Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis* Resumen Desde la perspectiva etnohistórica, valiéndose de fuentes escritas y orales, el autor estudia la concepción y representación que tiene el pueblo yukpa de sus orígenes y de su historia ancestral, en el caso de los datos escritos utiliza documentos históricos y bibliografía especializada, abordando desde la primeras informaciones aportadas por los cronistas españoles hasta los estudios recientes en relación al origen étnico de los yukpa, en el caso de los datos orales usa técnicas etnográficas lo que le permite posteriormente interpretar la cosmovisión yukpa a través de la mitología de este pueblo indígena venezolano. Palabras Claves. Yukpa, Sierra de Perijá, Etnohistoria, Etnogénesis * Es parte del proyecto Percepción, representación, construcción y defensa del territorio del pueblo Yukpa de la Sierra de Perijá (Venezuela): Una visión histórica y actualizada, financiado por el CDCHTA de la Universidad de Los Andes (código H- 1249-09-09-B). Este artículo se terminó en 15/06/2012; se entregó para su evaluación en 10/11/2012. Doctorado en Antropología Social y Diversidad Cultural por la Universidad de Granada, Profesor Asociado adscrito al Centro de Investigaciones Etnológicas de la Facultad de Humanidades. Universidad de Los Andes, PEII B. E-mail: [email protected]. 85 86 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Abstract Ethnohistory and Etnogenesis Yukpa Town. Ethnohistorical perspective, using written and oral sources, the author studies the design and representation that has its origins Yukpa people and their ancient history, in the case of written data using historical documents and literature, approaching from the initial information provided by the Spanish chroniclers to recent studies regarding the ethnicity of the Yukpa, in the case of oral data used ethnographic techniques allowing you then interpret Yukpa worldview through the mythology of the tribe of Venezuela. Keywords. Yukpa Perijá, Ethnohistory, Ethnogenesis En la actualidad los yukpa de la Sierra de Perijá en el Estado Zulia (Venezuela) han logrado conservar su propia y particular representación del mundo y por ende, de su historia, a pesar del avasallamiento cultural al que se encuentran sometidos desde la conquista española hasta nuestros días. El siguiente artículo constituye un acercamiento histórico y antropológico acerca de la concepción y representación que los yukpas contemporáneos tienen de sí mismos y de su devenir. Se pretende dar a conocer a través de la mitogénesis en qué forma o de qué modo explica e interpreta el indígena yukpa el origen del mundo y, por lo tanto su presencia en la zona. Con la finalidad de lograr lo planteado se estudiaron los aspectos etnohistóricos, cosmogónicos y antropológicos de los yukpa, empleando de esta manera la etnografía y los datos históricos para intentar aproximarnos al pasado y presente de la sociedad yukpa, entendiendo que no sólo existe la historia de los acontecimientos en orden cronológico, sino que […] “existe la historia estructural (orden de la estructura): ‘una historia de símbolos y de signos` que también engendra ‘desarrollos imprevisibles’ mediante las combinaciones estructurales a la manera de la combinación de elementos en un caleidoscopio” (Rubio, 1979: 178) Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Primeras informaciones o evidencias históricas La Gobernación de Venezuela, cuya jurisdicción comprendía desde el Cabo de la Vela a Maracapana, es cedida en 1530 por Su Alteza Carlos V a los Welser, banqueros alemanes, con quienes había contraído deudas para costear la conquista y guerras en Europa. A partir de ese momento serán los Welser los encargados de explorar parte del actual territorio venezolano. Para esta campaña se nombra a Ambrosio Alfinger como nuevo Gobernador de Venezuela; éste desembarca en Coro, deseoso de acrecentar las rentas de los banqueros alemanes, vendiendo a los habitantes aborígenes de la gobernación como esclavos. Pero para esos momentos la realidad era otra, ya la mayoría de los indígenas habían sido vendidos, por sus antecesores, por lo que la población era escasa. Al darse cuenta de lo sucedido, partió hacia el Lago de Maracaibo, atravesando la Sierra de Perijá llegó a Valledupar: […] el año de mil quinientos y treinta salió para hacer jornada del lugar dicho. Y caminando siempre al Poniente, después de haber andado unos pedazos de tierra llana que hay desde la laguna hasta las sierras por aquella parte, atravesó la cordillera (que cerca gran parte de las aguas de esta laguna y comúnmente se llama la cordillera de Valle de Upar) y fue a dar a este valle que está luego inmediato a los cerros y cordilleras al poniente, sin considerar que eran ya aquellas tierras y demás delante, en cuya demanda llevaba los intentos, de la gobernación de Santa Marta. (Simón, 1987: 109) Entra en el pueblo de Tamalame donde sus habitantes opusieron resistencia. Vencida la resistencia, tomó como prisionero al cacique por quien pidió como rescate cierta cantidad de oro. Alfinger comprende la necesidad de enviar a la Gobernación de Venezuela por más soldados. Para esta misión escoge al capitán Vasconia, quien emprende la vuelta con la finalidad de regresar pronto; toman un camino diferente del que los había llevado de Coro a Valledupar, por lo que pierden el rumbo. Para no morir de hambre formó pequeños grupos de soldados que salieron en busca de comida. Sobreviviendo sólo el grupo en que se encontraba Francisco Martín, 87 88 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 quienes vagando varios días enfermos y con hambre, tropiezan con unos indígenas que los intentan socorrer con comida. Después de haber despojado a los indígenas de la comida continúan los soldados con el plan que previamente habían establecido: […] cargando todos los cuatro soldados contra sobre uno de los indios. Y haciendo de él, al fin, entre todos cuatro lo sujetaron, por no haber tenido favor en los otros tres indios, que solo procuraron librar sus vidas metiéndose en la canoa y escapando el río arriba a boga arrancada. Al pobre que quedara entre sus manos mataron luego los cuatro y tostaron la carne para el intento dicho, comiéndose luego de allí el asadura, pies y manos, tan a gusto todo, como si fuera de un venado o puerco: abominación extraña y mas entre cristianos. (Simón, 1987: 117) Prácticas semejantes a las