María una Nueva Creación - Jovenes Profesionales Campanario

Anuncio
PROGRAMA DE UEVAS. Tema 6.
María, mi ideal como mujer.
Texto guía para la dirigente.
Tema: 6c. María una nueva creación, María la mujer nueva (Dos
reuniones).
Materiales: Diaporama María una nueva creación, María la mujer nueva.
Los textos bíblicos sobre María comentados por el P. Kentenich. El
cassette con el canto "Ave María" de Cecilia Mirenda, y el canto "Madre
que hermosa eres tú".
Introducción: En las últimas reuniones hemos visto a María como
nuestro ideal (nombrar las conclusiones del grupo hasta el momento).
María es una nueva creación, pues al ser Inmaculada resplandecen en
Ella plenamente todas las virtudes que Dios ha querido regalar al
hombre, y en particular resplandece la mujer nueva.
En cada una de nosotras Dios ve a María, porque al ser mujeres somos
María ( nombrar a cada una del grupo), y nuestra misión de vida es hacer
brillar cada vez más su ser en nosotras, es "ser" cada vez más Ella. En
esto consiste nuestra santidad: en ser Pequeñas Marías.
Actividad: Pasar el Diaporama "María una nueva creación, María la
mujer nueva". Después cada una escoge el texto bíblico sobre María que
más le toca el corazón para meditarlo y ponerlo en común. Al final
aprendemos el canto "María que hermosa eres tú".
Propósito: Buscar una actitud de María par practicarla como grupo.
1
MARIA una nueva creación, María la mujer nueva.
Diapositivas
Diap 1. (Desierto)
La tierra estaba seca y vacía las tinieblas cubrían el abismo. El Espíritu
de Dios sobrevolaba las aguas. Todo estaba oscuro, todo era infecundo.
Diap 2. (Dios Padre)
Entonces el Padre Eterno pronunció la palabra eficaz: ¡Hágase la luz! Y
la luz fue hecha. Miles de soles se encendieron en el universo, millones
de estrellas y miles de lunas comenzaron a brillar e
Diap 3. (Creación de la luz)
Iluminar el mundo. Toda la creación se gozó en la alegría del brillo
inconmensurable de la luz que llenaba la tierra.
Diap 4. (Eva y Adán expulsados del Paraíso)
Nuevamente milenios más tardes, la tierra estaba tenebrosa, desierta y
vacía. Era el tiempo durante el cual debía nacer la Santísima Virgen. Por
todas partes ruinas, ruinas en el orden moral y de la economía.
Volvió entonces el Padre Eterno a pronunciar su palabra poderosa:
Diap 5. (Dios Padre crea a María)
¡Hágase María! (Silencio).
Diap 6. (María)
Y Nació Ella, que encierra en una persona toda la gloria el sol, la luna y
las estrellas.
Diap 7. (María)
Pues de Ella emanó una nueva luz para brillar en la oscuridad de los
tiempos.
2
"Esta mujer lleva en sí todas las riquezas, con las cuales el Creador ha
adornado a la mujer".
3
Diap 8. (María)
Ella alberga en sí todos los tesoros de la verdadera femineidad para todos
los tiempos. Todos lo que Dios ideara para la mujer, ha tomado cuerpo
en la Santísima Virgen como prototipo de la generación femenina.
Diap 9.(María)
Aquí nos encontramos ante una mujer en la pureza, en la dignidad, en la
hermosura propia del Paraíso, ante una naturaleza femenina
absolutamente inmaculada".
Diap 10. (Anunciación)
"Ave María, gratia plena". Con estas palabras entró el ángel Gabriel al
lugar donde se encontraba María para anunciarle el mensaje y
proposición que Dios le ofrecía.
Sólo a través de María, la Inmaculada, esclava del Señor, quería enviar a
su Hijo al mundo.
Dios pide una respuesta afirmativa a una niña virginal,
Diap 11. (Arcángel San Gabriel)
Enviándole a uno de sus ángeles, a un arcángel. Ella dio al Padre Eterno
el consentimiento de toda la humanidad a la redención.
Diap 12. (Anunciación)
Después de haber sido dado ese "Sí" incondicional, Dios da a María algo
de su fecundidad, en la medida que es posible darlo a una creatura.
En Ella, como ninguna otra parte del universo entero, posee Dios una
morada grandiosa.
Ave María, gratia plena!
Dios te salve, María!
