un pueblo de sano juicio

Conferencia General Abril 1972
UN PUEBLO DE SANO JUICIO
Por el élder Mark E. Petersen
Del Consejo de los Doce
Sería más apropiado, mis hermanos y hermanas, que
cantáramos el glorioso himno que acabamos de cantar ("Te damos,
Señor, nuestras gracias") porque acabamos de escuchar la voz del
Profeta de Dios.
Ha hablado, como el divino portavoz del Señor aquí en la tierra.
Los Santos de los Ultimos Días lo reverencian, aceptan su palabra
inspirada y la revelación que recibe para guiarnos en estos difíciles tiempos.
Las personas que no son miembros de esta Iglesia, no pueden sentir el gran
significado de su ministerio. Aun algunos Santos de los Ultimos Días no lo han
descubierto. Pero el Presidente de la Iglesia es de hecho un Profeta levantado en estos
últimos días para proporcionar guía e inspiración, no sólo a los Santos de los Ultimos
Días, sino a toda la humanidad, en todas partes.
El Todopoderoso ha dicho de él y de otros profetas de esta Iglesia:
" ... hablarán conforme los inspire el Espíritu Santo.
"Y lo que hablaren cuando fueren inspirados por el Espíritu Santo, será escritura,
será la voluntad del Señor, será la intención del Señor, será la palabra del Señor, será
la voz del Señor, y el poder de Dios para la salvación" (D. y C. 68:3-4).
El presidente Smith es un profeta en el mismo sentido en que lo fueron Moisés,
Isaías, Ezequiel, Jeremías, Pedro, Pablo y otros que ministraron antiguamente.
Toda persona creyente aceptará que hubo profetas en Israel durante los tiempos
del Antiguo Testamento. Los profetas también fueron parte de la Iglesia establecida
por el Salvador en sus días. Fueron también como Moisés e Isaías, pero ellos eran aún
más, eran profetas cristianos, elegidos por el Señor para el ministerio cristiano, a fin
de enseñar apropiadamente a los santos y protegerlos de falsas doctrinas que podrían
desviarlos.
Actualmente pocas personas, sean judías o cristianas, se dan cuenta de que
existen profetas vivientes, hombres que tienen los mismos dones y poderes que
caracterizaron a los profetas de la antigüedad. Ellos son hombres modernos, bien
educados y están completamente conscientes de las condiciones actuales, transmiten
la palabra de Dios tal como se recibe en la actualidad, al igual que Moisés e Isaías,
Pedro o Pablo ministraron en sus días.
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Haced lo posible por daros cuenta, si así lo deseáis de que Dios nos habla ahora.
El se manifiesta a través de los profetas a quienes ha levantado en estos días para
ayudar a combatir con éxito las seducciones de in mundo decadente y ciego.
Cada uno de vosotros podéis tener el beneficio de su guía celestial, con sólo
aceptarla; podéis conocer la voluntad de Dios en la parte que os corresponde, no
desde hace dos mil años sino hoy y aquí.
¿No ministró Moisés para las necesidades particulares de su pueblo? ¿Jeremías,
Isaías y Ezequiel no hicieron lo mismo? ¿Pedro y Pablo, no dieron respuesta a los
problemas inmediatos de sus días, ajustándose a las condiciones que enfrentaban sus
amigos y vecinos?
Estas bendiciones similares están disponibles ahora para todos los que quieran
escuchar. Estas bendiciones las podéis obtener por medio de nuestro Profeta
viviente, con las revelaciones actuales, para resolver problemas actuales.
En este tiempo de grandes males, el Todopoderoso está haciendo un dramático
esfuerzo por salvar a la humanidad antes de que venga la destrucción sobre el mundo,
y lo está haciendo así, dando una nueva y gran revelación de sí mismo: Se ha aparecido
a hombres actuales que han visto su rostro y han escuchado su voz.
El ya no es más, un Dios ausente. Nunca más estará aislado de nosotros. En el
tiempo en que vivimos, El ha mostrado ser una realidad divina, tanto física como
espiritual.
Al mostrarse literalmente a los hombres modernos, ha quitado toda duda
respecto a su existencia, El vive, como vive su divino Hijo Unigénito, Jesucristo.
¡Ambos se han dado a conocer por una grande y nueva revelación en nuestros
días! ¿Es difícil de creer? ¿Lo dudáis? ¿Os parece increíble que Dios se apareciera a un
hombre moderno?
El ciertamente se dio a conocer en la antigüedad. Si él es invariable, como dicen
las Escrituras, ¿podría no hacer lo mismo, por el pueblo moderno, como lo hizo por el
antiguo?
