El laico deja de ser pasivo en la Iglesia, y en ello está su

Anuncio
LOS LAICOS
evang
E
PABLO FONTAINE.
SS.CC.
El laico deja de ser pasivo
en la Iglesia, y en ello está
su conversión, el día en que
desde la oración y el desprendimiento de sí mismo
empieza a preocuparse
prioritariamente por el
anuncio del Evangelio, en
medio de su actividad ordinaria.
MENSAJE
n estas líneas, intento señalar algunas condiciones de la acción evange
lizadora del cristiano en
el mundo. Me refiero no
a los servicios eclesiales
como catequesis, liturgia, conducción
de la comunidad cristiana, sino a esas
tareas de muy diversa índole que llenan la vida de tantos hombres y mujeres marcados por el bautismo, tareas
que ocupan sus vidas y en las que eíli >s
encuentran el gozo, el desafío y el
cansancio de cada din. a saber, < i
trabajo profesional, administrativo y
obrero, el del artista y el político; la
vida familiar v el trabajo doméstico, y
tantos otros.
Las actividades señaladas mas arriba, que son las de todos los humanos,
también ocupan pane importante en
la vida de los ministros laicos de la
Iglesia; por eso, la extensión que abarcan es total y constituyen lo más sustantivo de la obra evangelizado» del
laicado.
Digo esto para que, por una parte, la
Hvangelización no aparezca reducida
a la acción ¡ntraeclesial, y. por otra, no
se piense que los ministros de la [gle
sia, que ejercen esta acción, son
evangelizadores sólo en ella, y no con
toda su vida en el corazón del mundo.
ENERGÍA REDOBLADA
La energía natural del ser humano se
potencia por la gracia de la misión <¡ue
procede de! bautismo
Las actividades mencionadas brotan
naturalmente del ser humano y en
general lo gratifican. Esta energía interior es prolongada por la gracia del
envío, es decir, el don que toda la
Iglesia ha recibido para impregnar el
mundo con el Evangelio. Dentro de
esui misma actividad lees dado al laico
manifestar a Jesucristo Salvador.
Por la gracia bautismal, robustecida
en la Confirmación, el cristiano imita la
misión de Jesús de Na/aret y queda
interiormente ligado al Resucitado para
participar de la Fuerza expansiva de su
actividad salvadora,
Tal energía redoblada, la natural y la
gracia, puede a su vez ser aumentada
en la medida en que el cristiano se p< meen las manos de Dios, ensancha su
corazón y se hace disponible como
instrumento de Cristo. ¿Cómo puede
hacerse esto? Es importante preguntárselo, porque siempre está el peligro de
que alguien "diga" que todo lo que
hace lo santifica y santifica a otros. Per< >
puede ser una ilusión que en una forma
meramente verbal da razón de la acción
evangelizadora,
TAMBIÉN SE EVANGELIZA, EN LA MEDIDA EN QUE, EN EL MISMO EJERCICIO DE SU PROFESIÓN O ACTIVIDAD,
Y CON EL MISMO "MATERIAL" DE SU ESPECIALIDAD, SE PROMUEVE EL BIEN, EL CRECIMIENTO, LA UNIDAD.
necesariamente expresada exteriormenEVANGELIZA DORA
te, pero que esté en el corazón como
una tendencia o un anhelo, difícilmente
Dos condiciones parecen necesarias se le podrá llamar "anuncio del Evangepara que la tarea humana sea portadora lio" a la actividad diaria. Y cuando la
vida del cristiano es particularmente
del Evangelio.
El cristiano que evangeliza en la vida significativa del Evangelio, aquella tendiaria, tiene puesta su mirada enjesús dencia interior inevitablemente se m;i
y se des-centra para servir la Buena nifíesta.
Se trata de hacer presente el Mensaje
Noticia a sus hermanos.
El hombre de fe, sin dejar de disfrutar del Resucitado en las personas v en la
el goce humano y evangélico de la sociedad de hoy. Si en los e< instructores
acción, procura morir a sí mismo para de un mundo mejor falta oración, y, por
dar todo el lugar a Aquél que lo envía, lo tanto, una conciencia iluminada por
porque: "Si alguno quiere seguirme (jen la Palabra de Jesucristo y movida por el
mi obra redentora), que se niegue a si Espíritu, no hay Buena Noticia del Reimismo, tome su cruz y sígame' (Me no, Habría entonces un trabajo muy
positivo, pero no necesariamente reso8,34).
