El movimiento de las placas

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DINÁMICA DE LA LITOSFERA
La deriva continental
Si se observa con atención un mapa en que se distingan todos los continentes, se
podrá advertir que existe cierta coincidencia entre el borde del continente
sudamericano con el borde del continente africano (como las piezas de un
rompecabezas). Esta coincidencia llevó al geólogo alemán Alfred Wegener a postular
la teoría de que todos los continentes estuvieron unidos en una sola gran extensión
de tierra. A dicho continente inicial lo llamó Pangea.
Wegener propuso que este gran continente se fracturó y comenzó a desplazarse,
cambiando la geografía del planeta. Esta teoría se conoce como deriva continental y
de ella se deduce que la forma de los continentes seguirá cambiando.
Evidencias de la teoría de la deriva continental
Evidencias geológicas.
Existen principalmente dos evidencias geológicas: secuencias de roca y franjas
magnéticas. Cuando los estratos de roca de los bordes de continentes distintos son
muy similares, se deduce que dichas rocas se formaron del mismo modo, lo cual
implica que originalmente estaban unidas. Otra evidencia importante estudiada por
los geólogos corresponde a la dejada en las rocas por el campo magnético terrestre.
Este ha ido cambiando en el transcurso del tiempo, quedando registros de épocas
pasadas en las partículas de metal contenidas en las rocas, ya que estas se alinean
respecto del campo magnético. Fósiles. Existen hoy abundantes pruebas de la
deriva continental, bajo la forma de fósiles animales y vegetales de la misma edad
en costas de continentes distintos. Algunos ejemplos son los fósiles del cocodrilo de
agua dulce encontrados en Brasil y Sudáfrica.
Otro ejemplo es el descubrimiento del reptil acuático conocido como Lystrosaurio
en rocas de igual antigüedad tanto en Sudamérica como en África y la Antártica.
Pese a la gran cantidad de evidencias a favor de la teoría de la deriva continental,
esta no pudo explicar el por qué del movimiento de los continentes. Sin embargo
esta teoría se constituyó en uno de los pilares para la teoría tectónica de placas.
El movimiento de las placas
Según el modelo dinámico de la Tierra, la litosfera se divide en numerosas
placas, las que son como las piezas de un rompecabezas. Estas se desplazan sobre
el manto terrestre. La teoría que explica este comportamiento de la litosfera se
llama tectónica de placas y, según esta, existen placas que se acercan y otras que
se alejan entre sí. Por lo tanto, el contacto entre placas será diferente, según el
movimiento de ellas. Cuando las placas se separan, se llama límite divergente.
En cambio, cuando las placas se acercan, la región de contacto entre ellas
presente un límite convergente. Hay veces en que las placas se mueven de forma
paralela; este tipo de contacto se denomina límite transformante.
¿Qué energía mueve las placas?
Una explicación probable, es que la alta temperatura interna de la Tierra
mantiene parte del manto fundido y al igual que dentro de una olla con agua
caliente, se producen corrientes de convección que ascienden y descienden en
forma cíclica. La convección en el manto terrestre determina el movimiento de las
placas tectónicas
y, por esa vía, la deriva de los continentes. En consecuencia, la energía detrás del
movimiento de las placas es la enorme energía térmica almacenada al interior de
nuestro planeta.
Los fenómenos volcánicos son más abundantes en las zonas de contacto entre dos
placas litosféricas. No obstante, la actividad volcánica no solo se refiere a las
erupciones volcánicas, sino que incluye otros fenómenos, como los géiseres.
CONSECUENCIAS DEL MOVIMIENTO DE PLACAS
Volcanismo
En Chile, hay volcanes activos (que entran con frecuencia en erupción o alternan
períodos de reposo y actividad) y otros inactivos.
Un volcán es una grieta en la superficie terrestre, a través de la cual se
manifiesta la energía existente al interior del planeta, cuando el magma emerge
desde el interior. El magma es una mezcla de rocas fundidas, gases y fragmentos
sólidos, que se encuentran a muy alta temperatura en la cámara magmática. Así, en
una erupción, un volcán emite materiales sólidos, que corresponden a la
solidificación del magma; líquidos, que reciben el nombre de lava y están formados
por magma sin sus gases; y gaseosos, como vapor de agua, hidrógeno, monóxido
de carbono y dióxido de carbono, entre otros.
La imagen Nº 2 muestra la estructura de un volcán.
Cráter. Es la zona por la cual emerge el magma.
Cono volcánico. Es la parte superficial, y corresponde a la acumulación de
productos de erupciones volcánicas anteriores.
Chimenea. Es el conducto por donde asciende el magma, debido a la presión que
se genera en el interior de la cámara magmática.
Cámara magmática. Es la zona en la que se acumula el magma.
Los fenómenos volcánicos son más abundantes en las zonas de contacto entre dos
placas litosféricas. No obstante, la actividad volcánica no solo se refiere a las
erupciones volcánicas, sino que incluye otros fenómenos, como los géiseres.
Los sismos: Qué son, causas y consecuencias
Los sismos son movimientos de la superficie terrestre, debido a la liberación de
energía acumulada durante un período de tiempo.
La mayoría de los sismos se producen en los bordes de las placas litosféricas o
tectónicas. Cuando estas se atascan en su movimiento, permanecen en un estado
de equilibrio acumulando gran cantidad de energía. Sin embargo, cuando esta
situación de equilibrio termina, la energía acumulada se libera propagándose en
todas direcciones, provocando el movimiento que se conoce como sismo.
Los sismos son más frecuentes de lo que parece, sobre todo en las zonas más
activas del planeta, donde las placas litosféricas presentan mayor movimiento,
como en el país. No obstante, la mayoría de ellos son noticia cuando se convierten
en fenómenos destructivos.
En un movimiento sísmico se puede distinguir dos puntos importantes: el hipocentro
y el epicentro, mostrados en la figura 3
Hipocentro. Es el punto exacto de la litosfera donde se produce el sismo. Desde
este punto, la energía liberada se transmite en forma de ondas sísmicas en todas
direcciones. Incluso, estas pueden atravesar todo el interior terrestre, atravesando
el núcleo.
Epicentro. Es el punto de la superficie terrestre donde se producen los efectos del
sismo, es decir, donde se percibe el movimiento. Desde el epicentro, la energía
también se transmite en forma de ondas, llamadas ondas sísmicas superficiales, que
son las que pueden causar catástrofes, según la intensidad del mismo.
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