Iglesia de Santo Tomás y San Felipe Neri - Mupart

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Iglesia de Santo Tomás y San Felipe Neri
Evolución de su patrimonio artístico
Arantzazu Vega Gorgoll
Grado de Historia del Arte, 3ºB
Universitat de València, 2012-2013
Historia y gestión del patrimonio artístico
Índice
1. Durante el siglo XVIII: El origen de su planteamiento arquitectónico
2. Siglo XIX: Durante la Guerra de la Independencia
.…................................. página 07
3. Transformaciones durante el siglo XX: La Guerra Civil Española
4. Anexo fotográfico
5. Bibliografía
........ página 01
.............. página 09
…............................................................................... página 15
…......................................................................................... página 23
Fotografía portada: Arantxa Vega
1. DURANTE EL SIGLO XVIII: EL TEMPLO Y EL ORIGEN DE SU
PLANTEAMIENTO ARQUITECTÓNICO
La congregación fundada por San Felipe Neri en Roma llegó a Valencia en 1648. Fue la casa matriz
de las hispánicas por voluntad del obispo de Oriola, Lluís Crespí de Borja, junto a Felipe Pesantes i
Boïl, Lluís Escrivà i Zapata y Genónimo Pertusa, que obtuvieron la licencia de Felipe IV en el año
1625. La primera sede se fijó en una casa cercana a San Juan del Hospital, pero en diciembre de ese
año se encargó la construcción de un oratorio en un terreno algo más grande, frente a la Casa de les
Comèdies. Esa primera fase para la congregación pudo ser llevada a cabo por el soporte económico
del arzobispo Pedro de Urbina, el patronazgo regio de Felipe IV y la bula de 1656 de Alejandro VII.
Tuvieron dos edificios que formaban una unidad constructiva, la iglesia y el convento, pero primero
se construyó el Parvo Oratorio (1685), y desde 1723 se proyectó concluirlo como iglesia. El diseño
del desaparecido convento, que fue descrito como “bello” y “de buena factura” (con elementos tan
llamativos como un claustro de columnas de mármol negro) se atribuye a Tomás Vicente Tosca.
Vista aérea (Paisajes Españoles)
Fachada
La iglesia de la Congregación, hoy parroquia de Santo Tomás y San Felipe Neri, se construyó entre
el año 1725 (puede que 1727, pero no más allá) y 1736, para la orden oratoniana de San Felipe Neri.
Formó parte de la casa conventual erigida por la Congregación Oratoniana de San Felipe Neri sobre
la antigua parroquia de Santo Tomás. Está ubicada en la Plaza de San Vicente Ferrer, que se conoce
popularmente como Plaza de los Patos. Fue elogiada y admirada desde su construcción.
Se trata de una expresión de la progresiva transformación que comenzó a principios del siglo XVIII
en la arquitectura valenciana, y fue también la afirmación del clasicismo en medio de una corriente
arquitectónica marcadamente barroca: la plasmación de las orientaciones arquitectónicas clasicistas
establecidas por el matemático oratoniano valenciano Tomás V. Tosca (1651-1723) en su tratado, el
Compendio Matemático, en el volumen que trata sobre la arquitectura civil y los cortes de cantería.
Fue también un tributo a la tradición clásica en el contexto de la arquitectura barroca, pero abierto a
novedades compositivas francesas e italianas. Se inserta en una voluntad cientificista y matemática
moderna, arraigada en los sectores cultos de Valencia, que parte de un movimiento renovador de las
ciencias físico-matemáticas a principios del siglo XVIII, del cual formaron parte matemáticos como
Tosca y Juan Bautista Corachán (1661-1741). Las intervenciones de estos autores en la arquitectura
aportaron a la disciplina local un importante ingrediente culto que en el terreno estilístico se tradujo
en una actitud clasicista, que produjo la restitución de la gramática de los órdenes y la significación
compositiva de la arquitectura clásica.
Existe una gran corriente continuadora del tipo compositivo y el alarde constructivo de esta iglesia,
especialmente de su fachada, durante todo el siglo XVIII valenciano, y su influencia llegó incluso a
la Real Academia de San Carlos, como fue el caso del director de arquitectura, Antonio Gilabert.
