qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasd fghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzx cvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq Tesina de Licenciatura wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui Un análisis criminológico de la mente criminal en tres obras literarias españolas opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg hjklzxcvbnmrtyuiopasdfghjklzxcvbn mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwert yuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas Kimberly Hadi-Dijkhoff 4006364 Estudios de la Lengua y Cultura Española Universidad Utrecht Supervisor: K. Mierau Inhoud Introducción……………………………………………………………………………………………………………………………………3 Marco teórico ...................................................................................................................................... 4 Comparación de los crímenes ............................................................................................................. 8 Victimología ....................................................................................................................................... 12 Teorías criminológicas ....................................................................................................................... 16 Un corto perfil sobre los autores y la autora .................................................................................... 19 Bibliografía......................................................................................................................................... 23 2 Una gran proporción de la literatura que ha sobrevivido ha tenido que ver con distintas formas de muerte violenta. Raymond Thornton Chandler La criminalidad es un fenómeno que se expande cada día más. No solamente en entornos urbanos pero también se representa en el mundo literario por medio del género negro. La criminalidad es un elemento fundamental dentro de la novela negra y es un concepto que evoluciona con el tiempo, adaptándose a situaciones y entornos nuevos. En este ensayo analizaremos a la representación de la mente criminal en las obras: Nadie quiere saber de Alicia Giménez Bartlett, Una novela de barrio de Francisco González Ledesma y El premio de Manuel Vázquez Montalbán desde el enfoque de la criminología. Las tres fueron escogidas porque las obras tienen a mujeres como protagonistas criminales y los factores causales en cada obra nos parecieron muy interesantes. Según Godsland, el feminismo no era algo común bajo las mujeres en España al comienzo del siglo XXI (96). Sin embargo, en cada una de las obras podemos observar lazos con teorías feministas criminológicas. Considerando al feminismo como un tópico contemporáneo popular, nos pareció interesante hacer una comparación literaria con un enfoque criminológico sobre las tres obras. Hay que agregar que en este trabajo, presentaremos tres temas criminológicos que destacan en estas tres novelas negras. En primer lugar, se presentará los asesinatos cometidos en las obras analizadas. En segunda instancia se dará un análisis de las víctimas y las características del entorno urbano que aparecieron en las tres obras mencionadas. Luego se referirá a algunos lazos que tienen los tres crímenes con teorías criminológicas y un corto análisis literario de 3 cada uno de los autores. Al final una conclusión de cómo se representa la mente criminal en las obras Nadie quiere saber, Una novela de barrio y El premio. Marco teórico Teniendo en cuenta que en este trabajo nos centraremos en aspectos criminológicos, resulta primordial dar cuenta de las definiciones que aquí asignaremos. En primer lugar, trataremos la criminología. El término criminología puede ser definido según Lanier y Henry como el estudio sistemático de la naturaleza, el alcance, la causa y el control de las conductas infractoras según la ley judicial (16). Es decir, el estudio del crimen y lo criminal. Un crimen es pues una violación de la ley criminal (Coleman y Norris 13). Lo criminal es representado de varias formas, incluso de forma cultural. Aquí se trata de la criminología cultural, que según Lanier y Henry representa el papel esencial del imagen y representación cultural, que tiene influencia en el desarrollo de la realidad criminal (353). Dentro de la criminología cultural, podemos también observar y analizar la representación criminal en música, literatura y arte. El género de la novela negra puede ser un sujeto de investigación por ejemplo cuando un criminólogo quiere observar la representación de un tipo de crimen en la literatura. Por tanto, hemos incluido un breve análisis de los autores al final del ensayo. La voz del autor o autora refleja muchas veces a la sociedad con la que tienen un lazo sentimental y usando una forma literaria coloquial logran pues alcanzar un nivel de ironía cual pueden usar como forma de expresión. En lo que toca al uso terminológico del género literario, diferencian varios académicos de opinión al usar los términos novela negra y novela policiaca. Algunos prefieren usar ambos términos indiscriminadamente y hay otros académicos que prefieren clasificarlos como subgéneros (Flórez 5). En este análisis, se utilizará ambos términos para centralizar y abarcar una acepción englobante. 