Tipos de colchón

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Un colchón para cada necesidad
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La Asociación Española de la Cama hace coincidir el cambio de
década con un recordatorio de la necesidad de cambiar el colchón
cada diez años
La oferta de colchones incluye materiales muy diferentes, ¿en qué
se diferencian?
Madrid – 24 de marzo de 2011. El boom inmobiliario de principios del siglo XXI
hizo que muchos españoles se mudaran de domicilio o se independizaran, con
la consiguiente inversión en amueblar y acondicionar todas esas nuevas
viviendas. El colchón, como parte fundamental de cualquier hogar, se convirtió
en uno de los productos obligados para afrontar esta nueva etapa.
Ahora, diez años después de aquella adquisición, y al igual que hay que dar
una nueva capa de pintura a la pared o cambiar el televisor, también ha llegado
el momento de cambiar nuestro colchón por dos razones fundamentales: salud
y descanso. La Asociación Española de la Cama (ASOCAMA) advierte que
pasados diez años el colchón pierde sus propiedades de firmeza y
confortabilidad y aconseja el cambio, pues este deterioro puede afectar
directamente a nuestra salud.
Y ahora, ¿qué colchón compro?
En estos últimos años, el mercado del colchón ha sufrido una gran revolución.
Por este motivo, aquellos que se compraron su colchón hace ahora diez años
se van a encontrar con una amplia variedad de tecnologías y materiales que a
buen seguro pueden convertir la compra del colchón en una complicada tarea.
Para hacer más llevadera esta búsqueda, Asocama ha ideado una sencilla guía
explicativa en la que resume los distintos colchones que se están
comercializando en estos momentos y sus principales características:
Colchón de muelles
Es el más vendido. Los desarrollos tecnológicos en la actualidad hacen que los
colchones de muelles ya no sean como los que tenemos en mente. Hoy en día
se trata de productos que combinan de manera justa los dos factores más
importantes en este tipo de producto: firmeza o soporte y confort. El núcleo de
muelles proporciona una superficie que garantiza la correcta sustentación de
nuestra espalda; además, actualmente la mayoría de estos colchones posee
una característica común: el confort que se consigue incorporando sucesivas
capas de acolchado en la parte superior e inferior del colchón que puede ir
desde fibras hasta espumas viscoelásticas, látex o poliéter.
Entre los muelles se pueden diferenciar los de hilo continuo, los Bonell y los
ensacados, estos últimos pueden ser muelles embolsados que permiten un
confort independiente para cada punto del cuerpo.
Colchones de Poliuretano o de Espumas HR o alta densidad
El poliuretano o espuma nació en la década de los 40 y se ha convertido en
uno de los materiales más utilizados para la producción de diferentes
productos. Uno de sus usos más extendidos es la fabricación de colchones por
el confort que ofrece. Dentro de los cochones de espuma hay varios tipos
dependiendo de la composición celular de la misma:
Las espumas de HR o densidad alta son espumas de poliuretano de avanzada
composición cuya densidad supera las que existían tradicionalmente
traduciéndose en: mayor confort, mayor durabilidad y mayor ventilación.
Otra innovación dentro del mundo de las espumas son los colchones de
viscoelástica, con una gran adaptabilidad al perfil del cuerpo, y que absorbe
tanto las cargas ligeras como pesadas. Este material reacciona a la
temperatura corporal, minimizando los puntos de presión, y se emplea en
ocasiones para aportar un confort extra en los colchones de muelles de nivel
alto.
El colchón de látex es elástico y se adapta bien al cuerpo. Formado por
millones de hilos de caucho, es flexible pero indeformable y con su uso se
recomienda una base tapizada o un somier multiláminas. En ocasiones,
algunos colchones están formados por varios tipos de látex lo que permite que
el colchón presente diferentes zonas de firmeza (más firme en la zona central
que en la superior, por ejemplo).
Colchón de agua
Los colchones de agua no son tan populares como lo fueron hace un tiempo y
hoy día apenas se fabrican. No son recomendables para un uso habitual a
causa de la escasa firmeza de su superficie y el excesivo movimiento que
genera cualquier cambio en el peso, especialmente delicado cuando se duerme
en pareja. Para la compra de este tipo de colchones hay que asegurarse
además de que nuestro suelo puede soportar el peso de una cama de agua,
pues suelen pesar bastante.
Colchón de aire
No podemos considerarlos colchones como tales, dado su bajo grado de
sujeción de la columna y de control de la temperatura corporal. Además del
tradicional ‘colchón hinchable’ hay algunos formados por una capsula de aire
protegida con láminas de espuma. Su nivel firmeza puede ser ajustado por el
usuario gracias a sus válvulas con las que cogen o sueltan el aire.
¿Qué tenemos que hacer para comprar un buen colchón?
Desde Asocama se aconseja acudir a una tienda especializada en la que el
personal cualificado nos podrá dar la recomendación adecuada para nuestra
fisonomía y preferencias a la hora de dormir y así conseguir el descanso más
saludable para los siguientes 10 años. Los responsables de la Asociación
aconsejan que antes de decidirnos por un colchón es imprescindible probar
varios tipos, comparar y adquirir el que resulte más confortable a la o las
personas que vayan a dormir en él.
Acerca de ASOCAMA
La Asociación Española de la Cama, ASOCAMA, es la asociación de fabricantes de equipos de descanso, nace en
1985 con el objetivo de velar por la calidad y contribuir a la mejora de la cultura del descanso. Esta cultura se basa en
que pasamos casi un tercio de nuestra vida durmiendo y, por ello, debemos hacer de esta actividad un momento
placentero y reparador. ASOCAMA aconseja reemplazar los equipos de descanso antes de los 10 años, ya que
factores como el uso y el paso del tiempo merman sus propiedades de elasticidad, higiene y confort. www.asocama.es.
Para más información:
Esther Gago/Teresa García
INFORPRESS- 91 564 07 25
Gabinete de prensa de ASOCAMA
[email protected] / [email protected]
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