BREVE SEMBLANZA DE DON JOSÉ GARCÍA RODRÍGUEZ 1872 – 1948 Don José García Rodríguez nació el 8 de Febrero de 1872, en Saltillo, Coahuila, siendo sus padres el Lic. Don Antonio García Carrillo y Doña Aurelia Rodríguez Ramos; contrajo matrimonio con Doña María Narro Valdés, procrearon a los siguientes hijos: José, casado con Donna Henning; María del Carmen, casada con Ignacio Narro Gómez; Antonio, casado con Cristina Garza, María de la Luz, casada con Guillermo López Villarreal, María del Rosario, casada con Roberto López Villarreal, Fernando, casado con Consuelo Sánchez Valdés y Dionisio. Sus primeros estudios los realizó en el Colegio de San Juan Nepomuceno, posteriormente pasó al Colegio Josefino del Padre Manuel Flores Gaona, tío de Don José, después al Ateneo Fuente y, posteriormente, se trasladó a la ciudad de México, iniciando la carrera de Licenciado en Derecho, estudios que no pudo concluir en aquella ciudad por la repentina muerte de su padre. No sé si posteriormente Don José hubiese concluido sus estudios de Jurisprudencia en los periodos en que estuvo vigente dicha carrera, pues existe una carta del Lic. Don Federico González Garza, en donde éste felicita a Don José por haber obtenido el grado de abogado. En fin, eso no es relevante para la trayectoria de Don Pepe. Cuando hablé por primera vez con Usted, comentando sobre la carta que enviamos al Señor Gobernador Lic. Don Enrique Martínez y Martínez, así como al Presidente del Congreso y al Presidente Supremo Tribunal de Justicia del Estado, solicitando el reconocimiento para Don Santiago, Don Antonio y Don José, recuerdo bien que me comentó lo siguiente, palabras más, palabras menos: “De Don Santiago no tengo ninguna duda sobre el reconocimiento que están pidiendo; de Don Antonio mucha información y desconozco su trayectoria; y respecto a Don José, me queda claro, que fue un hombre que hizo mucho por el Ateneo Fuente, por tanto, es esa institución la que debe de encargarse de mantener viva la memoria de Don José. Con lo que yo no estoy de acuerdo, pues Don José, no solamente dedicó su vida a la juventud del Ateneo, la dedicó a toda la juventud coahuilense. No solamente se desempeñó como Director del Ateneo Fuente, por tres ocasiones, también fue Director de la Escuela Normal, él fundó la Anexa para niñas y también fue el iniciador de la creación de las Bibliotecas Escolares en el Estado, estando como Director de la Escuela Normal. …No sólo supo apreciar y conservar la obra educativa realizada por Ozuna, sino que logró darle mayor impulso al conseguir que el gobierno del Estado aumentara considerablemente las partidas destinadas a la instrucción primaria y al sostenimiento de la “Escuela Normal”. A su iniciativa, fue creado el internado para señoritas, institución ubicada aún en el domicilio de Xicoténcatl. En la cantidad de $22,000.00y gastando otros $22,000.00 más para adaptarla convenientemente y en la compra del mobiliario indispensable para su servicio. Además de éstas sumas, obtuvo del mismo gobierno de Don Venustiano Carranza, la cantidad de $25,000.00 para la adquisición de importante material escolar con que dotó a la Escuela Normal y a las Anexas. Para la enseñanza de la geografía, del dibujo y de la química: así como para la instalación del gimnasio de la escuela que contó con toda clase de aparatos para la educación física. Estando encomendada, esta cátedra a los empeñosos maestros Rubén Muñóz y José Rodríguez González. En el diccionario biográfico de Coahuila, el Profr. Arturo Berrueto señala al Profr. José Rodríguez González como fundador del internado para señoritas y el primer Jardín de niños, en estos dos puntos está equivocado, el fundador del internado y del jardín de niños, fue obra de Don José, a menos, que la información dada por los maestros Villarello