Depósito Legal: NA3220/2010 REVISTA ARISTA DIGITAL___________________________________________ ISSN: 2172-4202 EL VALOR DEL NOMBRE PROPIO EN EL INICIO DE LA LECTOESCRITURA 01 / 01 /2 0 15 Nú m e ro 5 2 AUTOR: Carolina Blázquez Salgado y Arantza CENTRO TRABAJO: CPEIP Buztintxuri ISSN: 2172-4202 Contenido INTRODUCCIÓN Son muchas las propuestas y trabajos de la enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura que apuestan por partir del nombre propio de los/as alumnos/as. Todos ellos comparten la idea de que el primer abecedario de los/as niños/as está formado por las letras que conforman su nombre y que es el primer texto que un/a niño/a quiere leer y escribir. Asimismo, en el uso práctico de la lengua escrita en el aula, el nombre de los/as niños/as adquiere un papel muy importante, está presente en multitud de situaciones durante la jornada escolar: pasar lista, escribir el nombre del maquinista, etc. Esto implica que se trata del primer texto escrito con el que el/la niño/a se familiariza en la escuela, y el que está más presente en su día a día. Lejos de ser un mero texto, el nombre propio posee una gran carga afectiva (lo designa, marca su territorio y propiedad, lo identifica, etc.), por lo que es un recurso esencial a la hora de trabajar otro aspecto muy importante: la identidad personal. La llegada del niño a la escuela supone, entre otros aspectos, un Introducción Justificación y explicación del proyecto “¡El Duende de las Letras se ha llevado nuestros nombres!” Conclusiones Bibliografía nuevo giro en la conformación de su identidad personal, dada la importancia del contexto sociocultural en el desarrollo de la misma. Para promover una adquisición equilibrada y estable de su autoconcepto y un desarrollo positivo de su autoestima, será conveniente trabajar la identidad propia de cada sujeto, con el fin de que no quede anulada dentro de la nueva identidad grupal que se irá creando. Teniendo en cuenta estas dos premisas, hemos llevado a cabo una propuesta de trabajo cuyo desarrollo vamos a dar a conocer en este artículo. introducción sobre el tema de su publicación. Página 1 Núm. 52– Enero 2015 Revista Arista Digital http://www.afapna.es/web/aristadigital Depósito Legal: NA3220/2010 REVISTA ARISTA DIGITAL___________________________________________ ISSN: 2172-4202 JUSTIFICACIÓN Y EXPLICACIÓN DEL PROYECTO El presente trabajo consiste en el diseño y la puesta en práctica de un proyecto de lectoescritura en torno al nombre propio en una clase de 1º Infantil. Para llevarlo a cabo, hemos tenido en cuenta varios aspectos importantes, que hacen que esta propuesta sea funcional y muy atractiva para el alumnado. Éstos son: • El lenguaje escrito es un instrumento de comunicación, y como tal, debe enseñarse en una situación real de comunicación, a partir de textos auténticos, reales, que permitan la apropiación de su significado. Por ello, toda propuesta llevada al aula debe partir de una situación altamente motivante y que a su vez implique algún tipo de “problema” que deba ser resuelto por el alumnado a través de la lengua escrita. • Las propuestas de lectoescritura van dirigidas a satisfacer alguna necesidad real de comunicación, con el objetivo de que el/la niño/a entre en contacto con la lengua escrita, conozca las características, funciones y procedimientos de uso de algunos tipos de texto, y desarrolle sus habilidades lectoescritoras. • El nombre propio es la única palabra que toda persona lleva consigo allá donde va y que no cambia según el idioma. Por este motivo, es un recurso que nos sirve para todas las lenguas (castellano, euskera, inglés...). • Para mantener el interés todo el proyecto es conveniente utilizar variedad de recursos. Un factor importante es valernos del poder de la imaginación así como del poder motivante de las sorpresas. ¿DE QUÉ TRATA EL PROYECTO? El hilo conductor de este proyecto es un personaje, el Duende de las Letras, el cual manda cartas a los/as niños/as ocasionalmente. Todo comienza con la primera carta y la desaparición de todos los nombres de la clase: los de los percheros, los de los casilleros y los de la pizarra. Como consecuencia de las cartas que éste les va enviando, se van presentando diferentes problemas en el aula, a los que los/as niños/as deben buscar solución haciendo uso de la lengua escrita, haciendo así un uso real de la misma: escribir una nota a las familias para que nos ayuden con algo, recurrir a la lectura y escritura del propio nombre con la función de indicar la pertenencia de un objeto, asignar un nombre a la clase para designar a un grupo de niños/as, etc. Asimismo, estas cartas permiten trabajar en profundidad esta tipología textual, ya que cada carta que el duende deja se Página 2 