> JURISPRUDENCIA COMENTADA Prevención de Riesgos Laborales y Seguridad en el Trabajo BDO Audiberia Despacho Jurídico y Tributario. amentablemente se observa en la realidad española un paulatino incremento cada año del número de accidentes que se producen en las empresas y un correlativo aumento en el número de fallecimientos. L En su consecuencia, también ha aumentado la concienciación de las autoridades en la necesidad de establecer unas políticas activas que ayuden a disminuir el número de accidentes mortales en los centros de trabajo. Tenemos un marco normativo en constante evolución que trata de imponer una lógica en la organización de las actividades laborales que permita una mayor seguridad en las empresas y centros de trabajo. Así tenemos la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales y el Reglamento de los Servicios de Prevención aprobado por e Real Decreto 39/1997, de 17 de enero. A pesar de contar con estas disposiciones, todas las partes involucradas en la actividad productiva tienen el deber de colaborar eficazmente para que el marco normativo existente se aplique de una manera cada vez más eficaz. Las empresas y los empresarios tienen el deber de gestionar y poner los medios necesarios y reglamentariamente exigibles en manos de los trabajadores. Los trabajadores tienen el deber de diligencia en la realización de su trabajo y en la utilización correcta de los sistemas y medios de seguridad. La responsabilidad de las empresas puede ser de carácter administrativa, penal, civil y de seguridad social. (Artículo 42.1 de la Ley 31/1995). Respecto de la Responsabilidad Penal, ésta podrá concurrir por cualquier acción u omisión Gestión Práctica de • 64 Riesgos Laborales dolosa o imprudente penada por la Ley, siendo responsable una persona física. El tipo general del delito figura expresado en los artículos 316, 317 y 318 del Código Penal aprobado por Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre. El delito contra la seguridad en el trabajo no exige para su consumación la producción de resultados concretos para la vida, salud o integridad de las personas, bastando la creación de una situación de peligro para ellas. El peligro aparece cualificado con la condición de que sea grave y ha de provenir de la omisión típica, esto es, no facilitar los medios necesarios para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas. La conducta típica consiste en no facilitar los medios necesarios para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, con la característica de que la conducta puede realizarse tanto en forma activa como en forma omisiva, aunque sea ésta la forma por excelencia. Se requiere, por lo tanto, el incumplimiento de las normas reguladoras de los riesgos laborales. Por parte del juzgador de instancia se determina claramente que la causa de la caída al interior de la fosa séptica fue debida a un mareo producido por la inhalación de gas. Uno de los acusados, que llevaba la gestión de las dos sociedades, incurrió en grave omisión, al no facilitar a los trabajadores los medios necesarios que reglamentariamente resultaban exigibles, de modo que causó un peligro para la vida y, a consecuencia del mismo, el resultado de muerte acaecido por la falta de una mínima cautela. No se aprecia, por el contrario, que uno de los trabajadores fallecidos incurriese en falta de diligencia alguna durante la realización del trabajo, circunstancia que sí se dio en la actuación del otro trabajador fallecido. En la sentencia se declara autor responsable al gerente de las dos sociedades. Existe sobre este particular una interesante Sentencia de fecha 14 de Marzo de 2002, del Juzgado de lo Penal número 1 de Logroño y confirmada por otra sentencia de la Audiencia Provincial de la Rioja número 5/2003, dictada en el recurso de apelación número 202/2002. El delito contra la seguridad en el trabajo del artículo 316 del Código Penal se da, según el Juez, al haberse incumplido las normas sobre prevención de riesgos laborales creando una situación de riesgo grave para la vida o integridad física de los trabajadores, como viene a exigir este tipo penal. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales impone al empresario la obligación de garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, adoptando las medidas pertinentes y desarrollando una acción de perfeccionamiento de los niveles de protección y medidas de prevención. El caso tratado en estas resoluciones trae su causa en un accidente laboral en el que fallecen dos trabajadores por caída a una fosa séptica e inhalación de gases procedentes de la misma. Se imputa delito al director y al administrador efectivo de las dos sociedades para las que indistintamente trabajan los fallecidos. La sentencia viene a confirmar el delito contra la seguridad en el trabajo como un delito de riesgo, cuya estructura nuclear consiste en la infracción de un deber consistente en no facilitar los medios o procurar las condiciones para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene exigible, Nº 3 • Marzo de 2004 www.riesgos-laborales.com El delito contra la seguridad en el trabajo no exige para su consumación la producción de resultados concretos para la vida, salud o integridad de las personas, bastando la creación de una situación de peligro para ellas. Nº 3 • Marzo de 2004 El delito requiere, en su aspecto objetivo, la infracción de las normas reglamentarias así como la creación de una grave situación de peligro concreto que se proyecta sobre la vida o la integridad física de los trabajadores. siendo indiferente, pues, la forma activa u omisiva de la realización del acto típico y en la creación o el incremento del peligro por infracción de las normas de seguridad cuyo cumplimiento impone el ordenamiento jurídico a un determinado circulo de sujetos. El delito requiere, en su aspecto objetivo, la infracción de las normas reglamentarias así como la creación de una grave situación de peligro concreto que se proyecta sobre la vida o la integridad física de los trabajadores. El bien jurídico protegido está constituido por la seguridad en el trabajo vinculada a la vida o a la integridad física de los trabajadores. La seguridad en el trabajo se constituye en un bien jurídico autónomo relacionado con el deber empresarial de velar por esa seguridad. Autores pueden serlo los empresarios conforme a los artículos 1.2 y 19 del Estatuto de los trabajadores aunque, conforme al artículo 10 de la Ordenanza de Seguridad e Higiene en el trabajo, el deber se extiende al círculo de personas que igualmente pueden cometer ese delito, que son todas las que tengan responsabilidades en materia de seguridad e higiene. Sujeto pasivo lo es el trabajador o, más concretamente, el conjunto de los trabajadores como sujeto colectivo. Incluso puede hablarse como sujeto pasivo respecto de aquellos trabajadores unidos por subcontratos o contratos de puesta a disposición de otras empresas por las oficinas de trabajo temporal. 65 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales