GUÍA DE LECTURA DE ANTOLOGÍA TRADUCIDA DE MAX AUB Pasqual Mas i Usó Angustias Iglesias Solano Ana I. Llorente Gracia Ficha técnica © ------------ SUMARIO I II III IV V VI VII VIII IX Presentación. Introducción Antología Traducida. 1. El proceso de edición. 2. El proceso de creación. El mundo poético de Max Aub. Los poemas. Ejemplos de análisis literario. Actividades de creación. Bibliografía. Carpeta de prensa. Notas de trabajo. Presentación La presente GUÍA DE LECTURA DE ANTOLOGÍA TRADUCIDA DE MAX AUB pretende ser un instrumento para que los estudiantes se acerquen a la obra poética aubiana con garantías de profundizar en su comprensión. Conviene saber que esta GUÍA está pensada para que se trabaje en ella elaborando esquemas, reflexionando en grupo o contestando individualmente; todo ello dependerá del desarrollo de la clase y de las directrices marcadas por el profesorado. Nuestro deseo es que se adentre en la personalidad del autor y en la composición de Antología Traducida y se disfrute comprendiendo el alcance de los desdoblamientos poéticos en los que se refleja Max Aub. Esta guía está basada en la última edición de Antología Traducida, publicada por la Fundación Max Aub de Segorbe en 1998. Introducción 1 Antes de empezar con el análisis de la obra aubiana conviene que te familiarices con el perfil vital del autor. Para ello, con el material bibliográfico que tengas a mano (Introducción a la edición de Antología Traducida, carpeta de prensa que incluimos al final de esta guía, enciclopedias, etc.) elabora un acercamiento biográfico del escritor Max Aub en el que reseñes los momentos más cruciales de su vida y las obras más importantes que escribió. Puedes realizar esta actividad en las hojas que encontrarás al final de este cuaderno, en el apartado “Notas de trabajo”. 2 Sin duda, habrás comprobado en los medios de comunicación que la actualidad de Max Aub es muy relevante. Según tu opinión, ¿a qué se debe este crecimiento en el interés por este autor? 3 A menudo se juzga a la sociedad como agostada y desentendida de los problemas sociales; en otras ocasiones, sin embargo, es vista como una posibilidad de ayuda entre las personas (ONG, Agrupaciones Sociales, Ayuda Internacional, etc.) ¿Piensas, a la luz de lo que has contestado en la pregunta anterior, que la actualidad de Max Aub tiene que ver con un nuevo despertar de la conciencia social? ¿O todo es un montaje que pretende mantener las conciencias tranquilas? II Antología Traducida. 1 El proceso de edición. 1 Algunas obras, para que el público actual logre penetrarlas con solvencia, necesitan de explicaciones, actualizaciones ortográficas, etc.; así como ser reproducidas en imprenta u otros medios. El proceso de edición es una actividad en la que un texto, previamente escrito por su autor, se publica acompañado de glosas explicativas que aclaran el significado de determinados conceptos, la identidad de personajes citados, los rasgos que evidencian una determinada tradición literaria, o tan sólo las posibles alteraciones gráficas en la transcripción de las palabras. En el siguiente texto de Campo de Sangre podrás ejercitarte en esta interesante faceta de editor. Investiga, pues, si los personajes del texto tienen un referente real o son claramente ficticios y señálalo con algunas notas aclaratorias. Tu profesor te indicará si puedes realizar esta actividad en grupo o individualmente. A las tres y media todos toman el tranvía o van a dar una vuelta por las librerías. Don Enrique Díez-Canedo con las manos esposadas a la espalda, Corpus Barga con su elegante sombrero bien calado, Maroto con su bastón, Gil Albert con su chilaba, Dieste con su mujer, Margarita Garfias con Ramón Iglesia y Marina y su cuñada; Max Aub, que cuenta cosas de la película que prepara con Malraux; Bergamín, cuando viene de París, con su pecho hundido, estirando su sweater gris hacia abajo, Emilio Prados, Gaya, Manolo Altolaguirre. En la otra mesa Esplá con sus secretarios y los Solsona con los que quieren alquilar pisos a buen precio. Los que van y vienen del frente, Herrera Petere, Paredes, Canajo hijo. Ningún catalán. Guasp, tan majo; alguna vez María Zambrano, alguna vez Masip. León Felipe. Max Aub, Campo de Sangre, Madrid, Alfaguara, 1997, pág. 391. • Enrique Díez-Canedo: • Corpus Barga: • • • • • • 2 Otra de las funciones del editor es aclarar el significado de términos o datos desconocidos para la mayoría de los lectores. A partir del texto de Antología Traducida que te proponemos, perteneciente al apócrifo Ibn Abu Hakin (pág. 127), añade las notas que consideres convenientes para facilitar su comprensión a los lectores. DEFINICIÓN DE LA HISTORIA La historia, hija, es un cúmulo de desesperanzas, dudas, desengaños, intrigas, emboscadas, crímenes, daños, hecatombes, suplicios, tormentos, martirios, degollinas, linchamientos, venganzas, penas, prisiones, vergüenzas, autos de fe, fusilamientos, crucifixiones, bajezas, deslealtades, destierros, burlas, irreverencias, desórdenes, infidelidades, perfidias, alevosías, artificios, mala fe, tratos dobles y aun triples, perjurios, disimulos, mentiras, apostasías, traiciones, felonías, vilezas, malas partidas, asesinatos, estupros, injusticias, saqueos, robos, persecuciones, escombros que produjeron esto que ves: albricias, suaves encantos, dulces presencias, altísimos placeres, prodigiosa, dorado vino, muelles manjares alfombras, gustosos, delicados música perfumes, poesías espléndidas, miniaturas de colores inigualables, jardines frondosos, telas tan suaves como tus