4 Otro fenómeno que discutiremos en este ensayo es la victimología. Según la definición de Coleman y Norris, la victimología es el estudio sobre las víctimas de un crimen (14). Una investigación victimológica trata de descubrir el alcance, la distribución y la naturaleza de la victimización. Al observar estos detalles, podemos conseguir una idea sobre el papel que tienen las víctimas en los crímenes. Se puede decir que la victimología es el reflejo de la criminología, en vista de que la criminología enfoca sobre los criminales y los actos criminales mientras que en la victimología se examina a las víctimas. Según Karmen, la victimología es el estudio científico del daño físico, emocional y financiero que personas sufren a causa de actividades criminales (9). Un análisis de la victimología sería en este ensayo interesante para poder comprender los crímenes en las obras. Una observación sobre la victimología, hecha por Marvell y Moody, describe que los hombres son los que más crímenes cometen y las mujeres suelen ser las víctimas generales (881), mientras que en las tres obras analizadas son los hombres los que acaban siendo las víctimas de las mujeres. Hay que añadir que uno no puede predecir las asesinas antes de leer el final de los libros. Pues quizás mientras que estábamos leyendo aún estábamos pensando que fuese un hombre el criminal en los libros. Sin embargo, durante la obra de Vázquez Montalbán si se puede predecir que sería una mujer la asesina. Debido al modo en que fue asesinado el señor Conesal, pudimos adivinar que resultará siendo una mujer la protagonista criminal en la obra. Según criminólogos, el envenenamiento es un método ordinariamente usado por asesinas y las víctimas suelen ser maridos confiados o seres indefensos (López Martín 4). El término comúnmente usado para referirse al método usado sería el Modus Operandi. Hay muchas similitudes entre algunos crímenes. Ciertos casos de abuso por ejemplo, suelen terminar en trauma o conducta criminal. Al conocer estos tipos 5 de detalles sobre un presunto criminal, puede un criminólogo pronosticar un perfil criminal y detalladamente descifrar al criminal por medio de caracteristicas conocidas del agresor. En este ensayo, daremos un corto análisis del modus operandi en las obras, para poder aclarar la causa de los homicidios. También trataremos algunas teorías criminológicas que podrían ser vinculados a los asesinatos en las obras analizadas. Estas teorías fueron vinculadas a base de la similitud en las características y el origen. Dos de las obras tienen vínculos con la teoría feminista y una a la teoría de la elección racional. En estos casos, podemos decir que las asesinas tenían en dos casos problemas vinculados con la teoría feminista y una obra con problemas vinculados a la teoría de la elección racional. La teoría feminista tiene como aspecto que la construcción social asume que el hombre tiene la posición superior y esto refleja en la posición dominante del sexo masculino en el ámbito social, económico y político (Lanier y Henry 325). Según los académicos, este factor tiene influencia en la criminalidad femenina. Según los autores, las mujeres no suelen cometer crímenes violentos, pero cuando hacen esto, había en mayoría de los casos un tipo de abuso. La teoría de elección racional de Cornish y Clarke (citado en Lanier y Henry 80) se refiere al crimen cometido por conveniencia del delincuente. Pensamos que cada delito planeado con premeditación, sería de conveniencia para el asesino. Hay casos en donde los asesinos matan por vengarse de alguien y para satisfacer sus propios deseos o satisfacción. Otra teoría que trataremos es la teoría del etiquetado. Según la teoría del etiquetado, la sociedad, principalmente las personas en posiciones de poder, pueden influenciar un sentido de pánico en una comunidad al reaccionar excesivamente ante un sucedido (Lanier y Henry 206). Así pueden surgir estigmas o 6 infamias que a lo largo del tiempo pueden tener influencia sobre una persona o grupo en la sociedad. Este ensayo trata a tres obras literarias españolas, que constuyen y cuentan casos criminales. En el mundo literario vincularían a estas tres obras con el género de la novela negra, también llamado novela policiaca. La novela negra en España ha emergido durante la época de la transición, después de la muerte de Franco. Muchos autores han recurrido al género para fabricar alegorías literarias basadas sobre la realidad social o política. Galán Herrera define a la novela negra como una “producción en la cual el delito no es tratado como un episodio o una motivación, sino como tema básico, del cual se derivan o con el cual están relacionados, en uno u otro grado, todas las acciones, dramas y