Dictamen nº: Consulta: Asunto: Aprobación: 271/13 Consejero de Asuntos Sociales Contratación Administrativa 03.07.13 DICTAMEN de la Comisión Permanente del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, aprobado por unanimidad, en su sesión de 3 de julio de 2013, emitido ante la consulta formulada por el consejero de Asuntos Sociales, al amparo del artículo 13.1 de la Ley 6/2007, de 21 de diciembre, en relación con el expediente relativo a la interpretación del contrato de Gestión de Servicio Público titulado “Atención de Personas con Discapacidad Intelectual en el Centro Ocupacional de Fuenlabrada (Madrid)”. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- El día 7 de mayo de 2013 tuvo entrada en el registro del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid solicitud de dictamen preceptivo formulada por el consejero de Asuntos Sociales el 23 de abril de 2013, acerca del expediente relativo a la interpretación de la cláusula 12.1 del pliego de cláusulas administrativas particulares del contrato de gestión de servicio público para “Atención de Personas con Discapacidad Intelectual en el Centro Ocupacional de Fuenlabrada (Madrid)”. Admitida a trámite con esa misma fecha se procedió a dar entrada en el registro de expedientes con el número 213/13, iniciándose el cómputo del plazo para la emisión del dictamen, tal como dispone el artículo 34 apartado 1 del Reglamento Orgánico del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, aprobado por el Decreto 26/2008, de 10 de abril. 1 Examinado el expediente se consideró necesaria documentación adicional, por lo que se solicitó que se completase el expediente el 23 de mayo de 2013, con interrupción del plazo para dictaminar, de conformidad con lo establecido en el artículo 17.2 de la Ley 6/2007, de 21 de diciembre, reguladora del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid. Por el consejero de de Asuntos Sociales se remitió la documentación requerida el 3 de junio de 2013 y tuvo entrada en el Consejo Consultivo el 13 de junio, reiniciándose el plazo para la emisión de dictamen. Ha correspondido su ponencia a la Sección VI, presidida por el Excmo. Sr. D. Pedro Sabando Suárez, quien firmó la oportuna propuesta de dictamen, siendo deliberado y aprobado, por unanimidad, en Comisión Permanente de este Consejo Consultivo, en su sesión de 3 de julio de 2013. SEGUNDO.- Del expediente remitido, se extraen los siguientes hechos de interés para la emisión del dictamen: La Comunidad de Madrid, en virtud de escritura pública celebrada el 3 de julio de 2003 es propietaria de pleno dominio de las naves industriales números aaa y bbb del edificio sobre la parcela ccc, sitas en el término municipal de Fuenlabrada, con acceso por la calle A número ddd, Polígono Industrial B. Por Orden de la Consejería de Servicios Sociales, el 25 de agosto de 2003 se aprueban los pliegos de cláusulas administrativas particulares (PCAP) y de prescripciones técnicas del contrato de gestión de servicio público para “Atención de Personas con Discapacidad Intelectual en el Centro Ocupacional de Fuenlabrada (Madrid)”, para su adjudicación por procedimiento abierto mediante concurso. En el PCAP, la cláusula 12.1 dispone: 2 “El contratista estará obligado al cumplimiento de las obligaciones que con carácter general se establecen en los artículos 160 y 161 de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, y en especial, a las recogidas en el pliego de prescripciones técnicas que se unen al presente pliego. Será también responsabilidad del contratista la presentación y trámite de cuanta documentación sea necesaria para adecuarla a las exigencias normativas a que hubiere lugar y para las cuales sea requerido por la Administración General del Estado, La Comunidad de Madrid o los Servicios Municipales. Correrán a cargo del contratista los gastos de obtención de licencias, autorizaciones, permisos de cualquier tipo, tributos y cuantos otros lleve consigo la explotación del Centro. Serán de cuenta del contratista los gastos e impuestos, anuncios, ya sea en Boletines en cualquier medio de difusión cuyo importe máximo se encuentra especificado en el apartado 12 del Anexo I”. El 24 de octubre de 2003 se adjudica el contrato anteriormente citado a C, procediéndose a la formalización del mismo en documento administrativo el 12 de noviembre de 2003. Conforme establece la cláusula primera del contrato administrativo, la adjudicataria se compromete a llevar a cabo la ejecución del contrato, “con estricta sujeción a lo establecido en los pliegos de cláusulas administrativas particulares y de prescripciones técnicas, documentos en que se determina y detalla el objeto del contrato y que acepta plenamente, de lo que deja constancia firmando en este acto su conformidad con cada uno de ellos”. 