descritas por Fray Pedro Simón en la cita anterior fueron comunes en las primeras exploraciones de la Sierra de Perijá, lo que obligó a los indígenas a refugiarse en las zonas más inaccesibles y empinadas de la sierra. El objetivo de los conquistadores y misioneros era someter o reducir a los indios para posteriormente catequizarlos y ligarlos al sistema económico colonial ejercido por España (Herrera V., 1997: 23). Las misiones fracasaron, pues se hizo imposible lograr el objetivo de hacer del indio un productor agropecuario debido a la concepción de la producción que tenía el yukpa, al hecho de ser seminómada y al no existir en la zona minerales preciosos. No es sino hasta 1961 cuando los misioneros capuchinos entran en contacto pacífico con la comunidad yukpa de los aratomos. No obstante los yukpa permanecen acosados por el hombre blanco y su violencia aun en la actualidad. Para reforzar la actividad misional, los religiosos se hacían acompañar por escoltas militares. Un ejemplo lo constituye la correspondencia enviada por Fray Francisco de Cartarroja, Prefecto de las Misiones Capuchina de Maracaibo al Consejo de la Audiencia de Santo Domingo: Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Suplica a A.M. con el maior encarecimiento se sirua prouidecir para por esta parte de nuestras misiones, el que todos los años se haga una entrada formal con asistencia del Padre Misionero o mandar por Real Despacho de V.M. a don Juan de Churio y Padre perfecto, afin de que el expresado don Juan haga las citadas entradas y el Padre Prefecto o de vn Padre el mas fervoroso para las nominadas entradas; Y asi mismo al citado don Juan, se le mande de al Prefecto los 15 años hombres bastimentados, con armas y municiones por vna vez al año para sacar con mas facilidad a los restantes Indios de la Nación Coyama que dicho Don Juan ha pacificado para poderos fundar y poblar en aparentes parages de que se seguirá gran servicio a ambas Magestades y el suplicante reciuira merced. (Peña Vargas, 1995: 306. t. I) Ubicación, y demografía de la región. El Estado Zulia está ubicado en la parte noroccidental de Venezuela. Limita al norte con el Mar Caribe; por el este con los estados Falcón, Lara y Trujillo, por el sur con los estados Mérida y Táchira, y por el oeste con la República de Colombia. Su capital, Maracaibo, es el puerto y centro industrial más importante de la rica cuenca petrolífera del lago del mismo nombre. (Vila, 1952) En la geografía zuliana se asientan cinco pueblos originarios que representan la identidad indígena emblemática del occidente venezolano. La Península de la Guajira habitada por los wayúu (arawak), la Laguna de Sinamaica por los añú (arawak), la Sierra de Perijá habitada por las sociedades indígenas barí (chibcha), japreria y yukpa (caribe). Sobre la presencia de estos pueblos originarios aún no se han encontrado evidencias que indiquen la fecha de su arribo a esta zona. Los barí y los yukpa comparten la selva fronteriza entre Venezuela y Colombia bajo su espesa vegetación. Dispersos a lo largo y ancho de la Sierra de Perijá se sitúan las comunidades de los pueblos indígenas mencionados, la mayoría de estas comunidades se caracterizan por estar en sitios remotos y de difícil acceso vehicular, se llega habitualmente en rústicos de doble tracción, en mulas o caminando. 89 90 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 La ubicación de los actuales yukpa está comprendida entre los 73° y 72° 30’ longitud oeste y 9° 40’ y 10° 35’ latitud norte. Por el sur llega hasta la localidad de Becerril (Colombia) y el río Tukuko (Venezuela); por el norte se extiende hasta el río Chiriamo y la población de San José de Oriente en la llamada Serranía de Valledupar (Colombia) y las nacientes del río Apón (Venezuela) (Ovelar, 1990: 13) Respecto a la Demografía, los yukpa ubicados en la Sierra de Perijá, estado Zulia, en la frontera colombo-venezolana, en Venezuela se hallan concentrados en seis centros pilotos con sus respectivas comunidades, los centros pilotos a saber son: el Tukuko, Toromo, Casmera, Sirapta, Aroi y Tirakibo, todos en las márgenes del municipio Machiques de Perijá, parroquias Libertad y Río Negro al occidente venezolano. El crecimiento experimentado por los yukpa ha sido notable. Para el censo indígena de 1982 representaban una población de 3.334 habitante ya para el censo de 1992 constituyen una población de 4.174 habitantes. Mientras que en el censo 2001 los yukpa representan 7.522 habitantes del total general de 506.341 indígenas de Venezuela, representados por 3.865 varones y 3.657 mujeres lo que constituye una proporcionalidad entre ambos sexos. De estos 7.522, 834 viven fuera de las comunidades mientras que 6.168 viven en las comunidades yukpa. No obstante en censo realizado por el equipo técnico de la Comisión Regional de demarcación del Estado Zulia, revela que para el año 2009 había en la Sierra de Perijá. 8320 yukpa entre hombres, mujeres, niños y niñas. (Carrero, Martínez, & Inciarte, junio de 2009: 12) Origen étnico Los japreria y los yukpa son los únicos pueblos indígenas de filiación lingüística caribe que existen en el occidente de Venezuela, pues hasta hace pocos años se suponía que los japreria era una parcialidad de los yukpa, pero los estudios indican que, aunque lingüísticamente son caribes, se trata de dos pueblos diferentes. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Según Ruddle y Wilbert (1980), los yukpa forman parte de una gran familia lingüística de complejidad y distribución espacial considerable. Otros autores como Swadesh (1960: 123) señalan que 5.000 años antes del presente los caribes eran un grupo, desde el punto de vista lingüístico, bastante uniforme. Agrega que a partir de ese momento se inició una dispersión de los caribes por la parte nororiental del continente, lo que originó la gran diversidad lingüística que se observa actualmente en los diferentes pueblos de habla Caribe. Ruddle y Wilbert (1980: 45) proponen el Bajo Amazonas como la tierra originaria de los yukpa y señalan que posiblemente migraron progresivamente durante más de 4000 años desde el Amazonas al sitio actual. Durbin y Seijas (1975: 74) intentan demostrar un origen común para los Yukpa, quienes habrían migrado desde la región nororiental de Venezuela. Tarble (1985: 69) señala que los yukpa llegaron a la Sierra de Perijá desde los Llanos a través de la Depresión del Táchira, o