En cuanto más grande la medida
de la gracia, tanto más grande
es la medida del amor.
ELLA era llena de gracia y, por
lo tanto, llena de amor.
4
Diap 13. (Visita de María a Santa Isabel).
Su visita a Isabel participa la primera bendición
redentora santificando al niño en el seno de la madre.
Zacarías-habla
Elizabeth-profetiza
Juan-salta de gozo.
Diap 14. (Belén)
Contempla María a su niño reconociendo en El a Dios Eterno, infinito, a
Dios envuelto en pañales. Así como nosotros mismos nos asombramos y
admiramos de la ilimitada condescendencia de Dios: Tomar figura de
niño para venir, para salir a nuestro encuentro, así también se admira
María ante el misterio de este amor. Dirige maternalmente sus ojos al
débil y pequeño rey en el pesebre y le asiste cuidándole, prestándole
hasta los menores servicios maternales para que El crezca y cumpla su
misión como Redentor y Rey del mundo.
Diap 15. (Adoración de los Reyes)
Puede presentar al Hijo de Dios a los pastores y reyes para que también
ellos lo adoren.
Diap 16. (La presentación en el templo)
Poco después, a los 40 días, lleva al Niño al Templo según era la
costumbre de entonces. María hace su peregrinación al Templo con fe de
que su Niño es el Mesías que habrá de redimir al mundo pecador.
Al entrar en el Templo se le acercó el anciano Simeón, profeta y varón
justo.
Simeón tomó al Niño Jesús en sus brazos, fijó en El sus ojos y luego, por
una moción de Dios, profetizó. Predijo la suerte de Jesús "puesto que está
para caída y levantamiento de muchos en Israel" y dirigiéndose a la
Madre del Niño añadió: "una espada traspasará tu alma".
Hasta ese momento María se había sentido más bien la esclava y Madre
del Señor. Ahora se ve mas profundamente entretejida en los planes de
Dios; habría de ser Compañera de Cristo.
5
Diap 17. (Vida en Nazareth)
Durante 30 años sirve al redentor oculta, diligente y abnegadamente, y
conservando en su corazón todo lo que El decía y hacía.
Diap 18. (Jesús a los doce años en el templo)
Su hijo de 12 años le contesta de un modo tan seguro e independiente:
"¿No sabían que yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre?". María no
pudo comprenderlo entonces, pero en su corazón siempre estuvo
dispuesta a seguir dócilmente cualquier manifestación de la voluntad del
Padre.
Leer:
Callada, atenta y obediente está ante el Pastor, Maestro y Sacerdote del
pueblo elegido; para asumir luego el más grande dolor que pueda haber
golpeado un corazón materno: el pueblo elegido malgasta y malbarata su
elección y rechaza al Mesías.
Con inquebrantable obediencia de fe acompaña al que despreciaron y
escarnecieron en su ascensión al Gólgota, para ofrecerse con El al Padre.
Diap 19. (Crucifixión, María y San Juan)
En la vida de Cristo es la cruz el centro, por la cual y desde la cual elevó
todo el mundo al corazón del Padre. También en la vida de María la cruz
ocupó y tuvo una importancia similar. Durante todos los años de su vida,
María se encaminaba a la cruz, en la espera de aquella "hora" anunciada
por su Hijo. La Cruz, es el eje singular desde donde María, en y con
Cristo, eleva nuestro corazón al Padre.
Diap 20. (Cruz de la Unidad)
Nadie puede compartir con mayor profundidad la pasión de Cristo como
Ella, su Madre; aquella que en su corazón sufrió con El todos los dolores,
angustias, tormentos y agonía.
Se llama Compañera de Cristo, Compañera durante la Obra entera de la
Redención.
6
Diap 21. (Cristo corona a María)
Como permanente coadjuntora de Cristo en la Obra de la Redención o
como nuestra Madre en el verdadero sentido de la palabra, tiene la
posición y el poder de una reina con todos los atributos en el reino de su
Hijo, Rey de los cielos y de la tierra.
Diap 22. (Coronación de María)
Nosotros la elegimos cada día de nuevo como Reina de nuestros
corazones, como Reina del mundo, tan frecuentemente como rezamos la
pequeña oración:
"Oh, Señora mía" o bien,
"Oh, Reina mía, oh Madre mía".
Diap 23. (María con la corona de Rosas y Azucenas)
Yo me ofrezco todo a ti.