3 La cláusula tercera del contrato establece un plazo de ejecución de cinco años prorrogable por periodos de la misma duración hasta un máximo de 20 años. Por Resolución de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales, se prorroga el plazo de ejecución del contrato desde el 13 de noviembre de 2008 hasta el 12 de noviembre de 2013, ambos inclusive, formalizándose el contrato de gestión de servicio público para “Atención de Personas con Discapacidad Intelectual en el Centro Ocupacional de Fuenlabrada (Madrid)”, el día 13 de noviembre de 2008. Del informe de la subdirectora general de Atención a la Discapacidad y Enfermedad Mental de 9 de diciembre de 2011 se desprende que desde el 7 de abril de 2005, la Comunidad de Madrid tenía conocimiento de una deuda existente a favor de la comunidad de propietarios del Polígono Industrial B en concepto de cuotas de comunidad y que la Administración, de forma reiterada, puso en conocimiento de la entidad C la existencia de estas deudas. El 2 de febrero de 2006, la administración de la comunidad de propietarios envía un fax a la Consejería de Familia y Asuntos Sociales en el que indica que la contratista no se había puesto en contacto con ellos para el pago de la deuda y adjunta cuadro explicativo de la misma. La Consejería de Asuntos Sociales, por fax de 6 de febrero siguiente, requiere a la comunidad de propietarios el acta de constitución de la comunidad, así como toda la documentación que consideren oportuna para acreditar la inclusión de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales en la Comunidad de Propietarios, sin que exista constancia en la Subdirección General de haberse recibido la documentación requerida. La Consejería desconoce las cantidades reclamadas, al no haber sido convocada para la asistencia a juntas ordinarias y extraordinarias. 4 Entiende la subdirectora general que los gastos de la comunidad de propietarios han de ser asumidos por la entidad contratista del servicio y “en ningún momento ha realizado pago alguno de las cantidades reclamadas”. Por sentencia de 16 de julio de 2012 del Juzgado de 1ª Instancia número 20 de Madrid se condenó a la Comunidad de Madrid al abono de la cantidad de 9.730,40 euros, más los intereses devengados, en concepto de impago de las cuotas de la comunidad de propietarios del Polígono Industrial B, en su condición de propietaria del inmueble y responsable última del pago de dichas cuotas, explicitando que los pactos entre Administración y contratista vinculan a las partes pero no se pueden oponer frente a un tercero ajeno a la relación contractual como es la comunidad de propietarios. Mediante escrito de la Consejería de Asuntos Sociales de 24 de septiembre de 2012, se requiere al representante legal de C, para que liquide la deuda pendiente con la comunidad de propietarios y proceda al pago de las futuras cuotas. Al mismo tiempo comunica “que procedan a emitir los correspondientes recibos a nombre de la Comunidad de Madrid, los cuales deberán pasarlos al cobro a esa entidad en el domicilio de la Calle A, nº ddd, para su pago por el procedimiento que ustedes acuerden con la misma”. El director general de la contratista, por escrito de 4 de octubre de 2012 rechaza el requerimiento de la Consejería de Asuntos Sociales argumentando que carece de base contractual para repercutir su importe en la entidad contratista. Por escrito de 19 de octubre, la directora general de Asuntos Sociales realiza petición de interpretación del contrato de concesión de servicio público al órgano de contratación, que emite propuesta de interpretación 5 con fecha 29 de octubre de 2012, en la que, con fundamento en el contenido de la cláusula 12 del pliego de cláusulas administrativas particulares, infiere que los gastos correspondientes a las cuotas de la comunidad de propietarios son gastos necesarios para la explotación del centro, por lo que han de ser asumidos por el adjudicatario. “Esta es la interpretación sostenida por la Dirección General de Asuntos Sociales en los diferentes contratos de gestión de servicio público que tiene adjudicados en régimen de concesión y, que no ha suscitado ninguna controversia con las diferentes entidades contratistas”. Propone se dicte resolución que fije la interpretación de la cláusula 