y José de la Luz Valdés esté equivocada. Que lo dudo. Además, éstos dos maestros tuvieron acceso a los archivos de la Escuela Normal. Era una tradición que quién ocupaba el cargo de Director de Educación Pública, también se desempeñaba como Director de la Escuela Normal. Y así fue que Don José desempeñó los dos cargos, al mismo tiempo. El empeño de Don José en promover la educación y la cultura se vio reflejada en todos los ámbitos. Promovió la expedición de una nueva ley de instrucción secundaria y el reglamento respectivo que respondiera a las necesidades del momento… Ante los municipios del Estado hizo gestiones con buenos resultados. Para que sostuviera alumnos pensionados en el Ateneo. Don José, no solo participó en la educación y superación de la juventud Ateneísta, también participó en la fundación de la Escuela de Agricultura Antonio Narro y en la elaboración de su plan de estudios. Habiendo sido nombrado segundo albacea testamentario de Don Antonio Narro presidió la junta directiva de la Escuela de Artes y Oficios Enrique Mass y del Asilo Trinidad Narro de Mass. Don José no sólo estaba preocupado por la educación de los jóvenes Ateneístas, su preocupación era por la educación de todos los jóvenes coahuilenses. Y fue gracias a su empeño que se fundó la Escuela de Enfermería y Obstetricia, la Escuela de Farmacia, la de Comercio, pero sobre todo, Don José tenía la gran inquietud de que Coahuila contara con una Universidad, nunca dejó en su empeño y en 1943, le entregó al entonces Gobernador de Coahuila, Gral. Don Benecio López Padilla solicitud formal para la fundación de la Universidad de Coahuila. Pero Don José García Rodríguez anhelaba también que como el número culminante de las bodas de diamante del Ateneo, fuera creada desde entonces la Universidad de Coahuila, para cuyo fin presentó al Gobierno del Estado, la siguiente iniciativa: “El Ateneo Fuente, según el decreto del 15 de Julio de 1867, expedido por el Gral. Andrés S. Viesca, Gobernador y Comandante Militar de Coahuila, tuvo desde su fundación el carácter universitario, puesto que en su plan de estudio figuraban las facultades de Leyes, Medicina, Ingeniería y Notariado… En éste sentido, aunque bajo otro aspecto de la cuestión pedagógica, tiene Coahuila el Ateneo Fuente, Universidad desde su fundación y que todavía en los años escolares de 1934 a 1937, mantuvo abierta la Escuela de Farmacia, la Escuela Normal y la Escuela Superior de Agricultura y Ganadería del Estado Antonio Narro. Ambas profesionales, y varias escuelas preparatorias sostenidas con fondos públicos en diferentes lugares del Estado éstos centros culturales pueden formar y forman de hecho un conjunto universitario, faltos únicamente de la ley que los una y los coordine en un solo organismo. No es necesario que se establezcan de una sola vez, todas las facultades. En el próximo año de 1943 se abrirá solamente el primer curso de Ingeniería química y el primer curso de leyes, cuyo sostenimiento no exigirá grandes sumas, y en los años subsiguientes, a medida que la situación económica del Estado lo permita, se irán estableciendo las demás facultades, dando preferencia a aquellas que se juzguen de mayor beneficio colectivo “. Y aunque Don Pepe murió en 1948, su idea de crear la Universidad siguió latente y se cristalizó hasta el 22 de Marzo de 1957, cuando por Decreto, se fundó la Universidad de Coahuila. Este hecho se lo han regateado a Don José y no hay ningún reconocimiento para él, ni de los Ateneístas, ex ateneístas, profesores universitarios, profesionistas agregados de la Universidad Autónoma de Coahuila, de los egresados de la Escuela de Leyes y de Ciencias Químicas. Al menos de la carrera de leyes, me consta, que en lugar de reconocer sus méritos, le han boicoteado los reconocimientos que se le