Página 1--- Lima, quince de diciembre del dos mil nueve

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‐‐‐Página 1‐‐‐ Lima, quince de diciembre del dos mil nueve. SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, vista la causa número dos mil novecientos quince‐ dos mil nueve, en audiencia pública el día de la fecha y producida la votación, con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO: Es materia de autos el recurso de casación interpuesto a fojas mil ciento treinta y uno por la demandante Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta (antes Banco Sudamericano), contra la resolución de vista de fojas mil ciento catorce, su fecha once de marzo del dos mil nueve, que confirma la resolución apelada de fojas novecientos noventa y cuatro, su fecha veintinueve de octubre del dos mil siete, que declara fundada la contradicción en el extremo aludido en tal resolución (relativo a la exigibilidad de la obligación). 2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala ha declarado procedente el recurso mediante resolución de fecha dieciséis de setiembre del dos mil nueve, por la infracción normativa de los artículos 226 y 228 de la Ley General del Sistema Financiero, y artículos III del Título Preliminar, 50 incisos 4º y 6º del Código Procesal Civil, argumentando que no se ha compulsado debidamente y en conjunto los medios de prueba actuados en el proceso (cartas notariales presentadas en el escrito de contradicción – anexos uno ‐C, uno‐D y uno‐E), así como la documentación presentada al interponerse la apelación; refiere también, que ni el Juez ni la Sala han tenido en cuenta su carta notarial del veintitrés de octubre del dos mil dos (Anexo uno‐I de la demanda), en donde se comunica a la demandada los saldos vencidos de sus cuentas corrientes; la citada carta tiene una doble finalidad, la primera informar de los saldos deudores de las cuentas corrientes y requerir su pago, y la segunda, iniciar el procedimiento a que se refiere el artículo 228 de la Ley 26702, es decir, el cierre y emisión de una letra de cambio a la vista (lo que constituye una facultad y no una obligación de toda entidad financiera), por lo que ha dado cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 226 y 228 de la Ley 26702, Ley General del Sistema Financiero; en ese sentido señala que, con el análisis de los medios de prueba se determinaría que, el recurrente si cumplió con los artículos 226 y 228 de la Ley General del Sistema Financiero, pues los estados de cuenta sí fueron remitidos al domicilio contractual vigente en su oportunidad; a ello añade que, fuera de la discusión si fue o no notificada la demandada con los estados mensuales de sus cuentas corrientes, la ejecutada sí fue requerida para el pago de los saldos vencidos de sus cuentas corrientes; finalmente, el Banco recurrente señala que su pedido es de nulidad parcial, pero luego indica que, dado el plazo transcurrido desde iniciado el proceso, la Sala Suprema debe proceder a revocar la apelada, para desestimar la contradicción. 3. CONSIDERANDO: PRIMERO.‐ Atendiendo a las denuncias formuladas se debe advertir que, de la propia fundamentación que se presenta, se aprecia que el análisis de los artículos 226 y 228 de la Ley General del Sistema Financiero, el propio recurrente hace depender su análisis de la propia evaluación de los medios de prueba que afirma no fueron analizados; por tanto, este pronunciamiento se limitará a analizar el elemento de orden procesal, es decir, si los medios de prueba que indica fueron o no analizados, y si debieron o no ser analizados; y que de declararse fundado originará el reenvío respectivo, no siendo por tanto necesario pronunciarse sobre los artículos antes citados. SEGUNDO.‐ Entonces, debe tenerse en cuenta que, en materia de casación es factible ejercer el control casatorio de las decisiones jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han 12890-04113
infringido o no las normas que garantizan el derecho al debido proceso, tomándose en consideración que éste supone el cumplimiento de los principios y de las garantías que r ‐‐‐Página 2‐‐‐ egulan el proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo el ejercicio del derecho de defensa de las partes en litigio. TERCERO.‐ Analizando la denuncia de orden procesal antes indicada, se debe observar que, la motivación de las resoluciones judiciales constituye un principio y derecho la función jurisdiccional, consagrado en el inciso 5° del artículo 139 de la Constitución Política, norma constitucional que ha sido recogida en el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, inciso 6° del artículo 50 e inciso 3° del artículo 122 del Código Procesal Civil, cuya contravención origina la nulidad de la resolución, conforme lo disponen las dos últimas normas adjetivas señaladas. CUARTO.