- 47 — Sobre Hipoteca De las brillantes clases dictadas en nuestra Fa.cultad de Derecho por el Dr. Jaime Bayley, pu blicamos los siguientes apuntes tomados por un es tudiante y corregidos por el Dr. Bayley. Bstas pá su unidad y su desarrollo pueden inte ginas por grar un Sumario E Principios legales — de protección a futuro libro sobre la materia. : los acreedores. Responsabilidad general del patrimonio del deudor. Insuficiencia de ta responsabilidad. Justificación e importancia de los contratos de I o. es ga rantía. //. — II. Contratos de garantía. Definición y origen de los contratos de garantía. Opiniones de Planiol_, Lafaille, Colín y Capitant, Baudry Lacantinerie y de Lyones, Planiol y Clasificación de los contratos de garantía. 12. Rippert y Escriche. Seguridades personales y seguridades reales: enumeración. 13. Si — —- tuación del acreedor anticrético; de los titulares de derecho de reten ción; y de los acreedores privilegiados. ///., — Prenda e hipoteca. Concurso. Preferencias y Privilegios. 14. Criterios tradicionales de diferenciación de la prenda y la hipoteca: Ex 15. Relaciones de la prenda y la hipoteca con lo'S posición y crítica. — privilegios. Sistemas legislativos. legal de concurso : situación men tecarios —- 16. Generalidades sobre el de los acreedores prendarios e régi hipo . /. - —■ Principios legales de protección a los acreedores incorporado a todas las le Hay un principio general de derecho, diciendo: todos los bienes del deudor son se "Qiie expresa gislaciones que la garantía común de sus acreedores." — 10. — , - 48 - En nuestro Código Civil, reproduce ese principio el artículo 2372, que dice: "Los bienes todos del deudor con excepción de los no embargables (art. " 2362) son la garantía común de sus acreedores y el precio de ellos se distribuye entre éstos a prorrata, a no ser que haya causas legítimas de preferenda". Aplicaciones de esta norma legal, contienen : el Código de Comer cio, el Código de Procedimiento Civil, y aún el Código de Instrucción Crimi " " nal que autoriza el secuestro de los bienes de los encausados por delitos, que, entre sus consecuencias probables, impongan la obligación de restituciones o indemnizaciones pecuniarias. principio legal enunciado, en la práctica no siempre resulta el deudor ha Puede los derechos de acreedores. efectiva de los garantía cer del todo ilusoria la protección legal, de distintos modos. Por negligencia que obste a que se incorporen a su patrimonio o permitan que salgan de él, bienes o derechos determinados; por maniobras dolosas o fraudulentas, ena jenando sus bienes en perjuicio y en fraude de sus acreedores; por insolven Pero el — — una cia, es decir, por el acrecentamiento del pasivo (contrayendo nuevas deudas) hasta hacerlo muy superior al activo; y enajenando de buena fe sus bienes. En los dos primeros casos, la ley ha sido previsora y cuidadosa de los — — poniendo en manos de éstos, medios específicos negligencia o el fraude del deudor, reconociéndoles el derecho a ejercitar en tales casos, las acciones subrogatoria y pauliana cuyas condiciones de ejercicio, naturaleza y caracteres, se estudian con el título de los "efectos jurídicos de los contratos". En los otros dos casos (insolvencia del deudor y enajenaciones de bue na fe), la única defensa a que pueden acudir los acreedores, es a los llama derechos de los acreedores, para contrarrestar la dos contratos de garantía. Esto pone en evidencia la utilidad de estos con mejor justificación, ya que, por el aumento de oblig'ados (ga rantía personal) al pago de lo adeudado por el deudor; o, por impedirle a aquél la libre disposición de algunos de sus bienes o afectándolos con gra vamen real (seguridades reales) es como consiguen los acreedores que no tratos y sea es su del todo ilusoria la en Código Civil, inspirada //. II. ¿Qué son " " ya citada del artículo 2372 del equidad y de justicia. Los contratos de garantía los contratos de garantía? "Se llamaír contratos de garantía a aquellos que proteger a los acreedores contra, la insolvencia de sus : están destinados a deudores. La insolvencia es el estado de un deudor cuyo pasivo