han tratado de hacer, uno de ellos, fue el 1ª de Abril de 1998, en donde se conmemoraba el primer Cincuentenario de su fallecimiento. Los abogados mal informados, boicotearon la asistencia de las autoridades universitarias y del Gobierno, porque según ellos, la carrera de Jurisprudencia también festejaba sus cincuenta años de haber sido fundada. Pero la reapertura de dicha carrera se realizó en 1943, no en 1948 y, fue gracias a la iniciativa de Don Pepe. Como Usted podrá ver, ni los ateneístas ni los universitarios tienen idea de quién fue Don José. Don Pepe también participó en la política del Estado, en donde tuvo un destacado desempeño. Fue electo Diputado por el Distrito de Saltillo para formar parte de la XXII Legislatura, siendo Presidente de la misma, redactó el documento en donde se desconoció a Huerta, varios de sus compañeros vieron con malos ojos a Don José no estuviera de acuerdo con el movimiento armado. El consideraba que una revolución, era la peor de las guerras, que nera una lucha fratricida, opinión en la que muchos de nosotros estamos de acuerdo. Venustiano Carranza, en su despacho oficial de Gobernador leyó a sus colaboradores el mensaje que acababa de recibir autorizado por el Senado, he asumido el Poder Ejecutivo estando presos el Presidente y su gabinete Victoriano Huerta. Señores: la Constitución de la República, que debe seguir de todos los mexicanos, no autoriza ni al Senado ni a la Cámara de Diputados a nombrar Presidente que no sea electo por el Pueblo. Es deber del Gobierno de Coahuila, si ha de seguir en la legalidad, desconocer ésta serie de hechos los Diputados sin valorar la tremenda importancia de su decisión… uno de ellos toma la palabra: Estamos totalmente de acuerdo con Usted Señor Gobernador… pero uno de los Diputados, según parece, el Señor García Rodríguez, reflexivo, rompe el silencio: Señor Gobernador: realmente estamos muy escasos de noticias, si todo es legal, como Usted dice, estoy de acuerdo en desconocer los hechos que han ocurrido en México. Pero creo, dada la gravedad del caso a que nos enfrentamos, que deberíamos mandar un enviado especial a México para obtener información de primera mano… Pero Carranza corta… no, hubo otra objeción fuera de la citada. Carranza es demasiada “pieza” y es hombre decidido, sólo José García Rodríguez podía haberlo interpelado y no porque estuviera en desacuerdo con un movimiento revolucionario que apenas iba en camino de iniciarse. Estaba en desacuerdo, justificadamente con la esencia apriorística que fundaba la determinación del jefe “No obstante, la actitud de José García Rodríguez, demuestra que era hombre independiente en el pensar, que pensaba, y que tenía el valor de expresar lo que creía debido. Pero Don José nunca negó su apoyo al movimiento que encabezó Don Venustiano, pero él no era para tomar un fusil, además, prefirió hacer frente a la situación solo, él no se perdió en el anonimato de la tropa. Estuvo a punto de ser fusilado, en dos ocasiones. Al entrar en Saltillo las fuerzas de Victoriano Huerta, fue encarcelado en los momentos en que lo sacaban de su hogar, recomendó especialmente a su esposa, que no fuera hacer gestión alguna “ante esas gentes” para liberarlo. Al conocerse en México la noticia de su encarcelamiento, el Lic. Manuel Garza Aldape, Ministro de Gobernación de Huerta, que sentía una gran admiración por Don José García Rodríguez, intervino inmediatamente, para lograr su libertad. No podemos dejar de lado la obra de Don José como escritor, como poeta. Su trabajo como cronista de Saltillo, no lo inició al dársele dicho nombramiento en 1944, Don Pepe lo realizó desde sus primeras cartas que escribió a su padre Don Antonio García Carrillo, dándole cuenta, junto a su madre, de los negocios de la familia. Como cronista, Don Pepe realizó