COMUNIDADES VIRTUALES DE APRENDIZAJE Por María R. Ayala Santiago El ser humano es un ser social, por lo tanto, debido a su naturaleza necesita vivir en comunidad y formar comunidades de aprendizaje, donde pueda desarrollarse y relacionarse entre sí con un fin común. Con el surgimiento de la Internet en este mundo global en que vivimos las comunidades de aprendizaje pueden ser virtuales. Estas han tomado auge en este nuevo milenio aunque su surgimiento fue en el siglo pasado. Como dice Tirado y Martínez (2010) hace años que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se están usando para crear comunidades virtuales con el propósito de facilitar el aprendizaje cooperativo entre personas que comparten un proyecto común, pero se encuentran físicamente separados. Diferentes investigaciones han demostrado que los niveles de calidad de la formación virtual es como mínimo igual a lo presencial. (Cabero 2006) Estas comunidades constituyen, además, de un medio de comunicación, uno de educación, de interacción, de descubrimiento y de exploración entre todos los usuarios. (Rabiela 2009). Existen varias definiciones para el término comunidad y para lo que llamamos comunidad virtual. Rabiela (2009) indica que una comunidad es un grupo de personas que tienen en común el idioma, las costumbres, valores, tareas, visiones del mundo, edad, ubicación geográfica, estatus social, roles, entre otros aspectos. Mientras que Cabero (2006) ofrece una definición bastante parecida, él establece que una comunidad es un grupo de personas que comparten experiencias e intereses comunes y que se comunican entre sí para conseguir dichos intereses. Cuando esta comunidad se da a través de diferentes herramientas que ofrecen las redes telemáticas se convierte en una virtual . Según Rabiela (2009) y Meirinhos y Osorio (2009), Howard Rheingold es el pionero en hablar de comunidades virtuales. A él se le atribuye el término de comunidades virtuales y lo define como “agregaciones sociales que emergen de la red cuando un número suficiente de personas entablan discusiones públicas durante un tiempo suficientemente largo, con el suficiente sentimiento humano para formar redes de relaciones personales en el ciberespacio”; mientras que Michael Powers indica que éstas son como un lugar electrónico donde un grupo de personas se reúne para intercambiar ideas en una manera regular. Otros la definen como indica Cabero (2006) como entornos basados en la Web que agrupan personas relacionadas con un tema específico y donde comparten documentos y recursos, entre otros. Por lo tanto, las comunidades virtuales están constituidas por individuos en los cuales las relaciones, las interacciones y los vínculos tienen lugar en un espacio virtual como la Internet. Las comunidades virtuales responden a los siguientes necesidades que motivan a las personas a asociarse: un interés u objetivo común a otras personas; el deseo de compartir una experiencia o establecer relaciones sociales; el deseo de disfrutar de experiencias gratificantes o vivir una fantasía; y la necesidad de realizar transacciones diversas. Aunque las definiciones ofrecidas anteriormente son para comunidad o comunidad virtual, las comunidades virtuales de aprendizaje poseen las mismas características generales. La diferencia estriba en que éstas responden a necesidades particulares y tienen sus especificaciones particulares. Por ejemplo, como explica Rabiela (2009) la comunidad virtual de aprendizaje está dirigida hacia los usuarios, quienes son los actores principales y sujetos de aprendizaje. Si esta comunidad virtual de aprendizaje está construida por un curso o tema determinado es temática y se convierte en la base de su organización y la razón por la que los usuarios participan en ella. En las comunidades virtuales de aprendizaje, el proceso de enseñanza aprendizaje se ejecuta cuando el alumno puede interactuar con el profesor a través de chats, exámenes, foros de discusión, vídeo conferencias, los cuales no se necesita de la presencia física del usuario para debatir. Tirado y Martínez (2010) expresan que en toda comunidad de aprendizaje los fundamentos básicos que le dan sentido y significado a éstas son la interacción entre sus componentes y el aprendizaje. Para Meirinhos y Osorio (2009), las comunidades virtuales de aprendizaje tienen como objetivo el aprendizaje y el desarrollo de competencias de sus miembros de acuerdo a los valores y principios de la teoría constructivista y socio constructivista. Un aspecto fundamental de ellas es la colaboración. Muchos autores relacionan la colaboración a las comunidades virtuales de aprendizaje porque agrupan personas de acuerdo a un tema y objetivos comunes. Por eso la colaboración juega un papel importante en la creación y el mantenimiento de estas comunidades de aprendizaje porque comparte y construye conocimiento en ella. Podemos afirmar que las