Nº 154

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ISBN 0124-0854
Nº 134
julio de
2007
Carabobo
paso a paso
Luis Fernando Arbeláez
“Como un signo + cuartean la ciudad la
carrera de Carabobo y la calle de Ayacucho;
aquélla del Norte al Mediodía; ésta de
Oriente a Ocaso. Ni una ni otra enmarcan la
plaza principal, cual si quisieran valer por
sus méritos propios. La carrera le pasa a una
cuadra, por el Occidente; la calle a una
cuadra, por el Sur, para formarle aledaños
medio regulares, siquiera por dos lados, ya
que la calle y la carrera opuestas rompen el
paralelismo del trazado, con su desvío la
carrera, la calle con unos quingos fementidos
y afrentosos.
[…]
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2007
“Carabobo y Ayacucho son las vías más
elegante de la población. Los mejores
largas de la ciudad progresista. La carrera la
restaurantes estaban en el cruce de Maturín
parte muy gentil de banda a banda; la calle
con Carabobo”.
arranca de la propia ribera del Aburrá y se
trepa
glorificada
de
A partir de Moravia, la carrera Carabobo se
Tomás
proyectaba hacia el norte con el nombre de El
Carrasquilla, en 1919, a la hoy denominada
Carretero hasta alcanzar la cabecera municipal
carrera 52 (Carabobo).
de Barbosa; entre el Bosque y Moravia, a
Miraflores”.
hasta
Así
se
las
alturas
refería
principios de los años 30 del siglo pasado se
El crucero de las carreras Carabobo y
proyectó la urbanización barrio Miranda. La
Ayacucho marcó siempre un hito en la ciudad;
Bayadera marcaba el sitio que enfrentaba la
allí estaba concentrada la administración
estación Medellín y la estación Amagá, y su
municipal y de justicia: la Alcaldía, el
proyección hacia el sur, hasta el puente de
Concejo municipal, la cárcel y el cuartel de
Guayaquil, era conocido como el Camellón de
policía, tal como se puede observar en la
Guayaquil.
Cartografía urbana de Medellín publicada por
la Comisión asesora para la cultura del
En la formación del sistema estructurante del
Concejo, en 1993.
Medellín
central
(Plan
Estratégico
de
Medellín y Área Metropolitana 2015, 1998),
En cada momento de la historia de la ciudad,
ha jugado un papel clave el sistema de
Carabobo ha sido el termómetro de la vida
coordenadas formado fundamentalmente por:
cotidiana y de la actividad política y
•
económica. Anota don Rafael Ortiz Arango,
calles Colombia (50) y Ayacucho (49), que a
que alrededor de los años 30 del siglo pasado:
la manera del Cardo y el Decumano de la
“de la calle Colombia hacia el sur, la carrera
ciudad romana, han sido la referencia de la
Carabobo fue una vía que tuvo característica
expansión urbana.
de centro cívico hasta la calle de Pichincha;
•
quizás por esta razón se le dio el nombre de
la quebrada Santa Elena”.
“La carrera Carabobo (52) y por las
La Avenida La Playa (calle 51 y 52) y
La Rambla... En estas dos cuadras se
encontraban todos los abogados de la ciudad,
El mismo Plan señala: “El eje básico norte-sur
con oficinas de primer piso que daban
en la formación urbana de Medellín y más aún
directamente a la calle; además, todas las
del Valle de Aburrá, lo constituye la carrera
dependencias municipales y judiciales… La
Carabobo (52). En toda su extensión, pero
cuadra comprendida entre Maturín y Amador
particularmente desde la intersección con la
se constituyó en la sede del comercio más
calle San Juan (44) hasta el complejo del
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Jardín Botánico (antiguo Bosque de la
futuro, de un Plan especial por parte de la
Independencia) y el Parque Norte. Este
Administración municipal.
corredor fue clave para la localización de los
principales edificios públicos de la ciudad,
La actividad económica que se desarrolla
para la formación del sector hospitalario y
alrededor de Carabobo nunca ha sido puesta
universitario, y lo es hoy por la consolidación
en duda; los locales ubicados en el sector
de
comprendido entre San Juan y la avenida de
un
sector
recreativo
de
máxima
importancia en el extremo norte”.
Greiff siempre han sido el lugar de un intenso
comercio de productos manufacturados y de
El Plan de Desarrollo 2004-2007 de la actual
otra serie de servicios. Aún hoy, recorrer la
Administración formula un proyecto urbano
carrera 52 en el tramo antes mencionado es
integral que promueva el desarrollo de los ejes
una experiencia que da testimonio, no sólo de
Carabobo y La Playa, y la adecuación y
la intensa actividad comercial (continuo flujo
articulación en el cuatrienio, de cuatro
peatonal y vehicular, vendedores ambulantes
kilómetros de calles, andenes y espacios
y estacionarios, voceadores de productos,
públicos de los paseos urbanos mencionados.
pasajes
comerciales),
sino
de
múltiples
testimonios arquitectónicos que es necesario
Estamos pues frente a un proyecto de ciudad
rescatar. No son todos grandes edificios
que ha venido formulándose en los últimos
patrimoniales, pero sí edificaciones que
años, y que parece contar con una aprobación
denotan
tácita de sucesivas administraciones, técnicos
muestras de art-déco con fachadas que
y comunidad en general, consultados sobre el
resaltan figuras geométricas, y arquitecturas
tema en distintos procesos participativos. El
de la modernidad que permiten leer historias
progresivo deterioro del corredor, la aparición
aún no contadas y cuyo valor no es individual
de un comercio informal que ha desplazado al
sino contextual; en suma, la calle Carabobo es
peatón, un tráfico vehicular desordenado que
un patrimonio de ciudad.