desde su juventud, hasta su muerte, un extraordinario trabajo en la descripción de la vida cotidiana de Saltillo y la región en todas sus épocas. En realidad, el trabajo de crónica realizado por Don Pepe, aún no ha sido superado, es un trabajo de contenido histórico invaluable, lástima que tan pocos lo conozcan. Pero Don José no solamente participó en el aspecto educativo y cultural, también participó en el desarrollo de Instituciones Sociales como el Casino de Saltillo, que debe mucho a Don Pepe. Desde 1907 presidió el Asilo Trinidad Narro de Mass, presidió la Junta Directiva de la Escuela de Artes y Oficios Enrique Mass, él también participó en la fundación de la Sociedad Coahuilense de Estudios Históricos y Geográficos. Fue miembro del Consejo de Educación de Coahuila. Con fecha 14 de Junio de 1944, el Gobierno del Estado, a solicitud de la Academia Nacional de Historia y Geografía, lo designó CRONISTA DE LA CIUDAD DE SALTILLO. Considero que hay mucho más que decir del quehacer de Don José ante el Estado de Coahuila. Cuando tenga en mi poder un documento que necesito, podré comprobar que el acervo de la pinacoteca del Ateneo Fuente, se debió a la solicitud que hiciera Don Pepe a Don Venustiano. Siendo el primero, Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública y el segundo, Presidente de la República. Profr. Arreola, espero convencerlo de que Don José no solamente entregó su vida al Ateneo, también lo hizo a la Normal del Estado, a la Escuela de Ciencias Químicas y Leyes que, posteriormente, daría paso a la creación de la Universidad de Coahuila; también participó en la fundación de la Escuela Normal Superior; también dio parte de su vida a los estudiantes de la Escuela de Agricultura Antonio Narro, a las huérfanas del Asilo Trinidad Narro Mass, a los jóvenes de la Escuela de Artes y Oficios E. Mass; y su obra escrita quedó para consulta y lectura de las nuevas próximas generaciones, su obra es patrimonio de los coahuilenses. Concluyo con algo expresado por el Profesor José de la Luz Valdés. “DURANTE SU VIDA JOSÉ GARCÍA RODRÍGUEZ FUE CONSIDERADO COMO EL RESPRESENTATIVO DE LA CULTURA Y DE LA INTELECTUALIDAD COAHUILENSE, PORQUE DON JOSÉ GARCÍA RODRÍGUEZ, ADEMÁS DE SER UNO DE LOS HOMBRES MÁS ILUSTRES DE NUESTRO ESTADO, SU FECUNDA LABOR EDUCATIVA AL FRENTE DEL ATENEO FUENTE Y DE LA ESCUELA NORMAL, FUE ALTAMENTE BENÉFICA PARA LA JUVENTUD COAHUILENSE, A LA QUE SUPO ORIENTAR HACIA LA REALIZACIÓN DE SUS IDEAS, INFUNDIÉNDOLE A LA VEZ EL SENTIDO DEL AMOR Y LA BELLEZA. Y COMO POETA, SUPO CONQUISTAR UN HONROSO LUGAR ENTRE LOS CLÁSICOS”. Por todo lo anterior expuesto, los nietos de Don José García Rodríguez, estamos solicitando al Sr. Gobernador Don Enrique Martínez y Martínez, al Presidente del Congreso Estatal, del Poder Judicial y al Alcalde de Saltillo, lo siguiente: 1.- Que el nombre de Don José García Rodríguez sea colocado en el Recinto del Congreso, junto con los demás patricios coahuilenses. 2.- Que una Avenida importante de Saltillo, lleve el nombre de Don José. bYa sabemos que en la Colonia Universidad hay una calle de dos cuadritas que llevan su nombre, pero consideramos que la figura de Don José merece más que esas dos cuadritas, (Hace algunos años, en Ramos Arizpe, Coah., la calle que hoy lleva el nombre de Gustavo Espinosa Mireles, lleva el nombre de Don Santiago Rodríguez y le quitaron su nombre, desconocemos cuál fue la razón). 3.- Que la obra de Don José García Rodríguez sea nuevamente reeditada. Don José García Rodríguez falleció el 1ª de Abril de 1948 y sus restos se encuentran en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en el panteón de Santiago. Lic. Martha Durón Jiménez. Ing. Carlos Antonio Narro García Investigadores de los Fondos “Lic. Don Antonio García Carrillo” y “Don José García Rodríguez”.