Y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos,
mi lengua, mi corazón;
en una palabra todo mi ser
Ya que soy todo tuyo
oh Madre de bondad
guárdame, defiéndeme
y utilízame como instrumento
y posesión tuya.
Amén.
Diap 24. (Mater con niño)
María, Mediadora entre el cielo y la tierra es Tres Veces Admirable:
-Admirable en cuanto gozo de la Iglesia triunfante;
-Admirable en cuando consuelo de la Iglesia sufriente;
-Admirable en cuanto protección y auxilio de la Iglesia militante.
7
Diap 25. (María con Cristo Niño)
Como Madre de Cristo no sólo es la Virgen poderosa sino también la
intercesora todopoderosa.
Diap 26. (Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable de
Schoenstatt)
Ave María (canto).
Diap 27. (Cara de la Mater)
Ave...
Diap 28. (Mater con niño)
Una niña ...
Diap 29. (Mater entera)
Ave...
Diap 30. (Manos)
Es tu amor...
son tus manos...
Diap 31. (Indivisa entera)
Madre y Reina...
8
PROGRAMA DE UEVAS. Tema 6.
María una nueva creación, María una mujer nueva.
Texto guía para la dirigente
6c. La Imagen bíblica de María.
Introducción al Tema.
María como ilustración.
"Dios sabe que los ideales de la mujer son difíciles de encarnar. Por eso
El, el grande y sabio Pedagogo y Psicólogo del pueblo, ha querido darnos
en la persona de su Madre una ilustración única, una ilustración viva y
grandiosa.
Así se nos presenta Ella: como la gran ilustración de la dignidad
femenina, como el sol de la nobleza femenina, de la grandeza y dignidad
de la mujer. ¡Con qué fuerza es atraído el pueblo, gracias a Ella, hacia las
alturas, hacia las regiones de ese noble ideal de mujer cuando durante
meses enteros - pensamos en el mes de noviembre- la Sma. Virgen
ilumina al pueblo con la plenitud de su esplendor!
Nuestra tarea será procurar que el pueblo tenga siempre una visión clara
de la Sma. Virgen como el sol de la dignidad femenina, como el ideal
perfecto y espiritualizado de la mujer.
Así comprendemos entonces que la Sma. Virgen haya sido alabada dos
veces como la Bendita entre todas las mujeres.
Y fue saludada dos veces: La primera vez por boca del ángel. ¡Dios te
salve llena de gracia! Ese saludo, esa bienaventuranza ciertamente se
refería a la grandeza de la Sma. Virgen. Ella en sí misma poseía
grandeza, una grandeza que provenía de Dios. La segunda vez es una
boca humana. El saludo se refiere ahora a la gloria de la grandeza
femenina de María, que alumbra con rayos de sol a todos los miembros
del género humano.
Con mucha alegría y gratitud observamos en particular cómo de su
grandeza se irradian rayos que penetran en el mundo de la mujer. Por eso
9
Isabel comienza a profetizar que de la Sma. Virgen seguirán bendiciones
para todas las mujeres.
Por su parte, Zacarías recobra su salud . Así se pone de manifiesto la
influencia de la Sma. Virgen sobre los varones.
Y además el niño que la prima de María lleva en su seno es justificado y
liberado del pecado. Contemplan a
"la Mujer", a la Sma. Virgen, a la bendita entre todas las mujeres en su
grandeza, en su fulgor. Observen cómo a través de ese resplandor se
derrama su gloria sobre todas las creaturas.
Pero sigamos adelante. En la Sma. Virgen, en su nobleza y en su
grandeza, la mujer volvió a ser reina, tal como lo habíamos visto en el
paraíso. Reina, no sólo por ser de estirpe real sino en virtud de todo su
actuar, sentir y pensar. Y por eso, aquel devoto de María que sea
auténtico, profundo, vital y sepa pensar en profundidad, que se vincule a
la Sma. virgen y sea capaz de recibir en sí los rayos que se irradian de su
persona; ése se acostumbrará a descubrir los rayos reales de la gloria de
María sobre la frente de cada muchacha y de cada mujer. Sí, debemos
redescubrir esa secreta diadema real de la gloria y la grandeza marianas.
Pero también procuremos que esa diadema brille y resplandezca
efectivamente en las frentes de nuestras jóvenes y de nuestras mujeres.
