“CINEDARSECUENTA” o cómo coger la cultura sin perder la naturaleza? (1) Cine y Psicología de la Gestalt se encuentran a través de contenidos comunes en su despertar: Protocine y Protogestalt. Su punto de encuentro es el estudio del movimiento, con la percepción y la sensación como reto. Ambos nacen a la vez en la inquietud de la revisión de antiguos paradigmas que, a finales del siglo XIX caen por su propio peso, y posibilitan entender y explicar ciertos aspectos de lo real. SUEÑOS DE ALLÁ Y ENTONCES: Un viaje en el tiempo y nos encontramos en 1.910. Max Wertheimer (1.8801.943) se desplaza en tren. Le llama la atención las imágenes en movimiento de los postes que están en una secuencia inmóvil. Esto le lleva a plantearse una serie de interrogantes: ¿cómo es que percibimos datos de realidad que no se corresponden exactamente con el material que recogen nuestros sentidos? ¿Cómo es que vemos imágenes en movimiento cuando realmente no lo hay como en el caso del recién nacido cinematógrafo? . Gordon Wheeler (1.991) lo cuenta así:“ Wertheimer bajó del tren en Frankfurt, entró en una juguetería y compró un aparato estroboscópico para niños, para estudiar mejor esos efectos familiares, aunque extraños, 1 que no parecían estar bien explicados por la escuela psicológica predominante del reflejo o asociacionista. El resultado, dos años más tarde, fue un artículo: “Estudios experimentales en la percepción del movimiento”, en el cual propuso el concepto de un factor “Phi” (estudio del movimiento aparente)... así nació la escuela de la Gestalt”... más adelante sigue diciendo: “El problema de atomizar frente a la percepción continua remite, por lo menos a Zenón, en el S. V. a. de C. con su famosa paradoja de la tortuga y la liebre”. Huyendo de esto Wertheimer rehusa aislar los fenómenos para explicarlos, y se da cuenta de que lo que importa es el fenómeno en su totalidad. En el ejemplo de las imágenes cinematográficas, el movimiento está por encima de la suma de los fotogramas que lo componen. Conjuntamente con Köhler (1.887-1.967) y Koffka (1.886-1.941) se rebelarán contra los paradigmas imperantes representados por la vieja escuela psicológica alemana de Wundt (1.832-1.920) y la moderna escuela de psicología americana cuyo representante era Watson (1.878-1.958) creador del conductismo. S. y A. Ginger (1.987) recogen lo siguiente: “En realidad estos investigadores (Wertheimer, Koffka y Köhler) retomaban las experiencias anteriores de un belga, Joseph Plateau, que había estudiado desde 1830 el efecto caleidoscópico con un dispositivo bautizado como “praxinoscopio”. La combinación de imágenes precisas daban una impresión de movimiento global contínuo. ¡Y es así que compartiendo los mismos antepasados la terapia Gestalt se encuentra de una manera inesperada como la prima alemana del cine de los hermanos Lumiere!”. Ahora vamos más allá en el tiempo, porque anterior al sueño de Werteimer está el de Leonardo Da Vinci, que visualiza la cámara oscura, y a partir de ahí, emerge una aspiración común, una esperanza que articula la escalera para alcanzarlo. Gian Batista della Porta, en el siguiente siglo construye un primer modelo o escalón por los que otros van ascendiendo. Más tarde Athanasius Kircher, jesuita alemán nos regala la linterna mágica, y ya estamos en los albores de la fábrica de sueños: el cinematógrafo, que poco después se convertirá en el cine. Nace humildemente en una barraca de feria y es hijo de muchos padres. Se le nomina séptimo arte, no sin cierto desprecio y burla. Este patito feo no tarda en convertirse en un espectacular cisne que poco a poco va tomando conciencia de lo que es, a la vez que se desprende de ese halo peyorativo de mera distracción ociosa. A partir de aquí y contra todo pronóstico el cine se metamorfosea y se convierte en un prestidigitador que saca maravillas de su chistera. Es un crisol que todo lo transforma y donde nada es lo que parece, con algo mágico que participa del don de la ubicuidad y nos 2 transporta a cualquier punto del tiempo y del espacio. Más que todo eso es la “Imago