estilos
coloniales,
republicanos,
sobrepasa la capacidad de la vía y que
produce una alta contaminación, el desgaste
La valoración de los edificios patrimoniales
de las edificaciones del sector, inclusive
requiere, además de su caracterización y
algunas con valor patrimonial, son factores
referenciación a lo largo del eje, un plan de
que indican la necesidad de una intervención
iluminación que permita su identificación y
sobre el corredor Carabobo-Cundinamarca,
relevancia, su integración de la arquitectura y
entendiendo que las manzanas comprendidas
del paisaje urbano en horas nocturnas, y la
entre ambas carreras deben ser objeto, en el
posibilidad de hacer de Carabobo una calle de
24 horas. Pues en un proyecto de esta
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naturaleza, la noche no puede ser una
y con la avenida de los Industriales, que con el
resultante impensada; cada uno de los
tiempo debería ser una “calle civilizada” con
espacios, de los cruces transversales, de los
amplias facilidades para el peatón en el tramo
tramos que lo componen, deben ser planeados
comprendido entre Argos y la Universidad
con el mismo rigor con el que se piensa la
Eafit.
ciudad diurna.
La implementación de este proyecto debe
El proyecto del Paseo Carabobo, en una
plantear previamente alternativas de solución
longitud de 4.750 metros lineales entre La
a problemas de movilidad y de tratamiento de
Bermejala (calle 82) y el puente de Guayaquil
la informalidad, que son altamente sensibles
(calle 32), uno de los más importantes de la
para la opinión pública. Con respecto a la
ciudad, significa cumplir un viejo anhelo; y el
movilidad, el cierre del primer tramo para
diseño y realización del primer tramo entre la
vehículos
avenida de Greiff (53) y la calle San Juan
restricción de circulación, salvo en horas de
(44), en una longitud de 887 metros lineales,
abastecimiento, para otro tipo de vehículos, es
ha sido la oportunidad de contar en nuestra
una decisión extrema que con el tiempo debe
ciudad con un “espacio civilizado” donde se
ser analizada, con la posibilidad inclusive de
limita la circulación vehicular, se reduzca en
permitir la circulación de automóviles “al
forma significativa la contaminación, se
paso” del peatón en horarios restringidos. El
refuerza la presencia vegetal, se facilita la
principio
actividad cotidiana, manteniendo la actividad
peatonales ha sido cuestionado hoy en día en
económica
y
numerosas ciudades, y evoluciona hacia uno
valorizando la calidad del paisaje y del
de calles mixtas donde cohabitan peatones y
patrimonio arquitectónico y urbano.
vehículos livianos que circulan a velocidad
tradicional
y
preservando
de
de
transporte
las
calles
público
y
la
exclusivamente
reducida. El transporte público será satisfecho
El proyecto, liderado por la Empresa de
con anillos viales que limitarán el acceso de
Desarrollo Urbano –EDU–, hace parte de un
éste al centro fundacional de la ciudad.
sistema mayor que pone en relación sitios
clave de la ciudad y busca su articulación con
El problema de las ventas ambulantes y
los sistemas de transporte público, Metro y
estacionarias tendrá soluciones a partir de la
Metroplús. Sería conveniente analizar la
localización de estos comerciantes en bazares
posibilidad de extender el eje de Carabobo
estratégicamente ubicados que, sin embargo,
hasta la Casa Museo Pedro Nel Gómez al
deberían estar en áreas próximas a aquellas en
norte, e inclusive explorar la articulación del
las cuales se encuentran ubicados hoy en día,
mismo eje, al sur, con el futuro Paseo del Río
la cuales permitan una circulación de “calle a
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calle”, tal como se presenta en nuestros
pasajes
comerciales
tradicionales.
La
regulación de avisos y publicidad, que hoy
ofrecen una contaminación visual extrema,
debe ser objeto de medidas especiales que
podrían,
inclusive
revaluar
la
vieja
interdicción sobre los avisos luminosos que
tanta vitalidad conferían a las calles en otra
época.
En síntesis, es necesario incorporar a la
formalidad este primer tramo de la calle
Carabobo, dándole a la informalidad un
tratamiento
adecuado,
regulando
la
circulación vehicular, ordenando avisos y
publicidad, e incentivando de la mano de la
Administración otro tipo de usos que sean
necesarios y compatibles con las actividades
del lugar, tales como establecimientos abiertos
al público (bares, restaurantes, etc.) y otros de
demanda cotidiana. Paso a paso, Carabobo
crea una mayor proximidad entre La Alpujarra
y el Parque Berrío, sustituyendo en forma
acertada la función conectora de la carrera
Bolívar, propuesta en el Plan de Wiener y Sert
en 1950.
Ah, y el éxito del proyecto reside en la
“arquitectura de la calle”, y ésta sólo es válida
cuando le brinda al ciudadano la oportunidad
de “flâner”, de ociar y deambular al paso,
encontrando cada vez un nuevo rumbo.
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2007
*Luis Fernando Arbeláez S. Arquitecto, director del
proyecto urbanístico Grupo Ur. Publicó inicialmente
este artículo en el suplemento “Generación” de El
Colombiano el 3 de junio de 2005.
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