Empresas, agentes del cambio social

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cultura corporativa
EMPRESAS: AGENTES
DEL CAMBIO SOCIAL
por: Dra. Fabiola Morales Castillo
Docente del PAD-Escuela de Dirección de la UDEP
Coautora de la Ley General del Ambiente
Doctora en Comunicación
Las compañías entienden hoy que su rol es
acercarse a las personas. Buscan resultados que
generen impacto en su entorno.
[pág. 72]
L tituciones, son creaciones
as empresas, como las ins-
humanas y, como tales, están
al servicio de la integridad de la
persona y la sociedad. Su importancia actual es creciente y en tal
sentido, pueden ejercer una influencia social positiva, ayudando a mejorar su entorno y, sus
impactos medio ambientales,
utilizando recursos económicos,
tecnológicos y comunicacionales.
Jhon Elkington fue quien acuñó
en 1998 el principio de la “triple finalidad” -The triple bottom
line- y sostiene que las empresas deben medir su éxito no solo
por su comportamiento financiero, sino también por su impacto
en una economía más amplia, en
el medio ambiente y en la sociedad en que opera.
Sobre el particular, Juan Antonio
Pérez López escribió que la experiencia nos ha mostrado en repetidas ocasiones cómo una empresa que se limita a buscar el
beneficio económico puede, frecuentemente, conseguirlo a costa
de un prejuicio para la sociedad.
También se ha comprobado cómo empresas que prestan un
gran servicio a la sociedad consiguen buenos resultados económicos, y sería un grave daño social que dejasen de conseguirlo.
Impacto
En consecuencia, la sostenibilidad de una empresa y su permanencia en el largo plazo, dependerá de que alcancen resultados
económicos exitosos, generando
impactos positivos en su entorno
y aminorando sus impactos sobre
el medio ambiente.
El lucro está siendo balanceado
con el beneficio social y ambiental. Los inversionistas actuales,
no solo piden el balance económico de los proyectos, sino que
también analizan el balance medio ambiental y social.
Los directivos ya no solo son juzgados por los resultados económicos, sino por la reputación de
su empresa en la sociedad.
El Pacto Mundial de las Naciones
afirma que la empresa está evolucionando de ser un generador
de utilidades y empleos, a convertirse en un actor que impacta
Una empresa sostenible es aquella que se plantea, como estrategia, su crecimiento en el mediano y largo plazo, atendiendo
a estos tres aspectos: económico,
ambiental y social, que son perfectamente medibles y ajustables
de acuerdo a unas metas anuales
o bianuales.
Las empresas modernas se sienten responsables y comprenden
que tienen un rol en la sociedad,
por tratarse de instituciones privilegiadas por sus niveles: económico, de conocimiento y de capacidad de gestión. Saben que
disfrutan de determinados recursos naturales que son patrimonio
de las naciones. Y que, necesariamente, causan determinados deterioros sociales y en el ambiente,
como es el caso de la contaminación, que debe enfrentarse de la
mejor forma.
[pág. 73]
cultura corporativa
Ramón Mullerat dice que la empresa moderna, además de conseguir beneficios para sus accionistas, tiene también deberes para
con las personas que participan y
colaboran con ella, sus grupos de
interés que, van desde sus colaboradores, hasta los clientes, pasando por los proveedores.
Tradicionalmente, las compañías
entendían que su rol en la sociedad consistía únicamente en hacer relaciones con sus iguales, sus
mejores clientes, proveedores, los
gremios empresariales, la diplomacia y el gobierno, con objetivos de negocio únicamente.
[pág. 74]
[
Las compañías deben usar
los recursos naturales con
mesura.
Tendencia
La tendencia está cambiando y
ahora las empresas se acercan,
cada vez más, a las personas de
bajos recursos de las comunidades para ofrecerles mejorar su
nivel de vida, no solo mediante
trabajo; sino con programas de
ayuda para educación, nutrición,
salud, entretenimiento e infraestructura, en coordinación con sus
gobiernos locales y regionales.
Asimismo, hay organizaciones
empresariales que trabajan para convertir estos colectivos más
empobrecidos, en sus clientes
[
en la vida de la comunidad y del
medio ambiente y, es cada vez
más consciente, por tanto, que
es responsable.
potenciales y hasta en sus proveedores, con la consecuente
creación de “valor compartido”
para la propia empresa y también
para estas comunidades.
Al principio, se planteaban su
responsabilidad social, en términos de acciones sociales: patrocinios al mundo del arte y del deporte. Las donaciones de caridad
o filantropía, formaban parte de
esa “inversión sin retorno” con la
que ayudaban a distintas instituciones educativas y de salud que
se la solicitaban, normalmente,
por medio de una persona amiga,
Ahora bien, Juan Antonio Pérez
López, advirtió que: “ni se puede reducir la función social de la
empresa a su eficacia económica
(se puede crear riqueza actuando
de modo antisocial), ni se puede
dar una función social que prescinda de la creación de riqueza,
justificando el derroche económico en aras a un pretendido beneficio social”.
Por tanto, la estrategia de la empresa moderna exige de sus directivos ganar beneficios para sus
accionistas, sin justificar su “fracaso”, en este aspecto, en una
pretendida gran inversión social y
medio ambiental. En consecuencia, la capacidad creativa y de innovación del management se extiende para atender a todos estos
requerimientos que, son en este
momento, exigencias de las comunidades y la ciudadanía.
debida información. Por eso cada
vez más se exige transparencia,
tanto del contenido del producto,
como del proceso de su fabricación, entre otros. Es por este motivo que, están proliferando, en el
mercado global, las asociaciones
de consumidores responsables.
Las empresas responsables entienden que deben crecer y mejorar con su entorno; porque, a
largo plazo, no pueden convivir y
crecer adecuadamente con estos
problemas que, incluso se atribuye, muchas veces, a su presencia.
El desarrollo económico de los
países y sus comunidades está estrechamente ligado al desarrollo
de las empresas. Pero las empresas necesitan personas y recursos
de la sociedad para desarrollarse.
[
Las que son conscientes que los
recursos de la naturaleza son su
materia prima, deben recompensar a la sociedad que es dueña de
estos recursos.
Las empresas deben utilizar los
recursos naturales con mesura,
en tanto que les pertenece a todos, pero también para velar por
la seguridad alimentaria de ésta y
las futuras generaciones.
Asimismo, deben comprometerse
con la mitigación de los efectos
del cambio climático controlar
su contaminación que, también,
afecta la salud de las personas,
especialmente de las más vulnerables y, según los expertos, es la
causa de las catástrofes de la naturaleza.
La empresa es un actor que
impacta en la vida de la
comunidad.
[
a través de sus fundaciones. Pero
en el fondo, más que plantearse
la sostenibilidad como estrategia
se consideraba más, como parte
de su buena imagen.
Ella Joseph afirma, sobre el particular, que el beneficio económico es flujo sanguíneo natural
para la empresa, pero, ¿querría la
gente trabajar para una empresa que deliberadamente explotara a sus trabajadores para obtener el máximo rendimiento a
cambio de una retribución mínima? ¿querrían los consumidores adquirir los productos o servicios de una empresa que violara
los derechos humanos a través de
su cadena de proveedores o que
contaminara el medio ambiente?
Ahora, la respuesta es no, al menos, si el consumidor tuviera la
[pág. 75]
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