pechos, tu boca: sueño y sueños. ¡Oh maravilla de maravillas! • Cúmulo: • Hecatombe: • Auto de fe: • • • • • • • • • • • 3 La siguiente actividad tiene la finalidad de que distingas entre nombre del poeta, localización temporal, introducción, poema, nota de Max Aub y nota de la edición. Partiendo del poema de Fu Po (págs. 128-129) localiza los elementos citados anteriormente y señálalos en el cuaderno. FU-PO (801-?) Nació en Ssê-ch'van. No se sabe dónde ni cuando murió. Es extraño que no fuera apreciado ni de la dinastía T'ang ni de Mao Tse-Tung. Es de sentir1. CANCIÓN DE AMOR Y ENVIDIA El tiempo ha sido muchas veces comparado al agua, la preferían los poetas y los profetas al aire o al fuego (de la tierra no se hablaba). El agua se ve correr, no el viento, que necesita del polvo, y las llamas desaparecen demasiado pronto. La tierra es inmóvil. Sin embargo, los poetas debieran preferirla y a las raíces que la atraviesan y que representan mejor el tiempo que el agua del río, grande o pequeño, y no debieran olvidar que el fuego forja la vida y que el agua es demasiado fría y está muerta y corre sólo por su propio peso y que las llamas suben hasta el cielo. El viento doblega árboles e hincha las velas, aunque apague candelas y sea tan capaz, o más, de destruir como el agua, la tierra o el fuego, y es el único que se pasea con libertad donde la parece mejor. El tiempo, en cambio, tiene una sola dirección y cae de su propio peso y es incapaz de rebelarse contra el sol, como lo hace el viento, que puede oscurecerlo. ¡Ojalá el tiempo fuera como el viento y yo pudiera ser joven, otra vez, como tú! (Adviértase en la traducción la dificultad del idioma original. No oculto que me apoyé en la versión inglesa de mi amigo Alistair Reid2.) –––––––––––––––––––––– Max Aub sugiere que el arte de Fu-Po no fue valorado ni por los amantes de la poesía tradicional, que alcanzó gran esplendor artístico durante la dinastía Tang (618-907), la tercera china y contemporánea del autor antologado, ni tampoco fue estimado por los amantes de la poesía social y revolucionaria, encabezada por el líder comunista Mao-TseTung (hoy se prefiere escribir Mao Zedong). 2 Respecto a la amistad con Alistair Reid, ver la correspondencia mantenida entre ambos, desde 1963 a 1971, en el Epistolario conservado en el Archivo Max Aub de Segorbe (Leg. 15-5: 16 cartas de Max Aub y 13 de Alistair Reid). En Imposible Sinaí también cita a su amigo para justificar la elección de unos poemas: “No tomo parte; sólo escojo para su publicación –con ayuda de Alastair <sic> Reid– los que me parecieron más característicos.” (Barcelona, Seix Barral, 1982; pág. 7). 2 El proceso de creación. Ahora que ya tienes clara la diferencia entre el texto aubiano y las explicaciones que lo acompañan, vamos a centrarnos en el proceso de creación de Antología Traducida. Ten en cuenta que Max Aub se desdobla en antólogo, traductor y en múltiples poetas. 1 Observa cómo Max Aub actúa como antólogo del poeta Josef Ibn Zakkariya en el siguiente texto (pág. 142): Nació en Zaragoza, de conocida familia judía y fue padre o abuelo del famoso cabalista del mismo apellido que quiso, en tiempo, convertir al papa Nicolás III. Dentro de los lugares comunes remiro cierta influencia musulmana, no de extrañar en aquel tiempo. Aporta nuevos ejemplos en los que se aprecie con claridad esta función. 2 Lee atentamente el siguiente texto en el que se patentiza la tarea de Max Aub como traductor (pág. 90). Entonces me puse a mal traducir estos poemas segundones que posiblemente tampoco tienen interés. Peor es publicarlo. Ahora bien, ¿tengo yo toda la culpa? “Con todo, yo creo haber sido fiel al sentido y al espíritu, acaso mucho más que si me hubiese detenido servilmente a la letra”, dice Valera en el prólogo de su traducción de Poesía y arte de los árabes de Schack;... Busca otros casos en los que esta labor quede justificada. 3 Habrás observado que en alguna ocasiones Max Aub toma traducciones de otros autores. Localiza algún ejemplo en el que se evidencie esta actividad. 4 A su vez, Max Aub se desdobla también en numerosos poetas. ¿En cuántos? 5 Entre todos los poetas incluidos en la Antología Traducida habrás encontrado uno que te resulta muy familiar. ¿De quién se trata? 6 Valora la forma en que Max Aub se presenta a sí mismo como poeta y los textos que aporta para ello. III El mundo poético de Antología Traducida. Vamos a trabajar con los poetas en los que se ha desdoblado Max Aub y con sus obras. Convendrá, por tanto, tener a mano un buen número de datos para así poder relacionarlos y extraer conclusiones. Completa el siguiente cuadro. Sus datos te servirán para realizar las actividades que posteriormente te propondremos y que es preferible trabajes en grupo. Autor Época Ámbito cultural Idioma 1 Anónimo Egipto Egipcio 2 Hagesícora VII a.C. Grecia Griego 3 Asmida VII a.C. Grecia 4 Tableta agnóstica VI a.C. 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 22 23 24 25 26 Ramón de Perpiñá Religioso Trascenden te 5 21 Tema Poesía provenzal Tema 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 B.F. Da Frías Renacimiento Religioso 38 39 40 41 Juan M. Wilkenstein Alemán 42 43 44 45 A. Vacaresco Romanticismo Italiano Haikú 46 47 48 49 50 51 52 Josef Wasjiewitz Walt Withman 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 Michael McGulen Inglés Una vez completada la ficha de trabajo, ubica estos autores geográficamente en un Mapamundi. Ahora contesta a las siguientes preguntas. En las respuestas habrás de utilizar los datos recogidos en la composición de las fichas y del mapa. 1 Agrupa los autores según su nacionalidad, selecciona algunos países y realiza un breve seguimiento de su literatura: movimientos literarios, obras más importantes, autores, etc. y anota las coincidencias con las recreaciones biográficas de los poetas de la Antología Traducida. Puedes utilizar las hojas del apartado “Notas de trabajo” para realizar esa actividad. 