LAS FRASES DE MI PADRE Juan 8:38 Yo hablo lo que he visto

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LAS FRASES DE MI PADRE
Juan 8:38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído
cerca de vuestro padre.
Con el paso de los años he llegado a reconocer como muchas de las frases de mi padre han llegado
a ser mis propias frases. Al decir esto no estoy pensando en frases de connotación positiva o
negativa sino simplemente en aquellas que se emiten como un sello personal.
Se que algunos de los que leen al pensar en las frases de su padre de inmediato lo conectaran con
eventos donde fueron maltratados con frases hirientes, otros ni siquiera pueden recordar una
frase de su padre porque no lo tuvieron o porque fueron abandonados y no hay memoria de algo
así, también habrá quien recuerde frases que en algún momento de la vida fortalecieron un lazo
y que han servido de conexión con su padre.
Como lo dije antes las frases de las que hablo no son aquellas que se han dicho bajo el influjo de
una emoción sino aquellas que espontáneamente escuchamos del padre o de alguien cercano.
En mi caso frases simples como: “vea pues”, “¿cómo así?”, “de ninguna manera” y otras más. Me
recuerdan de inmediato a mi padre y puedo imaginarme no solamente su rostro y su gesto al
decirlas sino también su tono de voz.
A menudo sin darme cuenta repito algunas de ellas. Nunca me propuse aprenderlas pero llegue a
comprender que la cercanía a algo o a alguien inevitablemente nos influencia.
Jesús dijo una y otra vez que lo que él hacía y decía lo hacía porque había visto al Padre. Jesús
vino a revelar a un Padre cercano, no a un Padre distante. Jesús en su divinidad conocía todas las
cosas, Él es el omnisciente Dios, sin embargo desde su humanidad dependía completamente de la
comunión con el Padre y del poder del Espíritu Santo para llevar a cabo la redención.
Jesús cumple función de Hijo en el seno trinitario y como Hijo se sujeta al Padre. Como Hijo le
agrada estar en comunión con el Padre y como Hijo dice y hace lo que ve al Padre.
Absolutamente todo lo que el Padre comunica al Hijo está relacionado con la vida, por lo tanto lo
que el Hijo habla es vida.
Juan 6:63..….las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
El ministerio terrenal de Jesús estuvo marcado por su comunión con el Padre. Desde los doce años
cuando estuvo en el templo esto se evidenció. Lucas lo narra y es el único evangelista que hace
alusión a este evento.
Lucas 2:49.(PDT) Jesús les contestó: ¿Por qué tenían que buscarme? ¿No sabían que
tengo que ocuparme de los asuntos de mi Padre?
La biblia no nos dice que era lo que Jesús hablaba allí en el templo, lo que si podemos decir es que
su hablar era singular. “ellos se maravillaron”. Quien ha tenido la experiencia de intimar con su
Padre solo puede hablar maravillas de Él. Las frases del Padre habían hecho nido en el corazón del
joven Jesús por eso su hablar era único.
El relato bíblico no nos habla de Jesús desde este evento sino hasta los treinta años (Lucas 3:23).
cuando inicia su ministerio público. Sin duda Jesús tenía mucho que decir, sin duda en comunión
con el Padre escucho tantas “frases” y el tiempo de hablarlas había llegado. Jesús no tendría que
hacer un esfuerzo por recordar lo que dijo el Padre, la cercanía se encarga de fijar tan
profundamente las verdades que espontáneamente al abrir la boca brotan como torrentes.
Aprendemos a hablar lo que oímos, si lo que oímos es correcto así hablaremos. Llegamos a ser
uno solo con quien intimamos, repetimos lo que hemos aprendido y ello llega a ser parte
constitutiva de la vida. Un hombre y una mujer que han pasado muchos años casados y que los
han vivido en cercanía de corazón llegan a hablar parecido, usan lenguajes silenciosos y también
emplean frases que solo ellos saben su significado.
En la experiencia humana esto es verdad y al pensar cómo sería la cercanía de Jesús y el Padre no
podemos ir mas allá de lo que como seres humanos hemos experimentado. Jesús ha vivido en
perfecta unidad con el Padre, eternamente han estado en comunión. Si algunos años son
suficientes para fijar frases en el corazón ¿Qué efecto puede tener la eternidad?
Jesús viene a revelar al Padre, viene a traer sus frases, todas las que El determino que
escucháramos, lo que necesitamos saber del Padre está en la boca de Jesús. En el tiempo elegido
por Dios, Jesús irrumpe en la historia humana. Fue un bebe, vivió su niñez, aprendió a hablar como
lo hace cualquier niño en la tierra.
El impacto de las palabras del Padre se empieza a notar en el templo a los doce años pero
después del tiempo estimado por el Padre, llegaría el momento perfecto para hablar a la
humanidad.
Jesús sabe quién es, sabe quién lo envió, sabe cuál es su misión, Él sabe todo lo que necesita
saber. El poder que necesita para llevar a cabo su ministerio también es provisto. El Espíritu Santo
descendió sobre el cuándo fue bautizado por Juan en el Jordán, pero quiero llamar la atención a
esto; El Padre habla primero, el ministerio de Jesús inicia con la voz del Padre
¿Qué dice la voz?
