El desarrollo del Yo y el complejo de Edipo en el niño adoptivo

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El desarrollo del Yo y el complejo
de Edipo
en el niño adoptivo
." Elisabeth Garma, Carmen Garma de Aberastury.
Néstor Greco y Clara María López Moreno (APA)
En el presente trabajo puntual izaremos algunas características del
desarrollo del Yo en el niño adoptivo y su influencia en el devenir del
complejo de Edipo. Para ello. nos basamos en la experiencia clínica
que uno de nosotros realizó con un niño de cuatro años y confrontamos
nuestro pensamiento con lo establecido por Freud a lo largo de su
obra respecto a: núcleo del Yo, complejo de Edipo. angustia de castración, identificaciones
primarias y secundarias, formación del Superyó, ensueños diurnos y novela familiar. Elementos que están presentes
en la apretada urdimbre de la evolución psicosexual del ser humano.
Pero los mencionamos a partir de un a priori obvio, como es la
continuidad biológica entre la pareja parental y su vástago. En nuestro
caso carecemos de este a priori y contamos en forma complementaria
con el rechazo evidente y manifiesto de la pareja parental biológica de
nuestro pequeño paciente. Estimamos que a partir de esta especial
fractura (compartida por muchos niños adoptivos) se producirán una serie de fenómenos yoicos, preedípicos y edípicos, con características
diferencial específicas.
Concernientes a núcleo del Yo, se plantean tres posibilidades
a
lo largo de la obra freudiana, que lo caracterizan como: "también en
el interior del yo es mucho lo inconciente: justamente lo que puede
llamarse el 'núcleo del yo' ", (Freud, 1920, p. 19). O bien "[ ... ] También
" Direcciones:
Avda. del Libertador 2392. 3'. (1425); Cerviño 4471, (1425); Anchorena 1853, 5' "B", (1425); Anchorena
1853. 59 "B". (1425). respectivamente;
todas de Capital Federal, R. Argentina.
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E. Garma, C. Garma de Aberastury,
N. Greco y C. López Moreno
manifestaciones
anteriores, bastante imprecisas, referidas a un 'núcleo
del yo' requieren enmienda en este punto: sólo el sistema p·Cc puede
reconocerse
como núcleo del yo" (Freud, 1923. p. 30, n.) y también:
"Este yo no es nada simple, sino que alberga como su núcleo a una
Instancia particular,
el superyó, con el que confluye muchas veces a
punto tal que no podemos distinguirlos
entre sí, mientras que en otras
circunstancias
se separa tajantemente
de él. El superyó es, genéticamente, heredero de la instancia parental; a menudo mantiene al yo
en severo vasallaje, y de hecho lo sigue tratando como antaño trataron
los progenitores
-o el padre- al niño" (Freud, 1927. p. 160). Resulta
interesante
señalar como en el pensamiento
freudiano cobra mayor
prevalencia y especificidad
la relación con el afuera significativo
como
también la referencia al Superyó en un Yo temprano, postulación que
nos deja ante un nuevo abanico de hipótesis muy interesantes
para
explorar.
Desarrollos
posteriores
de la escuela inglesa dan cuenta en algunos aspectos de esa inquietud. y así P. Heimann (1936, pp. 221-2) afirma:
"Es obvio que el Yo no surge de golpe como una entidad bien establecida. Se desarrolla gradualmente,
por repetición
de la experiencia,
y en forma desigual en lo que respecta a sus diversas funciones [ ... ;]
podemos precisar el comienzo del Yo en las primeras introvecciones
de
otra entidad psicológica
[ ... ] Los primeros contactos iintroyecciones
y proyecciones)
inician este proceso. La primera mamada del bebé no
es entonces ni una actividad del Ello ni una actividad del Yo; es ambas
cosas, es una actividad del Yo incipiente".
Y también da cuenta de los
mecanismos comprometidos
en el proceso y sus posibles consecuencias en caso de alteración.