‐ La motivación es esencial en los fallos, ya que los justiciables deben saber las razones por las cuales se ampara o desestima una demanda, ya que a través de su aplicación efectiva se llega a una recta impartición de justicia, evitándose con ello arbitrariedades y permitiendo a las partes ejercer adecuadamente su derecho de impugnación, planteando al superior jerárquico las razones jurídicas que sean capaces de poner de manifiesto los errores que puede haber cometido el juzgador. QUINTO.‐ La verificación de una debida motivación sólo es posible si de las consideraciones de la sentencia se expresan las razones suficientes que sustentan la decisión, razones que justifiquen suficientemente el fallo, las cuales deben ser razonadas, objetivas, serias y completas; siendo que, para la presentación de tales consideraciones se debe atender a lo previsto en el artículo 197 del Código Procesal Civil, en donde las consideraciones deben ser extraídas de la evaluación de los hechos debidamente probados, lo cual supone una adecuada valoración de las pruebas. SEXTO.‐ En sede de casación, lo relativo a la valoración de la prueba ha quedado configurado como una cuestión de derecho (Casaciones número doscientos sesenta y uno‐ noventa y nueve, tres mil ochocientos cincuenta y cinco‐ dos mil dos, mil ciento sesentitres – dos mil ocho, ochocientos sesenta y nueve – dos mil nueve), en la medida en que la posibilidad de control se encuentra referida a determinar si se han respetado los criterios legales que disciplinan la valoración, en los que se establecen los parámetros que gobiernan la tarea y por otro lado, cuando se presentan desvíos del raciocinio del juicio lógico del sentenciante. SÉTIMO.‐ En ese sentido, el deber de motivar una sentencia implica que, al momento de la valoración de los medios probatorios según la regla prevista en el artículo 197 del Código Procesal Civil, se deben explicar las razones de por qué se omitió valorar determinado medio probatorio o por qué se consideró irrelevante, o por qué dio mayor valor probatorio a tal medio probatorio en perjuicio de otro que pretendía contradecirlo; ello resulta trascendente ya que si la valoración de la prueba, siguiendo las reglas de la sana crítica, tiene como una de sus limitaciones a los principios de la lógica, cobra mayor relevancia el deber de motivar la decisión; en ese sentido, entre los principios lógico que rigen el razonamiento se encuentra el principio de verificabilidad o de razonamiento suficiente, en virtud al cual “todo lo que es tiene su razón de ser” y “nada hay sin razón suficiente”, principio que se ve afectado cuando en la motivación no aparecen las razones suficientes extraídas del derecho y de la actividad probatoria, que justifiquen la decisión tomada. La transgresión a este principio originará no sólo que se esté ante una motivación defectuosa sino ante la presencia de una sentencia arbitraria y absurda (por carecer de las razones que justifiquen el fallo) que deba ser anulada en virtud a los artículos 121 in fine, numerales 3 y 4 del artículo 122, 171 y 197 del Código Procesal Civil. OCTAVO.‐ Lo antes expuesto se encuentra también complementado con el principio de unidad del material probatorio, pues los medios probatorios admitidos y actuados en el proceso ‐‐‐Página 3‐‐‐ 12890-04113
forman una unidad, de manera que su valoración debe ser conjunta, confrontándose los medios probatorios uno a uno, puntualizándose su concordancia o discordancia, con el objetivo que la decisión final sea una síntesis de la totalidad de los medios probatorios, y de los hechos que pretendieron acreditar, verificar o investigar (Bustamante Alarcón, Reynaldo. El derecho a probar como elemento esencial de un proceso justo. Lima: Ara editores, dos mil uno, páginas trescientos cuarenta y cinco – trescientos cuarentiseis). NOVENO.‐ Según lo expuesto, debe observarse que en la resolución de primera instancia (fojas novecientos noventa y cuatro ) se ha declarado fundado un extremo de la contradicción por inexigibilidad de la obligación, debido a que los saldos deudores no fueron puestos en conocimiento del deudor; analizando la fundamentación presentada en la referida resolución, el juez analizó la liquidación de parte (Informe número ciento setenta‐CVL‐ dos mil cinco del cuatro de setiembre del dos mil cinco) presentada por la empresa Constructora e Inmobiliaria Correa (antes Baco Contratistas Generales Sociedad Anónima), cuando ésta apeló de la primera resolución de primera instancia dictada a fojas ochocientos trece (resolución que luego fue anulada por Resolución superior de fojas ochocientos ochenta y tres), apelación que corre a fojas ochocientos treinta y cinco y ochocientos cincuenta; pero el análisis de tal medio de prueba se efectuó sólo respecto al extremo del pago de intereses; sin embargo, respecto a la inexigibilidad de los saldos deudores, afirma que el demandante no ha probado haber notificado el estado de cuenta al deudor. DÉCIMO.