Lucas 3:22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino
una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia.
Dos frases del Padre. 1. “tú eres mi Hijo amado” y 2. “en ti tengo complacencia”
Estas frases fueron la base del ministerio de Jesús. La primer frase habla de identidad, la segunda
de propósito, también podemos decir que la primera habla de relación y la segunda de comunión.
Otra versión dice:
(OSO) y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y fue hecha
una voz del cielo que decía: TÚ eres mi Hijo amado, en ti es mi placer.
Jesús es el Hijo amado y es el placer del Padre. ¿Qué frases pueden darle a alguien un soporte
firme para llevar a cabo una misión sino estas?
No quiero salirme del tema pero es bueno recordar que cada vez que un Padre afirma la identidad
con su hijo y le hace saber que es motivo de gozo, está potenciando sus dones para llevar a cabo
su propósito. Es bueno preguntarnos sobre qué bases nuestros hijos están parados para
proyectarse en la vida.
Otra versión lo dice así. Debo decir que me hizo vibrar de alegría.
(Oro*) y (vi) bajar sobre él el Espíritu Santo en forma corporal como de una paloma; y se
oyó del cielo esta voz: Tú eres mi hijo amado, en ti tengo puestas todas mis
delicias.
Jesús es el Hijo amado y es el recipiente de todas las delicias del Padre. Eso no es un cumplido, es
una realidad. El producto de la filiación es la participación; la filiación con el Padre hace que se
participe también de sus riquezas.
En Cristo habita toda riqueza, la plenitud del Padre está en El. Toda delicia del Padre está en Jesús.
Lo que Jesús dijo del padre
El Padre hablo de Jesús, ahora Jesús hablara del Padre y todo lo que dirá de una u otra forma está
conectado con la realidad de ser El Hijo amado y de ser la delicia del Padre.
Citaremos solo algunos versos donde Jesús se refiere al Padre.
Juan 10:30 Yo y el Padre uno somos.
Cuando Jesús dijo esto querían apedrearle pero El no dejo de decirlo. Cuando alguien sabe quién
es, mantiene su confesión no importa si hay muchas “piedras” alrededor para ser lanzadas en
contra.
Juan 14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os
hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las
obras.
Jesús proclamó su unión con el Padre aun cuando los más cercanos no le podían reconocer como
Señor. Habló lo que el Padre le encomendó sabiendo que el Padre les revelaría que Él mismo que
estaban rechazando era el Camino para llegar hasta El. No tratamos de convencer a las personas
acerca de quiénes somos; hablamos de lo somos y vivimos de acuerdo a lo que somos, la voz del
Padre siempre hallara eco en alguien.
Juan 3:35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.
La revelación del amor del padre nos lleva a disfrutar sus tesoros.
Juan 5:20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y
mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
Son solo los hijos los que pueden entrar a las cámaras secretas del Padre donde el revela sus
misterios y cuanto más se comprende las dimensiones de su amor más peso de su gloria nos es
añadido.
Juan 16:15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo
hará saber.
El Hijo disfruta de los bienes de su Padre porque es hijo, el hijo no se ve como mendigo o esclavo,
sabe que el tesoro del Padre es suyo también y disfruta compartirlo.
Juan 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí;..
No se pueden ejecutar los planes de Dios sin tener la seguridad de quien es El que lo envía. El Hijo
cree que en la asignación hay una provisión, no anda en la estreches de la angustia sino en la
amplitud de la gracia. El Hijo es de puertas abiertas a lo que el Padre envía.
Luc 22:42 …. Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la
tuya.
El Hijo reconoce en medio de las aflicciones del alma que la voluntad de Dios es buena, agradable
y perfecta. No puede haber gloria si primero no hay muerte.
Luc 23:46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi
espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.
El Hijo tiene la certeza que las moradas eternas están dispuestas para recibirlo al final de los días,
el Hijo recuerda que más allá de los sentimientos y circunstancias a Dios se le llama Padre por la
fe. El Hijo sabe que nada ni nadie lo puede separar del Padre aunque tuviese que gustar por un
momento de la muerte. El Hijo sabe que después de esta tierra donde el tiempo no existe, Padre e
Hijo se fundirán en un abrazo eterno.
Su Padre y mi Padre
Todo creyente está unido a Cristo, por tanto llegamos a ser hijos de Dios. Fuimos engendrados por
Dios en cristo.
Juan 1:12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios;
Juan 1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad
de varón, sino de Dios.
Cristo es el Unigénito Hijo de Dios, Él es único en naturaleza y relación eterna con el Padre. Por su
redención fuimos adoptados como hijos, aceptos el amado y hechos participantes de la naturaleza
divina.
Estar en Cristo nos proporciona una vinculación con el Padre. Cristo ahora es el Primogénito de
muchos hermanos. Cuando El resucito habló a María Magdalena:
Juan 20:17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas vé a
mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro
Dios.
De tal manera que todos los que estamos en Cristo venimos a ser hijos de Dios. Cristo es el Hijo
amado, en El que El Padre tiene su placer y ahora esta verdad maravillosa es nuestra verdad.