conflictos humanos” (59). Autores literarios comenzaron a jugar con su memoria colectiva que han tratado de encubrir desde la dictadura de Franco y fue por medio de la novela negra que les permitió formular palabras y frases para transmitir sus mensajes encriptados hacia el público literario. El lenguaje coloquial y la ironía también suelen ser considerados elementos comunes en la novela policiaca. Briones García explica en su relato que la ironía en la novela policiaca es una forma de expresión escéptica que utilizan los narradores para relatar la historia (68). Esto sucede sobre todo en obras de escritores que han estado debajo de regímenes dictatoriales y utilizan su acceso al lenguaje como arma en contra de la censura. Es interesante mencionar estos elementos, porque son elementos que trascienden en las tres obras analizadas y resaltan en las características de los autores. 7 Comparación de los crímenes Un elemento secreto que tienen las historias en común y cual el lector descubre hasta el final de las obras es que el asesino no es quien todos pensaban. Cada una de las obras tiene mujeres detrás de los asesinatos. En todas las obras, fueron protagonistas femeninas quienes fueron la mente criminal detrás de los asesinatos. Para iniciar, se puede hablar de varios asesinos en ambas obras Nadie quiere saber y Una novela de barrio. En Nadie quiere saber por ejemplo, las tres hermanas estaban todas conscientes del encargo que Elisa hizo con el sicario. Considerando que durante la interrogación, Delicado le hace la pregunta a la hija menor, Rosario: “‘Nuria sabía que [Elisa] iba a matarlo y la ayudó a buscar un asesino a sueldo. Es así, ¿no es cierto?’ ‘Yo también lo sabía -susurró’” (Gímenez Bartlett 401). A pesar de que las tres hermanas no hayan disparado el arma mortal, fue Elisa quien ordenó al sicario para que matara a su padre. Además de las hermanas, el sicario mismo, Rocco Catania, también ocupa un rol de asesino; teniendo en cuenta que él comete asesinatos como empleo. Lo diferente sería que el sicario sólo mató por el dinero, mientras Elisa y Nuria mataron por venganza. El modus operandi usado en Nadie quiere saber era muerte a causa de golpes fuertes en la cabeza, cometidos por el sicario Catania. Adolfo Siguán fue asesinado y dejado en su apartamento, donde había asistido en compañía de una prostituta. En su artículo sobre mujeres que matan, describen Yourstone et al, que la agresión de mujeres en mayoría de las veces es de una manera inferior. Según los académicos, las mujeres se inclinan más a internalizar el afecto negativo en lugar de dirigir su ira directamente hacia su objetivo (375). En el caso de las hijas Siguán, fue lo mismo. Han internalizado el abuso sufrido por parte de su padre, y lo han guardado como su secreto la vida entera. La autoridad que tenía el padre Siguán era tan poderosa que las hijas prefirieron quedarse callada para mantener su nombre 8 socialmente protegido. Fue hasta que la hermana menor no pudo más con los acosos y amenazaba con suicidarse, cuando tomaron la decisión Nuria y Eliza para matar a su padre. Según Yourstone et al, una fuente importante de frustración y agresión sería la presencia de factores negativos en el entorno en el que un individuo crece (375) y unos de los ejemplos dados como factores negativos son el abuso sexual y problemas familiares. Las hijas Siguán han crecido con un padre abusivo, autoritario y poderoso, pues han tenido una infancia de abusos, rabia y represión. En lugar de expresarse con rebeldía, se habían silenciado y han tratado de vivir una vida de olvidos, una vida dedicada a olvidar el pasado. Hasta que ya no pudieron dejar que su padre siga torturando a su hermana menor, han decidido vengarse de su opresor. Las hijas Siguán han sido victimizadas durante toda su infancia y adolescencia, y acabaron siendo ellas las que tuvieron la última palabra en la vida de su padre. Una novela de barrio también consiste de varios protagonistas que podrían ser clasificados como asesinos, pero la que acaba matando al villano, sería la Madame Ruth. La marquesa viuda de Solange, mejor conocida como Madame Ruth, es la ex –administradora sexual del barrio. El homicidio cometido por Madame Ruth fue sin duda, un caso de defensa propia. Si Madame Ruth no hubiera matado a Erasmus, el la habría matado a ella y a los demás. Pero el asesinato principal en la obra, sería el de Omedes, el atracador que mató al hijo de Miralles. Desde el principio de la obra, el foco está sobre Miralles, porque sería la explicación más lógica sobre quién podría haber sido el asesino de Omedes. Según Riches y Dawson, padres cuyos hijos fueron asesinados, suelen poner mucha enfasis en alcanzar un nivel de venganza (151). Considerando Miralles como el padre afligido que busca venganza por la muerte de su hijo, tenía motivos para 9 matar a Omedes y a Erasmus. Por eso estaba vinculado con el rol de asesino durante la obra, hasta que en capítulo 41 el lector descubre que él nunca lo fue: “Yo no maté a Omedes - dijo Miralles-. Yo no.”