bordeando la costa a partir de la zona de Tucacen, descendiendo por el Lago de Maracaibo. Acuña está de acuerdo con la idea en que el pueblo yukpa llegó a la Sierra de Perijá desde el oriente venezolano, atravesando los Llanos y la Depresión del Táchira, además señala que esta versión es más “lógica y consecuente con el modo de ser de un pueblo, el cual en este momento se sitúa de espalda al mar” (Acuña Delgado, 1998: 15) Autores como Sanoja y Vargas indican que: La historia final de la época prehispánica del oriente de Venezuela está marcada por el predominio de las etnias caribes, tanto en el valle del Orinoco como en la costa noreste. Las tradiciones conocidas como Macapaima, Arauquin, Cachamay y Guayabita marcan, para los siglos XIII, XIV y XV, el apego de los cacicazgos caribes del oriente de Venezuela y la ocupación tanto de la costa central como de la nororiental, así como de las islas antillanas venezolanas, de las Guayanas y de las Antillas Menores y 91 92 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Mayores. El auge de la expansión Caribe fue interrumpido por la llegada en 1492 de nuevos invasores allende el Atlántico (Sanoja & Vargas, 1999: 57) Finalmente Arvelo (1999) nos indica que casi todos los investigadores que han trabajado arqueológicamente en la cuenca del Lago de Maracaibo han intentado destacar la continuidad de ocupación humana aborigen en la zona. No obstante, hasta el momento no ha sido posible correlacionar esta historia ocupacional de forma sistemática con la evidencia arqueológica. Sin embargo, a través del análisis de la evidencia etnohistórica, lingüística y de antropología física ha sido posible constatar que los pueblos indígenas como los wayúu, añú, barí, japreria y yukpa “tienen una historia de ocupación en la cuenca marabina que antecede al siglo XVI”. (Arvelo, 1999: 114) La pacificación de Los Indios Coyamos, y Macoaes, havitantes de las Tierras de Perijá, esta echa por el pacificador Don Juan de Chourio desde el año de 730 – fundados 4 pueblos con mas de 1500 indios […] y aunque alguna vez se hán dejado ver por este Territorio Los Indios Barbaros motilones y hán salido en su búsqueda, y seguimiento los Pacificos para castigarlos, hán huido presipitadamente, sin querer esperarlos […] Estos motilones son los que infestan /fol. 408v./ Las poblaciones de san Faustino, la Grita y otras muchas, siendo continuos en las Haciendas de Cacao de la ciudad de Gibraltar y valles de santa Maria de esta Jurisdiccion […] Luego que mi antecesor hizo la Paz con los Indios Coyamos y Mocoaes, habitantes de los valles, y Tierras de Perijá, (Peña Vargas, 1995: 87. t. I) Sin embargo, en las últimas décadas del siglo XIX, se llama indistintamente a los barí y a los yukpa como motilones. A principios del siglo pasado el etnólogo Alfredo Jahn distingue dos grupos: […] el grupo, Chake, que comprende los Macoas, Tucucos, Pariríes, y Chakes o sea los Motilones de la serranía, los que prefieren el clima templado y frío y usan mantas y gorros de algodón y el grupo Mapes, integrado por los motilones del Catatumbo y Río de Oro y los que merodean por los ríos de Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Santa Ana y Aricusá, al Sur del río Tucuco y de acuerdo con las condiciones climatéricas de la región cálida que habitan, andan desnudos y son enemigos de los Chaqués. (Jahn, 1973: 94) Más adelante al referirse a los mapés (barí), a los que además de ubicar geográficamente en áreas diferentes a la de los chakés (yukpa), los distingue por ser un pueblo indígena indómito, señala que: Los Mapes, que son tenidos por los más feroces y menos accesibles a la civilización, viven en las selvas de los ríos Santa Ana y Catatumbo y ejecutan, a menudo, actos de venganza, que no otra cosa son las muertes que hacen por sorpresa entre los que se aventuran por sus dominios en busca de cabima, caucho, petróleo, u otro producto animal. (Jahn, 1973: 96) Lo anterior implica que para principios del siglo pasado ya se intentaba hacer una clasificación más exacta de los pueblos indígenas que habitaban la Sierra de Perijá, sin embargo Jahn no hace una diferenciación lingüísticas entre los mapés y los chakés sino que por el contrario, los engloba a ambos como pertenecientes a la familia lingüística Caribe. No es sino hasta 1960, como lo señala Acuña (1998: 11) parafraseando a Ruddle (1971), que Wilbert, siguiendo criterios lingüísticos “[…] asignó la denominación de yukpa (a los Chaques o Motilones mansos) y barí (a los Mapé o Motilones bravos)”, aclarando que los primeros pertenecen a la familia lingüística caribe mientras que los barí son lingüísticamente chibchas. El término yukpa según información manejada por Acuña puede tener varios significados. Podría ser una palabra compuesta del término yupana, yu que significa oreja y pana que corresponde a pequeño. Lo que equivale a “los de las orejas pequeñas”. Acuña (1998: 12) añade que el padre Cesáreo de Armellada “plantea que la palabra yu´pa seria apócope de yurepa proveniente de yure, que significa ‘pene’, y ‘pa’ partícula desidencial, propia de las lenguas Caribes; con lo cual propone que yu´pa podría significar algo así como ‘varón’ u ‘hombre”. Mientras que para Tovar, según señala Acuña, “la palabra yu´pa o yukpa significa 93 94 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 ‘bueno’ en lengua Caribe; y en este sentido, podríamos decir que sería una traducción indígena del atributo que los criollos colocaron a la gente de esta etnia, llamándolos motilones mansos en oposición a los motilones bravos que serían los barí”. (Acuña Delgado, 1998, pág. 12) Finalmente tenemos que el padre Armellada en su primer encuentro con los Yukpa apunta que estos no querían ser llamados motilones sino por el contrario se autodenominaban “yuppa” (Armellada, 1943: 240) Etnogénesis en el mundo yukpa. La tradición oral yukpa narra como Cumuco (Dios) creó a todos los hombres a partir del árbol de Manerache, en un primer momento existía una gran cantidad de yukpa, pero debido a su mal comportamiento, Cumuco los convirtió en animales; en monos, tigres, pájaros, peces, perezas, etc. Cuentan los yukpa que sólo uno de estos primeros yukpa siguió siendo humano: Atancha; no obstante él estaba solo, pues aunque tenía todos los cultivos, no tenía con quien compartirlos, es así como el futuro pájaro carpintero que estaba sufriendo el procesos de metamorfosis le dijo: me voy a convertir