Lo cual supone una vida de oración naría el eco de esa voz que se escuchó
junto con el esfuerzo por rectificaj el en Galilea con la predicación ele Jesús.
l.a otra condición es que el cristiano
propio corazón. Es lo que he llamado
no
se ponga a si mismo como centro y
"tener puesta la mirada enjesús", pues
si no hay una referencia a Jesús, no finalidad de su trabajo, sino que se dé a
CONDICIONES DE LA ACCIÓN
quienes está enviado, privilegiando especialmente a los pobres, porque "el
Señar me ha enriada a dar Buenas
Noticias a los pobres" (Le 11.
Lo cual supone realizar loda acción
humana renovando continuamente la
donación de sí mismo a los hermanos,
especialmente a los que no se la pueden devolver. Es trabajar a favor del ser
humano en los más variados aspectos.
según la vocación de cada uno, sin
hacer de la actividad una ganancia para
sí mismo, ni en dinero ni en honores ni
en poder. Esto será "descentrarse" para
servir a los hermanos, tal vez sin predicar ni nombrar mucho a Dios
La actividad más corriente y m< tdesta,
cuando procura el verdadero bien del
hombre, va está haciendo presente el
Mensaje del Resucitado. No sólo cuando entrega gozo y paz al corazón humano, sino cuantío la realidad total de la
sociedad experimenta el crecimiento, la
MENSAJEl
A
R
T
hombre, y el hombre mismo, refleja
aspectos de Dios; de ahí su resplandor
y fecundidad.
La amistad, el pensamiento, el dep< irle, la poesía, el paisaje, el amor de la
pareja, lodo muestra un borde luminoso anunciador de algo más grande.
Cada cosa es inicio de un camino que se
interna en la Realidad Inefable, y pre< isamente esa proyección la hace amable.
También el gozo ante la belleza de
este mundo está impregnado de nostalgia, porque Dios es Misterio inalcanzable. Es para nosotros una gran Noche
que nos rodea impenetrable, pero sabemos que contiene la plena felicidad que
anhelamos desde lejos y a la vez llevamos por dentro. Y en este mismo anhelo, tomamos conciencia del límite de
[odas las cosas.
Y la mayor realidad es que Dios nos
ha amado inexplicablemente y ha enviado a su Hijo a salvarnos de la tristeza
profunda del pecado humano. El cristiano lleva el Evangelio en su trabajo
ordinario, consciente de que el tórrenle
del Espíritu que lo mueve pasa por su
propia alegría.
No deja de ver lo negativo, pues
advierte cómo los hombres distorsionan
el sentido de la vida, cómo despedazan
el mundo y destruyen el amor, pero
cree en la misericordia y en la converPor el contrario, sión. De ahí que la "cvangclizacióndestruyen
el Reino, vida en el mundo" este llena de compaLA "EVANGELIZACIÓN-VIDA EN EL MUNDO" ESTÁ LLENA
DE COMPASIÓN Y ANHELO DE FELICIDAD PARA TODOS.
aun con e! nombre sión y vehemente anhelo de felicidad
de Dios en los la- para lodos.
bios, quienes aplastan al débil, se en(.líos en obediencia al Padre y para su
riquecen a costa del pobre o buscan
gloria.
EL DON DE DIOS
sólo su comodidad, sin preocupación
No sirve aquí la solución verbal del
por el bien de los demás. Ellos son más
que dice: "todo es para el Señor", pero
El cristiano trabaja estrechamente
bien un obstáculo para la venida del
mantiene su corazón lleno de si mismo.
unido a Cristo en el corazón del mundo
Reino.
Por el contrario, es el padre o madre de
Todo ese esfuerzo por hacer de este
familia que, dentro del hogar, se están
mundo un lugar digno para el hombre
dando sin cesar al cónyuge y a los hijos,
EN EL RESPLANDOR
y una preparación para su Futuro
y unen su entrega con el ofrecimiento
Y LA NOSTALGIA
eterno, se realiza en unión con Jesús
del Señor en la Hucaristía. Esos son los
que llevó la cruz y anticipa en su
santos del matrimonio, aunque nadie
En la misma línea de la vitalidad ya cuerpo resucitado la gloria de todos
los canonice; son los que están trayenmencionada, se inscribe el go/o por los hombres.
do buenas noticias al mundo callada- todo lo bueno, lo puro, lo bello de este
El ser "compañero de Cristo" en la
mente.
mundo.
tarea redentora le tía al apostolado su
Pero si no hay alguna forma de conEl apóstol de Jesucristo dirige una cualidad de experiencia mística, es
templación del Señor ni renuncia diaria
mirada positiva sobre la realidad que decir, de una presencia entrañable de
a ser centro absoluto de la vida, no se Dios ha creado. Todo lo que rodea al Jesús en lo secreto de nuestras vidas.
unión y la esperanza.
Vivir esto es convertir toda la actividad profesional, artística, política o doméstica en una oblación de sí mismo,
una entrega que viene a unirse sensiblemente con la de Cristo en la celebración eticaríslica.