Tomás V. Tosca fue maestro en Artes, doctor
en Teología, físico, astrónomo y matemático
(enseñó la disciplina de modo privado y más
tarde fundó una escuela para continuar con la
labor). Además, fue consagrado sacerdote en
1678, y entonces ingresó en la Congregación
de San Felipe Neri, llegando a ostentar cargos
importantes. Es autor del plano histórico más
conocido y riguroso de la ciudad (que data de
principios del siglo XVIII), y en el despacho
parroquial de Santo Tomás y San Felipe Neri
se conservaron dos planos de su demarcación
Plano de Tomás V. Tosca, desarrollado entre 1705 y parroquial de Santo Tomás delineados por él.
1738, con el convento y la iglesia aún sin concluir.
La tradición historiográfica que atribuye la fachada a Tosca parte del Padre Serrano, que afirmó este
hecho en 1762. Se corroboró esta afirmación por los conocimientos arquitectónicos del matemático
y por las numerosas comisiones que desempeñó en los asuntos relacionados con la arquitectura y el
urbanismo (incluidas la realización de trazas que desarrolló generalmente al lado de su compañero y
amigo Juan Bautista Corachán), pero no por fuentes documentales.
A falta de una documentación más amplia nadie desmintió la atribución del Padre Serrano, sino que
se extendió la autoría de Tosca al resto del templo. Aportaciones documentales recientes demuestran
que la planta fue diseñada en Roma, lo cual no desmiente al Padre Serrano, aunque sí en gran parte
a quienes extendieron la autoría de Tosca a la totalidad del edificio. A día de hoy se cree que es más
factible que la obra fuera proyectada conforme al pensamiento de Tosca, pero no se habría diseñado
de su mano. Esta hipótesis está reforzada por el paralelismo que existe entre la forma arquitectónica
de la fachada y las directrices de Tosca en su tratado de arquitectura, que se publicó en el año 1715,
como mínimo diez años antes de que la iglesia comenzara a construirse.
La planta es de cruz latina, con una corta nave de tres tramos, y una gran amplitud en el crucero y el
presbiterio. Su bóveda central es de cañón, tabicada por lunetos, y todas las cúpulas (tanto la central
como las de las capillas laterales) son de media naranja, con aperturas cenitales con linternas. En su
planta se pueden rastrear huellas del esquema vignolesco de Il Gesú (Roma), pero sobretodo es muy
similar a la iglesia de la Compañía de Valencia (destruida en 1868, pero se conocen bien su planta
y su cronología tras investigaciones recientes). Se ha pensado que es posible que la iglesia de Santo
Tomás y San Felipe Neri se trate de una versión modernizada de aquel templo jesuita, construido en
1595 y ampliado en 1621 y en 1631.
La aún entonces conocida como la iglesia del Oratorio de San Felipe debió modernizar, en el marco
de la cultura arquitectónica de principios del siglo XVIII, el modelo vernáculo antes que el romano.
Es en la fachada donde se observan las innovaciones de tipo italiano, ya que es de tipo vignolesco, a
la romana, de un tipo vigente en Italia y en la arquitectura europea basada en la difusión de tratados
y libros de estampas (como el de Gian Giacomo de Rossi, Insignium Romae Templorum prospectus,
Roma, 1685). El modelo de Il Gesú (Roma, 1568-1580) tuvo una gran influencia en la arquitectura
europea entre los siglos XVII y XVIII.
Esta fachada se aparta claramente del modelo de fachada-retablo que tan arraigado se encontraba en
la arquitectura seiscentista valenciana: tiene dos frontones, el inferior curvo y el superior triangular,
una torre campanario lateral y dos cuerpos de anchura distinta, con volutas de enlace y articulación
de pilastras. Además destaca su combinación de colores (el rojo del ladrillo y el blanco del mármol),
que es una nota distintiva para la iglesia: éstos llamativos rasgos podrían deberse a una intención de
diferenciarse de las iglesias valencianas de su tiempo.
il Gesù (www.it.wikipedia.org)
y Santo Tomás (www.flickr.com)
Ese modelo vignolesco fue el leivmotiv de una gran cantidad de iglesias valencianas del siglo XVIII,
como las iglesias parroquiales de Benifairó de les Valls, Chiva, Cheste, Pedreguer, Gestalgar y Turís
(que pese a ser de cronologías diversas siguen el modelo de fachada generado por Santo Tomás).
En la fachada se evidencia la influencia de Tosca y su legado: El orden jónico del primer cuerpo y el
compuesto del segundo remiten a su versión miguelangelesca, que eran los modelos recomendados
por Tosca en su tratado. Las ménsulas del entablamento son de perfil francés, y evocan los modelos
divulgados por François-Nicolas Blondel (1618-1686). Los encuentros entre los tramos rectos y los
curvos en los frontones y las cornisas siguen las directrices de Tosca y de Juan Caramuel Lobkowitz
(1606-1682) sobre el modo de unir “cornijas oblicuas” con las rectas.
