La Cova del Coll Verdaguer (Cervelló, Barcelona): un cubil de hiena

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Resumen
La Cova del Coll Verdaguer se halla en el término municipal de Cervelló (Barcelona) en el macizo cárstico del Garraf-Ordal, concretamente en una antigua mina de calcita esparítica actualmente sin explotación. El yacimiento está formado por dos zonas muy diferenciadas como consecuencia del proceso geológico generado en la cueva.
La parte más externa, conocida como Sala Sal de Llop, es un cono de sedimentos de entrada
de cueva que sella el acceso original y que se sitúa cronológicamente entre los 38 ka y 46 ka.
Esta parte del yacimiento es un cubil de hiena en el cual no se han detectado restos esqueléticos de este carnívoro aunque sÍ restos de sus excrementos. Destacan los restos de herbívoros
tales como ciervo (Cervus elaphus), cabra (Capra sp.), caballo (Equus sp.), y carnívoros como
lince (Lynx pardinus) y zorro (Vulpes vulpes). Además se ha detectado un horizonte con presencia humana esporádica a partir de restos de industria lítica del Paleolítico Medio.
La parte interior, conocida como Sala dels Ursus, funciona durante el estadio isotópico 2 como
un cubil de oso pardo (Ursus arctos), así lo atestiguan esqueletos de individuos infantiles y seniles en conexión o semiconexión anatómica acumulados en las zonas más inaccesibles de la
cavidad.
Palabras clave: Pleistoceno, Garraf, cubil carnívoros, Paleolítico Medio.
Abstract
Cova del Coll Verdaguer is in Cervelló, located 30 km northwest of Barcelona (Spain) in the
Garraf massif. The cavity is situated in abandoned dog-tooth spar quarry and has two different
spaces caused by geological formation.
Sala Sal de LLop is the external part, formed by sediments dating between 38 ka and 46 ka that
cover the original entrance. Sala Sal de Llop is a hyaena den without hyaena bones but a lot of
coprolites have been recovered. The archaeological remains are composed mainly by
herbivores, as reed deer (Cervus elaphus), goat (Capra sp.), horse (Equus sp.), and carnivores
as linx (Lynx pardinus), as well as fox (Vulpes vulpes). The hominid role in the cave is only
documented in this part for about few stone tools corresponding to modified elements; these
materials suggest a low frequency of humans occupying the cave at the moment for the isotope
stage 3.
Sala dels Ursus is the internal part formed by collapsed sediments from Sala sal de Llop. Two
different assemblages can be distinguished, one are moved remains from Sala Sal de Llop and
the other are brown beer remains. This cavity part was a brown beer den, documented by senile
and infantile skeletons in anatomical connection accumulated in the most inaccessible point of
cavity.
Keywords: Upper Pleistocene, Garraf, den, Middle Paleolithic, hyaena, brown bear.
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La Cova del Coll Verdaguer (Cervelló, Barcelona):
un cubil de hiena y oso con presencia humana
durante el Paleolítico Medio
Joan Daura1,2; Montserrat Sanz1; Jordi rosell3 y ramón Julià4
Introducción
La Cova del Coll Verdaguer se halla situada en el termino
municipal de Cervellló, en la comarca del Bajo Llobregat
(provincia de Barcelona) en los relieves montañosos que
configuran el macizo cárstico del Garraf. El yacimiento se
encuentra en la zona de influencia de las cabeceras de las
rieras de Vallirana y del fondo de Sant Pons rafamans, cursos hídricos que desembocan directa, o indirectamente, en
el río Llobregat. Es un paisaje típicamente mediterráneo
dominado por los valles estrechos, encajados y muy poco
transitables con los matices propios de las sierras calizas
del macizo mesozoico del Garraf.
La cueva se sitúa en la cima de un pequeño promontorio muy cercano al Coll Verdaguer. En ésta se instaló una
mina de calcita esparítica, carbonato conocido popularmente en la región como sal de llop (véase en la bibliografía el termino anglosajón dog-tooth), que dio lugar a dos
entradas artificiales por las que se accede actualmente a la
cavidad. Una de ellas es un pozo vertical de 3 m de profundidad, mientras que la otra es una rampa excavada en la
roca y es la que fue utilizada por los mineros para la extracción del material.