en pájaro carpintero, ya me siento mareado, antes que yo desaparezca te voy a ayudar, para que no te quedes solo. Yo vi algo en unos palos. Así comienza una de las muchas versiones en las que se explica el origen de los yukpa y su presencia en la Sierra de Perijá. No obstante existen diversas versiones de mitos de origen y fundacionales en la narrativa yukpa entre ellas podemos señalar las que cuentan como los primeros yukpa fueron por creados. …por Amoricha amasando barro; la que habla del surgimiento del hombre a partir de una costilla de la mujer; la que indica que del manirache, Amoricha sacó a un hombre, mientras que de otro árbol llamado quiriyi sacó la mujer; o la que cuenta que Amoricha tras la inundación convirtió en yu’pas a unos cuantos trozos de madera de manirache; también hay relatos que señalan que tanto el intento de Amoricha por crear al hombre de barro o de trozos de madera le fallaron. (Acuña Delgado, 1998: 199) Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 De las diversas versiones que existen del mito sobre el origen del mundo yukpa, reproducimos aquí la versión que recoge Marisa Vannini y Javier Armato en el libro ilustrado de cuentos yukpa titulado El mundo mágico de los yukpa, por ser esta la versión mejor elaborada y la que coincide en mayor parte con las recopiladas por mí. Dice así: Tamurenchu, el Dios Creador, autor del mundo y de todas las cosas, había creado al primer hombre, Atancha, de un tronco de árbol que tenía vetas negras, y lo hizo dueño y señor de la tierra y de los animales. Pero Atancha vivía solo. Cultivaba, cazaba y pescaba sin nadie que compartiera su labor. Sakurare, el pájaro carpintero, se hallaba un día posando en una ceiba cuando vio a Atancha que secaba el sudor de su frente, fatigado. Se compadeció. Todos los días lo veía trabajar, labrando la tierra, cortando madera, pescando, cazando sin descanso. Y al llegar a casa debía también moler el maíz, tejer las cestas, asear la choza. Sintió mucha lástima ya se puso a pensar cómo ayudarlo. Pronto se le ocurrió una idea: alguien que acompañara a Atancha y compartiera sus faenas para aliviarlo. Sería bueno que también pudiese darle hijos. Pero, ¿cómo hallar a ese ser extraordinario, que llenara la soledad de Atancha, le diera hijos y, a la vez, lo ayudara? Pensaba, pensaba, y no encontraba la solución. Un día Sakurare, que había volado muy lejos buscando insectos para sus hijos, estaba picando un tronco de un bucare. Golpeaba con fuerza cuando oyó un débil quejido: -¡Ay, ay! El pájaro se armó de valor y preguntó: ¿Qué es eso? Como nadie respondía, dio otro picotazo al árbol y se oyó de nuevo: -¡Ay, ay, ay! -Es voz humana –Se dijo Sakurare-. Estoy seguro de que de aquí sacaré la compañera del hombre. Pero por la emoción, no pensó marcar el tronco, sino que voló contento hasta la choza de Atancha para contarle la buena noticia. Éste entusiasmado, fue con el pájaro al bosque. Caminaron y caminaron todo el día, mas no lograron encontrar el árbol. Sakurare golpeaba aquí y allá, y ninguno le respondía. Atancha 95 96 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 pensó que era una broma del carpintero y se enojó mucho con él, hasta lo amenazó. Sakurare le pidió paciencia: -No te conviene enojarte conmigo porque, si lo haces, perderás la oportunidad de hallar a tu compañera. Al fin recordó que la voz salía de un bucare grande, muy florecido de un rojo intenso. Lo halló y golpeó el tronco fuertemente. Entonces se escucho: -¡Ay, ay! -¡Aquí está el árbol! –exclamó. -¡Finalmente lo encontré! Y, para asegurarse, le dio otro picotazo. -¡Ay, ay, ay! –gritó el árbol, aún más fuerte. Sin perder tiempo, Atancha empuñó el machete, cortó aquel árbol en dos troncos y los llevo a la casa con gran cuidado, lleno de esperanza. Al día siguiente salió temprano a cazar y, cuando regresó, encontró la choza limpia, la ropa lavada y los alimentos preparados. Comió y en seguida se durmió, sin ver a nadie, ni poderse explicar cómo había ocurrido aquello. Esto sucedió por varios días y Atancha estaba cada vez más intrigado. Decidió espiar a los troncos de bucare. Una mañana se fue temprano, como de costumbre pero, en lugar de ir a trabajar, se escondió detrás de un matorral desde el cual podía observar su casa. Oculto entre el follaje, vio salir de los troncos dos bellas mujeres que caminaban muy erguidas, casi tiesas, hacían todos los quehaceres del hogar: Una limpiaba la casa, la otra preparaba la comida; una molía el maíz, la otra tejía las cestas. Eran muy agradables y Atancha pensó que sería lindo tener hijos con ellas, como los tienen los pájaros carpinteros. Pero ni siquiera hablaban. ¿Cómo hacer para que aquellas dos hermosas muchachas se volvieran sus compañeras de toda la vida? Pidió ayuda a Sakurare, mas éste desde una alta copa respondió: -Tú me amenazaste, no confiaste en mí, Ahorra arréglatelas como puedas. Sólo te diré que ellas se llaman Manerache, que significa “compañera del hombre”. Al día siguiente, Atancha volvió a esconderse en el matorral. Esperó que las hermosas mujeres salieran de los troncos y se Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 les acercó. Estaban tan ocupadas arreglando la casa que no se dieron cuenta de que el hombre, silenciosamente, sujetaba a una por la cintura. Ella trató de liberarse, pero por fin se rindió, y aceptó el abrazo. Sin embargo, no podía doblarse ni hablar. Entonces Atancha le hizo cosquillas por todo el cuerpo hasta que ella rompió a reír. De esta forma la mujer recibió el don de la palabra, y pudo hablar. Luego le doblo las extremidades para que sus brazos y piernas tuvieran movimiento: por eso es que nosotros los humanos podemos movernos fácilmente. Pero le faltaba la segunda y Atancha procedió con ella de la misma forma. Las hizo a las dos sus mujeres, tuvo con ellas muchos hijos, luego estos hijos se casaron, y de ellos nacieron otros hijos. Así se ha ido poblando la tierra, hasta nuestros días. (Vannini & Armato, 2005: 7-11) Existe una versión complementaria de este mito que cuenta que el yukpa que se hallaba sin pareja, era producto de una primera especie humana creada por Cumuco, al sacar del árbol de Manuracha a la pareja fundacional, hombre y mujer, estos procrearon pero la conducta de sus descendientes molesto a Cumuco y fueron destruidos quedando solo un hombre al que algunos yukpa dan el nombre de Atacha. La versión del mito de origen presentada por