INICIATIVA, DINERO Y PODER EN LA EMPRESA MERCANTIL Homenaje al profesor Juan Ginebra José Luis Lucas Tomás Juan Palacios Raufast Jorge Bernal González-Villegas Juan Ginebra Torra Luis Manuel Calleja Corujedo Enrique Taracena Figueroa Agustín Avilés Uruñuela Antonio García de Castro Eugénio Viassa Monteiro Manuel González-Toruño ÍNDICE GENERAL Pág. PRÓLOGO PRESENTACIÓN I. PODER, DINERO E INICIATIVA DESDE UNA PERSPECTIVA DE POLÍTICA DE EMPRESA Prof. José Luis Lucas Tomás II. FINANZAS PARA CONSEJOS DE ADMINISTRACIÓN Prof. Juan Palacios Raufast III. LA PERSPECTIVA DE LOS INVERSORES Y EL BUEN GOBIERNO Prof. Jorge Bernal González-Villegas IV. EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN EN LAS EMPRESAS FAMILIARES Prof. Juan Ginebra Torra V. UN MANUAL PARA EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN Prof. José Luis Lucas Tomás VI. LA DISCRECIONALIDAD EN EL GOBIERNO Prof. Luis Manuel Calleja Corujedo VII. UN CASO DE EMPRESA FAMILIAR: NO COMPRO, NI VENDO Prof. Enrique Taracena Figueroa VIII. LOS PROTOCOLOS FAMILIARES Y LA CONFIGURACIÓN INSTITUCIONAL DE LA EMPRESA Prof. Agustín Avilés Uruñuela IX. LA CREACIÓN DE EQUIPO DIRECTIVO Y LA CONTINUIDAD DE LA EMPRESA Prof. Antonio García de Castro X. A CONTINUIDADE DAS INICIATIVAS SOCIÂIS Prof. Eugenio Viassa Monteiro XI. LA INICIATIVA INSTITUCIONAL Prof. Manuel González-Toruño XII. EL GOBIERNO DE LA EMPRESA DE NEGOCIOS Prof. Juan Ginebra Torra LISTA DE AUTORES PRESENTACIÓN Este es un libro de ponencias escritas por profesores pertenecientes al área de Política de Empresa dentro de las actividades que se despliegan en los Encuentros anuales organizados por el Instituto Internacional San Telmo para compartir experiencias y reflexionar sobre los caminos que sigue la realidad empresarial. El Departamento de Antiguos Alumnos de San Telmo ha considerado que estas reflexiones pueden tener una utilidad inmediata para los empresarios y dirigentes que han pasado por sus aulas y con esta finalidad procede a su publicación. Las ponencias recogidas giran alrededor del concepto de La Configuración Institucional, formulado en 1991 por los profesores Antonio Valero y José Luis Lucas, indicando que el Proceso de Dirección no se puede entender definitivamente si no se conocen y abordan los cimientos institucionales, observando quiénes mandan y porqué, qué límites tienen los diferentes poderes que actúan explícita o implícitamente; cuánto dinero tiene la empresa, si le sobra o le falta, y cuánto pesan los diferentes tipos de dinero en la conducción de la entidad; y, finalmente, tomando conciencia de la titularidad del conjunto, contemplando lo que ella aporta, cuándo interviene y cómo evoluciona. En Política de Empresa se sabe que para llevar adelante los objetivos específicos del negocio de una empresa hay que saber combinar Poderes, Dineros e Iniciativas; esto puede parecer poco romántico pero constituye un asunto serio, que exige pensar, tener ideas practicables y capacidad de acción. Muchas estrategias se estrellan en la práctica por no tener en cuenta el tipo de barco en el que se viaja realmente; muchos profesionales se desilusionan por no percibir con claridad quiénes están en el timón y, también, algunos inversores se incomodan cuando no dominan realmente los juegos de dineros, poderes e iniciativas que en todas las empresas mercantiles se dan. Las empresas mueren si falta o languidece el empuje del emprendedor; el dinero está en el activo del balance y, también, en el pasivo, y como tal tiene un peso estructurante; el poder, como facultad o potencia para hacer cosas, es imprescindible para que la organización sea eficaz. En un mundo abierto cualquier reclusión mental resulta deplorable y por ello hay que observar cómo se crea y se reparte la riqueza en el propio país y, sobre todo, en “el extranjero”. Hay que ser infatigables viajeros y someter a estudio las diversas maneras de hacer jugar en las empresas los poderes, los dineros y las titularidades; ciertamente se encontrarán situaciones patológicas pero también soluciones felices, alejadas de los meros sentimientos y de las tradiciones poco justificadas, y sobre todo habrá ocasión de aprender de nuevas formas de convivencia, de nuevas metodologías y de nuevos enfoques. Como se podrá comprobar, las presentaciones aquí recogidas abordan aspectos tan diversos como los consejos de administración, los protocolos de las empresas familiares, la creación de equipos, el buen gobierno, la iniciativa emprendedora y, todo ello, enmarcado por una visión de Gobierno, que no es más que la política en acción. No se presenta teoría alguna, pues se trata todavía de fenómenos incompletamente conocidos, pero sí se ofrecen trazos que suponen visiones que pueden ser francamente útiles para lectores que andan envueltos en estos asuntos prácticos. Finalmente hay que hacer observar que el subtítulo del libro indica que con él se pretende ofrecer un homenaje al profesor Juan Ginebra; siempre es agradable felicitar a una persona amiga, sobre todo si la convivencia con ella ha tenido lugar en las aulas y en los encuentros de estudio y de investigación. Juan Ginebra, además de su faceta como empresario, ha destacado por su vocación pedagógica, primero en el campo comercial y después en el área de Política de Empresa. Su propia experiencia de gobierno y, sobre todo, su incesante presencia como asesor en grupos empresariales de ámbito familiar, le han hecho un profundo conocedor de la naturaleza política de la tarea directiva; como él nos dirá en sus ponencias, es preciso “tener oficio político”, “trabajar de dueño” y “en caso de duda, actuar”. El profesor Ginebra irradia energía, fortaleza y estímulo; su agudo sentido crítico invita a ver las cosas de otra manera y prever consecuencias más allá de lo aparente. Siendo constitutivamente un hombre de acción, ha llegado a ser un hombre de pensamiento y un gran comunicador; su memoria prodigiosa, pródiga en detalles, transmite anécdotas y experiencias que son fuente de aprendizaje para cualquier interlocutor amigo. Gracias, Juan, por todo lo que de ti hemos podido aprender: Ideas y actitudes, ganas de vivir y preocupación por los más necesitados; y siempre raudales de cariño. Manuel González-Toruño