Las noticias sobre restos de materiales arqueológicos
y/o paleontológicos en esta cueva son escasas. Así, por
ejemplo, en el estudio de Llopis Lladó (1942) sobre la geología de este sector del Garraf no se cita la presencia de
1. Grup de recerca del Quaternari. SErP. Departament de
Prehistòria, Història Antiga i Arqueologia. Universitat de Barcelona.
C/ Montalegre, 6-8. 08001 Barcelona.
[email protected]
2. FECYT (Fundación Española para la Ciencia y Tecnologia).
Dept. Archaeolgy and Anthropology. University of Bristol. 43
Woodland road. Bristol BS8 1UU. United Kingdom.
3. Universitat rovira i Virgili - institut Català de Paleoecologia
Humana i Evolució Social (iPHES) Unitat Associada al CSiC.
Plaça imperial Tarraco, 1. 43005 Tarragona.
4. institut de les Ciències de la Terra . “Jaume Almera” CSiC.
C/Lluís Solé Sabarís, s/n. 08028 Barcelona
materiales en la Cova del Coll Verdaguer. La primera excavación de que tenemos constancia fue realizada en la
década de los sesenta por miembros del CEV (Centro
Excursionista de Vallirana) aunque los materiales no fueron
dados a conocer hasta mucho más tarde (Daura, 2008).
En la década de los noventa, el geólogo J. M. Cervelló
redescubrió de nuevo el yacimiento sacándolo del anonimato y dio a conocer el hallazgo de restos paleontológicos
al GrQ (Grup de recerca del Quaternari). A partir de aquí,
el yacimiento se incorporó en el programa de investigación
del GrQ y desde 2004 se están desarrollando los trabajos
arqueológicos en distintos puntos de la cueva.
Descripción de la cueva
La Cova del Coll Verdaguer es una cavidad cárstica que se
halla en una pequeña depresión que ha servido como canal
conductor de las aguas, que a través de sus infiltraciones y
otros procesos geológicos han formado esta cavidad relativamente reciente. La acción erosiva y los procesos litogénicos han configurado el interior de la cueva en dos espacios diferenciados como consecuencia del hundimiento del
techo de la caverna; son la sala Sal de Llop y la sala dels
Ursus.
Las dos entradas de la cueva conducen a la sala Sal de
Llop, una cámara abierta de manera artificial por los mineros durante la extracción de calcita esparítica, que permitió
abrir y descubrir la cueva ya que su entrada original se
encuentra sellada. La actividad minera en la cavidad también significó la destrucción de un buen número de espeleotemas y de parte de la colada estalagmítica que cubría el
yacimiento.
Desde la base de esta sala, la cavidad sigue a través
de un pequeño desnivel que da acceso al piso superior,
donde hay la zona de excavación arqueológica exterior,
con una superficie de unos 14m2. Al suroeste de esta
misma sala hay una falsa galería que se halla colmatada
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1ª reunión de científicos sobre cubiles de hiena (y otros grandes carnívoros) en los yacimientos arqueológicos de la Península ibérica
por una gran cantidad de sedimentos finos y bloques dispuestos en forma de cono, de donde procede el mayor
número de restos arqueológicos y paleontológicos.
La mayor parte de los sedimentos se hallan apoyados
sobre unos grandes bloques caídos del techo y sellados
por una colada estalagmítica que los ha conservado de la
actividad de los mineros y de las numerosas visitas acaecidas en la cueva.
Desde la sala Sal de Llop, un segundo desnivel de 8 m,
originado por la irregularidad de los bloques, desciende
desde la parte más elevada de la cueva hacia la sala dels
Ursus. Este desnivel permite el acceso entre los bloques
hacia la parte mas profunda de la cueva. Es el sector
Meandre, un pequeño conducto casi impenetrable desarrollado entre los grandes bloques.