Mundi”, y en palabras de Edgard Morin (1.956) “el cine es como una gran matriz arquetípica que contiene en potencial embrionario todas las visiones del mundo”. Para el cine no existe lo imposible, nos hace soñar, fantasear, crear, y aunque en algunos momentos nos parezca un fiel reflejo de la realidad puede confundirla y falsearla: deforma, añade, omite y enfatiza. El cine vive del asombro, y su historia evolutiva a muy grandes rasgos es la siguiente: en primer lugar es documental en las cintas de los Lumiere, luego espectáculo con Mélies, arte en Europa con las distintas escuelas cinematográficas, e industria y fábrica de mitos con Hollywood. Siempre sirvió de agente de propaganda y presión ideológica sobre las masas hasta quemarse y desgastarse. Sin embargo hoy, aunque puede repetirse, también le queda la opción de renacer de sus cenizas, redescubrirse y ejercer de agente de cambio. CONTACTO / PARTICIPACION Lo que me interesa resaltar es la particular relación que se establece entre el cine y el espectador, un encuentro paradógicamente diferido y con efecto. Porque el cine, como el arte, es un legado intencional, un intermediario que nos contacta con el espíritu de su creador, que es el que maneja el ojo de la cámara. El director puede sacar del fondo del otro experiencias desconocidas u olvidadas con posibilidad de actualización. Esto también tiene efectos recíprocos. Esa es su magia. El contacto se convierte en transformación creativa. Por tanto se puede establecer una clara diferencia entre lo que queda a un lado y otro de la cámara desde las tres facetas siguientes: A) Por parte del cineasta : 1) Desde el ojo de la cámara se nos muestra una determinada realidad, y éste encuadre puede hacerse desde distintos registros. Aquí la verdad solo es un punto de vista ( subjetiva y cuestionable). El discurso o la sintaxis cinematográfica puede ser literal, figurado, metafórico o abstracto, para satisfacer la mirada de un espectador que percibe selectivamente. 2) La intencionalidad, o el para qué de las imágenes (qué sentido tienen) nos ponen en la pista de que no son inocentes. De ahí el planteamiento de una mirada crítica sobre lo que se ve y sobre lo que 3 pretenden hacer con el espectador, idealizando, dando imágenes reales, experimentales o con distorsión de la realidad. 3) El cine además de ser una narración o un relato, nos habla de lo que está detrás de la cámara, que es colectivo en su resultado final, aunque esté dirigido por un equipo o una cabeza pensante que es la que mueve y capta los encuadres. En el artista o los artistas, la creatividad y la técnica son las fuerzas o figuras que salen de su actitud y postura ante la vida (fondo). ellos juegan con el símbolo y la metáfora creando la emoción del descubrimiento. 4)El cine permite tomar conciencia e invita a la reflexión. Puede ubicarse en un modelo de compromiso adulto que no dirija, amoneste, moralice ni aconseje. El cine es un medio para llegar a la conciencia del espectador, y es importante que sepa estimular su capacidad crítica para que éste llegue a conclusiones personales desde un enfoque no introyectivo, Esto es importante en la emergencia de las nuevas cinematografías que aportan fuerza, sensibilidad y frescura. Allain Jalladeau (2.000) tiene esperanza en las nuevas oleadas que van emergiendo, sobre todo en lugares exóticos, y ve en este fenómeno algo que no es novedoso ya que a principios de los años 60, la “nouvelle vague” fue el reflejo de una fuerte contestación y una ruptura, con lo que quedaba obsoleto en materia de cine, reivindicando una mayor libertad de expresión, escapando al cortapisas que imponía la industria cinematográfica de la época. Incluso aquí tiene cabida la experimentación. Un ejemplo de ello es “Zazie dans le metro” de Louis de Malle, donde el director experimenta creando y recreando todos los lenguajes cinematográficos para después permitirse el lujo de triturarlos ante la mirada atónita del espectador. B) Por parte del espectador: 1) la aproximación a una obra de arte consta de dos movimientos: impresión y comprensión. El primero satisface la necesidad del goce sensual y es la captación fiel de la realidad en el darse cuenta de las cosas o el conocimiento inmediato e implícito de lo que se mira, del campo o consciencia inmediata, caracterizada por el contacto, la apertura de los sentidos a la sensación, la excitación y la formación de gestalts, que supone cierta intencionalidad por parte del sujeto percibiente al captar las imágenes. 