Pero todavía hay más. En la Sma. Virgen vemos también la virginidad,
ennoblecida de una manera única. Ella es ciertamente la Virgen de las
Vírgenes. Su maternidad está enteramente espiritualizada. El niño de su
vientre no tiene nada que ver con el placer de la carne. Observen en este
punto otra vez toda la nobleza de su gloria, la nobleza genuina de la más
noble y perfecta femineidad.
De esta manera comprenderemos también por qué a lo largo
de los siglos los pueblos católicos contemplaron la imagen de la Sma.
Virgen y se elevaron cultivando la vinculación a Ella como a un claro,
profundo y sustancioso "espejo de la vida ética" . Si el pueblo se encariña
correctamente con esta imagen de la Sma. Virgen, tenemos entonces en
la devoción mariana un indicador del nivel ético del pueblo. Si se
10
propaga adecuadamente la imagen de María en el pueblo, lograremos un
principio ético por el cual éste se orientará siempre de manera correcta.
Así les he mostrado, en líneas generales, el sol de la dignidad femenina,
tal cómo está encarnado en la Sma. Virgen.
Aparentemente la Sagrada Escritura no tiene mucho que decir sobre Ella,
la Bendita entre todas las mujeres. Sin embargo es tan amplia la gama de
colores que emplea al pintarla, que debemos trabajar mucho para
desentrañar cada una de las líneas y crear un cuadro total. La Sma Virgen
se nos presenta en la Sagrada Escritura como la mujer que tiene
el "Ave" en el oído
el "Magnificat" en los labios,
el Niño en los brazos,
las lenguas de fuego del Espíritu Santo sobre la cabeza y
las siete espadas en el corazón.
¿Podría pintarse una imagen más hermosa? Si quieren estudiar en
detalles estos rasgos permítanme entonces esbozarles algunos cuadros en
especial."
11
Tema: María una nueva creación, María la mujer nueva.
María en las bodas de Caná.
San Juan 2,1-12
La Boda de Caná.
"Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí
la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus
discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la
boda, le dice a Jesús su madre: "No tienen vino". Jesús le responde:
"¿Qué tengo yo contigo, mujer?. Todavía no ha llegado mi hora". Dice su
madre a los sirvientes: "Haced lo que él os diga".
Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los
judíos, de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: "Llenad las tinajas
de aguas". Y las llenaron hasta arriba. "Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo
al maestresala". Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua
convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que
habían sacado agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio y le
dice: "Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el
inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.". Así , en Caná
de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y
creyeron en él sus discípulos. Después bajó a Cafarnaúm con su madre y
sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días."
Las bodas de Caná.
"Si quieren continuar la reflexión, mediten en las bodas de Caná. En el
fondo se ve una pareja de novios. Pero esa pareja de novios humano
terrenal, parece ser ante todo, y tal como está trazada la escena, sólo un
marco, un cuadro para hacer resaltar con mayor intensidad la verdadera
pareja nupcial: "Mujer, ¿qué tengo que ver yo contigo?" Aquí se presenta
la Sma. Virgen ante nosotros y ante la humanidad en su incomparable
carácter nupcial. El señor comienza su actividad misionera pública. Y
Ella ciertamente tiene que colaborar allí, tal como más tarde colaborará
en el acontecimiento salvífico. Los exégetas nos dicen que cada vez que
12
es nombrada "mujer" no debe ser considerada como la madre carnal del
Señor sino como la esposa espiritual, la consorte tal como lo indicaron ya
los Padres de la Iglesia. Ambos celebran una boda. Comienza - cada uno
a su manera- la gran redención del mundo realizando el primer milagro
público.
Y ahora observen cómo la Sma. Virgen pone en práctica su servicio
sencillo, simple y virginal. Ponderando las palabras que aquí se dicen,
¿no es algo natural y a la vez extraordinariamente edificante,
ennoblecedor y enaltecedor? "No tienen más vino"
No olviden la situación general. La Sma. Virgen no estaba sentada allí
con virginal timidez, sin saber a qué atinar ni cómo comportarse. Ella
tuvo que haber participado de todo con una actitud humana totalmente
sencilla. Y por eso fue la primera en advertir, con un sano instinto
femenino, que allí faltaba algo. ¿Se dan cuenta cómo la virginidad crea
un órgano sensible a las necesidades de los hombres? De ahí sus palabras
"No tienen más vino".
En seguida se despertó su voluntad de ayudar. Y quizás nos alegra que su
voluntad maternal de ayudar se haya encendido por una pequeñez de la
vida cotidiana: "No tienen más vino".