La sala dels Ursus es una gran cámara de unos 15 m
de longitud por 5 m de anchura actualmente situada en la
parte más interna de la cueva. Tiene una topografía acentuadamente ascendente desde el lado suroeste hacia el
noroeste. Su base se halla parcialmente ocupada por los
grandes bloques a excepción de unas reducidas zonas
donde se ha preservado el sedimento que es el que ha proporcionado los restos paleontológicos.
Origen, formación y breve secuencia estratigráfica
La Cova del Coll Verdaguer debe su origen a diferentes
diaclasas que han actuado como conductos preferentes,
junto con la presencia de importantes depósitos de calcita
esparítica, con mayor solubilidad.
La evolución de la cueva se puede resumir en 3 fases.
La más antigua (fase 3), totalmente endocárstica y sin
entrada de sedimentos del exterior, se caracteriza por la
caída de grandes bloques paralelepípedos del techo de la
cueva, algunos de los cuales superan los 10m de longitud,
bloques que se desplazan aprovechando los planos de
estratificación y de la fracturación de la roca encajante. Una
segunda fase (fase 2), más moderna que la anterior, se
caracteriza por la entrada de sedimentos durante el
Pleistoceno superior final (estadios 3 al 2) donde yacen los
restos arqueológicos y paleontológicos. Finalmente (fase 1)
se desarrolla una fase vadosa a partir de la ornamentación
de la cueva con espeleotemas y coladas estalagmíticas.
Dentro de la fase 2 se han identificado un total de 8 niveles estratigráficos. Los más recientes se sitúan entre los 38
y 46 ka, esta última fecha corresponde al nivel iii mientras
que los niveles de la base están aún por datar.
Figura 1. Situación del yacimiento y planta de la Cova del Coll Verdaguer con las zonas donde se han realizado las excavaciones.
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Se trata de un relleno tipo brecha y conglomerado, en la
mayor parte de la cavidad, con proporciones muy diferenciadas de bloques según el área de la cavidad donde nos
hallemos. Desde el punto de vista sedimentológico se pueden distinguir dos unidades, una superior donde los bloques
y cantos son abundantes y, otra inferior, donde dominan las
fracciones más finas casi sin presencia de grandes bloques.
Usos y ocupaciones de la cavidad
En la Cova del Coll Verdaguer disponemos hasta la fecha
de dos importantes conjuntos de restos materiales. El primero procede de las excavaciones en extensión que se
están realizando en las dos salas de la cueva, con un contexto estratigráfico y situación diacrónica y sincrónica,
mientras que el segundo conjunto procede de las excavaciones antiguas así como de los materiales recuperados en
las intervenciones del GrQ en aquellas zonas de la cueva
donde no se preservaba estratigrafía y los restos se hallaban mezclados.
De estos dos conjuntos presentamos en la tabla 2 una
lista preliminar de los taxones identificados hasta el
momento en el yacimiento. Destacamos que los herbívoros
dominan el conjunto faunístico, entre los que se hallan
representados el ciervo (Cervus elaphus), la cabra (Capra
sp.), el caballo (Equus caballus), el corzo (Capreolus
capreolus) y los grandes bóvidos (Bos/Bison), mientras que
en menor medida se situaría el jabalí (Sus scrofa), con un
solo resto.
Nivel
0
Colada estalagmítica. La base de la colada está datada en
38 ka. Presenta restos de gasterópodos.
i
Lutitas, arenitas y gravas angulosas. Potencia 5-15 cm.
Nivel mezclado que forma el suelo actual de la cueva con
restos de residuos de las actividades mineras.
iii
Bloques de grandes dimensiones (40-50 cm). Bloques
subangulosos con escasa matriz lutítica. Tiene restos de
fauna aislados y zonas con mayores acumulaciones.
Coprolitos abundantes.
iV
Bloques de tamaño medio (20-35 cm). Los bloques tienen
alteraciones térmicas así como abundantes restos de carbones. Hay un horizonte con presencia humana.
Vi
Lutitas laminadas sin fracción gruesa. Nivel muy residual
con restos escasos y aislados.
Vii
Bloques medianos (20-30 cm) con lutitas y arenitas.
restos de fauna abundantes y coprolitos escasos.