Es una fachada de elegante y alegre bicromía, de piedra y mármol, con esculturas de Jaime Molins,
Ignacio Vergara y Juan Bautista Borja. La portada es el elemento que resultó con mayor plasticidad:
fue rematada con un frontón abierto, con las alegorías de la Pureza y la Oración, y un medallón oval
con un relieve de la aparición de la Virgen a San Felipe Neri.
La gran importancia de la iglesia de Santo Tomás radica en que fue el primer ejemplo que aspiró en
Valencia a adecuar la fachada a las proporciones de la estructura interna, basándose en la gramática
de los órdenes y siguiendo para ello la autoridad de la arquitectura de Vignola: en las capitulaciones
firmadas entre la orden, con Tosca como representante principal, y los arquitectos Francisco Martí y
Joseph Padilla, para la construcción del oratorio que procedió a la iglesia (en el año 1722) se indica
que las molduras debían ajustarse “al estilo Barroccio de Viñola”.
Portada
Cuerpo superior de la fachada
El exterior de su fábrica guarda la misma lógica funcional respecto a su interior que el prototipo de
Vignola: la fachada está compuesta de dos pisos, que se corresponden a los dos niveles inferiores, el
primero más ancho (debido a que el interior de la nave cuenta con capillas laterales). Este deseo de
transparencia estructural está acompañado de un reducido vocabulario decorativo, sometido en gran
parte al ordenamiento clásico.
Sin embargo, el presbiterio es de cabecera recta y no semicircular (como es el de Il Gesú), debido a
la continuación de una práctica habitual en la arquitectura valenciana, y tiene una pequeña solución
que permite entender una preocupación constante en el planteamiento de las iglesias levantadas en
el contexto de la Contrarreforma: la puerta lateral (en la calle Trinquete de Caballeros) no comunica
directamente con la capilla inmediata al crucero, como sucede en la tipología vignolesca, sino que a
través de un pasillo paralelo desemboca en el crucero, sin dificultar de esta manera la visualización
espacial del presbiterio desde las capillas. En cualquier caso, la amplitud de su nave, la altura de la
cúpula y la espacialidad de las capillas laterales (decoradas con vistosos azulejos del siglo XVIII) sí
fueron aspectos nuevos en la arquitectura valenciana. A la izquierda del presbiterio se encuentra la
importante Capilla de la Comunión, que repite los modelos del resto de la iglesia (bóveda tabicada
con lunetos, azulejos, rocalla, etc).
La torre-campanario está ubicada en el lado derecho de la fachada el campanario, que se aprovechó
desde el punto de vista del urbanismo como fondo de perspectiva para la calle Comedias. Su planta
es cuadrada, tiene 45 metros de altura y sigue el estilo severo de la fachada. Está rematado con una
balaustrada con pináculos y linternón, y tiene un reloj de sol colocado en 1732, el mismo año en que
se completó la torre.
El clasicismo de sus líneas queda atemperado por el rico decorativismo barroco de su interior (culto
y nada estandarizado), presente por ejemplo en los cercos de las cartelas con pinturas, con motivos
asimétricos Rococó y golpes de rocalla, que expresan plásticamente la intervención de adornistas y
escultores en el terreno de la arquitectura.
2. SIGLO XIX: DURANTE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
La iglesia sufrió desde su construcción diversos desperfectos e intervenciones de todo tipo, aunque
de algún modo evitó que fueran de la misma entidad que otras iglesias valencianas. Pese a ello, fue
protagonista en tres de los momentos de mayor peligro para el patrimonio artístico en la historia de
España: la Guerra de la Independencia, la desamortización de Mendizabal y la Guerra Civil.
Una de las primeras intervenciones fue después de 1812, tras el bombardeo de Valencia acaecido en
la Guerra de la Independencia (entre 1808-1813), en el que varias bombas cayeron sobre el templo.
El arquitecto académico Francisco Pechuán se encargó de restaurarla.