¡Cuánta grandeza y belleza subyace en la verdadera virginidad y en la
verdadera pureza! El ser humano intacto y virginal es el más abierto a las
necesidades ajenas, a las necesidades de la humanidad. Aquí tienen un
ideal claro y fuerte . Es el ideal del ayudar virginal, del servir virginal.
Por eso en la época actual tenemos que abrirnos paso por entre la maraña
del formalismo hasta arribar a este modelo último del ideal de la mujer.
Debe haber formas, pero no deben convertirse en formalismo. Quedamos
entonces en que el núcleo del ideal de la mujer es el servir virginal.
Pero con los rasgos que acabamos de bosquejar no trazamos aún un
cuadro completo del servir y ayudar a la Sma. Virgen. Ella pronunció
además aquellas palabras: "haced lo que El os diga". Nuevamente el
ayudar virginal. Eleva hacia Dios los deseos de los hombres, pero
también trae a los hombres, desde lo alto, los deseos de Dios. "Haced lo
13
que el os diga". Así debe ser. Esta es la verdadera grandeza femenina:
ayudar sin reservas, desinteresada y heroicamente. Servir en todas partes
donde haya ocasión de hacerlo.
Si consiguiésemos reencender con éxito este ideal entre las mujeres de
hoy, ¡con qué facilidad superaríamos entonces la crisis y la mescolaza de
los sexos! ¿No tendríamos que tomar la imagen de la Sma. Virgen como
orientación? ¿No deberíamos hablar hoy de una expresa conciencia del
propio sexo y de una expresa conciencia de la misión de la mujer? ¿No
deberíamos hacerlo con mayor fuerza y energía?. Esta es la conciencia
del propio sexo: la conciencia de que así es el ideal que está depositado
en mí y que según la voluntad divina deberé encarnar un día. En la
medida en que me haya formado y dejado plasmar según la imagen de la
Bendita entre las mujeres, encarnaré la grandeza, la grandeza original de
la mujer."
Bibliografía: Kentenich, José. Educación Mariana para el hombre de hoy.
Buenos Aires. Editorial Patris. 1989.
14
Tema: María una nueva creación, María la mujer nueva.
La Anunciación.
Evangelio según san Lucas 1,26-38
"En aquel tiempo el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
Galilea, llamada Nazareth, a una virgen desposada con un hombre de la
casa de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Angel entró a su presencia y la saludó, diciendo:
-¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas
las mujeres.
Al oír estas palabras, la virgen se perturbó y pensaba que podía significar
este saludo.
Pero el Angel le dijo:
-No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás y
darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; el será grande y será
llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su
padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá
fin.
María entonces dijo al Angel:
-¿Cómo podrá ser esto, pues no conozco varón?
El Angel le respondió:
-El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra. Por eso, el niño será Santo, será Hijo de Dios. También tu
parienta Isabel ha concebido un hijo a pesar de su vejez, y la que era
considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque nada es
imposible para Dios.
María dijo entonces:
-He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Y el Angel se alejó".
La Anunciación.
"Deténgase un momento por favor frente a la escena de la Anunciación.
Debajo de ella pueden escribir con gran alegría y gratitud esta marcada y
clara expresión: "ayudar virginal".
15
Es algo extraordinario y hermoso constatar como las raíces
fundamentales y primeras del cristianismo están sumergidas en la
virginidad, en la pureza. Es cierto, el Evangelio sigue hasta muy lejos en
la historia la genealogía de Jesús. Lo hace con una objetividad y un amor
verdaderamente clásicos. Va tan lejos ese amor a la verdad de la Sagrada
Escritura que no se avergüenza de enumerar todas las prostitutas que
ocupan un lugar en ese árbol genealógico. Pero cuanto más se aproxima
el advenimiento del Señor tanto más pura se hace la atmósfera. Y allí
donde el agua mana directamente de la fuente tenemos un manantial
totalmente puro y sin mancha. Allí tenemos a la Virgen pura y a San
José. Más tarde nos saldrá al encuentro el discípulo amado, el puro y
virginal Juan. Allí tenemos la atmósfera, la pureza, la atmósfera pura y
virginal de la cual surgió el cristianismo. Así pues no nos asombramos
cuando se dice el ángel: "Fue enviado a una virgen...Y el nombre de la
virgen era María". Casi simultáneamente aparece dos veces la misma
palabra: virgen. Sí, virginal es el cristianismo en su gestación.