12 del pliego de cláusulas administrativas particulares que rigen el contrato, previamente, se concede a la contratista trámite de audiencia para que en el plazo de diez días hábiles presente alegaciones, documentos o justificaciones que estime pertinentes. Con fecha 6 de noviembre de 2012 presenta escrito de alegaciones en el que manifiesta su oposición a la interpretación del contrato, ratifica lo expuesto en anteriores comunicaciones y solicita se dicte resolución fijando que en la cláusula 12 “no cabe entender comprendidos los gastos de comunidad de propietarios”. La secretaria general técnica, por delegación de firma del consejero de Asuntos Sociales, en virtud de la Orden 1741/2011 de 10 de noviembre resuelve, mediante Orden emitida sin fecha. «Que las cuotas que se tengan que abonar a la comunidad de propietarios están incluidas dentro de los gastos que lleva consigo la explotación del centro ocupacional “Arquímedes” y, en consecuencia, correrán a cargo del concesionario, en virtud de lo dispuesto en la cláusula 12ª del pliego de cláusulas administrativas particulares por 6 el que se rige el contrato de servicio público titulado “Atención de Personas con Discapacidad Intelectual en el Centro Ocupacional de Fuenlabrada (Madrid)”». El 15 de enero de 2013, la Abogacía General de la Comunidad de Madrid informa favorablemente la Orden de interpretación con la siguiente argumentación: «Es principio general la consideración del pliego de cláusulas administrativas como la ley del contrato entre las partes y a su tenor han de sujetarse. Por ello, cobran especial importancia los criterios de interpretación que consagra el artículo 3.1 del Código Civil, conforme al cual “las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquellas”. Partiendo del citado artículo, los criterios de interpretación prioritarios han de ser el literal y el teleológico o finalista. Conforme al primero de ellos, la cláusula controvertida establece claramente que “correrán a cargo del contratista los gastos de obtención de licencias, autorizaciones, permisos de cualquier tipo, tributos y cuantos lleve consigo la explotación del centro”. De igual modo, en atención al criterio teleológico, la finalidad que pretende la Administración con la cláusula precitada es quedar al margen de cualquier gasto que conlleve la utilización del edificio, supuesto en el que, de modo claro, se incluyen las cuotas de la comunidad de propietarios. En tal sentido debe ser interpretada la cláusula 12ª del pliego». 7 En este estado del procedimiento se remite el expediente a este Consejo Consultivo para la emisión de informe preceptivo en relación a la interpretación del contrato. A la vista de tales antecedentes, formulamos las siguientes, CONSIDERACIONES DE DERECHO PRIMERA.- El Consejo Consultivo emite dictamen preceptivo, al amparo del artículo 13.1.f).4º de la Ley 6/2007, de 21 de diciembre, de la Comunidad de Madrid, conforme al cual: “1. El Consejo Consultivo deberá ser consultado por la Comunidad de Madrid en los siguientes asuntos: (…) f) Expedientes tramitados por la Comunidad de Madrid, las entidades locales y las universidades públicas sobre: (…) 4.º Aprobación de pliegos de cláusulas administrativas generales, interpretación, nulidad y resolución de los contratos administrativos y modificaciones de los mismos en los supuestos establecidos por la legislación de Contratos de las Administraciones públicas”. La solicitud de dictamen al Consejo Consultivo se ha formulado por el consejero de Asuntos Sociales, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 14.1 de la Ley 6/2007, y del artículo 32.1 del Decreto 26/2008, de 10 de abril, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid. SEGUNDA.- Antes de entrar en el examen del procedimiento y del fondo del asunto, debe examinarse cuál es la legislación aplicable al presente contrato. El contrato de cuya interpretación se trata, es un 8 contrato de gestión de servicios públicos, regulado por el Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, en adelante, TRLCAP, dicha legislación es aplicable al presente contrato en virtud de su fecha de adjudicación (el 24 de octubre de 2003), en aplicación de la disposición transitoria primera de la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público. En relación con el procedimiento, habrá que estar a la normativa vigente al momento de iniciarse el procedimiento, por aplicación de las disposiciones transitorias del Código Civil (Dictámenes 403/09, de 15 de diciembre y 380/10, de 10 de noviembre). Como