2 En el apartado del Estudio Introductorio dedicado a los poetas antologados se presentan formas de dar “vida” a un poeta. A partir de los autores que te proponemos, investiga y encuentra sus heterónimos correspondientes. • Antonio Machado • Max Aub • Fernando Pesoa 3 Agrupa los poemas según su cultura y lengua y elabora un atlas literario que refleje las preferencias aubianas. Comprueba si la biografía de Max Aub (lugar de nacimiento, procedencia de su familia, lenguas que hablaba en Valencia, formación literaria y artística, etc.) guarda relación con las elecciones lingüísticas. Realiza esta actividad en el apartado “notas de trabajo”. 4 Agrupa los poemas según su temática (amor, muerte, tiempo, libertad, escritura, etc.) y analiza los puntos de vista diferentes o coincidentes. Poe ejemplo, ¿cómo tratan el amor Cste Yuan Wu, Ibn Ben Alí, Wilfres Poucas Martos, etc.? ¿Y la muerte, el tiempo, la pasión, el arte, España, etc.? AMOR MUERTE TIEMPO LIBERAD Cste Yuan Wu Ibn Ven Alí Wilfres P. Martos Ahora desglosa uno de esos temas y señala puntos coincidentes y divergentes según el autor o el poema. AMOR Coincidencias Divergencias Siguiendo el esquema propuesto, elabora otros cuadros clasificadores en las “Notas de trabajo” de este cuaderno. 5 A partir de las averiguaciones realizadas, valora en qué momentos del libro predomina la erudición (datos, teorías, razonamientos, etc. ) o la creación (poesía). IV LOS TEXTOS 1 Max Aub se confiesa en no pocas ocasiones admirador de la poesía del alemán Heine y por ello le dedicó varios artículos, ya mencionados en el Estudio Introductorio de Antología Traducida. En esta ocasión Max Aub reflexiona sobre la mujer en Heine y el cantar de los Cantares. He aquí una muestra del poeta apócrifo Subandhu: DE LA AMADA AL AMADO Lo primero que recuerdo de ti son las manos. No tus manos en sí -que no sé siquiera si son hermosas o feas- sino tus manos en mí, tus manos sobre mí. Su marca huidiza, corredora, alucinante, como sombras de pájaros en vuelo. Tus manos en mis manos como palomas, en mis brazos como peces, en mi cintura como lianas, en mis espaldas como chorro de agua recién nacida, en mis muslos como serpientes. Tus manos por todo mi cuerpo, como mar. Tus manos sobre mí, corriendo, recorriendo, formando mi epidermis, formándome, dándome contenido: haciéndome mundo. Hasta que me tocaste, no fui yo la que soy ahora. ¿Nueva? No: otra. Me hiciste por el tacto, de perfil y de frente. Desde el primer momento en que rozaste mi cabeza con tus manos, al descuido. Lo recuerdo como si fuese ahora mismo: estaba sentada en el suelo, pasaste tu mano por mi pelo y se estremeció mi tronco como si le azotara un viento nuevo. Me estremecí. Cada vez que recuerdo tus manos me estremezco. Me inmuto. Ardo con sólo recordar tus manos, mi vida, conmovida. lo que siento, lo que me recorre cuando me tocan tus manos no tiene nombre. Ni escalofrío ni estremecimiento, ni temblor; conmoción tal vez. Ni lo sé ni lo sabré: vibro, me espeluzno, centelleo, titilo trémula. Ondulo, me cimbro, nueva, otra. Me das movimiento. Escribo "trémula" y quizá por ese sendero podría hallar las palabras que reflejaran lo que me hacen sentir tus manos en mi cuerpo. Pero no es temblor lo que siento cuando voy a temblar, temblar sin miedo, con gusto profundo. Soy yo, del otro lado. Me alteras, me conmueves. Sí, está bien dicho: tus manos, me conmueven, me sobresaltan, me quebrantan abriéndome, haciendo salir de mis entresijos el musgo del placer más escondido. Me estremeces: me meces, me entre -meces-. Dentro. Tus manos me acunan, me enternecen, me mueven, sirenas, me alan. Me ablandan tus manos tiernas endureciéndome, me desmenuzan dándome unidad. Me cierran en ti, abriéndome a la mar. Me transportan, contrarias al milagro, milagro ellas mismas, haciéndome, dándome lo que nadie me dio. Comenta en la “Notas de trabajo” el poema de Subandhu teniendo en cuenta el siguiente texto sobre Heine de Max Aub y analiza la visión del amor en autores y obras que ya conoces: La Celestina, Petrarca, Lope de Vega, Cervantes, Racine y Werther. La mujer que canta Heine y, por ende, el amor, en la mujer y el amor de nuestro tiempo, no la heroína de las novelas lacrimosas que había puesto de moda Inglaterra, ni la discreta de las comedias de Lope, ni la Laura del Petrarca. Si algún antecedente tiene sería Melibea, ni Dulcinea, ni la Fedra de Racine, ni la Carlota de Werther. Es la Sulamina del Cantar de los Cantares, del cual tomo el título, para describirla a su manera, tal vez no tan distinta de la que fue la de Salomón: “El cuerpo de la mujer es un poema, que a instancias del Espíritu, Dios Nuestro Señor escribió en el gran álbum de la naturaleza. Sí, la hora era favorable, Dios estuvo magníficamente inspirado; con el arte dominó la materia árida y rebelde. En verdad, el cuerpo de la mujer es el supremo Cantar de los Cantares; ¡qué maravillosas estrofas son sus miembros esbeltos y blancos! ¡Oh, qué divina dea en ese cuello resplandeciente, sobre el cual se columpia la cabeza chica, pensamiento capital todo ensortijado! Los botones de rosa del seno, cincelados están como un epigrama