Ahora bien, estudien por favor alguna vez cómo en la escena de la
Anunciación la virginidad se manifiesta en la persona de la Sma. Virgen
con una intensidad extraordinaria. Con este fin se comparen la imagen
que aquí trazamos con otra casi idéntica. Contemplen a Zacarías.
También él recibe, al igual que Sma. Virgen, una visita del cielo. En una
y otra escena, casi literalmente la misma pregunta. (Lucas 1, 18-34). Pero
el efecto es totalmente opuesto. Zacarías es castigado, mientras que la
Sma., Virgen es colmada por la gracia, fecundada de manera única. ¿Por
qué? En Zacarías la pregunta del "quomodo" (¿cómo?) surge de una duda
digna de castigo. En el caso de la Sma. Virgen fue una pregunta que
surgía de la decisión por la virginidad. Para Ella era absolutamente
seguro: "no debo entregar mi virginidad".
Nuestra ascética y nuestra dogmática acostumbran a pintar con todo
detalle cómo el cielo y la tierra contuvieron su aliento cuando la Sma.
Virgen pronunció su "Fiat" (Si). ¿No deberíamos hacer una afirmación
similar cada vez que pensamos en ese "quomodo"?. Ciertamente ya desde
la eternidad estaba previsto que la Madre del Señor fuese una virgen. Esa
16
fuerte decisión por la virginidad, esa imperturbable voluntad de
conservar a toda costa la virginidad, es una prueba de que nos hallamos
realmente ante la Bendita entre todas las mujeres. Observen aquí
claramente la imagen de la virginidad, los rasgos virginales en la imagen
de la Sma. Virgen.
Pero la escena de la Anunciación puede brindarles también claridad sobre
la fecundidad de la virginidad, sobre la fecundidad de la pureza. Esta
fecundidad se manifiesta en primer lugar en la palmaria revelación de los
misterios divinos que se le hace a la Bendita entre las mujeres.
Comprueben en la escena de la anunciación cómo a la Sma. Virgen le
son revelados los más grandes misterios del cristianismo; El misterio de
la trinidad, de la encarnación del nacimiento virginal. Es ley en el reino
de Dios que las almas puras y virginales tengan un órgano de una
agudeza única para esa luz, para la luz eterna. "Bienaventurados los
limpios de corazón porque ellos verán a Dios."
La fecundidad de la virginidad es maternal en dos sentidos. Una vez que
hubo dado ese clásico testimonio
de su virginidad, escuchamos aquellas palabras: "He aquí la esclava del
Señor" y luego las palabras que conmovieron al mundo: "Y la Palabra se
hizo carne" .El sentido positivo de la virginidad es siempre la entrega, la
entrega sin reservas a Dios, a Cristo y a todo lo que El ama. Esto vale
para toda la virginidad, también para la mía. El sentido positivo es
entonces que yo renuncie por amor a Cristo y su causa. Por eso San
Agustín llama a la virginidad un matrimonio espiritual con Cristo, un
matrimonio espiritual con Dios.
Pero en la Sma. Virgen la fecundidad de la virginidad se manifiesta
también, tal como se documenta en la Anunciación, en la actitud de
inclinarse, inclinarse hacia los miembros de Cristo para servirlos, y en el
despliegue de su maternidad no sólo para con el joven Jesús histórico
sino también para con el Cristo místico (Iglesia)".
Bibliografía: Kentenich, José. Educación Mariana para el hombre de hoy.
Buenos Aires. Editorial Patris 1989.
17
Tema: María una nueva creación, María la mujer nueva.
María ante la pérdida de su Hijo en el templo.
Evangelio según San Lucas 2, 41-51a.
"Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de
Pascua.
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y
acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en
Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.
Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y lo buscaban
entre los parientes y conocidos.
Como no lo encontraron, prosiguiendo su búsqueda, volvieron a
Jerusalén.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores
de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo
oían estaba asombrados de su inteligencia y de sus respuestas.
Al verlo, sus padres quedaron llenos de emoción y su madre le dijo:
-Hijo mío ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te
buscábamos angustiados.
Jesús les respondió:
-¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme en las cosas
de mi Padre?
Ellos no comprendieron el alcance de sus palabras.
Y Jesús regresó con sus padres a Nazaret y les estaba sujeto".