Durante la ocupación francesa y el gobierno de José I Bonaparte se produjo uno de los periodos de
nuestra historia en los que hubo mayor cantidad de saqueos y destrucción del patrimonio histórico y
artístico, especialmente debido a motivos de asedios o represalias. Muchos edificios fueron dañados
o demolidos por ser parte de los sistemas defensivos de la ciudad, pero otros fueron saqueados sólo
por vandalismo o venganza. El expolio más documentado es el pictórico, ya que varios marchantes,
como Juan-Baptiste-Pierre Le Brun, aprovecharon el desorden nacional para adquirir obras de arte a
buen precio y así sacarlas del país (muchas obras se encuentran todavía hoy en el museo del Louvre,
por ejemplo La cocina de los ángeles de Murillo). En diciembre de 1809 se publicó el Real decreto
fundacional del Museo de Madrid, que se convirtió en un proyecto para reunir obras de toda España
y enviarlas al Louvre, ya que Napoleón quiso potenciar los fondos del museo con gran cantidad de
obras de los países que invadió, con intención de formar unos grandes “museos napoleónicos”.
No sólo el lucro incentivó esta destrucción, sino también la incultura y el desprecio por todo lo que
fuera propiedad del enemigo. Se dieron muchos casos, como probablemente sucedió en la iglesia de
Santo Tomás y San Felipe Neri, en que los soldados
hacían improvisados campamentos y hogueras para
protegerse de la lluvia y el frío con los lienzos y las
esculturas (en especial la gran cantidad de tallas de
madera) de las iglesias y conventos que saquearon,
además de las puertas, vigas y toda clase de objetos
de madera (que también significaron grandes daños
a
y pérdidas y daños para el patrimonio).
Vista desde la nave central
La orfebrería también sufrió grandes pérdidas, ya que objetos como custodias, cruces y arcas fueron
robados y fundidos por ambos bandos para transformarlos en lingotes, monedas o incluso en armas.
En el año 1835, con las desamortizaciones, tanto la iglesia como el convento quedaron relegadas a
la función de almacén. En 1837 se reformó el interior de la iglesia y se volvió a abrir al culto, pero
el convento fue usado como cuartel hasta el 1854, y entonces fue demolido para que sus solares se
utilizaran para la construcción de viviendas particulares.
3. TRANSFORMACIONES DURANTE EL SIGLO XX: LA GUERRA CIVIL
ESPAÑOLA
Una de las reformas que dejaría una huella más profunda en el templo fue la que fue llevada a cabo
a principios del siglo XX por iniciativa de la propia parroquia: En 1903 se procedió a la limpieza de
estatuas, nichos y columnas, dirigida por el arquitecto Antonio Ferrer, quien también le dio una capa
de pintura rojiza a las paredes de ladrillo, con un color que no distaba de su color real (una decisión
acertada, especialmente si tenemos en cuenta la propensión a la simulación de piedra o los repintes
en colores arbitrarios sobre los paramentos de ladrillo de excelente albañilería, de los cuales muchos
se han estropeado por este motivo). En los años sucesivos se emprendió el dorado de los retablos y
las cartelas, y el estucado blanco de las paredes interiores, renovando con ello todas las capillas.
El edificio fue llamado Oratorio de San Felipe Neri hasta que en 1837, al ser declarada en ruinas la
Parroquia de Santo Tomás Apóstol (ubicada en la calle Avellanas, junto al Palacio Arzobispal, y que
fue finalmente demolida en 1862), se unió a ella su titulación, ya que se había abandonado la iglesia
del oratorio por las leyes de exclaustración de 1835. De ahí su nombre actual, la parroquia de Santo
Tomás y San Felipe Neri.
Daños causados en Valencia por los
bombardeos nacionales
Daños de las bombas rebeldes en
la Iglesia de Santa Catalina
Los saqueos por las multitudes enfervorecidas por el odio y el miedo durante los primeros días de la
Guerra Civil se cebaron especialmente con Valencia, y dejaron una larga lista de edificios atacados
antes incluso de que se convirtiera en capital de la República (entre noviembre de 1936 y octubre de
1937). Uno de estos edificios atacados, al parecer por milicias republicanas durante 1936, fue Santo
Tomás y San Felipe Neri. Se perdieron gran cantidad de piezas artísticas, especialmente los retablos,
y la gran mayoría de los archivos parroquiales, que de haber llegado hasta hoy habrían sido fuentes
valiosas para la investigación histórica.