y la cesura que los parte es inevitablemente arrebatadora. En el paralelismo de las caderas se rebela el creador plástico; la proposición incidental, con su hoja de parra, también es hermoso pasaje. No es un poema abstracto, sino canto de carne y hueso, pies y manos; ríe y besa con labios que riman ricamente. ¡Aquí alienta la verdadera poesía! ¡Qué gracia en todos los movimientos!, y el poema lleva en la frente la señal de la perfección.. ¡Quiero loarte, oh Señor, y adorarte en el polvo! A tu lado, divino poeta, no somos más que unos ignorantes. Me abismaré, Señor, en los esplendores de tu poema; a su estudió consagro mis días y también mis noches. Sí, noche y día lo estudio; no quiero perder ni un solo instante; ¡ay!, mis piernas enflaquecen, enflaquecen. Eso le pasa al que estudia demasiado.” (Max Aub, Pruebas, Madrid, Ciencia Nueva, 1967; págs. 22-23. Traducción del poema de Heine de Enrique Diéz-Canedo). 2 Max Aub comenta el poema de Ramón de Perpiñá “Ciego” y se pregunta si Miguel de Unamuno recordaría ese poema cuando escribió “Veré por ti”, dedicado a su esposa Concha, y en el que la fe anda ciega por el camino de la vida, pero conserva el poder de despertar la luz en los ojos del prójimo y enseñarle la senda con los ojos de la esperanza. Miguel de Unamuno también escribe dos cuentos que tratan del mismo tema: La venda y Ver con los ojos. He aquí, pues, primero el poema de Max Aub: CIEGO ¡Ay, ciego de ti, ciego, tu cintura mi tronco, tu pecho mi desierto, tus piernas mi alameda, tu vientre mi mar muerto! Vaivén lento del mar ¡Y tu cabello negro! ¡Ay, ciego de ti, ciego, a través de ti veo! Tu frente día, tus labios cielo. Mas cuando se hace de día.... Según Antonio Carreño (1982a, pág. 208; 1982b, pág. 287), “El poeta viene a ser en el poema de Unamuno, simbólico lazarillo en su camino había “lo que es hoy esperanza”. Sus sentidos, íntimamente incorporados, le sirven de ayuda recíproca: “mis ojos son para ti la prenda / de un caminar seguro”. La misma función se le concede en el poema de Aub. En “Ciego” comparte éste con el acompañante una geografía espacial: “¡Ay, ciego de ti, ciego, / A través de ti veo!” (vv. 8-9). La constitución anatómica del uno le confiere una correspondencia espacial al otro: “tu cintura, mi tronco, / tu pecho mi desierto, / tus piernas mi alameda, / tu vientre mi mar muerto” (vv. 2.5).” Ahora comprueba la sugerencia aubiana a partir del siguiente poema de Unamuno. VERÉ POR TI “Me desconozco”, dices, mas mira, ten por cierto que a conocerse empieza el hombre cuando clama “me desconozco” y llora; entonces a sus ojos el corazón abierto descubre de su vida la verdadera trama; entonces es su aurora. No, nadie se conoce hasta que no le toca la luz de un alma hermana que de lo eterno llega y el fondo le ilumina; tus íntimos sentires florecen en mi boca, tu vista está en mis ojos, mira por mí, mi ciega, mira por mí y camina. “Estoy ciega”, me dices; apóyate en mi brazo y alumbra con tus ojos nuestra escabrosa senda perdida en lo futuro: veré por ti, confía; tu vista es este lazo que a ti me ato, mis ojos son para ti la prenda de un caminar seguro. ¿Qué importa que los tuyos no vean el camino si dan luz a los míos y me lo alumbran todo con su tranquila lumbre? Apóyate en mis hombros, confíate al destino, veré por ti, mi ciega, te apartaré del lodo, te llevaré a la cumbre. Y allí en la luz envuelta, se te abrirán los ojos, verás como esta senda tras de nosotros, lejos, se pierde en la lontananza y en ella de esta vida los míseros despojos, y abrírsenos radiante del cielo a los reflejos lo que es hoy esperanza. Miguel de Unamuno, Antología poética. Edición de Roberto Paoli. Madrid, Austral, 1992; págs. 68-69. 3 Recuerda que las jarchas son versos escritos en romance que se añadían al final de la moasaxa. He aquí unos poemas de Mose Ibn Barun que recuerdan estas composiciones. Yo le quería madre, ya no me quiere. Era de día. ¡Ay madre! ¡que haré? La puerta está abierta y no entra. Madre, el campo está verde y no me quiere. Tú no sabes quién soy, tampoco lo sé yo. ¿Quién viene por el camino? Ella ¿quién si no? Señala en la “Notas de trabajo” las concomitancias, sobre todo temáticas, con los siguientes ejemplos de jarchas en escritura modernizada. Para ello habrás de repasar la literatura medieval, en la cual se dieron, como señala Dámaso Alonso, “los primeros vagidos de la literatura española”, que son las jarchas. Dime, ¿qué haré? ¿Cómo viviré? Espero a mi amigo; por él moriré. Abraham Ibn Ezra Amigo, ¡no te apartes de mí! ¿Qué haré, que será de mí si tú me dejas? Todros Abulafia Al clarear el día, no dormiré, Buen Abu’l-Qasim, rostro del alba. Al-Laridi ¡Gracias, amigo mío, no te enojes! Bueno, besa mi boquita; sé que no te marcharás. Anónimo. ¿Qué faré, mamma? Meu-l-habib est’ad yana. Yodsef Ibn Saddiq Manuel Alvar, Poesía española medieval. Barcelona, Cupsa, 1978; págs. 10-13. 