(Gonzalez Ledesma 41.6.6) Hay que mencionar también que, al final el lector no descubre la verdad sobre quién mató a Omedes. Sí hay algunas pistas en la obra que vinculan a ‘una mujer joven’ como la asesina de Omedes (González Ledesma 3.4.4), pero no había nombre ni personaje directamente vinculado a estas. Otro agresor en la obra sería el tal Erasmus. Al final de la obra, en pura acción, mató a Eva en la casa de Ruth con una bala en medio de las cejas. El método que fue utilizado para la ejecución de Omedes y de Eva era de manera profesional (Gonzalez Ledesma 1.2.2), una sola bala en la cabeza. Según la descripción dada por el autor, el lector no puede concluir si el quien mató a Omedes era un asesino o una asesina. Las armas usadas en los asesinatos fueron armas de fuego, pistolas. En El premio, hay otra perspectiva del asesino. A pesar de que fuese la mujer de Conesal quien había planeado una estrategia para matar a su esposo, no fue ella quien fue culpada por el acto. Durante las interrogaciones, uno de los nominados al premio; Oriol Sagalés, había confesado haber matado a Lázaro Conesal, envenenándolo (Vázquez Montalbán 317). Todos incluyendo al detective Ramiro, creyeron en la falsa confesión de Sagalés, menos Carvalho. Después de haber confirmado con Simplemente José sobre la caja de Prozac, confesó que él sólo había llevado el frasco hacía la habitación pero fue la señora Conesal quien le había dado las pastillas (Vázquez Montalbán 335). Es hasta este momento que el lector descubre quién es en verdad la asesina de Conesal. El nombre de la señora solo aparece una vez en toda la obra y no desarrolla un papel tan grande. Aun así, se 10 puede notar que al hablar sobre el esposo, ella manifestaba rabia y repugnancia: “Tu padre es como Atila. La hierba no vuelve a crecer por donde él pasa.”(Vázquez Montalbán 192). A pesar de que se puede observar que la pareja Conesal no tenía un matrimonio feliz, uno no imagina que fuese la misma esposa quien mató a Lázaro Conesal. Dado que el empresario había tenido más amantes, de cuales había fecundado a una. Así termina Vázquez Montalbán confundiendo al lector, procurando que el final sea impredecible. El método usado para matar a la víctima, era el uso de veneno en pastillas de Prozac. El uso de veneno para matar a su víctima es un método comúnmente usado por mujeres, según Lanier y Henry (329). Es una manera en cual la agresora no tiene que estar físicamente presente para matar, ni necesita usar violencia física para dominar a su víctima. Dado el método usado, se puede concluir también que la asesina tenía que ser alguien que conocía bien a la víctima para saber cómo y cuál era la manera más útil para atacarlo. Según Mann, la relación más frecuente entre la agresora y su víctima es el matrimonio (38) y en el caso de la pareja Conesal sería lo mismo. La esposa Conesal, parecía estar hartada de la vida que lleva con su marido: “Tu padre siempre está rodeado de fascistas, explotadores y putas.”(Vázquez Montalbán 193). El mismo Carvalho comenta que la señora no irradia la apariencia de una señora de alta clase. La esposa Conesal estaba al tanto de algunos problemas que tenía su esposo con mujeres, por ejemplo el embarazo de la hermana del barman. Según Heimer y De Coster es la agresión femenina a menudo objeto de censura, lo que acumula la rabia y crea más sentimientos de culpa y ansiedad (283). La señora Conesal, al no poder soportar más los insultos de parte de su esposo, decidió vengarse de él. 11 Victimología Por lo que se refiere a la victimología, se puede observar que en ambas obras; Nadie quiere saber y El premio, las víctimas fueron hombres de edad, empresarios poderosos con autoridad sobre un grupo de personas. En el caso de Nadie quiere saber, se trataba de Adolfo Siguán quien era el padre de las mujeres que planearon su muerte. Habría que mencionar, que Siguán no era un personaje cualquiera. Desde el comienzo del libro, es retratado por su esposa como un hombre muy preocupado, con problemas financieros, amargado por la falta de cariño de sus hijas (Giménez Bartlett 35-36). También presentan características de Siguán como un hombre autoritario en todo campo y quien “hubiera hecho cualquier cosa por mantener viva su empresa” (Giménez Bartlett 303). Se debe agregar que el lector lleva consigo esta figura de Siguán hasta el final de la obra, cuando la hija confiesa y le cuenta la verdad a la inspectora. Al final, cuando ya todo se sabe, es muy comprensible por qué el falta de cariño por parte de las hijas hacía el padre y también el distanciamiento de Elisa. Según Hillbrand et al, factores asociados con el parricidio en edades de adulto pueden ser, comportamiento agresivo en el pasado por parte del padre o presencia de abuso sexual y psicológico (185). Las hijas Siguán definitivamente pasaron años de abuso, viviendo con su padre. Elisa era la única que logró huir, pero las dos otras hermanas no pudieron huir del padre y todos estos años de abuso han tenido