4 El segundo movimiento es de comprensión, donde el goce es racional. Estamos aquí ante otro tipo de modalidad de conciencia distinta (“consciousness”), o consciencia reflexiva que es una modalidad de darse cuenta con necesidad de resolver los problemas que surgen en posibles ajustes creativos. Por lo tanto se necesita otro registro de conciencia que no sea el de”awareness” para poder procesarlo. 2) Es importante que los espectadores se identifiquen con el trabajo artístico de su creador, sin embargo otras posibilidades como la de cambio también son abrepuertas al propio crecimiento. 3) Theo Angelópolus (2.004) ve en el espectador a un correalizador (co-creador) que construye la película cada vez que la contempla con su propia mirada y añade en ese acto sus experiencias y los aspectos más significativos de su vida. Esa es la magia. Si no se produce ese contacto, el cine se convierte en algo neutro, como los telefilmes y las películas de Hollywood. En eso reside el punto creativo. La mirada del espectador, enriquece y se convierte en algo totalmente activo, que energetiza y aporta un valor añadido. 4) Por otro lado el cine se adapta a todas las participaciones subjetivas. Desde esto podemos hablar de un movimiento de fijación sobre las figuras que captan nuestra atención. De esta fascinación habla Perls (1.969) sobre “las estrellas” en su libro: “”Dentro y fuera del tarro de la basura” cuando hace de padrino en una ceremonia y se pone su camisa rusa blanca y bordada, regalo que le hace Jennifer Jones (Pgna. 195). Más adelante, hablando de cierta playa en Big Sur dice: Una de las rocas que está en la playa tiene un significado histórico. Elizabeth Taylor estuvo sentada sobre ella en el rodaje de una película. Aún no he ido a venerar esa roca. Me han contado, pero no lo puedo asegurar, que para la escena de la roca fue recubierta con goma esponjosa y luego pintada para hacerla más fotogénica o cómoda o segura. Mal que mal el trasero de una actriz de cine ha de ser propiedad muy valiosa. Los lobos marinos que juguetean por ahí no se dan cuenta de su santidad (pgna. 87). También habla anecdóticamente y con admiración. de unos amigos subrayando que uno logró triunfar en el cine, y el otro compuso hermosas canciones para Marlene Dietrich (pgna 217), e incluso cita una película de Jurosawa: “Rahomon” (pgna 132) hablando de la inmensa diversidad de interpretaciones que diferentes personas le dan a un acontecimiento. También hace otra cita cinematográfica cuando dice: mi impresión es que Lore sintió más la muerte de su sobrina que la de 5 su hermana. Nunca pudo cobrar suficiente valor para ver la película “El diario de Anna Frank”(pgna. 203). En otro lugar habla de la representación de roles citando las películas de “Dr. Jekyll y Mr, Hyde”, (2) y “las tres caras de Eva”(3) (pgna. 121). C: La magia del contacto Este concepto es recogido por Edgar Morin (2.000) aunque aclara que es una intuición de Epsein. Para este autor el contacto o participación se da en ese momento en el que se unen dos psiquismos: el incorporado en la película y el del espectador. Hay que añadir aquí que el psiquismo del cine no elabora solamente la percepción de lo real, segrega también lo imaginario, representando y significando. También subraya que se da un paralelismo en los movimientos de la pantalla con los movimientos generados internamente. Todas las maquinaciones de la cinestesia cinematográfica se precipitan y toman cuerpo en la cenestesia del espectador, convirtiéndose en una simbiosis donde se integra el espectador en el flujo de la película, con un sistema que tiende a integrar el flujo de la