4 El poema de Yojanan Ben Ezra Ibn Al-Zakkai titulado “Imitación de Yehudá Haleví”, cuya expresión sobre la “patria” ya trata Max Aub en Diario de Djelfa, sigue el llamado estilo “sionista” de Jehudá Ha-Leví. IMITACIÓN DE YEHUDÁ HALEVÍ I Y tú estás ahí, tranquilamente sentado, leyendo lo que los demás escribieron, estás ahí, esperando que caiga el día a como vaya cayendo, leyendo como si lo que lees, lo hubieses pensado / tú mismo, sin acordarte de tu patria miserable. Miento: me consta, lo sé, pero la apartas violentamente; quieres vivir en el olvido de la muerte. Si es así, y te has olvidado de España, ¿por qué no te mueres? ¿Por qué, de una vez, no te mueres de tu muerte atrasada? No basta jamás el recuerdo de la amada. II ¿Es peor que la patria abandonada, dirigida por los enemigos, perdida, progrese o que, al contrario, sea un montón de ruinas? Sólo el político puede tener dudas, por eso los reyes son dignos de lástima. Solas las lenguas son mudas. III ¿Quién sueña lo que has soñado? ¿Quién soñó lo que has soñado? IV ¿Qué ves, qué ves más allá de lo que ves? Sólo adivinas lo que quisieras ver. No te hagas ilusiones; eres un pobre mendigo como no puede menos de ser. No te revuelvas, óyeme bien, eres un triste mendigo como no podías menos que ser; pides sin atreverte a mirar la cara de tu huésped, mendigas decidido a no agradecer las limosnas, a escupir a la cara que no ves. Si te has olvidado de España ¿por qué no te mueres de una vez? He aquí un ejemplo, aunque en este caso la añorada no es España, sino Sión. Sobre este tema vuelve Max Aub en su libro póstumo Imposible Sinaí (Barcelona, Seix Barral, 1982; pág. 27), por ejemplo en el poema de Natan Bemayaru cuando reprocha el pasado de los judíos en España: ¿Quién nos echó, quién nos quemó, quién destruyó nuestro pasado? Compara el poema de Yohanan Ben Ezra Ibn Al-Zakkai con el siguiente poema de Yehudá Ha-Leví y comenta las conclusiones. Mi corazón está en Oriente y yo en lo último de Occidente ¿Cómo voy a gustar de la dulzura de los manjares? ¿Cómo es posible que cumpla mis votos no mis promesas si Sión está oprimida por los edomitas y yo bajo el dominio de los árabes? No me sería penosos renunciar a toda la hermosura de España Para poder contemplar el polvo de las ruinas del Templo. Yehudá Ha-Leví, Nueva antología poética. Traducción de Rosa Castillo. Madrid, Hiperión, 1997, pág. 53. 5 Max Aub ensaya el haikú en los poemas de Alejandro Vacaresco y de Cste Yuan Wu. El haikú, o jaikú, es una composición japonesa formada por tres versos que suman 17 sílabas. Compruébalo en los siguientes ejemplos maxaubianos. CÍRCULO ¿Qué me das tú que las demás no pueden darme a pesar de su empeño? Tú lo eres todo, mañana, tarde y noche: amanecer. Tú lo eres todo, semilla, flor y fruto, junto y revuelto. En ti me quiero, en mí te quieres, me quieres y te quiero. Multiplicada, me multiplicas, luna, estrella, universo. En suave movimiento, oh, centro de mi centro, a ti me vuelvo. He aquí algunos haikús clásicos en los que podrás comprobar el acierto de los poemas aubianos. No obstante, ten en cuenta que, al tratarse de traducciones del japonés, no siempre es posible respetar el cómputo silábico. MATSUO BASHO Canto de cigarra, Aunque no lo parece, Pronto morirá. En el espejo antiguo del estanque se sumerge una rana. ruido de agua. KAWABATA BOOSHA La torta de arroz está blanda. Lágrimas de emoción. HATTORI RAUSETSU El viento de otoño mece la persiana de bambú y mi corazón. ISHIDA HAKYOO Nieva abundantemente Todo es silencio Como en la habitación del muerto. Haijín. Antología del jaikú. Traducción de Ricardo de la Fuente y Yutaka Kawamoto. Madrid, Hiperión, 1992. 6 Max Aub se refiere en “Destinte” de Robert Van Moore Dupuit al poema de Quevedo “Roma antigua y moderna” que su autor calificó como Silva pero que al principio está formado por el siguiente soneto.: Esta que miras grande Roma agora, huésped, fue yerba un tiempo, fue collado: primero apacentó pobre ganado; ya del mundo la ves reina y señora. Fueron en estos atrios Lamia y Flora de unos admiración, de otros cuidado; y la que pobre dios tuvo en el prado, deidad preciosa en alto templo adora. Jove tronó sobre desnuda pea, donde se ven subir los chapiteles a sacarle los rayos de la mano. Lo que primero fue, rica, desdeña: Senado rudo, que vistieron pieles, da ley al mundo y peso al Océano. Quevedo, Poesía Completa. Edición de José-Manuel Blecua, Barcelona, Planeta, 1981; págs. 112-113. Francisco de Quevedo lo incluye en Las tres Musas últimas castellanas (Madrid, Imprenta real, 1670, pág. 139). En una autobiografía enviada a Ignacio Soldevila, Max Aub dice sobre el autor barroco: “llevo en mi equipaje los versos de Quevedo” (Carta del 28-IV-1968; Citada por Dolores Fernández Martínez, Tesis cit., pág. 51). Antonio Carreño (1982a, pág. 206; 1982b, pág. 285) explica que “el fragmento de Quevedo, intencionalmente mutilado procede de la silva “Roma...” Los cuatro primeros versos (un cuarteto endecasílabo perfecto) quedan desfigurados. La alteración llevada a cabo por Max Aub da al traste con la perfección formal: suprime varios vocablos (“un tiempo”... “pobre”...), y altera la voz del emisor. En Quevedo, el discurso lírico se dirige al vocativo “huésped”: Esta que miras grande Roma agora, / huésped, fue yerba un tiempo, fue collado”. El verbo en presente (“miras”) se altera en pasado (“miró”); la “reina y señora” en “dueña y señora” en las nueva versión. Aquí el traductor se vale del poeta moral (el más leído y admirado por Max Aub) para superar la pobreza expresiva del poeta belga [Robert Van Moore Dupuit]. Pero al incluir en el poema un texto contrahecho de Quevedo, puntualiza su arte de compositor y traductor. La confección se sostiene como un intercambio lúdico de varias posibilidades textuales: a) la de Robert Van Moore Dupuit (no otro que Max Aub); b)la de francisco de Quevedo (que aquél altera); y c) la del traductor que firma el libro y se alude a sí mismo en la cubierta y en la nota de página. Socava así, paradójicamente: 1) el principio de autoridad: la literatura es (ya en Borges) pertenencia plural; sus metáforas meras variaciones en el tiempo; 2) la función del lector como modificador