"La acción combinada de la introyección
y la proveccton explica la transformación
de una parte del Ello en Yo; las perturbaciones de este interjuego
conducen a una falla del desarrollo."
Por su parte, M. Klein nos hace reparar en la importancia de las
primeras experiencias vividas por el niño en su vida posnatal en cuanto
a la estructuración
y funcionamiento
de su aparato psíquico.
"El hecho de que predominen
sentimientos
de frustración
o
de gratificación
en la relación del lactante con el pecho está sin
duda muy influido por las circunstancias
externas"
[ ... ] (Klein,
1936, p. 183).
Y hace especial
hincapié
en hecho
fragmentación
del Yo incipiente
ante
de la escisión
o hasta la
circunstancias
externas
des-
favorables.
"Otras fuentes importantes de ansiedad primaria son el trauma
de nacimiento
(anSiedad de separación)
y la frustración
de las
El desarrollo
del Yo y el complejo
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de Edipo en el niño adoptivo
necesidades
corporales;
y también estas experiencias
se sienten,
desde un principio, como provocadas por objetos. Aun cuando estos objetos sean sentidos como externos, se transforman,
por introyección,
en perseguidores
internos,
reforzando
así el temor
a los impulsos
destructivos
internos."
La necesidad vital de hacer frente a la ansiedad fuerza al Yo'
temprano a desarrollar mecanismos y defensas fundamentales ..
Creo que está de acuerdo con la falta de cohesión el hecho de
que bajo la presión de este temor el Yo tienda a hacerse pedazos [ ... ]
El Yo temprano escinde en forma activa al objeto y a su relación con él, lo que puede implicar cierta escisión activa del Yo
mismo [ ... ]
Además, la relación con el primer objeto implica su introyección, y de esta manera, desde un comienzo, las relaciones
de
objeto son modeladas
por la interacción
entre introyección
y
proyección.
Estos procesos intervienen
en la construcción
del Yo
y del Superyó y preparan el terreno para el advenimiento del complejo de Edipo [ ... ] Diría que el Yo temprano carece de cohesión
y que una tendencia a la integración
alterna con una tendencia él'
desintegrarse,
a hacerse
pedazos."
(Klein,
1946, p. 255)
Las hipótesis planteadas por Freud y por M. Klein nos hacen pensar en la importancia de las experiencias tempranas del lactante; en
nuestro caso del hijo adoptivo, que se encontrará con una carencia:
esto es, la ausencia de su madre genética, lo que requerirá a este Yo
incipiente un esfuerzo de sobreadaptación condicionándole un particular modo de funcionamiento.
Realizaremos un sucinto relato de partes significativas
terial del tratamiento del paciente, que luego analizaremos.
del
ma-
El paciente
Leo concurre a tratamiento a la edad de 4 años. Es hijo adoptivo
y tiene conocimiento de esa situación. Sus padres adoptantes son una
pareja de mediana edad que, en su oportunidad, decidieron adoptar
un niño dada la imposibilidad de tener un hijo por infertilidad paterna.
Cuentan con pocos datos acerca de las circunstancias
perinatales de
Leo; éste fue tenido por cesárea e inmediatamente dejó de tener contacto con su madre biológica. Fue trasladado a un sitio desconocido,
donde recibió escasa atención durante los doce días subsiguientes a
su nacimiento, momento en que se hacen cargo de él sus padres adoptantes. Los motivos de consulta fueron la marcada torpeza motriz de
Leo, su dificultad de integrarse con grupos de pares y una conducta
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E. Germe,
C. Garma de Aberesturv, N. Greco y C. López Moreno
hiperquinética
y revoltosa.
Los primeros
momentos del análisis se
caracterizaron
por una serie de juegos que consistían en armar cuevas en forma muy precaria, que se derrumbaban o eran destruidas con
grandes manifestaciones
de ansiedad.