‐ Contra la resolución indicada en el considerando anterior, el Banco recurrente interpuso recurso de apelación a fojas mil treinta y nueve, y entre los diversos argumentos que indica denuncia que, no se ha valorado el mérito probatorio de la carta notarial del veintitrés de octubre del dos mil dos (anexo uno‐I de la demanda) a través de la cual notificó a la ejecutada de los saldos deudores de las cuentas corrientes materia de cobro; indica también, que no se tomó en cuenta el propio informe contable (liquidación de parte) presentado por la ejecutada en el escrito de apelación referido en el considerando anterior, de donde se desprende el pleno conocimiento de las obligaciones a su cargo. DÉCIMO PRIMERO.‐ En ese sentido, cuando la Sala Superior procede a resolver por resolución que ahora es materia de casación, el único medio de prueba que presenta para sustentar su decisión se encuentra referido a la carta notarial de fojas ochentisiete (carta notarial del veintitrés de octubre del dos mil dos), bajo el argumento que no se ha acreditado haber comunicado previamente la existencia de saldos deudores en su cuenta, así como su monto. DÉCIMO SEGUNDO.‐ Conforme se advierte de la fundamentación presentada por la Sala Superior en la resolución de fojas mil ciento catorce, sólo se ha tomado en cuenta la carta notarial del veintitrés de octubre del dos mil dos, en la que el Banco ejecutante le requiere el cumplimiento de la obligación a la empresa ejecutada, omitiendo presentar mayor fundamentación en base a los demás medios probatorios actuados a lo largo del proceso, violándose con ello el principio de unidad del material probatorio. De manera concreta, las pruebas que debieron ser analizadas (para efectos de establecer si la empresa ejecutada tenía o no conocimiento de sus saldos deudores con anterioridad a la carta de fojas ochenta y siete) son las siguientes: Las cartas notariales presentadas como medios de prueba por la empresa ejecutada, las mismas que corren de fojas doscientos sesenta y cinco a doscientos setenta y uno, como Anexos uno‐C (carta del diecisiete de mayo del dos mil uno), uno‐D (carta del veintinueve de agosto del dos mil uno), y uno‐E (carta del catorce de noviembre del dos mil dos), así como el Informe número ciento setenta ‐CVL‐dos mil cinco del cuatro de setiembre del ‐‐‐Página 4‐‐‐ dos mil cinco (fojas ochocientos cuarentitres), presentado a propósito del recurso de apelación citado en el considerando décimo de esta sentencia suprema; siendo que de las cartas antes indicadas (cuyas fechas son anteriores a la carta de fojas ochenta y siete) se aprecia la búsqueda de la empresa demandada de llegar a una negociación sobre la deuda que tiene con el Banco; en ese sentido, en la carta de fojas doscientos sesenta y cinco, Baco Contratistas 12890-04113
Generales Sociedad Anónima le pide al Banco: “nos permita cancelar la deuda principal sin intereses, …, ya que existe de nuestra parte la plena voluntad de honrar con nuestras obligaciones”; y en el informe de fojas ochocientos cuarentitres, indica los desembolsos bancarios efectuados a su favor, y los pagos a cuenta que ha realizado. DÉCIMO TERCERO.‐ Por tanto, se ha configurado un supuesto de nulidad procesal por infracción al debido proceso, según lo expuesto de los considerandos segundo a octavo de esta sentencia suprema; por ello, el juzgador debe efectuar una valoración conjunta de los medios probatorios, debiendo presentar una valoración razonada, dando cumplimiento a lo previsto en el artículo 197 del Código Procesal Civil, siendo que la nulidad procesal se extiende hasta la decisión de primera instancia, por lo que la nulidad se debe extender hasta ese momento, con ello además se busca cautelar el derecho de defensa y pluralidad de instancia de las partes; por lo que el efecto debe ser únicamente anulatorio. DÉCIMO CUARTO.‐ Dados los efectos que esta sentencia casatoria tendrá, no viene al caso pronunciarse sobre la infracción a los artículos 226 y 228 de la Ley General del Sistema Financiero, según lo indicado en el primer considerando de esta sentencia suprema. DECISION: Por las consideraciones expuestas, en aplicación del inciso 3º del artículo 396 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364: Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas mil ciento treinta y uno por la demandante Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta (antes Banco Sudamericano); en consecuencia, CASARON la resolución de vista de fojas mil ciento catorce, su fecha once de marzo del dos mil nueve y ANULARON la resolución apelada de fojas novecientos noventa y cuatro, su fecha veintinueve de octubre del dos mil siete. ORDENARON que el Décimo Juzgado Civil Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima expida una nueva resolución con arreglo a ley. DISPUSIERON la publicación de esta resolución en el diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos con Baco Contratistas Generales Sociedad Anónima (después Constructora e Inmobiliaria Correa Sociedad Anónima) sobre ejecución de garantía; interviniendo como ponente el Señor Juez Supremo Palomino García; y los devolvieron. SS. ALMENARA BRYSON TAVARA CORDOVA PALOMINO GARCIA CASTAÑEDA SERRANO ALVAREZ LOPEZ sg PAGE 8 12890-04113
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