es superior al activo." Lafaille, al estudiar los que él llama "derechos de garantía" (hipoteca, de su nacimiento, "la convenieny anticresis), les asigna como causa cía de los acreedores en asegurarse una garantía especial para precaverse prenda " norma motivos resultantes de ^— Planiol los define así " práctica, la en 49 - de su mite, a para los - insolvencia". No obstante esta aparente coicidencia con Planiol, ad la utilidad de los derechos reales de garantía, aún que el deudor no haya llegado a la insolvencia. renglón seguido, casos Colín y en Capitant el en destinado al estudio de las capítulo "seguridades personales y reales", luego de llamarlas "garantías contra la insolvencia del deudor'', define las seguridades personales como "la adjunción de otros deu dores cuyos recursos se agregan ción de la obligación" " a los del obligado para garantir- la ejecu- Esta última definición de Colín, destaca lo que, teriza a juicio, nuestro carac los contratos de garantía. La definición de Planiol repetida en la nueva obra con Ripert, bien la denominación de que bajo "seguridades rea les"— y la misma denominación "garantías contra la. insolvencia del deu a — dor" no hacen más que complicar una noción muy simple, y no da una idea clara de la naturaleza de estos contratos para traer inútilmente a colación la noción de insolvencia, que es un estado especial, con consecuencias jurídicas propias, que pueden ser absolutamente extrañas a los contratos de garantía. : la insolvencia, que corrientemente se define como "el estado de En efecto " hecho en que se encuentra cualquier persona cuyo pasivo es superior a su activo" (definición aceptada por Planiol en la transcripción que acaba mos de hacer), no es, por sí misma, una circunstancia o condición esencial para que se produzcan riesgos de incumplimiento a todos los acreedores no vinculados al insolvente por contratos de garantía; como tampoco la solven cia (activo mayor que el pasivo) de un deudor puede tomarse indicio seguro de que sus acreedores (con o sin garantía) no riesgo de no cobrar total o parcialmente sus créditos. Puede un deudor en situación de hecho de insolvencia, aunque no siempre como ningún perfectamente declarada judi corren continuar por algún tiempo pagando a sus acreedores, como pue de el deudor solvente defraudarlos, aún a los que tengan contratos de ga rantía personal, fianza haciendo enajenaciones o efectuándolas el fia cialmente, — — , dor, de modo de hacer cuando se haga ésta imposible exigíble. el cumplimiento de la obligación contraída, Mejor es, pues, tratar de definir los contratos. de garantía sin complicar las ideas que le son inherentes con las de un régimen jurídico especial, ex como es la insolvencia. Diríamos que, "son contratos de traño, garantía — . aquéllos " to de su cuyo objeto deudor." es asegurar a los acreedores contra el Es el mismo concepto de Baudry, que dice " " " " " a este incumplimien- respecto : "El acree- dor que no sigue la fe de su deudor, que no consiente en contentarse con el derecho de prenda general de los artículos 2092 y 2093, que quiere ponerse a cubierto del efecto de las obligaciones contraídas o de las enajenaclones consentidas por su deudor, estipula garantías o seguridades, desti- nadas forme a con asegurar el pago del crédito." Es también la definición más con el sentido natural de los términos "contrato de garantía". Garan- 50 - tía, " Escriche, dice es "la cosa con que - asegura el se cumplimiento de lo pac- tado." garantía, cuya utilidad es evidente, se clasifican, en con seguridad ofrecida al acreedor tratos de garantía de seguridad personal y contratos de garantía de seguri dad real. En los primeros (contratos de confianza) consistiendo la seguri dad en aumentar el número de personas eventualmente obligadas al pago, no se hace, en realidad, rnás que disminuir, sin eliminarlas del todo, las proba bilidades de incumplimiento; puede pues ocurrir perfectamente que en el mo mento del pago no estén en condiciones de cumplir, ni el deudor principal ni el fiador o fiadores que hayan asegurado con su responsabilidad personal el cumplimiento del deudor. El