Desde principios del año 1937 hasta marzo de 1939 se sucedieron 442 bombardeos en Valencia, que
se llevaron por delante 847 víctimas, 2.800 heridos, y 930 edificios. El principal objetivo fue desde
el principio el puerto, único puerto de comercio con el exterior y cercano a las fábricas de munición
y armamento, por lo que fue muy atacado. Al trasladarse a la ciudad el Gobierno de la República los
bombardeos se intensificaron y, aunque parecía que el objetivo era bombardear edificios oficiales,
solían cebarse con el centro de la ciudad para alcanzar la población civil. Entre ellos, y cercano a la
zona de influencia de nuestro edificio (por lo que probablemente fue uno de los que mayores daños
le produjo), hubo uno especialmente cruel en la zona de las calles Poeta Querol y la Paz.
Retablo mayor (desaparecido).
Fotografía de principios de siglo.
Retablo mayor en la actualidad.
Abril de 2011.
Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) se perdieron el retablo mayor y los del crucero, todos
obra del escultor y arquitecto Jaime Molins, que se han sustituido por discretas copias de madera en
su color natural. Los originales destacaban por una temprana influencia compositiva de la fachada
barroca de la Catedral de Valencia, obra de Conrad Rodulfo.
También desaparecieron gran parte de sus fondos pictóricos. Algunas pinturas fueron realizadas en
el momento de la construcción de la iglesia y otras procedían del antiguo convento, por lo que eran
anteriores al siglo XVIII. Por suerte, todavía se conservan en los fondos pictóricos varios lienzos de
Vergara, Espinosa y Vicente López.
Tras la guerra desapareció, como la gran mayoría de obras de su autor (por su temática religiosa), la
imagen de la Virgen de la Saleta, obra de Luis Gilabert Ponce (1848-1930). Actualmente una copia
la sustituye, y se ubica en el Retablo de la Virgen de la Saleta, en la nave del transepto (en el lado de
la epístola), junto a las pequeñas imágenes de la Virgen de Lourdes, la Virgen de Fátima y la Virgen
del Pilar.
Actual retablo de la Virgen de la Saleta
La desaparecida Virgen de la
Saleta
Otras víctimas de la Guerra Civil fueron las campanas de la torre-campanario (sólo quedaron tres de
ellas, y en mal estado), y las actuales se colocaron al finalizar el conflicto para recuperar su función
rápidamente. Se llaman Vicent María (1940), Triple (1655), La Tercera (1692),“Felipa la viuda” o
San Felipe Neri (1940) y Sant Tomàs Apòstol (1940). En 2008 vivieron una intervención, la cual fue
subvencionada parcialmente por la Generalitat Valenciana y emprendida por la empresa valenciana
Industrias Manclús; junto a la restauración de Vicent María (que fue refundida) y la limpieza de la
Triple y la Tercera, les fueron instalados motores electrónicos para poder programar los toques por
ordenador (lo que constituye una modernización de su estructura para facilitar su cometido).
En las obras de restauración posteriores a la Guerra Civil se hicieron varias transformaciones, como
la sustitución de las tribunas recayentes al presbiterio por los actuales lienzos con cercos de rocalla.
En fechas más recientes, el arquitecto Rafael Soler restauró la fachada con un ejemplar respeto, y se
consolidó el segundo cuerpo de la fachada, devolviéndole su limpio cromatismo original.
En 1982 fue declarado Bien de Interés Cultural, un Monumento Histórico Artístico Nacional (en el
BOE del 18 de Marzo de 1983 fue ratificado). Un Monumento Histórico Artístico Nacional es aquel
que constituye una realización arquitectónica, de ingeniería, o una obra de estructura colosal, con un
interés histórico, artístico, científico o social.
Hoy en día se trata de un templo muy visitado y muy querido sus miembros. Ha sufrido una enorme
cantidad desperfectos e intervenciones, pero el estado actual de la fábrica es bueno. A pesar de que,
en mi humilde e inexperta opinión, necesitaría cierto arreglos en el interior (sobretodo a nivel de las
grietas, manchas, fragmentos rotos en la pintura y los estucados, y la necesidad de la finalización de
ciertos elementos pictóricos, como los lienzos con cercos de rocalla), es un edificio cuidado, que ha
llegado en un estado excelente teniendo en cuenta todas éstas etapas de destrucción y reforma, y es,
sobretodo, estéticamente muy bello.