Las frases del Padre que fueron el fundamento del ministerio de Jesús, ahora son nuestras frases:
somos hijos amados y somos el recipiente de las delicias de Dios.
El inicio de la vida pública de Jesús comenzó con esta declaración del Padre, estas frases fueron
la forma como el Padre presento a Jesús a la humanidad y Cristo siempre ratifico esto en sus
enseñanzas. Las frases del Padre vinieron a ser las frases del Hijo.
Identidad y propósito, relación y comunión. Esto caracterizo a Jesús, fue perseguido, calumniado,
maltratado y llevado a la cruz pero nunca perdió su identidad y propósito, El alcanzo la meta, las
palabras del Padre lo sostuvieron aun cuando en un momento tuvo que experimentar la ausencia
de Él.
Piensa en esto ¿Qué palabras podrían destruir a alguien que sabe quién es? ¿Qué palabras pueden
detener a alguien que sabe cual es su meta y que tiene todo lo que necesita para el viaje?
No, no hay palabras que puedan destruir a alguien con identidad y propósito en Cristo. Las frases
del Padre anulan cualquier frase necia y destructiva.
Es cierto que muchos, lo único que recuerdan de un padre son palabras sucias, denigrantes o
palabras huecas, vacías de significado, otros no saben cómo habla un padre y solo pensar en el los
trastorna, y algunos aunque puedan recordar buenas palabras igual necesitan saber que solo
cuando se escucha la voz del Padre celestial es cuando la vida inicia. Sus palabras tienen el poder
de transformar personas. Él puede hacer volver en si a los pródigos y puede hacer nuevo a alguien
que se echó a perder. Sus frases nunca dañan, sus palabras son vida, el guía al hombre para que
incline su oído en la dirección correcta, sus frases hacen que el ser humano tenga identidad y
propósito, sus frases generan relación y comunión.
Cristo vino a revelar al Padre, Él se mostró como el camino para ir a Él.
Juan 14:6.Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí.
A través de Cristo recibimos todo lo que el Padre le concedió. Por eso es que ninguna persona
puede recibir algo del Padre si primero no ha nacido de nuevo. Dios no llama hijos a los extraños.
Todos somos creación de Dios pero solo en Cristo llegamos a ser hijos (Juan 1:12-13).
El que está en Cristo escucha la voz del Padre y siempre esta hablara para clarificar identidad y
propósito. Siempre el Padre nos estará recordando esto: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia”
Si vivimos en la verdad de lo que somos, no serán las circunstancias o voces extrañas las que
determinen el destino. El destino ya fue determinado “somos para placer del Padre”.
Una persona que recién nació de nuevo tiene una comprensión limitada de la paternidad, ya
tiene al Padre pues quien tiene al hijo tiene al Padre (1 Juan 2:23), pero su comprensión puede
estar empañada por los modelos deficientes o ausentes de paternidad natural.
Por esta razón un creyente necesita ser nutrido con la palabra para que mediante la obra del
Espíritu Santo tenga revelación de la paternidad y pueda así vivir desde su filiación y no desde sus
experiencias familiares.
1Juan 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios;
Lo que necesito recordar
El mundo tiene un concepto acerca de ti, Satanás también lo tiene, tu alma también te querrá
decir muchas cosas, sin embargo lo único verdadero es lo que el Padre dice de ti.
El mundo te llamara fracasado o tonto, Satanás dirá que eres un miserable, un perdedor, el alma
hablara de acuerdo a su ánimo; vendrán a tus oídos frases que digan que eres una pérdida de
tiempo, que tu destino es la derrota, que no avanzaras, esas frases tal vez vengan de personas
cercanas y con ímpetu trataran de dañar. No podemos evitar que el mundo o las tinieblas
vociferen pero el que ha escuchado la voz del Padre ya no muere por frases necias, el que ha
escuchado la voz del Padre recuerda sus frases, El Padre siempre dirá lo mismo de ti, eres lo que
eres por Cristo por eso el Padre se agrada de ti, estas dentro de su hijo por eso el siempre dirá:
Tú eres mi hijo amado, en ti tengo puestas todas mis delicias.
¡Somos el recipiente de las delicias de nuestro Padre!
Es posible que recordar cosas sea complicado para ti, pero estoy seguro que recuerdas frases de
personas cercanas. No debe haber nadie más cercano que tu Padre celestial, si pasas tiempo
escuchando sus dichos y frases seguro aprenderás a repetirlas, no como quien dice algo sin
sentido, sino sabiendo lo que dices. Son tantas frases y tan poderosas que necesitas la eternidad
para aprender de ellas. En la cercanía se escuchan las frases de tu Padre y de mi Padre para
decirlas todo el tiempo de una forma espontánea y bajo convicción, atrapados por las palabras de
Papá, allí debemos estar.
No permitas que nadie te diga algo diferente a lo que eres, no te dejes engañar. Recuerda siempre
estas verdades:
Eres un hijo amado de Dios
En ti ha puesto todas sus delicias.
Seguro que algunos querrán comer de ellas…….
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