado y lo hace precisamente para obtener el correspondiente resarcimiento a que tiene derecho como consecuencia de la responsabilidad civil exdelicto, sustanciada en el proceso penal. Como puede imaginarse, sería impensable un supuesto en el que la Abogacía del Estado, por ejemplo, en un posible delito fiscal insistiera en cuestionar los indicios delictivos (para eso precisamente están las defensas) o incluso llegara a oponerse a la exigencia de una fianza para hacer frente a su posible resarcimiento. Pues bien, eso es precisamente lo que está ocurriendo en este caso, en el cual una entidad de derecho público (el FROB), supuestamente perjudicada por unos eventuales hechos delictivos, se dedica, bajo una representación letrada “privada” (no la del Abogado del Estado) a intentar desvirtuar los indicios delictivos, alineándose cuando tiene ocasión con las tesis de los propios imputados. No deja de ser curioso que a mi mandante, que cumple leal y rigurosamente con su labor acusadora (en este caso popular) se le vede la posibilidad de pronunciarse sobre el aseguramiento de las responsabilidades civiles y en cambio al FROB, que en ningún momento ha actuado como acusador particular, se le permita aprovecharse de su situación para dificultar la consecución de los legítimos intereses de las víctimas de los delitos que se investigan. Y es que la sorpresa –y por qué no decirlo, indignación- de esta parte ha ido en aumento al constatar que, lejos de impulsar las presentes diligencias, el FROB: (i) En los casi tres años de instrucción no ha hecho el menor esfuerzo por cuantificar el perjuicio que supuestamente ha sufrido (que hemos sufrido todos los ciudadanos) por los hechos delictivos objeto de investigación (que es lo que precisamente le otorga la condición de perjudicado) ni menos aún ha intentado defender sus intereses a fin de obtener tal eventual resarcimiento de los eventuales responsables. 3 (ii) En línea con lo anterior, no nos consta que el FROB haya llevado a cabo ningún tipo de actuación procesal dirigida a la práctica de diligencias a fin de impulsar la investigación. (iii) Pero como la pasividad no le parece suficiente, resulta que no han sido pocas las ocasiones en las que el FROB ha intentado limitar o constreñir la instrucción, oponiéndose a peticiones o diligencias de investigación solicitadas por las acusaciones y, lo que es más grave en nuestra opinión, cuestionando los indicios delictivos que dieron lugar a su apertura. (iv) Para redondear dicho comportamiento el FROB se opuso a la apertura de la pieza de responsabilidad civil en la causa y ha recurrido la imposición de una fianza prevista precisamente para hacer frente a las compensaciones a que puedan tener derecho los perjudicados (entre los que supuestamente se encuentra). Como prueba del continuo cuestionamiento por parte del FROB de la existencia de indicios delictivos, aportamos, por ejemplo, como Documento núm. 4, su escrito de impugnación frente al recurso presentado por mi mandante contra el Auto de 31 de julio de 2012 en el que dicho organismo público manifestaba que “la instrucción hasta ahora seguida no permite entender afianzados aquellos indicios que motivaron la admisión a trámite” de la querella. Tal extraña actuación de FROB no ha pasado desapercibida a los propios medios de comunicación. Como ejemplo de lo que decimos aportamos, como Documento núm. 5, la noticia del diario económico “Expansión” del día 11 de febrero del pasado año 2014, en la cual se destaca lo siguiente: «Los escritos de FROB en el “caso Bankia” han ido contra la acusación popular y no los investigados”». En esa misma línea vuelve a pronunciarse el FROB en el recurso que acaba de presentar frente a la exigencia de fianza a los imputados, en el que combate insistentemente los indicios de criminalidad, destacando las debilidades que en su opinión presenta el informe pericial judicial, intentando cuestionar la competencia y conocimientos de los citados peritos, seleccionados por otro organismo público (el Banco de España) y defendiendo el informe pericial de parte aportado por la imputada Bankia (a pesar de que ni siquiera ha sido ratificado a presencia judicial). 