sus consecuencias psicológicas sobre las hijas Siguán, resultando en un homicidio como acto de venganza. El hecho de que Adolfo Siguán frecuentaba prostitutas era algo conocido por la familia y fue repetido varias veces en la obra. Esto y los recuerdos de los abusos ayudan a aumentar el nivel de humilliación bajo las hijas. Por eso, Nuria misma confiesa que estaba en su plan, dejar a su padre en circunstancias vergonzosas (Giménez Bartlett 407), pero algo que no habían planeado era las consecuencias 12 que hay sí algo no va según el plan. Por errores cometidos por el sicario, han tenido que matar a Julieta, la prostituta con quien estuvo Adolfo y al final también mataron al sicario, Rocco Catania. Julieta fue asesinada en su casa, después de haber ayudado a la inspectora Delicado con sus recuerdos sobre lo sucedido. Esta vez, el sicario utilizó una pistola y la mató con tiro entre los ojos, disparado a unos veinte metros de distancia. Rocco Catania fue asesinado por un anónimo francotirador, justo antes de atacar a la inspectora Delicado. Por otro lado, la obra El premio, también tiene como víctima a un empresario mayor y muy poderoso en Barcelona. Una diferencia entre estas dos víctimas es su forma de muerte. El padre Conesal, quien desde el comienzo de la obra se transforma en la víctima tras ser encontrado sin vida en su suite, no fue asesinado a sangre fría como el señor Siguán. Lázaro Conesal es retratado como un hombre lujoso, con mucho poder sobre los demás, alguien que debería haber sido muy envidiado: “El self made man que trafica con los mejores influencias y sorprende a los tiburones fingiendo el lenguaje del delfín y a los delfines mordiéndoles como un tiburón. ¿Quién podría matarle? Todos los cadáveres que él ha matado insuficientemente.”(Vázquez Montalbán 89) En efecto, es por medio del premio literario que Conesal quería irradiar su poder, prometiendo a un escritor cien millones de pesetas como primer premio. Quizas fuese por su misma arrogancia el motivo por el cual decidió asesinarlo su esposa. El empresario fue encontrado de una forma escalofriante en su suite y esto representa un insulto a su honor y poder. Aquí de nuevo se presenta la humillación como un factor causal para un homicidio. La vida que llevaba su esposo le daba verguenza a la señora Conesal. Según Jasper, hay dos niveles de verguenza. La 13 primera se basa en la humillación física e intimidación; y la otra se basa en un código moral compartido que se ha infringido (49). En este caso podíamos manifestar ambos casos en el asesinato del señor Conesal. La humillación sexual y social que la madre Conesal tenía que soportar. A pesar de ser la víctima, también lleva Lazaro Conesal un rol de villano. Era muy egoísta y arrogante. Todo el evento organizado cabía en su plan de venganza en contra de sus enemigos. Al final, ni su riqueza le pudo salvar de su destino, y murió siendo el Ouroboros (272) de la historia. En relación con las primeras obras analizadas, Una novela de barrio no consiste necesariamente de una víctima principal. Es decir, en la obra de González Ledesma, se encuentran dos muertos principales que juegan un papel importante durante toda la obra; la muerte del hijo de Miralles y la de Omedes. El hijo, a pesar de que aparece mucho en la obra, no tiene un papel muy desarrollado como que solo era una aclaración para el asesinato de Omedes. El hijo sólo aparecía en los recuerdos de Miralles y otros que recuerdan lo sucedido. Por eso, en este análisis, se considerará a Omedes como la víctima y su asesinato será analizado. En la obra misma, no hay mucha información sobre Omedes, solo que era alguien que ganaba la vida de forma ilegal, era huérfano de padre y estuvo mucho tiempo de su vida encarcelado o viviendo en el bajo mundo. “No recuerdo gran cosa de él, excepto que se llamaba Omedes, no tenía oficio y era un mal parido.”(3.3.4). Al final, no se puede determinar quien mató a Omedes ni la razón de su muerte. Hay algunos que piensan que la muerte de Omedés era un acto de venganza por parte de Miralles, por matar a su hijo. Además, Miralles tenía licencia para llevar armas y pues para 14 algunos personajes fueron estas razones suficientes para sospecharle de matar a Omedés. Según Armour, hay una diferencia entre un duelo por una muerte natural, y un duelo por un muerte ocacionado violentemente. “El choque extremo induce una gran variedad de respuestas físicas y emocionales.”