Por cierto, no es cuestión de renunciar a la justa remuneración del trabajo
o a las alegrías familiares. Lo importante
es dónde se pone el a Lento. Si está
puesto con sinceridad en el Señor y en
el prójimo, ese cristiano irá siendo transfigurado por el Espíritu. Se va a formar
en su corazón el Cristo buen samaritano, el Cristo que hace crecer y que une
d U is hombres, el que lleva la cruz por
I MENSAJE
está evangelizando.
Otro tanto puede decirse de los demás ámbitos de la vida. El trabajador, el
político, el artista que realiza su trabajo
con la mayor eficiencia y dedicación, y
hace de su vida un servicio, especialmente a los pobres, y a los demás
también, está entregando Evangelio. Y
no sólo en cuanto promueve a su alrededor un ambiente de cordialidad, de
paciencia, de afecto, de paz. También
evangeliza, en la medida en que, en el
mismo ejercicio de su profesión o
actividad, y con el mismo "material" de
su especialidad, promueve el bien, el
crecimiento, la unidad.
Por eso son bienaventurados aquellos laicos que, c< >n
la mirada puesta en
el Señor y procurando renunciar a
sí mismos, construyen casas para los
pobres, logran mejores condiciones
de salud para la
población, promueven leyes justas,
hacen belleza, imparten educación y
llevan así la Buena
Nueva a la gente de
su tiempo.
Por el Bautismo y la Eucaristía somos
sumergidos en el Resucitado para participar de su vida nueva. Se nos lia
quitado el corazón de piedra y hemos
recibid* > un corazón nuevo (Hz 36,26).
Por la fe nos es dado conocer y gustar
con mayor o menor fuer/a esa presencia misteriosa de Cristo que lo constituye en nosotros fuente de gozo en la
tribulación, de dinamismo en el cansancio, de paciencia en la persecución, de
amante compañía en ia soledad.
Especialmente al participaren la Eucaristía, el cristiano sabe que Otro ha
tomado posesión de todo su ser, desde
el fondo de su corazón (allí donde
surge toda decisión», hasta su misma
piel que ha dejado de serle propia:
••/ osotros sais de Cristo" (1 C o r 3 . 2-5)•
Los miles y miles de [nombres y
mujeres que. movidos interiormente
por su fe. trabajan la cantera del mundo, pueden sufrir la oscuridad de la
rutina diaria, de las dificultades de
todo orden y de su propia fragilidad.
Tal vez sientan a veces que sus vidas
son inútiles o su eficacia muy reducida
Pero esos hombres y mujeres recuperarán ánimo si están atentos al manantial interior que llevan dentro, el Espíritu que los hace ser uno con Cristo y
los conduce al Padre: "¡Si supieras el
don de Dios!... El que beba del agua
que ya quiero ciarle, nunca más volverá a tener sed. Porque el agua que yo
quiero darle se convertirá en su interioren un manantial que conduce a la
vida eterna" (Juan 4,10.14 >.
La tarea se hace mezquina si se
reduce a una serie de quehaceres aislados. Pero se hace gratificante si se la
vive como obra de Cristo, como una
Obra más amplia que el Espíritu eslá
animando incansablemente.
En suma, la Evangelízación pasa por
el espesor de las actividades que el
hombre realiza para crecer y hacer
crecer, en espíritu de entrega y con el
alma llena de la fuerza vivificante de
Jesucristo resucitado, E]
Algunas estadísticas
religiosas
Sobre los 5.580 millones de seres humanos, 1.900 millones son cristianos
(de los cuales, 965 millones católicos). Habría 959 millones de musulmanes,
la misma cantidad de hindúes, 351 millones de confucianos, 341 millones de
budistas, 66 millones de shintoístas, 37 millones de taoístas, 20 millones de
judíos, 18 millones de sikhs. Los adeptos a otras religiones llegarían a casi 824
millones, mientras los ateos o indiferentes alcanzarían los 277 millones. Como
lo recuerda la agencia misionera Fides, a las puertas del tercer milenio
cristiano, dos tercios de la población mundial no son cristianos.
El número de ordenaciones sacerdotales en la Iglesia católica va en alta
(+ 0,86 % en 1994), pero el número de sacerdotes está en baja, indica la
edición 1996 del Anuario
Pontificio.
La Biblia completa ya existe en 349 idiomas. El Nuevo Testamento se lee
en 841 lenguas. A esto se agregan extractos de la Biblia en 933 idiomas. Por
lo tanto, textos de la Escritura Santa se pueden leer en 2.123 lenguas, de las
6.000 que se contabilizan en el mundo. Con 601 versiones, África va a la
cabeza en las estadísticas.
Cboisir
MENSAJE
Descargar