riesgo que corre el acreedor en estos casos, es lo que determina que los acreedores prefieran los contratos de garantía de la otra categoría : con tratos de garantía de seguridad real (prenda e hipoteca) Coinciden los autores en señalar, como anteriores en su surgimiento en tre las instituciones jurídicas, los contratos de garantía personal, las segu ridades personales. El tránsito de estas seguridades a las seguridades reales, soli se habría producido recién en la época en que, desaparecida la estrecha daridad del grupo familiar se llega también a la individuaHzacíón de la pro piedad inmueble dejando de considerarla como perteneciente más al grupo Estos 12. — atendiendo contratos de la naturaleza de la a — , . familiar que a su detentador. Hoy puede señalarse, sin embargo, garantía personal, tal como ocurrió en " época solidaridad forzosa del grupo familiar, sino en la constitución de agrupaciones voluntarias de base mutualista o sobre la existencia de bancos de crédito." pero basado "no " auge de los contratos de en el derecho romano, un nuevo cierta No 13. gunas otras, antes en la nota ninguna discrepancia doctrinal en cuanto a considerar hipoteca como formas contractuales de seguridad real, No ocu se prenda y la rre lo mismo la como en cuanto como ser la a la de agregar a estas dos formas, al el derecho de retención y los privilegios. procedencia anticresis, la anticresis, en los países cuyas legislaciones no hacen pro nunciamiento expreso acerca de la naturaleza del derecho del acreedor anti crético, ni dicen si tiene o no causa legítima de preferencia en caso de con discutirse la doctrina y provocarse la decisión jurisprudencial En curso, acerca cuanto a puede de ambos interesantes tópicos. Tal ocurre, por ejemplo, en la legis lación francesa. Se impone incluir la anticresis entre las formas de garantía real, en la legislación argentina, cuyo Código Civil asigna expresamente el carácter de "derecho real" al del acreedor anticrético; y en la española, que asimila los derechos del acreedor anticrético Pero, en nuestra legislación, a los del acreedor que expresamente — prendario o hipotecario. pueda ponerse en aunque - duda el acierto del anticrético y no lo 51 - legislador niega el carácter real al derecho del acreedor incluye entre los titulares de derecho de preferencia ni en tre los acreedores privilegiados en caso de concurso, es forzoso concluir que el contrato de anticresis no puede ser incluido entre los de seguridad real. Simple forma de pago, la anticresis, lo lógico sería estudiarla entre los me dios de extinción de obligaciones. En cuanto al derecho de retención, reglamentado en forma especial en pocos Códigos —-entre ellos el Código Argentino— la mayoría de los auto res le niegan el carácter de derecho real (como es sabido el titular del dere cho de retención, no tiene el derecho de perseguir la cosa, inherente al dere cho real). En nuestra legislación no es siquiera dudoso que se trata de de recho personal; que no da preferencia en caso de concurso; y en cuanto a si es o no asimilable a los privilegios, fuera de los casos expresamente incluídos en el artículo 2370, conocemos una solución jurisprudencial contraria, pero nos parecen más convincentes que los fundamentos del fallo, los de dis cordia del Dr. Furriol. De cualquier manera no es dudoso que no puede in cluirse entre las seguridades reales. Por último, en cuanto a los privilegios, "favor especial con que la ley mira ciertos créditos personales en concurso de acreedores, sin que por eso pasen en caso alguno contra terceros poseedores", según el artículo 2368 de nuestro Código Civil, es evidente que, de acuerdo con nuestra ley, tampoco pueden incluirse entre las seguridades reales. En la legislación fran cesa, es sabido que el privilegio vence aún a los acreedores hipotecarios. Concluímos que, en nuestra ley, no hay más formas de contratos de ga rantía de seguridad real que la prenda y la hipoteca, y entendiendo por ta les, los realizados estrictamente de acuerdo con las prescripciones del Códi go Civil o de las leyes especiales sobre la prenda rural y de útiles de trabajo y prenda