comunidades virtuales poseen rasgos comunes que las caracterizan. Como establece Cabero (2006), varios teóricos expresen que las comunidades virtuales presentan las siguientes características: están organizadas alrededor de intereses comunes y conducen a personas juntas que no necesariamente se conocían antes del encuentro en línea; exponen muchas personas y usan una variedad de medios; se desarrollan desde el texto hasta la comunicación por gráficos y la comunicación se da de forma más regular que en la comunicación presencial; usan un lenguaje común, poseen un conocimiento compartido, un propósito común o una visión compartida y poseen dinamismo, además de que evolucionan. Otras características son las siguientes: crean un entorno privilegiado de aprendizaje mediante las relaciones profesionales por el intercambio de ideas y experiencias y el desarrollo profesional y personal de sus miembros; la interacción se da entre personas a través de máquinas electrónicas; son flexibles para recibir y enviar información; se caracterizan por el intercambio de información y conocimiento entre los usuarios; la comunicación se establece usando diferentes herramientas de comunicación como correo electrónico, chat, etc., pero es más importante lo que se dice y la frecuencia de participación e intercambio que la herramienta que se usa y, por último, es una comunicación multidireccional porque facilita la comunicación uno a uno, como uno a mucho o de grupos reducidos. Además, Tirado y Martínez (2010) añaden que existen unos rasgos fundamentales que caracterizan las comunidades virtuales. Estos son: el sentimiento de comunidad que pueda tener el grupo y las interacciones y procesos colaborativos que se producen en ellas. También postulan otros rasgos importantes lo son: la confianza, el respeto y la existencia de un discurso progresivo, el sentido de pertenencia al grupo, entre otras. En las comunidades de aprendizaje los participantes deben implicarse en un proyecto común, donde en conjunto se hayan establecido las metas y los proyectos, además, tienen acceso común a una variedad de recursos y herramientas y mantienen las relaciones interpersonales a través del compromiso, la confianza y el estímulo mutuo. Meirinhos y Osorio (2009) por su parte exponen en su artículo que las comunidades virtuales de aprendizaje. se caracterizan por la existencia de una comunidad de interés y por la Tecnología de la Información y la Comunicación, como mecanismo para facilitar el intercambio y para promover el aprendizaje y son más direccionales para contextos de aprendizaje académicos y de formación. Además, indican que las comunidades de aprendizaje están en un nivel superior de cohesión social y de intencionalidad. No obstante, las características que ofrecen cada uno de estos teóricos se asemejan entre sí. Ya conocemos las características de las comunidades virtuales. Ahora hablemos de las ventajas y limitaciones que éstas presentan. Según Rabiela (2009) las ventajas que gozan las comunidades virtuales de aprendizaje son: no existe horario ni barrera del idioma, ni barrera de distancia. Cabero (2006) también menciona otras ventajas de las comunidades virtuales de aprendizaje, que son: flexibilidad alta para el recibo y el envío de mensajes; los individuos con algún problema para relacionarse con otros presencialmente, se comunican e interaccionan en espacios virtuales de forma libre; facilita la comunicación entre personas de diferentes zonas geográficas porque no se necesita un lugar específico para comunicarse sino el equipo tecnológico adecuado para accesar la red; la transferencia de conocimiento es rápida; la interactividad entre los usuarios es ilimitada y los debates son más profundos y detallados, el acceso y la interacción entre los profesores y entre los alumnos aumenta de forma significativa y las oportunidades de aprendizaje se igualan para todos los estudiantes. No obstante, Coto, Mora, Corrales y Dirckinck-Holmfeldr (2010) postulan que uno de los factores limitantes para que las comunidades de aprendizaje virtual sean funcionales es el tiempo que tienen disponibles sus miembros. Esto crea tensión entre los miembros pensando que no lograrán la consecución de los objetivos. Otro factor limitante es el acceso a los recursos tecnológicos, el equipo que debe estar disponible para todos y el acceso a la Internet que debe ser constante. Por eso, al crear una comunidad virtual de aprendizaje se debe tener en cuenta todos los factores que podrían evitar que sea exitosa y trabajar. No obstante, el éxito o fracaso de las comunidades virtuales de aprendizaje se debe a muchos factores. Para que una comunidad virtual sea exitosa, de calidad y duradera es necesario que se den los siguientes aspectos (Cabero 2006): accesibilidad para que los participantes puedan recibir solicitar y enviar información; asumir una cultura de participación y