Vannini y Armato al igual que las complementaria recogida para esta investigación nos hablan de un primer mundo donde las plantas, los animales y los hombres pertenecían a la colectividad, es decir, eran seres racionales que se comunicaban verbalmente entre ellos y que además tenían contacto con los dioses; en este mundo el hombre es un representante más de las interacciones sociales. Dios, al crear al hombre y los demás seres vivos, los hizo semejantes; de allí que los pueblos indígenas, y en este caso los yukpa, se sientan vinculados a su entorno inmediato de manera holística. En el mundo yukpa todos los seres están íntimamente relacionados, pues los dioses, los animales, y las plantas son generadores de vida. En el mito se observa claramente que, de no ser por los sentimientos e ingenio del pájaro carpintero, el hombre no habría encontrado mujer y, por ende, no se hubiese reproducido; la tierra se pobló gracias a las 97 98 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 habilidades del pájaro carpintero y de los sonidos que emitía el árbol de ceibo (bucare) o como lo llaman los yukpa, Manuracha. De allí que se conciba el territorio como comunidad, no en el sentido de tierra comunal para usufructuarla, sino en un sentido más amplio, es decir, donde las plantas, animales y recursos son, al igual que los humanos, parte indisoluble de esta comunidad. Esa relación estrecha e interdependiente entre dioses, hombre y naturaleza se plasma en otra versión del mismo mito de origen recogida de los labios de una anciana de más de ciento diez de años oriunda de la comunidad de Samamo en Shirapta que se hallaba de paso por la comunidad Mapnaza en rio negro: Dios había mandado este pájaro carpintero a tocar todo los palos, a picar todos los palos, sabe que todo pájaro carpintero pican el palo, y él, ese pájaro carpintero, se consiguió con un palo que botaba sangre y decía cuando el pájaro carpintero lo picaba botaba sangre y el pájaro carpintero fue a decirle a Cumuco de que había un palo que botaba sangre, y le dijo; ¿donde viste ese palo? Y el pájaro carpintero le dijo: “yo lo vi por allá, como en Manastara”. Entonces que él le dijo: “bueno, si quieres ver a ese palo pero tienes que hacer bollitos, porque eso queda muy lejos, y yo te llevo hasta allá. Pero eso era mentira, el palo estaba bien cerca y se fueron ellos hasta Manastara a buscar el palo y allá fue que le dijo a Cumuco de que el palo no estaba allá sino estaba allí, entonces Cumuco se puso bravo y dijo: ¿por qué me engañaste?, tenías que decirme la verdad de donde estaba ese palo, porque de ahí voy a sacar dos personas”. Entonces Cumuco se puso bravo y dijo: “por haberme engañado, como que eres un pájaro carpintero, vas a estar picando matas y vas a estar llorando cuando una persona se muera y cuando los yukpa estén enfermos pa’ morir tú eres el que les avisará”. Cuando una persona está grave, el pájaro carpintero va a estar picando el palo y ya por eso los yukpa saben cuando una persona está grave y se va a morir. (Carmen Romero; 110 años, Comunidad de Manapza). En esta versión el pájaro carpintero recibe directamente la orden de Cumuco de ir en busca del árbol de donde se sacaran las dos mujeres, Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 apareciendo el pájaro como el principal aliado de Cumuco en la búsqueda de pareja para el hombre, observándose un vínculo entre Dios y el pájaro carpintero, este último es descrito como un ser racional, al igual que el hombre, y con las mismas capacidades intelectuales, inclusive es un ser con una suspicacia tal que es capaz de engañar al mismo Dios, a quien hace hacer bollitos de maíz para el largo viaje desde Ayapaina a las montañas de Manastara. Vemos como este ser no solo se burla de Dios, sino que lo pone a su servicio; Cumuco por su parte aparece como un ente que es manipulado, engañado, burlado y ofendido por el pájaro carpintero, quien se aprovecha de la preocupación de Cumuco en la búsqueda de pareja para el hombre y en su angustia el dios sucumbe ante el engaño del pájaro carpintero y prepara los bollitos de maíz que servirán como alimento para la falsa búsqueda inventada por el pájaro. Como castigo por su actitud, Cumuco le asignó al pájaro carpintero la penosa tarea de avisar a los yukpa la muerte de algún familiar. Aquí ya no es el hombre quien parte con Sakurare o carpintero en busca del árbol Manurache por petición del pájaro, sino Dios mismo es quien sale con Sakurare luego de que este último le informa que consiguió el árbol de donde él debe sacar a las dos mujeres que servirán de pareja al hombre. No obstante, en las dos versiones se denota la importancia de Cumuco y Sakurare o pájaro carpintero en el desarrollo de la especie humana. Se observa claramente la relación entre DiosSakurare- el hombre y el entorno; es interesante resaltar como Sakurare es, en parte, el artífice de la reproducción biológica de los yukpa, pues es él quien encuentra el árbol de donde salen las mujeres que, al hacer pareja con el primer atancha inicia el poblamiento de Perijá, sin embargo, es también quien acompaña al yukpa en el momento de la muerte. Ha de resaltarse cómo Sakurare está presente en la mitología yukpa desde la creación, por parte de Cumuco, de los yukpa hasta la muerte o momento en que parten al mundo de los okatú o espíritus del más allá; lo anterior demuestra o determina la relación y vinculo mítico e histórico que une a los actuales yukpa con los territorios que ocupan en la Sierra de Perijá, pues allí está su origen como especie, está su historia, en otras palabras, esta su mundo espiritual y físico, el cual se encuentra impregnado de fuertes cargas simbólicas, históricas y sociales, pues no es un espacio vacío carente de significados, sino que, por el contrario es el lugar donde se ha desarrollado todo un modo de vida 99 100 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 y una cosmovisión propia, además de que la tierra es el sitio adonde regresarán al dejar el plano de la vida tangible. Cómo explican los yukpa su presencia en la Sierra de Perijá. Después de poblarse la sierra a partir de esta nueva generación descendiente del árbol Manurache, los yukpa desobedecen de nuevo a Cumuco y este los castiga inundando la tierra: Que la tierra se llenó de agua porque un yukpa estuvo con una hermana y eso fue un pecado, pues tuvo una relación con su hermana, se enamoró de su misma hermana y tuvo