SIRIA La Asamblea de Delegados de PEN International, reunida en su 79º Congreso Mundial en Reykiavik, Islandia, el 9 al 12 de septiembre de 2013 Desde febrero de 2011, cuando estallaron protestas generalizadas reclamando un mayor respeto de los derechos humanos, la situación de los derechos humanos en Siria ha seguido deteriorándose y se ha convertido en un conflicto armado interno a lo largo del país. Decenas de miles de personas en Siria han sido detenidos, a menudo arbitrariamente, y muchos se han recluido en condiciones que constituyen desaparición forzada. Incluyen escritores y periodistas. Algunos se han sido referidos a la Corte Antiterrorista en Damasco, que comenzó su trabajo en septiembre de 2012. La tortura y otros malos tratos son moneda corriente en la cárcel y se cree que han causado o contribuido a la muerte de muchos, si no la mayoría de las 1.300 personas que se informa que han muerto en prisión desde marzo de 2011. Al comienzo de la sublevación, las autoridades sirias impusieron un cerco informativo en un esfuerzo en impedir la presentación de informes de noticias imparciales desde el pueblo. Este bloqueo allanó el camino para el surgimiento de un movimiento de periodismo ciudadano, como un medio alternativo, con individuos informando sobre lo que realmente está sucediendo a diario. Este nuevo medio se dirige principalmente por hombres y mujeres jóvenes. Periodistas ciudadanos sirios han sido dirigidos especialmente por ataque por las fuerzas del gobierno. Desde marzo de 2011, más de 200 periodistas ciudadanos han perdido la vida, ya sea por francotiradores de las fuerzas de seguridad o bajo tortura. Decenas que han hecho nada más que ser testigo, informar, grabar y fotografiar actos de violencia han sido detenidas y muchos de ellas han sido víctimas de desaparición forzada. Los escritores y periodistas también se encuentran entre los grupos en riesgo de la violencia política y sectaria de las fuerzas gubernamentales, las milicias pro-gubernamentales y los grupos armados de oposición, tanto en Siria como los países vecinos. PEN International protesta la detención continuada de todos los que están detenidos únicamente por haber expresado pacíficamente sus opiniones, entre ellos el escritor y abogado de los derechos humanos Khalil Ma’touq, el dramaturgo Zaki Cordillo y el escritor Ali Al-Shihab. También está alarmado por los arrestos y desapariciones forzadas de miles de civiles reportados, entre ellos periodistas, blogueros, escritores y activistas, en violación de su derecho a la libertad de expresión y otros derechos asociados. Además le preocupan los informes de que periodistas y periodistas ciudadanos también han sido blancos de ataques por parte de grupos armados de oposición en Siria. PEN International sigue pidiendo a todas los actores en el conflicto a respetar el derecho a la libertad de expresión, y hacer todo lo que esté a su alcance para proteger a los civiles de cualquier daño. También hace llamamiento a las autoridades sirias a investigar las denuncias de tortura de los detenidos, y a liberar a todos los actualmente detenidos por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión en violación del Artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) en el que el estado de Siria es Estado parte. Por último, gravemente preocupado por las crecientes bajas en el conflicto sirio y la amenaza que conflicto en curso supone para la seguridad y protección de todas las personas en Siria y para la paz, la seguridad y las aspiraciones de las personas a lo largo de la región, PEN International pide a la Organización de las Naciones Unidas y el resto de la comunidad internacional a convocar una conferencia internacional de paz para buscar un fin del conflicto armado y la violencia armada en Siria.