del texto: a través de éste se explican las variantes de otros textos; 3) la funcionalidad del texto lírico ejemplar: fija y aclara un pensamiento confuso, o pobremente expresado; 4) la actualidad de Quevedo, detrás de la mayoría de las páginas de Max Aub”. Curiosamente, el parecido del poema de Max Aub también recuerda otro poema quevedesco de Rodrigo Caro, titulado, “A las ruinas de Itálica”. Estos, Favio, ¡ay dolor! Que ves ahora Campos de soledad, mustio collado Fueron un tiempo Itálica famosa... A partir del soneto de Quevedo y siguiendo las explicaciones anteriores, comenta las referencias del autor barroco en el poema de Max Aub escrito bajo el nombre de Robert Van Moore Dupuit. DESTINTE El tiempo empieza siempre, quiérase o no, gris. Mas pase lo que pase: rojo, brillantísimo sol blancuzco, verde fulgurante amarillo debajo de ellos agazapado vive el negro o ese ligero tinte gris. Solapada denuncia de que no hay principio ni fin. I -Desde el momento en que creyera en algo, sería esclavo. II Tocar el mundo frío, abandonarlo, no ser esclavo: que nadie -nada- sea mío. III Ésta que miro grande Roma ahora huésped, fue hierba, fue collado: primero apacentó ganado. Ya del mundo la ves dueña y señora. Así soñé mi vida. Sigo siendo huésped de mí, tristísimo desierto. 7 Sin duda, como advierte Max Aub, Walt Whitman está detrás de los poemas de Josef Waskiewitz: en el verso libre, en la confesión directa de su yo y de su poética que recae a veces sobre un tú interrogado, en la escritura torrencial, en el tratamiento de la naturaleza, etc. He aquí el poema maxaubiano de Waskiewitz: ¿Qué os creéis? ¡Oh escuchadlos!, ¡oh, leídos! ¿Os entiende la hierba? Decidme esto sólo: ¿os entiende la hierba? (¡Podría escribir tantas cosas!) ¡No! -¿qué os creéis?-. No: no os entiende nadie que valga la pena que os entienda, porque quien os entiende no os necesita para nada. Sólo valdría la pena que os entendiera quien no os puede entender: los cazos, los caracoles, las arañas. (¡Podrías escribir tantas cosas si os entendieran las salamandras, las arañas, la hierba y los tréboles!) ¿Creéis que porque vuestros libros llegan a la quinta edición por eso valen la pena? (¿Qué pena?) Sólo os leen los que no os necesitan, roto el espejo -a trozos no escogidos, a trozos recogidos- sólo esos solos, para mirarse en sus espejos y no en el vuestro. ¿Qué creéis? ¿Ser alguien? ¿Quién es alguien? No lo sabéis. Ninguno de vosotros sabe quién es alguien: Ése que le habla la hierba y que la hierba entiende, curvándose como la cintura de mi amada. ¡Hablad a la hierba, habladle y reventad de pena, que no os entiende! Ni la hierba, ni las piedras... Sólo sabéis hablar quedo al oído de vuestro ombligo. Encuentras parecido con los siguientes versos del poeta estadounidense pertenecientes al “Canto de mí mismo” de Hojas de Hierba? 6 Un niño me preguntó: ¿Qué es la hierba?, trayéndola a manos llenas, ¿Cómo podría contestarle? Yo tampoco lo sé. Sospecho que es la bandera de mi carácter tejida con esperanzada tela verde. O el pañuelo de Dios, Una prenda fragante dejada caer a propósito, Con el nombre del dueño en alguna punta, para que lo veamos y lo notemos y nos preguntemos, ¿de quién? O sospecho que la hierba misma es un niño, el recién nacido de la tierra. [...] 17 Estos son en verdad los pensamientos de todos los hombres en todas las épocas y países: no son originales míos, Si no son tan tuyos como míos, son nada o casi nada, Si no son el enigma y la solución del enigma, son nada, Si no son tan cercanos como lejanos, son nada. Esta esla hierba que crece donde hay tierra y hay agua, Este es el aire común que baña el planeta. Walt Whitman, Hojas de hierba. Traducción de Jorge-Luis Borges. Madrid, Ciencia y cultura, 1983; págs. 44-45 y 58. 8 En el poema de Gusta Rosenbluth “Anatema de un converso holandés” se citan numerosos escritores y artistas. Una vez descifrados sus nombres con ayuda de las notas haz un seguimiento más amplio de sus biografías. ¿Piensas que figuran aquí por algo en especial? 9 a estas alturas debes de estar familiarizado con el periplo vital maxaubiano. Si ya conoces la biografía de Max Aub y algo de su obra, ¿crees que el Max Aub antologado es el propio Max Aub? Esta es una actividad cuya respuesta ha de ser justificada, si es posible, con ejemplos y, además, conviene que sea comparada con las opiniones de otros lectores. 10 En el poema de Michael Mcguleen se cita a Allen Ginsberg (Peterson, New Jersey, 1926-Manhattan, Nueva York, 1996) poeta estadounidense, iniciado dentro del movimiento beat. En su obra, reflejo de un claro malestar frente a la realidad, cabe destacar Howl and Other Poems (1956), traducida el mismo año al castellano como Aullido y otros poemas en San Francisco, en la editorial City Lights de Lawrence Ferlingheti, y Reality Sandwiches (1963). Beat es el nombre con que un periodista norteamericano bautizó en 1958 a un fenómeno peculiar de esa época, que ha pasado a nombrar al individuo perteneciente a una subcultura y que, ya en su adolescencia, se considera desarraigado de la sociedad; tras abandonar a su familia y el orden establecido por el medio social en que vive, lleva una vida errabunda, sólo dirigida por ideales místicos y por relaciones espontáneas con otros individuos de igual o semejante ideología. El movimiento hippie de los años sesenta hizo retroceder terreno a los beatnicks. Isabel Allende, en su novela El plan infinito (1991) recrea este movimiento y sus consecuencias en algunos párrafos (Ver Antología Traducida, (edición Fundación Max