4 En definitiva, cuando ha tenido oportunidad para ello el FROB ha cuestionado los indicios delictivos existentes en el procedimiento principal, ha intentado limitar la instrucción y ha llegado incluso a liderar la actuación de las defensas de los imputados en algunas cuestiones. Yendo incluso un paso más allá, anuncia en su recurso contra la fianza lo siguiente (pág. 6): “Esta parte (el FROB) está trabajando en un escrito de alegaciones que presentará en breve al Juzgado Central de Instrucción, por lo que consideramos precipitado que sin valorar todas las nuevas diligencias se resuelva sobre la excepcional medida acordada”. No hace falta una gran perspicacia para barruntar por donde pueden ir esas nuevas alegaciones del FROB sobre el dictamen pericial judicial ya presentado y ratificado en sede judicial. Si se nos permite la expresión coloquial, sería ya el colmo que el FROB –que es, sentimos la insistencia, ACUSACIÓN PARTICULAR- pretendiera aportar un informe pericial o un escrito de naturaleza técnico-contable precisamente para combatir las conclusiones puestas de manifiesto por el informe pericial judicial, utilizando los recursos públicos que tiene a su disposición para ir contra los intereses de los restantes perjudicados, co-acusadores particulares. Tal comportamiento se nos antoja, dicho sea con el debido respeto, delirante. Pero además de ello ni siquiera se limita el FROB a intentar defender a la imputada BFA (de la cual es propietaria), sino que centra sus argumentos exculpatorios en la mercantil Bankia, S.A. en la cual el FROB no tiene participación directa alguna, ni obligación de ningún tipo de responder por sus deudas (de igual manera que Bankia no tuvo en su día la “tentación” de acudir al rescate del Banco de Valencia). Como ejemplo de lo que decimos, puede observarse lo indicado en la pág. 7 del recurso de apelación contra la fianza, en la que claramente se intenta exonerar a Bankia, S.A.: “Pero fueron las acciones de Bankia las únicas que fueron objeto de oferta pública en la que venimos llamando salida a bolsa de Bankia. ”Pues bien, de los distintos tipos de posibles deficiencias señaladas en los informes periciales, sólo uno de ellos afectaría a las cuentas de Bankia a 31.3.2011, es decir, a las cuentas que sirvieron de base a la salida a bolsa de esta entidad: se trata de un ajuste propuesto –fundamentalmente por deterioro de la exposición inmobiliaria- por un importe bruto de 1077 millones de euros (M€) o de 1.327 M€ (informe B)”. 5 Si los accionistas de Bankia perjudicados por la salida a bolsa han pedido la exigencia de una fianza, ¿qué sentido tiene que el FROB, que ni siquiera es accionista de dicha entidad, pretenda impedírselo? ¿Acaso el FROB, que no es accionista de Bankia, sabe mejor que ellos mismos lo que les conviene a los accionistas perjudicados por la salida a bolsa? Nótese que no pretendemos en este escrito entrar a impugnar el recurso del FROB contra la fianza. Simplemente señalamos sus incongruencias, pues son la confirmación de una actuación que supera todos los límites tolerables y entra abiertamente en el terreno del fraude procesal. Tampoco pretendemos, como puede imaginarse ese Ilmo. Juez instructor, que el FROB tenga que comulgar con nuestros postulados y, desde ese punto de vista, es perfectamente libre de opinar que no hay indicios delictivos y defender públicamente la necesidad de archivar la presente causa. Pero lo que no cabe admitir es que se aproveche de su supuesta condición de “acusación particular” para apoyar en el seno de las presentes diligencias los intereses de las imputadas BFA-Bankia e indirectamente los intereses de D. Rodrigo de Rato y el resto de consejeros también imputados en la presente causa. Y es que la actuación de un acusador particular no puede subvertirse ni pervertirse hasta el punto de utilizarse para defender los intereses de los imputados. Y tampoco puede disfrazarse esa actividad de una suerte de “defensa de la legalidad”, pues precisamente para eso está el Ministerio Público, que como es sabido está sometido al principio de legalidad e imparcialidad. Por si lo anterior no fuera suficiente, el FROB, de forma subsidiaria a su frontal oposición a la fianza, solicita la reducción de su importe, bajo el argumento de la que “las acusaciones particulares que han solicitado esta medida no alcanzan la suma ni siquiera de 35 millones de euros de perjuicios invocados, por lo que la fijación de una fianza de 800 millones de euros constituye en cualquier caso una desmesura” (pág. 15). ¿Pero no habíamos quedado en que el FROB era también acusación particular y que su perjuicio consistía en una “onerosísima contribución ya aportada al saneamiento de BFA-Bankia” calculado inicialmente en 4.465 millones de euros? (ver su propio escrito de personación en la causa aportado como Documento núm. 1). 