europa en crisis, 1919-1939

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EUROPA EN CRISIS, 1919-1939
Mercedes Cabrera, Santos J uliá,
Pablo Martín Aceña (Comps.)
Derek H. Aldcroft
Gabriel Tortella
René Rémond
Mercedes Cabrera
Shlomo Ben Ami
Adrían Lyttleton
Peter Temin
Pablo Martín Aceña
Richard J. Evans
Luis Angel Rojo
Francisco Cabrillo
Enzo Collotti
Aldo Agosti
Nuria Puig
Juan]' Linz
Javier Tusell
Santos J uliá
Luis Arranz
Juan Pablo Fusi
Ludolfo Paramio
EDITORIAL
rJIDro ICI10L$:
INDICE
PRESENTACION
. VII
l. LAS CONSECUENCIAS
ECONOMICAS DE LA GUERRA
Y DE LA PAZ, 1919-1929, DEREK H. ALDCROFT
.
1
.
25
.
29
.
39
.
47
4. EL FASCISMO EN ITALIA, ADRIAN LYTTLETON
.
65
Primera edición, Mayo de 1991
©Editorial Pablo Iglesias
Monte Esquinza, 30. 28010 Madrid.
5. LA GRAN DEPRESION
.
77
.
93
ISBN: 84-85691-59-8
Depósito Legal: M-18648-1991
6. ASCENSO Y TRIUNFO
.
97
COMENTARIO,
GABRIEL TORTELLA
2. LA CRISIS POLITICA EN EUROPA ENTRE LAS DOS
GUERRAS MUNDIALES, RENE REMOND
COMENTARIO,
MERCEDES CABRERA
3. LAS DICTADURAS
DE LOS AÑOS VEINTE,
SHLOMO BEN AMI
Diseño de la cubierta: Pedro Arjona
Ilustración de portada: Fragmento del
cuadro «Sailors» Dream ofWar de
Gasta Adrian-Nilsson.
Realización gráfica: Carácter, S.A.
Fernández de la Hoz, 60
28010 Madrid
COMENTARIO,
EN EUROPA,
PETER TEMIN
PABLO MARTIN ACEÑA
DEL NAZISMO
EN ALEMANIA,
RICHARD J. EVANS
7. EL PENSAMIENTO
ECONOMICO ANTE EL PARO Y
LA CRISIS, 1919-1939, LUIS ANGEL ROJO
COMENTARIO,
FRANCISCO CABRILLO
8. EL ASCENSO DE LOS PARTIDOS SOCIALISTAS A
RESPONSABILIDADES
DE GOBIERNO, ENZO COLLOTTI .....
. 119
. 165
-~
171
PRESENTACION
9. LA EVOLUCION DE LOS SINDICATOS EUROPEOS,
191
ALDO AGOSTI............................................................................
COMENTARIO,
NURIA PUIG
10. LA CRISIS DE LAS DEMOCRACIAS,
COMENTARIO,
.
225
231
JUAN J. LINZ
JAVIER TUSELL
.
281
.
287
.
319
JUAN PABLO FUSI AIZPURUA
.
327
COMENTARIO,
.
343
1l. LA INTERNACIONAL COMUNISTA: DE LA OFENSIVA
REVOLUCIONARIA AL FRENTE POPULAR,
SANTOS JULIA
COMENTARIO,
LUIS ARRANZ
12. LA CRISIS DE LA CONCIENCIA EUROPEA,
LUDOLFO PARAMIO
Este libro reúne las ponencias y comentarios presentados en el seminario Europa en crisis, que organizado por la Fundación Pablo
Iglesias se celebró de enero a marzo de 1990. Nuestro objetivo fue
abordar los principales acontecimientos
económicos, políticos y
sociales que caracterizaron la vida europea de los años veinte y
treinta. Para ello invitamos a prestigiosos especialistas que nos
ofrecieron los resultados de sus investigaciones,
así como novedosas y estimulantes interpretaciones sobre la historia europea más
reciente. Aunque los trabajos examinan el periodo de entreguerras
desde perspectivas distintas, todos ellos tienen un denominador
común: tratan de explicar la crisis general (política, social, cultural, económica) de la sociedad europea, que se abrió con la 1
Guerra Mundial y se cerró temporalmente
con una segunda contienda que de nuevo tuvo al continente como principal escenario.
Las ponencias coinciden en señalar que la Europa que surge del
armisticio de 1918 es una Europa distinta, aunque los contemporáneos no lo advirtiesen así. El conflicto bélico, que a ojos de los
asiáticos apareció como «la gran guerra civil europea», creó una
dramática discontinuidad
en la historia del continente; aparece
como un fuerte trazo divisorio entre dos periodos históricos: uno
apacible y optimista, y otro cargado de sentimiento de inquietud e
inseguridad en el que germinó un clima de violencia cuyo desenlace fue un desastre bélico de mayores proporciones que el anterior. Bertrand Russell en carta abierta a Woodrow Wilson advertía en 1915 del peligro que se cernía sobre la civilización europea, que podría perecer de la misma forma que Roma lo había
hecho ante los bárbaros. Muy pocos fueron entonces conscientes de
las gravísimas consecuencias de la guerra y de las pasiones nacionales que levantaba. También muy pocos fueron los que comprendieron que en 1918 el viejo orden había periclitado. Keynes llamó
la atención sobre la irreversible alteración que había experimentado el panorama político y económico europeo y sobre la inutilidad, e incluso el error, que supondría tratar de restablecer el pa-
VIII
Presentación
sado. En su lúcido ensayo The Economic Consequences01the Peace (Las
consecuenciaseconómicas de la paz), señalaba la transitoriedad de la
organización económica y política en la que había vivido Europa
en el último medio siglo y advertía al mismo tiempo sobre el error
de tomarla como natural y permanente en todas y cada una de sus
características: «Sobre esta cimentación falsa y movediza proyectamos nuestro futuro social y político, impulsamos nuestras ambiciones personales y nos sentimos con medios suficientes para
atizar, en vez de calmar, el conflicto civil en la familia europea».
