San José de Calasanz

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Trabajo Práctico de Catequesis
San José de Calasanz
• Materia: Catequesis
• Fecha de entrega:1 de septiembre
• Año: 2004
Vida y obra de San José de Calasanz
• Leer la revista, extraer datos de su vida y detectar cinco virtudes del Santo y explicar como las vive.
San José de Calasanz
José de Calasanz nació el 11 de septiembre de 1557, en el pueblo de Peralta de la Sal, en el nordeste de
España.
El padre, Pedro Calasanz era herrero y su madre María Gastón tuvieron ocho hijos: Pedro, Juan, María, Juana,
Magdalena, Esperanza, Isabel y José. Era una familia completamente cristiana, y todos los hijos recibieron esa
educación cristiana, que estaba a cargo de su madre María.
José aprendió las primeras letras, el amor a Dios y a la Virgen, el odio al mal y al pecado.
Con respecto a sus estudios, los primeros, los realiza en una pequeña escuelita de Peralta de la Sal, a los diez
años se traslada a Estadilla, pueblo cercano, un poco mayor que Peralta, para cursar su secundaria.
A los quince años se traslada a Lérida, donde se ubicaba una Universidad, donde estudio durante siete años,
Filosofía, Derecho Civil y Eclesiástico, y comenzó a estudiar Teología (estudios sacerdotales). Estando allí se
da cuenta de que quería ser sacerdote, y desempeño un cargo semejante al de presidente de los alumnos de la
Universidad.
Con deseos de progresar sus estudios en teología, paso a la Universidad de Valencia, en la cual abandono
pronto sus estudios, y continua después en la Universidad de Alcalá de Henares. Durante su estancia en Alcalá
de Henares murió su hermano Pedro y también su madre, teniendo que volver a Peralta de la Sal, a causa del
llamado de su padre, que no quería que fuese sacerdote, para no perder el apellido Calasanz. Estando en
Peralta, cae enfermo gravemente y esta enfermedad fue lo q motivó a su padre a aceptar que fuera sacerdote si
salía bien de esta.
Fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1853, desempeño varios oficios sacerdotales.
En 1586 muere el padre, con lo cual regresa a Peralta.
En 1591 se traslada a Barcelona, donde se doctoró en teología y en 1592 viajó a Roma, buscando un cargo
eclesiástico más importante. Estableció contacto con el Cardenal Marco Antonio Colonna.
Las visitas que, como miembro de las cofradías, hacía a los barrios más castigados por la pobreza, lo pusieron
en contacto con la realidad de Roma. En contacto con esa realidad, José fue olvidando sus pretensiones de
obtener un cargo eclesiástico y volver a España, comenzó a cobrar fuerza la idea en él de ayudar a los niños
más necesitados. Pidió ayuda por muchos lugares, pero nadie estaba dispuesto a asumir semejante trabajo. En
1597, comenzó su labor de maestro en la sacristía de la Parroquia de Santa Dorotea, en pleno barrio de
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Trastevere, pronto se le unieron colaboradores. Estando en este cargo, José consigue el cargo eclesiástico que
él tanto deseaba, pero renuncio a este con las palabras memorables, que se encontró en una de sus tantas
cartas: Encontré en Roma la forma definitiva de servir a Dios, educar a los niños y no la dejare ir por
cosa alguna del mundo.
En 1600, se vio obligado a trasladarse a un lugar más espacioso, conseguido en el Campo de las Flores, en el
centro de Roma. En 1602, se fue a vivir en las escuelas, que ya contaban con crecido numero de alumnos y a
las que le había puesto el nombre de Escuelas Pías, con el lema de Piedad y Letras. En 1616 opto por no
alquilar ningún lugar y decidió comprarlo, con ayuda de varios cardenales, y con la aprobación del papa Pablo
V.
En 1617, fundó la congregación de las escuelas pías, con la ayuda de varios maestros no religiosos. El 25 de
marzo de ese año, José y sus compañeros vistieron él habito religioso escolapio.
En 1621, la congregación fue elevada al rango de Orden religiosa, con el nombre de orden de clérigos
regulares pobres de la madre de Dios de las escuelas pías. Comenzaron a extenderse por toda Europa y
para 1637 había ya cerca de 500 escolapios, en más de 40 escuelas.