señalábamos en nuestro Dictamen 561/09, la Administración no puede, sin más, adoptar una resolución de interpretación del contrato, sino que dicha resolución debe adoptarse en un procedimiento, debiendo observarse con carácter general las exigencias de índole procedimental que deben seguirse para tramitar, con las necesarias garantías, un expediente como el remitido en consulta y, más concretamente, las prescripciones contenidas en el artículo 211 TRLCSP y que no difieren de la normativa procedimental anterior, debiendo darse audiencia al contratista, y, en caso de que se formule oposición expresa del contratista, como garantía adicional, la remisión del expediente al Consejo de Estado u órgano consultivo de la Comunidad Autónoma, a efectos de que por éste se emita dictamen preceptivo y no vinculante. El trámite de audiencia al contratista se ha cumplimentado debidamente en este caso, manifestando el contratista en su escrito de alegaciones su oposición a la interpretación del contrato postulada por la Consejería de Asuntos Sociales. 9 El Real Decreto 1098/2001, de 12 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento General de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas regula en su artículo 97 el procedimiento relativo a la resolución de incidencias surgidas en la ejecución de los contratos. Sin embargo, la disposición final primera del RGLCAP establece el carácter no básico del artículo 97, y, por tanto, no resulta de aplicación en la Comunidad de Madrid. El Decreto 49/2003, de 3 de abril, por el que se aprueba el Reglamento General de Contratación Pública de la Comunidad de Madrid, no contempla la regulación del procedimiento de interpretación de los contratos. A falta de un procedimiento específico previsto por la legislación de contratos para tramitar las cuestiones interpretativas que se susciten entre las partes contratantes, cabe acudir con carácter supletorio a las reglas contenidas en el Título VI de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, por lo que se constituyen como trámites necesarios el acuerdo de inicio del expediente por el órgano de contratación, las actuaciones instructoras que correspondan, la audiencia del contratista y la solicitud de dictamen al Consejo Consultivo cuando exista oposición del contratista a la interpretación propuesta por el órgano de contratación. Por lo que se refiere al plazo para resolver el expediente de interpretación del contrato, ni el TRLCSP ni el RGCAP establecen nada al respecto. Ello no obstante, el Tribunal Supremo en sentencias de 13 de marzo de 2008 (recurso 1366/2005), 9 de septiembre de 2009 (recurso de casación para la unificación de doctrina 327/2008) y la más reciente de 28 de junio de 2011 (recurso 3003/2009) ha declarado la aplicación supletoria de la LRJ-PAC de conformidad con lo dispuesto en la disposición adicional séptima del TRLCAP, de forma que si no se resuelve en un plazo de tres meses habiéndose iniciado de oficio, se entiende caducado. 10 En el presente expediente, el inicio del mismo tuvo lugar el 29 de octubre de 2012 mediante propuesta de la jefa del Área de Contratación dependiente de la Secretaría General Técnica de la Consejería de Asuntos Sociales, por lo que el plazo para su resolución habría vencido el 29 de enero de 2013, de lo cual no cabe sino concluir que el expediente está caducado, ya que no consta que se haya suspendido el plazo para la solicitud de informes preceptivos, de conformidad con lo establecido en el artículo 42.5.c) LRJ-PAC. Esta circunstancia, no obstante, no impediría el inicio de un nuevo expediente de interpretación si la Consejería lo estimase oportuno. Finalmente, es preciso advertir que la competencia para aprobar la propuesta de acuerdo interpretativo sometido a consulta, corresponde al Consejero de Asuntos Sociales como órgano de contratación, que aprobó el PCAP y PPTE y firmó el contrato y, por tanto, el único competente para la interpretación del mismo. TERCERA.