relaciones con la misma hermana y tuvo hijos con la hermana y a Cumuco no le gustó eso, el castigo que ellos recibieron fue que la tierra se llenó de agua. (Angélica Romero, 67 años, Comunidad de Yishara) Los yukpa también presentan una amplia variedad de versiones en relación al mito de la inundación, acaecida en su territorio como consecuencia de la actitud incestuosa y belicista de algunos yukpa. La inundación les obligó a refugiarse en el monte Tectari o Tetarí montaña más alta de la Sierra de Perijá, también conocida como Tres Tetas en alegoría a los tres picachos o cimas. A continuación expongo una de las versiones que recogí en la comunidad de Kishashamo: Los Atancha subieron a “Tectarí”, los que estaban en la cima más bajita el agua se los llevó, los que subieron hasta arriba, esos fueron los que quedaron. Los tigres, los monos, todos animales y que llegaron mansitos a donde estaban los yukpa prendiendo leña. El cangrejo le dijo a los Atancha: “yo soy el que debe arreglar esto para que agua se vaya para otro lado”, y el cangrejo se metió al agua y lo que estaba haciendo era excavando alrededor de la montaña para que se cayeran todos, no estaba haciendo nada y después el cachicamo respondió, “¿por qué no aparece Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 el cangrejo?, voy a ir yo para ver qué es lo que está haciendo”, y el cachicamo se metió al agua y agarró al cangrejo y lo sacó para atrás; el cachicamo le dijo a los Atancha: “el cangrejo estaba excavando alrededor de nosotros, no estaba haciendo nada” y el cachicamo grande dijo: “yo sí lo voy arreglar”. El cachicamo estaba excavando, dijo: “falta poco para que el agua se vaya para otro lado, nos falta un poquito para que el agua se baje, no se vayan a asustar porque este Tectarí se va a mover, porque el agua se va a bajar” y dijo unas palabras el cachicamo, “yo creo que me voy a convertir en árbol”, agarró un animal que le llaman mayuti. El cachicamo le dijo: “tú lo que tienes que hacer es agarrar un poquito de agua porque si esta agua se seca, no va a existir el agua”; el cachicamo le dijo eso a mayuti y el cachicamo dijo: “yo me voy a meter mañana, hoy voy a dormir aquí porque yo arreglé una casita allí abajo y me voy a convertir en algo”, no sé en qué se convertiría. Al poco rato sintieron como un terremoto, pero es porque el agua se estaba bajando, se bajó un poquito, le llegaba a la mitad a esa montaña. El cachicamo dejó órdenes, después de dos meses no pueden bajarse de ahí porque la arena esta húmeda todavía, y dos personas no le hicieron caso, duraron un mes arriba nada más y cortaron un palo y puyaron la arena, y esos dos se cayeron y se perdieron. Otro le dijo: “eso fue lo que dejó dicho el cachicamo, que dentro de un mes nadie tenía que pisar allá”. Pasaron los dos meses y se cumplió lo que dijo el cachicamo, bajaron ellos, puyaron la tierra con un palo y el otro le dijo: “ahora sí, la tierra está normal”. Después como quedaron dos Atancha, de ahí es que estaban saliendo más, de los dos que quedaron se empezaron a reproducir, más adelante los yukpa se estaban matando entre ellos mismos como lo estaban haciendo antes de la inundación. (Pablo García, 93 años. Comunidad de Miquibo) En esta versión se hace alusión, entre otras cosas, a una época en la cual Cumuco intentó imponer orden al caos en que vivían los yukpa, pues estos, además de estar en constante conflicto, también desobedecían la prohibición del incesto. En esencia el mito plantea el tabú del incesto y alerta a los yukpa sobre las consecuencias que puede acarrear la transgresión de este precepto, también intenta explicar las consecuencias de los conflictos bélicos entre los mismos yukpa. 101 102 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Recordemos que los conflictos entre familias y comunidades son muy frecuentes entre los yukpa, de allí que este mito intente regular la actitud bélica de los yukpa, lo que provoca la primera diáspora yukpa según la tradición oral y que actualmente es causa de los enfrentamientos que por diversos motivos se presentan en las comunidades de este pueblo originario venezolano. Otro aspecto que llama la atención es el hecho de la regeneración del mundo efectuada por el mismo Dios creador Cumuco, al inundar toda la Sierra de Perijá, permitiendo que se salvaran unos pocos, es decir, los que lograron llegar a la cima más alta del monte Tetarí, con los que se iniciará el nacimiento de una nueva generación de yukpa o fundación del mundo yukpa, quienes son los ascendientes de los actuales yukpa que habitan hoy en los territorios perijaneros. Es interesante notar cómo en la destrucción del segundo mundo yukpa los animales, aunque ya poseían características propias del reino animal, podían hablar y fueron ellos los que contribuyeron nuevamente a salvar a la especie humana, y así como en el mito de origen el pájaro carpintero, al estar este en proceso de metamorfosis ubica el árbol Manurache de donde saldrán las mujeres yukpa que procrearán a los humanos para poblar la sierra en aquel segundo mundo yukpa, ahora es el cachicamo quien también antes de transformarse logra hacer un gran túnel por donde empieza a correr el agua que tenía atrapados a los yukpa y a los animales en el monte Tetarí, además les deja órdenes explícitas del tiempo estipulado en que deben permanecer en la cima de Tetarí a fin de que logren sobrevivir y salvar la especie humana. El tiempo del diluvio, que se inundó este mundo, dice el yukpa se salvaron cinco cabezas principales, los atashi, manapsa, orekojetosha, onashisho y onotetosha. Y de ahí se mezclaron otra vez los yukpa se volvieron a multiplicar, entonces vino Osemma. (Adolfo Maiquishi; 78 años, Comunidad de El Tokuko) Para explicar el proceso de sedentarización y de domesticación de la agricultura los actuales yukpa se valen nuevamente de su mitología y narran el episodio en el cual como Osemma u Ojemma les enseño la agricultura. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Dios mandó a Ojemma a Ayapaina, le dio todos los alimentos, lo que la gente iba a comer, Cumuco le dijo que ya ellos no iban a comer jacora, semilla de palo. Cuando llegó Ojemma tenía mucha llaga en el cuerpo, en la cara, en la cabeza y por eso es que los yukpa no querían que estuviera con ellos, decían: “háganle una casa por allá en la orilla del río porque eso da asco cuando uno está comiendo jacora. Si se muere, que se muera por allá”, decían los yukpa. Pero no veían que él era un bien para ellos, que traía alimentos en ese pelo, en esa cabeza. Tenía maíz, plátanos; tenía de cada cosa por pedazo, eso era lo que veían como llagas. Cuando Ojemma llegó, tenía una ardilla, esa ardilla agarraba maíz del pelo de Ojemma lo arrancaba y se lo comía, por eso era que ellos le tenían asco, decían: “ven, ese animal está comiendo piojo y llagas”. Cuando Ojemma orinaba salía producción de alimentos, ellos venían y lo arrancaban no dejaban que creciera esa cosecha, ellos lo arrancaban creyendo que era monte, a él le dolía la cabeza, porque estaban arrancando el alimento. Luego Ojemma se mudó, él se disgustó, se sintió triste porque lo botaron de la comunidad; entonces dijo: “bueno, yo me voy, pero voy a hacer una siembra pa’ dejarle lo que es la semilla, lo que es la cosecha de la comida, pa que no estén comiendo pepas de palo”, porque hacían chicha con balumba, y eso era ácido. No sabían que uno puede hacer siembras y tener comida en verdad. Un día, cuando las mamás se fueron a recoger las pepas de mata de balomba y eso, ya él había cocinado yuca, malanga; a los muchachos los sentó y les dio de comer. Cuando llegaron las mamás ya los muchachos no querían comer balomba. Ya estaban full. Entonces las mamás decían: “aquel es el que les estaba dando de comer, ¿pero que le estará dando de comer, porque no hay nada, no veo ni concha, ni pepas, no veo nada? ¿Qué le estará dando a los muchachos?” En una de esas bajaron las madres con bastante semilla, cuando pusieron a cocinar la semilla para hacer chicha, un muchachito volteó la olleta y dijo: “esto es muy maluco, este es muy ácido, la chicha que en verdad es sabrosa es ésta”; y les dio. El papá vino la probó, se lo tomo 103 104 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 todo, y le preguntó: “¿de dónde sacaste esto? es muy sabroso”; el muchachito le dijo: “es de Ojemma, quien nos la da.” Luego ellos le preguntaron a Ojemma que de dónde habían sacado eso, entonces Ojemma le dijo: “no, yo no les voy a decir nada porque no me van a creer, solamente les dijo que hagan la tumba y después yo les digo”. Ellos hicieron una tumba pequeña, al otro día ellos vieron nacer maíz cariaco, malanga, ocumo, plátano, topocho, de toda clase de comida, entonces ellos se dieron cuenta del alimento de Ojemma, se arrepintieron de haber botado. Ojemma les dijo: “esto me lo dio fue Cumuco, para que se los diera a ustedes y les enseñara a sembrar, pero ya que saben ya yo me voy”. Ojemma salió cantando y ahí fue que explotó, o sea que Ojemma se perdió fue explotando, se perdió del lugar. (Angélica Romero, 67 años, Comunidad de Yishara). Según otras versiones de este mismo mito, al partir Osemma o Ojemma se produjo un terremoto, la tierra se abrió y éste se fue a las profundidades, actualmente cuando hay movimientos telúricos en algunas comunidades yukpa, los indígenas siembran para obtener buenas cosechas, pues les está recordando que no deben dejar perder las semillas. Igualmente los yukpa al cultivar tocan sus flautas, cantan y bailan en los conucos para alegrar a Osemma y obtener abundantes cosechas. Cuando se acababa el maíz luego que Osemma partió, los yukpa bailaban y volvía a salir maíz. Por eso yo digo que no hay que dejar de tocar, porque cuando uno hace la siembra en las tardes hay que tocar y salen las siembras rápido, cuando se hagan tumbas hay que tocar las flautas y cantar las canciones de la siembras que cantaba Osemma para que la siembra salga bastante y eche buenas cosechas. (Jesús Peñaranda, padre; 91 años, Comunidad de Yishara) No obstante y según Acuña la alusión continúa y recurrente que se hace sobre la obtención de alimentos o su preparación en la mitología presentando la comida como bien vital y relativamente escaso; es un Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 hecho que refleja la vida real del pueblo yukpa, (1998: 201) pues estos a pesar de vivir en unas tierras fértiles padecen continuamente hambre y penurias, de hecho durante el trascurso del trabajo de campo los yukpa me ofrecían gratuitamente alojamiento, trasporte y atenciones, sin embargo desde un principio fueron claros al indicarme que debería llevar comida la cual se debía compartir con los miembros de la familia nuclear donde me encontraba alojado. Luego de la partida de Osemma se inicia lo que podríamos denominar la primera diáspora yukpa por causas no definidas con precisión; sin embargo, se sabe que una de estas causas fueron los conflictos intrafamiliares e intraétnicos, producto del pillaje y rapto de mujeres. Cuentan los ancianos que luego de la partida de Osemma, héroe mítico que enseñó a los yukpa la agricultura, los yukpa vivían en permanente conflicto, en algunos casos sin motivos aparentes. Estaban peleando entre nosotros mismos los yukpa, pero se sabe por qué comenzó la guerra, peleaban por cualquier cosa, se robaban la comida, se llevaban las mujeres y por todo eso se mataban y luego se comían las vísceras de los que mataban, eso era entre los mismos yukpa, porque antes no había comida como ahora, comían raíces de los arboles de chuía, semillas de shara y hojas, porque nadie sabía cultivar la tierra. Peleaban así y les tocaba que retirarse pa’ otras partes, así lejos: pa’ Wuasama, pa’ Kasmera, pa’ Sasapa, pa’ Shirapta, así lejos. (María Cristina Romero, 87 años, Comunidad de Miquibo). En el años cuarenta hubo masacre entre ellos, en la borrachera ellos se flechaban, se mataban. Ahora en el año sesenta para arriba, fue la calma, no había pelea, hubo paz. Pero antes empezó eso, entonces hubo contradicciones, pelea: que la hija mía, que no sé qué; bueno, se mataban entre ellos, entonces comenzaron la desplegación. Cada quien iba viniendo por acá por Wasama, por Shirapta y así. (Adolfo Maisquishi, 78 años, Comunidad de El Tokuko) 105 106 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Los testimonios describen las guerras intestinas que llevaron a muchos yukpa a buscar otros horizontes dentro de la misma sierra a fin de establecerse lejos de sus enemigos; asimismo, el testimonio recrea la época en que los yukpa a pesar de conocer la agricultura no estaban totalmente sedentarizados al señalar que vivían de los frutos y tubérculos que recolectaban en su entorno, también los datos etnográficos dan cuenta de que para esta misma época, los yukpa vivían en cuevas o en pequeñas casas muy bajas que solo servían