En la certera absoluta de que su obra resucitaría, José de Calasanz falleció el 25 de agosto del año 1648, a los
92 años de edad, en Roma.
Virtudes del Santo
Desde muy pequeño su gran deseo era poder alejar el mal y el pecado de las almas de los demás.
En su larga vida de noventa años se dedico a la educación de la juventud, a la generalización de la enseñanza
y es uno de los precursores de la pedagogía moderna.
Las virtudes que podemos recalcar del santo son: humildad, pedagogo, entrega, vocación de servicio y fe.
Su entrega, su generosidad, su anhelo por ayudar a los demás, van unidos a una fuerte y vivencial fe en Dios,
aumentada por el ejemplo y la educación recibida por parte de su familia.
• Humildad
Podemos asignar esta virtud ya que se entrego completamente por la educación de los niños, dejó todo por
ellos, dejó su pueblo, de despojo de todos los bienes materiales, que podría haberse quedado en Peralta
viviendo con su familia y llevando el apellido Calasanz, como su padre ansiaba, pero realizo un largo trayecto
como sacerdote y, cuando le ofrecieron ese cargo eclesiástico que tanto quería, respondió con humildad:
Encontré en Roma la forma definitiva de servir a Dios, educar a los niños y no la dejare ir por cosa
alguna del mundo. Se dio cuenta de que su vocación eran los niños y que los cargo eclesiásticos no le iban a
dar la satisfacción que los niños le daban al verlos.
• Pedagogo
Su sensibilidad humana y su personalidad hacen que esta virtud sea la más importante de todas, ya que su
vocación fue la educación. Hizo todo lo posible por fundar escuelas para los niños carenciados, y cualquier
niño era su debilidad. Este santo era llamado el gran pedagogo.
Tenía entonces cuarenta años y carecía de preparación, pero Dios le inspiró, resultando ser un gran pedagogo.
Al cabo de veinte años había creado el primer grupo escolar en Europa. Llegó a tener 1.200 alumnos, casi toda
la población pobre de Roma. Los Papas de la época lo animaron y lo ayudaron económicamente. A parte de
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pedagogo era cuidador de los niños, psicólogo también y por que no cuidador, porque en definitiva realizo
esta gran hazaña para los más carenciados y poder cuidarlos y educarlos para un futuro.
• Entrega
José se entrego de lleno a los niños, a su vocación y enteramente a Dios. Esta entrega es el compromiso por el
bien común, instruir a los niños en la piedad y las letras y en la doctrina cristiana, principalmente a los pobres.
Estaba dotado de un gran saber, una gran caridad y de una paciencia sin límites, y sobre todo otra gran virtud
humildad, para que fiel a su compromiso de entrega, procuran vivir unidos a Cristo y agradarle solo a él, ya
que él ha dicho cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
• Vocación de servicio
San José de Calasanz aparte de todas las virtudes anteriores, también detectamos, a través de la entrega, la
vocación de servicio. El mérito que tiene la vocación de servicio a los niños, nadie la ignora, su mayor
grandeza ante el mundo le viene especialmente a José de Calasanz de haberse consagrado a los pequeños. La
vocación por el servicio, es una llamada y elección hecha por
Dios, y El mismo habla en lo profundo y en lo más intimo de cada persona, indicándole su camino, esto es lo
que hizo en José.
Ayudar en la edad más tierna a los pobres con la cultura unida al santo temor de Dios es un servicio tan útil
como necesario y este lo realizo hasta su fin.
• Fe
La ultima de las virtudes elegidas es la fe, Él vivió en la fe del hijo de Dios no en la de los hombres sino en la
fe de Dios pues esta es perfecta, es victoriosa y nunca fracasa por que el no nos llamo para fracasar nunca, no
hay que tener temor. Dios es omnipresente y le hablo a José a través de los niños, en la fe no hay lugar alguno
para la desesperación, y José no desespero en ningún momento, siempre se mantuvo tranquilo haciendo la
voluntad de Dios, y fue instrumento de Él, para educar a los niños en la fe y en el amor.
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