- Se plantea por el órgano consultante la adecuación a derecho del ejercicio por el órgano de contratación de la potestad de interpretar el contrato, en relación con la cláusula 12 del PCAP y, en concreto sobre el alcance del párrafo: “Correrán a cargo del contratista los gastos de obtención de licencias, autorizaciones, permisos de cualquier tipo, tributos y cuantos otros lleve consigo la explotación del Centro”, en el sentido de que las cuotas de la comunidad de propietarios se interpreten como gastos que conlleva la explotación del centro. Sin duda, el punto de partida para la interpretación del contrato es el contenido de los pliegos que constituyen, según jurisprudencia reiteradísima, la ley del contrato, en aplicación de la norma contenida en el artículo 208 TRLCSP: 11 “Los efectos de los contratos administrativos se regirán por las normas a que hace referencia el artículo 19.2 y por los pliegos de cláusulas administrativas y de prescripciones técnicas, generales y particulares”. Así lo ha entendido, por todas, la Sentencia del Tribunal Supremo de 25 de mayo de 1999. El propio Alto Tribunal considera improcedente que ni siquiera en el documento en que se formalice la adjudicación definitiva, se introduzcan modificaciones respecto de lo consignado en el pliego, so pena de vulnerar el principio de la buena fe contractual (STS de 20 de marzo de 1992, y las que cita). Dicho esto, la potestad de interpretar lo que disponen los pliegos y el documento contractual corresponde al órgano de contratación. Así, el artículo 210 de la TRLCSP le reconoce a la Administración contratante “la prerrogativa de interpretar los contratos administrativos, resolver las dudas que ofrezca su cumplimiento, modificarlos por razones de interés público, acordar su resolución y determinar los efectos de ésta”, si bien no de una manera incondicionada y absoluta, sino siempre “dentro de los límites y con sujeción a los requisitos y efectos señalados en la presente Ley”. Al respecto de esta potestad de interpretar los contratos administrativos, tiene dicho el Tribunal Supremo en Sentencia de 10 de febrero de 1999, que: “(…) la facultad de interpretación de los contratos corresponde realizarla al órgano competente para su formalización (…) en la medida en que, como ha declarado reiterada jurisprudencia de esta Sala (Sentencias de 28 de septiembre de 1954, 16 de marzo de 1964, 16 de enero de 1974, 10 de abril y 9 de junio de 1978 y 17 de marzo de 1979, entre otras), la facultad interpretativa de la 12 Administración no tiene otro alcance que el encontrar el verdadero sentido y contenido a las cláusulas a que se someten las partes, sin perjuicio de la aplicación supletoria de las reglas que con carácter general establecen los artículos 1281 y siguientes del Código Civil, criterio que además ha sido tenido en cuenta, igualmente, por el Consejo de Estado (así en dictámenes de 23 de noviembre de 1961, 3 de mayo de 1962 y 24 de abril de 1969, entre otros), pudiéndose llegar a la consideración final que, si bien en determinada jurisprudencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo (así, en Sentencia de 9 de diciembre de 1976 y otras anteriores), se ponía de manifiesto que existía una presunción de autenticidad en la interpretación llevada a cabo por la Administración, lo que significaba que debía aceptarse ésta, mientras no se acreditase que fuera errónea, la jurisprudencia más reciente de dicha Sala (así, en Sentencia de 6 de julio de 1990) establece y acepta, sin más, los criterios interpretativos del Código Civil”. En definitiva, pues, la facultad de interpretar los contratos administrativos que ostenta como una prerrogativa la Administración contratante, si bien hasta un determinado momento fue admitida sin más como válida por la jurisprudencia, en tanto no se demostrase que no era correcta –lo que equivalía a afirmar en la práctica que dicha interpretación estaba investida de una presunción iuris et de iure de veracidad-, la evolución jurisprudencial, en un sentido más progresivo y acorde con los tiempos, ha llevado a sostener que la Administración, al llevar a cabo dicha interpretación contractual, ha de someterse a los criterios hermenéuticos contenidos en los artículos 1281 y siguientes del Código Civil, no pudiendo compartirse lo expuesto por la Abogacía General de la Comunidad de Madrid en su informe de 15 de enero de 2013 en el que alude a los criterios del artículo 3.1 del mismo Código Civil con el 13 argumento de que el pliego es la ley del contrato, lo cual, siendo cierto, no convierte al contrato en un texto normativo. Como ya se señaló en nuestro Dictamen 130/09: «(…) no hay obstáculo alguno en mantener la aplicabilidad de dichas normas civilistas respecto de los contratos administrativos, tanto desde el punto de vista del propio Código Civil, cuya supletoriedad se reconoce en el título preliminar, al afirmar que “Las disposiciones de este Código se aplicarán como supletorias en las materias regidas por otras Leyes” (artículo 4.3 del CC), como desde la propia norma contractual administrativa, que prevé dicho alcance supletorio