En la misma época Leo rompió un platito de plástico, del cual
parecía haberse adueñado y reaccionó con angustia desmesurada. Esta
se atenuó cuando Leo y la terapeuta pudieron reparar el platito con
pegamento.
Surgió un material
muy significativo
el día del quinto
cumpleaños.
Leo despertó, robó dinero y compró en el quiosco un
muñeco bebé, "huérfano"
y luego adoptado. Era el protagonista de "La
guerra de las Galaxias" una serie muy popular en ese momento. Lo
escondió en su habitación y negó el robo al ser inquirido por su madre;
Juego, asintió y su madre le reprochó duramente y lo castigó. Ante el
embarazo de su terapeuta,
Leo fue explicitando
una fantasía en la
que, como la terapeuta tenía un bebé dentro de ella ese bebé fue hecho
por ella y el marido que era el hombre que ponía la semilla que hacía
los bebés. Por lo tanto seguramente,
era el hombre que puso la semilla para hacerlo a él y por consiguiente
debía ser su padre biológico.
Después, manifestó intensa angustia en cuanto al terrible destino que
la terapeuta podría darle al bebé que llevaba adentro. Mostraba un
cuidado intensísimo hacia el vientre de la analista. Y fue por esa época
cuando un día llega a sesión portando un pequeño maletín y anuncia
a viva voz que se va a quedar a vivir ahí.
Tiempo después del parto busca pelear corporalmente
con la terapeuta y refiere los asiduos juegos del mismo tenor con la madre (consistentes en frotarse y saltar sobre ella al despertar e ir a la cama de
los padres). Esto era efectuado ante la "complicidad"
del padre quien
se levantaba al llegar el niño. A lo largo del tratamiento
Leo realiza
una intensa producción gráfica donde campean las escenas de bandos
rivales y aparece un "marciano"
lleno de bebés que ha atrapado. Dibuja algunos bebés al pie de la página y dice: "Los bebés que se salvan
[del marciano] se caen de la página". Paralelamente, se incrementan
en Leo conductas autoagresivas.
En las sesiones buscaba meter los
dedos en el enchufe y en una de ellas comentó el juego "divertido"
en su casa, en ausencia de sus padres, de colocar los dos extremos
de un cable en un enchufe y hacer saltar así el disyuntor. Con posterioridad, Leo comienza con juegos típicos de la latencia, pero imponiendo reglas propias y muy confusas. El tablero de ajedrez se transforma
en un campo de batalla, hay una pareja rey-reina enfrentada a otra
similar y las demás piezas participan
en una complicada
trama de
movimientos
poco claros o engañosos destinados a lograr el enfrentamiento final entre las dos parejas. Las figuritas, los juegos de cartas
y la batalla naval se plantean con los mismos lineamientos.
Leo busca
conseguir dinero de cualquier manera, ya sea robándolo o fabricándolo
con papel; en tanto hace comentarios acerca de la potencia económica
El desarrollo del Yo y el complejo de Edipo en el niño adoptivo
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de su padre. También al serie entregado algún regalo de su padre,
inmediatamente
es jerarquizado por la cantidad de "pesos" que costó.
Intenta ser "igual que papá", fuerte y poderoso económicamente.
Análisis del material
Consideramos
que a través del material clínico expuesto
inferir una situación básica, típica de los niños adoptivos.
podemos
Los primeros días de vida del niño estuvieron signados por rechazo, abandono y maltrato. Esta situación traumática
marcó en forma
indeleble
a su aparato psíquico; estimamos que causó severos trastornos en su narcisismo. El rechazo y el abandono de sus padres biológicos impidió que se estableciera
una situación conocida, "familiar",
como un seguro de supervivencia,
y el Yo incipiente
se vio ante la
inminencia
de su desintegración.