industrial y las disposiciones del Código de Comercio sobre hipo — " tecas de naves. Se ha resuelto^ reiteradamente, por nuestros Tribunales, que no tiene calidad de acreedor prendario ni, por lo tanto, garantía real el que, en garan tía de una obligación toma los títulos de un inmueble o los títulos de un buque; ni la calidad de acreedor que paga IJL una — hipotecario 'por subrogación obligación garantida con hipoteca. Prenda e — — el tercero Hipoteca. Concurso. Preferencias. Privilegios 14. Intentaremos, ahora, señalar los criterios tradicionales para esta blecer diferencias fundamentales entre los dos únicos contratos de seguridad real admisibles en nuestro derecho: la prenda y la hipoteca. Suelen referir se esos son: a) criterios a tres caracteres la naturaleza (mueble el mantenimiento del deudor o en principales de uno y otro contrato, y que inmueble) del objeto dado en garantía; b) la posesión de la cosa o él desplazamiento 52 — — posibilidad de continuar o no el deu nuevos gravámenes con constituyendo disposición respecto a la cosa afectada en el contrato de garantía. Dijimos que estos eran criterios tradicionales y la verdad es que hoy, en no puede esgrimirse como suficientes para señalar radicales distingos ya tre la ordenación jurídica de la prenda y la hipoteca. Si se circunscribiera la organización de uno y otro instituto a lo que- dispone nuestro Código Civil, es claro que no habría dificultad alguna. Podría decirse del contrato de prenda qne sólo puede recaer sobre cosas muebles; que como todo con de la misma a manos dor realizando del acreedor; c) actos de la o de esto, supone la entrega de la cosa y que, como consecuencia ella de o de comprometerla o gra de la deudor el disponer potestad pierde varla en nuevos contratos. En la hipoteca ocurriría lo diametralmente opues recaer sobre inmuebles; queda el deudor en posesión de la to: sólo real, trato cosa y puede puede enajenarla o constituir sobre ella nuevos gravámenes. contra de ambas formas de contratación, : la los tos accesorios y de garantía, siguientes siempre presentarse pueden naturaleza del derecho del acreedor (derecho real) ; las prerrogativas para ha Como elementos — comunes — de incumplimiento de la obligación garantida (acción per de ejecución) y la preferencia legal en caso de concurso. derecho secutoria y elementos diferenciales y elementos comunes antecede Todo lo que refiérense exclusivamente al derecho codificado. Pero ya hemos citado al sin pasar algunas leyes especiales, que impiden mantener como absolutas y cerlo valer en caso — — la restricción ya hecha, estos criterios de diferenciación. La ley de prenda rural o agraria y de útiles de trabajo; la ley de prenda industrial; la legis lación sobre warrants; y la hipoteca de naves, f orinan otras tantas catego rías de casos de excepción a la rigidez de los criterios clásicos ya citados. Habría que concluir que, en este punto de las diferencias entre la pren da y la hipoteca, luego de recorrerse un ciclo evolutivo, acentuando diferen ciaciones orgánicas, se ha vuelto a la primitiva confusión del derecho ro expresada gráficamente en la conocida fórmula de Marciano: "ínter pignus el hypothecam nominis tantum sonno differt". Puede ser ésta, una demostración más de la razón que asiste a Bordeaux cuando, al comentar el sistema suizo de transferencia de la propiedad exclama : "vemos que las nociones jurídicas aparecidas como un progreso y una conquista del espíritu humano y de la razón, pueden desaparecer y ser reemplazadas por antiguas nociones, que se juzgaban abandonadas para siempre y caídas en desuso. Es un ejemplo importante de la evolución del derecho y de su vuelta al pasado." mano, " " " " " " 15. ¿Qué relaciones pueden establecerse, desde ahora, entre los acree dores prendarios e hipotecarios y los llamados privilegiados ? La solución va ría según el sistema adoptado en las diversas legislaciones para reglamentar situación y derecho de los y clasificar la acreedores, en caso de producirse — 53 - del deudor. Tres direcciones principales, son las seguidas en la a este respecto: la preferencia de la prenda y la hi poteca primando sobre los privilegios (sistema de nuestro código; salvo el caso excepcional del art. 2382, inc. 2', en que un crédito privilegiado des plaza al acreedor hipotecario; la hipoteca y la prenda integrando una am plia enumeración de los créditos preferentes, pero cediendo la en el concurso codificación universal prelación de créditos personales que, para nuestra ley, sólo son privi legios (sistema del Código Español y, en parte, del Código Argentino) ; y, los privilegios primando sobre todos los créditos, incluso los hipotecarios (sis tema del Código Francés) caso concurso a . 