Cada año, el segundo domingo de diciembre, Nahulingo sabe y huele a chocolate. Desde hace 16 años el municipio celebra en esa fecha el Festival del Cacao, una feria cuyo principal atractivo es la degustación y adquisición de toda una gama de productos gastronómicos derivados de l c u lti vo, co mo beb idas de ch o co l ate artesanal, atol, polvo de cacao, dulces y tortas de chocolate, etc. Para comprar los comestibles, artesanías o cualquier producto, es necesario cambiar los dólares –en un peculiar banco constituido únicamente para la ocasión- por semillas de cacao pintadas de distintos colores, para identificar su valor. La fiesta incluye la coronación de la Reina del Cacao. “Lo hacemos como una manera de no olvidar nuestras raíces históricas y culturales. La zona de los Izalcos se caracterizó por ser una de las mayores regiones productoras de cacao durante la Colonia y aún existe el potencial en las tierras para retomar la actividad. En particular, la gente de Nahulingo se siente identificada con todos esos valores que hay detrás del cultivo, por ello decidimos darle identidad al municipio de esta manera”, explica Saúl Calvo, encargado de la Unidad Ambiental de la Alcaldía Nahulingo, al preguntarle sobre el origen del festival. En la actualidad, la Alcaldía de Nahulingo, en conjunto con la Casa de la Cultura y algunos productores líderes - como Marvin Zepedapromueven una ruta turística que incluye el recorrido por lugares representativos del municipio: un nacimiento de agua, un balneario, el museo, el parque, un campanario. Pero, como “plato fuerte”, se promueve la visita a plantaciones de cacao en producción y demostraciones del 1 proceso de elaboración de tablillas de chocolate artesanal. De acuerdo con Enrique Huezo, director de la Casa de la Cultura de Nahulingo, el recorrido tiene gran aceptación tanto por turistas nacionales como extranjeros, y poco a poco, el territorio empieza a tener una proyección turística más fuerte, con el cacao como símbolo de identidad. Ahora que se vislumbra un significativo apoyo institucional para los pequeños productores distribuidos en la zona de los Izalcos, las entidades municipales proyectan expandir la apuesta: la conformación de una Ruta del Cacao, en el occidente del país. “Se proyecta hacer un asocio estratégico entre las tres municipalidades – Izalco, Caluco y Nahulingo - para que funcione la Ruta del Cacao en la región de los Izalcos. Lo que se pretende es que en el mismo recorrido se visiten los tres municipios y no sólo uno o dos, de manera aislada. De esta forma, se da a conocer la historia de nuestros pueblos y es una oportunidad para su crecimiento económico”, indica Calvo. Imagine una tarde cualquiera en la que, como una opción para romper con la rutina cotidiana, se le ofrezca la posibilidad de hacer un recorrido por diferentes sitios turísticos, arqueológicos e históricos de los municipios de Caluco, Izalco y Nahulingo. La ocasión le permite, además, cortar con sus propias manos unas cuantas mazorcas de cacao, observar una práctica de injertos y visitar un Centro de Acopio y Servicios donde se aprecian procesos de post cosecha y transformación del producto. Puede, incluso, agregar a la ruta un paseo por el Museo de la Moneda, en Santa Ana, para conocer la evolución desde nuestra primera moneda –el cacaohasta los dólares que llevamos hoy en los bolsillos. ¿Le resulta un viaje interesante? A eso añádale un festival gastronómico donde pueda saborear unas pupusas recién salidas del comal y 2 acompañadas con una tacita de chocolate artesanal, bien caliente, o la degustación de una gran variedad de platillos, combinados con derivados del cacao: atol de cáscaras de cacao, licor, arroz con chocolate, pollo en salsa de chocolate, entre otros. Si para nuestros antepasados, las almendras de cacao fueron, literalmente, la moneda de cambio; hoy –a través de las apuestas por la reactivación del cultivo-, para los pequeños productores de El Salvador pueden generar monedas, ingresos que mejoren su calidad de vida y las de sus familias. En palabras de Huezo, “el cacao ya no es sólo recuerdo, ni historias; con el cacao estamos haciendo historia hoy”. 3