Viii
Lutitas y arenitas con alguna grava tipo gránulo o guija.
Acumulación de una gran cantidad de coprolitos y microfauna. Base del yacimiento.
Tabla 1. Caracterización macroestratigráfica de la Cova del Coll
Verdaguer.
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Los carnívoros están tímidamente representados por el
lince (Lynx pardinus), el zorro (Vulpes vulpes) y probablemente los cánidos (cf. Canis sp.), mientras que en el espació interior es dónde se han recuperado los restos de oso
pardo (Ursus arctos).
Carnívoros
Artiodáctilos
Perisodáctilos
Ursus arctos
Cervus elaphus
Equus caballus
Lynx pardinus
Capreolus capreolus
Vulpes vulpes
Bos/Bison
cf. Canis sp.
Capra sp.
Sus scrofa
Tabla 2. Principales taxones de los grandes vertebrados de la
Cova del Coll Verdaguer.
Hasta el momento, y a partir de los restos recuperados
en el yacimiento, sabemos que la cavidad ha tenido una
funcionalidad diferente tanto en el espacio como en el tiempo.
La zona interior del yacimiento, la sala Sal de Llop,
especialmente en las partes más inaccesibles es donde
hemos recuperado los restos de Ursus arctos. Algunos de
estos restos se hallan en conexión o semi-conexión anatómica y se trata de individuos mayoritariamente adultos o
infantiles, aunque el número de efectivos es muy bajo.
Al parecer estos restos corresponderían a un momento
en el cual el yacimiento funcionó como una guarida, utilizada probablemente durante el período de hibernación por
los osos. Los restos recuperados serían de aquellos individuos que no habrían superado este período. Casos similares son frecuentes en muchas cuevas del Pleistoceno
europeo, donde es habitual hallar esqueletos de oso en
conexión anatómica y en buen estado de preservación.
En esta misma sala, se halla también parte del cono de
sedimento de la sala superior, la sala Sal de Llop, como
consecuencia de su morfología y su pendiente que ha provocado el desplazamiento de los materiales hacia el interior, por lo que los restos se encuentran en posición secundaria. En estos sedimentos se han recuperado materiales
faunísticos, aunque escasos comparados con la sala Sal
de Llop. En este cono y como resultado del desplazamiento los huesos largos se encuentran muy fragmentados,
mientras que los más masivos como falanges y articulares
son los mejor preservados. También en estos sedimentos
se hallan fragmentos, en distintos estados de conservación, de coprolitos.
En la sala Sal de Llop, más próxima a la obertura original de la cueva, es donde se han desarrollado la mayor
parte de actividades que reflejan el funcionamiento de la
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1ª reunión de científicos sobre cubiles de hiena (y otros grandes carnívoros) en los yacimientos arqueológicos de la Península ibérica
cueva. En esta parte, hasta el momento se ha excavado
una superficie desigual de 14 m2 y con una potencia variable desde los 30 cm hasta los 2 m.
Dicha sala ha funcionado mayoritariamente como un
cubil de carnívoros, tal y como lo demuestra la presencia
de un buen número de coprolitos (más de 149 hasta el
momento) así como los restos de sus mordiscos y fracturas
en los huesos. Los coprolitos presentan dos morfologías
distintas, una de ellas característica de los hiénidos (vease
como ejemplos Kolska et alii, 1989 o Larkin et alii, 2000)
mientras que otro tipo, menos frecuente, es de una morfología más alargada y más parecida a los excrementos de
otro tipo de carnívoros de menor talla. A partir de los restos
recuperados, el agente que generó buena parte de la acumulación parece ser atribuido a los hiénidos, caso habitual
en yacimientos de este período en Europa (Fosse, 1997;
Fosse et alii, 1998).
Sin embargo y hasta el momento los restos de carnívoros son escasos. Tan solo el lince se halla bien representado, aunque con pocos efectivos (Nr=10), mientras que en
un segundo bloque se hallan 10 restos formados por fragmentos de dientes caninos de difícil determinación.