(55). Miralles padecía de sintomas de trauma por la muerte de su hijo. Visitaba constantemente la tumba del hijo y les compraba regalos a otros niños. Por eso había un estigma que fue él quien había matado a Omedés. Según Kenney, los padres de niños asesinados son más propensos que las madres a involucrarse en comportamientos agresivos (20), y fue quizas por su comportamiento sospechoso que los investigadores pensaron que era Miralles el asesino de Omedes. Un elemento que todas las tres obras discutidas tienen en común es el entorno urbano. Ambas obras Nadie quiere saber y Una novela de barrio se desarrollan en Barcelona, a pesar de que la inspectora Delicado viaja a Italia para investigar lazos con la mafia, regresa a Barcelona y sigue la investigación desde ahí. Una novela de barrio, se desarrolla completamente en los barrios de Barcelona. El barrio de Horta, donde está situada el famoso bar ‘La anticipada’, el barrio Chino, la calle Diagonal, son todos unos ejemplos que aparecen en la obra de González Ledesma. “Han pasado tantos años que sólo los viejos lo recuerdan, pero en los bares se comenta todo.” (11.5.9). El detective Méndez, usaba su conocimiento de la ciudad para llegar a la información que necesitaba, hablando con habitantes, principalmente en los bares. Se puede observar que “el barrio” tiene un elemento muy importante en la obra de González Ledesma, no solo por las tantas referencias que hace el autor hacia el entorno pero también como lo describe. Según Cécile 15 François, cuando el autor habla de la ciudad, “nos brinda una visión personal basada en un humor que estriba en la hipérbole y la paradoja”. En El premio también aparecen referencias a Barcelona, pero todo lo sucedido, ocurre en Madrid. Según Sánchez Zapatero y Martín Escribà, el entorno Barcelonés es un elemento clásico para escritores del género policiaca como Vázquez Montalbán, González Ledesma o Alicia Giménez Bartlett. Esto se debe sobre todo para crear un entorno constante que caracteriza a la narrativa serial y permite al lector reconocer los elementos y crear secuencia entre sus diferentes obras de saga (48). Finalmente, en todas las obras analizadas, se puede observar a las características principales del género muy detalladamente impuestos en la historia. No solamente en cuestión del entorno urbano, también por parte de las protagonistas, los elementos tabús como la parafilia y mujeres asesinas, el lenguaje y sin dejar atrás, la crítica social. Teorías criminológicas La cuidad tiene infuencia en ciertos comunidades y sus crimenes. Como se afirmo arriba, el entorno urbano tiene influencia en la investigación criminal que hace los investigadores en las obras. Segun la teoría del etiquetado, puede una inscripción negativa crear un estigma o un estereotipo social, criminalizando a grupos o personas. En el caso de Una novela de barrio, podemos analizar que en varias ocaciones el detective Méndez sugiere que era Miralles el asesino de Omedes. Esto es a base de la información que pudo conseguir en las calles. Fue con la ayuda de la comunidad que pudo Méndez conseguir los detalles sobre los sospechosos y la investigación. 16 Los asesinatos son lo central en cada una de las obras analizadas. En El premio, la víctima principal fue envenenada con estricnina. La esposa de Conesal había cambiado sus píldoras de Prozac con unas rellenados con estricnina. Cuando Carvalho lo encontró en su suite, “tenía la mandíbula agarrotada, como si la muerte le hubiera sorprendido en pleno ataque de indignación” (128). Lo irónico en la escena no era de qué forma se quedó la cara del poderoso empresario, sino la presencia de la señora Conesal, llorando a los pies de su difunto esposo. Mujeres cometen crímenes porque están obligadas por la sociedad a reprimir su rabia y llega a un punto donde el nivel de humillación y rabia se transforman en conflictos internos cuales el mecanismo de afrontamiento ya no podrá dominar (Ogle, Maier-Katkin en Bernard 176). Los amantes, la arrogancia y el rechazo de Lazaro Conesal desarrollo un sentimiento de humilliación y rabia en su esposa. Perteneciendo a una clase social alta, la señora Conesal estaba bajo una presión para mantener una imagen de pareja normal. Hasta que no pudo más y tomó la desición de matar a su esposo. Una teoría criminológica que pudiera ser vinculado a este caso, sería la teoría criminológica feminista Marxista, cual tiene como aspecto que las mujeres han sido marginalizado por la doble opresión capitalista (Lanier y Henry 339). Según los académicos, hay mujeres que viven oprimidas y dependientes económica- y domésticamente y esto tiene influencia en la criminalidad y la victimización femenina. En el caso de la señora Conesal, se podría vincular esta teoría porque su persona había tenido una relación larga con un hombre poderoso en todos los ámbitos mencionados, ella no tenía un trabajo en particular y comenta que el único rico es Lázaro Conesal y no ella (Vázquez Montalbán 193). Además, la señora Conesal fue humillada por años, porque estaba consciente de los enredos de su 17 esposo. Estos son ejemplos de factores que coinciden con la teoría feminista marxista La novela de Giménez Bartlett, describe un asesinato cometido con rabia y cruelmente: “sin mirarme ni abrir la boca se sacó del bolsillo de la cazadora una porra enorme y empezó a pegarle en la cabeza a Siguán, con la fuerza de un toro, hasta que lo mató.”