La desaparición
de la madre biológica quebró la continuidad
de
la simbiosis
biológico-funcional
que es la que habitualmente
permite
transitar la experiencia traumática del nacimiento sin que el incremento
tanático que de él surge tenga mayores consecuencias
para el aparato
psíquico del niño. Nuestro paciente había perdido su mundo-madre de
olores, ritmos y otros estímulos sensoriales conocidos y debió enfrentarse a un continuo manipuleo en el que su código específico de necesidades y ansiedades no era reconocido, aunque se le brindara la
atención suficiente
para su supervivencia.
Ouedando estas primeras
experiencias
con la madre biológica impresas en aquellos fragmentos
del psiquismo temprano escindidos y separados de posteriores
experiencias (con la madre adoptante).
Posteriormente
se relacionó con su madre adoptiva, quien por su
condición de tal no poseía la capacidad innata de decodificar
los mensajes de Leo (capacidad de réverie, sustentada en la continuidad biológico funcional entre madre e hijo), y el pequeño Leo debió realizar
repetidos intentos de adaptación a circunstancias
y objetos cambiantes. Así una imago madre biológica y una imago madre adoptante se
constituyen
en el paralelo (o espejo) de un profundo clivaje en el
Yo incipiente.
Esta injuria narcisista
básica que fragmenta su Yo incipiente
se
evidencia en los juegos de las cuevas que se derrumban y en el platito
roto de sus primeras sesiones. Este episodio marcó un paso importante
en su análisis y es utilizado frecuentemente
como referencia cuando
Leo parece desmoronarse
psíquicamente
ante dificultades
externas
(fragilidad del Yo). Tiene su vértice en los episodios del quinto cumpleaños: el robo, la orfandad, la inermidad y el maltrato son sus notas
salientes.
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E. Germe, C. Garma de Aberastury,
Con posterioridad
N. Greco y C. López Moreno
a su adopción, Leo convive con sus adoptantes
su historia preedípica. Al decir de Freud,
"desarrolla
una investidura de objeto hacia la madre [adoptante],
que
tiene su punto de arranque en el pecho materno [inexistente]. Del padre [adoptante ... ] se apodera por identificación".
Es indudable que
la fórmula respecto a los prolegómenos de un Edipo normal se encuentra llena de alteraciones, agregados y omisiones sumamente significativos que darán por resultante un Edipo cualitativamente
diferente, tanto en su prehistoria como en su curso y resolución, respecto
de lo enunciado. Cabe preguntarse si un Yo en formación en medio de
estas vicisitudes
tendrá la calidad de un Yo en circunstancias
más
habituales; estimamos que no y su característica
será la fragilidad,
ejemplo de ello son los momentos psicóticos de Leo cuando variaba
alguna circunstancia externa. El siempre se consideró un extraño en
su medio, un "marciano"
de exótica procedencia; su opción era ser
marciano o morir como los bebés que se caen de la página. Queremos
hacer especial hincapié en la importancia que le atribuimos a las circunstancias preedípicas del paciente, dado que estimamos que éstos
son los elementos básicos con los que luego se jugará la dramática
edípica. Es decir, se arribará al Edipo según la calidad y configuración
de las circunstancias precedentes que pueden apartar su evolución del
modelo habitual. Ante la irrupción de la sexualidad fálica y sus fantasías concomitantes, Leo es el protagonista de una novela familiar específica. No es el hijo genético que fantasea haber sido adoptado, es
el adoptado que fantasea ser el hijo de los adoptantes; de esta manera
apela al mecanismo de la desmentida produciendo una fractura en su
Yo; en el otro sector yoico hay imagos de padres terribles, sumamente
hostiles. De su contexto de realidad toma los rasgos de "ricos y poderosos" de sus padres adoptantes, así como la creencia de que la