El Niño en el templo.
"Si quieren completar esta imagen, si quieren repasar otras escenas,
deténgase un poco en aquél momento, en aquella situación, cuando el
Señor se comporta con mucha dureza frente a su madre: en Jerusalén.
Había ido allí con la Sma. Virgen y San José. Y entonces nos enteramos
cuán estrechamente unido esta El a Ella y Ella a El. Jesús se había
quedado atrás y Ella lo busca ¡Qué hermosas suenan aquellas palabras:
"Hijo, ¿por qué nos has hecho esto?" Es evidentemente una relación muy
18
tierna, personal y familiar que une a los tres. ¡Y qué dura es la respuesta!
Humanamente hablando, ¡qué tremenda, qué fuerte decepción tuvo que
haber sido y fue para Ella! Desde el punto de vista humano. La Sma.
Virgen se dio cuenta en ese mismo instante de que El no había extrañado
en absoluto su presencia, que no había sufrido por haber debido separarse
durante tanto tiempo. "¿No debía estar yo... en la casa de mi Padre?"
¿Notan cómo su maternidad tenía que educarse para alcanzar la
reciedumbre?
Así ocurre en la vida de toda mujer. Porque ella engendra a su hijo dos
veces, ya sea un hijo carnal o bien uno espiritual. La primera vez cuando
lo da a luz. La segunda, cuando renuncia a él. Y en esa segunda vez, la
renuncia entraña frecuentemente los dolores de parto más terribles.
Ayudar virginal, lo maternal virginal: ¡Cuán fuertemente se pone aquí de
manifiesto la reciedumbre de lo maternal! Pueden pintar tanta imágenes
tomadas de la Sagrada Escritura como deseen. Arribarán siempre al
mismo punto: lo maternal virginal, ayudar virginal. Unas veces se
acentúa un rasgo y otras veces otro".
Bibliografía: Kentenich, José. Educación Mariana para el hombre de hoy.
Buenos Aires. Editorial Patris. 1989.
19
Tema: María una nueva creación, María la mujer nueva.
María al pie de la Cruz
Mt. 27 55-56; Mc. 15 40-41; Lc. 23 49.
"Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre.
María, mujer de Clopás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y
junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: "Mujer, ahí
tienes a tu hijo". Luego dice al discípulo: "Ahí tienes a tu madre" Y desde
aquella hora el discípulo la acogió en su casa".
Junto a la cruz.
"Pueden contemplar cómo el Señor desde la cruz la releva solemnemente
de su tarea de madre carnal y solemnemente la pone y proclama en su
nuevo cargo de madre espiritual del mundo .
Una y otra vez comprobarán que se trata siempre de lo mismo, de una
estructura del ser. Lo femenino se ilustra aquí de manera clásica: el servir
y el ayudar virginales. La madre carnal e incomparable esposa del Señor,
Virgen y Madre. ¿Acaso no tengo razón al decir que la Sma. Virgen salva
el ideal femenino en primer lugar gracias a la ilustración clásica que hace
de ese ideal?"
Bibliografía: Kentenich, José. Educación Mariana para el hombre de hoy.
Buenos Aires. Editorial Patris 1989.
20
Tema: María una nueva creación, María la mujer nueva.
María visita a su prima Santa Isabel.
San Lucas Cap. 1, 39-56
"En aquéllos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región
montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a
Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de
gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y
exclamando con gran voz, dijo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el
fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?
Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el
niño en mi seno . ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que
le fueron dichas de parte del Señor!"
Y dijo María:
"Engrandece mi alma Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador.
porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava por eso desde
ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha
hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su
misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su
propio corazón.
Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
Acogió a Israel, su siervo.
acordándose de la misericordia
- como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su
linaje por siglos".
María permaneció con ella unos tres meses y se volvió a su casa".
La Visitación.
21
"Si nos hubiésemos encontrado en una situación similar, si Dios hubiese
tomado morada en nuestro seno, si allí hubiese cobrado forma y figura,
¡cuántos de nosotros nos habríamos retirado entonces a la soledad para
entregarnos allí a la serena y meditativa oración de contemplación! Pero
ese no fue el caso de la Sma. Virgen. Había escuchado que su prima
necesitaba ayuda, que muy pronto daría a luz. Aquí observamos que la
virginidad posee una apertura muy grande, una sensibilidad especial para
la necesidad del prójimo. Por eso la "portadora de Dios" se convierte en
ese mismo momento en "servidora de Dios". Se fue "con prontitud a la
región montañosa", con prontitud, no lentamente. No viaja en continuo
ensimismamiento, sin mirar y sin sensibilidad para lo que sucede a su
alrededor. ¡No, no! Precisamente porque la Palabra se hizo carne, por eso
le urge ayudar allí donde haya que hacerlo. Ella se convierte en la
primera ama, la primera asistente social de la familia cristiana.