Núm. 52– Enero 2015 Revista Arista Digital http://www.afapna.es/web/aristadigital Depósito Legal: NA3220/2010 REVISTA ARISTA DIGITAL___________________________________________ ISSN: 2172-4202 convierte en una oportunidad para trabajarla: para qué se utiliza, qué características tiene (fecha, saludo, mensaje, despedida, firma…), cómo se utiliza (buzón, sobre, cartero…), etc. El hecho de que el nombre propio sea el núcleo de las propuesta, nos permite trabajar la identidad, pudiéndose extender al trabajo a otras materias, lo cual favorece la convivencia y el conocimiento de uno/a mismo/a y al resto, algo fundamental teniendo en cuenta que nos encontramos en un primer año de escuela. Además, en varias ocasiones se involucra y se pide la participación de las familias para que aporten información personal de los/as niños/as: el motivo por el cuál le pusieron ese nombre, fotos en las que aparezcan los lugares de su casa donde aparece su nombre, etc.; con el objetivo de compartir con ellas y hacerles partícipes de todo lo que se estaba llevando a cabo y su justificación. “¡EL DUENDE DE LAS LETRAS SE LA LLEVADO NUESTROS NOMBRES!” “Una mañana, llegué muy prontito al cole como todos los días, con muchas ganas de jugar y ver a mis amigos, y cuando entré por la puerta me quede quieta. Era mi clase, pero algo había cambiado, ¡habían desaparecido todos nuestros nombres! ¡Qué lío! Y ahora, ¿dónde pongo mi abrigo? ¿Cómo sabemos quién es el maquinista hoy? ¿Dónde guardo mis trabajos? De repente, vi algo nuevo: una carta. Era de color verde y estaba colgando de la pizarra. ¡Igual ahí está la respuesta! Avisé a todos mis compañeros y le pedimos a la profesora que nos la leyera en la asamblea. Resulta, que el Duende de las Letras se había llevado nuestros nombres para enseñárselos a sus amigos, porque le habían gustado mucho. Nos regaló unos libros muy bonitos con todas las letras de nuestros nombres, para que aprendiéramos a hacerlas, y nos pidió que le contáramos por qué teníamos esos nombres tan bonitos y quién nos lo había puesto. Pero, yo no sabía por qué me llamo así y parece que nadie de la clase lo sabía… Por eso, decidimos entre todos escribir una nota a los papás para que nos lo contaran, porque ellos seguro que lo sabían. Unos días después, al llegar a clase, vimos que los nombres, ¡habían aparecido! Y que los de la pizarra, además, habían cambiado. Ahora, nuestra foto está separada del nombre. Dice Arantza que ya no hace falta que estén juntos, porque ya sabemos leer nuestro nombre sin mirar la foto, ya somos mayores. Página 3 Núm. 52– Enero 2015 Revista Arista Digital http://www.afapna.es/web/aristadigital Depósito Legal: NA3220/2010 REVISTA ARISTA DIGITAL___________________________________________ ISSN: 2172-4202 Desde que el duende nos escribió la primera carta, los papás han ido trayendo las historias de nuestros nombres, y las hemos leído en clase y colgado en una pared morada muy chula que tenemos, para que cuando el duende venga, pueda leerlas. Son todas muy bonitas, aunque algunas cosas no las entiendo. La mamá de Antonio dice que él se llama Antonio David, pero eso no puede ser, porque no puede tener dos nombres… No sé. En una de sus cartas, porque el duende nos mandaba muchas, nos dijo que en el cole había visto unos nombres como los nuestros. El hermano de Irune, por ejemplo, se llama como Julen, y hay muchos más. Por eso, se nos ocurrió visitar a las demás clases en busca de toca… Tocayos, sí, creo que así dijo Arantza que se llamaban. Fue muy divertido, porque encontramos muchos y nos sacamos fotos con todos ellos. También nos dimos cuenta que tardábamos mucho preguntando a todos su nombre, era muy aburrido, y además, no hacía falta, porque ellos también tenían la lista de los nombres en sus clases, como nosotros, y cómo ya sabemos leerlos, si alguien encontraba alguno, lo señalaba. Otro día, tuvimos un problema con las cartas, porque se empezaban a estropear y amontonar, y no llegábamos a colgarlas de la pizarra nosotros solos… Por eso, en la asamblea, decidimos hacer un buzón, como en las casas, para que el duende pudiera dejarlas ahí y no se rompieran. Estuvimos muchos días haciéndolo, porque queríamos participar todos y había que hacer muuuuchas cosas, por eso, cada día íbamos algunos al rincón de la plástica a ayudar. Nos quedó un buzón muy bonito, de color plata, pero cuando íbamos a colocarlo junto con las historias de nuestros nombres, nos dimos cuenta que faltaba el nombre, pero… ¿Cuál poníamos? ¿Todos? ¡No entraban! Al final, se nos ocurrió poner un nombre a la clase para todos. Dijimos unos cuantos, votamos y salió el nombre “CLASE DE UNICORNIO”. ¡Qué bonito! Desde ese día, hemos hecho un montón de actividades y juegos, y hemos