casa de su terapeuta es su casa y ahí debe vivir. De esta manera la
conexión de Leo con la realidad está en función del sector del Yo donde predomina el deseo "mis padres adoptantes son mis padres genéticos", "mi analista y su marido son mis padres" estableciéndose un
momento psicótico que da cuenta de la otra parte escindida de su yo, la
que tiene que ver con la percepción de una realidad sumamente dolorosa: la ausencia de sus padres genéticos. Esta situación es expresada
por medio de juegos, verbalizaciones y transferencialmente
durante el
embarazo de su terapeuta. Leo es el vértice común a un doble triángulo edípico: uno, que se estructura con su padre y madre adoptantes
y otro con su padre y madre biológicos. Con los padres adoptantes
cursa un Edipo, caracterizado por una imago madre excesivamente
permisiva a sus impulsos eróticos, que lo atrae y sobreestimula (recordemos las luchas con la madre y el remplazo del padre en el lecho
conyugal) y una imago padre potente económicamente
pero infértil,
débil freno para sus impulsos eróticos. Esto no permitirá una conve-
y comienza a entrelazar
El desarrollo del Yo y el complejo de Edipo en el niño adoptivo
77
niente instauración
de la barrera del incesto. Sabemos que ésta se
cuenta probablemente
entre las adquisiciones
históricas
de la humanidad ... se erige en virtud al complejo de castración y "excluye ex-
presamente de la elección de objeto, por su calidad de parientes consanguíneos, a las personas amadas de la niñez". (Freud, 1905, p. 205)
Por otra parte, el Edipo con sus padres biológicos;
donde hay una
imago madre cobijante, también amada y odiada que le dio el SE:r
pero que coligada con su imago padre instituyó el abandono. La ruptura del ensamble biológico
funcional
cobra sus frutos;
el acercamiento al objeto erótico /leva la impronta de la muerte. Son índices
de esta situación los micro-suicidios
de Leo (los dedos en el enchufe, etc.). La escisión yoica se ahonda. De no mediar un tratamiento,
el
Edipo con los padres biológicos quedaría planteado como una situación
terrorífica;
el Edipo con sus padres adoptantes arribaría no a su resolución sino a un remplazo de las identificaciones
secundarias por identificaciones
reactivamente
hiperactivas o bien por seudo identificaciones
como el mencionado suceso de "fabricar plata". Unicamente después de
haber hecho una primera elaboración de esta peculiar situación edípica, y de haber integrado en su psiquismo sin fundirse, tanto los aspectos
amados y odiados de sus progenitores
por un lado, y por el otro los
de sus padres adoptantes es que el niño pudo iniciarse, tardíamente,
en su latencia y en el/a continuó la elaboración mediante el análisis,
lo que posibilita
su evolución hacia la neurosis.
Conclusiones
Queremos plantear la importancia que asignamos a la calidad de
las primeras experiencias
objetales
del niño adoptivo, que aunadas
a la ruptura del ensamble biológico funcional con su madre facilitarán
la creación de un núcleo del Yo o Yo incipiente
caracterizado
por la
fragilidad
y la posibilidad
de escisión
ante circunstancias
adversas
que tiene que enfrentar en el curso de su desarrollo.
Un aparato psíquico fragilizado
entreteje
una prehistoria
edípica
con objetos con los que no hay correspondencias
en cuanto al código
de identificaciones.
De esta manera se arriba a la situación del complejo de Edipo que presenta un carácter bifronte: por un lado cursará
con las imágenes de los padres adoptantes siendo de difícil resolución. Por otro, se cristalizará
una situación
edípica con las imagos
de sus padres biológicos ausentes en la realidad y por ende terroríficos. El yo frágil desde un comienzo no puede metabolizar el conflicto,
y éste adquiere las características
de una encerrona.
La escisión yoica se acentúa cada vez más, se expresa en una
peculiar novela familiar y se torna de imposible suturación.