La contienda transformó el mapa del continente y erosionó de
forma irreversible la hegemonía europea. Las fronteras se modificaron profundamente
y pocos fueron los países que no se vieron
afectados; de las cenizas del Imperio austro-húngaro
fueron reconstituidos o nacieron nuevos Estados; pero las demarcaciones
territoriales más que resolver generaron nuevos enfrentamientos,
pues no tomaron en consideración ni intereses políticos, ni económicos, ni étnicos, lo cual fue germen de incesantes conflictos
nacionales.
En el ámbito estrictamente político, la crisis europea fue un
hecho innegable. De 1919 a 1939 el continente estuvo sometido
a luchas continuas. El triunfo de la revolución bolchevique hizo
surgir un sistema social alternativo al capitalismo, que prometía
acabar con la desigualdad
social; después vino el ascenso de
nuevos movimientos políticos, como el fascismo y el nazismo. Se
derrumbaron
los imperios y fueron sustituidos por repúblicas,
que al fracasar como regímenes democráticos se deslizaron hacia
el autoritarismo; en las viejas naciones de la Europa occidental y
del Norte, la democracia resistió pero padeció el ataque continuo
de nuevas formas políticas (fascismo, totalitarismo)
más modernas, que prometían engañosamente
superar las disfunciones
del viejo liberalismo
parlamentario.
Como nos dicen Linz y
Rémond, la democracia liberal fue el blanco de dos filosofías políticas y sociales que combatían sus principios y que ejercían el
atractivo de lo novedoso en un tiempo en el que las viejas ideas
perdían aceptación; la lucha' sin cuartel que el comunismo y el
fascismo declararon a la democracia fue lo que determinó la gravedad excepcional de la crisis política europea.
En el ámbito social, en la década de los veinte se asiste al crecimiento de los sindicatos y del movimiento sindical, así como a
Mercedes Cabrera, Santos Juliá, Pablo Martín Aceña
IX
la aparición de nuevos agentes y grupos sociales que buscan ser
protagonistas en la vida europea. Charles Maier en su Recasting
Bourgeois Europe (La refundacián de la Europa burguesa) habla del
corporativismo como resultado de nuevas fuerzas sociales; una especie de poder privado frente a la soberanía del Parlamento y al
poder público del gobierno. La c~isis social es también consecuencia del ascenso de las masas a la vida política y social, que
tratan de desplazar a las decadentes
élites decimonónicas
que
pierden parte de su poder; esa lucha estuvo en el origen de los
graves conflictos sociales al término de la Gran Guerra, o durante
los primeros años veinte.
Pero la sociedad europea también presencia cambios y acontecimientos económicos de trascendencia. Entreguerras es un periodo de reestructuración
y renovación
del capitalismo.
Una
nueva ola de innovaciones tecnológicas (el automóvil, el avión, la
radio, la electricidad y el petróleo) aumenta la productividad
de
hombres y máquinas y exige de los trabajadores
europeos un
nuevo esfuerzo de adaptación; la organización industrial se hace
más compleja con el ascenso de poderosas corporaciones y una
mayor integración entre las empresas; además, la guerra ha fortalecido el Estado, que se convierte por lo que ingresa y gasta en un
agente económico de primer orden. Como ha puesto de relieve 1.
Svennilson en Growth and Stagnation in the European Economy, el
capitalismo liberal dejó paso a un sistema de mercados más imperfectos e intervenidos. Por otra parte, frente a la relativa estabilidad de buena parte de la centuria anterior, entreguerras es una
época más incierta y con fluctuaciones
más pronunciadas.
Primero, un violento ciclo de posguerra caracterizado por la hiperinflación y la depreciación monetaria, que coge de sorpresa a varias generaciones acostumbradas a la estabilidad que proporcionaba el patrón oro. Luego, un breve pero intenso periodo de prosperidad durante la segunda mitad de los años veinte. Finalmente,
la sacudida de 1929 que inaugura una profunda y prolongada depresión económica, con un elevado coste en términos de desempleo masivo, y que provoca un descreimiento generalizado en
el capitalismo como sistema capaz de asegurar la prosperidad.
***
x
Presentación
U nos meses después de finalizar el seminario que ha permitido la edición de este libro, falleció en Madrid nuestro entrañable amigo Fernando Claudín, Presidente de la Fundación Pablo
Iglesias. A su permanente curiosidad intelectual y a su entusiasmo se debe la iniciativa de los seminarios de historia organizados por la Fundación; a su memoria y recuerdo queremos dedicar este libro.
MERCEDES
CABRERA
SANTOS JULIA
PABLO MARTIN
ACEÑA
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