A través de los tiempos de la Biblia El se dio a conocer. Especialmente cuando su
pueblo comenzó a extraviarse, se manifestó con poder, para traerlos de nuevo al redil.
Lo hizo por medio de nuevos profetas que levantó de tiempo en tiempo y a
quienes dio nuevas revelaciones, las cuales revitalizaron y dieron más significado a la
palabra divina que había sido previamente dada.
Después de largos siglos de trabajo por medio de sus profetas, él envió a su propio
Hijo, no a condenar al mundo sino a salvarlo.
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Para cumplir sus propósitos, el Señor fundó su Iglesia y enseño su evangelio, y por
un tiempo, muchos lo siguieron. Pero desde entonces, la humanidad una vez más se
ha apartado de sus preceptos y ha dejado de cumplir sus mandamientos; de ahí las
condiciones del mundo actual.
Pero, a causa de que El ama al pueblo moderno tanto como al de los tiempos
antiguos, está ahora haciendo un esfuerzo final para salvarnos. Y esto lo hace
precisamente por los mismos medios que usó antiguamente; esto es, dándonos
nuevas revelaciones y levantando nuevos profetas a través de los cuales habla a la
humanidad.
Podéis decir que se os ha enseñado que el Todopoderoso ya no se revelará; que
ya no es necesaria más revelación, y que la Biblia es suficiente.
Yo admito que por siglos, la revelación cesó. No hubo más apóstoles ni profetas
sobre la tierra. Esto es cierto, pero también es muy lamentable.
Sin embargo, las revelaciones cesaron por la misma razón que cesaron
ocasionalmente durante el tiempo del Antiguo Testamento. Isaías lo explicó de esta
manera:
". . He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado
su oído para oír.
"pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro. . . " (Isaías 59:1-2).
Sin embargo, a pesar de todos los males, las Escrituras nos dicen que en los últimos
días vendría esta nueva revelación, de la que estamos hablando. Qué ángeles
visitarían la tierra una vez más, proporcionando dirección divina a la humanidad en
error.
¿Es difícil creerlo? No, si aceptáis la Biblia.
Nosotros, los Santos de los Ultimos Días anunciamos que esta nueva luz ya ha
venido, Dios nos ha dado una grande y nueva revelación. Ha levantado nuevos
apóstoles y profetas para trabajar entre las naciones, tal como lo hicieron Pedro y
Pablo. Nosotros somos esos apóstoles y profetas, somos sus representantes
divinamente llamados para ministrar en la actualidad.
Pero muchos dirán que esto no puede ser, sin embargo, así es. Esto es un hecho,
cumplimiento directo de una profecía.
Algunos pueden decir que Dios nunca se apareció a una pequeña secta oculta en
las Montañas Rocallosas. Otros podrían decir que los Santos de los Ultimos Días
tienen ideas religiosas tan peculiares, que no necesitan ser tomadas en cuenta.
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Pero nosotros no somos un pequeño grupo aislado en las Montañas Rocallosas;
estamos ahora sobre todo el mundo, tan extendidas como muchas reconocidas
denominaciones de la cristiandad en constante crecimiento.
Tampoco somos fanáticos con ideas peculiares. Somos realistas. Podíais suponer
por un momento ¿qué religión insatisfecha podría haber hecho lo que los Santos de
los Ultimos Días en todo el mundo?
Nuestro pueblo cuenta con ciudadanos conscientes, respetuosos de las leyes,
inteligentes, progresistas, todos los que realmente nos conocen lo reconocerán.
Tenemos un alto promedio en educación; creyendo, como lo hacemos, que tanto
la gloria de Dios como la del hombre es la inteligencia, hemos producido grandes
científicos e inventores. Por ejemplo, ¿sabíais que el receptor de televisión, es el
resultado de la participación del genio inventiva de un científico mormón, el Dr. Philo
Farnsworth?
Disfrutáis de la música en vuestro estereofónico,
¿Sabéis que el sonido estereofónico llegó a vosotros gracias a las investigaciones
de otro científico mormón, el Dr. Harvey Fletcher?
Algunos de los directivos del programa espacial de los Estados Unidos, han sido
miembros de esta Iglesia. Uno de los astronautas, ahora en entrenamiento es un
Santo de los Ultimos Días. Uno de los hombres que llegó a la luna en una de las más
recientes expediciones americanas, se graduó en una escuela de la ciudad de Lago
Salado.
Los Santos de los Ultimos Días han logrado rangos en el gabinete del gobierno de
los Estados Unidos y algunos también han ocupado altos puestos en otros países.