6 ¿800 millones son “una desmesura” para hacer frente a los 4.465 millones en que el propio FROB y la fiscalía (al informar favorablemente) cuantificaron los perjuicios mínimos sufridos por su “onerosísima contribución al saneamiento de Bankia”? ¿A qué juega el FROB? En suma, dicho comportamiento procesal por parte de un acusador particular resulta en nuestra opinión censurable, pues supone una actuación continuada contraria a la buena fe procesal, hasta el punto de alcanzar la categoría de fraude procesal y abuso de derecho, proscritos ambos por nuestro ordenamiento jurídico. En efecto, este rechazo del abuso de derecho en el orden penal lo pone de manifiesto, entre otras muchas resoluciones, el Tribunal Supremo en su Sentencia de fecha 8 de junio de 2004, rec. 1065/2003 (LA LEY 13868/2004) al señalar que: «Como ha dicho la Sentencia 1255/2002, de 4 de julio, la jurisprudencia de esta Sala ha recogido, en varias sentencias, el mandato que se contiene en el apartado segundo del art. 11 de la Ley Orgánica del Poder Judicial en el que se dispone que "los Juzgados y Tribunales rechazarán fundadamente las peticiones, incidentes y excepciones que se formulen con manifiesto abuso de derecho o entrañen fraude de Ley o procesal...". Al margen de la infinidad de resoluciones judiciales que delimitan y precisan el concepto de fraude procesal, no queremos terminar sin dejar de referirnos a un caso que guarda indudables similitudes con el que nos ocupa. En efecto, mediante Auto de fecha 26 de abril de 2013 el juez del Juzgado Central de Instrucción núm. 5, D. Pablo Rafael Ruz Gutiérrez, acordó revocar la condición de acusación popular del Partido Popular y su expulsión del llamado “caso Barcenas” por la realización de diversas actuaciones procesales, que detalladamente se describen, “tendentes todas ellas al sobreseimiento de las actuaciones respecto del imputado Luis Barcenas Gutiérrez”. Dicho Auto, que acompañamos como Documento núm. 6, fue recurrido y confirmado por la Sección 4ª de la Sala de lo Penal mediante Auto de 3 de junio de 2013, que igualmente acompañamos como Documento núm. 7, precisamente sobre la base de la “contradicción de intereses” concurrente y la utilización desviada de la figura de la acusación (en ese caso popular) para defender al principal imputado de la causa. 7 Nuestro caso es sin duda peor y más claro, pues el FROB, personado supuestamente en condición de acusación particular, utiliza los recursos públicos que tiene a su disposición para debilitar y cuestionar las tesis de los verdaderos perjudicados, las restantes acusaciones particulares que pretenden algo tan elemental como recuperar sus cuantiosos perjuicios sufridos por unos hechos que cuentan con sólidos indicios delictivos. La solución a la desleal y abusiva conducta del FROB no puede ser otra que la revocación de la personación acordada en su día y su expulsión de la presente causa, lo cual no ha de causarle ningún perjuicio, pues podrá seguir defiendo sus verdaderos intereses (que obviamente no son los de depurar responsabilidades) mediante la mercantil BFA, que está imputada, con todas las garantías procesales que ello conlleva. Por lo expuesto, SUPLICO AL JUZGADO, que teniendo por presentado este escrito, se sirva admitirlo, unirlo a las diligencias de su razón y, en su virtud, tener por causadas las anteriores manifestaciones, acordando haber lugar a la revocación de la condición de acusador particular del FONDO DE REESTRUCTURACIÓN ORDENADA BANCARIA (FROB), ejecutando las actuaciones necesarias para expulsar a dicho ente de las presentes actuaciones, con las restantes consecuencias a que ello diera lugar. Es Justicia que pido en Madrid, a 26 de febrero de 2015 8