Fíjense otra vez en el ideal de mujer de la Sma. Virgen: "el ayudar
virginal". Ambos aspectos se integran conformando un sólo organismo.
La virginidad es servir ayudando, es lo maternal desinteresado. Y lo
maternal presupone de alguna manera la virginidad, al menos en el
sentido de pureza, de estar intacta, de una pureza acorde al estado.
Tenemos que mantener este grande y magnífico ideal de la mujer, tal
como se ilustra en la persona de la Sma. Virgen. Debemos contemplarlo
y volver a tomarlo como orientación . Aunque otros hombres o corrientes
ideológicas nos propongan otros ideales, nosotros mantenemos el ideal
de la Sma. Virgen. Este es el ideal de mujer objetivo y querido por Dios
para la naturaleza femenina, por la cual toda mujer debe luchar".
Bibliografía: Kentenich, José. Educación Mariana para el hombre de hoy.
Buenos Aires. Editorial Patris. 1989.
22
Tema: María una nueva creación, María, una mujer nueva.
La alabanza a María.
Lucas 11, 27-28
"Sucedió que estando él diciendo estas cosas, alzó la voz una mujer de
entre la gente, y dijo "¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te
criaron!" Pero el dijo: "Dichosos más bien los que oyen la Palabra de
Dios y la guardan".
La Alabanza
"Pueden meditar otras escenas de la Sagrada Escritura. Arribarán una y
otra vez al mismo punto, a la última tesis fundamental. Piensen en
aquélla otra oportunidad que frecuentemente se interpreta como
antimariana. En esta ocasión alguien alaba a la Sma. Virgen: "Dichoso el
seno que te llevó". Genuinas palabras de una mujer del pueblo. Ella
contempla al Señor en toda su grandeza, en toda su personalidad de jefe y
grandeza de profeta y piensa instintivamente: "¡Qué grande para una
mujer ser la madre de un hombre así!" Por eso le dice: "¡Dichoso el seno
que te llevó!" ¿Y qué responde el Señor?: "¡Dichosos más bien los que
oyen la Palabra de Dios y la guardan!". Damos enseguida la
interpretación que en general nos ofrecen hoy los exégetas. Sí, por
supuesto, dichosa. Jesús quiere decir con esto que aquella que le dió la
vida es grande, bienaventurada. Pero luego aparta su mirada de esta
maternidad material volviéndola hacia el desposario espiritual y subraya:
Sí, dichosa, pero más dichosos aún los que creen. Los que se entregan
filialmente a la voluntad de Dios tal como lo ha hecho la Sma. Virgen.
Ella no le dio solament
e la vida corporalmente, sino que "antes de engendrarlo en la carne, lo
engendró en el espíritu". Observemos con cuánta claridad se vuelve a
destacar aquí la maternidad espiritualizada. Debemos tenerlo en cuenta,
estemos o no casados. Velar por la espiritualidad del amor es un
elemento estructural del ser de la mujer. Ciertamente la mujer tiene sus
derechos en el matrimonio; pero, más allá de ellos, la tarea de velar por
un amor espiritualizado".
23
Bibliografía: Kentenich, José. Educación Mariana para el hombre de hoy. Buenos
Aires. Editorial Patris. 1989.
24
MADRE, QUE HERMOSA ERES TU
Madre, qué hermosa eres Tú!
Madre, qué hermosa eres Tú!
Quiero permanecer a tus pies
para que, puliendo mi estampa,
llegue a ser en cada rasgo imagen tuya.
Madre, qué hermosa eres Tu!
Madre, qué hermosa eres Tú!
Y gozoso el Padre mire
desde Ti hacia mí.
Madre, qué hermosa eres Tú!
Madre, qué hermosa eres Tú!
Y me llame finalmente lleno de alegría
por tu nombre: MARIA-MARIA-MARIA.
Madre, qué hermosa eres Tú!
Madre, qué hermosa eres Tú!
25
Descargar