(87) Aquí estaba Rocco Catania en acción como asesino. Pero era Elisa Siguán quien le había contratado como sicario para matar primero al padre y después a Abelardo Quiñones y Julieta López (407). El caso de Siguán es claramente un caso de venganza en contra de un padre que había abusado sexualmente de sus tres hijas. La teoría criminológica feminista radical podría ser vinculada a este caso. Según Walkstate, la teoría radical discute sobre la opresión de mujeres por hombres, principalmente por casos de abuso sexuales, abuso doméstico, homicidio y abuso infantil (citado en Coleman y Norris 78). En esta obra aparece una historia de abuso sexual infantil y homicidio. La teoría se ha centrado en analizar sistemáticamente los vínculos entre los estudios sobre la victimización de mujeres, sobre infracciones de mujeres y las experiencas dentro de un contexto criminal por causa del patriarcado (Lanier y Henry 336). En Nadie quiere saber y El premio se presenta un patriarca, a pesar de que en El tiempo no hay abuso sexual pero doméstico y económico. Elisa se fue muy lejos de su padre para evitar cualquier recuerdo o contacto. Al final es ella quien inventa el plan para vengarse y matar a su padre: “Entonces tomé la decisión de matarlo, y créame, fue un inmenso placer para mí urdir todo el plan con Nuria. Me divertí. [...] Él se lo buscó.”(407). Otro punto que también se pudo observar es que fue solamente Adolfo Siguán quien Rocco Catania mató usando 18 fuerza muscular. Los dos otros casos fueron al estilo ejecución, cuales suelen ser menos sentimentales. El asesinato de Omedes en Una novela de barrio fue uno cortamente descrito: “Y entonces la bala. Una sola, un disparo profesional. El impacto sacude su cabeza, como si fuese a arrancarla. La sangre salta en una sola dirección de la luz. Y el cuerpo se desploma.”(1.2.2). El autor ha elegido no revelar quién es el asesino de Omedes, pero sí decidió terminar la vida de Erasmus realmente de una manera negra. Madame Ruth terminó disparándole a Erasmus cuatro balas en el bajo vientre, “Y la sangre que baña la sangre” (44.7.7). La situación en la que sucedió el asesinato, fue una de vida o muerte. A pesar de que Ruth quería morir, no le iba a dejar a Erasmus seguir matando. Ambas linchamientos podrían ser vinculadas a la teoría de la elección racional de Cornish y Clarke (citado en Lanier y Henry 80). Dicho brevemente, la teoría de la elección racional se refiere al crimen cometido por conveniencia del delincuente. En el caso de Ruth, ella no quería defenderse a sí misma pero a los otros presentes. Los dos asesinatos fueron cometidos conscientemente y premeditados. Madame Ruth ha actuado de cierta forma para defenderse de Erasmus y para proteger tambíen a Miralles y los demás, cometiendo así un crimen en defensa propia. Un corto perfil sobre los autores y la autora Durante este análisis, se ha examinado tres obras, escritas por tres autores diferentes. Cada uno con una perspectiva diferente, Dicho lo anterior, se analizará brevemente la perspectiva narrativa de los tres autores en el ámbito de la novela policiaca. 19 Las investigaciones de Petra Delicado: Al leer la obra de Giménez Bartlett, se puede observar que el personaje de la detective no asume el papel de la mujer común y corriente. Petra Delicado maneja sus investigaciones a su manera, a pesar de tener que dar cuentas después a sus superiores. Es una mujer libre, fuerte, irónica y simpática a la vez. En sus obras, la autora mantiene generalmente una estructura clásica, por la utilización de componentes comunes de la novela policiaca, como homicidios, pistas falsificadas, investigación policial y al final una solución al caso. Además, a la autora no la intimida el uso de paisajes rebajados, personajes tenaces y sin dejar aparte la crítica social (Yang 596). En sus obras, el crimen suele ser la causa de investigación y el modo en la cual Petra Delicado sumerge en el papel de detective, atrae a los lectores dándoles informaciones personales, manteniendo así el foco y el suspenso en marcha. Según Yang, “Giménez Bartlett tiene muy presente las características de la novela detectivesca cuyo arte narrativo se basa en la creación de suspense, mediante las digresiones y la ocultación o retención de informaciones hasta el momento idóneo” (602). En Nadie quiere saber, consigue el lector una idea de quien pudiese haber sido el asesino pero no es hasta el final de la obra que la autora decide informar quién está detrás de la muerte del empresario Adolfo Siguán. El apetito de Pepe Carvalho: Prosiguiendo con el próximo autor, el famoso Manuel Vázquez Montalbán, quien es nombrado por varios escritores como el auténtico creador de la novela negra mediterránea (Sánchez Zapatero y Martín Escribà 50), ha escrito a más de 20 obras que forman parte de la serie criminal Carvalho. En las obras de Vázquez Montalbán sobresalen tres elementos principales; el desencanto, la ciudad Barcelona y la gastronomía. Según Sánchez Zapatero y Martín Escribà, el tema de 20 desencanto se puede vincular a la evolución política y social de España después de la muerte de Franco. Igual de importante es la ciudad en donde las obras se forman parte. El