10 18 al 24 de julio de 2016 EMPRESAS del imperio empresarial del magnate mexicano. Junto a él, se sentará Antonio Gómez García, consejero también de varias filiales de Carso. Ambos de carácter dominical. Como consejeros ejecutivos, Miguel Ángel Martínez Parra, nombrado director general de Organización y Finanzas, y que fue el primero que desembarcó en la sede madrileña de FCC como avanzadilla, proveniente de la constructora mexicana del grupo Primer paso, tomar el control del consejo de administración de FCC; sus cuatro hombres, su sobrino, Alfonso Salem Slim, y los ejecutivos del grupo Carso Antonio Gómez, Miguel Ángel Martínez Parra y el nuevo CEO de FCC, Carlos Jarque El magnate mexicano Carlos Slim es el nuevo dueño de FCC. Llegó, vio y venció con maneras de conquistador. El magnate Carlos Slim hace años que invierte en España, pero ha sido en las últimas semanas cuando ha conseguido cerrar el círculo de su apuesta por el negocio constructor patrio. A golpe de opa y a precio de ganga, en algo menos de año y medio se ha hecho con Portland, Realia y, el premio gordo, FCC. Lo que los analistas vienen a llamar la trinidad del ladrillo: cemento, vivienda y servicios. Con un estilo muy cercano y personalista, atando corto a su propio equipo de confianza, con Carlos Jarque a la cabeza, ha desembarcado en la que fuera la joya más preciada de las Koplowitz con un objetivo: que la nueva FCC puje y se haga con las grandes obras que se preparan en América Latina. Se ha hecho en año y medio, a golpe de opa y a precio de saldo, con la ‘trinidad del ladrillo’: Realia, Portland y FCC Carlos Slim, el nuevo rey de la construcción ■ Nuria Díaz Esta semana se cierra la operación que Carlos Slim comenzó a diseñar en noviembre de 2014 cuando cerró un acuerdo con la entonces principal accionista de FCC, Esther Koplowitz, para participar en la ampliación de capital que permitiera reflotar la constructora y convertirse en el primer accionista con una inversión de alrededor de 650 millones de euros. Una inversión que los analistas consideraron una ganga por controlar una de la principales constructoras españolas. Con su 25,6% superaba de un plumazo a la endeudada Koplowitz, que pese a sus reticencias a ceder poder en el grupo, no tuvo más remedio que conformarse, acuciada como estaba por los bancos y toras las negociaciones con su anterior ‘caballero’ blanco, George Soros. Tras cerrarse el acuerdo, todo fueron mensajes de ‘paridad’ en el consejo, que se repartieron a cuatro representantes cada uno. Pero quienes pensaron que Slim se limitaría a ser el socio capitalista de la endeudada FCC, un convidado de piedra en el consejo, se equivocaban. El millonario mexicano iba a por todas y la operación de toma de control ya estaba en marcha. Ahora, tras otra ampliación de capital de 700 millones, quince meses después de la primera, obligado a lanzar una Opa por el 100% de la compañía al haber superado el 30% del capital, y excluida temporalmente del Ibex desde este lunes, en FCC se da por finiquitada la ‘era Koplowitz’ y se inaugura oficialmente la ‘era Slim’. Primer paso: tomar el control del consejo de administración con hombres de su entera confianza. Su equipo toma las riendas. En la última Junta de Accionistas de la compañía, celebrada el pasado 28 de junio, se aprobaba la ampliación del Consejo para dar entrada a sus cuatro hombres en FCC. Empezando por su propio sobrino, Alfonso Salem Slim, que es consejero en Inmobiliaria Carso, buque insignia La deuda pone fin a la ‘era Koplowitz’ ■ Después de décadas bajo el control de la familia Koplowitz, FCC ha cambiado de dueños. “Se veía venir”- dicen los analistas. Lo cierto es que Esther Koplowitz, ahogada por las deudas, lleva años tratando de sobrevivir a costa de caballeros blancos. Primero fueron los franceses de Vivendi; luego una fusión frustrada con la Acciona de los Entrecanales, de la que ya nadie se acuerda; después el fondo Ibersuizas... Una huida hacia adelante en la que lo peor estaba aún poor