aprendido a escribir las letras de nuestros nombres de muchas maneras: con lápiz, con plastilina, con arcilla, con rotuladores… ¡Hasta con el cuerpo! Un día, en la sala de psicomotricidad hicimos un alfa… Bueno, que hicimos todas, todas las letras que conocemos con nuestros cuerpos, y Carolina nos sacó fotos subida en una silla. Luego nos las enseñó, y era raro, porque nos veíamos a nosotros pero, ¡también aparecían las letras! Página 4 Núm. 52– Enero 2015 Revista Arista Digital http://www.afapna.es/web/aristadigital Depósito Legal: NA3220/2010 REVISTA ARISTA DIGITAL___________________________________________ ISSN: 2172-4202 Me da pena no haber conocido al duende, porque hemos aprendido muchas cosas con él, y nos ha hecho muchos regalos. Se inventó una historia muy divertida con todos nuestros nombres, parecida a una canción; nos regaló un bingo con nuestros nombres para que aprendiéramos a jugar, y también nos trajo un libro de las letras y de las iniciales de los animales de la biblioteca de Buztintxuri. Pero ese lo tuvimos que devolver, porque los libros de la biblioteca no te los puedes quedar… También hemos tenido muchos problemas. Resulta que cuando nos devolvió los nombres, los de los casilleros los puso mal. ¡Y menudo jaleo se montó! Mis trabajos los tenía Viktor, los de Irune no sabíamos dónde estaban… ¡Menos mal que nos dimos cuenta y con ayuda de Carolina los ordenamos todos! Y cuando nos regaló el bingo, ¡se le olvidaron muchos nombres! A Nora, por ejemplo, le faltaba su tarjeta, y no podía jugar… Por eso, a Aitor se le ocurrió hacer una carta como las que nos mandaba él, para pedirle que nos diera los que faltaban. La escribimos en el ordenador, con ayuda de Arantza, la metimos en un sobre, pusimos el nombre de la clase y se la dimos a los conserjes para que se la mandaran. Parece que le llegó, porque a los días, nos trajo los nombres que faltaban, ¡menos mal! Cuando el duende nos mandó la última carta, nos pusimos muy tristes, porque nos dijo que se iba a buscar nuevos nombres a otros lugares. No sé por qué no vino a despedirse, me hubiera gustado darle un abrazo antes de que se fuera. Espero que nos mande otra carta algún día. Le mandamos todos un beso muy grande. ¡Gracias duende!” CONCLUSIONES Este proyecto pretendía iniciar al niño/a en el mundo de la lectoescritura, a la par que alimentar el sentimiento de pertenencia a un nuevo contexto social mediante su participación activa en el mismo (fomentando y estimulando la identidad personal de cada uno de sus componentes). Tras la puesta en práctica del mismo, podemos afirmar que, efectivamente, se ha observado una evolución en los/as alumnos/as respecto a la lectoescritura, ya que han conocido y utilizado la lengua escrita con diferentes fines (asociados a tipos de textos concretos), mejorando y adquiriendo una serie de aprendizajes, entre los que se encuentran la lectura y escritura del nombre propio. Asimismo, los/as alumnos/as no sólo han mostrado un mayor interés a la hora de poner su nombre en sus trabajos o de recurrir a su lectura con diversos fines, sino que su interés se ha extendido a la lectoescritura en general. Es decir, su nivel de concienciación en cuanto a la importancia del uso de la lengua escrita ha aumentado. Página 5 Núm. 52– Enero 2015 Revista Arista Digital http://www.afapna.es/web/aristadigital Depósito Legal: NA3220/2010 REVISTA ARISTA DIGITAL___________________________________________ ISSN: 2172-4202 Para terminar, diremos que, al trabajar la lectoescritura por medio del nombre propio, se “despiertan las emociones, el amor propio, la curiosidad, y con eso una concentración mental de alto grado. Las emociones funcionan como detonadores de las cualidades intelectuales” (Majchrzak, 2007, p. 85). BIBLIOGRAFÍA Página 6 • Dombey, H. (2004). Un ambiente favorable para el acceso de niños de edades tempranas al lenguaje escrito. En I. González (Ed.), Investigaciones sobre el Inicio de la lectoescritura en edades tempranas (p. 119-141). España: Ministerio de Educación y Ciencia. • Ferreiro, E. y Teberosky, A. (1979). Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño. México: Siglo XXI. • Fons, M. (2004). Leer y escribir para vivir: Alfabetización inicial y uso real de la lengua escrita en la escuela. Barcelona: Graó. • Lomas, C. y Osoro, A. (1993). El enfoque comunicativo de la enseñanza de la lengua. Barcelona: Paidós Ibérica. • Majchrzak, I. (2004). Nombrando al mundo: El encuentro con la lengua escrita a partir del nombre propio. Ciudad de México/Buenos Aires/Barcelona: Paidós. • Majchrzak, I. (2007). Alfabetización a partir del nombre propio. Transatlántica de educación, (2), 82-87. Núm. 52– Enero 2015 Revista Arista Digital http://www.afapna.es/web/aristadigital