16. Dentro de este capítulo de generahdades, vamos a incluir una susexplicación sobre la situación del acreedor hipotecario, en nuestro ré gimen legal, en caso de concurso. cinta Producido el del deudor, nuestro régimen legal es el siguien pagados íntegramente los acreedores prendarios e hipo tecarios con el producto de la venta de los bienes del deudor particularmente afectados en garantía de las obligaciones con ellos contraídas, entra el exce te : sólo después concurso de dente del valor de realización de esos bienes a la masa del concurso, y sólo ese excedente podrán hacer entrar a valer sus derechos los demás acreedores. Si son acreedores privilegiados cobran contra excluyéndose unos a otros el orden que les asigne la ley, según la causa de sus créditos o la fecha de constitución de los mismos; concurriendo entre sí y cobrando a prorrata en el caso de tratarse de créditos incluidos en la misma clase y en el mismo numero ordinal dentro de cada clase. y en Los acreedores prendarios créditos, con preferencia a e hipotecarios, cobran siempre íntegros sus demás, salvo el caso de resultar insufi todos los ciente el producto de la venta del bien especialmente afectado al contrato de prenda o de hipoteca, entrando entonces por el saldo impago y con acción personal como los acreedores simples, a la masa del concurso. Estos acreedo res prendarios e hipotecarios también se excluyen entre sí, atendiendo a la techa de constitución de los respectivos gravámenes, en el caso especial de de acreedores hipotecarios. Las diferencias entre los créditos prendarios e hipotecarios y los crédi tos privilegiados, aparecen resaltantes. En primer lugar aquellos tienen "preíerencia en caso de concurso de acreedores (los bienes del deudor afectados concurso con prenda o hipoteca no entran al concurso, y no pueden por lo tanto co privilegiados, sino previo pago de su crédito al acreedor prendario hipotecario). En segundo lugar, porque el derecho del acreedor brarse los o o hipotecario, o no existe con prendario todas las prerrogativas que la ley le reconoce, haya concurso del deudor; en cambio, la noción de privilegio y de acreedor privilegiado, no existe ni se concibe fuera de la situación de con curso, lo que quiere decir que, no mediando concurso, el que en ta! caso se- es/ecial — ría acreedor cobrará diendo 54 — privilegiado es un acreedor como cualquier acreedor simple que crédito según la diligencia que emplee contra su deudor, pupostergado por acreedores simples que hayan sido más diligen o no su verse cobro. Por último, y esto es esencial, porque se refiere a la na turaleza misma del derecho del acreedor y de las acciones que puede ejerci tar, mientras el acreedor privilegiado sólo tiene un derecho personal que en ningún caso pasa contra terceros poseedores, y que sólo le da, como queda en el régimen del concurso de su deudor; los dicho, una tes para el posición ventajosa prendarios o hipotecarios, titulares de derecho real, tienen acción real contra la cosa afectada, y derecho a provocar su venta y cobrarse en el llenados los trámites legales ; a adjudicarse la co importe, y aún llegar, sa dada en garantía. Hemos anticipado ya, porque se ha hecho indispensable para la com prensión de las características y ventajas de los contratos de garantía real, algunas de las modalidades esenciales de la hipoteca que serán estudiadas des pués en detalle. Toca ahora, para cumplir el plan que nos hemos trazado, es tudiar el origen de la hipoteca y su desenvolvimiento' en el derecho romano. acreedores — —