en el artículo 7 de la LCAP (con los matices correspondientes, por tratarse de un contrato de concesión de obra pública, y que recoge el artículo 7.2). En dicha norma se prevé la aplicación supletoria de “las restantes normas de derecho administrativo y, en su defecto, las normas de derecho privado”». Pues bien, el artículo 1.281 del Código Civil dispone que: “Si los términos de un contrato son claros y no dejan duda sobre la intención de los contratantes se estará al sentido literal de sus cláusulas. Si las palabras parecieren contrarias a la intención evidente de los contratantes prevalecerá esta sobre aquellas”. En el caso sometido a dictamen, la cláusula 12 del PCAP establece que el contratista correrá con los gastos “que lleve consigo la explotación del centro”, de lo que se desprende que se trata de gastos inherentes a la actividad de atención a personas con discapacidad intelectual, que es en lo que consiste la explotación pero no a las cuotas de la comunidad de propietarios. 14 El artículo 9.1 de la Ley 49/1969, de 21 de julio, de Propiedad Horizontal dispone: “Son obligaciones de cada propietario: e) Contribuir, con arreglo a la cuota de participación fijada en el título a lo especialmente establecido, a los gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, sus servicios, cargas y responsabilidades que no sean susceptibles de individualización”. Este precepto pone de manifiesto que las cuotas de la comunidad de propietarios, definitivamente, no constituyen un gasto inherente a la actividad de atención a las personas con discapacidad intelectual, salvo que dichas cuotas incluyesen gastos como agua, luz o electricidad, sino que constituyen una carga derivada del derecho de propiedad en su modalidad de propiedad horizontal y, por ende, imputable al propietario del inmueble, en este caso, la Comunidad de Madrid. Ahora bien, el informe de la Abogacía General de la Comunidad de Madrid introduce la cuestión de que la intención de la Administración autonómica al contratar era la de quedar al margen de todos los gastos “que conlleve la utilización del edificio”. Para juzgar la intención de los contratantes el artículo 1.282 del Código Civil se remite a los actos del os contratantes coetáneos y posteriores al contrato. En atención a esta circunstancia, el expediente pone de manifiesto que ya el 7 de abril de 2005 existían reclamaciones de deuda por parte de la comunidad de propietarios, por lo que cabe inferir que ninguna de las partes del contrato pagó dichas cuotas, puesto que el contrato se suscribió el 12 de noviembre de 2003. Este hecho permite juzgar la intención de la Administración en el sentido de que, aparentemente, no tenía intención de pagar las cuotas de comunidad de propietarios. 15 Sin embargo, en esta circunstancia es preciso acudir al artículo 1.288 del Código Civil, en cuya virtud “La interpretación de las cláusulas oscuras de un contrato no deberá favorecer a la parte que hubiese ocasionado la oscuridad”. En este sentido, no cabe olvidar que la cláusula objeto de interpretación controvertida es una cláusula del PCAP, elaborado por la Administración de la Comunidad de Madrid y, si su voluntad inicial era haber pactado que el contratista asumiría el pago de cualquier gasto relacionado con el inmueble, hubiera bastado con consignar de forma clara en el pliego dicha circunstancia. A mayor abundamiento, el artículo 1.283 del Código Civil establece que “Cualquiera que sea la generalidad de los términos de un contrato, no deberán entenderse comprendidos en él cosas distintas y casos diferentes de aquellos sobre los que los interesados se propusieron contratar”, lo que impide hacer una interpretación extensiva de los gastos que conlleve la explotación del centro a otros gastos. Por ello, de acuerdo con los criterios de interpretación de los contratos regulados en el Código Civil no resulta correcta la interpretación propuesta por la Administración. En mérito a lo que antecede, este Consejo Consultivo extrae la siguiente CONCLUSIÓN El expediente de interpretación contractual está caducado, lo que no es óbice para que la Consejería de Asuntos Sociales incoase un nuevo expediente si lo estimase oportuno. 16 A la vista de todo lo expuesto, el órgano consultante resolverá según su recto saber y entender, dando cuenta de lo actuado, en el plazo de quince días, a este Consejo de conformidad con lo establecido en el artículo 3.7 del Decreto 26/2008, de 10 de abril, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid. Madrid, 3 de julio de 2013 17