Tres campanas durante la restauración de 2008
(Campaners.com)
4. ANEXO FOTOGRÁFICO
Vista desde la calle de la Paz
(fotografía: Wikipedia)
Torre-Campanario
(Fotografía: Wikipedia)
Aspecto exterior, lateral
(fotografía: Arantxa Vega)
Fotografía: Wikipedia
Portada
(Fotografía: Arantxa Vega)
(Fotografía: J. Díez Arnal)
Portada de la antigua parroquia de
Santo Tomás
Vista general de la fachada
(fotografía: Wikipedia)
Fotografía: Arantxa Vega
Fotografía: Wikipedia
Fotografía: Wikipedia
Fotografía: J. Díez Arnal
Motor electrónico de las campanas
(Fotografía: Campaners.org)
Reloj de sol del campanario
(Fotografía: Campaners.org)
Planta (J. Díez Arnal)
Aspecto interior
(Fotografía: Arantxa Vega)
Presbiterio
(Fotografía: J. Díez Arnal)
Azulejos y mármol (entrada de capilla lateral)
(fotografía: Arantxa Vega)
Crucero (Ignacio Vergara)
(fotografía: Arantxa Vega)
Cúpula, Capilla de San Antonio de Padua
(fotografía: Arantxa Vega)
Azulejos de la Capilla de la Comunión
(fotografía: Arantxa Vega)
Capilla de San Antonio de Padua
(fotografía: Arantxa Vega)
Cúpula central
(fotografía: Arantxa Vega)
Órgano
(Fotografía: Arantxa Vega)
Altar de San José, transepto
(Fotografía: Arantxa Vega)
Lienzo atribuido a Juan de Juanes, capilla de la comunión
(fotografía J. Díez Arnal)
Bóveda de la nave central
(Fotografía: Arantxa Vega)
Vista general de la capilla de la Comunión
(Fotografía: Arantxa Vega)
Bóveda de la Capilla de la Comunión
Fotografía: Arantxa Vega)
Tambor y pechinas de la cúpula central
(Fotografía: Arantxa Vega)
Fuente de la plaza San Vicente en la
actualidad.“Sociedad Económica de
amigos del país, 1853” (fotografía:
Wikipedia)
Fuente de las Tres Gracias, fecha desconocida
(fotografía: Valencia Antigua)
5. BIBLIOGRAFÍA
- FERNÁNDEZ PARDO, Francisco, Dispersión y destrucción del patrimonio artístico español,
Madrid, Fundación Universitaria Española, 2007.
- VV.AA, ed. Joaquín Bérchez, Valencia, Arquitectura religiosa, Valencia, Conselleria de Cultura,
Educació i Ciència, 1995.
- VV.AA, ed. Joaquín Bérchez, Catálogo de Monumentos y Conjuntos de la Comunidad Valenciana,
Valencia, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, 1983.
- VV.AA, Guía de arquitectura de Valencia, Valencia, Ícaro, 2007.
Artículos de revistas
- PINGARRÓN-ESAÍN SECO, Fernando. "Derribos, ventas y destinos de conventos suprimidos de
la ciudad de Valencia y de los enajenados entre los años 1837 y 1839". Ars longa: cuadernos de
arte, 2006, nº14-15, p.271-301.
- ROSSELLÓ i VERGER, Vicenç María. "Tomàs V. Tosca y su entorno ilustrado en Valencia".
Revista cuatrimestral de geografía, 2004, n64-65, p.159-176.
Páginas webs consultadas:
http://www.mapaculturaldevalencia.es/fichaarea.html?cnt_id=4168
http://www.jdiezarnal.com/valenciaiglesiadesantotomasysanfelipeneri.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Santo_Tomás_y_San_Felipe_Neri
http://ca.wikipedia.org/wiki/Església_de_Sant_Tomàs_i_Sant_Felip_Neri
http://www.campaners.com/php/campanar.php?numer=489
http://www.arteylibertad.org/articulo-379/iglesia-de-santo-tomas-y-san-felipe-neri
http://psanmiguelysansebastian.netau.net/arc_l.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Gilabert_Ponce
http://www.jdiezarnal.com/valenciapersonajestomasvicentetoscamasco.html
http://www.menudaeslahistoria.com/la-guerra-del-arte-en-la-guerra-civil-espanola/
http://personal.telefonica.terra.es/web/zapatovelozz/GuerraCivil/monumvalenc.html
http://www.arteylibertad.org/articulo-1202/valencia-capital-de-la-republica
http://arteyartificios.blogspot.com.es/2011/11/lor-tres-peores-momentos-para-el.html
También la “revisión simplificada del plan general de Valencia en su catálogo de bienes y espacios
protegidos” (código BIC 01.02.32).
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