colaboración; necesidad de destrezas tecnológicas mínimas de los miembros; objetivos y metas claramente definidas y conocidas por sus miembros; calidad de la información y contenidos relevantes; mínimas competencias tecnológicas de sus miembros: reglas claras del funcionamiento conocidas por los miembros y existencia de un sistema de comportamientos positivos que sirva de ejemplo de buenas prácticas del comportamiento de los miembros de la comunidad virtual. Para su éxito también debe poseer como indica Tirado y Martínez (2010) los siguientes rasgos: sentimiento de comunidad y reconocimiento de pertenencia al grupo; expectativas comunes de aprendizaje; condiciones de apoyo y de confianza; cooperación e interacción; participación respetuosa; discurso progresivo a través de la construcción de conocimiento; apropiación mutua del aprendizaje donde los miembros de la comunidad asumen el rol del maestro como del alumno. Coto, Mora, Corrales y Dirckinck-Holmfeldr (2010) expresan que el éxito de una comunidad virtual de aprendizaje se debe a la participación, tanto individual como grupal, de sus miembros favoreciendo el pensamiento colectivo, el aprendizaje colaborativo y significativo. Con esto los participantes tendrán aprendizajes mejores al involucrarse activamente, interaccionar con sus compañeros, motivándose y construyendo conocimientos en grupo. No podemos terminar sin hablar de los personajes más importantes dentro de una comunidad virtual, el profesor y sus estudiantes. Dentro de toda comunidad virtual de aprendizaje existe un profesor, mentor o tutor y sus alumnos, que son los miembros activos de esta comunidad. Según Cabero (2006) el rol del profesor en una comunidad virtual de aprendizaje se convierte en ayudante o mentor, los estudiantes son participantes activos independientes. El profesor debe asegurarse que todos los estudiantes sean capaces de dominar las herramientas de comunicación que van a usar, al igual que las normas organizativas que regirán esta comunidad. Además, debe saber usar las ideas de los alumnos y formular preguntas. En el artículo de Coto, Mora, Corrales y Dirckinck-Holmfeldr (2010), menciona que Gros y Silva expresan que los entornos virtuales de aprendizaje contribuyen a que los profesores tengan una formación continua, participando de experiencias educativas constructivistas socioculturales, en donde los aspectos centrales son la interacción con los pares, la reflexión y la construcción del conocimiento en forma colaborativa. Como indica Cabero (2006) si el profesor tiene que desempeñar nuevos roles y funciones en las comunidades virtuales de aprendizaje, el alumno también. Por lo tanto, los estudiantes que participan en estas comunidades deben dominar lo siguiente: saber organizarse, percibir el conjunto o grupo y trabajar con los demás por un objetivo en común. Además, el alumno debe estar capacitado para realizar lo siguiente: identificar la necesidad de información; trabajar con diversidad de fuentes de información; dominar la carga en exceso de información; evaluar la información y discriminar la calidad de la fuentes; organizar la información y usarla eficientemente para dirigir el problema o la investigación; y saber comunicar la información encontrada a otros. Para Tirado y Martínez (2009), la responsabilidad mayor de una comunidad virtual de aprendizaje recae sobre el estudiante, por lo que se necesita una preparación adecuada de éstos. Se asume que el maestro también es aprendiz. El estudiante debe tener respeto y confianza entre sus pares, lo que ayudará al intercambio de ideas y un apoyo mutuo para compartir la responsabilidad de los resultados. A su vez, el profesor debe asumir un rol respetuoso con las interacciones del grupo y dé seguimiento a las relaciones entre los estudiantes. CONCLUSIONES Como resultado de los artículos analizados, podemos llegar a las siguientes conclusiones: El principal objetivo de las comunidades virtuales de aprendizaje es el aprendizaje, capacitación y educación de sus miembros. (Rabiela 2009) Las características principales de las comunidades sean o no virtuales son el sentido de pertenencia y de colaboración, comparten valores e intereses en común y su interactividad social activa. (Cabero 2006) Lo que hace que una comunidad virtual de aprendizaje sea funcional y exitosa es la interacción social activa y significativa entre los miembros que la conforman y el compromiso que tengan éstos para realizar las tareas colaborativamente, el espacio o la herramienta tecnológica por sí solos no garantiza que haya interacción. (Tirado y Martínez 2010) Aprender en una comunidad virtual de aprendizaje es aprender en grupo, de forma colaborativa y no competitiva, donde todos los miembros de la comunidad aportan su conocimiento y su visión de los problemas para alcanzar metas comunes. (Meirinhos y Osorio 2009) El reto de cultivar y sostener una comunidad virtual