178778. XXII.1o.38 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXI, Abril de 2005, Pág. 1377. CONTRATOS. EL ARTÍCULO 1688 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL ESTADO DE QUERÉTARO SÓLO EXIGE QUE LA DETERMINABILIDAD DE SU OBJETO SEA EN CUANTO A SU ESPECIE Y NO POR SU INDIVIDUALIDAD O GÉNERO. De la recta interpretación del artículo 1688 del Código Civil para el Estado de Querétaro se obtiene que la determinabilidad del objeto del contrato se realizará sólo en cuanto a su especie, y si bien la determinación individual sería la óptima, por la fijación particular de una cosa que implica hacerla única, sin que exista otra que la reemplace por idéntica, sin embargo, no es esta determinación individual la exigencia constante e ineludible en la contratación que prevé el citado precepto, y menos aún la de género, porque no alcanza la concreción exigida por la ley, pues adolece de una vaguedad que hace que la cosa quede insuficientemente particularizada; por tanto, el requisito legal se colma si la cosa es determinada o determinable en cuanto a su especie, que es el conjunto de cosas semejantes entre sí por tener uno o varios caracteres comunes y se distinguen de las otras especies. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SEGUNDO CIRCUITO. Amparo directo 738/2004. María de Jesús Dorantes Dorantes. 3 de febrero de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: J. Guadalupe Tafoya Hernández. Secretario: José Alfonso Montalvo Martínez. -1-