Este devenir da cuenta de las dificultades
observadas en niños
adoptivos respecto de su entrada en latencia; dificultades
de aprendí-
78
C. Garma de Aberastury,
E. Germe,
N. Greco y
C. López Moreno
zaje y problemas de conducta e integración. Con la eclosión de la
pubertad y el concomitente
resentimiento
de la barrera del incesto
surgen conductas de fuga (alejamiento de los adoptantes y búsqueda
inconsciente de los padres biológicos) y participación en situaciones
de sumo peligro: como ser, conductas delictivas. amor por la velocidad,
el riesgo, que nos hacen pensar en la reactualización
de un Edipo
tanático.
Al respecto señalamos que la historia de Edipo, el héroe de la
tragedia griega, podría ser leída como exteriorización
de una fantasía
universal. como la novela familiar de un neurótico, o bien como la
patobiografía de un hijo adoptivo, que sucumbió bajo la ley del Talión
que reina en el inconsciente.
Resumen
Se plantea
del
niño
está
la importancIa
adoptivo
respecto
caracterizado
por
La historia
pondencia
se
y el niño su vértice
común:
de difícil
los padres
desde
biológicos,
des para
dinámica
instaurar
y posibilidad
con
resolución;
por
objetos
no puede
metabolizar
también
del
incesto
con
objetales
éste
los
que
no hay corres·
de Edipo es doble.
por vía de las imagos de los padres
se cristaliza
y por ende
el conflicto
en
experiencias
Yo o Yo incipiente;
El complejo
otro
en la realidad
se expresa
del
de escisión.
por un lado transcurre
la barrera
primeras
núcleo
de identificaciones.
ausentes
un comienzo,
Esta
de las
del
entreteje
al código
adoptantes.
siendo
desarrollo
la fragilidad
preedípica
en cuanto
de la calidad
al
con
las
terroríficos.
y se ahonda
una singular
novela
y en un repertorio
imagos
de
El Yo, frágil
su escisión.
familiar,
alterado
dlficulta-
en el
juego
de identificaciones.
Résumé
LE OtVELOPPEMENT
Ce travail
tales
souligne
chez l'enfant
celul-cl
I'importance
adopté,
étant caractérisé
l.'histolre
a
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est leur
et l'enfant
I'égard
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Des le début,
Cette
les imagos
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objets
peut
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commun:
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ne peut
expériences
objec-
du noyau du Moi précoce,
de clivage.
avec
lesquels
Le cornplexe
étant
des pe res biologiques,
le Moi
devient
dynamique
aux
du code des identifications.
sommet
eristalliser
des prernieres
et la possibilité
s'entrernéle
adoptants,
terrifiants.
et ainsi le clivage
de la qualité
ET LE COMPLEXE O'OEO/PE
CHEZ L'ENFANT AOOPT{
avec le développment
par la fragilité
pré-oediplenne
correspondance,
les imagos
en relation
OU MO/
il
n'a
d'Oedípe
il va se développer
diffieile;
absents
d'autre
dans
aucunement
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part,
travers
il va se
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et done
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plus profond.
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la barre
dans
un roman
de l'ínceste
familier
et dans
tres
singulier,
un répertoire
altéré
El desarrollo del Yo y el complejo de Edipo en el niño adoptivo
79
Summary
THE DEVELOPMENT
OF THE EGO AND THE OEO/PUS COMPLEX
/N THE ADOPTEO eH/LO
The authors strees the importance of the quality of the quality of early experlences and object relations in the adopted child regarding the development of the
ego nucleus or incipient ego. This ego is characterized by fragility and a marked
tendency to splitting.
The pre-oedlpal history is woven with objects with which there is no correspondence In the code of identifications. The Oedipal complex appears as double
triangle with the child as a common apex. On the one hand it will be generated
with the imagos of the adoptive parents -a situation which is difficult to solve; on
the other hand the Oedipal complex will be created with the imagos of the biological
parents, absent in real life and thereby terrifying. The ego, fragile from its inception,
cannot cope with this conflict; hence, splitting is continually accentuated.
The course of this development gives rise to a specific family romance, as
well as difficulty in convenient setting up of the barriers of incest and severe cornplications in the code of identifications.
Bibliografía
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