Aub) pág. 274, nota o (Edición Editorial Visor) pág. 232-233, nota 166. He aquí el poema del apócrifo Michael Mcguleen con el que cierra Max Aub su Antología Traducida: Los norteamericanos construyen celdas(1) también los rusos, los checos y los turcos (los chinos las construyen a millares). Los franceses y los ingleses las reconstruyen, los alemanes las disfrazan para que quepan más. Dinamitan las islas por pequeñas e inservibles. Los beatnicks dicen lo primero que les pasa por la cabeza. Ginsberg fuma mariguana. Mientras se eleva sobre el mundo el gran lamento negro del jazz. Lee el siguiente fragmento perteneciente al famosísimo poema de Ginsberg “Howl” (“Aullido”), y comenta el punto de vista de Michael Mcgulee sobre los beatnicks. He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la locura, famélicos, histéricos, desnudos, arrastrándose de madrugada de madrugada por las calles de los negros en busca de un colérico picotazo, pasotas de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la noche, que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con varias miradas, velaban fumando con la sobrenatural oscuridad de los pisos de agua fría flotando sobre las crestas de la ciudad en contemplación del jazz, (...) y se alzó reencarnado en las fantasmales vestiduras del jazz en la áurea sombra de las trompas de la banda y sopló el sufrimiento por amor del desnudo cerebro de América convirtiéndolo en un grito de saxofón eli eli lamma sabactnami que hizo estremecerse a las ciudades hasta la última radio con el corazón absoluto del poema de la vida sanguinariamente desgarrado de su propio cuerpo, comestible durante mil años. (Allen Ginsberg, Aullido y otros poemas, Madrid, Visor, 1993. Traducción de Katy Gallego revisada por Antonio Resines.) V ANÁLISIS LITERARIO A continuación te ofrecemos unos textos y una serie de actividades para que trabajes con ellos y profundices en su sentido y en su calidad literaria. a) LA ESPOSA Mi amado es radiante y colorado, egregio entre diez mil. Su cabeza es oro, y oro puro. Sus guedejas, cual racimos de dátiles, son negras como el cuervo. Sus ojos son como palomas a la vera de arroyuelos de agua, bañadas en leche y posadas junto a un pilón. Sus mejillas son como arrietes / de balsameras, semilleros de plantas aromáticas: lirios son sus labios que destilan mirra abundante. Sus brazos son cilindros de oro guarnecidos de piedras de Tarsis. Su vientre es un rollo de marfil cubierto de zafiros. Sus piernas son columnas de alabastro asentadas sobre basas de oro fino. Su porte es como el del Líbano, majestuoso cual los cedros. Su paladar es la propia dulzura, y todo él es el encanto mismo. Tal es mi amado y tal mi amigo, ¡oh hijas de Jerusalem! El Cantar de los Cantares. b) Esposa Mi Amado, las montañas los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos el silbo de los aires amorosos, la noche sosegada en par de los levantes de la aurora, la música callada, la soledad sonora, la cena que recrea y enamora. Cazadnos las rapsodas, que está ya florecida nuestra viña, en tanto que de rosas hacednos una piña, y no parezca nadie en la montiña. Deténte, cierzo muerto; ven, austro, que recuerdas los amores, aspira por mi huerto, y corran tus olores, y parecerá el Amado entre las flores. ¡Oh ninfas de Judea!, en tanto que en las flores y rosales el ámbar perfumea, morá en los arrabales, y no queráis tocar nuestros umbrales! Escóndete, Carillo, y mira con tu haz a las montañas, y no quieras decillos; mas mira las compañas de la que va por ínsulas extrañas. San Juan de la Cruz, Cántico espiritual. C DE LA AMADA AL AMADO Lo primero que recuerdo de ti son las manos. No tus manos en sí -que no sé siquiera si son hermosas o feas- sino tus manos en mí, tus manos sobre mí. Su marca huidiza, corredora, alucinante, como sombras de pájaros en vuelo. Tus manos en mis manos como palomas, en mis brazos como peces, en mi cintura como lianas, en mis espaldas como chorro de agua recién nacida, en mis muslos como serpientes. Tus manos por todo mi cuerpo, como mar. Tus manos sobre mí, corriendo, recorriendo, formando mi epidermis, formándome, dándome contenido: haciéndome mundo. Hasta que me tocaste, no fui yo la que soy ahora. ¿Nueva? No: otra. Me hiciste por el tacto, de perfil y de frente. Desde el primer momento en que rozaste mi cabeza con tus manos, al descuido. Lo recuerdo como si fuese ahora mismo: estaba sentada en el suelo, pasaste tu mano por mi pelo y se estremeció mi tronco como si le azotara un viento nuevo. Me estremecí. Cada vez que recuerdo tus manos me estremezco. Me inmuto. Ardo con sólo recordar tus manos, mi vida, conmovida. lo que siento, lo que me recorre cuando me tocan tus manos no tiene nombre. Ni escalofrío ni estremecimiento, ni temblor; conmoción tal vez. Ni lo sé ni lo sabré: vibro, me espeluzno, centelleo, titilo trémula. Ondulo, me cimbro, nueva, otra. Me das movimiento. Escribo "trémula" y quizá por ese sendero podría hallar las palabras que reflejaran lo que me hacen sentir tus manos en mi cuerpo. Pero no es temblor lo que siento cuando voy a temblar, temblar sin miedo, con gusto profundo. Soy yo, del otro lado. Me alteras, me conmueves. Sí, está bien dicho: tus manos, me conmueven, me sobresaltan, me quebrantan abriéndome, haciendo salir de mis entresijos el musgo del placer más escondido. Me estremeces: me meces, me entre -meces-. Dentro. Tus manos me acunan, me enternecen, me mueven, sirenas, me alan. Me ablandan tus manos tiernas endureciéndome, me desmenuzan dándome unidad. Me cierran en