autor lleva a su ciudad consigo en todas sus historias. Así consigue el autor crear también un lazo entre las obras. A pesar de que la obra analizada El premio sea una excepción, ya que no se desarrolla en Barcelona, sino en Madrid, aun así hace el escritor referencias a su ciudad preferida, Barcelona. En la próxima cita, se puede observar como Vázquez Montalbán expresa los elementos de la ciudad y el desencanto en El premio: “Ni siquiera mi ciudad es mi ciudad. Los Juegos Olímpicos la han convertido en una desconocida para mí. Es como si sobre ella hubieran pasado aviones fumigadores que han matado todas las bacterias que me permitían sobrevivir. [...] En Barcelona en el fondo nunca nos pasa nada. Todo lo que nos pasa es por culpa de Madrid. Esta cuidad vuestra siempre está llena de un millón de personas raras. En 1945 de un millón de cadáveres. En 1980 de un millón de chalecos. Ahora de un millón de nuevos ricos”. (338) La gastronomía es un elemento original que caracteriza a Pepe Carvalho, y al cual utiliza hasta para describir el entorno en que reside. En comparación con el estilo de Giménez Bartlett, Vázquez Montalbán crea un mundo en donde enfatiza las consecuencias de la época dictatorial española. Hay una cantidad de crítica hacía los poderosos de la ciudad, quienes tienen una ventaja sobre los menos afortunados: el dinero. Mezclando una investigación criminal con la gastronomía hace de Vázquez Montalbán un escritor único quien por años ha podido cautivar la atención de los amantes de la novela policiaca. Méndez de Francisco González Ledesma El autor González Ledesma no es un desconocido en el mundo literario Español. Desde los años ochenta ha entretenido lectores con su método pirómano y su 21 humor. Igual que los otros autores, González Ledesma tiene como detective en serie al inspector Méndez. Sánchez Zapatero y Martín Escribà definen a Méndez como “un personaje desengañado y escéptico, que, procedente de la policía franquista, combina métodos autoritarios con una humanidad ilimitada.”(300). En la obra analizada, se puede detectar las características de la novela negra, como el barrio; que representa el entorno urbano, la ironía, y la crítica social. Hay también referencias en la obra, donde el criminal es sido descrito como el que tiene la sabiduría y el personaje de poder como alguien ignorante a pesar de su inteligencia. Por ejemplo, cuando el abogado Escolano le negó el trabajo a Erasmus, este le dijo: “trato de explicarle la vida, ya que usted se molesta tanto en explicarme la realidad de las leyes” (28.7.9). Otro fenómeno que aparece en la obra es el lado humanitario de Méndez. “En su forma particular de hacer el bien, Méndez se caracteriza por su lado humano y por dejar escapar a tantos delincuentes como consigue detener” (Reyes Torres 289). Igual que a Vázquez Montalbán, González Ledesma también cubre para los que son considerados criminales. En Una novela de barrio, Méndez les aconseja a Miralles que es lo que debe decir a la policía y cómo debe actuar después (45.3.5). Pues indirectamente ayuda a Miralles a escapar de la justicia porque no confía que los de la ley le creerán al decir que es inocente. Sintetizando, como finalización del ensayo, hemos analizado a las tres obras Nadie quiere saber, El premio, y Una novela de barrio. Los dos temas principales eran las asesinas y las víctimas y al final hemos tratado de vincular a los asesinatos a una teoría criminológico. La cuidad y los autores también han sido de importancia para la explicación de las obras. Como hemos demostrado en este análisis, el fenónemo de la criminalidad es uno amplio que se puede desarrollar en distintas situaciones. Y para la criminología cultural, es interesante saber la perspectiva de 22 los observantes, los literarios. Los escritores involucran a sus lectores en su mundo y les presenta fenómenos sociales que podrían tener mucha influencia en la comunidad. Pues para criminologos, la novela negra sería un género interesante para observar. Quizas un análisis comparativo criminológico entre la literatura negra Española y la literatura negra Latinoamericana suministraría una continuación interesante de este ensayo. Bibliografía Armour, Marilyn. "Violent Death." Journal of Human Behavior in the Social Environment 14.4 (2007): 53-90. Web. Briones García, Ana Isabel. «Novela policiaca española y postmodernismo historicista en los años ochenta.» Anales de la literatura española contemporánea 24.1 (1999): 65-83. Chandler, Raymond. El simple arte de matar. Leon: Universidad de León, 1996. Colmeiro, José F. La novela policiaca española: teoría e historia crítica. Barcelona: Anthropos, 1994. Delgado, Francisco Porras. "El Tráfico Ilícito De Armas De Fuego Pequeñas Y Ligeras." Cuadernos De Estrategia 169 (2014): 193-214. Dialnet Unirioja. Web. Flórez, Mónica. La novela policiaca femenina Hispánica: Hacia un canonde tendencia posmodernista. Diss. . Tuscaloosa, Alabama, 2011. Franҫois, Cécile. 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