película en el flujo psíquico del espectador. Aquí el espectador no está pasivo, sino en una pasividad muy activa. Se da cuenta de que la objetividad del mundo del cine necesita de nuestra participación personal para tomar cuerpo y esencia. Continúa diciendo este autor: ”Éste mundo necesita nuestra sustancia para vivir. Vive de la vida que nos es absorbida. Necesita tomar nuestras almas y nuestros cuerpos ajustados a sus dimensiones y pasiones. Más bien somos nosotros, quienes en la sala oscura, somos sus fantasmas o ectoplasmas espectaculares. Muertos provisionalmente, miramos a los vivos”.Este concepto lo ilustra perfectamente una canción de Serrat: LOS FANTASMAS DEL ROXY, cuya letra es suya y de Joan Marsé que a continuación recojo para terminar: Sepan aquellos que no estén al corriente, que el Roxy, del que estoy hablando, fue un cine de reestreno preferente que iluminaba la Plaza Lesseps. Echaban NO-DO y dos películas de esas que tú detestas y me chiflan a mí, llenas de amores imposibles y pasiones desatadas y violentas. Villanos en cinemascope. Hermosas damas y altivos 6 caballeros del Sur tomaban en té en el Roxy cuando apagaban la luz. Era un típico local de medio pelo como el Excelsior, como el Maryland al que a mi gusto le faltaba un gallinero con bancos de madera, oliendo a zotal. No tuvo nunca el sabor del Selecto, ni la categoría del Kursal, pero allí fue donde a Lauren Bacall Humprey Bogart le juró amor eterno mirándose en sus ojos claros. y el patio de butacas aplaudió con frenesí en la penumbra del Roxy, cuando ella dijo que sí. Yo fui uno de esos que lloraron cuando anunciaron su demolición con un cartel de: “ Núñez y Navarro, Próximamente en este salón”. En medio de una roja polvareda el Roxy dio su última función, y malherido como King-Kong se desplomó la fachada en la acera. Y en su lugar han instalado la agencia número 33 del Banco Central. Sobre las ruinas del Roxy juega al palé el capital. Pero de un tiempo acá, en el banco, ocurren cosas a las que nadie encuentra explicación. Un vigilante nocturno asegura que un trasatlántico atravesó el “hall” 7 y en cubierta Fred Astaire y Ginger Rogers se marcaban “la continental”. Atravesó la puerta de cristal y se perdió en dirección a Fontana. Y como pólvora encendida por Gracia y por La Salud está corriendo la voz que los fantasmas del Roxy son algo más que un rumor. Cuentan que al ver a Clark Gable en persona en la cola de la ventanilla dos con su sonrisa ladeada y socarrona una cajera se desparramó. Y que un oficial de primera, interino, sorprendió al mismísimo Glenn Ford, en el despacho del interventor, abofeteando a una rubia platino. Así que no se espante, amigo. si esperando el autobús le pide fuego George Raft. Son los fantasmas del Roxy que no descansan en paz. 1) citado por Goodman pgna. 592 en el libro de Perls, F., Hefferline, R y Goodman, P. (1.951): Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad. Ed. Sociedad de Cultura Valle-Inclán; Colección Los Libros del CTP, 2.002. Madrid/Ferrol. 2) No se especifica que versión. Hay que aclara que ésta es una de las películas de la historia del cine con más versiones. 3) Este drama es totalmente guestático en su presentación, está basado en un caso real diagnosticado de “personalidad múltiple”. Joan Woodward ganó un oscar por esta interpretación. Se trata de una mujer que descubre dos personalidades polares (retraídadesinhibida), hasta que aparece una parte integradora, sensible e inteligente que hace posible la síntesis personal. Está escrita, dirigida y producida por Nunnally Johnson. 8 A: A. (1.987). La Gestalt, una terapia de contacto. Ed. El manual 93. México. 953. El cine o el hombre imaginario. Ed. Paidós Comunicación. ona. 969. Dentro y fuera del tarro de la basura. Ed. Cuatro Vientos tiago de Chile. u A. ( Octubre2.000)Cámaras e ingenio: nacen otros cines . Revista de la UNESCO. . Madrid. s T. Entrevista a Theo Angelopoulos.11-XII-2.004 Diario “El País”. er G.(1.991) La Gestalt reconsiderada Ed. Sdad. DE Cultura ValleColecciónLos libros de C.T.P. Madrid/Ferrol 2003. 9