ti, abriéndome a la mar. Me transportan, contrarias al milagro, milagro ellas mismas, haciéndome, dándome lo que nadie me dio. Max Aub, Antología Traducida. ACTIVIDADES 1 El título de estos textos puede ayudarte a determinar el tema; tras leer los poemas, determina el motivo temático de cada uno de ellos: Título ---------------→Tema a) b) c) 2 Para comprender con mayor profundidad los poemas te proponemos que busques el significado de los términos que te sean desconocidos; así sabrás que en el poema del Cantar de los cantares, “egregio”, significa ilustre; Guedejas: larga cabellera. En el poema de San Juan de la Cruz, perteneciente a su Cántico espiritual, “nemorosos” se asocia a los bosques; Silbo: En el poema de Max Aub, atribuido a Subandhu: 3 todo poema implica una estructura comunicativa compleja, distinta de la que corresponde a los mensajes de uso. Considerando las figuras del emisor, receptor, hablante lírico y tú lírico, trata de responder a la pregunta siguiente: ¿Quién habla? ¿A quién se dirige? a) b) c) ¿Podrías adaptar ahora al esquema de la comunicación humana (E-R) esta otra forma de comunicación? Intenta reflejarlo en un cuadro en el que aparezcan, al menos, las figuras mencionadas. 4 ¿Con qué intención o finalidad han sido escritos estos poemas? a) b) c) 5 Habrás observado que denominamos poemas a los tres textos que estamos trabajando; el texto de Subhandu, perteneciente a Antología traducida de Max Aub, está escrito en prosa. Mediante la observación y comparación de los textos y apoyándote en los conocimientos que posees, intenta acotar los elementos correspondiente. Poema Poema en prosa Verso Estrofa Rima ... ... ... -¿Es necesario que se den todos lo rasgos para que un texto sea considerado poema? -Señala, después de haber trabajado esta actividad, si tus ideas previas sobre la poesía se han modificado; ¿en qué sentido? 6 Ahora, ¿podrías determinar la diferencia entre autor, autor fingido, sujeto de la obra, sujeto del poema, objeto del poema? Señala quiénes realizan estas funciones. 7 ¿Podemos determinar el género de los poemas a partir de los datos anteriores? ¿Observas alguna diferencia en el tono de los poemas? 8 Estos poemas, aunque alejados en el tiempo, responden a una misma tradición cultural y poética. ¿Consideras que siguen teniendo vigencia? Justifícalo buscando algún ejemplo similar procedente de la literatura. Puedes recurrir también a canciones actuales que te gusten. 9 Te proponemos a continuación que en el siguiente cuadro comparativo, escribas las palabras que se relacionan entre sí -tejido léxico del texto- ya que en el poema, la selección de términos que realiza el poeta contiene lo que se denomina valor o relieve estilístico. La clasificación que incluimos puedes completarla tras la lectura atenta de los textos, y el subrayado en diferentes colores de los vocablos relacionados; te sugerimos que la propuesta final del cuadro sea elaborada entre todos los compañeros de la clase con la ayuda del profesor. *ejemplo Cantar de los Cantares Cántico espiritual Subandhu Elementos de la Naturaleza y Animales Cuervo, ... paisajísticos Vegetales Plantas, ... Minerales Oro, ... Elementos sensoriales Palomas,... Viña,... Lianas,... Táctiles Visuales Audibles 10 (ríos) sonorosos Busca en los poemas las figuras literarias que reconozcas y con la ayuda del profesor, agrúpalas en figuras fónicas, morfo-sintácticas y léxicosemánticas. VI ACTIVIDADES DE CREACIÓN 1 Crea un texto literario a la manera de Max Aub. Para ello habrás de desdoblarte en un poeta, pero antes, documentáte sobre la época (hechos históricos relevantes, estilo, modas, etc.) en la que decidas enmarcarlo y créales su perfil biográfico. 2 Haz la reseña crítica sobre el libro que acabas de leer. Debe icluir, al menos, los siguientes aspectos: autor, información general sobre ela utor, mención de sus obras más relevantes, comentarios del libro y valoración personal. 3 Elige un poema y recítalo. Busca una música adecuada, una portada para el disco, acompaña la recitación con vestuario apropiado y, si se da la ocasión, escenifícalo. 4 Sitúate en el siglo XXII, en un país remoto y crea un autor con su texto correspondiente. 5 De todos los poetas que conoces, ¿cuál te gustaría haber sido? Crea un poema imitando su estilo. 6 Elabora una reseña literaria de este libro para incluirla en la revista escolar, en el periódico local o en la prensa nacional. Realiza estas actividades en el apartado “Notas de trabajo”. VII BIBLIOGRAFÍA EDICIONES DE ANTOLOGÍA TRADUCIDA “Antología Traducida (Primera entrega)”, Papeles de Son Armadans, n1 XCII (1963), págs. 143-161. Antología Traducida. México, Universidad Nacional Autónoma de México, MCMLXIII, colección Poemas y Ensayos. “Nuevas versiones [de AT]” Revista Mexicana de Literatura, 3-4, México, marzo-abril, 1965, págs. 33-35. “Antología Traducida (Segunda Entrega)”, Papeles de Son Armadans, vol. XLI, nº CXXII, mayo de 1966, págs. 153-173. Versiones y Subversiones, México, Dallal, 1971 [Las “Versiones” son de AT]. Antología Traducida. Barcelona, Seix Barral, 1972. Antología Traducida. Segorbe, Fundación Max Aub, 1998. Introducción, edición y notas de Pasqual Mas i Usó. Antología Traducida., en Obras Completas, I, Valencia, Alfons el Magnànim, 2002. Antología Traducida. MAdrid, Visor, 2004. Introducción, edición y notas de Pasqual Mas i Usó. SOBRE SU POESÍA Albornoz, Aurora de -1976: “Poesía de la España peregrina”, El exilio español de 1939 (a cargo de JoséLuis Abellán), Madrid, aurus; t. IV, pág. 67-68. CANDEL, Xelo -1996: “Max Aub y