Muchos Santos de los Ultimos Días han presidido sobre algunas de las más;
grandes organizaciones mundiales de clubes cívicos, siendo uno de ellos el Club de
Leones Internacional. Un apóstol mormón fue presidente mundial de los Rotarios
(una organización internacional) y fue sumamente respetado por sus miembros.
La cultura de los Santos de los Ultimos Días, es bien conocida. Nuestra música,
ejecutada por varios grupos, es escuchada en muchas naciones. Nuestro coro del
Tabernáculo de Lago Salado canta para millones de personas cada semana en la Unión
Americana y el extranjero.
Algunos de nuestro hombres han presidido sobre importantes organizaciones
financieras y de negocios, como la Asociación Americana de Banqueros y la Asociación
Nacional de Manufactureros. Un número de miembros de varios estados, han servido
en el Congreso de los Estados Unidos y continúan haciéndolo.
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Algunos de nuestros hombres poseen comisiones de alto rango en los servicios
militares. Recientemente me senté a comer con tres de ellos, dos generales
brigadieres y un Mayor General, todos ellos fieles Santos de los Últimos Días.
Y hablando de la liberación de la mujer, se ha reconocido que la mujer mormona
está entre las primeras mujeres, de todo el mundo, en recibir el derecho para votar.
Fue conferido a ellas en los días de Brigham Young, hace ciento dos años.
Una de nuestras organizaciones femeninas cuenta casi con medio millón. Esta
organización está dedicada a mejorar el estado de las mujeres y niños y opera en
sesenta y tres países del mundo. Su presidenta, la señora Belle S. Spafford,
recientemente sirvió como presidenta del Consejo Nacional de Mujeres de los Estados
Unidos, también representó a América como delegada en el Consejo Mundial de la
Mujer, en el cual ocupó también una posición prominente.
Tenemos todavía otra organización de mujeres jóvenes y de señoritas la cual
cuenta con 400,000 mujeres dedicadas al mejoramiento de las señoritas. Su
presidenta, la señora Florence S. Jabosen, ha servido también como delegada de
Estados Unidos en las reuniones del Consejo Mundial de Mujeres.
Nuestros hombres y mujeres han tomado parte activa en la Casa Blanca durante
la conferencia para el mejoramiento de los niños y aún están comprometidos en ese
trabajo.
Muchos Santos de los Ultimos Días están entre los dirigentes del movimiento
internacional de Boy-Scouts. Fue un mormón con el título de "Aguila Scout", quien
representó a los seis millones de Scouts de los Estados Unidos al presentar ante el
Presidente Nixon, la tarjeta que lo acreditaba como Presidente honorario de los
BoyScouts de América en 1972.
¿Podría el fanatismo religioso producir una serie de resultados como estos? En
ningún sentido se desvía a causa del fanatismo a nuestros hombres y mujeres, ellos
son personas prácticas, tienen los pies sobre la tierra son bien equilibrados y gente de
sano juicio.
Es desde lo más profundo de esta gran integridad que declaramos que Dios se ha
revelado en los tiempos modernos, y que nosotros somos los custodios de ese
mensaje.
El evangelio original de Cristo, ha sido restaurado a la tierra en su íntegra pureza.
El está aquí ahora. La autoridad divina para administrar ha sido restaurada de la
misma manera desde el cielo en nuestros días. Este evangelio restaurado puede
acabar con el crimen, la delincuencia y las contenciones entre padres e hijos.
Puede acabar con la inmoralidad, el libertinaje y la embriaguez.
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Puede detener los divorcios y el fracaso del hogar.
Puede curar todos los males que ahora nos afligen si vivimos de acuerdo a sus
enseñanzas.
Cada parte del evangelio es práctica. Produce resultados positivos.
Ha llegado el tiempo de ser realistas acerca de nuestra condición y reconocer que
sólo, por medio del retorno a Dios y su recién restaurado evangelio, podremos lograr
la felicidad y la paz en el mundo.
Testificamos que Dios vive, que somos sus siervos debidamente asignados con
poder divino, y que fuimos ordenados en el cielo para predicar su palabra revelada a
toda la humanidad, por el poder de la profecía moderna.
Apelamos a vosotros a que no dejéis que los prejuicios os cieguen a la verdad,
abrid vuestros corazones a esta nueva revelación de Dios; estudiadla y aprended a
vivir por sus principios. Os testificamos que esta es verdaderamente la manera de
vivir y de lograr la salvación, traída nuevamente a la tierra por Dios y por ministración
angélica. Y os damos nuestro testimonio en el sagrado nombre del Señor Jesucristo.
Amén.