En esta sala, por el contrario, no se han recuperado
hasta el momento restos de oso pardo (Ursus arctos) que
nos indiquen su presencia en esta parte del yacimiento,
probablemente debido a que la entrada original se hallaba
más cercana.
Por otro lado, en la sala Sal de LLop se ha recuperado
una pequeña colección de utensilios líticos, elaborados en
sílex y claramente adscribibles a los tecnocomplejos del
Paleolítico Medio. Se trata de unos pocos artefactos que no
reflejan la totalidad de la cadena operativa y que parecen
responder a algunas visitas esporádicas de homínidos a la
cueva. La presencia de estos restos líticos estaría en la
misma línea que otros yacimientos del Garraf, como la
Cova del rinoceront (Daura et alii, 2005) o de la Península
ibérica, como Galería, en Atapuerca (Burgos) (Carbonell et
alii, 1999) o la Cueva de los Torrejones, en Tamajón
(Guadalajara) (Díez et alii, 1998). Por tanto, la Cova del
Coll Verdaguer se inserta en el debate entre la postura de
yacimientos con ocupaciones breves de Brugal y Jaubert
(1991) o de mezcla de materiales de ocupaciones diferenciadas (Villa y Soressi, 2000).
to. Los estudios arqueológicos realizados hasta el momento ponen de manifiesto que la cavidad ha tenido un uso
diferenciado en el espacio y probablemente también en el
tiempo, como consecuencia de la morfología de la cueva.
Cronológicamente la parte más antigua es la sala Sal
del Llop, más próxima a la abertura principal, que fue utilizada como cubil de carnívoros, principalmente por hienas
aunque probablemente también por algún otro carnívoro de
talla inferior. Además, se ha detectado también un horizonte estratigráfico con presencia humana del Paleolítico
Medio.
Las dataciones realizadas hasta el presente sitúan
estas ocupaciones humanas y de carnívoros en el estadio
isotópico 3. Las especies recuperadas apuntan a un
momento fresco con áreas de captación que se extenderían desde los bosques de las inmediaciones del yacimiento
hasta los espacios más abiertos de los valles próximos.
La presencia humana se reduce a visitas puntuales en
sala Sal de Llop, en el horizonte definido por la base del
nivel iii y el techo del nivel iV. Estas ocupaciones seguramente estarían relacionadas con la entrada principal del
yacimiento, si bien los restos líticos por el momento son
escasos.
Con los datos que disponemos actualmente se hace
difícil determinar si ha existido interacción entre humanos y
carnívoros. Hasta el momento podemos decir que en la
zona con mayor acumulación de restos de fauna aportada
por los carnívoros no se han detectado restos líticos, aunque la tafonomía de la fauna está en estudio. Por otro lado,
en los niveles con ocupación humana, los restos óseos y
los coprolitos son menores.
La parte más interna del yacimiento, la sala dels Ursus,
tiene escasas condiciones de habitabilidad, debido a su
gran concentración de humedad y a la escasa luz que
penetra del exterior. Su funcionalidad se halla relacionada
con el uso del yacimiento como guarida de hibernación por
parte de Ursus arctos tal y como se refleja a partir de las
partes anatómicas y la distribución de los esqueletos recuperados. En ella no hay signos de ocupación por parte de
los humanos ni de otros carnívoros.
De momento, esta parte del yacimiento es más reciente cronológicamente y se situaría en el estadio isotópico 2.
Conclusiones
Agradecimientos
La Cova del Coll Verdaguer es una cavidad que hasta los
inicios de las excavaciones del GrQ había permanecido
inédita como yacimiento arqueológico y que los trabajos
actuales han permitido dar a conocer como nuevo depósi-
Este trabajo ha sido realizado gracias a una beca posdoctoral de
la FECYT (Joan Daura) y con el apoyo del Comissionat per a
Universitats i recerca del Departament d’innovació, Universitats i
Empresa de la Generalitat de Catalunya i del Fons Social Europeu
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con una beca predoctoral Fi (Montserrat Sanz). Agradecemos la
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colaboración del Servei d’Arqueologia i Paleontologia, Energia i
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