llegar. La crisis financiera agravó y mucho, las cifras de la compañía. Corría el año 2013, cuando Koplowitz ahogada por las deudas estuvo a punto de tener que recurrir al concurso de acreedores en su sociedad familiar. Y, con su hija, Esther Alcocer, ya en la presidencia, comenzó una etapa de conversaciones con los bancos para refinanciar la deuda que tuvo un punto de inflexión cuando en octubre de 2013, el fundador de Microsoft, Bill Gates, entró en el accionariado con un 6% del capital. Gates y Koplowitz se conocían por que habian colaborado juntos en algún acto filantrópico de ambos y un viaje del americano a Madrid, terminó de sellar el acuerdo. Como dinero Carlos Jarque (CEO) y Esther Alcocer Koplowitz (presidenta) en la última Junta de Accionistas de FCC. llama a dinero, después de Gates, llamó a la puerta George Soros, con el que las conversaciones fueron difíciles para terminar finalmente rompiéndose a favor del magnate mexicano, Carlos Slim. Ahora Koplowitz ha pasado de estar en manos de los bancos, a manos de empresario. Slim le prestó a la familia Koplowitz el dinero para que pudiera acudir a la ampliación de capital de la que hasta el momento, habia sido ‘su’ empresa. Del 7% de acciones que compró, Slim ya se ha cobdado un 2%, lo que provocó que la participación de la empresaria española bajara del 22% al 20%. Pero es que además, del 5% que le debe, Slim es el avalista de los 800 millones que la sociedad patrimonial de Esther Koplowitz adeuda a los bancos. Si ella no paga, él responde, pero todo sería suyo. La FCC que levantó su padre, Ernesto Koplowitz, en la década de los cincuenta, es ahora una compañía mexicana. Carso, Ideal. Llegó, explican fuentes del sector, para estudiar las cifras de la compañía y tomarle el puso a los bancos. Su perfil financiero ya hizo sospechar a muchos que no sería solo un controller provisional, sino que acabaría quedándose en el grupo español con algún puesto de responsabilidad, como así ha sido. El cuarto consejero, es Carlos Jarque, nuevo CEO y primer ejecutivo de FCC. A por todas Pese a este desembarco, fuentes del sector aseguran que “las riendas las lleva el propio Slim”. El mexicano tiene un estilo de gestión muy personalista en el que las grandes decisiones las toma él. “Prueba de ello-señalan estas mismas fuenteses que pese a que controla el consejo, no ha traído, al menos por el momento, tantos directivos como cabría esperar. Jarque y Martínez Parra son su correa de transmisión”. Slim ha acudido a varios de los consejos de administración de la compañía, aunque no a todos, sin embargo no se ha dejado ver en ninguna de las dos últimas juntas de accionistas del grupo, en la que ya era el accionista mayoritario. Cuando viene, el empresario mexicano se queda siempre en el madrileño y exclusivo hotel Santo Mauro, en la calle Zurbano, donde –señalan algunas fuentes- se gestó de hecho, y en solo un par de reuniones, su entrada en la constructora de la familia Koplowitz. Quienes le conocen aseguran que es muy controlador, hasta el mínimo detalle, metiéndose en temas de funcionamiento del día a día, que cabria esperar que hubiera delegado. Su obsesión, en el caso de FCC, está siendo el recorte de gastos, en todas las áreas del grupo. Muestra de ello es que ha metido la tijera, por ejemplo, en los viajes de empresa. En FCC ya no se viaja mucho, ni siquiera los ejecutivos del área de inversores que tenían varios viajes al año a Nueva York para vender la acción, y que ahora han quedado drásticamente reducidos. Por lo que respecta al nuevo hombre fuerte del grupo, Carlos Jarque, que se estrenaba en público hace menos de un mes en la Junta de Accionistas del pasado 28 de junio, las fuentes consultadas coinciden en señalar que se trata de un directivo cercano, preocupado por la comunicación interna, que se ganó a la plantilla paseándose por cada planta y cada mesa al día siguiente de su nombramiento. También se ha ganado a las autoridades regulatorias, como el Banco de España y la Pasa a página 12