para guarecerse de las lluvias, utilizadas únicamente para pernoctar, pues los antiguos no vivían en comunidades, lo que implica que estamos frente a la época en que los yukpa eran aún seminómada. Las versiones anteriores de los mitos fundacionales fueron recogidas en diferentes comunidades rionegrinas, no obstante Acuña, luego de recopilar varias versiones entre los yukpa de Irapa, que también dan cuenta sobre el sentido de la existencia, distinguiendo dos épocas, a la primera la llama fundacional y la subdivide en dos periodos: uno anterior a la gran inundación y otro posterior a esta, y una segunda época que correspondería a la época antigua contemporánea. En la época fundacional, de los relatos escuchados, el más lejano en el tiempo nos habla de un momento en el que conviven tres tipos distintos de personas con tres culturas diferentes: los owayayo, los wanapsa y los püpütü justo con un ser superior denominado Amoricha, Maispore o Kumoko que existió incluso antes que los otros; además de muchos animales, los cuales hablaban como personas. La vida en ese tiempo transcurría entre la armonía y el conflicto, hasta aconteció una gran inundación motivada por la crecida de ríos tras una incesante lluvia. Ello trajo consigo la muerte de casi todos los seres animados que existían en ese momento ahogados por el agua. No obstante además de Amoricha, consiguieron salvarse algunos pocos owayayo y wanapsa, así como animales salvajes y el perro, que pudieron llegar al monte Tetarí (máxima elevación de la Sierra de Perijá); y asimismo algunos püpütü que consiguieron meterse bajo tierra, donde aún viven. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Con el paso del tiempo las aguas bajaron pero una seria de epidemias y enfermedades acabaron con la vida de los pocos sobrevivientes que quedaron sobre la tierra (bajo la tierra siguieron viviendo los püpütü); aguantando tan sólo Amoricha y diversos animales salvajes. (Acuña Delgado, 1998: 198) Finalizado este primer periodo, Amoricha cansado de solo hablar con los animales crea al hombre luego de que Sacurare, el pájaro carpintero, descubrió que del árbol de manurache brotaba sangre y se oían mormullos, se lo comunicó a Amorilla quien procedió a cortar el árbol y saco de allí dos yukpa, mujer y hombre, luego Amoricha desaparece molesto por las burlas que de él hacían los animales y los yukpa, los anterior trajo como consecuencia que los animales perdieran el habla y los yukpa tuvieran que buscar procurar la comida, procreándose nuevas generaciones. Al cabo de un tiempo aparece Oseema quien enseño la agricultura a los yukpa. Luego de estos acontecimientos, Acuña observa un vacío de contenido mítico hasta llegar a lo que él denomina “época antigua contemporánea”, en donde se habla de los atachas (antiguos yu’pas de la época tan lejana como la anterior), los cuales desarrollaban sus vidas en continuo conflicto con otros grupos vecinos con quienes rivalizaban, e incluso entre ellos. (1998; 198), hasta la llegada de los capuchinos de Castilla en la década de los cuarenta del siglo XX. A pesar de las diferencias entre las versiones de mitos fundacionales recogidas para esta investigación y las recopiladas por Acuña, considero que no se presentan contradicciones esenciales, sino que, por el contrario, se complementan, pues como lo señala el mismo autor, el argumento base no se contradice, solo son diferentes maneras de narrar el mismo hecho, lo cual resulta común en una cultura que se encuentra extendida por un amplio territorio y con marcadas variantes dialectales. Cabe señalar que independientemente de la versión del mito, los yukpa expresan a través de estos los acontecimientos que le dan sentido a su vida y explican su presencia en la Sierra de Perijá, coincidiendo Acuña con lo expresado en esta investigación al señalar que: 107 108 Bastidas, Luis. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 De los relatos míticos se desprende que los yu’pas siempre han vivido en armonía con la naturaleza, de la que se sienten parte integrante. Los animales hablaban como personas en la mitología, y tanto a las plantas como incluso a las piedras se les consideraban seres animados a los que era preciso respetar. (Acuña Delgado, 1998: 200) Finalmente puede señalarse que las investigaciones antropológicas ubican el origen de los yukpa en el Bajo Amazonas e indican que migraron progresivamente durante 4000 años hasta ubicarse en la Sierra de Perijá. Sin embargo, en las últimas décadas del siglo XIX y mediados del XX, se ha llamado incorrectamente motilones tanto a yukpas como a los barí, error que persistió hasta la década de 1960, cuando Ruddle clasifica a los yukpa como caribes y a los barí como chibchas. Esta investigación logró determinar que a través de la mitología yukpa puede explicarse el origen del mundo, de la agricultura, su propio origen y el de otros pueblos, así como su presencia en esa zona de la Sierra de Perijá. De la misma manera se demostró la existencia, en las diferentes versiones del mito de origen, del vínculo místico e histórico que une al yukpa con los territorios que ocupa, pues es en ese territorio en particular donde afirma que el yukpa surge como especie y se ha desarrollado como pueblo con cultura propia, lo que implica que se encuentra impregnado de su historia, es decir, es su mundo físico, espiritual y sociocultural. También se determinó a través de la mitología que los yukpa explican su presencia en la zona manifestando que dentro del territorio donde actualmente habitan fue donde el Dios Cumuco crea y recrea al ser humano, destruye con una gran inundación parte de lo creado para restablecer nuevamente a los yukpa en la Sierra de Perijá, enseñándoles la agricultura, a respetar la prohibición del incesto y a vivir en armonía entre ellos. Etnohistoria y etnogénesis del Pueblo Yukpa. Bastidas, Luis. FERMENTUM Mérida - Venezuela - ISSN 0798-3069 - AÑO 23 - Nº 66 - ENERO - ABRIL 2013 -85-110 Bibliografía Acuña Delgado, Á. (1998). Yu`pas. En la frontera de la tradición y el cambio. Quito: Abya-Yala. Armellada, C. d. (1943). Un paso más hacia la civilización del Perijá. Venezuela Misionera (53). Artigas, G. (1989). Vivienda yukpa vs. políticas oficiales. Caracas: Universidad Central de Venezuela-Facultad de Arquitectura. Arvelo, L. (1999). La cuenca del Lago de Maracaibo. En M. Arroyo, L. Blanco, & É. 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