de aprendizaje es grande. Su éxito depende de los miembros, de su participación y autodeterminación. (Cabero 2006) Las comunidades virtuales de aprendizaje surgen de la apropiación social de las tecnologías de la información y comunicación que prolongan la interacción y el trabajo colaborativo en el espacio y en el tiempo más allá de la presencia física. (Meirinhos y Osorio 2009) RECOMENDACIONES Las recomendaciones que a continuación se ofrecen se desprenden de los artículos de Cabero (2006), Coto, Mora y Dirckinck-Homfeldr (2010), Mirinhos y Osorio (2009), Rabiela (2009) y Tirado y Martínez (2010). Se recomienda estudiar continuamente las interacciones a través de los registros de participación de los estudiantes en las plataformas como método para medir y describir el sentimiento e intensidad de la comunicación dentro de los grupos de aprendizaje en red. El análisis de registros de interacción a los foros de plataforma permite investigar la frecuencia y estilo de las participaciones e interacciones y otras variables que caracterizan las comunidades virtuales de aprendizaje como el sentimiento de comunidad y pertenencia al grupo. (Tirado y Martínez 2010) Se recomienda hacer estudios que continúen verificando la efectividad de los procesos de interacción para la creación de verdaderas comunidades virtuales de aprendizaje. (Tirado y Martínez 2010) Se debe continuar buscando evidencia de que la interacción entre compañeros a través de la red facilita el apoyo mutuo, el desarrollo personal, social y cognitivo, creando una comunidad de aprendizaje que atienda las necesidades colectivas e individuales de sus miembros. (Cabero 2006) La creación de comunidades virtuales de aprendizaje es un proceso de desarrollo progresivo, por lo que necesitan tiempo para que los miembros se conozcan, establezcan normas de funcionamiento, resuelvan conflictos y se constituyan emocionalmente como comunidad. (Tirado y Martínez 2010) Se debe profundizar en los protocolos de aprendizaje que se producen en las comunidades virtuales de aprendizaje creadas a través de plataformas en línea y en los tipos de intervención. (Tirado y Martínez 2010) Po último, Coto, Mora, Corrales y Dirckinck-Holmfeldr (2010) recomiendan que las universidades deben redefinir el nuevo rol del docente y de su desarrollo profesional al brindarles oportunidades para adquirir un nuevo grupo de competencias que le permitan cumplir con su nuevo rol. REACCIÓN PERSONAL De acuerdo con la información analizada de los artículos, el proceso para la creación de las comunidades virtuales de aprendizaje es ardua por la participación activa y constante que se necesita de sus miembros. Por lo tanto, se necesita perseverancia y dedicación para los que quieren formar parte de ella. Lograr que el aprendizaje se dé colaborativamente no es fácil por lo cual entendemos que una comunidad virtual que sea de aprendizaje es difícil de mantener por la individualidad de las personas. Aunque vivimos en sociedad somos muy individualistas. Creemos que aunque algunos teóricos expresen que el aprendizaje en las comunidades virtuales de aprendizaje es colectivo, entendemos que la responsabilidad de aprender de un individuo recae sobre el mismo individuo y no en todos los miembros. Si el proceso de interacción se da adecuadamente el aprendizaje se debe dar entre los miembros voluntariamente. Entendemos que por los artículos leídos una comunidad virtual de aprendizaje es un concepto más profundo que el mero hecho de tener una computadora o celular conectado a la Internet y dialogar. Una comunidad virtual de aprendizaje no la hace el “chatear” con otros en una red social. Tiene que existir un tema específico para tratar y lograr las metas y objetivos establecidos. Ahora entendemos por qué “Facebook, Twitter, etc.” se llaman redes sociales, porque en su forma holística no reúnen los requisitos para llamarse una comunidad virtual de aprendizaje y el ofrecer un curso en línea no implica que se ha creado una comunidad virtual de aprendizaje. REFERENCIAS Cabero Almenara, J. (2006). Comunidades virtuales para el aprendizaje. Su utilización en la enseñanza. España: EDUTEC. 20 (1-34). Coto Chotto, M., Mora Rivera, S., Corrales, X., Dirckinck-Holmfeldr, L.(2010) Comunidades virtuales para promover la innovación académica universitaria: Una realidad. Costa Rica: UNICIENCIA 24 (91-101). Mirinhos, M., Osorio, A. (2009). Las comunidades virtuales de aprendizaje: El papel central de la colaboración. España: Revista de Medios y Educación. 35 (45-60) Rabiela Sotelo, M. (2009). Globalización de la educación, Comunidades virtuales de aprendizaje y su participación en las instituciones educativas. México: Hosspitalidad ESDAI. 16 (37-60). Tirado Morueta, R., Martínez Garrido, J. (2010). Creando comunidades virtuales de aprendizaje: análisis de progreso de las interacciones. España: Revista de Educación. 353 (297-328).