309233. . Primera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LXV, Pág. 3387. SUSPENSION, DAÑOS Y PERJUICIOS CON MOTIVO DE LA, CUANDO EL DESISTIMIENTO DEL AMPARO MOTIVA QUE AL TERCERO PERJUDICADO NO SE LE CAUSEN AQUELLOS. El artículo 125 de la Ley de Amparo establece que en los casos en que es procedente la suspensión, pero pueda ocasionar daño o perjuicio a tercero, se concederá, si el quejoso otorga garantía bastante para reparar el daño e indemnizar los perjuicios que con aquélla se causaren, si no obtiene sentencia favorable en el juicio de amparo. De los términos en que está concebido ese precepto legal, podría inferirse que el sobreseimiento en el juicio de garantías, equivale a la negativa del amparo y por lo tanto, es procedente la acción incidental de daños y perjuicios, siempre que se acredite legalmente la acción; pero esta conclusión no es jurídica, pues el sobreseimiento, en términos generales, no equivale a la negativa del amparo, y es preciso determinar en cada caso, el motivo del sobreseimiento, para inferir si pudieron, o no, causarse daños o perjuicios con motivo de la suspensión. Ahora bien, si se promueve un juicio ejecutivo; se despacha ejecución; el demandado designa bienes raíces para el embargo, diligencia que lleva a cabo el actuario; a instancias del actor se declara que era de reponerse el procedimiento a partir de la diligencia de requerimiento; contra esa resolución el demandado interpone juicio de amparo; se concede la suspensión del acto reclamado y se otorga la fianza respectiva; la parte actora promueve en el juicio ejecutivo, manifestando que con motivo de unas diligencias previas que el Ministerio Público estuvo practicando, se vino en conocimiento de que la letra de cambio que fundó la acción ejecutiva, estaba pagada por la aceptante y que, en tal virtud, se desistía de la acción intentada, el Juez tiene por desistido al actor, y el quejoso en el amparo a su vez, se desiste del juicio de garantías, teniendo en consideración el motivo legal en que se funda el sobreseimiento o sea, el hecho de haber quedado sin efecto los actos reclamados por virtud del desistimiento del actor en el juicio ejecutivo, es inconcuso que con la suspensión decretada no pudieron ocasionarse al tercero perjudicado ningunos daños o perjuicios. Si el sobreseimiento se hubiera fundado en causa diversa de la que lo originó, y conforme a la ley, el tercero perjudicado hubiera podido continuar la tramitación del juicio ejecutivo y obtenido sentencia favorable, sería posible que legalmente pudieran habérsele causado daños y perjuicios. Queja en amparo civil 305/40. León de Garay Alfonso. 9 de septiembre de 1940. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José M. Ortiz Tirado. La publicación no menciona el nombre del ponente. -1-